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«Rafael Guillén: memoria y poesía»

«Rafael Guillén: memoria y poesía», Extramuros, núm. 22, 2001, pp. 72-75. ISSN: 1135-6235. Sobre el libro Tiempos de vino y poesía (Prosas granadinas), de Rafael Guillén, un libro en el que la memoria provee los materiales para elaborar unos relatos que, agrupados en dos partes, interesan al lector por su función memorial, por su función literaria y, en algunas ocasiones, por su interés metaliterario, lo que viene a iluminar de algún modo al lector de su poesía.

GI GI z O ct) o t-l -. ¿ A FI lFrl t ñ 9-{ F X Ratael memoria poesia(*) ANTONIO CHICHARRO r- :.:. .,; :i ::::;' ': IEMPOS de UinOypOe- sía (prosas granadi.,,,j, nas) (Granada, Port',,, ii' Royal, 2000) es un hermoso y ";;1.,"bien editado libro en el que Rafael Guillén confiesa que ha ,;"¡',t vivido a La vez que cristaliza en '"''' una ágil prosa de poeta la memoria de ciertos instantes que en su conjunto construyen el cuadro verbal de un tiempo de silencio en el gu€, por encima de todo, el sol seguía derramando su luz cenital sobre el cuerpo muerto de la Alhambray las blancas cumbres de la sierra y un tiempo en el que el imparable corazón de la vida seguía latiendo entre las cuatro paredes de la cas , entre los blancos muros del Albaicín y entre las plazas de Granada. Este nuevo libro no viene a ocupar un sitio más en la bibliografía de EI ytoetaescarba de en [asfiwecos [a memovia [os v(rya,escatay ecosaitates'de fo divinoy [o ll llwvnano, De e[ .sonido ya apa7aDo [asjwaeni[escarcajadns y fos vestos deunr ararlen eseucia[ wúvadaíubrrr( rorrirrrro yanadinosin evtgañas, núyada quenuestroawtorqwieve invniseúcorde peroquesetoymaa aecescovnwasiaa :oen todocaso [[rrobeiwehfirnLeruura. nuestro poeta, sino gu€, como si se tratara de un modemo cañón de luz, viene a iluminar de una u otra forma o desde determinado ángulo algunos de los pliegues de su obra, los nítidos perfiles de su poética y, €o definitiva, aspectos de la vida de un hombre que ha acompasado su andadura vital a la de la poesía. No en balde p ra Rafael Guillén, y lo ha dicho muchas veces, la poesía es una manera de respirar, esto es, un modo de hacer lavida y de relacionarse con lo real. Pero es más, este nuevo libro viene a proyectar luz sobre los lectores que en mayor o menor medida transitaron por aquellos agridulces años que nutrieron un pretérito absolutamente imperfecto de alas cortadas y repetidos ensayos, a veces ingenuos, de alto y bajo vuelo. El libro se abre con una introducción, plena de sabidvría, en la que el autor de Zos estados transparentes no rehuye el tratamiento de nada que pueda interesar o servir al lector, utilizando hábilmente p r ello el recurso de las interrogaciones retóricas. A estas alturas de su vida, después de haber transitado con dignidad por el espacio minado de una larguísima postgueÍra, el poeta escarba en los huecos de la memoria para rescatar los ecos vitales de lo divino y lo humano, el sonido y^ apagado de las juveniles carcajadasy los restos de una grave y esencial mirada sobre el universo granadino sin engaños, mirada que nuestro autor quiere inmisericorde pero que se toma a veces compasiva y en todo caso llena de inteligente temura. Esto explica que aborde el radical problema de la naturaleza de su discurso, señalando el amplio territorio existente entre mentira, ficción y verdad. Por esta razón se resiste a identificar el cultivado arte de la memoria con la verdad, no confundiendo por ejemplo persona con personaje, pero tampoco desprecia la verdad de sus recuerdos. Este bien escrito libro, como toda obra literaria, nos da en efecto un cierto conocimiento de lo real, un conocimiento que pasa inicialmente por el interpretante. De todos modos, no olvidemos gu€, por una parte, la memoria y su cultivo es lo que nos hace seres sígnicos, históricos y a la postre verdaderamente humanos y, por otra, que ésta es el resultado de una construcción. Este razonamiento justifica el doble interés del libro como ejercicio memorial y como pieza literaria e incluso, como veremos, metaliteraria. Tiempos de uino y poesía se presenta estructurado, tras la referida introducción, en dos partes y un epflogo. En la primera, que da cabida a ocho secciones o, como bien dice #* E*rts*utg,i su autor, relatos, en su mayor parte inéditos, se inicia un viaje con diversas escalaspor la memoria de los años de juvenrud, coincidentes con los años cincuenta, un viaje por un tiempo sobre el papel recobrado en que el vino y la poesía corrían a raudales por las gargantas de unos jóvenes poetas gue, hechos a sí mismos a golpe de error y de vida, aprendieron el arte de la poesíayel arte de su edición, creando la colección "Veletaal Sur'. Lo curioso es que RafaelGuillén apenas dedica su atención a hablar de esta importante empresa literaria, prefiriendo recrear un friso en el que se van engatzando maestros y aprendices impresores con las peripecias de la vida pícara de la imprenta de la que milagrosamente nacían los sucesivosnúmeros de .Veleta al Sur,.Todo ello subrayado con el trazo del humor. No me extraña que nuestro poeta granadinohaya tomado prestado el título de este relato, lleno de gracia y frescura, para nombrar el libro todo. Continúan "Una escena para la memoria', denso y breve relato en el que el autor recrea no sólo la escena de una película de su juventud de honda huella en é1,una escenade El tercer bombre, sino que al mismo tiempo discurre sobre su global valor simbólic o y Ia significación de los recuerdos. Con .Triste y hermosa juventud,, Rafael Guillén recorre el dial de la radio de su primera juventud y escudriña los recuerdos de actores y actrices que por determinado tiempo llenaron la U" oo1r,+jjiy,l?l pantalla de la vida, completando su relato con la narración festiva de ciertos elementos costumbristas de la vida amorosa de la Granada de aquellos años, si bien no puede impedir que en un momento de su discurso aflore una grave reflexión sobre el diferente sentido y orientación de la melancolía que a veces asalta a jóvenes y viejos, reflexión que me permito transcribir: LA melancolía de losjóuenes es una melancolía becba con niebla, con ficción, con proyectos; tiene algo de desesperanza.y de desidia. Ia de los uiejos,en cambio, es una melancolía becba a golpes de recuerdo, de realidades, de desengaños; s€ nutre de lo perdido y de lo que nunca llegará (Guillén, 2000: 37).Pero, aunque no faltan en el resto de relatos la aparición de ciertas reflexiones e intuiciones de similar tono, así como fundadas y realistasexplicaciones de lo que fueron sus orígenes literarios y los del grupo al que pertenecía,como €o.La carátula de Beethoveno, donde afirma: En realidad no se puede decir que fuéramos malas personas. Sorteá.bamos las censurAs y las restricciones como podíamos al tiempo que crecía nuestra pasión por el arte, nos afanabalnos en la lectura e intentábamos, escribiendo opintando, cada cual A su mnnera' traducir nuestros sentimientosy nuestras emocionessin otro magisterio, orientación o ayuda que nuestra propia incomprensible uocación(Guillén , 2000: 69; o bien fundadas disquisiciones sobre las diferencias que puedan existir entre lo popular y lo típico, lo que podemos poner en relación con el pensamiento lukacsiano, según el cual -recuérdese- lo típico en el arte es lo que une lo individual y social, lo general humano y lo históricamente determinado, previas al tratamiento de una tipología del tipismo albaicinero, tipismo del que se ocupa operativamente y previo aviso no en el sentido de lo que sintetiza unos rasgos comunes, que bien claramente lo expone, sino en el de apartamiento de lo común, como ocuffe en el relato con la hilarante historia de lo acontecido en un estudio de pintura, historia de perfiles eróticos, así como .Versos para el pueblo,, un tan desmitificador como divertido relato de la r[ avrcdevneyenday de ayatis, vida literaria y su proyección por las hermosas tierras del Sur ye[aciottarse g rrrínro,Ár* de Granada, concluyendo coo .Hogueras p ra el Cristo', cavniuanDo, de sevrtar p[azaen relato gu€, con fondo de SemanaSanta,da cuenta de hondas wuambernaatbaicine,ra, emociones sentidas en plena primavera de la vida. de En la segunda parte del libro, afirma Rafael Guillén, los .rta[icia canaeytira un secyeLa en temas son más literarios -o son tratados má.sliterariament* poetaldepaner/lnttos y' et1 y abordan situaciones, asuntos . o uiuencias igualmente relat -..1 | diáLogo el.annr diztinoy el,awny cionados con Granada y, cómo no, bacen referencia a García en <<lHogueyasLorca (Guillén, 20OO: 13). En efecto, los siete textos que fuvnanocotyto p(ryoel Cristo,lc')1 wfey,aule recoge, de los que cuatro son inéditos, son los de mayor interés literario y, lo que resulta especialmente interesante nuestrosojosLalúa y para mí, de clara proyección metaliteraria algunos de ellos vninuci osawenteestye[[aó a siendo estos últimos los que proporcionan a críticos y demás nocbebwena de otvotienqto,etúye lectores ciertas claves p ra la más recta comprensión en su lógica interna del universo poético rafaelguilleniano. En oLvas quepodriacitay. cualquier caso, .De belenes y villancicos' €s un texto que rezum^ temura en su defensa de lo mejor de la tradición navideña y en sus glosasde villancicos cultos y populares. Sin embargo, el titulado .Retrato con fondo de otoño granadino", una semblanza del periodista Pepe Corral, es el más otoñal y titulado .Los antepasados de El Modesolado texto de su libro, donde la conciencia de la muerte, llo,; o una atinada y fundamental la angustia por la ausencia definitiva del amigo y por el idea de la cultura como un conjunto tiempo ido se filtran por los poros de las palabras. De todos de prácticas y saberescolectivos que va de abajohaciaanibay no al revés, como se puede leer en .Versos para el pueblo,, por referirme sólo a algunas de esta primera parfe, pero aunque no faltan, digo, en el resto de relatos la aparición de reflexiones de similar tono, lo cierto es que el libro nos muestra varias artes bien distintas como, por ejemplo, el arte de merendar gratis, de relacionarse y enamorarse caminando, de sentar plaza en una taberna albaicinera, de convertir a un policía secreta en poeta, de poner juntos y en diálogo el amor divino y el amor humano como en .Hogueras para el Cristo,, de traer ante nuestros ojos la fría y minuciosamente estrellada nochebuena de otro tiempo, entre otras que podría citar. Pero continuando con esta primera parte, ésta se nutre de otros textos de interés como .El poeta de estaño,, salpicado de anécdotas, los citados relatos .Los antepasados de El Mollo, y "La caránia de Beethovenu, cruzándose en éste la nanación de la prehistoria del grupo poético granadino ,* Ernl^T,P,lql modos, la entrega al recuerdo de la publicación de su primer poema, publicado en una revista literaria de Jaén,Paisaje,en L951,,y a otras reflexiones sobre la finalmente salvadora palabra poética disipan la niebla de la tristeza. En .Un Albaycín literario", Rafael Guillén reflexiona sobre la idea de la poesía como conocimiento, tan importante p ra los poetas del medio siglo, sobre las relaciones entre poesía y realidad, su poesía y la blanca realidad del Albaycín en este caso, y sobre todo ofrece unos textos antológicos de su hermoso cancionero en este sentido. .Convivir con la Alhambrz' €s urr homenaje íntimo y poético a ese impresionante espacio arquitectónico, artístico, histórico y mítico que reposa sus cuidadas ruinas sobre la colina rojay que deja impresionadas para siempre las retinas de quienes alguna vez lo han observado. .Poeta al fin y al caboo€s un interesante texto metapoético en el que nuestro poeta define lo que para él es poesía -intuición de lo oculto, exteriorización de un sentimiento primigenio-, subrayando con acierto la función de extrañamiento que le cabe cumplir para asegurar su eficacia estética, extrañamiento que el creador asegura mediante la cuidada elaboración del discurso poético, sin que ello suponga caer en un huero formalismo. Y concluye afirmando: Ia poesia, pLtes, es intuición y es conocimiento a un tiempo; esemocióny esexa.ctitudy dominio en lapalabra, QU€ A uecessedesboca bordeandoprecipicios; esuna mA.nera' LtnA de laspocns mnnernq de sentirse uiuo en esteualle de lágrimas y de superynercados. Porque, eso sí, primero es la uida y despuéslapoesía(Guillén, 2000: 11D. Concluye la segunda parte de Tiemposde uino y poesíacon la inclusión de un fino comentario de algunos aspectos de la poesía de Federico García Lorca, algunas imágenes que tienen a Granada como telón de fondo. Y Granada, mejor dicho lo granadino es el eje de su reflexión epilogal escrita desde la distancia, lo que explica el título de la misma, .Granada vista desde San Petersburgo,. Llegamos al final. Séque mis palabras resultan insuficientes para dar cuenta del libro y de sus posibilidades y múltiples frentes de virnrales lecturas. Tiempos de uino y poesía es lo que he dicho y mucho más. Espero que en todo caso sirvan para que muchos de los lectores salgan a su encuentro. Se alegrarán de recorrer las páginas de un libro a la vez íntimo y distanciado, de una alegr'ntocada por la melancolía, que no convierte en buenos los recuerdos de todo lo que fue pero tampoco ignora lo que fue el ane de defenderse de Ia dureza de la postguerra sonriéndole a la vida, un libro que levanta el edificio de la memoria de un tiempo alegre y luminoso a la vez que oscuro y manchado como laluz provocada por la ignición del magnesio y el negro rastro que deja su combustión. Si se tiene en cuenta esta serie de afirmaciones, se comprenderá que en determinado momento de su gozosa narración de las aventuras musicales del Macetón y de lo acontecido por obra y gracia de los etílicos porteadores de su piano, lo que hace en .Versos para el pueblo', introduzcaun breve excurso de un párrafo paru decir lo siguiente: Releo lo escrítoy rne a,presuroA decirque no quisiertse entendiese que ,iÉ--n*ttamuros ñjf &r¡vr¡rA trrf ralra tievnryo en pasadot Cua[quier efecto, no esvnejor, lierodewuaw qwe ese[tievnvo otratorvna de'[a conf orwa[osestratos presente. vneworia g [a acciÓn Povesoesíabienacwdir a é[g veivy ca[[arentvesusporvafos, ref[exiona'y recordar cané[ y quede Yivir a su costaevnociovles y partiuilar'es, llwvoconcvetlls aquel tiernpo pasado fue mejor, porque no lofue. Serjouen no significa necesariamente serfeliz, y uer el lado esperpénticode las cosasno signffica estar de acuerdo con la situación (Guillén , 2000: 73). Cualquier tiempo pasado, en efecto, no es mejor, pero de una u otra forma es el tiempo que conforma los estratos de la memoria y la acción presente. Por eso está bien acudir a él y reír y callar entre sus párrafos, reflexionar y recordar con él y vivir a su costa emociones que de puro concretas y particulares, Prosas granadinas se subtitula el libro, no se olvide, resultan universales como la alegría de vivir, los deseos de un mundo mejor, el amor, el dolor por la pérdida de un ser querido, la profunda huella que deja un paisaje natural o artístico, el amor por la verdad, ya se halle ésta entre la gente o entre los libros, la cegadora pasión por la poesía como instrumento de salvación, de conocimiento y de superación de la finitud existencial. I (') Textocompletode la presentación del libro Tiemposde uino y poesía(Prosas granadinas), de RafaelGuillén, realizada en el Paraninfo de la Facultadde Derecbode la Uniuersidadde Granada, el 11 de diciembrede 2000, Una síntesis de la mismaaparecióen Artesy Letras. Suplementode Cultura de ldeal, en la sección.In Aguja del Nauegante',el 26 de diciembrede esemismoaño.