Para quienes observan a Filipinas, la principal preocupación del periodo 2022-2023 ha sido el rumbo del nuevo gobierno de Ferdinand Marcos Jr. con Sara Duterte (la hija de Rodrigo Duterte) como su vicepresidenta. Con la sombra...
morePara quienes observan a Filipinas, la principal preocupación del periodo 2022-2023 ha sido el rumbo del nuevo gobierno de Ferdinand Marcos Jr. con Sara Duterte (la hija de Rodrigo Duterte) como su vicepresidenta. Con la sombra del autoritarismo de su propio padre parecía verosímil que las políticas internas y externas de su predecesor podrían continuar. Si bien el gobierno de Marcos no ha constituido un cambio radical, tampoco ha seguido sus pasos en todos los puntos. En política exterior, Filipinas ha virado hacia un realineamiento con Estados Unidos; en temas internos ha habido algunas mejoras marginales. Es todavía el primer año de gobierno, así que es difícil predecir lo que ocurrirá después.
For observers of the Philippines, the main concern during the 2022–2023 period was the course that Ferdinand Marcos Jr.’s new administration would take. With Sara Duterte (daughter of Rodrigo Duterte) as his vice president and the looming shadow of his own father’s authoritarianism, it seemed plausible that his predecessor’s domestic and foreign policies would continue. While the Marcos administration has not proven a radical shift, neither has it followed the previous administration’s path on all fronts. In foreign policy, the Philippines has realigned itself with the United States; in domestic affairs, there have been some marginal improvements. With the administration being only one year old, it is difficult to predict what the future holds.