¡Palomas de los valles, Que al pie de su ventana Con vuestro blanco esposo A reposar venís, Doleos de la hermosa Que morirá mañana Si al valeroso amante Su mal no le decís!
Mágicamente sus
valles aparecieron cargados de brumas violetas, sus montes tallados en bloques de terciopelo violeta, y de pronto, por el rostro del noble anciano, rodaron dos lágrimas, a las que el reflejo del Atlántico rojo dio apariencias de lágrimas de sangre.
Roberto Arlt
En otra época había un camino sobre las colinas y a través de los valles, que corría en mi recta donde ahora hay un marchito erial1; pero la gente dejó de utilizarlo y se abrió un nuevo camino que daba un rodeo hacia el sur.
n hijo de un pobre labrador oyó decir un día en la iglesia al sacerdote que quien quiere ir al cielo tiene que andar derecho. Se puso en camino, marchando siempre en línea recta por montes y por
valles, sin hacer nunca ningún rodeo.
los Hermanos Grimm
Primero vomitó la piedra, última cosa que se tragó; y Zeus la clavó sobre la anchurosa tierra, en la sacratísima Pito, en los valles del pie del Parnaso, monumento para la posteridad, maravilla para los hombres mortales.
agando sin rumbo, Juncio y Analquer, de la tribu de los soras,arribaron a valles y altiplanos situados a la margen del Urubamba, donde aparecen las primeras poblaciones civilizadas de Perú.
¿Por qué tenemos que dormir con las botas puestas y el alma en un hilo cuidando esta bandera? ¿Por qué brincamos la selva, montaña, valles, cañadas, caminos reales y carreteras cargando y cuidando esta bandera?
Al Oeste de Arkham, las colinas se yerguen selváticas, y hay valles con profundos bosques en los cuales no ha resonado nunca el ruido de un hacha.
Parece que, para estas corridas, el Cabildo comprometió á cada hacendado de los valles inmediatos á Lima para que ob- seqmasen un toro, y natural es suponer que el espíritu de competencia los obligaba á enviar lo mejor de su ganadería.
Por uno y otro lado las habitaciones de los españoles, unas construidas, otras acabándose de construir, y todos ocupados en proporcionarse las comodidades de los pueblos civilizados; y a los indios con sus vistosos plumajes, bajar por las laderas y colinas, esparcirse por los valles, bogar en sus canoas, doblar los pequeños cabos, y perderse en los recodos de la costa.
Fuentes naturales brotan de la tierra y refrescan los bosques, cristalinos arroyos serpean por los montes de limoneros y naranjos, y dan savia a sus raíces; brazos de ríos en caprichosas ramificaciones se dilatan por los valles; pájaros de vistosos plumajes, y preciosas avesitas de melancólicos cantos son los habitantes de los bosques.
El terreno naturalmente quebrado y caprichoso hace que la vista se dilate y pierda en sus engalanadas colinas, subiendo y bajando la falda de los montes, y plácidamente posándose fatigada en sus deliciosos valles.