martes, 17 de noviembre de 2015

Aftermath

Los siguientes días fueron extraños ya que, bueno, teníamos que seguir viéndonos. Por suerte no compartíamos áreas, pero al menos una vez al día pasaba junto a su cubículo con la cabeza bien en alto y viendo hacia el frente, para que supiera que no me había afectado.

Pero lo cierto es que sí, me había afectado bastante. Digo, entiendo que empezó horrible con aquello de que yo rompí su hogar para andar con él y que básicamente tenía mil razones, todas ciertas para cortar conmigo; es cierto que éramos una pareja horrible que más bien se basaba en que yo tengo demasiada tolerancia y podía manejar bien sus constantes críticas; está bien, quizá cuando decidió pasar su cumpleaños con su ex novio en vez de conmigo debí alejarme muy rápidamente y... Estoy seguro de que tenía un punto por alguna parte.

Bueno, el punto es: iniciando con septiembre del 2013 y terminando con agosto del 2014 había tenido cuatro novios*. Cuatro relaciones, en teoría formales; de esas, dos de mis parejas me dijeron que me amaban. ¿Qué decía eso de mí, el hecho de que intenté cuatro relaciones, y fracasé todas? Desde el estrepitoso fin de ChicoSonora hasta la negra oscuridad del Ogro, no había hecho más que eso: fallar.

Podía sentir cómo algo dentro de mí no permanecía igual. Me sentía entre tonto y defraudado, porque sabía que, pese a todo, no había sido completamente mi culpa. Al final, una relación no era cosa de uno, y dios sabe que yo hice hasta lo imposible porque todo eso funcionara.

Es cierto, fracasé, y feo. Pero...

Yo había estado yendo al psicólogo. Cuando terminé la primera de esas cuatro relaciones comencé a ir para poder corregir esos problemas que venía acarreando desde R. ¿Lo logré? Creo que no, en realidad! De alguna manera acabé con un romántico empedernido que era fanático de escuchar mis historias idiotas sobre cómo conocía gente al azar y acababa aventandome hacia la nada sin ver la profundidad antes.

Entonces, un día yo llegué en una crisis derivada del hecho de que de nuevo estaba intentando comenzar una relación con alguien que ya tenía novio, alguien que no estaba emocionalmente disponible y terminé gritando "Es como si no hubiera aprendido nada! Sigo igual que donde estaba antes, haciendo tonterías y sin avanzar para nada hacia adelante, para nada!"

A lo que él me respondió "¿Y te arrepientes de haber conocido a ChicoSonora?"

No. Lo cierto es que no. Nunca me arrepentiría de R, ni de Oz, ni de CS, C+, Ogro, de nadie. Todos, de alguna manera, me habían servido para crecer, para aprender. Y si bien habían sido cosas dolorosas, de todas maneras de algo habían servido.

Y había algo que él dijo, que en su momento me ayudó mucho. No cualquiera tiene la habilidad para acercarse así a las personas: llámese valor o estupidez, mucha gente es incapaz de conectarse emocionalmente con la gente a su alrededor. Por mí parte, yo lo había hecho bastantes veces, y había tenido respuestas positivas. Al principio, al menos...

Su idea es que mientras llevara mis ganas de amar y de sentir por delante, nadie podría lastimarme. 

Y yo también lo creo. También creo que nunca me cansaré de amar ni de intentarlo, ni de aventarme a la piscina sin ver si está llena, ni de acercarme a la gente y fracasar, porque definitivamente esa no es una vida que quiera vivir. La diferencia es que, ahora, era menos estúpido; un poquito, al menos.

Todo lo contrario al Ogro. Él había crecido tan ajeno a las personas, tan imposibilitado a demostrar cariño sin la necesidad de controlar y dirigir, que, a su edad, le daba mucho trabajo relacionarse normalmente. Al final, creo que fue esa diferencia en perspectivas fue lo que terminó impidiendo nuestra relación.

Poco tiempo después lo vi. Hablamos de por qué me dejó, y quedó todo más claro. Comimos, le regalé un poema, platicamos, todo bien. Al principio pudimos tener una relación más o menos amistosa, pero poco a poco se fue volviendo algo muy nocivo. Comenzó a bloquearme y desbloquearme de whats a su antojo, no podía decirle nada sin que se enojara, buscaba a cada instante algo para criticarme.

Al día de hoy, me tiene bloqueado porque le recordé que, aunque sea mi amigo, eso no implica que me interese lo que piense de mí. Es curioso pensar que yo tengo 24 y él 31. Quizá, después de todo, si he avanzado algo. 


sábado, 7 de noviembre de 2015

I'd rather be

El trato no duró ni una semana.

La cosa fue así: mi novio me dijo "tienes que terminar de escribir tu tesis!" (también me lo dijeron mi director y mi cronograma, pero ellos no eran tan importantes). Era jueves, lo recuerdo; estaba en mi sala escribe y escribe, escribe y escribe, escribe y escribe.

La verdad es que no estaba avanzando nada. En teoría tenía que estar escribiendo mis discusiones, pero por más que veía mis resultados, ni entrecerrando los ojos tenía algo claro. Claro, los resultados ahí estaban, pero no encontraba cómo justificarlos. Tenía mil artículos, tenía diferentes tesis, pero no tenía nada claro.

Y obvio, me eché a llorar.

Estaba tan, pero tan frustrado, porque mi novio me había hecho creer que si no terminaba mi tesis en ese mismo instante, que si no me titulaba lo más pronto posible, jamás iba a lograr nada en la vida. Pero al mismo tiempo, ese novio no me había ayudado a sentir la confianza de que podía hacer las cosas. Estoy de acuerdo, no era asunto suyo, pero... En ese momento, me sentía como un completo fracaso, empezando por que no podía avanzar en mi maldita tesis!

Así que eso, me eché 5 minutos llorando a solas frente al computador, intentando encontrarle el sentido a una serie de números que no me llevaba a nada. Cuando terminé, me levanté, tomé el celular y vi su mensaje.

"Últimamente me he dado cuenta de que somos muy diferentes, y no me parece que esto vaya a funcionar."

No sentí tristeza, no sentí dolor, no sentí nada de eso. Sentí una pinche furia, porque la persona que me estaba haciendo sentir tan mal no había tenido si quiera el valor de hablarme a la cara, y había tenido que recurrir a un mensaje en el celular para terminar conmigo! Así que de nuevo, apagué todo y crucé medio Mérida para llegar hasta su casa.

Quién sabe qué habré pensado en el camino. En realidad dudo mucho haber pensado en él, o en qué haría, o en nada; seguro estaba oyendo música, pues cuando estoy muy estresado no puedo ni leer. De mi casa hasta el centro son 40 minutos, del centro hacia la suya, como 30: cuando llegué ya había oscurecido. Pasé sin tocar.

Él apagó la tele, y yo solo le pregunté qué pedo. Me respondió lo mismo que en el mensaje. Le pedí mis tenis, le pedí mi camiseta, y me fui. Eso fue todo.

Por un momento pensé que me seguiría, que correría de tras de mí o que me diría algo. Pero mientras más me alejaba, más dolorosamente obvio era que no iba a suceder, y, al doblar dos esquinas después de su casa, rompí a llorar.

Eventualmente llegué al centro de la ciudad y, como es mi costumbre en momentos dolorosos, fui a refugiarme al cuarto oscuro donde  tantas noches había pasado. Ahí fui recibido como de costumbre, sin que nadie supiera mi nombre, sin que nadie esperara nada de mí. Después de mucho tiempo, por fin me sentía libre de nuevo.

Al día siguiente avancé más de la mitad de mi tesis.


martes, 20 de octubre de 2015

Show me love

Hola! No les pasa que cuando empiezan a trabajar la vida se les va en quincenas y cuando se dan cuenta ya pasó un mes? Bueno, y si eso lo hacen mientras toman un curso en línea o se vuelven adictos a jugar Mafia, entenderán por qué dejé pasar un mes entre la entrada anterior y esta.

Y rayos, tenía la esperanza de terminar con esa historia en este post, pero creo que tendré que tomarme al menos uno más. Bueno, mejor continuo.

Cuando digo que "me fui a la chingada" me refiero a que me fui hacia algo a sabiendas que me iba a hacer mal. En este caso, si mi novio estaba tan deseoso de dejarme a un lado, ¿por qué no dejarlo? Pues por que coño, si ya dijimos el "seamos novios", yo no estoy dispuesto a dejar que al primer problema todo se arruinara!

Así que tomé mis dos camiones hasta el otro extremo de la ciudad para ir a averiguar por qué mi novio de 30 años me había dejado de hablar. Ridículo, ¿qué no?

Aprovecho para contestar las pregunas de mi querido amigo Oyieth (por cierto, ¿ya leyeron su cómic? Está bueno, y prometió que me iba a invitar una cerveza si lo mencionaba aquí). Evidentemente si ya había iniciado una relación con él es por que creía que iba a funcionar.

Por desgracia, pronto descubriría  que lo que yo había asumido de él era un error, y con el tiempo me di cuenta de eso; de haberlo sabido conscientemente ni siquiera hubiera iniciado algo serio con él. Pero pues en ese momento yo no sabía, y estaba dispuesto a componerla aunque sea a base de madrazos.

Así que llegué a su casa y entré como una ráfaga. Él estaba acostado en su hamaca, viendo la tele; la apagué y me senté junto a él.

"Qué pedo?" le pregunté.

Y entonces comenzó. No recuerdo del todo la plática, pero sí recuerdo cómo me acusaba de tener mis prioridades puestas en otro lado.  Él decía que yo en lo que tenía que estar concentrado era en terminar mi tesis y buscar un trabajo, pero que en lugar de eso me entretenía más yendo a bailar con mis amigos o cayéndole de sorpresa.

La idea central es que tenía que madurar, y obviamente mi mejor arma contra eso fue ponerme a llorar. Estaba tan... enojado con todo. Quiero decir, tenía 23 años! Claro que quería salir con mis amigos, claro que quería ver a mi novio.

Además, como le decía, lo tenía todo bajo control. Es cierto que ya estaba en mi tiempo extra, pero ya tenía todo el cuerpo del documento final, y ya tenía listos mis últimos experimentos. De cualquier manera no podía meter mi proyecto hasta finales de agosto y, hey! Aún no llegaba esa fecha!

Y bueno. Yo no tenía por qué justificar nada, ¿verdad? Pero de cualquier forma le dije que nos dieramos un tiempo de prueba; pasado ese tiempo hablaríamos de nuevo de la relación y decidiríamos si seguir juntos o no.

"¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo quieres?"

Le propuse un mes. Me parecía un tiempo adecuado y literalmente tendría un mes para resolver mis problemas más fuertes. Él aceptó.

Bueno, la visita no había salido tan mal, ¿verdad?


domingo, 20 de septiembre de 2015

No puedo disfrutar

Bueno, evidentemente sí fue mi novio el que regresó, que este no es un episodio de la Dimensión Desconocida ni un remake de Los ladrones de cuerpos ni nada por el estilo. Pero pues, uno sabe cuando ha pasado algo, ¿no? Uno sabe cuando de pronto las cosas ya no son las mismas que antes.

Nos seguimos viendo en el laboratorio, pero ese fin de semana fue el primero de una serie de fines de semana que no podríamos vernos por una otra razón, más que nada porque alguien (yo) estuvo saliendo de la ciudad continuamente.

Y pues, ¿recuerdan cuando le dije que si estaba con el dichoso ex no hablara conmigo?  Pues se lo había tomado muy en serio, porque de pronto sus mensajes se redujeron bastante y yo, que casi no tengo delirios de abandono, pues no le di mucha importancia.

Gran mentira: todo este blog gira en torno a mi complejo de abandono así que estaba rodando por las paredes mientras intentaba no parecer demasiado afectado con ello, pues ya había llegado a la conclusión de que la ansiedad excesiva era lo que había ahuyentado a todos mis hombres, ¿quién quiere un poco de neurosis en su vida?

No importaba el momento del día en que intentara hacerle plática, recibía respuestas cortantes, siempre con los mismos pretextos "estoy ocupado" "estoy con mis papás" "deberías estar trabajando en tu tesis"

La tesis? Estaba hasta la madre de la tesis! Ya llevaba casi un año en ella y cada vez me daba más y más cuenta de que esto no estaba saliendo como debería salir. Básicamente tenía un montón de resultados negativos y lo único que quería era llorar y helado y que mi novio me conscienta pero era luna llena y se había vuelto a convertir en el ogro malo, malo, malo y yo me sentía tan pero tan mal.

Y con toda esa carga emocional a cuestas me fui a la Riviera Maya con mi familia; viaje maldito entre pocos. De por sí mi familia no es la más feliz del mundo -mal típico del mexicano- tenía que lidiar con la apatía del novio.

Yo le mandaba fotos a cada rato de cómo estaba vestido, del hotel, de cosas así. Incluso una vez con una foto mía le dije "le has dicho a alguien que tienes un novio muy guapo?" y solo me respondió "a quién se lo voy a decir?"

...

Pero bueno, terminaron mis vacaciones, terminó mi descanso, pero antes tenía que ver qué pedo con mi novio. Llegué como a las 5 a Mérida y con la misma me fui a la chingada.


viernes, 11 de septiembre de 2015

Te regalo todo

Ok. Había escrito toda una entrada paso por paso de cómo hice el regalo para mi novio, pero entonces firefox crasheó y se me borró todo. Lamento que esta entrada no quede tan bonita como la original, pero es que perdí muchas imágenes que había puesto y ash.

La idea es que andaba con un microbiólogo, así que quería que su regalo fuera algo relacionado con su profesión.

Lo primero que hice fue ponerme a decorar el envoltorio, como para disimular un poco que no tenía idea de qué regalarle. Pero de entrada no logré decidirme por cuál de mis opciones de envoltorio era la mejor! Así que tomé tanto una caja de madera como un tubo de cartón y comencé a pintarlos


Después de la mano de pintura solo le tuve que dar unos toques finales con pintura textil amarilla y...


¡Listo! Un perfecto aislamiento de Vibrio cholerae en agar TCBS.

Bueno, la explicación es que cuando en un medio cualquiera se sospecha la presencia de microorganismos, se toma una muestra y se siembra en un medio de cultivo bacteriano, el cual muchas veces es un agar, una especie de gelatina de colores bonitos. Según lo que queramos aislar es el tipo de agar que vas a usar y blablabla.

El punto es que mi novio trabajaba con cólera y yo le hice un agar con cultivo de cólera, ¿ok? Ahora teníamos que hacer las bacterias.

La idea era inspirarme el Vibrio cholerae de Giant germs. El problema es que yo quería hacerlo con el color que la bacteria toma en la tinción de gram, que es rojo, y si lo hacía igualito pues iba a parecer un tampón xD

Así que bueno. Hice un bonito molde con forma de riñón en una tela con patrón rojo. Me tomó como 5 intentos lograr uno que me convenciera, y obtuve esto.


Lo que siguió fue hacer el patrón del otro lado. A ver si encuentran el error.


Hice ambos del mismo lado! Básicamente, si los unía así una parte iba a quedar con la cara interna de la tela. Alguien no es bueno con las manualidades.

Pero en fin, hice un molde correcto, lo cosí, le di una vuelta, le pegué ojitos y...



Listo!

Hice tres, los metí a la caja y listos para entregar. También le regalé unos muñequitos de Cómo entrenar a tu dragón (?)


Realmente me esmeré bastante haciendo el regalo y estaba seguro de que cuando mi novio regresara de pasar su cumpleaños con su exnovio y lo viera, le iba a gustar mucho. Fue toda una lástima que no fuera mi novio quien regresó a la ciudad.











 
template by suckmylolly.com