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    Apóyate en mí: Romance de un Multimillonario: Destrozada, #2
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    Apóyate en mí: Romance de un Multimillonario: Destrozada, #2
    Libro electrónico80 páginas1 hora

    Apóyate en mí: Romance de un Multimillonario: Destrozada, #2

    Por Kimberly Johanson

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    Información de este libro electrónico

    Tras el asesinato de Richard, Lila y la familia Carnegie se mantienen juntos y afligidos en privado. Pronto, sin embargo, Lila descubre algo que podría romper la fe de los Carnegies en ella y ella desaparece.

    Su viejo amigo, el detective Charlie Sherman de Nueva York está devastado por su desaparición y trabaja con los Carnegies y sus extensos recursos para encontrarla.

    Al mismo tiempo él y su socio,  Riley,  investigan el asesinato de Richard y descubren más sobre el hombre muerto de lo que ellos esperaban.

    IdiomaEspañol
    EditorialKimberly Johanson
    Fecha de lanzamiento11 sept 2021
    ISBN9798201627935
    Apóyate en mí: Romance de un Multimillonario: Destrozada, #2

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      Apóyate en mí - Kimberly Johanson

      Capítulo 1

      Apóyate en mí

      Upper East Side, Manhattan

      Había una tristeza en el apartamento cuando Lila se vistió para el funeral. Todavía no lo podía creer; Richard estaba muerto. Su amor por tanto tiempo, el hombre con el que ella pensó pasar el resto de su vida, hasta ese terrible día de unos meses atrás. El día en que fue brutalmente apuñalada y dejada por muerta. De alguna manera, aunque había amado a Richard, sabía que ese día había marcado el fin de una vida y el comienzo de otra.

      Miró alrededor del apartamento. Sonaba a soledad. Esto nunca fue mi hogar, pensó ella ahora. Yo puedo haber pasado todas las noches aquí con Rich, pero nunca fue mi hogar. Era demasiado opulento para sus gustos simples, demasiado diseñado, ordenado. Ella prefería que su espacio fuera abarrotado y acogedor.

      Ya le había dicho a Delphine, la madre de Richard, que quería mudarse, que estar en el pent-house era demasiado doloroso. Delphine lo había entendido. ‘Puedes ir donde quieras ahora -le había dicho ella a Lila- todo lo que Richard tenía es ahora tuyo, con nuestra bendición.’

      Dios. Lila Tierney, la muchacha del hogar de niños, la muchacha que de los dieciséis a los dieciocho había vivido en un coche viejo, era millonaria. Daría cada centavo para que Richard regresara a su vida, aunque antes de morir, ellos habían accedido a romper. Todavía quería ser su amiga, por sí misma, por su familia.

      ‘Te echo de menos, Boo’ dijo en voz alta al apartamento vacío. Un golpe en la puerta la hizo reír suavemente, para sí misma. Si se tratara de una película, pensó mientras iba hacia la puerta, entonces Richard estaría de pie al otro lado, con una gran sonrisa en su rostro.

      En lugar de eso, su viejo amigo, en quién más confiaba, Charlie, medio sonrió. ‘Hola. ¿Estás lista?’

      Trató de sonreír, pero sólo asintió con la cabeza. ‘Lista.’

      Él le ofreció su brazo mientras caminaban hacia el ascensor, la mano de él grande y cálida cubriendo la suya. No fue hasta que se instalaron en el coche de la ciudad, que la realidad golpeó a Lila. El funeral de Richard. Richard se había ido. Ese divertido, erudito, extrovertido y aventurero hombre estaba muerto. ¿Cómo podía ser posible? Su aliento se enganchó y se atoró en su pecho y ella sintió su compostura deslizarse.

      Charlie la miró y la envolvió con sus brazos, dejándola sollozar su angustia.

      Capítulo 2

      Westchester

      Harrison ‘Harry’ Carnegie se sentía completamente fuera de lugar en la casa en la que había crecido. Habiendo vivido en Australia durante los últimos quince años, había olvidado qué tan organizadas y estructuradas las reuniones Westchester podrían ser. Más que eso, odiaba ver a sus padres, a su hermana Cora, tan profundamente devastados.

      Delphine le había presentado a Lila en la cena de la noche anterior y él había charlado con la pequeña morena, él podía ver exactamente lo que su hermano había encontrado en ella. Lo que había pasado por este último año... pobre chica. Y la devastación en los rostros de su familia se hacía eco en sus encantadores y desconsolados ojos. Ella le había gustado mucho.

      Ahora, sin embargo, circulando entre los dolientes reunidos, Harry se sintió desconcertado, como si la persona que estaban enterrando no hubiera sido su propio hermano. Él y Richard habían crecido cerca, pero a medida que sus vidas se movieron en diferentes direcciones, la inevitable distancia creció.

      Y él no lograba enfocarse en el hecho de que Rich no sólo fue asesinado, sino que estaba en prisión en ese momento. ¡En prisión! Harry sacudió la cabeza. ¿Qué demonios le había pasado a su familia? Su hermana Cora era un desastre y, según su madre, solamente tenía treinta días de sobriedad. Él la miraba ahora, lucía tan frágil y parecida a un gorrión en su vestido negro, y su corazón latió de tristeza.

      ‘Hola muchachita’ dijo acercándose a su lado y envolviéndola en un gran abrazo. ‘Esto es una mierda, ¿no?’

      Cora le sonrió con los ojos inyectados en sangre. ‘En realidad, lo ha sido todo este último año, Harry.’

      ‘Perdón por no haber estado, calabaza.’

      Ella envolvió sus diminutos brazos alrededor de su cintura. ‘No te disculpes. Me alegro de que te hayas evitado al menos parte de ello.’ Suspiró. ‘Lila se ve muy enferma, ¿no crees?’

      Harry miró a la ex novia de su hermano. ‘No la he conocido lo suficiente como para poder decirlo, pero sí, parece cansada. No sé quiénes son la mitad de estas personas, Cora. ¿Amigos de Richard? ¿Y quién es ese tipo que parece que podría enloquecer violentamente en cualquier momento?’

      Cora rio entre dientes. ‘Es Charlie. Él siempre se ve así, pero es muy cariñoso, de verdad. Conmigo al menos, él ha sido muy amable.’

      ‘¿Un poco enamorada, hermanita?’

      Cora rio entre sus rubores. ‘Noooo... él es el mejor amigo de Lila y es un policía’ se interrumpió repentinamente. ‘Su compañero, Riley, también es encantador.’

      ‘¿Él es homosexual?’

      Cora se rio. ‘No, su compañero de policía, idiota. Oye, ven a conocer a algunas personas.’

      Harry se resistió y le dio excusas -él realmente no quería conocer gente. Cora, sacudiendo la cabeza, le sacó la lengua y sonrió.

      ‘Ermitaño.’

      ‘Palillo.’

      ‘Anciano.’

      ‘Sabelotodo.’

      Harry sonrió tras su hermana... oh señor, hablando de hermanas; Judith se acercaba hacia él. De todos los chicos Carnegie, Harry era el único que a ella le gustaba, lo adoraba en realidad. La sensación definitivamente

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