A los efectos de lo dispuesto en la presente Ley, tendrán la consideración de órganos consultivos y asesores de la Administración del Principado de Asturias, las instituciones siguientes: La Universidad de Oviedo.
Hasta los quince había ayudado a su padre a enseñar latín; a los veinte se había hecho bachiller en artes en el Instituto de Guadalajara; después había vivido tres años dando paso de Retórica, Psicología, Lógica y Ética a los niños ricos y holgazanes. Un caballero acaudalado se lo llevó a Oviedo en calidad de ayo de sus hijos, y allí pudo cursar la carrera del Notariado.
Vargas y Oviedo quieren seguirlo, pero no pudieron llegar cerca del cacique; sus heridas eran profundas y mortales, y a veinte pasos de él, cayeron revolcándose en su propia sangre.
Queda la paz, hoy profundamente alterada por una guerra feroz y por los odios más feroces que de ella derivan, y que se hubiese abrazado ya con la justicia, hace semanas, si en los montes de Guipúzcoa se hubiesen dado la mano los hermanos de esta bella tierra para la fácil conquista de las costas del Cantábrico, desde Irún la desgraciada a Oviedo la mártir.
Desde aquel histórico 3 de octubre de 1981, en el que por vez primera en vuestros aún breves y tan lozanos días, os dirigíais en público y cabe estos muros ya nimbados de recuerdos a nuestros compatriotas los españoles, hasta hoy, el tiempo, con su pausado caminar inexorable, ha transcurrido con suficiente holgura y generosidad para que yo pueda haber alcanzado el honor a todas luces inmerecido, de dirigiros estas breves y muy sinceras palabras: en este Oviedo capital de la Asturias entrañable, con el motivo que aquí nos convoca y en presencia de vuestros augustos padres los Reyes de todos los españoles la gozosa insignia de España.
Era el valiente Nuño de Lara, que acompañado de Pérez de Vargas, y Oviedo, pudieron lograr sus armas vendiendo muy caras sus vidas.
Así se volvió loco mi amigo Remigio Comella, que como él decía, hubiera sido un buen empleado en Contribuciones, a... a no haber estrenos en el mundo. Oviedo, 1884.
Si el cronista
Oviedo, el de la «Natural Historia de las Indias», había escrito de los americanos las falsedades que los que tenían las encomiendas le mandaban poner, le decía a
Oviedo mentiroso, aunque le estuviera el rey pagando por escribir las mentiras.
José Martí
Artículo 17. Universidad de Oviedo. La Universidad de Oviedo, en ejercicio de sus competencias, y a fin de garantizar la adecuada capacitación del profesorado necesario para la enseñanza del bable/asturiano, llevará a cabo, a través de los correspondientes departamentos, la formación inicial de éste.
Por tanto, ordeno a todos los ciudadanos a quienes sea de aplicación esta Ley coadyuven a su cumplimiento, así como a todos los Tribunales y autoridades que la guarden y la hagan guardar. Oviedo, a 23 de marzo de 1998.
Como él era estoico, le costó poco trabajo vivir como un asceta; apenas comía, apenas vestía; su posada era la más barata de Valencia; le sobraba casi todo el sueldo que le daban los estudiantes americanos, como antes le había sobrado la soldada que recibía del ricacho de Oviedo.
Cierto que esta es mi esposa, estos mis hijos, esta mi casa, este mi lecho, este mi gorro, mi inveterado gorro de dormir... »Pero, ¿y el sol de la patria? »PALEÓLOGO». Oviedo, 1884.