FOUCAULT El Orden Del Discurso
FOUCAULT El Orden Del Discurso
FOUCAULT El Orden Del Discurso
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Leccin inauguial en el Collge de Fiance
pionunciada el 2 de diciembie de 1970
[9]
En el discuiso que hoy debo pionunciai, y en lodos aquellos que,
quizs duianle anos, habi de pionunciai aqu, hubieia piefeiido
podei deslizaime subiepliciamenle. Ms que lomai la palabia, hubieia
piefeiido veime envuello poi ella y lianspoilado ms all de lodo
posible inicio. Me hubieia guslado daime cuenla de que en el momenlo
de poneime a hablai ya me pieceda una voz sin nombie desde haca
mucho liempo: me habia baslando enlonces con encadenai, pioseguii
la fiase, inlioduciime sin sei adveilido en sus inleislicios, como si ella
me hubieia hecho senas quedndose, un momenlo, inleiiumpida. No
habia habido poi lanlo inicio, y en lugai de sei aquel de quien piocede
el discuiso, yo seia ms bien una pequena laguna en el azai de su
desaiiollo, el punlo de su desapaiicin posible.
Me habia guslado que hubiese delis de m (habiendo lomado des-
de hace liempo la palabia, iepiliendo de anlemano lodo cuanlo voy a
decii) una voz que hablase as: Hay que conlinuai, no puedo conli-
nuai, hay que decii palabias mienlias las haya, hay que deciilas hasla
que me encuenlien, hasla el momenlo en que me digan -exliana
pena, exliana falla, hay que conlinuai, quizs esl ya hecho, quizs ya
me han dicho, quizs me han llevado hasla el umbial de mi hisloiia,
anle la pueila que se abie anle mi hisloiia, me exlianaia si se abiieia.
Pienso que en mucha genle exisle un deseo semejanle de no lenei
que empezai, un deseo se-[10]mejanle de enconliaise, ya desde el
comienzo del juego, al olio lado del discuiso, sin habei lenido que
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consideiai desde el exleiioi cuanlo poda lenei de singulai, de lemible,
incluso quizs de malfico. A esle deseo lan comn, la inslilucin
iesponde de una maneia iinica, dado que devuelve los comienzos
solemnes, los iodea de un ciculo de alencin y de silencio y les impo-
ne, como queiiendo dislinguiilos desde lejos, unas foimas iilualizadas.
El deseo dice: No queiia lenei que enliai yo mismo en esle oiden
azaioso del discuiso, no queiia lenei ielacin con cuanlo hay en l de
lajanle y decisivo, queiia que me iodeaia como una lianspaiencia
apacible, piofunda, indefinidamenle abieila, en la que olios iesponde-
ian a mi espeia, y de la que biolaian las veidades, una a una, yo no
lendia ms que dejaime aiiasliai, en l y poi l, como algo abandona-
do, flolanle y dichoso. Y la inslilucin iesponde: No hay poi qu
lenei miedo de empezai, lodos eslamos aqu paia mosliaile que el
discuiso esl en el oiden de las leyes, que desde hace mucho liempo se
vela poi su apaiicin, que se le ha piepaiado un lugai que le honia
peio que le desaima, y que, si consigue algn podei, es de nosolios y
nicamenle de nosolios de quien lo obliene.
Peio quizs esla inslilucin y esle deseo no son olia cosa que dos
iplicas opueslas a una misma inquielud: inquielud con iespeclo a lo
que es el discuiso en su iealidad maleiial de [11] cosa pionunciada o
esciila, inquielud con iespeclo a esla exislencia liansiloiia deslinada
sin duda a desapaiecei, peio segn una duiacin que no nos peilenece,
inquielud al senlii bajo esla aclividad, no obslanle colidiana y giis,
podeies y peligios difciles de imaginai, inquielud al sospechai la
exislencia de luchas, vicloiias, heiidas, dominaciones, seividumbies, a
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liavs de lanlas palabias en las que el uso, desde hace lanlo liempo, ha
ieducido las aspeiezas.
Peio, ,qu hay de peligioso en el hecho de que las genles hablen y de
que sus discuisos piolifeien indefinidamenle? ,En dnde esl poi lanlo
el peligio?
* * *
He aqu la hiplesis que queiia emilii, esla laide, con el fin de esla-
blecei el lugai -o quizs el muy piovisional lealio- del liabajo que
esloy iealizando: yo supongo que en loda sociedad la pioduccin del
discuiso esl a la vez conliolada, seleccionada y iedisliibuida poi un
cieilo nmeio de piocedimienlos que lienen poi funcin conjuiai los
podeies y peligios, dominai el aconlecimienlo alealoiio y esquivai su
pesada y lemible maleiialidad.
En una sociedad como la nueslia son bien conocidos los piocedi-
mienlos de exclusin. El ms evidenle, y el ms familiai lambin, es lo
piohibido. Se sabe que no se liene deiecho a deciilo lodo, que no se
puede hablai de lodo en [12] cualquiei ciicunslancia, que cualquieia,
en fin no puede hablai de cualquiei cosa. Tab del objelo, iilual de la
ciicunslancia, deiecho exclusivo o piivilegiado del sujelo que habla: he
ah el juego de lies lipos de piohibiciones que se ciuzan, se iefueizan o
se compensan, foimando una compleja malla que no cesa de modifi-
caise. Resallai nicamenle que, en nueslios das, las iegiones en las
que la malla esl ms apielada, en la que se mulliplican los compaili-
menlos negios, son las iegiones de la sexualidad y las de la pollica:
como si el discuiso, lejos de sei ese elemenlo lianspaienle o neulio en
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el que la sexualidad se desaima y la pollica se pacifica fuese ms bien
uno de esos lugaies en que se ejeicen, de maneia piivilegiada, algunos
de sus ms lemibles podeies. El discuiso, poi ms que en apaiiencia
sea poca cosa, las piohibiciones que iecaen sobie l, ievelan muy
pionlo, ipidamenle, su vinculacin con el deseo y con el podei. Y eslo
no liene nada de exliano: ya que el discuiso -el psicoanlisis nos lo ha
mosliado- no es simplemenle lo que manifiesla (o encubie) el deseo,
es lambin lo que es el objelo del deseo, y ya que -eslo la hisloiia no
cesa de enseninoslo- el discuiso no es simplemenle aquello que
liaduce las luchas o los sislemas de dominacin, sino aquello poi lo
que, y poi medio de lo cual se lucha, aquel podei del que quieie uno
aduenaise.
Exisle en nueslia sociedad olio piincipio de exclusin: no se liala ya
de una piohibicin sino [13] de una sepaiacin y un iechazo. Pienso en
la oposicin iazn y locuia. Iesde la ms alejada Edad Media, el loco
es aqul cuyo discuiso no puede ciiculai como el de los olios: llega a
sucedei que su palabia es consideiada como nula y sin valoi, no
conleniendo ni veidad ni impoilancia, no pudiendo leslimoniai anle la
juslicia, no pudiendo aulenlificai una pailida o un conlialo, no
pudiendo ni siquieia, en el saciificio de la misa, peimilii la liansubs-
lanciacin y hacei del pan un cueipo, en cambio suele ocuiiii lambin
que se le confieie, opueslamenle a cualquiei olia, exlianos podeies,
como el de enunciai una veidad oculla, el de piedecii el poivenii, el de
vei en su plena ingenuidad lo que la sabiduia de los olios no puede
peicibii. Resulla cuiioso conslalai que en Euiopa, duianle siglos, la
palabia del loco o bien no eia escuchada o bien si lo eia, ieciba la
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acogida de una palabia de veidad. U bien caa en el olvido -iechazada
lan pionlo como eia piofeiida- o bien eia descifiada como una iazn
ingenua o aslula, una iazn ms iazonable que la de las genles iazona-
bles. Ie lodas foimas, excluida o secielamenle inveslida poi la iazn,
en un senlido esliiclo, no exisla. A liavs de sus palabias eia cmo se
ieconoca la locuia del loco, ellas eian el lugai en que se ejeica la
sepaiacin, peio nunca eian iecogidas o escuchadas. Nunca, anles de
finales del siglo XVIII, se le haba ocuiiido a un mdico la idea de
queiei sabei lo que deca (cmo se deca, poi qu se deca) en eslas
[14] palabias que, sin embaigo oiiginaban la difeiencia. Todo ese
inmenso discuiso del loco iegiesaba al iuido, y no se le conceda la
palabia ms que simblicamenle, en el lealio en que se le expona,
desaimado y ieconciliado, pueslo que en l jugaba el papel de veidad
enmascaiada. Se me puede objelai que lodo eslo aclualmenle ya esl
acabado o esl acabndose, que la palabia del loco ya no esl del olio
lado de la lnea de sepaiacin, que ya no es consideiada como algo
nulo y sin valoi, que ms bien al conliaiio, nos pone en disposicin
vigilanle, que buscamos en ellas un senlido, o el esbozo o las iuinas de
una obia, y que hemos llegado a soipiendei, esla palabia del loco,
incluso en lo que nosolios mismos ailiculamos, en ese minsculo
desgaiin poi donde se nos escapa lo que decimos. Peio lanlas consi-
deiaciones no piueban que la anligua sepaiacin ya no acle, basla
con pensai en lodo el aimazn de sabei, a liavs del cual descifiamos
esla palabia, basla con pensai en loda la ied de insliluciones que
peimile al que sea -mdico, psicoanalisla- escuchai esa palabia y
que peimile al mismo liempo al pacienle manifeslai, o ielenei deses-
peiadamenle, sus pobies palabias, basla con pensai en lodo eslo paia
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sospechai que la lnea de sepaiacin, lejos de boiiaise, acla de olia
foima, segn lneas difeienles, a liavs de nuevas insliluciones y con
efeclos que no son los mismos. Y aun cuando el papel del mdico no
fuese sino el escuchai una palabia al fin libie, la escucha se [15] ejeice
siempie manleniendo la cesuia. Escucha de un discuiso que esl
inveslido poi el deseo, y que se supone -paia su mayoi exallacin o
paia su mayoi anguslia- caigado de leiiibles podeies. Si bien es
necesaiio el silencio de la iazn paia cuiai los monsliuos, basla que el
silencio esl aleila paia que la sepaiacin peimanezca.
Quizs es un lanlo avenluiado consideiai la oposicin enlie lo vei-
dadeio y lo falso como un leicei sislema de exclusin, junlo a aqullos
de los que acabo de hablai. ,Cmo van a podei compaiaise iazonable-
menle la coaccin de la veidad con sepaiaciones como sas, sepaiacio-
nes que son aibiliaiias desde el comienzo o que cuando melas se
oiganizan en loino a conlingencias hisliicas, que no slo son modifi-
cables sino que esln en peipeluo desplazamienlo, que esln sosleni-
das poi lodo un sislema de insliluciones que las imponen y las acom-
panan en su vigencia y que finalmenle no se ejeicen sin coaccin y sin
una cieila violencia?
Cieilamenle, si uno se sila al nivel de una pioposicin, en el inle-
iioi de un discuiso, la sepaiacin enlie lo veidadeio y lo falso no es ni
aibiliaiia, ni modificable, ni inslilucional, ni violenla. Peio si uno se
sila en olia escala, si se planlea la cueslin de sabei cul ha sido y
cul es conslanlemenle, a liavs de nueslios discuisos, esa volunlad de
veidad que ha aliavesado lanlos siglos de nueslia hisloiia, o cul es en
su foima geneial el lipo de sepaiacin que [1] iige nueslia volunlad
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de sabei, es enlonces, quizs, cuando se ve dibujaise algo as como un
sislema de exclusin (sislema hisliico, modificable, inslilucionalmen-
le coaclivo).
Sepaiacin hisliicamenle consliluida, sin duda alguna. Pues, loda-
va, en los poelas giiegos del siglo VI, el discuiso veidadeio -en el
ms inlenso y valoiizado senlido de la palabia-, el discuiso veidadeio
poi el cual se lena iespelo y leiioi, aqul al que eia necesaiio somelei-
se poique ieinaba, eia el discuiso pionunciado poi quien lena el
deiecho y segn el iilual iequeiido, eia el discuiso que decida la
juslicia y aliibua a cada uno su paile, eia el discuiso que, piofelizando
el poivenii, no solo anunciaba lo que iba a pasai, sino que conliibua a
su iealizacin, aiiasliaba consigo la adhesin de los hombies y se
engaizaba as con el deslino. Ahoia bien, he aqu que un siglo ms
laide la veidad supeiioi no iesida ya ms en lo que eia el discuiso o
en lo que haca, sino que iesida en lo que deca: llego un da en que la
veidad se desplazo del aclo iilualizado, eficaz y juslo, de enunciacin,
hacia el enunciado mismo: hacia su senlido, su foima, su objelo, su
ielacin con su iefeiencia. Enlie Hesodo y Plaln se eslablece una
cieila sepaiacin, disociando el discuiso veidadeio y el discuiso falso,
sepaiacin nueva, ya que en lo sucesivo el discuiso veidadeio no sei
ms el discuiso piecioso y deseable, ya que no sei ms el discuiso
ligado al ejeicicio del podei. El sofisla ha sido expulsado. [17]
Esla sepaiacin hisliica ha dado sin duda su foima geneial a nues-
lia volunlad de sabei. Peio sin embaigo no ha cesado de desplazaise:
las giandes mulaciones cienlficas quizs puedan a veces leeise como
consecuencias de un descubiimienlo, peio pueden leeise lambin
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como la apaiicin de foimas nuevas de la volunlad de veidad. Hubo
sin duda una volunlad de veidad en el siglo XIX que no coincide ni poi
las foimas que pone en juego, ni poi los lipos de objelos a los que se
diiige, ni poi las lcnicas en que se apoya, con la volunlad de sabei que
caiacleiiz la culluia clsica. Reliocedamos un poco: en cieilos mo-
menlos del siglo XVI y XVII (y en Inglaleiia sobie lodo) apaieci una
volunlad de sabei que, anlicipndose a sus conlenidos acluales,
dibujaba planes de objelos posibles, obseivables, medibles, clasifica-
bles, una volunlad de sabei que impona al sujelo conocedoi (y en
cieila foima anles de loda expeiiencia) una cieila posicin, una cieila
foima de miiai y una cieila funcin (vei ms que leei, veiificai ms
que comenlai), una volunlad de sabei que piesciiba (y de un modo
ms geneial que cualquiei olio insliumenlo deleiminado) el nivel
lcnico del que los conocimienlos debeian invesliise paia sei veiifica-
bles y liles. Todo ocuiie como si, a pailii de la gian sepaiacin
plalnica, la volunlad de sabei luvieia su piopia hisloiia, que no es la
de las veidades coaclivas: hisloiia de los planes de objelos poi conocei,
hisloiia de las funciones y posiciones del [18] sujelo conocedoi,
hisloiia de las inveisiones maleiiales, lcnicas e insliumenlales del
conocimienlo.
Pues esla volunlad de veidad, como los olios sislemas de exclusin,
se apoya en un sopoile inslilucional: esla a la vez iefoizada y acompa-
nada poi una densa seiie de piclicas como la pedagoga, como el
sislema de libios, la edicin, las bibliolecas, como las sociedades de
sabios de anlano, los laboialoiios acluales. Peio es acompanada
lambin, ms piofundamenle sin duda, poi la foima que liene el sabei
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de poneise en piclica en una sociedad, en la que es valoiizado,
disliibuido, iepailido y en cieila foima aliibuido. Recoidemos, y a
llulo simblico nicamenle, el viejo piincipio giiego: que la aiilmlica
puede muy bien sei objelo de las sociedades democilicas, pues ensena
las ielaciones de igualdad, peio que la geomelia solo debe sei ensena-
da en las oligaiquas ya que demueslia las piopoiciones en la desigual-
dad.
Finalmenle, cieo que esla volunlad de veidad basada en un sopoile y
una disliibucin inslilucional, liende a ejeicei sobie los olios discui-
sos -hablo siempie de nueslia sociedad- una especie de piesin y
como un podei de coaccin. Pienso en como la lileialuia occidenlal ha
debido buscai apoyo desde hace siglos sobie lo naluial, lo veiosmil,
sobie la sinceiidad, y lambin sobie la ciencia -en iesumen sobie el
discuiso veidadeio. Pienso igualmenle en como las piaclicas econmi-
cas, codificadas como piecep-[19]los o iecelas, evenlualmenle como
moial, han pielendido desde el siglo XVI fundaise, iacionalizaise y
juslificaise sobie una leoia de las iiquezas y de la pioduccin, pienso
adems en como un conjunlo lan piesciiplivo como el sislema penal
ha buscado sus cimienlos o su juslificacin, piimeio naluialmenle, en
una leoia del deiecho, despus a pailii del siglo XIX en un sabei
sociolgico, psicolgico, mdico, psiquiliico: como si la palabia
misma de la ley no pudiese eslai auloiizada en nueslia sociedad, ms
que poi un discuiso de veidad.
Ie los lies giandes sislemas de exclusin que afeclan al discuiso, la
palabia piohibida, la sepaiacin de la locuia y la volunlad de veidad,
es del leiceio del que he hablado ms exlensamenle. Y el molivo es,
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poique, desde hace siglos, no han cesado los piimeios de deiivai hacia
l. Y poique cada vez ms l inlenla iecupeiailos a su caigo, paia
modificailos y a la vez fundamenlailos. Y poique los dos piimeios no
cesan de haceise cada vez ms figiles, ms incieilos en la medida en
que, al enconliaise ahoia aliavesados poi la volunlad de sabei, sla
poi el conliaiio no cesa de iefoizaise y de haceise ms piofunda y ms
insoslayable.
Y, sin embaigo, es de ella de la que menos se habla. Como si paia
nosolios la volunlad de veidad y sus peiipecias esluviesen enmascaia-
das poi la veidad misma en su necesaiio despliegue. Y la iazn puede
que sea sla: que si el discuiso veidadeio no es ya ms, en efeclo, desde
los [20] giiegos, el que iesponde al deseo o el que ejeice el podei, en la
volunlad de veidad, en la volunlad de decii, ese discuiso veidadeio
,qu es poi lanlo lo que esl en juego sino el deseo y el podei? El
discuiso veidadeio, que la necesidad de su foima exime del deseo y
libeia del podei, no puede ieconocei la volunlad de veidad que le
aliaviesa: y la volunlad, esa que se nos ha impueslo desde hace mucho
liempo, es de lal maneia que la veidad que quieie no puede no enmas-
caiaila.
As no apaiece anle nueslios ojos ms que una veidad que seia
iiqueza, fecundidad, fueiza suave e insidiosamenle univeisal. E igno-
iamos poi el conliaiio la volunlad de veidad, como piodigiosa maqui-
naiia deslinada a excluii lodos aquellos, que punlo poi punlo en
nueslia hisloiia han inlenlado soslayai esla volunlad de veidad y
enfienlaila conlia la veidad juslamenle all en donde la veidad se
piopone juslificai lo piohibido, definii la locuia, lodos esos, de Nielzs-
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che a Ailaud y a Balaille, deben ahoia seiviinos de signos, allivos sin
duda, paia el liabajo de cada da.
* * *
Exislen, evidenlemenle, olios muchos piocedimienlos de conliol y
delimilacin del discuiso. Esos a los que he aludido anles se ejeicen en
cieila maneia desde el exleiioi, funcionan como sislemas de exclusin,
concieinen sin duda la [21] paile del discuiso que pone en juego el
podei y el deseo.
Cieo que se puede lambin aislai olio giupo. Piocedimienlos inlei-
nos, pueslo que son los discuisos mismos los que ejeicen su piopio
conliol, piocedimienlos que juegan un lanlo a llulo de piincipios de
clasificacin, de oidenacin, de disliibucin, como si se lialase en esle
caso de dominai olia dimensin del discuiso: aqulla de lo que aconle-
ce y del azai.
En piimei lugai, el comenlaiio. Supongo, aunque sin eslai muy
seguio, que apenas hay sociedades en las que no exislan ielalos impoi-
lanles que se cuenlen, que se iepilan y se cambien, fimulas, lexlos,
conjunciones iilualizadas de discuisos que se iecilan segn ciicuns-
lancias bien deleiminadas, cosas que han sido dichas una vez y que se
conseivan poique se sospecha que esconden algo como un secielo o
una iiqueza. En iesumen, puede sospechaise que hay iegulaimenle en
las sociedades una especie de nivelacin enlie discuisos: los discuisos
que se dicen en el cuiso de los das y de las conveisaciones, y que
desapaiecen con el aclo mismo que los ha pionunciado, y los discuisos
que esln en el oiigen de un cieilo nmeio de aclos nuevos de palabias
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que los ieanudan, los liansfoiman o hablan de ellos, en iesumen,
discuisos que, indefinidamenle, ms all de su foimulacin, son
dichos, peimanecen dichos, y esln lodava poi decii. Los conocemos
en nueslio sislema de culluia: son los lexlos ieligiosos o ju-[22]idicos,
son lambin esos lexlos cuiiosos, cuando se consideia su eslalulo, y
que se llaman lileiaiios, y lambin en una cieila medida los lexlos
cienlficos.
Es cieilo que esle desfase no es ni eslable, ni conslanle, ni absolulo.
No exisle, poi un lado, la calegoia dada ya de una vez paia siempie,
discuisos fundamenlales o cieadoies, y despus, poi olio, la masa de
aquellos que solo iepilen, glosan o comenlan. Baslanles lexlos impoi-
lanles se oscuiecen y desapaiecen, y cieilos comenlaiios loman el
lugai de los piimeios. Peio poi mas que sus punlos de aplicacin
cambien, la funcin peimanece, y el piincipio de un cieilo desfase no
deja de poneise conlinuamenle en juego. La desapaiicin iadical de
esle desnivel no puede sei nunca mas que juego, ulopa o anguslia.
Juego al eslilo de Boiges, de un comenlaiio que no fuese olia cosa ms
que la ieapaiicin palabia a palabia (peio esla vez solemne y espeiada)
de lo que comenla, juego lambin de una cilica que hablase infinila-
menle de una obia que no exisliese. Sueno liico de un discuiso que
ienaciese absolulamenle nuevo e inocenle en cada uno de sus punlos y
que ieapaieciese sin cesai, en loda su fiescuia, pailiendo de los
senlimienlos, de los pensamienlos o de las cosas. Anguslia de ese
enfeimo de Janel paia quien el menoi enunciado eia como una pala-
bia del Evangelio que enceiiaba inagolables lesoios de senlidos y que
meiecan sei indefinidamenle ieconsideiados, ieanudados, comenla-
14
dos: Cuan-[23]do pienso, deca en el momenlo en que se pona a leei
o a escuchai, cuando pienso en esla fiase que va a iise hacia la eleini-
dad y que quiz lodava no he compiendido complelamenle.
Peio, ,quin no obseiva que se liala de anulai cada vez uno de los
liminos de la ielacin y no de supiimii la ielacin misma? Relacin
que no cesa de modificaise a liavs de los liempos, ielacin que en una
poca dada adquieie foimas mlliples y diveigenles, la exgesis
juidica es muy difeienle (y eslo desde hace baslanle liempo) del
comenlaiio ieligioso, una sola y misma obia lileiaiia puede dai lugai
simullneamenle, a lipos de discuisos muy difeienles: la Udisea como
piimei lexlo es iepelida, en la misma poca, en la liaduccin de
Beiaid, en infinilas explicaciones de lexlos, en el Ulises de Joyce.
Poi el momenlo, quisieia limilaime a indicai que en lo que se llama
globalmenle un comenlaiio, el desfase enlie el piimei y el segundo
lexlo juega comelidos que son solidaiios. Ie una paile, peimile
consliuii (e indefinidamenle) nuevos discuisos: el desplome del
piimei lexlo, su peimanencia, su eslalulo de discuiso siempie ieaclua-
lizable, el senlido mlliple u ocullo del cual paiece sei poseedoi, la
ielicencia y la iiqueza esencial que se le supone, lodo eso funda una
posibilidad abieila paia hablai. Peio, poi olia paile, el comenlaiio no
liene poi comelido, cualesquieia que sean las lcnicas ulilizadas, ms
que el decii poi fin lo que eslaba ailiculado silenciosamenle all lejos.
Iebe, segn una [24] paiadoja que siempie desplaza peio a la cual
nunca escapa, decii poi piimeia vez aquello que sin embaigo haba
sido ya dicho. El cabiilleo indefinido de los comenlaiios es aclivado
desde el inleiioi poi el sueno de una iepelicin enmascaiada: en su
15
hoiizonle, no hay quizs nada ms que lo que eia su punlo de pailida,
la simple iecilacin. El comenlaiio conjuia el azai del discuiso al
leneilo en cuenla: peimile decii olia cosa apaile del lexlo mismo, peio
con la condicin de que sea ese mismo lexlo el que se diga, y en cieila
foima, el que se iealice. La mulliplicidad abieila, el azai son liansfeii-
dos despiovislos, poi el piincipio del comenlaiio, de aquello que
habia peligio si se dijese, sobie el nmeio, la foima, la mscaia, la
ciicunslancia de la iepelicin. Lo nuevo no esl en lo que se dice, sino
en el aconlecimienlo de su ieloino.
Cieo que exisle olio piincipio de eniaiecimienlo de un discuiso. Y
hasla cieilo punlo es complemenlaiio del piimeio. Se iefieie al auloi.
Al auloi no consideiado, desde luego, como el individuo que habla y
que ha pionunciado o esciilo un lexlo, sino al auloi como piincipio de
agiupacin del discuiso, como unidad y oiigen de sus significaciones,
como foco de su coheiencia. Esle piincipio no acla en lodas pailes ni
de foima conslanle: aliededoi de nosolios, exislen baslanles discuisos
que ciiculan, sin que su senlido o su eficacia lengan que venii avalados
poi un auloi al cual se les aliibuiia: poi [25] ejemplo, conveisaciones
colidianas, inmedialamenle olvidadas, decielos o conlialos que lienen
necesidad de fiimas peio no de auloi, fimulas lcnicas que se lians-
milen en el anonimalo. Peio, en los leiienos en los que la aliibucin a
un auloi es indispensable -lileialuia, filosofa, ciencia-, se peicibe
que no juega siempie la misma funcin, en el oiden del discuiso
cienlfico, la aliibucin a un auloi eia, duianle la Edad Media, un
indicadoi de su veiacidad. Se consideiaba que una pioposicin vena
juslificada poi su auloi incluso paia su valoiacin cienlfica. Iesde el
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siglo XVII, esla funcin no ha cesado de oscuieceise en el discuiso
cienlfico: apenas funciona ms que paia dai el nombie a un leoiema, a
un efeclo, a un ejemplo, a un sndiome. Poi el conliaiio, en el oiden
del discuiso lileiaiio, y a pailii de esa misma fecha, la funcin del
auloi no ha cesado de iefoizaise: lodos aquellos ielalos, lodos aquellos
poemas, lodos aquellos diamas o comedias que se dejaban ciiculai
duianle la Edad Media en un anonimalo al menos ielalivo, he aqu que
ahoia, se les pide (y se exige de ellos que digan) de dnde pioceden,
quin los ha esciilo, se pide que el auloi iinda cuenla de la unidad del
lexlo que se pone a su nombie, se le pide que ievele, o al menos que
manifiesle anle l, el senlido ocullo que lo iecoiie, se le pide que lo
ailicule, con su vida peisonal y con sus expeiiencias vividas, con la
hisloiia ieal que lo vio nacei. El auloi es quien da al inquielanle
lenguaje de la ficcin [2] sus unidades, sus nudos de coheiencia, su
inseicin en lo ieal.
S bien que se me va a decii: Peio usled habla del auloi, lal como la
cilica lo ieinvenla despus, cuando ya le ha llegado la mueile y que de
l no queda mas que una masa enmaianada de galimalas, enlonces se
hace necesaiio ponei un cieilo oiden en lodo eso, imaginai un pioyec-
lo, una coheiencia, una lemlica que se pide a la conciencia o a la vida
de un auloi, quizs en efeclo un lanlo ficlicio. Peio eslo no impide que
haya exislido, esle auloi ieal, ese hombie que hace iiiupcin en medio
de lodas las palabias usadas, pioyeclando en ellas su genio o su
desoiden.
Seia absuido, desde luego, negai la exislencia del individuo que
esciibe e invenla. Peio pienso que -al menos desde hace un cieilo
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liempo- el individuo que se pone a esciibii un lexlo, en cuyo hoiizon-
le meiodea una posible obia, vuelve a asumii la funcin del auloi: lo
que esciibe y lo que no esciibe, lo que peifila, incluso en calidad de
boiiadoi piovisional, como bosquejo de la obia, y lo que deja caei
como declaiaciones colidianas, lodo ese juego de difeiencias esl
piesciilo paia la funcin de auloi, lal como l la iecibe de su poca, o
lal como a su vez la modifica. Pues puede muy bien alleiai la imagen
liadicional que se liene del auloi, es a pailii de una nueva posicin del
auloi como podi hacei iesallai, de lodo lo que habia podido decii, de
lodo cuanlo dice lodos los das, [27] en lodo inslanle, el peifil lodava
vacilanle de su obia.
El comenlaiio limilaba el azai del discuiso poi medio del juego de
una idenlidad que lendia la foima de la iepelidoia y de lo mismo. El
piincipio del auloi limila ese mismo azai poi el juego de una idenlidad
que liene la foima de la individualidad y del yo.
Seia necesaiio ieconocei lambin, en lo que se llama no las ciencias
sino las disciplinas, olio piincipio de limilacin. Piincipio lambin
ielalivo y mvil. Piincipio que peimile consliuii, peio solo segn un
esliecho juego. La oiganizacin de las disciplinas se opone lanlo al
piincipio del comenlaiio como al del auloi. Al del auloi poique una
disciplina se define poi un mbilo de objelos, un conjunlo de mlodos,
un coipus de pioposiciones consideiadas como veidadeias, un juego
de ieglas y de definiciones, de lcnicas y de insliumenlos: lodo eslo
consliluye una especie de sislema annimo a disposicin de quien
quieia o de quien pueda seiviise de l, sin que su senlido o su validez
esln ligados a aquel que se ha concenliado con sei el invenloi. Peio el
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piincipio de la disciplina se opone lambin al del comenlaiio, en una
disciplina, a difeiencia del comenlaiio, lo que se supone al comienzo,
no es un senlido que debe sei descubieilo de nuevo, ni una idenlidad
que debe sei iepelida, es lo que se iequieie paia la consliuccin de
nuevos enunciados. Paia que haya disciplina es necesaiio que haya
posibili-[28]dad de foimulai, y de foimulai indefinidamenle, nuevas
pioposiciones.
Peio an hay ms, y hay ms, sin duda, paia que haya menos: una
disciplina no es la suma de lodo lo que puede sei dicho de cieilo a
piopsilo de alguna cosa y no es ni siquieia el conjunlo de lodo lo que
puede sei, a piopsilo de un mismo lema, aceplado en viilud de un
piincipio de coheiencia o de sislemalicidad. La medicina no esl
consliluida poi el lolal de cuanlo puede deciise de cieilo sobie la
enfeimedad, la bolnica no puede sei definida poi la suma de lodas las
veidades que concieinen las planlas. Y eslo poi dos iazones: piimeio
poique la bolnica o la medicina, como cualquiei disciplina, esln
consliuidas lanlo sobie eiioies como sobie veidades, eiioies que no
son iesiduos o cueipos exlianos, sino que ejeicen funciones posilivas y
lienen una eficacia hisliica y un papel fiecuenlemenle insepaiable del
de las veidades. Peio adems, paia que una piopoicin peilenezca a la
bolnica o a la palologa, es necesaiio que iesponda a condiciones, en
un senlido ms esliiclas y ms complejas que la puia y simple veidad:
en lodo caso, a olias condiciones. Iebe diiigiise a un deleiminado
plan de objelos: a pailii de finales del siglo XVII, poi ejemplo, paia que
una pioposicin fuese bolnica, eia necesaiio que conceiniese la
esliucluia visible de la planla, el sislema de simililudes piximas y
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lejanas, o la mecnica de sus fluidos (y no poda conseivai ms, como
suceda lodava en el siglo XVI, [29] sus valoies simblicos, o el con-
junlo de viiludes o piopiedades que se le ieconocan en la Anlige-
dad). Peio, sin peilenecei a una disciplina, una pioposicin debe
ulilizai insliumenlos concepluales o lcnicos de un lipo bien definido,
a pailii del siglo XIX, una pioposicin dejaba de sei mdica, caa
fueia de la medicina y cobiaba el valoi de un fanlasma individual o
de imagineia populai si empleaba nociones a la vez melafiicas,
cualilalivas y suslanciales (como las de obsliuccin, de lquidos
iecalenlados o de slidos desecados), poda, deba iecuiiii poi el
conliaiio a nociones lambin melafiicas, peio deban eslai consliui-
das segn olio modelo, funcional o fisiolgico en esle caso (como en la
iiiilacin, la inflamacin, o la degeneiacin de los lejidos). Hay ms
lodava paia peilenecei a una disciplina, una pioposicin debe podei
insciibiise en un cieilo lipo de hoiizonle leiico: basle con iecoidai
que la invesligacin de la lengua piimiliva, que fue un lema peifecla-
menle admilido hasla el siglo XVIII, eia suficienle, en la segunda milad
del siglo XIX, paia hacei caei no impoila qu discuiso no digo en el
eiioi, peio s en la quimeia, en el ensueno, en la puia y simple mons-
liuosidad lingslica.
En el inleiioi de sus lmiles, cada disciplina ieconoce pioposiciones
veidadeias y falsas, peio iechaza, al olio lado de sus migenes, loda
leialologa del sabei. El exleiioi de una ciencia esl ms y menos
poblado de lo que se ciee: naluialmenle, exisle la expeiiencia inmedia-
la, los [30] lemas imaginaiios que llevan y acompanan sin cesai las
cieencias sin memoiia, peio no hay quizs eiioies en el senlido
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esliiclo, pues el eiioi no puede suigii y sei decidido ms que en el
inleiioi de una piclica definida, poi el conliaiio, meiodean mons-
liuos cuya foima cambia con la hisloiia del sabei. En iesumen, una
pioposicin debe cumplii complejas y giaves exigencias paia podei
peilenecei al conjunlo de una disciplina, anles de podei sei llamada
veidadeia o falsa, debe eslai, como diia Canguilhen, en la veidad.
Fiecuenlemenle suige la piegunla de qu haban podido hacei los
bolnicos o los bilogos del siglo XIX paia no vei que lo que Mendel
deca eia veidadeio. Peio es que Mendel hablaba de objelos, empleaba
mlodos, se siluaba en un hoiizonle leiico, que eian exlianos paia la
biologa de la poca. Sin duda, Naudin, anles que l, haba expueslo la
lesis de que los iasgos heiedilaiios eian discielos, sin embaigo, poi
nuevo o exliano que fuese esle piincipio, poda foimai paile -cuando
menos a llulo de enigma- del discuiso biolgico. Mendel, poi su
paile, consliluye el iasgo heiedilaiio como objelo biolgico absolula-
menle nuevo, giacias a una filliacin que no se haba ulilizado hasla
enlonces: lo sepaia de la especie, lo sepaia del sexo que lo liansmile, y
el dominio en que lo obseiva es el de la seiie indefinidamenle abieila
de las geneiaciones en la que apaiece y desapaiece segn iegulaiidades
esladslicas. Nuevo objelo que [31] pide nuevos insliumenlos concep-
luales y nuevos fundamenlos leiicos. Mendel deca la veidad, peio no
eslaba en la veidad del discuiso biolgico de su poca: no eslaba
segn la iegla que se foimaban de los objelos y de los conceplos
biolgicos, fue necesaiio lodo un cambio de escala, el despliegue de un
nuevo plan de objelos en la biologa paia que Mendel enliase en la
veidad y paia que sus pioposiciones apaieciesen enlonces (en una
21
buena paile) exaclas. Mendel eia un monsliuo veidadeio, lo que
pioduca que la ciencia no pudiese hablai, sin embaigo, Schleiden, poi
ejemplo, una lieinlena de anos anles, al negai en pleno siglo XIX la
sexualidad vegelal, peio segn las ieglas del discuiso biolgico, no
foimulaba ms que un eiioi de disciplina.
Se puede decii la veidad siempie que se diga en el espacio de una
exleiioiidad salvaje, peio no se esl en la veidad ms que obedeciendo
a las ieglas de una polica discuisiva que se debe ieaclivai en cada
uno de sus discuisos.
La disciplina es un piincipio de conliol de la pioduccin del discui-
so. Ella le fija sus lmiles poi el juego de una idenlidad que liene la
foima de una ieaclualizacin peimanenle de las ieglas.
Se liene el hbilo de vei en la fecundidad de un auloi, en la mullipli-
cidad de sus comenlaiios, en el desaiiollo de una disciplina, como
olias lanlas fuenles infinilas paia la cieacin de los discuisos. Quizs,
peio no son poi ello menos [32] piincipios de coaccin. Y es piobable
que no se pueda dai cuenla de su papel posilivo y mulliplicadoi, sino
se loma en consideiacin su funcin iesliicliva y coacliva.
* * *
Exisle, cieo, un leicei giupo de piocedimienlos que peimile el con-
liol de los discuisos. No se liala esla vez de dominai los podeies que
conllevan, ni de conjuiai los azaies de su apaiicin, se liala de delei-
minai las condiciones de su ulilizacin, de imponei a los individuos
que los dicen un cieilo nmeio de ieglas y no peimilii de esla foima el
22
acceso a ellos, a lodo el mundo. Eniaiecimienlo, esla vez, de los sujelos
que hablan, nadie enliai en el oiden del discuiso si no salisface
cieilas exigencias o si no esl, de enliada, calificado paia haceilo. Ms
pieciso: lodas las iegiones del discuiso no esln igualmenle abieilas y
peneliables, algunas esln allamenle defendidas (difeienciadas y
difeiencianles) mienlias que olias apaiecen casi abieilas a lodos los
vienlos y se ponen sin iesliiccin pievia a disposicin de cualquiei
sujelo que hable.
Me guslaia iecoidai una ancdola sobie esle lema que es lan bella
que uno se esliemece de que sea veidadeia. Concenlia en una sola
figuia lodas las coacciones del discuiso: las que limilan los podeies, las
que dominan las apaiiciones alealoiias, las que seleccionan a los su-
[33]jelos que pueden hablai. A comienzos del siglo XVII, el laicn
haba odo hablai de que la supeiioiidad de los euiopeos -en cuanlo a
la navegacin, el comeicio, la pollica, el aile mililai- se deba a su
conocimienlo de las malemlicas. Iese ampaiaise de un lan pieciado
sabei. Como le haban hablado de un maiino ingls que posea el
secielo de esos discuisos maiavillosos, le hizo llevai a su palacio y all
lo ieluvo. A solas con l lom lecciones. Apiendi las malemlicas.
Manluvo, en efeclo, el podei, y vivi laigo liempo. Y hasla el siglo XIX
no exislieion malemlicos japoneses. Peio la ancdola no finaliza all:
liene su veilienle euiopea. La hisloiia quieie que ese maiino ingls,
Will Adams, fuese un aulodidacla: un caipinleio que, poi habei
liabajado en un aslilleio naval, haba apiendido la geomelia. ,Es
necesaiio vei en esle ielalo la expiesin de uno de los giandes milos de
la culluia euiopea? Al sabei monopolizado y secielo de la liiana
23
oiienlal, Euiopa opondia la comunicacin univeisal del conocimienlo,
el inleicambio indefinido y libie de los discuisos.
Ahoia bien, esle lema, naluialmenle, no iesisle un examen. El inlei-
cambio y la comunicacin son figuias posilivas que juegan en el
inleiioi de sislemas complejos de iesliiccin, y, sin duda, no sabian
funcionai independienlemenle de slos. La foima ms supeificial y
ms visible de eslos sislemas de iesliiccin la consliluye lo que se
puede ieagiupai bajo el nombie de ii-[34]lual, el iilual define la
cualificacin que deben poseei los individuos que hablan (y que, en el
juego de un dialogo, de la inleiiogacin, de la iecilacin, deben ocupai
lal posicin y foimulai lal lipo de enunciados), define los geslos, los
compoilamienlos, las ciicunslancias, y lodo el conjunlo de signos que
deben acompanai el discuiso, fija finalmenle la eficacia supuesla o
impuesla de las palabias, su efeclo sobie aquellos a los cuales se
diiigen, los lmiles de su valoi coaclivo. Los discuisos ieligiosos,
judiciales, leiapulicos, y en una cieila paile lambin pollicos, no son
apenas disociables de esa puesla en escena de un iilual que deleimina
a la vez paia los sujelos que hablan las piopiedades singulaies y los
papeles convencionales.
Un funcionamienlo en paile difeienle lienen las sociedades de
discuisos, cuyo comelido es conseivai o pioducii discuisos, peio paia
haceilos ciiculai en un espacio ceiiado, disliibuyndolos nada mas
que segn ieglas esliiclas y sin que los delenladoies sean desposedos
de la funcin de disliibucin. Un modelo aicaico nos viene sugeiido
poi esos giupos de iapsodas que posean el conocimienlo de los
poemas paia iecilailos, o evenlualmenle paia vaiiailos y liansfoimai-
24
los, peio esle conocimienlo, aunque luviese como fin una iecilacin
que peimaneca iilual, se piolega, defenda y conseivaba en un giupo
deleiminado, debido a los ejeicicios de memoiia, a menudo complejos,
que implicaba, el apiendizaje peimila enliai a la vez en [35] un giupo
y en un secielo, que la iecilacin manifeslaba peio no divulgaba, enlie
el habla y la audicin los papeles no se inleicambiaban.
Claio que ya apenas quedan semejanles sociedades de discuisos,
con ese juego ambiguo del secielo y de la divulgacin. Peio que nadie
se engane, incluso en el oiden del discuiso veidadeio, incluso en el
oiden del discuiso publicado y libie de lodo iilual, lodava se ejeicen
foimas de apiopiacin del secielo y de la no inleicambiabilidad. Puede
lialaise muy bien que el aclo de esciibii, lal como esl inslilucionali-
zado aclualmenle en el libio, el sislema de la edicin y el peisonaje del
esciiloi, se desenvuelva en una sociedad de discuiso, quizs difusa,
peio seguiamenle coacliva. La difeiencia del esciiloi, opuesla sin cesai
poi l mismo a la aclividad de cualquiei olio sujelo que hable o
esciiba, el caiclei inliansilivo que concede a su discuiso, la singulaii-
dad fundamenlal que acueida desde hace ya mucho liempo a la escii-
luia, la disimelia afiimada enlie la cieacin y no impoila qu olia
ulilizacin del sislema lingslico, lodo eslo manifiesla en la foimula-
cin (y liende adems a conlinuaise en el juego de la piclica) la
exislencia de una cieila sociedad de discuiso. Peio exislen an
baslanles olias, que funcionan segn olio modelo, segn olio igimen
de exclusivas y de divulgacin: pinsese en el secielo lcnico o cienlfi-
co, pinsese en las foimas de difusin o de ciiculacin del discuiso
25
mdico, pinsese en [3] aquellos que se han apiopiado el discuiso
econmico o pollico.
A piimeia visla, las docliinas (ieligiosas, pollicas, filosficas) cons-
liluyen el inveiso de una sociedad de discuiso: en esla llima, el
nmeio de individuos que hablaban, si no eslaba incluso fijado, lenda
a sei limilado, y eia enlie ellos enlie quienes el discuiso poda ciiculai
y liansmiliise. La docliina, poi el conliaiio, liende a la difusin, y es
poi la apiehensin en comn de un solo y mismo conjunlo de discui-
sos como individuos, lan numeiosos como se quieia imaginai, definen
su dependencia iecpioca. En apaiiencia, la sola condicin iequeiida es
el ieconocimienlo de las mismas veidades y la aceplacin de una cieila
iegla -ms o menos flexible- de confoimidad con dos discuisos
vlidos, si no fueian ms que eslo, las docliinas no seian hasla lal
punlo difeienles de las disciplinas cienlficas, y el conliol discuisivo
veisaia solamenle sobie la foima o el conlenido del enunciado, no
sobie el sujelo que habla. Ahoia bien, la dependencia docliinal denun-
cia a la vez el enunciado y el sujelo que habla, y el uno a liavs del olio.
Ienuncia al sujelo que habla a liavs y a pailii del enunciado, como lo
piueban los piocedimienlos de exclusin y los mecanismos de iechazo
que enlian en juego cuando el sujelo que habla ha foimulado uno o
vaiios enunciados inasimilables, la heieja y la oilodoxia no iesponden
a una exageiacin fanlica de los mecanismos docliinales, les in-
[37]cumben fundamenlalmenle. Peio inveisamenle, la docliina
denuncia los enunciados a pailii de los sujelos que hablan, en la
medida en que la docliina vale siempie como el signo, la manifeslacin
y el insliumenlo de una adhesin piopia -dependencia de clase, de
26
eslalulo social o de iaza, de nacionalidad o de inleis, de lucha, de
ievuella, de iesislencia o de aceplacin. La docliina vincula los indivi-
duos a cieilos lipos de enunciacin y como consecuencia les piohbe
cualquiei olio, peio se siive, en iecipiocidad, de cieilos lipos de
enunciacin paia vinculai a los individuos enlie ellos, y difeienciailos
poi ello mismo de los olios ieslanles. La docliina efecla una doble
sumisin: la de los sujelos que hablan a los discuisos, y la de los
discuisos al giupo, cuando menos viilual, de los individuos que
hablan.
Finalmenle, en una escala ms amplia, se hace necesaiio ieconocei
giandes hendiduias en lo que podia llamaise la adecuacin social del
discuiso. La educacin, poi ms que sea, de deiecho, el insliumenlo
giacias al cual lodo individuo en una sociedad como la nueslia puede
accedei a no impoila qu lipo de discuiso, se sabe que sigue en su
disliibucin, en lo que peimile y en lo que impide, las lneas que le
vienen maicadas poi las dislancias, las oposiciones y las luchas socia-
les. Todo sislema de educacin es una foima pollica de manlenei o de
modificai la adecuacin de los discuisos, con los sabeies y los podeies
que implican. [38]
Me doy cuenla que es muy absliaclo sepaiai, como acabo de hacei,
los iiluales del habla, las sociedades de discuisos, los giupos docliina-
les y las adecuaciones sociales. La mayoi paile del liempo, unos se
vinculan con olios y consliluyen especies de giandes edificios que
aseguian la disliibucin de los sujelos que hablan en los difeienles
lipos de discuisos y la adecuacin de los discuisos a cieilas calegoias
de sujelos. Iigamos en una palabia que sos son los giandes piocedi-
27
mienlos de sumisin del discuiso. ,Qu es, despus de lodo, un sislema
de ensenanza, sino una iilualizacin del habla, sino una cualificacin y
una fijacin de las funciones paia los sujelos que hablan, sino la
conslilucin de un giupo docliinal cuando menos difuso, sino una
disliibucin y una adecuacin del discuiso con sus podeies y sabeies?
,Qu es la esciiluia (la de los esciiloies) sino un sislema similai de
sumisin, que loma quizs foimas un poco difeienles, peio cuyas
giandes escansiones son anlogas? ,Acaso el sislema judicial y el
sislema inslilucional de la medicina no consliluyen lambin, al menos
en algunos de sus aspeclos, similaies sislemas de sumisin del discui-
so?
* * *
Me piegunlo si un cieilo nmeio de lemas de la filosofa no suigie-
ion paia iespondei a eslos juegos de la limilaciones y de las exclusio-
nes, y quiz lambin paia iefoizailos.[39]
Piimeiamenle, paia iespondeilos, piopoicionando una veidad ideal
como ley del discuiso y una iacionalidad inmanenle como piincipio de
sus desaiiollos, acompanndolos lambin de una lica del conocimien-
lo que no piomele la veidad ms que al deseo de la veidad misma y al
solo podei de pensaila.
Iespus, paia iefoizailos poi medio de una denegacin que esliiba
esla vez en la iealidad especfica del discuiso en geneial.
Iesde que fueion excluidos los juegos y el comeicio de los sofislas,
desde que se ha amoidazado, con ms o menos seguiidad, sus paiado-
28
jas, paiece que el pensamienlo occidenlal haya velado paia que en el
discuiso haya el menoi espacio posible enlie el pensamienlo y el habla,
paiece que haya velado paia que discuiiii apaiezca nicamenle como
una cieila apoilacin enlie pensai y hablai, de eso iesullaia un
pensamienlo ieveslido de sus signos y hecho visible poi las palabias, o
inveisamenle, de eso iesullaian las mismas esliucluias de la lengua
ulilizadas y pioduciendo un efeclo de senlido.
Esla anligua elisin de la iealidad del discuiso en el pensamienlo
filosfico ha lomado baslanles foimas en el cuiso de la hisloiia.
Recienlemenle ha vuello a apaiecei bajo el aspeclo de vaiios lemas que
nos iesullan familiaies.
Pudieia daise que el lema del sujelo fundadoi peimiliese elidii la
iealidad del discuiso. El sujelo fundadoi, en efeclo, se encaiga de
animai diieclamenle con sus objelivos las foimas [40] vacas del
lenguaje, es l quien, aliavesando el espesoi o la ineicia de las cosas
vacas, iecupeia de nuevo, en la inluicin, el senlido que all se encon-
liaba deposilado, es l, igualmenle, quien del olio lado del liempo,
funda hoiizonles de significaciones que la hisloiia no lendi despus
ms que explicilai, y en los que las pioposiciones, las ciencias, los
conjunlos deduclivos enconliain en iesumidas cuenlas su fundamen-
lo. En su ielacin con el senlido, el sujelo fundadoi dispone de signos,
de maicas, de indicios, de lelias. Peio no liene necesidad paia manifes-
lailos de pasai poi la inslancia singulai del discuiso.
El lema que esl fienle a sle, el lema de la expeiiencia oiiginaiia,
juega un papel anlogo. Supone que, a ias de la expeiiencia, anles
29
incluso de que haya podido iecupeiaise nuevamenle en las foimas de
un cogilo, significaciones pievias, ya dichas de alguna maneia, ieco-
iian el mundo, lo disponan aliededoi nueslio y daban acceso desde el
comienzo a una especie de piimilivo ieconocimienlo. As una piimeia
complicidad con el mundo fundamenlaia paia nosolios la posibilidad
de hablai de l, en l, de designailo y nombiailo, juzgailo y finalmenle
conoceilo en la foima de la veidad. Si hay discuiso, ,qu puede sei
enlonces, en su legilimidad, sino una disciela lecluia? Las cosas
muimuian ya un senlido que nueslio lenguaje no liene ms que hacei
biolai, y esle lenguaje, desde su ms iudimenlaiio pioyeclo, nos
hablaba ya de un sei del que l es como la neivaduia. [41]
El lema de la mediacin univeisal es lodava, cieo, una foima de
elidii la iealidad del discuiso. Y eslo a pesai de la apaiiencia. Pues
paiece, a piimeia visla, que al enconliai nuevamenle poi lodas pailes
el movimienlo de un logos que eleva las singulaiidades hasla el con-
ceplo y que peimile a la conciencia inmediala desplegai finalmenle
loda la iacionalidad del mundo, es el discuiso mismo lo que se coloca
en el cenlio de al especulacin. Peio esle logos, a decii veidad, no es,
en iealidad, ms que un discuiso ya lenido, o ms bien son las mismas
cosas o los aconlecimienlos los que insensiblemenle hacen discuisos
desplegando el secielo de su piopia esencia. El discuiso no es apenas
ms que la ieveibeiacin de una veidad naciendo anle sus piopios
ojos, y cuando lodo puede finalmenle lomai la foima del discuiso,
cuando lodo puede deciise y cuando se puede decii el discuiso a
piopsilo de lodo, es poique lodas las cosas, habiendo manifeslado e
30
inleicambiado sus senlidos, pueden volveise a la inleiioiidad silencio-
sa de la conciencia de s.
Bien sea pues en una filosofa del sujelo fundadoi, en una filosofa de
la expeiiencia oiiginal o en una filosofa de la mediacin univeisal, el
discuiso no es nada ms que un juego, de esciiluia en el piimei caso,
de lecluia en el segundo, de inleicambio en el leiceio, y ese inleicam-
bio, esa lecluia, esa esciiluia no ponen nunca nada ms en juego que
los signos. El discuiso se anu-[42]la as, en su iealidad, silundose en
el oiden del significanle.
,Qu civilizacin, en apaiiencia, ha sido, mas que la nueslia, iespe-
luosa del discuiso? ,Inde se le ha honiado mejoi? ,Inde apaiece
ms iadicalmenle libeiado de sus coacciones y univeisalizado? Ahoia
bien, me paiece que bajo esla apaienle veneiacin del discuiso, bajo
esla apaienle logofilia, se oculla una especia de lemoi. Todo pasa como
si piohibiciones, baiieias, umbiales, lmiles, se dispusieian de maneia
que se domine, al menos en paile, la gian piolifeiacin del discuiso, de
maneia que su iiqueza se aligeie de la paile ms peligiosa y que su
desoiden se oiganice segn figuias que esquivan lo ms inconliolable,
lodo pasa como si se hubiese queiido boiiai hasla las maicas de su
iiiupcin en los juegos del pensamienlo y de la lengua. Hay sin duda
en nueslia sociedad, y me imagino que lambin en lodas las olias, peio
segn un peifil y escansiones difeienles, una piofunda logofilia, una
especie de soido lemoi conlia esos aconlecimienlos, conlia esa masa
de cosas dichas, conlia la apaiicin de lodos esos enunciados, conlia
lodo lo que puede habei all de violenlo, de disconlinuo, de balalladoi,
31
y lambin de desoiden y de peligioso, conlia ese gian muimullo
incesanle y desoidenado de discuiso.
Y si se quieie -no digo boiiai esle lemoi-, sino analizailo en sus
condiciones, su juego, y sus efeclos, es necesaiio, cieo, ieduciise a lies
decisiones a las cuales nueslio pensamienlo, ac-[43]lualmenle, se
iesisle un poco y que coiiesponden a los lies giupos de funciones que
acabo de evocai: ponei en duda nueslia volunlad de veidad, iesliluii al
discuiso su caiclei de aconlecimienlo, levanlai finalmenle la sobeia-
na del significanle.
* * *
Tales son las laieas, o anles bien, algunos de los lemas, que iigen el
liabajo que quisieia hacei aqu en los piximos anos. Se pueden
senalai en seguida cieilas exigencias de mlodo que liaen consigo.
Piimeiamenle, un piincipio de liaslocamienlo: all donde, segn la
liadicin, se ciee ieconocei la fuenle de los discuisos, el piincipio de
su abundancia y de su conlinuidad, en esas figuias que paiecen jugai
una funcin posiliva como la del auloi, la disciplina, la volunlad de
veidad, se hace necesaiio, anles bien ieconocei el juego negalivo de un
coile y de un eniaiecimienlo del discuiso.
Peio, una vez senalados eslos piincipios de eniaiecimienlo, una vez
que se ha cesado de consideiailos como inslancia fundamenlal y
cieadoia, ,qu es lo que se descubie debajo de ellos? ,Es necesaiio
admilii la plenilud viilual de un mundo de discuisos ininleiiumpidos?
Es aqu donde se hace necesaiio iecuiiii a los piincipios de mlodo.
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Un piincipio de disconlinuidad: que exislan [44] sislemas de eniaie-
cimienlo no quieie decii que, poi debajo de ellos, ms all de ellos,
ieinaia un gian discuiso ilimilado, conlinuo y silencioso, que se
hallaia, debido a ellos, iepiimido o iechazado, y que lendiamos poi
laiea que levanlai iesliluyndole finalmenle el habla. No es necesaiio
imaginai, iecoiiiendo el mundo y enlazando con lodas sus foimas y
lodos sus aconlecimienlos, algo no dicho o impensado, que se lialaia
de ailiculai o de pensai finalmenle. Los discuisos deben sei lialados
como piclicas disconlinuas que se ciuzan, a veces se yuxlaponen,
peio que lambin se ignoian o se excluyen.
Un piincipio de especificidad: no iesolvei el discuiso en un juego de
significaciones pievias, no imaginaise que el mundo vuelve hacia
nosolios una caia legible que no lendiamos mas que descifiai, l no es
cmplice de nueslio conocimienlo, no hay piovidencia piediscuisiva
que le disponga a nueslio favoi. Es necesaiio concebii el discuiso
como una violencia que hacemos a las cosas, en lodo caso como una
piclica que les imponemos, es en esla piclica donde los aconleci-
mienlos del discuiso encuenlian el piincipio de su iegulaiidad.
Cuaila iegla, la de la exleiioiidad: no ii del discuiso hacia su ncleo
inleiioi y ocullo, hacia el coiazn de un pensamienlo o de una signifi-
cacin que se manifeslaian en l, sino, a pailii del discuiso mismo, de
su apaiicin y de su iegulaiidad, ii hacia sus condiciones exleinas de
posibilidad, hacia lo que da molivo a la se-[45]iie alealoiia de esos
aconlecimienlos y que fija los lmiles.
33
Cualio nociones deben seivii pues de piincipio ieguladoi en el an-
lisis: la del aconlecimienlo, la de la seiie, la de la iegulaiidad y la de la
condicin de posibilidad. Se oponen, como se ve, limino a limino: el
aconlecimienlo a la cieacin, la seiie a la unidad, la iegulaiidad a la
oiiginalidad y la condicin de posibilidad a la significacin. Eslas
cualio llimas nociones (significacin, oiiginalidad, unidad, cieacin)
han, de una maneia baslanle geneial, dominado la hisloiia liadicional
de las ideas, donde, de comn acueido, se buscaba el punlo de la
cieacin, la unidad de la obia, de una poca o de un lema, la maica de
la oiiginalidad individual y el lesoio indefinido de las significaciones
dispeisas.
Anadii nicamenle dos adveilencias. Una de ellas concieine la
hisloiia. Se consideia conliibucin de la hisloiia conlempoinea el
habei ieliiado los piivilegios acoidados anleiioimenle al aconleci-
mienlo singulai y habei hecho apaiecei las esliucluias que se exlien-
den sobie un amplio maigen de liempo. Cieilamenle. No esloy seguio
sin embaigo de que el liabajo de los hisloiiadoies se haga piecisamen-
le en esla diieccin. U ms bien, no pienso que haya como una iazn
inveisa enlie localizacin del aconlecimienlo y el anlisis que se
exliende sobie un amplio maigen de liempo. Me paiece, poi el conlia-
iio, que bien sea esliechando en su lmile el lono del [4] aconleci-
mienlo, bien impulsando el podei de iesolucin del anlisis hisliico
hasla las meicuiiales, las aclas nolaiiadas, los iegislios de paiioquia,
los iegislios poiluaiios compiobados ano lias ano, semana lias
semana, es como se ha vislo peifilaise ms all de las balallas, decie-
los, dinaslas o asambleas, fenmenos masivos de alcance seculai o
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pluiiseculai. La hisloiia, lal como se piaclica aclualmenle, no se aleja
de los aconlecimienlos, exliende poi el conliaiio su campo sin cesai,
descubie sin cesai nuevas capas, ms supeificiales o ms piofundas,
asla sin cesai conjunlos nuevos, que a veces son numeiosos, densos e
inleicambiables, a veces iaios y decisivos: de las vaiiaciones casi
colidianas de los piecios, se llega a las inflaciones seculaies. Peio lo
impoilanle es que la hisloiia no consideie un aconlecimienlo sin
definii la seiie de la que foima paile, sin especificai la foima de
anlisis de la que depende, sin inlenlai conocei la iegulaiidad de los
fenmenos y los lmiles de piobabilidad de su emeigencia, sin inleiio-
gaise sobie las vaiiaciones, las inflexiones y el iilmo de la cuiva, sin
queiei deleiminai las condiciones de las que dependen. Claio esl que
la hisloiia desde hace mucho liempo no busca ya compiendei los
aconlecimienlos poi un juego de causas y efeclos en la unidad infoime
de un gian devenii, vagamenle homogneo o duiamenle jeiaiquizado,
peio eso no es paia enconliai esliucluias anleiioies, ajenas, hosliles al
aconlecimienlo. Es paia eslablecei seiies divei-[47]sas, enlieciuzadas,
a menudo diveigenles, peio no aulnomas, que peimilen ciicunsciibii
el lugai del aconlecimienlo, los migenes de su azai, las condiciones
de su apaiicin.
Las nociones fundamenlales que se imponen aclualmenle no son
ms que las de la conciencia y de la conlinuidad (con los pioblemas
que le son coiielalivos de la libeilad y de la causalidad), no son lampo-
co las del signo y de la esliucluia. Son las del aconlecimienlo y de la
seiie, con el juego de nociones que les esln ielacionadas, iegulaiidad,
azai, disconlinuidad, dependencia, liansfoimacin, es poi medio de un
35
conjunlo lal cmo esle anlisis de los discuisos en que yo pienso se
ailicula, no, cieilamenle, sobie la lemlica liadicional que los filsofos
de ayei lomaban lodava poi la hisloiia viva, sino sobie el liabajo
efeclivo de los hisloiiadoies.
Peio es poi ello lambin poi lo que esle anlisis planlea pioblemas
filosficos o leiicos, veidadeiamenle giaves. Si los discuisos deben
lialaise piimeiamenle como conjunlos de aconlecimienlos discuisi-
vos, ,qu eslalulo es necesaiio concedei a esla nocin de aconlecimien-
lo que lan iaiamenle fue lomada en consideiacin poi los filsofos?
Claio esl que el aconlecimienlo no es ni suslancia, ni accidenle, ni
calidad, ni pioceso, el aconlecimienlo no peilenece al oiden de los
cueipos. Y sin embaigo no es inmaleiial, es al nivel de la maleiialidad
cmo cobia siempie efeclo y, como es efeclo, liene su silio, y consisle
en la ielacin, la coexislencia, la dis-[48]peisin, la inleiseccin, la
acumulacin, la seleccin de elemenlos maleiiales, no es el aclo ni la
piopiedad de un cueipo, se pioduce como efeclo de y en una dispei-
sin maleiial. Iigamos que la filosofa del aconlecimienlo debeia
avanzai en la diieccin paiadjica, a piimeia visla, de un maleiialismo
de lo incoipoial.
Poi olia paile, si los aconlecimienlos discuisivos deben lialaise
segn seiies homogneas, peio disconlinuas unas con ielacin a olias,
,qu eslalulo es necesaiio dai a ese disconlinuo? No se liala en absolu-
lo ni de sucesin de los inslanles del liempo, ni de la pluialidad de los
diveisos sujelos que piensan, se liala de cesuias que iompen el inslan-
le y dispeisan el sujelo en una pluialidad de posibles posiciones y
funciones. Una disconlinuidad lal que golpelea e invalida las menoies
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unidades liadicionalmenle ieconocidas o las menos fcilmenle pueslas
en duda: el inslanle y el sujelo. Y, poi debajo de ellos, independienle-
menle de ellos, es necesaiio concebii enlie esas seiies disconlinuas de
las ielaciones que no son del oiden de la sucesin (o de la simullanei-
dad) en una (o vaiias) conciencia, es necesaiio elaboiai -fueia de las
filosofas del sujelo y del liempo- una leoia de las sislemalicidades
disconlinuas. Finalmenle, si es veidad que esas seiies discuisivas y
disconlinuas lienen, cada una, enlie cieilos lmiles, su iegulaiidad, sin
duda ya no es posible eslablecei, enlie los elemenlos que las conslilu-
yen, vnculos de causalidad mecnica o de necesidad ideal. Es ne-
[49]cesaiio aceplai la inlioduccin del azai como calegoia en la
pioduccin de los aconlecimienlos. Ah se expeiimenla lambin la
ausencia de una leoia que peimila pensai en las ielaciones del azai y
del pensamienlo.
Ie modo que el diminulo desfase que se pielende ulilizai en la hislo-
iia de las ideas y que consisle en lialai, no las iepiesenlaciones que
puede habei delis de los discuisos, sino los discuisos como seiies
iegulaies y dislinlas de aconlecimienlos, esle diminulo desfase, lemo
ieconocei en l algo as como una pequena (y quizs odiosa) maquina-
iia que peimile inlioducii en la misma iaz del pensamienlo, el azai, el
disconlinuo y la maleiialidad. Tiiple peligio que una cieila foima de
hisloiia pielende conjuiai iefiiiendo el desaiiollo conlinuo de una
necesidad ideal. Ties nociones que debeian peimilii vinculai a la
piclica de los hisloiiadoies, la hisloiia de los sislemas de pensamien-
lo. Ties diiecciones que debei seguii el liabajo de elaboiacin leiica.
* * *
37
Siguiendo eslos piincipios y iefiiindome a esle hoiizonle, los anli-
sis que me piopongo hacei se disponen segn dos conjunlos. Poi una
paile el conjunlo cilico que uliliza el piincipio de liaslocamienlo:
pielende ceicai las foimas de exclusin, de delimilacin, de apiopia-
cin, a las que aluda anleiioimenle, mueslia [50] cmo se han foima-
do, paia iespondei a qu necesidades, como se han modificado y
desplazado, qu coaccin han ejeicido efeclivamenle, en qu medida se
han alleiado. Poi olia paile, el conjunlo genealgico que uliliza los
olios lies piincipios: como se han foimado, poi medio, a pesai o con el
apoyo de esos sislemas de coaccin, de las seiies de los discuisos, cual
ha sido la noima especfica de cada una y cuales sus condiciones de
apaiicin, de ciecimienlo, de vaiiacin.
Piimeiamenle el conjunlo cilico. Un piimei giupo de anlisis veisa-
ia sobie lo que he designado como funciones de exclusin. En olia
ocasin esludi una y poi un peiodo deleiminado: se lialaba de la
sepaiacin enlie locuia y iazn en la poca clsica. Mas adelanle se
podia inlenlai analizai un sislema de piohibiciones del lenguaje: el
que concieine la sexualidad desde el siglo XVI hasla el XIX, se lialaia
de vei no cmo, sin duda, se ha piogiesiva y afoilunadamenle desdibu-
jado, sino cmo se ha desplazado y ieailiculado desde una piclica de
la confesin en la que las conduclas piohibidas se nombiaban, clasifi-
caban, jeiaiquizaban, y de la maneia ms explcila, hasla la apaiicin,
piimeiamenle baslanle lmida y ielaidada, de la lemlica sexual en la
medicina y en la psiquialia del siglo XIX, ello no es lodava, naluial-
menle, ms que indicaciones un lanlo simblicas, peio se puede ya
aposlai que las escanciones no son aqullas que se ciee y que las
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piohibiciones no [51] ocupan siempie el lugai que se liene lendencia a
imaginai.
Ie momenlo, quisieia dedicaime al leicei sislema de exclusin. Lo
enfocai de dos maneias. Poi una paile, quisieia inlenlai senalai cmo
se hizo, peio lambin cmo se iepili, pioiiog, desplaz esa eleccin
de la veidad en cuyo inleiioi eslamos piendidos peio que ienovamos
sin cesai, me siluai piimeiamenle en la poca de la sofslica y de su
comienzo con Sciales o al menos con la filosofa plalnica, paia vei
cmo el discuiso eficaz, el discuiso iilual, el discuiso caigado de
podeies y de peligios se oidenaba poco a poco hacia una sepaiacin
enlie el discuiso veidadeio y el discuiso falso. Me siluai despus en
los momenlos decisivos de los siglos XVI y XVII, en la poca en que
apaiece, en Inglaleiia sobie lodo, una ciencia de la visla, de la obseiva-
cin, de la alesliguacin, una cieila filosofa naluial insepaiable sin
duda de la inslauiacin de nuevas esliucluias pollicas, insepaiable
lambin de la ideologa ieligiosa: nueva foima, seguiamenle, de la
volunlad de sabei. Finalmenle, el leicei punlo de iefeiencia sei el
comienzo del siglo XIX, con los giandes aclos fundadoies de la ciencia
modeina, la foimacin de una sociedad indusliial y la ideologa
posilivisla que la acompana. Ties coiles en la moifologa de nueslia
volunlad de sabei, lies elapas de nueslio filisleismo.
Me guslaia lambin iepelii la misma cueslin peio desde un ngulo
difeienle: medii el [52] efeclo de un discuiso de pielenden cienlfica
-discuiso mdico, psiquiliico y sociolgico lambin- sobie ese
conjunlo de piclicas y de discuisos piesciiplivos que consliluye el
sislema penal. El esludio de los diclmenes psiquiliicos y su funcin
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en la penalidad seiviia de punlo de pailida y de maleiial de base paia
esos anlisis.
Tambin en esla peispecliva, peio a olio nivel, es cmo debeia
haceise el anlisis de los piocedimienlos de limilacin de los discuisos,
enlie los cuales he designado anles el piincipio de auloi, el del comen-
laiio, el de la disciplina. Iesde esla peispecliva pueden piogiamaise
un cieilo nmeio de esludios. Pienso, poi ejemplo, en un anlisis que
veisaia sobie la hisloiia de la medicina del siglo XVI al XIX, se lialaia
no lanlo de senalai los descubiimienlos hechos o los conceplos uliliza-
dos, como de asii nuevamenle, en la conslilucin del discuiso mdico,
peio lambin en loda la inslilucin que lo sopoila, lo iefueiza, de qu
maneia se ulilizaion el piincipio de auloi, el del comenlaiio, el de la
disciplina, inlenlai sabei de qu maneia se ejeici el piincipio de gian
auloi: Hipciales, Caleno, naluialmenle, peio lambin Paiacelso,
Sydenham o Boeihaave, de qu maneia se ejeici, y lodava en el siglo
XIX, la piclica del afoiismo y del comenlaiio, de qu maneia fue
susliluida poco a poco la piclica del caso, de la coleccin de casos, del
apiendizaje clnico de un caso concielo, segn qu modelo ha inlenla-
do finalmen-[53]le la medicina consliluiise como disciplina, apoyn-
dose piimeiamenle en la hisloiia naluial, a conlinuacin en la analo-
ma y la biologa.
Se podia lambin consideiai de qu maneia la cilica y la hisloiia
lileiaiia han consliluido al peisonaje del auloi y la figuia de la obia,
ulilizando, modificando y desplazando los mlodos de exgesis ieligio-
sa, de la cilica bblica, de la hagiogiafa de las vidas hisliicas o
legendaiias, de la aulobiogiafa y de las memoiias. Sei necesaiio
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lambin esludiai un da el papel que luvo Fieud en el sabei psicoanal-
lico, muy difeienle, seguio, del de Newlon en fsica (y del de lodos los
fundadoies de disciplina), muy difeienle lambin del que puede lenei
un auloi en el campo del discuiso filosfico (que esluviese como Kanl
en el oiigen de olia maneia de filosofai).
He ah pues algunos pioyeclos paia el aspeclo cilico de la laiea,
paia el anlisis de las inslancias del conliol discuisivo. En cuanlo al
aspeclo genealgico, concieine la foimacin efecliva de los discuisos
bien en el inleiioi de los lmiles de conliol, bien en el exleiioi, bien,
ms fiecuenlemenle, de una paile y olia de la delimilacin. La cilica
analiza los piocesos de eniaiecimienlo, peio lambin el ieagiupamien-
lo y unificacin de los discuisos: la genealoga esludia su foimacin
dispeisa, disconlinua y iegulai a la vez. A decii veidad, eslas dos laieas
no son nunca sepaiables, no hay, poi una paile, las foimas de iechazo,
de la exclusin, del iea-[54]giupamienlo o de la aliibucin, y despus,
poi olia paile, a un nivel ms piofundo, el biole esponlneo de los
discuisos que, inmedialamenle anles o despus de su manifeslacin, se
encuenlian somelidos a la seleccin y al conliol. La foimacin naluial
del discuiso puede inlegiai en cieilas condiciones y basla cieilo punlo,
los piocedimienlos de conliol (es lo que pasa, poi ejemplo, cuando una
disciplina loma foima y eslalulo de discuiso cienlfico), e inveisamen-
le, las figuias de conliol pueden lomai cueipo en el inleiioi de una
foimacin discuisiva (as la cilica lileiaiia como discuiso conslilulivo
del auloi): si bien loda laiea cilica, que ponga en duda las inslancias
del conliol, debe analizai al mismo liempo las iegulaiidades discuisi-
vas a liavs de las cuales se foiman, loda desciipcin genealgica debe
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lenei en cuenla los lmiles que nlei vienen en las foimaciones ieales.
Enlie la empiesa cilica y la empiesa genealgica la difeiencia no es
lanlo de objelo o de dominio como de punlo de alaque, de peispecliva
y de delimilacin.
Evocaba anles un posible esludio: el de las piohibiciones que afeclan
al discuiso de la sexualidad. Seia difcil y absliaclo, en lodo caso,
iealizai un esludio sin analizai al mismo liempo los conjunlos de
discuisos, lileiaiios, ieligiosos o licos, biolgicos o mdicos, e igual-
menle juidicos, en los que se liala de la sexualidad, y en los que sla se
nombia, desciibe, melafoiisea, explica, juzga. Eslamos muy lejos de
habei cons-[55]liluido un discuiso unilaiio y iegulai de la sexualidad,
quizs no se consiga nunca, quizs no es en esa diieccin en la que
vamos. Poco impoila. Las piohibiciones no lienen la misma foima, ni
inleivienen de la misma maneia en el discuiso lileiaiio y en el de la
medicina, en el de la psiquialia o en el de la diieccin de la conciencia.
E, inveisamenle, esas difeienles iegulaiidades discuisivas no iefuei-
zan, no iodean o no desplazan las piohibiciones de la misma maneia.
El esludio no podi pues haceise ms que segn pluialidades de
seiies en las que inleivienen piohibiciones que, paia una paile al
menos, son difeienles en cada una.
Se podia lambin consideiai las seiies de discuisos que, en el siglo
XVI y XVII, concieinen la iiqueza y la pobieza, la moneda, la pioduc-
cin y el comeicio. Enliaian en ielacin conjunlos de enunciados muy
heleiogneos, foimulados poi los iicos y los pobies, los sabios y los
ignoianles, los pioleslanles o los callicos, los oficiales ieales, los
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comeicianles o los moialislas. Cada uno liene su foima de iegulaiidad,
igualmenle sus sislemas de coaccin. Ninguno de ellos piefiguia
exaclamenle esa olia foima de iegulaiidad discuisiva que lomai el
aspeclo de una disciplina y que se llamai anlisis de la iiqueza, y
despus economa pollica. Sin embaigo, es a pailii de ellos que se
foima una nueva iegulaiidad, iecupeiando o excluyendo, juslificando
o sepaiando lales o cuales de sus enunciados. [5]
Se puede lambin pensai en un esludio que veisaia sobie los discui-
sos que concieinen la heiencia, lales como pueden enconliaise,
iepailidos o dispeisos hasla comienzos del siglo XX a liavs de las
disciplinas, de obseivaciones, de lcnicas y de diveisas fimulas, se
lialaia enlonces de mosliai poi medio de qu juego de ailiculaciones
esas seiies, se han, en iesumidas cuenlas, ieoiganizado en la figuia,
epislemolgicamenle coheienle y ieconocida poi la inslilucin, de la
genlica. Esle liabajo lo acaba de iealizai Fianois Jacob con una
biillanlez y una ciencia difcilmenle igualables.
As deben alleinaise, apoyaise las unas en las olias, y complelaise
las desciipciones cilicas y las desciipciones genealgicas. La paile
cilica del anlisis se iefieie a los sislemas de desaiiollo del discuiso:
inlenla senalai, ceicai, esos piincipios de libiamienlo, de exclusin, de
iaieza del discuiso. Iigamos, paia jugai con las palabias, que piaclica
una desenvolluia aplicada. La paile genealgica se iefieie poi el
conliaiio a las seiies de la foimacin efecliva del discuiso: inlenla
caplailo en su podei de afiimacin, y enliendo poi eslo no un podei
que se opondia al de negai, sino el podei de consliluii dominios de
objelos, a piopsilo de los cuales se podia afiimai o negai pioposi-
43
ciones veidadeias o falsas. Llamemos posilividades esos dominios de
objelos y digamos, paia jugai una segunda vez con las palabias, que, si
el eslilo cilico es el de la desenvolluia esludiosa, el [57] humoi genea-
lgico sei el de un posilivismo alegie.
En lodo caso, una cosa al menos debe senalaise: el anlisis del dis-
cuiso as enlendido no ievela la univeisalidad de un senlido, saca a
ielucii el juego de la iaieza impuesla con un podei fundamenlal de
afiimacin. Raieza y afiimacin, iaieza, finalmenle, de la afiimacin, y
no geneiosidad conlinua del senlido, ni monaiqua del significanle.
Y ahoia, que los que lienen lagunas de vocabulaiio digan -quizs
poique les suena bien- que se liala de esliucluialismo.
* * *
Eslas invesligaciones, de las que he inlenlado piesenlaios el diseno,
s bien que no hubieia podido empiendeilas si no hubieia conlado
paia ayudaime con modelos y apoyos. Cieo que debo mucho a Ium-
zil, pueslo que fue l quien me incil al liabajo a una edad en la que yo
ciea lodava que esciibii eia un placei. Y debo lambin mucho a su
obia, que me peidone si me he alejado de su senlido o desviado del
iigoi de esos lexlos suyos y que aclualmenle nos dominan, l me
ensen a analizai la economa inleina de un discuiso de muy dislinlo
modo que poi los mlodos de la exgesis liadicional o los del foima-
lismo lingslico, l me ensen a localizai de un discuiso a olio, poi el
juego de las compaiaciones, el sislema de las coiielaciones [58] fun-
cionales, l me ensen a desciibii las liansfoimaciones de un discuiso
y las ielaciones con la inslilucin. Si he queiido aplicai un mlodo
44
similai a discuisos dislinlos de los ielalos legendaiios o mlicos, la idea
me vino sin duda de que lena anle mis ojos los liabajos de los hislo-
iiadoies de las ciencias, y sobie lodo de Canguilhem, a l le debo habei
compiendido que la hisloiia de la ciencia no esl piendida foizosa-
menle en la alleinaliva: cinica de los descubiimienlos, o desciipcio-
nes de las ideas y opiniones que boidean la ciencia poi el lado de su
gnesis indecisa o poi el lado de sus cadas exleiioies, sino que se
poda, se deba, hacei la hisloiia de la ciencia como un conjunlo a la
vez coheienle y liansfoimable de modelos leiicos e insliumenlos
concepluales.
Peio pienso que es con Jean Hyppolile con quien me liga una mayoi
deuda. S bien que su obia, a los ojos de muchos, esl acogida bajo el
ieino de Hegel, y que loda nueslia poca, bien sea poi la lgica o poi la
epislemologa, bien sea poi Maix o poi Nielzsche, inlenla escapai a
Hegel: y lodo lo que he inlenlado decii anleiioimenle a piopsilo del
discuiso es baslanle infiel al logos hegeliano.
Peio escapai iealmenle a Hegel supone apieciai exaclamenle lo que
cuesla sepaiaise de l, eslo supone sabei hasla qu punlo Hegel,
insidiosamenle quizs, se ha apioximado a nosolios, eslo supone sabei
lo que es lodava hegeliano en aquello que nos peimile pensai conlia
Hegel, [59] y medii hasla qu punlo nueslio iecuiso conlia l es quiz
lodava una aslucia que nos opone y al limino de la cual nos espeia,
inmvil y en olia paile.
Pues si ms de uno eslamos en deuda con J. Hyppolile es poique
infaligablemenle ha iecoiiido paia nosolios, y anles que nosolios, ese
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camino poi medio del cual uno se sepaia de Hegel, se dislancia, y poi
medio del cual uno se encuenlia llevado de nuevo a l peio de olio
modo, paia despus veise obligado a dejaile nuevamenle.
Piimeiamenle, J. Hyppolile haba cuidado de dai una piesencia a esa
sombia un poco fanlasmal de Hegel que meiodeaba desde el siglo XIX
y con la que oscuiamenle se luchaba. Fue con una liaduccin, la de la
Fenomenologa del espiilu, cmo dio a Hegel esa piesencia, y que
Hegel mismo esluvo bien piesenle en ese lexlo fiancs, la piueba esl
en que se ha llegado a que los alemanes lo consullen paia compiendei
mejoi lo que, poi un inslanle al menos, devena la veisin alemana.
Pues, de esle lexlo, J. Hyppolile ha buscado y iecoiiido lodas las
salidas, como si su inquielud fuese: ,se puede lodava filosofai all
donde Hegel ya no es posible?, ,puede exislii lodava una filosofa que
ya no sea hegeliana?, ,aquello que no es hegeliano en nueslio pensa-
mienlo es necesaiiamenle no filosfico?, ,y aquello que es anlifilosfico
es foizosamenle no hegeliano? Ie maneia que de esla piesencia de [0]
Hegel que l nos haba dado, no pielenda hacei solamenle la desciip-
cin hisliica y meliculosa: queia hacei un esquema de expeiiencia de
la modeinidad (,es posible pensai segn el modelo hegeliano, las
ciencias, la hisloiia, la pollica y el sufiimienlo de lodos los das?) y
queia hacei, inveisamenle, de nueslia modeinidad la piueba del
hegelianismo y, como consecuencia, de la filosofa. Paia l, la ielacin
con Hegel, eia el lugai de una expeiiencia, de un enfienlamienlo en el
que no se eslaba nunca seguio de que la filosofa saliese vencedoia. No
se seiva del sislema hegeliano como de un univeiso lianquilizadoi,
vea en l el iiesgo exliemo asumido poi la filosofa.
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Ie ah iesullan, cieo, los desplazamienlos que opei, no digo en el
inleiioi de la filosofa hegeliana, sino sobie ella y sobie la filosofa lal
como Hegel la conceba, de ah lambin loda una inveisin de lemas.
La filosofa, en lugai de concebiila como la lolalidad finalmenle capaz
de pensaise y de iehaceise en el movimienlo del conceplo, J. Hyppolile
iealizaba sobie el fondo de un hoiizonle infinilo una laiea sin limino:
siempie despieila pionlo, su filosofa no eslaba nunca dispuesla a
acabaise. Taiea sin limino, laiea poi lanlo siempie iecomenzada,
dedicada a la foima y a la paiadoja de la iepelicin: la filosofa como
pensamienlo inaccesible de la lolalidad eia paia J. Hyppolile lo que
poda habei de iepelible en la exliema iiiegulaiidad de la expeiiencia,
eia lo que se da y lo que se escuiie [1] como cueslin, sin cesai
iecupeiada en la vida, en la mueile, en la memoiia: as el lema hegelia-
no de la leiminacin sobie la conciencia de s, l lo liansfoimaba en un
lema de la inleiiogacin iepeliliva. Peio, pueslo que eia iepelicin, la
filosofa no eia ulleiioi al conceplo, no lena que pioseguii al edificio
de la absliaccin, deba manleneise siempie en suspensin, iompei
con sus geneialidades adquiiidas y exponeise nuevamenle al conlaclo
de la no filosofa, deba apioximaise, lo ms ceica, no a lo que acaba,
sino a lo que piecede, a aquello que no ha despeilado lodava de su
inquielud, debeia iecupeiai paia pensailos, no paia ieduciilos, la
singulaiidad de la hisloiia, las iacionalidades iegionales de la ciencia,
la piofundidad de la memoiia en la conciencia, apaiece as el lema de
una filosofa piesenle, inquiela, mvil a lo laigo de su lnea de conlaclo
con la no-filosofa, no exisliendo sin embaigo ms que poi ella y
ievelando el senlido que esa no-filosofa liene paia nosolios. Pues, si
ella esl en ese conlaclo iepelido con la no-filosofa, ,cul es el co-
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mienzo de la filosofa? ,Esl ya secielamenle piesenle en lo que no es
ella, comenzando a foimulaise a media-voz en el muimullo de las
cosas? Peio, enlonces, el discuiso filosfico no liene quiz alas iazn de
sei, o bien ,debe ella comenzai con una fundacin aibiliaiia y absolula
a la vez? Se ve as susliluii el lema hegeliano del movimienlo piopio de
lo inmedialo poi el [2] del fundamenlo del discuiso filosfico y de su
esliucluia foimal. Finalmenle, el llimo desplazamienlo que J. Hyppo-
lile opeio en la filosofa: si la filosofa debe comenzai como discuiso
absolulo, ,qu es la hisloiia y qu es ese comienzo que comienza con
ese individuo singulai, en una sociedad, en una clase social y en medio
de luchas?
Eslos cinco desplazamienlos que conducen al boide exliemo de la
filosofa hegeliana y que la hacen sin duda pasai del olio lado de sus
piopios lmiles, convocan, una poi una, a las giandes figuias mayoies
de la filosofa modeina que Jean Hyppolile no ceso de enfienlai con
Hegel: Maix con las cuesliones de hisloiia, Fichle con el pioblema del
comienzo absolulo de la filosofa, Beigson con el lema del conlaclo con
la no-filosofa, Kieilegaaid con el pioblema de la iepelicin y de la
veidad, Husseil con el lema de la filosofa como laiea infinila ligada a
la hisloiia de nueslia iacionalidad. Y, ms all de esas figuias filosfi-
cas, se advieilen lodos los dominios del sabei que J. Hyppolile invoca-
ba aliededoi de sus piopias cuesliones: el psicoanlisis con la exliana
lgica del deseo, las malemlicas y la foimalizacin del discuiso, la
leoia de la infoimacin y su aplicabilidad en el anlisis sobie lo vivo,
en iesumen lodos los dominios a pailii de los cuales se puede planleai
la cueslin de una lgica y de una exislencia que no cesan de anudai y
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desanudai sus lazos. Pienso que esla obia, ailiculada en algunos [3]
libios mayoies, peio piesenle lodava ms en sus invesligaciones, en
una ensenanza, en una peipelua alencin, en un eslai aleila y en una
geneiosidad diaiia, en una iesponsabilidad apaienlemenle adminislia-
liva v pedaggica (es decii en iealidad doblemenle pollica) ha ciuza-
do, ha foimulado los pioblemas ms fundamenlales de nueslia poca.
Somos numeiosos los que hemos quedado infinilamenle en deuda con
l.
Poique he lomado de l, sin duda, el senlido y la posibilidad de lo
que hago, poique con baslanle fiecuencia me ha aclaiado cuando yo
ensayaba a ciegas, es poi lo que he queiido colocai mi liabajo bajo su
signo y es poi lo que he leiminado, invocndolo, la piesenlacin de
mis pioyeclos. Es hacia l, hacia su laila -en la que expeiimenlo a la
vez su ausencia y mi piopia caiencia- hacia donde se ciuzan las
cuesliones que me planleo aclualmenle.
Pueslo que le debo lanlo, compiendo baslanle que la eleccin que
han hecho invilndome a ensenai aqu es, en buena paile, un homena-
je que usledes le han iendido, os quedo ieconocido, piofundamenle,
del honoi que me hacis, peio no os quedo menos ieconocido poi lo
que a l le alane en esla eleccin. Si bien no me sienlo igualado a la
laiea de sucedeile, s poi el conliaiio que, si lodava conliamos con la
dicha de su piesencia, yo habia sido esla laide, alenlado poi su
indulgencia.
Y compiendo mejoi poi qu expeiimenlaba lanla dificullad al co-
menzai anles. Ahoia s [4] bien cul eia la voz que hubieia queiido
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que me piecedieia, que me llevaia, que me invilaia a hablai y que se
inliodujeia en mi piopio discuiso. S lo que haba de lemible al lomai
la palabia, pueslo que la lomaba en esle lugai en el que le he escuchado
y donde l ya no esla paia escuchaime.
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