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Foro Academico I

2020, Foro Academico I

1. ¿Piensas que el término autenticidad es aceptable en interpretación musical?...

Preguntas para responder en el Foro Académico I 1. ¿Piensas que el término autenticidad es aceptable en interpretación musical? La autenticidad musical como concepto purista de un movimiento que se generó a partir de mediados del siglo xx, ha sido consistentemente rebatido por muchos prominentes especialistas e intérpretes, dado que –y ante la consiguiente distancia histórica- éste se cimentó, solamente, sobre las bases de una propagación simplista. A fin de cuentas, se terminó vinculando el concepto de autenticidad a los factores físicos de un ensamble, como disposición espacial en la ejecución. El conductor Nikolaus Harnoncourt, quien fuera el estandarte comercial -quizás de manera involuntaria- de esta oleada, ya denunció su carácter insustancial al señalar el origen de esta moda bajo el influjo de una campaña inventada por las compañías discográficas, en complicidad con la crítica especializada y a su vez, alimentada por intereses económicos. Así, concuerdo con quienes aseguran que el movimiento de la música antigua infamemente se entrelazó con una pseudo reputación insostenible en el tiempo: la idea quimérica de encontrar la autenticidad, como reproducción veraz y exacta de lo que pudo haber sido la creación y ejecución de una obra musical en su tiempo, ha sido honestamente reemplazada por la visión de una interpretación históricamente informada, consciente de que el intérprete, los especialistas y el público, solamente disponen de la posibilidad de acceder a una perspectiva histórica en el análisis de la partitura, investigación musicológica y recreación del hecho musical. O, como la teclista Landowska afirma, acaso de su aproximación interpretativa, cuando confiesa que la vocación de un músico tiene como único propósito examinar, estudiar y recrear una pieza musical, lejos de la verdad histórica. 2. ¿Hasta qué punto una edición Urtext refleja la idea que el compositor tiene sobre su obra? Si se persigue la autenticidad como único fin de reproducción exacta de una composición musical, se requeriría la consecución integral de fuentes históricas confiables. La partitura limita y no refleja el espíritu de la música. El sentido del arte se encuentra más allá de ellas, no en ellas. La misión del intérprete reside en la responsabilidad de transformar la partitura en un hecho comprensible para la época actual. Para ello, se debe recrear la partitura. Dudo que los grandes genios de la música occidental hayan quedado totalmente conformes con los resultados impresos 1 en sus composiciones, dadas las condiciones limitantes de la notación musical que, por otra parte, nunca reflejará fielmente en una partitura el universo infinito de sus mentes y espíritus. Por tanto, las ejecuciones que elevan la condición objetiva como máximo valor estético en una interpretación, no pasan de representar una exigencia de los sellos discográficos, con fines mercantiles. La partitura no es un registro exacto de cómo se compuso una pieza musical o de cómo se la ejecutó en su tiempo. Más bien, ésta debe fungir como el puente por donde atraviesa la música hasta la orilla del presente. Si el arte de la interpretación solo encuentra su sentido en el estricto respeto de cada seña e indicación textual en la partitura -como principio dogmático de una estética unidimensional en la interpretación musical-, nos estancaríamos siempre en un falso sentido de las prioridades. El temor a la subjetividad, en un mundo postmoderno producto de la hiper-racionalización -que nos ha llevado como especie al utilitarismo más recalcitrante- construyó la falsa idea del revisionismo histórico como única fuente veraz para abordar la reproducción musical. Sin reparo alguno, aquí se enuncia que, las condiciones históricas para una reproducción musical solo pueden ser parcialmente recreadas, puesto que el sonido siempre provendrá del presente. 3. ¿Qué crees más importante: buscar el sentido musical de la obra y generar un discurso que conecte con el público o realizar una interpretación que priorice las fuentes y el texto impreso? El gusto estético es quien juzga una interpretación. La expresión -como materia que alcanzó el paroxismo en el estilo romántico- no debe nunca más excluirse de la música antigua, porque si no ésta se hundirá en meras ejecuciones de precisión mecánica. La música habla por sí misma, no porque se la reproduce exactamente como se ha pretendido que fue el pasado, sino cuando se comprende que ella renacerá cada vez en un eterno retorno, como transposición al presente. Y es pues el presente lo que el intérprete tiene en sus manos, por lo que cualquier aproximación al pasado –por más datos histórico-musicológicos que se tenga a disposición- siempre irá de la mano de la imaginación del primero. Producir una emoción es lo que cuenta, cuando se tiene presente el deseo de conseguir un vínculo afectivo entre la obra y el oyente. Paradójicamente, la función del arte en la época del barroco tenía como mayor finalidad la de generar la emoción -incluso dramática y teatral- en el 2 público, algo que muchas de las versiones que han presumido de auténticamente historicistas en el siglo xx no consiguen con el público de hoy. Debe lograrse el afecto como intención y necesidad en la conexión intérprete-público, más que la rigurosa reconstrucción de instrumentos de época que, en su constatación pragmática, pretenden alcanzar la verdad irrefutable de una época en su reconstrucción histórica. La obra de arte existe en las numerosas posibilidades de interpretación; es la posibilidad de eterna realización, como los ojos con los que se mira una pintura histórica1. Por Juan Pablo Gavilanes. El cuestionario propuesto -cuyas respuestas han sido vertidas con el propósito de servir al debate de este dignísimo Formo Formativo-Académico- persigue localizar la difusión de criterios personales genuinos, empero sustentados en la concordancia con las ideas que en este escrito se exponen, como paráfrasis del texto El significado de la Autenticidad, y el movimiento de música antigua: una revisión histórica, de Dorottya Fabian, Universidad New South Wales, Sydney Australia. En: Revista internacional de estética y sociología de la música, Vol.32, No.2. (diciembre 2001), pp. 153-167. 1 3