#2
| justicia ambiental
| hábitat
| desarrollo
RESIDUOS Y AMBIENTE
Especial
Carlos Bianco
Los diferentes modelos en la
relación ambiente y desarrollo.
La propuesta para un
ambientalismo desarrollista
con miras en la transformación
estructural de la provincia y la
vida de los y las bonaerenses.
Rayelén Baridón, equipo de comunicación OPDS
La construcción de una agenda pública vinculada a la producción
sustentable requiere de un abordaje integral de los grandes temas
ambientales de nuestra época. Residuos es, sin duda alguna, uno de
ellos. En este número dialogamos sobre políticas estatales, economía
circular, basura cero, responsabilidad extendida del productor,
fiscalización, legislación y hábitat.
Análisis, balances y desafíos en las voces de especialistas desde el
campo de la gestión pública, la investigación y el trabajo en territorio.
Acopio ilegal de envases de fitosanitarios.
Partido de Lincoln, localidad de Pasteur.
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PUBLICACIÓN DEL ORGANISMO PROVINCIAL
PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
ABRIL - JULIO 2021
Lagarto Overo y Fumo bravo (Solanum granuloso-leprosum).
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CONSEJO EDITORIAL
CONSEJO EDITORIAL
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(Universidad Nacional de Luján)
Ambiente en Diálogo es propiedad del
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible
Número 2 | abril - julio 2021
Impreso en Argentina
ISSN 2796- 7298
OPDS Ambiente Provincia
Calle 12 y 53 Torre II Piso 14
Buenos Aires, La Plata
www.opds.gba.gov.ar
Esta obra está bajo una licencia
Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-NC-SA 4.0).
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GALERÍA FOTOGRÁFICA
Representar a los restos
Materiales, cuerpos y prácticas en torno a los residuos
Las imágenes de los recicladores en las calles o en los vertederos
suelen mostrar a personas que trabajan en condiciones degradantes,
poblando paisajes dantescos y evocando la miseria humana.
A la inversa, esta exposición de fotografías pretende dar un lugar
destacado a los retratos de mujeres y hombres que viven del trabajo
con los residuos, y sugerir así otras historias a quienes los miran.
El objetivo es sacarlos a la luz, libres del estigma de la miseria y de
la marginalidad que suele acompañar el contacto con la basura.
Las numerosas entrevistas realizadas con ellos, sus poses ante el
investigador-fotógrafo y, principalmente, sus trabajos de transformación
de los residuos en materiales valiosos lo atestiguan. En todo el mundo,
estos “trabajadores de la basura” reclaman cada vez más derechos
sociales, pero también la legitimidad y el valor de su contribución
al reciclaje, a la gestión de los residuos y, en general, a la protección
del medio ambiente. Estos retratos muestran a individuos comunes,
ocupados en sus tareas: trabajadores que reclaman ser considerados
por la sociedad como iguales a los demás, reconocidos en su actividad.
Esta exposición pretende interpelar al público e implicarlo en una reflexión
común sobre los desafíos sociales relacionados con la producción de
residuos y sobre las diferentes formas de reducirlos y valorizarlos.
•
•
Textos de la exposición
y orden original de la
muestra en página 314
Fotógrafos en página 321
Claudia Cirelli y Bénédicte Florin
La exposición Representar a los restos. Materiales, cuerpos y prácticas
en torno a los residuos, iniciada por Claudia Cirelli y Bénédicte Florin en
2016, reúne las fotografías de geógrafos, sociólogos, antropólogos y
urbanistas, todos miembros de la red Sociedades Urbanas y Residuos
(SUD, Sociétés Urbaines et Déchets, en francés). Combinando diferentes
geografías y “geometrías”, la exposición se ha ido enriqueciendo con
nuevas fotografías tomadas en ocasión de nuevas investigaciones en
distintos contextos urbanos. Presentada en Francia y en el extranjero
(India, Túnez, Líbano, Marruecos, entre otros), en universidades, centros
de ciencias humanas, bibliotecas, festivales, espacios públicos, institutos
y centros culturales franceses en el exterior, esta exposición está destinada a circular en sus versiones francesa, inglesa, árabe y española.
La red SUD reúne a investigadores de diferentes nacionalidades,
disciplinas e instituciones, que trabajan en una gran variedad de
contextos en todo el mundo. Se inscribe en el ámbito de las ciencias
sociales y se interesa en los residuos como indicadores de dinámicas más amplias que afectan a las sociedades urbanas, analizando,
en particular, sus relaciones con los restos.
Accedé al sitio web
de la muestra
Contactos
claudia.cirelli@univ-tours.fr;
benedicte.florin@univ-tours.fr
Una exposición de
Rémi de Bercegol
Claudia Cirelli
Bénédicte Florin
Pascal Garret
ÍNDICE
Editorial
Gobernabilidad ambiental e institucionalidad densa
Juan Ignacio Brardinelli
Áreas de trabajo
Nueva Resolución 317/20 sobre Generadores Especiales en PBA
Matías Tarando
7
16
La sostenibilidad en la agenda global del desarrollo. Implicancias para los
países de ingresos medios, desafíos regionales y locales
Sofía Sternberg y Valeria Giacchino
22
El mar nos protege. Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera
Martín Sotelo
32
Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado
Mónica Capellini
38
Hábitat
Cuidado del hábitat y gestión integral de residuos en barrios populares
Emiliano Recalde
44
Género
“Debemos transversalizar el enfoque de género en la provincia de Buenos Aires”
Paula Agüero
50
Ambiente y desarrollo
Tres modelos para pensar la relación entre ambiente y desarrollo
Carlos Bianco
54
Entrevistas
Con la persistencia de los sueños. Conversaciones con Lorena Pastoriza y
Jackie Flores
Francisco Suárez y Alexander Portugheis
62
Investigación
Gestión de residuos, la integralidad pendiente. Paradigmas, principios y
agendas públicas
Francisco Suárez
85
Gestión de los residuos en aglomerados urbanos: flujo de materiales, escenarios
e indicadores de sustentabilidad. El caso de la Región del Gran Buenos Aires
Daniela López De Munain y Carlos Alberto Ruggerio
107
Implementación de la Ley Nacional 27.279 de envases vacíos de fitosanitarios en la provincia de Buenos Aires
José Giraldes, José Poma y Alejandro Merlo
131
Uso sostenible de materiales plásticos provenientes de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
Yamila V. Vázquez y Silvia E. Barbosa
153
Uso de óxido de zinc recuperado (ZnO) de pilas alcalinas agotadas en la formulación de pinturas bioactivas
Guillermo P. López, María V. Gallegos y Natalia Bellotti
169
Caracterización de microbasurales en el Conurbano Bonaerense
Liliana Sanchez Villar
185
Los niveles guía como herramientas de evaluación de sitios contaminados.
Una revisión de términos, métodos y cumplimiento de niveles objetivo
de remediación
Andrea Barreda
193
De prueba piloto barrial a servicio de recolección diferenciada universal
Reflexiones sobre la necesidad de contemplar lo social en la ampliación de escalas
Carolina Montera y Pablo J. Schamber
203
Experiencias
Modalidades y escalas de compostaje urbano en la provincia de Buenos Aires
Pamela Carolina Natan
222
Rehabilitación de computadoras en las cárceles. Residuos de Aparatos
Eléctricos y Electrónicos, refuncionalización y recuperación de materiales
Federico Wahlberg
234
Planta de separación de residuos de Laprida
Pamela Carolina Natan
238
Diseño y desarrollo de sistemas de limpieza de cuerpos de agua por
remoción de residuos sólidos flotantes y su potencial valoración
Romina S. Solana y Matías Tarando
242
Internacionales
Ambiente viral. Los desafíos de la Vida en la era del Capitaloceno
Enrique Leff
Síntesis de la Perspectiva de la Gestión de Residuos en América Latina y el Caribe
Atilio Sabino
Reseñas
Ecosistema de los libros cartoneros
Carlos Ríos
Economía circular: conversión de residuos en recursos, de Xavier Elías Castells
Alejandro Jurado
Textos de la exposición fotográfica
Contratapa
Homenaje a Humberto Migoyo
Marcelo Andrade
250
280
308
314
318
EDITORIAL
8
GOBERNABILIDAD AMBIENTAL E INSTITUCIONALIDAD DENSA
GOBERNABILIDAD
AMBIENTAL E
INSTITUCIONALIDAD
DENSA
Tenemos en nuestras manos el número 2 de Ambiente
en Diálogo y, por lo tanto, también tenemos la posibilidad
de revalidar el compromiso que hemos tomado al frente
del OPDS con el conjunto de los y las bonaerenses.
En el número 1 decíamos que esta revista “aspira a
ser un ámbito para sumar voces al debate informado
sobre cuestiones que nos atañen a todos y todas
como sociedad”. En ese sentido, queremos redoblar la
apuesta con una mayor producción de contenidos, con la
ampliación y la profesionalización del staff de la revista,
con su publicación digital en formato OJS (sistema
abierto de revistas digitales, OJS por sus siglas en inglés),
y el incremento de su red de trabajo. Ambiente en Diálogo
se piensa, de esta manera, como un instrumento para la
articulación que el Estado debe favorecer entre sectores
productivos, sistema científico-tecnológico, academia,
organizaciones sociales y sociedad civil, atendiendo al
necesario eslabonamiento de los debates ambientales
en la cadena productiva bonaerense.
El contexto de crisis sanitaria global pone a
la política —y a sus diferentes representaciones
partidarias e institucionales— ante el desafío de
cuidar la vida y de contribuir con sus acciones, en
simultáneo, a un desarrollo económico que garantice
las necesidades de hoy sin comprometer los tiempos
que vendrán. Muchas de las tareas implicadas en
este proceso se vinculan con apuntalar y ampliar el
sistema sanitario, asistir económicamente a quienes
más lo necesitan, legislar a favor de una correcta
gestión de los cuidados y generar condiciones para
que los procesos productivos no se interrumpan.
El equilibrio entre este conjunto de funciones y labores
se sostiene únicamente cuando existe un horizonte claro,
en nuestro caso: la justicia social y ambiental, posible
JUAN BRARDINELLI
9
solo ante el arbitraje de un Estado presente, activo y
decidido. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires pone
de manifiesto ambas aptitudes: claridad en el programa
de gobierno y participación del Estado en la gestión y
resolución de los problemas comunes.
En esta misma línea, llevamos adelante la
construcción de una agenda ambiental que reconoce
cabalmente el territorio de nuestra provincia en
su dimensión geográfica, pero también social y
productiva, dando impulso a los resortes económicos
que posibilitan mejores condiciones de existencia
para los y las bonaerenses. Una consigna: cuidar el
ambiente e impulsar el desarrollo a lo largo y ancho
de los 307.571 km² de la provincia. Nuestra agenda
ambiental está íntimamente ligada a la agenda
productiva: así como solo el crecimiento económico
—y la necesaria distribución equitativa— proveerá de
recursos a los sectores más postergados, únicamente
el cuidado del ambiente impedirá las áreas de sacrificio
y será favorable para la equidad en la distribución de
los costos y los beneficios ambientales. Es nuestra
responsabilidad como gestión que las poblaciones
vulnerables no sean quienes asuman los mayores
costos ambientales, así como también está en
nuestras manos plantear una alternativa frente a los
discursos que en nombre del “ecologismo” fomentan
el “decrecimiento” económico impulsando campañas
prohibicionistas de diferentes actividades productivas.
Como parte de la agenda ambiental provincial
aparece el tema residuos, sobre el que trabajamos
en este número de manera compleja e integral.
Convocamos a un conjunto destacado de especialistas
para dialogar en torno a los desafíos contemporáneos
y urgentes en materia de gestión pública, pero también
sobre los enfoques en el campo de la investigación y las
experiencias de trabajo en territorio. Abordamos ejes,
como economía circular, tomando como referencia un
programa de inclusión y productividad que tiene un
doble objetivo: generar trabajo y producir insumos
para nuevos procesos industriales.
Resulta necesario poner en relieve las políticas de
gestión sobre residuos que dinamizan estos procesos
y que, a su vez, revierten los impactos negativos
como los que provocan los basurales a cielo abierto,
generando, por ejemplo, suelo para usos urbanos y
comunitarios, espacios para forestación o reserva de
tierras para viviendas.
10
GOBERNABILIDAD AMBIENTAL E INSTITUCIONALIDAD DENSA
El trabajo no es basura, de Claudia Cirelli (26).
Como podemos apreciar rápidamente, son varios los
“lados” del tema y, por lo tanto, son múltiples las formas
de tratarlo. Aun así, nuestro hacer se ajusta a una tensión
estructural: evitar las desigualdades sociales y ambientales,
y realizarlo a través de la articulación de políticas públicas
y de la presencia estatal; tomando el tema residuos, en
este caso, desde la “generación” (trabajando con medidas
en origen, impulsando los desarrollos tecnológicos para
los procesos de recuperación, reutilización y reciclado),
con un despliegue de acciones con la ciudadanía (a
través de campañas y capacitaciones), con articulaciones
institucionales en territorio (mesas ambientales con
municipios, coordinación de acciones con cooperativas de
recuperadores) y desarrollando una estructura legislativa
que formalice y homogenice (mediante resoluciones,
fiscalizaciones y sanciones) las reglas de juego para los
grandes generadores posibilitando un desarrollo sostenible.
A esto lo llamamos trabajar en pos de una mayor
gobernabilidad ambiental, misión para la cual es fundamental
compensar el plan de trabajo con las dimensiones y las
herramientas del Organismo. Este objetivo que ha sido,
desde un principio, un desafío para nuestra gestión:
promover y garantizar un crecimiento institucional y
funcional acorde con el conjunto de competencias que
el OPDS fue ganando desde su creación en el 2007
(ordenamiento territorial de bosques nativos, gestión y
cuidado de Áreas Naturales Protegidas, desarrollo de
normativas en residuos e industrias, entre muchas otras),
es decir, dotar al Organismo de un programa de trabajo
conforme a las prioridades de quienes habitan nuestra
provincia y, de manera proporcional, asignarle estructura
y recursos para ese fin.
A diferencia de la gestión anterior, que ante el
crecimiento de las competencias del OPDS decidió
desprenderse de ellas (desmantelando áreas de trabajo
o delegando a nadie los quehaceres propios), optamos
por transitar otro camino, que es el de crecer como
Estado, así como nos lo proponen nuestro gobernador
Axel Kicillof y el jefe de Gabinete de Ministros, Carlos Bianco.
Exclusivamente con la consolidación de la gobernabilidad
ambiental —un Estado presente con capacidad de
acción—, podremos ejercer una fiscalización efectiva
de las normas existentes y, asimismo, influir y dirigir
las acciones en materia de producción sustentable.
Es nuestra tarea, luego de varios años de abandono,
recomponer la función de planificación y tutela de las
políticas públicas ambientales.
12
GOBERNABILIDAD AMBIENTAL E INSTITUCIONALIDAD DENSA
Algunas acciones que dan cuenta de esta orientación
son, por ejemplo, en términos de inversión, la triplicación
del cuerpo de controladores ambientales con la
correspondiente provisión de un parque tecnológico
para su desempeño (drones, embarcaciones, etc.), o los
avances en el proceso de licitación para la construcción
de un laboratorio de control ambiental con tecnología de
última generación, disponiendo para ello una inversión
superior a los 400 millones de pesos.
Con respecto a las políticas de fiscalización, y por nombrar
uno de los ejemplos más resonantes de los últimos tiempos,
la actual gestión del OPDS aplicó en el mes de mayo de este
año las multas ambientales más grandes de la historia en
la Argentina. Las empresas fabricantes de agroquímicos
están obligadas por ley nacional (Ley 27.279) a recuperar
los envases vacíos que vuelcan al mercado local y darles
una disposición final, atendiendo a que estos son residuos
peligrosos para la salud y el ambiente. Del total de envases
volcados en 2019, estas empresas solo recuperaron un 8 %.
Las firmas que incumplieron con lo que indica la legislación
vigente, fueron multadas por 783.9 millones de pesos. Estas
son multas inéditas, por un lado, por su volumen, y por otro,
porque no son aplicadas ante un hecho específico de gran
impacto y de manera resarcitoria, sino por el simple hecho
de estar incumpliendo una normativa vigente. El OPDS actuó
sin presión mediática, sin presión social, lo hizo porque está
trabajando en el cumplimiento de la normativa ambiental
con todos los recursos y herramientas que se tienen a
disposición, dos elementos que se ponen en funcionamiento
en tanto estén fuertemente mediados por la voluntad política.
En esta línea de trabajo podemos hacer referencia,
también, a la Resolución 317/20 (R317) que se dictó el año
pasado y entró en vigencia en marzo de 2021, y que se
propone regular la actividad de los grandes generadores
de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Todos los pasos y
actores de este plan de gestión deben ser registrados y
aprobados por el OPDS. Es así que el organismo se propone
como articulador de generadores, técnicos, recuperadores,
cooperativas, fiscalizadores, etc. Esta iniciativa asume a
los residuos en su calidad de recurso y apunta a fortalecer
toda la cadena posterior de transporte, tratamiento y
reciclado. La R317 formaliza la actividad económica de un
sector de trabajadores y trabajadoras que sufren desde
antaño políticas de postergación y de precarización laboral.
Es así como, dándole un valor agregado a los residuos
en tanto recursos, se le otorga valor a la actividad de su
recuperación, su transporte, el acopio, el reciclado, etc.
JUAN BRARDINELLI
13
“Y avait une fois deux bons copains…”, de Claudia Cirelli (45).
Aparece, en simultáneo, la necesidad de “correr” de
forma progresiva la frontera de la separación en origen hasta
llegar a los domicilios particulares y de esta manera, una vez
más, hacer que ningún esfuerzo individual quede en la mera
buena voluntad, sino que integre una política comunitaria
coordinada por el Estado. Este tipo de medida impacta
fuertemente en la disminución del flujo de transporte de
residuos, en la disposición final que genera áreas de sacrificio
y en la alta incidencia de costos que estos procesos tienen en
las arcas municipales y provinciales.
Esta manera de ver las cosas hace que estemos enviando
a la legislatura de la provincia de Buenos Aires un proyecto
de ley que organiza y centraliza las faltas ambientales, hoy
dispersas en decenas de normativas que hacen poco efectiva
la aplicación de multas ante las malas prácticas ambientales.
El mismo camino recorre actualmente el proyecto de ley
de responsabilidad extendida del productor, iniciativa que
apunta a que los productores tengan a su cargo la disposición
final del producto o su envase una vez que este terminó
su vida útil. Esto incentiva la innovación desde el diseño y
fabricación del producto, su comercialización y su descarte.
La misión que tenemos por delante no se agota en la
ejecución correcta de los presupuestos o en el cumplimiento
de las normativas en vigor: estamos convocados a impulsar
nuevas líneas de trabajo que le den una importancia esencial
a la dimensión ambiental que toda actividad productiva tiene.
El desarrollo sostenible se construye y como toda
construcción conlleva tensiones. Diseñar una estrategia
de desarrollo sostenible requiere de una institucionalidad
densa, siempre demandada de manera creciente en formas
de conocimiento y políticas públicas; institucionalidad que se
asume polivalente, capaz de atender en simultáneo a diferentes
desafíos ambientales, sociales y económicos; institucionalidad,
a su vez, diversa, con la cualidad de constituirse en una
interlocutora válida para sectores de distinta procedencia
y con intereses encontrados. Necesitamos, insistimos, de
una institucionalidad porosa, con la competencia de filtrar
el interés individual y de darle paso a los denominadores
comunes. Solo así lograremos una mayor distribución de
los servicios y bienes ambientales y, por lo tanto, podremos
garantizar la justicia social.
Todo tiempo es un tiempo en el que se prefigura un futuro.
Sin duda, esta época es trascendental, como nunca antes lo
fue, para el planeta y nuestra especie. Ese es el tablero en
el que empujamos las piezas hoy, es la partida que estamos
jugando desde el Estado por la defensa de la soberanía, la
gobernanza y la construcción de una comunidad organizada. •
JUAN BRARDINELLI
15
ÁREAS DE TRABAJO
Matías Tarando
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
tarandom@opds.gba.gov.ar
Nueva Resolución 317/20
sobre Generadores Especiales
en provincia de Buenos Aires
La Gestión Integral e Inclusiva de los Residuos Sólidos
Urbanos (GIIRSU) es una nueva concepción asociada
a una gestión holística de los residuos con una fuerte
incidencia en la justicia social y ambiental en todo el
territorio bonaerense, como marco estratégico de la
política pública actual.
Pensar una Economía Circular sin la integración
de todos los actores de la cadena de valor, incluidos
los recuperadores urbanos, postergados en términos
socioeconómicos y productivos, resulta en una falaz
circularidad. Es necesario, por tanto, aplicar nuevos
mecanismos que promuevan la GIIRSU, de manera
de fortalecer los diferentes eslabones de la gestión
(Sensibilización-Generación-Recolección-TratamientoDisposición) y permitir el desarrollo productivo local de
toda la cadena de valor del reciclado con inclusión.
Para ello, y como parte de un plan de acción
integral de la Dirección Provincial de Residuos
(DPR) del Organismo Provincial para el Desarrollo
Sostenible (OPDS), se ha desarrollado a lo largo
del 2020 un extenso relevamiento de la matriz
productiva del reciclado en los 135 municipios de la
provincia de Buenos Aires, así como de los Grandes
Generadores registrados en el Organismo y de las
ordenanzas municipales asociadas a estos últimos.
16
RESOLUCIÓN 317/20
A partir de ello, se ha logrado, como primer paso en la
implementación de esta política pública, el desarrollo
de una nueva resolución para Generadores Especiales,
la Resolución 317/20, que deroga la antigua Resolución
138/13 y genera un nuevo marco normativo, sentando
así las bases de una nueva forma de pensar la política
pública de la gestión de los residuos.
Matriz productiva del reciclado
El relevamiento llevado a cabo en 2020 por la DPROPDS permitió determinar, dimensionar y caracterizar
el tejido productivo de plantas de separación de RSU
activas en la provincia. Se identificó que, de los 135
municipios, 69 de ellas presentan una gestión pública;
28 son cogestionadas entre municipios y cooperativas
de recuperadores urbanos; 16 son gestionadas
únicamente por cooperativas de recuperadores urbanos;
6 presentan gestión privada y 16 municipios no poseen
plantas instaladas. A su vez, se pudo determinar tanto
el espectro de los Destinos Sustentables inscriptos en
el organismo (y validados para emitir certificados como
tratadores de residuos reciclables), como aquellos
aún no registrados. Existen 119 cooperativas de
recuperadores urbanos en la provincia, que incorporan
6.000 recuperadores formalizados en el sistema, 80 % de
las cuales se encuentran en el AMBA, lo que se asocia
principalmente a la trama urbana que permite una
cercanía a materiales reciclables en cantidad y calidad,
a diferencia del interior de la provincia donde prevalecen
las Plantas Municipales. Por su parte, aún existe una
deuda pendiente con los 400 recuperadores urbanos que
trabajan en los basurales, así como con el espectro de
informales que desarrollan su actividad en condiciones
precarias. Actualmente, el OPDS cuenta en su registro
de Destinos Sustentables, a los que habilita a gestionar
y valorizar los residuos sólidos urbanos en la Provincia,
con 60 Cooperativas de las 119, 3 Plantas Municipales
de 69 y 23 Plantas Privadas de 46. El tejido productivo,
por tanto, se caracteriza por su capilaridad territorial
gracias a la presencia de 234 plantas de RSU con una
distribución geográfica equitativa, tanto a lo largo y
ancho de la provincia, aunque con diferencias respecto
de su infraestructura, equipamiento de valorización
(cintas, enfardadoras, molinos, agrumadoras, entre
otros), capacidad de logística, condiciones laborales de
higiene y seguridad, etcétera.
MATÍAS TARANDO
17
Registro de Grandes Generadores
Otro de los relevamientos previos al desarrollo de la
nueva normativa refirió a comprender y determinar
aquellos municipios con ordenanzas municipales
respecto a los Grandes Generadores (GG), así como el
espectro de grandes generadores formalizados a la
fecha. De dicho relevamiento se pudo constatar que 36
municipios bonaerenses cuentan con normativas sobre
el tema, aproximadamente 10 de ellos (durante los
años 2014-2020 posterior a las resoluciones 137, 138
y 139 del 2013) han dictado una ordenanza específica
de GG, mientras que el resto de los municipios legisla
la temática en sus ordenanzas de RSU. El análisis
de las ordenanzas de los municipios de Almirante
Brown (Ordenanza 10742/16), Avellaneda (Ordenanza
27235/16), General Pueyrredón (Ordenanza 20002/10),
Hurlingham (Ordenanza 16965/18), Lomas de Zamora
(Ordenanza 16161/17), Moreno (Ordenanza 6268/20),
Quilmes (Ordenanza 12554/16) y Zárate (Ordenanzas
4686/18 y 4769), permitió determinar los aspectos
principales destacados en dichas ordenanzas, tales
como la caracterización de los GG, los planes de gestión,
las responsabilidades de los generadores de residuos,
las multas, la fiscalización y control de los municipios y
el papel de las cooperativas de recuperadores.
Por otra parte, el área de Grandes Generadores
del Organismo cuenta en sus registros con más del
90 % de los expedientes en formato papel (sobre
los 567 existentes a la fecha). Estos expedientes
corresponden principalmente a planes de gestión de
residuos presentados por countries según Resolución
137/13 (319) —luego RINE Res. 139/13 (125)—, los
alcanzados por la Res. 138/13 (83) y, finalmente, los
planes de gestión de balnearios Res. 85/14 (40). De la
18
Gráfico 1. Plantas de RSU de
la Provincia de Buenos Aires.
Fuente: OPDS.
RESOLUCIÓN 317/20
totalidad de los Planes GIRSU de GG solo 51 se encuentran
aprobados a la fecha: 43 son de Res 137/13, 4 de 138/13
y 4 de 139/13. Para el caso de la Res 85/14, 11 fueron
desaprobados y 39 vencidos. Por último, y respecto a
la distribución territorial, se puede destacar una fuerte
presencia de Planes GIRSU de GG referidos a countries
pertenecientes a los municipios de Pilar (115), Tigre (46),
Escobar (37), Esteban Echeverría y La Plata (18) y Moreno
(17). Para el caso de la Res. 138/13 y 139/13 se observa
una marcada concentración del municipio de Pilar con 19
y 28 planes presentados, respectivamente.
Se observa, finalmente, un bajo nivel y una alta
heterogeneidad en la presentación de los Planes de gestión
de los GG a la fecha; además, una falta de sistematización
en la presentación y evaluación de los mismos, escasos
recursos humanos y falta de vinculación entre los actores
intervinientes en la gestión de los residuos (municipios,
recuperadores urbanos, grandes generadores, privados,
universidades, etcétera).
Nueva Resolución 317/20
Generadores Especiales
La nueva resolución fue consecuencia, por tanto, del
trabajo de la Dirección Provincial de Residuos, asociada
a una serie de etapas de investigación y consultas
donde se analizaron las normativas preexistentes, los
contextos sociales y económicos, el mapa de actores,
y se evaluaron las prioridades de política pública y la
factibilidad de aplicación. Luego de la redacción se
llevaron a cabo consultas sobre los lineamientos de
la nueva resolución a cooperativas de recuperadores,
a expertos académicos de diversas universidades
nacionales, a funcionarios municipales y a entidades
como la Asociación de Supermercados Unidos (ASU),
la Cámara Empresaria de Medio Ambiente (CEMA),
la Asociación Civil Compromiso Empresarial para el
Reciclaje (CEMPRE) y el Instituto Argentino del Envase.
La Resolución 317/20, que reemplaza a la Res. 138/13,
tiene por objetivos centrales disminuir la disposición
final de RSU, promover la recuperación y el reciclado
de materiales, y generar trabajo e insumos para la
industria, convirtiendo a la provincia en motor productivo
del reciclado y fomentando la economía circular con un
nuevo paradigma de inclusión social.
De este modo, la justicia social y ambiental se cristaliza
en la nueva resolución a partir de establecer la actividad
MATÍAS TARANDO
19
desarrollada por las cooperativas y/o asociaciones civiles
de recuperadores de residuos urbanos como prestadora
de un servicio esencial para la comunidad, la preservación
del ambiente y la salud pública. A través de esta actividad
se incluye socialmente a trabajadores y se generan fuentes
de empleo sustentable por medio de la economía circular,
al aprovechar los RSU como recurso generador de valor
económico. A su vez, se extiende el abordaje normativo, ya
no solo al AMBA, sino a toda la provincia, promoviendo la
equidad territorial y ambiental en todos los municipios.
Asimismo, se amplían las categorías de sujetos
obligados, considerados como Generadores Especiales,
y se incorporan universidades públicas y privadas,
las dependencias de la administración pública, los
supermercados, los centros de distribución, los servicios
de alojamiento. También se comprende como GG a
comercios, a empresas de servicios y a toda actividad
privada comercial e inherente a las actividades autorizadas
que genere más de 1000 kg al mes —así como también a
los GG que dispone la Res. 138/13—. Se determinan los
aspectos mínimos a presentar en los Planes de Gestión
de Residuos según: la separación en origen de al menos
dos fracciones, reciclables y no reciclables; la recolección
diferenciada, tratamiento y disposición final; el envío de la
fracción seca reciclable a un Destino Sustentable habilitado
por el OPDS; el registro de operaciones y la presentación
de acciones de sensibilización y capacitación en gestión
sostenible de los residuos. En este sentido, se establecen
categorías de certificación (A, B y C), incorporando nuevos
aspectos no solo ambientales, sino también sociales y
educativos. De tal forma, se promueve para la categoría
más alta (A) la optimización de la separación en origen,
el envío de la totalidad de la fracción seca reciclable a
cooperativas de recuperadores o Plantas Municipales
registradas como destinos sustentables, la realización de
acciones de sensibilización ambiental, la reducción en la
generación de residuos y las acciones de tratamiento de
Aceite Vegetal Usado (AVU), de desperdicio de alimentos
y/o de la fracción orgánica de los residuos.
Por otra parte, se dinamiza la presentación de
los Planes de Gestión al sistematizar su carga vía
formulario online, lo que reduce tiempos de presentación
y evaluación, y permite, a su vez, la generación de datos
sobre la trazabilidad de los residuos, que permitirán
establecer metas de cumplimiento y/o implementación,
dimensionamiento de flujos de materiales reciclables y
caracterización de nuevos generadores especiales.
20
RESOLUCIÓN 317/20
Su implementación comenzó el 1 de marzo de 2021.
Los planes de gestión aprobados tendrán una vigencia de
dos años y deberán ser presentados y rubricados por un
profesional inscripto en el Registro Único de Profesionales
Ambientales y Administradores de Relaciones (RUPAYAR).
Asimismo, se establece la posibilidad de celebrar convenios
con los municipios, organismos públicos y universidades
públicas para fortalecer la implementación de esta
resolución, tanto en la fiscalización como en acciones que
promuevan su cumplimiento.
Plan de acción
Se establece como estrategia de abordaje la realización de
una comunicación pública de los aspectos más importantes
de la resolución junto a la articulación multisectorial
para su implementación, y una estrategia progresiva y
permanente de fiscalización. Para ello, se están llevando
a cabo Mesas Ambientales con los municipios y el mapa de
actores (cooperativas, Generadores Especiales, técnicos
del RUPAYAR, universidades), con el objetivo de realizar
una capacitación sobre la Res. 317/20 y de desarrollar
líneas de acción, seguimiento y articulación en común. En
ese sentido, se acompañará el abordaje con instructivos
para los distintos actores y una nueva resolución de
Destinos Sustentables, que facilite los procesos y
requisitos de inscripción para lograr la formalización de
la matriz productiva local.
Finalmente, se destaca que la Res. 317/20 fue declarada
en marzo de 2021 de interés federal por parte del Consejo
Federal de Medio Ambiente, revalorizando a nivel nacional
el desarrollo de la política pública bonaerense, sentando
nuevas bases en materia de política pública. Trae un horizonte
de trabajo con desafíos referidos a la implementación
progresiva de la gestión integral de los residuos y a la
inclusión social, el tratamiento y dimensionamiento de las
diferentes corrientes de residuos, el fortalecimiento de toda
la cadena de valor del reciclado, la educación ambiental y
la separación en origen como nuevo concepto de higiene
urbana. Todo esto permitirá la planificación a mediano y
largo plazo en pos de lograr la reactivación económica y
productiva de una Provincia en Marcha, que sea el motor
productivo de reciclado, con generación de empleo, cuidado
ambiental y desarrollo sostenible. •
MATÍAS TARANDO
21
ÁREAS DE TRABAJO
Sofía Sternberg
Subsecretaria de Relaciones
Internacionales e Institucionales
GBA | Argentina
sofia.sternberg@gba.gob.ar
Valeria Giacchino
Directora Provincial de
Planeamiento y Cooperación
Internacional
GBA | Argentina
valeria.giacchino@gba.gob.ar
La sostenibilidad en la agenda
global del desarrollo
Implicancias para los países de ingresos medios,
desafíos regionales y locales
Pensar hoy en la agenda internacional sin considerar
el desarrollo sostenible como eje articulador parece
inimaginable. Para quienes trabajamos en el ámbito
de las relaciones internacionales y la cooperación
internacional, la sostenibilidad constituye un elemento
transversal y omnipresente en toda la agenda global.
Sin embargo, no fue hasta hace algunas décadas
que este concepto y perspectiva del desarrollo fue
ganando un lugar cada vez más protagónico en la
agenda internacional, demandando al mismo tiempo
cambios en el sistema global y en sus marcos de
acción e interpretación de la realidad, que hasta la
fecha siguen sin producirse.
La sostenibilidad en la agenda global: del ambiente y
la economía a la multidimensionalidad del desarrollo
El concepto de desarrollo sostenible fue utilizado por
primera vez en 1987, en el reporte de la Comisión de
Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo,
Nuestro futuro común, también conocido como Informe
22
LA SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA GLOBAL DE DESARROLLO
Brundtland, en referencia a la presidenta de la Comisión,
la noruega Gro Harlem Brundtland (Naciones Unidas,
1987). El reporte, que tenía como objetivo identificar
aquellos elementos característicos de la interrelación
entre desarrollo y ambiente, define por primera vez
al desarrollo sostenible como aquel que puede lograr
satisfacer las necesidades y las aspiraciones del presente,
sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
de satisfacer sus propias necesidades y aspiraciones
(Larrouyet, 2015, p. 6). A partir de esta definición, el
reporte hace un llamado a todos los Estados a adoptar la
sostenibilidad como el principal objetivo de las políticas
nacionales y de la cooperación internacional.
Con estos antecedentes, en 1992 se celebra en Río
de Janeiro la primera Conferencia de Naciones Unidas
sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, también conocida
como la Cumbre de la Tierra, que propone repensar el
impacto de las actividades socioeconómicas humanas en
el medio ambiente y viceversa. La Conferencia buscaba
demostrar que la problemática ambiental planetaria
estaba íntimamente relacionada con las condiciones
económicas y planteó la necesidad de equilibrar las
dimensiones sociales, medioambientales y económicas
para obtener resultados sostenibles a largo plazo
(Naciones Unidas, 1992). Uno de los hitos claves de esta
Conferencia lo constituye la aprobación del Principio 7 de
su Declaración, en el cual se establece que los Estados
tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas, pues
han contribuido en distinta medida a la degradación del
medio ambiente. Vale decir que el texto original propuesto
por el G77 avanzaba aún más en dirección a exhibir la
responsabilidad histórica de los países desarrollados,
vinculando esa responsabilidad con una obligación legal
de otorgar financiamiento y tecnologías a los países
en desarrollo (Dueñas, 2016, p. 8). Predeciblemente, la
propuesta encontró profundas resistencias de los países
centrales. No obstante, desde 1992 a la actualidad, los
países en desarrollo continúan reafirmando este principio
en todos los foros internacionales.
En 2010, reunidos en la Cumbre del Milenio, los Estados
miembros de las Naciones Unidas aprueban los Objetivos
de Desarrollo del Milenio (ODM) (Naciones Unidas, 2010).
Con plazo para su realización hasta 2015, los ocho ODM
implicaron, por primera vez, la existencia de una agenda
de desarrollo consensuada, de carácter global, con
una orientación, un lenguaje común y metas globales
direccionadas a la superación de la pobreza, el hambre,
SOFÍA STERNBERG Y VALERIA GIACCHINO
23
la baja escolarización, la desigualdad de género y la
acelerada degradación ambiental.
Seguidamente, la Conferencia de Naciones Unidas sobre
Desarrollo Sostenible, también conocida como “Río+20”,
celebrada en Río de Janeiro en el año 2012 en ocasión del
vigésimo aniversario de la Cumbre de la Tierra, constituye
otro de los hitos clave en la consolidación del desarrollo
sostenible en la agenda internacional. Como resultado
de esta conferencia se adopta el documento El futuro que
queremos (Naciones Unidas, 2012), con dos temáticas
centrales como ejes: la economía verde en el contexto del
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
Así, Río+20 y los acontecimientos que le precedieron
constituyen los cimientos sobre los que hoy se inscribe la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este recorrido
histórico busca poner sobre la palestra la progresiva
complejización que fue adquiriendo la sostenibilidad como
perspectiva del desarrollo, desde su primera incorporación
en la agenda internacional, hasta la actualidad, momento
en que no es posible pensar en ese significante sin la
interrelación con todas las dimensiones del desarrollo.
Como resultado de ese proceso de “evolución”, en
septiembre de 2015, durante la 70a Asamblea General
de las Naciones Unidas, 193 jefes de Estado aprobaron el
documento “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible” (Naciones Unidas, 2015).
La Agenda 2030 incorpora 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) y 169 metas asociadas, con el objetivo
de constituirse en una hoja de ruta para erradicar la
pobreza, reducir las desigualdades y proteger el medio
ambiente a partir de un enfoque integral que abarca las
esferas económica, social y ambiental.
Durante ese mismo año se aprobaron también la Agenda
de Acción de Addis Abeba (AAAA) sobre Financiamiento para
el Desarrollo, el Acuerdo de París sobre Cambio Climático
y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de
Desastres. Este conjunto de documentos constituye el nuevo
marco global que orientará los programas de desarrollo
en el plano global, regional y nacional hasta el año 2030 y
tiene un gran impacto para la cooperación internacional.
Esta nueva agenda integral aborda los grandes retos
globales desde una perspectiva multidimensional y es
aplicable en todos los países, tanto del norte como del sur.
Este derrotero nos trae al momento actual, en el cual
la agenda global del desarrollo se encuentra totalmente
atravesada por la concepción indivisible del desarrollo
sostenible. Ahora bien, la agenda de desarrollo global
24
LA SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA GLOBAL DE DESARROLLO
y los instrumentos para cumplirla parecen transitar
por caminos separados. ¿Con qué recursos contamos
los países en desarrollo para cumplir con los ODS y
transitar nuestros propios senderos hacia un desarrollo
sostenible? ¿Los sistemas de medición y asignación de
recursos financieros responden a las configuraciones del
desarrollo global actual?
Impactos en los países de ingresos medios en
sus senderos hacia el desarrollo sostenible
El Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
elabora cada tres años una “Lista de países elegibles para
el otorgamiento de Ayuda Oficial al Desarrollo”, que incluye
a los países menos adelantados, países de ingresos bajos
y, en menor medida, a países de ingresos medios —más
conocidos como países de renta media (PRM), de acuerdo con
la clasificación del Banco Mundial establecida en función de
los niveles de Ingreso Nacional Bruto (INB) por habitante—.
Esta metodología establece un criterio de desarrollo
estrictamente económico, ignorando por completo la
multidimensionalidad del desarrollo. Es decir que los países
se clasifican únicamente a partir de su PIB per cápita.
De acuerdo con la definición del CAD, la Ayuda
Oficial al Desarrollo (AOD) es la transferencia financiera
(donaciones o préstamos) y técnica (conocimientos)
que cumple los siguientes criterios: es otorgada por los
organismos oficiales (estatales, locales, universidades
públicas y organismos ejecutivos) de los países donantes;
tiene el objetivo de promover el desarrollo y el bienestar
social y económico; se concede a países y territorios
contenidos en la lista de países socios del comité de
ayuda al desarrollo, o bien a organismos multilaterales
de desarrollo; y es de carácter concesional (donación o
préstamo a un tipo de interés por debajo del mercado y
con un porcentaje de donación de, al menos, el 25 %).
La Argentina y la gran mayoría de los países de América
Latina son denominados países de renta media o renta
media alta. Esta categorización tiene una implicancia
directa en los flujos de préstamos concesionales y
donaciones, así como en la movilización de recursos de
fondos de cooperación, los cuales se ven principalmente
orientados a los países menos adelantados y de ingresos
bajos, en detrimento de los países de ingresos medios.
Esta situación genera, entonces, un acceso restringido
para los países de la región al financiamiento para el
SOFÍA STERNBERG Y VALERIA GIACCHINO
25
desarrollo. Financiamiento cada vez más necesario,
sobre todo en el contexto de la pandemia, en el que
América Latina resulta la región más afectada del
mundo y, al mismo tiempo, constituye la región más
desigual del planeta (CEPAL, 2016).
En este marco, la discusión por la sostenibilidad
adquiere entonces dos elementos determinantes. El
primero está vinculado con los modelos de desarrollo.
El cuidado ambiental, la forma en que producimos y la
forma en que vivimos y se distribuye la riqueza están
intrínsecamente conectados. No podemos pensar el
cuidado del ambiente por fuera de modelos de desarrollo
que garanticen la justicia social y la justicia ambiental.
El segundo de los elementos es, en efecto, el
financiamiento. Como señalamos antes, los países en
desarrollo, en particular los de América Latina, enfrentan
desafíos propios de sus condiciones particulares, por
sus estructuras tecno y socioproductivas y por las
instituciones y prácticas económicas, sociales y políticas
de cada país (Porta, 2018). Pero también enfrentan
desafíos que son globales, vinculados con la transición
hacia sociedades más ecológicas y digitales a partir de
una transformación del aparato productivo vis a vis con
el cuidado del ambiente. Estos desafíos no son ni más ni
menos que los desafíos que también enfrenta el mundo
desarrollado. Solo que los recursos económicos con
los que se cuenta a un lado y otro del planeta producen
respuestas altamente desiguales. Basta con mirar los
1,8 billones de euros que la Unión Europea acaba de
destinar para reconstruir la Europa pos-COVID-19, para
darse de cuenta de lo que estamos poniendo en debate
(Comisión Europea, 2021).
Durante la presentación del “Informe sobre
Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2021”
(Naciones Unidas, 2021a), el Subsecretario General
de la ONU, Liu Zhenmin sostuvo que “los países deben
recibir ayuda no sólo para mantenerse a flote, sino para
invertir en su desarrollo. Para reconstruir mejor, tanto el
sector público, como el privado, deben invertir en capital
humano, protección social, así como en infraestructura y
tecnología sostenibles” (Naciones Unidas, 2021b, s. p.).
El informe insta también a los países desarrollados a
cumplir el compromiso de 0.7 % de AOD1 y proporcionar
1. En 1980, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, se
acordó que los países desarrollados se comprometían a destinar el
0,7 % del total del producto nacional bruto para la Asistencia Oficial al
Desarrollo. Hasta el momento solo seis países han alcanzado esa meta:
Dinamarca, Países Bajos, Luxemburgo, Noruega, Reino Unido y Suecia.
26
LA SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA GLOBAL DE DESARROLLO
Ganchos y canastas: las herramientas de los recuperadores, de Adeline Pierrat (1).
nuevo financiamiento concesional a los países en desarrollo
(Naciones Unidas, 2021a).
Si bien en la AAAA aprobada en 2015 se reconoce que
los países de ingresos medios aún enfrentan dificultades
para alcanzar el desarrollo sostenible y se plantea la
necesidad de elaborar metodologías que tengan en cuenta
la complejidad y la diversidad de las realidades en ellos,
al día de hoy nada ha cambiado. Los países de ingresos
medios o los PRM siguen siendo marginados de la Ayuda
Oficial al Desarrollo, lo que reduce sus márgenes para
la inversión y el desarrollo en políticas que tengan como
horizonte el desarrollo sostenible con inclusión.
La crisis multidimensional a la que el mundo asiste en la
actualidad proporciona un escenario complejo y desafiante.
En este marco, la realidad de los países latinoamericanos
caracterizados por índices de desigualdad alarmantes,
pone de relieve el papel determinante de los Estados en
todos sus niveles, pero, al mismo tiempo, la imperiosa
necesidad de contar con un mundo más solidario,
responsable y comprometido.
Pandemia y nuevos desafíos globales
para la sostenibilidad
La pandemia provocada por la COVID-19, que todavía un año
y medio después de su irrupción mantiene al mundo el vilo,
abrió una grieta en la agenda global del desarrollo y puso
en jaque los resultados hasta 2020 alcanzados, cinco años
después de la aprobación de la Agenda 2030.
De acuerdo al citado Informe sobre Financiamiento
para el Desarrollo Sostenible 2021 (Naciones Unidas,
2021a), la economía global experimenta en la actualidad
la peor recesión en 90 años, afectando a los sectores más
vulnerables y exponiendo aún más las desigualdades ya
presentes en nuestras sociedades. El informe estima
que durante la pandemia se han perdido 114 millones de
puestos de trabajo y cerca de 120 millones de personas
han vuelto a caer en la pobreza extrema.
En efecto, la pandemia ha golpeado al mundo de formas
desconocidas. Aún no sabemos si algo realmente cambiará
una vez superada la crisis, pero sí tenemos certezas de las
cuestiones que este tiempo evidenció con más potencia:
la profundización de las desigualdades, la creciente
interdependencia, la necesidad de más multilateralismo, la
urgencia de más cooperación, el papel determinante de los
ESTADOS en la gestión y en la batalla contra la pandemia,
y la existencia de desafíos que son globales y que no
28
LA SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA GLOBAL DE DESARROLLO
reconocen niveles de desarrollo o de ingreso per cápita
de los países ni respetan fronteras nacionales.
El mundo de la pospandemia debe integrar entonces
en una agenda global las necesidades y las capacidades
de los distintos actores del desarrollo desde una
gobernanza diferenciada que tenga en cuenta las
capacidades y las condiciones particulares de cada país,
y la plena consciencia de que nadie se salva solo/a.
Los desafíos globales deben ser abordados de manera
integral por todos los países, sin distinciones. Pero,
fundamentalmente, esa agenda debe crear instrumentos
y herramientas de financiamiento inclusivas para alcanzar
efectivamente las metas propuestas. Si eso no ocurre,
estaremos reproduciendo viejos y conocidos eufemismos.
Alianzas estratégicas internacionales
para un desarrollo sostenible con inclusión
La provincia de Buenos Aires, como Gobierno
subnacional de un país de ingresos medios como la
República Argentina, no es ajena a estas discusiones.
Nuestro territorio es testigo directo día tras día de
los impactos e implicancias que tienen las nuevas
configuraciones del desarrollo global y la vigencia de
conceptos, estructuras y taxonomías que no responden
a la situación actual del mundo en desarrollo.
Desde la Subsecretaría de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Provincia de Buenos
Aires, y su Dirección Provincial de Planeamiento y
Cooperación Internacional, dependientes del Ministerio
de Jefatura de Gabinete de Ministros, diseñamos
y coordinamos la política exterior de la provincia y
promovemos acciones de cooperación internacional
para el desarrollo sostenible de nuestra provincia.
En ese marco, trabajamos de manera coordinada
y transversal con todo el Estado provincial sobre
diferentes áreas y ámbitos del desarrollo.
Entre los ejes de mayor relevancia en esa agenda
estratégica se encuentra el ambiental. Uno de
nuestros principales aliados para la proyección de
la agenda internacional de la provincia de Buenos
Aires es, sin dudas, el Organismo Provincial para
el Desarrollo Sostenible (OPDS). Los equipos de
ambos organismos vienen trabajando de forma
coordinada y colaborativa en la búsqueda de socios
internacionales con quienes hallar soluciones
colectivas a los problemas comunes del desarrollo.
SOFÍA STERNBERG Y VALERIA GIACCHINO
29
En el medio de los residuos, la solidaridad, de Adeline Pierrat (2).
En ese marco, hemos establecido alianzas con
distintos socios globales para abordar temas como
la gestión integral e inclusiva de los residuos sólidos
urbanos, el tratamiento de residuos por corrientes,
la producción de especies nativas para combatir la
deforestación, el desarrollo de capacidades de policy
making y gobernanza para la generación de estrategias
de producción y consumo sostenible, la conservación
de la biodiversidad y el uso eficiente de recursos en
territorios de alto valor ambiental, el control de la
calidad del aire, entre otras temáticas.
La situación en la que se encontraba la provincia de
Buenos Aires en diciembre de 2019, sumada a la crisis
multidimensional provocada por la pandemia, le impone
a nuestro Gobierno el desafío de desarrollar acciones y
políticas públicas que resuelvan las problemáticas más
urgentes y acuciantes del pueblo bonaerense como
la pobreza, la desigualdad y la protección de la vida,
sin que ello signifique postergar planes de desarrollo
a largo plazo orientados por modelos sostenibles de
desarrollo con justicia social y ambiental. •
30
LA SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA GLOBAL DE DESARROLLO
Referencias
- CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
(2016). La matriz de la desigualdad social en América Latina.
Santiago de Chile, Chile: CEPAL.
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para Europa. Recuperado de https://ec.europa.eu/info/strategy/
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- Dueñas, C. (2016). El Principio de Responsabilidades Comunes
pero
Diferenciadas.
Revista
Tribuna
Internacional,
5(10).
doi:10.5354/0719-482X.2016.44493
- Larrouyet, C. (2015). Desarrollo sustentable. Origen, evolución
y su implementación para el cuidado del planeta (Trabajo final
integrador). Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, Argentina.
Recuperado de http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/154
-
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Unidas.
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futuro
común.
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Ambiente y el Desarrollo. Recuperado de https://www.un.org/
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- Naciones Unidas. (2000). Declaración del Milenio. Recuperado de
https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N00/559/54/
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de https://undocs.org/pdf?symbol=es/A/CONF.216/16
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2030 para el Desarrollo Sostenible. Recuperado de https://unctad.
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- Naciones Unidas. (2021a). Financing for Sustainable Development
Report 2021 [Informe sobre Financiamiento para el Desarrollo
Sostenible 2021]. Recuperado de https://developmentfinance.
un.org/sites/developmentfinance.un.org/files/FSDR_2021.pdf
- Naciones Unidas. (2021b). La COVID-19 podría conducir a una década
perdida para el desarrollo [Comunicado de prensa]. Recuperado de
https://developmentfinance.un.org/fsdr2021-pressrelease-spanish
- Porta, F. (2018). La economía política del desarrollo argentino.
FIDE. Coyuntura y desarrollo, (385), 134-141. Recuperado de http://
www.fide.com.ar/images/revistas/revista-385/revista-385.pdf
SOFÍA STERNBERG Y VALERIA GIACCHINO
31
ÁREAS DE TRABAJO
Martín Sotelo
Guardaparque Inspector
OPDS | Argentina
sotelom@opds.gba.gov.ar
El mar nos protege
Reserva Natural Islote de la Gaviota Cangrejera
Te propongo una aventura, un viaje, acompañame a
recorrer el litoral marítimo de la provincia de Buenos
Aires y así conocer las especies y las áreas naturales
protegidas que estamos conservando.
Primero vamos a recorrer la Reserva Natural Islote
de la Gaviota Cangrejera. Se encuentra dentro del
Estuario de Bahía Blanca, en el sudoeste de nuestra
provincia, a solo veinte minutos de navegación desde
el puerto de Ingeniero White. En ella están las colonias
reproductivas más numerosas de la gaviota cocinera
y de la gaviota cangrejera, esta última es una especie
categorizada Vulnerable a la extinción.
Todavía recuerdo la primera vez que desembarqué
en este islote, miles de gaviotas cocineras sobrevolaban
en todas direcciones y formaban una cúpula que no
dejaba ver el cielo, mientras sus graznidos alertas
acaparaban todos nuestros sentidos cumpliendo
con su objetivo, alejar nuestra atención de sus nidos
y pichones. Las gaviotas cangrejeras, en cambio,
cuentan con una estrategia distinta de protección de
sus nidadas: forman colonias con nidos mucho más
cercanos uno del otro y así generan una defensa más
compacta, quedándose en ellos y realizando amenazas
y llamadas de alerta con sus fuertes picos. Como uno
suele humanizar a los animales, siempre las vi como
32
EL MAR NOS PROTEGE
unas madrazas y por este comportamiento son una de
mis especies más amadas. Visitar esta área natural
protegida te hace sentir dentro de un documental de la
BBC del famoso conductor David Attemborough.
Para continuar con nuestro derrotero en el Estuario
de Bahía Blanca, navegaremos por los canales y riachos
de la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía
Verde. Sus geoformas recuerdan a los sistemas nerviosos
neuronales o a las nervaduras de una hoja de un árbol.
Sus islas prístinas, en su gran mayoría, conservan
una buena muestra representativa de los arbustales
nativos, con especies como el palo azul y la zampa
crespa, entremezclados con árboles como el molle,
el chañar y el caldén. En este ambiente, representado
principalmente en las islas Zuraitas y Embudo, podemos
encontrar a zorros, gatos monteses y pumas, así como a
una importante población de guanacos.
Estos últimos animales guardan una genética
única bonaerense, así como comportamientos
y adaptaciones aprendidos de generación en
generación en este ambiente marino tan hostil. Por
ejemplo, en las islas no hay ningún cuerpo de agua
dulce, por lo que los animales solo obtienen este
preciado líquido durante las lluvias, a través de la
vegetación o por el rocío acumulado de la mañana.
Además, están acostumbrados a cruzar nadando
los canales desde las islas más elevadas hasta las
Delfín nariz de botella (der.) y
cangrejo cavador (izq.).
Apostadero Isla Trinidad.
MARTÍN SOTELO
33
Guanaco.
Gaviota cangrejera.
Ave playera.
Marisma y riachos.
34
EL MAR NOS PROTEGE
marismas —zona del intermareal vegetada— para
alimentarse de las espartinas, similares a los juncos,
pero más emparentadas con las gramíneas del
continente. Siempre hay un macho vigía cuidando a
la manada, al que se lo conoce como “relincho” y es
el encargado de alertar a su grupo emitiendo fuertes
sonidos o enviando mensajes en clave con distintos
movimientos de su cola.
Asimismo, al navegar entre las islas nos podremos
encontrar con grupos familiares de dos especies de
delfines: el delfín nariz de botella, conocido por los
lugareños como “feron”, que nos suele sorprender con su
nado veloz y algún salto repentino; y el delfín franciscana,
uno de los delfines más pequeños del mundo, cuyo
nombre deriva del color marrón en su dorso, similar al
atuendo de los monjes franciscanos. En el año 2017 fue
declarado Monumento Natural Provincial, siendo esta la
máxima categoría de protección para una especie. Una
de las experiencias más hermosas de mi vida fue un día
cuando una madre con su cría se acercaron a nuestra
embarcación y pudimos escuchar su respiración, ese
típico resoplido similar al de las grandes ballenas.
Al adentrarnos más en el mar nos encontramos con
la Isla Trinidad, la más grande de la provincia, donde
hay un apostadero de lobos marinos de un pelo. En esta
isla, al igual que en la Isla Wood y la Isla Ariadna, existen
densos pastizales, médanos y extensas playas de arena,
iluminadas al anochecer por el Faro El Rincón, alzado en
la Península Verde como guía para los navegantes.
Son muchos los servicios ecosistémicos que estos
ambientes marinos brindan a las comunidades aledañas
e incluso a las más alejadas. Por ejemplo, las islas, las
marismas y los extensos cangrejales protegen a la
costa de las fuertes tormentas que, de otra manera, la
erosionarían. También son los lugares elegidos para
el desove y la cría de muchas especies de peces y
crustáceos de gran valor pesquero. Tengamos en cuenta,
además, que el mar es fuente de alimento para más de
mil millones de personas en todo el mundo y genera el
50 % del oxígeno que respiramos. Asimismo, absorbe
alrededor del 30 % del dióxido de carbono producido
por la humanidad, amortiguando los impactos del
calentamiento global. Sin embargo, debido a un mal
manejo de las pesquerías, más del 90 % de los grandes
peces en el planeta tienen a sus poblaciones mermadas.
Y debido a la contaminación de los mares se estima que
para el año 2050 habrá más plásticos en el mar que peces.
MARTÍN SOTELO
35
Frente a este panorama mundial las áreas
naturales protegidas se cuentan dentro de las
mejores herramientas para recuperar y restaurar
estos ecosistemas. Su creación, ampliación e
implementación efectiva es una de las prioridades
propuestas como metas mundiales para la próxima
década hasta el año 2030. En la provincia de Buenos
Aires contamos con uno de los mejores Sistemas de
Áreas Marinas y Costeras Protegidas de la Argentina.
Administrado por el Organismo Provincial para el
Desarrollo Sostenible (OPDS), este sistema genera
un efectivo corredor biológico para las especies
migratorias, como por ejemplo para las aves playeras
o para las tortugas marinas. En estas reservas
naturales trabajamos diariamente en la fiscalización
y el monitoreo del ambiente, en la educación y la
difusión ambiental, en la asistencia a los grupos
de investigación y en el manejo y el ordenamiento
de las actividades humanas como el ecoturismo, la
recreación o la pesca.
Te invito ahora a investigar y conocer otras reservas
naturales de nuestro sistema como las de Bahía San
Blas, Pehuen Có-Monte Hermoso, Arroyo Zabala,
Albufera de Mar Chiquita y Bahía de Samborombón.
Te sorprenderá lo diversas y bellas que son.
Seamos parte del cuidado de nuestro mar,
cuidándolo él también nos protegerá. •
Nuestro equipo local de trabajo está compuesto
por Daniel Porte, que actualmente es el guardaparque
a cargo del manejo y de la administración de las
reservas; la ecóloga Victoria Massola, enfocada en
el estudio y el rescate de fauna; la profesora Patricia
González, dedicada a la coordinación de la educación
ambiental y de la comunicación; y quien escribe, junto
con la guardaparque Ariadna Mamani, a cargo de todos
los aspectos operativos de fiscalización y monitoreo
del patrimonio natural y cultural que conservamos.
36
EL MAR NOS PROTEGE
La “mujer-desecho”, de Adeline Pierrat (3).
ÁREAS DE TRABAJO
Mónica Capellini
Presidenta del CEAMSE
(Primera mujer en presidir el organismo)
CEAMSE | Argentina
mcappellini@ceamse.gov.ar
Coordinación Ecológica
Área Metropolitana
Sociedad del Estado
CEAMSE se dedica al tratamiento de Residuos Sólidos
Urbanos (RSU) mediante la aplicación de las más modernas
técnicas de ingeniería sanitaria y ambiental en su área de
cobertura. Con el inicio de esta nueva gestión, CEAMSE tiene
como meta alcanzar los más altos estándares establecidos
por la legislación ambiental para contribuir con el desarrollo
sostenible, compatibilizando la gestión ambiental y social de sus
operaciones con los objetivos de la Agenda para el Desarrollo
Sostenible 2030 de las Naciones Unidas y la Estrategia Nacional
de Biodiversidad en el marco de la carta encíclica del Papa
Francisco “Sobre el Cuidado de la Casa Común”.
Esta tarea supone un enorme desafío que encaramos a través
de una gestión integral que incorpora diversos ejes ambientales,
como por ejemplo la promoción de prácticas sustentables
orientadas a la reducción en origen de los volúmenes de RSU
y a la minimización de los impactos que genera su disposición.
Con el claro objetivo de mejorar la calidad socioambiental de la
comunidad, el equipo de CEAMSE incorpora permanentemente
las más nuevas tecnologías aplicables en todos sus Complejos
Ambientales, promueve la concientización y la educación de la
población, la conservación de la biodiversidad en todos sus niveles,
el uso sostenible de los recursos naturales, el mantenimiento de
los servicios ecosistémicos y la prevención de la contaminación
para evitar y minimizar los impactos negativos sobre la salud de
las personas, la biodiversidad y los ecosistemas.
38
CEAMSE
Para brindarle el tratamiento integral a las 23.500
toneladas de residuos (promedio diario) que envían 49
municipios de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (Figura 1), CEAMSE cuenta
con cuatro Complejos Ambientales operativos y cinco
Estaciones de Transferencia (Figura 2). Si bien el
Complejo Ambiental Villa Domínico ya no opera como
centro de disposición final desde el año 2004, aún
continúan los trabajos relacionados con su etapa de
poscierre: extracción de gases, tratamiento de líquidos
lixiviados y reforestación con especies nativas.
Figura 1. Municipios que
realizan el tratamiento integral
de sus residuos con CEAMSE.
LEZAMA
LOBOS
LOMAS DE ZAMORA
LUJÁN
MAGDALENA
MALVINAS ARGENTINAS
MARCOS PAZ
MERCEDES
MERLO
MORENO
MORÓN
PILAR
PRESIDENTE PERÓN
QUILMES
SALTO
SAN ANDRÉS DE GILES
SAN ANTONIO DE ARECO
SAN FERNANDO
SAN ISIDRO
SAN MIGUEL
SAN VICENTE
TIGRE
TRES DE FEBRERO
VICENTE LÓPEZ
ZÁRATE
ALBERTI
ALMIRANTE BROWN
AVELLANEDA
BERAZATEGUI
BERISSO
BRANDSEN
CABA
CAMPANA
CAÑUELAS
CAPITÁN SARMIENTO
COLÓN
ENSENADA
ESCOBAR
ESTEBAN ECHEVERRÍA
EZEIZA
FLORENCIO VARELA
GENERAL PAZ
GENERAL RODRÍGUEZ
GENERAL SAN MARTÍN
HURLINGHAM
ITUZAIGÓ
JOSE C. PAZ
LA MATANZA
LA PLATA
LANÚS
LAS HERAS
Figura 2. Distribución de los
Complejos Ambientales
y Estaciones de Transferencia.
COMPLEJOS
AMBIENTALES
1
2
3
1
4
5
NORTE III
VILLA DOMÍNICO
GONZÁLES CATÁN
EZEIZA
ENSENADA
ESTACIONES
DE TRANSFERENCIA
A
B
C
D
E
COLEGIALES
FLORES
POMPEYA
ZAVALETA
ALMIRANTE BROWN
A
B
C
D
2
3
E
4
MÓNICA CAPELLINI
5
39
La prerrecolección en Lomé, de Pascal Garret (5).
Con el objetivo de promover buenas prácticas
ambientales y reducir los volúmenes de residuos
a disponer, en nuestros Complejos Ambientales se
produce compost y eco-ladrillos, se reciclan neumáticos
y operan, además, varias Plantas Sociales de Separación
y Clasificación de Residuos. La disposición de residuos
genera biogás, que es utilizado para la producción de
energía verde, y líquidos lixiviados, los cuales una vez
tratados se reutilizan para el riego de caminos y la
limpieza de maquinarias.
Uno de los componentes centrales de la operación de la
empresa son las Estaciones de Transferencia (ET). Las ET
son instalaciones edilicias que funcionan como nexo entre
los camiones recolectores y los vehículos de transporte
con mayor capacidad de carga. Permiten acortar las
distancias entre los centros de generación de residuos
y los complejos ambientales. Uno de los desafíos de
CEAMSE para alcanzar las nuevas metas de sostenibilidad
es la puesta en valor, a través de un plan de mejoras, de la
ET Almirante Brown. Las obras proyectadas optimizarán
la gestión de los residuos que se generan diariamente en
los municipios de Almirante Brown, Berazategui, Esteban
Echeverría, Florencio Varela, Lanús, Quilmes, Presidente
Perón, Cañuelas y San Vicente.
Asimismo, a partir de la experiencia adquirida,
trabajamos en aquellas provincias y municipios que lo
requieren, tanto en la elaboración de proyectos de Gestión
Integral de Residuos (GIRSU) como en la capacitación
de su personal y en el desarrollo de programas de
educación y concientización ambiental.
CEAMSE y la protección de la biodiversidad
En la actualidad, uno de los objetivos principales de CEAMSE
es el desarrollo y la gestión de sus áreas de Reserva y de
sus Complejos Ambientales en etapa de poscierre, con
un criterio ecológico orientado a la conservación de la
biodiversidad y de los servicios ecosistémicos que brindan
para mejorar la calidad de vida de la población.
En este sentido, hemos comenzado a trabajar en
la integración de nuestras áreas verdes y azules con
las áreas naturales protegidas vecinas, tanto de nivel
municipal como provincial y nacional. Actualmente,
CEAMSE cuenta con dos áreas de gran valor ambiental y
con una enorme potencialidad para mejorar la calidad de
vida de las vecinas y los vecinos del AMBA: el Complejo
Ambiental (CA) Villa Domínico y el Camino del Buen Ayre.
MÓNICA CAPELLINI
41
Del mismo modo, buscamos controlar el desarrollo
de especies exóticas presentes en nuestros Complejos
y Reservas mediante el desarrollo de programas
de control y programas de producción de especies
nativas en nuestro Vivero Experimental Ing. Forestal
José Luis Giannoni, ubicado en el CA Villa Domínico.
Como ejemplos de esta nueva estrategia de relación
con el ambiente establecimos una relación virtuosa con
el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible
(OPDS). Trabajamos de modo conjunto en el Plan Provincial
Nativas Bonaerenses, a través del cual nuestro vivero
produce especies vegetales autóctonas seleccionadas a
partir de semillas provistas por el OPDS. Hemos iniciado
también tratativas orientadas a incrementar el área de la
Reserva Natural Punta Lara con la integración de cientos
de hectáreas de ambientes naturales.
Villa Domínico y Camino del Buen Ayre:
áreas verdes para mejorar la calidad de vida del AMBA
El CA Villa Domínico se convirtió en mucho más que
un complejo en etapa de poscierre. Los proyectos
desarrollados y por venir muestran la enorme
potencialidad de este gran pulmón verde del área
metropolitana, que sustenta una rica biodiversidad. Hoy
funcionan allí un laboratorio de cultivo in vitro y el vivero
que produce especies nativas bonaerenses como el
coronillo, el espinillo, el sen de campo, el ombú y el tala,
algunas de ellas en peligro de extinción. Dentro de las
260 hectáreas del complejo se construyó una pasarela
de 600 metros que recorre una zona de reserva natural
que desemboca en la costa del Río de la Plata.
Por su parte, a lo largo de los 23 km de traza del
Camino del Buen Ayre (Figura 3) CEAMSE aporta a
la comunidad bonaerense más de 100 hectáreas de
áreas verdes y azules distribuidas en cuatro parques
Parque y Reserva
Santa María
PEAJE
OESTE
Martín
Fierro
ACCESO
OESTE
Parque
Malvinas
Argentinas
Línea
San Martín
Gorriti
Parque
San
Francisco
Figura 3. Distribución
de los espacios verdes en
el Camino del Buen Ayre.
Línea
Belgrano
Línea
Urquiza
Ruta 201
Centro de
Monitoreo
y Vigilancia
Combate
de Pavón
ACCESO NORTE
PANAMERICANA
Parque General
San Martín
PEAJE
NORTE
Debenedetti
Ruta 8
Parque
Eólico Solar
23 KM
42
CEAMSE
—Malvinas Argentinas, Santa María, San Francisco
y San Martín— y una reserva —Santa María—, a los
que se suman los Complejos Ambientales, en etapa de
poscierre, Norte I y II.
Gracias a la invitación del ministro de Desarrollo
Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, CEAMSE se
encuentra abocada, junto con los equipos técnicos
del Ministerio, a la elaboración de un proyecto de
gran envergadura que buscará la integración de
casi 600 hectáreas de áreas verdes y azules en dos
sectores fundamentales del AMBA: el área costera de
Avellaneda y Quilmes y el sector Reconquista, donde
se ubica el Camino del Buen Ayre.
Este proyecto incluirá el diseño y la construcción de
infraestructura de movilidad, equipamiento general y
renaturalización de ecosistemas en ambos sectores, y la
mejora de las áreas de reserva municipales contiguas,
como por ejemplo la Eco Área de Avellaneda y la Reserva
Urbana Río Reconquista, de Ituzaingó. Los espacios de estas
características se transformarán en un recurso impensado
del área metropolitana y nos colocarán en la vanguardia en
cuanto al desarrollo de espacios verdes urbanos.
Hemos avanzado fuertemente en un diálogo de
colaboración con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación, a cargo del Dr. Roberto Carlos Salvarezza,
para promover la investigación científica y tecnológica
en Economía Circular. El trabajo conjunto de ambos
organismos permitirá que científicos y tecnólogos de
diversa procedencia (como por ejemplo: CONICET, INTA,
INTI y universidades nacionales), cuenten dentro del CA
Villa Domínico con un Centro de Investigación modelo
donde abordar investigaciones y desarrollar tecnologías
orientadas a la solución de problemas concretos derivados
de la gestión de los residuos y la Economía Circular.
Es de destacar que todas estas iniciativas de
CEAMSE pueden ser implementadas gracias al aporte
y al apoyo brindado por el gobernador Axel Kicillof a
través de su jefe de gabinete, Carlos Bianco. •
MÓNICA CAPELLINI
43
HÁBITAT
Emiliano Recalde
Dirección Provincial de Integración
Socioproductiva
OPISU | Argentina
emiliano.recalde@opisu.gba.gob.ar
Cuidado del hábitat
y gestión integral de residuos
en barrios populares
El Organismo Provincial de Integración Social y Urbana
(OPISU), dependiente del Ministerio de Jefatura de Gabinete
de Ministros de la Provincia de Buenos Aires, tiene como
función el diseño y la ejecución de planes, proyectos,
programas y obras para la integración social y urbana
de barrios populares de la provincia de Buenos Aires. El
mismo cuenta con facultades para regular, controlar y
fomentar la prestación de servicios públicos y actividades
de incidencia ambiental que garanticen el acceso a un
hábitat digno y justo en el marco de lo establecido por la
Ley 14449/12, de Acceso Justo al Hábitat.
Las dificultades de higiene urbana en dichas
villas y asentamientos presentan diversas aristas. A
razones estructurales de larga data como la carencia
de infraestructura urbana, el incremento demográfico
y la prestación irregular de servicios de recolección
y aseo municipal, se vinculan prácticas naturalizadas
por la comunidad y los actores sociales que tienden
a complejizar el abordaje del mejoramiento del
hábitat y el derecho a un ambiente sano: presencia
de desechos en calles y pasillos, puntos de vuelco
clandestinos y quemas de basurales, se conjugan
con actividades de subsistencia de recuperadores y
carreros que motivan mayor acumulación de residuos
en tanto fuente de ingresos para este sector.
44
CUIDADO DEL HÁBITAT Y GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS
Es a partir de este diagnóstico que la Dirección Provincial
de Integración Productiva (DPIP) de OPISU desarrolla una
serie de iniciativas en articulación con los municipios,
el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible
(OPDS) y las organizaciones productivas de la comunidad,
desplegando políticas de remediación y saneamiento
ambiental que integran propuestas de inclusión social
y laboral. En este sentido, la dimensión ambiental es
abordada en clara relación con aspectos económicos,
sociales y culturales propios de los barrios y, por lo tanto,
requieren de modelos de gestión diferenciales a los
tradicionalmente empleados en ciudades formalizadas.
Dos proyectos, de carácter complementario, se
encuentran orientados a la mejora de las condiciones
de higiene y habitabilidad de los espacios públicos. Uno,
vinculado a la limpieza y mantenimiento de espacios
públicos, se articula en convenio con municipios para
la contratación de organizaciones productivas barriales
y desarrolla servicios de mantenimiento de espacios
verdes, saneamiento de zanjas, barrido y limpieza
de veredas, pasillos y calles, desmalezamiento y
mantenimiento de tapas de sumideros y drenajes. Otro,
desplegado en convenio directo con cooperativas y
asociaciones civiles para la promoción socio-ambiental
y la recolección diferenciada de residuos domiciliarios
reciclables, en conformidad con el nuevo régimen de
políticas de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos
(GIRSU), se centra en la reducción de la generación,
el mayor control sanitario de la disposición final, la
preservación de la salud pública y la incorporación
formal de los recuperadores urbanos (Figura 1).
Figura 1. Incorporación
de recuperadores urbanos.
EMILIANO RECALDE
45
Ambos buscan internalizar recursos que invierte OPISU
en la economía local —cerca del 80 % de les trabajadores
es del barrio—, fomentar la paridad de género —cupo de
50 % de trabajadoras mujeres y disidencias— y promover
el asociativismo y el coopetivismo entre unidades
productivas barriales (Tabla1).
Tabla 1. Convenios por proyecto
con Municipios, Cooperativas y
Asociaciones Civiles.
PROYECTOS
Convenios
Cantidad de
Trabajadores
Mantenimiento
y Limpieza
6 convenios con
Municipios
220
Promoción
Socio-ambiental
y recolección
diferenciada
19 convenios con
Cooperativas y/o
Asociaciones Civiles
95
Municipios
Carlos Gardel, Morón; 8 de Mayo, Costa
del Lago y Costa Esperanza, San Martín;
Garrote, Tigre; Villa Itatí, Quilmes; Don
Orione Viejo y Libertad, Alte Brown;
Puerta de Hierro y San Petersburgo,
Matanza; Barrio Biocca y San José, San
Vicente.
Carlos Gardel, Morón; Villa Porá, Lanús;
Nuevo Golf y Autódromo, Mar del Plata; La
Cava, San Isidro; 8 de Mayo, Costa del Lago
y Costa Esperanza, San Martín; Garrote,
Tigre; Villa Itatí, Quilmes; Don Orione Viejo
y Libertad, Alte Brown; Puerta de Hierro y
San Petersburgo, Matanza.
Valorización, reciclado y Destino Sustentable
Desde la perspectiva GIRSU, las organizaciones
productivas barriales resultan un actor clave en las
propuestas de minimización de residuos a la vez que
pueden operativizar un eslabón clave en la cadena de
valorización de los RSU. Como bien es sabido, una fracción
de los residuos generados por domicilios y comercios de
la zona constituyen potenciales recursos para el sector de
recuperadores que participan del entramado productivo
del reciclado. Materiales como el cartón y las botellas de
plástico son las principales fuentes de ingreso para este
sector, aunque no puede desatenderse la importancia de
otros materiales como el vidrio, los metales y el cobre.
No obstante, los precios de mercado no son uniformes
para el mismo material. Estos oscilan según la calidad y
el volumen en que se presentan. Una carrera o un carrero,
al llegar a las puertas de acopiadores o fábricas, verá
sometido el cúmulo de los reciclables a controles que
pueden afectar el precio final de su venta. Situaciones
como la humedad detectada en fardos de cartón, la
abundante suciedad o la mezcla con otros materiales
pueden provocar una merma significativa en el valor.
Razón por la cual la política pública se orientó a integrar
46
CUIDADO DEL HÁBITAT Y GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS
La casa-contenedor del viejo sastre, de Adeline Pierrat (4).
a les trabajadores en cooperativas y asociaciones civiles
con trayectoria en el rubro, organizando cuadrillas de
promotores socio-ambientales que recorren diariamente
el barrio: visitan hogares y comercios, ayudan a identificar
materiales que antes desconocían su valor, brindan pautas
para que se realice la correcta disposición en origen y
facilitan recipientes para su correcta separación. Días más
tarde, la misma cuadrilla complementa su servicio y realiza
la recolección diferenciada bajo la modalidad puerta a puerta.
Con este lineamiento se busca minimizar los riesgos de
pérdida de valor comercial de los materiales reciclables,
incrementar los volúmenes de recolección y sensibilizar
a la población sobre los beneficios de una disposición
ordenada y sustentable de los residuos. Aspecto último que
se plasma en nueve (9) de las dieciocho (18) organizaciones
productivas conveniadas, las cuales figuran como
inscriptas en el registro de Destino Sustentable, bajo los
términos de la Disposición 367/10 del OPDS.1
La conformación de equipos de trabajo contó con la
asistencia permanente del Organismo en coordinación
con otras entidades municipales y provinciales. Importa
subrayar que en virtud de la pandemia global declarada por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de las medidas
1. Dato no menor si se tiene en cuenta que esta información resulta un incentivo a la participación ciudadana, brindando certificación sobre el destino socio-productivo de sus residuos reciclables separados.
EMILIANO RECALDE
47
de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO)
dispuestas por el Gobierno argentino, todas las iniciativas
de estas características fueron acompañadas previamente
con la puesta en marcha de capacitaciones en seguridad e
higiene, provisión de equipamiento de protección personal
e instrucciones orientadas por el Protocolo COVID-19 de
la Resolución OPDS 213/20 (PBA). A su vez, durante los
primeros meses del convenio (que aún sigue vigente), se
brindaron capacitaciones específicas de Promoción Socioambiental y Economía Circular en coordinación con la
Dirección de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático y la
Dirección de Residuos del OPDS, teniendo como objetivo la
validación y la ampliación de conocimientos preexistentes
sobre el tratamiento de residuos.
Ordenamiento territorial y contenerización
La tarea de los promotores socio-ambientales no se limita a
funciones de integración productiva y mejora comercial de
las organizaciones, sino que también incorpora funciones
relevantes para el proceso de ordenamiento territorial que
está desarrollando el OPISU a través de los planes urbanos,
sobre todo en relación con el relevamiento y la inspección
semanal, en la vía pública, de focos impactados por el arrojo
indiscriminado de basura y con la tabulación de prácticas
asociadas o “naturalización” de su existencia (contenedores
insuficientes o a gran distancia, alimentación de animales,
arrojo de escombros, raleo de poda, quemas, etcétera).
Estos monitoreos permiten conocer la dimensión y la
composición de las prácticas que tienen lugar en los puntos
de vuelco y microbasurales2 por parte de los habitantes
linderos, que resultan un insumo importante para la definición
y coordinación con los municipios de estrategias futuras de
intervención para la implantación de Islas de Disposición
Transitoria (IDT) y erradicación de microbasurales.
Las IDT son dispositivos de contenerización
destinados a la captación de la fracción de residuos no
reciclable o de residuos “húmedos” (restos de alimentos,
apósitos, desechos mezclados o húmedos, etcétera) y son
elementos constitutivos de la GIRSU para garantizar la
disposición final. Su instalación requiere de la integración
al sistema de camiones mecanizados de recolección
municipal, ubicados sobre calles de efectiva circulación,
alineados al cordón y de referencia barrial, dándole valor
2. Es de importancia indicar que aquí se tomaron las caracterizaciones
generales previstas en el “Lineamiento estratégico Saneamiento de
Basurales” del Plan Maestro Integral de Gestión Integral de Residuos
Sólidos Urbanos (ACUMAR, 2016).
48
CUIDADO DEL HÁBITAT Y GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS
a la iluminación, la cartelería descriptiva y los horarios de
limpieza (Figura 2). Dicha acción permitirá incluir dentro
del sistema de recolección de residuos municipal nuevos
puntos, lo que evitará la acumulación permanente de
residuos que luego se transforman en microbasurales.
Figura 2. Modelo de Isla de
Disposición Transitoria (IDT).
Límites y proyecciones
Las problemáticas del mejoramiento del hábitat y la gestión
de los residuos en los barrios populares de la provincia
manifiestan un escenario complejo y precisan de iniciativas
diversas, multiactorales, multiescalares y de políticas de
Estado de largo aliento para su resolución.
Desde el Organismo, en coordinación con los municipios,
se inició el tránsito por este camino abordando algunas de las
demandas más urgentes vinculadas a la falta de condiciones
básicas de higiene urbana, al irregular sistema de recolección
de residuos y a la alta participación en el mercado de
trabajo no registrado de la población residente en barrios
populares. No obstante, resta fortalecer las condiciones
del servicio brindado por las organizaciones productivas
locales, diversificar las propuestas de manejo, tratamiento
y disposición de residuos, y abordar pasivos ambientales
presentes hace décadas en los barrios populares.
En este sentido, desde la Dirección se vienen
delineando propuestas para el fortalecimiento comercial
de organizaciones productivas actualmente vinculadas a
la gestión de los residuos domiciliarios en los barrios y se
promueven iniciativas de diversificación comercial, como
la generación de dispositivos de captación y tratamiento
seguro de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos
(RAEE) en articulación con entidades del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno nacional. •
EMILIANO RECALDE
49
GÉNERO
“Debemos
transversalizar
el enfoque de género
en la provincia
de Buenos Aires”
Entrevista a Paula Agüero,
encargada de Automotores del OPDS
Ambiente en Diálogo: Contanos cómo se ha dado el proceso
de ingreso de personas trans al organismo. ¿Qué elementos
comunes aparecen en las historias de vida? ¿Por qué llevar
adelante esta iniciativa?
Paula Agüero: Esta gestión, desde sus comienzos, decidió
que tengamos un Estado presente y activo para todas y
todos los bonaerenses. Este Departamento tiene como
objetivo la incorporación de seres humanos idóneos para
desempeñar las tareas que el mismo requiera. Aquí no
se discrimina entre hombres o mujeres, no aplicamos
rótulos innecesarios y tan contraproducentes. A lo único
que aspiramos es a que sean personas de bien.
50
DEBEMOS TRANSVERSALIZAR EL ENFOQUE DE GÉNERO EN LA PROVINCIA
En ese sentido, el 14 de junio de este año se ha dado un
hecho significativo en el OPDS: se sumaron a la planta del
Departamento de Automotores cinco mujeres, de las cuales
dos pertenecen al colectivo Trans. Coincidentemente, en
esa misma fecha, en la Cámara de Diputados se dio media
sanción a la Ley de cupo laboral Trans: formar parte del
sistema, que consiste en que mínimamente el 1 % de las
personas que trabajan en el Estado deben ser travestis,
transexuales o transgénero. Esto es muy importante,
porque los elementos comunes que se dan en sus historias
de vida son las desigualdades sociales, económicas,
culturales. La falta de oportunidades o la limitante de ellas.
AED: ¿Por qué complementar un área como “automotores”
en un organismo público, con mujeres y personas trans?
Atendiendo a que este ámbito laboral siempre ha sido
ocupado por varones, ¿cómo se conecta esto, en general,
con la política de gestión del OPDS?
PA: El Departamento de Automotores es el encargado de
la logística del OPDS. Cuenta con una flota de 70 vehículos,
distribuidos entre las tres subsecretarías, con 20 choferes
afectados a las tareas de Fiscalización, Educación Ambiental,
Prensa, Laboratorio Ambiental, traslado de funcionarios,
quienes han estado activos en contexto de pandemia por
COVID-19 y le han puesto el pecho a sus labores.
Estábamos buscando choferes para cubrir las
necesidades del área. Históricamente, estos cargos son
ocupados por varones, de hecho, soy la primera mujer que
ocupa el cargo de encargada de Automotores. Ahí surgió el
interrogante, ¿por qué no convocar a mujeres o personas
trans o travestis para el cargo de chofer? ¿Por qué no?
El objetivo del área es que ingrese la gente más idónea
para desempeñar la tarea, ¿por qué pensar que esto es
exclusivo de un solo género? Debemos transversalizar el
enfoque de género en la provincia de Buenos Aires.
El OPDS tiene como misión la ejecución de políticas
ambientales para el mejoramiento y la preservación de
la diversidad biológica y la calidad de vida de las y los
bonaerenses. En el Organismo se viene haciendo una
tarea impecable respecto a su organización, formalizando,
transparentando, agilizando y sistematizando procesos
y áreas que venían de años de abandono por diversas
gestiones. Este Departamento ha sido una de ellas.
Este crecimiento está respaldado y acompañado por
nuestras autoridades. Es decisión y determinación de
esta gestión romper el círculo vicioso de que por “nuestra
PAULA AGÜERO
51
Nuevas compañeras de trabajo,
área automotores del OPDS.
condición” tenemos que realizar tal o cual tarea, y
también la mía, que tengamos un Estado presente y
activo para todas y todos los bonaerenses.
AED: ¿Podemos decir que todos los lugares de trabajo dentro
del Estado son permeables por una política de género?
PA: Considero que son todos permeables, siempre y
cuando se cuente con la voluntad política de llevar a cabo
dicho proceso. Esta gestión se ha caracterizado por tener
la voluntad e impulsar estas políticas tan importantes y
necesarias para todas y todos los bonaerenses.
AED: ¿Cuáles son los espacios que aún se “resisten” a
implementar una política de género? ¿Por qué? ¿De qué
manera se expresan esas resistencias?
PA: Acá debemos pensar por qué se generan las
resistencias. Yo creo que es el miedo a lo desconocido.
Todos tenemos un área de confort, donde conocemos
cómo movernos y cada una de sus aristas. El ser
humano se resiste al cambio por las expectativas que
este genera, ya sean positivas o negativas; siempre
busca resistir esos cambios, que pueden darse en
lo laboral, la vida personal, el entorno social, entre
otros ámbitos. Como encargada del área, es parte de
mi trabajo y mi compromiso despejar estos miedos y
lograr la mejor gestión posible.
52
DEBEMOS TRANSVERSALIZAR EL ENFOQUE DE GÉNERO EN LA PROVINCIA
AED: ¿Cómo creés que ha impactado el movimiento de
mujeres en esta transformación del Estado?
PA: Creo que el movimiento de mujeres ha impactado
de forma muy positiva, se ha logrado bastante y aún
queda mucho camino por recorrer. Son años de luchas
y resistencias constantes, creo que estamos en la era
de la perspectiva de género, de una visión más amplia
de las sociedades, más justa e igualitaria.
AED: ¿Considerás que el Estado está pasando de un lugar
de “recepción” de políticas externas a ser un “impulsor”
de esas políticas?
PA: ¡Totalmente! Creo que el Estado es hoy un impulsor
de estas políticas y me pone muy feliz que desde
adentro se esté dando este proceso.
AED: ¿Cuál creés que ha sido el papel de las agencias
estatales en este proceso? Y aquí me refiero a políticas
como la creación del Ministerio de las Mujeres o
la implementación de la Ley Micaela. ¿Cuáles son
necesarias aún?
PA: Considero que el papel de las agencias estatales
en este proceso ha sido convertirse en un marco de
referencia. Las máximas autoridades de los distintos
organismos son quienes deben organizar y llevar
adelante las capacitaciones en cuanto a la Ley Micaela.
Desde el OPDS se están armando diversos programas
de capacitación en cuanto a la materia, se ha conformado
el grupo de perspectiva de género, con diversos
profesionales, y se está llevando a cabo la implementación
de la capacitación de perspectiva de género para todas y
todos los agentes del Organismo. Estas capacitaciones
estaban desde un principio en agenda, pero debido al
terrible contexto de pandemia que se atraviesa a nivel
mundial, muchas iniciativas se han pospuesto o debieron
replantearse las formas en que se implementarían.
Agradezco el respaldo y el acompañamiento
constante de nuestras autoridades. Es su decisión y
determinación que tengamos un Estado presente y
activo para todas y todos los bonaerenses. Es claro que
venimos creciendo y que lo vamos a seguir haciendo a
pesar de la pandemia. Celebro que desde el OPDS se
impulsen estas políticas de perspectiva de género. •
PAULA AGÜERO
53
AMBIENTE Y DESARROLLO
Carlos Bianco
Jefe de Gabinete de Ministros
PBA | Argentina
54
TRES MODELOS PARA PENSAR LA RELACIÓN ENTRE AMBIENTE Y DESARROLLO
Tres modelos
para pensar
la relación
entre ambiente
y desarrollo
Desde hace varias décadas, la perspectiva ambiental se
ha ido consolidando como una dimensión ineludible a la
hora de pensar el desarrollo. Este hecho ha dado lugar
a múltiples interpretaciones, divergencias y debates
en torno a cuál es el mejor camino para incorporar
el cuidado del ambiente en las agendas públicas.
Se trata, sin duda, de una problemática compleja, en
la que se ponen en evidencia las numerosas tensiones
y desigualdades existentes a nivel global.
En este marco, abordar la construcción de una
agenda ambiental para el desarrollo de la provincia
de Buenos Aires implica, necesariamente, tomar una
posición respecto a qué tipo de vínculo debe establecerse
entre ambas dimensiones. En términos generales, y a los
efectos de lograr una exposición clara que abarque los
numerosos argumentos que conforman esta temática,
sugiero partir de la existencia de tres modelos posibles en
torno a la relación entre desarrollo y ambiente. El primero
de ellos consiste en una postura antidesarrollista, según
la cual el único objetivo de los Estados es el estricto
cuidado del ambiente sin ninguna posibilidad de discutir
la necesidad del desarrollo o de cualquiera de sus
aspectos constitutivos, como la generación de riqueza,
la distribución del ingreso o la atención de los sectores
más postergados. Esta mirada, que puede asociarse a
una actitud bien intencionada e incluso “naif”, falla en no
contemplar cuál es el contexto general de cuidado del
ambiente y cuáles son los objetivos generales que debe
tener una gestión, ya sea nacional o provincial.
Dentro de este modelo, a su vez, puede darse otra
vertiente, más ligada a una actitud especulativa o
interesada. Muchas veces, la discusión ambiental es
utilizada para impedir el desarrollo de determinados
CARLOS BIANCO
55
El primero de ellos consiste
en una postura antidesarrollista,
según la cual el único objetivo
de los Estados es el estricto
cuidado del ambiente sin
ninguna posibilidad de discutir
la necesidad del desarrollo o
de cualquiera de sus aspectos
constitutivos, como la generación
de riqueza, la distribución del
ingreso o la atención de los
sectores más postergados.
Un segundo modelo (...) es el
neoliberalismo progresista.
En este caso, los temas
ambientales son empleados
con el expreso objetivo de
matizar posiciones políticas y
económicas que no se condicen
con las necesidades del
desarrollo de países
como el nuestro.
56
sectores productivos en países que necesitan
de su impulso para generar riqueza y lograr así
mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Este accionar suele estar muy presente en las
discusiones sobre tratados de libre comercio, en
donde países desarrollados incorporan la cuestión
ambiental para evitar tomar compromisos comerciales
o de inversiones sobre los países en desarrollo
o de desarrollo intermedio, o para avanzar en la
implementación de prácticas de “proteccionismo
ambiental”. Un segundo modelo, cuyo nombre
está inspirado en las teorizaciones de la filósofa
estadounidense Nancy Fraser, es el neoliberalismo
progresista. En este caso, los temas ambientales
son empleados con el expreso objetivo de matizar
posiciones políticas y económicas que no se condicen
con las necesidades del desarrollo de países como el
nuestro. En otras palabras, cuando lo que en realidad
tiene que discutirse es la globalización neoliberal y
la necesidad de generar espacios de desarrollo para
los países que están atrasados en comparación a las
principales potencias del mundo, la cuestión ambiental
se toma como una estrategia de desviación que, al
mismo tiempo, tiñe de cierto progresismo cualquier
medida adoptada.
Tanto el modelo antidesarrollista como el neoliberal
progresista constituyen posiciones no exentas
de cierto peligro con relación a cómo conciben el
debate del ambiente en términos generales. Ambas,
asimismo, eluden un hecho fundamental sobre la
dinámica política y económica global: todos somos
responsables del deterioro ambiental del planeta, pero
fundamentalmente lo son los países desarrollados.
Son estos países, en consecuencia, los que tienen
que hacer un mayor esfuerzo por cuidar el ambiente
y los que tienen que asistir a través de financiamiento
y tecnologías limpias a los países subdesarrollados y
de desarrollo intermedio, como el nuestro, para que
cuidemos mucho mejor el ambiente en el marco de
nuestro proceso de desarrollo. Esta postura, que se
basa en el principio de “responsabilidades comunes
pero diferenciadas”, es la que la Argentina ha sostenido
desde la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
También es oportuno recordar que los países centrales
tienen una larga historia de extractivismo de recursos
naturales de los países periféricos, lo cual reafirma las
responsabilidades diferenciales.
TRES MODELOS PARA PENSAR LA RELACIÓN ENTRE AMBIENTE Y DESARROLLO
Los restos de unos son la dicha de otros, de Claudia Cirelli (44).
Los largos viajes de Sidiki, de Pascal Garret (14).
En esta línea, el último modelo que permite pensar
el vínculo entre desarrollo y ambiente, y el que ha
sido adoptado por la actual gestión de la provincia de
Buenos Aires, es el llamado desarrollismo ambientalista
o, en términos más precisos, el peronismo ambientalista.
Este se vincula con la necesidad de garantizar desde el
Estado el desarrollo de todos los sectores productivos
en el marco de una fuerte capacidad tecnológica y
regulatoria que permita generar el menor impacto
posible sobre el ambiente.
La gestión provincial
y su visión peronista-ambientalista
Buenos Aires es la segunda provincia más grande de la
Argentina después de Tierra del Fuego, Antártida e Islas
del Atlántico Sur y la más poblada por amplio margen en
relación al resto de las provincias y la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Su producto bruto geográfico alcanza
casi el 40 % del total nacional, y en algunos sectores
de la economía explica más del 50 % de la producción.
Gracias a su gran diversidad y riqueza, se ha convertido
en el principal centro industrial y agropecuario del país,
además de ser un territorio de gran importancia para
el desarrollo de la minería. Sin embargo, la provincia
también se caracteriza por tener los mayores bolsones
de pobreza e indigencia del país y por contar con niveles
altísimos de desempleo en términos absolutos.
58
TRES MODELOS PARA PENSAR LA RELACIÓN ENTRE AMBIENTE Y DESARROLLO
(...) el último modelo
que permite pensar
el vínculo entre
desarrollo y ambiente,
y el que ha sido adoptado
por la actual gestión de
la provincia de Buenos Aires,
es el llamado
desarrollismo ambientalista
o, en términos más precisos,
el peronismo ambientalista.
CARLOS BIANCO
Frente a este complejo panorama, uno de los
principales objetivos de la actual gestión ha sido poner
en marcha una profunda transformación estructural
de la provincia para avanzar sostenidamente en
un proceso de desarrollo integral. En tal sentido, es
posible delimitar tres ejes fundamentales que nos han
guiado en ese camino.
El primero de ellos consiste en la necesidad de
multiplicar la cantidad de riqueza de la provincia, lo
cual implica ni más ni menos que producir cada vez
más. Tras cuatro años de decrecimiento y más de un
año de pandemia, recientemente muchos de nuestros
sectores han logrado sobrepasar el nivel máximo
al que habían llegado en el 2019. Por lo tanto, una
condición necesaria –aunque no suficiente– para el
desarrollo del territorio bonaerense es ser capaces,
a través de las políticas públicas que establece el
Estado provincial, de fomentar e incentivar el aumento
de su producto bruto geográfico.
El segundo eje, vinculado con la incorporación de
tecnología y conocimiento a la producción, supone
que más allá de generar mayor riqueza, también
es necesario aumentar la eficiencia para ser cada
vez más competitivos. Al mismo tiempo, se requiere
la incorporación de tecnologías que reduzcan los
impactos ambientales, buscando una competitividad
integral o sistémica. La provincia necesita exportar
crecientemente para generar las divisas necesarias,
de manera que no se interrumpa su proceso de
desarrollo debido al histórico problema de la
restricción externa, es decir, a la falta de dólares que
a lo largo de su historia moderna y contemporánea ha
llevado a la Argentina a generar devaluaciones que
tienen un impacto absolutamente regresivo sobre las
condiciones de vida de nuestra población.
Finalmente, el tercer eje implica actuar sobre uno de
los principales problemas tanto de nuestro país como
de la provincia de Buenos Aires: la desigualdad en la
distribución del ingreso. Debemos distribuir de manera
más progresiva esa riqueza incrementada entre el pueblo
bonaerense, para que todos y todas podamos disfrutar
de los frutos del progreso técnico y de los incrementos
de la productividad y la eficiencia productiva. Asimismo,
es necesario enfatizar que la deficiente distribución de
recursos también genera desigualdades ambientales, los
barrios vulnerables conviven con mayores situaciones
de deterioro ambiental.
59
Mooldchand, de Rémi de Bercegol (48).
60
Es importante tener en cuenta que estas tres
variables del desarrollo de ninguna manera deben
ser pensadas de forma aislada. Banderas como la
soberanía política, la independencia económica y
la justicia social constituyen dimensiones que son
transversales a estos ejes económico-productivos
y que se cumplen permanentemente en cada acto
de gestión. Asimismo, tal como se ha planteado en
líneas anteriores, otra dimensión de gran importancia
es la preocupación por el cuidado del ambiente.
En consonancia con nuestra tradición justicialista,
que ha demostrado históricamente su interés por
las cuestiones ambientales, uno de los principales
desafíos de esta gestión es lograr el crecimiento de la
producción, mejorar la eficiencia y alcanzar una mejor
distribución de la riqueza, pero siempre procurando
minimizar su impacto sobre el ambiente.
A este respecto, el fortalecimiento de nuestro
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible
(OPDS) ha sido una clara muestra de tal postura.
Las capacidades de regulación con las que cuenta
actualmente el OPDS han resultado fundamentales
para el cumplimiento de las leyes ambientales y dan
cuenta de un Estado cada vez más fuerte, con mayores
capacidades para ejecutar una política ambiental.
Lejos de los modelos antidesarrollistas y
neoliberales progresistas, la adopción de un
posicionamiento peronista-ambientalista parte de
la premisa de que nuestra única y exclusiva agenda
no puede ser el cuidado del ambiente. Como Estado,
debemos ser capaces de garantizar que todos los
sectores productivos del territorio bonaerense, incluso
aquellos que son los más discutidos por algunas
posiciones ambientalistas, puedan ser desarrollados
en nuestra provincia, pero con el menor impacto
posible en términos ambientales.
Esta es la línea de gestión del actual Gobierno
bonaerense y para ello trabajamos todos los días.
Nuestro objetivo último, tal como ha sido planteado
en el presente artículo, es el desarrollo y la
transformación estructural de la provincia de Buenos
Aires para que sus habitantes tengan una mejora
sustancial y sostenible en su calidad de vida. •
CARLOS BIANCO
61
ENTREVISTA
Con la persistencia
de los sueños
Conversaciones
con Lorena Pastoriza
y Jackie Flores
La sección “Entrevistas” presenta a dos relevantes
referentas cartoneras: Lorena Pastoriza y Jackie Flores.
Ambas inmigrantes, llegaron al AMBA huyendo de
desamparos y violencias en sus lugares de origen,
pero encontraron en el Gran Buenos Aires un
territorio hostil que las llevó a vivir de los descartes,
al ritmo que imponían las crisis socioeconómicas.
Desde esa adversidad reconstruyeron sus vidas,
impulsando organizaciones territoriales y laborales.
Mujeres, lideresas que han abierto caminos.
ESTREVISTA POR AMBIENTE EN DIÁLOGO
Francisco Suárez
Director Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
suarezf@opds.gba.gov.ar
Alexander Portugheis
Asesor técnico de la
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
portugheisa@opds.gba.gov.ar
62
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
Lorena Pastoriza
Alexander Portugheis: Lorena, contame de tu infancia.
es presidenta de la
Cooperativa de Reciclaje
Bella Flor. Militante
social y feminista.
Fundadora de ONG
Proyecto Comunitario
8 de mayo e integrante
de UTRA (Unión
de Trabajadores
Recicladores
Argentinos).
Lorena Pastoriza: Nací en Uruguay, soy la menor de
cuatro hermanas mujeres, así que vengo de una familia
llena de chancletas. Mi vieja era una trabajadora:
cosía muy bien, también era un poco marroquinera,
sillonera, pero a la vez era concertista de piano. Era
música y era una obrera, casada con mi padre, que
era español. Yo tuve una infancia un poco complicada
porque cuando tenía cinco años mi viejo pasó a ser
exiliado político, se fue a España y jamás volvió.
AP: ¿Y ya desde el vamos empezaste a trabajar como
cartonera cuando llegaste a Buenos Aires?
LP: La realidad es que cuando yo llegué, al poquito
tiempo, me pegó contra la ñata fuertemente, no conocía la
realidad económica de la Argentina. Estaba empezando la
hiperinflación de Alfonsín, entonces el contexto económico
estaba jodido. Me acuerdo de salir a buscar trabajo y
no encontrar nada, o ir a la noche por las panaderías a
LORENA PASTORIZA
63
Dona Graça com o seu carrinho, de Jérémie Cavé (13).
buscar el pan que sobraba. Hasta que hallé trabajo en una
panadería del centro de San Martín. Después, enseguida,
me puse en pareja del padre de mis hijos. Hay que pensar
que yo salgo de un colegio de monjas y curas en Uruguay
y vengo acá a revisar tachos para ver qué encontraba
para comer, de manera que estaba un poco perdida en la
vida y creo que casarme con él me vino bien, porque la
contención que me dio tanto él como su familia fue muy
importante para mí. Así y todo, nos trajimos a mi mamá de
Uruguay a vivir acá, con nosotros, y al año y medio falleció.
En ese momento se dio una toma de tierras en José
León Suárez, yo estaba haciendo apoyo escolar en el
barrio y dándole la merienda a los pibes de la cuadra
de mi casa, en el barrio 9 de Julio. Entonces, se dio esta
toma de tierras, chiquita, de más o menos 30 familias en
lo que hoy se conoce como el barrio Patagonia. Un poco
después se hizo la segunda toma, en el barrio 8 de Mayo,
que daba directamente sobre el basural a cielo abierto
que teníamos ahí. Nosotros estábamos construyendo
la casa, no era que tenía la necesidad imperiosa de ir
a tomar la tierra, pero siempre fui una persona curiosa
que quería hacer cosas por otros y, además, quería
saber de qué se trataba esto de los asentamientos.
Desde el primer día que fui, no me volví a ir.
AP: ¿Cómo era ese asentamiento frente al basural?
LP: Yo siempre digo que la basura signó mucho mi
vida, por lo que significó y sigue significando. Cuando
llegué, vi que la toma de tierras estaba sobre el
basural mismo, tenía “la olla”, que era un pozo donde
descargaban los camiones. Cuando entraba el último
camión, se prendía fuego para que eso siempre
estuviera profundo y no terminara de llenarse nunca.
Había todo un negocio detrás del basural, de gente que
regenteaba y vivía de ese basural, como siempre lo
hay en todos. Ese grupo de personas que vivía de eso
era la que les cobraba a los camiones por descargar
ahí la basura, se había formado una especie de
CEAMSE paralelo. Las empresas de recolección, para
no pagar y tirar en el CEAMSE, tiraban ahí enfrente, ya
que les costaba muchísimo menos porque no pagaban
tonelada enterrada (como se hace en CEAMSE), sino
que lo hacían por descarga. Entonces, a la par de que a
ellos les resultaba barato, también había familias que
en ese lugar podían hacer su economía informal.
LORENA PASTORIZA
Yo me descubrí como una
persona pobre después
de cuatro meses ahí,
viendo cómo las familias
se armaban carpas con
maderas y telas que
los mismos camiones
descargaban; con ratas
que eran más grandes
que gatos. Así y todo,
supe que no me podía ir
de ahí. Yo creo que, entre
el asombro y el miedo,
decidí quedarme.
65
Lo bueno es que ahí no
existía la bandera política, sino
la organización comunitaria
para salir adelante (...), la
primera bandera la hicimos
con una sábana y muchos
restos de pintura que fuimos
encontrando ahí, en el basural.
A mí me costó un poco de tiempo entender por qué,
cuando empezamos a armar el barrio, las máquinas
de la municipalidad no venían a abrir las calles, pero sí
venían a descargar basura a la olla. Había un arreglo
entre el municipio y los punteros, y no nos querían ahí
porque de alguna manera les estábamos perjudicando
el negocio. Entonces, cuando ibas a pedir las máquinas
para abrir las calles, la respuesta era un NO rotundo
y esa fue, creo, la primera lucha que tuvimos como
organización. Yo me descubrí como una persona pobre
después de cuatro meses ahí, viendo cómo las familias
se armaban carpas con maderas y telas que los mismos
camiones descargaban; con ratas que eran más grandes
que gatos. Así y todo, supe que no me podía ir de ahí. Yo
creo que, entre el asombro y el miedo, decidí quedarme.
Recuerdo que la primera semana no paró de llover,
y así empezamos, entre el agua, las ratas y los humores
de la nube tóxica que se forma por el basural. Hoy en
el barrio 8 de Mayo hay 2000 familias; cuando nosotros
arrancamos con esto seríamos alrededor de 100 y las
cabezas de familia éramos en un 70 % mujeres, que
nos juntamos para organizarnos. Recuerdo que en las
inundaciones de 1998 empezó a venir gente de Corrientes
y de Chaco a casa de familiares que tenían acá. Cuando
se enteraban que había un asentamiento se venían. Hubo
un episodio que me marcó mucho. Fue la llegada de un
micro que vino a repartir comida a los del asentamiento
en medio de la lluvia y una mujer (que hoy es diputada)
desde adentro del micro nos hablaba con un megáfono
y nos decía cómo teníamos que organizarnos. Nosotros
llevábamos dos semanas bajo el agua, con las ratas, y
esta persona (que nunca se bajó del micro) nos venía
a decir cómo teníamos que hacer las cosas. Me enojé
muchísimo y tiré la bandeja de polenta, y la gente se vino
conmigo para preguntarme cómo nos organizábamos.
Lo bueno es que ahí no existía la bandera política,
sino la organización comunitaria para salir adelante:
así es como nació la “Organización Ocho de Mayo”, que
fue el día de la toma en el año 1998, con la consigna
“Techo, Tierra y Libertad”. De hecho, la primera
bandera la hicimos con una sábana y muchos restos
de pintura que fuimos encontrando ahí, en el basural.
AP: ¿Cómo fue creciendo hasta llegar a ser lo que es hoy?
LP: Primero quiero resaltar que las luchas se fueron
dando no por cuestiones discursivas, sino por la necesidad
66
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
que teníamos en ese momento. Necesitábamos la tierra
para vivir. No es que hicimos un lema tipo Greenpeace, a
favor de la ecología, fue una cuestión de que los camiones
dejaran de tirar la basura en nuestros ranchos y fueran al
CEAMSE. Entonces, lo que estábamos reclamando era un
espacio donde vivir en una zona de contaminación directa.
Lo primero que nos pusimos a organizar fue el
territorio: el barrio, las manzanas. No queríamos que
se diera la lógica del pasillo en las villas, para eso vos
tenés que organizar el territorio en una especie de
loteo, entonces, replicamos el diseño del barrio que
está delante nuestro, Jardines del Libertador. Pero
empezamos con eso y después seguimos con el tema
del derecho al acceso a los servicios como el agua,
la luz y todo lo necesario para vivir. Y otra cuestión
fundamental del asentamiento era organizar el día a
día de la comida: la olla nos organizó y nos dio un poder
como doñas del territorio, sobre todo también en temas
de seguridad, por las noches, cuando aparecía gente
que quería ganar territorio, que es algo que pasa en
todos los barrios. Nos quedábamos las mujeres todas
las noches alrededor del fuego, vigilando y organizando
cómo seguíamos con el proyecto: qué manzana
dividíamos, a qué familia había que ir a apuntalar o qué
zona íbamos a sanear dentro del basural para generar
más espacio dentro de la toma.
Y así llegamos a la construcción del primer comedor
comunitario, que hicimos con maderas de pallets que
sacábamos de la basura, un año después de la toma.
Y cinco años más tarde hubo otro espacio, en donde
antes funcionaba una fiscalía y del cual tuvimos que
mover más de 2000 autos a la tosquera, que terminó
siendo nuestra primera construcción de material y
que es nuestro centro principal, la casa de todos.
(...) y después seguimos con
el tema del derecho al acceso
a los servicios como el agua,
la luz y todo lo necesario
para vivir. Y otra cuestión
fundamental del asentamiento
era organizar el día a día de la
comida: la olla nos organizó y
nos dio un poder como doñas
del territorio...
AP: ¿Ustedes son algo así como inventores, para que la
gente viva mejor?
LP: Totalmente. De hecho, decimos que nosotros nos
inventamos el trabajo, sobre todo porque cuando
ya estuvimos asentados empezamos a ir a los
municipios a pedir cosas como sales hidratantes,
para que los pibes no se nos murieran de diarreas
sangrantes, una locura.
En una reunión en La Matanza entendimos que
había muchas personas y organizaciones en la
misma. Ahí empezamos a salir de ese microclima
LORENA PASTORIZA
67
Lo que hay que ver ahora
es cómo profundizamos el
trabajo del reciclaje, porque
somos los que generamos
el 80 % de la materia prima
que vuelve a la industria del
cartón y el plástico. Entonces,
la discusión es cómo damos
el salto valorativo para dejar
de ser invisibles ante la
sociedad, es decir: dejar de
ser basureros para pasar a
ser agentes recuperadores
de residuos y, a la vez,
recuperadores de ambiente.
de asentamiento chico y ver que la problemática
era mucho más grande, que no éramos los únicos.
Comenzamos a hacer las primeras salidas con el tren
blanco, colectivamente, a recolectar cartón, y lo que se
traía cada día iba a parar a la olla popular. Entonces,
empezamos a ver que podíamos armar algo colectivo.
Nosotros nos fuimos inventando de a poco. Todo fue
naciendo de la necesidad. También empezamos a ver
que en el CEAMSE muchos camiones tiraban cosas que
a nosotros nos servían para comercializar. Cada vez se
puso peor, pero entrar al CEAMSE era ilegal y la policía,
conforme crecía la crisis, era cada vez más violenta. En
CEAMSE había más policías que trabajadores. Después,
en 2004, pasó que los de la policía desaparecieron a
Diego Duarte y ahí nos paramos de otra manera, porque
hasta entonces negociábamos con los directivos del
CEAMSE para que nos permitieran entrar a buscar sin
que la policía nos tocara.
Llegó el punto en que le dijimos a las autoridades
de CEAMSE: “No nos contamines más, danos trabajo”,
que sería compartir la parte que llegaba ahí y generar
trabajo para todos. Ya con el cambio de gobierno, en
2004, empezamos a recibir visitas de ministerios a
los que les mostrábamos proyectos de trabajo, pero
tuvimos varios fracasos. Aunque de los fracasos
vinieron las buenas ideas.
AP: ¿Cómo nace el emprendimiento colectivo de las
plantas sociales, el Reciparque?
LP: Nosotros siempre fuimos cirujas con los cartones
y entonces empezamos a ver que teníamos una
salida laboral gracias a la oportunidad del CEAMSE
de dejarnos intervenir en los camiones de residuos
que llegaban. Es más, invitamos a otros a trabajar con
nosotros. Eso es importante, hablo de la articulación
de los recicladores con las universidades y el Estado.
Pensar y escribir el proyecto de la planta recicladora
nos llevó cuatro años. Esto también coincide con el
problema social que tenía el CEAMSE con los que
entraban al predio, a las montañas de basura. Por eso
ellos armaron galpones y los empezaron a dar entre
las organizaciones sociales, para que trabajaran con
ellos en el tema residuos. Entonces nosotros, que
teníamos nuestra organización, no quisimos eso que
nos daba CEAMSE y fuimos al Ministerio de Desarrollo
Social de la Nación. Cuando vieron que tenía una
68
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
Posando para ser reconocido, de Pascal Garret (19).
Los diferentes vehículos para la recolección, de Mélanie Rateau (10).
salida económica, aprobaron nuestro proyecto. Ahí
empezamos a ver el reciclaje ya no como forma de
sobrevivir, sino como un trabajo para vivir. Es un sueño
que nace de nuestras necesidades. Al final, Daniel
Arroyo aprobó la financiación y una semana después
arrancamos a construir. En 2007 se inauguró la planta.
Lo que yo recuerdo es que en esa época ni siquiera
CEAMSE hablaba de reciclaje o economía circular, sino
que solo se hablaba de enterrar los residuos y nada más,
que era lo que decía la Ley Provincial 9111, del año 1978.
La verdad es que nos salió bastante bien, a pesar de los
obstáculos, porque hemos pensado una fuente de trabajo
a través de nuevas prácticas. Lo que hay que ver ahora
es cómo profundizamos el trabajo del reciclaje, porque
somos los que generamos el 80 % de la materia prima
que vuelve a la industria del cartón y el plástico. Entonces,
la discusión es cómo damos el salto valorativo para dejar
de ser invisibles ante la sociedad, es decir: dejar de ser
basureros para pasar a ser agentes recuperadores de
residuos y, a la vez, recuperadores de ambiente.
Entonces, la discusión es cómo
damos el salto valorativo para
dejar de ser invisibles ante la
sociedad, es decir: dejar de
ser basureros para pasar a
ser agentes recuperadores
de residuos y, a la vez,
recuperadores de ambiente.
AP: ¿Cuántos trabajadores tienen en la planta?
LP: En Bella Flor somos 130 compañeros, distribuidos
entre la planta, fuera de ella (con la separación en origen)
y los que estamos coordinando la logística. Tenemos
tres camiones abocados a las empresas para la
separación en origen, tres trabajadores administrativos
que coordinan con las empresas para que el material
llegue a la planta. Todo eso lleva un equipo técnico de
trabajo. También tenemos una planta en Macachín,
La Pampa, donde trabajan 15 compañeros nuestros.
Es una planta diversa, que logramos en un trabajo
conjunto con el municipio. Hemos recibido menciones
legislativas porque, gracias al trabajo de la cooperativa
desde que arribó a la Pampa, ya casi hemos conseguido
clausurar el basural a cielo abierto que tenían allí.
AP: ¿Cuál es el promedio de recuperación mensual?
LP: Mirá, pensá que entran a nuestra planta 18 camiones
por día que traen, entre todos, 150 toneladas; de eso,
se recupera el 30 % aproximadamente. Hablamos
de todos los municipios del conurbano. Sumado a lo
que traemos de las empresas. En pandemia estamos
trabajando con 23 empresas, de lo que llega solo
realizamos el separado, porque ya viene limpio.
LORENA PASTORIZA
71
A mí me interesa decir que lo importante es el
trabajo colectivo, con municipios y otras instituciones.
Nadie se salva solo, nosotros desde que empezamos
siempre fuimos en conjunto y eso nos marcó siempre
la cancha. Creo que hoy el Estado está más presente
y consciente, y esto hay que aprovecharlo para
hacer algo inteligente, hay que pensar desde cada
lugar cómo se pueden mejorar o aplicar las lógicas
de trabajo. Además, pensar en la diversidad de
actores que trabajan, que son muchos. Para eso se
necesitan políticas inclusivas pensadas en grande,
por eso apunto a discutir de qué manera vemos la
industrialización desde los municipios.
Creo que hoy el Estado está
más presente y consciente,
y esto hay que aprovecharlo
para hacer algo inteligente,
hay que pensar desde cada
lugar cómo se pueden
mejorar o aplicar
las lógicas de trabajo.
72
AP: ¿Y el tema del comedor, el de la cría de chanchos y el
proyecto para los adictos a las drogas?
LP: Esto es también por la necesidad. Cuando
empezamos a ver que nuestros compañeros faltaban
porque se drogaban o venían a trabajar drogados,
vimos que teníamos que hacer algo. Nos dimos cuenta
de que teníamos un problema social en el barrio. En
su momento fue el trabajo infantil, porque las madres
iban a trabajar de ama de casa con cama adentro y los
chicos quedaban a cargo de los hermanos mayores.
Eso fue una preocupación y buscamos solucionarlo.
¿Cómo hacer para mantener más tiempo abierto el
centro comunitario para que los chicos pasen más
tiempo ahí y evitar que estén en la calle? Después pasó
al plano de la droga y nuestros propios hijos empezaron
a caer en esa situación de consumo y venta. Vimos que
los lugares para internarlos no funcionaban, salían
peor de hecho. Entonces arrancamos con charlas que
comenzó a dar un compañero recuperado y decidimos
combinarlas con la experiencia que tenía Damián, que
había criado chanchos en el campo, alejado del barrio.
Así, la cooperativa empezó a armar un espacio donde
el trabajo de la tierra pasó a ser la recuperación no
solo de chicos adictos, sino también de aquellos que
tenían problemas dentro de sus familias o de los
que salían de estar presos. Ese campo es una casarefugio, donde el trabajo sirve como ordenador ante el
consumo problemático.
Lógicamente que no podemos recibir a aquel que
tiene una adicción grave, pero cualquiera que tenga
consumo problemático y necesite contención y un
espacio de trabajo, ahí lo tiene y se gana su sueldo.
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
Es aprender a vivir de otra forma, en un contexto
más saludable, alejado del barrio, y nos da buenos
resultados. Y con el tema del comedor, en el Ocho
de Mayo la olla siempre estuvo. La olla, después fue
el comedor y luego el centro comunitario. Cuando
tenés que asistir y la comida tiene que estar, la olla
siempre está. Desayuno, almuerzo y cena siempre
están. El centro comunitario es el lugar de la vida
social del barrio, porque ahí celebramos casamientos,
cumpleaños de quince y también velamos a los
nuestros. Hacemos todo ahí. Funcionan los talleres de
arte, pero lo que nunca puede faltar es la olla.
AP: Lo de ustedes no es solo hacer dinero, sino que la
gente viva mejor.
LP: Hace muchos años que le venimos dando vueltas a
esta cuestión, antes de que se empezara a hablar de
alimentación saludable inclusiva. La encíclica del Papa
Francisco hablando de la Casa Común y de cómo hay que
comenzar a pensar en un nuevo mundo va un poco por el
lado que nosotros buscamos. Esta idea de que todo se tiene
que reconvertir y transformar; nosotros somos los que
tenemos que lograr esa transformación porque nosotros
somos los sujetos del cambio. Creo que no hay forma
de pensarnos como trabajadores hoy, si no pensamos
en una nueva clase trabajadora. Pienso en lecturas
que hice de algunos líderes sindicales del peronismo y
creo que hay cosas que hay que tomar y otras que hay
que reconvertirlas. Tengo claro que pensar en un nuevo
trabajador es una forma de construir y generar trabajo,
que a la vez esté más ligado a una nueva forma de vida,
que sea más saludable y que no solo sea correr detrás del
salario, sino que sea una forma de vivir más armoniosa
con todo el ambiente. Y no hablo solo de la relación con el
agua y la tierra, sino también hasta con nuestras propias
casas: qué tipo de construcciones queremos.
Me parece que todos deberían estar pensando
ya en eso. La pandemia vino a agudizar todo, lo
bueno y lo malo… el individualismo, las codicias,
pero también quedamos muchos locos con otros
pensamientos y ganas de convertir esto en otra cosa,
que tenga que ver con este nuevo mundo. No tenemos
más chances que pensarnos de otra manera. ¿Qué
mundo le dejamos a nuestros hijos y nietos si no? Es
la obligación de las organizaciones populares la de
pensar en este nuevo sujeto social.
LORENA PASTORIZA
Tengo claro que pensar
en un nuevo trabajador es
una forma de construir y
generar trabajo, que a la vez
esté más ligado a una nueva
forma de vida, que sea más
saludable y que no solo sea
correr detrás del salario,
sino que sea una forma de
vivir más armoniosa con
todo el ambiente.
73
AP: ¿Hay que cambiar las políticas ambientales?
LP: En Hurlingham estamos trabajando fuertemente
en un barrio, en más de cuarenta puntos verdes, y me
parece que esto se tiene que llevar adelante en todos los
municipios. Esto es una forma de generar conciencia,
porque todos generamos residuos y consumimos
mucho más de lo necesario también. Ahí tenés un
lugar para meter la ley de responsabilidad del envase.
Hay mucho por hacer todavía, que nos corresponde
a todos, sobre todo en el día a día. Que podamos
entender que todos somos sujetos de transformación:
que el tipo que vuelve de la oficina sepa que esa bolsa
de residuos que generó es su responsabilidad; que
tiene que haber políticas públicas que acompañen
ese cambio, para que nosotros podamos transformar
ese residuo en una buena materia prima. Por eso
necesitamos políticas estructurales, no sirven las
organizaciones solas, sino todo articulado para eso.
Lo digo también para todo lo demás, la minería o el
agua. Repensar las nuevas prácticas para esta tierra
que ya no aguanta más. •
El recorrido de Yunus, de Pascal Garret (11).
74
Jackie Flores
es Referenta Nacional
de la UTEP, Secretaria
de FACCYR (Federación
Argentina de Cartoneros,
Carreros y Recicladores)
y Coordinadora
Nacional del Programa
Promotoras Ambientales
Cartoneras.
Militante social y
referenta feminista.
JACKIE FLORES
Francisco Suárez: Contame de tu vida.
Jackie Flores: Bueno, soy nacida en Córdoba, pero me
vine a los 9 años a Buenos Aires, buscando afectos.
Vengo de un barrio muy popular en Córdoba, donde inicia
el Cordobazo. Tenemos 52 años de esa epopeya, que es
justamente mi edad. Y la verdad que el recorrido que
tengo en todo este tiempo no ha sido tarea fácil, porque
la ciudad de Buenos Aires es expulsiva. De hecho, este
trabajo lo arranco siendo menor inclusive, pero vengo
de una familia en la cual la cultura del trabajo siempre
estuvo plantada; mi hermana es vendedora ambulante,
fue quien me enseñó el oficio y la tarea que siempre
tuvimos por delante acá, la de la subsistencia. Hasta
que llegó el trabajo de cartonera, que fue una elección.
75
Fue todo un desafío
para mí como mujer,
porque todos los
choferes de camiones
del MTE (Movimiento de
Trabajadores Excluidos)
eran hombres, y fui forjando
mi carácter, porque en
ese entonces no existía el
feminismo popular.
76
Pero te encontrás con varios inconvenientes
y uno es el de las políticas públicas: cuando no
están pensadas para el sector en donde se van a
implementar, conllevan más violencia. Yo misma,
siendo vendedora ambulante, intentando organizarme
con los mayores, sufrí y sufrimos una razia enorme,
todos los que trabajamos en esto, con la regulación
de la venta ambulante. Cuando se reguló y se
pretendió que pagáramos un canon por el espacio que
ocupábamos en la vía pública, nos quedamos sin nada.
Y en esa nada, yo me prometí no quedarme quieta y
empecé a ver a mi alrededor a hombres y mujeres que
pasaban con carretas y entendí que esa era la forma
de generar un trabajo. Entonces se encontraron esa
cultura del trabajo y de esa situación de pérdida de la
venta ambulante comienza mi historia cartonera: con
una bolsa de consorcio y muchas horas de recorrido
por la ciudad de Buenos Aires.
A partir de ahí entendí que el trabajo ordena la
vida, el progreso fue literal y no me olvido aún la
sensación de haberme comprado mi primer changuito
de supermercado para recolectar.
Ahí también entendí cuál es el volumen real de la
mano de obra del sector cartonero. Eso fue un salto
grande, porque también trajo otra lucha paralela a lo
que es el mundo cartonero que es el derecho a vivir en
la ciudad. Toda esa experiencia me atravesó y me pude
plantar en esta lucha que es mi derecho a vivir acá,
me allanó un camino que el mundo cartonero no tenía
por aquel entonces, que es el hecho de entender cómo
funcionan las instituciones, la legislatura porteña, y
qué es encontrarte con otros que no tienen que ver con
tu sector laboral y ver que coincidís con el reclamo del
derecho a la vivienda. Eso me llevó a la experiencia
de una cooperativa, donde tomé la responsabilidad de
la descarga, el volumen y la venta, y empecé a tomar
conciencia del trabajo que hacemos, en cuanto al
sujeto social y al sujeto ambiental.
Fue todo un desafío para mí como mujer, porque
todos los choferes de camiones del MTE (Movimiento de
Trabajadores Excluidos) eran hombres, y fui forjando
mi carácter, porque en ese entonces no existía el
feminismo popular. Por suerte, los compañeros me la
terminaron haciendo fácil porque también entendí que
si uno es claro con las palabras, el otro comprende.
Así fui aprendiendo lo que es ordenar la descarga
de una cooperativa que trabaja con mucha cantidad
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
de bolsones, lo que conlleva un lugar asignado
previamente, porque el camión no se puede dejar en
cualquier lado. Todo eso hizo que me diera cuenta de
que había un techo en esa cooperativa para mí.
FS: ¿En qué año llegaste a Buenos Aires y cómo es
esa llegada?
JF: Yo tengo 52 años, llegué a Buenos Aires a los 10, o
sea, hace 42 años. La ciudad de Buenos Aires me crió,
pero yo sigo eligiendo ser cordobesa. No es nada fácil
porque los mandatos preestablecidos hicieron que
una niña tuviera que tomar la decisión enorme de irse
de su hogar, escapando de violencias estructurales
y derechos no cumplidos; cada uno hacía lo que podía
y yo entendí a esa edad que no merecía ser una nena
triste y violentada. Mi vieja, divorciada, era modista y
terminó siendo metalúrgica, y la realidad es que criar
cuatro hijos sola no fue fácil. Hacía lo que podía, y en ese
“lo que podía” laburaba un montón, pero la atravesó la
tristeza y cayó en la adicción del alcohol, y eso provocaba
mucha violencia. A los 9 años decidí que no era lo que yo
quería. Yo amé mucho a mi mamá, pero la interpelación
de la propia vida me hizo plantarme a esa edad, tomar
la decisión de ir a que se me escuchara y denunciar a mi
mamá. La respuesta que tuve del estado fue: “Si no estás
con tu mamá te tenés que ir a un instituto de menores”.
Y cuando me dijeron eso yo pensé: “No, yo tengo un papá
que me puede sacar de esta situación”, y entonces me
tomé un colectivo a Santiago del Estero para conocerlo.
Mi papá ya era un hombre muy mayor (se llevaban treinta
años con mi mamá) y no encontré esa solución que yo
esperaba. Es lo que me dejó mi papá, la enseñanza de
que yo me iba a marcar mi propio camino.
En Buenos Aires estaba mi hermana mayor, pero
¿cómo la buscaba? Yo me sorprendo un poco de mí
misma, porque en ese momento era tan piba y me
mandé acá, a buscarla.
En la calle lo único que
hay si sos mujer es la
prostitución o la venta de
droga, y yo me enojaba a
veces porque con la bolsa
de consorcio que tenía
caminaba un montón para
llenarla. Y no porque fuera
grande la bolsa, sino porque
no había con qué llenarla.
FS: ¿Cómo la buscaste?
JF: Tenía un número de teléfono y con eso me vine.
Esperando que cuando llamara fuera ella la que me
atendiera. Estaban esas viejas cabinas de ENTEL, en
las que había que poner una ficha. Cuando la encontré
estaba viviendo en Palermo y ahí empezamos a
reconstruir una relación que no habíamos tenido, porque
JACKIE FLORES
77
ella se vino de Córdoba cuando yo era muy chica. No fue
fácil, porque ella terminaba ocupando el lugar de una
madre en vez del de una hermana y yo era muy rebelde.
Y si bien afectivamente no fue fácil, en el trabajo sí nos
llevábamos bárbaro y ella me enseñó como vendedora
ambulante a aprender a escapar de la policía antes de
que nos sacaran las cosas de la manta. Tengo cancha
para eso todavía. Vendíamos ropa interior, que tiene
mucha demanda en la calle y es muy cara. Aprendí un
montón el oficio con eso, la picardía para vender, el acting
para que nos compraran “la media china irrompible”.
Siempre me levanté muy temprano, nunca le esquivé
al laburo y nunca me quedé con la plata de nadie, por
suerte puedo decir que no me atravesó la delincuencia.
Cuando yo tomé la
decisión de ir al MTE me
sentí contenida, abrazada
y sobre todo entendí que la
resignación no era algo que
se contemplara. Encontré
una familia, sin prejuicios
y con brazos abiertos. Con
el movimiento me potencié
para sanar a mi “yo” del
pasado, pude soltar lo triste
y tirar para adelante.
78
FS: ¿Cómo fue lo de la compra del changuito de
supermercado para recolectar?
JF: Eso fue duro por el hecho de verme desesperada
y no tener para comer. En la calle lo único que hay si
sos mujer es la prostitución o la venta de droga, y yo
me enojaba a veces porque con la bolsa de consorcio
que tenía caminaba un montón para llenarla. Y no
porque fuera grande la bolsa, sino porque no había
con qué llenarla. Pero bueno, llenar esa bolsa, llevarla
al galponero a veinte cuadras y volver a buscar para
llenarla de nuevo era difícil.
Además, empezar a darte cuenta de cosas, como
que tienen arregladas las balanzas para que pesen
menos cartón de lo que en realidad les llevás y te
sacan plata. Hacía como treinta viajes al día. Y a la
vez que compraba la comida sacaba dos pesos para
ahorrar y poder comprarme el carro de supermercado.
Lo que quería era unificar horas, para poder estar un
poco más de tiempo con mis hijas, porque yo no quería
llevarlas a trabajar conmigo. Siempre entendí que el
mejor lugar para que estuvieran era un jardín maternal,
pero en CABA nunca hay cupo y lamentablemente lo
conseguís si vas a exponer tu historia: si das lástima
conseguís un lugar. A mí me desesperaba porque no
había jardines maternales de doble jornada. Y ahí tuve
que hacer lo que no quería, que fue darle a mi hija
mayor la responsabilidad de cuidar a su otra hermana.
Ahí es donde me pregunté, ¿dónde está el Estado?
En ningún lado estaba. Así que me impuse poder seguir
adelante por las mías y progresar en esto, y así fue.
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
El hombre con la paleta,
de Pascal Garret (12).
El joven de la bicicleta,
de Pascal Garret (15).
La recolección informal, de Pascal Garret (9).
FS: ¿Cómo fue que empezó la organización con los
compañeros y las compañeras?
JF: Eso fue tremendo para mí, porque me encontré con
otros que pasaban por lo mismo, que transitábamos
como podíamos. Cuando yo tomé la decisión de ir al MTE
me sentí contenida, abrazada y sobre todo entendí que
la resignación no era algo que se contemplara. Encontré
una familia, sin prejuicios y con brazos abiertos. Con
el movimiento me potencié para sanar a mi “yo” del
pasado, pude soltar lo triste y tirar para adelante.
FS: O sea que te encontraste con otras Jackies. ¿Cómo
empezaron a organizarse?
JF: Cuando empecé con este colectivo, conocí a las
que fueron las primeras coordinadoras de las rutas
de recolección. Todas mujeres cartoneras, que venían
del conurbano a recolectar. Después me encontré
con las cartoneras de CABA, en la venta en galpones
de la Paternal, y después llegaron las asambleas,
en las que empezamos a hablar de organizarnos y
profundizamos en todo lo que había por hacer. Las
compañeras siempre nos relacionamos más fácil
80
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
que entre los hombres, pero a la hora de hablar en
las asambleas nos quedábamos calladas. Y yo no
tuve nunca vergüenza y naturalmente me empezaron
a elegir a mí, por caradura, para hablar. Y comencé a
entender el mensaje.
El salto personal llegó cuando nos pusimos a
discutir de igual a igual la Ley de Basura Cero en
CABA. Ahí me di cuenta que estábamos interpelando
a la política y a la ciudad a través de un trabajo que
inicié con una bolsa de consorcio. Porque nosotros
estábamos llevando un servicio de recolección dentro
de la ciudad y no teníamos ningún reconocimiento.
FS: ¿Cómo fue la Ley de Basura Cero?
JF: Fue una buena discusión que comenzó en las
asambleas cartoneras. Nosotros ya habíamos tenido
nuestra primera conquista con el tema de que no nos
llevaran presos por cartonear. Y la Ley 992 (2002), que
salió y nos reconoció como recolectores legítimos.
El sistema de reciclado de CABA tuvo siempre
más voluntad de nuestra parte que de la legislatura.
Sabíamos que íbamos a tener que caminar un largo
trecho, pero era muy necesaria esta ley y tuvimos
mucho apoyo de los vecinos, que nos acompañaron
a los despachos de la legislatura a pesar de que los
legisladores no nos querían escuchar. Ahí empezamos
a trabajar la templanza, porque en los medios
de comunicación se nos vendía como personas
violentas, nos acusaban de robar la basura. No
terminar puteando a un legislador era un logro, pero
empezamos a comprender cómo era este juego de la
política y nosotros queríamos que se reconocieran
nuestros derechos, que nos dieran uniformes y una
credencial, reconociendo nuestro trabajo. Elaborar un
registro de cartoneros, generar una identidad. Cuando
todo eso pasó a los legisladores no les quedó otra que
bajar al recinto a escuchar lo que teníamos para decir.
Con la Cooperativa Amanecer de Los Cartoneros
nos juntamos y nos dimos cuenta de que era posible
visibilizar todo lo que tenía este trabajo y discutir una
política pública con nuestra mirada. Eso fue en 2005.
(...) nos juntamos y nos
dimos cuenta de que era
posible visibilizar todo lo
que tenía este trabajo y
discutir una política pública
con nuestra mirada.
FS: ¿En qué otras luchas importantes participaron?
JF: En las luchas de reclamo por el presupuesto que
se nos asigna a nosotros, los cartoneros. Las metas
JACKIE FLORES
81
Fuimos nosotras quienes
empezamos a denunciar
que había más de cinco mil
basurales a cielo abierto
en el país. Afianzamos los
lazos con los vecinos yendo
al territorio, recabando
información sobre si
había políticas públicas
en los barrios, haciendo
un relevamiento de lo
que había para saber de
qué hablar después como
promotora ambiental.
82
incumplidas de la Ley Basura Cero muestran que hay
gente que quiere que esto siga así. Son personas que
trabajan para el Estado y tienen una ley que no la quieren
hacer cumplir, que manejan un presupuesto en CABA del
que nos da tan solo el 4 % a las cooperativas cartoneras,
es algo mínimo si uno quiere sostener la logística de
las cooperativas de trabajadores sociales. El resto de
ese presupuesto se gasta en publicidad berreta y en las
empresas privadas que hacen recolección domiciliaria.
Para que esa ley sea una meta real necesitamos una
conciencia ecológica de separación en origen.
El eslogan verde es una mentira. Luego pudimos fundar
el primer Bachillerato Popular Cartonero con orientación
en Cooperativismo, para mí fue recuperar el derecho a la
educación, del que yo no había disfrutado antes.
FS: ¿Cómo es el bachillerato?
JF: Viene de la mano de dos cosas importantes a las
que les puse el cuerpo. Primero fue la creación de
la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y
Recicladores, dándonos cuenta de que a nivel nacional
se generaba el trabajo que llevábamos adelante en la
ciudad. Eso vino de la mano con la salud perjudicada,
porque cuando ya no pude tirar más de un carro me di
cuenta de que iba a tener que usar la voz y convertirme
en promotora ambiental. Con los años de experiencia
que tenía en la calle era un paso casi obvio.
Empezamos a crear un espacio con perspectiva
de género para que las mujeres cartoneras tuvieran
dónde acudir. Cuando quisimos comunicar, nos dimos
cuenta de que muchas compañeras no tenían las
herramientas educativas para hacerlo, entonces
nació la idea del bachillerato, como una demanda, y lo
llevamos adelante. Yo terminé mi secundario después
de trabajar, en la nocturna. Cortaba de trabajar a las 18
h para estar a las 19 h en el secundario y recién llegaba
a casa a las 0:30. Entonces, quería un formato que no
las excluyera a mis compañeras. Así nació la idea del
bachillerato, con militancia propia dispuesta a construir
desde el saber que traían esos docentes, pero también
a escuchar nuestras experiencias como trabajadores.
Es un gran orgullo ver hoy a mis compañeras
con su título; lo mismo que es un orgullo para mí ser
promotora ambiental y enseñar separación en origen;
es como mi lugar en el mundo.
CON LA PERSISTENCIA DE LOS SUEÑOS
FS: ¿Cuántas promotoras eran y cuántas son hoy?
JF: Éramos seis cuando empecé con el programa
ambiental en el MTE, hace ocho años. Lo que más
costó fue convencer a mis compañeras de que tenían
que dejar el carro y acompañarme a la legislatura,
porque si no cartoneaban no comían.
El movimiento nos bancó como pudo durante un año
y medio hasta que nació el programa de promotoras
ambientales. Fuimos nosotras quienes empezamos a
denunciar que había más de cinco mil basurales a cielo
abierto en el país. Afianzamos los lazos con los vecinos
yendo al territorio, recabando información sobre si había
políticas públicas en los barrios, haciendo un relevamiento
de lo que había para saber de qué hablar después como
promotora ambiental. Es difícil, porque, por ejemplo,
en un edificio donde viven veinte familias, vienen los
encuestadores de CABA y tocan tres timbres para ver si
hacen o saben qué es la separación en origen. Si dicen que
sí, ya lo etiquetan como “Edificio Verde”. Nosotros no nos
conformamos con esos tres timbres, vamos a preguntar a
las veinte familias que hay, porque la pata cartonera nunca
va a estar por fuera de las políticas ambientales. Entonces,
cuando una vecina o vecino se interesa por aprender qué
es la separación en origen, le enseñamos qué son los
residuos secos, los húmedos, el compostaje, etcétera.
A su vez, también les presentamos a nuestros
compañeros para que sepan que a ellos se les puede
entregar los residuos secos reciclables, que son
trabajadores de la economía popular, y que tengan la
certeza de que su esfuerzo tendrá un buen final en el
tratamiento de ese residuo.
Nosotros no nos
conformamos con esos tres
timbres, vamos a preguntar
a las veinte familias que hay,
porque la pata cartonera
nunca va a estar por fuera
de las políticas ambientales.
FS: ¿Cuáles son los desafíos por delante?
JF: Seguir incorporando compañeras a este trabajo de
promoción ambiental. Hoy somos casi 500 promotoras
capacitadas, por suerte. Ahora que volvimos a recuperar
el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible,
volvimos a tener diálogo y pudimos escuchar a
nuestro presidente anunciar el plan Argentina Recicla.
Eso permitió que María Castillo, nuestra compañera,
sea designada como Directora Nacional de Reciclado.
Otro desafío es implementar bien la Ley de Educación
Ambiental y que se vote la Ley de Envases. •
JACKIE FLORES
83
Gestión de residuos,
la integralidad pendiente
85
Paradigmas, principios y agendas públicas
Francisco Suárez
Director Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
suarezf@opds.gba.gov.ar
Resumen: El presente artículo recorre diferentes perspectivas
paradigmáticas y principios que dieron marco a la construcción
de la agenda pública en materia de gestión de los residuos en la
Argentina. Se analiza la incidencia de las agendas externas en
la elaboración de políticas públicas. Se hace especial énfasis en
nuevos conceptos/principios que innovaron la última secuencia
de normativas y políticas públicas: economía circular, basura
cero, responsabilidad extendida del productor. Asimismo, se
problematiza el concepto de integralidad en el manejo de los
residuos y se identifican los principales desafíos para concebir
una nueva integralidad.
Palabras clave: gestión de residuos, agenda ambiental, economía
circular, responsabilidad extendida del productor, integralidad.
SECCIÓN ARBITRADA
Recibido: 26/03/21 | Aprobado: 14/06/21
Introducción
El presente artículo se propone analizar las principales
visiones, paradigmas y principios de la gestión de
residuos y su aplicación en la Argentina. Esta revisión
hace énfasis en las dos últimas décadas y en la aplicación
de los principios de economía circular, basura cero y
responsabilidad extendida del productor. Finalmente,
discute el concepto de integralidad en la gestión de los
residuos. Se considera como problemática que orienta esta
revisión el uso acrítico de estos conceptos en la literatura
especializada y en las políticas públicas de gestión de
los residuos. Se plantea como pregunta de investigación
cómo se interrelacionan estos conceptos con la agenda
pública en materia de gestión de los residuos. Este texto
fue elaborado a partir de un relevamiento y análisis de
fuentes bibliográficas, así como también de la recopilación
de experiencia del autor en ámbitos de investigación y de
gestión. Los alcances de esta investigación responden a
un abordaje exploratorio, descriptivo y reflexivo.
Visiones y paradigmas de la gestión de residuos
en la Argentina
Si se hace una analogía con la argumentación
epistemológica que fundamenta el concepto de paradigma,1
se puede decir que las comunidades académicotecnológicas respondieron a la problemática de la gestión
de los residuos en diversos contextos socioeconómicos y de
desarrollo tecnológico. A lo largo de un siglo y medio se han
sucedido y convivido distintas respuestas (Vasilachis, 1992).
En la Argentina, la visión prioritaria de los residuos
y su gestión comenzó fuertemente influenciada por
profesionales de la salud. Médicos y farmacéuticos, que
a fines del siglo XIX ocuparon cargos públicos, orientaron
la gestión urbana a partir de las crisis epidemiológicas
de entonces. En aquel contexto se arraigó el paradigma
higienista, enfoque que hacía énfasis en cómo las
condiciones del entorno incidían en la salud de la
población. Su mirada sobre los residuos oscilaba entre
considerarlos factores contaminantes y materiales
reutilizables; claramente, advertían que era necesario un
sitio para tratarlos y evitar su acumulación y dispersión
(Suárez, 1998; Paiva, 2000; Schamber, 2008).
1. Se entiende por paradigma a un conjunto de respuestas en el
marco de ciertas teorías y de ciertos desarrollos técnico-económicos
que los miembros de una comunidad científica desarrollan para dar
solución a los enigmas (Kuhn, 1971).
86
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
Con el crecimiento de las ciudades y la necesidad de
proveerlas de saneamiento (agua, cloacas, eliminación
de residuos), la ingeniería sanitaria tomó la posta y se
constituyó en la orientación dominante durante más de
medio siglo. Entonces, las tecnologías aplicadas fueron
primero los hornos de incineración y luego los rellenos
sanitarios. Situados en el paradigma del sanitarismo
(Paiva, 2000), priorizaron el aislamiento de los residuos
del contacto con el suelo, el aire, el agua y los seres
humanos. Esta orientación tuvo una fuerte inserción en
los ámbitos profesionales y técnicos ligados a la gestión
de los residuos en la Argentina. Desde la década del
setenta, con la creación de la Coordinación Ecológica
Área Metropolitana de Buenos Aires (CEAMSE) se ha
provisto de un respaldo legal, técnico y operativo al
sistema de rellenos sanitarios. Se elaboró un discurso
único a favor de la recolección indiscriminada y la
disposición final, vigente hasta la crisis de los rellenos
sanitarios y la emergencia del fenómeno cartonero en la
bisagra del nuevo milenio.
El cierre del Centro de Disposición Final de Villa
Domínico en el año 2004 representó un punto de inflexión
en la agenda de la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos
(RSU), forjó la concepción de que era posible confrontar
con la emblemática CEAMSE por daños a la salud y al
ambiente, luego del incendio no controlado del relleno y la
consecuente emanación de gases tóxicos (Suárez, 2016).
Los cartoneros, producto de la crisis socioeconómica
de 2001-2002, en los hechos, cuestionaron a la gestión
de residuos en su práctica exclusiva de la disposición
final. Miles de desocupados se volcaron a las calles
a recuperar residuos para obtener un exiguo ingreso
o bien alimentarse. El fenómeno activó los circuitos
de recuperación de residuos y, progresivamente, fue
creando organizaciones de trabajo como cooperativas
y asociaciones civiles (Schamber, 2008; Suárez, 2016).
En forma concurrente con la crisis de los rellenos
sanitarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)
y la emergencia cartonera, las ciencias sociales y las
ambientales (campo de formación e investigación surgido
en los años noventa) comenzaron a interesarse por la
problemática de los residuos. El volumen de papers y libros
publicados creció significativamente. Se desarrollaron
diversas instancias de investigación-acción promovidas
por distintas universidades nacionales, orientadas a
sistematizar información y generar conocimiento para
municipios y cooperativas de recuperadores urbanos.
FRANCISCO SUÁREZ
87
Raúl Álvarez (2011) en un esfuerzo por contraponer
paradigmas presentes en gestión de los residuos
señala, por un lado, la presencia de un “Paradigma
Técnico”, ligado a profesionales de la ingeniería y de
la administración, y, por otro, la de un “Paradigma
Antropológico”, impulsado por investigadores de las
ciencias sociales vinculados a un pensamiento crítico
y a la promoción de una gestión de los Residuos
Sólidos Urbanos (RSU) con inclusión social.
Simultáneamente, desde los años 2000 se ha
manifestado otro paradigma de la gestión ambiental
de las ciudades: la Ecología Urbana. Este campo de
conocimientos desarrolla un enfoque integral de los
problemas ambientales urbanos (Di Pace y Caride
Bartrons, 2012). Esta perspectiva paradigmática se
centra en la interfaz de las interacciones entre sociedad,
ciudad y ecosistemas, promueve investigaciones
interdisciplinarias, analiza los servicios ambientales
urbanos, las huellas ecológicas, los riesgos y la
vulnerabilidad social y ambiental, la conflictividad
ambiental, la gestión sustentable. En materia de gestión
de residuos, se ha enfocado en el análisis del flujo de
los materiales que se descartan, el ciclo de vida de los
productos, los circuitos de aprovechamiento de residuos
inorgánicos, el tratamiento de los residuos orgánicos, la
afectación social y ecosistémica de los sitios dedicados
a la disposición final, la elaboración de indicadores de
sustentabilidad y, en su conjunto, en el análisis de los
residuos como parte del metabolismo social urbano
(Ruggerio et al., 2015).
Las agendas ambientales y la construcción
de la política pública y el marco institucional/normativo
Se destaca la incidencia de las agendas ambientales
internacionales en la agenda2 ambiental argentina desde
la década del setenta. Una serie de hitos instalan visiones
2. Oszlak y O’Donnell (1995) entienden que el concepto de agenda pública se
construye a partir de un encadenamiento de problemáticas que impulsan
diversos actores sociales. Los autores indican que existen problemas para
uno o más actores sociales. Algunos de esos problemas son socialmente
problematizados y constituyen cuestiones. El conjunto de esas cuestiones
hace la agenda pública. A su vez, esas cuestiones indican que ciertas
clases, organizaciones, grupos e incluso individuos creen que pueden y
deben hacer algo respecto de un problema, y que están en condiciones
de promover su incorporación a la agenda de problemas socialmente
vigentes. La intervención pública implica una toma de posición respecto
a una cuestión, sea por acción u omisión. Las decisiones más importantes
constituyen puntos o nudos donde se van reposicionando los actores: una
ley, un programa de gobierno, una obra pública.
88
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
La fundición de aluminio de Barakat, de Pascal Garret (28).
y prioridades: la Conferencia de Naciones Unidas sobre
el Medio Humano llevada a cabo en Estocolmo en el
año 1972; la incorporación del concepto de desarrollo
sustentable a partir del Informe Brundtland, titulado
“Nuestro Futuro Común” (Naciones Unidas, 1987); el
Informe “Nuestra Propia Agenda” de la Comisión de
Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe
del año 1989; y la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo desarrollada en
Río de Janeiro en el año 1992.
En la Argentina, en correlato con este impulso externo,
el primer mojón institucional fue la creación en el año
1973 de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente
Humano. Ricardo Gutiérrez y Fernando Isuani (2014)
señalan que los tiempos de la dictadura militar fueron
un periodo de retroceso y letargo en materia ambiental.
Aunque también podría considerarse como una etapa
de auge del conservacionismo, donde en tiempos de
atrocidades contra los derechos humanos, grupos de la
élite se preocupaban por la protección de las especies
en peligro de extinción.3 Por otra parte, con la creación
de la CEAMSE se establece una intervención de corte
sanitarista y de ordenamiento territorial del ambiente
urbano (Carré y Fernández, 2013).
En los años ochenta y noventa, al calor del
regreso de la democracia y del “Foro global de las
ONG”, en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, se
afianzó el movimiento ambientalista en la Argentina.
Inicialmente, desde una perspectiva conservacionistas
se fueron incorporando miradas que contemplaban
los impactos sobre el ambiente urbano.
Al comienzo de la década de los noventa, la
emergente literatura ambiental urbana en la Argentina
destacaba que la gestión ambiental de las ciudades
fracasaba principalmente por la falta de planificación,
por los procesos de ajuste presupuestario que sufrían
las administraciones públicas, por el deficiente
desarrollo normativo y por la escasa conciencia
ambiental ciudadana (Di Pace et al., 1992; Reboratti,
1995). Con el correr de la década de los noventa y
la influencia de las nuevas agendas ambientales
internacionales, esencialmente la Agenda XXI,4 arriban
3. La creación de la Fundación Vida Silvestre en el año 1977 y la realización
de Safaris Conservacionistas son claros referentes de esta perspectiva.
4. La Agenda XXI es un programa de las Naciones Unidas (ONU) para
promover el desarrollo sostenible. Consta de un plan detallado de
acciones a ser realizadas a nivel mundial, nacional y local por las
naciones miembros de la ONU. El Programa 21 es resultado de la
90
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
otros énfasis como la vinculación entre pobreza y
deterioro ambiental. Particularmente en materia de
gestión de residuos, el Programa 21 puntualizó en la
gestión de los residuos peligrosos, el cuestionamiento
a las modalidades de consumo, la gestión de residuos
sólidos urbanos y la jerarquía en su tratamiento (reducir,
reusar, reciclar, disponer), y la necesidad de extender
los servicios de recolección y evitar la disposición
inadecuada. Asimismo, destacó la prioridad de “la
aplicación del concepto de gestión integrada del ciclo
vital que representa una oportunidad única de conciliar
el desarrollo con la protección del medio ambiente”
(Naciones Unidas, 1992, s. p.).
En este contexto, con gran influencia de la agenda
externa, se cargaron las tintas del nuevo marco jurídico
ambiental en la Argentina. Así, el Artículo 41 de la
Constitución Nacional reformada en 1994 establece que
corresponde a la nación dictar las normas que contengan
los presupuestos mínimos de protección del ambiente.
De este marco se desprende la Ley General del
Ambiente —Ley Nacional 25.675/02—, que entre sus
postulados establece algunos principios relevantes
para la gestión de los residuos, como el principio
precautorio: “Cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la ausencia de información o certeza
científica no deberá utilizarse como razón para
postergar la adopción de medidas eficaces, en función
de los costos, para impedir la degradación del medio
ambiente”; el principio de progresividad: “Los objetivos
ambientales deberán ser logrados en forma gradual,
a través de metas interinas y finales, proyectadas en
un cronograma temporal que facilite la adecuación
correspondiente a las actividades relacionadas con
esos objetivos”; y el principio de responsabilidad:
“El generador de efectos degradantes del ambiente,
actuales o futuros, es responsable de los costos de las
acciones preventivas y correctivas de recomposición,
sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de
responsabilidad ambiental que correspondan”.
A esta ley pionera le sigue, entre otras, la Ley
Nacional 25.916/04, de “presupuestos mínimos de
protección ambiental para la gestión integral de
residuos domiciliarios”. En ella se establecen los
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo que se llevó a cabo en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al
14 de junio de 1992. Esta conferencia reunió a 110 jefes de Estado
y de Gobierno y a 178 países. En forma paralela, centenares de
organizaciones no gubernamentales se reunieron en el Foro Global.
FRANCISCO SUÁREZ
91
siguientes objetivos: “Lograr un adecuado y racional
manejo de los residuos domiciliarios mediante su
gestión integral a fin de proteger el ambiente y la calidad
de vida de la población; promover la valorización de los
residuos domiciliarios a través de la implementación de
métodos y procesos adecuados; minimizar los impactos
negativos que estos residuos puedan producir sobre el
ambiente y lograr la minimización de los residuos con
destino a disposición final”.
Quedan entonces en el horizonte de principios para
el manejo de los residuos, la precaución ante el riesgo de
daño, la progresividad de las metas, la responsabilidad
del causante y la integralidad de la gestión.
En respuesta al nuevo marco normativo, el Gobierno
nacional puso en marcha en 2005 la Estrategia Nacional
de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos
(ENGIRSU), y seleccionó para realizar la prueba piloto las
provincias de Tucumán y Chubut, dos jurisdicciones con
problemáticas menos complejas que las de las grandes
áreas metropolitanas. Más tarde se incorporaron las
ciudades de Rosario y Mar del Plata.
Con la puesta en marcha de esta estrategia, se cambió
el enfoque de la gestión de los residuos, entendida
hasta entonces, como servicio urbano, a otro que la
considera un componente de la política ambiental.5
Prioritariamente la ENGIRSU se orientó a la eliminación
de los basurales clandestinos y, en menor medida, a la
minimización y/o aprovechamiento de los residuos.
También se promovió la adhesión al Mecanismo para
un Desarrollo Limpio (MDL) en el sector de los residuos
sólidos, en el marco del Fondo Argentino de Carbono.
Este mecanismo alienta la reducción de la emisión de
gases que incrementan el efecto invernadero global
(metano y dióxido de carbono).
Sin ser un eje jerarquizado de los lineamientos, la
estrategia promovió la regularización laboral de los
recuperadores urbanos y buscó la participación de la
comunidad en la tarea de separación en origen de los
residuos a través de la concientización de la población
acerca de la necesidad del reciclaje.
A partir de 2007, la ENGIRSU priorizó sus
acciones en los municipios turísticos. Ese año fue
aprobado un préstamo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) para mejorar la gestión de los RSU en
5. Para más información sobre la Estrategia nacional de gestión
integral de residuos sólidos urbanos, ver https://www.argentina.gob.
ar/ambiente/control/estrategia-nacional [consultado el 5/03/2021].
92
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
municipalidades que atraen a turistas en la Argentina.6
Así, parte de la infraestructura para la gestión de
residuos se desplegó en Puerto Madryn, San Martín de
los Andes, entre otras localidades donde “la basura”
desentonaba con la belleza escénica.
Por otro lado, con el impulso de controversias
ambientales, como la causa Beatriz Mendoza que da
origen a ACUMAR,7 las demandas ciudadanas interpelaron
a la agenda ambiental. Desde ámbitos académicos, para
interpretar estas dinámicas, se enfocó principalmente
en los análisis de las desigualdades ambientales,
las áreas de sacrificio, el valor de la experiencia y del
conocimiento popular, las formas de participación y
de organización social, las estrategias de resistencia
ciudadana, las dinámicas de rechazo a determinadas
infraestructuras o actividades conocidas como efecto
NIMBY.8 Gutiérrez e Isuani (2014) consideran que en esta
etapa se da una confluencia del ambientalismo social
con el ambientalismo estatal, donde el primero impacta
sobre el segundo a partir de la afloración de conflictos
ambientales. Por su parte, Gabriela Merlinsky (2014)
analiza cómo las demandas frente a una controversia
ambiental generan organización social (asambleas
ciudadanas), productividad normativa e institucional.
Emerge entonces con la conflictividad la otra agenda
ambiental, la agenda interna. Conflictividad que se
incrementa en la tensión/contradicción entre el aumento
del extractivismo (mercantilización de la naturaleza) y la
ampliación de la conciencia y los derechos ciudadanos
para proteger el ambiente (Suárez y Ruggerio, 2018).
6. Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos en
Municipios Turísticos (PGIRSUMT). Convenio de Préstamo BID, 1868
OC-AR. Ver http://www.infoleg.gov.ar/basehome/actos_gobierno/
actosdegobierno22-6-2009-3.htm [consultado el 7/1/2015].
7. La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) surgió a
partir de una demanda judicial realizada por un grupo de vecinos de
Dock Sud, residentes en las inmediaciones del polo petroquímico.
Este grupo de vecinos presentó en 2004 a la Corte Suprema de la
Nación un reclamo para la recomposición del ambiente ante los
daños en la salud de la población. En 2010, la ACUMAR diseñó un
Plan Maestro de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos,
zonificó las jurisdicciones de la cuenca desde sus nacientes. Entre
sus acciones prioritarias se destacaron: la remoción de la basura
y la limpieza de los márgenes de los ríos Riachuelo y Matanza, la
erradicación de Basurales y la instalación de Ecopuntos (plantas de
clasificación de residuos).
8. El llamado NIMBY (Not In My Back Yard: no en mi patio trasero),
constituye un fenómeno de rechazo por parte de una sociedad local
al emplazamiento en su territorio de una actividad que es funcional
a la sociedad global. Esa sociedad local reacciona al sentirse
afectada negativamente por la proximidad de esa actividad. No es
un fenómeno estético ni higiénico, sino que se refiere a la manera en
que se distribuye y es percibido el riesgo (Lanzetta, 1998).
FRANCISCO SUÁREZ
93
En materia de gestión de los residuos, las
demandas de los grupos cartoneros, en confluencia
con organizaciones de la comunidad y académicos,
lograron impulsar normativas e institucionalidad
vinculadas a la recuperación y el reciclado. Así también,
las resistencias ciudadanas a recibir residuos de otras
jurisdicciones promovieron una serie de ordenanzas
municipales restrictivas.
Nuevos conceptos y principios que interpelan
a la gestión de los residuos
En el corto recorrido del nuevo milenio desembarcaron
una serie de conceptos/principios que aggiornaron la
concepción de los residuos. Entre ellos se destacan:
economía circular, basura cero y responsabilidad
extendida del productor.
Economía Circular
En un contexto de aumento creciente de residuos
tecnológicos y escasez de materias primas, se forja
el enfoque paradigmático de la Economía Circular que
intenta contraponerse a la cuestionada economía lineal
(producir, usar y tirar). Promovido por diseñadores
industriales y economistas, se basa en la reutilización
inteligente de desechos y en el ecodiseño como eje de
la innovación en la producción de bienes industriales
(García Caicedo, 2017). Retoma las argumentaciones
de Michael Braungart y William McDonough (2005),
quienes acuñan el concepto de cradle to cradle (de la
cuna a la cuna) y conciben a los desechos de materiales
involucrados en los procesos industriales y comerciales
como nutrientes de otros procesos productivos y
biológicos (Balboa y Somonte, 2014).
Por su parte, Gilberto González Ordaz y José
Vargas-Hernández (2017), siguiendo los planteos
de ecodiseño de José Fernández-Alcalá (2015),
indican las principales estrategias de la Economía
Circular: 1) incrementar el ciclo de vida útil de los
productos; 2) promover la reutilización de productos;
3) asegurar la recuperación de los productos y su
nueva introducción en el mercado; 4) fabricar piezas
de fácil desmontaje y reutilización; 5) fabricar piezas
con materiales reciclables; y 6) vincular la economía
circular con la responsabilidad social empresaria.
Este modelo es presentado como una oportunidad de
94
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
El milhojas del chatarrero, de Rémi de Bercegol (30).
negocios basados en el diseño de productos verdes y
amigables con el ambiente (García Caicedo, 2017).
Sin embargo, la linealidad económica (producir,
usar, descartar) no es un descuido ambiental, sino
un arraigado del sistema productivo, que necesita
de la obsolescencia programada9 para acortar
intencionalmente el ciclo entre producción y consumo
a favor de la generación de ganancias. A su vez, esta
caducidad física planificada tiene su correlato simbólico
en la obsolescencia percibida (Fernández Rey, 2014), la
necesidad de cambiar o renovar los productos que se
consumen y las tendencias de modas.
Tal como desembarcó el concepto de economía
circular, ha hecho énfasis en las tecnologías, los diseños
y las oportunidades de negocio. Se presentó como una
gestión de residuos sin sujetos o con un sujeto implícito,
el actor empresarial con alta dotación de tecnología
y logística. Olvidó u omitió las tramas económicas y
sociales que hacen a la recuperación de residuos y
minimizó la apelación a la responsabilidad ciudadana.
Se priorizó la gestión del desecho como nicho de negocio
en detrimento de la política pública ambiental.
La apropiación/adecuación del concepto, que sin
duda se presenta como un cambio paradigmático,
requiere reconocimiento y protagonismo de los
actores sociales que recuperan residuos, fomento de
las tramas productivas de reciclado, innovación en los
diseños de los productos y un cambio de cultura en los
patrones de consumo y descarte.
Hasta el presente ha alcanzado bajos niveles de
institucionalización, existen programas, planes y
mesas de trabajo impulsados por distintos organismos
públicos.10 En ámbitos empresariales y de ONG se
presenta una gran proliferación discursiva que utiliza
el slogan de la economía circular.
Basura Cero
“Basura Cero” es un concepto y una política integral de
manejo de residuos que apunta a reducir progresivamente
el enterramiento y la incineración de residuos sólidos
urbanos hasta llegar a cero, impulsando la reducción en
9. Se denomina así a la elaboración de productos que se volverán
obsoletos en el corto plazo por una falla programada o una
deficiencia incorporada por el productor (Fernández Rey, 2014).
10. Ver https://www.argentina.gob.ar/ambiente/control/mesa-economiacircular [consultado el 2/03/2021] y https://www.santafe.gov.ar/noticias/
noticia/270613/ [consultado el 10/04/2021].
96
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
su generación y la valorización de los mismos. Ha sido
aplicado, entre otras ciudades, en Canberra (Australia);
San Francisco, Berkeley y Seattle (Estados Unidos);
Toronto (Canadá); Kovalam (India); Kamikatsu (Japón);
Candon, Capiz, Pilar, Sorsogon y San Isidro (Filipinas) y
Palárikovo (Eslovaquia).
En la Argentina, Basura Cero anida en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (CABA) en 2005. Schelica
Mozobancyk (2011) señala que Greenpeace promueve
la Ley de Basura Cero a partir del cierre del relleno
sanitario de Villa Domínico (Avellaneda-Quilmes)
en 2004, el entonces sitio de disposición final de
los residuos de CABA. Los motivos de ese cierre
dejaron en evidencia las dificultades para que se
abriera un nuevo relleno. Greenpeace11 vislumbró
la oportunidad de impulsar un cambio en la gestión
de los RSU. La iniciativa encontró eco y aliados en
la organización GAIA,12 en la Fundación Ambiente
y Recursos Naturales (FARN) y en las cooperativas
cartoneras El Ceibo y El Álamo.13 El contexto de
cierre de Villa Domínico señala la emergencia de
una problemática de agenda ambiental interna que
confluye con la instalación de un modelo de gestión
de agenda ambiental externa.
La Ley 1854/05, de Basura Cero, establecía
una reducción progresiva de la disposición final
de materiales reciclables —30 % para 2010, 50 %
para 2012, 75 % para 2017— y la prohibición total
del enterramiento de materiales reciclables para
2020. La ley prohibía la incineración como método
de tratamiento de los residuos urbanos, al menos
hasta que se hubiera alcanzado la meta del 75 % de
reducción de la basura. Para prorrogar las metas y
permitir la valorización energética se sancionó la
Ley 5966/18, que al año siguiente la justicia porteña
declaró nula e inconstitucional.14
11. Cabe destacar que la propuesta basura cero forma parte de una
estrategia de proyección a nivel internacional de Greenpeace. Ver
https://www.greenpeace.org/international/campaign/toolkit-plasticfree-future/organise-a-zero-waste-event/ [consultado el 20/02/2021].
12. Global Alliance for Incinerator Alternatives.
13. Entrevista a Cecilia Allen, agosto de 2015.
14. El fallo de la justicia responde a una acción de “amparo
colectivo ambiental” presentada por la Federación de Cooperativas
de Reciclado Limitada, las cooperativas de trabajo El Ceibo, El
Álamo, Las Madreselvas, de Reciclado Trabajo y Dignidad y del
Sur; el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), la Fundación
Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la Asociación por la Justicia
Ambiental (AJAM) y Greenpeace Argentina. En la acción de amparo
se destacan múltiples impactos ambientales negativos de la
FRANCISCO SUÁREZ
97
La trampa de “basura cero” es que habla de
un valor relativo. Según los considerandos de
la Ley 1854/05, se señala que “la autoridad de
aplicación deberá determinar durante el año 2017,
de conformidad con las tecnologías de tratamiento
disponibles y el desarrollo de los mercados en ese
momento, cuáles serán los materiales reciclables y
aprovechables cuya disposición final se encuentre
prohibida para el año 2020”.15 Escrito de tal forma,
hace que el “0” no sea un valor absoluto, sino relativo
a dicha consideración. O sea, según la disponibilidad
tecnológica y la demanda del mercado, un residuo
entra o no dentro de los objetivos de basura cero.
Poco después de la sanción de la Ley Basura Cero
en CABA, se han aprobado normativas bajo el mismo
concepto en Rosario y La Plata, y se han planteado
similares dificultades.
A favor de este principio se destaca que instala
criterios de progresividad en materia de reutilización
y reciclado de residuos. En los hechos, revitalizó la
construcción de indicadores y métricas en el análisis
de tratamiento de residuos: estudios de generación,
composición, reducción, reciclado y disposición final de
los residuos. Como antecedentes de medición, previos y
posteriores a basura cero, sobresalen las estadísticas de
CEAMSE sobre disposición de residuos, los indicadores
de sustentabilidad en la gestión de residuos de María Di
Pace y Alejandro Crojethovich (1999), los relevamiento
de composición de residuos del Instituto de Ingeniería
Sanitaria de la Universidad de Buenos Aires y los estudios
sobre asignaciones presupuestaria municipales en la
gestión de residuos de la Universidad Nacional de San
Martín (Gutiérrez, 2014).
Responsabilidad extendida del productor
El concepto fue presentado en el informe para el
Ministerio de Medio Ambiente de Suiza: “Modelos
para la responsabilidad extendida del productor”
(Lindhqvist y Lidgren, 1990). Lindhqvist (2000)
define la Responsabilidad Extendida del Productor
(REP) como un “principio político para promover
mejoras ambientales para ciclos de vida completos
de los sistemas de los productos al extender las
“valorización energética”, como así también la afectación al trabajo
de los recuperadores urbanos.
15. El destacado es del autor.
98
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
responsabilidades de los fabricantes del producto a
varias fases del ciclo total de su vida útil” (p. 154). La
REP involucra el reconocimiento de una externalidad
económica, social y ambiental que justifica la
incorporación de mecanismos regulatorios para
internalizar los costos (Schamber y Tognetti, 2021).
En la Argentina hubo más de quince proyectos de
Ley REP, presentados como ley de envases. La falta de
acuerdo se ha centrado en quién debía ser responsable:
el productor de la materia prima, los envasadores, los
importadores de productos envasados, los responsables
de la primera puesta en el mercado del producto o el
consumidor. Por otro lado, se presentaron debates
acerca de cómo se asume esa responsabilidad: de
manera directa, garantizando el retorno del envase o
del descarte del producto y asegurando su tratamiento,
o bien, de manera indirecta asumiendo los costos con el
aporte a un fondo para la gestión y tratamiento de los
descartes (Suárez, 2016). Solo fue sancionada para los
envases de productos fitosanitarios, Ley 27.279/16,
instrumento normativo que crea un Sistema de Gestión
Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios que
responsabiliza de manera directa a las empresas del
sector por la gestión de los mismos.
La implementación de una Ley REP requiere de
un análisis que permita dimensionar los flujos y las
posibilidades de aprovechamiento de las corrientes
de residuos, entre ellas: los envases y embalajes, los
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE),
los neumáticos fuera de uso (NFU), los vehículos
fuera de uso (VFU). Conocer los circuitos de los
distintos productos es fundamental para establecer
mecanismos regulatorios.
Es de destacar que la responsabilidad extendida
del productor es uno de los principios que ha tomado
mayor fuerza a nivel internacional en el impulso por
promover mejoras ambientales en los ciclos de vida
completos de los productos. Numerosos países lo han
adoptado en su normativa.
Gestión Integral. ¿A qué llamamos gestión integral?
Poco se ha problematizado sobre la llamada
integralidad en la gestión de los residuos. La cualidad
de ser “integral” comúnmente en el ámbito de la
gestión de los residuos sólidos urbanos hace alusión
a una secuencia de procedimientos que inicia en la
FRANCISCO SUÁREZ
99
Lunch, de Rémi de Bercegol (11).
recolección, pasa por la transferencia, el transporte
y el tratamiento, y culmina con la disposición final.
También ha ganado fuerza la idea de integralidad
como una adecuada combinación de métodos de
tratamiento: recuperación y reciclado, compostaje,
valorización energética y rellenos sanitarios. Según el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la
Nación, la integralidad remite a la reducción en origen,
separación domiciliaria, recolección y transporte,
transferencia y regionalización.16
Además de los procedimientos logísticos y
métodos de tratamiento, la integralidad demanda un
desafío a las políticas públicas. Difícilmente pueda
lograrse cuando las áreas de los gobiernos a cargo
de los residuos están dispersas en el organigrama
de la administración pública. Es común que una
dependencia maneje la recolección de residuos y otra
el control de los basurales.
La administración pública suele estar dominada por
una estructura administrativa que enfoca al territorio
bajo una lógica vertical-sectorial, que fragmenta al
territorio y a los problemas en áreas de atención de
gobierno que compiten por recursos y responsabilidad
(Arocena, 1995). Esta lógica se contrapone a la
complejidad intrínseca de los problemas ambientales,
que requiere de un enfoque multidimensional e
intersectorial o transversal (Suárez y Ruggerio, 2018).
La acumulación de residuos impacta en el ambiente,
es un problema ecológico y de salud pública, la
recuperación de residuos a través de recicladores
demanda el acompañamiento de políticas sociales, la
separación en origen necesita de educación ambiental,
la minimización en la generación advierte sobre los
patrones de consumo, la economía circular requiere de
incentivos a la producción y al desarrollo tecnológico.
Según Fernando Isuani (2013) la integralidad orienta
una mirada estratégica para la gestión pública que debe
corresponderse con una coordinación en el plano operativo
de distintas áreas de la administración. En otra dimensión,
de manera complementaria e imprescindible, la integralidad
demanda fomentar redes y vínculos entre los actores
sociales de la gestión de los residuos. Por ejemplo, planificar
políticas que promuevan el reciclaje implica extender el
radio de injerencia tradicional de la gestión de los residuos
16. Para más información, ver Estrategia nacional de gestión integral
de residuos sólidos urbanos: https://www.argentina.gob.ar/
ambiente/control/estrategia-nacional [consultado el 5/03/2021].
FRANCISCO SUÁREZ
101
y contemplar las industrias del papel, del plástico, del vidrio,
de los metales no ferrosos y de la siderurgia. Requiere
también, generar conectividad entre actores que recuperan,
clasifican e industrializan materiales descartados, y
fomentar innovaciones sociales y tecnológicas.
Para hablar de la integralidad como relaciones
entre actores económicos y sociales, primero hay que
reconocerlos, conocer sus intereses y necesidades, e
integrarlos en una política que, a su vez, sea inclusiva con
los ciclos sociales y ecológicos (Suárez y Schamber, 2015).
Nadie escapa a la elección de un vínculo con los
residuos. Generarlos o no generarlos, separarlos o
arrojarlos indiscriminadamente. Cualquiera sea la
opción, es la elección de un vínculo con el ambiente y
con nuestros congéneres.
Entrando por la estrecha puerta trasera de la
mesa de la GIRSU, aparecieron nuevos actores en la
discusión: cooperativas y asociaciones cartoneras,
asambleas de vecinos, ONG, universidades ancladas
en su territorio. Este mapa de actores en movimiento
es fértil para rediseñar los vínculos en una nueva
integralidad basada en la elección de relaciones
sociales, económicas y ecológicas. Respondiendo a
la emergencia de nuevos actores amerita agregarle
una “I”, o sea, GIIRSU: Gestión Integral e Inclusiva de
Residuos Sólidos Urbanos.
A su vez, la integralidad inclusiva requiere impulsar
procesos de participación ciudadana, como mesas de
diálogo o consejos consultivos. Esta visión también
demanda la democratización de instituciones/empresas
públicas dedicadas a la gestión de los residuos.
Si se piensa el manejo de los residuos desde la
disposición final, se reduce la capacidad de intervenir,
se licúa la responsabilidad del generador, se concentra
la gestión en pocos actores y se acude a costosas
infraestructuras. Si, por el contrario, se enfoca desde
la generación, se identifican responsabilidades, se
multiplican los actores intervinientes, los tipos de
residuos a tratar y las alternativas de tratamiento.
Conclusiones
La gestión de residuos estuvo interpelada por un
conjunto de paradigmas fruto del contexto de época
que marcaron prioridades en la gestión ambiental.
Comenzando por el higienismo, que dio inicio a los
primeros métodos de tratamiento de residuos en un
102
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
contexto en el que era imperativo prevenir la expansión
de epidemias, le continuó el paradigma de la ingeniería
sanitaria, que desvinculó a los residuos de la sociedad
condenándolos a la desafección y al olvido en la bolsa
de basura, mientras que en algún lugar difuso/ignorado
para las mayorías se acumulaban. La emergencia
cartonera, fruto de los procesos de pauperización
social, impulsó en los hechos el reciclado. Desde
entonces convivieron dos visiones, una que intentaba
sostener un enfoque ingenieril-tecnocrático y otra, uno
sociotecnológico y ambiental.
Más recientemente desembarcaron las iniciativas
de economía circular, basura cero y responsabilidad
extendida del productor. Su apropiación y su aplicación
son un ámbito de disputas entre diversos actores sociales.
Basura cero logró mayores grados de institucionalización.
En su conjunto, los tres conceptos acuerdan en impulsar
la circularidad de los flujos de la materia, extender la
vida útil de los productos, realizar diseños de productos
reparables y reutilizables, tomar conciencia de los
descartes y evitarlos, y asignar responsabilidad sobre
los productos en todo su ciclo vital.
Por razones históricas, la agenda ambiental
argentina ha tenido un fuerte impulso de las agendas
ambientales internacionales. Ante la carencia
normativa y de políticas públicas hubo un traslado
acrítico de las prioridades externas. Con el incremento
de demandas sociales, emerge una dinámica particular
de articulación y tensión entre la agenda interna,
producto de los conflictos ambientales, y la agenda
externa, promovida por organismos internacionales y
ONG de acción global.
La integralidad en materia de gestión de residuos,
concepto que ha sido poco problematizado, tiene
algunas dimensiones pendientes. Por un lado, el
abordaje estratégico e integrado de las políticas públicas
en el marco de una administración pública fragmentada
sectorialmente; por otro, la integralidad como redes,
vínculos y espacios de gestión entre actores sociales
que intervienen en la gestión de residuos.
La mirada crítica y reflexiva de los conceptos y
principios que circulan en materia de gestión de los
residuos permite analizar sus alcances y limitaciones,
su capacidad de instalar agenda pública y su potencial
performativo de prácticas sociales. •
FRANCISCO SUÁREZ
103
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teóricos/epistemológicos. Buenos Aires: CEAL.
106
GESTIÓN DE RESIDUOS, UNA INTEGRALIDAD PENDIENTE
107
Gestión de los residuos en aglomerados
urbanos: flujo de materiales, escenarios
e indicadores de sustentabilidad
El caso de la Región del Gran Buenos Aires
Daniela López de Munain
Área de Ecología, Instituto
del Conurbano
UNGS | Argentina
ddemunain@campus.ungs.edu.ar
ORCID: 0000-0001-8037-9978
Carlos Alberto Ruggerio
Área de Ecología, Instituto
del Conurbano
UNGS | Argentina
cruggerio@campus.ungs.edu.ar
SECCIÓN ARBITRADA
ORCID: 0000-0001-9674-4781
Resumen: Los residuos constituyen el principal metabolito de
las ciudades, por lo que su correcta gestión disminuye impactos
negativos ambientales, económicos y sociales. En el presente
trabajo se analiza la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos
en la Región del Gran Buenos Aires desde la perspectiva del
Metabolismo Social con el objetivo de evaluar sus potencialidades
y debilidades, y de generar alternativas de gestión que contribuyan
a la sustentabilidad de la región. Se aplicó el método de Análisis
de Flujo de Materiales para elaborar escenarios de gestión y se
utilizaron indicadores de sustentabilidad para evaluar cada uno
de ellos. Los resultados indican que el principal flujo de residuos
es la generación doméstica (79,6 %); el principal destino es la
disposición final en rellenos sanitarios (82,2 %) y la recuperación
se estima en un 13,7 % del total. El desarrollo de escenarios
alternativos y la aplicación de los indicadores evidencia mejoras
sustantivas en la gestión, al ampliar la recuperación y el reciclado
de materiales, e incorporar el compostaje de la fracción
orgánica. El enfoque teórico-metodológico utilizado en este
trabajo permitió identificar fortalezas y debilidades de la gestión
y evidencia la importancia de la concientización y participación
activa de la población, incluso por sobre soluciones técnicas.
Palabras Claves: metabolismo social, análisis de flujo de materiales, escenarios de gestión de RSU, indicadores de sustentabilidad.
Recibido: 26/03/21 | Aprobado: 23/06/21
107
1. Introducción
Las ciudades se encuentran en expansión y para el
año 2030 se proyecta que un 60,4 % de la población
vivirá en ámbitos urbanos (UN Habitat, 2020). Uno de
sus principales metabolitos físicos son los residuos, y
su incorrecta gestión deriva en impactos ambientales
negativos como la contaminación del suelo (Pillai &
Peter, 2014), del agua (UNEP, 2005) y del aire (OjedaBenitez et al., 2000), junto con amenazas a la salud de
la población por la proliferación de vectores (McDougall
et al., 2003) y el Cambio Climático por la emisión de
Gases de Efecto Invernadero (Laurent et al., 2014).
Los aglomerados urbanos, entendidos como un
continuo urbano que abarca más de una jurisdicción
departamental, local y/o provincial (INDEC, 2020),
enfrentan en materia de residuos situaciones como la
heterogeneidad normativa, la circulación y disposición
de residuos a través de distintas jurisdicciones y la
irregular distribución de impactos, entre otros.
Ante la necesidad de abordar la problemática
desde enfoques que atiendan a la complejidad de
los territorios, se busca incorporar nuevas teorías
y metodologías para su estudio. Uno de ellas es el
enfoque del Metabolismo Social, que permite analizar
un sistema (en este caso, un aglomerado urbano),
considerando sus flujos de entrada, salida y los
procesos que ocurren en su interior (Toledo, 2013).
Aplicado a los estudios sobre la gestión de los residuos,
posibilita indagar en las prácticas que se realizan y sus
resultados, y la relación entre las distintas partes del
sistema y su área de influencia. Entre las herramientas
para su aplicación, se encuentra el Análisis de Flujo de
Materiales (MFA), utilizada para cuantificar los flujos,
stocks y procesos dentro de un sistema definido en
tiempo y espacio (Brunner & Rechberger, 2017). Su
uso junto con el concepto de Metabolismo Social, y
otras perspectivas semejantes como el Metabolismo
Urbano, puede observarse en Chertow & Eckelman
(2009); Guibrunet et al. (2017); Liang & Zhang (2012);
Wang et al. (2018); Xiao et al. (2015). Además, ha sido
utilizada para la elaboración de escenarios de gestión,
como en Dos Muchangos et al. (2017); Makarichi et al.
(2018); Stanisavljevic et al. (2015).
El uso de indicadores de sustentabilidad, a su vez,
contribuye a evaluar los impactos sociales, ambientales
y económicos de la gestión (Di Pace & Crojethovich,
108
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
1999). Entre los estudios que recurren a su aplicación
podemos destacar a Desmond (2006); Guerrero & Erbiti
(2004); Makarichi et al. (2018); Zaccariello et al. (2015).
Otras investigaciones desde este marco conceptual
y metodológico, aplicados a casos latinoamericanos,
son los de Alfonso Piña & Pardo Martínez (2014) y
Guibrunet et al. (2017), siendo las áreas de estudio la
ciudad de Bogotá, en Colombia, y Santiago de Chile y la
ciudad de México, respectivamente.
Los trabajos sobre la gestión de residuos en
aglomerados urbanos de la Argentina tienen un
carácter descriptivo (FIUBA, 2011; Gutiérrez, 2014),
estudian un tipo de residuos y generador específico
(Bielsa et al., 2016), con un enfoque económico
(Farreras & Lauro, 2016), o se centran en determinados
circuitos (Suárez, 2016). Un antecedente desde el
abordaje de Metabolismo Social y el uso de MFA es el
trabajo de Ruggerio et al. (2015), que analiza el flujo
de materiales de la Región del Gran Buenos Aires,
aunque los resultados son aproximados y se remarca
la necesidad de avanzar en la profundización de estos
estudios, especialmente, porque han evidenciado un
potencial para analizar las fortalezas y debilidades de
los sistemas de gestión y para generar alternativas
que propendan a la sustentabilidad.
El objetivo del presente trabajo fue analizar la Gestión
de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la Región
del Gran Buenos Aires (RGBA) desde el abordaje del
Metabolismo Social y utilizando el Análisis de Flujo de
Materiales (MFA). Asimismo, se desarrollaron diferentes
hipótesis de escenarios de gestión que se ponderaron
con la aplicación de indicadores de sustentabilidad.
Con los resultados obtenidos se apuntó a contribuir al
conocimiento respecto a las potencialidades que este
marco teórico y metodológico puede ofrecer para el estudio
de la gestión de los residuos sólidos en aglomerados
urbanos latinoamericanos.
2. Materiales y métodos
En primer lugar, se realizó un análisis cualitativo de
la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos en el área
de estudio. En segundo lugar, se elaboró un análisis
cuantitativo para la elaboración del escenario base
de gestión y el planteo de escenarios alternativos.
Finalmente, se aplicaron indicadores de sustentabilidad
para evaluar los escenarios alternativos propuestos.
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
109
2.1. Área de estudio
El área de estudio seleccionada es la Región del Gran
Buenos Aires (RGBA), formada por la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (CABA) y los 24 partidos que la rodean
(INDEC, 2003) (Figura 1). Es el principal aglomerado
del país, concentra un 45 % de la población y es sede
de actividades políticas, económicas e industriales. Se
toma como referencia el año 2018 como representativo
del periodo 2016-2019, ya que no se produjeron
cambios significativos en la gestión de los Residuos
Sólidos Urbanos en este periodo.
Figura 1. Área de estudio.
Región del Gran Buenos Aires.
2.2. Análisis cualitativo y cuantitativo para
el armado de escenarios
2.2.1. Escenario base
Con base en la teoría del Metabolismo Social (Toledo,
2013), se realizó un análisis cualitativo de la gestión. Se
relevó información secundaria sobre normativa, etapas,
procesos y actores de la gestión de los RSU. Asimismo,
se generó información primaria a través de entrevistas a
informantes clave, como funcionarios del área de residuos
de municipios y referentes del sector del reciclaje.
Para el análisis cuantitativo, se utilizó la herramienta
del Análisis de Flujo de Materiales (MFA), siguiendo
los lineamientos de Brunner & Rechberger (2017). Se
establecieron los límites del sistema, los flujos de entrada
110
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
y de salida, y los procesos para el armado del modelo.
Los límites del sistema responden a la delimitación
geográfica de la Región del Gran Buenos Aires (INDEC,
2003). Los flujos de entrada son la Generación Doméstica
(GD), los Grandes Generadores (GG),1 y el Espacio Público
(EP), y los de salida, la Comercialización de materiales
recuperados y de Materiales recuperados reutilizados en
la construcción/mejoramiento de suelos. El cálculo del
modelo se realizó con base en información secundaria,
artículos académicos y reportes referidos al área de
estudio, datos de organismos oficiales y provistos por
los municipios en sitios web oficiales y noticias. También,
se relevó información primaria por medio de entrevistas
a informantes clave. La información recopilada es
procesada con el software Stan 2 de la Universidad de
Viena (Cencic & Rechberger, 2008) para la elaboración
de los diagramas cuantitativos: se representaron los
flujos de entrada de residuos al sistema, los procesos
que implican la manipulación de los residuos (con y sin
stocks), los flujos de residuos entre procesos y los flujos
de salida de los materiales tratados, recuperados y/o
comercializados. A continuación, se detallan los métodos
según las distintas etapas y generadores identificados.
2.2.1.1. Generación
Para el cálculo de la Generación Doméstica, se utilizó
el número de habitantes según la proyección para el
año 2018 de INDEC (INDEC, 2015), junto con el valor de
Producción Per Cápita (PPC) presentado en el estudio de
la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos
Aires (FIUBA) sobre CABA (FIUBA, 2010) según Nivel
Socioeconómico (NSE) bajo, medio y alto. Se aproximó
esta dimensión teniendo en cuenta el máximo nivel de
instrucción alcanzado por los jefes de hogar de acuerdo
con el censo nacional del año 2010. Se agruparon los
porcentajes de cada categoría y por municipios, según
el siguiente criterio: NSE bajo (Inicial, Primario completo,
Primario incompleto); NSE medio (Secundario completo,
Secundario incompleto, Superior no universitario
incompleto, Universitario incompleto); NSE alto (Superior
no universitario completo, Universitario completo). La
generación por parte de Grandes Generadores es un
promedio de los valores presentados por Bielsa et al.
(2016) y Ruggerio et al. (2015) en estudios sobre la Región
del Gran Buenos Aires. En relación con su composición,
1. Incluye Generadores Especiales, de acuerdo con la Ley 1854/05 de CABA.
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
111
se tuvo en cuenta las proporciones por tipo de material
plasmadas en FIUBA (2016) y Bielsa et al. (2016) (Tabla
1). El flujo de Espacio Público incluye a los residuos
derivados de la actividad de Construcción y demolición
(C&D) y de poda, formados por escombros, ramas,
madera, tierra, entre otros. Al respecto, se tuvo en cuenta
a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), ya que
en los municipios de Buenos Aires estos se gestionan
en el marco de los residuos de Generación Domiciliaria
(Ruggerio et al., 2015).
Tabla 1. Composición promedio de
RSU de Generación Doméstica y
Grandes Generadores. Con base en
Bielsa et al. (2016); FIUBA (2016).
Materiales
Generación
Doméstica
Grandes
Generadores
Plásticos
12,6 %
30,0 %
Papel y cartón
14,4 %
21,0 %
Vidrio
3,9 %
4,0 %
Metales
1,7 %
10,0 %
43,6 %
25,0 %
Textiles
4,7 %
5,0 %
C &D y poda
9,7 %
Sin datos
Otros
9,9 %
5,0 %
Orgánicos
2.2.1.2. Tratamiento
Para conocer la fracción de la Generación Doméstica que
ingresa al circuito de recuperación, se optó por obtener
un porcentaje de recuperación basado en información
secundaria referida a la cantidad de materiales
recuperados y la generación calculada por municipio.
Cabe aclarar que no se encontró tal información para
todos los municipios, por lo que se extrapoló el valor para
toda el área de estudio. La eficiencia de las plantas se
estima en un 80 % con base en informantes clave, siendo
un promedio del valor de las plantas de tratamiento de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y de un 88 % el
valor de la planta de áridos, de acuerdo con la misma
fuente. El valor de recuperación asociado a Resiparque
y la planta de Tratamiento Mecánico-Biológico (MBT) fue
112
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
provisto por informantes clave de CEAMSE. La cantidad
de materiales de Grandes Generadores que ingresan al
circuito de recuperación se estimó con base en el valor
propuesto en Bielsa et al. (2016).
2.2.1.3. Disposición final
Finalmente, las cantidades de RSU dispuestos en
rellenos sanitarios provienen de la estadística de
CEAMSE para el año 2018 (CEAMSE, 2019). En el
caso de basurales a cielo abierto, su cálculo se basó
en la diferencia entre la generación, los valores de
disposición final y de recuperación.
2.3. Escenarios alternativos
Con base en la información recopilada y su análisis, se
establecen los siguientes escenarios alternativos de la gestión.
2.3.1. Escenario 1
•
•
•
•
Incorporación de un 11,5 % de los residuos de
Generación Doméstica al circuito de recuperación y
reciclado tanto del Resiparque de CEAMSE como del
resto de los destinos sustentables de la provincia
de Buenos Aires. Se tomó como referencia el valor
potencialmente reciclable presentado en FIUBA
(2016) para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
42 % de la Generación Doméstica se trata mediante
compostaje domiciliario (FIUBA, 2016), con una
eficiencia de un 75 % (Jantz, 2020).
Recuperación de residuos de C&D de Espacio
Público provenientes de los partidos del Gran
Buenos Aires, estimando un 4,8 % FIUBA (2016).
No se incluyen los residuos de poda en este caso,
ya que se incorpora su proporción en el porcentaje
plausible de ser recuperado vía compostaje.
La recuperación de los residuos reciclables de
Grandes Generadores aumenta un 50 %.
2.3.2. Escenario 2
Se tienen en cuenta las mismas condiciones del
escenario 1, sumando:
•
Compostaje de los residuos orgánicos de Grandes
Generadores (estimados en un 25 % de su
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
113
•
composición según la Tabla 1) con una eficiencia
del 50 %, con base en Jantz (2020).
Aumento del 75 % de la recuperación de materiales
reciclables de Grandes Generadores.
Para ambos escenarios, se considera el valor de
generación y el método de cálculo de desvío a basurales
utilizados en el escenario base.
2.4. Indicadores de sustentabilidad
Con el fin de evaluar la sustentabilidad de la actual
gestión y de los escenarios propuestos, se seleccionaron
una serie de indicadores que abarcan las dimensiones
ambientales, económicas y sociales.
2.4.1. Cantidad de residuos dispuestos en relleno sanitario
La disminución de la cantidad de residuos dispuestos
representa una mejora en la gestión en la medida que
el destino de los materiales sea la recuperación, mayor
eficiencia en los tratamientos o menor generación, y da
lugar a la mitigación de impactos. La unidad de medida
es kt dispuestas.
2.4.2. Emisiones de gases de relleno sanitarios
Mediante este indicador se busca expresar
cuantitativamente las emisiones de gases asociadas
a la descomposición de materiales de los residuos
dispuestos en relleno sanitario, particularmente metano
(CH4) y dióxido de carbono (CO2), ambos Gases de Efecto
Invernadero que contribuyen al Cambio Climático. Para
su cálculo se utilizó el software Landgem Version 3.02 de
la EPA (EPA, s. f.), utilizado en estudios sobre la gestión
de residuos, la elaboración de escenarios de gestión y
la evaluación de sus impactos (Makarichi et al., 2018). Al
igual que el indicador anterior, la disminución de residuos
dispuestos en rellenos sanitarios presenta una situación
favorable, ya que la cantidad de emisiones disminuye.
Cabe destacar que las instalaciones de CEAMSE
cuentan con un sistema para la captación, extracción y
tratamiento de los gases de relleno para su posterior uso
en la generación de energía eléctrica (Lozupone, 2019).
En este caso, se estimaron las emisiones de las toneladas
dispuestas, sin descontar la cantidad de gases captados
por este proceso, dado que no se cuenta con información
114
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
suficiente y porque se busca cuantificar lo que sucede con
los residuos que llegan a esta instancia, independientemente
del tratamiento de los gases generados.
2.4.3. Cantidad de residuos en basurales a cielo abierto
Los residuos dispuestos en basurales, además de generar
impactos negativos en el ambiente por la contaminación
de suelos, agua, aire y la amenaza que representan a la
salud, dan lugar al descontento social que puede derivar
en conflictos ambientales. Por lo tanto, si la cantidad de
residuos en basurales disminuye, además de minimizar
impactos ambientales, se evita el malestar en la población
y se favorece la calidad de vida. Se mide en kt dispuestas.
2.4.4. Costos de la disposición final de residuos
Este indicador, de índole económico, estima el ahorro o
aumento de costos de la disposición final de residuos en
los distintos escenarios. Solamente se tiene en cuenta
el costo unitario de esta etapa, ya que las otras etapas
de la gestión presentan situaciones heterogéneas en
el área de estudio seleccionada. El valor utilizado es
el provisto por ONU Ambiente (ONU Medio Ambiente,
2018), estimado en US$ 17,6 por tonelada dispuesta. De
esta manera, una disminución en la cantidad de residuos
dispuestos en relleno sanitario implica un ahorro en
términos monetarios para los municipios de la región.
3. Resultados y discusión
A continuación, se describen el escenario base de
gestión y la propuesta de escenarios alternativos sobre
la base de los análisis realizados. Posteriormente,
se muestran los resultados de la aplicación de los
indicadores de sustentabilidad.
3.1. Escenario base
En la Figura 2 se presenta un diagrama conceptual de la
gestión de los RSU en la Región del Gran Buenos Aires,
en el que se incluyen tanto los flujos cuantificados
como aquellos que no se pudieron calcular por falta
de información de organismos oficiales: residuos de
espacio público dispuestos en basurales a cielo abierto,
recuperación de materiales reciclables y los envíos a
relleno sanitario de los residuos de estos sitios.
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
115
Espacio público
(CABA)
Tratamiento de residuos
áridos y de poda
Recolección diferenciada
Basurales a cielo
abierto
No cuantificado
Grandes
generadores
Generación
Doméstica
Materiales recuperados reutilizados
en la construcción / mejoramiento
de suelos
Rechazos
Circuito ilegal
No cuantificado
Recolección diferenciada
Destinos sustentables
Cooperativas
Tratamiento de
materiales reciclables
No cuantificado
Recolección diferenciada
Cooperativas/ Recuperadores urbanos
Relleno
sanitario
Circuito ilegal
Recolección no diferenciada
Fracción húmeda
Vía EDT de CABA
Rechazos
Recolección diferenciada
Resiparque
Referencias
Flujo de materiales reciclables y/o reutilizables
Flujo de materiales no recuperables
Flujo no cuantificado
Límite del sistema Región del Gran Buenos Aires
CEAMSE
Planta de MBT
Comercialización de
materiales recuperados
Pérdida de masa
por tratamiento biológico
En la Figura 3 se observan los resultados de la
aplicación del MFA. El cálculo de la generación de RSU
en el área de estudio arroja un valor de 6.984,28 kt/año.
La Generación Doméstica equivale a un 79,6 %, siendo
el principal flujo de residuos en el área de estudio. En
segundo lugar, los residuos del Espacio Público alcanzan
un 20,0 %, mientras que el porcentaje correspondiente a
los Grandes Generadores es de 9,7 %.
I
750.46
Tratamiento de residuos
áridos y de poda
750.46
Espacio
público
Materiales recuperados
reutilizados en la construcción/
mejoramiento de suelos
Basurales a cielo abierto
675.5
+248.6
RD-DS/Coop
Grandes
generadores
154.35
RSU
278.22
Tratamiento de
materiales reciclables
Rech
305.9
5.558.3
RD-Coop/RU
Generación
Doméstica
RSU
CEAMSE
33.35
5.743.76
DF
5.113.64
RND/FH
298
202.63
RD
Rech
Resiparque
15.25
Referencias
Flujo de materiales reciclables y/o reutilizables
Flujo de materiales no recuperables
Comercialización
de materiales
recuperados
E
Comercialización
de materiales
recuperados
E
Comercialización
de materiales
recuperados
Rech
193.43
CI
217.89
E
69.56
FH
259.97
Rech
Relleno
sanitario
+5.743.76
Vía EDT
CABA
1.07
Planta de MBT
36.95
E
Pérdida de masatratamiento biológico
Respecto al tratamiento y recuperación de materiales,
el modelo planteado muestra que en la RGBA se recupera
alrededor de un 13,7 % de los residuos generados. Un
116
E
660.4
90.06
215.25
CI
I
Figura 2. Diagrama conceptual de
la gestión de RSU en la Región del
Gran Buenos Aires.
RD
Residuos de C&D y
de poda de CABA
I
Comercialización de
materiales recuperados
Figura 3. Diagrama cuantitativo
del escenario base de la gestión
de RSU en la Región del Gran
Buenos Aires.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
9,5 % se asocia al tratamiento de residuos de Espacio
Público, y un 4,2 % corresponde al tratamiento de
materiales reciclables. El principal flujo de recuperación
de la Generación Doméstica es el vinculado a la
recolección diferenciada, a los materiales dispuestos
en centros de recepción (Puntos Verdes, Ecopuntos,
etcétera) y la recolección puerta a puerta a cargo de
Recuperadores Urbanos. En relación con los residuos
enviados a las Plantas Sociales de Resiparque, estos
derivan de la recolección diferenciada, pero no se pudo
identificar cuáles son los municipios que actualmente
envían su fracción seca. En el caso de la Planta de MBT,
recibe 1.000 toneladas diarias de la fracción húmeda de
CABA (CAC, 2013). Si se comparan las cantidades anuales
recuperadas entre estas instalaciones, se observa que el
número de materiales comercializados proveniente de
la gestión en Resiparque es superior al de la Planta de
MBT (15,3 kt versus 1,07 kt) y más eficiente en relación
con el material ingresado (217,9 kt versus 298 kt).
El flujo de recuperación de Grandes Generadores equivale
a un 23 %. De acuerdo con Faustina Sarandón y Pablo
Schamber (2019), unos 432 establecimientos de la
provincia de Buenos Aires presentaron sus Planes de
Gestión requeridos por las Resoluciones 137, 138 y 139
de OPDS para finales de 2017. Se alienta a que el servicio
de la gestión de la fracción seca sea asignado a los
Destinos Sustentables, que son aquellas cooperativas
de recuperadores urbanos anotadas en el Registro
de Tecnologías de OPDS (OPDS, s. f.). Actualmente, se
encuentran registradas 55 cooperativas, de las cuales
41 se localizan en la RGBA.
Finalmente, se estima que la cantidad de residuos
dispuestos en relleno sanitario es de un 82,2 %. Los
partidos de la RGBA disponen sus residuos en el relleno
sanitario Norte III de CEAMSE, excepto La Matanza, cuyo
destino es el Relleno Sanitario de González Catán. Por
otra parte, el valor asociado a la disposición en basurales
a cielo abierto asciende a un 3,6 %. La cantidad calculada
de este proceso es de 248,6 kt/año. En Ruggerio et
al. (2015) se estima que su valor es de 888 kt para la
RGBA. En el presente estudio, hay flujos que no han sido
cuantificados por falta de información, y su estimación
se basó en la diferencia con respecto a otras corrientes,
por lo que puede haber una subestimación del valor
real. De acuerdo con datos de ACUMAR, en la zona que
comprende a la cuenca Matanza-Riachuelo y parte de
la RGBA hay unos 297 sitios de disposición entre las
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
117
categorías basurales, micro basurales y puntos de arrojo
(ACUMAR, 2018). Tanto el Atlas de la basura (FADU, 2008)
como el trabajo de Miño (2012) sobre basurales dan
cuenta de su presencia en todos los partidos de la RGBA.
3.1.1. Escenario 1
La Figura 4 presenta el diagrama cuantitativo asociado
al escenario 1 alternativo. La cantidad de residuos
enviado a disposición disminuye (3.209,59 kt), al igual
que el valor en basurales a cielo abierto (176,48 kt), y las
salidas asociadas a recuperación aumentan (1894,0 kt)
respecto al escenario base. Los flujos que se agregan
en este escenario son los residuos orgánicos de la
Generación Domiciliaria para compostaje y el envío de
residuos de Construcción y demolición de los partidos
de la Región del Gran Buenos Aires para su tratamiento.
Residuos de C&D y
de poda de CABA
I
750.4
I
265.7
Tratamiento de residuos
áridos y de poda
1.016.1
Espacio
público
RD
675.5
+176.45
144.73
CI
RD-DS/Coop
Grandes
generadores
224.87
RSU
Tratamiento de
materiales reciclables
FH
5.292.6
Generación
Doméstica
688.82
E
Comercialización
de materiales
recuperados
E
Comercialización
de materiales
recuperados
E
Comercialización
de materiales
recuperados
166.7
Rech
305.9
RD-Coop/RU
I
Materiales recuperados
reutilizados en la construcción/
mejoramiento de suelos
Rech
Basurales a cielo abierto
Residuos de C&D y
de poda de los partidos
de la RGBA
I
E
894.17
121.93
Rech
608.65
CEAMSE
31.76
CI
RSU
3.209.59
DF
2.014.36
RND/FH
298
82.99
Rech
414.94
RD
Resiparque
Compost
Compostaje
domiciliario
331.95
259.96
Rech
Relleno
sanitario
+3.209.59
Vía EDT
CABA
1.07
Planta de MBT
36.95
+1.667.17
1.667.17
MC
Referencias
Flujo de materiales reciclables y/o reutilizables
Flujo de materiales no recuperables
Flujo de residuos orgánicos
E
Pérdida de masa
por tratamiento
En este escenario, se observa que la recuperación
de materiales asciende a un 27,1 %. Por su parte, el
compostaje representa un 23,9 % de residuos orgánicos
que son reaprovechados, siendo este último el principal
flujo de recuperación debido a la presencia predominante
de residuos orgánicos en la Generación Doméstica.
En este punto, dada la relevancia de esta corriente en
términos de proporción, resulta interesante destacar el
trabajo realizado para indagar sobre la viabilidad de su
realización en la región (Jantz, 2020) y de proyectos que
118
Figura 4. Diagrama cuantitativo
del escenario 1 de la gestión de
los RSU en la Región del Gran
Buenos Aires.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
lo impulsen, como el manual publicado por el Organismo
Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS, 2020).
Este escenario también incorpora a los residuos
de construcción y demolición para su tratamiento
en plantas específicas. Además de la planta de
áridos ubicada en el Centro de Reciclaje de CABA,
existen otras iniciativas en la RGBA: en Berazategui
(Municipalidad de Berazategui, 2020), en Morón
(Municipalidad de Morón, s. f.), y en San Isidro
(Municipalidad de San Isidro, 2018). Del mismo modo,
algunos municipios presentan estrategias para el
acondicionamiento de los residuos de poda para
convertirlos en chips, como San Isidro (Perfil, 2018),
Berazategui (Municipalidad de Berazategui, 2020) y
Vicente López (Municipalidad de Vicente López, 2019).
Por lo tanto, esta corriente también presenta un
relevante potencial de recuperación.
3.1.2. Escenario 2
En la Figura 5 se presenta el resultado para el escenario
2. En este caso, además del aumento de la recuperación
de materiales reciclables de Grandes Generadores, se
suma el compostaje de su fracción orgánica.
Residuos de C&D y
de poda de CABA
I
750.46
I
265.7
Tratamiento de residuos
áridos y de poda
1.016.16
Espacio
público
675.5
Grandes
generadores
270.2
Tratamiento de
materiales reciclables
FH
RO
RD-Coop/RU
Compostaje
GG
181.88
Rech
224.6
Generación
Doméstica
E
727.62
RD-DS/Coop
RSU
5.292.6
+45.17
11.82
CI
I
Materiales recuperados
reutilizados en la construcción/
mejoramiento de suelos
Rech
Basurales a cielo abierto
Residuos de C&D y
de poda de los partidos
de la RGBA
I
E
894.22
121.94
RD
Rech
Compost
Comercialización
de materiales
recuperados
+84.44
84.44
608.65
CEAMSE
31.76
CI
RSU
3.361.1
DF
2.115.49
RND/FH
295
87.15
Rech
435.77
RD
Resiparque
259.97
Rech
Relleno
sanitario
+3.351.1
Vía EDT
CABA
1.07
Planta de MBT
E
Comercialización
de materiales
recuperados
E
Comercialización
de materiales
recuperados
2.334.49
Compost
Compostaje
domiciliario
348.62
36.95
+1.750
1.750.85
MC
Referencias
Flujo de materiales reciclables y/o reutilizables
Flujo de materiales no recuperables
Flujo de residuos orgánicos
E
Pérdida de masa
por tratamiento
Las salidas del sistema alcanzan un 28,2 %
de la generación, siendo el flujo de materiales
reciclados el que presenta un leve aumento. Para
el caso del compostaje de residuos orgánicos de
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
Figura 5. Diagrama cuantitativo
del escenario dos de la gestión
de los RSU en la Región del
Gran Buenos Aires.
119
Grandes Generadores, si bien las condiciones de los
establecimientos incluidos en esta categoría pueden
dificultar la disponibilidad de espacio para la realización
del compostaje (por ejemplo, si se considera edificios
de oficinas o industrias sin espacios verdes y/o para
la instalación de composteras), una de los principales
actores en este sentido son los clubes de campo
y countries. Este tipo de establecimientos suelen
contar con grandes espacios verdes, una población
permanente y, además, con materiales derivados de
la actividad de poda y mantenimiento de sus espacios.
Asimismo, en el área de estudio hay sectores en los
cuales se concentran este tipo de urbanizaciones,
particularmente en la zona norte. Según Sarandón y
Schamber (2019), de la cantidad de planes de gestión
de residuos presentados por Grandes Generadores
desde el año 2014 al 2017, el 68 % corresponde a
este tipo de Gran Generador. Por lo tanto, se considera
que hay potencial para la actividad de compostaje
principalmente de estos Grandes Generadores.
3.2. Indicadores
A continuación, se muestran los resultados de la
aplicación de los indicadores de sustentabilidad al
escenario actual de gestión y escenarios alternativos.
3.2.1. Cantidad de residuos dispuestos en relleno sanitario
El indicador da cuenta del descenso del envío de
residuos a relleno sanitario en los escenarios
alternativos, principalmente, entre el escenario base
y el escenario 1. Este hecho puede relacionarse,
centralmente, con el compostaje de la fracción
orgánica de la Generación Doméstica, debido al
porcentaje que se considera es enviado a compostaje
y no a disposición final (42 %), junto con el aumento
de la incorporación de materiales reciclables a la
recuperación. Sin embargo, se observa una leve suba
en la cantidad de residuos dispuestos en el escenario
2, cuya explicación puede relacionarse con los
rechazos del tratamiento de los distintos materiales
que ingresan al circuito de recuperación (Figura 6).
120
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
Residuos dispuestos en relleno sanitario (en kt)
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
Gestión Base
Escenario 1
Escenarios
3.2.2. Emisiones de gases de relleno
La aplicación de este indicador permite observar la
disminución de las emisiones de gases de relleno en
los escenarios 1 y 2 en comparación con el escenario
base. Al igual que en el indicador anterior, el escenario
2 presenta un leve aumento debido a la suba de
residuos dispuestos en relleno sanitario, en contraste
con el escenario 1 (Figura 7).
Escenario 2
Figura 6. Indicador Cantidad de
residuos dispuestos en relleno
sanitario (en kt) por escenario.
140,00
Residuos (en millones de t)
120,00
100,00
80,00
60,00
40,00
20,00
0,00
Gestión Base
Total Gases de relleno
Escenario 1
Escenarios
CH4
Escenario 2
CO2
Figura 7. Indicador Emisiones de
gases de relleno (en millones de
toneladas) según escenario.
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
121
3.2.3. Cantidad de residuos en basurales a cielo abierto
Residuos dispuestos en basurales (en kt)
El indicador refleja el descenso de la cantidad de
residuos dispuestos en basurales, especialmente
entre los escenarios 1 y 2. La diferencia mayor entre
ambos escenarios puede deberse particularmente a
una disminución del desvío a basurales por el aumento
de materiales reciclables ingresados al circuito de
recuperación y al compostaje de los residuos orgánicos
de Grandes Generadores (Figura 8).
300
250
200
150
100
50
0
Escenario Base
Escenario 1
Escenarios
3.2.4. Costos de la disposición final de residuos
La información sobre los costos de disposición final de
residuos provista por el indicador muestra el descenso
relacionado con la menor cantidad de residuos enviada
a relleno sanitario que ocurre en los escenarios 1 y 2.
La disposición final en el escenario base tiene un costo
estimado de US$ 101.232.489, mientras que en los
escenarios 1 y 2 disminuyen hasta US$ 56.585.071,7 y
US$ 59.254.430, respectivamente. La ligera suba en la
disposición final del escenario 2 por sobre el escenario
1 también se ve reflejada en este indicador.
Escenario 2
Figura 8. Indicador Residuos
dispuestos en basurales (en kt)
según escenarios.
3.2.5. Análisis de los resultados de los indicadores
Los resultados de los indicadores muestran que hay una
mejora en el desempeño de la gestión en términos de
mitigación de impactos negativos ambientales, sociales
y económicos cuando se incrementa la recuperación
y el reciclado de materiales. Aquellos vinculados a la
disposición final en rellenos sanitarios presentan una
ligera suba en el escenario 2 con respecto al escenario 1,
122
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
En Vietnam, reciclando los residuos plásticos de los países “del Nord”, de Mikaëla Le Meur (24).
pero siguen obteniendo mejores resultados que los
del escenario base. En el caso de la disposición en
basurales a cielo abierto, el indicador muestra cambios
positivos en los escenarios alternativos de gestión.
4. Conclusiones
Por medio del uso del Metabolismo Social y del Análisis
de Flujo de Materiales, fue posible presentar un
escenario actual de la gestión de los Residuos Sólidos
Urbanos en la Región del Gran Buenos Aires y elaborar
una propuesta de escenarios alternativos atendiendo
a las características, actores e instalaciones del
aglomerado urbano. Adicionalmente, se pudo evaluar
la sustentabilidad de algunos de los aspectos de la
gestión y elaborar una comparación entre escenarios
mediante indicadores de sustentabilidad.
Focalizando en los resultados de los modelos, se puede
concluir que la RGBA presenta un importante potencial para
la recuperación de materiales y así evitar la disposición final
en rellenos sanitarios. Los avances en materia normativa y
en la adquisición y uso de instalaciones para el tratamiento
de distintas corrientes dan cuenta de una creciente acción
en pos de una gestión integral y sustentable de los residuos.
Además de los materiales reciclables, el tratamiento y la
reutilización de materiales de la actividad de construcción
y demolición implica el reaprovechamiento de una fracción
que, al ser homogénea en su composición a la hora de
su descarte, presenta una elevada eficiencia y una fácil
reincorporación en sus circuitos. Más allá de los aspectos
técnicos, y como se desprende del escenario propuesto,
el impulso del compostaje domiciliario representa una de
las principales iniciativas para la disminución del envío de
residuos a disposición final, junto con los aspectos sociales
y culturales que implica esta actividad, ligada a prácticas
agroecológicas y de huertas urbanas.
Los resultados obtenidos evidencian los beneficios
de fortalecer los programas y actividades tendientes
a concientizar a la población sobre la importancia de la
separación en origen para contribuir a la recuperación
y al reciclado de materiales. En la misma línea, se
considera oportuno afianzar el trabajo con Grandes
Generadores y Generadores Especiales a través de la
presentación de sus Programa de Gestión Integral de
RSU y el trabajo con Destinos Sustentables. Sobre este
último punto, el fortalecimiento y la formalización del
trabajo cooperativo resulta fundamental, tanto para la
124
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
mejora de las condiciones laborales de quienes realizan
esta actividad como para su continuidad en los procesos de
recuperación de materiales. Retomando la cuestión técnica
y vinculándola con la actividad de los recuperadores, un
resultado a destacar es aquel que da cuenta de los valores
de recuperación de la planta de MBT versus el Resiparque.
Queda evidenciado en ambos modelos que la iniciativa
del Resiparque sigue siendo más eficiente y, sin dudas,
representa aspectos inclusivos en materia social.
Los indicadores de sustentabilidad seleccionados fueron
útiles para conocer aspectos de la gestión actual de RSU en
el área de estudio, y fue posible un cálculo aproximado con
la información relevada y analizada en esta investigación.
Los obstáculos y limitaciones que se tuvieron están ligados
a la falta de información oficial, principalmente cuantitativa,
sobre la recuperación de materiales a escala municipal,
la existencia de basurales a cielo abierto, la cantidad de
cooperativas de recuperadores urbanos presentes en el área
y la gestión llevada a cabo por los GG y los GE.
Los puntos que quedan abiertos para profundizar en
otras investigaciones son la aplicación de indicadores
que cubran otros aspectos de la gestión, el desarrollo
de nuevos escenarios con variaciones en los flujos y
procesos, y la profundización en el estudio del desempeño
de la recuperación de corrientes como la de construcción y
demolición y la de poda, entre otras. Asimismo, se considera
oportuno remarcar la necesidad de analizar otras corrientes
que no fueron consideradas de manera diferencial en este
trabajo, como la de Residuos de Aparatos Eléctricos y
Electrónicos (RAEEs), Aceite Vegetal Usado (AVU), pilas y
baterías (más ampliamente, los Residuos Especiales de
Generación Universal) y neumáticos.
5. Agradecimientos
Se agradece la colaboración de Brian Castelo en la búsqueda
de fuentes de información y a los distintos entrevistados que
proporcionaron información para la elaboración del trabajo;
a informantes clave de CEAMSE, de la Dirección General de
Reciclado y del Centro de Reciclaje del Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires. Esta investigación se realizó en el marco
del proyecto “Innovación en las estrategias de reciclado de
residuos, las articulaciones entre sectores público, privado
y cooperativo y los circuitos y encadenamientos productivos
y tecnológicos, en el marco de la gestión de los conflictos
ambientales” (PICT 2016/2012), financiado por la Agencia
Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT). •
DANIELA LÓPEZ DE MUNAIN Y CARLOS ALBERTO RUGGERIO
125
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Glosario
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CI: Circuito ilegal
FH: Fracción húmeda
MC: Material compostable
RD: Recolección diferenciada
RD-Coop/RU: Recolección diferenciada-Cooperativas/
Recuperadores urbanos
RD-DS/Coop: Recolección diferenciada-Destinos
sustentables/Cooperativas
Rech: Rechazos
RND/FH: Recolección no diferenciada/fracción húmeda
RO: Residuos orgánicos
NC: No cuantificado
Vía EDT CABA: Vía Estación de transferencia de CABA
130
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS EN AGLOMERADOS URBANOS
131
Implementación de
la Ley Nacional 27.279
de envases vacíos de fitosanitarios
en la provincia de Buenos Aires
José Poma
Cuerpo de Expertos en Gestión
Pública, Ministerio de Jefatura
de Gabinete de Ministros
PBA | Argentina
jose.giraldes@gba.gov.ar
Dirección Provincial
de Residuos
OPDS | Argentina
pomaj@opds.gba.gov.ar
SECCIÓN ARBITRADA
José Giraldes
Alejandro Merlo
Dirección Provincial
de Residuos
OPDS | Argentina
merloa@opds.gba.gov.ar
Resumen: El uso de productos fitosanitarios para tareas productivas del agro
argentino genera un enorme volumen de envases vacíos de fitosanitarios
que deben ser gestionados adecuadamente. El Organismo Provincial para el
Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires (OPDS) es el organismo
público encargado de fiscalizar y ejercer las acciones que contribuyan
al desarrollo sostenible y a la implementación de políticas públicas que
permitan que la gestión de este tipo de residuos se haga en un marco que no
genere un impacto ambiental negativo. Específicamente ha sido designado
como Autoridad Competente provincial para la aplicación de la Ley Nacional
27.279/16 de “Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la
Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios”. En 2019 sancionó la Resolución
505, la cual define los parámetros para la gestión integral y diferencial de los
envases vacíos de fitosanitarios, haciendo hincapié en la gestión diferenciada,
la trazabilidad, el Triple Lavado, las Buenas Prácticas Agrícolas y la creación
de Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT) y Nodos Logísticos de
gestión local (NL) que permiten recepcionar, acondicionar, almacenar y
derivar los envases vacíos a los canales de valorización o disposición final,
y de esta manera asegurar que el material reciclado sea utilizado para la
elaboración de productos autorizados en industrias habilitadas.
Palabras clave: Ley Nacional 27.279, envase, residuo, plástico, fitosanitario.
Recibido: 19/03/21 | Aprobado: 09/05/21
Introducción
El incremento del uso de fitosanitarios en las últimas
tres décadas ha sido significativo, lo que ha conllevado
a un aumento en la cantidad de envases contaminados
sin destino cierto. Que los mismos no sean gestionados
correctamente implica un riesgo para la salud y el
ambiente. Resulta indispensable, por lo tanto, retirar los
envases vacíos de los circuitos informales de reciclado y de
los campos, procurando que los productores agropecuarios
y las empresas de aplicación terrestres y aéreas lleven sus
envases vacíos a los Centros de Almacenamiento Transitorio
(CAT) habilitados, en el marco de un sistema de gestión
privado definido por la Ley Nacional 27.279 de Presupuestos
Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión de
Envases Vacíos de Fitosanitarios. La Ley Nacional 27.279
fue sancionada a fines de 2016 y el Ministerio de Ambiente
y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación fueron designadas como
Autoridades de Aplicación nacional.
A nivel internacional Brasil es el referente mundial en
la gestión de residuos de envases vacíos de agroquímicos.
En dicho país se recolecta el 94 % de los envases que
se comercializan a través del funcionamiento del INPEV
(Instituto Nacional para el Procesamiento de Envases
Vacíos),1 la cual es una organización sin fines de lucro
creada por fabricantes de fitosanitarios cuyo propósito
es promover el destino correcto de los envases vacíos
de sus productos. Tiene su sede en San Pablo y es parte
del Sistema CampoLimpo brasilero, donde actúa como un
centro de inteligencia y es responsable de la operación de
logística de empaquetado inverso en todo el país.
El INPEV se fundó en diciembre de 2001 y entró en
funcionamiento en marzo de 2002. Su inicio cumple con los
requisitos de la Ley Federal 9.974/00, que estableció los
principios para el manejo, la eliminación ambientalmente
racional de los envases vacíos de fitosanitarios y las
responsabilidades compartidas entre todos los actores
de la producción agrícola: agricultores, canales de
distribución y cooperativas, la industria y el gobierno.
Más de 100 compañías de fabricación de fitosanitarios y
representantes de la industria forman parte del INPEV.
CampoLimpo System es el nombre del programa brasileño
de logística inversa de envases vacíos de fitosanitarios. El
mismo cubre todas las regiones del país y se basa en el
concepto de responsabilidad compartida: los agricultores,
la industria manufacturera, los canales de distribución y el
132
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
gobierno tienen funciones y responsabilidades específicas en el
flujo de trabajo del programa. Además de la amplia cobertura
y las diferentes modalidades de recepción, que en algunas
regiones están hechas por unidades itinerantes, el Sistema
CampoLimpo tiene otro diferencial importante: la mejora
constante. El sistema sigue la evolución de la agricultura y
los agronegocios brasileños, que han crecido por encima del
promedio de otros sectores industriales y de servicios.
En la provincia de Buenos Aires es el Organismo
Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS),
organismo público, el encargado de fiscalizar y ejercer
las acciones que contribuyan al desarrollo sostenible y
a la implementación de políticas públicas que permitan
que la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios
provenientes de las actividades agropecuarias se haga en
un marco que no genere un impacto ambiental negativo.
Figura 1. Abandono de envases
de fitosanitarios.
Figura 2. Acopio ilegal de
envases.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
133
Específicamente, el OPDS ha sido designado, como
Autoridad Competente provincial por medio del Decreto
Provincial 283/18, para la aplicación de la Ley Nacional
27.279/16 de “Presupuestos Mínimos de Protección
Ambiental para la Gestión de Envases Vacíos de
Fitosanitarios”. En agosto de 2019 el OPDS sancionó
la Resolución 505/19, la cual deroga y reemplaza la
Resolución 327/17 y define los parámetros para la
gestión integral y diferencial de los envases vacíos
de fitosanitarios, haciendo hincapié en la gestión
diferenciada, la trazabilidad, el Triple Lavado y/o lavado
a presión (Norma IRAM 12.069), las Buenas Prácticas
Agrícolas (Norma IRAM 14.130) y la creación de Centros
de Almacenamiento Transitorio (CAT) y Nodos Logísticos
de gestión local (NL) que permiten recepcionar,
acondicionar, almacenar y derivar los envases vacíos
a los canales de valorización o disposición final, y de
esta manera asegurar que el material reciclado sea
utilizado para la elaboración de productos autorizados
en industrias habilitadas.
La Ley Nacional 27.279 establece que son las
empresas registrantes las que tienen la obligación
de gestionar los envases vacíos de fitosanitarios
puestos por ellas en el mercado comercial. En función
de esto las empresas que conforman las cámaras
con incumbencia en la temática (CASAFE y CIAFA)
conformaron la Fundación CampoLimpio, actualmente
Asociación
CampoLimpio.
CampoLimpio,
en
representación de dichas empresas (99 actualmente),
presentó al OPDS un Sistema de Gestión Integral de
Envases Vacíos de Fitosanitarios, el cual fue aprobado
134
Figura 3. Quema de envases.
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
El taller de reciclaje de plásticos, de Pascal Garret (23).
por Resolución OPDS 897/18. Las empresas registrantes
que quieran adherir a dicho sistema pueden hacerlo,
aunque no formen parte de las cámaras nombradas
precedentemente, presentando la correspondiente nota
de adhesión al OPDS y la conformidad del sistema de
gestión privado de CampoLimpio.
En Junio de 2019 se cumplieron, en la provincia de
Buenos Aires, los 270 días corridos del plazo establecido
por el Artículo 10° inciso c) de la Ley Nacional, para que las
empresas registrantes, desde la aprobación del Sistema
de Gestión por parte de la Autoridad Competente provincial
(OPDS), adecuen su gestión a los lineamientos del mismo.
El OPDS desde el año 2016 ha acompañado e intentado
maximizar la sinergia entre el trabajo del sector público y
el privado; sin por ello dejar de resaltar que la obligación
de la formulación, operación y mantenimiento del Sistema
de Gestión es directa responsabilidad de los registrantes
de acuerdo a lo establecido en la Ley Nacional 27.279 en
su Artículo 10° inciso a).
A nivel nacional, en solo 8 provincias (Buenos Aires, La
Pampa, Corrientes, Salta, Entre Ríos, Misiones, Neuquén y
Tucumán) las Autoridades Competentes designadas han
aprobado el sistema de gestión de CampoLimpio. Restan 15
provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Buenos Aires aprobó el sistema el 26/09/2918, La Pampa el
02/05/2019, Corrientes el 16/05/2019, Salta el 14/06/2019
y Entre Ríos (marzo), Misiones, Neuquén (Septiembre) y
Tucumán (noviembre) durante el año 2020. Sería muy
importante avanzar en que todas las provincias aprueben
el sistema de gestión de la Asociación CampoLimpio, para
que de esta manera comenzara a correr el plazo de 270
días, definido en el Artículo 10° inciso b) de la Ley Nacional
27.279, en todo el territorio nacional.
136
Figura 4. Reunión de
Autoridades Competentes
provinciales con el Ministerio
de Agricultura, Ganadería
y Pesca y la Secretaria
de Ambiente y Desarrollo
Sustentable, CABA. 22-03-19.
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
Figura 5. Reunión de
Autoridades Competentes
provinciales y Autoridades
de Aplicación nacionales.
12-11-2020.
1. Normativa
Las leyes y normativas nacionales y provinciales
relacionadas con el ambiente, la gestión de residuos
especiales y la problemática de los envases vacíos de
fitosanitarios son:
1. Ley Nacional 27.279/16 de Presupuestos Mínimos para
la Protección Ambiental de Gestión de Envases Vacíos de
Fitosanitarios y su Decreto Reglamentario Nº134/18.
2. Ley Nacional de Tránsito 24.449/95 y su Decreto
Reglamentario 779/95 (Anexo S) para el Transporte
de Sustancias Peligrosas.
3. Ley Nacional 24.051/91 de Residuos Peligrosos.
4. Ley Provincial Nº11.723/95 Integral del Medio
Ambiente y los Recursos Naturales.
5. Ley Provincial Nº11.720/95 de Residuos Especiales y
su decreto reglamentario 806/97 y modificatorio 650/11.
6. Ley Provincial Nº10.699/88 de Agroquímicos y su
decreto reglamentario 499/91 y modificatorio 956/02.
7. Decreto 283/18 de Designación de Autoridad
Competente en la Provincia de Buenos Aires.
8. Resolución 246/18 del Ministerio de Agroindustria
sobre Aplicación de Fitosanitarios.
9. Resolución 505/19 del OPDS sobre Gestión de
Envases Vacíos de Fitosanitarios.
10. Resolución 14/21 del OPDS sobre la obligación
del uso del sistema de Código de Operación de
Traslado (COT) para el transporte de envases vacíos
de fitosanitarios y /o domisanitarios.
11. Resolución 15/21 del OPDS sobre la gestión
diferencial de los envases vacíos de domisanitarios
de uso profesional.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
137
2. Línea de tiempo 2016-2020
A continuación se presenta la cronología de fechas más
importantes para la implementación de la Ley Nacional 27.279
de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la
Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios en la provincia de
Buenos Aires.
El 14 septiembre de 2016 fue sancionada la Ley Nacional
27.279 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental
para la Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios.
2. El 16 de marzo de 2017 fue sancionada la Resolución
OPDS 327 que instrumenta la Ley Nacional 27.279 en la
provincia de Buenos Aires.
3. El 19 de febrero de 2018 fue sancionado el decreto
nacional Nº134/18, reglamentario de la Ley Nacional
27.279.
4. El 27 de marzo de 2018 se sancionó el Decreto Provincial
283/18 por el cual se designa al OPDS como Autoridad
Competente provincial de la Ley Nacional 27.279.
5. El 27 de marzo de 2018, fecha en que se sancionó el
Decreto Provincial 283/18, se tomó como “punto cero”
para que comenzara a correr el plazo de 90 días para
que las empresas presentaran su Sistema de Gestión
Integral de envases vacíos de fitosanitarios de acuerdo
a lo establecido en el inciso b) del Artículo 10° de la Ley
27.279.
6. El 26 de septiembre de 2018 se aprobó por Resolución
897/18 el Sistema de Gestión Integral de envases vacíos
de fitosanitarios de la Fundación CampoLimpio.
7. El 28 de junio de 2019 el COFEMA designó al OPDS como su
representante en el Consejo Consultivo definido en el Artículo
16° de la Ley Nacional 27.279.
8. En junio de 2019 en la provincia de Buenos Aires se
cumplió el plazo establecido en la Ley 27.279 en su
Artículo 10° inciso b), de 270 días para que las empresas
registrantes, desde la aprobación del Sistema de Gestión
por parte de la Autoridad Competente provincial (OPDS),
adecuen su gestión a los lineamientos del mismo.
9. El 5 de agosto de 2019 fue sancionada la Resolución
OPDS 505 que instrumenta la Ley Nacional 27.279 en
la provincia de Buenos Aires. Deroga y reemplaza la
Resolución OPDS 327.
10. En febrero de 2020, 71 empresas registrantes cumplieron
con la presentación de la Declaración Jurada anual
establecida en el inciso f del Artículo 7° de la Res. 505/19.
1.
138
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
3. Situación actual 2020-2021
En 2020 se comenzó a analizar el recorrido del trabajo y la
eficacia del Sistema de Gestión de la Asociación CampoLimpio,
en función de ello se detectaron incumplimientos a la
normativa ambiental por parte de las empresas registrantes,
específicamente respecto a la Ley 27.279 y a la Resolución
OPDS 505/2019. La ley mencionada establece que la
formulación, operación y mantenimiento del Sistema es
de directa responsabilidad de los registrantes sin perjuicio
de las obligaciones que le correspondan a otros sujetos
alcanzados por esta norma. En este sentido, en los incisos
a y b del Artículo 10° se establece que el plazo para la
formulación y presentación del Sistema es de noventa (90)
días corridos a partir de la publicación de la ley en el Boletín
Oficial y, a su vez, que desde la aprobación del Sistema, los
registrantes tenían un plazo de doscientos setenta (270)
días corridos para adecuar su gestión a los lineamientos
del mismo, vencido el cual no podían comercializar sus
productos hasta tanto no se ajustaran a lo establecido. A ese
respecto, se constató que CampoLimpio no ha adecuado aún
su gestión al sistema que fuera aprobado, a pesar de haberse
vencido ampliamente el plazo para hacerlo. En ese sentido,
cabe aclarar que la Resolución 897/18, mediante la cual se
aprobó el sistema de gestión de CampoLimpio, data del día
26 de septiembre de 2018, y que la validez de la misma quedó
condicionada al cumplimiento de los requisitos del Anexo II
de dicha resolución, según quedó establecido en el Artículo
2° de la misma. El mencionado plazo venció el día 30 de
junio de 2019 y actualmente podemos identificar algunos de
los puntos más relevantes del sistema que aún no han sido
adecuados, situación que redunda en una ineficaz gestión de
envases vacíos de fitosanitarios, responsabilidad directa de
CampoLimpio, así como también en una notoria afectación al
medio ambiente.
3.1. Construcción e incorporación de centros
de almacenamiento
Ante las demoras en la implementación del sistema,
específicamente respecto a la incorporación y construcción
de nuevos CATs y Nodos Logísticos de gestión local, en julio
de 2020 el OPDS informó a las empresas registrantes la
situación de la gestión de envases vacíos de fitosanitarios en
la provincia de Buenos Aires y el poco grado de avance del
sistema de gestión, haciendo mención del vencimiento del
plazo legal para su adecuación.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
139
Figura 6. CAT de Benito Juárez.
Figura 7. CAT de Trenque Lauquen.
Figura 8. Ubicación de CAT
en la provincia de Buenos Aires.2
140
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
CAT habilitados en la provincia de Buenos Aires.
3.2. Recolección de envases
En relación a lo expuesto en el punto 3.1, y como
consecuencia de la falta de incorporación y
construcción de CAT —este es uno de los principales
puntos que influyen en la recolección de los envases
vacíos de fitosanitarios— se denota la ineficacia que
muestra el sistema de gestión en su implementación
en la provincia de Buenos Aires.
Las empresas registrantes deben presentar una
Declaración Jurada anual de acuerdo a lo establecido
en el Artículo 7°, inciso f) de la Resolución del OPDS
505/2019, en la que deben informar la cantidad
total de envases vacíos de fitosanitarios puestos
en el mercado el año anterior, solo 71 empresas
han cumplido con dicha presentación en 2020.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
141
La joven de la perla, de Pascal Garret (27).
A partir de las declaraciones juradas presentadas,
es posible constatar también la falta de una gestión
adecuada de los envases. De las mismas, se desprende
que se han puesto en el mercado durante el año 2019 la
cantidad de 13.151.873 envases de tipo A y B. Los valores
de recolección que surgen de los sistemas informáticos
de OPDS, con los cuales se gestiona el trabajo en los CAT
y las campañas itinerantes de recolección en municipios,
desde el 1 de enero hasta el 30 de diciembre de 2020,
alcanzan un valor total de 1.081.710 de envases.
Figura 9. Sistema de
Certificados Web de OPDS.
Del análisis de este valor (1.081.710) surge que el
61% de los envases gestionados fue a través de los CAT
habilitados en la provincia de Buenos Aires y el 39% a
través de 94 campañas itinerantes de recolección.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
143
CANTIDAD DE ENVASES VACÍOS
DE FITOSANITARIOS
GESTIONADOS EN
BUENOS AIRES EN 2020
CAMPAÑAS
ITINERANTES
39%
1.081.710
CAT
61%
Figura 10. Análisis de
recolección 2020.
En función de los datos obtenidos de las Declaraciones
Juradas (71) y los valores de recolección que surgen
de los sistemas informáticos de OPDS (01-01-2020 al
30-12-2020), se calculó el porcentaje de recolección el
cual dio un valor de 8.22 %. De esta forma se comenzó
a tener una real certeza de la eficacia del sistema de
gestión aprobado en la provincia de Buenos Aires y, a
su vez, se podrá realizar una evaluación a futuro de los
avances del mismo. A su vez, indica la necesidad de
impulsar fuertemente este tipo de política pública.
Acorde a lo establecido en el inciso f del Artículo 7°
de la Res. OPDS 505/19, la declaración jurada (DDJJ)
anual fue presentada en febrero de 2020 a través de
una planilla Excel. Durante el segundo semestre del año
2020 y especialmente en el último trimestre del mismo
se mantuvieron reuniones de trabajo con la Dirección de
informática del OPDS para desarrollar un sistema de
DDJJ on line en la web del OPDS a partir de la cual en
febrero del año 2021 la empresas registrantes puedan
hacer la presentación. El 29 de enero de 2021 la DDJJ on
line fue puesta en operativo en la web del OPDS.
Los micrositios a través de los cuales se puede
acceder a la misma son los siguientes:
•
•
http://www.opds.gba.gov.ar/contenido/acceso_sistemas
http://www.opds.gba.gov.ar/fitosanitarios
En el primer enlace indicado, además del acceso
a la DDJJ, se encuentra un instructivo para el llenado
de la misma.
En la nueva DDJJ on line consta la cantidad total
de envases vacíos de fitosanitarios y domisanitarios
puestos en el mercado de la provincia de Buenos Aires el
año anterior por cada una de las empresas, clasificando
dicha información de acuerdo al tipo de envase, tipo de
material, clasificación A o B, banda toxicológica, volumen
144
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
en litros de los envases y si corresponde a un envase de
producto fitosanitario o domisanitario. Es un avance muy
importante porque además de agilizar la presentación
de la DDJJ, el procesamiento de los datos y el acceso a
los mismos es mucho más ágil y transparente.
Presentamos a continuación el análisis de algunos
de los valores obtenidos y gráficos realizados en
relación con los envases plásticos fundamentalmente
a partir de la DDJJ 2020. Debemos tener en cuenta
que el valor antes consignado es un valor de base y se
estima que el mismo puede ser un 10 % superior en
función de las siguientes consideraciones:
•
•
•
•
Los datos obtenidos surgen de 71 DDJJ de
empresas registrantes, las cuales en su totalidad
se encuentran en la Asociación CampoLimpio.
La Asociación CampoLimpio representaba en febrero
de 2020 a 105 empresas. Por lo tanto 34 empresas
no cumplieron con la obligación de presentar la DDJJ.
Hay aproximadamente 245 empresas registrantes,
en función de la base de datos proporcionada por
SENASA, que no han presentado o adherido a un
Sistema de Gestión, y tampoco presentaron la DDJJ.
Que las DDJJ no hayan sido presentadas con
datos exactos.
MATERIAL
PLÁSTICO
MATERIAL
ALUMINIO
MATERIAL
VIDRIO
MATERIAL
METAL
MATERIAL
CARTÓN
12.127.449
592.911
175
9.730
421.608
ENVASES VACÍOS
DE FITOSANITARIOS 2019
14.000.000
12.000.000
10.000.000
8.000.000
6.000.000
4.000.000
2.000.000
0
L
IA O
ER TIC
T
A S
M LÁ
P
L
IA
ER INIO
T
A
M LUM
A
M
L
IA O
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T
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L
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T
A ME
M
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
L
IA N
ER TÓ
T
A R
M CA
Gráfico 1. Cantidad total de
envases clasificados por su
material constitutivo.3
145
MATERIAL PLÁSTICO
7.000.000
6.000.000
5.000.000
4.000.000
3.000.000
2.000.000
1.000.000
0
N
DÓ
BI
A
LL
TE
BO
A
LS
BO
G
BA
IN
E
E
X
H
OL
GA
BO OBR OUC ALD RIN
OS
R
B
S
P
JE
AE
Gráfico 2. Cantidad de envases
plásticos clasificados por tipo
de envase.4
NS
BI
GA
GI
VE
E
R
X
JA
TA
CO D N
BO
BO AS DOR COLICA CA
LA
M
OÁ
Y
E
R
N
A
R
F TENILE ET
T
R
N ET A M
JE
COOLI UL
P JA
En función de ser los bidones plásticos de mayor
volumen los más importantes por su valor para el
reciclado de los mismos, realizamos un recorte de
dichos envases de entre 10 y 25 litros, de donde se
obtuvo que el total de los mismos asciende a 3.972.127.
BIDONES DE PLÁSTICO
(PEAD -PEBD - COEX - PET - PP - PEBDA)
10 L
15 L
20 L
25 L
437.568
0
3.526.658
7.901
BIDONES DE PLÁSTICO
(PEAD -PEBD - COEX - PET - PP - PEBDA)
4.000.000
3.500.000
3.000.000
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
Gráfico 3. Cantidad de envases
plásticos en bidones de 10, 15,
20 y 25 litros.5
146
0
10 L
15 L
20 L
25 L
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
4. Usos Prohibidos y Autorizados
En función de aprovechar el plástico recuperado de los
envases vacíos de fitosanitarios, dentro de un circuito
formal, la Ley Nacional 27.279 en su Artículo 6°, prevé
la jerarquía de opciones para la Gestión Integral de
los mismos: Prevención en la generación, Reutilización,
Reciclado, Valorización y Disposición Final.
El 27 de noviembre de 2019 el Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación y la Secretaria de Ambiente
y Desarrollo Sustentable de la Nación1 en su carácter de
Autoridad de Aplicación sancionaron la Resolución Conjunta
2/2019 RESFC-2019-2-APN-SECAGYP#MPYT donde se
determinan los usos prohibidos del material recuperado
proveniente de los envases vacíos de fitosanitarios, y donde
los usos prohibidos alcanzan a los productos destinados
a uso humano cotidiano, personal, doméstico, didáctico,
recreativo, uso veterinario destinados a mascotas y a todos
aquellos usos que pudieren estar en contacto con agua de
consumo o alimentos humano o animal.
En la Resolución OPDS 505/19, en el Artículo 10°
se establece que este organismo definirá los productos
y accesorios autorizados para el uso del material
reciclado, y que podrán agregarse otros conforme
los avances científicos y tecnológicos que así lo
demuestren. El objetivo es orientar sobre los productos
que serán autorizados para el uso del material reciclado
procedente de envases vacíos de fitosanitarios que
podrán elaborar las empresas. El operador deberá
enviar el material recuperado de los envases vacíos de
fitosanitarios, al rubro de empresas que elaboran los
productos que se enumeran a continuación, el cual es a
título enunciativo y no restrictivo:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Bidones Tricapa
Postes destinados a alambrado de campo
Varillas plásticas destinadas a la construcción de
invernáculos
Varillas para alambrado eléctrico de campo
Pallets/tarimas para uso industrial (exceptuando
las alimenticias)
Pallets/tarimas para uso en la industrias
productoras de fitosanitarios
Caños para conducción de cables de energía eléctrica
Caños de desagüe
Envases para aceites lubricantes
1. Actualmente es Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
147
En el taller de los parachoques, de Rémi de Bercegol (29).
•
•
•
•
•
•
•
•
Caja para baterías
Tapas para envases de plaguicidas
Tambores para residuos especiales
Soporte para señalización vial
Durmientes para vías del ferrocarril
Autopartes
Combustible para Cementeras
Incorporación como árido en carpeta asfáltica
A su vez el OPDS podrá autorizar productos para
ser elaborados con material reciclado procedente
de envases vacíos de fitosanitarios que sean
solicitados por las empresas interesadas y con el aval
técnico de una Universidad Nacional que incluya los
correspondientes antecedentes y/o prueba piloto.
En función de esto, la Cámara Argentina de la
Industria de Reciclados Plásticos (CAIRPLAS) ha
planteado sus inquietudes y se ha acercado al OPDS con
algunas empresas interesadas en adquirir el plástico
proveniente de los envases vacíos de fitosanitarios.
5. Conclusiones
Figura 11 y 12. Diferentes tipos
de usos autorizados.
Repasando algunos de los puntos desarrollados
en el presente trabajo, podemos plantear algunas
conclusiones para continuar con la implementación de
esta política pública en la provincia de Buenos Aires:
•
Lograr la correcta implementación de esta
política pública de forma de gestionar los envases
vacíos de fitosanitarios a través de los canales
de valorización o disposición final habilitados,
y de esta manera colaborar en la resolución
de la gestión provincial de esta problemática,
asegurando la trazabilidad tanto de los envases
JOSÉ GIRALDES, JOSÉ POMA Y ALEJANDRO MERLO
149
•
•
•
•
•
150
vacíos de fitosanitarios, como del material
procesado reciclado, de forma de lograr que
los productos elaborados con el mismo no sean
destinados a uso humano cotidiano, personal,
doméstico, didáctico, recreativo, uso veterinario
destinados a mascotas y a todos aquellos usos
que pudieren estar en contacto con agua de
consumo o alimentos humano o animal.
Aumentar los porcentajes de recolección de envases
vacíos de fitosanitarios, ya que según los datos
obtenidos, durante el 2020 se gestionaron 1.081.710
de envases, lo cual representa el 8.22 % de la
cantidad total volcada al mercado en el año 2019.
Incorporar y construir nuevos CAT y Nodos Logísticos
de gestión local en todo el territorio provincial,
por parte del sistema de gestión, ya que es una de
las principales necesidades de los productores
agropecuarios y de los intendentes de los municipios
en los cuales se desarrolla actividad agrícola.
Coordinar a través del COFEMA y la Autoridad
de Aplicación nacional de la Ley 27.279 que las
jurisdicciones, que aún no lo han hecho, aprueben el o
los sistemas de gestión presentados por las empresas
registrantes, en forma individual o conjunta, para que
la responsabilidad de la gestión de los envases vacíos
de fitosanitarios esté bajo la completa responsabilidad
de las mismas en todo el territorio del país.
Coordinar a través del COFEMA, la Autoridad de
Aplicación nacional de la Ley Nacional 27.279 y
las Autoridades competentes de otras provincias,
acciones conjuntas que fortalezcan e impulsen la
implementación de esta política pública en todo el
territorio nacional.
Tomar en consideración que los residuos plásticos
del agro afectan el ambiente; el cúmulo de los
mismos y el hecho de que provienen de recursos no
renovables, implica poner en práctica las consignas
de reducir, reciclar y reutilizar, y también, dar inicio
a un cambio cultural que conlleve la participación y
la inclusión social para generar empleo. •
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
Sneakers “crema”, de Katharina Grüneisl (41).
Referencias
[1] Página Web del INPEV. https://inpev.org.br/index
[2] Página Web del OPDS. http://www.opds.gba.gov.ar/
fitosanitarios
[3] [4] [5] Los Gráficos son de elaboración propia, en función del
análisis de los datos de las 71 DDJJ, establecida en el inciso
f del Artículo 7° de la Resolución OPDS 505/19, presentadas
por 71 empresas registrantes en febrero de 2020.
Las imágenes presentadas fueron tomadas en relevamientos
de fiscalización sobre fitosanitarios, web del OPDS y de
informes de gestión de elaboración propia, en el marco de
la implementación de la Ley Nacional 27.279 y la Resolución
505 del OPDS, en la provincia de Buenos Aires.
152
IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY NACIONAL 27.279
153
Uso sostenible de materiales plásticos
provenientes de residuos de aparatos
eléctricos y electrónicos
Yamila V. Vázquez
Planta Piloto de Ingeniería
Química, PLAPIQUI
UNS-CONICET | Argentina
yvazquez@plapiqui.edu.ar
ORCID: 0000-0002-8079-4853
Silvia E. Barbosa
Planta Piloto de Ingeniería
Química, PLAPIQUI
UNS-CONICET | Argentina
sbarbosa@plapiqui.edu.ar
SECCIÓN ARBITRADA
ORCID: 0000-0002-0434-0972
Resumen: Los plásticos provenientes de residuos de artículos de eléctrica y
electrónica (RAEE) constituyen una corriente de residuos que crece continua y
exponencialmente, no contándose aún con sistemas de gestión y valorización,
adecuados al uso masivo y generalizado. Por esta razón, es fundamental
diseñar estrategias de gestión sostenible que permitan su reinserción en el
ciclo de vida de los plásticos contribuyendo a la economía circular. En este
trabajo se presentan distintas metodologías de valorización de plásticos
RAEE propuestas en la literatura, y se analiza comparativamente la viabilidad
de las mismas. De este análisis surge que la alternativa más económica
y ecológicamente viable es el reciclado mecánico de los plásticos RAEE
mayoritarios mezclados, utilizando distintas metodologías para incrementar
las propiedades (y por ende el valor del producto final), priorizando el uso
de procesos económicos y operativamente sencillos y seguros para los
trabajadores. A partir de resultados previos sobre mezclas de plásticos RAEE
reales, la auto-compatibilización en determinados rangos de mezclas se
presenta como una metodología altamente promisoria para las empresas
recicladoras, ya que demuestran que las mezclas de estos materiales
recuperados pueden ser utilizadas en reemplazo de los plásticos separados
por tipo. Incluso, las propiedades finales de los materiales obtenidos permiten
utilizar estos plásticos en una gran variedad de aplicaciones o en el desarrollo
de nuevos productos.
Palabras Clave: sostenibilidad, reciclado, RAEE, residuos plásticos.
Recibido: 18/03/21 | Aprobado: 10/06/21
153
Dimensionamiento del problema bajo análisis
La cantidad y calidad de los residuos que genera el
hombre varía constantemente a lo largo del tiempo y
está íntimamente relacionada con los cambios sociales.
Durante los últimos años, la corriente de residuos
provenientes de artículos de eléctrica y electrónica
(RAEE) ha adquirido gran importancia y ha incrementado
notablemente su volumen debido al alto uso y recambio de
aparatos electrónicos, como resultado de los continuos y
constantes avances tecnológicos. Los RAEE son conocidos
comúnmente como la “mina urbana” de residuos, ya que
están constituidos por una gran variedad de materiales de
alto valor como metales preciosos, cerámicos, plásticos,
etcétera. Asimismo, incluyen bajas cantidades de
compuestos de alta peligrosidad, como metales pesados,
por lo que deben ser tratados como residuos especiales.
Es importante aclarar, que los metales pesados se utilizan
en una parte muy acotada de estos residuos (Debnath et
al., 2020; Vazquez & Barbosa, 2019; Baldé et al., 2017).
La corriente RAEE presenta una notable heterogeneidad,
lo que hace que en su totalidad estos residuos sean
considerados como especiales o peligrosos, aunque la
mayor parte de ellos no lo sea (Mihai et al., 2019). Esta
situación incrementa notablemente el pasivo ambiental
y los costos asociados a su tratamiento dado que se
trata como residuo peligroso a la totalidad de los RAEE,
cuando contienen un gran volumen de materiales que
pueden recuperarse de manera sostenible. En tal sentido,
uno de los desafíos actuales es el diseño de sistemas de
gestión sostenible para estos residuos, que permitan su
aprovechamiento reinsertándolos en la economía circular
(Forti et al., 2020).
En 2019 se generaron en el mundo alrededor de 13,5
millones de toneladas de residuos plásticos provenientes
de RAEE y se espera que para el 2030 alcance los 18
millones de toneladas, teniendo en cuenta que su tasa de
crecimiento es de 7 % por año. Dentro de los RAEE, los
plásticos representan un 25 % del total de su peso y son
la corriente más inocua. No es la corriente mayoritaria en
peso, pero sí en volumen, es decir, es la que ocupa mayor
espacio en los rellenos sanitarios especiales debido a
su baja densidad, elasticidad y forma de los residuos.
Además, es importante aclarar que es la corriente más
sencilla de valorizar. Los plásticos RAEE generados
en 2019, tienen un valor potencial en el mercado de
aproximadamente U$S 19 billones, lo que equivale a
154
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
U$S 1,42 por kg, aprox. Claramente, esta cantidad
de dinero se obtendría si la totalidad de los plásticos
RAEE se reciclase de manera adecuada (es decir, si se
pudiesen valorizar). Para ello, sería necesario realizar
una serie de operaciones que permitan obtener un
material reciclado con propiedades aceptables para
su reinserción en el mercado. Particularmente en la
Argentina, la cantidad de plásticos RAEE generados
durante el 2019 es aproximadamente 116.000 tn, lo que
equivale a un valor potencial de U$S 160 millones, si su
gestión se realizase de forma correcta. Es importante
aclarar que estos datos hacen referencia a información
estadística oficial. Sin embargo, debido a la recolección
y reciclado informal, tanto en el mundo como en la
Argentina, existen grandes cantidades de plásticos
RAEE sin cuantificar, lo que implica un valor potencial
equivalente aún mayor (Forti et al., 2020; Wagner et al.,
2019; Forti et al., 2018; Baldé et al., 2017).
Actualmente, en la Argentina, la gran mayoría de los
plásticos RAEE se dispone de maneras poco sostenibles
tales como: en rellenos sanitarios y/o basurales a cielo
abierto junto con los Residuos Sólidos Domiciliarios (RSU)
o en rellenos especiales como residuos peligrosos con
los consecuentes altos costos asociados. Si bien existen
algunas normativas locales para la recolección y el
desmantelamiento de RAEE, no hay leyes específicas que
regulen estos residuos. La gestión no sostenible actual
se debe principalmente a esta falta de regulaciones y
leyes puntuales que controlen la disposición final de los
mismos y/o garanticen la adecuada gestión de, no solo
los plásticos, sino cada una de las partes de los RAEE
(MAyDS, 2020). Consecuentemente, la disposición de los
plásticos RAEE junto con los RSU implica la pérdida de
importantes cantidades de recursos completamente
aprovechables. Además, teniendo en cuenta que algunos
de ellos pueden contener aditivos tóxicos en cantidades
elevadas (ej. Brominados antillama), se puede producir
contaminación. Mientras que si se los dispone como
peligrosos, se ocupa un lugar innecesario a un alto costo
pudiendo optarse por otra alternativa, incluso cuando los
componentes tóxicos son elevados (Baldé et al., 2020).
Por esta razón, es de gran importancia poder diseñar
estrategias de gestión sostenible para estos materiales,
que incrementen su valor agregado para incentivar su
recuperación y reciclado, con la consecuente reinserción
de estos materiales en el ciclo de vida de los plásticos,
contribuyendo a la economía circular.
YAMILA V. VÁZQUEZ Y SILVIA E. BARBOSA
155
Análisis de alternativas de valorización
Para poder diseñar un sistema de gestión que permita decidir
qué tipo de uso sostenible se le puede dar a los plásticos
provenientes de RAEE, es necesario conocer la composición
de esta corriente de residuos. En la figura 1 se presenta
la composición porcentual de la corriente de plásticos. El
Acrilonitrilo-Butadieno-Estireno (ABS) y el Poliestireno de Alto
Impacto (HIPS) son los mayoritarios y constituyen un 30 % y
un 25 % de las corrientes de plásticos RAEE, respectivamente
(Cardamone et al., 2021; Wagner et al., 2019b; Baldé et al.,
2017). Estos materiales son complejos copolímeros estirénicos
muy similares entre sí y provienen principalmente de carcazas
de celulares y computadoras personales. En tanto que el
policarbonato (PC) y el polipropileno (PP) se asocian más a
electrodomésticos. Cabe destacar que el uso de mezclas como
las de PC/ABS son muy difíciles de separar y provienen de
accesorios para celulares. También, en fracciones minoritarias,
se pueden encontrar materiales como el polivinilcloruro (PVC)
y las poliamidas (PA), entre otros (Vazquez, 2017; Yang et al.,
2013). Los mayoritarios, ABS y HIPS, pueden considerarse
compuestos/nanocompuestos con una matriz termoplásticas
muy compleja (copolímeros que incluyen dominios rígidos y
gomosos) y hasta un 9 % en peso de distintas cargas minerales
en forma de nano y micropartículas. Esta combinación
de materiales les confiere tanto buenas propiedades al
impacto como estabilidad dimensional. Además, por el tipo
de aplicación contienen aditivos antillama que, sobre todo en
los residuos con más antigüedad, pueden contener una gran
variedad de compuestos brominados que son contaminantes
en cantidades elevadas (Jendric et al., 2020; Debneth et al.,
2020). Por esta razón, las normas europeas y americanas
incluyen valores límite para garantizar la inocuidad de estos
plásticos, tanto durante su uso como durante su valorización.
Figura 1. Composición
porcentual de la corriente
de plásticos RAEE.
18%
30%
8%
ABS
HIPS
PC
PC/ABS
9%
PP
10%
156
Otros
25%
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
Del objeto al material, desmantelamiento de pantallas
de tubo de rayos catódicos en el mercado de Nyayo, de Rémi Reboux (32).
Los principales métodos de valorización existentes en
la actualidad incluyen la Pirólisis, Co-pirólisis, Gasificación,
Co-Procesado, Incineración con recuperación de energía
y reciclado mecánico. En cualquier caso, el producto
es distinto. La pirólisis es un proceso catalítico donde la
corriente de plásticos molida se trata a altas temperaturas
(400 ºC - 600 ºC) en ausencia de oxígeno, hasta su
descomposición. Con este proceso se cortan las cadenas
poliméricas (cracking) obteniéndose aceites denominados
pyro-oil que pueden usarse como combustibles. Teniendo
en cuenta que estos plásticos pueden contener alto
contenido Br, inicialmente se los somete a una etapa de
deshalogenación. Sin embargo, la variación de aditivos
en los productos comerciales, la generación de productos
halogenados peligrosos y corrosivos, las cinéticas
complejas de los materiales y la complejidad del proceso
en sí mismo, dificultan el escalado de esta tecnología. Por
otra parte, la viabilidad económica del proceso es crítica ya
que involucra elevados costos de proceso con variaciones
de calidad en el producto (Esposito et al., 2020; Yang et
al., 2013). Una alternativa, que evita el proceso previo
de deshalogenación, es la co-pirólisis. En este caso, los
plásticos molidos se procesan junto con otra corriente
de residuos, generalmente biomasa. De esta manera los
halógenos quedan retenidos por la biomasa disminuyendo
su presencia en el pyro-oil y los productos gaseosos. El
producto sólido residual (pyro-char) contiene los restos
de halógenos y derivados, es altamente tóxico y debe ser
tratado de manera específica para su posterior disposición
final. Esto incrementa los costos del proceso, haciendo
que esta alternativa sea menos sostenible y poco viable
económicamente (Shen et al., 2018; Alston et al., 2011).
Una variante a la utilización de biomasa es el uso de
catalizadores o absorbentes de halógenos, sin embargo,
los costos se vuelven aún mayores (Debneth et al, 2020).
El proceso de gasificación es otra metodología que se
ha probado con plásticos RAEE y consiste en el uso de
vapor o aire a elevadas temperaturas para la obtención
de gas de síntesis. Este producto gaseoso se puede
utilizar para la producción de energía, como así también,
para la síntesis de metanol u otros químicos. Pruebas de
laboratorio realizadas con HIPS proveniente de RAEE,
utilizando un choque frío luego de la gasificación, indican
que la formación de dioxinas y furanos es baja y es
posible recuperar antimonio sólido proveniente de otros
aditivos antillama. Sin embargo, el proceso es complejo y
los costos de aplicación son elevados. Además, debido a
158
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
la variación en la cantidad y calidad de la materia prima,
no se puede mantener una calidad constante en el gas
(Lopez et al., 2018; Sahajwalla & Gaikwad, 2018).
Por otra parte, también se ha analizado el uso
de plásticos RAEE como materia prima en el coprocesado. Esta metodología es una alternativa a la
incineración controlada con obtención de energía
(recuperación energética o waste to energy). A
diferencia de la recuperación energética tradicional,
los plásticos son incinerados en hornos de procesos
industriales para la obtención in situ de energía. La
industria que más utiliza este tipo de procesos es la
del cemento. La metodología es más económica que
la incineración controlada y puede considerarse como
una alternativa sostenible siempre que los gases sean
tratados correctamente. Tanto esta opción como la
incineración tradicional admiten los plásticos con alto
contenido de Br (Wagner et al., 2019; Buekens & Yang,
2014). El inconveniente real que limita el uso de esta
tecnología, además de la necesidad del tratamiento de
los gases de escape, es que los metales y halógenos
que contienen los plásticos como aditivos pueden
interaccionar con el cemento durante su cocción
alterando su pH y, por ende, su calidad.
Por último, la alternativa a priori más sencilla es
el reciclado mecánico o reciclado por reprocesado,
dado que los plásticos RAEE mayoritariamente
son termoplásticos, es decir, se pueden moldear
por fundido. Este proceso implica la molienda de
los plásticos seguido de su reprocesado por fusión
en un extrusor para obtener pellets de plásticos
reciclados. El reciclado mecánico es conocido para
los recicladores y, en principio, de fácil aplicación,
ya que no involucra metodologías complejas. Sin
embargo, como se discutirá más adelante, las
tecnologías simples de reciclado por reprocesado no
son directamente aplicables a este tipo de residuo
plástico debido, principalmente, a la complejidad y a
la similitud de los materiales. Es decir, separar estos
plásticos por tipo para reprocesarlos como tal es
casi operativamente imposible con las tecnologías
actuales, y sería muy costoso y económicamente
poco viable con el uso de equipamiento de alta
tecnología tecnologías (que no garantizan un 100 %
de eficiencia en la separación). Consecuentemente, no
se logra obtener una separación por tipo de plástico
completamente efectiva ni mantenerla en el tiempo,
YAMILA V. VÁZQUEZ Y SILVIA E. BARBOSA
159
y los recicladores la realizan de forma manual
generando mayores costos de mano de obra y en
malas condiciones de trabajo (Vazquez y Barbosa,
2016; Beigbeder et al., 2013). La variación de la
calidad disminuye el precio de venta de los materiales
recuperados y, como consecuencia, la ganancia del
reciclador. La alternativa es el reciclado mecánico de
los plásticos RAEE mezclados. Sin embargo, como ya
se mencionó, los plásticos RAEE están constituidos
por materiales compuestos de compleja matriz
polimérica. Estos polímeros son inmiscibles por lo
que, al ser mezclados en fundido y posteriormente
enfriados, sus fases pueden segregarse generando
problemas de grietas y huecos internos que son
puntos de falla para las propiedades finales. Es
decir, las resinas mezcladas en fundido presentan
problemas de adhesión y, consecuentemente, pobres
propiedades mecánicas (Utracki, 2013). En tal sentido,
para mejorar las propiedades finales de las resinas
mezcladas es necesario analizar alternativas de
procesos que sean sencillos y de bajo costo, para
paliar este problema.
Una evidencia de que el reciclado por reprocesado es
la alternativa más viable, es la existencia de regulaciones
específicas respecto de los residuos de plásticos RAEE y
del uso de material reciclado en el mundo. El ejemplo más
claro es la normativa IEEE Standard 1608 (IEEE Standars,
2009) de Estados Unidos, que mediante sus estándares
exige a las industrias productoras de carcasas para
dispositivos eléctricos y electrónicos que usen al menos
un 25 % en peso de material posconsumo certificado.
Esto hizo que los principales países productores, como
China, Taiwán y Vietnam, aumentaran la importación de
plásticos de RAEE certificados y acondicionados, siendo
la Argentina uno de los países exportadores (Mavropolus
et al., 2014; Ongondo et al., 2011). Este tipo de negocio es
de gran importancia para empresas y ONG recicladoras
del país, ya que implica un ingreso neto de U$S 2,5
millones por año. Actualmente, el material recuperado
se exporta lavado, separado por tipo de resina plástica
y triturado o en polvo, aunque la separación no es
completamente eficiente. Más importante aún, esta forma
de comercializar los plásticos RAEE recuperados no
incrementa el valor agregado y, además, los recicladores
no adquieren ningún beneficio económico diferencial.
Consecuentemente, no se logra fomentar el reciclado de
estos materiales (Baldé et al., 2017; Baldé et al., 2015).
160
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
La tabla 1 resume las ventajas y desventajas
de cada una de las tecnologías descriptas
anteriormente. Teniendo en cuenta que el reciclado
por reprocesado de resinas mezcladas se presenta
como la alternativa sostenible más viable desde el
punto de vista económico, a continuación, se discuten
distintas alternativas para el mejoramiento de las
propiedades finales del material reciclado a obtener y,
consecuentemente, para aumentar su valor agregado.
Tabla 1. Metodologías de
valorización de plásticos RAEE,
ventajas y desventajas.
Metodología
Ventajas
Desventajas
Pirólisis
- Permite el procesamiento de plásticos
con alto contenido de Br
- Pyro-Oil de buena calidad
- Productos Corrosivos
- Contenido de Br y otras toxinas en los productos
- Variabilidad de la composición del pyro-oil dependiendo de la materia prima
- Cinéticas complejas
- Altos costos
- Tecnología compleja
Co-Pirólisis
- Permite el procesamiento de plásticos
con alto contenido de Br
- Retención del Br y otros elementos
en los desechos sólidos
- Residuo sólido altamente peligroso
- Catalizadores/adsorbentes costosos y de baja vida útil
- Altos costos
- Tecnología compleja
Gasificación
- Permite el procesamiento de plásticos
con alto contenido de Br
- Producción de energía verde
- Aplicable a la síntesis de metanol
- Permite la recuperación de antimonio
sólido proveniente de aditivos antillama
- Bajo contenido de dioxinas y furanos
- Altos costos
- Composición del gas de síntesis dependiente de la alimentación
- Tecnología compleja
Co-procesado
- Producción de energía in situ
para industrias
- Costos razonables
- Riesgos ambientales y para los trabajadores por emisiones contaminantes
- Tecnología compleja
- Variación en la calidad del producto procesado
Recuperación
Energética
- Procesamiento de plásticos con
alto contenido de Br
- Producción de energía verde
- Riesgos ambientales por emisiones contaminantes
- Poder calorífico no constante por variaciones en la materia prima
- Tecnología compleja
- Costos elevados
Reciclado
Mecánico
- Tecnología simple
- Bajos costos
- Reinserción del plástico en la economía
circular como nuevos materiales
o productos
- Extensión de la vida útil de los plásticos
- Alto impacto social
- Plásticos complejos generalmente inmiscibles
- Elevados costos de mano de obra para separar por tipo
- No apto para plásticos con alto contenido de bromo
Análisis de alternativas de Reciclado Mecánico
Teniendo en cuenta que el HIPS y el ABS son los plásticos
RAEE mayoritarios —que son materiales compuestos de
base estireno y butadieno (goma) muy similares entre sí
y consecuentemente muy difíciles de separar entre ellos,
pero no tanto del resto de los residuos RAEE—, las mezclas
de estos dos plásticos se presentan como una alternativa
de reciclado con agregado de valor. En trabajos previos se
ha demostrado, mediante una cuidadosa caracterización,
que el ABS RAEE contiene hasta un 9 % de cargas
minerales mientras que el HIPS RAEE alrededor de 5 %.
Las cargas minerales provienen de aditivos de distinto
tipo y se determinó que en un mismo material hay negro
de humo, carbonato de calcio, óxido de titano, sílice,
YAMILA V. VÁZQUEZ Y SILVIA E. BARBOSA
161
Figura 2. Micrografías SEM
(20000x) con señalización de
algunas cargas minerales de:
a) ABS RAEE y b) HIPS RAEE.
talco, entre otros (Vazquez & Barbosa, 2017; Vazquez y
Barbosa, 2016). En la figura 2 se muestran micrografías
SEM de ABS (Figura 2a) y de HIPS (Figura 2b), donde se
puede apreciar la presencia de cargas (círculos blancos),
corroborando que estos residuos plásticos son en realidad
materiales compuestos. Por otra parte, antes de reciclar
es fundamental asegurar que la concentración de Br esté
dentro de los límites admisibles, 2000 ppm concentración
máxima permitida de Br. Si esto es así, teniendo en cuenta
que estos compuestos no se descomponen durante el
reprocesado de los termoplásticos, se constituye en
una ventaja, es decir, el material reciclado contiene los
aditivos antillama y no sería necesario agregárselos.
Concentraciones más altas podrían ser perjudiciales
para los operadores, dado que pueden generarse gases
tóxicos durante el procesado.
La presencia de una amplia variedad de cargas
minerales y diferentes aditivos, hace que las
tecnologías típicas de reciclado y las de predicción
de propiedades de plásticos, no sean directamente
aplicable a este tipo de materiales. En este punto es
necesario considerar diferentes metodologías que,
teniendo en cuenta siempre la sostenibilidad, puedan
mejorar las propiedades finales de las mezclas, en
este caso, de ABS y HIPS RAEE.
Una forma de aumentar las propiedades finales de
los materiales es incrementando la adhesión entre los
componentes de las distintas mezclas. Para esto se
utilizan normalmente procesos de compatibilización
que tienen como fin minimizar la tensión interfacial,
estabilizar la morfología final e incrementar la adhesión
entre fases para mejorar las propiedades mecánicas
del material. Para el reciclado de plásticos RAEE se
distinguen dos formas de compatibilización: la autocompatibilización y la compatibilización por el agregado
162
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
y acción de otro componente. La auto-compatibilización
implica una interacción particular que incrementa la
adhesión entre las fases de los distintos componentes
durante el mezclado. Este tipo metodología de
compatibilización puede usarse cuando los componentes
de la mezcla poseen a su vez fases afines entre sí, por
esta razón este tipo de compatibilización suele poder
aplicarse en rangos de concentraciones determinados.
La otra alternativa de compatibilización involucra la
acción de otro componente en la mezcla, de modo tal
que migre hacia la interfase incrementando la adhesión.
Este efecto es similar al de un tensoactivo (detergente)
en las fases agua y aceite. El compatibilizante puede
llegar a la interfase migrando directamente a través de
los plásticos fundidos (compatibilización por adición) o
reaccionando directamente en ella (compatibilización
in situ). El primero de los casos es el más sencillo dado
que solo implica la adición de un tercer componente
a la mezcla durante el mezclado en fundido. Ese
compatibilizante, generalmente, es un copolímero con
partes afines a cada componente de la mezcla. En el
segundo caso, se alimenta un reactivo a la mezcla y se
lleva a cabo una reacción química, con la complejidad
asociada. Por su sencillez operativa, en el reciclado de
plásticos, la más utilizada es la compatibilización por
adición de un tercer componente (Utracki, 2013).
Teniendo en cuenta, como se mencionó en la
sección anterior, que el ABS y el HIPS son inmiscibles
pero al mismo tiempo tienen similitudes en su
estructura química, se llevó a cabo un estudio de las
diferentes metodologías de compatibilización que
permitan aumentar el valor agregado del producto del
reciclado de estos materiales.
Para seleccionar el mejor sistema de
compatibilización desde el punto de vista sostenible, se
llevó a cabo un estudio sistemático de mezclas de ABS
y HIPS RAEE con distintas concentraciones relativas y
distintos tipos y concentraciones de compatibilizantes.
Tres proporciones de HIPS/ABS fueron consideradas
de acuerdo con antecedentes bibliográficos (Vazquez,
2017; Tarantilli et al., 2010). Una con alto contenido de
HIPS (80 % p/p), una con cantidades equitativas de HIPS/
ABS y, por último, una con un alto contenido de ABS (80
% p/p). De acuerdo a estas proporciones se analizó la
auto-compatibilización de las mezclas. Por otra parte,
para el caso de la compatibilización por adición se
realizó un test exploratorio donde se trabajó con tres
YAMILA V. VÁZQUEZ Y SILVIA E. BARBOSA
163
concentraciones de cada compatibilizante, dos extremas
2 y 20 % p/p y una intermedia de 10 % p/p, sobre cada
proporción de HIPS/ABS. En la tabla 2 se presentan los
principales resultados de mezclas de ABS y HIPS RAEE con
80 % p/p, 50 % p/p y 20 % p/p de ABS, respectivamente, sin
compatibilizante (auto-compatibilización) y con el agregado
de 2 % p/p, 10 % p/p y 20 % p/p de tres compatibilizantes
diferentes: estireno-butadieno-estireno (SBS), estirenoacrilonitrilo (SAN) y goma de estireno-butadieno (SBR).
Se pudo concluir que los plásticos RAEE presentan autocompatibilización en todas las proporciones analizadas. Esto
se debe principalmente a las interacciones entre la fase
gomosa (butadieno), presente en ambos materiales, y las
distintas cargas minerales. Las propiedades mecánicas del
ABS no sufren deterioro con el agregado de hasta un 50 % p/p
de HIPS e inclusive aumentan. Por otro lado, el HIPS tolera
hasta un 20 % p/p de ABS sin variar considerablemente sus
propiedades. De este análisis se puede determinar la ventana
operativa que necesitan los recicladores para la obtención de
nuevos materiales y/o productos a partir de mezclas directas
de ABS y HIPS RAEE. Este resultado es muy promisorio
y directamente extrapolable al reciclado de residuos,
permitiendo un mayor margen de error en la separación por
tipo o incluso no realizarla (Vazquez & Barbosa, 2017).
Mezcla
80 % ABS
+
20 % HIPS
50 % ABS
+
50 % HIPS
20 % ABS
+
80 % HIPS
Tabla 2. Mezclas de ABS
y HIPS RAEE analizadas,
compatibilizantes utilizados,
y los resultados más
relevantes obtenidos.*
Compatibilizante
Resultados
--
- Auto-compatibilización efectiva
- Las propiedades finales son similares a las del ABS RAEE, aún con el 20 % de HIPS
SBS
- El agregado del 2 % p/p incrementa la resistencia y ductilidad mejorando levemente las
propiedades del ABS RAEE
- El agregado de mayores cantidades no mejora la mezcla anterior
- Alternativa económicamente viable
SAN
- No mejora la auto-compatibilización
- Compatibilizante no adecuado para esta mezcla
SBR
- El agregado del 2 % p/p incrementa notablemente la resistencia y rigidez manteniendo la
ductilidad de la mezcla
- Mejora notablemente las propiedades del ABS y HIPS RAEE
- Muy buen compatibilizante en baja concentración
--
- Auto-compatibilización efectiva
- Incremento notable de la ductilidad y la tenacidad respecto del ABS RAEE
SBS
- El agregado del 2 % p/p incrementa la resistencia y la dureza respecto del ABS RAEE
- Mayores concentraciones no son efectivas
SAN
- No mejora la auto-compatibilización
- Compatibilizante no adecuado para esta mezcla
SBR
- El agregado del compatibilizante empeora las propiedades
- No actúa como compatibilizante
--
- Auto-compatibilización efectiva
- Las propiedades se conservan respecto del HIPS RAEE
SBS
- La compatibilización es efectiva solamente con el agregado del 20 % p/p
- Inviable económicamente
SAN
- Se comporta como agente de refuerzo cuando se agrega un 2 % p/p
- No actúa como compatibilizante
SBR
- El agregado del compatibilizante empeora las propiedades
- No actúa como compatibilizante
*En todos los casos, la concentración de Br está por debajo del límite máximo admisible.
164
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
Respecto del uso de compatibilizantes, los estudios
demostraron que en mezclas donde el HIPS es mayoritario,
el SBS es buen compatibilizante solo en concentraciones del
orden del 20 % en peso. Es decir, para bajas concentraciones de
SBS no se incrementa la adhesión y para altas, sí. Claramente
este resultado, aunque bueno desde el punto de vista de la
compatibilización, no es aplicable al reciclado dado que no es
viable económicamente usar un 20 % en peso de un material
virgen (Vazquez & Barbosa, 2016). El SAN no actúa como
compatibilizante en ningún rango de concentraciones. En el caso
de mezclas con HIPS mayoritario, actúa como agente de refuerzo:
aumenta la resistencia y la rigidez, pero disminuye notablemente
la ductilidad. El SBR resultó un compatibilizante muy efectivo
para mezclas con mayor contenido de ABS. Las propiedades
mecánicas aumentaron notablemente con solo el agregado de
un 2 % en peso de este material (Vazquez & Barbosa, 2017).
Consideraciones finales
El reciclado de plásticos RAEE mezclados es la alternativa más
sostenible para la gestión de estos materiales, ya que implica un
proceso relativamente sencillo y seguro desde el punto operativo.
Su rentabilidad depende notablemente de la calidad del material
reciclado final que se obtenga. Por esta razón, el análisis de las
tecnologías que permitan aumentar las propiedades finales y,
por ende, su valor agregado es de fundamental importancia para
fomentar el reciclado contribuyendo a la economía circular.
De los resultados obtenidos sobre mezclas de ABS y HIPS
RAEE, la auto-compatibilización es la alternativa más promisoria
tanto desde el punto de vista operativo como de sostenibilidad y
de viabilidad económica. Teniendo en cuenta que el ABS y el HIPS
se encuentran en proporciones similares dentro de la corriente
de plásticos RAEE (30 % y 25 %, respectivamente), podría evitarse
la separación por tipo completamente, ya que se demostró que
el ABS admite hasta un 50 % en peso de HIPS conservando su
performance mecánica e incluso mejorándola. Por otra parte, es
importante destacar la influencia del SBR como compatibilizante
para las mezclas mayoritarias de ABS, donde con el agregado de
solo un 2 % p/p de SBR se obtiene un material con propiedades
notablemente mejoradas respecto del ABS y del HIPS RAEE.
Se puede concluir que la valorización de los plásticos RAEE
mediante su reciclado por reprocesado de resinas mezcladas
es posible mediante una adecuada compatibilización,
contribuyendo tanto a la disminución de costos de mano
de obra y riesgos laborales, asociados a la separación por
tipo, como al desarrollo sostenible y a la economía circular,
extendiendo el ciclo de vida útil de estos materiales. •
YAMILA V. VÁZQUEZ Y SILVIA E. BARBOSA
165
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168
USO SOSTENIBLE DE MATERIALES PLÁSTICOS PROVENIENTES DE RESIDUOS RAEE
169
Uso de óxido de zinc recuperado
(ZnO) de pilas alcalinas agotadas en
la formulación de pinturas bioactivas
María V. Gallegos
Centro de Investigación y
Desarrollo en Tecnología de
Pinturas - CIDEPINT
CIC-CONICET-UNLP | Argentina
g.lopez@cidepint.ing.unlp.edu.ar
Centro de Investigación
y Desarrollo en Ciencias
Aplicadas, “Dr. Jorge J. Ronco”
CIC-CONICET-UNLP | Argentina
apelu@quimica.unlp.edu.ar
SECCIÓN ARBITRADA
Guillermo P. López
Natalia Bellotti
Centro de Investigación y
Desarrollo en Tecnología de
Pinturas - CIDEPINT
CIC-CONICET-UNLP | Argentina
n.bellotti@cidepint.ing.unlp.edu.ar
Resumen: Las pinturas funcionales con actividad antimicrobiana
tienen como objetivo el control en ambientes interiores del
crecimiento de biopelículas especialmente en hospitales y
viviendas. Desde el punto de vista económico, las pinturas
representan el medio más conveniente para la protección de
los materiales estructurales. Estas pinturas son formuladas
con el agregado de aditivos con actividad antimicrobiana, entre
estos, los agentes antifúngicos son sumamente importantes en
la prevención del biodeterioro y el control higiénico del ambiente.
El uso de nanopartículas bioactivas resulta promisorio por
sus propiedades y las funcionalidades que pueden impartir en
sistemas dispersos como el de las pinturas. Las pilas agotadas
son residuos peligrosos, debido a la presencia de metales
pesados. El ánodo de las pilas alcalinas está compuesto por una
mezcla de ZnO y Zn(OH)2 que puede ser utilizado en la síntesis
de ZnO. El presente trabajo evalúa el uso de nanopartículas de
ZnO obtenidas del reciclado de pilas en el desarrollo de pinturas
resistentes al crecimiento de hongos.
Palabras clave: reciclado, pilas, óxido de zinc, pinturas, funguicidas.
Recibido: 26/03/21 | Aprobado: 14/06/21
169
Introducción
La recuperación de metales provenientes de residuos
industriales, de la construcción y urbanos es llamada
“minería urbana”. Se trata de un proceso por el cual se
recuperan metales tales como Au, Pt, Mn, Ti, Fe, Zn, Co, Ni,
Li, Cu, y Al provenientes de desechos como Residuos de
Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) (pilas alcalinas,
baterías de ion Li, etcétera), cenizas volantes, lodos de alto
horno, polvos siderúrgicos, autopartes de automóviles,
polvos de aspiración de horno eléctrico de arco, finos de
residuo de proceso Shredder, entre otros. Se han propuesto
diferentes tecnologías con el objetivo de mejorar la
extracción de metales pesados, entre ellas, la biolixiviación
y la lixiviación alcalina (Dutra et al., 2006; Lewis et al., 2011).
En las últimas décadas, el consumo de pilas alcalinas
y Zn/C ha aumentado y su eliminación final representa
un problema ambiental cada vez mayor. Las pilas
agotadas son residuos peligrosos, debido a la presencia
de metales pesados. El ánodo de las pilas alcalinas está
compuesto por una mezcla de ZnO y Zn (OH)2 y podría
ser utilizado como materia prima para la síntesis de ZnO.
El óxido de zinc (ZnO) se ha transformado en un material
tecnológico clave, como resultado de la combinación de
sus propiedades estructurales y optoelectrónicas. El ZnO
es un semiconductor con una energía de gap de 3.37 eV,
lo cual permite su uso en aplicaciones optoelectrónicas
de onda corta. También, es transparente a la luz visible y
su conductividad puede modificarse mediante el dopaje
con distintos elementos. Por último, pueden obtener
materiales con diferentes morfologías (nanoagujas,
nanoflores, nanohélices, nanobelts, etcétera) mediante
la variación de las condiciones de crecimiento (Zhong et
al., 2004). Las propiedades mencionadas hasta aquí lo
convierten en un material versátil. Sus principales usos
son en la industria del caucho y de la cerámica; fluidos de
perforación para la industria del petróleo y el gas; LED;
transistores transparentes; células solares y dispositivos
de memoria. El ZnO de tamaño nanométrico muestra
actividad antibacteriana significativa en un amplio
espectro de especies bacterianas estudiadas, de acuerdo
a lo reportado por diferentes autores (Brayner et al., 2006;
Jones et al., 2008; Jalal et al., 2010; Seil et al., 2012).
Existen trabajos publicados que han señalado la
actividad antibacteriana, antifúngica e inactivación viral
de este material a escala nanométrica, considerada no
tóxico para las células humanas (Sirelkhatim et al., 2015).
170
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
En tal sentido, hay tres mecanismos básicos responsables
de la actividad antimicrobiana:
•
•
•
La producción de especies reactivas de oxígeno
debido a sus propiedades semiconductoras. En
este sentido, el peróxido de hidrógeno (H2O2)
generado por las partículas de ZnO podría ser la
razón principal de su actividad antimicrobiana
(Ogunsona et al., 2020).
La desestabilización por interacciones del tipo
electrostático entre las membranas de las células
microbianas (generalmente, con carga negativa) con
las partículas de ZnO que presentan carga positiva en
suspensión acuosa (Zhang et al., 2008).
La liberación de iones Zn2+ que interferiría con el
metabolismo celular al interactuar con su sistema
enzimático (Sirelkhatim et al., 2015).
Varias publicaciones señalan que las propiedades de
las NP de ZnO dependen fuertemente del proceso de
obtención que afecta sus características superficiales,
estructurales, morfológicas y de tamaño (Ahmed et
al., 2017; da Silva et al., 2019). Por lo tanto, el estudio
de NP de ZnO obtenidas por distintas metodologías,
partiendo de distintas materias primas, abre un abanico
de posibilidades tendientes a la obtención de productos
más eficientes en cuanto a sus potencialidades
antimicrobianas. En este contexto, el presente trabajo se
propone evaluar el uso de ZnO obtenido del reciclado de
pilas alcalinas en la formulación de pinturas bioactivas
eficientes en la prevención del crecimiento de hongos.
Materiales y métodos
Obtención de ZnO a partir de pilas alcalinas agotadas
El Zn presente en las pilas alcalinas agotadas fue
recuperado mediante un proceso de lixiviación ácida,
para esto se usó H2SO4 biogenerado. Tanto el acopio de
las pilas como la producción del ácido se llevaron a cabo
en la Planta Piloto Multipropósito (PlaPiMu-LaSeISiC,
CICPBA) de la ciudad de La Plata. Luego del proceso de
lixiviación se obtiene una solución conteniendo iones
Zn+2, mediante el agregado de H2C2O4 y Na2CO3
se obtuvieron dos sólidos, tal como describe María V.
Gallegos et al. (2018). Los materiales obtenidos se
denominaron: O-ZnO y C-ZnO, respectivamente.
GUILLERMO P. LÓPEZ, MARÍA V. GALLEGOS Y NATALIA BELLOTTI
171
Para el estudio de la eficiencia antimicrobiana se
realizaron ensayos usando los sólidos mencionados
anteriormente y un óxido de zinc comercial.
Evaluación de la actividad antifúngica
La evaluación de las potencialidades antifúngicas de
los óxidos en estudio se realizó, en primer lugar, mediante
una de las variantes de la técnica de difusión en agar (KirbyBauer) con base en lineamientos del Clinical and Laboratory
Standards Institute. Las cepas fúngicas utilizadas fueron
Chaetomium globosum (KU936228) y Aspergillus fumigatus
(KU936230) aisladas a partir de películas de pintura
biodeterioradas en trabajos previos (Deyá & Bellotti, 2017).
A partir de cultivos en placa se obtuvieron los inóculos
(105 esporas / mL) mediante la remoción de las esporas
con la ayuda de un ansa estéril y solución fisiológica (SF).
Se prepararon placas con 15 mL de medio de cultivo
agarizado con base en extracto de malta (MEA) inoculado
con 200 μL de la suspensión de esporas. Luego en cada
placa, se realizaron tres hoyos de 7 mm de diámetro con
la ayuda de un sacabocado metálico estéril donde se
introdujeron 20 mg de cada uno de los sólidos evaluados:
ZnOc (comercial), O-ZnO y C-ZnO. También se realizaron
controles con 20 mg de agua destilada.
El procedimiento fue realizado por triplicado para
cada sólido. Finalmente, las placas fueron incubadas
por 48 h a 30 °C. Al terminar el ensayo se midieron
los diámetros de los halos de inhibición. Las muestras
fueron consideradas como activas o no activas según los
diámetros resultaran > 7 mm o < 7 mm, respectivamente.
Diámetros = 7 mm (sin halo de inhibición) se
consideraron parcialmente activas teniendo en cuenta
el tipo de crecimiento invasivo que desarrollan los
hongos filamentosos. Se tomaron registros fotográficos
y se realizaron observaciones mediante un microscopio
estereoscópico (Leica S8 APO).
Ensayo de inhibición en placa
A partir de los resultados obtenidos en la etapa
previa se seleccionaron los óxidos que resultaron
activos frente al mayor número de cepas. Con el
objetivo de profundizar el estudio de estos compuestos
en relación con su aplicación en la formulación de
pinturas es que se realizó el ensayo de inhibición del
crecimiento fúngico en placa (Bellotti et al., 2013).
172
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
Revender lo que ha sido desechado, de Pascal Garret (47).
Se prepararon placas con 15 mL de MEA con
concentraciones de 0.1, 0.2, 0.3, 0.5, 1 y 1.5 % (p/v)
de los óxidos en estudio, además de los controles
que contenían solo medio de cultivo. Cada placa fue
inoculada en el centro mediante 20 μL de inóculo,
utilizando las mismas cepas que en el ensayo previo.
El ensayo fue realizado por triplicado. Las placas fueron
incubadas a 30 °C por 7 días. Se midieron los diámetros
de crecimiento en cada placa al 1.°, 4.° y 7.° día. Con los
datos obtenidos se calculó el porcentaje de inhibición
(%I) y se determinó la concentración inhibitoria mínima
(CIM) aquella donde el % I fue total.
Formulación, preparación y caracterización
de las pinturas
La composición utilizada para la preparación de la pintura
se basó en una formulación convencional para una pintura
de interior según Barberia-Roque (et al., 2019): 48,0 % de
agua, 28,8 % CaCO3, 13,0 % de TiO2, 6.0 % resina acrílica y
4.1 % aditivos (antiespuma, espesante celulósico, regulador
de pH, dispersante y coalescente); los porcentajes
refieren a g/100g pintura. Todos los componentes
fueron adquiridos en forma comercial. Sobre la base de
la formulación mencionada se obtuvo la pintura control
(PC) además de las pinturas con el óxido seleccionado
con base en sus potencialidades antimicrobianas. Para la
obtención de las pinturas experimentales se reemplazó en
peso uno de los pigmentos (CaCO3) para obtener distintas
concentraciones (1,5 % y 2 %) del biocida experimental
en relación con el total de pintura. Las pinturas se
prepararon en una dispersora de alta velocidad situada
en la planta piloto del Centro de Investigación y Desarrollo
en Tecnología de Pinturas (CIDEPINT).
Las pinturas fueron caracterizadas. Se midió el color y el
brillo mediante los parámetros de color CIElab utilizando
un equipo ByK-Gardner gloss-meter, siguiendo la misma
metodología de Deyá y Bellotti, 2017. Se determinó la
absorción de agua (% p/p) siguiendo un procedimiento
similar al de la Norma ASTM D570 y la permeabilidad
al agua mediante el “método del embudo”. La viscosidad
fue determinada siguiendo los lineamientos de la Norma
ASTM D562 mediante el uso de un viscosímetro Stormer.
Se obtuvo el grado de dispersión de las muestras de
pintura líquida mediante el uso de un grindómetro,
también se determinó el peso específico y el poder
cubritivo según la Norma IRAM 1109.
174
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
Evaluación de la resistencia al biodeterioro
de las pinturas
Las pinturas fueron evaluadas en cuanto a su resistencia
al crecimiento de hongos mediante un ensayo en placa
siguiendo una metodología basada en la norma ASTM
D 5590 (Bellotti et al., 2013). Las pinturas se aplicaron
en portaobjetos de vidrio que luego fueron secados
en condiciones de laboratorios y descontaminados
mediante una lámpara UV- germicida (Philips, 20 W). Las
muestras se dispusieron en placas con medio mineral
mínimo y fueron inoculadas con 50 μL de suspensión de
esporas (105 esporas/mL) de las mismas cepas usadas
en los ensayos previos. En total se ensayaron 6 muestras
de cada pintura. Las placas fueron incubadas durante
un mes a 30°C. Al finalizar el ensayo las muestras se
evaluaron por observación directa y mediante el uso de un
microscopio estereoscópico. Para calificar el desempeño
de las pinturas se utilizó una escala de 0 a 4, referida a
distintos grados de crecimiento (sin crecimiento, escaso,
ligero, moderado y abundante) según el área cubierta
basada en la norma ASTM D 5590.
Resultados y discusión
Evaluación de la actividad antifúngica
Tabla 1. Ensayo de difusión:
halos de inhibición (mm).
Los diámetros promedio y la desviación estándar de
los halos de inhibición obtenidos a partir del ensayo de
difusión en agar se muestran en la Tabla 1. Imágenes
obtenidas mediante microscopía de las muestras
estudiadas pueden observarse en la Figura 1. En el
caso del ensayo frente a C. globosum, ZnOc y O-ZnO,
presentaron comportamientos similares al registrado
en los controles, donde pudo observarse crecimiento
por dentro del diámetro de los hoyos (<7 mm), siendo
consideradas no activas frente a la cepa en estudio. El
caso contrario ocurrió con C-ZnO que mostró halos de
inhibición importantes con diámetros > 7 mm.
Control
ZnOc
O-ZnO
C-ZnO
C. globosum
<7
<7
<7
15,6 +- 1,4
A. fumigatus
<7
<7
11,0
GUILLERMO P. LÓPEZ, MARÍA V. GALLEGOS Y NATALIA BELLOTTI
+- 1,0
18,4
+- 2.8
175
En el caso del ensayo frente a A. fumigatus, C-ZnO
mostró resultados similares a los obtenidos con
C. globosum; O-ZnO resultó activo también frente a esta
cepa a diferencia de lo ocurrido con C. globosum. Al
comparar la bioactividad de los tres óxidos evaluados
teniendo en cuenta el ensayo de difusión en agar, se
pudo inferir que C-ZnO resultó ser el más activo en las
condiciones de ensayo al inhibir el crecimiento de ambas
cepas fúngicas a diferencia de los otros (ZnOc y O-ZnO).
Figura 1. Ensayo de difusión,
imágenes obtenidas mediante
microscopio estereoscópico (10x).
En la síntesis de nuevos materiales es importante
el análisis de sus características estructurales y
morfológicas lo cual puede vincularse a la actividad
antimicrobiana exhibida por los óxidos en estudio.
Las caracterizaciones fisicoquímicas de los sólidos
recuperados y de referencia (ZnOc) realizadas por
Gallegos (et al. 2018) puede aportar en la explicación del
comportamiento observado en el ensayo microbiológico.
En tal sentido, C-ZnO ha mostrado tener mayor cantidad
de monovacancias de oxígeno, además de un menor
tamaño de partícula en comparación con O-ZnO y ZnOc,
lo cual favorecería la disponibilidad de los iones Zn2+
para su interacción con las células microbianas.
Teniendo en cuenta que el objetivo era seleccionar
un ZnO producto del reciclado de las pilas alcalinas,
aplicable como aditivo antifúngico en la formulación
de pinturas, y que entre los óxidos estudiados el C-ZnO
probó ser el de más amplio espectro de bioactividad,
fue el seleccionado para continuar en la siguiente etapa.
Ensayo de inhibición en placa
Antes de proceder con la formulación de las pinturas
se estudió el efecto inhibitorio del óxido seleccionado
(C-ZnO) frente a las cepas fúngicas en relación con la
concentración en condiciones controladas en medio sólido.
176
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
Figura 2. Ensayo de inhibición en
placa, porcentaje de inhibición:
a) C. globosum y b) A. fumigatus.
a)
día 1
día 4
día 7
b)
C. globasum
día 1
día 4
día 7
A. fumigatus
%I
100
%I
100
En tal sentido, se realizó el ensayo de inhibición en placa
que frente a C. globosum, con concentraciones menores (0,1,
0,2 y 0,3 %) de C-ZnO, presentaron un crecimiento similar al
del control durante los 7 días del ensayo (I% = 0). Las placas
con concentraciones de 0,5, 1,0 y 1,5 % presentaron un
comportamiento distinto a las mencionadas antes, como
puede verse en la Figura 2a. En las placas de concentración
0,5 % se observó un crecimiento lento en el transcurso de
los días que se redujo aún más con 1,0 % mientras que con
1,5 % de C-ZnO la inhibición fue total (% I = 100).
50
50
0
0
0.0
0.5
1.0
%p/v C-ZnO
Figura 3. Ensayo de inhibición en
placa con C. globosum, luego de
7 días de incubación.
1.5
0.0
0.5
1.0
%p/v C-ZnO
1.5
Frente a A. fumigatus, concentraciones menores a 0,5
% mostraron resultados similares a los de C. globosum, a
excepción de 0,3 % que en el primer día exhibió un 100 %
de inhibición, pero en el transcurso de los días eso
fue variando y evidenciándose el crecimiento fúngico,
aunque en forma muy lenta. En la Figura 2b pueden
observarse los % I obtenidos frente a A. fumigatus con
las concentraciones mayores, donde se evidencia la
inhibición total con 1 y 1,5 % de C-ZnO.
Registros fotográficos obtenidos al final del ensayo
se pueden observar en las figuras 3 y 4. En el caso de
las placas con 1,5 % de C-ZnO no mostraron crecimiento
alguno al cabo de los 7 días que duró el ensayo (Figura
3). Por lo tanto, esta concentración resulta la denominada
concentración inhibitoria mínima (CIM) para esta cepa,
teniendo en cuenta el rango de concentraciones ensayadas.
GUILLERMO P. LÓPEZ, MARÍA V. GALLEGOS Y NATALIA BELLOTTI
177
El crecimiento de A. fumigatus se redujo de forma
considerable, particularmente, en las concentraciones
de 1,0 y 1,5 %, donde se constató un 100 % de inhibición
en los 7 días de ensayo como puede observarse en la
Figura 4. En general, A. fumigatus resultó más sensible
en comparación a C. globosum, dado que su crecimiento
se vio más inhibido a concentraciones menores. En tal
sentido, la CIM para este caso (1,0 %) fue menor en
relación con la obtenida frente a C. globosum (1,5 %).
Figura 4. Ensayo de inhibición
en placa con A. fumigatus, luego
de 7 días de incubación.
Cabe destacar que en ambos casos se observó
una relación directamente proporcional entre la
concentración y el grado de inhibición. Teniendo en
cuenta lo mencionado, se decidió que la concentración
mínima contemplada para la formulación de las
pinturas a evaluar sería de 1,5 % de C-ZnO (por ser la
concentración que inhibe el crecimiento en un 100 % a
ambas cepas en estudio).
Formulación, preparación y caracterización
de las pinturas
Se prepararon pinturas con la composición base
presentada previamente, reemplazando en peso una
parte de uno de los pigmentos (CaCO3) por el C-ZnO,
de forma tal que la concentración total del mismo en la
pintura fuera de 1,5 y 2,0 g por cada 100 g de pintura.
Estas concentraciones se presentan dentro del rango
utilizado para los aditivos de pinturas. Por otro lado, se
preparó una pintura control sin agregado de ningún biocida.
Las pinturas fueron rotuladas como Pintura control, 1,5 %
C-ZnO y 2,0% C-ZnO. Se evaluó el impacto del agregado de
C-ZnO en la pintura mediante su caracterización.
Se determinó el cambio de color (ΔE) y brillo mediante
la medición de los parámetros de color CIElab (L, a y b).
El ΔE de la pintura debido al agregado de C-ZnO resultó
0,4. Este ΔE se relaciona con un cambio en la apariencia
visual “muy débil” por lo que se concluye que el agregado
del ZnO en estudio no produjo cambios significativos en
178
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
Tabla 2. Propiedades de las pinturas.
Muestra
Absorción de
agua (%p/p)
el color en relación con la pintura control. En cuanto al
brillo no se observan cambios entre ambas pinturas y
los valores se encuentran entre las especificaciones de
la Norma IRAM 1070 para pinturas de interior.
Los resultados obtenidos de las determinaciones
de absorción de agua y permeabilidad al agua se
muestran en la Tabla 2. La absorción de agua exhibida
por la pintura con el agregado de C-ZnO fue mayor a
la obtenida a partir de la pintura control, mientras
que la permeabilidad fue menor. La permeabilidad
luego de las primeras 24 h resultó de 0,19 g/cm2
para la pintura control y 0,15 g/cm2 para la pintura
con ZnO; esta tendencia se mantuvo a las 48 h y las
72 h. Las diferencias registradas en la absorción y la
permeabilidad podrían deberse a que las partículas
de C-ZnO de menor tamaño se distribuyen entre las de
los pigmentos de tamaño micrométrico (TiO2 y CaCO3)
generando una conformación diferente en la película
comparada a la pintura control. Esta nueva disposición
en el recubrimiento aumentaría el área superficial
de los sólidos dentro de la película. En este punto, es
importante recordar que, en una formulación, existen
componentes volátiles y otros no volátiles. Los primeros
se eliminan durante el proceso de secado/curado y los
no volátiles son los que conforman la película seca
de pintura, siendo responsables de las propiedades
finales de la misma (Yebra et al., 2009). En tal sentido, el
tamaño y forma de las partículas afectan la distribución
espacial y la superficie expuesta de los componentes,
lo cual, impacta en las propiedades de la película.
Dos propiedades específicas de la pintura líquida,
como son la viscosidad y el peso específico, no
mostraron diferencias entre una y otra formulación,
como se presenta en la Tabla 2. Cabe destacar que estos
valores, junto con el grado de dispersión presentado por
la pintura control, se encuentran dentro de los rangos
requeridos por la Norma IRAM 1070. En cuanto al
grado de dispersión mostrado por la pintura con C-ZnO,
resultó menor respecto a la pintura control. Esto estaría
relacionado con cierta aglomeración experimentada por
las partículas integradas en el sistema.
Viscosidad
(U.K.)
Grado de dispersión Peso específico
(um)
(g/cm3)
Poder cubritivo
(um)
Pintura control
10,8
98
50-60
1,4
225
1,5%C-ZnO
14,0
97
70-80
1,4
225
GUILLERMO P. LÓPEZ, MARÍA V. GALLEGOS Y NATALIA BELLOTTI
179
En relación con el poder cubritivo, el ocultamiento
visual del damero se logró en ambas pinturas mediante
un espesor de 225 μm aplicado en húmedo, en tres
capas de 75 μm y secado de 24 h entre capas. En este
sentido, se reportó entre 99 y 100 % de poder cubritivo
para ambas pinturas analizadas con los distintos
espesores obtenidos por capa (75, 150 y 225 μm).
Esto último fue determinado por reflectometría, por
relación de contraste.
De estas determinaciones se desprende que el
agregado del óxido estudiado en la concentración
correspondiente no alteró propiedades específicas
como el color, el brillo, la viscosidad, el peso específico
y el poder cubritivo de la pintura.
Evaluación de la resistencia al biodeterioro
de las pinturas
En la Figura 5 se muestran registros fotográficos de
muestras de pintura luego de un mes de exposición al
crecimiento de las cepas en estudio.
En el caso de las películas inoculadas con C. globosum
que se muestran en la Figura 5a, las muestras de pintura
control presentaron un crecimiento apreciable en la
superficie de las películas calificado como 3 (moderado).
Las muestras de pinturas correspondientes a 1,5 %
C-ZnO presentaron un crecimiento escaso, por lo que
la calificación correspondiente fue 1. Mientras que las
muestras de 2 % de C-ZnO mostraron aún menor grado
de crecimiento por lo que su calificación fue de 0-1.
Pinturas inoculadas con A. fumigatus son exhibidas
en la Figura 5b. Las muestras de pintura control
mostraron un crecimiento muy abundante, calificado
con 4. Por otro lado, las muestras correspondientes
a 1,5 % de C-ZnO presentaron un crecimiento entre
escaso y ligero, mayormente observable en los bordes
como puede verse en la figura, calificado como 1-2. En
el caso de las muestras de pinturas 2 % de C-ZnO se
observó un crecimiento menor, evaluado como escaso
y calificado con 1.
180
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
Figura 5. Ensayo de resistencia al
biodeterioro frente a las cepas: a)
C. globosum y b) A. fumigatus, al
concluir el ensayo.
Finalmente, la pintura de 2% C-ZnO resultó la más
eficiente en impedir el biodeterioro frente a las cepas
fúngicas dado que obtuvo los mejores resultados en
el ensayo de resistencia con un crecimiento calificado
entre nulo y escaso.
Conclusión
Fue posible, mediante un proceso biohidrometalúrgico,
recuperar Zn2+ de pilas alcalinas agotadas y, a partir de
este,mediante la precipitación con H2C2O4 y Na2CO3 obtener
dos sólidos (C-ZnO y O-ZnO) con propiedades ópticas,
eléctricas y texturales diferentes. Estas variaciones se
vieron reflejadas en las potencialidades antifúngicas
de dichos materiales. En tal sentido, C-ZnO presentó
actividad frente a las dos cepas fúngicas utilizadas en
los bioensayos a diferencia de O-ZnO, siendo el menos
activo el ZnO comercial. Los resultados observados
podrían relacionarse con que el sólido C-ZnO presenta
mayor cantidad de monovacancias de oxígeno y menor
tamaño de partícula. Esas particularidades, favorecerían
la disponibilidad de los iones Zn2+ para su interacción
con las células microbianas. Por otro lado, C-ZnO logró
inhibir en un 100 % el crecimiento en placa de ambas
cepas fúngicas con una concentración de 1,5 % p/v.
GUILLERMO P. LÓPEZ, MARÍA V. GALLEGOS Y NATALIA BELLOTTI
181
Fue posible obtener pinturas integrando C-ZnO en su
composición en forma eficiente, manteniendo la estabilidad
del sistema disperso sin modificar en forma sustancial
sus propiedades específicas. Estas pinturas probaron ser
bioactivas al inhibir el crecimiento de los hongos inoculados.
Los resultados obtenidos muestran que es posible obtener
nuevos materiales a partir de residuos perjudiciales, tanto
para la salud humana como para el ambiente. En tal sentido,
representan una solución a grandes problemas ambientales
y se alinean con los Principios de la Química Verde. •
Agradecimientos
Los autores agradecen al Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), a la
Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de
Buenos Aires (CICPBA), a la Agencia Nacional de Promoción
Científica y Tecnológica (ANPCyT) y a la Universidad Nacional
de La Plata (UNLP). Asimismo, los autores agradecen al
sector de servicios del CIDEPINT, especialmente, al Ing.
Mateo Paez y al Tco. Diego Tunessi.
Percy Vargas, de la comunidad Emaús de San Agustín, de Jérémie Cavé (43).
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184
USO DE ÓXIDO DE ZINC RECUPERADO (ZNO)
185
Caracterización de microbasurales
en el Conurbano Bonaerense
Liliana Sánchez Villar
Dirección Provincial de
Residuos
OPDS | Argentina
sanchezl@opds.gba.gov.ar
Resumen: El aumento en la generación de los residuos y su gestión
es un desafío para los gobiernos locales, pues los diferentes
obstáculos como la falta de recursos y los altos presupuestos
que implican la recolección, el transporte, el tratamiento y
la disposición de los mismos, entre otros, han generado un
panorama de basurales a cielo abierto en sus territorios. Por ende,
este artículo tiene como objetivo, caracterizar los microbasurales
presentes en el arroyo San Juan, en el Partido de Florencio Varela.
Mediante el uso de herramientas de un Sistema de Información
Geográfica (SIG o GIS) y trabajo de campo, se identificó que los
microbasurales eran permanentes o crónicos en zonas donde
las vías de acceso al arroyo se encontraban en mal estado o
también en zonas donde la margen del arroyo había sido ocupada
por viviendas o barrios populares. Esta explosión urbanística no
planificada no solo ha ocasionado el aumento de los residuos,
sino que ha incidido en el aumento del caudal del arroyo por las
descargas cloacales de las viviendas aledañas, ocasionando a su
vez problemas de inundación.
SECCIÓN ARBITRADA
Palabras claves: gestión municipal, residuos sólidos urbanos,
microbasurales.
Recibido: 20/03/21 | Aprobado: 29/06/21
185
Introducción
En las últimas décadas se ha generado un aumento de los
residuos sólidos urbanos (RSU) (BBC NEWS, 2018). La industria
se ha encargado de una mayor producción y uso de materias
primas que ha derivado en una sociedad de consumo y en
la generación de residuos, ocasionando mayores impactos
negativos al ambiente, daños a la salud y pérdida de la
biodiversidad (Van Den Bergh, 2007). Es así que, para el caso de
la Argentina se generan actualmente 44.623 toneladas diarias
de RSU, de las cuales, más del 40 % son incorrectamente
tratadas y dispuestas. Asimismo, se estima que para dentro
de diez años la generación de RSU será de 67.322 toneladas
diarias (De Luca & Giorgi, 2015).
De acuerdo a la Ley 13.592 de Gestión Integral de Residuos
Sólidos Urbanos (GIRSU) de la provincia de Buenos Aires,
complementaria de la Ley de Presupuestos Mínimos 25.916,
los municipios deben elaborar los planes de GIRSU,1 en los
que deben incluir la reducción en origen, la valorización,
la promoción de políticas de conservación y protección
ambiental, la existencia de circuitos informales de recolección
y recuperación, la recolección y tratamiento de los residuos, es
decir, una gestión total de los RSU. No obstante, en los últimos
años, los basurales a cielo abierto (BCA) aumentaron en número
y tamaño debido a causas sociales, políticas, económicas,
culturales y/o urbanas (Carré et al., 2012). De acuerdo al
Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (MAyDS),
se considera BCA a aquellos sitios donde se disponen residuos
sólidos de forma indiscriminada, sin control de operación y con
escasas medidas de protección ambiental (MAyDS, s. f.).
Los BCA son uno de los problemas socioambientales más
importantes para la Argentina, representan un alto grado de
contaminación, lo que genera en su entorno una degradación
ambiental y social que afecta las condiciones de vida de la
población que actúa cotidianamente con este fenómeno (Suárez,
2016). En este sentido, la problemática de los BCA, ha sido
abordada desde diferentes autores con una mirada en común,
basurales de gran extensión, es decir, con superficies mayores a
una hectárea (Cittadino et al., 2012; Miño, 2012; Shammah, 2012;
D’Hers, 2013; Suárez, 2016).
Por esta razón, el presente trabajo propone una mirada de
menor escala y local del basural, es decir, el microbasural. Los
mismos han sido definidos por la Autoridad de Cuenca Matanza
1. En el Decreto Ley 9111/78, Artículo 9, los programas de GIRSU que
presenten los municipios para su aprobación por parte de la Autoridad
Ambiental Provincial, deben tener como objetivos erradicar la práctica del
arrojo en basurales a cielo abierto e impedir el establecimiento de nuevos
basurales a cielo abierto en sus respectivas jurisdicciones.
186
CARACTERIZACIÓN DE MICROBASURALES EN EL CONURBANO BONAERENSE
Riachuelo (ACUMAR) como aquellos depósitos de residuos
con un volumen de entre 15 y 500 m3. Se considera que son
pocos los estudios tanto teóricos como prácticos en torno
a estos, que son también causantes de impactos negativos
sobre el ambiente y la sociedad en general, sin considerar que
pueden ser la instancia previa a un gran basural consolidado.
Relevamientos hechos por entidades como ACUMAR,2 muestran
que después de los puntos de arrojo, los microbasurales son
los más frecuentes en el territorio.
Materiales y métodos
La presente investigación se llevó a cabo en el partido de
Florencio Varela, ubicado en la zona sur y en el segundo cordón
del Gran Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Limita al norte con los partidos de Quilmes y Almirante Brown;
al este, con el partido de Berazategui; al oeste, con los partidos
de Almirante Brown, Presidente Perón y San Vicente; y al sur,
con el partido de La Plata (Florencio Varela Municipalidad, s. f).
Según el último Censo Nacional de Población, Hogares y
Viviendas 2010 del INDEC, el partido de Florencio Varela tiene
una población total de 426.005 habitantes, de los cuales 212.909
son varones y 213.096 son mujeres. La densidad poblacional
indica que viven 2.242,10 hab/km2.
Posee una superficie de 190 km², con una forma irregular
desarrollándose de norte a sur. Además, está surcado
por varios arroyos, no exclusivos del Municipio, siendo los
principales el arroyo Las Piedras, el arroyo Jiménez, el arroyo
Las Conchitas y el arroyo San Juan. Este último se determinó
como el área de estudio.
En ese sentido, el arroyo San Juan nace en las inmediaciones
de la localidad de San Luis, en el partido de Florencio Varela,
cruzando el partido de Berazategui y desaguando en el Río de la
Plata, con una extensión aproximada de 25 km. De este modo, su
curso atraviesa una zona fuertemente urbanizada, atravesando
suelo industrial mixto a rural a agropecuario, de sudeste a
noroeste. La vegetación, en su mayoría, es arbustiva seguida de
herbácea y, en algunos trayectos medianos, arbórea.
El estudio y relevamiento en campo de los microbasurales
se llevó a cabo en el año 2019. En esa oportunidad se realizaron
varios recorridos al arroyo San Juan desde el nacimiento hasta
la desembocadura (se tuvo únicamente en cuenta la trayectoria
del arroyo dentro del partido de Florencio Varela). El primer
relevamiento en campo se hizo en el mes de junio, donde se
2. Se tomó como referencia ACUMAR, ya que es la única que emitió datos recientes
de relevamientos de basurales de acuerdo a su tipología. En el 2017, realizó un
relevamiento con el que identificó 301 basurales alrededor de la cuenca: 162
puntos de arrojo, 118 microbasurales, 19 basurales y 2 macrobasurales.
LILIANA SÁNCHEZ VILLAR
187
usó una cinta métrica y un GPS, lo que permitió medir
el volumen y localizar los microbasurales identificados,
para su registro en una planilla. El segundo relevamiento
se realizó en el mes de noviembre, donde se hizo
seguimiento y actualización de las variables (volumen
de residuo, tipología, ubicación y permanencia) de los
microbasurales identificados en la primera salida, como
también se registraron aquellos nuevos microbasurales
que pudieron aparecer en este tiempo.
Resultados
Se observó que la mayor parte de la traza del arroyo
cuenta con un ordenamiento territorial, conservando el
camino de sirga y el distanciamiento de las viviendas al
mismo. No obstante, se pudo dar cuenta que en algunos
trayectos la margen del arroyo había sido ocupada por
viviendas o las calles se encontraban en mal estado,
impidiendo el acceso vehicular y, por ende, la recolección
domiciliaria. En este sentido, en el arroyo San Juan se
identificaron ocho microbasurales ubicados sobre la
margen del arroyo, los cuales se clasificaron en cinco
esporádicos y tres consolidados (Figura 1). Se consideró
microbasurales esporádicos (E) a aquellos que en la
segunda salida se observó que habían sido saneados o
limpiados por el Municipio, y consolidados (C) a aquellos
que aún permanecían en el territorio.
Figura 1. Microbasurales
relevados en el arroyo San Juan.
Arroyo San Juan
Florencio Varela
2019
Referencias
Aº San Juan
Barrios Fcio. Varela
Microbasurales
Consolidado
Esporadicos
Fuente: Elaboración Brito Cristian con base en
relevamiento de campo.
188
CARACTERIZACIÓN DE MICROBASURALES EN EL CONURBANO BONAERENSE
En cuanto a la caracterización de los ocho
microbasurales (Tabla 1), se observó que en su mayoría
los residuos predominantes eran los restos de poda,
con rastros de incineración y, en algunos casos (tres
de ellos), con presencia de residuos domiciliarios —a
excepción de uno que, además, presentaba un auto y
llantas en el cauce—. Asimismo, se pudo dar cuenta que
los ocho microbasurales estaban ubicados en la margen
del arroyo, en zona de suelo industrial mixto con acceso
vehicular, a excepción de dos, en lo que el acceso era
únicamente peatonal. En cuanto a la recolección, se
pudo dar cuenta que en la mayor parte de la traza el
servicio de recolección es frecuente; no obstante, se
identificó que en las zonas donde la recolección era
irregular los microbasurales eran esporádicos, ya que
fueron saneados por el Municipio, a diferencia de las
zonas donde la recolección era nula, en las que los
microbasurales permanecían en el territorio.
Tabla 1. Características de los
microbasurales relevados en el
arroyo San Juan (elaboración propia
a partir del trabajo en campo).
Por otra parte, se encontró relevancia en el vínculo
entre los microbasurales consolidados y su ubicación
en los barrios populares o muy cercanos a estos, como
se observa en la Figura 2.
LILIANA SÁNCHEZ VILLAR
189
Arroyo San Juan
Florencio Varela
2019
Referencias
Aº San Juan
Barrios Fcio. Varela
Barrios Populares
Microbasurales
Consolidado
Esporadicos
Fuente: Elaboración de Brito Cristian con base en relevamiento de campo y Registro Nacional de Barrios Populares.
En este sentido, los microbasurales M4 y M5 están
ubicados en el barrio popular Villa Santa Ana I, a una
distancia menor de 100 m el uno del otro. En esta parte
de la traza, las viviendas ocuparon el camino de sirga, lo
que no solo ha generado el aumento de los residuos, sino
que, además, ha aumentado el caudal del arroyo por el
vertimiento de las aguas cloacales de estas viviendas, lo
que ocasiona en épocas de lluvia el desbordamiento del
arroyo y, por ende inundaciones. Por otra parte, el tercer
microbasural consolidado (M7) está ubicado en el barrio
popular Villa Santa Ana II. A diferencia de los otros dos
microbasurales, esta parte de la traza el arroyo cuenta
con acceso vehicular y una amplia margen o camino de
sirga, pero según refieren los vecinos, no cuentan con un
servicio de recolección frecuente.
Figura 2. Microbasurales
relevados en barrios populares
en el arroyo San Juan.
Conclusiones
Mediante el análisis de la información relevada se
pudo dar cuenta de que el arroyo San Juan atraviesa
zonas densamente pobladas, evidenciando una
dinámica de urbanización organizada alrededor del
mismo. Esto ha permitido mantener hasta el día de
hoy el camino de sirga y un acceso vehicular directo a
los dos costados. Además, por atravesar una zona del
casco céntrico del partido, cuenta con un servicio de
higiene y recolección frecuente en la mayor parte de la
190
CARACTERIZACIÓN DE MICROBASURALES EN EL CONURBANO BONAERENSE
Mustapha, dueño de una “gelssa”, de Pascal Garret (20).
traza del arroyo, por lo que a nivel general la presencia
de residuos y microbasurales son esporádicos.
Otra de las características que se pudo evidenciar
fue la tipología de residuos contenida en los
microbasurales, siendo los restos de poda la de mayor
predominancia en los microbasurales esporádicos.
Vale aclarar, además, que este tipo de residuos
requiere de una recolección diferenciada que suele ser
atendida por el Municipio, aunque esto no sucede en
aquellos lugares donde el microbasural se forma por la
presencia de barrios populares o calles en mal estado,
donde la limpieza o intervención municipal es más
tardía. En estos lugares suelen surgir rápidamente,
cambiando únicamente en algunas ocasiones el tipo
de residuos y el volumen del microbasural. •
LILIANA SÁNCHEZ VILLAR
191
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192
CARACTERIZACIÓN DE MICROBASURALES EN EL CONURBANO BONAERENSE
193
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS
DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
Una revisión de términos, métodos y cumplimiento de
niveles objetivo de remediación
Andrea Barreda
Dirección Provincial de
Residuos
OPDS | Argentina
barredaa@opds.gba.gov.ar
SECCIÓN ARBITRADA
Resumen: La evaluación de sitios contaminados por sustancias
químicas requiere de niveles de referencia para establecer el
inicio y la finalización de un proceso de remediación. En particular,
el parámetro hidrocarburos totales de petróleo carece de un nivel
guía tanto en el marco normativo ambiental vigente en la provincia
de Buenos Aires como a nivel nacional, lo que dificulta el criterio
para plantear objetivos de remediación para los hidrocarburos
totales de petróleo y obliga a recurrir a la consulta de normativas
internacionales. La utilización del análisis de riesgo a la salud
humana es una herramienta de uso frecuente en el análisis de la
contaminación química y una alternativa para establecer el final
de un proceso de remediación activo, cuando los contaminantes
evaluados no tienen un nivel de referencia asociado o cuando
las tecnologías disponibles no son capaces de lograr el
cumplimiento del objetivo de remediación. El presente artículo
expone la problemática de la evaluación de la contaminación por
hidrocarburos en referencia al parámetro hidrocarburos totales
de petróleo sin un nivel guía establecido en la normativa vigente,
y concluye en la necesidad de desarrollar niveles de referencia
locales, no solo para establecer el inicio de la remediación, sino
para adoptarlos como objetivos de remediación.
Palabras claves: niveles guía, hidrocarburos totales de petróleo,
objetivos de remediación.
Recibido: 26/03/21 | Aprobado: 13/06/21
193
Introducción
La actualización de la normativa ambiental es una tarea
que debería gestarse con el avance de las dificultades
surgidas de la experiencia de trabajo. En este contexto,
el presente artículo proporciona una revisión en relación
con el uso de niveles guía y normas, su importancia como
herramientas de evaluación de sitios y de cumplimiento de
objetivos de remediación, y las dificultades que se plantean
ante la ausencia de niveles guía locales. En particular, se
desarrolla el caso del parámetro hidrocarburos totales de
petróleo (HTP), de uso frecuente en la evaluación de sitios
contaminados, para el cual no se han desarrollado niveles
guía para suelos y aguas subterráneas en la normativa
vigente, tanto a nivel de la provincia de Buenos Aires como
a nivel nacional.
El estado de situación en referencia a la utilización de
niveles guía para HTP en algunos países de Latinoamérica
indica que se desarrollaron marcos normativos en los que,
en líneas generales, no se lo ha definido como tal, sino en
sus fracciones liviana, media y pesada. La normativa de
Perú define estándares de calidad ambiental para suelos y
para aguas superficiales en función de los usos de ambos
recursos. En particular para los HTP en suelos, el Decreto
Supremo 011-2017 del Ministerio de Ambiente (MINAM)
define tres fracciones diferentes y establece un valor de
concentración para un método de análisis de laboratorio
determinado en función de los usos de suelo agrícola,
residencial y comercial/industrial. Para aguas superficiales,
en el Decreto Supremo 004-2017 (MINAM) se define un
estándar de calidad ambiental para el parámetro HTP; para
aguas subterráneas no se han desarrollado niveles guía.
Por su parte, en la normativa de México NOM-138SEMARNAT/SSA1-2012 se establecen límites máximos
permisibles de contaminación en suelos afectados por
hidrocarburos para distintos usos; no se define un límite
máximo permisible para el parámetro HTP sino para sus
fracciones constitutivas. En Brasil, en el estado de San Pablo
rige la Resolución del Consejo Nacional de Medio Ambiente
(CONAMA) 420/2009 sobre criterios y valores orientativos
de calidad de suelos en cuanto a la presencia de sustancias
químicas, en la que no se define el parámetro HTP ni sus
fracciones constitutivas; en Rio de Janeiro, la resolución del
Consejo Estadual de Medio Ambiente (CONEMA) 44/2012
establece que, en ausencia de niveles guía definidos en
la resolución 420/2009, se deberán aplicar con fines
técnicos los estándares de referencia establecidos en
194
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
otras normativas entre las cuales se menciona el marco de
referencia holandés DRF 2009.
La experiencia de trabajo en el Programa de Control de
Remediación, Pasivos y Riesgo Ambiental del Organismo
Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) durante
una década, desde su creación en el año 2010 a la
fecha, condujo al planteo de cómo abordar, en primer
lugar, la evaluación de la contaminación de las aguas
subterráneas del nivel freático sin niveles guía definidos
y, en segundo lugar, el problema de la interpretación del
resultado analítico de HTP obtenido con las metodologías
de laboratorio disponibles y su comparación con la norma
holandesa.
Desarrollo y discusión
El Programa de Control de Remediación, Pasivos y Riesgo
Ambiental fue creado en el año 2010 mediante la Resolución
OPDS 88/10, a partir de la necesidad de identificar los sitios
contaminados dentro del territorio de la provincia de Buenos
Aires, llevar un registro de los mismos y analizar los planes
de remediación en función de la contaminación detectada.
En el año 2014 se aprobó la Resolución OPDS 95/14, de
modo tal de crear un marco de referencia ordenado y
sistematizado de la gestión de un sitio contaminado. Dicha
resolución adoptó los niveles guía de calidad de la normativa
nacional.
La definición de un nivel guía de calidad ambiental
constituye una herramienta insoslayable a la hora de
evaluar proyectos de remediación de sitios contaminados.
A nivel nacional, en el Decreto 831/93 reglamentario de la
Ley 24.051 de residuos peligrosos, se define como Nivel
Guía de Calidad Ambiental al valor numérico o enunciado
narrativo establecido para los cuerpos receptores como
guía general para la protección, mantenimiento y mejora
de usos específicos del agua, aire y suelo. El decreto
incluye 11 tablas con niveles guía de calidad para diversas
sustancias peligrosas en función de las distintas matrices
ambientales y los usos de los recursos involucrados.1 En
lo que respecta a las tablas de niveles guía de calidad de
aguas, se definen niveles guía de acuerdo a su uso: agua
para fuentes de agua de bebida humana con tratamiento
convencional; aguas superficiales dulces, saladas y
salobres para la protección de la vida acuática; agua
1. Los niveles guía indicados en las tablas del Decreto 831/93 fueron
adoptados a partir de criterios de instituciones de reconocimiento
internacional (OMS, Consejo Canadiense de Ministros de Recursos y
Medio Ambiente, USEPA, FAO, entre otras).
ANDREA BARREDA
195
para irrigación; agua para bebida de ganado; agua para
recreación y agua para pesca industrial. Esta normativa
no ha considerado el agua freática cuando no tiene ningún
uso específico definido. No obstante, cuando se considera
el ciclo hidrológico basado en el movimiento permanente
de la masa de agua, el acuífero freático juega un papel muy
importante, constituyendo un receptor vulnerable a los
impactos producto de las actividades antropogénicas, un
medio de transporte de contaminantes y, bajo determinadas
condiciones, se conecta hidráulicamente con los acuíferos
más profundos, que son los que habitualmente se usan
para consumo humano. Esto explica la importancia de
generar niveles guía de calidad de las aguas freáticas sin
un uso actual evidente.
La provincia de Buenos Aires, en su digesto ambiental,
no ha desarrollado niveles guía de calidad ambiental
propios para los recursos suelo y agua subterránea, por
lo que adopta los niveles guía indicados en las tablas
de la normativa nacional. En lo que respecta al agua, la
ausencia de niveles guía para protección del agua del nivel
freático, cuando no tiene ningún uso específico, derivó
en la utilización, por parte de esta autoridad ambiental,
de niveles guía definidos para aguas de consumo
humano. Este criterio ha sido muchas veces criticado
por parte de los responsables de ejecutar acciones de
remediación; sin embargo, ha sido el más conservador
para lograr la protección integral del recurso hídrico
subterráneo, siempre que las tecnologías sean capaces
de resolver el problema de la contaminación y reducir
las concentraciones de los contaminantes involucrados
hasta alcanzar los niveles guía de calidad ambiental, que
son los que se plantean como objetivos de remediación.
No obstante, uno de los escenarios contemplados en
el Artículo 8° de la Resolución 95/14, es el que hace
referencia a las zonas donde el acuífero freático no es
utilizado para consumo humano. En este caso, los niveles
guía serán los correspondientes a los de fuentes de agua
para consumo humano con tratamiento convencional,
multiplicados por un factor de diez (10).
Otra consideración para destacar es que cuando el
contaminante evaluado no tiene un nivel guía definido o
cuando las tecnologías no son capaces de alcanzar los
objetivos de remediación, puede utilizarse un análisis de
riesgo a la salud humana y al ambiente. La Resolución 95/14
ha incorporado la posibilidad de desarrollar “Acciones
correctivas basadas en riesgo” conforme a la Norma IRAM
29.590. Quizá establecer como objetivos de remediación
196
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
los niveles guía de calidad ambiental sea muy exigente
para las tecnologías que se utilizan frecuentemente, y
el balance costo-beneficio resulte negativo, debiéndose
analizar cada caso en particular. Es habitual que
un bombeo de agua subterránea contaminada y su
tratamiento en superficie se prolongue durante varios
años, sin lograr el cumplimiento de los objetivos de
remediación, observándose un amesetamiento de las
concentraciones de contaminantes. En estos casos, a
veces es posible utilizar una tecnología complementaria
o alternativa que sea más eficiente; otras veces, el
proceso de remediación activo, mediante la aplicación
de las tecnologías disponibles, se agota sin lograr el
cumplimiento de los objetivos de remediación.
Por otro lado, cuando se trata de sustancias
contaminantes sin niveles guía definidos en la normativa
nacional, se han utilizado a modo de referencia los
valores numéricos obtenidos de las tablas de la norma
holandesa, que contienen información de fácil acceso
e interpretación, de uso corriente en algunos países
europeos,2 y tienen como característica la definición
de valores de intervención para suelos y aguas
subterráneas, indicativos de contaminación grave.
Holanda fue uno de los primeros países europeos que
se anticipó a las estrategias definidas por la Comunidad
Europea, generando procedimientos metodológicos,
estándares de calidad, niveles de limpieza y normas
legales para suelos contaminados. La Resolución OPDS
95/14 establece que “para aquellas sustancias químicas
o mezclas complejas no normadas en el Decreto
831/93 reglamentario de la Ley Nacional 24.051, se
tomarán los valores de intervención de las tablas del
Anexo 1 de la Norma Holandesa (Circular 2009, o la que
en el futuro la suplante o complemente)”. Actualmente,
dicha circular ha sido reemplazada por la “Circulaire
bodemsanering per 1 juli 2013”. Se pueden citar como
ejemplos de dichas sustancias contaminantes sin
un nivel guía asociado: el Metilterbutileter (MTBE),
utilizado como aditivo en las naftas y frecuentemente
evaluado en el marco de proyectos de remediación
cuando se analizan situaciones de contaminación en
estaciones de servicio; y el parámetro “Hidrocarburos
totales de petróleo” (HTP), ampliamente usado como
2. En España, el Real Decreto 140/2003 del 7 de febrero, establece
los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano,
adoptando los valores para calidad de agua de consumo humano de
la norma holandesa, para diversos parámetros como los metales y
compuesto clorados.
ANDREA BARREDA
197
parámetro orientativo para identificar contaminación
por hidrocarburos en un determinado sitio.
El parámetro HTP incluye una variedad de mezclas
que contienen de cientos a miles de sustancias
químicas derivadas del petróleo crudo. Para una
primera aproximación de estudio de caso, resulta útil
medir la cantidad total del conjunto de hidrocarburos
que se encuentran en una muestra de suelo o agua,
sobre todo cuando la contaminación no es evidente. La
definición de HTP depende del método analítico usado
para su determinación, ya que la medida de HTP es
la concentración total de los hidrocarburos extraídos
y medidos por un método particular. Entonces, los
HTP corresponden a una medida de los compuestos
que se solubilizan en determinados solventes y son
detectados por ciertos métodos analíticos (infrarrojo,
gravimétrico o cromatográfico). Por lo tanto, la misma
muestra analizada por diferentes métodos para
HTP, producirá diferentes concentraciones debido a
diferencias en el tipo de solvente, método de extracción,
método de detección y estándar de cuantificación.
En esta autoridad de aplicación, históricamente se
ha comparado el valor del parámetro HTP con el valor de
intervención definido en la normativa holandesa como
“minerale olie” (en idioma holandés) o “mineral oil” (de
la versión de la traducción de la norma al inglés), que es
un aceite mineral definido sobre la base de un estándar
de análisis que se realiza en Holanda. De la consulta
del estándar, se pudo establecer que el parámetro
“aceite mineral” queda definido por la metodología NEN
5733:1997.3 El aceite mineral es una mezcla compleja
de hidrocarburos aromáticos y alifáticos (fracción
total C10-C40 de los hidrocarburos de petróleo). La
metodología NEN 5733:1997 ha sido reemplazada por
la NEN 6978:2008 y con fecha 2 de enero de 2016 por la
NEN 6978:2016, no disponible en la web.
Sin embargo, ambos grupos de hidrocarburos, desde
el enfoque de la química ambiental y la ecotoxicología,
poseen propiedades muy diferentes entre sí.4
3. En el método estándar NEN 5733, la muestra se extrae con acetona y
éter de petróleo y se purifica con florisil (silicato de magnesio). El extracto
purificado se analiza con GC-FID, un cromatógrafo de gases acoplado a
un detector de ionización de llama (Harmsen et al., 2005). En el método
NEN 5733, los compuestos alifáticos y aromáticos no se separan.
4. Ambas fracciones (alifática y aromática) presentan diferentes
valores de log Kow, log Koc, solubilidad y BCF. En cambio, dentro de
cada fracción, estas propiedades para sus compuestos individuales
son relativamente homogéneas.
198
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
La patrona, de Jamie Furniss (36).
La problemática que se plantea con el parámetro HTP
en el marco de la evaluación de sitios contaminados en
la provincia de Buenos Aires, deviene de su comparación
con el parámetro aceite mineral tomado de la norma
holandesa. Cuando se trata de sitios contaminados con
combustibles es habitual determinar HTP utilizando el
método EPA 8015, que define a los hidrocarburos que
corresponden al rango GRO de C6 a C10 (puntos de
ebullición de aproximadamente 60 °C - 170 °C), y los
del rango DRO que corresponden a C10 a C28 (puntos
de ebullición de entre 170 °C - 430 °C); en tanto el
aceite mineral refiere a todos los picos cromatográficos
entre los tiempos de retención del n-decano (C10H22)
y n-tetracontano (C40H82), y puntos de ebullición en
el intervalo entre 175 °C y 525 °C. Como se puede
observar, no son comparables.
En este contexto, siendo el parámetro HTP el
más utilizado en una primera evaluación en sitios
potencialmente contaminados, resulta necesario
establecer criterios que permitan obtener
resultados comparables en cuanto a la preparación
de la muestra y la técnica analítica empleada.
Sobre la base de la toxicidad y de las propiedades
físico- químicas de los hidrocarburos, se deberían
considerar sus diferentes fracciones.
Otra observación respecto de los valores de
intervención definidos para suelos de la norma
holandesa es que los valores enunciados se
encuentran normalizados al 10 % de materia orgánica
y 25 % de partículas con un tamaño < 2 μm (arcilla).
Esto requiere de la utilización de una fórmula de
corrección para suelos locales. En el caso de los
compuestos orgánicos, esa corrección está basada
en el porcentaje de materia orgánica que contiene un
suelo no contaminado.
Conclusión
La ausencia de un marco normativo acorde a las
necesidades que surgen durante el proceso de
evaluación de proyectos de remediación dificulta los
criterios para definir tanto el inicio de la remediación
como el cumplimiento de los objetivos planteados en
la normativa utilizada como referencia para establecer
la finalización de la remediación activa mediante el
uso de tecnologías. Asimismo, la experiencia indica
que las tecnologías disponibles utilizadas actualmente
200
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
para disminuir las concentraciones de hidrocarburos
en los medios suelo y agua subterránea no siempre
son capaces de arribar a los objetivos de remediación.
La herramienta “Acciones correctivas basadas en
riesgo” conforme a la Norma IRAM 29.590 resulta útil
como guía para plantear un modelo conceptual de sitio
y establecer si existe o no riesgo a la salud humana
de acuerdo a los escenarios planteados de uso
actual del sitio estudiado, pero no resulta adecuada
para establecer niveles objetivo cuando se trata de
preservar los recursos afectados ni es de utilidad
cuando se producen cambios en el uso del suelo del
sitio evaluado y/o en su entorno, debiéndose revisar el
modelo conceptual y los nuevos escenarios.
Es oportuno destacar que la Resolución OPDS 95/14
está en proceso de revisión y, para continuar avanzando
con normativas que mejoren la gestión de la remediación
de sitios contaminados, debería modificarse el criterio
de evaluación del HTP considerando sus fracciones
constitutivas, con diferentes propiedades químicas
y ecotoxicidad, los métodos de análisis utilizados por
los laboratorios de la provincia de Buenos Aires y las
particularidades propias de los recursos naturales
afectados. Quizá sea adecuado promover la creación de
un comité técnico para abordar el problema planteado
en el presente artículo, con el objetivo de desarrollar
niveles guía locales. •
ANDREA BARREDA
201
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- Resolución CONAMA 420/2009, Dispõe sobre critérios e valores
orientadores de qualidade do solo quanto à presença de substâncias químicas e estabelece diretrizes para o gerenciamento
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Using GC/FID. Revision, 4. Washington. Recuperado de https://www.
epa.gov/sites/production/files/2015-12/documents/8015d_r4.pdf
202
LOS NIVELES GUÍA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DE SITIOS CONTAMINADOS
203
De prueba piloto barrial a servicio
de recolección diferenciada universal
Reflexiones sobre la necesidad de contemplar lo social en
la ampliación de escalas
Carolina Montera
Universidad Nacional
de Lanús | Argentina
carolinamontera@gmail.com
Pablo J. Schamber
CONICET-PIIDISA
UNQ, UNLa. UNAJ | Argentina
pjschamber@hotmail.com
SECCIÓN ARBITRADA
ORCID: 0000-0002-3458-3182
Resumen: La clasificación por parte de los generadores y la
posterior recolección diferenciada de las fracciones que serán
tratadas y valorizadas constituyen elementos clave para el éxito
de la gestión integral de residuos sólidos urbanos (GIRSU). En
nuestro país, desde la primera década del siglo, existen normas
a nivel nacional y subnacional que buscan proteger el ambiente
y la calidad de vida de la población por medio de la reducción,
la reutilización, el reciclaje y el tratamiento de los residuos. En
muchos distritos, las “pruebas piloto” en espacios acotados son
impulsadas como prácticas para adquirir conocimiento y experiencia antes de involucrar todo el territorio. Sin embargo, aún
son pocos los gobiernos locales que lograron trascender esta
fase experimental y consolidar sistemas de manejo a gran escala. En este artículo buscamos reflexionar sobre las dificultades
que conlleva poner en marcha servicios de recolección diferenciada de carácter universal. Nos centramos en un programa desarrollado por un municipio de la provincia de Buenos Aires, que
comenzó como prueba piloto en algunos barrios y se fue ampliando paulatinamente hasta cubrir la totalidad del territorio.
Palabras clave: recolección diferenciada, prueba piloto, plantas
de clasificación, gobiernos locales.
Recibido: 26/03/21 | Aprobado: 01/07/21
Introducción
Muchos gobiernos locales, sobre todo cuando dan inicio a
su mandato, pretenden llevar a cabo mejoras en el manejo
de los residuos. Si bien este interés puede responder
a múltiples razones (presupuestarias, normativas,
políticas), últimamente se identifica como parte de una
tendencia global que expresa creciente preocupación por
las cuestiones ambientales, y el modo como se gestionan
los residuos se inscribe en ella. Son innumerables los
indicadores que pueden señalarse para dar cuenta de esta
predisposición. Para mencionar un ejemplo, la segunda
encíclica del Papa Francisco, denominada Laudato si’ y
cuyo subtítulo es “Sobre el cuidado de la casa común”,
centra su contenido en el planeta Tierra. Allí, se brinda un
alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada
“para combatir la degradación ambiental y el cambio
climático” (Francisco, 2015). En el mismo sentido, puede
considerarse el hecho de que en el año 2018 las Naciones
Unidas decidieron que las celebraciones por el Día Mundial
del Hábitat se centren en el manejo de los residuos sólidos
municipales. Bajo el eslogan “Ciudades que gestionan bien
los residuos”, el organismo buscó crear conciencia sobre
la urgencia de la situación a nivel mundial; facilitar un
entorno para el desarrollo de políticas, diálogos y alianzas;
y promover la creación de soluciones innovadoras y la
movilización de recursos para hacer frente a los desafíos
en el manejo local de los desechos.
No obstante, perseguir propósitos de mejora en
la gestión no significa que las medidas concretas que
se deciden encarar escapen a una serie de vicios e
inconvenientes. Las buenas intenciones no garantizan
la implementación eficaz de una política y hasta
pueden generar como resultado el agravamiento de
los problemas que se querían remediar. Infelizmente,
sobran casos en los que se invirtieron grandes
sumas de dinero en equipamiento e infraestructuras
que no funcionan o que no se corresponden con las
necesidades del ámbito para el que fueron adquiridas;
al igual que campañas de comunicación que por no
estar articuladas con otros componentes del sistema
de gestión carecen de sentido o son percibidas por
la sociedad como engañosas, entre muchos otros
ejemplos (Jurado y Schamber, 2020).
La clasificación por parte de los generadores y la
posterior recolección diferenciada de las fracciones que
serán tratadas y valorizadas constituyen elementos clave
204
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
para el éxito de la gestión integral de residuos sólidos
urbanos (GIRSU). Se busca con su implementación una
alternativa superadora de la recolección y disposición
indiscriminadas, que además suelen ocasionar elevados
gastos a las administraciones. En nuestro país, desde
la primera década del siglo, existen normas a nivel
nacional y subnacional que buscan proteger el ambiente
y la calidad de vida de la población por medio de la
reducción, la reutilización, el reciclaje y el tratamiento de
los residuos (Nonna, 2017). En este sentido, en muchos
distritos las “pruebas piloto” en espacios acotados son
impulsadas como prácticas para adquirir conocimiento
y experiencia antes de involucrar todo el territorio. Sin
embargo, aún son pocos los gobiernos locales que
lograron trascender esta fase experimental y consolidar
sistemas de manejo a gran escala.
En este artículo buscamos, justamente, reflexionar
sobre las dificultades que conlleva poner en marcha
servicios de recolección diferenciada de carácter
universal que toman como modelo una experiencia
barrial exitosa, considerando que se trata solo de una
ampliación de escalas. Para ello, nos centramos en un
programa desarrollado por un municipio de la provincia
de Buenos Aires, que comenzó como prueba piloto en
algunos barrios y se fue ampliando paulatinamente hasta
cubrir la totalidad del territorio.1 Basados en esta y otras
experiencias conocidas a través de estudios académicos
y asistencias técnicas, nos interesa ofrecer advertencias
sobre una serie de inconvenientes bastante comunes
que suelen aparecer ni bien comienzan a implementarse
medidas tendientes a introducir mejoras en los sistemas
de gestión de los residuos. Estos inconvenientes, tal vez por
acentuarse en forma exclusiva lo ambientalmente loable
del carácter de las iniciativas, no suelen ser considerados
seriamente como tales sino hasta muy tarde.
Primeros pasos: la prueba piloto
En el año 2009, el municipio puso en marcha un
programa piloto de separación en origen y recolección
diferenciada (al que nos referiremos como la prueba
1. La recolección de información en campo, que consistió en
entrevistas a actores clave del distrito, fue realizada por Carolina
Montera entre los años 2007 y 2015, en el marco de las tareas
necesarias para la elaboración de su tesis doctoral. Volvemos
anónimo el caso a efectos de poder generalizar, evitando brindar
los detalles y las precisiones que corresponderían en el tratamiento
de una situación específica y particular.
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
205
Apetitos en torno a los residuos, de Mélanie Rateau (6).
Sacando fuerzas de los residuos,
de Claudia Cirelli (7).
piloto) con los objetivos de sensibilizar a la comunidad
sobre la problemática de los residuos y mejorar las
condiciones de trabajo de los recuperadores urbanos
(cartoneros). La iniciativa fue propuesta en las mesas
de Presupuesto Participativo2 por una asociación civil
local que contaba con antecedentes en la promoción
de cooperativas de reciclaje con cartoneros y en el
fomento de la educación ambiental; incluso gestionaba
un pequeño emprendimiento de recuperación de
materiales en un sector del distrito. Con este proyecto,
se buscaba ampliar el trabajo territorial que la
organización desarrollaba, como así también incorporar
a los recuperadores a las tareas de recolección,
tratamiento y comercialización que hasta entonces
eran realizadas por integrantes de la organización.
La administración local creó una oficina
específicamente encargada de poner en marcha y
monitorear el proyecto. La primera tarea que tuvo a
su cargo fue la de encontrar un sitio donde instalar
la planta de recepción y clasificación de materiales
reciclables. En un territorio densamente urbanizado,
las resistencias de los vecinos no tardaron en hacerse
escuchar (reacción que suele identificarse en la
jerga sanitarista como “efecto NIMBY”, por las siglas
en inglés de la expresión “not in my backyards”, que
traducida sería “no en mi patio trasero”), y, como
consecuencia, se demoraron los plazos previstos de
implementación. Finalmente, se concretó el alquiler
de un galpón en un sector que ya estaba impactado
por las actividades del servicio municipal de higiene
urbana, lo que redujo las resistencias mencionadas.
La prueba piloto comenzó a operar en condiciones
muy precarias: la recolección se hacía con carros
empujados por los propios recuperadores y la
clasificación era realizada sobre mesas improvisadas
con materiales descartados. Con el paso del tiempo,
se mejoró el equipamiento con la adquisición de
vehículos y tráileres, mesas de clasificación y carros
para uso interno gracias al financiamiento provisto
por un organismo gubernamental nacional.
Por su parte, la asociación civil gestionó la creación
de una cooperativa que se dedicaría a las cuestiones
operativas, para poder concentrarse en la coordinación
del proyecto y en las actividades de promoción. Varios
2. El Presupuesto Participativo es un mecanismo institucional de
participación, a través del cual los ciudadanos proponen y eligen los
proyectos que se ejecutarán con fondos municipales.
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
207
entrevistados comentaron que no resultó sencillo
lograr la estabilidad de los miembros de la cooperativa
dado que los socios, con antecedentes cartoneros,
debían adquirir las normas y los hábitos de un tipo
de trabajo novedoso: asistir diariamente, cumplir
horarios, utilizar protección y espacios previstos para
las tareas, no sustraer materiales para la venta de
forma particular, entre otros. La asociación civil, en
articulación con distintas áreas del municipio, brindó
apoyo para que los integrantes de la cooperativa
tuvieran acceso a salud, educación y seguridad social.
Solo cuatro años después de haberse empezado
a ejecutar la prueba piloto, se consolidó un equipo de
trabajo con 35 socios, quienes contaban con seguro por
accidentes y monotributo social.3 Además de los ingresos
obtenidos por la venta de materiales, recibían una ayuda
económica mensual del municipio y otra del Programa
de Trabajo Autogestionado del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social de la Nación.4 Según datos
provistos por los entrevistados, los ingresos en 2015 eran
semejantes al valor del salario mínimo, vital y móvil.5 La
asociación, por su parte, recibía un subsidio municipal en
función de un convenio que se renovaba semestralmente.
En sus inicios, la prueba piloto abarcó 200 manzanas,
las cuales fueron seleccionadas por el alto poder
adquisitivo de sus habitantes (lo que redundaba en más
y mejores materiales) y por los antecedentes del trabajo
territorial que la asociación civil venía realizando en la
zona. La metodología de trabajo constaba de tres etapas:
i) promotores ambientales, previamente capacitados
por la asociación civil, realizaban tareas de promoción
3. El monotributo social es un régimen de la seguridad social
orientado a trabajadores independientes no profesionales o
integrantes de cooperativas, que les permite acceder a cobertura
médica y realizar aportes previsionales (Fuente: https://www.
anses.gob.ar/monotributo-social, última consulta: 02/01/2019).
4. La cooperativa ingresó al Programa de Trabajo Autogestionado en
el año 2014. Dicho programa tiene por objetivos mantener y generar
puestos de trabajo, promocionando y fortaleciendo unidades
productivas autogestionadas. Está dirigido a unidades productivas
gestionadas por sus trabajadores, que provienen de procesos
de recuperación de empresas, o a las generadas por iniciativa de
trabajadores. El Programa brinda apoyo técnico y económico para el
aumento de la capacidad productiva y la competitividad, y asistencia
para la mejora de la capacidad de gestión y la higiene y seguridad
del trabajo. Además, ofrece una ayuda económica mensual a cada
uno de los socios trabajadores durante un período máximo de 12
meses, cuando la suma de ingresos no supere el monto establecido
para el salario mínimo, vital y móvil (Fuente: https://www.argentina.
gob.ar/trabajo/autogestionado, última consulta: 13/01/2019).
5. En agosto de 2015, el salario mínimo, vital y móvil era de $5.588
mensuales (Resolución 4/2015 del Consejo Nacional del Empleo, la
Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil).
208
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
puerta por puerta; ii) dichos promotores revisitaban los
hogares que habían aceptado participar de la iniciativa
para presentarle al socio de la cooperativa que retiraría
sus residuos; y iii) los recuperadores recorrían los
domicilios adheridos, en los días y horarios acordados,
para recoger en mano los materiales reciclables. Este
modelo encastraba a la perfección con un gobierno
que buscaba hacer de la proximidad uno de sus
principales clivajes discursivos. Además, mostró ser
una metodología efectiva por la cantidad y calidad de los
materiales recolectados, como también por los vínculos
e intercambios construidos entre los recuperadores y
los vecinos. Los resultados de un relevamiento interno
muestran que el 75 % de los 1.950 hogares visitados entre
2009 y 2010 aceptó participar de la iniciativa. Frente a esta
buena receptividad, la prueba piloto se fue extendiendo a
otros sectores del distrito de manera progresiva, hasta
llegar a recoger los materiales de 6 mil viviendas, sin
contar escuelas, organismos públicos y empresas (según
datos oficiales a diciembre de 2012). Ello significa que,
respecto al mes de lanzamiento, la cobertura de la prueba
piloto creció un 2.900 %. Los entrevistados calculan que
en 2012 se recibían entre 50 y 60 tn/mes de materiales
y que la tasa de rechazo no superaba el 10 % de ellos.6
En vista de estos buenos resultados, las autoridades
municipales decidieron extender el programa a todo el
distrito, poniendo fin a la fase piloto.
De prueba piloto a servicio con cobertura universal
En marzo de 2013, el municipio lanzó un servicio de
recolección diferenciada con cobertura para todos
los habitantes del distrito. En esta nueva etapa, se
estableció un día específico por localidad para que los
vecinos colocaran, en horario matutino, los residuos
reciclables en bolsas comunes en el frente del domicilio.
La nueva modalidad de recolección diferenciada
se hizo con una flota de camiones compactadores
y una treintena de empleados municipales, entre
choferes y corredores.7 La logística pasó a manos del
6. Se llama “rechazo” a los residuos que son enviados a disposición final por no poder ser valorizados, dado que corresponden a materiales
impropios (ej. sustancias peligrosas) o han perdido sus atributos por
diferentes motivos (ej. contaminación con desechos orgánicos). La tasa
de rechazo se calcula como la proporción entre los residuos rechazados y el total de residuos ingresados a la planta de tratamiento.
7. Coloquialmente, se denomina “corredor” al personal que levanta
los residuos de la vía pública y los arroja dentro del camión recolector
mientras este continúa la marcha.
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
209
área municipal que estaba a cargo de la prestación de
los servicios de higiene urbana (fundamentalmente,
barrido, recolección domiciliaria y limpieza de espacios
públicos).8 Como la mayor cantidad de residuos
recolectados por el programa no podía ser tratada
con la infraestructura disponible en la planta que
gestionaba la cooperativa (que procesaba hasta 10 tn/
día), se estableció un acuerdo con las plantas sociales
de la CEAMSE, ubicadas en el Complejo Ambiental Norte
III, para que recibieran los materiales excedentes.9
Esta nueva metodología fue resultado de un
análisis de alternativas realizado por el área ambiental
municipal. Para extender el programa, el gobierno
local contaba con dos opciones: continuar adhiriendo
sectores de forma progresiva o bien “pegar un salto”
y cubrir a todo el resto del territorio al mismo tiempo.
Al interior de la gestión municipal, las opiniones
estaban divididas. Los actores más involucrados en la
administración cotidiana de la experiencia vinculada con
la prueba piloto se inclinaban por seguir una estrategia
incremental que permitiera fortalecer progresivamente
las capacidades operativas; mientras que los referentes
del área ambiental (cuyas funciones en materia de
residuos hasta entonces se limitaban a la promoción
y educación ambiental), creían que las condiciones
estaban dadas para cambiar de escala. Fue esta oficina
la que logró convencer a la autoridad municipal de que
universalizar el servicio “de golpe” era la mejor forma
de sostener el contrato de proximidad con los vecinos y
el carácter innovador de las políticas locales.
Lo más llamativo del caso es que la decisión y
el diseño de la nueva modalidad se hicieron sin la
participación de la asociación civil local y la cooperativa
de recuperadores que habían gestado y formaban parte
de la implementación de la prueba piloto. Más aún, bajo
el nuevo esquema, ambos actores vieron reducida su
influencia al ser desplazados de las tareas de promoción
y de recolección puerta a puerta. Sus funciones
quedaron limitadas a la clasificación en la planta y a la
comercialización de los materiales recuperados.
8. El principal centro comercial del municipio fue el único sector en el
que la cooperativa siguió realizando la recolección ya que, por la gran
cantidad de edificios y comercios, la disposición de los residuos en la
acera hubiera afectado la circulación peatonal.
9. Las once plantas sociales se encuentran ubicadas en el Reciparque
de la CEAMSE y son administradas por cooperativas y asociaciones
civiles conformadas por referentes barriales y ex recolectores. Para
indagar sobre sus orígenes y características véase Álvarez, 2011.
210
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
Seis meses después de lanzado el nuevo programa,
el municipio realizó un estudio para evaluarlo. A través
de una encuesta probabilística, relevó la opinión de
más de 400 habitantes. Los resultados arrojaron que,
si bien el 96 % creía importante contar con un servicio
de recolección de reciclables, solo el 48 % conocía el
día asignado a su localidad y el 27 % el horario en que
se debían disponer los desechos. Asimismo, el 51 % de
los encuestados indicó que utilizaba el servicio, cifra
significativamente menor que el 75 % de adhesión
que tenía la prueba piloto. Las personas entrevistadas
durante el trabajo de campo también hicieron referencia
a esta disminución, señalando que la falta de adhesión y
fidelidad al nuevo programa se debía a la falta de contacto
con los promotores ambientales y con los recolectores,
que era una característica del esquema anterior.
Por otra parte, el nuevo programa tuvo dificultades
operativas. Según resultados de la misma encuesta,
el 24 % de los usuarios tenía una mala opinión del
servicio por incumplimientos en el cronograma o en
los circuitos de recolección. En igual sentido, datos
brindados por otra oficina del gobierno local muestran
que en 2014 se registraron 2.305 reclamos por falta
de recolección de materiales reciclables, un promedio
de casi 200 quejas por mes. Todos los agentes
municipales entrevistados reconocen que el mayor
déficit del programa era la logística y que fue difícil
lograr que los camiones pasaran por todos los frentes
y recogieran las bolsas de materiales reciclables, dado
que no siempre eran fáciles de reconocer debido a la
ausencia de un color, empaque o ubicación distintivos.
Finalmente, la nueva forma de recolección impactó
desfavorablemente en la calidad de los residuos
recolectados. Según estimaciones de los entrevistados,
la tasa de rechazo en la planta se triplicó, pasando del
10 % al 30 % del total ingresado. Los entrevistados
explican que este incremento fue causado por la
incorporación de camiones compactadores y personal
municipal. Durante la prueba piloto, los socios de la
cooperativa tenían fuertes incentivos para recoger
solo materiales limpios y con valor de mercado,
dado que participaban de las ventas. Eso cambió
cuando los ingresos de los nuevos recolectores del
programa (empleados municipales) dejaron de estar
directamente vinculados a la venta de los materiales.
Como el personal municipal cobra un sueldo
independientemente del tipo de materiales recogido
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
211
y, además, está expuesto a llamados de atención por
parte de los supervisores si no dejan las calles limpias,
tiende a levantar todas las bolsas de las aceras, sin
diferenciar las propias del programa.
Las autoridades locales estaban analizando cómo
mejorar estos aspectos del programa cuando la
derrota electoral del 2015 cambió repentinamente las
reglas del juego. La administración entrante cuestionó
los altos costos operativos del servicio, tanto como
su limitado impacto en términos de reducción de los
residuos enviados a disposición final, factores que
llevaron a la cancelación del servicio. Esta decisión
implicó la exclusión de la asociación civil en todo tipo
de acciones vinculadas con el manejo de los desechos
y el abandono del sistema de recolección diferenciada
puerta a puerta. En su reemplazo, la nueva gestión
instaló “puntos limpios”, esto es, contenedores de
grandes dimensiones en espacios públicos (plazas,
estacionamientos, ciertas esquinas) para que los
vecinos lleven sus residuos clasificados. No se trata
de los pequeños cestos generalmente puestos sobre
columnas del alumbrado público, sino de contenedores
de mayor porte identificados especialmente para
recibir solo el tipo de residuos establecido. En relación
con el destino de los materiales, una pequeña parte
siguió yendo a la planta gestionada por la cooperativa
y el resto a las plantas sociales de la CEAMSE.
¿Solo un cambio de escala?
De la descripción anterior, se desprende que la puesta
en marcha del servicio de recolección diferenciada
con cobertura universal introdujo una serie de
modificaciones de peso (ver Tabla 1). No solo se amplió la
cobertura del programa (pasando de 6 mil a más de 120
mil viviendas), sino que además cambió la composición
de los elementos que integraban el dispositivo de
política pública. Los miembros de la cooperativa, que
realizaban un retiro capilar y personalizado de los
residuos reciclables, fueron conminados a realizar
exclusivamente la gestión de la planta; en tanto las
funciones de recolección fueron ocupadas por personal
municipal. Los camiones con caja abierta, utilizados
durante la prueba piloto, fueron reemplazados por
camiones compactadores semejantes a los de la
recolección común, lo que permitió al municipio ahorrar
combustible y aumentar la capacidad de carga, pero a
212
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
Tabla 1. Comparación entre la
prueba piloto y el programa con
cobertura universal.
costa de confundir la identidad lograda y comprometer
la calidad de los residuos captados. Es cierto que con
la nueva modalidad se incrementó notablemente
la cantidad de materiales recogidos, pero también
crecieron las quejas sobre el servicio por parte de los
vecinos y el porcentaje de material rechazado durante
el proceso de clasificación.
Prueba piloto
Programa con cobertura universal
Cobertura
Focalizada
6.000 frentes (2012)
Universal
120.000 frentes (2015)
Nivel de adhesión
75%
51%
Recolección
diferenciada
Personalizada a cargo
de la cooperativa
Puerta a puerta, a cargo del área responsable
de la higiene urbana
Tn recolectadas (aprox.)
50 tn/mes
130 tn/mes
Planta municipal gestionada
por la cooperativa
Planta municipal gestionada por la cooperativa
y Plantas sociales de la CEAMSE
10%
30%
Clasificación de residuos
Tasa de rechazo (aprox.)
Fuente: Elaboración propia.
Todos estos cambios nos llevan a cuestionar si se trató
simplemente de una ampliación de la escala o si consistió
en la inauguración de algo distinto. Siguiendo cierta
tradición en ciencias sociales, entendemos a las políticas
públicas como ensamblados de elementos heterogéneos,
entre los que se incluyen a los actores sociales pero
también a los agentes no humanos (o actantes),
tales como los materiales reciclables, los camiones
recolectores, las cintas de clasificación y todos aquellos
objetos que resultan necesarios para la implementación
de programas de este tipo (Callon, 1995; Latour, 1986,
1998, 2008). Uno de los corolarios, al definir a las políticas
públicas de esta forma, es que si los elementos varían, el
conjunto también lo hace. Dado que la universalización del
servicio significó la construcción de un nuevo entramado
sociotécnico (a través de la adquisición de equipamiento,
la incorporación de nuevos actores y la modificación de la
metodología de trabajo), nos preguntamos si dicha etapa
debe seguir siendo vista como la extensión de la prueba
piloto a un territorio más amplio, o si en realidad debe ser
interpretada como una nueva política.
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
213
La dimensión material (esos agentes no humanos)
suele estar relegada en los análisis de políticas públicas,
quedando confinada a los “detalles técnicos” que solo
son relevantes para profesionales provenientes del
campo de la ingeniería. El reemplazo de los artefactos
y de las herramientas suele soslayarse como
transformaciones tecnológicas positivas, dado que, de
por sí, implican modernización y, consecuentemente,
mejoras. Sin embargo, el caso analizado muestra que
la inclusión de estos elementos debe ser analizada,
coordinada y controlada para que las acciones sean
exitosas. El ejemplo más claro es que la incorporación
de camiones compactadores en reemplazo de los carros
y del camión de caja abierta fue un motivo de peso en
el mal desempeño del nuevo programa. Creemos que
el estudio y el diseño de las políticas de residuos tienen
mucho por ganar si, junto a los “tecnogramas”, también
se comienzan a trazar los “sociogramas”.10
Reflexiones finales:
¿qué podemos aprender del caso?
Si prestamos atención a esta experiencia es porque
creemos que ofrece algunas lecciones en materia de
política ambiental. Si bien los gobiernos locales tienen
cada vez más incentivos para implementar programas de
recolección diferenciada (que van desde oportunidades
de financiamiento internacional hasta demandas de
organizaciones territoriales), son todavía pocos los que al
día de hoy asumieron plenamente el reto de incorporar
dichos programas dentro de los servicios municipales
regulares. Frente a este escenario, cada iniciativa que
avanza en ese sentido constituye una oportunidad de
aprendizaje valiosa.
La primera lección que podemos extraer refiere
a los objetivos de la política. ¿Están suficientemente
definidos los propósitos que se persiguen alcanzar a
través de las nuevas iniciativas favorables al reciclaje?
¿Existen disputas sobre cuáles deben ser las metas
prioritarias? Si bien el paradigma del desarrollo
sostenible parte del supuesto de que es posible
reconciliar el crecimiento económico, el cuidado del
ambiente y la inclusión social, sabemos que en los
hechos son campos en tensión y que cada política
10. El sociograma es una técnica de representación gráfica de las
distintas relaciones entre los sujetos que conforman un grupo,
poniendo así de manifiesto los lazos de influencia y de preferencia
que existen entre los mismos.
214
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
De lo informal a lo formal: en dirección a la planta, de Bénédicte Florin (46).
plantea (aunque no lo haga explícito) una forma particular
de enmarcar el problema. Durante la prueba piloto, lo más
importante era generar mecanismos de inclusión para los
recuperadores (sin importar la cuantía de las ganancias
o siquiera la existencia de las mismas); mientras que en
la siguiente etapa, primaron tanto la necesidad de reducir
los impactos derivados de la disposición indiscriminada de
desechos como la oportunidad de capitalizar políticamente
un tema de creciente importancia en la agenda pública, al
mostrar iniciativa y capacidad de innovación. Este viraje,
que estuvo motorizado por una coalición de actores
diferente a la que había gestado el programa, indica que
la prevalencia de unos objetivos sobre otros es resultado
de la correlación de fuerzas de los actores intervinientes.
Cada arreglo institucional es una cuestión que se dirime en
el campo del poder, no algo que obviamente deriva de la
problemática tratada. No es evidente que el área encargada
de la higiene urbana municipal sea la que naturalmente
deba entender en las nuevas iniciativas vinculadas a la
valorización de los residuos.
Ahora bien, ¿las reformas a introducir tienen autonomía
e independencia respecto a otros aspectos del sistema
vigente?, ¿tiene suficiente fortaleza el área municipal desde
donde se planificarán e instrumentarán las acciones? Es
muy importante que el gobierno local identifique en qué
área o sector de la administración recaerá la coordinación
y la mayor responsabilidad respecto de la definición e
implementación de las nuevas medidas. Ello puede darse
en áreas ya existentes u otras que sean creadas ad hoc,
como en el caso analizado. Por lo general, las iniciativas
tendientes a procurar mejoras ambientales y a promover la
inclusión social a través del reciclaje recaen, precisamente,
en las oficinas que tienen su ámbito de injerencia en “lo
ambiental” y/o en “lo social”. Inicialmente ello parece
pertinente, sin embargo, no suelen ser esos los sectores
con responsabilidad en los aspectos históricamente más
relevantes de la gestión de residuos (como el servicio de
recolección domiciliaria y de disposición final) y con la
mayor disponibilidad de recursos económicos y humanos.
Es un gran desafío que las innovaciones que
persiguen propósitos identificados como “ambientales” o
“sociales puedan amalgamarse adecuadamente con las
áreas con real injerencia en la gestión de los residuos,
como suelen ser las de obras públicas o higiene urbana,
menos identificadas con aquellos propósitos. Estas
áreas, dotadas de las mayores proporciones de recursos
en que se dividen los presupuestos municipales, tienen
216
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
como objetivo principal (y en gran medida único) brindar
un adecuado servicio de limpieza y recolección. En todo
caso, las propuestas que originan se identifican más
con la incorporación de tecnología de gran escala o
transformaciones logísticas importantes que requieren
de grandes inversiones. No es casual que, en el caso
analizado, cuando la recolección diferenciada quedó a
cargo del área de higiene urbana, los aspectos ambientales
y sociales fueron dejados de lado, y la extensión territorial
y el nivel de cobertura pasaron a tener mayor centralidad.
Dado que el éxito de las medidas que se quieran
implementar se encuentra estrechamente ligado a la
capacidad que tenga la oficina a cargo de las mismas para su
instrumentación y control, es importante que la dimensión
y envergadura de las modificaciones se correlacione con
la jerarquía política y capacidad de gestión de la misma.
Por este motivo, pero también por razones vinculadas al
carácter integral, es deseable que se trate de iniciativas
transversales, es decir, que involucren a distintas áreas de
gobierno, pero coordinadas por un área jerárquica con real
capacidad de tomar decisiones y hacerlas cumplir.
Otra lección corresponde al encadenamiento de las
distintas etapas de la gestión de los residuos. ¿Se encuentran
articuladas la instancia de recolección diferenciada con la
de tratamiento y valorización en las plantas de clasificación?
¿Existen mercados e información sobre a dónde llevar
los materiales recuperados? ¿Se producen cuellos de
botella en alguna de estas etapas? Existe un informe de
la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
Nación que, en 2011, identificó 203 plantas de clasificación
de materiales reciclables operativas en la Argentina (Grupo
Arrayanes, 2011). Si bien desde la fecha de la publicación
de ese informe a la actualidad se inauguraron un número
importante (aunque impreciso) de nuevas plantas, es
altamente probable que persistan algunos de los problemas
entonces detectados. En las conclusiones, el informe afirma
que la gestión de las plantas no está integrada con la etapa
de separación en origen ni con la recolección diferenciada
(sea bajo el sistema puerta a puerta o en contenedores), lo
que limita las posibilidades de eficiencia y sustentabilidad
de los emprendimientos. En un sentido similar, en la
experiencia antes descripta, la decisión de universalizar el
servicio de recolección diferenciada se realizó sin fortalecer
previamente las capacidades operativas de la planta de
clasificación. Como consecuencia, el gobierno local debió
articular con instalaciones ubicadas en otros distritos para
que tratasen los desechos recolectados, lo cual se tradujo
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
217
Encaminados al reconocimiento
de los trabajadores de los residuos,
de Mélanie Rateau (25).
El joven limpiador de botellas, de Rémi de Bercegol (21).
218
(entre otras cuestiones) en mayores costos económicos
e impactos ambientales por el incremento de las
distancias a recorrer.
Aunque probablemente los lectores puedan extraer
muchas otras, la última lección que queremos mencionar
refiere a los saberes (muchas veces invisibilizados)
que se vinculan con el manejo de los desechos. ¿Qué
competencias poseen los actores que participan en los
programas de recolección diferenciada? ¿De qué forma
las adquirieron? ¿En qué medida están acreditadas y
legitimadas por el conjunto de la sociedad? Si la prueba
piloto tuvo altos niveles de adhesión entre los habitantes
del distrito y bajas tasas de rechazo de los materiales
recogidos fue, en buena medida, porque involucró a
actores con conocimientos de gestión bien fundados.
La asociación civil local, impulsora del programa piloto,
contaba con antecedentes y experiencia en el oficio, y sus
miembros eran conscientes de que las actividades de
promoción de la clasificación en origen y la recolección
diferenciada no se autosustentan con la venta de los
residuos reciclables, sino que necesitan ser subsidiadas.
Así, solo comenzaron a implementar el proyecto cuando
la colaboración técnica y financiera del municipio se
hizo efectiva. En el mismo sentido, los socios de la
cooperativa sabían cómo identificar los residuos secos
de los húmedos y cómo manipular los materiales para
obtener el mejor precio de mercado posible.
Reconocer y recuperar esos saberes prácticos,
presentes en cada uno de los territorios, es una tarea
urgente para evitar caer en recetas prefabricadas o
pensadas para otras latitudes. •
CAROLINA MONTERA Y PABLO J. SCHAMBER
219
Referencias
- Álvarez, R. (2011). La basura es lo más rico que hay.
Relaciones políticas en el terreno de la basura. El caso de
los quemeros y los emprendimientos sociales en el Relleno
Norte III del CEAMSE. Buenos Aires: Dunken.
- Callon, M. (1995). Algunos elementos para una sociología
de la traducción: la domesticación de las vieiras y los
pescadores de la bahía de St. Brieuc. En J. M. Iranzo, R.
Blanco, T. González de la Fe, C. Torres y A. Cotillo (Eds.),
Sociología de la Ciencia y la Tecnología (pp. 259-282).
Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Francisco, P. (2015). Laudato SI’: Carta encíclica del Sumo
Pontífice Francisco : a los obispos, a los presbíteros y a los
diáconos, a las personas consagradas y a todos los fieles
laicos sobre el cuidado de la casa común / Papa Francisco.
Lima: Paulinas.
- Grupo Arrayanes. (2011). Proyecto nacional para la
gestión integral de residuos sólidos urbanos BIRF
7362-AR. Buenos Aires: Observatorio Nacional de Gestión
de Residuos Sólidos Urbanos.
- Jurado A. y Schamber P. (2020). La reconstrucción post
pandemia del sistema de reciclaje con inclusión social.
Café de las Ciudades, 19(2)187. Recuperado de https://
cafedelasciudades.com.ar/sitio/contenidos/ver/340/
la-reconstruccion-post-pandemia-del-sistema-dereciclaje-con-inclusion-social.html
- Latour, B. (1986). The powers of association. En J.
Law (Ed.), Power, Action and Belief: a New Sociology of
Knowledge? (pp. 264-280). Londres, Boston y Henley:
Routledge and Kegan Paul.
- Latour, B. (1998). La tecnología es la sociedad hecha
para que dure. En M. Doménech y F. J. Tirado (Eds.),
Sociología simétrica. Ensayos sobre ciencia, tecnología y
sociedad (pp. 109-141). Barcelona: Gedisa.
- Latour, B. (2008). Reensamblar lo social. Una introducción
a la teoría del actor-red. Buenos Aires: Editorial Manantial.
- Nonna, S. (2017). La protección del ambiente. Esquema
constitucional y de presupuestos mínimos en Argentina.
Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales,
14(47). Recuperado de https://revistas.unlp.edu.ar/
RevistaAnalesJursoc/article/view/4206
220
DE PRUEBA PILOTO A SERVICIO CON COBERTURA UNIVERSAL
EXPERIENCIAS
Pamela Carolina Natan
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
natanp@opds.gba.gov.ar
Modalidades y escalas
de compostaje urbano en
la provincia de Buenos Aires
Resumen
El compostaje permite transformar los residuos orgánicos
en un abono para los suelos y cierra el círculo virtuoso
de la materia orgánica. Este artículo tipifica las diversas
modalidades que se encuentran activas en la provincia
de Buenos Aires: compostaje domiciliario, compostaje
compartido, compostaje centralizado de residuos
verdes y compostaje centralizado de residuos orgánicos
domiciliarios. Lograr una gestión adecuada de los residuos
orgánicos es un desafío mayor y por ello desde el OPDS se
brindan capacitaciones, generan contenidos, y se asesora
a las iniciativas para potenciarlas.
Introducción
El compostaje es un sistema de tratamiento que permite
transformar los residuos orgánicos domiciliarios,
municipales, agrícolas e industriales en un abono para
los suelos, lo que cierra el círculo virtuoso de la materia
orgánica. Se trata de un proceso vivo, ya que se basa
en estimular la presencia de microorganismos que
utilizarán tales desechos como recursos vitales para su
crecimiento y desarrollo. Este artículo pretende tipificar
las diversas modalidades de compostaje urbano que se
222
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
encuentran activas en la provincia de Buenos Aires, para
visibilizar las acciones que se están impulsando no solo
desde los gobiernos locales, sino también por parte de
la sociedad civil. La información fue obtenida a partir
de un relevamiento efectuado en los 135 municipios
bonaerenses1 por la Dirección Provincial de Residuos del
Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS)
durante agosto del 2020, de la recorrida del territorio
y de los intercambios con referentes ambientales y
organizaciones que se han comunicado para dar a conocer
sus iniciativas exitosas y los desafíos encontrados, y para
solicitar asesoramiento para potenciarlas.
Compostaje domiciliario
El compostaje domiciliario consiste en el tratamiento
de los residuos orgánicos vegetales en el mismo hogar
en que se generan, a partir de la adopción de una
compostera y de las buenas prácticas que aseguran
el éxito del proceso. A través de dicho tratamiento
pueden transformarse con total seguridad los restos de
yerba, café, cáscaras, carozos y todo otro descarte de la
preparación de las comidas (a excepción de los desechos
de origen animal) y los restos de jardinería (pasto, hojas,
ramas), para obtener como resultado un abono que puede
ser utilizado en macetas, huertas y canteros.
Esta modalidad de compostaje se caracteriza por el
papel activo y responsable que asume el hogar generador
del residuo. Trae aparejados beneficios múltiples y
colectivos vinculados a la reducción de costos económicos
y ambientales en la recolección municipal, traslado y
disposición final, y en la mejora de la separación en origen
de las corrientes de reciclables (papeles, cartones, vidrio,
plástico y metales), lo que propicia que estos residuos
lleguen en condiciones adecuadas para su manipulación
por los recuperadores urbanos y su posterior valorización.
La promoción del compostaje domiciliario necesita
de una sólida campaña de sensibilización e información
respecto de cómo arrancar y darle seguimiento a la
práctica. Para ello, son numerosos los municipios
que generan y hacen difusión de contenidos vía redes
sociales y páginas oficiales, dictan talleres presenciales
o virtuales a cargo de técnicos propios, de organismos
públicos (INTI, INTA, OPDS), fundaciones, ONG o
profesionales independientes.
1. Si bien la encuesta fue enviada a los 135 municipios, se obtuvieron
respuestas de 116 municipios, que representan un 86 % del total.
PAMELA CAROLINA NATAN
223
Taller de compostaje y huerta
dictado por el municipio de
Ituzaingó.
Otras acciones relevadas consisten en facilitar el
acceso al equipamiento necesario para compostar.
Por citar algunos ejemplos, el programa “Avellaneda
Recicla” implementó un sistema online para la solicitud
de composteras domiciliarias desde su página web; las
mismas son entregadas con una bolsa de chips (podas
trozadas) que sirven como material estructurante y
aporte de carbono. “Escobar Sostenible” las entrega a
vecinos y vecinas que adhieran el pago de impuestos
al débito automático. Olavarría ha propuesto talleres
para la autoconstrucción de las composteras y Laprida
está incorporando tales dispositivos en viviendas que
entrega en el marco de planes sociales de hábitat.
Entrega de la compostera
número 1000 por el programa
“Avellaneda Recicla”. Se ofrece
también una bolsa de chips
de poda para su uso como
estructurante.
224
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
“Ituzaingó SE PA RA” efectúa sorteos de composteras
construidas por un taller protegido utilizando madera
de pallets, mientras que Chascomús expone en las
ferias locales un modelo que diseñó un vecino a partir
de materiales de descarte y de bajo costo para que los
interesados puedan replicarlo. Adolfo Alsina y Ayacucho
entregan núcleos de lombrices rojas californianas para
los hogares que desean incorporarlas como aliadas del
proceso: si bien estos animalitos no son indispensables,
despiertan la curiosidad de quien se inicia y contribuyen
a diversificar las estrategias de apropiación de la
práctica. Otra propuesta original es la de Trenque
Lauquen que lanzó un desafío artístico llamado
“Concurso Ideas Ambientales” para que la comunidad
participe elaborando videos vinculados a las temáticas
ambientales, entre ellas, la gestión de residuos.
Stand informativo y exposición
de compostera de tambor en
Chascomús.
A través del instrumento normativo, municipios
como Zárate, Guaminí y Pergamino han incorporado
la promoción del compostaje domiciliario en sus
ordenanzas, mientras que Escobar, Adolfo Alsina
y Guaminí han declarado de interés el “Mes del
Compostaje” que inició como una propuesta ciudadana
y tomó tal impulso durante el Aislamiento Social,
Preventivo y Obligatorio (ASPO) que logró incluso la
adhesión del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible de Nación. Este año se espera que el evento,
que tiene lugar entre el 22 de marzo —Día del Agua— y
el 22 de abril —Día de la Tierra—, supere aún más la
convocatoria del 2020.
Darle seguimiento a las composteras entregadas,
establecer un canal de consultas para los vecinos y vecinas
y efectuar campañas puerta a puerta son algunos de los
elementos que podrían potenciar aún más las iniciativas
PAMELA CAROLINA NATAN
225
para asegurar el éxito de la práctica domiciliaria. En este
sentido, formar y disponer de equipos de Promotores de
Compostaje puede darle mayor vuelo a la consolidación
de la temática en la agenda municipal, además de ser
una oportunidad de desarrollar nuevas competencias en
el territorio, en vinculación con instituciones educativas
de todos los niveles.
Compostaje compartido
El compostaje compartido, comunitario o colectivo
es una modalidad de tratamiento local donde los
generadores se hacen cargo parcial o totalmente de
su gestión en un sitio de compostaje común al cual
aportan de manera voluntaria sus residuos orgánicos.
Se trata de una alternativa para quienes no pueden
realizar el compostaje domiciliario por falta de espacio
y se constituye además en un lugar de encuentro
vecinal y fortalecimiento de los lazos comunitarios,
muchas veces precedido o acompañado de una huerta
donde se emplea el compost producido.
Los sitios de compostaje compartido pueden
ubicarse en una institución u organización, sea esta
una escuela, dependencia administrativa, club, centro
vecinal, sociedad de fomento u otro espacio comunitario.
Es el caso de “La Sartén por el Mango”, un comedor de
alimentación saludable que funciona en Lanús donde
se tratan no solo los residuos orgánicos provenientes
de la cocina, sino también aquellos del mantenimiento
del predio. Para asegurar el funcionamiento adecuado,
es importante designar al menos una persona a cargo
de su mantenimiento, que suele ser personal de cocina
o de limpieza. Si se realiza en una institución educativa
puede incluso pensarse que dicha responsabilidad
recaiga en un curso en particular que trabaje la temática
a lo largo del ciclo lectivo. De hecho, en Vicente López
poseen una propuesta integral de educación ambiental
para establecimientos educativos llamada “Escuelas
Sustentables”, que incluye una primera unidad dedicada
a la huerta y al compostaje. Otro ejemplo es el de
Tapalqué, que ha instalado una compostera comunitaria
en Las Casas Bioclimáticas, sitio de sensibilización
ambiental donde también funcionan las oficinas de las
áreas municipales de ambiente y producción.
226
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
Compostera institucional
y cartelería de La Casa
Bioclimática de Tapalqué.
Composteras comunitarias
instaladas por grupos
autoconvocados de vecinos y
vecinas de San Isidro.
PAMELA CAROLINA NATAN
Otra variante del compostaje compartido es
cuando el sitio se ubica en la vía pública, usualmente
en plazas, plazoletas, parques o terrenos junto a las
vías de tren. Este es el caso del compostaje barrial
que se viene desarrollando en diversos puntos de
San Isidro y que surgió por vecinos autoconvocados
y organizados a través de redes sociales. En estos
casos es interesante que el municipio acompañe la
práctica disponiendo de ordenanzas para promoverla
o fortaleciendo el dispositivo a partir de facilitar
material estructurante (chips de poda), riego,
cartelería y talleres de capacitación. Otra estrategia
consiste en asociar el sitio de compostaje compartido
a un Punto Verde, de modo tal que se puedan utilizar
las mismas instalaciones para el guardado de las
herramientas necesarias y se constituya en un nodo
de sensibilización ambiental.
227
Una última variante, vinculada al compostaje
compartido, es aquella que podría potencialmente
desarrollarse a nivel residencial; en este caso, las
composteras se instalan en un patio, jardín o terraza
común a todos los copropietarios/inquilinos de un
edificio. Allí podrían tratarse los residuos orgánicos
vegetales de cada departamento por el aporte
voluntario de los habitantes del inmueble. Si bien
no se han relevado aún este tipo de experiencias en
la provincia, es una práctica común en otros países;
podría propiciarse a partir de la capacitación de
la administración de consorcios para que estos a
su vez transfieran la iniciativa e incorporen en la
tarea de la portería lo referido a la custodia del buen
funcionamiento del dispositivo.
Compostaje centralizado de
residuos verdes municipales
Los residuos verdes municipales incluyen los restos del
mantenimiento de espacios verdes y arbolado urbano:
podas, recortes de pasto, desmalezado, hojas verdes y
hojarasca. Según su proveniencia (plazoletas, plazas,
parques, bulevares, bordes de caminos) y los hábitos de
la comunidad (si arrojan o no residuos a la vía pública),
suelen presentar mayor o menor presencia de impropios
como plásticos, papeles, cartones, metales, etcétera.
Es una corriente de residuos con gran potencial para
su compostaje, ya que se genera por los servicios de
higiene y espacios públicos municipales, y tiene un bajo
grado de degradabilidad, por lo cual su gestión no suele
traer complicaciones. Además, constituye una buena
oportunidad para desarrollar competencias locales en
el tratamiento de esta fracción y generar un compost
de calidad para su uso en viveros forestales, en huertas
y en los mismos espacios verdes donde se generaron.
En este sentido, se destaca la experiencia de Vicente
López que desde el 2018 lleva adelante su programa
“VL Composta” a través del cual el municipio ha
capacitado y ha incorporado a las tareas de su personal
de mantenimiento de espacios verdes el traslado
y el tratamiento de los residuos que se generan en
ocho plazas y parques. Cada sitio de compostaje está
conformado por 3 módulos de 1 m3 construidos con
“madera” plástica. Dos veces al año cosechan entre 4 y
5 toneladas de compost que es entregado a los vecinos
y vecinas como parte de las acciones de sensibilización.
228
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
Compostaje de residuos verdes en
plazas y parques de Vicente López.
En La Plata, la cooperativa “La Unión Hace la
Fuerza” también se ha iniciado en el compostaje
de los restos de pasto y hojarasca que recogen del
mantenimiento de la avenida de circunvalación y del
Paseo del Bosque, con el fin de producir un compost
para su huerta agroecológica.
El municipio de Lomas de Zamora, en su afán por
mejorar la gestión ambiental del Parque Municipal, de
una extensión aproximada de cuarenta hectáreas, ha
iniciado un programa de acondicionamiento de diversos
sectores como centros demostrativos de producción de
alimentos, paisajismo sustentable, reforestación con
nativas y compostaje incipiente de residuos verdes
provenientes del mantenimiento del predio.
En esta misma línea, Villarino está tramitando
actualmente la certificación según Resolución
Conjunta SENASA - SCyMA 1/2019 del compost que
producen en su Vivero Argerich. Si bien hoy ya lo
utilizan internamente en el predio, dicha certificación
los habilitará a la comercialización del mismo. Utilizan
como materia prima chips provenientes de la poda
urbana, recortes de pasto del mantenimiento de predios
municipales y tierra de corral. Como equipamiento
para la tarea, cuentan con una chipeadora, una pala
cargadora, una volteadora, un tamiz rotativo y una
embolsadora. En cuanto a recursos humanos, son
un total de ocho personas que trabajan en todas las
tareas vinculadas al vivero y al compostaje.
Otros municipios como San Miguel, Berazategui
y Pilar también están iniciando su tránsito en el
compostaje a gran escala de esta fracción.
PAMELA CAROLINA NATAN
229
Compostaje en planta de
transferencia de podas de Pilar.
Compostaje centralizado
de residuos orgánicos domiciliarios
Esta modalidad consiste en centralizar en una planta de
compostaje el tratamiento de la fracción orgánica de los
residuos domiciliarios que deben ser adecuadamente
separados en origen y recolectados de manera
diferenciada (es decir, que en ningún momento deben
entrar en contacto con otros desechos como pañales,
pilas, baterías, solventes, plásticos, vidrio, metales,
etcétera). Esta escala de procesamiento admite
residuos tanto de origen vegetal como animal mientras
se efectúe en conformidad con la normativa vigente que
exige, entre otras cosas, una etapa de alta temperatura,
una estabilización y un período de maduración
para obtener un producto de calidad agrícola. En
este tipo de plantas, la primera fase de tratamiento
precisa de mayor control de olores y vectores, lo cual
requiere de inversiones mayores de infraestructura y
seguimiento, y de una trazabilidad adecuada. Lograr
dicha trazabilidad es complejo por la multiplicidad de
actores que involucra —cada hogar se encarga de la
separación—, sumado a las características inherentes a
la materia orgánica —humedad y alta degradabilidad—,
que encarecen y complejizan su recogida selectiva.
Por ello es una modalidad que suele plantearse en
etapas avanzadas de una gestión integral, cuando la
recolección diferenciada de reciclables secos está
consolidada y ya se han agotado las estrategias de
promoción de compostaje domiciliario y compartido.
No obstante ello, en la actualidad hay iniciativas en
ciertos municipios como Bahía Blanca, Bolívar, Carlos
230
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
Casares, Laprida, Rauch y Trenque Lauquen donde
se efectúa un compostaje parcial de los residuos
orgánicos que son separados manual o mecánicamente
como rechazo de la planta de separación de reciclables.
En estos casos, si bien se obtiene un producto
bioestabilizado, no puede considerarse un compost
de calidad agrícola en los términos de la Resolución
Conjunta SENASA - SCyMA 1/2019, en tanto los
residuos orgánicos que le han dado origen no han sido
separados en el lugar de generación y puede persistir la
contaminación por haber estado en contacto con otros
desechos domésticos diversos. Suele ser entregado
en jornadas de “eco-canjes” a cambio de reciclables
secos o de otras corrientes como aceite vegetal usado
(AVU), para promover la separación en origen y el
afianzamiento del Día Verde municipal. En tales casos,
es importante aclarar a los vecinos y las vecinas que
no debe ser utilizado en huertas comestibles, sino solo
para plantas ornamentales.
Estrategia provincial de valorización
de residuos orgánicos
Embolsado de abono para su
entrega como eco-canje en
Trenque Lauquen.
Como se ha podido advertir, el compostaje presenta
mucho potencial en cuanto es una práctica que
puede desarrollarse desde la escala doméstica hasta
la industrial con impactos positivos ambientales,
económicos y sociales. Una estrategia de abordaje
integral debería incluir también la prevención de
las pérdidas y los desperdicios de alimentos, y el
PAMELA CAROLINA NATAN
231
afianzamiento de otras modalidades de valorización
de orgánicos alineadas dentro de lógicas de economía
circular y gestión a proximidad. Por ejemplo, el diseño
de circuitos para la alimentación animal, el uso de
sustratos orgánicos residuales para la producción de
hongos comestibles, la oferta de ramas y troncos de
podas como leña social, el empleo de chips y hojarasca
como cobertura vegetal, entre otras.
Ciertamente, lograr una gestión adecuada de los
residuos orgánicos es un desafío mayor que requiere
la articulación de los diversos actores del territorio, la
sensibilización y la capacitación de estos, y el diseño
y la implementación de programas participativos, en
una lógica de mejora continua y progresividad. Para
contribuir a ello, desde el equipo de la Dirección
Provincial de Residuos del OPDS se vienen brindando
capacitaciones2 y asesorías al respecto, y se han
generado contenidos específicos de libre descarga
como el Manual de Compostaje3 y el Catálogo de
Diseños y Construcción de Composteras.4
El compostaje no es solamente un sistema
adecuado de tratamiento de una fracción mayoritaria
de los residuos, es también una oportunidad para
revincularnos como sociedad con el ciclo de la
naturaleza y la ocasión para que cada cual desde su
escala pueda, como los microorganismos, transformar
sus desechos en un recurso. •
2. Ver enlace canal de YouTube: https://youtu.be/vSVzubrFgDc
3. Ver enlace https://bit.ly/3nncdP0
4. Ver enlace (http://bit.ly/CatalogoComposteras
232
MODALIDADES Y ESCALAS DE COMPOSTAJE URBANO
Escorias, metales ferrosos, imanes, manos, de Rémi de Bercegol (31).
EXPERIENCIAS
Federico Wahlberg
Director de Residuos Especiales
y Patogénicos
OPDS | Argentina
wahlbergf@opds.gba.gov.ar
Rehabilitación de computadoras
en las cárceles
Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos,
refuncionalización y recuperación de materiales
El viernes 27 de febrero desde el Organismo Provincial
para el Desarrollo Sostenible (OPDS) fuimos a visitar
el taller de refuncionalización de Residuos de Aparatos
Eléctricos y Electrónicos (RAEE) que funciona dentro
de la Unidad Penitenciaria N.° 1 Lisandro Olmos.
En esta cárcel, fundada en 1939, se encuentran unas
2600 personas privadas de su libertad. Doce de ellas
trabajan dentro del taller que se ocupa de revisar
computadoras y otros artefactos que municipios,
organismos provinciales, oficinas y hogares descartaron.
El objetivo es recuperar aquello que puede ser reutilizado
y desarmar lo que no, para luego vender sus partes
como materia prima para otros procesos productivos.
El OPDS se hizo presente para evaluar el funcionamiento
del taller y sugerir mejoras acordes a la normativa,
como paso necesario para la inscripción del mismo en el
registro de Refuncionalizadores de RAEE.
Cuando entramos a la Unidad Penitenciaria nos estaba
esperando Marcelo Lafolia, director provincial de Políticas
de Inclusión del Ministerio de Justicia. Cruzamos la primera
de varias puertas. Nos presentó a Rodrigo Ledesma,
subdirector de Asistencia y Tratamiento de la institución.
Ledesma nos aclaró que en el penal había 2601 personas.
No se le escapa una, ni siquiera en las estadísticas.
234
REHABILITACIÓN DE COMPUTADORAS EN LAS CÁRCELES
Luego se presentaron un par de penitenciarios que nos
acompañaron durante toda la visita.
Caminamos custodiados, a nuestra izquierda, por
un paredón blanco que delimitaba un extenso patio.
A la derecha, Marcelo nos iba presentando un par
de edificios: el Centro Cultural donde enseñan boxeo
y la escuela donde se enseñan todos los niveles
educativos: primario, secundario y universitario. Más
adelante saludamos a un entrenador de fútbol y a
sus jugadores. Finalmente, llegamos al galpón que
alberga varios talleres: carpintería, herrería y el taller
que habíamos ido a ver.
Dentro del galpón nos recibió Claudio, a quien solo
conocíamos en formato virtual. Claudio Fittipaldi es
prefecto mayor, Jefe de Departamento del programa
“Disposición y Reutilización de Tecnología en Desuso”
desde su creación, en 2009. El programa depende
del Servicio Penitenciario Bonaerense. Se ocupa de
la reducción, reutilización y reciclado de RAEE a nivel
provincial. Antes de la pandemia trabajaban unos 200
internos. Actualmente se encuentran activas siete plantas
de tratamiento de RAEE que operan en cárceles de la
provincia. El taller de Olmos fue el primero en funcionar.
Durante la visita nos reunimos con las doce personas
privadas de su libertad que trabajan en el taller, abierto
luego de meses de cuarentena. Antes de la pandemia
habían llegado a ser cuarenta. Ellos comparten un gran
mesón común donde desmantelan las computadoras. Allí
también fuimos desmantelando la formalidad de la visita.
Nos contaron que la pandemia los afectó fuertemente.
El taller estuvo cerrado y eso fue muy duro. Para ellos,
participar de esta experiencia significa aprender un oficio
muy particular. Es una tarea que realiza muy poca gente
en el país. Al evitar que las computadoras terminen en
basurales, también ellos se valorizan.
Durante la charla que mantuvimos nos transmitieron
que trabajar en el taller les permite salir de sus
pabellones y relacionarse con otros en un contexto de
trabajo en equipo. A lo largo del tiempo desarrollaron
vínculos de compañerismo entre ellos. “Cuando uno
de nosotros llega a otro pabellón ya tiene un par de
conocidos”. Se apoyan entre ellos. Se rescatan. Se
demuestran a sí mismos que no están obsoletos, que
cumplen una función importante para la sociedad.
La reducción de la pena también aparece como una
posibilidad, una esperanza que se cuece entre montañas
FEDERICO WAHLBERG
235
de impresoras y monitores que también esperan su
turno para salir y volver a aportar a la sociedad.
El programa recibe donaciones de basura
electrónica proveniente de municipios, ministerios y
organismos provinciales (el OPDS entre ellos), y otras
instituciones. En lo fundamental reciben computadoras
e impresoras. La mayoría aún funciona. Pero solo
una pequeña parte logrará rehabilitarse dentro del
taller y saldrá de la cárcel para volver a trabajar. Ya
se han realizado donaciones a escuelas y comedores
comunitarios del afuera. Esas computadoras se han
reinsertado. También se destinan a equipar el propio
Servicio Penitenciario Bonaerense. Más computadoras
en las escuelas del adentro potencian la formación de
otros compañeros. El esfuerzo de unos multiplica las
posibilidades de otros.
La mayoría de las computadoras no gozarán del
beneficio de ser refuncionalizadas. No tendrán ese
derecho porque la evolución tecnológica dictaminó
que se han vuelto obsoletas para el sistema. Entre
un 70 % y un 80 % serán desguazadas en el taller.
Por suerte están los trabajadores, que valorizan el
metal y el plástico de las carcasas, el cobre de los
cables y, sobre todo, lo más valioso: las plaquetas. En
realidad, el oro y otros metales dentro de ellas. Por
eso hay empresas argentinas que las compran. Estas,
a su vez, se ocupan de exportarlas a una empresa
europea que finalmente realiza la operación conocida
como “minería urbana”. La tecnología para convertir
plaquetas en lingotes de oro no existe en el país.
En el mesón de trabajo, los doce usan Elementos
de Protección Personal, como corresponde. Debajo
de los cascos amarillos se pueden reconocer a las
personas. Pelo rapado a los costados, camisetas de
fútbol. Eso sí, por las dudas, los de River y los de Boca
ubicados en distintos lados de la mesa. Solo es parte
del folklore. Los delantales tapan esas pasiones y los
hace ver como parte de un mismo equipo.
La basura electrónica contiene residuos peligrosos.
Por eso requiere un tratamiento especial. Con las
computadoras vienen monitores viejos, los cubos, que
tienen pantallas o black mirrors con hasta 4 kg de plomo
que se libera al romperse. Los planos poseen mercurio.
También vienen baterías en los estabilizadores (UPS),
que contienen plomo. Las impresoras traen tóneres
cuyas tintas contienen cromo y cobre. Se pueden
encontrar pilas como las de reloj en las plaquetas.
236
REHABILITACIÓN DE COMPUTADORAS EN LAS CÁRCELES
Su mal manejo supone problemas de salud para los
trabajadores y su disposición en basurales comunes
implica contaminación de dichos terrenos, en muchos
casos, rodeados de habitantes de bajos recursos. Por
eso, desde el OPDS se interviene para garantizar que
talleres como el de Olmos cumplan con la normativa
y le den un adecuado tratamiento a dichos residuos.
Antes de retirarnos del taller subimos a un primer
piso del galpón, donde construyeron un comedor
para los trabajadores. Desde una ventana vimos un
partido de fútbol en la cancha del patio. Podíamos
suponer un ambiente que le hacía honor al famoso
“picadito”: se respiraba un aire de alegría, de la mano
de un entrenador árbitro que colaboraba para que
las reglas se cumplieran. De fondo estaba el público
posible, en los pabellones y en la particular torre
panóptica que dibuja el contorno característico de este
edificio de los años treinta. En este entorno, algunas
de estas historias intervienen hoy en el ciclo de vida
de productos ya obsoletos y, al hacerlo —quizás sin
saberlo—, están aportando al país y a la provincia en
un proceso de transformación mundial.
Para avanzar en una adecuada gestión de RAEE a
gran escala es necesaria una Ley de Responsabilidad
Extendida del Productor (REP) que obligue a los
productores y a los importadores a financiar la
recolección y la reutilización o disposición final de
estos residuos. También es necesario que en el diseño
del producto se considere su vida útil, la posibilidad
de ser reutilizado y la reducción de componentes
peligrosos. La culpa de la contaminación no es del
producto, no es del objeto, sino del productor que está
detrás y no vemos. La Unión Europea cuenta desde
2005 con normativa que establece que los productores
e importadores deben financiar el reciclaje de los
productos eléctricos que venden en el mercado
europeo; asimismo, desde 2006 posee una Directiva
de Restricción de ciertas Sustancias Peligrosas
en Equipos Eléctricos y Electrónicos. Si bien en la
provincia de Buenos Aires contamos con normativa
específica sobre la temática, la Argentina carece de
una Ley REP. Mientras tanto, la experiencia de los
talleres del servicio penitenciario sirve de ejemplo
para que más personas visualicen la necesidad de
este cambio fundamental. •
FEDERICO WAHLBERG
237
EXPERIENCIAS
Pamela Carolina Natan
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
natanp@opds.gba.gov.ar
Planta de separación
de residuos de Laprida
Apenas se ven sus ojos, celestes, que asoman entre
la visera de la gorra y el barbijo que le cubre casi
completamente el rostro. Estatura mediana, mirada
afable, Adalberto “Tito” Zanazzi está sentado del otro
lado del escritorio, en la oficina que el encargado nos
cedió para la entrevista. Habla bajito y tímidamente,
cuenta que se crió en el campo, que trabajó como
metalúrgico, albañil y en la chacra antes de entrar
como empleado municipal. Mira hacia arriba para
concentrarse en recrear los recuerdos de aquel agosto
de 1993, cuando inició sus actividades como operario
en la planta de separación de residuos de Laprida.
“Empecé a trabajar para el municipio, haciendo
limpieza y barrido de calles; a las pocas semanas me
llamaron para venir a la planta. Éramos cinco personas
más el encargado y hacíamos todo manual, sobre la
‘rampa’, que era un mesón donde se desparramaba
la basura e íbamos seleccionando el material: cajas,
botellas, hueso. En el primer tiempo se vendía a granel,
luego llegó la prensa y metíamos todo junto hasta que
los compradores empezaron a exigir mayor calidad”.
La planta de separación de Laprida es un hito en la
historia de la valorización de residuos de la provincia
de Buenos Aires. Se inauguró en 1991 como una
iniciativa del entonces intendente Alfredo Irigoin tras
238
PLANTA DE SEPARACIÓN DE RESIDUOS DE LAPRIDA
visitar una instalación modelo en Alemania. Hoy, 30
años más tarde, son 119 los municipios bonaerenses
que cuentan con plantas de separación de residuos,
con mayor o menor mecanización, muchas de ellas
basadas en la experiencia transitada por esta localidad
de diez mil habitantes al sur de la provincia.
Hace veinte años, además, el cierre del basural a
cielo abierto y el acondicionamiento de las actuales
celdas sanitarias permitió al municipio adecuarse
a las normas provinciales de protección ambiental,
evitando que la disposición final de residuos genere
un daño mayor al ambiente.
Cuando le consultamos, Tito destaca que nunca
le molestó trabajar con la basura, por el contrario,
dice que él y sus compañeros siempre ganaban más
y que incluso llegó el reconocimiento aquella vez que
vinieron a filmarlos desde un canal de televisión que
le dio visibilidad a su labor.
Visibilidad que también pretende darse a través del
proyecto de ley que declara a Laprida como “Capital
Provincial del Reciclaje” y que obtuvo ya media sanción
ante el Senado. La iniciativa prevé, además, instaurar
la “Fiesta Provincial del Reciclaje” en el Calendario
Turístico Provincial, a desarrollarse durante la tercera
semana del mes de mayo.
Tito continúa su relato, destacando cómo la llegada
de “la cinta” permitió la incorporación de mayor
personal, que pasó a catorce personas. En la cinta se
encuentra de todo, dice, y menciona la vez que uno de
sus compañeros halló una bolsa con tres mil dólares.
Hoy son diecisiete las personas que trabajan en la
planta, que posee una capacidad de procesamiento
de ocho toneladas por día. Los residuos ingresan por
un rompe-bolsa y, tras la clasificación y el enfardado,
se recupera cerca de la mitad del peso en materiales
reciclables (PET cristal, PET color, aluminio, cartón,
papel, PEAD, PP, vidrio, chatarra, silobolsas, etcétera).
La fracción de rechazo se envía semanalmente al
módulo de disposición final. Desde la municipalidad se
organizan visitas con establecimientos educativos, para
dar a conocer el funcionamiento de la planta y afianzar
el compromiso colectivo para con el cuidado ambiental.
Todo esto se refuerza a través de las acciones
enmarcadas en el programa de sensibilización
ambiental “Laprida Ambiental y Sostenible” y la “Copa
Laprida Recicla”, que efectúa, por ejemplo, campañas
para la recepción de residuos de aparatos eléctricos y
PAMELA CAROLINA NATAN
239
electrónicos. Además, el municipio trabaja de manera
coordinada con el taller protegido “Camino a la felicidad”,
cuyos concurrentes venden bolsas de colores para la
separación en origen de las diversas fracciones y el
vaciado de cestos de veredas.
Salimos a recorrer el predio. Es una mañana de
otoño y la temperatura es agradable. Los ojos de Tito se
achinan: está sonriendo. Nos cuenta que, aprovechando
sus conocimientos de mecánica, pronto lo reubicaron
en el taller que hoy muestra orgulloso como su segundo
hogar: las máquinas, las herramientas y su sectorcito
para calentar el agua para el mate.
Un poco más allá, vemos el centro de acopio
transitorio de envases de fitosanitarios y el playón
de bioestabilización de los residuos orgánicos.
Recientemente, se instaló una línea de valor agregado
para la molienda y el lavado de polietileno de alta
densidad (PEAD), que es el plástico típico de los envases
de lavandina. Esto marca un avance en el paradigma de
la gestión, basado en ofrecer al mercado materiales con
mayor grado de procesamiento.
240
Adalberto “Tito” Zanazzi,
trabajador histórico de la planta de
separación de residuos de Laprida.
PLANTA DE SEPARACIÓN DE RESIDUOS DE LAPRIDA
Para Tito también es una novedad, hace rato que no
puede ir a la planta por ser personal de riesgo, pero no
ve la hora de que la situación se normalice para volver
a su puesto. Si bien está en edad de jubilarse, dice que
aún no es tiempo, que está aguardando al 2023 para
llegar, como la propia planta, a los 30 años de servicio.
A futuro, el municipio se propone ampliar su gestión
incorporando un centro de tratamiento de podas y de
residuos de la construcción y la demolición, para darle
una valorización adecuada a este tipo de desechos. Esto
permitiría generar productos como leña social para
calefacción o chips de podas para uso como cobertura
vegetal en espacios verdes y como estructurante para
sistemas de compostaje. En el caso de los escombros,
se obtendrían áridos para su uso en obra pública.
Potenciar la promoción del compostaje domiciliario y la
recolección diferenciada es otro desafío que se plantea
en el horizonte municipal, lo cual significaría una mejora
en la calidad del material obtenido y un avance hacia una
gestión cada vez más integral e inclusiva de los residuos. •
Recuperar la chatarra en Togo, de Pascal Garret (17).
EXPERIENCIAS
Matías Tarando
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
tarandom@opds.gba.gov.ar
Romina S. Solana
Grupo de Investigación y Desarrollo en Ingeniería
Sustentable (GIDIS)
FIUBA | Argentina
rsolana@fi.uba.ar
Diseño y desarrollo de sistemas
de limpieza de cuerpos de agua
por remoción de residuos sólidos
flotantes y su potencial valoración
La problemática de la contaminación de los cuerpos
de agua con residuos sólidos flotantes provenientes
de las actividades humanas es un problema tanto
local como regional y global. En particular, nos
referimos a los residuos de materiales plásticos
que se encuentran flotando o subnadando producto
de una mala gestión y disposición final de residuos
sólidos de envases, bolsas, packaging, utensilios y
otros productos al final de su vida útil. Estos desechos
generan no solo la contaminación en el punto de vuelco
y en sus márgenes, sino también aguas abajo —si se
trata de un cuerpo de agua fluvial— o dispersos dentro
del cuerpo de agua y de su superficie —si se trata de
lagos, lagunas y mares—. Esta contaminación primaria
afecta el ecosistema del propio cuerpo de agua y sus
alrededores, los usos posibles del mismo en función
de su calidad ambiental y, obviamente, la salud de las
poblaciones emplazadas en sus márgenes.
Asimismo, en el caso particular de los plásticos se
presenta una contaminación que podemos denominar
242
DISEÑO Y DESARROLLO DE SISTEMAS DE LIMPIEZA DE CUERPOS DE AGUA
secundaria, que se debe al paso del tiempo y la exposición
de estos materiales a las condiciones medioambientales,
lo que provoca que se deterioren, rompan y degraden.
Si bien esto sucede con relativa lentitud, los procesos
biológicos, físicos y químicos del ambiente generan que
estos plásticos de mayores tamaños se conviertan en los
denominados microplásticos, término que hace referencia,
en general, a diámetros menores a 5 mm. Es importante
tener en cuenta que hay productos que contienen dentro de
sus componentes materiales plásticos de esos tamaños,
así como procesos industriales y operativos que los
pueden originar. Estos microplásticos suelen terminar en
los cuerpos de agua como contaminación primaria.
Como consecuencia, estos materiales finalizan, en mayor
o menor medida, en el aparato digestivo y en el sistema
respiratorio de los animales que habitan el cuerpo de agua,
en las personas que hacen un uso recreativo del mismo,
en las zonas costeras y en los sedimentos, en el agua que
se extrae para la producción y el consumo —debiéndose
verificar los procesos de tratamiento para que garanticen
su eliminación—, en las frutas y hortalizas, en el agua
embotellada y, según algunos estudios recientes, en
forma de lluvia plástica. Estos plásticos no solo pueden
generar problemas de atascamiento y obstrucciones en
los animales del medio, entre otras afectaciones que
actualmente están bajo estudio tanto en animales como
en seres humanos, sino que también pueden liberar
sustancias contaminantes, tóxicas, que pudieran contener
o presentarse en superficie.
Dada esta problemática general y con el objetivo de
encontrar soluciones para nuestros cuerpos de agua, se
inicia una línea de trabajo para el diseño y el desarrollo de
un sistema de Limpieza de los Cuerpos de Agua a través
de la remoción de Residuos Sólidos Flotantes (RSF) y su
Valoración, dentro del Grupo de Investigación y Desarrollo
en Ingeniería Sustentable de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad de Buenos Aires (GIDIS-FIUBA). De
esta forma, mediante un proyecto interdisciplinario
y con participación de todos los actores involucrados
se generan herramientas y soluciones de ingeniería
integrales, flexibles, innovadoras y sustentables, a fin de
lograr la efectiva remoción de la contaminación por RSF, y
se inicia el trabajo sobre las cuencas de los ríos Matanza
Riachuelo, Reconquista y Luján.
En ese sentido, se realiza una articulación directa con la
provincia de Buenos Aires, puntualmente, con la Dirección
Provincial de Residuos del Organismo Provincial para el
MATÍAS TARANDO Y ROMINA S. SOLANA
243
Desarrollo Sostenible (OPDS), quien suma a la mesa
de trabajo a la Subsecretaría de Recursos Hídricos y
a los organismos de autoridad de las cuencas del río
Reconquista (COMIREC) y Luján (COMILU), así como al
Astillero Río Santiago, a la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo (ACUMAR), a la Coordinación Ecológica Área
Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) y al
Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre otros actores.
De esta manera, se logran generar mecanismos de
aplicación directa de una investigación y un desarrollo
universitario sobre problemáticas relevadas por el
Estado provincial, a fin de aplicar políticas públicas
de calidad y criterio técnico para su diseño y posterior
implementación y operación.
Proyecto Interceptor/Recolector
de RSF de Cuerpos de Agua
El objetivo del proyecto, que inició en agosto de
2020 con la conformación de equipos de trabajo, es
el diseño y el desarrollo de un sistema que permita
la gestión de la limpieza de los cuerpos de agua con
unidades de recolección adecuadas y sustentables. En
este caso particular, serán interceptores/recolectores
que operarán sobre zonas adecuadas en cada cuenca,
lo que permitirá gestionar su operación y articular con
el sistema de recolección, tratamiento y disposición
final local. Esto, a su vez, hará factible la realización de
algún tipo de valoración de los residuos recolectados
según sea su calidad relativa.
El sistema de intercepción consiste en ubicar una
unidad interceptora en posiciones estratégicas del
río, ya sea hacia las márgenes, en una zona lateral o
central del río, y utilizar algún sistema de guía física,
generalmente a modo de barrera flotante, que ayude
a dirigir los residuos y demás materiales flotantes
que trae el río con su corriente hacia el interceptor.
Una vez allí esta unidad los retira del agua con cinta
transportadora —o similar equivalente— y los conduce
a unidades de acumulación. Luego, con cierta frecuencia
en función de la capacidad de acumulación, el volumen,
la densidad y la cantidad de material flotante que
efectivamente circule por ese río, este es retirado para
su posterior tratamiento y disposición final adecuados.
El diseño tiene como referencia los sistemas y equipos
que hoy en día se están utilizando en algunas ciudades
244
DISEÑO Y DESARROLLO DE SISTEMAS DE LIMPIEZA DE CUERPOS DE AGUA
del mundo, como por ejemplo: los interceptores de la
Fundación Ocean Cleanup (Jakarta, Indonesia; Klang,
Malasia; Can Tho en el delta del río Mekong, Vietnam y
Santo Domingo, República Dominicana) [Figura 1] y el Mr
Trash Wheel de la compañía Cleanwater Mills (Maryland,
Estados Unidos) [Figura 2].
En algunos casos, según el cuerpo de agua y
las particularidades del estado y la dinámica de la
contaminación de residuos flotantes que posea, puede
requerirse otro tipo de soluciones, con unidades
móviles que busquen y barran las zonas con residuos,
en lugar de esperar que los mismos ingresen a dichas
unidades. Pueden, a su vez, juntar los residuos y
llevarlos en su operatoria a una zona externa en la
cual los depositan hasta que sean retirados y, en otros
casos, pueden requerirse unidades que acumulen
internamente los residuos para luego ser llevados a
un punto de extracción. Ejemplos de algunos de estos
equipos son los que operan actualmente en la Cuenca
Matanza Riachuelo [Figura 3].
MATÍAS TARANDO Y ROMINA S. SOLANA
Figura 1. Fotos del Interceptor
de OceanCleanup.
Figura 2. Fotos de Mr. Trash Wheel.
245
Bajo el puente, de Mikaëla Le Meur (22).
Figura 3. Control Ecológico SA,
Vuelta de Rocha (GCABA y
ACUMAR).
En este caso, se inició con sistemas de tipo
interceptor, enfocados a tres de las principales cuencas
emisoras de residuos, con el objetivo de comprender la
situación y las necesidades de cada una de ellas y así
poder desarrollar soluciones adecuadas y sustentables.
Dentro de la FIUBA se trabaja con un equipo que
articula interdisciplinariamente las carreras de
Ingeniería Industrial, Ingeniería Naval, Ingeniería
Electrónica, Ingeniería Electricista, Ingeniería Mecánica
e Ingeniería en Informática. De este modo, participan
de la investigación profesores, docentes, tutores e
investigadores de los Departamentos de Seguridad
del Trabajo y Ambiente, Tecnología Industrial, Naval,
Electrónica, Energía, Mecánica y Computación; así
como los Laboratorios de Automatización y Robótica,
y de Control de Accionamiento, Tracción y Potencia.
A la fecha, integran el proyecto 20 alumnos de las
carreras mencionadas, quienes desarrollan sus
trabajos profesionales de graduación en algunos de
los subsistemas y componentes necesarios para el
proyecto. Así, esta iniciativa se convierte también en
un ámbito de formación académica, aplicada en la
materia, con una correlación e intervención directa
respecto a las problemáticas territoriales de la
provincia de Buenos Aires y otras jurisdicciones sobre
las que se encuentran las cuencas bajo estudio.
Resultados esperados y perspectivas
La articulación interdisciplinaria con participación activa
desde el inicio del proyecto de la unidad académica,
de los organismos y demás actores de la sociedad
responsables de brindar servicios y soluciones
sustentables es esencial para diagnosticar, analizar,
desarrollar y diseñar sistemas, productos, servicios
y herramientas que contribuyan realmente desde la
ingeniería al desarrollo sustentable y minimicen los
MATÍAS TARANDO Y ROMINA S. SOLANA
247
impactos ambientales, mejorando la calidad del ambiente
y maximizando el desarrollo de la industria, la tecnología
y la innovación, de la sociedad y del país. En particular,
este proyecto, además de los beneficios ambientales
esperables, tiene implícito el potencial de desarrollo de
la industria naval argentina, así como de otros productos
y servicios asociados a la producción, la implementación
y la operación de este tipo de soluciones.
El proyecto de Sistema Interceptor Recolector
de RSF en Cuerpos de Agua permitirá, en primera
instancia, generar el diseño de sistemas de
intercepción flexibles, dinámicos y escalables,
adecuados a las necesidades de las cuencas, capaces
de brindar una solución integral en la operatoria de
limpieza y de contribuir al mantenimiento de la calidad
del agua de los ríos. Para ello, el proyecto cuenta con
financiación aprobada en el marco de la convocatoria
del Programa de Desarrollo Estratégico de Ciencia
y Técnica de la UBA 2021 (PDE 46/2021), con el fin
de validar algunos de los sistemas diseñados para
la unidad. Respecto a su desarrollo, construcción e
implementación, cuenta con el apoyo del Proyecto de
Fortalecimiento, Saneamiento y Gestión de Residuos
Sólidos Urbanos con financiamiento del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), de implementación
en la Cuenca del Río Reconquista junto al COMIRECUCEPO, enmarcado en el Programa de Saneamiento
Ambiental de la Cuenca del Río Reconquista (Contrato
de Préstamo BID N.° 3256/OC-AR), presentado por
la Dirección Provincial de Residuos del OPDS. En él,
entre otras líneas de acción, se incluyó el desarrollo
de un interceptor, reciclador y de limpieza de espejos
de agua para la Cuenca Reconquista (COMIREC), con
posibilidad de replicar en otras cuencas como el río
Luján y Riachuelo (COMILU Y ACUMAR).
Sembrada esta vinculación y metodología de trabajo,
se podrá continuar en otros frentes de investigación y
desarrollo del GIDIS-FIUBA, cuya área temática central es la
Ingeniería Sustentable y las líneas o ejes que se desprenden
son: Objetivos de Desarrollo Sostenible; Cambio Climático
(Mitigación y Adaptación); Análisis de Ciclo de Vida de
producto y sistemas; Huellas Ambientales, Estudios y
Evaluaciones de Sustentabilidad Integral y Planes y
Estrategias para la Aplicación de Sistemas Sustentables.
En el mismo sentido, se puede destacar que desde
la FIUBA se impulsan y articulan: 1) El Vector de
Desarrollo Sustentable, proyecto en el que también
248
DISEÑO Y DESARROLLO DE SISTEMAS DE LIMPIEZA DE CUERPOS DE AGUA
participa, entre otros, el grupo de investigación, y en
el que se abordan las líneas de Energías Renovables,
Eficiencia Energética, Gestión Integral de Residuos,
Calidad Ambiental y Transformación Sustentable; y
2) El Vector de Economía Popular, Social y Solidaria,
a través del desarrollo de proyectos asociados a la
Gestión Integral e Inclusiva de los Residuos Sólidos
Urbanos en articulación con las cooperativas de
recuperadores urbanos y los municipios de la Provincia
—mediante mejoras en la gestión y valorización
de los residuos reciclables secos—, con el sistema
penitenciario —para la gestión y la valorización de
los Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos
(RAEE)— y promoviendo el dimensionamiento y la
valorización de otras corrientes de residuos como
los Neumáticos Fuera de Uso (NFU), Residuos de
Construcción y Demolición (RCD) y residuos orgánicos.
Ambos se encuentran dentro del Proyecto Vectores,
que integra doce ejes estratégicos de trabajo
impulsados por la FIUBA en articulación con otras
unidades académicas de la Universidad de Buenos
Aires —a través del Programa Interdisciplinario de
la UBA para el Desarrollo (PIUBAD)—. Estos vectores
se enfocan en el abordaje del desarrollo económico
y social del país, contribuyendo a la transformación
de la estructura productiva, atendiendo asimismo
problemáticas sociales y ambientales inmediatas.
Finalmente, destacamos la importancia estratégica
y sinérgica de la articulación entre los instrumentos
que pueden aportar tanto las universidades como
los organismos y demás actores de interés científico,
técnico, de producción, socio-ambiental y operativo;
para poner en valor los desarrollos conjuntos que
contribuyan a construir entre todos ambientes de
calidad en la perspectiva de un país sustentable. En
particular, el Organismo Provincial para el Desarrollo
Sostenible y su Dirección Provincial de Residuos
pretende el trabajo por corrientes de residuos con
el objetivo de dimensionar y valorizar las mismas,
generando metodologías que permitan la articulación
con universidades, a fin de impulsar, en la gestión de
residuos, políticas públicas de calidad y a largo plazo. •
MATÍAS TARANDO Y ROMINA S. SOLANA
249
INTERNACIONALES
Enrique Leff
UNAM | México
enrique.leff@yahoo.com.ar
Ambiente viral
Los desafíos de la Vida
en la era del Capitaloceno*
Historia de una Ceguera Colectiva
El 2020 ha sido un año signado por la premonición
de tiempos inciertos. Los organismos internacionales
—la COP24 y el PICC, el G-8 y el G-20— habían advertido
al mundo que le quedaba tan solo una década para
responder al desafío del cambio climático. El tiempo
está contado. Corre el tiempo. Todos contamos,
pero no de la misma manera. Desde el poder de la
ciencia se miden las emisiones de gases de efecto
invernadero que han excedido las 420 partes por
millón de CO2. En los escritorios de los bancos y los
paradigmas de la “economía verde” se contabilizaban
los bonos de carbono, mediante los cuales se
establece la distribución de las ganancias económicas
y los riesgos ecológicos a escala planetaria.
Entretanto, los gobiernos continúan su conteo de los
billones de habitantes que incrementan la población
del planeta y de los índices del decrecimiento del
producto interno bruto (PIB), en una precipitación
de las cuentas de un presente saturado en el que se ha
descontado el futuro. Más alejados de la cotidianeidad,
los astrónomos continúan contando los años luz en
las distancias planetarias y galácticas; los geólogos y
biólogos miden y periodizan en eones las épocas de las
250
* La primera versión de este
texto fue publicada con el
título “A Cada Quien su Virus.
La Pregunta por la Vida y el
Porvenir de una Democracia
Viral”, en HALAC - Historia
Ambiental Latinoamericana y
Caribeña, Revista de la SOLCHA,
el 22 de abril de 2020, para
conmemorar los 50 años del Día
de la Tierra, en el momento en
que la epidemia del SARS-CoV-2
se convertía en una pandemia.
El presente texto, entregado para
su publicación un año después
del ensayo original, cuando la
pandemia ha registrado más de
125 millones de casos y cobrado
más de 2.8 millones de vidas, no
es propiamente una revisión de lo
que fuera pensado y escrito hace
un año, luego de haber vivenciado
la experiencia de la pandemia.
Considero que la reflexión y el
diagnóstico crítico original se
mantienen, de manera que solo
he variado algunas expresiones
para reafirmarlas en el presente.
AMBIENTE VIRAL
transformaciones ecológicas del planeta; los sociólogos
miden los índices de inequidad y desigualdad social. Al
tiempo que las convocatorias a debatir la crisis sistémica
de la humanidad se han teñido de signos letales y tonos
apocalípticos, la ciudadanía global ha salido a las calles a
reclamar justicia climática. La muerte sin fin revive el fin de
la historia. El colapso ecológico, la catástrofe climática y los
conflictos socioambientales ocupan los espectaculares
del debate político ante la posible extinción de la vida y
de la humanidad. La crisis civilizatoria anuncia la hora
del Juicio Final, antes que la de la Justicia Social en esta
devastada Tierra. En este contexto, irrumpe en el mundo
la pandemia del SARS-CoV-2.
Hoy el mundo atraviesa por la mayor crisis
sistémica de la historia. Es la conjunción sinérgica
de todas las crisis: económica y financiera; de
seguridad y justicia; ecológica, ambiental, climática
y epidemiológica; ontológica, moral y existencial.
Su alcance es mundial, global, planetario. La crisis
civilizatoria de la humanidad expresa de manera
virulenta su olvido de la vida. La COVID-19, que
ha infectado a los cuerpos humanos, ha afectado
profundamente al sistema económico que gobierna al
mundo. El régimen del capital que ha desencadenado
la degradación entrópica y el cambio climático
del planeta, se ha venido asociando de maneras
enigmáticas, pero cada vez más evidentes, a la
“liberación”, transmisión y mutación del virus al invadir
y trastocar el comportamiento de los ecosistemas,
alterando la resiliencia y el metabolismo de la biosfera,
así como el sistema inmunológico del cuerpo humano.
Estamos transitando de la acumulación destructiva
del capital a un neoliberalismo y un progresismo que
han desprendido de su hábitat un ejército invisible de
agentes patógenos que atentan contra la vida humana.
Los organismos internacionales nos dan una década
para salvar al Planeta. Pero ¿cuánto son 10 años en la
existencia humana como tiempo límite para reconstituir
el tejido de la vida que ha sido colapsado por la historia
de la humanidad? Si nos remontamos tan solo al
“primer comienzo” de la historia de la metafísica, hace
unos 2500 años, el encadenamiento de la Physis por el
logos humano ha destinado los cursos de la vida en la
Tierra, ha configurado la racionalidad de la modernidad
que gobierna el mundo y ha desencadenado la crisis
climática y epidemiológica que ha venido a extremar
la confrontación entre el régimen del capital y la
ENRIQUE LEFF
251
preservación de la evolución creativa de la vida. Si la
crisis ambiental ha sido ocasionada por la racionalidad
económica, por la manía de crecimiento del capital, por
la voluntad de poder incorporada en la tecnología, no
deberíamos confiar en el progreso de la ciencia, en la
potencia de la tecnología y en la mano invisible del mercado
para restaurar el planeta y abrir los horizontes hacia el
mejor de los mundos posibles. Ya no es posible enlazarnos
en esa vertiginosa danza triunfal de la humanidad, al
mismo tiempo que se desfonda el planeta y se gangrena
el cuerpo truncado de la vida, alienado de una razón que
no alcanza a comprender las condiciones de la vida en el
mundo vivo que habitamos.
Hemos entrado en la era de la supervivencia tratando
de entender la manera en que la ley de la entropía, como
ley límite de la naturaleza, gobierna los destinos de la vida
invadida por la ley férrea del mercado; estas leyes deciden
los destinos de la vida, pero no están al alcance de la mano,
son invisibles a la mirada del ser humano (aún cuando tenga
una visión 20/20), al igual que el coronavirus, que despertó
de su largo sueño para invadir a los cuerpos humanos. Si a
simple vista no alcanzamos a ver al virus, de dimensiones
submicroscópicas, la mirada prospectiva de la ciencia y
las acciones preventivas de las políticas públicas fueron
incapaces de preverlo, a pesar de que ya en el 2003 el
entonces presidente George W. Bush lo sospechara luego de
la epidemia del SARS y que, más recientemente, Bill Gates
pusiera en guardia al mundo luego del MERS en el 2015. ¡Un
minúsculo organismo precelular ha venido a desquiciar al
mundo y a poner en jaque-mate la vida humana!
La visión desde la razón que gobierna al mundo
no solo es miope: su estrabismo nace de su dificultad
de distinguir el objeto de fondo, la vida, cuando su
mirada está enfocada hacia la economía, cuando tiene
en la mira la ganancia como la razón de su existencia.
La ecuación entre la economía y la vida no la resuelve
algoritmo alguno. Tampoco los mecanismos ciegos del
mercado. Contamos con la vida y cantamos a la vida. Si la
pulsión de vida es desmesura, la vida no se deja acotar por
medida alguna. Más allá de resolverse las contradicciones
entre la economía y la vida —como el anverso y el reverso
de la existencia humana, empalmadas en una banda de
Moebius—, la vida se ha ahorcado en los nudos gordianos
del logos y del inconsciente; la vida se ha extraviado en los
callejones sin salida de los laberintos de la razón que ha
alienado la vida. El virus ha penetrado el cuerpo humano
a través de los ojos con los que vemos, la nariz y la boca
252
AMBIENTE VIRAL
Recoger la chatarra en Beirut, de Pascal Garret (16).
por las que respiramos, hasta ahogar nuestros pulmones.
Pero no podemos culpar a la naturaleza por haberle dado
acceso al virus a la vida humana. Como en Ensayo sobre
la Ceguera, de José Saramago (1995), la mejor metáfora
de la historia de las pandemias que amenazan la vida, la
COVID-19, declara que la naturaleza no es culpable. Habrá
que cuestionar a la psique humana.
En la historia de las epidemias y pandemias que han
azotado a la humanidad, hasta la “fiebre española” del
fin de la Primera Guerra Mundial, la única respuesta para
detener la expansión fue la generación de anticuerpos,
la “inmunidad de rebaño”; hasta que se inventaron las
vacunas para inmunizar a la población y resolver las crisis
sanitaria. Pero nos hemos preguntado ¿qué es un virus?;
¿cómo es que siendo parte de la evolución de la vida se
convierten en agentes mortíferos que atacan y destruyen
la vida? ¿Cuál es su función en la evolución de la vida?
¿Que agencia —de la propia naturaleza o de la intervención
humana— activa su diseminación y sus efectos patógenos?
Estudios recientes, como el libro de Rob Wallace (2016), Big
farms make big flu, nos acercan a comprender la manera
como el gran capital, asociado a los grandes ranchos de
aves y ganado y al agronegocio de los monocultivos, ha
sido un factor determinante del desprendimiento, mutación
y transmisión de los virus, al erosionar la biodiversidad
y someter a un estrés ecológico a la biosfera. Empero,
resulta sorprendente que a estas alturas del desarrollo de
la ciencia, de la manipulación tecnológica de la constitución
genética de los organismos vivos, desconozcamos el
origen mismo de los virus. Los expertos se debaten aún
en saber si son anteriores a la célula, si se originaron de
manera regresiva a partir de organismos más complejos
que perdieron información genética o a partir de piezas
movibles dentro del genoma de una célula para entrar en
otra, o si evolucionaron con sus huéspedes celulares. Lo
que se sabe de cierto es que habitan la biosfera desde las
primeras etapas de la evolución de la vida, parasitando
diferentes organismos celulares.1 Pero como los virus
no dejan huellas fósiles,2 no sabemos si todos los virus
conocidos por la ciencia moderna tienen un solo y mismo
1. Hasta 2014 se habían descubierto 2827 especies de virus y se
estimaba que aún quedaban 320 mil por descubrir. Hacia noviembre
de 2017, el National Health Institute publicó las secuencias genómicas
completas de 7454 diferentes virus.
2. “El problema principal es que nunca se han detectado fósiles de virus.
De manera que es difícil especular sus orígenes exactos. Estas partículas
son demasiado pequeñas y demasiado frágiles para el proceso de
fosilización, o incluso para la preservación de las secuencias de ácidos
nucleicos en tejidos de hojas o insectos en ámbar” (Mandal, 2019, s. p.).
254
AMBIENTE VIRAL
ancestro,3 si todos los virus que yacen resguardados en
la biósfera han estado allí desde el origen de la vida o si
han evolucionado o se han generado y diversificado con el
proceso evolutivo mismo.
Hasta el día de hoy, no existe una clara explicación
sobre los orígenes de los virus. Los virus pueden
haber surgido de elementos genéticos móviles
que adquirieron la habilidad de moverse entre las
células. Pueden ser descendientes de organismos
vivos previos que adaptaron una estrategia de
replicación parasitaria. Quizá los virus existían desde
antes, y llevaron a la evolución de la vida celular
(Wessner, 2010, p. 37).
Al respecto, la doctora Ananya Mandal (2019) afirma:
De los estudios sobre la evolución se desprende que no
hay un solo origen de los virus como organismos. En
consecuencia, no puede haber un simple “árbol familiar”
para los virus. Su único rasgo común es su rol como
un parásito que necesita un huésped para propagarse
[…]. La mayoría de los virus de las plantas terrestres
probablemente evolucionaron de las algas verdes que
emergieron hace más de 1000 millones de años (s. p.).
Si bien pueden crearse en el laboratorio4 y son la
materia prima de las vacunas antivirales, no sabemos la
manera como los procesos de intervención humana sobre
el metabolismo de la biosfera y la evolución de la vida
3. El origen de los virus en la historia evolutiva de la vida no es claro: algunos
pueden haber evolucionado de plásmidos —piezas de ADN que se mueven
entre las células—, mientras que otros pueden haber evolucionado de
bacterias. Los virus pueden ser medios importantes de la transferencia
genética horizontal, que incrementa la diversidad genética de manera análoga
a la reproducción sexual. Son considerados por algunos biólogos como formas
de vida, ya que acarrean material genético, se reproducen y evolucionan a
través de selección natural, aunque carecen de características esenciales
como la estructura celular que generalmente es considerada necesaria para
contar como vida. Ya que no cuentan con todas esas cualidades, los virus han
sido descritos como “organismos al borde de la vida” y como replicadores de
la vida. Las secuencias celulares ayudan a entender la evolución de los virus
a lo largo de los siglos. Por ejemplo, los Geminivirus son un grupo diverso de
virus y cada subtipo tiene diferentes genes y componentes genómicos. Sin
embargo, las diferencias pueden rastrearse hacia un origen común cuando
se considera la diversidad geográfica y la divergencia genética de los agentes
o huéspedes portadores de los virus (Mandal, 2019).
4 El primer virus sintético fue creado en 2002. Aunque en realidad lo que se
sintetiza no es el virus, sino el genoma de su ADN (en el caso de virus de DNA)
o una copia de su genoma (en el caso de virus ARN); para muchas familias
de virus el DNA o RNA sintético, una vez convertido enzimáticamente de la
copia sintética cDNA, es infeccioso al introducirse a una célula. Es decir, que
contiene toda la información necesaria para producir nuevos virus. Esta
tecnología está siendo usada para investigar nuevas vacunas.
ENRIQUE LEFF
255
han afectado la “producción”, evolución, diversificación
y mutación de los virus que hoy habitan el planeta
refugiados en una multiplicidad de organismos celulares
huéspedes, a través de los cuales se han propagado hacia
el cuerpo humano.
El coronavirus causante de la COVID-19 ha sorprendido a
la humanidad al ser un nuevo agente patógeno desconocido;
no sabemos cuánto tiempo estuvo ya antes habitando en
la biosfera sin haber sacado las garras para atacar a sus
víctimas. Al haberse convertido en la mayor amenaza para
la vida humana y la estabilidad planetaria, lo menos que
puede hacer la humanidad es empezar a formularse las
preguntas esenciales y fundamentales como prueba de su
capacidad de supervivencia ante la virulencia de los agentes
mortales que ha puesto en movimiento su intervención en el
metabolismo de la vida.
En tiempos remotos, las epidemias fueron consideradas
como pruebas o castigos de los dioses. Así, la fiesta del
Pesaj judío celebra la liberación de este pueblo esclavizado
por el faraón egipcio, acontecimiento en el que las diez
plagas jugaron un fundamental como agentes de la voluntad
divina. La celebración de la libertad está asociada al ritual de
preguntar como estrategia de supervivencia. La COVID-19 se
ha convertido en protagonista emblemática de los tiempos
que corren: no como emisaria de los dioses, sino de la
agencia humana en la historia. Pero esta vez sería absurdo
adjudicarle al virus la agencia y el propósito de derrumbar
al capital, verlo como portador de la revolución social y el
cambio civilizatorio. La naturaleza había sido por siempre la
agencia que gobernaba los cursos de la vida en la biosfera,
como lo afirmó Vladimir Vernadsky hace un siglo, en plena
era del Antropoceno… hasta que el capital llegó a desplazarla
para constituirse en el régimen ontológico dominante que
gobierna al mundo y destina la degradación de la vida del
planeta en la era del Capitaloceno. La deconstrucción de
la racionalidad que domina al mundo y degrada la vida no
será obra del coronavirus. Vencer a la pandemia a través
de la vacunación y de la eficacia de las medidas sanitarias
adoptadas por los gobiernos, tampoco habrá de salvarnos de
acontecimientos futuros desencadenados por la expansión
del capital sobre la biosfera, de una racionalidad tanática
que no alcanza para avizorar la construcción de un futuro
sustentable, que abra el horizonte de la vida a un mundo
con seguridad epidemiológica y ambiental. La pandemia
del SARS-CoV-2 reaviva la pregunta por la vida y por las
condiciones de la vida.
256
AMBIENTE VIRAL
Las Políticas de Contención del Virus
A lo largo de la historia, la humanidad se ha preguntado
por los designios de los dioses y por las leyes de la
naturaleza que han destinado la vida a la muerte. La
seducción de los demonios, la entropía como ley que rige
la desorganización ineluctable de la materia y la vida, la
pulsión de muerte, el nihilismo de la razón; su expresión
en el Holocausto, en la devastación ecológica del planeta,
en los genocidios y la crisis moral que amenazan la
seguridad de nuestras vidas, nos muestran la faz oscura
y perversa de la naturaleza humana. El saber de la vida
ha quedado en suspenso, como rehén de la voluntad de
dominio del hombre sobre la naturaleza.
A pesar de las crisis epidemiológicas que ha sufrido la
humanidad, el origen, la evolución y el metabolismo de los
virus en la dinámica histórica de la biosfera sigue siendo
desconocido. Los virus, que han sido una amenaza para
la vida humana, animal y vegetal, están allí parasitando
a sus células huéspedes, coevolucionando y mutando
desde el origen de la vida. Yacen ocultos en la trama de la
vida hasta que un evento externo trastoca su estabilidad
parasitaria y los desprende por la biosfera en búsqueda
de nuevos huéspedes —plantas, animales o humanos—,
causando las epidemias y pandemias que han infestado
cultivos y que han azotado y diezmado a la humanidad a
lo largo de la historia.
Hoy, ante la crisis epidemiológica, al lavarnos las
manos, al colocarnos el cubreboca o barbijo, al practicar
el aislamiento social, no solo tenemos que preguntarnos
si las prácticas y estrategias de atención instrumentadas
por los gobiernos habrán de cuidarnos de la amenaza
presente del virus, sino también si habrán de prevenirnos
y protegernos del mundo pospandemia. No basta
preguntar por qué este virus es diferente a los anteriores
con el objetivo de comprender sus vías de contagio,
su sintomatología, su agresividad a nuestro sistema
inmunológico, sus variaciones y mutaciones, su capacidad
de recontagio —incluso una vez que se cuenta con
vacunas, que se avanza en el proceso de vacunación y que
los cuerpos sobrevivientes han generado anticuerpos—,
sino además para poder transitar hacia un mundo capaz
de mitigar la ocurrencia de estos eventos en el futuro.
Hoy la inteligencia humana debe estar puesta no
solo en idear una buena estrategia para aplanar la curva
epidemiológica, de manera que los infectados no saturen
ENRIQUE LEFF
257
las capacidades del sistema médico y hospitalario;
no solo en atreverse a un acto de heterodoxia del
neoliberalismo económico, para adoptar un New Deal,
un keynesianismo antiviral capaz de recuperar la
economía como en la posguerra, para invertir y hacer
rentable la industria de la prevención y atención de los
virus que vendrán, como lo piensa un Bill Gates. Se trata
de comprender esta pandemia en su articulación con
los demás procesos asociados con la crisis ambiental,
con la insustentabilidad de la vida humana y no humana
ante el imperio de la razón tecnoeconómica, del régimen
ontológico del capital. Si en tiempos recientes fracasó la
iniciativa Yasuní del gobierno y la sociedad ecuatoriana
de “dejar el petróleo bajo tierra”, como una estrategia
ante el cambio climático generado por el uso de los
hidrocarburos, hoy debemos pensar una estrategia para
que los virus se mantengan en sus refugios celulares,
dentro del metabolismo mismo de la biosfera.
La crisis epidemiológica debería llevarnos a
investigar las interconexiones con la crisis sistémica
por la que atraviesa la humanidad. Investigadores del
Virginia Tech especulan en un nuevo estudio publicado
en la revista Nature Communications (Moniruzzaman
et al., 2020) que si bien los virus no tienen procesos
metabólicos propios, sus genes poseen algunas
porciones que les ayudan a hacer sus propias
herramientas para su metabolismo. Por otra parte,
se adelantan hipótesis de que la contaminación del
aire podría estar asociada con las muertes causadas
por la pandemia de la COVID-19. Un estudio reciente
del Departamento de Bioestadística de la T.H. Chan
School of Public Health de Harvard, concluye que “el
incremento de una unidad en los niveles de polución
de partículas en el aire podría incrementar el riesgo
de muerte en 15 % y que si el aire hubiera estado más
limpio antes de la pandemia, hubiera salvado muchas
vidas”. Si bien puede haber una dosis de especulación
en estas investigaciones, y no sabemos el grado y
los modos concretos en los que el estrés ecológico
causado por las presiones extractivas del capital están
provocando la mutación y la transmisión del virus hacia
el contagio patógeno de humanos y su mayor o menor
difusión y transmisibilidad en un aire contaminado,
la crisis sistémica llama a generar programas
interdisciplinarios de investigación que establezcan la
intercausalidad de diferentes fenómenos en el marco
de una epistemología de la complejidad ambiental.
258
AMBIENTE VIRAL
Wallace (2016) nos ha entregado quizá la mejor
reseña de la asociación de las epidemias y pandemias
recientes con el estrés ecológico ocasionado por
el agronegocio. Hemos visto surgir cada vez con
más frecuencia toda una cadena de diferentes tipos
de influenza codificadas como series de HxNx y
sus manifestaciones zoonóticas —SARS (Severe
Acute Respiratory Syndrome); MERS (Middle East
Respiratory Syndrome)— de transmisión de animales
a seres humanos. La vacunación anual contra la
influenza se ha convertido en un ritual invernal en
varios países y grupos sociales. Mas no sabemos
las sinergias negativas que habrán de surgir entre
los futuros acontecimientos climáticos —cambios de
temperatura ambiente, incendios, ciclones, huracanes,
tsunamis— en la dispersión y transmisión de estos
agentes patógenos. En un artículo reciente, Wallace
(2020) sostiene que la solución es la construcción de
“un ecosocialismo que mitigue la brecha metabólica
entre la ecología y la economía, entre lo urbano, lo
rural y lo silvestre, evitando de esta manera que
surjan peores de patógenos de este tipo” (s. p.).
Con la mira puesta en las estructuras del poder
político se debate el futuro planetario en torno a
los efectos del riesgo climático y epidemiológico
en regímenes autoritarios y populistas, en las
democracias capitalistas y las socialdemocracias.
La comprensión de los modos de existencia acordes
con las condiciones de la vida abre nuevos desafíos a
la autonomía de las personas y las comunidades en el
cuidado de la vida. Si bien la fractura metabólica que
ha ocasionado el capital en la biosfera ha generado un
creciente interés por conocer los procesos evolutivos
genómicos del enorme repertorio de virus que son
parte de la biosfera, su diversidad y su papel en
la dinámica ecológica son aún poco conocidos. La
transición hacia la sustentabilidad de la vida demanda
una nueva racionalidad productiva, que sea armónica
con el metabolismo de la vida.
La pandemia ha generado un estado de excepción,
proveniente del excepcionalismo en el cual se ha
concebido a la humanidad por encima de la naturaleza.
La “normalización” del momento excepcional por el
que atraviesa la humanidad no deberá llevarnos a
normalizar la ocurrencia de futuros eventos climáticos
y virales que pretendan justificar la intervención del
Estado de excepción, del poder del soberano impuesto
ENRIQUE LEFF
259
Car breakers, de Pascal Garret (33).
por los gobernantes para dictar las nuevas reglas de
convivencia de la humanidad con la naturaleza.
La pandemia COVID-19 ha provocado ya una crisis
económica de alcances incalculables y ha generado
diversas reacciones del sistema económico global y de
los gobiernos nacionales. La Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha salido
ya al rescate de la fuerza laboral, a la valorización
del teletrabajo como condición para restablecer las
relaciones comerciales y la acumulación progresiva de
capital. Se habla de un Green New Deal como un nuevo
pacto social con la naturaleza por encima de las reglas
del dinero y la ganancia, y de un programa asistencial
para la población más vulnerable. Los gobiernos
aplican atenuantes a través de la dilación del pago
de impuestos o de sistemas de créditos blandos a la
pequeña y mediana industria.5 El papa Francisco (2020)
ha propuesto implementar un “salario universal” que
dignifique el derecho a la vida de todos los trabajadores,
“que permita una conversión humanista y ecológica que
termine con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y
la vida en el centro… con pudor, dignidad, compromiso,
esfuerzo y solidaridad” (s. p.).
En consecuencia, se han implementado apoyos
a los adultos mayores y los ancianos, a los pobres
y los indigentes, así como acciones de rescate a los
propietarios de las pequeñas y medianas industrias para
asegurar el empleo y las condiciones de recuperación
económica a través de la demanda efectiva de los
consumidores. De esta manera, se ha buscado detener
el colapso económico en tanto se aplana la curva
epidemiológica y se logra erradicar el coronavirus o
al menos disolver su virulencia y sus efectos letales,
hasta que esté disponible la vacuna para una población
lo suficientemente amplia y se genere la resistencia
inmunológica de la humanidad.
En esta reacción de las instituciones internacionales,
los gobiernos nacionales y sus políticas de emergencia
ante la irrupción de la COVID-19, los olvidados son, hoy
como siempre, los condenados de la tierra, los pueblos
indígenas que viven sin atención médica y alejados
5. Ante la incertidumbre económica y de la erradicación del virus, se
propuso establecer “un sistema robusto de pruebas de diagnóstico
para poder vigilar y actuar prontamente en caso de que la epidemia
regrese una vez abriendo la economía. Otra alternativa, aunque
de menor probabilidad, es que se encuentre alguna medicina
que reduzca o elimine la mortalidad, con lo cual la confianza del
consumidor podría revertirse abruptamente” (Opalin, 2020, s. p.).
ENRIQUE LEFF
261
de los insuficientes sistemas nacionales de salud. La
chispa ya está prendida por aquellos que retornan
a sus comunidades luego de que se les han cerrado
sus puestos de trabajo en la industria turística y de
servicios, o por aquellos que lograron emigrar, incluso
en tiempos recientes, desafiando los muros fronterizos.
Pero también por los emisarios de los intereses más
funestos, que ven en la transmisión del virus a las
poblaciones indígenas más remotas e indefensas la
estrategia perfecta para diezmar su capacidad de
resistencia y protección de sus ecosistemas, dejando
libre el acceso a la capitalización de sus territorios
de vida. La falta de atención a las poblaciones indígenas
puede llegar a convertirse en el mayor riesgo de un
genocidio de proporciones incalculables en manos del
coronavirus.6 Esa sería la tragedia más grande, pues a
diferencia de la clase trabajadora que es indispensable
para el sostenimiento y la recuperación de la economía
—la que no habrá de volver al mundo del business as
usual—, los Pueblos de la Tierra son quienes por sus
costumbres, sus prácticas y sus modos ancestrales
de vida tienen la capacidad para reconstruir las
fracturadas y diezmadas relaciones con la naturaleza,
la convivencia con los demás seres vivos del planeta,
incluso de los virus que son parte de ella.
La Pregunta por la Vida
La excepcionalidad de la crisis sistémica que ha
desatado la pandemia en este momento de la historia,
interpela a la humanidad a responder desde su
apego a la vida; desde su sensibilidad y capacidad
de comprender las condiciones de la vida. El virus
es portador de la pregunta por la vida. No podremos
responder a ella sin una reflexión sobre las causas
ontológicas, metafísicas y epistemológicas de la crisis
ambiental; sin una meditación profunda sobre nuestra
condición existencial. Hasta ahora, las ecosofías
se contentaron con imaginar la emergencia de una
conciencia ecológica desde la generatividad de la
Physis en el orden de la noosfera, como lo predicara
Teilhard de Chardin; la meditación heideggeriana lo
condujo a la insondable pregunta sobre la “Verdad del
Ser”. Pero ha quedado suspendida la esperanza de
6. Desde inicios de la pandemia llegan noticias funestas de
garimpeiros y madereros portadores del virus, que habrían ya
infectado a una población Yanomami en la Amazonía de Brasil.
262
AMBIENTE VIRAL
restablecer las condiciones de vida en un mundo que se
ha vuelto insustentable. Martin Heidegger postuló, en
Ser y tiempo, el “ser hacia la muerte” del Dasein como
la condición esencial de la naturaleza humana; como
el principio existencial de su ontología fundamental.
La experiencia de la muerte del ser humano en la
“facticidad de la vida” debería ser razón suficiente
para fundamentar su verdad ontológica. Sin embargo,
para que esa experiencia pudiera manifestarse en
un estado de conciencia generalizada y unificada —y
como una condición existencial de la humanidad—, fue
necesario que esta compartiera la experiencia de una
amenaza actual o de un destino común en igualdad
de condiciones. Así sucedió cuando la invasión de
la plaga de Atenas (enviada por los dioses) convirtió
el simbolismo del silogismo aristotélico sobre la
mortalidad de todos los hombres en la autoconciencia
de la sociedad de la Antigua Grecia a través de una
experiencia vivida, transformando el axioma lógico del
silogismo en la producción de un sentido común en el
imaginario social. Solo una vez que la plaga de Atenas7
se propagó a la sociedad en su conjunto, esta sintió
la amenaza de la muerte real. La forma simbólica
de la premisa de Aristóteles, “todos los hombres
son mortales”, produjo un sentido generalizado de la
condición de la vida que anidó en la conciencia de los
antiguos griegos, lo que configuró un imaginario social
y se convirtió en una condición de la vida de todos y
cada uno de los hombres de la Antigua Grecia.
No obstante, la transmisión del acontecimiento
viral al orden simbólico y al imaginario colectivo —de
la vivencia a la conciencia— no es inmediata y directa.
La inmunidad hacia los agentes patógenos que
habitan en lo real de la vida implica la comprensión
de las condiciones ecológicas de la vida. Lo que puso
de manifiesto tanto la peste del siglo IV a. C. como
la pandemia por COVID-19, 2450 años después, es
el sin-saber de la vida. La experiencia vivida no solo
ha puesto en juego las diferentes estrategias de
diferentes gobiernos en el manejo de la pandemia,
el conflicto entre sacar a flote el sistema económico
o salvar vidas humanas, sino también el grado de
7. La plaga de Atenas emergió durante la guerra del Peloponeso hacia
el año 430 a. C. Fue posiblemente el virus de la fiebre tifoidea que mató
a la cuarta parte de las tropas atenienses y a una cuarta parte de la
población a lo largo de cuatro años. Pericles pereció a causa del virus.
Aristóteles sobrevivió y pensó su consecuencia en la forma lógica del
silogismo: “Todos los hombres son mortales”.
ENRIQUE LEFF
263
negación del riesgo epidemiológico ante la invisibilidad y
el desconocimiento del comportamiento del virus.
Traslademos el hecho histórico y la fábula originaria
del Edipo de Sófocles a nuestro tiempo; transmutemos
el virus de la tifoidea al COVID-19, metaforicemos el
metabolismo del virus para orientar las preguntas que
habrán de llevarnos a saber algo más: a saber evitar y a
saber prevenir, a aprender a vivir en el riesgo creciente
de las crisis virales que provoca el sin-saber y la voluntad
de poder que yacen en el fondo del alma humana; pero
sobre todo a orientar la construcción de otro mundo
posible, conforme con las condiciones de la vida, de
la coexistencia pacífica y armónica de las diferentes
culturas humanas con los demás seres vivientes con
quienes compartimos la vida del planeta; y con nuestros
virus. Para ello, será preciso confrontar aquello que ha
reprimido el saber de la vida. En este sentido reflexionaba
Jacques Lacan (1974/75) al afirmar:
Es en tanto que algo está reprimido [urverdrängt]
en lo Simbólico, que hay algo a lo cual jamás damos
sentido, aunque seamos […] capaces lógicamente
de decir “todos los hombres son mortales”, es en
tanto que “todos los hombres son mortales”, por el
hecho mismo de este “todos”, no tiene propiamente
hablando ningún sentido, que es preciso al menos que
la peste se propague a Tebas para que ese “todos” se
convierta en algo imaginable y no un puro simbólico,
que es preciso que cada uno se sienta concernido en
particular por la amenaza de la peste, que se revela al
mismo tiempo lo que al suponer esto, a saber que si
Edipo ha forzado algo, es completamente sin saberlo,
es, si puedo decir, que él no ha matado a su padre
más que […] a falta de haberse tomado el tiempo de
“perorar”.8 Si se hubiera tomado el tiempo que era
necesario –pero, ciertamente, hubiera hecho falta un
tiempo que habría sido poco más o menos el tiempo de
un análisis, puesto que él mismo, era justamente para
eso que estaba en los caminos, a saber que él creía,
por un sueño –justamente– que iba a matar a aquél
que, bajo el nombre de Pólibo, era perfectamente su
verdadero padre (Lacan, 1974/75, pp. 9-10).
8. Se traduce como “perorar” lo que Lacan escribe en el texto original como
laïusser, derivado de laïus, “discurso” (en la jerga de las escuelas), y que
remite a Layo, padre de Edipo. El tiempo de “perorar” sería el tiempo de
analizar su impulso edípico y su acto parricida.
264
AMBIENTE VIRAL
En la tragedia de Sófocles, Creonte consulta el oráculo
de Delfos y descubre que la peste es el castigo de los
dioses por el asesinato de Layo, el antiguo rey de Tebas a
quien Edipo no llegó a conocer. Hasta que el responsable no
expíe sus culpas, la peste seguirá azotando a la ciudad. El
coronavirus no es un castigo divino, sino una respuesta de
la naturaleza, cuyo comportamiento debemos desentrañar.
El oráculo había predicho que Layo y Yocasta tendrían un
hijo que mataría a su padre y se desposaría con su madre.
Para evitarlo, se deshicieron del niño. Yocasta se suicida
al descubrir la terrible verdad. Edipo, consternado, decide
romper sus ojos con los broches del vestido de Yocasta, de
modo que cuando muera no pueda mirar a sus padres a
los ojos en el Hades. Ciego, le pide a Creonte que lo exilie, y
Edipo se condena a vivir para siempre como un extranjero,
desprovisto de todo poder, afecto y consideración.
Ante la terrible verdad del Capital que ha violado a la
Naturaleza, la humanidad ha preferido arrancarse los ojos
para no mirar su incestuosa conducta. Mas ese no debe
constituirse en nuestro destino ineluctable. No debemos
arrancarnos los ojos para no ver lo que la voluntad de
poder reprime y nos ha impedido ver la Verdad de la Vida.
La verdad de la virulencia viral, latente en lo Real de la Vida
ya se anunciaba en sueños premonitorios, en la memoria
de pandemias anteriores, en sus rituales recordatorios,
en las señales y advertencias de nuevos acontecimientos
climáticos, telúricos y epidemiológicos que habrían de ver
madurar sus tiempos. El virus anunció metafóricamente
su poderío global al convertirse en significante de la
capacidad de transmisión electrónica instantánea a
escala global. Antes de la pandemia vivíamos de manera
cotidiana la amenaza de los virus informáticos que
podrían “hackear” nuestras computadoras. La infodemia
—la viralización de la información, de las “fake news”—
penetra las mentes de la humanidad, al tiempo que el
virus se ha “viralizado”, enfermando y aniquilando el
cuerpo de la vida.
Las fuerzas que gobiernan el mundo globalizado
prefieren ignorarlo, no saber la verdad. Las verdades lógicas
—incluyendo las verdades científicas— no desentrañan los
enigmas de la verdad de la vida y su relación con la existencia
humana. ¿De qué manera los virus, como portadores de
la muerte, pero también de la libertad desde los tiempos
ancestrales de la civilización humana, podrían ser hoy
agentes de una fatalidad en la manifestación global y letal
de la COVID-19, los emisarios de nuevos tiempos por venir?
La crisis sistémica llama a restaurar la vida, cuyo saber no
ENRIQUE LEFF
265
podría reducirse a los paradigmas de la razón económica,
científica e instrumental. Estos enigmas y dilemas de la vida
se manifiestan en la dificultad para establecer un código de
justicia epidemiológica y ambiental que no esté contaminado
por una razón que dicte la medida justa del derecho a la vida.
Justicia vital: calculando el derecho
y midiendo el valor de la vida
La pandemia de la COVID-19 ha sacado a la superficie
aquello que la crisis ambiental abrió a la reflexión
filosófico-política y al debate público: la confrontación del
régimen ontológico del capital —la racionalidad tecnoeconómica que gobierna el mundo moderno globalizado—
con las condiciones de la vida en el planeta. El mundo en
el que irrumpe la pandemia es un mundo donde la razón
calculadora, originada en la primacía del Logos y de lo Uno,
configuró la era de la Gestell —como lo designó Heidegger—,
del régimen ontológico que ha estructurado la racionalidad
del Capital. Es el mundo que ha enmarcado la vida dentro
una razón suprema; un mundo codificado por el cálculo,
mesurado por la ratio, dominado por una voluntad de poder
que produce la realidad como objetos a ser apropiados
por el capital; un mundo totalitario que dispone todo lo
existente a la planificación sujeta a la medida objetiva y al
cálculo económico. El mundo así construido configura la
subjetividad y la moral humana a los designios del modo de
producción de existencia del Capital. La elección racional
(rational choice) de los sujetos está ya enmarcada en los
principios a priori de una racionalidad insustentable. A ella
se sujeta el cálculo de riesgo de acontecimientos como la
presente crisis epidemiológica, que al estar fuera de la
capacidad de previsión desde lo “sabible” de una realidad
presente y de lo vivido en la experiencia humana anterior,
se nos presenta como una condición de la vida en la era del
riesgo y de la modernización reflexiva.
En este contexto se diseñan los códigos bioéticos para
orientar y normar las decisiones tomadas en respuesta
a la crisis multidimensional que ha desencadenado la
pandemia —crisis sanitaria y del sistema de salud, crisis
económica y financiera, crisis ecológica y ambiental, crisis
ontológica y existencial—; un contexto en el que el juicio
sobre el derecho a la vida toma preeminencia y se presenta
el dilema de salvar vidas humanas o salvar a la economía, al
capital que ha puesto en jaque a la existencia humana.
Pongamos de lado por un momento las consideraciones
sobre la manera como la intervención de la dinámica del
266
AMBIENTE VIRAL
capital determina el stress ecológico que ha provocado
el dislocamiento del coronavirus, desde los huéspedes
en los que cohabitó pacíficamente durante milenios o
eones de evolución de la vida, hasta su transmisión a la
humanidad. Una vez abierta su diseminación en la biosfera
hacia la especie humana, por las vías de contagio que ha
propiciado el libre comercio y el libre tránsito de seres
humanos —que generó las condiciones de la distribución
geográfica del virus—, ha puesto en evidencia la ineficacia
de la infraestructura hospitalaria y del sistema de atención
médica de los diferentes países, abriendo un dilema ético
sobre el valor y el derecho a la vida. Ya durante las guerras
napoleónicas fue considerado el método del “triaje” para
responder al dilema ético y decidir las prioridades de
la atención médica a los soldados heridos y enfermos.
Y en las pandemias anteriores, previas al invento de las
vacunas —de la peste negra durante la Edad Media a la
gripe española en 1918—, se dejó a la propia naturaleza
la responsabilidad de “resolver” la crisis epidemiológica
a través de la creación de anticuerpos en los individuos
más resilientes, luego que diezmara, según ciertas
estimaciones, al 5 por ciento de la población del planeta.9
9. La peste negra se extendió hacia el Mediterráneo y Europa occidental
hacia 1348, posiblemente llevada por mercaderes italianos que huían de
la guerra en Crimea. Mató a veinte millones de europeos en seis años, una
cuarta parte de la población total y hasta la mitad en las zonas urbanas
más afectadas. Fue una nueva irrupción de la peste bubónica, cuya primera
manifestación registrada fue la llamada peste de Justiniano, en el año 541,
que inició en Egipto y llegó a Constantinopla. En sus momentos más activos,
según relata Procopio de Cesárea en su Historia de las guerras persas, mató
a 10 mil personas por día y, quizás, a un 40 por ciento de los habitantes de
la ciudad, diezmando a la cuarta parte de la población del Mediterráneo
oriental. La peste negra asoló otra vez a Europa en 1664, llevada por
marineros que desembarcaron sus mercaderías de Turquía en Holanda, y
se expandió por todo el continente. Hoy se sabe que la peste negra es el
bacilo llamado Yersinia, por su descubridor Alexander Yersin.
La gripe española, que duró de 1918 a 1919, fue una pandemia de categoría
5 provocada por un virus de la gripe A inusualmente grave y mortal.
Muchas víctimas eran adultos jóvenes sanos, los soldados que fueron a la
Primera Guerra Mundial. La enfermedad fue reportada por primera vez el
4 de marzo de 1918, en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos, aunque en el
otoño de 1917 se había producido una primera oleada heraldo en al menos
catorce campamentos militares. En algún momento del verano de 1918 el
virus sufrió una mutación o un grupo de mutaciones que lo transformó en
un agente infeccioso letal. El primer caso confirmado de la mutación se dio
el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto francés por el que entraba la
mitad de las tropas estadounidenses aliadas en la Primera Guerra Mundial.
Las estimaciones iniciales calcularon el número de víctimas entre 40 y
50 millones de personas, mientras que las más recientes sugieren que
podría haber muerto hasta 100 millones de personas, un 5 por ciento de la
población mundial en 1918.
ENRIQUE LEFF
267
Cirujeo entre amigos, de Radia Slimani (40).
Marie-Jeanne y sus tesoros, de Radia Slimani (39).
El acontecimiento COVID-19 no puede equipararse
a las otras pandemias registradas en la historia de la
humanidad. El mundo actual no es el de la Edad Media ni
el de hace un siglo. La pandemia del SARS-CoV-2 no puede
considerarse un fenómeno estrictamente natural en
cuanto a las condiciones de emergencia, sus mutaciones
o sus vías de transmisión, expansión y contagio. La
humanidad en su era científica e informática no podría
serenamente “dejar ser al virus”; dejarlo desplegar sus
estrategias letales poniendo a prueba la capacidad de
respuesta del sistema inmunológico humano. La irrupción
de la pandemia ha tomado al mundo sin una vacuna
contra el virus y con una capacidad del sistema médico y
hospitalario determinada por sus condiciones económicas
de operación “normal”, que dentro de sociedades regidas
por los principios de la rentabilidad de los servicios
médicos implica una escasez de recursos para atender
emergencias sanitarias de esta magnitud. Ante la
imprevisibilidad de la escala de expansión del contagio y
el grado de malignidad del agente patógeno, la estrategia
de “aplanamiento de la curva epidemiológica” responde a
las limitadas capacidades del sistema sanitario carente
de una planificación basada en la previsión y en un
“cálculo de riesgo”, para atender a las víctimas del virus,
de una crisis epidemiológica anunciada.
La situación real de saturación de los servicios médicos
para atender los casos graves del coronavirus ha abierto
un nuevo debate sobre la justicia social en el campo de la
bioética, sobre el valor y el derecho a la vida. Si ya en el campo
de la ecología política habíamos cuestionado la manera
como la justicia ambiental trasciende los esquemas que
reducen lo justo a las normas y procedimientos, al derecho
positivo y privado —a la medida de una equidad incapaz de
aquilatar lo justo—,10 la crisis de la pandemia nos enfrenta
a nuevos desafíos. En el dilema del aplanamiento de la
curva epidemiológica y la reapertura de las actividades
económicas se puso en juego una distribución de los costos
en vidas de la crisis. La apuesta por salvar a la economía
de una debacle que arrastraría a través de la recesión a un
número creciente de desempleados y a una situación de
penuria colectiva, se antepone el interés económico, antes
que la solidaridad humanitaria. Allí se juega el dilema entre
la prioridad del capital como condición de la vida, frente al
derecho intrínseco y fundamental a la vida.
10. “La justicia es la demanda de equidad […] y la distribución de los
beneficios de la vida que son conmensurables con la contribución de cada
uno. En palabras de Thomas Jefferson, es ‘igual y exacta’ basada en el
respeto al principio de equivalencia” (Bookchin, 1990, p. 96).
ENRIQUE LEFF
269
En su forma más pragmática, tales principios éticos
derivan en una medida del derecho a la vida fundada en
las capacidades de supervivencia y en una equivalencia de
años vividos y por vivir. Desde la soberanía del capital se
ha valorizado económicamente la vida humana. Más allá
de su reducción de la vida al valor de la fuerza de trabajo
en la acumulación originaria del capital, las compañías
de seguros han ido modulando nuestra comprensión de
su valor en términos de un cálculo de riesgo y esperanza
de vida. El propósito pragmático de la bioética ante la
emergencia de la pandemia es ofrecer una guía de toma
de decisiones para que, llegado el momento, un médico
no deba —y no pueda— tomar libremente la decisión ante
el dilema de dejar morir a un “anciano” de 70-90 años o
a un joven de 20-40 años. En su forma más esquemática
y extrema, la medida práctica autoriza al médico a dejar
morir a quien estadísticamente le quedan menos años de
vida, a quien haya vivido más etapas de su vida.
Pero ese cálculo debería llevar toda reflexión bioética a
la pregunta: ¿Cuánto vale la vida de uno y otro ser humano?
Si bien el virus no reconoce clases sociales, sabemos que
los pobres, los indigentes y la clase trabajadora, formal
e informal, son los más susceptibles de contraerlo por la
necesidad de salir a la calle y tomar el transporte público
para ganarse el pan de cada día; que los médicos, las
enfermeras y su personal de apoyo están más expuestos
a las fuentes de contagio, que las personas que podemos
trabajar en casa. Que los pueblos indígenas, que en principio
pueden estar más alejados de los epicentros urbanos del
contagio, son más vulnerables por sus prácticas de vida
comunitaria y la falta de servicios de salud. De manera
que la justicia sanitaria está claramente segmentada en
cuanto a las condiciones sociales en que se produce la
morbilidad del virus y las posibilidades de ser atendidos
por las insuficiencias del sistema de salud.
El manejo de la pandemia ha llamado a la bioética a
dirimir el dilema de decidir a quién dejar morir de entre
quienes tienen acceso a un hospital en el momento crítico
de distribuir los escasos ventiladores disponibles. Si se
tratara de sacrificar vacas o gallinas, pensaría que no hay
duda en dejar vivir a las más jóvenes y aún fértiles. Pero
en el caso de vidas humanas, si el derecho a la vida es
un derecho universal y en una democracia, al menos en
principio, todos contamos por igual, si el valor de la vida es
siempre equivalente, ¿a quién dejar morir cuando queda
un solo ventilador en un hospital para salvarle la vida? ¿La
vida de quién ganaría el derecho a la vida? ¿Qué vida dona
270
AMBIENTE VIRAL
y ofrece más vida a la vida de los demás? Si se tratara de
elegir entre un viejo de más de 70 años y un narcotraficante
delincuente, o entre un alto dirigente político y un soldado
de la guardia civil, o entre un joven indígena y un albañil,
¿el médico decidiría con el manual de bioética en la mano?
Y si extendemos el juicio ético al derecho a la vida en un
esquema no antropocéntrico, sino al biocentrismo radical
preconizado por la ecología profunda, ¿quién tiene más
derecho a la vida, un ser humano o un virus?
Hoy, el juicio bioético atraviesa la vida política y las
decisiones personales. El personal médico y asistencial
se juega literalmente la vida para salvar las vidas de los
pacientes que llegan a atenderse por haber contraído la
COVID-19. El médico que detectó el virus en Wuhan murió
a causa del contagio. Muchos más médicos, enfermeras y
ayudantes en el mundo entero están en esa condición. El
20 de abril de 2020, el personal de salud del hospital San
Rafael de la ciudad de Leticia, en la amazonia colombiana,
único hospital público de la región, renunció masivamente
por falta de los elementos mínimos de protección para
prestar atención sin el riesgo inmediato de contagio,
luego de morir un paciente por coronavirus. El médico
está ante el dilema de cumplir el juramento hipocrático
o salvar su propia vida y la de su familia. La pandemia de
COVID-19 ha expuesto la confrontación entre la economía
como medio para producir los medios de vida y el derecho
intrínseco a la vida: entre el poder soberano y la nuda
vida, en términos de Giorgio Agamben.
A lo largo de un año de pandemia se ha manifestado el
conflicto entre el cuidado de la vida y el poder soberano
que la domina: volver al trabajo y rescatar a la economía,
o salvaguardar la vida limitando las posibilidades de
contagio mediante el resguardo en casa y la “sana
distancia” o defender el empleo y el ingreso, y salir a
la calle a ganarse el sustento diario. Según sus críticos,
la Organización Mundial de la Salud (OMS) esperó
demasiado para hacer sonar la alarma del coronavirus,
lo que dio el espacio y el tiempo suficientes para que el
veloz patógeno cruzara fronteras y continentes y llevara
el brote local, nacido de un modesto mercado de Wuhan, a
transformarse en una pandemia que ha trastocado la vida
y sembrado de muerte cada rincón del planeta.
Si cada quien tiene su merecido virus en un mundo
democrático, porque “arrieros somos y en el camino
de la globalización andamos”, la pandemia tendrá sus
consecuencias para la democracia. Si las autodefensas
han surgido para defender la vida del acoso del crimen
ENRIQUE LEFF
271
organizado ante la ineficacia del Estado, cuando el virus
ponga en jaque la vida no habrá autoridad soberana capaz
de dirigir o de contener las acciones que cada comunidad
y persona tome para cuidar su vida. Ya lo estamos
observando en gobernadores y presidentes municipales,
que desacatan órdenes o desobedecen políticas estatales.
En el “sálvense quien pueda”, cada quien buscará o no la
manera de salvaguardar su vida.
El estado de emergencia en el que la pandemia
ha puesto al mundo entero no reclama tan solo los
mejores diagnósticos clínicos, las mejores estrategias
de contención e inmunización, las mejores capacidades
para distribuir la vacuna, vencer la ira mortífera del virus
y volver a la “normalidad crítica” en la que se encontraba
la humanidad al final de la década anterior, al mundo del
business as usual. La excepcionalidad del acontecimiento
reclama lo mejor de la sensibilidad humana para imaginar
un cambio profundo en nuestros modos de producir, de
existir, de convivir con la naturaleza: para aprender a vivir
dentro de las condiciones de la vida.
La Democracia Viral y el Por-venir de la Vida
La pandemia ha sido emisaria de tiempos aciagos. El
mundo no podrá volver a ser el de antes. La humanidad
ha quedado pasmada ante la amenaza de un minúsculo
e invisible virus; pendiente del Next Big One, de la
eventualidad de un acontecimiento de dimensiones aún
mayores, de un evento incontenible y letal, capaz de
poner fin a la especie humana. La ciencia no acierta a
hacer pronósticos precisos: especula que terremotos de
mayor intensidad son previsibles; que tsunamis causados
por el cambio climático son inevitables. Ahora sabemos
que otros coronavirus están allí, atrincherados en las
células de una multiplicidad de organismos vivos, listos
para mutar, para saltar de la planta al animal y del animal
al ser humano, en grados de malignidad impredecibles,
imposibles de contener con una vacuna de cepas
existentes. Un fantasma recorre el mundo: la amenaza
de una fatalidad causada por la negación de una verdad
ineluctable. Esta vez no será la peste por el ocultamiento
de la verdad del incesto de Edipo, sino la inconfesable
verdad del capital que se ha instaurado como la razón de
fuerza mayor de la condición existencial de la humanidad
y que ha puesto en jaque la vida humana.
En efecto, no sabemos con certeza hasta qué punto
el progreso de la racionalidad tecno-económica habrá
272
AMBIENTE VIRAL
El despedazador de motores, de Pascal Garret (34).
de provocar acontecimientos climáticos, tectónicos
y epidemiológicos aún más intensos y con efectos
más catastróficos en el futuro próximo. Sin embargo,
hay suficiente evidencia para imaginar hipótesis
pertinentes y preguntas sensatas. Sabemos que
existe una conexión directa entre la economía global
y el metabolismo de la biosfera. La epidemiología se
encarga de saber los vectores y vías de transmisión,
del contagio y la inmunidad de los virus. Pero sabemos
de manera muy incompleta el modo en que el capital,
en todas sus formas de intervención de la naturaleza,
se ha convertido en el mayor agente activador de
las pandemias. Más allá de la hipótesis de una
conspiración viral que inundó las redes sociales y el
internet —sobre una supuesta estrategia planeada de
una guerra bacteriológica para dominar el mundo—,
es razonable comprender que la destrucción de
la biodiversidad producida por el agronegocio de
monocultivos transgénicos, así como por los grandes
establos de ganado vacuno y porcino y de las grandes
granjas de aves —además de los efectos nocivos y
mortales de los biocidas empleados—, propicia el
desprendimiento de los virus hacia los animales y,
mediante el consumo, el comercio, el transporte y
el turismo a escala global, su transmisión hacia los
humanos. ¿Es demasiado especulativo pensar que
la tecnología del fracking, además del alto consumo
de agua, pueda causar mayores fracturas de las
capas geológicas que en algún momento provoquen
o magnifiquen movimientos telúricos? ¿O que el
calentamiento global sea un factor que incida en la
“liberación” de los virus de la biosfera y en su mayor
diseminación y transmisión a través de fenómenos
meteorológicos de la atmósfera?
Sabemos que el coronavirus SARS-CoV-2, viajando
en avión y en barco, ha llegado a todos los confines
del planeta. Su presencia es tan completa como la
representación de los delegados de sus países en la
Asamblea General de las Naciones Unidas. Hoy, la alerta
generalizada apuntala la implementación de la Coalición
para las Innovaciones en Preparación para Epidemias
(CEPI) financiada por Bill Gates. Su objetivo es acelerar
el proceso de prueba de vacunas y financiar maneras
nuevas y rápidas de desarrollar inmunizaciones por
si un nuevo virus llega a propagarse por el mundo.
La pregunta es si esta es la mejor estrategia para
274
AMBIENTE VIRAL
contener la letalidad de los próximos acontecimientos
epidemiológicos y para responder al cuestionamiento
que plantean como síntoma de la crisis civilizatoria
de la humanidad. Acerquémonos antes a tratar de
comprender cómo han convivido las sociedades
tradicionales con sus virus, en sus entornos, durante
milenios de coevolución con la naturaleza.
Por cierto, las poblaciones amerindias fueron
devastadas
por
enfermedades
contagiosas,
especialmente la viruela, traída a América por los
conquistadores y colonizadores europeos. Si no se
sabe con certeza, se estima que el 70 por ciento de
la población indígena falleció por enfermedades
contraídas luego de la llegada de Colón a América.
Sin embargo, no tenemos noticia de que estas
poblaciones hayan sido diezmadas por epidemias
virales anteriormente a la Conquista, o que esta haya
sido una de las causas del colapso de la Civilización
Maya.11 Estos Pueblos de la Tierra han aprendido
a adaptarse a su entorno, a con-vivir con sus virus
a través de su milenaria experiencia de vida y sus
estrategias de supervivencia.12
Los huni kuin saben bien lo que puede ser un
virus, pues los virus importados en el pasado, como la
influenza y la viruela, les causaron más muertes que
las guerras que enfrentaron en la época de la invasión
de sus tierras. Así como las células de los organismos
11. Si bien autores como Spinden (1928) han sostenido la teoría
según la cual la aparición de la fiebre amarilla pudo haber sido una
de las causas del colapso de la civilización maya, otros estudiosos,
como Morley, afirman que esta enfermedad, al igual que la sífilis
y una serie de otros males infectocontagiosos, llegaron a América
durante la conquista española. Por su parte, Shimkin (1973) abona
la hipótesis de Spinden al encontrar que el mono aullador de los
bosques centroamericanos es portador de la fiebre amarilla, que le es
transmitida por un mosquito y por los murciélagos. Empero, esta no
aparece como la causa predominante.
12. Dan testimonio de ello los huni kuin del estado de Acre en Brasil
y de la selva amazónica peruana, que, como tantos otros pueblos
indígenas de la región, comparten un saber de vida instaurado en sus
rituales y prácticas de coexistencia con los otros organismos vivos de
su entorno. Els Lagrou (2020), profesora de la Universidad Federal
de Río de Janeiro, propone, a través de la filosofía amerindia de los
huni kuin, una original lectura cosmopolítica del nuevo coronavirus,
que atribuye la mayor parte de las enfermedades al hecho de comer
animales. Los huni kuin afirman que las personas enferman “porque
la caza y los peces, así como algunas plantas que consumimos y otros
seres que agredimos o con los cuales interaccionamos, se vengan y
mandan su nisun, dolor de cabeza y mareos que pueden resultar en
enfermedad y muerte […] El universo de la floresta es habitado por una
multiplicidad de especies que son sujetos y negocian su derecho al
espacio y a la propia vida […] A pesar de que sus enemigos los llaman
Kaxinawa (pueblo murciélago), los Huni Kuin no consumen estos
animales porque los consideran seres que poseen yuxin, el poder de
transformar la forma”.
ENRIQUE LEFF
275
Pak Warjito, conocido como “el jefe de los recuperadores”, de Jérémie Cavé (37).
vivos de los ecosistemas portan con ellos desde
siempre virus benignos para sus procesos evolutivos,
los Pueblos de la Tierra son portadores de saberes
milenarios para convivir con los organismos de los
ecosistemas que habitan. El saber antropológico de sus
mitos y rituales es estratégico para aprender a convivir
con la naturaleza.13 La defensa de sus territorios de
vida es la mejor estrategia de contención del nisun y el
yuxin, de esos espíritus malignos que entran en acción
con la liberación de los virus que viven de manera
armónica y estable en la biosfera. Imaginemos lo que
podría ocasionar la quema de la Amazonía en cuanto
a la liberación de diferentes virus y el genocidio viral
que podría ocasionar en las poblaciones amazónidas
que han vivido en armonía con los virus hospedados
en las células de su riqueza florística y faunística. Las
estrategias más rigurosas de contención del contagio
del coronavirus nos han puesto en guardia sobre lo
que podría significar en cuanto a la legitimación de
gobiernos autoritarios; nos han alertado sobre la
posibilidad de activar una estrategia de infección viral
para un programa de “limpieza étnica”, para eliminar
toda resistencia para la apropiación y transformación
capitalista de la Amazonía.
Le corresponde a la humanidad hacer prueba de
prudencia, no seguir desencadenando los demonios
de la tecnología ni liberando la malignidad viral que
ha estado presente durante toda la historia para
moderar la voluntad de dominio del hombre sobre
13. “Los murciélagos son los únicos mamíferos que vuelan, lo que
permite que puedan cruzar grandes distancias y diseminar muchos
agentes patógenos. Pero también son los polinizadores más importantes
de la floresta tropical, y muchas especies dependen exclusivamente de
ellos para sobrevivir. En el mito de origen de las plantas cultivadas de
los Huni Kuin, un quatipuru (mamífero roedor, de tamaño pequeño a
medio, también llamado Sciuridae, conocido en Brasil como ‘serelepe’,
‘caxinguelê’, ‘caxinxe’, ‘quatimirim’, ‘agutipuru’ o ’acutipuru’, Carlos Walter
Porto Gonçalves, comunicación personal), fue transformado en hombre
que enseñó el cultivo de las plantas a los humanos. El quatipuru sabía
transformarse en murciélago. A los murciélagos, como los humanos, les
gusta vivir en grandes grupos, lo que facilita la diseminación de semillas,
polen y virus. El vuelo del murciélago requiere de mucha energía, lo que
produce altas temperaturas en el animal, que significarían fiebre en
el ser humano. Es por esta razón que cuando pasa el virus al humano
es tan virulento. Como los humanos, los murciélagos sienten stress.
Cuando perciben su hábitat dañado por la deforestación o cuando son
amontonados vivos en grandes ferias junto con otros animales para ser
sacrificados, el aumento del stress presiona su sistema inmunológico y
puede hacer que un virus latente se torne manifiesto y más contagioso.
No es el hecho de que los humanos coman carne de caza la causa de
las epidemias. Las epidemias son el resultado de la deforestación y de
la extinción de los animales que antes eran sus huéspedes simbióticos.
Las epidemias son resultado de una relación extractivista de las grandes
ciudades con las florestas” (Lagrou, 2020, s. p.).
ENRIQUE LEFF
277
la Tierra. De no hacerlo, entraremos en la era de una
democracia viral: no la del control de la sociedad sobre
el uso político de la viralización de las informaciones
y el conocimiento. La democracia viral trastocará el
sentido de la fatalidad de la humanidad que intentó
contener la Polis griega, dando cumplimiento a la
profecía de Heidegger al caracterizar al ser humano
como ser hacia la muerte. Al haber violentado la
vida, descompuesto el cuerpo humano y alterado el
metabolismo de la biosfera, todos iremos a la tumba
con el virus clavado en el corazón.
Queda una esperanza: más allá de la bioética de
un estado de excepción como instrumento eutanásico
para la sala de emergencia, el que la pandemia genere
una reflexión profunda de la humanidad capaz de
reconducir la evolución de la vida hacia modos más
sustentables de convivencia entre los organismos
que habitan la biosfera; para reaprender a habitar
el planeta dentro de las condiciones de la vida; para
que el acontecimiento histórico de la pandemia por
COVID-19 que hoy nos reconfirma el axioma “todos los
hombres son mortales”, lleve a la humanidad a darle
un giro al silogismo hacia la afirmación de la vida. •
278
AMBIENTE VIRAL
Referencias
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future. Boston, Estados Unidos: South End Press.
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ele pode nos ensinar sobre o novo coronavírus. Recuperado de
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11, 1710 . https://doi.org/10.1038/s41467-020-15507-2
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ENRIQUE LEFF
279
INTERNACIONALES
Atilio Sabino
Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos – ARS
Miembro Nacional de ISWA
Capítulo Regional ISWA Latinoamérica y el Caribe
ISWA LAC | Argentina
asavino@ars.org.ar
Síntesis de la Perspectiva
de la Gestión de Residuos
en América Latina y el Caribe*
Durante la XIX Reunión del Foro de Ministros de Medio
Ambiente de América Latina y el Caribe, los países
solicitaron a ONU Medio Ambiente “desarrollar una
perspectiva regional sobre los desafíos principales,
tendencias y políticas relacionadas con la minimización y
gestión de residuos para ser utilizada como guía para el
diseño e implementación de políticas, planes nacionales,
programas y propuestas”. Esta misma solicitud se
renovó durante la XX Reunión del Foro de Ministros, que
tuvo lugar en Cartagena de Indias, Colombia, en marzo
de 2016. A continuación se indicarán el contexto y las
relaciones con el Informe de Perspectiva Mundial de la
Gestión de Residuos (GWMO, por sus siglas en inglés) que
se publicó en el año 2015 y cuya estructura y alcance
representan el punto de partida para los informes
regionales. Tanto el informe mundial como los informes
regionales responden al mandato de la Asamblea de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, por sus
siglas en inglés), en el marco de su Resolución 2/7.
El objetivo general de la perspectiva regional es
proponer, desde una visión holística, un marco conceptual
y las herramientas necesarias para que el sistema
integrado de gestión de residuos de la región, con sus
distintas particularidades, contribuya con el logro de un
desarrollo sostenible. Con esa finalidad, el documento
280
* El informe completo Perspectiva
de la Gestión de Residuos en América
Latina y el Caribe (ONU Medio
Ambiente, 2018), en idioma inglés
y español, puede descargarse del
sitio
https://wedocs.unep.org/
handle/20.500.11822/26448
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
Perspectiva de la Gestión de Residuos en América Latina y el
Caribe (ONU Medio Ambiente, 2018) fue producido por un
equipo editorial compuesto por cuatro autores principales:
Atilio Savino (autor y editor en jefe), Gustavo Solórzano
(autor del capítulo sobre la situación regional), Carina Quispe
(autora del capítulo de gobernanza) y Magda Correal (autora
del capítulo sobre financiamiento).
Asimismo, participaron de su elaboración más de
setenta revisores y colaboradores de veinte países,
mediante un proceso participativo y de consulta con los
diferentes actores. En particular, se invitó a todos los
gobiernos de la región a designar un punto de contacto, a
través del cual se compartió con los países tanto el índice
anotado como el borrador del informe para comentarios.
A través de este punto de contacto también se remitió
un cuestionario para recabar información sobre los
principales apartados del estudio, mediante el cual se
obtuvieron datos de 16 países de la región. Adicionalmente,
el proceso también fue guiado por un comité directivo del
proyecto, representado por los gobiernos y otros actores.
Conformaron el Comité Ejecutivo los gobiernos de
México, Ecuador, Santa Lucía, Uruguay, la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), ABRELPE-ISWA Brasil,
Iniciativa Regional para el Reciclado, la ONG Ciudad
Sustentable, ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad
y ONU Ambiente. El informe se compone de seis capítulos:
1) Gestión de residuos como prioridad política en la región;
2) Introducción: Visión general, definiciones, conceptos e
indicadores; 3) Situación regional de la gestión de residuos;
4) Gobernanza de la gestión de residuos; 5) Financiación de
la gestión de los residuos y 6) Gestión de residuos en la
región: El camino por seguir.
1. El Desafío de la Gestión Sostenible de Residuos
Fenómenos globales como el incremento de la población,
la creciente tendencia a la urbanización, el crecimiento
económico, una significante cantidad de personas que
dejan la pobreza para unirse a una incipiente clase media
y los patrones de producción y consumo claramente
insostenibles ligados a una economía lineal han generado
un constante aumento en la generación de residuos.
Esas características se hacen presentes en la región de
América Latina y el Caribe (ALC), donde aproximadamente
el 80 % de la población es urbana.
La sociedad moderna global se caracteriza por
una cierta aprehensión al consumo, denominada
ATILIO SABINO
281
consumismo, que se traduce en transformarlo en un
objetivo en sí mismo y no en la forma de satisfacer
una necesidad. Paralelamente, y como contracara de
una misma moneda, la vertiginosa aceleración del
cambio tecnológico encontró una rápida aceptación y
adopción por parte de los consumidores (Figura 1.1).
Como muestra de ello, la corriente de residuos que
más creció en la última década es la de los aparatos
electrónicos, producto de su innovación permanente
y una obsolescencia marcada por la moda y no por
sus condiciones intrínsecas.
Esta es la realidad a la que las políticas y los
sistemas de gestión de residuos de la región deben
dar respuesta. Un primer diagnóstico es que dichos
sistemas no han logrado estar a la altura de los avances
económicos y sociales evidenciados en otras áreas.
Radio
38 años
Televisión
13 años
iPod
4 años
Internet
3 años
Facebook
1 años
Twitter
Figura 1.1.
Velocidad récord en el
consumo de bienes.
Fuente: adaptado de Dobbs,
Manyika y Woetzel (2015).
9 meses
Tiempo estimado para alcanzar
50 millones
de usuarios
282
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
1.1. De la gestión de residuos a la gestión de recursos
“Los límites físicos del crecimiento son límites
de la capacidad de las fuentes del planeta
para suministrar materiales y energía
y de la capacidad de los sumideros del planeta
para absorber la contaminación y los residuos.”
(Meadows et al., 2012)
La preocupación de muchos bien intencionados
ambientalistas se puede sintetizar en la frase
precedente, en la que se intenta alertar sobre las
consecuencias de una economía lineal iniciada con
la primera Revolución Industrial y que se puede
sintetizar en la noción de tomar-hacer-tirar, esto es,
extraer los recursos naturales para utilizarlos en
los procesos de producción y distribución de bienes,
cuyos residuos se deben disponer. El resultado: una
sociedad orientada a generar residuos. Sin embargo,
hacia fines del siglo XX el crecimiento industrial
exponencial ya comenzó a dar signos de escasez
de los recursos naturales por su excesivo uso y el
consiguiente agotamiento de sus reservas.
El pensamiento expuesto y los datos de la realidad
llevan a la consistente conclusión de que este modelo
económico es claramente no sostenible para un
mundo de 7.000 millones de habitantes que aspiran a
obtener un mayor estándar de vida, y menos aún para
los 9.000 proyectados para 2050. En 2015, la población
de ALC, en particular, se estimaba en 630 millones
de personas y la proyección para 2025 asciende a
691 millones, de las cuales el 82 % (567 millones) se
radicará en ciudades.
La solución entonces fue encarar un cambio
paradigmático con un objetivo: una sociedad orientada
a generar recursos. Aparece así el concepto de
economía circular, enfocado a reproducir el mecanismo
biológico de la naturaleza al incorporar la idea de un
metabolismo industrial basado en pensar y diseñar
los productos para que luego de un primer uso puedan
ser reutilizados o constituirse en una materia prima
secundaria para un nuevo proceso industrial o para
generar energía alternativa, desplazando así a los
combustibles fósiles.
ATILIO SABINO
283
1.2. Gestión de residuos como punto de partida
hacia el desarrollo sostenible
“Desarrollo sostenible: Desarrollo que satisface
las necesidades del presente sin comprometer
la habilidad de las generaciones futuras
de satisfacer sus propias necesidades.”
(ONU, s. f.)
Esta definición de lo que se debe entender por desarrollo
sostenible, si bien no precisa la calidad y cuantía de las
necesidades, introduce un elemento clave para superar
los desafíos que enfrenta la generación humana: la
noción de equidad intra e intergeneracional. Esto sepulta
de alguna manera la establecida tiranía generacional
que las generaciones presentes imponían a las futuras
con sus decisiones.
El desarrollo es cambio, es progreso. Imita a la
atmósfera en cuanto no es un marco equilibrado; es algo
inestable, que tiene determinada ecuación en cuanto a sus
componentes, pero es a partir de la reacción contrapuesta
de esos componentes que se vuelve “vivible”, porque si
fuese rígida e inconmovible, probablemente no existiría
vida. Un electrocardiograma en equilibrio significa
la muerte del paciente. Esto implica, por tanto, un
dinamismo generativo que ya no permite la explotación
desbocada de los recursos y la generación infinita de
residuos incontrolables.
La idea de colocar en el centro de ese desarrollo al ser
humano conlleva a una búsqueda permanente de mejorar
su calidad de vida. El cambio permanente debe estar basado
en la utilización adecuada de nuestros recursos naturales
y en la posibilidad de que las nuevas generaciones tengan
las mismas oportunidades de utilizar los bienes de la
tierra que tuvo la nuestra. Esto indudablemente requiere
un cambio paradigmático donde los residuos que se
intentaban hacer desaparecer se puedan convertir en
recursos para el mejoramiento del sistema en su conjunto.
Tal sistema, orientado a un desarrollo sostenible, debe
tener en cuenta las siguientes dimensiones:
●
Ambiental, residuos y cambio climático. El impacto
ambiental del inadecuado manejo de residuos a nivel
local ya ha sido destacado. A nivel global el sector
residuos contribuye a la generación de gases de efecto
invernadero (GEI), favoreciendo el cambio climático.
284
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
En tanto los gases generados por el transporte de
los residuos no se contabilizan en el sector, la mayor
contribución se produce en los rellenos sanitarios por
la descomposición anaeróbica de estos. La tendencia
que se ha observado de reemplazar los basurales
a cielo abierto por rellenos sanitarios, unida al
crecimiento de la población y al aumento en la cantidad
de residuos, conducirá inevitablemente al incremento
de la generación de GEI.
Esto solamente será evitado con políticas que
conduzcan a una gestión integral de residuos, donde los
conceptos de minimización, reúso y reciclado cobren
relevancia. Además, se deberá incorporar a los rellenos
sanitarios aquellas tecnologías que permitan una
captación activa del biogás para su posterior quemado
a través de antorchas o para la generación de energía.
ATILIO SABINO
●
Gobernabilidad y aspectos sociales. El adecuado
manejo de residuos requiere, además, el soporte
de la creación de las instituciones responsables de
gestionarlos a nivel local. Se debe generar, entonces,
un cuerpo legal apto con regulaciones posibles,
efectivas y de simple aplicación. Así mismo, es preciso
evitar superposición de organismos, profesionalizar el
sector con la debida capacitación y crear sistemas de
información pensados no solamente para el recuento
estadístico, sino para la toma de decisiones.
Esto necesariamente debe complementarse con
la identificación y la participación de todos los actores
públicos y privados y con la integración del sector
informal. Se deberá elaborar también un sistema
de comunicación, que incluya la educación formal e
informal, tendiente al necesario cambio de hábitos de
consumo y al compromiso participativo.
●
Económica. El éxito de las políticas de desarrollo implica
una eficaz asignación presupuestaria a nivel público, la
creación de un ambiente razonable de negocios a nivel
privado y el acompañamiento social.
El adecuado financiamiento necesita de la
identificación de los costos, las apropiadas decisiones
de inversión, la creación de sistemas de recaudación
basados en la capacidad de pago de los contribuyentes
y el acceso a los mercados de créditos, incentivos
económicos y políticas estatales para favorecer la
compra de productos reciclados.
285
Ropa de segunda mano, de Martin Rosenfeld (42).
2. Definiendo el alcance del informe
2.1. Qué se entiende por residuos en este informe
En los países hispanoparlantes se suelen usar comúnmente
como sinónimos los términos “residuos”, “desechos”
o “basura” para, dentro de un entendimiento general,
denominar a todos aquellos productos o materiales que las
personas deciden descartar porque no resultan más útiles.
Sin embargo, por su omnicomprensión y amplitud para
los fines y objetivos de esta obra, se utiliza específicamente
el término “residuos”, que según el diccionario de la Real
Academia Española (RAE) refiere a ‘cosas o materiales
provenientes de la actividad humana que han sido
descartadas voluntaria o involuntariamente por su pérdida
de valor de uso, su eficiencia, efectividad, excesivo uso y su
destrucción o descomposición por causas humanas o de
la naturaleza’. Así definidos, los residuos pueden adoptar
el estado líquido, gaseoso o sólido, y finalmente serán
recibidos en los sumideros naturales: agua, aire y tierra.
A fin de la búsqueda de mayor precisión y aceptación
internacional, se utiliza la definición de residuos que realiza
el Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos
Transfronterizos de los Residuos Peligrosos y su Eliminación,
que cuenta con la ratificación de 183 países a agosto de
2015. Si bien en la traducción oficial al español el Convenio
de Basilea utiliza el término “desecho”, siguiendo lo dicho
anteriormente, se utilizará aquí el término “residuos”:
“Por residuos se entienden las sustancias u objetos a cuya
eliminación se procede, se propone proceder o se está
obligado a proceder en virtud de la legislación nacional”.
Para hacer el contexto más estrecho, el informe
refiere a los residuos sólidos generados como producto
de las actividades humanas y/o de la naturaleza y
las eventuales consecuencias de su tratamiento o no
tratamiento en la calidad del suelo, aire o agua y en el
ordenamiento territorial.
2.2. Residuo como recurso
En sintonía con el GWMO, el informe analizado ha adoptado
una visión que parte de la prevención, minimización y
gestión de los residuos. En otras palabras, el documento
aborda el manejo de los residuos y recursos desde la
prevención, pasando por todos los componentes de una
economía circular hasta la gestión de los residuos una
vez descartados.
ATILIO SABINO
287
El principal objetivo de la economía circular es utilizar
al máximo los recursos, usándolos el mayor tiempo
posible. La base conceptual de este enfoque es que los
productos deben ser diseñados teniendo en mente la
prevención de no generar residuos, imitando los ciclos de
la naturaleza para reeditar su metabolismo y copiar su
ecoefectividad (Figura 2.1).
1
Figura 2.1.
Desde la gestión de residuos
a la gestión de recursos en
una economía circular.
Fuente: Ellen MacArthur
Foundation.
Desde dónde venimos: la economía
lineal y la gestión de residuos
Recursos
naturales
Disposición
de residuos
Extraer
2
Producir
Descartar
Hacia dónde debemos ir: gestión de recursos
en una economía circular
Principio 1
MATERIALES RENOVABLES
Preservar y mejorar el capital natural controlando las existencias finitas
y balanceando el flujo de recursos renovables: regenerar, intercambiar.
Gestión del flujo de renovables
Agricultura /
recolección
Materia prima
bioquímica
Principio 2
Biósfera
Optimizar el rendimiento de recursos mediante la circulación
de los productos, componentes y materiales en uso con
la máxima utilidad en todo momento en ambos ciclos
técnico y biológico: regenerar, compartir, optimizar.
Regeneración
Cascadas
Biogas
Extracción de materia
prima bioquímica
288
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
Principio 3
Fomentar la eficacia del sistema mediante la revelación
y la identificación de externalidades negativas.
MATERIALES NO RENOVABLES
Manejo de existencias
Regenerar Construir materiales Restaurar
FABRICANTE DE PIEZAS
FABRICANTE DE PRODUCTOS
Reacondicionar /
Refabricar
Reciclado
PROVEEDOR DE SERVICIOS
Compartir
Comercio
Reutilizar/
Redistribuir
Usuario
Mantener /
Proteger
RECOLECCIÓN
MINIMIZAR LA FUGA DEL SISTEMA
Y EXTERNALIDADES NEGATIVAS
En la economía circular el residuo es un recurso y se asemeja
a un nutriente. Cuando un producto retorna a la cadena de
producción al fin de su vida útil y sus materiales son usados para
fabricar nuevos y valiosos productos, está nutriendo al sistema de
una forma efectiva.
El sector de residuos puede constituirse en un actor central
de la economía circular, pues su función es esencial por la
transmisión de los conocimientos de los materiales en las
corrientes de residuos y también en los procesos de diseño y
producción más allá de su contribución al reciclado.
Cuando un residuo es reprocesado puede generar un nuevo
producto, un material o una substancia. Comienza lo que se
denomina un ciclo. Cuán cerrado es ese ciclo o qué cantidad
de veces puede repetirse depende de muchos factores que
impiden obtener una eficiencia del 100 %.
2.3. Los límites del reciclado
Reciclar y mantener los recursos en un ciclo permanente no
es totalmente posible. Para ir en camino hacia una economía
circular, el reciclado es fundamental en cuanto aporta las
materias primas secundarias al proceso de producción. Sin
embargo, los ciclos nunca son perfectos y las pérdidas son
ATILIO SABINO
289
una realidad. Se podría afirmar que existen unos
límites termodinámicos al reciclaje. Cabe recordar lo
que establece la Segunda Ley de la Termodinámica:
La energía siempre fluye de lo caliente a lo frío, de
lo concentrado a lo disperso, del orden al caos. Por
ejemplo, si quemamos un trozo de carbón, la suma
total de energía no variará, pero esa energía se
dispersará en la atmósfera en forma de dióxido de
carbono, dióxido de azufre y otros gases. Aunque la
energía no se ha perdido, el hecho de que se haya
dispersado le impide producir un trabajo útil. Los
físicos denominan entropía a esta energía que ya
no se puede utilizar.
Así, existen pérdidas de material debido a procesos
de abrasión, desgaste y corrosión. Por ejemplo,
cantidades significativas de cobre son perdidas por
corrosión. El aluminio es comúnmente protegido en
contra de la oxidación por una fina capa de óxido de
aluminio. Sin embargo, durante el proceso de reciclado
el metal es mezclado y, a altas temperaturas, una cierta
cantidad del metal se oxida. En el proceso de reciclado
de papel las fibras de celulosa se van acortando y
van perdiendo su fuerza, lo que reduce el número de
ciclos. En definitiva, siempre debe considerarse una
inevitable caída en términos de cantidad y calidad.
2.4. Alcance del informe
Siguiendo con el criterio establecido en el GWMO
y reconociendo que la generación de todo tipo de
residuos afecta el normal desarrollo de las ciudades,
el informe se centra en aquellos residuos provenientes
de actividades económicas urbanas, los que por su
tratamiento o falta de él impactan en los sumideros
naturales o en el ordenamiento territorial y los que
provienen de desastres o los que por su inadecuado
manejo generan consecuencias globales, como los
que contaminan significativamente los mares.
Asimismo, son de especial atención tanto los
sectores públicos como los privados y la integración
del sector formal con el informal. En la tabla 2.1
se hace una amplia descripción de los residuos
incorporados en el informe de acuerdo a la categoría.
290
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
Nº
Categoría
Alcance y enfoque del informe
1
Impactan al medio receptor
Enfoque holístico, pero con especial dedicación a los resudios sólidos y aquellos derivados del
tratamiento o no tratamiento de estos que impactan negativamente en el aire, suelo o agua o en el
ordenamiento territorial.
2
Residuos como recursos
Prevención, minimización, reúso, reciclado, generación de energía, incluyendo el sector industrial.
3
Fuente donde se originan
Residuos sólidos municipales, domiciliarios y de pequeños negocios o instituciones. Establecimientos comerciales e industriales, de construcción y demolición, grandes generadores.
4
Responsabilidad en la generación
5
Propiedades de los residuos
Residuos no peligrosos.
Residuos peligrosos, incluidos los generados por establecimientos de salud y en los domicilios.
6
Tipos específicos de residuos
Provenientes de la producción o consumo de comida, de aparatos eléctricos y electrónicos, de
envases, generados por desastres, residuos marinos, residuos emergentes.
7
Sector público y privado
Residuos generados en la operación por ambos sectores. Incluye a los importadores, productores,
distribuidores y recicladores.
8
Sector formal e informal
Generados en la operación y el reciclado por ambos sectores.
9
Alcance geográfico
Residuos sólidos urbanos.
Considerando el nivel local, nacional y regional.
Con énfasis en las políticas nacionales.
Tabla 2.1.
Alcance y enfoque del informe.
Fuente: UNEP.ISWA (2015).
2.5. Alcance geográfico
El informe está orientado al desarrollo de políticas a nivel
nacional que serán implementadas local y regionalmente
de acuerdo a sus propias particularidades. El alcance
del presente documento incluye los 33 Estados
nacionales de la región de ALC (Antigua y Barbuda,
Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil,
Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El
Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras,
Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San
Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad
y Tobago, Uruguay y Venezuela).
2.6. Impulsores de cambio para residuos y recursos
Desde finales del siglo XIX hasta finales de la década del
sesenta del siglo XX, la preocupación mayor se centró en
cómo hacer desaparecer los residuos de la vista de los
ciudadanos. Los servicios se llamaban de aseo y limpieza
urbana, y la institucionalidad del sector a nivel nacional
quedaba en grados menores de los Ministerios de Salud,
junto con el tratamiento de excretas. Las prácticas más
comunes eran la disposición no controlada y la quema.
Posteriormente, el movimiento ambientalista
que se hizo público a partir de los años setenta
comenzó a llamar la atención acerca de los niveles
ATILIO SABINO
291
de contaminación de los distintos receptores naturales
del medio y de los límites de un crecimiento económico
descontrolado (Club de Roma). También hizo notar la
importancia y el papel de los residuos para el desarrollo
sostenible. Frente a esto se produjo un importante cuerpo
legislativo e institucional que empezó a establecer
obligaciones, controles y estándares, en particular, en
los países desarrollados. La implementación de estas
medidas, el desarrollo tecnológico y la comprensión de
que todo proceso debía ser ambientalmente adecuado,
socialmente aceptado y económicamente viable comenzó
a darle al sistema la complejidad presente.
Los países de la región, si bien con tropiezos,
comenzaron a recorrer un camino similar, especialmente
a partir de 1992, cuando en la denominada Cumbre de
la Tierra, en Río de Janeiro, se aprobó la Agenda 21 con
un importantísimo respaldo internacional. Es de destacar
que el capítulo 21 de dicha Agenda está dedicado a
establecer las bases estratégicas de un adecuado
sistema de residuos. Casualmente, de esa reunión surge
la Convención de las Naciones Unidas contra el Cambio
Climático. La contribución del sector en términos de
adaptación y mitigación fue señalada precedentemente,
por lo que es innegable reconocer en la lucha contra el
cambio climático un notorio impulsor.
En resumen, los iniciales impulsores, tanto en países
desarrollados como en los países en vías de desarrollo,
pasaron y evolucionaron desde el aprovechamiento del valor
de algunos residuos a la preocupación por la salud pública
y, a partir de los años setenta, por la protección y el cuidado
del ambiente local hasta llegar a su repercusión global,
lo que completó la transición de un sistema de manejo de
residuos a otro de recursos. Esto se refleja en la figura 2.2.
Figura 2.2.
Evolución de los principales
impulsores a través del tiempo en países desarrollados y
en vías de desarrollo.
Fuente: UNEP-ISWA (2015).
Protección
ambiental
Salud pública
Valor de mercado
de los residuos
292
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
2.7. Marco analítico para el informe de perspectiva regional
2.7.1. Gestión integrada y sostenible de los residuos
Figura 2.3.
Elementos duros y blandos
de un SIGRS.
Fuente: ISWA-Abrelpe (2012).
Un sistema de gestión integrada y sostenible de residuos
sólidos es esencialmente complejo en tanto las interconexiones
entre sus partes componentes generan propiedades
específicas diferentes a aquellas que constituirían la suma
algebraica de cada una de ellas. Es por eso que cada sistema
adquiere una individualidad esencial en la medida en que las
distintas combinaciones obedecen a características sociales,
ambientales y económicas que le son propias.
De manera simplificada, un Sistema Integral de Gestión
de Residuos Sólidos (SIGRS) puede ser representado
por dos triángulos en los que los elementos físicos
que integran la salud pública se relacionan con la
protección ambiental y la gestión de los recursos, y con
las características de gobernabilidad del sistema. En
términos metafóricos, podríamos hablar del hardware y
el software del sistema (Figura 2.3).
Salud Pública
Desarrollo Institucional
$
Protección Ambiental
Gestión de Recursos
Viabilidad Financiera
Apoyo Social
El primer triángulo comprende los tres principales
elementos físicos que deben ser considerados para
cualquier sistema que tiene que operar de manera
sustentable en el tiempo:
●
●
●
ATILIO SABINO
Salud pública: garantizar la salud pública en las ciudades.
Protección ambiental: a nivel local y global.
Gestión de recursos: “cerrar el ciclo” a través del
retorno de los materiales y de los nutrientes al proceso
productivo, con la contribución de la prevención,
minimización, reciclado y reutilización de los residuos.
293
El segundo triángulo se centra en la gobernabilidad del
sistema (estrategias, políticas, regulaciones) para garantizar
un correcto funcionamiento. El sistema precisa:
•
•
•
Ser inclusivo, ofreciendo espacios transparentes
para que los actores participen, sean usuarios,
proveedores o facilitadores (apoyo social).
Ser financieramente sustentable, lo que significa
tener buena relación costo-beneficio y ser accesible
(viabilidad financiera).
Apoyarse en una base de instituciones sólidas y en
políticas proactivas (desarrollo institucional).
El desempeño del sistema resulta del comportamiento
holístico emergente del hardware con el software
adecuado. En cualquier caso, cabe tener en cuenta que no
todo software es adecuado para todo hardware y no todo
hardware es capaz de ejecutar determinado software.
El sistema, además, debe formar parte de una verdadera
agenda de desarrollo sostenible y contribuir al logro de
sus objetivos con sus consiguientes beneficios.
3. Situación regional de la gestión de residuos
3.1. Visión general de la generación de residuos sólidos
urbanos (RSU)
3.1.1. Generación de los RSU
Si bien existe información disponible relativa a la generación
de RSU en los países de la región de ALC, es frecuente
que dichas cifras varíen para un mismo país dependiendo
de la fuente consultada. En la tarea de obtener índices de
generación en la fuente se aplican normalmente métodos
estandarizados; sin embargo, con frecuencia dichos índices
se obtienen mediante la aplicación de métodos indirectos:
por ejemplo, a partir del registro del volumen de residuos
que llega a un sitio de disposición final. Esta condición refleja
el volumen de residuos recolectado, mas no necesariamente
el generado en la fuente, lo que crea un problema en la
interpretación de datos, ya que las coberturas de recolección
pueden variar significativamente entre los países de la
región, pero también entre las ciudades de un mismo país,
así como entre los diferentes sectores de una misma ciudad.
Además, entre la fuente generadora y el sitio de disposición
final puede existir una merma debido a la separación de
algunos materiales durante el transporte de los residuos.
294
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
A partir de la información recopilada para el presente
estudio, se ha estimado que para el año 2014 la generación de
RSU en los 33 países evaluados llegó a una cifra cercana a las
541.000 toneladas diarias, valor superior en cerca de 25 % a
las 436.000 toneladas reportadas por el estudio elaborado en
la región por BID-AIDIS-OPS en 2010 (estudio comúnmente
referido como EVAL 2010) (BID-AIDIS-OPS, 2010).
Nivel de ingreso
Países
Bajo
Haití
Medio bajo
Bolivia, El salvador, Guatemala, Guyana,
Honduras, Nicaragua, Paraguay.
Medio alto
Alto
Argentina, Belica, Brasil, Colombia,
Costa Rica, Cuba, Dominicana, Ecuador,
Granada, Jamaica, México, Panamá,
Perú, Rep. Dominicana, San Vicente
y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam,
Venezuela.
Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados,
Chile, San Cristóbal y Nieves,
Trinidad y Tobago, Uruguay.
Con frecuencia los índices de generación y otros indicadores se
relacionan con el nivel de ingreso de los habitantes de un país. La
tabla 3.1 muestra la clasificación en función del nivel de ingreso
reportado por el Banco Mundial para cada país de la región,
indicador que se utiliza en otros apartados del presente informe.
Por su parte, la figura 3.1 muestra la relación entre la
generación per cápita y el nivel de ingreso per cápita en los
países de la región.
Tabla 3.1.
Ingreso nacional bruto per
cápita en ALC.
Fuente: Banco Mundial.
http://data.worldbank.org/
indicators/NYGDPPCAP.CD
Acceso el 19 de febrero de
2016, valores para 20214,
excepto Argentina (2015).
Figura 3.1.
Generación de residuos y nivel
de ingreso en los países de
América Latina y el Caribe.
Fuente: Elaboración propia a
partir de datos recopilados de
33 países.
Nivel de ingresos
10.000
INB per cápita (USD)
ATILIO SABINO
295
Es posible observar la gran dispersión que existe para los
datos graficados, lo que no permite una correlación aceptable
entre los parámetros bajo análisis. Esto se debe a los amplios
rangos obtenidos tanto para la generación (de 65,7 a 620,5 kg/
año-hab.) como para el nivel de ingreso de la población (de 365
a 31.970 USD/hab.).
A pesar de lo anterior, en la gráfica se observan países
con niveles de ingresos más elevados que tienen mayores
tasas de generación.
3.1.2. Composición y propiedades de los RSU
De manera similar a la generación, la composición de los
RSU constituye un indicador dinámico que puede variar
significativamente en el tiempo y el espacio. En él influyen factores
tales como la introducción de nuevos materiales en los productos
y cambios en los hábitos de consumo de la población, entre otros.
La figura 3.2 muestra un comparativo de la composición
de los RSU en los países de la región agrupados de acuerdo
con su nivel de ingreso per cápita. Se puede observar que la
participación de la fracción orgánica responde a lo esperado,
mostrando una mayor participación en porcentaje en peso en
los países de menor ingreso, mientras que en los de mayor
ingreso su presencia es relativamente menor. Es de hacer
notar que en la región solo un país se encuentra clasificado
como de ingresos bajos, con la gran mayoría ubicada en el
segmento medio-alto de ingresos.
8%
13%
296
Figura 3.2.
Variación en la composición
de los RSU (promedio aritmético) en función del nivel
de ingreso.
Fuente: Elaboración propia
a partir de datos recopilados para 22 países
de la región.
16%
12%
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
Otro indicador que resulta sensible al nivel de
ingreso de la población es el porcentaje de papel en la
composición de los RSU. En la región se presenta un
comportamiento lógico, en la medida en que los países
de alto ingreso reportan un mayor contenido de papel
en sus residuos. Así, se tiene un porcentaje de 5 % en el
nivel de ingreso más bajo, hasta un contenido de 23 %
para los países de alto ingreso, pasando por un 15 y 16
% para los países con nivel de ingresos medio.
3.1.3 Tendencias en la generación de los RSU
Figura 3.3.
Proyección de la población en la
región ALC y subregiones.
Fuente: UN. World Urbanization
Proyects: The 1024 Revisions.
Población en América Latina y el Caribe (millones)
En la tarea de estimar los volúmenes de residuos que
se generarán en el mediano y largo plazo, se parte del
dato obtenido en la sección 3.1.1 correspondiente al
volumen de generación actual de RSU en la región.
A esta cifra se aplica la tasa de crecimiento de la
población ilustrada en la figura 3.3 y, de esta manera,
se obtiene la proyección de la generación de RSU para
la región hasta el año 2070, lo cual se muestra en la
figura 3.4. Como se puede observar, se pasaría de
541.000 t/día en 2014 a 670.000 t/día en el 2050, bajo
un escenario business as usual. En esta proyección
no se ha considerado un incremento en la tasa de
generación per cápita de RSU al carecer de un dato
sólido disponible para la región.
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050 2055 2060 2065 2070 2075 2080 2085 2090 2095
ATILIO SABINO
297
Generación total en ALC, (Miles Ton/día)
Figura 3.4.
Proyección de la generación de
RSU en países de la región.
Fuente: Elaboración propia
con base en la gráfica anterior
(Figura 3.3).
Figura 3.5.
Cobertura de recolección y nivel de
ingreso en ciudades de la región.
Fuente: Elaboración propia con
datos de 28 ciudades.
3.2. Situación general de la gestión de RSU
3.2.1. Recolección de residuos
Los países de la región muestran una mejora
cuantitativa y cualitativa en la recolección de residuos
generados, cubriendo al 93 % de la población. La
cobertura puede variar significativamente entre
países de la región y según el tamaño de la ciudad.
Cobertura de recolección (&)
Nivel de ingresos
298
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
La figura 3.5 muestra la cobertura de recolección
en relación con el nivel de ingresos para un conjunto
de ciudades de la región. Sin embargo, a nivel regional,
quedan sin recolectar más de 35.000 toneladas diarias,
lo que repercute en más de 40 millones de personas y
afecta a la población más vulnerable. En cuanto a los
equipos de recolección, hay en promedio 1,31 vehículos
de recolección por cada 10.000 habitantes
3.2.2. Disposición de residuos
Los sitios de disposición final de RSU se clasifican en
tres categorías: relleno sanitario, relleno controlado y
basural a cielo abierto. En promedio, para 2010, los RSU
generados por el 54,4 % de la población se dispusieron
en rellenos sanitarios, el 18,5 % en rellenos controlados
y el 27,1 % en basurales a cielo abierto. Esto significa
que los RSU generados por 170 millones de personas
terminan en basurales, lo que representa 140.000
toneladas diarias. Obviamente, estas prácticas crean
serios riesgos para la salud, tanto para las personas que
trabajan en los basurales como para las comunidades
que los rodean. Al mismo tiempo, esto ha tenido como
resultado severos impactos ambientales, entre los que
se encuentran la contaminación del agua, la emisión
de contaminantes tóxicos y de efecto invernadero, así
como la contaminación del suelo, que a su vez afecta la
actividad productiva y la industria turística.
3.2.3. Otras corrientes de residuos
Existe una gran cantidad de información relevante sobre
RSU para la mayoría de los países, pero cuando se trata
de otras corrientes como residuos peligrosos, residuos
de establecimientos de salud, construcción y demolición,
alimentos, etcétera, la información es escasa y resulta difícil
decir que la cobertura es regional. Por esa razón, no es
posible proporcionar una descripción general completa del
estado de todas las corrientes de residuos a escala regional.
3.3. Recuperación de recursos
Aunque se han realizado esfuerzos considerables en ALC
para estimar la tasa de reciclaje a nivel de país, los países
que tienen estimaciones nacionales para este indicador
son todavía pocos. La figura 3.6 muestra la tasa de reciclaje
promedio nacional para once países.
ATILIO SABINO
299
Argentina
Barbados
Trinidad & Tobago
Perú
Bolivia
México
Brasil
Cuba
Chile
Costa Rica
Figura 3.6.
Tasas de reciclaje en países
de la región.
300
Colombia
4. Gobernanza de la Gestión de Residuos
Si bien casi todos los países de la región cuentan
con normas legales que contienen disposiciones
sobre el cumplimiento por parte de los generadores
y manipuladores de residuos, así como sanciones
por incumplimiento, el marco institucional es
débil. Esta situación ha dado lugar a competencias
superpuestas poco definidas, que crean un vacío
de responsabilidades gubernamentales con pocas
acciones de seguimiento y monitoreo que resultan,
entre otras cosas, en una aplicación deficiente de la
ley, tanto en el sector público como en el privado. En
consecuencia, el problema más grave es la aplicación
efectiva y el cumplimiento de la ley, además del
hecho de que no se evalúan los resultados.
La realidad muestra una participación ciudadana
limitada en tales procesos. Esto sucede a pesar de que
la legislación de la mayoría de los países de la región
tiene en cuenta el Principio 10 de la Declaración de
Río, según el cual la mejor manera de abordar los
temas ambientales es garantizando el acceso a la
información y la participación plena en la toma de
decisiones públicas. Es necesario aplicarlo.
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
La Responsabilidad Extendida del Productor (REP)
se está adoptando cada vez más. La REP es un tema que
merece toda la atención de la región. Sus principios rectores
son el deber de prevenir la contaminación, el concepto
de ciclo de vida, el principio de quien contamina paga y
la adecuada internalización de los costos. La legislación
de ALC presenta ejemplos en los que el principio REP se
incluye expresamente, ya sea en la ley general de residuos
o en una regulación específica para un flujo particular. La
legislación analizada tiende hacia el llamado Principio de
Responsabilidad Compartida o Responsabilidad Compartida
y Diferenciada. Aproximadamente un tercio de los países de
ALC tienen en cuenta este principio de alguna manera o en
algunos flujos de residuos, pero aún es necesario realizar
esfuerzos para incorporarlo a su legislación.
4.1. Recuperadores Urbanos
La recuperación de materiales útiles de la basura es una
actividad de larga data en los países en desarrollo, pero que
se incrementó, en el caso de ALC, con las sucesivas crisis
económicas y la pobreza endémica de muchos de los países
de la región. Ambos factores, la necesidad económica y la mala
gestión pública en relación con la recuperación de materiales
de los residuos, han creado un escenario favorable para el
desarrollo de esta práctica. No se puede negar que la actividad
ha crecido en la región, que el sector de los recicladores es
altamente heterogéneo incluso dentro de la misma ciudad
(conviven cooperativas registradas, grupos de personas o
familias y recicladores individuales) y que ha contribuido de
manera diferencial al logro de una concientización ambiental
ciudadana en relación con el reciclaje y para “poner el tema
en la agenda pública”, quizás de una manera que ni siquiera
los gobiernos locales han logrado todavía.
No se puede ignorar que los recicladores, además de
ganarse la vida, han estado brindando un servicio a las
ciudades, generando un beneficio económico al evitar los
costos de la recolección y eliminación de una determinada
cantidad de residuos. Asimismo, aunque no se dispone de
datos oficiales, se reconoce que el trabajo de los recicladores
aumenta significativamente las tasas de reciclaje en la región.
A pesar de haber sido reconocido por el ordenamiento
jurídico en varios países de la región, la profesionalización
y la formalización del sector informal aún no se ha llevado
a cabo. Esto contribuiría a la productividad y, especialmente,
promovería la protección de la salud y la infancia, así como el
acceso a un empleo digno.
ATILIO SABINO
301
El taller de ‘Atef, de Bénédicte Florin (35).
4.2. Prohibiciones del plástico
Varios países de la región consideran la urgente
necesidad de proteger los océanos del derrame
general de residuos, siendo las bolsas plásticas de
un solo uso una preocupación especial debido a los
impactos causados en el medio marino. Esta necesidad
se vuelve aún más relevante en los países insulares
del Caribe, donde las poblaciones viven cerca de la
costa y dependen de ecosistemas marinos costeros
frágiles. Ante esta situación, varios países intentaron
controlar el problema prohibiendo la fabricación, la
importación y/o el uso de bolsas desechables.
4.3. Datos
Si bien la información disponible sobre la generación
y recolección de RSU es aceptable, la ausencia de
sistemas adecuados de recolección, procesamiento y
análisis de datos que generen confiabilidad es típica
en la región, lo que a su vez afecta los procesos de
toma de decisiones. En general, no existe coherencia
en las definiciones y en la fuente de datos entre
los diferentes niveles nacionales y locales, lo que
complica su integración y comparación. Naturalmente,
esta dificultad también está presente en la diversidad
de criterios utilizados en cada país para definir
los componentes de los indicadores de gestión. En
resumen, la dificultad de sistematizar los datos da
como resultado indicadores poco fiables y difíciles de
comparar. Esto es aún más grave si se tienen en cuenta
corrientes de residuos como residuos peligrosos,
residuos de establecimientos de salud, residuos de
construcción y demolición, residuos de alimentos o
residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
4.4. Educación y Comunicación Ambiental
Existe un consenso generalizado en que la educación y la
comunicación ambiental son aspectos relevantes, los cuales
deben ser tomados en cuenta en el trabajo de sensibilización
sobre la importancia de gestionar adecuadamente los
residuos y generar el cambio cultural necesario para
la transición a un nuevo paradigma. Sin embargo, en
general no ha sido posible articular la política nacional
de gestión de residuos sólidos con la política nacional de
educación ambiental. Los esfuerzos de comunicación
ATILIO SABINO
303
son generalmente aislados y, en ausencia de un sistema de
información confiable de apoyo, no están fundamentados. En
este sentido, cabe destacar la importante cooperación de las
organizaciones no gubernamentales, que a menudo intervienen
donde las acciones del gobierno son limitadas.
5. Financiamiento de la gestión de residuos
La financiación es un tema clave para la mejora y la
sostenibilidad de los mecanismos de gestión de residuos,
especialmente en ALC, donde prevalecen los modelos
financiados directamente por los municipios y, en muchos
casos, no se recuperan los costos del servicio, mientras
que las inversiones necesarias para mejorar la calidad,
continuidad y cobertura del servicio no se ejecutan.
Como regla general, no hay un conocimiento claro de los
costos financieros y económicos asociados con los residuos,
gestión que dificulta la sostenibilidad de los mecanismos
utilizados. En general, no hay una conciencia real del hecho
de que el costo económico de los impactos negativos en la
salud pública, el medio ambiente y el desarrollo económico,
provocado por la falta de una gestión adecuada de los residuos
(el costo de la inacción), es superior al costo financiero de un
sistema de gestión adecuado.
Los modelos públicos prevalecen en la región, algunos de los
cuales generan altas cargas tributarias, que son barreras para
la sostenibilidad de estos esquemas y limitan las posibilidades
de mejora. La participación de los privados en el sector de estos
servicios, sin embargo, está creciendo. Existe una variedad de
opciones para asociaciones público-privadas o participación del
sector privado en la gestión de residuos sólidos. Los métodos
que se utilizan son la contratación, concesión, arrendamiento,
franquicia y competencia abierta.
Cabe señalar que existen numerosos ejemplos de soluciones
regionales logradas a través de la asociación de varios
municipios en diferentes tipos de organizaciones operativas. La
regionalización en la prestación de servicios es la forma más
común de lograr economías de escala en la gestión y acceder
a fuentes de financiamiento, entre otras ventajas. Otro beneficio
es que se reduce el impacto ambiental acumulativo, mientras
que es un claro ejemplo de enriquecimiento institucional como
proceso sensible para llegar a esas soluciones, que implican
una práctica de diálogo y consenso que es fundamental para su
realización y funcionamiento.
Existen muchos mecanismos diferentes de recaudación de
ingresos para los servicios de gestión de residuos. Se efectúa
generalmente a través de facturas de agua y alcantarillado o
304
SÍNTESIS DE LA PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS
luz, o mediante impuestos prediales y, en menor medida,
cobrando una tarifa directa a los consumidores. También
hay ejemplos de sistemas mixtos.
Los municipios de la región carecen con frecuencia
de mecanismos de recaudación de tarifas de servicio o,
a veces, forman parte de los fondos que se desvían para
pagar otros tipos de servicios.
Los niveles actuales de inversión pública y privada no
son suficientes para financiar la infraestructura necesaria
para mitigar las principales deficiencias mencionadas
anteriormente (cobertura variable de recolección, bajas
tasas de reciclaje, disposición final inadecuada).
6. Mensajes clave
Para sintetizar lo que se ha mencionado anteriormente,
los mensajes clave son los siguientes: la generación de
residuos en ALC está aumentando constantemente. Se
requiere un servicio de recolección de residuos regular
y confiable para toda la población. Los basurales a cielo
abierto son una práctica que debe eliminarse. Los residuos
orgánicos son los primeros en generación, pero los últimos
en gestión; esto debe modificarse. Es necesario acelerar la
transición hacia una economía circular. Las corrientes de
residuos especiales no se gestionan de forma adecuada. Se
requieren modelos de gobernanza coherentes y eficaces
para garantizar una gestión integrada de los residuos. Es
necesario avanzar en la formalización y el reconocimiento
del reciclaje informal. Es una prioridad fomentar la
comunicación y la participación efectiva de las personas en
todos los niveles de la sociedad. Es fundamental promover
la inversión y la sostenibilidad económica en el sector.
Es necesaria la generación de datos e información para
comprender y mejorar los sistemas de gestión de residuos.
La gestión racional de los residuos sigue siendo uno de los
principales desafíos de sostenibilidad en ALC.
Epílogo
La conclusión principal y obvia después de los mensajes
clave anteriores es que el sistema de gestión de residuos
sólidos de América Latina y el Caribe debe mejorarse
significativamente. ¿Cuál es el problema para hacerlo
realidad? La combinación de situaciones relacionadas con
el siglo XX y con las exigencias que impone el siglo XXI.
La prioridad política de cerrar todos los basurales a cielo
abierto, como un deber basado en los riesgos para la salud
ATILIO SABINO
305
y la sostenibilidad ambiental, debe combinarse con los
esfuerzos para construir el camino de transición hacia
una economía circular. Luego, la definición de todas
las partes interesadas, su función y responsabilidad
debe establecerse claramente. Asignar el presupuesto
suficiente para cumplir con la prioridad política es
la tarea principal junto con la correcta gobernanza,
definida como “el conjunto de procesos e instituciones,
tanto formales como informales, e incluyendo reglas y
valores, comportamientos y modos organizacionales, a
través de los cuales ciudadanos, organizaciones y los
movimientos sociales, así como los diversos actores,
articulan sus intereses, median sus diferencias y
ejercen sus derechos y obligaciones en relación con el
acceso y uso de los recursos naturales”. •
Conservar la dignidad hurgando en la basura, de Pascal Garret (8).
Referencias
- BID-AIDIS-OPS. (2010). Informe de la evaluación regional
del manejo de residuos sólidos urbanos en América Latina
y el Caribe 2010. Recuperado de https://publications.iadb.
org/es/informe-de-la-evaluacion-regional-del-manejo-deresiduos-solidos-urbanos-en-america-latina-y-el
- Dobbs, R., Manyika, J. y Woetzel, J. (2015). No Ordinary
Disruption: The Four Global Forces Breaking All the Trends.
Nueva York, Estados Unidos: PublicAffairs.
- Ellen MacArthur Foundation. (2017). Economía circular.
Recuperado de https://www.ellenmacarthurfoundation.org/
es/economia-circular/concepto
- Meadows, D. H., Randers, J. y Meadows, D. (2012). Los
límites del crecimiento. Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina: Taurus.
- ONU. (s. f.). ¿Qué es el desarrollo sostenible? Recuperado de https://
www.un.org/spanish/conferences/wssd/desarrollo.htm
- ONU Medio Ambiente. (2018). Perspectiva de la Gestión
de Residuos en América Latina y el Caribe. Recuperado de
https://wedocs.unep.org/handle/20.500.11822/26448
- UNEP-ISWA. (2015). Global Waste Management Outlook.
Recuperado de https://www.unep.org/resources/report/
global-waste-management-outlook
ATILIO SABINO
307
RESEÑAS
Carlos Ríos
BazarAmericano.com | Argentina
bossamundo@hotmail.com
Ecosistema de
los libros cartoneros
El proyecto editorial cartonero es comunitario, colaborativo y
solidario por naturaleza.
El cartón corrugado que sustenta el proyecto editorial
cartonero surgió a mediados del siglo XIX para preservar
objetos de consumo durante su traslado. Un siglo y medio
después, un grupo de escritores recuperó cartones de las calles
para construir libros.
El proyecto editorial cartonero rompe las jerarquías del libro
visto como objeto de culto y de prestigio; así, la experiencia de
lectura se modifica y renueva de manera integral. Y a su vez,
transforma radicalmente las expectativas de quienes escriben.
El libro cartonero no pierde las huellas de precariedad en la que
viven miles de personas que a diario recuperan cartón en las calles;
es el mismo que usan para protegerse del frío quienes duermen en
umbrales, el que se apila en los carros tirados por caballos o por los
mismos cartoneros para venderlo a las compañías recicladoras.
En el proyecto editorial cartonero, la caja de cartón desechada
inicia un nuevo ciclo de preservación, bajo las formas y
codificaciones propias de un objeto cultural.
En poco más de dos décadas, el proyecto editorial cartonero
dinamizó con sus catálogos heterogéneos la circulación de libros
al ampliar la comunidad de lectores.
El método para recuperar el cartón en el espacio público se ajusta
a las necesidades del momento (incluso en tiempos de pandemia).
308
ECOSISTEMA DE LOS LIBROS CARTONEROS
El proyecto editorial cartonero asimila también otros
materiales recuperados de las calles y en la vida doméstica.
Envases de cartón y plástico pueden convertirse en hojas de
guarda o envoltorios que instalan, en las apariencias del libro,
poéticas novedosas.
El proyecto editorial cartonero encuentra su desarrollo en
la bibliodiversidad y tiende al equilibrio dinámico dentro del
sistema ecosocial, gracias a su capacidad de generar entornos
culturales autosustentables.
El tiempo de realización de un libro cartonero es muy
breve; una pequeña comunidad puede armar una tirada
durante una tarde. En ocasiones, sus lectores intervienen
artísticamente las tapas y esperan que las pinturas del cartón
estén secas para llevárselos.
El taller del proyecto editorial cartonero se construye con
las herramientas que hay a mano en cualquier sitio; durante
la confección de un libro de cartón todo su espacio alrededor
se transforma en un taller: una plaza, las aulas, un espacio
cultural, la casa propia.
El libro cartonero puede variar sus tiradas según las ventas,
puede mudar de espacios de circulación con facilidad y ser
parte de un catálogo maleable; esa condición de mutabilidad
determina, en gran parte, la fuerza que lo instala en el porvenir
del ecosistema editorial.
El proyecto editorial cartonero se enmarca dentro de los
proyectos de desarrollo sustentable comunitario, por su apuesta
al cuidado del medio ambiente y los recursos, por sus acciones
económicas y culturales basadas en la igualdad, la búsqueda del
bienestar común y la equidad social.
En el proyecto editorial cartonero, la caja de cartón
se refuncionaliza en una tapa y el libro, al dejar de ser el
enlatado de un texto, empieza a comunicar otros sentidos: su
historia es también la historia de la comunidad que con sus
manos lo hizo posible.
La transformación que produce en las sociedades un libro
cartonero, liviano, rústico, hecho con fotocopias o impresiones
hogareñas, pegado, cosido o abrochado, con sus tapas
intervenidas, sin solapas ni estrategias comerciales, es un
hecho cultural que lo trasciende.
El proyecto editorial cartonero entra y sale de las cárceles,
hace pie en pequeñas localidades, se abastece en espacios
universitarios, sobrevive en las barriadas, en el campo. Muchos
de esos libros despliegan sus colores, historias y poemas en
mercados, en ferias, en escuelas, en festivales y celebraciones
populares. Son artefactos que procesan una manera de mirar
el mundo y múltiples maneras de construir mundos.
CARLOS RÍOS
Podríamos pensar a los libros cartoneros como el reverso de
la industria editorial; su borrador, su mala copia, un fenómeno
de distorsión, con un procesamiento de los materiales en los
lindes del libro-objeto donde el mismo título, una vez que el
cartón ha sido intervenido, nunca será un libro idéntico.
El proyecto editorial cartonero puede alinear su especificidad
a los modos de organización popular e institucional que definen
la recuperación de cartones en el espacio público. Para ello es
necesaria la articulación de dos experiencias: la de la supervivencia
económica a partir del desarrollo sustentable y la de los proyectos
artísticos culturales que encuentran en la calle sus materiales y
nuevas formas expresivas de subsistencia.
Todos los materiales y herramientas incluidos en un proyecto
editorial cartonero son productos del reciclado y modifican sus
formas para ser más funcionales al trabajo artesanal.
Ejemplares de la
Oficina Perambulante, proyecto
editorial cartonero dirigido
por Carlos Ríos.
310
ECOSISTEMA DE LOS LIBROS CARTONEROS
El proyecto editorial cartonero facilita aquellos
modos de expresión que no surgen en el estándar de las
producciones de libros: la comunidad que lo integra genera
su propio ecosistema social.
La confección del libro cartonero horizontaliza las
relaciones de producción; basta dar un taller básico y con
pasos muy sencillos, cualquiera podrá hacer libros y planificar
un proyecto editorial de acuerdo con sus necesidades.
Además, como en todo trabajo artesanal, los saberes y las
destrezas técnicas se fortalecen y aseguran en las prácticas.
El proyecto editorial cartonero no va en contra de las
opciones más comerciales, que capitalizan la industria
del libro; sí rechaza los monopolios, que refuerzan las
exclusiones sociales y las inequidades culturales.
El libro cartonero es una forma expresiva única que
condensa la potencia aurática del libro de artista o libroobjeto y la sencillez que ofrecen sus materiales. Dicha
forma, además, habilita la emergencia de nuevos modos
de decir, nuevas prácticas de escritura y, especialmente,
nuevos trayectos de lectura que no necesitan instancias de
legitimación para ser practicados.
Las tapas de cartón añaden una memoria gráfica no
solo de los productos industriales que transportaron;
permanecen también las marcas de diseño, una serie de
códigos de impresión que en las superficies de los libros
producen sentidos inesperados.
El proyecto editorial cartonero es un punto de
encuentro de saberes disímiles, siempre circulantes y
nunca cristalizados, construidos por dentro y por fuera del
mundo de los libros.
El libro cartonero deja de ser el envase portador de un
texto, tal como sucede con los libros en el sistema industrial de
publicación; su forma expresiva es total y ante nuestros ojos se
vuelve inseparable la relación entre forma y contenido.
El proyecto editorial cartonero asocia materiales
de manera novedosa y hace converger múltiples
procedimientos artesanales; el cartón se pinta, se estampa,
se graba, se imprime, se cose, se rotula, es el soporte de un
collage, de un título escrito apenas con una birome. Saberes
que son marcas identitarias y a la vez una memoria del
hacer instantáneo, performático y silvestre.
El proyecto editorial cartonero desestabiliza, muy
por debajo y de manera silenciosa, el elitismo cultural y,
al mismo tiempo, los consumos masivos, tan fuera de la
escala humana de los intercambios afectivos.
Hablar de ecosistema del libro y, en particular, del libro
cartonero implica detectar y fortalecer, en el marco de los
CARLOS RÍOS
311
intercambios que tienen lugar en un sistema ecosocial,
los indicadores que propician su equilibrio dinámico y
apuntan a consolidar el bienestar común.
La producción de libros en el proyecto editorial
cartonero es el resultado de una conversación incesante,
democrática y consensuada en torno a materialidades,
tecnologías y procesos que definen las propiedades
específicas de su trabajo. Dicha conversación se da, en su
mayor parte, durante la confección de los libros.
La dimensión comunitaria del proyecto editorial
cartonero supone un punto de encuentro que no impone
jerarquías, donde los saberes son alianzas y resoluciones
técnicas que pasan de mano en mano, sin distinción de
edades ni segmentación social.
La forma expresiva del libro cartonero impulsa
nuevos significados que nos interpelan. El cartón de sus
tapas nos instala de nuevo en la calle y es desde allí que
leemos: una práctica colectiva y situada que involucra
experiencias y saberes disímiles, pone en tensión las
materialidades, las reinventa.
En el proyecto editorial cartonero, la vida de los libros
comienza en la recuperación de cartones en las calles
del mundo y es parte inseparable de la escritura, de las
intervenciones técnicas y artísticas de las que es objeto,
de las lecturas y escrituras, de su circulación.
El libro del proyecto editorial cartonero se vende, a
muy bajo costo, pero también se regala e intercambia.
En el proyecto editorial cartonero se recombinan los saberes
y los roles dentro de su comunidad son intercambiables; quien
recupera el cartón de las calles posee el mismo estatuto
que quienes escriben un texto, cortan y pintan las tapas o
encuadernan (cualquiera puede hacer estos trabajos).
El libro que resulta del proyecto editorial cartonero no
constituye una propiedad privada ni se respalda o sostiene
a partir de jerarquías ajenas a su razón de ser; permanece
abierto a los aportes creativos y a las necesidades de la
comunidad que se constituye en torno a su realización.
En los márgenes del mercado editorial, asimilándose en
mayor o menor medida a las instituciones o rechazándolas,
cuestionando la fatalidad de un libro condenado a ser una
mercancía, el proyecto editorial cartonero no se detiene.
El proyecto editorial cartonero se define por su dimensión
humana, es imperfecto, necesariamente autocrítico, y en las
fallas encuentra principios de organización más eficaces.
El proyecto editorial cartonero encuentra su espacio
en la ecología social y abre caminos de convivencia y
desarrollo sostenible. •
312
ECOSISTEMA DE LOS LIBROS CARTONEROS
La recuperación: un oficio que todo el mundo puede ejercer, de Pascal Garret (18).
RESEÑAS
Alejandro Jurado
laciudadposible.net | Argentina
jurado.alejandro@gmail.com
Economía circular:
conversión de residuos en recursos,
de Xavier Elías Castells
El hilo argumental de la obra sigue fielmente la lógica
en que parece se va descubriendo en el siglo XXI la
importancia de las materias primas. Estas, incluso las
más abundantes, no son infinitas y con el reciclado se
dispone de una herramienta para poder reutilizar los
residuos y volverles a dar vida como materiales. Sin
embargo, esta reutilización, que en principio todo el
mundo acepta, presenta, en ocasiones, ciertas paradojas.
Así, mientras que un coche, máximo símbolo de nuestra
civilización, no es más que una fuente constante de
residuos en su producción, uso y desguace al final de su
vida útil; cuando es “nuevo” contiene, en la actualidad, un
mínimo en peso del 60 % de material reciclado y todo el
mundo lo acepta. En cambio, esta percepción se modifica
radicalmente cuando se descubre que un material de
construcción está hecho a partir de un residuo.
Los estudios más recientes y los demógrafos
aseguran que el desarrollo de la habitabilidad en las
próximas décadas obligará a construir una ciudad
como Nueva York (7,5 millones de habitantes) cada mes
durante 40 años. Es obvio que ello obligará también
a reutilizar los materiales de construcción a gran
escala. De hecho, es una consecuencia de la Economía
Circular. Según el Panel Internacional de Recursos (IRP)
la extracción mundial de materiales se triplicó en las
314
ECONOMÍA CIRCULAR: CONVERSIÓN DE RESIDUOS EN RECURSOS
Economía Circular:
Conversión de Residuos
en Recursos,
de Xavier Elias Castells
(y Santiago Bordas Alsina)
Suez Spain (2017)
326 páginas
últimas cuatro décadas, de 70 mil millones de toneladas
en 1970 a 100 mil millones de toneladas en 2019, sobre
las cuales menos del 10 % son reutilizadas o recicladas.
Así, el consumo de materiales per cápita asciende a 25
tn/año en los países europeos y menos de 3 tn/año en el
continente africano, lo que implica una profundización de
las desigualdades ambientales, sociales y económicas.
Organizada a partir de la importancia del reciclado,
el tratamiento y la valorización de los residuos como
recursos, esta obra de Xavier Elías Castells se estructura
en catorce capítulos. En el primero, Xavier comienza
poniendo en relación la economía circular con el reciclaje,
la contaminación atmosférica, las aguas residuales,
los residuos y su impacto en la salud y el ambiente.
Introduce los conceptos de cero residuos, sostenibilidad
y valorización energética, y realiza un preludio de las
posibilidades de reciclaje y su correlación con la ciencia
de materiales. A continuación, dedica un capítulo a la
clasificación de residuos desde la perspectiva europea,
intentando armonizar, en lo posible, su nomenclatura y
comprensión. Repasa también herramientas de gestión
de residuos, como el análisis de ciclo de vida, para luego
adentrarse en las tecnologías aplicables a la preparación,
recuperación y reciclaje de residuos, desde la ceramizacion
o la vitrificación hasta las tecnologías basadas en procesos
anaerobios o el compostaje industrial de los residuos
orgánicos. Es interesante, en el cuarto capítulo, la distinción
entre el reciclaje directo e indirecto, y, en relación con esto,
el estudio de la capacidad de lixiviación de un residuo y
su potencial carga contaminante, a lo que se suma el
ALEJANDRO JURADO
315
análisis de los residuos livianos de naturaleza orgánica
e inorgánica y sus posibilidades de transformación en
biocombustibles y materiales de la construcción.
En el quinto capítulo, a diferencia de los anteriores, el
autor cambia su perspectiva de análisis y se enfoca en el
generador (en este caso, las grandes industrias) y en la
posibilidad de reciclado de sus residuos. Se encuentran aquí
ejemplos prácticos de residuos valorizados de la industrias
agroalimentaria, siderúrgica y metalúrgica, química y
petroquímica, mientras que la revisión de la industria
minera (en particular, el carbón) se estudia en el capítulo
catorce. Hay algunas categorías de residuos que, por sus
características de gestión especial, requieren un abordaje
diferenciado, ya que se disponen de nuevas tecnologías
de valorización para evitar su disposición inicial. Ellos son
los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE),
los residuos derivados de la automoción (VFU, NFU,
etcétera), y los residuos de la construcción y los suelos
contaminados, abordados por el autor en el capítulo sexto.
Para los interesados en el desarrollo de materiales
aislantes con residuos o de materiales densos
(cementos, cerámicas, ladrillos, etcétera) a partir de
residuos, el autor desglosa de manera exhaustiva, en
los siguientes dos capítulos, las oportunidades que
existen en materia de aplicaciones arquitectónicas.
La vitrificación como tecnología para el reciclaje
de materiales tóxicos y peligrosos, entre otros
residuos, es, sin dudas, uno de los principales temas
de debate que introduce Elías Castells en su obra. De
nuestro interés, por ser un sector de la producción
primaria tan relevante en nuestro país, en el capítulo
décimo es posible encontrar una recopilación de las
tecnologías de aprovechamiento de residuos agrícolas
y forestales, especialmente, biomasas residuales con
fines energéticos, biocombustibles y biofertilizantes.
Asimismo, se analizan los impactos ambientales de
estas tecnologías a través de estudios de caso.
Por su parte, los capítulos 11, 12 y 13 se dedican
a las nuevas tendencias en materia de valorización
y tratamiento de residuos municipales, resaltando
ventajas y desventajas de cada vía de gestión desde una
perspectiva tecnológica. En estos capítulos, además, se
incorporan al análisis las alternativas de valorización
para los residuos de las plantas de tratamiento de
efluentes cloacales (fangos de EDAR). Para cerrar este
apartado dedicado a los residuos urbanos, el autor
hace un repaso de la gestión actual de diferentes flujos
316
ECONOMÍA CIRCULAR: CONVERSIÓN DE RESIDUOS EN RECURSOS
de residuos plásticos y realiza una introducción a la
situación de los bioplásticos, siendo los primeros uno de
los principales candidatos para la economía circular, por
la versatilidad y facilidad de procesado que presentan.
No obstante, analiza también las dificultades (dispersión
en el territorio, multiplicidad de formulaciones, mezclas
y suciedad o degradación de los materiales) que supone
el reciclaje mecánico de estos materiales de origen fósil.
Por último, en la obra podemos encontrar
referencias a la valorización de residuos radiactivos
o provenientes de la actividad minera (capítulo 14),
que son los más conflictivos desde el punto de vista
ambiental. El autor concluye su estudio con una
reflexión sobre el futuro y comparte tecnologías para
el confinamiento de CO2 o la producción de hidrógeno
a partir de residuos. •
Sobre el autor
XAVIER ELÍAS CASTELLS
Es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de
Ingeniería Industrial (ETSII) de Barcelona (Universidad
Politécnica de Cataluña). Su actividad profesional
se desarrolló en diversos ámbitos, principalmente
relacionados con el ambiente y la energía.
Es director de la Bolsa de Subproductos de Cataluña
y asesor de gobiernos y empresas. Actualmente es
consultor de la plataforma www.conexionreciclado.com.ar
en el Cono Sur, un proyecto de www.laciudadposible.net.
Se desempeña en la docencia como profesor de cursos
de doctorado y posgrado sobre temáticas de reciclado
y tratamiento de residuos en el Instituto Químico de
Sarrià (IQS) y en el Instituto Tecnológico de Cataluña,
y como profesor invitado de numerosas universidades
españolas y americanas.
Ha publicado Tratamiento y valorización energética
de residuos (2005) y es el director de las maestrías a
distancia “Ingeniería ambiental” y “Ciencia y tecnología
cerámica”, ambas de la Fundación Universitaria
Iberoamericana (FUNIBER).
ALEJANDRO JURADO
317
Textos de la exposición fotográfica
“Representar a los restos. Materiales, cuerpos
y prácticas en torno a los residuos”
Red SUD (Sociétés Urbaines et Déchets)
1. Ganchos y canastas: las herramientas
de los recuperadores
Antananarivo, Madagascar, junio de 2015
Foto de Adeline Pierrat
La fotografía muestra el movimiento, bastante
lento, de los recuperadores en el vertedero de
Andralanitra, mientras terminan su trabajo a
media mañana. Es por la noche cuando estos
trabajadores, conocidos en Madagascar como
chiffonniers, hurgan en la montaña de basura
en busca de los objetos más lucrativos que allí
aterrizan. Son el primer eslabón de una compleja
red de intermediarios. Las cestas y los ganchos
son las únicas herramientas que tienen para
trabajar. Los materiales y los objetos recuperados
se venden enseguida a los mayoristas, con
destino a los mercados especializados del centro
de la ciudad o a los talleres de los artesanos.
Los chiffonniers de Andralanitra no muestran
hostilidad hacia el fotógrafo. Esta actitud está
relacionada con la cobertura mediática del trabajo
del Padre Pedro con los más pobres.
2. En el medio de los residuos, la solidaridad
Addis Abeba, Etiopía, abril de 2009
Foto de Adeline Pierrat
Estas “trabajadoras de la basura” son miembros de la
misma familia. Se les llama Kosheman, que significa
en amárico “los que trabajan con la koshasha”, es
decir, la basura. Son la cara oculta de la capital etíope,
que está experimentando transformaciones sin
precedentes bajo el lema “Addis Abeba limpia y verde”.
Esta fotografía es el resultado de un largo proceso de
integración con estas trabajadoras, desconfiadas y
poco dispuestas a interactuar conmigo. Tras varias
semanas de presencia en el lugar, pude, poco a poco,
sacar mis notas, entrevistarlas y, respondiendo a su
petición, fotografiarlas. Esta imagen evoca sobre todo
la solidaridad, no solo entre los más desposeídos,
sino también entre las generaciones que conviven
en el vertedero.
3. La “mujer-desecho”
Addis Abeba, Etiopía, noviembre de 2012
Foto Adeline Pierrat
Esta silueta, que parece fundirse en la montaña
de basura, es la de una mujer, una de las últimas
que aún no había sido desalojada del vertedero
de Koshe Repi en 2012. En ese momento, más de
la mitad de los trabajadores del sector informal
se habían visto obligados a abandonar el lugar
a causa de su inminente cierre y de los futuros
planes de desarrollo. Esta mujer recoge todas las
bolsas que puede, hasta el punto de desaparecer
bajo su carga, sobre todo porque sabe que pronto le
prohibirán la entrada al vertedero. Los panaderos
utilizan las bolsas de plástico como combustible
318
para sustituir el carbón o el estiércol de vaca. Esta
fotografía evoca la confusión de los actores y del
paisaje cuando se trata de residuos, hasta el punto
de deshumanizar a los trabajadores.
4. La casa-contenedor del viejo sastre
Addis Abeba, Etiopía, abril de 2009
Foto Adeline Pierrat
Tesfaye Belaynen tiene 53 años, es fabricante de
almohadas en Koshe Repi desde hace 24 años:
“Vivía cerca de Dässé, en Wällo [centro-norte de
Etiopía]. Llegué a Addis Abeba durante la hambruna
de 1983-1985. Antes de eso era un soldado. No he
podido encontrar trabajo, así que vivo aquí… Mira
adentro... Sí, la färänj [extranjera] puede mirar, soy
artesano”. Con los retazos de tela que recupera,
almacena y a veces compra a los recuperadores,
Tesfaye confecciona una media de dos almohadas
por día. Detrás de él, se distingue un contenedor boca
abajo, “acondicionado”: es la casa del anciano. Al
permitirme fotografiar su refugio, este recuperador
nos deja entrever su intimidad y su precariedad.
5. La prerrecolección en Lomé
Lomé, Togo, diciembre de 2019
Foto de Pascal Garret
En diciembre de 2019, he tenido la oportunidad
de acompañar en un recorrido de prerrecolección
a Elo Komlanvi, director de la empresa AJROSE
(Asociación Juvenil para la Recolección de
Basura y Salud Ambiental), que se creó en el año
2000 para responder a las primeras licitaciones
lanzadas por la ciudad de Lomé. Esta pequeña
empresa emplea ahora a cinco agentes de cobro
y dos cobradores (uno de ellos es una mujer). Van
de puerta en puerta en el distrito de Bè-Kpota,
donde han obtenido la concesión. Solo se colecta la
basura de las familias que han pagado sus cuotas
(entre 2 y 4 euros al mes y por hogar, dependiendo
de su tamaño). Elo ha invertido en un viejo camión
que le permite trabajar mejor, pero nos cuenta que
a causa del coste de la gasolina ganaba más dinero
cuando recogían con carros. Sus únicos ingresos
son las cuotas de los habitantes y los empleados
pueden completar su remuneración vendiendo
todo lo que es reciclable (clasifican en el camión
mientras recogen y venden a los semimayoristas
al final de cada recorrido).
6. Apetitos en torno a los residuos
Lima, Perú, marzo de 2015
Foto de Mélanie Rateau
En Lima, los camiones de recolección de la basura
recorren las calles tocando el claxon para que los
usuarios les lleven sus bolsas. La recolección es
muy lenta y aún más porque los empleados abren las
bolsas para recuperar los materiales reciclables con
el fin de revenderlos a un mayorista. Sin embargo,
esta recuperación es ilegal porque compite con la
actividad de los recicladores que se benefician de la
protección de la “Ley del Reciclador”, promulgada en
octubre de 2009. Esta foto fue tomada con un simple
teléfono móvil tras varias horas de espera junto a un
recuperador informal de residuos, al anochecer en
un barrio obrero de Lima.
REPRESENTAR A LOS RESTOS
7. Sacando fuerzas de los residuos
Ciudad de México, México, marzo de 2012
Foto de Claudia Cirelli
En Ciudad de México, el sistema de recolección de
los residuos es llevado a cabo al mismo tiempo
por los servicios de saneamiento de la ciudad y
por trabajadores que forman parte de un sistema
informal perfectamente entrelazado con el sistema
oficial de gestión de residuos.El trabajador en el
centro de la imagen es uno de los 10.000 voluntarios
que realizan la recolección en la capital mexicana.
Se ganan la vida con las propinas de los vecinos y
la venta de materiales recuperados. En respuesta a
mi petición de tomarle una foto, el trabajador posa
mostrando sus músculos como si quisiera evocar,
a través de su postura viril, la fuerza para levantar
los bultos, para resistir a los peligros —reales y
simbólicos— asociados al trabajo de la recuperación.
8. Conservar la dignidad hurgando en la basura
Marsella, France, febrero de 2016
Foto de Pascal Garret
Conocí a este hombre en Marsella en una fría
mañana de febrero. Gitano de Rumanía, llegó a
Francia huyendo de la pobreza de su país y ahora
vive con su familia en una casa ocupada en el
barrio El Panier. Al no encontrar trabajo, se gana
la vida buscando en los contenedores de basura
viejos cables eléctricos de los que extrae el cobre
para venderlo al peso. Fue él quien quiso posar
así y, al hacer esta foto, tuve la impresión de
reconciliar lo irreconciliable: mostrar la dignidad
de un hombre que hurga en la basura.
9. La recolección informal
Lomé, Togo, diciembre de 2019
Foto de Pascal Garret
En Togo, la recolección informal no desapareció
con la introducción de la recolección formal por
parte de la ciudad de Lomé. De hecho, aunque
algunos recuperadores se han convertido en
"formales", respondiendo a las licitaciones de
la ciudad y organizándose en asociaciones
o empresas de recolección, este proceso ha
involucrado, finalmente, a muy pocos individuos.
Quedan muchos recuperadores informales que
recorren las calles con una bolsa o un carro y
se ofrecen para recolectar los residuos por un
precio inferior al de la recolección oficial. Los
recuperadores informales y aquellos reconocidos
por el sistema formal se cruzan por toda la ciudad,
lo que provoca, a veces, algunos roces entre ellos.
10. Los diferentes vehículos para la recolección
Bogotá, Colombia, enero de 2016
Foto de Mélanie Rateau
Hasta finales de 2013, en Bogotá, los recuperadores
utilizaban principalmente carros de tracción
animal. Su circulación fue prohibida por decreto
porque provocaban numerosos atascos y, a veces,
accidentes. Otro decreto de 2013 estableció un
programa de sustitución de estos carros a cambio
de una ayuda económica para adquirir otro medio
de transporte. Sin embargo, este tipo de vehículo
RED SUD
sigue siendo el más utilizado por los recuperadores,
por encima de los camiones y de los triciclos. Sí
que entregaron sus animales a las autoridades,
pero ahora son los propios recuperadores los
que tiran de carros más pequeños. Esta foto fue
tomada durante una visita a una asociación de
recuperadores en el distrito de Kennedy.
11. El recorrido de Yunus
Estambul, Turquía, julio de 2015
Foto de Pascal Garret/MuCEM, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Yunus tiene alrededor de 16 años y forma parte
de un grupo de jóvenes recuperadores que se han
instalado en un descampado urbano del distrito de
Süleymaniye. Este grupo de diez jóvenes, todos de
la región de Aksaray (a unos 700 km de Estambul),
compraron juntos un camión. La originalidad de
este equipo es haberse organizado en cooperativa,
sin jefe. Trabajan de forma autónoma y se reparten
sus ganancias semanales en partes iguales; viven
en una habitación semienterrada, en un edificio
parcialmente abandonado junto a un terreno
baldío que les sirve de zona de clasificación y
almacenamiento. Los recorridos de Yunus duran
unas dos horas y camina unos nueve kilómetros.
Hace una media de cuatro a cinco recorridos de
este tipo al día, durante seis días a la semana.
12. El hombre con la paleta
Casablanca, Marrueco, junio de 2015
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
En Casablanca, los barrios ricos son de difícil acceso,
lo que hace que algunos recuperadores prefieran
recolectar en los barrios populares de la periferia,
sobre todo en los de viviendas ilegales o de interés
social. Es cierto que estos barrios ofrecen menos
materiales reciclables, pero los bouâra (palabra
derivada del francés que significa “recolector de
basura”) son más aceptados por los habitantes,
y sus carros, tirados por burros o caballos, son
tolerados por las autoridades. Conocimos a este
bouâr cuando volvía de su recorrido con su carga
de poliestireno, que se venderá como aislante en la
industria de la construcción.
13. Dona Graça com o seu carrinho
Vitoria, Espirito Santo, Brasil, julio de 2010
Foto de Jérémie Cavé
Doña Graça, que nunca ha trabajado en el sector
formal, se presenta a sí misma como recicladora.
Está muy orgullosa de su carro blanco, que es el
símbolo de su independencia. Como lleva varios
años reciclando en este barrio, explica que “la
gente le separa las cosas para ella”. Estas colectas
son las más fructíferas, aunque paradójicamente,
doña Graça se ve obligada a tomar también
cosas que le interesan menos. Pero no importa:
el hecho de que los habitantes hayan separado
sus residuos de antemano y hayan proporcionado
una bolsa específica para los envases hace que
su trabajo de recuperación funcione mucho
mejor. Es mucho más rápido y, sobre todo, mucho
menos degradante, porque los materiales están
319
limpios. Uno ya no tiene la sensación de actuar
a hurtadillas, sino la impresión tangible de estar
participando en una interacción respetuosa.
14. Los largos viajes de Sidiki
Aubervilliers, Francia, junio de 2016
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo con
Bénédicte Florin
Conocimos a Sidiki en 2016, frente a un negocio
de compra de chatarra situado en Aubervilliers.
Originario de Malí, llegó a Francia ilegalmente en
2014. Desde entonces, recorre diariamente largas
distancias en los suburbios del norte de París
para recoger con su carro de dos ruedas todo tipo
de objetos metálicos que vende a los chatarreros.
Lleva voluntariamente ropa fluorescente, como
la de los empleados de limpieza municipales, lo
que mantiene una forma de confusión y le permite
trabajar en la calle sin ser demasiado importunado
por la policía. Lo encontramos en 2018, alojado en un
garaje que amuebló solo con objetos recuperados.
15. El joven de la bicicleta
Ivry-sur-Seine, Francia, junio de 2017
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Cualquiera, siempre que esté en buena forma física,
puede recorrer las calles de las ciudades o sus
suburbios, para recoger materiales que se pueden
revender: no existe una formación específica para
esta actividad, que se aprende “sobre la marcha”,
observando y discutiendo con quienes la practican.
16. Recoger la chatarra en Beirut
Beirut, Líbano, junio de 2019
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Esta foto fue tomada en el barrio de Bauchrieh, en
Beirut, en una chatarrería. El propietario inició este
negocio al final de la guerra, recuperando metales
de los edificios en ruinas y comprando a bajo precio
lo que quedaba de los coches que se encontraban
abandonados en las calles de la ciudad. En la
actualidad, su empresa ocupa tres emplazamientos
en la región, posee varios camiones, una prensa
metálica, una máquina para pelar cables y emplea
a más de 20 trabajadores. En términos de volumen,
procesa cada mes unas 500 toneladas de metales
ferrosos, 20 toneladas de aluminio y 10 toneladas
de cobre, que vende a los mayoristas situados en
el puerto de Beirut. Al parecer, en el Líbano ejercen
10 semimayoristas de este tipo y la mayoría de los
metales recogidos en el país se exporta a Turquía.
17. Recuperar la chatarra en Togo
Lomé, Togo, Lomé, Togo, diciembre de 2019
Foto de Pascal Garret
Togo es un país que produce muy pocos residuos
metálicos, porque solo tiene unos 8 millones de
habitantes y el modelo de consumo de los togoleses
dista mucho de ser tan “despilfarrador” como el
de los llamados países del “Norte”. Sin embargo, el
hecho de que Lomé cuente con el único puerto de
aguas profundas de la región explica la presencia en
320
esta ciudad de mayoristas que concentran un flujo de
chatarra que va mucho más allá de la producción del
país, con materias primas secundarias procedentes
de Benín, Ghana, Burkina Faso, Nigeria e incluso
Níger o Malí. Esta foto fue tomada en el depósito de un
mayorista que exporta a la India unas 1.000 toneladas
de acero y 50 de aluminio por mes, lo que corresponde
a los volúmenes que manejan mensualmente, por
ejemplo, los mayoristas franceses.
18. La recuperación: un oficio que
todo el mundo puede ejercer
Aubervilliers, Francia, junio de 2018
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Nos encontramos con este recuperador en
Aubervilliers, frente a un mayorista de chatarra al
que quiere vender su recolección diaria. En respuesta
a nuestras preguntas, explica que es francés y que
no quiere ser asimilado a los "gitanos" que "hacen
chatarra". Trabajaba en la construcción, pero, mal
pagado, no ganaba lo suficiente para alimentar a
su familia. Así que dejó su trabajo para recorrer la
aglomeración parisina en busca de metales para
vender. De media, consigue ganar 1300 euros al mes.
"La ventaja de la recuperación es que cualquiera
puede hacer este trabajo...", nos confía.
19. Posando para ser reconocido
Casablanca, Marruecos, mayo de 2016
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
En Casablanca, las mujeres no recolectan en la
calle y se dedican exclusivamente a clasificar
los materiales que traen los hombres. A menudo
procedentes del campo, van y vienen en función de la
cosecha. Ganan poco, pero sus ingresos ayudan a la
economía familiar y les permiten sobrevivir cuando
están solas. Las entrevistas con estas mujeres
fueron fáciles de realizar y ricas en información:
demandan con fuerza que se reconozca su lugar en
la sociedad, su papel en la economía del reciclaje y a
favor del medio ambiente.
20. Mustapha, dueño de una “gelssa”
Casablanca, Marrueco, abril de 2017
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Mustapha es el propietario de una gelssa
(término derivado del verbo gels, “sasseoir” en
dialecto marroquí), en el barrio de Lahraouine
de Casablanca. Las gelssas son recintos de
varios tamaños rodeados de vallas donde se
clasifican y transforman los materiales que
acarrean los recuperadores de la calle. Mustapha
intentó crear una “Asociación para la defensa
de los comerciantes de materiales reciclados”,
con el fin de solicitar su reconocimiento a las
autoridades públicas. Nos cuenta: “El objetivo
era ayudar a la gente y enmarcar las actividades
organizándose en una asociación para acceder a
unos derechos y a la atención médica. No es una
profesión reconocida, pero la gente está realmente
motivada para defenderse”. Si bien la asociación
no ha sido validada por las autoridades, Mustapha
REPRESENTAR A LOS RESTOS
sigue militando como puede: “Contribuimos a la
economía del país, es gracias a nosotros que se
recicla, sino se quemaría”.
21. El joven limpiador de botellas
Delhi, India, enero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Mohan proviene de un pequeño pueblo de lʼUttar
Pradesh, un Estado pobre del norte de la India.
Encontró un trabajo en Kanchan Kunj, un distrito
al sur de Delhi, en un hangar de recuperación de
botellas de vidrio. Las botellas usadas se llevan allí
en camión, se clasifican según la marca y el color
del vidrio, se lavan a mano y, finalmente, se venden a
una planta embotelladora. Mohan trabaja en la fase
de lavado: sumerge las botellas una a una en un
baño de agua jabonosa, las limpia rápidamente y les
quita la etiqueta. Le pagan por cantidad de botellas
lavadas y no dejó de fregar mientras hablábamos.
22. Bajo el puente
Quy Nhon, Binh Dinh, Vietnam, marzo de 2016
Foto de Mikaëla Le Meur
Tras varias investigaciones sobre el tema de los
residuos y la contaminación por plásticos en Vietnam,
tomé la costumbre de mirar debajo de los puentes,
ya que suelen estar llenos de basura. Un día, mis
ojos se fijaron en unos plásticos que flotaban bajo
una carretera muy transitada en los alrededores de
Quy Nhon, una ciudad costera del centro de Vietnam.
Debajo del puente, nunca imaginé que me encontraría
con una madre y su hija, con el agua hasta las rodillas,
con la espalda doblada, ocupadas en enjuagar bolsas
transparentes en el agua del río. Para complementar
los ingresos agrícolas de la familia, recogen bolsas
que han contenido mariscos en el puerto, las lavan
en el río para quitarles su olor y las venden a una de
las plantas de reciclaje de plástico que se han abierto
recientemente en la zona.
23. El taller de reciclaje de plásticos
El Cairo, Egipto, febrero de 2017
Foto de Pascal Garret
Al igual que con el aluminio, los zabbâlîn
(recuperadores) egipcios saben hoy en día cómo
reciclar el plástico que previamente han clasificado
por calidad y color antes de triturarlo en virutas.
Han comprado colectivamente una máquina de
extrusión en Alemania para hacer sus propios
modelos. Esto les permite vender los gránulos de
plástico que producen, directamente a las industrias
locales e internacionales.
24. En Vietnam, reciclando los residuos plásticos de
los países “del Nord”
Minh Khai, Hung Yên, Vietnam, mayo de 2014
Foto de Mikaëla Le Meur
Situado en las afueras de Hanoi, el pueblo de Minh
Khai se ha convertido en el símbolo vietnamita de la
externalización del reciclaje de residuos plásticos,
de los países del "Norte" a los del "Sur". Grandes
contenedores llegan de todo el mundo al puerto de
Haiphong y alimentan las fábricas con estas materias
primas llamadas "secundarias", procedentes de
RED SUD
Japón, Estados Unidos o Europa. En 2018, han
arribado cada día a Minh Khai unas 1.000 toneladas
de plásticos para su reciclaje. Estas llegadas masivas
se suman a un circuito local de reciclaje de residuos
basado, principalmente, en el trabajo de recolección
puerta a puerta realizado, a pie o en bicicleta, por las
recuperadoras. En las fábricas, estas campesinas
pobres se vuelven obreras: colocadas en las fases
iniciales de la cadena de reciclaje, son las pequeñas
manos de la clasificación.
25. Encaminados al reconocimiento de
los trabajadores de los residuos
Lima, Perú, marzo de 2014
Foto de Mélanie Rateau
Los recuperadores informales colectan los materiales
reciclables abriendo las bolsas de basura en las
calles, mientras que los recuperadores formales,
que trabajan en colaboración con el municipio y las
ONG, recogen las bolsas de residuos reciclables
directamente en los hogares. Esta distinción entre
operadores informales y formales se deriva de
la “Ley del Reciclador”, de octubre de 2009, que
establece un marco para su formalización. Sobre
la base de esta experiencia, algunos recuperadores
llegan a crear su propia microempresa para comprar
residuos reciclables que serán preprocesados para
su exportación a China o a Estados Unidos. Esta
foto fue tomada durante una visita, organizada por
la ONG peruana Alternativa, a una microempresa de
pretratamiento de residuos.
26. El trabajo no es basura
Cooperativa El Álamo, Buenos Aires, Argentina,
noviembre de 2015
Foto de Claudia Cirelli
Tras la grave crisis económica que sacudió a la
Argentina a principios de la década del 2000, la
explosión de la actividad de la recuperación se
convirtió en una cuestión social que dio lugar a
diversas iniciativas de la sociedad civil en apoyo de los
recicladores, conocidos en este país como cartoneros.
Producto de la exclusión social, estimados en 30.000
durante la crisis, los recicladores proceden a
menudo del sector industrial afectado por los cierres
de fábricas. Esta foto fue tomada en el galpón de El
Álamo, una de las doce cooperativas actualmente
integradas al servicio público de limpieza urbana de
la ciudad de Buenos Aires. La cooperativa procesa
alrededor de 400 toneladas de residuos al mes
que, junto con los materiales recuperados por los
cartoneros, se desvían de la disposición final en
el vertedero, lo que supone un importante ahorro
para los servicios urbanos. Con su mirada abierta y
directa al objetivo, los dos jóvenes parecen expresar
"nuestro trabajo no es basura".
27. La joven de la perla
Estambul, Turquía, julio de 2015
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
En Estambul, pocas mujeres trabajan en la
recolección de residuos en la calle. Esta joven
gitana de Turquía clasifica residuos de plástico
con otras mujeres de su comunidad en uno de los
321
grandes depósitos del distrito de Süleymaniye. Nos
explicó que prefiere la actividad de clasificación a
la de recuperación, más sucia, y trabajar en el
espacio protector del depósito y no en la calle.
A pesar de las difíciles condiciones de trabajo,
fuimos muy bien recibidos por estas mujeres que,
tras una larga entrevista, se complacieron en posar
para el fotógrafo con un orgullo no disimulado. La
postura de esta mujer recuerda al famoso cuadro
de Johannes Vermeer, "La joven de la perla" (1665).
28. La fundición de aluminio de Barakat
El Cairo, Egipto, febrero de 2017
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Los zabbâlîn egipcios (la palabra deriva de
"zabbâl", residuo) no solo recolectan y clasifican
los residuos, sino que ellos mismos transforman
algunos de los materiales reunidos, como el
aluminio. Nos sorprendió la sencillez del sistema
de fundición de aluminio: en lugar de un horno
complicado, hay un simple crisol de cemento
refractario con un sistema de calentamiento cuyo
combustible es el aceite usado. Una vez calentado
el crisol, los trabajadores vierten las latas en
él: el calor es intenso, el olor y la contaminación
indescriptibles. Todo lo que no es aluminio se
quema y luego se licua. Con una sartén de mango
largo, uno de los trabajadores extrae el aluminio
licuado para rellenar moldes en forma de lingote. A
más de 1.000 euros la tonelada, es un negocio muy
rentable para Barakat, el dueño de esta fundición.
29. En el taller de los parachoques
Delhi, India, enero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Los cuatro trabajadores de la foto son empleados en
un taller de paragolpes de coches, en Tikri Kalan, en
el “mercado del PVC”, específicamente dedicado a la
reventa de plásticos al por mayor, al que cada día
llegan toneladas de material para ser clasificado,
depurado y revendido. Su trabajo consiste en cortar
y moler los paragolpes que se ven detrás de ellos.
Es un trabajo muy físico, agotador y peligroso. Su
capataz les permitió hacer un rápido descanso para
que pudiéramos charlar un rato.
30. El milhojas del chatarrero
Delhi, India, febrero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Nasim pasa delante de un conjunto de chapas
arrugadas y apiladas según una tipología muy
precisa. La chatarra se clasifica según su
composición (hierro, hierro fundido, acero) y se
separa de los demás metales no ferrosos (como
el cobre, el acero inoxidable, el zinc, el bronce
y el aluminio). Durante nuestra visita, Nasim
prepara un cargamento de hierro que abastecerá
a las fundiciones de Muzaffarnagar, una ciudad
del norte de la India, a unos 100 kilómetros de
Delhi. Él y otros trabajadores llevan los pesados
paneles de hierro con sus propias manos a la
parte trasera del camión. La gruesa piel de sus
manos, cortada en múltiples lugares, lleva el
estigma de un trabajo agotador.
322
31. Escorias, metales ferrosos, imanes, manos
Vertedero de Okhla, Delhi, India, enero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Para evitar al máximo la disposición final en los
vertederos, la ciudad de Delhi está recurriendo a
la incineración de sus residuos municipales. Sin
embargo, tras la combustión, queda una cuarta parte
del volumen inicial, reducida en forma de escorias
y cenizas. Teóricamente destinado a ser reciclado
en forma de ladrillos de construcción, este residuo
tóxico termina en realidad en el vertedero, donde los
recuperadores van a trabajar. Armados simplemente
de grandes imanes, golpean fuertemente las cenizas
negras para extraer el metal ferroso, el último material
recuperable que pueden vender a los chatarreros.
32. Del objeto al material, desmantelamiento de
pantallas de tubo de rayos catódicos en el mercado de
Nyayo
Nairobi, Kenya, febrero de 2017
Foto de Rémi Reboux
En Nairobi, el mercado de Nyayo es uno de los centros
de la industria del reciclaje de equipos eléctricos y
electrónicos. Gideon es del oeste de Kenia y allí dirige
un taller especializado en equipos informáticos.
Durante mucho tiempo, se ganó la vida vendiendo
pantallas de tubos de rayos catódicos (CRT) de
segunda mano, a nivel local y exportándolas a
Uganda. Pero ahora están pasados de moda y Gideon
prefiere desmontarlos: su valor reside en el cobre
y los metales preciosos que contienen las tarjetas
electrónicas que los componen y que se enviarán
a reciclar a Asia o a Europa. Detrás de él, el taller
de otro fundi (técnico en swahili), presidente de la
E-Waste Initiative Kenya (EWIK), una asociación cuyo
objetivo es organizar y hacer reconocer su trabajo.
33. Car breakers
Mumbai, India, febrero de 2018
Foto de Pascal Garret
Estamos en el centro de Mumbai, a pocos pasos de
Chor Bazar, donde un centenar de personas practican
el car breaking. Aquí, un coche usado no se considera
un residuo del que hay que deshacerse, sino un recurso
al que se le puede dar un buen uso... En cuanto llega
un automóvil, se desmonta cuidadosamente todo lo
que se puede salvar o reciclar. Sin demora, la carcasa
se trocea con un cincel y un martillo, y, a continuación,
se le quitan todas las partes no metálicas. Una vez
extraídas las piezas mecánicas, como el motor o la
caja de cambios, otros trabajadores las desmontan por
completo y separan las piezas que pueden revenderse
como repuestos de las que se venderán al peso para
su reciclaje. Alrededor del 60 % de los componentes
del coche se venderán en tiendas locales; el resto,
a empresas de reciclaje. Según un mayorista que
conocimos in situ, ¡solo menos del 10 % de la totalidad
del vehículo no se revenderá o reciclará!
34. El despedazador de motores
Bonneuil-sur-Marne, Francia, junio de 2018.
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo
realizado con Bénédicte Florin
Este hombre está desmontando motores para
separar los diferentes componentes. Para ello,
utiliza una pequeña sierra de metal accionada por
REPRESENTAR A LOS RESTOS
un generador. Esta tarea le permite extraer cobre,
cuyo precio es 30 veces superior al de los metales
ferrosos. Nos encontramos con él en el puerto de
Bonneuil-sur-Marne, cerca de un mayorista de
chatarra al que venderá el fruto de su “cosecha”.
Su ritmo se divide en dos días de recolección en
las calles de la aglomeración parisina, seguidos de
una jornada de desmontaje que siempre realiza en
este lugar, un pequeño descampado urbano donde
sabe que puede trabajar sin ser molestado.
35. El taller de ‘Atef
El Cairo, Egipto, febrero de 2008
Foto de Bénédicte Florin
En Manchiat Nasser, El Cairo, ʻAtef recolecta o
compra plástico negro a sus vecinos recuperadores
para reciclarlo en perchas que vende a los
mayoristas del centro. Después de trabajar como
cargador de bolsas durante mucho tiempo, ha
creado su propia actividad en 2004, cuando compró
por 800 euros una máquina para moldear percheros.
Desde entonces, ha conseguido ganar unos 80 euros
al mes. Si los recuperadores de El Cairo representan
para muchos una figura arcaica de la pobreza, la
trayectoria de ʻAtef demuestra que las posiciones
sociales y económicas son muy diversas, y que la
comunidad está lejos de ser homogénea. El savoirfaire, la iniciativa y la invención forman parte de las
actividades de los recuperadores: lejos de ser “los
que colectan la basura” de la ciudad, son sobre todo
recicladores y comerciantes. Este retrato pretende
mostrar este aspecto de su profesión.
36. La patrona
Yahoudiyya, Túnez, Túnez, marzo de 2020
Foto de Jamie Furniss
El barrio de Yahoudiyya, al oeste de Túnez, cerca
de Mourouj, es un centro neurálgico de todo tipo
de actividades relacionadas con el reciclaje y la
recuperación de metales, así como de la economía
de reparación de coches de segunda mano y motores
eléctricos. En este depósito de chatarra, la grúa que
se utiliza para mover las pilas de metal (clasificadas
por material y grosor) ha sido denominada “la jefa”.
Se trata de un juego de palabras irónico y cómico
en este mundo tan masculino, que hace referencia
al término ma'allem (literalmente “profesor” o
“maestro”) que se suele dar a los propietarios de
depósitos y, más comúnmente, a las personas
experimentadas y a los “hombres hechos por sí
mismos” en los oficios y el comercio tradicionales.
37. Pak Warjito, conocido como “el jefe de
los recuperadores”
Surabaya, Java, abril de 2016
Foto de Jérémie Cavé
Pak Warjito es un comerciante: antes trabajaba
jalando un carro, pero ahora dirige un equipo de 20
personas. Contratado para recolectar los residuos
de centros comerciales, hospitales y zoológicos, se
queda con el 40 % de los ingresos y les deja a sus
empleados el 60 % restante, más los residuos. Su
equipo mueve 150 m3 de material al día, con cinco
camiones y cuatro camionetas, y lleva diariamente
entre cuatro y siete toneladas de residuos al
RED SUD
vertedero. De este modo, vende el equivalente a
800.000 rupias indonesias al día (menos de 50 euros)
a las fábricas de la zona: principalmente, botellas de
vidrio, papel y plásticos. Pak Warjito se ha enriquecido
considerablemente: tiene una hermosa casa y ha
peregrinado cinco veces a la Meca. Sus trabajadores,
en cambio, están alojados en chozas sobre pilotes
por encima de los montones de bolsas de basura
entre los cuales se pasean enormes ratas...
38. Lunch
Nangloi, Delhi, India, enero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Este hombre almuerza en su pequeña tienda de
Nangloi, un barrio obrero del oeste de Delhi, justo
enfrente de una barriada de recuperadores. Su
trabajo consiste en recuperar y reparar grandes
bolsas de plástico, enrolladas y apiladas detrás de
él, que luego vende a los habitantes de los barrios
informales. Son estas grandes y gruesas bolsas las
que los recuperadores llevan en su espalda y llenan
con los materiales que recogen en su deambular
por la ciudad. A falta de equipos adecuados
proporcionados por las autoridades, estas sencillas
bolsas se han convertido en una de las herramientas
esenciales para la recolección de los residuos.
39. Marie-Jeanne y sus tesoros
Mercado autogestionado del Satélite, Aubervilliers,
Francia, marzo de 2019
Foto de Radia Slimani, The Gold Diggers Project
En París, los chiffonniers contemporáneos (término
arcaico para denominar a los recuperadores)
se llaman a sí mismos biffins. Como en Francia
la reventa de materiales reciclables no es tan
atractiva como en otros países (debido a la falta
de un sistema de depósito generalizado), los
biffins (sobre)viven de la recuperación y venta
de objetos abandonados, a menudo encontrados
en las aceras o en los contenedores de basura.
Estos objetos pueden también ser el resultado
de donaciones o pertenencias personales. A
diferencia de la recolección de basura, que es
un servicio de higiene urbana, la actividad de
los biffins forma parte de una economía popular
que ha forjado la historia de París, de la que hoy
ellos son los depositarios y portavoces. A través
de la recuperación de objetos abandonados,
los biffins son los embajadores de una forma
popular de economía circular. Sin embargo,
desgraciadamente, tienen que enfrentarse a los
mismos retos que los recuperadores del resto del
mundo: la falta de reconocimiento social y político,
unida a la represión policial que conduce a una
mayor precariedad y marginación.
40. Cirujeo entre amigos
Carré des Biffins, Porte-Montmartre, París, Francia,
abril de 2017
Foto de Radia Slimani, The Gold Diggers Project
Los mercados de la biffe, de la venta de objetos
recuperados, son una versión económica y solidaria
de los mercados de las pulgas. En Île-de-France
(la región metropolitana de la ciudad de París) solo
hay unos pocos espacios de venta autorizados,
323
insuficientes para los miles de personas que viven
de esta actividad. Debido a la falta de espacio,
la mayoría de los vendedores se encuentran
vendiendo a escondidas, exponiéndose a las
intervenciones de la policía. En caso de arresto,
la pena es doble y pesada: confiscación y a veces
destrucción de los bienes y multa. Además de la
represión policial, los vendedores ambulantes no
son vistos con buenos ojos por los vecinos. El primer
lugar de venta autorizado se obtuvo en 2009, tras
las negociaciones entre la asociación Sauve-QuiPeut —que entonces agrupaba a unos cincuenta
vendedores ambulantes— y el Ayuntamiento del
distrito 18 de París: se obtuvieron 100 espacios de
venta callejeros bajo el puente de Porte Montmartre
para 300 vendedores ambulantes.
mujeres. Disponen de 3 camiones para recoger las
donaciones de los particulares. Como dice Percy:
“Aquí la gente te da la carne y el hueso”. Estas
“donaciones” incluyen algunas cosas interesantes,
pero también mucha basura de la que la gente
quiere deshacerse. Como todas las comunidades de
Emaús, tienen un “bazar solidario” al que acuden los
vecinos para comprar artículos de segunda mano:
ropa, juguetes, muebles, etcétera. Sin embargo, la
situación se complica: por un lado, muchas “falsas”
comunidades Emaús compiten por las donaciones;
por otro, las autoridades exigen que estas
estructuras adquieran el estatus de proveedores
de servicios; en definitiva, reciben cada vez más
materiales inservibles, particularmente, materiales
compuestos procedentes de China…
41. Sneakers “crema”
Marché de Bab El Fallal, Túnez, República
Tunecina, junio de 2019
Foto de Katharina Grüneisl
44. Los restos de unos son la dicha de otros
Vendôme, Francia, marzo de 2020
Foto de Claudia Cirelli
Al tandifh (limpieza) es una actividad clave de Fethi,
vendedor de ropa que lleva siete años con su propia
tienda en el mercado de Bab el Fallah. Al menos una
vez a la semana, el día que llegan los nuevos shkair
(bolsas de lona) llenas de zapatos de segunda mano
comprados en Zahrouni, el distrito mayorista, Fethi
y sus dos primos se dedican a limpiar y cepillar
cuidadosamente cada par de zapatos. Al igual que
los comerciantes vecinos, Fethi está especializado
en sbadriyat (zapatillas deportivas) y subraya que
solo compra la categoría “crema”, es decir, los
productos más selectos. Para aumentar el valor
de su mercancía, Fethi invierte todos sus esfuerzos
en la presentación de los calzados, y si un par de
zapatos no cumple sus normas, prefiere venderlo al
exterior para preservar la reputación de su tienda.
42. Ropa de segunda mano
Cotonú, Benín, enero de 2018
Foto de Martin Rosenfeld
La explosión del comercio transfronterizo de
ropa de segunda mano entre Benín y Nigeria ha
motivado la aparición de mercados callejeros en
Cotonú. Son una mezcla de venta al por mayor,
para la reexportación, y al por menor, para los
benineses. El mercado de Missebo, el más grande
de este tipo, ocupa actualmente varias calles y una
porción de las riberas de la laguna de Cotonou. Esta
ocupación del espacio público entra en conflicto con
los objetivos del equipo de gobierno de revitalizar el
centro de la ciudad. Varios desalojos han provocado,
cada vez, la destrucción de las mercancías y de los
puestos de venta. Miles de vendedores dependen de
los ingresos del comercio de ropa y no tienen más
remedio que volver a estas zonas amenazadas.
Recolectar, reutilizar, reparar, transformar y vender
materiales y cosas que han perdido su función
primera es el papel de las recyclerie/ressourceries:
estructuras y lugares donde los objetos abandonados
o donados —vajillas, libros, ropa, chucherías,
juguetes, etcétera—encuentran una segunda vida.
Este tipo de espacios, cada vez más presentes en las
ciudades europeas y norteamericanas, contribuyen
a la reducción de los residuos. Allí se puede
comprar a precios bajos, pero también seguir un
taller “hazlo tú mismo” para fabricar productos de
limpieza y de belleza ecológicos, reparar pequeños
aparatos electrónicos, personalizar muebles viejos
o simplemente pasar el tiempo... En la recyclerie de
Vendôme, donde se tomó esta foto, también se da
una nueva vida a los palés de madera. Las manos
expertas de Christelle dan forma a las piezas y, al
fabricar objetos que se venderán o utilizarán en la
tienda, les proporcionan un nuevo valor.
45. “Y avait une fois deux bons copains…”
Buenos Aires, Argentina, noviembre de 2015
Foto de Claudia Cirelli
En la Argentina, en los últimos años, las
cooperativas de recuperadores han realizado
importantes avances en la mejora de su capacidad
de recolección, reciclaje y comercialización de los
residuos (prescindiendo de los intermediarios),
en la modificación de las condiciones de trabajo
de los recuperadores y en la optimización de las
competencias de sus miembros, así como en la
consecución de una redistribución justa de los
beneficios. En esta fotografía, dos cooperativistas
posan como buenos amigos, con un aire relajado,
casi burlón. Entienden cómo estas imágenes
pueden contribuir a cambiar la mirada de la
sociedad sobre el trabajo de las cooperativas.
43. Percy Vargas, de la comunidad Emaús
de San Agustín
Lima, Perú, noviembre de 2017
Foto de Jérémie Cavé
46. De lo informal a lo formal: en dirección a la planta
El Cairo, Egipto, enero de 2010
Foto de Bénédicte Florin
Percy Vargas dirige la comunidad Emaús de San
Agustín en Lima. El espacio es amplio y cuenta con
varios edificios de almacenamiento. Aquí trabajan
unos 15 compañeros de Emaús, entre ellos 4
En Manchiat Nasser, barrio de El Cairo, 60.000
recuperadores se ganan la vida con los residuos:
tras la recolección puerta a puerta, la basura de
los habitantes es llevada al barrio y clasificada
324
REPRESENTAR A LOS RESTOS
por mujeres, muchachas y niños. La materia
orgánica se utiliza como alimento para los cerdos,
los demás materiales —papel, cartón, textil,
plásticos y metales— se reciclan en los talleres
o se venden a mayoristas y empresas del sector
formal. La mayoría de los zabbbâlîn (derivado de
la palabra zabbâl, desecho) son cristianos coptos y
están muy integrados en los circuitos económicos
y comerciales de materias primas secundarias,
pero permanecen al margen de la ciudad y de la
sociedad. En la foto, algunos hombres cargan bolsas
de un centenar de kilos en un camión con destino a
la planta de reciclaje.
Los autores
47. Revender lo que ha sido desechado
Rabat, Marrueco, abril de 2017
Foto de Pascal Garret, trabajo de campo realizado
con Bénédicte Florin
Bénédicte Florin
Geógrafa, profesora de la Universidad de
Tours.
Nos encontramos en el Souk el Mehl, una joutiya
(mercado callejero) situada en la antigua mellah de
la medina de Rabat. En estos mercados, los objetos
encontrados en la basura cambian de manos, los
recuperadores tratan la venta de sus hallazgos con
pequeños intermediarios informales. Se pueden
encontrar placas de medicamentos abiertas,
casetes de audio, clavos y tornillos, y todo tipo
de pequeños cachivaches bien clasificados en
montones o bien expuestos por categorías. En la
foto, Madani, jubilado de Correos, lleva 20 años
ejerciendo esta actividad, tanto por necesidad
económica como por la convivialidad que reina en
esta joutiya de la que él es una figura simbólica.
48. Moolchand
Delhi, India, enero de 2016
Foto de Rémi de Bercegol
Moolchand es un recuperador originario de
Uttaranchal, pero lleva unos 15 años trabajando
en el sur de Delhi. Lo he acompañado varias
veces y lo visito regularmente en mis misiones
en la India. El día en que saqué la foto, se alegró
de mostrarme su tarjeta de identificación de
recuperador que acababa de obtener y que le
proporciona una relativa protección durante los
controles policiales inopinados. En febrero de
2018, en la inauguración de la exposición “La
ciudad de los residuos” en Delhi, Moolchand
acudió con algunos amigos para participar en
los debates con el público sobre la situación de
los recuperadores en la India y posó para Pascal
Garret delante del retrato que yo le había tomado
dos años antes.
Traducción Claudia Cirelli
RED SUD
Rémi de Bercegol
Geógrafo, investigador del Laboratoire
PRODIG-CNRS, París.
Jérémie Cavé
Urbanista, consultor independiente en
ecología urbana.
Claudia Cirelli
Antropóloga y geógrafa, investigadora
asociada al laboratorio CITERES.
Jamie Furniss
Antropólogo, investigador del Institut de
Recherche sur le Maghreb Contemporain
(IRMC).
Pascal Garret
Sociólogo y fotógrafo independiente.
Katharina Grüneisl
Geógrafa, investigadora del Institut de
Recherche sur le Maghreb Contemporain
(IRMC).
Mikaela Le Meur
Antropóloga, imparte clases en la
Universidad de Aix-Marseille.
Adeline Pierrat
Geógrafa, profesora de la Universidad de Le
Mans.
Mélanie Rateau
Doctorando en Urbanismo, Universidad de
Paris-Est.
Rémi Reboux
Antropólogo de formación, trabaja para
la Asociación para el Respeto del Medio
Ambiente en los Eventos Culturales y
Deportivos.
Martin Rosenfeld
Antropólogo, investigador en la Universidad
Paris Nanterre.
Radia Slimani
Ingeniera en Energías Renovables y Gestión
Energética, activista.
325
Esta revista se terminó de imprimir
en el mes de agosto de 2021 en
IMPRENTAS DEL ESTADO BONAERENSE
Lagarto Overo y Fumo bravo (Solanum granuloso-leprosum).
HOMENAJE A
HUMBERTO MIGOYO
Por Marcelo Andrade
Dirección Provincial de Residuos
OPDS | Argentina
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Mi vínculo con la temática de los residuos sólidos urbanos comenzó por el
año 1997, cuando me incorporé a lo que era el Área de RSU, que en aquel
momento pertenecía a la Secretaría de Política Ambiental. Los compañeros
de entonces me nombraban permanentemente al “pelado”, como se conocía a Humberto Migoyo, a quien queremos homenajear con estas palabras.
Los compañeros de entonces me contaban que con su Renault Fuego,
Humberto había recorrido la provincia relevando la gestión que realizaban los distintos municipios; así empezó mi vínculo con ese nombre que
marcaría gran parte de mi vida profesional dentro del Organismo.
Posteriormente, tuve la enorme fortuna de trabajar con él, quien nos
enseñó a “ver”, “a caminar un basural”, un relleno sanitario, una planta
de tratamiento. Nos enseñó a ver, creo que ese fue su mayor legado.
Hoy la provincia tiene una Ley de gestión integral de residuos sólidos urbanos gracias al trabajo de Migoyo, que consensuó y modificó mil veces ese
borrador que llevaba en su maletín. Fue él quien empezó a hablar de polos
y complejos ambientales, fue también el que vio la importancia de convocar a los trabajadores informales de los residuos a participar en la formulación de la Ley; sin dudas Humberto fue un adelantado en ese aspecto.
Recuerdo que después de una reunión en la Cámara de Diputados,
donde ya se había “cerrado” el texto definitivo de la Ley, me dijo “ahora
vamos por el Decreto Reglamentario”, así era él, incansable. Fue, a su
vez, quien elaboró la normativa que tenemos actualmente para construir un relleno sanitario, fue el primero en presentarle al Gobernador de
entonces un documento que exponía el estado de situación de la gestión
de los residuos de la provincia de Buenos Aires, donde remarcaba la
cantidad de basurales a cielo abierto.
Migoyo tenía esa “loca” idea de cerrar los distintos basurales del interior
de la provincia y fomentar el desarrollo de rellenos sanitarios regionales, y esa visión que tuvo hace 15 años atrás, es la visión sobre la que
hay que trabajar: el cierre y erradicación de los basurales a cielo abierto
en la provincia de Buenos Aires, y llevarlo adelante con la participación
de todos los actores involucrados en la gestión integral de los residuos.
Vayan estas palabras como agradecimiento al carácter esencial de su
trabajo en el organismo, y como un abrazo a su memoria y compromiso.