Alberto Olvera
Soy un sociólogo político que ha trabajado largos años en temas relacionados con la sociedad civil en México y América Latina, entre otros su desarrollo histórico, su composición, sus formas de acción colectiva y los modos de relación con el Estado. He escrito también extensamente sobre los procesos de transición a la democracia en México y los retos de la construcción de la ciudadanía y de la estabilidad democrática. En este último terreno he trabajado recientemente sobre el sistema de justicia en México, que es el sector más débil del estado mexicano. También he incursionado en el estudio de las formas que asume el autoritarismo subnacional , tomando como ejemplo el caso del estado de Veracruz, el más golpeado por la doble plaga de la corrupción y la violencia.
Address: Xalapa, Veracruz, Mexico
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doble sentido, los minimalismos y maximalismos excluyentes. No
concibe la democracia como simple rotación de élites, elegibles en el
mercado de la política; puesto que apuesta por una recuperación de
ésta como espacio para la disputa por los bienes y sentidos que definen
lo público. Empero tampoco contrabandean con una idea de pueblo
vaciada de pluralidad y autonomía, (in)capaz de expresarse en las
necesarias mediaciones –ciudadanas, asociativas, partidarias– que
dan vida a la política contemporánea. Al apostar por una democracia
que sea, a la vez, régimen político, movimiento social, proceso histórico
y modo de vida, recuperan las viejas banderas de la modernidad
política –igualdad, libertad y fraternidad– llevándolas a los nuevos
escenarios del siglo que comienza. Donde la relación entre lo nacional
y lo local, entre los viejos actores y las nuevas identidades, y entre
formas complejas y dinámicas de la participación, la representación,
la deliberación y la redistribución, dibujan el panorama de una Latinoamérica (y un México) en transformación.
Violence against journalists in Mexico and Veracruz is explained by the simultaneity in time and space of the fragmentation of political power in the failed transition to democracy, and the fragmentation and empowerment of organized crime. Criminal power is used to control local media and coexists with the survival of the traditional control practices of the Mexican State: clientelism and violence. The main victims of these new forms of media control have been the most precarious journalists, employees of small local media, which have no national or state transcendence.
En la primera sección de este texto planteamos el marco conceptual en que se basa este análisis, partiendo de definiciones críticas de los conceptos de Estado de derecho, división de poderes y sistema de justicia, subrayando además los problemas específicos que crea el sistema federal en que se funda la operación del Estado mexicano. En la segunda parte analizaremos en particular el sistema de justicia mexicano de la época autoritaria, y destacaremos su alta continuidad en el régimen electoral-autoritario
Finalmente, en una tercera sección analizamos la experiencia de la implementación de la reforma penal en términos de la relación entre régimen político y sistema de justicia.
La abrumadora victoria de Andrés Manuel López Obrador y de su joven partido personal, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fue el resultado de una elección plebiscitaria, que expresó el rechazo masivo de la ciudadanía a la desigualdad, exclusión, violencia y corrupción que caracterizó al régimen de la transición a la democracia. Fue el propio régimen, cuyas falencias y carácter híbrido, en el que la democracia nunca trascendió más allá del espacio estrictamente electoral, el que labró su deslegitimación y abrió la puerta a un viejo político profesional que se presentó como un outsider justiciero en el momento apropiado, articulando una clásica oposición populista amigo/enemigo, pueblo bueno vs. elite corrupta. Sin embargo, López Obrador no ha sido capaz de articular un proyecto original ni viable. Ofrece una imposible reedición del proyecto nacionalista-desarrollista, pero en formato populista, sin el partido corporativo como eje de intermediación. Este proyecto implica tratar de reconstruir la centralidad económica del Estado, lo cual es imposible dado el colapso de PEMEX y la debilidad fiscal heredada. La anulación de las intermediaciones corporativas es positiva, en tanto abre la puerta a la potencial reconstrucción de la sociedad civil popular, pero a su vez ello se trata de evitar al favorecerse una relación directa entre líder y masas, debilitando para ello todas las instituciones democráticas. Así, en vez de construir ciudadanía y Estado de Derecho, se propicia una nueva forma de autoritarismo presidencialista y se produce una mayor fragmentación de lo social. Al no crearse instituciones, el nuevo gobierno tampoco puede lidiar con el crimen organizado ni combatir legalmente la corrupción. Al plantearse la "Cuarta transformación" como una gesta moral, se produce una idea de la justicia como castigo a la vieja élite, no como una nueva práctica de la política, por lo que en la práctica lo que se produce es una nueva forma de democracia delegativa.