Los Pájaros Cantores, aunque impresionaban a todo el mundo, solo podían ser apreciados plenamente por personas «cuyo interior más profundo resonara con la más poderosa de las músicas». Un Pájaro Cantor jamás acudía a una persona que matara, fuera codiciosa, sintiera gula o que ansiara el poder.
Demasiado lo confiesan las lágrimas de mis ojos, y las voces de mi lengua. Yo te amo: poco a mis ansias la corona es de condesa; para ceñirla a tus sienes ansiara imperial diadema.
Dios es Aquello que nuestra alma anhela, mal contenta de todo lo terreno; el blanco eterno a que, cual dardo, vuela; el infinito mar en cuyo seno perder ansiara su ambiciosa vela.
El astuto Iván había dejado a la vista lo suficiente para que la procaz princesa ansiara ver más, y mientras ella lo contemplaba con la respiración acelerada y las mejillas ardientes, él sintió que los encantos de tan selecto y delicioso bocado, inspeccionándolo con tal desfachatez, avivaban su apetito carnal hasta un punto casi irresistible.
Simón, que en antiguallas no repara, y su imaginación tiene un reposo, a otros objetos dedicarse ansiara, propios de un hombre material y ocioso.