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Ensayo sobre Liderazgo

ENSAYO SOBRE EL MODELO ORGANIZACIONAL, LA GESTIÓN Y EL LIDERAZGO EN LA DOCENCIA Autor: Blanca Lucía Chimbo Vicente Fecha: Loja, junio 07 del 2020 La educación es la formación integral del ser humano y en la visión de un mundo globalizado es un rol indispensable que exige la preparación y capacitación del individuo para ejercer su etapa escolar con satisfacción. Frente a los nuevos retos que enfrenta en cada etapa, las políticas educativas deben estar inmersas y sujetas a cambios continuos para brindar calidad educativa que exigen todos los centros de enseñanza. “En la medida en que los modelos pedagógicos cambian, también lo hacen las prácticas en las Instituciones Educativas” (Díaz y Rincón, 2019). Las políticas educativas institucionales conforman una guía para los miembros de una organización, que proporciona un marco de acción lógica consistente y son el resultado del diálogo y consenso de los actores de la comunidad educativa y organizaciones gubernamentales que son el órgano rector por el cual todos los miembros deben actuar. Durante los últimos quince años el Ecuador ha concertado nacional e internacionalmente acuerdos básicos con relación al sector educativo. El Plan Decenal, propuesto por el Ministerio de Educación y Cultura desde el año 2006-2015, rescató los esfuerzos realizados y propuso una gestión estatal de largo aliento que estabilizó y organizó las diferentes prioridades con un sentido inclusivo, pluricultural y multiétnico (Ecuador, 2006). Entre sus políticas se destacaron la transformación de la calidad educativa, en donde la educación inició desde la etapa de cero a cinco años, comenzando un proceso formal desde Educación General Básica de 1ro a 10mo años. La erradicación del analfabetismo y fortalecimiento de la educación continua para adultos, así como el mejoramiento de la infraestructura física y equipamiento de las instituciones educativas fue un factor fundamental. Y con la finalidad de alcanzar los estándares de calidad se planteó la implementación de un Sistema Nacional de Evaluación y rendición social de cuentas del sector educativo, fortaleciendo y capacitando al personal docente permanentemente, ofreciendo condiciones de trabajo y calidad de vida (Ecuador, 2006). Pero ¿cuál es el modelo organizacional que debe abordarse en el sistema educativo ecuatoriano actual para impulsar la educación? El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la agenda 2030 constituye una síntesis de lo que se aspira en educación, siendo el objetivo clave garantizar inclusión, equidad, calidad y oportunidad de aprendizaje hacia todas las personas. Este es el modelo organizacional que debe abordarse en el sistema educativo ecuatoriano, previo al análisis del Plan decenal 2006-2015, tomando en consideración las estadísticas actuales y los resultados en cada ámbito para así fortalecer y mejorar en la aplicación del nuevo sistema. En la planificación estratégica se debe dar prioridad a la práctica de la norma ISO 26000 que siendo utilizada como una herramienta de gestión para evaluar a las instituciones educativas y ayudar en su desarrollo sostenible se logrará que la mayoría de las instituciones educativas alcances altos estándares de calidad. Con esta planeación estratégica los centros educativos pueden alcanzar las siguientes características: Todos los integrantes trabajan hacia un mismo horizonte. El trabajo es distribuido con equidad, transparencia y responsabilidad. El líder es eficiente, sencillo y veraz. Todos los actores educativos participan de forma activa en pro del desarrollo. El perfil del estudiante se sustenta en derechos. Ayudan a la conservación del medio ambiente a través de proyectos de siembra, reciclaje, etc. La gestión y la educación son herramientas necesarias para la eficiencia y eficacia de la educación, es por eso que en miras de alcanzar un desarrollo positivo el Ministerio de Educación y el Estado deben coadyubar a la ejecución y transformación de la nueva educación. Sin embargo, los gestores educativos aún no están perfilados para afrontar ciertos mecanismos, la falta de liderazgo dentro de los centros educativos, así como el desarrollo de la cultura de gestión escolar y el desempeño docente derivan la lucha de un puesto de poder, pérdida de autoridad y falta de compromiso (Franco, 2015). De ahí nace la interrogante de determinar ¿qué tipo de gestor demandan nuestros centros educativos de conformidad con el clima cultural del presente? El gerente educativo es quien representa a la escuela, la dirige y coordina a los actores vinculados con la institución, así como la administración de recursos con el fin de garantizar la calidad del servicio que ofrece (GRAFEE, 2002). Pero en muchos centros educativos no se concreta un gestor asertivo, en muchas ocasiones se dedica solo a la parte administrativa, dejando desapercibido el punto académico. En el presente es evidente que los gestores y docentes se concentren en llenar fichas o documentos para presentar a los Distritos, esta es una falencia por la que atraviesa nuestro sistema educativo. Esto implica ser el profesional de escritorio, que tiene que pasar horas y horas, escribiendo, planificando, diseñando evaluaciones, preparando sus clases y adaptando la metodología que se aplica en cada una de las aulas, todo esto, en realidad no cumple con la calidad que requiere la educación ecuatoriana (Barrera, Barragán y Ortega 2017). Al respecto Franco (2015) señala que: “Otra de las necesidades que urge dar respuesta, es la de diferenciar con precisión lo administrativo y lo organizativo, ya que la experiencia en el sector suele indicar que cuando lo organizacional tambalea, los actores suelen escudarse en lo funcional administrativo; se genera, entonces, ese efecto irracional que elude responsabilidades y construye una esfera de permisividad que lesiona fuertemente el resultado esperado” (p.6) Para fortalecer la educación es necesario que el gestor educativo sea una persona capaz de direccionar la gestión de la institución educativa, generando un ambiente y clima cultural positivo en donde todos ejerzan sus roles son responsabilidad y satisfacción, formando un equipo sólido con misión y visión hacia un mismo horizonte, destacando la participación activa y promoviendo la innovación. Este mismo gestor educativo necesariamente debe desarrollar la habilidad de liderazgo, en donde planifique y resuelva problemas, esté dispuesto a escuchar a sus compañeros e incluya en su trabajo a miembros de la comunidad educativa y otros actores que brinden soporte para el avance de objetivos propuestos. Aunque en el contexto real no es solo el directivo o gerente quien asume el rol de líder, la planta docente también debe estar capacitada y centrada en temas de gestión, de ahí nace la interrogante ¿todos los docentes están preparados para asumir el cambio de paradigma gerencial en este nuevo siglo, a las puertas de la educación por venir? El ser docente implica el manejo de estrategias, técnicas, metodologías, más no el liderazgo, esta es la concepción con la que muchos educadores han iniciado su formación y desempeño, empleando una metodología tradicional, esto ocurre porque las universidades o institutos no fortalecen los currículos para la docencia, lo que perjudica o limita el desempeño del docente, llevando a una seria confusión del proceso de formación en el estudiante. En las puertas del porvenir el desarrollo profesional exige al docente a investigar y estar inmerso en el mundo contemporáneo, sin embargo, no todos cumplen con las expectativas del liderazgo, siendo este un factor esencial para educar y desarrollar destrezas y habilidades en los educandos, destacando aptitudes y actitudes que generen el perfil adecuado que exige el Currículo Nacional para el progreso de las instituciones educativas y el país. En conclusión, el modelo organizacional que adoptemos en nuestro sistema educativo será acertado cuando insertemos en las políticas educativas gestores educativos preparados para dirigir los centros educativos con eficiencia y eficacia y desarrollar en los docentes destrezas de liderazgo para generar el cambio desde las aulas, innovando los procesos de enseñanza-aprendizaje y buscando una organización cultural que satisfaga las necesidades de todos los integrantes de la institución educativa. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Barrera Erreyes, H. M., Barragán García, T. M., & Ortega Zurita, G. E. (2017). La realidad educativa ecuatoriana desde una perspectiva docente. Revista Iberoamericana De Educación, 75(2), 9-20. https://doi.org/10.35362/rie7522629 Díaz Adarme, Y., & Leguizamón Rincón, D. (2019). Metamorfosis del castigo en la escuela colombiana, según cuatro modelos pedagógicos. ÁNFORA, 26(47), 195-206. https://doi.org/10.30854/anf.v26.n47.2019.639 Ecuador, M. Educación. (2006). Plan Decenal de Educación 2006 - 2015. Quito. Franco Pombo, Mónica. (2015). “Reforma educativa en Ecuador y su influencia En el clima organizacional de los centros escolares”, Revista Observatorio de la Economía Latinoamericana, Ecuador, (febrero 2015). de: http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ec/2015/plan-estrategico.html GRAFFE, Gilberto José. (2002). Gestión educativa para la transformación de la escuela. Revista de Pedagogía, 23(68), 495-517. Recuperado en 06 de junio de 2020, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-97922002000300007&lng=es&tlng=es.