Universidad Politécnica de Aguascalientes
Mechatronics
El calcetín en el pie perfecto Dobby un joven elfo, se encontraba en busca de un mago, el correcto para entregarle la prenda, un calcetín, este era el símbolo de fidelidad por siempre para estas criaturas, quienes durante su niñes y... more
El calcetín en el pie perfecto Dobby un joven elfo, se encontraba en busca de un mago, el correcto para entregarle la prenda, un calcetín, este era el símbolo de fidelidad por siempre para estas criaturas, quienes durante su niñes y adolescencia se la pasaban recolectando el hilo, los colores, tejiendo y decorando para tener el diseño correcto que los representaría ante su elegido. Según sus creencias debían entregarle dicha prenda a los magos que tuvieran renombre, que tuvieran influencias en el mundo mágico o bien que contaran con riquezas, esto les garantizaba una vida sin problemas, pues ellos al entregar su calcetín pertenecían y se sometían a ese mago y el mago a su vez ganaba prestigio entre más elfos le eligieran, además contaba con más ayuda para realizar tareas domésticas, ese era el precio que pagaban los elfos por vivir con un mago, tenían que hacer comida, lavar, trapear, planchar, barrer, etc. Pero Dobby siempre fue diferente, cuando terminó de tejer y decorar su calcetín, en realidad no pretendía encontrar a el mago más famoso o con más riquezas, tan solo quería encontrar a alguien a quién amar y que el le amara, no pretendía volverse un sirviente, quería trabajar y también demostrar su propia magia. Así que salió en búsqueda del pie perfecto para ese tipo de calcetín, decidió viajar hacia las escuelas de magos, creía que al encontrarse con un joven mago podría encontrar al indicado, así podrían incluso hablar de elfas y magas atractivas, de quidich, salir a tomar cervezas de mantequilla, hacer muñecos de nieve, montar hipogrifos y todas esas cosas que la juventud hacía. Anduvo por cada escuela, y solo encontraba rechazos, o magos que no le convencían, o demasiado aburridos, o muy rudos, o nada confiables, en fin, ahora sólo tenía la opción de ir a Howards, si a esa escuelita que el tanto evitaba, pues en ella se encontraba el famosísimo e irritable Harry Potter. A Dobby, un mago con tanto renombre le producía nauseas, "oportunistas" pensaba. Pero bueno, se le vino una idea, si en la escuela había un mago del tipo "engreído" quizá podría encontrar a alguien sincero y humilde. Sin más, viajó a Londres, llego a Howards y entonces vio a un chico de lentes que pareció sorprendido al verle. Dobby se extrañó, ¿por qué un mago habría de sorprenderse al ver a un elfo?, ¿qué sus padres no tenían uno en casa al que trataban como esclavo?, ¿quién le daba de desayunar antes Elisa Maricela Márquez Vela 1 de partir al colegio sino un elfo convertido en doméstico?, el joven se acercó a saludarle. Le hizo preguntas, platicaron durante un largo rato, lo llevó a conocer los jardines y le invito a comer de su merienda, así pasaron horas, quién sabe cuántas, días y Dobby le platicaba de él y el joven muchas ocasiones se limitaba a escucharle, al cabo de un par de semanas cuestionó al joven su nombre, lamentable lo que oyó, más aún el nudo interior y vuelco en el estomago, "Harry", soy "Harry Potter" ahora que por fin lo preguntas, aunque…no importa en realidad es sólo "un nombre", ¿o no?. ¿Harry potter?, ¿Si es él, porque es tan amable conmigo?, ¿Y si todo había sido un truco para adquirir más fama al tener un elfo? No podía creerlo, Dobby se marcho sin decir nada, durante dos días pensó y repensó todo, Harry nunca había sido altanero y aunque se le veía con muchos amigos, los amigos lo querían mucho, por quién era no por su fama, quizás lo había juzgado mal, pero quizás fingió muy bien. Al tercer día, lo vió de lejos con un semblante de tristeza, no sonreía como de costumbre, ¿sería por él, por su ausencia?, decidió tomar el riesgo y conocerlo mejor, ver si a pesar de su fama Harry era quién le había parecido. Así que se acercó y al verlo Harry sonrió como nunca, lo abrazó y cargo en el aire, "Hey amigo donde que te habías metido, es un gusto ver que aún estas aquí". Pasaron meses, la duda en Dobby desapareció y ahora se sentía nervioso por darle el calcetín, sabía que Harry lo tomaría incluso mejor que como el lo hubiera imaginado, que serían amigos dandóle o no dandóle el calcetín, pero vamos ya estaba tejido, así que por fin se animó, el día del cumpleaños de Harry le entregó su calcetín, con eso el símbolo de su fidelidad, no como esclavo, sino como amigos y de los buenos.