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La Casa-Patio Cordobesa. La Mujer Como Eje Vertebrador

2021, Periferica

Resumen: Este artículo es una síntesis de 'Cuidadoras de la esencia' (trabajo respaldado por la beca de investigación del Observatorio Cultural del Proyecto Atalaya 2019); una aproximación a la casa-patio cordobesa, como forma de vida en la que la mujer ha venido siendo el eje vertebrador; y a la Fiesta de los Patios, como tradición y fenómeno actual, entrando a reflexionar sobre el impacto que ha tenido su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Periférica Internacional. Revista para el análisis de la cultura y el territorio Universidad de Cádiz / ISSN:1577-1172 nº 22 (2021) La casa-patio cordobesa. La mujer como eje vertebrador1 Rafael Sillero Fresno Investigador. Universidad de Córdoba. España rafasillero@hotmail.es Artículo recibido: 14/10/2021. Revisado: 18/10/2021. Aceptado: 29/11/2021 Resumen: Este artículo es una síntesis de ‘Cuidadoras de la esencia’ (trabajo respaldado por la beca de investigación del Observatorio Cultural del Proyecto Atalaya 2019); una aproximación a la casa-patio cordobesa, como forma de vida en la que la mujer ha venido siendo el eje vertebrador; y a la Fiesta de los Patios, como tradición y fenómeno actual, entrando a reflexionar sobre el impacto que ha tenido su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO. Palabras clave: mujer; tradición popular; patrimonio inmaterial; casa-patio; Córdoba. The casa-patio in Cordoba. The woman as backbone. Abstract: This article is a summary of ‘Cuidadoras de la esencia’ (work supported by research scholarship Observatorio Cultural del Proyecto Atalaya 2019); an approach to the casa-patio of Cordoba, as way of life in which the woman has been the backbone; and to the Fiesta de los Patios, as a tradition and a current phenomenon, reflecting on the impact of the UNESCO’s recognition as Intangible Cultural Heritage of Humanity.. Keywords: woman; folk tradition; intangible heritage; house-courtyard; Cordoba. Comentarios: Síntesis del trabajo de investigación Cuidadoras de la esencia (Beca Atalaya 2019). 381 Periférica Internacional. Revista para el análisis de la Cultura y el Territorio. 22 (2021) ISSN:1577-1172 http://doi.org/10.25267/Periferica.2021.i22.33 La casa-patio cordobesa. La mujer como eje vertebrador Rafael Sillero Fresno En memoria del profesor José María Manjavacas, por su magisterio para describir la esencia de lo cercano. «Toda Córdoba patio. Toda Córdoba atrio de Roma, edén árabe, huerto judío y si alguien puede llamar suyas las rosas, será esta Córdoba de los mayos felices, de las noches largas como miradas en la fiesta. Esta sí sería la ciudad que soñamos.» Pablo García Baena ‘Los patios’. Córdoba (Almuzara, 2009) C omo arquitectura que busca hacer frente a las temperaturas elevadas, la tipología de casa con patio ha estado presente en el entorno mediterráneo desde tiempos remotos. Hasta la península Ibérica llegó la domus romana, en la que se podían encontrar dos espacios abiertos por la altura: el atrium, al que se accedía desde la calle, y el peristilo, nudo desde el que se distribuían las dependencias y epicentro de la vida familiar. En la época de al-Ándalus se añadieron elementos de obra como los arriates, para plantas y árboles frutales; y mejoras técnicas, sobre todo en lo referente a la conducción del agua. Además, empieza a tomar protagonismo la decoración con azulejos, celosías y empedrados para el suelo. Ciñéndonos a las particularidades de la casa-patio cordobesa, con su idiosincrasia vecinal, debemos situar su origen en las sucesivas oleadas migratorias desde el entorno rural hacia la ciudad, un fenómeno que fue acelerando a partir la segunda mitad del siglo XIX. La escasez de viviendas propició que, en muchos casos, antiguas 382 residencias de familias pudientes fuesen reconvertidas en casas para varios vecinos. Actualmente, las casas-patio presentan un aspecto que suele ser fruto de una evolución condicionada por las necesidades, dándose un eclecticismo que hace difícil establecer una tipología definitoria. De manera general, se accede por un portal que suele desembocar en el patio, habitualmente encalado, en torno al cual se sitúan diferentes estancias. En algunos casos se conservan los pozos de brocal, además de equipamientos que fueron comunales como lavaderos o cocinas, elementos que nos recuerdan unas humildes condiciones de vida en un pasado no tan lejano. Cabe destacar que, con el transcurrir de los años, muchas casas de vecinos han pasado a ser unifamiliares. La idea de abrir los patios para que fuesen visitados tuvo un origen espontáneo, teniéndose constancia de una primitiva iniciativa vecinal en el año 1918. La popular decisión se quiso institucionalizar en 1921; y una comisión encargada de organizar los festejos de la Feria de Nuestra Señora de la Salud incluyó, dentro del programa de actos, un primer Concurso de Patios, Escaparates y Balcones. La convocatoria no cosechó el éxito suficiente para poder ser consolidada, y el Ayuntamiento no la reactiva hasta 1933. Tras un parón, con la guerra civil de por medio, la prensa local reivindica- Periférica Internacional. Revista para el análisis de la Cultura y el Territorio. 22 (2021) ISSN:1577-1172 La casa-patio cordobesa. La mujer como eje vertebrador rá el concurso a mediados de los años cuarenta del pasado siglo; y será a partir de entonces cuando coja continuidad, celebrándose durante las dos semanas siguientes a las Cruces de Mayo. En su forma más original, la Fiesta de los Patios corrobora los rasgos que el antropólogo Isidoro Moreno indica como definitorios de la cultura andaluza: “su antropocentrismo, su capacidad de socialización y su tendencia a organizarse colectivamente en redes sociales no institucionalizadas; su tendencia hacia el igualitarismo y su capacidad de relativizar”2. Pero más allá de una estética o de la propia materialidad arquitectónica de los patios, se ha ido forjando un ritual que describe, desde valores de convivencia, una manera propia de estar en la vida. En lo que respecta a su protección, bajo la denominación de Festival de los Patios de Córdoba3 llegó el reconocimiento, en 1980, como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Y el 6 de diciembre de 2012, en la cumbre de la UNESCO celebrada en París, la Fiesta de los Patios de Córdoba entró a formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Aun tratándose de la definición de cultura que implica una relación más cercana, la cualidad de inmaterial no es algo que siempre resulte de fácil asimilación; y en los patios es necesario distinguir entre el espacio, los modos de vida y el ritual festivo. El concepto y la legislación sobre la protección del patrimonio, que partían desde perspectivas materiales – sujetas a valores artísticos y de monumentalidad–, han ido haciéndose cada vez más permeables al carácter inmaterial que va unido a lo simbólico e identitario. En este sentido, es obligada la referencia a la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (UNESCO. París, 2003); un acuerdo en el que se aboga por el acceso, la concienciación y la educación en el ámbito del patrimonio cultural inmaterial; que es definido, en el artículo 2 de las Disposiciones Generales, como “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”. Así pues, hablamos de un legado vivo que cobra vigor con la transmisión de una generación a otra. El reconocimiento a la Fiesta de los Patios se sumaba a los que ya tenían la Mezquita-Catedral y el Centro Histó- Rafael Sillero Fresno rico de Córdoba como Patrimonio de la Humanidad; distinción que, en 2018, también recibió la Ciudad Califal de Medina Azahara. De este modo, Córdoba se posicionaba como ciudad puntera en cuanto a la puesta en valor internacional de su patrimonio. En este caldo de cultivo, en unos años en los que la crisis económica seguía haciéndose notar, se afianzaba la apuesta por el turismo como salvavidas económico de la ciudad. Un carro al que se han ido subiendo tanto los representantes políticos como los poderes fácticos. Sin querer poner en duda la importante repercusión del turismo en la economía, sí es oportuno reflexionar sobre los riesgos que entraña posicionarlo como monocultivo, desatendiendo otras posibilidades de desarrollo, máxime cuando estamos hablando de un sector especialmente vacilante. Si nos centramos en el caso de la Fiesta de los Patios, el impacto del turismo, creciente desde el reconocimiento de la UNESCO, es un factor que viene alterando ciertas dinámicas, y no son pocas las voces que alertan del peligro que supone exponer la tradición a un enfoque limitado a una lógica mercantil que acabe convirtiéndola en espectáculo. En este sentido, la Organización Mundial del Turismo, en el manual Turismo y patrimonio cultural inmaterial, ya advierte del riesgo de banalización y pérdida de autenticidad que conlleva la sobreexplotación comercial de las expresiones culturales vivas. Por otro lado, es palpable la sensación, compartida por muchos propietarios y movimientos asociativos, de que no hay una implicación decidida por parte de determinados empresarios que sí son beneficiarios directos del movimiento económico que genera la Fiesta de los Patios. Si atendemos a los grandilocuentes titulares de los medios de comunicación, el éxito de cada edición de la Fiesta de los Patios parece medirse por la cantidad de visitas; pero estas se han ido haciendo cada vez más fugaces por la afluencia masiva que limita el acercamiento a las vecinas y vecinos, un ingrediente fundamental del ritual que hace que el visitante viva la experiencia como participante y no como mero espectador. Asimismo, debido a las problemáticas relacionadas con los usos poco respetuosos de la vía pública y la saturación de algunas zonas del casco histórico, que tiene su cima durante el mayo festivo cordobés, han surgido diferentes movimientos vecinales, como es el caso del 383 Foro por el Derecho a la Ciudad, que se oponen a las prácticas turísticas no sostenibles. Periférica Internacional. Revista para el análisis de la Cultura y el Territorio. 22 (2021) ISSN:1577-1172 La casa-patio cordobesa. La mujer como eje vertebrador El momento actual de la Fiesta de los Patios y los factores que pueden condicionar su futuro como patrimonio inmaterial encontraron foro de reflexión y debate en el I Congreso Internacional ‘Patios de Córdoba. Patrimonio Cultural, Ciudad y Turismo Sostenible’, que tuvo lugar, del 14 al 16 de noviembre de 2018, en diferentes espacios de la Universidad de Córdoba. Con la dirección de los profesores José María Manjavacas Ruiz, Fernando Lara de Vicente y de la profesora Rocío Muñoz Benito, se analizó el fenómeno desde la antropología, el patrimonio, el turismo, el urbanismo o la economía, entre otras perspectivas. Una mirada holística que acogió desde los argumentos más críticos a los más autocomplacientes. Cuidadoras de la esencia La posible sobredimensión que ha ido adquiriendo el fenómeno de los patios no debe alejar nuestra mirada del corazón de estos: sus vecinas y vecinos. La tradición ha ido transmitiéndose de generación en generación, especialmente entre mujeres. Una herencia que es un libro abierto de saberes sobre los ciclos de cada planta, sus cuidados, los trasplantes, los riegos adecuados… Una perpetuación en el tiempo que, en palabras de Rosa Colmenarejo, es “la memoria de la casa, del patio y de la gente con quien se compartió ese espacio”4. Elisa Pérez Laguna, que nos dejó a principios del mes de agosto de 2019, fue una de las personas con mayor compromiso en la historia de los patios cordobeses. Además de atender el suyo, en Pozanco, 21 –entre las plazas de San Agustín y San Rafael–, fue fundadora, en 1996, de la Asociación de Patios y Rejas de Córdoba ‘Claveles y Gitanillas’, presidiéndola entre 1998 y 2004. También puso en marcha proyectos como la publicación de una revista divulgativa o las visitas guiadas para niños, idea que le producía una especial satisfacción por estar relacionada con su profesión de maestra. Elisa no era partidaria de una comercialización de la fiesta por medio de la apertura de patios más allá del concurso, ya que pensaba que se ponía en riesgo la verdadera naturaleza de la fiesta: abrir las casas de forma altruista. También tenía muy claro que dentro del ritual no cabía la teatralización, y que el patio debe abrir con la imagen y elementos que habitualmente tiene. 384 Es un placer poder escuchar a mujeres como Rosario Cantillo, o Chari –como es cono- Rafael Sillero Fresno cida–, entusiasta cuidadora del patio de Parras, 6 –entre San Andrés y San Agustín–; el mismo en el que Pablo García Baena, el recordado poeta de grupo Cántico, siempre tan dispuesto a mostrar su amor por Córdoba, nació allá por 1921 y donde jugó durante su primera infancia. Chari, poseedora de los conocimientos que recibió de su tía, todavía recuerda cómo décadas atrás se prestaban macetas entre vecinos para que el patio que se presentaba estuviera más vistoso; lo que pone de manifiesto que las relaciones de convivencia siempre han estado muy vivas en estos barrios. Pero los ritmos de vida actuales hacen reflexionar a la cuidadora sobre el futuro de la tradición. En su caso, su hijo es quien hoy le ayuda en las tareas más complicadas. La sensación de que lo que estamos tratando es un modo de vida, una innegociable manera de ver y estar en el mundo, es lo que transmite Ana Muñoz, propietaria de Tinte, 9, en pleno barrio de Santiago; que no se ve viviendo lejos del frescor que proporcionan sus plantas y los gruesos muros de su casa, que ya figuraba en el primer catastro de la ciudad. Se cuenta que por allí vivió una bruja, pero ahora es Ana la que hechiza con un patio en el que su don para lo vegetal se refleja en algo totalmente singular: unas plantitas, sembradas en minúsculos recipientes –capuchones de bolígrafo, tapones…–, que riega con una jeringuilla. Ana ha sido testigo de cambios positivos en su barrio, como la mejora de las condiciones de habitabilidad de las casas; pero al mismo tiempo, ha visto partir a muchas personas que se mudaron a nuevas zonas residenciales de la ciudad. En un mes de mayo de la década de los ochenta, la entonces reina Sofía hizo una breve visita a la casa-patio San Basilio, 22, en el barrio del Alcázar Viejo. Allí se encontró con Ana de Austria Bogallo, descendiente de Felipe ‘el Hermoso’, rey de Castilla –iure uxoris– y origen de la Casa de Austria, la dinastía anterior a la llegada de los Borbones. Así pues, en el patio se dio cita la historia. No ha sido esa la única visita de una celebridad, ya que Ana ha recibido a aristócratas, como Cayetana de Alba; artistas, como Carmen Sevilla; toreros de postín, como Curro Romero; hombres de letras, políticos… que formaron parte del gentío típico del Alcázar Viejo, zona que, en la actualidad, es la más populosa durante las dos semanas de la Fiesta de los Patios. Que la media de edad de las cuidadoras ha ido aumentando es una circunstancia de la que Ana es muy consciente. Por ello, más allá de subvenciones, considera Periférica Internacional. Revista para el análisis de la Cultura y el Territorio. 22 (2021) ISSN:1577-1172 La casa-patio cordobesa. La mujer como eje vertebrador necesario que haya un apoyo para las tareas más complicadas, como pintar o colgar las macetas más altas; labores que, durante muchos años, compartió con Francisco, su marido. No todas las cuidadoras han nacido o han vivido desde su infancia o adolescencia en un patio. Carmen Álvarez llegó a Córdoba, desde su Asturias natal, a principios de los años noventa, abriendo su taller de cerámica en Marroquíes, 6. Poco después, Mari Ángeles Arquero veía cumplido un sueño fraguado durante una anterior visita a Córdoba: instalarse en una casa-patio, en la que actualmente tiene su taller de cosmética natural. Marroquíes, 6 está en Santa Marina, un popular barrio que es conocido como “el de los toreros”. Al traspasar el umbral de la casa, tenemos la sensación de entrar en un pueblecito con ritmo propio. Las viviendas familiares y los talleres de artesanía dibujan un particular entramado de siete calles. Allí, nos cuentan, se vive mirando hacia el patio, eje de la convivencia, manteniéndose fuerte la tradición comunitaria con más de una veintena de vecinos. Carmen, como otras cuidadoras, piensa que sería oportuno el apoyo de aquellos que, aun beneficiándose del tirón popular y turístico, no llegan a mostrar reciprocidad. Se están viviendo tiempos de auge, pero hay que mirar hacia el horizonte de la Fiesta de los Patios. Hemos recogido algunas reflexiones de mujeres que, por su modo de vida, son ejemplo de entrega a una tradición, siendo portadoras de esta y trasmisoras hacia el futuro. Pero son muchas más las que hacen que los patios cordobeses sean esos rincones plenos de color y fragancia que atrapan al visitante. Ellas dan vida a lugares que no deben ser confundidos con escenarios, y contribuyen a que Córdoba sea más amable. Sirvan estas líneas como muestra de agradecimiento. Notas Rafael Sillero Fresno Referencias Colmenarejo Fernández, R. (2018): La Fiesta de los Patios de Córdoba. Una historia de resiliencia y emancipación. Córdoba: Utopía Libros. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (2007): “Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de Andalucía, de 26 de noviembre”. BOJA N.º 248, pp. 6-28. Instituto de Estudios Sociales Avanzados: Aspectos culturales, sociales, festivos, económicos y de vida cotidiana asociados al patio tradicional cordobés. En: www.iesa.csic.es/proyectos/300120150.pdf. Último acceso: 12/10/2019. Manjavacas Ruiz, J. M. (2016): “El sur, los patios, la gente. Patrimonio cultural, participación ciudadana e integración urbana”. En Castejón Torrico, R. A.; Luque Gallegos, V. y Padilla Vázquez, E. (Coord.): Del olvido a la vanguardia, pp. 19-29. Córdoba: Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba. Manjavacas Ruiz, J. M. (2018): “Patrimonio cultural y actividades turísticas: Aproximación crítica a propósito de la Fiesta de los Patios de Córdoba”. Revista Andaluza de Antropología, 15, pp. 127-155. Manjavacas Ruiz, J. M.; Lara de Vicente, F. y Muñoz Benito, R. (2019): Conclusiones. I Congreso Internacional ‘Patios de Córdoba. Patrimonio cultural, ciudad y turismo sostenible’. En: www.uco.es/congresopatios/conclusiones. Último acceso: 2/10/2019. Moreno Navarro, I. (2000): “La identidad andaluza”. En Cano García, G. (Dir.): Conocer Andalucía. Gran enciclopedia andaluza del siglo XXI. Vol. 6: Cultura andaluza, pp. 12-59. Sevilla: Tartessos. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2003): Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. En: unesdoc.unesco.org/ ark:/48223/pf0000132540_spa. Último acceso: 1/10/2019. Organización Mundial del Turismo (2013): Turismo y patrimonio cultural inmaterial. Madrid: UNWTO Publicaciones. 1. Resumen del trabajo de investigación Cuidadoras de la esencia (Beca Atalaya 2019). 2. MORENO NAVARRO, I. (2000). 3. La Fiesta de los Patios de Córdoba ha tenido diferentes denominaciones: Concurso de los Patios Cordobeses, Festival de los Patios de Córdoba, Concurso Popular de Patios Cordobeses o Patios de Córdoba, entre otras. 4. COLMENAREJO (2018). p. 279. Periférica Internacional. Revista para el análisis de la Cultura y el Territorio. 22 (2021) ISSN:1577-1172 385