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¿Cómo bios deviene psique?

Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Psicología García Nieves Sergio Isaac ¿Cómo bios deviene psique? Esta pregunta que ocupa el lugar central del presente trabajo es, sin duda, una muy general, por lo que será menester explicitar primero el sentido de los términos de la pregunta misma para posteriormente buscar darle una respuesta. La palabra bios, que proviene del latín, significa vida. El concepto vida puede tomar por lo menos dos acepciones: una enfocada a la existencia misma, o bien, una tematizada. Yo me referiré a bios desde el segundo enfoque, entendiendo bios como aquello del orden orgánico o corporal. Por otro lado, psique, término que se traduce del latín como alma o espíritu, se utiliza comúnmente para referirse a aquella sustancia que dota de conciencia al ser humano. Así pues, parece ser que nos enfrentamos a una dualidad, ambos conceptos (bios y psique) son una conformación de lo humano, pero un término habla de lo físico, lo tangible y el otro de lo espiritual, lo intangible. El origen filosófico de esta dualidad se encuentra en el racionalismo cartesiano. René Descartes corta de tajada al ser humano y lo separa en res cogitans (sustancia pensante), como la esencia del hombre y fundadora del pensamiento; y res extensa (sustancia extensa), que es la característica física, como anchura y profundidad. Así, la característica fundamental del ser humano es el pensamiento, la razón es lo común y es lo que nos distingue de los animales que sólo son extensión (Corres Ayala, 1997). Ahora bien, para poder responder si bios deviene psique hay que acercar a ambos conceptos mostrando el puente que existe entre ellos. El psicoanálisis nos servirá para poder llevar a cabo esta tarea, ya que es esta disciplina la que explicitó la relación recíproca entre mente y alma. Hasta el siglo XIX la mayor parte de las ciencias adoptaban esta visión cartesiana del ser humano, cuya característica principal es una autonomía radical del alma con respecto al cuerpo, este es el caso de la medicina, ciencia principal que se encargaba de tratar al ser humano y que, bajo el influjo de las ciencias naturales y del modelo cartesiano, mostró grandes avances para la cura de enfermedades, pero también relegó los problemas anímicos al terreno de la filosofía. Dicho lo cual, para la medicina todo problema anímico se supeditaba a uno corporal, más específicamente, a uno cerebral. Sin embargo, y como bien lo indicó Freud, “existe una inseparabilidad del alma con respecto al cuerpo” (Freud, Obras completas, 1886-1899). Un claro ejemplo de esto son las “expresiones emocionales” y los efectos que pueden tener sobre el cuerpo: el aflujo sanguíneo a la piel o la relajación o contracción de los músculos faciales, entre otros. De este mismo fenómeno se ha servido la criminalística para desarrollar tecnología como los detectores de mentiras. En los “afectos” como el miedo, la ira o la excitación sexual también hay un efecto sobre lo corporal, el estado depresivo da muestra de ello, ya que la persona deprimida puede, por ejemplo, bajar de peso y el sistema inmunológico suele verse mermado. Lo opuesto sucede con una persona que experimenta una gran alegría. Como lo menciona Freud: “la propensión de contraer tifus y disentería es mayor en los integrantes de un ejército derrotado que en los triunfadores” (Freud, Obras completas, 1886-1899:119) La “atención” puede tener también un influjo sobre lo biológico, sólo así se puede explicar que los monjes tibetanos puedan soportar el dolor del fuego sobre sus pies o el de una aguja que atraviesa su cuerpo sin tener sensación alguna. Las “expectativas esperanzadas” tienen también un efecto sobre lo corporal, especialmente en un estado de enfermedad. Como bien lo ha planteado Levi Strauss en El hechicero y su magia (1949), la confianza otorgada hacia el chamán y la construcción social investida en éste permite generar al enfermo una especie de cura. La relación entre cuerpo y mente resulta algo evidente ahora, lo que nos permitirá abordar la pregunta central: ¿cómo bios deviene psique? No sólo mente y cuerpo son una totalidad sino que lo psicológico puede determinar lo biológico. El claro ejemplo de esto se encuentra en la hipnosis. Cuando una persona se encuentra en un estado hipnótico –especialmente uno profundo– ésta deja de tener control sobre su cuerpo y sólo el hipnotizador lo domina, el alma ejerce total imperio sobre lo corporal. Si bien es cierto que, de manera general, no se observan modificaciones permanentes, el efecto en lo biológico no tiene duda alguna, por ejemplo, puede hacerse a una persona dejar de fumar, no comer ciertos alimentos o sólo comer algunos, al menos por un periodo corto de tiempo (Freud, Obras completas, 1886-1899). Otro fenómeno que hace dar cuenta del dominio de lo psicológico sobre lo biológico es la neurosis histérica, pues en esta enfermedad el malestar, que tiene un origen anímico, se manifiesta sintomáticamente en lo corporal. Los síntomas son tan diversos como se pueda imaginar, a saber, pérdida de sensibilidad en alguna parte del cuerpo, parálisis de los miembros, fuertes dolores de cabeza o de estómago, etc. Dado que la causa de estos síntomas es lo psíquico, al hacer estudios sobre lo orgánico no se encuentra prácticamente nada. La histeria le permitió a Freud encaminar sus estudios al dominio de lo anímico y desarrollar los inicios de la teoría psicoanalítica. Lo fundamentalmente importante con respecto a la histeria y la hipnosis, además de hacer ver el dominio de lo mental sobre lo corporal, es la posibilidad que inauguraron estos fenómenos: el descubrimiento del inconsciente. El inconsciente pone en duda a todo el modelo racionalista e invita a voltear la mirada hacia la parte oscura, pero tangible y presente del ser humano. La fuerza inconsciente que representa las pulsiones hace ver el total control que tiene lo psicológico sobre lo biológico, por ejemplo, en los casos de una desviación del objeto sexual, como suele presentarse en el fetichista, el cual siente placer frente a objetos poco habituales (como una prenda de vestir) sustituye la meta sexual normal por el objeto, lo psicológico atenta contra la naturaleza biológica de la sexualidad: la reproducción, dado que es a través de “una conexión simbólica de pensamientos, las más de las veces no conciente para el individuo, la que ha llevado a sustituir el objeto por el fetiche” (Freud, Obras completas, 1901-1905:140). Hasta ahora sólo he explicado los casos más ejemplares en el que lo psicológico reina sobre lo biológico, no obstante aún no he puesto en claro el cómo se da el paso del uno al otro. No por ello, se debe de pensar que se hizo este recorrido en vano; resulta de suma importancia haber entendido en principio la relación bios-psique, así como el papel preponderante que juega el inconsciente en la misma para poder llegar al cómo. Resulta imprescindible ahora marcar una diferencia entre lo humano y lo animal, que es lo que lleva por implícito la pregunta central de este texto. A diferencia de lo planteado por Descartes, lo que nos diferencia de los animales no es la racionalidad, pues nosotros somos irracionales, tal vez más que los animales, sino que esta diferencia se encuentra en el lugar en el cual se desarrollan todas las acciones humanas: la sociedad. La sociedad y la cultura le dan forma humana a nuestra existencia en el mundo, y la institución familiar es el grupo principal que la transmite, fungiendo como la represora de los instintos y la responsable de la adquisición del lenguaje. Así pues, la familia es la unidad psíquica primordial en la que se desarrollan las primeras impresiones en la vida de un sujeto. Y, siendo la familia una unidad social, tendremos que hablar por necesidad de complejos y no de instintos para referirnos al móvil de la vida anímica, ya que, aunque ambos (complejo e instinto) ocurren en la realidad, el complejo tiene la particularidad, además de ser inconsciente, de anudarse a una etapa del desarrollo psíquico re-presentándose posteriormente de forma objetivamente distinta a la cual ocurrió en principio, y sólo refiriéndose al objeto fundante. Este objeto fundante pasa a ser la imago, que es la representación imaginaria del objeto (Lacan, 1938). Ahora bien, el complejo que me permitirá darle una resolución a la pregunta ¿cómo bios deviene psique? Será el complejo del destete, si bien la lactancia se asemeja a un instinto, puesto que satisface una función biológica, en el humano no opera la regulación fisiológica que en el animal sí, ya que el instinto maternal se detiene cuando el animal deja de ser cría. En el hombre, por otro lado, “el destete deja una huella permanente de la relación biológica que interrumpe” (Lacan, 1938:18) y se funda la imago, la cual podrá volverse a presentar en la vida del sujeto de forma inconsciente, a través de actos fallidos, sueños, síntomas. Es así como bios deviene psique. Bibliografía Corres Ayala, P. (1997). Razón y experiencia en la psicología. México, D.F.: Fontamara. Freud, S. (1886-1899). Publicaciones prepsicoanalíticas y manuscritos inéditos en vida de Freud (Vol. I). Buenos Aires: Amorrortu. Freud, S. (1901-1905). Tres ensayos de teoría sexual y otras obras (Vol. VII). Buenos Aires: Amorrortu. Lacan, J. (1938). La familia. Buenos Aires, Argentina: Argonauta. Lévi-Strauss, C. (1949). Antropología estructural (Vol. IX). Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires.