Como vegetación más o menos espontánea se pueden destacar los acebuches, (principalmente procedentes del abandono de cultivos de olivo), pinos piñoneros, (procedentes de repoblaciones en la Edad Media), eucalipto, álamo blanco, alcornoque, encina entre los árboles; arbustos como la jara, el lentisco, la juncia, el romero, la chumbera.
El médico y farmacólogo de la antigua Grecia Dioscórides recomendaba la resina del lentisco (Pistacia lentiscus) por sus presuntas propiedades curativas.
Entre ellos se desarrolla un sotobosque de lentisco, mirto y madroño, y es frecuente encontrar ejemplares de gran talla de algarrobo.
Como especies arbóreas, el acebuche y el palmito del monte bajo se extienden por la Marina, junto con con especies de plantas como la estepa joana (Hypericum balearicum), el lentisco (Lentiscus), el heno (Fenum), el romero (Rosmarinus) y el brezo.
Pocas partes de esta franja de territorios no han sido cultivados, pero los estudios afirman que a esta zona correspondería a un encinar combinado con un matorral de lentisco (Pistacia lentiscus), enebros, candiles (Aristolochia baetica), zarzaparrilla (Smilax aspera).
Especie endémica Cebolla albarrana (Urginea maritima) Rapa blava (Arum pictum) Orquídea piramidal (Anacamptis pyramidalis) Lentisco (Pistacia lentiscus) Pino blanco (Pinus halepensis) Olivo silvestre (Olea europaea (var sylvestris)) Efedra (Ephedra fragilis) Estepa Joana (Hypericum balearicum).
Querría suplicaros, pues os vais, y allá habrá muchos y acá no se hallan, por el bien parecer, que ando muy desabrigado, que me enviéis algún mondadientes, que como yo le traiga en la boca todo me sobra, que soy amigo de traer las quijadas hechas jugador de manos, y al fin se masca y se chupa, y hay algo entre los dientes y poco a poco se roe, y si es de
lentisco es bueno para las opilaciones.
Francisco de Quevedo
Ustés figúrense que el Chiquito, que entoavía no sabía lo que era pagarle una iguala al barbero, estaba el mozo que berreaba por una tal Antoñuela la Picúa, una chavalilla más espigá que un lentisco, y más torneá que una pirindola, y más rebonita que el sol, hija del cartero de Gaucín, aonde había dío por aquel entonces el del Altozano a cerrar un tratillo de una yunta que teníale encargá jacía ya la mar de tiempo Tobalico el Caracola.
Subió otra vez a su salvaje nido, tornó a bajar a la vivienda humana, y ya movió la risa los músculos de acero de su cara, y sus dientes de tigre, descubiertos, dieron reflejo de marfil y nácar, y el hosco ceño despejó la frente, y se hizo dulce y mansa la dulzura feroz, brava y sañuda de aquel mirar de sus pupilas de ágata...; cortó un
lentisco y horadó su tallo, pulió sus nudos y tocó la gaita, y oyó por vez primera la sierra solitaria música ingenua, balbuciente idioma que al hombre niño le nació en el alma.
José María Gabriel y Galán
Acá, a sombra de un lentisco, la sombra de una odalisca, en una guzla morisca canta un himno a un tulipán; y un alhelí berberisco, que al tulipán celoso odia, va por lo bajo en parodia repitiendo himno y refrán.
Por último, después de terminar este minucioso reconocimiento del lugar en que se encontraba, agazapóse en un ribazo junto a unos chopos de copas elevadas y oscuras, a cuyo pie crecían unas matas de
lentisco, altas lo bastante para ocultar a un hombre echado en tierra.
Gustavo Adolfo Bécquer
Agradecido pues el peregrino, deja el albergue, y sale acompañado de quien lo lleva donde levantado, distante pocos pasos del camino, 185 imperïoso mira la campaña un escollo apacible, galería que festivo teatro fue algún día de cuantos pisan Faunos la montaña. Llegó y, a vista tanta 190 obedeciendo la dudosa planta, inmóvil se quedó sobre un
lentisco, verde balcón del agradable risco.
Luis de Góngora y Argote