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fases

Publicaci6n Especial sep W5 (2004) p. 203-2l6 LAS « FASES TECTONICAS » EN LOS ANDES CENTRALES: ESPLENDOR y DECADENCIA DE UN PARADIGMA GEOLOGICOI Thierry SEMPERE 1 « •.. /RD, apar/ado pas/al /8-/209, Lima 18. E-l1Iail: Thierry.Selllpere@irdfr cada cuarto de siglo presenta nuestra cienca bajo un aspecto tan diferente que se requiere una /l/Ieva recollciliacion [con las EscriturasJ. ,,1 James Hall (1811-1898),1882 LAS DISCORDANCIAS ANGULARES y SUS INTERPRETACIONES, DE HUTTON A STiLLE y STElNMANN Quisiera primera agradecer a José Macharé y al Comité de Actividades Cientificas de este Congreso pOl' haberme invitado a dar esta conferencia. Es para mi un honor, aunque también debo confesar que es un honor tal vez un poco envenenado, puesto que el tema que me toca es algo delicado. Sin embargo, este tema es tan interesante e importante dei punto de vista cientifico que crea que va le la pena intentaI' tratarlo. Pienso que es necesario aclarar desde un principio que mi meta en esta conferencia no es hacer una revisi6n critica de las fases tect6nicas definidas en los Andes Centrales, sino exponer los pasos metodol6gicos que podrian permitir progresar en nuestro entendimiento dei desarrollo de la deformacion andina. puesto que eso es 10 que nos importa concretamente. Desde los anos 1920 y hasta la ultima década, se ha manejado la cuestion de la deformacion andina bajo el concepto de « fases tectonicas ". Este concepto interpretativo proviene directamente de la observacion de discordancias angulares, y el amilisis metodologico que les propongo ahora es una interrogaci6n sobre camo los ge610gos analizamos e interpretamos estas discordancias, es decir camo se pasa de estas observaciones a su interpretaci6n. Para entender esto, tenemos que interesarnos un poco en la historia dei pensamiento geologico. Se considera generalmente que la obra fundadora de la geologia moderna es la dei escocés James Hutton (17261797), quién public6 sus ideas en 1788 y 1795, es decir hace un poco mas de dos siglos. Su teoria planteaba en particular que los detritos producidos pOl' la erosi6n de las montanas se depositan sobre los restos de antiguas montanas niveladas. POl' 10 tanto, esta su teorfa ya anticipaba la existencia de discordancias angulares. Después de este planteamiento, el propio Hutton. a fines deI siglo XVIII, descubri6 discordancias angulares reales, confirmando su teorfa. Una generaci6n después, Léonce Élie de Beaumont (1798-1874), basandose en la observacion de discordancias angulares, estableci6 que fenomenos que élilamaba « levantamientos" habian ocurrido varias veces en el pasado geologico. A fines dei siglo XIX, Marcel Bertrand (1847-/907) describi6 ciclos orogénicos recurrentes donde, segun él, los procesos habfan sido lentos y no catastr6ficos. Sin embargo, es con Hans Sti Ile (1876-1966) que el concepto de « fase orogénica " se modific6, tomando el sentido que tuvo durante la mayor parte dei siglo XX. En un libro J publicado en 1924, Stille propuso una interpretaci6n de la evolucion tectonica dei globo con notable espfritu sintético. En este libro, Stille definia el concepto de « fase tect6nica » y daba un caJendario de las « fases » que él habfa reconocido en varias regiones dei mundo: bautizaba cada una con un nombre propio : « fase caledoniana », « fase herciniana », « fase nevadiana », « fase laramiana », « fase cimeriana », etc., etc. - todos Uds. ya conocen este catalogo de nombres. La obra de Stille tuvo un gran éxito en la comunidad geol6gica internacional, quizas pOl' la simplicidad dei concepto que planteaba. Pero para nuestro proposito es muy importante darnos cuenta que, apenas cinco anos des pués de la publicaci6n dei libro de Stille, otro geologo aleman, Gustav Steinmann (1856-1929), definio en los Andes dei Peru tres « fases tectonicas », que lIamo « fase peruana », « fase incaica », y « fase quechua »" . Cabe muy poca duda que Steinmann estuvo inspirado par el concepto expuesto en el libro de Stille cinco anos antes. Conferencia central dada durante el X Congreso Peruano de GeologÎa (Lima. 20 de julio de 2000). El lexlO inicial ha sido complelado, ampliado y aClualizado en febrero de 2004. , « ... every quaner of a cenlury presenls our science in so different a phase Ihal al/l'II' rl'('OllcÎ!io/ÎolI [with Scriptures] is required » (James Hall (1811-1898),1882]. Hall expuso en 1857 observaciones que sirvieron de base a D.J. Dana (1813-1895) para proponer en 1873 el concepto de geosinclinal, sin embargo con este comentario: « Hall nos ha dado un mecanismo para el origen de las monlanaS, dejando de lado el origen de las montaiias " (<< Hall has given us a mechanism for the origin of mountains \Vith the origin of mountains left out >,). En 1889, C.E. DUllon (1841 ·1912). el padre dei concepto de isoslasia, a su vez se lJUrio de la leorÎa de Dana: « Es una explicacion que no explica nada de 10 que queremos explicar » (( lt is an explanation which explains nothing which we want to explain ,,). Informacion disponi ble en hl! p:ll geowords.comlhistbooknetscape/j 20. ht m. J H. Stille, Grulld/i-agm der verglei('/ienden Tek/llllÎk (Probll'IIIOS jlll/dallll'il/ales de /a/ôIIÎca cOlllparada). Berlin. Borntrager. 1924. 443 p. , G. Steinmann. Gl!ologÎI' 1'011 Peru. Heidelberg. Carl Winlers UniversitalSbuchhandlung, 1929,448 p. La famosa sÎntesis de Steinmann fue publicada el ano de su muene. 1 204 Thierry Sempere Primera iluSlracion de /Ina discordancia angulw; par 1. HUllon (TheOl"Y of Ihe Earlh, 1795) El problema de las « fases tectonicas » en los Andes Centrales Segun la escuela de Stille, las deformaciones ocurren durante « fases tectonicas » de duraciones relativamente cortas 0 muy cortas que separan largos periodos de « tranquillidad ». Cada « fase » sucede a un perfodo durante el cual la sedimentacion se acumula en fosas que se deforman posteriormente. La «fase tectonica» esta evidentemente fechada por la edad de los ultimos estratos afectados por ella y la edad de los primeros estratos discordantes. Segun esta logica, cuando estas dos edades son cercanas, la « fase tectonica » se puede fechar con buena precision. En esta conferencia, solo nos interesaremos en discordancias angulares que separan estratos relativamente cercanos en el tiempo, coma es frecuentemente el casa en el Cenozoico de los Andes Centrales. PARADIGMAS y REVOLUCIONES CIENTfFICAS Ahora bien, cabe recordar que Stille, ademas dei tema de las « fases tectonicas », también se desempefio mucho en el campo de la teoria de los geosinclinales. Por ejemplo, fue él quien crea respectivamente en 1940 y 1941 los términos de « eugeosinclinal » y « miogeosinclinal », que fueron generosamente usados por casi todos los geologos hasta el inicio de los afios 1970. 5 Conjuntamente, las teorfas de StiIJe en cuanto a « fases tectonicas » y a « geosinclinales » ilustraban un paradigma, es decir un conjunto de teorias, mode los. creencias, valores y técnicas compartido por una comunidad cientffica - en este casa la comunidad geologica. 6 Un paradigma es un sistema de referencias intelectuales que orienta el pensamiento. Por ejemplo, la Biblia, el Coran, etc., proporcionan paradigmas, puesto que algunos piensan que se puede explicar la historia de la Tierra basandose en las creencias expuestas en estos textos antiguos. Un ejemplo mas elocuente es el paradigma geocéntrico, teoria astronomica que estuvo unanimamente aceptada durante decenas de siglos, segun la cual el sol gira alrededor de la Tierra, dei mismo modo que la Luna y los planetas. Este paradigma fue atacado por primera vez par Nicolas Copernico (1473-1543), quien en su De revolution ibus orbium caelestium lib ri pu b 1icado 7 en 1543 205 expuso el paradigma heliocéntrico, ahora comprobado y ampliamente aceptado, segun el cual la Tierra no es mas que un planeta que gira alrededor deI sol coma los demas 8 . Cuando se atrevio a sustentar esta nueva teorfa, Copernico se basaba sencillamente en observaciones comprobadas que contradedan el paradigma geocéntrico y no podfan ser reconciliadas con éste. Ütros astronomos que habfan reconocido estas contradicciones sea no habfan podido construir una nueva teorîa, sea habfan preferido desecharlas. La historia de la ciencia ha identificado un gran numero de paradigmas pasados y actuales, en todas las ramas de la ciencia, y, por supuesto, las geociencias no hacen excepcion. Ya he mencionado el paradigma que abarcaba «fases tectonicas » y « geosinclinales ». Las observaciones agrupadas por Alfred Wegener (1880-1930) en los afios 1910 y las efectuadas por Harry Hess (19061969) sobre Jos fondos oceanicos 9 condujeron a la formulacion en 1968 de otro paradigma, designado por el nombre de "tectonica de placas"lO. El reemplazo rapido 11 dei paradigma basado en el concepto de geosinclinales por la tectonica de placas ocurrio aproximadamente entre 1968 y 1973, Y represento una verdadera « revolucion cientffica» coma las que Kuhn habiajustamente descrito en 1962. Del mismo modo que las observaciones y conceptos nuevos expuestos por Copernico habian desencadenado una revolucion cientffica - Ilamada la revolucion coperniciana 12 - , los datos geologicos e ideas nue vas articuladas en los afios 1960 condujeron a la revolucion mas profunda que las geociencias habfan conocido hasta esa fecha. Cada vez que se produce una revolucion cientifica en una disciplina, es porque la realidad objetiva es reanalizada bajo un angulo completamente distinto de 10 anterior, mediante un esfuerzo intelectual que logra dar la espalda al paradigma vigente y tomar en cuenta los datos nue vos que 10 contradicen. Kuhn ha mostrado camo la naturaJeza de los resultados de una investigacion puede ser determinada por la deI paradigma vigente, este ultimo induciendo los primeros. Muchas veces, se trata de interpretaciones ad hoc que, inconscientemente, solo apuntan a confirmar la val idez dei paradigma. Y por algunos sobrevivientes hasta hoy dia. El concepto de paradigma cientifico fue definido por Thomas S. Kuhn (1922-1996) en su obra maestra La eslm,lura de las rel'olul'io/les ,ie/ll(fil'm (The Slm,ture of Sl'ie/ll!fil' Revolulio/ls, The University of Chicago Press, primera ediciôn 1962). una de las mas influyentes obras publicadas en el siglo XX sobre historia y filosofia de las ciencias. 7 Copernico (1473-1543) ya habia entendido en 1512 que la Tierra giraba alrededor dei sol. pero no dia a conocer su descubrimiento por temor a un castigo por parte de la 19lesia. de la cual era canônigo. En 1542. a la edad de 69 anos. decidiô publicar sus ideas y emprendiô la impresi6n de su obra maestra. Ese ano redactô en particular su preambulo, dedicado al papa Pablo Ill, que es una admirable defensa de la libertad de pensamiento y expresiôn. Muriô menos de un ano después. S En este paradigma. la Luna no es mas un planera sino un satélite de la Tiena. 9 Hess, H., 1962. The hisrory of ocean basins. i/l Engel, A.E.J .. and others. eds., Pelrologil' s!udies: a l'olume III 1111/1111' AF Buddi/lg!II/I. Boulder. Colorado, Geological Society of America, p. 599-620. la Morgan. WJ .. 1968. Rises. trenches. great faults. and crustal blocks. Joumal IIf Ceophysil'al Researc!z. v. 73. p. 1959-1982. Le Pichon. X. 1968. Sea-floor spreading and continental drift. Joumal III' Cellp!zvsil'al Researl'h. v. 73. p. 3661-3697. "Vale la pena aclarar que la teoria de los geosinclinales continuô siendo ensenada y usada en universidades donde los geôlogos se resistian a actualizarse Por ejemplo, un profesor de alto rango seguia ensenândola en la Universidad Mayor de San Andrés (La Paz, 80livia) en el ano 1998. " T.S. Kuhn, 1957. The Cllpernica/l Rel'lilulio/l. pla/le/arr aslro/lo/llY i/l Ihe developmelll of Wes!ern Ihoughr. Cambridge. Massachussells: Harvard University Press. 5 6 2CXS CONVERGENT eOUNDARy etGBセp Thierry Sempere TRANSFOR6I PLATE 80UNDARY OI\lEROENT PLATE BOUNOARY CONVEROENT PLATE 80UNDARY CONTI!/ENTAL RIFT ZONE (VOUItO PLATE BOUNDARYJ Iluslracion delfuncionalllielllo de la leclollica de placas. El conlexto correspondienle a 105 Andes Cenlrales (subduccion océanoconlinellle) eSl6flgurado a la derecha. Arriba: la lipologia de 105 conlaclos enlre placas (de ilqllierda a derecha: IransCllrrellle, divergellle, convergenle) es silllélrica de la lipolog(a de Cil en cas sedilllentarias expllesla a conlinllacion. AI contrario. cuando se multiplican datos nuevos que contradicen el paradigma vigente, aigu nos investigadores - generalmente son pocos - concJuyen que esta teoria ya no funciona y tiene que ser abandonada y reemplazada par otra que queda por elaborar. Se trata entonces de tomar en cuenta todos los datos reales, sin omitir nada de los que contradicen la teoria vigente, y de explicarlos de manera coherente. El abandono de hipôtesis de trabajo basadas en un paradigma es una condiciôn necesaria para la creatividad e innovaciôn cientffica. Si volvemos al paradigma que Stille enriqueciô por sus aportes, podemos ahora entender mejor porqué su teoria tuvo que ser desechada pese al éxito que conociô durante varias décadas. Como la actual tectônica de placas, el paradigma antiguo consideraba que el "motor" geodinamico fundamental es el hecho que la Tierra se enfria. Pero explicaba los desplazamientos horizontales, tales como los acortamientos tectônicos, como una contracciôn de la superficie terrestre producida directamente por este enfriamiento, mientras que los movimientos verticales eran productos de una acti vidad ignea. Este paradigma eminentemente fijista habfa sido propuesto un siglo antes, en los alios 1820, por Élie de Beaumont, y habia encontrado mucha éxito, siendo soportado en el mundo entero par los geôlogos mas prestigiosos de su tiempo (Lyell, Hall, Dana, Agassiz, Suess, Bertrand, Kelvin, Murchison, Heim, Stille, etc.). Quizas sea necesario subrayar que la gran mayorfa de los ge610gos de la primera mitad deI siglo XX consideraban estos principios como firmemente establecidos 13 (yen su mayorfa se hicieron la burla de las ideas avanzadas por Alfred Wegener). El éxito dei conceplo de « fases tectônicas» mundiales inventado por Stille sedebiô a que la ocurrencia de estas « fases » confirmaba la idea que contracciones producidas por el enfriamiento habfan afeclado repetidamente la superficie de la Tien·a. Se creyô inicialmente que las « fases tect6nicas >) de Stille confirmaban nada menos que la validez dei viejo paradigma fijista. UNA REVOLUCIÔN CIENTfFICA EN GEOLOGIA ANDINA Pese al eXllo que tuvieron inicialmente, los conceptos de Stille fueron bastante criticados, en particular desde el desarrollo de la tect6nica de placas a partir de los alios 1960. La escuela de Stille tenfa el defecto de ser demasiado dogmâtica. exigiendo que sus « fases »existan hasta en regiones donde no se las observaba, y donde no habfan forzosamente ocurrido. Otra crftica era que, debido al aspecto fisico de las superficies de discordancia, se habfa Ilegado a considerar que las deformaciones orogénicas eran marcadamente discontinuas, cuando en realidad podian haber si do continuas durante ciertos intervalos de tiempo, a veces largos. Sobre todo, la duraciôn corta a muy corta de las « fases tect6nicas» de Stille no encajaba " Los prineipios y bases dei paradigma fijislJ fueron expueslos en panieular par A Heim (1921: Cm/agie dt'!' Sd"l'e;:. Tauehnill, Leipzig. v. 2. p. 54-56). El probJema de las « fases tectonicas » en los Andes Centrales con el funcionamiento obviamente continuo de la tectonica de placas. En particular, no se podla en tender como orogenos tan impresionantes como los Himalayas 0 los Andes Centrales hablan podido ser edificados por un pequefio numero de fases compresionales de corta duraci6n. En el casa de los Himalayas, la ahora clasica tect6nica de placas da la respuesta : este or6geno descomunal resuJta de una col ision continua entre dos grandes masas continentales, la cual es una consecuencia de una convergencia continua de las placas que soportan estos continentes. Sin embargo, los Andes Centrales no resultan de la colision de dos masas continentales, y el origen de su engrosamiento cortical también descomunal sigue siendo vigorosamente debatido. En los Andes Centrales, Jas discordancias angulares que a veces separan estratos cenozoicos se interpretan tradicionalmente, desde Steinmann, como evidencias de « fases tectonicas ». Estas interpretaciones tradicionales favorecen implfcitamente modelos en los cuales los espesos depositos sedimentarios observados se acumularon bajo condiciones distensivas y fueron deformados durante pulsos compresi vos de corla duracion. Modelos de este tipo conducen naturalmente a elaborar catalogos de « fases tectonicas » que son marcadamente separadas en el tiempo y \Ievan un nombre propio a la manera de las « fases» definidas por Stille a escala mundial. En los Andes Centrales, los nombres fundamentales de esta nomenclatura se refieren altrabajo de Steinmann, de tal forma que hoy en dia se siguen usando los conceptos de « fase peruana », « fase incaica », y « fase quechua »; para las dos ultimas, se ha anexado un numero al nombre de 1a « fase » puesto que autores mas recientes han supuestamente refinado las propueslas de Steinmann. En los Andes Centrales, este tipo de pensamiento e interpretacion geologica ha tenido un éxito considerable durante los afios 1970 Y 1980 1" • 2Œ Voy ahora a dar ejemplos y comenlarlos. Para mayor objetividad, me refiero aqui a la slntesis objetiva y neutra que debemos al Dr. V Benavides l5 , quien reunio la informacion relativa al tema en un artlculo publicado en 1998. En un primerdiagrama (Fig. 1), he ploteado el numero cumulado de« fases tectonicas» compresivas reconocidas en la literatura en funcion de la fecha de su publicacion. Se observa que el inicio dei desarroJJo de las dataciones isot6picas en el Peru desencadena claramente una "explosi6n" dei numero de fases reconocidas, hasta que apararezcan las primeras dudas en cuanto a este concepto. 16 De esta forma se nota que, en un intervalo de - 15 afios, no menos de 7 fases tectonicas fueron reconocidas, definiendo un ritmo de publicacion, bastante elevado, de una fase cada un poco mas de dos afios. Si esle ritmo se hubiera sostenido, quizas ya tendrlamos en 2004 mas de quince «fases tectonicas » andinas. Un sesgo aparece cuando se calcula el numero cumulado de « fases tect6nicas » cn funcion dei tiempo geologico (Fig. 2A). En efecto se observa que el numero de « fases », es decir su frecuencia, tiende a aumentar con el tiempo; este hecho curioso no tiene explicacion. Similarmente, se observa que la duracion de las « fases » tiende inexpl icablemente a disminuir con eltiempo (Fig. 2B Y 2C). El hecho que la duracion de Jas« fases tectonicas » disminuyo a medida que paso el tiempo geologico es también evidente en la Figura 3. Se calcula facilmente que la duracion cumulada de las « fases» es -21 Ma, es decir apenas -21 % de los ultimos 100 Ma. Estos d iagramas nos hacen perci bir que algo anda mal con el concepto de « fases tectonicas » andinas, puesto que es diffcil explicar que su frecuencia aumenté con el tiempo geolégico mientras que su duracion disminuia. También la multiplicacion de las « fases tectonicas » entre 1975 Y 1990 sugiere que, si ninguna duda hubiera sido expresada, el intervalo orogénico quizas " Dalmayrac. B.. Laubacl1er, G., Marocco. R., 1980. Caractères généraux de l'évolution géologique des Andes péruviennes. Travaux セi DorUlllellts de l'ORSTOM, Paris, v. 122,501 p. Lavenu, A., Marocco. R., 1984. Sédimentation continentale et tectonique d'une chaîne liée à une zone de subduction: I"exempl.e des Andes Centrales (Pérou-Bolivie) pendant le Teniaire. bオャ セOゥャ du セイエオ・c de Recherrltes Exploralioll-ProduClioll 、Geャェセaアオゥエ。ャセL v. 8. p. 57-70. Mégard. F.. 1984. The Andean orogenic period and ilS major structures in Central and Northern Peru. Joumal ッャ ィセ Geological Sociery (Jl LOlldoll. v. 141, p. 893-900. Mégard, F.. Noble, D.C., McKee. E.H., Bellon. H., 1984. Multiple pulses of Neogene compressive deformalion in lhe Ayacucho intermontane basin, Andes of central Peru gセッャ ァゥイ。ャ socゥセャv (!l' America Bullelill, v. 95, p. 1108-1117. Noble, D.C.. Sébrier, M.. Mégard. F., McKee. E.H .. 1984. Demonstration of two pulses of Paleogene deformation in the Andes of Peru. Earlh nl/d flnlldnry Sciellce ullas, v. 73. p. 345-349. Sébrier, M.. Lavenu, A., Fornari, M., Soulas, J.-P., 1988. Teclonics and uplift in Central Andes (Peru, Bolivia and nonhern Chi le) from Eocene to present. g←ッ、ケオョャ ゥアオセL Paris. v. 3, p. 85-106. Noble, D.C.. McKee, E.H., Mourier, T., Mégard, F., 1990, Cenozoic straligraphy, magmatic activily. compressive deformalion, and uplift in nonhern Peru: Geological Society of America Bulletin, v. 102, p. /105·1113. " Benavides·Ciceres. v.. 1998. Orogenic evolution of the Peruvian Andes: The Andean cycle. In ケァッャ セg nlld ッイセ 、セーッウゥャ Cil' Ihe aiO、セウL Society of Economic GeologiSlS Special Publication, v. 7, p. 61-107. ,. En octubrè de 1985, una discordancia angular enlre las formaciones El Molino (Maaslrichliano) y Cayara (Paleoceno superior) fue descllbierta pOl' R. Marocco y él que escribe ce l'ca de Portugalète (depanamento de Pot os!. sureSle dei Altiplano de Bolivia). Pese a que el primer autor dei trabajo mencionado a continuacion deseaba inicialmente proponer la exislència de una nueva « fase tectonica », el segundo logrô convencerlo que la multiplicaci6n de las « fases » andinas reconocidas sugeria mas bien que la deformaci6n andina habla podido desalTollarse durante largos episodios continuos (Marocco, R., Sempere. T.. Cirbian, M., Olier, J., 1987 Mise en évidence d'une déformation paléocène en Bolivie du Sud. Sa place dans l'évolution géodynamique des Andes centrales. Comples Rendus de .l'Académie des Sciences de Paris, série II. v. 304, p. 1139-/143). 208 Thierry Sempere 14 r - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , / inicio de las dudas en cuanto / rn a « fases tect6nicas » / <1l セ 12 セ ,no a. セ セ 10 rn カ\sャセ セOV ce セN c: :§ 8 セONZ 1 cGセOV Q セ GMセカ • / / セ /t-- / セOエM 'J..0/ ï. 2 セ rn <1l rn 6 <1l -0 o • -0 ..!!1 ::J E ::J inicio de las dataciones isot6picas en el Peru () 2 <1l E .::J 15 afios 2 <:: 1929 1939 1949 1959 1969 1979 1989 1999 Fig. 1: Evolllcion delmimero cumulado de « jases leclonicas » andillas 1'11 junciol1 de los atlOS de Sil publicacion (Unea inlerrumpida: rilllJO promedio de recol1ocimiemo de las « jases» a partir de la pllblicacion de la « fase Mochica ») numera cumulado de « fases tectônicas » en funciôn dei tiempo : se observa que el numero de « fases » tiende a aumentar con el tiempo o -0 rn", 3<1) EQl セ\iI o.ll! e" VQl A セN la duracion cumulada de las « fases » es 21 Ma, es decir solo 21 % de los ultimos 100 Ma E"O c: セーBイCᄏョ -0", .!l!<I) セqャ El!! セ セB -0<1) ᄋセ セqャ セMッ -0 se observa que la duracion de las « fases » tiende a disminuir con el tiempo B ubicaci6n de las « fases tect6nicas » compresionales en el liempo, con su duraci6n aproximada (seglin la compilaciôn de V. Benavides, 1998) c 120 100 80 60 40 tiempo geol6gico (Ma) 20 Fig. 2: A: N/illlero cUI1/lIlodo dl' « jases leclonicas "alldil1as enjul1cion dellii'lnpo. B: Dllracion clllllulada de las « jases leclollicas "andinas enjllncion delliempo. C: Ubicaciol1 de las « jasl's fecfonicas »andÎl1as 1'11 l'ilielllpo, COI1 Sil dllracion aproxil11ada (sl'gtinia cOlllpilaciol1 de V Bel1avides, 1998). LÎl1eas comil1l1as: dalos prima rios; lineas infN/ï/lllpidas: valores prOl/1l'dios a El problema de las « fases tectônicas » en los Andes Centrales ........... CO 6. 5 Cf) ID Cf) .E Cf) CO 3 ID "'0 C '0 "(3 セ 1 :::J "'0 100 80 60 40 20 o tiempo geol6gico (Ma) Fig. 3: Duracion de las «Jases tectonicas» andinas en fimcion de/tiempo ge%gico (/fnea continua: datos prùnarios; /{neas interrumpidas.: va/ores promedios) hubiera sido lIenado por mas « fases », a tal punto que gran parte dei Cenozoico hubiera correspondido a penodos compresivos, tendiendo por 10 tanto a defender la idea de largos perfodos de compresiôn. Como ya 10 dije, la idea que los Andes resultan de un pequefio numero de fases compresionales de corta duraci6n no ha sido puesta en tela de juicio hasta haee menos de veinte afios. Desde entonces, numerosos estudios independientes han propuesto que los Andes Centrales habrfan resultado de un fuerte acortamiento tectônico producido por esfuerzos compresivos. Este nuevo paradigma l7 es una consecuencia directa tanto dei desarrollo de la tectônica de placas coma deI reconocimiento de acortamientos sustanciales en por 10 menos ciertas areas de los Andes Centrales. Analicemos la teorfa tradicional. En este marco, sostener que los Andes se edificaron gracias a un pequefio numero de « fases compresivas » tiene una consecuencia lôgica: es sostener que la mayor parte de la historia andina tuvo lugar en contexto distensivo (Fig. 2B), puesto que, segun esta interpretacion, apenas una decena de fases compresionales cortas interrumpieron largos perfodos distensivos durante los cuales se produjo la sedimentacion. Si se adopta este esquema, el balance es obvio: la historia geol6gica andina habrfa sido dominada por distension. Pero surge entonces una pregunta muy directa: camo fabricar un engrosamiento cortical considerable y fajas con acortamientos sustanciales dentro dei marco de un sistema que fue sometido a distension durante la mayor parte de su evolucion? Dado que esta pareee diffcil, un modelo que contempla largos perfodos de distensiôn interrumpidos por « fases compresivas » cortas diffcilmente puede sostenerse en los Andes Centrales (sai vo en llna zona particular, que es el ante-arco). De los acortamientos t7 observables en los Andes el paradigma vigente deduce que el contexto tectonico general fue compresivo, y no distensi vo. Otra crftica es que se ha llegado a veces a usar la lista de fases coma un catalogo obligatorio: a la manera de la escuela de Stille, cada deformacion observada en el campo tenla que representar una de las fases de esta lista. He sido arbitro de publicaciones donde los autores proponfan fechar unidades estratigraficas a partir de la atribuciôn de las discordancias que las limitaban a« fases tectônicas », un poco coma si éstas hubieran sido fôsiles diagn6sticos. Estos autores usaban nada menos que un razonamiento circular (Fig. 4), Y cuando se trata deciencia un razonamiento circular es un pecado mortal. Si asignar una discordancia a una de las fases ya catalogadas no era posible, entonees se creaba otra fase, con un nuevo nombre. El unico criterio parecfa ser la edad de la deformacion observada 0 inferida, y no la naturaleza y distribuciôn dei fenomeno tectonico. El nombramiento de una nueva fase daba una falsa impresi6n de conocimiento de los fenomenos tectonicos que habfan ocurrido, pero en realidad no explicaba concretamente qué exactamente habfa transcurrido en la zona considerada. La definicion de las fases puede ser precisa dei punto de vista cronologico pero siempre ha sido borrosa dei punto de vista estructural. Equivale a decir « en esta época precisa, algo ha pasado », pero sin decir exactamente qué ha pasado. Pues se tiene siempre que precisar qué tipos de deformaciones han ocurrido y donde. Por 10 tanto, denominar una fase tectonica nueva no explicaba nada, sino que desplazaba el problema. Usando una locucion latina, era explicar ignotulII per ignotius, es decir explicar algo desconocido por algo todavfa mas desconocido. En este caso, era explicar un fenomeno enigmatico pero Isacks. B.L.. 1988. Uplift of the central Andean plateau and bending of the Bolivian orocline. Journal (If Geophysicai Research. B4, v. 93. p. 3211-3231. Se considera generalmente que este Irabajo es el que expone mas formalmente el paradigma actualmente en vigencia. 210 Thierry Sempere EJEMPLO DE RAZONAMIENTO CIRCULAR 1. Se asume que una discordancia es producida por una fase teclonica de corla duracion y se elabora un catâlogo de fases con sus fechas / 2. Se observa ulla uiscordancia, que separa estratos que se supone lienen aproximadamente cierlas euades 5. Se cita la nueva discoruancia como una prueba mas que existe la fase tect6nica X ue edad E, y que el catâlogo de fases tect6nicas es valido ...セ 3. Por 10 talllo se asigna la discordancia a la fa se X, que figura con edad E en el catâlogo de fases 4. De eso se deduce que los estratos por encima y debajo de la discordancia tienen precisamente edades E menos algo y E mas algo Fig. 4: VII raWllalllielllo circl/lar aparece cuando se propane dalar eslralos par la edad de Ulla" fase leclollica (coll/a si éSlafuera Ull fosil de rallgo precisa y de delermillOcion segura) » OBSERVACIO lNTERPRETACION DATOS QUE FALTAN Jenôfanes hay fôsiles marinos en medio de montanas la tlem se hundl6 en el mar no se ha tomado en cuenta que los f6siles se encuenlran en estralos escuela de Stille y Steinmann anguJares exi.ten 、lセ」ッイ。ョゥウ en series continentales espesas tect6ni as cortas cntrecortaron largo. periodos de disteosion 0 calma no se ha tomado en cuenta en qué tipos de cuenca se depositaron los estfâlOs ヲ。セ・N Fig. 5: Dos ejelllplos de illlerpreraciones problemGlicas porfalla de darosfundamelllaies concreto (una discordancia angular) por un concepto abstracto pero en realidad enigmatico (una «fase tect6nica» ). DISCORDA NClAS y CUENCAS SEDIMENTARIAS Pero 10 interesante en el método usado por Sti Ile es que articulaba el estudio de las cuestiones tect6nicas y estratigraficas. Vincular estos dos aspectos geol6gicos es sumamente importante para en tender las deformaciones andinas. Voy a tratar de explicar porqué, a través de un ejemplo, aparentemente bastante lejano, pero que tiene la ventaja de no ser molestoso para nadie puesto que su autor ha muerto hace casi 25 siglos: se trata de la teorla geol6gica mas antigua que se conozca, que fue formulada por un pensador griego. Jen6fanes de Colof6n, a principios deI siglo Vantes de nuestra era. Qué paradigma. qué teorla proponla Jen6fanes? He aqui un texto: «Jen6fanes piensa que la tierra se uni6 al mar, y que se deshizo en el elemento IIquido con el tiempo. Afirma tener pruebas de ello en el hecho que se encuentran conchillas en media de tierras y montafias. Dice que se encontraron en Jas canteras de Siracusa una impronta de pez y algas; en Paros, una impronta de laurel en la profundidad de la piedra; en Malta, lozas con todos los organismos marinos a la vez. Dice que estas cosas se produjeron cuando todo estaba cubierto de lodo, en ese entonces, y que las improntas se conservaron cuando se sec6 ellodo. Y que todos los seres humanos mueren cada vez que la tierra se hunde en el mar y se vuelve lodo, que luego todo vuelve a empezar desde el inicio, y que estos trastornos ocurren en todos los universos. »18 Obviamente, sabemos hoy en dia que la interpretaci6n de Jen6fanes no funciona. Como Jen6fanes ha muerto hace 2450 afios, no molestarla a nadie que nos hagamos la burla de su teorla. Pero crea que como cientificos tenemos mas bien que admirar esta primera observaci6n de f6siles, porque esta observacion es absolutamente correcta. 8asicamente, Jen6fanes esta correcte en su observacion, pero se equivoca en su iruerpretacion, y esta nos proporciona un ejemplo de una observaci6n correctisima que produce una interpretaci6n incorrecta. Ahora volvamos a las fases tect6nicas: reconocemos que la observacion de las discordancias angulares es innegablemente correcta, pero 10 sera su interpre/{[cion como « fases tect6nicas » ? Otra vez el ejemplo de la teoria de 1en6fanes nos puede ayudar. Tratemos de entender la raz6n dei error de Jen6fanes. Por qué no funciona su teorla? Porque Jen6fanes no se dia cuenta que los f6siles que correctamente observ6 se encontraban en estratos (Fig. 5). Si se hubiera dado cuenta, se hubiera preguntado por qué, y tal vez hubiera " Jen6fanes. apI/ri Hip61ilo ue Roma. Re(l/lalil! fllIlniu/l1 heu'sil/I/I. 1. 14. El problema de las (, fases tectonicas » en los Andes Centrales 211 dos rnaneras de generar una depresion en la sl§)erficie de la corte:za adeJgazamiento la corteza y la Iitosfera se adeJgazan por estiramiento 0 por colapso la corteza se engruesa por acortamiento y/a cre.cimiento m mcitK:o 10 que crea un sobrepeso que flexiona la litosfera (la litosfera mantélica se \/Uelve inestable) Fig. 6: Ulla depresian, y luego una cuenca sedimel1/aria, se puede fOrll/ar en la superficie de la corteza terrestre seglin dos Jl/arcos gellerales. A la izq/lierda, un proceso extensional gellera s/lbsidencia (algo similar oC/lrre en UII cOlltexto transtemiollal). A la derecha 1/I1 proceso de ellgrosamiento cortical crea 1111 sobrepeso ellla litasfera, qlle a su vez gellera subsidellcia ell el dOl1linio vecillo (alliepafs) entendido el origen y significado de la estratificaci6n, etc., etc. Ahora, apJiquemos este analisis a las discordancias angulares. Reflexionemos: las discordancias angulares separan estratos; estos estratos se depositaron en cuencas sedimentarias. Cuando se definieron las fases tectonicas en los Andes, se habra tomado en cuenta en qué tipos de cuencas se depositaron los estratos asociados con las discordancias? No 10 creo. Y ahf pienso que esta el problema. Pues qué es una cuenca sedimentaria? Hoy dfa sabemos que una cuenca es una depresion de la superficie terrestre creada y mantenida pOl' fen6menos forzosamente tectonicos; es una porc ion de la superficie terrestre que ha sido 0 es sometida a subsidencia, es decir a un hundimiento, relati vo 0 absoluto. La subsidencia refleja procesos de deformacion litosférica, pero la caracterÎstica de una zona subsidente es que acumula sedimentos. Ninguna cuenca, pOl' 10 tanto, existe sin tectonica. Tenemos entonces que entender camo se genera subsidencia, es decir camo se genera una cuenca. 19 Existen dos grandes casos distintos en los cuales se puede creaI' una cuenca (Fig. 6). En el primer caso, la corteza es adelgazada pOl' procesos extensionales 0 transtensionales. En el segundo, la cuenca se establece sobre una porcion de litosfera flexurada pOl' una sobrecarga 19 orogénica (cuenca de tipo antepaÎs, pOl' ejemplo en contexto compresional 0 transpresional). En los Andes Centrales, se observan cuencas cenozoicas de los dos tipos. En 10 que sigue, pondré énfasis en las zonas andinas y subandinas porque ahf se definieron las fases, pero quiero destacar desde ya que el funcionamiento dei ante-arco ha sido bastante diferente. POl' 10 general, las cuencas de ante-arco parecen netamente dominadas pOl' extension (Fig. 7), especialmente si se produce erosion tectonica en la base de la placa superior. Logicamente, este régimen distensivo puede sel' interrumpido par eventos compresivos (cuya duracion no es forzosamente corta) debido a accidentes ocurridos en las modalidades de la subduccion. En el casa de un antearco, pOl' 10 tanto, la interpretacion de la evolucion tectonica en términos de « fases tectonicas », cortas 0 largas, puede funcionar, y podemos suponer que en casos especfficos un régi men distensi vo podrÎa sel' entrecortado pOl' crisis compresionales. Si en un area la sedimentacion tuvo lugar en un contexto tectonico transcurrente, 10 que también permite acumulaciones espesas, la posibilidad de transicion entre condiciones transtensionales y transpresionales debe logicamente haber existido en el tiempo y/a en el espacio. En este casa no se puede esperar un sincronismo exacto Una cuenca deja de ser activa simplemente cuando la subsidencia cesa. Segun un conceplo equivocado (pero lastimosamenle muy difundido), las cuencas inicialmenle « se abren " y final mente « se cierran ": en realidad una cuenca no necesita ningun lipo de «aperlura" para iniciarse. sino un mecanismo de subsidencia. que no siempre provoca una aperlura: el cese de la aClividad de una cuenca no implica un « cielTe ", sino que significa sencillamenle que ya no se genera subsidencia. 212 Thierry Sempere JAPAN TRENCH E mid-sIope terrace slide debris \ 6 8 o PERU TRENCH sw 683 accretionary prism 885 セ[ヲMBL]ZGゥ 1 MセNL[Z 1 sw - -;- f" lop 01 oceanic basal! 1 décollement MIDDLE AMERICA TRENCH ",=-0 Mセ seaward edgo continental ャイ。ュ・キッセ Zセョ。 - 10 .-- 10 KM セ Basin 0 2 セ . ----:,2 or "---- '::< 4 base Eocene 6 0 10 KM 8 10 bOundary Eocene-Oligoœ08 Gセ セ セ ":. セ .-:.:: ZGセ -= - z 0 2 " 6 セMャNX Fig. 7: Ejemplos de an/e-arcos dominados por fallamien/o normal, basados en da/os de sfsl7lica re.f7exiôn (/ol1lado de M.B. Underwood & G.F Moore. 1995, Trenches and /rench-slope basins; Tec/onics ofSedimen/ary Basins, Cl. Blisby & R. V. /ngersol/ (eds.), Blackwell, p. 179-219). Se nota la allsencia de lin prisllla de acreciôn en los Ires casos. de los fen6menos compresivos. Geometrias estructurales especfficas de tectonica transcurrente deben estar presentes, pero la cantidad de acortamiento total no puede ser muy importante. En el marco dei paradigma tectonico actualmente vigente para los Andes Centrales, es decir en un contexto general compresional, es de esperar que se generaron, a varias escalas, acortamientos y sobrecargas tect6nicas, fajas plegadas y corridas, zonas de transcurrencia parcialmente "en f1or", y por 10 tante cuencas bastante subsidentes de tipo strike-slip, piggyback y sobre todo antepais (Fig. 8), las cuales muestran geometrias espedficas. Una importante particularidad de estos casos consiste en que la deformaci6n compresiva se desarrolla durante un tiempo importante, y que el sincronismo regional de los periodos compresivos es incierto. En estos contextos, las discordancias angulares llegan a tener una interpretacion bastante original, ya que deformaciones pueden desarrollarse durante la sedimentacion en cualquier area de la cuenca ubicada cerca de un sistema tectonicamente activo. No es necesario imaginar que los estratos deformados que se observan se deposi taron primero reguJarmente y que se deformaron posteriormente, 20 porque la deformacion que gener61a cuenca puede haberse propagado continuamente durante la sedimentaci6n, como por ejemplo en el casa de una cuenca de antepais clasica. La acumulacion espesa y rapida de estratos fluviales a lacustres en un antepafs tectonico registra el crecimiento cercano de una carga tectonica que flexura la litosfera cabalgada y produce subsidencia. Donde tales estratos estan deformados. es porque la deformaci6n que genero carga tectonica y subsidencia se propago dentro dei area que previamente era solo de sedimentacion. Una deformacion de este tipo puede también desarrollarse en profundidad (por ejemplo en relacion con fallas ciegas), mientras la sedimentacion continua en superficie en los sinclinales que se estan formando. Se alcanzan conc!usiones similares en el casa de cuencas ligadas a sistemas transpresivos. En breve, siempre hay que acordarse que en casa de deformaciones compresionales, el acortamiento producido por el las se propaga hacia el antepafs. En casa de deformaciones transcurrentes, la deformaci6n se propaga lateralmente y se dislribuye en una franja muy estrecha. En ambos casos, es 16gico que se generen discordancias progresivas 20 (Figs. 9 y 10). En el Perû. discordancias progresivas han si do descrilas en series sinorogénicas por E. C6rdova (Un bassin inlramontagneux andin péruvien: les Couches Rouges du bassin de Cuzco (Maastrichlien - Paléocène); lesis doctoral, Universidad de Pau. Francia. 272 p, 1986), V. Carlotlo (Evol ution andine et raccourcissement au ni veau de Cusco (13-16°S). Pérou: Enregistrement sédimentaire. chronologie, contrôles paléogéographiqucs. évolution cinématique; lesis doctoral. Universidad de Grenoble. Francia. 159 p., 1998) Y va rios tesislas de la Universidad San Antonio Abad dei Cusco (pOl' ejemplo en este volumen). 213 El problema de las « fases tectonicas » en los Andes Centrales "subllenada" underfilled [ᄃセ セ !li ,& time-+ N セ ⦅i 「 -'- , cuencas de antepals :5 B. time -+ セi セ a '\ Fig. 8: Ejell/plos de Cl/ellcas de /ipo all/epafs, ell es/e casa lill/i/adas (i::-qllierda) por ullafaja plegada y corrida (lolI/ado de TE. Jordall, /995, Re/roarc forelalld alld rela/ed basills: Tec/ollics of Sedill/en/ary Basins, Cl. Busby & R. V IlIgersol/ (eds.), Blackwel/, p. 33/-362) relaciones estrarignificas conrinuidad sedimelltaria paralelismo de los estratos discordancia ugular no no discordancia erosiva no Soi discordancia progresiva si no transici6n sim pIe si si Fig. 9: Tipologfa de COl1/ac/os es/ra/igraflcos basada ell dos cri/erios: la COII/illl/idad sedimemaria, y el paralelisl110 de los es/ra/os concemidos En ambitos continentales, una superficie de discordancia significa que el area deformada fue sometida a una erosion aérea, que pudo producirse por un solevantamiento relativo resultado de un plegamiento 0 fallamiento. La discordancia marca una d isminucion en la subsidencia, y luego en el crecimiento de la carga tectonica: en este caso, la superficie de discordancia paradojicamente traduce una cierta quietud tectonica. Lo importante en la interpretacion es que se reanudo la sedimentacion continental encima de una superficie de erosion, 10 que indica una reanudacion de la subsidencia y por 10 tanto sugiere un crecimiento de la carga teclonica y luego dei acortamiento: en este contexto, la base de los estratos discordantes puede entonces marcar una reactivacion de los esfuerzos compresionales regionales. Sin embargo, se debe subrayar que no todas las discordancias angulares son de origen compresivo: por ejemplo, el sellamiento sedimentario de bloques estrati fic ados bascu lados en un contexto extensiona 1 también produce comunmente una discordancia angular. También existen discordancias angulares locales y a menudo progresivas que resultan de deformaciones desarrolladas en flancos de diapiros de yeso 0 sai emplazados durante la sedimentacion, iniciandose solo por la existencia de una carga sedimentaria suficiente. Thien-y Sem pere 214 LNセG ..... " ---- ... ----..-_0. Fig. 10: Ejemp/os de discordancias progresivas de j/anco ac/ivo (en 1 v 3»)' pasivo (en 2) (seglin O. Riba. 1976, Syn/ec/onic unconjormi/ies oj/he Alto Cardeller, Spanish Pyrenees: a gene/ic interpreta/ion; Sedimen/ary Ce%gy. v. 15, p. 213-233). Los es/ra/os ajec/ados se describen COI1IO "es/ra/os de crecellcia ,. (en illg/és grow/h s/ra/a). Se observa qlle las discordancias desaparecenla/era/men/e, 10 que illlpide su in/erpre/acion como produc/os de « jases /ec/ol1icas » LAS DISCORDANCIASANGULARES EN EL MARCO DELPARADIGMA VICENTE Segun el paradigma actualmente en vigencia en los Andes centrales, y numerosos estudios independientes conducidos dentro de este marco, las evidencias de grandes cuencas de antepa[s en el dominio andino demostrar[an que varias partes de la cadena centroandina fueron sometidas a acortamientos importantes. La identificacion de estas cuencas comprobarfa que espesas pilas sedimentarias dei Cretacico superior y Cenozoico se habrfan depositado en contextos compresionaJes. En areas de este tipo, discordancias angulares de verdadero origen compresi vo tienen que analizarse consecuentemente y no pueden interpretarse coma evidencias de pulsos compresivos de corta duracion. Por sus caracterfsticas excepcionales los Andes Centrales representan actualmente el segundo orogeno dei planeta después de los Himalayas. El engrosamiento cortical considerable observado en los Andes Centrales alcanza 7S km y es comparable con el engrosamiento producido en los Himalayas en un contexto de colision continental. Teniendo estos hechos en mente, el paradigma actual estima que es imposible admitirque la enorme masa orogénica andina resultada de una decena de pulsos compresivos de corta duracion entrecortando largas épocas de distension. AI contrario, interpreta que la deformacion centro-andina tuvo que desarrollarse durante largos perfodos de tiempo. mayormente mediante movimientos transpresionales y cabalgamientos que se propagaron a varias escalas (por 10 menos en la corteza superior). El reconocimiento de cuencas de tipo antepa[s, que habrfan sido generadas por el propio acortamiento, es el principal soporte de esta interpretacion. Una consecuencia es que las numerosas discordancias angulares que se observan en los Andes Centrales no se pueden interpretar sistematicamente coma evidencias de « fases tectonicas ». En particular, la naturaleza de las deformaciones observables tiene que ser investigada en cada caso, precisando su duracion, su extension geografica, y, sobre IOdo, los procesos tectonicos concretos involucrados durante su desarrollo. Se trata de caracterizarlas no solo por su edad, sino ahora también por su contexto general, estilo, distribucion, causas, etc. La Figura Il ilustra la complejidad dei analisis tectonico de una cuenca y sus discordancias internas, destacando la variedad de los casos posi bles. El hecho que el concepto de « fases tectonicas » se esté vol viendo obsoleto es una consecuencia de los progresos logrados en el entendimiento dei funcionamiento de Jas cuencas sedimentarias sinorogénicas. Por supuesto, es el concepto interpretativo de« fase tectonica» que queda en tela dejuicio, y no las deformaciones y discordancias que evidentemente seguiran siempre observandose. El problema de las « fases tectonicas » en los Andes Centrales 215 contexto de la subsidencia distensivo lranscurrellte compresivo : la CUenca Ll:&I1.ta.del acorlamicnlo regional y los eSlratos se depositan durante ello ejemplos cuencas de ante-arco (especialmente cuando hay erosion lectonica de la base de la placa superior) s.istelllil5 lr.Inslen. ivo. Il'ilnspresivos (Uen as de antepais (externas 0 internas a la cadena): cuencas de tipo piggyback acortamienlo cumulado débil débil importante a mu • tmport.1nte sigoificado de una discordancia .ngul.r intervalo compresivo sincr6nico, 0 basculamienlO distensivo e\·0Iu.:i6n a lransprt'si6n disminucion de la ubsideneia: "quietud tecloniea" reanudacion de las condiciones evoluciûn • transtensi6n dislensivas reanuda ion de la ub idencia, y por 10 tanto de las condiciones compresivas significado de la reanudacion de la sedimentacion relacion cronologic. enlre sedimentacion y defonJ1Jlcion compresiva interv.los distinlOS interv.los dislinlos a si mu 1taneos simult:ineas caractenstic. cronol6dica de I.s defonJ1Jlciones compresivas pueden ser sincronicas y de eorta dur.cion liacrOll; a • de duracion corta • larga diawin;ca', de duracitln larga (sinsedimentarias) localizacion de las deformaciones compresiv.s generalmente reactivacion inversa de fallas normales preexistentes faja estreeh. de transcurrencia relacionadas con una vecin. (aja IICWlda y corrida (fold-thrust belt) Fig. Il: Tipologfa de las caraClerfs/icas de dejo/ï/IGciones /emprallas en sucesiolles sedilllell/arias, enjullci611 dei cOlI/ex/o /ec/6I1ico general de evoluci6n de la cuenca considerada ENSENANZAS DE LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA APLICADAS A LA GEOLOGiA ANDINA Quizas sea tiempo de recordar algunos principios cientificos fundamentales. La meta de la ciencia es entender c6mo funciona la realidad 21 (en muchos casos para mejorar la inserci6n dei hombre en el la). Como traté de mostrarlo, conoci mientos cientfficos fiables se pueden elaborar s610 bajo la condici6n de siempre distinguir cuidadosamente entre observaciones e interpretaciones, y de siempre acordarse que la realidad objetiva tiene prioridad sobre las teorfas 22 . Los hechos comprobados, es decir las pruebas, también deben siempre tener prioridad sobre las opiniones personales, aun si éstas son ex presadas por ge610gos prestigiosos, porque la historia de la geologfa ha demostrado ampliamente que hasta los mas prestigiosos f5cilmente se equivocan. En el campo cientlfico. la autoridad tiene por 10 tanto que proceder de los datos y no de las personas. La ciencia progresa cuando se abandonan teorias que ya no explican la realidad en forma adecuada: de esta manera se producen «revoluciones cientfficas», como las que las Ciencias de la Tierra han conocido en las tres ultimas décadas deI siglo XX. Hasta los aiios 1960, el pa rad igma dom inante era el de los « geosinclinales » y « fases tect6nicas ». A partir de estos aiios, y especialmente de 1968, se impuso la tect6nica de placas, porque permitia explicar las observaciones de forma mucha mas adecuada 2J Desde también los aiios 1960, el pensamiento geol6gico dej6 de ser estatic0 2 " para vol verse dinamico y genético, interrogandose sobre las fuerzas en juego y las causas que condujeron a \0 que se observa. De esta forma se pas6 de una <lctividad esencialmente descriptiva a la identificacion de los procesos que se desempeiiaron a pequeiia y gran escala. «l,Qué ha ocurrido para que se forme 10 que se esta observando? » se ha vuelto la pregunta 2S fundamental en geologfa. En el casa de la geologfa andina, frente a paradigmas que nunca se muestran perfectos, estos principios implican un encaminamiento fundamentalmente empirico: no debe haber otra hip6tesis de trabajo que la que supone que todos los fen6menos andinos (tect6nicos, magmaticos, sedimentarios) son expresiones diferentes de un mismo sistema geol6gico. cuyo funcionamiento queda todavla por entender. Quisiera concluir leyendo unas Ifneas dei ge610go francés François Ellenberger (1915-2000), quién escribfa 10 siguiente: « La historia de nuestra ciencia nos ofrece un espejo. En particular, nos muestra el peligro que generan sistemas de explicaci6n c6modos donde los ge610gos tenemos tendencia a encerrarnos, Ji m i tandonos a ilustrarlos confortablemente i nstalados en el los. Pero tenemos que acordarnos que, en materia cientffica. los progresos, por 10 general, Ilegan de manera inesperada, hasta molestosa, como cuando Alfred Wegener se levant6 en contra de los continentes " Bajo este aspeclO. la ciencia no es 10 mismo que la lécnica. " Lo que se podrfa resumir pOl' el conocido lema « Hechos y no palabras ». 2J El dogmatismo y la falla de aClualizaci6n no inlegran estas revoluciones y siempre impiden el progreso. " Una geologfa eSlatica se limita. pOl' ejemplo. a recilar listas de unidades estratigraficas. sin buscar las causas de su apilamienlO. 15 Albert Einstein repetfa que <' 10 importante es no paraI' de hacerse preguntas» 216 inmutables. Equivocarse es humano, y esta caracterfstica de nuestra especie cambia poco con el tiempo; por 10 tanto es bueno en tender la 16gica de los errores pasados, porque puede aclarar el camino de nuestra ciencia, ayudândonos a no empantanarnos y a 16 Thierry Sempere continuar nuestra larga encuesta, nunca acabada, con un espfritu crftico y una mente independiente»16 Crea que a estas palabras no se puede agregar nada. Muchas gracias por su atenci6n. F Ellenberger. articula « Géologie - Histoire des Sciences de la Terre ». EI/crclopaedia VI/II'N.W/i.\'. Paris. François Elienberger dedic6 la lercera pane de su larga carrera a la historia de la geoJogia, y algunos aspectas de esta conferencia han sido inspirados pOl' su obra.