Su rodeo, sin ser de lo mejor, era algo mestizo; tenía buena novillada, buena proporción de vaquillonas y vacas de vientre; los terneros nacidos en la primavera ya tenían sus seis meses; sólo, pues, quedaba saber el precio y las condiciones de pago.
-¡Cierto! De año y medio. -Y don Simón, al contrario, amigo; pura novillada grande. -De compadrito, para lucirse. -Será porque le hace el ojo a la hija del capataz, y a éste le gustan los guapos.
Yo me encontré al pobre Antonio Casero en la Puerta del Sol, disponiéndose a subir a un ómnibus que le llevara a los toros, a una novillada cualquiera.
on Victoriano Ortiz, al tranco sosegado de su crédito, penetró con don José, el resero, en el rodeo de sus vacas -unas mil cabezas-, parado en una lona medanosa, y caminaron ambos, despacio, entre el oleaje de grupas y de astas, tratando el resero de no pisarse en sus cálculos y de darse buena cuenta del estado de los animales y de su valor, y Ortiz, de remover delante él los novillos más grandes y gordos. -¿Qué le parece, don José, la novillada?, van tres años que no vende; se puede cortar de a puntas.
Al comprador le gusta mucho la novillada, medio amontonada en una orilla del rodeo; pero también le gustan las vaquillonas de aquellas otra, y vacila.
Y cuando volvía el buen tiempo, en un Jesús arribaban las majadas y el rodeo, se componía la novillada, pudiendo siempre don Salvador aprovechar los mejores precios, como de primicias, cuando todavía escaseaba la gordura.
Tras la actuación taurina del día (La Feria de San Roque suele consistir en 2 corridas de toros, 1 novillada/rejoneo y 1 becerrada)las Peñas bajan desde la Plaza de Toros a la Plaza Mayor al son de sus charangas.
Tras una larga y dolorosa rehabilitación, reapareció de luces el 20 de marzo siguiente en Espartinas (Sevilla), donde cortó cuatro orejas de una novillada de Tornay.
Y después de pasar de nuevo por Arnedo, se presentó en Madrid el 25 de marzo, alternando con Raúl Cuadrado y Francisco Javier en la lidia de una novillada de El Serrano, de la que “Delictivo” fue el ejemplar que sirvió para su debut.
La primera vez que se vistió de luces, en una novillada sin picadores, fue en Blanca (Murcia) el 15 de agosto de 1992, durante la cual se clavó una banderilla en el pie, a pesar de lo cual salió a matar al segundo novillo.
Esta asociación logró colocar en más de una ocasión el cartel de " No hay billetes " En 1927 se celebró una novillada entre los jarreros Vicente Martínez " Niño de Haro " y Eduardo González " Niño del Sol ", con un lleno histórico.
El debut con picadores llegaría el 16 de septiembre en San Pablo de los Montes (Toledo) cortándole las dos orejas al primero de sus novillos. Sólo participaría en otra novillada más antes de acabar el año.