Es por eso que la crítica, la mayoría perezosa de leer lo que no les deje ganancias de círculos, atizadora de negocios particulares llamados “booms y mafias”, improvisada, negativa y vengativa, se hace la miope, si es que no lo es ya, y evita propagar comentarios en torno a algunos ensayos que dilucidan fomentadas confusiones y ponen a cada cual en su nidal.
grotesco doctor Max Nordau, si tu fe en la ciencia miope ha suprimido en ti el sentido del misterio; si tu espíritu sin curiosidades no se apasiona por las formas más opuestas de la vida; si tus rudimentarios sentidos no requieren los refinamientos supremos de las sensaciones raras y penetrantes?...
-Ya está aquí, hombre, no hay que calar la bayoneta por tan poquilla cosa -repúsole el muchacho, colocándole delante una bandeja con doce cristales, capaces cada uno de ellos de hacer ver dobles los objetos al más miope de los nacidos.
Obsérvese, por otra parte, que el desarrollo a que llega el hombre en la Tierra a la edad de treinta años, no pasa quizá de ser una especie de infancia, comparado con el que está llamado a alcanzar. Se necesita ser muy miope de inteligencia para tomarnos en todo por tipos de la creación, y se rebaja mucho a la Divinidad.
James Payn es un incondicional del arte de ocultar lo que no merece la pena descubrirse. Persigue a la evidencia con el entusiasmo de un detective miope.
Porque le diré que yo soy miope y, si se coloca usted delante de mí, yo sólo veo su cara, pero sin distinguir la nariz, la barba ni nada.
El mejor amigo es un peso en la bolsa; con dinero baila el perro y si no ... uno es el que baila como perro. - Pero... - ¡Qué poca visión tienes! Estás
miope o qué... Sin lana qué haces? - Pero... -...
Antonio Domínguez Hidalgo
Y, humillado, con lágrimas de rabia y de despecho en los ojos, humedad que enturbiaba sus lentes de estudioso
miope, declaró: -Bien, tío; me quedo con usted...
Emilia Pardo Bazán
México requiere técnicos preparados -no improvisados- para el mejor aprovechamiento de sus recursos naturales, técnicos que superen las concepciones elitistas de la educación y que remplacen el apego miope a una profesión individualista por la lealtad a su país y la solidaridad con su pueblo.
Soy de los hombres más ineptos para esto de caminar a tientas, no obstante mi condición de miope, que debiera haberme familiarizado ya en el arte de vencer obstáculos y ver claro en la oscuridad más turbia.
Era el caso que el trabajo excesivo, el abuso de las vigilias, el constante empleo de los ojos en lecturas nocturnas, en investigaciones de documentos de intrincados caracteres y en observaciones de menudísimos pormenores de laboratorio, y acaso más que nada, la gran excitación nerviosa, habían debilitado la vista del sabio, miope antes, y ahora incapaz de distinguir bien lo cercano...
Siempre que «ella» realizaba esta maniobra, el «otro» -llamémosle así- abría los ojos y una fulguración viva lucía bajo la visera de la gorra. ¿Efecto de mi vista
miope?
Emilia Pardo Bazán