Y les digo también a los jueces, porque estos gendarmes fueron convocados por la jueza federal de Comodoro Rivadavia, que van a tener que procesarme a mí porque no voy a permitir que ningún gendarme salga más a cuidar...
Algo has de haberle insinuado. -Y en seguimiento del
gendarme y del preso, se dirigieron hasta la delegación de policía. - ¡Crees que no te vi!
Antonio Domínguez Hidalgo
---- ---- El poeta-
gendarme, vergüenza de Veracruz, sigue desarrollando sus aptitudes de esbirro en la Cámara de Diputados con mejor éxito que en las montañas, donde tan mal le fue.
Práxedis G. Guerrero
Y sin dejar de burlarse de la feria, Rodolfo, para circular más a gusto, mostraba su tarjeta azul al gendarme, y hasta se paraba a veces ante algún hermoso ejemplar que Madame Bovary apenas apreciaba.
Esta clase de gobierno era, ciertamente el defensor, el
gendarme de los propietarios; pero, así y todo, era un
gendarme que se estimaba en algo y se permitía ciertas arrogancias con las personas a quienes debía acompañar y defender, salvo en los casos en que éstas se desembarazaban de él a la vuelta de la primera esquina.
Errico Malatesta
Es libre, puesto que no teme a Dios y le usurpa el manejo de la muerte. ¡Ni siquiera teme al gendarme! Sus odios no son platónicos, como los de las personas honradas.
En París y en las grandes ciudades, la reacción misma presenta la fisonomía de su época y provoca más de lo que reprime. En el campo, se hace baja, vulgar, mezquina, agobiante, vejatoria; en una palabra, el gendarme.
Sargento ayudante Posse, Néstor Raúl; sargento ayudante Valdéz, Idilfo; cabo primero Mareco, Héctor; cabo Ojeda, Luis Roberto; gendarme Bordón, José Ricardo; gendarme Delgado, Martín Javier; gendarme García, Elías Jacobo; gendarme Vilca, Federico Ismael.
Nadie tenía que reprocharle nada, salvo, naturalmente, el asesinato de Azerbaijan aunque no existía sobre la tierra una sola persona que en aquel momento se acordara del hombre muerto cerca de la Silla del Buda. Un
gendarme se detuvo frente a Mahomet: -Mi cadí quiere hablar contigo.
Roberto Arlt
-Los curiosos sonreían burlones. Los semi ofendidos siguieron al
gendarme que llevaba del brazo al Amadís, como si temiera que fuera a desaparecer.
Antonio Domínguez Hidalgo
---- Díaz Mirón, el poeta
gendarme, está enfermo; el inspirado esbirro autor de las famosas Lascas, se encuentra en su casa hecho una piltrafa, de resultas de su valerosa campaña en persecución de Santanón, que ha de reir todavía de las bravatas del Bate-polizonte, que prometía ridículamente ir a cortarle la cabeza.
Práxedis G. Guerrero
En las afueras de la puerta del Popolo lo esperaba una silla de posta, a la cual le hicieron subir, y después de esto cerraron las portezuelas con una llave, que Radet entregó a un
gendarme de caballería.
Pedro Antonio de Alarcón