Las hojas que caen del tilo, al descomponerse, proporcionan un humus de alto contenido mineral y de nutrientes, que resulta muy útil para mejorar tierras escasas de minerales y otros nutrientes.
El traidor Hagen descubre que Sigfrido no es invulnerable, por haber sido bañado con la sangre de un dragón, salvo en una pequeña porción de su espalda donde se depositó una hoja de tilo y la sangre no tocó su piel.
Otras maderas de uso común son: caoba, fresno, arce, tilo americano y álamo para el cuerpo; caoba para el mástil; y arce, palorosa o ébano para el diapasón.
dasystyla × T. cordata) Tilia × europaea L. - Tilo común (T. cordata × T. platyphyllos) Tilia May 2014-1.jpg Hoja de un tilo común mostrando su nervadura.
Las hoces protegidas de la Serranía de Cuenca llevan como bosques ribereños formaciones mixtas de tilo y avellano, con fresnos, sauces y olmo montano (Ulmus glabra).
No sería hasta el año 1993 cuando Lacrimosa pasó a ser un dueto y no solo un proyecto de Tilo Wolff, formando parte de Lacrimosa la cantante y pianista Anne Nurmi.
Los verdes formaban multitudes de campesinos con zuecos de corteza de tilo se armaban con lo que encontraban: horcas, tridentes, picas, azadas, hachas y garrotes.
Las más usuales son de castaño, romero, Ulmo, tomillo, brezo, naranjo o azahar, tilo, acacia, eucalipto, lavanda o cantueso, zarzamora, alfalfa, etcétera.
Andrés José de Rojas. —Tilo Arauchi.—Mariano de Solo.—Simón Ola neta,— José María Frías.—Agustín Carcaga.—Marcelino Antonio de Peñaranda.
Se pasaba el día gozando de la luz del sol, volando de flor en flor, bailando sobre las alas de la inquieta mariposa y midiendo los pasos que necesitaba dar para recorrer todos los caminos y senderos que hay en una sola hoja de
tilo.
Hans Christian Andersen
Pero la tristeza no rezaba con él y Molly; por eso se ponía a silbar una canción del trovador Walther von der Vogelweide: - “¡Bajo el
tilo de la campiña!” Y qué hermoso era especialmente aquello de: - “¡Frente al bosque, en el valle tandaradai!
Hans Christian Andersen
¡Si ahora mismo no se acuesta usted, y no toma, después de acostada, una taza de
tilo con flor de azahar, me arranco todos estos vendajes y trapajos y me muero en cinco minutos, aunque Dios no quiera!
Pedro Antonio de Alarcón