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2012. Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas

Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas1 (Linguistic analysis of Basque onomatopoeia) Ibarretxe Antuñano, Iraide Univ. de Zaragoza. Dpto. de Lingüística General e Hispánica. Fac. de Filosofía y Letras. Pedro Cerbuna, 12. 50009 Zaragoza iraide@unizar.es Recep.: 2010.02.02 BIBLID [ISSN: 1137-4454, eISSN: 2255-1050 (2012), 27; 129-177] Acep.: 2012.12.28 Este trabajo presenta un estudio lingüístico de las onomatopeyas del euskara. Tras una breve introducción sobre el lugar que ocupan estos elementos en la lingüística general y en la lingüística vasca, el artículo se centra en la descripción detallada de las características fonético-fonológicas, morfo-sintácticas y semántico-pragmáticas de las onomatopeyas. Finalmente, se reflexionará brevemente sobre las posibles aplicaciones del estudio a áreas de la enseñanza y la traducción, y sobre las implicaciones tipológicas. Palabras Clave: Onomatopeya. Tipología. Euskara. Lan honetan, euskararen onomatopeiei buruzko hizkuntza-ikerketa bat aurkezten da. Elementu horiek hizkuntzalaritza orokorrean eta euskal hizkuntzalaritzan betetzen duten eginkizunaren inguruko sarrera egin ostean, artikuluak onomatopeien ezaugarri fonetiko-fonologiko, morfosintaktiko eta semantiko-pragmatikoen azalpen zehatza egiten du. Azkenik, gogoeta laburra egiten da ikerlanak irakaskuntzan eta itzulpengintzan izan lezakeen aplikazioari buruz eta inplikazio tipologikoei buruz. Giltza-Hitzak: Onomatopeia. Tipologia. Euskara. Ce travail présente une étude linguistique des onomatopées de l’euskara. Après une brève introduction sur la place qu’occupent ces éléments dans la linguistique générale et dans la linguistique basque, l’article se concentre sur la description détaillée des caractéristiques phonético-phonologiques, morphogènes-syntactiques et sémantico-pragmatiques des onomatopées. On réfléchira finalement sur les implications typologiques. Mots-Clés : Onomatopée. Typologie. Euskara. 1. Este trabajo ha contado con una ayuda a la investigación del año 2008 de Eusko Ikaskuntza. La revisión de este trabajo se ha llevado a cabo dentro del proyecto MovEs (FF12010-14903) Oihenart. 27, 2012, 129-177 129 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 1. INTRODUCCIÓN: ONOMATOPEYAS EN LA LINGÜÍSTICA GENERAL Y VASCA Si buscamos la palabra onomatopeya en un diccionario general nos encontraremos con una deinición muy parecida a las siguientes: • “Imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para signiicarlo” (DRAE) • “Vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada” (Enciclopedia Auñamendi) Fijándonos en este tipo de deiniciones, los primeros ejemplos que se nos ocurren serían los ruidos que hacen los animales, como el guau guau del perro o el croac de la rana, los sonidos de algunos objetos como el ring del teléfono o el ding dong del timbre de la puerta, o las expresiones tan comunes en los cómics como el pam de un golpe, el bum de una explosión o el buaa de un llanto. Ciertamente, este tipo de palabras son onomatopeyas porque ‘imitan’ los sonidos de estos elementos, es decir, los sonidos que utilizamos para representarlos los escogemos de una manera motivada, ya que nos parece que son los que mejor representan a estos ruidos, y tal y como decía Saussure (1916), varían de lengua en lengua, ya que los inventarios fonológicos son diferentes en cada idioma, y los hablantes tendemos a imitar estos sonidos utilizando los sonidos que conocemos. Prueba de ello son las diferentes colecciones de onomatopeyas para los sonidos de los animales, tanto para designarlos como para representar el sonido que hacen, que se pueden obtener hoy en día de diferentes fuentes, desde estudios lingüísticos (véase Hays 1994 sobre los sonidos de la rana en Nueva Guinea), pasando por diccionarios como el DRAE, hasta en páginas web de Internet (véase p. ej. http://www.eleceng.adelaide.edu.au/ Personal/dabbott/animal.html). Estas colecciones describen los sonidos de los diversos animales en diferentes lenguas, y suele ser curioso darse cuenta de que el mismo animal ‘habla’ de diferente forma en cada una de estas lenguas. El caso quizás más conocido o el que se suele siempre citar para ejempliicar esta disparidad es el del canto del gallo, que según la lengua puede hacer kikirikí, kokoriko o incluso el complicado cock-a-doodledoo. En (1) se recogen algunos de los cantos del gallo en diversas lenguas: (1) Cantos del gallo en diversas lenguas Akan kokrokoo, alemán kikeriki, afrikáans koekelekoe, chino gou gou, cantonés gok4-gok1-gok3-gok6, coreano kko kko dek, dagaare konkoliirikoo, danés kykyllky, español quiquiriquí / kikirikí, estonio kikerikii, euskara kukurruku, inlandés kukkoklekuu, francés cocorico, griego kikeriki, hebreo coo-koo-ri-co, hindi kukuaruku, holandés kukeleku, húngaro kukuriku, inglés cock-a-doodle-doo, italiano chicchirichì, japonés ko-ke-kok-ko-o, lingala kokolikó, marati kukručku, portugués cucurucu, rumano cucurigo, ruso kukareku, sueco kuckeliku, tailandés ake-e-ake-ake, turco kuk-kurri-kuuu, urdu kukiooku… 130 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Si tenemos en cuenta esta deinición y estos ejemplos, sería bastante sensato estar de acuerdo con autores como Saussure ([1916] 1989: 10607) que decía sobre estas palabras: […] no son nunca elementos orgánicos de un sistema lingüístico […] no solamente son poco numerosas, sino que su elección es ya en cierta medida arbitraria, porque no son más que la imitación aproximativa y ya semiconvencional de ciertos ruidos. […] Son de importancia secundaria, y su origen simbólico es en parte controvertible. O con lingüistas más actuales como Newmeyer que las sigue describiendo con un fenómeno anecdótico: “the number of pictorial, imitative, or onomatopoeic nonderived words in any language is vanishingly small” (1993: 758). En otras palabras, según estos autores las onomatopeyas son casos marginales de las lenguas y apenas se utilizan diariamente salvo en contextos muy marcados. El problema con este tipo de opiniones, además de la posible inluencia que puedan ejercer en los estudios lingüísticos, es que solamente se ijan en lenguas como el inglés, el francés o el español, que ‘teóricamente’ no tienen muchas onomatopeyas en sus inventarios léxicos, pero no tienen en cuenta otras lenguas, menos conocidas, menos estudiadas o quizás con menos repercusión en los estudios tradicionales de lingüística. Si tuvieran en cuenta lenguas asiáticas como el japonés, lenguas africanas como el suto o lenguas americanas como el quechua de Pastaza tendrían que reformular estas opiniones porque este tipo de palabras no solamente las utilizan en el habla infantil o para imitar a los animales, sino para representar conceptos tan comunes a la vez que importantes como maza-maza ‘darse cuenta claramente’, pun-pun ‘oler fuerte’ en japonés (Kakehi, Tamori y Schourup 1996), shokotjho ‘denegar’, Jekethe ‘tener sabor salado’ en suto (Kunene 1978) o dzing ‘intuir o ser consciente repentinamente’, polo ‘atravesar’ en el quechua de Pastaza (Nuckolls 1996). Lo que es más, si se ijaran aún más en algunas de las palabras de estas lenguas más conocidas se darían cuenta de que en la práctica, las onomatopeyas o palabras derivadas de las onomatopeyas están presentes de manera constante en inglés, francés o español. Solamente hay que tomar como ejemplo casos como susurrar, sisear, bambolear o borbotar. Quizás como dicen Hinton, Ohala y Nichols (1994), la cuestión no es si existen o no onomatopeyas, sino el hecho de que algunas lenguas tienen mayor o menor número de estos elementos en sus lexicones. Si bien es cierto que opiniones como la de Saussure han podido inluenciar y marcar el devenir del estudio de estos elementos, hay que tener en cuenta también otros factores fundamentales que intervienen decisivamente en la marginalidad de las onomatopeyas. Podemos mencionar, por ejemplo, las peculiares características lingüísticas (veáse sección 2), la diversidad de ‘etiquetas’ con las que se les ha denominado2 (Childs 1994, Dingemanse 2. Algunas de las más conocidas son, además de onomatopeya, expresiones miméticas … (japonés), ideófonos (lenguas africanas) o simbolismo fónico (Hinton et al. 1994). Oihenart. 27, 2012, 129-177 131 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 2012, Jendraschek 2002, Samarin 1970, 1971, Tedlock 1999), la diicultad para su traducción (Difloth 1972, Mphande 1992, Mphande y Rice 1994, Noss 1989), la preferencia de uso en los registros orales que muchas veces no forman parte o están poco representados en los corpus lingüísticos (Voeltz and Kilian-Hatz 2001: 2), y un uso con una marcada carga sociolingüística (Childs 1996, 1997, 1998, 2001), entre otros. 1.1. El estudio de las onomatopeyas en euskara: antecedentes Como hemos visto en la sección anterior, el estudio de las onomatopeyas en general se enfrenta a varios problemas no solamente por parte de los propios lingüistas, sino también debidos a su naturaleza esquiva. En el caso especíico del euskara y de los estudios sobre este tipo de palabras, pensamos que todos son importantes para explicar el trato que han recibido estos elementos a lo largo de la historia de la lingüística vasca. Al igual que sucede en otras lenguas con inventarios ricos en onomatopeyas (Fortune 1962), las referencias a este tipo de elementos en las descripciones gramaticales del euskara son pocas. A pesar de ser un área especialmente notoria en la lengua vasca, ya Schuchardt (1925: 18) decía que “das Baskische ist sehr reich an deutlichen Schallworten”, y que la mayoría de los autores que mencionaremos más abajo dan un valor fundamental a estas palabras como rasgo del primitivismo de la lengua, hay hasta la fecha muy pocos estudios lingüísticos que traten a estos elementos no como algo anecdótico sino como una característica fundamental y diferenciadora del euskara. Como diría Trask (1997: 259) en su libro sobre la historia del euskara, “[it] is a topic which has so far received nothing like the attention it deserves”. En esta sección vamos a repasar brevemente algunos de los trabajos en los que se han mencionado las onomatopeyas vascas. El objetivo es poder contar, aunque sea de forma breve, con una bibliografía vasca básica de estas palabras. Los trabajos más relevantes son los siguientes: • Azkue (1923-25) Morfología vasca Además de las onomatopeyas recogidas en su diccionario (1905-1906 [1984]), en Azkue (1949) y en su obra Euskalerriaren Yakintza (1934 [1989], véase sobre lenguaje infantil tomo III, 357-361), Azkue incluye un pequeño capítulo sobre estas palabras en la Morfología Vasca (1923-1925: 401-405). Los llama ‘compuestos onomatopéyicos’ y, además de considerarlos muy numerosos en la lengua vasca, los divide en dos tipos: los de primera especie introducen una m- en el segundo elemento de la reduplicación pero sin cambio vocálico, y los de segunda especie que introducen un cambio vocálico i-a. … Hoy en día el término onomatopeya se reserva para las imitaciones directas de los sonidos (guau guau) y el de simbolismo fónico para los fonestemas (véase sección 2.1.3), mientras que la etiqueta de ideófono se utiliza para englobar todos estos casos. En este trabajo vamos a utilizar el término onomatopeya siguiendo la tradición vasca. 132 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas • Zamarripa (1914 [1987]) Manual del vascóilo Zamarripa recoge en esta obra uno de los primeros listados que aparecen de las onomatopeyas vizcaínas, unas 140, muchas de las cuales según el propio autor las encuentra en el diccionario de Azkue. Cada onomatopeya cuenta con una breve explicación de su signiicado, en algunos casos muy interesante ya que distingue entre onomatopeyas casi sinónimas; por ejemplo, dice “se distinguen laprast e irrist, en que laprast es de un resbalón corto y con ruido bastante perceptible, e irrist, en cambio, es de resbalón más largo y con ruido casi imperceptible” (pág. 189). • F. Diego J. de Alzo (1961) Estudio sobre el euskera hablado Al igual que sus coetáneos, las considera elementos característicos del primitivismo del euskara. Tras dar una breve descripción de alguna de sus características, ofrece una lista con 107 entradas de distintas onomatopeyas y variaciones de las mismas con su signiicado. Es interesante destacar las últimas palabras que recoge este autor y que reproducimos a continuación: Las voces onomatopéyicas dan al euskara una nota de primitivismo, de gracia y de candor. Sería lástima que por la falta de uso ya en el lenguaje hablado, ya en el escrito se fuera perdiendo este tesoro onomatopéyico. (1961: 257) • Lecuona (1964) Literatura oral vasca Las considera como elementos fundamentales y constitutivos de la poesía decorativa, ya que hace un uso muy frecuente de estos elementos. Además Lecuona también ofrece una pequeña caracterización y deine a este tipo de palabras. En sus propias palabras: […] imita a los sonidos de la naturaleza. […] están formadas, en efecto, de sílabas que quieren remedar o traducir o interpretar de algún modo los sonidos de las cosas. […] es por demás notable para nuestro caso, su gran fuerza de expresión. […] es un gran elemento de estilización. […] La estilización reduce a la mínima expresión el número de los rasgos escogidos del asunto, compensando el número con la calidad, con el vigor expresivo de los mismos. […] Las voces onomatopéyicas, si se comparan con las palabras que integran una descripción literaria al uso, son también verdaderos rasgos sueltos, pero de tal vigor dinámico, que, como ya lo dijimos antes, cada una de ellas es capaz de darnos una impresión de los objetos mucho más verdadera que la mejor descripción realista de los mismos. (págs. 134-137) Es decir, que son elementos expresivos fundamentales porque dan viveza al texto en el que se encuentran. Además de estas características, Lecuona también observa que la propia lengua vasca, o “el genio del Euskera” como él lo llama, ofrece al hablante la posibilidad de crear nuevas y diversas onomatopeyas para el habla de cada día, aunque se conservan más en el habla infantil (véase Aurkenerena et al. 1999) y en el rural (véase Lecuona 1921), ya que constituyen un rasgo fundamental del primitivismo del euskara. Oihenart. 27, 2012, 129-177 133 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 134 • García de Diego (1968) Diccionario de voces naturales Esta es quizás una de las pocas obras dedicadas al estudio sistemático de las onomatopeyas en general en el ámbito hispánico (véase también Alvar (1998), Morris y Bernstein (2001), Casas (2009)). A pesar de que no es un estudio exclusivo de las onomatopeyas vascas, incluimos aquí esta obra porque García de Diego incluye en su diccionario de voces naturales de diferentes lenguas, muchas entradas y datos del euskara, especialmente tomadas de la obra de Azkue. Lo interesante de esta obra es que, a través del minucioso trabajo de recopilación de este autor, vemos desde una perspectiva interlingüística, que muchas de las onomatopeyas propias del euskara tienen elementos cognados en otras lenguas del ilo indoeuropeo. Además del diccionario, García de Diego incluye varios capítulos de corte ensayista sobre el lenguaje natural, la etimología patrimonial y la natural, el origen del lenguaje y la onomatopeya, entre otros. • Orpustan (1997) Basque et français. Méthode abrégée de traduction Navarro-labourdin classique Este es un libro que está dirigido a ayudar a los traductores de francés a euskara, y como tal, y desde esa perspectiva, se incluye un capítulo especíico a las onomatopeyas, interjecciones y locuciones. A pesar de ser pocas las páginas que se dedican especíicamente a las onomatopeyas, es importante destacar algunos aspectos. Orpustan, además de dar una brevísima pero sucinta descripción de algunas de las características lingüísticas, incluye una lista de las onomatopeyas más comunes organizadas según su campo nocional: ruidos de la naturaleza y los objetos, sonidos de animales, sonidos humanos y otros. • Trask (1997) The History of Basque Es posiblemente la primera vez que se hace hincapié en la importancia de estas palabras desde un punto de vista lingüístico. Trask, en la descripción que sobre el léxico recoge en su libro The History of Basque, hace un pequeño repaso de algunas de las características lingüísticas más signiicativas de estas palabras: rasgos fonológicos inusuales, compuestos de tres o cuatro sílabas y reduplicados. También incide en el hecho de que son muy diferentes dialectalmente tanto en su formación como en la preferencia de uso. Desde el punto de vista semántico, incide en que estas palabras sirven para lexicalizar diferentes y numerosos signiicados, y inalmente incluye una clasiicación semántica de las áreas que cubren estas palabras con ejemplos: criaturas pequeñas, tipos de actividades, tiempo, instrumentos, características físicas y términos sexuales. • Coyos (2000) Les onomatopées rédupliquées en basque souletin En este excelente y completo trabajo publicado en Lapurdum, Coyos recoge una lista de 280 entradas onomatopéyicas reduplicadas Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas suletinas. Además de dar una descripción sobre algunas de las características lingüísticas de estas palabras, ofrece una deinición de su signiicado y, lo más interesante, utiliza a informantes suletinos para saber el uso y el conocimiento de estas onomatopeyas; sobre este punto concluye: Il faut observer que toutes les onomatopées rédupliquées données ne sont pas admises par tous les informateurs; certaines leur sont inconnues. Pour d’autres, ils les ont entendues mais ne les utilisent pas. (pág. 14) También señala que la elección y la forma (características formales) de las onomatopeyas dependen realmente, no solo de la variedad dialectal—de hecho, la mayoría de los elementos de su listado pueden considerarse aceptables en cualquier variedad del euskara—sino del propio hablante, lo que Coyos denomina la liberté du locuteur, ya que a pesar de hablar una misma variedad son los propios informantes los que deciden de entre todas las posibilidades formales (reduplicaciones, palatalizaciones, alternancias vocálicas-consonánticas) qué variación preieren. Al inal del artículo, incluye, entre otras, una sección sobre algunos posibles fonestemas del euskara que describiremos en más detalle en la sección 2. • Ibarretxe-Antuñano (2006a) Hizkuntzaren bihotzean: euskal onomatopeien hiztegia Se puede decir que este es el primer diccionario comprehensivo de las onomatopeyas vascas, ya que recoge todas las que se citan en los principales diccionarios vascos (OEH, Azkue, Retana, entre otros). El diccionario consta de dos partes: una introducción teórica sobre estas palabras y un léxico compuesto de más de 4500 elementos, con su traducción al español y al inglés, además de ejemplos y dibujos ilustrativos (véase Ibarretxe-Antuñano 2006c para una descripción). • Ibarretxe-Antuñano (2006b) Sound symbolism and Motion in Basque En este libro se estudian exclusivamente las onomatopeyas que sirven para describir el movimiento. En la primera parte, se hace un análisis lingüístico de estas palabras, incluyendo un detallado análisis semántico basado en estudios de tipología semántica (Talmy 2000). En la segunda parte, se recogen en un apéndice las más de 800 onomatopeyas encontradas, con su traducción al inglés y con su clasiicación lingüística (fonología, morfología, semántica). • Santisteban (2007) Onomatopeia eta adierazpen hotsen hiztegia Este trabajo es un diccionario de onomatopeyas vascas en las que se recogen definiciones en euskara y algunos ejemplos. Incluye también un capítulo con sonidos de animales en varias lenguas, y un apéndice con citas de algunos escritores vascos en las que aparecen estas onomatopeyas. Oihenart. 27, 2012, 129-177 135 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Las obras que hemos mencionado arriba son en general estudios en los que o bien se recogen listados de onomatopeyas más o menos extensos y con más o menos explicaciones (Azkue, Zamarrita, Alzo, Coyos, Ibarretxe-Antuñano, Santiesteban) o se describen por su importancia o función en un determinado contexto (traducción—Orpustan, tipología— Ibarretxe-Antuñano). Como se puede observar no se ha incluido ninguna gramática del euskara, y es que las menciones a estos elementos son prácticamente inexistentes. Aún así, y por mencionar algunos ejemplos, podemos poner dos casos ilustrativos sobre gramáticas vascas en las que al menos aparece una breve mención a estas palabras (véase también Azkue (1949) para una breve revisión en estudios anteriores). Un ejemplo es la Grammaire Basque de Laitte (1995 [1944]). En esta obra aparecen algunas anotaciones en el artículo 37, al hablar de los nombres primitivos, en el artículo 339 que trata sobre la composición depreciativa y se menciona la reduplicación con m- o b-, y en el artículo 406, donde se da una pequeña lista sobre interjecciones impropiamente dichas en las que se incluyen las onomatopeyas descriptivas. Otro ejemplo más reciente es la obra A Grammar of Basque editada por Hualde y Ortiz de Urbina (2003). A pesar de ser esta obra de referencia del euskara una de las más completas y recientes, solamente se mencionan estas palabras de pasada por sus características fonológicas especiales (capítulo 2, pág. 26) y por su reduplicación morfológica (capítulo 3, págs. 360-362). Finalmente, y desde una perspectiva más didáctica, también podemos mencionar la Gramática Vasca de Umandi (1976). Es posiblemente éste uno de los pocos casos en los que un método de enseñanza del euskara incluye una lección para los elementos onomatopéyicos (153’gn. Ikaskaya, véase también la 124) con ejercicios de traducción y sus soluciones, además de un apartado con modismos onomatopéyicos. Como se ve en estas líneas, a pesar de ser un área bastante importante en la lengua vasca, los estudios sobre las onomatopeyas vascas no han hecho más que empezar. En este trabajo, se quiere lo primero de todo dar una visión global de las características lingüísticas de las onomatopeyas vascas; esta caracterización se va a realizar utilizando las características tipológicas descritas para este tipo de elementos en trabajos anteriores con lenguas de diferente iliación genética y tipológica. El objetivo es que esta descripción sirva de base para posibles estudios más detallados sobre ciertos aspectos concretos de estas palabras en euskara y para una comparación interlingüística posterior. La base de datos de onomatopeyas con las que trabajamos para dicha descripción proviene principalmente del diccionario de Ibarretxe-Antuñano (2006a), pero también se han consultado los trabajos de Coyos (2000) y Santiesteban (2007). También queremos estudiar, o al menos empezar a describir, algunas de las funciones discursivas más impor tantes de estos elementos en euskara. Intuitivamente, los hablantes tienden a relacionar las onomatopeyas solamente con el lenguaje infantil (apa apa ‘ir andando’, kurrin-kurrin ‘cerdo’), con estribillos de canciones (Tiriki-trauki hiru ta lau dira zazpi, xurruxumurru bat batean dira urrun…), con la imitación 136 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas de los sonidos de los animales (el perro zaunk, el polluelo txio-txio) y otros fenómenos puramente onomatopéyicos (el tañir de la campana dilindalan), es decir, identiican el uso de estos elementos con otro tipo de discurso, ajeno al suyo. Este tipo de identiicación está aún presente incluso entre los propios filólogos vascos, que a pesar de tener un conocimiento profundo la lengua, no parecen ser conscientes de que palabras tan comunes, y que han pasado incluso al español norteño, como pil-pil, di-da o sirimiri son realmente onomatopeyas3. A través de la descripción del uso queremos demostrar que las onomatopeyas están presentes constantemente en la lengua, y que a pesar de no ser utilizadas actualmente tanto en contextos formales (o al menos conscientemente), se las puede encontrar en situaciones cotidianas, en una novela, en el logo de un evento o como el nombre de una tienda de ropa. Finalmente, en la última parte de este trabajo queremos hacer una relexión sobre el futuro del estudio de estos elementos indicando ciertas áreas de interés cientíico. 2. CARACTERIZACIÓN LINGÜÍSTICA DE LAS ONOMATOPEYAS VASCAS Aunque es cierto que las onomatopeyas son creaciones propias de cada lengua como decía Saussure, y por lo tanto, con unos rasgos únicos para cada idioma, no es menos cierto el hecho de que puedan considerarse como una ‘categoría universal’ con unas características estructurales, morfo-sintácticas, semánticas y pragmáticas comunes a las lenguas del mundo (Voeltz y Kilian-Hatz 2001). Basándonos en la caracterización tipológica de este tipo de elementos en diversas lenguas, vamos a describir en esta sección cuáles son las principales características lingüísticas de las onomatopeyas vascas. 2.1. Rasgos estructurales en las onomatopeyas vascas Hinton et al. (1994: 9) proponen que estos elementos tienen tres características estructurales principales: el uso de la reduplicación total y / o parcial, el empleo de elementos fonológicos y prosódicos inusuales, y la asociación de ciertas clases fónicas con ciertos campos semánticos. Pasemos a analizar detenidamente cada una de estas características en la lengua vasca. 2.1.1. Uso de la reduplicación total y/o parcial La repetición parcial o total de ciertos segmentos en las onomatopeyas es una de sus características clave, ya que según Hinton et al. (1994), si una lengua utiliza este recurso es más probable que dicha lengua posea un rico repertorio de onomatopeyas. Aunque estos autores sugieren que el uso de la 3. A este fenómeno, el hecho de que los hablantes no sean conscientes de la utilización de elementos onomatopéyicos, se le conoce con el nombre de de-ideofonización de los hablantes (Childs 1996). Oihenart. 27, 2012, 129-177 137 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas reduplicación no está muy extendido en las lenguas europeas, o que es menos común que en otras lenguas, el hecho es que es un recurso lingüístico muy común en euskara. Su uso no solamente se circunscribe a las palabras onomatopéyicas, como veremos a continuación, sino que también se utiliza como mecanismo para expresar un uso enfático como en los ejemplos gorri-gorria ‘muy rojo’, zabal-zabalik ‘abierto de par en par’, txiki-txikia ‘pequeñísimo’, y en menor medida, para expresar un signiicado distributivo como en los ejemplos aldian-aldian ‘cada cual a su tiempo’, banan-banan ‘uno por uno’, lerro-lerro ‘línea a línea’ (Hualde y Ortiz de Urbina 2003: 360, véase también de Rijk 2008). Algunos autores más clásicos, como Laitte (1995 [1944]: art. 322) o Alzo (1961: 191), denominan al uso de la reduplicación enfática como superlativo repetido o superlativo absoluto de palabra repetida. Además no solo incluyen la reduplicación, sino también la triplicación denominada superlativo de palabra repetida de segundo grado—el que se forma repitiendo dos veces la misma palabra, como por ejemplo, burni txar-txar-txar ‘un trozo de hierro pequeñísimo’—o superlativo de palabra de tercer grado—el que se forma repitiendo la palabra tres veces, como por ejemplo, en estaziora gau; an egon, egon, egon ‘fui a la estación; allí esperé larguísimo tiempo’ (Alzo 1961: 190-191). La triplicación, aunque menos común, también se utiliza en algunas lenguas en este tipo de elementos. En la lengua chintang (kiranti, Nepal), por ejemplo, la triplicación aparece en casos como en rep-rep-rep-wa ‘muy brillante’, donde la base se triplica y ha de seguirle obligatoriamente el suijo adverbial –wa (Rai et al. 2005). En otros casos, como en el tibetano, la triplicación es un rasgo especíico de los ideófonos no compartido con otro tipo de elementos (Uray 1954). En el caso de las expresiones onomatopéyicas vascas, encontramos numerosos ejemplos de reduplicación total, es decir, casos donde el segundo morfo repite exactamente la estructura del primer morfo. (2) Reduplicación total bolo-bolo ‘esparciendo’, dzarra-dzarra ‘garrapatear’, farrasta-farrasta ‘de cualquier manera’, gurka-gurka ‘a tragos’, klika-klika ‘comer a dos carrillos, torpemente’, mara-mara ‘nevar suavemente y sin parar’, nir-nir ‘fulgor’, pafa-pafa ‘fumar en pipa’, puin-puin ‘aicionado a estar junto al fuego’, trinkulin-trinkulin ‘tambaleando’, zanga-zanga ‘devorar; beber haciendo ruido; andar torpemente’ Como hemos comentado más arriba, algunos autores incluyen la triplicación en euskara. En los datos que hemos manejado sobre las onomatopeyas hemos encontrado muy pocos ejemplos de triplicación; son los que reproducimos a continuación. (3) Triplicación total bil-bil-bil ‘relejar el sol con el calor’, bir-bir-bir ‘hormigueo’, bul-bul-bul ‘borboteo’, buil-buil-buil ‘borboteo’, dra-dra-dra ‘discurso monótono’, il-ilil ‘caer en círculos y suavemente’, gol-gol-gol ‘beber a tragos’, po-po-po ‘reventar, estallar’, pul-pul-pul ‘ebullición suave’, ter-ter-ter ‘en línea recta’, 138 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas ttok-ttok-ttok ‘cualquier persona pequeña que busca algo’, txix-txix-txix ‘chistido’, za-za-za ‘hablar rápido’ La mayoría de los casos que hemos descrito en (3) solo existen como triplicaciones, es decir, que no cuentan, al menos documentados, con el correspondiente ejemplo duplicado o sin duplicar. Hemos incluido también tres casos, dra-dra-dra, il-il-il y ter-ter-ter, que sí cuentan con un homólogo duplicado o sin duplicar, pero éste tiene un signiicado diferente: dra signiica ‘caída; golpe; aparición repentina; acertar’, il-il ‘ruido de ebullición (supericial)’ y terter ‘poco a poco; en ila’. Además de estos ejemplos de triplicación, siempre se puede utilizar este recurso para formar onomatopeyas aún más expresivas que sus homólogos duplicados. En todos estos casos la unidad que se reduplica suele ser monosilábica. Un buen ejemplo tradicional de esta posibilidad es la siguiente canción popular recogida del Cancionero popular vasco de Azkue: (4) ¿Bart non otenintzen ni? Gan nintzen Arbosera danbore baten erostera, danbore orrek ton-ton-ton. Bart non ote nintzen ni. Gan nintzen Arbosera xulubita baten erostera, xulubita orrek fri-fri-fri, danbore orrek tton-tton-tton. ¿Bart non ote nintzen ni? Azkenik: ¿Bart non ote nintzen ni? Gan nintzen Arbosera antxume baten erostera: 10, antxume ori beaka; 9, oilo ori karaka; 8, neskatxa orrek ajaja; 7, atso zar orrek marmarmar; 6, zorotzar orrek farfarfar; 5, zanbonba orrek bunbunbun; 4, atabala orrek tarrapatapa; 3, kitarra orrek gringringrin; 2, xulubita orrek frifrifri; 1, danbore orrek ttonttontton. ¿Bart non ote nintzen ni? También es muy frecuente la reduplicación parcial, es decir, casos en los que el segundo morfo no repite exactamente la estructura del primer morfo. Estas diferencias estructurales, se pueden deber a varias causas: a una alternancia vocálica, donde el patrón i-a es el más usual como en (5.a, b), a una alternancia consonántica como en (5.c), a una inserción consonántica, donde el patrón más común es la adición de la consonante m- como en (5.d, e), o a varias causas a la vez como en (5.f). (5) Reduplicación parcial a. alternancia vocálica i-a birrimirri-barramala ‘ruido sordo, retumbando’, dilin-dalan ‘tañido de campana; colgando’, iri-fara ‘movimiento del viento suave y templado; tontamente’, ipi-apa ‘con perfección’, klik-klak ‘tragar’, miliki-malaka Oihenart. 27, 2012, 129-177 139 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas ‘comer sin ganas’, nikiki-nakaka ‘hacer rabiar’, plisti-plasta ‘chapotear’, sigi-saga ‘andar haciendo eses’, tinki-tanka ‘martilleando’, xirmi-xarma ‘sortilegio, encantamiento’, zipirri-zaparra ‘andar sin garbo; chapucear; zurrar, golpear en muchas partes del cuerpo’ b. otras alternancias vocálicas binbili-bonbolo ‘suavemente; tañido; balancear’; dingili-dangolo ‘cojo en sentido burlesco, tambaleándose’, furrust-farrast ‘choque de olas, hojas…’, pilpil-pulpul ‘palpitación’, tikili-tokolo ‘andar con diicultad; hablar con torpeza’, tupus-tapas ‘tropezar’ c. alternancia consonántica fits-mits ‘mancha, mota’, ganguren-manguren ‘vagueando’, pikomiko ‘detalle’, purru eta murru ‘zumbar’, saski-naski ‘batiburrillo, desorden’, sinkulin-minkulin ‘gimoteador, quejicoso’, terreil-merreil ‘rebelde, incontrolado; a la desbandada’, terresta-erresta ‘arrastrarse; andar con diicultad’, txingili-mingili ‘campana menor de la torre; andar sobre un pie’, xirimiri ‘trabajillos de poca monta; llovizna’, zalantza-malantza ‘indecisión’, zikili-bokili ‘desaseadamente’, zinkulinminkulin ‘melindrosamente’ d. inserción consonántica maiko-maiko ‘alboroto, lío; excusa, pretexto; indeciso’, autu-mautu ‘cuentos’, inkiminki ‘flaquear, mantenerse a duras penas; estar indeciso’, irrimirri ‘apocado, pusilánime’, uzkur-muzkur ‘remolón’, utxuka-mutxuka ‘cuchicheando’ e. otras inserciones consonánticas arret-zarret ‘en zig-zag; en cualquier caso’, inura-banura ‘irresoluto’, uko eta buko ‘muy tieso’ f. varias causas hildo-maldoka ‘renqueando, tambaleando’, ingla-mangla ‘signo de disgusto’, kili-molo ‘indeciso’, txatean-pitean ‘a cada paso’, ziltzimaltza ‘lío, embrollo’, zikirri-makarra ‘hacer algo a la ligera’ 2.1.2. Fonología y prosodia particular El empleo de una fonología y prosodia particular es otra de las características fundamentales de estas palabras. Según Hinton et al. (1994), las onomatopeyas suelen estar formadas por sonidos que no son muy comunes en el resto de las palabras de la lengua o, al menos en estadios anteriores, bien porque aparecen en posiciones diferentes o bien porque su uso se restringe mayoritariamente a estas palabras. Por ejemplo, el uso del tono alto en la lengua nigeriana emai (Egbokhare 2001) o el empleo de la vibrante simple labiodental vr en mundang (níger-congo) (Elders 2001) son rasgos relacionados exclusivamente con este tipo de palabras. 140 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas En el caso del euskara se pueden encontrar varios casos en los que las onomatopeyas presentan unos rasgos fonéticos y fonológicos bastante particulares4, pero también como describiremos más abajo, con algunos casos en los que se utilizan recursos expresivos propios y comunes de la lengua como la palatalización o el empleo de ciertos fonemas. Uno de los rasgos más claros es el empleo de la africada lamino-alveolar sonora dz- ejempliicada en (6). Este sonido aparece exclusivamente en este tipo de palabras (Hualde 1991: 53). (6) Africada lamino-alveolar sonora dz- dzanga ‘sorber; zambullirse en el agua’, dzanp ‘detenerse de repente; romper’, dzarra-dzarra ‘garrapatear’, dzart egin ‘romperse una cuerda o algo tirante’, dzartalahara ‘a borbotones’, dzaust egin ‘engullir’, dzinka ‘acción fuerte del sol’, dzir-dzar ‘brillar’, dzirrin-dzarran ‘aserrar; chirriar’, dzist-dzast ‘pinchar una y otra vez; destello; andar desgarbadamente’, dzuintaz ‘apresuradamente’ El uso de las otras dos africadas del euskara, la palato-alveolar tx- y la lamino-alveolar tz-, al inicio de la palabra como vemos en (7), también es una característica típica de las onomatopeyas, ya que apenas aparecen en esta posición en otro tipo de elementos (Hualde 1991: 12). (7) Africadas en posición inicial a. Palato-alveolar txtxankarrankan ‘andar sobre un pie’, txart-txart ’castigar’, txen-plen ‘completamente lleno’, txikolo-takolo ‘desaseadamente’, tximist ‘rayo’, txonbo ‘zambullida’, txotx ‘palillo’, txuntxur ‘giba; promontorio; orzuelo’ b. Lamino-alveolar tztzainku-tzainku ‘cojear’, tzillo-tzallo ‘andar arrastrando los pies’, tzitzi-pitzi ‘en busca de noticias’, tzotz ‘leña menuda’, tzurruntzuntzun ‘viajar en carro viejo’ Además, en este tipo de palabras también se utilizan fonemas que, aunque hoy en día aparecen constantemente en el léxico vasco y no tienen origen onomatopéyico, suelen considerarse propios de palabras no nativas o préstamos recientes como, por ejemplo, algunas oclusivas5 al principio de palabra incluidas la dental palatalizada tt-, las fricativas labiodental f- y prepalatal x-, y las nasales bilabial m-, alveolar n- y palatal ñ- (Trask 4. Para más información sobre el sistema fonológico vasco y su evolución diacrónica pueden consultarse Hualde (1991), Hualde et al. (1995), Hualde y Ortiz de Urbina (2003), Michelena (1985), y Trask (1997), entre otros. 5. Las oclusivas que no son normales dentro del léxico nativo son las sordas /p,t,k/ y la dental /d/ (excepto en formas verbales); la /b/ y la /g/ son típicas en palabras nativas como begi o gogo, aunque también aparecen en formaciones onomatopéyicas. Agradezco y debo esta puntualización al revisor externo. Oihenart. 27, 2012, 129-177 141 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 1997:258, v. también Morvan 1996: 184-185, 238-239). A este respecto es importante señalar que estos fonemas no aparecen actualmente solamente en palabras onomatopéyicas y que tampoco se pueden considerar hoy en día “inusuales” al mismo nivel que, por ejemplo, la dz- que hemos descrito más arriba, ya que aparecen comúnmente en palabras actuales vascas. Sin embargo, parece ser que son también muy comunes en las onomatopeyas vascas. Veamos algunos ejemplos de cada grupo. (8) Sonidos en posición inicial a. oclusivas pil-pil ‘ebullición supericial; copo de nieve; palpitación’, tauki-tauki ‘martilleando’, kirrikili-karrakala ‘torpe, sin habilidad’, bolo-bolo ‘esparciendo’, di-da ‘golpear; proceder drásticamente’, gal-gal ‘hervir’, ttakun-ttakun ‘sonido de la txalaparta’, ttirri-tturru ‘gorjeo’ b. fricativa labiodental ffarras ‘desaliñado’, irri-farra ‘tontamente’, its-mits ‘mancha, mota’, furrustrada ‘mala constestación’ c. sibilante fricativa prepalatal sorda xxast ‘hacer una cosa rápidamente’, xinta-minta ‘lloriqueando; cuchicheando’, xorrotatu ‘luir, chorrear’, xumli-xumla ‘abracadabra’ d. nasales m-, n-, ñmarmar ‘murmullo’, mela-mela ‘totalmente calado’, mir-mor egin ‘regañar’, momorro ‘insecto; bobalicón’, nar-nar ‘dolor sordo’, nistiki-nastaka ‘confundiendo’, nono ‘oveja’, ñauka ‘andar a gatas’, ñir-ñir ‘brillar’, ñoñorro ‘pequeño de estatura’ También es muy común, aunque no exclusivo, en la formación de onomatopeyas, el empleo de la sibilante fricativa laminoalveolar sorda z- en posición inicial como en los ejemplos de (9). (9) Sibilante fricativa laminoalveolar sorda z- en posición inicial zaiki-paiki ‘a empellones’, zanbulu ‘columpio; cabezada de sueño; tambaleo’, zaramalka ‘embrollo’, zifri-zafra ‘meneando, azotando, golpeando’, zingulu-zangulu ‘andar arrastrando los pies’, zinkulin-minkulin ‘melindrosamente, con afectación’, zorro-zorro ‘roncando’, zunburrun ‘zumbido’, zurrust ‘trago, sorbido; caída de agua’ Otra de las características que se observa muy a menudo en estas palabras es la palatalización de ciertos sonidos como las oclusivas o las africadas. Al igual que en el caso anterior, la palatalización es un rasgo característico del euskara en general, aunque más productivo en las variedades orientales. Se utiliza como un recurso expresivo para crear tanto diminutivos como palabras afectivas. Una de las palatalizaciones más frecuentes es el cambio de las sibilantes s y z por la prepalatal x como en el diminutivo sagu-xagu ‘ratón’ o en el afectivo gozo-goxo ‘dulce’. También se puede utilizar 142 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas para estos casos la africada tx si es que no hay otra sibilante como en zuri/ xuri-txuri ‘blanco’ vs. zezen > xexen, no *txetxen. En estos casos, en algunas variedades en las que la forma palatalizada es la neutral, la palabra con s o z tiene un valor aumentativo o despectivo (txakur ‘perro’- zakur ‘perro grande’). Otro de los casos más comunes es la palatalización de las oclusivas dentales para formar diminutivos como en tanta-ttanta ‘gota’. Aunque menos frecuente también se suelen palatalizar las líquidas (lateral alveolar y la vibrante simple) y la nasal alveolar. En el caso de las onomatopeyas encontramos varios ejemplos de estas palatalizaciones documentados: (10) Palatalizaciones ddalanddal ‘completamente lleno’ (dalan-dalan), llapa-llapa ‘beber haciendo ruido con la lengua’ (lapa-lapa), ñir-ñir ‘fulgor’ (nir-nir), ttapa-ttapa ‘andar a pasos cortos’ (tapa-tapa), txirrist ‘resbalón, deslizamiento’ (irrist), txurrupa ‘sorbo’ (zurrupa) Es también frecuente el uso de grupos consonánticos compuestos, por un lado, de oclusivas (bilabiales, apicodentales, velares) o la fricativa labiodental f, y por el otro, de una líquida (lateral alveolar, vibrante alveolar), una sibilante fricativa (apico-alveolar, prepalatal) o una nasal (bilabial, alveolar) tanto al principio como al inal de la palabra como en (11). Estos grupos consonánticos solo son frecuentes en este tipo de palabras y en préstamos recientes (Trask 1997: 87): (11) Grupos consonánticos a. Posición inicial: oclusiva + líquida plasta-plasta ‘caerse un objeto a pedazos’, plei-plei ‘en abundancia’, plisti-plasta ‘chapotear’, plost ‘trago’, plux egin ‘salir mal, fracasar’ tlak ‘ruido del molino’, trankula-trankaka ‘haciendo ruido una puerta’, trikili-trakala ‘a trancas y barrancas’, trinkolo-tronkolo ‘balanceando’, tripili ‘rechoncho’, triska-triska ‘destrozando’ klask ‘devorar; separar objetos pegados; desgarrar; mordisco’, klika-klaka ‘comer torpemente, a dos carrillos’, kluka-kluka ‘a tragos’, klun-klun ‘sapo’, krak-krak ‘borrachera’, krik-krak ‘cerrar con prontitud’, kriskitin-kraskitin ‘castañetear, chasquear los dedos’, krosk ‘de golpe, prontamente’ blin-blan ‘dando tumbos’, blisti-blasta ‘ruido de golpe repetido, especialmente con la mano’, braust ‘zas’, brista-brista ‘andar rápidamente’, bro-bro ‘hervir fuertemente’, brun-brun ‘zumbido’ drai-drai ‘trabajo intensivo’, dranbal ‘tuerca’, drasta-drasta ‘dar moneda por moneda’, dringili-drangala ‘balanceándose, meciéndose’, drungun-drungun ‘beber con torpeza’ glaska-glaska ‘roer, perro al comer’, gli-gli ‘ruido del agua’, gliska-gliska ‘cortar el pelo’, glok egin ‘ahitarse’, gran-gran ‘ruido del tren’, grausk ‘morder’, grik-grak ‘crujido de huesos’ Oihenart. 27, 2012, 129-177 143 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas b. Posición inicial: f + líquida lalada ‘gran cantidad, reiriéndose a cosa blanda y gustosa’, lisk-lask ‘restallar’, liu-lau ‘golpe de ola’, lost ‘caerse al agua’, frasta frasta ‘andar con paso decidido’, frink ‘faltar a la palabra’, fristi-frasta ‘de cualquier manera’ c. Posición inal: líquida/sibilante/nasal + oclusiva aurt egin ‘darse la vuelta’, dart ‘sensación brusca, temblor producido por esa sensación’, zirt-zart ‘dar golpes; crujido, chisporroteo’, xort-xort ‘gota a gota’ arrast egin ‘arrastrar(se)’, ausk ‘ruido del acto de morder’, brixt ‘rápido, veloz’, drisk-drask ‘acción violenta’, irrist ‘resbalar; rasgar’, plost ‘trago’, traust ‘cosa alguna’, irrixt ‘chasqueo’ benk ‘púa’, blink ‘beber algo de un sorbo’, dank ‘tocar ligeramente algo’, dint ‘fuertemente’, hint ‘deseo; queja; palabra’, trink egin ‘encontrarse’ 2.1.3. Fonestemas Se llama fonestema a los sonidos que están asociados con ciertos campos semánticos. Aunque la fonoestesia pueda considerarse muy especulativa, hay varios estudios en los que se muestra que existe una relación motivada entre forma y sonido. Un ejemplo muy conocido es la relación entre el tamaño y sonido. Estudios como los de Ultan (1978) revelan que las vocales altas como /i/ están asociadas al diminutivo, mientras que otros como el de Silverstein (1994) en la lengua chinooka demuestran que el inventario fonético está estructurado como lo aumentativo y lo diminutivo. En euskara sí que se pueden observar patrones que relacionan ciertos sonidos con ciertos signiicados. Por ejemplo, la asociación de sonidos oclusivos velares a las acciones asociadas con engullir o tragar como en gurka-gurka, glu-glu, klik-klak, zanga-zanga, zarga-zarga. La utilización de diferentes sonidos vocálicos para expresar los diferentes grados de una misma acción como en las onomatopeyas de ebullición, donde la o está asociada a la ebullición fuerte (bor-bor), la a a la ebullición normal (gal-gal), y la i a la ebullición supericial (pil-pil), es decir, parece que se cumple una de las tendencias fonoestésicas más comunes desde el punto de vista interlingüístico, la relación entre el tamaño (entendido no solamente en el plano físico) y las vocales (Ultan 1978), es decir, la progresión de pequeño a grande relacionada con el punto de articulación de palatal a velar. La relación entre vibrantes y sibilantes con movimientos relacionados con el arrastre, normalmente con las vocales a y e, como en arrast egin, herrestatu, narratu ‘arrastrar’, karraka, tarra-tarra ‘arrastrarse’, terrel-terrel ibili, terrest-merrest ‘arrastrar los pies’, y con movimientos relacionados con el deslizamiento, normalmente con la vocal i, como en irrist ‘resbalar’, zirin-zirin ‘jugar a resbalarse’, zirristatu ‘deslizar, resbalar’. 144 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas A continuación resumimos en la Tabla 1 una propuesta de posibles fonestemas con algunos ejemplos adaptada del trabajo de Coyos (2000) para el euskara suletino. Este autor toma como punto de partida los fonestemas universales que propone Fónagy (1983 [1991]). A pesar de algunas diferencias fonéticas, prácticamente los mismos casos que este autor propone para esta variedad se pueden aplicar al euskara en general. Tabla 1. Fonestemas del euskara según Coyos (2000: 78-82) Fonestemas Ejemplos [i] menos pesado que [a] tiki taka ‘ruido de pasos rápidos’ taka taka ‘ruido de pasos rápidos más pesados ur pirrista bat ‘una salpicadura de agua’ ur parrasta bat ‘una buena cantidad de agua’ [i] menos pesado que [u] tilin tilin ‘ruido de una campanilla’ tilin tulun ’ruido de una campana, mezcla de sonidos graves y agudos’ tulun tulun ‘ruido de una campana grande’ [a] menos pesado que [u] karraskatü ‘crujir, comer a mordiscos como una manzana’ kurruskatü ‘crujir más fuerte, partir, agrietar’ [i] menos pesado que [a] menos pesado que [u] kiska ‘golpe ligero’ kirriska ‘crujido leve’ ’crujido sordo’ Oclusivas sordas más duras que las sonoras panpa panpa ‘a grandes golpes’ más secos y violentos que banpa banpa ‘a grandes golpes’ Lateral [l] más ligera que la vibrante [r] liu lan ‘ruido ligero’ menos duro que friu frau Fricativas labiodental y sibilantes Rapidez y ruido leve como en ixta mixta ‘rápidamente, sin ruido, como una serpiente’ Líquidas Algo resbaladizo como en laka laka, lapa lapa ‘ruido de beber’ [i] con [r] Pequeño, poco como en pirpir ‘poco a poco’ kaska ‘golpe’ kuska ’golpe fuerte’ karraska ‘crujido fuerte’ kurruska Además de los ejemplos en la Tabla 1, Coyos también relaciona los sonidos consonánticos con posibles signiicados concretos que aportan en varios campos nocionales que pasamos a resumir en la Tabla 2. Oihenart. 27, 2012, 129-177 145 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Tabla 2.6Relación entre sonidos y signiicados de campos nocionales de Coyos (2000: 90-95) Campo nocional Ruido, sonido Base consonántica6 Signiicado Ejemplos b / b.b / p.p / b.d.b / b.r.b Efecto de eco, golpes fuertes, repetidos, bruscos, entrecortados badabim badabam, banba banba, barrabim barrabam, barranba barranba, binba banba, binbi banba, birribim barrabam, birrinba barranba, birrinbi barranba, blau blau, briu brau, bunba bunba, burrunba barranba, burrunba burrunba, panpa panpa, pinpa panpa, pinpi panpa b.g Golpes repetidos danga danga, dinga danga, dingi danga f / l / l.st / fr / fx.t/ frx.t / f.rx.t Movimiento rápido, ligero farrasta farrasta, farraxta farraxta, ia ia, irrista farrasta, irristi farrasta, ixta ixta, ixti faxta, listi lasta, liu lau, frista frista, friu frau j.g / s.g / s.k Pequeños golpes repetitivos jiga jaga, jigu jaga, jigu jigu, saka saka, sigu sigu, zigu zigu h.l / h.bl / z.l Ruidos al comer hala hala, hanbla hanbla, zala zala, zila zala, zili zala kr / kx / krxk / kr.k / kx.k / kls.k / klx.k / k.rx.k Crujido leve en monosilábicas y más fuerte en bi-trisilábicas kirriski karraska, kirriski karraska, kirrixka karraxka, kiska kaska, kiski kaska, kis kas, kixka kaxka, kix kax, kixki kaxka, kliski klaska, klixka klaxka, krai krai, kra kra, krak krak, krask krask, krixka kraxka, kurruska kurruska, kurruxka kurruxka l.k / l.p Ruidos al beber laka laka, lapa lapa, llapa llapa ms.t Ruidos al comer masta masta, miasta miasta, miaxta miaxta, ñasta ñasta t.l Campanas tilin tilin, tilin tilun, tilin tulun, ttilin ttilin, ttulun ttulun, tulun tulun x.l / tx.p / tz.p / tx.l / pls.t / tx.ps.t Ruido hecho en el agua al andar, al agitar o por el agua misma plasta plasta, plisti plasta, txala txala, txala txala, txapa txapa, txipi txapa, txipista txapasta, txipista txipista, txipisti txapasta, txula txula, txupa txupa, tzapa tzapa, tzipa tzapa, tzipi tzapa, xala xala, xila xala, xili xala -r / -l Ruido continuado ligero como un murmullo bur bur, far far, kal kal, kar kar, mur mur, pal pal, par par, pur pur, tzur tzur 6. La barra oblicua separa las diferentes posibilidades de combinación por sílaba. El punto separa los sonidos consonánticos que componen la misma sílaba. 146 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Desplazamiento, movimiento Sensación física Evaluación subjetiva d.l.d / d.l.g Balanceo, movimientos periódicos dilinda dilinda, dilinga dalanga, dilinga dilinga, dilingo dalanga f / l / f.r Movimiento rápido, ligero, furtivo ia ia, iu iu, liu lau, farra farra, irri irri t.k / t.p / tx.k / tr.k / tr.k.l Andar paso a paso o al trote. Ritmo binario taka taka, tiki taka, tapa tapa, ttaka ttaka, tanpa tanpa, tinpa tanpa, tinpi tanpa, tipa tapa, tipi tapa, toko toko, traka traka, trika traka, triki traka, troko troko, ttaka ttaka, ttapa ttapa, ttiki ttaka, ttika ttaka, ttiki ttiki, ttipi ttapa, ttoko ttoko, traka traka, trika traka, triki traka, trinka tranka, trinkala trankala, trinkala trunkala, truku truku, ttuku ttuku, tuku tuku, txuku txuku z.b / z.p Movimiento regular, brusco zanba zanba, zanga zanga, zanpa zanpa, zinba zanba, zinpa zanpa, zinpi zanpa, zunpa zunpa zrt / z.pr.t Movimiento brusco, rápido, desatento zirt zart, zipirta zaparta, zipirti zaparta dl / dr / nr Sensación repetitiva, breve dal dal, dar dar, nar nar dzst / sst / zrt / zst / zz.t / tzs.t Dolor breve, picadura dzirt dzart, dzist dzast, dzist dzast, sist sast, sista sasta, sisti sasta, tzista tzista, tzisti tzista, zist zast, zizti zazta b.rs.t / p.rs.t / t.rs.t Brúscamente, de manera desordenada, en gran cantidad birrista barrasta, birristi barrasta burrusta burrusta, pirrista parrasta, pirrista pirrista, pirristi parrasta, turrusta turrusta, tzirrista tzirrista, tzurrusta tzurrusta ñ.k Pequeños golpes repetidos ñika ñaka, ñiki ñaka, ñiku ñaka -r Pequeña cantidad ñir ñir, pir pir, ter ter, tter tter, ttir ttir, txer txer, txir txir, txur txur, tzur tzur zr.t / z.pr.t Movimiento brusco, sin ruido, acción rápida y decidida zipirta zaparta, zipirti zaparta, zirta zarta Como hemos dicho al principio de esta sección, a pesar de que algunas de las asociaciones entre sonidos y signiicados que acabamos de ver también se encuentran en otras lenguas, el ámbito de los fonestemas sigue siendo un área que necesita de estudios empíricos que cercioren que estas uniones van más allá de la intuición del lingüista. Estos estudios pueden Oihenart. 27, 2012, 129-177 147 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas ser tanto de experimentación psicolingüística (Bergen 2004, Hutchins 1998) como estadísticos (Abelin 1999, Drellishak 2007). Esta es un área que se podría desarrollar en futuras investigaciones. Para terminar con esta sección, vamos a comentar brevemente las características silábicas de estas onomatopeyas. Según Trask (1997: 258) estos elementos tienen normalmente entre tres y cuatro sílabas; sin embargo, los datos que hemos manejado nos indican que hay una gran cantidad, si no más numerosa aún, de onomatopeyas de una y de dos sílabas, y excepcionalmente también alguna de cinco7. En (12) mostramos algunos ejemplos. Hemos incluido dentro del mismo grupo silábico pero por separado, las onomatopeyas reduplicadas y no reduplicadas. (12) Sílabas a. Una frink ‘faltar a la palabra’, klask ‘devorar; separar objetos pegados; desgarrar; mordisco’, plaust ‘catapum’, zart ‘chasquido; ruido seco’ bar-bar ‘engullir’, da-da ‘sopapo’, diz-diz ‘brillar, destellear’, gal-gal ‘hervir’, tter-tter ‘poco a poco’ b. Dos arrast ‘arrastrar’, talka ‘choque’, zapart ‘estallido’ danba-danba ‘estrepitosamente; con insistencia’, kirriz-karraz ‘arrastrar los pies’, fara-fara ‘movimiento suave’, giri-giri ‘sumergir, nadar’, tupus-tapas ‘tropezar’, txirri-mirri ‘estar medio enfadado’ c. Tres birristi-barrasta ‘andar de cualquier manera’, irristi-farrasta ‘trabajar sin esmero’, kirriki-karraka ‘roer’, pinpili-panpala ‘predilecto’, prapapa-prapapa ‘hablar rápido y sin parar’, txitxiri-bitxiri ‘cachibaches’, zipirti-zaparta ‘a diestro y siniestro’ d. Cuatro barranbila-birrinbala ‘estrépito’, hirrinbili-harranbala ‘moverser torpemente’, kirrikili-karrakala ‘torpe, sin habilidad’, tiribili-tarabala ‘caer/ echar algo rodando’, ttirripitti-ttarrapatta ‘persona ligera de cascos’, zinkurina-minkurina ‘quejas, lamentos’ e. Cinco tibiribiri-tibiribiro ‘charla que te charla’ 7. Es interesante también mencionar que en el caso de las onomatopeyas de cuatro o más sílabas, éstas parecen ser el resultado de elementos de dos sílabas con reduplicación como, por ejemplo, barran-bila/birrin-bala. Agradecemos esta observación al revisor externo. 148 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 2.2. La morfosintaxis de las onomatopeyas vascas La función gramatical de las onomatopeyas es uno de los aspectos más controvertidos de su análisis. La opinión de los estudiosos está divida ya que hay una gran disparidad con respecto a la función sintáctica que realizan estos elementos en las lenguas. Para algunos, estas palabras constituyen una clase coherente. Autores como Doke (1935), Awoyale (1989) o Kabuta (2001) abogan por establecer una categoría aparte, la de los ideófonos, ya que tienen características lingüísticas suicientemente particulares como para ser considerados diferentes. Difloth (1976), por ejemplo, no llega a posicionarse en su trabajo sobre los ideófonos en emai, pero sí que señala que estas palabras no se comportan sintácticamente como ninguna otra clase, por lo que al inal concluye: “they are not at all integrated in the syntax of the language and function mostly in the manner of independent clauses, all by themselves” (p. 256). Para otros autores como Amha (2001) o De Jong (2001), sin embargo, estos elementos se considerarían parte del léxico en general ya que se distribuyen en clases diferentes; a veces incluso pueden ser multicategoriales porque pueden desempeñar diferentes funciones gramaticales en una misma lengua. Otros autores como Moshi (1993) proponen que estas palabras no tienen porqué identiicarse con ninguna o con todas estas categorías, sino que los considera moduladores discursivos. En euskara, nos encontramos con que las onomatopeyas pueden desempeñar diferentes funciones, desde adverbios como doke-dokeka ‘limping’ hasta nombres como iskimili ‘tropel de gente’, pasando por verbos como tipi-tapa ‘andar con paso ligero y corto’, adjetivos como topolo ‘gordinlón’ e interjecciones como aida! ‘¡arre!, ijui ‘grito de gozo’. Aunque es cierto que los grupos más numerosos son los nombres y los adverbios. En relación con la morfosintaxis, estas palabras sufren procesos morfológicos como la derivación o la composición, y en algunos casos, también se ha señalado que a veces pueden recibir un tratamiento especial. En numbami, por ejemplo, una lengua austronésica de Papúa Nueva Guinea, estos elementos tienen un comportamiento diferente a otras palabras. Son las únicas palabras que, a diferencia del resto de los adverbios, se marcan con el suijo –a(n)dala ‘-mente’, como en ambale-andala ‘ocurriendo irregularmente’ o púpúadala ‘mal oliente, podrido’ (Bradshaw 2006). En euskara, hay muchos ejemplos tanto de derivación como de composición como se verá a continuación, pero no parece que vaya asociado a las onomatopeyas vascas ningún proceso morfosintáctico especial o propio. En euskara además, dada la facilidad de formar nuevas palabras a través de estos mecanismos morfológicos es muy común y sencillo crear nuevos verbos, nombres o adverbios a partir de unidades onomatopéyicas. A continuación vamos a repasar brevemente algunas de estas categorías. 2.2.1. Nombres Uno de los grupos más numerosos es el formado por onomatopeyas que desempeñan la función de nombre como en (13). La mayoría de este tipo de palabras no sufre ningún proceso morfológico (13.a), pero a veces, pueden formarse a partir de suijos derivativos como –ada que denota acción, y –ako como en (13.b). Oihenart. 27, 2012, 129-177 149 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas (13) a. Sin proceso morfológico armiarma ‘araña’, iringalo ‘jilguero’, gur-gur ‘arroyo; gruñido’, izkirimiri ‘conversación ligera y agradable’, kirrink-kurrunk ‘arrullo’, nir-nir ‘fulgor’, pilpil-pulpul ‘palpitación’, tinta-minta ‘pequeños detalles’, trikitraku ‘batiburrillo’, girriski-garraska ‘persona que come a mordiscos y ruidosamente la fruta’, furrifarra ‘persona mal vestida’ b. Por derivación arramaskada ‘rasguño’, dzistada ‘centella’, sartada ‘acción momentánea; incisión’, irristada ‘resbalón’, zalapartada ‘desorden; resbalón’ xinkako ‘empujón’, zanpako ‘trago’, tunpako ‘caída con ruido sordo’ 2.2.2. Adverbios Otro grupo numeroso de onomatopeyas es el que desempeña la función de adverbio, que en su mayoría son de modo. Muchas de estas onomatopeyas no reciben ningún tipo de aijo derivativo (14.a), pero otras toman el suijo derivativo –ka, que tiene un valor iterativo (14.b). Algunas también se declinan en los casos locativo (-n) e instrumental (-z) como en (14.c). (14) a. Sin proceso morfológico traka-traka ‘trotando’, hirrinbili-harranbala ‘atropelladamente’, irri-farra ‘tontamente’, sik eta sag ‘bruscamente’, trinkilin-trankulun ‘balanceando’ b. Por derivación tirritaka ‘chirriando’, garra-garraka ‘revolcándose’, pirritaka ‘rodando’ c. Por caso zanpean ‘de golpe y porrazo’, irrindan ‘rápidamente’, txitean-pitean ‘a bocaditos; a cada rato’ narraz ‘arrastrando’, tirilikaz ‘rodando’ 2.2.3. Verbos Muchas de estas onomatopeyas también funcionan como verbos. En estos casos siempre resultan de procesos de derivación, a través de suijo verbal –tu (-du) como en (15.a), o de procesos de composición, en los que se les añade un verbo como egin ‘hacer’, u otros como ibili ‘andar, mover’, o egon ‘estar’ como vemos en (15.b). Este tipo de composiciones, que se conocen con el nombre de ‘predicados complejos’ (Etxepare 2003: 285), es muy frecuente en lenguas con onomatopeyas. Como señala Childs (2003: 125), a estas onomatopeyas les acompañan normalmente verbos, denominados comúnmente ‘de soporte’ (inglés dummy verbs) que signiican ‘hacer’, ‘decir’, ‘pensar’, y ‘andar/mover’. Por ejemplo, en japonés encontramos expresiones miméticas con el verbo aruku ‘caminar’ como en yoro-yoro(-to) aruku ‘temblar’, bura-bura(-to) aruku ‘pasear’, teku-teku(-to) aruku ‘caminar’, pero también con el verbo suru ‘do’ (Hamano 1998, Hirose 150 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 1981). Lo interesante en este tipo de construcciones es que el signiicado no lo aporta el verbo soporte sino la onomatopeya (Amha 2001). (15) a. Por derivación –tu (-du) arrastakatu ‘arrastrar’, dunduratu ‘resonar’, irrindalatu ‘girar, blandir’, gongolatu ‘balancear; pasar buena vida’, karrankatu ‘chirriar’, sastatu ‘punzar’, txoromorotu ‘ponerse alegre a causa del vino’, xilintxautu ‘colgar’, zarrastatu ‘rasgar’, zirpinzindu ‘rociar, salpicar’ b. Por composición verbo soporte aurt egin ‘darse la vuelta’, dzanga egin ‘engullir, sumergirse’, gili-gili egin ‘hacer cosquillas’, jaurt egin ‘lanzar’, klaska egin ‘morder’, pist egin ‘escabullirse’, tart egin ‘romperse’ irin da faran ibili ‘andar sin ton ni son, gandulear’, pinpili-panpala ibili ‘caer rodando’, terrel-terrel ibili ‘arrastrar los pies al andar’ karraka egon ‘graznar’, kuli-mulika egon ‘estar con poco trabajo’, tint egon ‘quejarse’ 2.2.4. Adjetivos También encontramos onomatopeyas con la función de adjetivos como en (16). La mayoría de estos adjetivos no toman ningún aijo derivativo, aunque sí encontramos contados casos en los que estas palabras se transforman en adjetivos a través del suijo –tsu. (16) a. Sin proceso morfológico bri-bri ‘brillante’, gexa-mexa ‘débil’, mokoplaust ‘torpe’, pinpili-panpala ‘predilecto’, sara-sara ‘transparente’, sino-mino ‘ceremonioso’, zirtzin ‘tacaño’, zirzil ‘desaliñado’ b. Por derivación zarraparratsu ‘ruidoso’, zizkolatsu ‘estridente’ 2.2.5. Interjecciones Finalmente, algunas onomatopeyas se pueden clasificar como interjecciones: (17) afa! ‘expresión de alegría’, afut ‘expresión de asco’, arasut! ‘grito provocador’, blaust! ‘expresión de algo que sucede repentinamente’, eit! ‘¡bah!’, lost! ‘¡plas!’, mau-mau ‘expresión de incredulidad’, panp ‘¡pum!’ 2.2.6. Multicategoriales Es importante señalar que algunas de estas onomatopeyas, sobre todo aquellas que no han sufrido ningún proceso morfológico, pueden desempeñar varias funciones. Es decir, que resultan sintácticamente ambiguas y en estos casos, es el contexto en el que aparecen, el que nos Oihenart. 27, 2012, 129-177 151 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas indica cuál es su función. Por ejemplo, el caso de ir-ir en (18) o el de traka traka en (19). (18) a. Aize epela dabil ir-ir, ostoakin jostalari viento templado anda ir-ir hojas.com juguetón ‘El viento templado se mueve suavemente, jugueteando con las hojas’ (ece) b. Hosto gorrien irir isilak iratzartzen nauenean… hoja roja.gen irir callado.erg despertar.hab aux.cuando ‘Cuando el rumor suave de las hojas rojas me despierta…’ (ece) (19) a. Traka-traka, zaldi gainean Durangon ziar traka-traka caballo encima.loc Durango.loc a través ‘Trotando, en su caballo, a través de, Durango’ (oeh) b. Jabeari baimenik eskatzeke, traka-traka bizi-xamarrean joan zan dueño.dat permiso.part preguntar.sin traka-traka vivo-bastante.loc ir. perf aux ‘Sin pedirle permiso a su dueño, [el burro] se marchó con un buen trote’ (oeh) Como vemos en estos ejemplos, tanto ir-ir como traka traka pueden funcionar como adverbios en (18.a) y (19.a), pero las mismas onomatopeyas desempeñan también la función de sustantivo en (18.b) y (19.b). 2.3. La semántica de las onomatopeyas vascas Como ocurre en la mayoría de las lenguas que cuentan con un numeroso léxico onomatopéyico, en el euskara las onomatopeyas se utilizan principalmente para la descripción de determinados campos semánticos. Trask (1997: 257) propone cinco áreas donde se puede observar una mayor concentración de este tipo de palabras: animales de pequeño tamaño, acciones diversas, fenómenos atmosféricos, instrumentos musicales, características físicas y términos sexuales. Después de analizar en detalle el corpus de onomatopeyas del que disponemos (Coyos 2000, Ibarretxe-Antuñano 2006a, Santisteban 2007), hemos ampliado las categorías originales de Trask, y proponemos la siguiente clasiicación semántica: 2.3.1. Acciones y actividades La categoría de las acciones y actividades es el grupo más numeroso dentro del corpus de onomatopeyas vascas. Lo hemos subdivido en las siguientes subcategorías como vemos en (21): (21) a. Movimiento erren egin, herremelka, tangala, trikilaka, txangika-mangika ibili, tzainku-tzainku ‘cojear’, hinkili-hankala ‘sostenerse a duras penas’, irrist egin, laprast egin, txokoldu, zirin-zirin ‘resbalar’, dzapart egin, punpatu 152 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas ‘saltar’, antxintxi egin ‘correr’, farrastaz, karra egin, nisnaska, siltsi-saltsa, tzipi-tzapa ‘correr atropelladamente’, tipirri taparra ‘correr con diicultad’, tzillotzallo ‘andar arrastrando los pies’, xingi-xango ‘andar a saltitos’, herrestatu, kirrikimarraka, narrastu ‘arrastrar’, hilinki-halanka, kinki-kanka ‘andar con diicultad’, bulundatu, dzanga egin, pulunp egin, txonbo egin, zapatz egin ‘sumergirse’, plisti-plasta, tala-tala, tiltil, tipisti-tapasta, xapa-xapa, zili-zala ‘patullar’, zala ‘caerse en el barro’ El grupo de las onomatopeyas que describen el movimiento es uno de los más numerosos en euskara. Ibarretxe-Antuñano (2006b) recoje más de 800 ejemplos de palabras imitativas del movimiento como las llaman Hinton et al (1994). Entre la descripción que esta autora ofrece de estos elementos, da un análisis semántico mucho más detallado basado en varios subcomponentes semánticos y que pasamos a resumir brevemente y ejempliicar a continuación: • ‘Figura’: el objeto que se mueve (características físicas). Ej. Talapast ‘líquido moviéndose en un contenedor’. • ‘Base’: la(s) entidad(es) con respecto a la(s) cual(es) se mueve la Figura. Ej. Tala-tala ‘chapotear’. • ‘Camino’: la trayectoria que sigue la Figura. Ej. Zirku-mirku ‘ir de un lado a otro’. • ‘Movimiento’: la acción de moverse en sí misma. Ej. Faia-faia ‘ir’. • ‘Límites del movimiento’: la duración temporal o aspectual, el inicio o la conclusión del movimiento. Ej. Krak ‘pararse de repente’. • ‘Postura’: cambio de postura del protagonista al principio o al inal de la trayectoria del movimiento. Ej. Kirimildu ‘enroscarse’. • ‘Manera’: la forma en la que se desarrolla el movimiento. Esta a su vez se subdivide en las siguientes categorías: – ‘Energía’: la resistencia que se requiere para llevar a cabo el movimiento (alta-baja). Ej. Zirkin ‘impulsión’, mara-mara ‘movimiento suave’. – ‘Movimiento forzado’: el movimiento que requiere un esfuerzo para ser llevado a cabo. Ej. Hirrinbili-harranbala ‘moverse torpemente’. – ‘Movimiento furtivo’: el movimiento que esconde un propósito. Ej. Jitipiti-jatapata ‘andar a gatas’. – ‘Movimiento con obstrucción’: el movimiento que conlleva un impedimento u obstáculo. Ej. Zirkun-zarkun ‘ir a trompicones’. Oihenart. 27, 2012, 129-177 153 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas – ‘Velocidad’: el ritmo y la velocidad del movimiento (rápido-lento). Ej. Haia-haia ‘rápidamente’. – ‘Movimiento suave’: el movimiento que luye. Ej. Dringili-drangala ‘balancearse, mecerse’. – ‘Patrón motriz’: las diferentes posiciones que el cuerpo adopta para llevar a cabo el movimiento (andar, correr, saltar, volar, nadar). Ej. Tipi-tapa ‘andar con pasos cortos y ligeros’, atxi-atxika ‘corriendo’, txingili-mingili ‘andar sobre un pie’, la-la ‘volar’, igerimigeri ‘como nadando’. b. Comunicación Además de incluir palabras generales relacionadas con esta categoría, destacan tres grupos principales: onomatopeyas que describen acciones relacionadas con el cuchicheo o con el murmurar, con la cantidad y/o la velocidad de lo que se habla, y con el hablar con algún defecto de dicción: ink, itx edo atx, murt ‘ni mu, ni palabra’, intzire-mintzire ‘queja’, iritzi-miritzi ‘dimes y diretes’, ixil-mixil ‘conversación en secreto’, kirimikatu ‘mascullar’, kiskun-kaskun ‘farfullar, balbucear’, mir-mor egin ‘regañar’ atxumurka ‘murmurando’, autu-mautu, ulumulu, zitzimutzika ‘hablillas’, kuxmux, xuxu-muxu, tzutzuputzu, zarzo ‘cuchicheo’, inku-minku, txutxu-mutxu egin, xuxurlatu ‘susurrar, cuchichear’ bala-bala ‘de boca en boca’, bis-bis ‘parloteo’, kalaka ‘charlatán’, tal-tal ‘hablar sin interrupción’, tarantula ‘habladuría larga y enojosa’, tibiribiri-tibiribiro ‘charla que te charla’, zitzipatza ‘verborrea’ erremerre ‘pronunciación defectuosa de la r’, ji-ja, jijimaja, jin-jau ‘gangoso’, sisibasa ‘pronunciar con imperfección’, tirli-torlo ‘hablar defectuosamente’, ziza ‘ceceo’, zizo-ziza ‘cecear’ c. Luz Las onomatopeyas de la luz lexicalizan sobre todo conceptos relacionados con diferentes tipos de brillo, resplandor, luz…: bill-bill egin ‘relejar (el sol con el calor en el tejado), brizt egin, dirdiratu, diz-diz, dris-dris, dzir-dzar, nir-nir egin, pindatu, zirt-zart egin ‘brillar’, birrist, printz ‘brillo’, brizdriztadako ‘relejo del sol’, gir-gir egin ‘parpadear’, inkatz-zapart, pinda, pirrin, sista, txatar, txintar, txipistada ‘chispa’, zirpitaka ‘despedir haces de luz’, zirrinta ‘rayo de luz’ d. Sonido En esta subcategoría se incluyen todos aquellos casos que son propiamente imitaciones de los sonidos, como los sonidos de los animales, de las personas, de los instrumentos, etc. arrama ‘gemido’, arranba ‘mugido’, arrantza ‘rebuzno’, bafa ‘resoplido’, banpalahara ‘cataplum’, barranba ‘estrépito’, bilin-banga laun 154 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas ‘talán’, binbilikatu ‘vibrar’, bir bor ‘ruido de todo tipo’, birrinbi-barranba ‘estruendo’, brinbraun ‘ruido metálico confuso’, brun-brun ‘zumbido’, bunpa ‘ruido sordo’, dilin-dolon ‘talán talan’, dindatu ‘tintinear’, dulun ‘tañido de campaña o cencerro grande’, durduratu ‘resonar’, lisk-lask ‘restallar’, furrust ‘refunfuño’, furruxt ‘zumbido, aleteo’, gara-gara ‘graznido’, girrin ‘chillido’, gran-gran ‘ruido del tren’, irringa ‘crujido’, izkirrita ‘griterío’, karrak egin ‘graznido, cacareo’, kilin-kilin ‘ruido cristalino (de espadas)’, kirrinka-karranka ‘chirrido del carro’, marruma egin ‘bramar, aullar, mugir’, orrugu ‘aullido’, purrust-parrast ‘ruido de las olas’, tir-tir ‘ruido de la lluvia’, ttakun-ttakun ‘ruido de la txalaparta’, zart ‘ruido seco’, zirris-zarras ‘ruido de la sierra’ e. Ingestión Se incluyen las onomatopeyas que describen diferentes tipos de comer y beber: glaska-glaska, grask, lafa-lafa ‘roer’, klika ‘gana de comer’, klika-klaka, marru-marru, masta-masta, mauka-mauka, maun-maun, zurrut eta murrut ‘comer a dos carrillos’, kurruxkaka, marra-marra, zaka-zaka, zanka-zanka, zanpa-zanpa ‘comer con torpeza’, meleka-meleka, miliki-malaka, ñasta-ñasta ‘comer sin ganas’, zala-zala, zapa-zapa, zausta-zausta ‘comer devorando’, hikilimili klik ‘beber de un trago’, hurrupa-mupaka ‘ofrecer a beber a tragos’, krik, txurru-txurru ‘beber’, kluku ‘beber a tragos’, sanga-sanga, tinka-tinka, zarra-zarra, zinga-zinga ‘beber torpemente’, tala-tala ‘beber agua un perro’, turla-turla ‘beber a grandes tragos’, xurru-xurru ‘beber constantemente’, zuku-zuku ‘beber chupando’, zurga-zurga ‘beber a sorbos’, zurrupa ‘trago, sorbo’, zurrust egin, zurrut egin ‘sorber’ f. Destrucción Las onomatopeyas de destrucción incluyen toda clase de acciones cuyo resultado cambia el estado del objeto que ha sido manipulado, como por ejemplo, romper, rasgar, perforar, punzar: astrapalada ‘hecatombe’, birrin-birrin ‘devastar; rasgar’, blangatu ‘cortar la madera en troncos mayores’, dart egin, dzanp, ‘romper’, dzapartatu, klaskaratu, txirtxilatu, zalapart egin ‘estallar’, dzart egin ‘romperse algo tirante’, dzist-dzast ‘perforar una y otra vez’, lisk-lask ‘restallar’, gliska-glaska ‘cortar el pelo’, karaskatu ‘romper crujiendo’, karra-karra, tarrat egin ‘rasgar’, korrok egin, kraskatu ‘quebrar’, krik-krik ‘ruido de romper huesos’, sast edo xixt, sisti-sasta ‘punzar’, zapart egin ‘agrietar’, parrastatu, ris-ras, urratu, xirtxikatu ‘desgarrar’ g. Golpeo En este grupo incluimos todos aquellos elementos relacionados con golpear en diferentes grados e intensidades, con partes (mano, palma…) y supericies distintas (puerta): bla, dzabradako, dzapart ‘sopapo’, blast, blaust ‘bofetada’, blisti-blasta ‘dar golpes repetidamente con la palma de la mano’, bliu-blau, dibli- Oihenart. 27, 2012, 129-177 155 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas -dabla ‘abofetear’, da-da ‘golpear a la puerta’, danbatako ‘golpe violento’, dinbi-danba ‘tundir a golpes’, dzart ‘golpe seco’, farfatu ‘sacudir, golpear’, furrust-farrast ‘chocar las olas, hojas…’, kask-kask ‘golpear en la puerta’, kiska-kaska, pan-pan, txatxi egin, xala-xala, zalatu ‘pegar’, panpa-panpa ‘golpear continuamente’, talka ‘tope, choque’, zapla ‘golpecito y bofetada’, zart-zart ‘palmetazo’ h. Ebullición Estas onomatopeyas distinguen entre diferentes grados de ebullición: bal-bal, bor-bor egin, bro-bro, bur-bur ‘hervir fuertemente’, bol-bol ‘hervir en el fondo’, gal-gal, gar-gar, kal-kal, parpaz ‘hervir’, il-il, pil-pil egin, txil-txil ‘hervir suavemente (supericial)’, tastarika, tazt ‘ebullición’, pul-pul-pul ‘ebullición exterior’ i. Emociones En este grupo incluimos todo tipo de sentimientos, actitudes y emociones, así como acciones relacionadas con estos como la risa o el llanto: jusjus, pispilin, ttuntturruntun ‘alegre’, tast ‘desdén’, tarrita ‘provocar ira’ irri egin, par egin ‘reír’, irri-karkara, irri-zala ‘risotada, carcajada’, irrimurri ‘sonrisa maliciosa’, kafailaka, kar-kar, santzo ‘carcajada’ hipa, zipa ‘sollozo’, intziri-mintziri ‘sollozar’, taska-taska ‘llorar mucho’ j. Funciones corporales En esta categoría se encuentras los elementos relacionados con el cuerpo, ya sean funciones, acciones o sensanciones físicas: bir-bir-bir ‘hormigueo’, gili-gili, kili-kili ‘cosquillas’, kirri-kirri ‘dentera’, nar-nar ‘dolor sordo’, panpa-zalaparta ‘palpitación con ruido’, pirri-pirri, pirrit ‘diarrea’, pilpiratu, pilpil-pulpul ‘palpitar’, taupada ‘latido del corazón’, tirri-tarra ‘cuesco’, txu ‘saliva’, zirri-zorro ‘respiración ruidosa’, zurrunga ‘ronquido’ k. Miscelánea Para evitar más categorías en este grupo se recogen otro tipo de actividades que aún teniendo presencia en el corpus, no son tan numerosas como los anteriores: bil-bil egin ‘envolver’, bilo-biloka ‘pelearse entre mujeres’, bir-bir ‘extender, derramar’, birri-barra, bolo-bolo ‘esparcir’, bixilli-baxalla ‘hacer travesuras’, drai-drai ‘trabajar intensamente’, drasta-drasta ‘dar moneda a moneda’, dri-dra ‘proceder drásticamente’, farra-farran ‘hilar torpemente’, irrin-irrin ‘hilar’, irristi-farrasta ‘trabajar sin esmero’, lirin-laranka ‘canturrear’, mela-mela ‘totalmente mojado’, pafa-pafa ‘fumar en pipa’, txatxamurka egin ‘pellizcar’, plot egin ‘agotarse’, sorki-morki ‘coser torpemente’, telent-telent ‘sin hacer nada, de brazos cruzados’ 156 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 2.3.2. Animales El grupo de las onomatopeyas para designar animales de pequeño tamaño es bastante numeroso, y engloba diferentes tipos como vemos en (22). (22) a. Insectos arkamele ‘escarabajo’, armiarma ‘araña’, bibirritingo ‘mariquita’, burrun bipi ‘carcoma’, burrun ‘abejarruco’, pinpilipauxa ‘mariposa’, tximirrika ‘abejaruco’, txiritxa, zirrika-mandika ‘saltamontes’, txitxitera ‘cigarra’, txamorro ‘gorgojo’, tximinta ‘chinche’, ziringilo ‘sabandija’, zizka ‘carcoma’ b. Crustáceos, moluscos karramarro ‘cangrejo’, marraskilo ‘caracolillo’, txangurru ‘cangrejo’, txirla ‘almeja pequeña’, txirtxita ‘almeja’ baranda ‘limaco’ c. Pájaros amiamo ‘cigüena’, auxulunt ‘francolín’, bili-bili ‘pato’, bilibarro ‘tordo’, iringalo ‘jilguero’, goronbilo ‘golondrina’, irra-irra ‘vencejo’, kakamilikuri ‘cacatúa’, kirrikoloka ‘pájaro marino zancudo’, parpara, purruta ‘codorniz’, txantxangorri ‘petirrojo’, txirlet ‘gaviota de pico amarillo’, xirri ‘gaviota pequeña’, xoxo ‘mirlo’ d. Anibios atangala ‘rana’, anpalaubri, burrunbilo ‘renacuajo’, apupulunka, klunklun, konka, txantxiku ‘sapo’ e. Peces mamar ‘pez marino’, maztranga ‘pez parecido a la raya’, perpelete ‘dorada’, pinpino ‘pez colario’, txilo ‘pancho’, txitxarro ‘turel’, txipiroi ‘calamar’, xipa ‘bermejuela’, txitxardin ‘angulas’ f. Otros igiri-bigiri ‘nutria’, kirikiño, tiriku ‘erizo’, mitxin ‘gato’, mumu ‘vaca, buey’, nono ‘oveja’, pututx ‘hurón’, tximino ‘mono’ Además de todos estos tipos de animales, quizás sea interesante señalar que para denominar a algunos de estos animales encontramos una gran variedad de apelativos onomatopéyicos. Uno de los ejemplos más notable es el caso de ‘mariposa’ que cuenta con más 32 posibilidades: atxitamatatxi, axandalo, falfala, libirita, makara, mitxilikote, mitxirrika, moxorrika, panpiña, pinpilinpauxa, pinpilinpika, pinpirin, pinpiripoxa, pitixileta, pitxeleta, pitxoleta, pitxilota, txalupitxi, txilipitaina, tximilot, tximirrika, txipileta, txipiritona, txiribiri, txirripita, txiruliru, txitxildola, txitxipapa, xintxitoil, xinxitola, xirita, zirimita. Oihenart. 27, 2012, 129-177 157 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 2.3.3. Plantas Aunque es menos numeroso que el grupo de los animales también se encuentran ejemplos relacionados con las plantas: (23) kalanba ‘aloe’, kalikola ‘amapola’, malmai ‘cereza negra’, txantxar ‘beleño’, panpun ‘seta muy grande’, txinrintxo ‘alelí amarillo’, txuatxin ‘hongo’ 2.3.4. Fenómenos atmosféricos En el grupo de las onomatopeyas relacionadas con los fenómenos atmosféricos, la mayoría de los ejemplos describen fenómenos relacionados con el mal tiempo, como vemos en (24): (24) arrabar, kaskabar, kaskabiko, kazkaradar, txingor, txintxerrol, tzitzar, xiskor ‘granizo’, txitxer ‘granizo pequeño’, xirimiri, zirzira ‘llovizna’, baurre, burbur, burrunba, burrunbunbun, dulunda, orro ‘trueno’, dirtada, dzistada, txilibista, ximist, xista-mixta, ‘rayo, relámpago’, xirimola ‘huracán’, gangarabi ‘niebla en un río producida por el frío’, truxalak egin, truxu ‘llover a cántaros’, xurrupita ‘lluvia torrencial’ 2.3.5. Instrumentos musicales En el siguiente grupo de onomatopeyas, destacan sobre todo los instrumentos de percusión, cualquier tipo de tambor o campana, y los de viento, cualquier tipo de lauta. Veamos algunos ejemplos en (25). (25) bulunba, drunba, zintzila ‘cencerro’, dunbala ‘bombo’, gargal, kirkila, txintxirri ‘sonajero’, txantxan, txingalango, txingili-mingili ‘campana’, txintxa, txintxila, xilinda, zintzarri ‘campanilla’, tuntun, txun-txun, xiribika ‘tamboril’, tururu, txirola, txuztu, zinburrun ‘silbo’, txulubi ‘silbato’, turuta ‘bocina’, txirula ‘lauta’, zinburruna ‘albogue’ 2.3.6. Características físicas y psíquicas En la categoría de las características físicas, aunque se describen todo tipo de características (gordura, belleza…), destacan las onomatopeyas que señalan defectos físicos, o rasgos que tienen connotaciones negativas. Aunque en la clasiicación de Trask (1997: 257) no se incluyen, vamos también a meter en este grupo las onomatopeyas que lexicalizan características psíquicas, que normalmente también aluden a una interpretación negativa. (26) a. Características físicas bonbili, gangarra, mamanton, motolote, pipor, pottolo, tarrapalot, tontorrobilo, txotxontxu, zokolo ‘gordo’, danglo ‘persona tosca’, farras ‘desaliñado’, gelge, gexal-mexal, txankil, txepel, xistrin, zinlindroin ‘débil’, patal, tatelka, tartalo ‘tartamudo’, tatar, tipi, ttuttu ‘pequeño’, zitzimutzika, zitzipara ‘zopenco, tosco’ monono, panpoxta, txirripitin ‘bonito’ 158 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas b. Características psíquicas barraban ‘pícaro’, berrinba-barranba, patraka ‘torpe’, gangun ‘persona loja, vaga’, gelpe, kokolo-mokolo, momolo, papau, tetele, txaldan, txontxa ‘bobalicón, tonto’, pinpirinakeri, ttittulin ‘pomposo, pedante’, indura-bandura, inka-manka, kili-kala, koko-meko ‘indeciso’, melenga, sinkulin-minkulin ‘quejicoso’ 2.3.7. Herramientas y artilugios Otro grupo de onomatopeyas es el que describe diversos aparatos, normalmente pequeños como en (27) (27) akulu-makulu ‘zancos’, benk ‘púa’, dranbal ‘tuerca’, irinda ‘polea, garranga ‘anzuelo’, taunk ‘martillo’, ruedecita’, txanga ‘bisagra’, txirritol ‘molinillo; rueca; polea’ 2.3.8. Cosas Este grupo recoge objetos y cosas de diverso tipo; destacan las cosas que tienen poco o ningún valor. (28) a. en general arazo-marazo ‘asunto’, bi-bi, muñi-muñi, txin ‘dinero’, birbil ‘botón’, ganga ‘bóveda, arco’, kiribil ‘espiral’ b. de poco valor kirkira, ziztrin ‘cosa insigniicante’, mingil ‘cosa efímera’, hink, tintik, tunt ‘nada’, tinta-minta ‘pequeños detalles’, surruburru ‘trabajillos de poca monta’, txirimir ‘cosa de poco importancia’, tzirtzil ‘cosa futil’ 2.3.9. Habla infantil Gran parte del habla infantil está compuesto por elementos onomatopéyicos que designan todo tipo de actividades, objetos, personas y animales como vemos en (29). De ahí que en numerosas ocasiones se relacionen erróneamente las onomatopeyas exclusivamente con este registro. (29) acciones y actividades como apatx egin ‘sentarse’, bitxbitx ‘orina’, mau-mau ‘comer’; objetos txitxi ‘carne’, txatxa ‘manzana, fruta’; animales como kurrin-kurrin ‘cerdo’, ttotto ‘perro’; personas como txetxe ‘niño pequeño’. 2.3.10. Cantidad Si antes mencionábamos que las onomatopeyas sirven para designar objetos de poco valor, como vemos en (30), también hay un gran número de elementos que indican gran cantidad de algo. Oihenart. 27, 2012, 129-177 159 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas (30) bar-bar, barra-barra ‘en cantidad’, barrasta-barrasta, bedera-bedera ‘con profusión (gastar dinero), birbirika ‘multitud de cosas pequeñas’, boldroko ‘amontonamiento’, dalan-dalan ‘repleto’, farra-farra ‘profusamente’, gilgil ‘lleno’, kuñkuñkuño ‘lleno de fruta’, arrastan ‘a puñados’ 2.3.11. Naturaleza En esta categoría incluimos todo tipo de accidentes geográicos y elementos relacionados con la naturaleza en general: (31) argizirrinta ‘alba’, atxuntxua ‘peñasco’, brenk ‘cima escarpada’, draka ‘pendiente muy fuerte en caminos’, zurrumilo ‘remolino de agua’ 2.3.12. Términos sexuales Otro de los campos característicos, aunque no tenemos documentados demasiados ejemplos en nuestro corpus es el de los términos sexuales como en (33) (32) txitxil ‘verga, miembro genital del hombre’, txuringa ‘esfínter anal’ 2.3.13. Miscelánea Finalmente, hemos incluido una categoría mixta (características, cosas…) que recogen otros elementos que quedan fuera de los grupos descritos anteriormente: (33) asa-asa ‘ligero de ropa’, kikirriki ‘multicolor’, kinkirrinkon ‘champán’, dsilipurta ‘salpicadura’, sara-sara ‘transparente’, tanta ‘gota’, trikimailu ‘trampa’, tolot ‘podrido’, zurrunpi ‘viruela, sarampión’ 2.4. La pragmática de las onomatopeyas vascas Finalmente en lo que concierne a la pragmática de estos elementos, especialmente, a algunas de las funciones discursivas que cumplen8, parece que hay consenso en que estas palabras sirven para llevar a cabo una función dramatúrgica, es decir, para añadir expresividad a la situación comunicativa (Voeltz y Kilian-Hatz 2001: 3). En el caso del registro oral, es muy frecuente que estos elementos además vayan acompañados de gestos 8. En este artículo, solo vamos a centrarnos en dos funciones discursivas: la dramatúrgica y la estilística. Sin embargo, un análisis más completo de la pragmática de estos elementos requeriría también la descripción de su función lingüística (véase al respecto Ibarretxe-Antuñano 2009a para el euskara, o autores como Alpher 2001, Gabas y Van der Auwera 2004, Nuckols 1996, 2001), además de un detallado estudio del uso de las onomatopeyas por parte de los hablantes. Se sabe aún poco sobre los factores que intervienen y determinan el uso de este tipo de palabras. Autores como Childs (1996, 1997, 1998, 2001) apuntan a diversas variables de base sociolingüística como la edad, el entorno, la educación o la rusticidad, y otros como Ottenheimer y Primrose (1990) y Moshi (1993) también incluyen la necesidad de un ambiente cultural apropiado, es decir, de un entorno en el que tanto los interlocutores como las necesidades semánticas y sociopragmáticas sean propicias y favorezcan su uso. 160 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas que refuerzan o representan el signiicado de las onomatopeyas (Kita 1993, 1997). Moshi (1993) incluso señala que en la lengua bantú kivunjo-chaga, el uso de estas palabras está incompleto si no lleva consigo un gesto ritual con la mano u otra parte del cuerpo. Hay además algunos autores como Nuckolls (2001: 277) que van aún más allá, e indican que las onomatopeyas de hecho son formas híbridas, que combinan propiedades tanto del dominio verbal como del gestual. Kunene (1978, 2001) comparte esta opinión e indica que los ideófonos en la lengua africana sesoto son los substitutos lingüísticos más cercanos de los actos físicos no verbales, por los que entiende los gestos conscientes y cualquier otro acto imitativo. Además de la expresividad que aportan las onomatopeyas, estos elementos son fundamentales por su función estilística, es decir, por su aportación estética a la estructura de un texto. Las onomatopeyas sirven tanto para destacar ciertos elementos como para ser utilizados como herramientas de cohesión narrativa, de intertextualidad. Noss (2001), por ejemplo, dice: […] the meaning of the Gbaya ideophone is found in the network of ideas and sounds from which the artist draws; the meaning is in the aesthetic tradition and its interpretation before the audience; it is in the artist’s selection and placement of the ideophones in their poetic context; it is in the social and cultural setting that is the past and present World of the Gbaya; the meaning is in the vital and dynamic nature of the ideophones themselves. (pág. 269) Esta misma opinión la comparten otros autores que trabajan con onomatopeyas en lenguas tan diferentes como el quechua de Pastaza (Nuckolls 2006), el siwu (Dingemanse 2009) o el navajo (Webster 2008, 2009). A continuación vamos a describir cómo se desarrollan estas dos funciones en las onomatopeyas del euskara. 2.4.1. La función dramatúrgica La función dramatúrgica consiste en dar expresividad a las situaciones comunicativas en las que se utiliza la onomatopeya como, por ejemplo, en los casos que se recogen en los siguientes ejemplos: (34) Upela oso-osorik atzaparretan artu ta zanga, zanga! ustu arte cuba lleno-lleno.part zarpa.loc coger y zanga zanga vaciar hasta ‘Agarró con las manos la cuba llena hasta los topes y zanga, zanga! hasta vaciarla (oeh) (35) Ñir-ñir-ñir hasten dira izarrak zeruan ñir-ñir-ñir empezar aux estrellas.abs cielo.loc ‘Las estrellas empiezan a ñir-ñir-ñir en el cielo’ (oeh) Oihenart. 27, 2012, 129-177 161 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas (36) Goizean haizia iri-iri zebillen mañana.loc aire.abs iri-iri andaba ‘Por la mañana andaba un aire iri-iri’ (oeh) En todos estos ejemplos la manera en la que se produce la acción se describe en la onomatopeya. En el ejemplo (34), el ideófono zanga zanga describe la acción de beber, pero no de cualquier forma, sino continuada, a grandes tragos y haciendo ruido. En el (35), ñir-ñir-ñir signiica brillar, pero de una forma especial, es la luz intermitente, fugaz, destelleante que emiten como en este ejemplo las estrellas, o cualquier cuerpo celeste por la noche. Firi-iri en (36) también indica un tipo especial de viento, es el vientecillo suave, como una leve brisa. En estos casos la onomatopeya es realmente la que aporta todos los matices del evento; hay que tener en cuenta que, por un lado, en ninguno de estos ejemplos aparece ningún verbo concreto que lexicalice los conceptos de ‘beber’, ‘brillar’ o ‘soplar’, y por otro lado, las onomatopeyas son realmente las que nos llevan a imaginar, cómo se lleva a cabo la acción. Nuckolls (2001, 2006) en su análisis de los ideófonos del quechua de Pastaza no solamente los llamaba, gestos verbales, porque describían cómo se realizaba una acción, sino que además, en un reciente artículo señalaba lo siguiente: Although this description [se reiere a un ejemplo] is lacking any inite verb, the ideophones themselves assume the pragmatic importance of verbs. […] In discourse, ideophones are a likely locus of intonational and gestural foregrounding, which contributes to their pragmatic status as performance. […] They capture what is aesthetically salient and absolutely true, what is emotionally riventing and objectively factual. Insofar as they do this, they are pragmatically quite different from the occasional whimsical ideophones used in English such as ka-ching, or bling bling. (2006: 40-41) Esta cita de Nuckolls con respecto al quechua nos recuerda a la que veíamos unas páginas más arriba de Lecuona (1964: 137) cuando decía: “[cada onomatopeya] es capaz de darnos una impresión de los objetos mucho más verdadera que la mejor descripción realista de los mismos”. Estas palabras demuestran, junto a los ejemplos que acabamos de ver que, al igual que en quechua, el valor pragmático de estos elementos es fundamental en euskara. Dentro de esta función dramatúrgica, se suele mencionar también cómo estos elementos suelen a veces ir acompañados por gestos, que no solo añaden signiicado, sino que refuerzan lo que ya se ha representado en la onomatopeya. Este sería el caso de los ejemplos (37) y (38) con sus correspondientes Figuras (1) y (2) donde se ve el gesto que va con la onomatopeya. Incluímos también la imagen original que los informantes estaban describiendo en ese momento. 162 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Figs. 1 y 2. Plisti plasta (dibujos de Mercer Mayer. Frog, where are you?). Fig. 3: Gesto de dar pasos (37) Aoztarrek hartu dau txakurra gainean eta plisti plasta, plisti plasta, urten dira errekatik Aoztar.erg coger aux perro.abs encima.loc y plisti plasta plisti plasta salir aux río.abl ‘Aoztar [el niño] se pone al perro encima y plisti plasta plisti plasta salen del río’ [B20e2] En este caso, la informante está describiendo cómo el niño después de caerse al río, coge al perro y van caminando por el río. Utiliza plisti plasta que signiica ‘andar patullando en el agua’, y al mismo tiempo, gesticula con las manos el andar, los pasos. Este gesto se realiza de forma sincronizada con la onomatopeya, es decir, el primer elemento plisti coincide con el movimiento de la mano izquierda y el segundo elemento plasta con el movimiento de la mano derecha. Como se puede ver en el ejemplo (37), la onomatopeya se repite dos veces, así que se puede decir que se dan ‘cuatro pasos’. En este caso el gesto no añade signiicado nuevo, ya que el andar o el dar pasos está incluido en la semántica del ideófono plisti-plasta pero sí que se añade una gran expresividad a toda la escena descrita. 2.4.2. La función estilística Otra de las funciones características de los ideófonos es su aportación estética a un texto. En el caso del euskara, esta función es quizás una de las más reconocidas de las onomatopeyas. Lecuona (1964) ya mencionaba en su estudio sobre la literatura oral vasca que estos elementos son unos de los constituyentes fundamentales de la llamada poesía decorativa, además de entre otras cosas, el ritmo y la rima. En este librito, Lecuona recoge algunos de los versos más conocidos y que forman parte del acervo cultural-musical tradicional vasco. Como se ve en (38), (39) y (40), están llenos de elementos ideofónicos: Oihenart. 27, 2012, 129-177 163 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas (38) baga, biga, higa laga, boga, sega zai, zoi, bele harma, tiro, pum! xirrixti-mirristi, gerrena, plat olio zopa, kikili salda, urrup edan edo klik... ikimilikiliklik! un, dos, tres cuatro, cinco, seis siete, ocho, cuervos arma, tiro, pum! xirrixti-mirristi (palabras mágicas), asador, plato sopa de aceite, caldo de kikili (gallo) urrup (sorber), beber o klik (trago) ikimilikiliklik! (trago) (39) din-dan, boleran elizako kanberan din-dan, boleran gure aurra koleran. Dingindin-dangandan, dingindin-dan Dingindin-dangandan, dingindin-dan din-dan volteo de campanas en la cámara de la iglesia din-dan campaneo nuestro niño en cólera (¿) Dingindin-dangandan, dingindin-dan Dingindin-dangandan, dingindin-dan (40) ttun kurrun kuttun, kuttunku ttun kurrun kuttuna! run kuttun kuttun kuttunku run kuttun kuttuna! loa, loa run kuttun kuttuna! ttun kurrun (arrullo) kuttun (querido), kuttunku ttun kurrun (arrullo) kuttuna (querido), run kuttun (querido) kuttun kuttunku run kuttun kuttuna (querido)! duerme, duerme run kuttun kuttuna (querido)! Algunos de estos elementos simplemente representan ritmos especíicos, como el dingindin-dangandan, dingindin-dan o el din-dan que recuerda al repicar de las campanas en (39), otros como en el caso de la canción de cuna en (40) son todos onomatopéyicos y proporcionan un juego entre onomatopeyas con signiicado (kurrunka ‘arrullar’ y kuttun ‘querido’) y su combinación con otras sin un signiicado tan claro, salvo por la parte fonoestética (run), y otros como algunos de los ejemplos en (38), que dan viveza, expresividad y una carga estilística a acciones como el sorber en ikimilikiliklik ‘trago’. El cancionero vasco tradicional, así como dichos y juegos (véase Azkue 1923), está lleno de versos donde las onomatopeyas se reproducen sin cesar. Sin embargo, lo interesante de la función estilística es que no hace falta solamente centrarse en la poesía oral tradicional o en lo tradicional en general, también en la poesía contemporánea se encuentran ejemplos de usos estilísticos de estos elementos. Uno de los mayores exponentes es, por ejemplo, Bitoriano Gandiaga. Veamos algunos de sus poemas en (41), (42) y (43). Hemos subrayado nosotros los elementos onomatopéyicos, el resto es original de la publicación. 164 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas (41) (1977) Uda batez Madrilen (178) [Anuntzioak] Anuntzioak dir-dir txaplata mila tamaina tankera mila lekutan tzapasta hiria txapastan. mila abata milatan txipizta zehar Argitarako jarri bonbilen argia baino anuntzioen bristada, NEBRASKA, IMPERIAL ta anuntzio gehiago: CAMEL, BIMBO, MARTINI CLUB, PASAPOGA, CAPITOL, ESPASA CALPE, S.A. CERTINA… Anuntzioak zaplada mila mailatan, ziplika Oihenart. 27, 2012, 129-177 dist-dast mila tamaina mila zaplaka mila blastada tankera lekutan hiria 165 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas zehar Anuntzioak argiz, Irriz anuntzioak, hirrikatuz gizona Anuntzioak zartada mila milatan sistaka zehar blisti-blast. argi zirtada biziz, bristakoan, begiz. eskaintza kilikariz kolore zirtakariz, irritsa irristaraziz tirriatuz zirriz. zirt-zart mila mila sastada tamaina tankera mila lekutan sastaka hiria sisti-sast. (42) (2004) Adio (93) Trinkili trankala ari gara trinkili trankala betikoan trinkilik trankala trankalak trinkili bizitza bideko egunen orduen uneen ritmoan. Trinkili trankala bizi gara betiko trinkili -trankal trajiko majiko sorpresa handiko bidaia bizitza beteko noiznahikoan tranbala (43) (2004) Adio (110) Tzi-tzi. Tzi-tzi, tzi-tzi-tzi. Pinadiz, tzi-tzi-tzi. Pinadiz pinadi tzi-tzi-tzi. Gaueko pinadiz, tzi-tzi-tzi. Tzi-tzi, tzi-tzi, 166 tzi-tzi... Pinadiz, tzi-tzi-tzi. Tzi-tzi tzi-tzilari, tzi-tzi, xomorroa, tzi-tzi, hegoak hegoz igurtzi ta igurtzi. Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Como se puede observar en estos tres ejemplos, Gandiaga maneja las onomatopeyas magistralmente. En el primer poema, se nos habla de los anuncios de neón que hay en una gran ciudad. Además del efecto visual de la organización y distribución de estas palabras, que aún apoya más el ritmo de las onomatopeyas y la sensación que causan estos anuncios en una persona no acostumbrada, tenemos el signiicado y la utilización de las onomatopeyas que describen lo que siente y lo que piensa de los anuncios el poeta. Anuncios que brillan (dir-dir, zirta), que nos abofetean por todas partes (blastada, zartada), intermitentes, decididos y rápidos como pinchazos (sisti-sast, zirt-zart, brista), que nos salpican (tzapasta), nos producen risas (irri) y nos ofrecen cosas dudosas (kilika). En el segundo poema, habla de la vida y de como siempre vamos en este viaje trinkili trankala ‘moverse con cansacio, a trancas y barrancas, ruidosamente como un tren’. Finalmente, en el último poema, Gandiaga juega con el ruido de los pinares, de los insectos, el tzi-tzi-tzi, que escucha todas las noches. Estos ejemplos, sacados de los muchos que utiliza Gandiaga en su obra, junto con los casos anteriores, son un claro ejemplo de que la utilización de las onomatopeyas tiene un valor clave en la poesía vasca, son un componente fundamental, sin el cual, la poesía vasca no sería la misma. Podríamos adaptar perfectamente al caso vasco, las palabras de Burbridge (1938: 234) sobre la obra africana Uganda Martyrs: “The ideophone is the key to Native descriptive oratory. I can’t imagine a Native speaking in public with intense feeling without using it”. Además de estos ejemplos de literatura oral y escrita, a continuación se van a presentar algunos casos de otro de los campos en los que, no solamente en euskara, sino en todas las lenguas en general (véase Gasca y Gubern 2008), más se han utilizado estas palabras: los cómics. Los ejemplos se han tomado de dos dibujantes vascos, Patxi Huarte ‘Zaldi Eroa’ (2005, 2007) y Patxi Gallego (2004, 2006). Aquí se presentan unos ejemplos de cada autor, la selección completa se puede ver en Ibarretxe-Antuñano (2009b). Fig. 3. Zaldieroa: mar mar, tiki-taka mar mar ‘cuchichear, murmurar’ Tiki-taka ‘poco a poco’ Oihenart. 27, 2012, 129-177 I 167 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Fig. 4. Patxi Gallego: ttakun ttakun, tipi tapa, zapla Ttakun ttakun ‘sonido del instrumento de la txalaparta’ Tipi tapa ‘marchar a paso corto y ligero’ Zapla ‘bofetada’ Hasta ahora nos hemos centrado en ejemplos orales y escritos en donde se ve la utilización de onomatopeyas con valor estilístico. Sin embargo, los casos que ejempliican la utilización de estos elementos con esta función no se restringen a este tipo de textos. Cada vez más, se encuentran estas onomatopeyas utilizadas como ‘nombres propios’, es decir, como etiquetas que se dan a diferentes tipos de tiendas, organizaciones, grupos… En Ibarretxe-Antuñano (2009b), hemos recogido algunos ejemplos encontrados por toda la geografía vasca, y los hemos clasificado en varios grupos: negocios (bares, clínicas, guarderías, hoteles, tiendas), eslogans, grupos y asociaciones, lugares, revistas y publicaciones. Mostramos aquí, en la Figura 4, una pequeña selección de ejemplos de cada uno de los grupos. Fig. 5. Onomatopeyas en nombres propios Bar Zurrumurru Bilbo Fuente: IIA 168 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas Clínica Podología Ttipi-ttapa Gernika Fuente: IIA Ibilaldi 2003 Dzanga Lekeitio Fuente: IIA Asociación de montañismo Pol-pol Bergara Fuente: IIA Euskara elkartea Zingi Zango Legazpi Fuente: IIA Urbasa-Andia Durrundurrungo zuloa Kiskilikaskala Fuente: Sua Revista Xirika Fuente: IIA Como podemos ver en estos ejemplos, la mayoría de estos negocios, asociaciones, etc. escogen una onomatopeya que tiene una relación directa con la actividad que se desarrolla en ese grupo. Así, por ejemplo, en una clínica de podología, uno de los nombres más adecuados es ttipi ttapa ‘andar Oihenart. 27, 2012, 129-177 169 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas pasito a pasito, marchar a paso corto o ligero’. Esta misma onomatopeya aparece también muchas veces ligada a tiendas de calzado (véase IbarretxeAntuñano 2009b). En un bar también es adecuada una onomatopeya como zurrumurru ‘rumor, susurro, chismorreo’, a in de cuentas esta es una de las actividades que se van a hacer a los bares. Pero además de la relación directa entre el nombre propio y lo que designa, estos ejemplos ponen de maniiesto que las onomatopeyas se consideran, aunque sea a nivel intuitivo del hablante vasco, como uno de los rasgos más importantes y característicos de la lengua vasca. Para más información sobre la relación entre simbolismo fónico y branding, véanse Klink (2000, 2003), Lowrey y Shrum (2007), Shrum et alli. (2012), Yorkston y Menon (2004), entre otros. 3. CONCLUSIONES En este estudio sobre las onomatopeyas vascas hemos intentado dar una visión global sobre los rasgos lingüísticos que caracterizan a estos elementos. Partiendo de las descripciones tipológicas que se han llevado a cabo sobre estos elementos, hemos visto que las onomatopeyas vascas cumplen cada una de las características que comparten estas palabras. Desde un punto de vista fonético-fonológico, tienen elementos fónicos inusuales, utilizan la reduplicación total y parcial, e incluso la triplicación y presentan fonestemas. Por lo que respecta a su morfo-sintaxsis, además de la reduplicación que hemos mencionado, cumplen diferentes funciones sintácticas, especialmente funcionan como sustantivos y adverbios, aunque también muchas veces son multicategoriales, y solamente su utilización en un contexto sintáctico determinado nos revela su posible categoría. En relación a su semántica, también encontramos numerosos ejemplos que lexicalizan campos característicos de estos elementos: acciones y actividades—entre los que podemos destacar: movimiento, comunicación, luz, sonido, ingestión, destrucción, golpeo, ebullición, emociones, funciones corporales—animales y plantas, fenómenos atmosféricos, instrumentos musicales, características físicas y psíquicas, herramientas y artilugios, cosas, habla infantil, candidad, naturaleza y términos sexuales, entre otros. Desde una perspectiva pragmática, cumplen tanto funciones dramatúrgicas, es decir, dar expresividad, bien solas o bien acompañadas por gestos, como funciones estilísticas, especialmente importante su uso en la literatura oral y escrita, en los cómics, pero también en la publicidad, a la hora de elegir un nombre propio para diferentes actividades (negocios, asociaciones, etc.). Quizás el único rasgo que no parecen compartir las onomatopeyas vascas con la caracterización tipológica general es el hecho de que sean propias de registros orales tal y como proponen Voeltz y Kilian-Hatz (2001). Los ejemplos que hemos utilizado a lo largo de este estudio están tomados de diferentes fuentes tanto orales como escritas, lo que demuestra que en euskara, las onomatopeyas no se restringen a un solo registro. Es posible 170 Oihenart. 27, 2012, 129-177 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas de todos modos, explicar esta diferencia si tenemos en cuenta la propuesta de Koch y Oesterreicher (véanse Koch y Oesterreicher 1985, Oesterreicher 2001) sobre la diferencia entre las lenguas que son conceptualmente escritas y las lenguas que son conceptualmente orales. Según estos autores, el espacio comunicativo de una comunidad lingüística, es decir, el uso del lenguaje tanto oral como escrito, se puede colocar a lo largo de un continuo entre dos polos: el de la inmediatez comunicativa que se relaciona con la oralidad concepcional, y el de la distancia comunicativa que se relaciona con la escrituralidad concepcional. Cada uno de estos polos tiene una serie de características morfosintácticas, léxicas y pragmáticas particulares y unos usos comunicativos concretos. La oralidad concepcional se caracteriza por construcciones elípticas, violaciones de congruencia, proporción baja de tipo-token en el léxico, redundancia, expresiones hiperbólicas, repeticiones… mientras que todas estas características no están presentes en la escrituralidad concepcional. El euskara se puede decir que es una lengua conceptualmente oral, ya que presenta muchos de estos rasgos como la elipsis o la repetición tanto en el registro oral como en el escrito (véase Ibarretxe-Antuñano 2004a,b). Si incluimos el uso de las onomatopeyas como uno de los rasgos característicos de esta oralidad concepcional, entonces se puede entender que estas palabras se usen en cualquier registro ya que mantienen las características propias de este tipo de lenguas. A pesar de que se ha intentado ser exhaustivo en este trabajo, quedan aún numerosas cuestiones pendientes para futuras investigaciones. Vamos a mencionar solamente algunas de las que nos parecen más interesantes. Por ejemplo, se tendría que llevar a cabo un estudio del uso de las onomatopeyas en el discurso natural para observar si es cierto que las variables sociolingüísticas juegan un papel fundamental en el uso de estos elementos tal y como apuntan algunos autores (Childs 1996, 2001). Este tipo de trabajo requiere tanto el diseño de experimentos psicolingüísticos en los que se incite al informante a utilizar estas palabras a través de diferentes técnicas de elicitación de datos, como el análisis de corpus de datos orales espontáneos así como escritos. Otra de las áreas que también necesitan de más trabajo es la aplicación práctica de este estudio a áreas de la enseñanza y la traducción. Si echamos un vistazo a los manuales actuales del euskara, tanto a las gramáticas pedagógicas (Alberdi 2008, Zubiri y Zubiri 1995) como a libros de texto, la atención que se le dedica a estos elementos es prácticamente nula. En las programaciones curriculares (Escuela Oicial de Idiomas), por ejemplo, las onomatopeyas no solo aparecen esporádicamente en la sección de vocabulario, sino también exclusivamente en niveles superiores (B2, C1). Si realmente estamos de acuerdo con que estas palabras son un rasgo fundamental de la lengua vasca, no se puede permitir que se dejen de enseñar puesto que no son, como hemos demostrado en este estudio, simples elementos marginales de la lengua, propios del habla infantil o rural, sino adaptando una frase de García de Diego (1968: 5) la sal de la lengua vasca. Onomatopeiak gatza eta piperra!!! Oihenart. 27, 2012, 129-177 171 Ibarretxe Antuñano, Iraide: Análisis lingüístico de las onomatopeyas vascas 4. REFERENCIAS ABELIN, Åbelin. Studies in Sound Symbolism. Göteborg, Sweden: Göteborg Monographs in Linguistics 17, 1999. ALBERDI, Andrés. Oinarrizko gramatika. Donostia: Elkar/Ikastoleen Elkartea, 2008. ALPHER, Barry. “Yir-Yoront ideophones”. En: L. Hinton, J. Nichols y J. Ohala (eds.), Studies in Sound Symbolism. Cambridge: Cambridge University Press, 1994; pp. 161-177. ALVAR, Manuel. “Onomatopeyas, gritos de animales y lexicalizaciones”. En: C. de Paepe y N. 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