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UNIDAD 1 - CLASIFICACION - 2015

Técnico Superior En Comunicación y Administración De Bibliotecas Procesos Técnicos: CLASIFICACION UNIDAD I Viviana Márquez Bibliotecaria 2015 AÑO 1 INSTITUTO SUPERIOR P.T. – 181 FUNDACIÓN RAYUELA PARA LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN San Luis 545 – Tel. 4295349 Ciudad de Mendoza Presidente Prof. Oscar Basilio H. SALOMONE Directora General Prof. Mirtha Elena BALEZTENA Directora Prof. Margarita Cirona Coordinador de la carrera de Bibliotecario Bibl. Prof. Adrián MÉNDEZ Administrador de la plataforma virtual Mag. Silvia CASTELL Profesor de la Cátedra: Procesos Técnicos: Clasificación 2015 Nombre del Profesor: Bib.Viviana Márquez Vivianamarquez0@gmail.com 2 Contenido 1.- Clasificación bibliográfica .......................................................................................... 4 2.- Análisis temático y clasificación................................................................................. 4 3.-Proceso de análisis ....................................................................................................... 5 4.-Principios de la clasificación bibliográfica .................................................................. 7 5.-Sistemas de clasificación.............................................................................................. 9 6.-Estructura ................................................................................................................... 10 7.-Un poco de historia. ................................................................................................... 11 8.-Características del sistema ......................................................................................... 12 Antecedentes................................................................................................................... 12 9.-Filosofía de la Clasificación Decimal Dewey............................................................ 13 10.-Desarrollo ................................................................................................................. 14 11.- Uso en las bibliotecas.............................................................................................. 16 3 1.- Clasificación bibliográfica La clasificación es un tarea que podemos entender, a grandes rasgos, como el acto de ordenar en grupos, de acuerdo con su semejanza, todo lo que nos rodea, incluyendo nuestras percepciones, pensamientos y conocimientos, esto nos ayuda a darle sentido a nuestras vidas y también a hacerlas más sencillas. En nuestros hogares, por ejemplo, damos orden a los objetos agrupándolos de acuerdo con su función con el propósito de localizarlos más fácilmente y sacarles provecho. En cuanto al desarrollo de conocimientos más especializados se refiere, por mencionar otro ejemplo, para estudiar el vasto reino animal, las ciencias biológicas han creado un esquema de clasificación en donde podemos distinguir similitudes y semejanzas a través la división del reino en grupos denominados “filos”, incluso, para una mayor precisión, dentro de cada grupo se han establecido subdivisiones, también de acuerdo a similitudes y semejanzas. Por otra parte, en la diversidad del conocimiento se han venido generando a lo largo de la historia y registros en formas tales como libros, publicaciones periódicas, registros sonoros y otros, requieren ser clasificados. Dicha tarea es conocida como clasificación bibliográfica, la cual hace posible que las colecciones de las bibliotecas puedan ser organizadas en las estanterías de forma sencilla y así sean aprovechadas, ya que así con mayor facilidad se tiene conocimiento de los materiales que poseen, además de que se facilita su acceso. Para ser más precisos, conviene señalar que: “La clasificación bibliográfica puede definirse como el proceso de asignar a cada material bibliográfico un número de clasificación, de acuerdo con el tema de la obra y extraído de un sistema de clasificación” (Rosa Valgañón, 2004, p. 155). 2.- Análisis temático y clasificación Clasificar materiales bibliográficos según su contenido es una de las formas más consistentes, ya que de otro modo, si asignáramos un número a cada obra dentro de una colección bajo otros criterios, por ejemplo, de acuerdo con su tamaño, color de la cubierta o según el sitio que se le haya asignado en las estanterías de modo arbitrario, el orden resultaría confuso y cambiante, lo que complicaría a los usuarios durante la búsqueda de aquellos materiales que desean consultar, así como también por parte del personal en su intento de mantener en orden coherente y consistente la colección. 4 El que se encuentren reunidas todas las obras sobre un mismo tema, será de gran ayuda para los usuarios, pues aunque con frecuencia asisten a la biblioteca en busca de un ítem en particular, les será de utilidad otros materiales, como complemento a su investigación, o bien, como alternativa en caso de no encontrar lo deseado en primer instancia. Otro de los beneficios que tienen las colecciones al ser clasificadas de este modo, es que independientemente de su movimiento en estanterías, mantendrán un orden lógico. Las bibliotecas continuarán siendo la manifestación física de la estructura del universo del conocimiento, de modo que seguirán reflejadas las relaciones entre las áreas de conocimiento según la distancia entre las obras, de acuerdo con su contenido temático (Batley, 2004, p. 3). Es importante destacar que no todas las obras se clasifican según su contenido temático, pues por ejemplo las obras literarias reciben un tratamiento diferente. 3.-Proceso de análisis Para clasificar materiales bibliográficos según su contenido requerimos analizarlos, tal y como lo recomienda Chan (2000) y la Introducción al Sistema de Clasificación Decimal Dewey (2001), para determinar: • El tema o temas tratados y los diferentes aspectos abordados del tema o temas. Por ejemplo, en un libro titulado La prensa en España durante el siglo XX, el tema tratado es la prensa y sus facetas son el tiempo (siglo XX) y el lugar (España). • Bajo cuál disciplina o disciplinas se ha estudiado el tema o temas de la obra. Por ejemplo, el tema del matrimonio puede ser estudiado desde la perspectiva de la psicología, el derecho u otras disciplinas. • Para cuál disciplina ha sido elaborado el material. Por ejemplo, en el caso de una obra elaborada por un psicólogo que busca instruir a atletas sobre el manejo del estrés para mejorar su rendimiento, vemos que la obra ha sido desarrollada desde la disciplina de la psicología pero se destina a los deportes. • El enfoque de la obra. Por ejemplo, sobre el aprendizaje es posible que encontremos obras que presenten los resultados de una investigación o únicamente la teoría sobre dicho tema, entre otras posibilidades. 5 • La forma de presentación. Por ejemplo: manuales, ilustraciones, bibliografías, diccionarios, publicaciones periódicas, entre otras. Todo este proceso ha de hacerse cuidosamente, ya que en caso de cometer alguna equivocación, las obras quedarán mal clasificadas y por lo tanto, mal ubicadas dentro de la colección, lo que implica que los usuarios difícilmente podrán tener acceso a éstas y no sabrán con precisión cuáles materiales sobre un tema en particular posee la biblioteca. Para el análisis de una obra, el título frecuentemente es una útil referencia para comenzar a determinar cada uno de los aspectos anteriormente citados, sin embargo hay que tener precaución, ya que la información que nos da sobre la obra, puede llegar a confundirnos, pues con el afán de llamar la atención del lector, los autores tienden a expresarse en el título de sus obras de modo imaginativo, impreciso o ambiguo. Para tales casos, el subtítulo, cuando la obra lo posee, es de gran ayuda ya que suele aclarar o complementar lo que ha sido manifestado en el título. No menos frecuentes son los títulos cuya terminología es difícil de interpretar por cualquier persona que no se encuentre lo suficientemente familiarizada con el tema tratado. Frente a estas circunstancias el clasificador puede recurrir a obras de referencia, como diccionarios o enciclopedias. En el caso de obras literarias, el título no se toma en cuenta como referencia, pues es la lengua original, nacionalidad del autor y género literario al que corresponden, lo que definirá su clasificación pertinente. Lo que hayamos discernido examinando el título y subtítulo de una obra no debe bastar, es necesaria además la consulta del prefacio o introducción, en los cuales usualmente se establece el enfoque y propósito del autor; la tabla de contenido, por su parte, mostrará cuáles son los aspectos del tema abordados; y otras partes de la obra, como el texto mismo, pueden confirmar y/o complementar. Pero si seguimos con interrogaciones sobre el tema que trata el libro, es factible recurrir a otros medios como por ejemplo obtener reseñas que se han hecho sobre la obra o bien consultar con algún experto. 6 4.-Principios de la clasificación bibliográfica Después de haber adquirido el conocimiento suficiente sobre la obras a clasificar mediante su análisis, se han de seguir los siguientes principios, tal como lo recomiendan Mortimer (2002), Chan (2000) y en la Introducción al Sistema de Clasificación Decimal Dewey (2001): • Al clasificar, generalmente, se considerará primero el tema de la obra y después otros aspectos como el enfoque del autor, el contexto geográfico bajo el cual ha sido estudiado el tema y la forma en que se presenta. Por ejemplo, una enciclopedia de la historia del arte en México se clasificará primero tomando en cuenta que el tema abordado es el arte, para después considerar que ha sido bajo el punto de vista de su historia, cuyo contexto geográfico es México y que su forma de presentación ha sido en una enciclopedia. • En cuanto a obras literarias se refiere, antes que el tema, se clasifican de acuerdo con su lengua original y nacionalidad del autor y posteriormente (en el caso del sistema de clasificación Dewey) con base en el género al que pertenecen. Por ejemplo, la Ilíada de Homero, aunque trate acerca de la guerra de Troya, no se clasificará de acuerdo a ese tema; en cambio resulta más apropiado ubicarla dentro de la poesía griega clásica. • Una vez que se haya determinado el tema tratado, tendremos que ubicarlo en la disciplina que le corresponde, esto tiene particular importancia al utilizar el Sistema de Clasificación Decimal Dewey (SCDD) ya que sus esquemas se encuentran divididos por disciplinas. • Cabe señalar que, la clasificación será de acuerdo a la disciplina para la que ha sido destinada la obra y no de acuerdo con la disciplina de la que se deriva. Por ejemplo, si encontráramos un material desarrollado por un pedagogo, en el que muestra cuáles son las formas más eficaces para aprender ajedrez, dicha obra la clasificaremos en juegos de destreza, no en pedagogía. Dicho principio hará posible que todas las obras que tengan la misma utilidad se encuentren juntas. • Tratándose de biografías, autobiografías, diarios y reminiscencias, el tratamiento pudiera ser diferente entre una biblioteca y otra, según sus necesidades. Por ejemplo, en el caso de una biblioteca especializada en las ciencias de la tierra, será de mayor utilidad mantener agrupadas esta clase de obras de acuerdo con su disciplina, mientras que en una biblioteca pública o escolar, podrían mantenerse 7 juntas en la clase de biografías, independientemente de la disciplina a la que corresponden, ya que usualmente los usuarios de este tipo de bibliotecas buscarán información sobre los personajes más destacados en general, teniendo un interés menor por las disciplinas en las que se desarrollaron, en comparación con los usuarios de bibliotecas especializadas. • Mientras estemos buscando el sitio más apropiado para nuestra obra dentro de los esquemas no deberemos olvidar que la ubicación ha de ser la más específica posible. Por ejemplo, cualquier obra que verse sobre las operaciones algebraicas, no habrá de ser clasificada dentro de las matemáticas en general, en cambio es más pertinente ubicarla dentro del área de álgebra en específico. • Cuando una obra trate dos o más temas se ha de elegir el número correspondiente al tema que haya sido tratado con más amplitud. Por ejemplo, una obra sobre el jazz y el blues, que ha reservado un breve capítulo para tratar el tema del blues, será clasificada bajo jazz, ya que dicho tema ha sido tratado con más profundidad. • En el caso de una obra que trate dos temas por igual, de manera independiente uno del otro, tendremos que elegir el número que se encuentre primero en el orden numérico. Utilizando el SCDD, esta consideración podría aplicarse a una obra que aborde el tema de los movimientos políticos con la misma amplitud que el tema de los movimientos sociales, de modo que el número a asignar sería 303.48, el cual corresponde a los movimientos sociales, ya que a los movimientos políticos le corresponde el número 320.5. • Si dos o más temas son tratados de manera relacionada, se ha de elegir el número que manifieste esa relación. Por ejemplo, para una obra que verse sobre la influencia del cristianismo sobre los problemas socioeconómicos, el número que le corresponde es el 261.8, el cual es para cristianismo y problemas socioeconómicos. • Si no encontráramos un número semejante, tendremos que distinguir cuál es el tema o temas que están influyendo sobre otro, para clasificar la obra bajo el tema en el que recae la influencia. Por ejemplo, una obra que trate sobre la influencia de la Biblia en la literatura, ésta será clasificada en literatura. • Cuando tres o más temas tratados por igual en la obra, son subdivisiones de un número extenso, éste ha de elegirse. Ejemplo de este caso sería una obra que trate sobre la economía laboral, la economía financiera y la economía de la tierra, los cuales de acuerdo con los esquemas del SCDD son subdivisiones del número 330, para economía en general, y éste es entonces el número que ha elegirse. 8 • Para obras que abarquen tres o más temas correspondientes a diferentes disciplinas que no tienen una disciplina mayor común, entonces se clasifican en Generalidades (clase 000 en el SCDD). • Si el tema de la obra ha sido tratado bajo la perspectiva de dos o más disciplinas, tenemos como alternativa utilizar un número interdisciplinario, en caso de que lo haya, bajo la condición de que el contenido trate de manera significativa el asunto correspondiente a dicho número. Si no se encontrara un número interdisciplinario, elegiremos el número que le corresponde a la disciplina que haya dado mayor tratamiento al tema. • En caso de encontrar instrucciones particulares sobre la clasificación bajo un tópico en específico, éstas tendrán que respetarse. • Las decisiones que se hayan tomado durante el proceso de clasificación han de estar plenamente justificadas y, en caso de ser necesario, se han de registrar para evitar cualquier confusión, y con ello la toma de decisiones dispares entre quienes están a cargo de esta tarea en una biblioteca. • Para corroborar que las obras están siendo ubicadas en su lugar más apropiado, a modo de que aquellas que tienen la misma utilidad se hallen juntas, suele ser de gran ayuda consultar el catálogo de la biblioteca, para informarnos cuáles obras poseen el mismo número que deseamos asignar a una obra. 5.-Sistemas de clasificación Para que el trabajo de clasificar materiales bibliográficos se realice adecuadamente, además de conocer su contenido, deberemos también conocer el sistema de clasificación que se vaya a utilizar durante el proceso. Es por ello que, a continuación hablaremos de las características que tienen en común los sistemas de clasificación actuales, para después, en las siguientes UNIDADES II y III, detallar las particularidades del SCDD. Para comenzar, debemos saber que todos los sistemas de clasificación presentan un modo en que el universo del conocimiento puede ser categorizado e incluyen además un sistema de símbolos que representan cada una de las clases manifestadas dentro de esta categorización. 9 Un aspecto importante a mencionar es que los sistemas actuales de clasificación, con el propósito de que los clasificadores puedan asignar a cada material un número de clasificación lo más específico posible, presentan características, en mayor o menor grado, de los dos diferentes enfoques de clasificación que existen. Por una parte, podemos encontrar la clasificación enumerativa, la cual busca enumerar todos los temas existentes dentro del universo del conocimiento; bajo este tipo de clasificación, únicamente tendremos que elegir el número adecuado para cada obra. Ya que difícilmente se pueden enlistar todos los temas que van surgiendo a través del tiempo en el universo del conocimiento, los sistemas requieren una revisión en sus diferentes ediciones, a modo de mantenerse lo más actualizados posible. También existe la clasificación facetada, también conocida como sintética; en donde el número deberemos construirlo, ya que los sistemas con este tipo de clasificación sólo se encargan de presentar números para conceptos individuales, los cuales podrán usarse en combinación, de acuerdo con reglas establecidas, para representar temas compuestos específicos (Batley, 2004, pp. 5-6). 6.-Estructura De acuerdo con Mortimer (2002), generalmente los sistemas de clasificación presentan una estructura con los siguientes elementos: Esquemas: Son parte esencial de todo sistema, en los que se presentan a detalle las categorías del universo del conocimiento. Dependiendo qué tanto se caracterice el sistema por ser enumerativo, será el nivel de detalle y extensión de sus esquemas. Comúnmente incluyen una clase denominada Generalidades, cuyo uso es para la representación de temas generales y para la combinación de éstos, como ejemplo las enciclopedias generales que abordan diversos temas. También cuenta con clases de género para la para el tratamiento de obras literarias así como crítica literaria. En lo referente a su terminología, ésta deberá presentarse de forma en que los clasificadores no tengan dificultades para comprenderla, por lo que es conveniente que se incluyan las definiciones particularmente de los términos complejos; además deberán expresar cuál es el alcance de los encabezamientos e incluir notas para resolver cualquier posible duda de los clasificadores. Por otra parte, necesariamente tendrán que adaptarse a los cambios que vayan surgiendo con el tiempo en las distintas áreas del 10 conocimiento, pudiendo integrar nuevos temas y mantener actualizada su terminología, lo que implica su constante revisión. Notación: Consiste en un una serie de “números, letras y/o otros símbolos usados para representar las divisiones principales y subordinadas de un esquema de clasificación” (Chan, 2000, p. 190). Los sistemas de clasificación pueden usar una notación pura, es decir, la que está compuesta por un solo tipo de símbolos, o bien, una notación mixta, la cual incluye más de un tipo de símbolos. Índice: Con el propósito de ofrecer diversos puntos de accedo y referencias al clasificador, un índice en todo sistema de clasificación se encarga de enlistar alfabéticamente los términos que han sido incluidos en los esquemas junto con su notación correspondiente. Cabe mencionar que hay índices específicos, los cuales sólo presentan una referencia para cada tema, y los hay relativos, en los que se presentan enlistados todos los temas, con sus correspondientes sinónimos y se detalla además su relación con las disciplinas en las que podemos encontrarlos. Además de los elementos anteriormente citados, generalmente todo sistema de clasificación provee otros medios para que el clasificador pueda construir números del modo más específico posible, en caso de no haberlos localizado previamente se definen en los esquemas. 7.-Un poco de historia. El Sistema de Clasificación Decimal Dewey, el Sistema de Clasificación de la Library of Congress y la Clasificación Decimal Universal. Sistema de Clasificación Decimal Dewey. Fue creado por Melvil Dewey, un bibliotecario estadounidense, cuyo propósito inicial fue organizar la colección de la biblioteca del Amherst College. Después de su primera publicación, en el año de 1876, otras bibliotecas comenzaron a adoptarlo debido a su efectividad, ya que, teniendo como principio la clasificación de los libros de acuerdo con su contenido intelectual, únicamente era necesario clasificar los libros una sola vez. Actualmente se considera como el sistema más usado a nivel mundial, sobre todo por bibliotecas públicas y escolares, aunque otros tipos de bibliotecas también lo utilizan. 11 Cabe señalar que posee características tanto de la clasificación enumerativa, como de la clasificación facetada, ya que además de enlistar temas individuales y compuestos, presenta tablas para la construcción de números específicos. Sistema de Clasificación de la Library of Congress. Fue desarrollado a partir del año de 1897 por James C. Hanson y Charles Martell, en un principio con el propósito de organizar la colección de libros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Posteriormente, este sistema comenzó a ser utilizado por otras bibliotecas, especialmente universitarias y especializadas en ese país, y en la actualidad es uno de los que más se utilizan a nivel mundial. En este sistema, el conocimiento humano ha sido dividido en veintiún clases principales, cada una identificada con una letra del alfabeto, a su vez, la mayoría de las clases han sido subdividas en subclases identificadas con dos letras. Por ejemplo, la letra N ha sido asignada para representar las artes, mientras que la subclase NA representa arquitectura (Library of Congress Classification, 2009). Es importante mencionar que se distingue también por tener una clasificación principalmente enumerativa y jerárquica. Clasificación Decimal Universal. Al fundarse el Instituto Internacional de Bibliografía, posteriormente transformado en la Federación Internacional de Documentación (FID), uno de sus primeros objetivos fue desarrollar un catálogo universal clasificado para registrar los materiales documentales de todo el mundo. Para llevarse a cabo, Paul Outlet y Henri LaFontaine obtuvieron la aprobación de Melvil Dewey para desarrollar, a partir de 1885, la Clasificación Decimal Universal, teniendo como base el Sistema de Clasificación Decimal Dewey (Maniez, 1993, p. 26) En la actualidad usan este sistema principalmente bibliotecas de Europa aunque también tiene presencia en bibliotecas de otras partes del mundo. 8.-Características del sistema Antecedentes En la época en que Melvil Dewey laboraba como estudiante asistente en la biblioteca del Amherst College, en Massachusetts, Estados Unidos, aproximadamente en el año de 1870, las bibliotecas recurrían al sistema de localización fija para organizar sus colecciones, lo cual resultaba inadecuado, pues a los materiales se les asignaban números de clasificación de acuerdo a los estantes en que fueron colocados al azar, lo que implicaba que, ante la necesidad de cambiarlos de lugar, debido al crecimiento de las colecciones, 12 frecuentemente era necesario volver a asignar números a los materiales. Seguramente esta situación era frustrante para los bibliotecarios, pues a pesar del tiempo y esfuerzo que invertían al reclasificar las colecciones, el orden que procuraban mantener seguía siendo inestable y no les brindaba ninguna garantía de que los materiales estuviesen siendo aprovechados por los usuarios. Incluso, difícilmente las bibliotecas podían cooperar entre ellas en la tarea de clasificar los materiales que tenían por igual, pues los números que les eran asignados sólo podían funcionar en un espacio determinado (Chan, 2000). 9.-Filosofía de la Clasificación Decimal Dewey Melvil Dewey, no conforme con las grandes desventajas que implicaba la localización fija, se dio a la tarea de establecer otro modo de organizar la colección de la biblioteca del Amherst College, para ello, se dedicó a estudiar a diferentes autores, visitó diversas bibliotecas y reflexionó lo suficiente para poder entrever que, un sistema mucho más eficiente debía tener como base la clasificación de los materiales bibliográficos conforme a su contenido intelectual, no con respecto al sitio asignado en las estanterías. El sitio de los materiales en las estanterías es casi inevitable que cambie con el paso del tiempo, pero su contenido seguirá siendo el mismo; es así que al clasificar las colecciones de acuerdo con su tema se tiene la garantía de que los números de clasificación asignados no tendrán que ser modificados en ningún otro momento, ya que continuarían siendo igual de válidos aun cuando su sitio cambie de un estante a otro o incluso de un edificio a otro (Chan, 2000). Este enfoque permite también que las bibliotecas puedan compartir entre sí los números de clasificación para las obras que posean por igual, evitando así la duplicación innecesaria de esfuerzos en su tarea de organizar sus colecciones. Otra gran ventaja para toda biblioteca es la certeza de que el orden lógico de sus colecciones permanecerá estable con el paso del tiempo, pues las obras con temas relacionados se mantendrán juntas, lo cual es de gran ayuda para los usuarios en el aprovechamiento de los materiales que tienen a su disposición. A este modo de organizar los materiales bibliográficos se le conoce como localización relativa y ha sido merecidamente atribuida su invención a Melvil Dewey. Dicho método, desde sus primeras aplicaciones hasta en la actualidad, ha sido la base de la clasificación moderna de las bibliotecas (Mortimer, 2002, p. 8). Particularmente, a 13 partir de estos conocimientos se ha desarrollado el SCDD, en el cual otro aspecto innovador es el uso de números decimales para representar los diferentes temas que componen el universo del conocimiento publicado, ya que a través de ellos es posible expresar la posición jerárquica de los temas, sin la necesidad de utilizar cifras demasiado extensas, lo que facilita el desarrollo de números de clasificación más sencillos de recordar y localizar en las estanterías. 10.-Desarrollo Para atender las demandas de las bibliotecas, tras su primera publicación en el año de 1876, el SCDD ha buscado perfeccionarse a lo largo de diferentes ediciones. Asimismo, para mantenerse vigente se ha adaptado a los cambios surgidos en el universo del conocimiento, ya que con el paso del tiempo se han generando nuevos conocimientos en las diferentes disciplinas e incluso han surgido nuevas disciplinas. En correspondencia con ello, el sistema ha tenido diversas modificaciones, de entre las cuales, de acuerdo con Chan (2000) y el Dewey Decimal Classification System (2009), a continuación se mencionan las más relevantes: En su segunda edición, en el año de 1885, fue establecida la estructura de los esquemas, misma que ha continuado hasta la actualidad. En 1900, surge la primera versión abreviada del SCDD, principalmente para el uso en bibliotecas con colecciones pequeñas, como las escolares y municipales. En las ediciones posteriores, un año después de haberse publicado la versión completa, se ha venido presentado la versión abreviada. En la edición diecisiete, en 1965, se le dio mayor importancia a la relación de los temas y a la clasificación por disciplinas, otro aspecto innovador fue la inclusión de la tabla 2. La edición dieciocho, presentada al público en 1971, brindó cinco tablas más para la construcción de números específicos; además fue la primera en surgir en tres volúmenes: el primero incluía una introducción y las tablas, mientras que en el segundo se encontraban los esquemas y en el tercero el índice relativo. En 1980, la edición veinte fue presentada en cuatro volúmenes. Para su creación por primera vez se utilizó un sistema editorial en línea y se desarrolló una base de datos que puede utilizarse para nuevas ediciones y productos derivados. 14 A partir de 1993, la edición veinte estuvo disponible en una versión llamada Electronic Dewey, la cual consiste en la presentación de los esquemas, tablas, índice y manual almacenados en un CD-ROM. En dicha versión, los usuarios pueden realizar búsquedas por palabras, frases, términos del índice y números, además tienen a su disposición encabezamientos utilizados por la Biblioteca del Congreso vinculados a los números del sistema. En 1996, fue publicada la edición veintiuno, cuya traducción al español fue presentada en el 2000, y tiene como título Sistema de Clasificación Decimal Dewey e índice Relativo (SCDD-21). Ese mismo año, comenzó a estar disponible la versión del Dewey para Windows de Microsoft, la cual permite el movimiento de datos entre ventanas, el despliegue de varios registros a la vez y el que los clasificadores puedan hacer anotaciones dentro de la base datos, con respecto a sus criterios locales. Al igual que el Electronic Dewey, esta versión presenta encabezamientos de materia de la Biblioteca del Congreso ligados a los números de los esquemas que les corresponden. En la actualidad, la edición en inglés más reciente es la número veintidós. En ella se reflejan los cambios que han tenido disciplinas tales como la medicina, geografía, informática, política, entre otras, por lo que se han incluido números nuevos y se ha actualizado su terminología. Desde el 2003, esta edición ha estado disponible de manera impresa en cuatro volúmenes y también en la web, por medio de una suscripción anual. A esta última versión se le conoce como WebDewey; en ella los usuarios pueden hacer la consulta de todo el SCDD, con sus respectivas actualizaciones que se llevan a cabo cada tres meses. En el 2004, se ha publicado la versión abreviada número catorce, la cual hasta le fecha es la más reciente. Está disponible tanto en inglés como en español, en versión impresa y en línea. Cabe señalar que, antes de la aparición del WebDewey, para mantener a los usuarios al tanto, sobre los cambios hechos al SCDD entre una edición y otra, se vino publicando el Dewey Decimal Classification: Additions, Notes and Decisions (DC&), obra que incluía artículos especiales, cartas de usuarios y una lista de cambios, tanto para la versión completa como para la abreviada. 15 Desde 1923, los cambios al SCDD se han realizado en una oficina editorial, localizada actualmente en la División de Clasificación Decimal de la Biblioteca del Congreso en Washington, D.C. En ella se realizan borradores como propuesta para cada nueva edición, los cuales se envían para su revisión y aprobación, a un comité conformado por representantes del Online Computer Library Center (OCLC), de la American Library Association (ALA) y de la Biblioteca del Congreso; asimismo incluye miembros que laboran en bibliotecas y escuelas de bibliotecología. Con respecto a su publicación, actualmente el OCLC está a cargo de las diferentes versiones en las que se presenta el SCDD. 11.- Uso en las bibliotecas El SCDD, al ser diseñado para la organización de colecciones que tratan sobre todos los temas, en cualquier tipo de biblioteca, independientemente de su idioma, en la actualidad es el sistema de mayor uso a nivel mundial, ya que a él recurren cerca de 200,000 bibliotecas en 135 países alrededor del mundo, y más de sesenta de estos países también lo utilizan para desarrollar sus bibliografías nacionales. Debido a esta demanda, el SCDD ha sido traducido a más de treinta idiomas, como el español, italiano, francés, griego, ruso, entre otros (Dewey Decimal Classification System, 2009). Nos vemos en la Unidad II… 16