Academia.eduAcademia.edu

-Estudios linguisticos Verónica Vázquez

2021, La expresión de número nominal en cora meseño (náayari yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena):: un análisis desde la Jerarquía de Animacidad y el rasgo de agentividad

This paper studies the expression of nominal number in Meseño Cora, a Uto-Aztecan language of the Corachol branch, following the morphological criteria usually referring to some kind of additional marker expressed within the noun itself. According to these criteria, this language displays three types of number systems: (i) the basic singular-plural distinction obligatory for nouns designating kin terms and human beings; (ii) the number system of general/singular versus plural (Corbett 2000) exhibited by human and non human animate nouns; and (iii) the general absolute system characteristic of inanimate nouns which never have access to plural marking. I claim that these results represent convincing evidence to argue that the expression of number in this language is distributed in the lexical class of nouns following the predictions of the Animacy Hierarchy (Corbett 2000). Furthermore, the number split located in the class of inanimate nouns is also observed in the third person subject of the pronominal system when such a person has inanimate antecedents or referents with a plural reading which occur with non agentive verbs. Under these conditions, the distinctive forms for the third person cannot be used, generating exclusively the use of the singular form of the pronoun. Keywords: Uto-Aztecan, Cora (náayari/tañíuka yáuhkɨʔena), morphology, expression of nominal number

ESTUDIOS LINGÜÍSTICOS Y FILOLÓGICOS EN LENGUAS INDÍGENAS MEXICANAS ESTUDIOS SOBRE LENGUAS AMERICANAS 10 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS Seminario de Lenguas Indígenas Estudios lingüísticos y filológicos en lenguas indígenas mexicanas Celebración de los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas FRANCISCO ARELLANES Y LILIÁN GUERRERO Editores Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad de México, 2021 CatalogaCión en la publiCaCión UNAM. DireCCión general De biblioteCas nombres: Arellanes Arellanes, Francisco, editor. | Guerrero Valenzuela, Lilián Graciela, editor. título: Estudios lingüísticos y filológicos en lenguas indígenas mexicanas : celebración de los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas / Francisco Arellanes y Lilián Guerrero, editores DesCripCión: Primera edición. | Ciudad de México : Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Seminario de Lenguas Indígenas, 2021. | Serie: Estudios sobre lenguas americanas ; 10. iDentifiCaDores: LIBRUNAM 2106490 | ISBN : 978-607-30-4796-8. temas: Indios de México -- Lenguas. | México -- Lenguas -- Gramática. | Filología mexicana. | Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Filológicas. Seminario de Lenguas Indígenas. ClasifiCaCión: LCC PM3008.E775 2021 | DDC 497—dc23 Ilustración de portada: Detalle de textil elaborado por Rafael Saldaña De la Cruz, inspirado en los bordados del pueblo otomí de Tenango de Doria. Primera edición: agosto de 2021 Fecha de término de edición: 2 de agosto de 2021 D. R. © 2021, universiDaD naCional autónoma De méxiCo instituto De investigaCiones filológiCas Circuito Mario de la Cueva, s. n., Ciudad Universitaria, Alcaldía Coyoacán, C. P. 04510, Ciudad de México www.iifilologicas.unam.mx Departamento de Publicaciones Tels. 55 5622-7347 y 55 5622-7349 ISBN: 978-607-30-4796-8 Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México ÍNDICE Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 ESTUDIOS DE FILOLOGÍA LINGÜÍSTICA Consideraciones sobre paradigmas y topónimos nahuas: los casos de ximouayan y quineuayan a partir de una observación de Thelma D . Sullivan† Karen Dakin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Los difrasismos, términos apelativos en el náhuatl clásico Mercedes Montes de Oca Vega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 La lingüística misionera y las lenguas de México Ascensión Hernández Triviño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101 El programa comunicativo de Luis de Valdivia en el marco de la filología indigenista colonial Nataly Cancino Cabello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 La Tira de Santa Catarina Ixtepeji Michel R. Oudijk y Sebastián van Doesburg . . . . . . . . . . . . . . 183 ESTUDIOS DE DESCRIPCIÓN LINGÜÍSTICA En busca de la palabra fonológica en un corpus de legado: los textos del totonaco de Coatepec de McQuown Paulette Levy y Néstor Hernández-Green . . . . . . . . . . . . . . . . 5 243 ínDiCe Observaciones sobre la diacronía del tono en el tu’un savi (mixteco) de Alcozauca de Guerrero Michael W. Swanton y Juana Mendoza Ruiz . . . . . . . . . . . . . . 309 La pérdida de la vocal átona en el zapoteco central Hiroto Uchihara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347 Contraste fortis-lenis en zapoteco: aspectos sincrónicos y diacrónicos Francisco Arellanes Arellanes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 395 Cambios en los núcleos silábicos en el mixe de Ayutla Rodrigo Romero Méndez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451 La frase nominal simple en el triqui de Chicahuaxtla Fidel Hernández Mendoza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 491 Mapeo de los nombres de lugares con los comcaac (seri) Carolyn O’Meara y Martina Henzi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 525 Eventos de colocación y remoción en yaqui Lilián Guerrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 559 Tipos de cláusulas relativas en tepehuano del sureste (o’dam) Gabriela García Salido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 597 La expresión de número nominal en cora meseño (náayari yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena): un análisis desde la Jerarquía de Animacidad y el rasgo de agentividad Verónica Vázquez Soto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 621 6 PRÓLOGO celebrar… 2 Hacer una fiesta o un festejo por un acontecimiento feliz (Diccionario del Español de México) Con este volumen conmemoramos un acontecimiento feliz: la creación hace treinta años, en nuestro Instituto, de una unidad dedicada al estudio de las lenguas originarias del país . Les agradezco a los editores la iniciativa (y todo el trabajo implícito) de celebrar con lo mejor que podemos ofrecer los académicos para festejar: uno de los frutos de nuestras labores . Me complace que hayan invitado a investigadores con quienes tenemos lazos estrechos, porque el volumen así da una imagen más nítida de cómo, en qué, y con quién trabajamos al cabo de treinta años . Corría 1987 . La joven Dra . Elizabeth Luna había tomado el timón de un Instituto creado por ese gigante: Don Rubén Bonifaz Nuño . Como bien lo recuerda nuestra querida Karen Dakin en su contribución, Don Rubén apoyaba el estudio filológico de nuestras fuentes indígenas clásicas . De los cuatro investigadores que nos ocupábamos de lo “indígena” en el Instituto, yo era la única que me dedicaba de manera exclusiva a la descripción sincrónica de una lengua indígena, el totonaco de Papantla, estudiando sus estructuras a partir de trabajo colaborativo con hablantes nativos, basándome en el uso de esta lengua por una comunidad de habla viva . La Dra . Luna, lingüista de formación, había participado activamente en los proyectos fundacionales del Centro de Lingüística Hispánica, magnos proyectos que se propusieron describir la situación del español mexicano como lengua viva, a partir de encuestas y trabajo de campo que documentaran una realidad contemporánea . Me mandó llamar y me compartió 7 paulette levy su sueño de que las muchas lenguas indígenas del país pudieran estudiarse de la misma forma: lenguas vivas, habladas por comunidades de habla . No se trataba de una reestructuración administrativa, me dijo, se trataba de una política académica que reconociera a las lenguas indígenas no solamente como una fuente histórica de nuestras raíces, sino como una realidad del país que el Instituto tenía que atender: diez por ciento de la población, el México olvidado . Le agradezco mucho que haya depositado su confianza en mí para encargarme del proyecto y de echarlo a andar . Por supuesto que un tipo de investigación no excluye al otro, y el Seminario de Lenguas Indígenas se fundó con el propósito, por una parte, de describir y documentar un mayor número de las lenguas indígenas habladas todavía en el país, de trabajar con datos de primera mano —con todo el trabajo de campo y de encuestas que esa empresa entraña— y, por otra parte, con el compromiso de continuar con el estudio de las fuentes coloniales y las investigaciones históricas, un objetivo doble que le otorga su peculiar textura a nuestro Seminario . Aunque la Dra . Ascensión Hernández Triviño, ilustre historiógrafa de la lingüística en la época de la colonia, era parte de la planta del Instituto, en aquél año partió a una comisión por unos años . Así es que toda la planta heredada en ese momento éramos dos: la Dra . Karen Dakin que empezó su carrera como mayista y trabajadora de campo primero con lenguas mayas y luego con variantes modernas del náhuatl, pero que para ese momento ya se enfilaba a la empresa monumental alrededor de la que giró su vida académica en el Instituto: la reconstrucción histórica de parte de la familia yutoazteca, y sus estudios apasionados de la filología nahuatlata . Y yo . Cabe señalar, sin embargo, que aunque en el momento de la fundación del Seminario fuéramos tan pocos, en el Instituto permeaba el espíritu del doctor Bonifaz, quien siempre desplegó una política de atracción de los estudiosos de lenguas indígenas con una visión integral de las tres filologías que conforman nuestras raíces: la filología hispánica, la filología clásica y la filología amerindia, centrada esta última en las lenguas mesoamericanas . Durante sus dos periodos como director, el doctor Bonifaz apoyó la contratación de varios investigadores de las cuestiones mesoamericanas . Recordaremos sus nombres: René Acuña y Ascensión Hernández Triviño fueron contratados en 1975; Karen Dakin en 1978 y Paulette Levy en 1982 . Pasaron también por el Instituto, bre8 prólogo vemente por desgracia, Jorge A . Suárez y Thelma Sullivan . El espíritu de estos investigadores sigue acompañándonos, como bien lo muestra la contribución de Karen a este volumen . En el mismo año de la fundación oficial del Seminario, 1988, se contrató a la doctora Verónica Vázquez, la primera nueva investigadora dedicada específicamente al estudio sincrónico de una lengua, el cora . En la etapa de fundación, por varios años, tuvimos un ilustre invitado: Thomas Smith-Stark, mayista de formación que trabajaba con el amuzgo (otomangue) en aquel entonces . Tom tenía cubículo, pero nunca aceptó salario, a pesar de que, por años, venía asiduamente dos veces por semana . Compartió trabajo, compartió sueños y aspiraciones . Nos acompañó . Y creó, años más tarde, el primer Seminario de zapoteco colonial en nuestro Instituto . Pues si el entrañable Tom también fue filólogo . Pasó mucha gente por el Seminario, como veremos, pero tardamos doce años en que entrara uno más de los miembros permanentes . En el 2000, cuando el Dr . Fernando Curiel era director, se incorporó Mercedes Montes de Oca, filóloga del náhuatl clásico . La siguiente directora, la Dra . Mercedes de la Garza, merece un especial reconocimiento de nuestra parte: obras son amores que no buenas razones, hizo propio el proyecto del Seminario y en su periodo casi duplicó la planta de investigadores, todos con trabajo doctoral concluido y ya especializado en lenguas indígenas mexicanas: Michel Oudijk en 2004, (zapotequista, filólogo); Francisco Arellanes en 2004 (zapotequista, descriptivista); Lilián Guerrero en 2006 (con trabajo descriptivo, ya para ese entonces publicado, sobre el yaqui); Rodrigo Romero, en 2008 (especialista en mixe, descriptivista) . Carolyn O’Meara (descriptivista del seri) ingresó en 2010, durante el periodo de la Dra . Aurelia Vargas . Y en el corto periodo de la dirección del Dr . Alberto Vital, en 2014, ingresaron Hiroto Uchihara (zapotequista, descriptivista) y el Mtro . Juan Antonio Hernández, como técnico académico para auxiliarnos con el trabajo . Aunque sea sólo nombrándolos, quisiera hacer una lista de los colaboradores que compartieron una parte del trayecto con nosotros: sólo aquéllos que trabajaron directamente en el Seminario . Los que participaron en los proyectos individuales de los investigadores son muchos más . Sin más comentario, va la lista de los investigadores y las lenguas que trabajaron en su paso por el SLI: los indigenistas los reconocerán . 9 paulette levy Ricardo Maldonado (huasteco), David Tuggy (náhuatl de Tetelcingo y de Orizaba), James Watters (tepehua), Francisco Barriga (tipología de lenguas indoamericanas), Roberto Zavala (kanjobal, oluteco), Heriberto Avelino (pame), Michael Knapp (mazahua), Rodrigo Gutiérrez Bravo (maya yucateco), Alejandra Capistrán (p’orhépecha), Manuel Hermann (códices mixtecos), Brooke Lillehauguen (zapoteco del Valle) . La historia de los proyectos, de las publicaciones del Seminario, de los estudiantes y la labor docente, de las diversas etapas por las que hemos transitado, tanto los descriptivistas como los filólogos, está relatada con mucho detalle en una sabrosísima “Semblanza del Seminario de Lenguas Indígenas” que Verónica Vázquez presentó con motivo del 40 aniversario del Instituto y el 25 aniversario del Seminario el 2 de octubre de 2013 . Y, más escuetamente pero con una mirada del historiador que es, en un escrito de la pluma de Michel Oudijk en el 2010 .1 No me ocuparé de la historia . Quiero, más bien, con unas cuántas pinceladas, intentar un retrato de quiénes somos, hoy . Es notable la pasión y la convicción con la que mis colegas hacen su trabajo, todos y cada uno de ellos . Estar en el Seminario implica la suerte de escuchar de Karen cómo una etimología puede iluminar un periodo remoto de la historia; de observar cómo Meche aplica los modelos de análisis semántico y pragmático más modernos al corpus monumental de Sahagún, cuyas maravillas he podido vislumbrar a partir de su trabajo . El conocimiento enciclopédico de Chonita, su interés por las contribuciones de las artes y diccionarios coloniales a la historia de las ideas lingüísticas, la elegancia de su expresión, son una fuente constante de deleite . Michel nos ha abierto un nuevo mundo . Personalmente, uno de los diplomados de casi un año que organizó en el Instituto y al que asistí me sacó de provincialismos disciplinarios . Su Nueva Filología viene a enriquecer los enfoques tradicionales en nuestro seminario . Y qué puedo decir del privilegio de ser testigo de la pasión de Paco por la fonética y la fonología: panoramas intelectuales de una belleza tal que muchas veces me dejan sin aire . El empuje y la energía de nuestros colegas más jóvenes, Lilián, Carolyn, Rodrigo, Hiroto, son una permanente inyección de vitalidad . A esta sintactista, la indudable pasión por la sintaxis de Lilián le ha 1 “Seminario de Lenguas Indígenas”, en Lourdes M . Chehaibar Náder el al . 2010 . La UNAM por México . México: UNAM, pp . 1130-1133 . 10 prólogo permitido ver cómo las cosas se pueden hacer de otra manera . Su energía e iniciativas, su producción tan prolífica, su compromiso con la docencia, su inserción en el gran mundo de la lingüística mundial, son un constante recordatorio de que estamos aquí para dar frutos, no para volvernos sabios . Carolyn, la más antropóloga de entre nosotros, siempre me hace tener presente que trabajamos con comunidades, que los paisajes geográficos definen, que el modo de vida está detrás de lo que describimos, que hay que observar las prácticas lingüísticas además de las estructuras, que los proyectos de ayudar a la comunidad a crear un acervo de literatura tradicional son una tarea valiosa, y que todo esto le da un sentido diferente a nuestro trabajo . Y ni se diga lo estimulante que es la curiosidad omnívora de Rodrigo: del morfema a la cognición, de la adquisición del lenguaje a los últimos descubrimientos de las neurociencias . Su pasión por el trabajo de campo, sus ires y venires por la Sierra, sus saltos por todos los niveles de la lengua, de fonología a semántica a dialectología, son un permanente recordatorio de que comprometerse con la descripción de una lengua exige que nos volvamos todólogos lo cual, en mi vocabulario y para la empresa que nos proponemos, es una virtud . Apenas empiezo a disfrutar de la inteligencia, la claridad mental, el orden en las ideas, el buen tino de Hiroto, el más reciente de nuestros colegas . Y ya estoy anticipando el placer de convivir con él . La trayectoria de Verónica, el tesón, la paciencia, la constancia, me inspiran respeto . La veo en la Sierra, disfrutándose un taco, riéndose con sus colaboradores coras, comprometida hasta el tuétano con la comunidad cuya lengua decidió estudiar . Con Verónica más que con nadie he discutido de adjetivos, de relativas, de subordinación, de clíticos, de estructura de la información, de clases verbales, de concordancia, de clases nominales, de generalizaciones tipológicas, de tantas cosas más . Tantísimas pasiones intelectuales . Y también la pasión de justicia social, reflejada en una meditación constante sobre cuál debe ser la organización y la naturaleza de la vida académica . Este trabajo nuestro, por su naturaleza, es pertinente para muy diversas comunidades . Está la gran conversación… el discurrir y escrutar y tratar de vislumbrar la naturaleza del lenguaje, deducir las propiedades de diseño de las lenguas, descubrir el orden detrás de tan diversas arquitecturas . Nuestra labor de investigación nunca ha pretendido, hasta ahora, crear nuevas teorías . Pero 11 paulette levy siempre ha sido un laboratorio para evaluar qué afirmaciones teóricas se sostienen y cuáles se invalidan, por la amplia base empírica en la que se sustenta nuestro trabajo: muchas lenguas, lenguas poco estudiadas, trabajo con materiales de primera mano y hecho con un pudor enorme para no traicionar el genio específico de cada lengua . Estos aportes desde México, ya desde la época de las artes coloniales, han hecho mella en las concepciones de la gramática . Con una conciencia clara de que por factores culturales la disciplina ha sido demasiado eurocentrista, aspiramos a que nuestros hallazgos participen de la gran conversación . Pero no trabajamos en una burbuja aislada, trabajamos con comunidades y tenemos un compromiso fuerte de hacerles llegar nuestros hallazgos de una forma que les sea útil, de la forma que las comunidades mismas nos demanden . El corpus recopilado, grabado y videograbado, transcrito, analizado, y traducido por Verónica es un registro de textos en muy diversos géneros de los mejores narradores de la comunidad cora, de mundos que, a través de su labor, la comunidad podrá recuperar . Carolyn ha emprendido un proyecto de recuperación de textos seris escritos hacia la mitad del siglo pasado, que reflejan un modo de vida que ya no es el actual, puesto que ha habido un cambio cultural acelerado en ese grupo . La recuperación involucra a un grupo de hablantes del seri preocupados por implementar un proyecto de alfabetización en lengua materna . Michel ha impedido la fuga del país de documentos antiguos invaluables y los ha devuelto a sus comunidades . Además, constantemente lleva sus hallazgos a las comunidades indígenas de donde provienen los documentos que estudia . Les devuelve en cierto sentido su historia . Muchos participamos en el gran proyecto de CIESAS de capacitar lingüistas nativohablantes de sus propias lenguas . Los trabajos de algunos de los egresados de ese programa ya empiezan a aparecer en nuestras publicaciones . Otros colegas participan, además, en diversos proyectos educativos . Me gustaría destacar que el ímpetu docente de Paco y su inigualable aptitud para la docencia, ha logrado identificar tal cantidad de talento entre estos estudiantes nativohablantes que me da la impresión de que su actividad individual tendrá un impacto que aún no sospechamos . Así sea . Así es que celebremos, pues, que el sueño de prestar atención a las lenguas originarias como parte de nuestro patrimonio, como parte de lo que somos 12 prólogo como nación, ha cuajado . Ha cuajado en un lugar en donde hacer filología significa tener un conocimiento íntimo de la lengua con la que se trabaja . En donde hacer lingüística significa tener un conocimiento íntimo de la comunidad de habla con la que se trabaja . Así lo atestiguan los trabajos que aquí se ofrecen . En efecto tenemos mucho que celebrar . Paulette Levy Ciudad Universitaria, a 15 de octubre de 2018. 13 INTRODUCCIÓN Con el propósito de celebrar los 30 años de existencia del Seminario de Lenguas Indígenas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, elaboramos el presente volumen con la participación de todos sus investigadores, un hecho inédito en la historia del Seminario . Este libro constituye una muestra rica y representativa de nuestras líneas de investigación académica y de nuestros intereses y obsesiones intelectuales . Además, contamos con la colaboración de algunos colegas con intereses académicos afines, cuyas investigaciones pudimos conocer de cerca gracias a la instauración, en febrero del año 2016, del Seminario Académico Permanente, espacio de discusión académica enfocado en aspectos lingüísticos y filológicos de las lenguas indígenas de nuestro país . Dada la riqueza lingüística de México y la manera en que la Lingüística y la Filología Indoamericanas se han desarrollado en los últimos años, hubiera sido imposible elaborar un volumen monotemático . Por tanto, los enfoques teóricos del volumen son diversos, así como los niveles de lengua en que se centran las investigaciones y las metodologías empleadas para la recopilación y la organización de los datos . Las contribuciones van de lo fonético-fonológico a lo etimológico, de los difrasismos a los tonos de borde, de los métodos y las herramientas analíticas para los topónimos a los criterios para la representación ortográfica, del análisis de documentos al de cláusulas relativas, de un enfoque sincrónico a uno diacrónico y viceversa . A pesar de esta diversidad, el lector podrá reconocer múltiples conexiones y confluencias entre los trabajos de este volumen . Las contribuciones están agrupadas en torno a las dos líneas de investigación principales del Seminario: la Filología y la Descripción Lingüística, aunque claramente algunas contribuciones están a caballo entre ambas y para los editores fue una labor difícil ubicarlas en una sección o la otra . En el volumen están 15 franCisCo arellanes y lilián guerrero representadas cinco de las once familias lingüísticas de México: yutoazteca, otomangue, totonaco-tepehua, mixe-zoque y seri . Las investigaciones giran en torno al náhuatl clásico, distintas lenguas zapotecas, el totonaco de Coatepec, el mixteco de Alcozauca, el mixe de Ayutla, el triqui de Chicahuaxtla, el seri, el tepehuano del sureste, el yaqui y el cora; una de las contribuciones, incluso, traspasa la frontera nacional y toca aspectos filológicos y de políticas lingüísticas en torno al mapudungun o mapuche, lengua indígena de Chile . El volumen comienza en su primera parte, de temática filológica, con el capítulo Consideraciones sobre paradigmas y topónimos nahuas: los casos de ximouayan y quineuayan a partir de una observación de Thelma D. Sullivan† de Karen Dakin quien enfatiza, siguiendo el enfoque propuesto por Malkiel (1967) e inspirada por las discusiones que tuvo al principio de la década de los ochenta con Thelma D . Sullivan, la importancia de considerar distintos tipos de evidencia a la hora de proponer etimologías . En particular, el interés de la autora se centra en dos topónimos nauas de lugares mitológicos, ximouayan y quineuayan . En ambos casos, la autora presenta consideraciones sobre la estructura del sistema gramatical, pruebas de reconstrucción histórica y comparada tanto en el ámbito fonológico como en el morfológico y, en este segundo caso, hace también referencia a la pertinencia de los paradigmas derivacionales . Toda esta evidencia interna se combina con la proveniente de los textos coloniales, entre ellos los Primeros memoriales de Sahagún, así como también con evidencia iconográfica, con el fin de dar claridad al análisis y ampliar los contextos de uso de los términos relacionados . La discusión que la autora elabora sobre las etimologías y los significados de ximouayan y quineuayan considera de manera crítica las etimologías ya propuestas por historiadores y gramáticos de la época colonial, quienes desde su formación europea medieval, traducían los términos según su propia experiencia y época en vez de elaborar etimologías con una base analítica rigurosa . En algunos casos, de hecho, resulta evidente cierta confusión en el análisis gramatical de tales autores . Con relación a ximouayan la autora prefiere la etimología de ‘lugar a donde se va a quedar’ y no ‘el lugar de los descarnados’ . Descarta esta segunda etimología, que se remonta a Garibay, debido a que ésta supone que la raíz del topónimo es el verbo transitivo xīma ‘rasurar, rapar, trasquilar’ (y por extensión, ‘despojar’ y ‘despojar de la carne’) pero ximouayan no cumple con las condiciones estructurales de los topónimos 16 introDuCCión derivados de verbos transitivos, a saber: tener la marca de objeto tē- previa a la raíz verbal y el sufijo impersonal -lō justo antes del sufijo locativo -yān . En el caso de quineuayan, tanto los datos iconográficos de Thouvenot como los cognados de las lenguas yutoaztecas muestran la relación del topónimo con los gruñidos y los perros . Concretamente, el análisis comparativo y diacrónico permite reconocer un prefijo instrumental ki- ‘entre dientes’, seguido de una forma de la raíz verbal ‘hablar’ /nawa/ más el sufijo locativo -yān . Esta etimología apoya una visión más concreta de la naturaleza que rodeaba a los habitantes humanos y se contrapone con la traducción de Molina que glosa los agentivos itech quineuhqui e itech quineuac (literalmente ‘el que le habla gruñendo’) como ‘endemoniado’, o aún más, con la traducción todavía más abstracta que Garibay hace del topónimo: ‘el dominio misterioso en que residen los que han pasado de este mundo’ . La segunda contribución del volumen, Los difrasismos, términos apelativos en el náhuatl clásico, corresponde a Mercedes Montes de Oca Vega . Su objetivo se centra en el análisis de los difrasismos, estructuras lingüísticas paralelas, comunes en diversos textos del náhuatl clásico e identificados por los primeros misioneros (Molina, Sahagún, Olmos) como formas especiales . Los difrasismos pueden desempeñar una función estilística, pero también de identificación de registro, honorífica, de comunicación privilegiada, y de denominación de referentes especiales, particularmente respecto de la construcción de términos apelativos . Estas denominaciones adquieren relevancia en la interlocución con los dioses, pues constituyen una forma privilegiada de comunicación . La investigación documenta los términos apelativos de dos dioses principales del México prehispánico: Tezcatlipoca y Tlaloc en contextos de enunciación conformados por rezos y plegarias, relativamente comunes en el libro VI del Códice Florentino, fuente del corpus de la investigación . La autora identifica una diversidad estructural y predicativa de los nombres propios en varios sistemas de nombramiento . Dado que los contextos de enunciación que propician la interpelación directa son escasos en la variante de lengua documentada, la autora distingue dos tipos de estructuras lingüísticas que, en el nivel pragmático, activan la función apelativa de los difrasismos como “términos de tratamiento” . En el primer caso, la interpelación se marca por la forma vocativa y el otro contexto alocutivo se remite al uso de los pronombres personales de segunda persona, afija17 franCisCo arellanes y lilián guerrero dos a los teónimos y la forma exhortativa . La autora concluye que la elección de determinado término de dirección implica un consenso social y una convención respecto del significado de estos términos . Por esta razón los términos apelativos necesitan estar vinculados estrechamente con el portador, sobre todo si designan características, atributos, funciones y marcos de acción reconocidos por la comunidad de habla que los emplea . La contribución de Ascensión Hernández Triviño, La lingüística misionera y las lenguas de México, hace un recuento de la Lingüística Misionera a través de las gramáticas impresas en lenguas indígenas mexicanas . Se centra en la Historiografía Lingüística y pone especial atención en la acción misionera y en el método misional para poder clasificar el cúmulo de gramáticas y el modelo de descripción que en ellas se manifiesta, ya sea a partir de analogías con los modelos latinos previamente existentes, o bien a partir de las diferencias con el latín, para las cuales los misioneros crearon respuestas innovadoras . Más allá del modelo latino, estas propuestas se constituyeron en nuevos paradigmas en la tradición gramatical de Occidente, y a la postre sentaron los pilares de una tradición gramatical mesoamericana . La dualidad de este procedimiento fue posible, de acuerdo con la autora, gracias a que los misioneros contaban con una herramienta típicamente renacentista, el humanismo clásico, del que tomaron la capacidad hermeneútica fundamentada en dos conceptos fundamentales: la analogía y la anomalía . La analogía les permitió a los misioneros penetrar en la naturaleza de las palabras, establecer similitudes con las partes de la oración de la gramática latina y analizarlas conforme a los paradigmas clásicos . La anomalía les abrió el camino para conocer lo nuevo, lo no existente en el latín, mediante el uso de una perspectiva comparatista . La autora resalta particularmente las anomalías, pues estos fueron los elementos que generaron nuevas respuestas, múltiples innovaciones que se detallan a lo largo del trabajo y que pueden agruparse en dos grandes rubros: arquitectura y creación de espacios . En ambos rubros, fray Andrés de Olmos fue una figura clave . En la elaboración del Arte de la lengua mexicana, la primera gramática de una lengua indoamericana, Olmos rompió con los esquemas del modelo latino (es decir, la arquitectura) establecidos por Nebrija, al eliminar los dos primeros libros del modelo nebrijense pues éstos se referían a fenómenos gramaticales sin relevancia para el náhuatl: la declinación y el género . Respecto de la creación de espacios, los 18 introDuCCión más importantes son el dedicado a la identificación de las letras y su valor fonético, con especial atención a los valores que Olmos consideró difíciles por no tener correspondencias claras en español, y el dedicado a la descripción morfosintáctica de la lengua . Olmos sustituye el concepto de sintaxis, al no considerarlo pertinente en el náhuatl, por el de composición, que en la tradición latina se aplicaba exclusivamente a la composición nominal . De este modo, con Olmos el término sufrió un proceso de extensión semántica para poder abarcar los procesos de incorporación y otros procedimientos aglutinantes típicos de las lenguas polisintéticas . La autora concluye su texto afirmando que las analogías y las anomalías conformaron una espiral que permitió la sedimentación de una tradición propia que hoy podemos definir como tradición gramatical mesoamericana . El programa comunicativo de Luis de Valdivia en el marco de la filología indigenista colonial de Nataly Cancino Cabello constituye la única contribución del volumen que no se centra en ninguna lengua indígena mexicana . Tiene como tópico principal la descripción de las labores y la obra lingüística que el misionero de origen granadino Luis de Valdivia llevó a cabo en Chile durante la transición del siglo xvi al siglo xvii . La mayor parte de la obra de Valdivia se centra en el mapudungun, la lengua indígena chilena de mayor importancia desde la época colonial y hasta la actualidad . Pero Valdivia también trabajó con dos lenguas sudamericanas actualmente extintas y estrechamente emparentadas entre sí: el millcayac y el allentiac . Estas lenguas originalmente se hablaban en El Cuyo, provincia que durante la época colonial formaba parte de la jurisdicción chilena pero que actualmente forma parte de Argentina . Valdivia entró en contacto con los huarpes, el grupo étnico nativo-hablante de millcayac y allentiac, en Santiago de Chile a donde éstos habían sido trasladados desde su zona de origen para realizar trabajos de minería y construcción . La autora resalta que el volumen completo de Luis de Valdivia sobre el millcayac y el allentiac se conocía solo parcialmente hasta hace poco y que el texto íntegro estuvo desaparecido hasta que ella misma lo encontró en el año 2015 durante su estancia posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Filológicas . La figura de Valdivia es interesante porque propuso y lideró la política de la guerra defensiva, una estrategia militar que promovía el diálogo entre españoles y mapuches y reservaba los enfrentamientos armados solo en caso de ataque indígena . En ese mar19 franCisCo arellanes y lilián guerrero co, Valdivia propuso un programa comunicativo consistente en la elaboración de una política lingüística según la cual el mapudungun era una lengua general en la zona; asimismo, determinó la aplicación de esta política a través de la evangelización en lengua originaria y mediante un sistema de parlamentos hispano-mapuches . A pesar de lo anterior, la autora afirma que el proceder de Valdivia no puede entenderse solo desde su individualidad como misionero, sino desde su actuar como agente institucional y político . Valdivia, entonces, legitimó el accionar de la Corona a través de un modelo pacifista que evitaba los excesos de una guerra que solo había traído fracasos económicos y militares para las huestes españolas . De este modo, las acciones del jesuita favorecieron el mantenimiento del poder de la Iglesia y de la Corona . Por tanto, hay que interpretar su legado como producto de una época y como el resultado de una forma de comunicación marcada por la asimetría propia de una situación de colonización y vasallaje . Respecto del empleo del mapudungun en el marco de la guerra defensiva, finalmente, la autora afirma que se realizó desde una posición centralizada en términos políticos y eclesiales, y desde una epistemología monocultural que privilegiaba lo hispano y que no observó la autonomía de la alteridad mapuche . La última contribución de la primera parte del volumen la presentan Michel Oudijk y Sebastián van Doesburg . En La Tira de Santa Catarina Ixtepeji analizan la historia y el contenido del documento histórico zapoteco de la Sierra Juárez de Oaxaca al que hace referencia el título del trabajo . La Tira de Ixtepeji se encuentra en la biblioteca de la Sociedad Americana de Geografía, la cual actualmente forma parte de la Universidad de Wisconsin en Milwaukee, EE .U U . Los autores describen detalladamente cómo la tira salió de México en 1914 a través Adolf Edwin Place, un ingeniero de minería de nacionalidad estadounidense y de ascendencia alemana, quien la vendió a la Sociedad Americana de Geografía tres años después . Por circunstancias históricas la tira fue olvidada durante casi un siglo y finalmente fue redescubierta en 2012 . La Tira de Ixtepeji es un documento con características típicas de los documentos pictográficos mesoamericanos . Muestra un relato de migración y el linaje principal de un importante señorío, además de los descendientes coloniales de un “indio conquistador” . La dudosa relación entre estos descendientes y el conquistador, e incluso la incertidumbre sobre la existencia del propio conquistador, sugieren que 20 introDuCCión la Tira de Ixtepeji es una construcción de finales del siglo xvii, parcialmente basada en información de documentos del siglo xvi a la que se le añadieron datos ficticios . Los autores afirman, de hecho, que hacia finales del siglo xvii la versión original de la tira estaba en manos de la familia Juárez de Zárate y que a partir de ella, generaron un nuevo documento, la tira que tenemos hoy en día, a la que añadieron las generaciones coloniales hasta 1691 . Por tanto, sugieren que posiblemente la familia Juárez de Zárate secuestró la historia de la casa noble del pueblo y pretendió que era suya . Esta sugerencia se refuerza con el análisis de los documentos de archivo, de los cuales emerge la imagen de una familia de dudosa ascendencia noble que durante la segunda mitad del siglo xvii había logrado cierta bonanza económica, la cual deseaban traducir —a través de peticiones ante las autoridades españoles del momento— en un reconocimiento como caciques de la comunidad . Como pieza probatoria mandaron elaborar la Tira de Ixtepeji como la conocemos actualmente . Además del discurso figurativo, la tira incluye también múltiples textos alfabéticos en zapoteco y español . La mayoría de los textos zapotecos acompañan y aclaran el relato pictórico y parecen haber sido parte del diseño original, aunque algunos probablemente fueron añadidos posteriormente con el fin de registrar asuntos relacionados con temas territoriales . Los textos españoles fueron añadidos por autoridades españolas a partir de 1691 cuando los señores de Ixtepeji presentaron la copia de una tira “original” para apoyar reclamaciones legales a ciertos privilegios y derechos . Así, la tira contiene varias capas de información correspondientes a datos de distintos orígenes y momentos . Un problema metodológico con el análisis de la estratigrafía de este texto es que dado que se trata de una copia de 1691, todos los textos y dibujos —exceptuando las glosas españolas— fueron copiados por un mismo escriba, de modo que todas las diferencias de estilo y de letra se han perdido y sólo mediante un estudio del contenido de los textos y los dibujos es posible distinguir las posibles capas . Queda todavía pendiente el análisis y traducción de algunos de los textos zapotecos de la tira . La segunda parte del volumen, los estudios de descripción lingüística, comienza con la investigación En busca de la palabra fonológica en un corpus de legado: los textos del totonaco de Coatepec de McQuown de Paulette Levy y Néstor Hernández-Green . Esta contribución tiene un doble interés, filológico y lingüístico . Por un lado, recupera una serie de textos producidos a mediados del 21 franCisCo arellanes y lilián guerrero siglo xx por el colaborador lingüístico principal de Norman A . McQuown, Manuel Oropeza Castro (hablante nativo del totonaco de Coatepec), y analizados y preservados digitalmente por el propio McQuown . El valor de estos textos radica no sólo en el hecho de que constituyen un registro escrito y sonoro de un estado anterior de una variante totonaca que prácticamente ha desaparecido, sino en que junto con los propios materiales lingüísticos aparecen todos los tipos de junturas fonológicas que McQuown reconoció y representó gráficamente . Los criterios que McQuown siguió para establecer estas junturas no aparecen de modo explícito en su obra académica, por lo que el reto académico de los autores era develar a qué correspondían . La hipótesis de partida para el análisis lingüístico es que estas junturas se refieren a diferentes niveles de la Jerarquía Prosódica, tal y como se conocen en la teoría fonológica contemporánea . En particular, los autores reconocen tres niveles prosódicos: i) la Frase Entonacional, marcada por McQuown por el comienzo de línea en su extremo inicial y por un espacio ante coma o ante punto en el extremo final; ii) la Frase Acentual, que McQuown representa mediante secuencias tipográficas con espacios en blanco en sus dos extremos y que, salvo unas cuantas excepciones, contienen un solo acento ortográfico; y iii) los lexos, esto es, las realizaciones concretas de los lexemas . De estos tres niveles prosódicos, el foco de atención está en la Frase Acentual . Los autores muestran que ésta constituye el dominio de formación de pies en la lengua . Así, una de las contribuciones principales del trabajo está en la caracterización del sistema métrico que es: i) de tipo yámbico (con tres instancias: LP, P, LL), ii) sensible al peso silábico, iii) con una conformación de pies a partir del extremo inicial de la Frase Acentual, y, iv) exhaustivo, lo que provoca reajustes para evitar lapsos . Además, los autores muestran una serie de procesos de reducción y ensordecimiento sobre la sílaba débil del yambo y de estrategias de realce (como el alargamiento) sobre la sílaba fuerte . Otra contribución importante es la propuesta de la jerarquía moraica CVːC(C), CVCC > CVː, CVC > CV, justificada por la incapacidad de las sílabas CV (monomoraicas) para conformar pies y la imposibilidad de que las sílabas CVːC(C) y CVCC (trimoraicas) ocupen la posición débil del pie . Finalmente, debe resaltarse que los autores hacen también una indagación preliminar de la interacción entre prosodia y sintaxis y encuentran que el tratamiento prosódico de las construcciones predicativas no 22 introDuCCión verbales (nominales y adjetivales) es idéntico al de las construcciones predicativas verbales, a partir de lo cual afirman que el totonaco de Coatepec es una lengua de predicado inicial . El trabajo de Michael Swanton y Juana Mendoza Ruiz Observaciones sobre la diacronía del tono en el tu’un savi (mixteco) de Alcozauca de Guerrero examina la reconstrucción del tono del protomixteco a la luz del sistema tonal de la variedad de Alcozauca de Guerrero . El capítulo tiene dos partes entrelazadas: i) una breve descripción del sistema tonal de Alcozauca y algunos de sus procesos y ii) cómo se relaciona éste con la reconstrucción del tono del protomixteco . El mixteco de Alcozauca, de modo similar a otras variedades vecinas habladas en Guerrero —como la de Yoloxóchitl y la de Xochapa—, manifiesta una cantidad particularmente grande de contrastes tonales que en la superficie implican una oposición de cuatro niveles tonales y varios contornos tonales, pero ningún sandhi tonal del tipo que Kenneth Pike describió por primera vez en su estudio clásico del mixteco de San Miguel el Grande de 1948 . Los autores describen el sistema tonal de Alcozauca, que contrasta 25 patrones tonales en el pie bimoraico, como secuencias de hasta tres tonos primitivos en la penúltima mora y solo uno en la última . En apoyo de este análisis compositivo (y de sus reconstrucciones internas), los autores describen los exponentes de los aspectos imperfectivo y perfectivo y la marcación del negativo . Los procesos en estos patrones morfológicos muestran que ciertos tonos de contorno (31, 131) y ciertas realizaciones de superficie ([2]) pueden descomponerse en secuencias de primitivos tonales (respectivamente, 3 + 1, 13 + 1 y 1 + 2) . La segunda parte del trabajo toma como punto de partida la reconstrucción del tono protomixteco de Michael Dürr (1982, 1987) que consta de seis patrones tonales “básicos” (*A.AɁ, *A.A, *A.B, *B.BɁ, *B.B y *B.A) además de los patrones “no básicos” que dejó sin reconstrucción . Los autores demuestran que estos patrones básicos tienen cada uno un reflejo regular en el mixteco de Alcozauca (respectivamente, 2 .3, 2 .2, 2 .1, 1 .3, 1 .1 y 1 .2) . Además, muestran que los reflejos de estas seis formas básicas son los mismos que permiten la composición tonal que resulta en secuencias . Por tanto, concluyen que los patrones “no básicos” surgieron de la coalescencia tonal de un constituyente prosódico anterior, ahora perdido, que dejó su huella en los tonos del constituyente que sigue . Esta conclusión, confrontada con datos del mixteco de Alcozauca, Zacatepec, Chalcatongo y Yucu23 franCisCo arellanes y lilián guerrero quimi, permite a los autores reconstruir, por primera vez, diez patrones tonales no básicos en protomixteco . Al permitir tales secuencias tonales, el mixteco de Alcozauca conserva contrastes que se perdieron en otras variedades donde varios reflejos de los patrones no básicos se fusionaron con otros patrones tonales . Por lo tanto, esto lo convierte en una variedad crucial para la reconstrucción del tono protomixteco . En contra del supuesto de que los zapotecos actuales pueden clasificarse dicotómicamente, de acuerdo con si conservan o pierden las vocales átonas (v. gr . Kaufman 1989: 20; 2015: 4), la contribución de Hiroto Uchihara, La pérdida de la vocal átona en el zapoteco central, muestra que este fenómeno en el zapoteco central no es simultáneo sino gradual, y que en muchas variantes todavía está en proceso (por ejemplo, en el zapoteco de Asunción Ocotlán donde bajo las mismas condiciones tonales los hablantes mayores conservan las vocales y los más jóvenes ya no las pronuncian) . Los factores fonológicos locales que el autor reconoce como responsables de esta pérdida vocálica son: i) evitar codas, ii) evitar grupos consonánticos y iii) favorecer la preservación de tonos marcados, como el ascendente, en contra de tonos no marcados, como el bajo . Un cuarto factor se refiere al origen etimológico peculiar de algunos prefijos aspectuales; particularmente al prefijo de progresivo ka(y)- y al prefijo de estativo na- . Ambos prefijos parecen provenir de raíces verbales —respectivamente, el verbo kaː ‘estar pegado’ (Broadwell 2015) y la cópula naː (Munro 2002)—, lo que explicaría muy bien por qué sus vocales suelen conservarse en mayor medida que las vocales de otros prefijos que no provienen de verbos . Otro aporte importante de este trabajo es que también demuestra que ni la posición métrica (pretónica vs . postónica) ni el estatus morfológico (afijo o clítico vs . raíz) son determinantes en la conservación o pérdida de las vocales átonas . Los factores reconocidos por el autor interactúan de manera diferente en cada variante de zapoteco central, de modo que en la mayoría de las variantes el factor tonal no es relevante, pero sí lo es en algunas como la de Güilá y la de Asunción Ocotlán . Por su parte, la tendencia a evitar codas es un factor importante en la preservación de vocales átonas en el zapoteco de Juchitán y, en menor medida, en Chichicapan, pero no así en Teotitlán del Valle, en Mitla, en Quiaviní, en Güilá ni en Asunción Ocotlán . El autor emplea en su análisis el marco de la Teoría de la Optimidad (Prince y Smolensky 2008); los factores fonoló24 introDuCCión gicos que reconoce los codifica como restricciones de buena formación (v. gr . *Coda), mientras que las interacciones particulares de estos factores las captura mediante distintas jerarquías de restricciones, cada una de ellas válida para una variante de zapoteco central en particular . El trabajo de Francisco Arellanes Contraste fortis-lenis en zapoteco: aspectos sincrónicos y diacrónicos cumple un doble propósito . Por un lado, revisa críticamente la bibliografía sobre el contraste fonológico fortis-lenis en lenguas zapotecas que se ha producido en los últimos setenta años con el fin de distinguir las propiedades definitorias de las accesorias en este contraste . Por el otro lado, propone una ruta evolutiva sobre la conformación del contraste fortis-lenis a partir de un contraste entre grupos consonánticos y consonantes simples que se remonta al protozapotecano . Respecto del primer propósito, el autor encuentra que las características definitorias del contraste consisten en: i) la capacidad de las consonantes fortis para recibir una mora bajo ciertas condiciones silábico-prosódicas en oposición a la incapacidad de las consonantes lenis para recibirla bajo las mismas condiciones y ii) la adaptabilidad al contexto de las consonantes lenis en oposición a la marcada resistencia de las consonantes fortis a adaptarse contextualmente . Respecto del segundo propósito, el autor afirma que los grupos consonánticos devinieron en consonantes geminadas en protozapoteco debido al sistema trocaico que existía en esta protolengua y que, en cambio, esos mismos grupos consonánticos se convirtieron en consonantes simples en protochatino debido a que esta protolengua tenía un sistema de tipo yámbico . Posteriormente, el protozapoteco desarrolló una estrategia de alargamiento vocálico para compensar el desequilibrio prosódico entre sílabas tónicas más consonante geminada transilábica y sílabas tónicas seguidas de consonante simple, pues mientras las primeras eran bimoraicas, las segundas eran monomoraicas . El surgimiento del alargamiento vocálico dio como resultado una de las propiedades más notables de las lenguas zapotecas actuales: la condición bimoraica de la sílaba tónica . El desgaste fonético segmental de las consonantes simples, finalmente, reconfiguró el sistema consonántico al permitir el surgimiento del contraste ente consonantes estables (las fortis) y consonantes adaptables al contexto (las lenis) . El desarrollo del contraste no fue idéntico a inicio de raíz que en posición intervocálica, pues en el primer caso nunca estuvo involucrado el factor moraico y, en cambio, la interacción con aspectos morfológicos fue crucial . 25 franCisCo arellanes y lilián guerrero El texto termina con la revisión de cómo se conformó el contraste fortis-lenis en las vibrantes de la variante zapoteca de San Pablo Güilá . Esta revisión permite corroborar la vigencia del contraste y la validez sincrónica de su caracterización . En el capítulo que lleva por título Cambios en los núcleos silábicos en el mixe de Ayutla, Rodrigo Romero describe la complejidad de los núcleos silábicos en esta lengua de la familia mixe-zoque hablada en Oaxaca . La investigación considera tanto aspectos sincrónicos como diacrónicos; la comparación con otras lenguas de la familia es recurrente . Las propiedades que determinan la complejidad de los núcleos silábicos son esencialmente los contrastes de duración así como los rasgos de voz no modal: la aspiración y la glotalización . A los primeros, el autor los representa formalmente mediante moras y a los segundos mediante los rasgos respectivos [+glotis extendida] y [+glotis constreñida] . La combinación de estas propiedades da un total de ocho tipos de núcleos reportados en las lenguas mixes, de los cuales sólo el de las vocales largas cortadas (VVˀ) no existe en el mixe de Ayutla . Desde el punto de vista teórico, el autor afirma que los rasgos no modales no están asociados al núcleo por entero sino a la mora; esto le permite explicar la existencia de vocales rearticuladas aspiradas (VˀVʰ) en las cuales el rasgo [+glotis constreñida] está asociado a la primera mora y el rasgo [+glotis extendida] a la segunda . Una condición fonotáctica que el autor resalta es que el rasgo [+glotis extendida] no se puede asociar a la primera mora de una vocal larga en ninguna lengua mixe-zoque, a diferencia de lo que ocurre en el triqui de Chicahuaxtla, lengua otomangue también representada en este mismo volumen en la contribución de Fidel Hernández Mendoza . Desde una perspectiva diacrónica, los núcleos en el mixe de Ayutla manifiestan tres cambios respecto de la protolengua: alargamiento, aspiración de núcleos largos y pérdida de glotalización . Sincrónicamente, la misma pieza léxica puede tener distintas formas fonológicas debido a variaciones en el núcleo que no son predecibles a partir de factores fonológicos . En el dominio verbal, el autor propone que a cada pieza léxica le corresponden hasta tres temas verbales diferentes, cuya distribución depende de factores morfológicos, por lo que constituye un tipo de apofonía asociada a distintas conjugaciones . En el dominio nominal y adjetival, por el contrario, los cambios parecen estar sujetos a cierto grado de variación libre . Hay compuestos lexicalizados que involucran morfemas ligados —históricamente provenientes de sustantivos que denotan partes del cuerpo—, los cuales son suficientemente diferentes fonológica y semánticamente 26 introDuCCión de los sustantivos de los que provienen . Por tal motivo, el autor considera que sincrónicamente son piezas morfológicas distintas, las cuales deben tener su propia representación ortográfica . Fuera de estos casos, el autor sugiere en el apartado final de su contribución que, en la mayoría de los casos, es partidario de una representación ortográfica más cercana a lo fonológico que a lo fonético . La contribución de Fidel Hernández Mendoza, La frase nominal simple en el triqui de Chicahuaxtla, se centra en la descripción de los componentes de la Frase Nominal, particularmente en aquella que no involucra la expresión de ninguna relación de posesión . Entre los modificadores nominales que el autor reporta y describe se encuentran los clasificadores, los numerales, el artículo indefinido y varios marcadores de pluralidad, todo los cuales ocupan posiciones prenucleares, así como los adjetivos y los demostrativos, que ocupan una posición posterior al núcleo . Además de estos elementos, el autor identifica un tono de borde cuya función principal es marcar el linde final de la frase nominal, de modo que cuando en ésta no hay modificadores postnominales, el tono de borde se ancla sobre el propio núcleo nominal, pero en caso contrario se desplaza al modificador postnominal que ocupe la periferia final de la frase . Existen ciertas restricciones para que este tono se manifieste: dado que se trata de un tono de nivel 3, no se manifiesta si el sustantivo o adjetivo tienen tono 3 o 4; dado que todos los demostrativos tienen tono 3, tampoco se manifiesta en estos casos . Paralelamente, el autor encuentra que los núcleos nominales que son préstamos del español manifiestan una alternancia en su realización tonal dependiendo de si están seguidos o no por un modificador postnominal . Encuentra dos subgrupos: i) los que cambian del patrón tonal 4 .3 al patrón 3 .43 y los que cambian del patrón 2 .4 al patrón 2 .43 . Dado que en los patrones básicos el último tono es 3 o 4, el tono de borde no se manifiesta en estos casos; en cambio, en los patrones modificados, el tono de borde se manifiesta sobre el modificador postnominal . Finalmente, un fenómeno muy interesante de interface entre sintaxis y fonología tiene que ver con las oraciones de relativo . Dada la ausencia de subordinadores con contenido fonético en este tipo de construcciones, la lengua emplea el tono de borde para contrastar construcciones del tipo ‘la muchacha vino ayer’ (sin relativa) con construcciones del tipo ‘la muchacha que vino ayer’ (con relativa) . En el primer caso, el tono de borde aparece al final de la frase nominal sujeto, mientras que en el segundo caso el 27 franCisCo arellanes y lilián guerrero tono de borde no aparece . En tanto la oración de relativo es también un modificador postnominal, cuando el núcleo nominal es un préstamo, se manifiesta la misma alternancia tonal que ocurre ante los modificadores adjetivales . Carolyn O’Meara y Martina Henzi, en el capítulo Mapeando los nombres de lugares con los comcaac (seri), comparten sus experiencias al mapear topónimos con hablantes de seri . Es de su particular interés enfocarse en los métodos usados y en los desafíos enfrentados . Los resultados preliminares de su estudio sugieren que el conocimiento individual de los topónimos es variable entre los hablantes, lo que parece apoyar la afirmación de Basso (1996) de que es el individuo, y no la cultura, quien da significado a los topónimos en el contexto de una comunidad de habla y que cada individuo lo hace a su manera, basándose en su propia experiencia y conocimiento . Esta variación se refleja, por un lado, en el número de topónimos que cada hablante conoce . De las 13 personas seris que participaron en el estudio, 9 tuvieron un promedio de 38 topónimos, mientras que en los extremos una persona conocía sólo 6 topónimos y otra conocía 174 . Por otro lado, hay casos en que un mismo topónimo designa dos lugares diferentes; esto podría deberse a diferencias entre conocimiento individual . Tal podría ser el caso de Heeme, topónimo que designa un campamento en la costa occidental de la isla Tiburón y un cerro al norte de la isla Tiburón . Sin embargo, en otros casos la razón por la que un topónimo designa dos o más lugares podría estar ligada a aspectos de la tradición oral . Por ejemplo, el término Slootxöla designa a un personaje ficticio, un tipo de bruja que se roba a los niños llorones y se los come asados . El topónimo Slootxöla Iime designa un lugar en la isla Tiburón y otro lugar cerca de Punta Chueca, ambos presuntos hogares de la bruja . Las autoras sugieren que esto podría deberse a que Slootxöla es concebida como un personaje que, igual que los seris, es seminómada y vive en campamentos temporales, por lo que tiene más de un hogar . La otra sugerencia importante es que el seri presenta lo que parece ser un sistema de nomenclatura generativa con grupos toponímicos empleados dentro de un área particular, similar al reportado para el ahtna, lengua atabascana hablada en Alaska (Kari 2008, 2011) . Para nombrar áreas, el ahta emplea un solo “signo” junto con términos genéricos del paisaje (v . gr. cerro, río, lago) dando como resultado un sistema de topónimos que se puede memorizar con más facilitad . Por ejemplo, el “signo” Coniic en aislamiento designa un campamento en la isla Tiburón, mientras que acompañado de Xtaasi ‘estero’ o de Yataam ‘desfiladero’ 28 introDuCCión designa lugares específicos dentro del área designada por el “signo” . Así, Coniic Xtaasi designa el estero que está en el campamento de la isla tiburón y Coniic Yataam designa el desfiladero que está en el campamento de la isla tiburón . Las autoras consideran que la documentación de los topónimos y el mapeo de los lugares que éstos nombran constituyen saberes que están en riesgo de desaparecer pues las personas que todavía poseen este conocimiento ya son adultos mayores y los más jóvenes desconocen la mayoría de los topónimos seris y la ubicación de los lugares correspondientes . El capítulo incluye, en forma de anexo, el Cuestionario Demográfico aplicado con la intención de que sirva como referencia en estudios futuros . Las últimas contribuciones ofrecen estudios descriptivos de tres lenguas yutoaztecas sureñas: el yaqui (taracahita), el tepehuano del sureste (tepimana) y el cora meseño (corachol) . La contribución de Lilián Guerrero, La codificación de eventos de colocación y remoción en yaqui, se centra el análisis de las descripciones locativas causativas, esto es, aquellas que incluyen un agente que pone/quita algo en/de un lugar . Su objetivo es examinar si en estas construcciones se emplean las formas causativas de los verbos posturales ‘sentarse’, ‘pararse’ y ‘acostarse’, tanto para los eventos de ‘poner’ como para los de ‘remover’, y si su distribución refleja el mismo uso que sus contrapartes estativas . Siguiendo la tipología de Kopecka y Narasimhan (2012), la autora caracteriza el yaqui como una lengua que emplea un conjunto relativamente reducido de verbos de postura en construcciones locativas básicas en oposición a lenguas que: i) emplean un solo verbo locativo, ii) no emplean verbo ni cópula y iii) emplean un conjunto amplio de verbos disposicionales . Sin embargo, en los verbos causativos el panorama es más complejo . En principio, se esperaría el uso de las versiones causativas de los verbos posturales, distribuidos según el número y/o los rasgos de la figura en yaqui . Este uso se constata en los datos del corpus, aunque no de manera exclusiva; además, la distribución de las piezas verbales es menos sistemática que en el sistema locativo básico . Por ejemplo, el verbo causativo yecha ‘sentar .sg’ suele codificar tanto ‘poner’ como ‘quitar’ y se combina con un número amplio de entidades sin importar sus características físicas, lo que sugiere que se comporta como un verbo locativo general y poco restrictivo . La investigación muestra también que no hay una asimetría notable en la codificación explícita de meta y fuente, lo que va en contra del supuesto de que la meta tiene mayor prominen29 franCisCo arellanes y lilián guerrero cia cognitiva (Lakusta y Landau 2005); a pesar de ello, la autora identifica más recursos lingüísticos para expresar la fuente, tales como elementos satelitales, adverbios y cláusulas relativas . Otro hallazgo notable es que en yaqui no es posible codificar la meta y la fuente en la misma cláusula, por lo que el recurso que emplean los hablantes es el de la secuencia de cláusulas . Finalmente, cuando la figura o el fondo es una parte del cuerpo, el uso de verbos de postura es escaso y todavía menos consistente léxica y sintácticamente; en su lugar, se hace uso de un nuevo conjunto de predicados derivados de partes del cuerpo . Dentro de los estudios gramaticales es bien sabido que las lenguas yutoaztecas se caracterizan por una fuerte tendencia a la nominalización, tanto en la formación de cláusulas relativas como en cláusulas completivas (Givón 2001, 2014) . En el capítulo Tipos de cláusulas relativas en tepehuano del sureste (o’dam), Gabriela García Salido propone un patrón de cambio sumamente interesante y novedoso: las cláusulas relativas hacen uso de pronombres relativos . En esta lengua se identifican dos grandes tipos de cláusulas relativas, las que se marcan con el subordinador general na, el cual introduce otros tipos de subordinadas sintácticas, y las que hacen uso de un conjunto amplio de pronombres relativos (na ji’k ‘cuantos’, na jaroi’ ‘quien’, na tu’ ‘que’, na pai’ ‘donde’, na pai’dhuk ‘cuando’, na jax ‘como’ y na gu’ ‘porque’) . En los dos tipos de construcciones, la cláusula dependiente es finita, sigue a la cláusula principal (postnominal) y requieren clíticos de segunda posición para la codificación del sujeto de la cláusula dependiente . A partir de datos de uso, la autora ofrece evidencia sincrónica para demostrar que, en cuanto a la jerarquía de relativización sujeto > objeto directo > objeto indirecto > oblicuo > genitivo > objeto de comparación (Keenan y Comrie 1977), los dos tipos de construcciones tienen acceso no solo a las funciones centrales (sujeto, objeto directo, objeto indirecto), sino también a oblicuos, locativos e instrumentos, pero no poseedores, ni objetos de comparación . Un rasgo parece distinguir los dos tipos de construcciones: solo las relativas con na pueden aparecer con núcleos externos . La investigación concluye con otra anotación importante: no es que la nominalización esté ausente, sino que en tepehuano del sureste la nominalización no es un fenómeno muy productivo, pues las cláusulas nominalizadas con la marca -dam se restringen a discurso sagrado, lo que evidencia el remplazo de la estrategia de nominalización por el uso productivo del subordinador general y los pronombres relativos . 30 introDuCCión El último capítulo del volumen investiga el complejo sistema de número nominal en cora meseño . En La expresión de número nominal en cora meseño (náayari yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena): Un análisis desde la jerarquía de animacidad y el rasgo de agentividad de Verónica Vázquez Soto, se discuten las propiedades morfológicas y valores de plural de un conjunto amplio de morfemas . Según el criterio morfológico (Corbett 2000), el cora meseño cuenta con tres sistemas de número . El sistema primario con la oposición singular-plural de carácter obligatorio que aparece en dos tipos de nominales: en los términos de parentesco donde el valor plural se expresa mediante la sufijación de -mʷaʔ y en algunos sustantivos supletivos que se refieren a seres humanos . El segundo sistema es el general singular versus plural que se observa en todos los sustantivos animados donde el plural se expresa por un conjunto de nueve sufijos (-te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -ki, -xi) cuya ocurrencia tiene, sin embargo, un carácter facultativo . Finalmente, el tercer sistema corresponde al denominado en este estudio como “número general absoluto” que no presenta ninguna oposición de número y que constituye un patrón característico de los nominales inanimados de la lengua . La autora ofrece evidencia convincente para defender que la expresión de número en cora meseño se distribuye en la clase léxica de los sustantivos siguiendo las predicciones de la Jerarquía de Animacidad (Smith-Stark 1974; Corbett 2000) . Además, la investigación se detiene acertadamente en describir un patrón interesante y novedoso: la escisión trazada en los sustantivos inanimados también se localiza en la tercera persona de los paradigmas pronominales ligados, y esta escisión puede tener distintas motivaciones (además de la animacidad) . Esta contribución es rica en ejemplos léxicos y oracionales provenientes de textos orales . No queremos finalizar esta Introducción sin agradecer sinceramente los comentarios y sugerencias de los dictaminadores que generosamente participaron en este volumen . Si quien ha leído esta Introducción quiere unirse a la celebración por los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas, en nuestra opinión la mejor manera de hacerlo consiste en leer este volumen por completo con ojo crítico y genuino interés . Los editores Francisco Arellanes y Lilián Guerrero 31 franCisCo arellanes y lilián guerrero r eferenCias basso, K .H . 1996 . Wisdom Sits in Places: Landscape and Language Among the Western Apache . Albuquerque: University of New Mexico Press . broaDwell, A . 2015 . The historical development of the progressive aspect in Central Zapotec . International Journal of American Linguistics 81 (2): 151-85 . Corbett, G . 2000 . Number . Cambridge: Cambridge University Press . Dürr, M . 1982 . “Töne und Tonveränderung im Mixtekischen: Vergleich der Tonsysteme mixtekischer Dialekte” . Wissenschaftliche Arbeit zur Erlangung des Grades eines Magister Artium am Fachbereich Altertumswissenschaften der Freien Universität Berlin. _____ 1987 . A preliminary reconstruction of the proto-Mixtec tonal system . Indiana 11: 19-61 . givón, T . 2001 . Syntax . An Introduction. Amsterdam: John Benjamins. _____ 2014 . Nominalization, de-subordination and re-finitization . Ponencia presentada en el Seminario de complejidad sintáctica. Universidad de Sonora . K ari, J . 2008 . Ahtna Place Names Lists . Revised 2nd edition . Fairbanks: Alaska Native Language Center . _____ 2011 . A case study in Ahtna Athabascan geographic knowledge . En: Landscape in language: Transdisciplinary perspectives. D.M. Mark, A.G. Turk, N. Burenhult y D. Stea (eds.), 239-260. Amsterdam: John Benjamins. K aufman, T . 1989 . The phonology and morphology of Zapotec verbs . Manuscrito . _____ 2015 . A Typologically Odd Phonological Reconstruction for Proto-Sapotekan: Stem-final *k . Albany, NY: PDLMA Publications . K eenan, E. y B. Comrie . 1977 . Noun phrase accessibility and universal grammar . Linguistic Inquire 8: 63-99 . KopeCKa, A . y N . narasimhan . 2012 . Events of Putting and Taking. A Crosslinguistic Perspective. Amsterdam: John Benjamins. LaKusta, L. y B. LanDau . 2005 . Starting at the end: The importance of goals in spatial language . Cognition 96: 1-33 . malKiel, Y . 1967 . Each word has a history of its own . Glossa: A Journal of Linguistics 1 (2): 137-149 (Reimpreso en From Particular to General Linguistics, Selected Essays 1965-1978). Amsterdam: John Benjamins. munro, P . 2002 . Aspects of Stativity in Zapotec . Ponencia presentada en LASSO Anual Meeting . piKe, K . 1948 . Tone Languages . Ann Arbor: University of Michigan Press . prinCe, A . y P . smolensKy . 2008 . Optimality Theory: Constraint Interaction in Generative Grammar . Hoboken: John Wiley y Sons . smith-starK, T . 1974 . The plurality split . En: Papers from the Tenth Regional Meeting, Chicago Linguistic Society. M.W. La Galy, R.A. Fox y A. Bruck (eds.), 19-21: 657-71 . Chicago: Sociedad Lingüística de Chicago . 32 LA EXPRESIÓN DE NÚMERO NOMINAL EN CORA MESEÑO (náayari yáuhkɨʔena/tañíuka yáuhkɨʔena): UN ANÁLISIS DESDE LA JERARQUÍA DE ANIMACIDAD Y EL RASGO DE AGENTIVIDAD* Verónica Vázquez Soto Instituto de Investigaciones Filológicas Para Rodrigo Parra, con gratitud, por la sinergia generada entre corólogos r esumen . Este trabajo investiga la expresión de número nominal en cora meseño, una lengua yutoazteca de la rama corachol, siguiendo el criterio morfológico que usualmente hace referencia a algún tipo de marcador que aparece en el nominal mismo . Según este criterio, este idioma cuenta con tres sistemas de número: (i) la oposición básica singular-plural obligatoria para los sustantivos que designan términos de parentesco y seres humanos; (ii) el sistema de número general/singular versus plural (Corbett 2000) facultativo en los nombres animados que denotan humanos y no humanos; y (iii) el sistema de número * Extiendo mi más profundo agradecimiento a todos los hablantes de cora meseño que proporcionaron datos, tiempo y paciencia durante el desarrollo de este estudio, en especial van las gracias para Isabel de Jesús López, mi querida maestra de tañíuka yáuhkɨʔena, la mujer más alegre del mundo . A Roberto Zavala le agradezco el haberme guiado en la búsqueda de los reflejos de agentividad en cora meseño a partir de su experiencia con lenguas mayas . Muchas gracias Bolom . También mi gratitud para los dos dictaminadores anónimos por sus atinadas correcciones y comentarios, en particular para el experto en cora de Jesús María que, además de hacer observaciones análiticas relevantes, compartió abundantes datos del cora mariteco que abren nuevas vetas en la investigación . Lilián Guerrero, coeditora de este volumen, merece un especial reconocimiento por la cuidadosa lectura de este capítulo, y sobre todo por eliminar al máximo las repeticiones y redundancias de mi escritura . 621 veróniCa vázquez soto general absoluto característico de los sustantivos inanimados que nunca acceden a la expresión del valor plural . Estos resultados representan evidencia convincente para defender que la expresión de número en esta lengua se distribuye en la clase léxica de los sustantivos siguiendo las predicciones de la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000) . Además, la escisión que se localiza en los inanimados con respecto a la expresión de número plural, se observa también en la tercera persona del sistema pronominal sujeto cuando dicha persona tiene antecedentes o referentes inanimados con lectura plural que ocurren con verbos no agentivos . Bajo estas condiciones, las dos formas pronominales contrastivas de la tercera persona no se pueden utilizar y se genera el uso exclusivo de la forma singular del pronombre . palabras Claves: yutoazteca, cora meseño (náayari/tañíuka yáuhkɨʔena), morfología, expresión de número nominal abstraCt . This paper studies the expression of nominal number in Meseño Cora, a Uto-Aztecan language of the Corachol branch, following the morphological criteria usually referring to some kind of additional marker expressed within the noun itself . According to these criteria, this language displays three types of number systems: (i) the basic singular-plural distinction obligatory for nouns designating kin terms and human beings; (ii) the number system of general/singular versus plural (Corbett 2000) exhibited by human and non human animate nouns; and (iii) the general absolute system characteristic of inanimate nouns which never have access to plural marking . I claim that these results represent convincing evidence to argue that the expression of number in this language is distributed in the lexical class of nouns following the predictions of the Animacy Hierarchy (Corbett 2000) . Furthermore, the number split located in the class of inanimate nouns is also observed in the third person subject of the pronominal system when such a person has inanimate antecedents or referents with a plural reading which occur with non agentive verbs . Under these conditions, the distinctive forms for the third person cannot be used, generating exclusively the use of the singular form of the pronoun . K eyworDs: Uto-Aztecan, Cora (náayari/tañíuka yáuhkɨʔena), morphology, expression of nominal number 622 la expresión De número nominal en Cora meseño 1 . introDuCCión Este trabajo ofrece un análisis sobre el sistema de número gramatical en los sustantivos y los pronombres nominativos del cora meseño, de aquí en adelante Cme, una variante dialectal del cora, lengua yutoazteca sureña de la rama corachol que se habla en el estado de Nayarit, México .1 Con el propósito de estudiar de manera conjunta la expresión de número nominal tanto en nombres como en pronombres, esta investigación se inscribe dentro del marco teórico-tipológico planteado por Corbett (2000, 2001a, 2001b) . En este marco, la noción de número general juega un papel preponderante al lado de la Jerarquía de Animacidad, inicialmente formulada por Smith-Stark (1974), y modificada por Corbett (2000) mediante la incorporación de la tercera persona . La nueva propuesta permite entender y relacionar los patrones de número entre nombres y pronombres . Corbett (2000: 66-67) establece que existen dos criterios fundamentales para determinar la expresión de número dentro de la categoría nominal: el criterio morfológico, que regularmente se codifica a través de algún tipo de marcador que aparece en el sustantivo o pronombre, y el criterio sintáctico que generalmente apela a la concordancia verbal . Por razones de espacio, el presente trabajo se limita a examinar la marcación de número nominal exclusivamente por criterios morfológicos y se defiende que el Cme presenta tres sistemas . El sistema de número primario con la oposición singular-plural (Corbett 2000: 20) de carácter obligatorio que aparece en dos tipos de nominales: en los términos de parentesco donde el valor plural se expresa mediante la sufijación de -mʷaʔ, y en los sustantivos que refieren a seres humanos a través de la estrategia del supletivismo . El sistema de número general/singular versus plural (Corbett 2000: 14) que se observa en todos los sustantivos animados humanos y no humanos donde el plural se expresa por un conjunto de nueve sufijos, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ, cuya ocurrencia tiene, sin embargo, un carácter facultativo . Finalmente, el sistema denominado en este estudio como número general absoluto que no presenta ninguna oposición de 1 Si bien no existe una dialectología rigurosa y extensa sobre las distintas variantes del cora, diversos estudios e instituciones reconocen la existencia de, al menos, siete u ocho variantes dialectales (Parra 2011; Casad 2012; INALI 2013; Vázquez 2016) . En §2 se discuten los diferentes grupos de hablantes con base en la información proporcionada por las autodenominaciones gentilicias usadas y reconocidas por los propios hablantes nativos del cora meseño . 623 veróniCa vázquez soto número y que constituye un patrón característico de los nominales inanimados . Un ejemplo que ilustra cada uno de estos sistemas se presenta de (1) a (3) .2 (1) s-ahtá3 mʷée mɨ ni-yáuh-mʷaʔ mɨ sbj2pl- Conj sbj2pl top poss1sg-hijo-pl top ‘Y ustedes, hablando de mis hijas, las mujeres .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23]4 úuka mujer .pl 2 Las glosas utilizadas en este trabajo se apegan en la medida de lo posible a las glosas propuestas por Leipzig . Si una glosa no aparece en el listado general de dicho compendio, se propone una nueva glosa gramatical . Las glosas usadas son las siguientes: 1, 2 y 3: primera, segunda y tercera persona, abs: absolutivo, aCus: acusativo, aDh: adhesivo, aDv: adverbio, aDvr .Cer: evidencial adversativo de certeza, afeC: afectivo, all: alativo, anim .Dom: animal doméstico, ap: antipasivo, appl: aplicativo, área: área delimitada por un locativo, asert: asertivo, asp: aspecto, b3: juego B en lenguas mayas, Cab2: cuesta abajo en el eje vertical, Cant: cantidad, Caus: causativo, Cav: cavidad, CC: cláusula de complemento, Cl: clítico, Cmpl: completivo, Comp: complementante, Conj: conjunción, Cont: concepto topólogico de contención, Contin: continuativo, Cop: cópula, Cp: aspecto completivo, Cp: concepto de propiedad, Cuerpo: región del cuello a los pies, DeiC: deíctico, Dem: demostrativo, Det: determinante, Dir: direccional, Dist: distal, Dur: durativo, enC: enclítico, enf: enfático, ent: entidad, erg: ergativo, espalDa: región de toda la espalda, eve: evento, eviD: evidencial, exist: existencial, exist1: cópula existencial tipo 1, exist2: cópula existencial tipo 2, exp: expresión, fasal: marcador fasal, fDir: fuente directa de información, finD: fuente indirecta de información, foC: focalizador, general: marcador de número general, gent: gentilicio, hab: habitual, imp: imperativo, inh: propiedad inherente, ints: intensificador de un evento, irr: irrealis, it: direccional itivo, loC: locativo, ms: marcador de mismo sujeto, narr: narrativo, nC: sujeto u objeto no canónico, neg: negación, nhum: no humano, nmlz: nominalizador, o: objeto, objp: objeto primario, pah: participantes en el acto de habla, panza: región de la panza, perf: perfectivo, pl: plural, posp: posposición, poss: posesivo, pot: potencial, prep: preposición, prog: progresivo, pauCal: marcador de valor paucal, prox: proximal, prs: presente, pst: pasado, pv: preverbo, q: palabra qu-, reD: reduplicación, refl: reflexivo, report: reportativo, sbj: sujeto, sbr: subordinador, sg: singular, super: concepto topólogico de superposición, top: marcador de tópico, top3 .esp: marcador de tópico de tercera persona exclusivo de verbos de espacio y de movimiento, torso .muslos: región que abarca torso y muslos, tr: transitivo, tver: terminación de clase verbal, unmarKeD . tense: tiempo no-marcado, ver: verbalizador . Advierto que se debe tener mucha cautela con todas las glosas que corresponden al sistema de tiempo-aspecto-modo, pues ésta es un área aún muy confusa en las diferentes variantes del cora que merece una investigación a fondo . 3 La escritura práctica para representar los sonidos del Cme utilizada en este trabajo corresponde a los siguientes signos del IPA (International Phonetic Alphabet): p=/p/; b=/β/; t=/t/; t,=/ t̻ /; ts=/t͡ s/; ch=/t͡ ʃ/; k=/k/; h=/h/; /ʔ/= /ʔ/; x=/ʂ/; s=/s/; m=/m/; n=/n/; n,=/n̻ /; ñ=/ɲ/; l=/l/; r=/ɽ/; w=/w/; ʷ=/ʷ/; y=/j/; a=/a/; e=/ɛ/; i=/i/; ɨ=/ɨ/; o=/o/; u=/u/; ´=/ˈ/; vv=/vː/. También aparece la grafía rr que corresponde al préstamo fónico de la vibrante múltiple del español /ř/. El acento primario sólo se marca fonéticamente dado que las reglas de acento rítmico y morfológico son aún una investigación en proceso . La lengua también presenta tonos, sin embargo, no se ha desarrollado hasta la fecha ningún estudio sobre este tema para el Cme . Una aproximación interesante a los tonos del cora de Jesús María se puede encontrar en Kim y Valdovinos (2015) . 4 En §3 se explican las convenciones para catalogar los metadatos de los ejemplos provenientes del corpus recopilado por la autora y sus colaboradores hablantes de Cme . 624 la expresión De número nominal en Cora meseño (2) tuíxu puerco muʔ-rí sbj3pl .asp-ya hi-íʔ-mʷiʔ narr-ints-ser .muchos tuíxu puerco héiwa aDv:Cant .ent m5-i-ruʔ-raʔ-úu ñíʔu me-rí sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl eviD sbj3pl .asp=ya ‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17] (3) kɨxíe parecer yée eviD:fDir tíʔ-raʔraʔ-naʔ pl-volar-parecer pelóota yée=pu wa-séʔiri pelota eviD:fDir=sbj3 Cmpl-mirar ‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60] Observe el ejemplo (2) que muestra el sistema de número general propio de los nombres animados donde el valor plural puede, pero no tiene que expresarse cuando se hace referencia a varias entidades del mundo real . En esta emisión el sustantivo tuíxu ‘puerco’ no toma el sufijo -te de plural; aunque, en otros contextos puede hacerlo para expresar pluralidad . Este comportamiento es considerado por Corbett (2000: 10) como una característica típica de los sistemas de número general . El tercer ejemplo de este bloque muestra que el sustantivo inanimado pelóota tampoco manifiesta la expresión de plural, ni facultativa, ni mucho menos obligatoriamente; por ello, pertenece a los nombres que presentan el sistema de número general absoluto . Dado este fenómeno, se deduce que los sustantivos inanimados no cuentan con marcas adicionales para expresar el valor plural, al menos, afijadas en el sustantivo . 5 Con el fin de simplificar los ejemplos del Cme en los que se fundamenta este trabajo, las raíces verbales y nominales, así como los afijos que las rodean no reflejan los cambios de sonido que son el resultado de la unión de morfemas . La gran excepción a esta forma de proceder es la reducción vocálica que afecta a los prefijos de sujeto . Por ello, la omisión vocálica del prefijo de persona sujeto sí se presenta en la línea de morfemas . Así, en ocasiones ocurre en esta línea el prefijo en forma completa CV, y en otras ocasiones aparece la realización consonántica del prefijo, C, de acuerdo al contexto donde se registra la elisión vocálica . Esta excepción se debe a que las formas alternantes de los prefijos de sujeto están fuertemente vinculadas con el tema de número nominal en pronombres . La discusión de las reglas de elisión vocálica de los prefijos de sujeto se expone en detalle en §7 . No obstante, en varios casos se comentan en una nota de pie algunos de los resultados de las reglas morfofonémicas en Cme con el único objetivo de beneficiar a los especialistas en cora . 625 veróniCa vázquez soto En consecuencia, por el criterio morfológico, los sustantivos del Cme exhiben diversos patrones con respecto a qué nominales presentan la oposición primaria singular-plural; las pautas de expresión de número también difieren por el carácter facultativo u obligatorio de dicha oposición básica . Tal diversidad de sistemas se explica, en el presente estudio, recurriendo a la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 56) que establece grosso modo que, mientras más animado es un nominal, tiene mayor potencial para mostrar oposiciones de número . En consonancia con esta jerarquía, es posible entender que los términos de parentesco y los nominales que refieren a seres humanos presenten la oposición singular-plural de manera obligatoria; mientras que los animados humanos y no humanos sólo accedan a ella facultativamente . El segmento más bajo de esta jerarquía, ocupado por los sustantivos inanimados, no tiene acceso a expresar número; lo cual no resulta un hecho gramatical inusitado gracias a las predicciones que se derivan de dicha jerarquía . Dada esta distribución entre tipos de nominales y acceso a la expresión de número, en este trabajo se plantea que existe una escisión en la marcación de número que inicia débilmente en los sustantivos animados humanos y no humanos, pero se traza tajantemente en los nombres inanimados . Es decir, en los sustantivos animados humanos y no humanos la oposición básica singular-plural es facultativa; mientras que en los inanimados es inexistente . De manera interesante, la escisión encontrada en los sustantivos inanimados también se localiza en la tercera persona de los paradigmas de pronombres ligados de sujeto cuando dicha persona lleva como antecedentes a sustantivos inanimados, tal como lo predice la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 55, 62; 2001a: 825) . Por ello, si los antecedentes o los nombres a los que hace referencia la tercera persona son inanimados, la oposición básica de número desaparece generando el uso exclusivo de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de que estén involucradas varias entidades del mundo real . En contraste, la tercera persona siempre se expresa a través de sus formas distintivas para el singular y el plural cuando tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados . Note el trío de ejemplos en (4), (5) y (6) . (4) 6 kúʔkuʔ=pu wa-héʔika víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg ‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205)6 Los ejemplos provenientes de textos publicados por la autora presentan diversas actuali- 626 la expresión De número nominal en Cora meseño (5) pus héiwa=mu wáxua hɨ kúʔkuʔ-se pues aDv:Cuant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl ‘Pues hay muchas víboras .’ [PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranes y víboras, p . 24] (6) háa=pu allí/allá=sbj3 ku eviD:aDvr .Cer tiʔ-a7-háʔu-tee-ʔúu ʔɨpʷári pl- Compl:aCross-loC-cuerpo .pl-estar .parado .pl silla ‘Pero si yo vi que allí a lo largo están paradas, las sillas (algo de lo que tú no te percataste pero que yo sí lo vi) .’ [PRES_E_IJL] Como puede observarse, cuando el enclítico pronominal de tercera persona hace referencia a un sustantivo que designa seres humanos como ‘el niño’, se utiliza la forma singular del enclítico =pu (4) . Cuando el enclítico de sujeto hace referencia a un sustantivo animado que denota varias entidades del mundo real como kúʔkuʔ-se ‘víboras’, éste toma la forma plural de la tercera persona que corresponde a =mu (5) . Inesperadamente, cuando el enclítico hace referencia a un sustantivo inanimado como ʔɨpʷári ‘silla’, que se usa para designar varias entidades del mundo real, no toma la forma =mu del pronombre, sino aparece con la forma pronominal =pu (6) . Estos ejemplos conducen a establecer que la oposición básica de número singular-plural disponible para las formas pronominales de la tercera persona de los pronombres nominativos ligados desaparezaciones concernientes a la escritura práctica, glosas y traducciones libres que modifican los datos que aparecen en el texto originalmente publicado, de manera que es necesario tener mucha cautela tanto para consultarlas como para citar la versión más actualizada que a la fecha es la que aparece en el presente trabajo . 7 La unión del prefijo plural tiʔ- con el prefijo completivo a- ocasiona que la oclusiva dental /t/ se laminice en /t̻ / . Como resultado de este proceso de laminización, la vocal anterior del prefijo desaparece al igual que el cierre glotal /ʔ/ del mismo, provocando así una secuencia de morfemas cuyo resultado es /t̻ -a/ . De manera que una palabra verbal como tiʔ-a-háʔu-tee-ʔúu ‘están paradas’ después del proceso morfofonémico de laminización, produce la forma sonora /t̻ -a-ˈhaʔu-teː-ʔuː/. Por otro lado, la oclusiva laminal /t̻ / es un fonema en Cme porque contrasta con la oclusiva dental /t/ en palabras monomorfémicas como: /ˈtaːtaʔ/ ‘vena’ versus /ˈt̻ aːtaʔ/ ‘hombre’ . Estas palabras en escritura práctica se representan como táataʔ y t,áataʔ respectivamente . Todos estos hechos permiten clasificar la regla de laminización de consonantes en Cme como de tipo morfofonémico . Igualmente, justifican la existencia del fonema /t̻ / en este idioma, y su consecuente representación con la grafía t, en la escritura práctica adoptada para el Cme . 627 veróniCa vázquez soto ce, produciendo el uso exclusivo de la forma singular del pronombre, a pesar de que se haga referencia a varias entidades del mundo real . Sin embargo, el rasgo de animacidad no es suficiente para explicar el uso de las formas contrastivas de la tercera persona en Cme . Por ello, en este estudio se defiende que el rasgo de agentividad del verbo involucrado en la predicación donde ocurre la tercera persona de los pronombres ligados también juega un papel decisivo . Para defender este análisis, se recurre al estudio de Mithun (1991: 516-518) con el fin de definir las propiedades que caracterizan a los sistemas agentivos y sistemas no agentivos . De acuerdo con esta autora, en las lenguas agentivas aparece una división entre los verbos intransitivos que depende de los rasgos semánticos de control, instigación, volición y actuación del argumento del predicado (Mithun 1991: 516-518) . Los predicados agentivos como ‘cantar’, ‘gritar’, ‘saltar’ muestran dichos rasgos semánticos . Estos predicados implican que su argumento realiza, efectúa, inicia y controla el evento . En cambio, los predicados no agentivos implican que su único argumento no ejerce volición, no actúa, no provoca, no estimula, ni controla la situación denotada por el predicado . Entre estos predicados se encuentran algunos estados como ‘estar enfermo’, ‘tener frío’ y ‘ser alto’ . Si bien el Cme no es una lengua con alineamiento agentivo, este trabajo defiende que sí manifiesta algunos reflejos de la agentividad en su gramática que se pueden detectar en las formas pronominales de la tercera persona, pues la distinción singular-plural en dicha persona emerge cuando en la predicación están involucrados verbos agentivos, a pesar de que los antecedentes del pronombre sean sustantivos inanimados con lectura plural . En contraste, si en las mismas condiciones se presentan verbos no agentivos, la distinción singular-plural en el pronombre se neutraliza . Note el cuarteto de ejemplos que se muestran de (7) a (10) . (7) háa=pu hiʔ káabeʔ híʔkʷi allí/allá=sbj3 narr estar .suspendido .sg Dem .Dist .enf ‘Allá está suspendida esa pelota .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ p . 140] (8) háa=pu allí/allá=sbj3 héʔ-kaabibiíh-men pv:arriba-estar .suspendido .pl-pl takʷátsi pelota ‘Allá están suspendidas esas pelotas .’ [PRES_E_IJL] híʔkʷi Dem .Dist .enf 628 takʷátsi pelota la expresión De número nominal en Cora meseño (9) wápɨʔ=pu tsuná karretíiya aDv:Cuant .eve=sbj3sg brincar .prog carretilla ‘La carretilla está brincando mucho .’ [PRES_E_IJL] (10) wápɨʔ=mu tsuná karretíiya aDv:Cuant .eve=sbj3pl brincar .prog carretilla ‘Las carretillas están brincando mucho .’ [PRES_2008_14_10_TXT_D&B_VVCC_trabajos varón, p . 48] De acuerdo a esta evidencia, un verbo no agentivo como káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’ no permite que florezcan las formas distintivas para número de la tercera persona, =pu y =mu en (7) y (8), respectivamente . En fuerte contraste, un verbo agentivo como tsuná ‘brincar .prog’ favorece la emergencia de las formas pronominales contrastivas, a pesar de que dichas formas refieren a sustantivos inanimados con lectura plural como karretíiya ‘carretilla’, (9) y (10) . Reitero que, si un sustantivo conlleva los rasgos de humano y animado, la distinción básica singular-plural siempre se expresa en los pronombres de tercera persona, como en los ejemplos (4) y (5) previamente citados . Este comportamiento condicionado por los rasgos de animacidad y de agentividad en las formas distintivas para número que presenta la tercera persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a proponer que la tercera persona está en realidad subespecificada para número, y solamente contiene información de caso nominativo en los pronombres ligados cuando éstos tienen como antecedentes a sustantivos inanimados que ocurren con verbos no agentivos . De ahí, la glosa sbj3 sin valor de número que se asigna al pronombre =pu en (3), (6) y (8) . En cambio, las personas que hacen referencia a los participantes del acto de habla (de ahora en adelante, pah) denominados de esta manera a partir del trabajo seminal de Silverstein (1976), siempre manifiestan la oposición primaria de número en la primera y la segunda persona tanto en los paradigmas de pronombres libres como en los paradigmas de pronombres ligados que codifican la función gramatical de sujeto . Los ejemplos que demuestran el comportamiento de los pah con respecto a la expresión de número se exponen exhaustivamente en §7 . Igualmente, en §7 .2 se presenta la Tabla 2 donde aparecen las cinco series pronominales básicas de sujeto que se van a examinar en esta investigación . 629 veróniCa vázquez soto La organización del capítulo es la siguiente: la segunda sección está dedicada a proporcionar un panorama sobre la lengua y los hablantes . La tercera sección explica la recopilación de los datos y la catalogación de los mismos . En la cuarta sección se sintetizan los estudios previos sobre número nominal en cora desarrollados con datos de primera mano . La quinta sección presenta algunos rasgos gramaticales del Cme necesarios para seguir el problema de la investigación . En la sexta sección se abordan las propuestas analíticas de esta investigación con respecto a la expresión de número en los sustantivos del Cme, y se hace una exposición detallada de la Jerarquía de Animacidad . La séptima sección se ocupa pormenorizadamente de la expresión de número en las cinco series pronominales básicas de sujeto que ostenta el Cme, atendiendo con especial interés al comportamiento de la tercera persona y los verbos de tipo agentivo y no agentivo . En la octava sección se brindan algunas consideraciones finales . 2 . la lengua y sus hablantes 2.1. Filiación lingüística del cora y comunidades consultadas La familia yutoazteca es uno de los troncos lingüísticos de América con mayor extensión territorial dado que las lenguas que la conforman se hablan desde el noroeste de los Estados Unidos pasando por México hasta El Salvador . La clasificación propuesta por Campbell (1997: 134) coloca al cora junto con el huichol como las dos lenguas que forman la rama corachol del subgrupo yutoazteca sureño . Bajo la clasificación de Valiñas (2000: 178-182) y Fowler (2009: 11391140), el cora y el huichol son también parte del subgrupo corachol, pero de la rama sonorense . La lengua cora se habla principalmente en el estado de Nayarit, México, aunque algunas fuentes recientes registran hablantes también en los estados de Jalisco y Durango (inegi 2010) . Se estima que el número total de hablantes es de aproximadamente 21 445 de acuerdo con el último censo (inegi 2010) . No obstante, Parra (2015: 86) advierte que los datos del inegi muestran inconsistencias a lo largo de varios años y, por ello, dicha cifra debe tomarse con cautela . 630 la expresión De número nominal en Cora meseño En Nayarit, el cora se habla en diferentes comunidades que se encuentran repartidas en tres de los veinte municipios que conforman el estado; estos municipios son Rosamorada, El Nayar y Ruíz . Los puntos geográficos focales más destacados de habla cora ubicados en dichos municipios son las comunidades de Jesús María, La Mesa del Nayar y Santa Teresa . En estas tres poblaciones también se localizan las misiones jesuitas construidas en el siglo xviii (Magriñá 2003: 42) . Alrededor de estas tres grandes comunidades se encuentran otras aldeas y ranchitos donde se habla el cora . Los datos en los que se basa esta investigación provienen de pequeñas localidades y no de los tres puntos focales de habla cora antes mencionados . Los cuatro pueblos donde se recabaron los datos son Presidio de los Reyes, con 908 habitantes; Chimaltita, con alrededor de 200; y Cerro los Cuernos cuya cifra de habitantes oscila entre las 30 y 50 personas . Estas tres poblaciones pertenecen al municipio de Ruíz . También se recolectaron datos en Santa Cruz del Guaybel que cuenta con alrededor de 400 habitantes y forma parte del municipio del Nayar . El censo de habitantes de tres de estas cuatro comunidades fue realizado por la autora y sus colaboradores hablantes de cora, que residen en estas poblaciones, en el año de 2012 . Sin embargo, el censo de habitantes en Presidio de los Reyes es reciente dado que fue realizado por la autora, Isabel de Jesús López y Mónica Flores en febrero del 2018 . En el Mapa 1 se muestra la región de habla cora en la zona serrana al noroeste del estado de Nayarit . En este mismo Mapa se señala, a través de una estrella, la ubicación de las cuatro poblaciones donde se recolectaron los datos para esta investigación . En este Mapa se destacan igualmente los tres puntos geográficos focales de habla cora que constituyen las comunidades de Jesús María, Santa Teresa y La Mesa del Nayar mediante puntos redondos . Además, con esta misma señalización, por su importancia lingüística, se indican las poblaciones de San Juan Corapan y San Francisco . 2.2. Autodenominaciones y gentilicios nativos La autodenominación para la lengua cora que todos los hablantes utilizan cotidiana y familiarmente en Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel es tañíuka . Este vocablo nativo está formado por el 631 veróniCa vázquez soto mapa 1 . Mapa de la región de habla cora sustantivo ñíuka-ri ‘palabra’ cuyo sufijo absolutivo -ri se pierde al tomar el prefijo posesivo para la primera persona plural ta- . Dada esta combinación morfológica, el vocablo tañíuka se podría traducir como ‘nuestra palabra’ . La forma léxica tañíuka también se registra en narraciones, conversaciones naturales y autobiografías recopiladas en las cuatro comunidades para designar la lengua nativa hablada por sus habitantes . Es decir, tañíuka es la autodenominación de la lengua usada y reconocida por toda la comunidad de habla . Si bien este vocablo es la autodenominación inclusiva para todos los hablantes, esto no impide que un hablante en particular se pueda referir a su lengua nativa flexionando el prefijo posesivo de pimera persona singular produciendo la palabra neñíuka, es decir, ‘mi palabra’, o hasta cierto punto, ‘mi idioma’ . El término náayari, también de origen nativo, se ha registrado en la tradición oral recopilada en las cuatro comunidades antes mencionadas, particularmente en los mitos de creación, para referirse a la gente y, en cierta medida, al pueblo cora . Cabe anotar, que la tradición oral a la que aludo es producida, en muchas ocasiones, por narradores de alto prestigio que dominan el cora con mucha maestría cuyo registro de habla no representa el registro compartido por todos los 632 la expresión De número nominal en Cora meseño hablantes . En una emisión proveniente del relato El nacimiento del maíz cuyo narrador fue Macario Flores (†) originario de Presidio de los Reyes, hablante de la variante dialectal de cora meseño, se registra el vocablo náayari . (11) ítehmi objp1pl teh=náayari sbr .sbj1pl=cora hí-ku narr- eviD:aDvr .Cer teh=pú-rɨki sbr .sbj3pl=asert- Cop .exist2 ayéin=pu así=sbj3sg ta-a-t,áhtua objp1pl- Cmpl-dejar heʔitáʔ híʔ hɨ terréeno a .la .mitad Dem .nv top terreno ‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que (Dios) lo hizo, aunque otros no se percataron de ello) .’ [PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88] Sin embargo, el término náayari no es utilizado, ni identificado por los hablantes de cora de las comunidades donde se llevó a cabo esta investigación para designar su lengua o su cultura, aunque sí se reconoce para referirse a la gente que habita en ellas . Los hablantes de estas comunidades usan náayari como equivalente de ‘indígenas’, que se opone a neepʷéi término con el que designan a los mestizos . Si bien la comunidad de habla, al menos de las pequeñas poblaciones donde se llevó a cabo esta investigación, no maneja el término náayari para designar su lengua nativa, actualmente dicho término, o su equivalente náayeri en la variante del cora de Jesús María, es el que ha adquirido mayor reconocimiento en la Academia para referirse a todo producto cultural y lingüístico relacionado con los coras . En especial, el vocablo náayeri es usado por lingüistas, antropólogos y miembros de la academia de profesores bilingües cora-español para referirse tanto a la cultura como a la lengua (Parra 2015: 86; Valdovinos 2008) . Obras de arte como el portentoso trabajo fotográfico de Doníz (2014) o la rigurosa etnografía de Coyle (2001), utilizan el término náyari para referirse a la cultura cora de Santa Teresa . 633 veróniCa vázquez soto A pesar de que los vocablos náayari o náayeri han adquirido un gran prestigio y reconocimiento entre académicos, artistas y actores culturales, los especialistas de la lengua titubean todavía en el proceso de estandarización del término que autodenomina al cora como lengua . En este proceso, los lingüistas transitan entre el vocablo que designa hasta cierto punto a la gente cora; y el uso del término nativo tañíuka que designa a la lengua cora propiamente dicha, que es compartido y reconocido por toda la comunidad de habla . Algunos lingüistas han decidido utilizar incluso ambas autodenominaciones para referirse a la lengua, aunque separándola de la cultura, como lo sugiere el título del primer manual para enseñar el cora como segunda lengua que corresponde a Wá’mwatye náayeri nyúuka . Curso de cora como segunda lengua (Santos et al . 2014) .8 Los autores de dicho manual advierten que su trabajo se basa fundamentalmente en la variante de cora hablada en la comunidad de Jesús María; de ahí el uso de la forma náayeri correspondiente a la autodenominación en el habla de dicha comunidad . Además, el vocablo náayeri es el más expandido hoy en día para autodenominar el cora como lengua y también como cultura debido a la hegemonía cultural y lingüística que ha ejercido la comunidad de Jesús María sobre otras comunidades focales y no focales en la región de habla cora . Dicha hegemonía se ha plasmado dentro del ámbito público en la elaboración de cartillas y materiales de lectura que siguen los sonidos, las expresiones y la sintaxis de la variante hablada en Jesús María . A esto se debe que el vocablo nativo náayeri, en lugar de náayari proveniente del habla de La Mesa y de Santa Teresa, sea el más expandido .9 8 Se respeta la ortografía práctica para el cora de Jesús María usada en la fuente original . El dictaminador anónimo, especialista en cora mariteco, reporta que tanto en Jesús María como en la comunidad de San Francisco ha registrado el término náayeri como un autónimo para referirse a los coras, lo cual coincide con lo afirmado en el presente trabajo . Por otro lado, concuerda en que la autodenominación náayari sí se ha registrado también en la región meseña, así como en la comunidad de Santa Teresa . Sugiere que una posible solución para la estandarización de la autodenominación del cora es que ambos autónimos náayeri/náayari se usen para designar al pueblo, la cultura y la lengua . Esta solución sería incluyente y no representaría algo inusual dado que en muchos contextos culturales las lenguas pueden tener dos nombres . Reconoce, igualmente, que el problema de adoptar esta propuesta es el hecho de que en la actualidad muchos maestros bilingües ya están usando el término náayeri, a pesar de que esta forma representa una imposición del habla mariteca sobre las otras variantes . Dado el contexto actual de la Academia de maestros bilingües, este trabajo simplemente colabora en reconocer y registrar las diferentes formas sonoras usadas por los propios hablantes de las comunidades estudiadas . 9 634 la expresión De número nominal en Cora meseño Consciente de la existencia de todas estas variables para la autodenominación de la lengua cora, y dado que la estandarización de la misma está aún en proceso, en el presente trabajo se usan indistintamente tanto los términos tañíuka como náayari para designar el idioma que se habla en las comunidades de Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel . Por otro lado, de manera más elaborada, los habitantes de estas cuatro comunidades manejan familiar y cotidianamente una serie de gentilicios en tañíuka para distinguir a los distintos grupos de hablantes de cora . Cinco autodenominaciones gentilicias son reconocidas por los habitantes de dichas localidades . Parra (2015: 86) sugiere acertadamente que las autodenominaciones en cora para distinguir grupos de hablantes se forman a partir del topónimo en lengua nativa que representa el punto geográfico focal de la variante en cuestión . Siguiendo este procedimiento lingüístico, los hablantes de las comunidades donde se registraron los datos, usan el gentilicio singular chʷísit,aana y el gentilicio plural chʷísiteeka para autodenominar a los hablantes de la comunidad de Jesús María cuyo topónimo nativo es Chʷísitee .10 Bajo este mismo proceso de formación de gentilicios denominan en español a los hablantes y la gente Más tarde, los actores involucrados activamente en la estandarización de autónimos y escritura práctica tendrán que decidir los términos más adecuados . 10 Una gran cantidad de ítems léxicos del Cme finalizan en una vocal breve debido a una regla morfofonémica que acorta vocales largas en posición final; la regla de reducción vocálica afecta inclusive a vocales tónicas a final de palabra . La longitud de la vocal en cuestión es claramente audible cuando la raíz está en contacto con un sufijo, ya sea que éste inicie con una consonante oclusiva sorda, o bien con consonantes vibrantes o nasales sonoras . Por ejemplo, el topónimo Chʷísitee ‘Jesús María’ cuya forma fonética corresponde a [ˈt͡ ʃʷisitɛ] finaliza en una vocal corta. Sin embargo, cuando está en contacto con el sufijo gentilicio plural -na, presenta audiblemente la vocal larga de la raíz como en [ˈt͡ ʃʷisit̻ áà-na] . En todos estos casos, este trabajo opta por anotar en la escritura práctica la duración vocálica en posición final absoluta, dado que es la que se ha seleccionado como el fonema de estos ítems léxicos; en buena medida, esta elección está justificada por el hecho de que la duración vocálica es émica en Cme . Así, aunque se sabe que la regla morfofonémica acorta la vocal larga émica en posición final de palabra, muchas raíces en posición final se escriben con vocal larga . Además, se trata de una regla morfofonémica porque en muchos ítems léxicos, como es el caso del verbo nee ‘mirar’, la vocal larga final no sufre reducción vocálica . Estos dos tipos de raíces tanto nominales como verbales cuyas vocales largas finales se retienen, o bien se reducen en posición final, justifican el análisis de esta regla de reducción vocálica como de tipo morfofonémico . Por lo tanto, la gramática del cme deberá enlistar cuáles raíces sufren la reducción vocálica y qué otras están exentas de este proceso . Debido a la presencia de estos dos tipos de raíces, los ejemplos del Cme en que se apoya este trabajo presentan un gran número de vocales largas en posición final que, de alguna suerte, no reflejan la fonética de la lengua, y obedecen a una escritura práctica que respeta formas fonémicas subyacentes . 635 veróniCa vázquez soto cora de dicha comunidad ‘mariteco’ y ‘maritecos’ . Basándose en el topónimo nativo para la comunidad de la Mesa del Nayar Yáuhkɨʔe forman los gentilicios yaúhkɨʔena y yaúhkɨʔeka, cuyos vocablos hispanos corresponden a ‘meseño’ y ’meseños’ respectivamente . A la comunidad de Santa Teresa que lleva el topónimo de Kʷéimʷaruseʔ/ Kʷáimʷaruseʔ se le asignan los gentilicios kʷéimʷarusaʔna/kʷáimʷarusaʔna y kʷéimʷaruseʔka/kʷáimʷaruseʔka correspondientes en español a ‘tereseño’ y ‘tereseños’ respectivamente . A la comunidad de San Francisco le corresponde el topónimo de Kʷáxaʔta y los gentilicios de kʷáxaʔtana y kʷáxaʔtaka cuyas formas hispanas son ‘francisqueño’ y ‘francisqueños’ respectivamente . Al menos en los cuatro ranchitos donde se llevó a cabo la investigación, no existe un topónimo nativo para la comunidad de San Juan Corapan, ni tampoco las autodenominaciones gentilicias potenciales, así que sólo distinguen a este grupo de hablantes con el término hispano de ‘corapeños’ .11 El ranchito de Cerro los Cuernos lleva un topónimo nativo que corresponde a ʔEwá wáritaʔ que en cora significa “A espaldas del Cuerno”, o bien “Atrás del Cuerno” . Sin embargo, como es el caso para muchos topónimos nativos no se genera a partir del término un gentilicio . Las poblaciones de Santa Cruz del Guaybel y Chimaltita carecen de un topónimo nativo y no presentan tampoco gentilicios para los hablantes de esas pequeñas comunidades . Presidio de los Reyes lleva el tóponimo de Muxatée . De manera interesante, esta comunidad es el hábitat de dos grupos lingüísticos distintos reconocidos por los propios hablantes, pues en esta población el grupo mayoritario de hablan11 El término Kuráapa, sin lugar a dudas un préstamo del español bastante adaptado fonética y fonológicamente al cora, para denominar a la comunidad de San Juan Corapan es reconocido por los hablantes de las pequeñas comunidades donde se realizó este trabajo . Sin embargo, no es usado por ellos en sus conversaciones naturales, ni tampoco en la narrativa oral que he recopilado . De manera interesante, cuando se los he mencionado, algunos de los hablantes que conocen otros puntos focales de habla cora, comentan que así le dicen los maritecos a la comunidad de San Juan Corapan . A este respecto, uno de los dictaminadores anónimos reporta que ha registrado el topónimo Kuráapa en la comunidad de Jesús María, aunque no ha atestigüado la derivación de gentilicios a partir del mismo, mediante -na, ni -ka en el habla mariteca . Le agradezco a este mismo dictaminador el haberme señalado que para Santa Cruz del Guaybel, él sí ha registrado Waibéhre; sin embargo, personalmente nunca he escuchado este topónimo en mis visitas a las comunidades, ni tampoco ha aparecido en el corpus digital . Este mismo dictaminador me informó de una investigación reciente sobre tóponimos en la región cora (Rebolledo 2018) para cualquiera que esté interesado en profundizar sobre el tema de topónimos en el área cultural cora . 636 la expresión De número nominal en Cora meseño tes se identifica como yaúhkɨʔeka ‘meseños’; mientras que un grupo reducido de hablantes nativos se identifica con el vocablo muxat,ána en singular y muxatéeka en plural (Vázquez 2016) . A esta última autodenominación corresponde el término hispano de ‘presideño’ y ‘presideños’, que no es el vocablo más usado por los hablantes nativos, inclusive al comunicarse en español, siendo el término más usado el de muxat,ána . Esta situación sociolingüística sorprendente para una localidad de 908 habitantes se explica en la tradición oral de Presidio de los Reyes por el hecho de que la comunidad fue fundada tiempos atrás para albergar a la realeza cora que había sido capturada y aprisionada durante la conquista . De ahí el nombre de Presidio de los Reyes que lleva actualmente el pueblo . En esta tradición oral se afirma también que, después de su fundación, la comunidad recibió migraciones de hablantes de la Mesa del Nayar, así como de ranchos y poblaciones circundantes a la misma y, por ello, se convirtió también en el hábitat de los yaúhkɨʔeka los ‘meseños’ que llegaron más tarde de la fundación del pueblo, y que actualmente constituyen el grupo mayoritario de hablantes de tañíuka en Presidio de los Reyes, cuyo número es de 287, según el censo levantado por la autora y las colaboradoras Isabel de Jesús López y Mónica Flores en febrero del 2018 . De manera que Presidio de los Reyes es una pequeña comunidad donde residen dos grupos distintos de hablantes de náayari: los yaúhkɨʔeka ‘meseños’ y los muxatéeka ‘presideños’; estos últimos identificados, de acuerdo con la tradición oral, como los pobladores originarios de la comunidad que suman 47 personas según el censo realizado también en febrero del 2018 por las mismas protagonistas .12 12 Cabe anotar que a la fecha no he encontrado ninguna base documental que sostenga la versión contada por la tradición oral acerca de la fundación de Presidio de los Reyes y que pudiera, en consecuencia, explicar a qué obedece la situación dialectal mixta dentro de esta comunidad . El dictaminador anónimo especialista en cora mariteco destaca algo sumamente interesante que abre una veta de análisis para explicar la situación bidialectal de Presidio de los Reyes . Comenta que ha escuchado a algunos hablantes nativos del cora usar la autodenominación muxat,ána para referirse al habla propia de la cora baja cuyas comunidades más sobresalientes son San Juan Corapan y Presidio de los Reyes . Esta misma observación se reporta en el trabajo de Santos y Quintero (2015) quienes afirman que los hablantes tienden a dividir los dialectos en dos grupos: la cora alta para las variantes mariteca, tereseña, meseña, francisqueña y corapeña, y la cora baja comprendería el corapeño y el cora de Presidio de los Reyes . En la presente investigación espero haber dejado claro que no existe una entidad abstracta como el cora de Presidio de los Reyes, sino que en esta pequeña población se hablan tanto el presideño, que formaría parte de la cora baja, y el meseño, que pertenecería a la cora alta según la división 637 veróniCa vázquez soto A partir de esta información sobre el uso de autodenominaciones y denominaciones hispanas he generado el término de ‘cora meseño’ para designar la lengua nativa hablada en Presidio de los Reyes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel desde 2002 en varias publicaciones . En el presente trabajo he generado las autodenominaciones más elaboradas de náayari yáuhkɨʔena, así como de tañíuka yáuhkɨʔena para la lengua que se habla en dichas comunidades .13 También sería necesario generar el autónimo náayari o tañíuka muxat,ána para la variante presideña que se habla exclusivamente en Presidio de los Reyes . La necesidad de proponer estas autodenominaciones proviene de la demanda de los pueblos coras y sus organizaciones culturales para contar con vocablos nativos más precisos que denominen las variantes dialectales que se hablan en las distintas comunidades . Bajo esta propuesta, en las poblaciones de Presidio de los Redialectal de Santos y Quintero (2015), pero que de acuerdo a mi investigación también es parte de la cora baja . Cabe añadir que próximo a Presidio de los Reyes y prácticamente pegadito a Corapan se encuentra el lugar sagrado cuya deidad es representada por una gran piedra de río que se conoce en la cultura cora meseña como Muxat,ána . En este sitio, los diferentes grupos coras: maritecos, tereseños, meseños, presideños, y francisqueños, acuden el día de la fiesta de San Juan Bautista, 23, 24, o 25 de junio, de preferencia alguna de estas fechas que corresponda a un sábado, a celebrar distintos ritos . Si bien he presenciado esta festividad y disfrutado de la variedad etnográfica y lingüística reunida en ella, no cuento con la suficiente información para afirmar que la variante de cora hablada en San Juan Corapan presenta una relación lingüística estrecha con el muxat,ána, ‘presideño’ hablado en Presidio de los Reyes . Lo que puedo reportar es que a partir de una lista de 500 palabras que recolecté en 1991 encontré muchas confluencias de sonidos entre la variante muxat,ána de Presidio de los Reyes y la variante cora de San Juan Corapan . Entre las palabras monomorfémicas que muestran coincidencias fónicas entre el corapeño y el presideño, se encuentran: kíʔ ‘casa’, kiátaʔ ‘pueblo’, yíɨki ‘vestido’, kietsáh ‘iguana’ . Se trata de formas léxicas monomorfémicas compartidas por ambas variantes, que contrastan con las palabras para estos mismos significados que se registran en el cora meseño de Presidio de los Reyes que corresponden a: chíʔ ‘casa’, cháhtaʔ ‘pueblo’, yíichi ‘vestido’, chaʔtsáh ‘iguana’ . Note que las palabras compartidas por el corapeño y el presideño conservan o retienen la *k del proto-yutoazteca; mientras que el cora meseño hablado en Presidio de los Reyes palatalizó este sonido en /t͡ ʃ/, que en escritura práctica he representado con la grafía ch . Solamente futuras investigaciones de índole dialectal y arqueológica podrán verificar la relación lingüística entre el cora de San Juan Corapan y el presideño de Presidio de los Reyes y explicar las causas del asentamiento lingüístico tan peculiar que se observa actualmente en Presidio . 13 La propuesta de esta autodenominación más elaborada sigue de cerca los trabajos de Parra (2015: 86) quien utiliza el término nativo de náayeri chwísetyaana para denominar al cora mariteco hablado en la comunidad de Jesús María . En consonancia con esta propuesta, el trabajo de Parra y Muñiz (2015: 32) utiliza los términos nativos de náayeri kwáxata’ana para referirse al cora hablado en la comunidad de San Francisco, es decir, para el cora francisqueño . Estas autodenominaciones respetan tanto las formas sonoras como la ortografía práctica de las variantes en cuestión . 638 la expresión De número nominal en Cora meseño yes, Cerro los Cuernos, Chimaltita y Santa Cruz del Guaybel se habla el náayari yáuhkɨʔena, o bien el tañíuka yáuhkɨʔena . El proceso de estandarización de las autodenominaciones generales para denominar el cora, así como las más elaboradas que distinguen distintos grupos de hablantes está aún en debate y, tal vez, más adelante las autodenominaciones usadas en este trabajo podrán ser adoptadas, o bien modificadas por los actores que conforman las Academias encargadas de estandarizar autodenominaciones, alfabetos prácticos y escritura en el grupo lingüístico y cultural cora . De igual manera las autodenominaciones que corresponden a los gentilicios tendrán que ser verificadas por investigaciones dialectales y sociolingüísticas rigurosas para validarlas o falsificarlas . Así, a falta de una dialectología basada en evidencias lingüísticas de tipo fónico, morfológico o sintáctico que permitiera establecer los distintos dialectos del cora, me he basado en las autodenominaciones usadas por los propios hablantes para afirmar que los datos en los que se basa esta investigación provienen de la variante meseña del cora, abreviada al inicio de este capítulo como Cme, cuyas autodenominaciones específicas propongo que corresponden a náayari yáuhkɨʔena o tañíuka yáuhkɨʔena, términos que como ya expuse se basan en gran parte en los vocablos nativos con los que se identifica y reconoce la propia comunidad de habla . 3 . sobre los Datos y la metoDología Los datos en los que se basa este trabajo provienen de tres fuentes de información . La primera de ellas está representada por grabaciones y videos de habla espontánea que recopilan narrativa oral, historias de vida, relatos de actividades cotidianas de la cultura náayari, así como conversaciones naturales entre hablantes nativos . La literatura oral fue producida por Juan Flores y Másimo Flores, habitantes de la comunidad de Chimaltita; por Macario Flores (†), oriundo de la comunidad de Presidio de los Reyes; y por Gregoria Lobato (†), narradora originaria de Cerro los Cuernos . También es necesario darle crédito a diversos hablantes que aceptaron participar como buenos conversadores relatando las tareas de la siembra de maíz y de café, del corte y la venta de jihuite, de la hechura de vestidos y morrales, así como de sus experiencias de vida y de las fiestas tra639 veróniCa vázquez soto dicionales . Joel Flores Gerónimo, Diego Flores Gerónimo, Natalia López, Virginia López, Norberto Gónzalez Flores, Bruno Lucas de Jesús e Isabel de Jesús López conversaron extrovertidamente y con fluidez en tañíuka yáuhkɨʔena ante el micrófono y la cámara sobre estas tareas culturales rutinarias y las festividades más destacadas de sus pueblos . Todos ellos son originarios de la comunidad de Presidio de los Reyes . La segunda fuente son todos aquellos datos provenientes de la aplicación de una serie de estímulos no verbales que formaron parte del proyecto Spatial language and cognition in Mesoamerica (MesoSpace), financiado por The National Science Foundation (Grant No . BCS-0723694, PI J . Bohnemeyer) . Entre estos estímulos se encuentran Ball&Chair (B&C), Chunches 1 (CH1), cuyo término original en inglés es Novel Objects 1, y Chunches 2 (CH2), que corresponde en inglés a Novel Objects 2 . La tarea comunicativa de B&C comprende cuatro series de fotografías donde cada serie incluye doce fotos . Las fotografías muestran una pelota y una silla en diferentes configuraciones espaciales . El objetivo de la tarea es formar pares de fotos equivalentes referencialmente . Con este fin se le da el turno primero a un director que hace su descripción verbal sobre la localización de la pelota con respecto a la silla, y enseguida el compañero debe encontrar la foto equivalente, con el fin de producir emisiones a lo largo de su búsqueda . La meta de este estímulo es inducir a los hablantes a distinguir fotos que forman un conjunto similar haciendo las configuraciones espaciales explícitas verbalmente . Como todas las tareas comunicativas referenciales, B&C involucra dos hablantes a lo largo de toda la tarea, uno como director y el otro como compañero, que intercambian estos roles, y que están sentados lado a lado mirando a la misma dirección . Aunque esta tarea fue diseñada para obtener marcos de referencia de orientación, también produce descripciones locativas que expresan relaciones topológicas cuando el hablante trata de localizar la pelota con respecto a la silla . Las descripciones de orientación y las descripciones de localización generadas durante esta tarea fueron muy útiles para esta investigación porque produjeron muchas emisiones donde ocurren los diversos paradigmas de pronombres nominativos que ostenta el Cme con antecedentes que involucran sustantivos inanimados, como la silla y la pelota, tanto con lecturas singulares como plurales . Inclusive el propio objeto plano de la foto en singular o las fotos en plural 640 la expresión De número nominal en Cora meseño fue un tema de conversación constante durante la tarea comunicativa de B&C . Por ello, esta tarea también permitió obtener en el contexto de una interacción verbal natural, aunque controlada, el uso de sustantivos inanimados en singular y en lecturas plurales . CH1 y CH2 son también tareas comunicativas que involucran dos hablantes, uno como director y el otro como compañero, que intercambian estos roles y que están sentados lado a lado mirando a la misma dirección . Ambas tareas incluyen una serie de nueve objetos de plástico de formas no familiares; los objetos más complejos no se asemejan a ningún objeto o animal de la cultura mesoamericana ni la cultura occidental . De ahí el nombre en inglés de Novel Objects y su correspondiente traducción al español de Chunches . En la tarea CH1, el primer participante de la pareja toma un objeto de plástico desconocido de una bolsa . El cuerpo del objeto tiene pegadas bolitas de plastilina de diferentes colores . El segundo participante tiene el mismo objeto sin ninguna bolita de plastilina pegada . Durante la tarea, el primer participante, que funciona como director, le proporciona instrucciones a su compañero para que ponga una bolita de plastilina de un color específico en la parte del objeto que no tiene señalizaciones de plastilina pegadas . En este proceso, el director identifica y produce términos de partes, presumiblemente partes del cuerpo, en las descripciones verbales, mientras que el compañero también produce términos de partes, repite y/o corrige las partes mencionadas por el director . De acuerdo con López (2018), en CH1, que la autora nombra como NOBA a partir del término original en inglés, el objeto novedoso es entregado dentro de una bolsa para permitir que los participantes den la orientación que desean al objeto al poder manipularlo libremente; además, las diferentes marcas de colores son colocadas únicamente en el objeto . Esta actividad permite que los participantes manipulen y orienten el objeto novedoso como lo consideren conveniente . En el caso de CH2, que López (2018) denomina NOBB, los objetos novedosos se presentan al participante de manera fija sobre una mesa, de manera que éste no puede manipular el objeto para asignarle una posición distinta . Además, las marcas de distintos colores están en el objeto y en la zona alrededor de él . Por ello, López (2018) concluye que el experimento de CH1 está diseñado para hacer que los participantes nombren las partes del objeto novedoso por lo que se enfoca en la búsqueda de sistemas meronímicos de la lengua (Bohne641 veróniCa vázquez soto meyer 2008: 15) . En cambio, CH2 busca identificar locaciones definidas con respecto a las partes de objetos novedosos al explorar las relaciones entre merónimos y marcos de referencia (Bohnemeyer 2008: 15) . Una de las metas tanto de CH1 como de CH2 es la obtención de términos que designan partes del cuerpo de objetos desconocidos; por lo cual, los participantes del experimento se las tienen que ingeniar para asignarles partes corporales a nuevos objetos que no les son familiares . Así, ambas tareas comparten la meta de encontrar términos de partes del cuerpo o merónimos como se les conoce en la literatura técnica (Brugman 1983; MacLaury 1989; de León 1992; Levinson 1994) . Las dos tareas fueron muy útiles para registrar los diversos paradigmas de pronombres nominativos que presenta el Cme cuando tienen como antecedentes sustantivos inanimados, como las chunches como un todo, o las partes del cuerpo asignadas a la chunche en cuestión . Las chunches y sus respectivas partes en ocasiones se expresaban con lecturas singulares y en otros casos con lecturas plurales . Al igual que B&C, en esta tarea se mencionan diversos sustantivos inanimados en distintas emisiones con diferentes valores de número .14 Los datos obtenidos a partir de la aplicación de estos tres estímulos no verbales también fueron videograbados, y forman parte del corpus digital recopilado por la autora en colaboración con los hablantes nativos que participaron en el proyecto MesoSpace . Es imprescindible darle crédito a los diez hablantes que integraron las cinco parejas que funcionaron como director y compañero en las tareas comunicativas de B&C, CH1 y CH2 . En estricto orden alfabético, en estas tareas comunicativas colaboraron: Adelaida de Jesús López, Alberto Flores Vargas (†), Brígido de Jesús López (†), Bruno Lucas de Jesús, Edgar Freddy Flores, Mónica Gerónimo Rodríguez, Norberto Gónzalez Flores, Silvestre Vargas Flores, Teresa Lucas López y Virginia López . Las tareas comunicativas del proyecto MesoSpace se corrieron en el otoño del 2008 en la comunidad de Presidio de los 14 Cabe anotar que los hablantes de Cme que participaron en las tareas de CH1 y CH2, salvo en el caso del objeto novedoso #7 que algunas parejas de jugadores denominaron tekʷáraʔi ‘pollo’ o ‘gallina’, no trataron al resto de los ocho objetos de plástico como si fueran entidades animadas, ni por el hecho de poder manipularlos, ni tampoco cuando estaban estáticos en la mesa con las marcas de colores puestas encima y a su alrededor . Esta aclaración es necesaria porque la posibilidad de conceptualizar a los objetos novedosos como animados podría alterar ya sea las marcas pronominales utilizadas como sus antecedentes, o bien los sustantivos utilizados para referirse a ellas, sobre todo en el caso de lecturas plurales . 642 la expresión De número nominal en Cora meseño Reyes . Por esta razón, todas las personas previamente mencionadas son hablantes del Cme que se registra en dicha comunidad . Una descripción exhaustiva de la tarea de B&C, CH1 y CH2 se puede encontrar en Bohnemeyer (2008, 2011), en especial la tarea de B&C está pormenorizada en O’Meara y Pérez Báez (2011) . Finalmente, la tercera fuente de datos es el método de la elicitación, llevada a cabo con la Sra . Isabel de Jesús López de cuarenta años de edad, originaria de Presidio de los Reyes y hablante nativa del Cme que se habla en dicha comunidad . Prácticamente todos los datos también fueron corroborados con César Lucas de Jesús de dieciocho años de edad, oriundo de Santa Cruz del Guaybel y hablante nativo de tañíuka yáuhkɨʔena . Las emisiones en Cme obtenidas a partir de estas tres fuentes de datos se presentan en tres, y en ocasiones en cuatro líneas . En la primera de ellas aparece el Cme en la escritura práctica utilizada para representarlo, y también se marcan divisiones de morfema: el guión (-) señala afijos, y el signo de igual (=) indica frontera de clítico . En la segunda línea se ofrecen las glosas léxicas y gramaticales; y en la tercera línea aparece la traducción libre al español . Después de la traducción libre, si es posible en la tercera línea, y si no en una cuarta línea, se proporcionan los metadatos de la emisión citada en Cme, encerrados entre corchetes rectangulares ([ ]) .15 Los metadatos se registran en el siguiente orden: en primer lugar, aparece la abreviatura del topónimo de la comunidad donde se recabó la narrativa o el estímulo no verbal; después el año, el día y el mes de la grabación; enseguida se anota la abreviatura que indica el género de material, ya sea texto o estímulo no verbal . Aclaro que por texto me refiero tanto a una 15 De acuerdo a Austin (2007: 117), en la nueva disciplina de documentación lingüística, los metadatos son información sobre los datos primarios; se trata generalmente de información estructurada sobre los eventos, grabaciones y archivos de información que usualmente se representa como texto . Son necesarios para el archivo correcto de los datos primarios y facilitar tanto su acceso como su utilización . Entre los metadatos lingüísticamente relevantes se encuentran el nombre del hablante, la fecha y el lugar de la grabación, así como el investigador o técnico responsable de la misma (Austin 2007: 119) . Para la documentación lingüística, la recolección, representación y difusión de los datos constituye la meta principal, mientras que para la lingüística descriptiva el objetivo central es la producción de gramáticas, diccionarios y colecciones de texto basadas en datos primarios que sirven para apoyar y ejemplificar el análisis del lingüista . A este respecto, Woodbury (2003: 39) destaca que en la documentación lingüística el objetivo es la representación directa del discurso que ocurre naturalmente, mientras que la descripción y el análisis son contingentes, productos secundarios que surgen y crecen junto con la documentación primaria, pero que siempre son cambiables y modificables con respecto a la documentación . 643 veróniCa vázquez soto narrativa oral como a una conversación natural entre hablantes nativos . A esta información, le siguen las iniciales del nombre del hablante nativo que proporcionó el material; luego aparece el nombre de la narrativa, la conversación, o en su caso la abreviatura del estímulo no verbal; después aparecen las iniciales del nombre del investigador que recolectó los datos . Finalmente, se indica el número de la cláusula que corresponde a la captura del material en el programa Toolbox; o en su defecto, la página del cuaderno donde se encuentra transcrito el material que aún no está vaciado en Elan, ni capturado en Toolbox . El ejemplo en (12) ilustra este etiquetado de metadatos donde la abreviatura (CLC) indica la aldea de Cerro los Cuernos; luego aparece 2008 que es el año de grabación, 18 es el día de la grabación y 10 representa el décimo mes del año, es decir, octubre; inmediatamente después aparece la abreviatura para el género de habla, por ejemplo (TXT) indica un texto de narrativa oral o de conversación natural, siguen las iniciales (GL) del nombre de la narradora Gregoria Lobato; enseguida aparecen las iniciales del nombre de la investigadora que recolectó la grabación (VVCC), correspondientes a Verónica Vázquez, seguidas por el título del cuento el ray; y finalmente la página del cuaderno donde se encuentra la cláusula o emisión citadas . (12) tuíxu puerco muʔ-rí sbj3pl .asp-ya hi-íʔ-mʷiʔ narr-ints-ser .muchos tuíxu puerco héiwa aDv:Cant .ent m-i-ruʔ-raʔ-úu ñíʔu me-rí sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl eviD sbj3pl .asp-ya ‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17] Para el caso de un ejemplo proveniente de estímulos no verbales se sigue la misma catalogación a excepción de que el género de habla corresponda a estímulo no verbal, abreviado como (ENV) . Por otro lado, en lugar de las iniciales del narrador se marcan las iniciales del nombre de pila del primer miembro de la pareja, así (B) abrevia el nombre de Brígido, seguido de las iniciales del nombre de pila del segundo miembro de la pareja; por ejemplo, (N), abrevia el nombre de Norberto . Al igual que en el caso de las narrativas, después del nombre de los hablantes, siguen las iniciales del nombre del investigador y después de éstas 644 la expresión De número nominal en Cora meseño figura la abreviatura del estímulo no verbal del que proviene la emisión con las abreviaturas mencionadas previamente . El ejemplo en (13) muestra estas convenciones, y a diferencia del ejemplo (12) esta emisión sí se encuentra capturada en el programa Toolbox, por lo cual los números (0088) corresponden a la cláusula de toda la sesión de B&C que fue producida por Brígido de Jesús López (†) (B), y Norberto Gónzalez Flores (N) . (13) hetén hetén=pu aDv:abajo aDv:abajo=sbj3 náa bien mee allí teʔi-ráh-ka pelóota pelota ‘Abajo, abajo, bien abajo (pegada) en su espalda está la pelota .’ [PRES_2008_17_10_ENV_ B&N_VVCC_B&C_0088] espalDa-pv:aDh-estar .sentada .sg En lo que respecta a la elicitación, el etiquetado de los datos provenientes de esta fuente de información sólo presenta la abreviatura del topónimo de la comunidad, seguida de la inicial (E) que indica el género elicitación, y finalmente aparecen las iniciales del nombre completo del hablante que proporcionó los datos . Aclaro que el material elicitado no fue grabado y, en consecuencia, este material no tiene una referencia que lo ubique en el corpus digital conformado por la autora y sus colaboradores coras . A esto se debe también que aparezca con una cantidad mucho menor de metadatos . Una ilustración de una emisión elicitada aparece en (14) donde se puede observar la abreviatura (PRES) que indica el nombre de la comunidad, Presidio de los Reyes, a la que le sigue la abreviatura (E) que señala el método de elicitación; y finalmente las iniciales (IJL) para abreviar el nombre de la colaboradora que corresponden a Isabel de Jesús López . (14) tuíxu=pu u-ráh-bee puerco=subj3sg pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .sg ‘El puerco está adentro del corral .’ [PRES_E_IJL] kúurah-taʔ corral-loC:área Todos los datos provenientes de las tres fuentes de información fueron recopilados por la autora en distintos periodos de trabajo de campo que abarcan de 1996 a la fecha en las comunidades de Presidio de los Reyes, Santa Cruz del Guaybel, Cerro los Cuernos y Chimaltita . Cabe anotar que también se ha rea645 veróniCa vázquez soto lizado trabajo de campo en la Ciudad de México y en la ciudad de Tepic, sobre todo para transcribir y checar juicios de gramaticalidad, de compatibilidad semántica o de adecuación pragmática sobre los temas investigados . Finalmente, el corpus digital conformado por la autora y varios hablantes de Cme está aún en etapa de catalogación y no ha sido entregado todavía a un archivo digital institucional; razón por la cual no está disponible para su consulta por otros estudiosos de la lengua, ni por los hablantes nativos de la misma .16 4 . estuDios previos sobre el tema De número nominal en Cora Dentro del marco teórico de la lingüística operacional (Serzisko 1981; Iturrioz et al . 1986; Seiler 1986), los estudios recientes de Parra (2011, 2015) reportan por vez primera en otra variante del cora, las diferentes pautas de marcación de número que se defienden para el Cme en el presente trabajo . Basándose en datos de primera mano, Parra (2015: 91) propone un inventario de doce sufijos que marcan plural en el cora de Jesús María, de aquí en adelante Cjm, cuyas formas son -mwa’a, -ka, -si, -tsi, -ri, -i, -tye, -se, -tse, -kɨ, -h, y -xɨ .17 Por otro lado, tras examinar 215 ítems léxicos pluralizables en Cjm, el autor establece que todos estos sufijos constituyen, en realidad, los exponentes formales de un sistema de clasificación nominal que se encuentra estrechamente ligado a la categoría de número (Parra 2015: 85, 92) . La propuesta analítica de este autor se sostiene en el hecho de que el mencionado conjunto de sufijos se distribuye en los sustantivos animados del Cjm de acuerdo a un continuo semántico-pragmático cuyo extremo izquierdo está representado por aquellos nominales que designan una mayor cercanía a ego como los términos de parentesco que sufijan -mwa’a; mientras que el extremo derecho del continuo está formado por la clase de sustantivos que manifiesta mayor lejanía a ego constituido por nominales que refieren a animales silvestres que sufijan -ri . En este continuo, existe 16 Agradezco el apoyo del Mtro . Juan Antonio Hernández, técnico académico afiliado al Seminario de Lenguas Indígenas del Instituto de Investigaciones Filológicas, en la organización digital del corpus del cora que he recopilado desde 1996 a la fecha junto con la colaboración de varios hablantes de náayari yáuhkɨʔena . 17 Se conservan todos los signos para representar la ortografía práctica del Cjm que aparecen en la fuente original . 646 la expresión De número nominal en Cora meseño una clase neutra a nivel semántico que se identifica formalmente porque todos sus miembros sufijan -tye y -se . Parra (2015: 89-90) aporta otro hecho crucial, nunca antes establecido en los estudios sobre el cora: el sistema profuso de marcas sufijales de plural nominal distintas de -mwa’a, tiene un carácter facultativo en Cjm, comportamiento gramatical que el autor demuestra con el ejemplo que aparece en (15) .18 (15) í nyi-che Cjm19 Det poss1sg-casa [ . . .] xaawi-ká muchas-aCus tyí’i-ta-yá’amwa pl-sbj1p-tener .anim .Dom .pl .o yá’amwa-tye kɨítsi-tye tyakwára’i tuíxu wáaka-si anim .Dom .pl-pl anim .Dom-pl gallina puerco vaca-pl ‘En mi casa tenemos muchos animales: animales domésticos, mascotas, gallinas, puercos, vacas .’ [E] (Parra 2015: 90) En (15) se puede observar la presencia de algunos sufijos del conjunto que conforma el sistema de clasificación nominal, de acuerdo con el análisis de Parra (2011, 2015), tales como -tye y -si; sin embargo, no ocurre ningún miembro de dicho conjunto en los sustantivos tyakwára’i ‘gallina’ y tuíxu ‘puerco’, aunque estos sustantivos pertenecen a la clase de los sustantivos animados, y tienen una lectura plural dado que hacen referencia a varias entidades del mundo real . Por ello, el autor concluye, en sus términos teórico-tipológicos, que los nombres animados en Cjm muestran, ocasionalmente, rasgos de transnumeralidad, entendiendo por este término el fenómeno de la dispensabili18 Para Casad (1984: 227-229) “plural marking per se is restricted to animate nouns . Non-human animate nouns can be marked for plural by any one of the following suffixes: -t ye, -ci, -se, -si, -ri, -ce, -kɨ, -si, -ka, -h, tone . Of the above suffixes, the first three are the most productive . Concomitant with the multiplicity of plural suffixes is the fact that speakers from the same dialect area frequently differ among themselves as to which plural suffix goes with which noun” . De la cita anterior se desprende que Casad no establece el carácter facultativo de esta serie de sufijos que marcan plural en los sustantivos animados del Cjm . Por ello, el comportamiento facultativo es una aportación crucial de los trabajos de Parra (2011, 2015) que permite analizar uno de los sistemas de número de dicha variante del cora como transnumeral o de número general . Por otro lado, Parra (2011) descubre igualmente que estos sufijos sí pueden flexionarse para expresar plural en sustantivos humanos del tipo náayeri-te ‘coras’ . Este hallazgo de Parra se observa también en Cme y será discutido en §6 .2 . 19 Las abreviaturas de otras variantes del cora y de otras lenguas citadas en este capítulo son las siguientes: bay: bayso, Cjm: cora de Jesús María, jap: japonés, tsolC: tsostsil del ejido de Lázaro Cárdenas, warr: warrgamay . 647 veróniCa vázquez soto dad de marcas de número en los nombres (Seiler 1986: 104-106; Iturrioz et al . 1986: 318-321 apud; Parra 2015: 88-89) . Añade, por otro lado, que la diferencia entre ambos tipos de nombres consiste en que, mientras en los inanimados la transnumeralidad es un rasgo inherente, en los animados adquiere un carácter facultativo (Parra 2015: 89) . El autor reconoce que la dispensabilidad de las marcas de número le permite hablar de la categoría transnumeral, que equivale al término de número general usado por Corbett (2000: 9-19) . Parra (2015: 102-105) sugiere también que en Cjm los nombres que refieren a seres humanos se pluralizan obligatoriamente recurriendo a la estrategia morfológica del supletivismo . Los hallazgos de Parra (2011, 2015) coinciden con los hechos descriptivos que se van a establecer en este trabajo sobre los tres sistemas de número que presenta el Cme en los sustantivos, es decir, la oposición primaria singular-plural para sustantivos que designan seres humanos, el sistema de número general que se presenta en animados humanos y no humanos y el sistema de número general absoluto característico de los sustantivos inanimados . Los dos últimos términos corresponden en el trabajo de Parra (2015: 89) a las denominaciones de transnumeralidad facultativa y transnumeralidad inherente respectivamente . A diferencia de los trabajos de Parra, esta investigación sigue los estudios de Corbett (2000, 2001a, 2001b), y adopta la noción de número general (en lugar de transnumeral), la Jerarquía de Animacidad, inicialmente formulada por SmithStark (1974), para incluir, además de las clases nominales de sustantivos inanimados y animados, seres humanos, términos de parentesco u otro tipo de animados, las diferentes personas del paradigma pronominal, en especial a la tercera persona . La noción de número general, así como la Jerarquía de Animacidad, ambas nociones descritas más adelante, resultan herramientas muy útiles para enriquecer el entendimiento sobre la expresión de número no sólo en sustantivos, sino también en la clase de los pronombres en Cme . La utilización de estas herramientas teórico-tipológicas hará posible establecer de manera conjunta el funcionamiento de la expresión de número nominal en todas sus manifestaciones en Cme; de ahí la relevancia para seguir las propuestas de Corbett (2000, 2001a, 2001b) . No obstante, este estudio deja pendiente la investigación de la motivación semántico-pragmática vehiculada por el sistema de sufijos que expresan plural en los diferentes sustantivos animados humanos y no humanos del 648 la expresión De número nominal en Cora meseño Cme . En contraste, los trabajos de Parra (2011, 2015) sí demuestran el sistema de clasificación nominal que se desprende a partir de los sufijos que expresan plural en Cjm . 5 . r asgos gramatiCales Del Cme relevantes para el tema De estuDio El Cme presenta un alineamiento nominativo-acusativo (Dixon 1994) . La demostración de este alineamiento se establece en (16) y (17), donde el prefijo nede primera persona singular se usa tanto para marcar sujetos de verbos intransitivos como agentes de verbos transitivos . (16) puh hée kásiʔ ne-páʔu pues sí mira sbj1sg-estar .rojo ‘Pues sí ¡Mira! Estoy rojo .’ (Vázquez et al . 2009: 198) (17) puh pues néh=ne-ná sbr .sbj1sg =sbj1sg- enf ñíʔu eviD tɨpʷáʔ tal .vez tín=ne-ra-a-héʔika report=sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objp .sg ‘Pues yo ¡Claro que sí! (lo hago) ¿verdad? A ver si la mato .’ (Vázquez et al . 2009: 190) Con respecto a la relación gramatical de objeto, la lengua presenta un alineamiento de objeto primario (Dryer 1986), o en términos más recientes secundativo (Malchukov et al . 2010: 3-4) . Este alineamiento se establece igualmente a partir de la marcación mediante prefijos argumentales . Los ejemplos en (18) y (19) muestran que la misma marca de objeto es utilizada para codificar tanto los pacientes/temas de los verbos monotransitivos como los recipientes/beneficiarios de los verbos bitransitivos . La demostración se hace recurriendo a la marca pronominal ligada que corresponde al prefijo de objeto de tercera singular ra- . (18) nuʔ-rí ne-ra-a-héʔika kúʔkuʔ sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objp .sg víbora ‘Yo ya la maté, a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 198) subj1sg .asp-ya 649 veróniCa vázquez soto (19) me-tɨ=ihtá nu mi me-ʔɨn sbj3pl- Comp=Conj eviD:finD enf sbj3pl- Dem .nv rá-a-wabii-riʔ tɨn= objp3sg- Cmpl-pedir-appl report= ‘Y cuando dicen que ellos le pidieron que…’ (Vázquez et al . 2009: 206) El hecho de que la lengua presente ambos alineamientos mediante las pruebas de codificación de argumentos pronominales ligados, permite establecer las relaciones gramaticales de sujeto y objeto primario o secundativo en Cme . Gracias a estas pruebas de codificación, también es posible afirmar que los prefijos ne- y ra- tienen información de caso nominativo y acusativo respectivamente . Por ello, en este trabajo, se utilizan los términos de sujeto y objeto, así como los términos nominativo y acusativo indistintamente para hacer referencia a las relaciones gramaticales que presenta el Cme . Como muchas otras lenguas yutoaztecas (Haugen en prensa: 35-38), el Cme es una lengua de verbo final tanto en oraciones transitivas SOV/OV, como en intransitivas SV; aunque el orden de verbo inicial, VS y VO, también se registra significativa y cuantitativamente debido a que ciertos tipos de verbos lo requieren, o bien por presiones de la estructura de la información como las nociones pragmáticas de tópico y foco que provocan la presencia de sujetos pospuestos, e inclusive de objetos posverbales en muchas emisiones del idioma (Vázquez 2004: 350-353; 2013: 137-139) . Algunos ejemplos que ilustran el orden de constituyentes tanto final como inicial en Cme se presentan de (20) a (26) . (20) háa=pu allí=sbj3 nigái20 eviD:aCue S ʔɨpʷári silla 20 El evidencial nikái presenta el alternante nigái con oclusiva sonora . La oclusiva sonora /g/ no es un fonema en Cme, pero aparece en algunas formas léxicas como el evidencial que se usa para interrogar al oyente con el fin de saber si está de acuerdo con algún hecho, percepción, u opinión . El uso de la forma nigái está condicionado por factores sociolingüísticos, pues es muy característico del registro de habla chiqueada o cariñosa que usan muchas madres al dirigirse a sus bebés y a los niños . A través de este proceso, muchos niños y adolescentes adquieren y mantienen este tipo de registro por un largo tiempo, e inclusive toda su vida . También la forma nigái es muy característica de los hablantes de la población de Santa Cruz del Guaybel . Esta forma presenta el debilitamiento de oclusivas sordas a oclusivas sonoras que se ha documentado ampliamente para otras lenguas yutoaztecas por Caballero (2015), en particular para el rarámuri (tarahumara) y el guarijío . La forma nigái se anota en la escritura práctica porque el debilitamiento consonántico no es un proceso automático, más bien está determinado por factores sociolingüísticos como ciertos tipos de registros, y también sólo se observa en ciertas formas léxicas . 650 la expresión De número nominal en Cora meseño V haʔ-utátaʔ=pu hóu-nee hɨ ʔɨpʷári poss2sg-izquierda=sbj3 loC-mirar .sg top silla ‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105] (21) (22) (23) (24) (25) (26) S V rráy=pu ta-háʔu-taʔi-tee-kaʔ rey=subj3sg objp1pl-it-mandar-Caus-pst ‘El rey nos mandó .’ (Vázquez et al . 2009: 189) O V kúʔkuʔ=pu wa-héʔika víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg ‘(El niño) Mató a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205) O V n-áucheʔ=nu ladríiyo hiʔ-tí-ka sbj1sg-todavía=sbj1sg ladrillo narr-acarrear-Dur ‘Yo todavía estaba acarreando ladrillo .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54] V S pu h-í-hku hi páʔrɨʔ pues sbj3sg-narr-dormir .sbj .sg top niño ‘Pues se durmió, el niño .’ (Vázquez et al . 2009: 192) V kɨxíe yée ø-tíʔ-raʔraʔ-naʔ parecer eviD:fDir sbj3-pl-volar-parecer S pelóota yée=pu wa-séʔiri pelota eviD:fDir=sbj3 Cmpl-mirar ‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60] V O puh na21-ra-a-héʔika kúʔkuʔ pues sbj1sg-objp3sg-Compl-matar .objp .sg víbora ‘Pues maté a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 200) 21 El prefijo de sujeto para primera persona ne- cuando está seguido de otros prefijos que tienen la vocal central baja /a/ presenta, en ocasiones, un proceso de armonía vocálica . He optado por dejar la vocal armónica del prefijo en estos casos, y no registrar la forma prefijal subyacente ne- porque la armonía vocálica no es automática en la lengua bajo las mismas condiciones 651 veróniCa vázquez soto Estos rasgos gramaticales de la lengua son necesarios para abordar el tema de número nominal en Cme cuya primera parte está enfocada en la clase léxica de los sustantivos y se aborda en la siguiente sección . 6 . la expresión De número gramatiCal en los sustantivos Del Cme y la jerarquía De animaCiDaD En esta sección se detectan los sustantivos en los que el número debe y puede ser expresado en Cme . Bajo el criterio que Corbett (2000: 66) denomina la expresión morfológica del número, que regularmente se codifica a través de algún tipo de marcador que aparece en el sustantivo mismo, se establecen tres sistemas de número en esta lengua: el sistema de número primario con la oposición singular-plural; el sistema de número general/singular versus plural facultativo; y el sistema de número general absoluto que no presenta ninguna oposición de número . Por lo general, se encuentran varios tipos de patrones, así como excepciones, para expresar el número gramatical en los sustantivos de una determinada lengua . Esta tendencia es la que se observa en Cme, pues los sustantivos presentan un comportamiento diverso con respecto a la marcación de número, que en este trabajo se explica recurriendo a la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 56) . Sin lugar a dudas, la aplicación del criterio de la concordancia verbal, llamado por Corbett (2000: 67) el criterio sintáctico, hubiera producido resultados más homogéneos en este idioma de acuerdo a la Jerarquía de Animacidad . No obstante, por razones de espacio, la presente investigación se ocupa solamente de examinar la marcación de número nominal por criterios morfológicos y, en este sentido, los resultados de este trabajo no cubren toda la historia de la expresión de número en Cme, en palabras de Corbett (2000: 69) . morfofonológicas . El ejemplo en (18) presenta casi las mismas condiciones y, sin embargo, no dispara la armonía vocálica, manteniéndose la forma con vocal anterior media del prefijo correspondiente, es decir ne- en el mismo relato oral producido por el mismo narrador . Tal vez también estén involucradas condiciones de estilo retórico que merecen una investigación más profunda . Considero que es relevante mantener la vocal armónica en la escritura práctica del Cme porque se está generando un alomorfo na- del prefijo nominativo para la primera persona en esta variante del cora cuyo registro es relevante para futuros trabajos tanto dialectales como de corte diacrónico . 652 la expresión De número nominal en Cora meseño 6.1. La oposición primaria singular-plural en los sustantivos del Cme Semánticamente, Corbett (2000: 4) define el singular como un valor que hace referencia a una sola entidad del mundo real; mientras que el valor plural es aquel que hace referencia a varias entidades del mismo . De acuerdo con estas definiciones, el primer sistema de número en Cme muestra la oposición singular-plural; distinción primaria a partir de la cual se construyen la mayoría de los sistemas de número en las lenguas del mundo (Corbett 2000: 20) . En consonancia con esta oposición primaria, el Cme presenta sustantivos donde se aprecia tanto la distinción formal como la distinción semántica para el singular y el plural en dos clases de nombres: los sustantivos que refieren a un puñado de seres humanos y aquellos que designan términos de parentesco . Además, esta oposición se marca de manera obligatoria en estas dos clases nominales sin que intervengan otro tipo de factores que influyan en la expresión de número . El par de ejemplos en (27) y (28) da cuenta de dicha oposición en nominales que refieren a seres humanos recurriendo a la estrategia morfológica del supletivismo, como es el caso de ɨítaʔ ‘mujer’ versus úuka ‘mujeres’ . (27) hɨ top íɨraʔbe lobo nikái eviD:aCue ɨítaʔ=pu wa-náwa mujer .sg=subj3sg Cmpl-robar ‘Hablando del lobo ¿verdad? se robó a una mujer .’ [CH_2001_04_08_TXT_JF_VVCC_lobo, p . 1] (28) s-ahtá mʷée mɨ ni-yáuh-mʷaʔ mɨ sbj2pl- Conj sbj2pl top poss1sg-hijo-pl top ‘Y ustedes, hablando de mis hijas, las mujeres .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23] úuka mujer .pl Para Corbett (2001a: 828), la estrategia del supletivismo es el caso extremo de expresión morfológica donde se observan distintas raíces que no están relacionadas por ningún tipo de formación regular o irregular y, por ello, sólo mantienen lazos semánticos . El núcleo medular de sustantivos que refieren a seres humanos en Cme, que presenta formas supletivas para codificar el plural, consti653 veróniCa vázquez soto tuye una clase cerrada de nombres, entre los cuales se encuentran los pares para bástaʔ/báuhsi ‘viejo/viejos’; t,áataʔ/téteka ‘hombre/hombres’; ɨítaʔ/úuka ‘mujer/mujeres’; páʔrɨʔ/tɨʔríi/tɨʔríi-se/tɨʔríi-tsi ‘niño(a)/niño(a)s’; tébi/t,áɨte ‘persona/personas, gente’; bástakɨraʔi/báuhsikɨraʔi ‘anciano(a)/anciano(a)s’; temʷéi, temʷái/téemʷa ‘muchacho, joven/muchachos, jóvenes’; kɨitsi/yeʔmʷá ‘mascota, animal doméstico/mascotas, animales domésticos’ . Para este último ítem léxico, Parra (2015: 111-112) argumenta que en Cjm se asigna a la clase de los seres humanos por sus rasgos pragmáticos, pues es cercano a ego . En Cme parece registrarse esta misma asignación de clase para kíitsi ‘mascota, animal doméstico’ . En el caso de los términos de parentesco, la codificación del valor plural se expresa en Cme, a través de un sufijo exclusivo para esta clase semántica cuya forma es -mʷaʔ . El ejemplo (28) arriba, y la tercia de emisiones en (29), (30) y (31) dan cuenta de la oposición primaria singular-plural en los sustantivos que designan términos de parentesco . (29) hoʔu-tée-ʔuu mʷáʔyei háʔ-húutsi-mʷaʔ acostumbrar poss2sg-hermano .menor-pl ‘Allí acostumbran (saben) estar tus hermanos menores .’ [CH_2001_07_04_TXT_JFL_VVCC_séhku, p . 90] loC- Cuerpo .pl-estar .parado .pl (30) wáʔ-siaʔupeʔ yée=wi ni-yéʔkʷa imp-descansar .imp eviD:fDir=enf poss1sg-abuela ‘¡Descansa! ¡Contestó mi abuela!’ [CH_2001_07_04_TXT_JFL_VVCC_séhku, p . 108] (31) se-wáu-siaʔupeʔ yée=wi ni-yéʔkʷa-mʷaʔ sbj2pl-imp-descansar .imp eviD:fDir=enf poss1sg-abuela-pl ‘¡Descansen! ¡Contestaron mis abuelas!’ [PRES_E_IJL] Los sustantivos que refieren a términos de parentesco en Cme constituyen también una clase cerrada de nombres; muchos de estos términos cuando toman el sufijo -mʷaʔ al formar el plural cambian su sentido original y adquieren otro significado vinculado a otro pariente cercano . Igualmente, la raíz en plural presenta ajustes fonológicos de vocales largas orales a vocales laringizadas, como en kuʔ, kúutsiʔ/kúʔtsi-mʷaʔ ‘hermana mayor/hermanas mayores’, o bien cambios de acento como en n,ausí/n, áusi-mʷaʔ ‘tío/tíos’, inclusive en algunos casos 654 la expresión De número nominal en Cora meseño se observan estos dos ajustes fonológicos como en muʔ, muʔní/múuni-mʷaʔ ‘suegro(a), yerno, nuera/suegro(as), yernos, nueras’ . En algunos ítems léxicos de acento final se hace visible la presencia de consonantes laríngeas como /h/ cuando sufijan -mʷaʔ, tal es el caso de tuʔrú/tuʔrúh-mʷaʔ ‘bisabuelo/bisabuelos’ . También se presentan casos de truncamiento de la última sílaba en la sufijación de -mʷaʔ, como en ʔiwáraʔ/ʔiwá-mʷaʔ/ ‘hermano/hermanos’ . Es decir, al tomar el sufijo plural, los términos de parentesco presentan numerosos rasgos de supletivismo débil . En este sentido, esta clase semántica exhibe casos de doble marcación dado que, además de la sufijación de -mʷaʔ, se realizan múltiples ajustes fonológicos a la raíz singular .22 Los ítems léxicos de esta clase cerrada de términos de parentesco en Cme, que en ocasiones inclusive reclutan nominales que designan seres humanos para asignarles significados de parientes cercanos, incluyen los siguientes pares: táataa/táataa-mʷaʔ ‘papá, tío/tíos’; náanaa/náanaa-mʷaʔ ‘mamá, tía/ tías’; yáuh/yáuh-mʷaʔ ‘hijo(a), sobrino(a)/hijo(a)s, sobrino(a)s’; téi, téih/téih-mʷaʔ ‘tía/tías’; n,ausí/n,áusi-mʷaʔ ‘tío/tíos’; yéʔkʷa/yéʔkʷa-mʷaʔ ‘abuela, nieto(a)/abuelas, nieto(a)s’; ʔiwáraʔ/ʔiwá-mʷaʔ ‘hermano/hermanos’; huʔ, húutsi/húutsi-mʷaʔ ‘hermano(a) menor’/‘hermanos(as) menores’; kuʔ, kúutsiʔ/kúʔtsi-mʷaʔ ‘hermana mayor/hermanas mayores’; haʔ, háatsiʔ/háatsiʔ-mʷaʔ ‘hermano mayor/hermanos mayores’; tuʔrú/tuʔrúh-mʷaʔ ‘bisabuelo/bisabuelos’; kína/kiná-mʷaʔ ‘esposo/ esposos’; yaaxú/yaaxúh-mʷaʔ ‘abuelo, nieto(a)/abuelos, nieto(as)’; yáʔubeʔ/yáʔubeʔ-mʷaʔ ‘cuñado/cuñados’; muʔ, muʔní/múuni-mʷaʔ ‘suegro(a), yerno, nuera/ suegro(as), yernos, nueras’ . Cabe anotar que todos estos vocablos, en su uso canónico, deben ir precedidos por prefijos posesivos en una frase nominal, a la manera en que se presentan en los ejemplos de (28) a (31) . Con el fin de simplificar la información, he enlistado únicamente el término de parentesco sin la marca de posesión típica de los sustantivos inalienables en el idioma . Se ha mencionado previamente que las estrategias morfológicas del supletivismo y la sufijación de -mʷaʔ para expresar número en las clases semánticas de los seres humanos y los términos de parentesco respectivamente, están documentadas con datos de primera mano para el Cjm por Casad (1984: 227), así como por Parra (2011, 2015) . Esto permite tener para dos variantes del cora 22 Todos estos fenómenos de asignación secundaria de clase y doble marcación del plural están exhaustiva y convincentemente documentados por Parra (2015: 102-107) para los términos de parentesco en el Cjm . 655 veróniCa vázquez soto una cobertura amplia tanto descriptiva como analítica con el fin de realizar futuros estudios de diversa índole vinculados con este tema, o bien para desarrollar investigaciones dialectales de base léxica . 6.2. El sistema de número facultativo en sustantivos del Cme A partir del criterio de la forma del sustantivo mismo, los nominales animados humanos y no humanos del Cme presentan la oposición primaria entre el valor singular versus el valor plural, pero de manera facultativa (Greenberg 1966: 28) . Es decir, el valor plural puede, pero no tiene que expresarse cuando se hace referencia a varias entidades del mundo real . Este comportamiento observado en los sustantivos de una lengua para expresar la categoría de número es considerado por Corbett (2000: 10) como una característica típica de los sistemas de número general, término que dicho autor retoma de Andrzejewski (1960) y que corresponde, en buena medida, en la tradición germánica al término de transnumeral (Biermann 1982) . El tipo más pulcro de número general es aquel donde se registra una forma única que semánticamente no está especificada para la distinción singular-plural, como es el caso del bayso, lengua cushita/cushítica hablada en Etiopía . El bayso cuenta con una forma para el significado general que refiere tanto a una o varias entidades del mundo real, así como con un sufijo singulativo que hace referencia a una y sólo una entidad . Además, este idioma presenta también el sufijo paucal que refiere a entre dos y seis entidades y, finalmente, tiene el sufijo plural que se usa para referirse a más de seis entidades (Corbett 2000: 10-11) . Note la serie de ejemplos de (32) a (35) provenientes del bayso . (32) bay (33) bay lúban foofe lion .general watched .1sg literally: ‘I watched lion .’ (it could be one, or more than that) (literalmente: ‘Observé león .’ (puede ser uno, o más de eso) )23 lubán-titi foofe lion-sg watched .1sg ‘I watched a lion .’ (‘Observé un león .’) 23 Se conserva la ortografía de la fuente citada . Las traducciones al español fueron elaboradas por la autora del presente capítulo . 656 la expresión De número nominal en Cora meseño (34) bay (35) bay luban-jaa foofe lion-pauCal watched .1sg ‘I watched a few lions .’ (‘Observé unos cuantos leones .’) luban-jool foofe lion-pl watched .1sg ‘I watched (a lot of) lions .’ (‘Observé muchos/una gran cantidad de leones .’) No obstante, Corbett (2000: 3, 13) concluye, después de examinar una muestra de más de 250 lenguas, que este tipo de sistema tan nítido de número general es raro tipológicamente . Para este autor, el sistema de número general más expandido en las lenguas del mundo corresponde al tipo donde el número general se combina con la forma para el singular para producir un sistema general/ singular versus plural . Un buen ejemplo de este tipo de sistema es el del japonés citado por Corbett (2000: 14) . (36) jap Kooen ni wa inu ga iru rasii park in top dog subj be seems ‘It seems there is a dog/are some dogs in the park .’ (‘Parece que hay un perro/algunos perros en el parque .’) Sin marcación adicional, el sustantivo inu ‘perro’ en japonés no especifica el número . Existe una forma plural inu-tati ‘perros’ que se usa para clarificar que hay más de un perro, pero el sufijo -tati también lleva una implicación de definitud; se usa primariamente, aunque no exclusivamente, para nominales que denotan seres humanos . También se puede usar el cuantificador takusan ‘mucho, muchos’ colocado después del marcador de tópico ga . Por otro lado, si el hablante quiere dejar claro que hay un solo perro, se puede utilizar la forma ip-piki ‘uno-ClasifiCaDor’ . Dados todos los factores involucrados en las lenguas de número general que exhiben el tipo más expandido de este sistema con la forma para el singular, Corbett (2000: 14) advierte que la distinción de los pares de forma y significado para marcar la oposición singular-plural se realiza cuando es importante y no de manera automática como en algunos idiomas como el inglés . Las condicio657 veróniCa vázquez soto nes relevantes para marcar el número en las lenguas de número general varían de lengua a lengua, entre ellas Corbett (2000: 14) menciona que el sustantivo sea tópico o no-tópico, primera mención versus menciones subsiguientes, uso referencial versus uso no-referencial, humano versus no humano, definido versus indefinido . Todas estas circunstancias semánticas y pragmáticas que están vinculadas con el contexto discursivo, favorecen la emergencia de la oposición singular-plural en las lenguas que presentan el tipo más expandido de número general . De manera que lo relevante para la gramática de las lenguas que ostentan este tipo de sistema es el hecho de no marcar automáticamente la oposición de número cuando los nombres aparecen fuera de un contexto que propicie la expresión de diferentes valores de número . Por ello, Corbett (2000: 10) concluye que los sistemas de número general expresan el significado de un nominal sin hacer referencia a la categoría de número . En consecuencia, bajo la tipología propuesta por Corbett (2000: 13), el sistema de número general que presenta el Cme está fuera del sistema de número que representa la oposición primaria de valor singular-plural en el núcleo medular de sustantivos que designan seres humanos y en todo el conjunto de términos de parentesco . En cambio, dentro de esa misma tipología, el sistema que sigue el Cme se expresa mediante la forma usada también para el singular, produciendo un sistema general/singular versus plural . Dicho sistema se ilustra en los ejemplos (37) a (41) . (37) tuíxu=pu puerco=subj3sg u-ráh-bee pv:Cont-pv:Cont .sg-estar .parado .sg kúurah-taʔ corral-loC:área ‘El puerco está adentro del corral .’ [PRES_E_IJL] (38) tuíxu puerco muʔ-rí sbj3pl .asp-ya hi-íʔ-mʷiʔ narr-ints-ser .muchos tuíxu puerco héiwa aDv:Cant .ent m-i-ruʔ-raʔ-úu ñíʔu me-rí sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl eviD sbj3pl .asp-ya ‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17] 658 la expresión De número nominal en Cora meseño (39) jɨɨ iho de la chingada exp exp kúʔkuʔ=pu víbora=sbj3sg tiʔtí algo ruʔi-ráh-ka Cav-pv:Cont .sg-estar .sentado .sg ‘Qué poca, hijo de la chingada, algo como víbora está adentro (de una cueva) .’ (Vázquez 2002: 24-25) (40) pus héiwa=mu wáxua hɨ kúʔkuʔ-se pues aDv:Cant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl ‘Pues hay muchas víboras .’ [PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranesyvíboras, p . 24] (41) ítehmi objp1pl hí-ku narr- eviD:aDvr .Cer teh=pú-rɨki sbr .sbj1pl=asert- Cop .exist2 teh=náayari sbr .sbj1pl=cora ayéin=pu así=sbj3sg ta-a-t,áhtua objp1pl- Cmpl-dejar heʔitáʔ hɨʔ hɨ terréeno a .la .mitad Dem .nv top terreno ‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que (Dios) lo hizo, aunque otros no se percataron de ello) .’ [PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88] Note en especial que los ejemplos (38) y (41) hacen referencia a varias entidades del mundo real y, sin embargo, los nominales tuíxu ‘puerco’ y náayari ‘cora’ no aparecen flexionados por ninguno de los nueve sufijos que marcan plural en sustantivos que refieren a entidades animadas, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ . Ambos sustantivos pueden tomar el sufijo -te en entornos discursivos favorables que propicien la expresión del plural . El ejemplo (38) proviene de una narrativa donde la mención del sustantivo tuíxu ‘puerco’ ha sido constante y se podría considerar por ello topical, aunque no aparece precedido por el marcador de tópico hɨ . Por lo tanto, para nada representa la primera mención del sustantivo en el discurso . En el ejemplo de (40) el sustantivo kúʔkuʔ ‘víbora’ sí toma el sufijo de plural -se; también ha sido una mención constante por lo que podría considerarse como topical y, además, aparece acompañado por el marcador de tópico hɨ . Ambos ejemplos, 659 veróniCa vázquez soto sugieren que el parámetro de topicalidad no parece ser el decisivo para marcar la pluralidad en los nominales animados, al menos dentro del grupo de los no humanos . Cabe anotar que el ejemplo (41) presenta un sustantivo que denota un significado para personas como náayari ‘cora’ y, sin embargo, no toma en dicha emisión el sufijo plural -te, que podría llevar en otros contextos . Otros nominales que refieren a personas y que toman los sufijos propios de los animados para formar el plural, aunque de manera facultativa, son tahtúwan ‘gobernador’, neepʷéi ‘mestizo’, e inclusive algunos préstamos del español bien naturalizados al Cme como xáantaruʔ ‘soldado’y múusiku ‘músico’ . Dada la inclusión de estos nominales en la clase de los animados tanto por el tipo de marcas que toman al formar el plural, así como por el hecho de que su plural es facultativo, he optado por denominar a toda esta clase semántica como animados humanos y no humanos . En contraste, he denominado como la clase de seres humanos a los miembros que designan sustantivos como bástaʔ ‘viejo’, t,áataʔ ‘hombre’, ɨítaʔ ‘mujer’, páʔrɨʔ ‘niño(a)’, tébi ‘persona’, bástakɨraʔi ‘anciano(a)’, temʷéi, temʷái ‘muchacho’, ‘joven’, que incluye el grupo medular de formas léxicas para designar seres humanos y, además, forman el plural mediante la estrategia del supletivismo de manera obligatoria . Como suele suceder en los sistemas de clases nominales a este grupo duro de sustantivos que denotan seres humanos se incorpora el nominal kíitsi ‘mascota, animal doméstico’ . Dados estos dos grupos de sustantivos, se puede constatar que el Cme es una lengua que no divide tajantemente las categorías de humano y animado, pues en este idioma sólo una parte de los nombres que designan personas acceden a la categoría selecta de seres humanos; mientras que otros permanecen en la categoría mayor de animado . En cualquier caso, esta división más sutil y matizada sigue ajustándose a la distribución propuesta en la Jerarquía de Animacidad formulada por Corbett (2000: 56) .24 Finalmente quisiera comentar que el ejemplo (38) donde tuíxu ‘puerco’ aparece sin el sufijo plural correspondiente, exhibe muchas pistas para codificar gramaticalmente el valor plural, como el verbo mʷiʔ ‘ser muchos’, el adverbio 24 Le agradezco profundamente al dictaminador anónimo especialista en cora mariteco el haberme hecho notar que la categoría de humano en Cme se reparte más sutilmente entre los sus- 660 la expresión De número nominal en Cora meseño de cantidad por antonomasia en el idioma para cuantificar entidades héiwa ‘muchos’, así como marcas pronominales plurales . Al igual que lo destacó Corbett (2000: 14) para el caso del japonés, la pluralidad en las lenguas con un sistema de número general/singular versus plural se marca mediante otros recursos en una emisión en contexto . Como he venido afirmando, en este trabajo me limito a establecer el hecho de que el sistema de número general facultativo del Cme no es parte de la gramática del idioma, dado que la oposición singular-plural no se codifica de manera automática en la lengua . En los términos de Corbett (2000: 14), dicha oposición sólo se marca “cuando es importante” .25 6.3. El sistema de número general absoluto en los sustantivos del Cme El tercer sistema de número en Cme obtenido también por el criterio de la forma del sustantivo mismo, se presenta en el grupo de los nombres inanimados en esta lengua . Se trata de una clase nominal donde no se registra ninguna marcación para el plural, ni obligatoria ni facultativa, es decir, esta clase nominal presenta una forma única para hacer referencia tanto a una entidad del mundo real como a varias entidades del mismo . Este tercer sistema de número registrado en Cme se denomina sistema de número general absoluto . La evidencia que da cuenta de este sistema aparece en la serie de ejemplos de (42) a (45) . Note en especial que el plural no se marca ni en sustantivos nativos como ʔɨpʷári ‘silla’, ya sea que ocurran en posición preverbal o posverbal con la marca de tópico hɨ, o sin ella, ni tampoco se expresa en préstamos del español como pelóota ‘pelota’ . tantivos para seres humanos, que en sus términos denomina genéricos, como ‘hombre’, ‘mujer’, y los sustantivos que designan significados más específicos, de acuerdo también a su terminología, para personas como ‘cora’, ‘soldado’ . De acuerdo a este dictaminador, esta misma división en la asignación de número para los sustantivos que refieren a personas se observa en el Cjm . 25 Los datos del Cme presentados en (38), (40) y (41) sugieren que la marca plural que toman facultativamente los sustantivos animados para humanos y no humanos dentro de un entorno discursivo concreto, merece una investigación profunda donde se deben evaluar numerosos criterios como la definitud, la referencialidad y el papel de los adverbios, así como la concordancia verbal y pronominal . La exploración de estas condiciones discursivas para marcar número en los sustantivos animados humanos y no-humanos del Cme representa una veta de análisis muy prometedora . Sin embargo, una investigación de esta índole rebasa la esfera de este capítulo y me limito a señalar que dicho estudio está aún por desarrollarse . 661 veróniCa vázquez soto (42) háa=pu allí=sbj3 ʔɨpʷári silla nigái eviD:aCue ʔɨpʷári silla ‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105] (43) haʔ-utátaʔ=pu hóu-nee hɨ poss2sg-izquierda=sbj3 loC-mirar .sg top háa=pu allí=sbj3 ʔɨpʷári silla nigái eviD:aCue haʔ-utátaʔ=pu ø-tíʔ-a-hau-nehneʔ poss2sg-izquierda=sbj3 sbj3-pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl ʔɨpʷári silla ‘Allí ¿verdad? Las sillas están (enfrente, del otro lado) mirando a tu izquierda, las sillas .’ [PRES_E_IJL] hɨ top (44) kɨxíe parecer yée ø-ráʔraʔ-naʔ eviD:fDir sbj3-volar-parecer pelóota yée=pu wa-séʔiri pelota eviD:fDir=sbj3 Cmpl-mirar ‘Parece que está volando la pelota, así se ve .’ [PRES_E_IJL] (45) kɨxíe parecer yée ø-tíʔ-raʔraʔ-naʔ eviD:fDir sbj3-pl-volar-parecer pelóota yée=pu wa-séʔiri pelota eviD:fDir=sbj3 Cmpl-mirar ‘Parece que están volando las pelotas, así se ve .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 60] En estos casos, la lectura plural del sustantivo se resuelve gramaticalmente por la concordancia verbal con un verbo supletivo plural nehneʔ para ‘mirar . pl’ en (43); o bien un prefijo marcador de plural que ocurre en el templete verbal como tíʔ- que aparece tanto en (43) como en (45) . Como ya se mencionó, el criterio de la concordancia verbal no se explora en el presente capítulo, y me limito a examinar el criterio de la forma del sustantivo mismo . Al seguir este cri662 la expresión De número nominal en Cora meseño terio, el nominal que designa entidades inanimadas manifiesta una única forma, ya sea que refiera a una sola entidad del mundo real, (42) y (44); o a varias entidades del mismo, (43) y (45) . Por ello, concluyo que el valor plural de los sustantivos inanimados no se expresa formalmente fuera del verbo . Las clases nominales involucradas en los tres sistemas de número que ostenta el Cme sugieren la importancia del rasgo de animacidad para asignar número; un rasgo bien documentado en las lenguas del mundo que influye en la expresión de número gramatical . Distintos autores han destacado este fenómeno a través de lo que se conoce actualmente en la literatura tipológica como la Jerarquía de Animacidad, tema de estudio de la siguiente sección . 6.4. Jerarquía de Animacidad y los sistemas de número en Cme El hecho de que las pautas para expresar número gramatical en los nominales estén relacionadas con la animacidad fue investigado sistemáticamente por Smith-Stark (1974), quien propuso una primera versión de la Jerarquía de Animacidad inspirado en los trabajos de Silverstein (1976) . La Jerarquía de Animacidad propuesta por Smith-Stark aparece en el Esquema 1 . hablante > oyente > parentesco > racional > humano > animado > inanimado (1ª persona (2da persona pronominal pronominal esquema 1 . La Jerarquía de Animacidad según Smith-Stark (1974: 665)26 A partir de esta jerarquía, Smith-Stark (1974: 657) sugirió que la pluralidad escinde una lengua “si es una oposición significativa para ciertas categorías e irrelevante para otras” . El tipo de evidencia en la que se basó este autor proviene de la marcación de número en la frase nominal, usualmente en el sustantivo mismo, así como en la concordancia de número, principalmente en la concordancia verbal . Con respecto a esto último, Smith-Stark (1974: 657) argumentó que en georgiano, si el sujeto es plural y denota un animado, entonces el verbo 26 Se adaptó la forma arbórea original en la que aparece la Jerarquía de Animacidad propuesta por Smith-Stark (1974: 665) a una forma lineal para hacer más sencilla la comparación con la Jerarquía de Animacidad reformulada por Corbett (2000: 56) . 663 veróniCa vázquez soto estará en plural; en cambio, si el sujeto es inanimado, entonces el verbo estará siempre en singular . Por lo tanto, el autor deduce que los sustantivos del georgiano se escinden y es posible trazar una división entre animados e inanimados . De ahí, se presume que las lenguas pueden marcar la escisión en diferentes puntos o segmentos de la jerarquía . De acuerdo a Corbett (2000: 56; 2001a: 826), la Jerarquía de Animacidad formulada por Smith-Stark constituye un gran avance en la comprensión de los sistemas de número en las lenguas del mundo, pero es necesario replantearla para incrementar aún más su poder predictivo .27 Por ello, a partir de nuevas evidencias, Corbett (2000: 3, 56) reformula la Jerarquía de Animacidad incorporando la tercera persona y eliminando la clase nominal que designa el tipo de sustantivo racional . La Jerarquía de Animacidad propuesta por Corbett aparece en el Esquema 2 . hablante > oyente > 3ª persona > parentesco > humano > animado > inanimado (1ª persona (2da persona pronominal pronominal esquema 2 . La Jerarquía de Animacidad según Corbett (2000: 56) Según esta jerarquía tipológica, las lenguas del mundo presentan un comportamiento predecible con respecto a qué clase de nominales manifiestan una oposición de número . Examinando los segmentos de la jerarquía de derecha a izquierda, es decir, los segmentos más bajos con respecto a los segmentos más altos de la misma, se espera que los sustantivos inanimados sean los nominales menos favorecidos para presentar oposiciones de número; mientras que los nominales animados tengan un poco más de posibilidades para marcar formalmente las distinciones entre el valor singular-plural, u otros valores de número como el dual . Bajo este mismo patrón de asignación de acuerdo a la animacidad, los sustantivos que denotan términos de parentesco y seres humanos se consideran los nominales con mayor potencial para presentar oposiciones de número en un idioma . Finalmente, los segmentos más altos en 27 Otros precursores que formularon la Jerarquía de Animacidad reconocidos por Corbett (2000), y el mismo Smith-Stark en comunicación personal, son Grasserie (1886-87: 234-7), Forchheimer (1953: 12-13) y Planck (1987: 181) . 664 la expresión De número nominal en Cora meseño la jerarquía, como la primera y la segunda persona en un paradigma pronominal, también denominados participantes del acto de habla ( pah), son los favoritos para expresar abiertamente oposiciones de número . Es decir, dentro de la marcación de número nominal, los pah tienen la primacía en la asignación de oposiciones de número, inclusive sobre los sustantivos que designan términos de parentesco y seres humanos . Por ello, la Jerarquía de Animacidad en el Esquema 2 permite establecer una generalización poderosa: una lengua donde la palabra para ‘mujer’ esté especificada para número y el pronombre para la primera persona no esté especificado para este rasgo, se predice como una lengua humana imposible . Por lo tanto, la existencia de un idioma que presente tal comportamiento no se ha registrado a la fecha ni por lingüistas, ni tipólogos . Corbett (2000: 54; 2001a: 825; 2001b: 634) defiende esta sólida generalización recurriendo a la evidencia de varias lenguas australianas . Entre ellas, selecciona el warrgamay, una lengua de Queensland, donde un sustantivo que refiere a un ser humano puede marcar el número del nominal, pero no necesita hacerlo de manera obligatoria . El ejemplo (46) muestra que un nominal como yibi ‘niño’ puede indicar número a través de la reduplicación yibi-yibi, pero de acuerdo con Dixon (1981: 35), esto está extremadamente restringido y las formas como ŋulmburu-ŋgu ‘mujer/mujeres’ son las más usuales . De hecho, Dixon (1980: 22) sugiere que la situación normal en las lenguas australianas es que los sustantivos no estén especificados para número gramatical . Por ello, en el marco tipológico de Corbett (2000: 10), el warrgamay se puede analizar como una lengua de número general donde el valor plural puede, pero no tiene que expresarse, aunque se haga referencia a varias entidades del mundo real . (46) warr yibi-yibi child-reDup .abs ŋulmburu-ŋgu woman-erg wurrbi-bajun-du big-very-erg buudi-lgani-y malan-gu take-Contin-unmarKeD .tense river-all ‘The very big woman/women is/are taking the children to the creek .’ ‘La mujer/mujeres muy grande/grandes está/están llevando a los niños al arroyo .’ (Dixon 1980: 266-268) Por otro lado, en warrgamay, el número nominal no se expresa tampoco en la concordancia verbal como se aprecia en (46) . En cambio, examinando los 665 veróniCa vázquez soto pronombres en esta lengua, Dixon (1981: 39-40) encuentra que la primera y la segunda persona singular, dual y plural deben estar especificadas estrictamente para número, aunque la especificación está disponible exclusivamente para referirse a seres humanos y ocasionalmente para perros domésticos . A diferencia de las personas que refieren a los pah, en warrgamay la forma que llena la casilla de la tercera persona singular tiene un rango extendido para todos los valores de número: singular, plural, dual, refiriéndose a humanos, así como no humanos, aunque su sentido no marcado o básico, en términos de Corbett (2000: 55; 2001a: 825), es tercera persona singular . Gracias a esta evidencia proveniente del warrgamay, se deduce que en una lengua los sustantivos que refieren a seres humanos pueden no estar especificados para número; mientras los pronombres sí deben estarlo, particularmente aquellos que refieren a la primera y la segunda persona . Esta manifestación de la expresión de número de pronombres y nominales en una lengua se predice recurriendo a la Jerarquía de Animacidad . Los datos hasta ahora discutidos para el Cme revelan que esta lengua se comporta de acuerdo a las predicciones de la Jerarquía de Animacidad, en lo que respecta a la oposición de número en la clase léxica de los sustantivos, aunque, de manera interesante, en el idioma se registra una división sutil entre la categoría medular de seres humanos en oposición a la categoría de animados humanos y no humanos . Más adelante demostraré que el Cme también sigue las predicciones de esta jerarquía con respecto a las personas del sistema pronominal nominativo . Regresando a los sustantivos, los segmentos más bajos de la jerarquía, como los nominales inanimados, no presentan oposiciones de número, y se caracterizan por tener un sistema de número general absoluto . En cambio, los segmentos intermedios, como los sustantivos animados humanos y no humanos, presentan un sistema de número general-singular facultativo cuya marcación a través de una elaborada serie de sufijos no es automática y, probablemente, obedece a condiciones discursivas . También de manera esperada, los segmentos más altos dentro de la clase sustantiva como los nominales que denotan términos de parentesco y un grupo reducido de nominales que designan seres humanos sí presentan la oposición primaria singular-plural obligatoriamente . Por lo tanto, es posible establecer que los sustantivos del Cme se escinden en varios segmentos de acuerdo con la Jerarquía de Animacidad, y se pueden trazar varias divisiones en la clase léxica sustantiva por el criterio 666 la expresión De número nominal en Cora meseño de la asignación de número: (i) inanimados, (ii) animados humanos y no humanos; y (iii) sustantivos para ciertos seres humanos y términos de parentesco . Las escisiones se refuerzan por dos factores adicionales; el primero de ellos concierne al tipo de sistema de número que cada clase nominal representa: (i) inanimados-sistema de número general absoluto; (ii) animados humanos y no humanos-sistema de número general facultativo; y (iii) sustantivos para seres humanos y términos de parentesco, oposición primaria singular-plural . El segundo factor que fortalece las distintas escisiones es el tipo de estrategia morfológica utilizada para expresar número nominal: (i) los animados humanos y no humanos que presentan el sistema de número general facultativo recurren a un sistema elaborado de nueve sufijos, -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ; (ii) un grupo selecto de sustantivos para seres humanos, en cambio, expresan la oposición primaria singular-plural mediante formas supletivas; y finalmente, (iii) los términos de parentesco recurren también a estrategias sufijales, pero flexionando una sola forma que es -mʷaʔ, y presentando varios ajustes fonológicos en la raíz al formar el plural que sugieren la presencia de un supletivismo débil . Estos resultados se sintetizan en la Tabla 1 . Finalmente, en el Esquema 3 aparece la Jerarquía de Animacidad que siguen los nominales en Cme con respecto a la asignación de número . Sistemas de número y estrategias morfológicas Tipos de nominales Parentesco Humanos Animados Inanimados Humanos y no-humanos Oposición primaria singular-plural ✓ ✓ × × Sistema general facultativo × × ✓ × Sistema general absoluto × × × ✓ Sufijo -mʷaʔ ✓ × × × Supletivismo fuerte × ✓ × × Sufijo -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ × × ✓ × tabla 1 . Expresión de número en los distintos tipos de nominales en Cme meseño 667 veróniCa vázquez soto hablante > oyente > 3ª persona > parentesco > humano > animado > inanimado (1ª persona (2da persona humano y pronominal pronominal no humano esquema 3 . La Jerarquía de Animacidad en Cme 7 . la expresión De número gramatiCal en pronombres nominativos en Cme Esta sección está dedicada a demostrar que la inclusión de la tercera persona en la Jerarquía de Animacidad, como lo propone Corbett (2000: 62), permitirá entender el uso de las formas pronominales correspondientes a dicha persona en los paradigmas de pronombres nominativos ligados en Cme . En esta línea de análisis, los pah presentan consistentemente la oposición primaria de número singular-plural; mientras que la tercera persona presenta esta oposición sólo bajo ciertas circunstancias . Por ejemplo, la tercera persona siempre se expresa a través de sus formas contrastivas para el singular y el plural cuando tiene como antecedentes sustantivos humanos y animados . Igualmente, cuando sus antecedentes son sustantivos inanimados que ocurren en predicaciones que llevan verbos agentivos, la oposición primaria de número se manifiesta consistentemente en la forma pronominal . Sin embargo, si sus antecedentes son sustantivos inanimados cuyas predicaciones involucran verbos no agentivos, la oposición básica de número singular-plural desaparece, generando el uso exclusivo de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de que se haga referencia a varias entidades del mundo real . Este comportamiento condicionado por los rasgos de animacidad y de agentividad en las formas distintivas para número que presenta la tercera persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a proponer que la tercera persona está en realidad subespecificada para número y solamente contiene información de caso nominativo en los pronombres ligados en los casos en que aparece con verbos no agentivos . Todos estos hallazgos confirman que la escisión trazada en los sustantivos inanimados discutida en §6 .3 y §6 .4 también se localiza en la tercera persona de los paradigmas pronominales ligados cuando esta persona lleva como antecedentes sustantivos inanimados, tal como lo predice la Jerarquía de Animacidad . Esta predicción en torno al comportamiento de la tercera per668 la expresión De número nominal en Cora meseño sona en la expresión de número se explica detalladamente en la siguiente subsección . 7.1. Los pah y la tercera persona en la Jerarquía de Animacidad Como ya se mencionó la Jerarquía de Animacidad propuesta por Corbett (2000: 56) incorpora de manera crucial a la tercera persona entre el segmento que corresponde al oyente y aquel que corresponde a los sustantivos que designan términos de parentesco . También se discutió en §6 .4 que este autor justifica la inclusión de la tercera persona en dicha jerarquía apelando a lenguas como el warrgamay que no expresan valores de número obligatoriamente en los sustantivos, pero están forzadas a expresar distinciones de número en el sistema pronominal, particularmente en los pah . Por ello, en warrgamay el sistema de pronombres especifica estrictamente la primera y la segunda persona singular, dual y plural siempre y cuando refieran a humanos . A diferencia de los pah, la forma que llena la casilla de la tercera persona singular tiene un rango extendido porque, además de cubrir los valores de número singular, plural, dual, se refiere a humanos y a no humanos . En términos de Corbett (2000: 55; 2001a: 825), el sentido no marcado o básico de la tercera persona en warrgamay corresponde únicamente al valor singular . Dado el peculiar comportamiento de la tercera persona en dicho idioma, Corbett (2000: 62) establece que esta lengua presenta una escisión en la tercera persona del paradigma pronominal . Asimismo, Corbett (2000: 83-84) defiende que existen bases sólidas para separar el comportamiento de la primera y la segunda persona con respecto al comportamiento observado en la tercera persona .28 A pesar de que Smith-Stark (1974: 664) no incluyó la tercera persona en su propuesta, sí sugirió algo importante: “Siempre que haya una escisión en los nominales léxicos, la escisión en el pronombre de tercera persona (si existe uno 28 Si bien es cierto que la primera persona puede ser usada con el significado de un uso asociativo ‘yo y asociado(s)’, también es verdad que puede usarse como un plural ordinario, por ejemplo, cuando los miembros en una ceremonia religiosa dicen ‘nosotros estamos rezando’, o en el brindis de un festejo se expresa la frase ‘ayer brindamos por los novios’ . A pesar de la lectura asociativa y la genuinamente plural, Corbett (2000: 83-84) concluye que ambas lecturas de la primera y la segunda persona están disponibles para los segmentos más altos en su propuesta de la Jerarquía de Animacidad y, por ello, no constituyen una objeción a la misma . 669 veróniCa vázquez soto en la lengua) estará localizada en el mismo lugar en que se localiza la de los sustantivos o en un segmento más bajo de la jerarquía” . Lo cual quiere decir, según Corbett (2000: 62), que si los sustantivos tienen una escisión entre las categorías de humano y animado no humano, el pronombre de tercera persona puede seguir esta escisión . En suma, el pronombre de tercera persona es capaz de proporcionar pistas determinantes para relacionar la marcación de número entre nombres y pronombres y, por ello, merece una posición propia en la Jerarquía . Corbett (2000: 62) concluye que la lógica seguida para incluir el pronombre de tercera persona conduce a considerar su propuesta como una combinación de tres jerarquías complementarias: la Jerarquía de Persona (1ª > 2da > 3ª), la Jerarquía Nominal (pronombres > nombres) y la Jerarquía de Animacidad propiamente dicha (humano > animado > inanimado), lo cual se apega a las ideas formuladas por Comrie (1989: 197-199) y Croft (1990: 112-113) . Finalmente, Corbett (2000: 62-63) enfatiza que la dificultad presentada por la tercera persona surge de una distinción que a menudo no se hace explícita . Es posible analizar el pronombre de tercera persona en términos de la forma que tiene y, en consecuencia, observar si cuenta con formas distintivas para el singular y el plural . O bien, el pronombre de tercera persona puede analizarse desde el punto de vista de su uso, en este caso se observa si se puede usar la forma singular y plural cuando el antecedente es una frase nominal cuyo núcleo es un sustantivo que denota humanos, o bien animados no humanos, o inanimados . Sin embargo, el uso es relevante para las propiedades de número de los nominales en sí mismos más que para las propiedades de número del pronombre . Por ello, es necesario tener cuidado en los criterios que se utilizan para trazar las distinciones de número al interior de los pronombres . En la siguiente subsección se examinan pormenorizadamente todas las personas de los cinco paradigmas pronominales nominativos básicos del Cme para argumentar que, salvo la tercera persona en la serie de los pronombres libres cuya fuente es un demostrativo, en el resto de los paradigmas, la tercera persona genuinamente pronominal está subespecificada para el valor de número . Esto se debe a que las formas distintivas para número singular-plural de esta persona confluyen solamente en una única forma cuando ésta lleva como antecedentes sustantivos inanimados en predicaciones con verbos no agentivos, a 670 la expresión De número nominal en Cora meseño pesar de que la emisión donde ocurre el pronombre haga referencia a varias entidades del mundo real . 7.2. Los paradigmas de pronombres nominativos libres y ligados en Cme Para la clase de los pronombres, Corbett (2000: 62) advierte que, en la investigación gramatical sobre número, algunos trabajos reportan solamente las formas de los pronombres libres, mientras otros estudios describen los marcadores de concordancia de persona . Por ello, determina que el objetivo deseable para la investigación tipológica sobre este tema en la clase pronominal es contar con descripciones de sistemas completos . Siguiendo este lineamiento, se describen exhaustivamente todas las formas léxicas que se observan en las distintas series pronominales del Cme que marcan la relación gramatical de sujeto, centrándose en la marcación de número que expresan las personas de dichas series . También se discuten los criterios asumidos en este trabajo para establecer el carácter de formativos ligados, o bien de palabras libres de las formas léxicas pronominales con información de caso nominativo . Los resultados de esta descripción serán contrastados con los hallazgos descubiertos en la investigación sobre la marcación de número en los sustantivos de este idioma . Con respecto a los pronombres, el Cme es una lengua que presenta una profusión de paradigmas para expresar la relación gramatical de sujeto . Se cuenta con cinco paradigmas básicos: un paradigma de pronombres libres y cuatro paradigmas de pronombres ligados que incluyen una serie de enclíticos, una serie de proclíticos y dos series de prefijos . La lengua también exhibe combinaciones de algunas de estas series pronominales entre sí, así como combinaciones de formas reducidas de pronombres libres y prefijos que, con ciertos ajustes, se flexionan a la conjunción ahtá ‘y’ para generar la serie de pronombres enfáticos . Las combinaciones de los cinco paradigmas básicos no serán examinadas en este trabajo, ni tampoco los factores morfosintácticos o pragmáticos a los que obedece esta profusión de marcas para codificar la relación gramatical de sujeto . En la Tabla 2 (siguiente página) se muestran las formas léxicas de las distintas series pronominales que codifican la relación gramatical de sujeto en Cme estudiadas en detalle en el presente trabajo . Es posible establecer una generalización con respecto a los cinco paradigmas esenciales . Las series pronominales expresan tanto en su forma como en su 671 sbj1sg sbj2sg ínee mʷee/ mʷeʔ sbj3sg* sbj1pl sbj2pl ítein/ íten/ ten mʷeʔn/ mʷeen sbj3pl haʔín aʔín haʔíhna aʔíhna Demostrativo como pronombre libre Enclíticos en posición wackernagel =nu =pe =pu =tu =xu =mu Proclíticos subordinadores neh= peh= tɨ= teh= seh= meh= Habla cuidada nuʔ- peʔ- hahaʔpuʔ- tuʔ- xuʔ- muʔmeʔ- Habla rápida nuu- pee- haapuu- tuu- xuu- muu- ne- pe- haø- te- se- me- n- n- h- t- s- m- Prefijos que acompañan al adverbio rí ‘ya’ 672 Prefijos que acompañan raíces Formas plenas verbales, sustantivos en función de CV PNV, conjunción ahtá, subordinador de propósito taʔ, y adverbio áucheʔ ‘todavía’ Alomorfos consonánticos Términos de parentesco, seres humanos y animados humanos y no humanos Inanimados con verbos agentivos Inanimados con verbos no agentivos ✓ ✓ ✓ ✓ ✓ ✓ × × × × ✓ ✓ × × × × ✓ × * Subespecifiados para número . tabla 2 . Series pronominales básicas de sujeto en Cme y sus correspondientes rasgos de persona y número veróniCa vázquez soto Persona, relación gramatical y valor de número Pronombres libres la expresión De número nominal en Cora meseño uso la oposición primaria de número singular-plural en la primera y la segunda persona, las personas que corresponden al hablante y al oyente, es decir, a los pah . Esta oposición se codifica en las formas pronominales mediante la estrategia del supletivismo; estrategia morfológica que Corbett (2001a: 830) considera muy común para contrastar valores de número en la clase de los pronombres . No obstante, a pesar de la expresión sistemática de los valores singular versus plural en las personas que refieren a los pah, se registran excepciones vinculadas con el uso de la forma del pronombre para la tercera persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales de sujeto . En este trabajo, se defiende que las alteraciones en el uso de las formas pronominales para la tercera persona dependen tanto del carácter inanimado del sustantivo al que hace referencia el pronombre como de la clase verbal intransitiva involucrada en la predicación . Por ello, se establece que las formas pronominales contrastivas de la tercera persona se neutralizan en una única forma subespecificada para número cuando la tercera persona tiene como antecedentes sustantivos inanimados que ocurren con verbos no agentivos . 7 .2 .1 . La serie de pronombres nominativos libres Los pronombres independientes que refieren a la primera y la segunda persona del singular toman las formas ínee y mʷeʔ/mʷee, respectivamente . En cambio, las formas plurales de estos pronombres personales corresponden a ítein/ íten/ten para la primera persona, y mʷeʔn/mʷeen para la segunda . Los ejemplos de (47) a (51) ilustran el uso de los pronombres libres en un entorno donde claramente las formas para el singular hacen referencia a un solo individuo del mundo real, mientras que las formas para el plural designan varios individuos del mismo, descartando así la posibilidad de usos asociativos de la primera y la segunda persona plural (Corbett 2000: 83-84) . (47) pus pues ínee sbj1sg ne-ra-a-taxáh-ta sbj1sg- objp3sg- Cmpl-decir .tr-? tiʔ-títɨ mah naʔ-ráanache í ni-ché más sbj1sg .nC-gustar top poss1sg-casa ‘Pues yo voy a decir lo que más me gusta de mi pueblo .’ [PRES_1996_13_09_TXT_JFG_VVCC_fiestas, p. 66] ints-algo 673 veróniCa vázquez soto (48) heʔi=pé ñíʔu aDv=sbj2sg eviD mʷee sbj2sg ti-rá-yɨʔtɨ ms- objp3sg-poder peh=ra-táʔixa-teʔ-n sbr .sbj2sg =objp3sg-decir .appl-appl-irr ‘Como tú pues tú puedas explicarle .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ 0180] (49) (50) mʷeʔ híʔkʷi í sbj2sg Dem .Dist .sg .enf top tɨ=sikíra-raʔ híʔkʷi sbr .sbj3=estar .redondo-sg Dem .Dist .sg .enf ‘Tú ése el que es redondo ése (encuéntralo) .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 1] kaʔmé como .si ñíʔu eviD ten sbj1pl háa-te allí/allá-Cab2 ti-aʔu-rá-nehneʔ-ri ms-loC- Dir:Cab2-mirar .pl-pot ‘Como si nosotros estuviéramos mirando allá cuesta abajo .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C, p . 123] (51) mʷeʔn se-muxatée-ka sbj2pl sbj2pl-presideño-gent .pl ‘Ustedes son presideños .’ [PRES_E_IJL] Con respecto al pronombre libre para la tercera persona, éste se recluta en como en muchas otras lenguas, a partir de las formas para los demostrativos (Bhat 2004; Siewierska 2004) . En Cme se expresa mediante las formas de los demostrativos no visibles, así como no enfáticos del idioma .29 El paradigma de esta serie de demostrativos incluye tres grupos de formas especificadas semánticamente para distinguir el rasgo distal hamíhna/amíhna, el rasgo proximal haíhna/aíhna, y el no visible haʔíhna/aʔíhna/haʔín . Todas estas formas codifican el valor singular del demostrativo en cuestión . La presentación y la discusión de las formas plurales de los demostrativos no incide en la desCme, 29 El Cme presenta cuatro series de demostrativos cuyo condicionamiento depende de factores pragmáticos como el énfasis, pero también de condiciones sintácticas como el orden de palabras en la lengua . El examen cuidadoso de las formas léxicas de las distintas series paradigmáticas de demostrativos constituye un trabajo en sí mismo que rebasa la esfera de este capítulo . 674 la expresión De número nominal en Cora meseño cripción de los demostrativos en su uso como pronombres libres, pues el Cme recluta sólo las formas singulares de los demostrativos para su uso pronominal . Dentro del conjunto de ejemplos de (52) a (55), se incluye la tercia contrastiva de demostrativos distal, proximal y no visible para la serie no enfática, así como un ejemplo adicional que permite contrastar las dos formas del demostrativo no visible que dependen de la posición de dicho elemento con respecto al núcleo verbal . Note que en posición preverbal ocurre la forma haʔín (54); mientras que en posición posverbal aparece la forma haʔíhna (55) . (52) mée=pu wa-réʔkaʔ amíhna allí=sbj3 Compl:aCross-estar .tirada .sg Dem .Dist .sg ‘No, ésa está allí (enfrente) tirada (indicando con el dedo o la mirada la silla que aparece en una foto desde lejos) .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 10] mm exp (53) ni=kái haʔín pʷéʔn q=irr Dem .prox .sg Cop .exist1 ‘¿Es ésta? (señalando y tocando una foto) .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 9] (54) tɨpʷáʔ haʔín pʷéʔne cuando Dem.nv.sg Cop.exist1 .pot ‘Cuando ésa sea (en una instrucción, hablando de una foto) .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 3] (55) mm mée=pu wa-réʔkaʔ haʔíhna allí=sbj3 Compl:aCross-estar .tirada .sg Dem .nv .sg ‘No, ésa está allí tirada (en una instrucción, hablando de la silla que aparece en una foto) .’ [PRES_E_IJL] exp Las formas léxicas haʔín y haʔíhna, así como el alternante aʔíhna del demostrativo que ocupa la posición posverbal, son las que se usan para expresar el pronombre libre de tercera persona singular . Estas formas pueden tener como antecedentes a sustantivos humanos, animados o inanimados . Igualmente, la lectura que generan dichas formas puede corresponder tanto a un pronombre como a un demostrativo . Como ya lo mencioné previamente, con respecto al número, las formas demostrativas por sí solas están especificadas para el valor singular . 675 veróniCa vázquez soto La tercia de ejemplos de (56) a (58) muestra la forma del demostrativo tanto con lecturas demostrativas como de pronombre libre de tercera persona singular . (56) péeru pero kómo como arí ya ahtá Conj haʔíhna Dem .nv .sg tíʔ-ru-ɨrí rɨʔ tíʔ-u-ru bien pl-Compl-alistar ‘Pero como él/ése (el niño Háatsikan) sí ya había alistado muy bien sus flechas .’ (Vázquez et al . 2009: 195) pl-poss .refl-flecha (57) máske nomás .que puʔ-rí sbj3sg.asp-ya nu eviD:finD h-i-raʔu-tá30-huka-ta sbj3sg-narr-panza-torso .muslos:aCross-panza- Dur haʔíhna Dem.nv.sg tɨ=h-i-ʔ-íitaʔ sbr.sbj3sg =sbj3sg-narr-ints-mujer tɨ=h-i-tébi sbr.sbj3sg =sbj3sg-narr-gente ‘Nomás que dicen que ya se está embarazando por toda su panza, ella/ésa la que es claramente mujer, la que es gente .’ [CH_2001_8_TXT_JF_VVCC_ íiraʔbe, p. 22] 30 El prefijo ta- en Cme cubre algunos de los significados que tiene la preposición/adverbio across del inglés, tal como ‘a través de’, ‘a lo largo de’, ‘transversalmente’ . El origen de este prefijo topológico en Cme es un morfema que refiere a una región del cuerpo que corresponde al área del torso junto con los muslos . A reserva de un análisis exhaustivo sobre las distintas rutas de gramaticalización que ha seguido el prefijo de esta región del cuerpo he optado por glosar primero la región corporal y después añadir otra glosa un poco más específica como perfectivo, en los contextos donde dicho prefijo se ha gramaticalizado como una marca aspectual, o bien across cuando se ha gramaticalizado como un prefijo espacial-topológico . También he dejado la palabra del inglés across como parte de la glosa porque aún hay varios sentidos relacionados con dicha palabra . Así, he optado por crear una glosa que funciona, por lo pronto, como metalenguaje gramatical, dado que el español carece de un elemento que cubra una buena parte de los sentidos atribuidos de across . La semejanza de esta palabra inglesa con el prefijo ta- del Cme es útil para la descripción de significados topológicos de algunos morfemas espaciales en el tañíuka yáuhkɨʔena . Tanto las fuentes como los patrones de gramaticalización de este tipo de prefijos espaciales, temporales y aspectuales para el Cjm se discuten en Casad (2012), aunque no siempre de manera acertada . Esta es otra de las vetas de análisis prometedoras para futuros especialistas en cora . 676 la expresión De número nominal en Cora meseño (58) h-ahtá haʔín=pu hapʷán sbj3sg- Conj Dem.nv.sg =sbj3sg pv:super heʔ-rá-baʔɨhtsɨ pv:super- objp3sg-echarse/aventarse ‘Y él/ése (el perro) se le encimaba .’ (Vázquez et al . 2009: 193) Es relevante señalar que el pronombre personal no presenta las restricciones de posición con respecto al núcleo verbal que tiene en su uso como demostrativo . Por ello, en (56) y (57) el pronombre libre haʔíhna ocurre preverbalmente, y no en posición posverbal, siendo éste uno de los criterios que distinguen el uso del demostrativo genuino del uso del demostrativo como pronombre personal .31 Como ya se mencionó previamente, los demostrativos en Cme especifican número singular y plural . Sin embargo, el uso del demostrativo como pronombre libre, cuando refiere a varios individuos del mundo real, no toma la forma plural del demostrativo, sino que marca adicionalmente la forma originalmente singular . En estos casos, el pronombre libre ocurre con las distintas formas del demostrativo no visible haʔíhna/aʔíhna/haʔín, pero flexionadas obligatoriamente con el prefijo me- . Este prefijo corresponde, como veremos más adelante, a la forma de tercera plural en una de las series pronominales ligadas de tipo afijal . Algunos ejemplos relevantes figuran de (59) a (61) donde se observa de nuevo que el demostrativo haʔíhna/aʔíhna en su uso como pronombre libre de terce31 Hasta ahora he discutido la función del demostrativo no visible singular como pronombre en términos de su uso . Es bastante factible que se pueda explicar este uso recurriendo al proceso de gramaticalización y defender, en consecuencia, que el demostrativo haʔíhna/aʔíhna se ha gramaticalizado como pronombre libre en Cme . Dicho proceso de gramaticalización está, por lo demás, muy documentado en las lenguas del mundo (Heine y Kuteva 2002) . Sin embargo, prefiero actuar con cautela a este respecto, y esperar a reunir evidencia más contundente para defender el análisis de la gramaticalización de los demostrativos en pronombres libres en Cme . Sobre todo, considero que la argumentación de dicho proceso diacrónico requiere del entendimiento de las distintas series de demostrativos en el idioma . En el estado actual de mi investigación, una de las evidencias convincentes para argumentar el proceso de gramaticalización es que el demostrativo cuando funciona como pronombre libre sí está licenciado para ocupar la posición preverbal . A reserva de un estudio exhaustivo sobre demostrativos y pronombres libres en Cme, he optado por hablar de uso como pronombre libre cuando las formas léxicas haʔín, haʔíhna, y aʔíhna cumplen esta función . Por esta misma razón, dichas formas cuando se usan como pronombres libres mantienen la glosa de demostrativos con sus especificaciones semánticas . También se conserva la especificación de número en la glosa cuando es adecuada . 677 veróniCa vázquez soto ra persona puede ocurrir preverbalmente . Además, se puede observar también que para expresar pluralidad, aparece flexionado con me- .32 (59) (60) m-ahtá me-ʔíhna sbj3pl- Conj sbj3pl- Dem .nv hi-y-óʔu-hana narr-top3 .esp-it-llevar ‘Y ellos se lo llevaron por ahí .’ (Vázquez et al . 2009: 209) m-ahtá me-ʔíhna hí-ʔ-ti-xá sbj3pl- Conj sbj3pl-Dem.nv narr-ints-fasal:inicial-hablar ‘Y ellos, ellos empezaron a decir.’ (Vázquez et al . 2009: 190) (61) me-tɨihtá=nu mi sbj3pl-cuando=eviD:finD enf me-ʔín ra-á-wabii-riʔ tɨn= sbj3pl- Dem .nv objp3sg- Cmpl-pedir-appl report= ‘Cuando dicen que ellos le pidieron que…’ (Vázquez et al . 2009: 206) Resumiendo, la tercera persona cuya fuente es un demostrativo no visible con valor singular requiere marcación adicional por medio de pronombres ligados para codificar el plural . Dicha marcación adicional le confiere el estatus pleno de pronombre libre, pues su lectura es siempre pronominal y, además, la marca del prefijo lo restringe a exigir obligatoriamente antecedentes animados, como en (59)-(61) . Es posible que el rechazo de la forma plural del demostrativo, y la consecuente marcación mediante prefijos pronominales de la forma singular del demostrativo, colabore a hacer más selectivo al pronombre reclutado de otras fuentes con respecto a sus referentes y antecedentes en el parámetro de animacidad . En consecuencia, las restricciones de animacidad que presenta el pronombre libre de tercera persona plural bajo una forma marcada adicionalmente revelan la pertinencia de este parámetro para las personas pronominales en Cme y, por otro lado, trazan una división tajante entre el comportamiento de demostrativos y pro32 Como se observa en los ejemplos de (59) a (61), en el proceso de marcación de plural, la base demostrativa pierde su vocal inicial al añadirse el prefijo . No obstante, esta regla morfofonémica que inhibe secuencias vocálicas en el idioma en procesos de sandhi, no siempre favorece la retención de las vocales de los prefijos de persona sujeto, más adelante en §7 .2 .6 mostraré que en otros casos se prefiere conservar la vocal inicial de la base y elidir la vocal del prefijo y, por ello, los prefijos nominativos tienen alomorfos consonánticos . 678 la expresión De número nominal en Cora meseño nombres independientes en el idioma . La tercera persona plural en su forma como pronombre libre equivale hasta cierto punto a los pah, pues exige antecedentes humanos y animados . Sin embargo, esta forma pronominal espuria adquiere el valor plural por recursos extras que provienen de marcas pronominales genuinas . Con base en este argumento, en este trabajo se defiende que, a diferencia de los pah, la forma que toma la tercera persona de los pronombres libres no puede clasificarse dentro de la oposición primaria de número singular-plural en la lengua . 7 .2 .2 . Los enclíticos nominativos en posición wackernagel La literatura morfológica y tipológica ofrece varios criterios para establecer que una forma léxica presenta el comportamiento de un clítico . Spencer (1991: 350) establece que los clíticos son elementos que comparten propiedades con las palabras plenas, pero carecen de la independencia usualmente asociada a las palabras . En particular, no pueden aparecer por sí solos, sino que necesitan adjuntarse a un anfitrión fonológico . Esto los hace parecerse a los afijos flexivos . Para Bickel y Nichols (2007: 176), los clíticos son formativos ligados que no tienen restricciones categoriales . Contrastan con los afijos que usualmente son más selectivos con el anfitrión que toman . De acuerdo a estos últimos autores, si bien el constituyente frasal o acentual es una propiedad de los clíticos, este criterio no es el decisivo para definirlos, el criterio sine qua non es el hecho de que un clítico se puede adjuntar a anfitriones de diversas categorías léxicas . Los criterios implicados en ambas definiciones resultan muy útiles para describir el comportamiento de las cuatro series pronominales ligadas de sujeto que ostenta el Cme . A reserva de un estudio más profundo, el Cme presenta enclíticos de sujeto que ocurren en la segunda posición de frase; un rasgo muy común en lenguas de la familia yutoazteca (Steele 1976; Caballero 2008; Guerrero y Belloro 2010) . Estos clíticos son conocidos ampliamente en la literatura tipológica como clíticos de posición wackernagel, término tomado a partir del nombre del famoso filólogo del siglo xix que primeramente describió el fenómeno en 1892 para las lenguas indoeuropeas (Spencer 1991: 355; Bickel y Nichols 2007: 177) . En los casos más conocidos de estos clíticos, la posición wackernagel es después de la primera frase acentuada o el sub-constituyente de ella . Note que en los siguientes ejemplos del Cme, el enclítico de sujeto se coloca en la orilla derecha de su anfitrión, pudiendo aterrizar después de dos palabras fonológicamente indepen679 veróniCa vázquez soto dientes, como en (62) y (63), o bien rompiendo el constituyente sintáctico formado por el cuantificador numeral y el sustantivo en la frase nominal (64) . Inclusive el enclítico puede romper una frase posposicional colocándose entre la posposición y su objeto, como en (65) . Cabe anotar que el clítico se caracteriza como enclítico porque ocurre en la orilla derecha de su anfitrión (Kroeger 2005: 320) . (62) wéika nawáʔ-ri-te=mu wáʔ 33-u-kʷii tres robar-nmlz-pl=sbj3pl objp3pl- Cmpl-morir .pl ‘Tres rateros los mataron .’ [PRES_E_IJL] (63) [kúura]top corral chiʔ casa wári-taʔ=pu espalda-loC:área=sbj3 hoʔu-tá-mʷaa loC-torso.muslo:aCross-estar .puesto .sg ‘Hablando del corral, está detrás a lo largo de la casa .’ [PRES_E_IJL] (64) wéika=mu nawáʔ-ri-te wáʔ-u-kʷii tres=sbj3pl robar-nmlz-pl objp3pl-Cmpl-morir .pl ‘Tres rateros los mataron .’ [PRES_E_IJL] (65) [kúura]top corral chíʔ=pu casa=sbj3 wári-taʔ espalda-loC:área hoʔu-tá-mʷaa loC-torso.muslo:aCross-estar .puesto .sg ‘Hablando del corral, está detrás a lo largo de la casa .’ [PRES_E_IJL] 33 En consonancia con la decisión de una escritura práctica apegada a formas subyacentes, debo advertir que el prefijo wáʔ- de tercera persona objeto plural cuando precede al prefijo u- de aspecto completivo sufre algunos ajustes de sonido . La consonante aproximante /w/ se fortalece en una oclusiva velar sonora /g/ . Además, la vocal central del prefijo /a/ cambia a una vocal media posterior [o] en contacto con la vocal alta posterior /u/ del prefijo de completivo . De manera que esta regla morfofonémica produce en superficie los sonidos góʔ-u- a partir de los morfemas wáʔ- y u- . Se trata de una regla morfofonémica porque no toda consonante aproximante /w/ en Cme se fortalece en otros contextos idénticos al antes descrito; ni tampoco toda secuencia vocálica /au/ forma el diptongo [ou] . Estos cambios de sonido son exclusivos de ciertos prefijos como el itivo aʔu-, o el prefijo de objeto de tercera plural cuando entra en contacto con el prefijo de aspecto completivo -u en el templete verbal . Por ejemplo, la raíz verbal /ˈt̻ au/ t,áu en escritura práctica, cuyo significado corresponde al verbo ‘encontrar’ mantiene el diptongo /au/ en cualquier entorno, al menos en Cme . Esta nota es pertinente porque las vocales /a/ y /u/ son indiscutiblemente fonemas en Cme, pero el estatus de [o] como fonema es aún un hecho que debe aclararse en esta variante del cora . 680 la expresión De número nominal en Cora meseño Dada esta evidencia, la definición de la posición wackernagel en Cme descansa en el criterio prosódico del acento, el anfitrión del clítico es la primera cadena acentuada, ya sea que dicha cadena corresponda a un constituyente o a una palabra .34 En este sentido, el Cme procede de la misma manera que el luiseño (Steele 1976 apud Bickel y Nichols 2007: 177) con respecto a la colocación de los enclíticos wackernagel .35 El conjunto de ejemplos presentado a continuación muestra que los miembros del paradigma de enclíticos nominativos en posición wackernagel del Cme ocurren en la orilla derecha de diversas clases léxicas como los demostrativos (66), los adverbios locativos (67), los sustantivos (68) y (70), las exclamaciones (69), así como después de la marca de la negación (71), cumpliendo así con el criterio sine qua non para definir clíticos adoptado por Bickel y Nichols (2007: 176) .36 Por otro lado, este bloque de ejemplos muestra la serie completa de enclíticos nominativos para todas las personas del paradigma pronominal. (66) péeru haʔíh=nu meʔ-yéʔmʷaʔre pero Dem .Dist .sg =sbj1sg DeiC:por .ahí-tener .algo ‘Pero yo tengo por ahí ésa (prueba) .’ (Vázquez et al . 2009: 208) (67) hán=pe ɨmí hau-kái puáʔ-me chiʔ aDv:arriba=sbj2sg lejos loC-sentarse .sg .irr sbj2sg-andar .sg casa ‘Allá arriba lejos, tú vayas a sentarte arriba de la casa .’ (Vázquez et al . 2009: 210) (68) kúʔkuʔ=pu wa-héʔika víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objp .sg ‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205) 34 Es necesario desarrollar una investigación fonológica y prosódica rigurosa en Cme para establecer las jerarquías propiamente prosódicas que intervienen en la colocación de estos enclíticos en particular, y de los diferentes clíticos con los que cuenta este idioma en general . 35 Si bien en el bosquejo gramatical sobre el Cjm, escrito por Casad (1984: 181-183), esta serie de pronombres es analizada como clíticos, así como marcadores de sujeto, el autor no los describe como enclíticos de segunda posición, ni tampoco argumenta que se trate de enclíticos de posición wackernagel . Lo anterior hace que esta propuesta sea una contribución de este trabajo, al menos para el Cme . 36 En Vázquez (1994, 2010, 2013) se pueden consultar algunos criterios mínimos para establecer diversas clases léxicas en Cme. Los resultados de estos trabajos justifican en cierta medida el hecho de que los clíticos tomen como anfitriones formas léxicas que pertenecen a distintas clases de palabra . 681 veróniCa vázquez soto (69) úmbi hombre yá=tu así=sbj1pl yee eviD:fDir tí-te-beʔ-huʔ tɨ=ñíʔu ms-perf- Dir:hacia .acá-andar .pl sbr .sbj3sg =eviD ‘¡Hombre! Nosotros segurito venimos acá a que él ¿verdad?’ (Vázquez et al . 2009: 189) (70) páañu=xu tiʔ-u-táawa-xɨʔ-n paño=sbj2pl pl-Cmpl-hacer-irr-irr ‘¡Pónganse a hacer paños!’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 23] (71) péeru ka=mú nuʔ m-áhta ra-ʔasé-kaʔ pero neg =sbj3pl eviD:finD sbj3pl- Conj objp3sg-alcanzar-pst ‘Pero y dicen que ellos no (lo alcanzaban) le atinaban .’ (Vázquez et al . 2009: 203) De manera interesante, la expresión consistente de número expresada por la forma y el significado mediante formas léxicas distintas en la serie de enclíticos nominativos del Cme, se cancela en la tercera persona cuando el enclítico pronominal tiene como antecedente un sustantivo inanimado con lectura plural . En estas instancias, el enclítico presenta la misma forma observada con antecedentes que tienen lecturas singulares como el caso mostrado previamente en (68) . Note la serie de ejemplos de (72) a (79) donde el enclítico manifiesta la forma =pu, tanto cuando refiere a una sola entidad del mundo real como cuando designa a varias entidades del mismo . (72) háa=pu allí/allá=sbj3 nigái eviD:aCue ʔɨpʷári silla haʔ-utátaʔ=pu hóu-nee hɨ ʔɨpʷári poss2sg-izquierda=sbj3 loC-mirar .sg top silla ‘Allí ¿verdad? La silla está mirando a tu izquierda, la silla .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 105] (73) háa=pu allí/allá=sbj3 nigái eviD:aCue ʔɨpʷári silla haʔ-utátaʔ=pu tiʔ-a-hau-néhneʔ hɨ ʔɨpʷári poss2sg-izquierda=sbj3 pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl top silla ‘Allí ¿verdad? Las sillas a lo largo están mirando a tu izquierda, las sillas .’ [PRES_E_IJL] 682 la expresión De número nominal en Cora meseño (74) háa=pu allí/allá=sbj3 ku eviD:aDvr .Cer wa-téh-bee Cmpl:aCross- Cuerpo .prs .sg-estar .parado .sg ʔɨpʷári silla ‘Pero si yo vi que allí a lo largo está parada, la silla (algo de lo que tú no te percataste pero que yo sí lo vi) .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 27] (75) háa=pu allí/allá=sbj3 ku eviD:aDvr .Cer tiʔ-a-háʔu-tee-ʔúu ʔɨpʷári pl- Compl:aCross-loC- Cuerpo .pl-estar .parado .pl silla ‘Pero si yo vi que allí a lo largo están paradas, las sillas (algo de lo que tú no te percataste pero que yo sí lo vi) .’ [PRES_E_IJL] (76) háa=pu ʔɨpʷári haʔu-réʔkaʔ allí/allá=sbj3 silla loC-estar .tirada .sg ‘Allá la silla está tirada .’ [PRES_E_IJL] (77) háa=pu ʔɨpʷári tiʔ-a-áʔu-heʔsti-men allí/allá=sbj3 silla pl- Compl:aCross-loC-estar .tirada .pl-pl ‘Allá las sillas están tiradas .’ [PRES_E_IJL] (78) ne-ɨníira wápɨʔ=pu maʔstá poss1sg-anillo aDv:Cuant .eve=sbj3 brillar ‘Mi anillo brilla mucho .’ [PRES_E_IJL] (79) tíʔ-ne-natsá wápɨʔ=pu tíʔ-maʔstá pl-poss1sg-aretes aDv:Cuant .eve=sbj3 pl-brillar ‘Mis aretes brillan mucho (hablando de un par de aretes, de dos aretes) .’ [PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 45] En ninguno de los casos anteriores puede ocurrir la forma plural del pronombre ligado =mu cuando tiene como antecedente un sustantivo inanimado que hace referencia a varias entidades del mundo real . Los hablantes consideran agramatical su presencia en estas condiciones . Note (80) y (81) . 683 veróniCa vázquez soto (80) * háa=mu allí/allá=sbj3pl nigái eviD:aCue ʔɨpʷári silla haʔ-utátaʔ=mu tíʔ-a-hau-néhneʔ hɨ poss2sg-izquierda=sbj3pl pl- Compl:aCross-loC-mirar .pl top ʔɨpʷári silla Lectura buscada: ‘Allí ¿verdad? Las sillas están mirando a tu izquierda, las sillas .’[PRES_E_IJL] (81) * tíʔ-ne-natsá wápɨʔ=mu tíʔ-maʔstá pl-poss1sg-aretes aDv:Cuant .eve=sbj3pl pl-brillar Lectura buscada: ‘Mis aretes brillan mucho (hablando de un par de aretes) .’ [PRES_E_IJL] Una excepción a este patrón de comportamiento del enclítico nominativo cuando tiene antecedentes inanimados con lectura plural, es el nominal xúʔraʔbe ‘estrella’ . Este sustantivo en lecturas plurales sí está licenciado para llevar la forma plural del enclítico que toman usualmente los nominales animados, es decir, =mu . Note el trío de ejemplos de (82) a (84) . (82) héiwa=mu xúʔraʔbe wa-téi aDv:Cuant .ent=sbj3pl estrella Cmpl:aCross-estar .sentado .pl ‘Hay muchas estrellas a lo largo (del cielo) (lit . Muchas estrellas están sentadas a lo largo (del cielo) ) .’ [PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 100] (83) séih=pu xúʔraʔbe hau-tá-ka uno=sbj3sg estrella loC-torso .muslo:aCross-estar .sentado .sg ‘Nomás hay una estrella a lo largo (del cielo) (lit . Nomás está sentada una estrella a lo largo (del cielo) ) .’ [PRES_E_IJL] (84) séih=pu xúʔraʔbe séihreʔ uno=sbj3sg estrella nacer ‘Nomás hay una estrella (en el cielo) (lit . Nomás nació una estrella (en el cielo) ) .’ [PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p . 45] Resulta interesante tratar de explicar esta excepción en términos de la relevancia que tienen las estrellas en la mitología de los coras . Estos cuerpos celestes están fuertemente asociados con Nuestro Hermano Mayor también conocido 684 la expresión De número nominal en Cora meseño como la Estrella de la Mañana; uno de los personajes centrales que participan en los mitos de creación del mundo en la cultura cora (Neurath y Gutiérrez 2003: 294-298) . De hecho, Alcocer y Neurath (2007: 35) conciben a Háatsikan, el héroe cultural cora, como la representación de la Estrella de la Mañana que mata a la serpiente que habita en el mundo acuático, un hábitat a partir del cual se construye el universo cora . Según esta mitología, cada día, la estrella de la mañana mata a la serpiente con su flecha, y luego la serpiente es ofrecida al dios solar como alimento . De esta manera, el astro diurno logra transformar la energía destructora de la serpiente en bendición . Probablemente, dado el hecho de que las estrellas en la cultura cora representan al personaje central El Hermano Mayor en el sistema de parentesco, responsable de la creación del mundo, dichas entidades se categorizan gramatical y semánticamente como seres animados . Es interesante que la categorización del nominal como animado no se marca mediante alguno de los sufijos disponibles en la lengua para sustantivos animados que marcan pluralidad, como -te, -si, -tsi, -ri, -se, -h, -tse, -kɨ, -xɨ, mencionados previamente en §6 .2 .37 Más bien la categorización del nominal como ser animado se descubre a través de la prueba de los pronombres ligados del idioma, es decir, gracias a la otra categoría nominal que expresa número en la lengua . De ahí, la relevancia de estudiar la expresión de número nominal tanto en los sustantivos como en los pronombres, pues la clase léxica y la clase funcional proporcionan diferentes 37 El dictaminador anónimo especialista en cora mariteco señala que en Cjm ha registrado las formas xú’ura’abe ‘estrella’ y xú’ura’abe-tye ‘estrella-pl’ en contextos de elicitación . También menciona que ha registrado en esta variante dialectal un grupo reducido de sustantivos inanimados que se comportan como animados porque pueden tomar marcas de plural como es el caso de: yaakwá ‘hongo’, yaakwá-tye ‘hongos’, tyá’u ‘huevo’, tyá’u-tye ‘huevos’, chuá’apu ‘casa de insectos’, chuá’apu-tye ‘casas de insectos’, wáta’ari ‘peyote’, wáta’ari-ka ‘peyotes’, hí’ɨ ‘ojo’, hí’ɨ-si ‘ojos’, aatáh ‘testículo’, aatá-ri ‘testículos’ . Este mismo dictaminador sugiere que tal vez todos estos sustantivos tengan referentes asociados a distintas formas de animacidad en la tradición cultural cora . Asimismo, reporta que, en contexto de elicitación, algunos nombres de móviles se pueden pluralizar como káarru-tye para ‘carros’ . Sin embargo, anota que otros nombres de móviles no tienen acceso a los sufijos para animados humano y no humanos en Cjm . Todas las formas léxicas antes mencionadas siguen la ortografía práctica adoptada para el Cjm con la que el dictaminador anónimo citó estos vocablos . Por otro lado, de acuerdo con este dictaminador, sugiero que es necesaria una investigación de mayor profundidad léxica tanto en contextos de elicitación como en contextos de habla natural para establecer la última palabra sobre la pluralización de nombres inanimados en diferentes variantes del cora . Además, también es imprescindible describir qué tipo de marcas pronominales nominativas acompañan a este grupo reducido de nominales inanimados en una construcción predicativa . 685 veróniCa vázquez soto tipos de evidencia para la expresión de número nominal de acuerdo a la categorización o recategorización respecto al rasgo de animacidad . Por lo tanto, salvo el caso del sustantivo xúʔraʔbe ‘estrella’, el resto de los inanimados que se han registrado en el corpus digital toman sólo la forma singular del enclítico cuando hacen referencia a varias entidades del mundo real . En contraste con el conjunto de ejemplos de (72) a (79), si el antecedente del enclítico de tercera persona es un sustantivo que refiere a seres humanos o seres animados, la distinción para la tercera persona plural florece sin restricción alguna mediante la forma =mu del pronombre ligado . Note los ejemplos de (85) a (88) donde se mantienen tanto el verbo postural bee ‘estar .parado .sg’, como el verbo nee ‘mirar .sg’ con el fin de no alterar la clase verbal involucrada en la demostración . (85) yée=pu eviD:fDir=sbj3sg wa-téh-bee Cmpl:aCross- Cuerpo .prs .sg-estar .parado .sg hɨ tébi tɨ=yúuri tua persona sbr .sbj3sg=maíz vender ‘Aquí está parada la persona que vende maíz .’ [PRES_E_IJL] top (86) yée=mu wa-te-ʔúu eviD:fDir=sbj3pl Cmpl- Cuerpo .pl-estar .parado .pl t,áɨte méh=yúuri tua gente sbr .sbj3pl=maíz vender ‘Aquí están paradas las personas que venden maíz .’ [PRES_E_IJL] í top (87) méh-ti-bee ahí .sg-?-estar .parado .sg páʔrɨʔ niño ne-utátaʔ=pu hóu-nee poss1sg-izquierda=sbj3sg loC-mirar .sg ‘Ahí está parado el niño mirando a mi izquierda .’ [PRES_E_IJL] (88) mému-ti-ʔúu ahí .pl-?-estar .parado .sg tɨʔrí niño .pl ne-utátaʔ=mu hou-néhneʔ poss1sg-izquierda=sbj3pl loC-mirar .pl ‘Ahí están parados los niños mirando a mi izquierda .’ [PRES_E_IJL] 686 la expresión De número nominal en Cora meseño Los datos antes discutidos sugieren que en el paradigma pronominal de los enclíticos nominativos aparece una escisión en la tercera persona basada en los mismos fundamentos que justifican la escisión en la expresión de plural en los sustantivos del idioma . Recuérdese que los segmentos más bajos en la Jerarquía de Animacidad, como los sustantivos inanimados, no tienen acceso a la oposición primaria de número singular-plural . Siguiendo esta escisión, el pronombre de tercera persona no accede a dicha oposición primaria, a pesar de tener formas distintivas para expresar los valores de singular y plural, cuando tiene como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural . Por lo tanto, el sistema de enclíticos pronominales nominativos en posición wackernagel del Cme presenta una escisión en la tercera persona, dado que la animacidad del sustantivo que antecede al pronombre es un rasgo relevante para expresar la distinción de número en la forma pronominal . La forma diferenciada del singular y el plural de la tercera persona está restringida a antecedentes que refieren a seres humanos, así como a sustantivos animados . La serie de ejemplos de (89) a (93) da cuenta de esta generalización . Note en especial que en (93) el tipo de verbo involucrado es un intransitivo existencial y la distinción de la marca plural =mu sí se manifiesta teniendo como antecedente un sustantivo animado plural como kúʔkuʔ-se ‘víboras’ . (89) kúʔkuʔ=pu wa-héʔika víbora=sbj3sg Cmpl-matar .objpsg ‘(El niño) Mató a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 205) (90) t,áɨte=pu h-í-ʔ-kɨʔn gente=sbj3sg sbj3sg-narr-ints-comer .cosas .vivas ‘(La víbora) Se tragaba a la gente .’ (Vázquez et al . 2009: 186) (91) pus séih=pu kúʔkuʔ wayéʔi pues uno=sbj3sg víbora exist .nhum ‘Pues siempre anda una víbora por acá .’ [PRES_E_IJL] (92) péeru ká=mu nuʔ m-ahtá ra-ʔáse-kaʔ pero neg =sbj3pl eviD:finD sbj3pl- Conj objp3sg-alcanzar-pst ‘Pero y dicen que ellos no (lo alcanzaban) le atinaban .’ (Vázquez et al . 2009: 203) 687 veróniCa vázquez soto (93) pus héiwa=mu wáxua hɨ kúʔkuʔ-se pues aDv:Cant .ent=sbj3pl exist .nhum top víbora-pl ‘Pues hay muchas víboras .’ [PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_alacranesyvíboras, p . 24] Así, si bien el pronombre de tercera persona cuenta con dos formas para la oposición singular-plural, =pu y =mu respectivamente, dichas formas se neutralizan en la forma singular =pu cuando les antecede un nombre inanimado con lectura plural . A esto se debe que la escisión del pronombre de tercera persona dependa de su uso y de las propiedades de animacidad del sustantivo mismo, más que del paradigma pronominal disponible que cuenta claramente con dos formas contrastivas . Por todos estos motivos, en este trabajo se defiende que la forma =pu está subespecificada para número dado que según la animacidad de su antecedente puede referirse tanto a varias entidades del mundo real como a una sola entidad del mismo . En contraste, la forma =mu siempre hace referencia a múltiples entidades e individuos del mundo real . De ahí que =mu se glose consistentemente como tercera persona plural, a diferencia de =pu que se glosa como tercera persona sujeto sin especificar el valor de número en los casos en que sus antecedentes son sustantivos inanimados más otra especificación contextual que se establecerá con mayor detalle a continuación . 7 .2 .3 . El rasgo de agentividad del verbo involucrado en la predicación Aunque la animacidad del antecedente nominal condiciona el uso de la forma del enclítico de tercera persona, el tipo de verbo también influye decisivamente para que florezca la oposición primaria singular-plural . Por ello, en este estudio se defiende que los verbos agentivos favorecen la emergencia de las formas distintivas de la tercera persona para los valores singular y plural, aunque tengan como antecedentes a sustantivos inanimados . Antes de presentar los datos que apoyan este análisis, es importante definir las nociones de verbos intransitivos agentivos y no agentivos que se asumen en este trabajo . De acuerdo con Mithun (1991: 516-518), en las lenguas agentivas aparece una división entre los verbos intransitivos que depende de los rasgos semánticos de control, instigación, volición y actuación del argumento del predicado . Los predicados agentivos como ‘cantar’, ‘gritar’, ‘saltar’, o los verbos de movimiento que designan eventos como ‘ir’ y ‘venir’ muestran dichos rasgos 688 la expresión De número nominal en Cora meseño semánticos . Estos predicados implican que su argumento realiza, efectúa, instiga, inicia y controla el evento . En contraste, los predicados no agentivos implican que su único argumento no ejerce volición, no actúa, no provoca, no estimula, ni controla la situación denotada por el predicado . Entre estos predicados se encuentran algunos estados como ‘estar enfermo’, ‘tener frío’, ‘ser alto’; aunque algunos otros estados como ‘ser prudente’ o ‘vivir en algún lado’ pueden considerarse como instigados y controlados por el participante . Inversamente, algunos eventos como ‘caer’, ‘caerse’, ‘morirse’ no son efectuados, instigados ni controlados por su participante . Por ello, la relación evento y estado no es isomórfica con la relación agentivo y no agentivo . Así, en cada lengua es necesario buscar mediante pruebas gramaticales si existe una división entre estos dos tipos de predicados intransitivos . De acuerdo a esta importante escisión entre los verbos intransitivos, las lenguas pueden clasificarse en agentivas y no agentivas . En Mesoamérica se ha mostrado que existe un alineamiento agentivo en algunas lenguas otomangues como el amuzgo (Smith-Stark y Tapia 2002), el chinanteco (Foris 2000), y el otomí (Palancar 2009); y dentro de la familia maya, se ha documentado para el chol (Vásquez 2002; Gutiérrez 2004; Zavala 2007), y el chontal (Osorio 2005; Zavala 2007) . En Cme, el comportamiento de la tercera persona manifiesta reflejos del rasgo de agentividad, de acuerdo a la definición de Mithun (1991) . Sin embargo, los reflejos de la agentividad en varios paradigmas del sistema pronominal ligado no conducen a argumentar que esta lengua presenta un alineamiento agentivo, a la manera en que se ha demostrado para las lenguas del tronco otomangue y de la familia maya . Los reflejos de la agentividad en Cme se pueden detectar en la tercera persona porque la distinción singular-plural en dicha persona emerge cuando en la predicación están involucrados verbos agentivos, a pesar de que los antecedentes del pronombre sean sustantivos inanimados con lectura plural . En contraste, si en las mismas condiciones se presentan verbos no agentivos, la distinción singular-plural en el pronombre se neutraliza, como es el caso de muchos de los ejemplos discutidos en §7 .2 .2 . Note el siguiente bloque de ejemplos donde en el par (94) y (95) se observan las dos formas distintivas para el valor de número de la tercera persona en una predicación con el verbo ráʔraʔ ‘volar’, mientras que en el par de emisiones en (96) y (97) se manifiesta una única forma de la tercera persona en una predica689 veróniCa vázquez soto ción con el verbo káabeʔ ‘estar suspendido .sg’ tanto para hacer referencia a una sola entidad como a varias entidades del mundo real . En este grupo de ejemplos se mantiene el mismo sustantivo inanimado, ya sea como un préstamo del español pelóota ‘pelota’, o bien en su forma nativa takʷátsi ‘pelota’ . (94) háa=pu pelóota héʔ-raʔraʔ allí/allá=sbj3sg pelota pv:super-volar ‘Allá arriba está volando la pelota .’ [PRES_E_IJL] (95) háa=mu pelóota héʔ-raʔraʔ allí/allá=sbj3pl pelota pv:super-volar ‘Allá arriba están volando las pelotas .’ [PRES_E_IJL] (96) háa=pu hiʔ káabeʔ hɨʔkʷi allí/allá=sbj3 narr estar .suspendido .sg Dem .Dist .enf ‘Allá está suspendida esa pelota .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ p . 140] (97) háa=pu allí/allá=sbj3 takʷátsi pelota héʔ-kaabibiɨh-men pv:super-estar .suspendido .pl-pl takʷátsi pelota ‘Allá arriba están suspendidas esas pelotas .’ [PRES_E_IJL] híʔkʷi Dem .Dist .enf Los ejemplos en (94) y (95) muestran que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ se comporta como agentivo en la gramática dado el uso de las formas contrastivas para singular y plural de la tercera persona del enclítico . De alguna suerte, el verbo agentivo le proporciona los rasgos de animacidad y agentividad a un sustantivo inanimado . En cambio, el verbo káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’ se comporta como no agentivo dado que neutraliza el uso de dichas formas contrastivas, y no le concede animacidad al sustantivo inanimado . En esta línea de análisis, y por la prueba del enclítico de tercera persona, otros verbos no agentivos son nee ‘mirar .sg’, bee ‘estar .parado .sg’, réʔkaʔ ‘estar .tirado .sg’, así como maʔstá ‘brillar’, discutidos previamente en varios ejemplos en §7 .2 .2 . Además de ráʔraʔ ‘volar’, otros verbos agentivos que favorecen la emergencia de las formas pronominales distintivas de la tercera persona son tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná ‘brincar .prog’ . 690 la expresión De número nominal en Cora meseño (98) chuá-taʔ=pu t,iʔ-u-téenei tierra-loC:área=sbj3sg ap- Cmpl-bailar .sg .perf ‘Bailó en el suelo, el trompo .’ [PRES_E_IJL] í top tróompo trompo (99) chuá-taʔ=mu t,iʔ-u-néi í tierra-loC:área=sbj3pl ap-Cmpl-bailar .pl .perf top ‘Bailaron en el suelo, los trompos .’ [PRES_E_IJL] tróompo trompo (100) wápɨʔ=pu tsuná karretíiya aDv:Cuant .eve=sbj3sg brincar .prog carretilla ‘La carretilla está brincando mucho .’ [PRES_E_IJL] (101) wápɨʔ=mu tsuná karretíiya aDv:Cuant .eve=sbj3pl brincar .prog carretilla ‘Las carretillas están brincando mucho .’ [PRES_2008_14_10_TXT_D&B_VVCC_trabajosvarón, p . 48] Los datos anteriores revelan que la distinción de número en las formas pronominales de la tercera persona se presenta consistentemente cuando los participantes inanimados ocurren con verbos intransitivos agentivos, pues el enclítico de tercera persona plural =mu sí se registra cuando lleva como antecedente al participante inanimado pelóota ‘pelota’ con lectura plural en (95); esto mismo se observa para el sustantivo tróompo ‘trompo’ en (99), al igual que en (101) para el nominal karretíiya ‘carretilla’ . Enfatizo que este fenómeno que presenta la tercera persona en los enclíticos nominativos sólo se caracteriza como un reflejo del rasgo de agentividad y para nada a partir de él se pretende argumentar que la lengua tiene un alineamiento de tipo agentivo, a la manera que se ha establecido para algunas lenguas del área mesoamericana . Este patrón es análogo a lo que reporta Martínez (2012: 1, 7) para el tsotsil del ejido Lázaro Cárdenas en el municipio de Huixtán, Chiapas, de aquí en adelante abreviado como tsolC, lengua perteneciente a la familia maya . Este autor defiende que existe una prueba que determina la distinción entre verbos intransitivos agentivos y no agentivos . Se trata del complemento no finito cuyo predicado matriz suj ‘obligar’ selecciona un complemento no finito agentivo y es agramatical con complementos no finitos intransitivos no agentivos (Martínez 2012: 9) . Note el par de ejemplos en (102) y (103) provenientes del tsolC . 691 veróniCa vázquez soto (102) Laj tsolC Cp s-suj-ø a3-obligar-b3 s-tseb-o ti a3-niña-foC Det [ti prep ve’-el]CC comer-nom ants=e mujer=enC ‘La mujer obligó a que su niña comiera . [txt019/45]’ (Martínez 2012: 44) (103) * Laj tsolC Cp s-suj-ø a3-obligar-b3 [ti prep cham-el]CC morir-nom s-tseb ti ants=e a3-niña Det mujer=enC Lectura buscada: ‘La mujer le obligó morir a su hija .’ (Martínez 2012: 45) Para Martínez (2012: 44-45), estos ejemplos muestran los reflejos de la agentividad en la gramática del tsolC, pues suj ‘obligar’ sólo acepta complementos de verbos intransitivos agentivos como ve’ ‘comer’ (102), y rechaza verbos intransitivos no agentivos como cham ‘morir’ (103) . Desde la perspectiva asumida en el presente trabajo, el complemento no finito cuyo predicado matriz es suj ‘obligar’, presenta un comportamiento análogo al de las formas pronominales de la tercera persona en Cme cuando tienen como antecedentes a sustantivos inanimados en predicaciones que involucran verbos agentivos y no-agentivos . Influenciada por el trabajo de Martínez (2012) sostengo que, si bien el Cme no es una lengua con alineamiento agentivo, la gramática del idioma presenta reflejos de la agentividad en las formas que manifiesta la tercera persona cuando aparece con verbos agentivos versus verbos no agentivos . De manera esperada, los nominales humanos y animados siempre van a tomar las formas contrastivas para singular y plural del enclítico con los verbos agentivos, al igual que se demostró para el caso de los verbos no-agentivos en §7 .2 .2 . Algunos pares de ejemplos relevantes aparecen a continuación: (104) háa=pu pínaʔ héʔ-raʔraʔ allí/allá=sbj3sg pájaro pv:super-volar ‘Allá arriba está el pájaro volando .’ [PRES_E_IJL] (105) háa=mu pínaʔ-si héʔ-raʔraʔ allí/allá=sbj3pl pájaro-pl pv:super-volar ‘Allá arriba están los pájaros volando .’ [PRES_E_IJL] 692 la expresión De número nominal en Cora meseño (106) táachui wápɨʔ=pu ti-tsúnaʔi rana aDv:Cuant .eve=sbj3sg ms-brincar .sg .hab ‘La rana brinca mucho .’ [PRES_E_IJL] (107) táachui-te wápɨʔ=mu tsuná rana-pl aDv:Cuant .eve=sbj3pl brincar .pl .hab ‘Las ranas brincan mucho .’ [PRES_E_IJL] De esta manera es posible corroborar que en Cme la forma diferenciada del singular y del plural para la tercera persona de los enclíticos nominativos en posición wackernagel procede sin ningún tipo de restricción para antecedentes que refieren a seres humanos y sustantivos animados . En estas instancias, no hay restricciones por el tipo de sustantivo, ni tampoco por la agentividad del verbo . Como se reporta tangencialmente en Vázquez (2013: 149-153), el uso del enclítico nominativo de tercera persona =pu no sólo depende del carácter animado o inanimado del sustantivo que antecede al pronombre, sino también está vinculado a la clase del verbo que aparece en la predicación . Los sustantivos inanimados con lectura plural cuando ocurren con verbos no agentivos posturales como bee ‘estar .parado .sg’, réʔkaʔ ‘estar .tirado .sg’, káabeʔ ‘estar .suspendido .sg’, así como con verbos de la clase intransitiva no agentiva como nee ‘mirar .sg’, maʔstá ‘brillar’, neutralizan la distinción formal singular versus plural del enclítico para la tercera persona, pues la tercera persona muestra únicamente la marca =pu, tanto para referirse a una sola entidad del mundo real como a varias entidades del mismo . En franco contraste, los sustantivos inanimados cuando funcionan como antecedentes del enclítico en predicaciones que involucran verbos intransitivos agentivos manifiestan el comportamiento observado para las personas que designan a los pah, pues la distinción de marcas pronominales entre el singular y el plural se establece a través de dos formas distintivas, =pu y =mu respectivamente . Por la prueba del pronombre de tercera persona, algunos de los verbos agentivos en Cme son: ráʔraʔ ‘volar’, tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná ‘brincar .prog’ . Todos los ejemplos antes discutidos constituyen evidencia convincente para argumentar que el uso de la marca pronominal para la tercera persona singular =pu, como se ha glosado en estudios previos sobre otra variante del cora 693 veróniCa vázquez soto que corresponde a la del Cjm (Casad 1984: 297) tiene un sentido básico correspondiente a la relación gramatical sujeto, y está especificada sólo para la tercera persona en algunos contextos, al menos en Cme . La especificación del valor de número de la tercera persona se obtiene a partir del uso cuyo condicionamiento obedece al tipo de sustantivo que funciona como antecedente del pronombre, así como a la clase verbal involucrada en la predicación . De ahí que la glosa de tercera persona sujeto que se propone para el enclítico en este trabajo esté subespecificada para valores de número en los casos en que tiene sustantivos inanimados con verbos no agentivos, como en los ejemplos (96) y (97) por mencionar los citados más inmediatamente . Tal como lo sugieren los estudios tipológicos (Corbett 2000: 62), en Cme la tercera persona suele estar restringida por el tipo de antecedente para el que es apropiada, a diferencia de los pah que no suelen estarlo . Finalmente, el Cme aporta a la tipología sobre marcación de número en los pronombres un factor más que es necesario tomar en cuenta, aquel que tiene que ver con el carácter agentivo o no agentivo del verbo que ocurre en la predicación . En suma, si bien en Cme el enclítico pronominal de tercera persona cuenta con dos formas distintivas para el singular y el plural, =pu y =mu, el uso de estas formas se neutraliza recurriendo únicamente a la forma =pu cuando el antecedente es un sustantivo inanimado de lectura plural que además ocurre en una predicación cuyo verbo pertenece a la clase intransitiva no-agentiva . Estas restricciones que surgen del antecedente nominal del pronombre y del verbo involucrado en la predicación se van a examinar para las otras tres series básicas de pronombres ligados que ostenta el Cme . 7 .2 .4 . Los proclíticos nominativos con función de subordinadores El náayari yáuhkɨʔena presenta, además, una serie de proclíticos que codifican la función gramatical de sujeto en una cláusula incrustada . Por ello, esta serie pronominal tiene la facultad de indicar subordinación sintáctica para distintos tipos de construcciones complejas, entre las cuales se encuentran las cláusulas relativas, las cláusulas de complemento y las cláusulas de propósito . Los proclíticos subordinadores de sujeto que refieren a la primera y la segunda persona del singular toman las formas neh= y peh= respectivamente . En cambio, las formas plurales de dichos proclíticos corresponden a teh= para la pri694 la expresión De número nominal en Cora meseño mera persona, y seh= para la segunda . Con respecto a la tercera persona, su forma corresponde a tɨ= y, al igual que como se estableció para los enclíticos de sujeto en cláusulas simples, esta forma no está especificada para número en ciertos entornos dado su condicionamiento por animacidad y agentividad que se discutirá más adelante . El uso de la tercera persona plural meh= está restringido a antecedentes animados, así como para antecedentes inanimados que ocurren con verbos agentivos . Los ejemplos de (108) a (113) ilustran el uso de estos proclíticos en un contexto donde claramente las formas para el singular hacen referencia a un solo individuo del mundo real, mientras que las formas para el plural designan a varios individuos del mismo . Al igual que los enclíticos en posición wackernagel, estos clíticos toman como anfitriones a diversas clases léxicas como evidenciales (108) y (110), verbos (109) y (113), sustantivos (111), y adverbios aspectuales (112) . Estas formas pronominales ligadas funcionan como proclíticos porque se colocan en la orilla izquierda de su anfitrión (Kroeger 2005: 320) . En muchas instancias, estos proclíticos están marcados como tónicos porque tienen la capacidad de portar el acento cuando se unen a palabras monosílabas, e inclusive tienen la capacidad de cambiar el acento de la frase verbal . Se catalogan como formas léxicas ligadas que cambian el acento de la emisión .38 Hago esta anotación para no confundir al lector dado que uno de los criterios principales para definir clíticos es el hecho de que los formativos ligados no llevan acento .39 Reitero que es necesario un estudio profundo sobre las características de los clíticos en Cme donde se tendrán que jerarquizar sus rasgos y propiedades . 38 Hasta cierto punto estos proclíticos se asemejan a los afijos que cambian el acento de una raíz o una frase verbal como es el caso de los sufijos neutros con respecto al acento, o los sufijos que cambian el acento que se reportan en Caballero y Carrol (2015: 460-463) para el rarámuri de Choguita . 39 Uno de los dictaminadores anónimos señala que Aikhenvald (2002: 47, 48) reporta casos interesantes donde los clíticos pueden llevar acento . Por ello, el dictaminador sugiere que el paradigma de subordinadores sujeto del Cme puede ajustarse a esta observación del comportamiento de los clíticos translingüísticamente . Esta es una posibilidad analítica que sólo un estudio profundo de acento y tono en Cme podrá despejar . Más bien, es necesario investigar los correlatos del acento y determinar las condiciones del registro de tono alto en este idioma . 695 veróniCa vázquez soto (108) mée=nu por .ahí=sbj1sg yée=wi eviD:fDir=enf yéʔmwaʔre néh=ñiʔu hí-ra-a-heʔika tener .algo sbr .sbj1sg =eviD narr- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg ‘Porque yo sí por ahí yo segurito, tengo (la prueba) de que yo segurito, la maté .’ (Vázquez et al . 2009: 188) (109) heʔi=pé ñiʔu aDv=sbj2sg eviD mʷee sbj2sg ti-rá-yɨʔti ms- objp3sg-poder peh=ra-táʔixa-teʔ-n sbr .sbj2sg =objp3sg-decir .appl-appl-irr ‘Como tú pues tú puedas explicarle .’ [PRES_2008_X_10_ENV_B&N_VVCC_B&C_ 0120] (110) háʔtɨ persona héʔ-che DeiC .Dist-vivir tí=nuʔ sbr .sbj3sg =eviD:finD ha-rí asp .sbj3sg-ya kúʔkuʔ víbora sei wa-héʔika uno Compl-matar .objpsg ‘Dicen que vivía allá una persona, que ya había matado a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 188) h-ahtá sbj3sg- Conj (111) ítehmi objp1pl hí-ku narr- eviD:aDvr .Cer teh=pú-rɨkɨ sbr .sbj1pl=asert- Cop .exist2 teh=náayari sbr .sbj1pl=cora ayéin=pu así=sbj3sg ta-a-t,áhtua objp1pl- Cmpl-dejar heʔitáʔ hɨʔ hɨ terréeno a .la .mitad Dem .nv top terreno ‘Pero a nosotros que, que somos coras, así nos dejó en medio el terreno (nosotros sí vimos que Dios nos donó la tierra aunque otros no se percataron de ello) .’ [PRES_1998_18_04_TXT_PMF_VVCC_nacimiento, p . 88] 696 la expresión De número nominal en Cora meseño (112) mmm mmm hée sí tɨ=káixɨ sbr .sbj3=todavía haité-mʷamʷáni-hmein espalDa-tener .algo .redondo-pl túmin seh=káixɨ ra-wáhka-kaʔ dinero sbr .sbj2pl=todavía objp3sg-jugar-pst ‘Mmm, sí (la foto) que todavía no tiene atrás moneditas, dinero, que ustedes todavía no la han jugado .’ [PRES_2008_17_10_ENV_F&B_VVCC_B&C_p, 27] (113) xántaaruʔ soldado ø-tiʔái-teʔ sbj3sg-mandar- Caus para méh=ra-héʔika hɨ kúʔkuʔ para sbr .sbj3pl=objp3sg-matar .objpsg top víbora ‘Mandó (a muchos) soldados para que ellos la mataran, a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 187) La serie de estos proclíticos es muy similar en su forma sonora a los prefijos de sujeto que discutiré más adelante en §7 .2 .6 . Sin embargo, su comportamiento morfológico corresponde a pronombres ligados bajo la forma de clíticos porque se hospedan en diferentes clases de palabras . Por otro lado, la diferencia fonológica de la serie de proclíticos con respecto a la serie de prefijos es la presencia de una consonante laríngea /h/ cerrando la sílaba CVC que forma el proclítico, a excepción de la tercera persona subespecificada para número en ciertos contextos, que se expresa mediante la forma tɨ= . Esta forma puede observarse en (110) . Por ello, el proclítico tɨ= no se registra en la serie de los prefijos, pues en ese paradigma la tercera persona es una marca cero, o bien puede expresarse con la forma prefijal h- . La forma tɨ= tampoco se asemeja a las formas que presenta la tercera persona en los otros dos paradigmas de pronombres ligados del Cme, correspondiente a =pu en la serie de enclíticos de posición wackernagel, discutida extensamente en §7 .2 .2, y correspondiente a puʔ- en la serie de prefijos que acompañan a adverbios aspectuales que se examinan en §7 .2 .5 .40 Al igual que en el caso de los enclíticos nominativos, la expresión consistente de número expresada por la forma y el significado mediante formas léxicas 40 Este comentario puede ser pertinente para futuras investigaciones diacrónicas, ya sea de lingüística histórica comparada, o bajo teorías de gramaticalización . El proclítico tɨ= tal vez se desarrolló a partir del proclítico reportativo y complementante del idioma cuya forma es tɨn= . 697 veróniCa vázquez soto distintas, se cancela en la tercera persona en la serie de proclíticos subordinadores cuando el proclítico pronominal tiene como antecedente un sustantivo inanimado con lectura plural en una predicación que involucra un verbo no agentivo . En estas instancias, el proclítico presenta la misma forma observada con antecedentes que tienen lecturas singulares . Note la tercia de ejemplos de (114) a (116) donde el subordinador sujeto de tercera persona manifiesta la forma tɨ=, tanto cuando su antecedente refiere a una sola entidad del mundo real como cuando designa a varias entidades del mismo . (114) mʷeʔ sbj2sg hɨʔkʷi Dem .Dist .enf í top ti=sikíra-raʔ sbr .sbj3=estar .redondo- Cp .inh .sg híʔkʷi Dem .Dist .enf ‘¡Tú! ésa (la chunche) que es redonda ésa (encuéntrala) .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 1] (115) kómu hɨʔsí-araʔn ti=nigái h-í-ʔ-sei-reʔ como ojo-poss3sg sbr .sbj3=eviD:aCue sbj3-narr-ints-ver-Caus ‘Como su ojo que ¿nos consta, verdad? Se muestra .’ (Vázquez et al . 2009: 194) (116) tɨ=t,iʔ-úu sbr .sbj3= pl-estar .parado .pl tɨ=tíʔ-bi-béh-men más tɨ=tíʔ-kíleʔin sbr .sbj3= pl-reD:pl-estar .grande-pl más sbr .sbj3= pl-estar .chico ‘Los que están parados (los árboles) los que están grandes más los que están chiquitos .’ [PRES_1996_11_09_TXT_JFG_VVCC_lasiembra, p . 39] De manera esperada, en los casos en que una relativa tiene como núcleo un demostrativo, híʔkʷi ‘Dem .Dist .enf’, que refiere a una entidad inanimada ‘la chunche’ (114), o bien cuando una relativa tiene como núcleo un sustantivo inanimado hɨʔsí-araʔn ‘su ojo’, que designa una parte del cuerpo (115), ocurre el subordinador nominativo de tercera persona tɨ= . Sin embargo, cuando dicho subordinador tiene como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural no toma la forma meh= (113), sino mantiene la forma tɨ= . Tal es el caso de (116) donde el significado para ‘árboles’ se expresa mediante una construcción finita tɨ=t,iʔ-úu ‘los 698 la expresión De número nominal en Cora meseño que están parados’ para luego modificar esta construcción mediante las relativas libres tɨ=tíʔ-bi-béh-men ‘los que están grandes’ y tɨ=tíʔkíleʔin ‘los que están chiquitos’ . A pesar de que el último dúo de relativas tiene como antecedente un inanimado plural, lo cual se deduce por pistas verbales como el prefijo t,iʔ- y la raíz supletiva plural úu ‘estar parado .pl’, la modificación se expresa a través del proclítico nominativo para tercera persona tɨ=, y no por la forma plural del proclítico correspondiente a meh= . Gracias a la evidencia de este ejemplo, se deduce que el proclítico nominativo tɨ= está subespecificado para número . Otros ejemplos confiables provenientes del corpus que confirman la subespecificación de número del proclítico subordinador de tercera persona cuando ocurre con antecedentes inanimados con verbos no agentivos figuran en (118) y (120) . (117) ni=haʔ 41-túʔn pwéʔn tí=men káabiɨh q= poss2sg-calzón Cop .exist1 sbr .subj3=allí estar .colgado .sg ‘¿Es tu calzón el que está colgado allí?’ [PRES_E_IJL] (118) ni=haʔ-túʔn q= poss2sg-calzón tíʔ-pweʔn pl- Cop .exist1 tí=men kaabibíɨh-men sbr .subj3=allí estar .colgado .pl-pl ‘¿Son tus calzones los que están colgados allí?’ [PRES_2008_14_10_TXT_I&A_VVCC_trabajosmujer, p . 68] (119) pelóota tɨ=ráʔraʔ-kaʔ fóoto hetsé pelota sbr .subj3=volar-pst foto posp:en ‘La pelota que volaba en la foto .’ [PRES_E_IJL] (120) pelóota tɨ=tiʔ-ráʔraʔ-kaʔ fóoto hetsé pelota sbr .subj3= pl-volar-pst foto posp:en ‘Las pelotas que volaban en la foto .’ [PRES_2008_14_10_TXT_I&A&T_VVCC_conversaciónB&C, p . 3] 41 La confluencia del clítico para marcar interrogación ni= junto con el prefijo posesivo de segunda persona singular háʔ- se reducen en nia en la superficie fonética . En esta fusión se pierden la consonante laríngea /h/ y la glotal /ʔ/ del prefijo posesivo dejando solamente una vocal oral, sin ningún rasgo laríngeo . Apegada a una escritura práctica de formas subyacentes, anoto la forma de ambos morfemas antes de la elisión laríngea, y la reducción de dos sílabas a una sola, advirtiendo que en el nivel fonético superficial lo que se escucha es una sola sílaba formada por dos vocales orales que corresponde a [nia] . 699 veróniCa vázquez soto Los ejemplos en (116), (118) y (120) permiten extender el análisis de la subespecificación de número que se estableció para la tercera persona en la serie de enclíticos nominativos en posición wackernagel, a la serie de proclíticos con función subordinadora, pues con antecedentes inanimados en lectura plural el proclítico presenta la misma forma que es utilizada para antecedentes en lectura singular . En los ejemplos de (116), (118) y (120), la forma utilizada es tɨ= y no meh= . Por otro lado, en dichos ejemplos, los nominales inanimados aparecen modificados por verbos estativos que designan conceptos de propiedad como béh ‘estar .grande’ y kíleʔin ‘estar .chico’ que revelan su pertenencia a la clase verbal no agentiva justamente gracias a la prueba del proclítico subordinador de tercera persona .42 Los verbos posturales como úu ‘estar .parado .pl’ y káabiɨh ‘estar .colgado .sg’ confirman su estatus no agentivo que se estableció en §7 .2 .2 gracias a esta misma prueba . Sin embargo, ráʔraʔ ‘volar’, que manifestó un comportamiento de verbo agentivo a través de la prueba del enclítico nominativo en posición wackernagel, se comporta más bien como no agentivo cuando ocurre con el proclítico subordinador, por la evidencia proporcionada en el ejemplo (120) proveniente del corpus digital . En este ejemplo, ráʔraʔ ‘volar’ neutraliza la distinción pronominal de las formas tɨ= y meh=, confluyendo en una única forma tɨ= en contextos donde su antecedente es un sustantivo inanimado de lectura plural como pelóota ‘pelota’ . Así, de manera inesperada, el verbo ráʔraʔ ‘volar’ inhibe el uso de las formas pronominales contrastivas de la tercera persona y favorece el uso de una única forma pronominal sin valor de número cuando aparece con sustantivos inanimados de lectura plural .43 42 En Vázquez (1994) se establece mediante el criterio sintáctico de la cláusula relativa que los conceptos de propiedad en Cme pertenecen a la clase verbal y, por lo tanto, no existe la categoría gramatical de adjetivo . En esta lengua, toda modificación mediante la semántica de un concepto de propiedad se construye a través de una cláusula relativa, es decir a través de recursos extras y no de manera directa (Lehmann 1990; Beck 2002) . Además, los conceptos de propiedad son verbos porque, entre otras propiedades verbales, tienen acceso directo a sufijos de tiempo como el sufijo de pasado -kaʔ . 43 Uno de los dictaminadores anónimos sugiere que por la situación enunciativa del experimento de B&C, el significado de ráʔraʔ ‘volar’ en estos casos es muy cercano a un significado estativo como el de ‘estar supendido’ y esto explicaría el ejemplo en (120) del Cme donde se observa la neutralización de la marca pronominal nominativa de la tercera persona . Si bien esta es una explicación plausible para el comportamiento híbrido del verbo ráʔraʔ ‘volar’ del Cme, también es cierto que en el mismo manual donde se explica la tarea de B&C se predice el uso 700 la expresión De número nominal en Cora meseño Resulta necesario, entonces, proporcionar otro ejemplo con un verbo agentivo más estable para sostener el análisis de que la agentividad del verbo propicia el uso de la forma de tercera plural del proclítico nominativo . Dicho ejemplo figura en (121) y es un ejemplo confiable proveniente del corpus digital . (121) tróompo trompo meh=tíʔ-ne sbr .sbj3pl=ap-bailar chúa-taʔ tierra-loC:área Níito=pu tíʔ-ra-wáhka Nito=sbj3sg pl-objp3sg-jugar ‘Los trompos que bailan en el suelo son los juguetes de Nito .’ [PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p . 45] En suma, la evidencia que proporciona la serie de proclíticos subordinadores confirma el análisis de que la tercera persona sujeto en Cme, sea para cláusulas simples bajo la forma de un enclítico en posición wackernagel, o bien para cláusulas complejas, bajo la forma de un proclítico con función de subordinación, presenta una escisión en la expresión de número basada en los mismos fundamentos que justifican la escisión de la expresión de plural en los sustantivos del idioma . En esta línea de análisis, los segmentos más bajos en la Jerarquía de Animacidad como los sustantivos inanimados no tienen acceso a la oposición primaria de número singular-plural . Siguiendo esta escisión, los proclíticos nominativos de tercera persona no acceden a dicha oposición primaria, a pesar de tener formas distintivas para expresar los valores singular y plural tɨ= y meh=, en caso de tener como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural cuyo predicado es un verbo no agentivo . La forma diferenciada del singular y el plural de verbos agentivos, inergativos en los términos del manual (Bohnemeyer 2008), así como el uso de verbos no agentivos en las escenas donde la pelota ‘está suspendida’, o también ‘colgada’, y justamente ‘volar’ es uno de esos verbos inergativos que se espera utilicen los hablantes . Es decir, translingüísticamente sería común tener dos tipos de verbos intransitivos en la escena de la foto de B&C donde la pelota ‘no está en el piso’ o ‘no está encima de una parte de la silla’; un grupo sería ‘estar colgada’ ‘estar suspendida’, ‘estar flotando’, y un miembro destacado del otro grupo sería ‘volar’ . Lo peculiar del Cme es que el mismo verbo ráʔraʔ ‘volar’ funciona formalmente como agentivo, o bien como no agentivo bajo las mismas escenas del experimento de B&C . Desde mi punto de vista, este comportamiento de ráʔraʔ ‘volar’ enfatiza el carácter ambivalente del verbo en el idioma . Para proporcionar una solución satisfactoria a esta inquietud, sería necesario encontrar más registros del verbo ráʔraʔ ‘volar’ en otros contextos, preferentemente de habla natural, que no pertenezcan al estímulo no verbal de B&C . 701 veróniCa vázquez soto de la tercera persona emerge sin restricciones cuando lleva antecedentes que refieren a seres humanos, así como a sustantivos animados . Igualmente, las formas tɨ= y meh= se usan distintivamente para señalar singular y plural respectivamente, cuando los antecedentes inanimados con lectura plural ocurren con verbos agentivos . De manera interesante, ejemplos confiables con la serie pronominal de proclíticos revelan que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ parece ser inestable con respecto a su carácter agentivo; comportamiento que también muestra este predicado cuando ocurre con los pronombres nominativos ligados de carácter afijal como se mostrará en §7 .2 .6 . 7 .2 .5 . Los prefijos nominativos que acompañan adverbios aspectuales A diferencia de las dos series de clíticos antes discutidas, la serie de pronombres nominativos nuʔ- ‘sbj1sg .asp’, peʔ- ‘sbj2sg .asp’, ha- ‘sbj3sg .asp’, haʔ- ‘sbj3sg .asp’, puʔ- ‘sbj3sg .asp’, tuʔ- ‘sbj1pl .asp’, xuʔ- ‘sbj2pl .asp’, muʔ- ‘sbj3pl .asp’, y meʔ- ‘sbj3 pl .asp’ se flexiona solamente al adverbio aspectual arí bajo su forma reducida rí cuya traducción al español corresponde grosso modo a ‘ya’ y, dada su selectividad categorial, se analiza como prefijal en el presente trabajo . Por otro lado, los miembros de esta serie nunca ocurren como formas aisladas, ni tampoco tienen la capacidad de portar el acento . Por todas estas razones, el comportamiento de esta serie pronominal conduce a jerarquizar más alto el criterio de la falta de independencia fonológica asociada con los afijos, sobre el criterio de la falta de restricción categorial asociada con los clíticos, para justificar su análisis como prefijos . Todos los miembros de este paradigma pueden realizarse con vocales orales o modales largas en habla espontánea, más que por algún tipo de condicionamiento fonológico o morfológico . Así, es posible registrar nuu-, pee-, puu-, haa-, tuu-, xuu-, y muu- en habla corrida, aunque estas formas difícilmente se registran en habla cuidada, o en sesiones de elicitación . Aclaro que no he registrado la forma mee- para la tercera persona plural . Casad (1984: 297) analizó estos formativos ligados como proclíticos y les dio la denominación de formas pausales a los miembros de esta serie pronominal nominativa que también se presenta en el Cjm . De acuerdo a este autor “The pausal forms consist of a subject particle plus a following glottal stop and a copy of the particle vowel, which (except for second person singular) is always u . Pausal forms are always pronounced with final intonation” (Casad 1984: 702 la expresión De número nominal en Cora meseño 181) . En diversas publicaciones (Vázquez 1994, 1996, 2004, 2010, 2013, 2014, entre otras), se ha seguido el análisis de Casad, ya sea en la glosa que denomina a estos pronombres, o bien en su estatus de proclíticos para estos formativos ligados que también aparecen en el Cme . Sin embargo, a la fecha no se ha encontrado ningún criterio que justifique la denominación pausal para estas formas pronominales en Cme . En esta última variante del cora, estos prefijos y la palabra a la que se flexionan pueden iniciar, finalizar, o bien ocurrir en medio de una emisión, o inclusive en términos más sintácticos, de una cláusula, sin producir una pausa notable o una diferente entonación, al menos, audible articulatoriamente . A reserva de un estudio prosódico profundo que pudiera justificar la denominación pausal utilizada por Casad para esta serie pronominal en el Cjm, en el presente trabajo esta serie pronominal nominativa en el Cme se denomina “la serie de prefijos nominativos que acompaña adverbios aspectuales” dado que se flexiona básicamente a una raíz que como ya mencioné corresponde al adverbio aspectual arí, bajo su forma reducida rí .44 Enfatizo que la clase de palabra a la que se flexiona esta serie pronominal resulta ser tan reducida que es más factible analizarlos como prefijos que como clíticos . Bajo esta propuesta se modifica la tradición gramatical de los trabajos en cora a lo largo de muchas décadas, proveniente fundamentalmente de Casad por sus estudios en el Cjm . Este nuevo análisis tal vez será justificado, o bien falsificado por futuros investigadores del cora . Dentro de esta serie pronominal, los prefijos que refieren a la primera y la segunda persona del singular toman las formas nuʔ- y peʔ- respectivamente . En cambio, las formas plurales de dichos prefijos corresponden a tuʔ- para la primera persona, y a xuʔ- para la segunda . De manera esperada, estos prefijos manifiestan consistentemente la oposición singular-plural que caracteriza a los pah tanto en su forma como en su uso . La tercera persona de esta serie nominativa presenta tres formas haʔ-, ha- y puʔ- cuya distribución es aún in44 Hasta ahora sólo he encontrado en el corpus un verbo de la clase estativa no agentiva que designa el concepto de propiedad ‘ser alto’ cuyas formas son: ráatee ‘ser .alto .sg’ y raatítɨh ‘ser .alto .pl’ que requiere flexionar su sujeto gramatical con esta serie de prefijos aspectuales: nuʔ-ráatee ‘soy alto’, tuʔ-raatítɨh-men ‘somos altos’ . Sólo una investigación léxica exhaustiva encaminada a realizar un diccionario del Cme, o bien un estudio de clases flexivas en este idioma podrá dilucidar si la serie de prefijos aspectuales se flexiona también a ciertas clases de verbos, o bien a algunos verbos pertenecientes a ellas . 703 veróniCa vázquez soto cierta . El análisis se limita a demostrar que la forma puʔ- para la tercera persona no está especificada para número dado su condicionamiento por animacidad y agentividad que se discutirá más adelante . El uso de la tercera persona plural muʔ- en esta serie nominativa está restringido a antecedentes animados, así como a antecedentes inanimados que ocurren con verbos agentivos . La ocurrencia del alternante meʔ- para este último prefijo de tercera persona plural es un hecho indeterminado en el análisis .45 El bloque de ejemplos mostrado a continuación presenta el paradigma completo de prefijos nominativos flexionados a la forma reducida de la palabra arí ‘ya’ mayoritariamente en contextos de habla natural . (122) (123) nuʔ-rí ne-ra-a-héʔika kúʔkuʔ sbj1sg .asp-ya sbj1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg víbora ‘Yo ya la maté, a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 198) ni=peʔ-rí q=sbj2sg .asp-ya ‘¿Ya estás lista?’ puʔ-rí sbj3sg .asp-ya ‘Ya .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_B&C, p . 21] (124) ¿ní=wi q=enf pee-rí sbj2sg .asp-ya puʔ-chí-raʔ estar .gordo-sg .Cp .inh-sg .Cp .inh ne-táʔ wí mʷa-a-rekíʔme? sbj1sg-para enf objp2sg- Cmpl-comer .cosas .vivas ¿Ya eres gordo para que te pueda comer?’(Vázquez 2002: 30-31) 45 El dictaminador anónimo experto en Cjm menciona que en esta variante ha registrado una serie de alternantes para este paradigma de marcas nominativas cuya distribución se atestigua en construcciones interrogativas después del clítico de interrogación . Esta serie tiene las formas léxicas que a continuación se detallan, obviamente siguiendo los sonidos, la escritura práctica y las glosas adoptadas para el Cjm: nye’e- sbj1sg, pe’e- sbj2sg, a’a- sbj3sg, tye’e- sbj1pl, se’e- sbj2pl, me’e- sbj3pl . El par mínimo reportado es: su’u-rí wa-tyá-hu’uxai sbj2pl-ya Compl-perf-llenarse ‘Ya se llenaron (ustedes)’ versus nyi=se’e-rí wa-tyá-hu’uxai sbj2pl-ya Compl-perf-llenarse ‘¿Ya se llenaron (ustedes)?’ . A la fecha no he registrado estos alternantes de los prefijos aspectuales en construcciones interrogativas, aunque sí he registrado el alternante meʔ- para la tercera persona plural en oraciones declarativas . Agradezco este dato de enorme interés para el estudio gramatical del Cme, así como para futuras investigaciones dialectales del cora . 704 la expresión De número nominal en Cora meseño (125) háʔtɨ persona héʔ-che DeiC .Dist-vivir tí=nuʔ sbr .sbj3sg =eviD:finD ha-rí kúʔkuʔ víbora sbj3sg .asp-ya sei wa-héʔika uno Compl-matar .objpsg ‘Vivía allá una persona, que dicen que ya había matado a una víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 188) h-ahtá sbj3sg- Conj (126) puʔ-rí=xa sbj3sg .asp-ya=luego .afeC h-ahtá sbj3sg- Conj tsɨʔh perro puʔ-rí hí-h-naamwa narr- objp3sg-escuchar ‘Y lueguito ya el perro, ya la escuchaba .’ (Vázquez et al . 2009: 193) sbj3sg .asp-ya (127) (128) tuʔ-rí haʔu-kí sbj3pl .asp-ya it-andar .pl ‘Nosotros ya nos vamos .’ [PRES_IJL] xuʔ-rí se-mín wá-wahka-kaʔ sbj2pl .asp-ya sbj2pl- Dem .Dist .sg Cmpl-jugar-pst ‘Ustedes ésa ya la jugaron .’ [PRES_2008_17_10_NV_B&F_VVCC_B&C, p . 5] (129) tuíxu puerco muʔ-rí sbj3pl .asp-ya tuíxu puerco héiwa aDv:Cuant .ent hi-íʔ-mʷiʔ narr-ints-ser .muchos m-i-ruʔ-raʔ-úu ñiʔu meʔ-rí sbj3pl-narr-pv:Cont-pv:Cont-estar .parado .pl eviD sbj3pl .asp-ya ‘Los puercos ya son muchos, muchos puercos . Ya hay muchos adentro .’ [CLC_2008_18_10_TXT_GL_VVCC_ray, p . 17] (130) muʔ-rí wi mʷeʔ-chʷéʔbe sbj3pl .asp-ya enf objp2sg-esperar ‘Ellos sí ya te están esperando .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54] ha enf 705 veróniCa vázquez soto Cuando la tercera persona de esta serie tiene como antecedentes a sustantivos inanimados con lectura plural no toma la forma muʔ- (130), sino mantiene la forma singular puʔ- (126) . Tal es el caso de (131) donde kúʔkuri ‘chile’ tanto cuando refiere a una sola entidad del mundo real o a varias entidades del mismo presenta una única forma del prefijo que corresponde a puʔ- . Gracias a la evidencia de este ejemplo que tiene una lectura tanto plural como singular del nominal inanimado que antecede al pronombre, se deduce que el prefijo nominativo aspectual está subespecificado para número cuando ocurre con inanimados en predicaciones no agentivas . (131) kúʔkuri puʔ-rí páʔu chile sbj3 .asp-ya estar .rojo ‘El chile ya está rojo .’ ‘Los chiles ya están rojos .’ [PRES_IJL] La prueba con los prefijos que acompañan adverbios aspectuales lleva el verbo páʔu ‘estar .rojo’ que designa un concepto de propiedad . Los verbos estativos de esta clase semántica ya se habían identificado en la serie pronominal de proclíticos subordinadores como pertenecientes a la clase no agentiva . Finalmente, el último par de ejemplos demuestra que los sustantivos inanimados en predicaciones que involucran verbos agentivos como tsuná ‘brincar’ favorecen el contraste pronominal de la tercera persona en esta serie afijal . Note (132) y (133) . (132) (133) puʔ-rí wi sbj3sg .asp-ya enf tí-tsukwi kóombi ms-brincar .sg .perf combi ‘Híjoles ya brincó la combi .’ [PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 100] muʔ-rí tí-tsuna-xɨ kóombi sbj3pl .asp-ya ms-brincar-perf combi ‘Ya brincaron las combis .’ [PRES_IJL] 7 .2 .6 . Los prefijos nominativos La quinta serie básica de marcadores de sujeto en Cme está representada por pronombres ligados también de tipo afijal . Estos prefijos se flexionan mayori706 la expresión De número nominal en Cora meseño tariamente a los verbos y a los sustantivos cuando funcionan como predicados no verbales . También se flexionan a los demostrativos tanto como demostrativos genuinos como en su uso como pronombres libres . Igualmente se flexionan recurrentemente a la conjunción ahtá ‘y’ al adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ y a la forma léxica para construir cláusulas de propósito taʔ ‘para’ .46 En este sentido, tienen propiedades análogas a los clíticos, aunque la gama de clases léxicas a las que se flexionan es más reducida categorialmente comparada con la que aparecen los enclíticos nominativos en posición wackernagel, así como los proclíticos nominativos con función subordinadora . Si bien es cierto que se flexionan a dos clases de palabra mayores como verbos y sustantivos, su distribución revela la preferencia por palabras de tipo funcional . En relación a la profusión de paradigmas para codificar la relación gramatical de sujeto en el cora, en particular, y en las lenguas yutoaztecas en general, Haugen (en prensa) comenta que la evolución diacrónica de todos estos marcadores, así como su relación con el fenómeno morfosintáctico de la concordancia, ocasionó la dificultad sincrónica para separar el estatus de los marcadores de relaciones gramaticales de manera clara como afijos o como clíticos en muchas lenguas de esta familia lingüística . Sin duda alguna, esto es lo que se observa en Cme, de manera que sólo un estudio profundo de la concordancia podrá contribuir a clasificar más acertadamente el carácter de clíticos o afijos de los pronombres nominativos en esta lengua . A pesar de las dificultades que ofrecen los criterios sincrónicos para separar afijos y clíticos, en el presente trabajo la serie pronominal nominativa nesbj1sg, pe- sbj2sg, Ø- sbj3sg, te- sbj1pl se- sbj2pl, y me- sbj3pl del Cme se analiza como prefijal . Este mismo análisis fue adoptado por Casad en su bosquejo gramatical (1984: 297), así como en sus diferentes trabajos sobre el Cjm . El conjunto de ejemplos que aparecen de (134) a (141) muestra todos los miembros de la serie prefijal nominativa flexionada en verbos, demostrativos y otras palabras funcionales preferentemente con datos de habla natural . De manera esperada, los prefijos que refieren a los pah manifiestan consistentemente la oposición 46 La ubicuidad de marcas nominativas en tantas clases de palabras mayores y en palabras funcionales obedece a razones morfosintácticas como la concordancia de sujeto en Cme, así como a cuestiones pragmáticas como la continuidad de tópico . El estudio de estos temas amerita un trabajo en sí mismo . En este capítulo me limito a describir la distribución de estos pronombres y a estudiar la expresión de número gramatical en los mismos . 707 veróniCa vázquez soto singular-plural, tanto en su forma como en su uso . Igualmente, el prefijo mesiempre tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados que refieren a varias entidades del mundo real, o bien inanimados que ocurren con verbos agentivos, a excepción del nominal xúʔraʔbe ‘estrella’ que toma este prefijo, por las razones culturales aducidas en §7 .2 .2 . Un ejemplo con este nominal aparece en (141) . (134) puh hee kásiʔ ne-páʔu pues sí mira sbj1sg-estar .rojo ‘Pues sí ¡Mira! Estoy rojo .’ (Vázquez et al . 2009: 198) (135) ¿haʔi=ní aDv=q ¿ní=wi q=enf wí enf pe-tíʔ-mʷaʔtse sbj2sg-ints-pensar pee-rí sbj2sg .asp-ya Conéejo? conejo puʔ-chí-raʔ estar .gordo-sg .Cp .inh-sg .Cp .inh ne-táʔ wí mʷa-a-rekíʔme? sbj1sg-para enf objp2sg- Cmpl-comer .cosas .vivas ‘¿En qué piensas tanto, Conejo? ¿Ya eres gordo para que te pueda comer?’ (Vázquez 2002: 30-31) (136) Ø-ta-ra-ráʔixa47 sbj3sg-torso .muslos:perf- objp3sg-decir .appl tɨn=puh na-ra-a-héʔika Comp=pues s1sg- objp3sg- Cmpl-matar .objpsg ru-náanaa poss .refl3sg-madre kúʔkuʔ víbora ‘Le dijo a su mamá que… Pues maté a la víbora .’ (Vázquez et al . 2009: 199-200) 47 El proceso de debilitamiento de oclusivas en Cme se presenta a menudo en habla espontánea cuando la raíz que tiene una consonante oclusiva inicial está precedida del prefijo de objeto de tercera persona singular ra- . En el ejemplo (136) la raíz táʔixa, que corresponde a la forma supletiva del aplicativo del verbo ‘decir’, debilita su oclusiva inicial /t/ en la vibrante retrofleja /ɽ/ produciéndo así la forma ráʔixa, en escritura práctica, para la raíz en cuestión . Este debilitamiento genera también una armonía consonántica entre la primera consonante del prefijo y la consonante inicial de la raíz. Se anota la consonante debilitada /ɽ/ en la escritura práctica porque no es un proceso automático generado a partir de formas bases que producen regularmente el mismo resultado sonoro, y también porque tanto /t/ como /ɽ/ son fonemas en Cme . Como ya se ha mencionado en otra nota de pie, el proceso de debilitamiento consonántico ha sido ampliamente documentado en otras lenguas yutoaztecas por Caballero (2015) . 708 la expresión De número nominal en Cora meseño (137) ítein te-muxatée-ka sbj1pl sbj1pl-presideño-gent .pl ‘Nosotros somos presideños .’ [PRES_E_IJL] (138) se-táʔ ra-a-héʔika sbj2pl-para objp3sg- Compl-matar .objpsg ‘Para que ustedes lo maten .’ (Vázquez et al . 2009: 209) (139) wá-wahka-kaʔ xuʔ-rí se-mín sbj2pl .asp-ya sbj2pl- Dem .Dist .sg Cmpl-jugar-pst ‘Ustedes ésa ya la jugaron .’ [PRES_2008_17_10_NV_B&F_VVCC_B&C, p . 5] (140) métɨʔ nomás me-tíʔ-kʷaʔ-ni muʔ-rí pues nomás sbj3pl-ap-comer-irr sbj3pl .asp-ya ‘Pues ya nomás ellos ya iban a comer .’ (Vázquez et al . 2009: 201) (141) kásiʔ ta-hapʷá xúʔraʔbe me-maʔstá Mira poss1pl-arriba estrella sbj3pl-brillar ‘¡Mira! Las estrellas brillan en el cielo (lit . nuestro arriba) .’ [PRES_2008_10_10_TXT_I&D_VVCC_ruízypresidio, p . 101] Cuando los prefijos se flexionan a la conjunción ahtá ‘y’ y al adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ pierden su vocal y desarrollan, dado este proceso morfofonémico que inhibe la formación de secuencias vocálicas entre morfemas alomorfos consonánticos . Algunos ejemplos relevantes se muestran en (142) y (143) . (142) ladríyo h-íʔ-tɨ-ka ladrillo narr-ints-traer-Dur ‘Yo todavía estaba acarreando ladrillo .’ [PRES_2008_14_10_ENV_M&V_VVCC_CH1, p . 54] n-áucheʔ=nu sbj1sg-todavía=sbj1sg (143) m-ahtá me-ʔíhna hi-y-óʔu-hana sbj3pl- Conj sbj3pl- Dem .nv narr-top3 .esp-it-llevar ‘Y ellos, ellos se lo llevaron por ahí .’ (Vázquez et al . 2009: 209) Si bien la prohibición de secuencias vocálicas entre morfemas es una regla expandida en Cme, no siempre le toca a la vocal del prefijo de sujeto elidirse 709 veróniCa vázquez soto al estar en contacto con una base que principia con vocal . Cuando los prefijos se flexionan a las bases demostrativas que inician con vocal, es el demostrativo el que elide su vocal inicial, y el prefijo, en cambio, retiene su vocal, como es el caso para los demostrativos que se usan como pronombres personales para expresar la tercera persona plural . En el ejemplo (143) se pueden observar los dos procesos de elisión vocálica: el del prefijo al unirse a la conjunción produciendo m-ahtá ‘y ellos’, así como el de la base demostrativa produciendo me-ʔíhna ‘ellos’ donde la base demostrativa aʔíhna ‘Dem .nv’ pierde su vocal inicial . Lo relevante para este estudio sobre estos procesos de elisión vocálica es que la pérdida de la vocal del prefijo al flexionarse a la conjunción y al adverbio aspectual genera una serie de alomorfos consonánticos de los prefijos de sujeto . Como se habrá podido observar en el bloque de ejemplos de (134) a (141), la tercera persona en esta serie prefijal corresponde a una marca cero, tal como figura en (136) . Por esta razón, para demostrar que la tercera persona en esta serie pronominal nominativa está subespecificada para número es necesario recurrir a otra marca muy frecuente en la lengua cuya forma es abierta fonológicamente y que también codifica la tercera persona en Cme; se trata del prefijo h- . Es necesario advertir que el prefijo h- también aparece en el templete verbal, sin embargo, sólo sucede cuando en el verbo también ocurren otros prefijos como el narrativo i-, o bien algunos prefijos direccionales como el itivo aʔu- . Dadas estas condiciones que resultan más complejas de discutir, la manera más sencilla para demostrar la subespecificación de número en la tercera persona es observando la presencia del prefijo h- flexionado a la conjunción ahtá y al adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ . Note el pókar de ejemplos de (144) a (147) . (144) séi=pu hatsí hau-tá-tsiʔte-kaʔ uno=sbj3 semilla loC-torso .muslo:aCross .perf-romper .cascarón-pst ‘Una sola pepita se abrió a la mitad .’ [PRES_IJL] (145) í top hatsí semilla h-áucheʔ=pu sbj3-todavía=sbj3 háʔ-tsiʔte48 loC:a .la .mitad-romper .cascarón El significado del verbo tsiʔte es difícil de glosar unitariamente . Este verbo se usa principalmente para expresar el evento que designa el nacimiento de todos los animales que rompen el huevo, o el cascarón . La mejor traducción para las semillas es que ‘saltan’ aunque literalmente ‘se abren o se rompen a la mitad’ . 48 710 la expresión De número nominal en Cora meseño kumʷáa hetsé comal posp:en ‘Hablando de las pepitas, todavía están brincando (lit . se están abriendo/ rompiendo a la mitad) en el comal .’ [PRES_2008_12_10_TXT_M&D_VVCC_lafamilia, p .103] (146) hɨ top ʔipʷári silla háa=pu allí=sbj3 nigái eviD:aCue xíe parecer ti-kítsa-naʔ ver .sg-nalga-parecer h-ahtá hapʷán pelóota ráʔraʔ sbj3- Conj posp:super pelota volar ‘Hablando de la silla, allí parece que está volteada (lit . parece que está de nalgas) ¿verdad? y luego la pelota está arriba volando .’ [PRES_2008_17_10_ENV_B&F_VVCC_B&C, p . 100] (147) hɨ top ʔipʷári silla xíe parecer háa=pu nigái allí=sbj3 eviD:aCue tih-kítsa-ti-naʔ ver .pl-nalga-tverb .pl-parecer h-ahtá hapʷán pelóota tíʔ-raʔraʔ sbj3- Conj posp:super pelota pl-volar ‘Hablando de las sillas, allí ¿verdad? parece que están volteadas (lit . parece que están de nalgas) y luego las pelotas están arriba volando .’ [PRES_IJL] Como puede observarse en el ejemplo (145) que hace referencia al nominal hatsí ‘semillas’ o ‘pepitas’, el adverbio áucheʔ ‘todavía’ se flexiona con el prefijo de tercera persona h-, aunque haga referencia a varias entidades del mundo real . Este ejemplo podría ser cuestionable porque se trata de un sustantivo que semánticamente suele asociarse a sustantivos que se catalogan como agregados (Jackendoff 1991) . Sin embargo, el ejemplo en (147) resulta más convincente porque muestra un nominal contable como pelóota ‘pelota’ que suele pertenecer semánticamente a la clase de los sustantivos contables también conocida como individuada (Jackendoff 1991) . Así, cuando este sustantivo se coordina junto con el verbo ráʔraʔ ‘volar’ toma el prefijo h- ya sea haciendo referencia a una sola entidad del mundo real, (146), o bien designando varias entidades del mismo, (147) . De hecho, si se coordina la oración h-ahtá hapʷán pelóota tíʔ711 veróniCa vázquez soto raʔraʔ ‘y las pelotas están arriba volando’ flexionando la conjunción ahtá con el alomorfo consonántico de la tercera persona plural, m-, se produce una emisión considerada agramatical por los hablantes . Note el ejemplo (148) . (148) * hɨ top ʔɨpʷári silla xɨe parecer háa=pu nigái allí=sbj3 eviD:aCue tih-kítsa-ti-naʔ ver .pl-nalga-tverb .pl-parecer m-ahtá hapʷán sbj3pl- Conj posp:super pelóota tíʔ-raʔraʔ pelota pl-volar Lectura buscada: ‘Hablando de las sillas, allí ¿verdad? parece que están volteadas (lit . parece que están de nalgas) y luego las pelotas están arriba volando .’ [PRES_IJL] Dada la agramaticalidad del ejemplo (148), es posible deducir que el prefijo h- está subespecificado para número y sólo contiene gramaticalmente la información de caso nominativo, así como de tercera persona en ciertos contextos . Con este ejemplo se confirma que el verbo ráʔraʔ ‘volar’ se comporta como no-agentivo en muchas instancias y, por lo tanto, no propicia el uso de la forma plural del prefijo de tercera persona cuando tiene como antecedentes a sustantivos inanimados de lectural plural que ocurren con verbos no agentivos . En cambio, la prueba con el verbo agentivo tsuná ‘brincar’ con entidades inanimadas sí dispara el uso del prefijo de tercera persona plural, mediante su alomorfo consonántico m- flexionado áucheʔ ‘todavía’ . Note el ejemplo (149) . (149) m-áucheʔ karretíiya héʔ-tsuna sbj3pl-todavía carretilla pv:super-brincar .prog ‘Allá están todavía las carretillas brincando .’ [PRES_IJL] Por el último ejemplo (149) podemos concluir que los sustantivos inanimados que refieren a varias entidades del mundo real cuando aparecen con verbos agentivos se comportan como los nombres animados en oraciones coordinadas (143) . Tanto con la conjunción ahtá ‘y’, aunque no se presente el ejemplo, como con el adverbio aspectual áucheʔ ‘todavía’ (149), ambos tipos de nominales están licen712 la expresión De número nominal en Cora meseño ciados para tomar la marca plural de la tercera persona . El último par de ejemplos ilustra las marcas nominativas en la conjunción, así como en el adverbio aspectual con antecedentes o referentes animados para cerrar la argumentación . (150) wáaka-si vaca-pl háa=mu allá=sbj3pl héʔ-he allá-estar .echada .pl waʔ-hapʷá héʔ-raʔraʔ m-ahtá bíx-kɨ sbj3pl- Conj zopilote-pl poss3pl-arriba pv:super-volar ‘Allá las vacas están echadas y los zopilotes están arriba de ellas volando .’ [PRES_IJL] (151) m-áucheʔ núʔ ra-séira-ka sbj3pl-todavía eviD:finD objp3sg-ver- Dur ‘Dicen que ellos todavía la estaban viendo .’ [PRES_1996_13_09_TXT_JFG_VVCC_mujervampiro, p . 3] En suma, a partir de la prueba de la tercera persona en cuatro de las series básicas de pronombres ligados en Cme, se han podido determinar los reflejos de la agentividad en este idioma . Al aplicar esta prueba, los verbos no agentivos corresponden a páʔu ‘estar .rojo’, béh ‘estar .grande’, kíleʔin ‘estar .chico’, pertenecientes todos a la clase estativa que designa conceptos de propiedad . En la clase no agentiva también se encuentran los verbos posturales como úu ‘estar . parado .pl’, káabiɨh ‘estar .colgado .sg’, bee ‘estar .parado .sg’, así como los verbos intransitivos maʔstá ‘brillar’, nee ‘mirar .sg’, tsiʔte ‘abrirse a la mitad, romper el cascarón’, y algunos denominales como ti-kítsa ‘estar volteado’ (lit . ‘estar de nalgas’); mientras que los verbos agentivos son tiʔ-néʔ ‘bailar .prog’ y tsuná ‘brincar .prog’ . El verbo ráʔraʔ ‘volar’ manifiesta un comportamiento inestable con respecto a su agentividad, con una serie pronominal ligada se comporta como agentivo, y con otras tres series de pronombres ligados revela su carácter no agentivo . Es necesaria una investigación léxica para establecer una lista exhaustiva de las diferentes clases de verbos intransitivos en Cme, que permita detectar cuáles verbos tienen un carácter no agentivo robusto, o bien agentivo estable en los predicados de este idioma . En la Tabla 3 (página siguiente) se resumen los resultados de la marcación de número en las distintas series pronominales nominativas del Cme . 713 veróniCa vázquez soto Jerarquía de persona 1a persona 2a persona 3a persona hablante oyente pronombre libre 3a persona pronombre ligado Oposición primaria singular-plural ✓ ✓ × × Origen de demostrativos y marcación adicional × × ✓ × Subespecificación condicionada por antecedentes inanimados en verbos no agentivos × × × × tabla 3 . Expresión de número en los paradigmas pronominales nominativos del Cme 8 . ConsiDeraCiones finales Los hallazgos de Parra (2015) sobre número nominal en el Cjm coinciden con los hechos descriptivos establecidos en este trabajo sobre los tres sistemas de número que presenta el Cme . En ambas variantes los sustantivos que refieren a los términos de parentesco se pluralizan obligatoriamente mediante la técnica morfológica sufijal, que corresponde a -mwa’a en la escritura práctica adoptada para el Cjm, y -mʷaʔ en la correspondiente ortografía adoptada para el Cme . Esta obligatoriedad en la expresión de número permite establecer que el Cme tiene en su gramática el sistema de oposición primario singular-plural . Bajo este mismo sistema básico, en las dos variantes, los nombres que refieren a seres humanos se pluralizan obligatoriamente mediante la estrategia del supletivismo . En cambio, los sustantivos animados para humanos y no humanos marcan el plural mediante una serie profusa de sufijos, analizada por Parra (2015) como un sistema de clasificación nominal . Parra (2015) denomina a este comportamiento transnumeralidad facultativa y, en este trabajo, se denomina el sistema de número general/singular versus plural . Finalmente, en ambas variantes, los sustantivos que designan entidades inanimadas no reciben marcas de plural bajo ninguna estrategia morfológica, hecho que de acuerdo a Parra (2015) caracteriza la transnumeralidad inherente y, en este estudio, corresponde al término de sistema de número general absoluto . 714 la expresión De número nominal en Cora meseño Así, el sistema de número general en cora no exhibe la pulcritud del sistema del bayso, pues no presenta una marca especial para expresar el número general, ni tampoco un marcador singulativo . Por otro lado, tampoco presenta la riqueza de valores de número de dicha lengua cushítica, pues el cora no cuenta con una marca especial para el paucal . El Cme presenta un escenario distinto al de las lenguas australianas como el warrgamay con respecto a la asignación de número en sustantivos, pues en cora tanto los términos de parentesco como los sustantivos que designan seres humanos expresan obligatoriamente la oposición singular-plural, mientras que en warrgamay la oposición de los valores de número sólo se manifiesta obligatoriamente en el sistema pronominal . Los patrones diversos con respecto a qué tipo de nominales presentan la oposición primaria de número singular-plural, así como el carácter facultativo de la expresión de plural en nominales animados humanos y no-humanos en Cme se explican, en el presente trabajo, recurriendo a la Jerarquía de Animacidad (Corbett 2000: 56) . En relación a las predicciones de esta jerarquía tipológica, se plantea que existe una escisión en la marcación de número, pues en los términos de parentesco y los seres humanos se registra una robusta oposición básica de número singular-plural por su carácter obligatorio en la gramática . Sin embargo, esta oposición se desvanece en los sustantivos animados que, a pesar de gozar de una gran riqueza de marcas sufijales sólo ejercen este potencial expresivo de manera facultativa . Finalmente, los sustantivos inanimados abandonan drásticamente la oposición singular-plural, pues nunca la codifican en el sustantivo mismo bajo ningún tipo de recurso morfológico .49 Una de las principales aportaciones de este estudio es el hallazgo de que la escisión de número trazada en los sustantivos inanimados también se localiza 49 Una excelente comparación sobre la expresión de número en cora y en huichol a partir del marco teórico de la lingüística operacional (Serzisko 1981; Iturrioz et al . 1986; Seiler 1986), aparece en Parra (2015) . El estudio comparativo entre estas dos lenguas resulta muy interesante porque revela semejanzas y diferencias entre estos dos idiomas que conforman la rama corachol del grupo yutoazteca sureño . Entre ellas destaca el hecho de que el huichol presenta la oposición básica singular-plural obligatoriamente en términos de parentesco, humanos y animados . Pero, en huichol son los nombres inanimados los que manifiestan en primera instancia la expresión de número general facultativo, presentando un sistema de número general/singular versus plural, o bien transnumeral, en términos de la lingüística operacional . Es decir, en huichol la escisión de la expresión de número inicia débilmente en sustantivos inanimados, mientras que en cora arranca desde los animados humanos y no humanos, dejando por completo fuera del sistema de número a la gran mayoría de los sustantivos inanimados . 715 veróniCa vázquez soto en la tercera persona de los pronominales ligados . La tercera persona siempre se expresa a través de sus formas contrastivas para el singular y el plural cuando tiene como antecedentes a sustantivos humanos y animados . Pero, si sus antecedentes o los nombres a los que hace referencia son inanimados, la oposición básica de número singular-plural desaparece, generando el uso exclusivo de la forma singular del pronombre ligado, a pesar de que estén involucradas varias entidades del mundo real . No obstante, el rasgo de animacidad no es suficiente para explicar el uso de las formas contrastivas de los pronombres ligados para la tercera persona . De ahí que este estudio concluya que el rasgo de agentividad del verbo donde ocurre la tercera persona de los pronombres ligados también juega un papel decisivo en el entendimiento del uso de las formas contrastivas para los valores de número de dicha persona . Para defender este análisis, se recurrió al estudio clásico de Mithun (1991) sobre verbos agentivos y no agentivos enfatizando que los reflejos del rasgo de agentividad en las series de pronombres ligados del Cme no conducen a argumentar que se presenta un alineamiento agentivo, a la manera en que se ha demostrado para lenguas otomangues y de la familia maya . Lo que se defiende para el Cme, al igual que lo argumenta Martínez (2012) para el tsotsil, es que la lengua presenta reflejos de la agentividad en su gramática . En el caso de esta variante, Martínez (2012) proporciona el diagnóstico del complemento no finito cuyo predicado matriz suj ‘obligar’ es gramatical si selecciona un complemento cuyo verbo intransitivo es agentivo . Sin embargo, produce construcciones agramaticales si el complemento no finito corresponde a un verbo intransitivo no agentivo . Los complementos no finitos que acompañan a suj ‘obligar’ se utilizan para identificar los reflejos de la agentividad en el tsotsil, mientras que en Cme los reflejos de la agentividad se detectan a través de la prueba de la tercera persona . La distinción singular-plural en dicha persona en esta última lengua emerge cuando en la predicación están involucrados verbos agentivos, a pesar de que los antecedentes del pronombre sean sustantivos inanimados con lectura plural . En contraste, si en las mismas condiciones se presentan verbos no agentivos, la distinción singular-plural en las formas del pronombre de tercera persona se neutraliza generando el uso de una sola forma que corresponde a la singular . Este comportamiento condicionado por los rasgos de animacidad y de agentividad que presenta la tercera 716 la expresión De número nominal en Cora meseño persona en cuatro de los cinco paradigmas pronominales básicos del Cme, conduce a establecer que la tercera persona está en realidad subespecificada para número, y solamente contiene información de caso nominativo en los pronombres ligados cuando ocurre con sustantivos inanimados de lectura plural en predicaciones que involucran verbos no agentivos . Por ello, la segunda aportación de este estudio es el hecho de que la escisión en la tercera persona no está condicionada únicamente por el rasgo de animacidad como lo predicen los estudios tipológicos en torno a la Jerarquía de Animacidad (Smith-Stark 1974; Corbett 2000), sino también está condicionada por el rasgo de agentividad del verbo involucrado en la predicación . En suma, el análisis de la tercera persona, ya sea con antecedentes o referentes inanimados en lectura plural se revela como un buen diagnóstico en Cme para determinar dos tipos de clases verbales intransitivas . Estudios ulteriores podrán determinar si el Cme presenta otras pruebas interesantes para demostrar los reflejos de la agentividad . Finalmente, por el hecho de presentar una escisión en la tercera persona del paradigma pronominal, el Cme se asemeja al warrgamay . Si bien en esta lengua australiana, la escisión de la tercera persona se caracteriza por ampliar el rango de sus antecedentes con respecto al rasgo de animacidad, así como por cubrir diversos valores de número, en Cme, al contrario, la escisión restringe el uso de las formas pronominales contrastivas conforme a la animacidad de sus antecedentes y al verbo intransitivo que lleva la predicación . Vale la pena hacer una última reflexión sobre el comportamiento del cora con respecto al resto de la familia yutoazteca en relación a la expresión de número nominal . Los datos de primera mano reportados tanto en Cme como en Cjm no encajan en una de las divisiones clásicas establecidas para la formación del plural en las lenguas de esta familia, trazada por Hill y Hill (2000) . Ambos autores, basándose en el estudio histórico más conocido para la familia yutoazteca realizado por Langacker (1977: 80), quien reconstruye dos estrategias para marcar el plural en sustantivos, el uso del sufijo -mɨ y la reduplicación de la sílaba inicial, proponen la distinción entre plurales marcados y plurales no-marcados tanto en los nominales como en los verbos . De acuerdo a esta gran dicotomía, los plurales marcados recurren a la reduplicación y cubren, por lo general, un reducido grupo de sustantivos que refieren a entidades animadas, mientras 717 veróniCa vázquez soto que los no-marcados hacen uso de sufijos para expresar la categoría de plural . Hill y Hill (2000: 256-257) trazan una gran división en la familia yutoazteca: por un lado, se encuentran las lenguas táquicas, númicas y el náhuatl, cuyos plurales no marcados utilizan la estrategia de la sufijación, y por el otro, se encuentran el hopi y el o’odham, cuyos plurales marcados recurren a formas reduplicadas que abarcan una gran cantidad de sustantivos tanto animados como inanimados . Hill y Hill (2000: 249-256) también sugieren que la división entre plurales marcados y no marcados ha desaparecido en el yaqui, el mayo, el guarijío y el rarámuri/tarahumara del grupo taracahita, así como el cora y el huichol de la rama corachol . En consecuencia, la distinción entre plurales marcados y no marcados no procede para el cora . En especial, llama la atención, a partir del trabajo de Casad (1984) y Parra (2015) para el Cjm, y con base en el presente trabajo sobre el Cme, que ningún miembro de la clase léxica nominal utiliza la reduplicación para expresar morfológicamente el valor plural . Por ello, la pregunta ¿dónde quedó la reduplicación en cora? resulta pertinente, sobre todo cuando estudios panorámicos recientes sobre la familia yutoazteca (Haugen en prensa) siguen haciendo hincapié en la ubicuidad de este recurso morfológico no concatenativo al interior de esta familia lingüística . Una potencial respuesta a esta pregunta es que la reduplicación se localiza en un puñado de verbos que designan conceptos de propiedad para marcar el número plural del único participante sujeto de estos verbos estativos y no agentivos, como el caso de beʔé ‘estar .grande .sg’ que al aplicarse a un sujeto plural presenta la forma bi-béh ‘estar .grandes .pl’, cuya primera sílaba se reduplica recuperando la consonante de la base verbal, pero cambiando la vocal /e/ de la base por una vocal /i/ que es utilizada en muchas lenguas del mundo para estos propósitos .50 Así, si bien el Cme utiliza las 50 Le agradezco a Verónica Reyes Taboada el haberme señalado que en la sílaba reduplicada a menudo no se copia la vocal de la base, sino que aparece otra vocal . Generalmente la vocal que se introduce corresponde a la que se observa en los procesos de epéntesis . Por ello, usualmente el timbre recurrente de estas vocales es /i/ o /ɨ/. Este hecho se explica por cuestiones de marcación en fonología . Como lo establece Rice (2007: 82), las vocales altas y bajas son a menudo propuestas como no marcadas con respecto a las vocales medias, dado que son muy comunes en la epéntesis y son altamente frecuentes en los inventarios vocálicos . Por otro lado, la presencia de vocales medias en los inventarios implica la presencia de vocales altas . Estos hechos permiten considerar a las vocales altas como no marcadas . A esto obedece que en Cme la raíz beʔé ‘estar .grande .sg’ forme su plural reduplicando la consonante de la base, pero cambiando la 718 la expresión De número nominal en Cora meseño tres estrategias morfológicas para marcar plural conocidas para la familia, la sufijación, el supletivismo y la reduplicación, este último recurso es inexistente en nominales y se explota al mínimo en bases verbales .51 Este trabajo invita a seguir indagando los remanentes de la reduplicación en cora en las bases verbales al igual que sus significados asociados al valor de plural, o a otro tipo de sentidos . Estimula, por otro lado, a indagar las reacciones del sistema pronominal en las lenguas yutoaztecas con respecto a los parámetros de animacidad de los antecedentes y la agentividad de las predicaciones que los acompañan, tema del que sabemos muy poco hasta la fecha . Sin embargo, deja pendiente la investigación de dos temas centrales en Cme: la expresión de número en los pronombres de objeto libres y ligados, así como la gran cuestión del criterio sintáctico que expresa número nominal en el verbo . r eferenCias aiKhenvalD, A . 2002 . Typological parameters for the study of clitics, with special reference to Tariana . En: Word: A cross-linguistic typology, R .M .W . Dixon y A . Y . Aikhenvald (eds .), 42-75 . Cambridge: Cambridge University Press . alCoCer, P . y J . neurath . 2007 . El uso de las herramientas mágicas . En: Arte antiguo cora y huichol, J . Neurath, (coord .) . Artes de México 85: 33-49 . anDrzejewsKi, B . 1960 . The categories of number in noun forms in the Borana dialect of Galla . Africa 30: 62-75 . austin, P . 2007 . Los datos y la documentación lingüística . En: Bases de la documentación lingüística, J . Gippert, N . Himmelmann y U . Mosel (eds .), 111-139 . México: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas . bhat, D . N . S . 2004 . Pronouns . Oxford: Oxford University Press . beCK, D . 2002 . The Typology of Parts of Speech Systems: The Markedness of Adjectives . Nueva York-Londres: Routledge . vocal media de la base en la sílaba reduplicada por una vocal alta, resultando así la forma bi-béh ‘estar .grande .pl’ para el plural . 51 El dictaminador anónimo experto en Cjm reporta que en esta última variante la reduplicación se observa también en un reducido grupo de bases verbales tanto estativas como dinámicas no agentivas, en sus términos teóricos . Añade, además, que la reduplicación expresa en varias de estas raíces verbales más bien habitualidad que pluralidad de un argumento o participante del verbo; un par mínimo de este tipo en Cjm proporcionado por este dictaminador, respetando escritura práctica es me-bíiye (sbj3pl-llover) ‘Está lloviendo’ versus me-bih-bíiye (sbj3pl reD:hab .-llover) ‘suele llover’ . 719 veróniCa vázquez soto biCKel, B . y J . niChols . 2007 . Inflectional morphology . En: Language Typology and Syntactic Description, Vol . III, T . Shopen (ed .), 169-239 . Cambridge: Cambridge University Press . biermann, A . 1982 . Die grammatische kategorie numerus . En: Apprehension: Das sprachliche Erfassen von Gegenständen I: Bereich und Ordnung der Phänomene, H . Seiler y Ch . Lehmann (eds .), 229-43 . Tübingen: Narr . bohnemeyer, J . 2008 . Elicitation task: frames of reference in discourse —the Ball&Chair pictures . En: MesoSpace: Spatial language and Cognition in Mesoamerica, G . Pérez Báez (ed .) . Field Manual . Sunny: Universidad de Buffalo . Disponibles en: http://www .acsu .buffalo .edu/-jb77/MesoSpaceManual2008 .pdf _____ 2011 . Spatial frames of reference in Yucatec: Referential promiscuity and task-specificity . En: Frames of Reference in Mesoamerican Languages, C . O’Meara y G . Pérez Báez (eds .) . Special issue of Language Sciences 33(6): 892-914 . brugman, C . 1983 . The use of body-part terms as locatives in Chacaltongo Mixtec . Survey of California and Other Indian Languages 4: 239-290 . Caballero, G . 2008 . Choguita Rarámuri (Tarahumara) Phonology and Morphology . Tesis Doctoral, University of California, Berkeley . _____ 2015 . Lenition and prosodic structure in Choguita Rarámuri . Conference on Indigenous Languages of Latin America VII . Universidad de Texas, Austin . Caballero, G . y L . Carrol . 2015 . Tone and stress in Choguita Rarámuri (Tarahumara) word prosody . International Journal of American Linguistics 81: 457-493 . Campbell, L . 1997 . American Indian Languages . The Historical Linguistics of Native America . Oxford: Oxford University Press . CasaD, E . 1984 . Cora . En: Studies in Uto-Aztecan Grammar, Vol . 4: Southern Uto-Aztecan Grammatical Sketches, R . Langacker (ed .), 152-459 . Dallas: Summer Institute of Linguistics y la Universidad de Texas en Arlington . _____ 2012 . From Space to Time . A cognitive analysis of the Cora locative system and its temporal extensions . Amsterdam: John Benjamins . Comrie, B . 1989 . Language Universals and Linguistic Typology: Syntax and Morphology . Oxford: Blackwell . Corbett, G . 2000 . Number . Cambridge: Cambridge University Press . _____ 2001a . Number . En: Language Typology and Language Universals, Vol . 1, M . Haspelmath, E . König, W . Oesterreicher y W . Raible (eds .), 816-831 . Berlin, Nueva York: Walter de Gruyter . _____ 2001b . Grammatical number . En: International Encyclopedia of the Social & Behavioral Sciences, Vol . 9, N . Smelser y P . Baltes (eds .), 6340-6342 . Amsterdam, Paris, Nueva York, Oxford, Shannon, Singapore, Tokyo: Elsevier . Coyle, P . 2001 . Náyari History, Politics, and Violence: From Flowers to Ash . Tucson: The University of Arizona Press . Croft, W . 1990 . Typology and Universals . Cambridge: Cambridge University Press . 720 la expresión De número nominal en Cora meseño león, L . 1992 . Body parts and location in Tzotzil: Ongoing grammaticalization . En: Spatial Description in Mesoamerican Languages, L . De León y S .C . Levinson (eds .) . Special issue of Zeitschrift für Phonetik, Sprachwissenschaft und Kommunikationsforschung 45 (6): 570-589 . Dixon, R . 1980 . The Languages of Australia . Cambridge: Cambridge University Press . _____ 1981 . Warrgamay . En: The Handbook of Australian Languages II: Warrgamay, the Mpakwithi Dialect of Anguthimri, Watjarri, Margany and Gunya, Tasmanian, R . Dixon y B . Blake (eds .), 1-144 . Amsterdam: John Benjamins . _____ 1994 . Ergativity . Cambridge: Cambridge University Press . Doníz, R . 2014 . Náyari . Cora . México: Universidad Autónoma Metropolitana, Artes de México y del Mundo S .A . de C .V . Dryer, M . 1986 . Primary objects, secondary objects and antidative . Language 62: 808845 . forChheimer, P . 1953 . The Category of Person in Language . Berlin: Mouton de Gruyter . foris, D . 2000 . A Grammar of Sochiapan Chinantec . Dallas: Summer Institute International y la Universidad de Texas en Arlington . fowler, C . 2009 . Uto-Aztecan languages . En: Concise Encyclopedia of Languages of the World, K . Brown y S . Ogilvie (eds .), 1139-1142 . Oxford: Elsevier . grasserie, R . 1986-1987 . Études de grammaire comparée: de la catégorie du nombre . Revue de linguistique et de philologie comparée 19 (1886): 87-105, 113-146, 232253 . greenberg, J . 1966 . Language Universals: with Special Reference to Feature Hierarchies . The Hague: Mouton . guerrero, L . y V . belloro . 2010 . On word order and information structure in Yaqui . En: Information Structure in Indigenous Languages of the Americas, J . Camacho, R . Gutiérrez y L . Sánchez (eds .), 115-137 . Berlin: Mouton de Gruyter . gutiérrez, P . 2004 . Las clases de verbos intransitivos y el alineamiento agentivo en el chol de Tila, Chiapas . Tesis de Maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social . haugen, J . En prensa . Uto-Aztecan . En: The Languages and Linguistics of Middle and Central America: A Comprehensive Guide, S . Wichmann (ed .), Berlin: Mouton de Gruyter . heine, B . y T . Kuteva . 2002 . World Lexicon of Grammaticalization . Reino Unido: Cambridge University Press . hill, J . y K . hill . 2000 . Marked and Unmarked Plural Nouns in Uto-Aztecan . En: Uto-Aztecan: structural, temporal and geographic perspectives . Papers in memory of Wick R. Miller by the Friends of Uto-Aztecan, 241-275 . Hermosillo: Universidad de Sonora . instituto naCional De estaDístiCa y geografía . 2010 . Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 . Disponible en: http://www .inegi .gob .mx De 721 veróniCa vázquez soto instituto naCional De lenguas inDígenas . 2013 . Catálogo de las lenguas indígenas nacionales: Variantes lingüísticas de México con sus autodenominaciones y referencias geoestadísticas . México: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas . iturrioz, J . L ., P . gómez, R . r amírez y S . leal . 1986 . Individuación en huichol I: morfología y semántica de las clases nominales . Función 1-2: 309-354 . jaCKenDoff, R . 1991 . Parts and boundaries . Cognition 41: 9-45 . K im, Y . y M . valDovinos . 2015 . The interaction of laryngealized vowels, stress, and falling pitch in Mariteco Cora . En: Proceedings of the Workshop on the Sound Systems of Mexico and Central America, R . Bennet, R . Dockum, E . Gasser, D . Goldenberg, R . Kasak y P . Patterson (eds .) . University of Yale . K roeger, P . 2005 . Analysing Grammar . An Introduction . Cambridge: Cambridge University Press . langaCKer, R . W . 1977 . An overview of Uto-Aztecan grammar . En: Studies in UtoAztecan Grammar, Vol . 1, R . W . Langacker (ed .), 1-199 . Dallas: Summer Institute of Linguistics y la Universidad de Texas en Arlington . lehmann, Ch . 1990 . Towards lexical typology . En: Studies in Typology and Diachrony: Papers Presented to Joseph H . Greenberg on his 75th Birthday, W . Croft, K . Denning y S . Kemmer (eds .), 161-185 . Amsterdam: John Benjamins . Leipzig Glossing Rules . Disponible en: https://www .eva .mpg .de/lingua/pdf/GlossingRules .pdf levinson, S . C . 1994 . Vision, shape, and linguistic description: Tzeltal body-part terminology and object description . En: Space in Mayan languages, S .C . Levinson y J .B . Haviland (eds .) . Special issue of Linguistics 32(4): 791-856 . lópez, V . 2018 . Marcos de referencia, relaciones topológicas y nombramiento de partes en el español de México . Tesis de Maestría, UNAM . maClaury, R . 1989 . Zapotec body-part locatives: prototypes and metaphoric extensions . International Journal of American Linguistics 55: 119-154 . magriñá, L . 2003 . Los coras entre 1531 y 1722 . ¿indios de guerra o indios de paz? En: Flechadores de estrellas, J . Jáuregui y J . Neurath (coords .), 37-53 . México: Conaculta, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad de Guadalajara . malChuKov, A ., M . haspelmath y B . Comrie . 2010 . Ditransitive constructions: a typological overview . En: Studies in Ditransitive Constructions: A Comparative Handbook, A . Malchukov, M . Haspelmath y B . Comrie (eds .), 1-64 . Berlin: Mouton de Gruyter . martínez, P . 2012 . Las manifestaciones sintácticas, semánticas y discursivas de la agentividad en el tsotsil de Huixtán, Chiapas . Tesis de Maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social . mithun, M . 1991 . Active/agentive case marking and its motivation . Language 67: 510546 . neurath, J . y A . gutiérrez . 2003 . Mitología y literatura del Gran Nayar (coras y huicholes) . En: Flechadores de estrellas, J . Jáuregui y J . Neurath (coords .), 289-337 . 722 la expresión De número nominal en Cora meseño México: Conaculta, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad de Guadalajara . o’meara, C . y G . pérez báez . 2011 . Spatial frames of reference in Mesoamerican languages . En: Frames of Reference in Mesoamerican Languages, C . O’Meara y G . Pérez Báez (eds .) . Special issue of Language Sciences 33(6): 837-852 . osorio, J . del C . 2005 . Análisis de la morfología verbal del Yokot’an, “chontal” del poblado de Tecoluta, Nacajuca, Tabasco . Tesis de Maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social . palanCar, E . 2009 . Gramática y textos del Hñöñhö: Otomí de San Ildefonso Tultepec, Querétaro, Vol . I . México: Plaza y Valdés-Universidad Autónoma de Querétaro . parra, R . 2011 . El sistema de clases nominales del cora mariteco: un análisis de la motivación semántica de las clases . Tesis de Maestría, Universidad de Guadalajara . _____ 2015 . El sistema de clases nominales del cora de Jesús María: motivación semántica y ubicación en el continuo de técnicas clasificatorias . En: De la gramática a la filosofía del lenguaje, J . L . Iturrioz y P . Gómez (eds .), 83-130 . Guadalajara: Universidad de Guadalajara . parra, R . y P . muñiz . 2015 . El sistema de numeración cardinal del cora de San Francisco . PuntoCunorte 1: 32-53 . planCK, F . 1987 . Number neutralization in Old English: failure of functionalism? En: Explanation and Linguistic Change, W . Koopman, F . Van der Leek, O . Fischer y R . Eaton (eds .), 177-238 . Amsterdam: John Benjamins . r ebolleDo, E . 2018 . Una aproximación al estudio de topónimos en la región cora de El Nayar, Nayarit . Tesis de Maestría, Universidad Autónoma de Nayarit . r iCe, K . 2007 . Markedness in phonology . En: The Cambridge Handbook of Phonology, P . De Lacy (ed .), 79-97 . Cambridge: Cambridge University Press . santos S . y J . R . quintero . 2015 . Pos ni que fuera mestiza pa’ hablar español: Estudio de vitalidad lingüística en San Juan Corapan, Nayarit . En: Lengua española, contacto lingüístico y globalización, R . Terborg, A . Alarcón y L . Neri (coords .), 153182 . México: UNAM y Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras . santos S ., R . parra, P . muñiz y M . zeferino . 2014 . Wá’mwatye náayeri nyúuka . Curso de cora como segunda lengua . Tepic: Universidad Autónoma de Nayarit . seiler, H . 1986 . Apprehension: Language, Object, and Order . Part III The Universal Dimension of Apprehension . Tübingen, Gunter Narr (Language Universals Series, Vol . 1) . serzisKo, F . 1981 . Gender, noun class, and numeral classification: a scale of classificatory techniques . Arbeiten des Kölner Universalien-Projekts (akup) 40: 93-126 . siewiersKa, A . 2004 . Person . Cambridge: Cambridge University Press . silverstein, M . 1976 . Hierarchy of features and ergativity . En: Grammatical Categories in Australian Languages, R . Dixon (ed .), 112-71 . Canberra: Australian Institute of Aboriginal Studies . 723 veróniCa vázquez soto smith-starK, T . 1974 . The plurality Split . En: Papers from the Tenth Regional Meeting, Chicago Linguistic Society, M .W . La Galy, R .A . Fox y A . Bruck (eds .), 19-21: 657-71 . Chicago: Sociedad Lingüística de Chicago . smith-starK, T . y F . tapia . 2002 . El amuzgo como lengua activa . En: Del cora al maya yucateco: estudios lingüísticos sobre algunas lenguas indígenas mexicanas, P . Levy (ed .), 81-130 . México: UNAM . spenCer, A . 1991 . Morphological Theory . Oxford: Blackwell . steele, S . 1976 . On the count of one . En: Linguistic Studies Offered to Joseph Greenberg on the Ocassion of his 60th birthday, A . Juilland (ed .), 591-613 . Saratoga: Anma Libri . valDovinos, M . 2008 . Les chants de mitote náyeri . Une pratique discursive au sein de l’action rituelle . Tesis Doctoral, Universidad de Paris X-Nanterre . valiñas, L . 2000 . Lo que la lingüística yutoazteca podría aportar en la reconstrucción histórica del norte de México . En: Nómadas y sedentarios en el norte de México . Homenaje a Beatriz Braniff, M . H . Hers, J . L . Mirafuentes, M . Soto y M . Vallebueno (eds .), 175-205 . México: UNAM . vásquez, J . J . 2002 . Morfología del verbo en la lengua chol de Tila, Chiapas . Tesis de Maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social . vázquez, V . 1994 . Los conceptos de propiedad en cora: modificación, predicación y marcación de número . En: Investigaciones lingüísticas en Mesoamérica, C . Mackay y V . Vázquez (eds .), 148-181 . México: UNAM . _____ 1996 . El participante no-sujeto en cora: orden de palabras, codificación y marcación de número . En: III Encuentro de Lingüística en el Noroeste, Tomo 1, Vol . 2, Lenguas Indígenas, Z . Estrada, M . Figueroa y G . López (eds .), 533-554 . Hermosillo: Universidad de Sonora . _____ 2002 . El conejo . Un cuento de la región cora (Nayarit) . Versión bilingüe . Revista de Literaturas Populares II (1): 5-33 . _____ 2004 . Clause Structure, Focus and Topic Types in Cora (Uto-Aztecan) . En: Language, Culture and Mind, M . Achard y S . Kemmer (eds .), 345-361 . Stanford: Publicaciones del Csli . _____ 2010 . Construcciones de predicación depictiva en cora meseño . En: La predicación secundaria en lenguas de Mesoamérica, J . Aissen y R . Zavala (eds .), 181-222 . México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Publicaciones de la Casa Chata . _____ 2013 . ‘Ahí pero dónde, cómo’: Predicados locativos y cópulas existenciales en cora meseño . En: Langues du Mexique, C . Chamoreau (ed .), Amerindia 37 (1): 133-192 . _____ 2014 . Comitativos y construcciones asociadas con verbos de movimiento en el cora meseño . En: Lenguas, estructuras y hablantes: estudios en homenaje a Thomas C . Smith Stark, R . Barriga y E . Herrera (coords . y eds .), 917-949 . México: El Colegio de México . 724 la expresión De número nominal en Cora meseño _____ 2016 . Review of Eugene H . Casad . From Space to Time . A cognitive analysis of the Cora locative system and its temporal extensions . 2012 . International Journal of American Linguistics 82: 385-387 . vázquez, V ., J . flores, I . De jesús lópez . 2009 . El Ray . Una probadita de la narrativa y la gramática del cora meseño . Tlalocan XVI: 169-214 . wooDbury, A . 2003 . Defining documentary linguistics . En: Language Documentation and Description, P . K . Austin (ed .), 35-51 . Londres: SOAS . zavala, R . 2007 . Split intransitives and agentivity in Cholan and other Mayan languages . XXXIII Annual Meeting of the Berkeley Linguistics Society . Berkeley, California . 725 Estudios lingüísticos y filológicos en lenguas indígenas mexicanas . Celebración de los 30 años del Seminario de Lenguas Indígenas, editado por el Instituto de Investigaciones Filológicas, siendo jefa del Departamento de Publicaciones Carolina olivares Chávez, se terminó de imprimir en los talleres de gráfiCa premier, S . A . de C . V ., 5 de Febrero, núm . 2309, Col . San Jerónimo Chicahualco, Metepec, Estado de México, C . P . 52170, el día 26 de agosto de 2021 . La composición tipográfica, en tipos Times de 9/10 .5, 10/12 y 11/14 .5 puntos, realizada por Mauricio Vargas Díaz, y estuvo al cuidado de los editores . El tiro consta de 500 ejemplares impresos en papel Cultural de 90 g . Tipo de impresión: digital . Diseño de portada: Itzel Nájera Luna