Esto se hace con el objeto de poner una barrera a los aires para que no dispersen las enfermedades en el poblado o destruyan las milpas.;Historia: Francisco Hernández de Toledo, en el siglo XVI señala: afirman los médicos indios, son muy eficaces para curar las lepras.
Venían tras ellos los mentirosos contentos, muy gordos, risueños y bien vestidos y medrados, que no teniendo otro oficio, son milagro del mundo, con un gran auditorio de mentecatos y ruines. Detrás venían los entremetidos, muy soberbios y satisfechos y presumidos, que son las tres
lepras de la honra del mundo.
Francisco de Quevedo
Le hemos hecho temer y odiar. Le hemos convertido en la peor de las lepras. ¡Y pensar que el trabajo será un día felicidad, bendición y orgullo, que quizá lo ha sido en sus orígenes!
lombrices); en este caso se toma el aceite del tallo.;Historia: En el siglo XVI, el Códice Florentino menciona: "se usa para la sarna, granos de la cabeza, dolor de oídos e inflamaciones, para las niguas (granos) de la espalda, enfermedades de los empeines, hinchazones de los pies y quebraduras de los huesos de los pies, y para las hinchazones de los pezones". En el mismo siglo, Francisco Hernández relata: "son muy eficaces según afirman los médicos indios, para curar las lepras".