Según el relato bíblico, aquí hay una brecha entre Jibal Hilal y Gebel Dalfa donde una inundación repentina fluyo después de ser golpeada la roca por Moisés.
Me entumecí de ira y cuan grande fluyo cuando máximo alguna vez, tan grande era, y al par por mis ánimos y ondas inabarcable, de las espesuras, espesuras, y de los campos, campos arrancaba, 585 y con su lugar a las ninfas, acordadas entonces al fin de nos, a los mares arramblé.
15 Por contra yo: “Indecente que un dios a un mortal ceda”, dije –todavía no era él dios–: “el dueño a mí me ves de las aguas que con sus cursos oblicuos por entre tus dominios fluyo; y no un yerno huésped, a ti mandado desde extrañas orillas, sino paisano seré y del estado tuyo parte una.