Viaje al río de la Plata
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El juicio respecto del libro de Schmídel, Viaje al río de la Plata, está definitivamente formado y es unánime. Hulsius dice que leyó el manuscrito original «con placer y admiración». Camus, entre otros méritos, le reconoce el ser uno de los primeros que se hayan escrito sobre esta parte de la América meridional.
Azara, tan severo con los cronistas del Río de la Plata, y juez competente en la materia como geógrafo y conocedor del país, declara que «su obra es la más exacta, la más puntual en las situaciones y distancias de los lugares, y la más ingenua e imparcial».
Así acreditado por los historiadores, cabe agregar que Ulrich Schmídel o Schmidel o Schmidt (1510-1581) fue un soldado, viajero y cronista alemán. Partió hacia el río de la Plata integrando la expedición del adelantado Pedro de Mendoza. Junto a él vivió los horrores de la primera fundación de Buenos Aires. Durante veinte años recorrió lo que llamó el
«Paraíso de las selvas del Paraguay y el Chaco»
Sus relatos, testimonios de un conquistador alemán, fueron las primeras crónicas de los territorios que luego serían Argentina y Paraguay.
En 1554 Ulrico regresó a Estraubingen, donde heredó el patrimonio de su hermano y se convirtió en concejal. Tuvo que huir de la ciudad por profesar el luteranismo, dirigiéndose a Ratisbona en 1562, donde murió en 1579.
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Viaje al río de la Plata - Ulrich Schmídel de Straubing
Créditos
Título original: Viaje al Río de la Plata.
© 2024, Red ediciones S.L.
Edición: Bartolomé Mitre
Traducción: Samuel Alejandro Lafone Quevedo
e-mail: info@linkgua.com
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN ebook: 978-84-9953-484-8.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
Sumario
Créditos 4
Viaje al Río de la Plata. Ulrich Schmídel 13
Advertencia 15
Ulrich Schmídel primer historiador del Río de la Plata 17
Notas bibliográficas y biográficas por el teniente general don Bartolomé Mitre 17
I. Schmídel y Bernal Díaz del Castillo 17
II. Bibliografía de Schmídel 18
III. El nombre de Schmídel 23
IV. Biografía de Schmídel 27
V. La obra de Schmídel 34
Prólogo del traductor don Samuel A. Lafone Quevedo 37
I. Preliminar 37
II. Cronología 37
III. Distancias 39
IV. Expedición de Mendoza 40
V. Las maravillas del mar 41
VI. Mandioca, mandubí y batatas 42
VII. Cerro de San Fernando 43
VIII. Los horrores del hambre 44
IX. Los comedores de carne humana 45
X. Duchumeyen Tucumán 45
XI. Etnografía 47
XII. Los españolismos del autor 63
XIII. El sitio de Buenos Aires 63
XIV. Los viajes de Ayolas a los timbú 64
XV. Los cuatro años del capítulo XIV y los dos del capítulo XXX 65
XVI. Viaje de Ruiz Galán a la Asunción con Cabrera 1539 66
XVII. Confusiones en el relato del autor 67
XVI. Corpus Christi y Buena Esperanza 84
XVII. Nombre de la Asunción 87
XVIII. Gobierno de Alvar Núñez Cabeza de Vaca 88
XIX. Los últimos años de Schmídel en el Río de la Plata 89
XIX. Conclusión 90
Viaje de Ulrich Schmídel al Río de la Plata. (América del Sur) 94
Capítulo I. La navegación de Amberes a España 95
Capítulo II. La navegación de España a las Canarias 97
Capítulo III. Viaje de la Palma a Santiago 99
Capítulo IV. Viajan por alta mar y describe sus maravillas 100
Capítulo V. Llegada a Río del Janeiro y muerte de Osorio 101
Capítulo VI. Llegan al Río de la Plata y puerto de San Gabriel. Los charrúa 102
Capítulo VII. La ciudad de Buenos Aires y los indios querandí 103
Capítulo VIII. La batalla con los indios querandí 105
Capítulo IX. Se fortifica Buenos Aires y se padece hambre 107
Capítulo X. Expedición de Jorge Luján 108
Capítulo XI. El sitio de Buenos Aires 109
Capítulo XII. Padrón de la gente y preparativos 111
Capítulo XIII. Viaje de Mendoza con Ayolas a fundar Buena Esperanza 112
Capítulo XIV. Regresa don Pedro de Mendoza a España y muere en el viaje 114
Capítulo XV. Alonso Cabrera llega al Río de la Plata 115
Capítulo XVI. Parten en busca del Paraguay y llegan a los corondas 117
Capítulo XVII. Llegan a los gulgaises y machkuerendes 119
Capítulo XVIII. Llegan a los zechennaus saluaischco y mepenes 121
Capítulo XIX. Llegan a los kueremagbeis y agá 123
Capítulo XX. Los pueblos carios 125
Capítulo XXI. Describe la ciudad de Lambaré y su captura 127
Capítulo XXII. La asunción fundada. Guerra de los agá 129
Capítulo XXIII. Los payaguá. Viaje de descubrimiento 131
Capítulo XXIV. Cerro de San Fernando y viaje a los payaguá 133
Capítulo XXV. Ayolas viaja por tierra de los payaguá y naperú 136
Capítulo XXVI. Se sabe de la muerte de Ayolas. Eligen a Irala 137
Capítulo XXVII. Bajada de Irala a Buenos Aires en 1541. Tragedia de Corpus Christi 139
Capítulo XXVIII. Traición de los timbú y asalto a Corpus Christi 142
Capítulo XXIX. Llega la carabela de Santa Catalina y viaje del autor a encontrar a Cabrera 145
Capítulo XXX. Naufragio cerca de San Gabriel. Los sobrevivientes llegan a Buenos Aires y pasan a La Asunción 148
Capítulo XXXI. Llega Alvar Núñez Cabeza de Vaca a Santa Catalina y pasa a La Asunción 150
Capítulo XXXII. Cabeza de Vaca manda una expedición a los suruchacuiss y otros indios 152
Capítulo XXXIII. Guerra contra Tabaré. Éste es vencido 154
Capítulo XXXIV. Cabeza de Vaca sube a San Fernando a los payaguá, guasarapos y sacocíes 156
Capítulo XXXV. Viaje de Hernando Ribera a los orejones «sueruchuessis» y a los «acharés» 159
Capítulo XXXVI. Llegan a los «scheruess» y son bien recibidos por ellos 162
Capítulo XXXVII. Buscan a los amosenes y pasan por los syeberis y ortueses 165
Capítulo XXXVIII. Regreso de Hernando de Ribera. Sublevación de la gente 168
Capítulo XXXIX. Impopularidad de Cabeza de Vaca. Matanza de los suerucuesis 170
Capítulo XL. Prisión de Cabeza de Vaca. Su deportación a España. Elección de Martínez de Irala 173
Capítulo XLI. Discordia entre los cristianos. Alzamiento, de los carios. Yapirús y batatáes ayudan a los españoles 175
Capítulo XLII. Los cristianos, con auxilio de los yeperú y batatá, ganan los pueblos de la frontera y Carayebá 178
Capítulo XLIII. Toma del pueblo Juerich Sabayé. Perdón de Thaberé 182
Capítulo XLIV. Entrada de Irala al Chaco Boreal por los payaguá y mbayá 186
Capítulo XLV. Visitan a los mbayá, chané, thohannes, payhonos, mayehonas, morronnos, perronoss 190
Capítulo XLVI. De los borkenes, leichonos, kharchkonos, syeberis y peyssennos 193
Capítulo XLVII. De los maygennos y karckhokíes y de las salinas 196
Capítulo XLVIII. De los machkaisíes y llegada al Perú 200
Capítulo XLIX. De la tierra de los marchkhaysíes. Regreso al Río de la Plata. Alzamiento de Diego de Abreu 204
Capítulo L. Motín de Abreu. Schmídel recibe cartas de España 207
Capítulo LI. El autor emprende viaje de vuelta. Baja por el Río de la Plata y sube por el Paraná 209
Capítulo LII. Pasan por los tupí. Su descripción. Llegan al pueblo de Juan Kaimunnelle (Ramallo) 211
Capítulo LIII. Llegada a San Vicente. Viaje a España. Maravillas del mar 215
Capítulo LIV. Llegada a Lisboa y Sevilla. Pasa a Cádiz. Escapada de un naufragio 218
Capítulo LV. Vuelve a embarcarse el autor en Cádiz. Llegan a Inglaterra y de allí a Amberes 221
Apéndices 223
Apéndice A 223
Del Río de la Plata 223
Apéndice B 237
Memoria de Pero Hernandez 237
Apéndice C 266
Informaciones de méritos y servicios de descubridores, conquistadores y pobladores del Perú 267
Apéndice C bis 278
Apéndice D 278
Carta de doña Isabel de Guevara a la princesa gobernadora doña Juana, exponiendo los trabajos hechos en el descubrimiento y conquista del Río de la Plata por las mugeres para ayudar a los hombres, y pidiendo repartimiento para su marido 279
Apéndice E 281
La relacion que dexo Dominco Minez de Yrala en Buenos Ayres al tpo q. la despoblo (1541) 281
Apéndice F 290
Carta de Domingo Martines de Irala al Consejo de Indias, refiriendo sus entradas y descubrimientos por el río Paraguay hasta el Perú y lo ocurrido en aquellas expediciones y en los asientos del Río de la Plata. Ciudad de la Asumpción, 24 de julio de 1555 291
Expediente de Irala relativo a la carta precedente 297
Apéndice G. Carta de obligación 306
Carta de obligación de Hernán Baez y otros a favor de León Pancaldo, por valor de 470 1/2 pesos de oro 306
Apéndice H 308
Obligación de Diego de la Isla a favor de Gregorio de Leyes 308
Apéndice I 309
Apéndice J 310
Juramento de obediencia al capitan Francisco Ruiz Galan theniente de governador e capitan general por don Pedro de Mendoza (1538) 310
Apéndice K. Carta de poder 320
Carta de poder otorgada por el capitán Francisco Ruiz Galán a favor del bachiller don Pedro Galán, Pedro Moreno y su mujer d.ª Beatriz de San Martín a bordo de la nao Trinidad 320
Apéndice L 322
Carta de obligacion otorgada por Pedro Formizeda a favor de Gregorio Leyes 322
Apéndice M 323
Título de vehedor para el capitan Jn.º D S Despinosa 323
Apéndices N y O 324
Instrucción de don Pedro de Mendoza governador del Rio de la Plata para el capitán Francisco Ruyz Galan (1537) 325
Apéndice P 325
Carta de Martín Gonzalez, clérigo, al emperador don Cárlos, dando noticia de las espediciones hechas y de los atropellos cometidos despues de la prision del gobernador Alvar Nuñez Cabeza de Vaca 326
Apéndice Q 338
Información de Francisco Ruiz Galán. 1538 339
Libros a la carta 349
Viaje al Río de la Plata. Ulrich Schmídel
Advertencia
Schmídel, el más conocido para nosotros de cuantos en el siglo XVI escribieron sobre la historia de la conquista y colonización del Río de la Plata, ha tenido la desgracia de ser el peor interpretado de todos ellos; y no solo esto, sino también el de servir como original de muchos errores que se han hecho clásicos entre los escritores de las épocas posteriores. Los errores propios de él, aumentados por los que resultaban de las glosas latinas y las traducciones de éstas, han formado escuela. La versión castellana no iba más allá; la inglesa publicada por la Sociedad Hakluyt de Londres, acepta sin rectificación el texto del autor; y la edición alemana que ha servido de original para este trabajo, no se ha creído en el deber de corregir los lapsus frecuentes del famoso viajero y compañero de don Pedro de Mendoza, muy particularmente en aquello que se refiere a los nombres de los protagonistas en el drama de los acontecimientos previos a la llegada de Alvar Núñez Cabeza de Vaca.
Para llenar este vacío y subsanar las deficiencias y errores de este tan interesante relato, se ha traducido la obra de Schmídel de nuevo y directamente de la última edición alemana.
En el prólogo se da cuenta de las confusiones y deficiencias que aparecen en el texto del autor, y se explican, hasta donde ello es posible, mediante lo que sobre los mismos hechos nos han legado escritores contemporáneos.
En las notas al pie de la traducción se indican los puntos que requieren modificación, con llamada a los párrafos correspondientes del prólogo.
En los apéndices se reproduce la documentación en que se fundan los argumentos del prólogo; mucha parte de ella inédita hasta ahora, y la demás corregida según los mejores MSS. que se han podido conseguir, o cotejada con ediciones como aquélla de las Cartas de Indias.
Finalmente, se incluye una reproducción de las láminas que embellecen la edición latina de Levino Hulsio, generosamente facilitada con este objeto por el teniente general Bartolomé Mitre.
Se reproducen también tres mapas, uno de los cuales corresponde a la edición latina citada, que no es mejor ni peor que otros muchos de la época. El segundo es copia del que figura en el «Chaco», del abate Jolis, que, como mapa etnográfico del siglo XVIII, es de los mejores que tenemos. El tercero tiene por original un mapa de Delisle, el que, aunque del año 1700, es probable responda a datos del siglo XVI, por contener muchos nombres de lugar, etc., que hallamos en nuestro autor y otros contemporáneos.
De hoy en adelante no tendrán disculpa los que citaren a Schmídel para comprobar la conexión que existió entre ciertos personajes históricos y la actuación que se les atribuye en los hechos de la epopeya nacional en su primera época. Todo se aclara si con constante y verdadero empeño «lucem quaerimus».
Ulrich Schmídel primer historiador del Río de la Plata
Notas bibliográficas y biográficas por el teniente general don Bartolomé Mitre
I. Schmídel y Bernal Díaz del Castillo
Con motivo del famoso libro de Bernal Díaz del Castillo, hemos señalado la coincidencia de que los dos primeros historiadores de México y del Río de la Plata hayan sido dos simples soldados, tan ingenuos como incultos, héroes y testigos presenciales en los sucesos que narran, y que el género a que sus obras pertenecen constituye una singularidad en la literatura histórica de todos los tiempos.
Los grandes capitanes antiguos y modernos han contado lo que hicieron, lo que vieron y lo que pensaron, complementando así la acción con la pluma; pero eran hombres de mando y de pensamiento, cuya palabra es una vibración del temple de sus almas, que miraban las cosas desde arriba y de su punto de vista, incorporándolas a la historia de su propia personalidad. Mientras tanto, ningún legionario de César, ninguno de los expedicionarios de las falanges macedónicas de Alejandro, ni uno solo de los diez mil de Jenofonte, ni veterano alguno de Federico o Napoleón, han escrito memorias geniales que trasmitan a la posteridad los sentimientos y las impresiones de las multitudes que acaudillaron, reflejando los juicios de la colectividad que obedecía.
Es un rasgo característico del descubrimiento del Río de la Plata y de México, que sus dos primitivos y más genuinos historiadores sean dos oscuros soldados que, al contar lo que hicieron, se hayan hecho célebres por sus escritos, legando a la posteridad, no solo un auténtico documento histórico, sino también una obra original, espontánea, hija del instinto y de la observación propia, y por lo mismo llena de la más imparcial y equitativa verdad, y uno de ellos, con una animación y colorido, cual el más consumado arte literario no ha podido jamás reflejar en sus páginas.
Las cartas de Hernán Cortés no nos darían una idea del espíritu de los aventureros que le seguían, si no tuvieran por comentario la Verdadera historia, como la llama su autor, de Bernal Díaz del Castillo. Los comentarios del Alvar Núñez Cabeza de Vaca carecerían de sentido, si el Viaje de Ulrich Schmídel no nos suministrara los elementos de un juicio completo respecto del carácter de los primeros caudillos conquistadores del Río de la Plata, desde don Pedro de Mendoza hasta Irala, porque les faltaría la opinión que de ellos y de sus actos formaron los soldados colonizadores que los acompañaban.
Bien que la obra de Schmídel pertenezca al género de la de Díaz del Castillo, la de éste le es muy superior, como producto de un genio nativo, siendo única en la literatura universal. La del primero, alemán de temperamento flemático, observador atento y tranquilo de la naturaleza, sin imaginación y despreocupado aunque no exento de preocupaciones vulgares y de prevenciones personales, narra seca y concisamente los hechos, establece las fechas, determina las distancias, describe lo que ve como lo comprende, sin ornamentos de estilo ni divagaciones, y solo de vez en cuando formula un juicio, hace una reflexión o consigna datos etnográficos, geográficos, estadísticos, astronómicos o de historia natural, que en breves rasgos nos dan un retrato, bosquejan una comarca, describen un animal o una planta, señalan un punto en el espacio o dan idea de razas y costumbres perdidas, suministrando a la vez elementos preciosos para la cronología y para la historia de la colonización inicial del Río de la Plata por la raza europea. La obra de Díaz del Castillo, español de temperamento nervioso, es abundante en la palabra, prolija, animada, llena de colorido y eclipsa, como narración, como descripción y como pintura, todas las crónicas e historias escritas antes o después sobre el mismo asunto.
Ambos libros tienen de común, el carácter militar de sus autores, la ingenuidad del relato, la libertad de los juicios respecto de los hechos, hombres y cosas; la pintura al natural de los caracteres sorprendidos en la acción; las pasiones de partido de que participan, y sobre todo, ser ellos la expresión fiel de la opinión de los soldados en guerra con los salvajes y envueltos en discordias civiles, que con el criterio de las multitudes, juzgaban las acciones de sus jefes y los hechos en que eran actores. Son documentos históricos a la vez que elementos morales, que explican los hechos y los ilustran, animándolos con cierto soplo democrático, que hace vibrar la fibra humana al través del tiempo.
II. Bibliografía de Schmídel
La obra de Schmídel fue escrita en alemán. La primera edición se publicó en 1567 en una colección de viajes en 2 volúmenes o partes, sin numeración de tomos, pero con distinta foliatura cada uno, en cifras arábigas y romanas. El título de la primera parte es como sigue:
Erst theil dieses Welt- / buchs von Newen / erfundnen Landtschafften: / Warhafftige / Beschreibunge aller theil der Welt etc. etc. / Durck Sebastian Franck von Word etc. etc. / (Dos viñetas representando guerreros asiáticos.) Anno M.D.LX.VII. (Primera parte de esta historia universal, de países nuevamente descubiertos. Verídica descripción de todas las partes del mundo... etc. Publicado por Sebastián Franck de Word, pero corregido y revisado nuevamente.) I vol. fol., letra gótica.
El título de la segunda parte, abreviado, es textualmente como sigue:
Ander theil dieses Welt. / buchs von Schif- / fahrten. / Warhaffftige Be- / schreibunge aller / und mancherley sorgfeltigen Schif- / farten, auch viler unbekanten erfundnen Landtschafften, Insu- / len, Konigreichen, und Stedten... Durch Ulrich Schmidel von Straubingen, etc. (Dos viñetas representando dos hombres de mar en paisaje marítimo.) Getruckt zu Franckfurt am Main, Anno 1567. (Otra parte de esta historia universal de navegaciones. Verídicas descripciones de varias navegaciones, como también de muchas partes desconocidas, islas, reinos y ciudades... también de muchos peligros, peleas y escaramuzas entre ellos y los nuestros, tanto por tierra como por mar, ocurridos de una manera extraordinaria, así como de la naturaleza y costumbres horriblemente singulares de los antropófagos, que nunca han sido descritas en otras historias o crónicas, bien registradas y anotadas para utilidad pública. Por Ulrich Schmídel de Straubing.) (Al fin:) Betruckt zu Franckfurt am Mayn bey Martin Lechler, in verle- / gung Sigmund Feirabends / und Simon Hue- / ters. / (Marca del librero.) Anno MD.LXVII. / 1 vol. fol., letra gótica. 5 fsf., prel., con dos foliaturas: 1.ª 1-110 ff. - 2.ª 1-29 ff., y una foja para el colofón ya descrito.
En la segunda foliatura (bis), desde la foja 1 a 26 inclusive, se registra la narración de Schmídel, con el siguiente título particular por encabezamiento de la primera página:
Warhafftige und liebliche Beschreibung etlicher furnemen Indianischen Landtschafften und Insulen, die vormals in keiner Chronicken gedacht, und erstlich in der Schiffart Ulrici Schmidts von Straubingen, mit grosser gefahr erkundigt, und von ihm selber auffs fleissigst beschrieben und dargethan. (Verídica e interesante descripción de algunos países indianos e islas, que no han sido mencionadas anteriormente en ninguna crónica, explorados por la primera vez en el viaje de navegación de Ulrich Schmídel de Straubing con mucho peligro, y descritos por el mismo con mucho esmero.)
A esta edición le falta el preámbulo y el epílogo del autor. Es tan rarísima, que muy pocos la han visto en el espacio de cerca de tres siglos, y algunos han dudado de su existencia. León Pinelo en su Epítome, aunque dice que fue impresa en alemán, solo menciona otra muy posterior en latín; y Barcia, en su Biblioteca adicionada, repite lo mismo con algunos pormenores más. Meusel, uno de los más eruditos bibliógrafos alemanes, dice en su Bibliotheca Historica, que jamás consiguió ver un ejemplar. Camus, en su estimada Memoria sobre los viajes de Thevenot y De Bry, dice: «No sé si el original de esta relación, escrito en alemán, ha sido impreso en esta lengua, en otra parte que en la colección de Teodoro De Bry». Angelis, en su Colección de documentos, decía en 1836: «De todas las obras que tratan de la conquista del Río de la Plata, la de Schmídel es la más rara, y casi puede tenerse por irrepetible». Ternaux Compans en 1837, consignó por la primera vez el título abreviado de la segunda parte en su Bibliothèque Americaine. En el catálogo de la Bibliotheca Grenvilliana, Payne señaló como casi desconocido un ejemplar completo, que actualmente existe en el Museo Británico. En 1861 apareció por la primera vez en el comercio de libros, ofrecido a la venta por Brockhaus, en Leipzig, y en 1864 en el catálogo de la librería de Franck, en París, de donde lo obtuvimos al precio de 100 francos. Brunet no parece haberlo visto, pues aunque lo mencionó en 1864, le da un título incorrecto, como lo observa Quaritch, que es uno de los últimos que lo cita, señalándole el precio de 5 libras esterlinas. En 1878, Maisonneuve (Bib. Leclerc) le asignaba el precio de 450 francos. En Buenos Aires existen tres ejemplares de esta edición.
La segunda edición alemana, apareció en la famosa colección de los grandes viajes de Teodoro de Bry, y forma la séptima parte de ella con el siguiente título:
Das VII. Theil America / Warhafftige und liebliche / Beschreibung etlicher furnemmen / Indianischen Landschafften und Insulen / die vormals in keiner Chronicken gedacht, und erst- / lich in der Schiffart Ulrici Schmidts von Straubingen mit grosser gefahr erkundigt, un von / ihn selber auffs fleissigste beschrieben / und dargethan. / -Und an Tag gebracht durch Dietterich / von Bry. / - Anno M.D.XCVII. / - Venales reperiuntur in officina / Theodori de Bry. (Parte VII. América. Descripción verídica e interesante de algunos países e islas de importancia, de que no se ha hecho mención todavía en ninguna crónica, y cuyas exploraciones han sido llevadas a cabo por primera vez en el viaje de navegación del Ulrich Schmidt de Straubing, con grandes peligros y que han sido descritos y explicados por él con toda diligencia. Dado a luz por Teodoro de Bry.) 1 vol. 4.º mayor, letra gótica. Con 2 fs., f. prel., incluso frontispicio grab., y 31 ff. de texto con una lámina en la primera página.
A esta edición le falta como a la primitiva, el preámbulo y el epílogo, como que es una reproducción de ella, con la sola diferencia de dividir el relato en XXXIII capítulos sin títulos.
Dos años después (1599), el mismo De Bry la incluyó en su serie de grandes viajes en latín, traducida a este idioma por Gothard Arthus, con este título:
Americae Pars VII. - / Verissima et Jvcvndissima Descriptio Praecipvarum Quarvndam Indiae / regionum & Insularum, quœ quidem nullis an- / te hœc tempora visœ cognitœque, iam primum / ab Virico Fabro Straubingensi, multo, cum periculo inuentae & ab eodem summa dili- / gentia consignatœ fuerunt, ex germanico in la- / tinum sermonem conuersa autore M. Gotardo Artvs Dan- / tiscano. / -Illustrata vero pulcherrimis imaginibus, & in / lucem emissa, studio & opere Theodo / ridici de Bry piœ memoriœ relictœ / viduae & filiorum. Anno Christi, M.D.XCIX. - Venales reperiuntur in officina Theodori de Bry. 1 vol. 4.º mayor con 82 páginas incluso la portada grabada igual a la anterior, y el prefacio, que ocupan dos fojas, y una lámina idéntica en la primera página del texto.
Esta edición, salvo el idioma, está ajustada en un todo a la anterior alemana del mismo De Bry.
En el mismo año, fue incluida, en alemán también, en la 4.ª parte de la colección de Levinus Hulsius, con este título: Wahrhafftgen Historien einer Vunderbahen Schiffart welche Vlrich Schmiedel von Straubingen von anno 1534 bis 1554 in American oder Neuen Welt bey Brasilia und Rio della Plata gethan. Nuremberg 1599. (Verídica historia de una navegación maravillosa, llevada a cabo por Ulrich Schmídel de Straubing, desde el año 1534 hasta el año 1554, en América o Nuevo Mundo, en el Brasil y Río de la Plata.)
Comparado el texto de esta edición con la alemana, de De Bry, vese que ambos editores tuvieron a la vista un original distinto, y en efecto, el mismo Hulsius declara que la hizo con arreglo a un manuscrito, de que daremos noticia más adelante, y que difiere en parte del primitivo texto.
Casi simultáneamente, el mismo Hulsius, publicó aparte una traducción latina, cuya portada, con el retrato del autor, montado en una llama, con lanza al hombro, y escoltado por indios del Chaco, que llevan el tembetá, reproducimos en facsímil en su formato en 4.º
Esta portada, ocupa la 1.ª foja, y el reverso está en blanco. Sigue otra hoja, a cuyo reverso se encuentra el retrato del autor de cuerpo entero, con sus atributos guerreros, pisando un tigre, con blasón a la izquierda y una especie de serpiente a la derecha, cuyo facsímil damos también.
La foliatura comienza con la dedicatoria del editor al obispo príncipe soberano de Bamberg (Baviera) con las armas de éste al frente, grabada en cobre como las anteriores. Sigue el Admonitio de Hulsius al lector, inserto en las páginas 3-5, a cuyo pie se encuentra el preámbulo del autor que falta en las primeras ediciones. Al reverso de la página 5 empieza el texto, que termina en la página 101, con la inserción del epílogo, que también faltaba en las ediciones indicadas. Está dividida en LV capítulos con títulos, en vez de los XXXIII de De Bry, pero su contenido es sustancialmente el mismo, salvo lo apuntado. Contiene 20 láminas sueltas, grabadas en cobre, incluso las ya citadas (dos intercaladas en el texto), y entre ellas, un mapa de la América, desde el trópico de Cáncer hasta el Estrecho de Magallanes y parte de la Tierra del Fuego.
Tales son las ediciones primitivas de la obra de Schmídel, hechas en el siglo XVI, todas las que hemos tenido a la vista al escribir estas notas. La de Hulsius es la más correcta y completa, y la más elegante como trabajo tipográfico. Ella ha servido de texto a las traducciones que posteriormente se han hecho al francés y al español.¹
III. El nombre de Schmídel
¿Cual es el verdadero nombre del primer historiador del Río de la Plata? He aquí una cuestión que todavía no ha sido resuelta.
En la primera edición alemana de 1567, se le llama Ulrici Schmidts y Schmidt; en la segunda de De Bry, se le llama solo Schmidts; pero en la latina del mismo se latiniza su nombre, y se convierte en Ulrico Fabro. Hulsius, en la edición alemana, le llama Ulrich Schmiedel, y en la latina, Huldericus Schmidel. Por el nombre de Schmídel es universalmente conocido, y es el destinado a prevalecer, por cuanto a él está vinculada su celebridad.
El primero que promovió la duda acerca de este punto, fue el doctor Burmeister en su Description physique de la République Argentine.
La cuestión sinónimo-biográfica que se relaciona con este nombre (que significa herrero), había sido tratada antes en general por Goetz respecto de todos los escritores apellidados, en alemán Schmied, en inglés Smith, en francés Lefevre, en español Fabricio, y en latín Faber. Burmeister, contrayéndose especialmente al punto en discusión, sostiene, que Schmídel, es una falsificación, y que debe escribirse Schmidt, dando por razón ser un nombre muy generalizado en Alemania.
Los nombres de Schmídel o Schmidl han sido, llevados por nobles familias teutónicas, sin que la adición final altere sustancialmente el significado de su origen. La t adicional en el bajo alemán y el en el alto alemán, es una partícula, equivalente a como, o proveniente de Schmidt, así como en castellano, Rodríguez significa hijo de Rodrigo y González hijo de Gonzalo. A veces la terminación se convierte en partícula comparativa, para formar un nombre diminutivo, como sucede con el famoso jefe de los ubicuitarios luteranos, que fue apellidado Schmidlin, o sea el herrerito, a causa de que su padre ejercía este oficio y él lo practicó en sus primeros años. Por lo demás, ambos reconocen el mismo origen con el mismo significado, pues derivan del gótico Smitha y del frísico Smeth, como puede verse en Webster. En el antiguo alemán era Smit o Smid, lo mismo que en el alto o bajo alemán. En el moderno alemán es Schmied, y así lo escribió Hulsius al tiempo de la muerte del autor, agregándole la terminación el. Esto por lo que respecta a la historia de los nombres y a su etimología con sus desinencias.
Considerada la cuestión bajo su aspecto puramente biográfico, ella se reduce a averiguar cómo se denominaban sus antepasados, cómo lo llamaban a él y cómo se llamaba él a sí mismo. Son los documentos escritos los que deben decidirla.
El último que sobre Schmídel haya escrito, es Johannes G. Mondeschein, rector de la Academia de Straubing y compatriota suyo, quien, después de registrar todas las bibliotecas bávaras y especialmente los archivos de su ciudad natal, le llama constantemente Schmídel o Schmidl (que es lo mismo), exhibiendo en su apoyo los documentos más auténticos. En 1881 publicó su trabajo en alemán, en un folleto de 46 páginas y adelantó mucho las noticias biográficas y bibliográficas que acerca de él se tenían, con pruebas, que no dejan duda respecto de su genealogía. He aquí su título: Ulrich Schmidel von Straubing und seine Reisebeschreibung. (Ulrich Schmídel y su relación de viaje.)
El nombre de Schmídel o Schmidl, según Mondeschein, era tradicional en Straubing y sus inmediaciones; está consignado en los árboles genealógicos de su nobleza, así como en los registros municipales de la ciudad, estando además registrado en algunos títulos de enfeudación que existen originales y grabado en las piedras tumularias de sus antiguos cementerios.
En la biblioteca real de Múnich existe un manuscrito antiguo, que examinó el mismo Mondeschein, el cual había pertenecido a la de la ciudad de Regensburg (última residencia del autor), que parece ser una copia del original. Lleva el milésimo de 1564 en el lado interior de la tapa. Arriba del título, de letra distinta, que se supone con algún fundamento ser la del autor, se lee esta inscripción: It gehering ulich Sckmidl (pertenece a Ulrich Schmidl). Este manuscrito lleva el preámbulo que no se encuentra en la primera edición alemana de 1567, pero le falta el epílogo. Su relación es más tosca que la del primer texto alemán impreso, como producto nativo antes que sus editores lo puliesen al publicarlo.
Hulsius hizo la impresión alemana y la traducción latina, de que hemos hecho antes mención, sobre un manuscrito distinto, que él consideraba original, y que parece indudable lo era. Llevaba el retrato del autor dibujado, con algunas láminas más, que él reprodujo fielmente por el grabado, aumentándolas con otras de su invención. A su frente puso el nombre de Schmídel, con que es conocido. El manuscrito, que sirvió de texto, fue adquirido por el barón de Moll, secretario de la Academia de Baviera, por el precio de 6 florines. Más tarde pasó a formar parte de la biblioteca pública del reino, de donde ha desaparecido, y «es de esperarse que no para siempre», dice su último y bien informado biógrafo.
Existen además otras pruebas escritas, y algunas de ellas grabadas en piedra dura que deciden la cuestión en favor del nombre de Schmídel o Schmidl. Los nombres de su padre, llamado Wolfgang Schmídel, y el de un hermano Tomás Schmídel, están grabados con todas sus letras en las piedras tumularias de los antiguos cementerios de St. Jacob y St. Peter en Straubing.
El sepulcro de Schmídel no se conoce, pero en la casa por él habitada en sus últimos años y edificada por él en Regensburg, existe en un vestíbulo del primer piso, una chapa de mármol con el blasón de su familia, y abajo esta inscripción:
En la pared exterior, en la parte más antigua de la casa, que da a la Wallerstrasse (calle de Waller), existe otra chapa de mármol, incrustada en ella con esta inscripción:
(Esta casa fue la residencia / de / Ulrich Schmidl de Straubing / co-descubridor del Brasil / y / cofundador de Buenos Aires.)
Esta casa pertenecía en 1881 a un farmacéutico llamado Schmídel, que, a pesar de la analogía del nombre, no tenía ningún grado de parentesco con su antiguo propietario, pero que conservaba por tradición algunos recuerdos suyos, entre ellos el retrato de Schmídel, grabado por Hulsius, algunas conchas extrañas y un fragmento de piedra boleadora, perteneciente tal vez a los antiguos querandíes que destruyeron la primera población de Buenos Aires. No se conoce en Europa ningún manuscrito auténtico de Schmídel, pues el que se reputaba por tal, y parece que lo era, se ha perdido, según queda explicado. Por acaso, encontrose en el archivo de la Asunción del Paraguay un documento con las firmas autógrafas de una gran parte de los antiguos conquistadores del Río de la Plata que acompañaron a don Pedro de Mendoza y a Cabeza de Vaca, que lleva la fecha de 13 de marzo, de 1549 y se encuentra en el archivo de don Andrés Lamas. Entre estas firmas se destaca por lo bien conservado de la tinta, el carácter elegante de la letra, la firmeza del pulso y la soltura del rasgo, la de Ulrich Schmídel, cuyo facsímil es éste:
magenComo este autógrafo pudiera dar todavía motivo para una cuestión paleográfica, queremos agotar la materia, demostrando histórica, ortográfica y gráficamente, que Schmídel se firmaba Ulrich Schmidl, lo que resuelve definitivamente la cuestión. Utz es una abreviación de Ulrich, como Fritz de Friedrich, y existe como comprobante el antecedente histórico de un antiguo y legendario duque de Baviera llamado Ulrich, que en las antiguas crónicas y poemas de la edad media se le llama Utz. Por lo que respecta al modo como está escrito el apellido, los dos rasgos que preceden a Smidl (que son clarísimos), representan la sh ligadas, que todavía se usa en la escritura alemana, distinguiéndose de la st ligadas, en que no se lleva el nudo o cruz indicante de la segunda letra. En cuanto a la ortografía del nombre en sí, Schmidl es lo mismo que Schmídel, como lo hemos apuntado antes, según consta de los documentos y originales citados. Después de esta demostración no quedará duda que Schmídel se llamaba Schmídel.
IV. Biografía de Schmídel
De la vida de Schmídel no se tenían más noticias que las que él mismo suministra en su concisa historia cuando en 1881 Mondeschein publicó la interesante biografía de que hemos hecho mención antes, merced a la cual puede seguírsele desde sus orígenes hasta sus últimos años, en que se pierde su rastro en la vida.
La familia de Schmídel era antiquísima en Baviera, y desde 1364 este nombre figura en su historia municipal. Sus antecesores fueron ennoblecidos por Federico III, quien les concedió por blasón un escudo de armas con la cabeza de un toro negro en cuerpo blanco, con una corona alrededor de las astas, que es el mismo que se ve en el retrato grabado por Hulsius, y que éste copió del manuscrito original del autor, según lo declara.
El padre de Schmídel, que se llamaba Wolfgang, fue tres veces burgomaestre de la ciudad de Straubing, procurador de Azlburg y Augsburg, diputado a la Convención de los Estados en 1506 al final de la guerra de sucesión, y murió en 1511, según consta de su piedra tumularia. Hay motivos para creer que fue casado dos veces. Tuvo tres hijos varones: Federico, el primogénito, cuyo fin se ignora, y Tomás, de quien Ulrico hace especial mención en su historia, que heredaron sucesivamente las prerrogativas de su padre. Respecto del nacimiento del que debía dar celebridad a su nombre, no existen datos, pero es seguro que debió tener lugar antes de 1511, en que murió su padre, o sea a principios del siglo XVI; y que fue en Straubing no hay duda, pues él mismo lo declara: von Straubing.
Nada se sabe de la juventud de Schmídel. Parece que recibió alguna educación elemental, o por lo menos que frecuentó una escuela en su niñez, y el carácter correcto de su letra, así como algunas citas literarias de su obra (si es que no son ornamentaciones de sus copistas o editores), así lo harían suponer. Un cronista de Regensburg, ciudad donde el autor pasó los últimos años de su vida, deduce de algunos antecedentes vagos, que se trasladó muy joven a Amberes, en calidad de dependiente de comercio. Lo sabido es que en 1534 se encontraba allí, según consta de su narración, cuando se alistó como simple soldado voluntario con el propósito de dirigirse al nuevo mundo, de que se contaban tantas maravillas.
Al embarcarse en Amberes debía tener por lo menos veinticinco años, pues hacía veintitrés que su padre había muerto, y por su retrato, hecho por los años 1564, se ve un hombre robusto en todo el vigor de la edad viril, con todo su pelo y barba entera, que no representa más de cincuenta años.
En el mismo año llegó a Cádiz, y el 1.º de septiembre de 1534, según él, salió de Sanlúcar con la expedición del Adelantado don Pedro de Mendoza, con destino al Río de la Plata, descubierto por Solís, explorado por Gaboto y visitado por Magallanes al dar la vuelta al mundo. Esta expedición, la más considerable y de gente más distinguida que hasta entonces hubiese salido de España para conquistar y poblar nuevas tierras, se componía de 14 grandes navíos, con 2.500 hombres y 150 soldados de la alta Alemania, flamencos y sajones, armados como arcabuceros (bombardis traduce Hulsius) y lansquenetes, debiéndose contar él entre los últimos, según él mismo se ha representado en su retrato.
Su vida, durante sus peregrinaciones por América, es bien conocida por su propia relación, y puede seguírsele casi paso a paso en el espacio de veinte años, que forman su cómputo histórico (1534-1554). Es una odisea, sin más poesía que la de los hechos descarnados, que empieza con el incendio de una nueva Troya de paja y termina, como la del héroe griego, en el hogar paterno.
La expedición de que Schmídel formaba parte, atravesó el Atlántico, y tocó en Río de Janeiro, a la sazón despoblado. Allí tuvo lugar la primera tragedia, precursora de la conquista y colonización del Río de la Plata, que debía ensangrentar su cuna y dar origen a sus revueltas intestinas. Por orden del Adelantado, fue muerto a puñaladas por cuatro de sus oficiales, su segundo Juan de Osorio, y su cadáver expuesto en la plaza, publicándose por bando que moría por traidor, y que en igual pena incurrirían los que se moviesen por su causa. La opinión de los soldados condenó este atentado, según nos lo hace saber el soldado historiador, con estas palabras: «En lo cual se procedió sin motivo justo, porque Osorio era bueno, íntegro, fuerte soldado, oficioso, liberal y muy querido de sus compañeros». Este fallo ha sido confirmado por la Historia.
En 1535 llegó al Río de la Plata. Fue uno de los primitivos fundadores de Buenos Aires en la embocadura del Riachuelo, y se halló en la batalla de Matanza, en que murió el hermano del Adelantado. En la edición de Hulsius está pintada esta batalla en una curiosa lámina, que reproducimos en facsímil. (Ver lámina cap. VIII.)
Padeció el hambre que afligió a los primeros fundadores de la nueva ciudad, y estuvo presente en el asalto que le llevaron los querandíes, presenciando el incendio de sus ranchos y de parte de sus naves el día de San Juan de 1536. Más adelante publicamos la lámina de la edición de Hulsius, en que se representa