Pero, cuando la veía triste y taciturna, por ccnsecuencia de sus cuidados y achaques, se guardaba de darle bromas sobre el expediente y la llamaba con toda naturalidad Generala y Condesa; cosa que la restablecía y alegraba en el acto; si ya no era que, como nacido en Aragón y para recordar a la pobre
viuda sus amores con el difunto carlista, le tarareaba jotas de aquella tierra, que acababan de entusiasmarla y por hacerla reír juntamente.
Pedro Antonio de Alarcón
Un punto blanco sobre el agua muda, sobre aquella agua de esplendor desnuda, se ve brillar en el confín lejano: es una garza inconsolable, viuda, que emerge como un lirio del pantano.
Se trata de la célebre madame Lalande, la belleza del día por excelencia, y tema principal de todas las conversaciones en la ciudad. Es viuda, e inmensamente rica...
Así que se marchó el médico, y después de largo debate, se tomó el acuerdo de poner la cama de la
viuda en el gabinete, que, como ya hemos dicho, estaba situado en un extremo de la sala, frente a frente de la alcoba ocupada por don Jorge.
Pedro Antonio de Alarcón
Empiezo por Ricarda y sus cuidados, ejemplo de entereza y buena maña: moza viuda será, por los dictados de Fortuna, que así a los buenos daña.
La señora Antonia, la
viuda, tenía a su cargo el pésame y la oratoria consoladora, por ser la más suelta de lengua y de mejor explicación entre todas las viejas de la parroquia de Boiro.
Emilia Pardo Bazán
Retiróse en esto el doctor Sánchez, quien a fuer de experimentado fisiólogo y psicólogo, todo lo había comprendido y calificado, cual si se tratase de autómatas y no de personas, y entonces el Marqués pidió de nuevo a la
viuda que le concediese unos minutos de audiencia particular.
Pedro Antonio de Alarcón
A la entrada del invierno regresamos a Hollywood, y Wyoming cayó entonces con el ataque de gripe que debía costarle la vida. Dejaba a su
viuda con fortuna y sin hijos.
Horacio Quiroga
Conoció el Capitán que algún desagrado había ocurrido a la
viuda, y hasta esperó que entrase a contárselo; pero al ver que no acontecía así, dedujo que el negocio sería de orden de los secretos domésticos, y abstúvose de interpelarla a voces, aunque le pareció oírla suspirar en el inmediato pasillo.
Pedro Antonio de Alarcón
No compareció en todo el día ni en toda la noche... y la mujer se quedó
viuda. Los demás escarabajos afirmaron que habían cometido la torpeza de admitir a un vagabundo en la familia; la mujer les resultaba una carga.
Hans Christian Andersen
Antes de cerrar este mi testamento político, y deseando que el presente original, escrito todo de mi puño y letra, quede primero en poder de mi viuda, y faltando esta, pase a mis legítimos sucesores, saco dos copias, una literal en castellano, y otra en francés, para que se comuniquen a la Prensa de España y de Francia, inmediatamente después de que haya cerrado mis ojos.
¡Me ha denegado a mí el Gobierno tantas instancias! -Ya no soy Condesa ni Generala... -continuó la
viuda-. ¡Tenía usted mucha razón cuando me escatimaba esos títulos!
Pedro Antonio de Alarcón