«Es cierto --dijo el rey-- que un comerciante armenio ha pocos días me las trajo; mas fuera el vos pedírmelas bastante a que os las diese yo con agasajo; pues, aunque dadas ya a Grifón, no obstante, tanta es su fe que creo que lo atajo diciéndoos que con gran placer las ceda, a fin de que este rey dároslas pueda.
Además de la guerra material y sangrienta, ha tomado en nuestros días más auge que nunca otra guerra que trae á la humanidad infinitos bienes, y que la lleva en volandas, no ya por el camino real del progreso, sino por una trocha ó atajo.
Deja a un lado la vergüenza o dala un puntapié, que la vergüenza es espantajo que de nada sirve y para todo es
atajo: verde es la vergüenza y se la come el burro de la necesidad.
Ricardo Palma
«El señor Larra, comisionado por el Duende en los versos que hizo a la Exposición pública, en los cuales, por no entender las materias de que hablaba, ha dicho cosas muy raras». Vea usted por dónde retoña el arbolito. ¿Ha visto usted cómo toma el
atajo y le mete un aguijón?... Parece que el señor J.
Mariano José de Larra
Esta arriesgada aseveración de Horacio —en el uso está el arbitrio, el derecho y la norma del lenguaje— convirtió al desbrozarlo de trabajosas malezas, el atajo en camino real, y por él marchó el hombre, con la bandera del lenguaje en libertad tremolando al viento, obstinándose en confundir el triunfo con la servidumbre que entraña su mera apariencia.
Le enseñaba a nuestro pueblo a meditar lo que es el proceso revolucionario y lo que significa la revolución, para poner atajo a los que piensan que se construye el socialismo por decreto o para decirles también a los reacios que la revolución implica inquebrantable fe en las masas y en el pueblo.
Volvieron, pues, sobre sus pasos y llegaron por un atajo a la calle de la Fortuna, escuchando distraída mente al cicerone, que al pasar por delante de cada casa la llamaba por el nombre que le ha sido dado después de su descubrimiento, debido a alguna particularidad característica: la casa del Toro de bronce, la casa del Fauno, la casa del Buque, el templo de la Fortuna, la casa de Meleagro, la taberna de la Fortuna en la esquina de la calle Consular, la academia de Música, el Horno público, la Farmacia, la consulta del Cirujano, la Aduana, el alojamiento de las Vestales, el albergue de Albino, los Termopolios, y así hasta la puerta que conduce a la vía de las Tumbas.
El arco del camino pues torcido, 335 que habían con trabajo por la fragosa cuerda del
atajo las gallardas serranas desmentido, de la cansada juventud vencido, los fuertes hombros con las cargas graves, 340 treguas hechas süaves, sueño le ofrece a quien buscó descanso el ya sañudo arroyo, ahora manso.
Luis de Góngora y Argote
3°. Pertenece al dominio de la República Argentina la Isla del Atajo ó Cerrito. Las demás islas firmes ó anegadizas que se encuentran en uno ú otro río, Paraná y Paraguay, pertenecen á la República Argentina ó á la del Paraguay, según sea su situación más adyacente al territorio de una ú otra República, con arreglo á los principios de Derecho Internacional que rigen esta materia.
En la çiudad de Villena, en tienpo que Castilla tenia guera con el reyno de Valençia vinieron contra esta çiudad Villena y entraron por sus arravales quemandolos, y entraran de hecho dentro de lo çercado de la çiudad si no çerraran las puertas con una puerta levadiza que estava pendiente en maromas, que dexandola, çerro e
atajo la entrada; y en las armas que contra ellos se hizieron mataron alguna gente, y entre otros, mataron dos hombre prinçipales e nobles que se dezian los Mellinas, en cuya memoria, en lo parte do acaesçio su muerte se puso una cruz grande de piedra.
Concejo de Vilena
Respondieron las Cortes: «Abajo el artículo»; parece natural creer que el ministro va a echar por el
atajo y decir: «No me ahorráis los dos meses.
Mariano José de Larra
¿Para qué, pues, consumimos el tiempo en las acostumbradas exhortaciones, siempre que procuramos persuadir a los bautizados, o la integridad virginal, o la continencia vidual, o la fe del casto matrimonio, teniendo un atajo libre de todos los peligros de pecar, para que todos los que pudiésemos persuadir que se den muerte en acabando de recibir la remisión de sus pecados, los enviemos al Señor con las conciencias más sanas y más puras?