Thesis Chapters by julio chemez
Tesis de Grado, Carrera de Arquitectura y Urbanismo, FADU, UNL, 2024
La “deriva” al Paraje Chaco Chico se convirtió en un punto de partida crucial, que hicimos cocien... more La “deriva” al Paraje Chaco Chico se convirtió en un punto de partida crucial, que hicimos cociente una vez avanzado el proceso, abriéndonos el panorama para indagar sobre como concebíamos el paisaje costero en la contemporaneidad. Detectamos el cruce de lo global a lo local con el deterioro ecológica y la disrupción tecnológica. Encuadramos el sector dentro del concepto Periurbano e identificamos los agentes que lo integran en sus diferentes momentos. A partir de la herramienta del paisaje pudimos detectar los cronopaisajes y los elementos que lo componían. A la vez, tomamos esos recortes y realizamos una búsqueda histórica recolectando debilidades y potencialidades.
Con los elementos sobre la mesa, empezamos anudarlos y notamos que muchas de las cuestiones que problemáticamente cumplían una lógica que llevaba a lo mismo, y es que el control antropico sobre el territorio, correspondían al cronopaisaje antropocenico; al mismo tiempo, en una contradicción, convivía con otro de los cronopaisajes, el chthulucenico, nos daba la pauta de que se puede vivir en este mundo dañado, y no somos los únicos agentes involucrados. Que nuestra capacidad de planificar debía rebasar las incumbencias, sobre la tecnología para la implementación de medios tecno-logos y dispositivos urbano/arquitectónicos que estimularán un diálogo consciente entre el sitio, las actividades y los actores, acompañando los procesos de resiliencia del ecosistema.
Reconocimos cómo se comportan las estructuras Urbana/Periurbana y de Humedal del sector, con los flujos identificados en sus diferentes temporalidades. Es por esto que desarrollamos Estrategias y Lineamientos, para la formulación de pautas de proyección a escala urbana, que concilie la relación entre el ecosistema y sus actores intervinientes, asumiendo el compromiso con el paisaje de Humedal.
Todas estas prácticas que tratamos de activar son congruentes con nuestra intención de sembrar mundos, es decir “… extender la historia de las especies compañeras para incluir más de su incesante diversidad y su problema urgente” (Haraway, 2019, 182). La crisis natural y la disrupción tecnológica se vuelven problemas “comunes” para todos y se expresan en diferentes escalas, espacios y conceptos. Por eso hay que contrarrestarlo con intervenciones urbanísticas de lo común. Tratar el Diseño del agua en concordancia con experiencias de ciudades esponjas (Kinkade-Levario, 2007), sitios ramsar, y ciudades humedales, se vuelve fortuito porque el potencial del sector corresponde a su característica morfológica híbrida, que mantiene en su situación “perimetral”, en donde conserva ciertos fragmentos que se asimilan con una naturaleza “prístina” y que cumplen con servicios ecosistémico.
Es sobre estos servicios ecosistémicos que ganamos como plan, ya que también beneficia al humano, el interés de preservarlos y que se sigan desarrollando en un equilibrio entre los usos gratuitos del espacio público, como lugar de encuentro y ocio, y sus usos más ligados al consumo, promoviendo asentamientos verdes y peatonales, donde el vehículo privado haya perdido la hegemonía. La posibilidad de que se puedan escuchar, recolectar, confeccionar de forma colaborativa planes para preservar lo común, para “llegar a significar el pensamiento en la civilización en la que nos encontramos” para seguir sembrando futuros posibles y resilientes.
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Thesis Chapters by julio chemez
Con los elementos sobre la mesa, empezamos anudarlos y notamos que muchas de las cuestiones que problemáticamente cumplían una lógica que llevaba a lo mismo, y es que el control antropico sobre el territorio, correspondían al cronopaisaje antropocenico; al mismo tiempo, en una contradicción, convivía con otro de los cronopaisajes, el chthulucenico, nos daba la pauta de que se puede vivir en este mundo dañado, y no somos los únicos agentes involucrados. Que nuestra capacidad de planificar debía rebasar las incumbencias, sobre la tecnología para la implementación de medios tecno-logos y dispositivos urbano/arquitectónicos que estimularán un diálogo consciente entre el sitio, las actividades y los actores, acompañando los procesos de resiliencia del ecosistema.
Reconocimos cómo se comportan las estructuras Urbana/Periurbana y de Humedal del sector, con los flujos identificados en sus diferentes temporalidades. Es por esto que desarrollamos Estrategias y Lineamientos, para la formulación de pautas de proyección a escala urbana, que concilie la relación entre el ecosistema y sus actores intervinientes, asumiendo el compromiso con el paisaje de Humedal.
Todas estas prácticas que tratamos de activar son congruentes con nuestra intención de sembrar mundos, es decir “… extender la historia de las especies compañeras para incluir más de su incesante diversidad y su problema urgente” (Haraway, 2019, 182). La crisis natural y la disrupción tecnológica se vuelven problemas “comunes” para todos y se expresan en diferentes escalas, espacios y conceptos. Por eso hay que contrarrestarlo con intervenciones urbanísticas de lo común. Tratar el Diseño del agua en concordancia con experiencias de ciudades esponjas (Kinkade-Levario, 2007), sitios ramsar, y ciudades humedales, se vuelve fortuito porque el potencial del sector corresponde a su característica morfológica híbrida, que mantiene en su situación “perimetral”, en donde conserva ciertos fragmentos que se asimilan con una naturaleza “prístina” y que cumplen con servicios ecosistémico.
Es sobre estos servicios ecosistémicos que ganamos como plan, ya que también beneficia al humano, el interés de preservarlos y que se sigan desarrollando en un equilibrio entre los usos gratuitos del espacio público, como lugar de encuentro y ocio, y sus usos más ligados al consumo, promoviendo asentamientos verdes y peatonales, donde el vehículo privado haya perdido la hegemonía. La posibilidad de que se puedan escuchar, recolectar, confeccionar de forma colaborativa planes para preservar lo común, para “llegar a significar el pensamiento en la civilización en la que nos encontramos” para seguir sembrando futuros posibles y resilientes.
Con los elementos sobre la mesa, empezamos anudarlos y notamos que muchas de las cuestiones que problemáticamente cumplían una lógica que llevaba a lo mismo, y es que el control antropico sobre el territorio, correspondían al cronopaisaje antropocenico; al mismo tiempo, en una contradicción, convivía con otro de los cronopaisajes, el chthulucenico, nos daba la pauta de que se puede vivir en este mundo dañado, y no somos los únicos agentes involucrados. Que nuestra capacidad de planificar debía rebasar las incumbencias, sobre la tecnología para la implementación de medios tecno-logos y dispositivos urbano/arquitectónicos que estimularán un diálogo consciente entre el sitio, las actividades y los actores, acompañando los procesos de resiliencia del ecosistema.
Reconocimos cómo se comportan las estructuras Urbana/Periurbana y de Humedal del sector, con los flujos identificados en sus diferentes temporalidades. Es por esto que desarrollamos Estrategias y Lineamientos, para la formulación de pautas de proyección a escala urbana, que concilie la relación entre el ecosistema y sus actores intervinientes, asumiendo el compromiso con el paisaje de Humedal.
Todas estas prácticas que tratamos de activar son congruentes con nuestra intención de sembrar mundos, es decir “… extender la historia de las especies compañeras para incluir más de su incesante diversidad y su problema urgente” (Haraway, 2019, 182). La crisis natural y la disrupción tecnológica se vuelven problemas “comunes” para todos y se expresan en diferentes escalas, espacios y conceptos. Por eso hay que contrarrestarlo con intervenciones urbanísticas de lo común. Tratar el Diseño del agua en concordancia con experiencias de ciudades esponjas (Kinkade-Levario, 2007), sitios ramsar, y ciudades humedales, se vuelve fortuito porque el potencial del sector corresponde a su característica morfológica híbrida, que mantiene en su situación “perimetral”, en donde conserva ciertos fragmentos que se asimilan con una naturaleza “prístina” y que cumplen con servicios ecosistémico.
Es sobre estos servicios ecosistémicos que ganamos como plan, ya que también beneficia al humano, el interés de preservarlos y que se sigan desarrollando en un equilibrio entre los usos gratuitos del espacio público, como lugar de encuentro y ocio, y sus usos más ligados al consumo, promoviendo asentamientos verdes y peatonales, donde el vehículo privado haya perdido la hegemonía. La posibilidad de que se puedan escuchar, recolectar, confeccionar de forma colaborativa planes para preservar lo común, para “llegar a significar el pensamiento en la civilización en la que nos encontramos” para seguir sembrando futuros posibles y resilientes.