OPERACIÓN CESÁREA
Int. Beatriz Espinoza, Alan Fritz, Julio Ulloa – Docente Dr. Diego Moreno
Internado de Ginecología y Obstetricia - Facultad de Medicina - UPV
DEFINICIÓN
El parto por cesárea se define como el parto de un feto a través de incisiones quirúrgicas realizadas a través de la pared
abdominal (laparotomía) y la pared uterina (histerotomía). (1)
EPIDEMIOLOGÍA
La cirugía cesárea ha aumentado su frecuencia en las últimas décadas. En Chile alcanza hasta un 40% total de los partos.
La OMS recomienda una tasa de cesárea de entre 15 - 20% total de los partos. Esta depende del nivel de desarrollo de los
países. En las regiones más desarrolladas del mundo es de aproximadamente 21.1%, regiones menos desarrolladas 14.3%
y para las regiones menos desarrolladas de un 2%. (1), (8), (9)
Rango de cesárea (% de población)
Top 50 países
70
60
50
40
30
20
10
0
Nota: Los datos son los más recientes de cada país. Los datos más recientes de Puerto Rico son de 1995, y de Siria de 2009. Tabla de The Lancet, Prof. Ties Boerma, PhD
Carine Ronsmans, DrPH Dessalegn Y Melesse, PhD Prof Aluisio J D Barros, PhD Fernando C Barros, MD Prof Liang Juan, MD et al.,Global epidemiology of use of and disparities
in caesarean sections, Series|Optimising Caesarean Section Use| Volume 392, Issue 10155, P1341-1348, October 13, 2018
En el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos informó que el porcentaje de partos por cesárea
aumentó de 20.7% en 1996 a 32.2% en 2014. Las tasas de cesáreas aumentaron para mujeres de todas las edades, razas
/ grupos étnicos y gestacional edades y en todos los estados. Tanto las cesáreas primarias como las repetidas aumentaron.
(1)
En Chile la tasa de cesáreas también ha registrado un alza, en el 2010 la tasa fue 4 veces mayor que en el año 1970. El
principal aumento se registra en el sector privado alcanzando un 76% y en el Sistema Público un 37% en el año 2010 y
40,5% el 2013 (DEIS). Incluso las mujeres que se atienden en pensionado tiene 3-4 veces más riesgo de cesárea. (8), (9)
Causas del incremento en la tasa de cesáreas
• Sistema de salud: parto programado.
• Cesárea anterior: El tener una o dos cesáreas previas es causa de una nueva cesárea.
• Gestaciones múltiples: el uso de fertilización asistida ha aumentado, lo que conlleva el riesgo de embarazo
múltiple, que en si es factor de riesgo para cesárea
• Uso de MEFI: mayor probabilidad de cesárea por diagnóstico de estado fetal no tranquilizador.
• Menor experiencia de los obstetras, principalmente para el uso de fórceps.
• Problemas médicos legales: temor a litigios por mala praxis.
• Expectativas de los padres: principal causa de las demandas.
• Escasa experiencia de obstetras en la atención de partos vaginales en podálica
PARTO PROGRAMADO
Cuando nos enfrentamos a un parto el cual no puede producirse de manera espontánea o natural, debemos tener
considerado la opción de un parto programado, el cual se define como aquel procedimiento que tiene como objetivo
conseguir un parto por vía vaginal induciendo contracciones uterinas de manera iatrogénica.
En la mayoría de los casos, al momento de inducir un parto de manera programada, este se va a indicar cuando las ventajas
de dar finalización al embarazo para la gestante y/o el feto superen los riesgos latentes de continuar el embarazo. Dentro
de estos problemas, el más común es la distocia. Otras causas incluyen: Desproporción pélvica fetal, fallo en la inducción
del parto natural, distocia de dilatación/descenso y parto estacionado.
Por otro lado, el parto programado igualmente puede ser considerado si es que la madre así lo requiere desde un
comienzo, desde el inicio de los controles prenatales. Esto último cada vez se está haciendo más común, y
lamentablemente implica un riesgo inminente, y solo presenta cabida por la demanda en salud desde el punto de vista
judicial que hoy en día podemos observar en la medicina conjunto con la comodidad de los padres y la familia la cual
forma parte del círculo más cercano de la gestante. Debido a esto, es importante considerar que, idealmente el embarazo
debería permitir llegar a su finalización normal, ya que siempre debemos considerar el inicio franco de un parto como
una señal de un proceso fisiológico de la gestación.
En relación a últimos estudios realizados y lo señalado por el colegio americano de obstetras y ginecólogos (ACOG), el
incremento en la tasa de inducciones o ingreso a la maternidad en etapas precoces del trabajo de parto, también han
sido asociadas a mayor tasa de cesáreas. En efecto, el diagnóstico “Falta de Progreso del Trabajo de Parto” ha pasado a
ser la primera causa de este procedimiento quirúrgico. (8), (10)
INDICACIÓN CESÁREA
Los partos por cesárea se realizaron inicialmente para separar al feto de una madre moribunda. Posteriormente, se
desarrollaron para resolver complicaciones maternas o fetales no susceptibles de parto vaginal, ya sea por limitaciones
mecánicas o por temporizar el parto para beneficio materno o fetal.
Las pacientes que son ingresadas en trabajo de parto y parto, se debe pensar primero en un parto vaginal exitoso. Sin
embargo, si la situación de la paciente cambia, se realiza un parto por cesárea para que el resultado sea mejor para el
feto, la madre o ambos.
Se realiza un parto por cesárea para indicaciones maternas, indicaciones fetales o ambas. Las indicaciones principales
para el parto por cesárea son partos previos por cesárea, presentación de nalgas, distocia y sufrimiento fetal. Estas
indicaciones son responsables del 85% de todas las cesáreas.
Indicaciones Maternas
Indicaciones Fetales
- 2 o más cesáreas previas
- Cesárea anterior con condición obstétricas desfavorables
- Lesiones obstructivas en el tracto genital inferior:
Tumores malignos
Condilomas vulvovaginales grandes
Septos vaginales obstruidos
Leiomiomas del segmento uterino inferior
- Anomalías pélvicas
- Hemorragia anteparto
- Ruptura uterina
- Transmisión vertical de infecciones maternas
VIH (+)
VHC y VIH
Mujeres con infección primaria de virus herpes simple
genital
- Indicaciones relativas
Estenosis valvular mitral o aortica
Raíz de valvular aortica dilatada
Desprendimiento de retina reciente
Cirugía de reparación vaginal o perineal
-
Indicaciones Mixtas
- Placenta previa oclusiva total.
- Trabajo de parto anormal por desproporción cefalopélvica.
- Desprendimiento prematuro de placenta normoinserta.
- Procidencia de cordón.
- Embarazo múltiple
-
-
-
-
Distocia de presentación: podálica o transversa.
Malformaciones congénitas o trastornos esqueléticos.
Defecto del tubo neural
Osteogénesis imperfecta tipo III.
Sufrimiento fetal agudo con condiciones obstétricas
desfavorables para parto vaginal
Dilatación cervical incompleta
Insuficiente grado de encajamiento de la presentación
Macrosomía fetal:
4000gr si la mujer es diabética
4500gr en mujer no diabética
Infección
Herpes genital
VIH
Acidemia prolongada
Prolapso de cordón umbilical.
Gemelar monocorial mono amniótico
Embarazo múltiple de orden superior (trillizos o mayores).
- Hidrocefalia
En 2006, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) convocaron una conferencia de consenso para abordar la Cesárea por
solicitud materna (CPSM). Resolvieron que la evidencia que apoyaba este concepto no era concluyente. Sus
recomendaciones incluyen lo siguiente:
CPSM debe ser evitado por las mujeres que quieren varios hijos.
La CPSM no debe realizarse antes de la semana 39 de embarazo o sin verificar la madurez pulmonar fetal.
CPSM tiene un beneficio potencial de menor riesgo de hemorragia para la madre y menor riesgo de lesiones en
el parto para el bebé.
CPSM tiene un riesgo potencial de problemas respiratorios para el bebé.
La CPSM se asocia con una estadía hospitalaria materna más prolongada y un mayor riesgo de placenta previa y
placenta acumulada con cada cesárea sucesiva.
El NIH señaló además que el procedimiento requiere asesoramiento individualizado por parte del médico sobre los
posibles riesgos y beneficios tanto del parto vaginal como de la cesárea, y no debe estar motivado por la falta de
disponibilidad de un manejo eficaz del dolor.
Los detractores de CPSM argumentan que la premisa de cesárea a pedido se aplica a una porción muy pequeña de la
población y que no debe ofrecerse de forma rutinaria por razones éticas. El consenso emergente es que se requiere un
estudio prospectivo aleatorizado para abordar este problema.(2)
INDICACIÓN DE CESÁREA SEGÚN GUÍA PERINATAL 2015
Cesárea de urgencia
- Riesgo pérdida de bienestar fetal (ritmo sinusoidal, bradicardia
mantenida).
- Fracaso de inducción.
- Detención en la progresión del trabajo de parto.
- Desproporción céfalo pélvica y cuando exista imposibilidad de
extraer el feto por vía vaginal, tras una prueba de parto
(instrumental) fallida.
- Miscelánea:
Presentaciones de frente, cara (mento-posteriores)
Prolapso de cordón
Hemorragia vaginal activa durante el proceso de
dilatación
Sospechosa de patología placentaria o que
compromete el estado materno
Eclampsia con indicación de extracción fetal
inmediata
Cesárea programada
- Presentación de tronco.
- Presentación podálica, independientemente de la paridad
(excepto si existe un protocolo de asistencia al parto en
presentación de nalgas).
- Placenta previa oclusiva.
- Placenta previa parcialmente oclusiva o marginal que alcance
el orificio cervical interno.
- Embarazadas portadoras de VIH, que cumplan criterios según
protocolo.
- Embarazadas portadoras de condilomas acuminados, que
afecten extensivamente al canal blando del parto.
- Embarazadas con dos cesáreas anteriores.
- Embarazadas con infección genital activa, demostrada por
virus del herpes en las últimas seis semanas antes del parto.
- Embarazadas sometidas a cirugía uterina previa, en las que se
haya abierto la cavidad endometrial.
- Gestaciones gemelares en las que el 1º feto no esté en cefálica.
- Compromiso fetal demostrado y contraindicación de inducción
del parto (prematuros).
- Feto macrosómico (peso fetal estimado superior a 4500 grs), la
estimación del peso fetal deberá ser acorde por lo menos entre
dos observadores, la indicación es de mayor grado de
recomendación en mujeres con diabetes gestacional.
COMPLICACIONES
En comparación con el parto vaginal, la mortalidad y la morbilidad materno – fetal aumentan en el parto por cesárea
hasta aproximadamente el doble de la tasa del parto vaginal.
La tasa general de mortalidad materna es de 6 a 22 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, y de aproximadamente 1/3
a la mitad de las muertes maternas después del parto por cesárea, son atribuidas al procedimiento quirúrgico en sí mismo
y además las condiciones previas que llevaron a la necesidad de realizar un parto por cesárea.
Las principales causas de morbilidad y mortalidad están relacionadas con secuelas como la infección, enfermedad trombo
embolica, complicaciones anestésicas y lesión quirúrgica. (1), (8), (11)
Según diversos estudios el tiempo óptimo para el parto por cesárea es de 38 semanas para las mujeres con 2 partos por
cesárea anterior y de 37 semanas para aquellas con 3 o más. Según una investigación que involucró a 6435 mujeres
(Repeat Cesarean Delivery Optimal Before 39 Weeks, Caroline Helwick February 10, 2014), para mujeres con
antecedentes de 2 CCA, el riesgo de resultado adverso materno fue de 3.3 por cada 1000 mujeres. Al aumentar la edad
gestacional del parto, también aumento el riesgo, el cual se aproximaba a 15 por cada 1000 parto por cesárea a las 39
semanas de gestación. Para mujeres con 3 o más antecedentes de CCA, el riesgo de resultado adverso materno va desde
5 por cada 1000 partos por cesárea a las 37 SG a 30 en la semana 39 de gestación y 50 a las 40 semanas de gestación.
Además se agrega que los infantes nacidos entre las 37 y 38 + 6 semanas tienen mayor morbilidad y mortalidad que los
recién nacidos después de las 39 semanas. Por lo que en el 2013 dado los hallazgos, la ACOG y la SMFM hicieron la
recomendación conjunta de reconsiderar la clasificación de la edad gestacional:
- Término temprano entre las 37 y las 37 + 7 semanas
- Término completo entre las 39 y las 39 + 7 semanas
- Termino tardío entre las 41 y las 41 + 7 semanas
- Plazo posterior 42 semanas y más
Complicaciones intraoperatorias o quirúrgicas
Laceraciones uterinas
Especialmente del segmento uterino inferior son más comunes
con una incisión uterina transversa. Pueden extenderse
lateralmente (considerar los vasos uterinos), por debajo
(considerar los uréteres) o hacia el ligamento ancho.
Lesión del uréter
Lesión vesical
Es infrecuente, aumenta en las incisiones abdominales
transversales y en partos por cesárea repetidos. La lesión se
produce durante la entrada a la cavidad peritoneal o cuando la
vejiga se separa del segmento uterino inferior. Esta lesión
ocurre en más del 10% de las rupturas uterina y
aproximadamente el 4% de las histerectomías por cesárea. En la
realización de una histerectomía por cesárea, se debe movilizar
la vejiga en la parte inferior al diseccionar el segmento uterino
inferior. Si se lacera la cúpula de la vejiga, puede repararse con
un cierre de 2 capas de suturas crómicas de 2.0 o 3.0, instalando
una sonda Foley durante unos días más. Si la lesión es a nivel del
trígono, se debe considerar la posibilidad de un cateterismo
ureteral con la asistencia de un urólogo o un cirujano
ginecólogo.
Lesión intestinal
Ocurre en menos del 0.1% de los partos por cesárea. El factor de
riesgo más común son las adherencias de los partos anteriores
o cirugía intestinal anterior. Si el intestino esta adherido a la
porción inferior del útero, se debe diseccionar. Las lesiones de
la serosa se pueden reparar con suturas de seda interrumpida.
Si la lesión está en el lumen, se debe realizar un cierre de 2
capas. La mucosa puede cerrarse con suturas absorbibles
interrumpidas 3.0 colocadas de forma transversal para una
lesión longitudinal. Para lesiones múltiples y lesiones en el
intestino grueso, se debe considerar la consulta intraoperatoria
con un cirujano general u oncólogo ginecólogo.
Ocurre en el 0.1% de todas las cesárea y en el 0.5% de las
histerectomías por cesárea. Es probable encontrarla en una
reparación de laceraciones extensas del útero. La lesión más
común es la oclusión o la transección, que generalmente no se
reconoce durante la operación
Atonía uterina
Se puede encontrar en una paciente con gestación múltiple, polihidroamnios o prueba de trabajo de parto fracasado en el que la
paciente estaba con oxitocina con aumento del goteo durante un periodo prolongado
Complicaciones postoperatorias (Infecciosas, quirúrgicas, tromboembólicas)
Endometritis post parto
Infección de herida operatoria
Es mayor en las mujeres que han tenido parto por cesárea, hasta Varía de un 2.5% - 15%. Factores de riesgo son similares a los de
20 veces mayor que en un parto vaginal. Puede reducirse a endometritis, disminuye el riesgo en la cesárea programada, si
aproximadamente 5% con el uso de antibióticos profilácticos. hay corioamnionitis al momento de la cesárea el riesgo llega a
Los factores de riesgo incluyen el nivel socio económico, la un 20%. Si se sospecha una IHO se debe abrir, irrigar y desbridar
previsión del procedimiento, duración de la rotura de la incisión; luego se puede poner una gasa y limpiar varias veces
membrana, duración del trabajo de parto, el número de tactos al día o permitir que cierre por segunda intención. En heridas
vaginales, duración del tiempo con monitores fetales internos y operatorias asociadas a laparotomía se apoya el cierre primario
la presencia de corioamnionitis antes de iniciar el parto por con retraso a menos a que la herida esté contaminada. Las
cesárea. Los Hemocultivos son (+) en aproximadamente 10% de heridas infectadas deben abrirse, drenarse y agregar
las pacientes con fiebre post operatoria, por lo que se debe tratamiento antibiótico si se asocia celulitis o toxicidad
utilizar antibióticos de amplio espectro.
sistémica.
Dehiscencia de la fascia
Infección del tracto urinario
Es una emergencia quirúrgica, pero infrecuente ya que se Es la segunda etiología de fiebre post cesárea, presenta una
desarrolla en aproximadamente el 5% de los pacientes con una incidencia de un 2 – 16%. La colocación de una sonda Foley es
IHO, se sospecha cuando existe una descarga excesiva de la un factor de riesgo en sí mismo, aumenta en pacientes con
herida operatoria. Si se observa, debe ser llevado de inmediato diabetes, pacientes con comorbilidades, mayor duración del uso
a cirugía, abrir la herida, desbridar y cerrar en un entorno estéril. de la sonda Foley.
Enfermedad tromboembólica
Tromboflebitis pélvica séptica
Aumenta a aproximadamente 0.5 a 1 de cada 500 mujeres Se puede desarrollar en hasta el 2% de los pacientes con
embarazadas. El riesgo de desarrollar un trombo se incrementa endometritis o IHO, es un diagnóstico de exclusión. Se debe
de 3 a 5 veces con cesárea y en el posparto. Otros riesgos son sospechar si la paciente no responde de manera inicial a los
obesidad, edad materna avanzada, mayor paridad y mala antibióticos de amplio espectro. Al examen físico se puede
circulación posoperatoria. Se debe considerar medias anti detectar una masa sensible similar a un cordón lateral a la zona
embolicas o en aquellas con factores de riesgo adicionales donde se encuentra el útero. La ecografía, TAC de pelvis o la
heparina de bajo peso molecular. Si no se trata la trombosis RNM pueden ayudar en el diagnóstico. La duración del
venosa profunda hasta ¼ de las pacientes desarrollaran tratamiento adecuado va desde 48 horas a 7 – 10 días, al
embolias pulmonares, de los cuales el 15% podría ser fatal. El completar el tratamiento la paciente no necesita ser anti
diagnóstico es difícil y el primer signo puede ser una embolia coagulada nuevamente
pulmonar.
Retorno lento de la función intestinal después de la cirugía
Las causas pueden ser por los narcóticos postoperatorios. Responde a la terapia conservadora, pero algunas pueden requerir
descompresión. En aquellas con retorno lento de la función intestinal, se debe evaluar el estado hidroelectrolítico de manera
prioritaria
Otras complicaciones son
• Fetales: riesgo de lesión quirúrgica fetal, mayor frecuencia de TTRN.
• Obstétricas: riesgo de rotura uterina en un siguiente embarazo de la que se hablará más adelante en este trabajo,
aumento del riesgo de placenta previa y acretismo placentario
ANATOMIA
Para realizar este procedimiento quirúrgico debemos conocer la anatomía de la pared abdominal y del útero
respectivamente.
La pared abdominal es una estructura que se encuentra compuesta por capas,
considerada como compleja en sentido anatómico, con irrigación e inervación
por segmentos. Justo en la parte externa del peritoneo está la fascia
transversalis, una aponeurosis cuya debilidad puede propiciar complicaciones
durante el embarazo como lo son las hernias. Luego se encuentran los músculos
transverso abdominal, oblicuo interno y oblicuo externo, cuyas fibras
presentan orientaciones oblicuas entre sí, y son musculares lateralmente y
aponeuróticos en su parte medial. Sus aponeurosis van a dar forma a la vaina
del recto abdominal. Por anterior esta vaina es completa y por posterior, bajo
la línea semilunar, la vaina está compuesta solo por fascia transversalis. Por lo
tanto, bajo esta línea la aponeurosis se encuentra en su totalidad en frente del Ilustración 1. Útero, trompas y ovarios
músculo. Entre los dos músculos, las aponeurosis se reúnen de nuevo para
formar la línea alba, marcada de mayor manera en algunas embarazadas, por
fenómenos de hiperpigmentación propios del embarazo, que está bien definida solo por encima del ombligo de manera
normal.
Finalmente desde el punto de vista más exterior, La grasa
subcutánea contiene la fascia de Scarpa, un mal nombre, pues solo
es una condensación de tejido conectivo sin fuerza sustancial.
Por su parte, el útero, es un órgano muscular hueco que se compone
de cuerpo y cuello uterino, separados entre sí por un ligero
estrechamiento que constituye el istmo uterino. El cérvix o cuello
uterino presenta una porción que denominamos como supravaginal
y forma parte de 2/3 del total del útero, y una porción intravaginal
que formará el tercio faltante y que también es conocido con
diferentes nombres, entre ellos hocico de tenca, que muestra en su
Ilustración 2 Cara anterior del útero
superficie el orificio cervical externo con un labio anterior y otro posterior. Este orificio constituye un extremo del
conducto del cuello uterino, abierto por el otro lado en la cavidad uterina.
El cuerpo uterino presenta una forma aplanada y, al mismo tiempo, triangular. En sus dos extremos laterales superiores
se abren las trompas de Falopio. Está formado por tres capas: el endometrio, que es la capa mucosa interna, el miometrio,
que es la capa de músculo liso y el perimetrio o cubierta peritoneal que se refleja a nivel del istmo para cubrir la cara
superior de la vejiga, formando el espacio úterovesical y por la pared posterior recubre el cuerpo uterino y la porción
superior del cérvix extendiéndose hasta el recto,
formando el espacio rectouterino o fondo de saco
de Douglas.
En términos de irrigación, las vísceras pélvicas se
encuentran irrigadas por las ramas hipogástricas
de las arterias ilíacas comunes, a excepción de las
arterias ovárica, hemorroidal superior y sacra
media.
La arteria uterina proviene de la rama anterior de
la arteria hipogástrica. Después de penetrar en el
ligamento ancho es rodeada por las venas
uterinas a nivel del parametrio y por una hoja de
tejido conectivo denso. A nivel del istmo uterino
produce una rama cervical descendente, pero los Ilustración 3 Irrigación de genitales internos.
vasos uterinos principales se dirigen hacia arriba,
por los bordes laterales del útero. La arteria
uterina termina produciendo una rama tubárica y una rama ovárica que se anastomosa con la arteria ovárica a nivel del
mesoovario. (16), (17)
TÉCNICA DE LA OPERACIÓN CESÁREA
PREPARACIÓN PREOPERATORIA
1.- Las pautas recomiendan un tiempo de ayuno preoperatorio mínimo de al menos 2 horas desde líquidos claros, 6 horas
desde una comida ligera y 8 horas desde una comida regular. (3)
2.- Obtención del consentimiento informado por escrito. La paciente autoriza el procedimiento asumiendo los riesgos
propios de la cirugía.
3.-Vía venosa, hidratación pre-anestésica
4.- La profilaxis antibiótica preoperatoria disminuye el riesgo de endometritis e infección de la herida operatoria después
de la cesárea en un 76%, independiente si es de urgencia o electiva (4)
Una cefalosporina de primera generación una hora antes de la cesarea es primera línea de elección. En mujeres con alergia
a la penicilina o cefalosporina (anafilaxis, angioedema, dificultad respiratoria o urticaria), la alternativa es una
combinación de clindamicina con un aminoglucósido. La cirugía prolongada, la pérdida excesiva de sangre y la obesidad
materna pueden requerir dosis repetidas o más altas.
<80 kg: Cefazolina 1 gr EV
80-120 kg: Cefazolina 2 gr EV
>120 kg: Cefazolina 3 gr EV
Cesárea de urgencia: Cefazolina 3 dosis con un intervalo de 8 hrs entre ellas
Alergia a B-lactamico: Clindamicina 600 mg + Gentamicina 1,5 mg/ kg e.v. dosis única (6)
5.- Anestesia raquídea debe ser hasta el dermatoma T4 para evitar la entrada nociceptiva de la manipulación peritoneal.
6.- Instalación de catéter vesical: mantiene el drenaje vesical que puede mejorar la visualización durante la cirugía y
disminuir las lesiones vesicales y menos retención de orina después de la operación (5)
7.- Preparación abdominal: rasurado del borde superior del vello pubiano y aseo con solución antiséptica. 2016 otro
ensayo clínico sobre 1147 pacientes publicado en New England Journal of Medicine concluyó que la clorhexidina
alcohólica era significativamente mejor en cuanto a la prevención de infección de la herida quirúrgica que el preparado
povidona-alcohol
8.- Instalación de campos quirúrgicos.
TIPOS DE LAPAROTOMÍA
La laparotomía es la apertura de la cavidad abdominal. Para la cesárea pueden utilizarse dos tipos la mediana
infraumbilical y la transversa suprapúbica, como la incisión de Pfannenstiel o Pfannenstiel modificada por Cohen
Figura 4. The advantages of the midline and transverse incisions for caesarean secton. Adapted from Figure 1 un Maaloe et al., Int. J Gynecol Obstet
2014.
Mediana infra-umbilical: en esta incisión la cavidad abdominal se abre por la línea media, entre el ombligo y la sínfisis
pubiana; proporcionando un acceso más rápido al útero. Si es necesario el cirujano puede extenderse alrededor y encima
del ombligo (con extensión supraumbilical), sobre todo cuando se realiza una cesárea de urgencia. Se realiza una incisión
con bisturí en la piel, en el tejido celular subcutáneo y en la fascia superficial hasta visualizar la aponeurosis de los rectos
anteriores. La hemostasia se efectúa con electrocoagulación o ligaduras. Se realiza una incisión sobre la línea alba con
bisturí o se secciona con tijera para luego proceder a una divulsión roma de los músculos rectos y piramidales hasta
exponer la fascia transversalis, la grasa preperitoneal y el peritoneo. Se diseca la fascia transversalis cerca del extremo
superior de la incisión. Puede elevarse el peritoneo con dos pinzas hemostáticas separadas 2 cms entre sí, para facilitar
la apertura del mismo sin lesionar las vísceras abdominales. Al elevar el peritoneo con dos pinzas es posible visualizar por
transparencia y palpar el pliegue peritoneal creado para asegurarse de que este libre y proceder a su apertura. Esta
maniobra particularmente importante en mujeres que hayan tenido laparotomías previas, ya que pueden tener adherido
el epiplón o el intestino al peritoneo parietal. Se abre un ojal con bisturí o tijera entre las dos pinzas y luego se secciona
el peritoneo hacia arriba, hasta donde termina la incisión; y hacia abajo, hasta el pliegue vesical. Esta corresponde a la
técnica original, el día de hoy se ha abandonado por motivos cosméticos, pese a ser mejor desde el punto de vista
anatómico. .
- Ventajas: acceso más rápido a la cavidad peritoneal, menor pérdida sanguínea, posibilidad de extender la
laparotomía hacia el abdomen superior.
- Desventajas: mal resultado cosmético, mayor riesgo de dehiscencia de la herida y de hernia incisional.
Pfannenstiel: Comienza con una incisión cutánea ubicada a 2 o 3 cms de la sínfisis pubiana, transversal y que
habitualmente mide alrededor de 12 cms. En general se realiza sobre un pliegue natural de la piel en dicha zona, que
tiene una forma levemente curva cóncava hacia arriba. Luego se incide el tejido celular subcutáneo y la fascia superficial,
hasta exponer la aponeurosis de los músculos abdominales en toda la extensión de la incisión, disecándola para separarla
de la grasa. Se realiza hemostasia con electrocoagulación o ligaduras. Se secciona transversalmente la aponeurosis con
bisturí o con bisturí y tijera. Se separa la aponeurosis del músculo subyacente. Se sujeta la porción inferior de la
aponeurosis con dos pinzas, se tracciona de las mismas hacia arriba y se separa del músculo en dirección caudal. El tejido
fibroso de la línea alba se secciona con tijera. Luego se hace lo mismo con la porción superior de la aponeurosis. Se separan
los músculos rectos en la línea media y se procede a la apertura del peritoneo, tal como se describió en la laparotomía
mediana. Esta es la técnica de elección hoy en día.
- Ventajas: mejor resultado cosmético y menor riesgo de dehiscencia o hernia incisional
- Desventajas: mayor pérdida sanguínea, mayor tiempo operatorio, mayor riesgo de infección de la herida,
dificultad para extender la incisión.
Variaciones del Pfannenstiel: usando una incisión transversal baja en la piel, se han descrito variaciones en la técnica.
Técnica de Joel Cohen: La modificación introducida por cohen (disección roma) a la técnica descrita por Pfannenstiel es
la más frecuentemente utilizada y consiste en la apertura de piel como en la técnica original, se realiza la sección de unos
pocos centímetros de tejido celular subcutáneo y fascia superficial en la línea media (sector con poca vascularización), en
la sección de la aponeurosis prolongándola lateralmente con tijera por debajo de la grasa intacta y en la separación de
los músculos rectos con los dedos índices en dirección craneocaudal.
Técnica de Maylard: Se realiza aproximadamente de 2 a 3 cms por encima de la sínfisis del pubis, es más rápida que
Pfannenstiel. Se realiza una incisión transversal de la vaina del recto anterior y del músculo recto hacia ambos lados. Se
debe identificar y ligar los vasos epigástricos inferiores superficiales (ubicados en el tercio lateral de cada recto). Esta
técnica los músculos rectos abdominales se cortan junto a la aponeurosis, no se separan de ella. En la mayoría de los
partos por cesárea, solo es necesario dividir los 2/3 mediales de cada musculo recto. Si se dividen más de 2/3 del músculo,
se deben identificar y ligar los vasos epigástricos inferiores profundos. Se identifica la fascia transversal y el peritoneo,
para realizar una incisión transversalmente.
Técnica de Cherney: los músculos rectos abdominales se desinsertan desde la sínfisis pubiana. o Ventajas/desventajas: la
idea es mantener las ventajas del Pfannenstiel, pero reducir el tiempo quirúrgico (Joel Cohen) o mejorar la visualización
de la cavidad (Maylard o Cherney), menos dolorosa, menor riesgo de hernia incisional, mejor resultado estético con
excelente visualización de la pelvis.
La laparotomía de Joel-Cohen tiene ventajas significativas respecto a la Pfannenstiel, habiéndose demostrado
menor: fiebre, dolor post- operatorio, uso de analgesia, pérdida de sangre, tiempo operatorio y estadía
hospitalaria.
Con respecto al mayor riesgo de dehiscencia atribuido a la laparotomía mediana, existe un estudio caso control en el que
se concluye que a las pacientes que se les efectúa una laparotomía mediana no tienen un mayor riesgo de dehiscencia
comparado con las mujeres con laparotomía transversa. Una vez abierta la cavidad abdominal, se procede a la
histerotomía o apertura del útero para la extracción fetal. (8), (11)
TIPOS DE HISTEROTOMÍA
A: Segmentaria longitudinal de Kroning: Se secciona, de manera longitudinal, la cara anterior del segmento inferior en
su línea media. Generalmente se extiende hasta incluir el cuerpo uterino, seccionando el anillo de Bandl. Dentro de sus
ventajas tenemos que se utiliza en casos con insuficiente formación del segmento inferior y que permite evitar el
compromiso de los vasos uterinos, y así, logra asegurar una mejor cicatriz que la cesárea corporal. Lamentablemente
presenta el riesgo de prolongarse caudalmente, comprometiendo la vagina.
B: Segmentaria transversal de Kerr: Es el tipo de incisión más frecuentemente usada. Es una Incisión transversal del
segmento inferior presentando la ventaja de presentar menos hemorragia, conjunto con una fácil apertura y cierre de la
pared uterina. En relación al postoperatorio,
presenta menos formación de adherencias.
C: Corporal o clásica: En esta técnica, se corta
longitudinalmente la cara anterior del segmento
superior del cuerpo uterino. Se indica cuando
existe: falta de formación del segmento inferior,
cuando no se ha desplegado aún (embarazo entre
21 y 36 semanas), cuando el segmento inferior es
ocupado por un gran mioma o por placenta previa
inserta en cara anterior del segmento inferior.
Presenta una peor calidad de la cicatriz y una mayor
número de adherencias epiploicas e intestinales por peritonización debido a la invaginación seromuscular. Existe la
posibilidad de encontrarse con la placenta por estar ésta con mayor frecuencia en cuerpo uterino. Es importante
considerar que es una herida que sangra profusamente. (12), (13)
TECNICA QUIRURGICA
En la posición materna no existe evidencia suficiente para afirmar que inclinar a la paciente hacia la izquierda sea más
efectivo que hacia la derecha o el decúbito supino.
Se inicia con una incisión de la piel con bisturí frio, y luego con bisturí eléctrico se abre hasta llegar a la aponeurosis,
estas incisiones pueden realizar mediante técnica de Pfannenstiel la cual se realiza una incisión de la fascia de los
músculos rectos abdominales para luego separarlos a diferencia de la técnica de Joel- Cohen en la cual la separación de
la fascia es de forma digital, en la laparotomía media infra umbilical se realiza una incisión sobre la línea alba con divulsión
de los músculos rectos, posterior a esto se realiza una incisión en el peritoneo parietal con tijera y se accede a la cavidad
peritoneal. En este momento que se cubren los bordes de la herida con compresas de gasa para evitar que caiga el
intestino sobre el útero, para obtener una mejor exposición del campo operatorio se utiliza una valva suprapubiana para
poder proseguir con la incisión del peritoneo visceral que se hace por encima de la vejiga.
Reconociendo el fondo de saco vesicouterino, se efectúa a 1 o 2 cm más arriba, de donde el peritoneo esta menos
adherido. Se secciona transversalmente unos 12 cm, luego se desprende, junto con la vejiga, una vez seccionada se realiza
una histerotomía mediante una incisión segmentaria arciforme, con bisturí frio (cuidando no dañar el polo fetal que se
encuentra bajo la incisión, hasta llegar a ver las membranas fetales, sin romperlas. La incisión se amplia de modo lateral
(arciforme) mediante una tijera. Esta incisión puede ser transversa a 1-2 cm por encima del margen superior original de
la vejiga con un bisturí o vertical la cual se hace paralela al eje longitudinal del útero en la línea media.
Se continua con la ruptura de las membranas (con una pinza) y se introduce la mano derecha en la cavidad uterina, se
toma la cabeza fetal, y se dirige hacia afuera con suavidad. Para la extracción del feto, el ayudante coloca su mano
dominante en el fondo uterino, comprimiéndolo, elevando así la cabeza fetal hacia la incisión uterina. Si el feto se
encuentra en una presentación no cefálica, se dejan las membranas intactas hasta que los pies o la cabeza del feto puedan
moverse hacia la incisión uterina aumentará la facilidad de la cesárea.
Después de que se entrega el feto, el cordón umbilical se sujeta y se corta. La sangre se obtiene del cordón umbilical para
la tipificación de la sangre fetal
El alumbramiento espontaneo es asistido con masaje uterino, 5 UI de oxitocina intravenosa y tracción suave en el cordón
umbilical, que se asocia con una tasa más baja de endometritis posparto y pérdida de sangre materna en comparación
con la extracción manual la cual conlleva mayores riesgos de hemorragia, endometritis y anemia post parto. Luego se
revisa la cavidad uterina con una cucharilla, para retirar todos los restos placentarios y se inicia el cierre uterino, que se
inicia con puntos en “X en ambos ángulos con la finalidad de asegurar la hemostasia y facilitar la sutura de la incisión. El
segmento inferior se sutura en uno o dos planos mediante Catgut cromico o vicryl en el cierre por os planos primero,
en sutura continua, toma todo el espesor de ambos labios musculares de la herida, con excepción de la mucosa. El
segundo plano, también musculo-muscular, invaginante del primero, se efectúa con puntos en X o en sutura continua a
diferencia del cierre en un plano que se realiza con puntos en X, U, en el último paso consiste en rehacer el peritoneo
visceral con una sutura continua, uniendo el colgajo superior con el inferior peritoneo vesical.
Posterior a esto se retiran las compresas aisladoras se limpia la cavidad abdominal y se verifica la buena retracción
uterina, la pared abdominal se sutura por planos, el peritoneo visceral y parietal se pueden suturar o dejar abiertos. La
sutura del plano muscular debe ser cuidadosa debida a la diastasis de los rectos que puede dar lugar a eventraciones, la
aponeurosis debe ser cerrada con cuidado con vicryl. El tejido subcutáneo puede cerrarse con una sutura absorbible, el
objetivo de esta capa es cerrar el espacio muerto y apoyar la capa de piel. La piel debe cerrarse con una sutura no
absorbible. Las suturas intradérmicas se han asociado con menos dolor postoperatorio inmediato y son más atractivas
estéticamente a las 6 semanas. (1), (8), (12), (13), (17)
Técnica de Pelosi
Corresponde a una variación de la técnica de Pfannenstiel que consiste en:
1. Incisión transversa suprapúbica
tipo Pfannenstiel.
2. Apertura del tejido celular
subcutáneo y fascia aponeurótica
con electrobisturí .
3. Separación Manual de
los rectos abdominales,
en segmento superior,
longitudinal y transversal
4. Apertura del peritoneo en dirección cefálica,
posteriormente una incisión transversa del
peritoneo, configurando una T invertida
Se puede realizar utilizando el dedo índice y
luego con ambas manos se toma toda la pared
abdominal para ampliar el campo
10.
11.
5. Colocación de valva suprapúbica. 6. Incisión transversal
de aproximadamente 3 cm en el segmento uterino, a 1 cm
del repliegue vesical, posteriormente ampliada por
divulsión digital y ruptura del amnios
7. Extracción del recién nacido
8. Se espera la expulsión espontánea de la
placenta.
9. Histerorrafia sin exteriorizar el útero se realiza
en un plano con una sutura continua, no se cierra
el peritoneo visceral ni el parietal
•La aponeurosis se cierra con una sutura continua sintética absorbible
•Sutura de la piel en forma continúa con el resto del nylon utilizado en la sutura anterior.
INDICACIONES POSTERIORES A LA CESÁREA
En la sala de recuperación, se recomienda:
1. CSV cada 15 minutos las primeras 2 horas
2. Diuresis se controla cada hora
3. Se debe palpar el fondo uterino, para asegurar la adecuada retracción.
4. Se debe prestar atención al sangrado vaginal
5. Si la paciente recibió anestesia regional, comúnmente se le asocia un analgésico de acción prolongada, si no se asoció
o no recibió anestesia general, se puede administrar narcóticos via IM o EV. Cuando la paciente tolere líquidos, se
puede administrar VO.
Cuando la paciente recupere la sensación después de la anestesia regional y los signos vitales se han mantenido estables
con un sangrado vaginal mínimo, puede ser llevada a su habitación. El control luego se realizará de la siguiente manera:
1. CSV cada hora por las primeras 4 horas
2. Medición de diuresis las primeras 4 horas
3. LIV con cristaloides aproximadamente de 3 a 4 litros, que incluye aquellos líquidos utilizados en la reposición
temprana, durante las primeras 24 horas.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
Régimen cero por 6 horas, luego avanzar a líquidos claros hasta régimen liviano según tolerancia. Cuando el paciente
pueda tolerar líquidos VO, se interrumpirá los LIV.
La sonda Foley se puede retirar una vez que el paciente pueda deambular. Si la paciente no puede orinar en 6 horas,
se debe considerar reemplazar la S.F. y mantenerla por 12 a 24 horas más.
Deambulación se debe iniciar durante el primer día post operatorio, incrementarla según tolerancia.
Oxitocina 10 – 20 UI en infusión continua en 500 mL
Analgesia Aines EV durante las primeras 24 horas, VO desde el segundo día post operatoria.
Completar las dosis de antibióticos profilácticos
Apósito puede retirarse 12 a 24 horas después de la cirugía y puede mantenerse de tal manera o cambiar por un
parche impermeable que le permita a la mujer ducharse.
Control con hemograma a las 12 – 24 horas posterior a la cirugía o antes si se produce una pérdida sanguínea mayor
al promedio (aproximadamente 1500 ml).
Amamantar puede iniciar dentro de pocas horas después del parto. Si se utiliza formula láctea, se recomienda a la
paciente utilizar un sujetador apretado para el pecho en periodo postoperatorio.
Alta se puede realizar a los 2 – 4 días, si la paciente se encuentra en buenas condiciones y estable posterior a la
cirugía. Si se utilizaron grapas, se debe quitar antes del alta, a menos a que la paciente haya tenido una incisión
vertical en la piel o exista riesgo de curación deficiente (como diabetes o uso prolongado de corticoesteroides), donde
se pueden mantener por 2 a 3 días más hasta el control.
Se debe indicar abstinencia de relaciones sexuales durante 4 a 6 semanas después del parto.
PARTO VAGINAL POSTERIOR A LA CESÁREA
Las principales Sociedades de Obstetras y Ginecólogos: National Institute for Health and Care Excellence (NICE), Royal
College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG), American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)/
National Institutes of Health (NIH), SEGO, proponen que un PVTE planificado es una elección segura para la mayoría de
mujeres con parto anterior mediante cesárea.
El cuidado antenatal en una mujer con cesárea previa no presenta diferencias con respecto a otra, salvo que aparezcan
complicaciones en el embarazo que se está cursando actualmente. Se debería plantear con antelación la vía del parto; la
decisión debería tomarse en la semana 36 y quedar consignada en la historia clínica Debería quedar como dato
importante: indicación de la cesárea anterior, semana de gestación, tipo de incisión, dificultad de la técnica,
complicaciones del puerperio.
Las embarazadas candidatas para PVDC Mujeres con gestación única en presentación cefálica de más de 37 semanas y
con/sin antecedente de parto vaginal previo que puedan tener su parto en Un Hospital que contemple la realización de
cesárea intraparto y/o emergente y reanimación neonatal. Como recomendación anteparto se considera: monitorización
continua, incremento controlado de la infusión de oxitocina, sonda de Foley para inducción mecánica. (14)
Contraindicaciones absolutas para parto de vértice espontáneo
Cesárea clásica (incisión vertical alta)
Rotura uterina previa
Placenta previa
Cesárea previa complicada (incisión longitudinal o T invertida, prolongación inadvertida de la incisión)
3 cesáreas previas.
Contraindicaciones relativas para parto de vértice espontáneo
Diabetes/Macrosomía
Preeclampsia
Presentación podálica
CIR
Demanda de cesárea electiva
Tipo de incisión de CP desconocido
Gestación pretérmino
Intervención previa sobre el útero: Histeroscopía, miomectomía por laparoscopía o laparotomía.
ROTURA UTERINA
Es la solución de continuidad de la pared uterina. Se denomina completa cuando existe compromiso del peritoneo visceral
con frecuente extrusión de partes fetales en la cavidad peritoneal. La forma incompleta se caracteriza porque la lesión
sólo afecta el miometrio, respetando el peritoneo visceral.
Según el momento de aparición la rotura uterina puede aparecer durante el embarazo, especialmente relacionada con
enfermedad trofoblástica gestacional, traumatismo o durante el parto (lo más frecuente) por dehiscencia de cicatriz
uterina previa.
Clínica:
Signos premonitorios de rutura uterina
Anomalías en FCF: bradicardia grave
Sangrado Vaginal
Deterioro hemodinámico de la madre
Dolor abdominal agudo
Distención del segmento uterino inferior
Alteración de la dinamia uterina
Signos de rotura intraparto
Dolor abdominal agudo
Cese brusco de las contracciones
Palpación de las partes fetales
Deterioro brusco de la FCF
Retroceso en el avance de la presentación
El diagnóstico se hace mediante revisión manual de la histerorrafia luego de atender el parto. Hoy en día no se recomienda
la revisión rutinaria de la histerorrafia, y se reserva solo en casos de hemorragia post parto.
Si la dehiscencia es < 4 cm, cubierta por peritoneo, sin compromiso hemodinámico materno y sangrado vaginal moderado,
el manejo es expectante, con indicación de retractores uterinos y antibióticos. Si la dehiscencia es > 4 cm, abierta a cavidad
abdominal, con compromiso hemodinámico materno y sangrado vaginal más que moderado, se indica una laparotomía
exploradora y reparación del defecto.
DECISIÓN INFORMADA
Al tomar la decisión la paciente y el obstetra deben considerar el riesgo de rotura uterina y la dehiscencia de la cicatriz,
con estos antecedentes además de la historia clínica particular de la mujer, se debe preferir entre intentar un parto vaginal
o acceder a una cesárea electiva.
Si se cumplen los criterios aún con el antecedente de cicatriz de cesárea anterior y siempre y cuando sea de bajo riesgo
médico se recomienda intentar el parto vaginal. Si la paciente considera esto como un riesgo excesivo se planificará una
cesárea electiva a las 39 + 0 semanas de gestación.
Al intentar el parto vaginal, se requiere mantener el uso de MEFI y monitorizar la actividad uterina, se debe contar con la
presencia de un obstetra y un anestesista que puedan intervenir de manera inmediata al presentar cualquier signo o
síntoma de rotura uterina, además de un equipo avanzado de reanimación neonatal. El centro hospitalario debe contar
con una unidad de cuidados intensivos tanto materno como neonatal y apoyo del banco de sangre.
CRITERIOS DE SELECCIÓN
De acuerdo con la evidencia médica recabada, las indicaciones de cesárea según causa son:
Cesárea electiva
Presentación de nalgas, transversa u
oblicua.
Macrosomía fetal.
Placenta previa.
Infecciones
maternas
(Condilomas/VIH).
> 2 cesáreas anteriores.
Gestantes sometidas a cirugía uterina
previa con abertura de cavidad
endometrial.
Cesárea previa con incisión uterina
corporal vertical o clásica o
histerotomía transversa ampliada en
“T”
Compromiso fetal que contraindique
la inducción-monitorización de la FCF
del parto.
Patología médica materna que
desaconseje parto vaginal.
Cesárea en curso de parto
Parto estacionado (han transcurrido
más de 3 horas sin progresión de las
condiciones
obstétricas
con
condiciones establecidas de trabajo
de parto).
Fracaso de inducción. (> 12 horas de
oxitocina EV, sin lograr condiciones
de parto).
Desproporción pelvi fetal.
Cesáreas electivas que inician trabajo
de parto espontáneo.
malposiciones detectadas durante el
trabajo de parto.
Cesárea urgente/emergente
Sospecha/pérdida de
fetal.
DPPNI.
Prolapso de cordón.
Ruptura uterina.
bienestar
BIBLIOGRAFÍA
1.- Saint Louis H, “Cesarean Delivery: Overview, Preparation, Technique”, de (2017). https://emedicine.medscape.com/article/263424overview.
2.- National Institutes of Health,”State-of-the-Science Conference: Cesarean Delivery on Maternal Request”;, 2006; Bethesda, 23(1):1–
29. Disponible en: http://consensus.nih.gov/2006/cesareanstatement.htm.
3.- Crenshaw JT, Winslow EH.” Actual versus instructed fasting times and associated discomforts in women having scheduled cesarean
birth”. J Obstet Gynecol Neonatal Nurs. 2006 Mar-Apr. 35(2):257-64.
4.- Smaill FM, Grivell RM. Antibiotic prophylaxis versus no prophylaxis for preventing infection after cesarean section. Cochra ne
Database of Systematic Reviews 2014, Issue 10. Art. No.: CD007482. DOI: 10.1002/14651858.CD007482.pub3.
5.- Abdel‐Aleem H, Aboelnasr MF, Jayousi TM, Habib FA. Indwelling bladder catheterisation as part of intraoperative and
postoperative care for caesarean section. Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 4. Art. No.: CD010322. DOI:
10.1002/14651858.CD010322.pub2.
6.- Hugo Salinas, Jessica Preisler R,” NORMAS DE PROFILAXIS ANTIBIÓTICA EN PROCEDIMIENTOS OBSTÉTRICOS, REV. Chil Ginecol 2006;
71 (1); 69-72, disponible en: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchog/v71n1/art12.pdf
7.- Ly J, Mittal A, Windsor J. “Systematic review and meta-analysis of cutting diathermy versus scalpel for skin incision”. Br J Surg 2012;
99:613.
8.- Dr. Carvajal J, Dra Ralph C. (2018) “Manual de Obstetricia y Ginecologia”; Cap: “Operación Cesarea” ( pp:145-152).
9.- Abarzúa F, Burgos S (2015), Guia perinatal; “Antecedentes Epidemiologicos” pp: 16-24
10.- Abarzúa F, Burgos S (2015), Guia perinatal; “Cesarea” pp: 356-362
11.- Perez Sanchez, A. (2011). Operacion cesarea. In: A. Perez Sanchez, ed., Obstetricia, 4th ed. Santiago: Mediterraneo, pp.428-438.
12.- Schwarcz, R. (2005). Obstetricia. 6th ed. El Ateneo, “Operación Cesarea” pp.702-712.
13.- Novoa, S,(2002), “Cesarea tipo Pelosi”, Rev, Ginecol Obstet ( Perú), Vol 48(4): 225-229
14.- Otilia González Vanegas; Isabel Rodríguez García; Encarnación Arévalo Reyes (2017) PARTO DESPUES DE CESÁREA. UGC Ginecología
y Obstetricia. Hospital Universitario San Cecilio. Granada.
15.- C. Ros, J. Bellart, S. Hernández. (2010) PROTOCOLS MEDICINA FETAL I PERINATAL SERVEI DE MEDICINA MATERNOFETAL – ICGON
– HOSPITAL CLÍNIC BARCELONA
16.- Fernando Crovarí Eulufí, Manuel Manzor Veliz (2018) Manual de Patología quirúrgica. Facultad de medicina de la Pontificia
Universidad Católica de Chile.
17.- Marco A. Pelosi II M.D, y Marco A. Pelosi III M.D. (2004) Minimally invasive cesarean. Improving an innovative technique.