Su rostro se puso escarlata, luego palideció espantosamente y, como si lo que yo había insinuado le divirtiera muchísimo, estalló en carcajadas que, para mi estupefacción, se prolongaron cada vez con más fuerza durante largos minutos.
b) Anquilosamiento, pérdida de tejido óseo, retracción cicatrizante que anule el funcionamiento de una de las grandes articulaciones digitales de una mano. c) Pseudoartrosis de los huesos largos.
Había que darle un escarmiento al ladrón. La justicia debía obrar con mano poderosa El grupo de hombres atravesó por
largos y oscurecidos corredores.
Antonio Domínguez Hidalgo
Las figuras simbólicas, y los quipos de los mexicanos (cuyo imperio se alzaba en medio de la América; para difundir por toda ella sus luces, como desde un centro) prueban que el desarrollo intelectual no contaba en aquella región los largos siglos que en el viejo mundo, desde la época inmemorial en que brilló la luz de la razón en el Oriente: y a pesar de esto ¿qué les faltaba para constituir un pueblo civilizado?
Las principales potencias han presenciado ayer, por medio de sus representantes marítimos o diplomáticos en el Pacífico, cuanto vale y cuanto puede, solo el Perú; y esto, que nuestras fortificaciones se hallan interrumpidas, desde la una del día: que no son lo que serán en breve, mediante esta elocuentísima prueba, de lo que debemos ser en lo futuro; es decir, una nación con 1000 cañones largos, rayados, y de 68 en nuestra costa.
Hemos reconocido que tras los largos siglos en que han echado raíces el patrioterismo simplista y el pernicioso sistema de la segregación, este siglo debe servirnos de palanca contra el racismo y liberarnos, de una vez para siempre, de esas ideologías caducas antihumanas y antisociales cuya carga hemos venido arrastrando hasta hoy.
-Señor Kisserup -dijo la mujer -, ya que se presenta la oportunidad, voy a enseñarle algo que no he mostrado a ningún alma viviente, y mucho menos a mi marido: mis ensayos poéticos, mis pequeños versos, aunque hay algunos bastante
largos.
Hans Christian Andersen
Se pasaba el día gozando de la luz del sol, volando de flor en flor, bailando sobre las alas de la inquieta mariposa y midiendo los pasos que necesitaba dar para recorrer todos los caminos y senderos que hay en una sola hoja de tilo. Son lo que nosotros llamamos las nervaduras; para él eran caminos y sendas, ¡y no poco
largos!
Hans Christian Andersen
Las tales casitas, por espacio de
largos años, sólo fueron barracas de madera, casi como las que hoy vemos en las ferias, tal vez un poco mayores, y con ventanas, que en vez de cristales tenían placas de cuerno o de vejiga, pues el poner vidrios en las ventanas era en aquel tiempo todo un lujo.
Hans Christian Andersen
En la distancia apareció entonces una multitud de elefantes negros que se enfilaba hacia mí con sus inmensas trompas levantadas a todo lo alto y me percaté de sus blancos, filosos y largos colmillos que como monumentales y puntiagudas espadas se aprestaban a despedazarme.
Sus congéneres, los demás pavos, estaban en igual caso, y, sin meterse en más averiguaciones, picaban el grano, devoraban el cocimiento de salvado, glugluteaban satisfechos, hacían la rueda, cortejaban a las pavas y dormían sueños
largos, en la tibieza del cobijadero que les abrigaba de noche.
Emilia Pardo Bazán
Su aspecto pedía a voces el retrato: era seco como un huso, tenía la boca y los ojos rodeados de arrugas,
largos dedos huesudos y cejas grises y erizadas.
Hans Christian Andersen