planchado

Un puchero no más, una tortilla, y arroz con leche; pero una cantidad de verduras de todas clases, manteca, crema, que sé yo; un almuerzo, pero en regla, en una mesa bien puesta, con su mantel planchado, que daba apetito con sólo verlo.

c) El servicio de toallas y ropa de cama se cambiará con la entrada de nuevos clientes o cada 3 días. d) Se prestará el servicio de lavado y planchado de ropa, o se facilitarán plancha y lavadora para el uso de los clientes.

no... Es una tal Rosario, que está en un taller de planchado y que me parece le solía llevar a usted la plancha... Augusto palideció.

Según la norma ISO 3758,en el etiquetado de los tejidos la temperatura ideal de planchado está indicada por uno, dos o tres puntos colocados dentro de un símbolo de plancha.

Fue la industria más importante del pueblo, pues daba trabajo a la mayor parte de sus habitantes; las mujeres, sobre todo, se dedicaban a tejer las trenzas o malillas con la palma y al adorno, y los hombres hacían el resto del trabajo: planchado y ribeteado, hasta dejarlo listo para su comercialización.

La historia empieza cuando el Pijoaparte llega a los barrios de los ricos, San Gervasio, con un flamante traje bien planchado, y se sienta en un flamante coche destruido estacionado delante de la entrada de una orgía de estudiantes, enciende un porro y espera que alguna chica se fije en él.

Las planchas están disponibles como un producto de consumo a precios accesibles. La mayoría de los procesos de planchado se realizan sobre tablas de planchar también conocido como "Buró" o "burro de planchar".

Se han inventado prendas permanentemente lisas para evitar el trabajo de planchado. Para ello, se combina poliéster resistente a las arrugas con algodón respirable.

Verdaderamente, el gorrito bretón recién planchado en París -se le había ajado en el trayecto desde Nantes- servía como de aureola a su alegre semblante.

El planchado de senos es la práctica de masajear y golpear con objetos calientes los mamas de mujeres pubescentes con el objetivo de retrasar e incluso detener el aumento de tamaño propio de su desarrollo normal.

Desde mediados del siglo XIX La Victoria se convirtió en el área de residencia de la pequeña burguesía de modistas, propietarios de talleres de lavado y planchado, pequeños comerciantes y empleados administrativos, y el barrio comenzó a conocerse como el barrio del “chupitira”, debido a las comidas de pobres (almejas) que está clase tenía que hacer para poder permitirse aparentar en el vestido.

Los últimos avances en cuanto a acabados resistentes a las arrugas son los de planchado duradero o planchado permanente; además de lograr resistencia a las arrugas, estos acabados proporcionan pliegues permanentes.