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Antes de la abolición

1 Una reja más, la costumbre. ¿Y el canto? Imposible, más acá o más allá del muro. La única tonada es la preferida de la maestra. Todas las mañanas el encierro la recita de memoria, bajo espinas en la sien. Que tras la retahila yace acorazada la treta universal, era de suponerse, mas nunca notamos que se trataba de una guerra. La abscisa y la ordenada universales, su medición, su calambre distribuido sin compasión, minucioso sobre las sienes, los lagrimales, los nervios de generaciones. La repetición vertical y horizontal. La vertical, la horizontal les enseñaremos, dicen. 2 A veces, es como si siempre hubiera estado aquí Y el esplendor tan distante de las hojas del único árbol Su sombra que se escapa entre la noche Con el deseo ajeno de la fruta

Antes de la abolición Angye Gaona 1 Una reja más, la costumbre. ¿Y el canto? Imposible, más acá o más allá del muro. La única tonada es la preferida de la maestra. Todas las mañanas el encierro la recita de memoria, bajo espinas en la sien. Que tras la retahila yace acorazada la treta universal, era de suponerse, mas nunca notamos que se trataba de una guerra. La abscisa y la ordenada universales, su medición, su calambre distribuido sin compasión, minucioso sobre las sienes, los lagrimales, los nervios de generaciones. La repetición vertical y horizontal. La vertical, la horizontal les enseñaremos, dicen. 2 A veces, es como si siempre hubiera estado aquí Y el esplendor tan distante de las hojas del único árbol Su sombra que se escapa entre la noche Con el deseo ajeno de la fruta 80 C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 80-81 3 La noche viene muy temprano; no acaba de llegar y ya ha de marcharse. Espero por el calado a la noche de tintas y tornados que no vendrá, que sólo dura lo que el agua en los grifos escatimada. 4 Meses después, he visto la luna como a un visitante: corta y apenada. 5 Está bien, lo admito: Soy una bandera. Pero también soy el brazo desnudo, ardiente y peligroso, sin vergüenza. Está bien, lo admito. Encendí la bengala. Que la noche se hizo muy negra y sin luz no cruzarían los hijos hasta el amanecer… 6 La ley, la única ley es la grieta, la arruga, por la que se van los regímenes. 81 C & P, No 3. Bucaramanga, Diciembre 2012, ISSN 2027-5528, PP 80-81