GUIA DE ESTUDIOS 2014
PARA EL INGRESO A LAS LICENCIATURAS
BITÁCORA
2013 1ra. Reimpresión de la Versión 2012
© Escuela Nacional de Antropología e Historia
Periférico Sur y Zapote s/n, col. Isidro Fabela, Tlalpan,14030 México, D.F.
Conmutador INAH 40404300 ext. 411906 y 411907
Conmutador ENAH 56060197 y 56060487 ext.243
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Córdoba núm. 45, col. Roma, 06700, México, D.F.
Esta publicación no podrá ser reproducida total o parcialmente, incluyendo el diseño de
portada; tampoco podrá ser transmitida ni utilizada de manera alguna por ningún medio, ya sea
electrónico, mecánico, electrográfico o de otro tipo sin autorización por escrito de los autores y
del Departamento de Publicaciones de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Impreso y hecho en México
REALIZACIÓN
Coordinación General
Cecilia Medina Gómez
Responsables de la Estructura Didáctica
María de las Mercedes De Agüero Servín
Margarita Mata Acosta
Cecilia Medina Gómez
Asesoría Técnico – Didáctica
Julia Alejandra Pérez Morales
Ana Lilia Concepción Ruiz Gil
Magnolia Torres Islas
Elaboración
Antropología Física
Natalia Bernal Felipe
Nuvia Montserrat Maestro Martínez
Antropología Social
Mauricio González González
Emanuel Rodríguez Domínguez
Arqueología
Jannu Lira Alatorre
Haydeé López Hernández
Etnohistoria
Amós Alejandro Díaz Barriga Cuevas
Mario Arturo Galván Yáñez
Etnología
Roberto Carlos Garnica Castro
Carlos Alberto Guerrero Torrentera
Historia
Juan Carlos Santander Ontiveros
Claudio Vadillo López
Lingüística
Verónica Reyes Taboada
Mercedes Margarita Tapia Berrón
Jefes de Carrera
Antropología Física
Haydeth Morales Aldana
Antropología Social
María Elena Padrón Herrera
Arqueología
Patricia Ledesma Bouchán
Etnohistoria
Lilia Isabel López Ferman
Etnología
Laura Yolanda Vázquez Vega
Historia
Aarón Camacho López
Lingüística
Nadiezdha Torres Sánchez
Diseño y Formación
Fernando Arzate Uribe
Diseño de Portada
Dayana Itzel Bucio Ortega
ÍNDICE
Pág.
I.
Presentación
►
9
II.
Introducción general
►
11
III.
Sugerencias para utilizar la guía de estudio
►
19
IV.
Módulos de aprendizaje
►
21
Antropología Física
►
23
Antropología Social
►
63
Arqueología
►
105
Etnohistoria
►
151
Etnología
►
191
Historia
►
231
Lingüística
►
269
V.
Las licenciaturas de la ENAH
►
313
VI.
Estructura del examen de admisión y
hoja de respuestas
►
329
VII.
Respuestas correctas a los ejercicios de
autoevaluación
►
332
I. Presentación
Se dice que la antropología nació del interés de explicar las diferencias
entre los seres humanos, para entender a los “otros”, a los que eran
distintos. En la mayoría de los casos, los “otros” habitaban remotos
lugares hasta los que había que desplazarse para que se diera el
encuentro con la diferencia. El “otro”, era un personaje elusivo,
preocupantemente distinto. Peligroso, incluso porque su existencia
mostraba posibilidades alternativas de ser en el mundo y por ello, ponía
en riesgo el orden social establecido.
Independientemente de que en algunos casos, como en México, ese
“otro” no existiera mas allá de ultramar, sino que compartiera el mismo
territorio, la antropología ha sido siempre una actividad que implica la
experiencia del viaje; real, que se traduce en desplazarse a lugares
remotos, o virtual, que implica intentar desplazarse a los confines de la
otredad, para así poder entendernos a nosotros mismos. Casi en todos
los casos, el viaje tiene también una dimensión temporal, no sólo por la
duración del mismo, sino porque generalmente la experiencia con la
diferencia tiene profundas raíces históricas.
La experiencia del viaje es siempre transformadora, después del
mismo, el viajero no es ya mas él, se ha transformado, porque el viaje,
demanda de él otros ojos, otros oídos, otro pensamiento. Los hay, por
supuesto, que viajan sin mirar a su alrededor, como si lo que quisieran
es que los “otros” los conocieran. Esa es sin duda una pobre
experiencia, al menos para el viajero. Si la frase popular acierta cuando
afirma que los viajes ilustran, no es menos cierto decir que los viajes
transforman.
Con estas primeras páginas, inicias tu propio viaje, hoy nadie sabe,
ni siquiera tú mismo hasta dónde te llevará, qué experiencias tendrás,
cuál será el destino final del mismo. Lo único que podemos saber es que
el viaje por la antropología te transformará como persona, espero que lo
haga de una forma que enriquezca tu vida y la de los que te rodean,
porque ser antropólogo implica un reto que ha de ser enfrentado con
compromiso.
En la Escuela Nacional de Antropología e Historia, iniciaron su viaje
la gran mayoría de los antropólogos de este país y de muchas otras
naciones. Seguramente su experiencia se enriqueció de muy diversas
maneras al continuar su viaje por otras instituciones, por otras tierras,
por otros mundos, pero la ENAH, seguirá siendo, en cada caso, esa
primera embarcación a la que subieron para iniciar su propio viaje.
9
Presentación
Por sus aulas pasaron los principales protagonistas de la antropología
mexicana y de muchas otras antropologías. Algunos serán probablemente tus
maestros, otros, referencias obligadas de tus lecturas. A muchos tendrás aún
la posibilidad de conocerlos, aprovecha sus enseñanzas, sus experiencias y
sus consejos. Aunque la decisión de iniciar el viaje es estrictamente individual,
realizarlo es necesariamente colectivo.
Es tu turno, tu viaje está por iniciar, en él conocerás muchos lugares y a
muchas personas, no dejes de poner parte de ti en todos los lugares que visites
y en las personas que encuentres en tu camino. Sólo así, tu viaje será
enriquecedor para ti y para esos “otros” que a fuerza de conocerlos dejarán de
serlo. Sólo una cosa puedo asegurarte, si inicias el viaje, no hay marcha atrás,
no podrás volver a casa, porque tanto ella como tú mismo habrán cambiado.
No serás nunca más el mismo, tu casa serán múltiples casas, siempre móviles,
siempre en constante transformación. Ese es el precio de tu viaje, pero bien
mirado es también su virtud.
Que tengas un buen viaje, bienvenido a esa embarcación llamada Escuela
Nacional de Antropología e Historia.
JOSÉ LUIS VERA CORTÉS
Director de la ENAH
10
II. Introducción general
La Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) ofrece
carreras que permiten ingresar en la dimensión disciplinar que se ocupa de
estudiar el fenómeno humano en toda su complejidad, además de
reconocer su diversidad a lo largo del tiempo (historia) y a lo ancho del
espacio (antropología) y la asociación de ambos aspectos (por ello algunos
hablan de “antropohistoriadores”).
Por tanto, las disciplinas de las que nos ocupamos en esta Escuela
son complejas: antropología física, antropología social, arqueología,
etnohistoria, etnología, lingüística e historia.
Respecto al ámbito de conocimiento, existen propuestas que sitúan
a la antropología como un complejo científico, más que como una ciencia
autónoma, porque en su campo de acción intervienen áreas de
conocimiento de otras disciplinas. Empero, se particulariza el hecho de que
la antropología tiene que ver con todo lo humano, es decir, se puntualiza
hasta donde llegan sus fronteras. En otras palabras, estudiar nuestras
disciplinas te propone, por un lado, comprender aquello que distingue a
nuestra especie de las demás y, por otro, la variabilidad biológica y étnica
en el tiempo y en el espacio. Como podrás observar, estas disciplinas son
especializaciones que de alguna manera conforman el llamado campo
antropológico, el cual proviene de una tradición que nació en Francia, Gran
Bretaña, Holanda, Alemania, Estados Unidos y México, principalmente,
países que, sin importar el orden, han contribuido metódica y teóricamente
al estudio de la actividad del hombre, en el pasado y en el presente.
Quienes nos dedicamos a estas disciplinas partimos de una
posición filosófica, la cual establece que la diversidad de las posibilidades
humanas - que se han dado sucesivamente y se dan simultáneamente es posible unificarla alrededor de un objeto de estudio. Este objeto es la
cultura, concebida como las diferentes posibilidades que un grupo humano
actualiza, dentro del gran número de potencialidades, para resolver su
supervivencia, en primer lugar, y su mantenimiento, en segundo, es decir,
su reproducción y permanencia. Lo anterior implica las relaciones del
grupo con su entorno (en el cual se incluyen otros grupos humanos) y las
relaciones entre los miembros en el interior del propio grupo. Algunas
concepciones en la antropología definen a la cultura como todo aquello que
en el hombre no está determinado directamente por la biología y es
transmitido por el aprendizaje y la educación.
La herencia determina en el hombre la aptitud general para adquirir
una cultura cualquiera. Pero ¿cuál será ésta? Depende de la sociedad
donde se nace y de la que se recibe la crianza.1
Conviene señalar que la antropología no es una disciplina estática,
por tanto, su replanteamiento es constante; incursiona en nuevas
temáticas e interrogantes que le plantea el estudio sobre el hombre,
muchas de las cuales no han sido resueltas, incluso son polémicas, por
ejemplo, ¿la inteligencia es biológica o social? ¿el lenguaje es una
institución social o una facultad cognitiva? ¿la cultura es un fenómeno
exclusivo del ser humano o también la poseen otros animales?
1
Referencias tomadas del Boletín de Antropología Americana, núm. 17, México, 1989, pp. 145-154.
11
Introducción general
Como podrás notar, hay distintas inquietudes que están por
resolverse, cuantiosos problemas intelectuales, sociales y muchos otros,
los cuales se han abordado en nuestro país desde diferentes puntos de
vista. En la ENAH, desde sus orígenes y durante el sexenio cardenista,
cuando comenzó con sólo antropología física y etnología - se sumó poco
después lingüística - , se trabajaron únicamente las situaciones pertinentes
para la solución del problema que presentaba la cuestión indígena. Para
ello se contó con la asesoría y activa colaboración de profesionales de los
Estados Unidos. Esa es la razón por la que nuestra antropología guarda
tantas semejanzas con la de los vecinos del norte. Desde esos orígenes,
los cambios que ha sufrido la Escuela no han sido pocos, pues ha tenido
gran presencia en los movimientos académicos y sociales, dentro del país
y fuera de él. Vayamos por partes.
Un poco de historia2
Debemos empezar por conocer cómo se inició la docencia de la
antropología en México, a partir de las cátedras y los cursos sobre
antropología física, etnología y lengua indígena que se impartieron en el
Museo Nacional desde 1906 hasta 1929 [Negrete y Cottom, 1995:312]. En
1911 Porfirio Díaz inauguró la Escuela Internacional de Arqueología y
Etnología, que funcionó como centro de investigación en dichas materias.
Un distinguido estudiante y después antropólogo fue Manuel Gamio.
En la época cardenista se logró concretar la integración de la
Escuela Nacional de Antropología, en la que gracias a una política
educativa y cultural de este gobierno se instauró en México la educación
técnica, popular y socialista. Fue creado el Instituto Politécnico Nacional
(IPN) y en 1937 un Departamento de Antropología como parte de su
estructura, la cual, al año siguiente, inició las carreras de antropología
física y cultural. La formación de los antropólogos respondía a las
necesidades de rescate cultural del pasado y la búsqueda de las raíces
históricas de la nación. También respondía a los desafíos que implicaron la
búsqueda de un modelo de desarrollo capaz de integrar al proyecto
nacional a las masas rurales e indígenas que vivían en el atraso y
aislamiento ancestrales, separados de la sociedad nacional por su lengua,
su cultura y sus formas de gobierno. Asimismo, en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) se impartían los estudios de lingüística
indígena y arqueología, en la Facultad de Filosofía y Letras.
En ese momento, las especialidades antropológicas tenían como
objetivo la unidad de la carrera, conservando su especificidad social y
siguiendo el precedente establecido en casos semejantes por el Field
Museum de Chicago y el American Museum of Natural History de Nueva
York.
A partir de 1939 se inició una época de suma importancia para el
desarrollo de la antropología en México. Con la creación del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH), el doctor Daniel Rubín de
Borbolla sustituyó al doctor Alfonso Caso en la jefatura del Departamento
de Antropología en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas; se
institucionalizó la antropología y con ello se integraron las carreras de
2
Extractos tomados de “Proyecto de evaluación y reestructuración curricular de las
licenciaturas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia”, documento interno del
Departamento de Planeación Académica de la ENAH, México, 2002.
12
Introducción general
lingüística, arqueología y etnología. En ese mismo año se firmó un
convenio entre la UNAM y el INAH para que ambas instituciones
colaboraran en la enseñanza de las disciplinas antropológicas.
Dejemos que uno de los personajes de entonces nos cuente cómo
fue la formación de la Escuela. Beatriz Barba de Piña Chán nos relata:
La Escuela Nacional de Antropología se fundó en 1938
dentro del Instituto Politécnico Nacional; tenía el propósito
de ampliar el horizonte de la Escuela Nacional de Ciencias
Biológicas con una carrera que se ocupara del hombre y su
cultura y su primer director fue el doctor Daniel F. Rubín de la
Borbolla.
Por su parte, la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
impartía las cátedras de arqueología y de filología dentro de
sus planes.
[...] se fundó el Instituto Nacional de Antropología e Historia
para resolver los problemas de las etnias mexicanas,
investigar y cuidar las zonas arqueológicas coloniales y de
belleza natural, y el entonces presidente de la República,
Gral. Lázaro Cárdenas, le fijó a la escuela la meta de
preparar a los científicos que requiriera el naciente instituto.
En el Museo Nacional de Antropología, que para esas
fechas estaba en las calles de Moneda número 13, desde
principios de siglo se habían estado impartiendo clases de
historia de México, arqueología, lenguas indígenas,
antropología física y etnología; dependía de la Secretaría de
Educación Pública y tenía prestigio internacional, ya que
sus aulas se habían honrado con figuras universales como
Eduard Seler, Franz Boas, Zelia Nutall y Herman Beyer.
Hubo entonces un acuerdo entre todas las instituciones
para formar una sola escuela de antropología y el
Politécnico cedió toda la carrera que ya tenía organizada; la
UNAM, sus cátedras y catedráticos, y en el Museo se formó
dicho plantel. De esa manera, en los cuatro salones que
están en la arquería oeste del vetusto edificio funcionó,
ofreciendo cuatro especialidades: arqueología,
antropología física, lingüística y etnología. [Barba,
1999:347].
Los planes de estudio de aquel entonces no fueron copiados de
alguna otra parte del mundo sino que fueron elaborados por el Colegio de
Profesores. Para formar en los futuros antropólogos una visión general de
lo que era la antropología, en las cuatro especialidades se establecieron
materias obligatorias comunes para el primer año y parte del segundo,
además, con un determinado número de cursos fijos para cada
especialidad y solamente un curso optativo en el tercer año [Faulhaber,
1993:33].
En 1942, por iniciativa de su primer director, el doctor Alfonso Caso,
el Departamento de Antropología se incorporó al recién formado INAH,
donde tomó el nombre de Escuela Nacional de Antropología. A partir de
este acontecimiento se le confirió al INAH la responsabilidad de impartir la
enseñanza de antropología y, mediante el acuerdo de la Secretaría de
Educación Pública (SEP) y el convenio con el Colegio de México, se
incorporó a la Escuela la enseñanza de la historia.
13
Introducción general
Innovando en la educación superior del país, se estableció en la
ENAH una organización semestral de la docencia y la obligatoriedad de las
prácticas de campo, así como la exigencia a los estudiantes de dominar
dos idiomas extranjeros para graduarse, ya que la bibliografía disponible
en español era escasa [Olivé, op. cit.:314].
Después de cumplir 15 años de vida, la Escuela ya había adquirido
renombre internacional. El doctor Olivé narra mejor este hecho:
Todavía en 1952, al cumplir 15 años la ENAH, se consideraba
modelo de género y ciertamente la única en el mundo que había
establecido la enseñanza unitaria de la antropología. Venían a ella
estudiantes de todos los países, atraídos por su prestigio [en Faulhaber,
op. cit.:37].
En este contexto, en la ENAH se problematizan situaciones sobre el
patrimonio cultural, la cuestión indígena como otra cultura (alteridad), la
marginalidad o el desarrollo de las comunidades indias. Además, la
antropología descubre a los urbanos pobres siguiendo a su objeto de
estudio tradicional - los grupos indígenas -, que en ese periodo migran
intensamente a las ciudades. Así, se convierten en preocupación
antropológica.
En la ENAH surgieron nuevos cuestionamientos y problemáticas de
investigación; por ejemplo, la descampesinización, la desnutrición infantil,
el alcoholismo como problema de salud, los asentamientos urbanos
marginales, la ruralización del proceso de urbanización o los tipos y formas
de migración. Otra vez los antropólogos preparados en la ENAH orientan la
acción del Estado al respecto, colaborando con él, o bien, cuestionándolo
desde posiciones contestatarias.
El final del modelo de desarrollo estabilizador impactó la vida
universitaria, concluyó el sueño de que el progreso económico garantizaría
el mínimo de bienestar para todos y la ENAH se ligaba cada vez más con
los intereses de los grupos en desventaja social o en proceso de
proletarización según los conceptos de entonces. En esa época el
marxismo se convirtió en el paradigma dominante y, junto con él, surgieron
nuevas concepciones de vida universitaria, de participación amplia y
masiva, que cambiaron rápidamente la dinámica de la Escuela, sus
preocupaciones académicas y el lugar del antropólogo en la sociedad.
Actualmente, la Escuela Nacional de Antropología e Historia es un
centro de vanguardia en la docencia, la investigación, la creación y la
difusión de teorías, metodologías y técnicas antropológicas e históricas,
articuladas a los grandes problemas científicos y sociales, nacionales e
internacionales. Se trata de una institución educativa encargada de formar
profesionales en seis diferentes disciplinas antropológicas y en historia y
con seis posgrados, en maestría y doctorado. Se imparten lenguas
indígenas y cursos de educación continua (diplomados y seminarios),
capaces de fundamentar y diseñar investigaciones con relevancia
científica y social, asÍ como de comunicar adecuadamente sus resultados.
Sin lugar a dudas, la ENAH es el centro educativo de mayor
tradición y reconocimiento latinoamericano en el proceso de enseñanzaaprendizaje de la antropología, y es la única escuela en América Latina
14
Introducción general
donde se imparten articuladamente las siete distintas disciplinas
antropológicas anteriormente señaladas.3
Antropología física
Como verás más adelante, la antropología física es el estudio de la
variabilidad de los grupos humanos, la cual se ha dado con el paso del
tiempo como resultado de la adaptación biológica a diversos ambientes
ecológicos y socioculturales y en diferentes niveles: molecular,
cromosómico, orgánico funcional, poblacional y taxonómico. Pero la
antropología física no se ha limitado al estudio de la respuesta biológica al
ambiente sino que se ha preocupado también por entender las
adaptaciones culturales al entorno y las complejas interrelaciones que
resultan; una modificación cultural en el medio ambiente puede también
repercutir de manera directa en la respuesta biológica a corto, mediano o
largo plazo. La paleoantropología, la primatología, la somatología, la
ergonomía, los estudios de crecimiento y desarrollo infantil, los estudios
osteológicos en poblaciones prehispánicas y coloniales, así como la
antropología forense y la antropología molecular, entre otras, han sido
áreas tradicionales de investigación de los estudios antropofísicos en los
últimos 30 años. Actualmente, se investigan también temáticas más
específicas como la donación de órganos, problemas como la anorexia y la
bulimia o la sexualidad y la discapacidad.
Antropología social
La antropología social estudia, en el marco de la cultura, las instituciones
sociales de diversos grupos humanos, ya sean cazadores, recolectores,
horticultores, campesinos, obreros, agentes de bolsa, industriales,
etcétera. Los temas comúnmente investigados tienen que ver con las
adaptaciones ecológicas, los cambios socioculturales, las formas de
organización social, las relaciones políticas, las normas y los valores, las
creencias religiosas, la cosmovisión, la mitología, la magia, el arte,
etcétera. Se estudia a la sociedad o sociedades: totalidades que de alguna
manera se ofrecen al observador como entidades empíricas.
Arqueología
El objetivo principal de la arqueología es el estudio del funcionamiento, el
desarrollo y la transformación de las sociedades y los sistemas culturales;
para ello ha generado una metodología basada en recuperar y analizar las
expresiones materiales de la relación que mantienen los grupos con su
medio natural y con su entorno social.
La arqueología no sólo trata de grupos prehistóricos, sin escritura,
sino también de aquéllos que contaban con algún sistema simbólico de
3
Desde que fue fundada, la Escuela ha ocupado distintos edificios para desarrollar sus
labores. En 1942 se localizó en la calle de Moneda número 13; ahí. también funcionaba el
Museo Nacional de Antropología, edificio colonial que hoy alberga al Museo Nacional de las
Culturas. Diecisiete años después, la ENAH fue reubicada al edifico de Mayorazgo de
Guerrero, en la misma calle de Moneda. De ahí se traslada, en 1964, al recién estrenado
Museo Nacional de Antropología, en el parque de Chapultepec. Finalmente, en 1979, fue
ubicada en su actual espacio, al lado de la pirámide de Cuicuilco.
15
Introducción general
comunicación. La arqueología es un elemento básico en la
complementación y verificación de los hechos históricos, pero también es
aquello que conjunta la emoción, el descubrimiento, la interpretación y el
suspenso que precede al encuentro de ese algo olvidado o perdido en la
telaraña del tiempo. La arqueología se apoya en otras disciplinas para
interpretar los pequeños pedazos de historia que son recuperados del
contexto y así explicar las distintas formas de vida que antecedieron a la
nuestra.
Etnohistoria
Esta disciplina nació como un área de especialización que permitiera
analizar documentos de la escritura mesoamericana y confrontarlos para
su validación con el dato etnográfico (actual). Los etnohistoriadores
ampliaron su interés a otras fuentes, problemáticas y campos de trabajo,
donde la conjunción de historia y antropología les permitiera esclarecer el
mundo del “otro”, independientemente de que éste se encontrara en el
pasado o en el presente, tratárase de un grupo marginado o dominante,
poseyera o no escritura, tratando siempre de reconstruir sus sistemas
culturales, o parte de ellos, en un momento determinado o a lo largo de su
devenir.
Etnología
Consiste en el estudio de los diferentes pueblos, es decir, de las
variaciones culturales contemporáneas, a las que podemos tener acceso
por medio de la observación directa. Asimismo, busca, en la medida de lo
posible, comprender la dinámica interna de cada uno de los grupos
sociales en estudio y uno de sus objetivos es la explicación de los factores,
los mecanismos y las condiciones que determinan los procesos del cambio
sociocultural [...] en los que se toma en cuenta que todos los aspectos de la
vida humana se encuentran impregnados de significación y remiten a la
función simbólica, es decir, aprehender la realidad por medio de signos.
Por ello, a esta disciplina se le ha considerado la ciencia de la
diversidad cultural en el espacio y el tiempo, ya que ofrece perspectivas
para conocer al ser humano a través de sus manifestaciones culturales
tangibles e imaginarias, comenzando con la comprensión particular del
fenómeno que estudia para después pasar a la comparación.
Lingüística
Es una especialidad que se encuentra inscrita en las ciencias de lenguaje,
mismas que se han desarrollado con la finalidad de abarcar el conjunto de
fenómenos que implica el comportamiento comunicativo humano. Dentro
de la complejidad de los procesos del lenguaje, la lengua cobra capital
importancia por ser el principal elemento de la comunicación humana. La
lingüística tiene como objeto de estudio el lenguaje (verbal, manual,
etcétera), el cual es el centro de los procesos simbólicos y cognitivos y, por
tanto, determinante de nuestra condición cultural, así como de nuestro
pensamiento. Específicamente, la lingüística estudia las lenguas, trata de
abarcar toda su complejidad: sus estructuras gramaticales, el contenido de
sus construcciones, la interacción de los hablantes, la influencia de la
cultura, etcétera. La lingüística tiene cabida dentro de los fenómenos que
componen la problemática de la antropología, ya que sin la comunicación
16
Introducción general
no es posible entender la interacción humana, la cual se hace posible a través
del lenguaje.
Historia
El umbral del siglo XXI ofrece desafíos que exigen a los historiadores encarar
críticamente el presente, con un compromiso fincado siempre en la sociedad y
en la necesidad de mantener viva la memoria colectiva, de explicar el pasado
para entender nuestro presente. Así, la formación de profesionales en la
historia requiere integrar enfoques teóricos, metodologías científicas y
técnicas específicas desarrolladas por la disciplina a lo largo de su trayectoria
para interpretar los procesos históricos y los fenómenos sociales de la
actualidad.
Por tanto, el abanico de posibilidades temáticas de estudio de la
disciplina se ha orientado a mantener una estrecha relación con otras como la
economía, la sociología y la geografía, y a relacionarse con ciencias sociales
como la antropología, la lingüística, la psicología, etcétera. De tal manera, ha
mantenido un carácter interdisciplinario cuyo signo ha sido la incorporación de
temas y conceptos retomados de otras ciencias sociales, como el estudio del
lenguaje y el discurso, o el uso del concepto de cultura y la aplicación de
técnicas etnográficas.
Ángel Jiménez Lecona
Antonio Félix Reyes
2004
Bibliografía
Barba de Piña Chán, Beatriz
1999 “La Escuela Nacional de Antropología e Historia en los cincuenta”,
en 60 años de la ENAH, México, ENAH.
Faulhaber, Johanna
1993 “Los inicios de la ENAH y la carrera de Antropología Física”,
en 50 años de la ENAH, México, ENAH.
Oliv. Negrete y Bolfy Cottom
1995 INAH, una historia, México, vol. II.
17
III. Sugerencias para utilizar la
guía de estudio
La Guía de Estudio para el Ingreso a las Licenciaturas está conformada por
siete módulos de aprendizaje, correspondientes a cada una de las disciplinas
antropológicas que se imparten en la Escuela Nacional de Antropología e
Historia.
Cada módulo se divide en cuatro unidades que presentan una serie de
elementos didácticos que permitirán orientar tu aprendizaje: las introducciones
de cada módulo y de cada unidad te relacionarán con las temáticas que aborda
cada disciplina antropológica; las preguntas generadoras engloban las
grandes interrogantes a resolver mediante el contenido conceptual de los
módulos y las unidades; mediante las lecturas y etiquetas didácticas podrás
conocer, comprender y analizar los temas de las unidades, proceso que se
verá reforzado si realizas las actividades que se presentan inmediatamente
después de cada lectura y el repaso, al término de cada unidad; al finalizar
cada módulo encontrarás un resumen que contiene los aspectos más
relevantes del mismo, lo que favorecerá el que reafirmes tu aprendizaje y, por
último, están los ejercicios de autoevaluación constituidos por una serie de
reactivos (indicaciones o preguntas) que, al resolverlos y comparar tus
respuestas con las respuestas correctas que aparecen al final de esta guía, te
darás cuenta del nivel de aprendizaje que lograste y, en caso dado, de aquellos
conceptos que necesitas repasar.
Para que tu preparación académica mediante el estudio de esta guía
sea óptima, considera las siguientes recomendaciones:
Ÿ
Revisa el contenido de la guía y de cada módulo, con el propósito
de hacer una adecuada planeación de tu tiempo para leer y realizar
las diversas actividades que se presentan. Esta guía requiere,
aproximadamente, de tres horas diarias de estudio, durante dos
meses.
Ÿ
Trabaja las unidades de cada módulo según el orden secuencial
en que se presentan. Inicia con la lectura de las introducciones y
reflexiona sobre las preguntas generadoras.
Ÿ
Realiza las lecturas en el orden en que aparecen y resuelve las
actividades correspondientes. Para ello, será necesario que
tengas a la mano un diccionario, un cuaderno y un bolígrafo o lápiz.
Ÿ
Existen algunas estrategias de aprendizaje que puedes realizar al
estudiar las unidades tales como: subrayar las palabras clave o
ideas relevantes, escribir las definiciones que encuentres en el
diccionario de las palabras que no hayas entendido, hacer
pequeños resúmenes de las lecturas, elaborar un glosario con las
palabras nuevas que vas aprendiendo a través de las lecturas, etc.
19
Sugerencias para utilizar la guía de estudio
Ÿ
Al terminar de estudiar cada unidad, resuelve en tu cuaderno el
repaso de la misma contestando las preguntas o siguiendo las
indicaciones que se presentan.
Ÿ
Cuando hayas terminado de estudiar todas las unidades de un
módulo, lee con atención el resumen del mismo y contesta las
preguntas generadoras, esto te ayudará a realizar una síntesis de
los conocimientos adquiridos.
Ÿ
Después de leer el resumen, realiza los ejercicios de
autoevaluación siguiendo las instrucciones que se presentan en
cada bloque. Procura realizarlos sin consultar el texto de las
lecturas. Una vez que hayas contestado a todos los reactivos,
compara tus respuestas con las respuestas correctas que se
presentan al final de esta guía y, en caso de que uno o varios
reactivos hayan sido contestados incorrectamente, vuelve a
estudiar los aspectos correspondientes.
Esta guía ha sido elaborada para que trabajes con ella en forma
independiente. Estudiar de manera independiente exige esfuerzo, dedicación,
disciplina, constancia y compromiso, cualidades que seguramente posees y
requerirás al prepararte académicamente para presentar el examen de
admisión para ingresar a la licenciatura de tu preferencia.
20
IV. Módulos de aprendizaje
Antropología Física
INTRODUCCIÓN
Existen múltiples definiciones sobre qué es la antropología física, las cuales
comparten un mismo objetivo, estudiar al Hombre como especie animal. Este
criterio unificador y operativo se ha complementado con conocimientos de otras
ciencias sociales, y el resultado ha sido una disciplina sui generis que ha puesto en
una perspectiva evolutiva y cultural una misma unidad: el Hombre.
Tomando en cuenta esta condición, los antropólogos físicos caracterizan
su quehacer como: “el estudio del origen, naturaleza y evolución de la variabilidad
biológica de los grupos humanos en su doble dimensión, histórica y espacial,
teniendo en cuenta la interacción de los factores biológicos, ambientales
(naturales y artificiales-culturales) y comportamentales (sociales, culturales y
psicológicos) ejercen tanto en el común de los individuos de nuestra especie como
de los diferentes grupos y poblaciones de Homo sapiens” (Valls, 1995:14).
La antropología física ha dado cuenta de la gran diversidad y variabilidad
de las poblaciones antiguas y contemporáneas, a través del desarrollo de
métodos métricos, morfoscópicos y genéticos en su contexto histórico y cultural.
Así, el método antropofísico nos sirve para comprender varios aspectos
involucrados en nuestra historia natural y su relación con otras especies, con los
procesos adaptativos y también, con las manifestaciones culturales observadas
en nuestra dimensión biológica.
El hecho de que existan caracterizaciones diversas de la antropología
física es un fiel reflejo de la pluralidad y alcance de la disciplina. En ella convergen
evolución, fisiología, medicina, osteología, genética, ontogenia, ergonomía,
somatología, política, economía, cultura y sociedad. Algunos ejemplos
representativos son los estudios del crecimiento y desarrollo físico que ocurre en
un organismo desde su fecundación hasta su muerte, y el estudio del cuerpo y sus
formas en diversos contextos socioculturales. Esto es importante porque ha
permitido observar el protagonismo de la cultura y la adaptación en la expresión y
la percepción de lo que somos. Por lo que los antropólogos físicos han
incorporado otras herramientas de tipo cualitativo para conocer las relaciones
sociales y describir la realidad tal como la experimentan las poblaciones con las
cuales trabaja.
El trabajo de campo es el espacio donde se ponen en práctica los
conocimientos adquiridos en el aula y diversas habilidades; éste se caracteriza
por tener un alto grado de compromiso con las personas con las que se interactúa
y con uno mismo. Ejemplo de ello es explicar ampliamente a la gente lo que el
investigador persigue así como la entrega de resultados de la investigación.
Parece una tarea sencilla, pero en la práctica no lo es.
Los conocimientos generados en la disciplina han sido aplicados en
diversos contextos, como proponer programas de salud y nutrición, en el diseño
de artículos de uso cotidiano (calzado, ropa, muebles y equipo de seguridad), así
como en el reconocimiento de personas en procesos legales. Lo que ha dado
lugar a nuevos espacios de desarrollo laboral así como el desarrollo de
investigaciones interdisciplinarias.
Como te darás cuenta, el campo de estudio de la antropología física es
complejo lo cual abre nuevos retos en la investigación antropofísica.
Sean bienvenidos a la Antropología Física
Natalia Bernal Felipe
Nuvia Montserrat Maestro Martínez
23
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera las
diferentes áreas de
conocimiento contribuyen
al estudio del humano
como ser biológico y
sociocultural?
¿Cómo los antropólogos
físicos aportan
conocimientos para
comprender la diversidad
física y sociocultural de la
especie humana?
A la antropología no sólo le
interesa el “aquí y ahora”, sino
que también estudia al hombre
como producto de una evolución
biológica y cultural milenaria.
Asimismo, se interesa en la
variabilidad
de la relación
hombre-ambiente en lapsos
más cortos, como el de la vida
humana (una generación, un
año, un día). También el espacio
(físico) desempeña un papel
fundamental; la vida humana es
distinta en la selva tropical, la
tundra, la pampa, en un
departamento urbano o en una
choza de un asentamiento
espontáneo cercano a una gran
ciudad” (Vargas, 1988:22).
UNIDADES
I. Evolución y procesos
II. El estudio de las
poblaciones antiguas
III. Ontogenia
IV. Somatología: tipos y
formas de los cuerpos y
su relación con el
entorno
Antropología Física
UNIDAD I. Evolución y procesos
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera la geología
y el clima se involucran en la
evolución humana?
¿Cuáles son los cambios
evolutivos de mayor
importancia para los
homínidos en la etapa
glacial?
¿Cómo influyó el cambio
continental en la dispersión
de la especie humana?
Todos los seres vivos, desde la bacteria al hombre, pertenecen a una única y
misma gran familia que se ha desarrollado en el transcurso de la historia de la
Tierra: tal es la teoría moderna de la evolución, cuya primeras bases científicas se
establecieron a partir del siglo XIX.
Dentro del amplio campo de la antropología física hemos seleccionado
algunos temas importantes, entre ellos, te mostraremos la influencia de la
geología y el ambiente en la evolución de los primates, incluido el hombre.
Seguramente, estas lecturas te provocarán más dudas, pero ésa es precisamente
nuestra idea, que te motivemos con esas interrogantes y que las contestes
paulatinamente durante la lectura de la guía. Actualmente, existen dos grandes
controversias que han obligado a los paleoantropólogos a reconsiderar las
opiniones antes aceptadas con respecto al ritmo y al modo de aparición del Homo
sapiens y las especies que le precedieron.
De este modo, en las siguientes lecturas se aborda el impacto de la
geología y el clima en el proceso evolutivo de los primates; además, se muestran
algunos de los principales cambios y adaptaciones en la evolución del hombre.
Temario
1. Geología y clima: el telón de fondo de la evolución humana
2. Cambios evolutivos
3. Locomoción bípeda y expansión cerebral
4. El ADN mitocondrial esclarece la evolución humana
5. Evolución multirregional
6. Origen reciente en África
Figura 1. Movimiento de las masas
terrestres.
Lectura 1. Geología y clima: el telón de fondo de la evolución
humana
Roger Lewin. Readaptación por Natalia Bernal Felipe.
Fuente: Geology.com
http://geology.com/articles/super continents.html
En la historia de la vida en la Tierra ha influido en gran medida la historia de los
continentes. La roca continental, que descansa sobre la delgada corteza terrestre,
está formada por un mosaico dinámico de placas trabadas entre sí. Las placas
están en perpetuo estado de formación o destrucción en sus diversos márgenes y,
por tanto, cada una se mueve en conexión con las demás, impulsadas por las
corrientes de convección del manto líquido. El acercamiento y la separación
periódica de las masas de tierra no sólo afecta a la geología del planeta, que
determina la interacción entre las comunidades bióticas del mundo, sino que
modula asimismo el clima global, pues altera la circulación atmosférica y
oceánica.
Hace unos 225 millones de años, las masas terrestres se fundieron en un
único supercontinente ecuatorial llamado Pangea pero, en el transcurso de varios
millones de años, las placas móviles empezaron a separarse hasta originar la
cuenca del océano Atlántico (Figura 1).
Hace 65 millones de años Norteamérica, Europa y Asia conformaban el
supercontinente boreal denominado Laurasia que gozaba de clima cálido desde el
Cretácico superior, pero alcanza su máximo térmico en el Paleoceno y Eoceno. De
igual modo; en la parte austral de la Tierra se formaba otro supercontinente
llamado Gondwana, el cual estaba conformado por Sudamérica, Australia, India y
Antártida. A partir de entonces, los continentes (tal como los conocemos) en su
camino hacia el oeste se alejaron del Ecuador y las dos Américas quedando
unidos desde hace 3 millones de años.
24
Unidad I
Los restos del primate más antiguos que se han descubierto proceden de
Norteamérica; son dientes encontrados en un enclave de hace 65 millones de
años en Purgatory Hill, Montana. Difícilmente se puede decir que Montana disfrute
hoy día de un clima tropical, por tanto, la presencia allí de primates fósiles no
parece cuadrar con la anterior afirmación de que éstos son criaturas de los
trópicos.
Entonces podemos inferir que hace 65 millones de años Montana tenía
clima cálido, necesario para crear el habitad del Purgatorius (nombre que se le dio
a dicho primate). Los primates, distribuidos por la masa terrestre que continuó
formada por Norteamérica y Eurasia, quedaron cada vez más restringidos a las
latitudes meridionales, en medida que los continentes derivaban hacia el Norte. La
dependencia de los primates respecto a los climas tropicales no se debe tanto a la
necesidad de calor, como a la disponibilidad de hojas, frutos e insectos durante
todo el año, para asegurar su alimentación.
Además de Norteamérica, los primates vivieron también en los
continentes australes a principios del Cenozoico, concretamente en África y
Sudamérica. La segunda gran fase en la evolución de los primates, el origen de los
monos, fue hace unos 50 millones de años. Aunque los monos del Viejo y Nuevo
Mundo proceden de un tronco común, durante la mayor parte de su historia
evolutiva han permanecido aislados unos de otros.
Los antropomorfos tuvieron su origen, al parecer, en África hace unos 30
millones de años cuando el continente se separaba de Eurasia. Se piensa que el
primer antropomorfo es el Aegyptopithecus (Figura 2), una criatura del tamaño de
un gato cuyos restos fósiles han sido hallados en la depresión de El Fayum, en
Egipto. Hoy día, el lugar es un desierto, pero 30 millones de años atrás era un
espeso bosque.
Cuando África se unió con Eurasia, hace unos 18 millones de años, se
produjo un inevitable intercambio de fauna entre las dos masas de tierra, y los
antropomorfos medraron rápidamente en el sur de Eurasia. Los orígenes del
gibón y del orangután se remontan más o menos a esta época.
Desde hace unos 20 millones de años, es decir, a comienzos del Mioceno,
la temperatura global que había ido descendiendo durante algún tiempo,
experimentó un brusco empeoramiento y se hizo más estacional. Como resultado
de ello el amplio cinturón de bosque tropical empezó a reducirse por todo el Viejo
Mundo. Mientras, el mismo tipo de actividad tectónica que movía los continentes
por todo el planeta empezaba a deformar la corteza debajo de África Oriental. Esto
produjo un formidable levantamiento en Kenia y Etiopia, que dio lugar a las
extensas tierras altas. Con el tiempo, la tensión sobre la base continental resultó
excesiva y empezó a formarse el Gran Valle del Rift. Al mismo tiempo la presencia
de tierras altas colocaban a la región oriental a resguardo de las lluvias, lo que
provocó allí una mayor reducción de los bosques. El resultado de todos estos
cambios fue la sustitución de lo que antes había sido un bosque más o menos
continuo por un complejo mosaico de bosques, arboledas y espacios abiertos. El
terreno antes idóneo para los antropomorfos se fue haciendo cada vez más
inhóspito. Hacia fines del Mioceno, entre 7 y 5 millones de años atrás, coincidió
una brusca caída de la temperatura a nivel mundial con la formación del casquete
de hielo de la Antártida Occidental (Polo Sur); el nivel de los mares bajó, el
Mediterráneo casi se secó, el cinturón tropical se estrechó aún más provocando
extinciones generalizadas de primates por todo Eurasia; las praderas se
extendieron por África propiciando el auge de los animales de llanura (veloces y
equipados con dientes capaces de pastar la hierba dura). Fue en la misma época
cuando el último ancestro común dio lugar a los homininos y antecesores de los
25
Primate (“los primeros”): el
orden
de
los
primates
comprende dos subórdenes:
antropoides y prosimios. El de los
prosimios se encuentra integrado
por lémures, tarsios, loris y
gálagos. Éstos se encuentran en
África (Madagascar), India y el
sureste asiático. Los loris y
lémures tienen los labios
superiores externamente unidos
a la nariz por una tira de piel
húmeda llamada rhinarium, que
también se puede observar en los
hocicos de gatos y perros.
Antropomorfo: sujetos con forma
semejante al hombre.
Figura 2. Aegyptopithecus
Fuente: Simmons E. (1987) New faces of
Aegyptopithecus from the Oligocene of Egypt:
Journal of Human Evolution 16:273-289.
Aegyptopithecus debió pesar unos
6,7 kg. Por la morfología dental
tanto de la mandíbula superior
como en la inferior sugiere que
comía hojas y frutas. Era
cuadrúpedo y arborícola.
Hominidae u hominino: “primate
que camina erguido”. Es decir,
puede tratase de un antepasado
extinto del hombre, de un pariente
colateral o de un hombre auténtico.
Antropología Física
El suborden de los antropoides se
compone de dos superfamilias:
1) los ceboides o monos del Nuevo
Mundo y 2) los monos del Viejo
Mundo, que comprende a los
cercopitecoides y a los hominoides,
los cuales incluyen las especies
fósiles y contemporáneas de simios y
seres humanos. Los monos del Viejo
y del Nuevo Mundo tienen diferentes
estructuras dentales que indican una
antigua separación del suborden
prosimio.
Extinción: proceso de eliminación o
desaparición de una especie o taxón
de un hábitat o biota determinada,
sin excluir una colonización
posterior proveniente de otros
lugares.
Braquiar: Desplazarse con ayuda
de los brazos, mediante impulsos
pendulares.
grandes antropomorfos africanos. Los primeros homininos eran, igual que los
antropomorfos, de caminar bípedo que preferían las arboledas a los bosques y
evitaban la sabana abierta. Un segundo deterioro del clima se produjo hace
aproximadamente tres millones de años, cuando se formó por vez primera el
casquete de hielo boreal (Polo Norte), trayendo como consecuencia un nuevo
periodo de rápida evolución para los animales adaptados a vivir en espacios
abiertos. Esta fue una época de importante diferenciación entre los homínidos,
incluida la aparición del género Homo.
Durante los últimos dos millones de años, el mundo ha experimentado
ciclos de glaciaciones de manera regular, de un aproximado 100 mil años de
duración, cada uno de los cuales tuvo una profunda incidencia en la vida cotidiana
de nuestros ancestros, y quizá algunos hayan incidido de manera importante en el
curso de la evolución. Actualmente estamos transitando un periodo interglaciar.
Puede decirse que si no hubiera sido por los cambios ambientales de la
temperatura en los hábitats, todavía estaríamos a salvo en algún bosque cálido y
acogedor, como en el Mioceno y aún andaríamos por los árboles.
Actividad 1
Realiza un cuadro comparativo en el que relaciones el ambiente con las
características físicas que presentaban los primates que se mencionan en la
lectura.
Actividad 2
Realiza un esquema en tu cuaderno relacionando, en orden cronológico, las eras
geológicas en que se desarrollaron los primates.
Lectura 2. Cambios sustanciales en la evolución humana
Roger Lewin. Readaptación por Nuvia Montserrat Maestro Martínez.
Figura 3. Australopithecus
afarensis y Homo sapiens.
Fuente: Johanson, White and Coppens (1978)
A lo largo de millones de años, distintos cambios evolutivos dieron lugar al Homo
sapiens, nuestra especie. Quienes vivimos hoy en día somos descendientes de un
linaje de homínidos que vivieron en carne propia esos cambios. El mérito de
nuestra especie fue evitar la extinción adaptándose y dando origen a
descendientes capaces de adaptarse a distintos entornos donde habitaban. Sin
embargo, además de la adaptación, los cambios evolutivos son algunos de los
fenómenos clave del éxito de las especies. En nuestro caso definieron los pasos
que siguió la evolución humana. ¿Cuáles fueron esos pasos clave que
compartimos con nuestros ancestros?
Literalmente, el primer paso fue adoptar una locomoción bípeda. El
bipedismo fue resultado de modificaciones anatómicas en la pelvis y provocó que
los miembros posteriores, los brazos, se liberaran de su función locomotora.
Debido a este cambio evolutivo, nuestros ancestros primates erguidos se
encontraron con una nueva posibilidad de manipular su entorno. Nunca más
braquiar de rama en rama, extendiendo los brazos en el bamboleo arbóreo. Al
bajar a tierra, los primates pudieron transformar su entorno, ampliar su dieta,
hacer herramientas, entretejer estructuras sociales más complejas y darse tiempo
para pensar.
Fue hace aproximadamente 3 o 3.6 millones de años que su anatomía
cambió. Los fósiles encontrados en Hadar, Etiopía, y en las pisadas de Laetoli,
Tanzania, de uno de nuestros antepasados homínidos, el Australopithecus
afarensis (Figura 3) dejó huellas en la ceniza volcánica, hace 3.75 millones de
años, para dar prueba de ello.
26
Unidad I
Un segundo paso en la evolución humana fue el aumento en el tamaño del
cerebro. Cabe señalar que no hay evidencia de que el caminar erguido tenga
relación con dicho crecimiento.
Nuestros ancestros padecieron las transformaciones del ambiente junto
con otros grandes antropomorfos. Hace 10 a 5 millones de años, En África
sucedieron un conjunto de cambios ambientales como el enfriamiento del clima, y
la alteración del régimen de lluvias, provocaron una disminución forestal, trayendo
consigo el incremento de las extensiones de arboledas y pastizales, separando
las líneas evolutivas de nuestros parientes más cercanos: el gorila y el chimpancé.
Debido a la presión de la selección natural, los antropomorfos se vieron obligados
a retroceder a los bosques o adaptarse a las nuevas condiciones. La “elección” de
los ancestros del gorila fue refugiarse en los bosques; en cambio la del chimpancé,
que, al principio compartieron los bosques, fue trasladarse posteriormente hacia
áreas de monte más abiertas. Una característica compartida entre ambos
especímenes era la locomoción apoyada en los artejos (nudillos).
Entre tanto, la línea de los homínidos tomó un giro distinto; presionados
por las nuevas condiciones ambientales, desarrollaron un método para recolectar
sus alimentos (raíces y frutos) que se encontraban mayormente dispersos que en
el ambiente de los antropomorfos: la marcha bípeda (Figura 4). Dicho de otro
modo, el principal paso evolutivo de los seres humanos fue el cambio anatómico
que permitió a un antropomorfo quedarse y buscar alimento en un terreno al que
no estaba adaptado. En esos tempranos estadios también hubo cambios en la
dentición y en la estructura de la mandíbula, pero en ningún caso tan radical como
la adopción de la marcha bípeda.
No sería sino hasta hace 2 ó 3 millones de años cuando sucedería otro
cambio climático suficientemente importante para presionar cambios en nuestros
ancestros.
Para ese momento, había varias especies de homínidos viviendo en
África: la Australopithecus robustus y la Australopithecus africanus, esta otra un
poco más pequeña que la anterior pero ambas versiones más pequeñas que el
Australopithecus afarensis. Sin embargo, una tercera especie, el Homo habilis,
marcó el inicio de la importante expansión cerebral de la familia de los homínidos.
Coincidiendo con estos tres descubrimientos en el registro fósil,
comienzan a aparecer, toscas herramientas de piedra, hachas de mano y
pequeñas lascas afiladas, a veces junto a huesos de animales, en mayores
cantidades dentro del registro arqueológico. Evidentemente, el desarrollo del
cerebro y la invención de la técnica de los utensilios de piedra vinieron
acompañados de un cambio en la dieta, en particular una inclusión mayor de
carne, pero sin indicios de caza regular a gran escala.
El desarrollo del cerebro marcó el origen de una nueva especie de
homínido, sucesor de Homo habilis, hace aproximadamente 1.5 millones de años,
el Homo erectus. Desde el punto de vista arqueológico, el registro se vuelve más
complejo, y hay ejemplos convincentes de enclaves humanos, de lugares a donde
se llevaba el alimento, donde se repartía y se consumía. Según parece, la carne
constituía una parte mucho más importante de la dieta, aunque quizá sea un error
imaginar a Homo erectus fundamentalmente como cazador. El Homo erectus fue
el primer homínido en aventurarse lejos de África, quizá porque la dieta más
variada permitía la exploración de medios mucho mayores que los típicos de la
mayoría de los primates.
Es difícil precisar el origen de Homo sapiens en el registro fósil, pero éste
debió aparecer hace unos 250 mil años. Por su parte, el humano, como lo
27
Habitualmente los gorilas, en
comparación con otros primates
frugívoros, comen otras partes de
las plantas como los tallos; brotes
del bambú, hojas, raíces y flores. En
su hábitat natural, un macho adulto
puede pesar más de 200 kg. y la
hembra más de 100.
La alimentación del chimpancé
consiste en frutas y se complementa
con brotes vegetales y hojas.
También come hormigas y otros
invertebrados, huevos de aves y
miel. Caza y se come a los monos,
otros primates inferiores y
pequeños mamíferos. Un
chimpancé macho puede alcanzar
un peso máximo de unos 50 kg. Las
hembras logran hasta 39 kg.
Fuente: Hurquiza, H, Esmeralda (2002).
Figura 4. Locomoción bípeda
Fuente: Robert Boyd y B. Silk, (2001)
El Homo erectus fue el primer homo
en explorar y habitar nuevos
espacios; además, aprendió a
cubrirse con pieles y a encender
fuego. Su cerebro era grande, tenía
molares grandes y con esmalte
grueso, frente baja, cuerpo robusto
y con una piel similar a la humana.
Se caracteriza por fabricar el hacha
de mano.
Antropología Física
La superfamilia Hominoidea
comprende tres familias diferentes:
la familia Hylobates (gibones y
siamang); la familia Pongidae o
Póngido (orangután, chimpancé y
gorila) y, por último, los humanos o
familia Hominidae. Las principales
características de éstos últimos es
que el volumen de su cerebro es
mayor que el de otros primates
(especialmente en las áreas de la
corteza cerebral que están
asociadas con la habilidad para
integrar datos), poseen largas
extremidades superiores, tronco
corto, no tienen cola y sus
articulaciones de muñeca, codo y
hombros les permiten mayor
variedad de movimientos que a
otros primates.
El gibón puede realizar saltos de
hasta 12 metros de altura gracias a
sus largos brazos, vive en grupos
reducidos y estables, es territorial, y
defiende sus fronteras con
despliegues visuales y vocales muy
vigorosos.
Fuente: Fundación Botánica y Zoológica de
Barranquilla (2007).
Los orangutanes poseen largos
brazos. Los orangutanes jóvenes
viajan sobre la espalda o en la
barriga de la madre durante casi dos
años.
conocemos ahora tuvo lugar hace aproximadamente 100 mil años. Como antes, la
característica principal del cambio evolutivo fue una nueva expansión cerebral,
aunque, en cuanto a la dentición al igual que en su constitución en general, esta
especie era mucho menos robusta que sus ancestros.
En cuanto al registro material, estos posteriores estadios de la prehistoria
humana se caracterizan por técnicas de fabricación de utensilios más delicadas y
más complejas. Y desde hace 30 mil años, aparece en el registro el arte de la
pintura y la escultura.
Podemos concluir que las dos principales fuerzas impulsoras de la
evolución humana fueron el caminar erguido y la expansión cerebral.
La expansión de la capacidad mental dio lugar a una criatura de elevada
inteligencia, de gran inventiva y sociabilidad. La aparición del lenguaje hablado
debió ser el acontecimiento clave en esta red de factores interrelacionados. Por
supuesto, no hay registro fósil ni del lenguaje hablado, ni de una cualidad humana
que trasciende la pura inteligencia, la cual es la principal innovación evolutiva: la
conciencia interrogadora de sí y del otro, es la conciencia que nos permite
preguntarnos sobre nuestro origen, aquella que pone de manifiesto lo que somos:
animales culturales.
En los últimos años se han desarrollado métodos basados en análisis
bioquímicos para medir el grado de parentesco entre especies vivas. Cuanto
mayor es la diferencia bioquímica, más remoto es el parentesco entre las
especies. Todas estas pruebas conducen al descubrimiento de nuestro linaje,
donde los chimpancés son bioquímicamente muy similares a los humanos,
mientras que gorilas y orangutanes muestran mayores diferencias. Y los monos
del Viejo Mundo son aún más distantes (los gorilas pudieron separarse del tronco
común hace 9.5 millones de años, mientras que los chimpancés lo harían hace
sólo 7.5 millones de años).
Por último, hay que agregar que, aunque los programas genéticos de
humanos y chimpancés son similares, en algún punto tuvo lugar un cambio en la
composición del ADN, el cual, en el caso de los póngidos está contenido en 24
pares de cromosomas y en los humanos en 23, una diferencia que probablemente
hizo estéril la unión sexual entre ambas especies.
Actividad 3
Elabora un listado en el cual ordenes cronológicamente los distintos hallazgos que
se mencionan a lo largo de la lectura, desde Australopithecus afarensis hasta el
Homo sapiens, con una descripción general de cada uno de ellos.
Actividad 4
Ahora que conoces los cambios evolutivos que dieron lugar al Homo sapiens,
explica en cinco renglones ¿por qué la marcha bípeda es considerada un paso
crucial en la historia de la evolución humana?
Lectura 3. El ADN mitocondrial esclarece la evolución humana
Fuente: Copyright © Orangutan Information
Centre (2010).
Hay dos tipos de ADN dentro de
nuestras células: el nuclear y el
mitocondrial; el ADN mitocondrial ha
sido usado con mayor frecuencia
para construir linajes evolutivos.
Max Ingman. Texto adaptado para este módulo por Natalia Bernal Felipe.
“¿De dónde venimos?” Ésta ha sido una de las preguntas fundamentales que se
han hecho los humanos por miles de años. En los últimos cien años, los
antropólogos físicos han provisto respuestas por medio del estudio de las
características morfológicas, tales como la forma del cráneo de los restos
fosilizados de nuestros ancestros humanos y protohumanos. En los últimos 15 años
aproximadamente, los antropólogos moleculares han estado comparando el ADN
28
Unidad I
de humanos provenientes de regiones diversas con el fin de producir árboles
evolutivos. Para conocer qué tan diferentes somos, se estudian las mutaciones
que ocurren en nuestro ADN. En ocasiones son tan imperceptibles que no las
notamos y los heredamos a nuestros descendientes a nivel del genotipo; estas
diferencias (o polimorfismos) nos hacen únicos y además dan cuenta de lo
emparentados que estamos. Sin embargo, los diferentes métodos usados por los
antropólogos físicos y moleculares han producido puntos de vista opuestos sobre
cómo los humanos modernos pudieron evolucionar a partir de nuestros ancestros
arcaicos. La mayoría de los especialistas están de acuerdo en que el Homo
erectus evolucionó en África y se dispersó al resto del mundo alrededor de 1 a 2
millones de años atrás.
Sin embargo, la controversia sigue, por lo que se han planteado al menos
dos hipótesis: la primera es la denominada “Evolución multirregional”, que
postula que los humanos modernos evolucionaron de homínidos tempranos en
diferentes partes del mundo. Este planteamiento sugiere que los humanos
modernos evolucionaron simultáneamente y en varias regiones del mundo a partir
de formas arcaicas (tales como el Neanderthal y el Homo erectus). Esta hipótesis
está apoyada por evidencia física, particularmente en la continuidad de
características morfológicas entre los humanos arcaicos y los modernos.
La segunda propuesta es la denominada el “Origen reciente en África”, en
la que el ADN mitocondrial -ADN que sólo se hereda de la madre- es utilizado
para construir árboles evolutivos. En esta propuesta se lee que los humanos
modernos evolucionaron en África hace 100 a 200 mil años. Subsecuentemente,
los humanos modernos colonizaron el resto del mundo sin mezclarse
genéticamente con las formas arcaicas. Básicamente esta lectura es apoyada en
su mayoría por evidencia genética, pero ha recibido críticas por falta de apoyo
estadístico. Una posible razón es que estos estudios se han enfocado
principalmente en los polimorfismos de una sección pequeña del genoma
mitocondrial, que contiene alrededor del 7% del genoma mitocondrial. La razón de
la popularidad de esta región se basa en su tasa de mutación particularmente alta.
Entonces, si el genoma puede ser secuenciado, el reto es obtener una
imagen más clara de los orígenes de los humanos modernos. Investigaciones
recientes con el ADN mitocondrial revelan que los humanos modernos
aparecieron hace 171,500 años en África. Este tipo de estudios han sido clave
importante en el campo de la genética de poblaciones.
Un estudio interdisciplinario con restos humanos antiguos en Australia,
que integró datos genéticos con la información recolectada por antropología
física, obtuvo elementos para dar respuesta a ciertas interrogantes: cómo y
cuándo llegaron los aborígenes a Australia, y cómo ha sido la historia evolutiva de
los mismos.
Actividad 5
Redacta en máximo 15 renglones la importancia de los estudios genéticos en
antropología física que consideran el estudio entre diferentes especies de
primates.
29
Polimorfismo: son los múltiples
alelos de un gen entre una
población, normalmente expresados
como diferentes fenotipos, por
ejemplo el color de la piel y el color
de los ojos.
Genoma: conjunto de genes de un
individuo o de una especie.
Mutación: alteración o cambio en
la información genética (genotipo)
de un ser vivo.
Genética de poblaciones: estudia
la constitución genética de los
individuos que componen las
poblaciones (frecuencias génicas y
genotípicas). Así como la transmisión
de los genes de una generación a la
siguiente.
Antropología Física
Repaso
A continuación te damos una serie de preguntas para repasar las lecturas que se
mostraron a lo largo de la unidad. Lee las preguntas con atención y contesta en tu
cuaderno.
1. ¿Qué es la evolución?
2. ¿Por qué es importante estudiar la geología y el clima para comprender la
evolución?
3. ¿Qué importancia tiene el estudio de la anatomía para vislumbrar el
proceso de hominización?
4. ¿Qué importancia tiene el estudio de la genética de poblaciones para
comprender el origen del hombre?
UNIDAD II. Osteología antropológica
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera, la
incorporación de nuevas
técnicas de análisis ha
permitido el desarrollo de
nuevas líneas
de investigación en
osteología antropológica?
La osteología es una línea de investigación tradicional en antropología física
desde que se constituyó como disciplina. El objeto de estudio de la osteología no
se ha modificado; sin embargo, se puede observar que, a través del tiempo, ha
tenido cambios considerables principalmente en la forma de abordar las temáticas
de estudio. Es claro que de avocarse a planteamientos clasificatorios se pasó a
una etapa donde se comenzaron a generar temáticas complejas como:
paleodieta, salud, estilo de vida, entre otras, lo que ha dado lugar a incorporar
diversas metodologías que han enriquecido el conocimiento de las poblaciones
que nos antecedieron.
En esta unidad se te brindan tres lecturas, la primera te da un panorama
general del desarrollo de la osteología en nuestro país, la segunda se centra en
mostrarte las diversas etapas que implica la investigación osteológica y por último,
se pone énfasis en la posibilidad de la interdisciplina dentro del área.
Temario
Los estudios de actividad ocupacional
intentan reconstruir algunos aspectos
de la vida cotidiana de sociedades
pasadas mediante el análisis de los
patrones de modificaciones presentes
en el esqueleto, relacionadas con
actividades cotidianas, por ejemplo: 1.
La robustez de las inserciones
musculares, 2. La presencia de
facetas extra en ciertos huesos
debido a permanecer tiempo
prolongado en algunas posiciones,
como estar en cuclillas o algunas
formas de sentarse, 3. Distintas
lesiones en columna ocasionadas por
transportar objetos muy pesados en la
espalda, entre otros rasgos.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Los estudios osteológicos en México
Nuevos enfoques y teorías
Fases de la investigación osteológica y principales técnicas empleadas
Trabajo de campo
Trabajo de laboratorio
Trabajo de gabinete
Difusión de las investigaciones
El estudio interdisciplinario de las sociedades novohispanas posteriores al
contacto
9. Cambio de estilo de vida
10. Un caso de estudio “La población de Santa María Texcalac, Tlaxcala”
Lectura 1. Los estudios osteológicos en México
Martha Elena Alfaro Castro y Tonatiuh Osornio O. Adaptación por Natalia Bernal
Felipe.
La osteología antropológica tiene como objeto de estudio la variabilidad física
observada en poblaciones antiguas mediante sus restos esqueléticos,
considerando aspectos que influyen en la biología de las poblaciones: el modo y
estilo de vida o el ambiente físico, así como el papel que tiene la cultura. La
finalidad es entender: ¿Quiénes eran? ¿Cómo vivían e interactuaban entre sí?
¿Cuál era su relación con el medio ambiente? [Lagunas y Hernández, 2000:8-13].
30
Unidad II
Los restos esqueléticos son una fuente directa de información para el
estudio de las condiciones de vida de las poblaciones antiguas, ya que contienen
información valiosa acerca de las adaptaciones de los grupos humanos al medio
ambiente y algunas prácticas culturales que dejaron modificaciones en los restos
óseos. Debido a su objeto de estudio y las técnicas que ha empleado a lo largo del
desarrollo como disciplina científica, llegó a generar en algunos colegas
antropólogos la sensación de que era demasiado biológica y descriptiva, pues por
muchos años el enfoque de las investigaciones osteológicas se centraba
principalmente en describir y clasificar los esqueletos con base en mediciones de
características distintivas, llegando a explicar sólo en pocos casos las causas que
originaron esas variaciones [Hernández, 1997:99].
Los primeros trabajos osteológicos en nuestro país se llevaron a cabo en
el siglo XIX. Éstos eran meramente descriptivos y clasificatorios. Respondían a un
interés de la época por recolectar objetos curiosos o raros con los cuales se
llenaron innumerables vitrinas de museos; en ese periodo se formaron las
primeras colecciones óseas compuestas principalmente por cráneos. Este tipo de
investigación se realizó durante décadas, empleando principalmente técnicas
métricas y, en pocas ocasiones, se hacía énfasis en la interpretación de los
resultados integrando el contexto ambiental, cultural, social, histórico o
económico en el que se presentaban las características analizadas. Sin embargo,
este tipo de investigaciones fueron importantes en el desarrollo de la disciplina,
debido a que permitieron la generación y el perfeccionamiento de gran cantidad de
técnicas, así como la creación de una enorme base de datos sobre las colecciones
prehispánicas, además de ser pioneros en la búsqueda de estándares a partir de
poblaciones mexicanas para determinar sexo y edad [Márquez, 1996:216].
A mediados del siglo XX se realizaron importantes contribuciones de
diversos investigadores en la descripción de características morfológicas y
métricas que permitieron la comparación de rasgos para buscar afinidades
biológicas, procesos de mestizaje, o la búsqueda de orígenes y antigüedad del
poblamiento de América; asimismo, se hicieron aportaciones en la etiología y
clasificación de diversas patologías, así como el estudio de alteraciones en el
cuerpo resultado de las prácticas culturales de cada grupo humano como: la
deformación cefálica, la mutilación dentaria, o bien, el canibalismo. Aportando
información valiosa en cuanto al tipo, forma y técnica empleada, y en pocos casos
se abordó lo referente a las creencias que los llevaron a desarrollar este tipo de
prácticas en el México prehispánico. [Lagunas, 1996:79-109]. Por lo que éste es
un tema por desarrollar.
A fines de los años 70 del siglo XX, bajo la influencia de los estudios
norteamericanos, se empezó a introducir en las investigaciones en México un
enfoque que consideraba al ser humano como un ser biosocial comenzando a
rebasar el modelo biologicista antes empleado. Hacia finales de la década de los
noventa se nota una apertura de las investigaciones osteológicas con
incorporación de herramientas técnicas de otras disciplinas como la demografía,
la epidemiología, la biomecánica; también se abordaron temáticas como genética
molecular, paleodemografía, paleoepidemiología, paleodieta, estudios de
actividad ocupacional y estudios sobre la asociación de algunos rasgos
osteológicos y del contexto funerario relacionados por ejemplo con la
organización social y la salud. Lo que ha permitido reconocer nuevamente la
importancia del antropólogo físico en trabajo de campo para el registro minucioso
de las características de las sepulturas, poniendo gran énfasis en la
reconstrucción de la posición inicial del sujeto y los objetos asociados, así como
los desplazamientos de los mismos derivados del proceso de descomposición,
31
En esta imagen se observa las
regiones anatómicas en las que
suele haber una afectación debido a
actividades como la molienda que
emplea un metate a nivel de suelo.
Fuente: Martha Elena Alfaro Castro (2011).
También se observa una vista de detalle
de la articulación metatarsofalángica. El
roce continuo entre estos dos huesos,
al estar por tiempo prolongado en una
posición que implica tener los dedos de
los pies hiperflexionados, llega a formar
una serie de facetas en las superficies
que están en contacto en esos huesos.
Etiología: Estudio sobre las causas
de las enfermedades.
Osteomielitis, infección del hueso
que se extendió en toda la tibia
izquierda.
Fuente: Natalia Bernal Felipe (1998)
Entierro 28, proveniente del atrio de exconvento de Santa
María Texcalac, Tlaxcala, temporada 1998.
Cráneo infantil de entre 4 y 5 años de
edad, con deformación craneana.
Valle de Toluca. Vista anterior.
Fuente: Mauro de Ángeles G.
(2006)
Antropología Física
La paleodemografía es la aplicación
de las herramientas y técnicas de la
demografía para la reconstrucción
de
perfiles
demográficos de
poblaciones antiguas, con la
finalidad de obtener la tasa de
mortalidad en diferentes edades
entre hombres y mujeres, la tasa de
fecundidad y la esperanza de vida.
La paleoepidemiología estudia las
condiciones de vida y salud de las
poblaciones del pasado por medio
de la identificación de algunas
enfermedades que padecieron estas
poblaciones y a la investigación de
su impacto sobre ellas, permitiendo
ampliar los nexos entre sociedad e
individuo por medio de un análisis
integral.
La paleodieta es el estudio de
algunos elementos químicos para
conocer los patrones de alimentación
de poblaciones antiguas, tipo de
dieta, estado nutricional de los
individuos o el acceso diferencial a
los recursos relacionado con la
estratificación social.
información que ha favorecido el entendimiento de las costumbres funerarias de
las poblaciones pasadas. Investigaciones de este tipo empezaron a llevarse a
cabo tanto en poblaciones prehispánicas como novohispanas, en distintos
momentos históricos y en diferentes modos de subsistencia.
Los intereses de la osteología antropológica se han encaminado ahora a
resolver nuevas problemáticas en un intento de ir más allá de la caracterización
física (sexo, edad, estatura; o una descripción etiológica de las enfermedades),
buscando ahora responder a preguntas más complejas, como, por ejemplo,
¿cómo vivieron, se alimentaron, enfermaron y murieron las poblaciones en el
pasado?, ¿qué impacto tuvieron los cambios en el modo de subsistencia en las
condiciones de vida, salud y actividad de las poblaciones? [ibíd.:100, 102].
Por lo que con el paso del tiempo se han ido adoptando nuevos enfoques y
teorías, así mismo se ha visto la necesidad de trabajar de forma interdisciplinaria
con otras disciplinas científicas, lo que ha permitido la incorporación de técnicas
más precisas provenientes de ciencias más duras como la física, la química, la
medicina o la genética, así como metodologías complementarias provenientes de
otras ciencias sociales como la demografía, la etnohistoria, la historia o la
antropología social, entre otras. Esto ha enriquecido el conocimiento de las
poblaciones antiguas, las cuales son descritas en un marco biosocial que aporta
información sobre las características físicas, la organización social, la distribución
territorial, el nivel de vida, la esperanza de vida, las actividades y las prácticas
culturales de las poblaciones desaparecidas [idem.].
En los últimos años en el contexto social en México se ha permitido la
incorporación del conocimiento generado por la osteología antropológica en la
resolución de situaciones médico-legales, en la identificación de individuos
contemporáneos desaparecidos en accidentes, masacres, desastres naturales
respondiendo a preguntas como: ¿cuál es el sexo, edad y estatura? O bien, si
presenta características particulares, de manera que, en conjunto con la
información ante mortem del sujeto, pueda obtenerse una identificación positiva o
negativa del mismo, así como dar algunas pistas acerca del tipo de muerte del
sujeto (en caso de muerte violenta), contribuyendo con estas investigaciones a
identificaciones positivas de sujetos y con ello al cierre de ciclo de duelo de los
familiares de los desaparecidos.
Actividad 1
En tu cuaderno define por escrito lo siguiente: ¿qué es la osteología? y ¿cuál es su
objeto de estudio?
Actividad 2
Elabora en tu cuaderno un cuadro sinóptico donde contrastes las etapas históricas
por las que ha pasado la osteología y cómo fueron cambiando sus temáticas de
estudio.
Actividad 3
Observa detenidamente las imágenes de los huesos que se presentan a
continuación, en ellas se señala el nombre del hueso y el lado al que corresponde.
Una vez familiarizado, contesta las siguientes preguntas: ¿Cuántos huesos hay
de cada tipo? ¿Cuál podría ser el número máximo de individuos en esta muestra?
32
Unidad II
Fuente: Maurelia F. Manuel (2010) Kinesiología,
Barcelona, España.
Lectura 2. Fases de la investigación osteológica y principales
técnicas empleadas
Martha Elena Alfaro Castro y Tonatiuh Osornio O. Adaptación por Natalia Bernal
Felipe.
La investigación osteológica puede dividirse en cuatro etapas: primero la fase de
trabajo de campo, la segunda fase se lleva a cabo en el laboratorio, la tercera se
desarrolla en gabinete y la cuarta comprendería la difusión de las investigaciones
en diferentes foros y medios.
En la fase de trabajo de campo se realiza la recuperación, exploración, el
registro y levantamiento de los restos óseos. En un contexto ideal, ésta se llevaría
a cabo en forma transdisciplinaria entre antropólogos físicos, arqueólogos,
historiadores y etnohistoriadores y algunos otros especialistas, como químicos,
biólogos o botánicos, dependiendo de las necesidades que vayan surgiendo en la
investigación.
Durante la excavación y exploración del sitio de enterramiento se siguen los
procedimientos y técnicas arqueológicas como el trazado de la retícula, la
excavación por niveles arbitrarios o capas naturales, el registro del contexto,
etcétera. Una vez localizado el entierro, se limpia cuidadosamente el área de
excavación, empleando brochas pequeñas, pinceles, y agujas de disección, o bien,
palos pequeños de madera, que sirven para identificar el elemento óseo y saber
33
Unidades de excavación, en el atrio
del exconvento de Santa María
Texcalac, Tlaxcala.
Proyecto antropofísico Santa María
Texcalac, dirigido por el Arqueólogo
Andrés Gutiérrez Pérez † 1998.
Fuente: Natalia Bernal F.(1998).
Antropología Física
Entierros excavados y registrados
en el atrio del exconvento de Santa
María Texcalac, Tlaxcala.
Proyecto antropofísico Santa María
Texcalac, dirigido por el Arqueólogo
Andrés Gutiérrez Pérez 1998.
Fuente: Natalia Bernal (1998).
Trabajo en laboratorio.
Fuente: Oaxaca en Ex convento Cuilapam
de Guerrero.
Foto: Martha Elena Alfaro Castro (2009).
dónde se orienta el esqueleto, en el caso de un entierro primario o si se trata de un
elemento aislado; asimismo, se van liberando elementos que pueden estar
asociados con el entierro como vasijas, adornos, herramientas, armas, restos de
fauna. Los entierros y objetos asociados se enumeran de manera progresiva de
acuerdo con el orden en el que hayan sido descubiertos y se describen en la libreta
de campo; antes de levantar un entierro se registra cada uno de los elementos que
lo integran por medio de fotografías y dibujo a escala [Lagunas y Hernández,
2000:22-30].
En la descripción y el registro de los entierros se consideran varios
aspectos, los más comunes son la clase, el tipo, el modo del entierro, el número de
individuos que los conforman, la variedad y la cantidad y calidad de ofrendas
asociadas. Los entierros son de clase primaria cuando los huesos muestran
relación anatómica o por lo menos algunas de sus partes y no hay evidencia de
haber sufrido una alteración de la posición en la que fue originalmente depositado.
Los entierros secundarios son aquellos que no muestran relación anatómica entre
sus huesos, resultado de una manipulación intencional después del depósito
original del cuerpo. Son de tipo directo si solamente se realiza un agujero de forma
irregular, sin más pretensión que colocar el cadáver dentro. O indirecto, si el
individuo fue colocado en una estructura hecha con ese fin, donde pisos y paredes
pueden mostrar un tratamiento de aplanamiento y/o revestimiento de cualquier
tipo, ya sea dentro de un continente natural (oquedades, cuevas, cenotes, pozos)
o en un continente artificial (sótanos, formaciones tronco-cónicas, tumbas de tiro,
fosas, recipientes). Con respecto a la posición, pueden ser extendidos,
flexionados o sedentes y sus respectivas variantes, por último, puede tratarse de
un entierro de un solo individuo -individual- o de varios -múltiple- [Romano,
1974:83-112]. En el registro del entierro también se pone énfasis en la descripción
del estado de las articulaciones y las movilizaciones, que pudieron haber sufrido
cambios a consecuencia de procesos tafonómicos relacionados con el tipo de
sepultura y el sitio de enterramiento (por ejemplo: el espacio vacío que se genera
en una tumba al momento de la descomposición, la intrusión de roedores,
corrientes de agua subterráneas, reutilización del espacio funerario, etc.), por lo
que tiene que poner atención si las articulaciones se encuentran estrictas, sueltas
o desplazadas. Es también en campo, donde deben seleccionarse los elementos
óseos que se planea sean sometidos posteriormente a estudios de arqueometría
o genética molecular, los cuales deben ser recuperados y embalados en forma
controlada, con la finalidad de evitar cualquier tipo de contaminación
contemporánea.
Una vez terminada la descripción y el registro, los materiales son
levantados y etiquetados para su traslado al laboratorio. En la fase de laboratorio
se realiza primeramente la limpieza y reconstrucción del material óseo,
empleando brochas y pegamento; este trabajo requiere de mucha paciencia y de
conocimientos de anatomía y osteología antropológica, es aquí cuando
comienzas a conocer la variabilidad de la población y hacer el inventario de los
materiales. En el caso de los entierros múltiples, primero debe hacerse el registro
del número máximo de individuos, para lo cual se consideran aspectos como edad
y sexo. En el caso de individuos que no se pueden diferenciar y que pertenecen a
un mismo rango de edad y sexo se escogen algunos rasgos anatómicos que se
presenten con mayor frecuencia, por ejemplo, la cabeza femoral derecha y la
tróclea del húmero bajo el principio de que estas regiones son bilaterales y un
individuo solamente puede tener una de cada lado; de esta manera se
contabilizan las veces que aparecen en el entierro y se obtiene el número mínimo y
máximo de individuos que hay en una sepultura.
34
Unidad II
La asignación del sexo y la edad de los individuos se hace mediante la
evaluación de características morfológicas de huesos como cráneo y pelvis,
principalmente, o técnicas métricas y estadísticas. La determinación de la edad en
individuos infantiles o subadultos se lleva a cabo con base a la evaluación de los
dientes presentes o el cierre de epífisis, mientras que en los individuos adultos se
realiza principalmente con base en métodos que consideran la evaluación de
varios rasgos; como el grado de cierre de las suturas craneales, la erupción del
tercer molar, el desgaste que presentan los dientes o una serie de cambios
producidos por la edad en la superficie de algunos segmentos de huesos como el
ilíaco. En el laboratorio se lleva a cabo también el registro de ciertas
características físicas por medio de mediciones de puntos osteométricos, así
como algunas observaciones sobre aspectos en particular como pueden ser:
procesos artríticos, de tuberculosis ósea, de anemia, de sífilis, o de patrones de
marcas de estrés ocupacional, entre otros indicadores; estos datos obtenidos en
laboratorio suelen capturarse en la fase de gabinete en bases de datos y son
sometidos a varias pruebas estadísticas, cuyos resultados, al ser analizados en
conjunto con la formación arqueológica, etnohistórica, histórica y etnográfica,
permiten realizar aproximaciones sobre el modo y la calidad de vida de
poblaciones antiguas.
Clase
Tipo
Número
Forma
Individuales
Extendidos
Directos
Colectivos
E
N
T
E
R
R
A
M
I
E
N
T
O
S
PRIMARIOS
Flexionados
Variedad
Lado
Decúbito dorsales
Decúbito ventrales
Decúbito laterales
Derechos
Decúbito dorsales
Decúbito ventrales
Decúbito laterales
Derechos
Izquierdos
Izquierdos
Sedentes
Irregulares
Individuales
Indirectos
Extendidos
Colectivos
Flexionados
Directos
Individuales
Irregulares
Indirectos
Colectivos
Individuales
Colectivos
SECUNDARIOS
Derechos
Decúbito dorsales
Decúbito ventrales
Decúbito laterales
Izquierdos
Decúbito dorsales
Decúbito ventrales
Decúbito laterales
Derechos
Sedentes
Izquierdos
Fuente: Romano, Arturo (1974) Sistemas de enterramientos. En: Antropología Física. Época prehispánica, INAH, México, p. 110.
35
Antropología Física
Por último, en la cuarta fase, los resultados del análisis e interpretación de
los datos obtenidos en campo y laboratorio, se difunden por medio de la
presentación de ponencias en eventos académicos o conferencias dirigidas a
público no especializado, con el montaje de exposiciones temporales o
permanentes en museos y otros espacios culturales, o a través de la publicación
de artículos científicos y de difusión general.
Actividad 4
En tu cuaderno, en media cuartilla, redacta la importancia de la realización de las
cuatro fases de la investigación osteológica.
Actividad 5
En tu cuaderno elabora un mapa mental sobre las fases de la investigación
osteológica en el que incluyas lo que implica cada una de ellas.
Lectura 3. El estudio interdisciplinario de las sociedades
novohispanas posteriores al contacto
Natalia Bernal Felipe.
Las excavaciones correspondientes al periodo virreinal en México (siglos XVI al
XIX) han permitido el desarrollo de múltiples investigaciones interdisciplinarias
entre arqueólogos y antropólogos físicos. Considerando el análisis de los restos
óseos, el contexto en que fueron depositados, así como los elementos que los
acompañaban (vasos y platos que contenían alimentos o componentes propios
del ritual funerario; artículos religiosos como rosarios, cruces; restos de madera,
metal y hueso; herramientas de trabajo, adornos personales, etcétera) y que, a
partir de diversos marcos referenciales, así como de múltiples metodologías, se
ha logrado conocer sus costumbres funerarias, los múltiples padecimientos de los
individuos así como los tipos de actividad ocupacional que dejaron huella en los
huesos. Además, dichas investigaciones se han enriquecido con documentos
escritos provenientes de los archivos parroquiales, mapas, representaciones
pictóricas y las crónicas de la época, entre otros, logrando con ello contextualizar
históricamente los análisis de las osamentas, tanto en las poblaciones urbanas
como en las rurales de las diversas regiones del México novohispano. Como parte
de los proyectos de investigación y de salvamento arqueológico, la mayoría de los
contextos excavados corresponden a iglesias, conventos, colegios y hospitales
entre otros.
La llegada de los españoles trajo consigo una serie de cambios
socioculturales al interior de las sociedades mesoamericanas, los cuales se vieron
reflejados en diversos ámbitos como la alimentación, el sincretismo religioso, la
organización del trabajo así como el culto a los difuntos. En lo que concierne a la
alimentación, se introdujo una serie de alimentos nuevos, y técnicas para su
producción, los cuales permitieron la incorporación del ganado bovino, cereales
para la elaboración de harina (como el trigo y la caña de azúcar) sólo por
mencionar algunos. Por otro lado, los modos de preparación como el asado y
tostado, fueron sustituidos por nuevos procedimientos como el freído con
manteca, principalmente. Dichas innovaciones tuvieron diversos efectos en la
salud de las distintas sociedades de la entonces Nueva España, esto debido a que
la carga de trabajo para los indígenas se intensificó en gran medida, pues la mayor
parte de ellos dejaron de trabajar sus propias tierras de cultivo para ocuparse de
las grandes extensiones de terreno en las cuales se veían forzados a trabajar para
la corona española. Lo anterior, aunado a las largas jornadas laborales (en
ocasiones mayores a doce horas al día) mermaron de manera importante
36
Unidad II
la calidad de vida de la gente provocándoles una gama de padecimientos que en
muchas ocasiones terminaban en la muerte de los individuos.
El deceso de las personas daba pie a una serie de actividades complejas,
las cuales abarcaban una serie de rituales y costos de tipo económico como la
preparación del lugar de sepultura, o el tratamiento dado al cuerpo, pues al difunto
se le vestía con sus mejores prendas y se le acompañaba de diversos elementos
como monedas, recipientes que contenían alimentos o bebidas y de adornos
personales como aretes, collares y anillos los cuales, en conjunto, formaban parte
de la ofrenda y hacía referencia a su poder adquisitivo. Al respecto, durante el
virreinato los cuerpos eran sepultados según su condición social, por ejemplo, en
el atrio de las iglesias eran enterrados aquellos que tenían menos posibilidades
económicas, mientras que en la nave y el presbiterio las personas que
pertenecían a la nobleza o a los sectores económicamente más acomodados.
Durante el virreinato, la alimentación, las costumbres funerarias y el tipo
de organización social y económica de las sociedades fueron heterogéneas,
motivo por el cual se deben considerar varios aspectos ligados al tipo de sociedad
(urbana o rural), la religión, los distintos contextos y, por último y no menos
importante, se deben tomar en cuenta los ciclos de trabajo y los diferentes climas.
Un caso de estudio “La población de Santa María Texcalac, Tlaxcala”
A finales de 1998, un grupo de antropólogos físicos y arqueólogos realizaron
excavaciones en diversos espacios de un convento de los siglos XVII y XVIII, en
Santa María Texcalac, Tlaxcala, ubicado en la región oriental del estado.
Obteniendo restos óseos y materiales asociados. Las fuentes documentales
refieren que el clima en todo el estado es frío. Las heladas son frecuentes durante
el invierno, llegando a tener temperaturas de 5º y 6º C.
La información de las partidas de defunciones reveló que los habitantes
masculinos de Texcalac se dedicaban al trabajo de la agricultura. La edad
promedio al casamiento en las mujeres fue de 15 años y 17 en los hombres. Las
causas de muerte en general fueron: tos, fiebre e inflamaciones. Y en el caso de
las mujeres de 15 años se presentaron complicaciones en el parto y puerperio -40
días después del alumbramiento-, lo que les causó la muerte. De acuerdo con las
estaciones del año, las muertes ocurrieron de la siguiente manera, en orden de
frecuencias: invierno, primavera, otoño y verano.
Resultados del análisis osteológico.
Los antropólogos físicos analizaron 76 esqueletos completos. Al determinar sexo
y edad exponen que hay una elevada mortandad entre los menores de 0 a 4 años.
En el caso de los adultos se observó que los hombres morían más entre 30 y 40
años de edad. En el caso de las mujeres, la mortandad se hizo presente a partir de
los 20 años de edad, aumentando en el rango de 25 a 35 años de edad. Aunque
también hay casos de hombres y mujeres que murieron entre los 55 y los 65 años
de edad. Sin distinción de sexo se observaron lesiones en toda la columna
vertebral, específicamente en la región dorsal y lumbar. En las cavidades bucales
se notó una alta frecuencia de periodontitis en la mayoría de los individuos. Sin
embargo, se presentaron pocos casos con caries; incluso personas mayores de
40 años tenían todas las piezas dentales.
El análisis de los materiales asociados a los entierros reportó que en dos
casos se localizaron monedas llamadas macuquinas, que fueron colocadas en las
37
Presbiterio: Espacio que rodea el
altar mayor de las iglesias hasta el
pie de las gradas.
Partidas de defunción:
Documentos elaborados por las
autoridades eclesiásticas, durante el
virreinato. En las que se asentaba la
información de los fallecidos, los
padres y los testigos.
Entierro 25. Lesiones en la región
lumbar. Santa María Texcalac,
Tlaxcala 1998.
Fuente: Natalia Bernal Felipe (1999).
Antropología Física
Cista: espacio elaborado
intencionalmente para sepultar
algún cuerpo.
manos. Y de acuerdo con los restos de madera y clavos localizados en las cistas
proponen que algunas personas fueron enterradas en ataúdes de madera.
Actividad 6
Periodontitis: enfermedad que afecta
al tejido que rodea o sujeta los dientes
Materiales asociados a los entierros
de Santa María Texcalac, Tlaxcala.
En tu cuaderno redacta en media cuartilla la importancia que tiene realizar
estudios interdisciplinarios que consideren el análisis del contexto en que son
localizados los entierros, esqueletos y fuentes documentales.
Considerando las lesiones reportadas en la región lumbar y dorsal de hombres y
mujeres, ¿qué tipo de actividades pudieron haber realizado en un contexto rural?
Monedas coloniales de medio real,
en plata. Tipo macuquino.
Fuente: Osorio, 2000.
Repaso
A continuación te damos una serie de preguntas para que repasar las lecturas que
se mostraron a lo largo de la unidad. Lee las preguntas con atención y contesta en
tu cuaderno de notas
1. ¿Qué es osteología antropológica?
2. ¿Con qué otras ciencias se vinculan la osteología antropológica?
3. ¿Qué cambios han tenido los estudios mexicanos en osteología
antropológica?
4. ¿Qué nuevas aplicaciones tienen los estudios de osteología antropológica
actualmente?
Elementos de tipo cotidiano: cuentas
de pulseras, rosarios aretes y
collares.
Fuente: Osorio, 2000.
38
Unidad III
UNIDAD III. Ontogenia
Desde la Antigüedad, el hombre ha mostrado un interés especial por estudiar
cómo crece y se desarrolla físicamente su propia especie; este interés ha
permeado a la antropología física y ello se refleja en los vastos estudios con los
que esta disciplina ha contribuido al conocimiento del proceso ontogénico que
ocurre en el ser humano.
Las investigaciones relacionadas con el estudio de la ontogenia se
enfocaron, en un principio, a explorar cómo transcurría el crecimiento y el
desarrollo físico en los primeros años de la vida. Con el paso del tiempo han
incorporado a su objeto de estudio y análisis otras etapas del curso vital, como la
edad adulta y la vejez.
A lo largo de esta unidad encontrarás y comprenderás una definición de
ontogenia que considera los aspectos que caracterizan este tipo de estudios en
antropología física; asimismo, se te muestran algunos de los conceptos básicos
empleados en los estudios ontogénicos como: crecimiento, desarrollo, edad
biológica, edad cronológica, brote de crecimiento, y algunos de los principales
métodos e indicadores utilizados en la estimación de crecimiento y desarrollo
físico.
Temario
1. Crecimiento y desarrollo físico
2. Los estudios de crecimiento físico en México
3. Lapsos que conforman el curso vital
4. Etapas formativa, reproductiva y regresiva del curso vital
5. Brotes de crecimiento
6. Metodologías en el estudio del crecimiento y desarrollo físico
7. Referente y estándar de crecimiento físico
8. Estudios longitudinales y estudios transversales
9. Edad biológica y edad cronológica
Lectura 1. Crecimiento y desarrollo físico: panorama general
del estudio de la ontogenia
Rosa María Ramos Rodríguez. Adaptación por Nuvia Montserrat Maestro Martínez.
La vida de todo ser humano transcurre y se desarrolla en su propio proceso
ontogénico, pero ¿a qué refiere este proceso? La ontogenia se refiere a los
cambios en el crecimiento y desarrollo que ocurren en un organismo desde su
fecundación hasta su muerte (Bogin 1999).
El proceso de crecimiento humano ha sido abordado desde múltiples
áreas de conocimiento y disciplinas, entre ellas, destacan la anatomía, la
medicina, la biología y la antropología. Asimismo, un gran número de trabajos se
centran tanto en el crecimiento intrauterino (Figura 1) como en el crecimiento de
individuos menores de 20 años, sin duda porque en este lapso se sientan las
bases para alcanzar el tamaño, la forma y la función de la estructura corporal, así
como el desarrollo psicológico y conductual, con los que la persona llegará a las
siguientes etapas de su curso vital. El interés por este lapso conocido como etapa
formativa (la cual se abordará más adelante) es conocer los cambios que ocurren
en dos fenómenos fundamentales: el crecimiento y el desarrollo. En este sentido:
Se entiende por crecimiento al “... aumento en las dimensiones de la masa
corporal, es la traducción objetiva de la hipertrofia y de la hiperplasia de los tejidos
constitutivos del organismo” (Comas, 1966:192). También se define como “el
aumento de la masa tisular activa que se traduce en incrementos del tamaño o la
masa corporal del sujeto en crecimiento” (Ramos, 2004:26).
39
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuál es la diferencia
sustancial entre crecimiento
y desarrollo físico?
¿En qué radica la
importancia de los dos
brotes de crecimiento?
Fecundación o fertilización del óvulo
por el espermatozoide.
Figura 1. Crecimiento intrauterino
Fuente: Carnegie Stages of Human
Development. Mark Hill. Cell Biology Lab.,
School of Medical Sciences (Anatomy). UNSW,
2004.
Curso vital: El itinerario de las
edades de la vida se suele designar
como «ciclo vital». Quizá, habría
que denominarlo curso vital, porque
la idea de ciclo o círculo no parece
ajustada para ese camino que nadie
puede repetir circularmente, que es
irreversible para cada individuo
(Gómez, 1995).
Hiperplasia: aumento
en el número de células
que implica la
replicación del material
genético ADN.
Hipertrofia: aumento
del tamaño celular con aumento de
proteína citoplasmática sin que se
altere la cantidad de ácido
desoxirribonucleico tisular.
Masa tisular: se refiere a los tejidos
del organismo o a la masa magra
del cuerpo humano, ésta se
conforma principalmente por
músculos (magro=sin grasa).
Antropología Física
Figura 2. Desarrollo motriz en la
infancia.
Fuente: Encuesta nutricional Anthro 3.2.2 OMS.
Figura 3. Principales estados de la
República Mexicana en los que se
han efectuado estudios de
crecimiento físico.
Reflexiona lo siguiente: ¿Por qué
crees que los datos somatométricos
de estos estudios han preponderado
en el Distrito Federal?, ¿en qué
entidad del país propondrías para
efectuar un estudio de crecimiento
y/o desarrollo físico? y ¿por qué?
Longevidad: Condición de tener
una vida de larga duración.
La embriogénesis se refiere a la
formación y desarrollo del embrión, o
bien, al período de formación del ser
humano desde la fecundación
(unión del espermatozoide con el
óvulo) hasta el tercer mes de
gestación.
Por su parte el desarrollo se refiere a “los cambios (cualitativos y
cuantitativos) que se presentan de manera secuencial en un organismo durante
su ontogenia, desde un estado indiferenciado o inmaduro a uno más
especializado y maduro; implica aumento en la complejidad de los diferentes
conglomerados celulares” (Ramos, 2004: 27).
Dos ejemplos del desarrollo que vivimos en nuestra ontogenia se pueden
observar tanto en el desarrollo motriz en la infancia, así como en la presencia de
caracteres sexuales secundarios en la pubertad. El primero se refiere al desarrollo
del movimiento y control corporal que se registra en las capacidades del infante
para gatear o andar solo, esto nos habla de que las capacidades que va
desarrollando el infante reflejan su maduración, es decir, cómo se especializan y
complejizan los tejidos del cuerpo humano en esta etapa formativa (Figura 2).
Otro interés de quienes estudian el crecimiento y el desarrollo físico en la
etapa formativa de la vida ha sido conocer y atender el elevado porcentaje de
niños y adolescentes que caracterizó el perfil demográfico global durante el siglo
XX.
En el caso de México, a través de una investigación realizada por Ramos
Rodríguez y colaboradores (2009), se observó que durante las primeras décadas
del siglo XX la producción de estudios relacionados con el crecimiento físico fue
muy escasa; sin embargo, éstos tuvieron un claro incremento a partir de la década
de los años sesenta y un mayor auge en la década de los ochenta. Es importante
destacar que la mayoría fueron escritos por profesionistas y académicos
vinculados con el sector salud (médicos y nutriólogos), y en segundo término por
antropólogos físicos. Es así como, poco a poco, las publicaciones por parte de los
antropólogos en la década de los ochenta fue en aumento en comparación con la
del sector salud (67% vs. 33% del total de la producción entre 1980 y 1989). Por
otro lado, también se observó que los estudios realizados a lo largo del territorio
mexicano (de acuerdo con la entidad federativa) el 50.4% de estas
investigaciones corresponden a infantes estudiados en el Distrito Federal, en
segunda posición se encuentra el estado de Oaxaca con el 8.7%, le sigue Puebla
con el 6.3%, después Morelos con el 5.1% (Figura 3) y por último, de manera
dispersa, el resto del país con el 29.6%. A partir de la última década del siglo XX,
los estudios de crecimiento y desarrollo físico han tenido otro enfoque, pues éstos
han dirigido su atención a estudiar y vincular las circunstancias en las que
transcurre la vida de la población infantil con problemas de sobrepeso y obesidad
con los padecimientos que en la vida adulta puedan presentarse, además ha
aumentado el interés por investigar la epidemia de obesidad en niños, ya que ésta
constituye un problema de salud, no sólo en México sino también a nivel mundial.
Lapsos que conforman el curso vital
A diferencia de lo que ocurre en otros primates antropoides, nuestros parientes
filogenéticos más cercanos, el curso ontogénico propio de la especie humana es
muy largo. La longevidad responde a las circunstancias bio-psico-socio-culturales
bajo las cuales ha trascurrido la existencia de cada sujeto.
A lo largo de su vida el sujeto experimenta cambios constantes. Dada la
expresión de los procesos de crecimiento y desarrollo, en cierta forma se pueden
distinguir diversos lapsos funcionales, los cuales se definen como etapas,
periodos y estadios (Bogin 1999). Así, en el curso vital se reconocen dos periodos:
prenatal y postnatal, el primero va desde la fecundación hasta la formación del
feto, a su vez, enmarca otros estadios como fertilización, embriogénesis, fetal
40
Unidad III
segundo trimestre y fetal tercer trimestre; por su parte el periodo postnatal engloba los estadios que van desde el
nacimiento hasta la senescencia. Éstos se muestran más claramente en el siguiente cuadro:
Cuadro: Lapsos distinguibles en la ontogenia humana
ETAPA
ESTADIOS
PROCESOS
Periodo prenatal
Fertilización
Desde la penetración del espermatozoide en el ovocito hasta las siguientes 18 a 24 horas.
Embriogénesis
Desde la fertilización hasta la semana 12.
Fetal
segundo
Desde el 4to. hasta el 6to. mes lunar: rápido crecimiento en longitud.
trimestre
Fetal
tercer
Desde el 7to. mes lunar hasta el nacimiento: rápido crecimiento en el peso y la maduración de órganos.
trimestre
FORMATIVA
Periodo postnatal
Nacimiento
Neonatal
PRODUCTIVA/
REPRODUCTIVA
REGRESIVA
Desde el nacimiento hasta los primeros 28 días de vida: adaptaciones extrauterinas; el ritmo en el
crecimiento y maduración es el más rápido en vida postnatal.
Infancia
(Lactancia)
Desde el segundo mes hasta el fin de la lactancia, usualmente a la edad de 36 meses: acentuada la
velocidad en el crecimiento y paulatina desaceleración al final del estadio; lactancia como alimentación
principal; erupción de la dentición decidua.
Niñez
(Preescolar)
Del tercer al sexto año: El ritmo de crecimiento es moderado, erupción de los primeros molares e
incisivos permanentes, ocurre un leve brote de crecimiento; acaba el crecimiento cerebral
aproximadamente al final de este estadio.
Juvenil
(Escolar)
Desde los seis a los diez años en las niñas o los 12 años en niños: en sus inicios se caracteriza por un
pequeño aumento en la velocidad de crecimiento, seguido de una etapa durante la cual el ritmo de
crecimiento es lento.
Pubertad
A partir del estadio anterior, evento de pequeña duración (días o varias semanas): se reactiva el
mecanismo del sistema nervioso central para el desarrollo sexual, lo que determina un aumento
considerable en la secreción de hormonas sexuales.
Adolescencia
Desde la aparición de la pubertad hasta cinco u ocho años posteriores: brote de crecimiento en la
mayor parte de las dimensiones corporales; el brote de la dentición permanente finaliza; desarrollo
de las características sexuales secundarias.
Adultez
Desde los 20 años de edad hasta el final de la etapa reproductiva. Estabilidad fisiológica, reproducción
biológica. Su término se inicia con los cambios disfuncionales que reducen la probabilidad de
reproducción y el incremento en la susceptibilidad a morir.
Senescencia
Desde el final de la etapa anterior hasta la muerte: las funciones de muchos de los tejidos y sistemas
corporales declinan; se pierde la homeostasis.
(Modificado de Bogin 1999: 55, Proporcionado por Ramos Rodríguez, comunicación personal)
41
Antropología Física
Etapas de crecimiento en la estatura,
con distinción de sexos (según
Stratz).
Fuente: Juan Comas, Manual de Antropología
Física (1966).
En promedio la etapa reproductiva
(adultez) ocupa la mitad o algo más
del curso vital.
Fuente: Blog Etapas del desarrollo humano (2009).
Figura 4. Crecimiento cefalocaudal.
Éste expresa que la extremidad
cefálica, es decir, la cabeza se
acerca primero a su tamaño final,
después el tronco y finalmente las
extremidades (Faulhaber, 1989).
Como se mostró en el cuadro anterior, dentro del proceso ontogénico se
distinguen tres grandes etapas: formativa, reproductiva y regresiva, cada una de
ellas tiene características propias:
a) La etapa formativa de la vida, se inicia en la concepción y acaba alrededor
de los 18 a 20 años postnatales, según se trate de mujeres u hombres,
respectivamente. Esta etapa se caracteriza porque los cambios fisiológicos son
muy rápidos.
b) A partir de los 18 a 20 años se inicia la segunda etapa, reproductiva
(adultez), la cual se caracteriza por ser un lapso de vida en el que ocurre la
reproducción biológica (con excepción en la mujer, pues al atravesar por el
período de la menopausia, la reproducción biológica finaliza).
c) La tercera etapa de la vida es denominada como regresiva (senescencia),
en ella se presenta una disminución gradual en la actividad funcional, todo lo cual
reduce la probabilidad de reproducción e incrementa la susceptibilidad a la
muerte.
Dado que la vida es un proceso continuo, más no lineal, en la actualidad, a
través de múltiples investigaciones, se ha corroborado que los cambios favorables
o negativos para el organismo humano en cualquier aspecto de su ontogenia
tendrán resonancia a lo largo de los lapsos mencionados anteriormente,
modificando su crecimiento y su desarrollo (especialmente cuando existen
restricciones en las condiciones de vida que cada sujeto vive en su ontogenia); por
eso es importante tomar en cuenta este curso vital porque constituye el tiempo y el
espacio del devenir de la ontogenia humana.
Un poco más acerca de la etapa formativa de la vida
Durante la etapa formativa de la vida que, recordemos, abarca, en promedio
desde la concepción a los 18 años en las mujeres y hasta los 20 años en los
hombres, los fenómenos de crecimiento y desarrollo físico son muy intensos: esto
es más observable y notorio en el crecimiento cefalocaudal (Figura 4); sin
embargo, ambos fenómenos no se presentan con la misma velocidad ni con la
misma magnitud a lo largo de la etapa formativa, de tal manera que sus
incrementos se traducen en dos brotes de crecimiento.
El primer brote de crecimiento ocurre desde la concepción hasta alrededor de
los seis años de edad; se inicia con incrementos muy acentuados en el tamaño de
todos los tejidos desde la fecundación hasta el nacimiento.
A partir de los seis y/o siete años de edad inicia el segundo brote de
crecimiento, el cual se caracteriza por una paulatina aceleración que conducirá a
incrementos en la velocidad cada vez mayores (nunca proporcionalmente tan
grandes como los alcanzados durante el primer brote) hasta llegar a un punto
máximo, fenómeno que se conoce como brote puberal de crecimiento (Tanner,
1978), lapso en el que nuevamente, los requerimientos nutricios aumentan.
Respecto a la etapa adulta y la senescencia...
La edad adulta se caracteriza por la estabilidad funcional del organismo, lo que
convierte al cuerpo del adulto en la clásica estructura que se toma como referente
para la mayoría de los textos de fisiología humana y animal.
Cabe mencionar que la mayoría de las contribuciones de los estudios sobre la
ontogenia en población mayor de 20 años, se han abocado principalmente a la
elaboración de normas estandarizadas para características físicas como la
estatura, el peso y la grasa corporal (Frisancho 1990); o aspectos de orden más
epidemiológico, como la presencia de obesidad, síndrome metabólico,
42
Unidad III
alteraciones morfológicas, fisiológicas y funcionales, entre otras, asociadas con la
edad; sin embargo, poca atención se ha prestado al estudio del crecimiento y
desarrollo a lo largo del curso vital desde una perspectiva evolutiva (Bogin, 1999).
En las últimas décadas del siglo pasado los trabajos relacionados con los
procesos de envejecimiento y la senescencia han aumentado dramáticamente,
seguramente debido al incremento de personas de más de 60 años en el mundo,
con cada vez más probabilidades de sobrevivencia, y de las cuales se requiere
más conocimientos sobre las modificaciones que sufren durante su ontogenia en
esta etapa de la vida. Esto es así, ya que se busca que este proceso ocurra en
condiciones saludables, por lo que se necesita información para adaptar los
programas de gerontología, geriatría y políticas públicas, dado el interés que
representa para la planeación económica de un país.
Actividad 1
Observa el cuadro de los lapsos en la ontogenia humana y responde en tu
cuaderno en un máximo de tres renglones por pregunta. ¿Cuál es la diferencia
entre pubertad y adolescencia?, ¿cuáles son las dos características principales de
la etapa reproductiva (adultez)? A partir de éstas ¿cuál es la diferencia entre
hombres y mujeres?
Lectura 2. Aproximación a la metodología en el estudio del
crecimiento y desarrollo físico
Nuvia Montserrat Maestro Martínez y Felipe Manuel Ramos Gómez.
Como ya se mencionó en la lectura anterior, el crecimiento y desarrollo físico son
fundamentales en la ontogenia. Ambos fenómenos, principalmente estudiados en
la etapa formativa, nos aportan información y se estudian de manera distinta. Por
un lado, en el crecimiento físico se investigan las dimensiones corporales
tomando distintas variables somatométricas como: estatura, peso, perímetro
cefálico, alturas de los segmentos corporales, entre otras. Además, estas
variables están íntimamente relacionadas con los brotes de crecimiento, como la
anchura de los hombros y la anchura de las caderas.
Uno de los métodos usados con mayor frecuencia ha sido ubicar el estatus de
crecimiento de la estatura de un individuo o de las estaturas de los individuos que
componen una población en relación a un referente o a un estándar de crecimiento
físico. En ambos casos se describe el patrón de crecimiento físico en la etapa
formativa, del nacimiento hasta los 20 años.
Hay dos tipos de estudios de crecimiento físico: longitudinal y transversal. El
primero describe el crecimiento en una población a lo largo del tiempo, en el cual
se incluyen mediciones de los mismos individuos durante su etapa formativa
(Figura 5). En cambio, los estudios transversales suelen ser una “fotografía” de un
momento del crecimiento en una población, pues se trata de observar cuánto han
crecido en un momento dado de su ontogenia.
Muchos países han mostrado su interés por conocer cómo crece su población y han
elaborado estudios longitudinales para crear un referente adecuado a las
características genéticas, étnicas y culturales de su población. En el caso de México
existen dos referentes, el primero elaborado por la antropóloga física Johana
Faulhaber y el segundo por el Doctor Rafael Ramos Galván. No obstante, en la
actualidad se suelen usar los estándares propuestos por la Organización Mundial
de la Salud (OMS), por el Centro Nacional de Estadísticas en Salud (NCHS) de los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de E.U.A., pues
estos últimos incluyen población méxico-americana, y, en ocasiones,
43
En el perímetro cefálico, además del
crecimiento, también se puede
observar el desarrollo del infante: su
importancia radica en que es un
indicador de desarrollo del tejido neural
(cerebro y cráneo simultáneamente);
en este sentido, la cabeza es la parte
del cuerpo que crece
más
rápidamente después del nacimiento,
pues a los seis años de edad
alcanza el 90% del tamaño que tendrá
en edad adulta (Faulhaber, 1989).
Para apreciar la normalidad del
crecimiento de cualquier niño, hay
que compararlo con los demás que
constituyen su grupo y con esta
finalidad, se han establecido
diferentes normas o patrones de
referencia para poblaciones
distintas (Faulhaber, 1989:9).
Referente: patrón de crecimiento
físico en una población.
Estándar: patrón de crecimiento
físico enfocado a establecer la
norma de cómo debe ser el
crecimiento en una población con las
condiciones de bienestar idóneas.
Figura 5. Para entender mejor de
qué trata un estudio longitudinal
imagina que se midió la estatura de
Juan Pérez desde su nacimiento
hasta los 20 años.
Este tipo de estudio consiste en la
medición periódica de un mismo
niño a edades distintas. Por lo que es
importante que el lapso sea el mismo
entre cada medición, por ejemplo, la
fecha de cumpleaños de Juan
Pérez.
Antropología Física
Edad cronológica: se define como
el tiempo transcurrido desde el
nacimiento hasta el momento de la
observación (edad en meses o en
años, depende de una definición
externa).
Edad biológica: edad en la cual el
sujeto, en el momento de la
observación, se encuentra en un
determinado estadio o fase de
desarrollo (puede no coincidir con la
edad cronológica).
Figura 7. Método TW2
Figura 8. El perímetro cefálico debe
medirse considerando dos puntos
craneométricos: glabela (situada en
la parte frontal entre las dos crestas
superciliares) y opistocráneo (punto
más prominente de la región
posterior del cráneo), para su
medición se utiliza una cinta métrica
flexible.
Fuente: © 2011 Regents of the University of
Minnesota
A través del Índice de la Masa
Corporal se estima si la relación que
guarda la estatura con el peso del
sujeto medido se encuentra en los
límites de la normalidad, si los
supera o si se sitúa por debajo de
estos valores.
cuando así lo requieren los objetivos del estudio, se emplean los referentes
elaborados por el antropólogo Roberto Frisancho (Figura 6).
Figura 6. Tabla de estatura (en cm) para edad, para hombres y mujeres de 16 a 60
años, de acuerdo con los referentes de Frisancho (1990).
M e d ia
Edad (en años)
H o m b re s
Mujeres
16.0 – 16.9
174.5
162.2
17.0 – 17.9
175.5
162.7
18.0 - 24.9
176.6
163.0
25.0 - 29.9
176.7
162.9
30.0 - 34.9
176.2
162.9
35.0 - 39.9
176.1
162.8
40.0 - 44.9
175.9
162.6
45.0 - 49.9
175.2
162.0
50.0 - 54.9
174.6
161.2
55.0 - 59.9
173.9
160.3
En el caso del desarrollo físico, se han estudiado los distintos estadios en
los que se encuentra un infante o un adolescente en relación con su desarrollo
alcanzado, que se expresa de manera más clara en la edad biológica y no así en la
edad cronológica. La maduración esquelética es un buen ejemplo de ello. La idea
de maduración ósea se basa en que el crecimiento de los huesos en todos los
seres humanos comienza con tejido cartilaginoso que se va transformando en
tejido óseo; sin embargo, el momento en el cual sucede este cambio es distinto
entre individuos y poblaciones, por eso, se pueden establecer estadios que se van
alcanzando hasta la total osificación de nuestros huesos. Existen varios métodos
para reconocer esta maduración: FELS y el método establecido por Tanner y
Whitehouse también conocido como TW2 o TW3 (Figura 7).
A diferencia de los estudios de desarrollo, en el crecimiento sí importa la
edad cronológica, pues existen varios indicadores de crecimiento correlacionados
con la edad como: estatura para la edad, peso para la edad, perímetro cefálico
para la edad (Figura 8) e Índice de Masa Corporal (IMC) para la edad. Todos estos
indicadores tienen la función de ubicar cuánto ha crecido un individuo para la edad
en años o meses que posee. Su importancia radica en comparar poblaciones y
reconocer los casos con retraso en su crecimiento y en su peso; o bien, como se
muestra en el IMC, observar la relación que guarda la estatura con el peso a cierta
edad. En este sentido, los estudios de crecimiento se vuelven relevantes para la
salud de las poblaciones, ya que la estatura de un individuo refleja las condiciones
de vida en las que ha transcurrido su ontogenia, permitiéndole expresar de
manera acumulativa una parte del bienestar o la marginación, la pobreza y la mala
salud en su crecimiento (Figura 9). A partir del siglo XXI los estudios de crecimiento
físico se han complementado con aspectos nutricionales y de actividad física para
conocer de mejor manera los fenómenos involucrados en la ontogenia.
44
Unidad III
Figura 9. Menor que presenta
desnutrición severa.
Actividad 2
Observa la Figura 6 en la lectura y de acuerdo con tu edad y sexo compara tu
propia estatura según los referentes de Frisancho. ¿Cuántos centímetros se
encuentra tu estatura por arriba o por debajo de la media? o ¿tu estatura está justo
en la media?
Posteriormente pregunta o, si te es posible (para mayor precisión), mide la
estatura de otras 10 personas (5 hombres y 5 mujeres, o si te es más fácil 10
sujetos de un sexo) que se encuentren en un mismo intervalo de edad (escoge el
que más te convenga) y realiza el ejercicio anterior: compara, describe y analiza
(en tu cuaderno) la estatura de los sujetos que integraron tu estudio. ¿Te habías
percatado de la variabilidad que existe tan sólo en la estatura de un mismo grupo
humano?
Actividad 3
Ubica con una pequeña cruz (X) los datos somatométricos de la tabla siguiente de
estatura, en la gráfica de crecimiento de estatura para edad que se encuentra en la
gráfica de la página 42, esta información se obtuvo de un estudio de caso de una
menor (mujer) residente de una comunidad indígena de la zona centro del país.
Los datos que corresponden al nacimiento (birth) y a los tres meses de edad ya
están señalados en la gráfica con una cruz (X), tómalos como ejemplo para
continuar ubicando las medidas del caso de ésta menor.
Edad (en meses)
Estatura (cm)
0
45
3
54
6
59
12
66
18
80
24
83
30
88
36
92
Para realizar e interpretar correctamente la siguiente parte de esta actividad
debes tener en cuenta lo siguiente:
La parte central de la gráfica (señalada entre 25th y 75th en el extremo derecho)
representan el rango de normalidad de la estatura que un niño recorre durante
sus primeros 36 meses de vida. La zona ubicada por arriba del rango anterior
(75th, 90th y 95th) muestran los valores que se ubican por encima de la
normalidad, en este sentido representan el crecimiento de un niño con alta
estatura. En cambio, la zona que está por debajo (25th, 10th y 5th) representa la
trayectoria de los niños que poseen baja estatura.
45
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Folleto
de fotografías (2008).
Antropología Física
Después de haber ubicado las medidas que se te indicaron en el cuadro, observa y
contesta en tu cuaderno (en máximo cinco renglones) lo siguiente: ¿A qué tipo de
estudio pertenecen los datos de la menor medida en la investigación, a un estudio
longitudinal o transversal?, ¿cuál ha sido la trayectoria de crecimiento en estatura
de nuestro estudio de caso?, ¿Alta, Normal o por Debajo del promedio?, ¿a qué
crees que se deba que este caso se encuentre en esa trayectoria?
Actividad 4
A partir del ejercicio anterior reflexiona ¿Qué poblaciones crees que se
encuentran por debajo de los valores normales en la estatura? y ¿a qué crees que
se deban las diferencias entre el crecimiento de las distintas poblaciones
humanas?
46
Unidad IV
Repaso
A continuación te damos una serie de preguntas con el objetivo de que repases las
lecturas que se mostraron a lo largo de la unidad. Lee las preguntas con atención y
contesta en tu cuaderno.
1. ¿Qué es ontogenia?
2. ¿Por qué es necesario, para los antropólogos físicos, estudiar el crecimiento
y el desarrollo físico?
3. ¿Qué aplicaciones tienen los estudios de ontogenia en las poblaciones
contemporáneas?
4. ¿Por qué se aplica la técnica antropométrica en las investigaciones de
crecimiento y desarrollo físico?
UNIDAD IV. Somatología: tipos y formas de los
cuerpos y su relación con el entorno
El estudio del cuerpo humano ha sido una preocupación del hombre desde hace
muchos años, Hipócrates (460-435 a.C.), médico griego, estableció una
clasificación de la figura humana con el objetivo de observar la influencia del
ambiente sobre las características físicas del hombre, poniendo énfasis en las
diferencias que existen entre las personas que habitan en climas diferentes. Es
así, como comenzaban algunos planteamientos para relacionar la diversidad y la
variabilidad humana con los factores ambientales.
La somatología es una rama de estudio de la antropología física que se
encarga de investigar el cuerpo humano y las relaciones que éste establece con el
ambiente y la cultura. Para ello, los estudios interdisciplinarios son fundamentales.
Hay diferentes aplicaciones en casos concretos. Por ejemplo, entre las
aplicaciones prácticas de la somatología está la ergonomía, que mide el cuerpo en
su dimensión y capacidades tanto estáticas como dinámicas con el propósito de
diseñar espacios de trabajo, herramientas, equipo de seguridad y de protección
personal, para determinados tipos de trabajo. Para hacer tales propuestas se
consideran diversos aspectos como: edad, sexo, capacidad y límites físicos del
cuerpo.
En esta unidad te presentamos una definición de somatología, así como
un breve pasaje por los estudios somatológicos realizados en la década de los
cuarenta por la antropóloga Johana Faulhaber en población indígena mexicana.
Posteriormente, te mostraremos en qué consiste la técnica antropométrica y una
de sus posibles aplicaciones en el trabajo de campo de los antropólogos físicos.
También se esbozan algunos de los principales elementos teóricos para
comprender la relación entre la adaptación, la cultura y el cuerpo. Por último,
echaremos un vistazo a los diversos cambios que han tenido los estudios en
antropología física en México, resaltando las nuevas temáticas y sus metodologías empleadas.
Temario
1. Somatología
2. Estudios somatológicos realizados por Johana Faulhaber
3. La antropometría y su aplicación en el trabajo de campo
4. Estimación de la condición nutricia
5. Índice de la Masa Corporal (IMC)
6. Cuerpo
7. Cultura
8. Adaptación
47
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera la
somatología nos acerca y
nos proporciona los
conocimientos para
entender la diversidad de
las partes sólidas del cuerpo
humano?
¿Crees que la variabilidad
biológica se haga presente
en el momento de
relacionarte con otras
personas?
¿Por qué es importante que
los procedimientos
empleados para estimar la
condición nutricia en la
población sean específicos,
detallados y correctos?
Ergonomía: Es una ciencia aplicada
que se encarga del diseño de
artículos de uso cotidiano y
especializado, con la finalidad de
salvaguardar la seguridad, salud y
bienestar de los individuos, de tal
manera que las condiciones para
realizar las actividades habituales y
laborales sean desarrolladas de
manera óptima. Para tal efecto se
consideran factores provenientes
de otras disciplinas como la fisiología,
la antropometría, la biomecánica, la
anatomía, la psicología, la ingeniería
industrial, el diseño, así como de la
terapia ocupacional. La no aplicación
de los principios ergonómicos
desencadenan una serie de efectos
negativos que se ven manifiestos
tanto en lesiones como en deterioros
de la productividad (Flores, J.1999).
Antropología Física
Figura 1. De acuerdo con la
clasificación de los tipos somáticos,
la diferencia entre los tipos de
cuerpo, es su capacidad para
acumular grasa y sintetizar músculo
y, generalmente, se dividen en tres:
mesomorfo (más musculoso),
endomorfo (tendencia a engordar) y
ectomorfo (más delgado).
Figura 2. Forma de cabeza
braquicefálica (cabezas anchas).
Fuente: Paulette Marquer, Las razas humanas
(1969).
Ejemplos de características morfoscópicas son la forma de la línea de
inserción del cabello, tipo de calvicie,
distribución de la pilosidad facial,
forma del dorso de la nariz, valoración del grado de expresividad de
las arrugas y líneas de la cara, forma
del cabello, color del cabello, color
de los ojos y el color de la piel. Una
característica morfométrica sería la
altura facial, que se mide de Triquion
(T) a Gnation (GN).
Lectura 1. Acercamiento a la somatología
Nuvia Montserrat Maestro Martínez.
La somatología puede definirse como el estudio de los seres vivos o el tratado de
las partes sólidas del cuerpo humano; ésta comprende el examen de los
caracteres descriptivos (somatoscopia) y de los caracteres métricos
(somatometría).
Entre los trabajos somatológicos realizados en la población mexicana,
destacan los dirigidos por Johana Faulhaber, éstos se caracterizan por un arduo
trabajo de campo, en el cual la condición geográfica era una limitante, pues para la
década de los años cuarenta las vías de comunicación en el país eran escasas,
además de que algunos grupos indígenas rechazaban la presencia de personas
ajenas a su comunidad.
Desde los inicios de su carrera profesional, Faulhaber mostró gran interés
por estudiar las poblaciones indígenas de México, prueba de ello es que en el año
1940 realizó una expedición en la sierra Chinanteca de Oaxaca, de la cual obtuvo
datos antropométricos de la población indígena de este lugar. Posteriormente,
Johana Faulhaber estudió el grupo indígena triques del mismo estado, pero ahora
bajo la asesoría del Doctor Juan Comas. Ya en 1943, desarrolló su tesis de
licenciatura titulada “Algunos aspectos antropológicos de la población de
Tepoztlán, Morelos”, incluyendo a 110 mujeres adultas, en esta investigación tenía
como objetivo determinar el tipo somático (Figura 1) de la población nahua del
Estado de Morelos, además de adquirir conocimiento de los somatotipos que
presentaban los grupos indígenas de México por medio de estudios parciales.
De este estudio, obtuvo información valiosa, entre la que podemos
destacar que el 70% de las mujeres presentaron braquicefalia (Figura 2), el 99%
hipsicefalia (cabezas altas, vistas lateralmente); además, encontró que la estatura
era baja con un valor promedio de 148.77 cm.
Las investigaciones referidas anteriormente forman parte del gran legado
que dejó Johana Faulhaber en los estudios antropofísicos relacionados con la
somatología de los grupos indígenas de México. Paulatinamente, los estudios
somatológicos han tomado nuevos enfoques, metodologías y tipos de análisis,
especialmente en las últimas décadas, un ejemplo de ello es el proyecto “La cara
del mexicano” desarrollado entre 1993 y 1996, el cual tuvo como objetivo, a través
de fotografías, crear un sistema computarizado para la elaboración de “retratos
hablados”, basados en las características de la morfología facial de la población
mexicana.
Actividad 1
Contesta en tu cuaderno (máximo ocho renglones) ¿Por qué crees que la
somatología es un área importante en el estudio de la antropología física?
Actividad 2
En un máximo de 10 renglones redacta en tu cuaderno lo siguiente: ¿Qué tipo de
problemas de la vida cotidiana pueden ayudar a resolverse con la ergonomía?
48
Unidad IV
Lectura 2. La antropometría: herramienta metodológica y su
aplicación en los estudios antropofísicos
Nuvia Montserrat Maestro Martínez.
Como bien apunta Juan Comas (importante figura de la antropología física), al
abordar la somatología es necesario hacer una pausa, detenernos y explicar ¿qué
es la antropometría? Este autor la define como la “técnica sistematizada de medir
y realizar observaciones en el cuerpo humano, en el esqueleto, cráneo y demás
órganos, utilizando métodos adecuados y científicos […] La antropometría no es,
pues, una ciencia, sino una simple técnica; no debe ser considerada como una
finalidad, sino como un medio […]” (Comas 1966:260). En este sentido, Lasker
(1994) define a la técnica antropométrica como aquella que “permite la evaluación
y comparación de los aspectos morfológicos a través de la medición, cuando se
lleva a cabo en el ser humano, dándonos a conocer las medidas del cuerpo en su
totalidad en forma directa, así como por segmentos”.
Diversas investigaciones señalan las ventajas que tiene el empleo de la
antropometría, de éstas se destacan las siguientes: a) puede identificar y
representar un fenómeno, b) se expresan en forma numérica, c) sus principales
limitaciones son conocidas, d) el registro de esos parámetros es relativamente
simple, objetivo y no implica grandes inversiones en equipo, e) se pueden repetir
cuantas veces se considere necesario ya que no es invasivo (García-Avendaño y
M. Pérez, 2002:22).
El término antropometría lo empleó por primera vez Elsholtz en la
Universidad de Padua en el siglo XVII. Un siglo más tarde, Georges Cuvier en el
siglo XVIII retoma el concepto. En el caso de los antropólogos, en un comienzo,
fue utilizado, en los estudios sobre la evolución del hombre, más tarde se aplicó en
trabajos sobre ecología humana y adaptabilidad del hombre al ambiente. A finales
del siglo XIX Franz Boaz, lo utiliza en los estudios de crecimiento físico. A partir de
ese momento, la antropometría tuvo auge en los diversos terrenos de salud,
militar, industrial, laboral y deportivo (Figura 3).
Figura 3. La antropometría: usos y aplicaciones (tomado de García-Avendaño y
M. Pérez, 2002:34)
49
Por medio de la antropometría se
explora la variabilidad, principio
fundamental de la biología humana.
Esas variaciones biológicas han sido
abordadas por distintas especialidades
científicas, en las cuales se hace
énfasis en las diferencias que se
reflejan en la forma y la función
corporal entre grupos étnicos, sexo,
edad, ciclo de vida del individuo, así
como a las desigualdades intra e inter
poblacionales (García Avendaño y M.
Pérez, 2002).
La aplicación de la antropometría se
puede observar en muchas
situaciones de la vida laboral, por
ejemplo, si el puesto de trabajo está
diseñado adecuadamente, el
trabajador podrá mantener una
postura corporal correcta y cómoda,
lo cual es importante porque una
postura laboral incómoda puede
ocasionar múltiples problemas como
lesiones en la espalda, problemas
de circulación en las extremidades,
etc.
Fuente: Organización Internacional del Trabajo, La
salud y la seguridad en el trabajo (OIT, 2011).
Antropología Física
Dermatoglifo: son los dibujos
curvilíneos, que se observan en las
palmas de manos y pies. El interés
de éstos radica en que la
configuración de las crestas
epidérmicas, terminada durante la
etapa embrionaria, permanece
durante el resto de la vida,
permitiendo la identificación de los
individuos, ya que son únicos e
irrepetibles.
Muestra: conjunto de individuos o
poblaciones que forman una
población observable para un
determinado estudio.
Figura 4. El antropómetro tipo Martin
está conformado por cuatro
segmentos que se ensamblan para
medir la estatura.
Fuente: DKSH, AnthropologicalInstruments,
www. dksh.ch
Figura 5. El plano horizontal de
Frankfort se obtiene cuando la línea
que pasa por el orbital (cuenca
inferior del ojo) y el punto más alto
del conducto auditivo externo
(tragion) es paralela al suelo y forma
un ángulo recto con el eje del cuerpo.
Esta posición corresponde casi
exactamente con el eje visual
cuando se mira directamente hacia
delante.
Fuente: Esparza Ros, Francisco, Manual de Cineantropometría (1993).
De este modo, la técnica antropométrica forma parte característica en los
trabajos somatológicos, pues a través de su aplicación se obtienen los datos
somatométricos que nos informan acerca de nuestro fenómeno de estudio. Sin
embargo, es importante señalar que existen otras técnicas que se utilizan en la
somatología para ver rasgos somatológicos, como: la coloración de la piel,
cabello, sistema piloso, forma y color de los ojos, forma de la nariz, labios, orejas,
cara, dermatoglifos, entre otros.
La antropometría no se aprende exclusivamente en los libros, su aplicación
en el trabajo de campo enfocada a problemas concretos de investigación: el
caso de la obesidad en México
Aunque médicos, nutriólogos y especialistas en ergonomía y en ciencias del
deporte han utilizado la técnica antropométrica, los antropólogos físicos la llevan
consigo a sus distintas áreas de trabajo; ejemplo de ello es cuando se emplea en
los estudios osteológicos, en la evaluación de los impactos del ejercicio y la
actividad física en el organismo; en la ontogenia, la cual integra, a su vez, la
composición corporal, crecimiento físico, proporcionalidad corporal,
envejecimiento, estimación de la condición nutricia, por mencionar algunos.
Hablemos de nuestro caso. Usualmente el antropólogo físico puede
utilizar la técnica antropométrica de muchas formas, te explicaremos de manera
general y a modo de ejemplo una de sus aplicaciones: la estimación de la
condición nutricia en población adulta. En la actualidad existen métodos bastante
exactos para evaluar la grasa corporal; sin embargo, estas técnicas por lo general
son caras y poco accesibles.
Para conocer la condición nutricia, el antropólogo debe tener
seleccionada su muestra o grupo de estudio y, en su caso, tener el equipo de
medición preparado en el trabajo de campo. Los materiales en la estimación de la
condición nutricia frecuentemente se conforman por una báscula y un
antropómetro tipo Martin (Figura 4) los cuales deben estar debidamente
calibrados.
Te presentamos los pasos a seguir en la recolección de datos
somatométricos. A continuación se muestran de manera breve los procedimientos
y pasos a seguir durante la obtención de datos en peso y estatura:
Ÿ Para la toma de peso, se pide a la persona que se posicione sobre la
báscula con la menor ropa posible para evitar sesgos en la medida; ésta se
registra en kilogramos y hectogramos (100 gramos).
Ÿ En el registro de la estatura, deben tomarse en cuenta más “detalles” pues
esta medida requiere precisión para su correcta obtención. El primero de
ellos es que la persona medida debe estar descalza, otro es que la postura
que debe guardar es la de “firmes” (con las piernas y el torso estirados)
evitando que se suban los hombros o la cabeza, a su vez, la persona debe
estar mirando al frente y en plano de Frankfort (Figura 5). Los talones deben
estar unidos y las puntas de los pies en un ángulo de 45º. Ya que se está en
la postura correcta, se coloca el antropómetro detrás de la persona, se toma
el cursor y se desliza hasta que se apoye en la parte más alta de la cabeza
de la persona medida. Se recomienda que en la obtención de estatura estén
presentes dos personas para verificar que la persona medida no pierda la
postura señalada por el antropólogo, así mientras uno mide, otro anota y
observa a la persona medida.
50
Unidad IV
Uno de los procedimientos para estimar el estado nutricio se enmarca en
la denominada antropometría nutricional, que se define como la medición de la
variación de las dimensiones físicas y la composición del cuerpo en diferentes
edades y grados de nutrición. Las medidas se interpretan empleando índices
antropométricos, los cuales son combinaciones de mediciones y resultan de suma
importancia para su interpretación: es evidente que un valor del peso corporal por
sí solo no tiene significado a menos que esté relacionado con la edad o la estatura
del propio individuo (OMS, 1995).
Posteriormente, con los datos somatométricos recabados se estima la
condición nutricia de cada sujeto. Para valorar el peso del adulto en relación con
su estatura el indicador antropométrico más utilizado es el Índice de la Masa
Corporal (IMC) o índice de Quetelet, que se obtiene al dividir el peso (en kilogramos) entre la estatura (en metros) elevada al cuadrado:
peso (kg)
IMC=
No todo es tarea fácil…
Las condiciones en las que mide un
antropólogo y un médico son muy
distintas, pues en el sector salud la
obtención de medidas se realiza en
un contexto clínico (en un
consultorio) lo que lo hace más
accesible pues el paciente responde
a las instrucciones indicadas por el
“doctor”. En cambio, el antropólogo
que trabaja en campo, es decir, en
alguna comunidad indígena, debe
trabajar y obtener sus datos ya sea
en la escuela de la comunidad, en
las casas o en lugares de trabajo de
las personas medidas, por lo que el
instrumental debe ser trasladado
de un lugar otro, lo que puede
ocasionar que el equipo de medición
se dañe.
estatura² (m)
Para el caso de los adultos, se han propuesto diversas clasificaciones del
Índice de la Masa Corporal (IMC), las cuales se basan principalmente en la
asociación entre el IMC y la mortalidad (OMS, 1995), delimitando la “normalidad”,
los “pesos bajos” que han sido relacionados con mala nutrición por defecto y los
“pesos altos”, los cuales se vinculan, generalmente, con malnutrición por exceso
(Berdasco, 2002).
A través de este índice se determina si la persona medida se encuentra en
los límites de la normalidad, sí los supera o sí se sitúa por debajo de estos valores.
A continuación te mostramos una de las clasificaciones, ésta la utiliza la
Organización Mundial de la Salud:
Figura 6. Clasificación de Índice de la Masa Corporal (IMC)
Índice de la Masa Corporal (IMC)
Clasificación
<16
Delgadez grado 3
16.0 – 16.99
Delgadez grado 2
17.0 – 18.49
Delgadez grado 1
18.5 – 24.99
Valores normales
25.0 – 29.99
Sobrepeso grado 1
30.0 – 39.99
Sobrepeso grado 2
≥ 40.00
Sobrepeso grado 3
El Índice de la Masa Corporal
(IMC) fue propuesto por Adolphe
Quételet en 1836; en la actualidad
este índice es el más empleado en el
sector salud.
Mortalidad: se refiere al estudio que
se basa en la observación de las
muertes que ocurren en una
población durante un determinado
tiempo.
Figura 7. La antropometría es un
procedimiento de fácil aplicación,
económico y no invasivo, además ha
sido utilizada ampliamente como
indicador para estimar el estado
nutricional tanto desde un punto de
vista clínico como epidemiológico.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS, 1995).
Entonces, la aplicación de la técnica antropométrica (Figura 7) es de vital
importancia ya que a través de ésta: primero, se obtuvieron los datos
somatométricos (para este ejemplo, las medidas de la estatura y el peso); segundo,
éstas medidas nos permitieron emplear la fórmula para obtener el Índice de la Masa
Corporal y; por último, ubicar a la persona medida en la clasificación
correspondiente con base a su IMC. Es así como llegamos, en este caso, a tener
conocimiento de la condición nutricia de los sujetos que integraron nuestro estudio.
Pero el análisis del antropólogo físico no queda aquí; nuestra tarea es tratar de
51
Fuente: Empleo de la técnica somatométrica en
el trabajo de campo para estudiar la condición
nutricia en los adultos nahuas de Cuentepec,
Morelos. Foto: Liliana Monares (2009), (Proyecto
PAPIIT IN 404508).
Antropología Física
Las Enfermedades Crónicas No
Transmisibles (ECNT) y sus
trastornos en conjunto, la hipertensión
arterial, la diabetes mellitus tipo 2, las
enfermedades coronarias, los
accidentes cerebrovasculares, la
obesidad y algunos tipos de cáncer,
son las principales causas de muerte,
morbilidad, discapacidad y deterioro
de la calidad de vida (Peña y Bacallao,
2001).
Flash informativo…
Los principales factores que inciden
en el aumento de la obesidad son los
bajos patrones de actividad física y
la ingesta energética elevada,
generalmente las dietas con un alto
contenido energético.
explicar el porqué de la condición nutricia y cuáles fueron los posibles impactos
ambientales, sociales, económicos, alimentarios (entre otros) que “llevaron” a
nuestra población de estudio a presentar una determinada condición nutricia.
Asimismo, conocer y adquirir información sobre la condición nutricia es de
total relevancia ya que en las últimas décadas la prevalencia de sobrepeso y
obesidad en la población mexicana adulta ha aumentado alarmantemente,
prueba de ello es que, según informes emitidos por la Encuesta Nacional de Salud
y Nutrición efectuada en el 2006, la prevalencia de la suma de sobrepeso y
obesidad, en mujeres, aumentó de 34.5% en 1988 a 61% en 1999 y a 69.3% en
2006; para el caso de los hombres, la prevalencia de sobrepeso y obesidad
incrementó de 59.7% en el año 2000 a 66.7% en el 2006.
Aunado a estas cifras, datos recientes indican que, hoy en día, México
ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial de obesidad, después de Estados
Unidos de América, representando un problema de salud pública, debido a su
asociación con el aumento de morbilidad y a la disminución en la esperanza de
vida (Kaufer-Horwitz et al. 2008), así como a su vinculación con otras
Enfermedades Crónicas No Trasmisibles (ECNT).
Actividad 3
A partir de los siguientes datos somatométricos de estatura y peso, calcula el
Índice de la Masa Corporal de cada caso y anótalos en tu libreta, la información
somatométrica se obtuvo de un estudio realizado en el año 2010 en población
adulta (entre 25 y 40 años de edad) del Distrito Federal, a los cuales también se les
preguntó su ocupación y resultó que la mayor parte de los hombres se dedicaban a
diferentes oficios y las mujeres desempeñaban mayoritariamente labores de
oficina.
Estatura
(m)
1.65
1.73
1.68
1.67
1.60
1.59
1.72
1.60
1.60
1.61
La NORMA Oficial Mexicana (NOM008-SSA3-2010), para el tratamiento
integral del sobrepeso y la obesidad
informa… estudios recientes
demuestran que la incidencia y
prevalencia del sobrepeso y la
obesidad han aumentado de manera
progresiva durante los últimos seis
decenios y de modo alarmante en los
últimos 20 años, hasta alcanzar cifras
de 10 a 20% en la infancia, 30 a 40%
en la adolescencia y 60 a 70% en los
adultos.
Hombres
Peso
Actividad
(kg)
78.550
79.550
64.550
64.450
68.050
58.550
56.550
50.550
88.550
85.550
Estatura
(m)
Labores de oficina
Cajero
Chofer
Electricista
Artesano
Labores de oficina
Entrenador físico
Conserje
Burócrata
Chofer
1.47
1.48
1.57
1.54
1.49
1.53
1.49
1.43
1.44
1.60
Mujeres
Peso
Actividad
(kg)
56.550 Vigilante
48.550 Ama de casa
72.050 Labores de oficina
77.050 Labores de oficina
52.550 Labores de oficina
57.550 Ama de casa
59.550 Docente
65.550 Labores de oficina
78.550 Labores de oficina
92.550 Comerciante
Actividad 4
Posteriormente, compara, describe y analiza el IMC que obtuviste y responde en
tu cuaderno, en un máximo de cuatro renglones por pregunta, lo siguiente:
¿Cuáles son las diferencias encontradas entre hombres y mujeres?, ¿quiénes
presentaron las clasificaciones más altas de sobrepeso y obesidad?, ¿crees que
las labores que desempeñan cada uno de los sexos influyen en la condición
nutricia que presentan? Reflexiona: el Distrito Federal es un entorno urbano con
características distintas a un entorno rural, ¿cuál es la influencia de vivir en un
entorno urbano sobre la condición nutricia de la población?
52
Unidad IV
Lectura 3. Cuerpo, cultura y adaptación
Natalia Bernal Felipe.
Los distintos grupos humanos disponen de una amplia gama de formas de
adaptación las cuales han adquirido mediante distintos procesos de evolución que
han hecho posible la existencia de la variabilidad en los múltiples patrones de
funcionamiento y conducta ante los cambios que ocurren en el ambiente. Es decir,
la adaptación se refiere a cualquier característica del organismo que contribuye a
la sobrevivencia y la reproducción de la especie. Es así como la antropología física
mediante el estudio de las características genéticas (genotipo) y morfológicas
(fenotipo) de las poblaciones ha podido estudiar las estrategias de adaptación
desarrolladas por ellas, ya que a partir de éstas adaptaciones resulta la
variabilidad biológica del ser humano. En dicho complejo se ven involucrados
diversos factores como el entorno ecológico, el sustento alimenticio y las
enfermedades, entre otros.
El ser humano se ha caracterizado por explotar y apropiarse del entorno
ecológico que lo rodea, pues de él obtiene diversos recursos que lo proveen de
alimento, materias primas para construir herramientas, materiales con los cuales
erige sus casas, plantas que utiliza en la preparación de alimentos, para fines
curativos, entre otros usos. En la antigüedad esto no era así, pues había
movimientos de los grupos de manera cíclica, lo que permitía buscar en otros
espacios los recursos que requerían (Cavalli Sforza, 1999).
Una especie es la unidad básica en la clasificación biológica, se define
como el grupo de organismos capaces de entrecruzarse y de producir
descendencia fértil, además también hay variabilidad intraespecífica entre los
diferentes individuos. El origen de una especie implica diversos aspectos como el
aislamiento reproductor de la población que puede quedar separada y con ello
interrumpir el flujo genético entre individuos. A partir de ese momento, los
individuos quedarán separados y estarán sometidos a fenómenos atmosféricos
distintos con lo que la selección natural irá optando por los organismos más aptos
que se adapten a esos medios. Al cabo de mucho tiempo los dos grupos habrán
cambiado lo suficiente con lo que, si se volviesen a juntar las dos poblaciones los
individuos, no podrían cruzarse entre sí para obtener descendencia fértil. Es en
ese momento en el que ya se puede asegurar la existencia de dos especies
distintas (Cavalli Sforza, 1999).
Una de las características que diferencia al ser humano del resto de los
mamíferos es su capacidad de adaptación, por lo que ha logrado adecuarse a
cualquier parte del planeta. Dicha particularidad ha sido posible debido a la
cultura, pues por ella se logran crear vínculos individuales y, al mismo tiempo,
comunales entre los miembros de un grupo o con otros externos, y tales patrones
son transmitidos de generación en generación dando paso tanto a la reproducción
cultural como biológica. Es importante comentar que se ha planteado la existencia
de cultura en primates como chimpancés y gorilas, ya que se ha observado ayuda
entre miembros de la misma tropa en momentos de riesgo, así como el empleo de
varas para obtener alimentos. Con el primero compartimos un 96% de material
genético.
Los párrafos anteriores sirvieron para dar un panorama general de
algunos conceptos empleados en antropología física, así como acercarte a
conocer la compleja relación entre adaptación y la cultura y algunos aspectos
importantes para entender la variabilidad y la diversidad de las poblaciones, tanto
pretéritas como contemporáneas. No obstante, aún queda pendiente el relacionar
el estudio del cuerpo, que podemos definirlo como un lenguaje que devela la vida
misma.
53
Selección natural: Se define como
la reproducción diferencial de los
genotipos en el interior de una
población biológica.
Utilización de la técnica antropométrica
por antropólogos físicos.
Fuente: Pedro Yáñez Moreno (2007).
Aplicando la técnica antropometría
en la Escuela Primaria “Mártires de
Tacubaya” de San Andrés Huixtac,
Taxco Guerrero.
Los antropólogos físicos realizan
estudios en diferentes poblaciones.
Fuente: Ma. del Carmen Lerma G. (2010).
Niños de la Escuela Primaria
Indígena “Benito Juárez”. Ejido de
San Juan Dehedó Amealco, Qro.
Antropología Física
La alimentación ha sido tema de
interés para los estudios antropofísicos. Los grupos de alimentos
que consumen las diferentes poblaciones pueden variar mucho de
una región a otra.
Fuente: Vladimir Sánchez Fernández (2007).
Lo que comen los alumnos en el
descanso en la Telesecundaria
“José María Pino Suárez”, San
Andrés Huixtac, Taxco Guerrero.
Fuente: Víctor Acuña Alonso (2009). Proyecto Candela.
La alimentación de los preescolares
durante el recreo en el Jardín de
Niños “Emma Godoy” en la Ciudad
de Aguascalientes. Foto: Felipe
R a m o s ( 2 0 11 ) . O b t e n i e n d o
muestras sanguíneas en la
comunidad de Tepango Rodríguez,
Puebla.
Fuente: Gastón Macín P. (2009) Proyecto Candela.
A p l i c a n d o e n c u e s t a
s o c i o e c o n ó m i c a e n Te p a n g o
deRodríguez,Puebla.
En México, las formas de investigar y las temáticas a tratar comenzaron a cambiar
en las últimas décadas del siglo pasado; se abordaron problemas de salud e
higiene escolar donde se resaltaban las deficiencias nutricionales como resultado
de adversas condiciones de vida, empleando en la mayoría de los casos
metodologías cuantitativas como es la técnica antropométrica que se mencionó
anteriormente; este tipo de estudios permeó por varias décadas. Es a finales de la
década de 1990 cuando se plantearon investigaciones que pusieron énfasis en
otras temáticas inexploradas, como el proceso de envejecimiento, el estudio del
cuerpo en diversos contextos de trabajo, así como los padecimientos del mismo.
Incluyeron herramientas metodológicas cualitativas como son: entrevistas a
profundidad, dirigidas o semiestructuradas y la etnografía. Esto también se llevó al
plano de estudio de las poblaciones pretéritas, se incorporaron otras herramientas
como son: análisis químicos y documentos, lo que permite la contextualización de
las poblaciones. Es decir, se nota un cambio considerable en las investigaciones
donde se ha observado que el estudio del cuerpo es complejo (Barragán y Lerma,
G., 2010).
Lo que ha permitido que en la actualidad se desarrollen investigaciones
que consideran la diversidad de etnias en México, así como también se han
estimado poblaciones rurales y urbanas, en donde se estudian las diferentes
etapas de la vida, la alimentación o trastornos de esta misma, la dinámica
poblacional, el estrés ocupacional, así como los géneros, la percepción del cuerpo
y la violencia, etcétera. De acuerdo con las diversas investigaciones se ha
planteado que hay diversos tipos de cuerpos, como resultado de la genética, la
cultura y por género, entre otros.
También se han comenzado a desarrollar temáticas como el estudio de la
dinámica poblacional, mediante el análisis de los cuatro eventos demográficos: la
natalidad, la fecundidad, la migración e inmigración.
Es usual que en el presente se desarrollen investigaciones que
consideren aspectos como: actividad física, género y salud; éste es un ejemplo de
la consideración de los complejos aspectos que se interrelacionan en cada uno de
los temas estudiados y de otros más que están pendientes. Así, la investigación
antropofísica nos deja nuevos retos a quienes la practicamos y a quienes se
interesan en ella.
No obstante, actualmente hay novedosos planteamientos sobre el estudio
de las características físicas y genéticas de las poblaciones que consideran el
análisis de muestras sanguíneas y de características físicas (color de piel y forma
de la cara) así como de datos socioeconómicos, con el objetivo de conocer su
ascendencia biológica entre diversos grupos como son: indígenas, europeos y
africanos.
Actividad 5
En tu cuaderno contesta en 10 renglones: ¿Por qué es importante hacer estudios
interdisciplinarios en antropología física?
Actividad 6
Mira cuidadosamente la figura de diferentes tipos de cuerpos que se muestra a
continuación, elige a cinco mujeres que se encuentren a tu alrededor y contesta en
tu libreta ¿qué tipo de cuerpo tienen?, ¿qué factores podrían estar involucrados en
el tipo de cuerpo que presentan?
54
Unidad IV
Diferentes tipos de cuerpos femeninos
La antropología física investiga el
proceso de adaptación y transformación del ser humano, su
variabilidad-desarrollo y los cambios
que conlleva el fenómeno. Su
desarrollo y consolidación la han
vinculado con un universo de
disciplinas científicas que permiten
cada día hacer más comprensible el
fenómeno humano (Fernández
Díaz, 2003).
La antropología física es definida,
en parte, por su objeto-sujeto de
estudio, el Homo sapiens; ésta
presenta una identidad como
disciplina formal desde el siglo XVIII,
y, además, está definida por determinados atributos de su objeto:
variabilidad física de las poblaciones
humanas, formas específicas de
valoración de estos atributos y,
potencialmente, una serie de técnicas y metodologías de aproximación a su objeto (Vera Cortés,
2003).
Fuente: [Hernández A. 2006]
Repaso
A continuación te damos una serie de preguntas con el objetivo de que repases las
lecturas que se mostraron a lo largo de la unidad. Lee las preguntas con atención y
contesta en tu cuaderno:
1. ¿Qué es la somatología?
2. ¿Por qué es importante su estudio en la antropología física?
3. ¿Cuáles son las herramientas en somatología y sus áreas de acción?
4. ¿Qué cambios se han tenido en los estudios en antropología física sobre el
cuerpo, la cultura y la adaptación?
5. ¿Qué nuevas herramientas se han incluido en el estudio de la variabilidad y
diversidad de las poblaciones humanas?
55
Antropología Física
RESUMEN DEL MÓDULO
El módulo de antropología física que te hemos mostrado anteriormente está integrado por cuatro campos tradicionales de
estudio en antropología física: evolución, osteología, ontogenia y somatología, así como su vinculación y algunas
aplicaciones, todas ellas con el objetivo de explicarte la variabilidad y la diversidad tanto de las poblaciones que nos
antecedieron como de las poblaciones contemporáneas. Este apartado está escrito en forma sencilla, donde se expone a
manera de resumen cada una de las unidades. Para tal efecto se consideraron definiciones de conceptos claves,
ejercicios, imágenes, también un espacio de repaso y otro de autoevaluaciones. De esta manera pretendemos que las
lecturas sean dinámicas e interesantes, para la preparación del examen.
Iniciamos con la unidad de evolución, donde se expone la importancia del estudio de la geología, el clima y su
relación con la evolución. Posteriormente se explican dos cambios sustanciales en la evolución del Homo sapiens, el
caminar erguido y la expansión cerebral. Y en la última parte se expone la importancia de los estudios de evolución así
como de la genética de poblaciones.
Al comienzo de la unidad dedicada a la osteología antropológica, se da un panorama de los estudios sobre
poblaciones antiguas de los siglos XIX y XX, donde se muestra la trayectoria que han tenido las investigaciones y sus
aportaciones. Posteriormente, se presentan las fases de la investigación osteológica que van desde la recuperación de
los restos óseos en contextos arqueológicos, su traslado a laboratorio, análisis y la divulgación de los resultados de la
investigación. La última parte muestra la importancia de los estudios en poblaciones virreinales; como ejemplo se muestra
el potencial que tienen las investigaciones interdisciplinarias mediante un estudio de caso en la población de Santa María
Texcalac, Tlaxcala en los siglos XVII y XVIII.
La unidad dedicada a ontogenia se compone de dos lecturas. La primera explica el crecimiento y desarrollo físico,
donde se presenta un panorama general del estudio de la ontogenia, es decir, los cambios en el crecimiento y desarrollo
físico que ocurren en un organismo desde su fecundación hasta su muerte. En la etapa formativa de la vida, los
fenómenos de crecimiento y desarrollo físico son más intensos; sin embargo, ambos no se presentan con la misma
velocidad, por lo que sus incrementos se traducen de manera más clara en los brotes de crecimiento. Por ello, el interés
general de los estudios ontogénicos se ha enfocado en investigar la etapa formativa de la vida. La lectura dos que integra
el módulo de ontogenia presenta algunos aspectos metodológicos de las investigaciones que se aplican en este tipo de
investigaciones. Uno de los métodos más utilizados ha sido ubicar el estatus de crecimiento en la estatura de una
población en relación con un referente o con un estándar de crecimiento físico. Todo lo anterior, con el fin de mostrarte la
importancia de los estudios de crecimiento y desarrollo físico, ya que cualquiera de estas dimensiones refleja las
condiciones de vida en las que ha transcurrido la ontogenia de las poblaciones.
Y la última parte se dedica al estudio de la somatología y se integra por tres lecturas. En la primera se relata un
breve pasaje de los estudios somatológicos realizados en la década de los cuarenta en población indígena mexicana.
Posteriormente, en la segunda lectura se explica en qué consiste la técnica antropométrica; para ello se aborda de
manera general una de las aplicaciones de esta técnica: el trabajo de campo enfocado a la obesidad en México. En esta
parte del texto se mencionan los pasos o las normas que debe seguir el antropólogo en el momento de recolectar los datos
somatométricos, el equipo de medición, las posturas que deben guardar las personas en el momento de ser medidas,
entre otros. Los datos pueden interpretarse al estimar la condición nutricia de una población por medio de indicadores.
Para valorar el peso del adulto en relación con su estatura, el indicador antropométrico más utilizado es el Índice de la
Masa Corporal, a través de este índice se estima si la persona se encuentra en los valores normales, si los supera
(obesidad) o si se sitúa por debajo de estos valores (desnutrición). Todo lo cual es de suma relevancia debido al aumento
en la prevalencia de sobrepeso y obesidad por la que ha atravesado la población mexicana en las últimas décadas, lo que
ha producido un problema de salud pública. En la tercera lectura se esbozan algunos de los principales elementos
teóricos para comprender la relación entre la adaptación, la cultura y el cuerpo.
56
Ejercicios de Autoevaluación
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro del paréntesis una V, si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1. El primer brote de crecimiento ocurre desde la concepción hasta alrededor de los seis años de
edad; este brote inicia con incrementos muy acentuados en el tamaño de todos los tejidos desde
la fecundación hasta el nacimiento.
(
)
2. La primera fotografía de la página 30 ilustra un ejemplo de enterramientos de tipo secundario o
indirecto
(
)
3. El caminar erguido y el desarrollo cerebral fueron las dos principales fuerzas impulsoras de la
evolución humana
(
)
4. Uno de los métodos más usados ha sido ubicar el estatus de crecimiento de la estatura de un
individuo o de las estaturas de los individuos que componen una población en relación a un
referente o estándar de crecimiento físico.
(
)
5. Cuanto mayor sea la diferencia bioquímica detectada al comparar especies, más cercano será el
parentesco entre las mismas.
(
)
6. La antropología forense tiene como finalidad proporcionar información a los investigadores
policiales para que puedan llegar a la identificación de una víctima.
(
)
7. La técnica antropométrica caracteriza a los trabajos somatológicos, siendo la única que se
emplea en estos trabajos, pues, a través de su aplicación, es posible obtener datos
somatométricos que nos informan acerca de nuestro fenómeno de estudio.
(
)
8. La antropometría ha sido utilizada por diferentes áreas de conocimiento, entre ellas la
antropología física, ya que es un procedimiento de fácil aplicación, económico y no invasivo.
(
)
9. Los antropólogos físicos emplean la técnica antropométrica exclusivamente en estudios
ontogénicos de: composición corporal, crecimiento físico, proporcionalidad corporal,
envejecimiento y estimación de la condición nutricia.
(
)
Completa correctamente los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea.
10. La investigación osteológica puede dividirse en cuatro etapas: primero la fase de_____________ , la segunda fase se
lleva a cabo _____________, la tercera se desarrolla __________ y la cuarta comprendería la ______
______________ en diferentes foros y medios.
11. La denominada “___________ ____________”, postula que los humanos modernos evolucionaron de __________
tempranos en diferentes partes del mundo. Este planteamiento sugiere que los humanos modernos evolucionaron
simultáneamente y en varias regiones del mundo a partir de formas arcaicas (tales como el _______________el
Homo _______).
12. Al estudio de los seres vivos o al tratado de las partes sólidas del cuerpo humano se le llama somatología, ésta
comprende el examen de los caracteres
y de los caracteres
.
57
Antropología Física
13. Mediante el estudio de las características
y
de las poblaciones, la antropología física estudia
las estrategias de adaptación y variabilidad biológica del ser humano.
14. El interés que ha tenido un gran número de trabajos por estudiar qué sucede en el lapso conocido como etapa
formativa está en conocer los cambios que ocurren en dos fenómenos fundamentales: el
y el
, sin duda porque en este lapso se sientan las bases para alcanzar el tamaño, la forma y la función
de la estructura corporal, así como el desarrollo psicológico y conductual, con los que la persona llegará a las
siguientes etapas de su curso vital.
15. La presencia de una lesión ósea en la columna por el transporte constante de objetos pesados es una señal para la
reconstrucción de la
.
16. A fines de los años setenta del Siglo XX, bajo la influencia de los estudios norteamericanos, se empezó a introducir
en las investigaciones en México un enfoque que consideraba al ser humano como un ser
comenzando a
rebasar el modelo
antes empleado.
17. El estudio osteológico de alteraciones en el cuerpo resultado de las prácticas culturales como la: __________
cefálica, la mutilación ____________ y el canibalismo, han sido de gran apoyo para comprender a las culturas
_____________________
18. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda.
(
)
Etapa formativa
a.
(
)
Etapa reproductiva
b.
(
)
Etapa regresiva
c.
En esta etapa se presenta una disminución gradual en la actividad funcional, lo
cual reduce la probabilidad de reproducción y el incremento en la susceptibilidad
a la muerte.
Esta etapa se caracteriza por la rapidez de los cambios fisiológicos ocurridos
en ella y se inicia en la concepción y acaba alrededor de los 18 a 20 años
postnatales, según se trate de mujeres u hombres respectivamente.
Esta etapa ocupa la mitad o algo más del curso vital. Inicia a partir de los 18 a
20 años y se caracteriza por ser un lapso de vida en el que ocurre la
reproducción biológica.
19. En el marco de los eventos que dieron pie a la evolución humana, escribe dentro de cada paréntesis la letra de
la característica que corresponda.
Millones de años
( )
20
( )
30
( )
50
( )
65
( )
225
( )
2
Evento
a. Origen de los monos
b. Pangea
c. Glaciación
d. Descenso en la temperatura global
e. Primer antropomorfo
f. Laurasia y Gondwana
58
Ejercicios de Autoevaluación
20. Lee con atención cada oración y relaciona los conceptos utilizados para estimar la condición nutricia, y contesta en el
paréntesis el número que corresponda a cada término.
(
)
Antropometría
nutricional
(
)
Índice de la Masa
Corporal
(
)
Antropometría
(
)
Datos
somatométricos
1.Técnica sistematizada de medir y realizar observaciones en el cuerpo
humano, en el esqueleto, cráneo y órganos, utilizando métodos adecuados y
científicos.
2. Medidas recabadas que pueden integrar una o más dimensiones corporales
como: estatura, peso, perímetro cefálico, alturas de los segmentos
corporales, entre otras.
3. Indicador antropométrico para valorar el peso del adulto en relación con su
estatura, a través del cual se determina si la persona medida se encuentra en
los límites de la normalidad, si los supera o si se sitúa por debajo de estos
valores.
4. Medición de la variación de las dimensiones físicas y la composición del
cuerpo en diferentes edades y grados de nutrición.
21. Ordena los siguientes eventos colocando en el paréntesis según corresponda, el número 1 al que se presentó primero,
y así sucesivamente hasta el número 4.
(
(
)
)
(
(
)
)
Asignación de sexo y edad.
Contrastación conjunta de información: arqueológica, estadística, etnográfica, etnohistórica, histórica y
osteológica.
Elaboración de base y captura de datos. Así como ejecución de pruebas estadísticas, información.
Registro de características físicas por medio de mediciones de puntos osteométricos y de
características morfoscópicas.
22. Ordena los siguientes eventos colocando en el paréntesis según corresponda, el número 1 al que se presentó primero,
y así sucesivamente hasta el número 4.
(
)
(
(
(
)
)
)
Modificaciones anatómicas en la pelvis, lo que provocó que los miembros anteriores y los brazos, se liberaran
de su función locomotora.
Adopción de la locomoción bípeda.
Incorporación de otros elementos a la dieta y manufactura de herramientas.
Posibilidad de manipular diversos elementos del entorno.
23. Ordena los estudios realizados por Johana Faulhaber en las poblaciones indígenas de México, para ello coloca en el
paréntesis correspondiente el número 1 al estudio que se efectuó primero, el número 2 al que realizó después y el
número 3 en la última investigación mencionada.
(
)
(
(
)
)
Investigó la comunidad nahua de Tepoztlán, Morelos, con el objetivo de determinar el tipo somático de la
población, en la cual incluyó a 110 mujeres adultas.
Estudió el grupo indígena triques del estado de Oaxaca, bajo la asesoría del doctor Juan Comas.
Realizó una expedición en la sierra Chinanteca de Oaxaca, de la cual obtuvo datos antropométricos de la
población indígena de este lugar.
24. Ordena los lapsos que conforman el curso vital en la ontogenia humana, escribiendo el número 1 en el estadio que
ocurre más tempranamente, y así sucesivamente hasta el 10.
Orden
( )
( )
( )
( )
( )
( )
( )
( )
( )
( )
Estadio
Neonatal
Niñez
Fetal
Senescencia
Infancia
Pubertad
Juvenil
Embriogénesis
Adolescencia
Adultez
59
Antropología Física
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE ANTROPOLOGÍA
FÍSICA
INTRODUCCIÓN
Valls, Arturo
1995
Introducción a la Antropología. Fundamentos de la evolución y de la variabilidad biológica
del hombre, Barcelona, Manuales Labor Universitaria, pp. 9-36.
Vargas, Luis Alberto
1988
“Contexto socioantropológico del crecimiento infantil”, en E. Moreno; M. Cuminsky et al.
(eds.) Crecimiento y desarrollo. Hechos y tendencias, Washington, OPS/OMS, Publicación
Científica No. 510, pp. 20-36.
UNIDAD I
Lectura 1. Geología y clima: el telón de fondo de la evolución humana
Lewin, Roger
1987
Evolución Humana, Barcelona, Biblioteca Científica Salvat, núm. 64, pp. 26-33. Adaptación por Tonatiuh Osornio O. y Martha Elena Alfaro Castro, en Guía de estudio para el
ingreso a las licenciaturas. Generación 2011, 2011, México, ENAH, pp. 23-25.
Boyd, Robert; Robert Neilson Boyd et al.
2001
Cómo evolucionaron los humanos, Barcelona, Ariel, pág. 89.
Lectura 2. Cambios sustanciales en la evolución humana
Lewin, Roger
1987
Evolución Humana, Barcelona, Biblioteca Científica Salvat, núm. 64, pp. 41-47.
Adaptación por Tonatiuh Osornio O. y Martha Elena Alfaro Castro, en Guía de estudio para
el ingreso a las licenciaturas. Generación 2011, 2011, México, ENAH, pp. 23-25.
Lectura 3. El ADN mitocondrial esclarece la evolución humana
Ingman, Max
2001
“El ADN Mitocondrial Esclarece la Evolución Humana”, en American Institute of Biologcal
Sciences. Disponible desde: http://www. actionbioscience.org/esp/evolucion/ingman. html
[Acceso 18 de octubre de 2011].
UNIDAD II
Lectura 1. Los estudios osteológicos en México
Alfaro Castro, Martha Elena y Tonatiuh Osornio O.
2011
“Los estudios osteológicos en México”, en Guía de estudio para el ingreso a las licenciaturas. Generación 2011, 2011, México, ENAH, pp. 42-44.
Hernández Espinoza, Patricia O.
1997
“Los problemas metodológicos de los trabajos de osteología antropológica”, en Rosa
María Ramos Rodríguez y Ma. Eugenia Peña (eds.), Estudios de Antropología Biológica,
México, IIA-UNAMN, vol. VIII, pp. 62-99.
Lagunas Rodríguez, Zaid y Patricia O. Hernández Espinoza
2000
Manual de osteología, México, ENAH, pp. 22 a la 30.
Márquez Morfín, Lourdes
1996
“Los estudios osteológicos en México: evaluaciones y nuevas alternativas”, en Sergio
López Alonso; Carlos Serrano Sánchez et al. (eds.) La antropología física en México.
Estudios sobre la población antigua y contemporánea, México, IIA-UNAM, pp.215 a la 236.
Lectura 2. Fases de la investigación osteológica y principales técnicas empleadas
Alfaro Castro, Martha Elena y Tonatiuh Osornio O.
2011
“Fases de la investigación osteológica y principales técnicas empleadas”, en Guía de
estudio para el ingreso a las licenciaturas. Generación 2011, 2011, México, ENAH, pp. 4648.
Lagunas Rodríguez, Zaid
1996
“Aportaciones de los investigadores mexicanos al conocimiento de la osteología cultural
de los pueblos mesoamericanos”, en Sergio López Alonso; Carlos Serrano Sánchez et
al. (eds.), La Antropología física en México. Estudios sobre población antigua y
contemporánea, México, IIA-UNAM, pp.79-109.
60
Bibliografía
1997
Manual de osteología antropológica. Principios de anatomía ósea y dental, México,
Colección Científica, vol.1, pp. 13 a la 18.
INAH
Lectura 3. El estudio interdisciplinario de las sociedades novohispanas posteriores al contacto
Bernal Felipe, Natalia
2001
Condiciones de vida y salud en una población rural: caso Santa María Texcalac, Tlaxcala.
Siglos XVII y XVIII. Tesis de licenciatura en antropología física, ENAH.
García Maya, Lilian Ivette
2001
Reconstruyendo el pasado: la actividad ocupacional como indicador de organización
social en una muestra poblacional de Santa María Texcalac (S. XVIII), Tesis de licenciatura
en antropología física, ENAH.
Osorio Dávila, Francisco A.
2008
Exploraciones arqueológicas en el convento de Santa María Texcalac, Apizaco,
Tlaxcala. Tesis de licenciatura en arqueología, ENAH.
Romano Pacheco, Arturo
1974
“Sistemas de enterramientos”, en Javier Romero Molina (coord.) Antropología Física,
época prehispánica, México, SEP-INAH, Colección México: panorama histórico y cultural,
Vol. III, pp.85-112.
UNIDAD III
Lectura 1. Crecimiento y desarrollo físico: panorama general del estudio de la ontogenia
Ramos Rodríguez, Rosa María
En prensa “El devenir de la Ontogenia Humana”. Entregado para su publicación en Anabella Barragán y Lauro Ortega, La complejidad de la Antropología Física, México, ENAH.
2004
Homeorresis en la etapa formativa de la vida: Estudio bioantropológico en menores de
Tlaxiaco, Oaxaca. Tesis de doctorado en antropología, Universidad Nacional Autónoma de
México.
Bogin, Barry
1999
Patterns of human growth. Segunda edición, Cambridge, Cambridge University Press, pp.
455.
Comas, Juan
1966
Manual de Antropología Física, México, IIA-UNAM, pág. 710.
Gómez García, Pedro
1995
“Culminación del curso vital. Para una antropogerontología”. En: Gazeta de Antropología,
No 11, Artículo 07. Disponible desde: Garcia.html [Acceso 10 de octubre]
Ramos Rodríguez, Rosa María; Margarita Fuentes Ibarra et al.
2009
“Acercamiento histórico sobre los estudios de crecimiento físico realizados en menores
mexicanos durante el siglo XX”, en J. Mansilla Lory y A. Meza Peñaloza (eds.), Estudios de
Antropología Biológica, Volumen XIV, México, UNAM-IIA/INAH/AMAB, pp. 585-600.
Lectura 2. Aproximación a la metodología en el estudio del crecimiento y desarrollo físico
Faulhaber, Johana
1989
Crecimiento: Somatometría de la adolescencia, México, IIA-UNAM, pp. 331.
Frisancho, Roberto
1990
Anthropometric Standards for the Assessment of Growth and Nutritional Status, Ann Arbor,
The University of Michigan Press, pp. 189.
UNIDAD IV
Lectura 1. Acercamiento a la somatología
López Alonso, Sergio
1995
“Contribución de Johana Faulhaber al estudio somatológico de la población indígena de
México”, en Sergio López Alonso y Carlos Serrano (eds.), Búsquedas y Hallazgos
–Estudios antropológicos en homenaje a Johana Faulhaber, México, IIA-UNAM, pp. 59-61.
Serrano, Carlos; María Villanueva et al.
1999
“Sistema computarizado de identificación personal con rasgos morfológicos faciales”, en
Luis Alberto Vargas y Carlos Serrano (eds.), Antropología Física latinoamericana Número
2, México; IIA-UNAM, AMAB; pp. 119-134.
Marquer, Paulette
1969
Las razas humanas, Madrid, Alianza, pp. 205.
61
Antropología Física
Lectura 2. La antropometría: herramienta metodológica y su aplicación en los estudios
antropofísicos
Comas, Juan
1966
Manual de Antropología Física, México, IIA-UNAM, pp. 710.
Lasker, Gabriel
1994
“The Place of Anthropometry in Human Biology”, en S. J. Ulijaszek, y C. Mascie-Taylor,
Anthropometry: The individual and the Population, Cambridge, Cambridge University
Press, pp. 228.
García Avendaño, Pedro y M. Pérez Betty
2002
Perfil Antropométrico y Control de Calidad en Bioantropología, Actividad Física y Salud,
Caracas, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES/UVC), pp.174.
Organización Mundial de la Salud
1995
El estado físico: uso e interpretación de la antropometría, Ginebra, OMS, Serie de Informes
Técnicos, No. 854, pp. 521.
Berdasco Gómez, Antonio
2002
“Evaluación del estado nutricional del adulto mediante la antropometría”, en Revista Cubana de Alimentación y Nutrición. Julio/Diciembre, Vol. 16, No.2: 146-152.
Olaiz-Fernández, G.; J. Rivera-Dommarco et al.
2006
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006. Cuernavaca, Instituto Nacional de Salud
Pública, pp. 132.
Peña, Manuel y Jorge Bacallao
2001
“La obesidad y sus tendencias en la Región”, en Revista Panamericana de la Salud Pública/Pan American Journal of Public Health; 10(2): 75-78.
Esparza Ros, Francisco
1993
Manual de Cineantropometría, Madrid, Editor Científico: Grupo Español de
Cineantropometría (GREC) FEMEDE, pp. 215.
Lectura 3. Cuerpo, cultura y adaptación
Aréchiga Viramontes, Julieta y Miriam Bertrán V. (Coord.)
1997
“Significación sociocultural de la variación morfológica”. En: Seminario permanente de
antropología urbana. Un modelo multidisciplinario en estudio del fenómeno suburbano.
México, Programa universitario de estudios sobre la ciudad. IIA-UNAM, pp. 7 a la 15.
Barragán Solís, Anabella y María del Carmen Lerma G.
2010
Índice de tesis en antropología física 1991-2006, México, CNCA/ENAH, INAH, [CD-ROM]
Cavalli-Sforza, Luigi Luca
1999
¿Quiénes somos?: Historia de la diversidad humana. España, Drakontos, pp. 16-23.
Vera Cortés, José Luis
2002
Las andanzas del caballero inexistente. Reflexiones en torno al cuerpo y la antropología
física. México, Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo
Toledano, pp. 1-49.
2003
“De primates, humanos y relaciones disciplinares”, en Revista Cuicuilco, enero-abril,
año/vol. 10, número 028, pp. 1-10.
Flores Solís, José
1999
Antropología aplicada: estudio para el diseño ergonómico de un banco escolar. Tesis de
licenciatura en antropología física, ENAH.
Fernández Díaz, Rodolfo M.
2003
“Antropología física. Una aproximación al fenómeno humano”, en IMBIOMED, 4(12): pág.
165.
62
Antropología Social
INTRODUCCIÓN
Imagínate a solas, en una isla ubicada al interior de un gran océano a miles de
kilómetros de tu hogar. Estás en un lugar en el que la vegetación es frondosa y
exuberante, se te revela exótica, donde el clima varía a tal grado que hace
imprevisible su comportamiento. No sabes si hay comida y agua pero, tienes una
intuición, hay humanos. Estás a punto de entrar en una aldea en la que mujeres y
hombres han construido por generaciones un lenguaje, una historia, costumbres y
normas jurídicas; con barrios y sistemas de cargos, con símbolos y rituales no
siempre comprensibles, que dialogan con sus ancestros a través de escritos y que
poseen diversas formas de ver e interpretar el mundo pero, y esto es importante,
también de transformarlo: estás a punto de explorar ese pueblo al que llamamos
antropología social.
Que no te parezca raro que una especie de “extrañamiento” te acompañe,
es común al oficio de antropólogo. Las diversas creaciones culturales hacen de él
un perpetuo extranjero. Tiene una o varias lenguas con las que interactúa, tesoros,
pero también moldes que imponen reglas y límites. Gusta de la lectura, aunque
sabe que no puede acceder a cualquier escritura porque se enfrenta a
experiencias en que las grafías se le presentan enigmáticas. Conoce teorías, pero
en su trabajo de campo suspende dicho saber para acercarse lo más posible a ese
“otro”, su interlocutor, quien le guía y explica universos que serían inimaginables si
no fuera porque es su privilegio presenciarlos. Vive vidas ajenas que a la vez son
la suya y, cuando da cuenta de ellas, pierde distancia y de pronto lo ajeno ya no lo
es del todo. La antropología social es cosmopolita, su territorio son los espacios en
los que cualquier cultura se crea y reproduce, en los que habitantes de numerosos
pueblos nacen y mueren, dejando el rastro de aquello que siempre será memoria
encarnada de colectivos humanos y no humanos.
Este módulo es una breve introducción a ese pueblo al que te llevaremos
por algunos recovecos. En la primera unidad, conocerás sus principales
actividades, su quehacer y los motivos que le han obsesionado y que aún hoy nos
convocan. Posteriormente, durante la segunda unidad verás la historia que nos
constituye y que, a pesar de tantas vueltas, podemos reconocer como parte de
nuestro bagaje. Durante la unidad tres, te acercaremos a textos que no obvian de
dónde son y a dónde van, que nacieron atravesados por las condiciones en que se
produjeron y que no por ello resultan inferiores, sino al contrario, potentes.
Asimismo, en la última unidad llegarás a presenciar, como todo etnógrafo,
problemas cruciales que son prioritarios en nuestra época; campos de estudio en
los que, si decides estudiar esta licenciatura, sin duda, aportarás. El objetivo de
este módulo es otorgarte las herramientas para que conozcas de forma general
qué es y ha sido la antropología social. Fue hecho para eso y para invitarte a
integrar esta comunidad que está formada por muchos “otros”; por aquellos que,
desde siempre, están junto y entre nos-otros.
Mauricio González González
Emanuel Rodríguez Domínguez
63
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera la
antropología social
contribuye a comprender
la diversidad sociocultural
contemporánea?
¿Cómo es que la
antropología social
ofrece evidencia acerca
de relaciones sociales
en distintos contextos
culturales, desde diferentes
perspectivas?
UNIDADES
I. El campo de la antropología
social. Introducción a sus
áreas, métodos y técnicas
de investigación.
II. Transformaciones de la
antropología social.
Ires y devenires teóricos.
III. Las esquinas, el centro.
Geopolítica de la
antropología social.
IV. Retos de la antropología
social en la actualidad.
Antropología Social
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿A qué se puede atribuir
el hecho de que la
antropología social adquiera
distintas definiciones?
¿Cuáles son las
características de las
metodologías de las
diferentes formas de hacer
antropología social?
Fuente: Antonio García, Fototeca ENAH,
Serie, N° XXV-19-a
La descolonización, se refiere a un
proceso político mediante el cual una
colonia obtiene su independencia
política, cultural e ideológica de otro
país.
A partir de ello es que puedes
entender que la hegemonía es la
dominación y mantenimiento de
poder que ejerce una persona o un
grupo para someter a otros. En
contraposición a las regiones
hegemónicas “del centro” (aquellas
regiones o países que detentan el
poder político e ideológico, por
ejemplo: Europa Occidental) están
las regiones que se han llamado “de
la periferia”, desde donde se
construyen otros modos de ver y vivir
el mundo.
UNIDAD I. El campo de la antropología social.
Introducción a sus áreas, métodos y
técnicas de investigación
La antropología social tradicionalmente se define como el estudio de la diversidad
cultural [Kottak, 1994:2]. Se enfoca en la investigación de las manifestaciones
culturales en torno a lo que hacen, piensan y producen todos los pueblos y
sociedades humanas. Su definición es tan amplia como la amplitud de su campo
de estudio. Por ello, no hay una sola forma de hacer y definir a la antropología: son
muchas las antropologías que constituyen a la antropología social.
Esta unidad es una breve introducción a esas diversas antropologías, a las
metodologías que actualmente se utilizan y a sus principales técnicas de
investigación. Para ello se hará que hablen autores paradigmáticos, que
mostrarán la amplitud del campo antropológico y la pertinencia de su pensamiento
en un mundo que no cesa de pensarse, de reconstituirse y que demanda
respuestas que se valen del saber antropológico. Un pensamiento que asume su
diversidad y a la diversidad humana, cuyo pasado le ha enseñado su potencia y
que hoy se perfila con la responsabilidad de abrir otros horizontes y que, en
palabras del antropólogo brasileño Eduardo Viveiros de Castro, se resume de esta
manera: “La antropología está lista para aceptar íntegramente su nueva misión, la
de ser la teoría-práctica de la descolonización permanente del pensamiento”
[2010:14].
Decimos: “El campo de la antropología social”, en un doble sentido. El
primero aparece al evocar, con la palabra “campo”, una de las técnicas
privilegiadas de la disciplina: el trabajo de campo; en segundo lugar, el campo de
estudio en el que la antropología despliega toda su potencia, así como los
métodos y técnicas con los que se construye dicho conocimiento, tan diversos
como sus problemáticas y sus respuestas.
Temario
1. Las antropologías de la antropología social
2. Métodos de la antropología social
3. Técnicas de investigación
Lectura 1. La diversidad: motivos de la antropología social
Mauricio González González y Emanuel Rodríguez Domínguez.
La antropología social puede definirse al menos por dos vías: desde su historia y
geopolítica o, desde las especificidades que a lo largo de dicha historia han
aparecido como sus diversos temas de investigación [Ingold, 2003:XIII]. Si
consideramos la definición histórico-geopolítica, podríamos afirmar que la
antropología es una disciplina que nace de la mano de los intereses coloniales de
sociedades occidentales y, no obstante servir a dichos intereses, en su devenir se
han construido también antropologías de la periferia, solidarias a movimientos
emancipadores y nacionalistas. En otras palabras, la antropología puede ser
definida por los diferentes intereses históricos a los que ha servido, sean aquellos
cercanos a la hegemonía, propios de países del centro, sean apuestas libertarias
fundadas en las experiencias de pueblos y sociedades de la periferia (Ídem.).
La segunda definición, la de las especificidades, tiene que ver con las áreas
de investigación que conforman a la antropología: “una especie de amalgama
contingente e inestable de subcampos” (Ibíd, XIV, traducción del inglés), que
abordan conocimientos específicos, como la antropología económica, política,
ecológica, simbólica y cognitiva, hasta las que se pueden diferenciar por los
64
Unidad I
espacios en que dichas antropologías son realizadas, como en antropología
urbana y rural. Incluso, estos subcampos también pueden distinguirse por los fines
que persiguen, ya sea para la generación de conocimiento o para su aplicación en
la atención a problemas específicos.
En México, una de las cualidades que distinguen a la antropología social
de, por ejemplo, la etnología, es que su historia ha privilegiado el estudio del campo
político y económico, sin por ello renunciar a los otros temas, como veremos
enseguida. Asimismo, si bien ha servido para la constitución del discurso sobre la
identidad nacional, también ha sido solidaria de los movimientos sociales más
representativos del último siglo, como el movimiento indígena.
Si la diversidad cultural es el principal motor de la antropología y todas las
antropologías constituyen la antropología social, te mostramos algunas de ellas
para ilustrarla, distinguiendo su campo de trabajo junto a citas de algunos autores
que la detentan: nuestros maestros y predecesores.
La antropología económica en México ha tenido grandes desarrollos,
destacando los aportes en torno al estudio del campesinado y la cultura obrera. La
antropología económica se ha desarrollado en dos grandes líneas, aquella que se
encarga del estudio de la producción y reproducción de la sociedad en términos de
aprovisionamiento, y, en segundo lugar, sobre lo que se ha dado en llamar la
“manera de economizar” de los pueblos; es decir, el tipo de economía que se
desarrolla en cada sociedad, siendo la presencia y papel del mercado uno de sus
grandes debates [v. Hunt, 2000:43-46]. Esta antropología está íntimamente ligada
a aspectos sociopolíticos, por lo que no es extraño que su producción siempre linde
ambos campos de investigación. Para ejemplificar, “Campesindios”, artículo de
Armando Bartra (2010), muestra el modo en que la antropología económica piensa
lo campesino en la actualidad:
En el sentido económico del término, tan campesino es el agricultor
mercantil pequeño o mediano que siembra granos en tierras de riego o de
temporal; como el milpero de autoconsumo que también trabaja a jornal
para sufragar sus gastos monetarios; o el productor más o menos
especializado que cultiva caña, café, piña, aguacate, tabaco u otros frutos
destinados básicamente al mercado […] En términos sociales, el
campesino no es una persona ni una familia; es una colectividad, con
frecuencia un gremio y ―cuando se pone sus moños― una clase. Un
conglomerado social en cuya base está la economía familiar multiactiva
pero del que forman parte también y por derecho propio, quienes teniendo
funciones no directamente agrícolas participan de la forma de vida
comunitaria y comparten el destino de los labradores [Bartra, 2010:11].
La comunidad agraria fue creada y recreada por sucesivos órdenes
socioeconómicos dominantes, los campesinos modernos son producto del
capitalismo y también de la resistencia al mismo. Así pues, la antropología
económica contemporánea enfatiza elementos económicos sin perder de vista los
políticos y culturales.
Otro campo de la antropología es la llamada antropología política, que
para autores como George Balandier se impone como un modo de conocimiento y
reconocimiento de la diversidad que toman las prácticas e instituciones políticas.
Para él esta antropología es una especialización y un proyecto, pues “asegura el
rebasamiento de las experiencias y de las doctrinas políticas peculiares. De esta
manera tiende a fundar una ciencia de lo político [Balandier, 1969:7]. Esta
antropología no se acomoda sólo al buen curso de la política, a sus instituciones y
reglas, sino que también considera los momentos álgidos (como el conflicto) como
un tiempo en el que la cultura ejerce y muestra toda su fuerza:
65
Revisa el plan de estudios de esta
licenciatura y podrás ver que el
recuento de antropologías que te
presentamos está basado en él.
La diversidad cultural se refiere a
las innumerables expresiones de
las sociedades humanas fehacientes
en su religiosidad, conocimientos,
organización, lenguas, vestidos, etc.
El concepto de cultura es muy
diverso. Alfred Kroeber y Clyde
Kluckhohn recopilaron más de 150
definiciones de cultura. Esto nos
habla de que este concepto está en
constante debate.
Armando Bartra es un investigador
comprometido con las causas
campesinas y la defensa de los
territorios rurales, referente intelectual
y político en toda América Latina.
Fuente:
http://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2008/02/
28/via-campesina-mujeres-poder-y-alimentacion/
El campesino ha sido representado
de varias formas, y los antropólogos
han contribuido en gran medida a
esa imagen. La primera es parte de
un mural zapatista, la segunda un
fragmento del mural Campesinos
de Diego Rivera,
¿Cuál te gusta más? ¿Por qué?
Fuente: http://gramscimania.blogspot.com
2009_07_25_archive.html
Antropología Social
La actividad política no se reduce a
las decisiones que toman las
personas encargadas del gobierno
de una nación, o a las formas de
democracia liberal. La diversidad
política también se encuentra en las
prácticas de diferentes pueblos y
sociedades.
Fuente: Imagen de Sandra Gerardo P., Mitin del EZLN
en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en apoyo al
“Movimiento por la Paz con Justicia y Dig- nidad”, 7 de
mayo de 2011.
Claude Lévi-Strauss (Bruselas, Bélgica, 1908 – París, Francia, 2009);
fue una de las figuras más influyentes
de la antropología del siglo XX.
Fundador de la antropología
estructural e inductor en las ciencias
sociales de dicho enfoque basado en
la lingüística estructural francesa.
Fuente: com/2010/10/claude-levi-strauss.html p. 4.
La identidad se encuentra ligada a un
proceso histórico, por ello, las
identidades son dinámicas y
heterogéneas. En este sentido, los
sujetos no se adscriben a una identidad
única, sino a una multiplicidad de
pertenencias que ellos mismos
organizan y jerarquizan. La identidad
cultural es un tema privilegiado por la
antropología social, siempre en disputa
y reelaboración.
El conflicto parece visibilizar los aspectos sociales, normalmente encubiertos
por las costumbres, y hace aterradoramente prominentes los hábitos de la
rutina diaria. La gente debe tomar partido como imperativo moral, muchas
veces en contra de sus preferencias personales. La elección es rebasada por
la obligación [Turner, 2002:47].
El campo de la antropología política es inmenso y necesario. Su incidencia no
sólo permite pensar en la generación de conocimiento, sino también, en el modo
de concebir a los otros, de actuar con ellos y generar utopías para la
transformación social.
Otra de las antropologías cuya complejidad y formalización se ha comparado
con una especie de matemática, es la antropología del parentesco. Si se toma
en cuenta que el parentesco; es decir, las relaciones familiares llevan inscritas una
especie de rol cuyas funciones operan en toda la sociedad, resulta obvia la
importancia de este tipo de investigaciones para conocer la organización social
[Cone y Pelto, 1977:90]. El antropólogo Claude Lévi-Strauss, dedicó mucho
tiempo a comparar numerosos sistemas de parentesco, con el fin de encontrar las
relaciones que no variaban entre ellos y poder así establecer algunas
generalizaciones pertinentes:
Tenemos ante todo términos por los que se expresan los diferentes tipos de
relaciones familiares. Pero el parentesco no se expresa solamente en una
nomenclatura: los individuos o las clases de individuos se sienten (o no se
sienten, según los casos) obligados a una determinada conducta recíproca:
respeto o familiaridad, derecho o deber, afecto u hostilidad. [Lévi-Strauss,
1987:81].
En las relaciones de parentesco se puede encontrar un sistema social que
sostiene la mayoría de los intercambios y posibilita no sólo la circulación de
bienes, sino también las formas de transmisión de conocimiento e, incluso, cosas
tan íntimas como el deseo, pues es a través de prohibiciones y prescripciones
culturales como elegimos a nuestras parejas.
Entre las varias definiciones de cultura podemos encontrar algunas que se
llaman “semiológicas”, en las que la cultura está constituida por procesos de
sentido y significación, en donde todas las manifestaciones culturales son
tratadas “como análogos a las palabras y enunciados de una lengua o como
fragmentos de interpretación musical” [Leach, 1981:10]. De ello se ocupa la
antropología simbólica y numerosas corrientes teóricas la abordan; unas
cercanas a las ciencias lingüísticas, otras más fundadas en la interpretación y
comprensión de rasgos culturales.
Dentro de ello, uno de los logros de la antropología social, desde sus inicios,
fue el de tomar como objeto de estudio, en toda su complejidad, eso que llamaban
“religiones arcaicas”. La antropología de la religión, es de las subdisciplinas
pioneras que se encargó de su investigación y del:
[…] reconocimiento de que magia y religión no son solamente doctrina o
filosofía, ni cuerpo intelectual de opiniones, sino un modo especial de
conducta, una actitud pragmática que han construido la razón, la voluntad y el
sentimiento a la vez. De la misma suerte que es modo de acción, es sistema
de credo y fenómeno sociológico además de experiencia personal
[Malinowski, 1993:17].
Émile Durkheim a principios del siglo XX, en el libro Las formas elementales
de la vida religiosa (1912), comparó sociedades consideradas “arcaicas” y
“modernas”, valiéndose de numerosos trabajos antropológicos de su tiempo. Todo
el siglo diecinueve tuvo una obsesión por distinguir las religiones llamadas
primitivas de las grandes religiones del mundo; esa distinción se basaba en dos
66
Unidad I
grandes cualidades de las religiones tradicionales: una “era que estaban
inspiradas en el temor, la otra que se encontraban inexplicablemente confundidas
con la contaminación y la higiene” [Douglas, 1973:13]. Si para la antropología el
problema de la identidad ha sido importante, no lo es menos la diferencia.
Un subcampo que se muestra prometedor en algunas partes del mundo,
sobre todo el anglosajón, es la antropología cognitiva. Esta antropología abreva
de la psicología, la lingüística cognitiva, las neurociencias y la filosofía analítica.
Hace una reflexión sobre el papel que las cualidades psíquicas tienen en la
producción cultural. Así, uno de los autores más relevantes de esta subdisciplina,
Dan Sperber, sostenía:
La mayoría de los antropólogos solamente se interesan por las propiedades
particulares de fenómenos propios de una cultura. La teoría antropológica, tal
como ellos la conciben, redúcese a una razonada clasificación de esos
fenómenos culturales diversos. Yo pienso, por el contrario, que la teoría
antropológica tiene por objeto las propiedades universales del entendimiento
humano, propiedades que a la vez, hacen posible la variabilidad cultural y le
asignan sus límites [Sperber, 1988:178].
La transmisión de conocimiento es un tema que esta antropología ha
tomado con especial interés. El conocimiento, basado en capacidades innatas y
aprendidas, ha de pasar de generación en generación; por ello, la antropología
toma un lugar dentro de las ciencias cognitivas, pues abreva y propone elementos
a todas aquellas que tienen algo que decir en torno al aprendizaje, la memoria y la
recuperación de conocimiento e información [Bloch, 1990:184].
Dentro de las antropologías también se pueden encontrar algunas que
más que abordar un subtema específico, se basan en distinciones territoriales que
tienen expresiones culturales particulares. Desde la segunda mitad del siglo XX, “lo
urbano” ocupó la vida de numerosos antropólogos. Así, la antropología urbana se
define como aquel subcampo que analiza las relaciones sociales y las formas de
vida que se desarrollan en las ciudades. Y si bien fue en Estados Unidos e
Inglaterra donde tuvo su mayor auge, no fue menor en ciudades de países
emergentes, como en México. Un ejemplo de ello son los trabajos de Oscar Lewis,
polémico antropólogo estadounidense quien acuñó el concepto de cultura de la
pobreza (1964), para explicar numerosas expresiones culturales que extrajo de su
trabajo de campo en la zona conurbada y el Centro Histórico de la Ciudad de
México.
Una de las antropologías que ha tomado poco a poco mayor relevancia es
aquella denominada antropología aplicada, la cual, sin duda, tiene problemas de
definición, pues haría pensar que existe algún tipo de antropología “no aplicada” y,
dado que el trabajo antropológico tiene serias implicaciones políticas (como las
que trae consigo el “hablar por otros” e incluso el “hablar de sí”), no habría más
antropología que la aplicada. No obstante, se puede definir como un tipo de
antropología que está abocada a resolver problemas concretos de una
organización, comunidad, pueblo o nación, para lo cual se dirige la investigación.
Nuestro país ha tenido un gran desarrollo en esta materia y como muestra
un botón: el que se refiere a la defensa del patrimonio biocultural de los pueblos
indígenas, que hace causa con la protección de una semilla que no es solamente
un recurso agrícola, pues lleva consigo la fuerza de la cosmología que le vio nacer
y es sujeto privilegiado de la tradición religiosa mesoamericana: el maíz nativo. Su
defensa ante la contaminación de maíces transgénicos, propiedad de empresas
transnacionales, ha requerido de investigaciones diversas, entre ellas, por
supuesto, la antropológica:
67
Las cruces son elementos
fundamentales en las representaciones
religiosas de los pueblos indígenas de
México; tienen presencia tanto en la
visión católica, como por el peso que ya
tenían en épocas prehispánicas.
Cruz en Iglesia de Guadalupe, San Cristóbal de las
Casas. (fotografía de Sandra Odeth Gerardo Pérez.)
En la antropología aplicada se
pueden distinguir, dos grandes
corrientes: 1) aquella que favorece
un compromiso con las instituciones
que fomentan el desarrollo, cuyo
objetivo es cambiar diversas
prácticas en las comunidades e
instituciones gubernamentales; y 2)
aquella que critica ese desarrollo
institucionalizado a partir de la visión
y acción de los propios sujetos
sociales.
Eckart
Boege,
ha sido y es
promotor de la campaña nacional
Sin maíz no hay país; movimiento
civil que desde 2007 se ha opuesto a
la introducción de maíz transgénico
en México.
Para él, la protección del patrimonio
biocultural de los pueblos es
prioritaria, lo que contempla a los
recursos llamados bióticos
intervenidos por patrones culturales.
Antropología Social
Fuente:
http://enjusticiaglobal.wordpress.com/2008/11/11/
el-genocidio-de-los-transgenicos/#more-373
En México, en territorios de los pueblos indígenas y en comunidades
campesinas no indígenas aún existe una gran riqueza genética de maíz. Los
pueblos indígenas y comunidades campesinas con sus agroecosistemas
tradicionales tienen los reservorios de germoplasma mesoamericano más
importante del país y del mundo, cuyo valor no es reconocido por la sociedad
en su conjunto […] las tradiciones y el conocimiento de los pueblos indígenas
radican principalmente en la cultura del maíz [Boege, 2008:180-182].
Los problemas abordados por la antropología día a día se amplían, nuevas
y potentes antropologías emergen: antropología del arte, antropología del
cuerpo, antropología de la sexualidad, antropología marítima, antropología de la
frontera, antropología de la naturaleza, antropología filosófica, antropología
jurídica, antropología ontológica, antropología poscolonial, etcétera. La
antropología social no tiene escapatoria, pues cultura es movimiento, invención,
creatividad. Está condenada a ello, a reinventarse a la medida de sus
contemporáneos, de sus problemas cruciales, de los modos de ser en el mundo
de mujeres y hombres que en su cotidianeidad crean y recrean mundos que
parecían imposibles, mundos a los que la antropología social está arrojada a su
registro, a acercarse, pensarles, acompañar, traducir y transmitir.
Actividad 1
Subraya en el texto, los conceptos clave que identificaste en la lectura.
Actividad 2
A partir del ejercicio anterior, elabora en tu cuaderno un cuadro comparativo de
siete columnas, señalando las semejanzas y diferencias en los temas que
privilegia cada una de las antropologías.
Actividad 3
En una hoja de tu cuaderno, anota un título que imagines podría corresponder a
un trabajo de investigación realizado por cada una de las antropologías
revisadas. Ejemplo: Si quisieras hacer un trabajo de antropología económica,
¿cómo lo nombrarías?
Lectura 2. Senderos de la investigación. Los métodos de la
antropología social
Mauricio González González y Emanuel Rodríguez Domínguez.
INVESTIGACIÓN
MILITANTE
Comprometida
Acción
participativa
Activista
Etnografía
militante
Diagrama de la investigación militante.
En la antropología social y, en general, para todas las ciencias sociales
contemporáneas, no existe algo así como un “método científico” de generación
de conocimiento, sino que existen varios métodos. El mejor método es aquel que
se adecúa al tema que se está estudiando: “El método se puede asimilar a la
estrategia con que se procede para captar, organizar e interpretar la información
necesaria en una investigación, y las técnicas serían las tácticas específicas que
se ejecutan” [Sáez, 2008:203]. Entonces, podemos entender al método como
puente entre la teoría y las técnicas de investigación: la estrategia de trabajo, “la
manera de reproducir en el pensar el objeto que se estudia” [Tecla, 1993:30].
Por lo regular, algunos autores suelen dividir a los métodos en al menos dos
clases: cualitativos y cuantitativos. Los primeros son característicos de la
antropología social, aunque también se vale de los segundos. La gran diferencia
radica en que los cuantitativos ponen especial énfasis y rigor en la medición, los
datos son indicadores precisos. Los métodos cualitativos, por el contrario,
enfatizan con igual rigor las relaciones sociales que constituyen el campo de
estudio, privilegian información significativa más que representativa [v. Sáez, Op.
Cit.: 204].
68
Unidad I
Por otro lado, en América Latina, dadas las condiciones de dominación
histórica que han sufrido los países que la componen, se ha desarrollado un tipo
de investigación que se denomina investigación militante, la cual puede definirse
como aquel conocimiento al servicio de los intereses populares [Fals-Borda,
1972:34]. En ella hay dos vertientes: la antropología comprometida y la activista.
La comprometida suele descomponerse a su vez en “investigación-acción
participativa”, que incluye como agentes de la investigación a los propios sujetos
que realizan la investigación, y la etnografía militante, que aspira a generar
información socialmente útil a las causas populares [v. Salazar, 2006]. La
antropología activista por su parte, es aquella en la que el investigador se sitúa en
el interior de un conflicto social [Hernández Baca, 2011:14-19]. Es decir, en este
tipo de investigación el antropólogo no sólo contempla a los actores locales
involucrados, sino que se ubica explícitamente del lado de los sectores
subalternos. Así, mientras la antropología comprometida construye conocimiento
“para los movimientos sociales”, la activista generará conocimiento “desde los
movimientos sociales”.
Para finalizar, habrá que resaltar que el método de estudio es diferente al
método de análisis de la información. El primero contempla la estrategia que se
aplicará para recabar la información necesaria según el tipo de subcampo
antropológico. El segundo, el método de análisis de información, está siempre
emparentado con alguna teoría antropológica. En antropología social están
comprendidos al menos en cinco modos diferentes: el inductivo, el deductivo, el
dialéctico, el analógico y el analéctico.
Métodos de análisis de información en antropología social.
Fuentes: Abbagnano, 2002; Dussel, 1977.
El inductivo, que anteriormente se pensaba era el método que
caracterizaba a la antropología, establece una relación de lo particular a lo general.
Realiza aproximaciones sincrónicas, es decir, que estudian un fenómeno en un
momento preciso sin importar el pasado o el futuro. Estas aproximaciones son las
que se privilegian en la corriente funcionalista (infra).
El método de análisis deductivo es aquel en que, a la inversa, establece
una relación de lo general a lo particular. Con este método podemos encontrar
aproximaciones basadas en principios históricos (diacrónicos) que, por ejemplo,
son las que utilizan algunas aproximaciones de la escuela de estudios
mesoamericanos.
El analógico muestra la igualdad de relaciones entre conjuntos o clases
distintas [v. Abbagnano, 2002:72-75]. Es el método de análisis típico de la
comparación que podemos encontrar en la corriente estructuralista.
El método dialéctico establece una superación de elementos en
contradicción. Es un método que permite sostener las contradicciones,
característico de las aproximaciones marxistas. El método dialéctico parte de
considerar a las teorías como totalidades, como universos cerrados, pero toma en
cuenta sus supuestos históricos, sociales y económicos [Dussel, 1977:164-165].
69
En una partitura orquestal, la
diacronía puede entenderse como
la lectura horizontal (de izquierda a
derecha) de la partitura; la sincronía
representa grupos de notas que se
repiten según ciertos intervalos, hay
que hacer una lectura en un eje que
va de arriba abajo, un aspecto
sincrónico.
Fuente:
ma+musical&um=1&hl=es&sa=N&biw=1138&bih=555
&tbm=isch&tbnid=AOW6VvUDS2YF1M:&imgrefurl=ht
tp://demedicoacineasta.blogspot.com/2010/01/luego-deaprender-algunas-tecnicas.html&docid=sKXrj4iZmDNK
gM&imgurl=https://gruqzq.bay.livefilestore.com/y1m3_
RRcnLZL75Xgix-N5o-eAzgn6xt1CcULFR86I14knXZSqwn1P5_xMQ_3zLyhRajhz8dG5rllmXUpNA4XiHTPSv
ZvAUVMOlxpMgBaybg-PGzRSUkq2ozpfBfgUxYpOMgT3SYboG2LU3lFH3X7-6qoA/jodido.JPG&w=600&h=2
96&ei=Y3a6ToSOHouFsgLqzr24CA&zoom=1&iact=h
c&vpx=413&vpy=243&dur=2748&hovh=158&hovw=3
20&tx=186&ty=68&sig=114382752832728784089&pa
ge=4&tbnh=86&tbnw=174&start=42&ndsp=13&ved=1t:
429,r:5,s:42
La filosofía de la liberación, es una
corriente latinoamericana basada en
el diálogo e inclusión de los
excluidos, del “Otro radical”; es decir,
del sujeto que ha sido convertido en
objeto por la dominación que sufre.
Antropología Social
Por último, hay un método de análisis acuñado en Latinoamérica, el
analéctico, denominado así por su autor, Enrique Dussel. En este se pretende
“abrir” un conjunto que se presenta como cerrado, como totalidad, excluyente. Ha
servido para incluir elementos e intereses de sectores sociales no tomados en
cuenta por el pensamiento científico dominante, como lo referente a lo femenino o
a los pueblos indígenas, o los de sectores empobrecidos, así como la producción
intelectual de países periféricos [Ibíd.:166-167]. Es el método de análisis propio de
las corrientes decoloniales inspirada en la filosofía de la liberación.
Los métodos de análisis sólo son pertinentes si los métodos de
investigación operan, es decir, si las estrategias de recolección de datos son
adecuadas a lo que se pretende investigar. El antropólogo tiene en ellos su
instrumental para explicar, comprender, dialogar y difundir conocimiento.
Actividad 4
A partir de la lectura anterior, elabora un mapa conceptual sobre los métodos de
investigación en la antropología, resaltando las características de cada uno.
Lectura 3. El oficio de antropólogo. Las técnicas de
investigación etnográfica y documental
Mauricio González González y Emanuel Rodríguez Domínguez.
Los antropólogos siempre cargan
una pequeña libreta para anotar
las observaciones, ideas, sucesos,
preguntas, descripciones, nombres
de personas, mapas, hasta olores y
sabores que registran en campo (y
también cuando no están en trabajo
de campo). Es su diario de campo. Tú
puedes también hacerte de una
pequeña libreta para tu vida diaria, y
para tu preparación del examen te
será muy útil, porque puedes
registrar tus dudas, preguntas e
ideas.
Fuente:
http://maestrosenaccionupn.blogspot.com/2009/07/
el-diario-de-campo-y-su-construccion.html, p.8
Todo oficio, lo es en tanto que puede constatarse por lo que produce. Así, el
talabartero producirá objetos de piel, y la ebanistería tendrá por predilección la
producción de instrumentos musicales. El oficio de la antropología tiene por
costumbre la producción de etnografía. Estos documentos (las etnografías) tienen
larga data y como todo documento cultural han tenido un curso caprichoso. Por un
lado etnografía puede referirse a observaciones y comentarios aislados que han
hecho viajeros, misioneros y soldados, pero también incluyen tratados como los
de Herodoto, Marco Polo o Sahagún. Por otro lado, etnografía designa también la
aspiración científica de recopilar sistemáticamente, de acuerdo con
procedimientos rigurosos, hechos acerca del lenguaje, las artes y costumbres de
las diferentes sociedades. Incluso habrá quien diga también que la etnografía no
es más que un ejercicio literario cargado de subjetividad, lo cual tampoco
demeritará su valor. [Wood, 2000:211-213]. La etnografía, como un fruto de la
investigación antropológica, tendrá que ver con el contexto en el que se produce,
los fines que persigue y las ideas y pasiones propias del investigador.
Las herramientas técnicas predilectas de la producción antropológica de
etnografías son la observación y la entrevista. La observación se distingue en al
menos dos tipos: la directa y la participante, las cuales se diferencian por la
experiencia personal que el investigador adquiere en la observación participante.
[Cone y Pelto, op.cit.:24]. Asimismo, la entrevista también cuenta con tres grandes
variantes: la entrevista estructurada, la semiestructurada y la llamada a
profundidad. La primera es la que comúnmente se llama encuesta, en la que las
preguntas son puntuales, concretas y cerradas, es decir, no hay mucho margen de
variación. Por otro lado, la entrevista semiestructurada '“es una 'conversación
guiada' en la que sólo se determinan los temas, las preguntas u observaciones
nuevas que surgen como resultado del diálogo y los análisis visualizados” [Pretty,
et al., 1997:73]. Por último, la entrevista a profundidad es aquella que suele
hacerse de forma más selectiva, en la que principalmente se busca hacer historias
de vida [Kottak Op. Cit: 20].
No obstante, cada subcampo antropológico tenderá a utilizar distintas
técnicas. La antropología del parentesco, por ejemplo, privilegiará el método
genealógico que le ha acompañado desde sus primeros pasos:
70
Unidad I
“Un método superior es el método genealógico, que consiste en trazar la
genealogía de todos los individuos estudiados. Se recuperarán las historias
individuales, se sabrá que en una época determinada y no en otra, ese hombre
llamaba a tal otro como su hermano” [Mauss, 2006:38].
Y si bien la producción etnográfica privilegia la observación y las
entrevistas centradas en una localidad o región, en la actualidad, la investigación
antropológica se realiza en un sistema global que en algunos casos desborda
lugares y situaciones locales. Ante tal situación, algunos antropólogos realizan una
etnografía multilocal, cuya investigación y técnicas de trabajo están diseñadas:
“[…] alrededor de cadenas, sendas, tramas, conjunciones o
yuxtaposiciones de locaciones en las cuales el etnógrafo establece alguna forma
de presencia, literal o física, con una lógica explícita de asociación o conexión entre
sitios que de hecho definen el argumento de la etnografía” [Marcus, 2001:118].
Si la antropología cambia en sus motivos a lo largo de su historia, así como
las problemáticas que aborda, es natural que también las técnicas cambien. De
esta manera, las nuevas tecnologías han ofrecido un cambio en el registro
etnográfico mismo, enriqueciéndolo, y por ende, los productos que se generan ya
no están condenados a la tinta y al papel. Hoy en día, el video, las grabaciones
digitales, multimedia, sistemas de información geográfica y las redes de
información mundial son las herramientas con las que la antropología construye
etnografía.
Pero si bien el fundamento de la antropología ha sido el trabajo de campo
en sus diferentes modalidades, no renunció nunca a la investigación documental.
El quehacer antropológico necesita tanto de las técnicas etnográficas enunciadas
anteriormente como de la llamada investigación de gabinete.
En diferentes momentos de su investigación, el antropólogo se acerca a
diversas fuentes documentales y no documentales que le brindarán antecedentes,
apoyo teórico y bases cuantitativas que ayudarán a contrastar, comparar y
complementar la información obtenida en trabajo de campo. Entre las fuentes
documentales se pueden distinguir las bibliográficas, que abarcan libros,
manuales, enciclopedias, tratados y otras etnografías; y las archivísticas, que
remiten a los documentos manuscritos o impresos (publicaciones periódicas,
folletos, actas) que se encuentran resguardados en iglesias, archivos
hemerográficos, municipales, nacionales e incluso personales. Aunque también
existen registros fonográficos y visuales relevantes: grabaciones, películas,
fotografías, posters, dibujos, mapas, etcétera.
La pertinencia de la investigación documental recaerá precisamente en
cómo el antropólogo se acerca a diferentes fuentes. Si el trabajo de campo no debe
ser ingenuo, en cuanto a que se confía de sus interlocutores, de lo que le muestran
y dicen, el trabajo documental también deberá ser crítico. Por ello, abreva de
diferentes disciplinas, entre ellas, tal vez la principal, la historia cultural, la cual se
aproxima a los documentos por medio de una estrategia de aprehensión y lectura
que producen un extrañamiento [Aguirre Rojas, 2005] que busca disolver la
banalización de las cosas mostrando teorías y documentos como “campos de
batalla” de interpretación entre lecturas hegemónicas y subalternas.
No podemos concluir sin señalar que eso que llamamos etnografía ha dejado
de ser un campo de exclusividad en el que los antropólogos ejercían canibalismos
sobre su propia producción. Hoy, como nunca antes, los pueblos y sociedades
estudiadas son los principales lectores de nuestras investigaciones, “la distinción
entre el trabajo considerado netamente académico y la producción escrita de una
antropología políticamente comprometida manifiestan ahora limites ambiguos”
[Bartolomé, 2005:33]. No hay escritura sin lectura y los lectores son tan diversos
71
Representación gráfica del átomo de
parentesco, El género masculino es
simbolizado con un triángulo y el
femenino por un círculo, la
descendencia, de género indistinto,
con un cuadro. Esta figura presenta los
tres tipos de relaciones fundamentales
de parentesco: la alianza (entre
esposo), la filiación (de padres e hijo) y
la consanguinidad (entre hermanos).
Esta
propuesta se vincula
directamente con el tabú del
incesto, norma universal, “es una
regla que obliga a un hombre a
renunciar a sus hermanas, con el
propósito de entregarlas a los
hombres de otros grupos de
parentesco y esperar a que alguien
más le ceda los derechos sobre las
mujeres casaderas de otra familia”
(Levi Strauss, 1967: 60).
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81tomo_del_
parentesco
Antropología Social
como lo es la antropología. Pero también habrá que resaltar que esos pueblos y
sociedades ya no están solamente en el papel de lectores, más que nunca están
produciendo etnografía (autoetnografías, incluso), investigando desde su lengua,
valores y construcción de mundo, empleando diferentes técnicas y métodos para
los varios motivos que les convocan. Poco a poco la etnografía, como pequeños
granos de arena, hace costa, ínsulas que aspiran a continentes. El oficio es algo
que nos posee y a la vez no deja de ser apasionante. Sean ustedes bienvenidos.
Actividad 5
Observa la siguiente imagen sobre una situación en campo. ¿Qué técnica infieres
que está usando este antropólogo? ¿Por qué? ¿Cuál usarías tú si te encontraras
en la misma situación?
Malinowski fotografiado en las Islas Trobiand.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Bronis%C5%82aw_Malinowski_among_Trobriand_tribe_3.jpg, p.39
La antropología social estudia
cualquier sociedad contemporánea,
sea indígena o no indígena.
Fuente:
http://etnicografia.wordpress.com/bienvenida/
viajeros-y-relatos-de-viaje/
Actividad 6
Experimenta ser un antropólogo. Observa tu entorno y piensa en una situación o
problemática de la cual te gustaría realizar una etnografía. En una hoja de tu
cuaderno, realiza una descripción y las preguntas que abordarías para tu
investigación. Ejemplo: Si te encontraras en un tianguis o mercado, podrías
realizar las siguientes preguntas:
*¿En dónde está localizado el mercado (o tianguis)?
*Si es un tianguis, ¿cada cuándo se pone y a dónde más va?
*¿Qué es lo que ahí se vende?
*¿Quién vende: hombres, mujeres, ancianos, jóvenes, niños?
*¿De dónde vienen los productos que traen? ¿Cuánto cuestan?
Repaso
Pon a prueba lo aprendido en esta unidad. Elabora un cuadro sinóptico donde
especifiques cuál es el estudio de la antropología social, cuáles son sus
subcampos y en qué consiste cada uno de ellos. No dejes de mencionar los
métodos de investigación y análisis, junto con sus peculiaridades, así como de
destacar las principales técnicas de registro etnográfico.
72
Unidad II
UNIDAD II. Transformaciones de la antropología
social. Ires y devenires teóricos
Mar adentro, en las aguas de la antropología social, habitan numerosas fuerzas
teóricas que, muchas veces de forma simultánea, otras más grabadas en la
memoria de viejos marineros, dan cuerpo a un inmenso océano en el que siempre
es factible pescar. La historia de la antropología no es una que se escribe de forma
lineal y armoniosa, no avanza por escalones progresivos hasta llegar a una meta
predeterminada; es una historia con diferentes intensidades que, como la mar, se
observa apacible y también se antoja furiosa. Thomas Kuhn en su libro: La
estructura de las revoluciones científicas, nos advierte que la ciencia no se
desarrolla por acumulación, sino por fuertes movimientos que desplazan teorías y
que, en ese mismo movimiento, transforman el mundo científico [2006:58-65].
Estos cambios de paradigmas científicos pueden identificarse en la historia de
nuestra disciplina a través de algunas transformaciones más bien seriadas, o con
progresiones y regresiones teóricas fundadas en la crítica y el debate de teorías
precedentes [Lakatos, 1989:121-123].
Por su parte, la antropología mexicana se ha encontrado desde su
nacimiento entre dos aguas, intentando por un lado, estar a la altura de sus pares
internacionales pero debatiéndose en no ser tan sólo una aplicación o imitación de
alguna de ellas, por otro, entre abrevar de su potente historia de tradición religiosa
mesoamericana y evitar ser apabullada al mismo tiempo por el imponente rastro
material precolombino y, entre generar conocimiento socialmente útil, muchas
veces aprovechado por el Estado, o posicionarse al servicio de causas justas y
populares.
En esta unidad, avanzaremos sobre la definición de la antropología social
que se funda en su historia, acercándonos, en forma introductoria y del brazo de
diferentes plumas, sobre las grandes escuelas teóricas que la han constituido y
que de alguna y varias maneras dan tierra fértil a muchas de las posiciones
contemporáneas. Nos hemos desembarazado de anclas y soltado todo amarre
para surcar sin contratiempos las diferentes corrientes con las que estamos en
deuda. Tenemos viento a favor.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿En qué consisten
las diferencias de las
principales corrientes
teóricas de la antropología
social?
¿Existe algún paralelismo
entre la historia de la
antropología social en
general y la antropología
mexicana?
Fuente: Tina Modotti.
www.proyectoetnogtrafico.blogspot.com
Temario
1. Forja y consolidación de la Antropología Social
2. La Antropología Social desde los años sesenta
3. La Antropología Social en México
Lectura 1. El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de
las teorías de la cultura
Marvin Harris. Texto adaptado por Sandra Odeth Gerardo Pérez.
Evolucionismo
Los dos primeros clásicos de este período (1860-1890), Das Mutterrecht, de Johan
Bachofen, y la Ancient Law, de Henri Maine, ambos publicados en 1861,
demuestran claramente que no fueron las teorías de Darwin las que
desencadenaron la oleada de publicaciones evolucionistas que comenzó a
producirse inmediatamente después de la aparición de Origin of Species. Estos
tratados, que se ocupan de la evolución de la familia, la organización política y la
ley, aducían pruebas para demostrar que la familia europea moderna era el
resultado de las modificaciones evolutivas sufridas por formas antiguas de
parentesco.
73
En Inglaterra, la antropología se
denomina antropología social, en
Estados Unidos antropología
cultural y en Francia etnología. Estos
nombres designan formas
particulares de enfocar el campo de
estudio de la disciplina.
Antropología Social
Como ejemplo del pensamiento
evolucionista, te ofrecemos el
esquema de Morgan para la historia
de la humanidad:
Salvajismo inferior
Salvajismo medio
Salvajismo superior
Barbarie inferior
Barbarie media
Barbarie superior
Civilización
Boas (geógrafo, físico y antropólogo),
impulsa el relativismo cultural al
mostrar que cada cultura responde a
factores específicos y adquiere
costumbres y valores únicos.
Fuente:
http://img.wikinut.com/img/1akn5gn606j.whz0/
jpeg/0/Franz-Boas.jpeg
Los
difusionistas,
postulaban
que el hombre era poco inventivo, y
establecieron la dicotomía entre
“préstamo” e “invención” y negaron
que invenciones similares pudieran
explicar similitudes socioculturales a
escala mundial.
En los Estados Unidos, el
pensamiento difusionista culminó en
la elaboración del concepto de áreas
culturales, unidades geográficas
relativamente pequeñas basadas en
la distribución contigua de elementos
culturales.
En Europa, la misma tendencia dio
origen a la noción de círculos
culturales, que han perdido su inicial
unidad geográfica y se presentan
dispersos por todo el mundo.
Las Researches into the early history [obra paradigmática de esta
corriente, escrita por Edward Tylor, 1865], se ocupan de la cuestión de la
dirección general de la evolución y del origen del lenguaje, la escritura, los
nombres, los instrumentos, el matrimonio, el fuego y los mitos. Tylor usó los
numerosos escritos de los viajeros, misioneros y científicos decimonónicos. Sin
embargo, el brusco desarrollo de las teorías antropológicas después de 1860 no
puede comprenderse sólo por la acumulación de conocimientos etnográficos. La
primera mitad del siglo XIX fue un período de grandes descubrimientos
arqueológicos. En lo esencial, esos descubrimientos confirmaron la existencia de
aquellos sucesivos estadios de la historia.
Todos los teóricos de la segunda mitad del siglo XIX se propusieron llenar
las lagunas existentes en los conocimientos disponibles de la historia universal
recurriendo ampliamente al método comparativo. La base de este método era la
creencia de que los diferentes sistemas socioculturales que podían observarse en
el presente tenían un cierto grado de semejanza con las culturas desaparecidas.
Otro aspecto del método comparativo es el concepto de los survivals. La esencia
de este concepto es que fenómenos que tuvieron su origen en un conjunto de
condiciones causales en una época anterior se perpetúan en un período en el que
ya han dejado de darse las condiciones originales.
Materialismo dialéctico
Marx formuló un principio que mostraba cómo se podía construir una ciencia de la
historia humana. Mas ese principio no lo vislumbró hasta después de un largo viaje
a través de la filosofía hegeliana y en medio de una carrera política consagrada a
la predicación de la inminente revolución proletaria.
Como todos los demás evolucionistas culturales decimonónicos, Marx y
Engels construyeron su propio esquema de estadios históricos. Por medio de ese
esquema podía medirse el grado de progreso hacia la perfección comunista. El
rasgo distintivo de su periodización era que estaba basada en las formas de
propiedad asociadas a los diversos modos de producción.
Aunque incidentalmente Marx y Engels descuidaran los datos etnográficos,
su formulación de los principios de la evolución cultural quiso ser una contribución al
análisis de las similitudes y de las diferencias culturales válida para todos los tipos
culturales. En el “Prefacio” a la Crítica de Economía Política (1859), Marx resume su
estrategia para llegar a una explicación de la evolución cultural:
En el desarrollo de la producción social, los hombres entran en relaciones
definidas que son indispensables e independientes de su voluntad; esas
relaciones de producción corresponden a un estadio definido de
desarrollo de sus fuerzas materiales de producción. La suma total de esas
relaciones de producción constituye la estructura económica de la
sociedad, la base real sobre la que se elevan las superestructuras legal y
política y a la que corresponden formas definidas de conciencia social. El
modo de producción en la vida material determina el carácter general de
los procesos sociales, políticos y espirituales.
Particularismo Histórico
Durante la primera mitad del siglo XX la antropología en los Estados Unidos se
caracterizó por la evitación programática de todas las síntesis teoréticas. La
estrategia básica de investigación de aquel periodo fue la formulada por Franz
Boas, una de las figuras más influyentes en la historia de las ciencias sociales. A
Boas le guiaba un sentido distintivo de pureza inductiva que supo transmitir a toda
una generación de prosélitos. Al insistir en la variedad de la historia, es obvio que
el autor tomó posición contra los esquemas evolucionistas que incluían
74
Unidad II
a toda la humanidad en una única forma de desarrollo. Mas en el contexto de su
tiempo, el desprecio por la moda de los paralelismos universales de base
puramente lógica estaba más que justificado. La estrategia del particularismo
histórico requería casi una total suspensión de la dialéctica normal entre hechos y
teoría. Los procesos causales, las tendencias, los paralelos, quedaron enterrados
por una avalancha de casos negativos.
Es verdad también que el intento de mejorar la calidad de la investigación
etnográfica sometiéndola a criterios de verificación más rigurosos tuvo sólo un
éxito moderado. El aspecto estratégicamente más decisivo del paso de Boas de la
física a la etnografía, y de su adopción del método histórico como opuesto al
método de la ciencia, fue que desde aquel momento la prueba definitiva de que
una etnografía era buena se buscó en que si reflejaba o no con fidelidad el mundo
de los nativos tal y como lo veían los nativos.
Cultura y personalidad
Muy generalmente se acepta que la descripción etnográfica tiene que incluir como
mínimo el estudio y la formulación de los «objetivos» y las «motivaciones»
psicológicamente significativas para las gentes estudiadas. Eso es lo que
manifiestamente hacen todos los miembros de la escuela de cultura y
personalidad. Hemos visto ya la importancia que el punto de vista mentalista o
emic tuvo en la orientación que Boas impuso en su madurez a las perspectivas
teóricas de la antropología cultural. Desde distintos puntos de partida, muchos
otros autores convergieron con él en una similar elaboración de premisas
mentalistas. Ralph Linton, una de las figuras clave del movimiento de cultura y
personalidad en su fase neofreudiana, definió los rasgos culturales en un idioma
mentalista.
Una de las características de la moderna escuela de cultura y personalidad
es simplemente la intensificación y la expansión de uso de términos y de conceptos
psicológicos. Esta transición va asociada sobre todo a la obra de Ruth Benedict,
que por influencia de Edward Sapir y en interacción con Margaret Mead, propuso
que la descripción de las culturas se integrara en torno a uno o a dos rasgos
psicológicos principales.
Funcionalismo y estructural funcionalismo
Esta escuela británica (1920-1950) organizó estudios de campo intensivos en un
pequeño número de sociedades aborígenes, estudios centrados, al igual que el
análisis de los datos en ellos obtenidos, en torno al tema de las relaciones
funcionales sincrónicas. Era dentro del esquema conceptual funcionalista
sincrónico donde los «antropólogos sociales» británicos esperaban poder salvar
la herencia del cientificismo decimonónico, liberándose al mismo tiempo de los
errores acumulados en la búsqueda de las regularidades evolucionistas
diacrónicas. Alfred Reginald Radcliffe-Brown, principal teórico de este
movimiento, es absolutamente explícito en lo que se refiere a la importancia de
Durkheim. Por un lado recoge la definición de «función» de Durkheim, que dice es
«la primera formulación sistemática del concepto que se aplica al estudio
estrictamente científico de la sociedad». Por otro, rechaza explícitamente las
definiciones de función que no se relacionen con la «estructura social», concepto
éste que a su vez puede demostrarse que se inspira en la insistencia de Durkheim
en la solidaridad social. La combinación de «función» con «estructura social» ha
dado origen a la denominación, fea pero descriptiva, de «funcionalismo
estructural». Radcliffe-Brown puso el mayor interés en distinguir las funciones
estructurales de aquellas otras funciones que Bronislaw Malinowski, y otros con
él, asociaban a las necesidades biopsicológicas de los individuos.
75
Fuente:
http://www.vanderbilt.edu/AnS/Anthro/Anth206/
malinowski.htm
Los debates entre Radcliffe -Brown y
Malinowski no se limitan a que el
primero sea considerado como
estructural- funcionalista y el
segundo solo funcionalista; sino que
hubo acalorados debates sobre
sexo, vida familiar y psicología
individual, elementos que
privilegiaba el análisis de Malinowski.
Antropología Social
Actividad 1
Identifica los conceptos clave de cada una de las teorías antropológicas que se
esbozan en la lectura 1. Posteriormente, desarrolla un esquema en el que
expliques con tus propias palabras qué métodos privilegia cada teoría.
La antropología simbólica, define la
cultura como un sistema de
significados que dan sentido a la vida
y las acciones de quienes participan
de la misma. Por ello, atribuye gran
importancia al estudio de rituales,
ceremonias (fiestas, peleas de
gallos, ritos de pasaje, etc.), ya que
estas actividades expresan las
particularidades de una cultura.
Los Ndembu,
estudiados por Victor Turner.
Fuente:
http://www.lamarabunta.org/4images/data/media/70/ndembu.jpg
Para Max Weber, las Ciencias
Sociales tratan de establecer
relaciones causales por medio de la
comprensión de los motivos que
incitan a actuar a los seres humanos.
Actividad 2
A partir del ejercicio anterior, y sin necesidad de recurrir al contenido de la lectura
anterior, asocia las teorías mencionadas con los siguientes expositores: Morgan,
Malinowski, Boas, Engels, Ruth Benedict, Durkheim, Tylor, Marx, Radcliffe Brown.
Después, coteja tus respuestas con la lectura.
Lectura 2. La teoría antropológica desde los años sesenta
Sherry B. Ortner. Texto adaptado por Lisset Anahí Jiménez Estudillo.
Los sesenta: símbolo, naturaleza, estructura
En antropología, al final de los años cincuenta, el equipo teórico consistía
básicamente en tres grandes paradigmas: el estructural-funcionalismo británico
(descendiente de Bronislaw Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown); la
antropología cultural y psicocultural norteamericana (descendiente de Franz
Boas, Margaret Mead, Ruth Benedict); y la antropología evolucionista
norteamericana (nucleada alrededor de Leslie White y Julian Steward).
Posteriormente, en la década de los sesenta del siglo XX, diversos antropólogos
empezaron a fortalecer y cuestionar con ideas pujantes los paradigmas de sus
mentores y antecesores, así como también se enfrascaron en una feroz crítica
entre las diversas corrientes de pensamiento antropológico. Fue esta
combinación de nuevas ideas y agresividad intelectual la que impulsó los tres
movimientos con los que empieza nuestro recuento teórico: la antropología
simbólica, la ecología cultural y el estructuralismo.
La antropología simbólica es una denominación que no fue usada por
ninguno de sus proponentes durante el periodo formativo (1963-1966). Dos de sus
principales variantes parecen haber sido inventadas independientemente, una
por Clifford Geertz y la otra Victor Turner. Las diferencias importantes entre los
geertzianos y turnerianos probablemente no son totalmente apreciadas por
quienes se encuentran fuera del escenario de la antropología simbólica, mientras
que Geertz fue influido primeramente por Max Weber (vía Talcott Parsons); Turner
tuvo influencia primaria de Emile Durkheim. En este sentido, Geertz representa
claramente una transformación de la antropología nortemericana, que trabajaba
sobre todo con los fenómenos de la “cultura”, mientras que Turner representa una
transformación a la antropología británica previa, que trabaja principalmente con
los fenómenos de la estructura social. Para Geertz, la cultura no es algo que se
localice dentro de la mente de los hombres, sino que toma cuerpo en símbolos
públicos, mediante los cuales los miembros de una sociedad comunican su visión
del mundo. Por el contrario, para Turner, los símbolos son una especie de
operadores lógicos dentro del proceso social, elementos que, cuando se colocan
juntos en ciertas formas y en ciertos contextos (en especial, rituales) producen
transformaciones esencialmente sociales.
Otro de los enfoques que surgieron en los años sesenta fue la ecología
cultural. Esta perspectiva representa una nueva síntesis, y un posterior desarrollo,
del evolucionismo materialista de Leslie White, Julian Steward y V. Gordon Childe.
El concepto clave en la ecología cultural fue el de “adaptación” desarrollado por
Marshall Sahlins, quien lo utilizó para explicar el desarrollo, mantenimiento y
transformación de formas sociales. Posteriormente, otra variante de la ecología
cultural fue elaborada por Marvin Harris y Roy Rappaport. Este enfoque antropo-
76
Unidad II
lógico, denominado también materialismo cultural, se inspiró con fuerza en la
teoría de sistemas y estableció que no sólo se debía analizar cómo el medio
ambiente estimula (o previene) el desarrollo de formas sociales y culturales, sino
que también se tenía que atender la manera en que las formas sociales y culturales
funcionan para conservar una relación que existe con el medio ambiente.
Lévi-Strauss encabezó el único paradigma genuinamente nuevo
desarrollado en los años sesenta: el estructuralismo. Este autor, inspirado en la
lingüística y la teoría de la comunicación, y reconociéndose influido por Karl Marx y
Sigmund Freud, procuró establecer la gramática universal de la cultura, al analizar
la forma en que las unidades del discurso cultural son creadas (por el principio de
oposiciones binarias), y las reglas de acuerdo con las cuales las unidades (parejas
de términos opuestos) son ordenadas y combinadas para generar las
producciones culturales reales (mitos, reglas matrimoniales, ordenaciones del clan
totémico, etc).
En la práctica, el análisis estructural consiste en descubrir los conjuntos
básicos de oposiciones que fundamentan algún fenómeno cultural complejo –por
ejemplo: un mito, un ritual o un sistema matrimonial– y en mostrar los caminos en
los que el fenómeno en cuestión es una expresión de aquellos contrastes, así
como una reelaboración de los mismos, produciendo de ese modo una
manifestación culturalmente significativa.
Los setenta: la crítica marxista y las corrientes críticas en la antropología
La antropología de los setenta estuvo más ligada a los sucesos del mundo real que
la del periodo anterior, pues desde finales de los años sesenta, tanto en los
Estados Unidos como en Francia (y en menor medida en Inglaterra) surgieron
movimientos sociales radicales de gran envergadura. Primero se expresó la
contracultura, luego el movimiento antibélico, y luego, sólo un poco después, el
movimiento de las mujeres. Así, cualquier cosa que formara parte del orden
existente fue cuestionada y criticada por dichos movimientos. En lo que respecta a
la antropología, las primeras críticas tomaron la forma de denuncia de las ligas
históricas entre la práctica antropológica, por un lado, y el colonialismo y el
imperialismo, por el otro. Sin embargo, esto simplemente era la superficie del
asunto, puesto que el punto de interés se trasladó rápidamente hacia la
profundidad de nuestras construcciones teóricas, especialmente al grado en que
ellas daban cuerpo y traían adelante los supuestos de la cultura burguesa
occidental.
El andamiaje conceptual que animó la crítica a los paradigmas
antropológicos y las alternativas teóricas que ofrecían reemplazar los viejos
modelos, estuvieron basados en los planteamientos de Karl Marx. Así, en los
setenta se desarrollaron dos escuelas marxistas de teoría antropológica: el
marxismo estructural, desarrollado principalmente en Francia e Inglaterra; y la
economía política, que emergió primero en los Estados Unidos.
El marxismo estructural fue la única de las escuelas desarrollada
totalmente dentro del campo de la antropología, y probablemente por esa razón
tuvo un impacto temprano. En esta perspectiva teórica, Marx fue usado para atacar,
o repensar, los diversos esquemas teóricos que se habían desarrollado en el
campo de la antropología social. En este sentido, el marxismo estructural constituyó
una revolución intelectual total pues ubicó las fuerzas determinantes no en el
ámbito natural y/o en la tecnología, sino dentro de ciertas estructuras de relaciones
sociales. Las consideraciones ecológicas no fueron excluidas sino que fueron
incluidas por, y subordinadas al análisis de la organización social, en especial de las
relaciones políticas y del modo de producción. Una de las virtudes del marxismo
estructural era que tenía en su esquema un lugar para cada cosa. Al rehusar ver
77
La sociología de Durkheim influye en la
antropología, porque estudia el
totemismo con la idea de que, para
explicar a una sociedad, es
indispensable analizar sus instituciones
y conocer las funciones que cada una
de ellas cumple.
La antropología estructural
considera a la cultura como un
sistema de clasificación que permite
a las sociedades la ejecución de
ciertas prácticas socioculturales. Por
ejemplo: el sistema de parentesco y
matrimonio permiten la circulación de
mujeres entre los grupos de una
sociedad; las reglas económicas
sostienen el intercambio de bienes y
servicios; en tanto, las normas
lingüísticas permiten la comunicación
de mensajes.
Los marxistas estructurales dieron a
los fenómenos culturales (creencias,
valores, clasificaciones, etc.) una
función central en sus modelos de
análisis. En este enfoque, la cultura
es analizada como ideología y
considerada desde el punto de vista
de su papel en la reproducción social
(al legitimar el orden existente).
Fuente:
http://www.historyguide.org/images/marx-bio.jpg
Antropología Social
La economía política parte del
supuesto que virtualmente cualquier
sociedad estudiada por la antropología
social ya ha sido penetrada por el
sistema capitalista mundial, y por ello
mucho de lo que vemos en nuestro
trabajo de campo y describimos en
nuestras etnografías debe ser
entendido como algo que ha sido
formado como respuesta a ese
sistema.
En la década de los ochenta, la
antropología social se vio influenciada
por las teorías, que enfocaron su
análisis en las prácticas y
experiencias de los integrantes de
un grupo social (Por ejemplo: la teoría
de los campos sociales de Pierre
Bourdieu). Asimismo, se comenzará a
gestar una crítica a las grandes
teorías mediante el posmodernismo
corriente que desestima la pretensión de buscar una verdad total y,
en consecuencia, abandona el ámbito
de la ciencia para introducirse en los
espacios de la vivencia.
por separado las relaciones materiales y la ideología, sus principales exponentes,
como Godelier, Terray, Friedman y Bloch, establecieron modelos en el que
existían dos niveles (el materialista y el idealista) relacionados uno con otro a
través de una serie de procesos político-económicos.
El otro enfoque de índole marxista que impactó a la antropología social fue
la economía política. Esta corriente tomó su inspiración primaria de la sociología
política, especialmente en las teorías de los sistemas mundiales, elaboradas por
Wallerstein, y en la teoría del subdesarrollo, postulada por A.Guder Frank. En
contraste con el marxismo estructural, que se enfocó en investigaciones
antropológicas de sociedades y culturas relativamente discretas, los economistas
políticos trasladaron su enfoque hacia los sistemas económico-políticos
regionales de gran escala. Así, sin dejar de lado el trabajo de campo tradicional en
comunidades específicas o micro-regiones, sus investigaciones se han enfocado al análisis de los efectos de la penetración capitalista en las comunidades
estudiadas. Además, a los economistas políticos debemos el énfasis dado a la
importancia de la historia en los estudios antropológicos. Si bien, no fueron ellos
los primeros en hacerlo, ciertamente los miembros de esta escuela son quienes
parecen más comprometidos hacia una antropología completamente histórica.
Actividad 3
Regresa al texto e identifica las diferentes teorías antropológicas y, en tu cuaderno
elabora una tabla donde menciones, cuáles fueron las aportaciones de cada una,
sus principales exponentes y por quiénes fueron influenciados.
Actividad 4
Cuando tengas tu tabla lista, analiza la información que plasmaste y reflexiona, de
acuerdo con tu interés por cada una de ellas, respondiendo a las siguientes
preguntas: ¿Qué teoría antropológica me resulta interesante? ¿Por qué me llama
la atención? ¿De cuál me gustaría obtener más información?
Lectura 3. La antropología social en México
Mauricio González González y Emanuel Rodríguez Domínguez.
Influenciado por el culturalismo al ser
alumno de Franz Boas, Manuel
Gamio desarrolló los aspectos
teóricos del indigenismo integrativo y
las bases de un programa de acción
para la política indigenista del Estado
mexicano, que buscó la integración
de los indígenas a la cultura nacional
(Comas, 1975).
La antropología social en México se funda como una antropología práctica, en la
medida en que sus precursores sostienen la importancia de conjuntar los estudios
sobre terreno con propuestas de acción gubernamental. De esta manera, desde
sus inicios, en los albores del siglo XX, la antropología social mexicana se relaciona
íntimamente con el proyecto de integración nacional posrevolucionario. Sus
primeros exponentes en nuestro país, entre los que destacan Manuel Gamio
(1883-1960), Alfonso Caso (1896-1979) y Moisés Sáenz (1888-1941), le
asignaron un carácter sustancialmente práctico, porque desde su perspectiva la
investigación antropológica debía guiar las decisiones del gobierno, sobre todo en
su trato con la diversidad cultural. Se puede considerar a Manuel Gamio como el
primer antropólogo social con estudios formales en esta disciplina.
Específicamente, en su obra La población del Valle de Teotihuacan (1922), intentó
investigar integralmente una zona desde el periodo prehispánico hasta su
momento actual, conjugando los conocimientos de especialistas en diversas
ramas y disciplinas antropológicas (arqueología, lingüística, antropología física y
antropología social). Esta investigación fue un primer intento por demostrar la
compleja integración de antropología y la posibilidad de realizar programas de
aplicación práctica en las comunidades indígenas.
Los años treinta fueron una década decisiva para la antropología social en
México, ya que, durante la presidencia de Lázaro Cárdenas (1934-1940), las
primeras investigaciones prácticas se institucionalizan con la creación de la
http://voragine.bravehost.com/img208.jpg
78
Unidad II
Escuela Nacional de Antropología e Historia (1938) y del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (1939). Como director general del INAH fue nombrado
Alfonso Caso, quien, al igual que Gamio, consideraba como indispensable el
estudio de nuestro pasado antiguo como medio o instrumento para modificar el
presente mediante una antropología social aplicada (Aguirre Beltrán, 1992 [1973]).
Esta idea, se reflejó en su gestión al frente del INAH, pues su creación marcó el inicio
del reconocimiento del estudio del pasado arqueológico para generar el interés en
los antropólogos mexicanos para buscar conocer a los grupos indios del país y, a
su vez, generar políticas indigenistas. Para esta época la antropología europea,
basada en la perspectiva teórica funcionalista y estructural-funcionalista, centraba
su interés en los procesos de dominación colonial, pero en México este objetivo se
reconfiguró para dar cuenta de un proceso de integración y conformación nacional,
en el que uno de los problemas por atender sería el del indio, en otras palabras,
desde sus inicios y en su etapa de consolidación, la antropología mexicana estuvo
vinculada con el estudio del pasado y presente de los pueblos indígenas, con el fin
de generar políticas públicas que pudieran integrarlos a la nación.
En el periodo de 1940 hasta la mitad de la década de los sesenta es cuando
se consolidan los principales argumentos teóricos de los estudios clásicos en el
campo de la antropología social en México, que seguía vinculada a las
instituciones indigenistas.
En ese momento, dos de los investigadores más importantes en el campo
de la antropología social fueron Gonzalo Aguirre Beltrán (1908-1996) y Julio de la
Fuente (1905-1970), quienes postularon un indigenismo desarrollista, que
proponía un camino alternativo a la incorporación individual de los indígenas a la
nación a través de la teoría de la integración regional como versión oficial y
programa de acción por parte del Estado mexicano hacia dichos pueblos.
Otros de los enfoques teóricos que tuvo auge en el marco de la
antropología social a la mitad del siglo XX, fueron los estudios de comunidad y los
procesos de cambio sociocultural; entre éstos destacan los estudios de Robert
Redfield (1897-1958), quien en su estancia en Tepoztlán, Morelos y en diversas
comunidades de Yucatán, desarrolló un marco teórico que permitió comprender el
cambio social de las comunidades indígenas (entendidas éstas como sociedad
folk), a la luz de los procesos de urbanización. Sobre los estudios de comunidad se
redefinieron las investigaciones de antropología social para generar una acción
gubernamental indigenista en el campo de la salud, educación y los programas de
desarrollo integral de las cuencas fluviales. La tarea que se le encomendó a los
antropólogos sociales de la época fue la de estudiar los modos de vida indígenas,
así como sus problemas más urgentes, todo ello encaminado a que su “reajuste
social” se realizara con mayor eficiencia [Portal y Ramírez, 2010].
A fines de la década de los cincuenta comienzan a surgir en la antropología
social una serie de posturas críticas que comenzaban a cuestionar la política
indigenista y su relación con la antropología. Éstas se vieron apoyadas por el
crecimiento del movimiento indígena y los acontecimientos sociopolíticos de 1968.
Al frente de esta posición anti-integracionista se colocaron algunos antropólogos
como Ricardo Pozas, Guillermo Bonfil Batalla, Mercedes Olivera, Arturo Warman,
entre otros; el planteamiento teórico de este grupo establecía en términos
generales que los grupos étnicos tienen derecho a ser diferentes y a defender su
integridad cultural. Después de la revolución cultural estudiantil del 68, la mirada de
los antropólogos cambió. Para muchos no podía hacerse más una antropología
cercana a los intereses del Estado-nación y menos a los hegemónicos
colonizantes. Rosalba Aída Hernández narra como:
79
ENAH
Fuente: http://i2.esmas.com/2010/04/26/114141/logotipo- dela-ENaH-300x350.jpg
A nivel teórico, las visiones
integracionistas para atender a los
pueblos indígenas se caracteriza por
un eclecticismo pragmático que
toma lo que le conviene de las más
diversas y dispares teorías
(evolucionismo, culturalismo,
funcionalismo y estructuralfuncionalismo), sin discutir la
especificidad de los enfoques
adoptados para proponer una
solución de unificación sociocultural
ante la diversidad cultural de un
Estado-Nación.
Fuente:
http://4.bp.blogspot.com/_oJ96LFAVof4/TA_cAQRJ_YI/AAAAAAAAAHM/DJO4i70R3AE/s1600/ ke.jpg
El concepto de comunidad
espacial y sociocultural, definió el
trabajo de los antropólogos sociales
que se abocaron a la tarea de
describir los numerosos grupos
indígenas mexicanos.
La primera crítica al indigenismo
integracionista la realizó Pablo
González Casanova en su obra La
democracia en México (1965). Este
autor reinstaló la problemática de los
pueblos indígenas en el marco
nacional y sostuvo que la
construcción de una sociedad
democrática requería anular el
“colonialismo interno” hacia dichas
poblaciones.
Antropología Social
La cuestión étnico-nacional, como lo
establece Héctor Díaz-Polanco
(1988), parte de una indagación
crítica de los enfoques indigenistas,
considerados como obstáculos
ideológicos y políticos para la
compresión del fenómeno étnico y
del reconocimiento de los derechos
históricos de los pueblos indios,
particularmente su derecho a la
autonomía.
Con la obra de Oscar Lewis, se abren
los estudios antropológicos de la
ciudad y de la migración, dos temas
que en años posteriores se
convirtieron en dos importantes
especializaciones de la antropología
social.
Fuente:
http://3.bp.blogspot.com/_CKni9brv-s/SmCzX-nlW0TI/A
AAAAAAABDY/4ZQgqHyYIvc/s400/Pobreza%2Ben%2BM%
25C3%25A9xico.jpg
Un estudio representativo de la
antropología social urbana, fue el
que desarrolló Larissa Lomnitz en
una barriada de la ciudad de México,
titulado Cómo sobreviven los
marginados (1975), y que analizó las
estrategias económicas y sociales
que desarrollaban los habitantes de
la ciudad en una situación de
marginalidad económica.
Algunos decidieron abandonar la etnografía y optar por la economía
política y las descripciones sistémicas como alternativa; otros decidieron
dejar la antropología por completo y dedicarse al activismo; algunos más
buscamos un camino intermedio que nos permitiera combinar la
economía política con la etnografía y la antropología con el activismo”
[2005:475-476].
A partir de finales de la década de los setenta y basada en el marxismo,
surge otra postura crítica al indigenismo denominada la cuestión étnico-nacional.
Esta perspectiva se fundamenta en una antropología comprometida con las
organizaciones indígenas y subraya el carácter histórico, sociopolítico y nacional
de la problemática étnica. En tal sentido, los pueblos indígenas no constituyen
comunidades aisladas o subdesarrolladas, sino que conforman unidades socioculturales y productivas vinculadas al mercado y sometidas a presiones
económicas sistemáticas. Las regiones o localidades indígenas están insertas en
la formación nacional y, por ello mismo, forman parte de la estructura económica y
sociopolítica de la sociedad global [Díaz-Polanco, 1974].
Un giro radical en la antropología social y su vínculo con el indigenismo se
da con la aparición de los trabajos de Oscar Lewis (1914-1970) que abordaron el
estudio del cambio sociocultural entre los migrantes indígenas en la ciudad. Con
ello la antropología social empieza a abrir su campo de estudio hacia las
problemáticas urbanas, analizando los efectos que éstos tenían en las
poblaciones indígenas, tanto en sus comunidades de origen como en las ciudades
donde se asentaban al migrar. Posteriormente, desde finales de los sesenta,
comenzaron a expresarse una serie de posturas en la antropología social
mexicana que cuestionaban la exclusividad del estudio de las poblaciones
indígenas como problema central de la antropología. En consecuencia, el interés
por otros temas como la problemática agraria, los procesos laborales y las luchas
sindicales, la cultura obrera y la vida de los trabajadores fabriles, los procesos de
urbanización, las culturas populares y los consumos culturales, los movimientos
urbano populares, entre otros, diversificaron los objetos de estudio de la
antropología social contemporánea [Portal y Ramírez, 2010].
Entre las décadas de los setentas y los ochentas la antropología social en
México se diversificó no sólo en sus objetos de estudio, sino también en sus
métodos y orientaciones teóricas, así como también se empezó a cuestionar la
“neutralidad” del quehacer antropológico y la forma en que dicha práctica implicaba
un compromiso político y social de sus practicantes. En el marco de esta
reconfiguración comenzaron a figurar temas como los de la organización política de
los campesinos y el futuro de este grupo social en el contexto del desarrollo del
capitalismo. Otra línea de investigación atendió, desde un enfoque neoevolucionista
multilineal, los procesos de integración y adaptación sociocultural. En este periodo
los procesos de urbanización se intensificaron en el marco de la política
desarrollista, por lo que la antropología no pudo quedar al margen de esta
problemática y reflexionó sobre los procesos migratorios, la pobreza urbana y los
movimientos urbano-populares que luchaban por vivienda; las investigaciones
sobre estas problemáticas estuvieron orientadas por la teoría de la marginalidad y el
marxismo.
Los diferentes movimientos obreros y sindicales de los años setenta del
siglo XX, abrieron a la antropología social el campo de estudios de la industrialización
y la clase obrera en México. Las variables de estos estudios giraron en torno a la
especificidad sociocultural de la clase obrera, sus enfrentamientos con el Estado y el
capital, así como sus formas y mecanismos de resistencia. La antropología del
trabajo documentó las relaciones sociales en diversos sectores de la industria y
80
Unidad III
su relación con la esfera doméstica y el trabajo familiar. Otra reflexión importante
de las nuevas temáticas de la disciplina giró en torno al concepto de culturas
populares y consumo cultural. El marco más amplio de este debate se encaja en la
relación entre tradición y modernidad en América Latina y la valoración del
concepto de cultura como proceso simbólico.
Todas estas reconfiguraciones del objeto de estudio de la antropología
social muestran cómo el avance en la investigación empírica de nuevos temas de
estudio y la incorporación de nuevas perspectivas teóricas, dieron un nuevo
impulso a nuestra disciplina al finalizar el siglo XX.
Actividad 5
Con tus propias palabras elabora en tu cuaderno, una síntesis de la lectura anterior
sobre cómo la antropología social aborda el tema de la diversidad cultural y los
pueblos indígenas. Puedes guiar tu reflexión contraponiendo las posturas
indigenistas que han buscado la integración y asimilación de los pueblos indígenas a la nación mexicana versus las posturas críticas que postulan el respeto a sus
formas socioculturales y su derecho a la autonomía.
Una aportación a los estudios de
cultura popular es el estudio de
Néstor García Canclini titulado Las
culturas populares en el capitalismo
(1982). En esta obra se documentan
los cambios y reconfiguraciones en
las expresiones de las culturas
populares ante la influencia de los
medios de comunicación masiva,
además de analizar su apropiación y
comercialización por parte de los
grupos dominantes.
Actividad 6
Elabora en tu cuaderno, una tabla donde clasifiques las nuevas temáticas de la
antropología social a partir de sus análisis en los procesos de urbanización en
México.
Repaso
Realiza una línea del tiempo en la que identifiques a los principales exponentes de
las teorías antropológicas (a nivel mundial y nacional). Posteriormente y
basándote en la línea del tiempo que realizaste, resume los puntos más importantes que resalta cada teoría, a través de las siguientes preguntas guía: ¿qué
tema es el que privilegian?, ¿cómo trabajan?, ¿cuáles son los conceptos que
desarrollan?
UNIDAD III. Las esquinas, el centro. Geopolítica de la
antropología social
En 1959 apareció una compilación de textos y pinturas precolombinas realizada
por Miguel León-Portilla, en ella se presentaban algunas miradas
mesoamericanas sobre los conquistadores, sobre el proceso de Conquista y el
ocaso del glorioso imperio mexica. El libro La visión de los vencidos. Relaciones
indígenas de la Conquista permitió ver la otra cara de la moneda de la dominación,
de la que sólo se tenían noticias europeas. Otro parte aguas para el pensamiento
crítico acerca de la construcción del “otro” lo ofreció Orientalismo (1978), obra de
Edward W. Said en la que se observa cómo la región del mundo llamada “Oriente”
ha sido construida intelectualmente desde “Occidente” para su aprovechamiento y
sometimiento. Estas obras evidencian cómo la generación de conocimiento está
determinada por su lugar de enunciación, es decir, por las condiciones políticas y
sociales en las que se produce la investigación. No es lo mismo aproximarse al
“otro” desde el lugar de dominado que desde uno de dominio.
Si la antropología social históricamente fue una invención de países
colonizadores, en su devenir, los colonizados comenzaron a producir también
conocimiento sobre el “otro”, muchas veces solidario a la concepción de los países
del centro, y otras más, cercanas a las necesidades y condiciones de los países de
la periferia. Lo que hoy día conocemos como giro decolonial se refiere al movimiento
81
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿A qué se debe el
surgimiento de las
diferentes posturas
geopolíticas en la
antropología social?
¿En qué medida
impactan a la producción
del conocimiento
antropológico?
Fuente:
http://alternativa-humanista.blogspot.com/2009/04/
que-habran-hecho-algunos-pobres-sures.html, p. 19
Antropología Social
Aunque no todos los países del norte
o de Occidente pueden ser
considerados dominantes, ni todos los
del sur u oriente dominados, se puede
considerar, desde la geopolítica, a
Occidente (en el norte, o sea la
Europa Occidental y Estados Unidos)
como una región económica y
políticamente hegemónica. El sur,
especialmente en América Latina, el
Oriente: Asia y casi toda África como
periféricos.
Los escritos que encontrarás en esta
unidad no son sólo de antropólogos,
hay uno de un literato. Eso es porque
la antropología es una disciplina que
pugna por la interdisciplinariedad, que
busca romper barreras tradicionales
entre diferentes disciplinas y métodos
para la construcción de conocimiento.
Los escritos filosóficos que
desarrollaron Deleuze y Guattari, se
centran en el análisis de ciertos
conceptos. Su filosofía se extendió a
la semiótica, la teoría de la sociedad
y de la comunicación.
intelectual que sostiene que la condición colonial de países conquistados aún no
ha terminado, lo que implica no sólo distinguir esta situación, sino superarla a
través de la identificación y construcción de pensamiento al margen del
eurocentrismo y la modernidad capitalista [v. Castro-Gómez y Grosfogel,
2007:20-21]. Si para Clifford Geertz “la finalidad de la antropología consiste en
ampliar el universo del discurso humano” [2005:27], para el giro decolonial implica
ampliarlo al mostrar que eso que llaman “discurso humano” es una invención que
tendría que considerar discursos negados por el poder, discursos imposibles para
el conocimiento dominante. La antropología bajo este enfoque busca ampliar el
universo del discurso humano a través del discurso de los dominados y excluidos:
otros mundos son posibles.
El objetivo de esta unidad es mostrar “otra geografía”, una constituida por
aportaciones antropológicas que van del centro a la periferia, de la producción
científica solidaria al pensamiento de países del centro a la producción
antropológica propia de países periféricos. Para ello nos valdremos de
investigaciones contemporáneas y clásicas: la primera lectura es una propuesta
que abreva de la filosofía europea de fin del siglo XX; la siguiente ofrece una mirada
para pensar la diferencia desde la crítica a la colonialidad y al capitalismo y, por
último, una lectura botón de muestra de la antropología que abreva de los
movimientos sociales latinoamericanos. Todas ellas se integran al pensamiento
crítico contemporáneo, más cada una con tonos y raigambre distintos, producidas
desde la diferencia y la desigualdad.
Temario
1. Mirando al sesgo desde el centro
2. Fuerzas centrífugas: el giro decolonial
3. Todos los rincones son el centro: antropología desde la periferia
Lectura 1: Metafísicas caníbales
Eduardo Viveiros de Castro. Texto adaptado por Sandra Odeth Gerardo Pérez.
Movimiento estudiantil en Europa,
Mayo del 1968.
Fuente:
http://www.cimacnoticias.com.mx/site/1088-Mujeres-delmovimient.38005.0.html), p. 21
Para mi generación, la obra de Gilles Deleuze y Felix Guattari evoca ante todo el
cambio de orientación de pensamiento que marcó el fin de la década de 1960, en
el curso de la cual se inventaron algunos elementos clave de la percepción cultural
actual de Occidente. El sentido, las consecuencias y la realidad en sí de ese
cambio son el objeto de una controversia que se prolonga hasta hoy.
La novedad de la filosofía de Deleuze fue percibida pronto por las políticas
contraculturales que nacieron en 1968, como el arte experimental y los
movimientos de las minorías, principalmente por ciertas corrientes, de la más
importante de ellas, el feminismo. Poco después, esta filosofía se integró al
repertorio conceptual de nuevos proyectos estratégicos de antropología
simétrico-reflexiva, como los science studies y fue reivindicada por ciertos
influyentes análisis de la dinámica del capitalismo tardío. Por lo demás, la obras de
algunos antropólogos que en los últimos decenios han dejado su marca, como
Roy Wagner, Marilyn Strathern o Bruno Latour, indican conexiones sugestivas con
la filosofía de Deleuze. Los tres antropólogos que acabamos de citar están entre
los raros que podrían ser etiquetados con justo título de postestructuralistas (más
bien que, por ejemplo, los posmodernos). Asimilaron lo que había de nuevo en el
estructuralismo y siguieron su camino, en lugar de embarcarse en proyectos
francamente retrógradas. El pensamiento de Deleuze puede ser visto como un
proyecto de desterritorialización del estructuralismo, movimiento del que el autor
ha separado las instituciones de más largo alcance para, apoyándose en ellas,
partir en otras direcciones.
82
Unidad III
El antropólogo que decide leer o releer a Deleuze y Guattari, después de
años de inserción en su propia disciplina, no puede dejar de experimentar una
sensación curiosa, como un dejá vú al revés: esto se escribió ya después…
Muchas de las perspectivas teóricas y las técnicas descriptivas que en la
antropología sólo recientemente han perdido un aroma de escándalo, forman
rizoma con textos deleuze-guattarianos de hace veinte o treinta años. Para ubicar
con precisión el valor antropológico de estos textos habrá que recorrer en detalle la
red de fuerzas en que la antropología social se halla envuelta hoy.
Así desde hace algún tiempo se observa un desplazamiento del centro de
interés en las ciencias humanas hacia los procesos semióticos. El viraje lingüístico
que en el último siglo fue el centro virtual de la convergencia de temperamentos,
proyectos y sistemas filosóficos tan diversos, parece empezar suavemente a
volverse hacia otros costados, alejándose de la lingüística y, hasta cierto punto, del
lenguaje en cuanto macroparadigma antropológico.
Del lado del mundo (un lado que ya no tiene “otro lado”, puesto que ahora
sólo está hecho de una pluralidad indefinida de lados), el desplazamiento
correspondiente ha conducido a privilegiar lo fraccionario-fractal y lo diferencial en
detrimento de lo unitario-entero y de lo combinatorio, a discernir multiplicidades
chatas donde sólo se buscaban totalidades jerárquicas. En rigor, asistimos a la
disolución de la distinción entre epistemología (lenguaje) y ontología (mundo) y a la
emergencia progresiva de una ontología práctica en la que el conocer ya no es un
modo de representar lo desconocido, sino de interactuar con él, es decir, un modo
de actuar más que de contemplar, de reflexionar o de comunicar.
¿Te acuerdas de lo que se te señaló
de estructuralismo en la segunda
unidad?
Entonces, el estructuralismo se basó
en el llamado giro lingüístico que
ponía en el centro de los análisis
sociales en general al modelo de
estudio del lenguaje. Como te darás
cuenta, los post- estructuralistas se
van
“alejando” de este giro
lingüístico.
La antropología ontológica
propone “llevar a serio” lo que dicen
nuestros interlocutores indígenas,
evitando con ello ver a los “otros”
culturales como gente llena de
creencias y falso conocimiento.
Actividad 1
Subraya en el texto, los conceptos que se desarrollan en la lectura e identifica
también a los autores a los que da más importancia. Estamos seguros de que
serán futuras referencias de tu quehacer intelectual.
Actividad 2
El texto establece que la forma de hacer antropología después de 1968, cambió.
Elabora en tu cuaderno una síntesis, mencionando los principales cambios y la
manera en la que se va perfilando la antropología actualmente.
Al leer Orientalismo, recuerda lo que
se te señaló en la introducción de
esta unidad, sobre la fuerza que
tiene el discurso
para crear
realidades e incluso prejuicios sobre
“el otro”.
Lectura 2: Orientalismo
Edward S. Said. Texto adaptado por Sandra Odeth Gerardo Pérez.
Al contrario que los americanos; los franceses y británicos –y en menor medida
los alemanes, rusos, españoles, portugueses, italianos y suizos- han tenido una
larga tradición en lo que llamaré orientalismo, que es un modo de relacionarse con
Oriente basado en el lugar especial que éste ocupa en la experiencia de Europa
occidental. Oriente no es sólo el vecino inmediato de Europa, es también la región
en la que Europa ha creado sus colonias más grandes, ricas y antiguas, es la
fuente de sus civilizaciones y sus lenguas, su contrincante cultural y una de sus
imágenes más profundas y repetidas de Lo Otro. Además, Oriente ha servido para
que Europa (u Occidente) se defina en contraposición a su imagen, su idea, su
personalidad y su experiencia. Sin embargo, nada de este Oriente es puramente
imaginario. Oriente es una parte integrante de la civilización y de la cultura
material europea. El orientalismo expresa y representa, desde un punto de vista
cultural e incluso ideológico, esa parte como un modo de discurso que se apoya
en unas instituciones, un vocabulario, unas enseñanzas, unas imágenes, unas
doctrinas e incluso unas burocracias y estilos coloniales.
La acepción de orientalismo más admitida es la académica, y esta
etiqueta sirve para designar un gran número de instituciones de este tipo. Alguien
que enseñe, escriba o investigue sobre Oriente –un antropólogo, un sociólogo, un
83
De manera general, el proyecto
de los estudios poscoloniales es
descolonizar el conocimiento y
tomar e incluir otro tipo de
conocimiento no occidental.
Reflexionan y hacen una crítica
acerca de la historia de los países
colonizados y de cómo se ha escrito
esa historia desde la mirada de las
élites.
Antropología Social
El intelectual, crítico literario y
activista palestino, Edward Said,
lanzando una piedra contra soldados
israelís que destruyen cultivos
palestinos. 3 de julio de 2000.
Fuente: Imagen tomada del periódico La Jornada,
26 de noviembre de 2003, p. 22
Slavoj Žižek, ha criticado desde
finales de los 80 la posición
multiculturalista, pues bajo una
mirada profundamente respetuosa
de las diferencias culturales, oculta
una nueva especie de racismo que
intenta perpetuar la desigualdad
social.
Observa la imagen. Descríbela y
reflexiona sobre qué es lo que te
quiere decir, ¿te viene a la mente
alguna nacionalidad, algún hecho
reciente?, ¿quién piensas que la
haya creado?, ¿con qué finalidad?
Fuente: http://kolisraelorg.wordpress.com p. 23
historiador o un filólogo– tanto en sus aspectos específicos como generales, es un
orientalista, y lo que él –o ella– hace, orientalismo.
El orientalismo es también, un estilo de pensamiento que se basa en la
distinción ontológica y epistemológica que se establece entre Oriente y –la mayor
parte de las veces– Occidente. Así pues, una gran cantidad de escritores –entre
ellos, poetas, novelistas, filósofos, políticos, economistas y administradores del
Imperio– han aceptado esta diferencia básica entre Oriente y Occidente como
punto de partida para elaborar teorías, epopeyas, novelas, descripciones sociales e informes políticos relacionados con Oriente; sus gentes, sus costumbres, su
“mentalidad”, su destino, etcétera. Este tipo de orientalismo se puede encontrar en
Esquilo, Víctor Hugo, Dante y Karl Marx.
Llego al tercer significado de orientalismo, que se define de una manera
más histórica y material que los otros dos. Si tomamos como punto de partida
aproximado el final del siglo XVIII, el orientalismo se puede describir y analizar
como una institución colectiva que se relaciona con Oriente, relación que consiste
en hacer declaraciones sobre él, adoptar posturas con respecto a él, describirlo,
enseñarlo, colonizarlo y decidir sobre él; en resumen, el orientalismo es un estilo
occidental que pretende dominar, reestructurar y tener autoridad sobre Oriente.
Creo que si no se examina el orientalismo como un discurso, posiblemente no se
comprenda esta disciplina tan sistemática a través de la cual la cultura europea ha
sido capaz de manipular –e incluso dirigir– Oriente desde un punto de vista
político, sociológico, militar, ideológico, científico e imaginario, a partir del periodo
posterior a la Ilustración. Por otro lado, el orientalismo mantiene una posición de
autoridad tal, que no creo que nadie que escriba, piense o haga algo relacionado
con Oriente sea capaz de hacerlo sin darse cuenta de las limitaciones de
pensamiento y acción que el orientalismo impone. En pocas palabras, que por
causa del orientalismo, Oriente no fue (y no es) un tema sobre el que se tenga
libertad de pensamiento o acción.
He comenzado asumiendo que Oriente no es una realidad inerte de la
naturaleza. No está simplemente allí, lo mismo que el propio Occidente tampoco
está precisamente allí. Por consiguiente, en la misma medida que lo es el propio
Occidente, Oriente es una idea que tiene una historia, una tradición de
pensamiento, unas imágenes y un vocabulario que le han dado una realidad y una
perspectiva en y para Occidente. Las dos entidades geográficas, pues, se apoyan,
hasta cierto punto se reflejan la una en la otra.
Sin embargo, hay que realizar algunas puntualizaciones. En primer lugar,
sería un error concluir que Oriente fue esencialmente una idea o una creación sin
su realidad correspondiente.
La segunda puntualización se refiere a que las ideas, las culturas y las
historias no se pueden entender ni estudiar seriamente sin estudiar al mismo
tiempo su fuerza o, para ser más precisos, sus configuraciones de poder. Creer
que Oriente fue creado –o, como yo digo, “orientalizado”- y creer que tales cosas
suceden simplemente como una necesidad de la imaginación, es faltar a la
verdad. La relación entre Occidente y Oriente es una relación de poder y de
complicada dominación: Occidente ha ejercido diferentes grados de hegemonía
sobre Oriente.
Una tercera puntualización. No hay que creer que el orientalismo es una
estructura de mentiras o de mitos que se desvanecería si dijéramos la verdad
sobre ella. Yo mismo creo que el orientalismo es mucho más valioso como signo
del poder europeo-atlántico sobre Oriente que como discurso verídico sobre
Oriente (que es lo que en su forma académica o erudita pretende ser). El
orientalismo, pues, no es una fantasía que creó Europa acerca de Oriente, sino un
cuerpo compuesto de teoría y práctica en el que, durante muchas generaciones,
se ha realizado una inversión considerable. Debido a esta continua inversión, el
orientalismo ha llegado a ser un sistema para conocer Oriente, un filtro aceptado
que Oriente atraviesa para penetrar en la conciencia occidental; igualmente,
84
Unidad III
esa misma inversión hizo posibles –de hecho, las hizo realmente productivas– las
declaraciones que en un principio se formularon dentro de la disciplina orientalista
y que más tarde proliferaron en el interior de la cultura general.
Actividad 3
Realiza en tu cuaderno un cuadro sinóptico en el que desarrolles cada una de las
nociones que da Edward Said sobre orientalismo.
Actividad 4
Una vez que has identificado las diversas nociones que proporciona el autor sobre
orientalismo, responde en tu cuaderno los siguientes cuestionamientos:
¿Crees que lo que dice Said sobre el Orientalismo pueda aplicarse para los
pueblos indígenas de México? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Cómo podrías
registrarlo?
Fuente: Radio Sabotaje
http://sabotaje.blogsome.com/2006/11/
Lectura 3: Toma la palabra, toma los medios, toma las calles
Talina Hernández Baca. Texto adaptado por Sandra Odeth Gerardo Pérez.
La primera vez que fui a Oaxaca no tenía idea que terminaría haciendo mi
investigación ahí. Un grupo de compañeros y yo fuimos a una reunión para la
organización del Segundo Encuentro Nacional Estudiantil, pero llegamos el 30 de
septiembre, justo el día en que hicieron las primeras incursiones aéreas los
helicópteros de la marina. Me interesó tanto ver cómo se organizaba la gente y la
manera en que reaccionaron al miedo, la violencia y el peligro, que decidí
quedarme.
Fue muy importante dormir en las barricadas, en las banquetas de la
universidad, adentro de los salones, ir a las marchas, estar en los enfrentamientos,
etcétera, gracias a esto pude establecer una relación muy cercana con muchos de
los miembros del movimiento, lo cual me permitió, una vez pasada la etapa más
peligrosa, poder regresar a hacer entrevistas más profundas y que ellos se
sintieran con más confianza al momento de contestar. Además de que el hecho de
sentir el miedo que sentían ellos, correr el mismo peligro y ver las cosas tan
dramáticas que vimos, me permitió comprender de manera más clara la situación
de las personas con las que trabajaba, así como la forma en la que vivían la
violencia.
Ante la situación que acabo de exponer, cuando decidí hacer la
investigación sobre eso, me enfrenté a un problema metodológico: era imposible
suponer que mi investigación pudiera ser “objetiva”. Las personas con las que
trabajaba, el contexto de violencia y la investigación en sí, me fueron orillando a
participar cada vez más activamente.
Pero la discusión sobre la objetividad en la antropología no es nada nuevo
y son muchos los autores que han formado parte activa en ella. Sin embargo, mi
intención no es hacer un recuento de dicha discusión, sino exponer la propuesta de
un grupo de autores que han planteado un tipo de investigación que esté
comprometida políticamente con los movimientos sociales que estudia y que,
además, participe activamente en ellos: La llamada “comprometida” o
“investigación activista”.
La investigación activista realiza su labor sobre los movimientos sociales,
pero también para ellos. La intención es que el resultado de la investigación
beneficie de manera directa al movimiento, y todo el proceso se realiza con la
colaboración de los sujetos con los que se trabaja. Los “sujetos de estudio” no son
vistos como “informantes” o “fuentes de datos”, sino como colaboradores directos y
85
La Comisión Gulbenkian para la
reconstrucción de la ciencias
sociales, creada en 1993 y
presidida por Immanuel Wallerstein,
afirmó desde entonces que:
“Más allá del argumento obvio de
que es preciso conocer las voces de
los grupos dominados (y por esto
mismo ignorados hasta ahora), está
la tarea ardua de demostrar en qué
forma la incorporación de las
experiencias de esos grupos es
fundamental para alcanzar un
conocimiento objetivo de los
procesos sociales (Wallerstein,
2007:95).
Sin duda, la antropología social
tiene mucho que decir.
Antropología Social
En contextos de violencia, como el
que tiene que enfrentar la autora, los
antropólogos deben apelar a maneras
“no tradicionales” para hacer trabajo
de campo. Por ejemplo: al entrevistar
a personas violentadas de alguna
manera, se debe tomar en cuenta
cómo hacer una entrevista que no
afecte al interlocutor. Se puede hacer
de forma indirecta, pidiendo que
hagan dibujos, escritos, lean poemas
o hagan mapas mentales. Siempre
debemos estar atentos a cómo
incidimos con nuestra presencia e
intereses de investigación.
Mapa mental elaborado por un
niño, donde muestra diferentes
barricadas y un letrero en morado
que dice “APPO UAVJO” (sic.)
conocedores del tema, incluso en muchas ocasiones poseedores de mayor
conocimiento que el mismo investigador. Y es que, ¿qué hacer cuando “el otro” ya
no es “otro”? Se busca que el antropólogo sea un sujeto más participativo en un
diálogo constante con sus “aliados”, como prefiere llamarles Charles R. Hale.
Según Hale, siempre que se habla de investigación activista salen a relucir
principalmente dos críticas: la primera es la que se refiere a la falta de objetividad y
la segunda referente a la falta de rigor metodológico. Él contesta que la
investigación activista demanda reivindicar el rigor metodológico no sólo porque
no hacerlo implique críticas de nuestros colegas sino que, sobre todo en
investigaciones de movimientos sociales, un mal uso de la información implica
poner en riesgo la seguridad de las personas con las que trabajamos. Además,
estas personas ayudaron a formular las metas de la investigación, por lo que es
necesario asegurarse de que el resultado sea comprensible para ellos, que les
funcione de alguna forma, y que se cumpla con las metas establecidas.
La redacción de muchas de las investigaciones activistas busca ser en
primera persona y de manera sencilla, casi coloquial, tomando en cuenta que no
todas las personas de los movimientos manejan un lenguaje académico que les
permita comprender un texto redactado como si estuviera dirigido a otros
antropólogos; pero sin perder de vista la relación con el ámbito académico. El
hecho de que la redacción se haga en primera persona, sitúa al antropólogo como
un sujeto activo dentro de la investigación y le permite expresar las emociones que
comparte con los otros miembros del movimiento, y de esta manera –como
explicaré más adelante- utilizar su propio cuerpo como una herramienta más para
la investigación.
La propuesta de la etnografía militante [que a diferencia de la activista no
sólo se compromete socialmente con el movimiento, sino que el mismo
investigador tiene una participación activa dentro del mismo] también es una
crítica al sistema académico jerárquico, en el que los investigadores casi siempre
están en una posición más alta que los sujetos de estudio y, por lo tanto, la
investigación se hace opinando desde fuera, buscando, a su vez, posicionarse al
interior de la jerarquía de la academia redactando los resultados, artículos o libros
con un lenguaje dirigido a la academia, no a la sociedad en general.
En el estudio de los movimientos sociales, además de que nuestros
colaboradores tienen, casi siempre, mayor conocimiento sobre la situación de
cotidianidad que nosotros, nos encontramos en un contexto en el cual los
miembros de los movimientos que estudiamos están luchando por problemáticas
globales que también afectan a los investigadores en su calidad de miembros de la
sociedad y que, por lo tanto, también deberíamos tener un compromiso para que
la antropología misma pueda ser empleada como agente de cambio hacia una
sociedad más justa.
Actividad 5
Elabora un resumen en tu cuaderno acerca de este trabajo. Te puedes guiar con
las siguientes preguntas: ¿Dónde y cuándo realiza su etnografía? ¿Qué
actividades son las que describe? ¿Qué técnicas usa? ¿Cómo se diferencia el
trabajo que hace con la antropología tradicional?
Actividad 6
Imagina que tuvieras que hacer un trabajo de antropología activista o de etnología
militante, ¿dónde lo harías?, ¿por qué?, ¿cómo? Elabora un esquema sobre ello.
86
Unidad IV
Repaso
Para realizar un ejercicio de repaso y refuerzo de lo aprehendido durante esta
unidad, te recomendamos elaborar en tu cuaderno un cuadro comparativo de tres
columnas. En la primera coloca las posturas de cada uno de los autores que te
presentamos. En la segunda, anota las propuestas en común y, en la tercera,
aquellos rasgos que las diferencian.
Puedes apoyarte en las siguientes preguntas: ¿Desde dónde están escribiendo?
¿Para quién están escribiendo? ¿Con quién están trabajando? ¿Quiénes son los
autores que retoman?
UNIDAD IV. Retos de la antropología social en la
actualidad
En la actualidad es innegable que presenciamos un mundo donde la vida se
organiza y experimenta de múltiples formas tanto a nivel social, político, cultural y
cognitivo. En consecuencia, como lo han señalado León Olivé, Boaventura de
Sousa Santos y otros autores, la producción de conocimiento se desarrolla a través
de una diversidad de estrategias, que permiten comprender las diversas
dimensiones de la naturaleza y a nosotros como parte de ella. Lo anterior, a su vez,
implica aceptar que al interior de cada cultura se desarrolla una pluralidad de
formas de pensamiento que responden a las diversas formas de vida social pero
también “al hecho de que el conocimiento por lo general es producto de la
imaginación, como ejercicio de libertad en procesos de trabajo y producción
intelectual” [Olivé, De Sousa Santos, et. al., 2009:14].
Como lo hemos venido constatando a lo largo de este módulo, la
antropología social, al igual que otras ciencias sociales, se ha configurado como
una disciplina que contiene una pluralidad de enfoques teórico-metodológicos, los
cuales han mantenido una relación a veces de diálogo y otras de competencia. Sin
embargo, en el desarrollo histórico de la antropología social no ha habido un
reconocimiento a la pluralidad epistemológica para comprender e incidir en las
problemáticas sociales, ya que, de alguna u otra manera, estos diversos enfoques
han pretendido en algún momento ser dominantes y constituirse como universales,
lo que ha negado el carácter de conocimiento de otros discursos y formas de
pensar lo social.
Ante un escenario como el anterior, la necesidad de un pluralismo
epistemológico emerge con fuerza en nuestra disciplina, pues conforme cambia el
mundo, y con él los procesos sociales que giran a su alrededor, resulta
indispensable construir otros métodos de análisis basados en una relación
dialógica o campo interteórico, que no disuelva las diferencias entre las nuevas
teorías y los paradigmas clásicos que han dado fundamento a la antropología
social, sino que potencie el desarrollo de otras estrategias teórico-metodológicas
que nos permitan analizar y comprender una sociedad global tan compleja. Por
ello, a continuación te presentamos cuatro ejemplos de investigaciones
antropológicas contemporáneas que articulan diversos campos analíticos de
nuestra disciplina de manera innovadora, con el objetivo de enfatizar la relevancia
social de nuestras investigaciones en los albores del siglo XXI y las implicaciones
ético-políticas que actualmente enfrenta un antropólogo social en su práctica
profesional al relacionarse, vincularse y comprometerse directamente con los
integrantes de un grupo o colectividad.
Temario
1. Problemáticas cruciales de la antropología social contemporánea
2. Pluralismo epistemológico, subjetividad y autoridad etnográfica
87
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿A qué tipo de retos se ha
enfrentado la antropología
social en las últimas dos
décadas?
¿En qué medida la práctica
del antropólogo social
está determinada por su
posición política ante la
diversidad sociocultural, su
ética profesional y su vida
personal?
Héctor Díaz-Polanco
Antropólogo social y sociólogo. Es
considerado uno de los principales
especialistas en temas étnicos y
autonómicos de América Latina. Ha
sido consultor en temas indígenas
de la ONU, así como asesor de la
Comisión Nacional de Autonomía,
que diseñó el régimen de autonomía
en la Costa Atlántica de Nicaragua, y
del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional en la negociación del tema
de “Derechos y Cultura Indígena” de
los Acuerdos de San Andrés.
Fuente:
http://www.paginas prodigy.com/diazp/imagenes/
Hector-Diaz-Polanco-a.gif
Antropología Social
La globalización es enfocada como
un proceso de expansión del capital
que impacta los planos tecnológico,
político, cultural, económico y social; a
tal grado que en los últimos decenios
ha agravado las condiciones de
reproducción socioeconómica y
ecológica del planeta. A su vez, ha
promovido una expansión de la
cultura en el dominio de lo social, a tal
grado que en nuestra vida social todo
–desde los valores mercantiles y el
poder estatal hasta los hábitos y las
propias estructuras mentales– son
elementos culturales.
Fuente: http://tododenada.files.wordpress.com/2008/03/
guerramac.jpg?w=200&h=300
Lectura 1. Elogio a la diversidad: Globalización,
multiculturalismo y etnofagia
Héctor Díaz-Polanco. Texto adaptado por Lisset Anahí Jiménez Estudillo.
Contrario a lo previsto años atrás, el llamado proceso de globalización no está
provocando homogeneidad sociocultural; por el contrario, va acompañado de un
notable renacimiento de las identidades en todo el mundo. Lo habitual es que la
llamada “batalla de las identidades” se libre en todos los rincones de la
cotidianidad, en todos los pliegues del sistema mundial. A veces, esta floración
identitaria se manifiesta a menudo bajo la forma de luchas culturales –nacionales,
étnicas, religiosas, regionales– con intensidad y a escalas variables.
Uno tras otro, se fueron derrumbando los argumentos esgrimidos para
anunciar un futuro de uniformidad que se consolidaría conforme la globalización
desarrollara las potencias que le atribuían. Por supuesto, los ideólogos de la
globalización prometieron y anunciaron un mundo de igualdad socioeconómica
que iniciaría una era de grandes transformaciones en dirección a una mayor
equidad entre grupos, clases y naciones. Muy pronto se advirtió que, también en
este terreno, el proceso se dirigía exactamente en sentido contrario.
El hecho destacable de los últimos lustros es la centralidad que ha
alcanzado el tema de las identidades. Refiriéndose a este fenómeno, Zygmunt
Bauman observa que en la actualidad “no hay al parecer ningún otro aspecto de la
vida contemporánea que atraiga en la misma medida la atención de filósofos,
científicos sociales y psicólogos”. No se trata de una cuestión ajustada a las
preocupaciones de ciertos especialistas (los antropólogos, por ejemplo), sino de
un foco que comienza a iluminar prácticamente todos los rincones de las ciencias
sociales, hasta tal punto que “la 'identidad' se ha convertido ahora en un prisma a
través del cual se descubren, comprenden y examinan todos los demás aspectos
de interés de la vida contemporánea” (Bauman, 2001:161).
Así pues, la regeneración de las identidades está indudablemente
vinculada con la actual fase de mundialización del capital; no es algo que ocurre
sólo a contracorriente de la globalización, sino que se trata de un movimiento
impulsado de algún modo por su oleaje.
Ahora bien, a veces la identidad de que se habla tiene el efecto de ocultar
procesos diferentes o que deberían distinguirse. Podemos discernir al menos dos,
ambos como respuestas a las nuevas condiciones globalizadoras. Uno, el viejo
reforzamiento (a su vez, renovado) en torno a comunidades que se defienden
mediante el afianzamiento de sus fronteras y, cuando es el caso, inventando
mecanismos para mantener y reproducir al grupo; otro, el que surge también en el
marco de la globalización, pero más bien como búsqueda de salidas con sentido
para escapar a la creciente individualización y fragmentación que destruye los
tradicionales tejidos comunitarios, una fuerza que sume a sus miembros en una
anomia insoportable. El primero intenta proteger la comunidad preexistente y, si
es posible, consolidarla; el segundo, en medio de las ruinas de las colectividades,
busca crear nuevas “comunidades” allí donde precisamente éstas han colapsado,
están al borde de la desintegración o los miembros del grupo ya no encuentran en
ellas seguridad y asidero para encarar los desafíos del entorno global:
incertidumbre, precariedad, exclusión de los circuitos laborales, aislamiento,
ansiedad y sensación de vacío.
El problema que se advierte en ciertos análisis acerca de la identidad
radica precisamente en que reducen la cuestión al segundo proceso; esto es, no
tienen ojos más que para las identidades como intento desesperado por construir
comunidades en las nuevas condiciones globalizadas, que resultan precisamente
88
Unidad IV
de la destrucción de los anteriores tejidos comunitarios y que terminan siendo en
verdad sus sustitutos en la posmodernidad. Bauman, por ejemplo, subraya el
laborioso trabajo de trazar fronteras como formas de dar vida a las identidades.
Aquí también se advierten en realidad dos tipos de procesos. Por una parte, las
fronteras se trazan o refuerzan para delimitar y proteger comunidades
tradicionales, progresivamente amenazadas por los efectos globalizadores. En
general, éste sería el caso de los pueblos indígenas y otros grupos identitarios. Por
otra parte, el esfuerzo social opera hasta cierto punto en sentido contrario: aquí es
la acción de trazar las fronteras lo que permite dar sentido a la “comunidad” misma,
con lo que, como lo destaca el autor en refuerzo de los planteamientos de Frederick
Barth, “las 'comunidades' aparentemente compartidas, son subproductos de un
febril trazado de fronteras. No es hasta después de que los puestos fronterizos se
han atrincherado cuando se tejen los mitos de su antigüedad y se tapan
cuidadosamente los recientes orígenes político-culturales de la identidad con los
relatos de su génesis” (Bauman, 2001:161).
Mientras puede decirse que la construcción de identidades en el primer
sentido es relativamente antigua y se practicó en etapas anteriores a la actual fase
globalizadora, es aceptable afirmar que la construcción de identidades en el
segundo sentido es peculiar de la posmodernidad, como respuesta a la
individualización exacerbada que sufren las sociedades, particularmente (aunque
no únicamente) en el centro del sistema.
Colocado exclusivamente en el tipo de construcción de identidades que es
distintivo de la presente globalización, el autor advierte correctamente que es en la
actualidad —justamente el momento en que hay cada vez menos comunidad y
más individualización— cuando aparece con mayor fuerza el fervor por la
identidad. Así, “la identidad tiene que desmentir su origen, tiene que negar que no
es más que un sustituto y más que nada evocar a un fantasma de la mismísima
comunidad que ha venido a sustituir. La identidad brota en el cementerio de las
comunidades, pero florece gracias a su promesa de resucitar a los muertos”
(Bauman, 2001:174). Y es porque Bauman sólo ve las reverberaciones de estas
identidades por lo que llega a una conclusión que importa examinar. Nos referimos
a su inferencia en el sentido de que las identidades que se están construyendo “no
son contrarias a la tendencia globalizadora ni se interponen en su camino: son un
vástago legítimo y un compañero natural de la globalización y, lejos de detenerla, le
engrasan las ruedas” (Bauman, 2001:174).
La pregunta que hay que hacerse es si esta conclusión es aplicable al
primer tipo de construcción de identidades, esto es, aquella que busca fortificar y
hacer viable comunidades preexistentes, “ancestrales”, que operan con una
lógica no sólo diferente a la que impulsa la actual globalización, sino contrapuesta
a ésta [como la de los pueblos indígenas]. En este caso, no se parte de una
pérdida de lo colectivo y una individualización que, desde allí, busca crear o
imaginar a la comunidad sustituta, sino de una visión del mundo y unas prácticas
enraizadas en el grupo que buscan engrasar sus propios ejes comunitarios. Hay
construcciones identitarias que aceitan el sistema; pero otras arrojan arena en los
engranajes de la globalización, parecen capaces de resistir con cierto éxito a la
individualización posmoderna (como lo hicieron con la moderna) y, todavía más,
iluminan horizontes a partir de los cuales pueden elaborarse alternativas de
emancipación frente al sistema neoliberal.
Actividad 1
Una vez terminada tu lectura, elabora una frase que refleje la temática principal del
texto y anótala en tu cuaderno. En seguida, elabora con tus propias palabras, un
resumen donde expongas los conceptos clave que presenta el autor a lo largo del
texto.
89
Las identidades surgidas de los
procesos de individualización, se
caracterizan por ser efímeras,
cambiantes y transitorias. Bauman
las ha denominado identidades
liquidas o identificaciones, pues su
tiempo de vida es muy breve al estar
asociadas a uniones temporales de
individuos, cuyo único sentido de
permanencia a una colectividad se
da manera transitoria y puede ser
remplazada rápidamente por otra
identificación.
Antropología Social
Lectura 2. Antropología y desarrollo
Arturo Escobar. Texto adaptado por Lisset Anahí Jiménez Estudillo.
A r t u r o E s c o b a r, a n t r o p ó l o g o
colombiano.
Entre sus especialidades figuran la
ecología política y la antropología
del desarrollo, los movimientos
sociales y las nuevas tecnologías.
Fuente: http://4.bp.blogspot.com/_nalXHY7Wb0k/
S6LBVt2BIxI/AAAAAAAAAB8/xVOgdI7LIEc/s200/
Arturo_Escobar.jpg
En sus trabajos, Escobar distingue dos
líneas antropológicas claramente
diferenciadas, por un lado encontramos
la antropología para el desarrollo,
comprometida a proporcionarle un
rostro humano al desarrollo, sin que
ello elimine su carácter intervencionista
y asistencialista; por el otro, la
antropología del desarrollo, que busca
cuestionar la neutralidad del concepto
de desarrollo y sus continuos fracasos
a nivel aplicativo.
Los antropólogos se han mostrado por regla general muy ambivalentes respecto
al desarrollo. En años recientes, se ha considerado casi axiomático entre los
antropólogos que el desarrollo constituye un concepto problemático y que a
menudo conlleva un cierto grado de intromisión. Este punto de vista es aceptado
por parte de especialistas y estudiosos en todo el arco del espectro académico y
político. El último decenio, como veremos, ha sido testigo de un debate muy activo
y fecundo sobre este tema; como resultado tenemos una comprensión más
matizada de la naturaleza del desarrollo y sus modos de funcionar, incluso si la
relación entre antropología y desarrollo continúa provocando debates
apasionados. No obstante, mientras que la ecuación antropología-desarrollo se
entiende y se aborda desde puntos de vista muy distintos, es posible distinguir, al
final del decenio de los noventa, dos grandes corrientes de pensamiento: aquélla
que favorece un compromiso activo con las instituciones que fomentan el
desarrollo en favor de los pobres, con el objetivo de transformar la práctica del
desarrollo desde dentro –la antropología para el desarrollo–, y aquélla que
prescribe el distanciamiento y la crítica radical del desarrollo institucionalizado –la
antropología del desarrollo–.
Los análisis antropológicos del desarrollo han provocado una crisis de
identidad en el campo de las ciencias sociales. En este sentido: ¿no hay acaso
muchos movimientos sociales del Tercer Mundo que expresan abierta y
claramente que la manera en que el desarrollo concibe el mundo no es la única
posible? ¿no existen numerosas comunidades del Tercer Mundo que dejan muy
claro a través de sus prácticas que el capitalismo del desarrollo –a pesar de su
poderosa e incluso creciente presencia en esas mismas comunidades– no ha
conseguido moldear completamente sus identidades y sus conceptos de
naturaleza y de modelos económicos? ¿es posible imaginarse una era de
postdesarrollo y aceptar por lo tanto que éste ya existe (como siempre ha existido)
en continua (re)construcción? Atreverse a tomarse en serio estas cuestiones
ciertamente supone una manera distinta de analizar, por nuestra parte, con la
necesidad concomitante de contribuir a una práctica distinta de representación de
la realidad. A través de la política cultural que llevan a cabo, muchos movimientos
sociales –desde las selvas húmedas y los zapatistas, hasta los movimientos de
ocupación ilegal protagonizados por mujeres– parecen haber aceptado este reto.
Lo que este cambio en la comprensión de la naturaleza, en el alcance y
modos de actuar del desarrollo implica para los estudios sobre desarrollo
antropológico, no está todavía claro. Los que trabajan en la relación entre el
conocimiento local y los programas de conservación o de desarrollo sostenible,
por ejemplo, se están decantando rápidamente hacia la propuesta de un
replanteamiento significativo de la práctica del desarrollo, insistiendo en que la
conservación viable y sostenible sólo puede conseguirse sobre la base de una
cuidadosa consideración del conocimiento y de las prácticas locales sobre la
naturaleza, quizá en combinación con ciertas formas (redefinidas) de
conocimiento académico especializado (Escobar 1996; Brosius, de próxima
aparición). Puede suceder que en ese proceso los antropólogos y los activistas
locales “acaben participando conjuntamente en un proyecto de representación y
resistencia” y que tanto la cultura como la teoría “se conviertan, hasta cierto punto,
en nuestro proyecto conjunto”. A medida que los habitantes locales se
acostumbren a utilizar símbolos y discursos cosmopolitas, incluido el
conocimiento antropológico, la dimensión política de este conocimiento será cada
vez más indiscutible (Conklin y Graham, 1995).
90
Unidad IV
No existe, naturalmente, ninguna solución mágica o paradigma alternativo
que pueda ofrecer una solución definitiva. Hoy en día parece existir una conciencia
creciente en todo el mundo sobre lo que no funciona, aunque no hay tanta
unanimidad acerca de lo que podría o debería funcionar. Muchos movimientos
sociales se enfrentan de hecho con este dilema ya que al mismo tiempo que se
oponen al desarrollo convencional intentan encontrar caminos alternativos para
sus comunidades, a menudo con muchos factores en contra. Es necesaria mucha
experimentación, que de hecho se está llevando a cabo en muchos lugares, por lo
que se refiere a buscar combinaciones de conocimiento y de poder; de veracidad y
de práctica, que incorporen a los grupos locales como productores activos de
conocimiento. ¿Cómo puede traducirse el conocimiento local a poder real, y cómo
puede este binomio conocimiento-poder entrar a formar parte de proyectos y de
programas concretos? ¿Cómo pueden estas combinaciones locales de
conocimiento, tender puentes con formas de conocimiento especializadas cuando
sea necesario o conveniente, y cómo pueden ampliar su espacio social de
influencia cuando se las cuestiona, como suele suceder a menudo, y se las
contrapone a las condiciones dominantes locales, regionales, nacionales y
transnacionales? Estas preguntas son las que una renovada antropología de y
para el desarrollo, tendrá que responder.
La idea de desarrollo, al parecer, está perdiendo parte de su fuerza. Su incapacidad para cumplir sus promesas, junto con la resistencia que le oponen
muchos movimientos sociales y muchas comunidades están debilitando su poderosa imagen; los autores de estudios críticos intentan a través de sus análisis dar
forma a este debilitamiento social y epistemológico del desarrollo. Podría argüirse
que si el desarrollo está perdiendo empuje es debido a que ya no es imprescindible para las estrategias de globalización del capital, o porque los países
ricos simplemente han perdido el interés. Aunque estas explicaciones son ciertas
en gran medida, no agotan el repertorio de interpretaciones. Si es verdad que el
postdesarrollo y las formas no capitalistas y de modernidad alternativa se
encuentran siempre en proceso de formación, cabe la esperanza de que puedan
llegar a constituir nuevos fundamentos para su renacimiento y para una rearticulación significativa de la subjetividad y de la alteridad en sus dimensiones económica, cultural y ecológica. En muchas partes del mundo estamos presenciando un
movimiento histórico sin precedentes en la vida económica, cultural y ecológica. Es
necesario pensar acerca de las transformaciones políticas y económicas que
podrían convertir este movimiento en un acontecimiento sin precedentes en la
historia social de las culturas, de las economías y de las ecologías. Tanto en la
teoría como en la práctica –y naturalmente en ambas a la vez– la antropología tiene
una importante aportación que hacer a este ejercicio de imaginación.
Actividad 2
Brevemente y de manera puntual, enlista en tu cuaderno las diferencias entre la
antropología del desarrollo y la antropología para el desarrollo.
Actividad 3
Con la lectura anterior, ¿cambió tu concepción sobre las acciones para el
desarrollo de una sociedad? Elabora un resumen donde indiques cómo se aborda
la temática del desarrollo desde la antropología y agrega tu propia concepción de
este término.
91
Al problematizar el tema del desarrollo
Arturo Escobar considera que la
antropología debe generar estrategias
de producción de conocimiento que
pretendan plantearse de un modo
autoconsciente sus posibilidades de
contribuir a traer a un primer plano y a
posibilitar modos de vida y
construcciones de identidades
alternativas, marginales y disidentes.
Fuente: http://edicionuniversitaria.com/wp-content/
uploads/2011/02/Una-minga-para-290x409.jpg
Antropología Social
Lectura 3. Distintas maneras de ser mujer: ¿Ante la
construcción de un nuevo feminismo indígena?
Rosalba Aída Castillo. Texto adaptado por Lisset Anahí Jiménez Estudillo.
Rosalba Aída Hernández Castillo,
destacada antropóloga mexicana.
Ha vivido y realizado investigación de
campo en comunidades indígenas de
Chiapas durante más de quince
años, con refugiados guatemaltecos
y campesinos Mayas.
Fuente: http://jornada.unam.mx/2008/02/20/fotos/a05r
1cul-1_mini.jpg
Hablar de la existencia de un feminismo indígena en México hubiera resultado
impensable hace unos diez años; sin embargo, a partir del levantamiento
zapatista, iniciado el 1 de enero de 1994, hemos visto surgir en el ámbito nacional
un movimiento de mujeres indígenas que está dando una lucha en diversos
frentes. Por un lado, las mujeres indígenas organizadas han unido sus voces al
movimiento indígena nacional para denunciar la opresión económica y el racismo
que marca la inserción de los pueblos indios en el proyecto nacional. A la vez estas
mujeres están luchando al interior de sus organizaciones y comunidades por
cambiar aquellos elementos de la “tradición” que las excluyen y las oprimen. Un
análisis de las demandas de estas mujeres y de sus estrategias de lucha apunta
hacia el surgimiento de un nuevo tipo de feminismo indígena, que aunque coincide
en algunos puntos con las demandas de sectores del feminismo nacional, tiene a
la vez diferencias substanciales. Las identidades étnicas, clasistas y de género,
han determinado las estrategias de lucha de estas mujeres, que han optado por
incorporarse a las luchas más amplias de sus pueblos, pero a la vez han creado
espacios específicos de reflexión sobre sus experiencias de exclusión como
mujeres y como indígenas.
Considero que las feministas urbanas hemos tenido en muchas ocasiones
una falta de sensibilidad cultural de frente a la realidad de las mujeres indígenas,
asumiendo que nos une a ellas una experiencia común frente al patriarcado. La
formación de un movimiento amplio de mujeres indígenas y mestizas se ha
dificultado por esta falta de reconocimiento a las diferencias culturales. Uno de los
intentos frustrados de formación de un movimiento amplio fue la Convención
Estatal de Mujeres Chiapanecas formada en septiembre de 1994. Previo a la
realización de la Convención Nacional Democrática, convocada por el EZLN,
mujeres de Organizaciones No Gubernamentales, de cooperativas productivas y
de organizaciones campesinas, se reunieron para elaborar conjuntamente un
documento que presentaron en la reunión de Aguascalientes, en el cual se expusieron las demandas específicas de las mujeres chiapanecas. Este fue el
germen de la Convención Estatal de Mujeres Chiapanecas, un espacio
heterogéneo en lo cultural, político e ideológico. Mujeres mestizas urbanas de
Organizaciones No Gubernamentales, feministas y no feministas y de
Comunidades Eclesiales de Base, nos reunimos con mujeres monolingües de los
Altos, sobre todo tzeltales y tzotziles; con tojolabales, choles y tzeltales, de la
selva, y con indígenas mames de la Sierra. Esta organización tuvo una vida muy
corta, sólo se lograron realizar tres reuniones ordinarias y una especial, antes de
que la Convención se disolviera. Llama la atención, sin embargo, que las mujeres
mestizas, a pesar de haber sido minoría, fueron quienes asumieron los puestos de
liderazgo en una jerarquía interna no reconocida.
Muchas de las mujeres integrantes de la Convención fueron después
invitadas por el EZLN como asesoras o como participantes en la mesa sobre “Cultura
y Derechos Indígenas” que se llevó a cabo en 1995 en San Cristóbal de las Casas,
dentro de la que se integró una mesa especial sobre la “Situación, derechos y
cultura de la Mujer Indígena”. En esta mesa, las asesoras mestizas encargadas de
las relatorías dejaron fuera las detalladas descripciones de las mujeres indígenas
sobre sus problemas cotidianos, incluyendo sólo las demandas generales de
desmilitarización y las críticas al neoliberalismo. Es a partir de estas experiencias
cotidianas, que han sido borradas de las relatorías y memorias de encuentros,
92
Unidad IV
pues las mujeres indígenas han construido sus identidades de género de una
manera distinta a las de las feministas urbanas. Sólo acercándonos a estas
experiencias podremos entender la especificidad de sus demandas y sus luchas.
Después de estas experiencias, no es de sorprender que cuando se realizó el
Primer Congreso Nacional de Mujeres Indígenas en octubre de 1997, las
participantes decidieran que las asistentes mestizas sólo podían participar en
calidad de observadoras. Esta decisión fue calificada de “separatista” y hasta de
“racista” por parte de algunas feministas, que por primera vez fueron silenciadas
por las mujeres indígenas. Argumentos similares a los que se utilizan contra las
mujeres cuando demandamos un espacio propio al interior de las organizaciones
políticas.
Es importante reconocer que las desigualdades étnicas y de clase influyen
en que, aunque sea de manera no intencionada, las mujeres mestizas, con un
mejor manejo del español y de la lecto-escritura, tendamos a hegemonizar la
discusión cuando se trata de espacios conjuntos. Por ello, resulta fundamental
respetar la creación de espacios propios y esperar el momento propicio para la
formación de alianzas.
Un ejemplo de esta brecha cultural existente entre mestizas urbanas e
indígenas fue las fuertes críticas que algunas feministas hicieron a la Segunda Ley
Revolucionaria de Mujeres propuesta por las indígenas zapatistas, por haber
incluido un artículo que prohíbe la infidelidad. Esta modificación a la Primera Ley
Revolucionaria de Mujeres fue considerada una medida conservadora, producto
de la influencia de la Iglesia en las comunidades indígenas. Estas precipitadas
críticas deben contextualizar esta demanda de las mujeres indígenas en el marco
de una realidad en la que la infidelidad masculina y la bigamia son justificadas
culturalmente en nombre de la “tradición”, y se encuentran estrechamente
vinculadas con las prácticas de violencia doméstica. Una prohibición que para las
mujeres urbanas puede resultar moralista y retrograda, quizá para algunas
mujeres indígenas sea una manera de rechazar una “tradición” que las vuelve
vulnerables al interior de la unidad doméstica y la comunidad.
En el trabajo en contra de la violencia doméstica en contextos
multiculturales, valdría la pena retomar la propuesta de Chandra Monhanty quien
señala que “La violencia masculina debe ser teorizada e interpretada dentro de
sociedades específicas, para así poder entenderla mejor y poder organizarnos
más efectivamente para combatirla” (Monhanty 1991:67). Si el reconocimiento de
las similitudes entre las mujeres nos permite crear alianzas políticas, el
reconocimiento de las diferencias es requisito indispensable para la construcción
de un diálogo respetuoso y para la búsqueda de estrategias de lucha más acordes
a las distintas realidades culturales.
Quizá la construcción de este diálogo intercultural, respetuoso y tolerante,
entre mujeres indígenas y mestizas, contribuya a la formación de un nuevo
feminismo indígena basado en el respeto a la diferencia y el rechazo a la
desigualdad.
Actividad 4
Regresa al texto. Identifica y subraya los elementos y categorías principales que
fueron utilizadas por la autora en su argumentación.
Actividad 5
Argumenta, siguiendo la lectura: ¿De qué manera es posible un diálogo
intercultural, respetuoso y tolerante, entre sujetos que pertenecen a colectividades
socioculturales diferentes? Puedes centrar tus reflexiones en las posturas políticas
de las mujeres ante las desigualdades de género en contextos interculturales.
93
Para Sandra Harding (1987), las
experiencias de las “mujeres”, en
plural, ofrecen un nuevo reto a la
investigación social. Lo masculino y lo
femenino son siempre categorías que
se producen y aplican dentro de una
clase, un grupo social y una cultura
particulares, en el sentido de que las
experiencias, deseos e intereses de
mujeres y de hombres difieren en
cada contexto sociocultural.
Fuente: http://www.nodo50.orgbibliolacandela/IMG/jpg/
mujeres_zapatistas-2.jpg
Antropología Social
Lectura 4. Aflicción e ira de un cazador de cabezas
Renato Rosaldo. Texto adaptado por Lisset Anahí Jiménez Estudillo.
Renato Rosaldo,
antropólogo y
poeta chicano, mexicano,
estadounidense.
Es uno de los antropólogos culturales
contemporáneos más destacados.
Sus trabajos han replanteado el
análisis antropológico a nivel teóricometodológico revalorando la
subjetividad y el análisis contextual
en la investigación social.
Fuente: http://3.bp.blogspot.com/_BOj4Ak5LT3k/R_Eqb o p R 2 o I / AAAAAAAAA f w / x 1 Z 0 i D t 9 N R E /
s 3 2 0 / renato+rosaldo.bmp
La consideración del punto de vista
del actor en la investigación nos
remite, en primer lugar, a la tensión
que existe cuando al investigador se
le desdibuja la “otredad”, pues tal
como lo propone Sandra Harding
(1987), no existe un “otro” único sino
muchos “otros” diversos. En
consecuencia, tanto en el sujeto que
conoce, así como en el que vive la
realidad, existen varias maneras de
entender a la “otredad”.
Los antropólogos sociales estamos
de alguna manera conectados a los
sujetos de nuestras investigaciones.
Por ello, surgen cuestionamientos
que analizan si los resultados de
nuestro trabajo son producto de la
presencia del antropólogo y de su
inevitable influencia sobre el proceso
de investigación.
Si le pregunta a un hombre mayor, ilongote del norte de Luzón, Filipinas, por qué
corta cabezas humanas, su respuesta es breve y ningún antropólogo podría
explicarla con prontitud: Dice que la ira nacida de la aflicción, lo impulsa a matar a
otro ser humano. Afirma que necesita un lugar “a donde llevar su rabia”. El acto de
cortar y arrojar la cabeza de la víctima le permite ventilar y desechar la ira de su
pena, explica. Aunque la labor de un antropólogo es aclarar otras culturas, no
puede encontrar más explicaciones a la declaración concisa de este hombre. Para
él, aflicción, ira y cazar cabezas van unidas de forma evidente por sí misma.
Entienda o no. De hecho, por mucho tiempo yo no entendí.
Mi preparación para comprender una pérdida severa empezó en 1970 con
la muerte de mi hermano, poco después de cumplir veintisiete años. Al
experimentar esta severa prueba junto con mis padres, adquirí cierta retrospectiva
en el trauma de la pérdida de un hijo. Este punto de vista da cuenta de mi relato
etnográfico sobre las reacciones de un hombre ilongote a la muerte de su séptimo
hijo. Al mismo tiempo, mi pena era menor a la de mis padres, no podía imaginar la
fuerza abrumadora de la ira posible en tal aflicción.
En 1981, mi esposa Michelle Rosaldo y yo comenzamos una investigación
de campo entre los ifugaos del norte de Luzón, Filipinas. El 11 de octubre de ese
año, ella caminaba por un sendero junto con dos compañeros ifugaos cuando
sufrió una caída mortal de unos 20 metros hasta un río caudaloso por un
precipicio. Cuando encontramos su cuerpo me encolericé. ¿Cómo podía
abandonarme? ¿Cómo pudo ser tan tonta para caerse? Traté de llorar. Sollocé,
pero la ira bloqueaba mis lágrimas. Poco menos de un mes más tarde, describí
ese momento en mi diario: “Me sentía como en una pesadilla, todo el mundo se
expandía y contraía, se henchía visual y hondamente. Bajé y encontré a un grupo
de hombres, siete u ocho; de pie, quietos, callados, y me convulsioné y sollocé,
pero no hubo lágrimas”. Una experiencia anterior, en el cuarto aniversario de la
muerte de mi hermano, me enseñó a reconocer a los sollozos convulsivos sin
lágrimas, como una forma de ira. Esta ira me ha invadido en diversas formas y en
varias ocasiones desde entonces; podía durar horas y en una ocasión varios días.
Los rituales pueden despertar estos sentimientos, pero por lo general surgen de
recordatorios inesperados.
La ira ilongote y la mía se traslapan, más bien como dos círculos en
partesobrepuestos y en parte separados. No son idénticos. Junto con las
similitudes asombrosas, las diferencias importantes en tono, forma cultural y
consecuencias humanas distinguen la “ira”, animando nuestras respectivas
formas de afligirnos. Mis vívidas fantasías, por ejemplo, sobre un agente de
seguros de vida que se negó a reconocer que la muerte de Michelle estaba
relacionada con su trabajo, no me llevó a matarlo, a cortarle la cabeza y celebrar
después. De esta forma ilustro la precaución metodológica de la disciplina contra
la atribución temeraria de las experiencias y categorías de uno mismo con los
miembros de otra cultura.
Sólo una semana antes de terminar este trabajo, encontré la anotación en
mi diario de campo, escrita unas seis semanas después de la muerte de Michelle,
en la que me juré que si volvía a escribir sobre antropología, lo haría empezando
con “Aflicción e ira de un Cazador de cabeza… Mi diario de campo continuaba con
una reflexión más amplia sobre la muerte, la ira y la cacería de cabezas: … “Por
ello, necesito encontrar un lugar para mi ira... y ¿podemos decir que una solución
nuestra es mejor que la de ellos? ¿Podemos condenarlos cuando nosotros
bombardeamos ciudades? ¿Es nuestra razón de ser más fuerte que la de ellos?”
Todo esto fue escrito con desesperación e ira.
94
Unidad IV
El uso de mi experiencia personal sirve como vehículo para hacer que la
calidad e intensidad de la ira en la aflicción ilongote sean más accesibles al lector
que ciertos modos de composición más indiferentes. El etnógrafo, como sujeto
ubicado, comprende ciertos fenómenos humanos mejor que otros. Él o ella, ocupa
un puesto o lugar estructural y observa desde un ángulo particular. Hay que
considerar, por ejemplo, que la edad, género, su condición de extraño y la
asociación con el régimen neocolonial, influyen lo que el etnógrafo aprende. El
concepto de ubicación del investigador también se refiere a la forma en que las
experiencias cotidianas permiten o inhiben ciertos tipos de discernimiento.
La agenda del análisis social ahora incluye no sólo verdades eternas y
generalizaciones de aspecto legal, sino también procesos políticos, cambios
sociales y diferencias humanas. Términos como objetividad, neutralidad e
imparcialidad se refieren a las ubicaciones del sujeto una vez que se le ha dotado
de gran autoridad constitucional, aunque se discute que no son ni más ni menos
válidos que los de actores sociales más comprometidos pero igual de perceptivos.
El análisis debe aceptar que sus objetivos de análisis también son sujetos
analizantes que interrogan de forma crítica a los etnógrafos sus escritos, su ética y
política.
Actividad 6
Con base en la lectura anterior, contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas:
¿En qué momento el autor logró comprender los rituales sobre la ira en la sociedad
Ilongote? ¿Cómo influyó la experiencia personal del antropólogo social en su
investigación? ¿Cuál es tu opinión sobre la propuesta de análisis antropológico de
Renato Rosaldo?
Repaso
Una vez que has concluido todas las lecturas de esta unidad, elabora en tu
cuaderno un mapa conceptual, a través del cual desarrolles las siguientes
categorías analíticas expuestas por los autores a lo largo de la unidad:
1) globalización; 2) individualización; 3) identidades vs identificaciones; 4)
antropología del desarrollo; 5) antropología para el desarrollo; 6) postdesarrollo; 7)
género, 8) diálogo intercultural; 9) posicionamiento político de las mujeres; 10)
subjetividad del investigador; 11) autoridad etnográfica.
Este ejercicio te ayudará a refirmar y reforzar el aprendizaje logrado,
además de que podrás tener la información a primera mano y así prepararte mejor.
95
El filósofo Jean-Paul Sartre, sostenía
que la mayoría de los etnógrafos
nunca se situaban en el contexto de
la investigación. Es decir, no se
asumían como investigadores que
representaban los intereses de las
sociedades a las que pertenecían y
que podían estar en otros contextos
culturales gracias a un ejercicio de
poder político de sus países sobre
otros. Así, establecía que tanto el
investigador como el sujeto
investigado están situados y
definidos uno con respecto al otro.
Antropología Social
RESUMEN DEL MÓDULO
A lo largo de este módulo hemos tratado de presentarte una aproximación general a la antropología social. El recorrido se
inició con dos definiciones generales de nuestra disciplina, una fundada en su historia y geopolítica; otra, en sus campos
de investigación que mantienen como eje articulador el estudio de la diversidad cultural. Al contraponer estas
perspectivas, nuestro objetivo es mostrarte cómo desde diversos enfoques teórico metodológicos, la antropología social
se enfoca en la investigación de las manifestaciones culturales en torno a lo que hacen, piensan y producen todos los
pueblos y sociedades humanas. Además, nuestro acercamiento inicial no podría dejar de atender el oficio del
antropólogo social: la producción de etnografía y las técnicas específicas para su realización. Esta discusión inicial,
pretende ser el primer eslabón para comprender cómo los múltiples paradigmas teórico-metodológicos que le han dado
cuerpo a la antropología social a lo largo de su historia, son fundamentales para elaborar nuevos entramados teóricos
que nos permitan analizar las complejas relaciones socioculturales propias del proceso de globalización actual.
La siguiente parada en nuestro recorrido nos adentró en el panorama general de la historia de la antropología
social desde sus escuelas de pensamiento. Este itinerario avanzó sobre dos ejes, uno que englobó la historia general de
la antropología social y otro, no menos importante, que presentó un acercamiento a los debates que han ido forjando la
práctica antropológica como una disciplina de suma importancia en México. La influencia de las grandes escuelas de
antropología social en la consolidación de la práctica antropológica en México es un hecho incuestionable; sin embargo, el
matiz que se le ha dado a las investigaciones antropológicas en nuestro país, desde principios del siglo XX, ha rendido
grandes frutos tanto a nivel teórico como metodológico, al grado que algunos antropólogos sociales mexicanos son
referencia fundamental en temas como: la diversidad cultural y los pueblos indígenas; las luchas campesinas; el medio
ambiente y la ecología; los procesos migratorios; las temáticas urbanas; los estudios de género, los movimientos sociales,
por mencionar algunos.
En la tercera parte del módulo, nos adentramos en dos debates contemporáneos que están reconfigurando la
antropología social y su práctica profesional. Por un lado, discutimos las formas en que las investigaciones antropológicas
están determinadas por su lugar de enunciación y las condiciones geopolíticas de su producción; es decir, existen
antropologías del centro, antropologías del semicentro y antropologías de la periferia. En cierta medida, al posicionar la
práctica antropológica desde el lugar donde se enuncia y visibilizar la repercusión política que pueden tener nuestras
investigaciones, nuestro objetivo es mostrarte que la antropológica social puede tener múltiples fines prácticos o
aplicativos, los cuales en algunos casos pueden ser solidarios con las sociedades donde realizamos nuestro trabajo de
campo.
Finalmente, se presenta un bloque de lecturas con investigaciones antropológicas contemporáneas que nos
invitan a reflexionar en qué medida la antropología social ofrece importantes evidencias de las relaciones sociales en
distintos contextos culturales, desde perspectivas como la reconfiguración de la identidad en la globalización, la relación
sociedad-naturaleza y la ecología, las relaciones de género y los movimientos sociales, así como la posición ético-política
del antropólogo al estudiar al “otro”. En general, nuestro objetivo ha sido mostrarte la importancia de la antropología social
en la actualidad, su pertinencia para comprender e incidir en el mundo contemporáneo; todo ello con el fin de que formes
parte de nuestra comunidad y así podamos contribuir a la formación de nuevos profesionistas capaces de analizar los
procesos socioculturales que viven los diferentes grupos sociales, a partir de una visión amplia, crítica e interdisciplinaria.
96
Ejercicios de autoevaluación
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro de cada paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1. La antropología social puede definirse por al menos dos vías: desde su historia y geopolítica, o desde las
especificidades que a lo largo de dicha historia han aparecido como sus temas de investigación.
(
)
2. La antropología del parentesco principalmente toma en cuenta las relaciones familiares y su dinámica de
roles; por tanto, se vuelve poco importante el estudio de la organización social.
(
)
3. Los métodos cualitativos ponen énfasis en la medición; los cuantitativos destacan con mucho rigor las
relaciones sociales, privilegiando información significativa más que representativa.
(
)
4. La etnografía multilocal privilegia la observación y las entrevistas centradas en una localidad o región
concreta.
(
)
5. El esquema evolucionista de Morgan indica que todas las sociedades tenían que pasar por tres estadios
históricos de manera gradual: el salvajismo, la barbarie y la civilización.
(
)
6. Para explicar la evolución cultural de las sociedades, el materialismo histórico propone un esquema de
estadios históricos, basado en las formas de propiedad, asociadas a los diversos modos de producción.
(
)
7. En el particularismo histórico, Franz Boas retomó los esquemas evolucionistas que incluían a toda la
humanidad en una única forma de desarrollo para explicar similitudes socioculturales.
(
)
8. Fueron los integrantes de la corriente funcionalista, quienes propusieron que la descripción etnográfica
incluyera elementos psicológicamente significativos para las gentes estudiadas.
(
)
9. El orientalismo surge del acercamiento de la cultura americana y algunas occidentales con el mundo de
Oriente. Es un modo de relacionarse con Oriente.
(
)
10. El orientalismo, como expresión y representación de un discurso apoyado en ciertas instituciones
encuentra su significación y aplicación más aceptada en el contexto académico.
(
)
11. El orientalismo se define también como un estilo de pensamiento, que busca llevar a cabo una
diferenciación entre Oriente y Occidente a través de la ontología y la epistemología. Es decir, se establece
esta distinción como punto de partida para la producción de teorías, relatos, descripciones sociales,
relacionados con la “mentalidad” de Oriente.
(
)
12. La posición de autoridad que conserva el orientalismo no permite que éste pueda ser descrito y analizado
en relación con Occidente. Es decir, las limitaciones de pensamiento que impone el escribir algo
relacionado con Oriente son características de un estilo Oriental que busca dominar, reestructurar y tener
autoridad sobre Occidente.
(
)
13. El orientalismo no es una construcción teórica basada sobre mitos o mentiras sobre Oriente, sino un
cuerpo de conocimientos teóricos y prácticos; un sistema que ha sido creado para conocer Oriente desde
una postura Occidental.
(
)
97
Antropología Social
Completa correctamente los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea.
14. La antropología económica en México ha tenido grandes desarrollos, destacando los aportes en torno al estudio del
y la
.
15. El método se puede asimilar a la
necesaria en una investigación, y las
con que se procede para captar, organizar e interpretar la información
serían las tácticas específicas que se ejecutan.
16. Entre las fuentes
se pueden distinguir las
, que abarcan libros, manuales, enciclopedias,
tratados y otras etnografías; y las
, que remiten a los
o impresos
(publicaciones periódicas, folletos, actas) que se encuentran resguardados en iglesias, archivos hemerográficos,
municipales, nacionales e incluso personales.
17. Los estudios sobre la comunidad indigena en México, permitieron desarrollar un marco teórico que posibilitó
comprender su cambio social, a la luz de
. Estos estudios, redefinieron las investigaciones
de la antropología social, generando una
en el campo de la salud, educación y los
programas de desarrollo integral de cuencas fluviales.
18. Las primeras críticas al
_________ y a defender su ____________ cultural.
señalaban que los grupos étnicos tienen derecho a ser
19. Con bases marxistas, a finales de los setenta, en la antropología mexicana surge una postura crítica al indigenismo,
conocida como la cuestión
. Su fundamento se origina en el compromiso establecido entre la
y
organizaciones indígenas, subrayando el carácter
,
y
, de la problemática étnica.
20. Un giro radical en la antropología social se da con la aparición de los trabajos de
que abordaron el
estudio del
entre los migrantes indígenas en la ciudad. Es a partir de estos estudios, cuando el
campo de la
comienza a abrirse al estudio de
, analizando sus efectos en
las poblaciones indígenas.
21. A partir de los movimientos obreros y sindicales en los años setenta, se abrieron nuevos campos de estudio en
ámbitos de la
y la
, para la antropología en México. La
documentó
las relaciones sociales en diversos sectores de la industria y su relación con la esfera doméstica y el trabajo familiar.
22. La novedad de la obra de Deleuze y
en los años sesenta, motivó un cambio de orientación en el pensamiento
, dando como resultado la invención de algunos elementos para la __________ ________ actual de
Occidente. Hoy en día, las consecuencias de ese cambio son objeto de controversias.
23. Los filósofos anteriores, se extendieron al ámbito de la
___________________; ya que se centraron en el análisis de ciertos conceptos.
, la teoría de la sociedad y de la
24. El surgimiento de
en 1968, acogieron la filosofía de Deleuze. Poco después, dentro de los proyectos
estratégicos de la antropología
, fue integrada como parte de su repertorio conceptual,
reivindicándola en los análisis sobre la dinámica del capitalismo tardío.
25. Esta corriente filosófica, puede ser vista como un proyecto de
98
del
.
Ejercicios de autoevaluación
26. El reconocimiento de las
entre las mujeres de diversos contextos socioculturales permite
crear
; así como el reconocimiento de las
es requisito indispensable para la
construcción de un respetuoso diálogo intercultural.
27. Como sujeto ubicado, el ________________ comprende ciertos fenómenos humanos mejor que otros; al ocupar un
y
desde un ángulo particular los procesos sociales de un grupo o colectividad.
El concepto de ubicación del investigador hace referencia a la manera en que las
permiten o
inhiben ciertos tipos de discernimiento.
28. El análisis antropológico debe aceptar que sus objetos de análisis también son
interrogan de forma crítica a los
, sus escritos, su ética y política.
que
29. Escribe dentro del paréntesis el inciso que corresponda, haciendo coincidir el método de análisis de la información
con la corriente teórica que lo privilegia:
A) Método Deductivo
(
)
Escuela Estructuralista
B) Método Dialéctico
(
)
Escuela Funcionalista
C) Método Inductivo
(
)
Escuela Decolonial
D) Método Analógico
(
)
Escuela de Estudios Mesoamericanos
E) Método Analéctico
(
)
Escuela Marxista
30. Relaciona las corrientes teóricas antropológicas con sus características correspondientes.
A. Marxismo estructural
(
)
Perspectiva antropológica que puso atención en los estudios
regionales de gran escala, sin dejar de lado el trabajo de
campo en comunidades o micro-regiones, sus
investigaciones se han enfocado al análisis de los efectos de
la penetración capitalista en las sociedades estudiadas.
B. Estructuralismo
(
)
El concepto clave de esta teoría para explicar el desarrollo,
mantenimiento y transformación de formas sociales fue el de
“adaptación”.
C. Economía política
(
)
Para esta teoría, la cultura no es algo que se localice dentro
de la mente de los hombres, sino que toma cuerpo en
símbolos públicos, símbolos mediante los cuales los
miembros de una sociedad comunican su visión del mundo.
D. Ecología cultural
(
)
Teoría antropológica que ubicó las fuerzas determinantes no
en el ámbito natural y/o en la tecnología, sino dentro de
ciertas estructuras de relaciones sociales y los modos de
producción.
E. Antropología simbólica
(
)
Enfoque teórico que, inspirado en la lingüística, la teoría de la
comunicación, el marxismo y el psicoanálisis freudiano,
procuró establecer la gramática universal de la cultura.
99
Antropología Social
31. Escribe dentro de cada paréntesis, la letra del concepto que pertenezca a la definición que se te proporciona en
la columna del lado izquierdo.
A. Identidad ancestral
Perspectiva que favorece un compromiso activo con las
instituciones para fomentar las acciones aplicativas en favor de
los pobres y así reconfigurar estas acciones desde las acciones
gubernamentales.
(
)
Proceso de construcción de identidades, que surge de la
búsqueda de salidas con sentido para escapar a la creciente
individualización, además de que no es contraria a la tendencia
globalizadora por ser cambiante y transitoria.
(
)
Perspectiva que busca cuestionar la neutralidad del concepto
de desarrollo y sus continuos fracasos a nivel aplicativo. (
)
Primer tipo de construcción de identidad, que surge de una
visión del mundo y unas prácticas enraizadas en un grupo, cuyo
fin es mantener sus propios ejes colectivos.
(
)
100
B. Antropología para el desarrollo
C. Antropología del desarrollo
D. Identidad líquida
E. Antropología aplicada
F. Identidad local
Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE ANTROPOLOGÍA
SOCIAL
UNIDAD I
Introducción
Kottak, Conrad Phillip
1994
Antropología. Una exploración de la diversidad humana con temas de la cultura Hispana,
Madrid, McGrawHill, pp. 525.
Viveiros de Castro, Eduardo
2010
Metafísicas caníbales. Líneas de antropología posestructural, Stella Mastrángelo
(trad.),
2a. ed., Buenos Aires y Madrid, Katz (Conocimiento, 3070), pp. 258.
Lectura 1. La diversidad: motivos de la antropología social
Balandier, Georges
1969
Antropología política, Melitón Bustamante (trad.), Barcelona, Península (Nueva
Colección Ibérica), pp. 304.
Bartra, Armando
2010
“Campesindios. Aproximaciones a los campesinos de un continente colonizado”, Memoria, Revista de política y cultura, No. 248, noviembre, México, Centro de Estudios del
Movimiento Obrero y Socialista A.C., pp. 4-13.
Bloch, Maurice
1990
“Language, Anthropology and Cognitive Science”, Man, Frazer Lecture, N° 26, pp. 183198.
Boege Schmidt, Eckart
2008
El patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de México. Hacia la conservación in situ
de la biodiversidad y la agrodiversidad en los territorios indígenas, México, CONACULTAINAH / CDI, pp. 342.
Douglas, Mary
1973
Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de contaminación y tabú, Edison
Simons (trad.), México, Siglo XXI (Antropología), pp. 243.
Durkheim, Émile
2000
Las formas elementales de la vida religiosa, 3a. ed., México, Colofón, pp. 670.
Giménez, Gilberto
1992
“Cambios de identidad y cambios de profesión religiosa”, Nuevas identidades culturales,
México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pp. 23-54.
Hunt, Robert
2000
“Antropología económica”, en Barfield, Thomas (ed. al), Diccionario de antropología, traducción de Victoria Schussheim, México, Siglo XXI, pp. 43-46.
Ingold, Tim et al.
2003
Companion Encyclopedia of Anthropology. Humanity, Culture and Social Life, London and
New York, Routledge, pp. 1168.
Leach, Edmund
1981
Cultura y comunicación. La lógica de la comunicación de los símbolos. Una introducción al
uso del análisis estructuralista en antropología social, Juan Oliver Sánchez Fernández
(trad.), segunda edición en español, México, Siglo XXI, pp. 139.
Lévi-Strauss, Claude
1987
Antropología estructural, Eliseo Verón (trad.), Barcelona, Paidós (Básicos, 41), pp. 428.
Lewis, Oscar
1964
Los hijos de Sánchez, 2da. ed., México, Fondo de Cultura Económica, pp. 521.
Malinowski, Bronislaw
1993
Magia, ciencia y religión, Antonio Pérez Ramos (trad.), Barcelona, Planeta-Agostini
(Obras Maestras del Pensamiento Contemporáneo, 42), pp. 335.
Sperber, Dan
1988
El simbolismo en general, J. M. García de la Mora (trad.), Barcelona, Anthropos
(Colección Autores, Textos y Temas, Antropología, 3), pp. 187.
Turner, Victor
2002
“Dramas sociales y metáforas rituales”, Magdalena Uribe Jiménez e Ingrid Geist (trad.),
en Antropología del ritual. Víctor Turner, México, CONACULTA – INAH - ENAH, pp. 35-70.
101
Antropología Social
Lectura 2. Senderos de la investigación. Los métodos de la antropología social
Abbagnano, Nicola
2004
Diccionario de filosofía. Actualizado y aumentado por Giovanni Fornero, José Esteban
Calderón, Alfredo N. Galleti, Eliane Cazenave Tapie Isoard, Beatriz González Casanova y
Juan Carlos Rodríguez (trad.), México, Fondo de Cultura Económica (Colección Filosofía), pp. 1103.
Dussel, Enrique
1977
Filosofía de la liberación, México, Edicol (Temas, Filosofía y liberación latinoamericana),
pp. 213.
Sáez, Hugo Enrique
2008
Cómo investigar y escribir en Ciencias Sociales, México, División de Ciencias Sociales
y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, pp. 383.
Salazar, María Cristina et al.
2006
La investigación-acción participativa. Inicios y desarrollo, México, Laboratorio
Educativo / Popular, pp. 194.
Tecla Jiménez, Alfredo
1993
Teoría, métodos y técnicas en la investigación social, 14ª ed., México, Taller abierto,
pp. 140.
Internet
Fals Borda, Orlando
Modelo de la investigación militante, disponible en: la-quebradita.org.ve/personal/docs/
rlta94t9n.doc
Hernández Baca, Talina
2011
Toma la palabra, toma los medios, toma las calles: Oaxaca 2006. Los medios libres: nuevas herramientas para los movimientos sociales, México, Radio Zapote, disponible en:
toma-las-calles-Oaxaca-2006, pp. 167.
Lectura 3. El oficio del antropólogo. Las técnicas de investigación etnográfica y documental
Aguirre Rojas, Carlos Antonio
2005
“Presentación”, en Ginzburg, Carlo, Los benandanti. Brujería y cultos agrarios entre los
siglos XVI y XVII, Dulce María Zúñiga Chávez y Carlos Rodríguez Aguilar (trad.), Guadalajara, Editorial Universitaria-u de g, pp. 8-15.
Bartolomé, Miguel Alberto
2005
“A manera de introducción. En defensa de la etnografía. Aspectos contemporáneos de la
investigación intercultural”, en Artis, Gloria (coord.), Encuentro de voces. La etnografía de
México en el siglo XX, México, CONACULTA-INAH, (Colección etnografía de los pueblos
indígenas de México, Serie Debates), pp. 29-59.
Cone, Cynthia A. y Pertti J. Pelto
1986
Guía para el estudio de la antropología cultural, Carmen González de Chuaqui (trad.),
México, Fondo de Cultura Económica (Sección de Obras de Antropología), pp. 179.
Kottak, Conrad Phillip
1994
Antropología. Una exploración de la diversidad humana con temas de la cultura hispana,
Madrid, McGrawHill, pp. 536.
Marcus, George E.
2001
“Etnografía en el sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal”, en Alteridades, Número 11, julio-diciembre, Universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa, pp.
111-127.
Mauss, Marcel
2006
Manual de Etnografía, Marcos Mayer (trad.), México, Fondo de Cultura Económica (Sección de obras de Antropología), pp. 324.
Pretty, Jules N., Irene Guijt, Ian Scoones y Jhon Thompson
1997
Guía del capacitadores para el aprendizaje y acción participativa, Tracy Dryer y Fernando
Dick (trad.), Santa Cruz, IIED/ Universidad Núr.
Wood, Peter Wyatt
2000
“Etnografía y etnología”, en Barfield, Thomas (ed.), Diccionario de antropología,
Victoria Schussheim (trad.), México, Siglo XXI.
102
Bibliografía
UNIDAD II
Introducción
Kuhn, Thomas S.
2006
La estructura de las revoluciones científicas, México, Fondo de Cultura Económica, pp.
360.
Lakatos, Imre
1989
La metodología de los programas de investigación científica, Madrid, Alianza Universidad, pp. 321.
.
Lectura 1. El desarrollo de la teoría antropología. Historia de las teorías de la cultura
Harris, Marvin
1979
El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las teorías de la cultura, México,
Siglo XXI, pp. 690.
Lectura 2. La teoría antropológica desde los años sesenta
Ortner, Sherry B.
1993
“La teoría antropológica desde los años sesenta”, en Cuadernos de Antropología,
México, Editorial Universidad de Guadalajara, pp. 455-488.
Lectura 3. La antropología social en México
Aguirre Beltrán, Gonzalo
1992
Teoría y práctica de la educación indígena. Obra Polémica X, México, Universidad Veracruzana, Instituto Nacional Indigenista, Gobierno del Estado de Veracruz, Fondo de
Cultura Económica, pp. 208.
Comas, Juan. Manuel Gamio
1975
Antología, México, Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 177.
Díaz Polanco, Héctor
1974
“La teoría indigenista y la integración”, en Indigenismo, modernización y marginalidad,
México, Juan Pablos Editor, pp. 11-38.
1988
La cuestión étnico-nacional, México, Fontamara, pp. 166.
Harris, Marvin
1979
El desarrollo de la teoría antropológica. Historia de las teorías de la cultura, México,
Siglo XXI, pp. 690.
Hernández, Rosalba Aída
2005
“La invención del indio en la etnografía chiapaneca. Repensar la etnografía de la antropología dialógica”, en Artís, Gloria (Coord.), Encuentro de voces. La etnografía de México
en el siglo XX, México, CONACULTA-INAH (Colección Etnografía de los Pueblos Indígenas de
México, Serie Debates), pp. 475-504.
García Mora, Carlos y Medina, Andrés
1986
La quiebra política de la antropología social en México, México, UNAM, 2 V.
Portal Ariosa, María Ana y Ramírez Sánchez, Paz Xóchitl
2010
Alteridad e identidad. Un recorrido por la historia de la antropología en México, México,
Universidad Autónoma Metropolitana, Juan Pablos Editor, pp. 292.
UNIDAD III
Introducción
Castro-Gómez, Santiago y Grosfoguel, Ramón et al.
2007
“Prólogo. Giro decolonial, teoría crítica y pensamiento heterárquico”, en El giro d e colonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global, Bogotá,
Siglo del Hombre / Universidad Central / IESCO-UC/ Pontificia Universidad Javeriana /
Instituto Pensar, pp. 9-23.
Geertz, Clifford
2005
La interpretación de las culturas, 13ª. Ed., Alberto L. Bixio (trad.), Barcelona, Gedisa
(Antropología, CLA DE MA), pp. 387.
León-Portilla, Miguel (comp.)
2007
La visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista, versión de textos
nahuas de Ángel María Garibay K. y Miguel León Portilla, 29a. ed., México, Coordinación
de Humanidades-UNAM (Biblioteca del Estudiante Universitario, 81), pp. 236.
Said, Edward S.
2002
Orientalismo, María Luisa Fuentes (trad.) Barcelona, Debate (Referencias), pp. 510.
103
Antropología Social
Lectura 1. Metafísicas caníbales
Viveiros de Castro, Eduardo
2010
Metafísicas caníbales. Líneas de antropología postestructural, Stella Mastrángelo (trad.),
2da. ed., Buenos Aires y Madrid, Katz (Conocimiento, 3070), pp. 258.
Lectura 2. Orientalismo
Said, Edward S.
2002
Orientalismo, María Luisa Fuentes (trad.) Barcelona, Debate (Referencias), pp. 510.
Žižek, Slavoj
1998
“Multiculturalismo, o la lógica cultural del capitalismo multinacional”, en Jameson, Fredric
y Žižek, Slavoj, Estudios culturales: reflexiones sobre el multiculturalismo, Moira Irigoyen
(trad.), Buenos Aires, Paidós (Espacios del saber), pp. 137-188.
Lectura 3. Toma la palabra, toma los medios, toma las calles
Wallerstein, Immanuel (coord.)
2007
Abrir las ciencias sociales. Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de
las ciencias sociales, Stella Mastrángelo (trad.), México, CEIICH-UNAM/ Siglo XXI (El mundo
del siglo XXI), pp. 114.
Internet
Hernández Baca, Talina
2011
Toma la palabra, toma los medios, toma las calles: Oaxaca 2006. Los medios libres: nuevas herramientas para los movimientos sociales, México, Radio Zapote, disponible en:
toma-las-calles-Oaxaca-2006, pp. 167.
UNIDAD IV
Introducción
Olivé, León; Boaventura de Sousa Santos, et al.
2009
Pluralismo epistemológico, La Paz, clacso, Muela del Diablo Editores, Comunas, CIDESUMSA, pp. 302.
Lectura 1. Elogio a la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia.
Díaz-Polanco, Héctor
2006
Elogio de la diversidad. Globalización, multiculturalismo y etnofagia, México, Siglo XXI, pp.
132-155.
Lectura 2. Antropología y desarrollo
Escobar, Arturo
2005
“Otras antropologías y antropologías de otro modo”, en Más Allá del Tercer Mundo. Globalización y Diferencia, Bogota, Instituto Colombiano de Antropología e Historia, pp. 231257.
iNtErNEt
Escobar, Arturo
1997
“Antropología y Desarrollo”, en Revista Internacional de Ciencias sociales, No. 154, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, disponible
s/p.
Lectura 3. Distintas maneras de ser mujer: ¿Ante la construcción de un nuevo feminismo indígena?
Castillo, Rosalba Aída
2000
“Distintas maneras de ser mujer: ¿Ante la construcción de un nuevo feminismo indígena?”, en Memoria, No. 123, CEMOS, pp. 48-51.
Harding, Sandra
1987
“Is There a Feminist Method?”, Feminism and Methodology, Bloomington/Indianapolis,
Indiana University Press, pp. 1-14.
Lectura 4. Aflicción e ira de un cazador de cabezas.
Rosaldo, Renato
1991
“Introducción: Aflicción e ira de un cazador de cabezas”, en Cultura y verdad. Nueva
propuesta de análisis social, México, CONACULTA, Grijalbo, pp. 15-31.
104
Arqueología
INTRODUCCIÓN
La arqueología es una de las formas más recientes del mundo occidental de
interpretar el pasado de la humanidad. Como disciplina científica, es hija de la
modernidad del siglo XIX, y se interroga sobre el acontecer de las sociedades,
acerca de sus procesos de cambio y transformación en el tiempo. Comparte estas
preocupaciones con algunas otras ciencias sociales, como la historia y la
antropología pero, a diferencia de éstas, sus investigaciones están basadas en el
análisis e interpretación de los restos materiales de las sociedades pasadas. En
este módulo abordaremos el desarrollo histórico de esta ciencia, sus principales
preocupaciones, métodos y teorías de investigación, así como sus retos e
inquietudes actuales, y las particularidades de desarrollo que tiene como disciplina
en un país como México.
Al igual que el resto de las ciencias, la arqueología ha transitado por
diversos enfoques y preocupaciones teóricas que le confieren su carácter actual en
el país. Los principales elementos que la conforman como ciencia, en general, así
como se desarrollan su devenir histórico en el mundo y en México en la Unidad I.
Los retos que implica el estudio del pasado son revisados en la Unidad II.
Interpretar el ayer, ese tiempo que deja a su paso numerosas huellas que
atestiguan su presencia pero que, en realidad, no existe, que es testigo de
numerosas historias extintas, es el mayor reto de la actividad arqueológica. ¿Cómo
conocer la presencia de ese momento cuando ya ha dejado de existir, cuando no
podemos tocarlo o verlo? ¿Cómo reconocerlo sólo a través de las huellas que
dejó? ¿Cómo interpretar y recrear las historias que atestiguó sin dejar rastro?
Interpretar el pasado y recrear la historia implica no sólo un reto sino una
gran responsabilidad, que también abordaremos en esta unidad (II). El
arqueólogo recupera la memoria histórica de los pueblos, su patrimonio colectivo,
y ello implica grandes compromisos éticos que deben asumirse con plena
conciencia. En México, heredero de una gran diversidad histórica y cultural, esta
labor es financiada por el Estado, es decir, por la sociedad, y ello exige a sus
practicantes realizar su tarea bajo los más altos estándares de calidad científica y
profesionalismo.
Sin duda, las inquietudes sobre la interpretación del pasado no son
exclusivas de la arqueología. Disciplinas como la historia e, incluso, la física,
comparten el apasionante reto de interpretar el pasado. La tarea del arqueólogo,
sin embargo, enfrenta este desafío desde una posición particular, se concentra en
el estudio del pasado a través de los restos, de las huellas materiales que dejaron,
a su paso, las sociedades. En la Unidad III presentamos algunas de las estrategias
y técnicas para el trabajo arqueológico (desde la identificación de los yacimientos,
hasta su exploración y análisis de resultados), los procesos de recolección y
análisis de los tipos de materiales más relevantes.
Los desafíos y compromisos, que implican el estudio arqueológico del
pasado, han motivado el desarrollo de novedosas posturas teóricas y
metodológicas en los últimos cincuenta años y que revisaremos en la última unidad
(IV). Tales posturas abordan nuevas preguntas ancladas en las inquietudes
actuales (p. ej. sobre el género, la diversidad y la construcción de nuevas
identidades; la interpretación simbólica de la cultura y el pasado; la complejidad de
las sociedades y la no-linealidad del tiempo; el diálogo inter y transdisciplinario
entre las diferentes disciplinas; las nuevas herramientas tecnológicas, etc.), que
representan algunos de los retos que implica pensar el pasado del hombre en el
siglo XXI.
Jannu Lira Alatorre
Haydeé López Hernández
105
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera la
arqueología interpreta la
diversidad del pasado del
Hombre (humanidad) y
cómo enfrenta México este
reto?
¿Cómo ayuda la
arqueología a la
conservación y
protección de la historia
y del patrimonio de la
humanidad?
UNIDADES
I. ¿Qué es la arqueología?
II. El trabajo y los
compromisos del
arqueólogo: la
interpretación y
conservación del pasado
III. La práctica arqueológica:
contextos en tiempo y
espacio
IV. La arqueología hoy:
enfoques, perspectivas y
retos
Arqueología
UNIDAD I. ¿Qué es la arqueología?
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuáles son los elementos
importantes de la definición
de “Arqueología” y cuáles
son sus características hoy
en día?
¿Cuáles son las diferencias
más importantes
que existen entre el
pensamiento generado por
la modernidad científica y
el conocimiento religioso
sobre el pasado del
hombre?
¿Cuáles son las principales
interrogantes surgidas de la
arqueología para pensar el
pasado del hombre, y cuál
es su contexto histórico?
Cultura: Mecanismo extrasomático
de adaptación.
Es aquello a lo que recurre el hombre
en sociedad para adaptarse a sus
cambiantes necesidades naturales y
culturales; como la palabra indica,
extrasomático nos habla de qué es
una adaptación, que no nace de la
parte biológica del ser humano, sino
que tiene que ver con sus relaciones
humanas, es decir, sociales.
Existen más de 200 definiciones de
cultura, cada una depende de las
corrientes teóricas que dan soporte a
las formas explicativas y de los
objetivos de cada uno de los
diferentes investigadores.
Diversidad cultural:
Date cuenta de la variedad cultural
que te rodea: basta con observar los
diferentes tipos de comida regional
que existen en el país, cada uno de
ellos refleja parte de una cultura,
seguramente diferente a la tuya.
La arqueología, como disciplina científica, es una forma particular de observar e
interrogarnos sobre el pasado del hombre. Su tarea, allende los grandes
descubrimientos, se concentra en la reflexión sobre los procesos de cambio y
continuidad de las sociedades humanas. Al igual que el resto de las ciencias, ha
transitado por diferentes procesos en su historia, desde el siglo XIX hasta la fecha.
En lo que sigue, abordaremos los principales elementos que integran su definición
como disciplina, su desarrollo histórico general en México y el mundo.
Temario
1. ¿Qué es la arqueología?
- Los elementos más importantes de la disciplina arqueológica
- La arqueología hoy. Sus características relevantes
2. El pasado de la arqueología. Sus principales inquietudes teóricas
- La arqueología en el mundo
- La arqueología en México
Lectura 1. Elementos básicos para definir a la Arqueología
Jannu Lira Alatorre.
Hay algunos que denominan como enigmático y místico al mundo de la
arqueología, debemos dejar en claro que la mayoría de las veces siempre
decimos: ¡la arqueología, qué interesante lo que estudia!, y generalmente,
pensamos en ciudades exóticas, aventuras, descubrimientos, tesoros escondidos
debajo una X; pocas veces recapacitamos en los largos periodos en las
bibliotecas, archivos y el trabajo de campo que pocas veces tiene algo que ver con
las aventuras de las películas… ¿Realmente conocemos al campo de estudio de
la arqueología?
Se ha definido a esta ciencia como:
“…the scientific study of peoples of the past... their culture and their
relationship with their environment. The purpose of archaeology is to understand
how humans in the past interacted with their environment, and to preserve this
history for present and future learning.” Larry J. Zimmerman
Para hacerlo más amable: El estudio científico de personas del pasado…
su cultura y sus relaciones con el ambiente. El propósito de la arqueología es
entender cómo en el pasado los humanos interactuaban con su ambiente, y
preservar esta historia para un aprendizaje en el presente y futuro. Larry J.
Zimmerman
Puntos fundamentales para entender la definición de arqueología:
Ÿ A los hombres los podemos definir como seres eminentemente sociales, es
decir, que conviven en grupos “sociales”.
Ÿ Las agrupaciones sociales presentan características que son el resultado, muchas veces, de las adaptaciones que necesita el ser humano para la
supervivencia (cubrir necesidades), y se les puede denominar cultura.
Ÿ El ambiente nos refiere a dónde se desenvuelve el grupo, los recursos que
tiene a disposición para satisfacer sus necesidades, también nos habla de
un espacio o territorio donde conviven, se relacionan, llevan a cabo
actividades de su vida cotidiana.
Ÿ Los diferentes arreglos sociales, y su interacción con el medio, nos darían
lo que llamamos, de una forma muy general, “diversidad cultural”.
Ÿ En referencia al pasado, muchas de las culturas que investiga el
arqueólogo ya han desaparecido, otras se encuentran vivas: estudiamos
106
Unidad I
los procesos de cambio de una sociedad y esto se ve en el transcurso del
tiempo.
Ÿ Punto importante son los materiales arqueológicos, aquellos que son el
resultado de toda actividad humana. Pueden ser los “clásicos”, artefactos
de cerámica, lítica (piedra), hueso y algunos que recientemente han
entrado en el ámbito de estudio del arqueólogo: el plástico.
Ÿ Por lo tanto, el campo de estudio de la arqueología no sólo se remite al
estudio de las sociedades antiguas, se pueden hacer estudios de
sociedades vivas; como ejemplo, la arqueología industrial.
Teniendo un acercamiento preliminar al significado de nuestra materia de
estudio, debemos anotar que la arqueología responde a los objetivos que plantea
el investigador y a las instituciones a las que está ligado, es decir, responde a lo
que nosotros hacemos de ella; así encontramos distintos campos de acción en el
trabajo del arqueólogo (que se verán posteriormente en este texto) y debemos
estar conscientes de que, como en cualquier otra profesión que implica una
investigación sistemática, estaremos en mayor o menor medida supeditados al
presupuesto que logremos conseguir para el proyecto de investigación.
Actividad 1
Ahora que conoces la definición de arqueología, y con base a los puntos
principales expuestos en la lectura, busca otras definiciones de arqueología y
anota las semejanzas y diferencias en tu cuaderno.
Lectura 2. The four characteristics of archaeology today
Charles Orser. Fragmento seleccionado por Jannu Lira Alatorre.
Ÿ It is globally focused. Although you can dig only one site at a time, the aim
must be to place it within a wider world. You need to look beyond the
physical boundaries of your bit of data and see its wider significance.
Ÿ It is mutualistic, which Orser explains as the basic stuff of human life in all
times and places. The “basic stuff” are the social relationships that people
create and maintain. The best way to conceive of these is as networks that
for all sorts of reasons overlap, shift and change. Hence they are mutually
inter-related rather than independently associated.
Ÿ It is multiscalar. How can we go from the single potsherd to the
civilization of which it was a part? How do we match up the micro-scale,
everyday activity of someone making a pot with the long-term macroscale
experience of the formation and collapse of the Mayan empire?
Ÿ It is reflexive. We have come to realize that archaeological data are not just
curiosities but powerful knowledge for people alive today. By reflecting on
what they do, and why, archaeologists think about their research and the
impact it can have on other people. The most striking examples lie in the
impact on indigenous, First Nation peoples, for example Native North
Americans and Australian Aborigines, who until recently had no voice in the
investigation and interpretation of their past. The return of cultural property
and the claims of ethnic identity on archaeological evidence provide further
examples.
Actividad 2
Con los nuevos puntos enumerados en la lectura anterior escribe en tu cuaderno
cómo crees que la arqueología se ve reflejada en tu vida cotidiana.
107
Arqueología
Lectura 3. El cerdo y el arqueólogo
Italo Calvino. Fragmentos seleccionados por Haydeé López Hernández.
Vista aérea de una Villa en
Settefinestre. Reconstrucción.
Fuente:
http://www.virginia.edu/president/kenanscholarship/
work/archive_files/penley_chiang/Images/
Villa/V%20Settefinestre/V%20Settefinestre%20
-%20Birdseye.gif
La gran novedad de este año, en las excavaciones de la villa romana de
Settefinestre, cerca de Orbetello, es la porqueriza. Se trata de un patio que tiene
en los cuatro lados muchos compartimentos separados por muros bajos y con
pilas cavadas en el suelo que eran los comederos; los cubría un pórtico, del que
quedan las bases de los pilares. Apenas salió a la luz esta estructura, la primera
idea fue que en cada compartimento se cebaba un cerdo, y un criador interrogado al respecto reconoció que la instalación no era diferente de las de hoy. Pero la
lectura de las fuentes clásicas dio en seguida, por tierra con estas hipótesis.
En el tratado de agricultura de Columella, que es de la misma época de la
villa (siglo I a. C.), hay un capítulo sobre la cría de cerdos en el que no se habla de la
manera de cebar a los animales: se enumeran los alimentos más adecuados para
los porcinos pero siempre se trata del apacentamiento en los bosques. En cambio
esta porqueriza estaba preparada para la preñez de las cerdas y para el parto y la
lactancia.
Los cerdos no se pueden encerrar juntos como las otras bestias –escribe
Columella- sino que es preciso construir a lo largo de la pared porquerizas
separadas donde se pueda encerrar a las cerdas recién nacidas y también a las
preñadas. En realidad, las hembras sobre todo, cuando están encerradas en
grupos y en desorden, se tumban unas sobre otras y hacen abortar los fetos. Por
eso es necesario construir pocilgas apoyadas en las paredes, de cuatro pies de
altura (1,20m), para que la cerda no pueda saltar afuera. Pero no se deben cerrar
por arriba para que el guardián pueda verificar el número de lechoncillos y
sacarlos de debajo de la madre, en caso de que alguna se tumbe encima.
La excavación de Settefinestre ha sacado, pues, a la luz una porqueriza
que corresponde exactamente a la descripción de Columella, es decir, una gran
sala de parto para la producción de lechones, cada cerda en un compartimento
separado (en latín harae). Una diferencia fundamental distingue en realidad la cría
moderna centrada en el engorde, de la romana, que se interesaba en la cantidad
de animales y su capacidad para moverse. Porque los cerdos no se mataban en la
villa; tenían que llegar a la ciudad por sus propios medios, en grandes piaras
(como los bovinos del Far West eran acompañados por los cowboys hasta los
mataderos de Chicago, antes de la invención de los vagones frigoríficos). Por lo
tanto, mientras los machos vivían y se alimentaban siempre al aire libre, los
recintos de las harae se reservaban a las hembras durante los cuatro meses de
preñez y las tres semanas de lactancia. En la porqueriza de Settefinestre las harae
son veintisiete; considerando veintisiete cerdas que puedan tener camadas de
ocho lechoncillos, y parir dos veces por año, se puede calcular una producción
anual de unas cuatrocientas cabezas.
La lactancia planteaba problemas no sólo a los criadores romanos sino
también a los arqueólogos de hoy. Columella recomienda que cada cerda
amamanta, solamente, a sus propios hijos, porque cuando los lechones se mezclan,
se ponen a succionar las ubres de cualquier hembra, y como las madres no
distinguen a sus hijos de los ajenos, habría cerdas agotadas, lechones más voraces
sobrealimentados y otros que se morirían de hambre. Por lo tanto la aptitud más
preciosa del guardián de cerdos es, según Columella, la memoria: saber reconocer
los hijos de cada hembra y evitar confusiones. Tarea muy difícil: para facilitarla se
puede poner una marca con pez a los lechoncillos de la misma camada, pero “lo
más cómodo es construir las porquerizas (se entiende siempre las harae, es decir
los compartimentos individuales) de modo que el umbral sea alto para que la madre
108
Unidad I
pueda salir, pero no los lechoncillos”. Aquí Columella no está de acuerdo con las
excavaciones de Settefinestre, donde los umbrales eran bajos; y tampoco está de
acuerdo con Varrón (cuyo tratado De re rustica no es menos detallado y preciso),
según el cual los umbrales deben ser bajos para que las cerdas preñadas no
tropiecen con el vientre y aborten. […]
Para resolver todas estas contradicciones hay un solo método: excavar
tratando de descubrir los más mínimos detalles. En realidad los umbrales de las
harae están atravesados por un surco que no aparece en la piedra de ningún otro
umbral. ¿Para qué podía servir ese surco sino para insertar una barrera de ejes
verticales, una puertecita levadiza que el guardián podía levantar para dejar pasar
a la madre, bajándola para que no escaparan los hijos? Los umbrales eran, pues,
bajos o altos según las exigencias. Entonces, maniobrando la pala con respeto por
todas las huellas de lo vivido, la verificación arqueológica demuestra que los
hechos no están en contradicción con los clásicos, pero además que los clásicos
no están en contradicción consigo mismos.
Bajo tierra no se pierde nada, o por lo menos se conserva el máximo de
informaciones, pero si la técnica no es adecuada, en la excavación misma se
puede destruir lo que los siglos habían guardado en reserva. La arqueología
italiana siempre ha tendido a lo arquitectónico monumental: le conmueven sólo los
arcos de triunfo, las columnas, los teatros, las termas, y considera todo el resto
cacharros sin importancia. En países más pobres en vestigios monumentales se
ha desarrollado una escuela diferente, difundida hoy en todo el mundo y que, entre
nosotros tiene en Andrea Carandini un apóstol apasionado: la arqueología como
búsqueda, en cada estrato del terreno, de las señales e indicios mínimos a partir
de los cuales se pueda reconstruir la vida práctica cotidiana, los comercios, la
agricultura, las fases de la historia de la sociedad. Es un trabajo de hipótesis y
verificaciones, que avanza a fuerza de tentativas y errores, de enigmas y de
deducciones e inducciones como en el caso de la porqueriza.
Andrea Carandini es un reconocido
arqueólogo italiano que ha explorado
diversos sitios romanos, entre los que
se encuentra la Villa de Settefinestre,
en la región Toscana. Su trabajo es
reconocido, debido al meticuloso
registro estratigráfico que realiza en
sus exploraciones, así como por sus
aportes a la arqueología de
salvamento.
“Historias de la tierra” es uno de sus
trabajos importantes traducidos al
español, y constituye un manual de
exploración interesante.
Actividad 3
Con base en el texto anterior, identifica el uso que le da el arqueólogo a las fuentes
históricas; anótalas en un listado en tu cuaderno.
Actividad 4
Escribe en tu cuaderno, y usando tus propias palabras, cuál es el objetivo de la
arqueología.
Lectura 4. Los investigadores: La historia de la arqueología
Colin Renfrew y Paul Bahn. Fragmentos seleccionados por Haydeé López Hernández.
Comúnmente se considera la historia de la arqueología como la historia de los
grandes descubrimientos: la tumba de Tutankamon en Egipto, las ciudades
perdidas de los Mayas en México, las cuevas pintadas de la Antigua Edad de
Piedra, como Lascaux en Francia, o los restos de nuestros antepasados humanos
profundamente sepultados en la Garganta de Olduvai, en Tanzania. Pero es
mucho más que esto, es la historia de cómo hemos llegado a mirar la evidencia
material del pasado humano con ojos nuevos y con nuevos métodos que nos
ayudan en nuestra tarea. […]
De este modo, la historia de la arqueología es, en primera instancia, una
historia de ideas, de teoría, de modos de mirar al pasado. Después, una historia del
desarrollo de métodos de investigación, del empleo de esas ideas y el análisis de
esas cuestiones. Y, sólo en tercer lugar, es una historia de los descubrimientos
actuales. […]
109
Durante los primeros años del
virreinato de La Nueva España,
misioneros y cronistas se dieron a la
tarea de formar colecciones diversas
con la finalidad de dar a conocer, al
Viejo Mundo, los vestigios de los
pueblos autóctonos americanos.
Arqueología
Fuente:
http://ed101.bu.edu/StudentDoc/Archives/Fall04/
tdkennel/images/moundbuilders.jpg
De acuerdo a varios estudiosos de
EU, los constructores de los Mound
Builders (constructores antiguos
del Mississippi, en Norte América)
eran los ancestros directos de la zona
Maya en México y Centroamérica.
Con base en esta creencia,
numerosos arqueólogos de EU
iniciaron exploraciones en el sureste
mexicano en el siglo XX.
En el siglo XIX, y de acuerdo a la
narración de la Biblia, se calculaba
que la historia de la humanidad se
remontaba a 4004 años atrás.
De acuerdo con la tradición bíblica,
Dios creó a la humanidad a partir de
una sola pareja (ubicada en Tierra
Santa) de la cual provenían todos los
pueblos del orbe. En este contexto,
desde el siglo XVI, América representó
un problema para explicar la historia
de la humanidad:
¿los americanos también eran
descendientes de Adán y Eva? De ser
así, ¿cómo cruzaron los océanos
para poblar el Nuevo Mundo?
La fase especulativa
El hombre siempre ha especulado sobre el pasado, y la mayoría de las culturas
tienen sus propios mitos de creación para explicar por qué la sociedad es como es.
[…] La mayoría de las culturas también han quedado fascinadas por las
sociedades que las precedieron. […] Se desarrolló una curiosidad […] por las
reliquias de sociedades pasadas en varias civilizaciones antiguas, en las que
sabios, e incluso dirigentes, coleccionaban y estudiaban objetos del pasado. […]
Durante el resurgimiento del saber en Europa, conocido como Renacimiento
(siglos XIV al XVII), los príncipes y las gentes refinadas comenzaron a crear
“gabinetes de curiosidades”, en los que artefactos singulares y antiguos se
disponían de forma un tanto desordenada junto a minerales exóticos y toda clase
de especímenes ilustrativos de lo que se denominaba “historia natural”. […]
Fue […] en el siglo XVIII cuando los investigadores más emprendedores
iniciaron la excavación de algunos de los yacimientos más destacados [como por
ejemplo Pompeya en Italia, y los Mound Builders en Virginia, EU].
Los inicios de la arqueología moderna
La disciplina arqueológica no llegó a constituirse realmente hasta mediados del
siglo XIX. Ya existía el precedente sentado por los logros significativos de la recién
creada ciencia geológica. El geólogo escocés James Hutton (1726-1797), en su
Teoría de la Tierra (1785), había estudiado la estratificación de las rocas (su
disposición en niveles superpuestos o estratos), estableciendo los principios que
sentarían las bases de la excavación arqueológica […]. Hutton demostró que la
estratificación de las rocas era debida a procesos que todavía seguían en mares,
ríos y lagos. Esto constituyó el principio del “Uniformismo”. Fue defendido de
nuevo por Charles Lyell (1797-1875) en su obra Principios de Geología (1833): los
fenómenos geológicos antiguos, en esencia, eran similares o “uniformes”
respecto a los actuales. También pudo aplicarse esta idea al pasado humano, y
marca una de las nociones fundamentales de la arqueología moderna que, en
muchos aspectos, el pasado fue muy similar al presente.
La antigüedad del hombre
Estas ideas ayudaron, en gran medida, a sentar las bases de lo que fue uno de los
acontecimientos más importantes en la historia intelectual del siglo XIX (e
indispensable para la disciplina arqueológica): el reconocimiento de la antigüedad
del hombre. Fue un inspector de aduanas francés, Jacques Boucher de Perthes
(1788-1868), trabajando en las canteras de grava del río Somme, quien publicó,
en 1841, pruebas convincentes de la asociación en aquel lugar de artefactos
humanos […] y huesos de animales extinguidos. Boucher de Perthes sostuvo que
esto indicaba la existencia humana mucho antes del Diluvio bíblico. En un
principio su punto de vista no consiguió demasiada aceptación, pero en 1859, dos
importantes eruditos británicos, John Evans y Joseph Prestwich, le visitaron en
Francia y regresaron convencidos de la validez de sus hallazgos. Ahora se
reconoció de modo general, que los orígenes del hombre se hundían mucho más
en el pasado, de este modo, la noción bíblica de que el mundo y todo lo que contiene había sido creado hacía sólo unos pocos milenios ya no pudo seguir siendo
aceptada. Se comprobó la posibilidad, incluso la necesidad, de una prehistoria de
la humanidad […].
El concepto de evolución
Estas ideas armonizaban con los hallazgos de otro gran erudito del siglo XIX,
Charles Darwin (1809-1882), cuya obra fundamental, El origen de las especies,
publicada en 1859, estableció el concepto de evolución como la mejor explicación
del origen y desarrollo de todas las plantas y animales. La propia idea de evolución
no era nueva –estudiosos anteriores habían sugerido que los seres vivos habían
cambiado o evolucionado a lo largo del tiempo-. Lo que Darwin demostró fue cómo
110
Unidad I
se producía este cambio. El mecanismo clave era, en palabras de Darwin, “la
selección natural o supervivencia de los más aptos”. En la lucha por la existencia,
los individuos de una determinada especie mejor adaptados al entorno
sobrevivirían (o serían “seleccionados de forma natural”), mientras que los menos
adaptados morirían. Los individuos supervivientes transmitirían hereditariamente
sus cualidades ventajosas a su descendencia y, gradualmente, las características
de una especie cambiarían hasta tal punto que surgiría una nueva. En esto
consistía el proceso de la evolución. El otro gran trabajo de Darwin, El origen del
hombre, no se publicó hasta 1871, pero las implicaciones eran claras: la especie
humana había surgido como parte del mismo proceso. Podía dar comienzo la
búsqueda de los orígenes del hombre en el registro material, mediante técnicas
arqueológicas.
El sistema de las Tres Edades
[…] En 1836, el estudioso danés C. J. Thomsen (1788-1865), publicó su guía del
“Museo Nacional de Copenhague” […]. En ella proponía que las colecciones se
dividieran entre las procedentes de la Edad de Piedra, la Edad del Bronce y la Edad
del Hierro, y esta clasificación fue considerada de utilidad por eruditos de toda
Europa. Más tarde, se estableció una subdivisión de la primera entre Paleolítico o
Antigua Edad de Piedra y Neolítico o Nueva Edad de Piedra. Estos términos fueron
menos aplicables a África, donde no se empleaba el bronce al sur del Sahara, o a
América, en la que el bronce era poco importante y no se utilizaba el hierro antes de
la conquista europea. Pero fue un avance conceptualmente significativo.
Estableció el principio de que, estudiando y clasificando los artefactos
prehistóricos, se podía llevar a cabo una ordenación cronológica, y se podría decir
algo de los periodos en cuestión. La arqueología progresaba más allá de la mera
especulación sobre el pasado y, a cambio, se convertía en una disciplina que
implicaba una excavación meticulosa y el estudio sistemático de los artefactos
descubiertos.
Estos tres grandes avances conceptuales –la antigüedad del hombre, la
teoría de la evolución de Darwin y el Sistema de las Tres Edades- proporcionaron,
al fin, un marco para el estudio del pasado y para plantearse preguntas sobre él.
Las ideas de Darwin influyeron también en otro aspecto, sugerían que las culturas
humanas habían evolucionado de forma análoga a las especies animales y
plantas. Poco después de 1859, eruditos británicos, como el general Pitt-Rivers y
John Evans, ideaban esquemas evolutivos de formas de artefactos, que dieron
lugar al método “tipológico” –la ordenación de artefactos en secuencias cronológicas o de desarrollo- posteriormente elaboradas de un modo más detallado por el
estudioso sueco Oscar Montelius (1843-1921).
Etnografía y arqueología
Otra línea importante en el pensamiento del momento fue la comprensión de que el
estudio realizado por los etnógrafos en las comunidades vivientes de distintas
partes del mundo, podía ser un punto de partida útil para los arqueólogos, en su
esfuerzo por comprender el modo de vida de sus propios antepasados que, sin
duda, tenían útiles y técnicas relativamente sencillos. Estudiosos como Daniel
Wilson y John Lubbock, hicieron un uso sistemático de este enfoque etnográfico.
Al mismo tiempo, los propios etnógrafos y antropólogos creaban
esquemas del progreso humano. Fuertemente influenciados por las ideas de
Darwin sobre la evolución, el antropólogo británico Edward Tylor (1832-1917) y su
colega americano Lewis Morgan (1818-1881) publicaron trabajos importantes en
la década de 1870, sosteniendo que las sociedades humanas habían
evolucionado desde un estadio de salvajismo (caza primitiva), a través de la
barbarie (agricultura simple), hasta la civilización (la forma superior de sociedad).
El libro de Morgan, Ancient Society (1877), se basaba en parte, en su profundo
111
El pensamiento evolucionista
propone una línea de tiempo
diferente a la concebida por la
tradición cristiana
(cíclica):
ascendente o progresiva, lineal y
unidireccional.
Actualmente, nosotros conservamos
esta forma de pensar el tiempo y su
devenir (evolucionista).
El estudio de las sociedades
presentes como base para comprender a los pueblos del pasado, es
también, una consecuencia del
uniformitarismo: el pasado es igual
al presente y viceversa.
Retomando la propuesta de Morgan,
Karl Marx aseguraba que México
era
un
pueblo en estado de
“barbarie” y que la mejor opción para
acelerar su progreso, era su pronta
integración a los Estados Unidos.
Arqueología
conocimiento de los indios norteamericanos vivos. Sus ideas –en especial la
noción de que el hombre había vivido una vez en un estado de comunismo
primitivo, compartiendo los recursos equitativamente- influyeron poderosamente
en Karl Marx y Friedrich Engels, quienes se inspiraron en ellas en sus escritos
sobre las sociedades precapitalistas, e influenciando, a su vez, a muchos
arqueólogos marxistas posteriores.
Actividad 5
Tomando como base la lectura “Los investigadores: La historia de la arqueología”
de Renfrew y Bahn, identifica los tres avances conceptuales ocurridos en el siglo
XIX que fueron indispensables para cuestionar el pasado del hombre y, por tanto,
para generar el desarrollo de la arqueología. Escríbelos en tu cuaderno y explica
en qué radica la importancia de cada uno.
El antiguo Museo se ubicó en la
antigua casa de Moneda, en la calle
del mismo nombre, en el Centro de la
Ciudad de México.
El Museo Nacional de Antropología,
en Chapultepec, fue construido para
brindar un espacio más amplio y
adecuado a las colecciones
existentes en la calle de Moneda.
Fuente:
http://www.mna.inah.gob.mx/images/stories/
pasado_presente/pyp/pyp.html#drop
La reglamentación de 1897 fue
modificada en 1934 y, posteriormente,
en 1972, año en que se decreta la Ley
Federal sobre Monumentos y Zonas
Arqueológicos, Artísticos e Históricos
que nos rige en esta materia hasta el
día de hoy. Ésta última la puedes
consultar en:yesBiblio/pdf/131.pdf
Lectura 5. Breves notas sobre la historia de la arqueología en
México
Haydeé López Hernández.
La arqueología es una de las más recientes formas de interrogarnos sobre el
devenir de nuestra especie. Esta disciplina científica ha usado diferentes
preguntas, métodos y teorías a lo largo de su transcurrir por la historia. Nació, al
igual que el resto de las ciencias que conocemos, de las inquietudes de la
modernidad y, muy de cerca, de los proyectos de Estado-Nación en todo el mundo
occidental. En el siglo XIX, suplantar el pasado narrado por la tradición bíblica por
una narración propia de cada una de las naciones (que las pudiese identificar de
manera individual) era de capital importancia para, por un lado consolidar los
estados recientemente creados y, por el otro, para responder a las nuevas
interrogantes desprendidas de la teoría de la evolución, las propuestas de Lyell
sobre la geología y, posteriormente, las de la teoría difusionista. En estos
momentos era fundamental explicar con bases científicas el origen de la
humanidad y su evolución… ¿todos los hombres tenían el mismo origen?
Estas inquietudes eran aún más importantes para pensar América, su
pasado y porvenir. Para los americanos, sobre todo luego de los procesos de
independencia, resultaba indispensable demostrar un solo origen para toda la
humanidad (monogenismo), así como la calidad evolutiva del hombre americano
desde tiempos remotos. Aceptar lo contrario (orígenes diversos o poligenismo),
equivalía a poner en duda el lugar del continente en la escala evolutiva y, con ello,
su posición frente a Europa.
México no fue ajeno a estas inquietudes. De la mano del proceso de
Independencia, surgieron los primeros elementos para la consolidación del
estudio sobre el pasado de la nueva nación, un pasado que tenía que demostrar la
igualdad de la nación frente a Europa, que fuese remoto, digno y valioso, igual que
el del resto de las naciones del mundo. Era importante comprobar, con la ciencia,
la calidad del hombre de la nueva nación independiente. Así, en 1825, se fundó el
Museo Mejicano, institución que estaba encargada de integrar y mostrar al público
todos los objetos del mundo científico conocido, característicos de México. Al lado
de los restos del pasado remoto del país, como esculturas de piedra o piezas de
alfarería, el Museo exhibía en sus salas colecciones de minerales, plantas,
animales disecados, objetos de arte, documentos, y demás objetos que pudiesen
demostrar la riqueza de México como nación.
Al tiempo, algunos estudiosos comenzaron a escribir la historia del país como
unidad integrada (sobre todo después de terminada la guerra), independiente de
112
Unidad I
España, pero también, como parte del mundo ilustrado occidental. Una historia
remota que pudiese mostrar al mundo la calidad civilizada del país desde sus
primeros pobladores (al igual que la historia europea). Así, José Fernando Ramírez
(1804-1871), Guillermo Prieto (1818-1897), Carlos María de Bustamante (17741848), entre otros, escribieron algunas de las primeras historias sobre el devenir
del país, desde los orígenes prehispánicos y hasta el siglo XIX. También surgieron
algunos proyectos de investigación sobre el territorio y las riquezas nacionales que
pretendían generar un cuadro general del presente y pasado del país, como el
Atlas Nacional (1850), la Commission Scientifique du Mexique (1864-1867) y la
Comisión Científica del Valle de México.
Paulatinamente, el Museo Nacional se fue especializando, al igual que lo
hacía el conocimiento científico y, de esta forma, sus salas fueron divididas en
temáticas específicas, siendo una de éstas la del pasado del hombre y la
diversidad de las culturas que integraban México. En 1909, las colecciones de
historia natural fueron sustraídas del recinto para formar el Museo Nacional de
Historia Natural en el Chopo y, posteriormente, en 1934, las colecciones de historia
fueron trasladadas a un espacio propio en el Castillo de Chapultepec, para dar
nacimiento al Museo Nacional de Historia. Las colecciones restantes, de
arqueología y etnografía, permanecieron en el antiguo Museo Nacional,
consolidando una entidad dedicada al estudio del hombre y de México, hasta
alcanzar su forma actual, como el Museo Nacional de Antropología.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz (1876-1911), y como parte de la
preocupación por elevar la calidad científica del país, se brindó un apoyo
contundente a la investigación arqueológica y a la conservación de los restos del
pasado prehispánico como patrimonio de la nación: era necesario demostrar al
mundo que México se dirigía al progreso desde sus primeras civilizaciones. Como
parte de ello, se fundó la Sociedad Científica “Antonio y Alzate” (1884) y la
Inspección General de Monumentos de la República Mexicana (1885), ésta última
como una entidad encargada de la vigilancia e inspección de las zonas y
monumentos arqueológicos. La arqueología, a partir de entonces, se consolidó
como una ciencia útil y necesaria para defender la valía del pueblo mexicano frente
a las naciones europeas y para pensar la identidad de los mexicanos. En este
contexto fue cuando se escribió México a través de los siglos (1881), obra colectiva
que compiló en varios volúmenes toda la historia nacional.
Si bien, desde 1827, se había decretado una ley arancelaría que prohibía
la exportación del país de objetos arqueológicos, fue hasta 1896 cuando se
formuló una normatividad que establecía los requisitos y lineamientos que debían
cumplir los particulares para realizar exploraciones arqueológicas en el país. Tal
reglamentación fue reformulada y ampliada para su mejor cumplimiento en 1897,
prohibiendo las exportaciones sin permiso y estipulando como delito la destrucción
de los monumentos.
A la vuelta del siglo, comenzaron las exploraciones de la zona arqueológica
de Teotihuacán con la finalidad de dar a conocer la zona, a los asistentes al XVII
Congreso Internacional de Americanistas en 1910, en el marco de los festejos del
Centenario de la Independencia. Como parte de estos festejos, también fue
inaugurada la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas,
proyecto encabezado por el antropólogo alemán Franz Boas, que alcanzó su fin en
el momento más álgido de las luchas revolucionarias en el país (1915).
Poco tiempo antes, en 1906, habían iniciado en el Museo las primeras
cátedras de arqueología y, al paso del siglo, el número de investigaciones creció de
manera paulatina. Así, en las primeras cuatro décadas del siglo XX, se exploraron
algunas de las zonas más conocidas actualmente, como Monte Albán, El Tajín,
Chichén Itzá, etc., y se registraron 2106 sitios en todo el país, información que fue
compilada en el Atlas Arqueológico de la República Mexicana.
113
A fines del siglo XIX varios intelectuales
se refirieron a Teotihuacán como “el
Egipto mexicano”, aludiendo a la
grandeza de sus edificios. En la
imagen, la Pirámide del Sol antes de
las exploraciones de 1905.
Fuente: Batres, Teotihuacán, 1908, Lámina 1.
En el Museo Nacional se impartían
las cátedras de Arqueología,
Historia, Etnología, Idioma
Mexicano y Prehistoria. Ésta última
rama del conocimiento no prosperó
como disciplina independiente en
México (y a diferencia de Europa),
quizás debido a la corta edad
estimada para el hombre americano.
En un inicio (1936), las cátedras de
arqueología y antropología eran
parte del Departamento de
Antropología de la Escuela Nacional
de Ciencias Biológicas del Instituto
Politécnico Nacional. En 1942, tal
Departamento se integró al INAH,
naciendo con ello, la Escuela
Nacional de Antropología.
Arqueología
Mesoamérica es un concepto
acuñado por el etnólogo Paul Kirchhoff
para los pueblos prehispánicos a la
llegada de los españoles al territorio.
Designa un superárea que comparte
características étnicas y culturas y
que, geográficamente, abarca las
poblaciones comprendidas entre los
ríos Sinaloa, Lerma y Pánuco (al
norte); y del Río Motagua hasta el
Golfo de Nicoya (al sur).
Si bien esta categoría es una de los
más extendidas, actualmente, existen
diversas polémicas alrededor de su
uso y pertinencia.
Fuente: Kirchhoff, Mesoamérica, s/f, p. 5.
A la par de estas investigaciones, se consolidaron entidades cada vez más
especializadas, dedicadas al estudio del México prehispánico, hasta alcanzar la
conformación actual del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en 1939, y
de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en 1938.
Para estos años, las interrogantes sobre el origen de la humanidad habían
cedido paso a nuevas preocupaciones derivadas del relativismo cultural: ¿cuál
había sido el origen de la civilización?, ¿cuál el de la agricultura?, ¿las
civilizaciones americanas eran autóctonas o habían recibido influencias de
Europa o de otras partes del mundo? Los arqueólogos de entonces, siguiendo la
tradición del siglo XIX, se avocaron a la recuperación y al estudio de las fuentes
coloniales, al conocimiento de las lenguas indígenas y a la exploración de sitios
arqueológicos. Con base en todos estos elementos, se dieron a la tarea de perfilar
un panorama general sobre la historia prehispánica que diera cuenta del origen
autónomo de los desarrollos prehispánicos, definiendo, para ello, el concepto de
Mesoamérica como guía general de sus trabajos. Esta generación es conocida
como la Escuela Mexicana de Arqueología.
Los grandes cambios políticos (la Guerra Fría) y científicos (las críticas al
positivismo) de la segunda mitad del Siglo XX también impactaron en la
arqueología. Surgieron con ello nuevas preguntas e inquietudes dirigidas a
comprender la complejidad humana y sus formas de organización y evolución; el
surgimiento del Estado y el colapso de las sociedades; la aparición de las
identidades (étnicas, de género, etc.); la construcción simbólica del mundo y del
espacio; la evolución de la mente; etc. Con ello, han surgido nuevos temas de
investigación que no se encuentran confinados al pasado prehispánico.
Actualmente, esta diversidad de posturas convive en la práctica cotidiana de la
arqueología de México y el mundo, generando una ciencia arqueológica dinámica
y cambiante ante las necesidades que impone el presente en la continua tarea de
repensar nuestro pasado como especie.
Actividad 6
Identifica las dos inquietudes principales sobre el pasado del hombre durante los
siglos XIX y XX, en el texto “La arqueología en México”. Luego, investiga el contexto histórico-político nacional y mundial en el que tuvieron lugar cada una de
ellas. Finalmente, integra la información que obtuviste en un cuadro comparativo
como el que se ejemplifica a continuación.
La Nueva Arqueología Norteamericana,
la Arqueología Simbólica, la
Arqueología Social Latinoamericana,
etc. son algunas de las teorías de los
últimos cincuenta años en la
arqueología.
Inquietudes en la
arqueología en México
Contexto Nacional
Contexto
Internacional
1.
2.
Repaso
Para reforzar el conocimiento adquirido, realiza una lista de los siete puntos
fundamentales de la definición de la arqueología, las cuatro características de la
disciplina hoy en día. Además, identifica los principales momentos históricos de la
arqueología.
114
Unidad II
UNIDAD II. El trabajo y los compromisos del
arqueólogo: la interpretación y
conservación del pasado
Como vimos anteriormente, la arqueología es una forma científica de interpretar el
pasado de la humanidad. El arqueólogo, al igual que el historiador, está interesado
en develar las complejidades de la historia humana, pero, a diferencia de aquél,
usa herramientas particulares para lograr su objetivo. Conocer e interpretar las
huellas de las relaciones espaciales y temporales, que fueron dejadas por las
sociedades pasadas, es el principal interés del arqueólogo.
En esta unidad conocerás la importancia de construir una conciencia
histórica, así como las implicaciones éticas que conlleva la investigación, los
compromisos éticos del arqueólogo para con la sociedad y la importancia de
mantener la excelencia en su trabajo, así como los retos que enfrenta México y la
arqueología del país frente a la conservación del patrimonio.
Temario
1. Investigar y representar el pasado
- El pasado y la conciencia histórica
- La investigación sobre el pasado y su importancia
2. Los compromisos éticos de la arqueología
- La dimensión ética del trabajo de campo
3. Panorama institucional de la arqueología en México
- Las funciones del INAH. Sus problemas y retos
- El estado del patrimonio arqueológico en México
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cómo construye el pasado
la arqueología?
¿Cuál es la importancia
de generar una conciencia
histórica?
¿Cuáles son los principales
problemas que enfrenta la
conservación del patrimonio
en México y de qué manera
puede contribuir a sus
soluciones el arqueólogo?
Lectura 1. El paisaje de la historia
John Lewis Gaddis. Fragmentos seleccionados por Haydeé López Hernández.
No hay duda de que los historiadores dan por supuestas algunas cosas relativas al
porvenir. Por ejemplo, apuestan a que el tiempo seguirá transcurriendo, que la
gravedad continuará extendiéndose en el espacio. […] Pero sólo sabemos estas
cosas relativas al futuro porque las hemos aprendido del pasado: sin eso
carecerían de sentido incluso estas verdades fundamentales, por no hablar ya de
las palabras con las que las expresamos, de quiénes o qué somos ni de dónde
estamos. Conocemos el futuro únicamente por el pasado que proyectamos en él.
La historia, en este sentido, es lo único que tenemos.
Pero, en otro sentido, el pasado es algo que nunca podemos capturar.
Pues en el momento en que nos damos cuenta de lo que ha ocurrido, ya esto nos
es inaccesible: no podemos revivirlo, recuperarlo ni volver a ello como podríamos
hacerlo con un experimento de laboratorio o una simulación de ordenador. Sólo
podemos presentar el pasado como un paisaje próximo o distante […]. Podemos
percibir formas a través de la niebla y la bruma, podemos especular sobre su
significado y a veces podemos incluso ponernos de acuerdo acerca de qué son. No
obstante, a menos que inventemos una máquina del tiempo, nunca podremos
volver a ellas, para saberlo con seguridad.
[…Sin embargo] la experiencia directa de los acontecimientos no es
necesariamente la mejor senda hacia su comprensión, puesto que el campo visual
no se extiende mucho más allá que el de los sentidos inmediatos. […] Puesto que
el individuo está «estrechamente limitado por sus sentidos y su poder de
concentración -dice Marc Bloch en El oficio de historiador-, nunca percibe más que
una pequeña parte del gran tapiz de los acontecimientos ... A este respecto, el
estudioso del presente no está en mejores condiciones que el historiador del
pasado».
115
Además de la arqueología existen
otros campos científicos que
investigan el pasado, como, por
ejemplo, la historia, la geología, la
astronomía, la biología evolutiva, etc.
La memoria individual, resultado
de la experiencia, también es un acto
de representación del pasado, pero
no es exhaustiva ni completa.
Nuestros recuerdos personales son
filtrados y seleccionados de una
manera natural por nuestra memoria
(y nuestros intereses, preferencias,
etc.). Los participantes de cualquier
evento colectivo (una reunión
familiar o una relación de pareja, por
ejemplo), al paso del tiempo, no
podrán recordar los mismos sucesos
aunque los hayan vivido juntos ¿Te
ha sucedido esto?
Arqueología
En el siglo XIX se construyó una
imagen heroica e idílica del pasado
prehispánico. La representación de
Cuauhtémoc en el Pabellón Mexicano
presentado en la Exposición Universal
de París en 1889 es un ejemplo de
este tipo de representaciones.
Jesús Contreras, Cuauhtemoc, diseñado para el
Palacio Azteca presentado en la Exposición Universal
de París, 1889.
Fuente:
http://3.bp.blogspot.com/_tTFdYezGXMQ/S1Tjp
c IP fj I/A AA AAA AA Ip 8 /Y 8 Py g F3 Sy r8 /s4 0 0
/CUAUHTEMOC-2.jpg
La construcción de mitos y leyendas
también es una forma de recuperar el
pasado. Escritos como la Biblia y el
Popol Vuh, son ejemplos de este tipo
de relatos que narran los orígenes y el
pasado de los pueblos judeocristiano
y maya, respectivamente. ¿Conoces
algunos otros relatos de este tipo?
Yo diría que, en realidad, el historiador del pasado está en condiciones
mucho mejores que el partícipe del presente, por la sencilla razón de que tiene un
dilatado horizonte. […] Si el lector piensa que el pasado es un paisaje, la historia es
la manera como lo representamos, y es justamente este acto de representación lo
que nos eleva por encima de lo familiar para permitimos tener experiencias
sustitutorias de lo que no podemos experimentar directamente: una visión más
amplia.
Pero ¿qué ganamos con esa visión? Varias cosas, a mi juicio. La primera
es una sensación de identidad paralela al proceso del crecimiento. […] Todos
nacemos con tal egocentrismo que sólo nos salva el hecho de ser bebés y, por
tanto, encantadores. Crecer es en gran parte salir de esa condición: nos
empapamos de impresiones, y al hacerlo nos autodestronamos –al menos en la
mayoría de los casos- de nuestra posición originaria de centro del universo. Es
como despegar en un avión: el establecimiento de la identidad requiere el
reconocimiento de nuestra insignificancia relativa y el orden más amplio de las
cosas. Recuerde el lector cómo se sintió cuando sus padres le trajeron
inesperadamente un hermano o una hermana menor, o cuando lo abandonaron a
la tierna misericordia de la guardería; lo que fue el ingreso en la primera escuela
pública o privada, […] o afrontar como maestro la primera clase llena de alumnos
hoscos, intratables, adormecidos y solipsistas. Apenas se ha salvado un
obstáculo, aparece otro en el camino. Cada acontecimiento disminuye nuestra
autoridad precisamente en el momento en que pensamos haberla conseguido.
Si en esto consiste la madurez en las relaciones humanas -a saber, en la
adquisición de identidad a través de la insignificancia-, yo definiría la conciencia
histórica como la proyección de esa madurez en el tiempo. Entendemos cuánto
nos ha precedido y qué poca importancia tenemos en relación con ello.
Aprendemos cuál es nuestro lugar y advertimos que no es precisamente grande.
«Incluso un conocimiento superficial de la existencia, a lo largo de milenios y por
parte de incontables seres humanos -ha señalado el historiador Geoffrey Elton-,
contribuye a corregir la tendencia normal del adolescente de identificar al mundo
consigo mismo en lugar de identificarse él con el mundo.» […]
[…Lo] que sugiero es que así como la conciencia histórica exige
distanciamiento –o si se prefiere, elevación- del paisaje que es el pasado, también
exige cierto desplazamiento: habilidad para pasar de la humildad al señorío y
viceversa. […] Tanto el cortesano como el artista o el historiador se sienten
pequeños porque todos reconocen su insignificancia en un universo infinito. Cada
uno de ellos sabe que nunca podrá regir un reino por sí solo, captar en la tela todo
lo que ve en un horizonte distante, ni volcar en los libros que escriba o en las
conferencias que pronuncie ni siquiera la totalidad de los acontecimientos
correspondientes al más pequeño fragmento del pasado. Lo máximo que se
puede hacer, tanto con un príncipe como con un paisaje o con el pasado, es
representar la realidad, es decir, pasar por alto los detalles, buscar modelos más
amplios y considerar cómo se puede utilizar con fines propios lo que se ve. El mero
acto de representación hace que uno se sienta grande, porque uno mismo es el
responsable de la representación: es uno quien debe hacer comprensible la
complejidad, primero para sí mismo y luego para los demás. […] En consecuencia,
la conciencia histórica le deja a uno, lo mismo que la madurez, con una sensación
simultánea de su propia importancia e insignificancia. […] Estamos suspendidos
entre sensibilidades incompatibles entre sí, pero precisamente en esa suspensión
es donde tiende a residir nuestra propia identidad, ya sea como persona, ya como
historiador. La duda acerca de uno mismo debe preceder siempre a la
autoconfianza.
[…] Estamos destinados a aprender del pasado, hagamos o no el
esfuerzo pertinente, pues es la única base de datos que tenemos […] Puede
que la herencia de las características adquiridas no opere en biología, pero
116
Unidad II
si asuntos humanos: «La historia es progreso a través de la transmisión, de una
generación a otra, de las habilidades adquiridas.»
[…Es cierto que] Los historiadores no debieran engañarse a sí mismos
pensando que son los proveedores del único medio por el cual las habilidades -y
las ideas- adquiridas se transmiten de una generación a la siguiente. La cultura, la
religión, la tecnología, el medio ambiente y la tradición pueden hacer todo eso.
Pero se puede sostener que la historia es el mejor método para ampliar la
experiencia a fin de contar con el mayor consenso posible sobre cuál podría ser el
significado de la experiencia. Sé que esta afirmación provocará un gesto de
asombro, dado que tan a menudo los historiadores discrepan ostensiblemente
entre sí. […] Los historiadores parecen tener un terreno poco firme sobre el que
fundarse, y por tanto una reducida base para reivindicar ningún consenso acerca
de lo que el pasado puede decimos del presente y del futuro. Excepto cuando se
pregunta: ¿en comparación con qué? Ninguna otra modalidad de investigación se
acerca tanto a la obtención de dicho consenso, y la mayoría queda muy por debajo.
El mero hecho de que las ortodoxias dominen los campos de la religión y la cultura
sugiere la ausencia de acuerdo desde abajo, y de aquí la necesidad de imponerlo
desde arriba. […]
Las tradiciones se manifiestan en instituciones y culturas tan diferentes
que difícilmente pueden proporcionar alguna coherencia acerca del significado del
pasado. En este sentido, el método histórico es superior a todos los demás. No
requiere que quienes lo practiquen estén de acuerdo acerca de cuáles son
exactamente las «lecciones» de la historia: un consenso puede contener
contradicciones. Aprender que hay versiones competitivas de la verdad y que uno
mismo debe escoger entre ellas forma parte del crecimiento. Y el mismo
aprendizaje forma parte de la conciencia histórica: que no hay interpretación
«correcta» del pasado, sino que el acto de interpretar es en sí mismo una
ampliación sustitutoria de la experiencia que podemos aprovechar. […]
Esto nos acerca a lo que hacen los historiadores, o al menos […] debiera
asemejarse a ello: interpretar el pasado a los fines del presente y con la vista
puesta en el manejo del futuro, pero hacerlo sin poner entre paréntesis la
capacidad para evaluar las circunstancias particulares en las que uno podría tener
que actuar, o la pertinencia de las acciones del pasado. Acumular experiencia no
es respaldar su aplicación automática, pues parte de la conciencia histórica
consiste en la capacidad de apreciar no sólo las semejanzas, sino también las
diferencias, para comprender que, en circunstancias particulares, las
generalizaciones no siempre se sostienen.
[…] El estudio del pasado no es una guía segura para predecir el futuro. Lo
que con ese estudio se consigue es prepararse para el futuro ampliando la
experiencia, de modo que podamos incrementar nuestras habilidades, nuestra
energía y, si todo va bien, nuestra sabiduría. […]
[…Finalmente] también hay algo más: una sensación de curiosidad
mezclada con la veneración y la determinación de descubrir cosas, de penetrar la
niebla, de destilar la experiencia, de describir la realidad: todo lo cual es tanto una
visión artística como una sensibilidad científica.
[…] Se nos supone cronistas sólidos y desapasionados de
acontecimientos, no inclinados a dejar que nuestras emociones y nuestras
intuiciones afecten a lo que hacemos, o esto es lo que tradicionalmente se nos ha
enseñado. Sin embargo, me temo que si no nos permitimos estas cosas, ni la
sensación de excitación y asombro que dan al hecho de hacer historia, omitimos
gran parte de aquello sobre lo cual versa precisamente la historia. […]
Actividad 1
Identifica los argumentos del autor para sostener la importancia y la utilidad de
generar una conciencia histórica en el texto “El paisaje de la historia”. ¿Estás de
acuerdo con él? ¿Por qué? Escribe tu respuesta y argumentos en tu cuaderno.
117
La interpretación histórica implica la
generación de diversas versiones
sobre un mismo hecho histórico.
Existen numerosas interpretaciones
sobre el abandono de la ciudad de
Teotihuacán en la época prehispánica.
Algunos estudiosos opinan que éste
fue ocasionado por una revuelta del
pueblo enojado ante la explotación de
las autoridades religiosas. Otros,
opinan que existió una crisis ecológica
en el entorno que obligó a los
pobladores a migrar hacia tierras más
benévolas. Finalmente, también hay
quien opina que, desde la ciudad, se
pudo ver un eclipse de sol y que éste
fue interpretado por los pobladores
como el fin de su mundo.
Hay varias experiencias del pasado
que nos pueden ayudar a reflexionar
sobre
nuestro
presente. Por
ejemplo, es posible observar cuáles
han
sido
los retos de las
sociedades frente a las crisis
ecológicas, cuáles sus soluciones
y consecuencias.
Puedes
conocer más sobre este tema y el
colapso de algunas poblaciones en:
jared_diamond_on_why_societies_
collapse.html
Arqueología
Actividad 2
¿Crees que el pasado brinde lecciones para el presente y futuro? ¿Por qué?
Escribe tu respuesta en tu cuaderno y arguméntala usando un ejemplo.
Lectura 2. La arqueología mexicana en el siglo XXI
Rodrigo Vilanova de Allende.
Debido a que la excavación
arqueológica implica necesariamente
la destrucción de los contextos que
trabaja el arqueólogo, éste tiene la
responsabilidad ética de generar
registros científicos, precisos y
detallados de su trabajo. Lo contrario,
implicaría una doble destrucción del
patrimonio (al excavar y, luego, al no
registrar de manera adecuada).
Derivado de la responsabilidad de la
arqueología en torno a la conservación
del patrimonio en el mundo, esta
disciplina ha generado diversos códigos
de comportamiento ético, normas para
guiar el buen comportamiento científico
de los arqueólogos. Éste ha sido el
caso de las comunidades
arqueológicas de Argentina y Estados
Unidos, por ejemplo.
La arqueología es una actividad que se ha desarrollado profesionalmente en
México desde el siglo XIX; a lo largo de más de 100 años, ha cambiado su forma de
aproximarse a su objeto de estudio tanto técnica como teóricamente.
La arqueología mexicana creó una “personalidad” muy particular,
esculpiendo un nicho entre las ciencias antropológicas e históricas con una
aproximación llena de respeto hacia su objeto de estudio que la separa de otras
corrientes y escuelas arqueológicas a nivel mundial.
Actualmente, México ofrece uno de los campos más amplios y diversos
para ejercer la arqueología con enfoques tanto históricos como de carácter
“antropológico”, con la posibilidad de alcanzar altos niveles de tecnificación a
través de diversos estudios complementarios a la arqueología.
Es necesario destacar que la arqueología es una disciplina científica, esto
es, pretende generar conocimiento de una manera lógica y coherente,
contrastable con la realidad a partir de sucesos que ocurrieron en el pasado.
Para ello, la disciplina se vale de técnicas y métodos que garantizan la
recolección de datos verídicos y certeros que puedan ampliar el nivel de
conocimiento sobre los contextos arqueológicos. Es de gran importancia que el
arqueólogo sea capaz de aplicar técnicas de registro ya que una vez levantado, el
contexto arqueológico desaparece, tanto en su condición original como en su
simbolismo y valor interpretativo.
Corresponde al arqueólogo llevar a cabo un registro de manera tal que
estos datos puedan pasarse tanto a sus colegas (contemporáneos y futuros) para
un análisis crítico y comparativo que permita, en su caso, obtener información e
interpretaciones nuevas y alternativas a la generada por el especialista.
Los materiales arqueológicos no son la razón en sí de la labor
arqueológica, al contrario, son las relaciones espaciales y temporales de estas
piezas arqueológicas las que permiten al especialista conocer la cosmovisión de
una cultura ajena. La pieza aislada, descontextualizada, simplemente tendrá un
valor estético para el arqueólogo y no un valor científico.
El conocimiento arqueológico, entonces, se da a través del estudio y
comprensión de los contextos arqueológicos cuidadosamente registrados, ya que
son éstos los verdaderos datos. De igual manera, la suntuosidad o magnificencia
de una pieza o sitio no debe afectar al investigador: el auténtico valor está en sus
relaciones originales y la capacidad del arqueólogo de atestiguar esto y registrarlo
para investigaciones posteriores.
De igual manera que el especialista entiende la importancia de registrar y
obtener datos de contextos primarios (esto es, no alterados desde su deposición),
queda claro el compromiso entre arqueólogos y los sitios y colecciones de
materiales arqueológicos (patrimonio arqueológico). Son los arqueólogos los
responsables de la protección y el uso respetuoso del patrimonio, en tanto su
papel de especialistas.
El arqueólogo no trabaja para sí mismo; al contrario, el trabajo del
arqueólogo se debe al público en general, a su país, a la humanidad misma.
Reconstruye el pasado a partir de objetos que forman parte del patrimonio común
de pueblos y naciones y, por lo tanto, no es buscador de tesoros y, mucho menos,
un saqueador.
118
Unidad II
A pesar de esto, el arqueólogo destruye los contextos que excava: una vez
que es excavado, el objeto arqueológico deja de serlo para pasar a formar parte de
la información con la que el especialista deberá hablar y explicar el pasado.
Entender este compromiso con las colecciones arqueológicas es crucial para el
desarrollo ético y profesional del arqueólogo.
Está en la naturaleza de la arqueología la incertidumbre en torno al pasado:
nunca sabremos con certeza qué sucedió, pero sí podemos construir una
interpretación a partir de los objetos que observamos y sus relaciones espaciales
así como de los datos que registramos, siendo estos datos y estas interpretaciones
las que requieren de un rigor científico para presentar al público esta información
como cierta.
La arqueología en México es una profesión de importancia e interés social.
No es una fuente de materia prima para el coleccionista ni su prioridad la de
establecer una alternativa a políticas de desarrollo turístico ni de gestión de
recursos culturales. Por ley, nosotros somos los responsables de descubrir,
investigar y proteger el pasado arqueológico de la Nación. Por ello, resulta
pertinente y de gran utilidad para el desarrollo del país en niveles académicos,
culturales e incluso turísticos. Sin embargo, es la obligación y responsabilidad del
arqueólogo revisar críticamente el conocimiento generado hasta el momento,
adaptarlo a los cambios tecnológicos, teóricos e interpretativos para producir así
un conocimiento vivo, actualizado, útil para las necesidades y retos del momento.
La arqueología mexicana no puede quedarse estancada, recreando un
momento histórico pasado y desligado de la realidad y problemáticas del presente.
Tiene que justificarse a sí misma a través del conocimiento que genera. De otra
forma, se repite lo que se ha propuesto desde hace décadas sin ninguna utilidad
real para el México del presente.
Es deber del arqueólogo contemporáneo el trabajar para validarse a sí
mismo, tanto profesional como académicamente. En otras palabras, la utilidad del
arqueólogo y su desarrollo profesional dependen, directamente, de cómo éste
decida involucrarse en el futuro tanto de su país como de la sociedad a la que
pertenece.
Esta reflexión arqueológica deberá hacerse, primordialmente, a partir de
los métodos y perspectivas arqueológicas antes que desde ideologías ajenas a
ésta. La prioridad del arqueólogo debe ser la comprensión y conocimiento de las
culturas pretéritas en aras de fomentar una reflexión de nuestra realidad
contemporánea, teniendo siempre en cuenta la fragilidad del patrimonio
arqueológico.
En la actualidad, la arqueología en México se enfrenta a muchos
obstáculos que afectan directamente el desarrollo y desempeño del especialista
en el país. Éstos, van desde anquilosadas burocracias hasta escasos apoyos
económicos, corrupción en todos los niveles y la problemática común en todo el
país. Sin embargo, el obstáculo más grande que enfrenta en estos momentos la
arqueología, es la apatía y la ignorancia, tanto del público en general, como de los
especialistas, quienes llegan a olvidar el compromiso que tienen para con su
sociedad y para el patrimonio arqueológico en sí mismo.
Si bien existen ofertas y tendencias a diversificar el papel del arqueólogo
en diversos rubros tanto académicos como especializados, el principal
compromiso entre la disciplina y el profesionista sigue vigente: la investigación y
comprensión de culturas pasadas a partir de su evidencia material y las relaciones
contextuales de dichos restos.
119
En 1996, en su reunión anual, la
Society for American Archaeology
adoptó los “Principles of Archaeological
Ethics”. Entre éstos se destaca la
responsabilidad del arqueólogo de
conservar no sólo los materiales
arqueológicos, sino también, de
generar y preservar buenos registros
en sus investigaciones, pues ambos
elementos son patrimonio de la
humanidad.
Los “Principles of Archaeological
Ethics” de la SAA pueden consultarse
en la siguiente
liga:ciety/PrinciplesofArchaeologicalEthics/tabid/203/Default.aspx
Entre las disposiciones generales
del Código de Ética Profesional de
la Asociación
de Arqueólogos
Profesionales de la República de
Argentina, se encuentra el deber
del arqueólogo de contribuir “al
avance del conocimiento sobre las
sociedades del pasado” y a regir sus
acciones “por la honestidad, la
racionalidad y la transparencia”.
Una de las acciones más condenadas
entre la comunidad científica en
general y no sólo arqueológica, es la
falsificación invención de información
(datos), así como el plagio
académico. La actividad científica
requiere de un compromiso
responsable y honesto para su sano
crecimiento.
Arqueología
Actividad 3
Vuelve a leer el texto anterior e identifica los compromisos del arqueólogo para
con la sociedad. Ahora, en tu cuaderno y usando tus propias palabras, redacta
un breve ensayo (de no más de una cuartilla) en el que discutas la importancia
de mantener los compromisos éticos de la arqueología en una sociedad como
México.
Lectura 3. La arqueología en México
Dirección de Planeación, Evaluación y Coordinación de Proyectos. INAH (2004).
Si bien el INAH es la única institución que
por ley puede realizar exploraciones
arqueológicas, existen otras
dependencias en México dedicadas a
la investigación arqueológica. Entre
éstas, se encuentra el Instituto de
Investigaciones Antropológicas-UNAM y
el Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social.
La arqueología de salvamento es
quizás una de las prácticas que exige
más responsabilidad de parte del
arqueólogo. Las condiciones de
emergencia del trabajo, hacen que la
investigación se realice en tiempos
menores a los acostumbrados en los
proyectos de investigación, sin
menoscabo alguno de la calidad
científica.
En nuestro país, desde 1939, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
está encargado de proteger, conservar e investigar de manera científica el
patrimonio arqueológico de México. Las instituciones académicas nacionales y
extranjeras pueden efectuar investigación arqueológica en México, siempre y
cuando obtengan el permiso específico del INAH, que en su caso debe expedirlo
conforme a las disposiciones legales aplicables.
Desde su fundación, el INAH ha desarrollado en todas las regiones del
país, innumerables proyectos de trabajo arqueológico, mediante los cuales ha
logrado obtener un panorama general de nuestro desarrollo histórico e
incrementar el inventario y la protección del patrimonio que lo materializa,
difundiendo por diversos medios y formas los resultados obtenidos. El INAH
ejecuta y regula el quehacer arqueológico en el país por medio de dos instancias
fundamentales: la Coordinación Nacional de Arqueología y el Consejo de
Arqueología.
La primera tiene como función programar, coordinar, evaluar y llevar a la
práctica diversos proyectos para el conocimiento, conservación e investigación
científica del patrimonio arqueológico, así como coadyuvar a la protección técnica
y legal que requiere. Para hacer frente a la tarea que se debe realizar en materia
de arqueología, la Coordinación Nacional cuenta con 299 arqueólogos de base,
más un promedio de 100 arqueólogos de contratación eventual y una cantidad
variable de estudiantes que participan en proyectos de registro, investigación,
conservación, rescate y salvamento arqueológico, atención a denuncias, peritajes
y dictámenes. A la fecha, con otras instituciones nacionales y extranjeras trabajan
unos 81 arqueólogos que desarrollan proyectos autorizados.
El Consejo de Arqueología es un órgano consultivo de la Dirección
General del INAH conformado como una instancia colegiada, integrada por
representantes de las diferentes direcciones y secciones del área. Su función
básica es recibir los proyectos e informes de trabajo arqueológico, analizarlos
conforme a las Disposiciones Reglamentarias para la Investigación Arqueológica
en México y, en su caso, aprobar, mediante dictamen, aquellos que pueden
desarrollarse en nuestro país.
En los últimos años, el interés científico se ha enfocado en la investigación
y conservación de sitios con arquitectura monumental ello ha motivado en algunos
casos, también la creación de museos de sitio, sin olvidar los requeridos para la
protección técnica y legal. No se puede desconocer la importancia que tiene y el
beneficio público que genera la investigación científica, restauración,
conservación, protección técnica y legal, creación de museos de sitio y
socialización de zonas arqueológicas con arquitectura monumental, pero
tampoco puede soslayarse que la situación ha generado el paulatino abandono de
temas de investigación relevantes, como la prehistoria de México, y que se
mantengan lagunas de conocimiento acerca de grandes regiones del país, por
ejemplo, el norte de México y prácticamente la totalidad de las zonas costeras del
territorio nacional.
120
Unidad II
La investigación científica del patrimonio arqueológico también se realiza
mediante la arqueología de salvamento, variante de trabajo que desde 1964, es
prioritaria en la política de investigación del INAH, pues representa la única forma –y
generalmente la última oportunidad- que tiene la nación para recuperar e investigar
de manera científica materiales, contextos, sitios y hasta regiones culturales que
serán irremisiblemente afectados por la construcción de grandes obras de
beneficio público, como presas, gasoductos y carreteras, o de carácter privado,
debido principalmente al crecimiento urbano.
El INAH tiene, hasta la fecha, más de 35 años de experiencia en la
investigación de salvamento, lo cual le ha permitido sistematizar y estandarizar
estrategias, técnicas y procedimientos de trabajo que lo colocan a la vanguardia en
ese campo. Habría que mencionar que debido a la gran presión que ejerce sobre
los vestigios arqueológicos el acelerado y desorganizado crecimiento urbano, con
la consecuente creación de obras de infraestructura, la política institucional de
investigación arqueológica debería orientarse básicamente hacia la arqueología
de salvamento.
Los monumentos arqueológicos están protegidos por ley, pero se requiere
un decreto presidencial que los declare Zona de Monumentos Arqueológicos y así
les otorgue la forma de protección legal más acabada. Esta acción representa un
largo proceso técnico y jurídico con implicaciones de carácter social y político que
dificultan su solución en corto plazo. Después de 27 años de la promulgación de la
ley, la eficiencia en su aplicación se ve cada vez más limitada debido a los cambios
estructurales de la sociedad mexicana: acelerado aumento poblacional y
crecimiento urbano, profundos cambios económicos y políticos, reorientación de la
política cultural y reformas legales en materia constructiva, por nombrar solo
algunos.
Una de las principales debilidades respecto a la protección del patrimonio
arqueológico ha sido la incapacidad para involucrar a las comunidades y gobiernos
estatales en la búsqueda de soluciones y opciones que reditúen una estrategia
más eficiente de protección. La investigación arqueológica no debe ser una
actividad desligada de proteger lo estudiado […].
Otro aspecto importante para la protección del patrimonio arqueológico es
la forma como se relacionan los diferentes sectores sociales con su patrimonio
cultural. En la mayoría de los casos, los actores sociales ven a los restos
arqueológicos con indiferencia, como un obstáculo para sus fines productivos
inmediatos o, en el mejor de ellos, como una eventual fuente de ingresos de un no
siempre plausible potencial turístico. Continuos ejercicios con comunidades para
sensibilizarlas acerca de ese patrimonio han redituado en favorables respuestas
sobre la protección del mismo, sin necesidad de despojarlos de sus propiedades;
ello demuestra que es urgente realizar tareas sistemáticas de concientización para
hacerlos partícipes del conocimiento, protección y uso social del patrimonio
arqueológico.
La localización y el registro sistemático de los sitios arqueológicos del país
ha sido siempre una de las tareas prioritarias del INAH, puesto que no se puede
conservar investigar y proteger aquello que se desconoce. En consecuencia, ha
desarrollado con ese propósito y en forma casi continua diversos programas de
trabajo, gracias a los cuales se han registrado hasta la fecha, aproximadamente
29,547 sitios arqueológicos en superficie, desde los simples campamentos
estacionales de cazadores recolectores hasta complejos centros ceremoniales y
asentamientos con características urbanas. A pesar del enorme esfuerzo realizado
apenas se conoce el 14.7% de un universo teórico calculado en 200 mil sitios,
tomando como base la extensión del territorio nacional y estableciendo un sitio
cada 10km , como valor de densidad promedio.
Entre las tareas que por ley competen al INAH está la difusión del conocimiento
generado por las investigaciones científicas que realiza, así como la socialización del
patrimonio arqueológico por medio de los museos y la apertura pública de zonas
arqueológicas. Las publicaciones científicas se orientan fundamentalmente a
2
121
Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y
Mitla, Oaxaca (abajo, en la imagen),
que luego de estar en peligro por un
proyecto carretero, fueron rescatadas
y conservadas por el INAH. Gracias a
ello, en 2010 el sitio fue ingresado a la
Lista de Patrimonio Mundial.
Fuente:
http://www.viajesok.com/wp-content/
uploads/2011/05/cuevas-de-Yagul.jpg
La arqueología de salvamento es
una actividad común en los sitios ya
urbanizados, como la Ciudad de
México.
Excavación de salvamento en zona
urbana.
Fuente: “Arqueología de salvamento”, Arqueología
mexicana, Vol. IV, N° 21, p. 20.
Los “museos comunitarios” son
proyectos muy interesantes que
muestran el involucramiento de las
comunidades en la protección del
patrimonio. Son espacios creados y
administrados por los mismos
pobladores de las comunidades,
quienes se comprometen a
conservar y difundir el patrimonio.
Esta forma de organización resulta
una herramienta muy importante
para que las comunidades afirmen la
posesión física y simbólica del
patrimonio y, con ello, coadyuven en
su conservación. ¿Conoces algún
museo de este tipo?
Arqueología
El registro de zonas arqueológicas es
una tarea permanente del INAH. Para el
año 2000, y de acuerdo con el Proyecto
de Registro e Inventario de Sitios
Arqueológicos, se tenían registrados
30,093 sitios arqueológicos. De éstos y
actualmente, sólo se encuentran
abiertos al público 180.
Puedes conocer la ubicación de éstos
últimos en: zonas-arqueologicas
Una estrategia de difusión del
patrimonio a nivel mundial es la
creación de recorridos virtuales, tanto
de sitios históricos y arqueológicos,
como de museos. En México, esta
herramienta se está utilizando para
dar a conocer algunas de las zonas
arqueológicas.
En la liga paseos/xochicalco/ puedes
disfrutar de una “noche de estrellas
en Xochicalco”.
la comunidad académica; la sociedad en general tiene a su alcance museos,
exposiciones y publicaciones de divulgación no especializada. Queda pendiente
extender esa acción, sobre todo, a las comunidades que conviven cotidianamente
con el patrimonio arqueológico. La utilización de los medios de comunicación
masiva con el fin de difundir la presencia de dicho patrimonio no ha sido suficiente
para crear conciencia de su valor histórico, necesario en miras de cumplir el
objetivo de su protección y, por ende, su preservación en favor de futuras
generaciones. Una forma de suspender esta carencia en el mediano plazo sería
incorporar temas relacionados con la protección del patrimonio cultural en los
libros de texto, para crear paulatinamente en los educandos una cultura orientada
hacia ese fin.
No obstante los problemas señalados, debe subrayarse que México
destaca en el ámbito mundial por la gran cantidad de recursos dirigidos hacia la
difusión de la cultura, el número de museos, centros de investigación,
exposiciones, publicaciones, sitios arqueológicos abiertos al público y ciudades
coloniales declarados patrimonio de la humanidad, logros indudables de la
actividad del INAH.
Actividad 4
Identifica cuáles son los principales problemas que presenta la conservación del
patrimonio arqueológico en México (mencionados en el texto “La arqueología en
México”). Ahora, en tu cuaderno, describe cada uno de ellos usando tus propias
palabras.
Repaso
Para reforzar los conocimientos aprendidos en esta unidad, realiza un breve
ensayo (2 cuartillas) en tu cuaderno en el que destaques la importancia de
interpretar el pasado y de generar con ello una conciencia histórica. Incluye en tu
escrito los retos de la conservación del patrimonio y la importancia de mantener
los compromisos éticos de la arqueología en una sociedad como México.
UNIDAD III. La práctica arqueológica: contextos en
tiempo y espacio
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuáles son las principales
estrategias de investigación
de los yacimientos
arqueológicos?
¿Por qué es importante
la interpretación de los
contextos arqueológicos?
¿Sobre qué bases
materiales provenientes
del contexto arqueológico,
el arqueólogo extrae datos
para las interpretaciones?
En esta unidad conocerás las estrategias y técnicas más relevantes para realizar
el trabajo arqueológico, desde la identificación de los yacimientos arqueológicos,
hasta su exploración estratigráfica. Asimismo, conocerás los elementos básicos
para la interpretación arqueológica: las relaciones tempo-espaciales (llamadas
contextos arqueológicos) que deben ser estudiadas, sistemática y rigurosamente,
para generar investigaciones científicas de calidad. Finalmente, te familiarizarás
con algunos de los tipos de materiales arqueológicos más relevantes y su proceso
de recolección y análisis.
Temario
1. La investigación arqueológica
- El reconocimiento de los yacimientos
- La prospección arqueológica
- La excavación arqueológica
- Los análisis de gabinete
2.- Contextos y materiales arqueológicos
- La estratigrafía arqueológica
- El contexto como unidad básica de la investigación arqueológica
- Los materiales arqueológicos y su análisis
122
Unidad III
Lectura 1. Prospección y excavación de yacimientos y
estructuras
Colin Renfrew y Paul Bahn. Fragmentos seleccionados por Haydeé López Hernández.
Se dice que una persona con un objetivo claro y un plan de campaña tiene más
posibilidades de éxito que otra que carezca de ellos, cosa que, desde luego, se
puede aplicar a la arqueología. El trasfondo militar de los términos “objetivo” y
“campaña” son totalmente adecuados para la arqueología que, a menudo, precisa
del reclutamiento, financiación y coordinación de gran cantidad de individuos
dentro de proyectos de campo complejos. […Los arqueólogos deben] explicitar, al
inicio de la investigación, cuáles son sus objetivos y cuál será su plan de campaña.
A este procedimiento se le denomina, por lo común, elaborar un proyecto de
investigación, que, en términos generales, consta de cuatro fases:
1. La formulación de una estrategia de investigación para resolver un
problema concreto o contrastar una hipótesis o idea;
2. La recogida y registro de la evidencia con la que verificaremos esa idea,
generalmente por medio de la organización de un equipo de especialistas y
la dirección del trabajo de campo;
3. El tratamiento y análisis de esa evidencia y su interpretación a través de la
contrastación de la hipótesis original;
4. La publicación de los resultados en artículos de revistas, libros, etc.
Raras veces, por no decir nunca, se produce una progresión tan clara
desde la primera a la cuarta fases. En la vida real, la estrategia de investigación se
modificará a medida que se recuperen y analicen los datos. Y, a menudo de modo
imperdonable, también se prescinde de la publicación. Pero en los proyectos mejor
planificados, el objetivo global –la cuestión o cuestiones principales que se deben
resolver- permanecerá, aunque se altere la estrategia ideada para lograrlo.
La recogida y el registro de la evidencia
[…] La evidencia apropiada [para la investigación] a menudo puede proceder tanto
de trabajos de campo anteriores como recientes. […] Gran cantidad de material
rico y valioso todavía se esconde en los sótanos de museos e instituciones,
esperando a ser estudiado con base en técnicas nuevas e imaginativas. […] Pese
a todo, sigue siendo cierto que la mayor parte de la investigación arqueológica
depende aún de la recogida de material nuevo en trabajos de campo actuales.
Tradicionalmente, solía considerarse al trabajo de campo casi
exclusivamente en función de la excavación de yacimientos individuales. Sin
embargo, en la actualidad, aunque los yacimientos y su excavación siguen siendo
de la mayor importancia, el enfoque se ha ampliado para incluir paisajes completos
y la prospección superficial de yacimientos como complemento –o incluso
sustitución- de la excavación.
Los arqueólogos se han dado cuenta de que existe una gran variedad de
datos arqueológicos “fuera de yacimientos” o que no constituyan “yacimientos
propiamente dichos”, desde artefactos dispersos hasta estructuras, huellas de
arado o límites de campo, y que sin embargo proporcionan información valiosa
relativa a la explotación humana del entorno. El estudio de paisajes enteros
realizado a través de prospecciones comarcales supone, así, la mayor parte del
actual trabajo arqueológico de campo. Los arqueólogos también se han ido
concienciando, cada vez más, del elevado costo y destructividad de la excavación.
La prospección superficial y geofísica de yacimientos, que emplea mecanismos de
teledetección no destructivos ha adquirido, por tanto, gran importancia.
123
Las hipótesis son las ideas iniciales
que guían las investigaciones. En
este sentido, una investigación
carece de sentido si no parte de
ideas claras, precisas y bien
definidas y acotadas. Por ello, uno
de los primeros pasos del trabajo
arqueológico, debe ser, siempre, la
elaboración de las hipótesis.
El arqueólogo, al igual que cualquier
otro científico, requiere de imaginación y suficiente flexibilidad para
poder desarrollar su trabajo. En cada
investigación desarrollará nuevas
ideas y, constantemente, planteará
nuevos problemas de investigación
y soluciones. Para ello requiere
imaginación. También debe mantener una mente abierta que le
permita cambiar sus ideas cuantas
veces sea necesario, es decir, debe
ser flexible.
Hace algunos años fue descubierto
un túnel en el Templo de Quetzalcóatl
de Teotihuacán. Para planificar los
trabajos de exploración y conocer las
características del túnel, los
arqueólogos requirieron del apoyo
de diversas técnicas no destructivas.
Así, fue usado un georradar para
determinar la longitud del túnel; un
escáner laser con un alcance de 300
m para registrar tridimensionalmente
los hallazgos; y un carro-robot con
cámaras de video.
En 2011, en la pirámide principal del
sitio Pañhú (Hgo.), se realizó una
tomografía para generar imágenes
tridimensionales que puedan
develar la presencia de cuerpos
estratigráficos distintos a los de la
estructura. Por medio de esta
estrategia, se pretende conocer la
presencia y ubicación de las
ofrendas fundacionales de la
pirámide.
Dispositivo multielectródico de medición de resistividad eléctrica usado en Pañhú, Hidalgo.
Fuente: Archivo PEVM-ENAH.
Arqueología
La prospección arqueológica,
algunas veces, resulta un trabajo
agotador. Las duras y largas
caminatas en climas y terrenos que
pueden no ser del todo amigables,
sólo se pueden afrontar con una
buena condición física y suficiente
entusiasmo. De la misma forma, esta
herramienta exige mantener los ojos
bien abiertos y entrenados para
registrar los elementos importantes
del terreno y el entorno. Sin duda,
esta cualidad sólo se desarrolla “paso
a paso”, con la experiencia que
brinda el prospectar.
Recorrido en Ixmiquilpan, Hidalgo, 2010. Fuente:
Archivo pEVm-ENaH
Una de las investigaciones más
importantes en Teotihuacán fue
el “Teotihuacan Mapping Project”,
realizado por René Millon en 1962.
Por medio de prospección aérea
(fotografía aérea de baja altura) y
superficial (intensiva), así como
algunas excavaciones menores para
comprobar los datos de la
prospección, se hizo un mapa
detallado de la zona que abarca los
20 km .
Este registro permitió observar la
traza por cuadrantes de la ciudad, así
como la posible existencia de barrios
de especialistas de diferentes oficios.
2
Podemos hacer una útil distinción entre los métodos utilizados para la
localización de yacimientos arqueológicos y estructuras o artefactos dispersos
que no están en yacimientos, y los empleados una vez que esos yacimientos y
estructuras han sido descubiertos, y que incluyen la prospección detallada y
excavación selectiva de yacimientos concretos.
El descubrimiento de yacimientos y estructuras arqueológicos
Una de las tareas más importantes del arqueólogo consiste en localizar y registrar
el paradero de yacimientos y estructuras. [Sin embargo, no debemos olvidar que
muchos sitios nunca estuvieron “perdidos”, o bien, que siempre fueron conocidos
(como Teotihuacán en México) y, que muchos otros son “descubiertos” por
casualidad…]
Podemos hacer una diferencia práctica entre la localización de
yacimientos sobre la superficie del suelo (inspección superficial) y el
descubrimiento desde el aire o el espacio (reconocimiento aéreo) […]
Los métodos de identificación de yacimientos concretos (superficial)
incluyen la consulta de fuentes documentales y la evidencia toponímica, además,
sobre todo, del auténtico trabajo de campo, que puede consistir en la supervisión
del avance de las construcciones de los promotores en la arqueología de
salvamento, o en prospecciones de reconocimiento, en el caso de que el
arqueólogo pueda actuar de un modo más independiente.
[…Por otro lado] Debemos recalcar que el reconocimiento aéreo, sobre
todo la fotografía, no sólo se utiliza, ni siquiera en un grado predominante, para la
localización de yacimientos siendo más importante para su registro e
interpretación y para la supervisión de los cambios producidos en ellos a lo largo
del tiempo. Sin embargo, la fotografía aérea –junto con la teledetección desde el
espacio- ha sido responsable de un buen número de descubrimientos y continúa
localizando más yacimientos cada año. […]
La localización y el registro de yacimientos y estructuras es el primer paso
del trabajo de campo, pero el siguiente consiste en hacer una valoración del
tamaño, tipo y distribución de los yacimientos. Son factores cruciales para el
arqueólogo, no sólo para el que intenta decidir dónde, cómo y si va a excavar, sino
también para aquel cuyo interés fundamental se centra en el estudio de los
patrones de asentamiento, los sistemas de yacimientos y la arqueología del
paisaje sin recurrir a la excavación.
El modo más simple de hacernos una idea de la extensión y distribución de
un yacimiento es a través de una prospección superficial –es decir, mediante el
análisis y la documentación de la localización de las estructuras supervivientes y,
a ser posible, la recogida de los artefactos de la superficie-.
[Todo lo descrito antes, permite hacer un reconocimiento superficial de los
yacimientos] Pero el único método para comprobar la fiabilidad de los datos
superficiales y de ver en realidad que es lo que queda de un yacimiento es, a pesar
de la importancia cada vez mayor de la prospección, la excavación.
La excavación mantiene su papel protagónico en el trabajo de campo
porque proporciona la evidencia más fiable para los dos tipos de información que
más interesan a los arqueólogos: 1) las actividades humanas en un periodo
determinado del pasado; y 2) los cambios experimentados por esas actividades
de una época a otra. Podríamos decir, en líneas muy generales, que las
actividades simultáneas tienen lugar de forma horizontal en el espacio mientras
que sus cambios se producen verticalmente en el tiempo. Esta distinción entre
“segmentos de tiempo” horizontales y secuencias verticales es lo que constituye la
base de una buena parte de la metodología de excavación.
124
Unidad III
En la dimensión horizontal, los arqueólogos confirman la contemporaneidad
–las actividades que se produjeron al mismo tiempo- verificando, mediante la
excavación, que los artefactos y estructuras se encuentran asociados y en un
contexto sin alterar. […] Sin duda, debe llevarse un registro adecuado a medida que
avance la excavación, si se quiere emprender la tarea de interpretación con alguna
posibilidad de éxito. En la dimensión vertical, los arqueólogos analizan los cambios
temporales mediante el estudio de la estratigrafía. […]
La excavación es costosa y destructiva y, por lo tanto, nunca se debe
realizar a la ligera. Deben utilizarse antes de la excavación, cuando sea posible, los
métodos no destructivos ya descritos, para lograr los objetivos de la investigación.
Pero suponiendo que vaya a realizarse la excavación y que se hayan obtenido los
fondos y permisos necesarios para excavar ¿cuáles son los mejores métodos a
aplicar? […]
Todos los métodos de excavación han de adaptarse al tema de la
investigación que tengamos entre manos y a la naturaleza del yacimiento. No es
correcto excavar un yacimiento urbano muy estratificado, con cientos de
estructuras complejas, miles de hoyos excavados y decenas de miles de
artefactos, como si fuera igual a un yacimiento paleolítico al aire libre y poco
profundo, donde sólo han pervivido una o dos estructuras y unos pocos cientos de
artefactos. […]
[Las dimensiones vertical y horizontal] resultan tan fundamentales para los
métodos de excavación como para los principios [estratigráficos] que subyacen a
ésta. En términos generales, podemos dividir las técnicas de excavación en:
1. Aquellas que subrayan la dimensión vertical mediante la excavación de
depósitos profundos que revelan la estratificación;
2. Aquellas que se centran en la dimensión horizontal, mediante la apertura
de áreas amplias de un nivel concreto para exteriorizar las relaciones
espaciales entre los artefactos y las estructuras de ese estrato.
La mayoría de los arqueólogos combinan ambas estrategias, pero hay
formas distintas de hacerlo. […] Sin embargo, ningún método será universalmente
válido por sí solo. […] Cualquiera que sea el método empleado […] una excavación
sólo será buena en la medida en que lo sean sus métodos de recuperación y
registro. La excavación es una actividad irrepetible, debido a que implica la
destrucción de buena parte de los datos. Son esenciales unos métodos de
recuperación muy estudiados y debe llevarse un registro meticuloso en cada fase
de excavación. […]
Una vez que se haya recuperado un artefacto y se haya registrado su
situación, debe dársele un número que se anota en un inventario […]. Los
progresos diarios de la excavación se registran en cuadernos de campo o en fichas
de datos, en las que se hayan impreso previamente algunas preguntas a contestar
(y que ayudan a generar datos uniformes y apropiados para un análisis posterior).
[…]
Los diarios de campo, los dibujos a escala, las fotografías […] –junto con
los artefactos, huesos de animales y restos vegetales recuperados- constituyen el
registro total de la excavación, la base sobre que se elaborarán todas las
interpretaciones del yacimiento. Este análisis posterior necesitará de muchos
meses, quizá años y, a menudo, se prolongará mucho más que la propia
excavación. Sin embargo, parte del estudio preliminar, concretamente la selección
y clasificación de los artefactos, se realizará sobre el terreno durante el curso de la
excavación.
Al igual que la propia excavación, el tratamiento de los materiales
recuperados en el laboratorio de campo constituye una actividad especializada
que exige una organización muy cuidadosa. […]
125
Sin duda, una de las actividades más
excitantes de la arqueología, es la
excavación. Es, sencillamente,
retadora y apasionante. Retadora,
porque exige al arqueólogo su
máxima y constante preparación
teórica y metodológica (sin esto,
está condenado al fracaso y a
destruir el pasado). Y apasionante,
porque cada estrato encontrado
nunca es evidente, es, simple y
desesperadamente mudo… y, por
ello, entenderlo e interpretarlo
siempre suele quitar el sueño más
de una noche.
Excavación en Pirámide Principal, Pañhú, Hidalgo,
2011.
Fuente: Archivo pEVm-ENaH.
Con la excavación, destruimos el
pasado. La única forma que tiene el
arqueólogo de conservar los
contextos que destruye cuando excava, es por medio de un registro
meticuloso y detallado de todo lo
encontrado por medio de todas las
herramientas técnicas que estén a
su alcance. En este sentido, resulta
indispensable que el arqueólogo
pueda realizar dibujos de buena
calidad.
Dibujo del entierro de un infante en un sitio tolteca,
Tizayuca, Hidalgo.
Fuente: Sepultura 109, Entierro 181, Archivo Salvamento Arqueológico Tizayuca 2006.
Arqueología
Muestra de clasificación tipológica de
puntas de Proyectil, que integra un
catálogo.
Fuente: Catálogo de Puntas de Proyectil, Laboratorio de Análisis lítico y experimentación. Litoteca.
Jannu Lira Alatorre.
Existen […] dos aspectos de la actuación de los laboratorios de campo que
vamos a exponer aquí brevemente. El primero se refiere a la limpieza de los
artefactos: el segundo a su clasificación. En ambos casos señalaremos la
necesidad de que el arqueólogo tenga siempre en cuenta de antemano el tipo de
problemas que puede plantear el material recién excavado. […] La mayoría de los
artefactos deben ser limpiados, en mayor o menor medida, si van a ser
seleccionados y clasificados. La selección inicial se hace con base en categorías
generales, como útiles líticos, cerámicos y objetos de metal. Luego, estas
categorías se subdividen o clasifican para crear grupos más manejables que
serán posteriormente, estudiados. […]
[Finalmente] no podremos afirmar que no se haya malgastado buena
parte del esfuerzo realizado en la prospección, excavación y análisis posterior, a
menos que se publiquen los resultados, previamente como informe provisional y
posteriormente como una monografía más amplia.
Actividad 1
Vuelve a leer el texto de Renfrew y Bahn e identifica las estrategias involucradas
en una investigación arqueológica. Ahora, en tu cuaderno y usando tus propias
palabras, explica la importancia que tiene cada una de ellas para el trabajo del
arqueólogo.
Lectura 2. Historias en la tierra
Andrea Carandini. Fragmentos seleccionados por Haydeé López Hernández.
Esquema de un corte estratigráfico.
Fuente:
naturales/media/200704/17/tierrayuniverso/200704
17klpcnatun_156.Ees.SCO.png
Imagen de un corte estratigráfico.
Fuente:
http://guerraenlauniversidad.blogspot.com/2008/
11/estratos.html.
Una casa debe ser continuamente objeto de mantenimiento si se quiere
conservarla, al igual que se sustituyen las células de un organismo, de lo contrario
inicia su degradación. Las rocas duras y los castillos fortificados tienden a
convertirse en polvo (hay plantas que saben nutrirse de cal descalzando los
ladrillos de los muros). Metrópolis enteras duermen ahora bajo campos de trigo.
La tierra lo gana todo y es de la tierra que el arqueólogo estratígrafo
fundamentalmente se ocupa, como si fuera un campesino de la historia. Mirando
haciendas y fábricas con los techos hundidos sobre restos de utensilios él aprende
los procedimientos de la ruina, como la vida clara y multiforme tiende naturalmente
hacia una única dura oscuridad. Observar las razones progresivas de un
hundimiento no es difícil, porque se trata en cualquier caso de proceder hacia
delante, que es la dirección de la vida a la que estamos acostumbrados. Arduo es
al contrario seguir el camino inverso, es decir, penetrar en las espigas de trigo para
reconstruir en la imaginación la ciudad destruida subyacente, porque la ruina
oblitera y cubre los fragmentos de todo lo todavía conservado, de tal modo que el
investigador está obligado a descender de forma antinatural, hacia atrás, en lo
desconocido. Pero para utilizar la destrucción a favor de la reconstrucción hay que
agudizar el ingenio, como quien ha perdido un objeto y debe volver a reconstruir la
jornada en tiempos y lugares invertidos. Por dicho motivo hay que desarrollar el
arte de la estratigrafía.
El modo en que la vida se transforma por el abandono y acaba bajo tierra
es una de las curiosidades principales del arqueólogo. Las construcciones se
hacen de aportaciones y sustracciones de materiales que se suceden periódicamente en el tiempo, interfiriendo las unas en las otras en una misma porción de
espacio. Así es la vida en el mundo de los objetos. Las construcciones acaban
sepultadas e inmovilizadas en el terreno. Ésta es la condición final de las cosas en
su muerte. Pero ¿cómo se ha desarrollado la agonía y la descomposición de un
edificio? A veces las construcciones acaban bajo tierra momificadas y, por lo
126
Unidad III
tanto, casi intactas, como Pompeya bajo la erupción. Otras veces sufren diversos
grados de alteración y de homogeneización, por deterioro físico y alteración de las
relaciones espaciales, hasta convertirse en difícilmente comprensibles o incluso
perderse totalmente. Esto ocurre cuando el edificio es abandonado y permanece
expuesto a la intemperie, caso en el que se produce la transición de la condición
de construcción a la de deposición. Erosiones, acumulaciones y
transformaciones, debidas a fuerzas naturales y humanas, alteran el edificio tal
como era en su última fase de vida. Si entramos en una granja, en una fábrica o en
una manzana de casas abandonadas podremos observar los diversos estadios de
esta ruina progresiva. Nada hay más instructivo que conocer estos
procedimientos de deterioro en curso por razones de introspección arquitectónica
y estratigráfica.
Actividad 2
En tu cuaderno elabora una lista con las estructuras arquitectónicas que se
señalan en la lectura “Historias en la tierra”, y describe los procesos de deterioro
que ocurren en ellas.
Lectura 3. El contexto y los materiales arqueológicos: más allá
de los descubrimientos
Jannu Lira Alatorre.
Siempre identificamos a los arqueólogos como aquellas personas que están en
contacto con los materiales arqueológicos, es decir, esos objetos antiguos de las
culturas que ya han desaparecido. Sin embargo, tenemos que hacer una
aclaración, pues aunque los objetos del pasado son importantes, no son
suficientes para el arqueólogo, para quien es imprescindible comprender su
“contexto”. Aunque esta palabra puede tener distintos significados; en este caso,
nos referimos en particular a las relaciones que guardan los materiales entre sí y su
asociación con la “matriz”, (es decir, con el medio que les rodea, sea suelo, roca o
agua). En las investigaciones arqueológicas -ya sea que se lleven a cabo en la
superficie, en excavaciones o en las profundidades del agua- el arqueólogo no
busca objetos sino contextos porque son éstos los que pueden brindar información
irremplazable sobre la función, el uso y la historia de las sociedades; el contexto es
un referente de los procesos sociales que se concretizan en el ámbito material.
Podemos emplear un ejemplo contemporáneo de contexto: no es lo mismo
encontrar una moneda en la mano de una persona, dentro de una caja registradora
en un local comercial, en una caja fuerte de un banco o guardada en el bolsillo de
un cadáver enterrado. La moneda puede ser la misma, pero no su contexto y ello
tiene implicaciones esenciales en el momento de interpretar los vestigios.
Ahora un ejemplo arqueológico; imagina una herramienta como un cuchillo
de obsidiana, lo podemos recuperar en la superficie, en una excavación, pero no
será la misma interpretación si se encuentra relacionado con los restos de un
campamento de cazadores en el que, además, podremos recuperar puntas de
flecha, micro restos de polen y huesos de presas, o bien, si lo encontramos como
parte de la ofrenda del entierro de una mujer. Entonces, el cuchillo puede ser el
mismo en ambos casos, sus relaciones espaciales (con otros restos) no lo son, es
decir, su contexto, y, por ende, los significados que podemos desprender de ambos
casos serían diferentes (en el primero, el cuchillo es parte del proceso de caza,
mientras que, en el segundo, tiene un sentido ritual).
Como hemos apuntado, los materiales están relacionados espacialmente
pero, además, mantienen una relación temporal, es decir, –el contexto brinda
información acerca de los procesos sociales en el tiempo y espacio-. Podemos
127
Para Lewis Binford, las sociedades
generan estructuras fósiles de cada
una de sus actividades. Éstas se
componen de ítems culturales,
instalaciones, artefactos y ecodatos,
cuyas relaciones son significativas
para entender el funcionamiento de
la sociedad que las generó. Tales
estructuras son los contextos
arqueológicos.
Un tipo de contexto específico y los
materiales asociados, un entierro y
brazaletes de oro recuperados en
las excavaciones de Pompeya.
Fuente: The National Geographic Society. 100
Years of Adventure and Discovery 2001.
Arqueología
La obsidiana es un vidrio volcánico,
de la familia de las rocas riolíticas,
ricas en contenido de cuarzo (SIO), y
era uno de los materiales más
utilizados en el mundo pre- hispánico
para la manufactura de herramientas,
sobre todo porque el filo obtenido era
extremadamente cortante.
Los arqueólogos realizan tipologías
cerámicas para ayudar en el estudio
e interpretación de las sociedades.
Cerámica del Neolítico africano
Vasija de roca metamórfica, Imperio medio,
Egipto.Fuente: Museo del Cairo, Egipto.
observar las relaciones temporales a partir del análisis de la “estratificación”, es
decir, del orden secuencial que guardan los estratos de la tierra y, con ello, el de los
objetos arqueológicos. La estratificación es estudiada mediante la estratigrafía,
una herramienta que originalmente surgió en el campo de la geología con el fin de
determinar la sucesión de eventos que conforman la historia de la tierra. Podemos
definir la estratigrafía arqueológica como el análisis de los estratos o capas que se
forman en los sitios arqueológicos y cuyo origen puede ser natural o cultural. Un
principio básico de la estratigrafía establece que los estratos superiores son más
recientes y los más profundos son más antiguos. Con base en este principio, el
arqueólogo debe de tratar de construir cuál fue el orden o la secuencia en que
fueron depositados los elementos que conforman el contexto.
Como te será fácil imaginar, la reconstrucción de los contextos (espaciales
y temporales) y su interpretación serán mucho más fáciles si el arqueólogo ha
registrado con gran precisión y cuidado la procedencia de cada uno de los artefactos y estructuras en términos espaciales.
Tomemos como ejemplo la Ciudad de México en la actualidad; en la
superficie podemos observar los edificios modernos, casas, centros comerciales,
etc. y cuando se realiza una excavación para la construcción y mantenimiento,
también podemos descubrir que hay muchas otras cosas debajo de nosotros:
otras casas y edificios, talleres, restos de drenaje antiguo y cada vez que
penetramos más en las profundidades de la tierra, vamos desenterrando el
pasado. Hay contextos que debajo de este paisaje urbano encontramos (como en
la Ciudad de México), restos del mundo colonial, prehispánico y en algunos casos
restos de animales extintos de la última glaciación (mamuts, para ser precisos);
así como dice el principio básico, mientras más profundo… más antiguo.
La investigación arqueológica, entonces, se basa en la recuperación de
contextos y, la interpretación de éstos brindará los datos necesarios para la
reconstrucción de los procesos históricos. Parte de esta tarea involucra el trabajo
con los “materiales arqueológicos”, de hecho, el arqueólogo pasará buena parte
de su vida analizando, describiendo y relacionando estos objetos, ya que como
hemos mencionado, son referentes directos de la actividad social del pasado.
La sola recuperación de materiales arqueológicos puede ser una tarea
fascinante, de hecho, la visión popular de la arqueología se presenta como la
recuperación de piezas extraordinarias por su valor estético, histórico o
monetario, de facto se nos ve como recuperadores de tesoros. Sin embargo, los
objetos en sí mismos son mudos o poco o nada nos dicen del pasado; es
necesario saber interrogarlos, hacerles preguntas de diferente estilo y propósito
que nos permitan ir descubriendo su historia y la vida de los personajes (hombres
y mujeres) que los realizaron: ¿de dónde se obtuvo la materia prima?, ¿para qué
fue utilizado?, ¿cuál fue su proceso de manufactura?, ¿cuál es su significado? Un
material seguirá siendo mudo y sólo aquel que aprenda a formular las preguntas
correctas podrá acceder a la información.
Existen muchas clases de materiales arqueológicos y las personas nos
hemos dedicado a crear día a día, nuevos materiales que se ya se incluyen o se
incluirán en las listas de la arqueología del futuro (qué divertida será la
clasificación del plástico). Las clases de materiales que el arqueólogo encuentra
en mayor medida en la arqueología del México Prehispánico son la lítica
(artefactos en piedra) y la cerámica, es decir utensilios como cuchillos, hachas,
puntas de flecha, vasos, platos, ollas.
De estos dos tipos de materiales, el investigador seguramente reunirá una
cantidad enorme (a veces algunas toneladas) y ello se debe que gracias a su
naturaleza inorgánica suelen perdurar por muchísimos años. Asimismo, el metal otro de los materiales inorgánicos- es frecuente en ciertas partes del mundo como
Europa y Asia; sin embargo, para las sociedades americanas es poco frecuente y
se asocia al uso de la joyería en contextos de ofrenda.
Fuente: Museo del Cairo, Egipto.
128
Unidad III
Los materiales orgánicos son poco perdurables y dependen en mucho de
las condiciones de su medio de preservación y muchas de las veces desaparecen
de la vista del arqueólogo; entre éstos encontramos los artefactos de hueso,
madera, concha y textiles.
Todos estos materiales son considerados más o menos portátiles –dependiendo de sus dimensiones- por su movilidad y se les denomina artefactos
muebles; en contraparte los inmuebles se refieren a construcciones que no son
portátiles, como las famosas estructuras o “pirámides”. Dentro de esta última
categoría también se incluyen elementos como huellas de poste, pisos, diques
entre algunos. Los artefactos y las estructuras se combinan en los sitios, algunos
pequeños, como un campamento de cazadores recolectores o tan grandes como
la Roma imperial.
Así, una vez recuperados los materiales del sitio en su contexto
arqueológico, el arqueólogo deberá lavarlos y marcarlos para mantener un control
sobre la procedencia específica. Posteriormente se someten a clasificación:
básicamente se ordenan en grupos o clases según compartan los atributos que el
investigador considere pertinentes para resolver las preguntas de la investigación.
El tipo y cantidad de atributos a considerar (forma, función, decoración,
manufactura, entre algunos), dependen en gran medida de la naturaleza de los
materiales y de los objetivos de la investigación. Desde este tipo de clasificaciones
se puede acceder a los primeros datos que nos ayudarán a reconstruir el pasado.
En el marco del análisis de los materiales se pueden realizar estudios
específicos para conocer a profundidad características que no son observables a
simple vista, como por ejemplo: la calidad de alimentos que consumía una
población, el tipo de desgaste en una herramienta producida por el uso cotidiano, o
la identificación del yacimiento específico de donde proviene la materia prima para
la manufactura de artefactos líticos.
Así, los materiales pueden someterse a un conjunto de técnicas analíticas
de laboratorio que incluyen procedimientos tan especializados como la activación
neutrónica, la espectrometría de masas, termoluminiscencia, huellas
microscópicas de huellas de uso y manufactura, entre otras. Lo anterior nos liga
con otros campos científicos, generando relaciones interdisciplinarias.
Para saber qué tipo de análisis hay que realizar para contestar parte de
nuestras preguntas de investigación, el arqueólogo deberá tener conocimientos
básicos de las otras ciencias y en algunos casos ayudará a la realización de los
estudios. Los resultados serán interpretados por los arqueólogos así como los
especialistas, y serán determinantes para la construcción de las explicaciones de
las sociedades pasadas.
Actividad 3
Ahora que conoces la definición de contexto arqueológico, describe en tu
cuaderno una habitación de tu casa. Con esto, estarás elaborando un relato sobre
un contexto. Añade en tu descripción las actividades que se llevan a cabo en ese
espacio y trata de responder si estas actividades pueden interpretarse a partir de
la descripción física de la habitación. Con ello, podrás observar la complejidad que
implica parte del trabajo arqueológico.
Actividad 4
Con base en los conceptos y los distintos materiales arqueológicos mencionados
en la lectura, enlista 5 objetos que consideres que podrían ser parte de los
contextos arqueológicos del futuro.
Lectura 4. Vestigios del diluvio bíblico
Werner Keller. Fragmentos seleccionados por Jannu Lira Alatorre.
Cuando oímos nombrar el Diluvio pensamos inmediatamente en la Biblia y en el
arca de Noé. Esta extraordinaria historia del Antiguo Testamento peregrinó con
129
Sabías que: se considera “Pirámide”
a la estructura de base cuadrangular
con forma prismática terminada en
vértice; las más famosas son las Giza
en Egipto. A cualquier otra estructura
que asemeje a esa forma deberá ser
llamada basamento de cuerpos
superpuestos de forma piramidal o
sencillamente, “estructura”.
Egipto, pirámides de Giza
http://ocreyoro-egipto.blogspot.com/
México, Chichen Itzá. Estructura
Fuente: http://losmejoreslugares.galeon.com/chichenitza.html
Arqueología
La ciudad de Ur se encuentra en la
región comprendida entre los ríos
Tigris y Eúfrates, actualmente es
parte de Irak.
Fuente: www.penn.museum.org
Antes de la propuesta de la teoría
evolucionista por Darwin, los fósiles
de dinosaurios fueron considerados
los restos de la fauna que se
extinguió durante el diluvio universal
Fuente: www.chihuahua.gob.mx
el cristianismo por todo el mundo. Así se convirtió en la más conocida tradición
acerca del Diluvio, aunque no es, en modo alguno, la única. En los pueblos de
todas las razas existen diversas tradiciones de una gran catástrofe de esta índole.
Los griegos, por ejemplo, relataban la leyenda de la inundación del Deucalión;
mucho antes de Colón existió entre los aborígenes del continente americano el
recuerdo de una gran inundación; también en Australia, en la India, en Polinesia,
en el Tíbet, en Cachemira, así como entre los lituanos, el relato de un diluvio, ha
pasado de boca en boca, de generación en generación, hasta nuestros días.
¿Es que todo eso no es más que una inmensa y coincidente fantasía, un cuento,
una leyenda, es decir, un relato producto de la imaginación?
Lo más probable es que unas y otras no sean otra cosa que el reflejo de
una misma catástrofe universal. Tan grandioso fenómeno debió ocurrir cuando ya
había hombres que pensaban, que sobrevivieron a él y que pudieron dar cuenta
de lo acontecido. Los geólogos creen poder descifrar el enigma de aquel remoto
acontecimiento mediante su ciencia, teniendo en cuenta la existencia de épocas
de gran calor entre otras intermedias glaciares. Cuatro veces subió el nivel de los
mares al fundirse lentamente la coraza de hielo, de varios miles de metros de
espesor en algunos sitios que cubrían los continentes. Las masas líquidas,
nuevamente puestas en libertad, cambiaron el aspecto del paisaje, inundaron las
costas bajas junto a los mares y los valles, destruyendo a los hombres, a los
animales y al mundo vegetal. En una palabra: todos los intentos de explicación
terminaban en meras especulaciones e hipótesis.
Pero las hipótesis no aquietan al historiador. Éste requiere siempre una
demostración palpable y material, y semejante demostración no existía; ningún
científico, cualquiera que fuera su especialidad, podía demostrar su existencia.
Hacía seis años que los arqueólogos americanos e ingleses estaban
explorando las tierras de Tell-al-Muqayyar, las cuales, entre tanto, daban la
sensación de una inmensa obra en construcción.
Tales eran las tumbas reales de Ur -con cuyo nombre Woolley había
designado, en la euforia de sus descubrimientos, los sepulcros de notables
sumerios- colocadas en una larga hilera cuyo esplendor verdaderamente real, las
palas habían sacado a la luz desde el interior de un montículo de arena de 15
metros de altura, situado al sur del templo.
Los templos sumerios con sus almacenes, sus talleres y sus tribunales, las
casas de los ciudadanos constituyeron desde 1926 a 1928 hallazgos de tal
importancia, que eclipsaron todo cuanto se había realizado anteriormente.
Durante dos siglos los habitantes de Ur habían enterrado a sus personajes
de calidad en esas tumbas. ¡Al abrir la más profunda y la última, los investigadores
del siglo XX tenían ante sí la imagen de lo que aconteció en el año 2800 antes de J.
C.!
Al aproximarse el verano de 1929, la sexta campaña de exploración de las
tumbas de Tell-al-Muqayyar toca a su fin. Woolley ha llevado de nuevo sus
colaboradores nativos a la colina de las «tumbas reales». No la deja descansar.
Quiere saber si debajo de la última tumba real el terreno puede aún dar lugar a
descubrimientos en una próxima campaña de exploración.
Una vez separado el enlosado de las tumbas, un par de paletadas dan a
comprender que por debajo aún siguen las capas de escombros. ¿Cuán
profundamente penetrarán en la Antigüedad esos mudos medidores del tiempo?
¿Cuándo aparecerán en el fondo de esta colina, sobre la roca viva y el terreno
virgen los restos del primer establecimiento humano? ¡Esto es lo que quiere
averiguar Woolley!
Los pozos van profundizando cada vez más; aparecen nuevas capas con
restos de ánforas, vasos y jarrones. El investigador comprueba con extrañeza que
la cerámica sigue inalterable. Parece ser de la misma calidad que las piezas
halladas en las cámaras reales. Durante dos siglos la civilización de los sumerios
130
Unidad III
no habría realizado progreso alguno digno de mención. En una edad
extraordinariamente lejana habría adquirido un alto grado de desarrollo.
Cuando, al cabo de muchos días, los que allí trabajan le gritan que han
llegado al fondo, Woolley baja personalmente al interior del pozo para
convencerse. En efecto: han terminado los restos de toda cultura. Del suelo, aún
no removido, pueden recogerse los últimos fragmentos de los objetos domésticos;
aquí y allá se ven rastros de un incendio. <<¡Por fin!>>, es el primer pensamiento
de Woolley. Examina cuidadosamente la naturaleza del terreno que se halla en el
fondo del pozo y queda perplejo: ¡es lodo!, lodo como únicamente puede resultar
de la sedimentación de las partículas contenidas en el agua! Pero, ¿de dónde
puede proceder el lodo en aquel sitio? Woolley trata de dar con una explicación: no
puede ser más que el lodo dejado por una inundación, originado por la
acumulación de partículas en suspensión en las aguas del Éufrates de otras
épocas. Esta capa debió de depositarse cuando el gran río tenía su delta mucho
más al interior en el Golfo Pérsico, exactamente como aún sucede junto a la
desembocadura, donde la tierra avanza cada año 25 metros dentro del mar.
Cuando Ur alcanzó la primera época de su esplendor, el Éufrates debía de estar
tan cerca que la gran torre se debía reflejar en sus aguas, y desde la punta de su
santuario se debía ver el golfo. Sobre el fondo de lodo del antiguo delta debieron de
levantarse las primeras casas.
Sin embargo, unas mediciones realizadas sobre el terreno y unos cálculos
hechos con mayor precisión, conducen a Woolley a nuevos resultados y le inducen
a asentar conclusiones muy distintas.
«Vi que estábamos a demasiada altura. Apenas podía aceptarse que la isla
en la cual fue construido el primer asentamiento hubiese podido sobresalir tanto
del curso del río.»
El pozo en el cuál comenzaba a aparecer la capa de lodo se halla a muchos
metros por encima del nivel del río. Ello demuestra que no pueden ser aluviones
depositados por el Éufrates. ¿Qué significaba, pues, aquella capa singular?
¿Cómo se había producido? Ninguno de sus colaboradores acierta a dar una
contestación satisfactoria. Así pues, siguen excavando, profundizando el pozo.
Excitado, mira Woolley cómo, de nuevo, van subiendo los capazos y examina su
contenido. Las palas van profundizando en la capa, un metro, dos metros... ¡No
sale más que lodo! Al llegar a unos tres metros de profundidad, la capa de lodo
termina en forma tan súbita como había empezado. ¿Qué seguirá después?
Los capazos que siguieron, una vez examinados, dan una contestación
que ninguno de aquellos hombres hubiera podido soñar. Se resisten a creer lo que
sus ojos están viendo. Habían esperado hallar la roca viva, la tierra virgen. Pero lo
que se les presenta a la luz del sol son cascotes y más cascotes. Restos del
pasado, entre ellos numerosos fragmentos de cerámica. ¡Debajo de una capa de
lodo de casi tres metros de espesor se han encontrado nuevamente restos de un
asentamiento humano! Tanto el aspecto como la técnica de la cerámica han
cambiado por completo. Encima de la capa de lodo las ánforas y las cubetas
habían sido evidentemente realizadas al torno; en cambio estas vasijas lo fueron
con las manos. Por más cuidadosamente que se examinan los capazos que suben
a la superficie del pozo, ante la creciente expectación de los exploradores, no se
descubre en ellos resto alguno de metal. La herramienta primitiva que encuentran
es de sílex labrado. ¡Herramientas de la Edad de Piedra!
Aquel mismo día expiden un telegrama. Mesopotamia daba al mundo la
noticia más sensacional que seguramente jamás le habrá conmovido: «¡Hemos
encontrado huellas del Diluvio!»
131
Pozo abierto en busca del estrato
del Diluvio.
1. Estrato de las tumbas de los
reyes.
2. Estrato de la cerámica fabricada al
torno.
3. Estrato de lodo (3 metros).
4. Estrato de la cerámica hecha a
mano.
Fuente: Keller, Wenner, “Vestigios del diluvio bíblico”.
Arqueología
Leonard Woolley (1880 – 1960),
autor de este texto (der), en
Charchemish, Siria. 1913. Por sus
contribuciones a la arqueología
recibe el nombramiento de caballero
en 1935. En esta imagen junto a T.H.
Lawrence (mejor conocido como
Lawrence
de Arabia),
quien
también era arqueólogo.
Woolley quiso adquirir lo más pronto posible una seguridad sobre tan
importante cuestión; una casualidad, aunque inverosímil, habría podido
engañarle, así como a sus colaboradores. A 300 metros de distancia del primer
pozo hizo abrir otro.
Las palas dejaron al descubierto un perfil idéntico: restos de cerámica,
capa de lodo, restos de utensilios de barro de fabricación manual.
¿Hasta dónde se extendía la capa de lodo? ¿Cuáles fueron los territorios
afectados por la catástrofe?
Una investigación en regla, siguiendo las huellas del gran río, se practica
en otros lugares de Mesopotamia meridional. Otros arqueólogos descubren un
nuevo e importante punto de referencia en Kiroch, al nordeste de la antigua
Babilonia, allí donde el Éufrates y el Tigris, describiendo grandes curvas, se
acercan uno a otro. Asimismo dan con una capa formada por aluviones, pero aquí
sólo tiene medio metro de espesor. Mediante cartas se llega a determinar poco a
poco la extensión que alcanzaron las aguas. Según la opinión de Woolley, la
catástrofe, al noroeste del Golfo Pérsico, cubrió una extensión de 630 kilómetros
de longitud por 160 kilómetros de anchura. Al contemplar el mapa se saca la
impresión de que sólo fue según diríamos hoy un «suceso local»..., pero para los
habitantes de la cuenca de esos ríos fue todo su mundo.
Después de incontables investigaciones y pruebas realizadas sin un
resultado positivo, hacía tiempo que se había desechado la posibilidad de
descifrar el misterioso enigma del Diluvio que parecía haber tenido lugar en
tiempos tan inmensamente lejanos que el hombre jamás podría alcanzar. Pero los
incansables y certeros trabajos llevados a cabo por Woolley y sus colaboradores
pusieron al descubierto un hecho de gran importancia para los científicos: una
inundación catastrófica que recuerda el Diluvio mencionado por la Biblia,
considerado por los escépticos como un cuento o una leyenda, había ocurrido en
realidad y había ocurrido en una época histórica susceptible de ser determinada.
¡Aconteció 4000 años antes de Jesucristo!
Parece evidente que en los tiempos de Woolley se tendía más que hoy a
atribuir significaciones dramáticas a los resultados de las excavaciones
arqueológicas, pues ya poco después de Woolley otro arqueólogo -Stephen
Langdon- afirmaba, «con un fuerte apoyo por parte de la prensa», que él, por su
lado, había encontrado en Kish (o sea en Babilonia) «la huella material del
Diluvio».
Entre tanto la agitación se ha mitigado un poco y ha cedido el paso a una
reflexión desapasionada. De las manifestaciones críticas de los sabios
cristalizaron los 4 puntos principales siguientes:
De los 5 pozos de Woolley, sólo 2 indicaban depósitos aluviales.
La inundación de Ur no produjo el abandono de la población, ni siquiera
dejó tras de sí una laguna poblacional.
Aunque se encontraron huellas de inundación en otros lugares de
Mesopotamia, por ejemplo en Babilonia, como ya hemos dicho, en Farah
(Suruppak), en Nínive y en Uruk, no obstante, faltan dónde deberían estar, si de
verdad toda Mesopotamia hubiera sido inundada.
En otras palabras: el «Diluvio» de Woolley evidentemente no fue lo
bastante importante para ser el «Diluvio bíblico» a no ser que supongamos que
una de las inundaciones catastróficas comprobadas arqueológicamente
impresionara de tal manera a los habitantes de Mesopotamia que hubiera dado
origen -con la intervención de una gran dosis de exageración- a la tradición de una
catástrofe mundial. Pero, naturalmente, esto es sólo una suposición, y el Diluvio
bíblico, en todo caso una inundación de la magnitud de la que se describe en la
Biblia, continúa sin una «confirmación arqueológica».
132
Unidad IV
Actividad 5
Tomando como base la lectura anterior de Keller, y conociendo la definición de
estratigrafía y su campo de acción, identifica en qué otras formas ayuda esta
última a la identificación de las relaciones temporales en los contextos.
Repaso
Elabora en tu cuaderno un cuadro sinóptico en el que anotes los principales
métodos de trabajo para el reconocimiento de yacimientos arqueológicos,
señalando sus características principales. Así mismo, escribe un listado de los
principales materiales arqueológicos, en el que incluyas un ejemplo para cada
caso, ubicando cada material en un contexto específico.
UNIDAD IV. La arqueología hoy: enfoques,
perspectivas y retos
En esta unidad conocerás los enfoques y perspectivas teóricas actuales, y los
retos que el siglo XXI impone a la tarea arqueológica. Asimismo, veremos diversos
ejemplos de investigaciones arqueológicas en México y el mundo, que responden,
desde diversas posturas teóricas, herramientas conceptuales y tecnológicas, a los
problemas y retos que enfrenta esta disciplina.
Temario
1. Tendencias actuales en la arqueología
- Posturas teóricas
- Los retos
2. Diferentes formas de enfrentar los retos de la investigación arqueológica
- Etnoarqueología
- Arqueología experimental
- Arqueología subacuática
- Arqueología de grandes sitios monumentales
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuáles son los principales
retos y problemas
de la arqueología en
la actualidad, y qué
soluciones pueden
brindarse?
¿Qué papel han jugado
las nuevas herramientas
tecnológicas que se han
incorporado al trabajo del
arqueólogo?
Con el afán de demostrar la calidad
civilizada de las poblaciones
prehispánicas, durante el siglo XIX,
se construyeron diversas obras que
elogiaban la “grandeza del pasado
prehispánico”, como, por ejemplo, el
Palacio Azteca presentado en la
Exposición Universal de Paris en
1889.
Lectura 1. La arqueología hoy
Fernando López Aguilar.
Desde su origen, y de acuerdo con el lugar donde se practicara, la arqueología ha
sido vista como parte de la antropología, o como parte de la historia. La
arqueología, con una mirada antropológica, proviene de la tradición
norteamericana donde la sociedad moderna no estableció vínculos de filiación o
descendencia con la población nativa, que era considerada como salvaje. Por el
contrario, aquellas sociedades que fincaron su presente en el legado de sus
antepasados civilizados, concibieron la arqueología como parte de la historia y ése
fue el caso de Europa, especialmente la mediterránea y México, cuando menos
hasta la primera mitad del siglo XX.
Para el caso mexicano, la naturaleza polémica del estadio evolutivo de los
pobladores antes de la conquista española, hizo que los arqueólogos se dedicaran
a demostrar que mayas y nahuas eran razas (culturas) civilizadas, a través de las
visiones historicistas imperantes entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera
mitad del XX. Haber pensado en una arqueología antropológica implicaba
reconocer que los grupos prehispánicos no habían alcanzado la civilización.
A pesar de la aparente distancia entre ambas formas de ver la arqueología,
existía un puente que las unía y que se encontraba en el centro de la creación de la
disciplina. Se trata de las ideas de Fredrich Ratzel quien, desde la geografía
133
El “Palacio Azteca” en la Exposición Universal de
París, 1889.
Fuente: Tenorio Trillo, Artilugio de la nación moderna, 1998, p. figura 9.
Arqueología
Vere Gordon Childe fue un arqueólogo
australiano, dedicado al estudio de la
prehistoria europea. En su obra más
conocida, Los orígenes de la
civilización (1936), planteó que la
evolución de la humanidad ocurría por
medio de “revoluciones”. En la
imagen, Childe en las exploraciones
del sitio neolítico de Skara Brae en
Orkney, Escocia.
Fuente:
http://newsimg.bbc.co.uk/media/images/442010
00/jpg/_44201389_skara.jpg
Las propuestas teóricas de la
arqueología antropológica, tales
como la arqueología procesual, la
marxista o la feminista, comparten
una base común: la Historia Cultural.
“The basin of Mexico: Ecological
Processes in the Evolution of a
Civilization”, es un análisis de las
interacciones entre el territorio y la
cultura, y quizás sea la obra más
reconocida de William T. Sanders, así
como uno de los trabajos básicos
para el estudio de la Cuenca de
México.
Fuente:
http://ecx.images-amazon.com/imag
es/I/41pwyzWiC9L._SL500_AA300_.jpg
(y la rama creada por él, la antropogeografía), buscaba dar un sentido histórico a
las diferencias y similitudes que se observaban en las diferentes culturas. Este
puente teórico en el que se encontraba la arqueología, a la mitad del camino entre
la antropología, la historia y la geografía, tuvo un nombre: la historia cultural.
El término historia cultural (o el culturalismo de la antropología), incluye
muchas posturas que, a veces, son incompatibles, pero fue capaz de integrar una
idea homogénea que puede concebirse como el programa débil del difusionismo.
La idea central del difusionismo es que el ser humano es conservador y que las
innovaciones tecnológicas, sociales y culturales son poco frecuentes; y que sólo
determinadas culturas son capaces de producirlas. El resto, por imitación y por
difusión, las adoptan, aunque la copia se tergiverse mientras más lejos se
encuentre en el tiempo y en el espacio del foco de innovación. De acuerdo con
esta postura, innovaciones como la agricultura y la escritura, ocurrieron sólo en
determinados lugares, desde donde se difundieron mediante ondas
expansionistas al resto del planeta.
La arqueología marxista, tanto de Europa como de América, fundamentó
su explicación sobre el desarrollo social (revoluciones neolítica y urbana de Vere
Gordon Childe, lucha de clases), a partir de los postulados de la historia cultural.
Durante mucho tiempo, al menos desde la primera mitad del siglo XX y hasta la
fecha, la historia cultural y la arqueología marxista han formado una fuerte
simbiosis y hoy es difícil pensar en la una sin la otra. La arqueología marxista
concibe a la arqueología como parte de la historia y no como parte de la
antropología.
A principios de la década de los años sesenta del siglo pasado, tanto la
arqueología antropológica de la escuela norteamericana, como la arqueología
historicista europea reaccionaron en contra de la historia cultural y construyeron
una visión que pretendía hacer de la arqueología una ciencia que tuviera como
meta explícita la búsqueda de leyes y teorías para explicar las similitudes y las
diferencias culturales. Para el primer caso, el autor más destacado es Lewis R.
Binford, mientras que para Inglaterra lo fue David L. Clarke. Curiosamente, la
reacción contra la historia cultural vista como antropogeografía, también se dio en
la propia geografía que buscó alcanzar las metas científicas a través de la
adopción, como en la arqueología norteamericana, de la metodología y
epistemología del positivismo lógico: Nueva Arqueología, Nueva Geografía y
Arqueología Procesual fueron los términos que emergieron como propuesta
teórica de la segunda mitad del siglo XX.
A partir de esa fecha se dieron muchos cambios en la forma de ver la
práctica arqueológica. La arqueología dejó de preocuparse por los artefactos
aislados y dejó de considerarlos como el hallazgo más importante de sus
excavaciones. El término contexto arqueológico hizo su aparición, junto con la
idea de que los objetos están relacionados espacialmente con sus vecinos y que la
calidad de esa información es capaz, junto con el ingenio metodológico del
arqueólogo, de generar conocimiento sobre aspectos para los cuales la
arqueología antes era ciega. Donde la vieja historia cultural observaba
homogeneidad cultural y diferencias étnicas (o de clase), la arqueología procesual
observaba eslabones de una cadena de procesos que tenían sentido como parte
de la operación de un sistema cultural total. El ejemplo de esta diferencia en la
observación se encuentra en el debate clásico entre Lewis R. Binford y Françoise
Bordes, sobre el Mousteriense en Francia.
Los arqueólogos de los años sesenta exploraron nuevas formas de
observar el pasado. De esa búsqueda destacan dos posturas: la arqueología
sistémica y la arqueología materialista cultural, porque sus ejemplos
paradigmáticos fueron investigados en México.
Heredero de la visión antropológica de Leslie White (materialismo cultural) y
alumno de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, William T. Sanders
134
Unidad IV
desarrolló una visión de la cultura como conjunto de procesos de intercambio
energético que le permitían explicar el desarrollo de la complejidad social. Sus
investigaciones, realizadas por más de veinte años en la Cuenca de México -lugar
actualmente ocupado por el área metropolitana de la Ciudad de México-, se han
convertido en un clásico.
Por su parte, Kent Flannery, quien tomó la teoría general de sistemas de la
cibernética, desarrolló sus investigaciones en el Valle de Oaxaca para comprender la complejidad social en un área en la que, aparentemente, se había
desarrollado de forma original el sistema político conocido como Estado.
En la búsqueda por construir un mejor conocimiento del pasado desde el
presente, se desarrollaron nuevas formas de hacer arqueología que son
relevantes por su impacto de larga duración: la Arqueología Experimental y la
Etnoarqueología. La primera, proveniente de una antigua práctica arqueológica de
reproducir la fabricación o el uso de los objetos encontrados en las excavaciones,
se desarrolló, mediante el método experimental, para buscar el conocimiento de
las tecnologías, prácticas, gestos y procesos que tenían lugar en la manufactura de
un artefacto, en su utilización y en su desecho, así como en los procesos de
formación del contexto arqueológico.
La Etnoarqueología, es decir, la observación arqueológica de grupos vivos,
se desarrolló como práctica para iluminar, como hipótesis, las formas de desarrollo
cultural del pasado a través del método comparativo y de la analogía. La
observación de las prácticas culturales cotidianas y de los usos de localidades y de
los procesos de abandono de sitios, casas e instalaciones, desde la mirada de los
procesos de formación del contexto arqueológico, abonaron para el desarrollo de
hipótesis y modelos para las sociedades del pasado.
La Arqueología Procesual que se enfocó en los estudios tecnológicos y los
vinculados con los procesos de abandono, la formación y transformación de los
contextos arqueológicos, tomó el nombre de Arqueología Conductual.
También, en los años setenta del siglo pasado, la excavación arqueológica
abandonó sus vínculos con la estratigrafía geológica y se convirtió en una teoría
importante para la observación del tiempo en los estratos arqueológicos. Edward
Harris desarrolló una teoría estratigráfica de amplio uso en las excavaciones
mundiales, que se sintetiza en un modelo que representa en forma simple la
complejidad de la observación de los estratos, la Matrix Harris: la noción de flecha
del tiempo se asoció con el de contexto arqueológico para la comprensión de los
procesos culturales.
A la vuelta del fin del siglo, la arqueología abandonó los grandes modelos y
se volcó hacia la búsqueda de respuestas a preguntas específicas. Con las
herramientas cognitivas desarrolladas en la segunda mitad del siglo XX y con las
nuevas tecnologías de información y comunicación gestadas en ese mismo
periodo, la arqueología, nuevamente, construyó interrogantes insospechadas
durante el periodo anterior. La pregunta acerca del desarrollo del pensamiento
humano dio lugar a la arqueología cognitiva y a la arqueología de la mente,
desarrollada por Colin Renfrew, que integra, entre sus campos de apoyo,
disciplinas tales como las neurociencias, la lingüística, las ciencias cognitivas y la
antropología evolutiva.
El abandono de una mirada estrictamente funcional de los contextos
arqueológicos derivó en una arqueología que observa los contextos como textos y
busca la comprensión de la producción simbólica del pasado, dando lugar a la
arqueología simbólica, con prácticas de tipo etnoarqueológico y con herramientas
filosóficas asociadas con la hermenéutica y la semiótica. Su principal autor, Ian
Hodder, ha investigado, en forma sistemática, un importante asentamiento
arqueológico llamado Çatal Hüyük, en la península de Anatolia en Turquía.
La reflexión sobre los sistemas complejos y la idea de una complejidad
humana fundamentada en interacciones de tipo local que generan normas, reglas
135
La propuesta de Edward Harris pone
en evidencia que el registro de la
estratigrafía y, por tanto, la
interpretación de las relaciones
temporales de los eventos humanos, no es un proceso sencillo. Por el
contrario, el modelo de la Matrix
Harris permite generar diferentes
propuestas de secuencias
temporales tomando como base los
mismos datos de la excavación.
Fuente:
http://www.deltasinai.com/images/sitebk13.jpg
Interpretación de una sección según la Matrix Harris, de acuerdo a ley de sucesión estratigráfica.
Fuente: Harris, Principios de estratigrafía arqueológica, 1991, p. 63.
Çatal Hüyük es el asentamiento
neolítico mejor preservado del
Oriente Próximo.
Fuente:
h t t p : / / e s . w i k i p e d i a . o r g / w i k i /
Archivo:CatalHoyukSouthArea.JPG
Arqueología
En el Valle del Mezquital, Hidalgo,
desde hace ya varios años, se está
trabajando sobre la categoría de altepetl, etnocategoría que habla de la
noción prehispánica del territorio, la
forma de gobierno, los símbolos, los
asentamientos humanos, el origen y
destino de sus pobladores (migraciones).
El estudio desde esta etnocategoría ha
integrado nociones de antropología de
la complejidad y de la hermenéutica,
como la teoría de la agencia, la noción
de fluctuación e inestabilidad, los
conceptos de nolinealidad, etc.
y acciones, junto con la noción de no linealidad, han hecho una arqueología que
tiene interacciones con las teorías del caos, los fractales, la modelización de
sociedades artificiales e, inclusive, con la filosofía de las ciencias del espíritu, la
hermenéutica y la teoría de la agencia (capacidad de acción). La ENAH ha
desarrollado investigaciones desde esta postura en el Valle del Mezquital.
Otras arqueologías temáticas que han emergido tocan preguntas
vinculadas con la construcción de las identidades (étnicas, culturales, sociales),
con el papel de los diferentes géneros en el desarrollo de la historia de las culturas,
con la construcción simbólica del paisaje y la representación de los recursos
naturales en los símbolos culturales y en la vida cotidiana y ritual.
En general, el desarrollo de las arqueologías temáticas muestra una
vocación inter (trans) disciplinaria de la arqueología que reconoce que en la
búsqueda de respuestas a nuevas preguntas, la confluencia, el diálogo de
saberes provenientes de una gran diversidad de disciplinas, es el mejor camino,
dado el gran desarrollo que han tenido las nuevas tecnologías, los
procesamientos de información y los nuevos tipos de datos que hoy se pueden
construir desde diferentes procedimientos técnicos.
Actividad 1
Vuelve a leer el texto de López Aguilar e identifica las principales posturas de la
arqueología desarrolladas a partir de la crítica a la Historia Cultural. Ahora, en tu
cuaderno, escribe con tus propias palabras los objetivos de cada una de estas
corrientes teóricas.
Lectura 2. Nukak: Ethnoarchaeology of an Amazonian People.
Gustav G. Politis
Robert Kelly.
Los Nukak son un pueblo indígena
que vive en la selva colombiana,
entre los ríos Guaviare e Inírida
(Departamento del Guaviare). Son
nómadas estacionales, y viven de la
caza-recolección, aunque también
practican una horticultura itinerante
de pequeña escala.
Fuente:
http://assets.survivalinternational.org/pictures/14
8/colnuk-gp-11-59_screen.jpg
It is unfortunate but nonetheless true that many archaeologists do not value
modern ethnographies. Why? Archaeologists need information on material culture
- how it is made, who uses it, how long it lasts, what happens when it breaks, what
happens when its owner dies, and so on. Although there are some notable
exceptions, few modern ethnographies pay attention to such mundane things. But
archaeologists need these data to construct arguments that allow us to make
secure inferences from the material things that we recover. For this reason, a few
archaeologists have climbed out of their trenches and conducted
ethnoarchaeological research with the living. Politis is one of those archaeologists,
and Nukak is the result of his efforts. This book covers some of the same ground as
his 1996 Nukak (published by the Instituto Amazónico de Investigaciones
Científicas) but is updated, placed in a larger theoretical context, and made
available to the largely monolingual North American audience.
The Nukak are a small group of hunter-gatherers who live in the Columbian
rain forest. Politis worked with those who were least acculturated to western
society. As an archaeologist who has also done ethnographic research, I
understand the effort that lies behind Nukak. Ethnography, especially that of
nomadic peoples in isolated places, is not easy. There are the usual problems:
language barriers, medical issues, feeding yourself and your students, explaining
yourself and your task to the people. In addition, ethnoarchaeologists must justify
their preoccupation with odd things such as trash, pits left in the ground after
pounding food in a mortar, or what happens to the remaining bits of a hammock
burnt in a marital dispute. The Mikea, with whom I worked in Madagascar, never
believed my (honest) explanation of what I was doing there. Instead, they were
certain I was searching for gold or silver, and one of my students had to fend off
accusations of witchcraft when measuring the diameters of house posts. Most
136
Unidad IV
people can understand an interest in kinship, religion, and politics, but trash and
house posts? For this reason, I admire the amount of information that Politis was
able to collect in his several visits to the Nukak.
Every archaeologist (and ethnographer) interested in hunter-gatherers,
and especially those interested in tropical hunter-gatherers, will find something of
value in Nukak. Politis describes their settlements in detail, noting the differences
between wet and dry season camp construction and how these condition
differences in how trash is left behind. Nukak contains some of the only information I
know of on how long it takes to put a camp together, or to take one down in order to
move. Politis describes their residential and logistical mobility, providing about the
only account of how people actually move camp - who does what, what paths they
follow, and whether old camps are reoccupied (they are not). He describes their
traditional technology and their subsistence, giving special attention to animal
exploitation. The book ends with a chapter devoted to what the Nukak data have to
say about several perennial issues in the anthropology of hunter-gatherers (at
least, those issues that concern archaeologists). He includes two appendices: one
containing data on the wet and dry season foraging trips he recorded, and one by
Gustavo Martinez on faunal material recovered in the camps. There are many
wonderful anecdotes, including the use of a parrot's entrails as a fishing lure.
Politis begins the volume with background on the Nukak's environment, his
fieldwork methods and the conditions of his research (for example, his eighth
session was prevented by the Columbian military). In addition, Politis lays out his
theoretical framework. Interestingly, it contains elements of Lewis Binford's
materialistic approach as well as Ian Hodder's postprocessual approach. In each
chapter, Politis provides information on the “function” of material culture or on a
more Binfordian behavior a list approach. For example, the discussion of the use of
space shows how the particular kinds of structures built by the Nukak in the wet
season conditions how trash is deposited (as opposed to the dry season when the
Nukak do not build structures). But, in each chapter, Politis also discusses the
social and ideological meaning of the chapter's subject. For example, in the chapter
on space use and discard, he notes how the trash of a deceased woman was
treated, resulting in an archaeological record different from that produced by daily
living in a camp, and that directly records some (as yet unknown) links between
trash deposition and death.
In the chapter on shelters and camps, Politis also describes non-residential
structures - everything from “ritual” structures to more mundane things such as
children's playhouses. In fact, his contribution on children's toys and their effects on
the deposition of trash and other items in residential structures is a crucial
contribution. It turns out that children are a strong determinant of the final
disposition of material culture in the archaeological record. To me, this is an
important observation because anything that signals “children” archaeologically
also tells us that a site is a residential camp, rather than, for example, a hunting
camp.
Politis also explains that the Nukak avoid previous campsites because
these places become wild gardens, the result of gathered seeds left behind (either
in trash or feces). With the secondary (but not the primary) canopy removed as the
camp is made, these plants thrive in old camps. The Nukak live in a more
“constructed” environment than we might think.
Throughout the book, Politis is able to give archaeologists the information
that they crave and yet often do not find in other ethnographies. For example,
exactly how does one hunt monkeys with a blowgun? There are also useful
descriptions of things that carry purely symbolic information, such as the wall of seje
leaves that forms a protective wall around a camp to prevent invasion by the spirits
of jaguars. This is all useful information that many archaeologists will make
profitable use of in years to come.
This book is well worth reading, but I must admit that I was disappointed
with one aspect of it. Throughout Nukak Politis criticizes the approach of human
137
Gustav Politis es un arqueólogo de la
Universidad Nacional de La Plata.
Como parte de sus estudios
etnoarqueológicos, ha trabajado con
los Nukak en Colombia, los Hotis en
Venezuela y los Awa en Brasil. Para
él, investigar poblaciones indígenas
actuales “nos permite entender
mejor restos arqueológicos de otras
comunidades. Estudiamos cómo
viven, qué hacen, qué fabrican, y
que residuos van dejando. Eso nos
permite hacer modelos analógicos
entre lo que hacen y lo que queda.
Es decir, cuando vayamos a una
excavación y veamos lo que quedó,
al haber estado con estos grupos
vivos vamos a poder inferir qué era lo
que hacían las tribus anteriores”.
Fuente:
http://assets.survivalinternational.org/pictures/1
48/col-nuk-gp-11-59_screen.jpg
Arqueología
El laboratorio de Análisis Lítico y
Experimentación. Litoteca, de la ENAH,
cuenta con la línea de arqueología
etnográfica aplicada a la zona de
Sierra de las Navajas, Hidalgo, donde
-desde la década de 1990- se ha
trabajado con los artesanos-mineros,
en la recuperación de las técnicas de
trabajo de la lítica tallada y pulida, que
se utilizan para la elaboración de las
artesanías que generalmente se
venden en las zonas arqueológicas
principalmente Teotihuacán.
El artesano Sixto Arista (der), en la elaboración de
cuchillos, becario del laboratorio (izq), en el proceso
de aprendizaje y perfeccionamiento de la técnica.
El trabajo minero moderno de la
obsidiana ha permitido recuperar
indicadores que nos ayudan a
interpretar los contextos arqueológicos.
Estudiamos el presente para poder
explicar el pasado y viceversa.
Fuente: Laboratorio de Análisis lítico y experimentación. Litoteca. Acervo audiovisual. Jannu Lira
Alatorre.
behavioral (or evolutionary) ecology, specifically its use of optimal foraging
models. As a practitioner of human behavioral ecology I admit to some bias, but I
also can see that his criticisms of this approach will not convince any other such
practitioner that the approach is incomplete or misleading. For example, in a
discussion of Nukak mobility, Politis states that “the Nukak abandon camp when
many products are still abundant ...that are not found further away, which therefore
generates a negative cost-benefit energy balance....there are no obvious resource
limitations that would prevent the Nukak from staying in their residential camps for
longer periods of time. The causes for their high residential mobility must be sought
elsewhere.” He argues that mobility produces more patches of edible plants
(through the formation of the wild gardens), is necessary to perform rituals, is for
sanitary reasons, to avoid a recently deceased person's spirit, or is for the sheer
pleasure of moving (or to satisfy a taste for honey or fish).
These are all good reasons to move, and several are mentioned in other
ethnographies of foragers. But these reasons could be the proximal reason for
moving a camp, while the ultimate reason may lie in food acquisition. Optimal
foraging models do not argue that foragers move when nearby food reaches the
point of depletion. Indeed, the marginal value theorem argues only that foragers
move when the current return rate equals the average return rate of the
environment taking travel time into account. In many instances this means that
foragers move long before depletion begins; in fact, the “marginal value theorem”
leads us to expect that in an environment with high average return rates that people
will leave camps long before the point of depletion (I demonstrated this with a
simple simulation in The Foraging Spectrum). Another example: there is a
significant difference between wet and dry season mobility - the Nukak remain
longer in wet than dry season camps and yet move shorter distances when they
move in the wet than in the dry season. The data tables show that fish and honey
are more important in the dry than the wet season. Do these resources account for
the differences in seasonal mobility?
Elsewhere, Politis shows that taboos on certain animals, such as tapir,
cannot be explained by materialist reasons. He is correct. And yet how would an
archaeologist know if the lack of food remains was the product of a taboo?
Behavioral ecology's diet breadth model offers a way. This model predicts which
resources should be in a diet based on their return rates assuming that nothing
other than strict economic concerns are at work in food selection. If the predicted
diet breadth model predicts that tapirs should be included in the diet, and yet the
archaeological remains demonstrate that they are not, then we can safely assume
(providing that other information shows that tapirs were available) that something
else is at work - a taboo, for example. Unfortunately, we cannot really judge the
utility of optimal foraging models in the case of the Nukak because their
fundamental piece of data - return rates on the various plants and animals-are not
in the volume. I admit that this was a disappointment (the data in tables 8.14 - 8.17
are not adequate as these provides returns, not return rates). In sum, those who
use the paradigm of behavioral ecology will be somewhat disappointed with the
volume.
But set that aside: Nukak contains some wonderful and wonderfullydetailed information on a little-known group of foragers. It is a solid contribution to
hunter- gatherer studies that deserves to be read by anyone, archaeologist or
ethnologist, interested in this rapidly disappearing class of humanity.
Actividad 2
De acuerdo con el texto de Kelly sobre la obra de Politis, en tu cuaderno, describe
cuáles son las preguntas que puede resolver un estudio etnoarqueológico.
138
Unidad IV
Lectura 3. Arqueología experimental, algo más que un juego
Javier Baena.
No me cabe la menor duda que a estas alturas del desarrollo de la investigación en
la Prehistoria, la Arqueología Experimental es aceptada por todos como una fuente
esencial de información sobre actividades del pasado, tan importante como la
propia etnoarqueología, la palinología, la paleontología o cualquier otra disciplina
ligada a la Prehistoria. Esto no significa que no reconozcamos importantes
diferencias en el tipo de información que estas ofrecen, y el modo en que debe ser
tratada. Cada cosa en su sitio.
En este mundo de la Arqueología Experimental nos podemos encontrar
con aplicaciones de muy diversa naturaleza, y el simple hecho de que movamos
nuestras manos no nos concede licencia de rigor. Incluso, muchos investigadores,
que dicen hacer Arqueología Experimental posiblemente se mueven tan solo en el
mundo de la mera reproducción. Por esta razón me parece esencial tratar de
establecer el significado actual de la Arqueología Experimental, y al mismo tiempo
definir el entorno, fundamentalmente práctico, en el que esta actividad se
desarrolla.
¿Qué debemos entender por Arqueología Experimental? Ante todo un
modelo de contrastación de hipótesis a través de la experimentación que de forma
rigurosa admita la validez, para fases de la Prehistoria, de un proceso técnico
desarrollado en la actualidad. Esto quiere decir que si por ejemplo pretendemos
averiguar cómo se pudo fabricar una aguja neolítica, deberemos contrastar de
forma experimental un o unos procesos técnicos compatibles con la tecnología
imperante en la fase cultural que estudiemos. Para ello tendremos
necesariamente que partir del planteamiento inicial de un problema en nuestro
ejemplo, ¿cómo se hace una aguja?, deberemos establecer un procedimiento de
trabajo o experimentación, en este caso la determinación de las técnicas e
instrumentales empleados en la confección de la aguja, deberemos proceder a la
experimentación (realizar la aguja discriminando fases y técnicas empleadas), y
finalmente, que valoremos los resultados obtenidos. Cada ejemplo que queramos
emplear para comprender la filosofía de este procedimiento de análisis y estudio,
podrá variar el tipo de información a adoptar y por tanto en su forma, pero la
estructura del proceso seguirá invariable.
Por ejemplo, si nuestro interés se centra en averiguar el significado de determinados restos de huellas de uso en un lote de buriles, el procedimiento de
trabajo pasará por confeccionar una lista de atributos a registrar (posición de
agarre, uso con mango o sin mango, tiempo de trabajo, etc.), proceder a realizar la
experimentación con cada una de las posibles variaciones del valor de estos
atributos (agarrando el buril en varias posiciones, trabajando con o sin mango,
estableciendo tiempos de trabajo, etc.) y por último, contrastar los resultados, con
los obtenidos en materiales arqueológicos mediante el empleo de análisis
microscópicos.
Es muy extraño encontrar, especialmente fuera del campo de la
traceología, modelos experimentales que cumplan con rigor esta serie de
premisas. A la vista de la práctica real que la Arqueología Experimental desarrolla,
resulta comprensible entender que autores como J. Coles, E. Callahan o J.
Whittaker, entre otros, definan distintos niveles de funcionamiento dentro de la
Arqueología Experimental. Reinterpretando las categorías establecidas por estos
autores podemos encontrarnos con:
a. Modelos experimentales no rigurosos o de adquisición de pericia. En
estos casos el proceso técnico no se controla en ninguna de sus variables, basta
con obtener un resultado material lo más semejante al modelo prehistórico.
Resulta inútil para la extrapolación científica, pero es necesario en la medida en
que permite dotar al experimentador de experiencia suficiente como para no
falsear los modelos rigurosos.
139
La arqueología experimental es
sumamente importante para
comprender el desarrollo de las
tecnologías líticas. Donald Eugene
Crabtree es uno de los arqueólogos
más importantes en esta postura.
http://flintknapping.blogstream.com/
La manufactura de instrumentos
líticos es común en la arqueología
experimental como un mecanismo
para identificar las herramientas,
materiales y procesos usados en la
elaboración de herramientas en el
pasado.
Fuente: “Arqueología experimental Cómo elaborar un
bifaz”, Diario de los yacimientos de la Sierra de
Atapuerca.
Arqueología
Los laboratorios de la ENAH apoyan
los procesos de formación docente
con actividades de reproducción de
piezas prehispánicas con el fin de
comprender los procesos y técnicas
de manufactura por parte de los
alumnos.
Proceso de reproducción de pendiente de concha, el
desgaste por abrasión con laja de basalto y arena
como abrasivo son parte de las técnicas que se utilizaban en la época prehispánica.Fuente: ENaH Laboratorio de Análisis lítico y experimentación. Litoteca. Acervo audiovisual. Jannu
Lira Alatorre
b. Modelos rigurosos con poco o bajo control de variables. En estos casos
el proceso técnico es desarrollado de modo riguroso pero, o no se realiza una
intensa toma de datos, o éstos son parciales, o el proceso se acelera
“artificialmente en alguna de sus fases”. Son modelos válidos para el estudio de
aspectos muy concretos, o como complemento a experimentos previamente
realizados. Cumplen también un papel esencial en la adquisición de experiencia
por parte del tallador.
c. Modelos rigurosos con alto control de variables. Son los modelos
experimentales que permiten, por su rigor y minuciosidad, establecer patrones de
comparación con procesos prehistóricos. Son una base esencial en la
interpretación técnico-funcional del registro arqueológico y salvo pequeñas
actualizaciones tienen un carácter definitivo.
La discusión en la actualidad queda centrada en aceptar o no la validez de
la primera categoría dentro de la Arqueología Experimental. Este problema es
cada vez más acuciante si comprendemos que existe un creciente interés por
personas ajenas al mundo de la Prehistoria, en el aprendizaje de procesos
técnicos prehistóricos. En nuestro Estado, resulta cada vez más evidente la
proliferación de cursos de talla, supervivencia o como quieran llamarse,
conducidos la mayor parte de las veces por gente experta e integrada en la
investigación arqueológica, que divulga sus conocimientos entre personas ajenas
a esta disciplina. Esta faceta didáctica, en mi opinión, no debe desligarse del
campo de la Arqueología Experimental pero tampoco debe confundirse con ella.
Aprender a tallar un buril puede resultar muy excitante, y es un paso previo para
poder analizar cualquier aspecto relacionado con su cadena técnica o su
utilización, pero por sí mismo no es nada más que el resultado de una pericia
adquirida.
Dentro de los modelos rigurosos, también han surgido voces críticas que
tratan de eliminar del campo de actuación de la Arqueología experimental todo
aquello que tenga “olor actual”. En mi opinión conviene matizar cada caso.
Obviamente, si pretendemos establecer el proceso de elaboración de un hacha de
cobre, emplear un horno de fundición actual anulará totalmente el modelo. Sin
embargo, si nuestro interés se centra en analizar el tipo de traza dejado sobre un
hacha mediante el trabajo sobre distintos tipos y estados de materias (madera,
hueso, etc.), siempre que se respeten los contenidos, aleaciones y temperaturas
en las reproducciones, da lo mismo si empleamos hornos actuales o prehistóricos
en la confección del hacha.
También resulta fundamental establecer unos límites al valor de las
conclusiones obtenidas. Podremos obtener resultados semejantes a los
recogidos en el registro arqueológico, pero ello no demostrará la exclusividad del
modelo empleado por nosotros. Cualquiera que sea el resultado positivo obtenido
a través de un modelo experimental, siempre deberemos dejar la puerta abierta a
procesos alternativos. Esto implica reconocer que por muy riguroso que sea
nuestro modelo siempre hemos podido olvidar algo.
No sé si a través de estas breves líneas he conseguido aclarar algunas
ideas que rodean el mundo de esta disciplina. Resultaría suficiente con haber
logrado transmitir cuáles son los principios que nos mueven a todos aquellos que
trabajamos dentro de este campo. Para nosotros la Arqueología Experimental ha
dejado de ser simplemente (que lo es), un procedimiento de estudio, para
convertirse en filosofía de trabajo, una forma de enfrentarse ante los problemas
arqueológicos basada fundamentalmente en la capacidad de reproducir en forma
experimental la realidad arqueológica. Frente al recurso imaginativo, tan
necesario en la propia investigación experimental, planteamos la contrastación
empírica.
140
Unidad IV
Actividad 3
En tu cuaderno, describe cuáles son los principios de la Arqueología Experimental
y su utilidad para interpretar el pasado, de acuerdo con el texto anterior de Javier
Baena.
Lectura 4. Diferentes ejemplos de investigaciones
arqueológicas. Textos varios.
Lectura 4.1 El Proyecto Arqueológico Xochitécatl
Mari Carmen Serra Puche y Ludwig Beutelspacher. Texto abreviado para este
módulo por Jannu Lira Alatorre.
En todo proyecto de investigación arqueológica, por su carácter interdisciplinario,
concurren especialistas que con un esfuerzo conjunto contribuyen al
esclarecimiento de aspectos que definen los procesos de desarrollo histórico
cultural de un sitio.
Por ello se han instrumentado los siguientes objetivos particulares:
1. Recuperar los vestigios de la actividad humana, patrimonio de la nación,
para ponerlo a disposición del público.
2. Reconstruir los patrones y modos de vida cotidianos durante las diversas
fases ocupacionales del México antiguo, que se encuentran representadas en el sitio.
3. Precisar el particular desarrollo y significado del asentamiento y su
interacción con los grupos vecinos, así como su relación con otras culturas
de Mesoamérica.
A fin de alcanzar los objetivos mencionados, se han realizado detalladas
revisiones bibliográficas descripciones cartográficas mediante fotografías aéreas
de toda el área, además de haber concluido con el levantamiento topográfico por
medio de la digitalización de imágenes de satélite; posicionamiento dentro del
terreno de GPS (sistema de posicionamiento global); instalación de estaciones
totales para la toma de puntos base en el terreno…; demarcación en el terreno de
los puntos base por medio de mojoneras; tendido de retícula con cuadros a cada
100 metros en la totalidad del cerro, excepto en el área cívico-religiosa, donde se
han reticulado con cuadros cada 10 metros. Igualmente, se ha llevado un
seguimiento preciso de los trabajos en campo, fotográfico y videográfico.
Con posterioridad a la aplicación de la metodología citada y del recorrido
sistemático de superficie, que permitió la detección de varios edificios
prehispánicos y la recolección selectiva de materiales arqueológicos,
predominantemente cerámicos y líticos, se procedió a realizar la selección de
aquellos basamentos o áreas de actividad que por su ubicación, dimensiones,
características arquitectónicas y materiales arqueológicos asociados, constituyen
elementos representativos del área, ya que ejemplifican diversos periodos de
ocupación.
En correspondencia con el programa, se iniciaron las excavaciones
extensivas por medio de sondeo en la zona ceremonial, lo que ha permitido cubrir
un mayor número de elementos o áreas de actividad, y por consiguiente tener un
panorama más amplio del conjunto cívico-religioso.
Las excavaciones han hecho posible la obtención de abundantes y
diversos materiales arqueológicos que actualmente se encuentran en proceso de
análisis y estudio, los cuales permitirán establecer secuencias cronológicas
relativas a los diferentes periodos, a la vez que definirán sus filiaciones culturales,
indicando si se trata de elementos de manufactura local o si son el producto de
intercambio con otras áreas de Mesoamérica.
141
Este tipo de proyectos gozó del
apoyo de los gobiernos federales y
estatales, fue uno de los llamados
Megaproyectos de la década de los
90 del siglo XX, debido a su
magnitud y la inversión en dinero y
trabajo. Se enfocaron además de los
objetivos académicos en los de
impacto a la comunidad, para crear
fuentes de trabajo y zonas turísticas.
Otros proyectos fueron: Teotihuacán, Palenque, Filobobos y Cantona, entre otros.
Xochitécatl en fase de excavación
Fuente: Serra Puche, Mari Carmen y
Beutelspacher, Ludwig. 1993
Las investigaciones se efectúan
por etapas, en este caso, hay que
conseguir fondos para poder realizar
las actividades de excavación y
recuperación, posteriormente. El
arqueólogo debe estar dispuesto a
buscar las diferentes formas de
financiamiento, como serían: fundaciones culturales, casas de cultura,
organizaciones no gubernamentales,
universidades e institutos de
investigación, entre otros.
Arqueología
El Dr. Robert Ballard es una de
las autoridades mundiales en
arqueología subacuática. Una de
sus mayores investigaciones y
descubrimientos fue la localización
de, quizá, el más famoso naufragio
de la historia: El Titanic. Este tipo de
investigaciones por el personal
especializado, por el tiempo, así
como por las herramientas y
tecnologías requeridas para la
arqueología subacuática, son de
muy alto costo; pocos países o
instituciones invierten en este tipo de
trabajos. México en menor medida a
través del INAH cuenta con un
departamento de arqueología
subacuática.
Los análisis comparativos de las manifestaciones arquitectónicas y sus
materiales culturales asociados serán los indicadores que definirán las funciones
a que fueron dedicados; es decir, se precisará si fueron para uso ceremonial,
habitacional o de otros tipos.
Lectura 4.2 Los hallazgos esperan
Robert Ballard. Texto abreviado para este módulo por Jannu Lira Alatorre.
En 1999 Robert Ballard, Larry Stager y su equipo, exploraron dos barcos fenicios
en la costa de Israel. En el barco de soporte, Ballard maneja a control remoto las
cámaras de video en un vehículo a control remoto “Jasón”, que se encuentra a
2,700 pies de profundidad. Este equipo registró más de 800 imágenes, las cuales
se ensamblaron en un mosaico que nos muestra el naufragio que contenía
ánforas y vasijas por debajo de éstas. Ballard planea regresar al sitio para futuras
exploraciones.
Lectura 4.3 The Tomb of Roy Mata
José Garanger. Texto abreviado para este módulo por Jannu Lira Alatorre.
Fuente: Ballard, Robert 2004
Fuente: Ballard, Robert 2004
Para un proyecto arqueológico
siempre es básico contar con
diferentes fuentes de información
para resolver los problemas de
investigación; en este caso, la
relación con la etnología a través de
los trabajos realizados con la
población fueron determinantes. Así
podemos relacionarnos no solamente
con los investigadores del medio
antropológico, sino con todo aquel
que aporte datos significativos para
nuestra investigación, a eso le
llamamos transdisciplina.
Roy Mata is one of the most important heroes of Vanuatu mythology, much more
famous than Ti Tongoa Liseiriki. It is said that in ancient times he landed on
Maniura, to the south of Efate, with a group of pirogues coming from a great
distance. He rapidly rose to rule over the whole of the inner archipelago, sending
his companions across the waters (particularly to Kuwae), creating new outposts
and organizing a system of hierarchical, inter-island relations which still exists
today. Gradually he transformed the social structures of the area, which, under his
rule, enjoyed a period of peace and prosperity. He had asked to be buried on
Retoka, a small island near the coast of Efate. A large crowd was present at his
funeral. He was buried at the foot of two large vertical stone slabs together with
some members of his entourage. Individuals and couples representing the various
clans who owed him their allegiance were also buried there, having volunteered to
accompany him to the underwater land of the dead. Certain other people were
sacrificed in addition. After a long funeral ceremony, the survivors withdrew and the
island was declared taboo. All this happened long before the Kuwae catastrophe.
Archaeological interest in excavation at Vanuatu was motivated not only by
these questions of oral tradition, but also by the problems of its distant prehistory,
which was then totally unknown, but remained an essential subject of research for
an understanding of the settling of the western Pacific, where Vanuatu occupies a
central position. Thus it was at Efate that the “Mangaasi” type of pottery, which is
now known throughout Melanesia, was first identified. It was present there from
645BC ± 95 years, in association with stone utensils which were very
common in ancient Melanesia; it disappeared, like all ceramic wares, in about
AD1200 to be replaced by very varied shell tools in a Micronesian style. Research
carried out on Tongoa has enabled scholars to follow the evolution of this
“Mangaasi culture” on sites covered by a thick layer of volcanic deposits which
Carbon14 has dated to AD1460 ± 37 years. Geological observations have
revealed not only a very violent volcanic explosion but also a volcano-tectonic
“cataclysm” with fault lines and collapses, linked to the creation of a vast caldera*
situated immediately to the east of the Shepherd islands. Geologists have also
been able to reconstruct the ancient profile of the island before its destruction.
There is no doubt that this was the legendary Kuwae. This was definitively proved
by the discovery of the tomb of Ti Tongoa Liseiriki, dated to AD1475 ± 37 years.
Both the date and the arrangement of the tomb conform with the oral tradition.
The tomb of Roy Mata was also discovered on Retoka: it is a vast collective
burial, the exceptional importance of which links it with that of the hero; almost 50
142
Unidad IV
people, including 11 embracing couples, have been recovered. By studying the
spatial organization of the remains, archaeologists have been able to retrace the
progress of the funeral ceremonies, which closely resembles that described by oral
tradition. The tomb can be dated to AD1265 ± 140 years, thus confirming the story
according to which “Roy Mata had lived long before the Kuwae cataclysm”.
This cooperation between ethnology and archaeology has thus produced
excellent results in Vanuatu, where oral traditions have guided archaeological
research, and archaeology has conferred historical dimension upon the
contemporary, social and cultural facts observed by the ethnologists. However, this
was only possible because the survival of traditions guaranteed that of the social
structures, assuming the role which elsewhere has been played by written
documentation and history. In this case, cooperation has led further back than the
memorized events. Indeed, oral traditions do not recall the sharp transformations,
affecting material culture, which have been observed by prehistorians and dated
from the 13th century. They thus appear to be contemporary with, and even a
consequence of, the arrival of Roy Mata and his people on Vanuatu, and they even
indicate where these people came from, Micronesia, as well as throwing new light
on the prehistory western Pacific.
Actividad 4
Vuelve a leer los textos anteriores sobre los ejemplos de las investigaciones
arqueológicas. Ahora, en tu cuaderno, elabora una lista de los objetivos de las
diferentes investigaciones.
Actividad 5
Basándote en los textos anteriores, identifica las técnicas de alta tecnología que el
arqueólogo puede utilizar para sus investigaciones y el objetivo que tiene cada
una de éstas.
Repaso
Para reforzar los conocimientos aprendidos en esta unidad, realiza un breve
ensayo (2 cuartillas) en tu cuaderno en el que indiques las características más
importantes de cada una de las posturas teóricas actuales de la arqueología.
Asimismo, incluye en tu escrito cuál crees que sea la importancia de las nuevas
herramientas tecnológicas en la resolución de los problemas que enfrenta la
disciplina.
143
Fuente: Garanger, José. 2008
El arqueólogo se ayuda de cualquier
técnica que posibilite el registro de
los contextos, en los tiempos
pasados, primero era el dibujo y las
anotaciones en el diario de campo,
poco a poco, con el avance de las
tecnologías se fueron incorporando
herramientas como la fotografía,
cinematografía y el video analógico,
las grabaciones de audio y llegamos
después al uso del formato digital.
Pero, cuidado, un buen investigador,
nunca deja de lados los métodos
tradicionales y siempre, siempre,
está obligado a tener por triplicado
este registro para evitar la pérdida de
los datos, como ha sucedido algunas
veces en que éstos son extraviados
en las travesías de ríos, o en una
tormenta y peor aún… ladrones.
Arqueología
RESUMEN DEL MÓDULO
Ahora ya hemos conocido un panorama general de lo que definimos como arqueología, se ha realizado una síntesis que
nos lleva a comprender que la arqueología es aquella ciencia que se encarga del estudio del hombre en el pasado, su
cultura y sus relaciones con el ambiente. En materia de estudio en específico, podemos hablar que ésta se centra en los
restos materiales resultados de la actividad humana; es decir, que se basa en las relaciones sociales que se generan de la
interacción de los individuos en núcleos sociales.
Los estudios los podemos hacer de carácter regional o de un sitio en específico, se manejan diversas escalas,
tanto espaciales como temporales. Así el campo de trabajo de un arqueólogo es el mundo, podemos realizar
excavaciones en México o en Italia, como el ejemplo de las porquerizas, los arqueólogos que se forman en la ENAH, tienen
la capacidad de intervenir cualquier tipo de contexto, en cualquier parte del mundo.
Nuestra disciplina se ha ido transformando a lo largo del tiempo, comenzó con el interés por las curiosidades, el
coleccionismo, pasando por las diferentes etapas del pensamiento de la ciencia occidental. En este viaje la relación con
otras ciencias fue determinante, la geología y las “ciencias naturales” contribuyeron en gran medida a que fuera
conformando la estructura que actualmente conocemos de la Arqueología.
En caso particular para México, podemos apuntar que esta ciencia nace como una parte fundamental del estadonación, para legitimizar nuestro pasado glorioso y, por eso mismo, la legislación que se ha venido transformando en el
tiempo nos muestra el rubro de protección al patrimonio como algo fundamental en el desarrollo de nuestra actividad
profesional.
Y no podemos desligar que esta percepción muy particular que se tiene en México de la arqueología, tiene que ver
con la percepción histórica que tenemos de nosotros mismos, es decir, cómo entendemos nuestro pasado histórico y
sobre este aprendizaje, cómo enfrentamos los retos como sociedad día a día. Parte de este trabajo se logra por la forma
en que la arqueología ayuda a la interpretación, creación y escritura de esta parte de la historia nacional. Esto requiere
compromisos con la ciencia y con la sociedad, es decir, el investigador debe saber cómo usar los datos sin falsearlos.
La práctica de la arqueología se enfrenta diariamente a retos que tienen que ver desde la parte ética, pasando por
las peculiaridades de la burocracia, el apoyo monetario y el desinterés por los distintos sectores involucrados en la
construcción de este conocimiento.
Para no demeritar el trabajo debemos partir de que la investigación se fundamenta en estudios sistematizados
basados en la estructuración de proyectos que presentan bases teóricas, un método específico, elementos de
corroboración en campo. Uno de los puntos principales que debemos entender es que la arqueología busca, estudia,
interpreta las sociedades desde sus contextos no de los materiales aislados. Las diferentes estrategias, como el recorrido
y la excavación, aportan diferentes datos que se irán integrando, poco a poco, para escribir la historia de la sociedad. La
actualización es importante ya que los contextos se estudian ahora con las tecnologías de punta, sensores remotos y
otras herramientas que pueden ser tan sofisticadas como un reactor nuclear, hasta las más sencillas y tradicionales, como
un balde y una cucharilla de albañil.
Una parte importante que se ha trabajado en los dos últimos siglos en el desarrollo de las ciencias y, en particular,
en lo que atañe a la arqueología, está en las diferentes formas explicativas que se desprenden de las teorías que la
arqueología ha tomado, como marco, para construir e interpretar los datos provenientes del contexto. Todo esto nos ha
enseñado que buena parte del conocimiento no puede ser aportado exclusivamente por la arqueología; la relación de
nacimiento con las ciencias antropológicas es algo que nunca debemos de perder de vista, la inter y transdisciplinariedad
forman hora parte indispensable del buen desarrollo de los proyectos de investigación.
Ahora, ya que tenemos una visión general y particular de lo que llamamos arqueología, es cuando debemos
recapacitar, recapitular y preguntarnos: ¿Qué espero de la arqueología?, ¿Qué puedo aportarle yo a ella?, ésta es la parte
más delicada si quieres dedicarte al estudio y desarrollo de esta ciencia.
144
Ejercicios de autoevaluación
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro del paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1. La arqueología es una ciencia que estudia al hombre del pasado, su cultura y sus relaciones con el
ambiente.
(
)
2. La historia de la arqueología es una historia de ideas, de teoría, de modos de mirar al pasado.
(
)
3. La arqueología captura el pasado y lo hace accesible al revivirlo con un experimento de laboratorio o
una simulación de ordenador.
(
)
4. Nuestros recuerdos personales son un acto de representación exhaustiva del pasado colectivo.
(
)
5. Los objetos con características estéticas apreciables son aquellos de mayor valor para la
investigación arqueológica.
(
)
6. La localización y el registro de yacimientos, estructuras y artefactos implica la prospección aérea y/o
terrestre, la consulta de fuentes documentales y el análisis de la evidencia toponímica.
(
)
7. La intemperie, la acumulación de materiales e inundaciones son factores que, con el tiempo,
transforman las construcciones.
(
)
8. Tras las críticas al difusionismo, la arqueología dejó de considerar al contexto arqueológico como el
hallazgo más importante de las exploraciones.
(
)
9. La arqueología, que mantiene vínculos con las teorías del caos, también interacciona con la filosofía
de las ciencias del espíritu y la hermenéutica.
(
)
10. La obtención de los materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones permiten establecer
secuencias cronológicas y filiaciones culturales.
(
)
11. El registro de los yacimientos, por medio de cámaras de video operadas a control remoto, puede ser
una herramienta eficaz para la exploración subacuática.
(
)
12. La recuperación de las tradiciones orales puede ser una herramienta importante para la investigación
arqueológica, ya que confiere una dimensión histórica a las observaciones culturales
contemporáneas.
(
)
Completa, correctamente, los siguientes enunciados, escribiendo la palabra que falta en cada línea.
13. El propósito de la ____________ es entender cómo, en el pasado, los humanos interactuaban con su
_______________, y preservar esta historia para un aprendizaje en el presente y
.
14. En países con una menor cantidad de vestigios
se ha desarrollado una escuela diferente a la
italiana, difundida hoy en todo el mundo: la arqueología como búsqueda, en cada
del terreno, de
las señales e indicios mínimos a partir de los cuales se pueda
la vida práctica cotidiana, los
comercios, la agricultura, las fases de la historia de la sociedad.
145
Arqueología
15. ____________ es el año en que se decreta la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e
Históricos que nos rige en esta materia hasta el día de hoy.
16. Durante el gobierno de ______________ ____________ se fundaron la Sociedad Científica “Antonio y Alzate” y la
Inspección General de Monumentos de la República Mexicana.
17. La diversidad de ______________ que conviven en la práctica cotidiana de la arqueología de México y el mundo,
generan una ____________________________ dinámica y cambiante ante las necesidades que impone el presente en la continua tarea de repensar nuestro pasado como especie.
18. Además de la investigación científica del patrimonio nacional, en México se realizan estudios de gran relevancia
por medio de la ___________ de _____________, y ésta representa la forma de recuperar e investigar yacimientos que serán afectados por obras de construcción.
19. La “personalidad” de la arqueología mexicana es particular, porque se ubica entre las ciencias _______________
y las __________________________.
20. El trabajo arqueológico tiene como prioridad generar la _____________ y el ___________ de las culturas pasadas para fomentar la reflexión de nuestra realidad actual.
21. Escribe sobre la línea una O si el enunciado se refiere a un compromiso ético de la arqueología, y una X si el
enunciado no corresponde a ello.
a) La investigación y comprensión de las culturas pasadas para fomentar la reflexión del presente._________
b) Considerar la fragilidad del patrimonio y promover su conservación._____________
c) Dar prioridad a las políticas de desarrollo turístico o de gestión de recursos culturales.___________
22. La _________________ sólo será efectiva, en la medida en que lo sean los métodos de investigación, registro y
recuperación de datos del arqueólogo.
23. Las tradiciones se manifiestan en instituciones y ______________ tan diferentes que difícilmente pueden proporcionar alguna coherencia acerca del significado del pasado.
24. La arqueología experimental reproduce la fabricación, o uso de los objetos, con lo que pretende comprender las
tecnologías, prácticas, gestos y procesos involucrados en la manufactura de los artefactos, en su utilización y
desecho, así como en los procesos de formación del ___________________________.
25. Se denomina ______________________ a la observación arqueológica de los grupos humanos vivos.
26. La arqueología _______________ integra a disciplinas como neurociencias,_______________, ciencias cognitivas y antropología ___________________.
27. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda a cada enunciado de la arqueología actual señalada por Orser. Uno de los enunciados no es característica por lo que deberá quedar en blanco.
(
)
Reflexiva
A.
Las redes tejidas por las relaciones sociales se traslapan e interrelacionan.
(
)
Global y focalizada
B.
(
)
Multiescalar
C.
(
)
Mutualista
D.
E.
Nos posibilita a movernos desde los niveles micro hasta los macro en el
análisis.
El análisis y la interpretación se dan en función de las herramientas
tecnológicas.
La investigación es una poderosa herramienta de conocimiento.
Es necesario ver más allá, el mundo y los significados son más amplios.
146
Ejercicios de autoevaluación
28. Relaciona a qué etapa del desarrollo de la ciencia arqueológica corresponde cada enunciado.
(
)
Los inicios de la
arqueología
A. El hombre siempre ha especulado sobre el pasado, y la mayoría de las culturas
tienen sus propios mitos de creación para explicar por moderna qué la sociedad
es como es.
(
)
La antigüedad del
hombre
B. La disciplina no llegó a constituirse realmente hasta mediados del siglo XIX.
Ya existía el precedente sentado por los logros significativos de la recien creada
ciencia geológica.
(
)
El concepto de
evolución
C. Fue un inspector de aduanas francés, Jacques Boucher de Perthes, trabajando
en las canteras de grava del río Somme, quien publicó, en 1841, pruebas
convincentes de la asociación, en aquel lugar, de artefactos humanos y huesos
de animales extinguidos.
(
)
La fase
especulativa
D. El otro gran trabajo de Darwin, El origen del hombre, tenía implicaciones claras:
la especie humana había surgido como parte del proceso de evolución. Podía
dar comienzo la búsqueda de los orígenes del hombre en el registro material,
mediante técnicas arqueológicas.
29. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda.
(
)
Estudios de
patrones de
asentamientos,
sistemas de yacimientos y arqueología del paisaje.
A.
Proporciona los dos tipos de información que más interesan a la arqueología: las actividades humanas, en un periodo determinado de la historia, y
los cambios de esas actividades en diversas épocas.
(
)
Proyecto de
investigación.
B.
Permite la localización y el registro de los yacimientos.
(
)
Prospección
arqueológica.
C.
La formulación de una estrategia de investigación para resolver un problema, es uno de los primeros pasos.
(
)
Excavación
arqueológica.
D.
El recorrido de superficie, además de proporcionar datos indispensables
para valorar una posible excavación en un yacimiento determinado, sirve
también para realizar:
30. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda.
(
)
Estratigrafía
A.
Las relaciones que guardan los materiales, entre sí, y su asociación con la
arqueológica “matriz”.
(
)
Materiales
arqueológicos
B.
Podemos observar las relaciones temporales, a partir del análisis de la
“estratificación”.
(
)
Contexto
C.
El análisis de los estratos o capas que se forman en los sitios arqueológicos
y cuyo origen puede ser natural o cultural.
(
)
Orden secuencial
D.
Son referentes directos de la actividad social del pasado.
147
Arqueología
31. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda a cada enunciado.
(
)
Kent Flannery
A.
Propone que el ser humano es conservador y que sólo algunas
culturas son capaces de producir innovaciones tecnológicas, sociales
y culturales, mientras que el resto de los grupos las adoptan,
imitándolas.
(
)
Arqueología
procesual
B.
Observa los contextos como textos y busca la comprensión de la
conductual producción simbólica del pasado.
(
)
Difusionismo
C.
Construyó una visión de la arqueología como una ciencia cuya meta
fuera la elaboración de leyes y teorías para explicar las similitudes y
diferencias.
(
)
Lewis Binford
D.
Desarrolló sus investigaciones en el Valle de Oaxaca, tomando la
teoría general de sistemas de la cibernética para comprender la
complejidad social.
(
)
Arqueología
simbólica
E.
Desarrolla una visión de la cultura como un conjunto de procesos de
intercambio energético que permiten explicar el desarrollo de la
complejidad social.
(
)
William T. Sanders
F.
Se enfoca a los estudios tecnológicos y los relacionados con los
procesos de abandono, la formación y transformación de los
contextos arqueológicos.
32. Ordena de manera cronológica cómo se dieron en la excavación la sucesión de los restos e indicadores obtenidos para la identificación del diluvio bíblico (orden inverso a la deposición).
(
(
(
(
(
)
)
)
)
)
Fragmentos y restos de un incendio.
Tumbas reales.
Capas de lodo.
Restos de cerámica elaborada a mano y materiales líticos de la edad de piedra.
Estratos con ánforas, vasos y jarrones.
148
Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE ARQUEOLOGÍA
UNIDAD I
Lectura 1. Elementos básicos para definir a la Arqueología
Zimmerman, Larry
2003
“Presenting the Past”. Disponible desde: [Acceso 07 de septiembre de 2011].
Lectura 2. The four characteristics of archaeology today
Orser, Charles
1999
“Negotiating our 'familiar' pasts”, en Sarah Tarlow y Susie West (eds.) The Familiar Past?,
Londres, Routledge, pp. 273-285. Citado por Clive Gamble, 2001, Archaeology. The basics, Londres, Routledge, pp. 5.
Lectura 3. El cerdo y el arqueólogo
Calvino, Italo
2002
“El cerdo y el arqueólogo”, en Colección de arena, Madrid, Siruela, pp. 99-114.
Lectura 4. Los investigadores: La historia de la arqueología
Renfrew, Colin y Paul Bahn
1993
“Los investigadores: La historia de la arqueología”, en Arqueología. Teorías, métodos y
práctica, Madrid, Akal, pp. 19-27.
UNIDAD II
Lectura 1. El paisaje de la historia
Gaddis, John Lewis
2004
“El paisaje de la historia”, en El paisaje de la historia. Cómo los historiadores representan el
pasado, Barcelona, Anagrama, pp. 17-35.
Lectura 3. La arqueología en México
Dirección de Planeación, Evaluación y Coordinación de Proyectos
2004
“La arqueología en México”, en Guía de Estudio para el ingreso a las licenciaturas
Generación 2011, México, ENAH-INAH, pp. 120-122.
UNIDAD III
Lectura 1. Prospección y excavación de yacimientos y estructuras
Renfrew, Colin y Paul Bahn
1993
“¿Dónde? Prospección y excavación de yacimientos y estructuras”, en Arqueología.
Teorías, métodos y práctica, Madrid, Akal, pp. 65-105.
Lectura 2. Historias en la tierra
Carandini, Andrea,
1997
“Introducción. Proceder hacia atrás”, en Historias en la tierra, Barcelona, Crítica, pp. 1213.
Lectura 3. El contexto y los materiales arqueológicos: más allá de los descubrimientos
Bryan, C. D. B.; Robert Morton et al.
2001
The National Geographic Society. 100 Years of Adventure and Discovery, New York, Harry
N. Adams, pp. 528.
Lectura 4. Vestigios del diluvio bíblico
Keller, Werner
1985
“Vestigios del Diluvio bíblico”, en Y la Biblia tenía razón, Barcelona, Omega, pp. 39-47.
UNIDAD IV
Lectura 2. Nukak: Ethnoarchaeology of an Amazonian People. Gustav G. Politis
Kelly, Robert
2007
“Reseña de libro. Nukak: Ethnoarchaeology of an Amazonian People. Gustav G. Politis.
Left Coast Press, Walnut Creek, CA, USA 411 pp, ISBN 978-1-59874-229-9”, en
Intersecciones en Antropología, 9, pp. 333-335.
Lectura 3. Arqueología experimental, algo más que un juego
Baena, Javier
s/a
“Arqueología experimental, algo más que un juego”, en Boletín de Arqueología
Experimental, N° 1, pp. 2-5. Disponible desde: [Acceso 29 de septiembre de 2011].
149
Arqueología
Lectura 4. Diferentes ejemplos de investigaciones arqueológicas
Serra Puche, Mari Carmen y Ludwig Beutelspacher
1993
“El Proyecto Arqueológico Xochitécatl”, en Ma. Luisa Sabau (coord.), Arqueología:
Memoria e Identidad, México, CNCA-INAH, pp. 48-67.
Ballard, Robert y Toni Eugene
2004
“The Phoenicians”, en Mystery of the Ancient Seafarers. Early Maritime Civilizations.
Washington, National Geographic, pp. 18-20.
Garanger, José
1988
“Myths and history at Vanuatu. The Tomb of Roy Mata”, en The World Atlas of
Archaeology. New York, Portland House, pp. 378-381.
150
Etnohistoria
INTRODUCCIÓN
La etnohistoria surge en el medio antropológico norteamericano, en 1909, Clark
Wissler postuló el término para hacer referencia a un método para estudiar la
historia pre-europea a partir de diversas evidencias. Años después, en 1954, se
fundó en EE. UU. la Sociedad Americana de Etnohistoriadores. En México, la
etnohistoria se establece en 1953 como una especialidad dentro de la maestría en
ciencias antropológicas y, en 1973 se consolidó como una licenciatura independiente en la ENAH, constituyéndose en una más de las disciplinas antropológicas
consagrada al estudio del pasado de nuestro país.
En sus inicios, la licenciatura en etnohistoria se centraba en la formación de
especialistas en la época prehispánica y de los indios en la época colonial. En la
actualidad, los etnohistoriadores, además de retomar las problemáticas ya
exploradas mediante enfoques novedosos, generan nuevas preguntas sobre
temas que aún siguen sin investigar, lo que le ha permitido a la etnohistoria
permanecer a la vanguardia de los estudios antropológicos, históricos y sociales. A
lo largo de su trayectoria, la etnohistoria se ha especializado en el uso de fuentes
alternativas al documento, en la exploración de analogías entre los pueblos vivos y
las sociedades del pasado, así como en el estudio diacrónico y sincrónico de
cualquier grupo o actor social excluido dentro de las investigaciones de la historia
hegemónica.
La etnohistoria se define por su carácter interdisciplinario, en el cual se
integran los recursos teórico-metodológicos de la historia y la antropología, que en
conjunto, le proporcionan una amplia gama de herramientas para realizar investigaciones y reconstrucciones histórico-culturales de cualquier grupo o actor social.
El objetivo de este módulo es proporcionarte una visión general de lo que
han sido las investigaciones etnohistóricas en la ENAH, su definición, sus objetos de
estudio, sus metodologías y el uso particular que ésta hace de sus fuentes; así
como los nuevos problemas y retos a los que actualmente se enfrenta.
La primera unidad te introduce a la etnohistoria, su “nacimiento”, su configuración y su trayectoria como interdisciplina, la cual, como verás en la primera
lectura, ha estado marcada, en primer lugar, por una crítica a la historia tradicional,
enfatizando el papel de la historia como un discurso que no es inocente, discurso
que, entre otras cosas, ha permitido la configuración de un “nosotros” y “los otros”.
La segunda unidad te mostrará la pertinencia que tienen las interdisciplinas
para generar nuevos conocimientos, así como la forma mediante la cual la etnohistoria afronta el problema de sus fuentes para la reconstrucción históricocultural de sus sujetos de estudio.
En la tercera unidad, se te aproxima al aspecto antropológico de la etnohistoria, y la importancia de utilizar las técnicas etnográficas como parte de las herramientas que posee el etnohistoriador. Asimismo se te mostrará la relevancia que
tiene el entender el tiempo histórico como algo antropológico y el espacio
antropológico inserto en el tiempo de la historia.
Por último, en la cuarta unidad se te mostrará la importancia de la unión de
la antropología y la historia en la que la etnohistoria ha tenido un papel determinante. Igualmente, podrás observar la existencia actual de dos corrientes dentro
de la etnohistoria, la primera denominada “etnohistoria histórica” y la segunda,
“etnohistoria etnológica”.
Amós Alejandro Díaz Barriga Cuevas
Mario Arturo Galván Yáñez
151
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Por qué la etnohistoria es
una disciplina antropológica
que realiza investigaciones
innovadoras en las ciencias
sociales?
¿Cuál es la importancia
del manejo de lo
diacrónico y lo sincrónico
en las investigaciones
etnohistóricas?
UNIDADES
I. Acercamiento a la
etnohistoria
II. La etnohistoria y
las fuentes
III. La etnohistoria y
la antropología
IV. Las múltiples
posibilidades de
la etnohistoria
Etnohistoria
UNIDAD I. Acercamiento a la Etnohistoria
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuáles son los
elementos que distinguen
o caracterizan a la
etnohistoria como una
propuesta alternativa a la
historia oficial?
La historia oficial sólo
otorgó atributos históricos a
determinadas sociedades,
mientras que las demás
fueron excluidas del
discurso historiográfico
¿de qué forma consideras
que esto influyó en
el surgimiento de la
etnohistoria?
¿En qué medida pensar en
la cultura del “otro”, permite
ser consciente de nuestro
etnocentrismo?
¿Cuál fue el contexto
histórico en el que nació la
etnohistoria y cómo ha sido
su desarrollo en el marco
de la antropología?
La historia acontecimiento es el tipo
de historia que prevalecía cuando
surgió la etnohistoria; se enfoca en
los grandes acontecimientos, héroes, guerras. Esta visión etnocéntrica, dotaba de atributos históricos
sólo a algunas sociedades.
Etnocentrismo: La sobrevaloración del punto de vista y las características positivas del grupo y una
postura descalificadora y discriminante de grupos ajenos.
Los contenidos de esta unidad tienen el objetivo de aproximarte a la etnohistoria y
familiarizarte con su trayectoria académica.
Con la primera lectura comprenderás que hay diferentes acepciones de la
palabra historia; y que la escritura de la historia no es ingenua, es un discurso
(gráfico) de cada sociedad, de cada grupo. Este discurso obedece a diferentes
intereses: científicos, económicos, políticos, religiosos; y cumple con diferentes
funciones: explica un orden establecido, y está dirigido directa o indirectamente
hacia otro, que puede ser una persona, un grupo o una nación.
Las lecturas 2 y 3 te permitirán observar la trayectoria de la etnohistoria e
identificar su objeto de estudio tradicional, el cual fue retomado de la antropología: las sociedades “primitivas”, “ágrafas”, “arcaicas”, es decir, todas aquellas
sociedades y culturas diferentes a la occidental que fueron consideradas incivilizadas, siendo vistas, únicamente, susceptibles de ser explotadas, manipuladas y
utilizadas como mano de obra. Asimismo, ubicarás que el objetivo de la etnohistoria es reconstruir la historia cultural de esos grupos sociales marginados.
Temario
1. Diferentes acepciones de la palabra historia
2. “Los otros” y “nosotros”
3. Particularidad del objeto de estudio de la etnohistoria y su trayectoria
como disciplina académica
Lectura 1. Historias que todavía no son historias
Guillermo Bonfil Batalla.
En un sentido doble, las historias de los pueblos indios de México no son todavía
historia. No lo son, en primer lugar, porque están por escribirse; lo que se ha escrito sobre esas historias es ante todo un discurso del poder a partir de la visión del
colonizador para justificar su dominación y racionalizarla. No son todavía
historias, en otro sentido, porque no son historias concluidas, ciclos terminados de
pueblos que cumplieron su destino y “pasaron a la historia”, sino historias abiertas,
en proceso, que reclaman un futuro propio.
Una historia colonizada
La primera mirada europea sobre la realidad de lo que hoy es América, a finales
del siglo XV, no fue la mirada virgen que se asoma a lo ignoto. Fue una visión
filtrada — ¿cuál no?— a través de preconcepciones, convicciones y prejuicios de
un mundo que salía apenas de la Edad Media e iniciaba su expansión más allá de
los límites conocidos. Pero no sólo había ignorancia y descubrimiento, también
necesidad histórica de encuadrar las nuevas realidades en el marco de un
proyecto de dominación colonial. Los pueblos por descubrir, estaban de alguna
manera ubicados en el contexto de la historia europea: ingresarían como marginales, excéntricos, paganos e intrínsecamente inferiores. Otra visión no hubiera
sido compatible con el impulso expansionista del desarrollo económico europeo,
ni con el “espíritu de la época” que lo expresaba. En España, la reconquista y la
unificación aportaban, además, los antecedentes inmediatos para consolidar la
convicción de que al nuevo Estado le había sido asignada una misión redentora,
reservada sólo a los pueblos elegidos y, en consecuencia, superiores.
152
Unidad I
Toda empresa colonial requiere una justificación ideológica, por precaria y
endeble que sea. La dominación pasa siempre por una razón de superioridad que
la transforma en una obligación moral, tanto para el dominado como para el
dominante. No basta la coerción ni el predominio de la fuerza: es necesaria la
hegemonía, la convicción de que los respectivos papeles no podrían ser otros ni
estar a cargo de otros protagonistas.
Es sabido que la invasión y conquista europeas de América se racionalizaron a partir de una definición del indio como inferior, naturalmente destinado a
ser redimido y elevado gracias a la acción del colonizador, su superior —también
por definición— en todos los órdenes de la vida. Su propia humanidad estuvo
formalmente en entredicho cuando se cuestionó la existencia de su alma, el
atributo distintivo del hombre en la concepción cristiana. Esta naturaleza subalterna adscrita al indio exigía una historia que explicara, convincentemente y sin
fracturas, su trayectoria anterior, hasta el momento de su arribo a la verdadera y
única historia, es decir, la del Occidente europeo. La visión de la historia india, más
allá o al margen de cualquier evidencia, debía ser comprensible y consecuente en
términos de la ideología del conquistador, expresaba las premisas necesarias del
orden colonial. Tales premisas fueron entre otras:
a) Los antiguos habitantes del continente forman una sola categoría social
(humana, tal vez), por encima de sus especificidades y diferencias
concretas. Son los indios cuya característica esencial es, no ser europeos.
No ser europeo significa no ser cristiano ni civilizado, es decir, no poseer la
verdad y, en consecuencia, no disponer de las capacidades para guiarse y
realizarse por sí mismos. La unicidad de los indios se establece por
contraste, por oposición global con el colonizador: ustedes son todo lo que
no soy yo, por eso son lo mismo. Las historias de los diversos pueblos
serán, en consecuencia, la historia del indio: una sola historia en su
carácter esencial (el error), cuyos pormenores, por divergentes que sean,
nunca alcanzan a contradecir su unidad básica. A los ojos del
conquistador, la historia india es una sola, porque los indios, finalmente,
tienen un solo destino: ser o llegar a ser colonizados. A igual destino
ineludible corresponde igual historia que lo justifica.
b) La historia india anterior a la invasión europea es la historia del mal, el imperio idolátrico y pagano que abriga todas las perversiones. Las
diferencias sólo son comprensibles como herejías.
c) La irracionalidad de la historia india se prueba por su comparación con la
historia occidental, a la que no se ajusta. Las únicas categorías que
pueden hacerla inteligible son las del mundo europeo. Cuando los hechos
eluden su inscripción forzada en esas categorías, sólo pueden ser
“especie de” o “parecidos a”, pero siempre imperfectos.
d) La historia india culmina y se realiza plenamente por la conquista. La
redención es el fin último del pecado original y lo explica.
e) La historia india termina con la invasión europea. Es un capítulo definitivamente cerrado. Comienza una nueva historia, otra historia.
La historia precolonial fue recuperada por el criollo y después por el
mestizo, desde el siglo XVIII como argumento de legitimación. El pasado indio se
1
1. Esta premisa no implica que los europeos no hayan reconocido las diferencias entre los
pueblos indios. La táctica de la colonización echó mano constantemente de esas diferencias y las
acentuó en su propio beneficio, estimulando pugnas y rivalidades entre los pueblos para impedir su
unión y facilitar su control y explotación. Sin embargo, este nivel de reconocimiento de la diversidad no
niega la conceptualización global de los indios como una categoría única por contraste con los
colonizadores.
153
Fíjate como el autor llama historia
colonizada a los distintos momentos de apropiación que Occidente
ha hecho de la historia del indio.
Observa con atención las clasificaciones que utilizaron los europeos
para describir a la población indígena, a los “otros”.
En la primera carta de relación que
mandó Hernán Cortés a los reyes,
escribía:
“Es de creer que no sin causa Dios
Nuestro Señor ha sido servido que
se descubriesen estas partes en
nombre de vuestras reales altezas
(…) y siendo por su mano traídas a la
fe estas gentes bárbaras que, según
lo que de ellos hemos conocido,
creemos que habiendo lenguas y
personas que les hiciesen entender
de la fe y el error en que están…”
Etnohistoria
convirtió en pasado común al que todos los americanos tenían derecho. Más aún:
ese pasado expropiado al indio se transformó en razón fundamental para la independencia de los países latinoamericanos, como más tarde habría de emplearse
para simbolizar los anhelos y fundamentos de la Revolución Mexicana de 1910.
Ideológicamente, sin embargo, siempre se realizó un proceso de separación entre el pasado precolonial y los indios vivos. Los constructores de Teotihuacán y de
Chichén Itzá devinieron ancestros ilustres de los no indios, y los indios una vez
más quedaron al margen de la historia. Hasta llegar a la paradoja entre el nacionalismo y el indigenismo en la cual todos los mexicanos somos descendientes
de Cuauhtémoc, menos los indios, que tienen que “integrarse” (es decir, dejar de
ser indios) para ser también, hijos de Cuauhtémoc. Las tesis evolucionistas del
siglo XIX fueron un recurso para justificar esta nueva exclusión: los pueblos indios
resultaban rezagados en el proceso histórico y requerían la redención del
progreso, ya no de la fe cristiana.
En 1994, la noticia del levantamiento en Chiapas del Ejercito Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN), manifestó nuevamente las precarias
condiciones en las que vivían –y
viven- las comunidades indígenas y
la urgente necesidad de darles voz e
independencia a estos pueblos. Se te
recomienda buscar en periódicos,
revistas o en internet las exigencias
que tenía este grupo y reflexiones
sobre la situación actual de las
comunidades indígenas del país.
La colonización de la historia india no terminó con la independencia
política del país, tampoco terminó la “situación colonial” a la que está sujeta la
población india. La historia de México, con rarísimas excepciones, sigue siendo
escrita desde el punto de vista y según los intereses de las clases dominantes; en
el contexto de la situación colonial, las clases dominantes actúan frente al indio
apoyándose en la diferencia étnica. La historia de los pueblos indios se mantiene
ignorada o se distorsiona en función de los requisitos de la historia de los grupos
dominantes que crearon la idea de la nación mexicana y restringieron el acceso
para incluir en ella sólo a quienes compartían características económicas, lingüísticas, sociales e ideológicas por ellos definidas.
Se admite un componente indio en la nacionalidad mexicana, pero no al
indio como una entidad diferenciada y específica; de manera concomitante, se
acepta la historia india como un antecedente común, pero no como la historia
propia y exclusiva de los pueblos indios. No se ve como una historia en sí misma
sino como un complemento de otra historia central: la historia patria, es decir, la de
los verdaderos y únicos mexicanos. En esta perspectiva se busca que la historia
explique el devenir de la nación mexicana, no la existencia de los pueblos indios.
Actividad 1
De acuerdo con la lectura anterior, completa en tu cuaderno el siguiente cuadro
sobre las diferentes formas en que fue vista la historia de los pueblos indígenas a
lo largo del tiempo, e identifica los diferentes intereses (económicos, políticos y
religiosos) que correspondían a cada época.
Etapas históricas
Conquista y Colonia
Independencia y Revolución
Visión contemporánea
154
Visión sobre la historia indígena
y sus intereses.
Unidad I
Actividad 2
Fuente: http://mexicoart.org
Con las dos imágenes anteriores se ejemplifica la visión de la historia de los
pueblos indígenas, la historia del “otro”, aquel diferente a nosotros. Observa con
atención las imágenes. En una de ellas se observa el “ancestro ilustre” y en la otra
al indio vivo. En media cuartilla de tu cuaderno describe cada una de ellas, qué es
lo que representan y de qué forma nos permiten comprender el sesgo etnocéntrico
dentro de la historia tradicional.
Lectura 2. Etnohistoria comparativa y el Cono Sur
Kristine L. Jones. Traducción de Julieta Valle. Fragmento seleccionado por
Alejandro Díaz Barriga Cuevas y Mario Arturo Galván Yáñez.
Tanto en los Estados Unidos y Canadá como en América Latina, la búsqueda de
una historia utilitaria que pudiera incluir a los nativos americanos ha obligado a
revisar y revalorar la historiografía de las relaciones entre indios y blancos. Aquí se
efectuará un repaso de los temas etnohistóricos más importantes que han surgido
en América del Norte para establecer posibles puntos de comparación con los
estudios del Cono Sur.
La génesis de la etnohistoria como disciplina ha sido discutida desde diversos ángulos. El término etnohistoria, ha sido adoptado por los estudiosos de la
historia de los pueblos que carecen de registros documentales en América del
Norte, Asia, África, América Latina y, más recientemente, en el resto del mundo. El
concepto puede rastrearse en la obra de los antropólogos sociales británicos de
principios de siglo, particularmente en los trabajos de Clark Wissler, quien acuñó el
término para describir una metodología basada en un amplio espectro de
evidencias: desde la arqueológica hasta la documental, con el fin de reconstruir lo
que él llamaba “la historia pre-europea”.
En los Estados Unidos, el impulso fundamental para los estudios etnohistóricos estuvo ligado directamente con problemas de orden político. Concretamente, me refiero al tema de la soberanía y los derechos sobre la tierra. Cuando el
Congreso norteamericano creó, en 1946, la Comisión de Reclamaciones de
Tierras, las tribus indígenas se dieron a la tarea de contratar abogados, antropólogos e historiadores con el objetivo de iniciar la reclamación de compensaciones
por las tierras cedidas siglos antes al gobierno de los Estados Unidos mediante
tratados. Cabe señalar que el propósito de la comisión era “determinar si las tribus
indias habían recibido precios justos por sus tierras al momento de la cesión”.
El proceso de reclamación, que comprendió más de 800 casos durante
casi 20 años y costó millones de dólares, sólo consideró como evidencias válidas
los documentos. Otro tipo de testimonios, como la historia oral y las costumbres
155
Historia utilitaria: Aquella que considera el conocimiento del pasado
como algo útil para el presente,
coadyuvando así al bienestar social.
Pon atención en la manera en la que
la autora da cuenta del nacimiento
de la palabra “etnohistoria”, pues
aquí residen los antecedentes inmediatos de la disciplina en México.
Fuente: http://images.google.com/hosted/life
Firma de tratados de la Comisión de
Reclamaciones de Tierras por el
presidente Harry S. Trumann.
Etnohistoria
Dos preguntas etnológicas al documento: “¿A qué horizonte cultural
pertenece este documento?, ¿De
qué forma un documento puede ser
reflejo del sesgo etnocéntrico de la
cultura que lo elaboró?”
No hay que olvidar que la comparación entre fuentes orales y escritas
por parte del etnohistoriador permite
un manejo crítico de las fuentes y la
corroboración o refutación de las hipótesis de trabajo.
tribales contemporáneas, fueron descartados por la corte. Estas restricciones,
propias del sistema legal occidental, frustraron a los equipos legales que
defendían a las tribus y los “testigos expertos” (historiadores y antropólogos)
fueron obligados a reconsiderar sus métodos académicos: durante el proceso, los
antropólogos fueron desviados de sus tradicionales preocupaciones sincrónicas
mientras que los historiadores tuvieron que hacer preguntas etnológicas a los
documentos.
En poco tiempo, lo que comenzó como una metodología se transformó en
una disciplina. En 1954, un pequeño grupo de estudiosos —la mayoría habían
estado involucrados en el proceso descrito líneas arriba— formaron la Sociedad
Americana de Etnohistoriadores. Su primera presidenta, la antropóloga nor
teamericana Erminie Wheeler-Voegelin, definía a la etnohistoria: “es el estudio de
las identidades, ubicación, contactos, movimiento, población y actividades
culturales de los pueblos primitivos desde el momento en el que se tienen las
primeras noticias escritas sobre ellos y hasta la época actual”. Ahora bien, el uso
del término primitivo como contrario de civilizado fue puesto en entredicho, pues
traía consigo el problema de la autodefinición. Paralelamente, el aparato metodológico pasó por un proceso de refinamiento y expansión en la medida en que,
cada vez, se consideraba un universo de evidencias más amplio, incluyendo por
supuesto, las fuentes no documentales.
Aún así, el puente entre la antropología y la historia seguía siendo frágil y
el enfoque de la etnohistoria permanecía restringido a los “pueblos primitivos”. En
ese contexto, en 1953 el antropólogo William Fenton invitó a un grupo de
historiadores reunidos en Williamsburg, Virginia, a encontrarse en un terreno
común con los etnólogos, a fin de robustecer la comprensión del pasado. Algunos
de estos investigadores, expertos en historia colonial, acudieron al llamado. Entre
ellos se encontraba James Axtell, quien, desde entonces, ha publicado
numerosos ensayos y libros sobre la etnohistoria del periodo de su especialidad,
mismos que han contribuido, en mucho, a estimular la revisión global de dicha
etapa histórica. En 1978 publicó el ensayo The Etnohistory of Early America: a
Review Essay en el que sintetizaba los avances realizados en el campo de la
etnohistoria americana, bosquejaba diferentes acercamientos metodológicos y
ofrecía una importante perspectiva teórica para los etnohistoriadores. Su enfoque definía a la etnohistoria como la historia de las múltiples y móviles fronteras
entre dos culturas distintas.
En el ensayo se discute el concepto de cultura como “un patrón idealizado
de significados, valores e ideas compartidos de manera diferencial por los miembros de una sociedad”. Vale señalar que se trataba de un tópico ajeno a los
historiadores de la época. Axtell también revisaba ahí los problemas analíticos que
pueden surgir con la presencia de los prejuicios etnocéntricos a la hora de estudiar
los procesos de cambio y continuidad en la relación de dos culturas en contacto.
Otro de sus señalamientos tiene que ver con las diferencias entre el método
antropológico al que caracteriza como upstreaming (trabajar desde el presente
para entender el pasado), con la tradicional tendencia del historiador a proceder
exactamente a la inversa (downstreaming), en su afán por evitar el anacronismo.
Para Axtell, el método etnohistórico se basa en el documento, pero le dota
de una nueva dimensión mediante el “uso crítico de conceptos y materiales etnológicos en el examen y utilización de las fuentes históricas”, y la incorporación
de la evidencia arqueológica.
El potencial del método etnohistórico ha sido demostrado en libros y artículos
que versan sobre la historia indígena, muchos de los cuales han sido premiados. Por
ejemplo, las obras clásicas del propio Axtell, de Francis Jennings, Anthony
156
Unidad I
F.C. Wallace, Bruce Trigger, James H. Merrell y Richard White. Dichos estudios
han contribuido a estimular una seria revisión de la historiografía norteamericana. Sin embargo, algunos académicos se preguntan si hay alguien más que esté
captando el mensaje emitido por estos pioneros de la etnohistoria. Merrell no tuvo
inconveniente en señalar que la metodología etnohistórica ha “ampliado los
horizontes de las inquietudes académicas”, pero discute que así como los historiadores han tomado la bandera de la etnohistoria (o de la corriente francesa de los
Annales, o de la “nueva historia social”), y así como la investigación reciente ha
contribuido a una mejor comprensión de otros grupos sociales, como los negros o
las mujeres, el estudio de los indios persiste, de alguna manera, “como un caso
singular”.
Sin embargo, gran parte de los trabajos más estimulantes de los últimos años
sobre la historia colonial de América Latina pueden considerarse etnohistóricos.
Ello incluye no sólo las investigaciones sobre indígenas sino también los estudios
de género, crítica literaria, formación de las clases, sistema de trabajo y economía
informal, así como la corriente preocupada por los modelos de comprensión de “el
otro”.
Actividad 3
A partir de la lectura anterior, completa en tu cuaderno el siguiente cuadro con las
definiciones que da cada autor sobre el concepto de etnohistoria, tal como se
muestra en el ejemplo.
Autor
Su definición de etnohistoria
Kristine Jones
Historia de los pueblos que carecen de
registro documental.
Clark Wissler
Erminie
Wheeler-Voegelin
James L. Axtell
Actividad 4
En una cuartilla como máximo contesta con tus propias palabras las siguientes
preguntas.
1. ¿Cómo nace la etnohistoria y cuáles fueron algunos de sus primeros
planteamientos?
2. ¿Cómo es que la inclusión de preguntas etnológicas a los documentos ayuda a cuestionar la visión “primitivo/civilizado”?
3. Menciona, por lo menos, tres fuentes de las que se valga el etnohistoriador
para obtener información en la elaboración de sus investigaciones y sus
características esenciales.
Lectura 3. Acercamiento a la etnohistoria en México
Julieta Valle Esquivel. Fragmento seleccionado por Alejandro Díaz Barriga Cuevas
y Mario Arturo Galván Yáñez.
La etnohistoria fue una inquietud intelectual que nació en el Viejo Mundo, pero el
término, con su connotación actual, proviene de la antropología norteamericana
157
Etnohistoria
sin embargo, el origen de la especialidad académica en nuestro país puede
concebirse como fruto de una tradición mexicana. De ese modo, es posible afirmar que es aquí donde, tempranamente, este conocimiento social cobra forma y
define su campo de indagación. Se trata del terreno de las humanidades en el que
pronto se instalan los letrados mexicanos. Esto ocurrió, mucho antes de la
formalización de la etnología y la arqueología como disciplinas científicas, hacia el
último tercio del siglo XIX.
Se entiende como documentación
escrita, todos aquellos documentos
redactados con caracteres latinos o
alfabéticos.
Fuente: (Códice Nutall, Lam.11 v.)
Los documentos pictográficos son
aquellos elaborados con base en
inscripciones pictográficas, ideográficas o glíficas: los códices, y las
estelas entre otros.
Carlos Martínez Marín abogó por la
formación de la licenciatura en
Etnohistoria en la ENAH; para él, la
etnohistoria es: “la explicación diacrónica y sincrónica de la cultura del
hombre y de las sociedades y tiene
por objeto la reconstrucción históricocultural de los grupos autóctonos
independientes, de los grupos
indígenas sometidos al poder
colonial, de grupos con cultura
tradicional y de grupos modernos
marginales…”
Desde los albores de la reflexión científica sobre las sociedades, los eruditos mexicanos se percataron de la imposibilidad de reconstruir la trayectoria de
los pueblos que habitaron esta parte del continente en tiempos precolombinos,
mediante las técnicas y fuentes tradicionales del historiador, salvo por la
existencia de una serie de crónicas y descripciones redactadas durante el siglo
XVI, no existía documentación escrita que diese cuenta de aquellas culturas y
sociedades en su devenir. Muy pronto supieron que deberían reconstruir sus historias echando mano de todo vestigio a su alcance: las lenguas aborígenes, los
restos materiales –monumentos y documentos pictográficos–, la especulación
comparativa con otros pueblos cuyo pasado fuera mejor conocido. Esta forma de
proceder, desarrollada durante el siglo XIX, se encontrará y enlazará con la joven
ciencia antropológica que arriba a América Latina durante los años de la
consolidación republicana. No pasarán muchos años antes de que se exprese en
cátedras y cursos impartidos por los sabios de la época dentro del recinto del
Museo Nacional, institución que con el tiempo procreó al Instituto Nacional de
Antropología e Historia.
Sin embargo, la designación de este tipo de estudios como “etnohistoria”
sucede hasta la década de los cincuenta del siglo XX, cuando se empieza a popularizar en el medio antropológico norteamericano. La creación de una especialidad
académica dentro de la Escuela Nacional de Antropología e Historia es algo que
acontece muy poco después. Años más tarde, la etnohistoria se constituyó (de
manera pionera a nivel mundial) en una licenciatura independiente, carácter que
ha conservado hasta la fecha, al igual que la Dirección de Etnohistoria como departamento de investigación específico del INAH, creado en 1977. Esto significa
que la etnohistoria mexicana nombra a un campo peculiar de la historia o la antropología, que ocupa un lugar por derecho propio dentro del medio académico e
institucional de nuestro país.
Los precursores de la etnohistoria en México basaron su argumentación
concibiéndola como una disciplina académica “con todas las de la ley” en la
necesidad de contar con especialistas en historia prehispánica y de los indios
durante la época colonial, que hoy está animada por preocupaciones mucho más
amplias. Al correr del tiempo ha venido construyendo numerosos objetos de
estudio con pueblos y sectores sociales que, como las culturas nativas previas al
contacto con Occidente, carecen de registros escritos o donde los existentes no
son comprensibles para el historiador convencional. En síntesis, se ha abocado a
investigar el pasado de grupos y actores sociales excluidos de la historia nacional, aquella que, echando mano de documentación escrita, ha producido un
relato cuyos actores principales son las instituciones y los grupos y personajes en
disputa por el poder. Tal manera de reconstruir el pasado ha sido criticada en los
últimos años (no sólo en México, sino en el mundo entero) las aportaciones de la
etnohistoria cobran hoy, un relieve sin precedentes.
158
Unidad I
La etnohistoria cuenta con un largo trecho recorrido en el uso de fuentes
alternativas al documento escrito, en la construcción de un método que permite
explicar el pasado con una óptica sensible a los hechos culturales y en la
exploración de analogías entre los pueblos vivos y las sociedades pretéritas. Los
temas tradicionales de la etnohistoria siguen produciendo preguntas y explicaciones entre nuestros especialistas, máxime cuando los avances de la arqueología, la lingüística y la antropología les permiten hoy nutrirse de un cúmulo
mucho mayor de información. A su vez, la etnohistoria ha hecho aportaciones
relevantes, en lo que respecta al rescate, lectura e interpretación de fuentes
escritas poco convencionales, códices y documentos en caracteres latinos a los
que hasta hace poco tiempo se les prestaba poca atención: estadísticas vitales,
actas notariales, juicios inquisitoriales, mapas y testamentos. Por otro lado, ha
explorado nuevos campos apoyada en su matriz antropológica, ofreciendo una
convincente interpretación cultural del pasado. Así, la etnohistoria puede definirse
desde dos ángulos complementarios: la lectura etnológica de los vestigios
históricos, incluidos los documentos, y el método que propone la confrontación y
validación del dato documental con el etnográfico. En ambos sentidos, la etnohistoria enriquece a las ciencias sociales contemporáneas a la par que se define
por su carácter interdisciplinario.
Actividad 5
1. Observa las dos imágenes que se presentan a continuación. ¿Cuáles crees
que sean las ventajas de comparar y validar el dato documental (aquel que
se encuentra registrado en las fuentes escritas o los códices) con el
etnográfico para comprender mejor a las sociedades del pasado y del
presente?
Fuente: Códice Florentino, t.I. f. 262 v.
Fuente: Concheros en el Arenal, Hgo. Autor: Marrovi
2. Si la historia tradicional sólo acepta al documento como única evidencia válida, ¿de qué forma piensas que el enfoque etnohistórico contribuye a la
inclusión de otras evidencias alternas al documento?
Repaso
Elabora en tu cuaderno un resumen con base en las siguientes preguntas:
1. Cuando surgió la etnohistoria, prevalecía la denominada historia hegemónica, ¿cuál era el objeto de estudio de esta disciplina?
2. Si la historia hegemónica es un discurso que permitió la justificación y la
colonización del indio, ¿cómo rescata la etnohistoria la visión indígena?
159
Analogía: Relación de semejanzas
entre cosas distintas. Diccionario
de la Real Academia Española.
Etnohistoria
3. ¿Por qué los salvajes, los bárbaros y los indígenas son denominados como
pueblos “sin historia”?
4. ¿En qué contexto se gestó la disciplina etnohistórica en Norteamérica y
cuáles fueron los elementos que en México se retomaron de ésta, que
permitieron pensar o hacer una etnohistoria mexicana?
5. ¿Cuáles han sido los objetos de estudio tradicionales de la etnohistoria
en México?
6. ¿A qué tipo de fuentes alternativas acude la etnohistoria para dar cuenta de
sus objetos de estudio?
UNIDAD II. La etnohistoria y las fuentes
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuál es la relación de
la etnohistoria con la
configuración de las
interdisciplinas?
¿Cómo definirías la manera
en la que el etnohistoriador
reconstruye la historia de
los pueblos “sin historia”?
¿En qué consisten los
problemas que enfrenta
el etnohistoriador al
abordar diversas fuentes
“alternativas”?
Esta unidad tiene el propósito de aproximarte a la forma en la cual el etnohistoriador aborda diversos tipos de fuentes para reconstruir la historia de los “pueblos
sin historia”. Con la primera lectura observarás cómo el agotamiento de las
disciplinas tradicionales, su fragmentación y su acercamiento mutuo llevaron a la
creación de las interdisciplinas a partir de las cuales se ampliaron los temas de
investigación, creándose nuevas formas de construir el conocimiento.
El siguiente texto “Reflexionando una vez más: la etnohistoria y la época
colonial,” te proporciona una forma de ver a la etnohistoria, reevaluando la utilidad de las fuentes escritas y las nuevas formas de escudriñarlas; también te
presenta la importancia del estudio de las lenguas y la etnografía, así como la
necesidad del etnohistoriador de conocer a las sociedades contemporáneas que
está investigando.
En la última lectura de esta unidad se plantean la relación entre los
conceptos de “cultura”, “fuentes” y “etnohistoria”, para comprender sus
articulaciones como parte del análisis etnohistórico.
Temario
1. La interdisciplinariedad
2. La cultura y las fuentes
3. Clasificación de algunas fuentes que utiliza el etnohistoriador
Lectura 1. Las interdisciplinas y la etnohistoria
Presta atención en las características que, de acuerdo a la lectura,
posee una disciplina como la etnohistoria.
Decimos que la etnohistoria es un
campo híbrido porque tiene dos
matrices disciplinarias distintas: La
historia y la antropología. Decimos
que es especializada porque su
objeto de estudio ha sido, tradicionalmente, más acotado que el de
aquellas.
Julieta Valle Esquivel. Fragmento seleccionado por Alejandro Díaz Barriga Cuevas
y Mario Arturo Galván Yáñez.
El método etnohistórico se caracteriza por “tener un pie” en la historia y otro en la
antropología. Tal propiedad ha sido descrita como “interdisciplinariedad”. Desde
sus orígenes, las ciencias sociales han sufrido un proceso de fragmentación
ininterrumpida; de ese modo, ha surgido un vasto número de disciplinas enfocadas en la comprensión de campos limitados del fenómeno social. Pero así como
ha ocurrido la fragmentación, también se ha producido la interrelación de estas
disciplinas especializadas en terrenos “híbridos”, más especializados. Es el caso
—por mencionar los más conocidos— de la historia económica, la sociolingüística, la antropología cognitiva y, naturalmente, la etnohistoria. Por ejemplo, ahí
donde se “tocan” la historia y la economía, podemos encontrar una “intersección”
que da lugar a una interdisciplina —en ese caso, la historia económica— muy
especializada y, lo más importante, potencialmente superior a aquéllas que le dan
origen respecto a la capacidad de innovación.
El lector se preguntará, ¿por qué afirmar que las interdisciplinas son “superiores”? Fundamentalmente, por dos razones. La primera, porque desde la
160
Unidad II
perspectiva de numerosos especialistas se ha producido una especie de estancamiento en las disciplinas “clásicas” o “nucleares”, aquellas que son herederas de
la tradición positivista. La historia, la economía y la psicología ganaron mucho en el
proceso de fragmentación de las ciencias sociales; se enseñorearon en sus
particulares objetos de estudio y afinaron, hasta la perfección, las herramientas
metodológicas y de carácter técnico que les permitían alcanzar nuevos
conocimientos. Pero sus objetos de estudio “típicos” terminaron por agotarse y sus
metodologías se han ido tornando obsoletas a la luz de nuevas corrientes teóricas.
Hoy ningún historiador serio se plantearía reescribir la historia de la Conquista de
México-Tenochtitlan, exclusivamente, con base en las cartas de Hernán Cortés.
Desde esta perspectiva, se observa el estancamiento de una disciplina, si es que
ésta no renuncia a sus viejos y gastados temas, problemas y procedimientos. Si
nuestro investigador desea innovar, deberá aproximarse a algún problema poco
trabajado por la historia, es decir, salirse del núcleo de su disciplina y adentrarse en
su periferia.
Hasta aquí, hemos visto el problema con respecto al objeto de estudio.
Ahora, veámoslo en términos metodológicos. También se pueden hacer aportes al
conocimiento si —conservando los temas tradicionales o construyendo otros
nuevos— el investigador recurre a las disciplinas cercanas y toma prestado su
bagaje conceptual, sus herramientas técnicas o ambas cosas. Así es como surge
una interdisciplina. Si volvemos a nuestro caso, el hipotético historiador al que nos
hemos referido usaría, por ejemplo, la psicología, para comprender las
motivaciones que llevaron a Cortés a escribir sus cartas: estaría haciendo historia
de las mentalidades, interdisciplina que se encuentra en las fronteras de dos
campos del saber y que se realiza en su intersección. En esta operación se llenan
las lagunas que las disciplinas nucleares fueron dejando en su desarrollo. Nuestro
historiador y psicólogo, o historiador de las mentalidades, dio un salto que le
permitió generar conocimiento sobre un asunto novedoso, en vez de volvernos a
contar la consabida historia del valiente extremeño que conquistó un imperio con
sólo un puñado de hombres.
Las necesidades actuales de la especialización e innovación, entonces,
obligan a las ciencias sociales a generar estos campos interdisciplinarios y desde
ahí, plantear nuevas propuestas metodológicas y construir objetos de estudio
distintos de los tradicionales. Es en ese terreno, donde se mueve la etnohistoria.
Veamos por qué fue necesario su surgimiento.
En las fronteras de la historia se encontraban los pueblos sin escritura, difíciles de accesar debido a la falta de documentación. En las fronteras de la antropología se encontraba el pasado de los pueblos salvajes, que no se atendían
debido a las limitaciones de las más influyentes teorías y metodologías que ella
había creado. Sin forzar demasiado las cosas, podemos ver que ahí hay una
intersección: los “sin escritura” eran esencialmente los mismos que los salvajes.
La estrategia utilizada para abordar ese novísimo terreno de conocimiento
fue, como hemos visto en la lectura 2 de la Unidad anterior, cuando los
antropólogos se pusieron a estudiar historia exhaustivamente, robustecieron su
aparato conceptual y su instrumental técnico para llegar a hacer una etnología
diacrónica.
Lo mismo sucedió en el caso inverso y el resultado final fue que las dos
disciplinas construyeron un puente, un campo híbrido super especializado al que
llamaron etnohistoria. Esta interdisciplina tomó prestado de los dos campos que le
dieron origen y generó una metodología particular para abordar un área que, por
cierto, resultó mucho más extensa de lo que se pensaba al principio... tanto que
hoy podemos encontrar etnohistoriadores especialistas en códices —que
161
Fíjate cómo en la lectura se relaciona la fragmentación de las ciencias
sociales y su posterior recombinación con la etnohistoria: esto es uno
de los puntos clave para comprender la etnohistoria.
¿Puedes pensar en algunos otros
campos del conocimiento donde
se recurra a la interdisciplinariedad
para plantearse nuevos problemas y
que se obtengan respuestas novedosas?
Este argumento está estrechamente relacionado con la lectura que hiciste en la Unidad I sobre los llamados “pueblos sin historia”. ¿Puedes
decir en qué puntos exactamente se
halla esta relación?
Se entiende por etnología diacrónica la comparación cultural a través
del tiempo.
Etnohistoria
Debido a sus características como
interdisciplina, la práctica de la etnohistoria en la actualidad se ha
multiplicado en un sinfín de objetos
de estudio. Así, hay etnohistoriadores interesados en el Occidente
Medieval, en la reconstrucción de las
sociedades africanas o en la
etnografía de grupos “marginales”
(minorías, género, migración, etc.).
Esto complementándose con los
estudios etnohistóricos “clásicos”.
se han “hibridado” con los epigrafistas—; en sistemas agrícolas —cercanos a los
agrónomos—; en la sociedad colonial —emparentados con los historiadores
sociales e incluso en grupos marginales urbanos— instalados en las fronteras con
la sociología urbana. Como podemos ver, el movimiento no cesa: la especialización, la recombinación, la conversión de campos interdisciplinarios en
nuevas disciplinas son fenómenos que llevan al progreso la ciencia. Por tanto, la
moraleja de todo esto es, puesto que ya no podemos ser enciclopedistas, que lo
mejor es buscar las lagunas dejadas por las disciplinas decimonónicas e instalarnos ahí, como especialistas interdisciplinarios. Eso hemos hecho, con éxito,
los etnohistoriadores en Estados Unidos, en Francia, en África, en América del Sur
y, por supuesto, en México.
Actividad 1
En tu cuaderno enumera cinco áreas del conocimiento en donde se requiera el
acercamiento interdisciplinario.
Lectura 2. Reflexionando una vez más: la etnohistoria y la época
colonial
María de los Ángeles Romero Frizzi.
Estos autores fueron algunos de los
primeros cronistas que se dieron a la
tarea de describir a las culturas
indígenas. Se te recomienda indagar sobre su obra.
Cuando en México comenzó a usarse el término etnohistoria, se refería al estudio
de los pueblos de tradición mesoamericana. Pero esta denominación fue
extendiéndose conforme se ampliaron las investigaciones a otros pueblos nativos
de América. Si consideramos que etnohistoria es el estudio del pasado indígena
hecho por no indígenas, éste empezó poco después del arribo de los españoles a
estas tierras. Los escritos de Motolinía, Sahagún, Durán, o las obras de los funcionarios reales como la de Alonso de Zorita son páginas de la etnohistoria.
Se ha dicho múltiples veces que la etnohistoria es la disciplina que
combina los enfoques de la antropología con el estudio del pasado y las técnicas
de trabajo en archivo, propias del historiador. Varios autores han tratado de
entender la organización social de los indígenas y sus transformaciones en el
tiempo, utilizando planteamientos tomados de la teoría antropológica. Sin
embargo, resulta claro que también podemos estudiar el cambio cultural, la
organización social, el sistema de parentesco o la religión de los criollos, los
mestizos o cualquier grupo social. Conforme buscamos las diferencias entre
historia y etnohistoria penetramos en un terreno confuso donde los límites entre
una y otra disciplina se tornan imprecisos. Las fronteras entre las llamadas
ciencias sociales terminan por ser abstracciones que impiden ver la totalidad y
complejidad del fenómeno humano. Resulta, entonces, que igual puede hacerse
etnohistoria de los mayas que de los españoles. Meditemos esto con cuidado:
¿será en verdad lo mismo hacer el estudio de un pueblo que comparte con el que
escribe la misma tradición cultural, que narrar la historia de un pueblo cuyos
conceptos mentales y forma de ver el mundo son totalmente diferentes a la
nuestra? Para algunos, que no descendemos de una tradición mesoamericana,
es relativamente más sencillo entender las actividades y la cultura de los
españoles y los criollos porque comparten con nosotros la forma de entender la
realidad e interpretarla. Salvo los cambios infringidos por el tiempo y el distinto
espacio, su pensamiento y el nuestro provienen de esa tradición que hemos
denominado cultura occidental. Tratar de entender la historia de los grupos
indígenas, para los que no somos indígenas, implica un reto mayor. El sistema de
pensamiento mesoamericano tenía una estructura muy diferente de la occidental
y nos es ajena. Si realmente queremos conocer su historia para interpretarla en el
presente, debemos acercarnos a su pensamiento.
162
Unidad II
El esfuerzo por entender la filosofía y el pensamiento cotidiano de los mesoamericanos ha estado presente en los etnohistoriadores que se han ocupado de la
época precolombina: los estudios del calendario, los mitos de origen, las
esculturas, las ciudades, etcétera, reflejan algunas ideas de aquel mundo. La
situación es diferente cuando cruzamos la barrera de 1519-1521. Gran parte de los
trabajos que hemos realizado en los últimos años, en el campo comúnmente
llamado etnohistoria de la época colonial, más que proporcionar elementos para
entender al indígena han descrito las instituciones que les fueron impuestas;
hemos narrado los eventos en que participaron o que afectaron su devenir. Un
menor número de investigadores ha tratado de ver cómo esas instituciones o sucesos fueron entendidos por los indígenas y a qué tipo de reflexión los condujo, de
acuerdo con las características de su pensamiento. Nos hemos quedado en la
superficie de los acontecimientos. Etnohistoria es la suma de herramientas
intelectuales que, combinando técnicas etnográficas con análisis literario, nos
permite ir más allá de lo aparente en las fuentes escritas e incluso, en las pinturas y
demás testimonios del pasado.
Observa con atención las siguientes imágenes. La primera procede
de un códice maya, mientras que la
segunda es un retrato del siglo XVIII.
¿Podrías describir los elementos de
cada una? ¿Hasta qué punto
comprendes el significado e intención de cada una?
Fuente: Códice Madrid (Fragmento)
La etnohistoria, la época colonial y el análisis de los textos
La diferencia entre historia y etnohistoria radica tanto en su objeto de estudio como
en la forma de aproximarse a él. Dicho de otra manera: etnohistoria es el conjunto
de procesos mentales que nos acercan a la historia del “otro”; es el método que nos
conduce a entender el pasado de aquél que ha heredado una cultura distinta de la
nuestra. La etnohistoria trata de descubrir, en los documentos escritos por una
sociedad y una cultura, los principios y las maneras de ser y de pensar de otra
sociedad y otra cultura. Es el esfuerzo por descubrir, en los documentos escritos o
pictográficos, un pensamiento diferente, pero igual en derecho. El método
etnohistórico, igual que cualquier otro, no puede reducirse a un conjunto de recetas
cuyos pasos se siguen mecánicamente. No hay fórmulas fáciles para acercarnos
al pasado. Existe una sensibilidad para entender lo sucedido que, queramos o no,
es distinto de nuestro tiempo, una capacidad para hurgar en los archivos, en los
legajos y en las letras incomprensibles para encontrar los escasos testimonios que
han sobrevivido al paso de los años. Es el deseo de entender lo más objetivamente
posible el documento y de imaginar lo que nunca se puso por escrito. Aunque las
fuentes para penetrar en el pasado son muchas —pinturas, esculturas, edificios,
libros de oraciones, códigos legales, cartas, crónicas, documentos judiciales y
otras más—, los historiadores, por lo general, usamos sólo algunas de ellas.
Muchos de nosotros pasamos la mitad de nuestras vidas con los ojos puestos en
los documentos de los archivos, los cuales combinamos con crónicas y otros
textos, pero, pocas veces, levantamos la mirada hacia los edificios y los restos
materiales de la época que estudiamos; en cambio, los historiadores del arte, en
contadas ocasiones, quitan su vista de las esculturas o las fachadas para
relacionarlas con la sociedad que las creó. Pocos historiadores combinan, en sus
estudios del arte, las pinturas y otros elementos con el mensaje del documento.
Las fuentes son muchas, centrémonos en las escritas. Desde la escuela
hemos aprendido a dividir los textos en fuentes primarias y fuentes secundarias.
Las primeras fueron escritas por testigos presenciales de los hechos que narran, o
bien, son testimonios cercanos a lo descrito, aunque, en ocasiones, entre unos y
otros puede haber decenas de años. Hemos creído fielmente, que las fuentes
163
Retrato Siglo XVIII
Fuente: Todos los elementos naturales o culturales que en forma
directa o indirecta proporcionan
información sobre una sociedad
determinada en un momento o a lo
largo de su devenir.
La información derivada de la fuente es obtenida y elaborada por el
investigador mediante un proceso
crítico o analítico, para la construcción del conocimiento.
Para la investigación etnohistórica
es importante saber distinguir entre
fuentes primarias: aquellas que
proveen un testimonio o evidencia
directa; y las fuentes secundarias,
en las que ya se encuentran interpretaciones y análisis de las fuentes primarias. Ejemplos de éstas
últimas son las investigaciones
realizadas por especialistas contemporáneos que se encuentran
en artículos, revistas, o libros de
texto.
Etnohistoria
Los datos del documento sólo adquieren un significado válido para la
comprensión de los procesos históricos, cuando el investigador es
capaz de interrogarlo sin perder de
vista que todo texto constituye una
percepción, interesada y parcial de la
realidad.
Entre los documentos de origen indígena se cuentan los códices que,
además de su escaso número,
presentan la dificultad de obedecer a
sistema de escritura aún desconocidos, aunque ya contamos con
significativos avances en su interpretación.
Fuente: Primero Memoriales foj. 60v. (fragmento)
Existen diversos documentos coloniales escritos en lenguas indígenas.
primarias son totalmente confiables. En ellas, hemos bebido insaciablemente.
Cierto es que, gracias a ellas, hoy conocemos lo que nos precedió y forjó. Los
documentos de los archivos y las demás obras escritas son nuestra principal
fuente para conocer el pasado, pero su manejo no está exento de riesgos. Las
fuentes primarias, sean crónicas de los conquistadores o estudios de los frailes, o
documentos de carácter legal no son espejos nítidos de su “realidad”. La reflejan,
pero distorsionada por múltiples luces. Las fuentes escritas, que han sobrevivido
al tiempo y que tenemos hoy en nuestras manos, son los discursos de los
individuos que vivieron aquellos momentos; personas que, como nosotros,
tuvieron una ideología, padecieron pasiones, anhelos e intereses, y registraron lo
que vieron con mayor o menor objetividad. Su ideología, su modo de entender su
momento histórico, no fue igual en todos ellos, cambió según su experiencia, su
educación en las aulas de la vida, de las universidades o en los seminarios. Los
escritos que nos legaron son el fruto de la interacción entre “su realidad” y el modo
como ellos la entendieron e interpretaron. La “realidad” influyó en su pensamiento
y éste la transformó. En algunos casos, la ideología del autor es evidente, porque
choca con nuestra manera de pensar y nuestras propias ideas. En otros, hay que
descubrirla mediante el estudio de las ideas en boga en su momento, del lugar y
grupo social.
Los documentos que empleamos para escribir la historia de los indígenas
surgieron, de la pluma de un fraile, de un soldado, de un funcionario real; en fin, de
un español que, a pesar de tener ante sí a los indígenas, no obstante la cercanía a
los hechos, los juzgó conforme a sus ideas personales y a los esquemas de su
propia cultura. No pudo ser de otra manera. Son muchos los documentos escritos
por españoles sobre indígenas; y son significativamente menos los realizados por
los mismos indígenas para narrar su visión. No en vano, se ha hablado de los
pueblos “sin historia”. La forma en que los indígenas entendieron esos momentos,
en que ellos también clasificaron a los españoles, es menos conocida, más difícil
de asir y nunca la entenderemos totalmente. Hay que ser humildes, “la realidad”
pasada está fuera de nuestras manos, porque a los intereses y pasiones de ayer
añadimos, hoy, nuestra interpretación y ambiciones.
No todo está perdido. Quienes trabajamos rescatando la historia indígena
podemos escribir un relato más cercano a lo que aconteció en la medida en que
seamos capaces de consultar un mayor número de versiones de aquellos hechos,
de ver sus coincidencias y discrepancias. Los puntos que se toquen se acercarán
a lo sucedido. Tenemos que criticar nuestras fuentes haciendo evidentes los
intereses y las categorías de sus autores, y siendo conscientes de nuestras
propias taxonomías y compromisos.
La etnohistoria, los documentos y la etnografía
Cualquier discurso escrito o verbal es una interpretación de la realidad. Si hacemos etnohistoria debemos tenerlo siempre presente. Así, la inmensa mayoría
de los documentos o expedientes con los que trabajamos, producidos por españoles, nos dicen la versión española de la historia conforme a sus creencias, en
mayor o menor medida católicas, conforme a su ideología colonizadora e
intereses particulares.
La historia colonial debió tener un carácter mucho más mesoamericano.
Hemos hablado de los trabajadores, de los cabildos indígenas, de la tenencia de la
tierra; menos lo hemos hecho de la agricultura mesoamericana en tierras coloniales, de sus rebeliones entendidas en sus términos y no en los nuestros; no
sabemos cómo influyó su pensamiento en la política colonial y, aun, la economía
novohispana. Hemos escrito sobre las instituciones y los hechos de la historia
164
Unidad II
india por la semejanza con nuestro pensamiento y, en ello, muy probablemente,
hemos cometido varios errores. Por ejemplo, para el indígena contemporáneo la
tierra es sagrada. Varios grupos consideran que al sembrarla se le lastima; por eso,
tiene que restaurar esa herida con ofrendas. Si esta idea sobrevive hoy, con mayor
vigor debió existir en la época colonial. Posiblemente, cuando un pueblo luchaba
por su tierra contra el pueblo vecino o la hacienda colindante, no únicamente lo
hacía con un interés mercantil por retener un medio de producción vital para él, sino
por razones más complejas: era el control del elemento sagrado, de aquél que
mantenía la vida del grupo. La historia cobra así otro matiz.
Para recuperar la voz del indígena entre los renglones incomprensibles de
los documentos hay que acercarnos primero al pensamiento mesoamericano.
Nada más difícil de enunciar y de realizar. Uno de los caminos para conocer la
mentalidad indígena de ayer es entender la cultura mesoamericana de hoy y esto
es posible por medio del trabajo etnográfico y del estudio de las lenguas. No
pretendo con esto olvidar que, entre los indígenas de la época colonial y los de hoy,
existen más de 200 años de por medio; pero los grupos étnicos actuales son
herederos de la tradición mesoamericana y su cultura sobrevive en muchos casos
a pesar de toda la modernidad, con más fuerza de la que comúnmente pensamos.
Es preciso descubrir en la población indígena de finales del siglo XX las categorías
propias, sin traducciones que pongan nuestras palabras en voz de los indígenas.
Es necesario explorar los conceptos ajenos y sus taxonomías.
¿Cómo clasifican, por ejemplo, a los seres humanos: de su mismo pueblo y
extraños? ¿Cómo entienden las fuerzas de la naturaleza, los sectores de la economía y muchos campos más? Conocer las lenguas indígenas, buscar en ellas los
conceptos clave de la otra cultura, es tarea indispensable de la etnohistoria.
La diferencia que a menudo notamos entre una época colonial que nos
parece profundamente hispanizada con una aculturación de la sociedad indígena
que cala hasta los huesos y un presente en el que sobreviven costumbres y
conceptos mesoamericanos, se debe a una mala lectura de los documentos de
archivo, producto de tomar al pie de la letra lo que se afirma en ellos, sin tratar de
pensar en todo lo que ocurría y no se registraba en el expediente. No podemos
inventar lo que el documento no dice. Pero en las fojas pueden existir pequeños
indicios sobre el pensamiento mesoamericano que sólo notaremos si los
relacionamos con la cultura indígena prehispánica e, inclusive, con la de hoy.
Aunque, obviamente, los grupos étnicos de hoy son distintos de los
coloniales, de cualquier manera están más cerca de sus antepasados que
nosotros. Es aquí donde se unen los caminos de la historia y de la antropología
para dar origen a la etnohistoria. No se trata solamente de aplicar a la sociedad
indígena los conceptos que hemos elaborado sobre estructura social, instituciones
y funciones; es más que eso. Es penetrar en el pensamiento, la filosofía y las
categorías indígenas.
El uso de la etnografía aplicado a la investigación de los códices ha dado
muy buenos resultados; más aún, sin ella, sin el conocimiento mixteco o náhuatl,
nunca hubiésemos entendido páginas enteras de aquellos libros. Lo mismo se ha
hecho para penetrar en el pensamiento mesoamericano prehispánico, arrojando
una luz que de otro modo nunca se hubiera encendido. ¿Por qué detenernos ahí,
por qué no aplicar este método al análisis de los documentos coloniales? Podría dar
frutos inimaginables.
El etnohistoriador debe acercase a la cultura y al pensamiento indígena
contemporáneos. A pesar de los cambios que han sufrido esos pueblos en el curso
de tantos años, su cultura está viva. El proceso de aculturación varía de un grupo
165
Cuando se habla de un carácter
mesoamericano se entiende por
ellos la matriz indígena de esta historia.
La Licenciatura en Etnohistoria
otorga importancia al estudio de las
lenguas indígenas ya que al acceder al conocimiento de la lengua se
pueden comprender aspectos significativos de la cultura.
Aculturación es el proceso de cambio cultural que ocurre por el encuentro de dos sistemas culturales
autónomos y que da como resultado la creciente similitud de ambos
[Diccionario de Antropología, Siglo
XXI editores]. Aunque también pueden resultar elementos diferentes de
los dos, por ejemplo, el mole es el
resultado de una combinación de
ingredientes, tanto de América como
de fuera de ella; no pudo haber
surgido sin esa unión.
Etnohistoria
a otro: hay quienes lo han perdido todo, quienes han hecho propio lo ajeno incorporándolo creativamente, otros que se resisten al mínimo cambio. La cultura
indígena palpita como la de cualquier sociedad, pero sigue conservando, en
mayor o menor grado, elementos propios con origen en la época prehispánica.
Actividad 2
Elabora en tu cuaderno el siguiente cuadro sinóptico en donde incluyas las fuentes
que se señalan en el texto, sus características, ventajas y desventajas en su uso.
Fuente
Características
Ventajas
Desventajas
Actividad 3
Completa el siguiente cuadro en tu cuaderno con las diferentes definiciones sobre
la etnohistoria que se mencionan en el texto, tal como se muestra en el ejemplo.
Definiciones de la etnohistoria
Se ha dicho múltiples veces que la etnohistoria es la disciplina que combina los
enfoques de la antropología con el estudio del pasado y las técnicas de trabajo
en archivo, propias del historiador.
Etnohistoria es la suma de herramientas que….
Etnohistoria es el conjunto de procesos mentales…
Actividad 4
Copia en tu cuaderno el siguiente mapa mental y completa la información que se te
solicita.
Reconstrucción de la Historia
Indígena
Documentos elaborados por los
europeos
Documentos de tradición indígena
¿Quiénes realizaron los
documentos?
¿Bajo qué modelo cultural fueron
elaborados?
¿Cómo reflejan la realidad histórica?
¿Cuáles son los problemas que presentan
para reconstruir la historia indígena?
¿Para recuperar la voz del
indígena en los documentos, qué
debe de hacer el etnohistoriador?
166
Unidad II
Lectura 3. Problemática en algunas fuentes
José Antonio Romero Huerta.
El concepto de cultura es fundamental para la etnohistoria, ya que a ésta le interesa reconstruir sistemas culturales, no solamente acontecimientos. Hay diferentes definiciones de cultura, pero aquí se entenderá como el conocimiento socialmente transmitido, en el cual hay un proceso que consta de dos momentos: de
objetivación (exteriorización) y de subjetivación (interiorización) del conocimiento. Por ejemplo, cuando a una persona sus padres le enseñan a hablar, ellos objetivan (exteriorizan) el conocimiento de su lengua, y esa persona lo subjetiviza
(interioriza, lo aprende); este proceso continuará cuando tal persona lo enseñe a
sus hijos y éstos a los suyos, en un proceso continuo, de generación en generación. El conocimiento cultural se exterioriza en formas tangibles e intangibles; en
la primera forma, por ejemplo, como un lápiz, los basamentos piramidales, la
comida, la vestimenta o los documentos en archivos; en la segunda, como las
diferentes lenguas que se hablan, las relaciones entre personas o las matemáticas. Las dos formas de objetivación pueden dejar huellas y ser tomadas como
fuentes para el conocimiento tanto del pasado como del presente. Así, podemos
definir las fuentes como todo aquello que permite acercarnos a nuestro objeto de
investigación, por supuesto, mediante un proceso de análisis.
El mayor problema para el etnohistoriador en el proceso de investigación
es enfrentarse con fuentes producidas en otra época y por otra cultura. En el caso
de los códices prehispánicos hay grandes lagunas en los significados de las
cuatro tradiciones de sistemas glíficos reconocidos: la maya, la mixteca, la nahua
del Altiplano Central y la de la región poblano-tlaxcalteca. Para entender mejor el
problema debemos imaginar algo que nunca se haya visto, olido, oído ni
degustado, y que se interpretará a partir de los conocimientos (culturales) que se
tienen; pero cabría la posibilidad de entender su significado mediante un proceso
de investigación, como lo hacen los estudiosos de códices. En este tipo de fuente
se encuentran elementos ideográficos, pictográficos y fonéticos, conformando un
sistema mixto de escritura. Los códices se encuentran en murales, piedras,
cerámica, lienzos de algodón, piel de animales, entre otros soportes. Aunque la
mayor parte de los códices prehispánicos fueron destruidos con la llegada de los
europeos, no se canceló su producción, siguieron realizándose a lo largo del
periodo colonial; la mayoría de ellos combinados con caracteres latinos.
Por otro lado, las fuentes documentales con escritura fonética del periodo
colonial comparten, como todas las fuentes, el hecho de que fueron generadas por
sociedades que vivieron en un momento histórico-cultural determinado, y hay que
tenerlo siempre presente. La documentación es abundante; hay miles y miles de
documentos que también nos plantean problemas, por ejemplo, el tipo de trazos,
que pueden ser muy complejos; para comprender lo que se escribió se utiliza una
técnica llamada paleografía, la cual consiste en transcribir esa escritura antigua a
una moderna, para ello se necesita mucha práctica; además, la dificultad aumenta
cuando se mezcla el español antiguo, alguna lengua indígena antigua y/o el latín.
Éste es el primer problema, posteriormente, se tienen que abordar otros como el
análisis de contenido. Los textos indígenas coloniales que se escribieron con
caracteres latinos son abundantes, pero son pocos los investigadores que se
dedican a su traducción.
Éstos son sólo algunos ejemplos de ciertos problemas con los que se enfrenta el etnohistoriador cuando aborda ese tipo de fuentes.
167
Ya habrás notado que existen muchas definiciones sobre el concepto
de “cultura”, todo dependerá del
autor y/o la corriente desde la que se
proponga. En la lectura, ¿de qué
forma el autor entiende a la cultura?
Fuente: Escritura mixteca. Códice Nutall, 75r.
(Fragmento)
Fuente: Escritura maya. Códice Dresden, f. 44.
Fuente: Escritura Altiplano Central. Códice Borbónico
f13
Fuente: Escritura mixteco-puebla. Códice FéjerváryMayer, lam.23
Etnohistoria
Algunas fuentes que utiliza el etnohistoriador
Las fuentes voluntarias son todas
aquellas realizadas con el propósito
de dejar testimonio, mientras que las
involuntarias son aquellas elaboradas sin esa intención.
Como vimos, las fuentes no son ingenuas ni inocentes ¿Qué necesita
hacer el etnohistoriador para tomar
conciencia de este hecho? ¿La
etnohistoria proporciona las herramientas necesarias para hacer este
ejercicio de conciencia?
Voluntarias
Crónicas, códices, anales,
Documentales
probanzas de méritos.
Etnográficas
Arqueológicas
Involuntarias
Archivos, confesionarios
estadísticas vitales,
correspondencia.
Mitos, leyendas,
Vida cotidiana, paisaje,
corridos, danzas.
chistes, albures.
Pintura mural, inscripciones.
Paisaje, patrones de
asentamiento.
Actividad 5
Relaciona con un lápiz los signos escriturales y su definición
KARAMANII
ISPANSKO
RUSKII
SLOVARB
”SUERTE”
4 CONEJO
PICTOGRÁFICA: sistema
de escritura basado en
signos gráficos que expresan una idea relacionada materialmente
con los objetos a los que
representan.
FONÉTICA: sistema
en el que cada signo
corresponde a un
sonido.
IDEOGRÁFICA:
sistema de escritura
basado en signos que
consisten en la representación de ideas
abstractas mediante
los objetos a los cuales son especialmente
atribuibles.
Repaso
A. Elabora en tu cuaderno un resumen con base en las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué se dice que las disciplinas nucleares o clásicas han sufrido un
estancamiento?
2. ¿Qué es la interdisciplina, y cuáles son sus aportes para la construcción del
conocimiento?
3. ¿De qué manera se relaciona la etnohistoria con la interdisciplina?
4. ¿Cuáles son los métodos mediante los que el etnohistoriador reconstruye la
historia de los pueblos “sin historia”?
5. ¿Por qué es importante conocer el acercamiento a las lenguas?
6. ¿En qué medida es útil la etnografía para el conocimiento etnohistórico?
7. ¿Con qué tipos de fuentes trabaja el etnohistoriador y por qué se les denomina “fuentes alternativas?
8. Menciona tres sistemas escriturales a los que se enfrenta el etnohistoriador
en sus investigaciones.
168
Unidad III
B.
En tu cuaderno, o en una hoja tamaño carta, elabora un mapa conceptual
sobre las fuentes primarias, secundarias, voluntarias e involuntarias. Utiliza
para ello la información que se te proporcionó en las lecturas anteriores y en
las etiquetas didácticas.
UNIDAD III. La etnohistoria y la antropología
Esta unidad tiene la intención de acercarte al aspecto antropológico de la etnohistoria. En la primera lectura podrás entender la importancia que para el etnohistoriador tiene la dicotomía naturaleza/cultura pues ésta permite entendernos como entidades biológico-culturales, aspectos que recubren al ser humano
como ente biológico y social. En el segundo texto se te presenta la utilidad que
tienen las técnicas etnográficas para la etnohistoria.
La tercera lectura te invita a reflexionar sobre la relación entre la historia y la
antropología, y la pertinencia que tiene pensar al tiempo histórico como algo
antropológico, e igualmente, observar que el espacio antropológico es, a la vez,
histórico. Por último, se te ofrece una explicación acerca de la capacidad de la
etnohistoria de transitar entre lo sincrónico y lo diacrónico, aspecto que le permite
innovar en las investigaciones sociales.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cuál es la importancia del
enfoque antropológico en la
etnohistoria?
¿Cuál es la utilidad de la
etnografía para un estudio
etnohistórico?
¿De qué forma contribuye
el saber histórico al
conocimiento etnográfico y
viceversa?
Temario
1. Distinción entre naturaleza y cultura
2. La etnografía y sus técnicas
3. Tiempo histórico y espacio antropológico
4. Diacronía/sincronía
Lectura 1. Naturaleza/Cultura: distinción fundamental para la
etnohistoria
Claude Lévi –Strauss. Fragmento adaptado por Mario Arturo Galván Yáñez.
Entre los principios que formularon los precursores de la sociología, sin duda
ninguno fue rechazado con tanta seguridad como el que atañe a la distinción entre
estado de naturaleza y estado de sociedad. En efecto, es imposible referirse, sin
incurrir en contradicción, a una fase de la evolución de la humanidad durante la
cual ésta, aún en ausencia de toda organización social, no haya desarrollado
formas de actividad que son parte integrante de la cultura.
Pero, sobre todo, hoy comienza a comprenderse que la distinción entre estado de naturaleza y estado de sociedad, a falta de una significación histórica
aceptable, tiene un valor lógico que justifica, plenamente, que la sociología moderna la use como instrumento metodológico. El hombre es un ser biológico a la par
que un individuo social.
La cultura no está ni simplemente yuxtapuesta, ni simplemente
superpuesta a la vida. En un sentido la sustituye; en otro, la utiliza y la transforma
para realizar una síntesis de un nuevo orden. Aunque resulta relativamente fácil
establecer la distinción de principio, la dificultad comienza cuando se quiere
efectuar el análisis. Esta dificultad es doble: por una parte, se puede intentar definir,
para cada actitud, una causa de orden biológico o de orden social; por otra, buscar
el mecanismo que permite que actitudes de orden cultural se injerten en comportamientos que son, en sí mismos, de naturaleza biológica y logra integrárselos.
¿Dónde termina la naturaleza? ¿Dónde comienza la cultura?
Ningún análisis real permite captar el mundo en que se produce el pasaje
de los hechos de la naturaleza a los de la cultura, ni el mecanismo de su
articulación, aunque estos mismos análisis proporcionan el criterio más válido
169
La etnohistoria se
caracteriza por la
realización de estudios
sincrónicos y diacrónicos
¿cuál es la diferencia
de este tipo de análisis
en comparación con las
disciplinas tradicionales?
Para el autor de este texto, el ser
humano puede estar ausente de una
organización social, pero no de una
cultura.
Observa cómo el problema de la
cultura no es algo simple de resolver, pues es un hecho que ésta se
encuentra prácticamente en toda
actividad que realizamos, de allí la
dificultad de delimitarla respecto a lo
biológico en el ser humano: comer,
dormir, ir al baño, todas esas son
necesidades básicas que nuestro
organismo debe satisfacer, pero no
todos lo hacemos de la misma
forma: allí es donde entra la cultura
como parte fundamental de nuestra
vida cotidiana.
Etnohistoria
Si la cultura es ese conjunto de
reglas que permite modelar los
comportamientos y actitudes
meramente instintivas o biológicas
del ser humano, ¿crees que es
posible vivir sin cultura?
para reconocer las actitudes sociales: la presencia o ausencia de la regla en los
comportamientos sustraídos a las determinaciones instintivas. En todas partes
donde se presente la regla sabemos con certeza que estamos en el estudio de la
cultura. Simétricamente, es fácil reconocer en lo universal el criterio de la naturaleza, puesto que lo constante en todos los hombres escapa necesariamente al
dominio de las costumbres, de las técnicas y de las instituciones por las que sus
grupos se distinguen y oponen. Sostenemos que todo lo que es universal en el
hombre corresponde al orden de la naturaleza y se caracteriza por la espontaneidad, mientras que todo lo que está sujeto a una norma pertenece a la cultura y
presenta los atributos de lo relativo y de lo particular.
Actividad 1
Complementa el siguiente cuadro en tu cuaderno escribiendo la manifestación
cultural de la actividad señalada. Sigue el ejemplo.
Actividad
Manifestación cultural
Descanso
En catre, en el suelo, con
ropa, con pijama, solo, por la
noche, en casa, en la calle, etc.
Nutrición
Lenguaje
Sexualidad
Orinar/Defecar
Actividad 2
Los humanos, como seres biológicos, tienen diversas necesidades como alimentarse; sin embargo, al ser miembros de una cultura, desde lo que se consume, su forma de preparación, así como los instrumentos que se utilizan son
demarcados por la cultura.
Observa la siguiente fotografía de comida japonesa y, en tu cuaderno, responde
las siguientes preguntas. ¿Qué tipo de alimentos se consumen?, ¿Qué utensilios
utilizan? Compara estas respuestas con la comida que se elabora en tu casa.
Fuente: leonadro-presente.blogspot.com
170
Unidad III
Lectura 2. Las técnicas etnográficas en etnohistoria
Conrad Phillip Kottak. Texto adaptado por Mario Arturo Galván Yánez.
La antropología se convirtió en un campo separado en la medida en que sus profesionales trabajaban en las reservas indias norteamericanas o viajaban a tierras
lejanas para estudiar pequeños grupos de forrajeros o de agricultores. Este tipo de
estudio personal y de primera mano de los asentamientos locales se denomina
etnografía. Tradicionalmente, el proceso de convertirse en antropólogo cultural ha
requerido una experiencia de trabajo de campo en otra sociedad. Los primeros
etnógrafos vivieron en sociedades de pequeña escala y relativamente aisladas,
con tecnología y economías denominadas “simples”.
Así, la etnografía se fue configurando como una estrategia de investigación
en sociedades con mayor uniformidad cultural y menor diferenciación social de la
que normalmente encontramos en los grandes y modernos países industriales. En
estos asentamientos no industriales, los etnógrafos tenían que enfrentarse con un
menor número de formas de enculturación para comprender la vida social. Los
etnógrafos han buscado, tradicionalmente, la comprensión global de cualquier
cultura ajena (o, lo más posible, debido a las limitaciones de tiempo y de
percepción). Para alcanzar esta meta holista, los etnógrafos adoptan una
estrategia de libre acción para la recolección de sus datos. Se desplazan de un
lugar a otro, y de un sujeto a otro, para descubrir la totalidad y la interconexión de la
vida social.
La etnografía amplía nuestro conocimiento del alcance de la diversidad
humana, por tanto, proporciona una base para las generalizaciones sobre el
comportamiento humano y la vida social. Los etnógrafos se sirven de técnicas
variadas para componer un cuadro de lo que, de otro modo, serían estilos de vida
ajenos. Los antropólogos suelen emplear varias (no todas) técnicas que se
explican a continuación.
Técnicas etnográficas
Las técnicas de campo características del etnógrafo son las siguientes:
1. Observación directa, de primera mano, del comportamiento cotidiano, incluyendo la observación participante.
2. Conversaciones, unas veces más y otras menos formales, desde la charla
que contribuye a mantener la relación y ponerse al tanto de lo que pasa,
hasta las entrevistas prolongadas, que pueden estar o no estructuradas.
3. Entrevistas con cuestionario, para disponer de información completa y comparable de todos los aspectos de interés del estudio.
4. El método genealógico.
5. Trabajo detallado con informantes clave sobre aspectos determinados de la
vida comunitaria.
6. Entrevistas en profundidad, que comúnmente conducen a la recolección
de historias de vida de determinas personas.
7. Estrategias de investigación emic (perspectiva del actor) centradas en las
creencias y percepciones locales (nativas), y enfoques etic (perspectiva del
observador) que den prioridad a las percepciones y conclusiones del etnógrafo.
8. Investigación centrada en temas o problemas concretos de muy diversos
tipos.
9. Investigación longitudinal: el estudio continuado y a largo plazo de un área o
un lugar.
171
La etnografía es fundamental para la
etnohistoria en su búsqueda por
comprender al “otro” presente en los
documentos, así como en las
sociedades actuales.
Enculturación: Proceso mediante
el cual un individuo adquiere los
usos, creencias o costumbres de su
cultura.
Cuando se menciona alcanzar
una meta holista se hace referencia
a tener una comprensión total de la
realidad como un todo distinto a la
suma de las partes que lo
conforman.
La observación participante consiste en la intervención, por parte del
investigador, en el proceso del grupo al que está estudiando.
El método genealógico se centra en
las relaciones de parentesco de un
individuo como parte de la investigación antropológica.
Si alguien te preguntara tu opinión
sobre ti mismo, tu respuesta estaría
dada desde una perspectiva emic, si
a algún conocido se le hiciera la
misma pregunta sobre tu persona,
su respuesta será etic.
Etnohistoria
La triple necesidad de la antropología (elegir un terreno, aplicar un
método y construir un objeto) está en
relación directa, por un lado, con lo
etnográfico, vívido y testimonial, y,
por el otro, con lo histórico y permanente.
Actividad 3
Realiza una observación en el trasporte público o en un mercado, fíjate en las
actitudes de las personas, sus actividades, y conductas, así como el entorno en
que se desenvuelven, esto con el objetivo de que te acerques un poco a la labor
etnográfica, ¿qué tipo de estrategia etnográfica de las mencionadas en la lectura
utilizarías? Anota tus reflexiones y conclusiones en el cuaderno.
Lectura 3. Tiempo histórico y antropología, espacio
antropológico e historia: relación fundamental para
la etnohistoria
Marc Augé. Fragmento seleccionado por Mario Arturo Galván Yáñez.
Conciencia histórica: saber que una
sociedad tiene de sí misma como
devenir en el tiempo.
Historicidad: Se refiere a todo aquello
que es susceptible de formar parte de
la historia.
¿Crees que existe una conciencia
histórica en aquellos pueblos llamados “sin historia”? ¿Por qué?
La antropología, definida aquí como
el estudio presente de sociedades
actuales, actúa en el aquí y en el
ahora, mientras que la historia se
centra en la duración en el tiempo.
¿Puedes pensar en algún espacio
que te sea familiar y te remita a algún episodio de tu vida? ¿Es posible
que tal espacio sea compartido por
más personas?
La palabra “antropología” está hoy en todas las bocas. El gremio de los antropólogos puede regocijarse que algo de la antropología ha pasado a las otras
disciplinas. Puede también inquietarse al ver su propósito nodal (combinación de
una triple exigencia: la elección de un terreno, la aplicación de un método y la
construcción de un objeto) diluirse ante la necesidad de una perspectiva o de una
orientación antropológica, e, incluso, de un “diálogo” con la antropología. La
preocupación por la microobservación, por lo cualitativo, por el testimonio directo, por lo vívido, de un lado, y por las permanencias, por las dimensiones inconscientes, del otro, son alternativamente evocadas para definir esta necesidad.
La dificultad y el interés de las reflexiones acerca de las relaciones entre
antropología e historia se deben a un objeto doble y complementario: las
disciplinas mismas y los campos a los cuales se aplican. Esta dualidad está en el
principio de las relaciones entre ambas disciplinas y esto, evidentemente, significa
ambigüedad, porque uno puede preguntarse si es la especificidad del campo lo
que hace a estas disciplinas o si son, a la inversa, las gestiones disciplinarias las
que construyen los campos en los cuales se aplican.
Podemos así interrogarnos acerca de las relaciones entre las disciplinas
antropológica e histórica, de las influencias recíprocas que han ejercido la una
sobre la otra. Pero también podemos interrogarnos acerca del lugar que ocupa la
conciencia histórica, la historicidad en los pueblos, cuyo estudio ha estado
tradicionalmente reservado a la antropología social o etnología. En el límite se ha
podido sugerir que este grado de conciencia histórica, o de historicidad, era menor
e incluso nulo en ciertos pueblos y que justamente estos pueblos eran los que
estudiaba principalmente la antropología (condenada a desaparecer con su sujeto
de estudio cuando todas las sociedades hubieran “entrado” en la historia). La
distinción entre las disciplinas incluiría los objetivos que ellas se plantean: las
sociedades con historia, en el caso de la historia, las sociedades sin historia, en el
de la antropología.
La antropología se definió, en un principio, como el estudio del presente de
sociedades alejadas: la diferencia que ella va a buscar y a estudiar se ubica en el
espacio, no en el tiempo. En cambio la historia, que es originalmente una historia
nacional o local se definía al principio como el estudio del pasado de sociedades
próximas. El antropólogo tiene a sus testigos frente a los ojos, lo que no es el caso
del historiador, y el historiador conoce la continuación de la historia, lo que no es el
caso del antropólogo.
Pero ambas disciplinas están, en una relación de proximidad por la
naturaleza de sus objetivos: si el espacio es la materia de la antropología, es un
espacio histórico, y si el tiempo es la materia prima de la historia, es un tiempo
localizado y, por tanto, antropológico.
172
Unidad III
El espacio de la antropología es necesariamente histórico porque es un
espacio empleado por grupos humanos, es un espacio simbolizado. Esta simbolización apunta a volverse legible a todos aquellos que frecuentan el mismo
espacio, un cierto número de esquemas organizadores, de señales ideológicas e
intelectuales que ordenan lo social. Estos tres temas principales son la identidad, la
relación y la historia, ellos están imbricados los unos en los otros.
Esta simbolización del espacio constituye para aquellos que nacen en una
sociedad tipo a priori a partir del cual se construye la experiencia de todos y se
forma la personalidad de cada uno: ella es, a la vez, una matriz intelectual, una
constitución social, una herencia y la condición primera de toda historia, individual
o colectiva.
La constitución simbólica del mundo y de la sociedad, aún si es anterior a
los acontecimientos que ayuda a interpretar, no es en sí un obstáculo para el desarrollo de la historia. Ella le da un sentido, aún si tiende a interpretarla a través de sus
categorías y a reintegrar el acontecimiento en la estructura.
Con el término “etnohistoria”, los etnólogos han pretendido, más que hacer
historia de los pueblos que estudiaban, comprender la concepción que estos
pueblos se hacían de la historia. La etnohistoria puede asignarse dos objetivos.
Puede interrogarse acerca de la historia real de las sociedades que estudia y
acerca de la calidad y la credibilidad de los testimonios que ellos proporcionan al
respecto. Los antropólogos se han interrogado acerca de las características de la
tradición y de la transmisión oral, acerca de la posibilidad de confrontar los diversos
testimonios orales y de cruzar las informaciones provenientes de la tradición oral
con las fuentes escritas, pudiendo así centrar su atención en los diferentes medios
de registro y fijación de la memoria de los cuales disponían las sociedades por ellos
estudiados.
Confrontados con una especie de presencia material de la historia y con la
evidencia de que las sociedades que estudiaban no eran autóctonas, los antropólogos se han visto obligados a interrogarse sobre la naturaleza, los efectos y las
características de la memoria individual y colectiva.
El segundo objetivo de la etnohistoria aparece entonces: el antropólogo se
pregunta ya sea por la significación de tal o cual modalidad particular de memoria,
ya sea sobre el sentido y el lugar de una memoria histórica que remonta
rápidamente a sus confines míticos. Las manipulaciones de algunos y el conservadurismo de la mayoría constituyen para la etnohistoria un objeto privilegiado.
La polisemia del término “historia” nos obliga a considerar que el espacio
de la antropología es histórico en muchos sentidos, pero podríamos de la misma
manera estimar que el tiempo del historiador es igualmente antropológico en
muchos sentidos.
Actividad 4
Simbolizar el espacio es darle un significado cultural; tu casa, tu colonia, la escuela son ejemplos de espacios culturales en tu vida. De acuerdo con lo anterior
reflexiona y escribe en tu cuaderno ¿De qué forma ha intervenido tu historia
personal en la simbolización que haces de estos espacios?
Lectura 4. Sincronía-diacronía
Julieta Valle Esquivel y José Antonio Romero Huerta. Texto adaptado por Mario
Arturo Galván Yáñez.
Para hacer interdisciplina, la etnohistoria no sólo combina diversas fuentes y
técnicas, guiadas por la mirada y las preguntas del antropólogo, produciendo con
ello un manejo de información y explicaciones novedosas de los hechos culturales;
también se mueve en dos dimensiones temporales: la sincronía y la diacronía.
173
Simbolización: Representación
ilustrativa de un objeto.
¿Consideras que, tener experiencias en común con diferentes personas permite construir simbólicamente al mundo?
Observa el trato que de la palabra
“etnohistoria” hace la lectura en
función a dos objetivos ¿cuáles son?
Polisemia: Cuando una palabra tiene varios significados.
Etnohistoria
Al hacer una observación etnográfica propia del antropólogo, el etnohistoriador puede reconstruir modelos a detalle de prácticas y creencias, emanadas
tanto de los documentos como de la vida cotidiana de los pueblos indígenas de
México. Tal mirada etnográfica, desde el punto de vista de la existencia histórica
de estos pueblos, puede ser vista como un análisis estático, es decir, sincrónico,
dado que se mueve en un período muy corto de tiempo (semanas, meses, años).
De la misma forma, al considerar y relacionar en su conjunto el desarrollo o sucesión de los hechos de una sociedad en el tiempo, el etnohistoriador realiza un
análisis diacrónico.
Para comprender estas dos formas de análisis, imagina que estás viendo
una película, si la detienes, se congela la secuencia y sólo ves una escena, donde
te puedes dar cuenta de los distintos elementos que la componen y las relaciones
entre ellos: estarás realizando un análisis sincrónico. Ahora, si la dejas correr,
podrás ubicar lo que cambia y permanece en toda la película. Los dos tipos de
análisis son una característica de la etnohistoria, que le permite reconstruir
sistemas culturales con sus cambios y permanencias.
Dibujo de cinta de película cinematográfica (sincrónico, diacrónico).
Actividad 5
Reflexiona sobre las circunstancias que te llevaron a la decisión de estudiar en la
retomando el ejemplo de la película de la lectura anterior, ¿es posible que
puedas ubicar por lo menos 3 momentos específicos de tu vida (sincronía) y
relacionarlos entre sí (diacronía)? Si es así, podemos afirmar que has realizado un
breve análisis etnohistórico tomando como ejemplo un aspecto de tu vida.
Escribe, en no más de 3 renglones, tus conclusiones.
Redacta en tu cuaderno cómo se relaciona tu situación actual de aspirante con los
distintos momentos de tu vida que influyeron para decidir ingresar a estudiar en la
ENAH, después contesta la siguiente pregunta, en dos renglones ¿Qué sería lo
diacrónico y lo sincrónico de tu respuesta?
ENAH,
174
Unidad III
Actividad 6
La celebración del día de muertos es una de las tradiciones mejor conocidas de
nuestro país. Sus raíces se pueden remontar al pasado prehispánico. A partir de lo
que leíste en la lectura anterior, analiza la importancia que tendría hacer un
estudio diacrónico y sincrónico de dicha celebración, considera también los
diferentes elementos con los que cuenta la ofrenda, y, si te es posible, averigua su
origen y significado. Anota en tu cuaderno tus conclusiones.
Fuente: http://vivirmexico.com
Repaso
Elabora en tu cuaderno un resumen con base en las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué es importante el estudio de la oposición naturaleza/cultura para la
etnohistoria?
2. ¿Es posible diferenciar los límites de lo biológico y lo cultural en el ser
humano en un análisis etnohistórico?
3. Menciona por lo menos 3 técnicas etnográficas útiles para el
etnohistoriador.
4. ¿Por qué la etnografía contribuye al conocimiento de las distintas
sociedades y culturas de interés para el etnohistoriador?
5. ¿Qué utilidad tendría para la etnohistoria que el tiempo histórico deba ser
antropológico?
6. ¿Qué utilidad tiene para la etnohistoria pensar al espacio antropológico
como algo necesariamente histórico?
7. ¿Qué se entiende por sincronía?
8. ¿Qué se entiende por diacronía?
175
Etnohistoria
UNIDAD IV. Las múltiples posibilidades de la
etnohistoria
PREGUNTAS
GENERADORAS
Tanto la antropología
como la historia han
tenido la necesidad de
acercarse mutuamente.
¿Cuáles son los procesos
que han permitido este
acercamiento?
¿Qué implicaciones tiene
el manejo del tiempo y del
espacio en la etnohistoria
para aproximarse a sus
objetos / sujetos de
estudio?
En esta última unidad te presentamos dos lecturas que tienen, por un lado, la
finalidad de mostrarte cómo la antropología y la historia se han acercado mutuamente, creándose con ello un entrecruce interdisciplinario, del que la etnohistoria, como ya has leído en las unidades anteriores, es uno de los resultados
directos. Por otro lado, podrás observar brevemente la existencia actual de dos
corrientes de la etnohistoria, la primera denominada por el autor del texto como
una “etnohistoria histórica” y la segunda como “etnohistoria etnológica”.
Con estas lecturas se pretende aproximarte a la situación actual de la
etnohistoria mexicana, mostrándote la pertinencia que tiene como disciplina
antropológica y su gran tradición en los estudios e investigaciones sobre el “otro”.
Temario
1. Antropología histórica e historia antropológica, el camino de la
interdisciplinariedad
2. La “etnohistoria histórica” y la “etnohistoria etnológica”
Lectura 1. La antropología y la historia: la historia de las
mentalidades y la antropología en la actualidad
Leif Korsbaek. Fragmentos seleccionados por Alejandro Díaz Barriga Cuevas.
La antropología y la historia son disciplinas vecinas, en varios aspectos muy
similares; su similitud es tal que, en ocasiones, se han confundido o invadido
mutuamente sus campos y territorios, y en cada periodo histórico se han manifestado nuevas maneras de articular ambas disciplinas. Sus puntos de contacto
son tan numerosos que la siguiente relación —una discusión de la relación entre la
antropología en general y un tipo particular y específico de historia, la historia de
las mentalidades— no es más que una de las múltiples facetas de su interdisciplinariedad. No obstante su cercanía y similitud, las dos disciplinas han tenido
una relación poco cordial y de mutua desconfianza.
Pon atención a las distintas acepciones que la lectura da de las palabras “historia” y “antropología” de
acuerdo con los diferentes autores.
La confusión terminológica
Uno de los primeros obstáculos es la confusión terminológica que aqueja (y enriquece) a ambas disciplinas. De ellas contamos con diferentes definiciones; algunas de ellas son compatibles mientras que, en otras, las diferencias son de fondo.
La historia ha sido definida por Leopold von Ranke como “lo que realmente
sucedió”, mientras que Benedetto Croce la define como “el pasado visto a través
de las gafas del presente”. La distancia entre las dos definiciones es auténticamente abismal, una se refiere a un supuesto conocimiento totalmente objetivo, la
otra tal vez peca por exceso de subjetividad, y no cuesta mucho llenar el abismo
con una abrumadora cantidad de definiciones intermedias.
Si buscamos la definición de la antropología como disciplina, podemos
tomar como punto de partida la declaración de Edward Evan Evans-Pritchard:
“nada humano me es ajeno”, lo que evidentemente nos deja un espacio abismal.
Para Alfred Reginald Radcliffe-Brown, la antropología es “la rama de la sociología
que se ocupa de las sociedades «primitivas» o sin escritura”; define la sociología
como “el estudio de sistemas sociales” compuestos por “individuos humanos que
se relacionan recíprocamente dentro de determinadas asociaciones continuadas”; para Siegfried Frederick Nadel “el objeto fundamental de la antropo-
176
Unidad IV
logía social es comprender los pueblos primitivos, las culturas que han creado, y
los sistemas sociales en que viven y obran”; según Evans-Pritchard la antropología social estudia “el comportamiento social, generalmente en sus formas
institucionalizadas, con la familia, los sistemas de parentesco, la organización
política, los procedimientos legales, los cultos religiosos, las relaciones entre tales
instituciones; y las estudia ya sea en sociedades contemporáneas o en sociedades históricas de las que haya información adecuada y del tipo que permite
hacer esta clase de estudios”. Ralph Piddington declara que “los antropólogos
sociales estudian las culturas de las comunidades primitivas contemporáneas”.
Ya en esta pequeña selección de definiciones se nota un alto grado de
amplitud; vale la pena agregar la noción de antropología cultural propuesta por
Franz Boas: “la antropología es el estudio no determinista de la manera de pensar
de los pueblos primitivos”, y de acuerdo con Ruth Fulton Benedict: “la antropología
es el estudio de los seres humanos en cuanto criaturas de la sociedad, dirige su
atención hacia aquellas características físicas y técnicas industriales y hacia
aquellas convenciones y valores que distinguen una sociedad de todas las demás
que pertenecen a una tradición diferente”.
Desde sus inicios la historia ha llegado a ser considerada como algo
“natural”, mientras que la antropología ha sido vista como algo inherentemente “exótico”.
Una antropología antihistórica
Otro problema es que, en todas las definiciones de antropología, se pone un
extremado énfasis en la palabra instituciones; encontramos también historias de
las instituciones, pero son especializadas y sectoriales, forman parte de una totalidad mayor que es la historia a secas. A diferencia de estas historias especializadas de varias instituciones, el estudio antropológico de las instituciones es la
antropología a secas. ¿Qué se esconde detrás de esta asimetría?
La antropología es el estudio de las instituciones en las cuales los
miembros de las comunidades y sociedades actúan el drama de sus vidas. Un
ejemplo es el estudio de la institución llamada “estructuras de parentesco”: al
conocer estas estructuras relegamos el estudio de los casos individuales hasta
considerarlos únicamente “ejemplos ilustrativos” del funcionamiento de dichas
instituciones, de manera que se presupone la existencia de ellas y se considera
irrelevante investigar sus orígenes históricos. De esta manera, surge una
antropología doblemente ahistórica o antihistórica: en primer lugar, las
instituciones que rigen la actuación individual no tienen origen o desarrollo
histórico; en segundo lugar, los individuos que actúan en ellas realmente no tienen
historicidad: no ejercen su libertad humana, solamente siguen reglas preestablecidas, así que no son sujetos, son netamente objetos (que se prestan
excelentemente a un estudio científico, pues la ciencia estudia exactamente
objetos con el propósito de llegar a conocimientos objetivos).
La situación es diferente en la historia: aquí también se acepta la existencia
de instituciones, pero sirven solamente como trasfondo de la actuación individual
en la cual se ejerce la libertad del individuo que, de esta manera, se convierte en
sujeto histórico.
Esta diferencia tiene su origen histórico, y éste obedece a su propia lógica
histórica. No fue Hegel quien introdujo la idea de pueblos sin historia, pero sí la
formuló contundentemente: “¿Qué es la India?”, pregunta, “esta vasta comunidad
cuyas diferencias no pueden transformarse en oposiciones, que está petrificada
en su desorden y que, a pesar de la variedad de sus manifestaciones religiosas,
artísticas e incluso jurídicas, no tiene conocimiento de sí misma. En ella una fan-
177
Institución es todo aquello que en
una sociedad toma la forma de un
dispositivo organizado, tendente al
funcionamiento y reproducción de la
misma.
Ahistórica o antiíhistorica hace referencia a aquello que se encuentra
al margen o el fluir del tiempo.
Reflexiona sobre lo que menciona el texto, ¿en verdad es posible
considerar que tanto las instituciones como los individuos no tienen
historia?
Etnohistoria
tasía profunda, sin duda, pero inculta, se arrastra por el suelo, incapaz de historia,
privada como está de un fin propio a la realidad como a la libertad sustancial”.
A la luz de esta distinción entre pueblos con y sin historia, nada es más
lógico que establecer una división social del trabajo, de tal manera que los antropólogos se ocupen del estudio de los pueblos sin historia, mientras que los
historiadores estudien y plasmen la historia de los pueblos que sí la tienen; y así se
hizo. Los antropólogos se dedicaron, con notable celo, a estudiar a los pueblos sin
historia.
Observa cómo con la descolonización y el interés de las nuevas naciones por su identidad, el papel y el
discurso de la antropología occidental se ponen en entredicho.
Como ya habrás notado, al trabajar
con la evidencia oral, al igual que con
los documentos, el investigador se
enfrenta a una interpretación de la
realidad.
La antropología se vuelve histórica
No obstante las declaraciones antropológicas acerca de la inexistencia de una
historia, la inutilidad de una perspectiva histórica y la inaccesibilidad de los datos
históricos, en el trabajo práctico de los antropólogos se introdujo la misma historia,
como de contrabando. En las monografías antropológicas más alejadas de una
visión histórica encontramos un capítulo, o por lo menos un apartado, dedicado al
desarrollo histórico de la comunidad en cuestión (comunidad supuestamente sin
historia).
En los años sesenta del siglo pasado, los antropólogos habían trabajado
típicamente en una situación colonial: el antropólogo era blanco, tenía su origen,
su formación profesional y sus raíces en la metrópoli y, detalle que no carece por
completo de importancia, recibía instrucciones y financiamiento de la metrópoli,
pero trabajaba en una colonia de la misma metrópoli.
Con el proceso de descolonización, el antropólogo aún era típicamente
europeo o norteamericano, y seguía trabajando fuera de la metrópoli, en uno de
los satélites, como dice Gunder Frank. Pero el satélite ya no era una colonia, sino
una república, lo que llevaba consigo dos consecuencias: primero, el antropólogo ya no recibía su financiamiento de la metrópoli, el apoyo lo recibía en forma de
sueldo por el gobierno de la república anfitriona; segundo, los gobiernos de estas
jóvenes repúblicas tenían una legítima ambición de estudiar su propia historia, de
manera que el antropólogo ya difícilmente podía mantener la ilusión de trabajar en
una sociedad sin historia.
Los nuevos problemas se ilustran perfectamente en las quejas de un historiador africano, Bethwell A. Ogot, quien escribió sobre su propia tribu, los luo de
Kenya y Uganda, y dice: “cuando yo decidí en 1958 estudiar la historia precolonial del África Oriental, muchos de mis amigos y profesores se rieron de mí, ya que
no es posible estudiar lo que no existe. Me recordaban que no hay documentos
sobre este periodo, y sin documentos no puede haber historia alguna. Pero yo
insistí porque no me parecía perturbador el hecho de que tenemos que depender
en grado considerable de las tradiciones orales de ciertos periodos de la historia
del Este de África”. Refiriéndose a Gordon Childe y Jan Vansina, Ogot juzga que
“el problema de la evidencia oral no le es peculiar a África. Como evidencia
histórica, ni la tradición oral ni las palabras escritas pueden dar una evidencia
fidedigna y desprovista de pasiones del pasado”.
En el campo antropológico surgió una nueva disciplina híbrida, la
etnohistoria, definida como “el estudio de la historia de los pueblos que no tienen
historia”. Como puede esperarse, la etnohistoria es de origen reciente, “se ha
establecido como una bien fundamentada disciplina en los estudios de América
Latina durante los últimos cuarenta años”, escribió Kazuyasu Ochiai en 1982,
remitiendo así el nacimiento de la etnohistoria en América Latina a principios de los
años cuarenta del siglo XX. En México se inició un poco después, a juzgar por las
palabras de Carlos Martínez Marín: “Hace poco más de dos décadas se empezó a
utilizar en México el término etnohistoria para identificar trabajos interdisciplina-
178
Unidad IV
rios de antropología e historia que se habían hecho con anterioridad, y a los que
con el mismo tono y contenido se investigaban entonces en ese campo intermedio” trasladándonos, aparentemente, de los años cuarenta a los cincuenta, mientras que Carlos García Mora coloca su nacimiento un poco antes, escribiendo
también en 1976 que “en México el término etnohistoria se ha usado desde hace
más de tres décadas para identificar estudios interdisciplinarios de antropología e
historia”, lo que nos devuelve a la década de los cuarenta.
La historia se vuelve antropológica
La disciplina histórica transitó por un camino diferente. Podemos tomar como
nuestro punto de partida la queja de Voltaire: “Ya no bastan las historias de los
reyes y de los grandes hombres, ya queremos la historia de los pueblos”, y seguir
las palabras de Legrand d'Aussy (1792) quien dice, hablando de la historia, que
“obligada, por los grandes acontecimientos que debe narrar, a escuchar cuanto
carece para él de determinada importancia, no admite en escena más que a los
reyes, los ministros, los generales de los ejércitos y toda clase de hombres
famosos cuyos talentos o defectos han causado la desgracia o la prosperidad del
Estado. Pero al burgués en su ciudad, al campesino en su choza, al gentil hombre
en su castillo, al francés, en fin, en medio de sus trabajos, de sus placeres, en el
seno de su familia y de sus hijos, eso es lo que nunca nos puede representar”.
En el campo histórico se sigue la inspiración, tanto de Voltaire como de
Legrand d'Aussy, y empezó a gestarse un movimiento dirigido contra la historia
dominante, oficial y oficialista, un movimiento que, posteriormente, se cristalizaría
en la historia de las mentalidades. “En efecto, la historia de las mentalidades no es
nueva. Nació inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial entre un grupo de historiadores como los franceses Lucien Febvre y Marc Bloch, el belga Henri
Pirenne, geógrafos como A. Demangeon, sociólogos como Lucien Lévy- Bruhl, M.
Halbwachs, entre otros, grupo que inspiró, a partir de 1929, los Annales de Historia
Económica y Social. A menudo se le denomina Escuela de los Annales.
En la mayor parte de las formulaciones de esta nueva historia colinda el
concepto de “mentalidad” con el de “cultura”, y se plantea “cómo a la exploración de
la Cultura deben concernirle el contenido tanto como el contexto, el trabajo lo
mismo que el juego, el espacio y el tiempo, la religión e igualmente la tecnología, la
comunicación en la misma medida que la expresión, el abastecimiento y la
participación tanto como el espectáculo, lo visual y lo musical como lo oral”. En
pocas palabras, es una historia que se ha hecho antropología, nada más y nada
menos.
El tiempo en la historia y en la antropología
La situación es, entonces, que después de una larga (y en muchos sentidos artificial) separación de las dos disciplinas, encontramos hoy una antropología que
es histórica y una historia que es cada día más antropológica.
Otro problema que comparten la antropología y la ciencia es el del tiempo,
fundamental en la historia, mientras que ha recibido un tratamiento muy diferente
en la antropología. Exactamente en la historia de las mentalidades ha sido
introducido como la problemática de las duraciones, en la conocida distinción de
Fernand Braudel: la duración corta, la mediana y la larga. Utilicé una metáfora para
caracterizarlas: “la corta duración corresponde en el mar a las crestas blancas de
las olas, que se caracterizan por ser conspicuas y fácilmente observables, de alta
velocidad y de un impacto relativamente limitado; la mediana duración
corresponde a las olas, que son menos conspicuas y se mueven con menor
rapidez, pero tienen un mayor impacto; finalmente, la larga duración co-
179
En las décadas de los cuarenta y
cincuenta, el antropólogo mexicano
Gonzalo Aguirre Beltrán, ya habla de
la etnohistoria como un método útil
para el estudio de los procesos de
aculturación. Para este investigador fue indispensable la utilización de la etnohistoria para “descubrir” la presencia de los negros en
México, a partir del rastreo de información en archivos y la elaboración
de la etnografía en comunidades de
afrodescendientes.
Relaciona lo que acabas de leer
sobre el vínculo del tiempo con la
antropología, y con lo que leíste en la
unidad anterior sobre el espacio
antropológico y espacio histórico.
Etnohistoria
En términos históricos, se podría
ejemplificar el tiempo corto como los
hechos de muy corta vida como: la
devaluación súbita de la moneda, la
muerte de un jefe de Estado, o un
cataclismo. Los de mediana duración
serían aquellos procesos cuya
duración es mayor como: un
movimiento cultural o literario. Finalmente los tiempos de larga duración se refieren a las estructuras
que cuentan con una duración histórica de varios años, o hasta milenios, como los rasgos y perfiles de un
grupo, o los hábitos alimenticios de
una sociedad.
La etnohistoria al realizar estudios
sincrónicos y diacrónicos, tiene la
posibilidad de hacer investigaciones
innovadoras en las que se utilizan los
tres tiempos mencionados en la
lectura (corto, mediano y largo). Un
ejemplo de lo anterior puede ser la
investigación sobre la cosmovisión
mesoamericana.
Para una comprensión de la misma, a
través del tiempo largo, se realiza
una investigación interdisciplinaria
en la que se incluyan el estudio de las
evidencias arqueológicas, el estudio de los documentos coloniales y,
finalmente, su comparación con lo
que se puede observar mediante la
etnografía.
En la Actividad 1 de esta lectura se te
presenta la parábola de los seis
hindúes ciegos, en la que podrás ver
la utilidad de realizar estudios
mediante la interdisciplina.
rresponde en la metáfora marina a las corrientes que se mueven por debajo de la
superficie del mar, que son invisibles, que se mueven muy lentamente pero cuyo
impacto es tremendo” (Korsbaek, 1995: 181-182). Esta división nació en la
historia, pero creo que tiene mayor relevancia en la antropología.
La antropología social, especialidad británica, trata específicamente los
actos realizados en la actualidad (los antropólogos han inventado el término
presente etnográfico) y que corresponden a las crestas blancas: actos cortos y
rápidos que se prestan a ser observados en el campo en un breve lapso de tiempo,
pero que solamente acumulándose a través de un periodo más largo logran
cambiar los cimientos de la sociedad. Lo más importante de esta dimensión
temporal es que se lleva a cabo bajo los auspicios de la racionalidad instrumental y
puede investigarse su racionalidad, pertenece plenamente al dominio de la acción
y de lo consciente.
La antropología cultural, especialidad norteamericana, se ocupa del
trasfondo cultural que a través de un conjunto de valores inconscientes, o sea la
cultura, delimita el espacio permitido para la acción consciente. Esta antropología
no se contenta con observar, clasificar y analizar lo observable, sino que busca
algo relativamente eterno detrás de las acciones conscientes, búsqueda que se
indica claramente en algunos de los títulos, como por ejemplo México Profundo de
Guillermo Bonfil Batalla.
Se nota que en ambas antropologías estamos trabajando con tres niveles
de realidad: por un lado tenemos la realidad inmediata y observable, con sus
acciones intencionales y racionales; por otro lado, tenemos una construcción
teórica que se llama la estructura social que conforma el armazón institucional y de
manera directa dirige las acciones, y que surge de la acumulación de éstas; por
último, tenemos otra abstracción que es la cultura, un conjunto de ideas y valores
que constriñe las acciones y, de manera indirecta, las dirige.
La mediana duración, que corresponde a las olas del mar, trata el cambio
del armazón a través del tiempo, un cambio menos rápido que el de las acciones
cotidianas, pero más veloz que el cambio, inmensamente lento, de los sistemas de
valores culturales.
Aunque la última interpretación del papel del tiempo es, específicamente,
antropológica, coincide notablemente con las preocupaciones temporales de los
historiadores. Fernand Braudel ha dicho en alguna ocasión que lo que realmente
le interesaba en la historia eran las maneras de combinar los diferentes tiempos en
el proceso histórico y, en consecuencia, no veo más que una aparente diferencia
entre la historia y la antropología, por lo que considero que es también el problema
principal en la antropología.
La unidad del conocimiento
En un notable artículo, Carlos García Mora se preocupa por la unidad de las
diferentes subdisciplinas antropológicas, y si no se mantiene esta preocupación
creo que terminaremos como los seis hindúes ciegos que agarraron su parte de un
elefante —uno la trompa, uno la cola y los restantes una pierna— y cada uno sacó
un resultado muy diferente, resultados que de ninguna manera sumaron un
elefante.
Se nota que en la mayor parte de las definiciones propuestas de la etnohistoria se coloca como una actividad interdisciplinaria que se mueve entre la
antropología y la historia, lo que permite esperar un alto grado de creatividad e
innovación en la etnohistoria, ya que “la innovación en las ciencias sociales aparece
con mayor frecuencia, y produce resultados más importantes, en la intersección
180
Unidad IV
de las disciplinas. Este fenómeno constituye a la vez causa y efecto de la
fragmentación ininterrumpida de las ciencias sociales en especialidades limitadas
y de la recombinación transversal de dichas especialidades en el interior de eso
que nosotros llamamos “campos híbridos” (Dogan y Pahre, 1993: 11).
En los dos campos se ha efectuado un movimiento que acerca una
disciplina a la otra o, más bien, reduplica en el territorio propio las actividades de la
otra, con lo que contrarresta la insalubre separación entre los diferentes saberes
científicos, separación fomentada por el positivismo.
La ciencia pura y la ciencia aplicada
Existe la idea de que primero hay una ciencia pura (en este caso la antropología
teórica) y luego llega a ser aplicada a problemas concretos, con lo que nace una
ciencia aplicada (en nuestro caso una antropología aplicada o, más específicamente en México, el indigenismo).
Estoy convencido de que es al revés: primero se presenta un problema
práctico y se inventan soluciones igualmente prácticas ad hoc, luego estas soluciones se sistematizan hasta finalmente convertirse en ciencia.
Se ha establecido la distinción entre las ciencias puras o teóricas y las ciencias aplicadas, que es la misma que existe entre la física teórica y la física nuclear
aplicada o entre la antropología teórica y la antropología aplicada (indigenismo),
pero nunca escuchamos una distinción entre la historia teórica y la historia
aplicada. ¿Qué sería la historia aplicada? (si es que existe tal disciplina).
Para Jonathan Friedman, “hacer historia es una manera de producir identidad, hasta donde produzca una relación entre lo que supuestamente ocurrió en el
pasado y la situación actual”. Si complementamos esta definición de la historia con
dos mecanismos de crucial importancia y de un sabor decididamente antipositivista, entonces tenemos una posibilidad de conceptualizar la historia en su
justa perspectiva general y en su relación con la producción de identidad (ya sea
étnica, minoritaria o nacional).
El primer mecanismo: el olvido selectivo en la historiografía. Tal vez haya
sido Ernest Renan quien afirmó el papel que tiene la amnesia en la formación de las
naciones. El segundo: la creatividad historiográfica que algunos llamarían
imaginación. Como señala Eric Hobsbawm, “tradiciones que aparecen o proclaman ser antiguas, con frecuencia tienen un origen reciente y algunas veces son
inventadas [...]. El término «tradición inventada» se usa en un sentido amplio pero
no impreciso. Incluye tanto a las tradiciones realmente inventadas, construidas e
instituidas de manera formal, y a aquellas que surgen de un modo menos
rastreable en un periodo breve y fechable —un asunto de unos cuantos años tal
vez— y que por sí mismas se establecen con gran rapidez”.
Un caso que comprueba que el conocimiento científico es al mismo tiempo
una solución práctica a problemas prácticos, y que la historia aplicada posee un
carácter de proyecto social, es la Historia de México de Francisco de Clavijero
(publicada alrededor de 1780): se piensa siempre que primero existe un país y
luego viene algún sabio a escribir la historia de este país. Es notable que Clavijero
escribió su Historia de México unos cuarenta años antes del nacimiento de
México, con la Guerra de Independencia que terminó en 1821. La obra de Clavijero
no fue una descripción retrospectiva del proceso histórico, al contrario, fue un
programa político que planteó el proyecto social de la creación de un México
mestizo. Otro asunto es, entonces, que Clavijero quitó a los indígenas su pasado
para dotar a los mestizos de una historia, lo que lleva nuestra atención al hecho de
que la historia tiene carácter de un proyecto social “autóctono”,
181
¿Puedes pensar en ejemplos de
la “amnesia” selectiva dentro de la
historiografía en México, o de la
aparición e invención de tradiciones? Para ello quizás te sea de utilidad recordar cómo te fue enseñada
la historia de México, compara por
ejemplo cuánto te enseñaron sobre
el pasado prehispánico y cuánto
sobre la época independentista, o la
aparición de historias como la de los
Niños Héroes, existen en verdad,
muchos ejemplos sobre estos
puntos.
Etnohistoria
mientras que la antropología tiene un fuerte olor a proyecto social impuesto. Una
cuestión abierta que merece una discusión aparte es, en consecuencia, ¿cuáles
son las perspectivas de convertir este proyecto social impuesto en un proyecto de
liberación, convirtiendo la antropología en etnohistoria?
Actividad 1
Lee con atención la parábola de los seis hindúes sabios, después analiza el
porqué es necesaria la interdisciplina para la explicación holística de cualquier
fenómeno histórico-cultural en determinado tiempo y espacio. Anota tus conclusiones en el cuaderno. Reflexiona también sobre cuáles son las ventajas que tiene
la etnohistoria como disciplina interdisciplinar ante las denominadas ciencias
nucleares.
Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar
junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una
pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso
que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: «
¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente». El cuarto extendió su mano
hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El
quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los
hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien
tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los
sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su
propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados.
Lectura 2. La etnohistoria “histórica” y la etnohistoria
“antropológica”
Kazuyasu Ochiai. Fragmento seleccionado por Mario Arturo Galván Yáñez.
Observa que estas definiciones sobre la etnohistoria hacen hincapié en
el estudio del pasado mediante
documentos procedentes del mismo
periodo.
La etnohistoria se ha establecido sólidamente como una disciplina bien fundamentada en los estudios latinoamericanos durante los últimos cuarenta años, su
principal tendencia ha sido lo que yo llamo “etnohistoria histórica”. Además ha
surgido recientemente, también en la etnohistoria latinoamericana, una nueva
tendencia que llamaré “etnohistoria etnológica”.
Sobre la primera hay dos tipos de estudios: los sincrónicos y los
diacrónicos. Los primeros constituyen el campo de estudio que Howard F. Cline
llama “etnografía histórica”. Su objetivo es la reconstrucción de “una descripción
etnográfica sincrónica de una etapa de una cultura, normalmente basada en
documentos escritos contemporáneos de esa etapa”. Rober M. Carmack también
lo llama “etnografía histórica”, “el proceso de reconstrucción de sociedades y
culturas pasadas, como partes institucionales o como totalidades culturales”.
Cline define los estudios diacrónicos como la “historiografía de culturas que son
esencialmente no literarias y que tienden a ser un intento de reconstruir una
relación diacrónica de una sociedad o una cultura pasada de documentos que no
provienen necesariamente de la misma sociedad o cultura, ya que es posible que
haya producido solamente pocos documentos”.
Carmack parafrasea esta definición, llamándola “historias específicas”. Él
las caracteriza como “la escritura de las historias de sociedades específicas en
términos de sus acontecimientos pasados o rasgos culturales como manifestados en tiempo, espacio y actos concretos”.
182
Unidad IV
Metodológicamente, ambos tipos de estudios son auténticamente
históricos, basados en la crítica y el análisis de documentos escritos. Los códices y
los jeroglifos son usados como posibles fuentes etnohistóricas. La tradición oral no
se utiliza en la reconstrucción etnográfica o de historias específicas.
Hablando de las temáticas, los etnohistoriadores históricos describen
“historias marginales”, diferenciando las “historias centrales” que tratan las
historias de los pueblos e instituciones ibéricas en América Latina.
Los etnohistoriadores históricos estudian cómo eran las sociedades y
culturas indígenas antes de la llegada de los españoles y de qué manera
cambiaron bajo la influencia de las culturas e instituciones europeas.
Este tipo de etnohistoria ha sido recibido con entusiasmo por los historiadores nacidos en América Latina quienes se esfuerzan por entender el pasado y el
presente de su cultura nacional desde su propio punto de vista. Ethnos podría
sonar como sinónimo de marginalidad para el historiador occidental, mientras que
para los historiadores del Tercer Mundo lleva directamente al nacionalismo.
Sobre la segunda, la etnohistoria etnológica, tiene su propio método y objetivo distinto, se fundamenta en la tradición no escrita y también en documentos
escritos, y su objetivo es entender el pensamiento de los indígenas. Es necesario
discutir brevemente la manera en que los antropólogos han llegado a interesarse
por la historia.
Este interés surgió como un reflejo de la atmósfera antihistórica que dominaba en la antropología anglosajona desde los años veinte del siglo XX. Los
antropólogos funcionalistas acumularon una enorme cantidad de datos, los antropólogos sociales comenzaron a percibir que debían tomar en cuenta los factores temporales. Se estaba volviendo dudoso que los modelos estáticos pudieran
explicar las llamadas “sociedades primitivas”. Fue al principio de los años sesenta, en Inglaterra, cuando Evans-Pritchard comenzó a hablar de antropología e
historia.
Fue hacia el final de los cincuenta, inmediatamente después de que se empezó a hablar de etnohistoria, cuando inició en los Estados Unidos la época de
“repensar la historia”. La preocupación de los antropólogos por la historia coincidió con el interés de los historiadores en la historia de la gente que normalmente
estudiaban los antropólogos.
Metodológicamente, estos estudios basados en documentos escritos
pertenecen a la etnohistoria histórica. Mientras tanto, se ha venido desarrollando
otro tipo de estudios etnohistóricos en África. Etnohistoria en África es la historia
basada en tradiciones orales y no es una historia marginal. Este carácter singular
de la etnohistoria africana tiene mucho que ver con el surgimiento y caída de la
dominación europea en África. En América Latina, el colonialismo europeo continuó durante 300 años. En este periodo, la cultura y las instituciones ibéricas
fueron implantadas en América Latina y formaron su “historia central”. Los ibéricos dejaron enormes cantidades de documentos administrativos y eclesiásticos
como una “herencia colonial”; consecuentemente, las historias de los indígenas
han sido consideradas “historias marginales” que deben ser rastreadas en los
archivos locales. Ya que las instituciones coloniales europeas fueron establecidas tarde, los primeros documentos escritos aparecieron en África hasta la segunda mitad del siglo XIX, con excepción del Congo, Etiopía y África Occidental. En
África el historiador tiene la ventaja de tratar un pasado que está cerca, es vivo y
continuo. Trata una tradición oral que se extiende hacia atrás, sin interrupción,
desde el presente hacia el pasado.
La profundidad del “pasado” vivo en África, de la cual descienden las tradiciones orales, tal vez no es comparable a la profundidad temporal que los
etnohistoriadores latinoamericanos intentan rastrear. En Mesoamérica los etnohistoriadores por lo regular se han interesado en los primeros siglos del régimen
colonial y/o el mundo prehispánico. Eso no significa que no existe tal pasado
183
Relaciona lo que se dice sobre las
“historias marginales” con respecto
a las “historias centrales” con las
lecturas de las unidades I y II.
En este caso, se trata de reconstruir
la historia de los grupos humanos
mediante la utilización de la historia
oral, trabajando desde el presente
para comprender el pasado.
Etnohistoria
vivo entre los indígenas mesoamericanos. Su pasado vivo sigue siendo por el
momento desconocido; esto no se debe a su inexistencia sino a que pocos investigadores se han esforzado por recoger sistemáticamente la tradición oral
indígena con el fin de reconstruir su historia desde el presente y hacia atrás, hacia
el pasado.
Aparte de las tradiciones orales ¿existen otros datos etnohistóricos no escritos? Una variedad de potenciales fuentes etnohistóricas incluyen evidencias
materiales como edificios y herramientas, evidencia tecnológica, lingüística, las
interpretaciones de la gente, la memoria colectiva. La etnohistoria ha producido ya
algunos resultados notables, y seguirá contribuyendo de manera importante a
nuestra comprensión de las culturas indígenas de Mesoamérica.
Actividad 2
A continuación, se te presenta un fragmento de la introducción del libro “El regreso
a los antepasados” de Nathan Wachtel, realizado sobre los indios urus de Bolivia.
Lee con atención, analízalo y con base en la lectura anterior menciona si se trata
de un texto etnohistórico-antropológico o de uno etnohistórico-histórico. Anótalo
en tu cuaderno.
¿Cuáles crees tú que son las ventajas de realizar un estudio de esta manera?
La presente obra propone un enfoque a la vez etnográfico e histórico. El
análisis de la sociedad actual tiene como finalidad principal delimitar mejor el
objeto de estudio. El trabajo de campo permite observar las costumbres o
representaciones que, por naturaleza propia de los documentos de archivo,
escapan a lo escrito, como el uso de ciertas técnicas, los trueques, el sistema
de cargos religiosos, los ritos, etc.
La primera parte (del estudio), centrada en el pueblo de Chipaya en un
presente que se sitúa en los años setenta, aparece como un estudio monográfico, que se extenderá en su último capítulo al grupo de los moratos del
lago Poopó para destacar los elementos de una primera comparación en el
nivel sincrónico. La segunda parte es una cuenta regresiva: comienza
nuevamente por el caso de los chipayas y luego el cuadro se amplía al conjunto de los grupos urus del altiplano e incluso hasta el contexto del mundo
indígena durante el periodo colonial. Finalmente, como epílogo, seguimos el
curso de los siglos para regresar a Chipaya y al presente de sus habitantes, al
problema de su identidad y a las perspectivas de un futuro imprevisible…
Repaso
En tu cuaderno responde las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles han sido las confusiones terminológicas que han afectado al acercamiento entre antropología e historia?
2. ¿Qué principios sustentaron el posicionamiento antihistórico o ahistórico en
la antropología?
3. ¿Por qué el proceso de descolonización obligó a la antropología occidental
a acercarse a la historia?
4. ¿En qué consisten la antropología aplicada, y en qué consistiría la historia
aplicada?
5. ¿Qué posibilidades tendrían las diferentes corrientes antropológicas al incorporar a sus estudios las reflexiones sobre el tiempo de corta, mediana y
larga duración histórica?
6. ¿Qué características definen a la etnohistoria antropológica y cuáles a la
etnohistoria histórica?
184
Resumen del módulo
RESUMEN DEL MÓDULO
La etnohistoria surgió como un medio adecuado para reconstruir la historia de los pueblos o grupos marginados por la
historia oficial, caracterizándose desde sus comienzos como una interdisciplina por la unión de la antropología y la
historia, así como por la utilización de fuentes alternativas para el conocimiento de estos pueblos y, en general, del “otro”.
En México, el término etnohistoria fue retomado para definir a todas las investigaciones históricas que hacían uso
de los vestigios que se tenían a la mano, formalizándose primero como una especialidad de la Etnología y, posteriormente, mediante la creación de la licenciatura en Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
De esta forma, la etnohistoria en México ha buscado formar especialistas en el manejo de una gran diversidad de
fuentes, como los documentos escritos en caracteres latinos o alfabéticos, el estudio de las lenguas indígenas, el
acercamiento a los sistemas escriturales indígenas presentes en los códices, así como la utilización de la etnografía como
un medio adecuado para acercarse a la mentalidad indígena.
Dado su carácter antropológico, para la etnohistoria es importante reflexionar sobre la dicotomía naturaleza/cultura, puesto que es aquí donde se reconoce la comprensión del ser humano como una unidad biológica y social. A ello se
debe el uso de las técnicas etnográficas por parte de los etnohistoriadores.
Debido a su carácter interdisciplinario, la etnohistoria se encuentra en una reflexión permanente con respecto a la
relación entre antropología e historia, lo cual la lleva a pensar en el tiempo histórico como algo antropológico y en el
espacio antropológico como algo histórico. En este punto, es pertinente afirmar que la etnohistoria, por estas características, va y viene entre lo sincrónico y lo diacrónico, lo que le permite innovar en el marco de las investigaciones
sociales.
Desde su nacimiento, la antropología se ha manifestado abiertamente como una disciplina antihistórica, a la vez
que la historia, durante mucho tiempo, se mantuvo alejada del estudio de los grupos “sin historia”, aquellos que tradicionalmente estudiaba la antropología. Ha sido necesario, tal como lo mencionara Carlos García Mora, que exista la
unidad de las diferentes subdisciplinas antropológicas para poder, de esta forma, obtener mejores resultados, es, en este
campo, donde la etnohistoria cuenta con un alto grado de creatividad e innovación.
Un ejemplo de ello es su capacidad de realizar diversos tipos de estudios, mismos que han sido denominados
como una “etnohistoria histórica”, la cual se basa en el estudio del pasado, a partir de documentos u otras fuentes
procedentes de la misma temporalidad, y en la “etnohistoria etnológica”, que trabaja desde el presente para comprender
el pasado. Lo que hace que hoy la etnohistoria mantenga su unidad, su pertinencia interdisciplinaria y su gran tradición
dentro de los estudios e investigaciones sobre el “otro”.
185
Etnohistoria
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro del paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1. La historia acontecimiento es una visión etnocéntrica que dota de atributos históricos sólo a
algunas sociedades.
(
)
2. Fue James L. Axtell quien propuso que la etnohistoria era una metodología basada en un amplio
espectro de evidencias: desde la arqueológica hasta la documental, con el fin de reconstruir la
“historia pre-europea”.
(
)
3. Los precursores de la etnohistoria en México la formularon como una disciplina académica
especializada en la formación de especialistas en historia prehispánica y de los indios durante la
época colonial.
(
)
4. Los objetos de estudio “típicos” de las ciencias clásicas o nucleares se han agotado y sus
metodologías se han ido tornando obsoletas a la luz de nuevas corrientes.
(
)
5. Las fuentes secundarias son aquellas que fueron escritas por testigos presenciales de los hechos
que narran.
(
)
6. El hombre es un ser bioético a la par que un individuo social.
(
)
7. La cultura es un conjunto de reglas que permite modelar los comportamientos y actitudes.
(
)
(
)
9. La dificultad y el interés acerca de las relaciones entre antropología e historia se deben a un objeto
doble y complementario: la etnografía y su método.
(
)
10. El espacio de la antropología es necesariamente histórico porque es un espacio simbolizado
empleado por grupos humanos.
(
)
11. La etnohistoria actual tiene dos tendencias: la histórica y la antropológica.
(
)
12. Los sociólogos comenzaron a interesarse por la historia como un reflejo de la atmósfera histórica
que dominaba la antropología anglosajona. A partir de entonces, se volvieron dudosos los
modelos estáticos para explicar las llamadas “sociedades primitivas”.
(
)
13. La historia de las mentalidades surgió antes de la Segunda Guerra Mundial entre un grupo de
antropólogos franceses al que se denominó Escuela de los Annales.
(
)
8. La etnografía es el estudio social y de segunda mano de los asentamientos locales.
Completa, correctamente, los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea.
14. La historia de los pueblos indios se mantiene ignorada en función de los requisitos de la _________________ de
los grupos dominantes que crearon la idea de la ____________________ mexicana, incluyendo sólo aquellos
con características económicas, lingüísticas, sociales e ideológicas definidas por ellos.
15. Fue en ____________________ donde se impulsó los estudios etnohistóricos que estuvieron ligados directamente con problemáticas de orden político.
186
Ejercicios de autoevaluación
16. Cualquier discurso oral o verbal es un reflejo de la _____________ . Si hacemos etnohistoria debemos tenerlo
siempre presente.
17. La etnohistoria es un campo ___________________ porque tiene dos matrices disciplinarias distintas: la
______________________ y la _____________________.
18. La distinción entre estado de _____________ y estado de _________________tiene un valor lógico que justifica,
plenamente, que la sociología moderna la use como instrumento metodológico.
19. Sostenemos que todo lo que es ______________ en el hombre corresponde al orden de la naturaleza y se caracteriza por la espontaneidad, mientras que todo lo que está sujeto a una norma pertenece a la _______________.
20. La ________________ es fundamental para la etnohistoria en su búsqueda por comprender al “otro” presente en
los documentos.
21. Los etnógrafos adoptan una ________________de libre acción para la recolección de sus datos. Se desplazan de
un lugar a otro y de un sujeto a otro para descubrir la totalidad y la ___________________ de la vida social.
22. Axtell señala las diferencias entre el método ___________ al que caracteriza como: _______________ trabajar
desde el presente para entender el pasado y ________________ que significa trabajar el pasado para entender el
presente.
23. La antropología es el estudio de las _________________ dentro de las cuales los miembros de las comunidades y
sociedades, actúan el drama de sus vidas.
24. Metodológicamente, los estudios basados en documentos escritos pertenecen a la ____________
___________________ para la reconstrucción de sociedades y culturas pasadas.
25. Anota las letras MI dentro del paréntesis de aquellas actividades que nos acercan a la Mentalidad Indígena
(
(
(
(
)
)
)
)
Lectura de fuentes de origen europeo
Conocimiento de la lengua
Trabajo etnográfico
Consultar tratados científicos
26. Coloca una V si la fuente es voluntarias y una I si la fuente es involuntarias.
(
(
(
(
(
(
)
)
)
)
)
)
Archivos, confesionarios, estadísticas vitales
Probanzas de méritos, crónicas, anales
Mitos, leyendas, corridos
Correspondencia
Chistes, albures.
Estelas, pinturas murales, monumentos
187
Etnohistoria
27. Relaciona ambas columnas colocando dentro del paréntesis la letra que corresponda a la técnica etnográfica con su
descripción.
a) Informantes
(
)
b) Observación
(
)
c) Investigación etic
(
)
d)
e)
f)
g)
(
(
(
(
)
)
)
)
h) Entrevista con cuestionarios (
)
i)
j)
)
)
Historias de vida
Método genealógico
Investigación emic
Investigación temática
Conversaciones
Investigación longitudinal
(
(
A veces, son más o menos formales, desde la charla que contribuye a
mantener la relación, hasta las entrevistas prolongadas, que pueden estar o no
estructuradas.
Estrategia que da prioridad a las percepciones y conclusiones del etnógrafo
(observador).
Dispone de información completa y comparable de todos los aspectos de
interés del estudio.
Estrategia centrada en las creencias y percepciones locales (nativas).
Es el estudio prolongado de un área o lugar.
Puede ser directa o participante del comportamiento cotidiano.
Personas clave quienes comentan sobre aspectos determinados sobre la vida
comunitaria.
Entrevista a profundidad que conduce a la recolección de la vida particular de
una persona.
Da cuenta de la filiación de parentesco de un individuo y de sus relaciones.
Está centrada en contenidos o problemáticas concretas de diversos tipos.
28. Coloca dentro del paréntesis la letra que corresponda a la propuesta de cada autor que provee de la palabra
historia y antropología.
(
(
) Alfred Réginald Radcliffe-Brown
) Franz Boas
a.
b.
(
) Edward Evan Evans-Pritchard
c.
(
) Leopold Von Ranke
d.
(
) Benedetto Croce
e.
(
) Siefried Friederick Nadel
f.
(
) Ruth Fulton Benedict
g.
(
) Ralph Piddington
h.
Para él, la historia ha sido definida como lo que realmente sucedió.
Señala que la antropología es el estudio de los seres humanos en cuanto
a criaturas de la sociedad, dirige su atención hacia las características
físicas y técnicas industriales y aquellas convenciones y valores que
distinguen una sociedad.
Declara que los antropólogos sociales estudian las culturas de las
comunidades primitivas contemporáneas.
Define a la historia como el pasado visto a través de las gafas del
presente.
Menciona que el objeto fundamental de la antropología social es
comprender a los pueblos primitivos, a las culturas que han creado, y a los
sistemas sociales en que viven y obran.
Define a la antropología como la rama de la sociología que se ocupa de
las sociedades “primitivas” o sin escritura.
Propone que la antropología es el estudio no determinista de la manera
de pensar de los pueblos primitivos.
Propone estudiar el comportamiento social en sus formas
institucionalizadas, con la familia, los sistemas de parentesco, la
organización política, los procedimientos legales, los cultos religiosos; ya
sea en sociedades contemporáneas o en sociedades históricas.
188
Ejercicios de autoevaluación
29. Anota dentro del paréntesis el número que corresponda a la aportación de cada autor.
1.- Jonathan Friedman
2.- Eric Hobsbawm
3.- Francisco Javier Clavijero
(
)
(
)
(
)
En su obra propone un programa político que planteó el proyecto social de la creación de un México
mestizo. Quitó a los indígenas su pasado para dotar a los mestizos de una historia.
Menciona que hacer historia es una manera de producir identidad, hasta donde produzca una relación
entre lo que supuestamente ocurrió en el pasado y la situación actual.
Señala que las tradiciones que aparecen o proclaman ser antiguas, con frecuencia tienen un origen
reciente y algunas veces son inventadas [...]. El término «tradición inventada» incluye a las tradiciones
construidas e instituidas de manera formal [...].
30. Ordena cronológicamente los acontecimientos que llevaron al surgimiento de la etnohistoria y su posterior desarrollo como disciplina académica en México, enuméralos del 1 al 6.
(
(
(
(
(
)
)
)
)
)
(
)
Se crea la Sociedad Americana de Etnohistoriadores.
El Congreso Norteamericano crea la Comisión de Reclamación de Tierras.
Se consolida como una especialización de la etnología en México.
Se realizan las reuniones entre antropólogos e historiadores en Williamsburg, Virginia.
Se utiliza el término etnohistoria para describir una metodología basada en un amplio espectro de
evidencias.
Se crea la Dirección de Etnohistoria en el INAH y la licenciatura en Etnohistoria.
31. Ordena los eventos colocando, dentro del paréntesis, el número 1 al que se presenta primero y el número 4 que
corresponde al último evento.
(
)
(
)
(
)
( )
Los primeros etnógrafos vivieron en sociedades de pequeña escala y relativamente aisladas, con
tecnología y economías denominadas “simples”.
En los asentamientos no industriales, los etnógrafos tenían que enfrentarse con un menor número de
formas de enculturación para comprender la vida social.
La antropología se convirtió en un campo separado en la medida en que sus profesionales trabajaban
en las reservas indias norteamericanas o viajaban a tierras lejanas para estudiar pequeños grupos.
La etnografía se fue configurando como una estrategia de investigación en sociedades con mayor
uniformidad cultural y con menor diferenciación social de la que normalmente encontramos en los
grandes y modernos países industriales.
189
Etnohistoria
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE ETNOHISTORIA
UNIDAD I
Lectura 1. Historias que todavía no son historias
Bonfil Batalla, Guillermo
1982
“Historias que no son todavía historia”, en Pereyra, Carlos, et. al., Historia ¿Para qué?,
México, Siglo XXI, pp. 229-234.
Lectura 2. Etnohistoria comparativa y el Cono Sur
Jones, Kristine L.
1994
“Etnohistoria comparativa y el Cono Sur”, en Latin American Research Review, Albuquerque, vol. 29, núm. 1. pp. 107-118. Fragmento traducido por Julieta Valle Esquivel en
Cursos introductorios a las licenciaturas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia,
prematrícula 1995, México, ENAH, pp.7-10
Lectura 3. Acercamiento a la etnohistoria en México
Valle Esquivel, Julieta
2004
“Ecos de otras voces: la etnohistoria”, en Artís Mercadet, Gloria (coord.), La
antropología en su lugar, México, INAH, pp.51-66.
UNIDAD II
Lectura 1. Las interdisciplinas y la etnohistoria
Valle Esquivel, Julieta
2004
“Ecos de otras voces: la etnohistoria”, en Artís Mercadet, Gloria (coord.), La
antropología en su lugar, México, INAH, pp.51-66.
Lectura 2. Reflexionando una vez más: la etnohistoria y la época colonial
Romero Frizzi, María de los Ángeles
1994
“Reflexionando una vez más: la etnohistoria y la época colonial”, en Dimensión Antropológica, México, INAH, núm. 1, mayo-agosto, pp.37-56. Fragmento en Cursos introductorios a las licenciaturas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, prematrícula
1998, México, ENAH, pp.119-122.
Lectura 3. Problemática en algunas fuentes
Romero Huerta, José Antonio
2004
“Problemática en algunas fuentes”, en Guía de Estudio para el Ingreso a las Licenciaturas de la ENAH, México, ENAH, pp.152-154.
UNIDAD III
Lectura 1. Naturaleza/Cultura: distinción fundamental para la etnohistoria
Lévi-Strauss, Claude
1993
“Naturaleza y cultura”, en Las estructuras elementales del parentesco, Barcelona, Paidós, pp. 35-59.
Lectura 2. Las técnicas etnográficas en etnohistoria
Kottak, Conrad Phillip
1994
Antropología. Una exploración de la diversidad humana con temas de la cultura
hispana, Madrid, McGraw-Hill, pp. 26-30.
Lectura 3. Tiempo histórico y antropología, espacio antropológico e historia: relación fundamental
para la etnohistoria
Augé, Marc
1994
“El espacio histórico de la antropología y el tiempo antropológico de la historia”, en Revista Cuicuilco, México, ENAH-INAH,Vol. 1, Núm. 1, Mayo-Agosto, pp. 11-26.
Lectura 4. Sincronía-diacronía
Valle Esquivel, Julieta y José Antonio Romero Huerta
2011
“Lo que el etnohistoriador puede cosechar”, en Guía de estudio para el ingreso a las
licenciaturas de la ENAH Generación 2011, México, ENAH, pp.174-185.
UNIDAD IV
Lectura 1. La antropología y la historia: la historia de las mentalidades y la antropología en la actualidad
Korsbaek, Leif
2000
“La antropología y la historia: la historia de las mentalidades y la antropología en la actualidad”, en Ciencia Ergo Sum, Toluca, UAEM, vol. 7, Núm. 2. Julio, pp.189-199.
Lectura 2. La etnohistoria “histórica” y la etnohistoria “antropológica”
Ochiai, Kazuyasu
2002
“La forma de la historia profunda: una revisión de algunos estudios etnohistóricos en
Mesoamérica”, en Revista Cuicuilco, México, ENAH-INAH, vol. 9, núm. 26, septiembrediciembre, pp.199-240.
190
Etnología
INTRODUCCIÓN
En este módulo te presentamos una visión general de la etnología para
comprender su especificidad dentro de las ciencias sociales y humanas, así como
su cualidad en relación con las otras disciplinas antropológicas. A lo largo de la
estructura del presente texto encontrarás el desarrollo de esta visión en diversos
ejes: la cientificidad de la etnología y su carácter interpretativo, su objeto de
estudio, conceptos, teorías y metodologías utilizadas; acompañado a su vez de un
breve recorrido histórico.
En sus inicios la etnología se desarrolló como una ciencia; o bien, como
una formación discursiva con pretensiones científicas, con el propósito de describir
y comprender sociedades y culturas distintas a la del investigador. Esto posibilitó la
conformación de un conocimiento sobre la enorme diversidad humana con
respecto a sus creencias, prácticas, instituciones, comportamientos, valores y, en
general, los aspectos simbólicos que componen la cultura. Se ahondó en el
conocimiento sobre la especie humana estimulando a debatir la idea sobre la
existencia de aspectos naturales (es decir innatos, con mayor legitimidad en las
instituciones y costumbres humanas) por ejemplo, la idea de que existe una
religión u organización familiar que son propias de la humanidad o son más
racionales, y existen otras que no lo son.
De esta manera, el conocimiento y reconocimiento de la otredad (es decir,
la comprensión de los grupos, costumbres, identidades, organizaciones sociales,
creencias, que son diferentes a las del investigador, la comunidad, cultura o
civilización de la cual proviene) sirvió y aún hoy en día, para comprender las
sociedades ajenas pero también las propias de quien realiza la investigación, por
medio del contraste, las semejanzas y diferencias entre los grupos humanos, lo
cual ha permitido situar las experiencias culturales propias dentro de la amplia
gama de la diversidad. Esto se ha incrementado en las últimas décadas ya que la
etnología desarrolla, cada vez en mayor cantidad, investigaciones en sociedades
del propio investigador o que son muy semejantes. En este sentido, la etnología ha
construido un saber doblemente vinculado con nuestro propio conocimiento por
dos vías: la comparación con otros grupos humanos, con lo cual se ilumina
tangencialmente la cultura propia, y la reflexión sobre el contenido cultural de la
sociedad del investigador.
Como se señaló, inicialmente la etnología estudiaba a grupos y personas
de civilizaciones alejadas denominadas, en muchas ocasiones, como salvajes o
primitivas. Actualmente los objetos de estudio, como tendrás oportunidad de
observar en este módulo, abarcan casi toda experiencia humana, por lo cual
existen nuevos retos teóricos y metodológicos para la investigación; es decir,
generar conceptos, preguntas, hipótesis e interpretaciones, así como técnicas de
recolección y análisis de datos que permitan dar explicaciones a las nuevas
interrogantes y objetivos planteados.
Así entonces, la etnología permanece como el diálogo, la observación, la
comprensión y, en ocasiones, la impugnación de los hombres y mujeres consigo
mismos, ampliando el saber y las interrogantes sobre nuestra especie.
Roberto Carlos Garnica Castro
Carlos Alberto Guerrero Torrentera
191
PREGUNTAS
GENERADORAS
A pesar de que,
tradicionalmente, la
etnología ha estudiado los
grupos humanos que más
difieren del nuestro, ¿de
qué manera la etnología
puede ayudarnos a saber
quiénes somos?
¿Cuáles son los retos
teóricos y metodológicos
a los que se enfrenta la
etnología, cuando aborda
los nuevos “objetos”
de estudio, en el actual
mundo reconocido como
multicultural y globalizado?
UNIDADES
I. Definición, objeto y
sentido de la etnología
II. Historia de la etnología
III. Teorías, corrientes y
campos de la etnología
IV. Cuestiones
metodológicas
Etnología
UNIDAD I. Definición, objeto y sentido de la
etnología
PREGUNTAS
GENERADORAS
A partir de la etnología,
¿puede realizarse un
análisis científico de la
cultura a la que pertenece
el propio investigador?
¿En qué se distinguiría
dicho estudio del que podría
hacer, por ejemplo, un
sociólogo?
¿Se puede considerar
que un acercamiento
descriptivo, por muy
minucioso que sea, tiene
carácter científico?
¿Caracterizar a la etnología
como disciplina subjetiva
e interpretativa implica
renunciar a la cientificidad?
La etnología no es una ciencia
experimental en busca de leyes, sino
una ciencia interpretativa en busca
de significaciones.
Clifford Geertz
Aunque en general se reconoce el
estatuto científico de la etnología,
hay autores, como Stephen Tyler,
que lo cuestionan.
Según Lévi-Strauss, la comparación
etnológica puede operar en tres
direcciones: geográfica, histórica o
sistemática.
Propone que el nivel más
elevado de reflexión
antropológica consiste en
alcanzar conocimientos sobre el
hombre que sean válidos,
independientemente de las
particularidades históricas y
geográficas.
La etnología es la ciencia
antropológica que estudia la
diversidad cultural en el presente.
En esta unidad se explicará qué es la etnología, cuál es su objeto de estudio y cuál
es su finalidad.
Para profundizar la cuestión se discutirán problemáticas tales como: su
carácter científico, la “oposición” entre cultura y naturaleza, la identificación del
otro, la multiplicidad de significados del término cultura, la motivación del
conocimiento y las nuevas condiciones de la disciplina.
Es necesario aclarar que estas cuestiones están sujetas a discusión pues
la etnología es una disciplina crítica en la que confluyen distintas perspectivas,
además de que se encuentra en constante cambio.
Temario
1. ¿Qué es la etnología?
2. La cultura y la diversidad cultural
3. El sentido de la Etnología
Lectura 1. Caracterización de la Etnología
Roberto Carlos Garnica Castro.
Según el Diccionario de la Real Academia, la palabra etnología proviene del griego
etno (pueblo o raza) y logos (ciencia, razón, palabra, discurso); por tanto, es
definida como la “ciencia que estudia las causas y razones de las costumbres y
tradiciones de los pueblos”. Aunque nociones como etnia, pueblo, raza y ciencia
son problemáticas, esta definición nos permite establecer que la etnología es una
disciplina que más allá de describir, busca explicaciones.
Así pues, definiremos la etnología como la ciencia antropológica que
estudia la diversidad cultural en el presente.
Como ejercicio introductorio al estudio de la disciplina, precisemos
algunas cuestiones en torno a esta definición:
a) La etnología pertenece a un grupo de disciplinas denominadas ciencias
sociales, ciencias humanas o ciencias del espíritu.
b) Aunque se distingue de otras disciplinas como la física, la química y la
biología, por su objeto y metodología de estudio: el campo de observación
de los científicos sociales “tiene un sentido particular y una estructura de
significatividades para los seres humanos que viven, piensan y actúan
dentro de él” (Schütz, 1995:37); la etnología mantiene sus pretensiones
científicas ya que: es “una ciencia interpretativa en busca de
significaciones” (Geertz, 2000:20).
c) Pertenece, junto con la lingüística, la antropología física, la arqueología y
la etnohistoria, a la antropología general. Es decir, suma su esfuerzo para
desentrañar lo que el ser humano es.
d) Centra su estudio en lo que distingue al ser humano de las demás
especies: la cultura y sus múltiples manifestaciones particulares.
e) Dependiendo del marco teórico-metodológico, los intereses del
investigador y las características concretas del grupo estudiado, se
pueden tener diversas posturas en relación con la importancia de conocer
el pasado para comprender mejor a un grupo sociocultural; lo cierto es que
la etnología “es un oficio del frente a frente y del presente” (Augé,
2007:10), “del aquí y el ahora” (Augé, 2000:15).
Para completar esta caracterización de la etnología, es necesario abordar
brevemente las siguientes cuestiones:
Tradicionalmente, los “objetos” de la etnología se asociaban con lo exótico,
inclusive se llegó a calificar a dichas comunidades como primitivas, salvajes,
incivilizadas, irracionales, etc. Sin embargo, nuestra disciplina ha modificado
192
Unidad I
su perspectiva; por una parte, la noción de “raza” como determinante biológico de
la cultura se considera inadecuada y, por otra, la noción de “etnia” se ha vuelto
más amplia. Considerando las actuales condiciones políticas, económicas y
socioculturales, han surgido nuevos “objetos” de estudio; así entonces,
remarcando que nos encontramos frente a la necesidad de renovar
creativamente nuestros marcos teóricos y metodológicos, el trabajo de campo y
la observación participante continúan siendo los pilares de la investigación
etnológica.
Anteriormente mencionamos que la etnología no se limita al mero registro
o descripción de las costumbres y tradiciones de un grupo humano, sino que
pretende explicar científicamente los fenómenos socioculturales. Al respecto, LéviStrauss explica: “Etnografía, etnología y antropología no constituyen tres
disciplinas diferentes […] Son, en realidad, tres etapas o momentos de una misma
investigación” (Lévi-Strauss, 1995:368). Dependiendo del grado de generalización
que se pretenda alcanzar, la etnografía es el estudio particular de un grupo social,
la etnología es un estudio comparativo y “la antropología apunta a un conocimiento
global del hombre y abarca el objeto en toda su extensión geográfica e histórica”
(Lévi-Strauss, 1995:368).
Es pertinente señalar que la etnología puede servir para muchas cosas, no
obstante que su finalidad más profunda consista en “ampliar el universo del
discurso humano” (Geertz, 2000:27), ayudarnos a captar el carácter normal de una
cultura, sin reducir su particularidad.
Fuente:
http://www.monografias.com/trabajos32/derech
o-al-agua/Image3588.gif
Actividad 1
A partir de la lectura anterior, responde en tu cuaderno las siguientes preguntas:
¿Cuál es el objeto de estudio de la etnología?, ¿Cuál es su metodología
privilegiada?, ¿Cuál es su finalidad?
Actividad 2
a) Identifica y escribe en tu cuaderno cinco actividades que realizan todos los
seres humanos, independientemente de la cultura a la que pertenecen.
Ejemplo: Todos los seres humanos deben hidratarse.
b) De las cinco actividades que anteriormente identificaste, elije por lo menos
tres y elabora en tu cuaderno una breve descripción de cómo son
realizadas de manera particular por cada individuo o grupo social.
Ejemplo: Todos los seres humanos deben hidratarse; sin embargo,
algunos toman refresco, otros, vino o cerveza, otros, agua de un río o pozo, otros,
agua purificada envasada, etc
Lectura 2. El hombre, ser sociocultural por naturaleza
Fuente:
9HCXJI/AAAAAAAAAiQ/rj2IxBdzeKU/s400/pulque
ros2vi2.jpg
Una práctica tan básica y universal
como ingerir el líquido que necesita
nuestro organismo, presenta
infinidad de manifestaciones
concretas dependiendo de los
contextos socioculturales.
¿Te has puesto a pensar que algo
tan común para nosotros como
comprar y beber agua purificada
es una práctica “extraña” desde la
perspectiva de otros grupos
humanos?
Roberto Carlos Garnica Castro.
Algunos pensadores odel XVII y el XVIII, como Hobbes y Rousseau, partieron de la
distinción, e incluso oposición, entre un supuesto “estado de naturaleza” y el
presente “estado de sociedad”. Desde la perspectiva de ciencias sociales tales
como la sociología y la etnología, no puede establecerse una distinción clara
entre dichos “momentos” o “estadios” de la evolución humana. Sería
contradictorio y un falso problema, para disciplinas como la historia o la
antropología física, elaborar un proyecto de investigación que tuviera como
objetivo identificar “una fase de la evolución de la humanidad durante la cual
193
¿Qué es más relevante para la
existencia humana: lo biológico o lo
sociocultural?
¿Podemos decir que las agrupaciones,
o agregados de animales de otras
especies, son sociedades?
Etnología
Esta imagen de Escher, nos hace
cuestionarnos por la posibilidad de
señalar un momento específico en el
que el hombre “dejó” de ser parte de
la naturaleza para “devenir” un ser
sociocultural.
Fuente:
http://www.colegiosansaturio.com/deptomatesw
eb/SANSAMATES/Trabajos/Escher/imagenes/e
scher_csg026_ encounter.jpg
No se puede encontrar en el hombre
ejemplos de tipos de comportamiento
de carácter pre-cultural.
Claude Lévi-Strauss
A partir de las reflexiones de Claude
Lévi-Strauss:
¿Qué sentido tendría continuar
buscando el denominado “eslabón
perdido”?
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2a/
Anatomia_del_corpo_humano.jpg
“El hombre es un ser sociocultural
por naturaleza”.
Esto significa que la cultura no es
algo superficial -que podríamos
quitarnos como si fuera un traje de
piel- sino algo inherente a nuestra
“naturaleza”.
ésta, aún en ausencia de toda organización social, no haya desarrollado formas de
actividad que son parte integrante de la cultura” (Lévi-Strauss, 1993:35).
A pesar de esto, algunos autores han propuesto interpretaciones más
sutiles. Por ejemplo, Elliot Smith, Perry y sus seguidores, desarrollaron una teoría
en la que, a pesar de su arbitrario esquema histórico, se muestra claramente en un
grado comparable al conjeturado por los filósofos de la Ilustración:
“`[…] la oposición profunda entre dos niveles de la cultura humana
y el carácter revolucionario de la transformación neolítica. No puede
considerarse que el hombre de Neanderthal, con su probable
conocimiento del lenguaje, sus industrias líticas y sus ritos funerarios,
existe en estado de naturaleza: su nivel de cultura se opone, sin embargo,
al de sus precursores neolíticos” (Lévi-Strauss, 1993:35).
No obstante, aunque dicha oposición no tenga un correlato histórico
aceptable, la oposición conceptual entre un hipotético “estado de naturaleza” y el
“estado de sociedad” tiene un valor lógico que justifica que las ciencias sociales
contemporáneas la utilicen como instrumento analítico y metodológico.
El resultado de dichas especulaciones es el reconocimiento de que el
hombre es al mismo tiempo un ser biológico y un ser social: un ser en el que se
integran de manera substancial la realidad físico-material y los condicionamientos
históricos, sociales y culturales.
Hay que hacer hincapié en el hecho de que la cultura no se yuxtapone o
superpone de manera simple a lo biológico y lo corpóreo, en general. En un
sentido lo sustituye, pero también lo utiliza y lo transforma para realizar una
síntesis de nuevo orden. Retomando la terminología de la filosofía clásica: el ser
humano no es sólo cuerpo o sólo espíritu (ni siquiera una especie de mescolanza
de ambas cosas), sino una síntesis auténticamente integrada de dichas
realidades.
Después de compendiar el panorama de la discusión: al negar o
subestimar la oposición entre “estado de naturaleza” y “estado de cultura”, se
cancela la posibilidad de entender los fenómenos socioculturales; al concederle
su pleno alcance metodológico se corre el riesgo de erigir como misterio insoluble
el pasaje entre los dos órdenes; Lévi-Strauss lanza con fines analíticos las
siguientes preguntas: ¿Dónde termina la naturaleza? ¿Dónde comienza la
cultura? (Lévi- Strauss, 1993:36).
Debido a que no debe abrigarse la esperanza de encontrar en el ser
humano ejemplos de comportamiento de carácter pre-cultural: ¿podría ensayarse
el camino inverso?; buscar en los niveles superiores de la vida animal prácticas o
manifestaciones en los que pueda reconocerse el esbozo, los signos precursores
de la cultura.
Las prácticas o fenómenos de lo que podría denominarse modelo cultural
universal son: el lenguaje, el uso de herramientas, las instituciones sociales y los
sistemas de valores estéticos, morales y/o religiosos. No encontramos nada de
esto en las pretendidas “sociedades” animales como las de ciertos insectos como
las hormigas o las abejas que, por lo tanto, son meras estructuras colectivas
determinadas por el instinto y las correspondientes disposiciones anatómicas.
Es un hecho entonces, que no pueden ofrecerse “datos” o muestras contundentes que nos permitan captar el momento en el que se produce el paso del
“estado de naturaleza” al “estado de sociedad o de cultura”, pero la presente
especulación nos ha permitido identificar el criterio más claro para reconocer los
fenómenos socioculturales: la presencia de la regla; en contraposición, lo
universal es el signo de la naturaleza.
Así pues, todo lo que es universal en el hombre pertenece a la naturaleza,
mientras lo que está sujeto a la arbitrariedad de la norma y la regla corresponde a
la cultura y tiene carácter relativo y particular.
194
Unidad I
Sin embargo, hay un fenómeno humano: un conjunto de creencias,
prácticas, costumbres e instituciones, que se presenta como una paradoja a esta
“clasificación”:
“La prohibición del incesto presenta, sin el menor equívoco, y reunidos de
modo indisoluble los dos caracteres en los que reconocimos los atributos
contradictorios de dos órdenes excluyentes: constituye una regla, pero la
única regla social que posee, a la vez, un carácter de universalidad.” (LéviStrauss, 1993:42).
En la cita anterior, el autor nos explica que la prohibición del incesto tiene
carácter universal porque todos los grupos humanos prohíben ciertas alianzas
conyugales. El que cada sociedad tenga su propia concepción de pariente próximo
y prohibido no le quita universalidad a esta regla; es más, si no analizamos esto
desde una perspectiva etnológica estaríamos tentados a afirmar que:
“…toda sociedad exceptúa la prohibición del incesto si se la considera
desde el punto de vista de otra sociedad cuya regla es más estricta que la
suya” […] “La cuestión no es, pues, saber si existen grupos que permiten
matrimonios que otros excluyen, sino más bien si hay grupos en los que no
se prohíbe tipo alguno de matrimonio. La respuesta debe ser, entonces,
totalmente negativa y por dos razones: en primer lugar, nunca se autoriza
el matrimonio entre todos los parientes próximos sino solo entre ciertas
categorías (semihermana con exclusión de la hermana; hermana con
exclusión de la madre, etcétera); luego, porque estas uniones
consanguíneas tienen a veces un carácter temporario y ritual y otras un
carácter oficial y permanente, pero en este último caso permanecen como
privilegio de una categoría social muy restringida” (Lévi-Strauss, 1993:42).
Es claro entonces, que la prohibición del incesto presenta, al mismo tiempo
y de manera teóricamente contradictoria, tanto el carácter distintivo de los hechos
de naturaleza, como el carácter distintivo de los hechos de cultura: “posee, a la vez,
la universalidad de las tendencias y de los instintos y el carácter coercitivo de las
leyes y de las instituciones”. (Lévi-Strauss, 1993:43).
En conclusión:
“La prohibición del incesto no tiene origen puramente cultural, ni
puramente natural, y tampoco es un compuesto de elementos tomados en
parte de la naturaleza y en parte de la cultura. Constituye el movimiento
fundamental gracias al cual, por el cual, pero sobre todo en el cual, se
cumple el pasaje de la naturaleza a la cultura. En un sentido pertenece a la
naturaleza, ya que es una condición general de la cultura y, por lo tanto, no
debe causar asombro comprobar que tiene el carácter formal de la
naturaleza, vale decir, la universalidad. Pero también en cierto sentido es
ya cultura, pues actúa e impone su regla en el seno de fenómenos que no
dependen en principio de ella. La relación entre la existencia biológica y la
existencia social del hombre nos llevó a plantear el problema del incesto y
comprobamos enseguida que la prohibición no corresponde con exactitud
ni a una ni a otra” (Lévi- Strauss, 1993:58-59).
“Desde el momento en que se
demostró que ningún obstáculo
anatómico impide al mono articular
los sonidos del lenguaje y hasta sus
conjuntos silábicos, sólo puede
sorprender todavía más la ausencia
irremediable del lenguaje y la total
incapacidad de atribuir a los sonidos,
emitidos u oídos, el carácter de
signos”.
Claude Lévi-Strauss
Fuente:
http://3.bp.blogspot.com/_X7rI7lrYAJQqETLsI/A
AAAAAAAAEI/a_Imp5NR2Gg/s1600/mono+pe
nsando.jpg
“Un pariente por alianza es una
nalga de elefante”
Con este proverbio Sironga, que
Lévi-Strauss pone como epígrafe de
Las estructuras elementales del
parentesco, quiere expresarse la
importancia de establecer, además
de los lazos de parentesco
sanguíneos, las alianzas sociales y
políticas mediante los matrimonios.
Actividad 3
Subraya las ideas principales y secundarias que plantea el autor.
Caricatura sobre Lévi-Strauss
Actividad 4
Con las ideas que subrayaste, elabora un resumen de una cuartilla en tu cuaderno
a través del cual te respondas los siguientes cuestionamientos:
195
Fuente:
http://www.biografia.inf.br/wpcontent/uploads/2009/11/
Claude_Levi_Strauss-Caricatura.gif
Etnología
¿Para qué estudiar la identidad y la
alteridad?
Cuando el etnólogo intenta
comprender al otro, ¿adquiere
conocimiento sólo sobre ellos o
también sobre sí mismo?
http://www.letralia.com/ciudad/cardonagamio/imagenes/
espejo.jpg
“Lacan demuestra que en el ser
humano el yo se constituye entre los
seis y los dieciocho meses de edad,
a través de la alienación a una
imagen de sí que le viene del exterior
y que le aporta otro que funciona
como espejo”
(Francisco de la Peña 2011: 38)
Si, al contrario de lo que propone la
egocéntrica filosofía moderna, la
constitución del yo sucede a la
percepción del otro, la etnología
adquiere nueva relevancia.
Rimbaud afirma:
“Yo soy el otro”.
Lévi-Strauss sentencia:
“El otro soy yo”.
¿Qué implicaciones etnológicas
podrían derivarse de estas
aseveraciones tan radicales?
¿Cómo caracteriza Lévi-Strauss a la “naturaleza” y a la “cultura”?, ¿Cuál de
estos dos elementos es más determinante para el ser humano?
Lectura 3. ¿Quién es el otro?
Roberto Carlos Garnica Castro.
Hemos mencionado que el objeto de estudio de la etnología es la
diversidad cultural, por lo tanto es necesario confrontar la pregunta: ¿Quién es el
otro?, e intentar precisar ¿Qué es la cultura?
En sus orígenes, la etnología centró su interés en los grupos denominados
exóticos y/o nativos: los africanos (nuer, azande, ndembu), las tribus del norte de
América (iroqueses, esquimales, mohawk), los australianos y, en el caso de
México, los grupos indígenas (amuzgos, totonacos, nahuas).
Se tenía la idea de que para hacer un ejercicio etnográfico había que
desplazarse grandes distancias desde el lugar de origen. Sin embargo, la
alteridad es una categoría relativa que se construye dialécticamente en oposición
a la identidad; es decir, “los otros” sólo adquieren significación a partir de un
“nosotros”, la reflexión inversa también es adecuada: sólo puedo elucidar quién
soy yo cuando me sitúo frente a un tú. Un ejemplo sencillo y cercano puede
aclararnos esta cuestión: un individuo se identifica como estudiante de etnología
cuando se opone a alumnos de otras licenciaturas, se identifica como alumno de la
ENAH cuando se opone a miembros de otras universidades, se identifica como
universitario cuando se opone a un preparatoriano, se identifica como estudiante
cuando se opone a un profesionista o un comerciante…y, posiblemente, llegue a
afirmar que sólo se sintió auténticamente mexicano cuando vivió en otro país.
En el capítulo anterior, mencionamos que la noción de “etnia” se ha
ampliado: “En el uso científico corriente, el término etnia designa un conjunto
lingüístico, cultural y territorial de cierto tamaño” (Bonte, 1996:258); sin embargo,
las nuevas condiciones socioculturales del mundo globalizado obligan a
preguntarnos si una tribu urbana, una “secta” religiosa, una universidad, una
empresa y hasta una comunidad virtual, pueden analizarse como grupos étnicos.
Lo cierto es que, independientemente de la denominación, la etnología ha
asumido el reto de abordar los nuevos “objetos” de estudio.
Pasando a la noción de cultura, Lévi-Strauss la caracteriza de manera
negativa: es lo que no está determinado por la naturaleza, es lo particular y la
norma en oposición a lo universal.
En el uso coloquial llega a entenderse como las expresiones elevadas de
la educación; se dice, por ejemplo, que ciertas personas no tienen cultura.
No obstante, para nuestra disciplina es necesario, como lo propuso
Edward B. Tylor, concebirla desde una perspectiva amplia como el: “todo complejo
que incluye conocimiento, creencia, arte, moral, derecho, costumbre y
cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como
miembro de una sociedad” (Barfield, 2000:138). A pesar de que se han propuesto
múltiples definiciones de cultura: 1) “el modo total de vida de un pueblo”; 2) “el
legado social que el individuo adquiere de su grupo”; 3) “una manera de pensar,
sentir y creer”; 4) “una abstracción de la conducta”; 5) “una teoría del antropólogo
sobre la manera en que se conduce realmente un grupo de personas”; 6) “un
depósito de saber almacenado”; 7) “una serie de orientaciones estandarizadas
frente a problemas reiterados”; 8) “conducta aprendida”; 9) “un mecanismo de
regulación normativo de la conducta”; 10) “una serie de técnicas para adaptarse,
tanto al ambiente exterior como a los otros hombres”; 11) “un precipitado de
historia” (Kluckhohn, en Geertz, 2000:20); la definición de Edward
196
Unidad I
B. Tylor sigue siendo actual, pues se refiere a los rasgos humanos que se
transmiten socialmente –más que biológicamente-, destacando a su vez que las
grandes áreas de la vida humana (la economía, la política, el arte, la religión, etc.)
están íntimamente relacionadas.
A diferencia de Tylor, Franz Boas no habló de “cultura” sino de “culturas”, en
el sentido de que todas son diferentes, inconmensurables y, por lo tanto, es
absurdo afirmar que ciertos grupos humanos son superiores o inferiores a otros.
Cabe decir que aunque en la actualidad se ha agudizado el
multiculturalismo y el contacto intercultural, ninguna cultura ha estado jamás
aislada y su desarrollo está asociado con la interacción entre culturas: “Sin
embargo, toda cultura, además de por el deseo de apertura hacia las demás, se ve
incitada por la tentación de cerrarse sobre sí misma: ninguna cultura puede afirmar
su particularidad sin desear marcar su diferencia” (Bonte, 1996:203). Algunos
etnólogos contemporáneos destacan el carácter simbólico de la cultura: “el
hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido,
considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser, por
lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia
interpretativa en busca de significaciones.” (Geertz, 2000:20).
Como colofón de este apartado, podemos afirmar que el hombre es,
paradójicamente, un ser cultural por naturaleza; así entonces, la perspectiva
etnológica debe ser holística y sus “objetos” de estudio son ilimitados.
Fuente:
http://fatherjoe.files.wordpress.com/2006/10/2mass.jpg
Actividad 5
Observa atentamente las imágenes de esta página e identifica lo que a
continuación se te pide. Amplia el ejercicio con una descripción en tu cuaderno.
1) Identifica al menos un rasgo que comparten dichas prácticas.
2) Identifica un rasgo que cada una de las prácticas no comparte con las
demás (lo que la hace particular).
3) ¿Cuáles son las prácticas que comparten más rasgos?
4) ¿Cuáles son las prácticas que tienen menos rasgos en común?
Fuente:
http://sp0.fotologs.net/photo/0/10/3/ grunfo122056003
0337_f.jpg
Lectura 4. Fines, utilidad y finalidad de la etnología
Roberto Carlos Garnica Castro.
Según Claude Lévi-Strauss, los fines de la etnología, las características que le
guían y que pretende alcanzar son: objetividad, totalidad y significación.
a) “La primera ambición de la antropología es alcanzar la objetividad, inculcar
el gusto por ella y enseñar los métodos para lograrla” (Lévi-Strauss,
1995:375).
b) “La segunda ambición de la antropología es la totalidad. En la vida social, la
antropología ve un sistema cuyas partes se hallan todas orgánicamente
ligadas entre sí” (Lévi-Strauss, 1995:376).
c) La etnología, en tanto semiología o “ciencia que estudia la vida de los
signos en el seno de la vida social” (de Saussure, 1994:42), se sitúa
definitivamente en el plano de la significación.
Otra manera de preguntarse por el sentido de la etnología es cuestionar su
utilidad. Tanto los estudiosos de la etnología como aquellos que se relacionan con
dicha disciplina se preguntan en algún momento: ¿Para qué sirve la etnología? De
hecho, en ciertos ámbitos hay realmente una confrontación entre aquellos que
opinan que la etnología, en tanto disciplina científica, debe limitarse a la
comprensión de los fenómenos culturales observados; mientras que otros afirman
que el etnólogo debe asumir su compromiso ético y político con las sociedades que
investiga.
De hecho, la etnología surgió, asociada con el colonialismo, como
herramienta para comprender y dominar más eficazmente a los pueblos colonizados.
197
Fuente:
http://1.bp.blogspot.com/_-fiOlHkNR-Q/TClHwhb7atI
/ AAAAAAAAAXI/rJZFfYFNl7I/s1600/bar_mitzva.jpg
Fuente:
http://4.bp.blogspot.com/_3wZFbwEv0Fk/SrLAEcY60BI/
AAAAAAAAAAo/mAbVyI4h5p4/S226/mexico-acerca-delos-sac-Texto46-0185.jpg
Etnología
Según Lévi-Strauss, la etnología
pretende alcanzar la objetividad, la
totalidad y la significación.
Fuente:
http://1.bp.blogspot.com/_DfMAQiSM9fs/TIc571E7HI/AAAAAAAAADY/DEKvc76YIKQ/s1600/
claude-levi-strauss_machado_1209828628.jpg
No hay que olvidar que la etnología
es una disciplina asociada, histórica y
políticamente, con el colonialismo y
que algunos gobiernos utilizan el
conocimiento etnológico para
planear estrategias de dominación
más eficaces.
Hoy se habla de antropología aplicada como el uso de la etnología “más allá de los
habituales intereses académicos de la disciplina en investigar y enseñar, para
resolver problemas prácticos proporcionando información, creando directrices o
emprendiendo la acción directa” (Barfield, 2000:23). Algunos ámbitos en los que
se ha desarrollado la antropología aplicada son la salud, el desarrollo, la
educación, la agricultura, la apropiación de recursos naturales, el medio ambiente,
las cuestiones de género, los problemas de vivienda, los derechos humanos, la
drogadicción, el alcoholismo, etc.
A pesar de ello, es imprescindible revisar la cuestión sobre el sentido de la
etnología desde una perspectiva no pragmática.
Según Aristóteles, “todos los hombres desean por naturaleza saber”
(Aristóteles, 1994:69); el conocimiento obtenido a través de ese deseo por saber
no siempre está relacionado con su aplicación práctica o instrumental; desde esta
perspectiva, el origen de la etnología es en un primer momento el asombro ante lo
lejano o extraño y posteriormente, ante lo cercano y cotidiano.
Geertz reconoce que la etnología, además de sus pretensiones
meramente científicas, tiene otros propósitos: la instrucción, el entretenimiento, el
consejo práctico, el progreso moral, la crítica sociocultural (por supuesto, la crítica
pertinente no es la de la otra cultura a describir sino la de aquella a la que el
investigador pertenece: algo debe enseñarnos el hecho de que existen otros
modos de organizarse, de pensar y de vivir), pero su proyecto principal, su
finalidad más profunda es “ampliar el universo del discurso humano” (Geertz,
2000:27).
Así entonces, la etnología puede “servir” para muchas cosas (cabe
preguntarse ¿en qué medida y a costa de qué lo ha logrado?): darle mayor eficacia
a un plan de mercado, clarificar una estrategia bélica, aumentar la productividad
de una empresa, señalar vías para que un grupo étnico se integre a la Nación,
asesorar un proyecto de asistencia social…pero, su más valiosa potencialidad es
ampliar el universo del discurso humano, tender puentes entre las culturas, ser
herramienta para conocernos unos a otros y a nosotros mismos.
Fuente:
http://s2.alt1040.com/files/2010/11/colonialismo.jpg
Actividad 6
Identifica la postura de los siguientes autores y corrientes, respecto a la cuestión
sobre el sentido de la etnología. Elabora un cuadro comparativo.
1) Claude Lévi-Strauss.
2) La antropología aplicada.
3) Clifford Geertz.
Actividad 7
Ahora que cuentas con los elementos conceptuales de la lectura, ¿cuál sería
para ti la finalidad de la etnología? Argumenta y escribe tu respuesta.
Repaso
Quizá la más valiosa finalidad de la
etnología sea ampliar el universo del
discurso humano, tender puentes
entre las culturas, ser herramientas
para conocernos (unos a otros y a
nosotros mismos).
Fuente:
http://3.bp.blogspot.com/QqH8cN3HN3c/Tgiqphdx3mI/AAAAAAAAAmc/knh_7Z6A
PjU/s1600/magritte_conexiones-peligrosas.jpg
Repasa el contenido de la unidad, respondiendo en tu cuaderno lo siguiente:
1. Define etnología.
2. ¿Qué es lo que distingue al ser humano de las demás especies?
3. Según Claude Lévi-Strauss, ¿cuáles son las tres etapas de la
investigación en torno al hombre?, ¿en qué consiste la etnología?
4. En relación con el ser humano, ¿por qué no es posible distinguir
tajantemente entre estado de naturaleza y estado de sociedad o
cultura?
5. Según Claude Lévi-Strauss, ¿cuáles son las instancias que especifican
el modelo cultural universal?
6. Según Claude Lévi-Strauss, ¿cuál es el criterio que define a la cultura y
cuál, el que define a la naturaleza?
198
Unidad II
7. ¿Por qué, para Lévi-Strauss, la prohibición del incesto es un fenómeno
tan relevante?
8. ¿En qué tipo de grupos situó, originalmente, su interés la etnología?
9. ¿Por qué el concepto de alteridad es una categoría relativa?
10. Menciona tres ejemplos de nuevos “objetos” de estudio de la etnología.
UNIDAD II. Historia de la etnología
En esta unidad se realiza un recorrido general por la historia de la etnología para
comprender su conformación, consolidación y producción de conocimiento que ha
tenido a lo largo del tiempo. En este trayecto histórico, destaca el objetivo de
describir, analizar y comprender, de forma relacional, la identidad y la alteridad de
la diversidad cultural; sin embargo, es pertinente pensar diacrónicamente las
variaciones que ha tenido la disciplina, puesto que, desde su nacimiento al día de
hoy, ha conocido diversas teorías, corrientes, campos, así como objetos de
estudios y metodologías desarrolladas.
Por lo tanto, realizar este breve ejercicio histórico sobre la disciplina te
permitirá visualizar las divergencias en las tradiciones nacionales así como al
interior de las mismas, no solamente a lo largo del tiempo sino en un mismo
periodo; las precisiones que han ocurrido para definirse entre las ciencias
sociales; el lugar sociocultural que ocupa ella misma en el campo de los saberes,
las prácticas profesionales y las relaciones de poder, así como contextualizar el
saber que genera y sus vínculos entre la cultura, grupo o proceso desde el cual se
investiga, y la cultura, población o proceso que se estudia, describe, reflexiona y
procura comprender.
El objetivo de esta unidad es privilegiar los procesos históricos que han
tenido lugar para la conformación de la disciplina. No obstante, una historia de la
etnología debe ligarse con las teorías, conceptos y metodologías utilizadas; por
tanto, únicamente se esbozaran las teorías y corrientes más destacadas así como
los campos sobre los cuales trabaja, ya que posteriormente serán desarrollados
en la Unidad 3.
Temario
PREGUNTA
GENERADORA
¿Cuál es la pertinencia
de contextualizar
históricamente el
surgimiento, desarrollo
y variaciones de una
disciplina, en particular la
etnología?
Diacrónico: estudio de un
fenómeno a lo largo del tiempo.
Sincrónico: estudio de un
fenómeno en el momento en que se
desarrolla.
La
etnología
usa
ambas
estrategias, aunque privilegia la
segunda.
La etnología nace como ciencia en el
siglo XIX; sin embargo, desde la
antigüedad son reconocibles
preocupaciones, reflexiones y
trabajos que se aproximan a sus
objetivos: conocer, describir y
reflexionar la diversidad cultural.
1. Historia de la etnología
2. Historia de la etnología en México
Lectura 1. Antecedentes de la etnología
Carlos Alberto Guerrero Torrentera.
La etnología nace como disciplina con pretensiones científicas, en Europa y
América, en el siglo XIX. Actualmente, se encuentra presente en países de los cinco
continentes, cada cual con sus tradiciones y especificidades. Es imposible realizar
una historia general de ella en pocas páginas; por lo tanto, en esta guía solamente
se esbozarán las líneas generales de los movimientos que han tenido mayor
influencia global, enfatizando primordialmente su desarrollo en Occidente, y
desde luego, sus repercusiones en México.
Si bien, la etnología propiamente dicha nace en el siglo XIX, los especialistas
reconocen periodos diferentes de la historia en los cuales se conformaron y
produjeron teorías, reflexiones y trabajos, cuya semejanza con el quehacer
etnológico motivan a ser pensados en relación con éste. No significa que fueran
obras antropológicas (al menos como las consideramos en la actualidad), sino que
coinciden en algunas preocupaciones y prácticas. La historia previa a la etnología,
a partir del siglo XIX, puede dividirse en dos grandes momentos: el primero es
199
Joven samoana
Desde el siglo XIX la denominada
fotografía étnica fue muy utilizada.
Fuente: http://vi.sualize.us/view/canalcaveira
Etnología
La práctica etnológica ha sido
muy variada a lo largo del
tiempo; a su vez, en las
naciones en donde se practica
existen escuelas, líneas de
pensamiento e intereses
diferenciados, por lo cual una
historia de la disciplina es una
aproximación a la diversidad en
la unidad.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wikI/
Archivo:PazyrikHorseman.JPG
Las diferentes costumbres,
creencias, instituciones, formas de
vestir, hablar, organizar el poder,
relacionarse entre hombres y
mujeres, son aspectos que han
llamado la atención para la
conformación de la etnología. En la
imagen, un caballero escita, quien
“representó el ideal primitivo para los
pensadores de la Antigüedad”,
señala Adams.
Fuente:
tema/fotos-i-indigenas-nuevo.htm
Indígenas del Nuevo Mundo,
por Theodor de Bry, siglo XVII.
la Época Antigua; el segundo, el que abarca desde los descubrimientos del siglo
XVI hasta la Ilustración.
En la Época Antigua, destaca la obra de Herodoto: Los nueve libros de la
historia. Este autor vivió en el siglo V antes de nuestra era. Jean Poirier señala que
su obra es tanto histórica como etnológica. De hecho, al parecer el término historia
debería traducirse de mejor manera como encuestas, puesto que su
“procedimiento tiene más que ver con la encuesta etnográfica que con la
reconstitución histórica”, en el entendido de que relata lo que ha visto o
investigado (Poirier, 1992:10). No fue el único autor que trabó conocimiento con la
alteridad y le dio un lugar singular. William Adams, un antropólogo norteamericano
interesado en la historia de su disciplina y sus vínculos con la filosofía, señala que
entre griegos y romanos fue constante la idea que asociaba la otredad con un
mundo de valores deseables. Introducían categorías que no se soportaban en
investigaciones empíricas ni con hipótesis contrastables (lo cual caracteriza la
etnología contemporánea), pero debe destacarse el lugar reflexivo que cobraba la
alteridad para pensar las costumbres y valores de la civilización propia. Por ello, la
etnología como una preocupación relacional con respecto a la identidad y la
otredad, las instituciones, costumbres y símbolos en los cuales encarna, es una
experiencia frecuente a lo largo de la historia. Además de Occidente, en el mundo
musulmán, bizantino y chino, se llevaron a cabo trabajos de recolección, crónicas
y memorias para conocer la diversidad de los pueblos. Ello no excluye que la
relación con la otredad haya sido también conflictiva, violenta y discriminatoria.
A partir del siglo XV, Europa comienza un periodo de expansión comercial,
militar y cultural que tuvo, entre las consecuencias que atañen directamente a la
historia de la etnología, el contacto con civilizaciones, pueblos y culturas
desconocidos o de quienes se tenía escasa información. El colonialismo, ya sea
directa o indirectamente, sentó las bases para vivir, problematizar, explicar y
circunscribir la diversidad humana. Militares, viajeros, exploradores, religiosos,
funcionarios, escritores y pensadores, se enfrentaron y posicionaron de manera
diversa ante ella; por ejemplo, exaltando los valores de los “nativos” y pensando
en ellos como representantes de la inocencia perdida por Occidente; o, por el
contrario, como personas temibles, ignorantes y a quienes se justificaba colonizar,
esclavizar y oprimir. Los trabajos y las prácticas que generó la expansión europea
no son como tal etnológicos, puesto que carecen de una base teórica y
metodológica sin pretensiones científicas; pese a ello, sentaron un importante
precedente cultural en el cual la antropología, en general, se inscribió y la
etnología, en particular, al relatar, describir, explicar y en ocasiones establecer
relaciones directas con hombres y mujeres de otras culturas, diferentes a la del
investigador.
En el siglo XVIII, de la mano de la reflexión filosófica, sobre todo de la
Ilustración, se dieron los antecedentes más directos de la conformación de la
etnología. No es casual. Como señala el filósofo Michel Foucault, el hombre nace
en este periodo como concepto universalizable, que engloba a toda la especie.
Esto da la posibilidad para que la antropología reflexione y relacione su objeto, la
diversidad cultural, con mayor precisión y profundidad. En dicho periodo, existen
importantes aportes. Se desarrollan y consolidan teorías que procuran dar cuenta
de la totalidad de la humanidad, situando etapas evolutivas. Por ejemplo, Goguet
en 1748 refirió la secuencia de la edad de piedra, de bronce y de hierro. La idea de
que las sociedades atraviesan etapas es muy antigua; por ejemplo, Dicearco,
filósofo griego del siglo IV antes de nuestra era, señaló “tres etapas sucesivas,
desde la recolección y el pastoreo hasta la agricultura” (Adams, 2003:48), pero en
la Ilustración aparecen estas teorías a la luz de la posible unidad de la especie y
200
Unidad II
procesos histórico-culturales globales. Además de Goguet; Turgot, en 1750,
escribió el Cuadro filosófico de los progresos sucesivos del espíritu humano, y
Condorcet, en 1795, el Bosquejo para un retrato histórico del progreso de la mente
humana, en donde se utiliza también el concepto de las etapas evolutivas para
inscribir una regularidad que explicara la diversidad humana y comprender los
orígenes de la especie. Estos libros forman parte de una gran cantidad de obras de
espíritu similar. Además de los filósofos señalados, Kant publica Antropología en
sentido pragmático, en 1798, con lo cual se configura más claramente la
delimitación de la disciplina. En general, la reflexión filosófica y teórica son un claro
antecedente de las preocupaciones antropológicas; no obstante, el contacto
empírico con la diversidad no es lo único que hace posible una ciencia puesto que
es necesario construir, relacionar y organizar, teóricamente, para pensar un lugar a
la diversidad cultural en el saber y las prácticas sociales.
Otro aporte fundamental durante la Ilustración fue metodológico. Los
pensadores desarrollaron la comparación entre los materiales que tenían a la
mano, provenientes de descripciones, crónicas y noticias de sociedades lejanas,
comparándolos con su propia civilización o la Antigüedad grecolatina. Las obras
anteriores al siglo XIX son indudablemente importantes porque abordan la
complejidad de la diversidad cultural, plantean semejanzas y diferencias entre los
seres humanos y procuran brindar explicaciones al respecto. En este sentido,
comparten con la etnología, parte de sus principios fundamentales. Sin embargo,
como señala Mercier, en esta época: “Los esfuerzos dirigidos a proporcionar una
interpretación de conjunto de los hechos humanos tienen un alcance limitado: les
falta el apoyo, por lo menos a título de hipótesis, de un principio general que
permita reagruparlos y darles un sentido” (Mercier, 1979:23). Faltaban, como tal, la
precisión conceptual, la metodología para la investigación y un lugar social que
precisara su especificidad.
Una de las condiciones de
posibilidad para la conformación de
la etnología como parte de las
ciencias del hombre, fue la
creación del concepto mismo de
hombre, en el siglo XVIII, como
señala Michel Foucault.
Edición de 1798 de la Antropología
en sentido pragmático, de Kant.
Actividad 1
A partir de la lectura anterior, elabora en tu cuaderno un cuadro comparativo
detallando las diferencias y semejanzas entre los trabajos de la Época Antigua y los
de la Ilustración. Posteriormente, busca responder en no más de 10 renglones el
siguiente cuestionamiento:
¿Era posible una etnología en la Antigüedad? ¿Por qué?
Fuente:
ce/7222/kant-immanuel-anthropologie-pragmatischer-hinsicht-abgefasst
Actividad 2
Según Poirier, las palabras etnología
y etnografía se usaron por vez
primera a finales del siglo XVIII e
inicios del XIX, respectivamente; sin
embargo, los términos, conceptos y
categorías contienen una historia,
por lo cual se debe conocer y
comprender el contexto
sociocultural y de saber en el cual se
producen, reflexionan y utilizan.
Identifica y subraya en el texto la respuesta correspondiente a las siguientes
preguntas:
¿Cuáles son los elementos que permiten relacionar los trabajos anteriores al siglo
XIX con la etnología actual?
¿Cuáles son las diferencias más importantes entre los trabajos anteriores al siglo
XIX con la etnología actual?
Lectura 2. La etnología como disciplina científica
Carlos Alberto Guerrero Torrentera.
Entre los aspectos que se requieren para conformar una disciplina, o una ciencia,
es la dotación de un nombre que le permita distinguir esa área de otros órdenes
del conocimiento, ya que implica la construcción de uno o varios objetos de
estudio, teorías para comprenderlos y técnicas y métodos para abordarlos.
201
¿Cómo es que a través de la
construcción de objetos de estudio,
teorías, técnicas y métodos para
explicarlos pudo desarrollarse la
etnología?
Etnología
Las expediciones científicas de
finales del siglo XVIII, y a lo largo del
siglo XIX, constituyen un aspecto
relevante en la historia de la
etnología, puesto que trabaron
relaciones con la otredad desde los
paradigmas de la ciencia.
Fuente:
http://www.sciencephoto.com/media/222795/
enlarge
Fotografía (1896) del etnógrafo
alemán Enrique Brüning, en sus
largos años de investigación con los
muchik, en Perú. La investigación en
el terreno, existió desde el siglo XIX
con diversos antropólogos, pero es
hasta el siglo XX alcanza importancia
de primera magnitud.
Fuente:
http://sites.google.com/site/fotografiatempranae
ncusco/bruning
El trabajo de campo prolongado y la
observación participante,
constituyeron aportes esenciales en
el desarrollo de la etnología.
La historia de la etnología se
encuentra entrelazada con los
movimientos, tensiones y
contradicciones
sociopolíticas,
económicas y del pensamiento. Se
inserta en esas redes, a las cuales a
su vez modifica con sus
observaciones, producciones
y
reflexiones.
Chavannes fue, al parecer, el primero en usar la palabra etnología en 1787. Su
primer uso fue como una rama de la filosofía de la historia, “muy pronto, sin
embargo, la palabra etnología cobró un sentido raciológico, al designar a la ciencia
del análisis de los caracteres distintivos de los diversos tipos humanos y del
estudio de la formación de los grupos raciales”. Poirier refiere que la palabra
etnografía fue usada por vez primera en 1810, por el alemán Niebhur, pero en el
uso que se le dio inicialmente se asociaba con “una clasificación de los grupos
humanos a partir de la identificación de sus características lingüísticas; más tarde,
el esfuerzo de caracterización tomó en cuenta los diversos elementos de la cultura
material; finalmente, etnografía y etnología tendieron a convertirse en los dos
momentos de una misma investigación, en la que el análisis etnográfico reúne los
documentos básicos, y la síntesis etnológica procede a interpretarlos” (Poirier,
1992:26-27). Adams otorga otro origen. Señala que los términos Ethnographie y
Völkerkunde, fueron usados por August Schlözer, en 1771, en un espíritu de
estudio comparativo de los pueblos de lengua germana (Adams, 2003:302).
En 1799, De Gérando realizó un cuestionario etnográfico para una
expedición en las zonas australes. Como señala Poirier, anticipa en más de cien
años la idea de uno de los principales etnólogos, Malinowski, cuando De Gérando
expresa que la mejor manera de comprender a los salvajes (es el lenguaje de la
época y que la etnología usó muchos años) es convertirse, en alguna medida, en
uno de ellos.
En el siglo XIX, se acumulan las investigaciones que procuran relacionar
las reflexiones sobre el hombre y el estudio de comunidades o áreas concretas.
Alemanes, suizos, finlandeses, franceses y británicos, entre otras nacionalidades,
recorren el Cáucaso, Siria, Arabia, diversas partes de África y América. Existen
teorizadores de gabinete que procuran sistematizar los datos etnográficos, tales
como Gustave Klemm, quien escribió en 1843 La historia cultural de la humanidad
recopilando, analizando y teorizando con los datos que podía allegarse. Sin duda,
muchos de estos esfuerzos teóricos eran prematuros, las hipótesis poco
verificables y contenían métodos imperfectos de recolección, procesamiento y
análisis de datos; sin embargo, significan los primeros esfuerzos, propiamente,
etnográficos y etnológicos. Se fundan sociedades etnológicas en Francia e
Inglaterra, en 1839 y 1842, respectivamente.
La etnología, en la segunda mitad del siglo XIX, cobra un importante
desarrollo. De la mano de las teorías evolucionistas, principalmente, por ejemplo
con la obra de Morgan y Tylor, se establecen aspectos fundamentales de la
disciplina, tales como la definición de cultura elaborada por éste y el interés por
describir y comprender los sistemas de parentesco, por parte de Morgan. Cierto es
que en este periodo de la etnología existía un fuerte componente especulativo y un
escaso, aunque no inexistente, contacto con las sociedades de las cuales se
hablaba, lo cual debilitaba el carácter científico de la disciplina.
Esto cambió a inicios del siglo XX, años en los cuales se construyen los
elementos característicos de la etnología, de mano de investigadores como Franz
Boas, Bronislaw Malinowski y Alfred Radcliffe-Brown, asociados con el
particularismo histórico, el funcionalismo y el estructural-funcionalismo,
respectivamente, cuyas líneas generales serán delineadas en la siguiente unidad.
En este momento es suficiente con indicar que dichos autores señalaron el
carácter reconstructivo y a priori de muchas de las investigaciones evolucionistas,
y dieron un giro a la disciplina por medio de los siguientes elementos: el estudio de
un grupo, comunidad o cultura específica; estancia sobre el terreno durante
periodos prolongados con observación participante, es decir, que el etnólogo
describa las actividades cotidianas o esenciales de las cuales quiere dar cuenta
en su trabajo; descripción detallada y objetiva de la cultura observada; limitar, en lo
posible, las elaboraciones teóricas hasta tener elementos suficientes para
sustentarlas.
202
Unidad II
En términos generales, la etnología comenzó a precisarse como el estudio de la
diversidad cultural sin valorar a una raza, cultura, costumbre, creencia o
tecnología superior a otra ni colocarlas en estadios evolutivos universales;
privilegiando el método comparativo, el trabajo de campo que incluye entrevistas,
observación, encuestas, mapeos, etc., y entrelazando técnicas cualitativas y
cuantitativas para la elaboración de las investigaciones.
La orientación que se imprimió a la etnología con los autores señalados
brindó precisión en la recolección y análisis de datos, perfeccionó y añadió
metodologías de investigación y generó, asimismo, un terreno más firme para el
desarrollo de la investigación. Sin embargo, por su carácter descriptivo, empirista
y de reacción frente a las especulaciones del evolucionismo que le antecedió, es
frecuente que sus logros teóricos sean limitados. No obstante, para la historia de
la etnología implican un parteaguas en la profesionalización y búsqueda de
cientificidad de la disciplina. A inicios del siglo XX también se desarrollan las
cátedras y escuelas que imparten clases para formar antropólogos profesionales;
se planifican con mayor rigor las expediciones; proliferan las revistas y boletines
especializados y, lo que será también importante en la historia de la disciplina, los
gobiernos de diversas naciones (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y
México, entre las que destacan) financian, alientan y difunden las investigaciones
etnológicas. Esto se debe en parte a la necesidad de conocer a los pueblos
colonizados o a la diversidad étnica interna, como es el caso sobre todo de los dos
últimos países. Lo anterior no significa que todos los antropólogos fueran
colonialistas, al menos en los casos más representativos. Por ejemplo,
Malinowski, quien trabajó sobre todo en las islas Trobriand es enfático: “El deber
del antropólogo es ser justo y un intérprete veraz de los nativos, registrar que los
europeos exterminaron a todos los isleños; que han expropiado la mayor parte del
patrimonio de las razas salvajes; introdujeron la esclavitud de una especial forma
cruel y perniciosa” (Malinowski, 1976:3-4, citado en Rosemberg, 2011). Por otra
parte, la etnología no carece de responsabilidad en el control colonial e, incluso,
algunos antropólogos sirvieron como espías (tal como lo denunció el propio Boas).
Pero el florecimiento de la etnología profesional se vincula de manera diversa y
compleja con un momento histórico de colonialismo externo e interno (hacia los
pueblos indígenas). Existen aspectos de la etnología que la ligan con los procesos
coloniales y también existen teorías, etnografías y prácticas que desde la
etnología han cuestionado y combatido las asimetrías socioculturales y políticas.
Desde los trabajos pre-antropológicos que se han descrito en esta guía,
hasta las investigaciones profesionales de la década de los setenta, del siglo XX,
en términos generales las investigaciones etnológicas y etnográficas recayeron
en pueblos y culturas subalternos, realizando trabajos en comunidades reducidas,
agrarias y ágrafas, alejados espacialmente del investigador y recolectando datos
de primera mano a través de observación e intérpretes. Fue una tendencia
dominante, pero no la única. Los estudios urbanos llamaron tempranamente la
atención de los investigadores, y existen trabajos al respecto desde la década de
1920 de la mano de Robert Redfield. También las reconstrucciones históricas
globales, de cambio sociocultural y la búsqueda de universales sustentados en la
razón humana compartida fueron elaboraciones importantes que se configuraron
desde la mitad del siglo XX. A partir de los años setenta la etnología acumula
investigaciones sobre procesos urbanos, de y en sociedades complejas;
reflexiona y problematiza su propia construcción epistemológica y textual;
colabora con los sujetos de estudio para mejorar condiciones de vida; amplía y
profundiza sus temas y campos de estudio.
La etnología muestra, al igual que las otras disciplinas antropológicas,
dinamismo y vitalidad, y se encuentra ligada con procesos globales, regionales y
locales políticos, económicos, jurídicos y de la producción de conocimiento, lo
203
Hombre baruya, Australia
Fuente:
http://jablonko-baruya.pacific-credo.fr/bgC-ttom.html
Nueva York, Estados Unidos.
Fuente:
http://www.fondosdepantallapc.com/fondo-deNueva-York-189.html
Jóvenes tojolabales, México.
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2003/08/25/oja76tojolabales.html
Observa las tres imágenes anteriores
y reflexiona cuáles son algunas
relaciones con la historia de la
etnología, acorde con la lectura 2.
Etnología
cual es necesario contemplar para tener una visión de conjunto de la historia de la
disciplina. De esta manera, no es casual que inicialmente tuviera una relación
directa con los procesos coloniales y comprendiera las lógicas internas de las
culturas, tales como el sistema de parentesco, sus sistemas jurídicos y creencias
religiosas, y actualmente centre su interés, además de aquellos temas, en
procesos de migración nacional e internacional, los usos de las nuevas
tecnologías, los derechos de los pueblos indígenas, las relaciones entre los
géneros, el medio ambiente, la violencia, la guerra, entre otros.
En términos generales, la etnología ha ayudado a una mejor comprensión
de la diversidad cultural y del conocimiento del ser humano, sus prácticas,
creencias, símbolos, instituciones e interacciones. Ha difundido estos aspectos en
escuelas, museos, publicaciones e imágenes. Conocer su historia es aproximarse
a la complejidad y diversidad de nuestra especie.
Actividad 3
Pon en práctica el conocimiento histórico sobre el desarrollo de la disciplina que
obtuviste a través de las lecturas 1 y 2, elaborando una línea de tiempo, abarcando
desde la evolución de los trabajos pre-antropológicos hasta el logro de la etnología
moderna.
Actividad 4
A partir de las lecturas 1 y 2, elabora un mapa mental donde representes los
vínculos existentes entre la etnología y la expansión cultural, comercial y militar
europea.
¿Identificaste las características de la etnología contemporánea en el contenido
de las lecturas 1 y 2? Enlístalas en tu cuaderno y reflexiona sobre su relación con
los cambios que ocurren a nivel político, económico, jurídico y del conocimiento.
Actividad 5
Redacta en tu cuaderno una descripción, no mayor a diez renglones, sobre los
principales desarrollos de la etnología.
Actividad 6
Elabora un cuadro comparativo sobre las principales diferencias entre los
antropólogos evolucionistas, sus concepciones y métodos de investigación, con
las de antropólogos de inicios del siglo veinte como Boas, Malinowski y RadcliffeBrown.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Son semejantes las
razones del inicio de los
trabajos pre-antropológicos
en México y en otras partes
del mundo?
¿Consideras que las
políticas que pretenden
asimilar a los pueblos
indígenas con la sociedad
mestiza obtienen el éxito
esperado?, ¿Por qué?
Lectura 3. La etnología en México
Carlos Alberto Guerrero Torrentera.
En las lecturas 1 y 2 hicimos una revisión de la historia general de la etnología. No
se mencionó el desarrollo en México para dejar éste en una sección específica.
Consideramos pertinente, como se hizo en el apartado anterior, señalar algunas
líneas clave de trabajos que por su carácter pueden asociarse con el pensamiento
etnológico y que construyeron, en alguna medida, descripciones y reflexiones
iniciales sobre poblaciones y problemas que la etnología mexicana desarrolló,
posteriormente, en forma profesional.
La llegada de los españoles y el inicio de la Conquista marcan, como señalan Portal y Ramírez (2010:24 y ss.), el nacimiento de los primeros textos que
pueden asociarse con la etnología. Sus dos principales fuentes son las crónicas
militares, como las Cartas de relación de Hernán Cortés, y las crónicas y trabajos
eruditos de los misioneros, entre las que destaca la obra Historia general
204
Unidad II
de las cosas de la Nueva España, de fray Bernardino de Sahagún. En ambos
documentos, y de manera más acentuada en el último, se describen formas de
vida, pautas culturales, creencias religiosas, formas de educación, distribución y
ejercicio del poder formal. Portal y Ramírez indican que se recurría en muchas
ocasiones al exceso en la narración de los hechos y de las descripciones, para
justificar, por ejemplo, la conquista, la evangelización y los sacrificios que
conllevaban; además, introducen miradas etnocéntricas, es decir, permeadas de
prejuicios que valoran la sociedad y cultura propias sobre las ajenas, que
desvirtúan un análisis objetivo de las sociedades. Pese a ello, siguen siendo fuente
vital de información, porque son una vía de acceso primordial para el conocimiento
de las sociedades precolombinas. Existe, asimismo, la obra hecha por indígenas
“que bajo el auspicio de los frailes y sacerdotes fungieron como informantes al
mismo tiempo que escribían su propias versión de los acontecimientos”, aunque
con importantes influencias de la visión del mundo católico (Portal y Ramírez,
2010:33). Durante la Nueva España varios estudiosos, sobre todo en el siglo XVIII,
como Francisco Javier Clavijero, se preocuparon por ahondar el conocimiento del
pasado precolombino.
Pero es durante el siglo XIX, en el México independiente, cuando en el
proceso de formación y consolidación del país se genera mayor interés y
necesidad por conocer la diversidad cultural, de la cual se compone la nación, y
orientarla desde una hegemonía mestiza. Entre las obras más importantes
destacan Carta etnográfica y geográfica de las lenguas de México (1857-1864), de
Orozco y Berra, en la cual se pretende dar cuenta, con la sistematicidad posible
para esa época, de la variedad de los grupos lingüísticos y su correlación cultural.
Aunque la preocupación por la diversidad era anterior: “En 1825 es fundado el
Museo Nacional de México, que más tarde sería el Museo Nacional de
Arqueología, Historia y Etnología (1909) y el Museo de Antropología en 1939”
(Portal y Ramírez, 2010:72). El interés por el conocimiento indígena tuvo un
significativo componente asimilacionista, es decir, tratar de relacionar a los
pueblos indios con la cultura mestiza y procurar que participaran de los valores,
instituciones, relaciones sociales y prácticas de lo que se consideraba la sociedad
nacional.
Un ejemplo notable es el trabajo de Manuel Gamio (1883-1960), uno de
los principales antropólogos mexicanos, quien se formó, entre otros maestros
relevantes, con Franz Boas, y a quien se considera uno de los iniciales, si no el
primero, de los antropólogos profesionales mexicanos. En su obra Forjando
Patria, publicada en 1917, señala que existen tres factores básicos que hacen
posible la existencia de naciones fuertes, cohesionadas y prósperas (como
Alemania, Francia, Japón...): la unidad étnica –racial-, el idioma común y las
mismas manifestaciones culturales. Gamio sostiene que el indígena debe
redimirse de su cultura, pero no puede hacerlo solo, y para concretar la
transformación del indígena es necesario saber cómo piensa: el trabajo a
profundidad del etnógrafo es, en este caso, indispensable. La tarea del
antropólogo es un servicio grande y necesario para la nación, un trabajo
científico con una finalidad colectiva y estratégica. Sin embargo, Gamio sostiene
que no hay culturas superiores; la integración es una necesidad histórica para el
bienestar de la comunidad nacional. Gamio no olvida que es indispensable
equilibrar la asimetría económica, ya que los indígenas se encontraban en
niveles de gran pobreza. En términos generales, una vez terminada la
Revolución Mexicana y hasta la década de los sesenta, la etnología en México
estuvo ligada a procesos institucionales en donde el conocimiento de los
pueblos indígenas, las políticas de desarrollo y educación dirigidos a ellos,
tenían como objetivos construir una identidad nacional homogénea.
205
Códice Florentino
La intervención de los misioneros,
como Bernardino de Sahagún, en la
recuperación y creación de la
memoria indígena es relevante,
puesto que permitió mantener una
idea de las relaciones y estructuras
sociales precolombinas, pero
también permeadas con la visión de
los europeos.
Fuente: http://codiceflorentino.tripod.com/
Las investigaciones que, desde
mediados del siglo X V I I I , se
realizaban sobre el pasado indígena,
ayudaron a la conformación
diferencial entre criollos y mestizos
de los españoles. Además del
conocimiento mismo, el saber sobre
el pasado y la diversidad tienen un
contenido político.
Manuel Gamio (1883-1960),
considerado el primer antropólogo
profesional mexicano.
Fuente:
http://teotihuacanenlinea.blogspot.com/2009/09
/libros-de-manuel-gamio-seran-donados-la.html
Etnología
La pobreza urbana, la migración
campo-ciudad, la situación del
campo mexicano, fueron algunos
de los temas que reorientaron la
disciplina.
Fuente:
http://chimalhuacan.olx.com.mx/me-urge-vendoterreno-en-chimalhuacan-iid-88569322
En la actualidad, la etnología
mexicana conoce una gran
variedad de objetos, campos e
intereses de investigación,
haciendo suyo el objetivo
a n t r o p o l ó g i c o d e e s t u d i a r,
comprender y reflexionar la
totalidad de las expresiones
culturales de los seres humanos.
Parte fundamental de estos esfuerzos se dio por canales oficiales, como el
Departamento Autónomo de Asuntos Indígenas, fundado en 1936, el Instituto
Nacional de Antropología e Historia, creado en 1939 y el Instituto Nacional
Indigenista, en 1948, cuyo nombre cambió en el siglo XXI a Comisión Nacional para
el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
El indigenismo oficial sigue vigente a través de programas y apoyos en
diversos niveles (económicos, materiales y educativos), aunque se ha
transformado en el sentido de que, acorde a los tiempos que corren a nivel global y
que privilegian el multiculturalismo, ya no se pretende asimilar, explícitamente, a
los pueblos indígenas en un modelo de vida mestizo. La diversidad cultural ha
pasado a ocupar un lugar relevante. Con todo, las críticas al indigenismo desde la
etnología se dieron a partir de la década de los sesenta, y sobre todo, en los años
setenta, del siglo pasado. Se construyeron visiones y prácticas muy críticas, sobre
todo desde el marxismo. Las investigaciones no se concentraron solamente en las
comunidades indígenas (aunque nunca ha desaparecido la importancia de este
campo de estudio en la etnología), se abrieron importantes y extensos trabajos
sobre las condiciones de los campesinos, la migración y la clase obrera. Eran
problemas sociales cuya relevancia no podía dejar de interesar a los
investigadores. Desde los años ochenta, a nivel global, inicia la diversificación de
investigaciones y objetos de estudio; se cuestiona seriamente la uniformidad
cultural y se coloca en el centro de la discusión la pluralidad cultural y el
etnodesarrollo. De forma tal que, hoy en día, es posible estudiar además de los
temas relacionados con los pueblos indígenas (en el campo y en la ciudad, en el
país y el extranjero), los contextos rurales y urbanos con los diversos fenómenos y
problemas que en ellos se generan: pobreza, violencia, diversidad de género,
expresiones artísticas y estéticas; es decir, los campos de interés se han
multiplicado y actualmente abarcan, como se verá en la próxima unidad, una
gama que incluye prácticamente todas las experiencias y prácticas de los
hombres y las mujeres. Una limitación histórica ha sido el escaso trabajo empírico
que se ha desarrollado en otros países, puesto que la producción etnológica
mexicana ha concentrado el grueso de su producción en investigaciones sobre
nuestro país, aunque esto ha conocido modificaciones en las recientes décadas.
Un aspecto importante en la construcción de la etnología en México son
los centros de educación superior. Durante los primeros años del siglo XX, en el
Museo Nacional se impartían clases de etnología; en 1911, se funda en la Ciudad
de México la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, que
sobrevivió hasta 1920. Sin duda, el esfuerzo más continuado es el de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia, en donde se imparte la carrera de etnología,
desde 1940, con la excepción de un periodo de 1972 a 1979, donde quedó
subsumida por la Antropología Social. A partir de este año continúa formando
estudiantes y profesionales ininterrumpidamente.
La etnología mexicana ha sido obra tanto de antropólogos mexicanos
como de extranjeros; se forma a inicios del siglo XX y desde entonces ha conocido
una historia rica, compleja y dinámica.
Actividad 7
De acuerdo a lo que se plantea en la lectura 3, responde en tu cuaderno las
siguientes preguntas:
¿Cuáles son las razones principales de la emergencia de la etnología en el México
del siglo XIX y cuál fue su principal objetivo?
¿Cuáles fueron las características y objetivos de la etnología profesional
mexicana desde inicios a la mitad del siglo XX?
206
Unidad III
¿Por qué crees que las políticas oficiales indigenistas en México no han dejado de
existir, pese a la crítica que un sector de la etnología ha realizado desde hace más
de cuarenta años?
¿Cuáles han sido los principales objetos de interés de la etnología en México, con
el paso del tiempo?
¿Cuáles son los campos de interés de la etnología mexicana contemporánea?
Repaso
Una vez que has terminado la lectura de esta unidad, responde con tus propias
palabras las siguientes preguntas que te servirán para repasar y reafirmar lo
aprehendido:
1. ¿Cuándo y por qué nació la etnología con pretensiones científicas?
2. ¿Cuáles son las ideas principales que, en la antigüedad y en la Ilustración,
se construyeron para pensar en la alteridad?
3. Sintetiza los diferentes usos que han tenido las palabras etnología y
etnografía.
4. Reflexiona y describe: ¿Cuáles son los objetos de estudio en la etnología
contemporánea y en qué se asemejan y diferencian de los estudios
realizados hasta la mitad del siglo XX?
5. ¿Cuáles son las características de los primeros trabajos que pueden
considerarse pre-etnológicos en México?
6. ¿Cuáles son las razones principales que motivaron el desarrollo de la
etnología en México y sus principales características en el siglo XIX.
7. Analiza y describe los componentes principales de la antropología en
México, desde la época de Manuel Gamio hasta la década de los setenta del
siglo XX.
8. ¿Cuál es el giro que dio la etnología en México desde finales de los sesenta,
y cuáles los objetos, ideas e intereses que le animan)
9. Identifica algunos de los temas de interés de la etnología hoy en día.
¿Cuáles son los que más te atraen?
UNIDAD III. Teorías, corrientes y campos de la
etnología
En esta unidad presentamos el desarrollo general de las teorías más significativas
de la etnología, así como las principales corrientes y campos en donde se ha
realizado y desarrollado esta disciplina. Llevamos a cabo esta distinción para
precisar, de mejor manera, el conjunto de ideas, conceptos y categorías que han
usado los etnólogos para llevar a cabo su actividad, así como los objetos teóricos y
empíricos sobre los cuales recae.
Mario Bunge, filósofo contemporáneo, señala que por teoría debe
entenderse: “Un sistema de hipótesis dentro del que se pueden construir
argumentos válidos (esto es, cadenas deductivas)”; en tanto las hipótesis
son suposiciones que pueden ser cuestionadas, comprobadas y verificadas
(Bunge, 1996:137 y166). En este sentido la etnología, y en general la
antropología, ha tenido un desarrollo teórico que no satisface plenamente
las características de la física, la química y la matemática. Ello se debe a
varias razones, de las cuales la más importante a destacar es que la
etnología trabaja con sujetos que no pueden ni deben ser controlables como
las partículas, sustancias o los números. Esto dificulta la recolección de
datos, la verificación y la contrastación de hipótesis, debido a que los sujetos
que estudia tienen estructuras conscientes e inconscientes, azarosas, que
207
Museo Nacional de Antropología
Ciudad de México
Las instituciones han sido parte
fundamental del desarrollo de la
etnología en México, al fomentar,
financiar y divulgar investigaciones.
También han procurado construir
una imagen oficial del pasado y el
presente nacional.
Fuente:
h t t p : / / w w w. c l a r i n v e r a c r u z a n o . c o m / w p content/uploads/2010/12/museo-nal.-deantropologia.jpg
PREGUNTA
GENERADORA
¿Cuál es la pertinencia de
identificar y comprender
las teorías, campos y
áreas de la etnología, para
su estudio y producción
profesionales?
Para algunos epistemólogos, las
teorías etnológicas no cubren los
requisitos de las teorías de otras
ciencias, como la física o la
matemática. Más allá de la certeza
de esta opinión, la etnología ha
generado un saber fundamental del
hombre sobre sí mismo, la cultura en
la que vive y las de otras sociedades.
Etnología
El desarrollo industrial permitió unir
los conceptos de progreso y
evolución.
Fuente:
http://aldovea-grupodetrabajoleonardo.blogspot.
com/2011/05/la-revolucion-industrial.html
Las sociedades:
¿Evolucionan? ¿Progresan?
¿Qué permite pensarlo?
no pueden predeterminarse; además, el investigador ofrece una interpretación de
las observaciones sobre el terreno y las reflexiones que se desprenden de ellas –o
de la lectura de otras etnografías-. Esto no invalida las investigaciones, teorías y
conceptos usados por la disciplina, pero debe considerarse para contextualizar la
complejidad del comportamiento humano, la posibilidad de investigarlo y la
distancia crítica que se debe tener en la lectura de los trabajos.
Ahora bien, la etnología ha generado un importante y esencial
conocimiento del hombre sobre sí mismo, el medio sociocultural propio y ajeno,
pasado y presente. Ha conocido un rápido desarrollo, no carente de conflictos, en
sus teorías, conceptos, hipótesis, áreas y campos de estudio. En esta unidad,
solamente se expresan las tendencias generales de la disciplina y se indican a los
autores más representativos, sin pretender ahondar en sus elementos
constitutivos.
Temario
La evolución, es el primer concepto
que constituye a la etnología, puesto
que otorga una intención científica,
universal, necesaria y comparativa,
de la especie humana y su cultura.
El concepto de evolución no
incluye, necesariamente, el de
progreso, ya que éste presupone
un mejoramiento de las
instituciones y creencias en su
desarrollo temporal.
Lewis Henry Morgan (1818-1881),
uno de los principales antropólogos
evolucionistas. Popularizó la teoría
de las tres etapas evolutivas
(salvajismo, barbarie y civilización).
Sus estudios sobre el parentesco
resultaron fundamentales en la
constitución de la etnología.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Lewis_henry_
morgan.jpg
1. Teorías y conceptos de la etnología
2. Campos y áreas de la etnología
Lectura 1. Panorama general de algunas teorías de la
etnología
Carlos Alberto Guerrero Torrentera.
El evolucionismo del siglo XIX se reconoce como la primera teoría en el desarrollo
de la etnología, puesto que esta disciplina se configura propiamente de su mano.
Desde luego, la antropología social, la arqueología y otras áreas antropológicas
pueden señalar este mismo ascendiente. La idea de que la naturaleza, los seres
humanos y las sociedades evolucionan, como se vio en la unidad anterior, es muy
antigua en el pensamiento occidental. Varios filósofos griegos y latinos, entre ellos
Demócrito (460-360 a.n.e) y Lucrecio (99-55 a.n.e.), lo postularon. Los
antropólogos decimonónicos no fueron los primeros en formularlo; pero, como ha
sido anotado, un concepto debe entenderse en su relación con otros conceptos,
su momento histórico, los problemas a los cuales quiere dar respuesta y los
objetivos que se plantea. Por ello, si bien las ideas evolucionistas son frecuentes
en Occidente, es posible encontrar diferencias y especificidades en diversos
momentos históricos, tanto en la Antigüedad como en el nacimiento de la
Modernidad o en la Ilustración. Algunos elementos importantes que caracterizan
el evolucionismo en el siglo XIX, años en donde fue la teoría dominante, es que
intentó circunscribirse a controles científicos, tanto en las ciencias sociales como
en las naturales. Además, se relacionaron dos conceptos: el de evolución y el de
progreso, que parecieron ser intercambiables, aunque un análisis más detallado
invita a distinguir la evolución como los cambios que ocurren en un organismo o
una institución; por ejemplo, sin que esa transformación se valorice (se considere
mejor o peor, superior o inferior), aunque pueda admitirse que en ocasiones el
nuevo fenómeno posea mayor complejidad (diversidad de elementos e
interconexiones). El progreso se entiende de forma valorativa, al suponer que se
consigue una mejoría, ya sea política, moral, religiosa, fenotípica o de otro
aspecto. El evolucionismo decimonónico se da en medio de un importante
proceso de industrialización capitalista y de expansión colonial y económica, lo
cual permitió una percepción de avance continuado, controlable y racional.
En relación con la antropología, las teorías evolutivas significan un corte
con las tradiciones pre-antropológicas y, simultáneamente, su constitución
disciplinar, puesto que:
“[…] algunas de sus contribuciones fundamentales transformaron por completo
el enfoque que de ciertos fenómenos sociales se tenía hasta ese momento, en
208
Unidad III
la medida en que mostraron que ciertos aspectos clave de la vida social
–que entonces eran considerados como extraños, caóticos o sin sentidorespondían a necesidades profundas de la estructura de la sociedad, se
vinculaban con otras esferas de dicha estructura y, además,
evolucionaban a lo largo del tiempo, sufriendo transformaciones en la
misma medida en que la sociedad, en su totalidad, experimentaba
cambios” (Díaz-Polanco, 1983:151).
El análisis de esos cambios podía darse, de acuerdo con esta corriente, por
medio de un análisis científico. La teoría evolucionista se preocupa por estudiar,
comprender y explicar cómo la religión, la familia, el parentesco, la propiedad, y en
general las instituciones y técnicas, se transforman en el tiempo. Debe destacarse
que los antropólogos situados en esta tradición postulan la existencia de fases o
estadios universales por los cuales transitan todas las sociedades. La evolución,
además, tendría un carácter en una dirección ascendente. Ésta es la razón por la
cual se le conoce como evolucionismo unilineal, es decir, que existe una sola línea
evolutiva por la cual transitan los grupos humanos.
Lo anterior puede ejemplificarse con algunas ideas del norteamericano
Lewis Henry Morgan (1818-1881), uno de los principales exponentes
evolucionistas. Usando las ideas existentes de salvajismo, barbarie y civilización,
centra sus características a través de tecnologías y organización parental. De esta
manera, la subsistencia con frutos y nueces caracteriza el salvajismo inferior; el
pescado y el fuego, el medio, y el uso del arco y la flecha, el superior. La barbarie
inferior se caracterizaría por el uso de cerámica; la media, por la domesticación de
animales o el cultivo y la arquitectura de adobe y piedra, en el Viejo y el Nuevo
Mundo, respectivamente; la barbarie superior se definiría por los instrumentos de
hierro. La civilización aparece con el alfabeto y la escritura. Suponía que la familia
había conocido secuencias universales que pasaban, en su momento primario, por
la familia consanguínea (matrimonio entre la misma generación), la punalúa
(prohibición de casarse con la hermana), sindiásmica (el hombre o la mujer podían
finalizar un matrimonio en varias ocasiones), la patriarcal (el varón cabeza de
familia) y, finalmente, la monógama (ver Harris, 1979:157-158).
Los diferentes autores evolucionistas (Morgan, Tylor, Bachofen, Frazer,
entre muchos otros), presentan ideas que les diferencian entre sí, pero son más
fuertes las similitudes que les ligan y que son las ya señaladas: suponer que
existen estadios universales por los cuales las sociedades transitan en forma
universal. Esto hizo pensar que los pueblos llamados salvajes o primitivos
(ágrafos, politeístas, rurales, sin Estado) eran una suerte de “fósiles sociales” o
ejemplos de lo que el hombre civilizado había sido. Pasado y presente se
iluminaban mutuamente, pero en una escala valorativa. El evolucionismo unilineal
tuvo auge de 1860, con la obras de Bachofen y Maine, hasta inicios del siglo XX.
Fue y ha sido seriamente cuestionado por la etnología y son pocos los etnólogos
que hoy suscriben esta teoría en sus investigaciones; sin embargo, las líneas
básicas han permeado otras disciplinas y muchas de las percepciones cotidianas,
que suponen, tal como lo concibe esta teoría analizada, que existen tránsitos
evolutivos que permiten pensar que la creencia en un dios es más civilizado que la
creencia en muchos dioses, o que la familia monógama posee mayor racionalidad
que otras, como la poligínica o la poliándrica. Uno de los principales argumentos
que se han esgrimido en contra del evolucionismo es el carácter reconstructivo de
sus ideas. No existen fuentes confiables, y, en numerosas ocasiones, no existe
ninguna, que permita afirmar la existencia de una institución (como el matriarcado)
y que esa misma tuviera que ser el antecedente de otra (digamos el patriarcado).
Este carácter especulativo y reconstructivo del evolucionismo, poco o
nulamente sustentado por el conocimiento con grupos concretos, dio origen a
algunas posturas antagónicas que marcarían un importante rumbo en el siglo XX y
sientan las bases teórico-metodológicas de madurez de la disciplina.
209
El evolucionismo unilineal concibe
que las etapas que atraviesan las
instituciones, técnicas y creencias
humanas son universales; por lo
tanto, es posible postular la unidad de
la especie, aunque esta concepción
tiene la premisa de concebir la
civilización euroamericana como la
más evolucionada.
La poligamia, es la institución
matrimonial que permite que una
persona tenga más de una pareja
legalmente y culturalmente
permitida. Se divide en dos
aspectos:
La poliginia permite que un hombre
tenga más de una mujer. La
poliándrica, que una mujer tenga
más de un varón.
Los pueblos indígenas
norteamericanos fueron
objetos de estudio privilegiado
por el particularismo histórico.
En la imagen, dos guerreros
mohave, en 1871.
Fuente:
http://fotoreportajeando.blogspot.com/201 1/03/nativ
os-norteamericanos-ii.html
Etnología
Margaret Mead y tres hombres
arapesh.
Fuente:
http://www.loc.gov/exhibits/mead/images/
mm147s.jpg
¿Consideras que todo funciona en
una sociedad?
¿Existen elementos funcionales en
la esclavitud, la jerarquía entre
géneros o las clases sociales?
La estructura concreta de una bolsa
de valores se percibe con la
observación,
pero
su
forma
estructural se extrae por medio de
una explicación teórica de las
relaciones que contiene. En la
imagen, Bolsa Mexicana de Valores.
Fuente:
http://salomonvargas.com/nj/index.
El primer esfuerzo significativo por reorientar la investigación y las
explicaciones se dio con el particularismo histórico, encabezado por Franz Boas
(1858-1942). Este autor, nacido en Alemania, pero cuyo desarrollo antropológico
se llevó a cabo en los Estados Unidos, postulaba que para construir un
pensamiento científico tenían que suspenderse las generalizaciones precipitadas
y encaminar la investigación por otros caminos. Se privilegió el estudio sobre el
terreno, llevando a cabo monografías de sociedades específicas (sobre todo de
los indios norteamericanos, pero el ejemplo tuvo repercusiones en otros ámbitos,
tal como sucedió en México con la obra de Gamio, discípulo directo de Boas)
tratando de comprender su lógica interna y especificidad. Boas rehuía las
reconstrucciones históricas en sociedades que no presentaban las condiciones
materiales que permitieran extraer datos fidedignos de su pasado, como puede
ser la conservación de obras escritas. En vez de situar el desarrollo universal en el
centro de su pensamiento, dio prioridad a las expresiones singulares de las
culturas; es decir, a sus particularidades constitutivas. Esta tendencia tuvo
importancia al restringir las especulaciones (aunque siguió trabajando sobre
algunos conceptos importantes del evolucionismo, como el de sistema de
parentesco), pero también conoció límites al acotar la búsqueda de
generalización, aunque se debía no a una negación de principio, sino a las
condiciones del conocimiento de ese momento que no lo permitían.
La enseñanza de Boas tuvo una influencia directa en la conformación de la
llamada escuela de Cultura y Personalidad, la cual produjo importantes
investigaciones, no carentes de polémica, desde los años veinte hasta la década
de los setenta del siglo XX (aunque ya para entonces bastante desdibujados de las
primeras líneas de la disciplina). Boas impulsó que sus discípulos se abocaran a
descubrir las relaciones entre el individuo y el grupo, las pautas culturales que
constituyen determinadas conductas, deseos y posibilidades, donde la relación
entre antropología y psicología sería angular. Entre las obras con mayor impacto
están las de Margaret Mead (1901-1978), quien señaló que, en Samoa, las
adolescentes no pasaban por crisis debidas a su edad, es decir, que el estatus
social del grupo de edad es el que posibilita, acredita y reconoce determinadas
actitudes que no se encuentran en la naturaleza. Mead apuntaba críticamente a la
construcción cultural de la adolescencia norteamericana, puesto que la etnología
también ha sido un espejo para pensar relacionalmente las acciones de la
sociedad propia. Mead describió los contenidos altamente contrastantes en los
criterios de socialización, relaciones e iniciaciones sexuales, vínculos filiales y
establecimiento de alianzas que poseen tres sociedades de Nueva Guinea, en
pocos kilómetros cuadrados: los arapesh, los mundugumor y los tshambuli,
demostrando que son las pautas de socialización, las que inciden primordialmente
en las conductas y deseos humanos, incluyendo los que aparecen en la
sexualidad.
Otra teoría que se contrapuso al evolucionismo unilineal fue el
funcionalismo, representado por Bronislaw Malinowski (1884-1942). Con el
trabajo de campo prolongado que realizó en las islas Trobriand, en Oceanía, en el
momento de la Primera Guerra Mundial, sentó las bases fundamentales para que
la estancia sobre el terreno, es decir, el contacto de primera mano con las
personas y en la sociedad de quienes se hablaba, resultara esencial para
fundamentar las opiniones emitidas. (Aunque debe señalarse que en Oceanía ya
se habían realizado investigaciones etnológicas desde finales del siglo XIX e inicios
del XX, con la obra de Jan Kubary, Nikolai Mikluho-Maclay, Spenser, Gillen,
Rivers, Selligman y Haddon, por lo menos). El funcionalismo, a grandes rasgos,
supone que: “cada elemento constitutivo de un conjunto cultural se explica
210
Unidad III
por el papel actual –la función- que ocupa en el seno de dicho conjunto; toda cultura
debe, por lo tanto, ser explicable dentro de una perspectiva sincrónica, a partir del
simple análisis de sus rasgos simultáneos” (Poirier, 1992:113). Si bien el
evolucionismo se preocupaba por las supervivencias, o lo que creían tales, por
medio de las cuales podía explicar la existencia de una costumbre, creencia, etc.,
el funcionalismo concentró su capacidad explicativa en comprender el papel que
cumplían los diversos componentes de la cultura (parentesco, religión, rituales,
comercio, etc.) en un sistema dado en un tiempo determinable por la observación.
Por su parte, el estructural-funcionalismo, propuesto por Radcliffe-Brown
(1881-1955) es un punto diferenciador entre la antropología social y la etnología,
en el entendido de que este autor supone, incluso poco antes de morir, que:
“[…] nos parece más conveniente considerar las investigaciones que se
ocupan de la reconstrucción de la historia como pertenecientes a la etnología y
reservar el término de antropología social para el estudio de las regularidades que
se pueden descubrir en el desarrollo de la sociedad humana, en la medida en que
pueden ilustrarse y demostrarse mediante el estudio de los pueblos primitivos”
(Radcliffe-Brown, en Viqueira, 2008:86).
Pese a la desvinculación explícita por parte de su fundador, el estructuralfuncionalismo no dejó de tener repercusiones en el pensamiento etnológico,
puesto que enfatizó, entre los aspectos importantes, que la estructura de una
sociedad no puede extraerse solamente de la observación empírica, sino
teorizando acerca de las relaciones constitutivas, o, en otras palabras: “vio la
complejidad de la noción de estructura cuando creyó necesario distinguir las
'estructuras concretas', que son los datos de la observación, y las formas
estructurales, que son los modelos o esquemas construidos de la explicación de la
realidad social” (Mercier, 1979:140).
En la historia de las teorías etnológicas la obra del belga Lévi-Strauss
(1908-2009) significó un viraje decisivo. Su influencia repercutió en el
psicoanálisis, la estética, la crítica literaria, la historia, la sociología, el conjunto de
la antropología y, en general, en el pensamiento contemporáneo. Creador del
estructuralismo, esta teoría fue paradigmática desde finales de los años cuarenta
y, actualmente su vigencia se muestra en las investigaciones que llevan a cabo
muchos etnólogos. En términos generales, en Lévi-Strauss surge la preocupación
por encontrar los universales de la cultura, los cuales no se explicitan en la
evidencia empírica o en la racionalización de los actores, sino en las estructuras
inconscientes y generales que constituyen el espíritu humano. No le interesa un
fenómeno, objeto o sociedad en sí misma, sino en las relaciones que establece con
otros elementos semejantes en un campo de significación. La estructura se
compone de las interrelaciones de esos elementos. De esta manera, por ejemplo,
Lévi- Strauss no estudia un mito en particular, sino un mito con relación a otros
mitos, y aún con mayor precisión, unidades discretas de un mito, que denomina
mitemas (a semejanza de los fonemas, unidades mínimas de significación), con
otros mitemas, lo cual permite extraer una comprensión más profunda y esencial
para el pensamiento humano, a través de las oposiciones y relaciones que
establecen entre sí los mitemas, que si se estudiara en su totalidad y en sí mismo.
El estructuralismo transformó la concepción de los sistemas de parentesco, la
universalidad de la cultura, la cualidad del pensamiento lógico y el estudio de los
símbolos, por medio de una búsqueda de los aspectos formales que componen los
sistemas y las estructuras.
En la década de 1960, el estructuralismo tenía una influencia determinante
en los estudios etnológicos. Eso no implica que otras teorías o exploraciones
conceptuales carecieran de un lugar significativo y de importancia. Por razones de
espacio y de objetivos de esta unidad, solamente se hará una revisión de algunas
ideas características de estas teorías. El neoevolucionismo o evolucionismo
211
Rivers, Seligman, Ray, Wilkin y
Haddon (sentado), en 1898, en la
expedición al Estrecho de Torres
(en Oceanía), expedición científica
multidisciplinaria, aunque con
significativo peso antropológico, que
implicó la búsqueda de investigación
teórica y empírica característica de
la etnología.
Fuente:
http://www.google.com.mx/imgres?q=expedition
+torres+straits.
Jan Kubary (1846-1896), en
Oceanía.
Fuente:
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Jan_Kub
ary002.jpg
La obra de Lévi-Strauss renovó en la
etnología y en las ciencias sociales
la búsqueda y la relación entre los
universales y los datos concretos.
Fuente:
http://toloache.blogspot.com/2008/02/seriesuper-heroes-pal-cerebro.html
Etnología
¿Cómo representarías gráficamente el evolucionismo unilineal y
el evolucionismo multilineal,
respectivamente?
¿Cuál sería su significación?
emic y etic, son dos categorías
utilizadas frecuentemente por el
etnólogo. La primera remite al
punto de vista de los actores; la
segunda, al de los observadores.
Grupo de personas con bandera de
España.
Fuente:
http://2.bp.blogspot.com/
Algunos símbolos compartidos.
Pelea de gallos, México.
Fuente:
http://alegracaribea.blogspot.com/2011/02/pele
a-de-gallos.html
multilineal, asociado a la obra de Leslie White (1900-1975), coloca nuevamente en
el centro de las preocupaciones el concepto evolutivo de las sociedades, tanto en
su carácter específico de una cultura determinada, como en el conjunto de la
especie. Lo que distingue plenamente esta teoría de la llevada a cabo en el siglo
XIX, es plantear que no existe un solo camino por el cual transitan los grupos
humanos, sino que los procesos evolutivos son acordes a diversas variables.
La antropología cognitiva, también conocida como “etnosemántica,
etnociencia, nueva etnografía, análisis componencial o análisis formal” fue un
movimiento que fluctuó, de acuerdo con Reynoso, de 1956 a 1969. Si bien tiene
diversos exponentes que configuran su conformación, en esta presentación
podemos destacar a uno de sus creadores, el norteamericano Kenneth Pike
(1912-2000), porque introduce un par de conceptos que han sido utilizados dentro
y fuera del marco de la antropología cognitiva: las denominadas categorías emic y
etic. La primera refiere al punto de vista de los actores, en tanto la segunda, a la de
los observadores. Las diferencias en la investigación entre las categorías emic y
etic, siguiendo a Reynoso, serían las siguientes: la primera tendría un enfoque
sobre una cultura específica, con unidades determinadas durante el análisis; se
descubre un sistema (el pensado por los actores); se insiste en la concepción y el
plan internos; existe integración de las unidades de un conjunto; se requiere el
conocimiento del sistema en el cual participan e interactúan los elementos y, con
ello, puede tenerse acceso a la comprensión del sistema. Por el contrario, la
perspectiva etic es intercultural; con unidades disponibles de antemano, crean un
sistema; a su vez es una concepción y plan externo a los sujetos investigados; por
tanto, parte de criterios objetivos y mensurables, al tiempo que no concibe la
necesidad de integrar cada elemento en un sistema que le dé sustento, genera
datos parciales y presentaciones preliminares (Reynoso, 1998:14-15). Esta
división ha dado frutos en la investigación etnológica, aunque se le han señalado
críticas sustentadas en la poca claridad de estas divisiones; la contradicción entre
ser un investigador que no contenga categorías etic previas e, incluso, “hubo que
sacar una triste conclusión que hubiera sido previsible de haber mediado una
reflexión honesta: así como el estar vivo no concede a nadie conocimiento de
biología, ser miembro de una cultura no habilita para arrojar una buena mirada
antropológica sobre ella” (Reynoso, 1998:31); aunque actualmente existen
numerosos investigadores que llevan a cabo trabajo de su propia cultura,
comunidad, inclusive de sus centros de trabajo o estudio.
La antropología simbólica es otra de las teorías que aportaron nuevos
énfasis en los estudios etnológicos. Clifford Geertz (1926-2006), asociado
también a la antropología interpretativa, se considera uno de los pensadores que
marcan el nuevo rumbo. Originada a mediados de los años sesenta, alcanzó el
clímax en los años setenta y ochenta, aunque en México tuvo mayor auge, desde
los años noventa a la fecha. A grandes rasgos, la antropología simbólica coloca el
énfasis, como su nombre lo indica, en los símbolos para la comprensión, análisis e
interpretación de la cultura:
“El movimiento teorético más radical de Geertz fue argüir que la cultura no
es algo que se localice dentro de las cabezas de los hombres, sino que
toma cuerpo en símbolos públicos, símbolos mediante los cuales los
miembros de una sociedad comunican su visión del mundo, sus
orientaciones de valor, su ethos y todo lo demás, unos a otros entre sí, a
futuras generaciones –y a los antropólogos-“ (Ortner, 1993:13).
La denominada antropología posmoderna ha sido uno de los movimientos
que aportaron nuevos temas y producciones textuales a la etnología. Inscrita en
términos generales con las preocupaciones filosóficas de la posmodernidad (por
ejemplo, señalar la muerte de los grandes relatos que constituyen la modernidad,
tales como la libertad, el pueblo, la revolución, la historia), en su vertiente etnológica
212
Unidad III
ha indagado respecto a la generación discursiva de la propia disciplina,
desarrollando una actividad que profundiza en la producción textual y sus
condiciones para establecer criterios de veracidad; en la propuesta dialógica y
polifónica de escritura etnográfica; en cuestionar seriamente el estatuto científico
de la disciplina. La etnología posmoderna no es un conjunto teórico unitario, sino
parte de una corriente de pensamiento variada que se dio en las artes, las ciencias
sociales y humanas.
Como es visible, existe diversidad de teorías en la etnología. Varias de
ellas han convivido en el tiempo y se han generado interesantes polémicas al
respecto, investigaciones diversas y posturas encontradas. En términos
generales, las principales teorías provienen de las antropologías norteamericana,
británica y francesa. Esto invita a una frecuente reflexión respecto a si las
categorías y conceptos utilizados por dichas teorías pueden dar cuenta de
realidades diferentes, como la mexicana.
La diversidad teórica en la etnología es signo de vitalidad de la disciplina,
de la riqueza de perspectivas que se pueden construir para describir e interpretar la
realidad, pero asimismo, marca la dificultad de construir una ciencia que presente
unanimidad de criterios en quienes ejercen la profesión.
Actividad 1
a
b
c
d
Observa las imágenes en conjuntos (a y b) (c y d). Posteriormente, en una
extensión no mayor a media cuartilla, responde en tu cuaderno lo siguiente:
1. ¿Cuáles serían las ideas de las teorías evolucionistas que emplearías
para comprender las relaciones entre los pares de imágenes?
2. ¿Cuáles serían las ideas del particularismo histórico que emplearías para
comprender los pares de imágenes?
Fuentes de las imágenes:
a) Aldea en Senegal: http://www.travel-pic.net/photos/africa/senegal/index.php?lg=s&fn=bassari.
b) Londres, Ingloaterra: http://www.clarinveracruzano.com/londres-podria-instalar-un-teleferico-para-los-juegos-olimpicos
c) Quetzalcóatl: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Quetzalcoatl_Ehecatl.jpg
d) Cristo: http://ortodoxiacatolica.org.mx/category/solemnidades/.
213
El pensamiento posmoderno no ha
sido ajeno a la etnología. Desde la
década de 1980, tuvo una
repercusión importante en la
disciplina, aunque, actualmente, ha
dejado de ser el paradigma
dominante.
Etnología
Actividad 2
Realiza un cuadro de tres columnas. En la primera escribe las teorías de las cuales
se habla en la lectura 1; en la segunda, escribe en pocas palabras las semejanzas
entre ellas; en la tercera, las diferencias.
Actividad 3
De manera breve y con tus propias ideas, responde en tu cuaderno a lo siguiente:
¿Cuáles son las principales características de cada una de las teorías
mencionadas en la lectura 1?
¿Cuáles son las teorías actualmente vigentes y por qué crees que es así?
¿Cuáles consideras que son las mayores virtudes y desventajas de las teorías
señaladas en la lectura?
¿Es posible que otros saberes y
disciplinas alimenten la etnología?
En un acto en apariencia trivial, como
saludarse o entregar una dirección,
se configuran pautas simbólicas y de
interacción social.
Fuente:
http://www.protocolo.org/social/presentaciones_y_
saludos/encuentros_casuales_o_fortuitos_como_
comportarse.html
La etnología, a través de corrientes
como el marxismo y la teoría de
género, han señalado las relaciones
asimétricas y opresivas en las
culturas y sociedades que estudia el
etnólogo, que cada vez, con mayor
frecuencia, es la suya propia.
Lectura 2. Algunas corrientes y campos en la investigación
etnológica
Carlos Alberto Guerrero Torrentera.
En la lectura anterior se indicaron algunas de las teorías principales que han
nacido o han involucrado de forma puntual a la etnología. En esta lectura
pretendemos realizar una aproximación a las investigaciones y reflexiones que la
etnología ha incorporado y que provienen de otros campos del saber, pero que
han sido reconfiguradas y han posibilitado nuevos procesos de investigación,
miradas sobre las realidades socioculturales y propuestas en la disciplina. La
división debe comprenderse como una distinción analítica para ayudar en la
comprensión del amplio campo conceptual con el cual se maneja la etnología, y no
como una división tajante u objetiva entre las teorías y las corrientes. La etnología
siempre ha tenido un carácter interdisciplinario, incorporando y dialogando con la
historia, la botánica, la lingüística, la politología, la filosofía y, en general, las áreas
del saber humano.
De esta manera, el interaccionismo simbólico, si bien proviene de la
sociología de Herbert Blumer (con antecedentes en otro sociólogo, George
Herbert Mead) y tuvo un desarrollo destacado en los trabajos de Ervin Goffman, ha
tenido un impacto en la etnología puesto que enfatiza los roles o comportamientos
que mantienen los individuos entre sí, colocando, en primer término, la mediación
comunicativa por medio de los símbolos y, por lo tanto, del sentido que se produce
y reproduce, se negocia e interpreta, constantemente en la vida social. Los
trabajos se anclan en espacios limitados (una cárcel, un hospital psiquiátrico) o en
estrategias de interacción social, entre otros aspectos.
Otra de las corrientes que ha tenido influencia notoria en la etnología,
sobre todo de los años sesenta a los ochenta, es el marxismo, que dotó de nuevos
marcos de pensamiento y estrategias de investigación a muchos etnólogos, al
interesarse y criticar las relaciones de poder, las asimetrías y la explotación entre
las clases sociales y en las sociedades que, careciendo de ellas, se jerarquizan a
través del estatus. Esta corriente ha incidido, a su vez, en formas de
involucramiento más activo por parte de los investigadores en las condiciones
sociales de los sujetos y grupos estudiados, sus vínculos con el Estado y los
poderes globales.
La teoría de género, que aborda las relaciones de poder, las asimetrías y el
lugar social y simbólico de hombres y mujeres (o de otros géneros en las
sociedades que no son bigenéricas), así como las identidades y expresiones de
género, ha tenido un impacto notorio en los estudios etnológicos, principalmente
214
Unidad III
en las obras concernientes a las mujeres, aunque las investigaciones en torno a las
masculinidades han cobrado relevancia en los últimos años.
El psicoanálisis, por su parte, ha tenido desde los años cuarenta del siglo
XX, un fecundo vínculo con la etnología, en lo que se ha dado en llamar la
etnopsiquiatría o etnopsicoanálisis (las diferencias parten de las divergencias
teóricas en su interior). Estos campos se han seguido desarrollando debido a que
tienen vigencia significativa y procuran aunar los dispositivos teóricos del
psicoanálisis (como lo inconsciente) con las categorías y estrategias
metodológicas de la etnología, situándose en regiones de interés compartidas, por
ejemplo: la enfermedad mental y sus técnicas de tratamiento y sanación.
Éstas son solamente algunas de las corrientes que han tenido o mantienen
vigencia en la etnología. En muchas ocasiones se interrelacionan, de modo tal que
pueden llevarse a cabo estudios de género con una mirada etnopsicoanalitica. Se
trata, por lo tanto, de una constante comunicación, donde la investigación
etnológica se alimenta tanto de las teorías que se han conformado en su interior
como de otras que provienen de campos diversos del saber. En este caso
solamente mencionaremos los vínculos entre la etnología y la teoría de la
complejidad, la antropología jurídica y la antropología médica.
Por otra parte, existen actualmente campos, es decir, delimitaciones
conceptuales que construyen y problematizan un tema, en los cuales la etnología
ha circunscrito su interés. Existe, de esta manera, la etnología que privilegia el
estudio de las edades (tomar como unidad analítica un grupo de edad para
comprender un determinado problema cultural), las denominadas tribus urbanas,
el uso y acceso de las nuevas tecnologías, la educación, el cuerpo, las emociones,
las expresiones estéticas y artísticas, la violencia, entre otros temas, que se
incorporan a otros campos tradicionales del quehacer etnológico, tales como los
sistemas de parentesco, los rituales, los mitos, la religión y la migración.
De esta manera, actualmente la etnología cuenta con una diversidad de
teorías, corrientes y campos, que permiten hacer investigación de prácticamente
cualquier fenómeno y problema (empírico o del pensamiento), acorde con sus
herramientas conceptuales y metodológicas que le caracterizan y permiten
mantener una especificidad en las áreas del conocimiento sobre el ser humano.
Actividad 4
Elabora un esquema en tu cuaderno donde expongas las relaciones entre las
teorías, las corrientes y los campos en la etnología contemporánea para llevar a
cabo una investigación.
Actividad 5
Subraya en el texto, los campos de estudio de la etnología contemporánea que
sean de tu interés. Posteriormente, escribe en tu cuaderno tu postura respecto a su
pertinencia para comprender los fenómenos culturales. Redacta por lo menos diez
renglones por cada uno de los campos.
Actividad 6
Analiza y reflexiona sobre un tema de tu interés. Posteriormente, elabora un
diagrama en tu cuaderno donde ejemplifiques qué tipo de teorías, corrientes y
campos utilizarías para poder observarlo, describirlo y explicarlo.
215
Un hospital psiquiátrico, en Serbia.
Fuente:
ttp://www.dogguie.com/fotos-de-un-hospitalpsiquiatrico-en-serbia/
Los campos de la etnología han sido
históricamente diversos, pero en las
últimas décadas se han multiplicado,
brindando un abanico muy grande
en donde se incluye el cuerpo, las
edades, el ritual, el parentesco, las
emociones, entre muchos otros.
Un fenómeno puede analizarse
desde varios ángulos. En la
imagen, por ejemplo: las
relaciones intra y extragenéricas,
las edades, el cuerpo, las
emociones; el equipamiento
urbano y políticas públicas; las
pautas de socialización, entre
muchos otros. Existe un vínculo
entre las realidades externas al
investigador, y las que éste crea
por medio de los campos que
elige tomar y las teorías que lo
explican.
Fuente:
http://www.photaki.es/foto-personas-gente-paseando-en-ciudad-oviedo_464365.htm
Etnología
Repaso
Con tus propias palabras y en mínimo 12 renglones, responde cada una de las
siguientes preguntas. La finalidad es que repases y refuerces tu comprensión
sobre el contenido de las lecturas.
1. ¿Por qué es posible afirmar que la etnología ha generado un saber profundo
y relacional del hombre, su cultura y las culturas ajenas?
2. ¿Por qué es importante tener ese conocimiento, tanto a nivel personal como
de las sociedades?
3. ¿Cuáles son las diferencias que percibes entre el estructural-funcionalismo
y el estructuralismo de Lévi-Strauss?
4. ¿Qué elementos nos permiten reconocer una investigación etnológica
actual, en el entendido de que la etnología aborda un sinnúmero de
problemas y fenómenos sociales?
5. ¿Cuáles son los objetos de estudio de al menos tres corrientes en la
etnología?
6. ¿Cuáles son los objetos de estudio de al menos tres campos de la etnología
contemporánea?
UNIDAD IV. Cuestiones metodológicas
PREGUNTAS
GENERADORAS
Para ser considerada
ciencia rigurosa; ¿la
etnología debe copiar en
la medida de lo posible la
metodología de disciplinas
como la física, la biología o
la química?
¿Puede constituirse un
método etnológico universal
o este variará dependiendo
del investigador y el objeto
investigado?
En esta unidad se abordan de manera descriptiva y problemática, las cuestiones
metodológicas relacionadas con la etnología, en tanto que es una disciplina
científica particular.
De manera específica:
1) Se caracterizará a la etnología como ciencia interpretativa y dialógica,
distinta de las ciencias naturales.
2) Se describirá lo que es la etnografía, la observación participante y el
trabajo de campo.
3) Se señalarán algunos de los problemas cotidianos a los que se enfrenta el
etnólogo.
Temario
1. La etnología como disciplina social, interpretativa y dialógica
2. El proceso etnográfico
Lectura 1. Ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu
Roberto Carlos Garnica Castro.
Fuente:
http://runasblancas.blogia.com/upload/20100128235735observacion.gif
Al instituirse en la modernidad el método científico, se afirmaron como sus pilares:
la racionalidad y la experimentación. De tal manera que, partiendo de la
observación, la ciencia pretendía alcanzar leyes universales, ser predictiva y
servir para manipular el mundo, identificando modelos de prácticas tales como: la
matemática, la física y la tecnología.
Desde su origen, la etnología ha tenido que reflexionar en torno a las
características que, por una parte, la identifican con la ciencia en general y, por
otra, le exigen poseer una actitud, una metodología y un objetivo específicos.
Algunos autores afirman que la etnología debe parecerse lo más posible a las
ciencias físico-naturales; otros consideran que al trabajar directamente con
personas, su actitud, su metodología y su objetivo deben ser diferentes;
mientras otros más radicales sugieren que la etnología es filosofía o literatura.
216
Unidad IV
Asociado con esta polémica podemos identificar dos posturas
contrapuestas: el positivismo y el naturalismo.
Los dogmas del positivismo son:
— La lógica experimental de las ciencias físico-naturales debe ser el modelo
de la investigación social.
— Existen leyes universales que pueden ser descubiertas deductivamente.
— Los datos sensoriales son la base de toda investigación. Además, dicha
observación debe ser neutral.
La postura personalista sostiene que:
— El investigador debe adoptar una actitud de respeto hacia el grupo social
estudiado.
— “El mundo social no puede ser entendido en términos de relaciones
causales o mediante el encasillamiento de los eventos sociales bajo
leyes universales. Esto es así porque las acciones humanas están
basadas e incorporadas por significados sociales; intenciones, motivos,
actitudes y creencias” (Atkinson y Hammersley, 1994:20 y 21).
— “Como observadores participantes podemos aprender la cultura o
subcultura de la gente que estamos estudiando. Podemos llegar a
interpretar el mundo de la misma forma que ellos lo hacen” (Atkinson y
Hammersley, 1994:21).
— El objetivo fundamental del investigador es comprender la cultura.
— “Todas las perspectivas y culturas son racionales”
(Atkinson y Hammersley, 1994:27).
La propuesta más coherente es la que afirma que es necesario distinguir
dos tipos de disciplinas (las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu) y
establecer una metodología específica para cada una de ellas. Pues, como explica
Schutz, la investigación en ciencias sociales se complejiza porque no trabaja sobre
objetos inanimados sino sobre el mundo cultural: la realidad a interpretar no es
“directamente” el mundo físico sino las ideas y prácticas que otros individuos tienen
sobre y en el mundo de la vida. Para esta perspectiva, la base de la construcción
epistemológica no es la experimentación sino la experiencia o vivencia.
Las características de este particular tipo de experiencia son:
a) Tiene un carácter eminentemente histórico: no sólo está situada espaciotemporalmente sino que surge dentro de un contexto sociocultural.
b) Está estrechamente ligada al lenguaje.
c) Está constituida por una dialéctica entre espontaneidad y preparación,
además de ser siempre inconclusa: “la experiencia surge […] de repente,
de improviso, y sin embargo no sin preparación, y vale hasta que aparezca
otra experiencia nueva” (Gadamer, 1998:428).
d) “La verdadera experiencia es siempre negativa” (Gadamer, 1998:428).
Esta negatividad se refiere al hecho de que la experiencia auténtica se
opone a nuestras expectativas: el verdadero conocimiento “aparece” no
cuando el mundo se conforma a nuestros esquemas sino cuando la
realidad violenta nuestra preconcepciones.
e) Es única e irrepetible.
f) Está abierta a nuevas experiencias.
En el caso de la etnología, hay que remarcar otra característica: este tipo
de experiencia es siempre acerca de un tú que, igual que nosotros, es una entidad
personal. Esto lo condensa Gadamer en una frase que podría ser el lema de toda
experiencia de campo: “Es claro que la experiencia del tú tiene que ser algo
específico por el hecho de que el tú no es un objeto sino que él mismo se comporta
respecto a uno” (Gadamer, 1988:434).
217
Para el positivismo y ciertas
posturas cientificistas: objetivo es
sinónimo de verdadero, mientras
que subjetivo es sinónimo de falso.
Desde una postura no tendenciosa,
subjetivo significa simplemente,
relativo a un sujeto.
La filosofía de la ciencia contemporánea
señala que todo conocimiento integra
un elemento subjetivo (es un sujeto el
que investiga) y un elemento objetivo
(es un saber acerca de objetos o
sujetos considerados analíticamente
como objetos).
Epistemológico: Adjetivo que
proviene del término
Epistemología.
En este contexto, se refiere a las
condiciones y problemas
relacionados con el problema del
conocimiento en general.
Epistemología: Doctrina de los
fundamentos y métodos del
conocimiento científico.
Cognoscitivo: Relacionado con el
conocimiento.
Hans-George Gadamer
(1900-2002)
Filósofo alemán fundador de la
Nueva Hermenéutica.
Fuente:
http://alex.golub.name/gadamer/pics/g4.jpg
Dialéctica: Capacidad de afrontar
una oposición.
Según Hegel, es el proceso de
transformación en el que dos
opuestos, tesis y antítesis, se
resuelven en una forma superior o
síntesis.
En este contexto, se refiere al hecho
de que algo no sea en sentido
estricto una cosa u otra sino el
resultado procesual de dos cosas
que se contraponen.
Etnología
Según Gadamer, es imposible
desechar todos los prejuicios; de tal
manera que éstos no son siempre
negativos, e incluso son condición
del conocimiento humano.
Fue durante la Ilustración cuando
surgió el prejuicio de que los
prejuicios son siempre negativos.
Actividad 1
A partir de la lectura anterior, elabora en tu cuaderno un cuadro comparativo de las
características que debe tener una disciplina científica, de acuerdo al positivismo y
al personalismo.
Actividad 2
Subraya en el texto, los conceptos centrales. Posteriormente, elabora un breve
ensayo a partir de los conceptos señalados, por medio del cual reflexiones sobre
las condiciones epistemológicas de la etnología.
Lectura 2. Interpretación y diálogo
Roberto Carlos Garnica Castro.
Clifford Geertz explica que hablar
con otro es algo más complicado de
lo que generalmente se reconoce.
Fuente:
http://4.bp.blogspot.com/_GumD8VXLlgE/Sw9
Qy9mXTTI/AAAAAAAAAIk/vZ1SHVJe7Ck/
s1600/dialogo.jpg
Según Merleau-Ponty, la sensación
pura, en tanto “choque” indiferenciado,
instantáneo y puntual, “no corresponde
a nada de cuanto tenemos experiencia”.
La corriente posmoderna ha
destacado que la práctica
etnográfica no es sólo un
fenómeno epistemológico sino
también ético y político; de tal
forma que debe tenerse en cuenta
que el “diálogo” es también una
herramienta para ejercer el poder.
Fuente:
http://4.bp.blogspot.com/_GumD8VXLlgE/
Sw9Qy9mXTTI/AAAAAAAAAIk/vZ1SHVJe7Ck/s160
0/dialogo.jpg
Alfred Schütz afirma categóricamente que no existen hechos puros, pues “hasta la
cosa percibida en la vida cotidiana es algo más que una simple presentación
sensorial” (Schütz, 1995:35). O sea, todo acto cognoscitivo (desde la
identificación “simple” de un objeto corriente como, por ejemplo, la mesa, hasta la
compleja elaboración de un modelo atómico) requiere de generalizaciones,
abstracciones, idealizaciones, construcciones y hasta interpretaciones. Para que
una percepción no sea sin sentido y caótica, es necesario: a) realizar un ejercicio
cotidiano en el que agregamos aquello que no percibimos directamente pero que
debemos suponer, b) eliminar algunas características que nos parecen
irrelevantes, c) asociar lo percibido con otras percepciones anteriores que
juzgamos parecidas y d) insertar el objeto en un contexto. En el caso de la
etnología, la cuestión es más compleja porque “las construcciones usadas por el
especialista en ciencias sociales son […] construcciones de segundo grado, o
sea, construcciones de las construcciones hechas por los actores en la sociedad
misma” (Schütz, 1995:37). Ya mencionamos que ésta es también la postura de
Clifford Geertz: “lo que nosotros llamamos nuestros datos son realmente
interpretaciones de interpretaciones de otras personas sobre lo que ellas y sus
compatriotas piensan y sienten” (Geertz, 2000:23).
Es por ello que el diálogo es una práctica fundamental para la etnología.
Dado el carácter conversacional de nuestra disciplina hay que destacar, primero,
el hecho de que hablar realmente con otro no es algo tan fácil y cotidiano como
creemos y, después, señalar que el propósito de nuestra disciplina es,
precisamente, tender puentes comunicativos entre las personas y las culturas.
Geertz explica cómo todas las personas, y no sólo los extraños, pueden ser un
completo enigma para nosotros, y que hablar a alguien es, en realidad, una
práctica más misteriosa de lo que parece. Posteriormente, señala que “la finalidad
de la antropología consiste en ampliar el universo del discurso humano”, pues “lo
que procuramos es (en el sentido amplio del término en el cual éste designa
mucho más que la charla) conversar con ellos” (Geertz, 2000:27).
También es importante mencionar que el ejercicio etnológico es una
especie de dialéctica que conjuga constantemente lo mismo y lo otro. Dialéctica
en la que, sin confundir ambas instancias, intenta “asumirlas”: “Comprender la
cultura de un pueblo supone captar su carácter normal sin reducir su
particularidad. (Cuanto más me esfuerzo por comprender lo que piensan y sienten
los marroquíes, tanto más lógicos y singulares me parecen)” (Geertz, 2000:27).
Actividad 3
Identifica y subraya en la lectura, los cuatro momentos mediante los cuales se dota
de sentido incluso a las percepciones más simples y cotidianas, conformando el
acto cognitivo.
218
Unidad IV
Actividad 4
Una vez identificados los cuatro momentos en la Actividad 3, detalla en tu
cuaderno un ejemplo que muestre cómo, incluso las percepciones simples y
cotidianas, requieren de construcciones epistemológicas.
Lectura 3. La etnografía y el trabajo de campo
Roberto Carlos Garnica Castro.
En la literatura antropológica suele utilizarse el término etnografía en tres
sentidos:
1) Un documento o texto: el resultado escrito de una investigación
etnológica.
2) El método: las técnicas de observación y análisis.
3) La disciplina: “La etnografía consiste en la observación y el análisis de
grupos humanos considerados en su particularidad” (LéviStrauss,1994:50).
En este apartado utilizaremos el término en el segundo sentido y
exploraremos, principalmente, las propuestas de dos autores: Bronislaw
Malinowski y Clifford Geertz.
Según Malinowski, igual que otras ciencias como la física, la química, la
biología o la geología, la etnología debe describir el método utilizado en su
investigación. Es importante, por ejemplo, que se distingan “los resultados de la
observación directa y las exposiciones e interpretaciones del indígena y, por otra
parte, las deducciones del autor basadas en su sentido común y capacidad de
penetración psicológica.” (Malinowski, 1986:21).
Otro motivo por el que es importante la rigurosidad metodológica es
porque hay “una enorme distancia entre el material bruto de la información —tal y
como se le presenta al estudioso en sus observaciones, en las declaraciones de
los indígenas, en el calidoscopio de la vida tribal— y la exposición final y teorizada
de los resultados.” (Malinowski, 1986:21).
Según Malinowski, los principios metodológicos pueden agruparse en tres
rubros:
1) El investigador debe tener propósitos estrictamente científicos.
2) Debe vivir entre los indígenas.
3) Debe utilizar técnicas precisas para recoger, manejar y establecer
pruebas.
Además de la observación neutral, es fundamental vivir largas
temporadas en el campo, de tal manera que “las peleas, las bromas, las escenas
familiares, los sucesos, en general triviales y a veces dramáticos, pero siempre
significativos” (Malinowski, 1986:26), formen parte también de la cotidianidad del
investigador. En relación con las técnicas explica que, en lugar de que el etnólogo
espere de manera pasiva que “algo” caiga en sus redes, éste “debe ser un cazador
activo, conducir la pieza a la trampa y perseguirla a sus más inaccesibles
guaridas.” (Malinowski, 1986:26). Así pues, debe “tener una buena preparación
teórica y estar al tanto de los datos más recientes” (Malinowski, 1986:26), lo que
implica, de manera dialéctica, ser capaz de “amoldar sus teorías a los hechos y a
ver los datos como capaces de configurar una teoría” (Malinowski, 1986:26).
El etnólogo, mediante genealogías, mapas, diagramas, cuadros, etc.
debe ser capaz de introducir “ley y orden en un dominio que parecía caótico y
caprichoso” (Malinowski, 1986:27), es decir, mostrar un modelo coherente de la
estructura social. Para lograr esto es necesario hacer un estudio completo y serio
del grupo social y no centrarse en lo raro o extravagante, además de analizar lo
observado desde una perspectiva holística: el etnólogo “que se proponga estudiar
sólo religión, o bien tecnología, u organización social, por separado, delimita el
campo de su investigación de forma artificial, y eso le supondrá una seria
desventaja en el trabajo”. (Malinowski, 1986:28).
Al iniciar sus reflexiones metodológicas, Geertz enuncia lo que considera
la descripción tradicional de la etnografía: “establecer relaciones, seleccionar a los
219
El diario de campo es una
herramienta indispensable para el
etnólogo que le permite registrar de
manera inmediata lo que ha
observado y oído durante el día.
Fuente:
http://3.bp.blogspot.com/_VeuN7oMtbbY/SmDLJBck
BTI/AAAAAAAAABw/d_EvahUOul0/s400/51554944
4_27bc77c056.jpg
La palabra etnografía, viene de
los términos griegos etno (pueblo o
raza) y graphein (escritura).
Malinowski entre los trobriandeses.
Fuente:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/
thumb/c/cb/Bronis%C5%82aw_Malinowski_among_
Tro- briand_tribe_3.jpg/280pxBronis%C5%82aw_Malinowski_among_Trobriand_tribe_3.jpg
Método viene del griego methodos
que significa camino.
El método debe estar adecuado a las
condiciones de la investigación y sus
objetivos.
Cuando Alicia, desorientada en el
País de las Maravillas, le preguntó al
gato de Cheshire:
- ¿Podrías decirme, por favor, qué
camino debo seguir?
Éste respondió:
- Eso depende en gran medida de a
dónde quieres llegar.
- No me preocupa mucho adónde…
- dijo Alicia.
- En ese caso, poco importa el
camino que tomes.
Etnología
Clifford Geertz. Antropólogo
estadounidense (1926-2006)
Fuente:
http://4.bp.blogspot.com/_6RKJCZqRlgU/S9TzVvh7
F4I/AAAAAAAAABI/CI3wO1FqFBs/s1600/GeertzPa
geOne.jpg
informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas del área,
llevar un diario” (Geertz, 2000:21). Y después propone que “la etnografía es
descripción densa” (Geertz, 2000:24), caracterizándola como “una especulación
elaborada”, “cierto tipo de esfuerzo intelectual” (Geertz, 2000:21). Al caracterizarla
de esta manera deja claro que la etnografía, en tanto base de la reflexión
etnológica, no es una descripción objetiva en sentido puro: el etnólogo debe ser
capaz de captar, más allá de lo que el ojo irreflexivo de una cámara fotográfica
podría, el carácter simbólico y cultural de los hechos sociales. Para esta
perspectiva interpretativa es fundamental tener claro que observar, registrar y
analizar no son fases del conocimiento totalmente independientes que se siguen
una a la otra, sino esfuerzos intrínsecamente fundidos. Más aun, “hacer etnografía
es como tratar de leer (en el sentido de “interpretar” un texto) un manuscrito
extranjero” (Geertz, 2000:24).
Otra cuestión indispensable para “evaluar” lo analizado es no ignorar que
los datos son siempre elementos que forman parte de un contexto semiótico más
amplio: “lo que [...] nos impide [...] captar la significación de las señas de otros [...
es la] falta de familiaridad con el universo imaginativo en el cual los actos de esas
gentes son signos” (Geertz, 2000:26).
Así pues, los cuatro rasgos característicos de la descripción etnográfica
son:
1) Es interpretativa.
2) Interpreta el flujo del discurso social.
3) “La interpretación consiste en tratar de rescatar “lo dicho” en ese discurso
de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos susceptibles de
consulta” (Geertz, 2000:32).
4) Es microscópica.
Para finalizar, retomamos la descripción de lo que, según EvansPritchard, es lo que en realidad hace el etnólogo: “Vive durante algunos meses o
años entre un pueblo primitivo, y lo hace tan íntimamente como puede, llegando a
hablar su lengua, a pensar de acuerdo con sus categorías conceptuales y a juzgar
con sus valores. Al mismo tiempo, revive las experiencias crítica e
interpretativamente de acuerdo con las categorías y valores de su propia cultura y
con el cuerpo general de conocimientos de su disciplina. En otras palabras,
traduce una cultura a otra”. (Evans-Pritchard, 1990:15).
Actividad 5
Portada de La interpretación de las
culturas. Libro donde aparece
desarrollada la denominada:
Descripción densa (Thick
description).
Fuente:
http://carlosreynoso.com.ar/archivos/geertz-tapa.jpg
Identifica las diferencias y similitudes entre la concepción de Malinowski y la de
Geertz. Posteriormente, argumenta cuál de las dos posturas es más coherente
con las condiciones actuales del trabajo de campo.
Lectura 4. Problemas en torno al trabajo de campo y la
observación participante
Roberto Carlos Garnica Castro.
La etnología analiza los grupos
humanos desde una perspectiva
holística, es decir, parte del hecho de
que las distintas instancias sociales
(economía, religión, cultura, arte,
educación, etc.) son realidades
íntimamente unidas.
El holismo es la postura que afirma
que el TODO es más que la suma de
sus partes.
De manera puntual podemos identificar varios momentos del trabajo etnográfico:
1) El diseño de la investigación.
2) El acceso.
3) El trabajo de campo.
4) El registro y la organización de la información.
5) El análisis.
6) La escritura etnográfica.
Hay que aclarar que aunque de manera esquemática pueden proponerse
dichos “pasos”, en realidad el proceso es dialéctico. Por ejemplo, muchas veces
220
Unidad IV
antes de diseñar la investigación ya se ha visitado el campo; organizar la
información exige algunas intuiciones analíticas, al escribir el texto surge la
necesidad de regresar al campo para corroborar algunos datos, etc.
Así, aunque la etnología es una disciplina institucionalizada con
lineamientos bien definidos, no hay una receta para desarrollar las investigaciones
concretas. Retomando algunos de los “pasos” especificados, problematizaremos
la práctica etnográfica: Hammersley y Atkinson explican que etnografía y
observación participante son términos cognados y que su característica esencial
es la reflexividad. Efectivamente, un concepto intrínsecamente asociado a la
etnografía es el de observación participante; algunos incluso suponen que lo único
que hace el etnólogo en el campo es eso: observar -y tomar notas- mientras
“participa” –aunque al margen- de la vida cotidiana del grupo estudiado. Sin
embargo, hay que tener presente dos cosas:
a) Existe otra variedad de punto de vista o perspectiva metodológica que
invierte el orden de los términos, y que se difunde cada vez más debido a
las nuevas condiciones políticas y socioculturales. Nos referimos a la
denominada participación observadora que, en oposición a la práctica
clásica en la que un observador extranjero llega a una comunidad e intenta
analizar o dar sentido a lo que los otros hacen, ensaya la posibilidad de que
un individuo que pertenece en principio a una comunidad “x”, después de
formarse etnológicamente, haga el esfuerzo de mirar con otros ojos su
realidad cotidiana.
b) El término observación participante hace pensar que lo más importante
para el etnólogo es observar, siendo que la conversación y el diálogo son
indispensables para dotar de sentido a lo observado.
Así pues, “el etnógrafo, o la etnógrafa, participa, abiertamente o de manera
encubierta, de la vida cotidiana de personas durante un tiempo relativamente
extenso, viendo lo que pasa, escuchando lo que se dice, preguntando cosas”
(Atkinson, 1994:15): es claro que el etnólogo en el campo hace más que observar
desde cierto punto distante o neutral.
Otra cuestión relevante es el reconocimiento de que, a diferencia de una
postura objetivista o cientificista, el investigador, en tanto pertenece a un contexto
social, posee y carga con una serie de presupuestos que lo hacen ver la realidad de
un modo específico. Más aún, el campo de estudio no es una especie de
laboratorio alejado o incluso aislado de nuestro contexto, sino que forma parte de
nuestro mundo. El reconocimiento de que somos individuos concretos
relacionándonos con otros individuos nos hace preguntarnos por la condición ética
y política del trabajo de campo y la etnología en general.
Por otra parte, esto nos confronta con otras problemáticas cotidianas como
el acceso: entrar en una comunidad no siempre es fácil, y es un asunto que no se
reduce a la presencia o la ausencia física, no es sólo una cuestión práctica sino
también teórica: “el descubrimiento de los obstáculos que dificultan el acceso y
también los medios efectivos para sortearlos, por sí mismos, aportan indicios de la
organización social del lugar” (Atkinson, 1994:69). Nos encontramos aquí frente a
cierto dilema que surge debido a esa misma naturaleza dialéctica (teórico-práctica)
del acceso: para iniciar un auténtico acceso a un grupo humano es necesario tener
cierto conocimiento real sobre él, pero, precisamente, parece que no podemos
adquirir dicho conocimiento sin haber logrado primero el acceso: parece que uno
no aprende a comportarse, sino a partir de la comisión de errores.
El investigador debe moverse entre la prudencia (no entrometerse en
lugares que tal vez sean demasiado privados, no hacer ciertas preguntas en
ciertos momentos) y la desenvoltura libre de prejuicios (no suponer de antemano
que ciertos “lugares” están prohibidos para el investigador).
Habiendo logrado el acceso, aun hay que enfrentar muchas dificultades,
pues las diferencias debidas al género, la edad y la identificación étnica influyen
221
Según Hammersley y Atkinson,
“reconocer el carácter reflexivo de la
investigación social” es “reconocer
que somos parte del mundo social
que estudiamos”.
La reflexividad consiste, entonces,
en reconocer que, en tanto seres
humanos, también nuestras
observaciones científicas están
sujetas a condicionamientos
socioculturales.
No es posible la observación neutral.
Siempre miramos desde alguna
parte.
Un ejemplo de observación
participante es cuando un
antropólogo inglés estudia una tribu
africana.
Un ejemplo de participación
observadora es cuando un hindú
formado profesionalmente como
etnólogo realiza una investigación
sobre la comunidad donde nació.
Indígena Totonaca realizando
trabajo de campo en una comunidad
mixteca de la Sierra de Guerrero.
Fuente:
Fotografía de Roberto Carlos Garnica Castro.
En cierto sentido, no hay perspectivas
mejores que otras. Lo ideal sería
hacer una suma de perspectivas.
Etnología
La palabra inglesa rapport significa:
“a harmonious or sympathetic
relationship”, y en el contexto de la
etnología está directamente
asociado con el grado de
accesibilidad a una comunidad.
Fuente:
http://www.cartoonstock.com/lowres/epa1648l.jpg
seriamente en las relaciones de campo. Es importante tener presente que, más
que problemas o limitantes de la comunicación, dichas características son,
simplemente, la constitución de nuestro particular punto de vista. Es decir, en el
campo es indispensable partir del hecho de que somos individuos concretos
relacionándonos con individuos concretos y, si bien por nuestra situación somos
incapaces de acceder a y hasta de ver ciertas cosas, dicha situación es la base
que posibilita cualquier percepción y, además, nos permite acceder a y ver cosas
que a otros se les escapan.
En realidad no es el momento de desarrollar, puntualmente, todos los
problemas metodológicos, personales y éticos a los que el etnólogo se enfrenta al
estudiar un grupo humano; se trata solamente de intuir que el trabajo de campo es
una labor inédita, complicada y sorprendente, que tiene incluso carácter de
aventura.
Por último, es necesario aclarar que, en las condiciones del actual mundo
posmoderno y globalizado, la cuestión metodológica es crítica porque incluso
debe definirse qué es el campo: además de los grupos tradicionales, los etnólogos
contemporáneos ensayan investigaciones en torno a las escuelas, los parques,
las plazas, los medios de transporte, etc.
Además, han surgido nuevas posibilidades de investigación y nuevos
retos; por ejemplo, ¿cómo abordar las comunidades virtuales?
Actividad 6
Retomando la pregunta con la que concluye la lectura 4 de esta unidad, elabora un
esquema en tu cuaderno respondiendo las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo lograrías el acceso a dicho “espacio”?
2. ¿Qué preguntas de investigación podrías realizar?
3. ¿En qué consistiría propiamente el trabajo de campo?
Ha empezado
Netnography, la
como análisis
comunidades
Second Life.
a hablarse de
cual se propone
etnográfico de
virtuales como
En la imagen se perciben tres
individuos interactuando, por medio
de su avatar, en un escenario típico
de Second Life.
Fuente:
http://download.chip.eu/ii/3707988201_2260006ab7.jpg
Repaso
A continuación, se presentan una serie de ejercicios y cuestionamientos para que
repases y refuerces el aprendizaje que lograste al termino de esta unidad.
1. Retomando el cuadro comparativo que elaboraste en la Actividad 1 de la
Lectura 1, argumenta por qué la etnología debe identificarse con una actitud
personalista y no naturalista.
2. Enlista las características de la experiencia o vivencia y ejemplifica de
manera concreta cada una de dichas características.
3. ¿Por qué el diálogo es tan importante para la etnología?
4. Sintetiza las características que, según Malinowski, debe tener la
investigación etnológica.
5. Menciona cuáles son, según Clifford Geertz, los rasgos característicos de la
descripción etnográfica.
6. ¿Cuáles son los momentos del trabajo etnográfico?
222
Resumen del módulo
RESUMEN DEL MÓDULO
En el módulo correspondiente a la etnología, hemos visto cuatro aspectos fundamentales para su comprensión.
1. El primero ha sido aclarar su naturaleza, que hemos definido como el estudio de la diversidad cultural de
sociedades contemporáneas, lo cual no excluye una comprensión histórica sino su necesidad para lograr una
comprensión adecuada del fenómeno a estudiar; no obstante, que en la etnología destaque el abordaje de contextos que
se dan en el tiempo presente del investigador, debido a que sus fundamentales herramientas metodológicas: la
observación participante, la estancia sobre el terreno, las entrevistas y encuestas; constriñen a esta dimensión temporal.
A su vez, se abordó el objeto de estudio de la etnología: la cultura y su diversidad en los grupos humanos; procurando
describir, comprender y explicar sus propiedades e interacciones.
2. Para proporcionar una visión más amplia de la disciplina, ha sido importante llevar a cabo un breve recorrido por
su historia en la unidad 2, dividida en dos momentos: El primero corresponde a la Antigüedad y la Modernidad hasta la
Ilustración, donde se llevaron a cabo trabajos, preguntas, hipótesis, investigaciones y reflexiones próximas a las
inquietudes etnológicas: conocer el origen y evolución de las costumbres e instituciones humanas, así como valorar lo
universal y lo particular de ellas. El segundo momento destaca el hecho de que esos trabajos, significativos en sí mismos,
no contaban con elementos que permitan catalogarlos plenamente como etnológicos por diversos motivos: ausencia de
un recorte conceptual y metodológico; una pretensión científica de los mismos y una autoconciencia que diera claridad y
objetivos específicos. La historia de la etnología se encuentra ligada no solamente al descubrimiento empírico de la
alteridad, puesto que éste ha sido de alguna manera una constante de los grupos humanos, sino la posibilidad de construir
puentes comprensivos con lo ajeno y asombrarse con lo propio; es decir, un espacio determinado en el orden del
conocimiento y las prácticas científicas, políticas y sociales en el sentido amplio del término. Por lo tanto, el nacimiento y
desarrollo de la etnología se encuentra ligado de forma compleja con la expansión colonial, militar, económica y cultural
occidental, que fueron a un tiempo condiciones de posibilidad de la disciplina e influyeron en esas mismas acciones.
3. Un aspecto fundamental es, desde luego, un abordaje de las teorías, corrientes y campos en los cuales se
desarrolla la etnología, presentado en la unidad 3. Puede aseverarse que existe una gama muy amplia de ideas por medio
de las cuales la disciplina construye y aborda objetos de estudio, observa, analiza, describe y explica los fenómenos. Los
aspectos abordados en esta unidad son diversos y, como sucede en las áreas del pensamiento, no existe unanimidad en
las posturas asumidas, sino más bien riqueza y polémica en su interior, de modo tal que puede señalarse que por ciertos
periodos hay paradigmas hegemónicos, pero que conviven diferentes formas de aproximarse al conocimiento y
producción de la etnología. Sin duda, los trabajos etnológicos, desde sus diversas tradiciones de reflexión y práctica, han
ahondado en la comprensión de la diversidad y complejidad humanas, aunque han sido también parciales y limitados.
Hoy en día, la investigación etnológica abarca prácticamente cualquier experiencia o fenómeno humano, de acuerdo con
sus propias reglas teóricas y metodológicas ya descritas.
4. Finalmente, en la unidad 4 se abordan algunas de las metodologías fundamentales para el diseño y aplicación
de las investigaciones y, sobre todo, para la obtención de información, análisis, procesamiento y redacción, lo cual genera
el conocimiento etnológico. Entre ellas destacan: el trabajo de campo, el diario, la observación, el diálogo, la participación
con el grupo estudiado, el análisis crítico y el intento de trascender la sola descripción, intentando generar un
conocimiento más profundo.
Es importante destacar que la teoría y la investigación de campo (a la cual no se limita la etnología, sino que es una
de sus características metodológicas) no se encuentran disociadas, sino en interacción permanente, interdependiente y
de mutua re-direccionalidad. Por ello, la comprensión-construcción de su objeto, las características que ha tenido en el
tiempo esa relación, el contenido que reviste y formas de allegarse la información, son puntos fundamentales para
aproximarse adecuadamente a la etnología.
223
Etnología
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro de cada paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F si es falso.
1. La raíz etimológica de la palabra etnología se deriva del griego etno (pueblo o raza) y logos (ciencia, razón)
(
)
2. La etnología es una ciencia fundamentalmente descriptiva.
(
)
3. La etnología es una ciencia física.
(
)
4. Según Clifford Geertz, la etnología es una ciencia interpretativa en busca de significaciones.
(
)
5. La etnología estudia únicamente los grupos humanos exóticos y/o “primitivos”.
(
)
6. Todo lo que es universal en el hombre pertenece a la naturaleza, y lo que está sujeto a la arbitrariedad
de la norma y la regla corresponde a la cultura.
(
)
7. Según Clifford Geertz, el principal objetivo de la etnología es tender puentes de comunicación
entre las culturas, a través de ampliar el universo del discurso humano.
(
)
8. El primero en utilizar el término etnología fue Claude Lévi-Strauss.
(
)
9. La llegada de los españoles y la Conquista marcan el nacimiento de los primeros textos que
pueden asociarse con la etnología.
(
)
10. Es a través de programas de asistencia social que resaltan un carácter multicultural, que el indigenismo
sigue vigente en nuestro país.
(
)
11. En el periodo histórico conocido como la Ilustración, surgen las primeras ideas sobre la evolución
de la naturaleza y los seres humanos.
(
)
12. La postura evolucionista es forzosamente unilineal.
(
)
13. Una categoría de análisis intercultural dentro de la Antropología Cognitiva, que parte de criterios
objetivos, es la denominada emic.
(
)
14. El interaccionismo simbólico implica la reproducción y producción de elementos simbólicos, por
medio de los cuales los individuos negocian e interpretan roles y comportamientos.
(
)
15. Para las Ciencias Sociales, la experiencia es base para la construcción epistemológica y una de
sus características es estar estrechamente vinculada al lenguaje.
(
)
16. La experiencia auténtica es única e irrepetible.
(
)
17. Según Alfred Schütz, el científico social debe partir de los hechos puros.
(
)
18. El término etnografía es unívoco.
(
)
224
Ejercicios de autoevaluación
Completa correctamente los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea
19. La etnología es la _________________ antropológica que estudia la _______________ _____________ en el
_______________________________.
20. La etnología, como disciplina científica nace en el siglo _____________.
21. Los dos grandes momentos de la historia previa de la etnología son ________________ y _________________.
22. _________________fue quien escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España que ha sido un importante antecedente de la etnología en México.
23. Movimiento que, de acuerdo con Reynoso, fluctuó entre _________ y ___________ ; encabezado por ______ y que
dio como resultado a la _______________________, también conocida como ______________________.
24. Relaciona el nombre de cada autor con su correspondiente concepto de cultura.
a) Edward B. Tylor
(
)
Toda cultura se ve incitada por la tentación de cerrarse sobre sí misma:
ninguna cultura puede firmar su particularidad, sin desear marcar su
diferencia.
b) Lévi-Strauss
(
)
El hombre es un animal inserto en tramas que él mismo ha tejido, la cultura es
esa urdimbre.
c) Bonte
(
)
Un todo complejo que incluye conocimiento, creencia, arte, moral, derecho,
costumbre y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el
hombre como miembro de una sociedad.
d) Clifford Geertz
(
)
Este autor habló de “culturas”, en el sentido en que todas son diferentes,
inconmensurables, y, por lo tanto, es absurdo afirmar que ciertos grupos
humanos son superiores a otros.
e) Franz Boas
(
)
Lo que no está determinado por la naturaleza, es lo particular y la norma en
oposición a lo universal.
225
Etnología
25. Escribe dentro de cada paréntesis el número de la corriente teórica que corresponda a cada definición
1) Particularismo histórico
(
)
Teoría dominante en la etnología del siglo XIX, circunscrita a controles
científicos tanto en el área de las Ciencias Sociales como en las disciplinas
naturales. Relacionó dos conceptos: evolución y progreso. A través de esta
corriente, se postula la existencia de fases o estadios universales por los
cuales transitan todas las sociedades.
2) Funcionalismo
(
)
Enfatiza el análisis e interpretación de la cultura, a través de los símbolos
para la comprensión.
3) Estructural -funcionalismo
(
)
Se postula la necesidad de construir un pensamiento científico, suspendiendo
generalizaciones precipitadas; privilegió el estudio sobre el terreno. Para llevar
a cabo la reconstrucción histórica deben existir condiciones materiales; por
tanto, dio prioridad a las expresiones singulares de las culturas.
4) Evolucionismo
(
)
El contacto de primera mano una vez en la estancia sobre el terreno, resulta
esencial para fundamentar cualquier opinión emitida. Supone que cada uno de
los elementos que constituyen un conjunto cultural se explica por la función
que desempeña; por tanto, toda cultura debe ser explicable dentro de una
perspectiva sincrónica, a partir del análisis de rasgos simultáneos.
5) Antropología Simbólica
(
)
Para esta corriente, la reconstrucción histórica de una sociedad no puede
obtenerse únicamente a través de la observación empírica, sino que se debe
teorizar respecto a las relaciones que la constituyen. La noción de estructura
adquiere complejidad al distinguir la existencia de estructuras concretas y las
formas estructurales, esquemas construidos a partir de la explicación de
determinada realidad social.
26. Escribe dentro del paréntesis la letra de la corriente teórica que corresponda, de acuerdo a su campo de estudio
a) La teoría de género
(
)
Tiene como tema de interés la enfermedad mental y sus técnicas de
tratamiento y sanación.
b) Marxismo
(
)
Tiene especial interés en la interacción social y la mediación comunicativa a
partir de símbolos.
c) Interaccionismo simbólico
(
)
Se interesa en las relaciones de poder, la explotación y la lucha de clases
sociales.
d) Etnopsicoanálisis
(
)
Aborda las relaciones de poder y las asimetrías entre hombres y mujeres
226
Ejercicios de autoevaluación
27. Escribe dentro del paréntesis PO si el enunciado pertenece a un dogma positivista, o PE si se identifica con la actitud
personalista.
(
)
Se considera que el modelo de investigación en las ciencias físico-naturales,
debe basarse en la lógica experimental
(
)
El grupo social investigado, debe ser objeto de una actitud de respeto por
parte del investigador
(
)
A través del método deductivo es posible descubrir leyes
universales
28. Ordena, del nivel más concreto al más general, los siguientes niveles que, de acuerdo con Claude Lévi-Strauss, son
las tres etapas o momentos de la investigación en torno al hombre (coloca el número 1 en el nivel más concreto y el
número 3 en el nivel más general).
(
)
Etnología
(
)
Antropología
(
)
Etnografía
29. Ordena los pasos o momentos del trabajo etnográfico colocando el número 1 en el primer paso que se realiza, el
número 2, en el segundo y así sucesivamente hasta escribir el número 6 en último momento que se efectúa.
(
)
El acceso
(
)
El trabajo de campo
(
)
El análisis
(
)
El diseño de investigación
(
)
El registro y la organización de la información
(
)
La escritura etnográfica
227
Etnología
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE ETNOLOGÍA
UNIDAD I
Lectura 1. Caracterización de la etnología
Augé, Marc
2000 Los “no lugares”, espacios del anonimato. Una antropología de la Sobremodernidad,
Barcelona, Gedisa, pp. 15-47.
2007 El oficio del antropólogo, Barcelona, Gedisa. pp. 9-30.
Geertz, Clifford
2000 La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa. pp. 19-40.
Lévi-Strauss, Claude
1995 Antropología Estructural, Barcelona, Paidós, pp. 359-391.
Schütz, Alfred
1995 El problema de la realidad social, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 35-70.
Lectura 2. El hombre, ser sociocultural por naturaleza
Lévi-Strauss, Claude
1993 Las estructuras elementales del parentesco, Barcelona, Planeta-Agostini, pp. 35- 44.
Lectura 3. ¿Quién es el otro?
Barfield, T.
2000 Diccionario de Antropología, México, Siglo XXI, pp. 136-140.
Bonte, Pierre
1996 Diccionario de Etnología y Antropología, Madrid, Akal, pp. 200-205 y 256-260.
De la Peña, Francisco
2011
Antropología filosófica, psicoanálisis y pensamiento posmetafísico. Subjetividad y ética
en Foucault, Rorty y Lacan, México, ENAH/CONACULTA.
Geertz, Clifford
2000 La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, pp. 19-40.
Lectura 4. Fines, utilidad y finalidad de la etnología
Aristóteles
1994 Metafísica, Madrid, Gredos, pp. 69-78.
Barfield, T.
2000 Diccionario de Antropología, México, Siglo XXI, pp. 20-25.
De Saussure, Ferdinand
1994 Curso de lingüística general, Barcelona, Planeta-Agostini, pp. 42-44.
Lévi-Strauss, Claude
1995 Antropología Estructural, Barcelona, Paidós, pp. 359-391.
UNIDAD II
Lectura 1. Antecedentes de la etnología
Adams, William Y.
2003 Las raíces filosóficas de la antropología, Madrid, Trotta, pp. 25-128, 279-348.
Mercier, Paul
1979 Historia de la antropología, Barcelona, Ed. Península, pp. 234.
Poirier, Jean
1992 Una historia de la etnología, México, FCE, pp. 158.
Lectura 2. La etnología como disciplina científica
Adams, William Y.
2003 Las raíces filosóficas de la antropología, Madrid, Trotta, pp. 25-128, 279-348.
Harris, Marvin
1997 El desarrollo de la teoría antropológica, México, Siglo XXI, pp. 7-251.
Mercier, Paul
1979 Historia de la antropología, Barcelona, Ed. Península, pp.234.
Poirier, Jean
1992 Una historia de la etnología, México, FCE, pp. 158.
Rosemberg Seifer, Florencia
2011 Antropología de la violencia en la ciudad de México: familia, poder, género y emociones,
tesis de doctorado en Antropología Social, UNAM, México, Pp. 3-4.
228
Bibliografía
Radcliffe-Brown, Alfred
2008 “El método comparativo en la antropología social”, en: Palerm Viqueira, Jacinta, Guías y
lecturas para una primera práctica de campo, México, Universidad Autónoma de Querétaro,
pp. 83 - 101.
Lectura 3. La etnología en México
Aguirre Beltrán, Gonzalo (comp.)
1970
Antología de Moisés Sáenz, México, Ed. Oasis, pp.155.
Brading, David
1980
Los orígenes del nacionalismo mexicano, México, Ed. Era, pp. 13-126.
De la Fuente, Julio
1965
Relaciones interétnicas, México, INI, pp. 9-25.
Gamio, Manuel
1982
Forjando Patria, México, Porrúa, pp.210.
García Mira, Carlos y María de la luz Del Valle Berrocal (coord.)
1991
La antropología en México. Panorama Histórico. 5. Las disciplinas antropológicas y la
mexicanística extranjera, México, INAH, pp. 9-110.
Portal Ariosa, María Ana y Xóchitl Ramírez
2010
Alteridad e identidad: un recorrido por la historia de la antropología en México, México,
UAM-I/Juan Pablos Editor, pp.291.
UNIDAD III
Lectura 1. Panorama general de algunas teorías de la etnología
Adams, William Y.
2003
Las raíces filosóficas de la antropología, Madrid, Trotta, pp. 25-128, 279-348.
Bunge, Mario
1999
Buscar la filosofía en las ciencias sociales, México, Siglo XXI, pp. 31-260.
Díaz-Polanco, Héctor
1983
El evolucionismo, México, Editorial Línea, pp.151-206.
Mercier, Paul
1979
Historia de la antropología, Barcelona, Ed. Península, pp.234.
Reynoso, Carlos (comp.)
1991
“Presentación”, en El surgimiento de la antropología posmoderna, Barcelona, Gedisa,
pp.11-60.
Reynoso, Carlos
1998
Corrientes en antropología contemporánea, Buenos Aires, Editorial Biblos, pp. 11-105.
Harris, Marvin
1997
El desarrollo de la teoría antropológica, México, Siglo XXI, pp. 7-251.
Mercier, Paul
1979
Historia de la antropología, Barcelona, Ed. Península, pp. 234.
Ortner, Sherry
1993
La teoría antropológica desde los años setenta, México, Universidad de Guadalajara,
pp.84.
Lectura 2. Algunas corrientes y campos en la investigación etnológica
Giddens, Anthony, Jonathan Turner y otros.
1990
“La teoría social, hoy, México, CNCA–Alianza, pp. 537.
Reynoso, Carlos
1998
Corrientes en antropología contemporánea, Buenos Aires, Editorial Biblos, pp.147-277.
UNIDAD IV
Lectura 1. Ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu
Atkinson, Paul y Martin Hammersley
1994
Etnografía. Métodos de investigación. Barcelona, Paidós, pp. 15-251.
Gadamer, Hans-Georg
1996
Verdad y método, Salamanca, Sígueme, pp. 421-439. Lectura 2. Interpretación y diálogo
Geertz, Clifford
2000
La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, pp. 19-40.
229
Etnología
Schütz, Alfred
1995
El problema de la realidad social, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 35-70.
Lectura 3. La etnografía y el trabajo de campo
Evans-Pritchard, E.
1999 Ensayos de Antropología Social. México, Siglo XXI, pp. 4-23.
Lévi-Strauss, Claude
1994 Antropología Estructural, Barcelona: Paidós, pp. 49-72.
Malinowski, Bronislaw
1986 Los argonautas del Pacífico occidental, Barcelona, Planeta-Agostini, pp. 19-28.
Lectura 4. Problemas en torno al trabajo de campo y la observación participante
Atkinson, Paul y Martin Hammersley
1994 Etnografía. Métodos de investigación. Barcelona, Paidós, pp. 15-251.
230
Historia
INTRODUCCIÓN
La historia, en tanto disciplina, tiene como objetivo el estudio de las sociedades a lo
largo del tiempo: la tarea de indagar sobre el pasado de mujeres y hombres, la lleva
a cabo a través de testimonios que dan cuenta de la larga trayectoria de la
humanidad. Para desarrollar su labor, el profesional de la historia, necesita adquirir
conocimientos y herramientas para reflexionar acerca de su objeto de estudio y
responder interrogantes que le inquietan sobre cómo vivieron las personas que le
antecedieron y, especialmente, por qué ocurrieron de cierta forma los
acontecimientos históricos. De ahí la importancia de responder a las preguntas
que te proponemos sobre la construcción del conocimiento histórico, y cómo es
que el historiador investiga el pasado de las sociedades.
Así, en este módulo te presentamos a lo largo de cuatro unidades las características de la disciplina histórica. Leerás en la primera unidad, ¿Qué es la
historia?, cuál es el objeto de estudio de la historia (la vida de mujeres y hombres a
lo largo del tiempo y en un espacio específico) así como los principales conceptos
empleados por el historiador para aproximarse al pasado y estudiar a las personas,
cómo son el tiempo y el espacio históricos. A partir de esos dos aspectos de la
realidad social aprenderás, por ejemplo, que es imposible que existan dos
acontecimientos históricos idénticos. Así mismo, te ofrecemos ejemplos extraídos
de los tinteros de historiadores que utilizan fuentes de diversa índole para escribir
la historia de su interés.
En seguida, la unidad II denominada Historiografía y corrientes
historiográficas, conocerás que la historiografía, es decir, la crítica de textos de
historia, ha cambiado a lo largo del tiempo: desde el momento en que el ser
humano se interroga por el pasado en épocas remotas, como la Antigüedad
clásica, hasta llegar al mundo moderno cuando la historia se constituye en un
saber que pretende ser científico. Por otro lado, también reconocerás el desarrollo
del saber histórico a lo largo del siglo XX pues existen miradas diferentes para
aproximarse al pasado, por lo que comprenderás que la historia al igual que otras
ciencias sociales, está en constante debate y enriquecimiento por parte de los
historiadores y la sociedad.
El oficio del historiador, es el título de la tercera unidad en la cual
reconocerás cómo investiga el historiador; esto es, qué busca en las fuentes
históricas, qué necesita saber para hallar datos, seleccionarlos de entre la variada
información contenida en las fuentes y reconstruir a través de un discurso la
historia de una época, de una sociedad y su cultura, de individuos y colectivos. Te
mostraremos la importancia de la recolección de documentos de archivo y otros
testimonios, así como la crítica de la información extraída de las fuentes, todo ello,
enmarcado en la apasionante labor de narrar qué ocurrió en el pasado.
Finalmente, en la cuarta unidad, Historiografía e historias, te presentamos
algunos ejemplos entresacados de la pluma de historiadores muy diversos en
cuanto a su temática, enfoques y fuentes, para que reconozcas las distintas formas de escribir la historia. En ese breve panorama historiográfico, encontrarás
cómo la disciplina histórica aborda la historia indígena y el papel de dirigentes y
campesinos durante la Revolución Mexicana. Observarás cómo el historiador
puede estudiar la historia más reciente, como el siglo XX, y la historia humana vista
en el contexto global a través del estudio de las redes sociales.
Juan Carlos Santander Ontiveros
Claudio Vadillo López
231
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿De qué manera el
historiador construye y
contribuye al conocimiento
de los individuos y las
sociedades en distintos
momentos y lugares?
¿Cómo es que desde el
presente el historiador
genera conocimientos
nuevos acerca del pasado
de la humanidad?
Si el conocimiento histórico
es uno, entonces ¿siempre
se ha entendido la historia
de la misma forma?
UNIDADES
I. Qué es la historia
II. Historiografía y corrientes
historiográficas
III. El oficio del historiador
IV. Historiografía e historias
Historia
UNIDAD I. ¿Qué es la historia?
PREGUNTAS
GENERADORAS
Si la historia, a través del
estudio del pasado, permite
comprender el presente en
un lugar y espacio
seleccionado por el
historiador, entonces éste,
¿puede predecir el futuro?
¿Es posible que dos
acontecimientos sean
exactamente iguales?
¿Son los hechos históricos
el objeto de estudio de la
historia?
En esta unidad apreciarás que toda actividad humana, la vida misma, es parte de
la historia, y que todo acontecer tiene consecuencias en el presente, es decir, los
hombres pueden ser considerados un producto social que emerge del pasado.
Así, los individuos, los grupos sociales, las comunidades y la sociedad en general
siempre se han preocupado por conocer su pasado, por interrogarlo, para saber
de dónde proceden y, muy probablemente, dar orientación y sentido al futuro.
Desde siempre, el hombre no sólo ha interrogado el pasado sino también
ha dejado registro de su paso por el mundo. Mediante tradiciones trasmitidas de
forma oral, mitos, leyendas y escritos, ha dejado patente y construida su memoria
histórica. Sin embargo, este registro del acontecer humano a finales del siglo XIX
tuvo un cambio muy importante, pasó de ser una tarea de aficionados para
convertirse en una disciplina científica, profesional, cuyo manejo requiere cierta
formación académica para desarrollarse.
En esta unidad analizarás y ubicarás que la historia tiene como objeto de
estudio al hombre en el tiempo (con esto queremos decir que toda acción humana tiene que ubicarse en un tiempo y espacio determinados porque cualquier
proceso histórico es único e irrepetible).
Así, reconocerás el tiempo histórico como una variable necesaria para el
historiador en su análisis. La temporalidad es un rasgo distintivo de la historia
respecto a otras disciplinas como la antropología y la sociología, porque a ella le
interesa abordar el conocimiento de los momentos históricos de cambio de la
sociedad para verla en movimiento, dinámica, con sus continuidades y transformaciones en el devenir histórico.
Finalmente, en esta unidad comprenderás el significado de la historia, porque el término designa las dos formas de concebirla: como acción humana y como
investigación. Desde los griegos se acuñó éste concepto y a nadie se le ha
ocurrido que debemos cambiarlo, no obstante, la palabra ha tenido diferentes
significados en el tiempo.
Temario
1. Objeto de estudio de la historia
2. El espacio y el tiempo históricos
3. Aplicaciones del espacio y el tiempo en la historia
Lectura 1. El objeto de estudio de la historia
Orlando Osbaldo Arreola Rosas. Texto adaptado por Juan Carlos Santander
Ontiveros y Claudio Vadillo López.
Durante décadas, los historiadores
debatieron en torno a la naturaleza
del hecho histórico para delimitar su
objeto de estudio y diferenciarlo del
campo de conocimiento de la
sociología (el hecho social).
Durante mucho tiempo la historia fue entendida como el simple relato de los
hechos del pasado. Pero, poco a poco, fue posible darse cuenta que los hechos
hacían referencia a la vida del hombre en la sociedad, unos parecían más importantes que otros; de esta forma, se pudo pensar que la historia no era producto del
azar sino que tiene una multitud de causas.
En la actualidad, la historia se propone como objetivo fundamental ayudar
al hombre a comprender el mundo donde vive, explicándole en qué forma ha
llegado a ser como es. Asimismo, se ocupa de las colectividades, de los grupos y
las sociedades humanas, de sus luchas y de su progreso como herramienta útil
232
Unidad I
en la construcción de su futuro. El presente individual de cada hombre es el
resultado de su experiencia vivida día tras día; es también una selección de ella,
sin la cual no podría afrontar los trabajos, establecer las relaciones ni señalar, en
suma, los problemas de su existencia.
Pero la conciencia histórica tardó en ser una conciencia colectiva, sólo
cuando llega a serlo, cuando el pasado no es una simple acumulación de
recuerdos sino un conocimiento de los hechos en sus conexiones, en su devenir,
es cuando se ha recuperado el pasado para conquistar el porvenir. Entonces, la
historia es mucho más que un pasatiempo o una evasión; la historia significa el
conocimiento de las raíces de nuestra vida actual, saber de dónde venimos,
quiénes somos y, con ello, intentar saber a dónde vamos.
Frente a esta concepción se ha planteado el papel del individuo en la
evolución histórica: la contraposición entre individuo y sociedad, sin advertir que
en este antagonismo existe un falso dilema, pues el primero y la segunda suelen
actuar en planos distintos.
En suma, el protagonista de la historia es el hombre en sociedad. Son los
hombres agrupados en una colectividad, que incluye a los estadistas, a héroes y
genios, también a obreros, campesinos, indígenas, estudiantes e indigentes.
Todos son actores individualmente y en los grupos sociales en que se integran; el
objetivo de una historia actual debe ser hablarnos de las multitudes a las cuales la
historia afectó, dejando huellas en sus vidas y dividiendo sus destinos para
entender por qué y cómo evolucionan las sociedades humanas.
Observa cómo el autor plantea la
necesidad de entender a los individuos y a las colectividades en la
historia.
La evolución histórica se refiere al
proceso histórico.
Los protagonistas de la historia son
los grupos humanos.
Las manifestaciones masivas han
sido objeto de atención de la historia.
Fuente: Manifestación de obreros en la ciudad de México, Ca. ¿1910? Fototeca del INAH
Por tanto, la validez del trabajo del historiador no sólo consiste en encontrar
las causas de un proceso histórico, sino también, se ve obligado a escoger entre la
multitud de datos existentes, los que le parecen relevantes para construir una
interpretación de los problemas o de los aspectos considerados fundamentales,
233
El historiador selecciona los datos
que le resultan más importantes
para construir una interpretación de
la historia de la sociedad.
Historia
porque la manera de entender la sociedad en que vive, sus actitudes políticas e
ideológicas, condicionarán su capacidad de comprender y explicar los
acontecimientos del pasado.
Actividad 1
Responde con tus propias palabras, en una extensión no mayor de media cuartilla,
las siguientes preguntas, tomando como base la lectura anterior.
1. ¿Qué se entiende por historia?
2. ¿Cuál es el papel y el significado de la historia en la sociedad?
3. ¿Actualmente cuáles son los propósitos del estudio de la historia?
Lectura 2. Espacio y tiempo históricos
Orlando Osbaldo Arreola Rosas. Texto adaptado por Juan Carlos Santander
Ontiveros y Claudio Vadillo López.
Los periodos con los que el historiador divide artificialmente el tiempo histórico son para fijar la duración
de un proceso histórico, sea político,
económico, social, ideológico o
cultural.
Aquí te proporcionamos el ejemplo
de una cronología, elaborada por el
historiador Marc Ferro, acerca de la
historia de Johannesburgo, Sudáfrica:
1488- Bartolomé Díaz pasa el Cabo
de Buena Esperanza
1652- Jan van Riebeeck desembarca cerca de El Cabo y representa a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
1658- Primera llegada de esclavos
de Angola
s. XVIII-Principio de la lucha de los
bóeres contra los xoas, los
zulúes y después los otros
bantúes
1795- Fin de la Compañía de las
Indias Orientales
El espacio histórico es una construcción resultado de la actuación de
los grupos sociales en un tiempo
determinado.
Los protagonistas de la historia son los hombres. Las viejas crónicas solían estar
dedicadas a narrar las gestas de los reyes, magnates, estadistas, héroes, grupos en
el poder político y económico. Éstos eran los únicos hombres considerados, pues
con su actuación, marcaban el rumbo de la historia donde a los demás, no les
quedaba otro papel que el de comparsas. Todavía sobreviven muchos rastros de
este mito. Uno de ellos es el hábito de dividir el tiempo histórico en reinados,
dinastías, sexenios, lo cual presupone que la muerte, el descenso o cambio de un
soberano, el ascenso de un presidente o un nuevo régimen, significan cambios
fundamentales en el acontecer histórico.
Sin embargo, aunque el enunciado anterior nos parece una falacia, sería
un error creer que la reconstrucción de los hechos históricos en el pasado puede
prescindir de la cronología, es decir, la inserción de los procesos históricos en la
medida del tiempo. El hombre ha contado y medido su pasado, lo ha valorado
conforme a siglos, en un antes y un después, en edades (Antigua, Media y Moderna); la historia avanzó hacia considerar la duración del tiempo como la variable
que presupone mayor certeza y precisión para medir los acontecimientos. Cada
fenómeno socio-histórico tiene su duración particular. Los periodos que el
historiador impone artificialmente al devenir histórico son para establecer con
sutileza y finura la duración de un proceso histórico determinado.
Por lo demás, como afirmaba Michel de Certeau, cada historiador coloca su
fecha inaugural en el lugar donde detiene su investigación, es decir, en las fronteras
que le fija la especialidad a la que pertenece. De hecho, su punto de partida lo
constituyen determinaciones presentes. La actualidad es su verdadero comienzo.
Así, los procesos económicos, políticos, ideológicos y culturales van dando matices
dominantes según los casos y los tipos de historias estudiadas, y funcionan como la
columna vertebral de las duraciones articuladas en periodos.
En resumen, la historia es una realidad concreta que sólo se comprende en
el tiempo concreto. Los hombres y las cosas cambian porque a su alrededor todo
cambia. En una palabra, el mundo se transforma. Y como todo se transforma y nada
ha de ser igual una vez efectuado este proceso, el único ser capacitado para captar
su situación de hombre en el tiempo y en el espacio ha de ser el propio hombre, el
historiador tendrá necesariamente que contemplar estas dos variables o
coordenadas.
Por otra parte, el espacio, una de las variables utilizadas en los estudios
históricos, no es algo existente por sí mismo sino que debemos entenderlo como
producto de la actividad social de los hombres, es decir, aquellas prácticas sociales
que han organizado y producido el espacio en épocas determinadas de
234
Unidad I
la historia. Quienes intervienen en ese proceso de construcción, así como la
localización de procesos históricos establecidos en una población, zona o región
determinados deben ser investigados. La mera comprobación de tal hecho obliga
a explicar la diversidad y las modificaciones espaciales. Entonces, la historia
consiste en estudiar a los hombres en las sociedades localizadas espacial y
temporalmente.
Actividad 2
Responde, con tus propias palabras, en una extensión no mayor a media cuartilla,
las siguientes preguntas.
1. Describe el papel de la periodización en el trabajo del historiador.
2. Explica la importancia del espacio para la investigación histórica.
3. ¿Cómo se relacionan el tiempo y el espacio en la interpretación del historiador?
Actividad 3
Copia en tu cuaderno el siguiente cuadro y anota en cada columna lo que se te
pide, según tu propia experiencia.
¿Qué idea tenías sobre
la relación del tiempo
con la historia?
¿Qué entendiste de la
lectura sobre el tiempo
histórico?
¿Qué aprendiste en la
lectura?
Lectura 3. Cómo escribí una historia
Luis González y González. Fragmento seleccionado por Claudio Vadillo López.
En Octubre de 1966 tomé la decisión de pasar mi primer año sabático en un sitio sin
interés para los académicos, en una aldea sin gracia a la que volvía anualmente
por un mes para cumplir con el rito de las vacaciones que, en casa de mis padres,
me salían baratísimas a la altura de mis ingresos. Además, y sobre todo, hacía
compañía a quienes se desvivían por complacerme. A finales de aquel año,
Armida, seis criaturas y yo nos instalamos en San José de Gracia. Allí volví a
escuchar las historias contadas por los viejos y caí en la tentación de aplicar el
método de la historia académica a la reconstrucción histórica ejercida por mis
paisanos. Ellos narraban lo sucedido en su terruño a partir de sus propios
recuerdos y de los dichos de los viejitos. Por mi parte traté de hacer algo similar con
la documentación guardada en los archivos parroquiales y de notarías, además de
los decires de los viejos y de la actuación de los grupos almacenado en mi buena
memoria. Los historiadores orales del pueblo se complacían en el relato de media
docena de sucedidos: el tesoro de Martín Toscano, la venta de una parte de
Guaracha, la fundación de San José, los estropicios de Chávez, la parcelación del
Sabino y la Cristiada. En mi texto se agregaron noticias de la época española, de la
aventura del padre Marcos Castellanos, de la vida cotidiana de los rancheros antes
de juntarse en San José y, en fin, de los quehaceres económicos, sociales,
políticos, bélicos y religiosos de la gente común. A la microhistoria contada le
añadí muchos sucesos de toda índole. Los testimonios orales y escritos
permitieron hacer una historia global.
235
Fuente:http://introduccionalahistoriajvg.wordpre
ss.com/2012/07/05/%E2%90%A5-luisgonzalez-y-gonzalez-1925-2003/
El historiador michoacano Luis
González y González (1925-2003),
escribió numerosas obras, entre las
más importantes se halla Pueblo en
vilo. Microhistoria de San José de
Gracia, la cual representa un aporte
significativo a la historiografía
mexicana.
Historia
¿Observaste las distintas fuentes que
empleó Luis González? ¿Y las que no
tomó en cuenta?
El autor utilizó dos recursos: el
cronológico y el sectorial. Pese a que
pudiera parecer contradictorio, Luis
González logró unirlos. Repartió la
información en periodos desiguales,
primero de 300 años y luego de 50,
30 y 25. Dentro de cada uno hizo dos
cortes: el longitudinal, que narra
hechos, y el transversal que
describe las estructuras. Ya desde el
análisis del índice de Pueblo en vilo
podemos observar una narración de
orden cronológico, dividida en tres
periodos claramente delimitados: de
1861 a 1910, de 1910 a 1943 y de
1943 a 1967, anteponiendo una
breve reseña de 300 años de
prehistoria y anexando un estudio de
las clases sociales en San José de
Gracia al momento de la
investigación.
La versión tradicional de la historia de San José ignoraba lo acontecido más allá de
cien kilómetros a la redonda. La nueva versión refiere al comienzo de cada
capítulo los sucesos de alcance nacional y las vidas en la comarca donde se
inscribe San José. En la versión de la gente sobresalían los acontecimientos
extraordinarios. Mi texto procuró hacer hincapié en la vida económica, social y
religiosa de todos los días. La historia oral del rumbo no ponía en tela de juicio los
cuentos sobre el origen y la trayectoria de los lugareños. Yo, al someterlos a las
operaciones de crítica, prescindí de muchas consejas populares. La gente de San
José, dada a la historia narrativa, casi nunca interpretaba, definía y ensartaba los
sucesos de su pequeño mundo en un ámbito mayor. A mí me tocó adjudicarles el
género próximo a los sucesos josefinos y situarlos en la trayectoria de la vida
nacional. No todos los que narraban sucesos propios lo hacían agradablemente,
pero más de alguno contaba las cosas con tanta sabrosura que hubiera querido
reproducirla en mi texto.
Actividad 4
De acuerdo con la lectura anterior responde en tu cuaderno las siguientes
preguntas:
1. ¿Cuál es el espacio histórico acerca del cual se escribió la anterior
historia?
2. ¿Cuál fue la periodización que realizó el autor en su historia?
3. ¿Cuáles fueron las fuentes que empleó Luis González para hacer su
historia?
4. ¿Cómo seleccionó Luis González y González sus fuentes?
(tomado de Pérez Sandoval Ana Gabriela,
http://www.upncelaya.edu.mx/articles/jul09-3.pdf)
Actividad 5
Copia el siguiente cuadro en tu cuaderno y sintetiza tus respuestas de las
preguntas anteriores.
Espacio
Periodo
Fuentes
Lectura 4. Atando Cabos
Antonio García de León. Fragmento seleccionado por Claudio Vadillo López.
Todo historiador cuando estudia
un tema, por fuerza selecciona un
periodo histórico y una región
espacial. ¿Identificas cuáles eligió el
autor?
Desde que fue figurado por Hernán Cortés, el puerto de Veracruz se distingue
como un enclave estratégico en la complejidad de la conquista de la tierra firme
americana: de allí un acercamiento histórico a su desarrollo durante los tres
siglos coloniales nos conducirá paradójicamente a percibir desde su inicial
insignificancia, la totalidad del gran mundo. Es así como esta orilla de dunas se
convierte casi inmediatamente en la puerta de entrada y salida de la Nueva
España, en un nudo axial desde donde se despliega toda una red de
posibilidades, y se extiende al sur sobre un litoral semidespoblado por las
epidemias, un litoral que bajo su sombra desarrolló paulatinamente un mercado
inmediato: las cinco jurisdicciones a Sotavento que son puertos de tierra de
trajín que viene del sur y almácigo de mano de obra que permite su
supervivencia durante la pleamar de las flotas. Pero la clave de todo esto no
está aquí, sino en la creciente producción de plata que sale por Veracruz y se
valoriza en el mundo atlántico, la plata novohispana que para el siglo XVIII
236
Unidad I
llega a ser el referente mundial monetario, la parte de león del “tesoro americano”,
el claro objeto del deseo del naciente mercado mundial capitalista.
Así, todo empieza en una playa abierta donde las mercaderías de las
naos, traídas desde el islote vecino y apenas resguardadas en el arenal, dan la
clave para vislumbrar las redes y las tramas que se tejían en el ámbito de un puerto
de mar que formaba parte de la primera globalización del planeta, de la original
expansión del capitalismo a escala mundial, del acontecimiento inaugural que
lograba crear una sola madeja de relaciones sociales, unificando por primera vez
al “orbe económico”...
Es este acontecimiento a gran escala, marcado por la conquista y el sometimiento (que crea nuevas estructuras y da paso a nuevas síntesis), el que da
razón de ser a este trabajo y el que nos condujo a un proyecto de dimensiones
ambiciosas, pues se trata de un emplazamiento que durante los tres siglos coloniales, tuvo relaciones con gran parte del mundo conocido, desde China y las
Filipinas, la América española y las costas africanas, hasta los principales puertos de Europa.
Tratando de dotar de sentido y de “llenar” todo este espacio histórico y
geográfico, el de un puerto mundialmente conocido pero insignificante como
amparo de playa, dotado desde el siglo XVI de una lonja de comerciantes pero
dominada por el Consulado de México y por la Carrera de Indias centrada en
Sevilla, fuimos en búsqueda de los registros de primera mano, un rastreo
principalmente basado en el Archivo General de la Nación, de México, y en 81 de
sus principales ramos. Después, y ante la casi ausencia de documentos acerca de
la primera fase de la colonización, ampliamos el sondeo hacia el Archivo General
de Indias, de Sevilla, y otros archivos españoles. La mecánica del siglo XVII,
marcada por las dinamizadoras redes judeo-portuguesas, nos llevó a Cartagena
de Indias, al Brasil (San Salvador de Bahía) y a los archivos de la Torre de Tombo,
en Portugal, siguiéndole los pasos a actores particulares de esta historia, mientras
que la presencia inglesa del siglo XVIII, expresada en la Real Compañía Negrera
desde 1713 hasta las casas comerciales londinenses que controlaron en
Consulado veracruzano desde 1795, pudo ser detallada en algunos repositorios
de Londres. Sin duda nos fueron de gran ayuda los archivos regionales, desde
Puebla hasta el sur de Veracruz, sobre todo para entender los espacios interiores
de pequeños centros rectores que fueron parte de la vida cotidiana del Sotavento.
La globalización económica es un
fenómeno que algunos historiadores ubican a partir del siglo XVI
cuando los cuatro grandes continentes (Europa, América, Asia y
África) se vincularon a través de la
extracción de materias primas y el
intercambio de manufacturas y
personas.
El Puerto de Veracruz, como se
muestra en la litografía, fue el punto
de partida (y de llegada) de la
historia del autor.
Fuente: Vista de la ciudad de Veracruz por el camino de México. N. Currier 1847.
Library of Congress
237
Historia
A finales de la Colonia, Veracruz no sólo fue la principal “garganta” sino
también la puerta de entrada y tráfico de ideas republicanas y de un malestar
americano que le llegaba de los Estados Unidos y del Caribe junto con el comercio
ampliado, mientras la plata fluía en crecientes cantidades hacia los mercados
europeos contribuyendo a la bancarrota de la Nueva España y a la quiebra del
imperio del que formábamos parte. El desarrollo de todo esto ayuda a explicar los
sucesos que se desencadenaron desde 1810 y que nos llevarán a la independencia.
Actividad 6
De acuerdo con la lectura 4, analiza y responde en tu cuaderno las siguientes
preguntas.
1. ¿Cuál es el espacio acerca del cual se escribió la anterior historia?
2. ¿Cuál fue la periodización que eligió el autor en su historia?
3. ¿Cuáles fueron las fuentes que empleó el autor para hacer su historia?
Lectura 5. El Mediterráneo
Fernand Braudel. Fragmento seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
El mar Mediterráneo, ubicado entre
Europa, Asia y África, es el
personaje principal de este texto. La
finalidad es colocarlo como
prioritario en la narración, como el
telón de fondo donde se desarrollan
los acontecimientos.
Amo apasionadamente el Mediterráneo, tal vez porque, como tantos otros, y
después de tantos otros, he llegado a él desde las tierras del norte. Le he dedicado largos y gozosos años de estudios, que han sido para mí bastante más que
toda mi juventud. Confío en que, a cambio de ello, un poco de esta alegría y mucho
de su luz se habrán comunicado a las páginas de este libro. El ideal sería, no cabe
duda, poder manejar a gusto de uno al personaje de nuestro libro, no perderle de
vista un solo instante, recordar constantemente, a lo largo de todas las páginas, su
gran presencia. Pero por desgracia o por fortuna, nuestro oficio no tiene ese
margen de admirable agilidad de la novela. [...]
Tal vez alguien piense, y con razón, que otro ejemplo más sencillo que el
del Mediterráneo me habría permitido destacar con mayor fuerza los nexos permanentes que unen a la historia al espacio, sobre todo si se tiene en cuenta que, visto
a la escala del hombre, el mar Interior del siglo XVI era aún mucho más vasto que en
nuestros días. Es un personaje complejo, embarazoso, difícil de encuadrar.
Escapa a nuestras medidas habituales. Inútil querer escribir su historia lisa y llana,
a la manera usual: <<nació el día de tantos...>>; inútil tratar de exponer este
personaje buenamente, tal y como las cosas sucedieron... El Mediterráneo no es
siquiera un mar; es, como se ha dicho, un <<complejo de mares>>, y de mares,
además, salpicados de islas, cortados por penínsulas, rodeados de costas
ramificadas. Su vida se halla mezclada a la tierra, su poesía tiene mucho de rústica,
sus marinos son, cuando llega la hora, campesinos tanto como hombres de mar. El
Mediterráneo es el mar de los olivos y los viñedos, tanto como el de los estrechos
barcos de remos o los navíos redondos de los mercaderes, y su historia no puede
separarse del mundo terrestre que lo envuelve, como la arcilla que se pega a las
manos del artesano que la modela.
Actividad 7
De acuerdo con la lectura anterior, escribe en tu cuaderno la importancia que el
autor le da al espacio y a los seres humanos.
Repaso
La historia tiene que establecer su objeto de estudio: los hombres y mujeres
organizados en sociedad en función de dos conceptos fundamentales, el tiempo y
el espacio históricos. Repasa las cuatro lecturas de la unidad y escribe en tu
cuaderno la importancia del objeto de estudio de la historia y de los conceptos
espacio y tiempo históricos.
238
Unidad II
UNIDAD II. Historiografía y corrientes
historiográficas
La crítica de un texto de historia puede ser accesible si cuentas con una preparación adecuada. En esta unidad apreciarás que usando normas metodológicas
se puede leer un libro de historia con un espíritu crítico. Con ello evitarás la confusión recurrente en un estudiante, al establecer la diferencia entre la historia y “las
historias” que escriben los historiadores.
Otro aspecto importante que te ayudará a comprender y evaluar un libro
será distinguir entre el hecho o el proceso histórico narrado y los juicios emitidos
por el autor; para ello, es necesario poseer algunas ideas sobre éste, como: quién
es, cuál es el conjunto de su obra, si pertenece a una corriente política o teórica
específica y en qué generación se incluye, entre otros aspectos. En suma, lograrás ubicar desde dónde (tiempo y lugar) y cuál es el sentido de la escritura de un
libro de historia.
Reconocerás también, que el horizonte intelectual de la historia se ha
incrementado para incluir nuevos temas y metodologías, consecuencia de las
grandes transformaciones experimentadas por las sociedades en el siglo XX. Así,
distinguirás que se ha superado el racionalismo exagerado del positivismo del
siglo XIX que imponía a la historia una interpretación evolucionista del desarrollo
político y social de las razas y, también, el rechazo a los inútiles esfuerzos por
interpretar el pasado para adivinar el futuro. Esta noción de la historia fue
cambiada por la comprensión de los fenómenos sociales con una perspectiva más
crítica, que alimenta el conocimiento riguroso del acontecer histórico.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿La historia es
historiografía?
¿Todos los grupos
humanos conciben la
historia de la misma
forma?
¿Hay diferencias en las
versiones de
historiadores que
estudian una misma
época?
Temario
1. La historiografía en la producción histórica
2. La diversidad de corrientes historiográficas
Lectura 1. La historia de la historiografía
Alfonso Mendiola Mejía. Texto adaptado por Juan Carlos Santander y Claudio Vadillo López.
A menudo la palabra historia suscita en la imaginación de la gente una representación que se vincula con lo “ya sucedido”. En este sentido, historia se entiende
como sinónimo de los acontecimientos del pasado. Sin embargo, la misma palabra se usa para designar el conocimiento de lo ya sucedido. En consecuencia, se
debe tener presente la distinción entre el objeto real, en este caso, los sucesos del
pasado y la disciplina científica que los estudia, o sea la historia. Al igual que otras
disciplinas como la física o la química, la historia es una ciencia en desarrollo,
cuestión que implica que la historia tiene una historia.
Todas las sociedades tienen un pasado; sin embargo, esto no asegura que
hayan practicado alguna forma de hacer historia. En otras palabras, si todas las
sociedades humanas han mantenido cierta relación con su pasado, esto no
asegura que la historia, como tal, haya existido siempre. En la antigua Grecia o en
la civilización egipcia, la mediación con el pasado se efectuaba a través del mito,
ese relato sagrado que contaba con imágenes vívidas el origen de la naturaleza y
de los hombres.
La constatación de que hubo sociedades que no desarrollaron la historia
como disciplina científica nos lleva a plantear la pregunta ¿qué se entiende por
historia en la sociedad contemporánea, así como en las civilizaciones anteriores a
la nuestra? La respuesta a esta interrogante debe incluir, al mismo tiempo, las
razones que explican, por qué una sociedad se interesa en el conocimiento de
239
El concepto historia, dependiendo
de su uso, puede tener tres significados:
a) historia como disciplina científica
que investiga sobre la actividad
humana en el pasado;
b) historia como un relato de lo
acontecido, esto es, aquella
narración que leemos en los libros
de historia;
c) historia como acontecer, como la
realidad social que cambia con el
paso del tiempo.
Historia
su pasado y qué función cumple este conocimiento en las sociedades actuales.
Asimismo, el papel de la historia en las sociedades premodernas permitirá aclarar
el peso de la tradición en su escritura.
En el mundo occidental fue donde se
acuñó la distinción entre sociedades premodernas y modernas. En éstas, el pasado cumplía la
función de orientar el presente,
mientras que, para las sociedades
modernas los tiempos pasados ya
no son vistos como enseñanza de
vida, sino de forma crítica y como
experiencia acumulada.
En forma esquemática se consideran sociedades premodernas aquellas
que van desde la Grecia Clásica (siglo V a. C.) hasta la Revolución Francesa
(1789), en tanto que las modernas abarcan desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Un criterio básico de diferencia entre ambos tipos de sociedad se encuentra en la
forma en que experimentan o asumen la cuestión del tiempo. Las sociedades
premodernas toman el pasado como fuente de autoridad o legitimación de sus
decisiones. En el momento de enfrentar cualquier problema o toma de decisión se
consulta el pasado para orientar las acciones del presente y del futuro. En cambio,
las sociedades modernas lo entienden como un tiempo lineal o sucesivo, en el que
se da, subsecuentemente, un proceso de enriquecimiento; es decir, se piensa que
todo futuro es mejor que el pasado. El factor progreso domina en la sociedad
moderna. Los modernos se separan del pasado en forma crítica y a menudo lo
consideran erróneo e injusto. Por ende, el pasado carece de autoridad y es objeto
de crítica. En suma, la historia como ciencia que surge en el siglo XIX, sólo es
posible a partir del distanciamiento frente a la tradición, lo que permite tomar al
pasado como objeto de estudio.
Tradición y modernidad
Observa como el autor opone el
tiempo, el pasado y la historia entre
las sociedades premodernas y las
modernas.
La palabra “cosificado” quiere decir
que se convierte en objeto de conocimiento.
El discurso de la historia hasta el siglo XVIII está más cerca de la literatura que de la
ciencia. La escritura de la historia, desde los griegos hasta el siglo XVIII, no se hace
con documentos. El historiador premoderno no se preocupa por usar documentos
para reconstruir los sucesos que relata, escribe su historia de otra manera. Los
criterios para demostrar la verdad de los hechos narrados no se sustenta, como sí
lo hace la historia científica, en la documentación que usa o cita. La forma para
afirmar que se habla de la verdad es muy diferente; por ejemplo, nunca veríamos
citas a pie de página en un libro de historia griega o medieval.
La historia de fines del siglo XVIII y principios del XIX inaugura una nueva
manera de legitimar su discurso, se apega a juicios que reflejan la verdad de los
hechos al tiempo que se libera de elementos literarios. La historia marca un
distanciamiento radical con la literatura, o sea, con aquello que considera su
opuesto, la ficción.
En virtud de las consideraciones anteriores se puede sostener que la
historia con carácter científico es un producto de la modernidad y de la experiencia
del tiempo que ésta inaugura. La conversión del pasado en un objeto que se puede
observar a través de los documentos o fuentes, permitió que se le concibiera como
algo externo e independiente de la sociedad actual; en consecuencia, se tiene la
certeza de que el pasado ya no nos afecta. Esto posibilitó que la historia se
asumiera de la misma forma que las ciencias de la naturaleza, aquellas que fundan
su conocimiento en la relación entre el sujeto que observa y el objeto observado,
en este caso el historiador frente al pasado “cosificado” en documentos.
La sociedad moderna vive en un mundo desacralizado, secularizado.
Los sociólogos que han estudiado este fenómeno lo han caracterizado como
“desencantamiento del mundo”, noción que sugiere la idea de que todo puede ser
descifrado o pensado en forma científica; la religión o la tradición ya no son
factores que se tomen en cuenta para entender por ejemplo, el funcionamiento del
cosmos y de la historia humana. Si las sociedades premodernas suponían una
trascendencia divina (principio y fines últimos e iguales para todos los
240
Unidad II
hombres), la sociedad moderna asume una perfectibilidad continua y constante;
en ese sentido, el pasado ya no enseña, porque se piensa que todo futuro es
mejor. La tradición pierde autoridad y la historia ya no es “maestra de vida”. En este
sentido, la finalidad de la historia —que en las sociedades premodernas era
aprender por medio de las lecciones que el pasado imponía— ha cambiado. De
ahora en adelante el pasado no enseña nada; el pasado es un objeto de estudio y
se investiga, se coteja, se verifica, tiene una función distinta. Es así que se habla al
menos de dos formas radicalmente distintas de pensar la historia, el tiempo y el
pasado.
El positivismo como legitimación de la modernidad
Jürgen Habermas, uno de los filósofos más destacados de la actualidad, afirma
que la historia en el siglo XVIII generó una preocupación por el conocimiento
objetivo del pasado y con ese propósito confió en el “método” que permitiera al
historiador apropiarse de la verdad de los hechos. De esta forma, mitigó su
preocupación epistemológica con una solución metodológica. Este tipo de conocimiento y la metodología que desarrolló se denomina positivismo, el cual
sostiene la superioridad del conocimiento científico sobre cualquier otro tipo de
conocimiento. Su criterio es el de que si se sigue el método adecuado se alcanza
indudablemente la verdad. El positivismo utiliza procedimientos universales que
permiten producir el conocimiento. La falta de crítica a esta racionalidad científica,
basada en los éxitos de las ciencias naturales, es lo que se denomina
metodologismo.
El positivismo fue la forma predominante del conocimiento desde el siglo
bien entrado el siglo XX, y se abandonó a partir del momento en que se
empieza a estudiar el conocimiento que producen las ciencias como formas de la
praxis social. En otras palabras, se comienza a hacer historia de la forma en que
cada ciencia produce su conocimiento, y aquí es donde surgen todas las
variaciones. En particular, los llamados “hechos” del pasado que dejan de ser
objetivos (objetos que se pueden estudiar empíricamente a través de documentos), y pasan a ser entendidos como una construcción de los historiadores.
La epistemología trata los fundamentos y métodos del conocimiento
científico
XIX hasta
La crisis de la explicación positivista de la historia
Después de la Segunda Guerra Mundial entra en crisis la explicación positivista de
la historia. Se demuestra que el “hecho” no es algo dado o independiente de la
voluntad del hombre, sino algo producido de acuerdo con determinados valores.
El “hecho” en cuanto tal, existe en la escritura de la historia y se escribe a partir de
documentos, no de “hechos”. La reconstrucción del pasado se hace a partir de
vestigios de todo tipo a los que se adjudica un significado. Por ello se afirma que la
historia es grafía, entendiéndose por grafía todo vestigio o trazo que nos comunica
algo. A partir de documentos se produce el texto de historia; en consecuencia, la
ciencia de la historia, tanto en su punto de partida como en su resultado, es
escritura.
Este descubrimiento en la segunda mitad del siglo XX, dio lugar al
nacimiento de la historiografía cuya pregunta central es, cómo se escribe la
historia y no, cómo se conoce el pasado. Se trata de que alguien (el historiador),
basándose en enunciados que alguien más construyó antes (las fuentes), habla
del pasado con un interlocutor que lo escucha.
241
Fuente: Estallido de la bomba atómica en Nagasaki, Japón. 9 de agosto de 1945.
Library of Congress
La destrucción masiva ocasionada
por las armas nucleares no sólo
marcó el final de la Segunda Guerra
Mundial, sino la capacidad de
destrucción que el avance tecnológico y científico hacían posible. La
explicación de la historia y la ciencia
basada en el progreso fue
sumamente cuestionada.
Historia
La escritura de la historia
La historiografía es una reflexión acerca del quehacer del historiador que implica
los siguientes presupuestos:
a) La ciencia de la historia es un saber situado en la dinámica de la sociedad,
o sea, es histórico y no es un discurso abstracto. Los criterios de verdad
del discurso histórico varían según las épocas y según las sociedades.
b) La ciencia de la historia se sustenta en una serie de procedimientos técnicos. Se construye mediante las prácticas del historiador (visitar archivos,
clasificar documentos, interpretarlos, escribir textos). No se trata de un
análisis abstracto de las ideas.
c) La ciencia de la historia cumple una función específica en cada sociedad.
En la época moderna da cuenta de cómo se vive la temporalidad desde el
siglo XIX.
d) La ciencia de la historia es un proceso comunicativo que establece un
diálogo en el que los textos de historia, generados por alguien en una
situación determinada, se dirigen a un público también específico.
e) La historiografía destaca que la historia es escritura. El pasado no es una
cosa sino una relación. El estudio de documentos, sean utensilios,
construcciones o libros, establece una relación comunicativa y
contextuada con el pasado.
Actividad 1
Con base en la lectura anterior, traza en tu cuaderno el siguiente cuadro y escribe
las diferencias sobre cómo se concibe la historia en las sociedades premodernas y
en las sociedades modernas.
Historia
Sociedades premodernas
Sociedades modernas
Actividad 2
Copia el siguiente esquema en tu cuaderno y describe los pasos de la producción del fenómeno historiográfico. Anota tus reflexiones en media cuartilla.
El fenómeno historiográfico
Preguntas del historiador
desde su época histórica y
pertenencia institucional
Obra
historiográfica
Tema de
investigación
Lectura,
interpretación
de los
individuos
desde su época
histórica
Estilo literario
del
investigador
Revisión
historiográfica:
selección y crítica de
fuentes: documentales,
testimonios orales.
artísticos, entre otras
242
Comprensión
mediante teorías
interpretativas y la
subjetividad del
investigador
Composición
historiográfica: Mediante la
redacción y ordenamiento
del material consultado a
partir de conceptos y
subdivisiones temáticas
Unidad II
Lectura 2. Las corrientes historiográficas
Orlando Osbaldo Arreola Rosas y Juan Carlos Santander Ontiveros.
Como ya se ha dicho, las transformaciones de las sociedades occidentales que
ocurrieron en la mitad del siglo xx, causadas principalmente por las dos guerras
mundiales provocaron el agotamiento del modelo positivista: la sociedad en general y los científicos sociales —en particular los historiadores— cuestionaron el
conocimiento de la historia centrado sólo en la descripción y narración de los
acontecimientos políticos de las élites en el poder. Este cuestionamiento, se
originó en parte por la ausencia de una explicación de los cambios vertiginosos del
capitalismo contemporáneo. De este modo, en el mundo académico surgieron
nuevos intentos por explicar la realidad histórica a partir de la aparición de la
historiografía, entendida como la práctica profesional de los historiadores: crítica
de los textos de historia generados hasta entonces. La historiografía, así
conceptualizada, significó un avance para la disciplina porque entendió su doble
sentido: por una parte, producto del resultado de una investigación histórica y, por
otra, el discurso escrito, los libros de historia.
Con esas transformaciones sociales y académicas, en el horizonte de la
disciplina histórica aparecen corrientes de pensamiento que intentan establecer
su propio corpus de conocimiento, se convierten en los nuevos paradigmas de
explicación de las ciencias humanas los cuales tuvieron un impacto decisivo en la
historiografía del siglo XX. Sin embargo, sería pretencioso considerar que el
entendimiento de la realidad social ha estado sometido a un paradigma único, lo
cierto es que, está sometida a varios en competencia. Así, en el mundo de los
historiadores han convergido distintas corrientes historiográficas que nos hacen
afirmar, como decía el historiador francés Pierre Vilar, que la historia está en
constante construcción.
La escuela de los Annales
Durante el siglo XX, en el horizonte intelectual de la historiografía predominaron
fundamentalmente dos corrientes de pensamiento, a veces en oposición, en
ocasiones con muchas convergencias temáticas, como en la actualidad, la
llamada Escuela francesa de los Annales y el marxismo.
La Escuela de los Annales ha sido un espacio de encuentro donde se ha
afianzado en distintos momentos, una gama de disciplinas sociales, de tendencias temáticas y orientaciones teóricas que durante su ya larga tradición se han
adecuado a los diferentes momentos y circunstancias históricas. Una particularidad es que acoge con gran vitalidad a las ciencias sociales como la lingüística, el
psicoanálisis, la antropología y sobre todo, aquella ciencia cuyo objeto es la
sociedad y que se sitúa en las fronteras inmediatas de la historia: la sociología.
Durante los años sesenta y setenta del siglo XX la Escuela francesa estaba
caracterizada como una historiografía que, al desertar del terreno político, condujo
el interés de los historiadores hacia otros horizontes: la naturaleza, el paisaje, la
población, la demografía, los intercambios y las costumbres. Así se constituyó una
antropología material y se definió el concepto de materialidad histórica. Entonces,
la orientación metodológica reclamaba a la labor historiográfica abordar la realidad
histórica social desde una perspectiva total o global.
Fernand Braudel, uno de los historiadores más sobresalientes de Annales,
entendía el tiempo histórico como la medida de duración de un proceso humano en
su larga duración. A partir de esta concepción temporal le interesaba escudriñar la
construcción del mundo material y mental como resultado de la actividad del
hombre, y cómo a su vez esa construcción se sustenta en fenómenos
243
El concepto de paradigma, empleado por el historiador y filósofo
Thomas Kuhn, designa un modelo de
explicación científica establecido en
un momento de la historia de la
ciencia dentro del cual se ajusta la
actividad científica, hasta que sobreviene un momento de revolución
en el conocimiento y el modelo
anterior es sustituido por uno nuevo,
cuyos alcances explicativos son
mayores.
Annales d'Histoire Économique et
Sociale, es una revista fundada en
Francia en 1929 bajo la dirección de
Marc Bloch y Lucien Febvre. Con los
años ha cambiado de enfoques
teóricos metodológicos pero continúa
como una de las revistas
especializadas más importantes en el
mundo. Se publican colaboraciones
de historiadores y especialistas de las
ciencias sociales (geografía,
lingüística, antropología, sociología y
economía, principalmente). Aunque en
el ámbito académico francés no se
reconoce al grupo que constituye la
revista como una Escuela, esta
tendencia ha pasado fuera del país
galo como una corriente historiográfica
Historia
perdurables que encuentran su riqueza en las continuidades, más que en los
momentos breves de las transformaciones humanas.
Braudel sostenía que los hombres crean y recrean espacios culturales que
le dan sentido de continuidad histórica mediante el establecimiento de horizontes
civilizatorios, que son identificables en espacios geográficos regionales comunes, los cuales mantienen interconexiones tanto materiales como culturales que
los enlazan a través de una serie de eventos históricos concatenados unos con
otros en su causalidad y que, consecuentemente, terminan abarcando todo un
espacio territorial.
Fuente: Pelea de gallos. Claudio Linatti, Costumbres
civiles, militares y religiosos de México. 1828.
La escuela de los Annales incursionó en la historia de las mentalidades y la vida cotidiana donde las
diversiones cumplen un rol significativo.
En la tradición hegeliana, la dialéctica se entiende, básicamente como
un proceso de transformación en el
que dos opuestos, tesis y antítesis, se
resuelven en una forma superior o
síntesis.
Las tendencias recientes de Annales
Desde los años ochenta y noventa hasta la actualidad, Annales ha cambiado su
postura historiográfica —antes esbozada— que va desde el estudio de las mentalidades, hasta un agnosticismo epistemológico (la imposibilidad de conocer la
realidad histórica), metodológicamente alentado por miradas retomadas del psicoanálisis y la lingüística, de la semiótica y el análisis del discurso. En este último
sentido, los representantes de la Escuela intentan construir un nuevo paradigma
histórico (conocido como “giro historiográfico”) entendido como el estudio de una
serie de temas que tienen su explicación en sí mismos y que intentan simbolizar el
pensamiento de una época sobre un solo aspecto de la complejidad humana,
como las costumbres, el amor, la comida, la sexualidad, entre otros. Su interés no
radica en la importancia que estos temas pudieran tener en la explicación de lo
social o como fenómenos que emergen de ello, ni como conjunción de factores que
intervienen en el desarrollo material y mental del hombre, sino sólo en la
comprensión del imaginario, en la construcción de discursos que reflejan
subjetivamente, una realidad inexistente e imposible de conocer.
Annales presupone desde esta perspectiva, que el objeto de estudio de la
historia no son los hombres concretos de carne y hueso, sino sus abstracciones
mentales plasmadas en documentos, en última instancia, discursos mediadores
de la realidad concreta. Así, la historia como acontecer y como quehacer científico, se torna en una construcción discursiva de la realidad inventada y reinventada
a través del lenguaje escrito. Estos estudios dejan de lado la acción humana,
acaso la tratan marginalmente, trasladando el conocimiento histórico al tratado
erudito de los textos y cuyo contenido es la realidad del sujeto que los produjo y, a
su vez, la de otros sujetos que la reinterpretan a través de la lectura, separados
ambos de la realidad que los atormenta.
Marxismo e historia social inglesa
El paradigma marxista se originó en el pensamiento de Carlos Marx y Federico
Engels, a mediados del siglo XIX. Sin embargo, su impacto en las ciencias sociales, particularmente en la historia, ocurrió ya entrado el siglo XX. Esta teoría
fundamenta su conocimiento en la concepción del materialismo histórico. El influjo marxista se observa en la historiografía al proponer a la dialéctica como
herramienta teórica, para entender las contradicciones históricas lo que dio paso al
cambio social.
Esta mirada teórica se fundamenta en una perspectiva de síntesis total,
donde el estudio de los procesos históricos permite conocer las estructuras económicas, las coyunturas de transformación social y el ámbito político e ideológico del
conjunto de la sociedad, incluidas las élites en el poder. En suma, para
244
Unidad II
comprender el devenir histórico y la relación entre una estructura material y una
estructura mental, siempre se parte de una base económica, la cual se identifica
como la forma en que los seres humanos han transformado la naturaleza mediante el trabajo. De esta manera, para el marxismo el trabajo se constituye en la
actividad humana por excelencia que articula los demás elementos y niveles
estructurales de la totalidad social e histórica.
En las décadas de los sesenta y setenta el auge de una historia marxista
ortodoxa desvirtuó los postulados teóricos del materialismo histórico al orientarlos
hacia un determinismo económico cuyo resultado fue el manejo de una teoría
mecanicista y esquemática. Las investigaciones elaboradas a la luz de ese esquema teórico-metodológico arrojaron interpretaciones históricas economicistas
(reflejadas en el abuso de fórmulas y gráficas estadísticas), donde al entender la
vida económica, que ya explicaba por sí sola otros niveles de la sociedad, como
las estructuras ideológicas, políticas y culturales. La renovación en la perspectiva
histórica marxista llegó pronto.
Frente a esa vulgarización del marxismo, a finales de los años cincuenta y
durante los sesenta, en Inglaterra destacan historiadores como Christopher Hill,
Edward Palmer Thompson, Eric Hobsbawm, George Rudé y Maurice Dobb, entre otros, quienes constituyeron la llamada historia social inglesa.
Esta corriente historiográfica presupone que cualquier tema tratado por el
historiador debe ser abordado con un referente social, es decir, su objetivo es la
sociedad en su conjunto y en especial, aquellos sectores que por diferentes
razones históricas, se encuentran en condiciones de subordinación y explotación, por tanto, son colectividades “sin historia”. Si estos sujetos históricos son
estudiados como hacedores de su acontecer o propiciadores de los profundos
cambios del trance humano, son ellos, los que construyen su propia historia. El
rescate de los individuos, de las colectividades y de grupos sociales significó un
retorno a la concepción original del materialismo histórico.
La diversidad de enfoques y temáticas
En la actualidad el historiador usa diversas corrientes historiográficas y teóricas,
orienta su interés hacia la historia social y económica, las mentalidades, la vida
privada y cotidiana, lo mismo que a los procesos globales del presente. En consecuencia, estas corrientes de pensamiento tienen relación con las demás ciencias y, por tanto, la historia tiene un carácter interdisciplinario. Mantiene vínculos
sólidos con la economía, la sociología, la antropología, la etnología, la etnohistoria y la geografía, entre otras disciplinas sociales, asimismo, con la lingüística, la
psicología y la biología.
Actividad 3
Copia en tu cuaderno la siguiente tabla y, con base en la lectura anterior, anota lo
que se te pide de cada una de las corrientes historiográficas.
Autores
Características
Escuela de los Annales
Marxismo
Historia social inglesa
245
Fábrica de hilados en Río Blanco, Veracruz, 1907.
Fototeca del INAH.
La historia social privilegió el estudio
de los obreros y otros sujetos
sociales como campesinos e indí
genas.
Pese a la “parcelación” del conocimiento en las ciencias sociales, la
historia, no deja de reconocer las
influencias que le han llegado de
distintas disciplinas científicas.
Historia
Repaso
La historiografía se entiende como la crítica de los textos de historia. Para realizar
un análisis el historiador debe contar con un amplio bagaje histórico, teórico y
metodológico. Las distintas corrientes historiográficas han desarrollado sus
propios enfoques. Partiendo de las dos lecturas anteriores elabora un resumen en
tu cuaderno y explica la importancia de la historiografía y del análisis historiográfico.
UNIDAD III. El oficio del historiador
PREGUNTAS
GENERADORAS
Si cualquier persona puede
narrar y escribir una
historia, entonces, ¿qué
tiene de especial la labor
del historiador?
¿Los documentos históricos
contienen la historia?
¿Cualquier historia basada
en fuentes es verdadera?
Esta unidad te introduce en la importancia de la labor del historiador: la investigación histórica. Ésta, se compone de distintos momentos que la vuelven apasionante, pues su objetivo es rescatar el pasado para comprender el presente. Es un
intento por explicar el pasado para valorar la larga marcha de la humanidad. El
investigador construye una historia, recupera el pasado como conciencia colectiva para, a su vez, devolverlo a la sociedad.
Con esta idea, el historiador se lanza a la búsqueda y captura de la materia
prima, de las fuentes, es decir, de toda acción humana registrada como huella en
el presente.
Así, a través de estas lecturas sabrás que no sólo los documentos de
archivos públicos o privados, son la materia prima de la investigación histórica,
sino que, actualmente, el historiador recurre a una infinidad de fuentes, por
ejemplo, testimonios, objetos, fotografías, que sin haber sufrido alguna
reelaboración, sirven para trasmitir un conocimiento total o parcial de hechos
pasados.
Apreciarás, que la labor del investigador no sólo incluye la recolección de
las fuentes, sino también, el tratamiento que les da. Es decir, el documento en su
sentido más amplio (no sólo escrito sino de otra índole) no dice nada si es tomado
en “bruto”, al contrario, el historiador debe interrogarlo con ciertas técnicas. La
crítica de fuentes es la herramienta fundamental para establecer la veracidad de
un documento. El historiador debe formular una serie de preguntas básicas: por
qué, cómo, dónde y cuándo.
Asimismo, aquí ubicarás la producción de un libro como la última fase de la
investigación; es el acto final de un largo proceso de elaboración y, para llegar a
eso, se necesita cubrir una serie de pasos previos como seleccionar el objeto de la
investigación histórica situado en el tiempo y en el espacio. Así, el historiador se
plantea las grandes preguntas que le interesan: ¿Cómo y de qué vivían aquellos
hombres? ¿Qué les unía y qué les separaba? ¿Qué sentían o pensaban de sí
mismos? Y muchas otras más.
Temario
1. La importancia de la investigación histórica
2. La investigación, las fuentes y su autenticidad
3. La síntesis y el discurso histórico
Lectura 1. El historiador y su oficio
Rubén Espinosa Cabrera y José Romualdo Pantoja Reyes. Texto seleccionado
por Juan Carlos Santander Ontiveros y Claudio Vadillo López.
Respecto a su metodología, la historia puede definirse como una disciplina crítica. Funda toda su actividad en la denominada crítica de fuentes, que es el reconocimiento del papel activo que desempeña el historiador en la lectura e interpretación de las huellas, de los restos del pasado que todavía se encuentran en el
246
Unidad III
presente. Esta actividad del historiador se dirige a cuestionar las “fuentes”, tanto en
lo referente a su origen, como a su contenido, lo que debe incluir también su
producción. Pero el historiador ya no se contenta tan sólo con lo que el pasado
quiso decirnos, sino que utiliza las fuentes no intencionadas: las imágenes, los
objetos (de la cultura material), la palabra (la historia oral), las costumbres, la
literatura, los documentos privados. También busca en los silencios y ausencias de
las fuentes, para alcanzar el nivel de lo “inconsciente”. Para realizar estas
operaciones, el historiador requiere una sólida base teórica y metodológica que le
permita arrancar sus secretos a las fuentes.
El historiador no puede ser un improvisado, él ha requerido el aprendizaje
de un oficio, el oficio del historiador. Ha tenido que aprender métodos y desarrollar
habilidades técnicas. Bajo el techo de su taller se ha instruido y entrenado para
elaborar una pieza de historia. El historiador, a partir de su oficio, es quien hace la
historia.
Esta metáfora del historiador como aprendiz de un oficio quiere destacar o
subrayar su carácter productivo. Al final se trata de fabricar una pieza de historia,
un libro de historia. También, nos indica que se requieren ciertas aptitudes y habilidades que a veces son oficios en sí mismos, como la pericia de la narrativa o la
habilidad para investigar y así despejar alguna incógnita.
Una de las tareas principales del historiador es contar la historia que consiste en la exposición de los hechos cuya fuerza es animada por el deseo de
convencer al auditorio; conseguir esto último, depende de que su exposición sea
suficientemente clara y sustentada. Lo contundente de su historia, la credibilidad,
reside en que se nutrió de testimonios. Sustentar una narración histórica es el
resultado de la investigación o indagación que lleva a la consulta de ciertos
testimonios vinculados con la historia que se narra.
La investigación y las fuentes
La investigación es, en buena medida un viaje que se emprende y que se lleva de
un testimonio a otro. La labor del historiador es la búsqueda de información o
informantes que proporcionen sus testimonios, y que a su vez, le permitan la
sustentación y reconstrucción de la historia contada.
Los hechos que el historiador expone o refiere en su historia no son
inventados, pues entonces serían ficticios. Así sucede cuando decimos que una
historia es “increíble”, pues los hechos que refiere no parecen reales sino
fantásticos. Pero el historiador no quiere que su historia sea una pieza de ficción
sino una pieza sustentada en la realidad. ¿Cómo se puede saber si estamos ante
hechos reales o inventados? La clave está en la presentación de los testimonios,
sin ellos el historiador se entrega al ensueño de la realidad. Se enfrentaría a la paradoja de contar algo que no “sucedió”, es decir, a “inventar una historia”. El historiador disipa la ficción de su relato cuando “revela” el origen de su información.
El oficio del historiador está hecho, en gran medida, por el desarrollo de
esta habilidad para “ofrecer testimonios” a los que simplemente considera sus
fuentes de consulta, las que utiliza para la integración de su historia, de su pieza o
libro de historia.
Pero las fuentes y la información que el historiador obtiene de ellas no le
“son dadas”. En realidad, el historiador tiene que buscarlas, emprender su búsqueda y consulta: investigar. La mayoría de las veces esta actividad se convierte
en una búsqueda azarosa y llena de incomodidades, pero, siempre excitante.
247
La metodología, o el método histórico es el camino mediante el cual el
historiador organiza su investigación: parte de preguntas sobre la
sociedad, el lugar y el tiempo de su
interés, lo que trata de responder a
través de la búsqueda de información en las fuentes.
Fíjate como el autor explica la importancia de la investigación histórica.
¿Cuál es la obligación más importante del historiador cuando elabora un texto de historia?
Lo que distingue al discurso histórico del ficticio, o dicho de otro
modo, la historia de la novela, es la
presencia de huellas humanas
verificables, esto es, que cualquier
persona pueda seguir “los pasos”
que dio un investigador.
Historia
Es fácil pensar que el éxito del historiador en este “rastreo” no sólo depende de su
voluntad y de su vigor para mantener y llevar a buen término su investigación, pues
existe una serie de circunstancias que se le imponen objetivamente. La obtención
de información que pueda remitirnos a los hechos (de la historia por relatar),
depende de la existencia de testimonios, huellas, signos de las épocas pasadas,
es decir, de las propias fuentes o lo que ha quedado de ellas. El historiador no tiene
garantía de encontrar todo lo que busca por más empeño que muestre.
Actividad 1
Escribe en tu cuaderno, en no más de cinco renglones, ¿Cómo el historiador
organiza una investigación histórica?
Actividad 2
Tomando como base la lectura anterior, elabora en tu cuaderno el siguiente cuadro
y escribe, al menos, dos diferencias entre una historia y una novela.
Historia
Novela
Lectura 2. Las fuentes históricas: autenticidad y veracidad
Rubén Espinosa Cabrera y José Romualdo Pantoja Reyes. Texto seleccionado por
Juan Carlos Santander Ontiveros y Claudio Vadillo López.
Al aplicar el criterio de autenticidad a
una fuente, el investigador establece si es útil y en qué medida.
Para que una historia sea creíble,
ésta necesita fundamentarse en
fuentes.
Las fuentes, se consideran materia
prima con la que trabaja el historiador. Las hay de dos tipos: primarias
son los documentos de archivo y
testimonios orales; y secundarias, los
libros.
La época romántica en la que el historiador era el custodio de sus fuentes y se
encargaba de su rescate y restauración ha sido superada por el trabajo de un
amplio equipo de archivistas, paleógrafos, museógrafos, bibliólogos, diplomáticos, arqueólogos, epigrafistas, ligados entre sí en colectivos dispuestos a rescatar y restaurar las fuentes del pasado, las fuentes para la historia. Actualmente, las
indagaciones del historiador dependen en gran medida de este ejército de
auxiliares de la historia y, él trabaja en fuentes que ya han sido recopiladas y
dispuestas por otros. El creciente sistema informático ha hecho más imponente el
control masivo de las fuentes de información. Su búsqueda ahora está guiada, en
la mayoría de los casos, por la lógica de los archivos, museos y bibliotecas. Hoy,
es más frecuente que “sus” fuentes estén “dispuestas” para el público, aunque
sólo él las consulte. Las fuentes —parafraseando este pecado misógino de
Jacques Le Goff— son como las mujeres: “no se dejan poseer por cualquiera”.
De este modo, el trabajo de las fuentes no se limita a una presentación física y
cuantitativa de ellas, aun en el caso en que no estén inventariadas, o como se dice
en el argot de los historiadores, catalogadas en archivos; se trata más bien de
presentar la información que contienen en una narración inteligible para todos. El
historiador está obligado a presentar los “hechos” hasta después de que “ha
trabajado con las fuentes”, ya que los testimonios, las fuentes, sólo ofrecen
información una vez que han sido trabajadas. En este periodo, el historiador podrá distinguir si se encuentra con fuentes muy valiosas que ofrecen información
rica y abundante sobre los hechos que desea referir o, por el contrario, si revelan
poca información.
Si las fuentes —que constituyen el punto de partida para la investigación, “la
materia prima”— antes de llegar a nosotros sufrieron múltiples accidentes
involuntarios o incluso provocados intencionalmente, se vuelven “sospechosas”,
antes de cualquier consulta debemos cerciorarnos de que son auténticas.
248
Unidad III
Esto es importante respecto a las consecuencias de usar fuentes falsas sin que el
historiador se percate de ello, puesto que hará afirmaciones sustentadas en
“falsos testimonios”. Si se percata de esta falsedad, entonces tendrá ante sí las
fuentes que trataron de ocultar ciertos hechos, o bien, tan sólo una fuente de
información que, debido a las distintas manipulaciones en el tiempo, pudo haber
sido cambiada de tal manera que se ha alterado respecto a la original.
Su oficio ha sido activado. El historiador está trabajando sus fuentes, de
las cuales intenta obtener información pero cuya autenticidad ha decidido valorar
previamente, como si se tratara del original de una pintura. Tiene que observarlas
detenidamente desde el exterior para cerciorarse de que no sea una información
falsa, o que la firma del pintor haya sido falsificada.
El trabajo de autentificar una fuente es la base de la crítica externa
(llamada así por los historiadores), es decir, el análisis que se requiere para
establecer a qué época, a qué autor (individuo o institución), a qué pueblo o a qué
cultura pertenece la fuente.
Este criterio de pertinencia ayuda al historiador a utilizar cabalmente la
información contenida, ya sea auténtica o falsa. Si una fuente es falsa, por
ejemplo, si un objeto arqueológico producido en la actualidad es hecho pasar
como si hubiera pertenecido a una cultura del pasado, el historiador no
despreciará esta fuente sino que, se preguntará por qué fue falsificada, cuál fue la
intención, qué cultura crea esas falsificaciones.
Una fuente se puede describir como
una “huella del pasado o de los hechos
históricos”.
La veracidad es fundamental para
destacar la calidad de la información
de las fuentes.
Si un historiador observa un
documento como el mapa de la
Relación Geográfica de Oaxtepec,
de 1580, se podría preguntar, por
ejemplo, ¿qué elementos son de
tradición indígena y cuáles son de
origen europeo?, y si ambas tradiciones se combinaron en el siglo
XVI para establecer si la fuente es
auténtica o no y en consecuencia
poder interpretar su contenido.
Fuente: Mapa de Guaxtepec (Tepuztlan), 1580. Benson Latin American Collection.
The University of Texas at Austin.
En el campo de los documentos en el transcurso de la historia han
ocurrido un sinnúmero de falsificaciones, muchos de éstos eran de carácter legal y
tienen que ver con juicios, heredades o propiedades; también existen documentos
falsos que se refieren a las hazañas de reyes o “grandes personajes” que
buscaban legitimar derechos supuestos para fortalecer su poder o, el de sus
herederos.
Para ubicar una fuente en el campo de lo auténtico o de lo falso, el historia-
249
Historia
dor utiliza su conocimiento en la escritura antigua, en sellos, en las firmas o símbolos, en los estilos de arte, en las técnicas arqueológicas: todo un conjunto de
técnicas y ciencias que lo auxilian para establecer la pertinencia de las fuentes.
Fuente: Protesta anarquista en Chicago, 1886.
Library of Congress
El estudio de las protestas populares se hace con fuentes oficiales.
Análisis de la fuente histórica. Verdad y mentira como información
Una vez que el historiador estableció su autenticidad se dispone a determinar si la
información que se puede obtener de las fuentes es sincera, verídica. A menudo
esto se comprueba al confrontarla con otra información que puede contradecir o
complementar la información original.
En esta operación del análisis de la información de la fuente o crítica
interna se concentra la habilidad del historiador. Tiene que determinar, en primer
lugar, para qué le puede servir la información procedente de fuentes falsas, la
información falsa de fuentes auténticas o aquélla que es verídica y proviene de
fuentes auténticas. Cualquier tipo de fuentes le proporciona información, incluso
cuando un testimonio no es verídico, es decir, que la versión contenida en él
oscurece los hechos, le informa sobre los intereses y las mentalidades que operan
en una época determinada, es el caso, por ejemplo, de las fuentes oficiales o
elaboradas por las clases dominantes que se refieren a las revueltas populares
durante toda la historia.
Pero su labor no termina ahí, en segundo lugar, tiene que ir entrelazando
los datos que obtiene de cada fuente con los provenientes de otras para
diferenciar entre la información significativa y la irrelevante en términos de su
investigación; qué representaciones se circunscriben en el mundo exclusivo de
los individuos y colectividades y cuáles se refieren a las prácticas sociales.
La tarea del historiador se vuelve cada vez más compleja, pues al mismo
tiempo que necesita mantener la atención sobre los datos más disímbolos debe
esforzarse por verificar, aclarar y no desnaturalizar los documentos, es decir que
al leerlos o interpretarlos no los saque de su época ni de la cultura a la que
pertenecen. Sin embargo, casi siempre las fuentes resultan incompletas, van
dejando silencios, huecos, que el historiador debe cubrir con su cultura histórica,
con hipótesis basadas en el conjunto de la información y en los presupuestos
teóricos de los que parte a veces, con un tanto de imaginación, formada a lo largo
de su actividad como historiador.
Actividad 3
A partir de la lectura anterior contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas.
1. ¿Qué es lo fundamental para destacar la calidad de la información de las
fuentes?
2. ¿A qué se refiere el concepto de crítica de fuentes externa e interna?
3. ¿Qué debe hacer un historiador para realizar el análisis de una fuente histórica?
4. ¿Qué problema enfrenta el historiador al encontrarse con fuentes incompletas?
Lectura 3. Narración y síntesis
Rubén Espinosa Cabrera y José Romualdo Pantoja Reyes. Texto seleccionado
por Juan Carlos Santander Ontiveros y Claudio Vadillo López.
¿Cuál es el compromiso del historiador con la sociedad a la que
pertenece?
En este punto la habilidad del historiador se cruza con sus interrogantes sobre el
pasado, con su posición teórica o con su compromiso con la sociedad a la que
pertenece, pues es el momento en el que trata de destacar aquellos as-
250
Unidad III
pectos de la realidad social que alumbran el conjunto, que permiten explicar los
eventos que está reconstruyendo y que, incluso, le dan la oportunidad de ordenar
la información que ha obtenido.
Hay que acometer la operación de síntesis y tomar conciencia de lo que en
realidad es la labor de historiador. Ocurre una extraña transmutación, esa especie
de alquimia en la que primero se esboza, luego se precisa, se colorea poco a poco,
toma cada vez más cuerpo por el acercamiento, el ajuste de innumerables
fragmentos de conocimiento extraídos de todas las fuentes consultadas, el convincente rostro de un organismo complejo, en desarrollo, vivo, el rostro de una
sociedad. Si la primera fase de la investigación requiere lucidez, ésta necesita
pasión.
Muchas veces el historiador se encuentra con marcos o imágenes predeterminadas de una época, un personaje o una cultura, pero si es sensible a la
información seguramente podrá modificar su idea previa y tratar de reconstruir esa
historia con mayor apego a lo indicado por las fuentes. Ello no significa que el
historiador ha de renunciar a su propio punto de vista, pues sin él, no podría
ordenar en absoluto la masa de datos que ha obtenido, deberá equilibrarlo con la
información encontrada, de tal manera que pueda derrotar los prejuicios más
comunes en las disciplinas científicas (el racismo, el etnocentrismo, aquellos
provenientes del pragmatismo político). Un historiador demostrará en la narración
(escrita, oral o visual) hasta dónde ha logrado esto; es ahí donde culmina todo este
trabajo de investigación.
La tarea de obtener una idea acabada de una época, de explicar
determinados hechos históricos o, con mucho mayor razón, de tener una visión
general de la historia, no es privativa de un historiador aislado, ésta es una tarea
colectiva en la que los diversos historiadores y científicos sociales en general,
contribuyen al esclarecimiento de las diversas épocas y hechos al introducir
nuevas fuentes o nuevas interpretaciones de las mismas, que indican los errores
de otros, los olvidos en que incurrieron o las insuficiencias de sus explicaciones en
el debate permanente que ocurre en la disciplina.
Sin embargo, el debate no es sólo de los historiadores; la sociedad,
mediante diversas manifestaciones (sociales, políticas o culturales) e
instituciones, participa también en la definición de las prioridades del estudio del
pasado. Alienta ciertas orientaciones historiográficas, se interesa por
determinadas épocas, relega de su interés otras o, abandona ciertas narraciones
históricas cuando ya no encuentra en ellas respuesta a sus preocupaciones. Si
bien la historia la hacen los historiadores, no es un asunto exclusivo de ellos.
Un historiador demostrará en el
discurso, (escrito, visual, oral) hasta dónde ha logrado procesar las
fuentes históricas para reconstruir
una época, cuestionar prejuicios y
generar nuevas perspectivas sobre
hechos históricos.
El trabajo del historiador está delimitado por las características y
problemáticas de la sociedad en la
que vive, también por la interacción
de la investigación histórica con el
trabajo de otras ciencias sociales.
Actividad 4
Retoma del texto anterior y anota en tu cuaderno, la relación del trabajo del
historiador con la sociedad en la que vive.
Lectura 4. Sobre el uso de archivos
Arlette Farge. Fragmento seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
Este libro nació de los archivos no de series documentales, ni de crónicas, ni de
memorias, ni de novelas, ni siquiera de discursos, ya fuesen jurídicos, administrativos o literarios. Trata del archivo judicial: el archivo en tanto que restos,
trozos de frases, fragmentos de vidas reunidas en ese vasto santuario de palabras pronunciadas y sin embargo muertas, que son los archivos judiciales. Son
palabras que emergen de tres noches sucesivas y profundas: la del tiempo y del
olvido; la de los infortunados, y otra, más opaca para nuestra inteligencia desafiada, la noche de la constitución y del imperio de la culpa. [...]
251
Observa cuáles son las fuentes
que la autora no consideró en su
historia.
Historia
El historiador, cautivado por las fuentes originales, sostiene con los archivos una
relación de fascinación tal, que no deja de justificarse y de controlar, en él y en los
demás, todo lo que a partir de esos archivos pudiera hacer creer que se ha
despojado de su sistema de racionalidad. En ocasiones, el efecto que el archivo
ejerce sobre él –y que casi nunca es reconocido de manera explícita– tiene como
consecuencia la negación de su valor: el archivo es hermoso pero es una trampa
que tendría como corolario de su belleza toda una escenificación de la ilusión.
Atrae pero engaña, y el historiador, al adoptarlo por compañía, nunca desconfiará
lo suficiente del improbable trazo de las imágenes que emite. [...]
…En este trayecto, el vínculo con los archivos sigue marcado por dos
asuntos ya planteados:
1) La seducción del archivo, se dice, amenaza con falsear, torcer el objeto de
estudio. El vínculo estético y emotivo con las palabras desaparecidas y
encontradas un día, sería un impedimento, un desafío para la
racionalidad, una manera demasiado fácil o demasiado ambigua de
sostener un discurso histórico.
Fuente: La Toma de la Bastilla por los ciudadanos de
París. Library of Congress.
La historia de Arlette Farge se refiere a la gente común de París en el
siglo XVIII, su interés proviene de la
importancia que la gente tuvo al final
del siglo XVIII en el transcurrir de la
Revolución francesa.
Observa quiénes, según la autora,
serían los personajes de la historia
por contar y qué puede distraer la
atención del historiador al sentirse
identificado con ellos.
El historiador al enfrentarse con un
archivo judicial, como todo tipo de
documentos, tiene el riesgo de dejarse llevar por el significado literal de
las palabras o por el deseo de
recuperar el testimonio de los personajes con los cuales establece una
relación emotiva.
2) Al archivo que emerge del silencio se le otorgaría demasiado sentido. Más
que el reflejo de lo real, ¿no sería el ancla privilegiada de nuestra sed de
ver cobrar vida al pobre, declarado culpable? [...]
Con estos dos asuntos, el archivo seductor y el archivo espejo que engaña
a lo real, estoy en constante negociación desde hace varios años. He elegido no
trabajar más que por medio del archivo judicial; a partir de éste leo la sociedad popular parisina del siglo XVIII. Este archivo es el motor de mi práctica, de mi trabajo
de historiador, es el grano a partir del cual investigo las formas y el sentido. [...]
Todo aquello que pertenece al orden de lo sensible y de lo emocional está
sometido a vigilancia en la disciplina histórica: es preciso hacer justicia a esta
desconfianza que permite evitar muchos estancamientos y sobre todo momentos
precarios de significación, los cuales provocan anacronismos molestos. También
es necesario atravesar, de manera distinta a lo previsto, el espacio de la estética y
de la emoción, que de cualquier modo, cómo negarlo, es consustancial al
descubrimiento de ciertos textos. Las vidas ínfimas, las existencias desprovistas y
trágicas, los personajes risibles e insignificantes forman la arena fina de la historia,
su trama frágil aunque esencial. Al surgir del olvido, se alejan de la literatura porque
están envaradas torpemente en las formas estrechas que impone el aparato
judicial; son fragmentarias porque están fragmentadas o simplemente
interrumpidas en un día de interrogatorio; encontrarlas de nuevo provoca emoción sin que se sepa de hecho si, por haber fracasado así, estas vidas tienen la
apariencia de bocetos o si, por ser lejanas y extrañas, parecen tan próximas. [...]
El archivo no es exacto en el sentido en que lo entendería la ciencia matemática: no revela ni el secreto ni el lugar de origen donde se organizaría la verdad.
Tampoco es bella porque sea trágica: al hacer surgir vidas caóticas donde la
maldad, el furor y el ardid se mezclan con lo lamentable, pone al descubierto la
torpeza, la insignificancia y la mezquindad con más frecuencia que el sombrío
heroísmo. El archivo no es sublime, o tal vez sí, pero en ese caso cada uno de
nosotros es sublime, ni más ni menos [...] Al poner en escena los papeles insignificantes obliga a la emoción a desplazarse, a detenerse en lo modesto, pequeño,
imperfecto, vil, para construir, razonar, leer el sentido.
252
Unidad IV
Y el sentido no se revela inmediatamente; los archivos judiciales, por ejemplo,
están en su totalidad contenidos en el corazón del sistema político y policíaco del
siglo XVIII que los gobierna y los produce. Ofrecen a la mirada las consecuencias de
su origen, y no existen salvo porque una práctica de poder les ha dado vida;
también muestran la manera en que los comportamientos personales y colectivos
se entreveran, para lo mejor o para lo peor, en las condiciones mismas formuladas
por ese poder. No son en absoluto “la realidad”, sino que cada vez muestran un
ajuste particular con las formas de coerción o las normas, ya sean impuestas o
interiorizadas. Este ajuste que se realiza con los actos, palabras, gritos de
esperanza o de rechazo, es el motor del pensamiento histórico, instrumento para
reflexionar sobre la época y los grupos sociales. La coexistencia obligada entre el
estado y las vidas privadas secreta figuras expuestas, cuyo contorno es posible
trazar.
¿Qué permite entonces alejarse de
lo emotivo para abordar lo histórico?
Actividad 5
Relee el texto anterior y escribe en tu cuaderno cuáles son los principales problemas que enfrentan los historiadores al trabajar con archivos judiciales. También
analiza y anota qué tema le interesa a la autora.
Repaso
La labor del historiador incluye la recolección de las fuentes y su estudio. Partiendo de las cuatro lecturas anteriores elabora en tu cuaderno un resumen de
media cuartilla explicando la importancia de la labor del historiador y las fuentes
para el estudio de la historia.
UNIDAD IV. Historiografía e historias
La historiografía, según se ha visto, hace referencia al análisis y crítica de los libros
de historia. El examen historiográfico no sólo incluye la indagación sobre cómo se
escribió un texto, esto es, desde qué enfoque teórico y metodológico, cuáles fueron
las fuentes de consulta y cómo se interrogaron, sino también alude a las diferentes
lecturas que pueden hacerse en determinados momentos y culturas, por personas
distintas, sean o no profesionales. Las lecturas de libros de historia que hacen los
individuos están guiadas por muy distintos intereses: políticos, ideológicos,
sociales, etcétera, combinados con el gusto por la literatura histórica para
satisfacer el prurito de conocimiento.
Los temas de estudio de la historia son innumerables, tan vastos y variados
como la historia misma; en consecuencia múltiples investigadores, de distintas
épocas y lugares se han interesado por el quehacer humano de su localidad,
región, país o nación, e incluso del mundo, empleando en sus estudios análisis y
enfoques distintos, desde preguntas que van cambiando con el paso de los años y
ni qué decir de sus respuestas. Así, encontramos una gama bastante amplia de
miradas, enfoques, apreciaciones, interrogantes y conclusiones; en suma, formas
distintas de hacer historia.
En la presente unidad revisarás lecturas sobre diferentes escrituras de la
historia. Comprobarás que aún tratándose de un mismo tema de estudio, las
versiones pueden ser muy diferentes, según lo que cada autor determine qué le
interesa de la época, la sociedad y la cultura de estudio. Por ello, incluimos
253
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Hay una sola versión
historiográfica del devenir
del ser humano?
¿Existe una sola versión,
de una vez y para siempre,
de los acontecimientos
del pasado, o éste se
reinterpreta desde el
presente del historiador?
En las siguientes lecturas
se entiende como versión el enfoque con el
que el historiador trata el tema que
investiga.
Historia
lecturas de temas semejantes, otras que se distancian en el tiempo y en el espacio, que nos hablan de sociedades y culturas posiblemente lejanas, pero poco
ajenas por tratarse simple y llanamente de seres humanos cuyas vidas, al igual
que la nuestra, cambian con el tiempo aunque situadas en un lugar específico.
Temario
1. Historiografía indígena, historia colonial
2. Historiografía de la Revolución mexicana
3. Historiografía mundial y contemporánea
Lectura 1. La reconstrucción de una historia fragmentaria
Fragmento del libro Los tarascos y el imperio español 1600-1740 de Felipe Castro
Gutiérrez. Seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
El autor de este texto propone escribir una historiografía fragmentada, no general, de la época colonial
en Michoacán.
Aunque está poco estudiado el
primer siglo colonial de Michoacán
es pleno de acontecimientos, de
polémicas, de todo aquello que ha
sido asunto de la historiografía
tradicional.
El siglo XVII Michoacano, a diferencia del XVI, no parece rico en
acontecimientos políticos, por eso
predomina la nueva historiografía
institucional y demográfica, de ritmos lentos y acumulativos
El libro no es una “historia general” de los tarascos en la colonia. Además de la
desmesura de tal proyecto, el pasado solamente cobra sentido cuando constituye un espacio temático coherente, posible de ser examinado y explicado de
manera separada. Es la única manera que tenemos para crear un orden comprensible en la amorfa y heteróclita muchedumbre de los acontecimientos. Así, el
objeto particular de este trabajo es el largo periodo posterior a la conquista pero
anterior a la crisis del virreinato, en el que se consolidaron instituciones, relaciones sociales, hábitos e ideas que se mantuvieron sin grandes transformaciones
durante décadas.
Se trata de una época que ha estado mayormente ausente en la historiografía. Varios y excelentes estudios se han realizado acerca del primer siglo
colonial, ocupándose de la conquista, los proyectos de Vasco de Quiroga, la fundación de villas y ciudades, el arribo de encomenderos, colonos y funcionarios.
Son años plenos de acontecimientos, de polémicas, de notables personajes, de
formación de instituciones y, en fin, de todo aquello que tradicionalmente ha sido el
asunto propio de los historiadores. Luego existe un gran salto hasta la segunda
mitad del siglo XVIII donde parece que nuevamente ocurren hechos dignos de
estudio: la multiplicación de hombres y ganados, la prosperidad de las grandes
haciendas y plantaciones, la difusión de la Ilustración y la rutilante aparición de
figuras como Abad y Queipo, Hidalgo y Morelos.
En contraste, ese periodo intermedio que convencionalmente llamamos
“siglo XVII” parecería carecer de sucesos, de graves conmociones o grandes
personalidades. Para una visión tradicional del pasado, no hubo aquí drama,
emoción ni moraleja; en una palabra, no hubo “historia”. Resulta una época
glamorosa, carente de dirección, de una identidad propia, y que frecuentemente
era mencionada como “de transición”. No es casualidad que en los contados
trabajos existentes predomine la historia institucional y la demográfica, con sus
ritmos lentos y acumulativos. En cierto modo, han sido décadas con las cuales
tropezaba el historiador, como molestos obstáculos en el camino hacia cuestiones
más interesantes.
No obstante, una reconstrucción y examen cuidadosos de este extenso
periodo parecen necesarios. Por un lado, las instituciones y los acontecimientos
del siglo de la conquista deben verse a la luz de su arraigo, persistencia y transformaciones en el tiempo. Asimismo, la renovación y las grandes inquietudes de
fines del XVIII tienen raíces que se hunden en procesos subterráneos, poco
visibles, que han madurado tiempo atrás. Y en fin, cabe sospechar que la falta de
“materia histórica” es en buena parte resultado de nuestro desconocimiento
254
Unidad IV
de lo acontecido, de una aproximación excesivamente institucional al tema y la
ausencia de un análisis que penetre debajo de la rígida superficie de los hechos. Así
ha comenzado a aceptarse en los últimos años, y la reciente aparición de algunas
valiosas obras ha permitido reconocer fascinantes posibilidades. Es posible,
incluso, que estemos ante el inicio de un cambio en el centro de interés de los
historiadores colonialistas.
Esta penuria historiográfica se acrecienta cuando tomamos como asunto a
la historia indígena michoacana. Gran parte de nuestro conocimiento proviene de
obras que colocan a los indios como el objeto sobre el cual recaen las acciones,
utopías y conflictos de gobernantes, empresarios o eclesiásticos, cuyas actividades, bien o mal intencionadas, constituyen el principal centro de atención. Ello
explica que no tengamos todavía un panorama claro de asuntos tan básicos y de
tanta trascendencia como el sistema de cargos de república, las relaciones
cabecera-sujetos o las consecuencias de las congregaciones de pueblos. El problema no es en sí la preponderancia concedida a las elites españolas; nada hay en
esto de objetable. La cuestión real es que hay sucesos en la historia indígena –y de
hecho, en la historia michoacana en general– que no pueden comprenderse bien
sin atender a la manera en que los tarascos procuraron encontrar y defender un
lugar dentro de la sociedad colonial.
El siglo XVIII Michoacano, da la
oportunidad de realizar un análisis
que penetre debajo de la rígida superficie de los hechos para hacer
una historiografía de larga duración.
No es posible completar la historia
colonial de Michoacán sin tomar
en cuenta el punto de vista de los
tarascos.
Actividad 1
De acuerdo con la lectura anterior anota en tu cuaderno la respuesta a la siguiente
pregunta.
1. ¿Cómo es que el autor considera la temporalidad de la historia colonial de
Michoacán?
Lectura 2. El cristianismo en el espejo indígena
Gerardo Lara Cisneros. Fragmento seleccionado por Juan Carlos Santander
Ontiveros.
Este fragmento aborda la historia de unos indígenas que hicieron suya una religión que les llegó de ultramar. Es un estudio sobre la forma en que los indios de la
parte oeste de la Sierra Gorda se adueñaron del cristianismo. Es un esfuerzo por
entender la manera en que el proceso de evangelización logró que los indios
aceptaran y practicaran la religión de los conquistadores. Es una narración de
conflictos y luchas por el poder, de malos entendidos o de entendidos a medias. Es
la historia de unos indios en la construcción de su identidad y de su libertad;
además, es un intento de explicación de la interpretación que los indígenas del
oeste de la Sierra Gorda hacían de su realidad en la segunda mitad del siglo XVIII.
El texto analiza el proceso de construcción colonial de una versión
indígena del cristianismo. Se abordan diferentes aspectos del complejo problema
central, múltiples aristas que se descomponen para el análisis: la vía por la que los
indígenas de San Juan Bautista de Xichú de Indios y San Luis de la Paz
desarrollaron una versión de cristianismo que ante los ojos de la iglesia católica
resultó herética; el papel que desempeñó la mezcla de etnias y culturas en aquella
región; la forma en que diferentes tradiciones europeas, africanas,
mesoamericanas y aridamericanas lograron encontrar acomodo entre los
naturales de la Sierra Gorda occidental de la segunda mitad del siglo XVIII; la
importancia que tuvo la marginalidad de la región en la construcción de esa
peculiar ritualidad; la actitud tolerante que las autoridades civiles y eclesiásticas
mantuvieron ante el comportamiento de los indios durante décadas, antes de
decidirse a reprimirlos; y, por último, la significación y trascendencia de estos
255
El autor de este texto propone hacer un esfuerzo para entender de
qué manera el proceso de evangelización logró que los indios aceptaran y practicaran la religión católica.
Es importante reconstruir la versión
indígena del proceso de evangelización en Michoacán para construir
una nueva historiografía de esa región.
Historia
Al abordar los temas indígenas
novohispanos, el historiador se
enfrenta al reto de las pocas fuentes
escritas para encontrar información,
por lo que acude a fuentes orales
como los cuentos, las leyendas y
consejas populares, donde se ha
guardado la memoria de lo que
sucedió en el pasado.
acontecimientos en el contexto de una más amplia historia regional y nacional.
Tal vez el problema que representan las fuentes sea una de las principales
razones por las que es difícil acercarse a temas vinculados directamente con los
ámbitos indígenas novohispanos. Por un lado, es necesario señalar la importancia
que la oralidad tiene entre estos grupos indígenas. Algunas de dichas tradiciones
orales han soportado el embate de los años y nos llegan, en forma atenuada, en
tradiciones, cuentos, leyendas, consejas populares o canciones, a través de un
lenguaje mítico que muta a ritmos muy dilatados. Sin embargo, en muchos otros
casos esta tradición se perdió cuando los portadores de esa cultura dejaron de
existir, cuando sus comunidades desaparecieron por la extinción física o por su
asimilación a la sociedad mestiza. Memoria colectiva tan esquiva que nos plantea
casi la imposibilidad de acceder a ella, y de la cual sin embargo a veces existe una
pista que es como la perla dentro de una concha en el fondo del océano. Esto
significa que muchos elementos de las culturas nativas escapan al alcance del
investigador por haberse perdido en la noche del tiempo.
Por otro lado, en general, la documentación relacionada con la cultura de
los pueblos indígenas de la época colonial nos presenta serios problemas de
interpretación. En la compleja tarea de reconstruir la cultura de los grupos marginales, el investigador, a menudo, se enfrenta ante el obstáculo de que sus
fuentes documentales son escasas, escuetas y casi siempre tienen su origen en la
pluma del dominador. Pocas, muy pocas son las ocasiones en las que nuestras
fuentes otorgan al indígena la libertad de expresar ese fascinante mundo al que
sólo nos asomamos por pequeñas ventanas como las que en esta obra se abren.
Casi siempre, el investigador enfrenta testimonios e interrogaciones que dan las
respuestas que las autoridades desean o esperan. La mayor parte de las veces
nuestras fuentes son la expresión de la cultura dominante sobre sus sometidos.
En realidad, se puede decir que nuestra materia prima, en estos casos, no es otra
cosa que los archivos de la represión.
Actividad 2
A partir de la lectura anterior, explica en media cuartilla, cuáles son los tipos de
fuentes con los que se ha escrito la historia colonial de los indígenas de la Sierra
Gorda y, en general, de los grupos marginales.
Lectura 3. Zapata y la revolución mexicana
John Womack Jr. Fragmento seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
En el libro del que se tomó este texto,
se expone la versión acerca de que
los campesinos de Morelos, se
hicieron revolucionarios porque
querían conservar su forma de vida
antigua y tradicional.
Este es el título de un libro que habla acerca de unos campesinos que no querían
cambiar y que, por eso mismo, hicieron una revolución. Nunca imaginaron un
destino tan singular. Lloviera o tronase, llegaran agitadores de fuera o noticias de
tierras prometidas fuera de su lugar, lo único que querían era permanecer en sus
pueblos y aldeas, puesto que en ellos habían crecido y ellos, sus antepasados, por
centenas de años, vivieron y murieron: en ese diminuto estado de Morelos del
centro-sur de México.
Hacia principios de este siglo, otras personas, poderosos empresarios
éstos habitantes de las ciudades, creyeron necesario echar a los campesinos con el
fin de progresar ellas mismas. Y entre los hombres de empresa y los campesinos
fue cobrando forma un vívido conflicto. No sólo en Morelos, sino también en distritos
semejantes y otros estados apareció ese conflicto, tal vez menos dramáticamente,
pero no con menor aspereza. A todo lo ancho de México, los hombres de empresa
256
Unidad IV
pensaron que no podían mantener su nivel de ganancia o el vigor de la nación sin
efectuar cambios fundamentales en el país. Pero, donde quiera que se intentaba
cambiar los fundamentos, los campesinos protestaban, pues su única forma de
supervivencia conocida era trabajar la tierra de sus padres.
En 1910, después de 34 años de gobierno regular, los políticos encumbrados del régimen permitieron que estallase una revuelta por causa de la sucesión
presidencial. Los campesinos de Morelos fueron casi los únicos del país que se
sumaron deliberadamente a ella. En unos cuantos meses los directores de la
rebelión llegaron al poder. Pero fueron tan poco considerados con las tradiciones
locales como lo habían sido los hombres a quienes sustituían, y los avances de la
libre empresa prosiguieron. Amenazados y desconcertados, los campesinos de
Morelos se rebelaron de nuevo. Vivieron entonces cerca de 11 años de guerra,
durante los cuales los pequeños agricultores y jornaleros se convirtieron en
guerrilleros y terroristas, soportaron sitios y sabotearon, además de resistir
pasivamente a la pacificación. Tenían varios dirigentes, pero el más destacado era
un hombre llamado Emiliano Zapata.
Gracias en parte a su insurgencia, aunque debido principalmente a movimientos más fuertes de otro carácter llevados a cabo en otras regiones, México
sufrió reformas radicales en la década posterior a 1910. Y en 1920, muerto Zapata, los revolucionarios de Morelos fueron oficialmente reconocidos como cuerpo
político legítimo de México.
Incluido en este libro va un relato, y no un análisis, de cómo tuvo lugar la
experiencia de los campesinos de Morelos, de cómo su anhelo de vivir una vida
tranquila, en un lugar con el que estaban familiarizados, dio lugar a una lucha
violenta, de cómo llevaron a cabo sus operaciones, de cómo se comportaron
cuando fueron dueños del territorio y cuando estuvieron sometidos, de cómo
finalmente volvió la paz y de cómo entonces los trató el destino. Zapata ocupa un
lugar destacadísimo en estas páginas no porque él mismo tratase de llamar la
atención sobre sí, sino, porque los campesinos de Morelos lo hicieron su jefe y
constantemente acudieron a él para que los guiara, y porque otros campesinos de
la República hicieron de él su paladín. A través de él, los campesinos se abrieron
camino en la Revolución Mexicana. Si la suya no fue la única clase de experiencia
revolucionaria, sí fue, creo yo, la que tuvo mayor significación.
Actividad 3
De acuerdo con la lectura anterior escribe en tu cuaderno cuál es la temporalidad y
el espacio de la Revolución Zapatista.
Fuente: Cadáver de Emiliano Zapata, 1919.
Fototeca del iNAH.
Fue hasta 1920, después de muerto Emiliano Zapata, cuando los
revolucionarios de Morelos fueron
reconocidos como cuerpo político
legítimo de México.
Fuente: Zapatistas entrando a la ciudad de México,
1914. Fototeca del iNAH
Zapata ocupa un lugar destacado en
la historia, no porque se lo propusiera, sino porque los campesinos de Morelos lo hicieron su jefe y
su guía
Lectura 4. Trayectoria ideológica de la Revolución mexicana
Jesús Silva Herzog. Fragmento seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
A mi entender, el caso de Zapata y sus compañeros de armas es bien claro. Él y los
suyos se lanzaron bien pronto a la revolución, no porque los hubieran electrizado
las palabras mágicas de “sufragio efectivo y no reelección” […] sino porque
creyeron en las promesas agrarias […]; porque ellos, efectivamente, habían sido
despojados por la Hacienda del Hospital de las tierras del pueblo de Anenecuilco,
y pensaron que había llegado la hora del desquite. Algo semejante ocurrió con
otros grupos que se levantaron en armas en varias regiones del territorio
mexicano.
Muchas veces se ha dicho y escrito que el problema fundamental de México
ha sido, y es todavía, el de la organización de la propiedad territorial. Y el problema
no es ni ha sido privativo de México sino de todas las naciones en las cuales
257
Según el autor de este texto, los
campesinos de Morelos se lanzaron
a la revolución para desquitarse de
los dueños de la Hacienda del
Hospital que les habían arrebatado
sus tierras.
Historia
El Plan de Ayala fue resultado de la
confluencia de muchas ideas,
algunas de las cuales ya estaban
presentes en el Programa del
Partido Liberal Mexicano de los
hermanos Flores Magón
ha predominado el latifundio o el minifundio, o ambos sistemas han coexistido. El
señor Madero no hizo nada efectivo, práctico, por resolver ese problema fundamental, ni inmediatamente después del triunfo, como caudillo, ni en los 13
meses y medio que ocupó la presidencia de la República. A fines de noviembre de
1911, se levantó en armas en contra de su gobierno el general Emiliano Zapata,
que había sido su partidario, proclamando el Plan de Ayala, un plan agrarista
redactado por el propio Zapata y el profesor de primeras letras, Otilio Montaño. Lo
fundamental de dicho Plan puede resumirse en los términos siguientes: restitución de ejidos a los pueblos despojados de ellos por los terratenientes, con la
complicidad de las autoridades; expropiación de la tercera parte de las tierras
pertenecientes a las grandes haciendas, previa indemnización, y nacionalización
de las dos terceras partes restantes en aquellos casos en que los propietarios se
declararan enemigos del nuevo movimiento revolucionario. El Plan de Ayala, no
obstante su impracticabilidad, fue un documento político importantísimo que tuvo
la virtud de incitar a las masas campesinas a tomar las armas con la esperanza de
obtener después de la lucha un pedazo de tierra para alimentarse y alimentar a su
familia. A propósito de este Plan, son muchos los que creen que el lema del mismo
fue “Tierra y Libertad”. Esto no es cierto. Al calce del Plan se leen estas palabras:
“Libertad, Justicia y Ley”. Las palabras “Tierra y Libertad” las utilizaba
frecuentemente en sus artículos Ricardo Flores Magón, publicados en Regeneración. El origen de los vocablos citados, según nuestras noticias, corresponde al
anarquismo europeo. También debemos mencionar, para seguir la trayectoria
ideológica de la Revolución Mexicana en la etapa maderista, por lo menos en sus
aspectos más significantes, el Plan Orozquista, proclamado en la ciudad de
Chihuahua a fines de marzo de 1912. Este Plan se inspiró en gran medida en el
Programa y Manifiesto del Partido Liberal de 1 de julio de 1906, lo que equivale a
decir que era superior, mucho más completo, mucho más revolucionario que el
Plan de Ayala. Y aún cuando los orozquistas no fueron leales a sus ideas, como lo
fueron los zapatistas, es muy probable que los principios e ideas contenidos en
dicho documento hayan influido en el pensamiento de algunos combatientes
revolucionarios de años posteriores.
Actividad 4
Identifica y subraya las fuentes que utiliza el autor para analizar el Plan de Ayala.
Lectura 5. Redes e historia
Fragmento del libro Las redes humanas. Una historia global del mundo de McNeill
y McNeill. Seleccionado por Juan Carlos Santander Ontiveros.
Los autores de este texto proponen
explicar la historia a partir del
concepto de redes de interacción
humana.
Este libro une vino añejo y vino joven para verter la mezcla en un odre nuevo.
Algunas de las ideas y perspectivas que se ofrecen aquí son versiones destiladas
de las que se propusieron hace medio siglo, en tanto que otras se exponen por
primera vez. El odre nuevo que conforma este volumen es el concepto de la
centralidad de las redes de interacción en la historia humana.
Una red, tal como la concebimos nosotros, es una serie de conexiones que
ponen a unas personas en relación con otras. Estas conexiones pueden tener
muchas formas: encuentros fortuitos, parentesco, amistad, religión común, rivalidad, enemistad, intercambio económico, intercambio ecológico, cooperación
política e incluso competición militar. En todas estas relaciones las personas
comunican información y la utilizan para orientar su comportamiento futuro. También comunican, o traspasan, tecnologías útiles, mercancías, cosechas, ideas y
mucho más. Asimismo, intercambian sin darse cuenta de enfermedades y malas
258
Unidad IV
hierbas, cosas que no pueden utilizar pero que, a pesar de ello, afectan a su vida (y
a su muerte). El intercambio y la difusión de esa información, estas cosas y esas
molestias, así como las respuestas humanas a todo ello, dan forma a la historia.
Lo que impulsa a la historia es la ambición que alberga el hombre de alterar
su condición para conseguir sus esperanzas. Pero lo que esperaban las personas, tanto en el orden material como en el espiritual, y la forma en que trataban de
hacerlo realidad, dependía de la información, las ideas y los ejemplos de que
disponían. Así, las redes encauzaban y coordinaban la ambición y los actos cotidianos de los seres humanos... y siguen haciéndolo.
Aunque siempre presente, a lo largo del tiempo la red humana sufrió cambios tan grandes en su naturaleza y su significado que resulta más apropiado
hablar de <<las redes>>, en plural. En su nivel más básico, la red humana data
como mínimo de la aparición del lenguaje. Nuestros antepasados remotos crearon
cierto grado de solidaridad social en el seno de sus reducidos grupos hablando
unos con otros e intercambiando información y mercancías. Asimismo, esos
grupos interactuaban y se comunicaban con otros, aunque sólo fuera
esporádicamente. A pesar de las migraciones que llevaron a nuestros antepasados a todos los continentes, excepto a la Antártida, hoy día seguimos siendo una
sola especie, testimonio del intercambio de genes y parejas entre grupos en el
transcurso de los siglos. Además, la difusión en tiempos remotos del arco y la
flecha en la mayor parte del mundo (a excepción de Australia) demuestra hasta qué
punto podía pasar de un grupo a otro un producto tecnológico útil. Estos
intercambios son la prueba de una red de comunicación e interacción muy
holgada, muy extensa y muy antigua: la primera red mundial. Pero había pocas
personas y la tierra era grande, así que la red siguió siendo muy holgada hasta
hace unos doce mil años.
Al aumentar la densidad de las poblaciones con la llegada de la agricultura,
hace alrededor de doce mil años, dentro de la holgada red original surgieron redes
nuevas y más tupidas. La primera red mundial no desapareció nunca, pero algunos
de sus segmentos, al hacerse mucho más interactivos, formaron sus propias redes
más pequeñas. Éstas surgieron en entornos selectos en los que la agricultura o
una abundancia desacostumbrada de pescado hacía posible una vida más
asentada, lo cual permitía interacciones regulares y sostenidas entre grupos más
numerosos de personas. Estas redes más tupidas y más densas tenían un alcance
local o regional.
Finalmente, hace unos seis mil años, algunas de estas redes locales y regionales se hicieron todavía más espesas, gracias a la fundación de ciudades que
servían de encrucijadas y almacenes de información, mercancías e infecciones.
Se convirtieron así en redes metropolitanas, basadas en interacciones que
conectaban las ciudades con los hinterlands agrícola y pastoril y también entre
ellos. Las redes metropolitanas no conectaban a todo el mundo: algunas personas (hasta tiempos recientes) siguieron siendo ajenas a ellas, autosuficientes
desde el punto de vista económico, distintas desde el cultural, e independientes
desde el político. La primera red metropolitana se formó en torno a las ciudades del
antiguo Sumer a partir de hace seis mil años. Algunas de estas redes
metropolitanas se extendieron y absorbieron a otras o se fundieron con ellas; otras
prosperaron durante un tiempo, pero acabaron por desgastarse y deshacerse: el
proceso de formación de redes sufrió muchos reveses. La mayor, la red del Mundo
Antiguo, que abarcaba la mayor parte de Eurasia y el norte de África, se formó hace
unos dos mil años mediante la agregación gradual de numerosas
259
La difusión en tiempos remotos del
arco y la flecha es la prueba de una
red de comunicación muy extensa y
antigua: la primera red mundial.
En los últimos ciento sesenta años a
partir de la invención del telégrafo, la
red cosmopolita permitió intercambios más numerosos y mucho
más rápidos.
Hace unos seis mil años, las redes
locales se hicieron más espesas con
la fundación de ciudades que
servían de encrucijadas y almacenes de información.
Historia
La trayectoria de las redes de comunicación e interacción constituye
la estructura que da forma a la historia humana.
redes menores. En los últimos quinientos años, la navegación oceánica unió las
redes metropolitanas del mundo (y las pocas redes locales que quedaban en él)
en una sola red cosmopolita, y en los últimos ciento sesenta años, a partir de la
invención del telégrafo, la red cosmopolita fue electrificada cada vez más, lo cual
permitió intercambios más numerosos y mucho más rápidos. Hoy día, aunque la
gente las experimenta de formas muy distintas, todo el mundo vive dentro de una
sola red global, una vorágine unitaria de cooperación contenida. La trayectoria de
estas redes de comunicación e interacción constituye la estructura que da forma a
la historia humana.
Actividad 5
A partir de la lectura anterior explica, ¿cuál es la importancia de las redes de
intercambio, interacción y comunicación en la historia humana?
Lectura 6. Vista panorámica del siglo XX
Fragmento del libro Historia del siglo xx de Eric Hobsbawm. Seleccionado por
Juan Carlos Santander Ontiveros.
Sólo algunos historiadores profesionales, y algunos ciudadanos de
edad avanzada, tienen presente el
pasado. En la mayoría de los seres
humanos, la memoria histórica se
deja de lado, se olvida.
Hablamos como hombres y mujeres
de un tiempo y un lugar concretos que
han participado en su historia de
formas diversas como actores y
observadores, cuyas opiniones han
sido formadas por acontecimientos
que consideramos cruciales.
El 28 de junio de 1992, el presidente francés François Mitterrand se desplazó
súbitamente, sin previo aviso y sin que nadie lo esperara, a Sarajevo, escenario
central de una guerra en los Balcanes que en lo que quedaba de año se cobraría
quizás 150.000 vidas. Su objetivo era hacer patente a la opinión mundial la gravedad de la crisis de Bosnia. En verdad, la presencia de un estadista distinguido,
anciano y visiblemente debilitado bajo los disparos de las armas de fuego y de la
artillería fue muy comentada y despertó una gran admiración. Sin embargo, un
aspecto de la visita de Mitterrand pasó prácticamente inadvertido, aunque tenía
una importancia fundamental: la fecha. ¿Por qué había elegido el presidente de
Francia esa fecha para ir a Sarajevo? Porque el 28 de junio era el aniversario del
asesinato en Sarajevo, en 1914, del archiduque Francisco Fernando de AustriaHungría, que desencadenó, pocas semanas después, el estallido de la primera
guerra mundial. Para cualquier europeo instruido de la edad de Mitterrand, era
evidente la conexión entre la fecha, el lugar y el recordatorio de una catástrofe
histórica precipitada por una equivocación política y un error de cálculo. La elección de una fecha simbólica era tal vez la mejor forma de resaltar las posibles
consecuencias de la crisis de Bosnia. Sin embargo, sólo algunos historiadores
profesionales y algunos ciudadanos de edad muy avanzada comprendieron la
alusión. La memoria histórica ya no estaba viva.
La destrucción del pasado, o más bien, de los mecanismos sociales que
vinculan la experiencia contemporánea del individuo con la de generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres, de este
final de siglo crecen en una suerte de presente permanente sin relación orgánica
alguna con el pasado del tiempo en que viven. Esto otorga a los historiadores, cuya
tarea consiste en recordar lo que otros olvidan, mayor trascendencia que la que
han tenido nunca, en estos años finales del segundo milenio. Pero, por esta misma
razón, deben ser algo más que simples cronistas, recordadores y compiladores,
aunque ésta sea también una función necesaria de los historiadores. En 1989,
todos los gobiernos, y especialmente todo el personal de los ministerios de
Asuntos Exteriores, habrían podido asistir con provecho a un seminario sobre los
acuerdos de paz posteriores a las dos guerras mundiales, que, al parecer, la mayor
parte de ellos habían olvidado.
260
Unidad IV
Sin embargo, no es el objeto texto narrar los acontecimientos del período
que constituye su tema de estudio –el siglo XX corto, desde 1914 a 1991– [...] Mi
propósito es comprender y explicar por qué los acontecimientos ocurrieron de esa
forma y qué nexo existe entre ellos. Para cualquier persona de mi edad que ha
vivido durante todo o la mayor parte del siglo XX, esta tarea tiene también, inevitablemente, una dimensión autobiográfica, ya que hablamos y nos explayamos
sobre nuestros recuerdos (y también los corregimos). Hablamos como hombres y
mujeres de un tiempo y un lugar concretos, que han participado en su historia en
formas diversas. Y hablamos, también, como actores que han intervenido en sus
dramas –por insignificante que haya sido nuestro papel–, como observadores de
nuestra época y como individuos cuyas opiniones acerca del siglo han sido
formadas por los que consideramos acontecimientos cruciales del mismo. No
deberían olvidar aquellos lectores que pertenecen a otra época, por ejemplo, el
alumno que ingresa en la universidad en el momento en que se escriben estas
páginas, para quien incluso la guerra del Vietnam, forma parte de la historia.
Actividad 6
De acuerdo con la lectura anterior escribe en tu cuaderno ¿Por qué es importante
el trabajo del historiador en nuestro tiempo?
Repaso
Elabora en tu cuaderno un resumen de las lecturas anteriores destacando cuáles
fueron los temas de estudio de los autores, las fuentes de consulta, los criterios
acerca del tiempo y el espacio, y quiénes son los actores históricos que tratan los
autores de los textos. Utiliza un cuadro donde anotes por autor lo que se te pide.
261
El historiador, autor de este texto,
sabe que su trabajo es comprender y
explicar por qué los acontecimientos ocurrieron de esa forma y
qué nexo existe entre ellos.
Historia
RESUMEN DEL MÓDULO
En este módulo has observado que la importancia de la labor del historiador radica en que es un trabajo de investigación.
Investigación compuesta de distintos momentos, cuyo objetivo es rescatar el pasado para comprender el presente.
El historiador emprende la tarea de buscar y seleccionar de las fuentes, toda acción humana registrada como
huella en el presente. Desde siempre, el hombre no sólo ha interrogado el pasado, sino también ha dejado registro de su
paso por el mundo. Mediante tradiciones trasmitidas de forma oral, mitos, leyendas y escritos, ha dejado patente su paso
por la tierra y construido su memoria histórica. Sin embargo, este registro del acontecer humano a finales del siglo XIX
tuvo un cambio muy importante, pasó de ser una actividad de aficionados para convertirse en una disciplina científica,
profesional, cuyo manejo requiere cierta formación académica para desarrollarse.
Aquí has visto que la historia tiene como objeto de estudio al hombre en el tiempo y en un espacio determinado,
además que, cualquier proceso histórico es único e irrepetible. La temporalidad, es un rasgo distintivo de la historia
respecto a otras disciplinas como la antropología y la sociología; a ella le interesa abordar el conocimiento de los
momentos históricos de cambio de la sociedad para verla en movimiento, dinámica, con sus continuidades y
transformaciones en el devenir histórico. No debes olvidar que, el espacio histórico también es otra dimensión que
interesa al historiador por tratarse de una construcción social, cambiante en todo momento.
También has reflexionado acerca de que el término historia designa las dos formas de concebirla: como acción
humana y como investigación. Te hemos mostrado que el profesional de la investigación histórica utiliza normas
metodológicas para leer un libro de historia con un espíritu crítico. Además, has leído que evaluar un libro desde el punto
de vista historiográfico significa distinguir entre el hecho o el proceso histórico narrado y los juicios emitidos por el autor;
para ello, es necesario poseer algunas ideas sobre éste, como: quién es, cuál es el conjunto de su obra, si pertenece a una
corriente política o teórica específica, en qué generación se incluye, entre otros aspectos.
Además, te hemos mostrado que no existe una sola historia sino diferentes escrituras de la historia. Ahora sabes
que aun tratándose de un mismo tema de estudio, las versiones pueden ser muy diferentes, según lo que cada historiador
determine que le interesa de la época, de la sociedad que estudia, pero también dependiendo del horizonte cultural del
propio historiador, y de acuerdo con su punto de vista o enfoque filosófico y teórico, el cual conlleva una metodología que
le es propia.
Todo esto nos lleva a que consideres que el historiador es un investigador, formado con un instrumental
metodológico crítico, dispuesto con una amplia creatividad, consciente de su lugar en la sociedad. El historiador
desempeña la importante labor social de rescatar el pasado para entender el presente y, tener suficientes elementos de
análisis para proponerse un futuro diferente.
262
Ejercicios de autoevaluación
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro de cada paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1. La metáfora del historiador, como aprendiz de un oficio, quiere destacar su carácter productivo
pues al final trata de fabricar una pieza de historia, un libro de historia.
(
)
2. Las aptitudes y habilidades, como la narrativa y despejar algunas incógnitas, son prescindibles
al momento de escribir una historia.
(
)
3. El historiador pretende que su historia sea una pieza sustentada en la invención.
(
)
4. Los reyes, magnates, estadistas, héroes, grupos en el poder político y económico son los hombres que marcan el rumbo de la historia; en consecuencia, son el objeto de estudio de la historia.
(
)
5. La actual disciplina histórica divide el tiempo en reinados, dinastías, sexenios, lo cual presupone
que la muerte, el descenso o cambio de un soberano, el ascenso de un presidente o un nuevo
régimen, significan cambios fundamentales en el acontecer histórico.
(
)
6. La historia es una disciplina científica que investiga la actividad humana en el pasado.
(
)
7. La historia es un relato de lo acontecido, esto es, aquella narración que leemos en los libros de
historia.
(
)
8. La historia es acontecer, es la realidad social que cambia con el paso del tiempo.
(
)
9. La epistemología trata los fundamentos y métodos del conocimiento científico.
(
)
10. Gran parte de nuestro conocimiento proviene de obras que colocan a los indios como el objeto
sobre el cual recaen las acciones, utopías y conflictos de gobernantes, empresarios o eclesiásticos,
cuyas actividades, bien o mal intencionadas, constituyen el principal centro de atención.
(
)
11. Para el historiador, la documentación relacionada con la cultura de los pueblos indígenas de la
época colonial son los más fáciles de interpretar.
(
)
(
)
12. La red es concebida como una serie de conexiones que pone a las personas en interacción con
otras.
Completa correctamente los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea.
13. En cuanto a su
la historia funda toda su actividad en la
,
que es el reconocimiento del papel activo que desempeña el historiador en la lectura e interpretación de las huellas.
14. El historiador tiene que determinar para qué le puede servir la ________________ procedente de fuentes,
la información falsa de fuentes
o aquélla que es verídica y proviene de fuentes _____________.
263
Historia
15. La contraposición entre individuo y
segunda suelen actuar en
16. El protagonista de la historia es el
pone al descubierto un falso dilema, pues el primero y la
.
en
.
17. En el mundo occidental fue donde se acuñó la distinción entre sociedades premodernas y modernas. En las
primeras, el pasado cumplía la función de
el presente, mientras que para las sociedades modernas los tiempos pasados ya no son vistos como
de vida, sino de forma crítica y como
acumulada.
18. La historiografía se entiende como el
y la
de los textos de historia.
19. La Revista Annales, renovó la historiografía porque puso a la historia en relación con las demás ciencias sociales,
otorgándole un carácter
pues mantiene vínculos sólidos con la economía, la sociología, la
antropología, la etnología, la etnohistoria, la geografía, entre otras.
20. No existe una sola
el
de la historia de los acontecimientos del pasado, ésta se reinterpreta desde
.
21. El historiador se enfrenta al reto de las pocas fuentes escritas para encontrar la información, por lo que acude a las
fuentes
, que son
, leyendas y consejas populares, donde se ha guardado la
de lo que sucedió en el pasado.
22. La tarea del historiador consiste en
lo que otros
.
23. Conforme al análisis de la lectura “La reconstrucción de una historia fragmentaria”, existe una penuria ________
que se acrecienta cuando tomamos como asunto a la historia indígena michoacana.
24. El problema que representan las
es una de las principales razones por las que es difícil acercarse a temas vinculados directamente con los ámbitos indígenas novohispanos. Es necesario señalar la importancia que la
tiene entre estos grupos indígenas.
Escribe en el paréntesis CE si el texto se refiere a la Crítica Externa, y CI si alude a la Crítica Interna de las fuentes
históricas.
25. Si las fuentes sufrieron múltiples accidentes involuntarios o provocados intencionalmente, se
vuelven “sospechosas”, por lo que antes de cualquier consulta debemos cerciorarnos de que
sean auténticas.
(
)
26. Cualquier tipo de fuente proporciona información, incluso cuando un testimonio no es verídico,
es decir, que la versión contenida en él oscurece los hechos, informa sobre los intereses y las
mentalidades que operan en una época determinada.
(
)
27. Si un objeto arqueológico producido en la actualidad es hecho pasar como si hubiera pertenecido
a una cultura del pasado, el historiador no despreciaría esta fuente sino que se preguntaría
por qué fue falsificada, cuál fue la intención, qué cultura crea esas falsificaciones.
(
)
28. El historiador se dispone a determinar si la información que se puede obtener de las fuentes es
sincera. Esto se comprueba al confrontarla con otra información para contradecir, complementar
o refutar la información original.
(
)
264
Ejercicios de autoevaluación
29. Relación de columnas
a) Individuos en la historia
(
)
Es el escenario, el ámbito, que se construye socialmente.
b) Tiempo histórico
(
)
Permite medir la duración de fenómenos sociales.
c) Colectividades en la historia
(
)
Actúan en un plano distinto pero dentro de la historia.
d) Espacio histórico
(
)
Es el objeto de estudio de la historia en su devenir.
30. Relaciona las corrientes historiográficas con sus características colocando dentro del paréntesis la letra que
corresponda.
(
) Positivismo
a.
Se vincula con las ciencias sociales como la sociología, lingüística,
economía y geografía.
(
) Historia social inglesa
b.
Se interesa por el estudio de las clases marginadas.
(
) Escuela de los Annales
c.
Se fundamenta en el método científico para conocer la verdad de los
hechos.
31. Ordena los momentos que dan origen al fenómeno historiográfico enumerándolos del 1 al 6.
(
)
Tema de investigación
(
)
Obra historiográfica
(
)
Preguntas o temas del historiador
(
)
Selección y crítica de fuentes
(
)
Redacción y ordenamiento del material consultado
(
)
Comprensión de fuentes con teorías interpretativas
32. Ordena los pasos que debe seguir el historiador en la investigación histórica
(
)
Utilización de la información verídica de las fuentes históricas.
(
)
Adquisición de habilidades como la búsqueda de datos y la escritura.
(
)
Verificación de la autenticidad de las fuentes históricas.
(
)
Indagación de testimonios sobre el pasado de una sociedad o cultura.
(
)
Síntesis de datos y testimonios a través del discurso histórico.
265
Historia
33. Organiza los archivos que consultó el autor de la lectura “Atando cabos” para reconstruir la historia de Veracruz.
(
)
Archivo General de Indias de Sevilla
(
)
Archivo General de la Nación de México
(
)
Archivos de Cartagena de Indias y Portugal
(
)
Repositorios documentales de Londres
34. Ordena cronológicamente cómo se fue transformando la disciplina histórica a lo largo del tiempo, desde su característica más antigua hasta la más reciente.
(
)
La historia se escribe con documentos por ello se pueden encontrar citas a pie de página.
(
)
Bajo la influencia del positivismo, surge la historia como ciencia.
(
)
El pasado es considerado como fuente de autoridad, guía las acciones humanas.
(
)
Las guerras mundiales cuestionaron la idea del progreso, base de la escritura de la historia.
(
)
La historia se abre a temas como la vida cotidiana, las mentalidades y la vida privada.
35. Ordena cronológicamente las características de las redes sociales a lo largo de la historia.
(
)
Las redes locales y regionales se hacen más espesas; la fundación de ciudades y la vida urbana
permiten la circulación de información, mercancías y enfermedades.
(
)
Se unieron las redes del mundo, integrando un mundo global cuyos cambios son más rápidos y
numerosos.
(
)
Los antepasados crearon solidaridad social a partir del intercambio de información y mercancías, con la
aparición del lenguaje.
(
)
La primera red metropolitana unió a Eurasia y el norte de África gracias a la agregación gradual de
numerosas redes menores.
(
)
Aumenta la densidad de las poblaciones con la llegada de la agricultura, algunos segmentos humanos
forman sus propias redes.
266
Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE HISTORIA
UNIDAD I
Lectura 1. El objeto de estudio de la historia
Lectura 2. Espacio y tiempo históricos
Arreola Rosas, Orlando Osbaldo
2005
“El objeto de estudio de la historia”, en Guía de estudio para el ingreso a las Licenciaturas
de la ENAH, México, ENAH, pp.203-206.
Lectura 3. Cómo escribí una historia
González y González, Luis
1995
“Mis tropiezos con la historia”, en Florescano, Enrique y Ricardo Pérez Monfort, Historiadores de México en el siglo XX, México, Fondo de Cultura Económica, pp.369.
Lectura 4. Atando cabos
García de León, Antonio
2011
Tierra adentro, mar en fuera. El puerto de Veracruz y su litoral a Sotavento 1519-1821,
México, Fondo de Cultura Económica, pp. 11-12.
Lectura 5. El Mediterráneo
Braudel, Fernand
1997
“El Mediterráneo”, en El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II,
México, Fondo de Cultura Económica, tomo I, pp. 12-13.
UNIDAD II
Lectura 1. La historia de la historiografía
Mendiola Mejía, Alfonso
2005
“La historia de la historiografía”, en Guía de estudio para el ingreso a las Licenciaturas de
la ENAH, México, ENAH, pp. 208-210.
Lectura 2. Las corrientes historiográficas
Arreola Rosas, Orlando Osbaldo y Juan Carlos Santander Ontiveros
2005
“Las corrientes historiográficas en el siglo XX”, en Guía de estudio para el ingreso a las
Licenciaturas de la ENAH, México, ENAH, pp. 211-213.
UNIDAD III
Lectura 1. El historiador y su oficio
Lectura 2. Las fuentes históricas: autenticidad y veracidad
Lectura 3. Narración y síntesis
Espinosa Cabrera, Rubén y José Romualdo Pantoja Reyes
2005
“El historiador y su oficio”, en Guía de estudio para el ingreso a las Licenciaturas de la
ENAH, México, ENAH, pp. 218 - 221.
Lectura 4. Sobre el uso de archivos
Farge, Arlette
1994
“Sobre el uso de archivos”, en La vida frágil. Violencia, poderes y solidaridades en el París
del siglo XVIII, México, Instituto Mora, pp. 7 - 11.
UNIDAD IV
Lectura 1. La reconstrucción de una historia fragmentaria
Castro Gutiérrez, Felipe
2004
“La reconstrucción de una historia fragmentaria”, en Los tarascos y el imperio español
1600-1740, México, UNAM/Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pp. 12-13.
267
Historia
Lectura 2. El cristianismo en el espejo indígena
Lara Cisneros, Gerardo
2009
“El cristianismo en el espejo indígena”, en El cristianismo en el espejo indígena. Religiosidad en el occidente de la Sierra Gorda siglo XVIII, México, UNAM/Universidad de
Tamaulipas, 2ª ed., pp. 7-8.
Lectura 3. Zapata y la revolución mexicana
Womack, John
1985
Zapata y la revolución mexicana, México, Siglo XXI, pp. XI-XII.
Lectura 4. Trayectoria ideológica de la Revolución mexicana
Silva Herzog, Jesús
1976
“Trayectoria ideológica de la Revolución mexicana”, en Trayectoria ideológica de la Revolución mexicana 1910-1917 y otros ensayos, México, Utopía, pp. 20-21.
Lectura 5. Redes e historia
J. R. McNeill y William H. McNeill
2004
“Redes e historia”, en Las redes humanas. Una historia global del mundo, Barcelona,
Crítica, pp. 1-3.
Lectura 6. Vista panorámica del siglo XX
Hobsbawm, Eric
1998
“Vista panorámica del siglo XX”, en Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, pp. 12-13.
268
Lingüística
INTRODUCCIÓN
Entre las actividades diarias del ser humano, aquélla que nos resulta más
inmediata y familiar, es la de hablar. Nuestra interacción con otros seres humanos
se da, principalmente, a través del lenguaje hablado. Gracias a él, somos capaces
de dar nuestro punto de vista, hacemos que otros hagan cosas y, en general nos
relacionamos usando esta herramienta. Nos es tan familiar, que pocas veces se
nos ocurre que esta actividad podría ser motivo de un estudio científico, con una
metodología propia y un objeto de estudio definido. De hecho, no resulta nada
descabellado, ya que todos los hablantes reflexionamos acerca de este fenómeno.
Sin duda, alguna vez te habrás encontrado pensando: “qué raro habla esa
persona, ¿de dónde será?”, “¿cuál será el origen de esta palabra?, “¿por qué en
México no pronunciamos la 'c' en palabras como “ceder” igual que los españoles?”
Las inquietudes acerca del lenguaje vienen desde mucho tiempo atrás. Al
conformarse la lingüística como ciencia, ha tratado de responder -a través de un
estudio sistemático del lenguaje- algunas de estas y otras preguntas.
Dado que esta capacidad, hasta donde sabemos, es exclusivamente
humana, es natural que la disciplina que la estudia tenga un lugar importante entre
las investigaciones antropológicas. Además, la relación tan estrecha que guarda el
lenguaje con las manifestaciones culturales propias de cada comunidad, como
pueden ser las narrativas, los discursos rituales, las interacciones sociales, hacen
que la lengua sea de gran ayuda en el estudio de estas manifestaciones. Es
indudable que el lenguaje aporta indicios de esas prácticas culturales ya que es
parte intrínseca de todas ellas y la lingüística antropológica busca descubrir el
significado detrás del uso o desuso de la lengua, de sus diferentes realizaciones,
registros y estilos.
En este módulo conocerás el campo de estudio de la lingüística. Tendrás
un acercamiento a cuáles son sus principales intereses y también distinguirás
cuáles no lo son. Por ejemplo, sabrás que esta disciplina no trata de dictar una
norma prescriptiva que establezca las reglas que deben seguir los hablantes al
hablar. Conocerás, igualmente, cuáles fueron sus inicios y cómo fue el desarrollo
de los estudios lingüísticos, desde la Antigüedad hasta nuestros días, y cómo llegó
a convertirse en la disciplina que conocemos ahora. También te mostramos un
panorama somero de cuáles son las herramientas que utiliza el lingüista para
conocer y analizar las lenguas. El uso y diseño de estas herramientas conlleva toda
una conceptualización del objeto de estudio que se refleja en las distintas teorías
que hay en los estudios lingüísticos, las cuales también trataremos más adelante.
Finalmente, dado que el lenguaje abarca un área muy amplia en nuestra relación
con otros seres humanos, es obvio que interactúe con otras disciplinas con el fin de
estudiar estas zonas de convergencia. En la cuarta unidad revisaremos algunas de
estas interdisciplinas.
En términos generales, a lo largo de este módulo trataremos de vincularte
con el quehacer lingüístico, de forma que tengas un marco de referencia para
distinguir los intereses, métodos y problemáticas de ésta y las demás carreras que
se imparten en la ENAH.
Verónica Reyes Taboada
Mercedes Margarita Tapia Berrón
269
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cómo comunicamos,
conocemos y
comprendemos nuestro
entorno físico y social
a través del lenguaje?
¿La forma en la que
históricamente se ha
reflexionado sobre el
lenguaje nos permitiría
estudiar las lenguas de los
diferentes pueblos y, a la
vez, lo que es el lenguaje
humano en su conjunto?
I.
UNIDADES
Introducción a la
lingüística
II. La lingüística y algunos
enfoques teóricos
III. Los niveles de análisis
lingüístico
IV. El enfoque
interdisciplinario
Lingüística
UNIDAD I. Introducción a la lingüística
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Crees que el desarrollo
histórico de los estudios del
lenguaje ha dado lugar
a la reflexión actual que
guía los intereses de la
disciplina?
¿Piensas que una ciencia
necesita reconocer,
claramente, qué es lo
que estudia y cómo debe
hacerlo?; ¿cómo crees que
llega a reconocerlo?
La lingüística, en términos muy generales, es la disciplina que se encarga del
estudio científico del lenguaje. Es por ello que es importante dejar de lado una
serie de prejuicios que se asocian con esta ciencia y que, en realidad, no tienen
nada que ver con ella. Es muy común que cuando alguien dice que se dedica a
estudiar el lenguaje le pregunten sobre la forma “correcta” de usar tal o cual
término. Sin embargo, es claro que las valoraciones estéticas o normativas no
tienen cabida en un estudio científico.
Una buena manera de entender cómo se fue consolidando este estudio
estructurado y científico del lenguaje es conociendo los antecedentes históricos
que le dieron cabida dentro del ámbito científico y cómo se fue separando de otras
disciplinas. Las reflexiones sobre el lenguaje han tenido un interés diferente en
cada época; por ejemplo, mientras los antiguos hindúes describían los sonidos
para poder interpretar textos sagrados, los griegos discutían sobre el carácter
natural o convencional de los signos lingüísticos, o bien, sobre la clasificación de
las partes de la oración. Posteriormente, en la antigua Roma, la Edad Media o el
Renacimiento encontramos contribuciones menores al estudio del lenguaje, pero
de una u otra forma, en estas épocas surgieron temas que sentaron las bases para
estudios posteriores.
En general, en estos periodos, la preocupación estaba puesta en unas
pocas lenguas prestigiosas, mientras se olvidaban aquellas que no lo eran. No fue
sino hasta el siglo XVIII cuando surgió una preocupación comparatista e histórica
que nos habla de una mayor sistematización de los estudios del lenguaje. Y fue en
los albores del siglo XX cuando la lingüística cobra se carácter teórico fundando en
el planteamiento de Ferdinand de Saussure. Con él, se define el objeto de estudio
de la disciplina y una serie de estudios de corte plenamente teórico.
En esta unidad reflexionarás acerca de la diferencia entre la lingüística
descriptiva y normativa; conocerás los momentos históricos más destacados del
estudio del lenguaje, haciendo especial énfasis en el periodo del siglo XVIII hasta el
primer tercio del siglo XX. También podrás distinguir las diferencias que existen
entre la ciencia lingüística y otras disciplinas que tienen el lenguaje como objeto de
estudio. Esta retrospectiva es, sin duda, un punto de partida necesario para situar
a la lingüística como una ciencia autónoma y objetiva, y, por tanto, para
comprender por qué el lenguaje es visto dentro de ella no como un medio sino
como un fin en sí mismo.
Temario
1. La lingüística descriptiva
2. Hitos históricos en la disciplina
3. La definición de una ciencia
Lectura 1. La lingüística descriptiva y la lingüística prescriptiva
Antxon Olarrea. Adaptación por Verónica Reyes Taboada.
Hasta el siglo XIX, la lingüística era una disciplina principalmente prescriptiva; las
gramáticas tradicionales, desde los tiempos de la antigüedad india y griega,
primordialmente se ha preocupado de describir y codificar la manera “correcta” de
hablar una lengua. A pesar del cambio de punto de vista desarrollado en los
últimos años en el estudio de la facultad humana del lenguaje, este tipo de
gramáticas tradicionales que, en general, intentaban clasificar los elementos de
una lengua atendiendo a su relación con las categorías de la lógica, nos han
proporcionado una larga lista de conceptos de uso evidente en análisis más
modernos.
270
Unidad I
La lingüística tradicional, a pesar de haberse desarrollado durante varios
siglos y de englobar un gran número de escuelas distintas y de perspectivas de
análisis muy diferentes, ofrece un cuerpo de doctrina bastante homogéneo cuyos
presupuestos teóricos comunes pueden resumirse del siguiente modo:
(i) Prioridad de la lengua escrita sobre la hablada. El punto de vista
tradicional mantiene que la lengua hablada, con sus imperfecciones e
incorrecciones, es inferior a la lengua escrita. Por eso, en la mayor parte
de los casos, los gramáticos confirman la veracidad de sus reglas y de
sus propuestas gramaticales con testimonios sacados de la literatura
clásica.
(ii) Creencia de que la lengua alcanzó un momento de perfección máxima
en el pasado, y que es preciso atenerse a ese estado de lengua a la
hora de definir la lengua “correcta”. Un gramático tradicional del
español podría, por ejemplo, defender la idea de que nuestra lengua
alcanzó su momento de máxima perfección en la literatura del Siglo de
Oro, y afirmar, por un lado, que desde entonces la lengua no ha hecho
sino deteriorarse y, por otro, que todos deberíamos aspirar a usar la
lengua como lo hacía Cervantes.
(iii) Establecimiento de un paralelismo entre las categorías del
pensamiento lógico y las del lenguaje, ya que los estudios gramaticales
nacieron en Grecia identificados con la lógica. De ahí viene la tradición
de hacer corresponder a la categoría lógica de “sustancia” con la
categoría gramatical de “sustantivo”, a la de “accidente” con la de
“adjetivo”, etc. La clasificación de las partes de la oración que nos
resulta tan familiar hoy en día, por ejemplo, tiene su origen en la Grecia
clásica.
(iv) Convicción de que la función de los estudios lingüísticos y gramaticales
es enseñar a hablar y a escribir correctamente una lengua. Esta
concepción de la función de los estudios lingüísticos merece especial
atención, pues establece un contraste entre los enfoques modernos y
los tradicionales.
Las reglas prescriptivas, que a menudo encontramos en las gramáticas
tradicionales y en los manuales de enseñanza de segundas lenguas, nos sirven
para ayudar a los estudiantes, y a la gente en general, a aprender sobre la
pronunciación de las palabras, cuándo usar el subjuntivo o el pretérito en español,
por ejemplo, y a organizar de manera correcta las oraciones de la lengua que
estudiamos. Un gramático prescriptivo se preguntaría cómo debería ser la lengua
española, cómo deberían usarla sus hablantes y qué funciones y usos deberían
tener los elementos que la componen. Los prescriptivistas siguen así la tradición
de las gramáticas clásicas del sánscrito, del griego y del latín, cuyo objetivo era
preservar manifestaciones más tempranas de esas lenguas para que los lectores
de generaciones posteriores pudieran entender los textos sagrados y los
documentos históricos.
Una gramática prescriptiva o tradicional del español nos señalaría, por
ejemplo, que debemos decir “se me ha olvidado” y no “me se ha olvidado”; que la
oración “pienso que no tienes razón” es la correcta en lugar de la frecuente “pienso
de que no tienes razón”; que es más correcto decir “si dijera eso no lo creería” en
lugar de “si diría eso no lo creería”; que lo adecuado es decir “siéntense” en vez de
“siéntensen”. Dichas gramáticas intentan explicar cómo se habla la lengua con
propiedad, empleando las palabras adecuadas con su sentido preciso y con
corrección, construyendo las oraciones de acuerdo con el uso normativo de la
lengua.
Los lingüistas modernos, en cambio, intentan describir más que prescribir
las formas lingüísticas y sus usos. A la hora de proponer reglas descriptivas
adecuadas, el gramático debe identificar qué construcciones se usan en
271
El Siglo de Oro se refiere al siglo
época de gran apogeo de la
cultura en España, en la que
vivieron escritores como Miguel
de Cervantes, Lope de Vega,
Calderón de la Barca, entre otros.
XVI ,
El lema de la Real Academia
Española, por ejemplo, es el de
“Limpia, fija y da esplendor”. Su
propósito, por lo tanto, es el de fijar el
uso de la lengua en su mayor
“pureza, propiedad y elegancia”.
Lingüística
El capital cultural es el acervo de
prácticas culturales de un grupo, y no
todas ellas son lingüísticas. Una
danza, un altar, la elaboración de los
alimentos, etc., formarían parte de
este acervo o capital cultural.
Un dialecto es una variedad social o
regional de una lengua que se
identifica por tener un conjunto de
palabras y estructuras gramaticales
particulares.
realidad, no qué construcciones deberían usarse. Por ello, un lingüista descriptivo
se preocupa en descubrir en qué circunstancias se usan “me se ha olvidado” o
“siéntensen”, por ejemplo, y en observar que hay distintos grupos sociales que
favorecen una u otra expresión en la conversación, mientras que éstas, en
general, no aparecen en la escritura. Por el contrario, un prescriptivista
argumentaría por qué el uso de ellas es incorrecto. La pregunta que surge
entonces es: ¿quién tiene razón: los prescriptivistas o los gramáticos
descriptivos? Y, sobre todo, ¿quién decide qué usos de la lengua son los
correctos? Para muchos lingüistas descriptivos, el problema de quién tiene la
razón se limita a decidir quién tiene poder de decisión sobre estas cuestiones y
quién no. Al ver el lenguaje como una forma de capital cultural nos damos cuenta
que las formas estigmatizadas, las declaradas impropias o incorrectas por las
gramáticas prescriptivas, son las que usan típicamente grupos sociales distintos
de las clases medias -profesionales, abogados, médicos, editores, profesores-.
Los lingüistas descriptivos, a diferencia de los prescriptivos en general, asumen
que la lengua de la clase media educada no es mejor ni peor que el lenguaje usado
por otros grupos sociales, de la misma manera que el español no es mejor ni peor,
ni más simple ni más complicado, que el árabe, o el turco, o que el español de la
Península Ibérica no es ni mejor ni peor que el hablado en México, o que el dialecto
australiano del inglés no es ni menos ni más correcto que el británico. Estos
lingüistas insistirían también en que las expresiones que aparecen en los
diccionarios o en las gramáticas no son las únicas formas aceptables ni las
expresiones idóneas para cualquier circunstancia.
¿Se deteriora el lenguaje con el paso de las generaciones, tal como lo
afirman algunos prescriptivistas que intentan “recuperar la pureza de la lengua”?
Los lingüistas descriptivos sostienen que, de hecho, el español está cambiando,
tal como debe, pero que el cambio no es señal de debilitamiento. Probablemente
el español está cambiando de la misma manera que ha hecho de nuestro idioma
una lengua tan rica, flexible y popular en su uso.
Las lenguas están vivas, crecen, se adaptan. El cambio no es ni bueno ni
malo, sino simplemente inevitable. Las únicas lenguas que no cambian son
aquéllas que ya no se usan, las lenguas muertas. El trabajo del lingüista moderno
es describir la lengua tal como existe en sus usos reales, no como debería ser sino
cómo es, lo que incluye el análisis de las valoraciones positivas o negativas
asociadas a usos concretos de la misma.
Actividad 1
En tu cuaderno, elabora un cuadro comparativo donde enlistes los intereses de la
lingüística descriptiva en una columna y los de la normativa o prescriptiva en otra
columna.
Lectura 2. Gramática tradicional y la lingüística moderna
Georges Mounin. Adaptación por Mercedes Tapia Berrón.
Según el punto de vista en que uno se sitúe, la lingüística ha nacido hacia el siglo V
antes de nuestra Era, o en 1816 con Bopp, o en 1916 con Saussure, o en 1926 con
Trubetzkoy, o en 1956 con Chomsky (…).
Un saber muy antiguo
De hecho, se trata a la vez de un saber muy antiguo y de una ciencia muy joven. A los
lectores impacientes por adquirir alguna idea acerca de la lingüística, no está de más
repetirles, que sobrevolar rápidamente pero de modo panorámico por la historia de
un saber muy antiguo, es quizá el mejor medio de abordar la ciencia más reciente:
272
Unidad I
mediante un inventario crítico previo de este montón desordenado de cosas que
cada cual sabe o cree saber sobre el lenguaje. Cosas a menudo fuera de época,
repitámoslo, también, erróneas a veces, o bien en la avanzadilla de la información,
pero siempre fragmentarias, espigadas al azar de los estudios y las lecturas que no
forman ni formarán jamás una cultura lingüística.
Creer que la lingüística acaba de estallar como un trueno en un cielo
sereno sería un error. Desde hace por lo menos dos milenios y medio, los hombres
aplican al lenguaje una reflexión continua. La historia de ésta prepara para
comprender mejor en qué consiste el valor específico de las teorías actuales.
Los hindúes, los griegos, y luego los árabes, han puesto las bases de un
análisis fonético notable, y demasiado pasado por alto durante dos mil años. El
análisis de la palabra en los primeros y la clasificación de las partes del discurso en
los segundos eran ya gérmenes de análisis estructurales. Pero, anteriormente a
ellos, un análisis más sutil de las estructuras del lenguaje se llevó a cabo con las
mismas invenciones de las escrituras. Para alcanzar la escritura alfabética ha sido
preciso tomar conciencia, todo lo empíricamente que se quiera, de la existencia de
las unidades mínimas materializadas por las letras, y que hoy se denominan
fonemas. Meillet no estaba equivocado: “Los hombres que han inventado y
perfeccionado la escritura han sido grandes lingüistas; y son ellos quienes han
creado la lingüística”.
La Edad Media tampoco se ha dormido. En tanto que los puros gramáticos
transmiten las reelaboraciones latinas de las gramáticas griegas, se siguen
creando alfabetos (el gótico, el cirílico, etcétera). Por todas partes empieza, en
Islandia, en Inglaterra, en Francia, en España, e Italia, el gran movimiento de
reformas de la ortografía que, activado por la invención de la imprenta, va a
estimular hasta el siglo XVIII el estudio de la fonética. En el siglo XIV se osa hacer
algo que constituye casi un sacrilegio: escribir las gramáticas de las lenguas
vulgares -honor insigne reservado al latín por un culto milenario-. En el siglo XVI,
exploradores y misioneros dan ya descripciones de lenguas amerindias. También
es la época de los diccionarios políglotas (Ambrosio Calepin) y de las primeras
clasificaciones de lenguas (Escalígero).
Lejos de las gramáticas generales y razonadas que ocupan con frecuencia
todo el espacio en las historias, los siglos XVII y XVIII prosiguen en todas las
direcciones: la fonética progresa a la par que la anatomía; apasiona a los
inventores de estenografías y de lenguas artificiales y a los educadores de sordos.
Se muestran, se describen (sumariamente) centenas de lenguas. Se hacen
estudios del ruso, del copto, del chino. Pero la comparación histórica de las
lenguas queda, a pesar de algunos precursores, oscurecida por un problema
insoluble –el del origen del lenguaje- al que se aplican hipótesis falsas: el hebreo
lengua madre, o los de la psicología de la época sobre lo que debe haber ocurrido
para que los hombres se pusieran a hablar.
La gramática comparada
El descubrimiento del sánscrito, entre 1786 y 1816, representa el gran giro
en relación con esta larga reflexión desordenada. El contacto entre Europa y la
India hace aparecer, con evidencia cegadora, el parentesco del latín, del griego,
del sánscrito, de las lenguas germánicas, eslavas y célticas. Así queda roto el
hechizo de las lenguas madres de origen teológico o filosófico.
Para la reflexión referente a las lenguas se ofrece un nuevo punto de
apoyo, pero destinado todavía, al principio, a la resolución del mismo problema: el
origen del lenguaje.
Bopp, cuya pequeña obra sobre el sistema de las conjugaciones
indoeuropeas abre, en 1816, una nueva era lingüística, está todavía impulsado por
la idea de que va a poder “observar el lenguaje en su eclosión y en su desarrollo”.
273
La fonética es el estudio de la
naturaleza física de los sonidos del
lenguaje
Los primeros alfabetos probablemente surgieron en Mesopotamia a
mediados del siglo II a.C, pero al
parecer fueron los fenicios los
primeros en desarrollar un alfabeto
estandarizado. Muchas de las letras
que usamos hoy en día descienden
de las que utilizaban los escribas
fenicios ya en el año 1000 a.C. En la
siguiente imagen puedes ver una
muestra de esta escritura.
Fuente: ttp://www.blogcurioso.com/losprimeros-alfabetos/ (octubre, 2011).
Estenografía es un sinónimo de
taquigrafía, se refiere a un sistema
de escritura rápida que permite
transcribir un discurso a la misma
velocidad del habla.
¿Has pensado cómo se parecen
entre sí el español, el italiano, el
francés y el portugués? Éstas
también son lenguas emparentadas
entre sí, es decir, pertenecen a la
misma familia lingüística
Lingüística
La diferencia con sus predecesores –que revolucionaría- consiste en que trata de
remontarse hasta este origen y esta evolución mediante métodos puramente
lingüísticos en principio, y no metafísicos o especulativos. Efectivamente, el descubrimiento del sánscrito se conjuga con la moda del comparatismo: entonces se
toman de las ciencias naturales los principios y los métodos que acaban de
proporcionar los resultados asombrosos de Cuvier en paleontología comparada.
Es la época de la gramática comparada.
Así pues, durante medio siglo, se aplica el modelo biológico al lenguaje, a
ultranza: las lenguas serían organismos vivos que nacen, crecen y mueren. Como
todos los organismos vivos, conocerían una hora de perfección breve al final de su
adolescencia: antes de la escritura. A partir del momento en que se escriben,
¡estarían condenadas a la senilidad! Meillet también lo ha observado: Bopp ha
encontrado la gramática comparada mientras buscaba el origen de las lenguas indoeuropeas, como Cristóbal Colón descubrió América al buscar la ruta de las Indias.
La lingüística histórica
Pero estos métodos y estos principios contenían una posibilidad de desarrollo. La
gramática comparada, para establecer un parentesco, no tenía en cuenta la época
histórica de los estados de las lenguas puestos en relación: se comparaba el
sánscrito del primer milenio, el griego del siglo VIII, el latín del siglo V (antes de
nuestra era) con el gótico del IV, el eslavo del IX y el persa del XVI o del XVIII (de
nuestra era). No obstante, para la gramática comparada de las lenguas
germánicas, por ejemplo, elaborada por Grimm, se disponía de textos
escalonados desde el siglo V al XIX para la de las lenguas romances elaborada por
Diez, de textos que se extendían a lo largo de dos milenios y medio. No sólo la
comparación hacía entonces más fácil la demostración de los parentescos, sino
que la cadena ininterrumpida de los textos incitaba a desplazar el centro de interés
de las investigaciones: más allá de los parentescos establecidos, hacia el estudio
de las leyes que gobernaban el paso de un estado dado de lengua al siguiente. La
gramática comparada se convertía en realidad en el estudio de la evolución
continua de las lenguas: la lingüística histórica.
Esta transformación alcanza su cumplimiento en los años 1876-1886, con
la escuela de los neo-gramáticos. La fonética es entonces reina, ella explica la casi
totalidad de los cambios lingüísticos. Para lo demás, se dirigen a la ciencia que
asciende al cielo del conocimiento: la psicología. Pero es la historia, convertida en
ciencia piloto del pensamiento del siglo, la que sigue permaneciendo en el centro
de la teoría lingüística. Se destruyen alegremente las antiguas metáforas
naturalistas y vitalistas del periodo precedente. La lengua no es un organismo
biológico, es una institución humana. La lingüística no pertenece a las ciencias
naturales, sino que “como los demás productos de la civilización humana [...] es
una ciencia histórica”. Tal es la primera frase del gran tratado de lingüística de
Hermann Paul en 1880.
Revolución copernicana es una
frase que significa que algo
transforma completamente un
área del conocimiento
Hic et nunc es una expresión latina
que quiere decir: aquí y ahora
Finalmente, vino Saussure…
Treinta años después, el giro saussuriano viene caracterizado por una mediación
renovada sobre el lenguaje como institución social. Saber, en qué medida, la
investigación de Saussure (1857-1913) ha estado influida por la sociología de
Durkheim, que entonces apuntaba como ciencia, sigue siendo un problema; pero
la influencia difusa es cierta. Sea como sea, Saussure (después de su muerte)
transforma por completo la lingüística con una revolución copernicana. Ha
planteado que la primera etapa de una ciencia del lenguaje debe ser el estudio del
funcionamiento de éste, y no el de su evolución. Y que la lingüística histórica, cuya
legitimidad no discute, debe ser secundaria metodológicamente en relación con
una lingüística descriptiva más fundamental.
274
Unidad I
Jespersen dirá en 1922 que “para la pura ciencia del lenguaje, empezar por el
sánscrito (es decir la lingüística histórica) sería un mal comienzo, lo mismo que lo
habría sido empezar el estudio de la zoología por (y a través de) la paleontología”.
Es la célebre oposición entre lingüística sincrónica y lingüística diacrónica.
Su preocupación por comprender el puro funcionamiento del lenguaje
como institución social, aquí y ahora, lleva a Saussure a poner el acento en la
noción de sistema. La palabra es muy antigua en lingüística, ya que data por lo
menos del siglo XVIII, pero Saussure le da un rigor que hace ya de ella casi un
sinónimo de código. En efecto, para comprender el funcionamiento del sistema,
vuelve sobre el antiguo problema de la naturaleza del signo, abandonado por el
historicista del siglo XIX. En él, signo deja de ser sinónimo de palabra, y la noción de
cadena hablada pasa por delante de la frase: los conceptos enteramente
constituidos de frase y de palabra, transmitidos por una experiencia empírica
bimilenaria, son puestos en cuestión desde sus fundamentos, para saber cómo
funciona esto. El término más importante de Saussure en este terreno es el de
unidad: busca las unidades reales de las que está formada la cadena hablada, sin
a priori, por lo cual nos lleva a la noción de codificación. Aunque no gusta de la
palabra estructura, son análisis estructurales lo que propone para estudiar las
unidades del código que componen los mensajes.
Actividad 2
En tu cuaderno elabora una línea del tiempo como la siguiente y ubica entre cinco
y ocho eventos importantes en el desarrollo de la disciplina.
Antigüedad
Edad Media
Siglo XIX etc.
Actividad 3
De los eventos que escogiste en la Actividad 2, en una o dos frases reflexiona cuál
fue la importancia de cada uno de dichos eventos para el desarrollo de la disciplina
y escribe tu reflexión en tu cuaderno.
Actividad 4
Observa las siguientes siete palabras en cuatro lenguas mexicanas distintas.
En tu cuaderno, compara y agrupa las palabras que presentan parecido y de
acuerdo con esto, qué lenguas pertenecerían a la misma familia lingüística.
275
Lingüística
Actividad 5
A continuación se muestran tres familias lingüísticas de México, localiza las
lenguas de la Actividad 4 y, en tu cuaderno, anota a qué familia pertenece cada
una. Corrobora si la comparación y la agrupación que realizaste en la actividad
anterior fue adecuada.
K'icheano-Mameano
K'icheano
q'eqchi»
uspanteko
Poqom-K'icheano
Poqom
poqomchi»
poqomam
K'icheano nuclear
k'iche»
KaqchikelTz'utujil
kaqchikel
tz'utujil
sakapulteko
sipakapense
Mameano
Teko-Mam
teko
mam
Awakateko-Ixil
awakateko
ixil
¿Creerías que las ciencias necesitan
reconocer qué es lo que pueden o no
estudiar?
Filólogo es el investigador que
estudia el lenguaje a partir de
documentos escritos.
Lectura 3. La definición del objeto de estudio de una ciencia
Mercedes Tapia Berrón.
La lingüística histórica y la gramática comparada del siglo XIX aportaron a la disciplina
lingüística muchos elementos positivos. Sobre todo, se introdujo una metodología de
análisis que dejaba ver la complejidad de las propias lenguas. Sin embargo, la posibilidad
de entender científicamente a las lenguas, en sí mismas, no pudo darse hasta que en
Suiza, el filólogo Ferdinand de Saussure, armado de las herramientas analíticas
generadas hasta el momento, reflexionara, mientras impartía el Curso de lingüistica
general en la Universidad de Ginebra, sobre la importancia de estudiar la lengua, no
desde una perspectiva evolutiva sino desde una perspectiva, más bien, ahistórica, que
276
Unidad I
permita comprender los hechos de lengua tal como se daban en un estado
particular. Cabe aclarar, en este punto, que en 1916 se publicó un texto con el
nombre del curso que Saussure impartiera en la Universidad de Ginebra. Dos de
sus alumnos, Charles Bally y Albert Sechehaye, compilaron y ordenaron las notas
de clase para poder hacer públicas las ideas de su maestro, quien no publicó más
que un solo trabajo en toda su vida: Memoria sobre el sistema primitivo de las
vocales en las lengua indo-europeas.
Ahora bien, Saussure consideraba que estudiando fenómenos lingüísticos
parciales para reconocer los procesos de cambio no podríamos entender cómo
una lengua puede ser un sistema que se sostiene, como tal, en un momento dado
de la historia. De esta manera, plantea una separación entre el estudio de los
fenómenos históricos, esto es, diacrónicos y los estudios que le corresponden a
una lengua en un punto específico de su historia, es decir, los estudios sincrónicos.
El estudio de un estado de lengua, de acuerdo con él, permitiría el reconocimiento
de sus elementos (sustantivos, verbos, preposiciones, etc.) y el tipo de relaciones
que éstos contraían unos con otros. Tales elementos y sus relaciones, esto es, el
sistema es a lo que él denominaría lengua, la cual es un producto social de la
facultad del lenguaje. Dicho de otro modo, todos los seres humanos poseen una
capacidad del lenguaje, pero esta capacidad se formaliza de diferentes maneras
en las distintas lenguas del mundo. Así, una lengua será un sistema de elementos
en relación creado por un grupo social particular. La lengua, en Saussure, es un
término que se opone al de habla. El habla sería no el acervo lingüístico de una
sociedad sino la formalización individual de la lengua. El habla será siempre parcial
o contingente, porque los individuos en los diversos actos comunicativos son
incapaces de reproducir el repertorio total de elementos y relaciones que podría
poseer la lengua. Haciendo este par de distinciones, Saussure establece el objeto
de estudio de la disciplina: la lingüística estudia la lengua en sincronía.
Ahora bien, una lengua, de acuerdo con el lingüista ginebrino, era un
sistema de elementos que se relacionan entre sí, un sistema donde todos los
términos son solidarios y su valor resulta de la presencia simultánea de los otros.
Tales términos o elementos lingüísticos son signos. De forma tal que, la lengua es un
sistema de signos. El signo lingüístico es una entidad de dos caras que une un
concepto y una imagen acústica y, en términos de Saussure, el signo lingüístico es la
unión indisoluble entre significado y significante. La imagen del signo lingüístico tal
como se concebía en el pensamiento saussuriano puede observarse como sigue:
La relación que se da entre el significado y el significante es una relación arbitraria, lo
cual equivale a decir que, el significante, generalmente, no alude a ninguna de las
características materiales del significado. Por ejemplo, al decir, el hablante no está ni
imitando el sonido que hace este objeto al rebotar ni caracterizando, en ningún modo,
las propiedades de los materiales con los que ha sido elaborado. Al decir , el hablante
de español es remitido al concepto que se ilustra en la imagen de arriba, igual que lo
sería un hablante de otra lengua, por ejemplo, del inglés. Cuando se profiere la imagen
acústica /bɔl/ el hablante de inglés la unirá indisolublemente a un concepto parecido al
de la ilustración. Por otra parte y de acuerdo con Saussure, el signo lingüístico tenía
277
¿Pensarías que las lenguas pueden
ser estudiadas en sí mismas?
Una lengua o sistema lingüístico es
lo mismo que un idioma. Los idiomas
son lenguas.
Algunas de las definiciones de
lengua que dio Saussure en su
Curso de Lingüística General fueron:
La lengua es…
- una totalidad en sí.
- un producto social del lenguaje.
- la suma de las imágenes verbales
almacenadas en todos los
individuos.
- un sistema de signos arbitrarios.
Se dice que un signo lingüístico
es una unidad psíquica de dos
caras. Entonces, un signo
¿podría compararse con una
moneda? ¿Por qué?
Lingüística
Ferdinand de Saussure determinó
qué es lo que la lingüística debía
estudiar a través del establecimiento
de relaciones de oposición, entre dos
nociones, las cuales se pueden
observar en términos de dicotomía.
Tales dicotomías fueron:
sincronía / diacronía
lengua / Habla
social / individual
significado / significante
arbitrariedad / motivación
mutabilidad / inmutabilidad
paradigma / sintagma
la propiedad de ser inmutable porque la relación entre significado y significante
podría sólo modificarse a lo largo del tiempo, pero en un estado de lengua esta
relación es convencional, por lo que, los hablantes de una lengua en un tiempo
dado relacionarán una imagen acústica con un concepto sin tener la posibilidad de
cambiar, a libertad, la conexión correspondiente.
Saussure decía, en su Curso de lingüística general, que los signos de un
sistema entran en dos tipos de relación: la relación sintagmática y la relación
paradigmática. La primera se refiere al hecho de que los signos se despliegan
linealmente, por ejemplo, en la oración: el niño está en la casa. Ésta sería la
relación sintagmática de los signos “el”, “en”, “la”, “niño”, “casa” y “está”. Como se
observa, los signos no sólo se ordenan uno detrás de otro, sino que se organizan
respondiendo a las reglas del sistema, esto es, el sistema del español tiene una
regla que obliga, por ejemplo, a los artículos a ir antes de los nombres o
sustantivos, por ello, es necesario que la primera construcción formada por dos
signos sea: el niño; y la otra construcción que contiene al otro sustantivo tome la
forma de: la casa. Además, generalmente, en español los sujetos gramaticales
van antes de los predicados, por lo que, de acuerdo con esta regla, el niño deberá
ir antes del verbo está y, así, hasta completar una oración con ese repertorio de
signos que sea comprensible para los hablantes de la lengua en cuestión, en este
caso, del español. Así, las relaciones sintagmáticas serán las que contraen los
signos para formar cadenas de signos o sintagmas y, por ello, la relación podrá
reconocerse cuando los signos involucrados se encuentren presentes.
Por su parte, la relación paradigmática es aquella en la que los signos
contraen una relación por compartir ciertas características. Tales características
podrían advertirse, precisamente, por la posición que ocupan estos signos en el
sintagma. Se podría, por ejemplo, reconocer un sustantivo, en español, cuando
éste se encuentre precedido de un artículo e, igualmente, podríamos reconocer un
artículo, porque éste siempre será seguido de un sustantivo. Si se observa el
esquema de abajo, “señor”, “perro” y “libro” podrían tomar la posición de “niño”, ya
que, el artículo es un artículo masculino. De tal forma que, estos cuatro signos
(“niño”, “señor”, “perro” y “libro”) están contrayendo una relación paradigmática.
La característica que ellos comparten es la de tener la posibilidad de ocupar un
mismo tipo de lugar en el sintagma. Sin embargo, no sería posible tener “niño” y
“perro” al mismo tiempo, es decir, o se utiliza un signo o se utiliza el otro, por lo que
esta relación se da en ausencia. De este modo, los signos lingüísticos, según
Saussure, conforman tanto sintagmas como paradigmas.
La delimitación de un objeto de estudio, en los términos descritos arriba, hizo que
Ferdinand de Saussure fuera considerado el padre de la lingüística, ya que, a
partir de ese momento, la lingüística adquirió su identidad como disciplina
independiente.
Actividad 6
En tu cuaderno, escribe con tus propias palabras, la diferencia entre diacroníasincronía, lengua-habla y sintagma-paradigma.
278
Unidad II
Actividad 7
Para que comprendas mejor el concepto de “signo” de Saussure, en una tarjeta en
blanco dibuja, por un lado una fruta y al reverso su nombre. Después trata de
separar una cara de la otra. ¿Lo lograste? … lo mismo pasa con la relación
significado y significante en un signo lingüístico.
Repaso
En tu cuaderno escribe la respuesta a las siguientes preguntas.
1. ¿Cuáles serían los prejuicios lingüísticos que una ciencia como la
lingüística pretende eliminar?
2. ¿Qué significa que una descripción lingüística debe hacerse en términos
de lo que la lengua es y no en términos de lo que debe ser?
3. ¿Qué implica, en términos de análisis, el hecho de haber llegado a la
definición de escrituras alfabéticas?
4. ¿Cómo definirías una familia lingüística?
5. ¿Cuál fue el método a través del cual los lingüistas pudieron establecer
relaciones de parentesco entre lenguas?
6. ¿Por qué la gramática comparada sirvió para estudiar el cambio
lingüístico?; ¿cómo fue denominada esta corriente lingüística?
7. ¿Por qué Saussure es reconocido como el padre de la lingüística?
8. ¿Cuál es el objeto de estudio de la lingüística, según Saussure?
9. Describe las características de un signo lingüístico.
10. ¿Qué es un sistema lingüístico y cuáles son las relaciones en las que un
signo entra en el sistema?
UNIDAD II. La lingüística y algunos enfoques
teóricos
Una vez que la lingüística llegó a ser una ciencia independiente, la forma en la que
se han estudiado las lenguas, y el lenguaje en general, ha sufrido varios cambios,
como consecuencia de los propios avances generados al interior de la disciplina.
El fenómeno lingüístico es complejo y, por esta razón, los estudiosos del
lenguaje pueden observarlo y estudiarlo desde distintos puntos de vista. Los
esfuerzos realizados en cada uno de los campos de investigación resultan en una
mejor comprensión de lo que es lenguaje y, al mismo tiempo, se constituyen en la
base de las investigaciones posteriores. En esta unidad, revisaremos diferentes
perspectivas teóricas que nos ofrecen un panorama de las lenguas como sistemas
estructurados del lenguaje como un sistema de comunicación y como herramienta
cognitiva. De modo que los sistemas pueden observarse de maneras, más o menos estáticas y sin relación con los significados que éstas poseen; o pueden verse
como cumpliendo una función, esto es, como instrumentos que facilitan la comunicación entre los individuos de una comunidad; o como herramientas, a través de
las cuales podemos conocer y experimentar nuestro mundo social y físico.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿La complejidad del
fenómeno lingüístico
te haría pensar en que
existen varias formas de
observarlo?
¿Tú crees que se pueden
describir las lenguas
sin que se atienda
al significado de los
elementos lingüísticos?
Temario
1. Los primeros desarrollos lingüísticos en América
2. La investigación funcional del lenguaje
3. El lenguaje y la cognición
279
¿El lenguaje nos serviría
para comunicarnos y para
conocer, al mismo tiempo?
Lingüística
Lectura 1. Los primeros desarrollos lingüísticos en América
Jirý Černý. Adaptación por Mercedes Tapia Berrón.
Casi al mismo tiempo que el Curso de lingüística general de Ferdinand de
Saussure –e independientemente de él - comenzó a formarse el estructuralismo
lingüístico también en los Estados Unidos de Norteamérica. Con él, por primera
vez empezó, después de muchos siglos, la lingüística fuera de Europa.
Franz Boas, uno de los antropólogos
americanos más connotados de
principios del siglo pasado,
consideraba que no podía conocerse
una cultura si no se conocía su
lengua.
El estructuralismo norteamericano tenía varios rasgos comunes con el de
Europa; fue ante todo el acento común sobre el carácter sistemático de la lengua,
o sea, sobre la necesidad de examinar los fenómenos lingüísticos siempre junto
con las relaciones que los unían. Sin embargo, el estructuralismo americano, ya
en el momento de su aparición, tenía varios rasgos con los que difería del europeo,
manteniendo estas diferencias durante todo el período de su desarrollo, es decir,
desde los años veinte hasta finales de los años cincuenta. Fueron sobre todo los
rasgos siguientes: a) acento en la antropología y la etnografía; b) tendencia
pronunciada a sobrestimar la forma en perjuicio del significado; c)
aprovechamiento de los métodos matemáticos.
Una lengua ágrafa es una lengua sin
tradición escrita.
La orientación antropológica se desprendía del hecho de que,
prácticamente, todos los lingüistas americanos se dedicaron al estudio de las
lenguas indígenas, sin limitarse sólo a la lengua, sino examinando en la mayoría
de los casos también las condiciones de vida de los pueblos indígenas, sus
costumbres y su “comportamiento”. Estas lenguas, como era de suponerse, eran
lenguas ágrafas, por lo que fue posible estudiar solamente su estado actual. Con
ello, esta corriente lingüística se encuentra relacionada con la casi absoluta falta
de interés por la evolución de la lengua.
La lingüística, generalmente, trabaja
con la oralidad. Si esto es así,
¿pensarías que cuando se habla de
forma lingüística, ésta es acústica?
Otro rasgo característico de los lingüistas americanos consiste en su
profunda concentración en el estudio de la forma lingüística. En lo que se refiere al
significado se dedican, por regla general, al contenido gramatical, mientras que el
contenido léxico lo dejan inadvertido, aunque, a veces, en el proceso de la
investigación se ven obligados a tomarlo en consideración.
La semántica es el área de la
lingüistica que estudia el significado.
Podría pensarse que el motor de
un carro es un sistema, en él, cada
componente entra en ciertos
procesos y, además, ocupa un
lugar en el espacio. Usando esta
analogía, podría decirse que ítem
y proceso, es el análisis donde un
elemento o unidad del sistema
lingüístico se analiza a partir de
los procedimientos de los cuales
es parte; e ítem y arreglo, es el
análisis donde se reconoce el
arreglo o los lugares en los que un
elemento o unidad del sistema
lingüístico se localiza, lugar que,
en última instancia, corresponde
a su empleo particular en la
gramática.
La tendencia a eludir los problemas del significado sin duda está motivada
por el estado poco satisfactorio de la semántica de la época y, por otra parte, por el
esfuerzo de hacer la investigación “más científica”. La semántica constituye,
actualmente, la parte menos elaborada de la lingüística, y sobre el significado
lingüístico hasta ahora, desgraciadamente, tenemos nociones muy superficiales.
La forma, por el contrario, es fácilmente accesible: es el material concreto que está
a disposición de cualquier investigador. A pesar de ello, hay que hacer constar que
la forma y el significado, también en la lengua, están estrechamente unidos.
Cualquier tendencia a dedicarse sólo a uno de los dos componentes puede llevar
a resultados parciales e incompletos. La preferencia de la forma lingüística
necesariamente tiene como consecuencia el formalismo, que es tan típico de toda
una serie de descriptivistas americanos.
El tercer rasgo característico de la lingüística americana de la primera
mitad del siglo XX está relacionado con el anterior. Es el esfuerzo de aplicar, en la
mayor medida posible, los métodos matemáticos en la lingüística, lo que se
manifiesta, por ejemplo, por la confección de los llamados modelos de descripción
gramatical. Hasta ahora se han elaborado dos clases de modelos: a) el llamado
modelo IP (ítem y proceso) describe las relaciones que hay entre las unidades
como los procesos en los que ciertas unidades se derivan de otras
fundamentales (p. ej. la palabra plural “hombres” se deriva del singular
280
Unidad II
“hombre”); este modelo era utilizado, preferentemente, por el prominente lingüista,
Edward Sapir; b) el modelo llamado IA (ítem y arreglo) describe las unidades
organizadas una al lado de otra, así como las posibilidades de sus combinaciones
mutuas (p. ej. la palabra “hombres” se considera como la combinación de la base
“hombre” y del morfema gramatical de plural –s); este modelo lo prefería otro de los
grandes exponentes de esta corriente lingüística, Leonard Bloomfield.
Al eludir el significado, la teoría se basó en el estudio de las diferencias
formales que hay entre las unidades particulares. Tal esfuerzo llevó a algunos
descriptivistas a examinar la llamada “distribución” de las unidades de la lengua, o
sea, su posible aparición en ciertas posiciones dentro del enunciado. Así, por
ejemplo, los términos posición y sustitución demuestran el afán por clasificar las
unidades de la lengua, exclusivamente, según la posición que pueden ocupar en el
enunciado y según sus posibles sustituciones por otras unidades que podrían
aparecer en el mismo lugar. De tal forma que, en las oraciones de (a) y (b), abajo,
podríamos sustituir el término que se encuentra en la posición de la palabra “el” por
los términos “este”, “aquel” o “su”; y el término que se encuentra en la posición de la
palabra “dulce” por los términos “libro”, “carro” o “postre”.
a) el lápiz es bueno
este
aquel
su
b) nuestro dulce es bueno
libro
carro
postre
Estas tendencias alcanzaron su apogeo en la extensa obra publicada por
Zellig S. Harris bajo el nombre de “Métodos de la lingüística estructural”, en 1951.
Con ayuda de la lógica formal y las matemáticas, Harris se aproximó más que
nadie al mayor ideal bloomfieldiano: encontrar un método que hiciera posible
describir la lengua con medios “científicos”. Su esfuerzo simplificador se puede
observar, por ejemplo, con su simbología, que sirve para designar las clases
particulares de palabras: con el símbolo N designó al sustantivo, con el símbolo A,
al adjetivo y con el símbolo P al pronombre posesivo. Así, una secuencia como mi
mejor amigo, sin aludir a las palabras de la lengua y, en consecuencia, al
significado, podría escribirse P+A+N, sobre la que podrían escribirse más frases
como: su gran libro o tu buen perro. De este modo, la “distribución” es entonces la
posibilidad que las partes de un enunciado tienen de aparecer en cierta posición,
interpretada en relación con todas las demás partes; o el conjunto de todos los
contextos en los que una unidad lingüística puede aparecer.
La aportación positiva del descriptivismo norteamericano consiste, ante
todo, en que al lado de Europa apareció otro centro en el que la lingüística se
convirtió en una ciencia independiente, creándose las condiciones para poder
confrontar dos y, eventualmente, más corrientes lingüísticas. El periodo
culminante del descriptivismo quedó interrumpido, de repente, a finales de los
años cincuenta, cuando se vio desplazado por la gramática generativa y
transformacional de Noam Chomsky. Ésta se convirtió, entonces, en la corriente
dominante en los Estados Unidos de Norteamérica.
A finales de los años cincuenta, Chomsky propuso una concepción completamente nueva de la lengua, que suele considerarse como la primera variante de la
gramática, la cual se designó como gramática generativa, que se trata de una
gramática que concibe la lengua como un proceso creativo en el que las oraciones
particulares se generan, de acuerdo con ciertas reglas. El conjunto de dichas
reglas, es la gramática de la lengua respectiva. De acuerdo con Chomsky, en la
lengua hay un número limitado tanto de reglas como de unidades léxicas (palabras)
que, aunque restringidas, hacen posible “generar” (crear) un número
281
El descriptivismo adoptó un método
que permitía reconocer el conjunto
de todos los contextos en los que
una unidad lingüística podía
aparecer, esto es, un método de
análisis distribucional.
El método distribucional sigue
siendo el método de análisis
lingüístico ideal para acercarse a la
descripción de una lengua.
¿Crees que cuando un niño dice
“cabo”, en vez de, “quepo” se ha
equivocado o está aplicando una de
las reglas de conjugación verbal de
nuestra lengua?
Si tu respuesta fue afirmativa, ¿quien
le habrá enseñado esa regla?
Si tu respuesta fue negativa, ¿por
qué crees que ese error sea tan
común en los infantes?
Se denomina gramática generativa,
porque cuando un niño ha deducido
la gramática de su lengua es capaz
de generar o crear un número
virtualmente infinito de oraciones
Lingüística
Para los generativistas el lenguaje
es una facultad cognitiva que nos
permite, precisamente, conocer
“lengua”.
La facultad cognitiva sería una
capacidad innata. Esto es, según
estas teorías, nacemos con ella. Y
sería esta la razón por la que el
conocimiento lingüístico se adquiere
con muy poco estímulo y en un
tiempo muy corto.
Los lingüistas usamos el término
lengua natural en contraposición a
otras formas de comunicación,
como, por ejemplo, los lenguajes
artificiales utilizados para la programación de computadoras.
ilimitado de oraciones que correspondan a las necesidades momentáneas de los
hablantes.
Al igual que los lingüistas del periodo inmediatamente previo a la aparición
de la teoría de la gramática generativa, Chomsky busca formalizar la descripción
gramatical con ayuda de símbolos, ya que se esforzó también, en simplificar en la
mayor medida posible dicha descripción.
Una de las principales ideas de la gramática generativa es la de la
distinción que el autor hace entre competencia y actuación, la cual le sirve de
medio metodológico fundamental de la investigación. Según Chomsky, cada
hombre tiene la capacidad innata de dominar la gramática de cualquier lengua. Un
niño normal, al oír a su alrededor las oraciones de una lengua dada, es capaz de
derivar el sistema gramatical de esa lengua. Tal exposición a la lengua, resulta
insuficiente en términos de estímulo, es decir, no se le repiten y repiten al niño las
distintas oraciones y, no obstante esto, él puede deducir la gramática de la lengua.
Al dominar la lengua, el niño es capaz de crear una cantidad ilimitada de
oraciones. Así, la competencia de los hablantes es justamente esta capacidad de
inferir las reglas de su lengua y crear nuevas oraciones con ella. Por su parte, la
actuación sería el conjunto de manifestaciones lingüísticas reales y concretas de
los hablantes y depende, en gran medida, de la competencia, pero al mismo
tiempo está expuesta a fuertes influencias extralingüísticas, como son la
capacidad limitada de la memoria, las situaciones específicas de habla, las
propias distracciones de los hablantes, entre otras. Estos factores hacen
imposible, según Chomsky, que la actuación sea una copia fiel de la competencia,
por lo que, su estudio se centra en la competencia y no en la actuación.
La versión original de la teoría de la gramática generativa ha sufrido
considerables cambios, aunque en sus últimas versiones, Chomsky sostiene que
las variantes lingüísticas se limitan exclusivamente a su vocabulario, mientras que
las reglas gramaticales de la lengua (la gramática universal) sólo contienen un
número reducido de principios simples que, con sus relaciones mutuas interiores,
han de ofrecer un sistema suficientemente complejo para poder ser aplicado a
cualquier lengua natural.
Actividad 1
De acuerdo con la lectura, contesta brevemente en tu cuaderno las siguientes
preguntas.
¿Cuál es uno de los rasgos comunes entre el estructuralismo lingüístico
norteamericano y el europeo? ¿Cuáles son los tres rasgos fundamentales que
diferencian al estructuralismo norteamericano del europeo?
Actividad 2
Escribe en tu cuaderno, el nombre de los autores de las siguientes corrientes
lingüísticas: gramática generativa, descriptivismo y distribucionalismo. Resume
las principales características de cada una de ellas
¿Pensarías que las lenguas son
códigos que fueron creados para
podernos comunicar?
Lectura 2. De la forma a la función
Mercedes Tapia Berrón.
Como hemos mencionado, el estructuralismo tiene dos vertientes, una europea y,
la otra, americana aunque, en algún punto de la historia las perspectivas teóricas
de ambos continentes se confrontan y transforman en beneficio del propio
desarrollo de la disciplina. Durante la primera etapa del estructuralismo,
282
Unidad II
los lingüistas de estas dos regiones se encuentran resolviendo problemas de
índole distinta. Europa posee una gran cantidad de documentos escritos de sus
lenguas; por tanto, la preocupación por reconocer partes de la oración, léxico e,
incluso, fonemas no está tan presente, como sí lo estaría en América.
El estructuralismo europeo de la primera mitad del siglo XX se extendió de
Ginebra hacia Copenhague, Francia y Praga, principalmente. En estos tres
centros, se desarrolla un pensamiento lingüístico que enfoca la descripción de la
estructura en términos funcionales. Tal concepción funcional se refiere, de manera
primordial, a dos aspectos. El primero está vinculado con la propia concepción de
sistema y de sus elementos en relación. De acuerdo con esto, las relaciones que
contraen los elementos lingüísticos se dan en términos de dependencias: la
presencia de x depende de y, por tal motivo, x se define en virtud de y o en función
de y. El tipo de función obedece al grado de dependencia que existe entre los
elementos que contraen la relación. Por ejemplo, en una oración como “la liebre
corre rápido por el campo”, puede observarse que los artículos “la” y “el” no podrían
aparecer si no estuvieran seguidos de los sustantivos “liebre” y “campo”; y utilizar
ambos sustantivos sin el artículo resultaría en una oración que, definitivamente,
sería extraña para los hablantes de español. Sin embargo, el adverbio “rápido”,
aunque sólo puede aparecer cuando modifica a un verbo, su uso es opcional; el
hablante puede decidir si lo incluye o no, sin alterar de manera significativa el
sentido general de la oración. De esta forma, la dependencia entre artículo y
sustantivo es mucho más estrecha que la dependencia entre adverbio y verbo.
Una, en el caso del ejemplo, es obligatoria y la otra no. Si bien este análisis en
términos de funciones entre elementos del sistema es ampliamente desarrollado
por las escuelas teóricas que se establecieron en Europa, el otro aspecto que
atañe a la noción de función, no tiene que ver, directamente, con la descripción del
sistema y sus elementos en relación, sino con la función que cumplen las lenguas
y, en última instancia, el lenguaje humano, esto es, con su función comunicativa.
Este otro aspecto relacionado con la función que desempeña el lenguaje
en las sociedades humanas es esencial. Dependemos de él para comunicarnos y
las lenguas naturales son una especie de herramienta que nos facilita la tarea. Las
lenguas son, entonces, sistemas a través de los cuales los individuos intercambian
las distintas formas de ver, sentir, pensar y navegar el mundo. Profundizar en este
aspecto llevó a varios cambios sobre la manera en la que se habían estado
estudiando los sistemas lingüísticos. Las distintas sociedades, a través de sus
lenguas, codifican diferentes aspectos relevantes para ellas y tales aspectos
estaban siendo atendidos en la descripción, lo cual da origen a una corriente
teórica que por las cuestiones descritas, hasta aquí, es conocida como
funcionalista. Al principio, tal corriente conserva trazas estructuralistas muy claras
pero, en un momento dado, la estructura en sí y por sí deja de considerarse el eje
sobre el cual se centra la investigación para un sector importante de estudiosos del
lenguaje. En un principio, tanto los teóricos de Europa como los de América, habían
puesto el acento en el análisis de la oración. Pero con el paso del tiempo tal unidad
de análisis resultaba insuficiente para comprender la lengua como un todo y el
fenómeno lingüístico, en general, porque quedaba claro que los seres humanos no
se comunicaban con oraciones aisladas sino con conjuntos de ellas que se
relacionaban entre sí, formando discursos coherentes. El cariz comunicativo ponía
de relieve, igualmente, la función no sólo gramatical de los elementos en las
lenguas, sino la función que éstos desempeñaban en términos de transmisión de
información significativa para la interacción. Así, entonces, se observaba con
atención cómo la propia interacción situada en un momento dado e involucrando a
ciertos actores estaba delimitando, de algún modo, el tipo de formas lingüísticas
que se seleccionaban para cumplir con éxito la función de comunicar. Entre los
283
¿Tú crees que uno puede usar
cualquier palabra en cualquier
momento y para cualquier cosa?
Lingüística
Si las lenguas cumplen la función de
comunicar, entonces, los integrantes de
una comunidad lingüística, tienen que
ser capaces tanto de utilizar la gramática
de su lengua como de reconocer los
momentos y elementos necesarios para
llevar a cabo exitosamente un
intercambio comunicativo.
precursores de esta corriente de pensamiento pueden reconocerse a Roman
Jakobson, André Martinet y Dell Hymes, entre otros. Y, en las postrimerías del
siglo anterior y mucho más alejados de los planteamientos estructuralistas,
pueden identificarse a William Foley, Robert D. Van Valin, Joan Bybee, Talmy
Givón y Paul Hopper, por mencionar algunos.
Un estudio como el descrito aquí, estaría ocupándose del análisis de
textos, principalmente orales, de distintos géneros discursivos, tales como la
conversación, la narración y el discurso ritual. De acuerdo con el funcionalismo
actual, la producción de cualquier texto supone no sólo una competencia
gramatical, como la postulada por Noam Chomsky, sino una competencia
comunicativa, la cual hace que el hablante ponga en juego tanto su conocimiento
sobre la lengua como su conocimiento sobre sus interlocutores y los espacios en
los que se lleva a cabo el intercambio comunicativo. Un análisis que considera la
puesta en escena de todos los factores que intervienen en la comunicación exige
el reconocimiento de los elementos que conforman las oraciones, de los
elementos que posibilitan la cohesión discursiva y de los elementos que se
relacionan directamente con los contextos discursivos. Información, toda ésta,
que se pone de manifiesto durante la interacción lingüística. El reconocimiento de
los elementos que conformaban las oraciones era una tarea que se había llevado
a cabo por largo tiempo, el paso siguiente sería el de la descripción de las formas
que hacen posible la congruencia discursiva. Una muestra de este primer avance
en la descripción puede observarse, por ejemplo, en el texto (1), abajo. Aquí, los
verbos “revisar” y “hacer” están conjugados en pretérito y en 3ª persona del
singular (“revisó”, “hizo”), al igual que el verbo “tomar” (“tomó”), lo cual nos permite
reconocer que el sujeto de estos tres verbos es “el maestro”, con lo que se evita la
repetición de “el maestro” en cada uno de los casos. Por su parte, las palabras
subrayadas (“las” y “ellos”) nos indican que algo ha sido referido con anterioridad
en el discurso, “las”, alude a “las tareas”, mientras que “ellos” alude a “los
alumnos”. Estas palabras son formas pronominales que, al igual que las
conjugaciones mencionadas arriba, nos permiten referirnos a los sustantivos
utilizados previamente sin repetirlos y sin perder la coherencia del texto. Ahora, en
términos del análisis de los elementos que se relacionan directamente con los
contextos discursivos tenemos un ejemplo en el texto (2). Se observa que los
verbos subrayados (“poder”, “preferir”, “disculpar” y “creer”) están conjugados en
3ª persona del singular. Sin embargo, el diálogo se lleva a cabo entre una 1ª
persona y una 2ª persona, lo cual nos haría pensar en formas como, “podrías”,
“prefieres”, “disculpa” y “crees”. Pero lo que ambos hablantes (cliente y
dependiente) han puesto en juego es el conocimiento sobre las distinciones
gramaticales que deben hacerse, en español, cuando se trata de un diálogo que
requiere formas de respeto. Respeto que, en este caso, se da entre dos hablantes
que no se conocen e independientemente de la edad de cada uno de ellos. Están,
pues, codificándose formas de trato personal que son relevantes y significativas
para hablantes de una lengua como la nuestra.
1) El maestro tomó las tareas de
los alumnos y las revisó con
cuidado; y al comenzar la
clase siguiente, hizo los
comentarios pertinentes a
cada uno de ellos.
284
2)
Cliente: Buenas tardes, me
podría dar un paquete de
pañuelos. Dependiente:
Con gusto. ¿De qué color
los prefiere? Cliente: Azul,
por favor. Dependiente:
Disculpe, por ahora, no los
tenemos en azul.
Unidad II
Cliente: ¿Cuándo cree que les
llegarán en ese color?
Dependiente: En una semana,
señor.
Cliente: Muy bien, regreso
entonces.
El reconocimiento de la importancia de los factores descritos representa un
progreso en el análisis lingüístico. El funcionalismo en gran parte de sus
versiones, supone un avance en la comprensión del fenómeno lingüístico global.
Aunque es importante apuntar que tales logros en el desarrollo teórico de la
disciplina no hubieran podido alcanzarse sin los planteamientos teóricometodológicos de los siglos precedentes. Los resultados obtenidos con
anterioridad, simplemente, hicieron evidente la necesidad de expandir el análisis
para poder dar cuenta de la complejidad del lenguaje humano. Esto, sin embargo,
no representaría, en modo alguno, el fin del camino. Con las propuestas
funcionalistas se extienden las parcelas de conocimiento que, en turno, podrán
conformar una explicación más acabada sobre nuestro sistema de comunicación.
Actividad 3
En tu cuaderno, escribe en un par de renglones a qué se refería la primera noción
de función mencionada en el texto y, después, en una sola línea define función en
términos de la segunda forma en la que ésta se entiende.
Actividad 4
En el parlamento del texto (2): Con gusto ¿De qué color los prefiere?, ¿para qué
sirve la palabra “los”? ¿Sería una forma que señala elementos del contexto o
elementos que han sido mencionados en el discurso con anterioridad?
Lectura 3. La lingüística cognitiva
María Josep Cuenca y Joseph Hilferty. Adaptación por Mercedes Tapia Berrón.
La lingüistica cognitiva es una teoría lingüistica, hasta cierto punto, heterogénea
por su propia naturaleza interdisciplinar e integradora. No obstante, es posible
determinar un conjunto de ideas comunes sobre el lenguaje y la cognición que la
configuran como paradigma. La lingüística cognitiva se sitúa, en primera instancia,
entre las ciencias cognitivas (la psicología, la antropología, la inteligencia artificial,
etc.), que se ocupan de diferentes aspectos de la cognición humana. De este
modo, la lingüística cognitiva adopta un punto de vista filosófico que, en los años
ochenta, George Lakoff y Mark Johnson denominaron experiencialismo o realismo
experiencial, en contraposición al objetivismo. Desde una perspectiva general, las
características de ambas concepciones de la cognición, la objetivista y la
experiencialista, se pueden resumir con las siguientes consideraciones:
a) Para los defensores del objetivismo, el pensamiento es una manipulación
mecánica de símbolos abstractos, que adquieren su significado por
correspondencia directa con el mundo exterior. Para los experiencialistas, el
pensamiento es más que una manipulación de símbolos abstractos; presenta
una estructura ecológica en el sentido de que la eficiencia en el procesamiento
cognitivo depende de la estructura global del sistema conceptual, y no
simplemente de operaciones entre símbolos aislados.
b) Como consecuencia de (a), desde el punto de vista objetivista, la mente
humana es un “espejo de la naturaleza”. El pensamiento es abstracto e
independiente de las limitaciones del cuerpo humano, de su sistema perceptivo
y nervioso. Por el contrario, para el experiencialista, el pensamiento –las
estructuras que constituyen nuestros sistemas conceptuales –surge de la
285
Las ciencias cognitivas son las
ciencias que se ocupan de las formas en las que los seres humanos
conocemos y pensamos. El término
cognitivo refiere, precisamente, a
esta noción de conocimiento.
Lingüística
¿Qué ves aquí, una copa o dos
caras?
http://gestaltvenezuela.blogspot.com/
No importa qué hayas contestado.
Es más, puedes ver una y la otra. Lo
que sucede es que tus sentidos
percibieron ciertas cosas que
conformaron una gestalt, una
configuración.
La forma particular en la que habla
una persona, es denominada
idiolecto.
experiencia corpórea y tienen sentido según dicha experiencia (el carácter
corpóreo del lenguaje). De forma tal que el núcleo de nuestros sistemas
conceptuales se basa directamente en la percepción, en el movimiento
corporal y en la experiencia física y social.
c) El pensamiento, según los objetivistas, es atomístico, puede ser
descompuesto en simples “bloques de construcción” (los símbolos
utilizados en el pensamiento), que se combinan en unidades complejas y
se definen por principios generales de manipulación simbólica. Para los
experiencialistas, el pensamiento tiene propiedades gestálticas, y, por lo
tanto, no es atomístico: los conceptos tienen una estructura global que es
más que la pura suma de la unión de bloques de construcción conceptual,
a partir de reglas generales.
d) Para los objetivistas, el pensamiento es “lógico”, en el sentido filosófico
del término: puede ser formalizado de manera precisa por sistemas
como los de la lógica matemática. Sin embargo, para los
experiencialistas, el pensamiento es imaginativo, lo cual nos explica la
capacidad para el pensamiento abstracto, que nos lleva más allá de lo
que podemos percibir. La estructura conceptual sólo puede describirse
usando “modelos cognitivos”, no a partir de valores de verdad como los
utilizados en la lógica proposicional. Trasladando esta visión general
de la cognición al lenguaje, el problema básico se plantea en los
términos siguientes: ¿es el lenguaje una capacidad diferenciada y
autónoma respecto a la cognición humana o, por el contrario,
interactúa con los demás sistemas cognitivos y no se puede entender ni
se debe estudiar aislado de ellos? Se trata de una vieja polémica que
representa dos concepciones opuestas sobre la naturaleza del
lenguaje. El experiencialismo considera que el lenguaje, como el resto
de las capacidades cognitivas humanas, está basado en la experiencia
del mundo. Contrariamente a lo que postula una visión tradicional
objetivista o logicista del lenguaje, el significado no existe
independientemente de la cognición. Se entiende que es una parte de
la cognición humana –vinculado, por consiguiente, a las otras
capacidades cognitivas– que se constituye en instrumento para
expresar el significado. El lenguaje permite simbolizar las
conceptualizaciones, y esta función les da forma y, al mismo tiempo,
restringe sus características. Es decir, la estructura lingüística
depende de la conceptualización y, en correspondencia, influye en ella.
El experiencialismo subraya la importancia del cuerpo humano en la
comprensión de los conceptos, de los más palpables a los más intangibles. Es lo
que se conoce como naturaleza corpórea o corporeización del lenguaje. Al
involucrar el cuerpo como foco central de la experiencia se puede explicar con
mayor facilidad el fenómeno de la intercomprensión entre las personas puesto que
los puntos en común son mayores que las diferencias. El lenguaje se sirve de
estas estructuras conceptuales compartidas, convencionalizándolas entre los
hablantes de una comunidad de habla. Por supuesto, existen diferencias
conceptuales entre individuos, pero eso no quiere decir que las estructuras
conceptuales convencionalizadas sean inconmensurables. Por el contrario,
somos capaces de dar sentido a la intención comunicativa de los demás
precisamente porque las estructuras conceptuales que poseemos son
conmensurables y compatibles con las de nuestros interlocutores. De este modo,
el lenguaje se contempla más como un vehículo de comunicación que como una
Torre de Babel de idiolectos.
286
Unidad II
Así pues, la conceptualización, que está condicionada por la experiencia de
nuestro cuerpo, del mundo externo y de nuestra relación con el mundo, es el punto
de origen y de llegada de la investigación sobre la cognición y sobre el lenguaje.
En ese sentido, Lakoff defiende que el experiencialismo es más “objetivo” que el
objetivismo, pues se adecua más a la realidad. El objetivismo implicaría, desde
este punto de vista, una idealización excesiva de dicha realidad.
Desde la perspectiva experiencialista que acabamos de esbozar, se
derivan varias implicaciones teóricas de una importancia crucial. En primer lugar,
el lenguaje no se constituye, según asumen de manera más o menos explícita
modelos como el generativismo, una capacidad separada de las demás, sino que
se relaciona directamente con otros procesos cognitivos con los que comparte
estructuras y habilidades como las siguientes:
Ÿ
formar conceptualizaciones estructuradas;
Ÿ
utilizar una estructura para categorizar otra;
Ÿ
entender una situación en diferentes niveles de abstracción;
Ÿ
combinar estructuras simples para formar estructuras complejas.
En consecuencia, no se debe realizar un análisis aislado del lenguaje, sino
que se impone un enfoque interdisciplinar. Así, a partir de esta concepción del
lenguaje como instrumento de la conceptualización, es decir, como vehículo para
expresar el significado, podemos determinar cuáles son los principios
fundamentales de la lingüística cognitiva, sintetizándolos alrededor de los cinco
puntos siguientes:
1. El estudio del lenguaje no puede separarse de su función cognitiva y
comunicativa, lo cual impone un enfoque basado en el uso.
2. La categorización, como proceso mental de organización del pensamiento,
no se realiza a partir de condiciones necesarias y suficientes que
determinan fronteras infranqueables entre las categorías cognitivas, sino a
partir de estructuras conceptuales, relaciones prototípicas y de semejanza
de familia que determinan límites difusos entre categorías.
3. El lenguaje tiene un carácter inherentemente simbólico. Por lo tanto, su
función primera es significar. De ello se deduce que no es correcto separar
el componente gramatical del semántico: la gramática no constituye un
nivel formal y autónomo de representación, sino que también es simbólica y
significativa.
4. La gramática consiste en la estructuración y simbolización del contenido
semántico a partir de una forma fonológica. Así pues, el significado es un
concepto fundamental y no derivado en el análisis gramatical.
5. Se impone una caracterización dinámica del lenguaje que difumina las
fronteras entre los diferentes niveles del lenguaje (la semántica y la
pragmática, la semántica, la gramática y el léxico) y muestra las dificultades
e inadecuaciones que resultan de la aplicación rígida de ciertas dicotomías,
como la que opone diacronía y sincronía, competencia y actuación. La
gramática es una entidad en evolución continua: un conjunto de rutinas
cognitivas que se constituyen, mantienen y modifican por el uso del
lenguaje.
Actividad 5
Copia el siguiente cuadro en tu cuaderno y escribe en él las oraciones que
aparecen abajo colocándolas de acuerdo con los criterios que proporciona el texto
de la lectura anterior.
287
Lingüística
EXPERIENCIALISTA
OBJETIVISTA
pensar es manipular
símbolos
el pensamiento tiene
propiedades
gestálticas
el pensamiento es
independiente del
cuerpo humano
el pensamiento es
imaginativo y sólo
puede describirse
por modelos
cognitivos
la estructura
global del sistema
conceptual es la
base del
procesamiento
cognitivo
el pensamiento tiene
carácter corpóreo, es
decir, se basa en la
experiencia corporal
humana
el pensamiento es
lógico y puede ser
formalizado y descrito
a partir de valores de
verdad
el pensamiento es
atomístico
Actividad 6
Pregúntale a dos de tus amigos o familiares en qué piensan cuando escuchan el
término “tristeza”; y en qué piensan cuando escuchan la palabra “flor”. Una vez
que te hayan contestado, reflexiona si sus respuestas se vinculan con su
experiencia en relación con esas dos nociones o sólo son las etiquetas de la
lengua, que sirven para nombrar las cosas del mundo.
Repaso
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
¿Cuál fue la circunstancia que hizo que los lingüistas norteamericanos
se ocuparan, sobre todo, por la descripción de las lenguas?
¿Cómo se consiguió que la descripción fuera científica?; ¿tuvo esto
alguna consecuencia con respecto al significado?
¿Cómo explicarías la forma en la que se hace una descripción en
términos distribucionales?; ¿cómo definirías la noción de distribución?,
esto es, ¿cuál sería la distribución de un elemento lingüístico?
De acuerdo con la teoría de la gramática generativa, ¿cuál es la
diferencia entre competencia y actuación?; ¿por qué Noam Chomsky
decidió ocuparse únicamente de la competencia lingüística?
¿Qué quiere decir que la gramática de una lengua es adquirida, por un
niño, con poco estímulo?
De acuerdo con los desarrollos lingüísticos europeos de la primera mitad
del siglo XX, ¿qué función fundamental cumple el lenguaje en una
especie como la nuestra?
¿Cómo explicarías la noción de conocimiento?
¿Por qué, de acuerdo con las perspectivas experiencialistas, el lenguaje
es considerado una capacidad cognitiva?
¿Por qué el significado no existe independientemente de la cognición?
De acuerdo con los acercamientos cognitivistas, explica qué quiere
decir que el lenguaje es un instrumento de conceptualización.
288
Unidad III
UNIDAD III. Los niveles de análisis lingüístico
Las lenguas naturales son, normalmente, series sonoras a través de las cuales se
transmiten los significados que sus hablantes desean comunicar. Esto es lo que
un lingüista escucha cuando se enfrenta a las lenguas que estudia. Sin embargo,
para poder reconocer los elementos significativos que las conforman debe, por
decirlo de algún modo, desmembrarlas. Para ello, realiza un análisis en varios
niveles. En este análisis reconoce los sonidos de las lenguas (sus fonemas), las
unidades mínimas con significado (los morfemas) que forman palabras, las
construcciones con sentido (las oraciones) y los factores que determinan los
significados de todos ellos, cuando lo tienen.
Para llevar a cabo el análisis de las lenguas, la lingüística ha desarrollado
herramientas teóricas y metodológicas con las que puede definir los elementos y
las funciones de cada uno de los niveles que conforman el sistema como un todo.
Tales niveles son muy complejos en sí mismos y, por ello, además de ser
estudiados de muy diversas maneras, constituyen campos de estudio separados y
especializados. En esta unidad, nos acercaremos al estudio de la lengua y sus
elementos y veremos cómo la fonología estudia los sonidos del habla; cómo la
morfología examina la formación de las palabras; la manera en la que la sintaxis
analiza las oraciones y la forma en las que estos elementos, finalmente, son
relevantes, significativamente hablando, y posibilitan la comunicación humana.
PREGUNTAS
GENERADORAS
¿Cómo se analizan la
lenguas?
¿Cuál es la relación entre
los sonidos, las palabras
y las oraciones con los
significados dentro de una
lengua?
¿Cuál es la función de
las situaciones para
comprender los significados
lingüísticos?
Temario
1. La fonología y la morfología
2. La sintaxis
3. La semántica
4. La pragmática
Lectura 1. El estudio de los sonidos del lenguaje
Verónica Reyes Taboada.
Una característica importante de las lenguas humanas es que nos permiten
expresar una enorme cantidad de enunciados y significados con elementos
limitados. Si pensamos en los sonidos que utilizamos para hablar, nos daremos
cuenta de que, en realidad, con un conjunto de pocos elementos podemos
comunicar una gran cantidad de significados. En el caso del español, por ejemplo,
tenemos cinco sonidos vocálicos o vocales y menos de veinte consonantes (el
número exacto depende del dialecto) con los que componemos todas las palabras
y enunciados que decimos. Por ejemplo, en la palabra /sal/, tenemos tres sonidos,
/s/, /a/, /l/. Combinando estos tres elementos de manera diferente obtenemos otra
palabra del español: /las/.
La fonología estudia los sonidos que conforman los inventarios de las
lenguas. De todos los sonidos que es capaz de producir el aparato fonador
humano, cada lengua utiliza un subconjunto diferente, de manera que el lingüista,
cuando empieza a estudiar una lengua, debe investigar cuáles son los sonidos que
forman el inventario de fonemas de esa lengua. Pero ¿qué es un fonema? Un
fonema es un sonido que distingue significado. Por ejemplo, en las palabras /sal/ y
/mal/ sólo cambia un sonido. Sin embargo, para nosotros como hablantes de
español, ese cambio es significativo, esas son dos palabras con significados muy
diferentes, /s/ y /m/ marcan un contraste. Por ello decimos que son fonemas del
español, cada segmento capaz de distinguir un significado es un fonema. Suena
obvio cuando lo vemos así, para cualquier hablante de español es claro que esas
289
Un dialecto es la variante de una
misma lengua. Por ejemplo, el
español que se habla en las costas
varía del español que se habla en el
norte.
En textos lingüísticos se utilizan las
diagonales // para indicar que se
está hablando de fonemas.
Lingüística
La fonética, a su vez, se divide en dos
ramas. La forma en que utilizamos los
órganos para hablar (lengua, paladar,
labios, cuerdas vocales, etc.) es
materia de estudio de la fonética
articulatoria; mientras que la fonética
acústica se ocupa de analizar los
sonidos, según las propiedades
acústicas de las ondas sonoras.
El uso de < > indica que estamos
hablando de grafías, es decir, de
letras.
dos palabras son diferentes. Pero, por ejemplo, hay variaciones en los sonidos
que nosotros no percibimos porque no son contrastivos en nuestra lengua, pero
pueden serlo en otras. El estudio de los sonidos, no como unidades contrastivas
sino desde el punto de vista de su naturaleza física es tarea de la fonética. De
manera que, así como para nosotros es claro que la /r/ y la /l/ son dos sonidos
diferentes, para los japoneses no lo es. En japonés sólo existe uno de ellos como
fonema, y es por eso que cuando hablan otra lengua que sí tiene esta distinción,
ellos no la notan y dicen algunas veces uno y otras veces otro. En el caso del
español, por ejemplo, tenemos dos tipos de realizaciones fonéticas de /d/, una que
es oclusiva, es decir, como un pequeño golpecito de la lengua, como la que
producimos cuando decimos /cuando/, y otra que es fricativa, más suave, como la
que producimos cuando está entre vocales, como en /madera/. Nosotros como
hablantes de español no notamos la diferencia, ya que estos dos sonidos no son
dos fonemas diferentes en español, sino dos manifestaciones fonéticas de un
mismo fonema, /d/, es decir, son alófonos. En cambio, estas mismas dos
realizaciones en otras lenguas sí son fonemas diferentes que los hablantes
distinguen perfectamente entre sí, así como nosotros distinguimos la /l/ de la /r/. El
estudio de los sonidos ya no como entidades físicas sino desde el punto de vista
de su función contrastiva es tarea de la fonología.
En un primer acercamiento a una lengua, el lingüista se encuentra con una
cadena ininterrumpida de sonidos y debe distinguir cuáles de esos sonidos
pertenecen al inventario fonológico de la lengua y cuáles no. En el caso de
encontrarse con una lengua escrita se podría pensar que se puede basar en la
ortografía, el alfabeto latino tiene veintiséis letras, por lo tanto el español debería
tener veintiséis fonemas. Sin embargo, hay otras lenguas, como el francés o el
alemán que se escriben con este mismo alfabeto y no tienen veintiséis fonemas.
De hecho, como ya mencionamos, el español tiene cinco fonemas vocálicos y
menos de veinte consonánticos, de lo que se deduce que debe de haber dos o
más letras que corresponden a un mismo sonido. Es el caso de la <b> y la <v> que
corresponden al fonema /b/, o el de <c>, <s> y <z>, que en el español de México
corresponden al mismo fonema: /s/, entre otros casos. Debido a estas variaciones
se han inventado alfabetos para los diferentes sonidos que existen y así lograr un
acuerdo entre los lingüistas para describirlos. Esta convención se llama,
precisamente, Alfabeto Fonético Internacional.
Fuente: http://www.proel.org/index.php?pagina=mundo/fonetico
290
Unidad III
Como la forma escrita no siempre ayuda, lo que busca un lingüista para determinar
cuáles sonidos de la lengua son fonemas y cuáles no, son lo que llamamos pares
mínimos. /sal/ y /mal/ es un ejemplo de par mínimo en español, dos palabras que
son iguales en todo menos en un sonido, que ocupan la misma posición en la
palabra y su intercambio conlleva un cambio de significado. Las unidades que no
sean contrastivas y sólo muestren variaciones fonéticas en su realización, no se
considerarán fonemas sino alófonos.
Actividad 1
Escribe los pares mínimos para los siguientes fonemas:
suena : sueña
pe a : pe a
_____ : _____
______ : _____
______ : _____
/n/ : /ñ/
/g/ : /k/
/a/ : /i/
/r/ : /l/
/m/ : /n/
Por ejemplo, la /s/ del español
mexicano se realiza a través de
dos alófonos: [s] y [z] (los corchetes
indican que se trata de fonos y no de
fonemas). Si observas en el cuadro
del Alfabeto Fonético Internacional,
la diferencia entre los dos es que /s/
es sorda, es decir no hay vibración
de las cuerdas vocales y en la
sonora [z] sí. Puedes notar la
diferencia cuando pronuncias [sal] e
[izla] donde la /s/ se sonoriza por
su proximidad con /i/ y con /l/, ambos
segmentos sonoros. Si pronuncias
[sal] o [zal] probablemente nadie
notará la diferencia pues en este par
no hay un cambio de significado, es
decir, no son dos fonemas distintos
sino alófonos de un mismo fonema.
Actividad 2
En tu cuaderno y con base en la lectura 1, define los siguientes conceptos y, si es
posible, da algunos ejemplos:
1. fonema
2. alófono
3. fonología
Actividad 3
Pronuncia las siguientes palabras: manto, mancha, tango, oncólogo. Concentra tu
atención en cómo pronuncias la “n”. ¿Siempre colocas la lengua en el mismo
lugar? Estas diferentes variedades de “n”, ¿constituyen diferentes fonemas del
español? ¿O se trata solamente de distintos sonidos que pertenecen al mismo
fonema /n/? Reflexiona tu respuesta. Date cuenta de que, si se trata de diferentes
fonemas, el resultado de pronunciar manto con la 'n' de mango sería una palabra
diferente.
Lectura 2. La morfología
Verónica Reyes Taboada.
La morfología es el estudio de la estructura interna de la palabra.
Tradicionalmente, se tomaba a la palabra como la unidad de análisis, lo cual
resulta a primera vista lógico. Sin embargo, posteriormente, se vio que las
palabras podían dividirse en constituyentes aún más pequeños, estas unidades
más pequeñas, y que son a su vez indivisibles, se llaman morfemas. Éstos son
los constituyentes mínimos con significado que se pueden identificar. Las
unidades de análisis de la morfología son los morfemas. A diferencia de los
fonemas, los morfemas sí tienen significado. Por ejemplo, en perro, podemos
distinguir dos constituyentes que corresponden a los morfemas perr- y -o.
Podemos hacer esta división basándonos en la comparación con otras palabras
del español que tienen la misma raíz: perrito, perrera, perrear, perrón. Todas
estas palabras tienen la raíz perr- unido a otro elemento. De esta manera,
podemos hacer una distinción entre los morfemas en los que podemos identificar
un significado como perr- y los morfemas que no, como -ito,-era, -ear, -ón. A los
morfemas que tienen significado de diccionario y de los cuales se puede dar una
definición, les llamamos morfemas léxicos o lexemas.
291
Por convención, los constituyentes
de una palabra se separan con un
guión.
Afijo es un morfema que se une a
una raíz. Si va antepuesto, como
inter- se le llama prefijo, si va
pospuesto, como mente- se le llama
sufijo.
Lingüística
El criterio de cambio de categoría no
siempre es determinante, ya que
puede suceder que un afijo derivativo
no cause un cambio en la clase de
palabra. Por ejemplo, en el caso del
diminutivo, el derivado sigue siendo
un sustantivo: perr-o, perr- ito, cas-a,
cas-ita, etc.
En la oración: “Comiste pastel”
podemos ver un ejemplo de flexión
verbal. En esta oración el morfema
-iste en la palabra com-iste, nos
indica, entre otras cosas, que la
acción está en tiempo pasado y fue
realizada por una segunda persona
singular 'tú'. En cambio, el morfema eremos afijado a la misma raíz,
com-, nos indicaría que el sujeto es
una primera persona del plural 'nosotros', y que se está hablando de un
tiempo futuro.
En cambio a los morfemas como –ito, -era, -ear, -ón, les llamamos morfemas
gramaticales pues cumplen con funciones gramaticales, por ejemplo, en el caso
de -ear, el de convertir un sustantivo o adjetivo en verbo, como en color-ear, saborear, amarill-ear. Podemos encontrar más de un morfema ligado a una raíz, como
en inter-nacional-mente, donde inter- y -mente son afijos de la raíz nacional. Un
morfema puede coincidir con una palabra, como en el caso de árbol, en el que no
puede reconocerse ninguna otra unidad de significado, pero no siempre es así,
como vimos en el caso de perr-o. Cada morfema se puede utilizar para construir
palabras diferentes en español.
Los morfemas, al igual que los fonemas, son entidades abstractas, ya que
pueden presentar cambios dependiendo del contexto en el que se encuentren.
Por ejemplo, la raíz son- de son-ido, son-ar, cambia a suen- en algunas formas
verbales, como en suen-a, pero tanto son- como suen- corresponden al mismo
morfema. A estas variaciones de un mismo morfema se les llama alomorfos. De
igual forma, el prefijo negativo in-, puede presentarse como in-, im- o simplemente
i-. La primera forma aparecerá con raíces que empiecen con /t/ o /d/, por ejemplo,
in-diferente o in-tolerable, el segundo con raíces que empiecen con /p/ o /b/, como
im-posible y sólo i- aparecerá con raíces que empiecen con /l/ o /r/: i-legible
La morfología se divide en dos grandes ramas, la morfología léxica y la
morfología flexiva. En la morfología léxica podemos encontrar a su vez, dos
procesos, la derivación y la composición. Se conoce como derivación el proceso
mediante el cual se añaden morfemas a una raíz de manera que se forma una
nueva palabra, un nuevo lexema o forma de entrada en el diccionario, por ejemplo,
a la raíz pesca- se le añade -dor, y tenemos pescador. Una de las formas de
reconocer la derivación es porque se produce un cambio en la clase de palabra,
por ejemplo, de la raíz verbal pesca- podemos derivar un sustantivo que es
pescador. De hecho, el sufijo derivativo -dor es muy productivo en español, pues a
partir de muchos verbos se pueden derivar sustantivos como: vendedor,
embaucador, pintor, labrador, etc. En cambio, en la composición se unen dos
raíces y también dan lugar a nuevas palabras. En español, este sistema no es muy
productivo, pero en otras lenguas sí lo es. Algunos ejemplos de composición
serían: sacapuntas, sacacorchos, picahielos. Como puedes ver, la principal
diferencia entre estos dos procesos es que en el primero se une una raíz con un
afijo y en el segundo se unen dos raíces.
La otra rama importante de la morfología es la morfología flexiva. En ella
no se forman nuevas palabras sino que se añaden marcas gramaticales a las
raíces. Estas marcas se denominan gramaticales porque cumplen funciones
gramaticales, por ejemplo, marcar qué elementos de la frase o de la oración se
corresponden unos con otros, el género, el número, la persona, etc. Es decir, la
flexión es un cambio en la forma de una palabra para expresar la relación que
mantiene con otras palabras de la oración. La flexión puede ser nominal o verbal
dependiendo si el cambio se da en un nombre o sustantivo o en un verbo. Las
marcas gramaticales para el nombre son las que indican número (singular, plural,
dual, entre otras), persona, género (en español masculino y femenino). En los
verbos hay marcas de tiempo, modo, aspecto y voz. Las diferentes conjugaciones
de los verbos son flexiones, pues nos pueden indicar, en español, la persona, el
número, el tiempo, etc.
Actividad 4
Aquí te presentamos la conjugación de los verbos “cantar” y “tomar” en
finlandés. Observa atentamente y separa con una línea los morfemas léxicos
292
Unidad III
(los que portan el significado “cantar” o “tomar”) de los morfemas gramaticales (los
que dan la información de primera, segunda y tercera personas y sus respectivos
plurales)
laulan
laulat
laulavi
laulamme
laulatte
laulavat
canto
cantas
canta
cantamos
cantan (ustedes)
cantan
yuon
yuot
yuovi
yuomme
yuotte
yuovat
tomo
tomas
toma
tomamos
toman (ustedes)
toman
Supongamos ahora que hay un verbo en finlandés “lavar”, cuya forma en primera
persona singular sería “teuran” 'yo lavo'. ¿Cómo serían las demás conjugaciones?
Escríbelas en tu cuaderno.
Actividad 5
Revisa las siguientes palabras del español y piensa cuántos morfemas tiene cada
una: retocar, constitución, interminable, cancionero, comedor, lentamente,
indestructible, predecir, compartir, retener, inmortalidad. Escribe cada uno de los
morfemas que encontraste y piensa qué otras combinaciones puedes hacer con
ellos. Este ejercicio te ayudará a darte cuenta del gran número de palabras que
pueden formarse a partir de unos pocos elementos.
Lectura 3. La sintaxis
Mercedes Tapia Berrón.
El análisis lingüístico, entre otras cosas, permite reconocer las partes que
conforman las lenguas (los sonidos, los morfemas, las palabras, las oraciones) y
las diversas maneras en las que estas partes se combinan para producir
elementos significativos que, en última instancia, permiten la comunicación
humana. Las diferentes maneras en las que los elementos lingüísticos se ordenan
en las lenguas del mundo responden a ciertas reglas dentro del sistema. Estas
reglas constituyen la gramática de la lengua y se aplican en los distintos niveles de
análisis. Los fonemas y morfemas de una lengua tienen su orden particular. Las
reglas que gobiernan ese orden también existen en el nivel de la oración. Las
oraciones, así como los morfemas y las palabras, son unidades significativas y su
estudio le corresponde a la sintaxis. Las unidades menores, como las palabras,
realmente adquieren un sentido completo en la oración. De modo que la sintaxis
tiene como propósito estudiar las oraciones conformadas por palabras.
El término sintaxis, en su etimología griega significa: arreglo o unir, lo cual
nos da una buena idea de que lo que interesa a este subcampo de la lingüística es
el cómo del arreglo de las palabras en la oración. Este arreglo, como se ha dicho,
no es arbitrario en las distintas lenguas del mundo. Cada lengua tiene sus propias
reglas para ordenar las palabras en la oración. La oración latina, en (1), muestra
cómo, a diferencia del español, las palabras que cumplen la función de sujeto
(dominus, “amo”) y la de objeto directo (equum, “caballo”) se distribuyen antes de
la palabra verbal (dedit, “dar”), colocándose ésta al final de la oración. Este orden
es bastante fijo en una lengua como el latín.
1. dominus equum cōnsulī dedit
amo caballo cónsul dar
«El amo dio un caballo al cónsul'
293
Lingüística
Frase nominal es la noción que se
utiliza, en lingüística, para nombrar al
conjunto de elementos lingüísticos
que acompañan a un nombre.
Ejemplos de frases nominales en
español serían:
Pedro, la casa, la pequeña niña.
Por su parte, el dyrbal, una lengua australiana, puede modificar el orden del verbo
(“ver”) y de las frases nominales que formalizan a los participantes (ese hombre,
esa mujer) de la oración sin que el sentido de ésta se modifique. Como se observa,
en (2a), la traducción de la oración es “ese hombre vio a esa mujer”, pero si el
orden cambia como en (2b), (2c), (2d) y (2e) el sentido permanece igual. La
traducción de cualquiera de estas oraciones sería, igualmente, “ese hombre vio a
esa mujer”. Las razones por las que los distintos órdenes no modifican el
significado de estas oraciones del dyrbal están relacionadas con la manera en la
que las palabras, gracias a ciertos morfemas, pueden indicar cuál es su función
sintáctico-semántica dentro de la oración. Sin embargo, es en la sintaxis donde tal
posibilidad de arreglo puede observarse y estudiarse.
2.
a) bangul yacanngu bucan balan dugumbil.
ese
hombre vio
esa mujer
“ese hombre vio a esa mujer”
b) [balan dugumbil] [bangui ya canngu] [bucan]
esa mujer
ese
hombre
vio
c) [banguí ya canngu] [balan dugumbil] [bucan]
ese
hombre
esa mujer
vio
d) [bucan] [balan dugumbil] [bangul ya canngu]
vio
esa mujer
ese
hombre
e) [bucan] [banguí ya canngu] [balan dugumbil]
vio
ese
hombre
esa mujer
[Dixon, 1972 Van Valin y LaPolla, 1997:19]
Así, la forma en la que se construyen las oraciones es también importante y es
parte de la gramática de una lengua. Los hablantes reconocen, a través de la
sintaxis, cómo organizar las palabras para que las oraciones sean comprendidas
por quienes los escuchan. Y si ese orden se modifica, se pierde o cambia el
sentido de la construcción. Un hablante de español no sería comprendido si
emitiera una construcción como la de (3a), porque una regla de acomodo de las
palabras del español es la que establece que los determinantes (los artículos, en
este caso) vayan antes de los nominales, por lo que la forma gramaticalmente
correcta sería la que se observa en (3b), de otro modo, la construcción sería,
justamente, porque no sigue las reglas del orden de las palabras en la frase
nominal del español.
3. a) señora la compró todo mandado el
b) la señora compró todo el mandado
Sin embargo, las funciones gramaticales de un elemento dentro del
sintagma están dadas por más que su distribución en él. El significado de las
palabras también interviene en los arreglos sintácticos y es por ello que la función es
denominada sintáctico-semántica. Estos significados se codifican tanto en el verbo
como en las palabras o frases que los acompañan. En nuestra lengua, el orden de la
estructura de una oración declarativa es, normalmente, la de sujeto-verbo- objeto.
En (3b), el sujeto es la frase nominal “la señora”, el verbo es “compró” y la frase
294
Unidad III
nominal que ocupa el lugar del objeto es “todo el mandado”. Podríamos traducir
este orden de la siguiente manera: FN-V-FN. Este es el orden que regularmente
utilizaría el español para que sus oraciones declarativas sean gramaticales, esto
es, sujeto y objeto deben ser frases nominales distribuidas, respectivamente,
antes y después del verbo. Obsérvese, ahora, la oración en (4a). De acuerdo con
la última traducción estructural que acabamos de ofrecer, el sujeto de la oración es
una FN y también lo es el objeto de la oración. La oración cumple con la
descripción estructural de FN-V-FN. Pero esta oración, de no ser en una fábula o
en un cuento de hadas, es imposible, por lo tanto, es agramatical. La razón es que
un verbo como “partir” requiere de un sujeto que además de ser un ser animado
que pueda llevar a cabo la acción, sea humano. Los caballos no parten pan. Algo
parecido ocurriría con la oración en (4b).
4. a) El caballo partió el pan.
b) La casa llegó a la meta antes que todos.
La sintaxis, entonces, es la parte de la gramática de la lengua que en la
que los hablantes reconocen cómo las palabras, de acuerdo con sus
significaciones, se conectan y acomodan para hacer que la oración tenga sentido.
Y su estudio nos permite reconocer cómo las diversas lenguas del mundo
organizan las palabras en construcciones mayores.
Significación, en el contexto de esta
unidad, se referirá al significado de
las palabras y no de las oraciones.
Actividad 6
Observa las siguientes oraciones. Si cambiaras palabra de sitio, la función de
sujeto la desempeñaría otro elemento en la oración: ¿Qué palabra cambiarías en
(1) y qué palabra cambiarías en (2) y dónde las colocarías?
Ejemplo: La zorra persiguió a la rata 4 A la zorra persiguió la rata
1. La señora arropó a la niña.
2. Pedro soñó con María.
Actividad 7
En tu cuaderno explica, brevemente, por qué las oraciones que te presentamos a
continuación son agramaticales.
* El escritorio salió de compras.
* Niño el tomó leche.
* La no corta tijera.
* La bolsa estudió para el examen toda la noche.
Lectura 4. El significado
Mercedes Tapia Berrón.
El lenguaje humano sirve para comunicar y lo que se comunica a través de los
distintos arreglos de fonemas, morfemas, palabras, oraciones y textos
(discursos) son significados. Este aspecto del lenguaje es el terreno de acción
de los estudios semánticos. La semántica es, por tanto, el área de la lingüística
que se ocupa del significado. Tradicionalmente, los estudios semánticos están
vinculados con el significado oracional y con las significaciones léxicas. Con
respecto al primero, la semántica se ocupará de la manera en la que se
combinan los signos lingüísticos para obtener la denotación de las unidades
mayores en las que éstos se insertan: frases, oraciones, textos. Con respecto a
las significaciones léxicas, es la semántica léxica la que se ocupará de la
295
Denotación o denotativo son
términos para nombrar al significado
estable que todo hablante de una
lengua comprendería al escuchar
una palabra.
Lingüística
Observa las siguientes palabras:
guitarra, violín, flauta, oboe, tambor.
¿Cuál es su campo semántico y qué
es lo que las hace diferentes?
Instrumentos musicales es el campo
semántico ya que cada palabra
indica un instrumento musical. Sin
embargo, cada uno de ellos es
diferente si los caracterizamos de
acuerdo a la forma en que se obtiene
de ellos el sonido. La guitarra y el
violín son instrumentos de cuerda, la
flauta y el oboe de viento y el tambor
de percusión.
Polisemia es un término que se utiliza
para referirse a una palabra que tiene
más de un significado.
forma en la que se estructura el vocabulario de las lenguas. Las palabras de una
lengua se agrupan en complejos sistemas que se estructuran de acuerdo con sus
características denotativas, las cuales delimitan los conjuntos o campos
semánticos en los que tales elementos se asocian. Las palabras tienen
significado, el cual refiere a algo. La relación entre la forma y el significado sería,
para algunos teóricos, la referencia y esta referencia puede ser a un objeto real,
como una mesa, un libro, etcétera; o a un objeto imaginario, como un dragón, una
serpiente emplumada, etcétera; o a un concepto que puede referir a valores tales
como la verdad, la gracia, etcétera. Los grupos en los que las palabras entran se
conforman de acuerdo con las relaciones de significado que las piezas léxicas
establecen entre sí. Esto equivale a decir que las palabras pertenecientes a un
mismo campo semántico comparten una parte de su significado con los demás
elementos del campo pero, al mismo tiempo, poseen características que los
diferencian del resto de los elementos del conjunto. Por ejemplo, “rojo”, “blanco”,
“azul”, “verde” y “amarillo” comparten una característica de significado, la de color,
siendo este rasgo el que los agrupa en el campo semántico del color y siendo los
distintos matices uno de los rasgos que los hace diferentes entre sí; mientras que
dentro de los atributos de los términos “cama”, “mesa”, “silla” y “librero” está el de
ser muebles, por lo cual pertenecerían al campo semántico de los muebles y las
peculiaridades de cada uno de estos objetos (forma, uso, etc.) constituirían los
rasgos que los hacen distintos unos de otros.
El significado de la palabra es algo que el hablante de una lengua debe
tener en consideración cuando la relaciona con otra u otras palabras en una
oración. Pero será competencia de la semántica oracional la de comprender cómo
el valor de los signos lingüísticos se da en el contexto del sintagma, esto es, de qué
manera las piezas léxicas, en reunión, expresan una situación compleja. Para
explicar estos fenómenos existen varias perspectivas teóricas pero, por el
momento, nos limitaremos a hablar del papel que juega el contexto semántico
para la comprensión de los sintagmas, el cual se relaciona con la oración y la
forma en la que el significado de una pieza léxica se da con referencia al
significado de los otros signos. Esto puede percibirse cotidianamente al consultar
un diccionario, cuando vemos que un solo término puede tener más de una
acepción y donde el recurso al que el lexicógrafo recurre para aclarar tal polisemia
es al de utilizar los distintos ambientes en los que el vocablo puede aparecer, es
decir, a su contexto. Una forma de mostrar esto podría ser con la palabra “gato”.
¿Qué significa “gato”? Podría ser un felino o una herramienta. Los hablantes, sin
embargo, al escucharla en el contexto de una oración no se confunden sobre su
significado. Cuando oyen que “el gato del vulcanizador no servía” o que “el gato de
María es muy bien portado” no se detienen a pensar si el gato del vulcanizador es
un ser vivo. No hay desconcierto porque el resto de los elementos lingüísticos que
acompañan este término dan la pauta sobre la denotación pretendida. Este
contexto semántico posibilita la comprensión de oraciones que aluden a objetos,
imágenes y situaciones que no se encuentran presentes en el acto comunicativo.
De forma tal que, entre otras cosas, la semántica de la oración tratará de dilucidar
cómo es que el conjunto de elementos lingüísticos que rodean a una pieza léxica
condicionan su significado.
Actividad 8
¿Qué nombre le darías a los campos semánticos de los conjuntos de palabras que
te mostramos abajo?
martillo, pinza,
llave, desarmador
pera, fresa
guayaba, lima
296
tren, carro, taxi,
barco, avión
Unidad III
Actividad 9
En tu cuaderno, establece qué parte de la semántica explicaría el hecho de que un
hablante comprendiera las siguientes oraciones sin confundirse y por qué.
Juan fue al banco.
Las bolsas amanecieron a la baja
El peso se devaluó en esta semana.
El banco está roto.
Las bolsas de papel son reciclables.
Jaime no está en su peso.
Lectura 5. La pragmática
Mercedes Tapia Berrón.
Una emisión lingüística adquiere su significado cabal en el acto comunicativo. Los
hablantes intercambian signos, pero tal intercambio se realiza en un momento
dado, en un lugar determinado y poniendo en relación a hablantes y oyentes con
características específicas. Las situaciones, por lo tanto, son un aspecto
fundamental de la interacción lingüística. La reflexión sobre la importancia de estos
factores en relación con el significado se ha dado a lo largo de muchos años y ha
atravesado distintos campos del estudio, entre ellos la filosofía. Y fue, en 1938,
cuando Charles Morris trató de establecer cuáles eran las tareas de una ciencia
que estudiara los signos, ciencia a la que él convino en llamar, semiótica. Para esta
ciencia, Morris distinguió tres áreas fundamentales de estudio: 1) la sintaxis, la cual
se ocuparía de la relación formal entre los signos; 2) la semiótica, que se
encargaría del estudio de las relaciones de los signos con los objetos que éstos
denominaban; y 3) la pragmática, cuya tarea sería la de estudiar la relación de los
signos con sus intérpretes. Tal decisión metodológica contribuyó a que los campos
de la filosofía que se habían preguntado respecto de esa relación entre signos e
intérpretes encontraran, en la ciencia lingüística, un eco de quienes trabajaban
directamente con las lenguas y sus hablantes. La pragmática se constituyó, así,
como uno de los subcampos de investigación de la disciplina. No obstante esto, su
definición puede resultar sumamente compleja y abarcadora, razón por la que, en
este espacio, nos limitaremos a delinear muy superficialmente lo que la pragmática
asume como objeto de estudio.
¿Qué preguntas te harías si leyeras o escucharas una emisión como la que
se encuentra abajo y quisieras comprenderla por completo? ¿Qué información te
haría falta saber?
– Pásame ese libro, por favor.
Lo que sí sabrías es que es una petición y que, por serlo, es de una
primera persona (yo) a una segunda persona (tú). Sabrías que hay un objeto
involucrado: el libro. Pero cómo explicarías el uso de una frase como, “por favor”.
¿Qué dirías de la del demostrativo “ese”? La respuesta a estas preguntas le
corresponderían, pues, a los estudios pragmáticos del lenguaje, porque cuando
se trata de poner en relación a los signos con sus intérpretes, tal relación incluye a
todo el contexto situacional. En la emisión anterior no se trata de que alguien le
pase “un” libro a otra persona o “el” libro, se trata de que el libro al que se está
haciendo referencia, probablemente, se encuentra en el espacio que comparten
hablante y oyente. De tal modo que, el demostrativo sería una palabra que estaría
señalando, en ese espacio, el libro que está requiriendo el hablante. La
amabilidad, formalizada por el “por favor”, se utiliza por cuestiones que rebasan el
contexto semántico, es decir, la inclusión de una frase como ésta, se encuentra
determinada por una serie de fórmulas de cortesía cuyo uso depende de las
relaciones e intenciones de los hablantes. Con esto, podemos observar que el
297
En pragmática se analizan emisiones
y no oraciones. Las oraciones son
abstracciones teóricas para el
análisis de los sistemas lingüístcos.
La emisión es la unidad de sentido
proferida en contexto.
Lingüística
El significado natural es el significado
denotativo.
entorno no lingüístico cuenta, igualmente, en el momento en el que los hablantes
entran en comunicación. La relación entre la estructura lingüística y el contexto de
la situación puede o no formalizarse, puede estar expresada por elementos
lingüísticos o puede no estarlo, pero definitivamente es parte de las cuestiones
que entran en juego en el momento de la emisión.
Otra noción que se vincula, de algún modo, con lo dicho arriba y con los
estudios pragmáticos fue formulada por Paul Grice, quien se cuestionó sobre las
razones por las que los hablantes se comprendían entre sí, aun cuando los
significados lingüísticos no correspondían, necesariamente, con lo que se estaba
enunciando. Tal noción es la de significado no-natural, el cual se contrapone con el
significado natural, esto es, con el significado estrictamente expresado por los
signos en el contexto del sintagma. Las emisiones lingüísticas, de acuerdo con
esta noción, tendrían un significado oracional y un significado del hablante. El
segundo es aquel que se puede observar cuando el hablante consigue que su
expresión cause, en el oyente, el efecto que él ha intentado transmitir, el cual no se
encuentra dado por una simple y llana relación semántica. Es un significado que
va más allá de las relaciones de los signos con los objetos que denominan y de sus
relacionan en el sintagma.
Así pues, suele decirse que la pragmática es el estudio de la lengua en uso
o de las relaciones entre la lengua y el contexto situacional, misma que resulta
fundamental para el entendimiento del lenguaje humano.
Actividad 10
Escribe en tu cuaderno, sin consultar el diccionario, qué quieren decir las
siguientes palabras: aquí, allá, este, tú, yo. Una vez, que las hayas definido,
reflexiona sobre las situaciones en las que ellas se usan y por qué.
Actividad 11
Observa el siguiente diálogo y contesta en tu cuaderno las preguntas que se
presentan a continuación:
– ¿Te hace falta un traje de baño?
– No, por qué, si me estoy congelando.
– Cierra, entonces, todas las ventanas.
1. ¿Qué intervenciones parecen expresar significados naturales y cuáles
estarían expresando significados no-naturales? ¿Por qué?
2. ¿Qué querrá decir que la pragmática estudia la lengua en uso?
Repaso
En tu cuaderno escribe la respuesta a las siguientes preguntas.
1. ¿Cuál es la diferencia entre un fono y un fonema?
2. ¿Qué es la fonología de una lengua?
3. ¿Qué campo de la lingüística se especializa en comprender la forma en
la que se construyen las palabras de una lengua?
4. ¿Qué es un morfema?
5. ¿Cuál es la distinción entre morfología flexiva y morfología léxica?
6. ¿Por qué las palabras de una oración no se pueden acomodar en
cualquier orden? ¿Qué campo de la lingüística estudia a la oración?
7. ¿Cómo se dividen los estudios semánticos, de acuerdo con esta guía?
298
Unidad IV
8. ¿Qué trata de explicar la semántica léxica? ¿Qué es un campo semántico?
9. ¿Cuál es la diferencia entre un contexto semántico y un contexto situacional
o comunicativo?
10. ¿Qué quiere decir que hay significados naturales y significados no-naturales?
UNIDAD IV: El enfoque interdisciplinario
Las palabras que usamos, la gente con la que hablamos, los diferentes contextos
en los que se dan las situaciones comunicativas, los pensamientos que
materializamos a través de palabras, todo forma parte del uso cotidiano del
lenguaje. Como hemos visto, la lingüística es el quehacer que se ocupa del
sistema de la lengua. Sin embargo, este estudio no estaría completo si no
contemplara los conocimientos de otras ciencias que también estudian el
comportamiento humano.
Aunque anteriormente, o desde ciertas perspectivas teóricas, algunos de
estos estudios no siempre se ven como parte del núcleo duro de los estudios
lingüísticos, es innegable que forman parte de la realidad cotidiana del uso del
lenguaje, ignorar sus aportaciones dejaría incompleto el conocimiento que
podemos llegar a tener del lenguaje.
La psicología, la etnología y la sociología son sólo algunas de las
disciplinas que, por su énfasis en el quehacer humano, son de especial
importancia en los estudios lingüísticos. En esta unidad conocerás algunos de los
problemas que abordan estas interdisciplinas y el acento que ponen a ciertos
aspectos del estudio del lenguaje.
PREGUNTAS
GENERADORAS
Por su naturaleza, el
lenguaje involucra varias
facetas del comportamiento
humano, ¿qué disciplinas
se relacionan con la
lingüística para que pueda
estudiar estos aspectos?
¿Cuál es la relación que
existe entre la sociedad y el
lenguaje?
¿Cómo crees que se
vinculan cultura y lenguaje?
Temario
1. Las variedades del lenguaje. Competencia de la sociolingüística.
2. La etnolingüística
3. La psicolingüística
¿Crees que podríamos
pensar sin lenguaje?
Lectura 1. Variación lingüística
Adrian Akmajian, Richard Demers Modificado por Verónica Reyes Taboada.
Ninguna lengua humana está fija, es uniforme o invariante, todas las lenguas
muestran variación interna. El uso real varía de grupo a grupo y de hablante a
hablante en términos de la pronunciación de la lengua, la elección de palabras, el
significado de esas palabras e incluso en el uso de construcciones sintácticas.
Para tomar un ejemplo bien conocido, el habla de los mexicanos es notablemente
diferente del habla de los españoles, y el habla de éstos dos a su vez es distinto del
habla de los cubanos. Cuando los grupos de hablantes difieren notablemente en su
forma de hablar, se dice que hablan dialectos diferentes de la lengua.
Variación dialectal
Sin embargo, es notablemente difícil definir con precisión qué es un dialecto, de
hecho, este término se usa de varias maneras. El clásico ejemplo de dialecto es el
dialecto regional: las distintas formas de hablar una lengua en un área geográfica
específica. Por ejemplo, podemos hablar de dialectos norteños o dialectos
costeños, con base en que los habitantes de esas regiones tienen ciertos rasgos
lingüísticos que los diferencian de los hablantes de otras formas de español.
También podemos hablar de un dialecto social o sociolectos: las diferentes
299
En México, por ejemplo, muchas
personas también utilizan el término
dialecto, de manera despectiva o por
ignorancia, para referirse a las
lenguas indígenas, que son eso,
lenguas y no dialectos de una
lengua.
Lingüística
Entre los primeros idiolectos que
escucha un niño están el de la madre
y el del padre. Incluso el niño
identifica el habla de la madre con la
madre y el habla del padre con el
padre.
formas en las que hablan una lengua los diferentes miembros de una clase social
específica, pensemos en los dialectos de la clase trabajadora en Inglaterra o las
lenguas de los guettos en Estados Unidos. Además, también se pueden distinguir
ciertos dialectos étnicos, como la forma de español a veces llamada judeoespañol
o sefaradita, que históricamente está asociada con hablantes judíos españoles
que fueron forzados a abandonar su país en los siglos XV y XVI y que establecieron comunidades en varios lugares de Europa y del Mediterráneo.
Es importante notar que los dialectos nunca son puramente regionales o
puramente sociales o puramente étnicos. Los factores geográficos, sociales y
étnicos se combinan y se intersectan de diferentes maneras en la identificación de
dialectos.
En el uso popular, el término dialecto se refiere a la forma de una lengua
que se considera como “subestándar”, “incorrecta” o “corrupta” y opuesta a la
forma “estándar”, “correcta” o “pura” de una lengua. En contraste, el término
dialecto, como término técnico en lingüística, no conlleva ningún juicio de valor y
simplemente se refiere a una forma distinta de la lengua. Así, por ejemplo, los
lingüistas se refieren al inglés estándar como un dialecto del inglés, que, desde un
punto de vista lingüístico, no es más “correcto” que ninguna otra forma del inglés.
Desde este punto de vista, los reyes de Inglaterra y los adolescentes en Los
Ángeles y Nueva York hablan todos dialectos de inglés.
La variación lingüística no termina con los dialectos. Cada dialecto
reconocible de una lengua es, a su vez, sujeto de variación interna: no hay dos
hablantes de una lengua, incluso si son hablantes del mismo dialecto, que
produzcan y usen la lengua exactamente de la misma manera. Somos capaces de
reconocer a los diferentes individuos por su diferente forma de hablar y sus
patrones; de hecho la forma de utilizar la lengua de una persona es uno de los
rasgos más fundamentales de identidad. La forma de una lengua hablada por un
solo individuo se conoce como idiolecto.
Una vez que hemos descubierto que la variación está muy presente en la
lengua, es claro que no hay una sola lengua que sea usada todo el tiempo por
todos los hablantes. No existe algo como una lengua española, más bien, hay
muchas lenguas españolas (dialectos e idiolectos) dependiendo de quién use la
lengua y en qué contexto la use.
Actividad 1
Una de las formas en las que se diferencian los dialectos regionales entre sí es en
el uso de diferentes palabras para el mismo objeto. Seguramente has oído
algunas de estas diferencias, como por ejemplo que al maíz en algunas partes de
Sudamérica se le llame choclo. Pregunta a personas que estén familiarizadas con
otros dialectos del español si usan otras palabras para: autobús, banqueta, lentes,
automóvil, mujer rubia y otras que se te ocurran.
Actividad 2
Al separarse del tronco hispánico el judeo español tuvo un desarrollo
completamente distinto del de las demás variedades de español. Lee el siguiente
texto y trata de encontrar algunos de los rasgos que los distinguen de la variedad
de español que hablamos en México.
300
Unidad IV
Lectura 2. Los animales en la cosmovisión popoloca
H. Antonio García Zúñiga.
Cada uno de los grupos humanos que habita el planeta reconoce de su hábitat lo
que, por muy diversas razones, le es significativo. De esta manera, los hombres
nombran y distinguen las entidades que conforman su entorno. Por ejemplo, de
todas las entidades con las que el hombre tiene contacto, tal vez las de mayor
importancia sean, para él, las entidades animadas; es decir, los mismos hombres y
animales. Así, a los primeros les da nombres propios y apellidos para identificarlos
(Emiliano Zapata) y a los segundos les da nombre, simplemente, para referirse a
ellos (lobo).
Puesto que los animales, desde hace mucho tiempo atrás, han estado en
estrecha relación con el hombre, ya que le han servido como alimento, medio de
transporte o carga y para realizar adivinaciones, éstos han sido objeto para la
creación de todo un conjunto de conocimientos.
Para averiguar la manera en que los hombres organizan el conocimiento
que tienen sobre los animales, muchos lingüistas y etnólogos han empleado un
método de trabajo denominado etnolingüística. A grandes rasgos, el principal
planteamiento de esta disciplina es que los hombres clasifican necesariamente las
entidades de su entorno bajo diferentes criterios organizativos. Por esta razón, en
esta disciplina se pueden estudiar las huellas que pudiera dejar en la lengua la
manera en que un grupo percibe las entidades que lo rodean.
Básicamente, la organización de los dominios culturales se da en
diferentes grados, tanto a un nivel jerárquico e inclusivo como a un nivel
complementario. Según algunos estudios, este tipo de clasificación suele tener
cuatro categorías: la iniciadora única (la más inclusiva de todas y que encabeza la
clasificación); la forma de vida (es decir, el tipo de animal al que uno se refiere: de
monte, doméstico, aves, insectos, etcétera); la genérica y la específica. Esta
organización hace que los diferentes organismos pertenezcan a grupos
perfectamente reconocibles. Es decir, por medio de las clasificaciones se puede
saber con certeza las particularidades que tiene un animal (su forma, su color, su
tamaño, su periodo de crecimiento); o su aprovechamiento (si es comestible, si
sirve para el trabajo o se usa en la preparación de remedios medicinales.)
En el caso de la clasificación de los animales en la cultura popoloca son dos
los hechos que llaman la atención. En primer lugar, el uso de un clasificador (k u-),
presente en toda la clase de los animales (k uch’ùkán, “hormiga”; k upál u,
“mariposa”) y, en segundo lugar, el puesto que ocupan los hongos y los cuerpos
celestiales en la organización de los dominios culturales de los popolocas.
Ubicación de la familia otomangue, familia a la que pertenece el popoloca.
Fuente: www.proel.org/mundo.htlm (consultada en octubre, 2011.
301
Dominio cultural: es un conjunto de
elementos que por sus características propias, o las que les
atribuyen los integrantes de una
cultura, se engloban dentro de un
mismo campo. Como su nombre lo
indica, estos dominios son propios
de cada cultura. Por ejemplo, en el
caso del popoloca, los hablantes de
esta cultura incluyen dentro del
dominio cultural de los animales a
los hongos y los cuerpos celestes.
Nosotros, como hablantes de una
lengua de cultura occidental, no los
pensamos como animales.
Lingüística
Clasificador: es un prefijo o un sufijo
que se une a algunas palabras
(sustantivos y numerales, por
ejemplo) y da información acerca de
las características de las palabras
que clasifican. En diferentes lenguas
se clasifican los mismos objetos de
diferentes maneras. Algunas lenguas
clasifican por la forma (circular,
cilíndrico, plano), por el tipo de ser
vivo (animal, humano, vegetal), etc.
Estas clasificaciones, al ser propias
de cada lengua, reflejan una forma de
ver el mundo.
Estrictamente se puede decir que hay un solo tipo de nombres de animales en
popoloca, a saber, los compuestos: formados por dos o más raíces, donde la
primera de ellas funciona como clasificador las otras, califican a la primera en las
dimensiones de (1) lugar (k ukuchiNna'), literalmente “cerdo de monte” o jabalí;
k unzhíixìnìngù literalmente “animal del cactus y del viento” o cenzontle), (2) color
(k uts'àndayuà, “lagartija verde”); (3) clase (k undànchia, literalmente “animal fino
del árbol” o pichón), y (4) partes (k uch'ùkánnènè, literalmente “hormigas con ala” u
hormiga voladora).
Como ya se mencionó el dominio cultural de los animales en popoloca está
marcado en la lengua por un clasificador (k u-), mismo que contrasta con otros
clasificadores empleados en otros dominios culturales, por ejemplo los
empleados en el dominio de las plantas (kà-, para hierbas y hojas; ndà- para
árboles, etcétera). Este clasificador también se usa, sin ninguna otra raíz, para
designar el chivo, puesto que este animal es de suma importancia económica para
los popolocas, y en los nombres de animales que han sido adoptados del español
(como k ucháangu, k ulyun, k upatu, etcétera), excepto en aquellos animales cuyo
nombre empiece con la sílaba (ko), tales como kuodrilo (cocodrilo), kuralío
(coralillo) y kurména (abeja)
También el calificador k u-se emplea otros nombres que no denotan
miembros del reino animal en la tradición occidental, más concretamente, con los
cuerpos celestes (k unútsé, literalmente “animal de la noche” o estrella, Kúnithú,
literalmente “animal luna” o simplemente luna; k unzhécha; literalmente “culebra
del sol” o arcos iris) con los hongos (K undúi, “cuitlacoche”). Esto es de llamar la
atención porque nos da pistas para saber que es lo que los popolocas
catalogaban, si no es como animales, por lo menos con algunas características de
ellos; en este caso, los hongos y los cuerpos celestes. Este último caso podría
interpretarse como que los astros son los animales o seres humanos que habitan
otro mundo, a saber, el cielo.
Actividad 3
A partir de esta lectura, da tu propia definición de los siguientes conceptos:
etnolingüística, dominio cultural, clasificador.
Actividad 4
En español hacemos algunas distinciones entre seres animados e inanimados.
Eso se refleja, por ejemplo, en la distinción que hacemos cuando preguntamos
qué/quién hizo algo. ¿Se te ocurre alguna otra distinción parecida que se refleje en
la lengua?
Lectura 3. Las plantas y su clasificación en la medicina
tradicional popoloca
H. Antonio García Zúñiga.
Es de todos un hecho conocido que las plantas, además de emplearse en el
ornato, en la construcción de viviendas, como combustible, por supuesto, en la
alimentación diaria, entre los pueblos indígenas de México se suelen usar en la
curación de enfermedades. Este uso resulta especial porque implica un
conocimiento muy amplio acerca de las plantas, y en éste se plasma toda una
cosmovisión de la vida.
Ejemplos de este uso lo podemos encontrar entre los popolocas o ngíguà.
El conocimiento que este pueblo tiene de las plantas es tan amplio, que abarca
desde saber: (1) el lugar donde crece la planta; (2) la temporada en la que crece y
302
Unidad IV
su periodo de maduración; (3) su forma; (4) sus propiedades terapéuticas; (5) la
parte que de ella se ocupa en la preparación de medicamentos (flor, fruto, hoja,
tallo, raíz, o tubérculo); (6) el modo en que se prepara para un remedio (serenada,
cocida en tisiana, o en una tintura con alcohol o aguardiente) y el modo de
administración de éste (tomado, untado, olido, en emplastes o en limpias); y (7) su
posible combinación con otros tratamientos (como el apapacho o el temascal). Por
si esto fuera poco, a todo este conocimiento se le tiene que añadir la particularidad
de que cada una de las plantas que los popolocas emplean en la elaboración de
remedios para curar enfermedades tiene una serie de creencias o leyendas en
torno suyo.
Ahora bien, todo este conjunto de conocimiento y creencias, presenta un
orden. Esto es, que los pueblos, por necesidad, crean clasificaciones (u
ordenamientos) con los elementos de un dominio cultural (como el de la
percepción del color, la percepción del tiempo y, por supuesto, el de las mismas
plantas -entre muchos otros-.) para ayudarse a reconocer lo que para ellos es
realmente significativo. De esta forma, lo que muestran las clasificaciones es la
manera como se conciben, se definen y se destacan en una cultura los elementos
de un dominio cultural.
En el caso de los popolocas, se sabe que son entre 47 y 80 las plantas que
ellos consideran con propiedades medicinales. A grandes rasgos, la clasificación
de las plantas en la cultura popoloca tiene dos vertientes. Por una parte, la que
reúne a las plantas europeas (como el ajo, el eucalipto, la buganvilla, la
hierbabuena y otras), por la otra, la que está integrada básicamente, por las plantas
silvestres de la región. Cabe destacar que, debido a que el grupo popoloca habita
una región semidesértica, las cactáceas suelen tener empleos muy diversos.
Ahora, ¿de qué manera se puede evidenciar la estructura de la
clasificación de las plantas en la cultura popoloca?
Básicamente, esto se puede hacer con la estructura lingüística de los nombres de las plantas. En un sentido lingüístico, se puede decir que existen dos
clases de nombres de plantas: los simples y los compuestos. Los primeros están
formados por una sola raíz (como chù, “calabaza”; Mma’, “frijol”; Nna, “chile” o nùà,
maíz). En cambio, los compuestos están constituidos por dos o más raíces, donde
la primera funciona como un clasificador (especificador u ordenador). Es decir,
esta raíz es la que especifica la cualidad de la planta que la cultura popoloca le
otorga o quiere resaltar de ella. De esta manera, si en la preparación de un remedio
se requiere, por ejemplo, de una hierba, lo único que se tiene que hacer es saber
qué entidades son las que la cultura popoloca cataloga como hierbas, lo cual se
sabe por el clasificador que lleva el nombre de la planta. Algunas de las raíces que
se emplean como clasificadores son: kà-,para hierbas y hojas (kàchì,“pasto”); ndà,para árboles (ndàchà,“ocote”); la combinación de estas dos raíces kà y ndà-,sirve
para designar a las hierbas del monte (kàndàtuxwïnda “capulín”) y al nopal
(kàndà); chù-, se usa para las flores (chùkäx a “cempasúchitl”); tù-, para los frutos
(tùndündù,“biznaga”); y chè-, para las cactáceas (chèkíixí“xoconoxtle”).
Las otras raíces de los nombres compuestos lo que hacen es calificar a la
primera de las dimensiones de: (1) color (Mma’tiyé, “frijol negro”); (2) tamaño (Nn a t
un, “chile ancho”); (3) clase o condición (kàchr u naNni, literalmente “maguey fino”,
o sea, la sábila, en posición a kàchr u chingá, “maguey feo” o maguey simplemente,
o kamaxra náaní, que literalmente es “epazote fino o señora”, es decir,
hierbabuena).
En suma, diferentes raíces del popoloca se emplean en la clasificación de
las plantas para destacar una cualidad o característica de la planta, lo cual es de
303
Vista del valle de Tehuacán.
Fuente: www.mexiko_lexicon.de
El xoconostle es el fruto de una
variedad específica de nopal que
tiene un sabor ácido.
Fuente: eluniversal.com.mx
Lingüística
mucha utilidad en la medicina tradicional popoloca, ya que permite seleccionar la
planta que servirá como base para preparar un remedio para la cura de alguna
enfermedad.
Actividad 5
Reflexiona acerca de algunas de las clasificaciones que hacemos en español
mexicano con respecto al frijol o al chile a través de nombres compuestos como
frijol negro o chile verde. Haz una lista y trata de establecer cómo funcionan, por
ejemplo, ¿cuál elemento modifica al otro?, ¿qué características son importantes?, etc.
Actividad 6
El kanjobal es una de las lenguas de la familia maya que se habla en el noroeste de
Guatemala y que tiene clasificadores. Observa los siguientes nombres, cada
grupo toma un clasificador diferente, ¿qué consideras que agrupa cada
clasificador?
Teoría de la información: es una
teoría matemática que pretende
encontrar las leyes que gobiernan la
transmisión y el procesamiento de la
información.
Los datos de información no son,
necesariamente, lingüísticos. Hay,
por ejemplo, datos sensoriales. Lo
que es importante es que esos datos
se procesan, de algún modo y se
vuelven un mensaje que puede ser
comprendido por una entidad
distinta a la que los ha emitido.
Lectura 4. La psicolingüística
Jirý Černý. Modificado por Mercedes Tapia Berrón.
Una nueva disciplina independiente apareció en 1951, cuando los psicólogos J.
W. Gardner y J. B. Carroll organizaron en la Universidad de Cornell un seminario
en que un grupo de psicólogos y lingüistas americanos se dedicó ante todo a los
problemas de adquisición de lenguas extranjeras y otros problemas afines. Ya en
aquella ocasión fue propuesto que el término “psicolingüística” - que estaba en
uso esporádico ya a partir de los años treinta - sirviera desde entonces para
designar la nueva ciencia interdisciplinaria. La denominación se extendió
rápidamente, sobre todo después del año 1954, en que el psicólogo C. E. Osgood
y el lingüista T. Sebeok publicaron la miscelánea dedicada a los principios teóricos
y métodos de investigación de la nueva disciplina (Psycholonguistics: A Surrey of
theory of research). Pero se propagó ante todo no sólo la propia psicolingüística y
no sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, sino también en otros países,
sobre todo en Francia, Alemania y la Unión Soviética.
La aparición de la nueva disciplina estuvo motivada, directamente, por tres
fuentes principales: a) en cuanto a la lingüística, fue la forma americana del
estructuralismo, es decir, el descriptivismo bloomfieldiano; b) en cuanto a la
psicología, fue el conductismo, que ocupó la posición dominante en la psicología
americana ya a partir de los años veinte; c) la tercera fuente - tal vez la de mayor
importancia - fue la teoría de la información de C. E. Shannon y W. Weaver, que
había aparecido hacía poco.
Estas tres fuentes tuvieron gran relevancia en el momento de la aparición
de la nueva disciplina y durante los primeros años de su existencia. Sin embargo,
ya a finales de los años cincuenta, la lingüística estructural y la teoría de la
información se vieron desplazadas del centro de interés, y el conductismo hasta
atacado y derrotado por la teoría de Chomsky sobre el carácter creativo de la
lengua y sobre el mecanismo innato de la adquisición de la lengua en los niños.
304
Unidad IV
Si en los años cincuenta los psicólogos estudiaron ante todo los problemas de la
codificación, aplicando los métodos estadísticos y construyendo los modelos
probabilísticos de la lengua, en los años sesenta se concentraron ante todo en la
evolución del lenguaje y pensamiento infantil, las habilidades lingüísticas innatas,
el carácter creativo de los hablantes de las lenguas naturales, los universales, etc.
La psicolingüística, sobre todo en Norteamérica, trató de verificar si el modelo
generativo de Chomsky - que tanto éxito tenía en la lingüística de aquel entonces podía encontrar apoyo también dentro de la psicología.
Otro cambio importante tuvo lugar ya a finales de los años sesenta,
cuando, por el contrario, empezó a ser criticado el propio modelo generativo de
Chomsky. Sus críticos llamaron la atención sobre el hecho de que la teoría
generativa no tomaba en consideración la función principal de la lengua - la
comunicativa - separando el hablante del oyente, pasando por alto el contexto, la
situación, así como los demás factores que acompañan al proceso comunicativo,
ejerciendo sobre él una influencia considerable. Comenzó a desarrollarse, sobre
todo en la Unión Soviética y en Gran Bretaña, la teoría de la actividad lingüística o
de los actos del lenguaje y en el centro de interés aparecieron los temas de
carácter pragmático. De modo que la pragmática se encontraba en los límites de la
psicolingüística y la sociolingüística.
La psicolingüista polaca Ida Kurcz señaló en 1980 que, en su opinión, la
psicolingüística debía estudiar la participación de la lengua en el funcionamiento
de todas las estructuras psíquicas, ante todo en la estructuración (organización)
de nuestros conocimientos del mundo y de nosotros mismos. Sin embargo, los
estudios psicolingüísticos se han enfocado, sobre todo, a los mecanismos de la
adquisición de la lengua materna: el desarrollo del lenguaje de los niños; la
psicología genética; la capacidad de imitación; la influencia de las estructuras
sintácticas sobre la adquisición y retención en la memoria. Asimismo, estos
estudios se han centrado en el proceso de la adquisición de la lenguas
extranjeras; los métodos; los mecanismos psicológicos del bilingüismo y en la
importancia del error en la adquisición de la lengua. Los estudios psicolingüísticos
tienen, igualmente, como parte de sus intereses el lenguaje y la actividad, esto es,
el papel de los gestos y de la mímica en las condiciones de una comunicación
normal y de la perturbada. La sugerencia de Kurcz, en los últimos años, se ha
constituido, realmente, como el campo de estudio de la lingüística cognitiva, la
cual está orientada al examen de la percepción del habla, sus procesos de
comprensión y en el tratamiento de la información.
Algunos de los aspectos que se han observado en la psicolingüística
tendrían que ver, por ejemplo, con que las dificultades que el niño afronta durante
la adquisición de la lengua materna se repiten, en gran medida, cuando un
individuo - sea niño o adulto - debe aprender una lengua extranjera. Sin embargo,
entre la adquisición de la lengua materna y la extranjera hay también ciertas
diferencias.
Vinculado con el proceso de adquisición de la lengua materna se
podrían anotar algunos de los hallazgos hechos en esta interdisciplina. Por
ejemplo, sabemos que el niño llega a dominar primero las vocales del tipo /a/,
/u/, /i/ que las vocales del tipo /o/, /e/. En las consonantes, el niño llega a dominar
primero las consonantes de mayor contraste como, la nasal /m/ y la oral /b/, las
labiales /m/ y /p/ contra las linguales /n/ /t/; y más tarde llegan a hacer los
contrastes entre sonoras y sordas como el que se da entre /d/ y /t/. El proceso de
adquisición ha demostrado darse de lo más simple a lo más complejo.
Semejante evolución, de lo más sencillo a lo complicado, se da también en el
305
Un modelo probabilístico de la
codificación lingüística trataría de
dilucidar, por ejemplo, con qué
frecuencia aparecen ciertos
elementos lingüísticos al principio,
en medio o al final de una palabra o
de una oración. Igualmente, trataría
de calcular cuál sería la
probabilidad, por ejemplo, de que
después de un grupo consonántico
como /bl/ del español aparezcan las
vocales /a/ ó /u/. Los resultados
obtenidos con estos métodos
estadísticos permiten, entre otras
cosas, entender la forma en la que
un oyente sería capaz de “adivinar”
qué segmentos lingüísticos pueden
seguir a los ya escuchados y, con
ello, completar los mensajes
enviados por el hablante, sobre todo,
en situaciones comunicativas con
mucha interferencia o ruido.
La psicología genética se ocupa de
estudiar el surgimiento y desarrollo
del conocimiento en los niños. Uno
de los representantes más
connotado de esta perspectiva
teórica sería el suizo Jean Piaget.
Lingüística
Ejemplos de oraciones del español
según su complejidad:
Simple
Pablo come manzanas.
Coordinada
Los niños leen y escriben en la escuela.
Condicional
Si estudias, pasarás el examen.
Subordinada
Las maestras dijeron que teníamos
que llegar temprano.
sistema gramatical, donde, el niño, por ejemplo, llega a dominar primero el
presente y, luego, el pasado; o llega a utilizar primero las oraciones simples, luego,
las coordinadas y mucho más tarde, el condicional y las oraciones subordinadas.
Estas muestras nos permiten reconocer el tipo de aspectos que se vinculan en la
disciplina que resulta de la convergencia de la lingüística y la psicología, donde se
integran teorías y metodologías de ambas para poder dar cuenta de factores
lingüísticos que van más allá de la descripción de la forma lingüística como tal.
Tales factores son, claramente, los aspectos psicológicos que posibilitan la
adquisición, comprensión y producción del lenguaje, los cuales, al mismo tiempo,
nos podrían ayudar a reconocer la función cognitiva que el lenguaje cumple en
nuestra especie.
Actividad 7
Anota en tu cuaderno las tres fuentes que motivaron el surgimiento de la
psicolingüística.
Actividad 8
En tu cuaderno, escribe una lista de cinco aspectos que estudia la psicolingüística.
Repaso
En tu cuaderno escribe la respuesta a las siguientes preguntas.
1. ¿Qué es un dialecto?
2. ¿Qué tipos de dialectos existen?
3. ¿Cuál sería la diferencia entre la definición de dialecto como término
técnico y su uso popular?
4. ¿Qué es la variación lingüística?
5. ¿Cuál es el principal interés de la etnolingüística?
6. ¿Qué es un dominio cultural?
7. ¿Cuáles son las categorías en las que puede organizarse un dominio
cultural?
8. ¿De qué manera pueden reflejarse en la lengua las particularidades
culturales?
9. ¿Cuáles serían los aspectos que interesan a la psicolingüística?
10. ¿Qué nos ayudaría a comprender los estudios psicolingüísticos respecto
del lenguaje humano?
306
Resumen del módulo
RESUMEN DEL MÓDULO
En este módulo hemos tratado de mostrarte, en forma muy breve, cuál es el campo de acción de la lingüística.
En la unidad I vimos cómo la lingüística se desliga de las visiones normativas de la lengua. Al tratarse de un
estudio científico, los juicios de valor o preconcebidos, como por ejemplo, si hay lenguas mejores que otras, si hay una
forma correcta de hablar y otra que no lo es, o si las lenguas utilizan las mismas categorías que la lógica, no tienen cabida.
Al tratarse de una disciplina en buena parte descriptiva, es necesario que el enfoque desde el cual hace la reflexión
lingüística sea objetivo, de manera que sea una ciencia libre de prejuicios prescriptivos. También hemos visto cómo esta
disciplina, a pesar de existir como reflexión desde tiempos muy antiguos, se ha ido consolidando a través de varios siglos.
Desde los hindúes, con sus reflexiones acerca del análisis de la palabra, la Edad Media y las reformas ortográficas, el siglo
XIX con el gran interés en la gramática comparada, han contribuido en la consolidación de esta disciplina. Todo este
cúmulo de conocimientos preparó el terreno para que, a principios del siglo XX, finalmente se pudiera establecer como
ciencia a partir de la definición de su objeto de estudio hecha por Saussure.
En la segunda unidad revisamos algunos de los distintos acercamientos teóricos que ha habido al estudio del
lenguaje. En un principio, los lingüistas estaban más enfocados en la descripción de los sistemas lingüísticos y buscaron
que tal descripción se hiciera en términos científicos, para lo cual echaron mano de la lógica formal y de las matemáticas,
formalizando la descripción gramatical con ayuda de símbolos y en detrimento del significado. Tal quehacer fue
denominado, precisamente, descriptivismo lingüístico.
Dado que las lenguas cumplen una función fundamental en nuestra especie, esto es, cumplen una función
comunicativa, los integrantes de una comunidad lingüística tienen que ser capaces, tanto de utilizar la gramática de su
lengua como de reconocer los momentos y elementos necesarios para llevar a cabo, de manera exitosa, un intercambio
comunicativo. Un acercamiento que toma en cuenta semejante capacidad es el funcionalismo lingüístico que se preocupa
por describir los sistemas y en relación con el uso. Finalmente, el estudio de sistemas y su relación con los contextos
comunicativos nos lleva, igualmente, a reconocer la función que cumple el lenguaje como herramienta cognitiva con la
que los seres humanos pueden conocer y experimentar nuestro mundo social y físico.
En la tercera unidad te presentamos los niveles del análisis lingüístico. Estos niveles de análisis se basan en la
naturaleza misma del lenguaje, que se compone de unidades que, al relacionarse entre ellas, forman unidades mayores.
En el caso del nivel fonológico los fonemas, que son aquellos sonidos de una lengua que distinguen significados, se
ordenan para formar palabras. En este ordenamiento, su interacción con otros sonidos puede provocar que se modifiquen
y que se realicen como dos o más sonidos diferentes, llamados alófonos. En el nivel morfológico, los morfemas, tanto
flexivos como derivativos, se combinan para formar nuevas palabras y para caracterizar gramaticamente otras. El análisis
sintáctico examina las reglas que rigen el ordenamiento de las palabras para formar oraciones en una lengua y cómo el
significado de las palabras interviene en este arreglo. Vimos también cómo la semántica se encarga del estudio del
significado, de cómo se organizan los significados de las palabras en campos semánticos y cómo adquieren sentido en la
oración.
Finalmente, en la última unidad, revisamos algunas de las disciplinas que se intersectan en su estudio con la
lingüística. La variación lingüística estudia cómo cambia la lengua en diferentes estratos sociales, zonas geográficas y
grupos étnicos, entre otros factores. La etnolingüística, por su parte, se ocupa de estudiar la interacción entre la lengua y la
visión que tienen diferentes culturas de su entorno. La psicolingüística se ha especializado en conocer los mecanismos de
la adquisición de la lengua materna, los procesos de adquisición de segundas lenguas y de conocer los mecanismos que
posibilitan el bilingüismo.
307
Lingüística
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Escribe dentro de cada paréntesis una V si el enunciado es verdadero o una F, si es falso.
1.
La lengua puede estudiarse desde una perspectiva evolutiva, es decir, diacrónicamente y
desde un punto de vista estático, es decir, sincrónicamente.
(
)
2.
Las unidades que se encuentran en convivencia unas con otras están en relación
paradigmática, mientras que las unidades que se excluyen o quedan al margen de una elección
son las que se encuentran en relación sintagmática.
(
)
3.
Siempre hay una variedad del lenguaje a la que se le puede considerar como fija, correcta y
uniforme. Ésta sería la variante estándar.
(
)
4.
El hincapié en el carácter sistémico de la lengua es una característica que el estructuralismo
norteamericano tenía en común con el europeo.
(
)
5.
El experiencialismo considera que la estructura lingüística depende de la conceptualización y,
en correspondencia, influye en ella.
(
)
6.
Un alófono es un sonido que distingue significado.
(
)
7.
El contexto semántico permite la comprensión de signos lingüísticos que no se encuentran
presentes en el acto comunicativo.
(
)
8.
El significado de las palabras interviene en los ordenamientos sintácticos.
(
)
9.
Una forma para delimitar un dominio cultural es a través del estudio de la estructura lingüística
de las piezas léxicas que se utilizan para denominar los elementos que constituyen tales
dominios.
(
)
10.
Los estudios psicolingüísticos han demostrado que el proceso de adquisición de la lengua se da
de lo más simple a lo más compleja.
(
)
Completa correctamente los siguientes enunciados escribiendo la palabra que falta en cada línea.
11.
Para alcanzar la escritura ___________ fue necesario tomar conciencia de la existencia de las unidades
mínimas materializadas por las letras, es decir, de los ________________.
12.
Ferdinand de Saussure es considerado el padre de la lingüística porque delimitó el ________ __ __________de
la disciplina: la lengua en sincronía.
13.
Completa el esquema, de acuerdo con la definición de signo dada en esta guía.
308
Ejercicios de autoevaluación
14. La orientación _________________ del estructuralismo norteamericano se reflejaba en su interés por las lenguas
indígenas y las condiciones de vida de los pueblos indígenas.
15. El _______________toma como unidad de análisis el discurso más que las oraciones aisladas, ya que considera
que los seres humanos nos comunicamos con conjuntos de oraciones que forman discursos coherentes.
16. Según la _______________ _________________el lenguaje no es una capacidad separada de las demás
actividades mentales, sino que se relaciona estrechamente con ellas.
17. La ________ ________ es una corriente que concibe la lengua como un proceso creativo en el que las oraciones
particulares se forman de acuerdo con ciertas reglas.
18. La _________________ estudia los sonidos que conforman los inventarios de las lenguas.
19. La morfología se divide en dos grandes ramas: la ____________ y la ___________________.
20. El término _____________________ proviene del griego y significa 'arreglo' o 'unir'.
21. La semántica ______________ estudia la manera en la que se combinan los signos lingüísticos en frases, oraciones y textos.
22. La _____________ supone que los diferentes grupos humanos clasifican las ____________ que los rodean bajo
criterios ______________________________ que les resultan significativos.
23. Completa el esquema:
24. El proceso de ____________ y desciframiento lingüístico no puede escucharse. Lo que escuchamos es el resultado de este proceso que es, más bien, “__________”, porque está en la mente, esto es, es un proceso psicológico.
La _______________ sería el subcampo de la lingüística donde se trataría de comprenderlo.
25. Algunos de los aspectos que se han observado en la psicolingüística tendrían que ver, por ejemplo, con que
las _____________ que el niño afronta durante la adquisición de la lengua _______ que son, en gran medida,
_________ a las que enfrenta un individuo (niño o no) cuando adquiere una lengua _______________.
309
Lingüística
26. Escribe dentro de cada paréntesis la letra de la característica que corresponda a cada tipo de gramática.
Gramática Tradicional
a.
( ) ( ) ( )
b.
Gramática Descriptiva
c.
( ) ( ) ( )
d.
e.
f.
Clasificación de los elementos lingüísticos de acuerdo con las
categorías de la lógica.
La lengua escrita es superior a la lengua hablada porque esta última
está llena de imperfecciones e incorrecciones.
La descripción de una lengua es elaborar el inventario de sus
elementos y sus relaciones.
Identificación de las construcciones que se usan en realidad, y no
de aquellas que deberían usarse.
Exposición de las constantes de un sistema lingüístico.
Preceptos que se establecen para el correcto uso de la lengua.
27. Escribe dentro de cada paréntesis la letra del concepto que corresponda a los términos lingüísticos presentados.
a.
(
(
(
(
) sociolecto
) dialecto regional
) idiolecto
) dialecto
Se refiere únicamente a las diversas variedades del lenguaje, sean de
distintas áreas geográficas, sean de dfierentes sectores de una
sociedad dada.
Califica si una variedad del lenguaje es buena o mala.
Se usa para referirse a las variantes del lenguaje que se relacionan
con la identidad de grupo en una sociedad dada.
Es una noción vinculada con formas de habla impuras, corruptas,
subdesarrolladas o primitivas.
Se refiere a las variantes de una misma lengua distribuidas en
diferentes áreas geográficas.
Es la forma particular y característica de habla de una persona.
b.
c.
d.
e.
f.
28. Relaciona las escuelas lingüísticas con sus características correspondientes.
(
(
(
(
) Estructuralismo norteamericano
) Gramática generativa
) Estructuralismo europeo
) Lingüística cognitiva
a.
b.
c.
d.
Hace una distinción entre competencia y actuación.
Tiene una tendencia pronunciada a darle preferencia al estudio de la
forma por encima del significado.
Adopta un punto de vista filosófico conocido como experiencialismo.
Hace hincapié en el estudio de la función comunicativa del lenguaje.
29. Escribe dentro de cada paréntesis la letra que indique la cantidad de morfemas que contienen las siguientes
palabras.
(
(
(
(
) cárcel
) papelerías
) exhaustivamente
) gatitos
a.
b.
c.
d.
Dos
Tres
Cuatro
Uno
310
Ejercicios de autoevaluación
30. Ordena cronológicamente los siguientes eventos, escribiendo el número 1 en el paréntesis del que se originó primero,
el número 2 en el del que se originó después, y así sucesivamente, hasta escribir el número 6 en el del más reciente.
( )
( )
( )
( )
( )
( )
El análisis fonético continúa, en la Edad Media, gracias a la invención de la imprenta.
Tres culturas, principalmente, pusieron las bases del análisis fonético del lenguaje: los hindúes, los griegos
y los árabes.
La comparación lingüística era el método a través del cual se reconoció el parentesco entre lenguas, con lo
cual, fue posible determinar las familias lingüísticas de Europa.
La tradición comparatista-historicista vio su culminación con los desarrollos de los neogramáticos.
El “descubrimiento” del sánscrito ayudó a extender las fronteras del atlas lingüístico conocido, con lo cual,
igualmente, se estableció la gran familia indo-europea.
El cambio lingüístico pudo observarse a través de la comparación lingüística, de modo que, la evolución de
las lenguas fue la tarea de la que se ocupara la lingüística histórica.
311
Lingüística
BIBLIOGRAFÍA DEL MÓDULO DE LINGÜÍSTICA
UNIDAD I
Lectura 1. La lingüística descriptiva y la lingüística prescriptiva.
Olarrea, Antxon
2010
"De la gramática tradicional a la lingüística moderna: gramáticas prescriptivas y
descriptivas", en Introducción a la lingüística hispánica, Cambridge University Press,
Cambridge, pp. 2-4.
Lectura 2. Gramática tradicional y la lingüística moderna.
Mounin, Georges
1976
"La edad de la lingüística", en Claves para la lingüistica, Barcelona, Anagrama, p. 22-26.
UNIDAD II
Lectura 1. Los primeros desarrollos lingüísticos en América.
Cerný, Jirý
2006
Historia de la lingüística, Madrid, Universidad de Extremadura, pp. 211-247.
Lectura 3. La lingüística cognitiva.
Cuenca, María Josep y Joseph Hilferty
1999
Introducción a la lingüística cognitiva, Barcelona, Ariel, S. A., pp. 15-19.
UNIDAD III
Lectura 3. La sintaxis.
Dixon, R. M. W.
1972
The Dyrbal language of North Queensland, Cambridge, Cambridge University Press. p.
101.
Van Valin, R. y R. LaPolla
1997
Syntax. Structure, meaning and function, Cambridge, Cambridge University Press. p. 19.
UNIDAD IV
Lectura 1. Variación lingüística.
Akmajian, Adrian; Richard, Demers et al.
2001
"Language variation", en , 5a. ed., London, The MIT Press. Cambridge Mass, pp. 273-276.
Lectura 2. Los animales en la cosmovisión popoloca.
García Zúñiga, H. Antonio
2003
“Los animales en la cosmovisión popoloca”, en Masferrer Kan, Elio, Jaime Mondragón
Melo, Georgina Vences Ruz, E. Díaz Brenis, Etnografía del Estado de Puebla, México,
Secretaría de Cultura Puebla, pp. 96-98.
Lectura 3. Las plantas y su clasificación en la medicina tradicional popoloca.
García Zúñiga, H. Antonio
2003
“Las plantas y su clasificaciónn en la medicina tradicional popoluca”, en Masferrer Kan,
Elio, Jaime Mondragón Melo, Georgina Vences Ruz, E. Díaz Brenis, Etnografía del Estado
de Puebla, México, Secretaría de Cultura Puebla, pp. 106-108.
Lectura 4. La psicolingüística.
Cerný, Jirý
2006
Historia de la lingüística, Madrid, Universidad de Extremadura, pp. 365 – 376.
312
V. Las licenciaturas de la ENAH
Las licenciaturas de la ENAH
ANTROPOLOGÍA FÍSICA
Disciplina que estudia al ser humano y sus sociedades desde un enfoque
biológico y socio – cultural.
¿Cuál es la formación de este
profesionista?
La formación académica que se
imparte en la ENAH abarca campos
como la anatomía, fisiología, evaluación, comportamiento, variabilidad,
desarrollo ontogénico y genética, entre
otros. Las técnicas más comunes son
las utilizadas en la osteología y
somatología, las técnicas forenses y
ergonómicas para el análisis y
comparación de materiales óseos
prehispánicos y contemporáneos. Así
como el trabajo en las zonas arqueológicas.
¿Dónde puede trabajar?
El antropólogo físico puede trabajar en
el sector público y privado. Se dedica a
hacer peritajes para determinar edad,
afinidad biológica e identificación de
individuos (vivos y muertos). También
puede dedicarse a la docencia o como
asesor en las áreas de diseño de
herramientas y artículos de consumo
donde su conocimiento sobre
variaciones anatómicas y fisiológicas
de la población que utilizará estos
objetos, permite la producción de
artículos más cómodos y seguros. En
algunos campos como el deporte
puede recomendar estándares
antropométricos para los deportistas
de alto rendimiento y trabajar junto a
los médicos del deporte.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
biológico del hombre; los temas sobre
la diversidad y características comunes que comparten los grupos
humanos. Es necesaria una actitud
meticulosa, observadora y tener una
disposición a leer sobre distintos
temas de carácter social, histórico y
biológico.
Finalmente es necesario un gusto por
las ciencias naturales en general y su
relación con las ciencias sociales. Así
mismo se debe contar con facilidades
para la estadística y la investigación
experimental.
Plan de estudios
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de la
ENAH en 1995. Según lo establece el
reglamento General Académico de la
Escuela, la carrera se deberá cursar
en ocho semestre, con un total de
cuarenta materias (treinta y siete
obligatorias y tres optativas), cubriendo un total de 340 créditos.
Primer semestre
Arqueología General
Etnología General
Introducción a la Historia
Lingüística General
Estadística
Segundo semestre
Anatomía
Teoría Antropológica I
Historia Social de Europa
Bioquímica
Bioestadística
Debe haber un interés por temas
relacionados con el origen del ser
humano, de la mente, el pasado
315
Antropología Física
Tercer semestre
Fisiología
Teoría Antropológica II
Historia Social de México I
Genética
Historia del Pensamiento Antropofísico
Cuarto semestre
Osteología I
Antropología Ecológica
Historia Social de México II
Teorías Evolutivas
Antropología Demográfica
Quinto semestre
Osteología II
Ontogenia I
Geología Histórica
Antropología del Comportamiento
Etnografía Moderna de México
Sexto semestre
Técnicas de Excavación
Ontogenia II
Somatología
Antropología Sexológica
Filogenia y Comportamiento Primate
Séptimo semestre
Antropología Física en México y América
Latina
Antropología Física Aplicada
Proyecto de Investigación Formativa I
Paleoantropología y Prehistoria
Optativa I
Octavo semestre
Seminario de Tesis
Prehistoria de América
Proyecto de Investigación Formativa II
Optativa II
Optativa III
316
¿Qué titulo otorga la ENAH?
Licenciado en Antropología Física
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Tener el 100% de los créditos del plan
de estudios, dominar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
noventa días de trabajo de campo,
tesis y examen profesional.
Las licenciaturas de la ENAH
ANTROPOLOGÍA SOCIAL
Disciplina de las Ciencias Antropológicas que se dedica a estudiar
las diferencias socioculturales.
¿Qué hace este profesionista?
El objetivo de la Licenciatura en
Antropología Social de la ENAH es
brindar una sólida formación teórica
metodológica que posibilite la
preparación de profesionales capaces
de analizar los procesos socioculturales
que viven actualmente los diferentes
grupos sociales. Esto, a partir de una
visión amplia, comparativa e
interdisciplinaria. Se busca que los
estudiantes tengan la capacidad de
relacionarse con la problemática real
que viven sus objetos de estudio.
¿Dónde se puede trabajar?
El antropólogo social puede trabajar
en instituciones de educación
s u p e r i o r, e n l a d o c e n c i a e
investigación. También puede trabajar
en el diseño de políticas sociales; la
gestión cultural y la protección del
patrimonio cultural en organismos
gubernamentales como la Secretaría
de Educación Pública, el Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas, la
Comisión para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas, entre otras. Otro
campo de trabajo es en organismos no
gubernamentales en la gestión de
proyectos educativos, culturales,
políticos y sociales.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Académicas: Tener una fascinación por
la lectura; interés por la disciplina y las
relaciones entre las artes y la ciencia;
predisposición y habilidades básicas
de investigación. Saber usar recursos
bibliográficos, hemerográficos y
multimedia y tener facilidad para
aprender otras lenguas.
Plan de estudios
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de la
ENAH en 2008, actualizado mediante
adenda menor aceptada por la
Academia de Antropología Social en
2013. Según establece el Reglamento
General Académico de la Escuela, la
carrera se deberá cursar en ocho
semestres, con un total de cuarenta
materias (treinta y siete obligatorias y
tres optativas), cubriendo un total de
320 créditos, teniendo como máximos
56 por semestre.
Primer semestre
Precursores y Evolucionistas
Etnografía de México
Problemas Filosóficos I
Procesos de Hominización y Orígenes de
la Civilización
Teoría de la Historia
Segundo semestre
Particularismo Histórico
Epistemología de las Ciencias Sociales
Problemas Filosóficos II
Cuestión Étnica y Nacional
Sociedad y Cultura Prehispánica
Personales: Disposición para relacionarse y convivir en espacios y
grupos humanos socioculturalmente
ajenos al de procedencia. Apertura
para descubrir y descubrirse relacionándose con otras ideologías.
317
Antropología Social
Tercer semestre
Funcionalismo y Estructural
Funcionalismo
Metodología de la Investigación Social
Problemas Antropológicos y Técnicas
Etnográficas I
Elementos de la Economía Política
Sociedad y Cultura Colonial en Nueva
España
Cuarto semestre
Estructuralismo
Problemas Antropológicos y Técnicas
Etnográficas II
Teorías de la Cultura
Estructura y Organización Social
Sociedad y Cultura en México siglo XIX
Quinto semestre
El Marxismo en la Antropología
PIF * (Diseño de Investigación)
Antropología Económica
Familia y Parentesco
Sociedad y Cultura en México siglos XX
y XXI
Sexto semestre
Neoevolucionismo y Materialismo
Ecológico Cultural
PIF II * (Proyecto de Investigación)
Mito, Rito y Religión
Antropología Mexicana
Grandes Problemas Contemporáneos de
México y el Mundo
Séptimo semestre
Antropología Simbólica, Cognitiva,
Interpretativa y Etnociencia
PIF III * (Avance de tesis I)
Antropología Política
Antropología Urbana e Industrial
Optativa I
Octavo semestre
Nuevos Modelos y Corrientes de la
Antropología: sobremodernidad,
Complejidad y Caos
PIF IV * (Avance de tesis II)
Antropología Aplicada
Optativa II
Optativa III
* Proyecto de Investigación Formativa
318
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Antropología Social
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de los créditos del plan
de estudios, dominar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
ciento veinte días de trabajo de
campo, tesis y presentar examen
profesional.
Las licenciaturas de la ENAH
ARQUEOLOGÍA
Es la disciplina de la Antropología que estudia a las sociedades a través
de su cultura material.
¿Qué hace este profesionista?
De todos los profesionales de la
Antropología es el único que
legalmente está autorizado para
excavar en sitios arqueológicos.
Dentro de su trabajo profesional está
la liberación, recate, protección,
conservación y restauración de los
monumentos históricos arqueológicos,
así como los bienes materiales de las
culturas. Algunas de las especialidades de las disciplinas son: la
arqueología prehispánica, la arqueología subacuática, la arqueología
histórica y la arqueología industrial,
entre otras.
¿Dónde se puede trabajar?
El campo de trabajo para los
arqueólogos puede ser muy amplio,
sin embargo, por el carácter oficial del
ejercicio profesional, sólo se puede
hacer trabajo de investigación en
dependencias del Instituto nacional de
Antropología e Historia o en instituciones y universidades que cuenten
con el aval de éste. Otras alternativas
de trabajo son la docencia a nivel
medio superior y superior, la asesoría
sobre cuestiones patrimoniales a
empresas constructoras y la curaduría
de colecciones arqueológicas.
También puede colaborar en centros
de investigación social y cultural o
apoyar a labores de investigación
criminalística, entre otras actividades.
trabajo de campo.
Interés en el trabajo de laboratorio y
el trabajo de investigación en
equipo.
Plan de estudios
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de
la ENAH en 2010. Según lo establece
el reglamento General Académico de
la Escuela, la carrera se deberá
cursar en nueve semestres, con un
total de cuarenta y nueve materias
(cuarenta y cuatro obligatorias y
cinco optativas), cubriendo un total
de 397 créditos, teniendo como
máximo 76 por semestre.
El plan de estudios incluye el
acreditar los 110 días de prácticas de
campo y laboratorio obligatorias.
Primer semestre
Introducción a la Antropología
Historia de la Arqueología Mexicana
Antropología Física
Análisis e Interpretación de Textos
Arqueología General
Patrimonio y Legislación
Segundo semestre
Metodología
Antropología Económica
Teoría Arqueológica Contemporánea
Lítica
Historia de México I
¿Qué características personales
y académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Amplio conocimiento de la cultura
universal, habilidades para la
comprensión de las sociedades
antiguas de México y el mundo.
Compromiso, disciplina, constancia
para la lectura, la reflexión y el
319
Arqueología
Tercer semestre
Antropología Política
Teorías Arqueológicas
Ecología Humana
Cerámica
Historia de México II
Introducción a la Historia
Cuarto semestre
Teoría de la Historia
Geomorfología
Materiales Orgánicos e Inorgánicos
Interpretación de Mapas e Imágenes
Aéreas
Historia de México III
Quinto semestre
Parentesco y Religión
Geografía Humana
Levantamiento Topográfico
Herramientas Etnográficas para la
Arqueología
Historia de México IV
Sexto semestre
Teorías Antropológicas
Seminario Formativo
Estadística
Reconocimiento de Superficie
Historia de México V
Manejo de Recursos
Séptimo semestre
Optativa Teórica General
Seminario de Tesis
Laboratorio de Materiales I
Taller de Redacción
Historia de México VI
Restauración y Conservación
Octavo semestre
Optativa Teórica Particular
Seminario Teórico
Estratigrafía
Optativa Formativa Ambiental
Excavación
Noveno semestre
Laboratorio de Materiales II
Optativa Formativa Técnica
Museografía y Museología
Optativa Informativa
Seminario Informativo
320
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Arqueología
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de los créditos del plan
de estudios, acreditar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con el servicio social de 6 meses o un
equivalente a 480 horas, acreditar las
prácticas de fin de carrera las cuales
son 90 días de trabajo de campo o 180
días en gabinete, elaboración de tesis
y presentar examen profesional.
Las licenciaturas de la ENAH
ETNOHISTORIA
Disciplina de las Ciencias Antropológicas que se dedica a escribir
la historia de los pueblos que no tienen historia.
¿Qué hace este profesionista?
Plan de estudios
Distingue las transformaciones
producidas por el contacto entre
diferentes culturas. Reconstruye el
contexto social, cultural e histórico de
los fenómenos socioculturales en
tiempos y espacios determinados
mediante el cruce de fuentes
etnográficas y archivísticas.
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de la
ENAH en 1989. Según lo establece el
Reglamento General Académico de la
Escuela, la carrera se deberá cursar
en ocho semestres, con un total de
cuarenta materias (treinta y ocho
obligatorias y dos optativas),
cubriendo un total de 320 créditos,
teniendo como máximo 56 por
semestre.
¿Dónde se puede trabajar?
Los etnohistoriadores son requeridos
por instancias Judiciales de la
Federación para hacer peritajes
históricos que consisten en la
traducción de documentos antiguos
para usarlos como pruebas en pleitos
legales. En el campo de la investigación, el etnohistoriador recolecta y
clasifica datos etnográficos, registra y
clasifica fuentes históricas; también
trabaja en la clasificación y ordenamiento de archivos, trabajos de
paleografía. Así mismo se puede
desempeñar en la docencia y en la
clasificación bibliográfica y hemerográfica.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Personales: Interés por la pluriculturalidad de México, así como tener
una mente abierta para conocer
prácticas tradicionales, usos,
costumbres e ideas distintas a las
personales.
Académicas: Facilidad para la
comprensión de textos, concentración
en el estudio y capacidad de
aplicación y síntesis, disposición para
la investigación en archivo, trabajo de
campo y trabajo en equipo.
Primer semestre
Introducción a la Etnohistoria
Antropología General
Introducción a la Historia
Arqueología General de América
Teoría del Conocimiento
Segundo semestre
Historia Universal I
Teoría Antropológica I
Teoría de la Historia
Arqueología de Mesoamérica: Centro,
Occidente y Golfo
Arqueología de Mesoamérica: Área Maya
y Oaxaca
Tercer semestre
Etnohistoria de México I
Teoría Antropológica II
Historia de España
Etnohistoria del Área Maya
Paleografía I
Cuarto semestre
Etnohistoria de México II
Antropología Mexicana
Historia Universal II
Fuentes I
Paleografía II
Quinto semestre
Etnohistoria de México III
Etnohistoria del Área Andina
Lengua Indígena I
Fuentes II
Proyecto de Investigación Formativa I
321
Etnohistoria
Sexto semestre
Historia de América
Antropología Económica y Política
Historia Universal III
Lengua Indígena II
Proyecto de Investigación Formativa II
Séptimo semestre
Teoría del Parentesco
Antropología de la Religión
Historia de México Independiente
Optativa I
Proyecto de Investigación Formativa III
Octavo semestre
Rebeliones Indígenas
Etnografía de México
Historia de México Siglo XX
Optativa II
Proyecto de investigación Formativa IV
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Etnohistoria
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de los créditos del plan
de estudios, dominar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
noventa días de trabajo de campo y/o
archivo, tesis y presentar examen
profesional.
322
Las licenciaturas de la ENAH
ETNOLOGÍA
Disciplina de las Ciencias Antropológicas que se enfoca en
el estudio científico de los grupos humanos.
¿Qué hace este profesionista?
El etnólogo se ocupa de conocer las
distintas formas de ser de los grupos
humanos en sus múltiples facetas, así
como de investigar e implementar
estrategias para el desarrollo de los
patrimonios culturales de los distintos
pueblos y comunidades de la nación
mexicana. En su trabajo hace uso de
la etnografía como herramienta
metodológica para conocer un
fenómeno humano específico.
¿Dónde se puede trabajar?
En organizaciones gubernamentales
nacionales e internacionales
realizando programas de acción
comunitaria. Adicionalmente, en el
ámbito de apoyo a proyectos de
investigación disciplinaria o multidisciplinaria y ejercer la docencia en
instituciones educativas.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Personales: Compromiso con la
formación, habilidad de observación,
comprensión de problemáticas de
carácter cultural y disponibilidad de
horario.
Académicas: Aptitud para la reflexión
formal y para la expresión apropiada de
ideas de carácter complejo, responsabilidad, dedicación y compromiso para
con las responsabilidades propias de la
disciplina.
Plan de estudios
Actualmente, el plan de estudios se
encuentra en proceso de reforma.
Según lo establece el Reglamento
General Académico de la Escuela, la
carrera se deberá cursar en ocho
semestres, con un total de cuarenta
materias (treinta y seis obligatorias y
cuatro optativas), cubriendo un total
de 320 créditos, teniendo como
máximo 56 por semestre.
Primer semestre
Introducción a la Antropología
Teoría Antropológica I (Evolucionismo,
Difusionismo y Relativismo Cultural)
Antropología Física y Etnología
Atlas Etnográfico de México
Historia y Etnología
Segundo semestre
Métodos y Técnicas Etnográficos I
Teoría Antropológica II (Funcionalismo)
Lingüística y Etnología
Arqueología y Etnología
Historia de México I (Época
Prehispánica)
Tercer semestre
Métodos y Técnicas Etnográficos II
Teoría Antropológica III (Estructuralismo)
Antropología del Parentesco
Antropología Económica
Historia de México II (Época Colonial)
Cuarto semestre
Métodos y Técnicas de Investigación
Lingüística
Teoría Antropológica IV
(Neoevolucionismo)
Antropología Política
Etnia, Clase y Nación
Historia de México III (Siglo XIX)
Quinto semestre
Seminario de Investigación I
Teoría Antropológica V (Marxismo)
Antropología de la Religión
Antropología del Simbolismo
Historia de México IV (Siglo XX)
Sexto semestre
Seminario de investigación II
Teoría Antropológica VI (Nuevas
Corrientes)
Antropología Urbana
Antropología del Campesinado
Teoría Económica
323
Etnología
Séptimo semestre
Seminario de investigación III
Antropología Mexicana
Optativa I
Optativa II
Estado y Poder en el Mundo Moderno
Octavo semestre
Seminario de investigación IV
Optativa III
Teorías de la Cultura
Etnografía de México
Optativa IV
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Etnología
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de los créditos del plan
de estudios, dominar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
noventa días de trabajo de campo,
tesis y presentar examen profesional.
324
Las licenciaturas de la ENAH
HISTORIA
Es la disciplina que se dedica a estudiar la historia social y económica
las mentalidades, la vida privada y cotidiana, lo mismo que los procesos
globales de la actualidad.
¿Qué hace este profesionista?
históricos.
Estudia los procesos políticos,
económicos, ideológicos, sociales y
culturales presentes y pasados
producto de la acción de los grupos
humanos en el tiempo y acontecer
cotidiano del hombre en la realidad. La
Historia que se enseña en la ENAH,
por su esencia social y cultural ha
adquirido un carácter interdisciplinario;
por lo que mantiene vínculos sólidos
con la Economía, la Sociología, la
Antropología, la Etnología, la
Etnohistoria y la Geografía, entre otras
disciplinas sociales.
Plan de estudios
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de la
ENAH en 2008. Según lo establece el
reglamento General Académico de la
Escuela, la carrera se deberá cursar
en ocho semestres, con un total de
cincuenta materias (cuarenta y cuatro
obligatorias y seis optativas),
cubriendo un total de 304 créditos,
teniendo como máximo 56 por
semestre.
¿Dónde se puede trabajar?
El ámbito en que se requieren los
servicios del historiador es amplio y se
halla en expansión. Diseña proyectos
de investigación en que trata
problemas relevantes; selecciona,
clasifica y sistematiza información que
se recopila en bibliotecas, hemerotecas
y archivos. Además entrevista a
quienes, mediante sus recuerdos,
adoptan una visión del pasado.
También puede desarrollarse en
escuelas, universidades e institutos de
investigación y cultura.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Primer semestre
Introducción a la Historia
Historiografía Grecolatina
Formación de las Sociedades
Mesoamericanas
Grecia y Roma en el Mediterráneo
Antiguo
Introducción a la Investigación Histórica
Lectura y Redacción
Segundo semestre
Materialismo Histórico e Historia Social
Inglesa
Historiografía Medieval
Sociedades Mesoamericanas del
Posclásico
Europa Medieval Siglos V – XV
Estudios de Asia y África
Ciencias Auxiliares I: Diplomática de
Códices
Análisis Literario
Para el estudio en la Licenciatura de
Historia se requiere: poseer conocimientos generales de Historia
Universal y de México; facilidad para
expresarse verbalmente; disciplina en el
trabajo escrito; hábito y constancia en la
lectura reflexiva y crítica; capacidad de
análisis, síntesis, comprensión y
explicación; actitud crítica, creativa y
abierta e interés por los procesos
325
Historia
Tercer semestre
Del Positivismo a la Escuela de los
Annales
Historiografía de la Conquista. La
Crónica
La Conquista y la Expansión Colonial,
Siglos XVI – XVII
La Sociedad Feudal en España y el
Imperio
Diseño de Investigación
Ciencias Auxiliares II: Diplomática
Colonial y Paleografía
Optativa I
Cuarto semestre
Historicismo, Hermenéutica y Escuela de
Frankfurt
Historiografía del Siglo XVIII. El
Nacimiento de la Historiografía en
México
Sociedad Colonial: Siglos XVII – XVIII
Expansión Europea, Siglos XVI – XVIII
Ciencias Auxiliares III
Optativa II
Quinto semestre
Teoría Antropológica
Historiografía Liberal – Conservadora,
siglo XIX
De las Reformas Borbónicas a las
Reformas Liberales
Revolución Industrial y Colonialismo
Europeo
Proyectos de Investigación Formativa I
Ciencias Auxiliares IV
Sexto semestre
Optativa Teórica I
Reforma y Porfiriato
Imperialismo, Crisis y Guerras Mundiales
América Latina I, Siglo XIX
Proyectos de Investigación Formativa II
Especialización I. Patrimonio Cultural
326
Séptimo semestre
Optativa Teórica II
Historiografía Contemporánea I: La
Revolución
Revolución Mexicana y Consolidación del
Estado Nacional
El Nuevo Orden Mundial de la Posguerra
América Latina II, Siglo XX
Proyectos de Investigación Formativa III
Especialización II. Difusión de la Historia
Octavo semestre
Historiografía Contemporánea II:
Corrientes y Perspectivas
México: capitalismo Contemporáneo
Coyuntura Mundial Actual
Proyectos de Investigación Formativa IV
Especialización III. Docencia
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Historia
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de los créditos del plan
de estudios, dominar un idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
noventa días de trabajo de campo y/
archivo, tesis y presentar examen
profesional.
Las licenciaturas de la ENAH
LINGÜÍSTICA
Es la disciplina que estudia al lenguaje humano desde su estructua
interna como parte de una institución social más amplia: la lengua.
¿Qué hace este profesionista?
El lingüista, a partir de las herramientas
propias de la disciplina, realiza estudios
del lenguaje ligados a la cultura y a la
sociedad en donde existe la lengua. De
esta forma, analiza y describe el
lenguaje en sus aspectos fonológicos
(sonidos), morfológicos (unidades
mínimas de significado) y sintácticos
(construcción de oraciones). Los temas
de la lingüística van desde aspectos
anatómicos humanos hasta la
formación matemática. El tipo de
estudios que deriva de la lingüística se
relacionan con el origen del lenguaje, su
desarrollo histórico, sus realizaciones
cotidianas, su vínculo con la mente y el
pensamiento.
¿Dónde se puede trabajar?
El lingüista puede trabajar en
organismos públicos como el Instituto
Nacional de Lenguas Indígenas, la
Comisión para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas o la Secretaría de
Educación Pública. Los temas que se
desarrollan en estas instituciones son:
la castellanización, la alfabetización
en lenguas indígenas, la descripción
de las lenguas nacionales, la
elaboración de gramáticas, alfabetos
prácticos y diccionarios de lenguas
indígenas.
¿Qué características personales y
académicas se necesitan para
estudiar esta carrera?
Personales: Debe haber un gusto por
las lenguas indígenas nacionales. Es
necesaria mucha disciplina y
constancia en el estudio.
Académicas: Facilidad para la lógica,
gusto y conocimiento general de
gramática. Hábito de lectura y
disposición para leer en distintas
lenguas. Amplio criterio y un profundo
respeto a las formas de hablar, los
significados de las palabras y la
diversidad lingüística y cultural que
involucra el uso social de una lengua.
Plan de estudios
El plan de estudios vigente fue
aprobado por el Consejo Técnico de la
ENAH en 2010. Según lo establece el
reglamento General Académico de la
Escuela, la carrera se deberá cursar
en ocho semestres, con un total de
cuarenta materias (treinta y cinco
obligatorias y cinco optativas),
cubriendo un total de 320 créditos,
teniendo como máximo 56 por
semestre.
Primer semestre
Gramática del Español
Introducción a la Lingüística
Introducción a la Antropología
Inglés I
Metodología
Segundo semestre
Fonética
Introducción a la Morfología
Antropología y Lenguaje
Inglés II
Lengua Indígena I
Tercer semestre
Fonología Segmental
Morfosintaxis
Historia Prehispánica y Colonial
Inglés III
Lengua Indígena II
Cuarto semestre
Fonología no Lineal
Sintaxis I
Lexicografía
Historia de México Independiente
Lengua Indígena III
327
Lingüística
Quinto semestre
Semántica Léxica
Sintaxis II
Lingüística Histórica
Etnografía de la Comunicación
Proyecto de Investigación Formativa I
Sexto semestre
Tipología y Gramaticalización
Sociolingüística
Psicolingüística de la Escritura
Optativa I
Proyecto de investigación Formativa II
Séptimo semestre
Pragmática
Narratología
Optativa II
Optativa III
Proyecto de Investigación Formativa III
Octavo semestre
Política del Lenguaje
Filosofía del Lenguaje
Optativa IV
Optativa V
Proyecto de Investigación Formativa IV
¿Qué título otorga la ENAH?
Licenciado en Lingüística
¿Cuáles son los requisitos de
titulación que se deben cumplir?
Cubrir el 100% de créditos del plan de
estudios, dominar un
idioma
extranjero (Inglés o Francés), cumplir
con seis meses de servicio social,
noventa días de trabajo de campo y/o
archivo y/o laboratorio, tesis y
presentar examen profesional.
328
VI. Estructura del examen de
admisión y hoja de respuestas
Un objetivo importante de esta guía de estudio es darte a conocer la descripción
del examen de admisión: cómo está estructurado, qué partes lo conforman y el
tipo de preguntas que lo integran.
El examen está constituido por 120 preguntas organizadas en dos
secciones:
1.
Conocimientos relevantes para los estudios de las licenciaturas que
ofrece la ENAH, relacionados con las siete disciplinas que imparte:
antropología física, antropología social, arqueología, etnohistoria,
etnología, historia y lingüística. Esta sección incluye 105 preguntas, 15 por
cada área disciplinaria, basadas en el contenido de los Módulos de
Aprendizaje de esta Guía de Estudio.
2. Comprensión de lectura, referida a la demostración del dominio de
conceptos básicos y el manejo de vocabulario, procesos de conocimiento,
comprensión y estructuración lógica, propios del nivel medio superior.
También se valora la habilidad de integración, vinculando diferentes ideas
expresadas en distintos lugares del texto, que pueden relacionarse para
comprender la lectura en su conjunto. Esta sección incluye 15 preguntas
en total.
El examen de admisión es el mismo para todos los aspirantes,
independientemente de la licenciatura por la que opten.
Antes de iniciarse el examen se entregan dos documentos: un cuadernillo
que contiene las preguntas y lecturas que corresponden a cada sección y una hoja
de respuestas, donde se anota la opción elegida para cada pregunta.
Las preguntas son de opción múltiple y se te presentan con cuatro
posibles respuestas, de las cuales una es la correcta. Para cada pregunta siempre
existe una sola respuesta correcta.
La hoja de respuestas contiene datos cuya veracidad debes revisar
cuidadosamente. Cerciórate de que tu Nombre y No. de Aspirante allí escritos
correspondan con los de tu comprobante – credencial. Cualquier discrepancia
repórtala inmediatamente al responsable del grupo.
¿Cómo llenar la hoja de respuestas?
Para contestar el examen en la hoja de respuestas deberás utilizar lápiz
del número 2. Para firmar en la misma hoja, deberás hacerlo con bolígrafo de tinta
negra o azul.
Al momento que el responsable del grupo te entregue tu hoja de
respuestas, rellena el óvalo correspondiente a la licenciatura que elijas estudiar.
La opción que marques será la definitiva, después no habrá cambios de
licenciatura. Inmediatamente después, rellena el óvalo correspondiente al turno
que solicitas para realizar tus estudios. Antes de comenzar a contestar las
preguntas, firma con bolígrafo en la hoja de respuestas dentro del recuadro para
tal efecto.
Para cada pregunta la hoja presenta cuatro círculos correspondientes a
cada una de las cuatro diferentes opciones de respuesta, sólo una de ellas es la
correcta.
329
Estructura del examen de admisión y hoja de respuestas
·
·
·
·
·
Llena completamente, con lápiz del número 2, el círculo de la opción que
seleccionaste.
Llena un solo círculo por cada pregunta. En caso de llenar más de uno, la
respuesta se invalida.
No realices otras anotaciones en la hoja de respuestas.
Cada vez que llenes el círculo correspondiente a la opción seleccionada,
verifica que el número de respuesta coincida con el de la pregunta. En
particular, cuando no contestes alguna pregunta, asegúrate de dejar en
blanco los círculos correspondientes a ella, con el fin de evitar un posible
desplazamiento que afecte el orden de las respuestas.
En caso de que quieras cambiar una respuesta ya dada, borra totalmente
la marca para evitar que la computadora lo registre como una respuesta
doble, lo que la invalida automáticamente. La hoja de respuestas no
deberá tener enmendadura ni raspadura alguna. No dobles ni arrugues la
hoja de respuestas ni el cuadernillo.
330
331
VII. Respuestas correctas a los
ejercicios de autoevaluación
ANTROPOLOGÍA FÍSICA
1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.-
11.-
12.13.14.15.16.17.18.19.-
20.-
21.-
V
F
V
V
F
V
F
V
F
trabajo de campo
en el laboratorio
en gabinete
difusión de las investigaciones
Evolución multirregional
Homínidos
Neanderthal
Erectus
descriptivos (somatoscopía)
métricos (somatometría)
genéticas (genotipo)
morfológicas (fenotipo)
crecimiento
desarrollo
actividad ocupacional
bio – social
biologisista
deformación
dentaria
prehispánicas
b
c
a
d
e
a
f
b
c
4
3
1
2
1
4
3
2
332
22.-
1
2
4
3
23.-
3
2
1
24.-
3
5
2
10
4
7
6
1
8
9
ANTROPOLOGÍA SOCIAL
1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.-
17.-
18.-
V
F
F
F
V
V
F
F
F
V
V
F
V
campesinado
cultura obrera
estrategia
técnicas
documentales
bibliográficas
archivísticas
documentos manuscritos
procesos de urbanización
acción gubernamental
indigenista
indigenismo integracionista
diferentes
integridad
Respuestas correctas a los ejercicios de evaluación
19.-
20.-
21.22.23.24.25.26.27.-
28.29.-
30.-
31.-
étnico-nacional
antropología
histórico
sociopolítico
nacional
Oscar Lewis
cambio sociocultural
antropología social
problemáticas urbanas
industrialización
clase obrera
antropología del trabajo
Guattari
filosófico
percepción cultural
semiótica
comunicación
políticas contraculturales
simétrico-reflexiva
desterritorialización estructuralismo
similitudes
alianzas políticas
diferencias
etnógrafo
lugar estructural
observar
experiencias cotidianas
sujetos analizantes
etnógrafos
D
C
E
A
B
C
D
E
A
B
B
D
C
A
ARQUEOLOGÍA
1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.-
V
V
F
F
F
V
V
F
V
V
V
12.13.14.15.16.17.18.19.20.21.22.23.24.25.26.27.-
28.-
29.-
30.-
31.-
F
arqueología
ambiente
futuro
monumentales
estrato
reconstruir
1972
Porfirio Díaz
posturas
ciencia arqueológica
arqueología
salvamento
antropológicas
históricas
comprensión
conocimiento
a) O
b) O
c) X
excavación
culturas
contexto
arqueológico
etnoarqueología
cognitiva
lingüística
evolutiva
D
E
B
A
B
C
D
A
B
C
D
A
C
D
A
B
D
F
A
C
B
E
333
Respuestas correctas a los ejercicios de autoevaluación
32.-
3
1
4
5
2
28.-
ETNOHISTORIA
1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.17.18.19.20.21.22.23.24.25.26.-
27.-
V
F
V
V
F
F
V
F
F
V
V
F
F
historia
nación
Estados Unidos
realidad
híbrido
historia
antropología
naturaleza
sociedad
universal
cultura
etnografía
estrategia
interconexión
antropológico
upstreaming
downstreaming
instituciones
etnohistoria histórica
MI – Conocimiento de la
lengua
MI – Trabajo etnográfico
I
V
V
I
I
V
i
c
h
f
j
b
a
334
29.30.-
31.-
d
e
g
f
g
h
a
d
e
b
c
3
1
2
3
2
5
4
1
6
2
4
1
3
ETNOLOGÍA
1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.17.18.19.-
20.21.22.23.-
V
F
F
V
F
V
V
F
V
V
F
F
F
V
V
V
F
F
ciencia
diversidad
cultural
presente
XIX
la Época Antigua
la Ilustración
Fray Bernardino de Sahagún
1956
1969
Kenneth Pike
Respuestas correctas a los ejercicios de evaluación
24.-
25.-
26.-
27.28.29.-
antropología cognitiva
etnosemántica
c
d
a
e
b
4
5
1
2
3
d
c
b
a
PO
PE
PO
2
3
1
2
3
5
1
4
6
18.19.20.21.22.23.24.25.26.27.28.29.-
30.31.-
HISTORIA
32.1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.17.-
V
F
F
F
F
V
V
V
V
V
F
V
metodología
crítica de fuentes
información
falsas
sociedad
planos
distintos
hombre
sociedad
orientar
enseñanza
experiencia
33.-
34.-
35.-
análisis
crítica
interdisciplinario
visión
presente del historiador
orales
cuentos
memoria
recordar
olvidan
historiográfica
fuentes
oralidad
CE
CI
CE
CI
d
b
a
c
c
b
a
2
6
1
3
5
4
4
1
3
2
5
2
1
3
4
2
3
1
4
5
3
5
1
4
2
LINGÜÍSTICA
1.2.3.4.-
V
F
F
V
335
Respuestas correctas a los ejercicios de autoevaluación
5.6.7.8.9.10.11.12.13.14.15.16.17.18.19.20.21.22.-
F
F
V
V
V
V
alfabética
fonemas
objeto de estudio
concepto
significante
dibujo de una lata
antropológica
funcionalismo
lingüística cognitiva
gramática generativa
fonología
léxica
flexiva
sintaxis
oracional
pragmática
entidades
organizativos
23.-
ETNOLOGÍA
CULTURALES
PLANTAS
NOCIÓN DE TIEMPO
24.-
codificación
mental
psicolingüística
dificultades
materna
iguales
extranjera
Gramática tradicional:
a–b–f
Gramática descriptiva:
c–d–e
c
e
f
d
b
a
d
c
d
b
a
c
2
1
3
6
4
5
25.-
26.-
27.-
28.-
29.-
30.-
336
Guía de Estudio 2014
para el Ingreso a las Licenciaturas
Se terminó de imprimir en diciembre de 2013
en los talleres de Impresos Lema
El tiraje consta de 1350 ejemplares