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[2017] "Brevard Childs: Acercamiento canónico y cambio de rumbo"

2017, Teólogos influyentes del siglo XX

" …si ha de haber algún futuro para la teología bíblica, la necesidad más urgente para la próxima generación es la de establecer fuertes lazos entre las disciplinas de la Biblia y las de la teología ". Brevard Childs

Brevard Childs “…si ha de haber algún futuro para la teología bíblica, la necesidad más urgente para la próxima generación es la de establecer fuertes lazos entre las disciplinas de la Biblia y las de la teología”. 4 Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo Por Karl Günther Boskamp Ulloa E n medio de una gran crisis en las disciplinas de la teología bíblica, el destacado teólogo protestante Brevard Childs inició un cambio de rumbo en dicha área. Su propuesta de “acercamiento canónico” contribuyó al inicio de los nuevos y actuales enfoques tanto en la exégesis como en la teología bíblica. Su labor está entre las más destacadas de la segunda mitad del siglo xx. Introducción El campo de la teología es un vasto escenario, tan entrelazado y complejo que en ocasiones resulta difícil aislar a una igura destacada sin correr el riesgo de desmerecer el aporte de otros que contribuyeron en gran medida en su quehacer teológico. Aceptando el desafío y delimitándonos a un área especíica de la teología, como lo es la teología bíblica, el presente estudio se propone resumir los principales aportes del teólogo norteamericano Brevard Springs Childs. Dicho teólogo ha sido considerado como una de las principales iguras entre la erudición de la teología bíblica del siglo xx.1 El honor le cabe con mucho mérito, pues su pensamiento ha sido motivo de intensos debates y numerosos trabajos que perduran aún en la actualidad.2 1 Chen Xun, heological Exegesis in the Canonical Context. Brevard Springs Childs’s Methodology of Biblical heology, Studies in Biblical Literature 137 (New York, Washington, Bern, Frankfurt, Berlin, Brussels, Vienna, Oxford: Peter Lang, 2010), 1. 2 A modo de ejemplo cf. Roy A. Harrisville y Walter Sudberg, he Bible in Modern Culture. Baruch Spinoza to Brevard Childs, 2.a ed. (Grand Rapids, MI: Eermands, 2002), 304-328; G. Michael O’Neal, Interpreting Habakkuk as Scripture. An Application of the Canonical Approach of Brevard S. Childs, Studies in Biblical Literature, 9 (New York, NY: Peter, 2007); Christopher R. Seitz and Kent H. Richards, eds., he Bible as Christian Scripture. he Work of Brevard S. Childs, Biblical Scholarship in North America 25 (Atlanta, GA: Society of Biblical Literature, 2013). 62 | Teólogos inluyentes del siglo xx Su pensamiento ha sido tanto alabado como duramente criticado. Pero todo ello es evidencia del alto impacto que ha tenido su aporte dentro de los estudios bíblicos y teológicos. No es el propósito de este trabajo aportar algo nuevo sobre la comprensión del pensamiento de Brevard Childs. Ya hay varios trabajos a los cuales el lector podrá remitirse para lograr tal cometido.3 Con una meta más modesta, el presente trabajo se propone describir brevemente el aporte de Childs, como un sencillo aporte al contexto de la enseñanza teológica hispanohablante. Reseña biográica Iniciemos con unas líneas de corte biográico. Childs nació el 2 de septiembre de 1923, en Columbia, Carolina del Sur. Inició su formación académica luego de haber servido en el ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial (entre los años 1943 y 1945). En la Universidad de Michigan obtuvo un Bachelor of Arts y un Master of Arts, para luego alcanzar en 1950 un Bachelor of Divinity en el Seminario Teológico de Princeton. Concluyó su formación teológica en 1955, tras obtener el Doctorado en Teología de la Universidad de Basilea, que incluía un semestre en Heidelberg. Allí habría de estudiar teología del Antiguo Testamento y estudios orientales con Walter Baumgartner, Walter Eichrodt y Karl Barth. También en Basilea, mientras participaba en un seminario realizado por el teólogo suizo Karl Barth, conoció a Ann Taylor, con quien se casó en 1954. Su principal trayectoria docente fue desempeñada en Yale Divinity School desde 1958 hasta 1999. Entre 1963 y 1964 pasó su año sabático estudiando en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Finalmente, luego de una fructífera vida y labor, murió a los 83 años en New Haven el 23 de junio de 2007.4 3 Baste con reiterar las obras de Seitz y Richards, he Bible as Christian Scripture y la Xun, heological Exegesis in the Canonical Context. En esta última se provee una muy útil bibliografía que engloba los principales trabajos que se han escrito hasta el 2010 (pp. 278-291). Además, en las pp. 3-11 analiza los aportes de otros importantes trabajos previos. 4 Para más datos biográicos cf. los siguientes sitios web: http://www.yale.edu/divinity/news/ 070625_news_childs.shtml (acceso el 24 de abril de 2014); http://www.theosource.com/2008/06/ brevard-springs-childs-19232007.html (acceso el 24 de abril de 2014). 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 63 Tensión entre las disciplinas bíblica y teológica Para apreciar su aporte, resulta importante enmarcar a Childs en el contexto del estado de la disciplina de la teología bíblica en sus días. Resumiendo, grosso modo, la historia de dicha disciplina, se puede airmar que tras el impulso de la ilustración la “tarea teológica” devino en dos disciplinas claramente separadas: por un lado, la teología sistemática, y por el otro, la teología bíblica. A partir de la óptica de Johann Gabler, la primera fue considerada como una ilosofía cristiana, mientras que la segunda, una ciencia histórica puramente descriptiva.5 Esta distinción marcó el inicio de una problemática que aún perdura en nuestros días y que enfrenta a la “teología” con la “historia”. Como resultado de esta visión, la teología bíblica estuvo dominada principalmente por la religiogeschichte hasta comienzos del siglo xx. Desde este abordaje, “la exégesis se trasformó en la reconstrucción de la génesis de un texto”.6 Sin embargo, como bien hace notar Böhler, luego de la Primera Guerra Mundial la teología bíblica, “que había degenerado en historia no-teológica de la religión”, fue condenada por la teología dialéctica, y se le exige que sea una disciplina teológica.7 Esto ocurrió debido a que el método históricocrítico tenía serias diicultades para alcanzar el nivel teológico en sus conclusiones. A partir de allí, se produjeron numerosos intentos por sistematizar el material bíblico y convertirlo en teología bíblica normativa. Evidencia de ello es el auge de las “teologías del A. T.”8 y el “movimiento de teología bíblica” (Biblical heology Movement), asentado principalmente en Norteamérica en el contexto de la teología protestante.9 5 Johann Phillpp Gabler, “De justo discrimine theologiae biblicae et dogmaticae regundisque recte utriusque inibus [La adecuada distinción entre Teología Bíblica y Teología Dogmática y los objetivos especíicos de cada una]” (discurso inaugural, Universidad de Altdorf, 30 de marzo de 1787). Versión en español disponible en http://www.cjconroy.net/ott/gabler_sp05.pdf . 6 Dieter Böhler, “Der Kanon als hermeneutische Vorgabe bliblicher heologie. Über aktuelle Methodendiskussionen in der Bibelwissenschat”, heologie und Philosophie 77 (2002): 161-178. Traducción al español disponible en http://www.sankt-georgen.de/leseraum/boehler9.pdf. 7 Ibíd. 8 Obra emblemática será la del teólogo alemán Gerhard von Rad. Cf. en español Gerhard von Rad, Teología del Antiguo Testamento, vol. 1, Biblioteca de Estudios Bíblicos 11, ed. Luis Alonso Schökel (Salamanca, España: Sígueme, 1986); Teología Del Antiguo Testamento, vol. 2, Biblioteca de Estudios Bíblicos 12, ed. Luis Alonso Schökel (Salamanca, España: Sígueme, 1990). 9 Este movimiento se dio principalmente entre 1940 y 1960. Para mayores datos sobre el mismo, cf. G. F. Hasel, “Biblical heology Movement” en Elwell Evangelical Dictionary. Entrada disponible en 64 | Teólogos inluyentes del siglo xx A pesar de aquellos intentos, no se terminó con la sensación de fracaso y de descontento para con el método histórico-crítico, a la vez que el “movimiento de teología bíblica” se derrumbaba paulatinamente. De este modo, fue más decididamente en la década de los años setenta cuando numerosas voces comenzaron a cuestionar la metodología y las conclusiones ampliamente aceptadas del método histórico-crítico. Entre esas voces, hemos de incluir a Brevard Childs. Pero lo llamativo de su aporte es que su alternativa a dicho método no parte de un arrebato de fundamentalismo, o desde las nuevas perspectivas estructuralistas o sociológicas, sino que su propuesta es en esencia teológica El pensamiento de Brevad Childs: breve descripción La necesidad de unir las disciplinas de la Biblia y la teología Childs fue educado precisamente en el contexto del predominio del método histórico-crítico. Ello se evidencia en sus primeras tres monografías publicadas en la serie Studies in Biblical heology,10 en las cuales hace uso casi exclusivo de dicho método.11 No obstante, muy temprano en su desempeño profesional, dio indicios de su desconformidad con el mismo. Por ejemplo, en 1958 publicó el artículo “Jonah: A Study in Old Testament Hermeneutics”,12 en donde reconoció el valor del análisis crítico, pero al que consideró incapaz de proveer una adecuada interpretación del testimonio bíblico-teológico del libro de Jonás. Entonces sugirió que era necesaria la relexión teológica “con los ojos de la fe” para explicar la manifestación espiritual del mensaje del libro.13 Sumado a esto, en 1964 habría de publicar otro importante artículo titulado “Interpretation in Faith: he heological Responsability of an http://mb-sot.com/believe/txn/bibtheol.htm. 10 Brevard Childs, Myth and Reality in the Old Testament, SBT, 27 (Londres: SCM, 1960); Memory and Tradition in Israel, SBT, 37 (Londres: SCM, 1962); Isaiah and the Assyrian Crisis, SBT, 2/3 (Londres: SCM, 1967). 11 Aunque se percibe de algún modo ya el uso de relexión teológica. 12 Brevard Childs, “Jonah: A Study in Old Testament Hermeneutics”, Scottish Journal of heology 11, n.o 1 (1958): 53-61. 13 Mencionado en Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 20. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 65 OT Commentary”.14 Allí planteó que la fe debería ser considerada como la primera presuposición con la cual se puede regular la interpretación bíblica. Este trabajo es importante también porque pueden observarse en él, por primera vez, varias de las ideas que serán centrales en su pensamiento.15 Sin embargo, fue en 1970 con la publicación de su libro Biblical heology in Crisis,16 cuando Childs avanzó decididamente en su llamado a unir la Biblia con la teología. En esta obra, documentó el declive de la teología bíblica, a la vez que exigió la vuelta de la ciencia bíblica a la teología. A partir de allí, esta idea fue un énfasis primordial en el pensamiento de Childs. Él era consciente de que “un telón de hierro separaba la Biblia de la teología”.17 Dicho con sus propias palabras, “…si ha de haber algún futuro para la teología bíblica, la necesidad más urgente para la próxima generación es la de establecer fuertes lazos entre las disciplinas de la Biblia y las de la teología”.18 Este énfasis siempre estuvo alimentado por una intensa preocupación pastoral, debido a que la Biblia había sido “descanonizada” o relativizada para la vida de la iglesia.19 Para él, no debería haber una separación entre los elementos descriptivos y los elementos constructivos de la exégesis. En esta línea, declaró lo siguiente: El autor no comparte la postura hermenéutica de quienes piensan que la exégesis bíblica es un trabajo objetivo, descriptivo, controlado únicamente por la crítica cientíica, al que el teólogo cristiano sólo puede añadir, a lo sumo, unas pocas relexiones 14 Brevard S. Childs, “Interpretation in Faith: he heological Responsibility of an OT Commentary”, Interpretation 18 (1964): 432-449. 15 Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 27, sintentiza la importancia de este artículo a partir de tres nociones: “First, here Childs for the irst time seriously attacked the historical critical method in interpreting the OT. Second, he for the irst time demanded that the descriptive historical task of biblical exegesis be linked to theological exegesis. hird, many central points, such as the relationship between the two Testaments, interpreting the OT in the light of the NT as well as reading the NT in the light to the OT, and biblical interpretation in the Christological framework of the Christian faith, are mentioned for the irst time”. 16 Brevard S. Childs, Biblical heology in Crisis (Philadelphia, PA: Westminster, 1970). Esta fue su primera obra emblemática, y según Chen Xun marca el inicio de una segunda etapa en el pensamiento de Childs, la cual abarca las décadas de 1970 y 1980. Cf. Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 17-18. 17 Brevard S. Childs, Teología bíblica del Antiguo y del Nuevo Testamento. Relexión teológica sobre la Biblia cristiana (Salamanca, España: Sígueme, 2011), 10. 18 Childs, Teología bíblica del Antiguo y del Nuevo Testamento, 10. 19 Lee Martin McDonald, he Biblical Canon. Its Origin, Transmission, and Authority (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2007), 466. 66 | Teólogos inluyentes del siglo xx homiléticas con ines piadosos. En mi opinión, la separación rigurosa entre los elementos descriptivos y los elementos constructivos de la exégesis conmueve los cimientos de la tarea teológica de comprender la Biblia.20 De este modo, Childs intentó no solamente lidiar con el complejo asunto histórico del Antiguo Testamento, sino también descubrir la signiicancia teológica de los textos del Antiguo Testamento.21 De hecho, ha sido uno de los teólogos contemporáneos que más seriamente ha tomado la naturaleza teológica del Antiguo Testamento y de la teología bíblica.22 Acercamiento canónico Fue también en su libro Biblical heology in Crisis en el que Childs introdujo la propuesta de un “acercamiento canónico” (canonical approach) y puso el acento en la forma inal del texto aceptado como autoritativo por la comunidad de la fe. Esta idea será sin lugar a dudas lo más emblemático de su contribución. Ya en 1964 Norbert Lohink había planteado que el canon es la decisiva tarea hermenéutica de una teología bíblica.23 Pero fue gracias a Childs que se introdujo la consigna del acercamiento canónico, que además incluyó toda una fundamentación hermenéutica y metodológica. Este enfoque ha sido denominado por algunos como “crítica canónica” (canonical criticism), designación que Childs nunca aceptó, puesto que así se podría considerar un instrumento o un paso más de la metodología histórico-crítica. Precisamente, su postura representa una reacción al enfoque reduccionista impuesto por esta, o sea “una reacción frente a los resultados de los métodos histórico-críticos que llegan a veces a considerar que únicamente tiene valor lo que en un texto se detecta como más primitivo, o a proponer 20 Brevard S. Childs, El libro del Éxodo. Comentario crítico y teológico (Estella, Navarra: Verbo Divino, 2003), 39. 21 Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 2. 22 Ibíd. 23 Norbert Lohink, “Ubre die Irrtumlogiskeit und die Einheit der Schrit”, Stimmen der Zeit 174 (1964): 161-181. Traducción al español disponible en http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/ llib/vol4/14/014_lohink.pdf. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 67 un canon dentro del canon”.24 Es por ello que su enfoque es considerado también como uno de los métodos poscríticos.25 Ahora bien, esto no implica que Childs rechace por completo el método crítico; antes bien reconoce su utilidad para los estudios bíblicos, y de hecho lo emplea. En su opinión, lo descriptivo es el corazón de la tarea teológica. Incluso airmó que la principal crítica a la exégesis de Lutero, Calvino o incluso Karl Barth, es que ellos no ejecutaron la tarea descriptiva con suiciente precisión.26 De este modo, él maniiesta su rechazo por todas las prácticas que “destruyen la integridad de la forma canónica para obtener los estadios más antiguos, para concentrar después su trabajo sólo en ellos, descuidando la forma textual aceptada como normativa por la iglesia”.27 Si bien introdujo el desafío de un acercamiento canónico con Biblical heology in Crisis, habría que esperar todavía un par de años para comprender las bases de su propuesta, y por sobre todo, su puesta en práctica. En 1974, publicó para la colección he Old Testament Library un comentario al libro de Éxodo.28 Aquí comenzó a ensayar algunos elementos de su propuesta. Ya el título de su obra —he Book of Exodus: A Critical, heological Commentary— es bastante sugestivo. No se distanciará del enfoque crítico predominante en sus días, pero propondrá “interpretar el libro del Éxodo como Escritura canónica dentro de la disciplina teológica de la Iglesia cristiana”.29 Como parte del mismo incorporó algunos elementos innovadores, que demuestran su interés por unir varias disciplinas en el estudio de la Biblia. Para cada porción de texto, el comentario está organizado en siete secciones: (a) Traducción, notas textuales y ilológicas; (b) Historia de las fuentes, formas y tradiciones; (c) Contexto del Antiguo Testamento; 24 Gonzalo Aranda Pérez, “Acercamiento canónico e interpretación en la Iglesia”, Scripta heologica 27, n.° 1 (1995): 144. 25 Dale A. Brueggemann, “Brevard Childs’Canon Criticism: An example of Post-Critical Naiveté”, Journal of the Evangelical heological Society 32, n.o 3 (septiembre de 1989): 311-326. 26 Childs, “Interpretation in Faith”, 438-440. 27 Arthur Sanecki, “El ‘acercamiento canónico’ de B. S. Childs. Una propuesta de la interpretación bíblica en el contexto del diálogo ecuménico contemporáneo”, Diálogo Ecuménico xxxviii, n.° 122 (2003): 283. 28 Brevard S. Childs, he Book of Exodus: A Critical, heological Commentary (Philadelphia, PA: Westminster; London, Inglaterra: SCM, 1974). 29 Childs, El libro del Éxodo, 39. 68 | Teólogos inluyentes del siglo xx (d) Uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento; (e) Historia de la exégesis; y (f ) Relexión teológica. Lo novedoso se ve a partir de la tercera sección. Precisamente, para Childs el núcleo de su comentario estaba en la sección “Contexto del Antiguo Testamento”.30 Es aquí donde estudió con rigor el texto inal en su forma canónica, lo cual, en su opinión, ha sido el punto débil de muchos comentarios.31 Con la cuarta sección, recuperó un vínculo olvidado por los estudios bíblicos, a saber la relación entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En la quinta sección, intentó recobrar el valor de la tradición hermenéutica del texto; el cómo fue entendido luego de su formación. Por último, y puesto que considera al texto inal como autoritativo para la comunidad de fe, procedió a la relexión teológica, intentando ser coherente con el estudio crítico. De esa forma, integró en su comentario tanto la dimensión diacrónica como la sincrónica del texto. Fuera del Pentateuco, otra de las áreas en la que Childs incursionó decididamente para ejempliicar el tipo de lectura que proponía fue la literatura profética.32 En 1978, publicó un artículo titulado “he Canonical Shape of the Prophetic Literature”,33 en en el que ya anticipaba algunos de los puntos esenciales de su propuesta. Sin embargo, las bases de su abordaje serán asentadas en 1979 con su libro Introduction to the Old Testament as Scripture.34 En esta obra expuso más claramente la interpretación canónica que había propuesto en 1970. El impacto y las repercusiones de este trabajo fueron grandes. Baste tan solo mencionar que dos revistas importantes dedicaron todo un número especial para publicar algunas reacciones o reseñas al libro, al mismo tiempo que una respuesta de Childs a las mismas.35 En los años siguientes, habría de completar esta etapa de consolidación del acercamiento canónico con otros dos trabajos que 30 Childs, El libro del Éxodo, 40. 31 Ibíd. 32 Ignacio Carbajosa, De la fe nace la exégesis: la interpretación de la Escritura a la luz de la historia de la interpretación sobre el Antiguo Testamento, Estudios bíblicos 43 (Estella, Navarra: Verbo Divino, 2011), 120. 33 Brevard S. Childs, “he Canonical Shape of the Prophetic Literature”, Interpretation 32 (1978): 46-55. 34 Brevard S. Childs, Introduction to the Old Testament as Scripture (Philadelphia, PA: Portress Press, 1979). 35 Cf. Journal for the Study of the Old Testament 16 (1980) en donde participan con sus reacciones J. Barr, J. Blekinsopp, H. Cazelles, B. Kittel, G. M. Landes, R. E. Murphy y R. Smend. De igual modo, en Horizons in Biblical heology 2 (1980), en donde participan B. C. Birch, D. A. Knight, J. L. Mays, 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 69 sencillamente describen y amplían los puntos ya establecidos previamente en su obra de 1979. Dichos trabajos son los siguientes: New Testament as Canon: An Introduction (1984)36 y Old heology in a Canonical Context (1985).37 Otro hito en la evolución de su pensamiento fue la publicación de Biblical heology of the Old and New Testaments: heological Relection on the Christian Bible, en 1992. Esta obra es considerada por Xun como el magnum opus de la carrera de Childs.38 El corazón de esta obra es el capítulo 6,39 en el que Childs expone diez tópicos partiendo de un análisis bíblico (y canónico), para luego culminar en una relexión teológica. Es aquí donde demuestra cómo llegar de la exégesis bíblica a la teología normativa para la iglesia, a la luz de su propuesta. Finalmente, en dos de sus últimos libros, Childs completa su interés por la literatura profética con dos trabajos sobre el libro de Isaías: Isaiah: A Commentary (2001)40 y Struggle to Understand Isaiah as Christian Scripture (2004).41 Mientras que en el primero realiza un exhaustivo tratamiento exegético del libro de Isaías, en el segundo profundizará su análisis teológico del mismo, entendido como escrito cristiano, es decir, reairmando el valor y la importancia de este libro profético para la iglesia cristiana. Un punto importante del análisis exegético que Childs hace del libro de Isaías, es que se desprende del énfasis sobre la forma preliteraria del texto e intenta concentrarse sobre la proyección del texto inal. Al respecto, menciona lo siguiente: It is thus crucial that the interpretation not focus simply on the preliterary form of the text. To interpret this text as a historical vestige, moored in misguided hopes from Israel’s past, is to misunderstand the canonical forces at work in shaping the prophetic tradition into a corpus of scripture directed to Israel’s subsequent generations of faith.42 D. P. Polk y J. A. Sanders. También en Word & World 1, n.o 2 (1981): 105-115 se publica un simposio especial con las reacciones de Ralph W. Klein, Gary Stansell y Walter Brueggemann. 36 Brevard S. Childs, he New Testament as Canon: An Introduction (Philadelphia, PA: Fortress, 1984). 37 Brevard S. Childs, Old Testament heology in a Canonical Context (Philadelphia, PA: Fortress, 1985). 38 Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 13. 39 Así considerado por Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 13, entre otros. 40 Brevard Childs, Isaiah: A Commentary, OTL (Louisville, KY: Westminster John Knox, 2001). 41 Brevard Childs, he Struggle to Undertand Isaiah as Christian Scripture (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2004). 42 Childs, Isaiah: A Commentary, 80. 70 | Teólogos inluyentes del siglo xx Luego de esbozar brevemente el recorrido de Childs en el desarrollo de su propuesta, podemos resumir los puntos resaltantes de su acercamiento canónico, de la siguiente manera: 1. El canon es el contexto más idóneo para construir la teología bíblica. “La interpretación de la Biblia como escritura santa canónica es lo que, según Childs, hace que la ciencia bíblica sea teológica en lugar de simple historia de la religión”.43 El “canon” es también el lugar en el que los aspectos descriptivos y constructivos de la interpretación se combinan. Por esa razón, ve en el canon un contexto ideal para hacer la exégesis cristiana. 2. El canon incluye tanto al Antiguo Testamento como al Nuevo Testamento, y juntos “constituyen la Sagrada Escritura para la Iglesia Cristiana” y es el “cuerpo normativo de tradición”.44 En relación con el Antiguo Testamento, se opta por el canon hebreo, y por el texto masorético como el principal testimonio de dicho Testamento. 3. La Escritura debe ser interpretada en relación con su función dentro de la comunidad de fe que la atesora. 4. La Escritura debe ser vista como “un canal de vida para la iglesia continua, a través de la cual Dios instruye y amonesta a su pueblo”.45 De este modo, la tradición bíblica no es meramente ilustrativa, sino normativa para la vida de la iglesia. 5. El rol normativo debe ser asignado a la forma canónica inal del texto, y no a la forma o interpretación prehistórica o precanónica, ni a la poshistórica o poscanónica. 6. De esta manera, para Childs no solamente es importante el canon como tal, sino la forma inal y actual del texto. 7. La doctrina de la inspiración bíblica asume un papel importante. Uno de los principales factores de la ruptura del Movimiento de Teología Bíblica fue su fracaso total para llegar a la adherencia con la inspiración de la Escritura. La Biblia inspirada es aquella que la iglesia ha reconocido como regla de fe. 43 Böhler, “El canon como presupuesto hermenéutico de la Teología Bíblica”, 2. 44 Childs, Biblical heology in crisis, capítulo 6. 45 Ibíd., 100. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 71 8. El canon cumple una función de regla hermenéutica. 9. Sin proponer un tema especíico, para Childs el canon es el principio uniicador de toda la Biblia. Canon y comunidad En la comprensión que Childs posee sobre el “canon”, la iglesia juega un rol importante como receptora del canon, por lo cual la deine como el “contexto del canon”. La formación de las Escrituras se desarrolló en el interior de la comunidad de los creyentes, en el largo proceso de la experiencia de Dios, de la relectura de los textos y de la obediencia a la Palabra. Desde el momento en que la Biblia es vista como las Sagradas Escrituras de la iglesia, cobra relevancia el rol de la comunidad. Por esa razón, Sanecki explica: Son las necesidades de la comunidad de fe, las preguntas que los creyentes ponen al texto bíblico, las que deben encaminar la búsqueda de los exégetas. Esta preocupación pastoral, la búsqueda de la actualización del mensaje bíblico, que estaba presente en los motivos de la propuesta canónica desde los inicios, nos muestra ya su carácter comunitario.46 Esa es la razón por la cual Childs considera a la iglesia como el mejor contexto para la realización de la exégesis. Esta consideración implica también aceptar en la metodología los presupuestos de la fe de la iglesia. En resumen, para Childs la tarea teológica debe ser orientada a servir a la iglesia. El papel de la comunidad es subrayado también mediante su revalorización de la tradición exegética de la iglesia.47 Childs desea convencer a los exégetas sobre el valor de toda la historia de la interpretación exegética. En este punto, a opinión de Sanecki, Childs sigue las huellas de Karl Barth.48 Este peculiar interés se ve de maniiesto, por ejemplo, en su comentario al libro de Éxodo, especialmente en su apartado “historia de la exégesis”. 46 Sanecki, “El ‘acercamiento canónico’ de B. S. Childs”, 284. 47 Ibíd., 285. 48 Sanecki, “El ‘acercamiento canónico’ de B. S. Childs”, 284. 72 | Teólogos inluyentes del siglo xx Relación del Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento Otra idea importante en el pensamiento de Childs, y que deriva de lo antes mencionado, es que la Escritura cristiana está constituida tanto por el Antiguo Testamento como por el Nuevo Testamento. Esta aseveración es de suma importancia si la encuadramos en el contexto de una teología protestante en la cual el Antiguo Testamento se fue distanciando paulatinamente de la iglesia cristiana. Aunque el menosprecio o la subordinación del Antiguo Testamento dentro del cristianismo tienen antecedentes tan antiguos como el de Marción, existen también autores más cercanos e inluyentes que han favorecido el distanciamiento. Tal es el caso, por ejemplo, de Friedrich Schleiermacher o Rudolf Bultmann. Entre otros, ellos han condicionado, en cierta medida, la valoración que se tiene del Antiguo Testamento en la iglesia y en la disciplina teológica cristiana, y principalmente la protestante.49 Sin embargo, a la luz del acercamiento canónico, si la iglesia es el contexto del canon, y esta ha dado testimonio de la realidad trascendente sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, entonces se hace necesaria la relación entre ambos testamentos.50 Esta noción, aunque analizada aquí, constituye uno de los primeros rasgos de su pensamiento. Tan temprano como en 1958, Childs publicó un artículo titulado “Prophecy and Fulillment: A Study of Contemporary Hermeneutics”51 en el que se observa una clara inluencia de Wilhelm Vischer con respecto a la consideración de la relación entre los testamentos.52 De este modo, como bien hace notar Xun, Childs establece aquí un principio central: Cristo es la realidad uniicadora de los dos testamentos, y de esta manera la cristología se constituye como el corazón de los dos testamentos.53 49 Para un buen análisis de la problemática que ha planteado la relación entre los dos Testamentos, cf. David L. Baker, Two Testaments, One Bible. he theological relationship between the Old and New Testaments (Downers Grove, IL- Nottingham, Inglaterra: InterVarsity Press-Apollos, 2010). 50 Childs, Biblical heology in crisis, 113. 51 Brevard Childs, “Prophecy and Fulillment: A Study of Contemporary Hermeneutics”, Interpretation 12 (1958): 259-271. 52 Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 19. Para una breve síntesis del pensamiento de Vischer con respecto a la relación de los dos Testamentos véase Baker, Two Testaments, One Bible, 87-108. Aquí el autor también relaciona el pensamiento de Vischer con el de Childs. 53 Xun, heological Exegesis in the Canonical Context, 19. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 73 A partir de allí, la defensa de la relación inquebrantable entre el Antiguo y el Nuevo Testamento será una constante en todos sus escritos.54 Como bien señala Baker, en el contexto canónico de Childs, los dos testamentos no son idénticos, puesto que hablan de Cristo de formas diferentes; sin embargo, ni deben ser separados, ni uno subordinado al otro.55 Son pertinentes aquí las palabras del propio Childs: he Church has always confessed that the Old Testament is an integral part of the Christian Bible because of its witness to Jesus Christ. Of course, just how this confession has been understood has varied in the history of the church. Yet the newness of the New Testament in its witness to Jesus Christ is of a diferent order from that of the Old Testament. he gospel is neither simply an extension of the old covenant, nor is it to be interpreted merely as a commentary on the Jewish Scriptures, but it is an explosion of God’s good news. he theological paradox is that the radically new has already been testiied to by the Old (cf. Mk. 1:12; Heb. 1:1).56 Por esa razón, sostiene que la teología del Antiguo Testamento es una disciplina claramente cristiana, y con razón, ya que sin un Nuevo Testamento no tiene mucho sentido pensar en la Biblia hebrea como el Antiguo Testamento. Pero va más allá de este argumento, y sugiere que el Antiguo Testamento se encuentra en una especie de relación dialéctica con el Nuevo y la vida actual de la iglesia. Sin embargo, él advierte que la tarea de la teología del Antiguo Testamento no es cristianizar el Antiguo Testamento mediante la identiicación con el Nuevo Testamento, sino más bien escuchar su propio testimonio acerca del Dios que la iglesia adora. En este sentido, se puede decir que Childs concibe la relación de los Testamentos en una sola dirección: desde el Antiguo hacia el Nuevo, y no a la inversa.57 Sin embargo, en este vínculo, él no admite una 54 Cf. Childs, “Interpretation in Faith”, 432-449; “Psalm 8 in the Context of the Christian Canon”, Interpretation 23 (1969): 20-31; El libro del Éxodo, 40-41; Introduction to the Old Testament as Scripture, 659-671. 55 Baker, Two Testaments, One Bible, 100. 56 Brevard S. Childs, “he Canon in Recent Biblical Studies on an Era”, Ecclesia 14 (2005): 45. 57 Gerhard F. Hasel, “Recent Models of Biblical heology: hree Major Perspectives”, Andrews University Studies 33, n.o 1-2 (1995): 64. 74 | Teólogos inluyentes del siglo xx línea directa de conexión de promesa-cumplimiento.58 Hasel sintetiza bien este aspecto del siguiente modo: Evidently Childs does not support or recognize messianic promise/prediction as proof of prophecy fulilled in Jesus Christ. Jesus is the Christ only “from the perspective of faith” and from the view that the OT is “a witness to the Christian faith”. In his view the faith event comes irst, and then the OT is read from the perspective of that faith event.59 Énfasis cristológico Como un último elemento para destacar de su pensamiento, es preciso aludir al fuerte énfasis cristológico. Siendo que Cristo es la realidad uniicadora de los dos testamentos, la cristología es el corazón de la Biblia. Childs fue crítico de cualquier postura teológica en la cual la eclesiología tome precedencia por sobre la cristología. En su opinión, “the challenge of Biblical heology is to engage in the continual activity of theological relection which studies the canonical text in detailed exegesis, and seeks to do justice to the witness of both testaments in the light of its subject matter who is Jesus Christ”.60 Críticas a su enfoque Las principales críticas a su propuesta están relacionadas con la metodología.61 Por un lado, era de esperar que su tendencia a subordinar la historia a la teología generara reacciones. Pero efectivamente, en su exposición no se atiende a la historia del texto en su proceso de formación y canonización. Bien describe Gonzalo Aranda Pérez la principal crítica que se le ha realizado, diciendo que …en la producción literaria de este autor se observa la falta de atención a la historia de la formación del texto, y, en consecuencia, el texto queda privado de su proyección 58 Gerhard F. Hasel, “Recent Models of Biblical heology: hree Major Perspectives”, 65. 59 Ibíd. 60 Childs, Biblical heology of the Old and New Testaments, 23. 61 Cf. por ejemplo Ralph W. Klein, “he Childs Proposal: A Symposium”, Word & World 1, n.o 2 (1981): 108. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 75 histórica, de modo que a la postre se le deja sin el fundamento del que ha de partir toda actualización.62 Esta atención reducida a la historia del texto produce en el pensamiento de Childs una ambigüedad en el concepto de canon. Varios eruditos han cuestionado dicha ambigüedad, entre quienes resalta James Barr,63 a quien se puede considerar como uno de los más enérgicos críticos del acercamiento canónico de Childs. Sobre este punto, Barr señala: Canon in this book is vaguely and unanalytically treated. Sometimes it is the canon in the sense of the boundary of scripture; sometimes it is the inal form of a book, as contrasted with earlier sources. Sometimes it is the abstract, canon without deinite article: Childs seems not to notice that the logical behaviour of the term alters when the article is removed. Sometimes canon is more a context than a set of books or a form of words; and this suggests that it may be something in the eye of the beholder rather than a real thing out there in the world.64 Resumiendo el problema, el concepto de canon posee un amplio signiicado, puede aludir tanto a la colección ija de la literatura bíblica, como al proceso dinámico de la formación de las Escrituras (proceso canónico). Por esa razón, Brueggemann, al diferenciar entre “forma del canon” y “proceso del canon”, señala que mientras Sanders ha trabajado detenidamente en relación con este último, Childs se enfoca en el primero, entendiéndolo como algo estático más que dinámico.65 Por su parte, Böhler también se suma a este punto indicando que Childs usa la palabra canon en (al menos) dos sentidos: como lista de los libros de la Sagrada Escritura y como regla, norma. Ambos sentidos no se encuentran suicientemente relacionados entre sí. De ahí que la consigna canonical approach marque, de alguna manera la dirección correcta, pero sin que se sepa qué pasos hay que dar en esta aproximación.66 62 Aranda Pérez, “Acercamiento canónico e interpretación en la Iglesia”, 144. 63 Cf. James Barr, “Childs Introduction to the Old Testament as scripture”, Journal for the Study of the Old Testamet 16, n.o 1 (1980): 12. 64 Barr, “Childs Introduction to the Old Testament as scripture”, 12. 65 Walter Brueggemann, “he Childs Proposal: A Symposium”, Word & World 1, n.o 2 (1981): 112. 66 Böhler, “El canon como presupuesto hermenéutico de la Teología Bíblica”, 3. 76 | Teólogos inluyentes del siglo xx Otro punto importante que ha cuestionado Barr es el de hasta qué punto la forma canónica del texto debería ser considerada como normativa. Él airma que la forma posterior de un texto no es necesariamente superior a las formas anteriores, y que esta pudo ser deteriorada en el transcurso del tiempo.67 Como ya se mencionó, Childs es considerado como uno de los principales detractores del método histórico-crítico, lo que le ha valido ser identiicado con algún tipo de “biblicismo” propio, o de una actitud más cercana a la opinión conservadora.68 Sin embargo, como ya se ha mencionado, él insiste en la reconstrucción de los textos bíblicos por medio de “submétodos” de la crítica histórica, a la vez que no se libera de las conclusiones a las que llegó la implementación del método histórico-crítico. Por ejemplo, sigue trabajando sobre la base de la hipótesis documentaria en el Pentateuco. No obstante, y yendo más profundo aún, aunque rechaza al método no se desprende de las presuposiciones subyacentes al mismo.69 De este modo, dicho método es al mismo tiempo alabado y condenado por Childs,70 por lo que su argumentación se basa en apenas un desprendimiento parcial. No es de extrañar que este abordaje, en parte ecléctico, termine por condicionar algunas de sus conclusiones. Al respecto, Hasel señaló que la mayoría de los pasajes tradicionalmente mesiánicos del Antiguo Testamento son entendidos como formas no-mesiánicas a partir de la reconstrucción que hace Childs.71 Por su parte, Hasel también advierte que la propuesta de Childs parece sumergirse en el modelo neortodoxo de la teología moderna, tanto en sus puntos de vista sobre la revelación como en su comprensión de la Escritura.72 67 Citado en Baker, Two Testaments, One Bible, 104-105. 68 Opiniones de Sanders y Barr respetivamente. Citados en Harrisville y Sundberg, he Bible in Modern Culture, 313. 69 Para el tema de las presuposiciones del método histórico-crítico, cf. Gerhard F. Hasel, La interpretación de la Biblia (Buenos Aires, Argentina: Ediciones SALT, 1986), 44-108; Raúl Kerbs, “La crítica del Pentateuco y sus presuposiciones ilosóicas”, en Inicios, paradigmas y fundamentos: estudios teológicos en el pentateuco. Serie Monográica de Estudios Bíblicos y Teológicos, ed. Gerald A. Klingbeil (Libertador San Martín, Entre Ríos: Editorial Universidad Adventista del Plata, 2005), 3-43; “El método histórico-crítico en Teología: En busca de su estructura básica y de las interpretaciones ilosóicas subyacentes (Parte I)”, DavarLogos 1, n.o 2 (2002): 105-123; “El método histórico-crítico en Teología: En busca de su estructura básica y de las interpretaciones ilosóicas subyacentes (Parte II)”, DavarLogos 2, n.o 1 (2003): 1-27. 70 Gary Stansell, “he Childs Proposal: A Symposium”, Word & World 1, n.o 2 (1981): 109. 71 Hasel, “Recent Models of Biblical heology: hree Major Perspectives”, 66. 72 Ibíd. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 77 En tal caso, el punto de partida de su teología bíblica podría ser encontrado en la teología sistemática y no en el texto canónico de las Escrituras, el cual ha enfatizado con tanta atención.73 También es importante señalar que el rol que Childs asigna a la comunidad de fe, parece sugerir que esta funciona como la legitimadora teológica de la Escritura. En cierta medida, esto fue precisamente lo que rechazó la Reforma protestante. Desde nuestra opinión, una teología bíblica coniable debería fundamentarse en el principio de sola Scriptura. Apreciaciones inales El alto impacto que tuvo la propuesta de Brevard Childs hace de él uno de los teólogos destacados de la segunda mitad del siglo xx. Su pensamiento, junto al de otros, ayudó a crear el marco ideal para el desarrollo de los métodos sincrónicos de estudio de la Biblia, que también alegan por la forma inal del texto como el marco para los estudios exegéticos. El hecho de no enfatizar un testamento en detrimento del otro y el hecho de considerar a ambos como parte de las Escrituras cristianas también ayudó al desarrollo de los estudios de intertextualidad entre los mismos. Todos estos son aspectos valiosos que han logrado en la actualidad un alto grado de especiicidad, pero que aún no han logrado disipar la desazón en la que se encuentran los estudios bíblicos en este ya iniciado nuevo milenio. La razón para ello puede encontrarse en que aún las tareas bíblica y teológica continúan mirándose esquivamente. Entre las preocupaciones de Childs, hay una que parece loable, y es aquella que busca traer de nuevo la disciplina bíblica al campo de la fe. En palabras de Harrisville y Sundberg, “Childs has argued that the inal task of exegesis is to seek to hear the Word of God; that since the divine reality to which the Bible witnesses is not conined to the historical past, historical tools are inadequate to exhaust the material”.74 En gran medida, la disciplina histórica, devenida en historia cientíica, se trasformó en una disciplina como mucho agnóstica, incapaz de lidiar con la realidad de un Dios viviente en el eje de una historia de salvación. La exégesis 73 Ibíd. 74 Harrisville y Sundberg, he Bible in Modern Culture, 321. 78 | Teólogos inluyentes del siglo xx no puede ignorar el propósito que Dios ha otorgado a la Escritura, partiendo del propio testimonio que esta aporta. Por su parte, los prometedores estudios literarios, también convertidos en una disciplina cientíica, no pueden sacar a Dios del papel de historieta que le han asignado. En toda su propuesta, Childs ha subordinado lo histórico a lo teológico. Sin embargo, cabe formular la pregunta de qué entendemos por “teológico”. Si en respuesta a ello hemos de identiicar “teología” con la disciplina que se ha desarrollado dentro de la iglesia cristiana y al conjunto de sus conclusiones, nos sorprendería saber cuán poco tiene de bíblica dicha teología.75 Desde luego que el tema no es subordinar a ciegas la historia al dogma. Pero si por “teología” entendemos a aquella perspectiva que nace de la fe,76 y que procura ver y conocer a Dios a través del testimonio escrito que él mismo ha dejado (por lo cual ha de ser bíblica), descubriremos a un Dios que actúa en la historia. Esto nos lleva a replantear también el concepto de historia, usualmente considerado como un círculo cerrado de causa-efecto en el cual Dios queda excluido. En deinitiva, queda todavía abierto el debate, y será tarea de la disciplina bíblica hermanada con la labor teológica, las que lleven nuestra comprensión de Dios y de su accionar, lo más cerca posible de aquello que ha tenido a bien revelarnos (Dt 29,29). Sus escritos Libros Myth and Reality in the Old Testament. SBT 27. Londres: SCM, 1960. Memory and Tradition in Israel. SBT 37. Londres: SCM, 1962. Isaiah and the Assyrian Crisis. SBT 2/3. Londres:SCM, 1967. Biblical heology in Crisis. Philadelphia: Westminster, 1970. he Book of Exodus: A Critical, heological Commentary. OTL. Philadelphia: Westminster, 1974. Traducido al español por Enrique Sanz Giménez-Ri75 Cf. al respecto la interesante obra de Raúl Kerbs, El problema de la identidad bíblica del cristianismo. Las presuposiciones ilosóicas de la teología cristiana: desde los presocráticos al protestantismo (Libertador San Martín, Entre Ríos: Universidad Adventista del Plata, 2014). 76 En este sentido, coincido con Carbajosa en considerar a la fe como un presupuesto indispensable para todo acercamiento a la Biblia. Cf. Carbajosa, De la fe nace la exégesis, 146-172. 4 · Brevard Childs: acercamiento canónico y cambio de rumbo | 79 co, con un prólogo de José Luis Sicre, como El Libro del Éxodo. Comentario crítico y teológico. Estella, Navarra: Verbo Divino, 2003. Old Testament Books for Pastor and Teacher. Philadelphia: Fortress, 1977. Introduction to the Old Testament as Scripture. Philadelphia: Fortress, 1979. he New Testament as Canon: An Introduction. Philadelphia: Fortress, 1984. Old Testament heology in a Canonical Context. Philadelphia: Fortress, 1985. Biblical heology of the Old and New Testaments: heological Relection on the Christian Bible. Minneapolis: Fortress, 1992. Isaiah: A Commentary. OTL. Louisville: Westminster John Knox, 2001. Biblical heology: A Proposal. Minneapolis: Fortress, 2002. he Struggle to Undertand Isaiah as Christian Scripture. Grand Rapids: Eerdmans, 2004. Reseñas, artículos y monografías “Prophecy and Fulillment: A Study of Contemporary Hermeneutics”. Interpretation 12 (1958): 259-271. “Jonah: A Study in Old Testament Hermeneutics”. Scottish Journal of heology 11, n.° 1 (1958): 53-61. “A Christian heology of the Old Testament”. Interpretation 14, n.° 2 (1960): 202-2004. “A Study of the Formula, ‘Until his Day’”. Journal of Biblical Literature 82 (1963): 279-292. “Interpretation in Faith: he heological Responsibility of an Old Testament Commentary”. Interpretation 18 (1964): 432-449. “he Birth of Moses”. 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