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Que significa dialogico

¿Que significa dialógico? Conocimiento que se adquiere a través del diálogo. Intercambiar conocimientos. Dialogar. Comunicación en sí Aprendizaje dialógico El aprendizaje dialógico es el marco a partir del cual se llevan a cabo las actuaciones de éxito en comunidades de aprendizaje. Desde esta perspectiva del aprendizaje, basada en un concepción comunicativa, se entiende que las personas aprendemos a partir de las interacciones con otras personas. En el momento en que nos comunicamos, y entablamos un diálogo con otras personas, damos significado a nuestra realidad. Así que construimos el conocimiento primeramente desde un plano intersubjetivo, es decir, desde lo social; y progresivamente lo interiorizamos como un conocimiento propio (intrasubjetivo). Según la concepción dialógica del aprendizaje, para aprender las personas necesitamos de situaciones de interacción. Pero no solo necesitamos un gran número de interacciones, y que estas sean diversas, sino que además el diálogo que se establezca tiene que estar basado en una relación de igualdad y no de poder, lo que significa que todos y todas tenemos conocimiento que aportar, reconociendo así, la inteligencia cultural en todas las personas. Filosofía dialógica o imparativa La filosofía dialógica o imparativa pretende estar permanentemente abierta en un esfuerzo de aprender constantemente de los otros y sus diferentes culturas, permitiendo que nuestras visiones sean fecundadas por las de ellos. Se trata de un sistema de pensamiento “dispuesto a aprender de cualquier rincón filosófico del mundo.  Esta filosofía imparativa (del latín medieval imparare ‘aprender’, la actitud de aprendizaje) es crítica y es consciente de que “no podemos escaparnos al hecho de tomar postura donde quiera que filosofemos y tal limitación hace nuestro filosofar relativo a empresas similares acometidas desde diferentes ángulos”; por eso, es muy consciente de su contingencia: “No somos la única fuente de (auto) comprensión”. Está constantemente abierta a un diálogo dialógico con otras visiones filosóficas, y no sólo a la confrontación dialéctica y al diálogo racional, no pretende vencer ni siquiera convencer, sino buscar la verdad desde diferentes posiciones para ir llegando a un entendimiento mutuo (“What is Comparative Philosophy Comparing?”, Interpreting Across Boundaries. New Essays in Comparative Philosophy, eds. G. J. Larson, Princeton University Press, 1988). Equivalentes homeomórficos Los equivalentes homeomórficos son “equivalencias funcionales” o correspondencias profundas que se pueden establecer entre palabras-conceptos pertenecientes a religiones o culturas distintas, yendo más allá de la simple analogía. Es lo que RP llama “analogía funcional de tercer grado”, donde ni la significación ni la función son las mismas, pero si semejantes. P.e. Dios y Brahman, o el Cristo de los cristianos y el Ishvaradel hinduismo. “Entendemos por homeomorfismo la función ‘topológica’ o análoga correspondiente (un equivalente funcional) dentro de otro sistema” (El Cristo desconocido del hinduismo, Madrid 1994). La equivalencia homeomórfica parece ser un instrumento conceptual muy adecuado porque, por una parte, hace posible respetar la especificidad de toda forma religiosa y, por otra, permite construir puentes entre ellas sin caer en confrontaciones equívocas. Armonía invisible “La armonía invisible interna se manifiesta en el modo creativo y espontáneo con que trato un religión particular, porque realmente me encuentro como en mi casa y, de esta forma, soy capaz de simplificar y de relacionar cosas dispares, o unificar prácticas.... Cuando nuestra relación con una corriente religiosa es a este nivel, debemos hablar ex abundantia cordis et mentis, más que desde un catálogo de proposiciones... Cualquier diálogo religioso auténtico disipa las malas interpretaciones por ambos lados, y propicia las rectificaciones y las nuevas interpretaciones” (Invisible Harmony. Essays on Contemplation Responsability, Minneapolis 1995). La armonía invisible es la armonía que debe existir entre todas las religiones y culturas, la misma que existe en toda la realidad. El pensamiento de Panikkar respecto a la relación entre las distintas religiones de la tierra es lo opuesto a elaborar una teoría universal de la religión, a base del esfuerzo por alcanzar una comprensión intelectual y global de todas las religiones (un ecumenismo igualador, una religión comparativa, o un “esperanto ecuménico”). Para RP se trata, más bien, de descubrir la “armonía invisible” de todas las religiones y culturas, de toda la realidad. La búsqueda de una “teoría universal” fomenta el diálogo, pero corre el peligro de imponer su propio lenguaje y “la supremacía del logos frente al pneuma”, la razón, la fuerza de la palabra, frente al espíritu (Invisible Harmony).  Contrariamente a esto, debemos abrirnos a los demás y creer, confiar, en la experiencia humana en su conjunto, en la armonía de los seres humanos y del cosmos. Particularmente, en lo religioso, pues si en la religión se han manifestado las más bajas pasiones y ha llevado a las mayores catástrofes, también en ella “han tenido lugar las experiencias humanas más excelsas”; e incluso, ésta manifiesta como ninguna “una cierta totalidad”, “la religión es la sinfonía, no el simple músico”. Es lo que llama RP el efecto “pars pro toto” (cf. a continuación): cada uno de nosotros puede ser consciente del todo, pero bajo una perspectiva particular. El todo es siempre apetecible (y “saludable”, añade Panikkar) para nosotros, y “algo es completo cuando tiene una armonía interna”, el todo sugiere conocimiento, pero también belleza y bondad. Ontonomía “Llamo ontonomía al reconocimiento o al desarrollo de las leyes propias de cada esfera del ser o de la actividad humana, con distinción de las esferas superiores o inferiores, pero sin separación ni interferencias injustificadas. La ontonomía es sensible a las peculiaridades propias de cada ser o clase de seres, sin absolutizar tales regularidades como si no existiesen otros seres, ni esclavizarlas al servicio de entidades más altas, como si el ser inferior no tuviese también sus leyes propias” (Ontonomía de la ciencia. Sobre el sentido de la ciencia y sus relaciones con la filosofía, Madrid 1961). Ontonomía es uno de los conceptos más fundamentales del pensamiento de RP. Se trata del nómos toû óntos, el nomos interno y constitutivo de cada ser, una contribución de nuestro autor “al mutuo entendimiento y fecundación de los distintos campos de la actividad humana y esferas del ser, permitiendo el crecimiento (ontonómico) sin romper la armonía”. Es un concepto que puede ser crucial tanto para el ámbito del pensamiento (científico, filosófico, teológico-espiritual...) como para la política, la economía y cualquier ámbito de la vida.  Se trata de excluir tanto la independencia separada o desconectada de las esferas particulares del ser (autonomía), como el predominio de unas esferas sobre otras (heteronomía), para llegar a una integración armoniosa de las distintas partes en el todo (ontonomía). La persona es la realidad que permite encontrar un orden ontonómico, al ser “la conjugación de todos los pronombres”. Tras hablar de la etapa deheteronomía en la Antigüedad y la alta Edad Media (que representa una actitud que podía calificarse también como teonómica) y de la críticahumanista que llevó a la actitud de autonomía, nuestro autor habla de laontonomía, como nueva concepción de la relación entre la criatura y Dios: “La criatura no es Dios, Dios no es la criatura... La relación entre Dios y la criatura no es ni heterónoma, ni autónoma... La criatura no es Dios ciertamente, pero no es cierto que Dios no sea también la criatura... [Porque] todo lo que es tiene que ser, de algún modo, Dios... La criatura no es Dios, pero es de Dios, en Dios y por Dios... es con Dios... La estructura óntica que busca la ontonomía no es ni un lazo intrínseco ni una relación extrínseca… La ontonomía descubre las leyes misteriosas e intrínsecas que permiten el desarrollo armónico de un ser, según su íntima constitución sin hacer violencia a los otros seres. Existe un orden ontonómico que tenemos que descubrir, porque sólo él nos descubre la verdadera estructura del mundo”. (Misterio y Revelación). El concepto de ontonomía es fundamental en la concepción religiosa de Panikkar. Así lo manifiesta en otro de sus primeros libros, Religión y religiones: “La naturaleza de la religión no depende de la naturaleza autónoma del hombre, sino de su estructura ontonómica como ser en, con y a través de Dios” (Religión y religiones, Madrid 1965). Años después, en la nueva edición de un viejo libro, vuelve a utilizar su concepto de ontonomía, al hablar de la relación entre Dios y los seres: La reacción humanista contra una cierta heteronomía divina, hizo caer al hombre en el extremo opuesto de una autonomía humana, que lo hace esclavo de si mismo y “víctima del alto concepto que de sí mismo se ha formado”. Frente a esto, Panikkar propone la ontonomía como expresión de la vía media del Buddha: “una vía que llamaríamos ontonómica, para liberar al hombre, tanto de la apoteosis de un Dios exterior como de la absolutización de lo humano”.