Bramadoras las ondas del oceano, del huracán empujadas tienden el inmenso paso; raen las arenas profundas de los abismos, al alto firmamento, entumecidas, van a encontrar a los astros; tragan voraces y rompen y aniquilan todo cuanto pone a su furor estorbo, pone a su curso embarazo; y en la humilde y blanda arena, o en el informe peñasco, donde el dedo del Eterno escribe hasta aquí, pedazos se hace su furia espantosa, se estrella su orgullo
insano, y en espuma roto vuela su poder, del orbe espanto.
Ángel de Saavedra
Cógele por el cuello y lo levanta, tómale la espada, pártela en dos contra la rodilla y arroja los pedazos a un foso; despójalo de la espuela y las insignias, y, a dos manos, frenético,
insano, le arranca, le desgarra, le hace añicos recamos, sedas y holandas.
Tomás Carrasquilla
Un pajarillo, dentro de una jaula tan chica como él, hace un ruido monótono saltando desde el palito al suelo y del suelo al palito; pero no canta ni silba. En la habitación reina un olor extraño a insano a cuero podrido, a manzanas guardadas y a libros apolillados.
Como ya por Eneas la triste Dido, Todos dirán que fuiste ciego, insano, Siendo el pastor mas sabio y entendido De toda esta ribera y verde llano; De las hermosas Ninfas tan amado.
Acude, acorre, vuela, traspassa el alta sierra, ocupa el llano; no perdones la espuela, no des paz a la mano, menea fulminando el hierro
insano.» ¡Ay, quánto de fatiga, ay, quánto de sudor está presente al que viste loriga, al infante valiente, a hombres y a caballos juntamente!
Fray Luis de León
¿Qué decoro Te has podido prometer De dejar en paz al moro Por dar guerra a una mujer? »¡Rey don Sancho! ¿Qué laureles Busca tu furor insano? ¿Que escarnezcan los infieles Los dolores del cristiano?
¡Qué! ¡De las ondas el hervor
insano Mece por fin mi lecho estremecido! ¡Otra vez en el Mar!... Dulce a mi oído Es tu solemne música, Oceano.
José María Heredia
D. Domingo del Monte En aqueste pacífico retiro, lejos del mundo y su tumulto
insano doliente vaga tu sensible amigo. Tú sabes mis tormentos, y conoces a la mujer infiel...
José María Heredia
De aquestas cañas a la blanda sombra recuerdo triste mi placer pasado, y me siento morir: lánguidamente grabo en el tronco de la tersa caña de Lesbia el nombre, y en delirio
insano gimo, y le cubren mis ardientes besos.
José María Heredia
¿Cuándo terminas mis dolores? ¿Por qué así me atormentas, Hijo de Cronos, y en delirio insano Se agita mi cabeza? Abráseme tu llama, o en su centro Sepúlteme la tierra; Oye mis ruegos, dame como pasto A las marinas bestias.
Que así castiga Dios el alma osada, Que aspira loca, en su delirio
insano, De la verdad para el mortal velada, A descubrir el insondable arcano.» ¡Oh, cesa!
José de Espronceda
¿Por qué del alma tuya la mía aficionada quisiera a sus destinos los suyos aunar, y en su delirio insano verse a la vez lanzada en pos de los portentos del gran Pachacamac?