Ese hombre aún no ha llamado a su hijo. Aunque su corazón
clama par él a gritos, su boca continúa muda. Sabe bien que el solo acto de pronunciar su nombre, de llamarlo en voz alta, será la confesión de su muerte.
Horacio Quiroga
Y si la voz de un hombre de carácter es capaz de llorar, tapémonos de misericordia los oídos ante la angustia que
clama en aquella voz.
Horacio Quiroga
La que hay entre los fortísimos gladiadores, que unos sufriendo las heridas están firmes, y otros volviendo los ojos al pueblo, que clama, dan indicios de su poco valor; no mereciendo que por ellos se interceda.
¡Chiquito mío..! —
clama en un diminutivo que se alza del fondo de sus entrañas. Ya antes, en plena dicha y paz, ese padre ha sufrido la alucinación de su hijo rodando con la frente abierta por una bala al cromo níquel.
Horacio Quiroga
---- El ejército progresa,
clama El Imparcial, tenemos fusil automático superior al de los ejércitos europeos, acaba de inaugurarse la fábrica de pólvora sin humo, y en cuanto a disciplina los soldados de la tiranía hacen diarios progresos.
Práxedis G. Guerrero
1.3. Voz del que
clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, 1.4. apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados.
La Biblia (Nuevo Testamento)
27 Isaías también
clama en favor de Israel: Aunque los hijos de Israel fueran numerosos como las arenas del mar, sólo el resto será salvo.
La Biblia (Nuevo Testamento)
Todo eso es frío; moral insípida, lenguaje helado; el clasicismo es la muerte del genio». Aquél
clama: «¡Gracias a Dios que vemos comedias arregladas y morales!
Mariano José de Larra
Me imagino que habrá que hacer un puente sobre el Apure, en Quintero, lo dice el mapa y lo dice el terreno y lo clama la gente, para poner otro ejemplo de lo que pudiera ser otro Distrito Funcional.
Hoy los cuatro caballos sacros las fogosas narices hinchan, como en versos y simulacros, huellan nubes, al sol relinchan, y a un más allá se encaminan marcando el cielo de huellas; mientras otros astros declinan ellos van entre las estrellas por obra de la ley eterna que el ritmo del orbe gobierna. Ante la cuadriga que crina de orgullos de olimpo su llama, voz de augurio animador
clama: ¡Hay en la tierra una Argentina!
Rubén Darío
-Al chico le adoraba... No se consolaba de verle así... -¡Ah! ¡Eso
clama al cielo! Es que ese chico... -murmuró Piñales- ese chico...
Emilia Pardo Bazán
-Pero ¡es que
clama al cielo -dijo Macha, ahogándose de cólera- lo humillante, lo ofensivo, lo bajo, lo vil del proceder de la señora!
Antón Chéjov