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APRENDIZAJE ACTIVO COMO PARADIGMA METODOLÓGICO ¿QUÉ NOS DICE LA NEUROCIENCIA?

2022, Boletín Opiniones Iberoamericanas en Educación

Breve reflexión sobre el sustento Neurocientífico para el Aprendizaje Activo

Eduardo Orrego Escobar Máster en Neurociencia. Profesional Docente Centro de Enseñanza y Aprendizaje. . Chile edu.orrego.e@gmail.com APRENDIZAJE ACTIVO COMO PARADIGMA METODOLÓGICO ¿QUÉ NOS DICE LA NEUROCIENCIA? El aprendizaje activo, delimitando su concepción al involucramiento directo y determinado de los y las estudiantes en su proceso educativo, busca desde la propuesta socioconstructivista construir un aprendizaje profundo, significativo y permanente. Tal y como lo expresa Piaget en su trabajo (Ortega, 2017), la propuesta socioconstructivista del aprendizaje da a conocer una concepción de éste como un fenómeno bidireccional, en donde el estudiante es influenciado por el entorno en la generación y construcción de conocimiento, y a su vez el mismo impacta sobre su entorno durante su proceso de investigación y búsqueda de respuestas a sus inquietudes y cuestionamientos, base de impulso de su aprendizaje. Establecer esta idea como base de una propuesta metodológica es el tenor del aprendizaje activo, insisto en no romantizar ni idealizar el concepto ya que por norma el aprendizaje es siempre activo desde la neurociencia cognitiva, sea una actividad positiva o punitiva genera aprendizaje (considerándolo solo como un elemento neutro); no obstante su sistematización para potenciar el desarrollo y crecimiento no solo en lo cognoscitivo, sino también en lo relacional y ético es lo que vuelve esta propuesta metodológica en una renovación paradigmática. Reubica al docente como gestor de las experiencias, pero ya no como eje del aprendizaje, sino como un articulador consciente y dinámico. Investigaciones recientes demuestran que hay tres elementos centrales que se logran desarrollar en actividades de aprendizaje activo; primero, el involucramiento o compromiso para y con el grupo considerando los aportes que cada miembro realiza desde sus recursos. Segundo, la resolución del problema a través de un abordaje colaborativo e integrativo; y tercero, incorporar los recursos que el grupo debe poseer para alcanzar la resolución del problema, esto último no necesariamente dependiente del todo de lo que los miembros del grupo puedan aportar (Guerra, Rodríguez y Ardiles, 2019). Esto conlleva al desarrollo de una interdependencia positiva que no solo favorece el aprendizaje de cada individuo, sino que se preocupan del aprendizaje que los otros miembros también alcanzan. Abordando la temática desde la neurociencia, podemos indicar primeramente que el aprendizaje activo se sustenta, en parte, en las relaciones sociales y lo que aprendemos de y en ellas. La evidencia científica ha demostrado que aprendemos al enfrentarnos a situaciones que no exigen tomar decisiones, pero mejoramos ese aprendizaje si observamos y analizamos el cómo otras personas también se enfrentan a la misma situación, lo que además nos ayuda a aprender y luego decidir cómo actuar frente a otros (Westhoff, Koele and van de Groep, 2020). Aprendizaje que se produce gracias a dos componentes encefálicos clave, estos corresponden al Córtex Prefrontal Medial (mPFC) y el Cuerpo Estriado Ventral. Se suma a estos componentes el Córtex Cingulado Anterior (Aly-Mahmoud et al., 2017), principalmente involucrado en proporcionar el ánimo o enfoque de esforzarnos por aprender algo. También se puede mencionar el papel que juegan las áreas de integración informacional a nivel fronto-parietal y temporo-occipital, siendo más generalizado en mujeres que en hombres en los cuales tiende a lateralizarse en el hemisferio izquierdo (Nair et al., 2019), muy similar a lo que se observa también en personas mayores. La activación de las zonas circundantes al área premotora, motora primaria, y las subyacentes al córtex temporal relacionados al procesamiento del lenguaje también se ven potenciadas a través de acciones que involucran a otros, lo que a su vez incrementa la neuroplasticidad y facilitación del aprendizaje asociativo (Razorenova et al., 2020). Estudios han demostrado que el aprendizaje activo a través de actividades colaborativas y de acompañamiento potencian no solo un fortalecimiento en el desempeño académico sino también acrecientan la permanencia de los estudiantes (Miller et al., 2021). Fortalece la imagen positiva de los y las docentes involucrados en el proceso, favoreciendo un clima positivo, factor crítico para el éxito perdurable de la acción educativa (Guangbao and Timothy, 2021). Y también genera una proyección perdurable sobre la metodología colaborativa, ya que el desarrollo de habilidades enfocadas en el trabajo y éxito grupal se extrapolan como habilidades altamente requeridas en el mundo laboral (Mendo et al., 2018). Debemos seguir en el camino de la propuesta sobre una nueva forma de educar y evaluar el aprendizaje, en donde la visión del éxito como equipo de trabajo y no individualista sea la que tome el protagonismo, a fin de propender a un desarrollo armónico, justo y respetuoso. Referencias Consultadas. Ortega, R.G. (2017). ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS Y EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS. Ciudad de México, México: Trillas. Aly-Mahmoud M, Carlier P, Salam SA, Houari Selmani M, Moftah MZ, Esclapez M and Boussaoud D (2017) Role of Anterior Cingulate Cortex in Instrumental Learning: Blockade of Dopamine D1 Receptors Suppresses Overt but Not Covert Learning. Front. Behav. Neurosci. 11:82. doi: 10.3389/fnbeh.2017.00082 Guerra Santana, M., Rodríguez Pulido, J. & Artiles Rodríguez, J. (2019). Aprendizaje colaborativo: experiencia innovadora en el alumnado universitario. Revista de estudios y experiencias en educación, 18(36), 269-281. https://dx.doi.org/10.21703/rexe.20191836guerra5 Guangbao F and Timothy T (2021). Investigating the Associations of Constructivist -Efficacy Among Australian Beliefs and Classroom Climate on Secondary Mathematics Teachers. Front. Psychol. 12:626271. doi: 10.3389/fpsyg.2021.626271 Mendo-Lázaro S, León-del-Barco B, Felipe-Castaño E, Polo-del-Río M-I and IglesiasGallego D (2018). 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