COLEGIO DE POSTGRADUADOS
INSTITUCIÓN DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN EN
CIENCIAS AGRÍCOLAS
CAMPUS MONTECILLO
FITOSANIDAD
FITOPATOLOGÍA
CARACTERIZACIÓN ESPACIAL DE LA DECLINACIÓN
FORESTAL DEL OYAMEL
Abies religiosa
EN EL DESIERTO DE LOS LEONES
REBECA EUGENIA GONZÁLEZ MEDINA
T E S I S
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL
GRADO DE:
DOCTOR EN CIENCIAS
MONTECILLO, TEXCOCO, EDO. DE MÉXICO
2006
Dedicatoria
A mi buen Dios
Cuya luz guía cada uno de mis pasos
e ilumina eternamente mi mente
y mi corazón.
Bien amado seas, Señor.
A la memoria de mi abuelo
El Dr. Conrado Medina Melo
como un reconocimiento a su
contribución a la medicina
homeopática en México
R.E.
Enero 2005
iii
Yo soy Señor, una obra inacabada pero perfecta
como el cielo, el sol o las montañas
como el mar que acaricia la playa
o los bosques que coronan las praderas.
Que crece en el olor de la tierra
y en la tersura de un pétalo de rosa.
Tu voz es mi canto de jilguero
que como el zenzontle se pregona por el monte.
De tan perfectamente inacabada mi existencia
es libre, en los caminos por el bosque.
R.E.
Julio 2005
iv
Agradecimientos
Has puesto fuego entre tú y yo.
Fuego que abraza mi interior
que me da coraje y me da valor
pero que generalmente nutre mi corazón.
Y le da fuerza.
Me has enseñado a perseguir un anhelo.
A emprender la ciencia con el espíritu
y amar tú obra con el pensamiento
que ahora se canta en mis palabras
para decirte
mi vida eternamente a tu servicio.
Te agradezco ser, lo que ahora soy.
R.E.
Julio 2005
v
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por su apoyo durante mi
estancia en el Programa Doctoral en el Colegio de Postgraduados, así como por el financiamiento
otorgado a este estudio como parte del proyecto 37002-B.
Finalmente y tras concluir una larga etapa, este es el único espacio realmente mío. En una
estancia doctoral tan prologada, y durante la realización de un estudio de estas características, se
requiere de la participación y el quehacer de más de uno. En este sentido quiero agradecer a todas
las personas que me apoyaron incondicionalmente facilitando tanto la gestión administrativa,
como la toma de datos en campo y su procesamiento. A los patrocinadores de este estudio, que
financiaron distintas etapas de su realización, a través de gestión administrativa o con recursos
propios, espero no haberlos defraudado. A todos ellos, gracias, la presente investigación es el
producto del esfuerzo conjunto de todos nosotros.
Este estudio fue financiado por diversas instancias gubernamentales quienes proporcionaron
soporte técnico, vehicular y combustible para los recorridos en campo durante distintos periodos
de tiempo. Mi agradecimiento a la M.C. Patricia Rivadeneyra, Subdelegada de Recursos
Naturales de Cuajimalpa y al Ing. Fernando Islas Sosa, Subdirector de Recursos Naturales en la
misma delegación, quienes brindaron su apoyo en el año 2000 durante la fase de establecimiento
del proyecto; así como al Ing. Jaime Schlitter Subdelegado de Recursos Naturales de
Cuajimalpa en el periodo 2000-2003.
Un agradecimiento especial a la Comisión de Recursos Naturales (CORENA) por el
soporte técnico recibido a través del Director Ejecutivo de Conservación de Recursos Naturales,
Ing. Miguel Olayo González en el año 2002 y de la M.C. Lina Ojeda R., quien bajo el mismo
cargo brindó las facilidades para el trabajo de campo en el año 2003. En el mismo tenor,
agradezco el apoyo del Director del Sistema de Áreas Naturales Protegidas, M.C. Marcelo
Aranda Sánchez; del Subdirector de Vida Silvestre, Biol. Saúl Segura Burciaga y del Jefe de
Unidad Departamental Desierto de los Leones, Biol. Jaime Ernesto Rivera.
Un reconocimiento al Director de la Regional 1 de CORENA, Ing. Nicolás Mendoza
Jiménez por las facilidades proporcionadas en campo durante el año 2001 y su posterior apoyo
durante el 2003 bajo el cargo de Director de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo
Rural.
Por ser un importante enlace al inicio del proyecto, durante su gestión como Subdirector de
Recursos Naturales en la delegación Cuajimalpa y por su posterior soporte técnico a lo largo del
mismo como Director de Probosque Regional III, mi agradecimiento al Ing. Vicente Peña
vi
Blancas, gran amigo y promotor incansable del quehacer forestal. De igual modo mi
reconocimiento al Ing. Marte Salazar Tehran, Director de protección de Recursos Naturales
CORENA, por haberme abierto las puertas y fungir como vínculo hacia otras dependencias
administrativas tanto para la realización de mi tesis de maestría como la de doctorado. Así como
al Ing. Francisco Uribe Cruz, Jefe de Departamento del Parque Desierto de los Leones por todo
el apoyo proporcionado.
Al Comisariado Ejidal de San Pablo Ixayoc a cargo de Don Blas Sánchez y al personal de
la Estación Experimental de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca agradezco las
facilidades que nos proporcionaron durante este estudio.
Al Dr. Roger Cox y al M.C. John Malcolm del Servicio Forestal de Canadá, quienes
proporcionaron los monitores pasivos de ozono Can Oxy PlateTM y efectuaron los respectivos
análisis, gracias.
En el Colegio de Postgraduados quiero agradecer a la Coordinación de Investigación y
Desarrollo, a cargo del Dr. Carlos Miguel Becerril Pérez y a Control Vehicular, el haber
proporcionado el transporte por tres años durante la mayor parte de los trabajos de campo; así
como al Lic. Rigoberto Sandoval Mercado de la Administración del Instituto de Fitosanidad,
quien también facilitó este tipo de servicio. Por su paciencia y atención, gracias.
Por el financiamiento económico un especial reconocimiento al Dr. Martín Mendoza
Briceño, cuya aportación fue determinante para la conclusión de la presente investigación; por la
infraestructura tecnológica externo mi gratitud al Dr. Armando Equihua Martínez. La
participación de ambos doctores reencauzó los trabajos de campo y gabinete. A la División de
Ciencias Forestales de la Universidad Autónoma de Chapingo y al Dr. Edmundo García
Moya del Colegio de Postgraduados mi agradecimiento por el préstamo del instrumental de
medición.
Por parte de la iniciativa privada quiero agradecer el financiamiento y soporte técnico
proporcionado por el Lic. Froylan Bustamante Santamaría, en especial por la confianza
depositada en mi trabajo y por su manifiesto interés en la realización de estudios ambientales. A
la Fam. Seo Tae, cuyo financiamiento fue crucial en las últimas etapas del estudio, quiero
externarle mi gratitud por todas sus atenciones y por el gran valor de su amistad. Al Fís.
Alejandro Vázquez Rodríguez le agradezco su apoyo absoluto y el financiar la investigación en
sus etapas iniciales.
vii
En campo agradezco la participación, siempre incondicional e irremplazable, del Pas. Ing.
Geol. Marco Gómez Ramírez de la Comisión de Recursos Naturales (CORENA) del Distrito
Federal, quien compartió conmigo largas caminatas y faenas durante toda la duración de esta
fase. Así mismo un reconocimiento a Luis Armando Ramírez Navas, Jefe de Unidad
Departamental Desierto de los Leones, Cuajimalpa; a Ulises Omar Huerta González, Eduardo
Quiroz Jiménez, Sergio Bernal Hernández, Miguel Bernal Hernández, Miguel Ángel
Bustamante Cruz, Adolfo Iván Vázquez González y Laura Melisa Vázquez González. Todos
ellos integrantes de un excelente equipo de campo y a quienes agradezco su valioso soporte
técnico, sin el cual este trabajo habría sido imposible. Del mismo modo, a la Biol. Alejandra
Almaraz Sánchez cuya ayuda en campo, laboratorio y en las gestiones administrativas fue
invaluable.
A mi amigo y compañero de campo e investigación, Dr. Isaías Sergio Bernal Salazar
(q.e.p.d.) un reconocimiento, que ahora estarás recorriendo bosques más verdes y floridos.
Barbas, donde quiera que estés, mi eterno agradecimiento, que volveremos a encontrarnos pues
hay personas que cruzan nuestra vida tan solo un instante pero cuyo perfume perdura para
siempre.
A los Doctores Mark Fenn y Gustavo Mora Aguilera, por sus importantes comentarios y
aportación de ideas para el desarrollo del proyecto, así como al Dr. Martín Mendoza Briseño,
excelente amigo y director, quien contribuyo a dar cuerpo y forma al documento final y terminó
por hacer de mi un forestal mas completo. También agradezco al Dr. Roger Cox sus importantes
comentarios que fueron la base sobre la cual se construyó la disertación de la tesis.
Mi gratitud al Dr. Dionicio Alvarado Rosales por la oportunidad que me brindó para
dirigir con libertad mis estudios e investigación, asumiendo mis aciertos y errores. Así mismo, le
agradezco el aceptar la administración del proyecto CONACYT 37002-B, del cual Sergio Bernal
Salazar (q.e.p.d.) y yo fuimos autores. En este tenor, a nombre de mi compañero Sergio y del
mío, quiero expresar nuestro profundo agradecimiento por todas sus atenciones a la Dra. Teresa
Terrazas Salgado.
En la parte cartográfica agradezco los comentarios y soporte técnico del Dr. Miguel
Escalona Maurice y del
Dr. Enrique Ojeda Trejo, quienes dedicaron largas horas a
asesorarme en cuestiones de sistemas de información geográfica. También expreso mi gratitud a
los Doctores Lenom Cajuste Bontemps y Germán Flores por su aportación en el análisis
geoestadístico.
viii
En el análisis edáfico, mi gratitud al Dr. Antonio Trinidad Santos y a la M.C. Irma Díaz
Aguilar, quienes realizaron varias salidas de campo conmigo y me apoyaron en la interpretación
de los resultados.
Quiero agradecer al M.C. Antonio Cárcamo Rodríguez el soporte técnico, así como al
M.C. Sergio Aranda Ocampo, quienes amablemente revisaron parte del material biológico de
carácter patológico.
Al Dr. Remigio Guzmán Plazola, por su asesoría en el uso del GPS y sus comentarios para
la resolución de problemas relacionados al tema y por el interés mostrado durante su gestión en la
coordinación de Fitosanidad.
En la etapa final de la investigación, agradezco al Dr. Alejandro Velázquez Martínez el
préstamo de material bibliográfico y el apoyo brindado para concluir con mis estudios doctorales.
De igual modo, agradezco las sugerencias y comentarios, personales y académicos, de los
Doctores Sergio Sandoval Islas, Armando Equihua Martínez, Julio Sánchez Escudero y de
la Dra. Bertha Tlapal Bolaños.
En el área administrativa de Fitosanidad, quiero agradecer su solidaridad y preocupación a
la Dra. Reyna Rojas Martínez; al personal del programa de fitosanidad, quienes hicieron más
agradable y cordial mi estancia en el Colegio, además de auxiliarme en las gestiones
administrativas, mi agradecimiento a la Lic. Claudia Contreras Ortíz,
Guadalupe Lugo
Flores, Gudelia Barrios González, Avelina Jiménez Ruíz,Verónica Romero Valencia, Mirna
García de la Rosa, Irene Meza Hernández, Elizabeth Cruces Díaz, Concepción Ramírez
Ayala, Fernando Espinoza Limón, Vicente de la Rosa Ortega y al M.C. Carlos Castillo
Cabrera. Dentro del Campus, también conté con el auxilio insustituible de Enrique Hernández
Ramírez, Laura Betanzos Rodríguez, María de Jesús Picaso Aguirre, Patricia Leal
Santamaría, Margarita Rodríguez Muños y María del Carmen Bojorges Bautista a quienes
externo un profundo agradecimiento por su amistad y apoyo.
A la Sra. Luz Irigoyen, responsable de la biblioteca en el área de investigación
documental, y a los Srs. Marío Espejel Miranda y Antonio Reyes, quienes amablemente se
dieron a la búsqueda del material hemerográfico, externo un reconocimiento por su participación
y por el apoyo que me brindaron.
Al Dr. Enrique Becerril Román, Subdirector de Educación del Colegio de Postgraduados
Campus Montecillo, deseo externarle mi gratitud por su comprensión y paciencia cuando mi
voluntad para finalizar esta etapa se quebranto al máximo. También le agradezco sus atenciones y
ix
el financiamiento para la impresión de la tesis. En la misma subdirección, quiero agradecer la
amistad y el interés de la Lic. Carmen Padilla, quien siempre ha mostrado una actitud cordial y
positiva hacia los estudiantes; y lo hago extensivo a la Srita. Guillermina Alfaro Camacho
quien amablemente me auxilió en los trámites finales de titulación.
A las familias texcocanas, nativas o por adopción, que aman tanto Texcoco como yo lo
amo, pues en esta región he cultivado a mis mejores amigos, les agradezco las muchísimas tardes
que acogieron a mis hijos mientras yo ocupaba mi energía en asuntos académicos. A las familias
Picaso Díaz, Seo Tae, Bustamante Cruz, Marina Rodríguez, Taboada Moreno, Velázquez
Espitia y Nava Camacho un abrazo de corazón por todas sus atenciones y el amoroso trato que
nos han dispensado, gracias. Ustedes, quizá sin saberlo, también son parte de este esfuerzo.
A mí Alma Mater, la Universidad Autónoma Chapingo le agradezco el haber sembrado
en mí la semilla del conocimiento forestal a través del profesorado de la División de Ciencias
Forestales y hago hincapié, en que dicho conocimiento ha sido cultivado con esmero en las aulas
del Colegio de Postgraduados a lo largo de mi estancia doctoral. Por ello, quiero agradecer al
Colegio de Postgraduados la oportunidad de aprender y enriquecer mi experiencia profesional y
personal a través del aprendizaje y las vivencias con el profesorado del Campus. En esta
institución no solo adquirí el nivel de conocimientos técnicos para superarme profesionalmente,
también coseché valiosas amistades y viví un cúmulo de experiencias, no todas agradables, que
me empujan a esforzarme por ser una mejor persona, abierta, reflexiva y con mayor calidad
humana.
Finalmente, al personal que integra el Campus, con todos aquellos con quien tuve contacto
pero desconozco sus nombres, a todos esos rostros cotidianos, cordiales y anónimos, por las
experiencias vividas, gracias.
Rebeca Eugenia
Marzo 2006
x
ÍNDICE
Página
Resumen…………………………………………………………………………………xii
Abstract.…………………………………………………………………………………xii
I. Introducción ...................................................................................................................... 0
2. Antecedentes ..................................................................................................................... 4
2.1. Salud y declinación forestal ...................................................................................... 4
2.2. Declinación forestal, causas y efectos....................................................................... 9
2.3. Silvicultura vs. declinación ..................................................................................... 16
2.4. Modelos espaciales y declinación forestal.............................................................. 18
2.5. Ozono y declinación, el caso del Desierto de los Leones ...................................... 21
3. Métodos ........................................................................................................................... 25
3.1. Descripción de sitios ................................................................................................ 25
3.1. Selección de sitios y variables de salud forestal .................................................... 27
4. Resultados ....................................................................................................................... 34
4.1. Descripción del bosque............................................................................................ 34
4.2. Determinación de la exposición de ozono .............................................................. 55
4.3. Caracterización nutrimental regional ................................................................... 62
4.4 Análisis múltiples...................................................................................................... 68
4.5. Variabilidad geográfica en el Desierto de los Leones........................................... 70
5. Discusión.......................................................................................................................... 78
6. Conclusiones.................................................................................................................... 84
7. Referencias ...................................................................................................................... 86
8. Anexo ............................................................................................................................. 102
xi
Resumen
Este trabajo consiste en una comparación fitosanitaria de tres masas boscosas de bosque de
oyamel (Abies religiosa) en tres localidades. Una de ellas, el Desierto de los Leones, próxima a la
región conurbada de la ciudad de México, donde se presentan movimientos continuos de masas
de aire con contaminantes. Para determinar la relación entre la condición sanitaria del arbolado se
utilizó retención de hoja, porcentaje de copa viva y vigor. Como variables explicativas de los
síntomas de la declinación del oyamel se evaluó la exposición promedio mensual de ozono, la
relación nutrimental entre el suelo y follaje y además se caracterizó dasométricamente a las
masas. Este estudio es exploratorio e intenta discernir sobre los posibles factores ambientales
involucrados en la declinación del oyamel. Los resultados indican la influencia de la elevación
(por arriba de 3200 msnm), la exposición crónica al ozono (0.028-0.039 ppm durante gran parte
del año), el calcio y el potasio. Se propone un índice de declinación forestal del oyamel basado en
la retención de hoja y el largo de copa viva, el cual puede aplicarse en estudios dasonómicos o de
salud forestal.
Abstract
This work consists in a forest health comparison of three wooden masses of sacred fir forest
(Abies religious) in three regions. In one of them, Desierto de los Leones National Park, next to
Mexico City, there is a continuous flow of polluted air Foliage retention, lived crown tree
percentage and vigor were used too depict health condition. used average monthly ozone
exposition as explicative variable for decline forest symptoms. The nutrimental relationship
between nutrients and foliage were used as silviculture indicator. This research explores possible
environmental factors influencing sacred fir forest decline. Results showed up influence of
elevation (>3200m altitude), chronic ozone exposure (0.028-0.039 ppm), Mn and Mg.
Additionally, a tree decline index is proposed relating foliage retention and live crown length.
This index might help in health studies of fir forests.
xii
I. Introducción
Por su ubicación geográfica y la mayor exposición al ozono, se seleccionó el bosque
de oyamel (Abies religiosa HBK) en el Desierto de los Leones para este trabajo. Otros dos
bosques, alejados de la ciudad de México, también fueron elegidos para el estudio.
El Desierto de los Leones fue constituido como área de protección natural por el
movimiento conservacionista en 1876 (Melo y Contreras 1974), para la protección de los
acuíferos, el bosque y la belleza escénica con fines de abastecer de estos recursos a la
población de la ciudad de México, pero es hasta 1917 cuando alcanza la categoría de
Parque Nacional por decreto presidencial (Bolio 1964). Desde entonces se ha visto
sometido a un proteccionismo gubernamental que impide ejercer cualquier tipo de acción
silvícola dentro del mismo, en consecuencia, los programas de manejo, aun los de carácter
no maderable, no pueden ser aplicados dentro del parque. Por su ubicación geográfica
respecto a la ciudad, en el parque existen factores de disturbio continuos que podrían estar
actuando de forma crónica en la vegetación.
En algunas regiones localizadas del Desierto de los Leones se presenta un proceso de
deterioro paulatino que algunos investigadores han atribuido, principalmente, a los
contaminantes acarreados por los vientos provenientes de la ciudad de México (Arriaga et
al. 1997, Bravo y Díaz 1996, CENICA.1996, Cibrian 1988). Por el patrón de circulación
del viento y la topografía abrupta de la zona, es posible que los contaminantes se asienten
en las cañadas con exposición franca respecto a la ciudad (Jáuregui 1958). La acumulación
crónica de ozono, aun a niveles bajos de exposición, favorece el deterioro del bosque y
modifica los procesos fisiológicos de la planta al dañar los tejidos meristemáticos e inducir
susceptibilidad a las heladas, muerte de raicillas y alteraciones en la absorción nutrimental
(Langvall y Orlander 2001, Strand 1997, Slovik et al. 1996, Nash et al. 1992). La
exposición crónica de ozono en el bosque genera una serie de síntomas característicos de la
declinación que incluyen la defoliación prematura, la transparencia de copa, la muerte
descendente de ramas y la muerte en pie (Alvarado-Rosales y Hernández-Tejeda 2002, CFS
1996, USDA 1993, Bruck 1989, Simmleilt y Shulten 1989). En general, los daños
atribuidos al ozono, pueden ser producidos a través de una exposición breve de unas
cuantas horas a altas concentraciones (> 80 ppm) o bien por exposición prolongada a
1
concentraciones inferiores (< 40 ppm), en este último caso si los periodos de exposición
fuesen continuos a lo largo del año generarían un efecto crónico del ozono en el bosque
(Krupa et al. 2000).
Sin embargo, no todos los bosques próximos a las ciudades presentan esta condición.
En Tláloc, 30 Km al noroeste de la ciudad de México, no hay reportes de que exista algún
tipo de daño producido por el ozono o algún otro contaminante. En la zona existen registros
de algunos contaminantes como metales pesados en el suelo que han sido evaluados en
algunos estudios técnicos (Grajales 2002, Castro 2002). No obstante, ningún trabajo ha
documentado la presencia de alguno de los síntomas característicos de la declinación.
Históricamente ha habido un uso continuo del recurso forestal desde la época colonial y que
prosiguió a través de la dotación de tierras a los ejidos de San Pablo Ixayoc, Santa Maria
Nativitas, Tequexquinahuac, Santa Catarina del Monte y San Diego Tlaylotlacán; pueblos
que desde 1923 han usufructuado el bosque (Palma 2000). En Tláloc, las prácticas de
saneamiento son comunes y anualmente se retiran los árboles con menor vigor y se realiza
aprovechamiento doméstico del recurso forestal a través de la extracción de leña, hojas de
pino, musgo y otros materiales maderables y no maderables (Palma 1996).
En la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, a 150 Km al suroeste de la ciudad de
México, la situación geográfica y legal del bosque es completamente diferente. Esta región,
constituida como Reserva de la Biosfera desde 1986 por decreto, es considerada prioritaria
para la conservación (SEMARNAP 1999). Actualmente, a pesar de ser reserva, esta
sometida a fuerte presión humana por los pueblos aledaños que utilizan los recursos
forestales de manera clandestina. Entre la población local el clandestinaje es una costumbre
tradicional, pues los pobladores comentan que hace menos de 100 años la zona fue
sometida a un aprovechamiento intensivo, lo que favoreció el desarrollo de una nueva
masa una vez que se liquidaron las existencias maderables.
Desde la perspectiva histórica y silvícola, el Desierto de los Leones presenta una
condición distinta respecto al Tláloc y Reserva Mariposa Monarca, además de la especie en
común Abies religiosa. Como factor común ambas zonas han sido aprovechadas y
sometidas a distintas prácticas de uso maderable y no maderable sin un esquema de manejo
planificado, mientras que el Desierto de los Leones desde que adquiere su estatus legal de
Parque Nacional tiene décadas no ha sido manejado bajo ningún esquema forestal. Las
2
fuertes presiones ambientales que le rodean han alterado su biodiversidad y estructura
favoreciendo la degradación y pérdida de suelo (SEMARNAT 1995).
En el estrato arbóreo el Desierto de los Leones presenta una serie de síntomas típicos
de envejecimiento prematuro, mismos que pueden estar relacionados con la falta de manejo
de la zona y las condiciones de perturbación inducidos por la exposición crónica de ozono.
En México se han realizado estudios que identifican daño en la vegetación arbórea en
exposiciones frecuentes de ozono superiores a 10-39 ppm (Alvarado-Rosales y HernándezTejeda 2002). Por la importancia del diagnóstico de la salud forestal de los bosques, la cual
es una herramienta útil para el manejo silvícola y la conservación de los recursos naturales,
para este trabajo se consideraron como indicadores de la declinación las variables de
retención de hoja, porcentaje de copa viva y vigor en relación a los factores ambientales de
altitud, exposición de ozono y la concentración nutrimental en el suelo y el follaje,
considerando que la exposición crónica del ozono puede deteriorar parcialmente la
vegetación en algunas áreas restringidas, sin afectar en su conjunto el paisaje regional. En
este trabajo, el bosque fue conceptualizado como una serie de escenarios dinámicos
inmersos en un proceso sucesional afectado por disturbios cíclicos finitos de distinto orden
y magnitud y cuyos efectos son diferentes a los descritos para otros paisajes no forestales.
Así es posible evaluar el bosque bajo un esquema de salud forestal, tal como el propuesto
en este estudio.
El objetivo general de este trabajo fue explorar de manera preliminar un selecto
conjunto de factores ecológicos probablemente interrelacionados, que pudiesen explicar si
hubiera bases para declara la presencia de declinación forestal en las masas de Abies
religiosa HBK, en el actual (2004) bosque del Desierto de los Leones, cuando este
fenómeno no ha sido reportado en masas comparables como Tláloc y Reserva de la
Biosfera Mariposa Monarca.
El anterior objetivo se traduce a la siguiente meta:
Estimar la relación que existe entre la declinación forestal con aspectos
nutricionales, sucesionales, silvícolas, de plagas y el ozono
3
2. Antecedentes
2.1. Salud y declinación forestal
El crecimiento urbano alrededor de las ciudades y en la periferia de las áreas naturales
induce la fragmentación de los ecosistemas. En el caso de los bosques naturales, la
expansión urbana incrementa el riesgo de enfermedades, plagas, incendios y la pérdida de
biodiversidad, entre otros (Stolte 1997), afectando la utilización y el valor del recurso en
términos ecológicos, económicos, turísticos, sociales y escénicos. Desde el punto de vista
ambiental existen varios factores como la extracción de agua, la emisión de contaminantes,
la pérdida de suelo y la falta de manejo, que contribuyen al deterioro del recurso forestal y
al aumento de la susceptibilidad al reducir el vigor y favorecer la morbilidad y mortalidad
del arbolado deteriorando la salud forestal del bosque.
El concepto de salud forestal, pese a ser ampliamente difundido, carece de una
definición mundialmente aceptada. Idealmente, los elementos que caracterizan a un bosque
“saludable” deberían estar incluidos en dicha definición, de tal forma que sus procesos
biogeoquímicos fueran considerados como atributos identificables del nivel sanitario de un
ecosistema forestal. En términos generales, las definiciones propuestas enfatizan el valor
utilitario del recurso y la sustentabilidad del mismo respecto a las futuras generaciones. En
este contexto, el Servicio Forestal del Estados Unidos de Norteamérica define la salud
forestal como “la condición más deseable para tener un ecosistema sustentable donde los
factores bióticos y abióticos no amenazan los objetivos del recurso” considerándola como
una condición del bosque para revertir una situación de estrés de origen natural o inducido
por la actividad humana (USDA 1996, USDA 1993). Para Bartuska (1996) el concepto se
refiere a “la condición en la cual el bosque tiene la capacidad de renovarse, para resistir a
un amplio rango de disturbios y mantener su plasticidad ecológica mientras reúne los
elementos para satisfacer las necesidades futuras y presentes de la población a los niveles
deseados de valores, usos, producción y servicios”. En el enfoque canadiense, la salud
forestal refiere a un ecosistema capaz de brindar beneficios a los organismos vivos y
proporcionar los medios ambientales, sociales y económicos para las futuras generaciones
(CFS 1996A). Las definiciones referidas anteriormente se originan del interés en la
utilización de los recursos forestales e implícitamente consideran el riesgo al que se ven
4
sometidos los bosques por la intervención sinérgica de un serie de factores ambientales,
bióticos y abióticos, los cuales pueden afectar el rendimiento y la productividad de este
recurso ocasionando, a futuro, un deterioro aun mayor del ecosistema que en términos de
sustentabilidad reduciría el potencial de utilización del recurso.
Otros enfoques de la salud forestal menos utilitarios consideran el bosque desde una
perspectiva más ecológica, como es el caso de McLaughlin and Percy (1999) quienes
refieren el concepto en el ámbito funcional del recurso forestal, relacionándolo con la
distribución de agua, nutrimentos y energía necesarios para la productividad y resistencia
del bosque en respuesta a factores de estrés ambiental de modo que los ecosistemas
forestales pueden responder al ambiente de forma jerárquica, desde el nivel de individuo
hasta el de comunidad. En esta perspectiva se establece la necesidad de un criterio base
sobre el cual se evalúe la influencia del ecosistema y se efectúen estudios de salud forestal
considerando que la investigación se ha centrado principalmente en especies forestales y
por ello se carece de umbrales universales para la aplicación de dichos criterios que además
consideren la relación que se establece entre la estructura del bosque y el balance de
crecimiento y mortalidad (Thomas et al. 2002, Manion and Griffin 2001, Skelly and Innes
1994). Para los fines de este estudio he definido dicho concepto como un estado en el cual
las especies vegetales mantienen suficiente vigor y tienen la capacidad de responder con
plasticidad a situaciones de disturbio (Oliver 2003). A nivel poblacional la salud forestal
permite mantener la condición de bosque natural en la región a pesar de los cambios de
estructura locales. Acéptese también que la declinación sea un síndrome caracterizado por
un conjunto de síntomas asociados al arbolado con una distribución espacio-temporal
definida dentro de la masa causada por factores de disturbio tanto de origen natural como
antropogénico.
Por los eventos de mortalidad masiva en extensas regiones de bosque atribuidos
a un proceso denominado declinación, desde la década de los 80’s se han realizado varios
estudios de declinación forestal utilizando algunos de los indicadores citados en el Cuadro
1 (Kozlov et al. 2001, Battles y Fahey 1999, Baccala et al. 1998, McLaughlin y Percy
1999, Newmann 1993, Nash et al. 1992, Simmleit y Schulten 1989). El interés en la
declinación inicia a raíz de la muerte masiva de masas forestales en distintas regiones del
mundo, mismas que fueron relacionadas principalmente al efecto de contaminantes
producidos por la actividad humana (Skelly e Innes 1994, Mackenzie y El-Ashry 1989).
5
Este proceso ha sido atribuido a una serie de factores de predisposición y contribución
enlistados por Manion (1991), quien a su vez considera a la declinación forestal como una
serie de etapas progresivas de deterioro que culmina en la muerte paulatina del árbol o de
una masa forestal bajo condiciones inducidas o favorecidas por las actividades humanas.
6
Cuadro 1. Algunos indicadores de salud forestal más comúnmente utilizados
Indicador
Nivel
Copa
Individual
Tallo
Raíces
Poblacional
Bosque
Comunitario
Bosque
Ecotono
Aire
De sitio
Agua
Suelo
Criterio
Actividad fotosintética y área foliar
Crecimiento de brotes
Color del follaje
Densidad de copa y retención de hojas
Muerte descendente
Nutrimentos y enzimas en hojas
Resistencia eléctrica
Simetría de brotes o copa
Tasa de defoliación
Corteza dañada
Daños mecánicos
Longitud de brotes
Muerte en pie
Presencia de cancros
Pudriciones
Resinosis
Nódulos de micorrizas
Plagas y patógenos
Pudriciones
Raíces secundarias
Sequía fisiológica
Área basal
Claros y producción semillera
Competencia
Distribución espacial
Estructura
Productividad
Regeneración
Tasa de crecimiento
Tasa de mortalidad
Cambio de estructura o composición
Competencia interespecífica
Composición del sotobosque
Diversidad vegetal
Especies bioindicadores de disturbio
Especies sensibles a contaminantes
Tipo de vegetación
Aerosoles y otros contaminantes
Clima (humedad y temperatura)
Hidrocarbonos
NOx, SOx, PAN o sus precursores
Ozono o sus precursores
Partículas suspendidas
Conductancia
Deposiciones ácidas
Iones mayores (Al, Ca, K, Mg, otros)
Metales traza
pH
Sedimentos sólidos
Altitud y exposición
Calidad de estación
Capacidad de neutralización ácida
Deficiencias nutrimentales
Deposito de metales pesados
Exceso de sales y pérdida de Ca
NOx, SOx
Sequía
7
La muerte en pie y de ramas en superficies extensas son dos de los síntomas más
frecuentemente asociados a la declinación forestal, aunque algunas de las variables de salud
más utilizadas como criterios de vigor, incluyen la coloración del follaje, la retención de
hojas y la transparencia de copa (Fostad y Pedersen 1997, USDA 1996, CFS 1996, Miller et
al. 1996, USDA 1994, Cielsa y Hildebrand 1986, Dunning 1928). Uno de los problemas
asociados a este concepto radica en la dificultad de separar las causas de los efectos e
identificar la intensidad del agente causal y el daño que produce en el vigor de la masa
forestal. Determinar donde finaliza la acción de un agente primario e inicia la de uno
secundario o terciario representa un problema de interpretación debido a la gran dificultad
de medir experimentalmente en campo la repuesta del arbolado (McLaughlin y Percy 1999,
De Vries et al. 1999, Innes y Landmann 1993, Innes y Whittaker 1993).
Para explicar la declinación forestal se ha propuesto la acción de innumerables
factores ambientales. Las hipótesis más aceptadas colocan a los contaminantes como los
principales agentes causales del proceso, sin embargo cuantificar este tipo de variables
representa un enorme problema por la cantidad de factores ambientales involucrados en los
procesos de génesis, arrastre, interacciones, tasas de cambio y acumulación de los distintos
contaminantes presentes en la atmósfera, el agua y el suelo. A esta dificultad se suma la
imposibilidad de determinar de forma directa los efectos de los contaminantes en los tejidos
vegetales del árbol y discriminar los efectos sinérgicos de los mismos en el entorno o en las
poblaciones forestales afectadas. Dado que con frecuencia la declinación se presenta en
regiones de elevada altitud existe la posibilidad de un efecto de las condiciones del sitio o
de la historia de vida sobre la masa forestal, entre las que se incluye la relación entre la
estructura y el tamaño del bosque con la mortalidad y crecimiento del mismo (Manion and
Griffin 2001, Oszányi 1997, Oak et al.1996, Innes y Whittaker 1993). Desde esta
perspectiva, los bosques en proceso de declinación deben ser estudiados con otro enfoque,
considerando que en un bosque saludable los procesos que existen entre los distintos
factores bióticos y abióticos generan las condiciones necesarias para el recambio de la masa
forestal a través de la mortalidad de especies o grupos de ellas con lo cual se produce un
banco nutrimental que es reciclado al ambiente a través de una serie de procesos
biogeoquímicos como parte de la dinámica del paisaje.
8
En la declinación forestal están involucrados varios factores a distintos niveles de
interacción. La recomendación es enfocar los estudios de declinación con una visión
integral que incluya los posibles factores causales de los diversos síntomas observados,
incluyendo aspectos históricos del uso del recurso y su manejo, así como la historia de vida
de las especies, dentro de un marco que considere aspectos bióticos, como las plagas y
enfermedades, así como agentes abióticos entre los que destacan los nutrimentos en suelo y
agua, las condiciones hidrológicas, el clima, y los contaminantes en relación a las distintas
respuestas fisiológicas del arbolado.
2.2. Declinación forestal, causas y efectos
El interés por este proceso surgió a mediados de la década de los 70’s cuando se
observó la muerte masiva de árboles en extensas superficies boscosas de Europa Central. A
partir de ese momento se utiliza el término “Waldsterben” para calificar la declinación
sustancial en el crecimiento de muchos ecosistemas forestales de la región (Oak et al.1996,
Skelly y Innes 1994, Huettl 1989) y se identifican los tipos de declinación asociadas al
proceso.
Sin embargo, a pesar del
reciente interés, algunos autores señalan que la
declinación es un fenómeno aún más antiguo que data de mediados del siglo XIX y que fue
observado en los bosques centrales de Estados Unidos. Actualmente el mayor impacto del
proceso es la considerable disminución del vigor del arbolado como parte de un síndrome
que culmina en la muerte masiva del bosque, por lo que afecta a distintas disciplinas, tanto
de carácter científico como político, debido al valor económico, social y ecológico del
recurso forestal lo que conlleva un valor agregado por las implicaciones ambientales y
sociales en cada región.
A pesar de que existen pocos acuerdos respecto a la definición de salud forestal, la
declinación es percibida como una amenaza a la integridad del ecosistema en muchas
regiones del mundo (Mannion and Griffin 2001, Battles and Fahey 2000), por ello es
necesario establecer líneas de investigación que contribuyan a uniformizar los criterios de
evaluación de la salud forestal y que además sean aplicables a distintas condiciones
ambientales, especialmente por el uso del concepto de declinación, que hasta el momento
9
ha sido principalmente utilizado en especies forestales dejando fuera los procesos e
interacciones que suceden como parte de la dinámica de las poblaciones y de las
comunidades naturales.
Para explicar la declinación han surgido varias hipótesis sobre la acción de los
factores causales y su efecto en el bosque. En la gran mayoría de los casos estos factores
están relacionados con la actividad humana, por lo que la magnitud de su efecto es función
del tipo de factor, la duración e intensidad del mismo, el tiempo de exposición y la
dimensión del área afectada. A estos elementos se agrega la sensibilidad de la especie, las
condiciones del sitio y el estado fisiológico del árbol que responde modificando sus
mecanismos funcionales en relación a las condiciones del entorno (Torelli et al. 1999,
Schreuder y Thomas 1991). Como propuestas se ha postulado las siguientes hipótesis
(Cuadro 2) de las cuales la más aceptada es la emisión de contaminantes (Skelly y Innes
1994).
10
Cuadro 2. Síntomas más frecuentes utilizados para evaluar la declinación forestal
Hipótesis
Factor causal
problable
Efecto ambiental
Síntoma forestal
evaluado
Acumulación Al tóxico
Depositación de azufre
Metales pesados
Por lluvia ácida
Saturación de nitrógeno
Cambio de pH
Cambios en la
comunidad micorrizas
Decremento del pH
Disminución C:N
Incremento de Al
Mineralización
Membrana celular
Pérdida de humus
Pérdida de cationes
Regional
Sensibilidad a heladas
Acidificación suelo
Aumento temperatura
Bloqueo de estomas
Daño cutícula foliar
Disminución tasa C
Producción menor de
raíces
Regional
Abscisión foliar
Alteración del crecimiento
Decoloración foliar
Mortalidad foliar
Muerte de raicillas
Muerte en pie
Pérdida de vigor
Pudriciones
Sequía fisiológica
Transparencia de copa
*
Autor
De Vries
Gardner
Illmer
Innes
Kozlov
McLaughlin
Neumann
Shultz
Slovik
Wilson
2000
2000
2003
1993
2001
1999
1993
2003
1996
1994
Alvarado+
Bassin
Bernal+
Davis
González-M
Grajales+
Grulke
Hernández+
Jones
Klap
Kozlov
Skelly+
Somers
Pan
Vacek
Acorde al sitio
Muerte de ramas
Baccala
Altitud y exposición
Local
Muerte en pie
Cambios de estructura
Battles
Productividad
Compactación del suelo
Langvall
Reemplazo de especies
Competencia
Lundquist
Menor retención de hojas Musika
Estrés natural Deficiencias edáficas
Dinámica vegetal
Sequía fisiológica
Oak
Transparencia de copa
Disfunción fisiológica
Oszlanyi
Heladas o sequías
Palermo
Historia de vida
Strand
Plagas y enfermedades
Thomas
Sucesión ecológica
Torelli
Aumento en caída de hojas Aber
Deficiencias K, Ca, Mg Cambio biomasa
Cancros en fuste
Berg
Desbalances
Cambio de pH
Corteza desprendida o rota Fenn
Local
Eutroficación nutrimentales
Lixiviación de nitrato Inhibición de crecimiento Schaberg
por nitrógeno Estrés hídrico
Muerte de raicillas
Magill
Mineralización del suelo y cationes
Plagas
McNulty
Menor biodiversidad
Nitrificación
Sequía fisiológica
Quist
Regional
Sustitución especies
Crecimiento radicular
Manejo forestal
Dinámica del N
Hannerz
Apertura de claros
Biomasa
Fostad
Otros
Dinámica poblacional
Percival
Cambios de estructura
*
Únicamente se incluye el apellido del primer autor y el año de publicación.
+
Estudios realizados en bosques mexicanos.
1993
2004
2004|
1992
1998
2002
1997
1984
2004
2000
2001
1997
1998
1995
1996
Acidificación
del suelo
Aerosoles
Aumento de O3
Efecto invernadero
Contaminación Emisión de NOx y SOx
Hidrocarburos
atmosférica
Lluvia ácida
Otros contaminantes
PAN
Disminución de vigor
Longitud de traqueidas
Menor fotosíntesis
Metabolismo de la enzima
glutation-reductasa
Moteado foliar
Muerte de raicillas
Muerte descendente
Muerte en pie
Pérdida de follaje
Plagas
Productividad
Sequía fisiológica
1998
2000
2001
2002
1990
1996
1997
2003
1997
2002
1999
1998
1998
1998
2000
2000
1996
1999
1996
1997
1997
11
Las hipótesis propuestas enfatizan el papel de la actividad humana como parte
importante del proceso de declinación. Una de las debilidades de este acercamiento es la
dificultad de establecer una relación directa entre la causa y el efecto, especialmente cuando
los estudios se efectúan en condiciones de bosque natural. En áreas forestales la extensión
temporal y espacial del proceso de declinación, así como las posibles interacciones entre los
factores ambientales y biológicos, dificultan la determinación de la magnitud de cada
variable considerada. Dado que la experimentación e investigación es realizada
principalmente a nivel de especie, la extrapolación de los resultados a poblaciones o
comunidades representa un inconveniente, en especial porque la mayoría de las
evaluaciones utilizan uno o más de los síntomas descritos a nivel individual y en pocos
casos se considera la dinámica de la comunidad dentro de la evaluación (Battles y Fahey
1999, Vacek y Jan 1996). Por ello, es conveniente el uso de fotografías aéreas, mapas o
datos de inventarios que proporcionen información de las condiciones previas de la zona,
además de realizar evaluaciones regionales por periodos prolongados de tiempo para
generar un registro consistente con la dinámica espacial y temporal e identificar los factores
de disturbio regional así como la organización y los ciclos presentes en la comunidad. Este
acercamiento reduce los errores de interpretación causados por el efecto del sitio o de la
especie, tales como la competencia, la utilización del espacio o el área de copa, que
influyen en la intensidad del efecto de otros factores ambientales, como la concentración de
contaminantes atmosféricos, la radiación o las altas temperaturas.
Varios autores reconocen el estrés causado por condiciones adversas del sitio como
uno de los factores críticos que desencadenan la declinación (Thomas et al. 2002, Klap et
al. 1999, Neumann 1993). En diversas investigaciones se ha encontrado que las
condiciones topográficas y altitudinales tienen un efecto en el gradiente de precipitación y
humedad que influyen en las condiciones del suelo y en las distribución de nutrimentos por
lo que pueden ser asociadas a los síntomas y al patrón espacial de la declinación (Baccala et
al. 1998, Nash et al. 1992). La relación que existe entre la altitud y otros elementos del
sitio, como el material parental, el suelo, la pendiente o el drenaje, tienen influencia en la
distribución de contaminantes y en los flujos nutrimentales como parte del ciclo
biogeográfico de cada región y los efectos potenciales de deposición. El patrón de
circulación de los vientos, la temperatura y la humedad son factores ambientales
influenciados por la altitud. La concentración y deposición de SOx, NOx, NHx y O3 son
12
afectados por las variaciones térmicas en las capas altas de la atmósfera que intervienen en
las reacciones químicas precursoras de estos compuestos, lo que crea un patrón espacial de
estos reactivos que puede ser asociado a la distribución geográfica de la declinación
forestal. La deposición de nitrógeno también tiene efecto sinérgico con los sulfatos,
contribuyendo a la acidificación del suelo, mientras que con los metales pesados estos se
acumulan en el suelo forestal y reducen la descomposición y mineralización neta por
supresión de la actividad microbiana lo que acelera aún más la saturación por nitrógeno en
el suelo. La entrada del ión H a través del agua de lluvia disminuye la saturación base y el
pH del suelo con un incremento subsecuente en la lixiviación de cationes de su superficie y
del área foliar del dosel, lo cual altera la productividad y ocasiona lesiones en los tejidos
vegetales (McNulty et al. 1996, Wood and Borman 1977).
Como consecuencia de la deposición de SOx y NOx, se produce una acidificación del
suelo que disminuye el pH e incrementa la toxicidad por aluminio a través de los procesos
de mineralización, nitrificación y pérdida de nitratos (Illmer et al. 2003, Fenn et al. 1998,
Aber et al. 1989) por saturación de N lo que modifica su ciclo y altera la proporción C:N y
Mg:N. Esto afecta los procesos físico-químicos que ocurren en el suelo lo que altera la
producción del sitio modificando la asimilación de fósforo, la cantidad de materia orgánica
y la actividad micorrízica, entre otros, con efecto en la salud forestal del ecosistema. Las
altas tasas de deposición de N y S ocasionan daños indirectos en el follaje del arbolado a
través de cambios en la disponibilidad de nutrimentos y en algunos casos pueden inducir
síntomas típicos de la declinación como la abscisión de hojas, moteados cloróticos,
amarillamiento o bronceados foliares, además de daños en el sistema radicular,
principalmente en las raíces finas (Berg y Verhoef 1998, Aber et al. 1998).
La declinación forestal también puede estar asociada a la disponibilidad de N y al
exceso de demanda de la planta, con efecto de sequía fisiológica, toxicidad de Al en las
raíces, desequilibrio nutrimental en hojas con disminución de la tolerancia al frío y a las
heladas (Gartner 2000, Koopmans et al. 1997, McNulty et al. 1996) lo que produce
alteraciones en la estructura de la vegetación dentro del bosque modificando su dinámica.
El efecto de estos factores ambientales es cuantificable a través de la evaluación del follaje
utilizando indicadores de salud forestal (Cuadro 1) o bien a través de la identificación de
enzimas u otras sustancias que son sensibles a los cambios en las condiciones del sitio.
13
Como parte de los estudios fisiológicos para la evaluación de la declinación se han
determinado las diferentes concentraciones de nutrimentos esenciales, terpenos, pigmentos,
enzimas y hormonas para evaluar el estatus nutrimental del arbolado y correlacionarlo con
las condiciones del sitio en términos de vigor, contaminación y estatus nutrimental
(Schleppi et al. 2001, Staszewski et al. 1998, Schmieden et al. 1993, Kainulainen et al.
1992), aunque no en todos los casos se ha observado una relación positiva entre la
declinación y la concentración de estos elementos o compuestos, mismos que varían más
con la edad que con las condiciones del sitio.
Existe evidencia de los efectos indirectos de los contaminantes que reducen la
fotosíntesis y afectan la distribución nutrimental por el deterioro del sistema radicular y de
las poblaciones de micorrizas en el sustrato (Palermo 2003, Bertrand 1994, Shaw et al.
1992). Estos estudios reconocen el efecto del SOx y NHx en la salud del bosque y lo
asocian a una disminución del crecimiento vegetal. Sin embargo no siempre se encuentran
relaciones únicas o biunívocas en el ámbito de la declinación forestal en virtud de la
tolerancia genética de algunas especies o individuos que pueden soportar niveles elevados
de SOx, metales pesados y deficiencias nutrimentales o condiciones de sitio no adecuadas
(Stjernquist et al. 1998, Fostad y Pedersen 1997, Wilson y Skeffington 1994). En algunos
de estos casos, la relación entre la saturación de N y los síntomas de declinación no ha
podido ser demostrada lo que podría interpretarse como parte del efecto sinérgico de los
factores abióticos dentro de este proceso especialmente por la variación regional que induce
un gradiente de los factores además de una escala geográfica de la salud forestal.
En virtud de las diferencias regionales en términos de topografía, elevación o suelo
que son inherentes a las condiciones del área, las concentraciones de los contaminantes
también siguen un patrón diferencial relacionado con la proximidad a la fuente de emisión,
el flujo de vientos, la orografía y el clima. La incidencia de la declinación y el área afectada
también son influidas por estos elementos además de los agentes bióticos propios de cada
bosque, como la longevidad de especie, la edad de la masa forestal o la compactación del
terreno (Bebi et al. 2003, Lundquist y Beatty 2002, Thomas et al. 2002, Hannerz y Hanell
1996, Haack y Byler 1993). En este sentido el efecto de los contaminantes esta relacionado
con la ocurrencia y magnitud de la deposición, la duración del evento y con la asociación
sinérgica con otras especies químicas.
14
Experimentalmente se han demostrado los efectos de los contaminantes en los tejidos
y el metabolismo fisiológico de las plantas utilizando cámaras cerradas donde se aplican
concentraciones conocidas por periodos de tiempo fijo y se determina la respuesta de la
plantas, sin embargo en condiciones de campo la evaluación experimental de los
contaminantes es más restringida y esta influida por variaciones meteorológicas y
climáticas. El nitrógeno actúa con el ozono, cuyo mayor efecto es a nivel de membrana
celular en donde produce cambios en la permeabilidad además de dañar el mesénquima y
alterar otras funciones dentro de la hoja, especialmente en la fotosíntesis, con lo que induce
necrosis, senescencia prematura y clorosis; al actuar juntos, el ozono acelera la saturación
de nitrógeno e incrementa sus efectos en el bosque (Garten 2000, Fenn et al. 1998). El
ozono puede acelerar el desarrollo por la saturación de nitrógeno, árboles afectados por
ozono pueden tener un buen crecimiento aunque se altere su fisiología y sean más sensibles
a plagas; los árboles afectados por el ozono pueden desarrollarse correctamente si tienen
cantidades adecuadas de N, por lo que el nitrógeno parece compensar los efectos
detrimentales del ozono (Fenn y Poth 2001). El SO2 al actuar con el ozono también
incrementa la permeabilidad de la membrana (Guderian 1985) acelerando la senescencia
prematura con lo que afectan los procesos metabólicos y la producción de enzimas a través
de la oxidación.
Otro efecto importante del ozono y el nitrógeno es la disminución en la tasa de C que
modifica su proporción en raíces y tallo y en muchos casos se observa una producción
mucho menor de raíces (Grulke et al. 1998). En el caso de la eutrofización por nitrógeno,
existen otros efectos importantes como la lixiviación de nitrato y cationes. La depositación
de N y S puede causar deficiencia de Ca que altera la membrana celular haciendo el follaje
más sensible a los efectos de las heladas (Shaberg et al. 2000, DeHayes et.al 1999). Sin
embargo, a pesar de la declinación forestal, investigaciones recientes reconocen que ha
habido un crecimiento considerable del bosque en los últimos años a nivel mundial
(Spiecker 1999, kandler y Innes 1995, Kauppi et al. 1992).
15
2.3. Silvicultura vs. declinación
Bebi et al. (2003) menciona el registro de un incendio ocurrido en White River
Plateau en Colorado, USA, en 1879. Posteriormente, el bosque afectado por el fuego fue
menos susceptible al ataque de una plaga en la década de 1940’s. Este caso ejemplifica el
efecto del disturbio en la salud del bosque como parte de la dinámica de la masa forestal. El
efecto sinérgico de distintos agentes naturales de disturbio puede ser comparado con la
acción de los agentes de perturbación antropogénicos que actúan sinérgicamente y cuya
acción esta determinada principalmente por el vigor de la masa y su capacidad de resilencia
y tolerancia a los factores de disturbio. La disminución del vigor de un bosque por efecto de
diversos factores no debe ser vista únicamente como una pérdida de salud seguida de un
proceso de mortalidad masiva comúnmente denominado declinación forestal. En un sentido
más amplio, la declinación forestal es parte de la dinámica de la comunidad y del paisaje,
con efecto en la composición y estructura de especies, así como en la redistribución y
reutilización de los recursos.
Las condiciones ambientales adversas al bosque que aumentan la probabilidad de un
crecimiento poblacional de plagas o enfermedades, causantes de mortalidad o morbilidad
masiva del bosque, de la defoliación o transparencia de la copa, entre otras, pueden ser
percibidas como elementos propios de la condición del bosque que han sido acelerados por
la actividad humana en épocas recientes pero que podrían ser parte de la dinámica natural
del paisaje forestal a una escala de tiempo menor que el registrado en eventos históricos
precedentes. El vigor de la masa forestal, la presencia y acción de las micorrizas, la
resistencia y variabilidad genética, así como la altitud, la topografía y otros elementos del
paisaje, en conjunto, son factores que inciden sobre el bosque produciendo el síndrome de
la declinación forestal, que a los ojos humanos es percibido como la pérdida total del
ecosistema forestal, pero que podría ser considerado como un proceso acelerado de la
dinámica del bosque en un contexto de escala temporal menor al que usualmente ocurre en
las comunidades naturales en tiempo geológico.
La declinación puede ser interpretada en el contexto del disturbio causado por la
dinámica del bosque como parte de los procesos de re-distribución de recursos, a través de
los cuales cambia el paisaje y la comunidad se dirige hacia una composición diferente que
16
modifica las poblaciones existentes al crear espacios de arbolado muerto maduro que al
incrementar su mortalidad generan claros recolonizados por regeneración natural o por
especies del sotobosque con distintos requerimientos nutrimentales (Lunquist y Beatty
2002, Emmet et al. 1998). En este proceso, los contaminantes podrían acelerar la dinámica
del bosque que se mueve hacia una estructura y composición diferente, aunque Manion and
Griffin (2001) mencionan la relación entre la mortalidad y la clase diamétrica para
mantener la estabilidad y estructura del sistema y hacen referencia a la mortalidad en la
cohorte como parte de la dinámica del ecosistema. Los factores de disturbio en el bosque
podrían ser elementos que contribuyan a mantener una masa forestal dentro de una
estructura estable en la cual el aporte nutrimental es reciclado desde el arbolado viejo al
renuevo con el incremento en la mortalidad a través de un proceso de declinación como
parte de la historia de vida de las especies en una comunidad. Esta dinámica podría tener un
efecto en la composición de especies con cambios en la estructura de edades,
productividad, y translocación de nutrimentos entre el arbolado que compone la masa
forestal.
En un enfoque silvícola, los disturbios causados por el manejo forestal podrían
proporcionar los elementos necesarios para que ocurriera a voluntad un proceso como el
descrito anteriormente. Las prácticas silvícolas pueden acelerar o retardar el movimiento de
los nutrimentos a través del esquema de corta y selección de especies o individuos y
minimizar o magnificar el disturbio en relación al tipo de manejo realizado y a la
distribución de los recursos. En regiones donde existe un proceso de declinación forestal
podría reducir la competencia en la población por la apertura de claros que facilitan la
repoblación y el reciclamiento de nutrimentos. Por ello, algunos autores reconocen que el
manejo de una masa forestal a través de la selección de las especies e individuos reduce el
estrés debido a la competencia por recursos, la acción de contaminantes, la presencia de
plagas o patógenos y la modificación de la estructura del bosque (Shultz y Hartling 2003,
Chen y Bradshaw 1999, Kullman 1996, Hannerz y Hanell 1996, Oak et al. 1996).
Los claros abiertos por la mortalidad en pie del arbolado o por las características
edáficas y topográficas de la zona son elementos comunes en el paisaje forestal. Hasta el
momento, la idealización de un bosque maduro “estable e inmutable” en la mente del
ciudadano común, impide la realización de inventarios dinámicos que contemplen el
modelaje espacio-temporal dentro de sus mediciones para esclarecer los factores abióticos
17
participantes en la declinación forestal, establecer mapas de incidencia y distribución e
identificar los criterios más consistentes para evaluar la salud forestal. En términos
generales, el disturbio y los claros existentes dentro de un bosque son reflejo de la salud e
integridad del sistema, en el cual suceden internamente procesos biogeoquímicos que
constituyen una parte de la dinámica del paisaje (Franklin y Van Pelt 2004, Palermo et al.
2003, Maze et al. 1981).
2.4. Modelos espaciales y declinación forestal
Considerando que existen criterios de salud forestal ya consolidados por la
investigación debe existir un consenso de aplicabilidad de estos indicadores y un esquema
de monitoreo de los mismos que permita la recopilación de datos espaciales y temporales
para establecer un marco de referencia epidemiológico del síndrome de la declinación y del
patrón de distribución espacial de la salud forestal.
Sin embargo, a pesar de los excelentes resultados de un buen monitoreo regional y de
los buenos propósitos implícitos en su realización, existen limitaciones inherentes a este
tipo de evaluación. Klap et al. (1999) en un estudio realizado en Europa con datos de
inventarios previos señala que las diferencias metodológicas entre países es una de las
limitantes de la determinación regional de la salud forestal. Acorde con este resultado
Innes
et al. (1993) encuentran que la estandarización de resultados es uno de los
problemas más frecuentes debido a los distintos criterios de evaluación así como a la
percepción local de los evaluadores respecto a la especie y a las variables de interés
evaluadas lo cual reduce la confiabilidad de los resultados y dificulta la extrapolación y la
comparación de los resultados con otras regiones o naciones. A esta incertidumbre se
añade la escasez de registros antiguos de salud o declinación forestal y a la carencia de
datos meteorológicos confiables o completos en escala local o regional.
Pese a estas dificultades, los alcances y la aplicabilidad del monitoreo es muy amplia
(Figura 1). En términos generales el monitoreo permite establecer una base para la
implementación de políticas ambientales nacionales e internacionales dentro de los
objetivos propios de cada país. Entre estas políticas se incluye la implementación de
estrategias de control para evitar la introducción de especies exóticas y de plagas o
18
patógenos que potencialmente podrían lesionar a los bosques naturales a través de la
competencia o la falta de mecanismos de defensa. Otro aspecto relevante es el control de
las emisiones de contaminantes atmosféricos a través de la legislación mediante convenios
internos o nacionales derivados de la preocupación social de la población. De esta forma, el
monitoreo contribuye a la creación de criterios estándares para el muestreo, colecta y
procesamiento de datos, regulación de especies exóticas,
protección y diseño de
mecanismos de control para la restitución de la salud forestal del bosque, de los cuales
derivan los siguientes productos:
9 Análisis de riesgo de incendio, plagas o enfermedades
9 Determinación de áreas forestales de atención prioritaria
9 Diseño de zonas de protección para especies susceptibles
9 Evaluación de la salud forestal por región o a nivel local
9 Mapas regionales de impacto o declinación forestal
9 Patrones espaciales de agentes causales (p.e. antropogénicos o naturales)
El modelaje espacial de los distintos elementos del paisaje facilita la comprensión de
las relaciones geográficas entre los factores bióticos o abióticos involucrados y las especies
forestales bajo estudio. En este contexto la aplicación de estos modelos, locales o
regionales, contribuye a la comprensión del proceso de declinación forestal y provee una
perspectiva a mayor escala de los patrones del paisaje que generalmente refieren a la
composición, estructura y configuración espacial de la vegetación (Chen et al. 1999, Ripple
et al. 1991). El desarrollo de modelos digitales con herramientas geográficas debe incluir
las variaciones espaciales y temporales de los síntomas, así como la estimación del nivel de
intensidad de los agentes de estrés, bióticos o abióticos. Estos deben ser relacionados
geográficamente de acuerdo a sus interacciones, condiciones climáticas y declinación
forestal a partir de la información vertida de las fotografías aéreas o en las imágenes
satelitales que permiten la detección de las condiciones de mortalidad
19
Evaluación de la salud forestal
Monitoreo
Regional
Local
Nacional
¿Cómo es la S.F?
Mapas
espaciales y
progresos
temporales
¿Qúe especies son más
Indicadores de
Salud Forestal
sensibles?
¿Cuál es el patrón espacial del
agente causal biótico-abiótico?
Daño
Incidencia
Severidad
Gradiente espacial
Patrón espacial
Patrón temporal
(ver Cuadro 1 ó 2)
Modelos epidemiológicos
Predictivos, correlativos,
multivariados de S.F.
Actividades de protección,
control, mejoramiento,
prevención, planeación
Programas
Acuíferos
Análisis de riesgo
Contaminantes
Cuarentenas
Investigación
Manejo silvícola
Otros
Planes
Política local, regional o nacional Forestal
Figura 1. Esquema sugerido para la evaluación de la salud forestal
20
2.5. Ozono y declinación, el caso del Desierto de los Leones
El oyamel (Abies religiosa) es una de las especies más afectadas por los síntomas de
la declinación forestal descrita en los bosques del sur del Valle de México desde mediados
de la década de 1970 (Skelly et al. 1997, Alvarado et al. 1993, Paz 1989, Ciesla y Macias
1987). Los diferentes síntomas de daño, tales como la pérdida de hojas o la muerte
descendente de ramas son asociados a los contaminantes atmosféricos, especialmente a los
fito-oxidantes como el ozono (Somers et al. 1998, Grulke y Lee 1997, Karlsson et al. 1995,
Miller et al. 1994, Simini et al. 1992). A pesar del mayor conocimiento acerca de los
síntomas de daño en el arbolado, aun es difícil establecer las causas ambiéntales primarias
de tales síntomas. La morbilidad y la mortalidad masiva podría ser influida por la
introducción de plagas exóticas, las interacciones competitivas, la historia de vida del
bosque, la falta de manejo silvícola, las condiciones del sitio y el estatus nutrimental
(Battles y Fahey 2000, Vacek y Leps 1996, Simmleit y Schulten 1989). El ozono ha sido
identificado como un compuesto fito-tóxico que afecta la salud del bosque causando daño
foliar en concentraciones elevadas durante periodos de exposición cortos (Somers et al.
1998, Miller et al. 1993, Simini et al. 1992). Krupa y colaboradores (2000) determinaron
dos tipos de efecto en relación a la concentración y el tiempo de exposición al ozono. Un
efecto sobre la vegetación se produce en exposiciones breves pero frecuentes a
concentraciones de ozono mayores a 80ppb (ó 0.08 ppm) que favorecen daños severos en el
follaje y alteraciones de la productividad; el otro tipo de efecto es asociado a exposiciones
menos severas pero continuas a concentraciones inferiores a 40 ppb (0.04 ppm) durante
periodos prolongados de tiempo que inducen el daño crónico en la vegetación (Karlsson et
al. 1995, Davis y Skelly 1992A, Davis y Skelly 1992B).
Algunos investigadores sostienen que los bosques que rodean la ciudad de México
exhiben síntomas por contaminación del aire consistentes en: muerte descendente de ramas
o del árbol, defoliación prematura, decoloración del follaje, entre otros. La distribución de
estos síntomas puede estar afectada por el patrón de viento que circula de norte a sur en el
Valle de México (Bravo y Díaz 1996, Jauregui-Ostos 1993). En la parte central del valle se
acumulan altas concentraciones de ozono (70 a 310 ppb) por emisión vehicular que son
acarreados hacia el sur de la cuenca que es la zona donde se observan los daños más
severos en la vegetación (Miller et al. 1994, Cibrián 1989). Existen numerosos reportes del
21
aumento de la contaminación desde mediados de 1980, época en que inician los primeros
estudios sobre la extensa mortalidad de las masas boscosas en el Desierto de los Leones
(CENICA 1996, Colegio Nacional 1996, Colegio Nacional 1994, Ojeda 1991, Paz 1989).
En una recopilación de la concentración de contaminantes de 1986 a 1991, Herrera (1993)
menciona la tendencia a incrementar los niveles de contaminación en la ciudad de México y
señala que el ozono es el contaminante que mayor concentración tuvo durante este periodo,
sin embargo en años más recientes se han logrado abatir las emisiones de otros
contaminantes atmosféricos (CENICA 1996). A pesar de estar ampliamente documentado
el nivel de contaminación, se carece de estudios que relacionen el efecto de los
contaminantes en la vegetación en condiciones de campo. La investigación experimental en
cámaras de ozono ha permitido evaluar el daño a diferentes exposiciones de este
contaminante y se ha enfocado en establecer la respuesta de la vegetación a distinta
exposición (Hernández y de Bauer 1984), sin embargo en bosques naturales existe poca
información entre el nivel de exposición al ozono y el daño en el arbolado por la dificultad
de estimar la concentración de este contaminante durante periodos definidos de tiempo.
Además del ozono existen otros contaminantes que también afectan los bosques
aledaños a la ciudad de México (CFS 1996, Fenn et al. 1999, Fenn 1992, Davis y Skelly
1992A). Los óxidos de azufre (SOx), de nitrógeno (NOx), el Pb y otras partículas presentes
en la atmósfera, por su gran concentración pueden lesionar los tejidos y ocasionar
desbalances nutrimentales en el suelo o en el follaje, afectar la vegetación del sotobosque o
modificar la dinámica al alterar la fisiología de las especies arbóreas susceptibles. En el
Desierto de los Leones se han identificado especies sensibles en distintos estratos de la
vegetación. En campo, Skelly (1996) observó síntomas de daño por ozono en el follaje de
Prunus sp además del bandeo por ozono descrito por Hernández (1981) en especies de
Pinus. Grajales (2002) documenta el daño en especies arbustivas de los géneros Sambucus,
Eupatorium, Ribes y Solanum; García (1997) reporta modificaciones en la proporción de
hongos saprófitos y micorrízicos en las zonas en declinación localizadas en el parque. De
acuerdo a López (1993), otros cambios producidos por los contaminantes incluyen posibles
alteraciones del suelo causados por la lluvia acida que ocasiona cambios de pH y efectos en
la translocación nutrimental, como los descritos por Rivera (1998) que encuentra
enrojecimiento del follaje por deficiencias y bajas temperaturas. Sin embargo, no existen
suficientes elementos para suponer que la precipitación en el Desierto de los Leones sea
22
ácida. En el estudio realizado por Saavedra (1999) el agua de lluvia colectada por
escurrimiento foliar solo registró valores ligeramente ácidos durante el mes de agosto.
Al evaluar el diámetro tangencial de las traqueidas y el lumen en árboles de Abies
religiosa del Desierto de los Leones, Bernal (2004) observó la disminución en el grosor de
la pared y en la longitud celular y los atribuyó a un posible efecto de los contaminantes de
la zona. En todos estos estudios se mencionan las alteraciones producidas por la
acumulación de contaminantes en distintos estratos del ambiente, como los mencionados
por Castro (2002) que encontró metales pesados en los primeros 10 cm de la capa de suelo
del Desierto de los Leones y solo algunas trazas en los suelos del Tláloc, sin encontrar
niveles altos de translocación nutrimental del suelo a las hojas en ninguna de las
localidades. Otras alteraciones en el sustrato pueden favorecer la mayor retención de
nitrógeno por el abatimiento del fósforo producido por los contaminantes y modificar las
poblaciones micorrízicas (Perea 2003). El contenido de metales pesados en el suelo, tejidos
vegetales y líquenes fue evaluado por Fenn y colaboradores (2002) en sitios altamente
contaminados del Desierto de los Leones, su estudio reveló que los niveles de metales
pesados no son suficientes para causar efecto fitotóxico directo en la vegetación, sin
embargo su efecto en los organismos y en las especies más sensibles aun son desconocidos.
En el Desierto de los Leones, la declinación forestal del oyamel ha formado áreas
definidas donde el arbolado muere en pie o presenta síntomas o signos de morbilidad. Estas
áreas, comúnmente denominados “Cementerios” han sido clasificadas por la condición
sanitaria que prevalece en ellos. En 1988, Vázquez-Soto se refiere a las 274 hectáreas de
los cementerios, como áreas de atención prioritaria para la rehabilitación del parque. En
1930, Dávila (citado por Sosa 1950) hace mención del abuso del monte que había
ocasionado zonas de “calveros” en las partes altas e intermedias, como también refiere a la
exuberante belleza del bosque. En 1918, Tornel (citado por Sosa 1950) describe la caída de
200,000 árboles en los parajes de Santa Rosa (al norte del Cementerio I) y en las
Coloxtitlas, donde actualmente se localiza una parte del Cementerio V. A partir del
movimiento revolucionario y el reparto agrario, hubo una gran devastación forestal en la
zona por la tala ilegal y otras actividades clandestinas que deterioraron paulatinamente el
parque hasta su expropiación en 1981 (DDF-Cuajimalpa 1997), por lo que algunos autores
pronosticaron futuras sequías en la zona por el saqueo del recurso forestal, la pérdida de
suelo y la gran captación de agua para la ciudad, que inició desde 1786 a través del
23
entubamiento de los manantiales (Bolio 1964, Sosa 1950). Actualmente se pronostica que
las reservas acuíferas del Distrito Federal serán agotadas para el 2020.
Por estos motivos, se asume que existe una compleja relación histórica entre las
condiciones de salud actuales del bosque del Desierto de los Leontes y la ciudad de
México. La intensidad, direccionalidad y duración de los factores de estrés que inciden en
la vegetación del parque pueden estar influyendo en la respuesta espacio temporal del
oyamel. Por ello es recomendable considerar el patrón espacial de la declinación forestal en
un bosque como parte de los procesos para caracterizar una población o comunidad vegetal
en estas condiciones.
Desde sus orígenes como Parque Nacional, en 1917, el Desierto de los Leones ha
estado sometido a una problemática tanto de carácter social como ecológica por los
diversos intereses, en ocasiones opuestos, de las comunidades vecinas, de los
administradores del recurso y de sus asiduos visitantes.
Los problemas que enfrenta
históricamente se relacionan principalmente con la considerable captación de agua de los
manantiales para abastecer a la ciudad de México, la tala clandestina, la falta de programas
de conservación y manejo, la extracción de suelo y la falta de regulación del turismo que
acude al parque con fines recreativos; problemas que en conjunto favorecen la
fragmentación del ecosistema con fuerte efecto en la dinámica de la comunidad y el paisaje
(CORENA-SEMA-GDF 1998, Romero 1986).
La declinación forestal que pareciera afectar fuertemente a una gran extensión del
bosque de oyamel en el Desierto de los Leones, no puede ser separada de la historia de vida
de la comunidad y por ello debe considerar los antecedentes de uso y manejo silvícola que
se hayan aplicado en la región. La investigación documenta (SEMARNAT 1995, Paz 1989,
Vázquez-Soto 1988) el deterioro de las condiciones del ecosistema desde inicio de los años
80’s y refiere la pérdida de suelo como un evento frecuente en la zona, lo cual a su vez
altera la dinámica del bosque. Un dato adicional de gran importancia es la considerable
extracción de mantos acuíferos que disminuye el aporte hídrico al arbolado y que tiene
mayor repercusión en las partes altas del parque. Considerando los antecedentes del parque
y las características de la especie, Abies religiosa, la evaluación de la declinación forestal
en la región debe incluir un mayor número de factores del paisaje, desde las variables de
sitio, hasta la determinación cuantitativa de las concentraciones y distribución espaciotemporal de los distintos contaminantes presentes en el sistema además de utilizar el
24
conocimiento y las herramientas de las distintas disciplinas como la ecología, silvicultura,
entomología y fitopatología, entre otras, antes de decidir si el síndrome de la declinación,
que afecta el panorama escénico de este bosque es producto de la actividad antropocéntrica
o de dinámica natural de las masas forestales, considerando que existe una plasticidad
fenotípica consecuencia de la presión a que se somete el arbolado ante factores de estrés.
Las variaciones propias de la especie, como la dominancia de copa, la pérdida de follaje o
la decoloración, podrían estar influidas por el clima u otras variables naturales, como la
altitud, ante las cuales el bosque responde funcional y estructuralmente en una escala de
tiempo diferente a la humana. Por lo tanto los procesos de sucesión natural no pueden ser
descartados como explicación de la declinación y la contaminación atmosférica no debe ser
considerada como el principal o único agente causal de la declinación forestal.
3. Métodos
3.1. Descripción de sitios
La investigación fue realizada en el Parque Nacional Desierto de los Leones (DDL),
en la Ciudad de México, en Tláloc, en el Estado de México y en la Reserva Mariposa
Monarca, en Michoacán. El Parque Nacional Desierto de los Leones es un área boscosa al
suroeste de la Cuenca de México localizada en las coordenadas extremas 19o 20’18” y
19º15’40” de latitud norte y 99o17’45” y 99o20’00” de longitud oeste, con un rango
altitudinal que varía de 2700 a 3700 msnm (DDF-Cuajimalpa 2000). La zona esta
delimitada por bosques comunales de los predios de San Mateo Tlaltenango, Magdalena
Contreras, Santa Rosa Xochiac y San Lorenzo Acopilco que rodean las 1529 ha que
constituyen el parque.
Fisiográficamente pertenece a la Faja Volcánica Méxicana conformada por numerosas
cañadas y laderas pronunciadas con pendientes entre 20 y 45 grados. Al sur se localiza el
Cerro San Miguel que conforma parte de la vertiente oriental de la cordillera de la Sierra de
las Cruces e incluye dos ramales separados por la cañada del Río San Borja.
Topográficamente la zona desciende en un gradiente altitudinal en dirección de sur a norte
que inicia en el Cerro San Miguel, el cual representa el punto más elevado de la región. El
25
material parental pertenece al grupo de las neovolcánicas, con rocas extrusivas terciarias y
posterciarias, especialmente andesitas, que han sufrido una intensa erosión hídrica por
procesos de arrastre e hundimiento del cual derivan suelos de origen volcánico, profundos,
ricos y bien drenados, con predominio de andesitas y un pH ácido de 5 a 7.
Dentro del parque existen once manantiales y se originan los Arroyos Agua de Leones
y Santo Domingo, importantes afluentes de los ríos Hondo y Mixcoac, respectivamente. A
partir del Arroyo Santo Desierto surge un sistema de afluentes dendrítica conformado por
los arroyos San Miguel, Palomas, Corral Atlalco y Agua Azul, todos ellos importantes
abastecedores de agua potable para la Ciudad de México. De acuerdo a García (1988) el
clima es templado subhúmedo con lluvias en verano tipo C(w2)(w)(b’)ig, con una
precipitación de estacionalidad muy marcada que inicia en mayo y termina en octubre y un
periodo de heladas en los meses de octubre a marzo.
La vegetación natural esta compuesta por hojosas de los géneros Alnus, Garrya,
Prunus y Quercus ubicados en las partes bajas del parque; en latitudes mayores, las
principales especies son Pinus hartwegii y Abies religiosa, esta última es la dominante en la
zona. En el sotobosque crecen pastos amacollados de los géneros Festuca, Muhlenbergia y
Calamagrostis así como arbustos del género Senecio y herbáceas del género Lupinus. En
las partes bajas del bosque existen otras especies arbóreas introducidas que se han
desarrollado exitosamente como P. patula,
P. ayacahuite, P. montezumae, P.
pseudostrobus y Cupressus lindleyi.
El Tláloc (TL) se ubica al norte de la Sierra Nevada en la inmediaciones del Estado de
México, Puebla y Tlaxcala entre las coordenadas 19o23’43” y 19o28’37” de latitud norte y
98o42’51” y 98o 48’ 12” de longitud oeste, con una altitud máxima de 4120 msnm. En la
zona de estudio los suelos son negros, profundos y ricos en materia orgánica, de textura
franca
clasificados de tipo andosol y litosol (Palma 1996). El clima es templado
subhúmedo con régimen de lluvias en verano en los meses de mayo a octubre y una época
de estiaje de noviembre a marzo. La Reserva Mariposa Monarca (RM), en Michoacán, se
localiza entre las coordenadas 19o35’ y 19o40’ norte y 100o15’ y 100o23’ oeste, a un a
elevación entre 2800 y 3200 msnm, con predominio de clima templado húmedo. En ambas
localidades la vegetación natural incluye encinares, bosques mixtos, bosque de pino y
masas puras de oyamel y fueron seleccionados para comparar con el parque por no estar
expuestos a los contaminantes de la ciudad de México.
26
3.1. Selección de sitios y variables de salud forestal
En el año 2001, a través de mapas, fotografías aéreas, la rodalización del monte
(DDF-Cuajimalpa 2000) y recorridos de campo; se seleccionaron, a distinta altitud y
exposición, 31 sitios permanentes de un décimo de hectárea en el Desierto de los Leones
(DDL). Los árboles de cada sitio fueron numerados y se les determinó su altura, diámetro
normal, distancia y azimut respecto al centro del sitio. Cada árbol fue evaluado
fitosanitariamente, para ello se propuso una escala cualitativa para retención de follaje,
clases de porcentaje de copa viva, posición sociológica y vigor. Para este último se asignó
una calificación numérica en relación al número de síntomas presentes en el árbol
(Cuadro3).
Cuadro 3. Escala de calificación cualitativa de la condición sanitaria del arbolado
(modificado de González-Medina 1998).
Variable
Posición sociológica
Retención de follaje
Porcentaje de copa
Descripción
Por clase de vitalidad
Número de años que las
hojas permanecen en el árbol
Respecto a una copa viva
completa desde la punta a las
ramas bajas y de acuerdo a la
edad del árbol.
Escala
Cero
Uno
Dos
Tres
Cero
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cero
Uno
Dos
Tres
Vigor
En relación al número de
síntomas o signos presentes
en el fuste del hospedero.
Determinado por inspección
visual.
Cero
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Clase
Dominante
Codominante
Suprimido
Muerto
Excelente, más de tres años
Conserva hojas de dos a tres años
Follaje de un año (actual)
Hojas del año actual en ramas casi
completamente ralas
Ramas sin hojas
Más del 80%
Del 40-80%
Conserva del 20 al 40%
Conformada por pocas ramas, menos del
20% de copa
Escala de 0 a 6. A mayor valor numérico
menor vigor
Ausencia de síntomas o signos
En relación al número de síntomas y
signos en el huésped (clases uno y dos)
Indica más de dos síntomas o signos
presentes
Más de tres elementos o árbol en proceso
de muerte descendente
Árbol muerto, en pie o tocón
Árbol muerto y desaparecido
27
Con el taladro Pressler se tomó una submuestra de tres virutas de madera y se
determinó el promedio de la edad, el incremento corriente anual y el tiempo de paso del
sitio además de estimar el área basal, el volumen y el incremento de los últimos 10 años.
Esta información fue complementada con el análisis de rodajas colectadas en distintos
parajes próximos a los sitios de muestreo permanente. Las rodajas fueron obtenidas de
árboles derribados por agentes naturales y fueron cortadas a 1.3 cm de altura del árbol para
determinar la edad, el incremento corriente anual, el tiempo de paso y los años de mayor y
menor crecimiento. En la Reserva Mariposa Monárca (RM) y en Tláloc (TL), se colocaron
dos sitios permanentes en condiciones similares de vegetación y altitud. En ambas
localidades se aplicó el mismo procedimiento para la evaluación de los parámetros
dasométricos y fitosanitarios, salvo el análisis troncal de las trozas que únicamente fue
aplicado en el Desierto de los Leones.
Todos los sitios fueron georeferenciados utilizando un GPS en sistema de proyección
UTM y el datum internacional (Cuadro 4) para la elaboración de mapas (Figura 2). Los
árboles de cada sitio se geoposicionaron para esquematizar el perfil horizontal del bosque.
Las figuras correspondientes se ilustran en el Apéndice I.
28
Cuadro 4. Características de los sitios de muestreo en las tres áreas de estudio
Sitio
DDL1
DDL2
DDL3
DDL4
DDL5
DDL6
DDL7
DDL8
DDL9
DDL10
DDL11
DDL12
DDL13
DDL14
DDL15
DDL16
DDL17
DDL18
DDL19
DDL20
DDL21
DDL22
DDL23
DDL24
DDL25
DDL26
DDL27
DDL28
DDL29
DDL30
DDL31
DDL32
RM1
RM2
TL1
TL2
Nombre
Cementerio
Cementerio
El Ocotal
Coloxtitlas
Coloxtitlas
Palomas
Pantano
Cementerio
Cementerio
Casamanero
Cañada Sn Miguel
Cañada Sn Miguel
Cañada Sn Miguel
Pantano
Cerro San Miguel
Cerro San Miguel
Cerro San Miguel
Cruz de Cólica
Cruz de Cólica
Palomas
Cañada Sn Miguel
Casamanero
San Miguel
Cruz Blanca
Cueva de Lobos
La Barda
Peteretes
Agua de Leones
El Macetón
Ermitas
Convento
La Barda
Vivero
El Campanario
Valle Uno
Valle Tres
Coordenadas
(UTM)
Latitud N Longitud W
2133798.00
2133429.00
2132610.00
2131418.00
2131073.00
2132208.00
2133288.00
2134516.00
2134276.00
2134300.00
2132733.00
2132282.00
2132697.00
2133392.00
2131136.00
2130802.00
2130926.00
2130656.00
2130645.00
2132313.00
2132976.00
2133946.00
2131466.00
2134837.00
2133478.00
2134911.00
2135039.00
2134057.00
2136211.00
2135111.00
2135604.00
2135299.00
2175450.00
2166821.00
2149230.00
2147052.00
468336.00
467808.00
467683.00
467817.00
467563.00
467115.00
466390.00
468097.00
468003.00
467479.00
466381.00
466752.00
466684.00
466502.00
466210.00
466575.00
466816.00
467025.00
467247.00
467365.00
466971.00
466976.00
466146.00
466066.00
465697.00
466335.00
467108.00
465400.00
468234.00
467725.00
467450.00
466393.00
362300.00
369170.00
524992.00
526191.00
Altitud
msnm
3403
3443
3467
3487
3458
3235
3140
3289
3218
3148
3236
3242
3182
3122
3556
3585
3464
3483
3491
3221
3195
3180
3600
3138
3287
3118
2976
3173
2983
2971
2962
3073
2800
3616
2600
3400
%
Exposición
del terreno
43
10
30
22
20
0
10
45
25
0
5
10
4
1
35
17
27
30
32
3
20
5
38
7
0
12
0
20
12
23
0
5
10
0
0
20
W
N
E
W
E
N
E
W
W
N
N
N
N
E
N
N
N
N
N
S
W
W
E
E
E
E
W
W
N
N
N
N
E
S
S
N
Pendiente
29
Figura 2. Proyección geográfica de los sitios de muestreo sobre la carta
topográfica del Desierto de los Leones. Escala aproximada 1:90,000 (Cortesía
DDF-Cuajimalpa, 2000).
30
En el Desierto de los Leones se colocaron dos monitores de temperatura, uno de los
cuales fue instalado en el Cerro San Miguel (DDL23) y el otro en el paraje de Cruz Blanca
(DDL24). En Tláloc y Reserva Mariposa Monarca se colocaron dos de estos dispositivos,
uno en cada sitio permanente. Todos los monitores se calibraron para efectuar mediciones
de temperatura cada hora durante el periodo de evaluación.
Desde agosto del 2001 a enero del 2003 se colocaron 32 monitores pasivos de ozono
Can Oxy PlateTM en los 31 sitos de muestreo permanente del Desierto de los Leones y un
monitor pasivo en las instalaciones del Ex Convento dentro del mismo parque. En Tláloc y
Reserva Mariposa Monarca, también se instaló un monitor pasivo en cada sitio de
muestreo. Los monitores se colocaron a una altura de dos metros sobre el nivel del suelo
bajo el dosel del sitio y cerca del centro del mismo (Figura 3). El monitor pasivo de ozono
es un dispositivo que consta de una placa impregnada de un pigmento azul índigo que
reacciona al ozono atmosférico y que esta protegido en un resguardo de policloruro de
vinilo. Para usarse el monitor se le retira la cubierta y se le expone al ambiente. Los
monitores pasivos dan el promedio de exposición de ozono (por hora) durante el tiempo
que permanecen colocados en campo y no proporcionan información sobre los patrones de
exposición de ozono a través del tiempo, ni sobre las concentraciones máximas y su
duración. En algunos puntos de muestreo, otro monitor pasivo, no expuesto, se instaló
como “blanco" para la calibración de la exposición de ozono durante las determinaciones.
Después de utilizados todos los monitores fueron enviados al Atlantic Forestry Centre del
Servicio Forestal de Canadá para el análisis e identificación de la exposición de ozono. En
las tres regiones los monitores pasivos de ozono fueron cambiados cada dos o tres semanas.
La exposición de ozono fue determinada con base a los valores de absorvancia de un total
de 1032 monitores pasivos y a partir de ella se estimó la exposición media por hora de
ozono (ppmh) en cada punto de muestreo; con este valor y a partir del total de horas que se
mantuvó expuesto cada monitor se estimó la exposición media de ozono en ppm en cada
sitio de muestreo.
31
Figura 3. Vista de los monitores pasivos de ozono Can Oxy PlateTM
bajo las ramas de un oyamel.
En el Desierto de los Leones durante el año 2002, se colectó una muestra anual de
suelo en 25 sitios permanentes. En cada uno se colectaron cuatro muestras de suelo a 30 cm
de profundidad y se elaboró una muestra compuesta de 0.5 kg que fue enviada al
Laboratorio de Nutrición Vegetal del Colegio de Postgraduados para la determinación de
pH, salinidad, contenido de materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio con las
metodologías: relación suelo-agua 1:2 para la determinación de pH; relación suelo-agua
1:5 para identificar el nivel de salinidad; Walkley y Black para la materia orgánica; el
procedimiento de KCl 2N para identificación de nitratos y amonio; método de extracción
de Olsen NaHCO3 pH 8.5 para el fósforo y la técnica de AcNH4 pH 7.0 1N para
determinación de potasio. En Reserva Mariposa Monárca y en Tláloc se tomaron dos
muestras por sitio para realizar las mismas pruebas.
Los análisis edáficos fueron complementados con la determinación del nivel
nutrimental en el follaje. Se colectaron los brotes terminales de una submuestra del 10% del
total de los árboles de 23 sitios permanentes del Desierto de los Leones y en los dos sitios
permanentes de la Reserva Mariposa Monarca y Tláloc. En cada submuestra se tomaron
tres repeticiones y se midió el largo total del crecimiento de brote para los mismos años
(2000, 2001) de los análisis foliares. Las hojas de cada brote fueron separadas de la ramilla
y clasificadas en dos categorías de crecimiento: 2000 y 2001. El follaje del año de colecta
32
(2002) no fue considerado debido al posible efecto retardado de la asimilación de los
nutrimentos sobre el crecimiento del ese año. Todas las acículas fueron mezcladas por año
para preparar muestras compuestas. Los análisis de los nutrimentos fueron hechos en el
Laboratorio de Nutrición Vegetal donde se determinó el nitrógeno total con la metodología
de Kjeldahl y digestión húmeda (ácido nítrico más ácido perclórico) para calcio, potasio,
magnesio, fósforo, boro, cobre, fierro, manganeso y zinc.
Los análisis de escurrimiento de agua del follaje se efectuaron en los meses de julio y
agosto del año 2002 a partir de 19 muestras colectadas en el Desierto de los Leones y de
dos muestras en Tláloc. La Reserva Mariposa Monarca no fue considerada debido a la
dificultad en realizar la recolecta de las muestras. Para colectar agua se instalaron frascos
de vidrio sellados con una malla de tela y un embudo para ampliar la superficie de
captación. La malla cubría la boca del frasco para evitar la entrada de terrones de tierra,
insectos o pequeños mamíferos. En cada sitio muestreado se colocaron dos frascos por mes,
cada dos semanas, en la parte baja de la copa para detectar la lixiviación nutrimental a
través de la determinación de pH, salinidad, amonio, nitratos, carbonatos, ácido carbónico,
cloro, sulfatos, calcio, potasio, magnesio y sodio. Las muestras se combinaron en muestras
compuestas que fueron enviadas al Laboratorio de Nutrición Vegetal del Colegio de
Postgraduados. Los análisis se realizaron con las siguientes metodologías: potenciometría
para el pH, puente de conductividad para la salinidad; destilación por arrastre de vapor para
la determinación de nitrógeno; titulación para los carbonatos, ácido carbónico, cloro y
sulfatos; absorción atómica para calcio y magnesio y emisión de flama para el potasio y el
sodio.
Con las concentraciones de nutrimentos foliares que presentaron diferencia estadística
regionalmente y entre sitios, se efectuó una regresión linear múltiple para el crecimiento de
brote del 2000 y 2001 y la concentración de Ca, K, Mg, P y Mn a fin de establecer la
relación entre el crecimiento del árbol y el contenido nutrimental del follaje, de acuerdo al
modelo sin intercepto:
Yij = ß1X1i + ß2X2i + ß3X3i + ß4X4i+ ß5X5i + €i
Donde
33
Yi = variable dependiente crecimiento de brote en el sitio i
ßi = coeficientes de regresión
Xij= variable independiente del nutrimento foliar j del sitio i
€i = término del error
Los datos se procesaron estadísticamente con SAS® V6.2 (SAS Institute, Cary, NC) y
IMSL® V6.0 (Visual Numerics Tools, Inc., Houston, Texas). Las pruebas entre localidades
se realizaron con el análisis de varianza de un solo factor para las distintas variables
consideradas. Para la comparación y la exploración gráfica, se calcularon los promedios, la
frecuencia y se clasificaron los datos silvícolas por categoría diamétrica. A partir de esta
exploración se hizo una selección de variables y se aplicó un análisis de componentes
principales y una regresión múltiple univariada para los indicadores de área basal, retención
de hoja, porcentaje de copa viva y vigor en relación a las variables ambientales.
Con los datos geográficos del Desierto de los Leones y la ortofoto digital del área
(INEGI 1999) se elaboraron mapas regionales en ILWIS® V.3.1 (International Institute for
Aerospace Survey and Earth Sciencies) y se efectuó una exploración geoestadística de la
exposición de ozono usando kriging y semivariogramas isotrópicos y anisotrópicos para
determinar la variabilidad espacial. Las pruebas se realizaron con GS+ ® (Gamma Design
Software, Plainwell, MI).
4. Resultados
4.1. Descripción del bosque
En total se analizó la altura y el diámetro de 1087 árboles de las tres regiones
estudiadas. En promedio, los árboles del Desierto de los Leones fueron más altos y
presentaron mayor diámetro normal respecto a las otras dos localidades (Cuadro 5).
34
Cuadro 5. Altura y diámetro promedio de Abies religiosa en 36 sitios de muestreo del
Desierto de los Leones, Tláloc y Reserva Mariposa Monarca.
Sitio
Media
DDL1
DDL2
DDL3
DDL4
DDL5
DDL6
DDL7
DDL8
DDL9
DDL10
DDL11
DDL12
DDL13
DDL14
DDL15
DDL16
DDL17
DDL18
DDL19
DDL20
DDL21
DDL22
DDL23
DDL24
DDL25
DDL26
DDL27
DDL28
DDL29
DDL30
DDL32
RM1
RM2
TL1
TL2
20.16
13.43
21.80
23.07
26.39
26.76
42.41
18.99
18.65
35.05
27.69
21.37
29.83
25.45
11.41
12.40
21.54
10.84
13.64
21.79
37.84
35.82
18.92
21.07
23.49
28.99
49.48
20.43
31.73
44.34
39.73
5.44
17.51
20.70
8.32
Altura (m)
Mínima
6.50
5.33
5.53
4.50
11.14
6.94
20.40
5.67
4.24
15.67
12.38
3.73
15.30
4.72
2.50
3.20
3.58
1.75
2.35
4.35
16.90
24.43
2.60
5.47
9.63
21.88
30.26
2.10
14.00
26.29
26.38
1.00
4.35
2.56
1.00
Máxima
63.82
38.32
54.58
47.66
60.71
63.03
54.55
41.65
49.19
47.38
62.84
59.35
49.94
45.49
39.69
21.68
50.33
38.40
48.82
44.26
57.20
45.16
30.47
48.13
62.56
41.60
60.94
48.42
52.76
55.06
61.56
35.00
42.57
39.00
41.00
Diámetro Normal (cm)
Media
Mínima
Máxima
26.86
20.10
28.88
46.07
47.56
43.89
63.54
25.24
25.74
65.00
43.65
33.10
49.56
51.33
13.16
21.13
26.49
14.43
39.25
30.40
70.51
68.40
28.86
43.78
48.00
53.46
93.38
26.82
49.80
85.86
54.10
7.83
31.90
35.22
13.78
7.16
6.00
8.00
9.00
18.00
7.00
41.00
10.00
14.00
61.00
19.00
5.80
13.00
9.50
2.00
6.00
7.00
2.00
3.80
7.00
27.20
51.00
3.80
11.00
13.50
36.00
58.20
3.00
19.00
62.00
27.00
1.00
5.00
5.73
1.00
90.40
60.50
88.00
87.80
85.00
121.00
85.00
48.00
37.00
69.00
98.00
84.80
88.00
118.00
78.30
49.10
71.30
81.00
263.00
63.30
95.50
95.00
71.30
100.00
87.50
78.70
111.90
73.00
93.00
127.00
69.20
35.00
74.00
91.00
75.00
35
Distribución del arbolado por clases de altura
200
180
160
140
120
100
80
60
40
DDL
20
TL
RM
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
Clases de altura (m)
Figura 4. Distribución de la altura por categorías de 5 m
El arbolado de las tres regiones fue categorizado por altura en clases de 5 metros
(Figura 4). En el Desierto de los Leones, la categoría más frecuente fue el arbolado jóven
de 10 a 15 m de altura, en Reserva Mariposa Monarca y Tláloc la mayor frecuencia
corresponde a una altura de 5 m. Clases de altura mayores, por arriba de los 40m de alto,
solo fueron observadas en el Desierto de los Leones, que es un bosque de mayor edad
respecto a los otros dos. Los árboles de 30 a 40 m de altura fueron poco frecuentes en
Reserva Mariposa Monarca y Tláloc, mientras que el arbolado de 15 a 25 años mostró una
proporción similar en ambas localidades. En las tres áreas se aprecia una gran proporción
de arbolado joven respecto a la escasez de árboles adultos o sobremaduros. En el Desierto
de los Leones requieren de 26 años en promedio para pasar
por arriba de la clase
diamétrica de 75 cm (Cuadro 5).
La distribución del arbolado por clase diamétrica mostró una tendencia similar. En el
Desierto de los Leones un gran número de árboles se ubican por debajo de la clase de 20
cm (Figura 5) y solo unos cuantos están por arriba de la clase diamétrica de 85 cm. En las
tres regiones la composición del bosque incluye árboles relativamente jóvenes (por debajo
36
de los 73 años de edad) que estructuralmente conforman una masa joven de un solo piso
(Figura 6). La mayor parte del renuevo se observó en Reserva Mariposa Monarca en donde
el arbolado adulto no excedió de la clase diamétrica de 70 cm con una edad media de 58
años. En Tláloc también se observó una gran cantidad de renuevo en la categoría de 5 cm
de diámetro, en esta región la edad promedio de los árboles muestreados fue de 55 años.
La estructura de edades en el Desierto de los Leones presentó un valor promedio de
73 ± 24 años, dentro del cual caen las dos poblaciones de Reserva Mariposa Monarca y
Tláloc, que con una prueba de T (α = 0.05) no presentaron diferencias significativas
respecto a la edad entre poblaciones. En el Desierto de los Leones, el arbolado más viejo se
localizó en las partes bajas cercanas a los sitios más turísticos (DDL: 7, 27, 30) o en las
áreas de caminos inaccesibles (DDL: 5, 10, 25), donde es difícil extraer madera
clandestinamente. En la región de los Cementerios (DDL: 1, 2, 3) y sus alrededores se
ubicó arbolado joven con menos de 66 años de edad en promedio. Los árboles más jóvenes
se ubicaron en la proximidad de los arroyos, especialmente en las partes bajas (DDL: 12,13
y 14) o en sitios altos actualmente deforestados (DDL: 16, 17). Los valores promedio de
edad e incremento se muestran en el cuadro 6.
D is t ribuc ió n de l a rbo la do po r c la s e dia m é t ric a
140
RM
TL
120
DDL
100
80
60
40
20
RM
0
5
10
15
20 25
30 35
40 45
50 55
60 65
70 75
80 85
90 95
10
10
11
11
12
12
13
Clase diam étrica
Figura 5. Distribución del arbolado por clase diamétrica
37
Cuadro 6. Edad promedio por sitio y localidad.
Sitio
DDL1
DDL2
DDL3
DDL4
DDL5
DDL6
DDL7
DDL8
DDL9
DDL10
DDL11
DDL12
DDL13
DDL14
DDL15
DDL16
DDL17
DDL18
DDL19
DDL20
DDL21
DDL22
DDL23
DDL24
DDL25
DDL26
DDL27
DDL28
DDL29
DDL30
DDL32
RM1
RM2
TL1
TL2
1
2
Edad
(años)
70.00
63.00
67.66
81.00
99.33
73.66
97.00
52.66
69.00
106.33
65.33
42.33
57.33
67.66
78.33
37.00
28.00
75.00
71.50
80.00
54.06
95.00
38.00
98.66
75.00
73.33
118.5
78.00
66.00
101.33
71.66
59.00
63.33
20.37
47.00
DN1
(cm)
54.13
44.00
60.33
55.66
80.66
45.83
43.33
27.33
25.33
61.66
55.43
37.46
57.66
33.70
56.66
25.66
63.50
40.66
82.50
48.50
54.00
62.00
35.00
49.66
37.33
38.00
49.10
46.00
50.00
68.16
38.66
59.00
56.33
68.00
42.00
ICA2
(mm)
27.33
13.50
12.00
11.00
6.66
22.33
7.66
16.00
34.66
8.66
41.66
30.33
31.33
32.33
16.66
26.00
19.00
16.50
18.00
26.33
25.00
35.00
30.66
28.66
33.66
19.33
21.50
7.60
28.50
11.33
12.66
12.33
22.67
16.50
23.00
Corteza
(mm)
9.33
13.50
12.00
14.60
13.30
14.66
10.66
8.66
8.00
10.66
7.00
12.33
7.33
14.00
11.66
9.33
19.00
8.00
7.50
9.00
12.00
16.00
10.66
20.60
12.33
14.00
14.50
12.66
9.50
14.33
11.66
16.00
11.00
18.00
7.50
Tiempo de
paso
11.00
21.00
30.00
19.00
34.00
14.66
30.66
12.66
14.33
34.00
16.00
6.66
10.33
11.33
19.33
9.66
14.50
19.00
13.50
13.50
15.00
6.00
8.00
17.00
8.33
14.66
17.5
33.33
8.50
25.66
25.33
14.00
16.67
10.00
14.50
Diámetro normal
Incremento corriente anual
38
Estructura de edades DDL e incremento radial (mm)
10
9
8
Frecuencia
7
6
5
4
3
2
1
0
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
Edad en décadas
Figura 6. Distribución de edades e incremento. La flecha roja indica la
edad promedio; la azul el intervalo de confianza al 0.95%. Los puntos
representan el ICA por clase de edad.
En el Desierto de los Leones la inspección visual de una muestra de nueve rodajas
obtenidas de árboles derribados por causas naturales permitió determinar una edad
promedio de muerte de 89 años. En la muestra, tres árboles murieron a una edad por arriba
de este valor pero dentro de la banda de confiabilidad de 73 ± 24 años de edad y solo un
árbol sobrepaso este intervalo con una edad de muerte de 169 años, lo que confirma que se
trata de una masa joven. En las rodajas analizadas no se observaron daños severos causados
por insectos.
El daño más frecuente fue atribuido a posibles incendios en la región. Las lesiones
causadas por insectos fueron más frecuentes a edades avanzadas del arbolado o no dejaron
evidencia física de daño en las etapas juveniles. Los daños más severos fueron asociados
aparentemente a incendios ocurridos en periodos muy definidos en la historia de vida del
árbol (Cuadro 7).
39
Cuadro 7. Eventos registrados visualmente por análisis troncal en rodajas provenenientes
de nueve derribos naturales ocurridos en el DDL durante el año 2000.
Datos del árbol
1
2
Análisis troncal (año 2002)
Edad
(años)
104
DN1
(cm)
36.5
ICA2
(mm)
9.0
Corteza
(mm)
9.0
Tiempo
de paso
21
Casamanero
114
52
5.0
18.0
27
Casamanero
99
30
12.0
10.0
21
Coloxtitlas
64
35
8.0
10.0
28
Cueva de Lobos
60
31.5
21.0
13.0
13
Cueva de Lobos
169
52
7.0
-
34
La Presa
84
84
6.0
15.0
25
Ocotal
67
36
11.0
9.0
18
San Miguel
37
29
20
-
5
Paraje de
ubicación
Cañada Palomas
Evento
Mejor desarrollo
Disminuye crecimiento
Incendio
Poco crecimiento
Plaga
Mejor crecimiento
Anillos muy estrechos
Incendio
Reducción crecimiento
Plaga
Mejor crecimiento
Anillos muy estrechos
Buen crecimiento
Plaga
Mejor desarrollo
Daño mecánico leve
Incendio
Disminuye crecimiento
Mejor crecimiento
Plaga
Mejor crecimiento
Daño mecánico leve
Incendio
Disminuye crecimiento
Incendio
Daño encapsulado
Plaga
Plaga
Mejor crecimiento
Incendio
Daño encapsulado
Mejor crecimiento
Fuerte daño mecánico
Daño mecánico
Incendio
Buen desarrollo
Mejor crecimiento
Daño mecánico leve
Daño mecánico
Reduce crecimiento
Plaga
Periodo
1896-1908
1908-1913
1946
1903-1910
1911
1911-1923
1931-1934
1934
1936 a 1943
1981
1909-1919
1939-1969
1979-1989
1999
1936-1951
1951
1961
1961-1965
1940-1955
1992
1832-1852
1839
1845
1862
1872
1872
1910
1992
1916-1926
1927
1927-1930
1932-1952
1953
1967
1998
1963-1984
1984
1969
1979
1985-1990
1991
Diámetro normal
Incremento corriente anual
40
A través del calculo de las áreas basales (Cuadro 8), se observó que el valor promedio
más alto del área basal total ocurrió en Tláloc con 34.95 m2/ha, seguido del Desierto de los
Leones con 33.42 m2/Ha y Reserva Mariposa Monarca con 24.97 m2/Ha. El mayor
incremento en volumen fue de 9.8 m3/ha/año en Reserva Mariposa Monarca, similar al
Desierto de los Leones con 9.5 m3/ha/año, mientras que Tláloc tuvo el valor mas bajo (8.3
m3/ha/año) de las tres regiones. En términos porcentuales, Tláloc presentó el valor mas alto
(5.3%) seguido del Desierto de los Leones (4.1%) y Reserva Mariposa Monarca (4.0%).
Las existencias reales por hectárea colocaron al Desierto de los Leones (557.32 m3/ha) y a
Tláloc (506.5 m3/ha) por arriba de Reserva Mariposa Monarca (305.78 m3/ha). En el
Desierto de los Leones, la comparación entre el incremento corriente anual y el incremento
medio anual mostró que esta excedido el turno técnico. Silvícolamente la masa es
extracontable, saturada y en periodo de exclusión. En esta etapa y densidad observadas, es
normal la diferenciación de copas por dominancia y la eventual muerte por competencia,
con algunos brotes eventuales de descortezadores que que no afectan a toda la masa sino
solo a algunos grupos de árboles.
Los árboles fueron agrupados por posición sociológica y clase diamétrica. De las tres
regiones, el Desierto de los Leones presentó mayor número de árboles muertos respecto a
las otras dos localidades sin embargo la contribución de esta categoría al total del área basal
de la región es mínima (Figura 7). El mayor aporte en área basal lo proporcionaron los
árboles dominantes que generalmente presentan buena vitalidad. En la mayoría de los sitios
los árboles en pie tienen buen desarrollo y conformación de fuste, y solo algunos pocos
árboles se encuentran suprimidos o codominados. La mayoría de los árboles dominantes se
encuentran en la clase diamétrica de 50 a 130 cm, y solo una pequeña proporción se ubica
por debajo de esta categoría. Un resultado similar se observó en Reserva Mariposa Monarca
y Tláloc, donde el predominio de los árboles dominantes también fue visible. En Reserva
Mariposa Monarca no se registraron árboles muertos, y solo se clasificaron como
codominantes a una pequeña fracción de la población ubicada entre las clases diamétricas
de 5 y 20 cm. Para esta región los árboles suprimidos fueron más frecuentes en las
categorías inferiores a 30 cm cubriendo el 4% del total del área basal (Figura 8).
41
Cuadro 8. Área basal (m2/Ha) de árboles vivos y muertos
Sitio
DDL1
DDL2
DDL3
DDL4
DDL5
DDL6
DDL7
DDL8
DDL9
DDL10
DDL11
DDL12
DDL13
DDL14
DDL15
DDL16
DDL17
DDL18
DDL19
DDL20
DDL21
DDL22
DDL23
DDL24
DDL25
DDL26
DDL27
DDL28
DDL29
DDL30
DDL32
RM1
RM2
TL1
TL2
AB-Actual
(m2 /Ha)
32.80
7.19
35.75
32.86
21.07
74.54
39.90
12.92
7.69
16.62
26.51
24.65
41.76
64.28
28.05
12.72
30.02
30.41
95.80
12.38
38.96
19.47
28.79
42.68
18.21
26.72
63.37
52.96
22.70
42.95
17.11
20.33
29.36
40.63
39.26
AB-10 años
(m2/Ha)
26.51
5.69
31.37
29.90
19.90
65.74
38.20
10.71
4.64
15.70
21.50
18.08
34.55
52.66
21.43
8.45
22.40
22.51
85.40
9.70
33.80
15.50
20.36
33.14
14.4
22.84
56.89
49.12
18.76
40.20
15.60
17.00
25.50
32.13
30.32
Incremento
AB
2.37
2.64
1.40
0.99
0.59
1.34
0.45
2.06
6.57
0.59
2.33
3.63
2.09
2.21
3.09
5.05
3.40
3.51
1.22
2.76
1.53
2.56
4.14
2.88
2.65
1.70
1.14
0.78
2.10
0.68
0.97
1.96
1.51
2.65
2.95
Vol-Ha
(m3/Ha)
683.63
86.97
449.43
543.61
403.90
1780.60
852.71
157.08
72.11
242.95
440.67
460.26
664.18
1037.59
236.79
94.38
399.36
392.12
1016.00
179.72
821.01
355.12
318.37
483.23
175.14
412.28
1477.46
981.21
422.39
1035.02
358.38
231.61
379.96
535.9
477.3
42
Área basal
(m 2/ha)
Área basal y dom inancia DDL
Muert os
0.4000
Supr imidos
Codominant es
0.3500
Dominant es
0.3000
0.2500
0.2000
0.1500
0.1000
0.0500
Codomi nant es
M uer t os
0.0000
Categoría diam étrica
Figura 7. Área basal y la posición sociológica en Desierto de los Leones
Área basal
(m 2/ha)
Á r ea b asal y d o minancia, M o narca
Surpimidos
0.6000
Codominant es
Dominant es
0.5000
0.4000
0.3000
0.2000
0.1000
Dominant es
Surpimidos
0.0000
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
C a t e gor í a di a m é t r i c a
Figura 8. Área basal por posición sociológica en Reserva Mariposa Monarca.
43
En Tláloc el arbolado muerto se ubicó en las clases diamétrica de 5 y 45 cm. Los
codominantes en las clases 10 a 25 cm y en la 50 cm. Los árboles suprimidos tuvieron una
distribución más amplia y casi continua de la categoría 10 a 55 cm. Como en las otras dos
regiones hubo predominio de arbolado dominante que aportó el 14% del área basal total
(Figura 9). En las tres regiones, los resultados indican que no existe diferenciación de copas
sino preponderancia de arbolado dominante.
Área basal
(m 2/ha)
Área basal y dom inancia, Tláloc
M uert os
0.7
Suprimidos
Codominant es
0.6
Dominant es
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
Dominantes
Muertos
0
5
10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80
Clase diam étrica
Figura 9. Área basal y posición sociológica en Tláloc
Como se esperaba en un bosque natural, en el Desierto de los Leones al reagrupar el
área basal por clase diamétrica se obtuvo la mayor área en el arbolado por arriba de la clase
diamétrica de 70 cm (Figura 10). Un gran número de árboles se ubica en clases de diámetro
pequeño (clases 10-15 cm) con un mínimo de área basal respecto al total del bosque. Al
otro extremo se posicionan los árboles de mayor talla con mayor contribución en área basal.
44
Área basal y clase diam étrica DDL
140
AB/ Ha DDL
ClaseDiamet r ica
120
100
80
60
40
20
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
85
90
95
100 105 110
115
120 125 130
C l a se d i a m é t r i c a
Figura 10. Área basal por clase diamétrica, Desierto de los Leones
En Reserva Mariposa Monarca, el gran número de árboles en la clase diamétrica de 5
cm tuvo poco aporte al área basal total de la zona, lo cual se ajusta a lo esperado en un
bosque de esta naturaleza y hasta la clase diamétrica 20 cm no se aprecia la contribución de
los árboles de esta categoría. La clase diamétrica de 55 cm fue la que mayor aporte respecto
al total, aunque el valor de área basal fue disminuyendo, aparentemente, a la derecha hacia
clases diamétricas mayores (Figura 11).
En Tláloc gráficamente se observó una tendencia similar a la descrita en las otras dos
localidades (Figura 12) salvo por la ausencia de arbolado en algunas clases diamétricas lo
cual interrumpe la continuidad en la distribución. Los árboles de diámetro mayor parecen
tener poca representación en la población pero aportan cerca de12m2/ha al total del área
basal, respecto a los 9.6 m2/ha de las primeras cuatro categorías diamétricas.
45
Á r ea b asal/ Ha y clase d i amét r ica R M
80
AB/Ha RM
ClaseDiametrica
70
60
50
40
30
20
10
Cl as eDi amet r i ca
A B / Ha RM
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
C lase d i amét r ica
Figura 11. Área basal por clase diamétrica, Reserva Mariposa Monarca
Área basal/Ha y clase diam étrica TL
AB/Ha TL
ClaseDiametrica
16
Área basal (m2/ha)
Frecuencia por clase
20
12
8
4
AB/ Ha TL
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
80
85
90
95
Clase diam étrica
Figura 12. Área basal por clase diamétrica, Tláloc
En términos de vigor, en el Desierto de los Leones se identificaron varios tipos de
daño y alteración en la conformación del fuste. En el 23% de los árboles se observó muerte
descendente de ramas y en el 11% tallo bifurcado. En árboles adultos la pudrición
bacteriana del tallo fue más común que en el arbolado joven (Figura 13). En las partes altas
o abiertas, el síntoma más frecuente fue un exudado de resina traslucida en pequeñas
46
pústulas en el tallo de árboles jóvenes además de desgajamiento de la corteza en la parte
baja o intermedia del fuste sin evidencia alguna de descortezadores o algún otro agente.
Este síntoma nunca se observó en árboles adultos. En los sitios donde hubo incendio
reciente fue común encontrar árboles jóvenes con ramas secas, mala conformación del
fuste, desprendimiento de corteza, exudados de resina o copa rala, y árboles adultos con
pudriciones cerca de la base del tallo. Los aislamientos de tejido dañado no mostraron
evidencia de poblaciones de bacterias u hongos asociados de tipo patogénico, únicamente
se obtuvieron cultivos de organismos saprofitos, que por no ser de importancia patológica
no se determinaron.
En algunos sitios de las partes altas del Desierto de los Leones (DDL: 17, 18, 19) los
pulgones de la especie Cinara curvipes frecuentemente se observaron sobre el follaje,
especialmente al inicio de la temporada de lluvias. Los descortezadores fueron poco
frecuentes y solamente en Reserva Mariposa Monarca se encontró una buena población de
ellos en las partes altas, en esta región también se colectaron pulgones y la fase uredial de
una roya aun no identificada. Los exudados de resina en árboles jóvenes fueron menos
frecuentes en esta localidad. El hongo Lachnelula sp., agente causal de mortalidad en
oyamel, solo se encontró en seis sitios del Desierto de los Leones y en uno del Tláloc
(DDL: 3, 4, 12, 15, 18, 19, TL2).
Una prueba no paramétrica de medias (α = 0.05) para las variables: retención de
hoja, clases de porcentaje de copa viva y vigor entre regiones permitió determinar que
existen diferencias en la condición fitosanitaria en relación a los parámetros estimados. En
el Desierto de los Leones la comparación de la condición fitosanitaria a nivel local indicó
menor retención de follaje y vigor en los sitios DDL: 15, 16, 17 y DDL: 3, 11, 24, 29, 30;
respectivamente. Las copas más ralas fueron más frecuentes en los sitios DDL: 1, 15, 16,
17 y 27. La estructura del bosque, la muerte descendente de ramas y la representación
gráfica de la heterogeneidad espacial del arbolado se ilustran en las siguientes páginas
(Figuras 13 a 19). En ellas se ilustra la estructura de un bosque con dos pisos y con daño
por incendio en la zona de los Cementerios (Figura 17); la composición de un bosque
maduro en la proximidad de un cuerpo de agua (Figura 18) y el crecimiento del arbolado en
un sitio topográficamente elevado con alta pedregosidad (Figura 19).
47
Figura 13. Aspecto general del bosque en el Desierto de los Leones
48
Figura 14. Aspecto general del bosque en el Desierto de los Leones
49
Figura 15. Aspecto general del bosque en la Reserva Mariposa Monarca
50
Figura 16. Aspecto general del bosque en El Tláloc.
51
Figura 17. Representación tridimensional de la distribución del arbolado. Sitio DDL3
52
Figura 18. Representación tridimensional de la distribución del arbolado. Sitio DDL6.
53
Figura 19. Representación tridimensional de la distribución del arbolado. Sitio DDL23
54
4.2. Determinación de la exposición de ozono
En el Desierto de los Leones la máxima exposición promedio fue de 0.039 ppm. En
Reserva Mariposa Monarca y en Tláloc, los valores respectivos fueron 0.030 y 0.034 ppm.
En Desierto de los Leones la exposición más frecuente (42% de las observaciones) estuvo
en el rango de 0.02 a 0.03 ppm. En Reserva Mariposa Monarca y en Tláloc este valor fue
de 0.017 ppm y 0.011 ppm, respectivamente (Cuadro 9). La exposición media anual de
ozono en el periodo de estudio fue de 0.0184 ppm con una banda de confiabilidad de ±
0.0142 ppm en el Desierto de los Leones; en Reserva Mariposa Monarca este valor fue de
0.0169 ± 0.0140 ppm; y en Tláloc de 0.0127 ± 0.0112 ppm. La comparación de la
exposición media de ozono con una prueba de t no soportó el supuesto de que existen
diferencias significativas en la exposición media de ozono entre las tres regiones,
principalmente porque el tratamiento estadístico se efectuó con valores promedio
exposición de ozono durante periodos de tiempo fijo, lo que no permite identificar valores
puntuales de exposición alta de ozono ni el número de eventos o la hora a la cual estos
ocurren. Tampoco se encontró ninguna significancia en relación a la exposición de ozono y
la elevación altitudinal. Este resultado muestra que por si misma, la altitud no es
suficientemente explicativa de la exposición de ozono cuando no se consideran otros
elementos del ambiente, como la topografía, los vientos, la temperatura y la humedad, que
son factores involucrados en las reacciones fotoquímicas de generación de ozono. Todos
las estimaciones se efectuaron con α = 0.05
El análisis de la variabilidad temporal del ozono a nivel regional tampoco reportó
resultados significativos. Como valor promedio anual, la exposición media horaria de
ozono permaneció constante a lo largo del año de evaluación, sin embargo, el análisis
detallado de cada evento, espacial y temporalmente, muestra que existen variaciones
locales en la exposición de ozono. En un estudio similar Andraca et al. (1997) en cámaras
experimentales instaladas en el Desierto de los Leones obtuvo bajas concentraciones de
moléculas precursoras de ozono que se mantuvieron con ligeras variaciones en
comparación con otros bosques alrededor de la ciudad de México. La literatura sobre
contaminantes atmosféricos de 1986 a 1996 (Leyva et al.
1996, Nava et al. 1996,
SEMARNAP 1996) señala que estos se mantienen constantes durante el año en la ciudad de
55
México. Por los resultados anteriores, un patrón parecido al descrito por estos autores
podría estar presentándose en el Desierto de los Leones.
Regionalmente la temperatura se mantuvo en un patrón constante en todo el periodo
de estudio. La máxima temperatura horaria promedio se registró en el mes de julio del
2002. En el Desierto de los Leones fue de 24.79o C, en Reserva Mariposa Monarca de
31.52o C y en Tláloc de 33.59o C. En el mismo año, la mínima temperatura horaria ocurrió
durante los meses fríos de octubre a enero 2003, con un valor de -3.37oC en el Desierto de
los Leones, -7.85oC en Reserva Mariposa Monarca y -2.44o C en Tláloc. En las tres
localidades las temperaturas más bajas fueron más frecuentes a mayor altitud. Entre
regiones no se observó diferencia estadística en la temperatura (P < 0.05). En los meses de
invierno, la oscilación térmica diaria es extrema, en las madrugadas los árboles pueden
estar a temperaturas por debajo de cero grados centígrados que después se elevan hasta los
diez, mientras que en los meses cálidos la temperatura máxima puede sobrepasar los 30oC.
Este patrón de temperatura diaria fue el mismo en las tres regiones y podría relacionarse
con muerte radicular, daño por heladas u otro tipo de lesión en el fuste o tener un efecto en
la producción de ozono atmosférico.
En el Desierto de los Leones, la exposición promedio horaria de ozono osciló en el
rango de 7.2 X10-7 a 0.03995 ppm. En los Cementerios (DDL: 2, 3, 8, 9, 10) se observaron
los valores de exposición más altos (≥0.025 ppm). Los promedios mínimos se registraron
en Cañada San Miguel (DDL: 11, 12, 13). Durante el invierno la exposición promedio varió
de 0.030 a 0.048 ppm indicando una posible interacción entre las condiciones ambiéntales
como la temperatura, el viento en calma y el contaminante. Durante noviembre-diciembre
(2001 y 2002), en los Cementerios (DDL: 1, 2, 3) se observó una tendencia a valores altos
de exposición de ozono (0.025 ppm), sin embargo en los primeros 60 días del siguiente año
se registraron valores de exposición bajos (< 0.008 ppm) lo cual podría reflejar un efecto
del patrón de circulación del viento.
56
Cuadro 9. Exposición promedio máxima-mínima de ozono (datos promediados cada 2
ó 3 semanas) desde agosto 2001 a enero 2003.
Sitio
Nombre
DDL1
DDL2
DDL3
DDL4
DDL5
DDL6
DDL7
DDL8
DDL9
DDL10
DDL11
DDL12
DDL13
DDL14
DDL15
DDL16
DDL17
DDL18
DDL19
DDL20
DDL21
DDL22
DDL23
DDL24
DDL25
DDL26
DDL27
DDL28
DDL29
DDL30
DDL31
DDL32
RM1
RM2
TL1
TL2
Cementerio
Cementerio
El Ocotal
Coloxtitlas
Coloxtitlas
Palomas
Pantano
Cementerio
Cementerio
Casamanero
Cañada Sn Miguel
Cañada Sn Miguel
Cañada Sn Miguel
Pantano
Cerro San Miguel
Cerro San Miguel
Cerro San Miguel
Cruz de Cólica
Cruz de Cólica
Palomas
Cañada Sn Miguel
Casamanero
San Miguel
Cruz Blanca
Cueva de Lobos
La Barda
Peteretes
Agua de Leones
El Macetón
Ermitas
Convento
La Barda
Vivero
El Campanario
Valle Uno
Valle Tres
Exposición promedio anual
Exposición media ppm
ppm
(Nov/Dic 2002)
Mínima
Maxima Mínima Diferencia Máxima
0.03015
0.01230
0.03015
0.00480
0.02535
0.02835
0.02275
0.03055
0.00665
0.02390
0.02615
0.02225
0.03010
0.00430
0.02580
0.01770
0.00580
0.01770
0.00580
0.01190
0.02300
0.01075
0.02300
0.01075
0.01225
0.02155
0.00830
0.02155
0.00830
0.01325
0.02070
0.00945
0.02070
0.00945
0.01125
0.02960
0.02250
0.03235
0.02250
0.00985
0.02610
0.01420
0.02750
0.01025
0.01725
0.02715
0.01885
0.02715
0.00785
0.01930
0.01950
0.00270
0.01950
7.2x10-7
0.01950
0.01510
0.00395
0.01510
0.00395
0.01115
0.01460
0.00290
0.02625
0.00290
0.02335
0.02080
0.00995
0.02080
0.00995
0.01085
0.02800
0.00845
0.02890
0.00845
0.02045
0.02805
0.02100
0.02970
0.00800
0.02170
0.02805
0.01040
0.02805
0.01040
0.01765
0.02625
0.01695
0.02625
0.01695
0.00930
0.02240
0.01395
0.02795
7.2x10-7
0.02795
0.02385
0.01535
0.02385
0.00525
0.01860
0.02240
0.01040
0.02240
0.01040
0.01200
0.02850
0.01600
0.02850
0.00925
0.01925
0.02830
0.02240
0.03500
0.00895
0.02605
0.02355
0.01465
0.03995
0.00745
0.03250
0.02560
0.01420
0.02560
0.00680
0.01880
0.02395
0.01275
0.02395
0.01275
0.01120
0.01915
0.00670
0.02140
0.00670
0.01470
0.01970
0.00795
0.02195
0.00440
0.01755
0.03525
0.01735
0.03525
0.01285
0.02240
0.02855
0.01065
0.02855
0.00670
0.02185
0.02330
0.01385
0.03960
0.00760
0.03200
0.02325
0.01590
0.02865
0.01590
0.01275
0.01000
0.00590
0.03006
0.00305
0.02701
0.01950
0.01420
0.03006
0.00610
0.02396
0.01530
0.00540
0.03400
0.00310
0.00309
0.01520
0.00960
0.02625
0.00580
0.02045
Media
anual
0.02044
0.02620
0.02549
0.01209
0.01778
0.01576
0.01481
0.02744
0.02052
0.02278
0.01938
0.00740
0.00864
0.01384
0.01557
0.02380
0.02363
0.02228
0.02174
0.01844
0.01522
0.02257
0.02592
0.02125
0.01787
0.01913
0.01391
0.01591
0.02350
0.02066
0.01990
0.02158
0.01325
0.02085
0.01165
0.01387
Durante el estudio la mayor exposición de ozono fue localizada al norte y al sur del
Desierto de los Leones, principalmente en 16 sitios de muestreo. Los valores menores
fueron más frecuentes en nueve sitios ubicados en las partes bajas al centro del parque. En
57
el 2002, la mayor diferencia entre los valores máximos y mínimos de exposición media de
ozono fue registrada en los sitios DDL: 1, 2, 3, 8, 19, 24 y 31, con valores superiores a
0.027 ppm (Figura 17).
Exposición de ozono
0.04500
0.04500
Máxima
0.04000
0.03500
0.03500
0.03000
0.03000
0.02500
0.02500
0.02000
0.02000
0.01500
0.01500
0.01000
0.01000
0.00500
0.00500
0.00000
Ozono (ppm)
Ozono (ppm)
Mínima
0.04000
0.00000
1
2
3
4
5
6
7
8
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32
Sitios de muestreo DDL
Figura 17. Máxima y mínima exposición promedio de ozono en Desierto de los Leones
Para los sitios mencionados anteriormente, la máxima exposición de ozono se
presentó en los meses fríos al final del año 2002 y la mínima en enero-febrero del siguiente
año, de forma similar a la diferencia del año anterior (2001 a 2002).
En apariencia existe una débil variación espacial y temporal en los valores promedio
de exposición de ozono durante el periodo de evaluación (Figura 18). En los meses fríos de
noviembre y diciembre del 2002, cuando se presenta la inversión térmica, la exposición
media de ozono fue mayor (≥ 0.03 ppm) al norte del parque (DDL: 1, 29, 30). Otras
regiones con valores de exposición altos (≥ 0.029 ppm) se ubicaron al sureste en la parte
topográficamente más alta del Cerro San Miguel y sus alrededores (DDL: 15, 16, 17, 18,
23) y al noreste en los Cementerios (DDL: 2, 3, 8, 9, 10, 22). Los valores más bajos de
exposición (≤ 0.005 ppm) fueron observados en la parte central del Desierto de los Leones
(DDL: 4, 6, 7,11, 12, 13). En las restantes áreas del Desierto de los Leones la exposición
promedio de ozono permanece constante en la mayor parte del año.
58
Figura 18. Distribución espacial de la exposición promedio de ozono en el Desierto de los
Leones en los sitios de muestro (cuadros blancos). A) Zona con mayor exposición (círculos
verdes). B) Sitios con menor exposición (círculos verdes). Ortofoto base INEGI (1999). Escala
aproximada 1:90,000.
59
La aplicación de una prueba de rangos múltiples (α =0.05) de la exposición media de
ozono indicó diferencias significativas entre los sitios de muestreo. Las mayores
exposiciones fueron encontradas al norte, sur y este del parque. Cada área tiene condiciones
ambientales diferentes por ello para la descripción de las áreas de estudio fueron
consideradas cuatro regiones de acuerdo al valor promedio de exposición de ozono durante
el estudio. Al norte, la región 1 (DDL: 24, 29, 31, 32) corresponde a un bosque maduro,
mixto, con especies de oyamel, pino y hojosas, más húmedo en una elevación más baja
(3039 msnm). Al este, región 2, donde se ubican los Cementerios (DDL: 1, 2, 3, 8, 9,10,
22) es una zona más elevada (3322 msnm) que recibe los vientos procedentes de la ciudad
de México. En esta región los árboles fueron severamente afectados por el incendio de
1998, que causo una extensiva mortalidad, pérdida de suelo y reducción de la humedad en
el entorno. En el área los vientos se asientan por periodos prolongados de tiempo en las
partes más altas. Al sur el Cerro San Miguel (DDL: 15, 16, 17, 18, 23) representa el punto
más alto de la cuenca (región 3). A esta altitud prospera el bosque de pino formado por P.
hartwegii con oyamel en las partes bajas y en las laderas. Una característica de la zona son
los vientos francos, por lo que la región es fría y seca.
Durante el 2002 la mayor exposición de ozono fue registrada en la región 1:
Convento-Cruz Blanca. En los Cementerios (región 2) la exposición promedio de ozono fue
comparativamente menor con algunos periodos elevados de exposición. El mayor daño en
la vegetación se presenta en esta zona, en las otras dos, Convento-Cruz Blanca y Cerro San
Miguel, la población de Abies religiosa se aprecia más saludable y sin evidencia de algún
síntoma de declinación. El área con menor exposición de ozono (DDL: 7, 11, 12, 13) es la
más húmeda de ellas (región 4). En ella los árboles están aparentemente saludables y hay
mucho más vegetación en el sotobosque. La elevación es menor, en un rango de 2976 a
3491 msnm, aunque no es altitudinalmente distinta al resto de la zona.
En el perfil de exposición de ozono promedio anual (2002) en relación a la altimetría
del Desierto de los Leones (Figura 19) se aprecia el patrón topográfico de la elevación. El
punto más alto se localizó en el Cerro San Miguel a 3600 msnm. Se observa que en las
partes más altas hay mayor exposición de ozono, sin embargo ninguna regresión lineal
ajustó a un modelo entre la altura y el contaminante indicando una posible interacción con
otros factores ambientales en relación a los niveles de exposición.
60
Perfil altitudinal de la variación de ozono
0.03
4000
Altitud
O3 ppm
3500
0.025
3000
0.02
msnm
2500
0.015
2000
1500
0.01
1000
0.005
500
0
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32
Sitios de muestreo
Figura 19. Perfil topográfico de exposición media de ozono (2002). Cementerios (DDL:
2, 8) y Cruz Blanca (DDL24) tuvieron el mayor valor. La altitud no fue significativa
entre sitios.
Una prueba no paramétrica de medias (α = 0.05) la retención de hoja entre
localidades permitió determinar que existen diferencias en la condición fitosanitaria en
relación al número de años que el follaje permanece en las ramas. En el Desierto de los
Leones la comparación de la condición fitosanitaria a nivel local indicó menor retención de
follaje y vigor en las partes altas que corresponden a los sitios DDL: 3, 11, 15, 16, 17 y en
algunos sitios de menor altitud (DDL: 24, 29, 30) donde la exposición de ozono fue mayor.
Las copas más ralas fueron más frecuentes en los sitios DDL: 1, 15, 16, 17 y 27.
61
4.3. Caracterización nutrimental regional
En las tres localidades de estudio los suelos en general son ácidos y sin problemas de
sales. En el Desierto de los Leones y Tláloc la conductividad eléctrica del suelo (c.e.) fue
menor a 0.22 ds/m y el pH debajo de 5.5. Bajo estas condiciones existe el riesgo de tener
aluminio extractable, lo cual podría generar problemas en el desarrollo de la vegetación
(Buol et al. 1989), sin embargo no existe evidencia de este proceso en la región y al parecer
el mayor efecto es en el crecimiento vegetal. En la Reserva Mariposa Monarca, el valor de
la salinidad fue ligeramente mayor y el pH más bajo que en las otras dos localidades. En
regiones húmedas el Mg intercambiable aumenta en relación al incremento de Ca del
sustrato como parte de un proceso influido por pH’s ácidos. Los suelos con valores de pH
de 4.0 a 5.2 comúnmente presentan baja saturación de bases y suficiente Al intercambiable
como para afectar el crecimiento, pero la liberación de estas moléculas esta asociada a la
capacidad de intercambio catiónico. Una característica de este tipo de suelos forestales es la
alta cantidad de materia orgánica que contienen las primeras capas, la cual fue mayor en
Reserva Mariposa Monarca (Cuadro 10).
Cuadro 10. Valores promedio de nutrimentos en el suelo por localidad
Región
DDL
RM
TL
pH
c.e.
MO
5.25
4.58
5.12
(ds/m)
0.17
0.27
0.22
(%)
4.35
7.53
4.59
NO3-
NH4+
26.20
26.21
19.66
(mg/kg)
55.14
29.11
56.51
28.61
56.24
39.93
P
K
74.61
199.31
93.57
El nitrógeno mineral (NO3- + NH4+) fue de 81.34 mg/kg en Desierto de los Leones,
82.72 mg/kg en Reserva Mariposa Monarca y 75.90 mg/kg en Tláloc. El carbono en la
materia orgánica del suelo fue de 2.52% en Desierto de los Leones, de 4.37% en Reserva
Mariposa Monarca y 2.66% en Tláloc. El mayor contenido de nitrógeno total (0.376%) del
suelo se encontró en Reserva Mariposa Monarca y el menor (0.217%) en Desierto de los
Leones. En Tlalóc y Desierto de los Leones los valores de contenido de nitrógeno total del
suelo fueron similares. Reserva Mariposa Monarca tuvo la mayor cantidad de nitrógeno
62
retenido en el suelo (7520 Kg/ha) y Desierto de los Leones el valor más bajo (4340 Kg/ha).
Aún así, las tres regiones fueron ricas en materia orgánica, nitrógeno total, fósforo y
potasio, y con una proporción de C:N de 11.6 que se considera baja para este ecosistema.
Estadísticamente los suelos fueron similares en las tres regiones en cuanto a la riqueza de
nutrimentos en el suelo.
El análisis foliar de nutrimentos indicó que existe un contenido medianamente rico de
nitrógeno total (Cuadro 11). Todas las concentraciones de Ca, K, Mg y P se ubicaron en
valores normales para especies muestreadas que coincide con los datos reportados por
Moreno (1970). La concentración de los elementos menores fue convertida a ppm (mg/Kg)
para contrastarla con la concentración normal en tejido seco. En las tres localidades el B
estuvo cerca del límite de la concentración mínima (5ppm) con 7.18 ppm en Desierto de
los Leones, 3.49 ppm en Reserva Mariposa Monarca y 6.87 en Tláloc. El Cu fue deficiente
en Tláloc (0.62 ppm) y en Desierto de los Leones (0.91 ppm), en Reserva Mariposa
Monarca (1.6 ppm) rebasó ligeramente la concentración mínima requerida (1 ppm). El Fe
excedió la concentración normal (20-200 ppm) en Reserva Mariposa Monarca, en Desierto
de los Leones y Tláloc en comparación a los valores normales de 55 ppm. En las tres
regiones la concentración de Mn y Zn estuvo en el intervalo de valor normal para tejido
seco.
Cuadro 11. Concentración de elementos en los tejidos vegetales analizados
Región
DDL
RM
TL
Ntot
1.469
1.278
1.373
Ca
K
Mg
P
1.184
1.005
1.651
%
0.413
0.433
0.477
0.132
0.140
0.147
0.119
0.119
0.129
B
7.18
3.49
6.87
Cu
Fe
mg/Kg
0.91 250.43
1.60 1627.88
0.62 247.76
Mn
Zn
118.40
359.97
197.48
30.58
24.81
24.73
La comparación estadística regional con una prueba de t (α= 0.05) mostró diferencias
significativas en la concentración de Ca del Tláloc respecto al Desierto de los Leones y
Reserva Mariposa Monarca. Los niveles de B fueron significativamente diferentes entre
Reserva Mariposa Monarca y las otras dos regiones. La concentración de Fe fue
estadísticamente distinta en Reserva Mariposa Monarca que alcanzó la máxima
63
concentración. El contenido de Mn entre las tres regiones fue diferente entre ellas en
términos estadísticos.
En el contenido de Ca hubo diferencias entre los sitios 4, 12 y 27 en el Desierto de los
Leones. Para el P estas diferencias fueron observadas entre los sitios 14, 15 y 16. En el sitio
27 también se tuvieron las mayores concentraciones de Cu y Zn. La concentración
nutrimental se contrastó entre los datos de los años 2000 y 2001. Se encontraron diferencias
significativas en la concentración de Ca, K, P y B en el follaje de ambos años. La mayor
concentración se tuvo en el 2000 para Ca y B; y en el 2001 para K y P. En todas las pruebas
aplicadas no se observó ningún tipo de diferencia en el contenido de N a nivel regional o
local.
En la determinación de la calidad de precipitación en Desierto de los Leones y Tláloc
no se encontraron los iones de CO3- ni SO4=. El pH y la conductividad (c.e.) indicaron que
el agua de lluvia recolectada es ligeramente ácida y sin problemas de salinidad (Cuadro 12).
Los niveles de micronutrimentos contenidos en el agua no se encontraron en el umbral de
toxicidad. El Ca fue el único nutrimento en las dos localidades que rebasó el nivel de 100
ppm con concentración de 162.8 ppm en el Desierto de los Leones y 116.8 ppm en Tláloc.
La aplicación del análisis estadístico solo fue significativa para el HCO3= y el Cl, que
tuvieron concentraciones más altas en el Desierto de los Leones.
Cuadro 12. Determinación de cationes y aniones en 21 muestras de agua colectadas en
julio y agosto del 2002 en el Desierto de los Leones.
Región
pH
DDL
TL
(ds/m)
5.092
0.083
5.425
0.060
c.e.
NH4+
0.542
0.360
NO3-
HCO3=
mmol/L
0.276
0.183
0.634
0.075
Cl
0.407
0.276
Ca
4.077
2.927
K
2.483
3.045
Mg
mg/Kg
1.313
0.664
Na
3.555
3.787
64
Por su carácter estructural y por la diferencia en la concentración nutrimental del Ca,
P y K en el follaje del año 2000 y 2001, se contrastaron gráficamente estos nutrimentos.
Respecto al Ca (Figura 20), las mayores concentraciones se observaron en las partes bajas
durante ambos años en Tláloc y Desierto de los Leones (TL1, DDL: 26, 27). En general la
concentración fue menor en el año 2001 en el Desierto de los Leones que en Reserva
Mariposa Monarca, lo cual puede estar influido por factores climáticos como la
precipitación o la humedad. Una tendencia distinta se observó en el P, que durante el año
2001 tuvo las dos mayores concentraciones en áreas elevadas (DDL:15, 16) y en otros
sitios del Desierto de los Leones (DDL: 17, 25, 26, 29) localizados a la largo del gradiente
altitudinal (Figura 21). En el año 2000, la concentración más alta se tuvo en Tláloc y
Reserva Mariposa Monarca a menor altitud (TL1, RM1).
Perfil de altitud y Ca foliar 2000-2001
2.50
4000
3500
Altitud
2.00
Ca 2000
3000
Ca 2001
%
2000
1.00
msnm
2500
1.50
1500
1000
0.50
500
0.00
0
RM2
DDL23
DDL16
DDL15
DDL19
DDL4
DDL18
DDL3
DDL17
DDL5
DDL2
DDL1
TL2
DDL8
DDL25
DDL20
DDL9
DDL13
DDL22
DDL28
DDL10
DDL24
DDL14
DDL26
DDL32
DDL29
DDL27
RM1
TL1
Sitios
Figura 20. Altitud y concentración de Ca en follaje
65
Perfil de altitud y P foliar 2000-2001
4000
0.25
Altitud
P 2000
3500
P 2001
0.20
3000
%
2000
0.10
msnm
2500
0.15
1500
1000
0.05
500
0.00
0
RM2
DDL23
DDL16
DDL15
DDL19
DDL4
DDL18
DDL3
DDL17
DDL5
DDL2
DDL1
TL2
DDL8
DDL25
DDL20
DDL9
DDL13
DDL22
DDL28
DDL10
DDL24
DDL14
DDL26
DDL32
DDL29
DDL27
RM1
TL1
Sitios
Figura 21. Perfil altitudinal y concentración de P en follaje
Las tres regiones presentaron altos contenidos de K en el follaje de los dos años pero
el contenido fue mayor en el último (Figura 22). En el año 2000 el valor más alto se
registró en Tláloc y Reserva Mariposa Monarca en los sitios de baja altitud. Para el
siguiente año, la concentración mayor se observó en el Desierto de los Leones en Cerro San
Miguel (DDL16) y a una menor altitud cercana al límite inferior del oyamel (DDL29).
Entre ambos años, la mayor concentración promedio se obtuvo para el año 2001.
66
Perfil de altitud y K foliar 2000-2001
0.70
4000
Altitud
K-2000
K-2001
0.60
3500
3000
0.50
2500
2000
msnm
%
0.40
0.30
1500
0.20
1000
0.10
500
0.00
0
RM2
DDL23
DDL16
DDL15
DDL19
DDL4
DDL18
DDL3
DDL17
DDL5
DDL2
DDL1
TL2
DDL8
DDL25
DDL20
DDL9
DDL13
DDL22
DDL28
DDL10
DDL24
DDL14
DDL26
DDL32
DDL29
DDL27
RM1
TL1
Sitios
Figura 22. Perfil altitudinal y concentración de K
La Figura 23 resume las gráficas anteriores a partir de los valores promedio de cada
nutrimento. En ella se aprecia la mayor concentración de Ca a menor altitud y el patrón de
distribución del K y el P en relación a la altura.
Perfil de altitud y nutrimentos foliares colectados en 2002
4000
2.5
3500
2
3000
Altitud
Ca
K
P
2000
1
msnm
2500
%
1.5
1500
1000
0.5
500
0
0
RM2
DDL23
DDL16
DDL15
DDL19
DDL4
DDL18
DDL3
DDL17
DDL5
DDL2
DDL1
TL2
DDL8
DDL25
DDL20
DDL9
DDL13
DDL22
DDL28
DDL10
DDL24
DDL14
DDL26
DDL32
DDL29
DDL27
RM1
TL1
Sitios
Figura 23. Perfil altitudinal en relación al contenido nutrimental del follaje.
67
4.4 Análisis múltiples
Los mejores modelos de crecimiento de brote se obtuvieron con la concentración
nutrimental y el crecimiento de brote del año 2000 y 2001, con una precisión R2= 0.96 en
ambos casos (Cuadro 13). La concentración promedio anual de nutrimentos, en relación al
largo de brote de cada año, proporcionó modelos de igual precisión, con R2=0.95 para
ambos años. Cuando se probó el modelo de crecimiento promedio de brote contra la
concentración media nutrimental también se obtuvo un buen ajuste (R2=0.95). Contra lo
esperado, el mayor ajuste se obtuvo entre la concentración actual de nutrimentos y el
crecimiento del mismo año descartando el posible retraso en la asimilación para este
conjunto de datos. Un proceso contrario podría ocurrir en presencia de los contaminantes
cuyo efecto no se aprecia en el año actual sino hasta el siguiente periodo de crecimiento,
cuando todo lo que se acumuló del ambiente (nutrimentos, contaminantes, agua, etc.) es
absorbido por los tejidos vegetales en desarrollo.
Cuadro 13. Vector β̂ estimado para el largo de brote
Nutrimento
Foliar
Ca
K
Mg
P
Mn
R2
β̂
2000
2.279
27.124
-17.158
22.055
-4.72E-3
0.964
2001
3.613
24.254
11.051
-18.000
-9.523E-3
0.966
Media
2.593
29.241
-6.415
-9.927
-6.611E-3
0.955
Para observar la contribución de las variables independientes en el proceso de
declinación forestal, dos veces más se aplicó de forma exploratoria el mismo procedimiento
a las variables dependientes de: área basal, clases de porcentaje de copa, retención de hoja
y vigor en relación al Modelo1: altitud, exposición de ozono, Ca, K, Mg, P y Mn; Modelo2:
altitud y exposición de ozono. En ambos casos los mejores ajustes correspondieron a las
variables dependientes de clases de porcentaje de copa y retención de hoja (Cuadro 14).
68
Cuadro 14. Vector β̂ y precisión de cada modelo en el DDL
Modelo 1
Exp.de O3
Ca
K
Mg
P
Mn
Altitud
R2
Modelo 2
1
Altitud
Exp.de O3
R2
β̂
1
AB
-2171.40
8.76
-75.65
222.84
-198.58
-0.039
0.029
0.87
AB
0.017
-1322.66
0.77
Copa
17.39
0.051
1.39
-2.10
5.03
6.24E-04
1.78E-05
0.96
Copa
3.69E-04
11.24
0.95
Hoja
24.91
-0.11
1.75
-1.41
7.87
3.65E-05
-1.30E-04
0.96
Hoja
3.70E-04
9.91
0.93
Vigor
52.18
0.002
3.91
2.25
-13.20
-5.61E-04
1.87E-04
0.94
Vigor
4.55E-04
28.08
0.91
Área Basal
Con base en los resultados se aplicó un análisis de componentes principales con una
prueba de correlación muestral para las variables de altitud, exposición de ozono, Ca, K,
Mg, Mn y P (Cuadro 15). Para la selección del número de componentes principales se
aplicó una prueba de hipótesis sobre la matriz de covarianzas a partir del intervalo al 95%
de confiabilidad para la proporción de la varianza. De acuerdo a los resultados, la altitud, la
exposición de ozono, Ca, Mg, y Mn serían las principales variables para explicar la
variabilidad respecto al área basal, clases de porcentaje de copa, retención de hoja y vigor
consideradas en este estudio.
Cuadro 15. Valores propios asociados con siete componentes principales. Variables
promedio del Desierto de los Leones.
i-ésima
variable
r2ij
1 Altitud
2.Exp.de O3
3 Ca
4K
5 Mg
6 Mn
7P
j-ésima componente principal
1
0.997
0.172
0.095
0.041
0.020
0.001
0.001
2
0.001
0.044
0.113
0.026
0.157
0.998
0.025
3
0.001
0.001
0.790
0.010
0.170
0.000
0.141
4
0.001
0.008
0.000
0.917
0.001
0.000
0.157
5
0.000
0.018
0.000
0.001
0.529
0.000
0.370
6
0.000
0.038
0.000
0.002
0.121
0.000
0.305
7
0.000
0.716
0.000
0.000
0.000
0.000
0.000
69
4.5. Variabilidad geográfica en el Desierto de los Leones
Dentro del Desierto de los Leones se han identificado cinco zonas denominadas
“Cementerios” en las cuales se ha observado la mayor mortalidad de arbolado en pie en la
zona (DFF-Cuajimalpa, 1998). Los cementerios fueron proyectados sobre una ortofoto
digital del parque (Figura 24). La superficie estimada total fue de 205.44 Ha de bosque con
problemas de declinación (Cuadro 16).
Cuadro 16. Estimación del área ocupada por los Cementerios
(DDF-Cuajimalpa 1988).
Paraje
Ocotal
Casamanero
El Pantano
Cueva de Lobos
Las Coloxtitlas
TOTAL
Nombre
Cementerio I
Cementerio II
Cementerio III
Cementerio IV
Cementerio V
Ha
16.602
51.608
25.810
87.619
23.804
205.44
En el Desierto de los Leones la superficie estimada en las cuatro regiones con
exposición de ozono fue 266.99 Ha (Cuadro 17). Los polígonos respectivos definidos por
los sitios donde se muestreo la exposición de ozono, se ilustran en la Figura 25.
Cuadro 17. Superficies estimadas con afectación de ozono
Paraje
Convento-Cruz Blanca
Cementerios
Cerro San Miguel
El Pantano
TOTAL
Nombre
Región 1
Región 2
Región 3
Región 4
Ha
71.423
108.862
25.504
61.208
266.99
70
Figura 24. Ubicación de los 5 cementerios del Desierto de los Leones.
71
Figura 25. Polígonos de exposición media de ozono por región. El mayor valor se presentó en
los Cementerios con 0.025 ppm (en azul). En Convento-Cruz Blanca y Cerro San Miguel fue
ligeramente menos elevado con 0.022 ppm (en amarillo). El Pantano tuvo el menor valor con
0.014 ppm (en rojo).
72
La ubicación geográfica de los cementerios y los polígonos mostró gráficamente que
existe una coincidencia entre la exposición alta y las áreas en declinación (Figura 26). Los
Cementerios II y III coinciden parcialmente con el polígono de la región 2. En la parte
central, el tercer cementerio esta ubicado frente al mismo polígono (región 2) en un área
topográficamente más alta que recibe los vientos del norte. El Cementerio I, localizado en
el área circunscrita por el polígono 2, presenta el mayor daño y deterioro de la vegetación.
CORENA (1998) reporta una superficie dañada de 627 Ha de bosque durante el incendio de
ese año, principalmente en los parajes del Ocotal, Cueva de Lobos, a media altitud de Cerro
San Miguel y en las Coloxtitlas donde afectó al arbolado muerto en pie con anterioridad.
Durante este evento, la propagación del fuego fue influida fuertemente por los vientos de
norte a sureste que ocasionaron el desplazamiento del incendio a través de la cañada
Palomas. Un proceso similar al descrito en este incendio podría influir el desplazamiento de
masas de aire contaminado por el efecto del patrón de vientos de la zona.
El análisis geoestadístico con semivariogramas isotrópicos tuvo la mejor regresión
con el modelo esférico y el modelo gaussiano. Cuando se utilizó el variograma anisotrópico
los resultados fueron significativos únicamente a los 90o y tuvieron el mejor ajuste para los
mismos modelos (Cuadro 18). La mejor continuidad espacial de los datos se obtuvo con el
método geoestadístico de kriging ordinario (Figura 27).
Cuadro 18. Coeficientes isotrópicos y anisotrópicos de exposición de ozono.
Isotrópico
Modelo
Co
Co+C1
Anisotrópico
A1
RE
2
Co
Co+C1
A1
A2
R
R2
Esférico
0.332
1.144
1406.0
1406.0
0.83
0.0010
1.2958
1380.0
1380.0
0.82
Gaussiano
0.511
1.148
1287.0
2229.1
0.81
0.0010
1.2958
997.9
996.9
0.74
73
Figura 26. Localización de los cementerios y las áreas con exposición de ozono
Con el variograma experimental isotrópico se encontró la mayor variabilidad en la
exposición de ozono en el rango de 165 y 255 metros de distancia entre sitios. En un rango
de 700 a 1,114 m de distancia se estabilizó la varianza, con una asíntota (sill) de 574
metros. La mayor r2 se obtuvo con el modelo esférico (r2=0.83) que con el gaussiano
(r2=0.81), pero al aplicar el análisis geográfico con el método de kriging ordinario el
modelo gaussiano fue más sensible para mostrar la variabilidad espacial de la exposición
del ozono (Figura 27).
Considerando los resultados de ambos tipos de semivariogramas (Figura 28) y del
kriging ordinario, se eligió el modelo gaussiano como el más explicativo de la variabilidad
geográfica en la exposición de ozono. De acuerdo a este modelo, la exposición de ozono
puede incluir áreas hasta de 255m posiblemente influida por las condiciones topográficas
74
del sitio. A la distancia efectiva de 1.14 Km la exposición media de ozono se estabiliza
(Flores 2003). A menores distancias entre sitios existe un posible efecto geográfico que
incrementa la variabilidad en la exposición de ozono pero que se después se homogeiniza
probablemente por efecto de las corrientes de viento que dispersan los contaminantes
localmente y los mezclan en las capas superiores de la atmósfera. En cada sitio la
acumulación de ozono puede verse influida por corrientes de viento convectivas locales, la
temperatura y la topografía y posteriormente, por procesos fotoquímicos y termodinámicos,
dispersarse en la atmósfera lo cual estabilizaría la varianza a mayores distancias.
Con el método de kriging ordinario se probaron varios modelos. En todos los casos se
observó una tendencia similar a la descrita con el modelo gaussiano. El modelo que mejor
reflejó la variación en la exposición de ozono respecto a la ciudad de México fue el modelo
esférico, sin embargo fue menos sensible para mostrar la variabilidad interna en el Desierto
de los Leones. Con el modelo esférico se apreció un mayor contraste entre la exposición de
ozono en los cementerios y la ciudad de México. La exposición de ozono aumentaba
fuertemente hacia el este y noreste sobre una banda rosa (0.28 ppm), lo cual tiene sentido
ambiental dado que la emisión de contaminantes proviene de esta zona. Por la poca
variabilidad interna que mostraba, este modelo no se presenta gráficamente.
75
Figura 27. Modelo gaussiano de exposición de ozono con kriging ordinario
En la Figura 27, las mayores exposiciones teóricas de ozono (0.282 y 0.202 ppm) se
localizan al este del parque (en color rosa y naranja), en dirección a la ciudad de México,
que concuerda con la dirección de 90o utilizada en el variograma anisotrópico. El único
sitio que cae en la franja geográfica generada por el modelo es el DDL1. Atrás de este
punto, hacia el oeste, existe otra banda (en verde) que corresponde al tercer valor más alto
de exposición promedio (0.122 ppm); en el límite geográfico de esta banda y la siguiente
(azul claro), con 0.041 ppm de exposición de ozono, caen los sitios 2, 8 y 9, catalogados
76
como parte de los cementerios del Desierto de los Leones. Al suroeste un pequeño
manchón cercano al norte del Cerro San Miguel y al sur del sitio DDL25, tiene la misma
categoría de exposición de ozono y coincide con la ubicación del cuarto cementerio. Al
norte del Desierto y alrededor de los parajes de: Convento, Cruz Blanca, Cerro San Miguel
y cerca de Cruz de Cólica (sitio DDL19, al sur) la exposición promedio de ozono
corresponde a la banda azul claro con 0.041 ppm, que es considerado un valor dañino de
ozono cuando se presenta en forma crónica. Los menores valores teóricos de exposición de
ozono corresponderían a la banda azul oscuro (-0.035 ppm) que rodea la periferia y la parte
central del Desierto de los Leones. Es interesante remarcar que al sur del sitio DDL16 y en
direccional Valle de Toluca la exposición de ozono corresponde a la banda azul claro
(0.041 ppm) y su distribución muestra una clara relación con la topografía regional.
Se enfatiza que este trabajo es exploratorio y que solo se muestra la variabilidad
regional de la exposición de ozono en el Desierto de los Leones. Para generar un modelo
espacial se requiere mayor información meteorológica y topográfica de la región, así como
ampliar por mayor tiempo la evaluación de ozono en campo. Para apreciar con mayor
detalle la orografía del Desierto de los Leones se generó un modelo digital de elevación del
terreno, sobre él se proyectaron los cinco cementerios donde se ha identificado el proceso
de declinación forestal del oyamel.
Figura 28. Semivariograma para la exposición de ozono en el Desierto de los Leones
77
5. Discusión
El bosque natural presenta una compleja estructura que se refleja en la variabilidad
en el sistema. Al estar constituido por una serie de elementos vegetales, edáficos y
topográficos, entre otros, presenta una amplia variedad de escenarios dentro de un gradiente
espacial de distribución. El bosque de oyamel, Abies religiosa, del Desierto de los Leones
no es la excepción. Desde las partes bajas del parque hasta las altas, existe una continuidad
de escenarios vegetales en los cuales se mezclan distintas composiciones de especies del
sotobosque y forestales, de acuerdo a las condiciones de elevación y topografía. El proceso
de declinación forestal observado en el parque es uno de estos escenarios.
Silvícolamente no existe marcada diferencia entre el bosque de oyamel del Desierto
de los Leones y los bosques de Tláloc y Reserva Mariposa Monarca. Los tres bosques
constituyen masas jóvenes de un solo piso, de las cuales la del Desierto de los Leones es la
más madura, en un promedio de edad de 73 ± 24 años. Aunque en Tláloc el arbolado es
más joven existe el mismo proceso de dominancia del arbolado adulto que se desarrolló
exitosamente en cada rodal y con reducidos problemas sanitarios, respecto a los árboles
más jóvenes de cualquier posición sociológica. En las tres regiones los árboles dominantes
tienen el mayor aporte en área basal que los suprimidos o codominados y por ello no
existen diferencias estadísticamente importantes entre el área basal de las localidades,
aunque la variabilidad de la mayor superficie muestreada en Desierto de los Leones podría
ser otro causal. Esta condición define una masa extracontable, sin diferenciación de copas,
pasada de crecimiento y de turno técnico, especialmente en el Desierto de los Leones.
En los tres bosques existe una cantidad de materia orgánica aproximada a la
considerada como rica (5%) y un porcentaje adecuado de carbono y nitrógeno, aunque en el
Desierto de los Leones, la cantidad de N retenido por hectárea de suelo es alta y el
nitrógeno total en suelo fue mayor en Reserva Mariposa Monarca. Por contenido
nutrimental en el sustrato existen diferencias estádisticas entre localidades en Ca, Mg, Mn y
nitrógeno total, lo que implica que los árboles se desarrollan en condiciones similares con
respecto a ese factor. Esta similitud entre condiciones se refleja en el crecimiento, así
Tláloc presenta una tasa de crecimiento parecida a la del Desierto de los Leones, mientras
que el arbolado de la Reserva Mariposa Monarca tiene mayor crecimiento que las otras dos
78
regiones, lo cual es explicable por las mayores concentraciones de N y materia orgánica
presentes en el suelo. La similitud entre localidades contrasta con la variación interna entre
los sitios del Desierto de los Leones, en donde se observan diferencias en el área basal entre
el arbolado localizado en las partes bajas y altas, lo cual puede reflejar influencia de la
elevación por lixiviación de nutrimentos así como la profundidad del suelo.
La comparación en el contenido nutrimental del follaje muestra con mayor claridad el
efecto de la altitud. El Ca y el K tuvieron la mayor concentración en el Tláloc, pero es en
Desierto de los Leones donde se observa más claramente el efecto altitudinal en cada sitio.
En las partes topográficamente más bajas el arbolado es más vigoroso y la concentración de
Ca en el follaje fue significativamente diferente en especial en los sitios de mayor área
basal; en las partes altas el contenido de Ca fue menor y coincide con algunos de lo sitios
que presentaron menor vigor ubicados principalmente en Cerro San Miguel donde inciden
los vientos francos de la Ciudad de México. En estos sitios las copas son más ralas y los
árboles retienen por menos años el follaje además de que presentan diferencias
significativas en su crecimiento respecto al resto del Desierto de los Leones. Otros
nutrimentos contenidos en las hojas, no mostraron influencia del gradiente altitudinal en su
concentración y aunque mostraron diferencias regionales no se apreció ninguna tendencia
respecto a la altura. Los cambios anuales en el contenido de Ca, K, P y B fueron evidentes
en relación al crecimiento anual del brote lo cual se explica por la asimilación nutrimental.
En la zona de los cementerios, ubicada a mayor altitud, se observaron menores niveles de
este nutrimento especialmente en las zonas más dañadas del Cementerio II. En Cerro San
Miguel donde se identificó menor vigor en el arbolado, el follaje presentó un contenido
mayor de P y K por arriba de la media. Sin embargo, otras áreas del parque,
altitudinalmente más bajas, también mostraron concentraciones altas de K. Dado que la
movilidad de los nutrimentos del follaje esta influida por la humedad y la naturaleza de
material parental, es posible que en las partes bajas, más húmedas, existan mejores
condiciones para la absorción y por ello estos sitios presenten mayor contenido de ciertos
nutrimentos.
Como indicadores ambientales de perturbación, la retención de hoja y el porcentaje
de copa viva fueron más sensibles que el área basal o el vigor, aunque este último fue casi
tan sensible como los dos primeros. El área basal representa el crecimiento promedio del
arbolado durante un periodo de tiempo definido de varios años y por ello es menos sensible
79
a los cambios recientes o inmediatos del ambiente, como la sequía o la lluvia ácida, con
respecto al follaje que responde más rápidamente a estos cambios. Al ser más inmediata la
respuesta en el follaje a un cambio en el ambiente, la retención de hoja es un parámetro del
vigor que refleja más rápidamente la condición del árbol ante un factor de estrés. A pesar
de que la relación entre la retención de follaje y las condiciones locales no estén definidas
con precisión, en este estudio se observó una respuesta del arbolado que puede ser
interpretada al asociarla con los niveles de ozono.
Entre regiones, en promedio, la exposición fue mayor en el Desierto de los Leones en
el rango de 0.0042 a 0.0322 ppm. En Reserva Mariposa Monarca este valor oscilo de
0.0029 a 0.030 ppm y en Tláloc fue de 0.0015 a 0.0239 ppm. Aunque estos valores son
altos en las tres localidades; durante el periodo de evaluación en Desierto de los Leones el
40% de las mediciones (210 días) estuvo en el rango de exposición de ozono de 0.02 a 0.03
ppm, considerado como nivel bajo pero por su condición crónica de alta frecuencia durante
gran parte del año puede causar lesiones en el follaje y en el sistema radicular y contribuir a
la disminución del vigor en el arbolado. En Reserva Mariposa Monarca y en Tláloc los
valores de exposición de ozono más frecuentes estuvieron por debajo de este rango por lo
que la exposición de ozono en ambas regiones no puede ser considerada como crónica.
Reportes sobre el efecto del ozono se han documentado para el Desierto de los Leones
(Alvarado-Rosales y Hernández-Tejeda 2002) pero hasta ahora no se había medido la
distribución espacial.
En general, los análisis estadísticos univariados de comparación de medias no fueron
adecuados ya que no mostraron diferencia entre las localidades con respecto a la altitud, el
contenido nutrimental del suelo y la exposición promedio de ozono. Estos análisis pudieron
haber sido suficientes en lo que se refiere a la caracterización silvícola pero no explican
adecuadamente el proceso de declinación del bosque en el Desierto de los Leones. Por el
contrario, el análisis multivariado de componentes principales indica que, a pesar de la
similitud entre las condiciones locales de las tres regiones, existe un efecto de la elevación
en los procesos que tienen lugar dentro del bosque, particularmente en el Desierto de los
Leones. Esta influencia se aprecia en los procesos químicos involucrados en la asimilación
de nutrimentos y en la acumulación espacial o temporal de ozono, la cual es más elevada en
las partes topográficamente más altas y durante los meses fríos del año cuando se presenta
el efecto de inversión térmica en la Ciudad de México. Al parecer, la mayor influencia en
80
estos mecanismos proviene de la altura que explica más del 90% de la variación espacial
observada con respecto a la exposición de ozono pero que al correlacionarse por si sola con
el índice de declinación utilizado, retención de hoja y porcentaje de copa viva, no es
suficientemente explicativa para comprender el proceso de mortalidad observado.
Las pruebas estadísticas aplicadas señalan que existe una relación entre la altitud, la
exposición de ozono y el contenido nutrimental de Ca, Mg y Mn del follaje respecto al
vigor del arbolado. El carácter estructural del Ca y su efecto en la vegetación del Desierto
de los Leones puede ser apreciado a través del área basal y de la retención de hojas de los
sitios ubicados en las partes bajas del parque, donde es posible ocurra acumulación de
nutrimentos por lixiviación de las partes altas, aunque no debe descartarse que la
concentración provenga del material parental local. En los sitios donde se registró mayor
concentración de Ca y niveles más bajos de exposición de ozono, en general, el vigor del
arbolado fue mejor y los árboles mostraron mayor altura y área basal, en promedio.
La variabilidad del ozono dentro del Desierto de los Leones, también es indicadora
del efecto de altitud. La exploración geográfica muestra una coincidencia entre la ubicación
de los cementerios y las áreas identificadas con mayor nivel de exposición. En campo, las
áreas donde se registraron los valores más bajos de ozono coinciden con la variación
geográfica obtenida del modelo geoestadístico interpolativo y lo mismo se observa en las
zonas de exposición alta, ubicadas en el modelo al este del parque y en dirección a la
ciudad de México. Con la exploración de la variabilidad geográfica se apreció que existe
una coincidencia entre la variación teórica de la exposición de ozono y la topografía de la
región. En las partes de mayor altitud los niveles estimados de exposición de ozono son
elevados y coinciden en su distribución espacial con las áreas en declinación observadas en
el bosque.
Históricamente, los tres bosques tienen una trayectoria y un manejo diferente a pesar
de las similitudes silvícolas y nutrimentalmente encontradas en este estudio. Las
condiciones de deterioro del Desierto de los Leones ya han sido descritas con anterioridad
por varios naturalistas desde inicios del siglo XIX, época en que ya se observaba el
deterioro del bosque por el saqueo clandestino (Sr. Tornel en 1913, citado por Sosa 1950).
Por esta razón, se decía que el bosque estaba constituido por una masa de arbolado joven de
150 a 180 años, edad a la cual empezaba a mostrar señales de decrepitud. Observación que
coincide con el resultado de este estudio que señala que el bosque del Desierto de los
81
Leones es una masa joven y extracortable con predisposición a morir si existen condiciones
adversas. La respuesta del arbolado refleja la plasticidad fenotípica y la variabilidad que
existe en el bosque respecto a la intensidad de los disturbios, el tiempo que han incidido
sobre la masa y la respuesta diferencial del arbolado que muere gradualmente a lo largo de
un intervalo de tiempo considerablemente largo. De forma similar a los resultados de este
estudio, Madrigal (1962) y Manzanilla (1973) señalan que los árboles adultos están
expuestos a menor estrés que el arbolado joven y que tienen mayor vitalidad. Siguiendo
esta premisa, los árboles adultos del Desierto de los Leones están muriendo gradualmente
después de resistir por muchos años el embate crónico del ozono que vuelve adversas las
condiciones bajo las cuales crece el árbol, aun en su área de distribución natural.
En áreas con poco follaje la desprotección del suelo por arrastre y lixiviación
nutrimental causa la pérdida de nitrógeno, materia orgánica, carbono y otros nutrimentos,
además de favorecer la pérdida de micorrizas y a la alteración de las comunidades vegetales
del sotobosque. Otros factores de origen humano como los contaminantes por metales
pesados, la lluvia ácida o la captación y extracción de agua también contribuyen a
modificar los procesos biogeoquímicos y a incrementar, localmente, el estés en el arbolado.
En estas condiciones es probable que inicie un lento proceso de mortalidad que sea
apreciado muchísimos años después pero cuyo resultado sea la suma de una serie de
eventos graduales que finalmente culminan con la muerte lenta del árbol.
La declinación es parte de la complejidad estructural del bosque. En los bosques
maduros es frecuente encontrar una complejidad vertical y horizontal (Franklin y Van Pelt
2004) que es clave para mantener la regulación de los ciclos nutrimentales y energéticos del
bosque. Los procesos de disturbio, como los inducidos por la exposición de ozono, pueden
ocurrir sobre décadas y expresarse después gradualmente en función de la plasticidad de la
especie y la intensidad del disturbio y ser parte de la historia de vida de la especie. La
heterogeneidad espacial es necesaria como parte de los ciclos forestales y al presentarse en
agregados forma gradientes geográficos en los cuales crece y se desarrolla el bosque. Los
manchones de arbolado muerto en pie, coincidentes con las áreas de mayor exposición de
ozono, forman mosaicos delimitados espacial y temporalmente dentro del total de la masa y
en conjunto, al considerarlos con el resto de los escenarios forestales, constituyen un
bosque natural en el que ocurren eventos de mortalidad o morbilidad del arbolado que son
parte del proceso de declinación forestal como el definido al inicio de este trabajo.
82
En estas condiciones el manejo forestal es delicado. Debe considerar los aspectos que
han influido en la masa, la heterogeneidad del bosque, su dinámica, así como la gama de
escenarios, espacial y temporalmente, posibles. Para ello es recomendable elaborar un
diseño que incluya la proyección futura del recurso forestal, los disturbios pasados y los
procesos de degradación continua del bosque dentro de un marco legal que garantirse el
cumplimiento de un programa de manejo y el logro de los objetivos a corto, mediano y
largo plazo (ELI 1998). Adicionalmente se deben respetar los ciclos y los procesos
biogeoquímicos que en él ocurren de forma natural y favorezca la continuidad de la
dinámica del bosque sin lesionar los intereses de la comunidad ni el beneficio que aporta el
recurso, sea solo escénico, recreativo, maderable o de algún otra índole.
El Desierto de los Leones representa un reto de manejo silvícola. El aprovechamiento
de madera está prohibido desde hace años por las autoridades, pero la extracción ilegal de
la madera es contínua, especialmente en las partes elevadas, además de que no se
comprende ni acepta la noción de una silvicultura que aplique tratamientos ex profeso para
cumplimiento de las funciones del parque como tal. El ganado pasta frecuente y libremente
en las partes altas pisoteando el renuevo. Los árboles muertos en pie no se han derribado
para liberar el espacio, suceso que desagrada a muchos visitantes pero que constituye un
almacén nutrimental re-incorporable al sustrato, que a su vez protege el suelo y contribuye
a la formación del mismo. En contraparte, cada vez se extrae más agua de los manantiales y
arroyos para aprovisionar a la ciudad y se desprotege el suelo favoreciendo la erosión y el
arrastre de material desde las partes altas. Finalmente la deposición de masas de aire con
contaminantes, como el ozono, provenientes de la Ciudad de México completan la
complejidad de factores antropocéntricos de gran impacto. Un programa de manejo en estas
condiciones, debe de considerar una serie de actividades para la recuperación y
conservación del suelo, la repoblación de micorrizas, el enriquecimiento del sustrato y el
fortalecimiento de la masa para revigorizarla con base en estudios técnicos adecuados que
determinen la condición del bosque y proporcionen una guía para la planeación de las
actividades a seguir, o en su defecto, el promover los escenarios y cubierta vegetal natural
que es propia del sitio y que cumple los usos y destinos del parque, sin atenerse a que
forzosamente deba ser un bosque de oyamel, ni cualquier otra masa arbolada.
La declinación forestal no es necesariamente sinónimo de muerte o exterminio del
bosque. Puede ser parte de la complejidad estructural del mismo. Saber reconocer los
83
procesos dinámicos del bosque natural contribuirá en gran medida a comprender la
magnitud de los disturbios humanos y proporcionará una guía para comprender y responder
ante los patrones de dinámica natural y régimen de disturbio propios de este sitio
6. Conclusiones
¾ Entre los bosques de las tres regiones existe una diferencia histórica en el uso del
recurso forestal por parte de las comunidades aledañas. Esta diferencia se refleja
parcialmente en la respuesta fenotípica del arbolado ante los factores de estrés de origen
humano. Dicha respuesta esta relacionada con la plasticidad de la especie que se ha
visto sometida desde hace décadas a la contaminación atmosférica proveniente de la
ciudad de México.
¾ Regionalmente no existe diferencia silvícola entre los tres bosques estudiados. Se trata
de masas jóvenes, sin diferenciación de copas, con predominio de arbolado dominante,
extracontables y pasadas de turno técnico. Y en el caso del Desierto de los Leones, se
trata de una masa también joven, ligeramente de más edad que las otras dos, y con
predisposición a la muerte debido a condiciones momentánea y circunstancialmente
adversas.
¾ El suelo forestal presenta características similares en las tres localidades. El contenido
de N es alto en las tres regiones, aun en la zona de “Los Cementerios“ del Desierto de
los Leones, lo que posiblemente refleja el proceso de retención nutrimental por parte de
la vegetación seral de la zona.
¾ La altitud, la exposición promedio de ozono y el contenido de Ca, Mg y Mn del follaje
están relacionados con la caída del follaje, el porcentaje de copa viva y el vigor del
arbolado. Estas variables dependientes son sensibles y útiles como indicadores de la
declinación forestal en el Desierto de los Leones. El área basal, como valor promedio de
densidad de la biomasa, no es un indicador tan sensible a las perturbaciones del
ambiente.
¾ Existe una relación entre la elevación topográfica y la exposición promedio de ozono,
que también influye el contenido nutrimental en el follaje posiblemente por la humedad
84
y la lixiviación; y en el caso del ozono por efecto de la circulación del viento en el
Desierto de los Leones.
¾ En el Desierto de los Leones el ozono es un contaminante que se presenta en forma
crónica durante la mayor parte del año, respecto a las otras dos regiones que no
mostraron esta tendencia.
¾ La mayor exposición de ozono se localiza al este del parque y en dirección a la ciudad
de México. Los menores valores se ubicaron en el centro del parque y en las partes
bajas del mismo.
¾ En el Desierto de los Leones existe un traslape geográfico entre algunos de los
cementerios y las zonas donde se observaron las mayores exposiciones de ozono
durante el estudio. La variabilidad de la exposición teórica de ozono coincide con las
observaciones de campo y la ubicación de las áreas en proceso de declinación forestal.
¾ A pesar del proceso de declinación, los árboles adultos muestran mejor vigor y
dominancia de copas que el arbolado joven. Y solo después de muchos años de
exposición de ozono y deterioro de las condiciones, el efecto adverso de este
contaminante se expresa en el arbolado maduro, como se observa en la zona del
Cementerio I y II.
85
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8. Anexo
Sitio 1DDL
Sitio 2DDL
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Sitio 9DDL
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