rejilla


También se encuentra en: Sinónimos.

rejilla

1. s. f. CONSTRUCCIÓN Estructura formada por alambre, varillas o listones entrecruzados que impide el paso o se pone para dividir una superficie, para obstruir en parte la vista de un recinto desde su exterior o por seguridad. celosía, enrejado
2. Abertura pequeña cerrada con una estructura de este tipo mira por la rejilla de la puerta antes de abrir. mirilla
3. Tejido en forma de red colocada sobre los asientos de los vehículos usada para depositar objetos personales.
4. TEXTIL Tejido fabricado con pequeñas tiras de los tallos duros y elásticos de algunas plantas, como el bejuco el asiento de las sillas es de rejilla.
5. Armazón de hierro que se coloca sobre los hornos, hornillas y aparatos de vapor para sostener el combustible.
6. Calentador para los pies formado por una caja metálica con la tapa agujereada en cuyo interior se coloca carbón encendido. rejuela
7. ELECTRICIDAD Pantalla que se coloca entre el cátodo y el ánodo para regular el flujo eléctrico.
8. CONSTRUCCIÓN Emparrillado de barras metálicas que se pone en los registros de aireación de las alcantarillas.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

rejilla

 
f. Celosía, red de alambre, tela metálica, etc., que suele ponerse en las ventanillas de los confesonarios, en el ventanillo de la puerta exterior de las casas, etc.
p. ext.Abertura pequeña cerrada con rejilla (celosía).
Tejido claro hecho con tiritas de los tallos de ciertas plantas, como el bejuco, etc., para respaldos y asientos de sillas, etc.
Tejido en forma de red que se coloca sobre los asientos en el ferrocarril para depositar cosas menudas y de poco peso durante el viaje.
electrón. Electrodo en forma de malla o tela metálica que se sitúa entre el ánodo y el cátodo de las válvulas electrónicas y que se emplea para regular el flujo de corriente entre ambos electrodos.
rejilla de control La que regula el flujo de electrones en función del potencial que se aplica.
quím. Soporte de malla metálica recubierto de amianto en la zona central sobre el que se apoyan los recipientes de laboratorio al calentarse mediante un mechero Bunsen.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

rejilla

(re'xiλa)
sustantivo femenino
1. estructura formada por alambres, varillas o listones entrecruzados que se pone en un lugar para impedir el paso, ocultar parte de un recinto, por seguridad, etc. la rejilla de ventilación
2. tejido en forma de red colocada sobre los asientos para depositar objetos personales He dejado la chaqueta en la rejilla.
3. tejido hecho con pequeñas tiras de los tallos duros y elásticos de algunas plantas El respaldo de esta silla es de rejilla.
4. armazón metálico que se coloca en el horno para sostener la comida que se quiere cocinar Dejaron los restos del asado en la rejilla dentro del horno.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

rejilla

nombre femenino
(braserito) rejuela librete maridillo
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

rejilla

格子

rejilla

grille

rejilla

raster

rejilla

الشبكة

rejilla

мрежа

rejilla

网格

rejilla

網格

rejilla

gitter

rejilla

רשת

rejilla

SF
1. [de caño, alcantarilla] → grating, grille; [de equipaje] → luggage rack; [de horno] → shelf; [de ventilador] → vent
rejilla de ventilaciónventilation grille
2. (= muebles) → wickerwork
silla de rejillawicker chair
3. (= braserillo) → small stove, footwarmer
4. (Cono Sur) (= fresquera) → meat safe, cooler (EEUU)
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
La señora condesa de Breville le ofreció su rejilla, cuyo carbón químico había sido renovado ya varias veces, y la moza se lo agradeció mucho, porque tenía los pies helados.
Podrán verle perfectamente. Los dos aplicamos nuestros ojos a la rejilla. El detenido estaba tumbado con el rostro vuelto hacia nosotros, sumido en un profundo sueño, respirando lenta y ruidosamente.
Pero a igual hora de la noche, sin haber cenado, cautivo en una iglesia solitaria, en compañía de un Nazareno al que alumbran cirios, es verosímil que el mismo hombre hiciese lo que Diego; levantarse con ademán brusco, pasar ante el Nazareno, clavada la vista en tierra, por librarse del imán de sus ojos, y refugiarse en el interior del confesonario, cuyas paredes, de madera, caladas en un pequeño espacio por menudilla rejilla, se interpusieron entre él y las imágenes, procurándole una especie de alcoba, dura y estrecha, sí, pero al cabo retirada.
Había oído ya los pecados de once o doce penitentes, les había dado la absolución, se encontraba fatigadísimo e iba a levantarse, cuando acudió a la rejilla una mujer muy guapa, pulcra y elegantemente vestida y al parecer de poco más de treinta años.
Cuando iba a confesarse, se inventaba pecaditos a fin de quedarse allí más tiempo, de rodillas en la sombra, con la cara pegada a la rejilla bajo el cuchicheo del sacerdote.
Cualquiera puede figurarse la respuesta; feliz el mancebo, si en vez de hacerle esa sencilla pregunta, no le ocurre al calavera asirle de las narices al través de la rejilla, diciéndole: –Retírese usted; la noche está muy fresca y puede usted atrapar un constipado.
Por esta rejilla, destinada para reconocer a los amigos en los tiempos de guerras civiles, podían ver los curiosos en el fondo de un bóveda obscura y verdosa algunos escalones gastados, por los que se subía a un jardín limitado pintorescamente por muros espesos, húmedos, llenos de vegetaciones y de espesuras de pequeños arbustos.
Casi siempre la atravesaba de un extremo a otro, sin encontrar en ella una sola persona, sin que turbase su profundo silencio otro ruido que el ruido de mis pasos, sin que detrás de las celosías de un balcón, del cancel de una puerta o la rejilla de una ventana, viese, ni aun por casualidad, el arrugado rostro de una vieja curiosa o los ojos negros y rasgados de una muchacha toledana.
En el momento en que Grandet componía su escalera y silbaba con todas sus fuerzas, recordando los tiempos de su juventud, los tres Cruchot llamaron a la puerta. -¿Es usted, señor Cruchot? preguntó Nanón mirando por la rejilla. -Sí, respondió el presidente.
Fray Andrés de Talamantes, sin escuchar sus descargos, lo mandó encerrar a pan y agua en el calabozo construido debajo del campanario y cuya puerta colinda con la capilla de la Virgen de Dolores. Tres días llevaba ya de prisión fray Casimiro, cuando uno de sus compañeros se aproximó a la rejilla del calabozo.
Acercóse al sitio de donde partía aquel ruido extraordinario y se quedó perplejo, mudo de estupor, a la vista de un objeto que parecía lanzar relámpagos, y que azotaba violentamente junto a la rejilla del canal.
-Te lo agradecería... Debe de estar hacia allá, en la rejilla del sleeping... Levantose «él», y yo sentí una impresión casi de terror ante tanta osadía, pues aquel saco de cuero de Rusia, con remates de níquel, se lo había visto deslizar a «ella», antes de abrir la cestita de los víveres, bajo el asiento, disimuladamente...