Academia.edu no longer supports Internet Explorer.
To browse Academia.edu and the wider internet faster and more securely, please take a few seconds to upgrade your browser.
2025
…
29 pages
1 file
diploma d e l año 1097 denomina "Campeatura" al combate judicial que enfrentó a las localidades riojanas de Colia, con las de Matute y Tobía. Según se deduce de este texto, en el último tercio del siglo XI un Campeador era el campeón que luchaba en defensa de los intereses de cada una de las partes enfrentadas en un combate judicial. Investigaciones recientes han demostrado que los combates por la posesión de castillos eran algo común en la época, sobre todo en la zona catalana de la Península. Este descubrimiento, obliga a revisar la veracidad del supuesto combate judicial del Cid por el castillo riojano de Pazuengos, mencionado en la Primera Crónica General de España de 1289; revisión que nos facilitará conocer la fecha, los motivos y el lugar donde Rodrigo Diaz de Vivar obtuvo su sobrenombre de Campeador.
En el último tercio del siglo XI, en el territorio próximo al monasterio de San Millán de la Cogolla, se llamaba "Campeador" al luchador o paladín que participaba en combates judiciales 1 . Estos combates eran un tipo de ordalía o "juicio de Dios" utilizados para resolver conflictos en los que existían juramentos contradictorios entre las partes y se carecía de pruebas o testigos. Se creía que con la ayuda divina el poseedor de la verdad obtendría la victoria.
En el año 1098 Rodrigo Díaz de Vivar realiza una dotación de bienes a la Catedral de Valencia firmándola como "Prínceps Rodericus Campidoctor" 2 . En este documento, el único que conservamos original y firmado por el propio Rodrigo, utiliza el sobrenombre Campidoctor, un término ya conocido en época romana y relacionado con la milicia; y no el tradicional Campeador en romance, por el que habitualmente se le conoce.
Es importante señalar, que el sobrenombre Campidoctor aparece también referido a un combate judicial en el himno latino "Carmen Campidoctoris", una de las primeras composiciones literarias sobre Rodrigo Díaz de Vivar. En esta obra de finales del siglo XII, se narra como la victoria en un combate singular le habría otorgado el sobrenombre de Campidoctor 7:
Hoc fuit primum singulare bellum Esta lid singular fue la primera, um adolescens deuicit Nauarrum; cuando, muchacho aún, venció a un navarro;
hinc Campidoctor dictus est por ello «Campeador» dicho es por boca ore uirorum. de hombres mayores.
Habrá que esperar hasta la Primera Crónica General de España para tener una narración más detallada de este combate singular. Según esta obra de finales del siglo XIII el caballero navarro que se enfrentó a Rodrigo fue Jimeno Garceiz, siendo el motivo de la lid la posesión de varios castillos pertenecientes al rey navarro.
Según el diccionario de la Real Academia Española, Campeador es: "un guerrero que sobresale en el campo de batalla con acciones señaladas".
Esta definición errónea, está basada en las tesis más aceptadas que atribuían a Rodrigo el sobrenombre de Campeador por ser un experto en batallas campales. No es el propósito de este estudio 8 hacer un relato detallado de todos los posibles significados que se han formulado sobre el término Campeador a lo largo de la historia, solamente vamos a señalar al burgalés Fray Francisco de Berganza, el cual ya en el año 1719 en su obra "Antigüedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes, y condes de Castilla la Vieja en la historia", realizaba una certera descripción del término, como campeón del rey y apuntaba también a su posible origen francés 9 : "Esto supuesto, digo, que nuestro Rodrigo Díaz fue intitulado Campeador, por haberle el Rey dado el título de Juez en las lides campales; o porque tuvo significado como nombramiento, para que saliese al Campó a pelear en las causas de la persona Real; y ello es lo que indica la relación, que dejamos puesta, que fe combatió con Ximeno García Torrellas… Había sido señalado para estas funciones: estaba cercado de tapias, y se llamaba el Campo, y los que venía de pelear se decían en lengua francesa Campiones"
Los combates judiciales recibieron diversas denominaciones en el último tercio del siglo XI, dependiendo de la zona en la que tuvieran lugar: bellum o batalla, combate, duelum, lid, pugna, monomachia, proellum, torna 10 , campi doctorum bellum... términos militares que se aplicaban también a estas guerras particulares. En Francia se utilizan en algún combate los términos duellum bellum, indicando claramente una guerra de duelo, por lo tanto, una guerra particular bien definida y delimitada 11 .
En la Historia Roderici, una crónica biográfica de finales del siglo XII, podemos ver cómo se usan dos de estos términos en la misma frase, para referirse a Rodrigo Díaz de Vivar:
En relación con estos términos ¿Fue algo excepcional que el Cid recibiese el apodo de Campeador por participar en un combate judicial? En España no tenemos constancia de otros casos, pero en textos franceses de la misma época podemos ver como algunos personajes recibieron este mismo tipo de apodo o sobrenombre por participar en los mismos combates:
El capítulo de Saint-Seurin acuerda dar tierras en feudo a un hombre, conocido como "Bellator", para su defensa en combates judiciales. Cartulario de la colegiata de Saint-Seurin de Burdeos, J.A. Brutails ed., Burdeos, 1887, n° 144, 1182-1209, p. 112) 12 .
En el cartulario de la Abadia de la Santa Trinidad del Mont de Roue encontramos también a un Durandi "Campidoctoris" 13 . 10. El duelo municipal. «orgullo, pompa y circunstancia de la gloriosa. Gonzalo Oliva Mans. Rito, ceremonia y protocolo: espacios de sociabilidad, legitimación y transcendencia / Feliciano Barrios Pintado (aut.), Javier Alvarado Planas (aut.), 2020, ISBN 978-84-1324-636-9, págs. 53
Castillo de Loarre. Huesca. siglo XI.
Los combates judiciales tienen un claro origen germánico, siendo desconocidos en la península Ibérica hasta el siglo XI. Al contrario que otras legislaciones europeas, la visigoda no los menciona en su Liber Iiudiciorum. 14 Dentro de estos combates tenemos que destacar una categoría: los realizados para poner fin a conflictos por propiedades y sus derechos. Estos combates que tuvieron su época dorada en el último tercio del siglo XI, fueron utilizados para resolver conflictos civiles que afectaban a los intereses y relaciones de poder de la élite social, civil y religiosa. 15 En la documentación francesa y catalana de la época encontramos numerosas referencias a este tipo de combates, algunos se realizan o se propones como solución a disputas territoriales por castillos 16 .
Según la primera Crónica General de España del año 1289, el combate de Rodrigo Díaz Vivar con el navarro Jimeno Garceiz, fue por la disputa de varios castillos, siendo el principal el riojano de Pazuengos: «Esse anno (el tercero del reynado de Alfonso VI) otrossi lidio Roy Diaz el Cid con un caullero de los meiores de Nauarra, que auie nombre Xemen García de Torrellos, un por otro, por su sennor el rey don Alffonso, sobre el castiello de Pazluengos et otros castiellos, et uenciol; et ouo el rey don Alffonso los castiellos.».
14. Javier Alvarado Planas, El problema del germanismo en el derecho español siglos V-XI. Marcial Pons, Ediciones jurídicas y sociales.S.A. Madrid, 1997. Página 199 15. "El duelo es, por tanto, en los cartularios, asunto de la aristocracia secular, o en todo caso de los estratos superiores de esta sociedad" Couderc-Barraud Hélène. Le duel judiciaire en Gascogne d'après les cartulaires. In: 2000. Le règlement des conflits au Moyen Âge. Página 103; doi : https://doi.org/10.3406/shmes.2000.1785.
16. "Las partes podrían acordar que se llevaría a cabo un juicio por combate si una de las partes violara la connivencia. El juicio por combate sirvió de mecanismo para resolver las disputas que surgían de la violación de acuerdos, siendo el calvario del último recurso. La batalla era recomendada por los jueces en disputas fronterizas y territoriales o en disputas por la posesión de castillos o ciertos derechos señoriales". 11Acta Periodica Duellatorum volume 8, issue 1 (2020) -DOI 10.36950/apd-2020-003 © 2020 Cornel-Peter Rodenbusch This work is licensed under the Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 4.0 License. Libellus de batalla facienda: Judicial Combat in Catalonia from the Eleventh to the Thirteenth Century Cornel-Peter Rodenbusch, University of Barcelona, cornelpeterrodenbusch@gmail.com.
Los combates franceses y catalanes por castillos, no se habían tenido en cuenta a la hora de analizar el combate del Cid Campeador. Estos combates, con un patrón común, nos aportan datos que antes desconocíamos y que como veremos más adelante son imprescindibles para entender la escasa documentación que nos ha llegado de la época. Entre estos datos destaca la búsqueda de una paz definitiva que pusiera fin al conflicto.
Campeador, campidoctor y campion tenían el mismo significado en su época. Un Campeador no era el guerrero que destacaba en acciones señaladas, como tradicionalmente se le ha atribuido 17 . El término designaba al luchador en un combate judicial, tanto si resultaba victorioso, como si resultaba perdedor. Con la ayuda divina se pretendía encontrar la verdad sobre un conflicto y restablecer la paz entre las partes.
En el siglo XI el luchador en este tipo de combates recibía distintas denominaciones, dependiendo del territorio donde se desarrollasen. Solo en La Rioja y en dos zonas próximas y estrechamente ligadas al monasterio de San Millán, se encuentran referencias al término Campeador:
-Una Campeatura celebrada en el año 1097 en el término de "Campastro", enfrentó en un combate judicial a varias localidades por un conflicto relacionado con el uso mancomunado de pastos, el Campeador Blasco Sarrazín de Colia (Villaverde de Rioja) resultó vencedor.
-El combate del Campeador Rodrigo Díaz de Vivar por el Castillo de Pazuengos y otros castillos, que estarían presumiblemente situados en la misma zona riojana.
Los combates judiciales por castillos eran algo normal en la época, perteneciendo al mismo tipo de combates que eran utilizados para solucionar conflictos territoriales entre las elites sociales. 17. Francisco Javier Peña Pérez. El Cid Grandes biografías de la historia de España. Editorial Planeta Agostini. 2007. ISBN.978-84-674-4584-8 Esta y otras escaramuzas del todavía adolescente, Rodrigo, elevarían su prestigio en los ojos de sus compañeros de armas, quienes comenzaron por entonces a otorgarle el título de Campeador o Campi doctor, o lo que es lo mismo, experto o vencedor en el campo de Batalla. Página 79.
Como ya hemos dicho, el objeto de este trabajo es determinar la fecha, los motivos y el lugar del combate que otorgó al Cid el sobrenombre de Campeador. Para ello comenzaremos por la Primera Crónica General de España del año 1289. Este texto es el único que interpretado correctamente nos facilita la fecha y el objeto sobre el que versó la disputa: «Esse anno (el tercero del reynado de Alfonso VI) otrossi lidio Roy Díaz el Cid con un caullero de los meiores de Nauarra, que auie nombre Xemen García de Torrellos, un por otro». 18 El tercer año del reinado de Alfonso VI, ya como rey de León y Castilla, fue el 1074. Este fue el año del combate que enfrentó a Rodrigo Díaz de Vivar con el navarro Jimeno Garceiz. El objeto de la disputa fue el castillo de Pazuengos y otros castillos que no menciona la Crónica pero que presumiblemente, como veremos más adelante, tuvieron que estar situados en la misma zona. .
Una de las versiones más aceptadas sobre estos hechos fue la emitida por el filólogo e historiador Menéndez Pidal 19 . Esta versión, que podríamos definir como claramente novelada, parte de un "Supongo" que ya nos indica el sentido general de la mayoría del texto. Esta versión fijaba el combate en el año 1066 20 .
Este año 1066 se da sin base real alguna, simplemente por el afán de su autor de enfrentar a Rodrigo con el rey Alfonso 21 , ya que dada la animadversión que este le tenía nunca le podía haber otorgado durante su reinado el derecho a combatir como su campeón. 21. Francisco Javier Peña Pérez. El Cid. Grandes biografías de la historia de España. Editorial Planeta Agostini. 2007. ISBN.978-84-674-4584-8 "llama la atención, por ejemplo, la obstinada dedicación de Menéndez Pidal a contraponer en sus estudios las figuras del Cid y de Alfonso VI, con la persistente y nunca disimulada intención de denigrar al señor en beneficio de su incomprendido vasallo. Este posicionamiento se fundamenta en una serie de argumentaciones a nuestro juicio poco sólidas, basadas unas en una ilusoria visión de la dinámica histórica general hispana en el siglo XI …".
Además, Menéndez Pidal, atribuye a Rodrigo el cargo de Alférez cuando este cargo no existía en la corte castellana 22 y define erróneamente Campeador como vencedor de batallas o guerreador afortunado. Como hemos visto anteriormente su sobrenombre lo obtuvo como luchador en un combate judicial, un combate en el que luchaban dos Campeadores, nada tenía que ver el término con vencedor de batallas y mucho menos con guerrero afortunado. Miguel Barceló en su obra "En torno a la primera lid singular del Cid", es consciente de alguno de estos errores, llegando a la conclusión de que el combate en cualquiera de los casos tuvo que producirse hacia 1064 o probablemente en el periodo 1074-1076 23 .
La Historia Roderici es una crónica biográfica de Rodrigo Díaz de Vivar de finales del siglo XII, 24 , escrita presumiblemente en La Rioja y por un autor najerense. Esta obra puede ser la base de la mayoría de la literatura posterior sobre temática cidiana: "del Carmen, de la Chronica Naierensis y del Linage, a los que probablemente deba sumarse el Cantar de Mio Cid; la Chronica Naierensis, a su vez, como fuente del Linage y quizá del Carmen, el cual, aunque más dudosamente, podría haber conocido también los diplomas valencianos de 1098 y 1101 o las Efemérides Riojanas (representadas por el Chronicon Burgense)". La Historia sitúa el combate de Rodrigo en el año 1072, durante el cerco de Zamora, justo antes de la muerte del rey Sancho II de Castilla 25 .
Alberto Montaner, por otra parte, considera imposible que se lograse en esas fechas, y enumera como todas las obras posteriores a partir del Linaje (1195), interpretan el combate ya en época de Alfonso VI en el periodo 1072-1074", obra que sigue bastante fielmente la biografía latina, y sus derivados (el Liber regum Toletanus, el Libro de las generaciones y la historiografía alfonsí, que sitúa erróneamente en 1065 el «tercero año del regnado d'este rey»)" 26
Códice Galicano.L.R.
Tenemos además algunos datos que demuestran fehacientemente que el combate no pudo tener lugar en el periodo 1064-1066 y que su fecha más probable fue durante los comienzos del reinado de Alfonso VI, años 1072-1074:
-En un diploma del Becerro Galicano fechado en el año 1070 podemos ver como Jimeno Garceiz, un noble navarro de la zona con el mismo nombre y apellido que el contrincante del Cid, aparece como testigo en una disposición que confirma el derecho del monasterio de San Millán a pastar su ganado en Losillas, término de Pazuengos 27 .
-En 1071 en una donación del monasterio de Santa María de Yermo al presbítero Muño, se menciona también a Pazuengos como parte del domino navarro 28 .
Estos dos diplomas son clave para demostrar que el combate no fue en el año 1064 y mucho menos en el 1066, ya que de haberse celebrado en esas fechas la zona no estaría bajo control navarro.
Según Menéndez Pidal, la causa que motivo el combate pudo ser la reedificación del castillo por parte del Rey Fernando I en el año 1063. Pero este dato fue anotado en un diploma falsificado a mediados del siglo XII y no se conserva ninguna otra referencia.
Se conserva también una disposición de pastos del año 1074 en la que el rey navarro dona además el monasterio de Santa María de Pazuengos a los monjes de San Andrés de Cirueña. Pero debemos de tener en cuenta que este diploma ha sufrido diversas alteraciones, siendo ampliamente rehecho e interpolado, lo que plantea serias dudas sobre su autenticidad 29 .
Partiendo de los datos anteriores, el siguiente paso es comprobar si en el Becerro Galicano podemos encontrar algún dato que nos permita fijar la fecha del combate en el año 1074. Si en sus páginas encontramos la única referencia que existe sobre el significado del sobrenombre Campeador, no puede ser ninguna casualidad que los términos de Pazuengos linden con los del propio monasterio de San Millán de la Cogolla, lugar donde se escribió el Becerro.
Representación del Cid en la espadaña del Monasterio de San Pedro de Cardeña.
Un diploma del Becerro de finales del año 1072 nos informa ya de un rápido cambio en las relaciones de poder de la zona, tras la subida al trono castellano de Alfonso VI:
-Con fecha 7 de diciembre de 1072, el abad Sisebuto de San Pedro de Cardeña cambia con Belasio abad de monasterio de San Millán una herrén en Burgos por otra en Quintanilla de Vesga. Este intercambio se realiza en presencia del Rey Alfonso VI, siendo uno de sus testigos firmantes Rodrigo Diaz de Vivar 30 .
En el caso del diploma de Villar de Torre, es muy significativa la firma que utiliza el monarca leones, "Rex Hispania". La primera que aparece en el Becerro con ese título y referida además a un territorio, que en teoría no formaba parte del reino castellano-leonés.
En relación con el dominio castellano, conocemos que existió en esas fechas un conflicto armado entre Navarra y Castilla, conflicto que ocasionó que algunos peregrinos castellanos fueran agredidos y retenidos cuando acudían al monasterio de San Millán 33 . Estos sucesos y el enfrentamiento armado están recogidos en los anales del Reino de Navarra: "gran parte de los pueblos de Lara vinieron en Romería á hacer oración al atrio del bienaventurado San Millán, y luego las gentes de la tierra los prendaron, y aprendieron a algunos por razón de que había guerra entre Mi y mi primo hermano el rey Alfonso" 34 .
El término que utiliza el diploma original para referirse a esta guerra es "Sedicio", que podríamos traducir como rebelión o sedición, y deja claro que la misma fue entre el rey navarro y el leonés: "quia inter me et congermanum meum, Adefonsum regem, sedicio erat" Este enfrentamiento, unido a las agresiones sufridas por los peregrinos castellanos, aclararía la razón por la cual el rey castellano leones estaba actuando en San Millán como si fuera un monasterio castellano. Este dominio tuvo que conllevar la invasión de todo el territorio comprendido entre el monasterio y Castilla desde las tierras castellanas de Auca, Lara y las Cinco Villas, aunque según los diplomas de Villar de Torre y Grañón, todo indica que pudo afectar en un primer momento a todo el extremo occidental de la Rioja. ¿Cuál pudo ser el origen y los motivos de esta "sedicio" y los posteriores incidentes entre peregrinos castellanos y la población riojano-navarra de la zona? Con toda probabilidad, el vacío de poder existente en Castilla desde el asesinato de su rey Sancho II en el cerco de Zamora, el 7 de octubre de 1072, hasta la subida al trono castellano de Alfonso VI a mediados de noviembre de ese mismo año. Alfonso en el momento de la muerte de Sancho II, se encontraba exiliado en Toledo tras haber perdido el reino de León en la batalla de Golpejera 35 .
El asesinato del rey castellano pudo haber sido aprovechado por el rey navarro Sancho IV para intentar recuperar alguno de los territorios que este le había arrebatado en los últimos años, como era el caso de la Bureba o la zona de Oca (1068); este intento acabaría desembocando, ya con Alfonso VI en el trono castellano, en un conflicto armado a gran escala, la "sedicio" que menciona el Becerro Galicano.
Este vacío de poder como motivo del conflicto armado, nos lo narra también Fr. Francisco de Berganza en su obra de 1719 antes mencionada, "Antigüedades de España Propugnadas en las noticias de sus reyes y condes de Castilla la Vieja en la historia apologética de Rodrigo Díaz de Bivar dicho El Cid Campeador y en la crónica del real monasterio de San Pedro de Cardeña", pág. 440: "Viófe obligado el Rey D; Alfonso a dar luego buelta para Castilla, porque el Rey Sancho de Navarra luego que tuvo noticia de la muerte del Rey Don Sancho fobre Zamora, fe apoderó de gran parte de la Rioja, de que fe aprovecharon los naturales, para molestar á los Caftellanos que pasaban en romería a San Millán."
Tras estos graves incidentes, todo parece cambiar tras la firma del acuerdo entre el señor de Lara y el rey navarro Sancho IV. A finales de ese año 1073, podemos ver que Sancho ha recuperado el control del monasterio, volviendo a firmar la mayoría de sus diplomas hasta la fecha de su muerte en el año 1076 36 . Sorprendentemente, el primer testigo de los dos primeros diplomas del Becerro del año 1074 no es otro que Ximeno Garceiz, el rival del Cid en el combate que le dio el apodo de Campeador 37 ; un noble navarro de la zona de San Millán que como ya hemos visto anteriormente, había firmado como testigo disposiciones sobre el mismo Pazuengos, principal castillo del combate.
Si esto puede sorprender, el siguiente diploma de fecha 16 de junio de 1074, lo firma Alfonso VI junto con toda su corte; este diploma dispone una confirmación de donaciones de sus antepasados y una generosa cesión de derechos de pastos diurnos al monasterio. Uno de los firmantes de este diploma es Rudrico Didaz, el otro luchador en el combate 38
Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla.
El 16 de junio de 1074 Alfonso VI confirma al monasterio de San Millán las donaciones realizadas por sus antecesores y por cualquier otra persona (también confirma las otorgadas por condes, potencias, hombres y mujeres, o pueblos), además da licencia para que sus ganados puedan pastar libremente por todo el reino. Aunque es una licencia limitada, ya que solo podían pastar por el día, debiendo regresar los ganados por la noche a los terrenos propiedad del monasterio. Esta licencia de "día" es evidente que era más favorable para las zonas de pasto más próximas al propio monasterio, siendo la principal y la más cercana, la dominada por el castillo de Pazuengos como veremos más adelante.
Este diploma se podría poner en relación con el diploma del mismo Becerro de fecha 24 de junio de 1011 39 emitido por el rey navarro Sancho III el Mayor, donde se dispone un derecho de pastos muy similar. Aunque claramente y tal como observa G. Martínez Diez, este diploma es una falsificación que junto a otras del mismo monasterio se atribuyen a prácticas de finales del siglo XI y todo el siglo XII 40 .
La mayor parte de los estudiosos cidianos coinciden en que el 16 de junio estuvo presente toda la corte Castellano-leonesa en San Millán para firmar dichas concesiones 41 . Menéndez Pidal, supuso que su presencia, en lugar de un encuentro concertado entre ambos monarcas, fue una invasión del territorio 42 , lo que carece de toda lógica, ya que como hemos visto anteriormente, este conflicto armado y la posterior invasión del territorio se llevó a cabo a finales del año 1072 y a mediados o finales de ese mismo año, el rey navarro recobra ya el control del monasterio, seguramente tras los acuerdos firmados con el señor de Lara. 42. Bernard F. Reilly. Kingdom of León-Castilla under King Alfonso VI Princeton (New Jersey): Princeton University Press, cop. 1988. Capítulo 5. Reilly opina que el rey leonés emitió esta carta el 18 de junio de 1074 en Burgos en base a la "probabilidad" de que estuviera allí para firmar una agnitio que zanjaba un conflicto que había surgido antes en Galicia. Este documento que está recopilado por García Álvarez, "Catálogo de documentos reales," pp. 307-308. Compostellanum:(Volumen XI Número 2 -abril 1966) está mal datado y solo se conserva una copia del siglo XVIII. Dados estos datos que Rylley no señala y a la vista de la redacción moderna que el texto presenta, no le podemos otorgar credibilidad alguna.
Descartando en el año 1074 una invasión militar o ilegitima del territorio de San Millán, la tesis más acertada y lógica, es además la más antigua. Según el autor de los Anales del Reyno de Navarra, elaborados a finales siglo XVII, se "concertaron vistas entre ambos reyes en el año 1074, parece que fueron en el Monasterio de San Millán" 43 . Además, como consta en el diploma, la presencia de Alfonso VI y su corte se realiza con total normalidad en presencia del abad del monasterio y resto de hermanos de San Benito:
"presenti venerabili patri Blasconi abbati, omnibus tecum unanimiter sub regula beati Benedicti iugum Christi decenter portantibus…".
El motivo real de estas vistas, como ya se apunta también en los Anales, tuvo que ser la carta que el 19 de marzo de 1074 les dirigió de manera conjunta el Papa Gregorio VII. En ella se les exhortaba a aceptar el orden y oficio eclesiástico de la iglesia romana, insistiendo en las acusaciones de herejía hacia el rito hispánico. El mismo Papa Gregorio VII, a los pocos días de ser nombrado en el año 1073, había organizado en España una cruzada internacional al mando del noble franco-Borgoñón Eblo II de Roucy, realizándola al margen de los reyes hispanos y anunciando que todo el territorio conquistado sería feudo del papado 44 .
Estas actuaciones y reclamaciones papales cuestionaban de tal manera la independencia política de sus reinos, que ambos monarcas tuvieron que acordar la celebración de unas vistas para tomar una postura común. Si no lo hacían podían verse reducidos a simples vasallos del Papado y ver surgir en España nuevos reinos gobernados por extranjeros. Además de tratar sobre la amenaza de las aspiraciones papales, ambos reyes debieron de aprovechar esta reunión para firmar la paz, poniendo fin a sus disputas territoriales. Podemos ver en la imagen de arriba, como los Anales del Reino de Navarra de 1684 señalan que las vistas del año 1074 trajeron la paz y el fin de la guerra entre los dos reinos que había comenzado el año anterior. Como hemos mencionado anteriormente, en algunos diplomas franceses y catalanes de la época, podemos ver como algunas disputas territoriales se solucionaban mediante un combate judicial. Estos combates, también llamados "juicios de Dios", no tenían otra finalidad que restablecer la paz entre las partes en conflicto, con la ayuda divina.
Es necesario señalar que el rey peninsular que más destacó por utilizar este tipo de combates, no fue otro que Alfonso VI de León y Castilla. En marzo de 1075, solo unos meses después del combate de Rodrigo en San Millán, ofreció un combate judicial como solución a un conflicto con los habitantes de Langreo 45 . Poco después, en el año 1077, volvió a utilizar el combate judicial como solución al problema de la implantación del rito romano en su reino 46 .
Solo nos ha llegado un documento relacionado con las vistas y es el que firma Alfonso VI el día 16 de junio. ¿A qué viene ese repentino e inexplicable interés real por privilegiar las zonas de pasto del monasterio de San Millán? la pérdida de Pazuengos y los otros castillos, habría supuesto para el monasterio dejar de tener acceso a toda su zona sur-occidental de pastos y seguramente a casi toda su zona oriental. El rey mediante esta donación, no está haciendo otra cosa, que ofrecer una compensación al monasterio navarro y de paso dar gracias a Dios por haber ganado el combate, algo que no es extraño y que podemos ver en otros combates franceses de la época. En el Cartulario francés de la abadía de Saint-Jean de Sorde, el vizconde concede un derecho de pesca al monasterio para dar gracias a Dios por la victoria en un combate judicial en Navarra 47 . Los hombres de Barègesm obtienen un derecho de pastoreo a cambio de pagar una tasa por amor de Dios 48 .
Hélène Couderc-Barraud en su obra "Le duel judiciaire en Gascogne d'après les cartulaires" nos hace una magnífica descripción de lo que significaban en el último tercio del siglo XI este tipo de combates. Descripción sin la cual, es imposible hacerse una idea precisa de lo que significó, tanto el combate del Cid, como el diploma posterior de donación que firma con Alfonso VI: "El duelo es por tanto un combate ritual, tolerado por los eclesiásticos que en última instancia incluso invierte el equilibrio de poder, ya que es un juicio de Dios… Pero esta guerra ritual encaja, como la guerra real, en un contexto que favorezca la negociación, y el duelo debe permitir imponer la paz.
En la mayoría de los casos, el litigante derrotado no se marcha con las manos vacías. Se le concede una indemnización, a menudo importante: puede ser en dinero, al menos 50 sueldos en Saint Mont, o en especie, un caballo de este valor mínimo, puede ser un compartir la propiedad en disputa u otro acuerdo relacionado con ella, puede constituirse por beneficio espiritual o por ingreso al monasterio. Allí la compensación a veces se hace en nombre de la eficiencia, de modo que la resolución sea más firme, pero también en nombre de la paz o de la fraternidad" 49 .
El Cid recibió en junio del año 1074 el sobrenombre de Campeador, tras resultar vencedor en un combate judicial por la posesión de varios castillos riojanos. Antes del año 1071 no hay prueba alguna de que el territorio que dominaban perteneciese a Castilla, al contrario, el diploma de donación de Pazuengos al Monasterio de San Millán por parte del Conde castellano Fernán González es falso 50 y los diplomas de los años 1070-1071 prueban que la zona de Pazuengos estaba todavía bajo control navarro. Los diplomas del Becerro Galicano de 1073 confirman la existencia de un conflicto armado. Durante este conflicto, todo indica que las tropas castellanas llegaron a ocupar en un principio toda la parte occidental del territorio riojano limítrofe con Castilla, incluida la zona del monasterio de San Millán 51 . Todos los datos que hemos visto, no hacen nada más que confirmar lo expresado por la Primera Crónica de España, la cual fija el combate de Rodrigo en el año 1074. Año en el que los Anales del Reino de Navarra fijan unas vistas entre los monarcas navarro y el leonés previsiblemente en San Millán, al ser el sitio más idóneo dada su cercanía a Castilla. El diploma de fecha 16 de junio de 1074 lo confirma, al estar presente toda la corte castellano leonesa en San Millán en esas fechas, incluido Rodrigo Díaz de Vivar. Y como no, que el castillo dominante de esta zona del valle de San Millán, sea el de Pazuengos, no puede desligarse de todo ello.
Después del año 1074 hasta la muerte del rey Navarro asesinado en Peñalén el 4 de junio de 1076, los dos reinos están en paz, confirmándose que tras la celebración de las vistas ambos reinos pusieron fin a sus disputas territoriales. Tras su muerte, el reino navarro se desmorona y Alfonso VI ocupa La Rioja en pocas semanas con el acuerdo de la mayoría de la nobleza navarro-riojana; es impensable que en estas fechas Jimeno Garceiz defendiese en solitario el castillo de Pazuengos y otros de la zona, como parte de un Reino navarro que ya no existía. El motivo para celebrar el combate fue restablecer la paz entre el rey navarro y el castellano leonés, poniendo con ello fin a sus disputas territoriales. En esta búsqueda mutua de la paz, fue determinante la necesidad de tomar una postura común ante las pretensiones papales que afectaban por igual a ambos reinos.
Además, hay que hacerse una idea de lo que representaba San Millán en la época y su defensa del rito hispánico. En Castilla tras las presiones papales se acabó aceptando el rito romano en el año 1078. El principal centro de resistencia a su implantación fue La Rioja, ya que la mayoría de los escritos en defensa del rito nacional provienen del Monasterio de San Millán de la Cogolla. 53 . Este interés en la defensa del rito, colocaba al monasterio como el primer interesado para ser el lugar de la celebración de las vistas y también en hacer de mediador para conseguir que la paz se restableciese entre los dos reinos, no en vano, San Millán era el patrón de castellanos y navarros.
Según la primera Crónica General de España del año 1289, el combate de Rodrigo Diaz Vivar con el navarro Jimeno Garceiz fue "sobre" los castillos de Pazuengos y otros castillos que por lógica estarían situados en la misma zona: En la imagen anterior se puede observar cómo los dominios de Pazuengos debían de llegar hasta el rio Cárdenas rodeando al monasterio de San Millán por su lado Sur y Occidental, lo que demuestra la estrecha relación entre ambos.
En el siglo XI dos fuentes importantes de los recursos del Monasterio de San Millán estaban ligadas a la cercana Pazuengos, su cabaña ganadera y sus recursos piscícolas. Pazuengos era un territorio esencial para articular su ganadería trashumante 55 y su arroyo el Calabanzares, junto con el rio Cárdenas, le suministraban el caudal suficiente, no solo para regar sus cultivos, sino también el esencial para mantener sus recursos piscícolas, esenciales en una comunidad como la Benedictina, que hacía del pescado un elemento fundamental de su dieta 56 .
Si las dos fuentes más importantes de recursos del monasterio estaban estrechamente ligadas a Pazuengos, la seguridad del propio monasterio también. Según consta en la Historia de la traslación de las reliquias de San Millán, una obra escrita por el monje Fernando en el primer tercio de siglo XIII, "los soldados del castillo de Pazuengos ejercían la custodia del Monasterio y sus tierras contra los malhechores, y que más de una vez hubieron de intervenir en el rescate del arca que contenía las reliquias del Santo 57 ."
Tal era el interés del monasterio por controlar Pazuengos que a finales del siglo XI o ya durante el XII, falsificó en su escritorio un diploma del Becerro 58 en el que el Conde castellano Fernán González le otorgaba la posesión de la villa en el año 944 59 . Dichas intenciones se acabarían concretando en el año 1192, cuando el rey Alfonso VIII le hizo donación de la villa y castillo de Pazuengos en señorío perpetuo 60 .
Es evidente, por los datos anteriores, que el diploma de fecha 16 de junio del año 1074 nos sitúa a Alfonso VI con toda su corte en San Millán para celebrar las vistas y el combate. Este combate no era un combate cualquiera, era lo que hoy llamaríamos "el combate del siglo"; un combate entre dos reyes por la posesión de varios castillos y sus dos Campeadores los mejores paladines de ambos reinos.
Como es lógico, nadie de los presentes de ambas cortes, ni las gentes que habitaban la zona quisieron perderse semejante espectáculo. El valle de San Millán de la Cogolla, con sus amplias llanuras y su espectacular entorno natural dominado por el monte San Lorenzo de 2271 metros, era el sitio perfecto para establecer las dos cortes con su personal, tiendas, carruajes y caballerías. También lo era para instalar el recinto del combate y para acoger al numeroso público que tuvo que asistir para presenciarlo.
Además, su flamante monasterio románico de Yuso recientemente inaugurado en el año 1067 y al que acababan de ser trasladados los restos de San Millán, tuvo que causar admiración entre todos los presentes.
San Millán de la Cogolla y Pazuengos distan unos 8 kilómetros en su única vía de pistas y caminos transitables por el despoblado de Ollora. San Millán está situado a 728 metros de altitud y Pazuengos a 1161. Celebrar el combate en Pazuengos significaba tener que desplazar ambas cortes por una ruta la mayor parte en ascenso y con tramos complicados y seguramente en aquella época en muy mal estado; y no podemos olvidar tampoco que este tipo de combate comenzaba a primeras horas de la mañana y podía durar hasta la llegada de la noche, lo que obligaría a los asistentes a desplazarse y pernoctar uno o dos días en Pazuengos.
Además, Pazuengos era el principal castillo en disputa, seguramente en poder del rey castellano desde finales del año 1072. Como ya hemos comentado anteriormente, el diploma que firma el rey navarro en el año 1074 haciendo disposiciones sobre pastos en la zona, plantea serias dudas sobre su posible veracidad. Es de suponer que la población navarra de esa zona ocupada, sería hostil a toda presencia castellana, más si se realizaba un combate en el que se iba a poner en juego el futuro definitivo de su territorio. Lo lógico y lo más sensato en ese momento era elegir un lugar neutral, y no existía ninguno mejor que el Valle de San Millán, lugar donde se custodiaban los restos del patrón de castellanos y navarros y donde el abad del monasterio velaría por garantizar la paz durante el desarrollo de las vistas y el combate.
La Primera Crónica menciona que el combate fue por el Castillo de Pazuengos y otros castillos, aunque sin mencionar sus nombres: "et otros castiellos" ¿Cuáles pudieron ser estos Castillos? Además de Pazuengos, el otro castillo destacado de la frontera riojana con Castilla era el castillo de Grañón. Grañón no se menciona en la Crónica, lo que sería del todo extraño dada su importancia. Y no lo estuvo, en un diploma del Becerro del año 1076 podemos ver que seguía en poder del rey navarro. "regnante Sancio rex in Pampilona, et in Grannione at que Alava"foot_1 Tapiz de Bayeux del último tercio del siglo XI. Asalto a un castillo de madera.
Descartando que el combate fuera por el castillo de Grañón, tenemos que considerar que solo había dos opciones para la ocupación castellana de la zona del valle de San Millán y que los castillos que fueron ocupados, son los otros castillos a los que se refiere la Crónica:
-Penetrar en el territorio navarro desde la zona de las Cinco villas castellanas, acción que estratégicamente sería un auténtico dislate, ya que sus dos flancos, el izquierdo y el derecho, estarían en manos del enemigo, bastándoles con cortar el acceso por el sur del valle de San Millán para dejar a las tropas castellanas aisladas y rodeadas. -Tomar primero desde las tierras castellanas de Lara el castillo riojano de Ojacastrofoot_2 , y luego el de Pazuengos. Así, con el acceso al controlado, solo faltaba proteger su lado oriental en el que estaba situado el castillo de Villaverde de Rioja en el extremo norte y el del Patín-San Martín del Castillo en el extremo surfoot_3 . Con esta opción se eliminaba cualquier posibilidad de ataque por la zona occidental y se reforzaba la seguridad en San Millán controlando toda su zona oriental próxima. Esta zona oriental presenta una particularidad, a la hora de investigar las fuentes escritas solo encontramos una breve referencia en la obra de Cesáreo Goicoechea sobre la existencia de un supuesto castillo en el propio San Millán, referencia que parece referirse claramente al Castillo de Villaverde que no figura en ningún lugar, pero que ahí está sobre el terreno, con las mismas características.
Como ya hemos comentado, después de llegar a la conclusión lógica de que la zona oriental de San Millán tuvo que formar parte del territorio en disputa, en un principio, a excepción del castillo de San Millán imposible de localizar, no se logró encontrar ninguna referencia escrita a castillo alguno. Aunque siempre hay que tener en cuenta que estos pequeños castillos del siglo XI, hechos muchas veces con materiales muy pobres e incluso de madera, podían no haber dejado ningún rastro. Pero una cosa es que no figuren en ninguna parte y otra cosa bien distinta es descubrir lo que nos señala la toponimia del lado occidental del valle del rio Coja.
Términos como San Martin del Castillo, Socastillo, Castillo, Atalaya, situados la mayoría en los municipios riojanos de Estollo y Villaverde de Rioja, nos informan claramente de que en su día sí hubo varias construcciones militares en la zona. Alguno de estos "castillos" pudo tener un origen romano dada su privilegiada posición estratégica. Si se pretendía tener un control seguro del valle de San Millán hasta el mismo monasterio, era necesario e imprescindible el control de esta zona para evitar cualquier ataque sorpresivo de las tropas navarras y resulta evidente, que esta serie de recintos militares no tendrían ya otra función en el año 1074 que responder a esa necesidad castellana de defensa del territorio fronterizo frente a las tropas navarras.
En relación con el posible origen romano de alguno de estos términos, el fraile Toribio Minguella, recopila en una de sus obras dos lapidas romanas encontradas en la zona. Una en el término de San Cristóbal, una especie de cañada que baja desde el monte el Castillo, según menciona "Dicho monte parece tomar su nombre de un castillo antiguo, cuyos fosos aún se conocen; en donde varias veces se han encontrado sables cortos y corvos…". La otra encontrada en unas excavaciones en el término Socastillo, al sur del barranco de los Morosfoot_5 .
El castillo que nombra Minguella no puede ser otro que el "Castillo" de Villaverde de Rioja, la mayor parte está en su término municipal y parte de los fosos en el de Estollo; este castillo y otros recintos militares como la Atalaya y otro castillo que tuvo que estar previsiblemente en la zona de lo que fue el Monasterio de San Martin del Castillo (El Patín), tuvieron que formar parte de los otros castillos que señala la Primera Crónica General de España del año 1289. Solo unos imprescindibles estudios arqueológicos en los que se incluya la Atalaya, San Martin del Castillo-El Patín, Socastillo y el Castillo nos podrán aportar más datos.
Cumplidos 950 años desde que tuvo lugar el combate, de primeras puede parecer imposible determinar el lugar concreto del Valle de San Millán donde tuvo lugar. Pero disponemos de un dato excepcional, cercano al monasterio está el único sitio de España donde se conoce que se celebraban combates de campeadores, "Campeaturas", en el último tercio de siglo XI: "Campastro": "Et iuravit ex parte Tuvia et Matute Enneco Dominico de Matute in Sancto Martino de Castiello. Et dixit ita: "iuro quia vos de Colia de die debetis pascere et nocte a domos vestras revertere, et cabanna in montibus non debetis ponere". E ille alius, Blasco Sarrazin de Colia, iurans dixit "absit. Sed de illo rivuo de Tuvia unde nascet usque ad Naiela flumen, vicinos sumus in montibus et erbis et defesis de ista parte de aqua, et ponemus cabannas nostras latus aqua ex nostra parte, et pascimus per omnes montes, et nocte revertimur ad cabannas". Et fuit litis in Campastro, et fuit victus et superatus illo de Matute, Enneco Dominicoz".
Al principio se pensó que este término estaba localizado en Villaverde de Rioja, pero el sitio alejado, mal comunicado y situado en un collado elevado, no parecía en principio un lugar apropiado para organizar combate alguno. Posteriormente, tras visionar el mapa de toponimia del Valle de San Millán de Lejárraga Nieto, se descubrió que también existía un término con igual denominación en la localidad cercana de Estollo:
En la imagen podemos ver Campastro a la izquierda, a la derecha el término San Cristóbal, estando separados ambos por el camino de Villaverde de Rioja que los cruza.
En un principio y sobre el terreno, se observa claramente que Campastro está situado en un lugar privilegiado de la zona, una zona llana y fácilmente accesible, en un cruce caminos que va de Villaverde de Rioja a la cercana San Millán y otro que sube a la zona del Castillo, So Castillo, el Patín y al lugar donde estaba la Iglesia de San Martin del Castillo mencionada en el diploma del combate de 1097. En la imagen de arriba, detrás de Campastro y San Cristóbal, podemos ver San Millán con sus dos monasterios e incluso los montes de Pazuengos, con lo que poco falta en este paisaje relativo a los combates de 1074 y 1097. Algo que llama la atención en este entorno es la imponente mole de 2271 metros del monte San Lorenzo, visible también desde esta parte del Valle de San Millán.
Tras esta primera impresión surgieron un par de preguntas, aparte de ser un sitio privilegiado por las características de la zona, del terreno e incluso del paisaje. ¿Por qué este lugar pudo ser el elegido para el combate y no la zona del monasterio con características muy similares? ¿Tenía algún significado especial este lugar para los habitantes de la zona en el siglo XI?
Respecto a la realización del combate en la zona del propio monasterio seguramente esta idea fue desechada por el carácter extremadamente violento de estos combates, no eran a muerte, pero a veces podía darse el caso de que alguno de los luchadores muriese por las heridas o golpes recibidos. Es probable que el Abad del monasterio no quisiera arriesgarse a que se produjera un homicidio en el monasterio, no en vano era la época de la "Paz de Dios" y se trataba de controlar la violencia en la sociedad, no fomentarla realizando este tipo de actos en sus dependencias.
En aquella época se tenía la creencia de que Dios ayudaría al poseedor de la verdad a alcanzar la victoria en el combate. En el año 1097 podemos ver como los dos Campeadores juran sus pretensiones en la Iglesia de San Martin del Castillo situada en un monte próximo y en la misma cañada que Campastro. El término linda como hemos visto con el de San Cristóbal 68 , que curiosamente es un término que ya hemos mencionado anteriormente:
En relación con el posible origen romano de alguno de estos términos, el fraile Toribio Minguella, recopila en una de sus obras dos lapidas romanas encontradas en la zona. Una en el término de San Cristóbal, una especie de cañada que baja desde el monte el Castilo…".
Respecto a una de estas lápidas romanas que menciona y que se conserva actualmente en el monasterio de San Millán, se trata en realidad de un ara, datada alrededor de los siglos I-II 68 . En su día eran utilizadas para rendir culto a los dioses, realizándose ofrendas en su parte superior. En este caso se trataría de un ara dedicada a un dios indígena llamado Dercetio. Hay teorías que asocian el fenómeno eremítico de San Millán al proceso de cristianización de un importante centro de culto pagano, dedicado a un dios indoeuropeo similar al Júpiter romano, este Dercetio habría tenido como sede terrenal lo que hoy conocemos como el monte de San Lorenzo 69 .
En esta misma zona estuvo situada posteriormente la ermita de San Cristóbal, ya desaparecida. Esta ermita podría tratarse de una continuación de un culto pagano reconvertido al cristianismo, lo que explicaría por qué en el último tercio del siglo XI, se eligió Campastro para celebrar el combate de Rodrigo Diaz de Vivar: era una zona "especial" con un fuerte contenido religioso y espiritual, donde los habitantes de la zona primero rendían culto a su dios pagano y posteriormente a su sustituto, el santo cristiano.
Respecto al Campeador Rodrigo Díaz de Vivar no resulta discutido su origen burgalés. En el caso del Campeador, Jimeno Garceiz, se le atribuye generalmente un origen navarro o pamplonés 71 . Las Crónicas Navarras lo fijan en Turrillas, situando Barceló esta localidad en Navarra en el valle de Izagaondoa; Menéndez Pidal en cambio, utilizando su variante Torrellas lo sitúa en una población aragonesa al oeste de Tarazona. Nunca se ha tenido en cuenta la localidad riojana de Turrillas-Torrillas, pero los documentos del cartulario de Albelda que Barceló aporta en su tesis navarra, están referidos en realidad a esta localidad que existió en la época y que estaba situada a unos 4 kilómetros de Logroño. 68. Para la situar el Ara de Dercitio en la zona de San Cristóbal, fue imprescindible la información suministrada por Ambrosio Ugalde, un excepcional conocedor y amante de la historia de la zona, el cual no solo es conocer del lugar donde se emplazaba el ara y la ermita de San Cristóbal, también lo es de todos los restos de emplazamientos militares de la zona relacionados con el combate del Campeador.
69 El término riojano de Torrillas va variando con el tiempo, así que, para no complicar el asunto, solo haremos referencia a textos de los siglos XI-XII:
-Año 1040 y 1066. En el becerro Galicano encontramos una de las citas más antiguas "est: in pago de Torrilias, tres vineas" 72 . -Año 1047: Munio, abad de Irache, compra varias viñas colindantes entre sí y situadas en Lardero y Torrillas. "Torrilas, nutu Garsie regis" 73 . -Año 1054: Fronilla, hija del rey García y de doña Toda, hace donación a Santa María de Irache de sus posesiones de Torrillas, situadas cerca de Logroño, con su palacio, casas, viñas y molinos 74 . -Año 1063 aparece el Cartulario de Albelda en un otorgamiento de una carta de población a Longares (Albelda) como Turrilias-Turrillas 75 .
-En el año 1092 aparece en el inventario de San Martín de Albelda como Torrillas 76 .
-Fuero de Logroño 1095. Traslado del fuero, época Alfonso VII. Alcalde deTorrellas 77 .
-En el año 1196 podemos ver el término en el cartulario de Albelda como Torriges 78 .
En el Liber Regum (1154-1194), encontramos la primera referencia literaria a Turrillas: Liber Regum redacción original «Del linaje del mio Cid Campiador : Turrieyas 79 . En relación con los documentos anteriores, es evidente que tenemos al noble navarro Jimeno Garceiz que durante el periodo 1058-1075 aparece como testigo en numerosos diplomas del Becerro Galicano de San Millán, lo que le sitúa habitualmente en esta zona riojana. Además, también es evidente que la mayoría de los documentos de la época hacen referencia a la localidad riojana de Turrillas-Torrillas y no a la localidad navarra. Teniendo en cuenta estos dos datos, podemos considerar más probable que las citas a Jimeno Garceiz de Turrillas estén referidas en realidad a esta localidad próxima a Logroño.
La donación que se realiza en el año 1054 por parte de Fronilla, hija del rey García y de doña Toda, nos da una idea de la importancia del lugar en el siglo XI. Fronilla dona a Santa María de Irache sus posesiones de Torrillas, situadas cerca de Logroño, "con su palacio, casas, viñas y molinos". Su padre fue García Ramírez, que junto a su hermano Sancho Ramírez, fueron tutores del futuro rey pamplonés Sancho el mayor (1004-1035), ocupando el trono durante su minoría de edad 80 . Etimológicamente Turrillas procedería del sustantivo latino "Turris" cuyo significado es el de "torre". Las "turris" eran torres de vigilancia y defensa construidas en tiempo del imperio romano. Solían estar situadas en lugares elevados y vías de comunicación. Fueron al parecer esas "Turris" las que dieron lugar a apellidos como Turrillas, Turryellas, Torrelles, Torrellas o Torres, todos ellos con la misma raíz latina 81 .
No tenemos que hacer muchas conjeturas para conocer el estado de ánimo del rey Alfonso VI tras ganar el combate. No solo había obtenido el prestigio de ser el vencedor en uno de los combates más importantes de su época, había adquirido además varios castillos y territorios que suponían el control de una zona de más de 200 kilómetros cuadrados de pastos, arbolado y cultivos. Pero lo mejor de todo, es que estos territorios garantizaban un acceso seguro hasta las mismas puertas del monasterio de San Millán para todos los peregrinos castellanos; una acción inmejorable para congraciarse con sus súbditos castellanos después de acceder al trono de Castilla en circunstancias poco claras, tras el asesinato de su hermano en Zamora.
Tras realizar una donación al monasterio para compensarles por sus pérdidas y dar gracias a Dios por la victoria, solo le quedaba una cosa importante por realizar: dar una recompensa a su Campeador. El luchador vencedor en un combate de este nivel, el "combate del Siglo" y seguramente uno de los más importantes de toda la Edad Media europea, tuvo que tener alguna recompensa acorde con lo ganado y el riesgo asumido, aparte de gozar del favor real. Alguna de estas recompensas tuvo que dejar algún rastro en la biografía del personaje, y así fue, el rey Alfonso unió a Rodrigo con su familia casándole con Jimena, una prima tercera, hermana del Conde de Asturias; solo cuatro semanas después del combate, el día 19 de julio del año 1074 se firmó la carta de arras.
Como afirma Miguel Barceló en su obra "En torno a la primera lid singular del Campeador "justo después de su estancia en San Millán y en los meses posteriores, el Cid goza del absoluto favor del rey. Todas las dudas que Alfonso pudiera tener sobre su lealtad, fundadas en el papel que se dice que éste desempeñó en la guerra fratricida, parecen disipadas". Respecto a la fecha del diploma donde se firman estas arras no hay razones que nos hagan dudar de su veracidad, ya que no hubiera tenido ningún sentido o utilidad, su posible falsificación. Esta fecha hace claramente referencia a las primeras arras, aunque es evidente que el escrito que se conserva es claramente posterior, ya que tuvo que ser rehecho por haberse dado algunos cambios en la titularidad de algunos de los bienes 82.
12. Ibidem. Página 99. 13. Domínguez Domínguez, Juan & Manchon Gomez, Raul. (2000). Recherches sur les mots campidoctor et campiductor: de l'Antiquité au Moyen Âge tardif. Archivum Latinitatis Medii Aevi. 58. 10.3406/alma.2000.1772. página 33
25. Alberto Montaner Frutos y Ángel Escobar, «Estudio preliminar», a la ed. Carmen Campidoctoris o Poema latino del Campeador, Madrid, Sociedad Estatal España Nuevo Milenio, 2000, página.6. 26. Ibidem. Página 7, 1.2. Relación del Carmen Campidoctoris con otras fuentes cidianas.
Lo recogido en este diploma está relacionado con lo que sucede un día después, el 8 de diciembre de 1072. Ese día Alfonso VI está en el monasterio de Cardeña haciendo una donación, acompañado de los Obispos leoneses castellanos y gallegos, los abades de los principales monasterios de Castilla, Cardeña, Silos, Arlanza, Santillana y unos pocos condes y otros diez magnates, entre los que está Rodrigo Diaz 31 . Esta reunión además de ser una muestra de la rápida integración de los castellanos en la corte de Alfonso VI, nos muestra como firmantes también a los abades de San Millán y de Valvanera, dos monasterios en territorio navarro y "supuestamente" en esas fechas bajo control navarro.Esta presencia de los dos abades está claramente relacionada con el periodo de dominio castellano-leonés del monasterio de San Millán que con toda probabilidad se inició a finales del 1072 y duró hasta mediados o finales del 1073; Durante esos meses Alfonso VI no solo firma varios diplomas relacionados con localidades de su reino, también lo hace de otras que están enclavadas en territorio navarro (Villar de Torre y Grañón) 32 . 30. Becerro Galicano Digital [doc. 622] (www.ehu.eus/galicano/id622 -consultado (12/05/2024). 31. Testo, Fuentes para la historia de Castilla por los pp. benedictinos de Silos tomo al becerro gótico de Cardeña por el r. p. don Luciano Serrano. 1910. D. Página 100. Francisco Javier Peña Pérez, El Cid. Grandes Biografías de la Historia de España, Planeta Dagostini, ISBN 978-84-674-4584-8. Año 2007. Páginas. 85-86. 32. Becerro Galicano Digital [doc. 143] (www.ehu.eus/galicano/id143 -consultado 16/05/2024) y Antonio Ubieto Arteta. Cartulario de San Millán de la Cogolla. (759-1076). Textos medievales 48, Instituto de Estudios Riojanos. Edición conmemorativa del XV centenario de San Millán de la Cogolla 473-1973. ISBN 84-7013-082-X 4 de enero 1073, 404, página 380.
Becerro Galicano Digital [doc. 252] (www.ehu.eus/galicano/id252 -consultado 21/05/2024).
Cesáreo Goicoechea. Castillos de la Rioja. Notas descriptivas e históricas. Instituto de Estudios Riojanos Logroño.1949. ISBM 84-398-9292-1. "Dio su nombre al castillo que existió próximo al pueblo y al río Oja que riega su valle. El castillo estaba sin duda empinado sobre la gran peña que se levanta en una angostura sobre el camino de Santo Domingo a Ezcaray y la sierra de la Demanda. Hoy no se conocen restos de esta fortaleza".
Ibidem. Este "castillo" aparece erróneamente nombrado como castillo de San Millán de la Cogolla, cuanto en realidad la mayor parte del mismo está en el término de Villaverde de Rioja y una parte del sistema de fosos, en el de Estollo. El lugar tuvo que ser es en su época un poblado rodeado de fosos y murallas, en la actualidad lamentablemente permanece abandonado y sin ningún tipo de protección.
Mapa de los territorios sobre los que pudo versar el combate de 1074. Cortesía Daniel Río Soto.En esta segunda opción se pudo haber tomado la decisión de profundizar la invasión en el territorio navarro para reforzar las posiciones, tomando por el norte el castillo de Santurde y la localidad de Villar de Torre 64 y por el lado oriental el de Tobía65 .En el caso del castillo de Tobía, según consta en diplomas del monasterio de Albelda de fechas 7 de julio y 17 de agosto de 1072 su señor era Lopi Momic, en cambio para el 28 de Julio de 1073, ya había sido sustituido por Sancio García66 .Tendríamos entonces que los principales "otros castillos" a los que se refiere la crónica serían los de Ojacastro, Villaverde de Rioja y el Patín-San Martín del Castillo, tema al que dedicaremos el apartado siguiente.
Boletín de la Real Academia de la historia. Tomo 3. Año 1883. VII Inscripciones romanas de los valles de San Millán y de Arán. Fidel Fita. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Bodas de Rodrigo y Jimena. Romancero Selecto del Cid 1884.
Desperta Ferro -. Electronic edition, 2023
RÍOS SALOMA, Martín F. (coord.), El mundo de los conquistadores, Madrid, Sílex Ediciones - México DF, Instituto Investigaciones Históricas,UNAM México, 2015, pp. 489-522.
Revista de Literatura Medieval, 2005
Agricultural legacy shapes plant diversity patterns in mountain grasslands of Maramureș and Bukovina: A cross-border perspective (Ukraine, Romania), 2024
Journal of Plant Growth Regulation, 2007
University of Toronto Law Journal, 2018
American Museum Novitates, 2021
Topoi. Revista de História, 2018
Health Research Policy and Systems, 2018
Fusion Engineering and Design, 2011
journal of World Sociopolitical studies, 2024
Indonesian Journal of Early Childhood Education Studies, 2017
Journal of Family Nursing, 2021
Journal on Chain and Network Science, 2002
Frontiers in Ecology and Evolution
Scandinavian Journal of Forensic Science, 2014
Estudio Agustiniano, 2021
Viral Outbreaks [Working Title], 2020
International Journal of Nanomedicine, 2012
IngenierÃa, investigación y tecnologÃa, 2015
International journal of molecular sciences, 2018