Argentina. ¿Colonia Financiera - ADRIAN SALBUCHI

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ADRIAN SALBUCHI

ARGENTINA: COLONIA FINANCIERA?


Buenos Aires, Marzo de 2000 - Adrian Salbuchi

ndice A modo de introduccin


Monstruos de la imaginacin racionalista... Arma de dominio y colonizacin.
Hay que democratizar las finanzas.

I.

El Dinero -

El Trueque - (la economa sin dinero o previa a la aparicin del dinero) Dinero consistente en Bienes con Valor Intrnseco Dinero Metlico Dinero en Moneda Funciones del Dinero Dinero Simblico (el papel moneda; dinero sin valor intrnseco) Relacin entre el Dinero y los Bienes

II. La Banca Moderna El Factor Multiplicador Bancario El Inters El Dinero electrnico

III. Riquezas La Funcin del dinero Relacin entre el dinero y el trabajo El trabajo

IV. La Psicologa del Dinero Anonimidad estructural El azar Crdito y Ahorro

V. Herramientas: Instituciones Financieras Mundiales El Banco de la Reserva Federal de los EE. UU. (Federal Reserve System) La Conferencia de Bretton Woods de 1944 El Banco Mundial (World Bank) El Fondo Monetario Internacional (FMI) La Organizacin Mundial del Comercio (OMC) Una nueva arquitectura financiera planetaria

Conclusiones Bibliografa

" Argentina: Colonia Financiera? ", brinda al lector un enfoque diferente sobre la grave problemtica que aflige al mundo actual y a la Argentina. Identifica a las fuerzas de las finanzas globalizadas - ajenas a todo control democrtico y con claros objetivos ideolgicos -, como el mayor peligro al que jams se haya tenido que enfrentar la Argentina.

De lo que hoy se trata es de identificar las oportunidades y - muy especialmente -, las amenazas representadas por la globalizacin. Nos enfrentamos a una ley de hierro que nos obliga o bien a ser pasivos sujetos ante estas fuerzas sistmicas planetarias - o sea, seguir como hasta ahora -, o sino templar nuestra voluntad y resistir las imposiciones que resultan claramente nocivas para nuestra comunidad. El autor expone en forma llana y directa, aspectos clave que permiten prever futuras crisis, y descubrir un desenlace sumamente comprometido para todo el sistema financiero global. Ello acarrear graves consecuencias para nuestro pas y nuestra regin. El objetivo del presente ensayo consiste en convocar a la comunidad a estar prevenida y preparada. A comprender y, en la medida de lo posible, a conjurar las dificultades que - queramos o no - tendremos que enfrentar en los prximos aos.

A modo de introduccin Monstruos de la imaginacin racionalista...

Mucho se habla hoy en da sobre la globalizacin. Los grandes medios de comunicacin social, las empresas y los gobiernos pretenden presentarla ante el mundo como prueba del indetenible progreso de la humanidad hacia una sociedad planetaria sustentada sobre la economa de mercado y enmarcada dentro de los paradigmas de la democracia liberal, ambas supuestas precondiciones esenciales para lograr el bienestar del hombre. Sin embargo, esta prdica en favor de la globalizacin suele soslayar algunas de las ms importantes implicancias y facetas de este fenmeno. El presente ensayo tiene por objeto descubrir algunas de estas implicancias que estimamos resultan particularmente importantes, por ms que rara vez se las mencione en los medios de comunicacin social, en las ctedras de economa y poltica, o las mencionen nuestros gobernantes.

Primeramente, consideramos que puede hablarse de una autntica "globalizacin" - en el sentido de un fenmeno estructural que abarca, o al menos controla, a todo el planeta - nicamente en relacin a las finanzas. Slo stas operan dentro del marco de una estructura supranacional que les permite detentar y ejercer un poder verdaderamente globalizado. El sistema financiero complementado por dos estructuras tecnolgicas subalternas clave - los medios de comunicacin social y la red de telecomunicaciones/informtica conforma la nica estructura operativa autnoma a la que hoy podemos adscribirle el mote de global. En rigor de verdad, la globalizacin es una ideologa que controla ntegramente las revoluciones tecnolgica y cientfica a las que pone a su servicio. 1[1] Los mbitos poltico, social y an el econmico, an permanecen inmersos dentro de una realidad fuertemente ligada a la estructura del Estado-nacin, que slo con gran dificultad se encamina hacia esquemas globalizados. En realidad, entre amplios sectores socioculturales urbanos se verifica un fenmeno contrario al de la globalizacin: aqu las fracturas dividen y aslan a la sociedad en etnias, comunidades y barriadas. Las comunidades de todo el planeta, entonces, se ven atrapadas en el fuego cruzado entre las poderosas fuerzas estandarizadoras de la globalizacin por arriba y las tensiones y fracturas generadas por los localismo exacerbados, por abajo. Ello explica la creciente debilidad y paulatino ocaso del Estado-nacin como rgano de integracin, previsin y conduccin de esa Comunidad Organizada. Como fenmeno social, este proceso llega al extremo de la mxima fractura social de todas, que es la del individuo slo, desorientado y desenraizado de sus tradiciones culturales, tan caracterstico del hombre urbano de finales del siglo XX y principios del XXI. Pues mientras que el mito tradicional de la sociedad liberal fue el del
1 Ver: A Salbuchi El Cerebro del Mundo: la cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, Argentina, 1999.

progreso que implcitamente es positivo, ya que no puede imaginarse ni aceptarse ningn fenmeno al que se describa como progreso que depare resultados negativos; sin embargo, con la ideologa de la globalizacin, se alude cada vez menos al progreso como mito alineador y motivador del nuevo orden por venir, por cuanto se lo va reemplazando por el mucho ms pragmtico y ominoso concepto del cambio. La diferencia entre progreso y cambio es abismal, ya que el "cambio" en s, no es ni positivo ni negativo, sino claramente neutro. Con la globalizacin, todo cambia, lo que de manera alguna implica que ese cambio sea necesariamente para mejor. O sea, cambio de ninguna manera equivale a progreso. Es ms, existen crecientes indicios que sealan que el cambio que la ideologa de la globalizacin est promoviendo a pesar de todos los adelantos cientficos y maravillas tecnolgicas , resulta en lo social, poltico, cultural y moral, claramente negativo. En verdad, el proceso de globalizacin socio-cultural del hombre requiere de una etapa previa de disolucin de toda organizacin social hasta llegar a su unidad ms pequea y elemental: el hombre. A este hombre homo oeconomicus -, de las sociedades urbanizadas modernas - "problemtico y febril" como nunca -, en su conjunto se lo puede comparar a los ladrillos con los que se erige el monstruoso edificio del nuevo orden mundial. Como el tradicional solve et coagula - disuelve y coagula - de los antiguos alquimistas, las fuerzas de la globalizacin impulsan amplios procesos de reingeniera social basados en la disolucin de lo existente tradiciones, cultura, filosofa e idiosincrasias locales -, y su reconstruccin en torno de una suerte de "hombre nuevo": desenraizado de su terruo, estandarizado y adoctrinado en aquello que los franceses denominan la pense unique, el pensamiento nico que se impone universalmente, y que los propios norteamericanos definen como pensamiento y accin politically correct. Este hombre nuevo tan inslitamente parecido al soado por el Marxismo hace un siglo -, se basa sobre la eficiencia, la

especializacin, la estandarizacin y el racionalismo. Y el mundo que crea no es ms que un reflejo de su alma, pues como dijo el gran pintor y filsofo espaol, Francisco Goya, el sueo de la razn engendra monstruos.
Arma de dominio y colonizacin.

En rigor de verdad, las finanzas globalizadas conforman un instrumento de dominio de las estructuras econmicas centrales naciones industrializadas, y sus empresas y bancos transnacionales -, sobre las estructuras perifricas, segn lo explica el Dr. Luis Di Marco2[2]. A modo de ejemplo, una de sus manifestaciones ms claras la hallamos en la problemtica de la deuda externa de naciones como la Argentina, que conforma para los pases de nuestra regin un elemento de colonizacin, dominio y control cuyos efectos son anlogos a los que desempeo el Tratado de Versalles de 1919 que logr hundir a la democrtica Repblica Alemana de Weimar en la postracin total tras su derrota en la Primera Guerra Mundial. Salvando las distancias, toda la problemtica de la deuda externa y de las finanzas globalizadas que hoy la enmarcan, permiten a las estructuras de poder del mundo imponer su voluntad sobre regiones y pases ms dbiles. Lo hacen aplicando una sutil forma de violencia. Hoy ya no hace falta que las grandes potencias enven sus flotas de guerra para imponer su voluntad sobre los dbiles. Les basta con aplicar sus esquemas altamente perfeccionados de infiltracin mediante los cuales utilizan a operadores "locales" para que impongan la legislacin y ejecuten las medidas de gobierno que satisfagan las exigencias de instituciones mundiales controladas por el poder hegemnico, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entre otros.

2[2]

Ver trabajo 50 ICA, Varsovia, 2000, "El marco subyacente de las polticas neoliberales (desde las relaciones Centro- Periferia

hasta la Globalizacin)", Crdoba, 2000, de Luis Eugenio Di Marco, Universidad de Crdoba, y Fundacin CIEC Centro de Investigaciones Econmicas de Crdoba.

Como aqul proverbial Caballo de Troya que pareca un regalo del enemigo pero termin siendo algo muy diferente, estos agentes locales operan como una verdadera quinta columna que permite a fuerzas externas colonizar y controlar a un pas dejando relativamente pocos rastros visibles. En otros tiempos ms sabios y concretos que los nuestros, en que se llamaba a las cosas por su nombre, a un proceso como este se lo consideraba como coloniaje inaceptable, y cualquier argentino que desde una funcin pblica o privada lo avalara, promoviera y apoyara era considerado con desprecio y rechazo. Es ms, cualquier ciudadano que lo promoviera activa y conscientemente desde la funcin pblica era considerado un verdadero traidor. Hoy, sin embargo, todo parece haber entrado en el gran cambio paradigmtico que hace que desde hace dcadas, todo un ejrcito de polticos, economistas, formadores de opinin, militares y civiles hayan ayudado a hundir a la Argentina en la servidumbre ante las poderossimas y globalizadas fuerzas de las finanzas. Sin embargo, nadie pareciera acertar a sealar a estos personeros aplicndoles el nombre que realmente les corresponde, por cuanto son los responsables de haber sumido a millones y millones de sus propios compatriotas en la ms abyecta pobreza, miseria, desempleo, desesperanza e inseguridad.
"dirigentes" ... que prefieren a toda costa imponer una paz negativa que garantice el orden, que no es ms que la ausencia de tensin, por encima de una paz positiva que solo se logra con la presencia de justicia...

Esas "clases dirigentes" vernculas de las que hablamos en otro ensayo, prefieren a toda costa imponer una paz negativa que garantice el orden que no es ms que la ausencia de tensin, por encima de una paz positiva que solo se logra con la presencia de justicia. Es que durante siglos, la poltica se coloc siempre por encima de lo econmico mientras que bajo la globalizacin, esta

jerarqua se ha invertido de manera casi completa: hoy lo econmico y financiero rigen absolutamente por encima de lo poltico, lo que le permite lograr sus objetivos aplicando para ellos el gigantesco poder que hoy da el dinero. As, logran promover a sus candidatos, hacen ganar a sus partidos polticos, hacen sancionar su legislacin, e imponen sus paradigmas, estilos de vida y culturas. Pues por ms que todos sus voceros internos y externos se llenen la boca con la palabra democracia, es bien sabido que hoy en da, todo se logra con dinero puesto que en la actual poltica menuda partidocrtica, el que paga, manda. Es que los medios de comunicacin solo parecen informar sobre la manera en que las "medidas polticas" tomadas por el gobierno de turno afectan la vida economica: ajustes, flexibilizaciones laborales, desregulacin, privatizaciones, desmonopolizaciones, politicas fiscales, renegociaciones con el FMI, etc. Poco o nada dicen, sin embargo, del hecho de que en rigor de verdad es la economa la que condiciona a la poltica. La ideologa de la globalizacin que se ha enseorado sobre nuestro pas y regin - sobre el mundo entero, debiramos decir -, no coloca el nfasis sobre cada uno de nosotros como ciudadanos, por cuanto todos hemos devenido en meros consumidores. Con ello se cierra el camino que conduce a la verdadera y nica tica en la Poltica. que exige que el bien comn se halle siempre por encima del provecho indivdual. Este fundamento tico en la poltica se da totalmente de narices con los intereses, objetivos y medidas que promueve la ideologa de la globalizacin. Como nos ensaa en alemn Carl Schmitt, en el mbito de lo econmico slo importa distinguir lo til de lo intil segn las ganancias las utilidades, para ser precisos que una relacin u operacin econmica depara. Por eso la globalizacin slo nos ve como consumidores; o sea slo le interesamos si tenemos plata en nuestros bolsillos para consumir bienes y servicios. Si por (des)fortuna, carecemos de esa plata en el bolsillo, automticamente

dejamos de interesarle a los operadores de la globalizacin; o al menos dejamos de interesarle como propuesta econmica. A lo sumo seguirn interesados en nosotros en relacin a la amenaza potencial que representan hombres y mujeres que no son tiles como consumidores, pero que pudieran insistir, sin embargo, en hacer valer sus derechos como ciudadanos, cosa que bien podra hacer peligrar las utilidades de las estructuras econmicas que se benefician con la globalizacin. Y este es un verdadero problema en un planeta de 6.500 millones de almas, la mitad de los cuales viven en la pobreza dado que no forman parte de ningn mercado. Para los idelogos de la globalizacin, es un problema de mercados: "sobran" unas 2.500 a 3.000 millones de personas en el planeta...3[3] Esta imposicin de paradigmas estandarizados sobre todos los pueblos, urbi et orbi, genera niveles de violencia social sin precedentes en la historia del hombre. Viene a colacin el mito clsico de Procusto - hijo de Poseidn - y mueblero de los dioses quien construyera un famoso lecho de un tamao determinado y arbitrario. Todo aqul que se acostara en l era obligado por Procusto a ajustarse a su tamao: si el infeliz visitante resultaba ms largo que el lecho, Procusto simplemente le cortaba la parte de sus miembros que excediesen el largo del lecho o sino cortaba su cabeza. Si el visitante resultaba demasiado pequeo, entonces el inventivo Procusto lo estiraba rompiendo articulaciones y ligamentos hasta que el infortunado abarcase el tamao de su lecho. Por suerte, Procusto termin siendo muerto por el ateniense, Teseo; el mismo que en el Laberinto del Rey Minos de Creta terminara aniquilando al Minotauro, aprovechndose del proverbial hilo de Ariadna - la araa - que le permiti no extraviarse entre las circumbalaciones del Laberinto construido por Ddalo.
3 En su excelente obra Jihad vs. McWorld, (Ballantine Books, Nueva York, 1996), el autor norteamericano Benjamin R. Barber indica que "para ser exitoso, el capitalismo requiere que existan consumidores con acceso a mercados y un clima poltico estable: tales condiciones podrn ser promovidas por la democracia o no, la cual puede ser anarquica y desordenada y, a menudo, persigue el bien comn a un costo elevado y an en contra de los imperativos de los mercados, del medioambiente y del empleo total......Los capitalistas puede que sean demcratas pero el capitalismo decididamente no necesita de la democracia; el capitalismo no necesita del Estado-nacin que ha sido el huesped de la democracia." Pag. 15

Claramente est en nosotros decidir no acostarnos en el lecho de Procusto ni permitir que gobernantes nos obliguen a "descansar" en semejante mueble.4[4] Tambin necesitaremos del hilo de Ariadna para - al igual que Teseo - no extraviarnos en los laberintos intelectuales que nos imponen los dueos de la globalizacin.
Hay que democratizar las finanzas

Es que los pueblos del mundo hemos cado demasiado mansamente. Miremos sino el caso de la Argentina, por ejemplo, cuyo pueblo luch denodadamente para recuperar las instituciones democrticas, y ya hoy nadie en nuestro pas - no tampoco en Chile, Uruguay, Brasil o Paraguay -, aceptara que ningn grupo o entidad le quite los derechos que brinda la democracia y que podemos simbolizar con la mano visible del pueblo ejerciendo su derecho al voto. Sin embargo, resulta inslito comprobar cuan mansamente esos mismos pueblos hoy aceptan que las estructuras econmicas hoy devenidas en poderossimas y determinantes -, se rijan por la mano invisible del mercado.
....esa mano invisible del mercado, se encuentra unida a un brazo manipulador muy, muy musculoso....

Pues ocurre que esa mano invisible del mercado se encuentra unida a un brazo manipulador muy, muy musculoso, que tiene la fuerza para ganarle a los pueblos casi todas las pulseadas. Especialmente si consideramos que las circunstancias, lugares, tiempos y maneras en que acta ese brazo y su mano estn dirigidas por un verdadero cerebro mundial que tiene como nico objetivo promover los intereses de la globalizacin y las estructuras econmicas y polticas privadas que la controlan. Un instrumento clave dentro de este fenmeno lo conforman los medios de comunicacin social que tambin han logrado erigir una 4[4]
Tomo este ejemplo de un excelente artculo de Oscar E. Frvega publicado en La Voz del Interior, Crdoba, 03-Jul-95.

superestructura globalizada que ha generado una suerte de conciencia global, de la que el efecto CNN seguramente es uno de los factores ms conocidos. Sin embargo, tanto los medios de comunicacin social como la infraestructura de las telecomunicaciones y la informtica, no son estructuras autnomas que cuenten con poder propio. Ms bien, se encuentran claramente subordinados y controlados por intereses econmicos y polticos que utilizan a la globalizacin financiera como un instrumento de poder para promover objetivos mucho ms amplios y de largo plazo. Pues, como decimos, la nica superestructura autnticamente globalizada que detenta gigantesco poder hoy en da es la de las finanzas: con toda su artillera de dinero electrnico, traders burstiles, bolsas de comercio, bancos, mecanismos sofisticados de especulacin, fusiones & adquisiciones, movilizaciones instantneas de gigantescos flujos financieros, administradores de fondos de inversin, derivatives, hedging, y los mil y un instrumentos y mecanismos financieros, cuya creciente complejidad, abstraccin y volatilidad los torna prcticamente incomprensibles para vastos sectores - sino casi toda -, de la opinin pblica mundial. Se ha creado de esta manera una suerte de incomprensin programada respecto del mundo de las finanzas que pareciera cumplir un objetivo claro y especfico, que es el de permitir que esa superestructura global de las finanzas opere y crezca de manera totalmente arbitraria e inicua, y que lo haga a plena luz del da sin que la opinin pblica mundial atine a comprender lo que est ocurriendo debajo de sus propias narices. Pues sus operadores bien saben que muy pocas son las personas que comprendern realmente de qu se trata ni, mucho menos, acertarn en identificar que es precisamente en esa superestructura que yace el origen de buena parte - sino la mayora - de los males que hoy aquejan al hombre, y desde luego, a nuestro pas. Y los que s lo entienden, seguramente sern reclutados por el propio sistema, haciendo que sus intereses sectoriales y personales (la "viscera ms

sensible", como dira Juan Pern), queden claramente alineados con los intereses de la superestructura financiera globalizada. As, se cierra un crculo de intereses concurrentes. Pues el sistema necesita de todo un ejrcito de operadores, gerentes, analistas, brokers, traders, gestores, formadores de opinin y especuladores ambiciosos, inteligentes y por cierto muy bien pagos para que operen y gerencien el complejo sistema global. Si de vez en cuando surgen los inevitables escndalos, como fuera el caso del financista Michael Milken en Estados Unidos, que en los aos ochenta arrastr al banco de inversiones Drexel Lambert & Co. a la quiebra, o los fraudes perpetrados por el magnate de los medios Robert Maxwell en Inglaterra; o cuando se produce el colapso de algn banco gigante como ocurriera el Barings de Inglaterra en 1995, Nomura Securities de Japn en 1997, en BCCI, Bank of Credit and Commerce International, famoso banco de narcotraficantes, o si algn banco se quema los dedos como el japons Daiwa Bank en Estados Unidos en 1996, estos episodios rpidamente quedan aislados por los medios de comunicacin, que inmediatamente encuentran convenientes chivos emisarios para que carguen con todas las culpas: tal el caso de los banqueros japoneses que llorosos piden disculpas ante las cmaras de televisin. Siempre, las culpas las carga algn personaje del sistema mas el sistema en s, permanece inclume. Queda claro que al sistema nadie lo toca, pues ese sistema no se discute; a lo sumo se discute a las personas o empresas que operan dentro de l. Con estas pginas pretendemos levantar aunque sea una punta del velo que pareciera cubrir al mundo globalizado de las finanzas. No es nuestra intencin profundizar sobre la identidad de los grupos de poder y las elites que direccionan y controlan el desarrollo de estos fenmenos, utilizando su gigantesco poder financiero globalizado para motorizar un proyecto poltico, social y cultural planetario cuyas caractersticas sresultan como mnimo altamente cuestionables. Para los lectores que deseen incursionar en este

apasionante tema, los referimos a otros ensayos en los que hemos tratado de identificar al menos a una parte de esa compacta usina de poder, describiendo su metodologa y, en la medida de lo posible, algunos de sus principales organizaciones, idelogos y operadores.5[5] Hoy, nuestro objetivo se centra exclusivamente en ayudar a percibir y evaluar esta realidad desde una nueva ptica ms pragmtica y alineada con los intereses de nuestra comunidad. O sea, priorizando aquello que ha cado tan en desuso ltimamente en la Argentina, como es el Inters Nacional. No pretendemos que lo que se describe en este ensayo represente esta realidad con total exactitud. Somos conscientes que ella es infinitamente ms compleja de lo que estas breves pginas jams podran reflejar. Slo nos proponemos introducir un nuevo enfoque que propicie evaluar el sistema financiero globalizado con mayor claridad y desde una nueva posicin paradigmtica. O sea, llamando a las cosas por su nombre y aplicando una buena dosis de sentido comn. As empezaremos a comprender los graves peligros que los mtodos impulsados por los gestores de las finanzas globalizadas representan para nuestra Comunidad y que la gravedad de tamaos peligros slo podr aumentar en el futuro. Si logramos sembrar aunque sea alguna duda en la mente del lector acerca de la sacrosantidad del sistema financiero moderno, entonces nos daremos por satisfechos. En sntesis, de manera alguna pretendemos tener respuestas completas e integrales para hacer frente a este gigantesco desafo representado por la globalizacin de las finanzas transnacionales. Tan slo proponemos hacer las preguntas correctas que nos 5[5]
Ver: A Salbuchi El Cerebro del Mundo: la cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, Argentina, 1999 y World Government: Poltica y Poder en el Siglo XXI, edicin privada, Buenos Aires, 1995. Tambin recomendamos varias obras recientes publicadas en los Estados Unidos y Europa: One World, Ready or Not de William Greider (Simon & Schuster, Nueva York, 1997), When Corporations Rule the World de David C Korten (Kumarian Press, Connecticut, 1995) y Behold a Pale Horse de William Cooper (Light Technology Publishing, Sedona, Arizona, 1991) y Jihad vs. McWorld. How globalism and tribalism are reshaping the World, de Benjamin R. Barber (Ballantine Books, Nueva York, 1996), La Trampa de la Globalizacin: el ataque contra la democracia y el bienestar de los alemanes Hans-Peter Martin y Harald Schumann (Santillana, Madrid, 1998). Un excelente y bien documentado trabajo local es Soberana Global. Del Arq. Patricio Randle (Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1999) que evala la globalizacin desde la ptica del Inters Nacional argentino.

conducirn a hallar esas elusivas respuestas. Hoy en la Argentina se torna necesario de una vez por todas ponerle el "cascabel al gato". Dice el relato que un vanidoso emperador que slo pensaba en estrenar vestidos y en ello dilapilaba su fortuna, se dej seducir por dos supuestos tejedores que le haran un vestido con la tela ms fina imaginable, la cual tena la virtud de que el traje con ella confeccionado era invisible para quienes fuesen indignos del cargo que ocupaban, o insanablemente estpidos. Los charlatanes demandaron, por supuesto, enorme sumas de dinero para elaborar la tela y hacer el traje, y se instalaron en el palacio con sendos telares totalmente vacos, sobre los cuales fingan trabajar febrilmente noche y da. Cuando el emperador envi a sus mejores ministros a imponerse del curso del trabajo, stos no vieron absolutamente nada sobre los telares porque en realidad no haba nada que ver pero por temor a perder sus cargos o demostrar su estupidez, no dudaron en poner de resalto ante el soberano las maravillas del lienzo que los estafadores simulaban tejer. Y lo mismo sucerdi con los dems funcionarios, y hasta el pueblo todo no hablaba de otra cosa que de la maravillosa tela. As lleg el momento de lucir el traje. Los granujas se presentaron ante el emperador con las manos vacas, pero el monarca por temor a ser considerado l mismo estpido e indigno de su cargo, se dej desnudar, primero, y luego vestir con el traje imaginario,. En esas condiciones sali en su carroza para el pblico desfile, y todos, cortesanos y sbditos, aunque nada vean slo proclamaban al unsono las maravillas del supuesto vestido para no descubrir su estupidez o perder sus cargos. Hasta que una inocente niita, al ver pasar al soberano sin ropas dijo Pero si no lleva nada! El rumor cundi en el acto, como un reguero de plvora, hasta que todo el pueblo acab por gritar Va desnudo! Al emperador le pareca que tenan razn, pero pens Ahora ya estamos desfilando, adelante con los faroles! Y se estir an ms, y todo su cortejo sigui tan serio como siempre...

No es as, lamentablemente, como han sido las cosas en el mundo actual?Necesitamos recuperar el sentido comn, que da el coraje y la entereza para volver a llamar las cosas por su nombre. Para lo que debemos empezar comprendiendo que como el proverbial rey, este pas se est quedando en cueros, por no decir francamente en b....!! Coloniaje es coloniaje. Postracin nacional es postracin nacional y - ya yendo a nuestras clases dirigentes - cobarda es cobarda.

I.

El Dinero "El estudio del dinero es, de todos los campos de la economa, el nico en que se emplea la complejidad para disfrazar o eludir la verdad, y no para revelarla." - John Kenneth Galbraith - 6[6]

Para comprender el desafo revolucionario que representa para todos los pueblos la globalizacin financiera - el poder del dinero -, resulta necesario volver a los orgenes y analizar algunas pautas fundamentales respecto de cuales funciones cumple o debera cumplir el dinero. Ello tambin nos lleva a evaluar primeramente cuales son los distintos tipos de dinero que el hombre ha utilizado a travs de su historia. Esto nos permite identificar la manera en que el dinero se ha ido alejando paulatinamente de su funcin subordinada a la economa real de bienes y servicios y, por sobre todo, de su funcin subordinada al trabajo. Hoy en da, las funciones que desempea el dinero han logrado tal nivel de complejidad, que fcilmente nos extraviamos en el laberinto del "mundo de las finanzas" cuando pretendemos desentraar los mecanismos que lo gobiernan. As, perdemos de vista hechos fundamentales sin cuya comprensin difcilmente podamos entender el amplio fenmeno de la globalizacin financiera, para lo cual resulta necesario no dejarse obnubilar por los falsos cientificismos y jergas de las "ciencias econmicas" y aplicar una buena dosis de sentido comn al investigar las caractersticas y leyes7[7] de las 6[6] 7[7]
John Kenneth Galbraith, Money: Whence it Came, Where it Went - Hay traduccin al castellano, "El Dinero", Editorial Ariel, Barcelona, 1996.

La economa ha usurpado un rol central en el mbito del conocimiento sociolgico al pretender equipararse con las ciencias exactas. Ningn otro sistema de anlisis de las relaciones sociales ha pretendido un esquema sistemtico que siquiera se asemeje al que se le atribuye a la economa. No existe ni en la poltica ni en la sociologa ningn equivalente de las "leyes" de oferta y demanda o una explicacin de las regularidades de las causas y efectos sociales en las funciones de la produccin ni mucho menos una definicin del poder en trminos del producto bruto nacional. La economa apenas si configura un

finanzas y la economa. Si bien los medios de comunicacin social y los crculos acadmicos imponen como paradigma nico y ubicuo, una visin determinada del mundo econmico-financiero, ntimamente ligada a la filosofa del libremercado y de la democracia formal de masas, existen, sin embargo, otras interpretaciones y opciones que conducen necesariamente a una visin muy distinta acerca de la globalizacin financiera. El sistema de libremercado y su hermana poltica, la democracia formal, de ninguna manera han conducido a esquemas socialmente justos para amplios estamentos de la poblacin mundial. Ms de 3.000.000.000 de seres viven por debajo de la lnea de pobreza y por doquier comprobamos decenas de guerras, revueltas sociales y convulsiones nacionales de todo tipo, cuyos orgenes, en gran medida, pueden rastrearse precisamente a la imposicin de las pautas econmico-financieras de libremercado legitimadas por la democracia formal. En 1998 y 1999, por ejemplo, hemos comprobado esta triste realidad en naciones tan dispares como Indonesia, Venezuela, Rusia, Tailandia, Corea, Ecuador, Argentina, Brasil, los Balcanes y en la propia Unin Europea. En su ensayo "La Trampa", el fallecido financista britnico, Sir James Goldsmith expresa palabras elocuentes viniendo de un operador - lcido por cierto -, del propio rin del sistema. Seala Goldsmith que "creemos que es nuestro deber moral diseminar por todas las comunidades del mundo el modelo de sociedad que produce el ms rpido crecimiento del PBN. El hecho de que el
conjunto de diversos y a menudo contradictorios modelos de anlisis macroeconmico que pretenden imponer algn orden o explicacin al conjunto de fenmenos econmicos, una de cuyas principales caractersticas es la irracionalidad. No lo decimos en forma despectiva sino como explicacin del hecho de que las caractersticas, tendencias, evolucin, equilibrio y crisis econmico-financieras se ven afectadas de manera determinante por factores psicolgicos tanto individuales como colectivos. Este solo hecho hace que no pueda de manera alguna hablarse de leyes de la economa como si se tratara de una ciencia exacta, de la misma manera que no podemos hablar de leyes de la psicologa que permitan cuantificar procesos psquicos a travs de frmulas pseudocientficas. Prueba de la arrogancia de la economa como disciplina sociolgica por excelencia se refleja en el hecho de que los prestigiantes "Premios Nobel" que se otorgan a investigadores cientficos en la qumica, medicina y fsica, no se otorgan a ningn investigador en asuntos polticos, sociales o histricos, pero sin embargo s a los "cientficos" de la economa. (ver artculo "Economics as Universal Science" por Robert Heilbroner en Social Research - an international quarterly of social sciences, Vol. 58, N 2, verano de 1991).

crecimiento sea alcanzado al precio de la estabilidad social se pasa por alto. Es as como occidente ha desestabilizado al mundo. Nos hemos convencido de que existe un solo modelo econmico y social vlido para las sociedades: el nuestro. Por haber tratado de imponerlo universalmente, hemos exportado a casi todos los rincones del mundo nuestros flagelos: el crimen, la droga, el alcoholismo, la bancarrota familiar, el desorden civil en los tugurios urbanos, el acelerado deterioro ambiental, y todos los dems problemas que experimentamos a diario. Nos hemos acostumbrado de tal modo a estos males que los explicamos sugiriendo que no son sino el fenmeno normal inevitable inherente a una saludable economa de desarrollo y progreso." 8[8] Innegablemente, bien vale la pena evaluar si existen otras opciones al sistema de libremercado y a su usina de poder: el sistema financiero globalizado. O al menos, toda nacin que se respete a s misma debiera preguntarse si est dispuesta a dejarse arrastrar por el Moloch de la globalizacin financiera a sabiendas que el precio de ello ser la agudizacin exponencial de todos sus problemas sociales, culturales y ambientales que a la larga atentan contra la propia gobernabilidad de la comunidad.
Tipos de dinero

Dinero es todo aquello que - dentro de un conjunto de personas o comunidad - se acepte como medio de pago para el intercambio de bienes y servicios

Pero para poder abordar tan complejo tema, debieramos comenzar por lo ms bsico y elemental. Para ello, proponemos evaluar cules son - o debieran ser - las funciones bsicas del dinero, para luego ver la manera en que, con el tiempo, el dinero se fue independizando y alejando de esas funciones primordiales. Originalmente, la relacin comercial entre individuos y organizaciones sola realizarse a travs 8[8]
Sir James Goldsmith, "La Trampa", Editorial Atlntida, Buenos Aires, 1993, pgs. 33 y 34.

del intercambio de bienes que portaban en s mismos un valor real y tangible; un valor intrnseco. Esta relacin directa e ntima entre el valor de los bienes y el instrumento de intercambio - el dinero desapareci segn una secuencia cuyos principales rasgos describiremos en la presente seccin. Como premisa fundamental, sin embargo, que pueda servir como una suerte de "primera ley de la economa", digamos que dinero es todo aquello que - dentro de un conjunto de personas o comunidad - se acepte como medio de pago para el intercambio de bienes y servicios. Con ello queda definido un aspecto que la "ciencia" econmica moderna procura pasar por alto y es que el dinero porta un fuerte componente psicolgico, ya que la aceptacin de cualquier bien como "dinero" - metales, papel moneda, dinero electrnico, etc -, depende de una percepcin generalizada acerca de su valor, lo que conforma un factor psicolgico. Por eso, existe una autntica psicologa del dinero sobre lo cul trataremos en el presente ensayo y que conforma un factor clave para poder abordar en toda su magnitud la verdadera problemtica de la globalizacin. Pero tambin veremos que el dinero es mucho ms que todo esto. Como breve introduccin a nuestro ensayo, describimos los cinco principales tipos de dinero que el hombre ha utilizado a travs de la historia, y su transmutacin sucesiva a medida que los sistemas econmicos se tornaron crecientemente complejos.
El Trueque - (la economa sin dinero o previa a la aparicin del dinero).

En las economas primitivas, el intercambio de bienes entre personas o grupos se realizaba de manera directa, o sea, a travs del intercambio de bienes tangibles. La nica condicin para que la transaccin pudiera realizarse radicaba en que ambas partes percibieran un valor aproximadamente equivalente entre los bienes motivo del trueque y, por supuesto, en que ambas partes tuviesen la voluntad de realizar el intercambio. El trueque slo result posible

en economas de baja complejidad confinadas a mbitos geogrficos y temporales reducidos y con recursos muy limitados. En ellas, la oportunidad del trueque surgi circunstancialmente entre los individuos o, a lo sumo, dentro del marco de un primitivo mercado. En su descripcin ms simple, tomemos el ejemplo de dos personas que acuerdan intercambiar 10 kilos de harina por cuatro gallinas. Siempre y cuando el valor percibido por estas dos personas respecto de los bienes a intercambiar resulte aproximadamente equivalente y existiendo en ambas personas la voluntad de realizar el intercambio, el misma podr consumarse sin ms trmite. Resulta interesante sealar que, a pesar de las caractersticas poco sofisticadas del trueque como metodologa de intercambio econmico, el mismo tambin ha sido utilizado en tiempos modernos entre algunas naciones respecto de operaciones puntuales de gran envergadura. stas se han visto pautadas por acuerdos bilaterales una de cuyas caractersticas ha sido, precisamente, la nointervencin del dinero como medio de pago directo. Se han utilizado valores dinerarios tan solo a los efectos contables, para cuantificar los bienes motivo del intercambio y determinar la equivalencia de sus valores. A modo de ejemplo, si una nacin agroexportadora y otra nacin productora de petrleo acuerdan realizar un intercambio de esta naturaleza, y perciben el valor de sus respectivos productos segn una equivalencia de, digamos, 100.000 toneladas de trigo por cada 100.000 barriles de petrleo crudo, entonces el trueque podr realizarse. Si ambas toman en cuenta el valor de mercado de los respectivos productos, lo que les permite arribar a precios aproximadamente equivalentes segn parmetros de los mercados internacionales, ello sirve para referenciar la factibilidad del trueque. No requerira, sin embargo, la intervencin directa de instrumentos monetarios, crditos internacionales o del propio sistema bancario global, lo que en cierto sentido acarreara diversas ventajas. Una de ellas sera que en ausencia de todo tipo de crdito, no se generaran los consabidos

intereses sobre los capitales que se hubieran movilizado para tornar la operacin factible. Este factor permite comprender porqu los intereses agrupados en torno a los circuitos financieros transnacionales harn lo que sea preciso para hacer abortar cualquier propuesta de esta naturaleza, esgrimiendo sesudos anlisis acerca de porqu un esquema semejante no debe ser permitido y, de hecho, lo logran. Finalmente, su tiempo de consumacin - porque tambin cada tipo de economa y de dinero tiene su propio tiempo o dinmica interna -, era cero: o sea, el valor de los bienes es el inmediato al momento de producirse la operacin de trueque. En otro momento, entre otros interlocutores o en otras circunstancias, ese valor puede cambiar totalmente. Como comentario final, sealemos que tan hondo ha calado la crisis sistmica que afecta a la Argentina, que desde hace ya varios aos opera en Buenos Aires y su conurbano un "Club del Trueque" con sucursales, "mercado" de reuniones y bonos de intercambio de servicios y productos. Sus miembros y participantes pueden as intercambiar una computadora por un minicomponente de audio, o un trabajo de pintura por una radio, o un corte de cabello por la provisin de pan durante una semana.
Dinero consistente en Bienes con Valor Intrnseco

El primer paso en la evolucin del dinero condujo a la utilizacin de bienes de uso con valor intrnseco real, universalmente aceptado, que pudiera servir de instrumento de intercambio dentro de una zona, comunidad o economa. Por ejemplo, este tipo de dinero se utiliz extensamente en la antigedad y consista en bienes tales como alimentos, ganado, sal, u otros bienes con valor universalmente aceptado. De tal forma, dentro de una comunidad y su respectivo mercado, se poda definir el valor de una amplia gama de bienes en trminos de tantas cabezas de ganado o tantos kilos de sal. A modo de ejemplo, el precio de un carruaje poda definirse

como equivalente a diez cabezas de ganado o 200 kilos de sal. Un patrn poda pagarle a un obrero con este tipo de producto por su trabajo: con sal, por ejemplo. An hoy, seguimos refirindonos a la remuneracin de un trabajador como su "salario", aludiendo de esta manera a pocas en que precisamente este producto cumpla la funcin de dinero. La ventaja de este sistema radicaba en el hecho de que los intercambios comerciales adquiran caractersticas ms complejas y flexibles. Surga la posibilidad de una relacin indirecta entre vendedores y compradores, cosa que no resulta posible bajo el trueque. De esta manera, si el dueo de diez cabezas de ganado necesitaba un carruaje, poda vender su ganado en el mercado por 200 kilos de sal a una persona (primera operacin de intercambio), para luego utilizar esos 200 kilos de sal para comprarle el carruaje a otra persona (segunda operacin de intercambio). De todos modos, este tipo de dinero resultaba altamente limitado, perecedero y solamente utilizable en economas an pequeas y relativamente simples. Obligaba, por ejemplo, a que las operaciones comerciales se sucediesen en forma casi simultnea ya que la sal, el ganado, los alimentos y otros bienes semejantes tienen una vida til limitada, lo que afectaba su valor intrnseco. Su tiempo puede definirse como de corto plazo, usualmente limitado por el plazo antes de que perezcan los bienes: el tiempo de frescura de los alimentos, la vida til del ganado, etc.
Dinero Metlico

la frontera del imperio llegaba hasta dnde llegaban tres factores primordiales: sus ejrcitos, su idioma y su moneda

Una tercera y muy importante fase en la evolucin del dinero se produjo con la introduccin de los metales preciosos con un valor intrnseco estandardizable y universalmente aceptado; el oro y la plata, por ejemplo. Estos metales sirvieron como dinero dentro de

economas de mayor escala, abarcando a distintas y distantes comunidades, lo que permiti ampliar las opciones en las relaciones econmicas. Ahora, de una manera mucho ms flexible, un productor poda vender sus bienes a cambio de tantos gramos de oro en una primera operacin de intercambio en un mercado, para luego adquirir con ese oro otros productos y bienes en una segunda operacin totalmente independiente de la primera e, incluso, en otro mercado totalmente distinto. Una notable ventaja del dinero metlico se refiere a lo que hemos definido como su tiempo. Ya que el oro y la plata son imperecederos, las operaciones econmicas podan desplazarse ampliamente en el tiempo. Con el dinero metlico se podan vender diez cabezas de ganado por un kilo de oro y largo tiempo despus comprar un carruaje valuado en un kilo de oro. Dado que el oro y la plata podan guardarse y acopiarse indefinidamente, surgi un nuevo e importante factor econmico: el concepto del ahorro, y con l, el de la concentracin de poder econmico. Mucho tiempo despus, el Estado intervendra fijando normas y estndares respecto de los objetos que podan utilizarse como dinero y sus caractersticas puntuales. Esta estandardizacin condujo a la idea de la moneda acuada con un peso en oro o plata predeterminado y controlado por el Estado, y universalmente impuesta entre la poblacin. En la antigedad, la efigie de Alejandro o del Cesar en monedas de oro y plata fueron proverbiales y ello nos conduce al siguiente tipo de dinero: el dinero en moneda. El monopolio sobre la moneda era, precisamente, una de las caractersticas de los imperios, ya que en la antigedad romana, por ejemplo, la frontera del imperio llegaba hasta dnde llegaban tres factores primordiales: sus ejrcitos, su idioma y su moneda. Si miramos al mundo moderno, veremos que esta pauta sigue vigente, por cuanto los imperios actuales - lo Europeos de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, o el estadounidense de la actualidad - siguen rigindose bsicamente por estos tres factores

clave de poder imperial: moneda (la economa), idioma (cultura) y fuerzas armadas (poder).
Dinero Moneda

La historia nos relata que fue en la antigua Lidia, en el Asia Menor, que se conocieron las primeras monedas, pero fue bajo el Imperio Romano que la moneda de oro y, especialmente, la de plata - el denarius - se convertira en unidad monetaria e instrumento de intercambio econmico estandardizado, de circulacin obligatoria y universalmente aceptado, en toda Europa Occidental, Norte de frica y Asia Menor. Este dinero detentaba un valor intrnseco en oro o plata determinado por el Estado, que permiti fijar una equivalencia valrica a todos los bienes y objetos por los que se poda intercambiar. El concepto del dinero moneda habra de utilizarse y perdurara durante casi dos milenios en toda Europa. Su uso result altamente flexible y muy idneo dentro de los distintos mercados, ya que las variaciones en la oferta y demanda de los mas variados productos, servicios y objetos, podan fcilmente reflejarse en el aumento o disminucin de los precios en trminos de valores monetarios. Permiti el desarrollo de una economa mucho ms sofisticada subdividida entre la produccin de bienes y su distribucin. Tambin permiti una mayor flexibilidad en las operaciones de ahorro, prstamo y cobro de impuestos, permitiendo que surgiera otro concepto que con el tiempo se ha tornado determinante: el inters sobre el dinero y los mecanismos para su clculo, que evaluaremos luego. Una desventaja de este tipo de dinero, sin embargo, result ser su susceptibilidad al robo ya que la moneda de oro o plata una vez acuada era "al portador". O sea, perteneca sin ms ttulo a quin la portara o retuviera en su poder. De manera que quin se robara un cofre de monedas de oro se transformaba automticamente en su dueo y se haca del correspondiente poder adquisitivo representado por esas monedas, ya que con ellas poda comprar alimentos,

ropajes, armas, vivienda, caballo y cualquier otro bien o servicio. Poda, incluso, ahorrarlas o prestarlas a inters. Por ende, este tipo de dinero requera que su dueo circunstancial previera mecanismos que le permitieran guardarlo en lugar seguro y a prueba de robo.

Funciones del dinero

Antes de continuar, creemos oportuno hacer una breve sntesis de las funciones fundamentales del dinero:

Medio de intercambio permite el intercambio de bienes y servicios entre personas y organizaciones, pblicas y privadas. Funciona como medio de pago. Su mbito es el presente. Unidad de medida permite fijar el valor o precio de bienes, servicios, impuestos, etc., dentro de la economa. Su mbito es el presente aunque permite definir trminos de intercambio a futuro. Instrumento de atesoramiento permite retenerlo como un reclamo sobre riquezas futuras (bienes y servicios). Su mbito es el pasado. O sea, al momento de gastarlo, se estar usufructuando del producto de trabajo realizado en el pasado (ahorro). Instrumento de expansin econmica permite generar riquezas y servicios cuya contrapartida ser el trabajo futuro a realizar por individuos y organizaciones (crdito). Su mbito es el futuro.

Funciones del dinero:


Funcin Medio de intercambio Unidad de medida Tiempo Presente Presente Dinmica Permite el pago de bienes y servicios Permite determinar el precio de bienes y servicios

Instrumento de atesoramiento Instrumento de expansin econmica

Pasado Futuro

Permite el ahorro (trabajo pasado) Permite el crdito (trabajo futuro)

Con el crecimiento del comercio a partir de la Edad Media y la evolucin de importantes centros comerciales como Venecia, Florencia, Frankfurt, Hamburgo, Amberes, Rotterdam y Npoles, poderosos comerciantes, ricos mercaderes, armadores de barcos, nobles, y una naciente burguesa en estos centros de riqueza, se vieron confrontados con el dilema de cmo poner a buen resguardo sus rpidamente crecientes riquezas provenientes del comercio. El tiempo de este dinero era ilimitado. Pues, aunque los ms ricos utilizaban buena parte de sus tenencias en moneda para mejorar su calidad de vida, una parte cada vez mayor de esas riquezas era ahorrada. O sea, transferida hacia el futuro: para legarla a sus hijos; para tenerla como reserva en caso de alguna emergencia o imprevisto; o para alquilar soldados mercenarios en caso de alguna futura agresin externa. Por eso, a medida que la sociedad Europea creca, evolucionaba y se tornaba cada vez ms compleja, se torn imperioso resguardar las riquezas en monedas, oro y plata. Es esta necesidad de resguardo la que hara surgir los primeros bancos, cuya funcin original era, precisamente, la de disponer de recintos con slidas cajas fuertes e impenetrables bvedas en las cuales pudiesen almacenarse grandes cantidades de monedas, oro, plata y otras riquezas imperecederas sin que sus dueos reales perdieran el sueo o tuviesen que construir lugares seguros para ello en sus propias viviendas. Aquellos primitivos banqueros de los que se tuvieron las primeras noticias en la ciudad-estado de Venecia en el siglo XIII, brindaban de esta manera un importante servicio. Ofrecan la capacidad de sus bvedas seguras a todo burgus, noble e incluso a los gobiernos que

desearan almacenar sus riquezas en un depsito seguro. A cambio de ello, cobraban una prima - una suma predeterminada usualmente consistente en un pequeo porcentual del total del valor almacenado en sus bvedas. Como comprobante de su tenencia de estas riquezas, el primitivo banquero emita a favor del dueo del tesoro un certificado en el cul dejaba constancia que en sus bvedas haba recibido, digamos, 10.000 monedas de oro. El servicio que vendan aquellos primeros banqueros de la Alta Edad Media era la seguridad: seguridad fsica que garantizaba que las riquezas depositadas se encontraban fuertemente resguardadas y cuidadas en forma permanente. Pero esa seguridad del cuidado fsico necesitaba verse respaldada, a su vez, por la seguridad moral que garantizaba que el banquero no se escapara durante la noche convirtiendo los depsitos que se le confiaran en su botn personal. De manera que la solvencia moral y el prestigio personal se transformaban en caractersticas esenciales y en una conditio sine qua non para todo banquero. Nuevamente un factor psicolgico: el banquero deba dar una imagen de solidez, estabilidad, prestigio, fuerza y rectitud. Ms de alla de que el banquero realmente tuviera todas estas virtudes, lo importante es que pareciera tenerlas; era importante no tanto ser bueno, sino parecerlo9[9]. Con el tiempo, los certificados emitidos por los banqueros como comprobantes por el oro recibido en tenencia en sus bvedas daran nacimiento al papel moneda. En este notable fenmeno interviene un importante factor psicolgico, ya que un certificado de depsito por 10.000 monedas de oro emitida por una prestigiosa casa bancaria era percibido por su tenedor, por todo el mercado y por la comunidad en general, como si valiera igual que esas 10.000 monedas de oro que representaba. Como dijramos, este fenmeno 9[9]
Aqu existe una fuerte semejanza con las funciones de las compaas de seguros que tambin brindan una garanta a cambio de una prima prepaga para cubrir una determinada exposicin a riesgo

se sustentaba exclusivamente en la confianza y seguridad que el buen nombre, prestigio y solidez econmica del propio banquero prestaba a los certificados que emita.
Dinero Simblico (el papel moneda; dinero sin valor intrnseco).

Gracias a este generalizado factor psicolgico, los comerciantes, burgueses y gobiernos rpidamente descubrieron que se podan realizar importantes transacciones en oro sin que necesariamente mediara la engorrosa, arriesgada y costosa operacin de manipular las monedas o el oro en s. Si un comerciante de Frankfurt se hallaba, por ejemplo, en Hamburgo y deseaba realizar una compra de mercancas por un valor de 10.000 monedas de oro, en lugar de verse obligado a regresar a su Frankfurt natal para retirar sus 10.000 monedas depositadas en el banco, corriendo el importante riesgo que implicaba transportarlas de vuelta a Hamburgo, ahora tena la opcin de comercializar el certificado por 10.000 monedas que portaba en su bolsillo. Tan solo necesitaba entregar al vendedor de las mercaderas motivo de su inters, su "Certificado de Depsito" emitido por el banquero de Frankfurt por las 10.000 monedas de oro para cerrar la operacin. El factor clave radicaba en que el nombre y prestigio del banquero emisor de ese Certificado de Depsito fuesen universalmente reconocidos. Entonces, el vendedor aceptara el certificado sabiendo que l, a su vez, lo podra utilizar en pago de sus propias operaciones comerciales. Dado que el prestigio de las grandes casas bancarias creci con el tiempo, llegando sus redes comerciales y financieras a abarcar a los principales centros comerciales de Europa, un Certificado emitido por la Casa Rothschild en cualquiera de sus bancos en Frankfurt, Pars, Londres, Viena o Npoles, o por la Banca Warburg de Hamburgo, o por la Banca Wallenstein en Estocolmo, inspiraban la ms absoluta confianza en todos los crculos comerciales Europeos de la poca.

A los efectos de las transacciones econmicas que se realizaban en los siglos XVIII y XIX, ser portador de un Certificado por 10.000 monedas de oro firmado por la Casa Rothschild equivala a ser el dueo incuestionable de esas 10.000 monedas de oro. O, mejor dicho, del poder adquisitivo que ese valor de 10.000 monedas representaba. Y ello, a pesar de que el papel en el cual dicho certificado estaba escrito en bella caligrafa gtica, apenas valiese unos poqusimos peiques. De esta forma, naci el dinero simblico, sin valor intrnseco alguno pero con un alto valor psicolgico representado por la confiabilidad, solidez y prestigio del emisor del Certificado. Los emisores comenzaron siendo individuos y organizaciones bancarias privadas como el Banco di Venezia a partir del siglo XIV, hasta la banca Rothschild en los siglos XVIII y XIX; llegando a las casas Wallenstein, Warburg, Khn Loeb, Morgan y Rockefeller en el siglo XX. Sin embargo, con el advenimiento de la era industrial y la consolidacin del Estado-nacin moderno, ste monopolizara la emisin del papel moneda, dejando en manos de los bancos privados las operaciones financieras en s. De tal manera naci la idea de una banca central como reguladora de los sistemas financieros de las naciones y como "prestamista de ltima instancia" cuando se suscitaban las recurrentes crisis financieras. Su inicio lo hallamos con la creacin del Banco de Amsterdam en 1609, pero fue el Bank of England, fundado en 1649, el que fij las pautas de la banca central estatal moderna, que luego se generalizaran entre todos los Estados-nacin. A partir del siglo XIX, con el crecimiento de la industrializacin en Europa y en los Estados Unidos, el Estado monopolizara la emisin del papel dinero circulante, situacin que, formalmente al menos, perdura hasta nuestros das.

La banca comercial moderna nace en las ciudades comerciantes de Italia hacia los siglos XIV y XV10[10], mientras que el concepto de banca central estatal surge en Inglaterra con el Bank of England a mediados del Siglo XVII, y el concepto moderno del papel moneda se cristaliza principalmente en los Estados Unidos durante el siglo XIX y principios del siglo XX, cuando impulsa la cracin en 1913 del Sistema de la Reserva Federal. En todo este proceso que hace a la evolucin del papel moneda, o "dinero escriptural" fuese el mismo emitido por instituciones privadas o pblicas -, el factor clave siempre radica en la percepcin psicolgica que las naciones, regiones y comunidades tienen respecto del emisor de ese dinero. El punto fundamental siempre lo determina la confianza que las personas tienen en ese dinero como smbolo de poder adquisitivo, que es lo que permite aceptar algo sin valor intrnseco alguno (billetes de papel), como smbolos de valores reales (o sea todos los bienes y servicios que se producen y venden dentro de una comunidad).11[11]
el papel moneda y sus derivaciones modernas - el dinero plstico y el dinero electrnico - conforma un Valor Irreal que la sociedad acepta como intercambiable por y equivalente a, Valores Reales representados por la capacidad productiva de la comunidad.

10[10]
Orden de

En rigor de verdad uno de los primeros experimentos en la emisin de certificados de depsitos o cheques fue la

los Caballeros Templarios en el Siglo XI, que brindaban este servicio para los nobles y burgueses peregrinos que visitaban Tierra Santa. San Bernardo colabor estrechamente en su fundacin.

11[11]

El ejemplo clsico lo vivimos en la Argentina durante la hiper-inflacin de 1989 cuando era tan baja - o nula - la confianza del pueblo argentino en el papel moneda emitido por el Banco Central Argentino - el Austral de entonces, que ni bien se reciban, resultaba preciso deshacerse rpidamente de ellos cambindolos por bienes de valor real (leche, azcar o gasolina) - antes de que se desvalorizaran o, si se pretenda ahorrar, se los cambiaba por otros billetes de alta confiabilidad y prestigio, como el dlar estadounidense. El factor psicolgico de la confianza claramente sealaba que preferamos tener en nuestro poder un billete de cien dlares emitido por el Banco de la Reserva Federal en la lejana ciudad de Washington, que su equivalente en billetes Australes emitidos por nuestro Banco Central en la calle San Martn al 200, en plena City portea.

El dinero simblico - el papel moneda - representa un certificado que da derecho a determinada cantidad de poder adquisitivo y conforma una importantsima innovacin que condujo a operaciones econmicas y comerciales ms giles y sofisticadas, ya que prcticamente dej de ser necesario movilizar los stocks de oro y moneda metlica. As. naci el concepto moderno del dinero que permiti una flexibilidad y permutabilidad en las relaciones econmicas de todo tipo, esenciales para las economas de gran escala y de alta complejidad. Al mismo tiempo, el dinero comenz a regirse por sus propias reglas, a menudo ajenas a la economa real de bienes, servicios y del trabajo, por lo que desde la ptica de la economa real, esas reglas del dinero y las finanzas reflejan una cierta irrealidad. Pero junto a esta importante, y por dems altamente valiosa y visible innovacin relacionada con las funciones del dinero simblico y del sistema bancario que lo moviliza, surgi otro factor - tan o ms importante -, aunque mucho menos visible y apenas comprendido. Si al principio propusimos una "primer ley de la economa" consistente en definir como dinero a todo aquello que dentro de un conjunto de personas o comunidad, se acepte como medio de intercambio de bienes y servicios, ahora agregaramos como corolario una suerte de "segunda ley de la economa", que es que el papel moneda y sus derivaciones modernas - el dinero plstico y el dinero electrnico - conforma un Valor Irreal que la sociedad acepta como intercambiable por y equivalente a, Valores Reales representados por la capacidad productiva de la comunidad.
Relacin entre el dinero y los bienes -

Dentro de este marco, sealamos un interesante concepto vertido por el socilogo estadounidense, Dr. Carroll Quigley, que conforma otra de las claves que permiten comprender mejor la problemtica del drama del mundo moderno en el sentido de que el dinero y los

bienes fluyen en direcciones contrarias, con lo que en realidad se transforman en valores antagnicos. Explica Quigley que "los bienes tienden a desplazarse desde lugares en los que tienen menor valor a lugares en los que tienen mayor valor mientras que el dinero, hace lo mismo pero en la direccin opuesta. Esta valoracin que ha determinado el movimiento tanto de bienes como de capitales y que hace que se desplacen en direcciones opuestas se ha medido por la relacin existente entre ambos rubros. Correspondientemente, el valor de los bienes se expresa en trminos de dinero y el valor del dinero en trminos de bienes. Los bienes se desplazan desde zonas de bajos precios hacia zonas de altos precios mientras que el dinero se desplaza de zonas de altos precios a zonas de bajos precios, debido a que los bienes obtienen mayor valor all adnde los precios son altos y el dinero obtiene mayor valor all donde los precios son bajos. Claramente entonces, en dinero y los bienes no son la misma cosa sino que son en verdad - dos cosas exactamente opuestas. La mayor parte de la confusin en el pensamiento econmico surge debido a que se ignora este hecho. Los bienes representan riquezas que se tienen mientras que el dinero es un reclamo sobre riquezas que no se tienen. Por ende, los bienes son un activo y el dinero es un pasivo. Si los bienes son riquezas; el dinero es una "noriqueza", o una riqueza negativa o, incluso, una anti-riqueza. Siempre se comportan de manera opuesta, de la misma forma en que usualmente se desplazan en direcciones opuestas. Si el valor de uno sube, el valor del otro cae en la misma proporcin. El valor de los bienes expresados en trminos de dinero se lo denomina "precio" mientras que el valor del dinero expresado en bienes se lo denomina "valor".12[12]

Carroll Quigley - Tragedy & Hope, MacMillan, Nueva York, 1966, pg. 44.

Quigley ampla su enfoque sobre la relacin entre los bienes y el dinero indicando que un sistema de precios depende de cinco factores:

la oferta de bienes; la demanda de bienes; la oferta de dinero; la demanda del dinero; la velocidad de cambio entre el dinero y los bienes.

Un aumento de tres de stos factores (demanda de bienes, oferta de dinero y velocidad de circulacin), har aumentar los precios de los bienes y reducir el valor del dinero (inflacin). Una reduccin en estos mismos tres factores generar el efecto opuesto (deflacin). El ejemplo sirve para sealar una vez ms la fundamental oposicin existente en el mundo moderno entre el dinero y el trabajo, la que hoy cobra determinante importancia, a medida que se consolida el poder econmico-poltico detentado por los compactos grupos de personas que controlan y direccionan el dinero, en contraposicin a las fuerzas activas de la produccin y del trabajo. Este fenmeno se verifica en todo el planeta y en todas las naciones.13[13]

13[13]

Carroll Quigley - Tragedy & Hope, MacMillan, Nueva York, 1966, pg. 46. Extraamente, el Profesor Quigley fue identificado por el presidente estadounidense, William Clinton, como uno de sus mentores durante sus aos en la Universidad.

II.

La Banca Moderna "El proceso de creacin de dinero por los bancos es tan simple que repugna a la mente....El descubrimiento de que los bancos podan...crear dinero se produjo muy pronto en la evolucin de la banca." - John Kenneth Galbraith -

Nos hemos referido a la manera en que surgieron los bancos en siglos anteriores. Ello nos conduce al meollo del problema econmico-financiero moderno que se centra en la globalizacin de los procesos y las tcnicas bancarias y financieras, que se han visto potenciadas exponencialmente gracias a las tecnologas informticas y a las telecomunicaciones. El sistema global bancario se ha transformado en el principal instrumento de poder de reducidos conjuntos de intereses econmicos, que direccionan y controlan los procesos polticos, econmicos y sociales clave de todo el planeta. Su influencia e incidencia sobre stos es determinante y seguramente resulte difcil - a estas alturas, quizs imposible -, oponerse a ellos o siquiera neutralizarlos sin que se corran altos riesgos. Ninguna nacin o comunidad puede darse el lujo, sin embargo, de ignorarlos. El objetivo de las secciones que siguen consiste en brindar al lector una mejor comprensin de los principales factores que condujeron a la actual posicin de gran poder del sistema financiero global. Hemos elegido para ello, referirnos a cuatro factores principales:

el Factor Multiplicador Bancario, el concepto del Inters sobre el Capital, las Funciones y Relaciones del Dinero respecto de la economa real del trabajo y de la produccin, y la evolucin en la relacin actitudinal del hombre moderno para con el dinero; o sea, intentaremos describir en breves lineamientos una suerte de Psicologa del Dinero.

En todos estos factores, las funciones de la banca moderna resultan de determinante importancia.
El Factor Multiplicador Bancario -

A medida que los banqueros de la Edad Media fueron ampliando sus servicios a comerciantes, nobles y Estados, tambin fue creciendo la sofisticacin de sus operaciones y la gama de los servicios que podan brindar. Por ejemplo, de nada serva que las riquezas que se les confiaba quedaran ociosas en sus bvedas y cajas fuerte, especialmente cuando el incipiente crecimiento econmico de la poca reclamaba capital para financiar diversos emprendimientos. El instrumento natural viabilizador de estas financiaciones lo constituan los bancos que as comenzaron a prestar las riquezas que le fueran confiadas, a cambio de una prima o, mejor an, de una tasa de inters sobre el monto prestado. Una porcin de este inters se lo quedaba los bancos como su ganancia en la operacin y otra parte la compartan con los dueos de las monedas, oro y plata que el banco guardaba en sus bvedas, que as reciban una "rendimiento" sobre sus monedas de oro dado que el banco haba movilizado esa riqueza esttica y muerta en sus bvedas, en algo dinmico y activo: un nuevo emprendimiento que algn entrepeneur se propona realizar. En verdad, el oro y la plata apenas si se movan fsicamentede las bvedas bancarias por cuanto, de la misma manera en que el dueo del oro aceptaba un certificado de depsito del banco, cuando ste realizaba un prstamo, el prestatario tampoco deseaba recibir oro, plata o monedas sino que se conformaba con recibir un certificado del banco, sabiendo que, debido al prestigio del banco emisor, el mismo sera aceptado universalmente como si se tratara de esas propias monedas de oro y plata que representaba. As, los bancos se transformaron en el instrumento de financiacin de las mas variadas operaciones y emprendimientos, convirtindose

rpidamente en un elemento esencial de toda la actividad econmica en las naciones occidentales. Pero, a medida que se realizaba este tipo de operaciones de tomar dinero, oro y plata para luego realizar operaciones de prstamo, con el tiempo los banqueros descubrieron algunos interesantes fenmenos. En primer trmino, debido a la naturaleza crecientemente compleja de las relaciones econmicas y a las cada vez mayores posibilidades de ahorro que aquellas permitan a algunos sectores de la poblacin, si un banco dispona de depsitos en oro equivalentes a, digamos, 10.000 monedas por cada uno de sus 1.000 clientes, ello significaba que en sus bvedas exista una gran concentracin de riqueza consistente en 10.000.000 de monedas de oro. La contrapartida bancaria de estas 10.000.000 de monedas era simbolizada por todos los Certificados de Depsito emitidos y entregados a cada uno de esos clientes cuya sumatoria sera, precisamente, de 10.000.000 de monedas de oro: a modo de ejemplo, el banco emita 1.000 certificados de 10.000 monedas cada uno.
..a medida que se realizaban este tipo de operaciones de tomar dinero, oro y plata para luego realizar operaciones de prstamo, los banqueros descubrieron algunos fenmenos interesantes...

Ahora bien, la experiencia claramente demostraba que en cualquier momento, jams se presentaba ms de un 10% o 15%, a lo sumo, de los tenedores de Certificados de Depsito para reclamar y retirar sus monedas de oro. Ocurra que la mayora de los depositantes prefera utilizar esos certificados en su poder como medio de pago para las diversas operaciones que realizaban con otros comerciantes. stos, a su vez, hacan lo mismo, generando as una amplia y relativamente lenta circulacin de la vasta mayora - entre el 85 y el 90 porciento de aquellos Certificados de depsito, transformados, de hecho, en dinero circulante. Realizando simples clculos actuariales, los bancos rpidamente comprendieron que solo les bastara con retener un 10% del oro disponible en sus bvedas para pagarle a aquellos

tenedores de Certificados de Depsito que previsiblemente se presentaran "en ventanilla" para reclamar sus monedas de oro. Ello significaba que, en promedio, el 90% del oro permaneca en las bvedas sin ser reclamado y, por ende, sin uso alguno: "riqueza muerta", segn hemos visto. Esto hizo que surgiera la prctica bancaria, revolucionaria por cierto, de emitir cantidades de Certificados de Depsito al portador por montos superiores al oro disponible en sus bvedas. Enfatizamos este punto ya que conforma una de las claves de la banca moderna: la experiencia de dcadas - y ya hoy, de siglos - demuestra que prcticamente jams se presentan todos los tenedores a pedir devuelta el oro al que los Certificados de Depsito en su poder les da derecho. De forma tal que si actuarialmente se sabe que jams se presentan al banco emisor mas de un 10% de los Certificados de Deposito para convertirlos en oro metlico, entonces, porqu no dejar un 10% del oro en las bvedas del banco, disponible - "lquido", por as decirlo - para hacer frente a esta parte minoritaria de la clientela que previsiblemente se presentar a reclamar lo suyo, y utilizar el 90% restante - o sea, 9.000.000 de monedas de oro como si representaran, a su vez, un terico 10% sobre el cul se pueden emitir nuevos Certificados de Depsito avalados por el Banco? El factor clave reside en la previsin y exactitud del anlisis actuarial que el banco realice sobre su cartera de clientes y, ms importante an, en la evaluacin correcta del factor psicolgico que la solidez, prestigio y seriedad del banco inspire en el mercado. Esto implica tambin realizar una acertada interpretacin de la realidad poltico-social imperante, tanto dentro del pas como en el mundo, y una inteligente previsin de sus potenciales crisis.14[14] Ello podra permitir conlcluir que durante un plazo 14[14]
Nuevamente, el punto clave radica en prever y utilizar los diversos factores psicolgicos que rigen entre la poblacin y los mercados. Cualquier crisis social, guerra externa o guerra civil que rpidamente cambie los trminos de las relaciones econmicas o que precipiten a grandes cantidades de tenedores de Certificados de monedas de oro a reclamarlas

previsible - un ao o dieciocho meses, por ejemplo - nada ocurrir que pudiera hacer variar estos clculos y previsiones. Utilizando, entonces ese 90% de sus depsitos - o sea, 9.000.000 de monedas de oro en nuestro simplificado ejemplo - como si representara, a su vez, un 10% de "base" sobre la cul emitir nuevos certificados, el banco podr entonces emitir Certificados de Depsito equivalentes a otras 90.000.000 de monedas de oro, sabiendo que siempre podr pagar al 10% de los tenedores que probable y previsiblemente presenten sus Certificados "en ventanilla" para convertirlos en oro. Certificados por un valor de 90.000.000 de monedas, de los cuales 9.000.000 (10%) se debern mantener "lquidos" o disponibles en sus bvedas, ms los 10.000.000 originalmente prestados de los cuales, nuevamente un 10% (1.000.000), deber mantener disponibles, totalizan as las 10.000.000 de monedas de oro realmente en sus bvedas. Sin embargo, con esta manipulacin financiera, el banco logra emitir Certificados por 100.000.000 de monedas, los cuales el banco procede a prestar a una amplia gama de prestatarios como si fueran dinero contante y sonante, y encima podrn cobrar un inters. De este ejemplo muy simplificado, podemos concluir que, en la prctica, el sistema bancario logra generar dinero de la nada, a travs del "factor multiplicador bancario" que se utiliza para generar lneas de crdito de la mas diversa naturaleza, o para refinanciar deudas pblicas y privadas, o controlar la expansin econmica dentro de una economa. Como factor de direccionamiento, ordenamiento y control de las economas regionales, nacionales y de la propia economa global, este factor resulta clave pues la cantidad, el costo y los sectores hacia los cuales los bancos vuelcan estos prstamos y

como medida preventiva ante un futuro socialmente incierto, rpidamente tira por la borda toda previsin actuarial realizada por los bancos dentro de un marco de "normalidad" poltica, econmica y social en un plazo futuro previsible.

flujos de capital, se ver reflejado en la evolucin de la economa en su conjunto. El peligro implcito de este esquema se manifiesta cuando por alguna razn o crisis, todos los tenedores de certificados - o al menos una gran parte de ellos - deciden que desean recuperar sus monedas de oro, o sea cambiar sus Certificados de Depsito simblicos por las monedas de oro reales que representa. Si ello ocurre y, del total de Certificados puestos en circulacin, una proporcin imprevista - digamos un 30%, 50% u 80% - se presentan "en ventanilla" para convertirlos en monedas de oro contante y sonante, el banco no tendr forma alguna de hacer frente a esta demanda con sus propios recursos y si nadie viene a socorrerlo, entonces quiebra. Salvo que el tesoro pblico lo rescate, lo que significa que el quebranto del banco lo termina asumiendo la comunidad. Es en estos casos cuando se verifica de la manera mas cruda la enorme diferencia que existe entre el dinero irreal - simblico, digamos - y los valores reales que el mismo pretende representar. En nuestro anterior ejemplo, el banco emiti certificados por 100.000.000 de monedas de oro contra tan solo 10.000.000 de monedas de oro reales. O sea, los 10.000.000 correspondientes a sus tenencias mas los 90.000.000 que emiti utilizando la cantidad de monedas que realmente se encuentran en sus bvedas como punto de partida. Esta relacin entre la emisin de certificados y las tenencias reales se conoce como encaje bancario. En sus inicios, esta proporcin - factor clave para cualquier banco - lo comenz fijando cada banco segn su propia experiencia; hoy en da, lo fija obligatoriamente el banco central de cada pas en base a las caractersticas de la economa nacional y otros factores estructurales y estacionales. Este factor permite, a su vez, controlar los parmetros macroeconmicos de la economa, tales como el nivel de inflacin y la expansin o contraccin del crdito; o sea, permite "calentar" o "enfriar" la economa (ver ms abajo la Tabla 1).

Resulta posible, entonces, comprender que si todos los tenedores de Certificados se presentaran a cobrar, el banco no podr hacer frente a esa demanda con lo que deber rpidamente cerrar sus puertas, dejando a sus depositantes sin su dinero. As ocurri con todas las as-llamadas corridas bancarias, como las de los Estados Unidos en 1907; la que afect a Europa, Estados Unidos y al mundo entero en 1929 originando la Depresin; o las corridas bancarias en la Argentina en pocas recientes. Nuevamente, nos topamos con un importante factor psicolgico: cuando los tenedores de certificados perciben que el banco emisor - sea privado o estatal - dej de ser confiable, y a raz de ello pretenden cambiar sus certificados por algn bien o instrumento con valor real, entonces se encuentran con la desagradable novedad de que el banco no dispone de los recursos suficientes para honrar todos esos certificados. En rigor de verdad, jams los tuvo porque el dinero con que opera hoy en da representado por los diversos asentamientos contables de cuentas corrientes y certificados de depsito a trmino - no es dinero real sino dinero en gran parte creado de la nada. Y sobre el prstamo de este dinero creado de la nada, cobran intereses a la economa real de las empresas, los individuos y al propio Estado. En nuestra poca, este sistema se ha tornado altamente sofisticado, puesto que en siglos anteriores a ese 10% de tenedores de Certificados de Deposito que estadsticamente se presentaba al banco para reclamar lo suyo, realmente se les entregaban monedas de oro. Hoy en da, la funcin de las monedas de oro se ha visto reemplazada por billetes de papel moneda de curso legal que el banco entrega a cambio de un "cheque" que se presente en ventanilla, siendo el cheque equivalente al Certificado de Depsito. O sea, actualmente al tenedor del cheque se le entregan billetes del dinero nacional: dlares en los Estados Unidos, Euros en la Unin Europea, Francos en Suiza, Libras en Gran Bretaa y Pesos en la Argentina.

En el caso de la Argentina y debido a la Ley de Convertibilidad de 1991, si nos presentamos en nuestro banco con un cheque por, digamos, $ 100, el banco nos entregar billetes de curso legal por ese monto, con los que - en teora al menos -, podremos ir a nuestro Banco Central y pedir que se convierta esos 100 pesos en 100 dlares estadounidenses. Luego, con esos 100 dlares podemos ir al Banco de la Reserva Federal en Washington para que ellos, a su vez, los conviertan en.....otros billetes dlar. En fin, todo el dinero del mundo es convertible, en ltima instancia, nicamente en......papel. Sirve de instrumento de intercambio, en tanto y en cuanto confiemos en su valor, lo que implica confiar en el poder, prestigio y seriedad de la entidad emisora, sea sta pblica o privada.
Banca central herramientas de control

Los bancos centrales pueden controlar o al menos dirigir las economas nacionales a travs de cuatro instrumentos principales:

Masa monetaria Es la cantidad de dinero que prove a la economa y segn su abundancia o astringencia determina el nivel de actividad de la economa y el costo (inters) del dinero. Encaje bancario Es la cantidad de dinero que los bancos deben retener en forma lquida, lo que incide directamente sobre la capacidad de expansin crediticia del sistema bancario segn el factor multiplicador bancario previamente descripto. Tasa de inters Es la tasa de inters bsica a la que el banco central presta dinero al sistema bancario y que inicia as la cadena de precios del dinero (el inters bancario). En Estados Unidos, es el conocido prime rate. Tasa de cambio Es el valor de la moneda nacional en relacin a la moneda de otros pases. Es uno de los factores sobre el que la banca central menos puede incidir.

Ejercitar el uso de estos cuatro factores hace a la independencia econmica de una nacin. Claudicar o delegar

algunos de ellos, debilita las posibilidades de una comunidad de impulsar un crecimiento econmico sano y slido. A modo comparativo, describimos a continuacin la manera en que distintos pases utilizan estos instrumentos de poder financiero a travs de sus bancas centrales.

Cuadro de Factores Monetarios Clave que reflejan el nivel de Soberana Econmico-Financiera


Factor Clave Estados con amplia soberana. (por ej. EUA, Union Europea, Japon) Masa Monetaria Alta Estados con soberana limitada. (por ej., Argentina con su Ley de Convertibilidad) Bajo Estados sin soberana monetaria (por ej., economas dolarizadas como la de Panam) Bajo

Observaciones para la Argentina actual

Encaje Bancario Tasa de Inters

Alto

Medio

Medio

Alto

Medio

Bajo

Tasa de Cambio

Medio

Bajo

Nulo

Nuestra masa monetaria se encuentra atada al nivel de divisas en el BCRA. Instrumento esencial para el desarrollo econmico no utilizado por nuestro pas Hoy en da conforma un factor de valor relativo debido al alto nivel de extranjerizacin de la banca. Sirve para expandir / contraer el crdito. La alta tasa de inters en pesos refleja la an persistente falta de confianza total en el peso argentino. Sirve para expandir o contraer el crdito y los focos de inversin La fija mayormente el mercado; el Estado puede utilizarla para generar ajustes intersectoriales. Es un factor riesgoso y desgastante. Si Argentina dolarizara su economa, perder an ms su posibilidad de desarrollo autnomo. Ante la falta de controles sobre estos factores, la economa se torna crecientemente vulnerable ante factores exgenos

Nivel de soberana Debilidad ante factores exgenos

Alta Baja

Media Media-Alta

Baja Alta

El inters "Usura rusteth the chisel It rusteth the craft and the craftsman

It gnaweth the thread in the loom.... Usura slayeth the child in the womb It stayeth the young man's courting It hath brought palsey to bed, lyeth between the young bride and the bridegroom CONTRA NATURA" - Ezra Pound, "Canto XLV, 'With Usura".15[15]

Volviendo a nuestra descripcin del Factor Multiplicador Bancario, observamos que al emitir nuevos certificados de depsito por 90.000.000 de monedas de oro, stos fluyen como prstamos a comerciantes, fabricantes y proveedores de bienes y servicios, a los gobiernos que necesiten hacer frente a sus gastos y dficits y a toda persona, organizacin o estado que necesite financiar hoy sus gastos, sean stos productivos o no. Pero, como es bien sabido, al realizar cualquier prstamo con estas nuevas emisiones de Certificados de Depsito, los bancos no lo hacen gratuitamente sino cobrando una prima que desde hace siglos se denomina inters. Desde siempre, el inters (I) sobre el dinero se expresa como una tasa aplicable (%) sobre el capital prestado (C) durante el plazo de tiempo (T) que dure el prstamo; o sea: I = %CT.

15[15]

Ezra Pound, poeta estadounidense (1908-1959) - Canto XLV "Con Usura", cuya traduccin libre es como sigue: "La usura oxida la paleta del escultor; mancilla al arte y al artista; carcome el hilo de la hilandera...... La Usura mata al nio en el vientre materno; mata el cortejo del hombre joven; introduce la parlisis en el lecho y se interpone entre la joven novia y el novio. CONTRA NATURA."

Surge entonces, otro factor clave de relevante importancia, pues mientras que por un lado, el prestatario recibir estos certificados en concepto de prstamo en gran medida creados "de la nada" por el banco emisor segn el mecanismo descripto, por el otro lado, l deber comprometerse con el banco a un conjunto de obligaciones que usualmente consisten en: (a) a pagar una tasa de inters de un determinado nivel y en un plazo pactado, (b) a devolver el capital prestado dentro del plazo pactado, y (c) a garantizar el prstamo con algn bien tangible real y ejecutable en caso de no poder devolver el capital del prstamo mas sus intereses dentro del plazo pactado. Esta garanta suele consistir en tierras, alhajas, oro, hipotecas sobre escrituras y ttulos que representan bienes reales de todo tipo. Siendo la naturaleza humana como es, suele ocurrir que los prestatarios - individuos, organizaciones y Estados -, no logran devolver los prstamos y sus intereses dentro del plazo pactado. Entonces, los bancos suelen refinanciar la deuda por un nuevo plazo, aplicando un inters acumulativo sobre el capital original ms sus intereses.16[16] De todos modos, siempre le queda al banco la 16[16]
En rigor de verdad, lo ltimo que desea un banco es que se le devuelva el capital prestado. Siempre y cuando el prestatario sea razonablemente solvente y su continuidad jurdica en el medio y largo plazo sea estable, el mejor negocio para un banco consiste, precisamente, en refinanciar una y otra vez todos sus prstamos. Ello resulta fcil de comprender: un prestatario que liquida su deuda devolviendo todo el capital e intereses al banco prestamista lo obliga a buscar un nuevo cliente a quin prestarle ese dinero. Un prestatario que de buenas garantas, pague religiosamente los intereses sobre la deuda (esta es la verdadera ganancia de los bancos y las autoridades de contralor verifican que no exista morosidad en este vital rubro), y elija refinanciar la deuda en s, le garantiza la continuidad del negocio al banco, al refinanciar el capital y los intereses pendientes (el tan lucrativo inters compuesto). As se comprende fcilmente porqu la comunidad bancaria internacional prefiere que las naciones con grandes deudas externas como la Argentina jams terminen de liquidarlas, sino que meramente las refinancien a muchos aos una y otra vez como efectivamente viene ocurriendo. De esta manera, logran varios objetivos: (a) (a) el negocio contina a condiciones muy lucrativas (refinanciacin del capital e intereses con lo que surge el fenmeno del inters compuesto que puede as crecer hasta niveles iguales o superiores a la deuda original) y con relativamente poco trabajo, (b) las garantas ofrecidas por el Estado son excelentes y ejecutables a travs de la presin internacional (FMI y otros instrumentos de cobro de intereses sobre la deuda y su refinanciacin reiterada), (c) el Estado deber previamente aceptar un conjunto de medidas macroeconmicas y estructurales sugeridas y fiscalizadas por el Fondo Monetario Internacional como precondicin para acceder a cualquier refinanciacion de la

(b) (c)

posibilidad de ejecutar las garantas con lo que cuenta con el apoyo de toda la fuerza de la ley. Cabe acotar que siendo la poltica la actividad del hombre en relacin al poder, y sustentndose el poder sobre factores econmicos, es totalmente previsible que el sistema jurdico vigente beneficie sistemticamente a los tenedores de capital; a los acreedores y no a los deudores. El ejemplo clsico lo comprobamos en las as-denominadas "leyes de inversin extranjeras" en los pases en vas de desarrollo que suelen otorgar al capital externo amplios derechos y garantas con poca o ninguna contrapartida de obligaciones y de equidad social. El punto a resaltar es el hecho de que, a travs del sistema de encajes y del factor multiplicador, el sistema bancario literalmente crea dinero de la nada con el cul, luego realiza prstamos cobrando intereses. A cambio de esta dinero "irreal", exige garantas que le permiten hacerse de bienes reales y tangibles en caso de que no se devuelva el prstamo y sus intereses: hipotecas y ttulos propiedades sobre campos, casas, capacidad de produccin, trabajo y bienes de todo tipo. En rigor de verdad, bajo el actual sistema democrtico liberal, el poder de las finanzas dispone de todo un amplio cuerpo de leyes que legalizan la relacin contractual entre este mbito irreal del dinero, por un lado y el mundo real del trabajo y la produccin, por el otro. Dado que el entorno jurdico del Estado-nacin sigue siendo un factor importante, se comprende la imperiosa necesidad que tienen los intereses de las finanzas globalizadas, de que se
deuda. El FMI acta como gestor estructural de la comunidad bancaria globalizada, por lo que las medidas y planes que disea rara vez reflejan los intereses de los Estados deudores sino mas bien los del sistema bancario acreedor. Tambin cabe recordar que todo prstamo que no pueda ser pagado y que requiera de su refinanciacin ad eternum - tal el caso de la deuda externa argentina - conforma un esquema de usura, por cuanto la usura implica una deuda que debido al efecto compuesto del capital y los sucesivos intereses "refinanciados", jams puede ser saldada, con lo que se genera una situacin de dependencia permanente entre el prestamista y el prestatario. Pur ltimo, recalcamos que lo peor que le pdra hacer la Argentina a los bancos internacionales y al FMI/Banco Mundial sera devolverle ya y hasta el ltimo centavo la totalidad de la "deuda" de U$S 180.000 millones. Qu haran los bancos con todo ese dinero (adnde lo colocaran)? Y, muchsimo peor para ellos, la Argentina se liberara de uno de los factores clave de su actual colonizacin y postracin.

estandarice a nivel planetario la democracia liberal por cuanto conforma el sistema de gobierno ms permeable a sus intereses ya que permite fijar un marco legal concordante con este sistema.
Si el problema de fondo de las empresas pblicas era uno de ineficiente administracin, entonces un Estado serio debiera atacar ese problema y no recurrir al escapismo de lavarse las manos a travs del recurso simplista de enajenar los bienes pblicos a precios viles.

La etapa subsiguiente previsible lo conforma un cuerpo legislativo mundial y supranacional que podr imponer con fuerza de ley los intereses de las finanzas globales sobre toda la produccin y el trabajo del planeta. Pero para ello an faltan algunas dcadas ms. En la actualidad, cuando se llega al nivel macroeconmico de las deudas contradas por los Estados, las garantas as otorgadas sobre los prstamos cobran nueva forma jurdica a travs de la transferencia de bienes reales de propiedad o bajo control del Estado, a favor de la estructura bancaria global. As, comprobamos este fenmeno a travs de las privatizaciones y desregulaciones que han transferido empresas, recursos naturales, parcelas territoriales, infraestructura, y una amplia gama de valiosos bienes. recursos reales, recaudaciones fiscales y otras riquezas en favor de la estructura bancaria acreedora internacional. Nadie ignora los innegables beneficios coyunturales que las privatizaciones han significado para la sociedad debido a la incorporacin de mejoras tecnolgicas y en la calidad de algunos servicios. Sin embargo, tambin debe sealarse que se trata de una enajenacin de importantes bienes cuyos beneficios econmicofinancieros para el Estado, en el caso de la Argentina, han resultado prcticamente nulos. Adicionalmente, si el problema de fondo de las empresas pblicas era uno de ineficiente administracin, entonces un Estado serio debiera atacar ese problema y no recurrir a escapismo de lavarse las manos a travs del recurso simplista de enajenar los bienes pblicos. As, una deuda externa que en 1989 se ubicaba en el orden de los U$S 62.000 millones, una dcada despus

haba trepado a casi el triple, o sea, U$S 180.000 millones. Para que privatizamos la empresas pblicas, entonces? Tambin resulta interesante sealar que con la globalizacin, el factor multiplicador bancario cobra una nueva dimensin. Todo banco que opere dentro de una economa nacional, queda sujeto a las disposiciones y reglamentaciones del ente de control correspondiente, usualmente el banco central local. Ese banco central, invariablemente requiere que todos los bancos que operen bajo su jurisdiccin retengan algn factor de encaje que al menos representa una garanta mnima sobre sus depsitos. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el Banco de la Reserva Federal actualmente requiere alrededor del 10% de encaje en base a una frmula variable segn el tipo de banco y su cartera de negocios. En la Argentina, el Banco Central impone un encaje mayor, del orden del 17% a los bancos, lo que refleja la mayor volatilidad de nuestro sistema bancario. Cuando observamos las operaciones en los mercados financieros globales, entre entidades bancarias ubicadas en diferentes pases o en plazas off-shore con mnimos o inexistentes controles bancarios las Islas Cayman, Bermuda, Panam, Isla de Wight, Luxemburgo y otras - el factor de encaje prcticamente desaparece debido a que no existe ningn ente de control. Con lo cul - en teora al menos - no existe limitacin alguna a la cantidad de crdito que una entidad bancaria puede generar a travs del factor multiplicador bancario. Con un dlar se podrn generar lneas de crdito por U$S 100 o US$ 1.000 o U$S 10.000. Mientras que el banco realice sus previsiones actuariales correctamente y mientras que su imagen y balance inspiren solidez, prestigio y confianza, entonces este fenmeno se podr perpetuar, reciclar y retroalimentar, creciendo exponencialmente, prcticamente sin lmites. Pues, quin pondra hoy en duda la solidez y el prestigio de casas bancarias como el Chase Manhattan Bank, Citigroup, Lloyd's Bank, Deutsche Bank, Bank of Tokyo-

Mitsubishi, Banque Nationale de Paris, Swiss Bank Group, Credit Suisse, Banca Nazionale del Lavoro, Internationale Nederlande Bank, HSBC-Hong Kong & Shanghai Banking Corp., y otras entidades bancarias internacionales de este primersimo nivel?
El Dinero Electrnico -

Todo lo que hemos descripto se potencia en la actualidad a medida que el dinero se va liberando de todo medio fsico - incluido el papel - al transformarse en dinero electrnico. O sea, dinero autnticamente virtual que solo se manifiesta en los monitores de las computadoras y en el ronronear de millones de hard drives en todo el planeta. No nos referimos tanto a su variante plstica (tarjetas de crdito, tarjetas inteligentes y similares), sino al dinero electrnico puro y simple que es el que moviliza, conforma y deforma economas nacionales, transfiere riquezas, aparece de repente y se volatiliza instantneamente y que conforma el verdadero motor que arrastra a la humanidad entera de un lado para el otro como si fuera un corcho sobre la mar embravecida.
O sea, la economa irreal de las finanzas y la economa real del trabajo y la produccin han ido por dos caminos total e irreconciliablemente distintos; pareciera que la economa irreal de las finanzas hoy controla al mundo entero.

Y las pruebas las tenemos a la vista: gracias a la revolucin tecnolgica en la computacin y las telecomunicaciones, los mercados financieros mundiales operan interconectados por una vasta, compleja e instantnea red, las 24 horas del da, 7 das a la semana, 52 semanas al ao, sin pausa ni interrupciones de ninguna naturaleza. Y aunque cada uno de los mercados y sus entidades financieras queden sujetos a diversas reglamentaciones de ndole nacional, la red global financiera en s misma y en su totalidad, no est sujeta a ninguna instancia superior que la controle o supervise. En rigor de

verdad, podramos decir que a las finanzas globalizadas no las controla nadie.....o casi. Pues, en rigor de verdad, la red global financiera y el compacto conjunto de poderosos intereses que la conforma, direcciona y controla es su propia instancia superior. As verificamos que el monto que los traders - los operadores financieros globales realizan todos los das equivale a U$S 2.000.000.000.000. Repetimos, U$S 2.000.000.000.000 (dos billones de dlares) todos los das;17[17] cifra que es casi siete veces mayor al Producto Bruto Interno anual de la Argentina y superior en un 60% al PBI anual del conjunto de los pases del Mercosur. Esos mismos traders que hoy agresivamente "colocan inversiones" en las principales bolsas de comercio del mundo, que administran los gigantescos depsitos de los Fondos de Inversin y de los Fondos de Pensiones, evaluando cuales monedas se apreciarn y cuales se depreciarn, cuales empresas aumentarn sus dividendos y cuales caern, cuales plazas, naciones y gobiernos entrarn en el "despegue" econmico y cuales se encaminan hacia el abismo y el colapso. Esos traders, disponen de fondos cuya estimacin vara desde un cauto U$S 80.000.000.000.000, segn la revista britnica, The Economist, hasta un muy audaz U$S 140.000.000.000.000, segn el Executive Intelligence Review del estadounidense Lyndon LaRouche, listos para invertir dentro del marco de las finanzas globales. Para hacerse una idea cabal de lo que representa esta cifra realmente alucinante, digamos que si sumamos el circulante total de todas las monedas de todas las naciones del mundo, apenas si llegamos a una fraccin de esta cifra. Es ms, si calculramos en trminos 17[17]
y el FMI, entre otros. Fuente: The Economist, Londres, 23-Oct-99, tomado de fuentes del Banco Mundial, Salomon Bros., Smith Barney

estrictamente econmicos cul es el precio de todos los bienes existentes en el planeta, seguramente tampoco llegaramos a una cifra semejante, con lo que estara quedan al descubierto que la sumatoria de los "fondos globales de inversin" han crecido ms all de toda razonabilidad por cuanto no se condicen con la realidad econmica del planeta. O sea, la economa irreal de las finanzas y la economa real del trabajo y la produccin han ido por dos caminos total e irreconciliablemente distintos y pareciera que la economa irreal de las finanzas es la que hoy controla al mundio entero. Ello nos permite concluir que el sistema global financiero, tras dcadas de expansin alocada y sin control se estara acercando a un punto de implosin catastrfica. Para los que, como el estadounidense Francis Fukuyama, se alegraron con la cada del sistema sovitico concluyendo que ello implicaba una victoria del libremercado y de la democracia formal, puede que veamos un colapso o implosin mucho mayor y autnticamente global con el del actual sistema del hipercapitalismo global. Por qu? Porque esta gigantesca suma es el resultado de una suerte de bola de nieve que se viene acumulando a travs de las ltimas dcadas y que cobr vida propia gracias al factor multiplicador bancario; mecanismo tan simple aunque sutil que hemos procurado describir en sus rasgos elementales en este breve ensayo. Pero no nos confundamos, estos U$S 80.000.000.000.000, o la cifra que sea, que movilizan los traders no es tan solo mucho dinero, es mucho mas que eso: es mucho poder. Los compactos grupos de hombres y mujeres que instruyen a sus traders y operadores hacia dnde han de encaminar aunque sea una parte pequea de esta cifra, detentan verdadero e insoslayable Poder. En sus manos queda el destino de personas, familias, comunidades, organizaciones y de naciones enteras. Si estos compactos intereses que dirigen y controlan este gigantesco poder econmico deciden "invertir" en una determinada regin, la misma se pone eufrica con el "boom"

econmico que inmediatamente se produce entre algunos de sus sectores y estamentos sociales. Pero si, por el contrario, deciden salirse de una plaza o de algn sector determinado debido a algn "efecto tequila" o a que su olfato de especuladores los lleva a husmear a otra parte, entonces podrn sumir a naciones enteras en la ms oscura desesperacin y hacer que sus coletazos se sientan hasta en el Ro de la Plata. Si una regin no les interesa, se la deja morir de hambre o que quede a la merced de sus convulsiones sociales, cuyos orgenes demasiado a menudo se enrazan, a lo largo de las dcadas, en el accionar de las estructuras polticas y econmicas antecesoras de los intereses que hoy se agrupan alrededor de la globalizacin. En verdad, estos grupos son el poder del mundo. Identificar, comprender y evaluar quienes son, como piensan, qu hacen y hacia dnde se encaminan, para luego poder diagramar estrategias locales adecuadas que permitan una inteligente comprensin de las oportunidades y amenazas que representan, se ha transformado en una necesidad urgente para todas las comunidades y naciones del mundo. Ciertamente, lo es para la Argentina y las dems naciones de la regin. Hace a nuestro Inters Nacional. Concluyamos sealando que si tomamos en cuenta la velocidad de flujo de estas masas monetarias, nos topamos con una situacin verdaderamente alucinante, pues si estos traders movilizan diariamente U$S 2.000.000.000.000, y como hemos visto, la red de mercados globalizados opera 24 horas al da, 7 das a la semana, 365 das por ao, entonces estos flujos financieros anualizados totalizaran la monstruosa cifra de ms de 700.000.000.000.000 (setecientos treinta billones de dlares). Para siquiera empezar a comprender esta cifra inasequible, digamos que Producto Bruto Nacional anual de todos los pases del mundo apenas llega a U$S 50.000.000.000.000 y todo el comercio mundial anual totaliza tan solo U$S 5.000.000.000.000. S, amigo lector, son muchos ceros

pero tratemos de ver la proporcin entre estas cifras oponen el trabajo productivo a la especulacin parasitaria y comenzaremos a comprender que la enfermedad del planeta salta a la vista. Al menos podremos comenzar a diagnosticar el origen de nuestros graves males que hoy destruyen a literalmente miles de millones de vidas en todo el planeta. Cmo ha podido el hombre llegar a esta situacin tan inslita en su evolucin histrica? El desarrollo poltico e histrico de este complejsimo proceso lo hemos evaluado en otros ensayos,18[18] sin embargo, diremos que la evolucin del dinero y de las finanzas ha ocupado un lugar central en este fenmeno. Si hemos repasado las diferentes clases de dinero desde el primitivo trueque hasta el dinero electrnico del Nuevo Orden Mundial, evaluemos ahora cul es el valor y el funcionamiento del dinero o, al menos, cul debiera ser ese valor y ese funcionamiento.

18[18]

Ver: A. Salbuchi, World Government:: Poltica y Poder en el Siglo XXI, Buenos Aires, edicin privada, 1995 y El Cerebro del Mundo. La cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, 1999.

III. Riquezas -

"Wer ihn besitzt, den sehre die Sorge, und wer ihn nicht hat, den nage der Neid!" Richard Wagner, "Das Rheingold"19[19]

La funcin del dinero -

El advenimiento del dinero en la era moderna se produjo en forma paralela con la creciente complejidad de los mercados de bienes como mbitos de intercambio naturales, regidos por la ley de la oferta y la demanda. Luego, surgieron distintos mercados de servicios que ya hoy conforman la parte ms importante y creciente de la economa mundial. Distinta result la situacin, sin embargo, cuando el concepto del mercado comenz a aplicarse en relacin al trabajo humano y el dinero. A partir de ah, se produjo una fuerte distorsin econmico-social que ya lleva mas de dos siglos. Pues, mientras que los bienes fsicos y los servicios son directamente comercializables dentro del marco de la oferta y la demanda, el trabajo y el dinero no pueden ajustarse con la misma facilidad a tales "mecanismos del mercado". Ambos fenmenos del "mercado del trabajo" y del "mercado del dinero", se encuentran ntimamente ligados a la relacin entre el trabajo y el dinero y, por consiguiente, a cuales son las funciones que debieran caberle al dinero dentro de la sociedad. En rigor de verdad, resulta necesario recordar que por elementales cuestiones morales, el trabajo humano no debiera sujetarse a las fuerzas amorales del mercado. O al menos no de la misma manera a menudo feroz y brutal - en que se les permiten operar sobre el mercado de bienes y servicios. Definimos a las fuerzas del mercado 19[19]
Richard Wagner, Das Rheingold, (El Oro del Rhn), preludio a la triloga "El Anillo del Nibelungo", Esc. 4, en la que Alberich, el Nibelungo maldice el anillo forjado con oro del Rhn, que los dioses Wotan y Loge acaban de quitarle. "Quin lo posea que lo consuma el miedo de perderlo, y quin no lo posea que lo carcoma la envidia de no tenerlo."

como "amorales" sencillamente porque el concepto de mercado encuadra dentro del mbito de la economa y la economa es intrnsecamente amoral - o sea, carente de criterios morales - por cuanto la economa solo juzga lo que resulta til e intil. El marco moral no lo fija la economa sino el rden poltico, social y cultural reinante. Si ste orden se debilita y su poder y claridad se erosionan, entonces la fuerza amoral de lo econmico irrumpirn y se impondrn si miramientos.
....por elementales cuestiones morales, el trabajo humano no debiera sujetarse a las fuerzas amorales del mercado...... trabajo humano tiene valor, y no tan solo precio........

Ningn emprendimiento econmico privado, por ms filantrpico y altruista que se declame, se llevar a cabo sin la contrapartida de un beneficio econmico. Aquellas organizaciones que priorizan nicamente el bien comn, como puede serlo el Estado u organizaciones religiosas y de caridad, jams tienen metas econmicas, sino polticas, sociales y morales, cuyo valores trasciende toda consideracin de costo econmico. As, por ejemplo, se comprende que los Estados libren guerras costosas, por cuanto sus objetivos inmediatos son polticos; el costo econmico de cualquier contienda considerada desde la ptica del inters nacional, resulta ser un factor secundario que se pagar despus. El trabajo, entonces, no puede sujetarse tan solo a conceptos carentes de un mnimo sustento moral y tico. El hombre no es una mercanca; su trabajo es el resultante de factores cualitativos y cuantitativos, por lo que no debiera reducirse tan solo a la cuantificacin de un nico parmetro: su precio, segn la utilidad que aporte al sistema econmico, y encuadrado dentro del rgimen de la oferta y demanda del mercado laboral. El trabajo humano tiene valor, y no tan solo precio, por lo que el valor del trabajo

debiera sujetarse a criterios diferentes a los de la mera "ley de oferta y demanda". Su aporte dentro del proceso econmico debiera medirse de una manera diferente. Veremos tambin que tampoco el capital debiera regirse tan solo por los conceptos del mercado, por cuanto el valor real del dinero debera medirse en trminos de trabajo humano. Por ende, los mismos principios que rigen al trabajo debieran tambin aplicarse al dinero. En las finanzas globalizadas, sin embargo, estos conceptos han ido quedando crecientemente relegados. En la legislacin comercial que rige a las empresas en prcticamente todas las naciones del mundo, una Sociedad Annima o una Corporacin como se la denomina en los Estados Unidos, la conforman sus accionistas y sus directivos a travs de sus estatutos. Los empleados - el plantel de trabajadores, empleados y obreros apenas si forman parte de la empresa puesto que, como su nombre claramente lo indica, son solo eso: empleados, prescindibles en cualquier momento que resulte necesario o conveniente para la empresa. Esa prescindencia tendr su costo econmico que vara segn el rgimen legal de cada pas - de ah la gran presin de los "inversores" en favor de una mayor "flexibilizacin laboral" en la Argentina - pero el punto clave a resaltar es que se puede prescindir de ellos en cualquier momento ya que no forman parte de la empresa, por mas que hayan trabajado durante dcadas para ella, aportando sus talentos, esfuerzos y conocimientos para hacer que la misma crezca y se enriquezca. No. El empleado jams forma parte de la empresa en s. sta podr mejorarle sus beneficios en tanto y en cuanto el empleado le sirva, ya que en alguna medida, el empleado representa una parte del activo de la empresa especialmente en la actualidad en que los conocimientos y talentos son un valor clave. Pero nada mas. Pues, no lo olvidemos, el mbito de lo econmico como lo aclarara hace ya aos Carl Schmitt, solo juzga lo til y lo no til.

Jurdicamente, entonces, la empresa slo la conforman sus accionistas que son los nicos con autnticos derechos. Suele ocurrir que grandes accionistas de una empresa apenas si saben a qu se dedica la misma, qu es lo que produce, cmo funciona, o adnde se encuentran sus plantas. Puede que el accionista ni siquiera aporte nada fsica o intelectualmente til para la empresa: su poder dentro de la misma se rige por el poder del dinero que le permiti adquirir una porcin de las acciones de la misma. Los empleados - desde el Gerente General hasta el ltimo operario - son los que producen, fabrican, disean, crean, movilizan, distribuyen en sntesis - son los que trabajan. Ellos son todos parte de la economa real de la empresa, por cuanto aportan un valor agregado muy tangible y altamente visible; el accionista, en cambio, puede que aporte algn valor como puede que no. Pero l queda claramente alineado del lado de la economa irreal del dinero. El accionista puede prescindir de todos los empleados que quiera cuando quiera y a su arbitrio, ya que la empresa disfruta de amplios derechos jurdicos y de muchas ms amplias fuerzas para hacerlos valer. En rigor de verdad, la base jurdica fundamental de la democracia moderna la conforma, precisamente, el hecho de que el Poder del Dinero se consolida a travs de mecanismos formalmente legales aunque no necesariamente legtimos.20[20] De esta manera las empresas reclutan y descartan a millones de empleados y trabajadores nutrindose del mercado laboral, segn las "leyes de la oferta y la demanda". En los ltimos aos, este fenmeno ha adquirido un cariz social dramtico en el mundo industrializado en aquello que un eufemismo de moda ha dado en 20[20]
Esta diferencia entre lo legtimo y lo legal es un factor que se pierde de vista en el mundo actual, y muy especialmente en nuestra confundida y adormecida Argentina. Legtimo es todo aquello que es moralmente bueno y ticamente correcto, para lo cul ms que un rgido cdigo de leyes, se requiere de una poblacin psicolgicamente sana, con posibilidades de vida dignas, que se nutra de su entorno cultural y sus tradiciones. Al haberse quebrado este orden natural, se confunde lo legtimo y prevalece lo formalmente "legal". Y lo legal lo determina "la Justicia", segn el moderno concepto democrtico basado en la divisin tripartita del poder poltico. Suele olvidarse que por ser la democracia un sistema altamente susceptible al poder del dinero, tambin la diosa "justicia" termina corrompindose para gran enojo de la poblacin que entonces descubre que bajo el sistema actual, hasta un juez de la Nacin puede ser un cretino. Y en Argebtina hemos tenido demasiados jueces corruptos y cretinos en los ltimos aos.

llamar downsizing o sea la "reduccin de tamao" de las mayores empresas globalizadas, lo que invariablemente hace referencia al tamao del plantel de empleados, y no al tamao de las ganancias de los accionistas. Cuando la oferta de empleados sube o su demanda baja, entonces millones de personas quedan en la calle. En los ltimos aos en los Estados Unidos, la cadena minorista Sears despidi a mas de 50.000 personas, Xerox a 10.000, Delta Air Lines a 18.000, 16.800 en Eastman Kodak e IBM ech a 35.000 empleados. En verdad, Entre 1987 y 1995 IBM redujo su plantel del personal en mas de 204.000 personas; General Motors, a su vez redujo su plantel de 800.000 personas en 1979 a 450.000 a principios de la dcada de los noventa, mientras que General Electric redujo su plantel en 104.000 personas entre 1980 y 1990.21[21] El conjunto de empresas ms grandes de los Estados Unidos, conocidas como las Fortune 500 hoy emplean a 4.000.000. de empleados menos que hace diez aos, aunque en su conjunto han prcticamente duplicado sus niveles de rentabilidad y ganancias. El efecto reflejo que estas empresas tienen sobre el resto de la economa es enorme y genera incalculables cuotas adicionales de desempleo. Pues se trata de una ley de hierro que dictamina que lo que cuenta no son los portadores de capacidad de trabajo y de talento, sino los tenedores de dinero. Para la sociedad annima moderna, el mundo real de hombres y mujeres reales con talentos y conocimientos reales tan solo conforma el mundo irreal y descartable de los "empleados", sujetos todos a la ley de la oferta y la demanda de los mercados laborales. En verdad, su verdadero mundo real es el mundo del dinero: el mundo de los accionistas; de los tenedores del dinero: el mundo de los mrgenes de utilidad y de las ganancias. Ello no debe interpretarse como una visin crtica del mundo empresario ni de sus accionistas, sino ms bien del sistema que permite una relacin de 21[21]
Ver: The Economist, Londres, 21-Dic-96, artculo "Making Companies Efficient" pg. 97.

gran desequilibrio e inequidad entre las fuerzas del trabajo y las fuerzas del dinero. Pues no se trata de una mera declamacin sino del hecho incontrovertible de que al haber adquirido el dinero la facultad de crecer de la nada, y de canalizarse hacia los ms variados y diversos emprendimientos y especulaciones a travs de un mercado de capitales, el mismo ha usurpado un inmenso poder que legtimamente no le corresponde. Usa el mismo para sujetar a las fuerzas laborales y obligarlas a ceirse a las leyes del mercado del trabajo. El hecho de que muchas empresas modernas, en los Estados Unidos particularmente, hoy hablen del concepto de los stakeholders,22[22] o sea de todos los que tienen algn inters en la empresa accionistas, empleados, proveedores, clientes, comunidad conforma una manera bastante hipcrita de disimulo por cuanto el inversor - el shareholder - sigue, y seguir sindolo, el "stakeholder" de mayor importancia. En rigor de verdad, el mundo del dinero y el del trabajo no solo han evolucionado por carriles fuertemente distintos sino que hoy en da representan intereses crecientemente contrarios, siendo la principal fuente de conflicto en el mundo moderno. El mundo del dinero es irreal visto desde la ptica del trabajo y - simtricamente - el mundo del trabajo resulta irreal visto desde la ptica del dinero. Ante este antagonismo, surge la paradoja de que ambas fuerzas trabajo y dinero - aunque opuestas en sus intereses, sin embargo, se necesitan mutuamente y deben generar mecanismos de relacionamiento. Ello nos conduce a una gran encrucijada: cmo encarrilar al Poder del Dinero para que aporte una mayor utilidad social y luego, cmo determinar la equivalencia entre el dinero y el trabajo.
El mundo del dinero es irreal visto desde la ptica del trabajo y -

22[22]

Stakeholders: neologismo que define a todos los que tienen un inters en algo, en este caso, en una empresa. En ingls se produce un juego de palabras con "shareholders" - accionistas - que se parece a "stakeholders".

simtricamente - el mundo del trabajo resulta irreal visto desde la ptica del dinero

Que este problema no ha sido resuelto hoy en da queda flagrantemente demostrado para cualquier observador agudo que sepa interpretar la realidad del mundo actual. Segn cifras de las Naciones Unidas, en el mundo ms de 3.000.000.000 de personas viven debajo del nivel de pobreza, o sea, personas que no forman parte integral de ningn mercado lo que hace que la globalizacin financiera simplemente no se ocupe de ellos porque no resultan tiles desde la ptica de la economa y las finanzas. Estas mismas estadsticas tambin nos ensean que, anualmente, en todo el mundo mueren ms de 40.000.000 de hombres, mujeres y nios a causa de la malnutricin; o sea, simplemente porque no resulta til - segn este mismo criterio economicista de las finanzas globales - darles de comer. En relacin a esta terrorfica realidad, comprobamos cun sumisos y subalternos se tornan los grandes medios de difusin mundial que apenas si aportan estos datos como mera curiosidad estadstica, quizs transmitiendo cada tanto alguna nota por CNN y los dems medios de difusin globales; lo apenas suficiente como para quedar tranquilos con sus propias consciencias. Mucho se cuidan, sin embargo, de que la humanidad en su totalidad jams llegue a llorar este verdadero holocausto que todos los aos consume a 40.000.000 de seres simplemente porque sus economas no son atractivas para los traders de las finanzas globales. En rigor de verdad, un sistema global que no se interese por esta realidad debe estar fundamentalmente viciado, lo que nos estara indicando que, de la misma manera en que el rgimen sovitico se desintegr por la sencilla razn de que el marxismo-leninismo no funciona, bien podramos estar transitando los prolegmenos del inicio del fin del capitalismo demoliberal que podra caer vctima de las crecientes tensiones sociales y polticas que l mismo genera. Como ya hemos mencionado, de ser ello as, la crisis - sino colapso - mundial en las

finanzas globalizadas, ser estrepitosa y bien vale la pena invertir algo de tiempo y esfuerzo para aunque ms no sea evaluar esta posibilidad para que nuestra comunidad pueda tomar algunos recaudos previsiones.
Relacin entre el dinero y el trabajo -

Hoy en da, el trabajo es una mercanca que se incorpora como valor agregado dentro de un proceso operativo industrial o comercial, tan solo en la medida en que sea necesario para que la ecuacin econmico-financiera de la empresa "cierre". O sea, el nivel del costo del trabajo dentro del mercado tiende a buscar un punto de equilibrio que no est directamente relacionado con el margen de utilidad que el proceso econmico de la empresa brinda, ni mucho menos con los niveles de rendimiento que las operaciones financieras derivadas de dicho proceso econmico puedan arrojar. En verdad, en la actualidad el nivel del costo del trabajo queda determinado tan solo por el nivel que resulte necesario para que las fuerzas del trabajo - los trabajadores - logren: (a) sobrevivir, (b) reproducirse generando futuras fuerzas laborales,mejorar sus habilidades, capacitndose para insertarse dentro de procesos y esquemas productivos crecientemente complejos, y (c) consumir ms all de sus necesidades, como mecanismo de motorizacin del crecimiento econmico dentro del sistema, como as tambin como mecanismo de control social.23[23] 23[23]
Desde luego que existe un amplio estamento dirigencial bien pago - que identificamos como los "niveles gerenciales" - cuyos talentos, conocimientos y ambiciones resultan absolutamente imprescindibles para que todo el sistema funcione y fluya correctamente. Esto ya lo hemos tratado en nuestro ensayo "World Government", en el cul - a ttulo ilustrativo - explicamos que este amplio ejrcito de "empleados de lujo" bien pagos, talentosos y ambiciosos, posiblemente llegue a los 50.000.000 de hombres y mujeres en todo el planeta, quienes dirigen - gerencian - todas las empresas y organizaciones privadas y pblicas. Esta cantidad de personas a sueldo de la globalizacin financiera, aunque parece una cifra vasta en s misma, representa sin embargo menos del 1% de la poblacin mundial. De manera que controlando este segmento dirigencial del 1% de la poblacin mundial, se puede gobernar y dirigir a todo el planeta: con el 1% de la poblacin se gobierna fcilmente a un planeta con ms de 6.500 millones de almas.

Resulta interesante comprobar que los puntos (a) y (b) han sido una constante histrica en todas las sociedades esclavistas, como as tambin en ciertos casos el punto (c) . Pues en aquellas sociedades, un inteligente dueo de esclavos tomaba todo recaudo necesario para resguardar todos sus bienes, esclavos incluidos, lo que implicaba que stos deban: (a) disponer de alimentos y vestimenta adecuada para sobrevivir, (b) conformar ncleos familiares lo suficientemente estables como para poder reproducirse y generar las futuras fuerzas laborales de esclavos. (c) disponer su capacitacin - por ms limitada que sta fuere para realizar los trabajos previstos. Si la iniquidad de las sociedades esclavistas anglosajonas en los Estados Unidos, frica y en otras partes del mundo o la lusitana en el Brasil resultaban horriblemente inicuas, no menos inicuas resultan las actuales condiciones impuestas en los sweatshops a las fuerzas laborales que en agotadoras jornadas sin pausa, descanso o protesta hoy trabajan en Indonesia, China, Vietnam, Corea, Mjico, Brasil, Malasia, Taiwan, India o frica. O incluso en las fbricas con mano de obra de inmigrantes ilegales dentro de los propios Estados Unidos. Y lo hacen a bajsimos costos para sus empleadores, que a menudo suelen ser contratistas de grandes multinacionales y distribuidoras de occidente, que contratan sus productos primarios en el "mercado internacional del trabajo" volcndose - naturalmente y segn las leyes del capital global - all donde el costo laboral sea menor y la eficacia de la polica local, mayor. Luego, es solo cuestin de estamparle alguna renombrada marca global para

transformar el producto en un smbolo del bienestar del mundo industrializado. 24[24] En verdad uno de los errores de Marx al desarrollar su teora de la plusvala, fue que prcticamente ignor la incidencia del crdito generado por el factor multiplicador bancario y el inters cobrado sobre el dinero como distorsionador del sistema capitalista. Extraamente, Marx solo se concentr en echar culpas sobre los dueos de los "medios de produccin" y los dueos del capital por la retencin de la plusvala, manteniendo un discreto silencio respecto del concepto del inters sobre el capital y el fenmeno del multiplicador bancario. En el mundo moderno, cuando hablamos del "mercado de capitales", estamos otorgndole al dinero, que ya hemos visto llega a nuestros das totalmente desnudo y desprovisto de valor intrnseco alguno, un supuesto valor real como si fuera un bien en s. Un bien real que ha de comercializarse en un "mercado" que regula su "valor" segn las leyes de la oferta y la demanda. Qu valor real podrn tener las enormes masas de dinero virtual generadas, desplazadas y apropiadas desde una terminal de computacin a otra?

El trabajo

el dinero no debiera ser otra cosa que un bono por trabajo

Si vemos que actualmente el dinero no posee ningn valor intrnseco mientras que toda la economa del planeta pareciera regirse indeclinablemente por l, entonces en algn mbito el dinero debe 24[24]
Viene a colacin el problema recientemente enfrentado por el fabricante de zapatillas Nike de Estados Unidos que vende cada par de calzado a un precio promedio de U$S 100 pero que subcontrata la fabricacin de los mismos a los sweatshops o sea fbricas semi-esclavistas en Indonesia con grandes y baratsimas fuerzas laborales mayormente consistentes en mujeres y menores de edad que trabajan largas jornadas y cuya incidencia de costo laboral por cada par de zapatillas apenas alcanza los 3 dlares. Similares situaciones se han descubierto en relacin a las fbricas Reebok de calzado deportivo y ToysRUs de juguetes.

tener valor tangible y real, mas all de lo meramente simblico. Adnde, entonces, hemos de hallar ese valor tan elusivo que debiera respaldar el dinero? Para poder responder a esta pregunta, debemos primeramente sealar un hecho fundamental que es que lo nico que verdaderamente tiene valor en el mundo no es ni el dinero, ni el oro, ni todos los bienes juntos, sino las personas que crean y usan esos bienes. O sea, el valor ulterior de todo lo hallamos en la gente, en los cientos y miles de millones de personas que trabajan, crean, inventan, producen y se sacrifican todos los das. Correspondientemente, podemos concluir que si existe un valor real y tangible que debiera ser representado por el dinero, ese valor no es otra cosa que el trabajo; o sea, la produccin que realizan los hombres y las mujeres que producen fsica e intelectualmente y que, al hacerlo, movilizan a la economa de cada grupo familiar, cada empresa, cada comunidad, cada nacin y del planeta entero. Arriesgamos, entonces una "tercer ley de la economa" en el sentido de que el dinero no debiera ser otra cosa que un bono por trabajo. Esta realidad tan simple pareciera haberse perdido totalmente de vista en el embrollo del mundo moderno y en la ficticia complicacin impuesta sobre nuestros sistemas econmicos nacionales, que hoy llega al paroxismo de un alocado baile circular de las finanzas globales, que giran y giran, cada vez mas rpidamente, hasta haber logrado marear y confundir a todo el planeta. Pues todo bien, toda propiedad o servicio, en ultima instancia, no representa otra cosa que trabajo efectuado por alguien en algn momento y en alguna parte. El petrleo en el subsuelo, los minerales en el cantero, el trigo en el campo abierto, nada valen hasta que no se aplica trabajo humano para extraerlos de la tierra, o cosecharlos. La tierra misma no tiene valor nutritivo hasta que se la siembra, se la riega y se la cosecha - todo en el momento oportuno. Trabajo. Una casa es muchos mas que ladrillos, cemento y madera:

su valor real es el agregado del trabajo. El aluminio, hierro, silicio y millones de compuestos y componentes carecen de todo valor hasta que no son procesados, moldeados, aplicados para formar parte de un diseo superior que corresponda a una mquina o ingenio maravilloso, producto de complejisimas tcnicas, talentos, innovaciones y conocimientos, sea una computadora o una aeronave Boeing 747: nuevamente, trabajo y solo trabajo. An en los casos en que las maquinas alivian el trabajo fsico y multipliquen miles de veces la fuera de un hombre, como lo puede hacer un camin o multipliquen exponencialmente la fuerza intelectual humana como lo hacen las computadoras, en ltima instancia todo ello se enraza en una amplsima y complejsima sumatoria de talentos, esfuerzos y creacin de innumerables hombres y mujeres a travs del tiempo y del espacio: Trabajo y solamente trabajo. Lo mismo vemos en todas las manufacturas, en la distribucin, en el comercio, en los servicios - an los financieros y bancarios en la medida en que son movilizadores productivos del resultado del trabajo en lugar de meros operadores parasitarios que se apropian del producto del trabajo - como as tambin en el trabajo intelectual: siempre trabajo y creatividad humana. Lo nico que moviliza a una economa, sea del tamao que sea, se encuentre en la regin o pas en que se encuentre, es el trabajo: desde el trabajo de un minero, un albail o un agricultor, hasta el trabajo intelectual de un diseador de computadoras o de un vehculo espacial. Desde luego que el rango del valor agregado entre un trabajo apenas capacitado y otro de altsima capacitacin y complejidad podr ser enorme y, consecuentemente, el rango de retribucin econmica que vale cada tipo de trabajo tambin debe abarcar desde un salario mnimo pero digno para un albail hasta, si se quiere, millones y millones de pesos para un creador talentoso. La clave, sin embargo, siempre est en que solo aportando trabajo productivo de algn tipo debiera poderse ganar dinero y obtener utilidades.

Toda la vida econmica surge del trabajo y el dinero no debiera cumplir otra funcin que la de un instrumento para el intercambio de distintos tipos de trabajo. Si se comprende esta funcin elemental del dinero, como instrumento mediador y motorizador de la economa y como bono por trabajo, entonces, se puede concluir que la nica manera de obtener dinero es si se aporta algo a cambio por l: si se aporta trabajo. Sea el trabajo propio de un obrero, o un bien cuyo valor refleja trabajo efectuado actualmente o en el pasado (un bien manufacturado, o una obra de arte, por ejemplo). Toda otra alternativa deviene en parasitaria y, consecuentemente, en antisocial contra lo cul la comunidad debiera erigir los mecanismos legales para defenderse. La problemtica del mundo moderno, sin embargo, nos estara sealando que el origen de una buena parte de los males y dificultades de la humanidad de fines del siglo XX radica, precisamente en el hecho de que el dinero - cul Golem y aprendiz de brujo - se ha escapado del mbito que le corresponde y ha cobrado una vida propia e independiente que de ninguna manera le corresponden. Hemos visto que el sistema global financiero actual genera dinero de la nada a travs del multiplicador bancario, que es dinero generado sin trabajo y luego permite que ese dinero se preste cobrando intereses, o sea un monto que tampoco conlleva un equivalente en trabajo. Sin embargo, ese dinero logrado especulando y sin trabajo detenta un gran valor que permite comprar bienes y servicios, o sea, que permite comprar el trabajo de otros. Bajo el sistema actual, los operadores, traders y un amplio conjunto de especuladores en todo el mundo logran enquistarse en el cuerpo productivo de todas las comunidades del mundo, especulando con el alza o baja de las bolsas de comercio (especulacin con los resultados del trabajo ajeno), con el alza o cada de las tasas de cambio entre las diversas monedas nacionales y sus correspondientes intereses bancarios (especulacin con la

productividad y los recursos de las naciones) o apostando a tal o cul sector u oportunidad financiera coyuntural. Y mientras lo hacen, logran gigantescas ganancias sin aportar trabajo o contrapartida til alguna a la economa en general o - aun cuando pudiera considerarse alguna parte de sus tareas como un valor en s (un servicio, por ejemplo), - sus ganancias suelen estar totalmente fuera de toda proporcin con la tarea. A modo de ejemplo, el financista hngaro-estadounidense, George Soros logr utilidades para su fondo de pensiones, The Quantum Fund y sus dems negocios por un monto de ms de Libras Esterlinas 1.000.000.000, en unos pocos das durante Septiembre de 1992, apostando y especulando contra la capacidad del gobierno ingls de mantener a la Libra Esterlina dentro de los mrgenes de fluctuaciones cambiarias del Mecanismo Monetario Europeo. Los observadores indican que las actividades especulativas de Soros resultaron ser el principal factor que desencaden el colapso del sistema de paridades cambiarias del Sistema Monetario Europeo. Cuando el sistema finalmente se desplom, las naciones europeas con economas relativamente ms dbiles, como la inglesa, debieron asumir fuertes prdidas. As, las ganancias de Soros las terminaron pagando los ingleses a travs de un aumento en el desempleo y otras distorsiones econmicas dentro de la Union Europea que an hoy permanecen sin resolver. Sin embargo, a George Soros los grandes medios de comunicacin globales lo presentan ante la opinin pblica mundial como uno de los "magos de las finanzas"; un alquimista que ltimamente se ha dado el lujo de tornarse en filntropo, a travs de una Fundacin (exenta de impuestos, por supuesto), que - nuevamente con una muy amplia y favorable cobertura periodstica - manifiesta asistir a algunos refugiados de su Europa Central natal.25[25] Sus andanzas 25[25]
George Soros es miembro del importante Council on Foreign Relations de Nueva York. Ver A. Salbuchi, op. cit. para mayores detalles. Tambin resulta destacable las actividades de Soros en la Argentina a travs de su empresa inversora, IRSA. Actualmente es dueo de importantes edificios en Buenos Aires como el de Pirelli, el Palacio Alcorta, el ex-edificio Sevel (conocido como el Rulero en 9 de Julio y Libertador), Maple de Suipacha, Docks 5 y 6 de Puerto Madero, Mercado de Abasto y las Galeras Pacfico en plano centro de la capital Argentina. Segn el matutino "Clarn" (20-Dic-96, pg. 32,

especulativas durante la crisis del Sudeste Asitico desencadenada a mediados de 1997 en Tailandia y que luego afectara toda la regin, motiv al Primer Ministro de Malasia, Mohammed Mahatir, a acusarlo abiertamente de haber ocasionado un gran dao a la economa de su pas. Mientras no se comprenda que la nica funcin legtima del dinero es servir de instrumento que represente la contrapartida del trabajo, difcilmente logremos - no tanto resolver los graves problemas que afectan al hombre - sino al menos comprender el origen de los mismos. En realidad, el sistema financiero globalizado, su gigantesco poder poltico y las distorsiones que impone a la sociedad humana es de una trascendencia tal que no sorprende que resulte difcil lograr una visin completa y real de este Moloch. A travs de la educacin masiva, de los medios de comunicacin social y de un amplio ejrcito de economistas, comunicadores, "expertos" y acadmicos en todos los pases, se ha logrado imponer una nica visin de la economa y las finanzas. Esto conforma un reflejo ms de la tirana de la pense unique que hoy afecta a la humanidad. Con estos medios, tambin se ha impuesto una generalizada - y a nuestro juicio altamente nociva - percepcin acerca de las funciones del dinero entre las comunidades y las naciones del mundo. Podramos hablar de una actitud psicolgica del hombre en relacin al dinero. Nos atrevemos a hablar de una verdadera psicologa del dinero que hoy, mas que nunca, atrapa al hombre anmica y espiritualmente. Esta relacin psicolgica con el dinero hace que el hombre no deba ser forzado a servir las fuerzas del consumismo sino que - al igual que un ser hipnotizado o un zombi - se someta voluntaria y alegremente ante el becerro de oro del Nuevo Orden

secc- Economia), los negocios de George Soros en la Argentina, le brindan ganancias anuales de U$S 33.000.000, con activos por U$S 416.000.000, inversiones inmobiliarias por U$S 160.000.000 y ventas por U$S 47.000.000. Es ms: Soros es dueo de 340.000 hectreas de campos Argentinos lo que lo convierte en el principal terrateniente del pas. Su adquisicin de parte del paquete accionario del Banco Hipotecario Nacional tambin lo coloca en una situacin de fuerza en el control del sector inmobiliario en el que parece tener un especial inters... Por algo ser...

Mundial, aceptando los axiomas cuasidogmticos que el dinero impone como verdades reveladas.

V.

La Psicologa del Dinero -

Money makes the world go around, the world go around. the world go around... Cabaret - Liza Minelli

Aunque pocas veces se lo menciona, la relacin psicolgica entre la poblacin y el dinero representa uno de los mas poderosos resortes de poder del mundo moderno. Pues si el dinero ha logrado transformarse en un factor de poder tan significativo, ello es debido a la importancia y expectativas que la gente le otorga. Ello refleja un proceso psicolgico en la sociedad que primero se verifica en occidente pero que ya se ha diseminado por todo el planeta. Pues en la psicologa de las masas, hoy lo mas importante ya no es ms ni el trabajo, ni la voluntad o la creatividad, ni el bien de la comunidad, ni siquiera la paz entre los pueblos ni, mucho menos, los valores culturales, tradicionales, religiosos o histricos. Para la vasta mayora de la gente, la gran esperanza para terminar con la angustia y banalidad de la vida diaria parece radicar en el "golpe de suerte" que invariablemente significa hacerse de una gran fuente de dinero, cunto ms inagotable, mejor. Pues con dinero, el hombre actual est convencido poder lograr todos sus deseos. En alguna medida, este proceso era previsible por cuanto el capitalismo moderno - tanto es su variante liberal que pone las riendas de la economa en manos privadas, como en su ya fenecida variante del capitalismo de estado bajo los regmenes marxistas - prioriza por encima de todo otro valor, al dinero en s mismo. Si el mundo moderno deja mucho que desear, si observamos que a pesar de todos los adelantos tecnolgicos, cientficos y organizacionales; a pesar de las supuestas virtudes del sistema democrtico, de la tolerancia tnica, religiosa y racial; si a pesar de todo ello, comprobamos que jams ha habido tanta injusticia, tanto sufrimiento y tanto hambre

entre miles de millones de personas, entonces quizs valga la pena deternerse a evaluar cul es el origen de buena parte de estos males. Bien podra radicar en el hecho de que por encima de todo y todos, el dinero reina en forma absoluta. Por mas que polticos, empresarios, gobernantes, organizaciones internacionales y un ejrcito de bien pagos comunicadores sociales clamen y declamen por las injusticias del mundo actual, cualquier observador sagaz podr comprobar que - cuando llega el momento de la verdad - todo queda supeditado al Poder del Dinero. Si debe elegirse entre la pobreza, el hacinamiento, y el hambre de miles de millones de personas en todo el planeta y el dinero, siempre resulta que los intereses de ste prevalecen. Y cuando decimos los intereses del dinero, nos referimos tanto al de sus propietarios como - ms importante an - al de aquellos grupos compactos que controlan los flujos de dinero en todo el planeta.
Este sistema global hoy ha quedado claramente fuera del control de toda nacin, de todo pueblo y, desde luego, fuera de todo proceso decisorio democrtico Su eje de control mundial lo conforma el poder que le da su gigantesca supraestructura del dinero

Es natural que ello sea as pues, por ms que la "ciencia" econmica pretende revelar diversas "leyes" que regiran a los mercados, las propiedades sistmicas del capitalismo conforman un orden social en continua evolucin caracterizado por un conjunto de factores tales como la concentracin de poder, la imposicin de los intereses del poder financiero sobre grupos ms dbiles, la propagacin de su prestigio mundial y la segmentacin social dentro de un claro orden jerrquico. As, an entre los estamentos poblacionales bien ubicados dentro de lo que podramos denominar la "tercera ola toffleriana", el dinero es el patrn que nos obliga a todos a trabajar ms y ms, dentro de un mbito ferozmente competitivo y crecientemente desalmado. Toda ambicin y ansias de superacin se canalizan hacia una nica meta

que es llegar a la cima. Cima de poder econmico, se entiende. La pauta del xito se refleja en una frase de filosofa de estao del mundo corporativo estadounidense: "Number One is All - Number Two is Nobody". Flaquear, retrasares un poco o meditar sobre si lo que uno hace es sabio, conlleva el peligro de quedarse irrecuperablemente atrs en la carrera y la lucha por el dinero, por lo que cualquier gerente, directivo o persona bien posicionada sabe que se ver triturado por este poderoso Leviatn. Entre las grandes corporaciones transnacionales, la pauta del xito se mide por el aumento de los beneficios del dinero, que se logran a travs de mayores ventas, mayor productividad y una reduccin permanente - en trminos relativos - de los planteles de personal empleado. La condicin ideal para estas "maquinas de hacer dinero" pareciera ser la de utilizar al mximo las capacidades de personas altamente capacitadas, lo que conlleva reducir - tambin al mximo la cantidad de personas que operan en ellas. Casi podramos decir que la mxima del mundo de la empresa globalizada podra expresarse diciendo que su misin es "maximizar las utilidades minimizando el empleo de las personas". De esta manera, la "mquina" se erige por encima de todos nosotros. Esto rige no tanto en relacin a cada empresa individualmente, sino respecto de todo el sistema de empresas supranacionales y su estructura financiera globalizada. Pues, en realidad, de nada sirve focalizar las crticas sobre tales o cuales empresas o individuos pues stas son tan solo las cabezas visibles de un sistema financiero y econmico cuya caracterstica clave es su anonimidad. Este sistema global hoy ha quedado claramente fuera del control de toda nacin, de todo pueblo y, desde luego, fuera de todo proceso decisorio democrtico a cualquier nivel. Su eje de control mundial lo conforma el poder otorgado por su gigantesca supraestructura del dinero.
Anonimidad estructural -

Hemos visto que el dinero es un smbolo cuya contrapartida debe medirse en trminos de trabajo efectuado y que detrs de todo dinero siempre debe haber trabajo de alguna clase. El dinero no es un bien en s mismo y, por ende, no debe tener la posibilidad de aumentar su caudal si no existe una contrapartida medible de trabajo productivo que sea til y productivo para la sociedad.26[26] Si permitimos que el dinero crezca por si mismo sin una contrapartida de trabajo, - sea a travs del multiplicador bancario o a travs del inters compuesto o a travs de las mil variantes especulativas disponibles hoy en da - ello significa que alguien en alguna parte debe aportar ese trabajo. Por cada organizacin o individuo que percibe ganancias dinerarias sin aportar trabajo productivo, debe necesariamente existir alguien en alguna parte que trabaja y reciba menos dinero del que debiera recibir si no quedase sujeto a la accin del dinero parasitario. En la economa real nada es gratuito. A modo de ejemplo, veamos el caso de una persona que vive de la renta que le brinda un importante capital colocado a inters en un banco. Digamos, U$S 1.000.000 colocado al 10% de inters anual, lo que le rinde U$S 100.000 anuales en intereses. Desde luego que esa persona podr vivir sin trabajar porque su banco le reconocer todos los aos $ 100.000 a cambio de haber depositado su capital con el banco. Sin embargo, esos U$S 100.000 que representan un importante valor adquisitivo necesariamente deben provenir de alguna parte. Puesto que alguien en algn lado deber aportar su

26[26]

Resulta una triste realidad que una buena parte de los flujos financieros globales que movilizan las finanzas globales provienen de actividades ilcitas como el narcotrfico, el trfico de armas y el crimen organizado en sus diversas manifestaciones. Se estima que el narcotrfico moviliza entre U$S 1.200.000.000.000 y U$S 1.500.000.000.000 anualmente (de los cuales el 50% se comercializa en los Estados Unidos). Resulta por dems obvio que esos flujos de fondos circulan por el sistema bancario que - debido a la volatilidad de las finanzas - tiene serias dificultades en identificar un dlar limpio de uno sucio. De todas maneras, a las finanzas globales, poco le importa siempre y cuando pueda movilizar, invertir y hacer trabajar esos fondos. En rigor de verdad, si se lograse aniquilar de un golpe a la totalidad del narcotr fico y sus ganancias, e identificar todo el dinero sucio que se encuentra en circulacin en todo el mundo, el primer efecto visible sera un colaps o financiero mundial. Por eso se comprende que a pesar de que polticos y banqueros se rasguen las vestiduras, el negocio del narcotrfico y del trfico de armas y del crimen organizado sigue y seguir siendo cada vez ms poderoso...

trabajo para generar esos $ 100.000 con los que se beneficia el rentista de nuestro ejemplo, rastreemos su orgen. Siguiendo con nuestro ejemplo, si ese mismo banco que tom el milln de dlares a nuestro inversor y, a su vez, se lo presta a una fbrica a una tasa de inters del 15% anual, (el inters que cobra siempre es superior al que paga), esa fabrica deber entonces generar recursos para pagarle al banco esos $ 150.000 de inters sobre el capital prestado. Y lo har tomndolo de sus operaciones comerciales, lo que implica entre otras cosas que o bien les pagar menores salarios a sus empleados o los har trabajar ms horas, o reducir sus gastos operativos de mil maneras diferentes o - incluso aumentar la productividad y los beneficios (o sea, aumentando el fruto del trabajo). De manera que tendr que hacer el esfuerzo necesario - trabajo para que sus operaciones le permitan disponer de un excedente de U$S 150.000 para pagarle los intereses al banco. Y el banco - tras retener una ganancia bruta de U$S 50.000 (ese sera el spread), le entregar U$S 100.000 al inversor por haber colocado sus U$S 1.000.000. As, se produce una transferencia de riquezas desde un conjunto de fuerzas productivas hacia otro conjunto de fuerzas parasitarias pero, gracias a las caractersticas del sistema financiero moderno, esta transferencia se habr producido en forma annima. El sistema bancario acta como el instrumento de un sistema annimo que permite retener tajadas de los salarios de innumerables trabajadores y de innumerables sectores de la economa, para luego entregarlos al dueo del capital que, en nuestro ejemplo simplificado, acta en forma parasitaria y no-productiva. El factor destacable es que alguien en alguna parte siempre paga. La enorme complejidad del sistema financiero actual hace que el que est del lado de los que deben "pagar", aunque mas no sea percibiendo salarios menores a los que les correspondera en un

sistema econmico sano y equitativo, no solo no conocen al que se encuentra del otro lado del mostrador, sino que ni siquiera imagina que alguien se apropia de sus ingresos sin siquiera haber trabajado. Ambos se desconocen entre s. Ah yace una de las claves de la gigantesca fuerza del sistema: su casi absoluta anonimidad que torna imposible asignar responsabilidades. Todos somos responsables, todos somos partcipes, todos somos vctimas y todos estamos imposibilitados de hacer algo al respecto. Por ende, nadie es responsable. Este fenmeno llevado a nivel planetario se torna infinitamente mas complejo e imposible de desentraar. A lo sumo, podemos lamentarnos cuando los noticieros nos muestran la pobreza atroz reinante en las favelas de Ro de Janeiro, o las poblaciones negras masacrados en Ruanda y Burundi, o las villas miseria pobladas de desempleados en el Gran Rosario o el Gran Buenos Aires, o toda la enorme pobreza, inseguridad y decadencia moral que afecta a naciones grandes y pequeas, en mayor o menor medida a lo largo y a lo ancho del planeta. Todos se lamentan, pero nadie es responsable. Pues todo esta pobreza, perversin, decadencia y violencia surge en gran medida debido a los efectos del dinero parasitario que, a su vez, direcciona un tipo de desarrollo en una parte del mundo o sector industrial mientras deja de lado a otro, sin consideraciones morales, ticas o sociales, sino por mero inters econmico. A nivel nacional, esta problemtica la conocemos los Argentinos desde hace aos a travs del fenmenos de la Deuda Externa que tras sucesivas refinanciaciones hoy distorsiona la evolucin y futuro desarrollo de toda la economa nacional hasta dentro de varias dcadas.
El azar -

La complejidad de esta problemtica ha hecho que sus controladores le hayan incorporado importantes mecanismos de control social.

Uno de ellos lo comprobamos entre los miles de millones de espectadores de la globalizacin financiera que han desarrollado una malsana expectativa que podramos describir en lenguaje coloquial como una suerte de "timba planetaria". Hoy en todas partes y desde los mas variados ngulos, al hombre comn se le ofrece la posibilidad - en verdad, una quimera - de hacerse rico rpidamente. Loteras, lotos, sorteos, concursos, premios, bingos, quinielas, prodes, loterivas prometen en todo lugar, a toda hora y en toda ocasin autos cero-kilmetro, TV color, viajes al Caribe, sumas de dinero y una infinidad de premios. El fenmeno psicolgico que pretendemos destacar es que en todos estos casos se ensalza y enaltece como algo sumamente loable y positivo el que alguien cualquiera pueda acceder a algn bien sin haber aportado trabajo o esfuerzo alguno; sin tener otro mrito que el de la "buena suerte" de que sali su nmero en la quiniela. De esta forma, unos pocos se llenan de pequeas fortunas deparadas por la diosa "suerte" y son ensalzados como efmeros cuasi-hroes de la sociedad de consumo cuyos medios de difusin se encargan de fotografiarlos como ganadores del cero kilmetro o feliz acreedores de viajes al Caribe. Se genera de esta manera una actitud psicolgica entre la poblacin que percibe que adquirir algo sin aportar nada a cambio, es toda una virtud. El slo hecho de que "sali mi nmero" ciegamente transforma a una persona en acreedora de una cantidad de dinero o de un valor totalmente inmerecido. Inmerecido no tan solo por una cuestin moral sino porque segn la descripcin que hemos hecho del dinero y del trabajo que hace que sea inmerecido por el hecho de que no se realiz ningn aporte en trminos de trabajo como contrapartida. Pero es natural que el hombre actual considere que esto es lo mas normal y correcto, por cuanto el dinero en s, hoy en da crece y se reproduce por el solo hecho de tenerlo, sin que medie contrapartida en trabajo alguna. En realidad y como dijo algn gremialista Argentino, nadie se hace rico trabajando.

Desde luego que todas estas loteras, sorteos, lotos, quinielas y concursos cumplen una funcin vital de control social. Permiten mantener a las masas empobrecidas a raya evitando que sus frustraciones exploten, ya que generan expectativas e ilusin. Con solo comprar en tal o cual negocio, o adquirir una boletita de la quiniela, o guardar la factura de algn producto, la "Diosa Suerte" podr en cualquier momento regalarle el cero-kilmetro, los mil pesos o el viaje al Caribe. En una de esas, la suerte est apenas a la vuelta de la esquina. Se comprende entonces la enorme presin que ejercen estos juegos de azar, y la importancia y el relieve que se les otorga en los medios de difusin masiva. En rigor de verdad, actan como una suerte de vlvula de escape que permite robar sin quebrar la ley. Pues, de eso se trata: de robar dentro de la ley; de robar legalmente. Si un individuo asalta a un negocio o a un banco y roba $ 10.000, ser arrojado a la crcel: la ley lo penaliza rudamente e incluso corre el riesgo de ser herido o muerto si mientras comete su crimen se topa con algn polica o guardia de seguridad. Y socialmente, lo tiene bien merecido pues en definitiva, pretende llevarse dinero que no es suyo y por el cual no trabaj: es un burdo asaltante. Pero qu diferencia fundamental existe con el "sortudo" que se gana $ 10.000 en un bingo o en un concurso? Pues l tampoco ha aportado trabajo o mrito alguno por ese dinero que debiera reflejar trabajo. La diferencia formal radica en que no est fuera de la ley. La diferencia moral, sin embargo, es mnima. Es ms, llegado el caso, el asaltante de nuestro ejemplo al menos tuvo el coraje de cometer su atropello y arriesgar la propia integridad fsica. El "sortudo" ganador del bingo o del concurso ni siquiera tiene que hacer eso; solo le basta con ser un banal cobarde sobre quin el azar y la ciega suerte han recado. Los juegos de azar, junto a los entretenimientos, diversiones y pasatiempos profusamente propagados por los medios de difusin masiva conforman el pannem et cicernses de nuestra poca que generan el tipo de hombre

hedonista, egosta y amoral que le facilita ampliamente la tarea de dominio al poder detrs de las finanzas globalizadas. Por unas pocas monedas, se puede comprar su anuencia y pasividad ante la inequidad del mundo.
Crdito y Ahorro -

Otro factor psicolgico que condiciona la funcin del dinero se refiere al concepto del crdito y del ahorro. Aqu se ha producido o mejor dicho, instigado - una poderosa y fundamental modificacin paradigmtica respecto de la manera en que el hombre moderno se relaciona con el dinero. La misma es de trascendental importancia llegado el momento de lograr los mayores niveles de ventas para las empresas transnacionales que controlan la vida econmica mundial, como as tambin para controlar cada vez mas las actitudes, reacciones y comportamientos de vastos sectores poblacionales en todas las naciones del mundo. Como describimos en este ensayo, el valor del dinero debe medirse por el trabajo que representa. Consecuentemente, podemos decir que si el dinero que cobra un trabajador a fin de mes representa una suerte de bono por trabajo efectuado, entonces el crdito es dinero por trabajo futuro que el trabajador efectuar a lo largo de los siguientes meses. Es un bono por trabajo an no efectuado; por trabajo futuro. El crdito masivo - arma y herramienta muy poderosa de control social - surge de la evolucin de la relacin psicolgica que la gente mantiene con el dinero. Entre otros aspectos, esta relacin se encuentra ntimamente ligada a la idea de la previsin respecto de la cual se ha producido un cambio actitudinal fundamental a lo largo de los ltimos cincuenta aos. Este cambio lo podemos dividir en tres etapas claras, cada una de las cuales refleja una actitud muy diferente de la poblacin hacia el dinero. Comenzando con lo que podramos describir como la actitud tradicional del "ahorro previsor", la sociedad de consumo empuj al pblico en general hacia crecientes niveles de "consumo

inmediato", hasta llegar al actual frenes consumista que solo puede ser satisfecho por el "crdito masivo", o sea el consumo antes de lograr los medios para ello. Aclaramos que no criticamos los mecanismos econmicos del crdito en s - que no son ni buenos ni malos - sino ms bien la actitud psicolgica que el mismo instiga. Resumimos este desarrollo que ha logrado encadenar a millones de seres:

El ahorro previsor - El dinero interpretado como un bono por trabajo realizado en el pasado.

Si al dinero se lo ahorra, entonces se lo podr disfrutar en el futuro accediendo a bienes y servicios gracias a ese trabajo realizado en el pasado. El ahorro as interpretado, tambin permite hacer frente a futuras emergencias que requieran de mayores recursos que los que el flujo normal del trabajo puede deparar. De esta manera, se podr "echar mano a los ahorros", para poder hacer frente a potenciales vicisitudes. Es lo que la sabidura popular norteamericana de antao denominaba to save for a rainy day. El ahorro previsor corresponde a una actitud psicolgica centrada en la responsabilidad personal, la previsin y en la valoracin de la libertad individual que procura no depender ni de otros ni del Estado para las propias necesidades futuras. Su lgica consiste en consumir maana el fruto del trabajo de hoy.

El consumo inmediato - El dinero interpretado como un bono por trabajo realizado que debe utilizarse en su totalidad en forma inmediata. Usualmente, esto resulta as debido a las necesidades de subsistencia o, a menudo, para poder "mantener un estilo de vida".

Esta actitud psicolgica respecto al dinero se generaliz a partir de la Segunda Guerra Mundial en occidente y ya hoy rige en buena parte del mundo. Es el consumismo inherente al "American Way of Life", que genera un conjunto atractivo de necesidades para mejorar la calidad de vida, adoptadas por las clases media y media baja. As, se considera imprescindible disponer de un automvil, de distintos aparatos electrodomsticos, de vacaciones anuales y otros beneficios, an en el caso que los ingresos apenas permitan hacerlo. Con el consumo inmediato, el nivel de previsin ante vicisitudes futuras se torna muy bajo o nulo, puesto que el consumismo atenta contra el ahorro. En muchos pases, incluida la Argentina, el "Estado benefactor" asumi la funcin de resguardo de cada trabajador en caso de emergencias. Aunque ignora las virtudes del ahorro, sin embargo, el consumo inmediato representa un mecanismo que permite expandir la economa, mejorar el nivel de vida y hasta permite adquirir distintos instrumentos para evitar futuras vicisitudes: por ej., contratar seguros de vida o por incapacidad. El consumo inmediato corresponde a una actitud psicolgica que pone menor nfasis sobre el futuro y que est dispuesta a delegar en otros - el Estado, el sindicato o una aseguradora, por ejemplo - el cuidado de su propio futuro. Su lgica consiste en consumir hoy el fruto del trabajo de hoy; vivir el da.

El crdito masivo - Consumir hoy el trabajo de maana. Conforma una de las ms sutiles trampas que el nuevo orden mundial y su sistema de finanzas globalizadas le tiende al hombre. Aqu el afn de vivir segn patrones y estilos de vida estereotipados e impuestos a travs de la poderosa accin psicolgica desarrollada por los medios de difusin masiva,

determinan que la poblacin elija vivir mas all de sus posibilidades inmediatas, consumiendo ms de lo que sus ingresos y medios le permiten. La ubicuidad del uso de tarjetas de crdito, de "crditos fciles y rpidos", las vacaciones "fly now, pay later", y un enorme conjunto de alternativas, facilidades, cuotas, planes de pago y crditos a sola firma, instigan a la poblacin a endeudarse ms all de sus medios o, al menos, ms all de lo conveniente. Sea para poder llevarse ya la nueva heladera, o el televisor, o la videocasetera, o los pasajes areos, o el automvil, o la largsima lista de bienes y servicios sin los cuales hoy en da el hombre clase media en occidente se siente desgraciado. El problema radica, bsicamente, en el hecho de que en trminos generales, adquirir un bien o servicio a crdito significa comprar algo para lo cul no se dispone en la actualidad del dinero suficiente para ello. En algunos casos, cuando se trata de bienes fundamentales - una casa, o incluso un auto - bien puede valer la pena acceder al mismo a travs de un crdito. Sin embargo, cuando - como suele ocurrir - se sucumbe a la tentacin de adquirir muchos bienes a crdito que no son fundamentales y que obedecen al "imperativo consumista" del momento, entonces mucha gente termina por exceder su futura capacidad de pago. Esto es, precisamente, lo que las empresas de tarjetas de crdito y los bancos esperan del consumidor: pues de esta manera logran desarrollar uno de sus mas pingues negocios que es el de financiar y refinanciar la deuda, cobrando intereses compuestos y resarcitorios, que se acumulan en forma exponencial, pudiendo rpidamente arrastrar a cualquier familia hacia la crisis o la bancarrota. Y dado que todo crdito conlleva algn tipo de garanta real - un bien tangible y embargable o un garante solvente o el propio sueldo - el acreedor siempre termina cobrando la deuda.

El crdito masivo corresponde a una actitud psicolgica bsicamente negligente y ciega a las vicisitudes que el futuro puede deparar. Se trata de la psicologa de la decadencia en el sentido clsico de la palabra; el "eat and be merry, for tomorrow we die" - "comamos y pasmosla bien hoy puesto que maana estaremos muertos" - que caracteriz el final del Imperio Romano. Se trata de un perfil psicolgico que poco o nada valora su libertad personal. Su lgica, entonces, consiste en consumir hoy el fruto del trabajo de maana. El fenmeno descripto tambin es aplicable a empresas, organizaciones de diversa ndole y - particularmente - a los estados modernos, con lo que comenzamos a comprender mas claramente cul es el proceso que ha llevado a naciones enteras a endeudarse ms all de toda lgica. Y no nos referimos tan solo a naciones cuyo rumbo en las ltimas dcadas ha sido incierto, como podra ser el caso de la Argentina. Pues tambin comprobamos que la poblacin de los Estados Unidos se ha convertido en una de las mas endeudadas del planeta en trminos relativos. Si a las deudas privadas personales, le agregamos las deudas empresarias, mas las deudas pblicas del estado contratadas en nombre de la poblacin de cada nacin, entonces llegamos a cifras astronmicas que solo pueden explicarse y comprenderse a travs de los efectos conjuntos y acumulativos del multiplicador bancario, la especulacin, y un desaforado consumismo. En todos los casos, el fino equilibrio que debiera mantenerse entre las fuerzas laborales, la productividad, la expansin monetaria y un ordenado y equitativo crecimiento econmico ha sido ignorado por completo ya que un nico factor ha regido y se ha impuesto de manera irracional a lo largo de este complejo proceso: la irracionalidad en el uso y control del dinero. Tan es as que en los Estados Unidos, con un Producto Bruto Interno de ms de U$S

8.700.000.000.000, la deuda nacional hoy alcanza U$S 5.000.000.000.000. En Europa, pases como Blgica, Italia y Francia registran deudas publica y privada que exceden el PBI nacional. En la Argentina, con un PBI del orden de los U$S 300.000.000.000, tenemos una deuda equivalente a casi la mitad de esa cifra, gran parte de la cual se compone de deuda externa pagadera en divisas, convenientemente refinanciada segn el plan de pagos anuales pautados con el Fondo Monetario Internacional que presiona fuertemente sobre nuestras polticas de comercio exterior y asuntos fiscales, y que produce efectos negativos sobre la sociedad en su conjunto. Los niveles de endeudamiento planetario generan desempleo para millones y millones de personas, la quiebra de cientos de miles de empresas pequeas y medianas, la bancarrota de los sistemas previsionales para millones de personas, sin hablar del hambre, la desnutricin y la indigencia de cientos de millones de personas. En Nueva York existe un enorme cartel luminoso en Times Square que recuerdan a los estadounidenses que su deuda nacional hoy equivale a unos U$S 64.000 por familia. En la Argentina esa deuda de U$S 180.000.000.000 la venimos soportando en forma creciente desde hace ya mas de 20 aos y ha limitado nuestro desarrollo como nacin. Hoy su nivel equivale a ms de U$S 5.000 por persona. Con todas estas calamidades pasadas, actuales y por venir, no convendr preguntarse con quienes estamos todos tan endeudados? Resulta irnico que mientras que se ha hurgado profundamente en todas los excesos cometidos por el gobierno del Proceso Militar en la luncha antisubversiva entre 1976 y 1983, con gran cobertura de los medios de difusin y agresiva militancia de todos los grupos de "defensa de los derechos humanos", claramente alineados con la izquierda en su amplio espectro desde la social democracia hasta el comunismo, todos estos grupos de presin parecen desinteresarse por algo que nos afecta a todos en mayor medida: la deuda externa contrada durante ese rgimen.

Pues cuando se produjo el golpe de estado que en marzo de 1976 removi al gobierno de Isabel Martinez de Pern, la deuda externa era de poco ms de U$S 7.000 millones y al recibir Alfonsn el gobierno en Diciembre de 1983, esa deuda haba trepado a los U$S 43.000 millones. Nadie, sin embargo, alza la voz para que se investigue de una vez por todas la legitimidad de esa deuda, que durante el gobierno Alfonsn subi a U$S 62.000 millones y luego la gestin Menem transformara en parte en los conocidos Bonos Brady con lo que practicamente se torn imposible rastrear el origen ulterior de la deuda y sus intereses capitalizados a los largo de ya ms de dos dcadas. 27[27]

V. Herramientas: Instituciones Financieras Mundiales

Para comprender mejor como se ha desarrollado el sistema que ha permitido que la globalizacin de las finanzas adquiriese la dimensin y el poder que actualmente detenta, resulta necesario describir las funciones y los objetivos de un conjunto clave de instituciones financieras mundiales. En primer trmino, nos referiremos al Sistema de la Reserva Federal (Federal Reserve Board) de los Estados Unidos que es el banco central estadounidense y el principal instrumento de control de la moneda dlar, que desde fines de la Segunda Guerra Mundial asumi la funcin de moneda mundial. En segundo trmino, el Banco Mundial (World Bank) y el Fondo Monetario Internacional (International Monetary Fund), que operan complementaria y 27[27]

Ver, Hector Giuliano, El Fracaso del Plan Brady, a publicarse en la revista Fundacin Poltica y Letras, N 17.

coordinadamente. Y, por ltimo, la recientemente creada Organizacin Mundial del Comercio (World Trade Organization). Estas cuatro instituciones operan mancomunadamente, aunque en lo formal la primera es una agencia federal del gobierno estadounidense y las tres restantes son agencias de la Organizacin de las Naciones Unidas. Los orgenes de las cuatro tienen races en comn y su surgimiento formal puede rastrearse al conjunto de poderosos intereses poltico-econmicos que realizan su planeamiento geopoltico a mediano y largo plazo agrupados en torno al Council on Foreign Relations de los Estados Unidos.28[28]

El Banco de la Reserva Federal de los EE. UU. (Federal Reserve System) -

En otro lugar,29[29] nos hemos referido extensamente a esta entidad que funciona como el banco central estadounidense y que fuera fundado en 1913 inaugurando el sistema financiero moderno en ese pas. Tras dos guerras mundiales en las que esta nacin result victoriosa, su moneda - el dlar - se transform en la moneda de intercambio comercial para todo el mundo. El Banco de la Reserva Federal, aunque nominalmente una agencia del gobierno federal, en verdad funciona de manera totalmente autnoma siendo que es controlado por la banca privada de los Estados Unidos, y - ms precisamente - por el conjunto de intereses privados que controlan el poder econmico, financiero y poltico en esa nacin. La figura del Presidente de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal - cuyo cargo actualmente lo detenta Alan Greenspan - se la considera tan o ms importante que la del propio presidente, por ms 28[28] 29[29]
A. Salbuchi: "El Cerebro del Mundo: La cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, 1999.

A. Salbuchi: "El Cerebro del Mundo: La cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, 1999.

que sea de un perfil pblico infinitamente ms bajo. Aunque la sede poltica del "Fed" apropiada y disimuladamente se encuentra en Washington DC, su centro neurlgico se ubica en Nueva York, y ms precisamente en su sucursal del Federal Reserve Bank of New York. Ah funciona el Federal Open Market Committee (Comit Federal de Mercado Abierto), que fija las tasas de inters base que arrastra a todas las tasas de inters que se cobrarn dentro del sistema bancario estadounidense y, por ende, en el resto del mundo. Se trata del instrumento primario de control financiero del sistema mundial, por cuanto hoy existen tres monedas principales mundiales el dlar estadounidense, el euro y el yen siendo el dlar el de mayor peso. De esta manera, se determina cuales sern los niveles de inflacin, cul ser la expansin monetaria, cul ser la liquidez de los bancos, cuales sern las inversiones ms atractivas, y cual ser el nivel de desempleo. Tanto para Estados Unidos como - por arrastre - para el resto del mundo. En rigor de verdad, el Banco de la Reserva Federal impone aquellas pautas macro-econmicas que ms convienen a la tecnocracia supranacional que lo controla. Hace valer e impone decisiones que coinciden totalmente con los intereses de lo que muchos denominan la elite del Nuevo Orden Mundial - y ello con nombre y apellido -, y que se ve reflejada en las as-llamadas empresas Fortune 500: las 500 empresas principales de Estados Unidos y sus pares en el resto del mundo. Este compacto conjunto de hombres y mujeres que controlan y direccionan a las mayores estructuras productivas en la industria, el comercio, los servicios, los medios de difusin y la manufactura del mundo entero se agrupa alrededor de un grupo de think tanks o usinas de cerebros, de las que el Council on Foreign Relations representa el principal eje alineador mundial30[30] . All se realizan los anlisis de escenarios actuales y futuros, se diagraman 30[30]
Ver A. Salbuchi . op., cit..

estrategias y polticas, se evalan oportunidades y amenazas; se identifican amigos y enemigos y se elaboran amplias recomendaciones que luego son ejecutadas desde los distintos mbitos del poder mundial: las propias empresas supranacionales, los gobiernos, las casas de altos estudios, las fuerzas armadas y los medios de comunicacin social globalizados. El sistema financiero global conforma el motor que permite mantener a todo el sistema en perpetuo e incremental movimiento, ya que una de sus premises vitales lo conforma la necesidad de crecer permanentemente. Si dejara de hacerlo, pronto le sobrevendra una crisis ocasionada por el exceso de dinero especulativo que conducira a todo el sistema hacia un colapso implosivo. El sistema financiero global tiene mucho en comn con los tumores cancerosos que crecen descontroladamente y con resultados catastrficos para el cuerpo que los sufre. En este factor hemos de hallar una de las claves del futuro que tratamos en estas pginas, por cuanto si la fragmentacin de la Unin Sovitica en los aos noventa fue explosiva y fragmentadora, existen indicios que el capitalismo globalizado se encamina hacia una implosin de efectos an ms devastadores.

La Conferencia de Bretton Woods de 1944 -

Las tres restantes organizaciones a las que hemos hecho referencia, surgen del ideario de planificacin econmica mundial elaborada hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, y que es conocida por la historia como la "Conferencia de Bretton Woods", de la que participaron representantes de 44 naciones y que se llevara a cabo en el Hotel Mount Washington de la localidad de Bretton Woods en el estado de New Hampshire en el noreste estadounidense en Julio de 1944. Como parte del conjunto de agencias que formaran parte de la flamante Organizacin de las Naciones Unidas que sera conformada durante la Conferencia de San Francisco en 1945, se

disearon dos entidades con funciones financieras cuya actuacin resultara destacable para el mundo de la posguerra: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Nuevamente, a los idelogos de esta planificacin los podemos rastrear a un pequeo conjunto de empresarios, polticos e intelectuales agrupados en torno al Council on Foreign Relations31[31]. En aqul entonces, sin embargo, no se logr imponer al mundo una tercera organizacin que prevean sus planes: la Organizacin Mundial del Comercio, que hubiera completado este tringulo para la administracin de las economas del planeta. Resulta que el Congreso estadounidense no la aprob por considerar que una organizacin supranacional semejante implicaba una injerencia excesiva en los asuntos internos del pas.32[32] En rigor de verdad, como veremos ms abajo, ello resulta comprensible por cuanto la idea del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional podan justificarse con relativa facilidad por razones netamente econmicas, ya que las funciones de ambas organizaciones seran fundamental y formalmente econmicas y financieras, y su mbito operativo se concentrara en las naciones subdesarrolladas. La idea de la Organizacion Mundial del Comercio, sin embargo, presupona un ente de caractersticas polticas que podra imponer exigencias jurdicas sobre las naciones y la manera en que stas manejan su comercio exterior. Para conformar sta ltima, la elite mundial debi aguardar cincuenta aos ms hasta que naciones como Estados Unidos y algunos pases europeos, no se vieran amenazados por una organizacin del comercio de estas caractersticas.

31[31] 32[32]

Ver A. Salbuchi . op., cit.

Similarmente a como no aprobara el tratado de Versalles en 1921 con lo que el tradicional aislacionismo estadounidense mantuvo a Estados Unidos fuera de la creacin maestra del presidente Woodrow Wilson: La Liga de las Naciones.

El Banco Mundial (World Bank) -

Formalmente, creado para asistir en la reconstruccin de Europa tras la Segunda Guerra Mundial el denominado "Banco Internacional de Reconstruccin y Desarrollo", ms conocido como el Banco Mundial, rpidamente pas a desempear la funcin de financiador de las exportaciones de la tecnoestructura supranacional corporativa en relacin a grandes proyectos de infraestructura en pases en vas de desarrollo. Al financiar estos proyectos de infraestructura, lo haca dentro de las pautas de planeamiento a mediano y largo plazo del Nuevo Orden Mundial, con lo que el Banco Mundial ha venido logrando dos importantes objetivos:

Desarrollar y financiar en todo el mundo a aquellos proyectos infraestructurales y de desarrollo, segn la planificacin e intereses de la tecnoestructura supranacional, asegurndose que las empresas constructoras, las consultoras, la ingeniera y el equipamiento provenga, en su mayora, del conjunto de empresas transnacionales, como as tambin las lneas de crdito complementarias brindadas por la banca internacional privada. Esto tambin incluy planes educativos alineados con los paradigmas del mundialismo. De esta forma, se ha logrado impulsar distorsiones en el desarrollo de las naciones que reflejan los objetivos a mediano y largo plazo del gobierno mundial, ms que los intereses nacionales de cada pas. Financiar esta clase de proyectos por montos a menudo muy superiores a los que podran lograrse por otros medios de financiamiento, obteniendo a cambio de ello, garantas pblicas de los Estados as endeudados. En la prctica, el Banco Mundial no entrega el dinero a los Estados deudores sino que lo utiliza para pagar directamente a las empresas y consultoras transnacionales que proveer las tecnologas y know-how. A los Estados as beneficiados les quedan las

deudas as generadas para pagar y cuando no pueden hacerlo, aparece el FMI para impulsar las consabidas refinanciaciones. La estrategia ha venido desarrollndose desde hace dcadas, por cuanto la apertura de nuevos mercados requiere disponer de recursos energticos, caminos, desarrollo de industrias extractivas, infraestructura de comunicaciones y servicios, gran parte de los cuales son financiados por el Banco Mundial, mas all de la capacidad de pago actual y futura de las naciones en cuestin. El punto clave radica en que los Estados de cada nacin garanticen los crditos tanto del Banco Mundial como tambin la ingeniera crediticia complementaria proveniente de los principales bancos transnacionales aportando para ello todos los recursos del Estado que sean necesarios. Dado que, invariablemente, el Banco Mundial financia proyectos de envergadura, sus crditos son a mediano y largo plazos. En caso - como suele ocurrir casi sin excepcin - que los Estados luego no puedan hacer frente a las deudas contradas por cientos y miles de millones de dlares, se impulsan entonces las consabidas refinanciaciones sucesivas en las que el inters compuesto hace crecer las deudas originales de manera exponencial. Cuando se arriba a la inevitable etapa en que las deudas as generadas se tornan lisa y llanamente imposibles de pagar por el estado deudor, entonces se impulsan profundas reformas econmicas, estructurales y jurdicas que permiten el acceso directo a las riquezas y a las empresas infraestructurales: las privatizaciones y concesiones tan en boga actualmente. Incluso ya se empiza tmidamente a plantear la opcin de debt for territory cambiar deuda por territorios Pero estas etapas ulteriores no las opera el Banco Mundial en s, ya que su nico propsito consiste en generar las deudas entre los Estados. Y si su rol es generar deudas a mediano y largo plazo, el rol de cobrador lo desempea otra de las organizaciones nacidas en

Bretton Woods: el Fondo Monetario Internacional, cuyo rol consiste en refinanciar en el corto plazo los desequilibrios en las cuentas de los Estados. De esta manera, ambos conforman instrumentos de dominio y control sobre naciones y regiones dbiles.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) -

Efectivamente, le cabe al FMI imponer las condiciones econmicas, financieras, jurdicas y sociales que debern impulsar los distintos Estados, para luego poder pagar las operaciones crediticias realizadas por el Banco Mundial y las estructuras bancarias mundiales. El poder poltico del FMI es enorme por cuanto todos los pases endeudados han adquirido una dependencia adictiva sobre los nuevos influjos de capital prestamista internacional necesarios para poder seguir financiando sus dficit e importaciones.. Esos flujos de fondos en divisas fuertes son monopolizados por un compacto conjunto de bancos que slo liberan nuevas lneas de crdito una vez que el FMI da la luz verde a los mismos. Normalmente, cobran forma de financiaciones a corto y mediano plazo que al resultar insuficientes, abren las puertas a nuevas refinanciaciones, con lo que cobra vida el concepto del inters compuesto que crece exponencialmente y conforma uno de los factores que ahoga a los pases endeudados. La luz verde a las refinanciaciones del FMI solo aparece cuando el gobierno de cada nacin deudora accede a aplicar las conocidas fuertes medidas o "recetas" recesivas y distorsionadoras impuestas por el organismo internacional, que tienen una nica prioridad: lograr que las economas generen un supervit en divisas para poder cumplir con los compromisos del servicio de las deudas con la comunidad bancaria internacional y con el propio Banco Mundial. Y esas divisas fuertes solo pueden obtenerse: (a) exportando ms de lo que se importa, lo que implica,

(b) reducir el consumo interno y/o los salarios de la poblacin y/o generando desempleo para as reducir el consumo, y (c) aumentar la presin tributaria para que el estado disponga de los recursos necesarios para cumplir con el "servicio" de la deuda. Esta presin reduce la cantidad de dinero dentro de la economa lo que, nuevamente, reduce el consumo. De esta manera, se accede a controlar los recursos y los bienes reales aportados por las poblaciones nacionales, para pagar deudas casi inextinguibles debido al efecto exponencial del inters compuesto aplicado en las sucesivas y permanentes refinanciaciones. El prstamo original, sin embargo, casi siempre surge a travs de complejas ingenieras financieras en las que el factor multiplicador bancario, creador de "dinero de la nada" desempe un importante efecto. A pesar de no disfrutar de una imagen demasiado simptica en los medios de difusin mundiales, el FMI de todos modos resulta ser una entidad aceptable para la opinin pblica mundial por cuanto, (a) es formalmente una agencia de las Naciones Unidas y, por ende, es un organismo nominalmente "pblico" al cual los gobiernos recurren para recibir socorro ante la falta de divisas, y (b) sus medidas, recetas y requerimientos son formalmente de aceptacin voluntaria por parte de los gobiernos. Bien sabido es, sin embargo, que la no-aceptacin de las pautas del FMI significa que toda la comunidad bancaria internacional se rehusar a brindar socorro financiero alguno a la nacin dscola que se encuentre en dificultades. Si a sta se le seca la fuente de divisas, el caos econmico estar a la vuelta de la esquina, como descubri la Argentina durante el gobierno de Ral Alfonsn, que en 1988/89 decidi "romper con el FMI". La realidad rpidamente se

impuso dejando en claro quin era el ms fuerte, pues fue el propio FMI el que "rompi" al gobierno de Alfonsn. De todos modos, cabe enfatizar el FMI es bsicamente un instrumento del sistema financiero transnacional y su principal fuerza yace en su funcin como ejecutor de las polticas de la globalizacin y no debemos confundir esto con ninguna excepcional capacidad financiera del FMI. En rigor de verdad, la capacidad financiera del FMI es relativamente baja como qued demostrado durante las recientes crisis a partir de la de Mxico en 1994 en que poco pudo hacer financieramente por las suyas. Su poder real es, insistimos, poltico. Pero es un poder poltico delegado, de manera que identificar al FMI con el enemigo conforma un grave error equivalente a matar al mensajero porque no nos gusta el mensaje que nos trae. Y el FMI es precisamente eso: un mensajero de la estructura financiera global que viene a dictarle a cada pas cuales son las recetas que debe implementar en su economa.

Hay otras opciones?

Aqu cabe plantearse un tema fundamental y al mismo tiempo simple que los crculos financieros y los medios de difusin masiva se encargan de embrollar, que es, porqu un Estado debe recurrir a la financiacin externa para proyectos de infraestructura de bajo nivel tecnolgico? Existen alternativas que pueden implementarse en la prctica? Procuraremos describir esta propuesta alternativa de financiacin de proyectos y emprendimientos con un ejemplo que ilustre cmo podra financiarse un proyecto que no requiera insumos o asistencia del exterior, como es una autopista. La ideologa globalizadora pues recordemos que de eso se trata: de una ideologa -, nos ha colocado en la disyuntiva de creer que en todo emprendimiento

humano lo que realmente importa y vale es el dinero cuando, en rigor de verdad, la historia humana nos brinda infinidad de lecciones que demuestran exactamente lo contrario: lo que todo emprendimiento humano requiere es motivacin, creatividad y voluntad, los que son sinnimos de trabajo. Correspondientemente, la presente propuesta parte de la base de cmo movilizar las fuerzas del trabajo, para lo cul el dinero es un mero instrumento, y no a la inversa como ocurre hoy en que slo omos hablar de la necesidad de movilizar los capitales el dinero -, del cul el trabajo termina siendo un mero instrumento que se compra y vende con creciente indignidad en el mercado, como si se tratara de un insumo cualquiera. Por ende, es fundamental fijar nuestras prioridades correctamente desde un principio, ya que si no colocamos al trabajo en primer lugar, entonces las fuerzas del dinero son de tal magnitud que usurparn ese primer lugar para s mismas, como ocurre en la actualidad.
Un ejemplo ilustrativo

A modo de ejemplo, entonces, digamos que se desea construir una autopista de 50 kilmetros entre dos localidades de la provincia de Buenos Aires. Todas las fuerzas locales estn a favor del proyecto por cuanto: mejorar su integracin con otras localidades de la provincia y del pas, permitir cubrir esa distancia en una fraccin del tiempo que hoy demanda, aumentar los flujos de trfico generando la correspondiente expansin econmica, reducir la accidentologa vial, mejorar el intercambio cultural y educativo de sus habitantes, generar el desarrollo de nuevas localidades, y

brindar trabajo para decenas de empresas y miles de personas tanto durante los dos aos que dure su construccin, como as tambin durante las dcadas posteriores (que podr concesionarse por cuanto la participacin del sector privado es fundamental para todo el Programa propuesto). Por tratarse de una obra que no requiere tecnologas de punta, comprobamos que todos los elementos para su construccin se encuentran en el pas, desde los ms simples y obvios hasta los ms complejos: los trazados y terrenos adyacentes, el cemento, arena, cal, canto rodado y acero para sus cimientos; el asfalto para sus carriles, las columnas de iluminacin, carteles, rampas, barreras, pinturas, seales y otros elementos similares, las consultoras de ingeniera civil, electromecnica y topogrficas; las empresas constructoras, de movimientos de tierras, proveedoras de maquinarias viales, etc. los ingenieros, arquitectos, obreros y todo otro personal especializado o no. Las aseguradoras de los riesgos inherentes. Nos encontramos entonces con que tenemos la decisin poltica de hacer la autopista, tenemos los insumos y sus proveedores listos para realizar la obra, tenemos los trabajadores dispuestos a poner manos a la obra: todo parece esta listo para empezar a construir una obra que demandar dos aos de trabajo. Slo falta el dinero, que a los efectos de nuestro ejemplo digamos que asciende a $ 50.000.000 entre insumos, honorarios a consultoras y constructoras, sueldos y administracin del proyecto.

Segn el paradigma actual nada podr hacerse porque falta la financiacin, con lo que el dinero lo termina aportando algn organismo extranjero como el Banco Mundial o algn consorcio de bancos privados extranjeros radicados fuera o dentro del pas ms quizs alguna cuota menor de algn banco estatal como el Banco Nacin. Pero el grueso de la financiacin vendr del exterior y de la banca privada que, al revs que el Estado, no ven en la autopista un instrumento de promocin social sino que atendiblemente lo ven como un negocio, que les permitir cobrar un buen nivel de intereses. Como es sabido, el que pone la plata impone las condiciones, con lo que nos veremos condicionados a utilizar determinadas consultoras y proveedores preferidos por los financistas y otras pautas que seguramente elevarn el precio an ms. De manera que adicionando los intereses y estos otros factores, el costo total de la autopista habr ascendido entre un 20 y un 30 por ciento, con lo que el costo ya se nos fue a $ 65.000.000 o mejor dicho, a dlares 65.000.000. Como suele ocurrir, este monto simplemente pasa a engrosar ese agujero negro que es nuestra deuda externa que hoy asciende a casi U$S 180.000.000.000 (entre la pblica y privada avalada por el Estado; interna y externa), respecto del cual no podemos liquidar su capital y tan solo pagamos los casi U$S 9.000.000.000 anuales en intereses (con sangre, sudor y lgrimas...). Pero, qu pasara si este mismo proyecto lo hiciramos dentro del marco de lo que podramos denominar Programas Econmicos Autnomos (o algo por el estilo)? En un aspecto sera igual en el sentido de que partiramos de las mismas premisas, requerimientos y costos de una obra de $ 50.000.000, pero en lugar de buscar su financiamiento externo, el propio Estado emitira o bien un bono especfico para obras de infraestructura o, mejor an, billetes de moneda que se distingan de alguna manera del resto del dinero circulante.

Entonces, se podra iniciar la obra y el Estado comienza a motorizarla pagando insumos, honorarios profesionales y sueldos con esta emisin monetaria, segn su cronograma hasta completar los $ 50.000.000 a lo largo de los dos aos que dure la construccin. Una vez que empieza a operar la autopista, el Estado podr entonces comenzar a recuperar esa emisin especial a travs de peajes, contribuciones fiscales generadas por la expansin econmica promovida por dicha obra e impuestos pagados por los contratistas y sus empleados. Completado el ciclo, el Estado podr recuperar y retirar de circulacin esos $ 50.000.000 y destruirlo o, mejor an, reciclarlo para financiar otros proyectos en otras zonas del pas o segmentos de la economa. Las ventajas de este esquema son muy relevantes: Dado que el Estado no tiene (o no debiera tener) un fin de lucro, los $ 50.000.000 emitidos no generan intereses, evitando as pagar un centavo ms de lo que realmente vale el proyecto; A lo sumo el Estado podr cargar una mdica suma para solventar sus gastos de administracin del proyecto y dentro de este esquema monetario (cifra mnima en comparacin al costo del dinero bancario); El plazo para la recuperacin de la emisin de circulante puede medirse en funcin a lo que genera la autopista por peaje, el pago de impuestos de los proveedores y trabajadores y la expansin de la economa de la zona; Al ser una emisin monetaria interna, no afecta a la deuda externa ni genera intereses; permite al Estado independizarse del circuito financiero internacional e, incluso, del local; O sea, conforma una financiacin fuera del circuito bancario. Brinda trabajo a miles de empleados y a decenas de empresas durante los dos aos que dure la obra y las dcadas de su posterior operacin o concesin; Mejora la integracin de la regin;

Brinda al Estado total independencia en relacin a la mejor manera de manejar las licitaciones para proveedores, y todo otro parmetro de la obra. Este mismo tipo de esquema podra utilizarse para otras actividades de alto valor social como planes de vivienda, escuelas, hospitales, infraestructuras de distribucin energtica (gas, electricidad), caminos vecinales, s similares. El dinero as emitido podra asumir la forma de una serie especial de pesos no convertibles y de fcil identificacin (sea por su color o por algn formato distintivo), cuyo control monetario sera paralelo al del peso argentino convertible. Incluso podran emitirse series de pesos asignados al desarrollo puntual de regiones retrasadas (por ejemplo, una serie de pesos para promover proyectos dentro del noreste argentino y que slo tengan validez en las provincias de esa regin). Procuraremos describir esta propuesta de esquemas alternativos de financiacin de proyectos y emprendimientos con un ejemplo que ilustre cmo podra financiarse un proyecto que no requiera insumos o asistencia del exterior, como es una autopista. La ideologa globalizadora pues de eso se trata: de una ideologa -, nos ha colocado en la disyuntiva de creer que en todo emprendimiento humano lo que realmente importa y vale es el dinero cuando, en rigor de verdad, la historia humana nos brinda infinidad de lecciones que demuestran exactamente lo contrario: lo que todo emprendimiento humano requiere es motivacin, creatividad y voluntad, los que son sinnimos de trabajo. Correspondientemente, la presente propuesta parte de la base de cmo movilizar las fuerzas del trabajo, para lo cul el dinero es un mero instrumento, y no a la inversa como ocurre hoy en que slo omos hablar de la necesidad de movilizar los capitales el dinero -, del cul el trabajo termina siendo un mero instrumento que se

compra y vende con creciente indignidad en el mercado, como si se tratara de un insumo cualquiera. Por ende, es fundamental fijar nuestras prioridades correctamente desde un principio, ya que si no colocamos al trabajo en primer lugar, entonces las fuerzas del dinero son de tal magnitud que usurparn ese primer lugar para s mismas, como ocurre en la actualidad. Anatema!, gritarn los economistas y expertos. Eso generara inflacin y, para colmo, hoy va en contra de la Ley de la Convertibilidad. No ser que existen demasiados intereses internos y externos que no desean ver este tipo de operacin, prefiriendo que nos mantengamos claramente endeudados con las estructuras financieras globalizadas? A esta altura de los acontecimientos, a todos debe quedarnos muy en claro que no se trata de manera alguna de "cuidarnos de los de afuera", puesto que existen dentro de nuestro pas legiones de economistas, formadores de opinin, funcionarios de gobierno, operadores de diversa ndole y expertos bien pagos de todo tipo, que se encuentran claramente alineados con los paradigmas de la globalizacin financiera. Como dicen los estadounidenses, "with friends like these, who needs enemies?".33[33] Idntica situacin comprobamos en los dems pases de la regin.
La Organizacin Mundial del Comercio (OMC)

Como dijramos, esta tercera organizacin, planeada en Bretton Woods en 1944, recin pudo surgir cincuenta aos ms tarde tras la clausura de la Ronda Uruguay del GATT. Resulta posible comprender las razones de ello si observamos las dificultades que durante dcadas debi superar aqul embrin de la Organizacin Mundial del Comercio, que es el GATT, General Agreement on 33[33]

"con amigos como stos, quin necesita de los enemigos?..."

Trade and Tariffs - Acuerdo General de Comercio y Aranceles. Cuando en 1994 y tras siete aos de negociaciones y presiones de la tecnoestructura supranacional, pudo concluirse con aquella Ronda Uruguay, el camino quedaba allanado para que a partir de 1995 iniciara sus funciones la OMC. La resistencia que hace cincuenta aos surgi dentro de los Estados Unidos se haba basado en el hecho de que la idea del OMC implicaba la aceptacin de un fuero de legislacin y arbitraje supranacional en materia econmica que se ubicara por encima de todos los gobiernos nacionales. Hoy ello se ha convertido en una realidad, como reflejo de cun fuertes son los resortes del poder detentado por el mundialismo, que ha logrado ubicarse por encima de la nica superpotencia del planeta. No obstante ello, la OMC se est transformando en un punto focal de atencin de las corrientes de opinin contrarias a la globalizacin, como qued demostrado durante los violentos disturbios que tuvieron lugar en Seattle, Washington a fines de 1999 durante la reunin plenaria de la organizacin. Aqu quisiramos detenernos para sealar un aspecto vital y, no por obvio menos sutil, que es que en el nivel del que estamos hablando, los factores financieros descriptos ya no buscan tan slo el mayor rendimiento para sus inversiones, la maximizacin de los mrgenes de utilidad y retorno, o la bsqueda y apertura de nuevos mercados. Eso slo rige a otra escala econmica, pero no cuando las finanzas se miden en miles de millones de dlares. Un viejo adagio dice que cuando un hombre tiene $ 1.000, trabaja mas intensamente para lograr tener $ 10.000. Cuando tiene esos $ 10.000, empieza a soar con una linda casa propia y entonces su ambicin es tener $ 100.000. Cuando logra los $ 100.000, suea con una empresa propia y con su primer milln de pesos o dlares. Cuando logra ese primer milln, quiere "vivir a todo trapo" y quizs suee con tener $ 10.000.000. Y as sucesivamente. Pero cuando llega a un determinado nivel de riqueza - $ 100.000.000, por ejemplo - ya no puede mejorar su nivel de vida,

puesto que todo lo tiene y nada le puede faltar. Entonces, es a partir de ah que se produce una transformacin muy comprensible y muy importante. En este nivel econmico, los detentores de semejantes fortunas suelen concentrarse en una nueva meta: incrementar sus riquezas, ya no por razones econmicas sino por razones polticas, o sea, para tener Poder. Y si tales personas se unen y alan con otros talentosos, ambiciosos y creativos entrepeneurs que se encuentran en su misma situacin y coordinan sus esfuerzos, acciones y talentos, dejando de lado aspectos secundarios, entonces uniendo sus sinergias, lograrn, entre todos, detentar mucho Poder. Por eso, cuando en estas pginas hablamos de miles de millones de dlares que fluyen de un mercado a otro, de un sector a otro, y de una nacin y regin a otra, no estamos hablando tan solo de factores financieros o de beneficios, utilidades y ganancias. Estamos hablando de Poder. De ah se comprende mejor el origen del actual proceso de fuerte concentracin que est experimentando el capitalismo en las ltimas dos dcadas. En todos los sectores industriales, comerciales y de servicios observamos que cada vez existen menos empresas medianas ya que en cada industria, todo parece concentrarse alrededor de conjuntos cada vez mas compactos de gigantescas organizaciones empresarias transnacionales globalizadas. En las industrias manufactureras, en los servicios, en la energa, en los multimedios, las empresas se agrupan, reagrupan, fusionan y adquieren otras menores, transformndose en monstruos gigantescos, controlados por compactsimos grupos de personas que, a su vez, se coordinan muy hbilmente entre s. A esto se le llama Poder. No ha de sorprendernos entonces, cuando verificamos que el 20% de la poblacin de mayores recursos en todos los pases del mundo concentra crecientes cuotas de riquezas, mientras que el 20% mas pobre dispone de una cuota cada vez menor en la repartija de riquezas. Y el 60% restante que conforma las "clases medias" o

trabajadoras, quedan estabilizadas y amenazadas por la inseguridad laboral y previsional. Las 1.000 principales empresas estadounidenses (las as-llamadas Fortune 1000) generan el 60% del PBI en ese pas, mientras que el restante 40% del PBI lo desarrollan unas 11.000.000 de PYMES que estructuralmente son dependientes del poder econmico-financiero de las 1000 primeras.34[34] A su vez, el 70% del comercio mundial queda bajo el control de unas 500 empresas multinacionales, mientras que el 1% de todas las multinacionales son dueas y controlan el 50% de la masa total de las inversiones extranjeras directas en los pases en vas de desarrollo.35[35] Segn una estadstica citada por Richard J Barnet en la revista The Nation, existen actualmente 358 multi-millonarios que disfrutan de un patrimonio conjunto de $ 760.000.000.000, lo que es equivalente al patrimonio de las 2.500.000.000 de personas ms pobres del planeta.36[36]
Una nueva arquitectura financiera planetaria

Cules son los siguientes pasos que preparan los impulsores de la globalizacin? Algo de ello podemos intuir de un informe recientemente aparecido en la revista Foreign Affairs, vocero oficial el Council on Foreign Relations, en cuyo nmero correspondiente a Nov./Dic. 1999 (Vol. 78, No. 6), se incluye un Informe generado por un equipo de tareas del Council denominado El Futuro de la Arquitectura Financiera Internacional. Este equipo de tareas se form en base a una sugerencia del presidente Bill Clinton quien en Septiembre 1998 sugiri que un grupo de notables del sector privado, evale la necesidad de reformar la arquitectura financiera 34[34] 35[35] 36[36]
Paul Hawken, "The Ecology of Commerce", Nueva York, Harper Collins 1993, pg. 8.

Artculo The Power of Translationals, The Ecologist, No. 22 (No. 4, Jul-Ago 1992).

Artculo Stateless Corporations: Lords of the Global Economy, The Nation, 19-Dic-94.

internacional. Con esto en mente, el Council auspici la formacin de correspondiente equipo de tareas presidido por Peter G. Peterson (chairman del Council on Foreign Relations y del Blackstone Group) y Carla Hills, ex-Representante Comercial de Estados Unidos bajo el presidente George Bush. Su objetivo era proponer medidas para conjurar el mayor desafo financiero al que se enfrenta el mundo en el ltimo medio siglo, nuevamente segn palabras de Clinton, ya que el informe nos dice que cuanto ms xito tengan los estadounidenses en reducir la frecuencia y severidad de las crisis financieras incluidas aquellas que afectan a las economas emergentes, mejores sern las posibilidades de proteger los puestos de trabajo de los norteamericanos, sus ahorros y la seguridad nacional, mientras se promueve la prosperidad global [el nfasis es nuestro]37[37] Las propuestas de este Grupo resultan por dems previsibles cuando se observa que el mismo qued conformado por miembros conspicuos del Council on Foreign Relations y de la globalizacin. Entre ellos, se encontraban, aparte de Peterson y Hills, los economistas Martin Feldstein, Paul Krugman, Barry Eichengreen, Peter Kenen, James Schlesinger, Laura DAndrea Tyson y Morris Goldstein; el presidente del grupo asegurador AIG - American International Group, Maurice Greenberg; el especulador, George Soros; los banqueros, Paul Volcker (ex-presidente del Banco de la Reserva Federal), William Rhodes (vice presidente del CitiGroup), y Stephen Roach (Director Ejecutivo de la banca Morgan Stanley Dean Witter); y los mximos jefes de empresas como Xerox (Paul Allaire), y United Technologies (Kenneth Dam), entre otros. Recordemos que el propio instigador de este equipo el presidente

37[37]
172.

The Future of the International Financial Architecture Foreign Affairs, Nov/Dic 1999 Vol. 78, N 6 pg.

Clinton es tambin miembro del Council y de su brazo internacional, la Trilateral Commission.38[38] El Informe publicado en Foreign Affairs, bsicamente pide mucho ms poder para la dupla FMI / Banco Mundial los que deben paulatinamente transformarse en una suerte de banco central planetario, operando mancomunadamente con el Banco Internacional de Liquidaciones en Basilea, Suiza (el banco central de los bancos centrales) y los crculos financieros y polticos del mundo industrializado. Seste Informe hace seis propuestas, sugiriendo que esta nueva arquitectura financiera global debiera:
1.

2.

3.

4.

5.

6.

Promover los esfuerzos de prevencin de crisis entre las economas emergentes, 2. Permitir que el ahorro fluya hacia los pases y las aplicaciones en que obtengan las mejores utilidades, 3. Promover que se sobrelleve equitativamente el peso de las crisis cuando stas ocurren, entre acreedores privados, deudores pblicos y acreedores pblicos, 4. Aumentar el rol de los incentivos de mercado en la prevencin y resolucin de crisis, 5. Transformar la reforma de la arquitectura financiera global en una calle de doble mano, en que los pases industrializados tambin hagan su parte, 6. Reorientar los mandatos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial sobre aquellas reas en las que estn mejor equipados para actuar.
1.

Para que quede bien en claro que un renovado FMI actuar como una suerte de polica global en materia financiera, el Informe propone que a partir de ahora, el FMI debiera realizar prstamos 38[38]
Copista, Crdoba, 1999. Los lectores que deseen mayores datos podrn hallarlos en Salbuchi, El Cerebro del Mundo... Ediciones del

a trminos ms favorables a aquellos pases que tomen pasos efectivos para reducir su vulnerabilidad ante las crisis. Para aumentar la seguridad del mercado privado permitindole una efectiva prevencin de crisis, el FMI debiera publicar un informe de estndares que peridicamente evaluar el cumplimiento de cada pas miembro con estndares financieros internacionales. A su vez, debiera publicar sus evaluaciones regulares de las polticas y perspectivas econmicas de cada pas.39[39] Entre sus recomendaciones, sugiere que se evite el influjo descontrolado de Inversiones Directas Extranjeras en pases emergentes y notablemente para nosotros -, su Recomendacin N 4, dice textualmente, Decirle no a las tasas de cambio fijas o sea, el propio FMI reconoce que polticas como la impuesta desde hace casi una dcada en la Argentina con la ley de convertibilidad resultan altamente nocivas. Contina diciendo al respecto el Informe que Uno de los pasos ms importantes que puede adoptar una economa emergente para reducir el riesgo de una crisis consiste en implementar una poltica cambiaria correcta. Los hechos de los ltimos dos aos nos han demostrado el riesgo que implica tratar de defender una paridad cambiaria sustentada sobre un objetivo cambiario pblicamente declarado por el gobierno, particularmente con aquellos regmenes basados sobre esquemas de convertibilidad (en que una economa emergente ata el valor de su moneda a la moneda de otra economa ms fuerte, usualmente el dlar estadounidense, con la opcin de ajustar la paridad cuando las condiciones fundamentales cambian). Tailandia, Malasia, Filipinas, Indonesia, Rusia y el Brasil se vieron todos obligados a abandonar sus pautas de tasa de cambio oficiales durante las recientes crisis que afectaron a las economas emergentes. el potencial riesgo que representan las tasas de cambio rgidas, particularmente su vulnerabilidad ante cualquier crisis, excede cualquier beneficio que pueda acarrear. Las tasas de cambio fijas 39[39]
Op. Cit. pg. 174.

se tornan muy problemticas cuando la moneda local resulta sobrevaluada..una tasa de cambio sobrevaluada se refleja en baja la competitividad lo que hace que la moneda se transforme en un blanco para los especuladores. Y esto o dice el propio FMI que tras analizar las fuerzas que se lanzan sobre las economas que insisten en mantener esquemas como el de la Convertibilidad (mantener la paridad cambiaria al costo de tasas de inters altas), termina con una simptica metfora al decir que en la mayora de estas batallas, David con su honda (o sea, su tasa de inters fija y altas tasas de inters), se ve aplastado por Golat (el mercado internacional de capitales) y no resulta fcil ver porqu esta asimetra habra de desaparecer en un futuro previsible.40[40] Concluye el Informe enfatizando la necesidad de reformar a los mellizos de Bretton Woods y, especialmente al FMI que debe normalmente prestar menos y concentrarse ms en promover la prevencin de crisis, aplicando las tcnicas y metodologas del risk management para conjurar la volatilidad de los mercados globales, o al menos para que le sirva de instrumento para proseguir en la transformacin y trituracin de diversos sectores y regiones del planeta de una manera controlada. La metodologa del risk management permite hacer precisamente eso. Como prximo paso, el equipo de tareas sugiere crear un vehculo que permita reunir el necesario apoyo poltico y establecer un cronograma adecuado para reformar la arquitectura financiera internacional. Menciona que hubo entre sus miembros distintas opiniones y puntos de vista acerca de cmo mejor lograr este nuevo orden financiero global como, por ejemplo, a travs de la instrumentacin de controles integrales sobre los flujos de capital, la adopcin de una moneda nica, reformas profundas del FMI (que van desde su abolicin hasta su reemplazo por un fondo mucho ms grande y poderoso), y

40[40]

Op. Cit. pg. 179.

la formacin de nuevas instituciones regulatorias supranacionales. [el nfasis es nuestro].41[41] Este informe del Council on Foreign Relations, resulta de gran inters pues nos est sealando el camino hacia lo que se viene en la presente dcada y resulta particularmente interesante para nuestro pas, por cuanto el anterior gobierno Menem y el actual gobierno de la Ra, mantienen a rajatable el actual esquema de Convertibilidad, a pesar de que el propio FMI lo seala como un peligro latente y grave. Y porqu es esto as? Pues en el caso de la Argentina, es el propio FMI exige que se mantenga la Convertibilidad pues de no hacerlo, la Argentina prcticamente no podra hacer frente al pago de los intereses de la deuda externa con lo que entrara en cesacin de pagos. Por eso, la Convertibilidad Argentina se mantendr mientras el FMI as lo considere necesario. Los lectores que deseen una explicacin ms acabada podrn hallarla en los escritos del Lic. Hector Giuliano sobre toda la problemtica de la deuda externa argentina.42[42]

41[41] 42[42]

Op. Cit.,pg. 184

Ver, por ej., El Fracaso del Plan Brady, a publicarse en la revista Fundacin Poltica y Letras, N 17.

Conclusiones Sopesando debidamente la incidencia real que tienen los factores descriptos en el presente ensayo, y sacando las conclusiones del caso - tanto las obvias como las que lo son menos -, se podr concluir que la integracin creciente de la Argentina dentro de las estructuras de las finanzas globales acarrea algunas ventajas y muchos evidentes e importantes peligros. Algunos de sus efectos los podemos verificar claramente a travs de las fuertes distorsiones que se vienen operando sobre nuestra economa en las ltimas dcadas. Sin embargo, rara vez se acierta en identificar las causas de estos efectos negativos. Los medios de difusin masiva no ayudan a ello dado que, hoy ms que nunca, sus propios intereses econmicos se encuentran alineados con los de las estructuras financieras globales y no con los de la Nacin. Insistimos que el punto clave radica no tanto en criticar el sistema vigente sino en reconocer que el mismo obedece a estructuras de poder claramente identificables. Estas hacen lo que cualquier grupo, organizacin o conjunto de individuos hace cuando dispone de poder: lo utiliza para promover sus intereses. El punto clave para los Argentinos yace entonces en comprender y determinar slidamente los siguientes aspectos:

En qu medida los intereses representados por los grupos y organizaciones supranacionales que se valen del sistema global financiero coinciden con los de nuestra comunidad y sus sectores econmicos. Entre estas organizaciones debemos incluir sus estructuras satlite en nuestro pas y sus voceros y operadores tanto en los sectores privado como pblico. En qu medida la globalizacin financiera mobiliza y direcciona factores polticos, sociales, econmicos y culturales que puedan representar amenazas para nuestra comunidad y que surten efectos absolutamente contrarios al orden democrtico.

En qu medida la falta de una adecuada comprensin de este amplio y complejo conjunto de factores relacionados con la globalizacin financiera no nos arrastra por caminos poco convenientes y mal comprendidos por nuestras clases dirigentes, tanto empresaria, acadmica y gobernante. En qu medida estamos ignorando opciones econmicas y financieras que permitiran una mayor fuerza y salud econmico-social para nuestra comunidad. Al haber asumido como propio el paradigma propiciado por el poder que rige la globalizacin financiera, automticamente damos por perdida la batalla por el desarrollo equilibrado y equitativo antes de siquiera haberla peleado. En qu medida el errneo diagnstico de los efectos directos e indirectos de los fenmenos de la globalizacin financiera no representan una amenaza directa a la integridad del Estado-nacin argentino en el mediano plazo.

Por ltimo, sealemos que la Argentina no tiene un problema econmico y mucho menos un problema financiero: lo que la Argentina tiene es un gravsimo problema poltico. Y ello lo vemos reflejado en buena parte de nuestra dirigencia poltica, pues an cuando ella se inserta en el Estado, conviene no dejarse confundir por sus cargos formales. Esos hombres y esas mujeres podrn detentar el ttulo de ministro, secretario, diputado, senador, intendente, gobernador e incluso presidente, pero pronto nos damos cuenta de que no detentan un poder autnticamente soberano. Sea porque no saben o porque no quieren saber cuales son sus verdaderas responsabilidades y cuales son las funciones que el Estado a su cargo debe cumplir. Les resulta mucho ms fcil y cmodo convertirse en meros delegados de aquellas organizaciones que s detentan el poder en el mundo. Ya que hemos hablado bastante de las estructuras econmicas y financieras privadas, permtasenos tomar prestado un concepto del mbito de la empresa privada, y utilizarlo para visualizar al

debilitado Estado-nacin moderno el argentino, por ejemplo. La empresa privada capitalista se estructura dividiendo el poder dentro de la misma segn un modelo tripartito que, en orden ascendente, abarca desde la gerencia, pasando por el directorio, hasta los accionistas. Como hemos visto, en una empresa privada, el gerente general claramente detenta un poder delegado que le permite tomar medidas de alto perfil y resonancia; pero jams deja de ser un empleado delegado del directorio, el cul a su vez representa a los verdaderos dueos del poder real que son los accionistas. Como hemos dicho, son ellos los verdaderos dueos de la organizacin, ms all de que los veamos y conozcamos o no. As el gerente general parece tener "la suma del poder", pudiendo tomar o despedir a empleados, abrir o cerrar sucursales y plantes, y promover todo tipo de estrategias. Pero ese poder es un poder que le es delegado por el directorio, que a su vez avala y supervisa las operaciones de la empresa, segn un poder que le es delegado por los accionistas quienes s tienen la suma del poder dentro de la organizacin. Pues el gerente general puede ser removido por el directorio cuando ste lo considere necesario, de la misma forma en que el propio directorio puede ser reemplazado por los accionistas. Si por un instante visualizamos a los presidentes de los pases de nuestra regin como gerentes generales de sus respectivos pases y a sus ministros y secretarios de Estado como simples gerentes y subgerentes de rea, entonces comenzamos a comprender muchas cosas, y el por qu de nuestra casi permanente frustracin y creciente pauperizacin. Pues entonces descubrimos que el factor clave para comprender el orgen de nuestro problema poltico consiste en descubrir la identidad del directorio - por as decirlo -, que delega su poder en los actuales presidentes-gerentes generales. Y, si vamos ms arriba an, en identificar quienes son los autnticos accionistas de nuestro pas.

Descubriremos entonces que, tristemente, stos dos ltimos probablemente ni siquiera se encuentran mayormente dentro del pas, y que a menudo poco o nada les interesa el bienestar, futuro y dignidad de nuestro pueblo. As, comenzamos a comprender que las decisiones clave que hacen al destino de la Argentina no se toman en la Casa Rosada o en el Congreso de la Nacin, sino en los directorios y en los bancos de cerebros de Nueva York, Londres y Washington. Por eso, de poco o nada sirve enojarse con los circunstanciales ocupantes del silln de Rivadavia o con ministros, gobernadores e intendentes. Debemos ir mucho ms a fondo y comprender que el sistema de coloniaje que reina sobre la Argentina es mucho ms sutil y poderoso. A modo de grfico comparativo entre el orden privado y el (des)rden pblico descripto, digamos que existen dueos, administradores y operadores que en ambos rdenes cumplen funciones especficas:
Nivel Dueos y mximos decisores que detentan el Poder Real Administradores del Poder Real Operadores del Poder Formal Empresa Accionistas Estado Estructura estratgica y poltica de la globalizacin (privadas) Estructura financiera globalizada y supranacional (privadas) Presidente, Ministros, Secretarios, Gobernadores, etc.

Directorio Gerentes

En sntesis: la gran privatizacin del mundo actual es la privatizacin del poder mundial." En estas breves pginas solo nos proponemos colocar el tema de la globalizacin financiera en el centro del escenario de la problemtica de nuestra Comunidad. Nos guste o no, el gigantesco poder que detenta la superestructura financiera mundial nos afecta a todos y su influencia se hace sentir cada vez ms poderosamente. Bien conviene, entonces, comprender cmo opera y cuales son los

caminos que nos quedan abiertos para evitar las importantes amenazas con las que nos desafa. Ello no implica que recomendemos una resistencia frontal a estas fuerzas financieras mundiales. Primeramente, porque ello sera una actitud suicida y, en segundo trmino, porque ello no nos permitira tomar ventaja cabal de algunas de las innegables oportunidades que s nos brinda. Lo vital radica en no ignorar las amenazas que representa y en buscar mecanismos para neutralizarlas. Ello requiere una buena dosis de independencia intelectual y de sentido comn cuando evaluamos y diagnosticamos nuestra situacin actual y nuestras posibilidades futuras. En realidad, requiere de un esfuerzo interdisciplinario que identifique, evale e interprete toda esta compleja problemtica desde los mbitos de la poltica, la economa, la sociologa y las estrategias para la defensa. No nos cabe dudas que este es el verdadero desafo que representa la globalizacin para nuestra comunidad, nuestra Nacin y nuestra regin. Desafo que aguarda que hombres y mujeres lcidos y con coraje enfrentemos en bien de nuestro futuro y el de nuestros hijos. Sino, en pocos aos ms no habr ya una Argentina para defender puesto que habremos sido totalmente derrotados por un sistema sutil e insidioso. Habremos perdido la guerra sin siquiera haber comprendido que se trataba, efectivamente, de la ms importante y trascendente lucha por nuestra supervivencia.

Bibliografa:
Galbraith, John Kenneth Goldsmith, Sir James Greider, William Hawken, Paul Heilbroner, Robert Korten, David C. Martin, Hans-Peter y Schumann, Harald Quigley, Carroll Salbuchi, Adrian Salbuchi, Adrian Money: Whence it Came, Where it Went Hay traduccin al castellano, "El Dinero", Editorial Ariel, Barcelona, 1996. La Trampa, Editorial Atlntida, Buenos Aires, 1993, One World, Ready or Not,Simon & Schuster, Nueva York, 1997 The Ecology of Commerce, Nueva York, Harper Collins 1993 Economics as Universal Science, publicado en el journal "Social Research" Vol. 58, N 2 (Verano 1991). When Corporations Rule the World, Kumarian Press, West Hartford Connecticut, 1995. La Trampa de la Globalizacin: el ataque contra la democracia y el bienestar. Santillana-Taurus, Madrid, 1998 Tragedy & Hope, MacMillan, Nueva York, 1966, El Cerebro del Mundo: La cara oculta de la Globalizacin, Ediciones del Copista, Crdoba, 1999. World Government: Poltica y Poder en el Siglo XXI, Edicion privada, Buenos Aires, 1995 Neue Wege in der Volkswirtschaft Bcherei an die Nation Leipzig, 1929 A Survey of the World Economy, insert publicado con el nmero de la revista "The Economist" de Londres del 28Sep-96 Report: The Future of the International Financial Architecture, Nov./Dec. 1999, Vol. 78, No. 6. Diversos artculos de las publicaciones The Economist, Foreign Affairs, La Nacin, Clarn, mbito Financiero, The New York Times y otras.

Schacht, Hjalmar The Economist

Foreign Affairs Varios

Buenos Aires, Marzo de 2000 -

Adrian Salbuchi.

Adrian Salbuchi - Argentina: Colonia Financiera?

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