En esta Española, en el lugar más conuenible y meior comarca para las minas del oro y de todo trato, así de la tierra firme de aquá como de aquélla de allá del Gran Can, adonde haurá grand trato e ganancia, he tomado possessión de una villa grande, a la qual puse nombre la villa de Nauidad, y en ella he fecho fuerza y fortaleza, que ya a estas horas estará del todo acabada, y he dexado en ella gente que abasta para semeiante fecho, con armas y artellarías e vituallas por más de un año, y fusta y maestro de la mar en todas artes para fazer otras...
Un señor a caballo llegó a la verja, hizo entrar a su caballo de la brida en el patio, como si estuviera en su casa; le ató a una anilla y entró en el comedor con la fusta en la mano.
Ella oyó ruido por encima de la cabeza: era Felicidad que repiqueteaba en los cristales para entretener a la pequeña Berta. La niña le envió de lejos un beso; su madre le respondió con un gesto de la empuñadura de su fusta.
Hizo una pausa y agregó: -Pero, antes de que nos separemos, vas a llevar un recuerdo mío. Y empinándose en sus estribos, enarboló la pesada
fusta.
Baldomero Lillo
El pueblo americano ha cruzado con la
fusta de su viril civismo el rostro del nacionicida que palidece no de vergüenza sino de miedo.
Práxedis G. Guerrero
Ellos tienen todas las yslas muy muchas canoas, a manera de fustes de remo; dellas maioras, dellas menores, y algunas y muchas son mayores que huna fusta de diez e ocho bancos; no son tan anchas porque son de hun solo madero, mas huna fusta no terná con ellas al remo porque van que no es cosa de creer, y con estas nauegan todas aquellas islas, que son inumerables, y traen sus mecaderías.
-preguntó. -Mi fusta, por favor -repuso el médico. Y se puso a buscar sobre la cama, detrás de las puertas, debajo de las sillas; se había caído al suelo entre los sacos y la pared.
¿Se lo pintaré preso, en un calabozo del castillo del Príncipe, servido por su Micaela fiel, y sus hijos, y sus discípulos; o en Santander, donde los españoles lo recibieron con palmas y banquetes?; ¿o en New York, adonde vino escapado de España, para correr la suerte de los cubanos, y celebrar en su verso alado y caluroso al héroe que caía en el campo de pelea y al español bueno que no había querido alzarse contra la tierra que le dio el pan, y a quien dio hijos?; ¿o en Nassau, vestido de blanco como en Cuba, malhumorado y silencioso, hasta que, a la voz de Víctor Hugo, se alzó, fusta en mano...
El mayordomo y el vaquero al ver las piruetas forzadas del vagabundo sonríen y cuchichean, mientras el amo, enarbolando de nuevo la
fusta, grita con su gruesa voz de bajo: -¡Vamos, aprisa, viejo ladrón!
Baldomero Lillo
Baja una pareja y entra con tal soberbia en la mansión, que el mendigo piensa: decididamente, el aguilucho y su hembra van al nido. El tronco, ruidoso y azogado, a un golpe de
fusta arrastra el carruaje haciendo relampaguear las piedras.
Rubén Darío
Emma se entregaba a esa facilidad de satisfacer todos sus caprichos. Así, quiso adquirir, para regalársela a Rodolfo, una fusta muy bonita que había en Rouen en una tienda de paraguas.
Ellos tienen todas las yslas muy muchas canoas, a manera de fustas de rremo; dellas mayores, dellas menores, y algunas y muchas son mayores que una fusta de diez e ocho vancos: no son tan anchas porque son de un solo madero; mas una fusta no terná con ellas al rremo porque van que no es cosa de creer, y con éstas navegan todas aquellas yslas, que son ynumerables, y traen sus mercaderías.