Azótanos y hiérenos la fortuna: sufrímoslo; no es crueldad, es pelea, a la cual cuantas veces más fuéremos saldremos más fuertes.
Querido X.: Es casi seguro que no podré conversar contigo ni un momento, porque esta noche saldremos, y yo no podré ir a tierra por lo mismo.
Sin duda así saldremos de esto que he llamado tropezón, que no quiero que se convierta en caída, porque a nadie, a ninguno de nosotros nos conviene, ni siquiera a los que compran o turistean en el extranjero, a los que adquieren el contrabando ni siquiera a ellos.
Ruiz se quedó con las manos olvidadas en los cordones de la bota al mirar el contraído semblante de Benegas: -¿Qué te ha dicho Muza? -El lunes verá al coronel. Ruiz comenzó a quitarse las botas, y dijo: -Mañana
saldremos para los bosques de Rahel. -¿Rahel?
Roberto Arlt
Hemos suprimido ese foco ideal y hemos obtenido la democracia moderna, caso incomprensible del cual no saldremos mientras no nos decidamos todos a mirar la realidad cara a cara, a ser sinceros y a despreciar la hipocresía.
De mirar para otro lado, de justificarlo con inverosímiles y delirantes cálculos políticos. Saldremos adelante, no lo duden, lo conseguiremos, apoyándonos entre nosotros, con nuestras familias, nuestros amigos y nuestros compañeros de viaje durante el camino de la sinrazón.
Entonces dijo míster Micawber, que estaba presente: -No hay duda de que con la ayuda de Dios saldremos adelante y podremos vivir de una manera completamente diferente, y..., y..., en una palabra, las cosas cambiarán.
«Muerto el perro, acabó la rabia.» Cuando Lolo venga a buscarla, cuando ella salga a juntarse con él, saldremos nosotros, y ¡vaya, que mucha gente es Lolo!; pero corasón no tié más que uno y vía no tié tampoco más que una.
Conque, dígame usted ¿qué es preciso para acertar? Porque si se yerra, saldremos todos por un cuerno. Argote: Buena intención; aplicación a leer y consultar; renuncia al amor propio por el amor de la patria; docilidad para ceder a la razón, aunque se oiga en boca de un enemigo o inferior; pausa para no precipitar su concepto y generosidad para confesar su engaño; firmeza para resistir a la seducción o peligro; dulzura y paciencia para persuadir, sin orgullo de querer primar; respetar las preocupaciones y combatirlas con sagacidad; en suma, sacrificar sus pasiones al bien general y proponerse la consecución de esto a toda costa.
No había más motivo que este para que te las ocultara. -Lo sé -dije-; pero, cuéntamelas ahora. -¿Quieres acompañarme mañana? Saldremos en coche -me dijo mi tía. -¡Claro que sí!
3 Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días, para que enviemos mensajeros á todos los términos de Israel; y si nadie hubiere que nos defienda, saldremos á ti.
Y vinieron los mensajeros, y declaráronlo á los de Jabes, los cuales se holgaron. 10 Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos á vosotros, para que hagáis con nosotros todo lo que bien os pareciere.