martes, 12 de agosto de 2008

Encuentro

Otra vez me encontré en la tarea de reciclar (como si no me gustara!), y esta vez fueron piezas tejidas por mi abuela materna (la nona Caramelo:). Cuando me regaló esas grandes bolsas de lana, también trajo todos los restos de los tejidos que comenzó y no terminó, la mayoría frustrados, como nos pasa a todas las tejedoras, con los puntos sin cerrar, enrollados en unos metros de hilado y tirados en un rincón. Me dijo "Destejélos y aprovechá la lana", y la verdad, no hubiera podido hacerlo. Siempre le gustó hacer puntos complicados, y hermosos, y había dedicado tiempo a cada una de los tejidos...además me identifiqué mucho con esa sensación de "me salió mal, lo dejo así" que me afectó muchas veces...y de la cual aprendí mucho. No sólo de técnica sino de paciencia: cuando en un tejido no obtengo el resultado esperado, o no logro lo que quería, ante la frustración encontré otra salida: dejo el tejido en espera (stand by:) y sigo con otra cosa, hasta que la solución aparece casi como por arte de magia, y ahí retomo el trabajo...ya NO DESTEJO NADA :)
Empecé por cerrar los puntos de cada pieza y lavarlas, y después les hice una vuelta de punto alto en crochet a cada una de ellas. Como los tonos eran tan variados, me resultaba difícil engamarlos, así que agregué más color...
...y así empezaron a surgir combinaciones impensadas...


...la unión de las piezas también se complicó un poco: no había dos paños iguales, así que fue como una especie de rompecabezas...
...y me encantó el resultado final...
..forré toda la manta con corderito sintético (también regalado por mi abuela), y ahora la manta abriga a mis padres en su quinta.