ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y FILOLÓGICOS
EN LENGUAS INDÍGENAS MEXICANAS
ESTUDIOS SOBRE LENGUAS AMERICANAS
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS
Seminario de Lenguas Indígenas
Estudios lingüísticos y filológicos
en lenguas indígenas mexicanas
Celebración de los 30 años
del Seminario de Lenguas Indígenas
FRANCISCO ARELLANES Y LILIÁN GUERRERO
Editores
Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad de México, 2021
CatalogaCión en la publiCaCión UNAM. DireCCión general De biblioteCas
nombres: Arellanes Arellanes, Francisco, editor. | Guerrero Valenzuela, Lilián
Graciela, editor.
título: Estudios lingüísticos y filológicos en lenguas indígenas mexicanas : celebración de los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas / Francisco Arellanes y Lilián Guerrero, editores
DesCripCión: Primera edición. | Ciudad de México : Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Seminario de Lenguas
Indígenas, 2021. | Serie: Estudios sobre lenguas americanas ; 10.
iDentifiCaDores: LIBRUNAM 2106490 | ISBN : 978-607-30-4796-8.
temas: Indios de México -- Lenguas. | México -- Lenguas -- Gramática. | Filología mexicana. | Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Filológicas. Seminario de Lenguas Indígenas.
ClasifiCaCión: LCC PM3008.E775 2021 | DDC 497—dc23
Ilustración de portada: Detalle de textil elaborado por Rafael Saldaña De la Cruz, inspirado en los bordados del pueblo otomí de Tenango de Doria.
Primera edición: agosto de 2021
Fecha de término de edición: 2 de agosto de 2021
D. R. © 2021, universiDaD naCional autónoma De méxiCo
instituto De investigaCiones filológiCas
Circuito Mario de la Cueva, s. n.,
Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, Ciudad de México
www.iifilologicas.unam.mx
Departamento de Publicaciones
Tels. 55 5622-7347 y 55 5622-7349
ISBN: 978-607-30-4796-8
Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma
de México. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Impreso y hecho en México
ÍNDICE
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
15
ESTUDIOS DE FILOLOGÍA LINGÜÍSTICA
Consideraciones sobre paradigmas y topónimos nahuas: los casos de
ximouayan y quineuayan a partir de una observación de Thelma
D . Sullivan†
Karen Dakin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
33
Los difrasismos, términos apelativos en el náhuatl clásico
Mercedes Montes de Oca Vega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
67
La lingüística misionera y las lenguas de México
Ascensión Hernández Triviño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
101
El programa comunicativo de Luis de Valdivia en el marco de la filología indigenista colonial
Nataly Cancino Cabello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
147
La Tira de Santa Catarina Ixtepeji
Michel R. Oudijk y Sebastián van Doesburg . . . . . . . . . . . . . .
183
ESTUDIOS DE DESCRIPCIÓN LINGÜÍSTICA
En busca de la palabra fonológica en un corpus de legado: los textos
del totonaco de Coatepec de McQuown
Paulette Levy y Néstor Hernández-Green . . . . . . . . . . . . . . . .
5
243
ínDiCe
Observaciones sobre la diacronía del tono en el tu’un savi (mixteco) de Alcozauca de Guerrero
Michael W. Swanton y Juana Mendoza Ruiz . . . . . . . . . . . . . .
309
La pérdida de la vocal átona en el zapoteco central
Hiroto Uchihara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
347
Contraste fortis-lenis en zapoteco: aspectos sincrónicos y diacrónicos
Francisco Arellanes Arellanes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
395
Cambios en los núcleos silábicos en el mixe de Ayutla
Rodrigo Romero Méndez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
451
La frase nominal simple en el triqui de Chicahuaxtla
Fidel Hernández Mendoza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
491
Mapeo de los nombres de lugares con los comcaac (seri)
Carolyn O’Meara y Martina Henzi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
525
Eventos de colocación y remoción en yaqui
Lilián Guerrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
559
Tipos de cláusulas relativas en tepehuano del sureste (o’dam)
Gabriela García Salido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
597
La expresión de número nominal en cora meseño (náayari
yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena): un análisis desde la Jerarquía de
Animacidad y el rasgo de agentividad
Verónica Vázquez Soto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
621
6
PRÓLOGO
celebrar… 2 Hacer una fiesta o un festejo
por un acontecimiento feliz
(Diccionario del Español de México)
Con este volumen conmemoramos un acontecimiento feliz: la creación hace
treinta años, en nuestro Instituto, de una unidad dedicada al estudio de las lenguas originarias del país . Les agradezco a los editores la iniciativa (y todo el
trabajo implícito) de celebrar con lo mejor que podemos ofrecer los académicos para festejar: uno de los frutos de nuestras labores . Me complace que hayan
invitado a investigadores con quienes tenemos lazos estrechos, porque el volumen así da una imagen más nítida de cómo, en qué, y con quién trabajamos al
cabo de treinta años .
Corría 1987 . La joven Dra . Elizabeth Luna había tomado el timón de un Instituto creado por ese gigante: Don Rubén Bonifaz Nuño . Como bien lo recuerda
nuestra querida Karen Dakin en su contribución, Don Rubén apoyaba el estudio filológico de nuestras fuentes indígenas clásicas . De los cuatro investigadores que nos ocupábamos de lo “indígena” en el Instituto, yo era la única que me
dedicaba de manera exclusiva a la descripción sincrónica de una lengua indígena, el totonaco de Papantla, estudiando sus estructuras a partir de trabajo colaborativo con hablantes nativos, basándome en el uso de esta lengua por una comunidad de habla viva . La Dra . Luna, lingüista de formación, había participado
activamente en los proyectos fundacionales del Centro de Lingüística Hispánica, magnos proyectos que se propusieron describir la situación del español mexicano como lengua viva, a partir de encuestas y trabajo de campo que
documentaran una realidad contemporánea . Me mandó llamar y me compartió
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paulette levy
su sueño de que las muchas lenguas indígenas del país pudieran estudiarse de
la misma forma: lenguas vivas, habladas por comunidades de habla . No se trataba de una reestructuración administrativa, me dijo, se trataba de una política académica que reconociera a las lenguas indígenas no solamente como una
fuente histórica de nuestras raíces, sino como una realidad del país que el Instituto tenía que atender: diez por ciento de la población, el México olvidado . Le
agradezco mucho que haya depositado su confianza en mí para encargarme del
proyecto y de echarlo a andar .
Por supuesto que un tipo de investigación no excluye al otro, y el Seminario
de Lenguas Indígenas se fundó con el propósito, por una parte, de describir y
documentar un mayor número de las lenguas indígenas habladas todavía en el
país, de trabajar con datos de primera mano —con todo el trabajo de campo y
de encuestas que esa empresa entraña— y, por otra parte, con el compromiso de
continuar con el estudio de las fuentes coloniales y las investigaciones históricas, un objetivo doble que le otorga su peculiar textura a nuestro Seminario .
Aunque la Dra . Ascensión Hernández Triviño, ilustre historiógrafa de la lingüística en la época de la colonia, era parte de la planta del Instituto, en aquél
año partió a una comisión por unos años . Así es que toda la planta heredada en
ese momento éramos dos: la Dra . Karen Dakin que empezó su carrera como
mayista y trabajadora de campo primero con lenguas mayas y luego con variantes modernas del náhuatl, pero que para ese momento ya se enfilaba a la empresa monumental alrededor de la que giró su vida académica en el Instituto: la
reconstrucción histórica de parte de la familia yutoazteca, y sus estudios apasionados de la filología nahuatlata . Y yo .
Cabe señalar, sin embargo, que aunque en el momento de la fundación del
Seminario fuéramos tan pocos, en el Instituto permeaba el espíritu del doctor
Bonifaz, quien siempre desplegó una política de atracción de los estudiosos de
lenguas indígenas con una visión integral de las tres filologías que conforman
nuestras raíces: la filología hispánica, la filología clásica y la filología amerindia, centrada esta última en las lenguas mesoamericanas . Durante sus dos periodos como director, el doctor Bonifaz apoyó la contratación de varios investigadores de las cuestiones mesoamericanas . Recordaremos sus nombres: René
Acuña y Ascensión Hernández Triviño fueron contratados en 1975; Karen
Dakin en 1978 y Paulette Levy en 1982 . Pasaron también por el Instituto, bre8
prólogo
vemente por desgracia, Jorge A . Suárez y Thelma Sullivan . El espíritu de estos
investigadores sigue acompañándonos, como bien lo muestra la contribución
de Karen a este volumen .
En el mismo año de la fundación oficial del Seminario, 1988, se contrató a la
doctora Verónica Vázquez, la primera nueva investigadora dedicada específicamente al estudio sincrónico de una lengua, el cora . En la etapa de fundación,
por varios años, tuvimos un ilustre invitado: Thomas Smith-Stark, mayista
de formación que trabajaba con el amuzgo (otomangue) en aquel entonces . Tom
tenía cubículo, pero nunca aceptó salario, a pesar de que, por años, venía asiduamente dos veces por semana . Compartió trabajo, compartió sueños y aspiraciones . Nos acompañó . Y creó, años más tarde, el primer Seminario de zapoteco
colonial en nuestro Instituto . Pues si el entrañable Tom también fue filólogo .
Pasó mucha gente por el Seminario, como veremos, pero tardamos doce años
en que entrara uno más de los miembros permanentes . En el 2000, cuando el
Dr . Fernando Curiel era director, se incorporó Mercedes Montes de Oca, filóloga del náhuatl clásico . La siguiente directora, la Dra . Mercedes de la Garza,
merece un especial reconocimiento de nuestra parte: obras son amores que no
buenas razones, hizo propio el proyecto del Seminario y en su periodo casi
duplicó la planta de investigadores, todos con trabajo doctoral concluido y ya
especializado en lenguas indígenas mexicanas: Michel Oudijk en 2004, (zapotequista, filólogo); Francisco Arellanes en 2004 (zapotequista, descriptivista);
Lilián Guerrero en 2006 (con trabajo descriptivo, ya para ese entonces publicado, sobre el yaqui); Rodrigo Romero, en 2008 (especialista en mixe, descriptivista) . Carolyn O’Meara (descriptivista del seri) ingresó en 2010, durante el
periodo de la Dra . Aurelia Vargas . Y en el corto periodo de la dirección del Dr .
Alberto Vital, en 2014, ingresaron Hiroto Uchihara (zapotequista, descriptivista) y el Mtro . Juan Antonio Hernández, como técnico académico para auxiliarnos con el trabajo .
Aunque sea sólo nombrándolos, quisiera hacer una lista de los colaboradores que compartieron una parte del trayecto con nosotros: sólo aquéllos que trabajaron directamente en el Seminario . Los que participaron en los proyectos
individuales de los investigadores son muchos más . Sin más comentario, va la
lista de los investigadores y las lenguas que trabajaron en su paso por el SLI: los
indigenistas los reconocerán .
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paulette levy
Ricardo Maldonado (huasteco), David Tuggy (náhuatl de Tetelcingo y de
Orizaba), James Watters (tepehua), Francisco Barriga (tipología de lenguas indoamericanas), Roberto Zavala (kanjobal, oluteco), Heriberto Avelino (pame),
Michael Knapp (mazahua), Rodrigo Gutiérrez Bravo (maya yucateco), Alejandra Capistrán (p’orhépecha), Manuel Hermann (códices mixtecos), Brooke
Lillehauguen (zapoteco del Valle) .
La historia de los proyectos, de las publicaciones del Seminario, de los estudiantes y la labor docente, de las diversas etapas por las que hemos transitado,
tanto los descriptivistas como los filólogos, está relatada con mucho detalle en
una sabrosísima “Semblanza del Seminario de Lenguas Indígenas” que Verónica Vázquez presentó con motivo del 40 aniversario del Instituto y el 25 aniversario del Seminario el 2 de octubre de 2013 . Y, más escuetamente pero con
una mirada del historiador que es, en un escrito de la pluma de Michel Oudijk
en el 2010 .1 No me ocuparé de la historia . Quiero, más bien, con unas cuántas
pinceladas, intentar un retrato de quiénes somos, hoy .
Es notable la pasión y la convicción con la que mis colegas hacen su trabajo,
todos y cada uno de ellos . Estar en el Seminario implica la suerte de escuchar
de Karen cómo una etimología puede iluminar un periodo remoto de la historia; de observar cómo Meche aplica los modelos de análisis semántico y pragmático más modernos al corpus monumental de Sahagún, cuyas maravillas he
podido vislumbrar a partir de su trabajo . El conocimiento enciclopédico de Chonita, su interés por las contribuciones de las artes y diccionarios coloniales a
la historia de las ideas lingüísticas, la elegancia de su expresión, son una fuente constante de deleite . Michel nos ha abierto un nuevo mundo . Personalmente,
uno de los diplomados de casi un año que organizó en el Instituto y al que asistí
me sacó de provincialismos disciplinarios . Su Nueva Filología viene a enriquecer los enfoques tradicionales en nuestro seminario .
Y qué puedo decir del privilegio de ser testigo de la pasión de Paco por la
fonética y la fonología: panoramas intelectuales de una belleza tal que muchas
veces me dejan sin aire . El empuje y la energía de nuestros colegas más jóvenes, Lilián, Carolyn, Rodrigo, Hiroto, son una permanente inyección de vitalidad . A esta sintactista, la indudable pasión por la sintaxis de Lilián le ha
1
“Seminario de Lenguas Indígenas”, en Lourdes M . Chehaibar Náder el al . 2010 . La UNAM
por México . México: UNAM, pp . 1130-1133 .
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prólogo
permitido ver cómo las cosas se pueden hacer de otra manera . Su energía e
iniciativas, su producción tan prolífica, su compromiso con la docencia, su
inserción en el gran mundo de la lingüística mundial, son un constante recordatorio de que estamos aquí para dar frutos, no para volvernos sabios . Carolyn,
la más antropóloga de entre nosotros, siempre me hace tener presente que trabajamos con comunidades, que los paisajes geográficos definen, que el modo
de vida está detrás de lo que describimos, que hay que observar las prácticas
lingüísticas además de las estructuras, que los proyectos de ayudar a la comunidad a crear un acervo de literatura tradicional son una tarea valiosa, y que todo
esto le da un sentido diferente a nuestro trabajo . Y ni se diga lo estimulante
que es la curiosidad omnívora de Rodrigo: del morfema a la cognición, de la
adquisición del lenguaje a los últimos descubrimientos de las neurociencias .
Su pasión por el trabajo de campo, sus ires y venires por la Sierra, sus saltos
por todos los niveles de la lengua, de fonología a semántica a dialectología, son
un permanente recordatorio de que comprometerse con la descripción de una
lengua exige que nos volvamos todólogos lo cual, en mi vocabulario y para la
empresa que nos proponemos, es una virtud . Apenas empiezo a disfrutar de la inteligencia, la claridad mental, el orden en las ideas, el buen tino de Hiroto, el
más reciente de nuestros colegas . Y ya estoy anticipando el placer de convivir con él .
La trayectoria de Verónica, el tesón, la paciencia, la constancia, me inspiran respeto . La veo en la Sierra, disfrutándose un taco, riéndose con sus colaboradores coras, comprometida hasta el tuétano con la comunidad cuya lengua
decidió estudiar . Con Verónica más que con nadie he discutido de adjetivos, de
relativas, de subordinación, de clíticos, de estructura de la información, de clases verbales, de concordancia, de clases nominales, de generalizaciones tipológicas, de tantas cosas más . Tantísimas pasiones intelectuales . Y también la
pasión de justicia social, reflejada en una meditación constante sobre cuál debe
ser la organización y la naturaleza de la vida académica .
Este trabajo nuestro, por su naturaleza, es pertinente para muy diversas comunidades . Está la gran conversación… el discurrir y escrutar y tratar de vislumbrar la naturaleza del lenguaje, deducir las propiedades de diseño de las
lenguas, descubrir el orden detrás de tan diversas arquitecturas . Nuestra labor
de investigación nunca ha pretendido, hasta ahora, crear nuevas teorías . Pero
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paulette levy
siempre ha sido un laboratorio para evaluar qué afirmaciones teóricas se sostienen y cuáles se invalidan, por la amplia base empírica en la que se sustenta
nuestro trabajo: muchas lenguas, lenguas poco estudiadas, trabajo con materiales de primera mano y hecho con un pudor enorme para no traicionar el genio
específico de cada lengua . Estos aportes desde México, ya desde la época de
las artes coloniales, han hecho mella en las concepciones de la gramática . Con
una conciencia clara de que por factores culturales la disciplina ha sido demasiado eurocentrista, aspiramos a que nuestros hallazgos participen de la gran
conversación .
Pero no trabajamos en una burbuja aislada, trabajamos con comunidades y
tenemos un compromiso fuerte de hacerles llegar nuestros hallazgos de una
forma que les sea útil, de la forma que las comunidades mismas nos demanden .
El corpus recopilado, grabado y videograbado, transcrito, analizado, y traducido por Verónica es un registro de textos en muy diversos géneros de los mejores narradores de la comunidad cora, de mundos que, a través de su labor, la
comunidad podrá recuperar . Carolyn ha emprendido un proyecto de recuperación de textos seris escritos hacia la mitad del siglo pasado, que reflejan un
modo de vida que ya no es el actual, puesto que ha habido un cambio cultural acelerado en ese grupo . La recuperación involucra a un grupo de hablantes
del seri preocupados por implementar un proyecto de alfabetización en lengua
materna . Michel ha impedido la fuga del país de documentos antiguos invaluables y los ha devuelto a sus comunidades . Además, constantemente lleva
sus hallazgos a las comunidades indígenas de donde provienen los documentos que estudia . Les devuelve en cierto sentido su historia . Muchos participamos en el gran proyecto de CIESAS de capacitar lingüistas nativohablantes de
sus propias lenguas . Los trabajos de algunos de los egresados de ese programa ya empiezan a aparecer en nuestras publicaciones . Otros colegas participan,
además, en diversos proyectos educativos . Me gustaría destacar que el ímpetu
docente de Paco y su inigualable aptitud para la docencia, ha logrado identificar tal cantidad de talento entre estos estudiantes nativohablantes que me da la
impresión de que su actividad individual tendrá un impacto que aún no sospechamos . Así sea .
Así es que celebremos, pues, que el sueño de prestar atención a las lenguas
originarias como parte de nuestro patrimonio, como parte de lo que somos
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prólogo
como nación, ha cuajado . Ha cuajado en un lugar en donde hacer filología significa tener un conocimiento íntimo de la lengua con la que se trabaja . En donde hacer lingüística significa tener un conocimiento íntimo de la comunidad de
habla con la que se trabaja . Así lo atestiguan los trabajos que aquí se ofrecen .
En efecto tenemos mucho que celebrar .
Paulette Levy
Ciudad Universitaria, a 15 de octubre de 2018.
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INTRODUCCIÓN
Con el propósito de celebrar los 30 años de existencia del Seminario de Lenguas Indígenas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, elaboramos el presente volumen con la participación de todos sus investigadores,
un hecho inédito en la historia del Seminario . Este libro constituye una muestra
rica y representativa de nuestras líneas de investigación académica y de nuestros intereses y obsesiones intelectuales . Además, contamos con la colaboración de algunos colegas con intereses académicos afines, cuyas investigaciones
pudimos conocer de cerca gracias a la instauración, en febrero del año 2016,
del Seminario Académico Permanente, espacio de discusión académica enfocado en aspectos lingüísticos y filológicos de las lenguas indígenas de nuestro país .
Dada la riqueza lingüística de México y la manera en que la Lingüística y la
Filología Indoamericanas se han desarrollado en los últimos años, hubiera sido
imposible elaborar un volumen monotemático . Por tanto, los enfoques teóricos
del volumen son diversos, así como los niveles de lengua en que se centran las
investigaciones y las metodologías empleadas para la recopilación y la organización de los datos . Las contribuciones van de lo fonético-fonológico a lo etimológico, de los difrasismos a los tonos de borde, de los métodos y las herramientas
analíticas para los topónimos a los criterios para la representación ortográfica,
del análisis de documentos al de cláusulas relativas, de un enfoque sincrónico
a uno diacrónico y viceversa . A pesar de esta diversidad, el lector podrá reconocer múltiples conexiones y confluencias entre los trabajos de este volumen .
Las contribuciones están agrupadas en torno a las dos líneas de investigación
principales del Seminario: la Filología y la Descripción Lingüística, aunque
claramente algunas contribuciones están a caballo entre ambas y para los editores fue una labor difícil ubicarlas en una sección o la otra . En el volumen están
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franCisCo arellanes y lilián guerrero
representadas cinco de las once familias lingüísticas de México: yutoazteca,
otomangue, totonaco-tepehua, mixe-zoque y seri . Las investigaciones giran en
torno al náhuatl clásico, distintas lenguas zapotecas, el totonaco de Coatepec,
el mixteco de Alcozauca, el mixe de Ayutla, el triqui de Chicahuaxtla, el seri, el
tepehuano del sureste, el yaqui y el cora; una de las contribuciones, incluso, traspasa la frontera nacional y toca aspectos filológicos y de políticas lingüísticas
en torno al mapudungun o mapuche, lengua indígena de Chile .
El volumen comienza en su primera parte, de temática filológica, con el
capítulo Consideraciones sobre paradigmas y topónimos nahuas: los casos de
ximouayan y quineuayan a partir de una observación de Thelma D. Sullivan†
de Karen Dakin quien enfatiza, siguiendo el enfoque propuesto por Malkiel
(1967) e inspirada por las discusiones que tuvo al principio de la década de los
ochenta con Thelma D . Sullivan, la importancia de considerar distintos tipos
de evidencia a la hora de proponer etimologías . En particular, el interés de la
autora se centra en dos topónimos nauas de lugares mitológicos, ximouayan y
quineuayan . En ambos casos, la autora presenta consideraciones sobre la estructura del sistema gramatical, pruebas de reconstrucción histórica y comparada
tanto en el ámbito fonológico como en el morfológico y, en este segundo caso,
hace también referencia a la pertinencia de los paradigmas derivacionales .
Toda esta evidencia interna se combina con la proveniente de los textos coloniales, entre ellos los Primeros memoriales de Sahagún, así como también con
evidencia iconográfica, con el fin de dar claridad al análisis y ampliar los contextos de uso de los términos relacionados . La discusión que la autora elabora
sobre las etimologías y los significados de ximouayan y quineuayan considera
de manera crítica las etimologías ya propuestas por historiadores y gramáticos de
la época colonial, quienes desde su formación europea medieval, traducían los
términos según su propia experiencia y época en vez de elaborar etimologías con
una base analítica rigurosa . En algunos casos, de hecho, resulta evidente cierta
confusión en el análisis gramatical de tales autores . Con relación a ximouayan
la autora prefiere la etimología de ‘lugar a donde se va a quedar’ y no ‘el lugar de
los descarnados’ . Descarta esta segunda etimología, que se remonta a Garibay,
debido a que ésta supone que la raíz del topónimo es el verbo transitivo xīma
‘rasurar, rapar, trasquilar’ (y por extensión, ‘despojar’ y ‘despojar de la carne’)
pero ximouayan no cumple con las condiciones estructurales de los topónimos
16
introDuCCión
derivados de verbos transitivos, a saber: tener la marca de objeto tē- previa a
la raíz verbal y el sufijo impersonal -lō justo antes del sufijo locativo -yān . En
el caso de quineuayan, tanto los datos iconográficos de Thouvenot como los
cognados de las lenguas yutoaztecas muestran la relación del topónimo con
los gruñidos y los perros . Concretamente, el análisis comparativo y diacrónico permite reconocer un prefijo instrumental ki- ‘entre dientes’, seguido de una
forma de la raíz verbal ‘hablar’ /nawa/ más el sufijo locativo -yān . Esta etimología apoya una visión más concreta de la naturaleza que rodeaba a los habitantes
humanos y se contrapone con la traducción de Molina que glosa los agentivos itech quineuhqui e itech quineuac (literalmente ‘el que le habla gruñendo’)
como ‘endemoniado’, o aún más, con la traducción todavía más abstracta que
Garibay hace del topónimo: ‘el dominio misterioso en que residen los que han
pasado de este mundo’ .
La segunda contribución del volumen, Los difrasismos, términos apelativos en
el náhuatl clásico, corresponde a Mercedes Montes de Oca Vega . Su objetivo se
centra en el análisis de los difrasismos, estructuras lingüísticas paralelas, comunes en diversos textos del náhuatl clásico e identificados por los primeros misioneros (Molina, Sahagún, Olmos) como formas especiales . Los difrasismos
pueden desempeñar una función estilística, pero también de identificación de
registro, honorífica, de comunicación privilegiada, y de denominación de referentes especiales, particularmente respecto de la construcción de términos apelativos . Estas denominaciones adquieren relevancia en la interlocución con los
dioses, pues constituyen una forma privilegiada de comunicación . La investigación documenta los términos apelativos de dos dioses principales del México
prehispánico: Tezcatlipoca y Tlaloc en contextos de enunciación conformados
por rezos y plegarias, relativamente comunes en el libro VI del Códice Florentino, fuente del corpus de la investigación . La autora identifica una diversidad
estructural y predicativa de los nombres propios en varios sistemas de nombramiento . Dado que los contextos de enunciación que propician la interpelación
directa son escasos en la variante de lengua documentada, la autora distingue
dos tipos de estructuras lingüísticas que, en el nivel pragmático, activan la función apelativa de los difrasismos como “términos de tratamiento” . En el primer
caso, la interpelación se marca por la forma vocativa y el otro contexto alocutivo se remite al uso de los pronombres personales de segunda persona, afija17
franCisCo arellanes y lilián guerrero
dos a los teónimos y la forma exhortativa . La autora concluye que la elección
de determinado término de dirección implica un consenso social y una convención respecto del significado de estos términos . Por esta razón los términos
apelativos necesitan estar vinculados estrechamente con el portador, sobre todo
si designan características, atributos, funciones y marcos de acción reconocidos por la comunidad de habla que los emplea .
La contribución de Ascensión Hernández Triviño, La lingüística misionera y
las lenguas de México, hace un recuento de la Lingüística Misionera a través
de las gramáticas impresas en lenguas indígenas mexicanas . Se centra en la
Historiografía Lingüística y pone especial atención en la acción misionera y en
el método misional para poder clasificar el cúmulo de gramáticas y el modelo
de descripción que en ellas se manifiesta, ya sea a partir de analogías con los
modelos latinos previamente existentes, o bien a partir de las diferencias con
el latín, para las cuales los misioneros crearon respuestas innovadoras . Más
allá del modelo latino, estas propuestas se constituyeron en nuevos paradigmas
en la tradición gramatical de Occidente, y a la postre sentaron los pilares de una
tradición gramatical mesoamericana . La dualidad de este procedimiento fue
posible, de acuerdo con la autora, gracias a que los misioneros contaban con
una herramienta típicamente renacentista, el humanismo clásico, del que tomaron la capacidad hermeneútica fundamentada en dos conceptos fundamentales:
la analogía y la anomalía . La analogía les permitió a los misioneros penetrar
en la naturaleza de las palabras, establecer similitudes con las partes de la oración de la gramática latina y analizarlas conforme a los paradigmas clásicos .
La anomalía les abrió el camino para conocer lo nuevo, lo no existente en el latín, mediante el uso de una perspectiva comparatista . La autora resalta particularmente las anomalías, pues estos fueron los elementos que generaron nuevas
respuestas, múltiples innovaciones que se detallan a lo largo del trabajo y que
pueden agruparse en dos grandes rubros: arquitectura y creación de espacios .
En ambos rubros, fray Andrés de Olmos fue una figura clave . En la elaboración
del Arte de la lengua mexicana, la primera gramática de una lengua indoamericana, Olmos rompió con los esquemas del modelo latino (es decir, la arquitectura) establecidos por Nebrija, al eliminar los dos primeros libros del modelo
nebrijense pues éstos se referían a fenómenos gramaticales sin relevancia para
el náhuatl: la declinación y el género . Respecto de la creación de espacios, los
18
introDuCCión
más importantes son el dedicado a la identificación de las letras y su valor fonético, con especial atención a los valores que Olmos consideró difíciles por no
tener correspondencias claras en español, y el dedicado a la descripción morfosintáctica de la lengua . Olmos sustituye el concepto de sintaxis, al no considerarlo pertinente en el náhuatl, por el de composición, que en la tradición
latina se aplicaba exclusivamente a la composición nominal . De este modo, con
Olmos el término sufrió un proceso de extensión semántica para poder abarcar los procesos de incorporación y otros procedimientos aglutinantes típicos
de las lenguas polisintéticas . La autora concluye su texto afirmando que las
analogías y las anomalías conformaron una espiral que permitió la sedimentación de una tradición propia que hoy podemos definir como tradición gramatical mesoamericana .
El programa comunicativo de Luis de Valdivia en el marco de la filología
indigenista colonial de Nataly Cancino Cabello constituye la única contribución del volumen que no se centra en ninguna lengua indígena mexicana . Tiene
como tópico principal la descripción de las labores y la obra lingüística que el
misionero de origen granadino Luis de Valdivia llevó a cabo en Chile durante
la transición del siglo xvi al siglo xvii . La mayor parte de la obra de Valdivia se
centra en el mapudungun, la lengua indígena chilena de mayor importancia desde la época colonial y hasta la actualidad . Pero Valdivia también trabajó con dos
lenguas sudamericanas actualmente extintas y estrechamente emparentadas entre sí: el millcayac y el allentiac . Estas lenguas originalmente se hablaban en El
Cuyo, provincia que durante la época colonial formaba parte de la jurisdicción
chilena pero que actualmente forma parte de Argentina . Valdivia entró en contacto con los huarpes, el grupo étnico nativo-hablante de millcayac y allentiac,
en Santiago de Chile a donde éstos habían sido trasladados desde su zona de
origen para realizar trabajos de minería y construcción . La autora resalta que
el volumen completo de Luis de Valdivia sobre el millcayac y el allentiac se
conocía solo parcialmente hasta hace poco y que el texto íntegro estuvo desaparecido hasta que ella misma lo encontró en el año 2015 durante su estancia
posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Filológicas . La figura de Valdivia
es interesante porque propuso y lideró la política de la guerra defensiva, una
estrategia militar que promovía el diálogo entre españoles y mapuches y reservaba los enfrentamientos armados solo en caso de ataque indígena . En ese mar19
franCisCo arellanes y lilián guerrero
co, Valdivia propuso un programa comunicativo consistente en la elaboración
de una política lingüística según la cual el mapudungun era una lengua general en la zona; asimismo, determinó la aplicación de esta política a través de la
evangelización en lengua originaria y mediante un sistema de parlamentos hispano-mapuches . A pesar de lo anterior, la autora afirma que el proceder de Valdivia no puede entenderse solo desde su individualidad como misionero, sino
desde su actuar como agente institucional y político . Valdivia, entonces, legitimó el accionar de la Corona a través de un modelo pacifista que evitaba los
excesos de una guerra que solo había traído fracasos económicos y militares
para las huestes españolas . De este modo, las acciones del jesuita favorecieron el mantenimiento del poder de la Iglesia y de la Corona . Por tanto, hay que
interpretar su legado como producto de una época y como el resultado de una
forma de comunicación marcada por la asimetría propia de una situación de
colonización y vasallaje . Respecto del empleo del mapudungun en el marco de la
guerra defensiva, finalmente, la autora afirma que se realizó desde una posición
centralizada en términos políticos y eclesiales, y desde una epistemología monocultural que privilegiaba lo hispano y que no observó la autonomía de la alteridad mapuche .
La última contribución de la primera parte del volumen la presentan Michel
Oudijk y Sebastián van Doesburg . En La Tira de Santa Catarina Ixtepeji analizan la historia y el contenido del documento histórico zapoteco de la Sierra
Juárez de Oaxaca al que hace referencia el título del trabajo . La Tira de Ixtepeji
se encuentra en la biblioteca de la Sociedad Americana de Geografía, la cual
actualmente forma parte de la Universidad de Wisconsin en Milwaukee, EE .U U .
Los autores describen detalladamente cómo la tira salió de México en 1914 a
través Adolf Edwin Place, un ingeniero de minería de nacionalidad estadounidense y de ascendencia alemana, quien la vendió a la Sociedad Americana de
Geografía tres años después . Por circunstancias históricas la tira fue olvidada
durante casi un siglo y finalmente fue redescubierta en 2012 . La Tira de Ixtepeji es un documento con características típicas de los documentos pictográficos mesoamericanos . Muestra un relato de migración y el linaje principal de un
importante señorío, además de los descendientes coloniales de un “indio conquistador” . La dudosa relación entre estos descendientes y el conquistador, e incluso la incertidumbre sobre la existencia del propio conquistador, sugieren que
20
introDuCCión
la Tira de Ixtepeji es una construcción de finales del siglo xvii, parcialmente
basada en información de documentos del siglo xvi a la que se le añadieron datos ficticios . Los autores afirman, de hecho, que hacia finales del siglo xvii la
versión original de la tira estaba en manos de la familia Juárez de Zárate y que
a partir de ella, generaron un nuevo documento, la tira que tenemos hoy en día,
a la que añadieron las generaciones coloniales hasta 1691 . Por tanto, sugieren que
posiblemente la familia Juárez de Zárate secuestró la historia de la casa noble
del pueblo y pretendió que era suya . Esta sugerencia se refuerza con el análisis de
los documentos de archivo, de los cuales emerge la imagen de una familia de dudosa ascendencia noble que durante la segunda mitad del siglo xvii había logrado cierta bonanza económica, la cual deseaban traducir —a través de peticiones ante las autoridades españoles del momento— en un reconocimiento como
caciques de la comunidad . Como pieza probatoria mandaron elaborar la Tira de
Ixtepeji como la conocemos actualmente . Además del discurso figurativo, la tira
incluye también múltiples textos alfabéticos en zapoteco y español . La mayoría
de los textos zapotecos acompañan y aclaran el relato pictórico y parecen haber
sido parte del diseño original, aunque algunos probablemente fueron añadidos
posteriormente con el fin de registrar asuntos relacionados con temas territoriales . Los textos españoles fueron añadidos por autoridades españolas a partir
de 1691 cuando los señores de Ixtepeji presentaron la copia de una tira “original” para apoyar reclamaciones legales a ciertos privilegios y derechos . Así, la
tira contiene varias capas de información correspondientes a datos de distintos orígenes y momentos . Un problema metodológico con el análisis de la estratigrafía de este texto es que dado que se trata de una copia de 1691, todos los
textos y dibujos —exceptuando las glosas españolas— fueron copiados por un
mismo escriba, de modo que todas las diferencias de estilo y de letra se han
perdido y sólo mediante un estudio del contenido de los textos y los dibujos es
posible distinguir las posibles capas . Queda todavía pendiente el análisis y traducción de algunos de los textos zapotecos de la tira .
La segunda parte del volumen, los estudios de descripción lingüística, comienza con la investigación En busca de la palabra fonológica en un corpus de
legado: los textos del totonaco de Coatepec de McQuown de Paulette Levy y
Néstor Hernández-Green . Esta contribución tiene un doble interés, filológico y
lingüístico . Por un lado, recupera una serie de textos producidos a mediados del
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franCisCo arellanes y lilián guerrero
siglo xx por el colaborador lingüístico principal de Norman A . McQuown, Manuel Oropeza Castro (hablante nativo del totonaco de Coatepec), y analizados
y preservados digitalmente por el propio McQuown . El valor de estos textos radica no sólo en el hecho de que constituyen un registro escrito y sonoro de un
estado anterior de una variante totonaca que prácticamente ha desaparecido,
sino en que junto con los propios materiales lingüísticos aparecen todos los
tipos de junturas fonológicas que McQuown reconoció y representó gráficamente . Los criterios que McQuown siguió para establecer estas junturas no
aparecen de modo explícito en su obra académica, por lo que el reto académico de los autores era develar a qué correspondían . La hipótesis de partida
para el análisis lingüístico es que estas junturas se refieren a diferentes niveles de la Jerarquía Prosódica, tal y como se conocen en la teoría fonológica
contemporánea . En particular, los autores reconocen tres niveles prosódicos:
i) la Frase Entonacional, marcada por McQuown por el comienzo de línea
en su extremo inicial y por un espacio ante coma o ante punto en el extremo final; ii) la Frase Acentual, que McQuown representa mediante secuencias tipográficas con espacios en blanco en sus dos extremos y que, salvo unas
cuantas excepciones, contienen un solo acento ortográfico; y iii) los lexos, esto
es, las realizaciones concretas de los lexemas . De estos tres niveles prosódicos, el foco de atención está en la Frase Acentual . Los autores muestran que
ésta constituye el dominio de formación de pies en la lengua . Así, una de las
contribuciones principales del trabajo está en la caracterización del sistema
métrico que es: i) de tipo yámbico (con tres instancias: LP, P, LL), ii) sensible al peso silábico, iii) con una conformación de pies a partir del extremo
inicial de la Frase Acentual, y, iv) exhaustivo, lo que provoca reajustes para
evitar lapsos . Además, los autores muestran una serie de procesos de reducción
y ensordecimiento sobre la sílaba débil del yambo y de estrategias de realce
(como el alargamiento) sobre la sílaba fuerte . Otra contribución importante es la
propuesta de la jerarquía moraica CVːC(C), CVCC > CVː, CVC > CV, justificada por la incapacidad de las sílabas CV (monomoraicas) para conformar pies
y la imposibilidad de que las sílabas CVːC(C) y CVCC (trimoraicas) ocupen la
posición débil del pie . Finalmente, debe resaltarse que los autores hacen también una indagación preliminar de la interacción entre prosodia y sintaxis y
encuentran que el tratamiento prosódico de las construcciones predicativas no
22
introDuCCión
verbales (nominales y adjetivales) es idéntico al de las construcciones predicativas verbales, a partir de lo cual afirman que el totonaco de Coatepec es una
lengua de predicado inicial .
El trabajo de Michael Swanton y Juana Mendoza Ruiz Observaciones sobre
la diacronía del tono en el tu’un savi (mixteco) de Alcozauca de Guerrero examina la reconstrucción del tono del protomixteco a la luz del sistema tonal de
la variedad de Alcozauca de Guerrero . El capítulo tiene dos partes entrelazadas: i) una breve descripción del sistema tonal de Alcozauca y algunos de sus
procesos y ii) cómo se relaciona éste con la reconstrucción del tono del protomixteco . El mixteco de Alcozauca, de modo similar a otras variedades vecinas
habladas en Guerrero —como la de Yoloxóchitl y la de Xochapa—, manifiesta
una cantidad particularmente grande de contrastes tonales que en la superficie implican una oposición de cuatro niveles tonales y varios contornos tonales,
pero ningún sandhi tonal del tipo que Kenneth Pike describió por primera vez
en su estudio clásico del mixteco de San Miguel el Grande de 1948 . Los autores describen el sistema tonal de Alcozauca, que contrasta 25 patrones tonales
en el pie bimoraico, como secuencias de hasta tres tonos primitivos en la penúltima mora y solo uno en la última . En apoyo de este análisis compositivo (y
de sus reconstrucciones internas), los autores describen los exponentes de los
aspectos imperfectivo y perfectivo y la marcación del negativo . Los procesos en
estos patrones morfológicos muestran que ciertos tonos de contorno (31, 131) y
ciertas realizaciones de superficie ([2]) pueden descomponerse en secuencias
de primitivos tonales (respectivamente, 3 + 1, 13 + 1 y 1 + 2) . La segunda parte del
trabajo toma como punto de partida la reconstrucción del tono protomixteco
de Michael Dürr (1982, 1987) que consta de seis patrones tonales “básicos”
(*A.AɁ, *A.A, *A.B, *B.BɁ, *B.B y *B.A) además de los patrones “no básicos” que
dejó sin reconstrucción . Los autores demuestran que estos patrones básicos tienen cada uno un reflejo regular en el mixteco de Alcozauca (respectivamente,
2 .3, 2 .2, 2 .1, 1 .3, 1 .1 y 1 .2) . Además, muestran que los reflejos de estas seis formas básicas son los mismos que permiten la composición tonal que resulta en
secuencias . Por tanto, concluyen que los patrones “no básicos” surgieron de la
coalescencia tonal de un constituyente prosódico anterior, ahora perdido, que
dejó su huella en los tonos del constituyente que sigue . Esta conclusión, confrontada con datos del mixteco de Alcozauca, Zacatepec, Chalcatongo y Yucu23
franCisCo arellanes y lilián guerrero
quimi, permite a los autores reconstruir, por primera vez, diez patrones tonales
no básicos en protomixteco . Al permitir tales secuencias tonales, el mixteco
de Alcozauca conserva contrastes que se perdieron en otras variedades donde
varios reflejos de los patrones no básicos se fusionaron con otros patrones tonales . Por lo tanto, esto lo convierte en una variedad crucial para la reconstrucción del tono protomixteco .
En contra del supuesto de que los zapotecos actuales pueden clasificarse dicotómicamente, de acuerdo con si conservan o pierden las vocales átonas (v. gr .
Kaufman 1989: 20; 2015: 4), la contribución de Hiroto Uchihara, La pérdida de
la vocal átona en el zapoteco central, muestra que este fenómeno en el zapoteco central no es simultáneo sino gradual, y que en muchas variantes todavía
está en proceso (por ejemplo, en el zapoteco de Asunción Ocotlán donde bajo
las mismas condiciones tonales los hablantes mayores conservan las vocales
y los más jóvenes ya no las pronuncian) . Los factores fonológicos locales que
el autor reconoce como responsables de esta pérdida vocálica son: i) evitar
codas, ii) evitar grupos consonánticos y iii) favorecer la preservación de tonos
marcados, como el ascendente, en contra de tonos no marcados, como el bajo .
Un cuarto factor se refiere al origen etimológico peculiar de algunos prefijos aspectuales; particularmente al prefijo de progresivo ka(y)- y al prefijo de
estativo na- . Ambos prefijos parecen provenir de raíces verbales —respectivamente, el verbo kaː ‘estar pegado’ (Broadwell 2015) y la cópula naː (Munro 2002)—, lo que explicaría muy bien por qué sus vocales suelen conservarse
en mayor medida que las vocales de otros prefijos que no provienen de verbos .
Otro aporte importante de este trabajo es que también demuestra que ni la posición métrica (pretónica vs . postónica) ni el estatus morfológico (afijo o clítico
vs . raíz) son determinantes en la conservación o pérdida de las vocales átonas .
Los factores reconocidos por el autor interactúan de manera diferente en cada
variante de zapoteco central, de modo que en la mayoría de las variantes el factor tonal no es relevante, pero sí lo es en algunas como la de Güilá y la de Asunción Ocotlán . Por su parte, la tendencia a evitar codas es un factor importante
en la preservación de vocales átonas en el zapoteco de Juchitán y, en menor
medida, en Chichicapan, pero no así en Teotitlán del Valle, en Mitla, en Quiaviní, en Güilá ni en Asunción Ocotlán . El autor emplea en su análisis el marco
de la Teoría de la Optimidad (Prince y Smolensky 2008); los factores fonoló24
introDuCCión
gicos que reconoce los codifica como restricciones de buena formación (v. gr .
*Coda), mientras que las interacciones particulares de estos factores las captura mediante distintas jerarquías de restricciones, cada una de ellas válida para
una variante de zapoteco central en particular .
El trabajo de Francisco Arellanes Contraste fortis-lenis en zapoteco: aspectos
sincrónicos y diacrónicos cumple un doble propósito . Por un lado, revisa críticamente la bibliografía sobre el contraste fonológico fortis-lenis en lenguas zapotecas que se ha producido en los últimos setenta años con el fin de distinguir
las propiedades definitorias de las accesorias en este contraste . Por el otro lado,
propone una ruta evolutiva sobre la conformación del contraste fortis-lenis a
partir de un contraste entre grupos consonánticos y consonantes simples que se
remonta al protozapotecano . Respecto del primer propósito, el autor encuentra
que las características definitorias del contraste consisten en: i) la capacidad
de las consonantes fortis para recibir una mora bajo ciertas condiciones silábico-prosódicas en oposición a la incapacidad de las consonantes lenis para recibirla bajo las mismas condiciones y ii) la adaptabilidad al contexto de las consonantes lenis en oposición a la marcada resistencia de las consonantes fortis a
adaptarse contextualmente . Respecto del segundo propósito, el autor afirma que
los grupos consonánticos devinieron en consonantes geminadas en protozapoteco debido al sistema trocaico que existía en esta protolengua y que, en cambio, esos mismos grupos consonánticos se convirtieron en consonantes simples
en protochatino debido a que esta protolengua tenía un sistema de tipo yámbico .
Posteriormente, el protozapoteco desarrolló una estrategia de alargamiento vocálico para compensar el desequilibrio prosódico entre sílabas tónicas más consonante geminada transilábica y sílabas tónicas seguidas de consonante simple,
pues mientras las primeras eran bimoraicas, las segundas eran monomoraicas .
El surgimiento del alargamiento vocálico dio como resultado una de las propiedades más notables de las lenguas zapotecas actuales: la condición bimoraica
de la sílaba tónica . El desgaste fonético segmental de las consonantes simples,
finalmente, reconfiguró el sistema consonántico al permitir el surgimiento del
contraste ente consonantes estables (las fortis) y consonantes adaptables al contexto (las lenis) . El desarrollo del contraste no fue idéntico a inicio de raíz que en
posición intervocálica, pues en el primer caso nunca estuvo involucrado el factor moraico y, en cambio, la interacción con aspectos morfológicos fue crucial .
25
franCisCo arellanes y lilián guerrero
El texto termina con la revisión de cómo se conformó el contraste fortis-lenis en
las vibrantes de la variante zapoteca de San Pablo Güilá . Esta revisión permite
corroborar la vigencia del contraste y la validez sincrónica de su caracterización .
En el capítulo que lleva por título Cambios en los núcleos silábicos en el mixe
de Ayutla, Rodrigo Romero describe la complejidad de los núcleos silábicos en
esta lengua de la familia mixe-zoque hablada en Oaxaca . La investigación considera tanto aspectos sincrónicos como diacrónicos; la comparación con otras lenguas de la familia es recurrente . Las propiedades que determinan la complejidad
de los núcleos silábicos son esencialmente los contrastes de duración así como los
rasgos de voz no modal: la aspiración y la glotalización . A los primeros, el autor
los representa formalmente mediante moras y a los segundos mediante los rasgos
respectivos [+glotis extendida] y [+glotis constreñida] . La combinación de estas
propiedades da un total de ocho tipos de núcleos reportados en las lenguas mixes,
de los cuales sólo el de las vocales largas cortadas (VVˀ) no existe en el mixe de
Ayutla . Desde el punto de vista teórico, el autor afirma que los rasgos no modales no están asociados al núcleo por entero sino a la mora; esto le permite explicar la existencia de vocales rearticuladas aspiradas (VˀVʰ) en las cuales el rasgo
[+glotis constreñida] está asociado a la primera mora y el rasgo [+glotis extendida]
a la segunda . Una condición fonotáctica que el autor resalta es que el rasgo [+glotis extendida] no se puede asociar a la primera mora de una vocal larga en ninguna
lengua mixe-zoque, a diferencia de lo que ocurre en el triqui de Chicahuaxtla, lengua otomangue también representada en este mismo volumen en la contribución
de Fidel Hernández Mendoza . Desde una perspectiva diacrónica, los núcleos en el
mixe de Ayutla manifiestan tres cambios respecto de la protolengua: alargamiento, aspiración de núcleos largos y pérdida de glotalización . Sincrónicamente, la
misma pieza léxica puede tener distintas formas fonológicas debido a variaciones
en el núcleo que no son predecibles a partir de factores fonológicos . En el dominio
verbal, el autor propone que a cada pieza léxica le corresponden hasta tres temas
verbales diferentes, cuya distribución depende de factores morfológicos, por lo
que constituye un tipo de apofonía asociada a distintas conjugaciones . En el dominio nominal y adjetival, por el contrario, los cambios parecen estar sujetos a cierto
grado de variación libre . Hay compuestos lexicalizados que involucran morfemas ligados —históricamente provenientes de sustantivos que denotan partes del
cuerpo—, los cuales son suficientemente diferentes fonológica y semánticamente
26
introDuCCión
de los sustantivos de los que provienen . Por tal motivo, el autor considera que sincrónicamente son piezas morfológicas distintas, las cuales deben tener su propia
representación ortográfica . Fuera de estos casos, el autor sugiere en el apartado
final de su contribución que, en la mayoría de los casos, es partidario de una representación ortográfica más cercana a lo fonológico que a lo fonético .
La contribución de Fidel Hernández Mendoza, La frase nominal simple en
el triqui de Chicahuaxtla, se centra en la descripción de los componentes de
la Frase Nominal, particularmente en aquella que no involucra la expresión de
ninguna relación de posesión . Entre los modificadores nominales que el autor
reporta y describe se encuentran los clasificadores, los numerales, el artículo
indefinido y varios marcadores de pluralidad, todo los cuales ocupan posiciones prenucleares, así como los adjetivos y los demostrativos, que ocupan una
posición posterior al núcleo . Además de estos elementos, el autor identifica un
tono de borde cuya función principal es marcar el linde final de la frase nominal, de modo que cuando en ésta no hay modificadores postnominales, el tono
de borde se ancla sobre el propio núcleo nominal, pero en caso contrario se
desplaza al modificador postnominal que ocupe la periferia final de la frase .
Existen ciertas restricciones para que este tono se manifieste: dado que se trata de un tono de nivel 3, no se manifiesta si el sustantivo o adjetivo tienen tono
3 o 4; dado que todos los demostrativos tienen tono 3, tampoco se manifiesta en estos casos . Paralelamente, el autor encuentra que los núcleos nominales
que son préstamos del español manifiestan una alternancia en su realización
tonal dependiendo de si están seguidos o no por un modificador postnominal . Encuentra dos subgrupos: i) los que cambian del patrón tonal 4 .3 al patrón
3 .43 y los que cambian del patrón 2 .4 al patrón 2 .43 . Dado que en los patrones básicos el último tono es 3 o 4, el tono de borde no se manifiesta en estos
casos; en cambio, en los patrones modificados, el tono de borde se manifiesta
sobre el modificador postnominal . Finalmente, un fenómeno muy interesante
de interface entre sintaxis y fonología tiene que ver con las oraciones de relativo . Dada la ausencia de subordinadores con contenido fonético en este tipo de
construcciones, la lengua emplea el tono de borde para contrastar construcciones del tipo ‘la muchacha vino ayer’ (sin relativa) con construcciones del tipo
‘la muchacha que vino ayer’ (con relativa) . En el primer caso, el tono de borde
aparece al final de la frase nominal sujeto, mientras que en el segundo caso el
27
franCisCo arellanes y lilián guerrero
tono de borde no aparece . En tanto la oración de relativo es también un modificador postnominal, cuando el núcleo nominal es un préstamo, se manifiesta la
misma alternancia tonal que ocurre ante los modificadores adjetivales .
Carolyn O’Meara y Martina Henzi, en el capítulo Mapeando los nombres de
lugares con los comcaac (seri), comparten sus experiencias al mapear topónimos
con hablantes de seri . Es de su particular interés enfocarse en los métodos usados y
en los desafíos enfrentados . Los resultados preliminares de su estudio sugieren
que el conocimiento individual de los topónimos es variable entre los hablantes,
lo que parece apoyar la afirmación de Basso (1996) de que es el individuo, y no la
cultura, quien da significado a los topónimos en el contexto de una comunidad de
habla y que cada individuo lo hace a su manera, basándose en su propia experiencia y conocimiento . Esta variación se refleja, por un lado, en el número de topónimos que cada hablante conoce . De las 13 personas seris que participaron en el
estudio, 9 tuvieron un promedio de 38 topónimos, mientras que en los extremos
una persona conocía sólo 6 topónimos y otra conocía 174 . Por otro lado, hay casos
en que un mismo topónimo designa dos lugares diferentes; esto podría deberse a diferencias entre conocimiento individual . Tal podría ser el caso de Heeme,
topónimo que designa un campamento en la costa occidental de la isla Tiburón
y un cerro al norte de la isla Tiburón . Sin embargo, en otros casos la razón por la
que un topónimo designa dos o más lugares podría estar ligada a aspectos de
la tradición oral . Por ejemplo, el término Slootxöla designa a un personaje ficticio,
un tipo de bruja que se roba a los niños llorones y se los come asados . El topónimo Slootxöla Iime designa un lugar en la isla Tiburón y otro lugar cerca de Punta Chueca, ambos presuntos hogares de la bruja . Las autoras sugieren que esto
podría deberse a que Slootxöla es concebida como un personaje que, igual que los
seris, es seminómada y vive en campamentos temporales, por lo que tiene más
de un hogar . La otra sugerencia importante es que el seri presenta lo que parece
ser un sistema de nomenclatura generativa con grupos toponímicos empleados dentro de un área particular, similar al reportado para el ahtna, lengua atabascana
hablada en Alaska (Kari 2008, 2011) . Para nombrar áreas, el ahta emplea un solo
“signo” junto con términos genéricos del paisaje (v . gr. cerro, río, lago) dando como
resultado un sistema de topónimos que se puede memorizar con más facilitad .
Por ejemplo, el “signo” Coniic en aislamiento designa un campamento en la isla
Tiburón, mientras que acompañado de Xtaasi ‘estero’ o de Yataam ‘desfiladero’
28
introDuCCión
designa lugares específicos dentro del área designada por el “signo” . Así, Coniic
Xtaasi designa el estero que está en el campamento de la isla tiburón y Coniic
Yataam designa el desfiladero que está en el campamento de la isla tiburón . Las
autoras consideran que la documentación de los topónimos y el mapeo de los lugares que éstos nombran constituyen saberes que están en riesgo de desaparecer pues
las personas que todavía poseen este conocimiento ya son adultos mayores y los
más jóvenes desconocen la mayoría de los topónimos seris y la ubicación de los
lugares correspondientes . El capítulo incluye, en forma de anexo, el Cuestionario
Demográfico aplicado con la intención de que sirva como referencia en estudios
futuros .
Las últimas contribuciones ofrecen estudios descriptivos de tres lenguas
yutoaztecas sureñas: el yaqui (taracahita), el tepehuano del sureste (tepimana)
y el cora meseño (corachol) . La contribución de Lilián Guerrero, La codificación de eventos de colocación y remoción en yaqui, se centra el análisis de las
descripciones locativas causativas, esto es, aquellas que incluyen un agente que
pone/quita algo en/de un lugar . Su objetivo es examinar si en estas construcciones se emplean las formas causativas de los verbos posturales ‘sentarse’, ‘pararse’
y ‘acostarse’, tanto para los eventos de ‘poner’ como para los de ‘remover’, y si su
distribución refleja el mismo uso que sus contrapartes estativas . Siguiendo la
tipología de Kopecka y Narasimhan (2012), la autora caracteriza el yaqui como
una lengua que emplea un conjunto relativamente reducido de verbos de postura
en construcciones locativas básicas en oposición a lenguas que: i) emplean un
solo verbo locativo, ii) no emplean verbo ni cópula y iii) emplean un conjunto
amplio de verbos disposicionales . Sin embargo, en los verbos causativos el panorama es más complejo . En principio, se esperaría el uso de las versiones causativas de los verbos posturales, distribuidos según el número y/o los rasgos de la
figura en yaqui . Este uso se constata en los datos del corpus, aunque no de manera
exclusiva; además, la distribución de las piezas verbales es menos sistemática que
en el sistema locativo básico . Por ejemplo, el verbo causativo yecha ‘sentar .sg’
suele codificar tanto ‘poner’ como ‘quitar’ y se combina con un número amplio
de entidades sin importar sus características físicas, lo que sugiere que se comporta como un verbo locativo general y poco restrictivo . La investigación muestra también que no hay una asimetría notable en la codificación explícita de meta
y fuente, lo que va en contra del supuesto de que la meta tiene mayor prominen29
franCisCo arellanes y lilián guerrero
cia cognitiva (Lakusta y Landau 2005); a pesar de ello, la autora identifica más
recursos lingüísticos para expresar la fuente, tales como elementos satelitales,
adverbios y cláusulas relativas . Otro hallazgo notable es que en yaqui no es posible codificar la meta y la fuente en la misma cláusula, por lo que el recurso que
emplean los hablantes es el de la secuencia de cláusulas . Finalmente, cuando la
figura o el fondo es una parte del cuerpo, el uso de verbos de postura es escaso y
todavía menos consistente léxica y sintácticamente; en su lugar, se hace uso de un
nuevo conjunto de predicados derivados de partes del cuerpo .
Dentro de los estudios gramaticales es bien sabido que las lenguas yutoaztecas se caracterizan por una fuerte tendencia a la nominalización, tanto en la
formación de cláusulas relativas como en cláusulas completivas (Givón 2001,
2014) . En el capítulo Tipos de cláusulas relativas en tepehuano del sureste
(o’dam), Gabriela García Salido propone un patrón de cambio sumamente interesante y novedoso: las cláusulas relativas hacen uso de pronombres relativos .
En esta lengua se identifican dos grandes tipos de cláusulas relativas, las que se
marcan con el subordinador general na, el cual introduce otros tipos de subordinadas sintácticas, y las que hacen uso de un conjunto amplio de pronombres
relativos (na ji’k ‘cuantos’, na jaroi’ ‘quien’, na tu’ ‘que’, na pai’ ‘donde’, na
pai’dhuk ‘cuando’, na jax ‘como’ y na gu’ ‘porque’) . En los dos tipos de construcciones, la cláusula dependiente es finita, sigue a la cláusula principal (postnominal) y requieren clíticos de segunda posición para la codificación del sujeto
de la cláusula dependiente . A partir de datos de uso, la autora ofrece evidencia
sincrónica para demostrar que, en cuanto a la jerarquía de relativización sujeto
> objeto directo > objeto indirecto > oblicuo > genitivo > objeto de comparación
(Keenan y Comrie 1977), los dos tipos de construcciones tienen acceso no solo
a las funciones centrales (sujeto, objeto directo, objeto indirecto), sino también
a oblicuos, locativos e instrumentos, pero no poseedores, ni objetos de comparación . Un rasgo parece distinguir los dos tipos de construcciones: solo las relativas con na pueden aparecer con núcleos externos . La investigación concluye
con otra anotación importante: no es que la nominalización esté ausente, sino
que en tepehuano del sureste la nominalización no es un fenómeno muy productivo, pues las cláusulas nominalizadas con la marca -dam se restringen a discurso sagrado, lo que evidencia el remplazo de la estrategia de nominalización por
el uso productivo del subordinador general y los pronombres relativos .
30
introDuCCión
El último capítulo del volumen investiga el complejo sistema de número nominal en cora meseño . En La expresión de número nominal en cora meseño (náayari
yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena): Un análisis desde la jerarquía de animacidad
y el rasgo de agentividad de Verónica Vázquez Soto, se discuten las propiedades
morfológicas y valores de plural de un conjunto amplio de morfemas . Según el
criterio morfológico (Corbett 2000), el cora meseño cuenta con tres sistemas de
número . El sistema primario con la oposición singular-plural de carácter obligatorio que aparece en dos tipos de nominales: en los términos de parentesco donde
el valor plural se expresa mediante la sufijación de -mʷaʔ y en algunos sustantivos supletivos que se refieren a seres humanos . El segundo sistema es el general
singular versus plural que se observa en todos los sustantivos animados donde el
plural se expresa por un conjunto de nueve sufijos (-te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse,
-ki, -xi) cuya ocurrencia tiene, sin embargo, un carácter facultativo . Finalmente, el tercer sistema corresponde al denominado en este estudio como “número
general absoluto” que no presenta ninguna oposición de número y que constituye un patrón característico de los nominales inanimados de la lengua . La autora
ofrece evidencia convincente para defender que la expresión de número en cora
meseño se distribuye en la clase léxica de los sustantivos siguiendo las predicciones de la Jerarquía de Animacidad (Smith-Stark 1974; Corbett 2000) . Además, la
investigación se detiene acertadamente en describir un patrón interesante y novedoso: la escisión trazada en los sustantivos inanimados también se localiza en la
tercera persona de los paradigmas pronominales ligados, y esta escisión puede
tener distintas motivaciones (además de la animacidad) . Esta contribución es rica
en ejemplos léxicos y oracionales provenientes de textos orales .
No queremos finalizar esta Introducción sin agradecer sinceramente los comentarios y sugerencias de los dictaminadores que generosamente participaron en
este volumen .
Si quien ha leído esta Introducción quiere unirse a la celebración por los 30 años
del Seminario de Lenguas Indígenas, en nuestra opinión la mejor manera de hacerlo consiste en leer este volumen por completo con ojo crítico y genuino interés .
Los editores
Francisco Arellanes y Lilián Guerrero
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franCisCo arellanes y lilián guerrero
r eferenCias
basso, K .H . 1996 . Wisdom Sits in Places: Landscape and Language Among the Western Apache . Albuquerque: University of New Mexico Press .
broaDwell, A . 2015 . The historical development of the progressive aspect in Central
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32
LA EXPRESIÓN DE NÚMERO NOMINAL EN CORA MESEÑO
(náayari yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena):
UN ANÁLISIS DESDE LA JERARQUÍA
DE ANIMACIDAD Y EL RASGO DE AGENTIVIDAD*
Verónica Vázquez Soto
Instituto de Investigaciones Filológicas
Para Rodrigo Parra, con gratitud,
por la sinergia generada entre corólogos
r esumen . Este trabajo investiga la expresión de número nominal en cora meseño, una lengua yutoazteca de la rama corachol, siguiendo el criterio morfológico que usualmente hace referencia a algún tipo de marcador que aparece en
el nominal mismo . Según este criterio, este idioma cuenta con tres sistemas de
número: (i) la oposición básica singular-plural obligatoria para los sustantivos
que designan términos de parentesco y seres humanos; (ii) el sistema de número general/singular versus plural (Corbett 2000) facultativo en los nombres
animados que denotan humanos y no humanos; y (iii) el sistema de número
* Extiendo mi más profundo agradecimiento a todos los hablantes de cora meseño que proporcionaron datos, tiempo y paciencia durante el desarrollo de este estudio, en especial van las
gracias para Isabel de Jesús López, mi querida maestra de tañíuka yáuhkɨʔena, la mujer más
alegre del mundo . A Roberto Zavala le agradezco el haberme guiado en la búsqueda de los
reflejos de agentividad en cora meseño a partir de su experiencia con lenguas mayas . Muchas
gracias Bolom . También mi gratitud para los dos dictaminadores anónimos por sus atinadas
correcciones y comentarios, en particular para el experto en cora de Jesús María que, además
de hacer observaciones análiticas relevantes, compartió abundantes datos del cora mariteco que
abren nuevas vetas en la investigación . Lilián Guerrero, coeditora de este volumen, merece un
especial reconocimiento por la cuidadosa lectura de este capítulo, y sobre todo por eliminar al
máximo las repeticiones y redundancias de mi escritura .
621
veróniCa vázquez soto
general absoluto característico de los sustantivos inanimados que nunca acceden a la expresión del valor plural . Estos resultados representan evidencia convincente para defender que la expresión de número en esta lengua se distribuye
en la clase léxica de los sustantivos siguiendo las predicciones de la Jerarquía
de Animacidad (Corbett 2000) . Además, la escisión que se localiza en los inanimados con respecto a la expresión de número plural, se observa también en la
tercera persona del sistema pronominal sujeto cuando dicha persona tiene antecedentes o referentes inanimados con lectura plural que ocurren con verbos no
agentivos . Bajo estas condiciones, las dos formas pronominales contrastivas de
la tercera persona no se pueden utilizar y se genera el uso exclusivo de la forma
singular del pronombre .
palabras Claves: yutoazteca, cora meseño (náayari/tañíuka yáuhkɨʔena), morfología, expresión de número nominal
abstraCt . This paper studies the expression of nominal number in Meseño Cora,
a Uto-Aztecan language of the Corachol branch, following the morphological criteria usually referring to some kind of additional marker expressed within the noun
itself . According to these criteria, this language displays three types of number systems: (i) the basic singular-plural distinction obligatory for nouns designating kin
terms and human beings; (ii) the number system of general/singular versus plural
(Corbett 2000) exhibited by human and non human animate nouns; and (iii) the
general absolute system characteristic of inanimate nouns which never have access
to plural marking . I claim that these results represent convincing evidence to argue
that the expression of number in this language is distributed in the lexical class of
nouns following the predictions of the Animacy Hierarchy (Corbett 2000) . Furthermore, the number split located in the class of inanimate nouns is also observed in
the third person subject of the pronominal system when such a person has inanimate antecedents or referents with a plural reading which occur with non agentive
verbs . Under these conditions, the distinctive forms for the third person cannot be
used, generating exclusively the use of the singular form of the pronoun .
K eyworDs: Uto-Aztecan, Cora (náayari/tañíuka yáuhkɨʔena), morphology, expression of nominal number
622
la expresión De número nominal en Cora meseño
1 . introDuCCión
Este trabajo ofrece un análisis sobre el sistema de número gramatical en los
sustantivos y los pronombres nominativos del cora meseño, de aquí en adelante
Cme, una variante dialectal del cora, lengua yutoazteca sureña de la rama corachol que se habla en el estado de Nayarit, México .1
Con el propósito de estudiar de manera conjunta la expresión de número
nominal tanto en nombres como en pronombres, esta investigación se inscribe
dentro del marco teórico-tipológico planteado por Corbett (2000, 2001a, 2001b) .
En este marco, la noción de número general juega un papel preponderante al
lado de la Jerarquía de Animacidad, inicialmente formulada por Smith-Stark
(1974), y modificada por Corbett (2000) mediante la incorporación de la tercera persona . La nueva propuesta permite entender y relacionar los patrones de
número entre nombres y pronombres . Corbett (2000: 66-67) establece que existen dos criterios fundamentales para determinar la expresión de número dentro
de la categoría nominal: el criterio morfológico, que regularmente se codifica a
través de algún tipo de marcador que aparece en el sustantivo o pronombre, y
el criterio sintáctico que generalmente apela a la concordancia verbal . Por razones de espacio, el presente trabajo se limita a examinar la marcación de número nominal exclusivamente por criterios morfológicos y se defiende que el Cme
presenta tres sistemas . El sistema de número primario con la oposición singular-plural (Corbett 2000: 20) de carácter obligatorio que aparece en dos tipos
de nominales: en los términos de parentesco donde el valor plural se expresa
mediante la sufijación de -mʷaʔ, y en los sustantivos que refieren a seres humanos a través de la estrategia del supletivismo . El sistema de número general/singular versus plural (Corbett 2000: 14) que se observa en todos los sustantivos
animados humanos y no humanos donde el plural se expresa por un conjunto
de nueve sufijos, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ, cuya ocurrencia tiene, sin
embargo, un carácter facultativo . Finalmente, el sistema denominado en este
estudio como número general absoluto que no presenta ninguna oposición de
1
Si bien no existe una dialectología rigurosa y extensa sobre las distintas variantes del cora,
diversos estudios e instituciones reconocen la existencia de, al menos, siete u ocho variantes
dialectales (Parra 2011; Casad 2012; INALI 2013; Vázquez 2016) . En §2 se discuten los diferentes grupos de hablantes con base en la información proporcionada por las autodenominaciones
gentilicias usadas y reconocidas por los propios hablantes nativos del cora meseño .
623
veróniCa vázquez soto
número y que constituye un patrón característico de los nominales inanimados .
Un ejemplo que ilustra cada uno de estos sistemas se presenta de (1) a (3) .2
(1)
s-ahtá3
mʷée
mɨ ni-yáuh-mʷaʔ
mɨ
sbj2pl- Conj
sbj2pl
top
poss1sg-hijo-pl
top
‘Y ustedes, hablando de mis hijas, las mujeres .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23]4
úuka
mujer .pl
2
Las glosas utilizadas en este trabajo se apegan en la medida de lo posible a las glosas propuestas por Leipzig . Si una glosa no aparece en el listado general de dicho compendio, se propone
una nueva glosa gramatical . Las glosas usadas son las siguientes: 1, 2 y 3: primera, segunda y
tercera persona, abs: absolutivo, aCus: acusativo, aDh: adhesivo, aDv: adverbio, aDvr .Cer: evidencial adversativo de certeza, afeC: afectivo, all: alativo, anim .Dom: animal doméstico, ap: antipasivo, appl: aplicativo, área: área delimitada por un locativo, asert: asertivo, asp: aspecto, b3: juego
B en lenguas mayas, Cab2: cuesta abajo en el eje vertical, Cant: cantidad, Caus: causativo, Cav:
cavidad, CC: cláusula de complemento, Cl: clítico, Cmpl: completivo, Comp: complementante, Conj:
conjunción, Cont: concepto topólogico de contención, Contin: continuativo, Cop: cópula, Cp:
aspecto completivo, Cp: concepto de propiedad, Cuerpo: región del cuello a los pies, DeiC: deíctico,
Dem: demostrativo, Det: determinante, Dir: direccional, Dist: distal, Dur: durativo, enC: enclítico,
enf: enfático, ent: entidad, erg: ergativo, espalDa: región de toda la espalda, eve: evento, eviD:
evidencial, exist: existencial, exist1: cópula existencial tipo 1, exist2: cópula existencial tipo 2,
exp: expresión, fasal: marcador fasal, fDir: fuente directa de información, finD: fuente indirecta
de información, foC: focalizador, general: marcador de número general, gent: gentilicio, hab: habitual, imp: imperativo, inh: propiedad inherente, ints: intensificador de un evento, irr: irrealis,
it: direccional itivo, loC: locativo, ms: marcador de mismo sujeto, narr: narrativo, nC: sujeto u
objeto no canónico, neg: negación, nhum: no humano, nmlz: nominalizador, o: objeto, objp: objeto primario, pah: participantes en el acto de habla, panza: región de la panza, perf: perfectivo, pl:
plural, posp: posposición, poss: posesivo, pot: potencial, prep: preposición, prog: progresivo, pauCal:
marcador de valor paucal, prox: proximal, prs: presente, pst: pasado, pv: preverbo, q: palabra qu-,
reD: reduplicación, refl: reflexivo, report: reportativo, sbj: sujeto, sbr: subordinador, sg: singular, super: concepto topólogico de superposición, top: marcador de tópico, top3 .esp: marcador de tópico de tercera persona exclusivo de verbos de espacio y de movimiento, torso .muslos:
región que abarca torso y muslos, tr: transitivo, tver: terminación de clase verbal, unmarKeD .
tense: tiempo no-marcado, ver: verbalizador . Advierto que se debe tener mucha cautela con
todas las glosas que corresponden al sistema de tiempo-aspecto-modo, pues ésta es un área aún
muy confusa en las diferentes variantes del cora que merece una investigación a fondo .
3
La escritura práctica para representar los sonidos del Cme utilizada en este trabajo corresponde a los siguientes signos del IPA (International Phonetic Alphabet): p=/p/; b=/β/; t=/t/; t,=/
t̻ /; ts=/t͡ s/; ch=/t͡ ʃ/; k=/k/; h=/h/; /ʔ/= /ʔ/; x=/ʂ/; s=/s/; m=/m/; n=/n/; n,=/n̻ /; ñ=/ɲ/; l=/l/; r=/ɽ/;
w=/w/; ʷ=/ʷ/; y=/j/; a=/a/; e=/ɛ/; i=/i/; ɨ=/ɨ/; o=/o/; u=/u/; ´=/ˈ/; vv=/vː/. También aparece la grafía
rr que corresponde al préstamo fónico de la vibrante múltiple del español /ř/. El acento primario
sólo se marca fonéticamente dado que las reglas de acento rítmico y morfológico son aún una
investigación en proceso . La lengua también presenta tonos, sin embargo, no se ha desarrollado
hasta la fecha ningún estudio sobre este tema para el Cme . Una aproximación interesante a los
tonos del cora de Jesús María se puede encontrar en Kim y Valdovinos (2015) .
4
En §3 se explican las convenciones para catalogar los metadatos de los ejemplos provenientes del corpus recopilado por la autora y sus colaboradores hablantes de Cme .
624
la expresión De número nominal en Cora meseño
(2)
tuíxu
puerco
muʔ-rí
sbj3pl .asp-ya
hi-íʔ-mʷiʔ
narr-ints-ser .muchos
tuíxu
puerco
héiwa
aDv:Cant .ent
m5-i-ruʔ-raʔ-úu
ñíʔu me-rí
sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl
eviD
sbj3pl .asp=ya
‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17]
(3)
kɨxíe
parecer
yée
eviD:fDir
tíʔ-raʔraʔ-naʔ
pl-volar-parecer
pelóota yée=pu
wa-séʔiri
pelota
eviD:fDir=sbj3
Cmpl-mirar
‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60]
Observe el ejemplo (2) que muestra el sistema de número general propio de
los nombres animados donde el valor plural puede, pero no tiene que expresarse cuando se hace referencia a varias entidades del mundo real . En esta emisión el sustantivo tuíxu ‘puerco’ no toma el sufijo -te de plural; aunque, en
otros contextos puede hacerlo para expresar pluralidad . Este comportamiento
es considerado por Corbett (2000: 10) como una característica típica de los
sistemas de número general . El tercer ejemplo de este bloque muestra que el
sustantivo inanimado pelóota tampoco manifiesta la expresión de plural, ni facultativa, ni mucho menos obligatoriamente; por ello, pertenece a los nombres
que presentan el sistema de número general absoluto . Dado este fenómeno, se
deduce que los sustantivos inanimados no cuentan con marcas adicionales para
expresar el valor plural, al menos, afijadas en el sustantivo .
5
Con el fin de simplificar los ejemplos del Cme en los que se fundamenta este trabajo, las raíces verbales y nominales, así como los afijos que las rodean no reflejan los cambios de sonido
que son el resultado de la unión de morfemas . La gran excepción a esta forma de proceder es la
reducción vocálica que afecta a los prefijos de sujeto . Por ello, la omisión vocálica del prefijo
de persona sujeto sí se presenta en la línea de morfemas . Así, en ocasiones ocurre en esta línea
el prefijo en forma completa CV, y en otras ocasiones aparece la realización consonántica del
prefijo, C, de acuerdo al contexto donde se registra la elisión vocálica . Esta excepción se debe a
que las formas alternantes de los prefijos de sujeto están fuertemente vinculadas con el tema de
número nominal en pronombres . La discusión de las reglas de elisión vocálica de los prefijos
de sujeto se expone en detalle en §7 . No obstante, en varios casos se comentan en una nota de pie
algunos de los resultados de las reglas morfofonémicas en Cme con el único objetivo de beneficiar a los especialistas en cora .
625
veróniCa vázquez soto
En consecuencia, por el criterio morfológico, los sustantivos del Cme exhiben diversos patrones con respecto a qué nominales presentan la oposición primaria singular-plural; las pautas de expresión de número también difieren por
el carácter facultativo u obligatorio de dicha oposición básica . Tal diversidad de
sistemas se explica, en el presente estudio, recurriendo a la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 56) que establece grosso modo que, mientras más animado
es un nominal, tiene mayor potencial para mostrar oposiciones de número . En consonancia con esta jerarquía, es posible entender que los términos de parentesco y
los nominales que refieren a seres humanos presenten la oposición singular-plural
de manera obligatoria; mientras que los animados humanos y no humanos sólo
accedan a ella facultativamente . El segmento más bajo de esta jerarquía, ocupado
por los sustantivos inanimados, no tiene acceso a expresar número; lo cual no resulta un hecho gramatical inusitado gracias a las predicciones que se derivan de
dicha jerarquía . Dada esta distribución entre tipos de nominales y acceso a la expresión de número, en este trabajo se plantea que existe una escisión en la marcación de número que inicia débilmente en los sustantivos animados humanos y no
humanos, pero se traza tajantemente en los nombres inanimados . Es decir, en los
sustantivos animados humanos y no humanos la oposición básica singular-plural
es facultativa; mientras que en los inanimados es inexistente .
De manera interesante, la escisión encontrada en los sustantivos inanimados
también se localiza en la tercera persona de los paradigmas de pronombres ligados de sujeto cuando dicha persona lleva como antecedentes a sustantivos inanimados, tal como lo predice la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 55, 62;
2001a: 825) . Por ello, si los antecedentes o los nombres a los que hace referencia
la tercera persona son inanimados, la oposición básica de número desaparece generando el uso exclusivo de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de
que estén involucradas varias entidades del mundo real . En contraste, la tercera
persona siempre se expresa a través de sus formas distintivas para el singular y
el plural cuando tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados .
Note el trío de ejemplos en (4), (5) y (6) .
(4)
6
kúʔkuʔ=pu
wa-héʔika
víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg
‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205)6
Los ejemplos provenientes de textos publicados por la autora presentan diversas actuali-
626
la expresión De número nominal en Cora meseño
(5)
pus
héiwa=mu
wáxua
hɨ
kúʔkuʔ-se
pues aDv:Cuant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl
‘Pues hay muchas víboras .’
[PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranes y víboras, p . 24]
(6)
háa=pu
allí/allá=sbj3
ku
eviD:aDvr .Cer
tiʔ-a7-háʔu-tee-ʔúu
ʔɨpʷári
pl- Compl:aCross-loC-cuerpo .pl-estar .parado .pl silla
‘Pero si yo vi que allí a lo largo están paradas, las sillas (algo de lo que tú no
te percataste pero que yo sí lo vi) .’ [PRES_E_IJL]
Como puede observarse, cuando el enclítico pronominal de tercera persona
hace referencia a un sustantivo que designa seres humanos como ‘el niño’, se utiliza la forma singular del enclítico =pu (4) . Cuando el enclítico de sujeto hace
referencia a un sustantivo animado que denota varias entidades del mundo real
como kúʔkuʔ-se ‘víboras’, éste toma la forma plural de la tercera persona que
corresponde a =mu (5) . Inesperadamente, cuando el enclítico hace referencia a
un sustantivo inanimado como ʔɨpʷári ‘silla’, que se usa para designar varias
entidades del mundo real, no toma la forma =mu del pronombre, sino aparece
con la forma pronominal =pu (6) . Estos ejemplos conducen a establecer que la
oposición básica de número singular-plural disponible para las formas pronominales de la tercera persona de los pronombres nominativos ligados desaparezaciones concernientes a la escritura práctica, glosas y traducciones libres que modifican los
datos que aparecen en el texto originalmente publicado, de manera que es necesario tener
mucha cautela tanto para consultarlas como para citar la versión más actualizada que a la fecha
es la que aparece en el presente trabajo .
7
La unión del prefijo plural tiʔ- con el prefijo completivo a- ocasiona que la oclusiva dental /t/ se laminice en /t̻ / . Como resultado de este proceso de laminización, la vocal anterior del
prefijo desaparece al igual que el cierre glotal /ʔ/ del mismo, provocando así una secuencia de
morfemas cuyo resultado es /t̻ -a/ . De manera que una palabra verbal como tiʔ-a-háʔu-tee-ʔúu
‘están paradas’ después del proceso morfofonémico de laminización, produce la forma sonora
/t̻ -a-ˈhaʔu-teː-ʔuː/. Por otro lado, la oclusiva laminal /t̻ / es un fonema en Cme porque contrasta con la oclusiva dental /t/ en palabras monomorfémicas como: /ˈtaːtaʔ/ ‘vena’ versus /ˈt̻ aːtaʔ/
‘hombre’ . Estas palabras en escritura práctica se representan como táataʔ y t,áataʔ respectivamente . Todos estos hechos permiten clasificar la regla de laminización de consonantes en Cme
como de tipo morfofonémico . Igualmente, justifican la existencia del fonema /t̻ / en este idioma,
y su consecuente representación con la grafía t, en la escritura práctica adoptada para el Cme .
627
veróniCa vázquez soto
ce, produciendo el uso exclusivo de la forma singular del pronombre, a pesar de
que se haga referencia a varias entidades del mundo real .
Sin embargo, el rasgo de animacidad no es suficiente para explicar el uso de las
formas contrastivas de la tercera persona en Cme . Por ello, en este estudio se defiende que el rasgo de agentividad del verbo involucrado en la predicación donde ocurre
la tercera persona de los pronombres ligados también juega un papel decisivo . Para
defender este análisis, se recurre al estudio de Mithun (1991: 516-518) con el fin de
definir las propiedades que caracterizan a los sistemas agentivos y sistemas no agentivos . De acuerdo con esta autora, en las lenguas agentivas aparece una división entre
los verbos intransitivos que depende de los rasgos semánticos de control, instigación,
volición y actuación del argumento del predicado (Mithun 1991: 516-518) . Los predicados agentivos como ‘cantar’, ‘gritar’, ‘saltar’ muestran dichos rasgos semánticos . Estos predicados implican que su argumento realiza, efectúa, inicia y controla
el evento . En cambio, los predicados no agentivos implican que su único argumento
no ejerce volición, no actúa, no provoca, no estimula, ni controla la situación denotada por el predicado . Entre estos predicados se encuentran algunos estados como
‘estar enfermo’, ‘tener frío’ y ‘ser alto’ . Si bien el Cme no es una lengua con alineamiento agentivo, este trabajo defiende que sí manifiesta algunos reflejos de la agentividad en su gramática que se pueden detectar en las formas pronominales de la
tercera persona, pues la distinción singular-plural en dicha persona emerge cuando en
la predicación están involucrados verbos agentivos, a pesar de que los antecedentes
del pronombre sean sustantivos inanimados con lectura plural . En contraste, si en las
mismas condiciones se presentan verbos no agentivos, la distinción singular-plural en
el pronombre se neutraliza . Note el cuarteto de ejemplos que se muestran de (7) a (10) .
(7)
háa=pu
hiʔ
káabeʔ
híʔkʷi
allí/allá=sbj3 narr estar .suspendido .sg Dem .Dist .enf
‘Allá está suspendida esa pelota .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ p . 140]
(8)
háa=pu
allí/allá=sbj3
héʔ-kaabibiíh-men
pv:arriba-estar .suspendido .pl-pl
takʷátsi
pelota
‘Allá están suspendidas esas pelotas .’ [PRES_E_IJL]
híʔkʷi
Dem .Dist .enf
628
takʷátsi
pelota
la expresión De número nominal en Cora meseño
(9)
wápɨʔ=pu
tsuná
karretíiya
aDv:Cuant .eve=sbj3sg
brincar .prog carretilla
‘La carretilla está brincando mucho .’ [PRES_E_IJL]
(10)
wápɨʔ=mu
tsuná
karretíiya
aDv:Cuant .eve=sbj3pl
brincar .prog carretilla
‘Las carretillas están brincando mucho .’
[PRES_2008_14_10_TXT_D&B_VVCC_trabajos varón, p . 48]
De acuerdo a esta evidencia, un verbo no agentivo como káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’ no permite que florezcan las formas distintivas para número de la
tercera persona, =pu y =mu en (7) y (8), respectivamente . En fuerte contraste, un
verbo agentivo como tsuná ‘brincar .prog’ favorece la emergencia de las formas
pronominales contrastivas, a pesar de que dichas formas refieren a sustantivos
inanimados con lectura plural como karretíiya ‘carretilla’, (9) y (10) . Reitero que,
si un sustantivo conlleva los rasgos de humano y animado, la distinción básica
singular-plural siempre se expresa en los pronombres de tercera persona, como
en los ejemplos (4) y (5) previamente citados .
Este comportamiento condicionado por los rasgos de animacidad y de agentividad en las formas distintivas para número que presenta la tercera persona en
cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a proponer que la tercera persona está en realidad subespecificada para número, y solamente contiene información de caso nominativo en los pronombres ligados
cuando éstos tienen como antecedentes a sustantivos inanimados que ocurren
con verbos no agentivos . De ahí, la glosa sbj3 sin valor de número que se asigna
al pronombre =pu en (3), (6) y (8) . En cambio, las personas que hacen referencia
a los participantes del acto de habla (de ahora en adelante, pah) denominados de
esta manera a partir del trabajo seminal de Silverstein (1976), siempre manifiestan la oposición primaria de número en la primera y la segunda persona tanto en
los paradigmas de pronombres libres como en los paradigmas de pronombres ligados que codifican la función gramatical de sujeto . Los ejemplos que demuestran el comportamiento de los pah con respecto a la expresión de número se
exponen exhaustivamente en §7 . Igualmente, en §7 .2 se presenta la Tabla 2 donde aparecen las cinco series pronominales básicas de sujeto que se van a examinar en esta investigación .
629
veróniCa vázquez soto
La organización del capítulo es la siguiente: la segunda sección está dedicada
a proporcionar un panorama sobre la lengua y los hablantes . La tercera sección
explica la recopilación de los datos y la catalogación de los mismos . En la cuarta
sección se sintetizan los estudios previos sobre número nominal en cora desarrollados con datos de primera mano . La quinta sección presenta algunos rasgos
gramaticales del Cme necesarios para seguir el problema de la investigación . En
la sexta sección se abordan las propuestas analíticas de esta investigación con
respecto a la expresión de número en los sustantivos del Cme, y se hace una exposición detallada de la Jerarquía de Animacidad . La séptima sección se ocupa
pormenorizadamente de la expresión de número en las cinco series pronominales básicas de sujeto que ostenta el Cme, atendiendo con especial interés al comportamiento de la tercera persona y los verbos de tipo agentivo y no agentivo .
En la octava sección se brindan algunas consideraciones finales .
2 . la lengua y sus hablantes
2.1. Filiación lingüística del cora y comunidades consultadas
La familia yutoazteca es uno de los troncos lingüísticos de América con mayor
extensión territorial dado que las lenguas que la conforman se hablan desde el
noroeste de los Estados Unidos pasando por México hasta El Salvador . La clasificación propuesta por Campbell (1997: 134) coloca al cora junto con el huichol
como las dos lenguas que forman la rama corachol del subgrupo yutoazteca
sureño . Bajo la clasificación de Valiñas (2000: 178-182) y Fowler (2009: 11391140), el cora y el huichol son también parte del subgrupo corachol, pero de la
rama sonorense .
La lengua cora se habla principalmente en el estado de Nayarit, México, aunque algunas fuentes recientes registran hablantes también en los estados de
Jalisco y Durango (inegi 2010) . Se estima que el número total de hablantes es
de aproximadamente 21 445 de acuerdo con el último censo (inegi 2010) . No
obstante, Parra (2015: 86) advierte que los datos del inegi muestran inconsistencias a lo largo de varios años y, por ello, dicha cifra debe tomarse con
cautela .
630
la expresión De número nominal en Cora meseño
En Nayarit, el cora se habla en diferentes comunidades que se encuentran repartidas en tres de los veinte municipios que conforman el estado; estos municipios son Rosamorada, El Nayar y Ruíz . Los puntos geográficos focales más
destacados de habla cora ubicados en dichos municipios son las comunidades de
Jesús María, La Mesa del Nayar y Santa Teresa . En estas tres poblaciones también se localizan las misiones jesuitas construidas en el siglo xviii (Magriñá
2003: 42) . Alrededor de estas tres grandes comunidades se encuentran otras
aldeas y ranchitos donde se habla el cora . Los datos en los que se basa esta investigación provienen de pequeñas localidades y no de los tres puntos focales
de habla cora antes mencionados . Los cuatro pueblos donde se recabaron los datos son Presidio de los Reyes, con 908 habitantes; Chimaltita, con alrededor
de 200; y Cerro los Cuernos cuya cifra de habitantes oscila entre las 30 y 50
personas . Estas tres poblaciones pertenecen al municipio de Ruíz . También se
recolectaron datos en Santa Cruz del Guaybel que cuenta con alrededor de 400
habitantes y forma parte del municipio del Nayar . El censo de habitantes de
tres de estas cuatro comunidades fue realizado por la autora y sus colaboradores hablantes de cora, que residen en estas poblaciones, en el año de 2012 . Sin
embargo, el censo de habitantes en Presidio de los Reyes es reciente dado que
fue realizado por la autora, Isabel de Jesús López y Mónica Flores en febrero
del 2018 .
En el Mapa 1 se muestra la región de habla cora en la zona serrana al noroeste del estado de Nayarit . En este mismo Mapa se señala, a través de una estrella, la ubicación de las cuatro poblaciones donde se recolectaron los datos para
esta investigación . En este Mapa se destacan igualmente los tres puntos geográficos focales de habla cora que constituyen las comunidades de Jesús María,
Santa Teresa y La Mesa del Nayar mediante puntos redondos . Además, con esta
misma señalización, por su importancia lingüística, se indican las poblaciones
de San Juan Corapan y San Francisco .
2.2. Autodenominaciones y gentilicios nativos
La autodenominación para la lengua cora que todos los hablantes utilizan cotidiana y familiarmente en Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita
y Santa Cruz del Guaybel es tañíuka . Este vocablo nativo está formado por el
631
veróniCa vázquez soto
mapa 1 . Mapa de la región de habla cora
sustantivo ñíuka-ri ‘palabra’ cuyo sufijo absolutivo -ri se pierde al tomar el prefijo posesivo para la primera persona plural ta- . Dada esta combinación morfológica, el vocablo tañíuka se podría traducir como ‘nuestra palabra’ . La forma
léxica tañíuka también se registra en narraciones, conversaciones naturales y
autobiografías recopiladas en las cuatro comunidades para designar la lengua
nativa hablada por sus habitantes . Es decir, tañíuka es la autodenominación de
la lengua usada y reconocida por toda la comunidad de habla . Si bien este vocablo es la autodenominación inclusiva para todos los hablantes, esto no impide
que un hablante en particular se pueda referir a su lengua nativa flexionando el
prefijo posesivo de pimera persona singular produciendo la palabra neñíuka, es
decir, ‘mi palabra’, o hasta cierto punto, ‘mi idioma’ .
El término náayari, también de origen nativo, se ha registrado en la tradición
oral recopilada en las cuatro comunidades antes mencionadas, particularmente
en los mitos de creación, para referirse a la gente y, en cierta medida, al pueblo
cora . Cabe anotar, que la tradición oral a la que aludo es producida, en muchas
ocasiones, por narradores de alto prestigio que dominan el cora con mucha maestría cuyo registro de habla no representa el registro compartido por todos los
632
la expresión De número nominal en Cora meseño
hablantes . En una emisión proveniente del relato El nacimiento del maíz cuyo
narrador fue Macario Flores (†) originario de Presidio de los Reyes, hablante de
la variante dialectal de cora meseño, se registra el vocablo náayari .
(11)
ítehmi
objp1pl
teh=náayari
sbr .sbj1pl=cora
hí-ku
narr- eviD:aDvr .Cer
teh=pú-rɨki
sbr .sbj3pl=asert- Cop .exist2
ayéin=pu
así=sbj3sg
ta-a-t,áhtua
objp1pl- Cmpl-dejar
heʔitáʔ
híʔ
hɨ
terréeno
a .la .mitad Dem .nv top terreno
‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que (Dios) lo hizo, aunque otros no se percataron de ello) .’
[PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88]
Sin embargo, el término náayari no es utilizado, ni identificado por los hablantes de cora de las comunidades donde se llevó a cabo esta investigación
para designar su lengua o su cultura, aunque sí se reconoce para referirse a la
gente que habita en ellas . Los hablantes de estas comunidades usan náayari
como equivalente de ‘indígenas’, que se opone a neepʷéi término con el que designan a los mestizos .
Si bien la comunidad de habla, al menos de las pequeñas poblaciones donde se llevó a cabo esta investigación, no maneja el término náayari para designar su lengua nativa, actualmente dicho término, o su equivalente náayeri en la
variante del cora de Jesús María, es el que ha adquirido mayor reconocimiento
en la Academia para referirse a todo producto cultural y lingüístico relacionado con los coras . En especial, el vocablo náayeri es usado por lingüistas, antropólogos y miembros de la academia de profesores bilingües cora-español para
referirse tanto a la cultura como a la lengua (Parra 2015: 86; Valdovinos 2008) .
Obras de arte como el portentoso trabajo fotográfico de Doníz (2014) o la rigurosa etnografía de Coyle (2001), utilizan el término náyari para referirse a la
cultura cora de Santa Teresa .
633
veróniCa vázquez soto
A pesar de que los vocablos náayari o náayeri han adquirido un gran prestigio y reconocimiento entre académicos, artistas y actores culturales, los especialistas de la lengua titubean todavía en el proceso de estandarización del término que autodenomina al cora como lengua . En este proceso, los lingüistas
transitan entre el vocablo que designa hasta cierto punto a la gente cora; y el uso
del término nativo tañíuka que designa a la lengua cora propiamente dicha, que
es compartido y reconocido por toda la comunidad de habla . Algunos lingüistas han decidido utilizar incluso ambas autodenominaciones para referirse a la
lengua, aunque separándola de la cultura, como lo sugiere el título del primer manual para enseñar el cora como segunda lengua que corresponde a Wá’mwatye
náayeri nyúuka . Curso de cora como segunda lengua (Santos et al . 2014) .8 Los
autores de dicho manual advierten que su trabajo se basa fundamentalmente en la variante de cora hablada en la comunidad de Jesús María; de ahí el uso
de la forma náayeri correspondiente a la autodenominación en el habla de
dicha comunidad . Además, el vocablo náayeri es el más expandido hoy en día
para autodenominar el cora como lengua y también como cultura debido a la
hegemonía cultural y lingüística que ha ejercido la comunidad de Jesús María
sobre otras comunidades focales y no focales en la región de habla cora . Dicha
hegemonía se ha plasmado dentro del ámbito público en la elaboración de cartillas y materiales de lectura que siguen los sonidos, las expresiones y la sintaxis de la variante hablada en Jesús María . A esto se debe que el vocablo nativo
náayeri, en lugar de náayari proveniente del habla de La Mesa y de Santa Teresa, sea el más expandido .9
8
Se respeta la ortografía práctica para el cora de Jesús María usada en la fuente original .
El dictaminador anónimo, especialista en cora mariteco, reporta que tanto en Jesús María
como en la comunidad de San Francisco ha registrado el término náayeri como un autónimo
para referirse a los coras, lo cual coincide con lo afirmado en el presente trabajo . Por otro lado,
concuerda en que la autodenominación náayari sí se ha registrado también en la región meseña,
así como en la comunidad de Santa Teresa . Sugiere que una posible solución para la estandarización de la autodenominación del cora es que ambos autónimos náayeri/náayari se usen para
designar al pueblo, la cultura y la lengua . Esta solución sería incluyente y no representaría algo
inusual dado que en muchos contextos culturales las lenguas pueden tener dos nombres . Reconoce, igualmente, que el problema de adoptar esta propuesta es el hecho de que en la actualidad
muchos maestros bilingües ya están usando el término náayeri, a pesar de que esta forma representa una imposición del habla mariteca sobre las otras variantes . Dado el contexto actual de
la Academia de maestros bilingües, este trabajo simplemente colabora en reconocer y registrar
las diferentes formas sonoras usadas por los propios hablantes de las comunidades estudiadas .
9
634
la expresión De número nominal en Cora meseño
Consciente de la existencia de todas estas variables para la autodenominación
de la lengua cora, y dado que la estandarización de la misma está aún en proceso, en el presente trabajo se usan indistintamente tanto los términos tañíuka
como náayari para designar el idioma que se habla en las comunidades de Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel .
Por otro lado, de manera más elaborada, los habitantes de estas cuatro comunidades manejan familiar y cotidianamente una serie de gentilicios en tañíuka
para distinguir a los distintos grupos de hablantes de cora . Cinco autodenominaciones gentilicias son reconocidas por los habitantes de dichas localidades .
Parra (2015: 86) sugiere acertadamente que las autodenominaciones en cora
para distinguir grupos de hablantes se forman a partir del topónimo en lengua nativa que representa el punto geográfico focal de la variante en cuestión .
Siguiendo este procedimiento lingüístico, los hablantes de las comunidades
donde se registraron los datos, usan el gentilicio singular chʷísit,aana y el gentilicio plural chʷísiteeka para autodenominar a los hablantes de la comunidad
de Jesús María cuyo topónimo nativo es Chʷísitee .10 Bajo este mismo proceso de formación de gentilicios denominan en español a los hablantes y la gente
Más tarde, los actores involucrados activamente en la estandarización de autónimos y escritura
práctica tendrán que decidir los términos más adecuados .
10
Una gran cantidad de ítems léxicos del Cme finalizan en una vocal breve debido a una regla
morfofonémica que acorta vocales largas en posición final; la regla de reducción vocálica afecta
inclusive a vocales tónicas a final de palabra . La longitud de la vocal en cuestión es claramente
audible cuando la raíz está en contacto con un sufijo, ya sea que éste inicie con una consonante
oclusiva sorda, o bien con consonantes vibrantes o nasales sonoras . Por ejemplo, el topónimo
Chʷísitee ‘Jesús María’ cuya forma fonética corresponde a [ˈt͡ ʃʷisitɛ] finaliza en una vocal corta.
Sin embargo, cuando está en contacto con el sufijo gentilicio plural -na, presenta audiblemente
la vocal larga de la raíz como en [ˈt͡ ʃʷisit̻ áà-na] . En todos estos casos, este trabajo opta por anotar en la escritura práctica la duración vocálica en posición final absoluta, dado que es la que
se ha seleccionado como el fonema de estos ítems léxicos; en buena medida, esta elección está
justificada por el hecho de que la duración vocálica es émica en Cme . Así, aunque se sabe que
la regla morfofonémica acorta la vocal larga émica en posición final de palabra, muchas raíces
en posición final se escriben con vocal larga . Además, se trata de una regla morfofonémica porque en muchos ítems léxicos, como es el caso del verbo nee ‘mirar’, la vocal larga final no sufre
reducción vocálica . Estos dos tipos de raíces tanto nominales como verbales cuyas vocales largas finales se retienen, o bien se reducen en posición final, justifican el análisis de esta regla de
reducción vocálica como de tipo morfofonémico . Por lo tanto, la gramática del cme deberá enlistar cuáles raíces sufren la reducción vocálica y qué otras están exentas de este proceso . Debido a
la presencia de estos dos tipos de raíces, los ejemplos del Cme en que se apoya este trabajo presentan un gran número de vocales largas en posición final que, de alguna suerte, no reflejan la fonética de la lengua, y obedecen a una escritura práctica que respeta formas fonémicas subyacentes .
635
veróniCa vázquez soto
cora de dicha comunidad ‘mariteco’ y ‘maritecos’ . Basándose en el topónimo
nativo para la comunidad de la Mesa del Nayar Yáuhkɨʔe forman los gentilicios
yaúhkɨʔena y yaúhkɨʔeka, cuyos vocablos hispanos corresponden a ‘meseño’
y ’meseños’ respectivamente . A la comunidad de Santa Teresa que lleva el topónimo de Kʷéimʷaruseʔ/ Kʷáimʷaruseʔ se le asignan los gentilicios kʷéimʷarusaʔna/kʷáimʷarusaʔna y kʷéimʷaruseʔka/kʷáimʷaruseʔka correspondientes
en español a ‘tereseño’ y ‘tereseños’ respectivamente . A la comunidad de San
Francisco le corresponde el topónimo de Kʷáxaʔta y los gentilicios de kʷáxaʔtana y kʷáxaʔtaka cuyas formas hispanas son ‘francisqueño’ y ‘francisqueños’
respectivamente . Al menos en los cuatro ranchitos donde se llevó a cabo la investigación, no existe un topónimo nativo para la comunidad de San Juan Corapan, ni tampoco las autodenominaciones gentilicias potenciales, así que sólo
distinguen a este grupo de hablantes con el término hispano de ‘corapeños’ .11
El ranchito de Cerro los Cuernos lleva un topónimo nativo que corresponde a
ʔEwá wáritaʔ que en cora significa “A espaldas del Cuerno”, o bien “Atrás del
Cuerno” . Sin embargo, como es el caso para muchos topónimos nativos no se
genera a partir del término un gentilicio . Las poblaciones de Santa Cruz del
Guaybel y Chimaltita carecen de un topónimo nativo y no presentan tampoco
gentilicios para los hablantes de esas pequeñas comunidades .
Presidio de los Reyes lleva el tóponimo de Muxatée . De manera interesante,
esta comunidad es el hábitat de dos grupos lingüísticos distintos reconocidos
por los propios hablantes, pues en esta población el grupo mayoritario de hablan11
El término Kuráapa, sin lugar a dudas un préstamo del español bastante adaptado fonética
y fonológicamente al cora, para denominar a la comunidad de San Juan Corapan es reconocido por los hablantes de las pequeñas comunidades donde se realizó este trabajo . Sin embargo,
no es usado por ellos en sus conversaciones naturales, ni tampoco en la narrativa oral que he
recopilado . De manera interesante, cuando se los he mencionado, algunos de los hablantes que
conocen otros puntos focales de habla cora, comentan que así le dicen los maritecos a la comunidad de San Juan Corapan . A este respecto, uno de los dictaminadores anónimos reporta que
ha registrado el topónimo Kuráapa en la comunidad de Jesús María, aunque no ha atestigüado la derivación de gentilicios a partir del mismo, mediante -na, ni -ka en el habla mariteca . Le
agradezco a este mismo dictaminador el haberme señalado que para Santa Cruz del Guaybel, él
sí ha registrado Waibéhre; sin embargo, personalmente nunca he escuchado este topónimo en
mis visitas a las comunidades, ni tampoco ha aparecido en el corpus digital . Este mismo dictaminador me informó de una investigación reciente sobre tóponimos en la región cora (Rebolledo 2018) para cualquiera que esté interesado en profundizar sobre el tema de topónimos en el
área cultural cora .
636
la expresión De número nominal en Cora meseño
tes se identifica como yaúhkɨʔeka ‘meseños’; mientras que un grupo reducido
de hablantes nativos se identifica con el vocablo muxat,ána en singular y muxatéeka en plural (Vázquez 2016) . A esta última autodenominación corresponde
el término hispano de ‘presideño’ y ‘presideños’, que no es el vocablo más usado por los hablantes nativos, inclusive al comunicarse en español, siendo el término más usado el de muxat,ána . Esta situación sociolingüística sorprendente
para una localidad de 908 habitantes se explica en la tradición oral de Presidio
de los Reyes por el hecho de que la comunidad fue fundada tiempos atrás para
albergar a la realeza cora que había sido capturada y aprisionada durante la conquista . De ahí el nombre de Presidio de los Reyes que lleva actualmente el pueblo . En esta tradición oral se afirma también que, después de su fundación, la comunidad recibió migraciones de hablantes de la Mesa del Nayar, así como de
ranchos y poblaciones circundantes a la misma y, por ello, se convirtió también
en el hábitat de los yaúhkɨʔeka los ‘meseños’ que llegaron más tarde de la fundación del pueblo, y que actualmente constituyen el grupo mayoritario de hablantes de tañíuka en Presidio de los Reyes, cuyo número es de 287, según el censo
levantado por la autora y las colaboradoras Isabel de Jesús López y Mónica Flores en febrero del 2018 . De manera que Presidio de los Reyes es una pequeña
comunidad donde residen dos grupos distintos de hablantes de náayari: los
yaúhkɨʔeka ‘meseños’ y los muxatéeka ‘presideños’; estos últimos identificados,
de acuerdo con la tradición oral, como los pobladores originarios de la comunidad que suman 47 personas según el censo realizado también en febrero del
2018 por las mismas protagonistas .12
12
Cabe anotar que a la fecha no he encontrado ninguna base documental que sostenga la
versión contada por la tradición oral acerca de la fundación de Presidio de los Reyes y que
pudiera, en consecuencia, explicar a qué obedece la situación dialectal mixta dentro de esta comunidad . El dictaminador anónimo especialista en cora mariteco destaca algo sumamente interesante que abre una veta de análisis para explicar la situación bidialectal de Presidio de los
Reyes . Comenta que ha escuchado a algunos hablantes nativos del cora usar la autodenominación muxat,ána para referirse al habla propia de la cora baja cuyas comunidades más sobresalientes son San Juan Corapan y Presidio de los Reyes . Esta misma observación se reporta en
el trabajo de Santos y Quintero (2015) quienes afirman que los hablantes tienden a dividir los
dialectos en dos grupos: la cora alta para las variantes mariteca, tereseña, meseña, francisqueña y corapeña, y la cora baja comprendería el corapeño y el cora de Presidio de los Reyes . En
la presente investigación espero haber dejado claro que no existe una entidad abstracta como el
cora de Presidio de los Reyes, sino que en esta pequeña población se hablan tanto el presideño,
que formaría parte de la cora baja, y el meseño, que pertenecería a la cora alta según la división
637
veróniCa vázquez soto
A partir de esta información sobre el uso de autodenominaciones y denominaciones hispanas he generado el término de ‘cora meseño’ para designar la lengua
nativa hablada en Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa
Cruz del Guaybel desde 2002 en varias publicaciones . En el presente trabajo he
generado las autodenominaciones más elaboradas de náayari yáuhkɨʔena, así
como de tañíuka yáuhkɨʔena para la lengua que se habla en dichas comunidades .13 También sería necesario generar el autónimo náayari o tañíuka muxat,ána
para la variante presideña que se habla exclusivamente en Presidio de los Reyes .
La necesidad de proponer estas autodenominaciones proviene de la demanda de
los pueblos coras y sus organizaciones culturales para contar con vocablos nativos
más precisos que denominen las variantes dialectales que se hablan en las distintas comunidades . Bajo esta propuesta, en las poblaciones de Presidio de los Redialectal de Santos y Quintero (2015), pero que de acuerdo a mi investigación también es parte de la cora baja . Cabe añadir que próximo a Presidio de los Reyes y prácticamente pegadito a
Corapan se encuentra el lugar sagrado cuya deidad es representada por una gran piedra de río
que se conoce en la cultura cora meseña como Muxat,ána . En este sitio, los diferentes grupos
coras: maritecos, tereseños, meseños, presideños, y francisqueños, acuden el día de la fiesta de
San Juan Bautista, 23, 24, o 25 de junio, de preferencia alguna de estas fechas que corresponda
a un sábado, a celebrar distintos ritos . Si bien he presenciado esta festividad y disfrutado de la
variedad etnográfica y lingüística reunida en ella, no cuento con la suficiente información para
afirmar que la variante de cora hablada en San Juan Corapan presenta una relación lingüística
estrecha con el muxat,ána, ‘presideño’ hablado en Presidio de los Reyes . Lo que puedo reportar
es que a partir de una lista de 500 palabras que recolecté en 1991 encontré muchas confluencias
de sonidos entre la variante muxat,ána de Presidio de los Reyes y la variante cora de San Juan
Corapan . Entre las palabras monomorfémicas que muestran coincidencias fónicas entre el corapeño y el presideño, se encuentran: kíʔ ‘casa’, kiátaʔ ‘pueblo’, yíɨki ‘vestido’, kietsáh ‘iguana’ .
Se trata de formas léxicas monomorfémicas compartidas por ambas variantes, que contrastan
con las palabras para estos mismos significados que se registran en el cora meseño de Presidio
de los Reyes que corresponden a: chíʔ ‘casa’, cháhtaʔ ‘pueblo’, yíichi ‘vestido’, chaʔtsáh ‘iguana’ . Note que las palabras compartidas por el corapeño y el presideño conservan o retienen la *k
del proto-yutoazteca; mientras que el cora meseño hablado en Presidio de los Reyes palatalizó
este sonido en /t͡ ʃ/, que en escritura práctica he representado con la grafía ch . Solamente futuras
investigaciones de índole dialectal y arqueológica podrán verificar la relación lingüística entre
el cora de San Juan Corapan y el presideño de Presidio de los Reyes y explicar las causas del
asentamiento lingüístico tan peculiar que se observa actualmente en Presidio .
13
La propuesta de esta autodenominación más elaborada sigue de cerca los trabajos de Parra
(2015: 86) quien utiliza el término nativo de náayeri chwísetyaana para denominar al cora mariteco hablado en la comunidad de Jesús María . En consonancia con esta propuesta, el trabajo de Parra
y Muñiz (2015: 32) utiliza los términos nativos de náayeri kwáxata’ana para referirse al cora hablado en la comunidad de San Francisco, es decir, para el cora francisqueño . Estas autodenominaciones
respetan tanto las formas sonoras como la ortografía práctica de las variantes en cuestión .
638
la expresión De número nominal en Cora meseño
yes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel se habla el náayari
yáuhkɨʔena, o bien el tañíuka yáuhkɨʔena . El proceso de estandarización de las
autodenominaciones generales para denominar el cora, así como las más elaboradas que distinguen distintos grupos de hablantes está aún en debate y, tal vez,
más adelante las autodenominaciones usadas en este trabajo podrán ser adoptadas, o bien modificadas por los actores que conforman las Academias encargadas de estandarizar autodenominaciones, alfabetos prácticos y escritura en el
grupo lingüístico y cultural cora . De igual manera las autodenominaciones que
corresponden a los gentilicios tendrán que ser verificadas por investigaciones
dialectales y sociolingüísticas rigurosas para validarlas o falsificarlas .
Así, a falta de una dialectología basada en evidencias lingüísticas de tipo
fónico, morfológico o sintáctico que permitiera establecer los distintos dialectos
del cora, me he basado en las autodenominaciones usadas por los propios hablantes para afirmar que los datos en los que se basa esta investigación provienen de la variante meseña del cora, abreviada al inicio de este capítulo como
Cme, cuyas autodenominaciones específicas propongo que corresponden a náayari yáuhkɨʔena o tañíuka yáuhkɨʔena, términos que como ya expuse se basan
en gran parte en los vocablos nativos con los que se identifica y reconoce la
propia comunidad de habla .
3 . sobre los Datos y la metoDología
Los datos en los que se basa este trabajo provienen de tres fuentes de información . La primera de ellas está representada por grabaciones y videos de habla
espontánea que recopilan narrativa oral, historias de vida, relatos de actividades
cotidianas de la cultura náayari, así como conversaciones naturales entre hablantes nativos . La literatura oral fue producida por Juan Flores y Másimo Flores, habitantes de la comunidad de Chimaltita; por Macario Flores (†), oriundo
de la comunidad de Presidio de los Reyes; y por Gregoria Lobato (†), narradora
originaria de Cerro los Cuernos . También es necesario darle crédito a diversos
hablantes que aceptaron participar como buenos conversadores relatando las tareas de la siembra de maíz y de café, del corte y la venta de jihuite, de la hechura
de vestidos y morrales, así como de sus experiencias de vida y de las fiestas tra639
veróniCa vázquez soto
dicionales . Joel Flores Gerónimo, Diego Flores Gerónimo, Natalia López, Virginia López, Norberto Gónzalez Flores, Bruno Lucas de Jesús e Isabel de Jesús
López conversaron extrovertidamente y con fluidez en tañíuka yáuhkɨʔena
ante el micrófono y la cámara sobre estas tareas culturales rutinarias y las festividades más destacadas de sus pueblos . Todos ellos son originarios de la comunidad de Presidio de los Reyes .
La segunda fuente son todos aquellos datos provenientes de la aplicación de
una serie de estímulos no verbales que formaron parte del proyecto Spatial language and cognition in Mesoamerica (MesoSpace), financiado por The National Science Foundation (Grant No . BCS-0723694, PI J . Bohnemeyer) . Entre
estos estímulos se encuentran Ball&Chair (B&C), Chunches 1 (CH1), cuyo término original en inglés es Novel Objects 1, y Chunches 2 (CH2), que corresponde en inglés a Novel Objects 2 .
La tarea comunicativa de B&C comprende cuatro series de fotografías donde
cada serie incluye doce fotos . Las fotografías muestran una pelota y una silla
en diferentes configuraciones espaciales . El objetivo de la tarea es formar pares
de fotos equivalentes referencialmente . Con este fin se le da el turno primero
a un director que hace su descripción verbal sobre la localización de la pelota
con respecto a la silla, y enseguida el compañero debe encontrar la foto equivalente, con el fin de producir emisiones a lo largo de su búsqueda . La meta de este
estímulo es inducir a los hablantes a distinguir fotos que forman un conjunto
similar haciendo las configuraciones espaciales explícitas verbalmente . Como
todas las tareas comunicativas referenciales, B&C involucra dos hablantes a lo
largo de toda la tarea, uno como director y el otro como compañero, que intercambian estos roles, y que están sentados lado a lado mirando a la misma dirección . Aunque esta tarea fue diseñada para obtener marcos de referencia de
orientación, también produce descripciones locativas que expresan relaciones
topológicas cuando el hablante trata de localizar la pelota con respecto a la silla .
Las descripciones de orientación y las descripciones de localización generadas
durante esta tarea fueron muy útiles para esta investigación porque produjeron muchas emisiones donde ocurren los diversos paradigmas de pronombres
nominativos que ostenta el Cme con antecedentes que involucran sustantivos
inanimados, como la silla y la pelota, tanto con lecturas singulares como plurales . Inclusive el propio objeto plano de la foto en singular o las fotos en plural
640
la expresión De número nominal en Cora meseño
fue un tema de conversación constante durante la tarea comunicativa de B&C .
Por ello, esta tarea también permitió obtener en el contexto de una interacción
verbal natural, aunque controlada, el uso de sustantivos inanimados en singular y en lecturas plurales .
CH1 y CH2 son también tareas comunicativas que involucran dos hablantes, uno como director y el otro como compañero, que intercambian estos roles
y que están sentados lado a lado mirando a la misma dirección . Ambas tareas
incluyen una serie de nueve objetos de plástico de formas no familiares; los
objetos más complejos no se asemejan a ningún objeto o animal de la cultura
mesoamericana ni la cultura occidental . De ahí el nombre en inglés de Novel
Objects y su correspondiente traducción al español de Chunches . En la tarea
CH1, el primer participante de la pareja toma un objeto de plástico desconocido
de una bolsa . El cuerpo del objeto tiene pegadas bolitas de plastilina de diferentes colores . El segundo participante tiene el mismo objeto sin ninguna bolita de
plastilina pegada . Durante la tarea, el primer participante, que funciona como
director, le proporciona instrucciones a su compañero para que ponga una bolita
de plastilina de un color específico en la parte del objeto que no tiene señalizaciones de plastilina pegadas . En este proceso, el director identifica y produce términos de partes, presumiblemente partes del cuerpo, en las descripciones
verbales, mientras que el compañero también produce términos de partes, repite y/o corrige las partes mencionadas por el director .
De acuerdo con López (2018), en CH1, que la autora nombra como NOBA a
partir del término original en inglés, el objeto novedoso es entregado dentro de
una bolsa para permitir que los participantes den la orientación que desean al
objeto al poder manipularlo libremente; además, las diferentes marcas de colores son colocadas únicamente en el objeto . Esta actividad permite que los participantes manipulen y orienten el objeto novedoso como lo consideren conveniente . En el caso de CH2, que López (2018) denomina NOBB, los objetos
novedosos se presentan al participante de manera fija sobre una mesa, de manera
que éste no puede manipular el objeto para asignarle una posición distinta . Además, las marcas de distintos colores están en el objeto y en la zona alrededor
de él . Por ello, López (2018) concluye que el experimento de CH1 está diseñado
para hacer que los participantes nombren las partes del objeto novedoso por lo
que se enfoca en la búsqueda de sistemas meronímicos de la lengua (Bohne641
veróniCa vázquez soto
meyer 2008: 15) . En cambio, CH2 busca identificar locaciones definidas con
respecto a las partes de objetos novedosos al explorar las relaciones entre merónimos y marcos de referencia (Bohnemeyer 2008: 15) .
Una de las metas tanto de CH1 como de CH2 es la obtención de términos que
designan partes del cuerpo de objetos desconocidos; por lo cual, los participantes del experimento se las tienen que ingeniar para asignarles partes corporales
a nuevos objetos que no les son familiares . Así, ambas tareas comparten la meta
de encontrar términos de partes del cuerpo o merónimos como se les conoce en
la literatura técnica (Brugman 1983; MacLaury 1989; de León 1992; Levinson
1994) . Las dos tareas fueron muy útiles para registrar los diversos paradigmas
de pronombres nominativos que presenta el Cme cuando tienen como antecedentes sustantivos inanimados, como las chunches como un todo, o las partes del
cuerpo asignadas a la chunche en cuestión . Las chunches y sus respectivas partes en ocasiones se expresaban con lecturas singulares y en otros casos con
lecturas plurales . Al igual que B&C, en esta tarea se mencionan diversos sustantivos inanimados en distintas emisiones con diferentes valores de número .14
Los datos obtenidos a partir de la aplicación de estos tres estímulos no verbales también fueron videograbados, y forman parte del corpus digital recopilado por la autora en colaboración con los hablantes nativos que participaron en
el proyecto MesoSpace . Es imprescindible darle crédito a los diez hablantes que
integraron las cinco parejas que funcionaron como director y compañero en las
tareas comunicativas de B&C, CH1 y CH2 . En estricto orden alfabético, en estas
tareas comunicativas colaboraron: Adelaida de Jesús López, Alberto Flores Vargas (†), Brígido de Jesús López (†), Bruno Lucas de Jesús, Edgar Freddy Flores,
Mónica Gerónimo Rodríguez, Norberto Gónzalez Flores, Silvestre Vargas Flores, Teresa Lucas López y Virginia López . Las tareas comunicativas del proyecto
MesoSpace se corrieron en el otoño del 2008 en la comunidad de Presidio de los
14
Cabe anotar que los hablantes de Cme que participaron en las tareas de CH1 y CH2, salvo en el caso del objeto novedoso #7 que algunas parejas de jugadores denominaron tekʷáraʔi
‘pollo’ o ‘gallina’, no trataron al resto de los ocho objetos de plástico como si fueran entidades
animadas, ni por el hecho de poder manipularlos, ni tampoco cuando estaban estáticos en la
mesa con las marcas de colores puestas encima y a su alrededor . Esta aclaración es necesaria
porque la posibilidad de conceptualizar a los objetos novedosos como animados podría alterar
ya sea las marcas pronominales utilizadas como sus antecedentes, o bien los sustantivos utilizados para referirse a ellas, sobre todo en el caso de lecturas plurales .
642
la expresión De número nominal en Cora meseño
Reyes . Por esta razón, todas las personas previamente mencionadas son hablantes del Cme que se registra en dicha comunidad . Una descripción exhaustiva de la
tarea de B&C, CH1 y CH2 se puede encontrar en Bohnemeyer (2008, 2011), en
especial la tarea de B&C está pormenorizada en O’Meara y Pérez Báez (2011) .
Finalmente, la tercera fuente de datos es el método de la elicitación, llevada
a cabo con la Sra . Isabel de Jesús López de cuarenta años de edad, originaria
de Presidio de los Reyes y hablante nativa del Cme que se habla en dicha comunidad . Prácticamente todos los datos también fueron corroborados con César
Lucas de Jesús de dieciocho años de edad, oriundo de Santa Cruz del Guaybel
y hablante nativo de tañíuka yáuhkɨʔena .
Las emisiones en Cme obtenidas a partir de estas tres fuentes de datos se presentan en tres, y en ocasiones en cuatro líneas . En la primera de ellas aparece
el Cme en la escritura práctica utilizada para representarlo, y también se marcan
divisiones de morfema: el guión (-) señala afijos, y el signo de igual (=) indica
frontera de clítico . En la segunda línea se ofrecen las glosas léxicas y gramaticales; y en la tercera línea aparece la traducción libre al español . Después de la
traducción libre, si es posible en la tercera línea, y si no en una cuarta línea, se
proporcionan los metadatos de la emisión citada en Cme, encerrados entre corchetes rectangulares ([ ]) .15 Los metadatos se registran en el siguiente orden: en
primer lugar, aparece la abreviatura del topónimo de la comunidad donde se
recabó la narrativa o el estímulo no verbal; después el año, el día y el mes de la
grabación; enseguida se anota la abreviatura que indica el género de material,
ya sea texto o estímulo no verbal . Aclaro que por texto me refiero tanto a una
15
De acuerdo a Austin (2007: 117), en la nueva disciplina de documentación lingüística, los
metadatos son información sobre los datos primarios; se trata generalmente de información estructurada sobre los eventos, grabaciones y archivos de información que usualmente se representa como texto . Son necesarios para el archivo correcto de los datos primarios y facilitar tanto su
acceso como su utilización . Entre los metadatos lingüísticamente relevantes se encuentran el
nombre del hablante, la fecha y el lugar de la grabación, así como el investigador o técnico responsable de la misma (Austin 2007: 119) . Para la documentación lingüística, la recolección, representación y difusión de los datos constituye la meta principal, mientras que para la lingüística
descriptiva el objetivo central es la producción de gramáticas, diccionarios y colecciones de texto basadas en datos primarios que sirven para apoyar y ejemplificar el análisis del lingüista . A este
respecto, Woodbury (2003: 39) destaca que en la documentación lingüística el objetivo es la representación directa del discurso que ocurre naturalmente, mientras que la descripción y el análisis son contingentes, productos secundarios que surgen y crecen junto con la documentación primaria, pero que siempre son cambiables y modificables con respecto a la documentación .
643
veróniCa vázquez soto
narrativa oral como a una conversación natural entre hablantes nativos . A esta
información, le siguen las iniciales del nombre del hablante nativo que proporcionó el material; luego aparece el nombre de la narrativa, la conversación, o en
su caso la abreviatura del estímulo no verbal; después aparecen las iniciales del
nombre del investigador que recolectó los datos . Finalmente, se indica el número de la cláusula que corresponde a la captura del material en el programa Toolbox; o en su defecto, la página del cuaderno donde se encuentra transcrito el
material que aún no está vaciado en Elan, ni capturado en Toolbox .
El ejemplo en (12) ilustra este etiquetado de metadatos donde la abreviatura
(CLC) indica la aldea de Cerro los Cuernos; luego aparece 2008 que es el año de
grabación, 18 es el día de la grabación y 10 representa el décimo mes del año,
es decir, octubre; inmediatamente después aparece la abreviatura para el género de habla, por ejemplo (TXT) indica un texto de narrativa oral o de conversación natural, siguen las iniciales (GL) del nombre de la narradora Gregoria
Lobato; enseguida aparecen las iniciales del nombre de la investigadora que
recolectó la grabación (VVCC), correspondientes a Verónica Vázquez, seguidas por el título del cuento el ray; y finalmente la página del cuaderno donde se
encuentra la cláusula o emisión citadas .
(12)
tuíxu
puerco
muʔ-rí
sbj3pl .asp-ya
hi-íʔ-mʷiʔ
narr-ints-ser .muchos
tuíxu
puerco
héiwa
aDv:Cant .ent
m-i-ruʔ-raʔ-úu
ñíʔu me-rí
sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl eviD
sbj3pl .asp-ya
‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17]
Para el caso de un ejemplo proveniente de estímulos no verbales se sigue la
misma catalogación a excepción de que el género de habla corresponda a estímulo no verbal, abreviado como (ENV) . Por otro lado, en lugar de las iniciales del
narrador se marcan las iniciales del nombre de pila del primer miembro de la pareja, así (B) abrevia el nombre de Brígido, seguido de las iniciales del nombre de
pila del segundo miembro de la pareja; por ejemplo, (N), abrevia el nombre
de Norberto . Al igual que en el caso de las narrativas, después del nombre de los
hablantes, siguen las iniciales del nombre del investigador y después de éstas
644
la expresión De número nominal en Cora meseño
figura la abreviatura del estímulo no verbal del que proviene la emisión con las
abreviaturas mencionadas previamente . El ejemplo en (13) muestra estas convenciones, y a diferencia del ejemplo (12) esta emisión sí se encuentra capturada en el programa Toolbox, por lo cual los números (0088) corresponden a
la cláusula de toda la sesión de B&C que fue producida por Brígido de Jesús
López (†) (B), y Norberto Gónzalez Flores (N) .
(13)
hetén
hetén=pu
aDv:abajo
aDv:abajo=sbj3
náa
bien
mee
allí
teʔi-ráh-ka
pelóota
pelota
‘Abajo, abajo, bien abajo (pegada) en su espalda está la pelota .’
[PRES_2008_17_10_ENV_ B&N_VVCC_B&C_0088]
espalDa-pv:aDh-estar .sentada .sg
En lo que respecta a la elicitación, el etiquetado de los datos provenientes de
esta fuente de información sólo presenta la abreviatura del topónimo de la comunidad, seguida de la inicial (E) que indica el género elicitación, y finalmente aparecen las iniciales del nombre completo del hablante que proporcionó los datos .
Aclaro que el material elicitado no fue grabado y, en consecuencia, este material
no tiene una referencia que lo ubique en el corpus digital conformado por la autora y sus colaboradores coras . A esto se debe también que aparezca con una cantidad mucho menor de metadatos . Una ilustración de una emisión elicitada aparece
en (14) donde se puede observar la abreviatura (PRES) que indica el nombre de la
comunidad, Presidio de los Reyes, a la que le sigue la abreviatura (E) que señala
el método de elicitación; y finalmente las iniciales (IJL) para abreviar el nombre
de la colaboradora que corresponden a Isabel de Jesús López .
(14)
tuíxu=pu
u-ráh-bee
puerco=subj3sg pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .sg
‘El puerco está adentro del corral .’ [PRES_E_IJL]
kúurah-taʔ
corral-loC:área
Todos los datos provenientes de las tres fuentes de información fueron recopilados por la autora en distintos periodos de trabajo de campo que abarcan
de 1996 a la fecha en las comunidades de Presidio de los Reyes, Santa Cruz del
Guaybel, Cerro los Cuernos y Chimaltita . Cabe anotar que también se ha rea645
veróniCa vázquez soto
lizado trabajo de campo en la Ciudad de México y en la ciudad de Tepic, sobre
todo para transcribir y checar juicios de gramaticalidad, de compatibilidad semántica o de adecuación pragmática sobre los temas investigados . Finalmente,
el corpus digital conformado por la autora y varios hablantes de Cme está aún
en etapa de catalogación y no ha sido entregado todavía a un archivo digital
institucional; razón por la cual no está disponible para su consulta por otros
estudiosos de la lengua, ni por los hablantes nativos de la misma .16
4 . estuDios previos sobre el tema De número nominal en Cora
Dentro del marco teórico de la lingüística operacional (Serzisko 1981; Iturrioz
et al . 1986; Seiler 1986), los estudios recientes de Parra (2011, 2015) reportan
por vez primera en otra variante del cora, las diferentes pautas de marcación de
número que se defienden para el Cme en el presente trabajo . Basándose en datos
de primera mano, Parra (2015: 91) propone un inventario de doce sufijos que
marcan plural en el cora de Jesús María, de aquí en adelante Cjm, cuyas formas
son -mwa’a, -ka, -si, -tsi, -ri, -i, -tye, -se, -tse, -kɨ, -h, y -xɨ .17
Por otro lado, tras examinar 215 ítems léxicos pluralizables en Cjm, el autor
establece que todos estos sufijos constituyen, en realidad, los exponentes formales de un sistema de clasificación nominal que se encuentra estrechamente ligado
a la categoría de número (Parra 2015: 85, 92) . La propuesta analítica de este autor
se sostiene en el hecho de que el mencionado conjunto de sufijos se distribuye
en los sustantivos animados del Cjm de acuerdo a un continuo semántico-pragmático cuyo extremo izquierdo está representado por aquellos nominales que
designan una mayor cercanía a ego como los términos de parentesco que sufijan -mwa’a; mientras que el extremo derecho del continuo está formado por la
clase de sustantivos que manifiesta mayor lejanía a ego constituido por nominales que refieren a animales silvestres que sufijan -ri . En este continuo, existe
16
Agradezco el apoyo del Mtro . Juan Antonio Hernández, técnico académico afiliado al Seminario de Lenguas Indígenas del Instituto de Investigaciones Filológicas, en la organización
digital del corpus del cora que he recopilado desde 1996 a la fecha junto con la colaboración de
varios hablantes de náayari yáuhkɨʔena .
17
Se conservan todos los signos para representar la ortografía práctica del Cjm que aparecen
en la fuente original .
646
la expresión De número nominal en Cora meseño
una clase neutra a nivel semántico que se identifica formalmente porque todos
sus miembros sufijan -tye y -se .
Parra (2015: 89-90) aporta otro hecho crucial, nunca antes establecido en los
estudios sobre el cora: el sistema profuso de marcas sufijales de plural nominal
distintas de -mwa’a, tiene un carácter facultativo en Cjm, comportamiento gramatical que el autor demuestra con el ejemplo que aparece en (15) .18
(15)
í
nyi-che
Cjm19
Det
poss1sg-casa
[ . . .]
xaawi-ká
muchas-aCus
tyí’i-ta-yá’amwa
pl-sbj1p-tener .anim .Dom .pl .o
yá’amwa-tye
kɨítsi-tye
tyakwára’i tuíxu
wáaka-si
anim .Dom .pl-pl
anim .Dom-pl
gallina
puerco vaca-pl
‘En mi casa tenemos muchos animales: animales domésticos, mascotas, gallinas, puercos, vacas .’ [E] (Parra 2015: 90)
En (15) se puede observar la presencia de algunos sufijos del conjunto que
conforma el sistema de clasificación nominal, de acuerdo con el análisis de
Parra (2011, 2015), tales como -tye y -si; sin embargo, no ocurre ningún miembro de dicho conjunto en los sustantivos tyakwára’i ‘gallina’ y tuíxu ‘puerco’,
aunque estos sustantivos pertenecen a la clase de los sustantivos animados,
y tienen una lectura plural dado que hacen referencia a varias entidades del
mundo real . Por ello, el autor concluye, en sus términos teórico-tipológicos,
que los nombres animados en Cjm muestran, ocasionalmente, rasgos de transnumeralidad, entendiendo por este término el fenómeno de la dispensabili18
Para Casad (1984: 227-229) “plural marking per se is restricted to animate nouns . Non-human animate nouns can be marked for plural by any one of the following suffixes: -t ye, -ci, -se,
-si, -ri, -ce, -kɨ, -si, -ka, -h, tone . Of the above suffixes, the first three are the most productive .
Concomitant with the multiplicity of plural suffixes is the fact that speakers from the same dialect area frequently differ among themselves as to which plural suffix goes with which noun” .
De la cita anterior se desprende que Casad no establece el carácter facultativo de esta serie de
sufijos que marcan plural en los sustantivos animados del Cjm . Por ello, el comportamiento facultativo es una aportación crucial de los trabajos de Parra (2011, 2015) que permite analizar
uno de los sistemas de número de dicha variante del cora como transnumeral o de número general . Por otro lado, Parra (2011) descubre igualmente que estos sufijos sí pueden flexionarse para
expresar plural en sustantivos humanos del tipo náayeri-te ‘coras’ . Este hallazgo de Parra se
observa también en Cme y será discutido en §6 .2 .
19
Las abreviaturas de otras variantes del cora y de otras lenguas citadas en este capítulo son
las siguientes: bay: bayso, Cjm: cora de Jesús María, jap: japonés, tsolC: tsostsil del ejido de Lázaro Cárdenas, warr: warrgamay .
647
veróniCa vázquez soto
dad de marcas de número en los nombres (Seiler 1986: 104-106; Iturrioz et al .
1986: 318-321 apud; Parra 2015: 88-89) . Añade, por otro lado, que la diferencia entre ambos tipos de nombres consiste en que, mientras en los inanimados
la transnumeralidad es un rasgo inherente, en los animados adquiere un carácter facultativo (Parra 2015: 89) . El autor reconoce que la dispensabilidad de las
marcas de número le permite hablar de la categoría transnumeral, que equivale al término de número general usado por Corbett (2000: 9-19) . Parra (2015:
102-105) sugiere también que en Cjm los nombres que refieren a seres humanos se pluralizan obligatoriamente recurriendo a la estrategia morfológica del
supletivismo .
Los hallazgos de Parra (2011, 2015) coinciden con los hechos descriptivos
que se van a establecer en este trabajo sobre los tres sistemas de número que
presenta el Cme en los sustantivos, es decir, la oposición primaria singular-plural para sustantivos que designan seres humanos, el sistema de número general
que se presenta en animados humanos y no humanos y el sistema de número general absoluto característico de los sustantivos inanimados . Los dos últimos términos corresponden en el trabajo de Parra (2015: 89) a las denominaciones de
transnumeralidad facultativa y transnumeralidad inherente respectivamente . A
diferencia de los trabajos de Parra, esta investigación sigue los estudios de Corbett (2000, 2001a, 2001b), y adopta la noción de número general (en lugar de
transnumeral), la Jerarquía de Animacidad, inicialmente formulada por SmithStark (1974), para incluir, además de las clases nominales de sustantivos inanimados y animados, seres humanos, términos de parentesco u otro tipo de animados, las diferentes personas del paradigma pronominal, en especial a la tercera
persona . La noción de número general, así como la Jerarquía de Animacidad,
ambas nociones descritas más adelante, resultan herramientas muy útiles para enriquecer el entendimiento sobre la expresión de número no sólo en sustantivos,
sino también en la clase de los pronombres en Cme . La utilización de estas herramientas teórico-tipológicas hará posible establecer de manera conjunta el
funcionamiento de la expresión de número nominal en todas sus manifestaciones en Cme; de ahí la relevancia para seguir las propuestas de Corbett (2000,
2001a, 2001b) . No obstante, este estudio deja pendiente la investigación de la
motivación semántico-pragmática vehiculada por el sistema de sufijos que expresan plural en los diferentes sustantivos animados humanos y no humanos del
648
la expresión De número nominal en Cora meseño
Cme .
En contraste, los trabajos de Parra (2011, 2015) sí demuestran el sistema
de clasificación nominal que se desprende a partir de los sufijos que expresan
plural en Cjm .
5 . r asgos gramatiCales Del Cme relevantes para el tema De estuDio
El Cme presenta un alineamiento nominativo-acusativo (Dixon 1994) . La demostración de este alineamiento se establece en (16) y (17), donde el prefijo nede primera persona singular se usa tanto para marcar sujetos de verbos intransitivos como agentes de verbos transitivos .
(16)
puh
hée
kásiʔ
ne-páʔu
pues
sí
mira
sbj1sg-estar .rojo
‘Pues sí ¡Mira! Estoy rojo .’ (Vázquez et al . 2009: 198)
(17)
puh
pues
néh=ne-ná
sbr .sbj1sg =sbj1sg- enf
ñíʔu
eviD
tɨpʷáʔ
tal .vez
tín=ne-ra-a-héʔika
report=sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objp .sg
‘Pues yo ¡Claro que sí! (lo hago) ¿verdad? A ver si la mato .’ (Vázquez et al .
2009: 190)
Con respecto a la relación gramatical de objeto, la lengua presenta un alineamiento de objeto primario (Dryer 1986), o en términos más recientes secundativo (Malchukov et al . 2010: 3-4) . Este alineamiento se establece igualmente a
partir de la marcación mediante prefijos argumentales . Los ejemplos en (18) y
(19) muestran que la misma marca de objeto es utilizada para codificar tanto los
pacientes/temas de los verbos monotransitivos como los recipientes/beneficiarios
de los verbos bitransitivos . La demostración se hace recurriendo a la marca pronominal ligada que corresponde al prefijo de objeto de tercera singular ra- .
(18)
nuʔ-rí
ne-ra-a-héʔika
kúʔkuʔ
sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objp .sg
víbora
‘Yo ya la maté, a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 198)
subj1sg .asp-ya
649
veróniCa vázquez soto
(19)
me-tɨ=ihtá
nu
mi
me-ʔɨn
sbj3pl- Comp=Conj
eviD:finD
enf
sbj3pl- Dem .nv
rá-a-wabii-riʔ
tɨn=
objp3sg- Cmpl-pedir-appl
report=
‘Y cuando dicen que ellos le pidieron que…’ (Vázquez et al . 2009: 206)
El hecho de que la lengua presente ambos alineamientos mediante las pruebas
de codificación de argumentos pronominales ligados, permite establecer las relaciones gramaticales de sujeto y objeto primario o secundativo en Cme . Gracias a
estas pruebas de codificación, también es posible afirmar que los prefijos ne- y
ra- tienen información de caso nominativo y acusativo respectivamente . Por ello,
en este trabajo, se utilizan los términos de sujeto y objeto, así como los términos nominativo y acusativo indistintamente para hacer referencia a las relaciones
gramaticales que presenta el Cme .
Como muchas otras lenguas yutoaztecas (Haugen en prensa: 35-38), el Cme es
una lengua de verbo final tanto en oraciones transitivas SOV/OV, como en intransitivas SV; aunque el orden de verbo inicial, VS y VO, también se registra
significativa y cuantitativamente debido a que ciertos tipos de verbos lo requieren, o bien por presiones de la estructura de la información como las nociones
pragmáticas de tópico y foco que provocan la presencia de sujetos pospuestos,
e inclusive de objetos posverbales en muchas emisiones del idioma (Vázquez
2004: 350-353; 2013: 137-139) . Algunos ejemplos que ilustran el orden de constituyentes tanto final como inicial en Cme se presentan de (20) a (26) .
(20)
háa=pu
allí=sbj3
nigái20
eviD:aCue
S
ʔɨpʷári
silla
20
El evidencial nikái presenta el alternante nigái con oclusiva sonora . La oclusiva sonora /g/
no es un fonema en Cme, pero aparece en algunas formas léxicas como el evidencial que se usa
para interrogar al oyente con el fin de saber si está de acuerdo con algún hecho, percepción,
u opinión . El uso de la forma nigái está condicionado por factores sociolingüísticos, pues es
muy característico del registro de habla chiqueada o cariñosa que usan muchas madres al dirigirse a sus bebés y a los niños . A través de este proceso, muchos niños y adolescentes adquieren y mantienen este tipo de registro por un largo tiempo, e inclusive toda su vida . También la
forma nigái es muy característica de los hablantes de la población de Santa Cruz del Guaybel .
Esta forma presenta el debilitamiento de oclusivas sordas a oclusivas sonoras que se ha documentado ampliamente para otras lenguas yutoaztecas por Caballero (2015), en particular para
el rarámuri (tarahumara) y el guarijío . La forma nigái se anota en la escritura práctica porque
el debilitamiento consonántico no es un proceso automático, más bien está determinado por
factores sociolingüísticos como ciertos tipos de registros, y también sólo se observa en ciertas
formas léxicas .
650
la expresión De número nominal en Cora meseño
V
haʔ-utátaʔ=pu
hóu-nee
hɨ
ʔɨpʷári
poss2sg-izquierda=sbj3
loC-mirar .sg
top
silla
‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105]
(21)
(22)
(23)
(24)
(25)
(26)
S
V
rráy=pu
ta-háʔu-taʔi-tee-kaʔ
rey=subj3sg objp1pl-it-mandar-Caus-pst
‘El rey nos mandó .’ (Vázquez et al . 2009: 189)
O
V
kúʔkuʔ=pu
wa-héʔika
víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg
‘(El niño) Mató a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205)
O
V
n-áucheʔ=nu
ladríiyo hiʔ-tí-ka
sbj1sg-todavía=sbj1sg
ladrillo narr-acarrear-Dur
‘Yo todavía estaba acarreando ladrillo .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54]
V
S
pu
h-í-hku
hi
páʔrɨʔ
pues sbj3sg-narr-dormir .sbj .sg top niño
‘Pues se durmió, el niño .’ (Vázquez et al . 2009: 192)
V
kɨxíe
yée
ø-tíʔ-raʔraʔ-naʔ
parecer eviD:fDir sbj3-pl-volar-parecer
S
pelóota yée=pu
wa-séʔiri
pelota
eviD:fDir=sbj3
Cmpl-mirar
‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60]
V
O
puh
na21-ra-a-héʔika
kúʔkuʔ
pues sbj1sg-objp3sg-Compl-matar .objp .sg víbora
‘Pues maté a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 200)
21
El prefijo de sujeto para primera persona ne- cuando está seguido de otros prefijos que tienen la vocal central baja /a/ presenta, en ocasiones, un proceso de armonía vocálica . He optado
por dejar la vocal armónica del prefijo en estos casos, y no registrar la forma prefijal subyacente ne- porque la armonía vocálica no es automática en la lengua bajo las mismas condiciones
651
veróniCa vázquez soto
Estos rasgos gramaticales de la lengua son necesarios para abordar el tema
de número nominal en Cme cuya primera parte está enfocada en la clase léxica
de los sustantivos y se aborda en la siguiente sección .
6 . la expresión De número gramatiCal en los sustantivos Del Cme y la
jerarquía De animaCiDaD
En esta sección se detectan los sustantivos en los que el número debe y puede
ser expresado en Cme . Bajo el criterio que Corbett (2000: 66) denomina la expresión morfológica del número, que regularmente se codifica a través de algún tipo de marcador que aparece en el sustantivo mismo, se establecen tres
sistemas de número en esta lengua: el sistema de número primario con la oposición singular-plural; el sistema de número general/singular versus plural facultativo; y el sistema de número general absoluto que no presenta ninguna
oposición de número . Por lo general, se encuentran varios tipos de patrones,
así como excepciones, para expresar el número gramatical en los sustantivos
de una determinada lengua . Esta tendencia es la que se observa en Cme, pues
los sustantivos presentan un comportamiento diverso con respecto a la marcación de número, que en este trabajo se explica recurriendo a la Jerarquía de
Animacidad (Corbett 2000: 56) . Sin lugar a dudas, la aplicación del criterio
de la concordancia verbal, llamado por Corbett (2000: 67) el criterio sintáctico,
hubiera producido resultados más homogéneos en este idioma de acuerdo a
la Jerarquía de Animacidad . No obstante, por razones de espacio, la presente
investigación se ocupa solamente de examinar la marcación de número nominal por criterios morfológicos y, en este sentido, los resultados de este trabajo no cubren toda la historia de la expresión de número en Cme, en palabras
de Corbett (2000: 69) .
morfofonológicas . El ejemplo en (18) presenta casi las mismas condiciones y, sin embargo, no
dispara la armonía vocálica, manteniéndose la forma con vocal anterior media del prefijo
correspondiente, es decir ne- en el mismo relato oral producido por el mismo narrador . Tal vez
también estén involucradas condiciones de estilo retórico que merecen una investigación más
profunda . Considero que es relevante mantener la vocal armónica en la escritura práctica del
Cme porque se está generando un alomorfo na- del prefijo nominativo para la primera persona
en esta variante del cora cuyo registro es relevante para futuros trabajos tanto dialectales como
de corte diacrónico .
652
la expresión De número nominal en Cora meseño
6.1. La oposición primaria singular-plural en los sustantivos del Cme
Semánticamente, Corbett (2000: 4) define el singular como un valor que hace
referencia a una sola entidad del mundo real; mientras que el valor plural es
aquel que hace referencia a varias entidades del mismo . De acuerdo con estas
definiciones, el primer sistema de número en Cme muestra la oposición singular-plural; distinción primaria a partir de la cual se construyen la mayoría de los
sistemas de número en las lenguas del mundo (Corbett 2000: 20) . En consonancia con esta oposición primaria, el Cme presenta sustantivos donde se aprecia tanto la distinción formal como la distinción semántica para el singular y
el plural en dos clases de nombres: los sustantivos que refieren a un puñado de
seres humanos y aquellos que designan términos de parentesco . Además, esta
oposición se marca de manera obligatoria en estas dos clases nominales sin que
intervengan otro tipo de factores que influyan en la expresión de número . El
par de ejemplos en (27) y (28) da cuenta de dicha oposición en nominales que
refieren a seres humanos recurriendo a la estrategia morfológica del supletivismo, como es el caso de ɨítaʔ ‘mujer’ versus úuka ‘mujeres’ .
(27)
hɨ
top
íɨraʔbe
lobo
nikái
eviD:aCue
ɨítaʔ=pu
wa-náwa
mujer .sg=subj3sg Cmpl-robar
‘Hablando del lobo ¿verdad? se robó a una mujer .’
[CH_2001_04_08_TXT_JF_VVCC_lobo, p . 1]
(28)
s-ahtá
mʷée
mɨ
ni-yáuh-mʷaʔ
mɨ
sbj2pl- Conj
sbj2pl
top
poss1sg-hijo-pl
top
‘Y ustedes, hablando de mis hijas, las mujeres .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23]
úuka
mujer .pl
Para Corbett (2001a: 828), la estrategia del supletivismo es el caso extremo
de expresión morfológica donde se observan distintas raíces que no están relacionadas por ningún tipo de formación regular o irregular y, por ello, sólo mantienen lazos semánticos . El núcleo medular de sustantivos que refieren a seres
humanos en Cme, que presenta formas supletivas para codificar el plural, consti653
veróniCa vázquez soto
tuye una clase cerrada de nombres, entre los cuales se encuentran los pares para
bástaʔ/báuhsi ‘viejo/viejos’; t,áataʔ/téteka ‘hombre/hombres’; ɨítaʔ/úuka ‘mujer/mujeres’; páʔrɨʔ/tɨʔríi/tɨʔríi-se/tɨʔríi-tsi ‘niño(a)/niño(a)s’; tébi/t,áɨte ‘persona/personas, gente’; bástakɨraʔi/báuhsikɨraʔi ‘anciano(a)/anciano(a)s’; temʷéi,
temʷái/téemʷa ‘muchacho, joven/muchachos, jóvenes’; kɨitsi/yeʔmʷá ‘mascota,
animal doméstico/mascotas, animales domésticos’ . Para este último ítem léxico, Parra (2015: 111-112) argumenta que en Cjm se asigna a la clase de los seres
humanos por sus rasgos pragmáticos, pues es cercano a ego . En Cme parece registrarse esta misma asignación de clase para kíitsi ‘mascota, animal doméstico’ .
En el caso de los términos de parentesco, la codificación del valor plural se
expresa en Cme, a través de un sufijo exclusivo para esta clase semántica cuya
forma es -mʷaʔ . El ejemplo (28) arriba, y la tercia de emisiones en (29), (30) y
(31) dan cuenta de la oposición primaria singular-plural en los sustantivos que
designan términos de parentesco .
(29)
hoʔu-tée-ʔuu
mʷáʔyei
háʔ-húutsi-mʷaʔ
acostumbrar poss2sg-hermano .menor-pl
‘Allí acostumbran (saben) estar tus hermanos menores .’
[CH_2001_07_04_TXT_JFL_VVCC_séhku, p . 90]
loC- Cuerpo .pl-estar .parado .pl
(30)
wáʔ-siaʔupeʔ
yée=wi
ni-yéʔkʷa
imp-descansar .imp
eviD:fDir=enf
poss1sg-abuela
‘¡Descansa! ¡Contestó mi abuela!’
[CH_2001_07_04_TXT_JFL_VVCC_séhku, p . 108]
(31)
se-wáu-siaʔupeʔ
yée=wi
ni-yéʔkʷa-mʷaʔ
sbj2pl-imp-descansar .imp
eviD:fDir=enf
poss1sg-abuela-pl
‘¡Descansen! ¡Contestaron mis abuelas!’ [PRES_E_IJL]
Los sustantivos que refieren a términos de parentesco en Cme constituyen
también una clase cerrada de nombres; muchos de estos términos cuando toman
el sufijo -mʷaʔ al formar el plural cambian su sentido original y adquieren otro
significado vinculado a otro pariente cercano . Igualmente, la raíz en plural presenta ajustes fonológicos de vocales largas orales a vocales laringizadas, como
en kuʔ, kúutsiʔ/kúʔtsi-mʷaʔ ‘hermana mayor/hermanas mayores’, o bien cambios de acento como en n,ausí/n, áusi-mʷaʔ ‘tío/tíos’, inclusive en algunos casos
654
la expresión De número nominal en Cora meseño
se observan estos dos ajustes fonológicos como en muʔ, muʔní/múuni-mʷaʔ ‘suegro(a), yerno, nuera/suegro(as), yernos, nueras’ . En algunos ítems léxicos de acento final se hace visible la presencia de consonantes laríngeas como /h/ cuando
sufijan -mʷaʔ, tal es el caso de tuʔrú/tuʔrúh-mʷaʔ ‘bisabuelo/bisabuelos’ . También
se presentan casos de truncamiento de la última sílaba en la sufijación de -mʷaʔ,
como en ʔiwáraʔ/ʔiwá-mʷaʔ/ ‘hermano/hermanos’ . Es decir, al tomar el sufijo
plural, los términos de parentesco presentan numerosos rasgos de supletivismo
débil . En este sentido, esta clase semántica exhibe casos de doble marcación dado
que, además de la sufijación de -mʷaʔ, se realizan múltiples ajustes fonológicos a
la raíz singular .22 Los ítems léxicos de esta clase cerrada de términos de parentesco en Cme, que en ocasiones inclusive reclutan nominales que designan seres
humanos para asignarles significados de parientes cercanos, incluyen los siguientes pares: táataa/táataa-mʷaʔ ‘papá, tío/tíos’; náanaa/náanaa-mʷaʔ ‘mamá, tía/
tías’; yáuh/yáuh-mʷaʔ ‘hijo(a), sobrino(a)/hijo(a)s, sobrino(a)s’; téi, téih/téih-mʷaʔ
‘tía/tías’; n,ausí/n,áusi-mʷaʔ ‘tío/tíos’; yéʔkʷa/yéʔkʷa-mʷaʔ ‘abuela, nieto(a)/abuelas, nieto(a)s’; ʔiwáraʔ/ʔiwá-mʷaʔ ‘hermano/hermanos’; huʔ, húutsi/húutsi-mʷaʔ
‘hermano(a) menor’/‘hermanos(as) menores’; kuʔ, kúutsiʔ/kúʔtsi-mʷaʔ ‘hermana
mayor/hermanas mayores’; haʔ, háatsiʔ/háatsiʔ-mʷaʔ ‘hermano mayor/hermanos mayores’; tuʔrú/tuʔrúh-mʷaʔ ‘bisabuelo/bisabuelos’; kína/kiná-mʷaʔ ‘esposo/
esposos’; yaaxú/yaaxúh-mʷaʔ ‘abuelo, nieto(a)/abuelos, nieto(as)’; yáʔubeʔ/yáʔubeʔ-mʷaʔ ‘cuñado/cuñados’; muʔ, muʔní/múuni-mʷaʔ ‘suegro(a), yerno, nuera/
suegro(as), yernos, nueras’ . Cabe anotar que todos estos vocablos, en su uso canónico, deben ir precedidos por prefijos posesivos en una frase nominal, a la manera en que se presentan en los ejemplos de (28) a (31) . Con el fin de simplificar la
información, he enlistado únicamente el término de parentesco sin la marca de
posesión típica de los sustantivos inalienables en el idioma .
Se ha mencionado previamente que las estrategias morfológicas del supletivismo y la sufijación de -mʷaʔ para expresar número en las clases semánticas de los seres humanos y los términos de parentesco respectivamente, están
documentadas con datos de primera mano para el Cjm por Casad (1984: 227),
así como por Parra (2011, 2015) . Esto permite tener para dos variantes del cora
22
Todos estos fenómenos de asignación secundaria de clase y doble marcación del plural
están exhaustiva y convincentemente documentados por Parra (2015: 102-107) para los términos de parentesco en el Cjm .
655
veróniCa vázquez soto
una cobertura amplia tanto descriptiva como analítica con el fin de realizar
futuros estudios de diversa índole vinculados con este tema, o bien para desarrollar investigaciones dialectales de base léxica .
6.2. El sistema de número facultativo en sustantivos del Cme
A partir del criterio de la forma del sustantivo mismo, los nominales animados
humanos y no humanos del Cme presentan la oposición primaria entre el valor singular versus el valor plural, pero de manera facultativa (Greenberg 1966: 28) . Es
decir, el valor plural puede, pero no tiene que expresarse cuando se hace referencia
a varias entidades del mundo real . Este comportamiento observado en los sustantivos de una lengua para expresar la categoría de número es considerado por Corbett
(2000: 10) como una característica típica de los sistemas de número general, término que dicho autor retoma de Andrzejewski (1960) y que corresponde, en buena medida, en la tradición germánica al término de transnumeral (Biermann 1982) .
El tipo más pulcro de número general es aquel donde se registra una forma
única que semánticamente no está especificada para la distinción singular-plural, como es el caso del bayso, lengua cushita/cushítica hablada en Etiopía . El
bayso cuenta con una forma para el significado general que refiere tanto a una
o varias entidades del mundo real, así como con un sufijo singulativo que hace
referencia a una y sólo una entidad . Además, este idioma presenta también el
sufijo paucal que refiere a entre dos y seis entidades y, finalmente, tiene el sufijo plural que se usa para referirse a más de seis entidades (Corbett 2000: 10-11) .
Note la serie de ejemplos de (32) a (35) provenientes del bayso .
(32)
bay
(33)
bay
lúban
foofe
lion .general watched .1sg
literally: ‘I watched lion .’ (it could be one, or more than that)
(literalmente: ‘Observé león .’ (puede ser uno, o más de eso) )23
lubán-titi foofe
lion-sg
watched .1sg
‘I watched a lion .’
(‘Observé un león .’)
23
Se conserva la ortografía de la fuente citada . Las traducciones al español fueron elaboradas por la autora del presente capítulo .
656
la expresión De número nominal en Cora meseño
(34)
bay
(35)
bay
luban-jaa
foofe
lion-pauCal watched .1sg
‘I watched a few lions .’
(‘Observé unos cuantos leones .’)
luban-jool foofe
lion-pl
watched .1sg
‘I watched (a lot of) lions .’
(‘Observé muchos/una gran cantidad de leones .’)
No obstante, Corbett (2000: 3, 13) concluye, después de examinar una muestra de más de 250 lenguas, que este tipo de sistema tan nítido de número general es raro tipológicamente . Para este autor, el sistema de número general más
expandido en las lenguas del mundo corresponde al tipo donde el número general se combina con la forma para el singular para producir un sistema general/
singular versus plural . Un buen ejemplo de este tipo de sistema es el del japonés
citado por Corbett (2000: 14) .
(36)
jap
Kooen ni wa
inu ga
iru rasii
park
in top
dog subj be
seems
‘It seems there is a dog/are some dogs in the park .’
(‘Parece que hay un perro/algunos perros en el parque .’)
Sin marcación adicional, el sustantivo inu ‘perro’ en japonés no especifica
el número . Existe una forma plural inu-tati ‘perros’ que se usa para clarificar
que hay más de un perro, pero el sufijo -tati también lleva una implicación de
definitud; se usa primariamente, aunque no exclusivamente, para nominales
que denotan seres humanos . También se puede usar el cuantificador takusan
‘mucho, muchos’ colocado después del marcador de tópico ga . Por otro lado, si
el hablante quiere dejar claro que hay un solo perro, se puede utilizar la forma
ip-piki ‘uno-ClasifiCaDor’ .
Dados todos los factores involucrados en las lenguas de número general que
exhiben el tipo más expandido de este sistema con la forma para el singular,
Corbett (2000: 14) advierte que la distinción de los pares de forma y significado
para marcar la oposición singular-plural se realiza cuando es importante y no
de manera automática como en algunos idiomas como el inglés . Las condicio657
veróniCa vázquez soto
nes relevantes para marcar el número en las lenguas de número general varían
de lengua a lengua, entre ellas Corbett (2000: 14) menciona que el sustantivo
sea tópico o no-tópico, primera mención versus menciones subsiguientes, uso
referencial versus uso no-referencial, humano versus no humano, definido versus indefinido . Todas estas circunstancias semánticas y pragmáticas que están
vinculadas con el contexto discursivo, favorecen la emergencia de la oposición
singular-plural en las lenguas que presentan el tipo más expandido de número
general . De manera que lo relevante para la gramática de las lenguas que ostentan este tipo de sistema es el hecho de no marcar automáticamente la oposición
de número cuando los nombres aparecen fuera de un contexto que propicie la
expresión de diferentes valores de número . Por ello, Corbett (2000: 10) concluye que los sistemas de número general expresan el significado de un nominal
sin hacer referencia a la categoría de número .
En consecuencia, bajo la tipología propuesta por Corbett (2000: 13), el sistema de número general que presenta el Cme está fuera del sistema de número que
representa la oposición primaria de valor singular-plural en el núcleo medular
de sustantivos que designan seres humanos y en todo el conjunto de términos
de parentesco . En cambio, dentro de esa misma tipología, el sistema que sigue
el Cme se expresa mediante la forma usada también para el singular, produciendo un sistema general/singular versus plural . Dicho sistema se ilustra en los
ejemplos (37) a (41) .
(37)
tuíxu=pu
puerco=subj3sg
u-ráh-bee
pv:Cont-pv:Cont .sg-estar .parado .sg
kúurah-taʔ
corral-loC:área
‘El puerco está adentro del corral .’ [PRES_E_IJL]
(38)
tuíxu
puerco
muʔ-rí
sbj3pl .asp-ya
hi-íʔ-mʷiʔ
narr-ints-ser .muchos
tuíxu
puerco
héiwa
aDv:Cant .ent
m-i-ruʔ-raʔ-úu
ñíʔu me-rí
sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl
eviD
sbj3pl .asp-ya
‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17]
658
la expresión De número nominal en Cora meseño
(39)
jɨɨ
iho de la chingada
exp
exp
kúʔkuʔ=pu
víbora=sbj3sg
tiʔtí
algo
ruʔi-ráh-ka
Cav-pv:Cont .sg-estar .sentado .sg
‘Qué poca, hijo de la chingada, algo como víbora está adentro (de una cueva) .’ (Vázquez 2002: 24-25)
(40)
pus
héiwa=mu
wáxua
hɨ
kúʔkuʔ-se
pues aDv:Cant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl
‘Pues hay muchas víboras .’
[PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranesyvíboras, p . 24]
(41)
ítehmi
objp1pl
hí-ku
narr- eviD:aDvr .Cer
teh=pú-rɨki
sbr .sbj1pl=asert- Cop .exist2
teh=náayari
sbr .sbj1pl=cora
ayéin=pu
así=sbj3sg
ta-a-t,áhtua
objp1pl- Cmpl-dejar
heʔitáʔ
hɨʔ
hɨ
terréeno
a .la .mitad Dem .nv top terreno
‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que (Dios) lo hizo, aunque otros no se percataron de ello) .’
[PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88]
Note en especial que los ejemplos (38) y (41) hacen referencia a varias entidades del mundo real y, sin embargo, los nominales tuíxu ‘puerco’ y náayari
‘cora’ no aparecen flexionados por ninguno de los nueve sufijos que marcan
plural en sustantivos que refieren a entidades animadas, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h,
-tse, -kɨ, -xɨ . Ambos sustantivos pueden tomar el sufijo -te en entornos discursivos favorables que propicien la expresión del plural .
El ejemplo (38) proviene de una narrativa donde la mención del sustantivo
tuíxu ‘puerco’ ha sido constante y se podría considerar por ello topical, aunque no aparece precedido por el marcador de tópico hɨ . Por lo tanto, para nada
representa la primera mención del sustantivo en el discurso . En el ejemplo de
(40) el sustantivo kúʔkuʔ ‘víbora’ sí toma el sufijo de plural -se; también ha
sido una mención constante por lo que podría considerarse como topical y,
además, aparece acompañado por el marcador de tópico hɨ . Ambos ejemplos,
659
veróniCa vázquez soto
sugieren que el parámetro de topicalidad no parece ser el decisivo para marcar la pluralidad en los nominales animados, al menos dentro del grupo de los
no humanos .
Cabe anotar que el ejemplo (41) presenta un sustantivo que denota un
significado para personas como náayari ‘cora’ y, sin embargo, no toma en
dicha emisión el sufijo plural -te, que podría llevar en otros contextos . Otros
nominales que refieren a personas y que toman los sufijos propios de los animados para formar el plural, aunque de manera facultativa, son tahtúwan
‘gobernador’, neepʷéi ‘mestizo’, e inclusive algunos préstamos del español bien naturalizados al Cme como xáantaruʔ ‘soldado’y múusiku ‘músico’ . Dada la inclusión de estos nominales en la clase de los animados tanto
por el tipo de marcas que toman al formar el plural, así como por el hecho
de que su plural es facultativo, he optado por denominar a toda esta clase
semántica como animados humanos y no humanos . En contraste, he denominado como la clase de seres humanos a los miembros que designan sustantivos como bástaʔ ‘viejo’, t,áataʔ ‘hombre’, ɨítaʔ ‘mujer’, páʔrɨʔ ‘niño(a)’, tébi
‘persona’, bástakɨraʔi ‘anciano(a)’, temʷéi, temʷái ‘muchacho’, ‘joven’, que
incluye el grupo medular de formas léxicas para designar seres humanos y,
además, forman el plural mediante la estrategia del supletivismo de manera
obligatoria . Como suele suceder en los sistemas de clases nominales a este
grupo duro de sustantivos que denotan seres humanos se incorpora el nominal kíitsi ‘mascota, animal doméstico’ . Dados estos dos grupos de sustantivos, se puede constatar que el Cme es una lengua que no divide tajantemente
las categorías de humano y animado, pues en este idioma sólo una parte de
los nombres que designan personas acceden a la categoría selecta de seres
humanos; mientras que otros permanecen en la categoría mayor de animado . En cualquier caso, esta división más sutil y matizada sigue ajustándose a
la distribución propuesta en la Jerarquía de Animacidad formulada por Corbett (2000: 56) .24
Finalmente quisiera comentar que el ejemplo (38) donde tuíxu ‘puerco’ aparece sin el sufijo plural correspondiente, exhibe muchas pistas para codificar
gramaticalmente el valor plural, como el verbo mʷiʔ ‘ser muchos’, el adverbio
24
Le agradezco profundamente al dictaminador anónimo especialista en cora mariteco el
haberme hecho notar que la categoría de humano en Cme se reparte más sutilmente entre los sus-
660
la expresión De número nominal en Cora meseño
de cantidad por antonomasia en el idioma para cuantificar entidades héiwa
‘muchos’, así como marcas pronominales plurales . Al igual que lo destacó Corbett (2000: 14) para el caso del japonés, la pluralidad en las lenguas con un sistema de número general/singular versus plural se marca mediante otros recursos
en una emisión en contexto .
Como he venido afirmando, en este trabajo me limito a establecer el hecho
de que el sistema de número general facultativo del Cme no es parte de la gramática del idioma, dado que la oposición singular-plural no se codifica de manera automática en la lengua . En los términos de Corbett (2000: 14), dicha oposición sólo se marca “cuando es importante” .25
6.3. El sistema de número general absoluto en los sustantivos del Cme
El tercer sistema de número en Cme obtenido también por el criterio de la forma del sustantivo mismo, se presenta en el grupo de los nombres inanimados
en esta lengua . Se trata de una clase nominal donde no se registra ninguna
marcación para el plural, ni obligatoria ni facultativa, es decir, esta clase nominal presenta una forma única para hacer referencia tanto a una entidad del mundo real como a varias entidades del mismo . Este tercer sistema de número
registrado en Cme se denomina sistema de número general absoluto . La evidencia que da cuenta de este sistema aparece en la serie de ejemplos de (42)
a (45) . Note en especial que el plural no se marca ni en sustantivos nativos
como ʔɨpʷári ‘silla’, ya sea que ocurran en posición preverbal o posverbal con
la marca de tópico hɨ, o sin ella, ni tampoco se expresa en préstamos del español como pelóota ‘pelota’ .
tantivos para seres humanos, que en sus términos denomina genéricos, como ‘hombre’, ‘mujer’,
y los sustantivos que designan significados más específicos, de acuerdo también a su terminología, para personas como ‘cora’, ‘soldado’ . De acuerdo a este dictaminador, esta misma división
en la asignación de número para los sustantivos que refieren a personas se observa en el Cjm .
25
Los datos del Cme presentados en (38), (40) y (41) sugieren que la marca plural que toman
facultativamente los sustantivos animados para humanos y no humanos dentro de un entorno
discursivo concreto, merece una investigación profunda donde se deben evaluar numerosos criterios como la definitud, la referencialidad y el papel de los adverbios, así como la concordancia
verbal y pronominal . La exploración de estas condiciones discursivas para marcar número en
los sustantivos animados humanos y no-humanos del Cme representa una veta de análisis muy
prometedora . Sin embargo, una investigación de esta índole rebasa la esfera de este capítulo y
me limito a señalar que dicho estudio está aún por desarrollarse .
661
veróniCa vázquez soto
(42)
háa=pu
allí=sbj3
ʔɨpʷári
silla
nigái
eviD:aCue
ʔɨpʷári
silla
‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105]
(43)
haʔ-utátaʔ=pu
hóu-nee
hɨ
poss2sg-izquierda=sbj3
loC-mirar .sg
top
háa=pu
allí=sbj3
ʔɨpʷári
silla
nigái
eviD:aCue
haʔ-utátaʔ=pu
ø-tíʔ-a-hau-nehneʔ
poss2sg-izquierda=sbj3
sbj3-pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl
ʔɨpʷári
silla
‘Allí ¿verdad? Las sillas están (enfrente, del otro lado) mirando a tu izquierda, las sillas .’ [PRES_E_IJL]
hɨ
top
(44)
kɨxíe
parecer
yée
ø-ráʔraʔ-naʔ
eviD:fDir
sbj3-volar-parecer
pelóota yée=pu
wa-séʔiri
pelota
eviD:fDir=sbj3 Cmpl-mirar
‘Parece que está volando la pelota, así se ve .’ [PRES_E_IJL]
(45)
kɨxíe
parecer
yée
ø-tíʔ-raʔraʔ-naʔ
eviD:fDir
sbj3-pl-volar-parecer
pelóota yée=pu
wa-séʔiri
pelota
eviD:fDir=sbj3
Cmpl-mirar
‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60]
En estos casos, la lectura plural del sustantivo se resuelve gramaticalmente por la concordancia verbal con un verbo supletivo plural nehneʔ para ‘mirar .
pl’ en (43); o bien un prefijo marcador de plural que ocurre en el templete verbal como tíʔ- que aparece tanto en (43) como en (45) . Como ya se mencionó, el
criterio de la concordancia verbal no se explora en el presente capítulo, y me limito a examinar el criterio de la forma del sustantivo mismo . Al seguir este cri662
la expresión De número nominal en Cora meseño
terio, el nominal que designa entidades inanimadas manifiesta una única forma, ya sea que refiera a una sola entidad del mundo real, (42) y (44); o a varias
entidades del mismo, (43) y (45) . Por ello, concluyo que el valor plural de los
sustantivos inanimados no se expresa formalmente fuera del verbo .
Las clases nominales involucradas en los tres sistemas de número que ostenta el Cme sugieren la importancia del rasgo de animacidad para asignar número; un rasgo bien documentado en las lenguas del mundo que influye en la
expresión de número gramatical . Distintos autores han destacado este fenómeno a través de lo que se conoce actualmente en la literatura tipológica como
la Jerarquía de Animacidad, tema de estudio de la siguiente sección .
6.4. Jerarquía de Animacidad y los sistemas de número en Cme
El hecho de que las pautas para expresar número gramatical en los nominales estén relacionadas con la animacidad fue investigado sistemáticamente por
Smith-Stark (1974), quien propuso una primera versión de la Jerarquía de Animacidad inspirado en los trabajos de Silverstein (1976) . La Jerarquía de Animacidad propuesta por Smith-Stark aparece en el Esquema 1 .
hablante
> oyente
> parentesco > racional > humano > animado > inanimado
(1ª persona
(2da persona
pronominal
pronominal
esquema 1 . La Jerarquía de Animacidad según Smith-Stark (1974: 665)26
A partir de esta jerarquía, Smith-Stark (1974: 657) sugirió que la pluralidad
escinde una lengua “si es una oposición significativa para ciertas categorías e
irrelevante para otras” . El tipo de evidencia en la que se basó este autor proviene de la marcación de número en la frase nominal, usualmente en el sustantivo
mismo, así como en la concordancia de número, principalmente en la concordancia verbal . Con respecto a esto último, Smith-Stark (1974: 657) argumentó
que en georgiano, si el sujeto es plural y denota un animado, entonces el verbo
26
Se adaptó la forma arbórea original en la que aparece la Jerarquía de Animacidad propuesta por Smith-Stark (1974: 665) a una forma lineal para hacer más sencilla la comparación con la
Jerarquía de Animacidad reformulada por Corbett (2000: 56) .
663
veróniCa vázquez soto
estará en plural; en cambio, si el sujeto es inanimado, entonces el verbo estará
siempre en singular . Por lo tanto, el autor deduce que los sustantivos del georgiano se escinden y es posible trazar una división entre animados e inanimados . De ahí, se presume que las lenguas pueden marcar la escisión en diferentes
puntos o segmentos de la jerarquía .
De acuerdo a Corbett (2000: 56; 2001a: 826), la Jerarquía de Animacidad
formulada por Smith-Stark constituye un gran avance en la comprensión de los
sistemas de número en las lenguas del mundo, pero es necesario replantearla
para incrementar aún más su poder predictivo .27 Por ello, a partir de nuevas evidencias, Corbett (2000: 3, 56) reformula la Jerarquía de Animacidad incorporando la tercera persona y eliminando la clase nominal que designa el tipo de
sustantivo racional . La Jerarquía de Animacidad propuesta por Corbett aparece en el Esquema 2 .
hablante
> oyente
> 3ª persona > parentesco > humano > animado > inanimado
(1ª persona
(2da persona
pronominal
pronominal
esquema 2 . La Jerarquía de Animacidad según Corbett (2000: 56)
Según esta jerarquía tipológica, las lenguas del mundo presentan un comportamiento predecible con respecto a qué clase de nominales manifiestan una
oposición de número . Examinando los segmentos de la jerarquía de derecha
a izquierda, es decir, los segmentos más bajos con respecto a los segmentos más altos de la misma, se espera que los sustantivos inanimados sean los
nominales menos favorecidos para presentar oposiciones de número; mientras
que los nominales animados tengan un poco más de posibilidades para marcar formalmente las distinciones entre el valor singular-plural, u otros valores
de número como el dual . Bajo este mismo patrón de asignación de acuerdo
a la animacidad, los sustantivos que denotan términos de parentesco y seres
humanos se consideran los nominales con mayor potencial para presentar
oposiciones de número en un idioma . Finalmente, los segmentos más altos en
27
Otros precursores que formularon la Jerarquía de Animacidad reconocidos por Corbett
(2000), y el mismo Smith-Stark en comunicación personal, son Grasserie (1886-87: 234-7), Forchheimer (1953: 12-13) y Planck (1987: 181) .
664
la expresión De número nominal en Cora meseño
la jerarquía, como la primera y la segunda persona en un paradigma pronominal, también denominados participantes del acto de habla ( pah), son los favoritos para expresar abiertamente oposiciones de número . Es decir, dentro de la
marcación de número nominal, los pah tienen la primacía en la asignación de
oposiciones de número, inclusive sobre los sustantivos que designan términos de parentesco y seres humanos . Por ello, la Jerarquía de Animacidad en el
Esquema 2 permite establecer una generalización poderosa: una lengua donde
la palabra para ‘mujer’ esté especificada para número y el pronombre para la
primera persona no esté especificado para este rasgo, se predice como una lengua humana imposible . Por lo tanto, la existencia de un idioma que presente tal
comportamiento no se ha registrado a la fecha ni por lingüistas, ni tipólogos .
Corbett (2000: 54; 2001a: 825; 2001b: 634) defiende esta sólida generalización recurriendo a la evidencia de varias lenguas australianas . Entre ellas, selecciona el warrgamay, una lengua de Queensland, donde un sustantivo que refiere a un ser humano puede marcar el número del nominal, pero no necesita
hacerlo de manera obligatoria . El ejemplo (46) muestra que un nominal como
yibi ‘niño’ puede indicar número a través de la reduplicación yibi-yibi, pero de
acuerdo con Dixon (1981: 35), esto está extremadamente restringido y las formas como ŋulmburu-ŋgu ‘mujer/mujeres’ son las más usuales . De hecho, Dixon
(1980: 22) sugiere que la situación normal en las lenguas australianas es que los
sustantivos no estén especificados para número gramatical . Por ello, en el marco tipológico de Corbett (2000: 10), el warrgamay se puede analizar como una
lengua de número general donde el valor plural puede, pero no tiene que expresarse, aunque se haga referencia a varias entidades del mundo real .
(46)
warr
yibi-yibi
child-reDup .abs
ŋulmburu-ŋgu
woman-erg
wurrbi-bajun-du
big-very-erg
buudi-lgani-y
malan-gu
take-Contin-unmarKeD .tense river-all
‘The very big woman/women is/are taking the children to the creek .’
‘La mujer/mujeres muy grande/grandes está/están llevando a los niños al
arroyo .’ (Dixon 1980: 266-268)
Por otro lado, en warrgamay, el número nominal no se expresa tampoco en
la concordancia verbal como se aprecia en (46) . En cambio, examinando los
665
veróniCa vázquez soto
pronombres en esta lengua, Dixon (1981: 39-40) encuentra que la primera y la
segunda persona singular, dual y plural deben estar especificadas estrictamente
para número, aunque la especificación está disponible exclusivamente para referirse a seres humanos y ocasionalmente para perros domésticos . A diferencia de
las personas que refieren a los pah, en warrgamay la forma que llena la casilla
de la tercera persona singular tiene un rango extendido para todos los valores
de número: singular, plural, dual, refiriéndose a humanos, así como no humanos, aunque su sentido no marcado o básico, en términos de Corbett (2000: 55;
2001a: 825), es tercera persona singular . Gracias a esta evidencia proveniente
del warrgamay, se deduce que en una lengua los sustantivos que refieren a seres
humanos pueden no estar especificados para número; mientras los pronombres
sí deben estarlo, particularmente aquellos que refieren a la primera y la segunda
persona . Esta manifestación de la expresión de número de pronombres y nominales en una lengua se predice recurriendo a la Jerarquía de Animacidad .
Los datos hasta ahora discutidos para el Cme revelan que esta lengua se comporta de acuerdo a las predicciones de la Jerarquía de Animacidad, en lo que
respecta a la oposición de número en la clase léxica de los sustantivos, aunque, de manera interesante, en el idioma se registra una división sutil entre la
categoría medular de seres humanos en oposición a la categoría de animados
humanos y no humanos . Más adelante demostraré que el Cme también sigue
las predicciones de esta jerarquía con respecto a las personas del sistema pronominal nominativo . Regresando a los sustantivos, los segmentos más bajos
de la jerarquía, como los nominales inanimados, no presentan oposiciones de
número, y se caracterizan por tener un sistema de número general absoluto . En
cambio, los segmentos intermedios, como los sustantivos animados humanos
y no humanos, presentan un sistema de número general-singular facultativo
cuya marcación a través de una elaborada serie de sufijos no es automática y,
probablemente, obedece a condiciones discursivas . También de manera esperada, los segmentos más altos dentro de la clase sustantiva como los nominales que denotan términos de parentesco y un grupo reducido de nominales que
designan seres humanos sí presentan la oposición primaria singular-plural obligatoriamente . Por lo tanto, es posible establecer que los sustantivos del Cme se
escinden en varios segmentos de acuerdo con la Jerarquía de Animacidad, y
se pueden trazar varias divisiones en la clase léxica sustantiva por el criterio
666
la expresión De número nominal en Cora meseño
de la asignación de número: (i) inanimados, (ii) animados humanos y no humanos; y (iii) sustantivos para ciertos seres humanos y términos de parentesco . Las
escisiones se refuerzan por dos factores adicionales; el primero de ellos concierne al tipo de sistema de número que cada clase nominal representa: (i) inanimados-sistema de número general absoluto; (ii) animados humanos y no
humanos-sistema de número general facultativo; y (iii) sustantivos para seres humanos y términos de parentesco, oposición primaria singular-plural . El segundo factor que fortalece las distintas escisiones es el tipo de estrategia morfológica utilizada para expresar número nominal: (i) los animados humanos y no
humanos que presentan el sistema de número general facultativo recurren a un
sistema elaborado de nueve sufijos, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ; (ii) un
grupo selecto de sustantivos para seres humanos, en cambio, expresan la oposición primaria singular-plural mediante formas supletivas; y finalmente, (iii) los
términos de parentesco recurren también a estrategias sufijales, pero flexionando una sola forma que es -mʷaʔ, y presentando varios ajustes fonológicos
en la raíz al formar el plural que sugieren la presencia de un supletivismo débil .
Estos resultados se sintetizan en la Tabla 1 .
Finalmente, en el Esquema 3 aparece la Jerarquía de Animacidad que siguen
los nominales en Cme con respecto a la asignación de número .
Sistemas de número y
estrategias morfológicas
Tipos de nominales
Parentesco
Humanos
Animados Inanimados
Humanos y
no-humanos
Oposición primaria
singular-plural
✓
✓
×
×
Sistema general facultativo
×
×
✓
×
Sistema general absoluto
×
×
×
✓
Sufijo -mʷaʔ
✓
×
×
×
Supletivismo fuerte
×
✓
×
×
Sufijo -te, -si, -tsi, -ri,
-se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ
×
×
✓
×
tabla 1 . Expresión de número en los distintos tipos de nominales en Cme meseño
667
veróniCa vázquez soto
hablante
> oyente
> 3ª persona > parentesco > humano > animado > inanimado
(1ª persona
(2da persona
humano y
pronominal
pronominal
no humano
esquema 3 . La Jerarquía de Animacidad en Cme
7 . la expresión De número gramatiCal en pronombres nominativos en Cme
Esta sección está dedicada a demostrar que la inclusión de la tercera persona en
la Jerarquía de Animacidad, como lo propone Corbett (2000: 62), permitirá
entender el uso de las formas pronominales correspondientes a dicha persona
en los paradigmas de pronombres nominativos ligados en Cme . En esta línea de
análisis, los pah presentan consistentemente la oposición primaria de número
singular-plural; mientras que la tercera persona presenta esta oposición sólo bajo
ciertas circunstancias . Por ejemplo, la tercera persona siempre se expresa a través de sus formas contrastivas para el singular y el plural cuando tiene como
antecedentes sustantivos humanos y animados . Igualmente, cuando sus antecedentes son sustantivos inanimados que ocurren en predicaciones que llevan
verbos agentivos, la oposición primaria de número se manifiesta consistentemente en la forma pronominal . Sin embargo, si sus antecedentes son sustantivos inanimados cuyas predicaciones involucran verbos no agentivos, la oposición básica de número singular-plural desaparece, generando el uso exclusivo
de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de que se haga referencia
a varias entidades del mundo real . Este comportamiento condicionado por los
rasgos de animacidad y de agentividad en las formas distintivas para número
que presenta la tercera persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a proponer que la tercera persona está en realidad subespecificada para número y solamente contiene información de caso
nominativo en los pronombres ligados en los casos en que aparece con verbos
no agentivos . Todos estos hallazgos confirman que la escisión trazada en los
sustantivos inanimados discutida en §6 .3 y §6 .4 también se localiza en la tercera persona de los paradigmas pronominales ligados cuando esta persona lleva como antecedentes sustantivos inanimados, tal como lo predice la Jerarquía
de Animacidad . Esta predicción en torno al comportamiento de la tercera per668
la expresión De número nominal en Cora meseño
sona en la expresión de número se explica detalladamente en la siguiente subsección .
7.1. Los pah y la tercera persona en la Jerarquía de Animacidad
Como ya se mencionó la Jerarquía de Animacidad propuesta por Corbett
(2000: 56) incorpora de manera crucial a la tercera persona entre el segmento
que corresponde al oyente y aquel que corresponde a los sustantivos que designan términos de parentesco . También se discutió en §6 .4 que este autor justifica la inclusión de la tercera persona en dicha jerarquía apelando a lenguas como
el warrgamay que no expresan valores de número obligatoriamente en los sustantivos, pero están forzadas a expresar distinciones de número en el sistema
pronominal, particularmente en los pah . Por ello, en warrgamay el sistema de
pronombres especifica estrictamente la primera y la segunda persona singular,
dual y plural siempre y cuando refieran a humanos . A diferencia de los pah, la
forma que llena la casilla de la tercera persona singular tiene un rango extendido porque, además de cubrir los valores de número singular, plural, dual, se
refiere a humanos y a no humanos . En términos de Corbett (2000: 55; 2001a:
825), el sentido no marcado o básico de la tercera persona en warrgamay corresponde únicamente al valor singular . Dado el peculiar comportamiento de la
tercera persona en dicho idioma, Corbett (2000: 62) establece que esta lengua
presenta una escisión en la tercera persona del paradigma pronominal . Asimismo, Corbett (2000: 83-84) defiende que existen bases sólidas para separar el
comportamiento de la primera y la segunda persona con respecto al comportamiento observado en la tercera persona .28
A pesar de que Smith-Stark (1974: 664) no incluyó la tercera persona en su
propuesta, sí sugirió algo importante: “Siempre que haya una escisión en los
nominales léxicos, la escisión en el pronombre de tercera persona (si existe uno
28
Si bien es cierto que la primera persona puede ser usada con el significado de un uso asociativo ‘yo y asociado(s)’, también es verdad que puede usarse como un plural ordinario, por
ejemplo, cuando los miembros en una ceremonia religiosa dicen ‘nosotros estamos rezando’, o
en el brindis de un festejo se expresa la frase ‘ayer brindamos por los novios’ . A pesar de la lectura asociativa y la genuinamente plural, Corbett (2000: 83-84) concluye que ambas lecturas de
la primera y la segunda persona están disponibles para los segmentos más altos en su propuesta
de la Jerarquía de Animacidad y, por ello, no constituyen una objeción a la misma .
669
veróniCa vázquez soto
en la lengua) estará localizada en el mismo lugar en que se localiza la de los
sustantivos o en un segmento más bajo de la jerarquía” . Lo cual quiere decir,
según Corbett (2000: 62), que si los sustantivos tienen una escisión entre las
categorías de humano y animado no humano, el pronombre de tercera persona
puede seguir esta escisión .
En suma, el pronombre de tercera persona es capaz de proporcionar pistas
determinantes para relacionar la marcación de número entre nombres y pronombres y, por ello, merece una posición propia en la Jerarquía . Corbett (2000:
62) concluye que la lógica seguida para incluir el pronombre de tercera persona
conduce a considerar su propuesta como una combinación de tres jerarquías complementarias: la Jerarquía de Persona (1ª > 2da > 3ª), la Jerarquía Nominal (pronombres > nombres) y la Jerarquía de Animacidad propiamente dicha (humano
> animado > inanimado), lo cual se apega a las ideas formuladas por Comrie
(1989: 197-199) y Croft (1990: 112-113) .
Finalmente, Corbett (2000: 62-63) enfatiza que la dificultad presentada por
la tercera persona surge de una distinción que a menudo no se hace explícita .
Es posible analizar el pronombre de tercera persona en términos de la forma
que tiene y, en consecuencia, observar si cuenta con formas distintivas para el
singular y el plural . O bien, el pronombre de tercera persona puede analizarse
desde el punto de vista de su uso, en este caso se observa si se puede usar la forma singular y plural cuando el antecedente es una frase nominal cuyo núcleo es
un sustantivo que denota humanos, o bien animados no humanos, o inanimados .
Sin embargo, el uso es relevante para las propiedades de número de los nominales en sí mismos más que para las propiedades de número del pronombre . Por
ello, es necesario tener cuidado en los criterios que se utilizan para trazar las
distinciones de número al interior de los pronombres .
En la siguiente subsección se examinan pormenorizadamente todas las personas de los cinco paradigmas pronominales nominativos básicos del Cme para
argumentar que, salvo la tercera persona en la serie de los pronombres libres
cuya fuente es un demostrativo, en el resto de los paradigmas, la tercera persona genuinamente pronominal está subespecificada para el valor de número .
Esto se debe a que las formas distintivas para número singular-plural de esta
persona confluyen solamente en una única forma cuando ésta lleva como antecedentes sustantivos inanimados en predicaciones con verbos no agentivos, a
670
la expresión De número nominal en Cora meseño
pesar de que la emisión donde ocurre el pronombre haga referencia a varias
entidades del mundo real .
7.2. Los paradigmas de pronombres nominativos libres y ligados en Cme
Para la clase de los pronombres, Corbett (2000: 62) advierte que, en la investigación gramatical sobre número, algunos trabajos reportan solamente las formas
de los pronombres libres, mientras otros estudios describen los marcadores de
concordancia de persona . Por ello, determina que el objetivo deseable para la
investigación tipológica sobre este tema en la clase pronominal es contar con
descripciones de sistemas completos .
Siguiendo este lineamiento, se describen exhaustivamente todas las formas
léxicas que se observan en las distintas series pronominales del Cme que marcan la
relación gramatical de sujeto, centrándose en la marcación de número que expresan las personas de dichas series . También se discuten los criterios asumidos en
este trabajo para establecer el carácter de formativos ligados, o bien de palabras
libres de las formas léxicas pronominales con información de caso nominativo . Los
resultados de esta descripción serán contrastados con los hallazgos descubiertos
en la investigación sobre la marcación de número en los sustantivos de este idioma .
Con respecto a los pronombres, el Cme es una lengua que presenta una profusión
de paradigmas para expresar la relación gramatical de sujeto . Se cuenta con cinco
paradigmas básicos: un paradigma de pronombres libres y cuatro paradigmas de
pronombres ligados que incluyen una serie de enclíticos, una serie de proclíticos
y dos series de prefijos . La lengua también exhibe combinaciones de algunas de
estas series pronominales entre sí, así como combinaciones de formas reducidas
de pronombres libres y prefijos que, con ciertos ajustes, se flexionan a la conjunción ahtá ‘y’ para generar la serie de pronombres enfáticos . Las combinaciones de
los cinco paradigmas básicos no serán examinadas en este trabajo, ni tampoco los
factores morfosintácticos o pragmáticos a los que obedece esta profusión de marcas para codificar la relación gramatical de sujeto . En la Tabla 2 (siguiente página)
se muestran las formas léxicas de las distintas series pronominales que codifican
la relación gramatical de sujeto en Cme estudiadas en detalle en el presente trabajo .
Es posible establecer una generalización con respecto a los cinco paradigmas esenciales . Las series pronominales expresan tanto en su forma como en su
671
sbj1sg
sbj2sg
ínee
mʷee/
mʷeʔ
sbj3sg*
sbj1pl
sbj2pl
ítein/
íten/
ten
mʷeʔn/
mʷeen
sbj3pl
haʔín
aʔín
haʔíhna
aʔíhna
Demostrativo como pronombre libre
Enclíticos en posición wackernagel
=nu
=pe
=pu
=tu
=xu
=mu
Proclíticos subordinadores
neh=
peh=
tɨ=
teh=
seh=
meh=
Habla cuidada
nuʔ-
peʔ-
hahaʔpuʔ-
tuʔ-
xuʔ-
muʔmeʔ-
Habla rápida
nuu-
pee-
haapuu-
tuu-
xuu-
muu-
ne-
pe-
haø-
te-
se-
me-
n-
n-
h-
t-
s-
m-
Prefijos que acompañan al adverbio
rí ‘ya’
672
Prefijos que acompañan raíces
Formas plenas
verbales, sustantivos en función de CV
PNV, conjunción ahtá, subordinador
de propósito taʔ, y adverbio áucheʔ
‘todavía’
Alomorfos
consonánticos
Términos de parentesco, seres humanos y animados
humanos y no humanos
Inanimados con verbos agentivos
Inanimados con verbos no agentivos
✓
✓
✓
✓
✓
✓
×
×
×
×
✓
✓
×
×
×
×
✓
×
* Subespecifiados para número .
tabla 2 . Series pronominales básicas de sujeto en Cme y sus correspondientes rasgos de persona y número
veróniCa vázquez soto
Persona, relación gramatical y valor de número
Pronombres libres
la expresión De número nominal en Cora meseño
uso la oposición primaria de número singular-plural en la primera y la segunda
persona, las personas que corresponden al hablante y al oyente, es decir, a los
pah . Esta oposición se codifica en las formas pronominales mediante la estrategia del supletivismo; estrategia morfológica que Corbett (2001a: 830) considera
muy común para contrastar valores de número en la clase de los pronombres .
No obstante, a pesar de la expresión sistemática de los valores singular versus
plural en las personas que refieren a los pah, se registran excepciones vinculadas con el uso de la forma del pronombre para la tercera persona en cuatro de
los cinco paradigmas pronominales de sujeto . En este trabajo, se defiende que las
alteraciones en el uso de las formas pronominales para la tercera persona dependen tanto del carácter inanimado del sustantivo al que hace referencia el pronombre como de la clase verbal intransitiva involucrada en la predicación . Por
ello, se establece que las formas pronominales contrastivas de la tercera persona se neutralizan en una única forma subespecificada para número cuando la
tercera persona tiene como antecedentes sustantivos inanimados que ocurren
con verbos no agentivos .
7 .2 .1 . La serie de pronombres nominativos libres
Los pronombres independientes que refieren a la primera y la segunda persona del singular toman las formas ínee y mʷeʔ/mʷee, respectivamente . En cambio, las formas plurales de estos pronombres personales corresponden a ítein/
íten/ten para la primera persona, y mʷeʔn/mʷeen para la segunda . Los ejemplos
de (47) a (51) ilustran el uso de los pronombres libres en un entorno donde claramente las formas para el singular hacen referencia a un solo individuo del
mundo real, mientras que las formas para el plural designan varios individuos
del mismo, descartando así la posibilidad de usos asociativos de la primera y la
segunda persona plural (Corbett 2000: 83-84) .
(47)
pus
pues
ínee
sbj1sg
ne-ra-a-taxáh-ta
sbj1sg- objp3sg- Cmpl-decir .tr-?
tiʔ-títɨ
mah naʔ-ráanache
í
ni-ché
más sbj1sg .nC-gustar top poss1sg-casa
‘Pues yo voy a decir lo que más me gusta de mi pueblo .’
[PRES_1996_13_09_TXT_JFG_VVCC_fiestas, p. 66]
ints-algo
673
veróniCa vázquez soto
(48)
heʔi=pé
ñíʔu
aDv=sbj2sg
eviD
mʷee
sbj2sg
ti-rá-yɨʔtɨ
ms- objp3sg-poder
peh=ra-táʔixa-teʔ-n
sbr .sbj2sg =objp3sg-decir .appl-appl-irr
‘Como tú pues tú puedas explicarle .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ 0180]
(49)
(50)
mʷeʔ
híʔkʷi
í
sbj2sg
Dem .Dist .sg .enf
top
tɨ=sikíra-raʔ
híʔkʷi
sbr .sbj3=estar .redondo-sg Dem .Dist .sg .enf
‘Tú ése el que es redondo ése (encuéntralo) .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 1]
kaʔmé
como .si
ñíʔu
eviD
ten
sbj1pl
háa-te
allí/allá-Cab2
ti-aʔu-rá-nehneʔ-ri
ms-loC- Dir:Cab2-mirar .pl-pot
‘Como si nosotros estuviéramos mirando allá cuesta abajo .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C, p . 123]
(51)
mʷeʔn
se-muxatée-ka
sbj2pl
sbj2pl-presideño-gent .pl
‘Ustedes son presideños .’ [PRES_E_IJL]
Con respecto al pronombre libre para la tercera persona, éste se recluta en
como en muchas otras lenguas, a partir de las formas para los demostrativos (Bhat 2004; Siewierska 2004) . En Cme se expresa mediante las formas de
los demostrativos no visibles, así como no enfáticos del idioma .29 El paradigma de esta serie de demostrativos incluye tres grupos de formas especificadas semánticamente para distinguir el rasgo distal hamíhna/amíhna, el rasgo
proximal haíhna/aíhna, y el no visible haʔíhna/aʔíhna/haʔín . Todas estas formas codifican el valor singular del demostrativo en cuestión . La presentación
y la discusión de las formas plurales de los demostrativos no incide en la desCme,
29
El Cme presenta cuatro series de demostrativos cuyo condicionamiento depende de factores pragmáticos como el énfasis, pero también de condiciones sintácticas como el orden de palabras en la lengua . El examen cuidadoso de las formas léxicas de las distintas series paradigmáticas de demostrativos constituye un trabajo en sí mismo que rebasa la esfera de este capítulo .
674
la expresión De número nominal en Cora meseño
cripción de los demostrativos en su uso como pronombres libres, pues el Cme
recluta sólo las formas singulares de los demostrativos para su uso pronominal .
Dentro del conjunto de ejemplos de (52) a (55), se incluye la tercia contrastiva de demostrativos distal, proximal y no visible para la serie no enfática, así
como un ejemplo adicional que permite contrastar las dos formas del demostrativo no visible que dependen de la posición de dicho elemento con respecto al
núcleo verbal . Note que en posición preverbal ocurre la forma haʔín (54); mientras que en posición posverbal aparece la forma haʔíhna (55) .
(52)
mée=pu wa-réʔkaʔ
amíhna
allí=sbj3 Compl:aCross-estar .tirada .sg Dem .Dist .sg
‘No, ésa está allí (enfrente) tirada (indicando con el dedo o la mirada la silla
que aparece en una foto desde lejos) .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 10]
mm
exp
(53)
ni=kái haʔín
pʷéʔn
q=irr
Dem .prox .sg
Cop .exist1
‘¿Es ésta? (señalando y tocando una foto) .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 9]
(54)
tɨpʷáʔ
haʔín
pʷéʔne
cuando Dem.nv.sg Cop.exist1 .pot
‘Cuando ésa sea (en una instrucción, hablando de una foto) .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 3]
(55)
mm
mée=pu wa-réʔkaʔ
haʔíhna
allí=sbj3 Compl:aCross-estar .tirada .sg Dem .nv .sg
‘No, ésa está allí tirada (en una instrucción, hablando de la silla que aparece
en una foto) .’ [PRES_E_IJL]
exp
Las formas léxicas haʔín y haʔíhna, así como el alternante aʔíhna del demostrativo que ocupa la posición posverbal, son las que se usan para expresar el
pronombre libre de tercera persona singular . Estas formas pueden tener como
antecedentes a sustantivos humanos, animados o inanimados . Igualmente, la lectura que generan dichas formas puede corresponder tanto a un pronombre como
a un demostrativo . Como ya lo mencioné previamente, con respecto al número,
las formas demostrativas por sí solas están especificadas para el valor singular .
675
veróniCa vázquez soto
La tercia de ejemplos de (56) a (58) muestra la forma del demostrativo tanto con
lecturas demostrativas como de pronombre libre de tercera persona singular .
(56)
péeru
pero
kómo
como
arí
ya
ahtá
Conj
haʔíhna
Dem .nv .sg
tíʔ-ru-ɨrí
rɨʔ
tíʔ-u-ru
bien pl-Compl-alistar
‘Pero como él/ése (el niño Háatsikan) sí ya había alistado muy bien sus flechas .’ (Vázquez et al . 2009: 195)
pl-poss .refl-flecha
(57)
máske
nomás .que
puʔ-rí
sbj3sg.asp-ya
nu
eviD:finD
h-i-raʔu-tá30-huka-ta
sbj3sg-narr-panza-torso .muslos:aCross-panza- Dur
haʔíhna
Dem.nv.sg
tɨ=h-i-ʔ-íitaʔ
sbr.sbj3sg =sbj3sg-narr-ints-mujer
tɨ=h-i-tébi
sbr.sbj3sg =sbj3sg-narr-gente
‘Nomás que dicen que ya se está embarazando por toda su panza, ella/ésa la
que es claramente mujer, la que es gente .’
[CH_2001_8_TXT_JF_VVCC_ íiraʔbe, p. 22]
30
El prefijo ta- en Cme cubre algunos de los significados que tiene la preposición/adverbio
across del inglés, tal como ‘a través de’, ‘a lo largo de’, ‘transversalmente’ . El origen de este prefijo topológico en Cme es un morfema que refiere a una región del cuerpo que corresponde al
área del torso junto con los muslos . A reserva de un análisis exhaustivo sobre las distintas rutas
de gramaticalización que ha seguido el prefijo de esta región del cuerpo he optado por glosar
primero la región corporal y después añadir otra glosa un poco más específica como perfectivo,
en los contextos donde dicho prefijo se ha gramaticalizado como una marca aspectual, o bien
across cuando se ha gramaticalizado como un prefijo espacial-topológico . También he dejado
la palabra del inglés across como parte de la glosa porque aún hay varios sentidos relacionados
con dicha palabra . Así, he optado por crear una glosa que funciona, por lo pronto, como metalenguaje gramatical, dado que el español carece de un elemento que cubra una buena parte de
los sentidos atribuidos de across . La semejanza de esta palabra inglesa con el prefijo ta- del
Cme es útil para la descripción de significados topológicos de algunos morfemas espaciales en
el tañíuka yáuhkɨʔena . Tanto las fuentes como los patrones de gramaticalización de este tipo de
prefijos espaciales, temporales y aspectuales para el Cjm se discuten en Casad (2012), aunque
no siempre de manera acertada . Esta es otra de las vetas de análisis prometedoras para futuros
especialistas en cora .
676
la expresión De número nominal en Cora meseño
(58)
h-ahtá
haʔín=pu
hapʷán
sbj3sg- Conj
Dem.nv.sg =sbj3sg
pv:super
heʔ-rá-baʔɨhtsɨ
pv:super- objp3sg-echarse/aventarse
‘Y él/ése (el perro) se le encimaba .’ (Vázquez et al . 2009: 193)
Es relevante señalar que el pronombre personal no presenta las restricciones
de posición con respecto al núcleo verbal que tiene en su uso como demostrativo . Por ello, en (56) y (57) el pronombre libre haʔíhna ocurre preverbalmente,
y no en posición posverbal, siendo éste uno de los criterios que distinguen el
uso del demostrativo genuino del uso del demostrativo como pronombre personal .31
Como ya se mencionó previamente, los demostrativos en Cme especifican
número singular y plural . Sin embargo, el uso del demostrativo como pronombre libre, cuando refiere a varios individuos del mundo real, no toma la forma
plural del demostrativo, sino que marca adicionalmente la forma originalmente
singular . En estos casos, el pronombre libre ocurre con las distintas formas del
demostrativo no visible haʔíhna/aʔíhna/haʔín, pero flexionadas obligatoriamente con el prefijo me- . Este prefijo corresponde, como veremos más adelante, a la
forma de tercera plural en una de las series pronominales ligadas de tipo afijal .
Algunos ejemplos relevantes figuran de (59) a (61) donde se observa de nuevo
que el demostrativo haʔíhna/aʔíhna en su uso como pronombre libre de terce31
Hasta ahora he discutido la función del demostrativo no visible singular como pronombre
en términos de su uso . Es bastante factible que se pueda explicar este uso recurriendo al proceso
de gramaticalización y defender, en consecuencia, que el demostrativo haʔíhna/aʔíhna se ha gramaticalizado como pronombre libre en Cme . Dicho proceso de gramaticalización está, por lo demás, muy documentado en las lenguas del mundo (Heine y Kuteva 2002) . Sin embargo, prefiero
actuar con cautela a este respecto, y esperar a reunir evidencia más contundente para defender
el análisis de la gramaticalización de los demostrativos en pronombres libres en Cme . Sobre
todo, considero que la argumentación de dicho proceso diacrónico requiere del entendimiento de
las distintas series de demostrativos en el idioma . En el estado actual de mi investigación, una
de las evidencias convincentes para argumentar el proceso de gramaticalización es que el demostrativo cuando funciona como pronombre libre sí está licenciado para ocupar la posición preverbal . A reserva de un estudio exhaustivo sobre demostrativos y pronombres libres en Cme,
he optado por hablar de uso como pronombre libre cuando las formas léxicas haʔín, haʔíhna, y
aʔíhna cumplen esta función . Por esta misma razón, dichas formas cuando se usan como pronombres libres mantienen la glosa de demostrativos con sus especificaciones semánticas . También se conserva la especificación de número en la glosa cuando es adecuada .
677
veróniCa vázquez soto
ra persona puede ocurrir preverbalmente . Además, se puede observar también
que para expresar pluralidad, aparece flexionado con me- .32
(59)
(60)
m-ahtá
me-ʔíhna
sbj3pl- Conj
sbj3pl- Dem .nv
hi-y-óʔu-hana
narr-top3 .esp-it-llevar
‘Y ellos se lo llevaron por ahí .’ (Vázquez et al . 2009: 209)
m-ahtá
me-ʔíhna
hí-ʔ-ti-xá
sbj3pl- Conj
sbj3pl-Dem.nv
narr-ints-fasal:inicial-hablar
‘Y ellos, ellos empezaron a decir.’ (Vázquez et al . 2009: 190)
(61)
me-tɨihtá=nu
mi
sbj3pl-cuando=eviD:finD
enf
me-ʔín
ra-á-wabii-riʔ
tɨn=
sbj3pl- Dem .nv
objp3sg- Cmpl-pedir-appl
report=
‘Cuando dicen que ellos le pidieron que…’ (Vázquez et al . 2009: 206)
Resumiendo, la tercera persona cuya fuente es un demostrativo no visible con
valor singular requiere marcación adicional por medio de pronombres ligados
para codificar el plural . Dicha marcación adicional le confiere el estatus pleno
de pronombre libre, pues su lectura es siempre pronominal y, además, la marca
del prefijo lo restringe a exigir obligatoriamente antecedentes animados, como
en (59)-(61) . Es posible que el rechazo de la forma plural del demostrativo, y la
consecuente marcación mediante prefijos pronominales de la forma singular del
demostrativo, colabore a hacer más selectivo al pronombre reclutado de otras fuentes con respecto a sus referentes y antecedentes en el parámetro de animacidad .
En consecuencia, las restricciones de animacidad que presenta el pronombre
libre de tercera persona plural bajo una forma marcada adicionalmente revelan la
pertinencia de este parámetro para las personas pronominales en Cme y, por otro
lado, trazan una división tajante entre el comportamiento de demostrativos y pro32
Como se observa en los ejemplos de (59) a (61), en el proceso de marcación de plural, la
base demostrativa pierde su vocal inicial al añadirse el prefijo . No obstante, esta regla morfofonémica que inhibe secuencias vocálicas en el idioma en procesos de sandhi, no siempre favorece la retención de las vocales de los prefijos de persona sujeto, más adelante en §7 .2 .6 mostraré
que en otros casos se prefiere conservar la vocal inicial de la base y elidir la vocal del prefijo y,
por ello, los prefijos nominativos tienen alomorfos consonánticos .
678
la expresión De número nominal en Cora meseño
nombres independientes en el idioma . La tercera persona plural en su forma como
pronombre libre equivale hasta cierto punto a los pah, pues exige antecedentes
humanos y animados . Sin embargo, esta forma pronominal espuria adquiere el
valor plural por recursos extras que provienen de marcas pronominales genuinas .
Con base en este argumento, en este trabajo se defiende que, a diferencia de los
pah, la forma que toma la tercera persona de los pronombres libres no puede clasificarse dentro de la oposición primaria de número singular-plural en la lengua .
7 .2 .2 . Los enclíticos nominativos en posición wackernagel
La literatura morfológica y tipológica ofrece varios criterios para establecer que
una forma léxica presenta el comportamiento de un clítico . Spencer (1991: 350)
establece que los clíticos son elementos que comparten propiedades con las palabras plenas, pero carecen de la independencia usualmente asociada a las palabras . En particular, no pueden aparecer por sí solos, sino que necesitan adjuntarse a un anfitrión fonológico . Esto los hace parecerse a los afijos flexivos . Para
Bickel y Nichols (2007: 176), los clíticos son formativos ligados que no tienen
restricciones categoriales . Contrastan con los afijos que usualmente son más
selectivos con el anfitrión que toman . De acuerdo a estos últimos autores, si bien
el constituyente frasal o acentual es una propiedad de los clíticos, este criterio no
es el decisivo para definirlos, el criterio sine qua non es el hecho de que un clítico se puede adjuntar a anfitriones de diversas categorías léxicas . Los criterios
implicados en ambas definiciones resultan muy útiles para describir el comportamiento de las cuatro series pronominales ligadas de sujeto que ostenta el Cme .
A reserva de un estudio más profundo, el Cme presenta enclíticos de sujeto
que ocurren en la segunda posición de frase; un rasgo muy común en lenguas
de la familia yutoazteca (Steele 1976; Caballero 2008; Guerrero y Belloro 2010) .
Estos clíticos son conocidos ampliamente en la literatura tipológica como clíticos de posición wackernagel, término tomado a partir del nombre del famoso
filólogo del siglo xix que primeramente describió el fenómeno en 1892 para las
lenguas indoeuropeas (Spencer 1991: 355; Bickel y Nichols 2007: 177) . En los
casos más conocidos de estos clíticos, la posición wackernagel es después de la
primera frase acentuada o el sub-constituyente de ella . Note que en los siguientes ejemplos del Cme, el enclítico de sujeto se coloca en la orilla derecha de su
anfitrión, pudiendo aterrizar después de dos palabras fonológicamente indepen679
veróniCa vázquez soto
dientes, como en (62) y (63), o bien rompiendo el constituyente sintáctico formado por el cuantificador numeral y el sustantivo en la frase nominal (64) . Inclusive
el enclítico puede romper una frase posposicional colocándose entre la posposición y su objeto, como en (65) . Cabe anotar que el clítico se caracteriza como
enclítico porque ocurre en la orilla derecha de su anfitrión (Kroeger 2005: 320) .
(62)
wéika nawáʔ-ri-te=mu
wáʔ 33-u-kʷii
tres
robar-nmlz-pl=sbj3pl
objp3pl- Cmpl-morir .pl
‘Tres rateros los mataron .’ [PRES_E_IJL]
(63)
[kúura]top
corral
chiʔ
casa
wári-taʔ=pu
espalda-loC:área=sbj3
hoʔu-tá-mʷaa
loC-torso.muslo:aCross-estar .puesto .sg
‘Hablando del corral, está detrás a lo largo de la casa .’ [PRES_E_IJL]
(64)
wéika=mu nawáʔ-ri-te
wáʔ-u-kʷii
tres=sbj3pl robar-nmlz-pl objp3pl-Cmpl-morir .pl
‘Tres rateros los mataron .’ [PRES_E_IJL]
(65)
[kúura]top
corral
chíʔ=pu
casa=sbj3
wári-taʔ
espalda-loC:área
hoʔu-tá-mʷaa
loC-torso.muslo:aCross-estar .puesto .sg
‘Hablando del corral, está detrás a lo largo de la casa .’ [PRES_E_IJL]
33
En consonancia con la decisión de una escritura práctica apegada a formas subyacentes, debo
advertir que el prefijo wáʔ- de tercera persona objeto plural cuando precede al prefijo u- de aspecto
completivo sufre algunos ajustes de sonido . La consonante aproximante /w/ se fortalece en una oclusiva velar sonora /g/ . Además, la vocal central del prefijo /a/ cambia a una vocal media posterior [o]
en contacto con la vocal alta posterior /u/ del prefijo de completivo . De manera que esta regla morfofonémica produce en superficie los sonidos góʔ-u- a partir de los morfemas wáʔ- y u- . Se trata de
una regla morfofonémica porque no toda consonante aproximante /w/ en Cme se fortalece en otros
contextos idénticos al antes descrito; ni tampoco toda secuencia vocálica /au/ forma el diptongo [ou] .
Estos cambios de sonido son exclusivos de ciertos prefijos como el itivo aʔu-, o el prefijo de objeto de
tercera plural cuando entra en contacto con el prefijo de aspecto completivo -u en el templete verbal .
Por ejemplo, la raíz verbal /ˈt̻ au/ t,áu en escritura práctica, cuyo significado corresponde al verbo
‘encontrar’ mantiene el diptongo /au/ en cualquier entorno, al menos en Cme . Esta nota es pertinente
porque las vocales /a/ y /u/ son indiscutiblemente fonemas en Cme, pero el estatus de [o] como fonema es aún un hecho que debe aclararse en esta variante del cora .
680
la expresión De número nominal en Cora meseño
Dada esta evidencia, la definición de la posición wackernagel en Cme descansa en el criterio prosódico del acento, el anfitrión del clítico es la primera
cadena acentuada, ya sea que dicha cadena corresponda a un constituyente o a
una palabra .34 En este sentido, el Cme procede de la misma manera que el luiseño (Steele 1976 apud Bickel y Nichols 2007: 177) con respecto a la colocación
de los enclíticos wackernagel .35
El conjunto de ejemplos presentado a continuación muestra que los miembros del paradigma de enclíticos nominativos en posición wackernagel del Cme
ocurren en la orilla derecha de diversas clases léxicas como los demostrativos (66), los adverbios locativos (67), los sustantivos (68) y (70), las exclamaciones (69), así como después de la marca de la negación (71), cumpliendo así
con el criterio sine qua non para definir clíticos adoptado por Bickel y Nichols
(2007: 176) .36 Por otro lado, este bloque de ejemplos muestra la serie completa
de enclíticos nominativos para todas las personas del paradigma pronominal.
(66)
péeru haʔíh=nu
meʔ-yéʔmʷaʔre
pero
Dem .Dist .sg =sbj1sg
DeiC:por .ahí-tener .algo
‘Pero yo tengo por ahí ésa (prueba) .’ (Vázquez et al . 2009: 208)
(67)
hán=pe
ɨmí
hau-kái
puáʔ-me
chiʔ
aDv:arriba=sbj2sg
lejos loC-sentarse .sg .irr sbj2sg-andar .sg casa
‘Allá arriba lejos, tú vayas a sentarte arriba de la casa .’ (Vázquez et al . 2009:
210)
(68)
kúʔkuʔ=pu
wa-héʔika
víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg
‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205)
34
Es necesario desarrollar una investigación fonológica y prosódica rigurosa en Cme para
establecer las jerarquías propiamente prosódicas que intervienen en la colocación de estos
enclíticos en particular, y de los diferentes clíticos con los que cuenta este idioma en general .
35
Si bien en el bosquejo gramatical sobre el Cjm, escrito por Casad (1984: 181-183), esta serie
de pronombres es analizada como clíticos, así como marcadores de sujeto, el autor no los describe como enclíticos de segunda posición, ni tampoco argumenta que se trate de enclíticos de
posición wackernagel . Lo anterior hace que esta propuesta sea una contribución de este trabajo, al menos para el Cme .
36
En Vázquez (1994, 2010, 2013) se pueden consultar algunos criterios mínimos para establecer diversas clases léxicas en Cme. Los resultados de estos trabajos justifican en cierta medida el hecho de que los clíticos tomen como anfitriones formas léxicas que pertenecen a distintas
clases de palabra .
681
veróniCa vázquez soto
(69)
úmbi
hombre
yá=tu
así=sbj1pl
yee
eviD:fDir
tí-te-beʔ-huʔ
tɨ=ñíʔu
ms-perf- Dir:hacia .acá-andar .pl
sbr .sbj3sg =eviD
‘¡Hombre! Nosotros segurito venimos acá a que él ¿verdad?’ (Vázquez et al .
2009: 189)
(70)
páañu=xu
tiʔ-u-táawa-xɨʔ-n
paño=sbj2pl pl-Cmpl-hacer-irr-irr
‘¡Pónganse a hacer paños!’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23]
(71)
péeru ka=mú
nuʔ
m-áhta
ra-ʔasé-kaʔ
pero
neg =sbj3pl
eviD:finD
sbj3pl- Conj
objp3sg-alcanzar-pst
‘Pero y dicen que ellos no (lo alcanzaban) le atinaban .’ (Vázquez et al . 2009: 203)
De manera interesante, la expresión consistente de número expresada por la
forma y el significado mediante formas léxicas distintas en la serie de enclíticos nominativos del Cme, se cancela en la tercera persona cuando el enclítico
pronominal tiene como antecedente un sustantivo inanimado con lectura plural . En estas instancias, el enclítico presenta la misma forma observada con
antecedentes que tienen lecturas singulares como el caso mostrado previamente en (68) . Note la serie de ejemplos de (72) a (79) donde el enclítico manifiesta la forma =pu, tanto cuando refiere a una sola entidad del mundo real como
cuando designa a varias entidades del mismo .
(72)
háa=pu
allí/allá=sbj3
nigái
eviD:aCue
ʔɨpʷári
silla
haʔ-utátaʔ=pu
hóu-nee
hɨ
ʔɨpʷári
poss2sg-izquierda=sbj3
loC-mirar .sg
top
silla
‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105]
(73)
háa=pu
allí/allá=sbj3
nigái
eviD:aCue
ʔɨpʷári
silla
haʔ-utátaʔ=pu
tiʔ-a-hau-néhneʔ
hɨ
ʔɨpʷári
poss2sg-izquierda=sbj3
pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl
top
silla
‘Allí ¿verdad? Las sillas a lo largo están mirando a tu izquierda, las sillas .’
[PRES_E_IJL]
682
la expresión De número nominal en Cora meseño
(74)
háa=pu
allí/allá=sbj3
ku
eviD:aDvr .Cer
wa-téh-bee
Cmpl:aCross- Cuerpo .prs .sg-estar .parado .sg
ʔɨpʷári
silla
‘Pero si yo vi que allí a lo largo está parada, la silla (algo de lo que tú no te
percataste pero que yo sí lo vi) .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 27]
(75)
háa=pu
allí/allá=sbj3
ku
eviD:aDvr .Cer
tiʔ-a-háʔu-tee-ʔúu
ʔɨpʷári
pl- Compl:aCross-loC- Cuerpo .pl-estar .parado .pl
silla
‘Pero si yo vi que allí a lo largo están paradas, las sillas (algo de lo que tú no
te percataste pero que yo sí lo vi) .’ [PRES_E_IJL]
(76)
háa=pu
ʔɨpʷári haʔu-réʔkaʔ
allí/allá=sbj3 silla
loC-estar .tirada .sg
‘Allá la silla está tirada .’ [PRES_E_IJL]
(77)
háa=pu
ʔɨpʷári tiʔ-a-áʔu-heʔsti-men
allí/allá=sbj3 silla
pl- Compl:aCross-loC-estar .tirada .pl-pl
‘Allá las sillas están tiradas .’ [PRES_E_IJL]
(78)
ne-ɨníira
wápɨʔ=pu
maʔstá
poss1sg-anillo
aDv:Cuant .eve=sbj3
brillar
‘Mi anillo brilla mucho .’ [PRES_E_IJL]
(79)
tíʔ-ne-natsá
wápɨʔ=pu
tíʔ-maʔstá
pl-poss1sg-aretes
aDv:Cuant .eve=sbj3
pl-brillar
‘Mis aretes brillan mucho (hablando de un par de aretes, de dos aretes) .’
[PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 45]
En ninguno de los casos anteriores puede ocurrir la forma plural del pronombre ligado =mu cuando tiene como antecedente un sustantivo inanimado
que hace referencia a varias entidades del mundo real . Los hablantes consideran agramatical su presencia en estas condiciones . Note (80) y (81) .
683
veróniCa vázquez soto
(80) * háa=mu
allí/allá=sbj3pl
nigái
eviD:aCue
ʔɨpʷári
silla
haʔ-utátaʔ=mu
tíʔ-a-hau-néhneʔ
hɨ
poss2sg-izquierda=sbj3pl
pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl
top
ʔɨpʷári
silla
Lectura buscada: ‘Allí ¿verdad? Las sillas están mirando a tu izquierda, las
sillas .’[PRES_E_IJL]
(81) * tíʔ-ne-natsá
wápɨʔ=mu
tíʔ-maʔstá
pl-poss1sg-aretes
aDv:Cuant .eve=sbj3pl
pl-brillar
Lectura buscada: ‘Mis aretes brillan mucho (hablando de un par de aretes) .’
[PRES_E_IJL]
Una excepción a este patrón de comportamiento del enclítico nominativo
cuando tiene antecedentes inanimados con lectura plural, es el nominal xúʔraʔbe ‘estrella’ . Este sustantivo en lecturas plurales sí está licenciado para llevar
la forma plural del enclítico que toman usualmente los nominales animados, es
decir, =mu . Note el trío de ejemplos de (82) a (84) .
(82)
héiwa=mu
xúʔraʔbe wa-téi
aDv:Cuant .ent=sbj3pl
estrella
Cmpl:aCross-estar .sentado .pl
‘Hay muchas estrellas a lo largo (del cielo) (lit . Muchas estrellas están sentadas a lo largo (del cielo) ) .’
[PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 100]
(83)
séih=pu
xúʔraʔbe hau-tá-ka
uno=sbj3sg estrella
loC-torso .muslo:aCross-estar .sentado .sg
‘Nomás hay una estrella a lo largo (del cielo) (lit . Nomás está sentada una
estrella a lo largo (del cielo) ) .’ [PRES_E_IJL]
(84)
séih=pu
xúʔraʔbe séihreʔ
uno=sbj3sg estrella
nacer
‘Nomás hay una estrella (en el cielo) (lit . Nomás nació una estrella (en el
cielo) ) .’ [PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p . 45]
Resulta interesante tratar de explicar esta excepción en términos de la relevancia que tienen las estrellas en la mitología de los coras . Estos cuerpos celestes están fuertemente asociados con Nuestro Hermano Mayor también conocido
684
la expresión De número nominal en Cora meseño
como la Estrella de la Mañana; uno de los personajes centrales que participan
en los mitos de creación del mundo en la cultura cora (Neurath y Gutiérrez 2003:
294-298) . De hecho, Alcocer y Neurath (2007: 35) conciben a Háatsikan, el héroe
cultural cora, como la representación de la Estrella de la Mañana que mata a la
serpiente que habita en el mundo acuático, un hábitat a partir del cual se construye el universo cora . Según esta mitología, cada día, la estrella de la mañana
mata a la serpiente con su flecha, y luego la serpiente es ofrecida al dios solar
como alimento . De esta manera, el astro diurno logra transformar la energía destructora de la serpiente en bendición . Probablemente, dado el hecho de que las
estrellas en la cultura cora representan al personaje central El Hermano Mayor en
el sistema de parentesco, responsable de la creación del mundo, dichas entidades
se categorizan gramatical y semánticamente como seres animados . Es interesante
que la categorización del nominal como animado no se marca mediante alguno de
los sufijos disponibles en la lengua para sustantivos animados que marcan pluralidad, como -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ, mencionados previamente en §6 .2 .37
Más bien la categorización del nominal como ser animado se descubre a través
de la prueba de los pronombres ligados del idioma, es decir, gracias a la otra
categoría nominal que expresa número en la lengua . De ahí, la relevancia de
estudiar la expresión de número nominal tanto en los sustantivos como en los
pronombres, pues la clase léxica y la clase funcional proporcionan diferentes
37
El dictaminador anónimo especialista en cora mariteco señala que en Cjm ha registrado las
formas xú’ura’abe ‘estrella’ y xú’ura’abe-tye ‘estrella-pl’ en contextos de elicitación . También
menciona que ha registrado en esta variante dialectal un grupo reducido de sustantivos inanimados que se comportan como animados porque pueden tomar marcas de plural como es el
caso de: yaakwá ‘hongo’, yaakwá-tye ‘hongos’, tyá’u ‘huevo’, tyá’u-tye ‘huevos’, chuá’apu ‘casa
de insectos’, chuá’apu-tye ‘casas de insectos’, wáta’ari ‘peyote’, wáta’ari-ka ‘peyotes’, hí’ɨ ‘ojo’,
hí’ɨ-si ‘ojos’, aatáh ‘testículo’, aatá-ri ‘testículos’ . Este mismo dictaminador sugiere que tal vez
todos estos sustantivos tengan referentes asociados a distintas formas de animacidad en la tradición cultural cora . Asimismo, reporta que, en contexto de elicitación, algunos nombres de móviles se pueden pluralizar como káarru-tye para ‘carros’ . Sin embargo, anota que otros nombres
de móviles no tienen acceso a los sufijos para animados humano y no humanos en Cjm . Todas
las formas léxicas antes mencionadas siguen la ortografía práctica adoptada para el Cjm con la
que el dictaminador anónimo citó estos vocablos . Por otro lado, de acuerdo con este dictaminador, sugiero que es necesaria una investigación de mayor profundidad léxica tanto en contextos de elicitación como en contextos de habla natural para establecer la última palabra sobre
la pluralización de nombres inanimados en diferentes variantes del cora . Además, también es
imprescindible describir qué tipo de marcas pronominales nominativas acompañan a este grupo reducido de nominales inanimados en una construcción predicativa .
685
veróniCa vázquez soto
tipos de evidencia para la expresión de número nominal de acuerdo a la categorización o recategorización respecto al rasgo de animacidad .
Por lo tanto, salvo el caso del sustantivo xúʔraʔbe ‘estrella’, el resto de los
inanimados que se han registrado en el corpus digital toman sólo la forma singular del enclítico cuando hacen referencia a varias entidades del mundo real .
En contraste con el conjunto de ejemplos de (72) a (79), si el antecedente del
enclítico de tercera persona es un sustantivo que refiere a seres humanos o seres
animados, la distinción para la tercera persona plural florece sin restricción alguna mediante la forma =mu del pronombre ligado . Note los ejemplos de (85) a (88)
donde se mantienen tanto el verbo postural bee ‘estar .parado .sg’, como el verbo nee
‘mirar .sg’ con el fin de no alterar la clase verbal involucrada en la demostración .
(85)
yée=pu
eviD:fDir=sbj3sg
wa-téh-bee
Cmpl:aCross- Cuerpo .prs .sg-estar .parado .sg
hɨ
tébi
tɨ=yúuri
tua
persona sbr .sbj3sg=maíz vender
‘Aquí está parada la persona que vende maíz .’ [PRES_E_IJL]
top
(86)
yée=mu
wa-te-ʔúu
eviD:fDir=sbj3pl
Cmpl- Cuerpo .pl-estar .parado .pl
t,áɨte méh=yúuri
tua
gente sbr .sbj3pl=maíz vender
‘Aquí están paradas las personas que venden maíz .’ [PRES_E_IJL]
í
top
(87)
méh-ti-bee
ahí .sg-?-estar .parado .sg
páʔrɨʔ
niño
ne-utátaʔ=pu
hóu-nee
poss1sg-izquierda=sbj3sg
loC-mirar .sg
‘Ahí está parado el niño mirando a mi izquierda .’ [PRES_E_IJL]
(88)
mému-ti-ʔúu
ahí .pl-?-estar .parado .sg
tɨʔrí
niño .pl
ne-utátaʔ=mu
hou-néhneʔ
poss1sg-izquierda=sbj3pl
loC-mirar .pl
‘Ahí están parados los niños mirando a mi izquierda .’ [PRES_E_IJL]
686
la expresión De número nominal en Cora meseño
Los datos antes discutidos sugieren que en el paradigma pronominal de los
enclíticos nominativos aparece una escisión en la tercera persona basada en
los mismos fundamentos que justifican la escisión en la expresión de plural en los
sustantivos del idioma . Recuérdese que los segmentos más bajos en la Jerarquía
de Animacidad, como los sustantivos inanimados, no tienen acceso a la oposición primaria de número singular-plural . Siguiendo esta escisión, el pronombre de tercera persona no accede a dicha oposición primaria, a pesar de tener
formas distintivas para expresar los valores de singular y plural, cuando tiene
como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural . Por lo tanto, el
sistema de enclíticos pronominales nominativos en posición wackernagel del Cme
presenta una escisión en la tercera persona, dado que la animacidad del sustantivo que antecede al pronombre es un rasgo relevante para expresar la distinción de número en la forma pronominal . La forma diferenciada del singular y el
plural de la tercera persona está restringida a antecedentes que refieren a seres
humanos, así como a sustantivos animados . La serie de ejemplos de (89) a (93)
da cuenta de esta generalización . Note en especial que en (93) el tipo de verbo
involucrado es un intransitivo existencial y la distinción de la marca plural =mu
sí se manifiesta teniendo como antecedente un sustantivo animado plural como
kúʔkuʔ-se ‘víboras’ .
(89)
kúʔkuʔ=pu
wa-héʔika
víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objpsg
‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205)
(90)
t,áɨte=pu
h-í-ʔ-kɨʔn
gente=sbj3sg sbj3sg-narr-ints-comer .cosas .vivas
‘(La víbora) Se tragaba a la gente .’ (Vázquez et al . 2009: 186)
(91)
pus
séih=pu
kúʔkuʔ wayéʔi
pues uno=sbj3sg víbora exist .nhum
‘Pues siempre anda una víbora por acá .’ [PRES_E_IJL]
(92)
péeru ká=mu
nuʔ
m-ahtá
ra-ʔáse-kaʔ
pero
neg =sbj3pl
eviD:finD
sbj3pl- Conj
objp3sg-alcanzar-pst
‘Pero y dicen que ellos no (lo alcanzaban) le atinaban .’ (Vázquez et al . 2009:
203)
687
veróniCa vázquez soto
(93)
pus
héiwa=mu
wáxua
hɨ
kúʔkuʔ-se
pues aDv:Cant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl
‘Pues hay muchas víboras .’
[PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranesyvíboras, p . 24]
Así, si bien el pronombre de tercera persona cuenta con dos formas para la
oposición singular-plural, =pu y =mu respectivamente, dichas formas se neutralizan en la forma singular =pu cuando les antecede un nombre inanimado
con lectura plural . A esto se debe que la escisión del pronombre de tercera persona dependa de su uso y de las propiedades de animacidad del sustantivo mismo, más que del paradigma pronominal disponible que cuenta claramente con
dos formas contrastivas . Por todos estos motivos, en este trabajo se defiende
que la forma =pu está subespecificada para número dado que según la animacidad de su antecedente puede referirse tanto a varias entidades del mundo real
como a una sola entidad del mismo . En contraste, la forma =mu siempre hace
referencia a múltiples entidades e individuos del mundo real . De ahí que =mu
se glose consistentemente como tercera persona plural, a diferencia de =pu que se
glosa como tercera persona sujeto sin especificar el valor de número en los casos en que sus antecedentes son sustantivos inanimados más otra especificación contextual que se establecerá con mayor detalle a continuación .
7 .2 .3 . El rasgo de agentividad del verbo involucrado en la predicación
Aunque la animacidad del antecedente nominal condiciona el uso de la forma
del enclítico de tercera persona, el tipo de verbo también influye decisivamente
para que florezca la oposición primaria singular-plural . Por ello, en este estudio
se defiende que los verbos agentivos favorecen la emergencia de las formas distintivas de la tercera persona para los valores singular y plural, aunque tengan
como antecedentes a sustantivos inanimados .
Antes de presentar los datos que apoyan este análisis, es importante definir
las nociones de verbos intransitivos agentivos y no agentivos que se asumen en
este trabajo . De acuerdo con Mithun (1991: 516-518), en las lenguas agentivas
aparece una división entre los verbos intransitivos que depende de los rasgos semánticos de control, instigación, volición y actuación del argumento del predicado . Los predicados agentivos como ‘cantar’, ‘gritar’, ‘saltar’, o los verbos de
movimiento que designan eventos como ‘ir’ y ‘venir’ muestran dichos rasgos
688
la expresión De número nominal en Cora meseño
semánticos . Estos predicados implican que su argumento realiza, efectúa, instiga, inicia y controla el evento . En contraste, los predicados no agentivos implican
que su único argumento no ejerce volición, no actúa, no provoca, no estimula,
ni controla la situación denotada por el predicado . Entre estos predicados se encuentran algunos estados como ‘estar enfermo’, ‘tener frío’, ‘ser alto’; aunque
algunos otros estados como ‘ser prudente’ o ‘vivir en algún lado’ pueden considerarse como instigados y controlados por el participante . Inversamente, algunos
eventos como ‘caer’, ‘caerse’, ‘morirse’ no son efectuados, instigados ni controlados por su participante . Por ello, la relación evento y estado no es isomórfica
con la relación agentivo y no agentivo . Así, en cada lengua es necesario buscar
mediante pruebas gramaticales si existe una división entre estos dos tipos de
predicados intransitivos . De acuerdo a esta importante escisión entre los verbos
intransitivos, las lenguas pueden clasificarse en agentivas y no agentivas . En
Mesoamérica se ha mostrado que existe un alineamiento agentivo en algunas
lenguas otomangues como el amuzgo (Smith-Stark y Tapia 2002), el chinanteco (Foris 2000), y el otomí (Palancar 2009); y dentro de la familia maya, se ha
documentado para el chol (Vásquez 2002; Gutiérrez 2004; Zavala 2007), y el
chontal (Osorio 2005; Zavala 2007) .
En Cme, el comportamiento de la tercera persona manifiesta reflejos del rasgo de agentividad, de acuerdo a la definición de Mithun (1991) . Sin embargo,
los reflejos de la agentividad en varios paradigmas del sistema pronominal ligado no conducen a argumentar que esta lengua presenta un alineamiento
agentivo, a la manera en que se ha demostrado para las lenguas del tronco otomangue y de la familia maya . Los reflejos de la agentividad en Cme se pueden
detectar en la tercera persona porque la distinción singular-plural en dicha persona emerge cuando en la predicación están involucrados verbos agentivos, a
pesar de que los antecedentes del pronombre sean sustantivos inanimados con
lectura plural . En contraste, si en las mismas condiciones se presentan verbos
no agentivos, la distinción singular-plural en el pronombre se neutraliza, como
es el caso de muchos de los ejemplos discutidos en §7 .2 .2 .
Note el siguiente bloque de ejemplos donde en el par (94) y (95) se observan
las dos formas distintivas para el valor de número de la tercera persona en una
predicación con el verbo ráʔraʔ ‘volar’, mientras que en el par de emisiones en
(96) y (97) se manifiesta una única forma de la tercera persona en una predica689
veróniCa vázquez soto
ción con el verbo káabeʔ ‘estar suspendido .sg’ tanto para hacer referencia a una
sola entidad como a varias entidades del mundo real . En este grupo de ejemplos se mantiene el mismo sustantivo inanimado, ya sea como un préstamo del
español pelóota ‘pelota’, o bien en su forma nativa takʷátsi ‘pelota’ .
(94)
háa=pu
pelóota héʔ-raʔraʔ
allí/allá=sbj3sg pelota
pv:super-volar
‘Allá arriba está volando la pelota .’ [PRES_E_IJL]
(95)
háa=mu
pelóota héʔ-raʔraʔ
allí/allá=sbj3pl pelota
pv:super-volar
‘Allá arriba están volando las pelotas .’ [PRES_E_IJL]
(96)
háa=pu
hiʔ
káabeʔ
hɨʔkʷi
allí/allá=sbj3 narr estar .suspendido .sg Dem .Dist .enf
‘Allá está suspendida esa pelota .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ p . 140]
(97)
háa=pu
allí/allá=sbj3
takʷátsi
pelota
héʔ-kaabibiɨh-men
pv:super-estar .suspendido .pl-pl
takʷátsi
pelota
‘Allá arriba están suspendidas esas pelotas .’ [PRES_E_IJL]
híʔkʷi
Dem .Dist .enf
Los ejemplos en (94) y (95) muestran que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ se comporta
como agentivo en la gramática dado el uso de las formas contrastivas para singular y plural de la tercera persona del enclítico . De alguna suerte, el verbo agentivo le proporciona los rasgos de animacidad y agentividad a un sustantivo inanimado . En cambio, el verbo káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’ se comporta como no
agentivo dado que neutraliza el uso de dichas formas contrastivas, y no le concede animacidad al sustantivo inanimado . En esta línea de análisis, y por la prueba
del enclítico de tercera persona, otros verbos no agentivos son nee ‘mirar .sg’, bee
‘estar .parado .sg’, réʔkaʔ ‘estar .tirado .sg’, así como maʔstá ‘brillar’, discutidos previamente en varios ejemplos en §7 .2 .2 . Además de ráʔraʔ ‘volar’, otros verbos
agentivos que favorecen la emergencia de las formas pronominales distintivas
de la tercera persona son tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná ‘brincar .prog’ .
690
la expresión De número nominal en Cora meseño
(98)
chuá-taʔ=pu
t,iʔ-u-téenei
tierra-loC:área=sbj3sg
ap- Cmpl-bailar .sg .perf
‘Bailó en el suelo, el trompo .’ [PRES_E_IJL]
í
top
tróompo
trompo
(99)
chuá-taʔ=mu
t,iʔ-u-néi
í
tierra-loC:área=sbj3pl ap-Cmpl-bailar .pl .perf top
‘Bailaron en el suelo, los trompos .’ [PRES_E_IJL]
tróompo
trompo
(100)
wápɨʔ=pu
tsuná
karretíiya
aDv:Cuant .eve=sbj3sg
brincar .prog carretilla
‘La carretilla está brincando mucho .’ [PRES_E_IJL]
(101)
wápɨʔ=mu
tsuná
karretíiya
aDv:Cuant .eve=sbj3pl
brincar .prog carretilla
‘Las carretillas están brincando mucho .’
[PRES_2008_14_10_TXT_D&B_VVCC_trabajosvarón, p . 48]
Los datos anteriores revelan que la distinción de número en las formas pronominales de la tercera persona se presenta consistentemente cuando los participantes inanimados ocurren con verbos intransitivos agentivos, pues el enclítico
de tercera persona plural =mu sí se registra cuando lleva como antecedente al
participante inanimado pelóota ‘pelota’ con lectura plural en (95); esto mismo
se observa para el sustantivo tróompo ‘trompo’ en (99), al igual que en (101)
para el nominal karretíiya ‘carretilla’ .
Enfatizo que este fenómeno que presenta la tercera persona en los enclíticos
nominativos sólo se caracteriza como un reflejo del rasgo de agentividad y para
nada a partir de él se pretende argumentar que la lengua tiene un alineamiento
de tipo agentivo, a la manera que se ha establecido para algunas lenguas del área
mesoamericana . Este patrón es análogo a lo que reporta Martínez (2012: 1, 7)
para el tsotsil del ejido Lázaro Cárdenas en el municipio de Huixtán, Chiapas, de
aquí en adelante abreviado como tsolC, lengua perteneciente a la familia maya .
Este autor defiende que existe una prueba que determina la distinción entre verbos intransitivos agentivos y no agentivos . Se trata del complemento no finito
cuyo predicado matriz suj ‘obligar’ selecciona un complemento no finito agentivo y es agramatical con complementos no finitos intransitivos no agentivos (Martínez 2012: 9) . Note el par de ejemplos en (102) y (103) provenientes del tsolC .
691
veróniCa vázquez soto
(102)
Laj
tsolC
Cp
s-suj-ø
a3-obligar-b3
s-tseb-o
ti
a3-niña-foC
Det
[ti
prep
ve’-el]CC
comer-nom
ants=e
mujer=enC
‘La mujer obligó a que su niña comiera . [txt019/45]’ (Martínez 2012: 44)
(103) * Laj
tsolC
Cp
s-suj-ø
a3-obligar-b3
[ti
prep
cham-el]CC
morir-nom
s-tseb
ti
ants=e
a3-niña
Det
mujer=enC
Lectura buscada: ‘La mujer le obligó morir a su hija .’ (Martínez 2012: 45)
Para Martínez (2012: 44-45), estos ejemplos muestran los reflejos de la agentividad en la gramática del tsolC, pues suj ‘obligar’ sólo acepta complementos
de verbos intransitivos agentivos como ve’ ‘comer’ (102), y rechaza verbos intransitivos no agentivos como cham ‘morir’ (103) . Desde la perspectiva asumida en
el presente trabajo, el complemento no finito cuyo predicado matriz es suj ‘obligar’, presenta un comportamiento análogo al de las formas pronominales de la
tercera persona en Cme cuando tienen como antecedentes a sustantivos inanimados en predicaciones que involucran verbos agentivos y no-agentivos . Influenciada por el trabajo de Martínez (2012) sostengo que, si bien el Cme no es una
lengua con alineamiento agentivo, la gramática del idioma presenta reflejos de la
agentividad en las formas que manifiesta la tercera persona cuando aparece con
verbos agentivos versus verbos no agentivos .
De manera esperada, los nominales humanos y animados siempre van a tomar las formas contrastivas para singular y plural del enclítico con los verbos
agentivos, al igual que se demostró para el caso de los verbos no-agentivos en
§7 .2 .2 . Algunos pares de ejemplos relevantes aparecen a continuación:
(104)
háa=pu
pínaʔ
héʔ-raʔraʔ
allí/allá=sbj3sg pájaro pv:super-volar
‘Allá arriba está el pájaro volando .’ [PRES_E_IJL]
(105)
háa=mu
pínaʔ-si
héʔ-raʔraʔ
allí/allá=sbj3pl pájaro-pl pv:super-volar
‘Allá arriba están los pájaros volando .’ [PRES_E_IJL]
692
la expresión De número nominal en Cora meseño
(106)
táachui wápɨʔ=pu
ti-tsúnaʔi
rana
aDv:Cuant .eve=sbj3sg
ms-brincar .sg .hab
‘La rana brinca mucho .’ [PRES_E_IJL]
(107)
táachui-te wápɨʔ=mu
tsuná
rana-pl
aDv:Cuant .eve=sbj3pl
brincar .pl .hab
‘Las ranas brincan mucho .’ [PRES_E_IJL]
De esta manera es posible corroborar que en Cme la forma diferenciada del
singular y del plural para la tercera persona de los enclíticos nominativos en
posición wackernagel procede sin ningún tipo de restricción para antecedentes que refieren a seres humanos y sustantivos animados . En estas instancias,
no hay restricciones por el tipo de sustantivo, ni tampoco por la agentividad del
verbo .
Como se reporta tangencialmente en Vázquez (2013: 149-153), el uso del enclítico nominativo de tercera persona =pu no sólo depende del carácter animado
o inanimado del sustantivo que antecede al pronombre, sino también está vinculado a la clase del verbo que aparece en la predicación . Los sustantivos inanimados con lectura plural cuando ocurren con verbos no agentivos posturales como
bee ‘estar .parado .sg’, réʔkaʔ ‘estar .tirado .sg’, káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’, así
como con verbos de la clase intransitiva no agentiva como nee ‘mirar .sg’, maʔstá
‘brillar’, neutralizan la distinción formal singular versus plural del enclítico para
la tercera persona, pues la tercera persona muestra únicamente la marca =pu,
tanto para referirse a una sola entidad del mundo real como a varias entidades
del mismo . En franco contraste, los sustantivos inanimados cuando funcionan
como antecedentes del enclítico en predicaciones que involucran verbos intransitivos agentivos manifiestan el comportamiento observado para las personas
que designan a los pah, pues la distinción de marcas pronominales entre el singular y el plural se establece a través de dos formas distintivas, =pu y =mu respectivamente . Por la prueba del pronombre de tercera persona, algunos de los
verbos agentivos en Cme son: ráʔraʔ ‘volar’, tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná ‘brincar .prog’ .
Todos los ejemplos antes discutidos constituyen evidencia convincente para
argumentar que el uso de la marca pronominal para la tercera persona singular =pu, como se ha glosado en estudios previos sobre otra variante del cora
693
veróniCa vázquez soto
que corresponde a la del Cjm (Casad 1984: 297) tiene un sentido básico correspondiente a la relación gramatical sujeto, y está especificada sólo para la tercera persona en algunos contextos, al menos en Cme . La especificación del valor
de número de la tercera persona se obtiene a partir del uso cuyo condicionamiento obedece al tipo de sustantivo que funciona como antecedente del pronombre, así como a la clase verbal involucrada en la predicación . De ahí que la
glosa de tercera persona sujeto que se propone para el enclítico en este trabajo
esté subespecificada para valores de número en los casos en que tiene sustantivos inanimados con verbos no agentivos, como en los ejemplos (96) y (97) por
mencionar los citados más inmediatamente .
Tal como lo sugieren los estudios tipológicos (Corbett 2000: 62), en Cme la
tercera persona suele estar restringida por el tipo de antecedente para el que
es apropiada, a diferencia de los pah que no suelen estarlo . Finalmente, el Cme
aporta a la tipología sobre marcación de número en los pronombres un factor
más que es necesario tomar en cuenta, aquel que tiene que ver con el carácter
agentivo o no agentivo del verbo que ocurre en la predicación .
En suma, si bien en Cme el enclítico pronominal de tercera persona cuenta con dos formas distintivas para el singular y el plural, =pu y =mu, el uso de
estas formas se neutraliza recurriendo únicamente a la forma =pu cuando el antecedente es un sustantivo inanimado de lectura plural que además ocurre en
una predicación cuyo verbo pertenece a la clase intransitiva no-agentiva . Estas
restricciones que surgen del antecedente nominal del pronombre y del verbo
involucrado en la predicación se van a examinar para las otras tres series básicas de pronombres ligados que ostenta el Cme .
7 .2 .4 . Los proclíticos nominativos con función de subordinadores
El náayari yáuhkɨʔena presenta, además, una serie de proclíticos que codifican
la función gramatical de sujeto en una cláusula incrustada . Por ello, esta serie
pronominal tiene la facultad de indicar subordinación sintáctica para distintos
tipos de construcciones complejas, entre las cuales se encuentran las cláusulas
relativas, las cláusulas de complemento y las cláusulas de propósito .
Los proclíticos subordinadores de sujeto que refieren a la primera y la segunda persona del singular toman las formas neh= y peh= respectivamente . En
cambio, las formas plurales de dichos proclíticos corresponden a teh= para la pri694
la expresión De número nominal en Cora meseño
mera persona, y seh= para la segunda . Con respecto a la tercera persona, su
forma corresponde a tɨ= y, al igual que como se estableció para los enclíticos
de sujeto en cláusulas simples, esta forma no está especificada para número en
ciertos entornos dado su condicionamiento por animacidad y agentividad que
se discutirá más adelante . El uso de la tercera persona plural meh= está restringido a antecedentes animados, así como para antecedentes inanimados que
ocurren con verbos agentivos .
Los ejemplos de (108) a (113) ilustran el uso de estos proclíticos en un contexto donde claramente las formas para el singular hacen referencia a un solo
individuo del mundo real, mientras que las formas para el plural designan a
varios individuos del mismo . Al igual que los enclíticos en posición wackernagel, estos clíticos toman como anfitriones a diversas clases léxicas como
evidenciales (108) y (110), verbos (109) y (113), sustantivos (111), y adverbios
aspectuales (112) . Estas formas pronominales ligadas funcionan como proclíticos porque se colocan en la orilla izquierda de su anfitrión (Kroeger 2005:
320) . En muchas instancias, estos proclíticos están marcados como tónicos porque tienen la capacidad de portar el acento cuando se unen a palabras monosílabas, e inclusive tienen la capacidad de cambiar el acento de la frase verbal . Se
catalogan como formas léxicas ligadas que cambian el acento de la emisión .38
Hago esta anotación para no confundir al lector dado que uno de los criterios
principales para definir clíticos es el hecho de que los formativos ligados no
llevan acento .39 Reitero que es necesario un estudio profundo sobre las características de los clíticos en Cme donde se tendrán que jerarquizar sus rasgos y
propiedades .
38
Hasta cierto punto estos proclíticos se asemejan a los afijos que cambian el acento de una
raíz o una frase verbal como es el caso de los sufijos neutros con respecto al acento, o los sufijos que cambian el acento que se reportan en Caballero y Carrol (2015: 460-463) para el rarámuri de Choguita .
39
Uno de los dictaminadores anónimos señala que Aikhenvald (2002: 47, 48) reporta casos
interesantes donde los clíticos pueden llevar acento . Por ello, el dictaminador sugiere que el paradigma de subordinadores sujeto del Cme puede ajustarse a esta observación del comportamiento de los clíticos translingüísticamente . Esta es una posibilidad analítica que sólo un estudio
profundo de acento y tono en Cme podrá despejar . Más bien, es necesario investigar los correlatos del acento y determinar las condiciones del registro de tono alto en este idioma .
695
veróniCa vázquez soto
(108)
mée=nu
por .ahí=sbj1sg
yée=wi
eviD:fDir=enf
yéʔmwaʔre néh=ñiʔu
hí-ra-a-heʔika
tener .algo
sbr .sbj1sg =eviD
narr- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg
‘Porque yo sí por ahí yo segurito, tengo (la prueba) de que yo segurito, la
maté .’ (Vázquez et al . 2009: 188)
(109)
heʔi=pé
ñiʔu
aDv=sbj2sg
eviD
mʷee
sbj2sg
ti-rá-yɨʔti
ms- objp3sg-poder
peh=ra-táʔixa-teʔ-n
sbr .sbj2sg =objp3sg-decir .appl-appl-irr
‘Como tú pues tú puedas explicarle .’
[PRES_2008_X_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ 0120]
(110)
háʔtɨ
persona
héʔ-che
DeiC .Dist-vivir
tí=nuʔ
sbr .sbj3sg =eviD:finD
ha-rí
asp .sbj3sg-ya
kúʔkuʔ
víbora
sei
wa-héʔika
uno Compl-matar .objpsg
‘Dicen que vivía allá una persona, que ya había matado a una víbora .’
(Vázquez et al . 2009: 188)
h-ahtá
sbj3sg- Conj
(111)
ítehmi
objp1pl
hí-ku
narr- eviD:aDvr .Cer
teh=pú-rɨkɨ
sbr .sbj1pl=asert- Cop .exist2
teh=náayari
sbr .sbj1pl=cora
ayéin=pu
así=sbj3sg
ta-a-t,áhtua
objp1pl- Cmpl-dejar
heʔitáʔ
hɨʔ
hɨ
terréeno
a .la .mitad Dem .nv top terreno
‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que Dios nos donó la tierra aunque otros no se percataron de ello) .’
[PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88]
696
la expresión De número nominal en Cora meseño
(112)
mmm
mmm
hée
sí
tɨ=káixɨ
sbr .sbj3=todavía
haité-mʷamʷáni-hmein
espalDa-tener .algo .redondo-pl
túmin seh=káixɨ
ra-wáhka-kaʔ
dinero sbr .sbj2pl=todavía objp3sg-jugar-pst
‘Mmm, sí (la foto) que todavía no tiene atrás moneditas, dinero, que ustedes
todavía no la han jugado .’
[PRES_2008_17_10_ENV_F&B_VVCC_B&C_p, 27]
(113)
xántaaruʔ
soldado
ø-tiʔái-teʔ
sbj3sg-mandar- Caus
para méh=ra-héʔika
hɨ
kúʔkuʔ
para
sbr .sbj3pl=objp3sg-matar .objpsg
top
víbora
‘Mandó (a muchos) soldados para que ellos la mataran, a la víbora .’ (Vázquez
et al . 2009: 187)
La serie de estos proclíticos es muy similar en su forma sonora a los prefijos
de sujeto que discutiré más adelante en §7 .2 .6 . Sin embargo, su comportamiento
morfológico corresponde a pronombres ligados bajo la forma de clíticos porque
se hospedan en diferentes clases de palabras . Por otro lado, la diferencia fonológica de la serie de proclíticos con respecto a la serie de prefijos es la presencia
de una consonante laríngea /h/ cerrando la sílaba CVC que forma el proclítico, a
excepción de la tercera persona subespecificada para número en ciertos contextos, que se expresa mediante la forma tɨ= . Esta forma puede observarse en (110) .
Por ello, el proclítico tɨ= no se registra en la serie de los prefijos, pues en ese paradigma la tercera persona es una marca cero, o bien puede expresarse con la
forma prefijal h- . La forma tɨ= tampoco se asemeja a las formas que presenta
la tercera persona en los otros dos paradigmas de pronombres ligados del Cme,
correspondiente a =pu en la serie de enclíticos de posición wackernagel, discutida extensamente en §7 .2 .2, y correspondiente a puʔ- en la serie de prefijos que
acompañan a adverbios aspectuales que se examinan en §7 .2 .5 .40
Al igual que en el caso de los enclíticos nominativos, la expresión consistente de número expresada por la forma y el significado mediante formas léxicas
40
Este comentario puede ser pertinente para futuras investigaciones diacrónicas, ya sea de
lingüística histórica comparada, o bajo teorías de gramaticalización . El proclítico tɨ= tal vez se
desarrolló a partir del proclítico reportativo y complementante del idioma cuya forma es tɨn= .
697
veróniCa vázquez soto
distintas, se cancela en la tercera persona en la serie de proclíticos subordinadores cuando el proclítico pronominal tiene como antecedente un sustantivo inanimado con lectura plural en una predicación que involucra un verbo no agentivo . En estas instancias, el proclítico presenta la misma forma observada con
antecedentes que tienen lecturas singulares . Note la tercia de ejemplos de (114)
a (116) donde el subordinador sujeto de tercera persona manifiesta la forma tɨ=,
tanto cuando su antecedente refiere a una sola entidad del mundo real como
cuando designa a varias entidades del mismo .
(114)
mʷeʔ
sbj2sg
hɨʔkʷi
Dem .Dist .enf
í
top
ti=sikíra-raʔ
sbr .sbj3=estar .redondo- Cp .inh .sg
híʔkʷi
Dem .Dist .enf
‘¡Tú! ésa (la chunche) que es redonda ésa (encuéntrala) .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 1]
(115)
kómu hɨʔsí-araʔn ti=nigái
h-í-ʔ-sei-reʔ
como ojo-poss3sg sbr .sbj3=eviD:aCue sbj3-narr-ints-ver-Caus
‘Como su ojo que ¿nos consta, verdad? Se muestra .’ (Vázquez et al . 2009: 194)
(116)
tɨ=t,iʔ-úu
sbr .sbj3= pl-estar .parado .pl
tɨ=tíʔ-bi-béh-men
más tɨ=tíʔ-kíleʔin
sbr .sbj3= pl-reD:pl-estar .grande-pl
más sbr .sbj3= pl-estar .chico
‘Los que están parados (los árboles) los que están grandes más los que están
chiquitos .’ [PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_lasiembra, p . 39]
De manera esperada, en los casos en que una relativa tiene como núcleo un
demostrativo, híʔkʷi ‘Dem .Dist .enf’, que refiere a una entidad inanimada ‘la chunche’ (114), o bien cuando una relativa tiene como núcleo un sustantivo inanimado
hɨʔsí-araʔn ‘su ojo’, que designa una parte del cuerpo (115), ocurre el subordinador nominativo de tercera persona tɨ= . Sin embargo, cuando dicho subordinador
tiene como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural no toma la
forma meh= (113), sino mantiene la forma tɨ= . Tal es el caso de (116) donde el significado para ‘árboles’ se expresa mediante una construcción finita tɨ=t,iʔ-úu ‘los
698
la expresión De número nominal en Cora meseño
que están parados’ para luego modificar esta construcción mediante las relativas
libres tɨ=tíʔ-bi-béh-men ‘los que están grandes’ y tɨ=tíʔkíleʔin ‘los que están chiquitos’ . A pesar de que el último dúo de relativas tiene como antecedente un inanimado plural, lo cual se deduce por pistas verbales como el prefijo t,iʔ- y la raíz
supletiva plural úu ‘estar parado .pl’, la modificación se expresa a través del proclítico nominativo para tercera persona tɨ=, y no por la forma plural del proclítico
correspondiente a meh= . Gracias a la evidencia de este ejemplo, se deduce que el
proclítico nominativo tɨ= está subespecificado para número . Otros ejemplos confiables provenientes del corpus que confirman la subespecificación de número
del proclítico subordinador de tercera persona cuando ocurre con antecedentes
inanimados con verbos no agentivos figuran en (118) y (120) .
(117)
ni=haʔ 41-túʔn
pwéʔn
tí=men
káabiɨh
q= poss2sg-calzón
Cop .exist1
sbr .subj3=allí
estar .colgado .sg
‘¿Es tu calzón el que está colgado allí?’ [PRES_E_IJL]
(118)
ni=haʔ-túʔn
q= poss2sg-calzón
tíʔ-pweʔn
pl- Cop .exist1
tí=men
kaabibíɨh-men
sbr .subj3=allí
estar .colgado .pl-pl
‘¿Son tus calzones los que están colgados allí?’
[PRES_2008_14_10_TXT_I&A_VVCC_trabajosmujer, p . 68]
(119)
pelóota tɨ=ráʔraʔ-kaʔ
fóoto hetsé
pelota
sbr .subj3=volar-pst
foto
posp:en
‘La pelota que volaba en la foto .’ [PRES_E_IJL]
(120)
pelóota tɨ=tiʔ-ráʔraʔ-kaʔ
fóoto hetsé
pelota
sbr .subj3= pl-volar-pst
foto
posp:en
‘Las pelotas que volaban en la foto .’
[PRES_2008_14_10_TXT_I&A&T_VVCC_conversaciónB&C, p . 3]
41
La confluencia del clítico para marcar interrogación ni= junto con el prefijo posesivo de
segunda persona singular háʔ- se reducen en nia en la superficie fonética . En esta fusión se
pierden la consonante laríngea /h/ y la glotal /ʔ/ del prefijo posesivo dejando solamente una
vocal oral, sin ningún rasgo laríngeo . Apegada a una escritura práctica de formas subyacentes,
anoto la forma de ambos morfemas antes de la elisión laríngea, y la reducción de dos sílabas a
una sola, advirtiendo que en el nivel fonético superficial lo que se escucha es una sola sílaba formada por dos vocales orales que corresponde a [nia] .
699
veróniCa vázquez soto
Los ejemplos en (116), (118) y (120) permiten extender el análisis de la subespecificación de número que se estableció para la tercera persona en la serie
de enclíticos nominativos en posición wackernagel, a la serie de proclíticos con
función subordinadora, pues con antecedentes inanimados en lectura plural el
proclítico presenta la misma forma que es utilizada para antecedentes en lectura singular . En los ejemplos de (116), (118) y (120), la forma utilizada es tɨ=
y no meh= . Por otro lado, en dichos ejemplos, los nominales inanimados aparecen modificados por verbos estativos que designan conceptos de propiedad
como béh ‘estar .grande’ y kíleʔin ‘estar .chico’ que revelan su pertenencia a la
clase verbal no agentiva justamente gracias a la prueba del proclítico subordinador de tercera persona .42 Los verbos posturales como úu ‘estar .parado .pl’ y
káabiɨh ‘estar .colgado .sg’ confirman su estatus no agentivo que se estableció
en §7 .2 .2 gracias a esta misma prueba . Sin embargo, ráʔraʔ ‘volar’, que manifestó un comportamiento de verbo agentivo a través de la prueba del enclítico
nominativo en posición wackernagel, se comporta más bien como no agentivo cuando ocurre con el proclítico subordinador, por la evidencia proporcionada en el ejemplo (120) proveniente del corpus digital . En este ejemplo,
ráʔraʔ ‘volar’ neutraliza la distinción pronominal de las formas tɨ= y meh=,
confluyendo en una única forma tɨ= en contextos donde su antecedente es un
sustantivo inanimado de lectura plural como pelóota ‘pelota’ . Así, de manera
inesperada, el verbo ráʔraʔ ‘volar’ inhibe el uso de las formas pronominales
contrastivas de la tercera persona y favorece el uso de una única forma pronominal sin valor de número cuando aparece con sustantivos inanimados de lectura plural .43
42
En Vázquez (1994) se establece mediante el criterio sintáctico de la cláusula relativa que
los conceptos de propiedad en Cme pertenecen a la clase verbal y, por lo tanto, no existe la categoría gramatical de adjetivo . En esta lengua, toda modificación mediante la semántica de un
concepto de propiedad se construye a través de una cláusula relativa, es decir a través de recursos extras y no de manera directa (Lehmann 1990; Beck 2002) . Además, los conceptos de propiedad son verbos porque, entre otras propiedades verbales, tienen acceso directo a sufijos de
tiempo como el sufijo de pasado -kaʔ .
43
Uno de los dictaminadores anónimos sugiere que por la situación enunciativa del experimento de B&C, el significado de ráʔraʔ ‘volar’ en estos casos es muy cercano a un significado estativo como el de ‘estar supendido’ y esto explicaría el ejemplo en (120) del Cme donde se
observa la neutralización de la marca pronominal nominativa de la tercera persona . Si bien esta
es una explicación plausible para el comportamiento híbrido del verbo ráʔraʔ ‘volar’ del Cme,
también es cierto que en el mismo manual donde se explica la tarea de B&C se predice el uso
700
la expresión De número nominal en Cora meseño
Resulta necesario, entonces, proporcionar otro ejemplo con un verbo agentivo más estable para sostener el análisis de que la agentividad del verbo propicia el uso de la forma de tercera plural del proclítico nominativo . Dicho ejemplo
figura en (121) y es un ejemplo confiable proveniente del corpus digital .
(121)
tróompo
trompo
meh=tíʔ-ne
sbr .sbj3pl=ap-bailar
chúa-taʔ
tierra-loC:área
Níito=pu
tíʔ-ra-wáhka
Nito=sbj3sg pl-objp3sg-jugar
‘Los trompos que bailan en el suelo son los juguetes de Nito .’
[PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p . 45]
En suma, la evidencia que proporciona la serie de proclíticos subordinadores
confirma el análisis de que la tercera persona sujeto en Cme, sea para cláusulas
simples bajo la forma de un enclítico en posición wackernagel, o bien para cláusulas complejas, bajo la forma de un proclítico con función de subordinación, presenta una escisión en la expresión de número basada en los mismos fundamentos que justifican la escisión de la expresión de plural en los sustantivos del
idioma . En esta línea de análisis, los segmentos más bajos en la Jerarquía de Animacidad como los sustantivos inanimados no tienen acceso a la oposición primaria de número singular-plural . Siguiendo esta escisión, los proclíticos nominativos de tercera persona no acceden a dicha oposición primaria, a pesar de tener
formas distintivas para expresar los valores singular y plural tɨ= y meh=, en caso
de tener como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural cuyo
predicado es un verbo no agentivo . La forma diferenciada del singular y el plural
de verbos agentivos, inergativos en los términos del manual (Bohnemeyer 2008), así como el
uso de verbos no agentivos en las escenas donde la pelota ‘está suspendida’, o también ‘colgada’, y justamente ‘volar’ es uno de esos verbos inergativos que se espera utilicen los hablantes .
Es decir, translingüísticamente sería común tener dos tipos de verbos intransitivos en la escena
de la foto de B&C donde la pelota ‘no está en el piso’ o ‘no está encima de una parte de la silla’;
un grupo sería ‘estar colgada’ ‘estar suspendida’, ‘estar flotando’, y un miembro destacado del
otro grupo sería ‘volar’ . Lo peculiar del Cme es que el mismo verbo ráʔraʔ ‘volar’ funciona formalmente como agentivo, o bien como no agentivo bajo las mismas escenas del experimento
de B&C . Desde mi punto de vista, este comportamiento de ráʔraʔ ‘volar’ enfatiza el carácter
ambivalente del verbo en el idioma . Para proporcionar una solución satisfactoria a esta inquietud, sería necesario encontrar más registros del verbo ráʔraʔ ‘volar’ en otros contextos, preferentemente de habla natural, que no pertenezcan al estímulo no verbal de B&C .
701
veróniCa vázquez soto
de la tercera persona emerge sin restricciones cuando lleva antecedentes que refieren a seres humanos, así como a sustantivos animados . Igualmente, las formas tɨ= y meh= se usan distintivamente para señalar singular y plural respectivamente, cuando los antecedentes inanimados con lectura plural ocurren con
verbos agentivos . De manera interesante, ejemplos confiables con la serie pronominal de proclíticos revelan que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ parece ser inestable
con respecto a su carácter agentivo; comportamiento que también muestra este
predicado cuando ocurre con los pronombres nominativos ligados de carácter
afijal como se mostrará en §7 .2 .6 .
7 .2 .5 . Los prefijos nominativos que acompañan adverbios aspectuales
A diferencia de las dos series de clíticos antes discutidas, la serie de pronombres
nominativos nuʔ- ‘sbj1sg .asp’, peʔ- ‘sbj2sg .asp’, ha- ‘sbj3sg .asp’, haʔ- ‘sbj3sg .asp’,
puʔ- ‘sbj3sg .asp’, tuʔ- ‘sbj1pl .asp’, xuʔ- ‘sbj2pl .asp’, muʔ- ‘sbj3pl .asp’, y meʔ- ‘sbj3
pl .asp’ se flexiona solamente al adverbio aspectual arí bajo su forma reducida
rí cuya traducción al español corresponde grosso modo a ‘ya’ y, dada su selectividad categorial, se analiza como prefijal en el presente trabajo . Por otro lado,
los miembros de esta serie nunca ocurren como formas aisladas, ni tampoco
tienen la capacidad de portar el acento . Por todas estas razones, el comportamiento de esta serie pronominal conduce a jerarquizar más alto el criterio de la
falta de independencia fonológica asociada con los afijos, sobre el criterio de
la falta de restricción categorial asociada con los clíticos, para justificar su análisis como prefijos . Todos los miembros de este paradigma pueden realizarse
con vocales orales o modales largas en habla espontánea, más que por algún tipo
de condicionamiento fonológico o morfológico . Así, es posible registrar nuu-,
pee-, puu-, haa-, tuu-, xuu-, y muu- en habla corrida, aunque estas formas difícilmente se registran en habla cuidada, o en sesiones de elicitación . Aclaro que no
he registrado la forma mee- para la tercera persona plural .
Casad (1984: 297) analizó estos formativos ligados como proclíticos y les dio
la denominación de formas pausales a los miembros de esta serie pronominal
nominativa que también se presenta en el Cjm . De acuerdo a este autor “The
pausal forms consist of a subject particle plus a following glottal stop and a
copy of the particle vowel, which (except for second person singular) is always
u . Pausal forms are always pronounced with final intonation” (Casad 1984:
702
la expresión De número nominal en Cora meseño
181) . En diversas publicaciones (Vázquez 1994, 1996, 2004, 2010, 2013, 2014,
entre otras), se ha seguido el análisis de Casad, ya sea en la glosa que denomina a estos pronombres, o bien en su estatus de proclíticos para estos formativos ligados que también aparecen en el Cme . Sin embargo, a la fecha no se ha
encontrado ningún criterio que justifique la denominación pausal para estas
formas pronominales en Cme . En esta última variante del cora, estos prefijos
y la palabra a la que se flexionan pueden iniciar, finalizar, o bien ocurrir en
medio de una emisión, o inclusive en términos más sintácticos, de una cláusula, sin producir una pausa notable o una diferente entonación, al menos, audible
articulatoriamente . A reserva de un estudio prosódico profundo que pudiera
justificar la denominación pausal utilizada por Casad para esta serie pronominal en el Cjm, en el presente trabajo esta serie pronominal nominativa en el
Cme se denomina “la serie de prefijos nominativos que acompaña adverbios
aspectuales” dado que se flexiona básicamente a una raíz que como ya mencioné corresponde al adverbio aspectual arí, bajo su forma reducida rí .44 Enfatizo que la clase de palabra a la que se flexiona esta serie pronominal resulta ser
tan reducida que es más factible analizarlos como prefijos que como clíticos .
Bajo esta propuesta se modifica la tradición gramatical de los trabajos en cora
a lo largo de muchas décadas, proveniente fundamentalmente de Casad por sus
estudios en el Cjm . Este nuevo análisis tal vez será justificado, o bien falsificado por futuros investigadores del cora .
Dentro de esta serie pronominal, los prefijos que refieren a la primera y la
segunda persona del singular toman las formas nuʔ- y peʔ- respectivamente .
En cambio, las formas plurales de dichos prefijos corresponden a tuʔ- para la
primera persona, y a xuʔ- para la segunda . De manera esperada, estos prefijos manifiestan consistentemente la oposición singular-plural que caracteriza
a los pah tanto en su forma como en su uso . La tercera persona de esta serie
nominativa presenta tres formas haʔ-, ha- y puʔ- cuya distribución es aún in44
Hasta ahora sólo he encontrado en el corpus un verbo de la clase estativa no agentiva que
designa el concepto de propiedad ‘ser alto’ cuyas formas son: ráatee ‘ser .alto .sg’ y raatítɨh
‘ser .alto .pl’ que requiere flexionar su sujeto gramatical con esta serie de prefijos aspectuales:
nuʔ-ráatee ‘soy alto’, tuʔ-raatítɨh-men ‘somos altos’ . Sólo una investigación léxica exhaustiva
encaminada a realizar un diccionario del Cme, o bien un estudio de clases flexivas en este idioma podrá dilucidar si la serie de prefijos aspectuales se flexiona también a ciertas clases de verbos, o bien a algunos verbos pertenecientes a ellas .
703
veróniCa vázquez soto
cierta . El análisis se limita a demostrar que la forma puʔ- para la tercera persona no está especificada para número dado su condicionamiento por animacidad y agentividad que se discutirá más adelante . El uso de la tercera persona
plural muʔ- en esta serie nominativa está restringido a antecedentes animados, así como a antecedentes inanimados que ocurren con verbos agentivos .
La ocurrencia del alternante meʔ- para este último prefijo de tercera persona
plural es un hecho indeterminado en el análisis .45 El bloque de ejemplos mostrado a continuación presenta el paradigma completo de prefijos nominativos
flexionados a la forma reducida de la palabra arí ‘ya’ mayoritariamente en
contextos de habla natural .
(122)
(123)
nuʔ-rí
ne-ra-a-héʔika
kúʔkuʔ
sbj1sg .asp-ya
sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg
víbora
‘Yo ya la maté, a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 198)
ni=peʔ-rí
q=sbj2sg .asp-ya
‘¿Ya estás lista?’
puʔ-rí
sbj3sg .asp-ya
‘Ya .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 21]
(124)
¿ní=wi
q=enf
pee-rí
sbj2sg .asp-ya
puʔ-chí-raʔ
estar .gordo-sg .Cp .inh-sg .Cp .inh
ne-táʔ
wí
mʷa-a-rekíʔme?
sbj1sg-para
enf
objp2sg- Cmpl-comer .cosas .vivas
¿Ya eres gordo para que te pueda comer?’(Vázquez 2002: 30-31)
45
El dictaminador anónimo experto en Cjm menciona que en esta variante ha registrado una
serie de alternantes para este paradigma de marcas nominativas cuya distribución se atestigua
en construcciones interrogativas después del clítico de interrogación . Esta serie tiene las formas
léxicas que a continuación se detallan, obviamente siguiendo los sonidos, la escritura práctica y
las glosas adoptadas para el Cjm: nye’e- sbj1sg, pe’e- sbj2sg, a’a- sbj3sg, tye’e- sbj1pl, se’e- sbj2pl,
me’e- sbj3pl . El par mínimo reportado es: su’u-rí wa-tyá-hu’uxai sbj2pl-ya Compl-perf-llenarse
‘Ya se llenaron (ustedes)’ versus nyi=se’e-rí wa-tyá-hu’uxai sbj2pl-ya Compl-perf-llenarse ‘¿Ya
se llenaron (ustedes)?’ . A la fecha no he registrado estos alternantes de los prefijos aspectuales
en construcciones interrogativas, aunque sí he registrado el alternante meʔ- para la tercera persona plural en oraciones declarativas . Agradezco este dato de enorme interés para el estudio
gramatical del Cme, así como para futuras investigaciones dialectales del cora .
704
la expresión De número nominal en Cora meseño
(125)
háʔtɨ
persona
héʔ-che
DeiC .Dist-vivir
tí=nuʔ
sbr .sbj3sg =eviD:finD
ha-rí
kúʔkuʔ
víbora
sbj3sg .asp-ya
sei
wa-héʔika
uno Compl-matar .objpsg
‘Vivía allá una persona, que dicen que ya había matado a una víbora .’
(Vázquez et al . 2009: 188)
h-ahtá
sbj3sg- Conj
(126)
puʔ-rí=xa
sbj3sg .asp-ya=luego .afeC
h-ahtá
sbj3sg- Conj
tsɨʔh
perro
puʔ-rí
hí-h-naamwa
narr- objp3sg-escuchar
‘Y lueguito ya el perro, ya la escuchaba .’ (Vázquez et al . 2009: 193)
sbj3sg .asp-ya
(127)
(128)
tuʔ-rí
haʔu-kí
sbj3pl .asp-ya
it-andar .pl
‘Nosotros ya nos vamos .’ [PRES_IJL]
xuʔ-rí
se-mín
wá-wahka-kaʔ
sbj2pl .asp-ya
sbj2pl- Dem .Dist .sg
Cmpl-jugar-pst
‘Ustedes ésa ya la jugaron .’
[PRES_2008_17_10_NV_B&F_VVCC_B&C, p . 5]
(129)
tuíxu
puerco
muʔ-rí
sbj3pl .asp-ya
tuíxu
puerco
héiwa
aDv:Cuant .ent
hi-íʔ-mʷiʔ
narr-ints-ser .muchos
m-i-ruʔ-raʔ-úu
ñiʔu meʔ-rí
sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl
eviD
sbj3pl .asp-ya
‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’
[CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17]
(130)
muʔ-rí
wi
mʷeʔ-chʷéʔbe
sbj3pl .asp-ya
enf
objp2sg-esperar
‘Ellos sí ya te están esperando .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54]
ha
enf
705
veróniCa vázquez soto
Cuando la tercera persona de esta serie tiene como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural no toma la forma muʔ- (130), sino mantiene
la forma singular puʔ- (126) . Tal es el caso de (131) donde kúʔkuri ‘chile’ tanto
cuando refiere a una sola entidad del mundo real o a varias entidades del mismo presenta una única forma del prefijo que corresponde a puʔ- . Gracias a la
evidencia de este ejemplo que tiene una lectura tanto plural como singular del
nominal inanimado que antecede al pronombre, se deduce que el prefijo nominativo aspectual está subespecificado para número cuando ocurre con inanimados en predicaciones no agentivas .
(131)
kúʔkuri puʔ-rí
páʔu
chile
sbj3 .asp-ya
estar .rojo
‘El chile ya está rojo .’
‘Los chiles ya están rojos .’ [PRES_IJL]
La prueba con los prefijos que acompañan adverbios aspectuales lleva el
verbo páʔu ‘estar .rojo’ que designa un concepto de propiedad . Los verbos estativos de esta clase semántica ya se habían identificado en la serie pronominal
de proclíticos subordinadores como pertenecientes a la clase no agentiva .
Finalmente, el último par de ejemplos demuestra que los sustantivos inanimados en predicaciones que involucran verbos agentivos como tsuná ‘brincar’ favorecen el contraste pronominal de la tercera persona en esta serie afijal .
Note (132) y (133) .
(132)
(133)
puʔ-rí
wi
sbj3sg .asp-ya
enf
tí-tsukwi
kóombi
ms-brincar .sg .perf
combi
‘Híjoles ya brincó la combi .’
[PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 100]
muʔ-rí
tí-tsuna-xɨ
kóombi
sbj3pl .asp-ya
ms-brincar-perf
combi
‘Ya brincaron las combis .’ [PRES_IJL]
7 .2 .6 . Los prefijos nominativos
La quinta serie básica de marcadores de sujeto en Cme está representada por
pronombres ligados también de tipo afijal . Estos prefijos se flexionan mayori706
la expresión De número nominal en Cora meseño
tariamente a los verbos y a los sustantivos cuando funcionan como predicados
no verbales . También se flexionan a los demostrativos tanto como demostrativos genuinos como en su uso como pronombres libres . Igualmente se flexionan
recurrentemente a la conjunción ahtá ‘y’ al adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ y
a la forma léxica para construir cláusulas de propósito taʔ ‘para’ .46 En este sentido, tienen propiedades análogas a los clíticos, aunque la gama de clases léxicas a las que se flexionan es más reducida categorialmente comparada con la
que aparecen los enclíticos nominativos en posición wackernagel, así como
los proclíticos nominativos con función subordinadora . Si bien es cierto que se
flexionan a dos clases de palabra mayores como verbos y sustantivos, su distribución revela la preferencia por palabras de tipo funcional .
En relación a la profusión de paradigmas para codificar la relación gramatical de sujeto en el cora, en particular, y en las lenguas yutoaztecas en general,
Haugen (en prensa) comenta que la evolución diacrónica de todos estos marcadores, así como su relación con el fenómeno morfosintáctico de la concordancia,
ocasionó la dificultad sincrónica para separar el estatus de los marcadores de
relaciones gramaticales de manera clara como afijos o como clíticos en muchas
lenguas de esta familia lingüística . Sin duda alguna, esto es lo que se observa
en Cme, de manera que sólo un estudio profundo de la concordancia podrá contribuir a clasificar más acertadamente el carácter de clíticos o afijos de los pronombres nominativos en esta lengua .
A pesar de las dificultades que ofrecen los criterios sincrónicos para separar afijos y clíticos, en el presente trabajo la serie pronominal nominativa nesbj1sg, pe- sbj2sg, Ø- sbj3sg, te- sbj1pl se- sbj2pl, y me- sbj3pl del Cme se analiza
como prefijal . Este mismo análisis fue adoptado por Casad en su bosquejo gramatical (1984: 297), así como en sus diferentes trabajos sobre el Cjm . El conjunto de ejemplos que aparecen de (134) a (141) muestra todos los miembros de la
serie prefijal nominativa flexionada en verbos, demostrativos y otras palabras
funcionales preferentemente con datos de habla natural . De manera esperada,
los prefijos que refieren a los pah manifiestan consistentemente la oposición
46
La ubicuidad de marcas nominativas en tantas clases de palabras mayores y en palabras
funcionales obedece a razones morfosintácticas como la concordancia de sujeto en Cme, así
como a cuestiones pragmáticas como la continuidad de tópico . El estudio de estos temas amerita un trabajo en sí mismo . En este capítulo me limito a describir la distribución de estos pronombres y a estudiar la expresión de número gramatical en los mismos .
707
veróniCa vázquez soto
singular-plural, tanto en su forma como en su uso . Igualmente, el prefijo mesiempre tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados que refieren a varias entidades del mundo real, o bien inanimados que ocurren con verbos
agentivos, a excepción del nominal xúʔraʔbe ‘estrella’ que toma este prefijo,
por las razones culturales aducidas en §7 .2 .2 . Un ejemplo con este nominal
aparece en (141) .
(134)
puh
hee kásiʔ ne-páʔu
pues sí
mira sbj1sg-estar .rojo
‘Pues sí ¡Mira! Estoy rojo .’ (Vázquez et al . 2009: 198)
(135)
¿haʔi=ní
aDv=q
¿ní=wi
q=enf
wí
enf
pe-tíʔ-mʷaʔtse
sbj2sg-ints-pensar
pee-rí
sbj2sg .asp-ya
Conéejo?
conejo
puʔ-chí-raʔ
estar .gordo-sg .Cp .inh-sg .Cp .inh
ne-táʔ
wí
mʷa-a-rekíʔme?
sbj1sg-para
enf
objp2sg- Cmpl-comer .cosas .vivas
‘¿En qué piensas tanto, Conejo? ¿Ya eres gordo para que te pueda comer?’
(Vázquez 2002: 30-31)
(136)
Ø-ta-ra-ráʔixa47
sbj3sg-torso .muslos:perf- objp3sg-decir .appl
tɨn=puh
na-ra-a-héʔika
Comp=pues
s1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg
ru-náanaa
poss .refl3sg-madre
kúʔkuʔ
víbora
‘Le dijo a su mamá que… Pues maté a la víbora .’
(Vázquez et al . 2009: 199-200)
47
El proceso de debilitamiento de oclusivas en Cme se presenta a menudo en habla espontánea cuando la raíz que tiene una consonante oclusiva inicial está precedida del prefijo de objeto
de tercera persona singular ra- . En el ejemplo (136) la raíz táʔixa, que corresponde a la forma
supletiva del aplicativo del verbo ‘decir’, debilita su oclusiva inicial /t/ en la vibrante retrofleja
/ɽ/ produciéndo así la forma ráʔixa, en escritura práctica, para la raíz en cuestión . Este debilitamiento genera también una armonía consonántica entre la primera consonante del prefijo y la
consonante inicial de la raíz. Se anota la consonante debilitada /ɽ/ en la escritura práctica porque no es un proceso automático generado a partir de formas bases que producen regularmente
el mismo resultado sonoro, y también porque tanto /t/ como /ɽ/ son fonemas en Cme . Como ya se
ha mencionado en otra nota de pie, el proceso de debilitamiento consonántico ha sido ampliamente documentado en otras lenguas yutoaztecas por Caballero (2015) .
708
la expresión De número nominal en Cora meseño
(137)
ítein
te-muxatée-ka
sbj1pl
sbj1pl-presideño-gent .pl
‘Nosotros somos presideños .’ [PRES_E_IJL]
(138)
se-táʔ
ra-a-héʔika
sbj2pl-para
objp3sg- Compl-matar .objpsg
‘Para que ustedes lo maten .’ (Vázquez et al . 2009: 209)
(139)
wá-wahka-kaʔ
xuʔ-rí
se-mín
sbj2pl .asp-ya
sbj2pl- Dem .Dist .sg
Cmpl-jugar-pst
‘Ustedes ésa ya la jugaron .’
[PRES_2008_17_10_NV_B&F_VVCC_B&C, p . 5]
(140)
métɨʔ nomás me-tíʔ-kʷaʔ-ni
muʔ-rí
pues
nomás sbj3pl-ap-comer-irr sbj3pl .asp-ya
‘Pues ya nomás ellos ya iban a comer .’ (Vázquez et al . 2009: 201)
(141)
kásiʔ ta-hapʷá
xúʔraʔbe me-maʔstá
Mira poss1pl-arriba estrella
sbj3pl-brillar
‘¡Mira! Las estrellas brillan en el cielo (lit . nuestro arriba) .’
[PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 101]
Cuando los prefijos se flexionan a la conjunción ahtá ‘y’ y al adverbio
aspectual áucheʔ ‘todavía’ pierden su vocal y desarrollan, dado este proceso morfofonémico que inhibe la formación de secuencias vocálicas entre morfemas alomorfos consonánticos . Algunos ejemplos relevantes se muestran en
(142) y (143) .
(142)
ladríyo h-íʔ-tɨ-ka
ladrillo narr-ints-traer-Dur
‘Yo todavía estaba acarreando ladrillo .’
[PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54]
n-áucheʔ=nu
sbj1sg-todavía=sbj1sg
(143)
m-ahtá
me-ʔíhna
hi-y-óʔu-hana
sbj3pl- Conj
sbj3pl- Dem .nv
narr-top3 .esp-it-llevar
‘Y ellos, ellos se lo llevaron por ahí .’ (Vázquez et al . 2009: 209)
Si bien la prohibición de secuencias vocálicas entre morfemas es una regla
expandida en Cme, no siempre le toca a la vocal del prefijo de sujeto elidirse
709
veróniCa vázquez soto
al estar en contacto con una base que principia con vocal . Cuando los prefijos
se flexionan a las bases demostrativas que inician con vocal, es el demostrativo el que elide su vocal inicial, y el prefijo, en cambio, retiene su vocal, como
es el caso para los demostrativos que se usan como pronombres personales para
expresar la tercera persona plural . En el ejemplo (143) se pueden observar los
dos procesos de elisión vocálica: el del prefijo al unirse a la conjunción produciendo m-ahtá ‘y ellos’, así como el de la base demostrativa produciendo me-ʔíhna ‘ellos’ donde la base demostrativa aʔíhna ‘Dem .nv’ pierde su vocal inicial . Lo
relevante para este estudio sobre estos procesos de elisión vocálica es que la pérdida de la vocal del prefijo al flexionarse a la conjunción y al adverbio aspectual
genera una serie de alomorfos consonánticos de los prefijos de sujeto .
Como se habrá podido observar en el bloque de ejemplos de (134) a (141), la tercera persona en esta serie prefijal corresponde a una marca cero, tal como figura
en (136) . Por esta razón, para demostrar que la tercera persona en esta serie pronominal nominativa está subespecificada para número es necesario recurrir a
otra marca muy frecuente en la lengua cuya forma es abierta fonológicamente
y que también codifica la tercera persona en Cme; se trata del prefijo h- . Es necesario advertir que el prefijo h- también aparece en el templete verbal, sin
embargo, sólo sucede cuando en el verbo también ocurren otros prefijos como
el narrativo i-, o bien algunos prefijos direccionales como el itivo aʔu- . Dadas
estas condiciones que resultan más complejas de discutir, la manera más sencilla para demostrar la subespecificación de número en la tercera persona es
observando la presencia del prefijo h- flexionado a la conjunción ahtá y al
adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ . Note el pókar de ejemplos de (144) a (147) .
(144)
séi=pu
hatsí
hau-tá-tsiʔte-kaʔ
uno=sbj3 semilla loC-torso .muslo:aCross .perf-romper .cascarón-pst
‘Una sola pepita se abrió a la mitad .’ [PRES_IJL]
(145)
í
top
hatsí
semilla
h-áucheʔ=pu
sbj3-todavía=sbj3
háʔ-tsiʔte48
loC:a .la .mitad-romper .cascarón
El significado del verbo tsiʔte es difícil de glosar unitariamente . Este verbo se usa principalmente para expresar el evento que designa el nacimiento de todos los animales que rompen
el huevo, o el cascarón . La mejor traducción para las semillas es que ‘saltan’ aunque literalmente ‘se abren o se rompen a la mitad’ .
48
710
la expresión De número nominal en Cora meseño
kumʷáa hetsé
comal
posp:en
‘Hablando de las pepitas, todavía están brincando (lit . se están abriendo/
rompiendo a la mitad) en el comal .’
[PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p .103]
(146)
hɨ
top
ʔipʷári
silla
háa=pu
allí=sbj3
nigái
eviD:aCue
xíe
parecer
ti-kítsa-naʔ
ver .sg-nalga-parecer
h-ahtá
hapʷán
pelóota ráʔraʔ
sbj3- Conj
posp:super
pelota
volar
‘Hablando de la silla, allí parece que está volteada (lit . parece que está de
nalgas) ¿verdad? y luego la pelota está arriba volando .’
[PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 100]
(147)
hɨ
top
ʔipʷári
silla
xíe
parecer
háa=pu nigái
allí=sbj3 eviD:aCue
tih-kítsa-ti-naʔ
ver .pl-nalga-tverb .pl-parecer
h-ahtá
hapʷán
pelóota tíʔ-raʔraʔ
sbj3- Conj
posp:super
pelota
pl-volar
‘Hablando de las sillas, allí ¿verdad? parece que están volteadas (lit . parece
que están de nalgas) y luego las pelotas están arriba volando .’ [PRES_IJL]
Como puede observarse en el ejemplo (145) que hace referencia al nominal
hatsí ‘semillas’ o ‘pepitas’, el adverbio áucheʔ ‘todavía’ se flexiona con el prefijo de tercera persona h-, aunque haga referencia a varias entidades del mundo
real . Este ejemplo podría ser cuestionable porque se trata de un sustantivo que
semánticamente suele asociarse a sustantivos que se catalogan como agregados
(Jackendoff 1991) . Sin embargo, el ejemplo en (147) resulta más convincente
porque muestra un nominal contable como pelóota ‘pelota’ que suele pertenecer semánticamente a la clase de los sustantivos contables también conocida
como individuada (Jackendoff 1991) . Así, cuando este sustantivo se coordina
junto con el verbo ráʔraʔ ‘volar’ toma el prefijo h- ya sea haciendo referencia a
una sola entidad del mundo real, (146), o bien designando varias entidades del
mismo, (147) . De hecho, si se coordina la oración h-ahtá hapʷán pelóota tíʔ711
veróniCa vázquez soto
raʔraʔ ‘y las pelotas están arriba volando’ flexionando la conjunción ahtá con
el alomorfo consonántico de la tercera persona plural, m-, se produce una emisión considerada agramatical por los hablantes . Note el ejemplo (148) .
(148) * hɨ
top
ʔɨpʷári
silla
xɨe
parecer
háa=pu nigái
allí=sbj3 eviD:aCue
tih-kítsa-ti-naʔ
ver .pl-nalga-tverb .pl-parecer
m-ahtá
hapʷán
sbj3pl- Conj
posp:super
pelóota tíʔ-raʔraʔ
pelota
pl-volar
Lectura buscada: ‘Hablando de las sillas, allí ¿verdad? parece que están volteadas (lit . parece que están de nalgas) y luego las pelotas están arriba volando .’ [PRES_IJL]
Dada la agramaticalidad del ejemplo (148), es posible deducir que el prefijo
h- está subespecificado para número y sólo contiene gramaticalmente la información de caso nominativo, así como de tercera persona en ciertos contextos .
Con este ejemplo se confirma que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ se comporta como
no-agentivo en muchas instancias y, por lo tanto, no propicia el uso de la forma
plural del prefijo de tercera persona cuando tiene como antecedentes a sustantivos inanimados de lectural plural que ocurren con verbos no agentivos . En cambio, la prueba con el verbo agentivo tsuná ‘brincar’ con entidades inanimadas
sí dispara el uso del prefijo de tercera persona plural, mediante su alomorfo
consonántico m- flexionado áucheʔ ‘todavía’ . Note el ejemplo (149) .
(149)
m-áucheʔ
karretíiya héʔ-tsuna
sbj3pl-todavía
carretilla
pv:super-brincar .prog
‘Allá están todavía las carretillas brincando .’ [PRES_IJL]
Por el último ejemplo (149) podemos concluir que los sustantivos inanimados
que refieren a varias entidades del mundo real cuando aparecen con verbos agentivos se comportan como los nombres animados en oraciones coordinadas (143) .
Tanto con la conjunción ahtá ‘y’, aunque no se presente el ejemplo, como con el
adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ (149), ambos tipos de nominales están licen712
la expresión De número nominal en Cora meseño
ciados para tomar la marca plural de la tercera persona . El último par de ejemplos
ilustra las marcas nominativas en la conjunción, así como en el adverbio aspectual con antecedentes o referentes animados para cerrar la argumentación .
(150)
wáaka-si
vaca-pl
háa=mu
allá=sbj3pl
héʔ-he
allá-estar .echada .pl
waʔ-hapʷá
héʔ-raʔraʔ
m-ahtá
bíx-kɨ
sbj3pl- Conj
zopilote-pl poss3pl-arriba pv:super-volar
‘Allá las vacas están echadas y los zopilotes están arriba de ellas volando .’
[PRES_IJL]
(151)
m-áucheʔ
núʔ
ra-séira-ka
sbj3pl-todavía
eviD:finD
objp3sg-ver- Dur
‘Dicen que ellos todavía la estaban viendo .’
[PRES_1996_13_09_TXT_JFG_VVCC_mujervampiro, p . 3]
En suma, a partir de la prueba de la tercera persona en cuatro de las series
básicas de pronombres ligados en Cme, se han podido determinar los reflejos de
la agentividad en este idioma . Al aplicar esta prueba, los verbos no agentivos
corresponden a páʔu ‘estar .rojo’, béh ‘estar .grande’, kíleʔin ‘estar .chico’, pertenecientes todos a la clase estativa que designa conceptos de propiedad . En la
clase no agentiva también se encuentran los verbos posturales como úu ‘estar .
parado .pl’, káabiɨh ‘estar .colgado .sg’, bee ‘estar .parado .sg’, así como los verbos
intransitivos maʔstá ‘brillar’, nee ‘mirar .sg’, tsiʔte ‘abrirse a la mitad, romper
el cascarón’, y algunos denominales como ti-kítsa ‘estar volteado’ (lit . ‘estar
de nalgas’); mientras que los verbos agentivos son tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná
‘brincar .prog’ . El verbo ráʔraʔ ‘volar’ manifiesta un comportamiento inestable con respecto a su agentividad, con una serie pronominal ligada se comporta
como agentivo, y con otras tres series de pronombres ligados revela su carácter no agentivo . Es necesaria una investigación léxica para establecer una lista
exhaustiva de las diferentes clases de verbos intransitivos en Cme, que permita
detectar cuáles verbos tienen un carácter no agentivo robusto, o bien agentivo
estable en los predicados de este idioma .
En la Tabla 3 (página siguiente) se resumen los resultados de la marcación
de número en las distintas series pronominales nominativas del Cme .
713
veróniCa vázquez soto
Jerarquía de persona
1a persona 2a persona 3a persona
hablante
oyente
pronombre
libre
3a persona
pronombre
ligado
Oposición primaria
singular-plural
✓
✓
×
×
Origen de demostrativos
y marcación adicional
×
×
✓
×
Subespecificación condicionada
por antecedentes inanimados
en verbos no agentivos
×
×
×
×
tabla 3 . Expresión de número en los paradigmas pronominales nominativos del Cme
8 . ConsiDeraCiones finales
Los hallazgos de Parra (2015) sobre número nominal en el Cjm coinciden con los
hechos descriptivos establecidos en este trabajo sobre los tres sistemas de número que presenta el Cme . En ambas variantes los sustantivos que refieren a los
términos de parentesco se pluralizan obligatoriamente mediante la técnica morfológica sufijal, que corresponde a -mwa’a en la escritura práctica adoptada
para el Cjm, y -mʷaʔ en la correspondiente ortografía adoptada para el Cme . Esta
obligatoriedad en la expresión de número permite establecer que el Cme tiene
en su gramática el sistema de oposición primario singular-plural . Bajo este mismo sistema básico, en las dos variantes, los nombres que refieren a seres humanos
se pluralizan obligatoriamente mediante la estrategia del supletivismo . En cambio, los sustantivos animados para humanos y no humanos marcan el plural
mediante una serie profusa de sufijos, analizada por Parra (2015) como un sistema de clasificación nominal . Parra (2015) denomina a este comportamiento
transnumeralidad facultativa y, en este trabajo, se denomina el sistema de número general/singular versus plural . Finalmente, en ambas variantes, los sustantivos que designan entidades inanimadas no reciben marcas de plural bajo
ninguna estrategia morfológica, hecho que de acuerdo a Parra (2015) caracteriza la transnumeralidad inherente y, en este estudio, corresponde al término de
sistema de número general absoluto .
714
la expresión De número nominal en Cora meseño
Así, el sistema de número general en cora no exhibe la pulcritud del sistema
del bayso, pues no presenta una marca especial para expresar el número general, ni tampoco un marcador singulativo . Por otro lado, tampoco presenta la
riqueza de valores de número de dicha lengua cushítica, pues el cora no cuenta
con una marca especial para el paucal . El Cme presenta un escenario distinto al
de las lenguas australianas como el warrgamay con respecto a la asignación de
número en sustantivos, pues en cora tanto los términos de parentesco como los
sustantivos que designan seres humanos expresan obligatoriamente la oposición singular-plural, mientras que en warrgamay la oposición de los valores de
número sólo se manifiesta obligatoriamente en el sistema pronominal .
Los patrones diversos con respecto a qué tipo de nominales presentan la oposición primaria de número singular-plural, así como el carácter facultativo de
la expresión de plural en nominales animados humanos y no-humanos en Cme
se explican, en el presente trabajo, recurriendo a la Jerarquía de Animacidad
(Corbett 2000: 56) . En relación a las predicciones de esta jerarquía tipológica,
se plantea que existe una escisión en la marcación de número, pues en los términos de parentesco y los seres humanos se registra una robusta oposición básica de número singular-plural por su carácter obligatorio en la gramática . Sin
embargo, esta oposición se desvanece en los sustantivos animados que, a pesar
de gozar de una gran riqueza de marcas sufijales sólo ejercen este potencial
expresivo de manera facultativa . Finalmente, los sustantivos inanimados abandonan drásticamente la oposición singular-plural, pues nunca la codifican en el
sustantivo mismo bajo ningún tipo de recurso morfológico .49
Una de las principales aportaciones de este estudio es el hallazgo de que la
escisión de número trazada en los sustantivos inanimados también se localiza
49
Una excelente comparación sobre la expresión de número en cora y en huichol a partir del
marco teórico de la lingüística operacional (Serzisko 1981; Iturrioz et al . 1986; Seiler 1986), aparece en Parra (2015) . El estudio comparativo entre estas dos lenguas resulta muy interesante porque revela semejanzas y diferencias entre estos dos idiomas que conforman la rama corachol del
grupo yutoazteca sureño . Entre ellas destaca el hecho de que el huichol presenta la oposición básica singular-plural obligatoriamente en términos de parentesco, humanos y animados . Pero, en
huichol son los nombres inanimados los que manifiestan en primera instancia la expresión de número general facultativo, presentando un sistema de número general/singular versus plural, o bien
transnumeral, en términos de la lingüística operacional . Es decir, en huichol la escisión de la expresión de número inicia débilmente en sustantivos inanimados, mientras que en cora arranca
desde los animados humanos y no humanos, dejando por completo fuera del sistema de número
a la gran mayoría de los sustantivos inanimados .
715
veróniCa vázquez soto
en la tercera persona de los pronominales ligados . La tercera persona siempre se expresa a través de sus formas contrastivas para el singular y el plural cuando tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados . Pero,
si sus antecedentes o los nombres a los que hace referencia son inanimados,
la oposición básica de número singular-plural desaparece, generando el uso
exclusivo de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de que estén
involucradas varias entidades del mundo real .
No obstante, el rasgo de animacidad no es suficiente para explicar el uso de las
formas contrastivas de los pronombres ligados para la tercera persona . De ahí
que este estudio concluya que el rasgo de agentividad del verbo donde ocurre la
tercera persona de los pronombres ligados también juega un papel decisivo en
el entendimiento del uso de las formas contrastivas para los valores de número
de dicha persona . Para defender este análisis, se recurrió al estudio clásico de
Mithun (1991) sobre verbos agentivos y no agentivos enfatizando que los reflejos del rasgo de agentividad en las series de pronombres ligados del Cme no conducen a argumentar que se presenta un alineamiento agentivo, a la manera en
que se ha demostrado para lenguas otomangues y de la familia maya .
Lo que se defiende para el Cme, al igual que lo argumenta Martínez (2012)
para el tsotsil, es que la lengua presenta reflejos de la agentividad en su gramática . En el caso de esta variante, Martínez (2012) proporciona el diagnóstico
del complemento no finito cuyo predicado matriz suj ‘obligar’ es gramatical
si selecciona un complemento cuyo verbo intransitivo es agentivo . Sin embargo,
produce construcciones agramaticales si el complemento no finito corresponde a un verbo intransitivo no agentivo . Los complementos no finitos que acompañan a suj ‘obligar’ se utilizan para identificar los reflejos de la agentividad
en el tsotsil, mientras que en Cme los reflejos de la agentividad se detectan
a través de la prueba de la tercera persona . La distinción singular-plural en
dicha persona en esta última lengua emerge cuando en la predicación están
involucrados verbos agentivos, a pesar de que los antecedentes del pronombre sean sustantivos inanimados con lectura plural . En contraste, si en las mismas condiciones se presentan verbos no agentivos, la distinción singular-plural
en las formas del pronombre de tercera persona se neutraliza generando el uso
de una sola forma que corresponde a la singular . Este comportamiento condicionado por los rasgos de animacidad y de agentividad que presenta la tercera
716
la expresión De número nominal en Cora meseño
persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a establecer que la tercera persona está en realidad subespecificada para
número, y solamente contiene información de caso nominativo en los pronombres ligados cuando ocurre con sustantivos inanimados de lectura plural en
predicaciones que involucran verbos no agentivos . Por ello, la segunda aportación de este estudio es el hecho de que la escisión en la tercera persona no
está condicionada únicamente por el rasgo de animacidad como lo predicen los
estudios tipológicos en torno a la Jerarquía de Animacidad (Smith-Stark 1974;
Corbett 2000), sino también está condicionada por el rasgo de agentividad del
verbo involucrado en la predicación .
En suma, el análisis de la tercera persona, ya sea con antecedentes o referentes inanimados en lectura plural se revela como un buen diagnóstico en Cme
para determinar dos tipos de clases verbales intransitivas . Estudios ulteriores
podrán determinar si el Cme presenta otras pruebas interesantes para demostrar
los reflejos de la agentividad .
Finalmente, por el hecho de presentar una escisión en la tercera persona del
paradigma pronominal, el Cme se asemeja al warrgamay . Si bien en esta lengua
australiana, la escisión de la tercera persona se caracteriza por ampliar el rango
de sus antecedentes con respecto al rasgo de animacidad, así como por cubrir
diversos valores de número, en Cme, al contrario, la escisión restringe el uso de
las formas pronominales contrastivas conforme a la animacidad de sus antecedentes y al verbo intransitivo que lleva la predicación .
Vale la pena hacer una última reflexión sobre el comportamiento del cora
con respecto al resto de la familia yutoazteca en relación a la expresión de número nominal . Los datos de primera mano reportados tanto en Cme como en Cjm
no encajan en una de las divisiones clásicas establecidas para la formación del
plural en las lenguas de esta familia, trazada por Hill y Hill (2000) . Ambos
autores, basándose en el estudio histórico más conocido para la familia yutoazteca realizado por Langacker (1977: 80), quien reconstruye dos estrategias para
marcar el plural en sustantivos, el uso del sufijo -mɨ y la reduplicación de la
sílaba inicial, proponen la distinción entre plurales marcados y plurales no-marcados tanto en los nominales como en los verbos . De acuerdo a esta gran dicotomía, los plurales marcados recurren a la reduplicación y cubren, por lo general,
un reducido grupo de sustantivos que refieren a entidades animadas, mientras
717
veróniCa vázquez soto
que los no-marcados hacen uso de sufijos para expresar la categoría de plural .
Hill y Hill (2000: 256-257) trazan una gran división en la familia yutoazteca: por
un lado, se encuentran las lenguas táquicas, númicas y el náhuatl, cuyos plurales
no marcados utilizan la estrategia de la sufijación, y por el otro, se encuentran
el hopi y el o’odham, cuyos plurales marcados recurren a formas reduplicadas
que abarcan una gran cantidad de sustantivos tanto animados como inanimados . Hill y Hill (2000: 249-256) también sugieren que la división entre plurales
marcados y no marcados ha desaparecido en el yaqui, el mayo, el guarijío y el
rarámuri/tarahumara del grupo taracahita, así como el cora y el huichol de la
rama corachol .
En consecuencia, la distinción entre plurales marcados y no marcados no procede para el cora . En especial, llama la atención, a partir del trabajo de Casad
(1984) y Parra (2015) para el Cjm, y con base en el presente trabajo sobre el Cme,
que ningún miembro de la clase léxica nominal utiliza la reduplicación para
expresar morfológicamente el valor plural . Por ello, la pregunta ¿dónde quedó
la reduplicación en cora? resulta pertinente, sobre todo cuando estudios panorámicos recientes sobre la familia yutoazteca (Haugen en prensa) siguen haciendo hincapié en la ubicuidad de este recurso morfológico no concatenativo al
interior de esta familia lingüística . Una potencial respuesta a esta pregunta es
que la reduplicación se localiza en un puñado de verbos que designan conceptos de propiedad para marcar el número plural del único participante sujeto de
estos verbos estativos y no agentivos, como el caso de beʔé ‘estar .grande .sg’
que al aplicarse a un sujeto plural presenta la forma bi-béh ‘estar .grandes .pl’,
cuya primera sílaba se reduplica recuperando la consonante de la base verbal,
pero cambiando la vocal /e/ de la base por una vocal /i/ que es utilizada en
muchas lenguas del mundo para estos propósitos .50 Así, si bien el Cme utiliza las
50
Le agradezco a Verónica Reyes Taboada el haberme señalado que en la sílaba reduplicada
a menudo no se copia la vocal de la base, sino que aparece otra vocal . Generalmente la vocal que
se introduce corresponde a la que se observa en los procesos de epéntesis . Por ello, usualmente el timbre recurrente de estas vocales es /i/ o /ɨ/. Este hecho se explica por cuestiones de marcación en fonología . Como lo establece Rice (2007: 82), las vocales altas y bajas son a menudo
propuestas como no marcadas con respecto a las vocales medias, dado que son muy comunes
en la epéntesis y son altamente frecuentes en los inventarios vocálicos . Por otro lado, la presencia de vocales medias en los inventarios implica la presencia de vocales altas . Estos hechos
permiten considerar a las vocales altas como no marcadas . A esto obedece que en Cme la raíz
beʔé ‘estar .grande .sg’ forme su plural reduplicando la consonante de la base, pero cambiando la
718
la expresión De número nominal en Cora meseño
tres estrategias morfológicas para marcar plural conocidas para la familia, la
sufijación, el supletivismo y la reduplicación, este último recurso es inexistente
en nominales y se explota al mínimo en bases verbales .51 Este trabajo invita a seguir indagando los remanentes de la reduplicación en cora en las bases verbales
al igual que sus significados asociados al valor de plural, o a otro tipo de sentidos . Estimula, por otro lado, a indagar las reacciones del sistema pronominal en
las lenguas yutoaztecas con respecto a los parámetros de animacidad de los antecedentes y la agentividad de las predicaciones que los acompañan, tema del que
sabemos muy poco hasta la fecha . Sin embargo, deja pendiente la investigación
de dos temas centrales en Cme: la expresión de número en los pronombres de
objeto libres y ligados, así como la gran cuestión del criterio sintáctico que expresa número nominal en el verbo .
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‘estar .grande .pl’ para el plural .
51
El dictaminador anónimo experto en Cjm reporta que en esta última variante la reduplicación se observa también en un reducido grupo de bases verbales tanto estativas como dinámicas no agentivas, en sus términos teóricos . Añade, además, que la reduplicación expresa en
varias de estas raíces verbales más bien habitualidad que pluralidad de un argumento o participante del verbo; un par mínimo de este tipo en Cjm proporcionado por este dictaminador, respetando escritura práctica es me-bíiye (sbj3pl-llover) ‘Está lloviendo’ versus me-bih-bíiye (sbj3pl
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Celebración de los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas,
editado por el Instituto de Investigaciones Filológicas,
siendo jefa del Departamento de Publicaciones
Carolina olivares Chávez,
se terminó de imprimir en los talleres de
gráfiCa premier, S . A . de C . V ., 5 de Febrero, núm . 2309,
Col . San Jerónimo Chicahualco, Metepec, Estado de México, C . P . 52170,
el día 26 de agosto de 2021 .
La composición tipográfica, en tipos
Times de 9/10 .5, 10/12 y 11/14 .5 puntos, realizada por Mauricio Vargas Díaz, y
estuvo al cuidado de los editores .
El tiro consta de 500 ejemplares
impresos en papel Cultural de 90 g .
Tipo de impresión: digital .
Diseño de portada: Itzel Nájera Luna