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memoria poesia(*)
ANTONIO CHICHARRO
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IEMPOS de UinOypOe-
sía (prosas granadi.,,,j,
nas) (Granada, Port',,,
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Royal, 2000) es un hermoso y
";;1.,"bien editado libro en el que
Rafael Guillén confiesa que ha
,;"¡',t vivido a La vez que cristaliza en
'"''' una ágil prosa de poeta la memoria de ciertos instantes que en su
conjunto construyen el cuadro verbal de un tiempo de silencio en el
gu€, por encima de todo, el sol
seguía derramando su luz cenital
sobre el cuerpo muerto de la Alhambray las blancas cumbres de la sierra
y un tiempo en el que el imparable
corazón de la vida seguía latiendo
entre las cuatro paredes de la cas ,
entre los blancos muros del Albaicín
y entre las plazas de Granada.
Este nuevo libro no viene a ocupar
un sitio más en la bibliografía de
EI ytoetaescarba
de
en [asfiwecos
[a memovia
[os
v(rya,escatay
ecosaitates'de
fo divinoy [o
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:oen todocaso
[[rrobeiwehfirnLeruura.
nuestro poeta, sino gu€, como si se tratara de un modemo
cañón de luz, viene a iluminar de una u otra forma o desde
determinado ángulo algunos de los pliegues de su obra, los
nítidos perfiles de su poética y, €o definitiva, aspectos de la
vida de un hombre que ha acompasado su andadura vital a
la de la poesía. No en balde p ra Rafael Guillén, y lo ha dicho
muchas veces, la poesía es una manera de respirar, esto es,
un modo de hacer lavida y de relacionarse con lo real. Pero
es más, este nuevo libro viene a proyectar luz sobre los
lectores que en mayor o menor medida transitaron por
aquellos agridulces años que nutrieron un pretérito absolutamente imperfecto de alas cortadas y repetidos ensayos, a
veces ingenuos, de alto y bajo vuelo.
El libro se abre con una introducción, plena de sabidvría,
en la que el autor de Zos estados transparentes no rehuye el
tratamiento de nada que pueda interesar o servir al lector,
utilizando hábilmente p r ello el recurso de las interrogaciones retóricas. A estas alturas de su vida, después de haber
transitado con dignidad por el espacio minado de una
larguísima postgueÍra, el poeta escarba en los huecos de la
memoria para rescatar los ecos vitales de lo divino y lo
humano, el sonido y^ apagado de las juveniles carcajadasy
los restos de una grave y esencial mirada sobre el universo
granadino sin engaños, mirada que nuestro autor quiere
inmisericorde pero que se toma a veces compasiva y en todo
caso llena de inteligente temura. Esto explica que aborde el
radical problema de la naturaleza de su discurso, señalando
el amplio territorio existente entre mentira, ficción y verdad.
Por esta razón se resiste a identificar el cultivado arte de la
memoria con la verdad, no confundiendo por ejemplo
persona con personaje, pero tampoco desprecia la verdad de
sus recuerdos. Este bien escrito libro, como toda obra
literaria, nos da en efecto un cierto conocimiento de lo real,
un conocimiento que pasa inicialmente por el interpretante.
De todos modos, no olvidemos gu€, por una parte, la
memoria y su cultivo es lo que nos hace seres sígnicos,
históricos y a la postre verdaderamente humanos y, por otra,
que ésta es el resultado de una construcción. Este razonamiento justifica el doble interés del libro como ejercicio
memorial y como pieza literaria e incluso, como veremos,
metaliteraria.
Tiempos de uino y poesía se presenta estructurado, tras la
referida introducción, en dos partes y un epflogo. En la
primera, que da cabida a ocho secciones o, como bien dice
#* E*rts*utg,i
su autor, relatos, en su mayor parte inéditos, se inicia un viaje
con diversas escalaspor la memoria de los años de juvenrud,
coincidentes con los años cincuenta, un viaje por un tiempo
sobre el papel recobrado en que el vino y la poesía corrían
a raudales por las gargantas de unos jóvenes poetas gue,
hechos a sí mismos a golpe de error y de vida, aprendieron
el arte de la poesíayel arte de su edición, creando la colección
"Veletaal Sur'. Lo curioso es que RafaelGuillén apenas dedica
su atención a hablar de esta importante empresa literaria,
prefiriendo recrear un friso en el que se van engatzando
maestros y aprendices impresores con las peripecias de la
vida pícara de la imprenta de la que milagrosamente nacían
los sucesivosnúmeros de .Veleta al Sur,.Todo ello subrayado
con el trazo del humor. No me extraña que nuestro poeta
granadinohaya tomado prestado el título de este relato, lleno
de gracia y frescura, para nombrar el libro todo.
Continúan "Una escena para la memoria', denso y breve
relato en el que el autor recrea no sólo la escena de una
película de su juventud de honda huella en é1,una escenade
El tercer bombre, sino que al mismo tiempo discurre sobre su
global valor simbólic o y Ia significación de los recuerdos. Con
.Triste y hermosa juventud,, Rafael Guillén recorre el dial de
la radio de su primera juventud y escudriña los recuerdos de
actores y actrices que por determinado tiempo llenaron la
U" oo1r,+jjiy,l?l
pantalla de la vida, completando su
relato con la narración festiva de
ciertos elementos costumbristas de
la vida amorosa de la Granada de
aquellos años, si bien no puede
impedir que en un momento de su
discurso aflore una grave reflexión
sobre el diferente sentido y orientación de la melancolía que a veces
asalta a jóvenes y viejos, reflexión
que me permito transcribir: LA melancolía de losjóuenes es una melancolía becba con niebla, con ficción,
con proyectos; tiene algo de desesperanza.y de desidia. Ia de los uiejos,en
cambio, es una melancolía becba a
golpes de recuerdo, de realidades, de
desengaños; s€ nutre de lo perdido y
de lo que nunca llegará (Guillén,
2000: 37).Pero, aunque no faltan en
el resto de relatos la aparición de
ciertas reflexiones e intuiciones de
similar tono, así como fundadas y
realistasexplicaciones de lo que fueron sus orígenes literarios y los del
grupo al que pertenecía,como €o.La
carátula de Beethoveno, donde afirma: En realidad no se puede decir
que fuéramos malas personas. Sorteá.bamos las censurAs y las restricciones como podíamos al tiempo que
crecía nuestra pasión por el arte, nos
afanabalnos en la lectura e intentábamos, escribiendo opintando, cada
cual A su mnnera' traducir nuestros
sentimientosy nuestras emocionessin
otro magisterio, orientación o ayuda
que nuestra propia incomprensible
uocación(Guillén , 2000: 69; o bien
fundadas disquisiciones sobre las diferencias que puedan existir entre lo
popular y lo típico, lo que podemos
poner en relación con el pensamiento lukacsiano, según el cual -recuérdese- lo típico en el arte es lo que
une lo individual y social, lo general
humano y lo históricamente determinado, previas al tratamiento de una
tipología del tipismo albaicinero, tipismo del que se ocupa operativamente y previo aviso no en el sentido
de lo que sintetiza unos rasgos comunes, que bien claramente lo expone, sino en el de apartamiento de
lo común, como ocuffe en el relato
con la hilarante historia de lo acontecido en un estudio de
pintura, historia de perfiles eróticos, así como .Versos para el
pueblo,, un tan desmitificador como divertido relato de la
r[ avrcdevneyenday
de
ayatis,
vida
literaria y su proyección por las hermosas tierras del Sur
ye[aciottarse
g rrrínro,Ár*
de Granada, concluyendo coo .Hogueras p ra el Cristo',
cavniuanDo,
de sevrtar
p[azaen
relato gu€, con fondo de SemanaSanta,da cuenta de hondas
wuambernaatbaicine,ra,
emociones sentidas en plena primavera de la vida.
de
En la segunda parte del libro, afirma Rafael Guillén, los
.rta[icia
canaeytira un
secyeLa
en
temas son más literarios -o son tratados má.sliterariament*
poetaldepaner/lnttos y' et1 y abordan situaciones, asuntos
.
o uiuencias igualmente relat
-..1
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diáLogo
el.annr diztinoy el,awny
cionados con Granada y, cómo no, bacen referencia a García
en <<lHogueyasLorca (Guillén, 20OO: 13). En efecto, los siete textos que
fuvnanocotyto
p(ryoel Cristo,lc')1
wfey,aule recoge, de los que cuatro son inéditos, son los de mayor
interés literario y, lo que resulta especialmente interesante
nuestrosojosLalúa y
para mí, de clara proyección metaliteraria algunos de ellos
vninuci
osawenteestye[[aó
a
siendo estos últimos los que proporcionan a críticos y demás
nocbebwena
de otvotienqto,etúye lectores ciertas claves p ra la más recta comprensión en su
lógica interna del universo poético rafaelguilleniano. En
oLvas
quepodriacitay.
cualquier caso, .De belenes y villancicos' €s un texto que
rezum^ temura en su defensa de lo mejor de la tradición
navideña y en sus glosasde villancicos cultos y populares. Sin
embargo, el titulado .Retrato con fondo de otoño granadino",
una semblanza del periodista Pepe Corral, es el más otoñal y
titulado .Los antepasados de El Modesolado texto de su libro, donde la conciencia de la muerte,
llo,; o una atinada y fundamental
la angustia por la ausencia definitiva del amigo y por el
idea de la cultura como un conjunto
tiempo ido se filtran por los poros de las palabras. De todos
de prácticas y saberescolectivos que
va de abajohaciaanibay no al revés,
como se puede leer en .Versos para
el pueblo,, por referirme sólo a algunas de esta primera parfe, pero aunque no faltan, digo, en el resto de
relatos la aparición de reflexiones de
similar tono, lo cierto es que el libro
nos muestra varias artes bien distintas como, por ejemplo, el arte de
merendar gratis, de relacionarse y
enamorarse caminando, de sentar
plaza en una taberna albaicinera, de
convertir a un policía secreta en
poeta, de poner juntos y en diálogo
el amor divino y el amor humano
como en .Hogueras para el Cristo,,
de traer ante nuestros ojos la fría y
minuciosamente estrellada nochebuena de otro tiempo, entre otras
que podría citar.
Pero continuando con esta primera parte, ésta se nutre de otros textos
de interés como .El poeta de estaño,,
salpicado de anécdotas, los citados
relatos .Los antepasados de El Mollo,
y "La caránia de Beethovenu, cruzándose en éste la nanación de la prehistoria del grupo poético granadino
,* Ernl^T,P,lql
modos, la entrega al recuerdo de la publicación de su primer
poema, publicado en una revista literaria de Jaén,Paisaje,en
L951,,y a otras reflexiones sobre la finalmente salvadora
palabra poética disipan la niebla de la tristeza. En .Un
Albaycín literario", Rafael Guillén reflexiona sobre la idea de
la poesía como conocimiento, tan importante p ra los poetas
del medio siglo, sobre las relaciones entre poesía y realidad,
su poesía y la blanca realidad del Albaycín en este caso, y
sobre todo ofrece unos textos antológicos de su hermoso
cancionero en este sentido. .Convivir con la Alhambrz' €s urr
homenaje íntimo y poético a ese impresionante espacio
arquitectónico, artístico, histórico y mítico que reposa sus
cuidadas ruinas sobre la colina rojay que deja impresionadas
para siempre las retinas de quienes alguna vez lo han
observado. .Poeta al fin y al caboo€s un interesante texto
metapoético en el que nuestro poeta define lo que para él es
poesía -intuición de lo oculto, exteriorización de un sentimiento primigenio-, subrayando con acierto la función de
extrañamiento que le cabe cumplir para asegurar su eficacia
estética, extrañamiento que el creador asegura mediante la
cuidada elaboración del discurso poético, sin que ello
suponga caer en un huero formalismo. Y concluye afirmando: Ia poesia, pLtes, es intuición y es conocimiento a un
tiempo; esemocióny esexa.ctitudy dominio en lapalabra, QU€
A uecessedesboca bordeandoprecipicios; esuna mA.nera' LtnA
de laspocns mnnernq de sentirse uiuo en esteualle de lágrimas
y de superynercados. Porque, eso sí, primero es la uida y
despuéslapoesía(Guillén, 2000: 11D. Concluye la segunda
parte de Tiemposde uino y poesíacon la inclusión de un fino
comentario de algunos aspectos de la poesía de Federico
García Lorca, algunas imágenes que tienen a Granada como
telón de fondo. Y Granada, mejor dicho lo granadino es el
eje de su reflexión epilogal escrita desde la distancia, lo que
explica el título de la misma, .Granada vista desde San
Petersburgo,.
Llegamos al final. Séque mis palabras resultan insuficientes
para dar cuenta del libro y de sus posibilidades y múltiples
frentes de virnrales lecturas. Tiempos de uino y poesía es lo
que he dicho y mucho más. Espero que en todo caso sirvan
para que muchos de los lectores salgan a su encuentro. Se
alegrarán de recorrer las páginas de un libro a la vez íntimo
y distanciado, de una alegr'ntocada por la melancolía, que no
convierte en buenos los recuerdos de todo lo que fue pero
tampoco ignora lo que fue el ane de defenderse de Ia dureza
de la postguerra sonriéndole a la vida, un libro que levanta
el edificio de la memoria de un tiempo alegre y luminoso a
la vez que oscuro y manchado como laluz provocada por la
ignición del magnesio y el negro rastro que deja su combustión. Si se tiene en cuenta esta serie de afirmaciones, se
comprenderá que en determinado momento de su gozosa
narración de las aventuras musicales del Macetón y de lo
acontecido por obra y gracia de los etílicos porteadores de su
piano, lo que hace en .Versos para el pueblo', introduzcaun
breve excurso de un párrafo paru decir lo siguiente: Releo lo
escrítoy rne a,presuroA decirque no quisiertse entendiese que
,iÉ--n*ttamuros
ñjf
&r¡vr¡rA
trrf ralra
tievnryo
en
pasadot
Cua[quier
efecto,
no esvnejor,
lierodewuaw
qwe
ese[tievnvo
otratorvna
de'[a
conf
orwa[osestratos
presente.
vneworia
g [a acciÓn
Povesoesíabienacwdir
a é[g
veivy ca[[arentvesusporvafos,
ref[exiona'y recordar
cané[ y
quede
Yivir a su costaevnociovles
y partiuilar'es,
llwvoconcvetlls
aquel tiernpo pasado fue mejor, porque no lofue. Serjouen no significa
necesariamente serfeliz, y uer el lado
esperpénticode las cosasno signffica
estar de acuerdo con la situación
(Guillén , 2000: 73). Cualquier tiempo pasado, en efecto, no es mejor,
pero de una u otra forma es el tiempo
que conforma los estratos de la memoria y la acción presente. Por eso
está bien acudir a él y reír y callar
entre sus párrafos, reflexionar y recordar con él y vivir a su costa
emociones que de puro concretas y
particulares, Prosas granadinas se
subtitula el libro, no se olvide, resultan universales como la alegría de
vivir, los deseos de un mundo mejor,
el amor, el dolor por la pérdida de un
ser querido, la profunda huella que
deja un paisaje natural o artístico, el
amor por la verdad, ya se halle ésta
entre la gente o entre los libros, la
cegadora pasión por la poesía como
instrumento de salvación, de conocimiento y de superación de la finitud
existencial. I
(') Textocompletode la presentación
del libro Tiemposde uino y poesía(Prosas
granadinas), de RafaelGuillén, realizada en el Paraninfo de la Facultadde
Derecbode la Uniuersidadde Granada,
el 11 de diciembrede 2000, Una síntesis
de la mismaaparecióen Artesy Letras.
Suplementode Cultura de ldeal, en la
sección.In Aguja del Nauegante',el 26
de diciembrede esemismoaño.