Sin Noticias de Dior - Beatriz Miranda

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SIN NOTICIAS

DE DIOR
Quin dijo que no
se poda rezar a
Dior?
Mara Granada
Peralta Guelbenzu,
alias Nada y Flori,
su asistenta
paraguaya, se han
quedado a solas en
el precioso chal
donde viven con el
resto de la familia
de doa Nada, su
segundo marido y
sus dos hijos
pequeos,
veinteaeros, un
domingo de verano.
Para matar las horas
de aburrimiento, la
seora ha decidido
hacer limpieza
general y se ha
metido en su
impresionante
vestidor, repleto de
joyas vintage y
actuales de las
mejores marcas
espaolas y
extranjeras: Dior,
Chanel, Gucci, YSL,
Elio Berhanyer,
Balenciaga
Mientras tanto, Flori
pasa el aspirador en
la planta de abajo
esperando la
llegada de sus tres
hijos varones desde
Paraguay a los que
arde en deseos de
abrazar.
Pero sus hijos no
han hecho el viaje
desde Asuncin
precisamente para
abrazarla. Flori es
maniatada por esos
hijos a los que ha
criado y mantenido
y doa Nada acaba
encerrada en su
magnfico vestidor.
Los ladrones
comienzan a
desvalijar la casa
sin saber que lo ms
valioso de la casa
est dentro del zulo
de lujo donde han
encerrado a la
seora.
Doa Nada, sin
poder salir, hace
repaso a travs de
sus vestidos de su
propia vida. Una
vida llena de
secretos, glamour,
situaciones cmicas
pero tambin
dramticas. Y reza.
Reza a Dios por
salir de sta, pero
sobre todo a Dior,
pues es la frivolidad
en lo que realmente
cree.
Un vestido de
terciopelo recin
adquirido en la
tienda de esta firma
francesa y que esa
misma tarde ha de
recibir en su casa
podra salvarla
Lograr doa Nada
sobrevivir a tantas
horas de encierro
junto a sus
recuerdos?
Superar Flori la
traicin de sus
hijos?
Un estupendo retrato
de una generacin,
una poca y un
prototipo de mujer
que resulta ser, al
final, mucho ms
autntica que la
imagen que
proyecta.



Autor: Beatriz Miranda
ISBN: 9788499706924
Beatriz Miranda
SIN
NOTICIAS DE
DIOR

Esto es una obra de ficcin basada en mi
experiencia como periodista
especializada en moda,
pero cualquier parecido con la realidad
es pura coincidencia.

A todas las mujeres de mi familia.
Nada
FLOOOORIIIIIIII!

Esta mujer est cada da ms sorda.
No puedo con ella. Bueno, sin ella
tampoco. Otra vez estn sucias las
hebillas de los zapatos. Le tengo dicho
que les pase un pao una vez por
semana. Estos Roger Vivier parecen de
un disfraz de DArtagnan despus de que
los usara una chica de barra.

Floriiiiiiiiiiiiii?

Debe de estar pasando el aspirador
por el saln. Por eso no me oye. Lo de
poner paredes de Pladur en este vestidor
fue una mala idea. Las rooseras de
Ricardo. Oyes lo que no quieres or y
cuando quieres que te oigan nadie lo
hace. Pfffffff. El marco de este espejo
tambin necesita un buen plumero. Vaya
mala cara que tengo Ay! Se me ha
clavado algo en el pie! Eso me pasa por
ir descalza. Qu hace una pieza de
Lego aqu? Ya ha vuelto a entrar
Pedrito. Menos mal que an no anda y
yo paso aqu ms horas que Elvi delante
del ordenador. Es que nadie vigila a la
criatura? Le dejan gatear por donde
quiera y no hay un solo enchufe capado
en esta casa! Pobrecito mo Como la
moqueta es mullida y las barras de este
burro muy fras Le gusta chupar el
metal. A m tambin me pirraba de cra.

FLOOO-R!!!!!!

Nada, no hay manera. No s por qu
lleva tantos aos trabajando en esta
casa. No la puedo soportar. Mira,
tampoco me ha abrillantado la bisutera
antigua de la vitrina y se lo repet mil
veces. Podra poner tanto empeo en
ella como cuando se cepilla su
dentadura dorada. Cmo permiti que
le pusieran esas fundas dentales
horrendas a los 14 aos? Sern de oro
autntico, espero. Ya pueden, porque si
no, no tiene sentido semejante faena.
Aunque Marga me dijo que en Paraguay
solan ponerlas de rodio, como los
pendientes de Trifari. Qu horror,
aunque en piezas vintage este material
me encanta.
Flori s que est vintage. Como yo.
Tenemos la misma edad, pero parece de
la de mam. Venga, no puedo ser tan
cruel. En el Altiplano el brillo dental es
seal de podero. De clase. De casta, de
clan. Como llevar un collar de perlas
australianas al casino de la calle Alcal
de Madrid, ni en broma al de
Torrelodones, cuando tienes 15 aos.
Por cierto, tengo que sacar de la caja
fuerte mi gargantilla de perlas. Estaba
en el banco, en la caja fuerte o en el
joyero? Ni me acuerdo.
Me la pidi el otro da Gadea, pero
creo que me voy a hacer la loca. Me da
pnico que Pedrito se la arranque y las
cuentas se esparzan por las escaleras
como en el videoclip de Shakira que me
ense Ricky el otro da.

Flori, chica, haz el favor de
subir!!

No pienso gritar ms. En realidad no
la necesito ahora mismo y me urge ms
que haga a fondo el saln ahora mismo,
que el lunes vienen los chicos a cenar
porque quieren ver a los hijos de Flori,
que vienen esta noche a pasar una
temporada a Espaa. Flori est
empanada desde que sabe que vuelven,
sobre todo porque viene Luis Javier, que
se cri aqu. Los tres llegan hoy a ltima
hora, creo. Voy a apuntar en un papel
todo lo que tiene que hacer su madre
esta tarde aqu dentro, que no es poco, y
se lo doy. Pues luego me pedir horas
libres. Har una copia porque luego se
me olvida lo que le he encargado y no
quiero que me engae una vez ms. Que
se cree que soy tonta.
Esta mujer Le viene al pelo
llamarse Flori. Est gorda como
Florinda Chico. Y le ha venido Dios a
ver conmigo, tanto como a Flori Prez
con Amancio Ortega. Me refiero a Dios,
pero tambin a Dior, porque no es la
primera vez que le regalo alguna de mis
barras de labios gastadas de la maison.
Y no le da ningn apuro. A m me dara
un repels heredar cualquier cosa suya!
Ayyyy, esta mujer saca lo peor de m
Pero la quiero tanto Bueno, no. La
necesito tanto Si un da se me marcha
me da un infarto de miocardio. Yo ya no
estoy para ensear mis manas a otra.
Me fascina contemplar mi coleccin
de cosmticos. Es divina. Qu gran
acierto reciclar este secreter con
cubiertos de plata que hered de ta
Olympia. Desde que lo vaci e hice
brazaletes para regalar con los
tenedores, cuchillos y cucharas, en sus
cajoncitos tengo todas las polveras que
compro por duplicado desde hace ms
de 40 aos. Unas para usarlas y otras
para admirarlas. En definitiva, para
abrirlas, rozar los logos grabados en sus
estuches con las puntas de los dedos,
comprobar que sus espejitos no
conservan ni una mota de polvo, que las
esponjas permanecen vrgenes y an no
las ha ensuciado el producto. Para oler
el perfume de los pigmentos Qu
maravilla! Es como estrenar una caja de
lpices de una papelera de Biarritz el
primer da de colegio.
Cierro con llave por si acaso. Esto
solo es para uso y disfrute mo. Una de
mis grandes proezas. Mi pieza favorita
es un rouge de Chanel del ao 1969.
Tiene un pincel escondido que sale de la
base si aprietas un botoncito. Qu buen
invento y qu cmodo. Es la primera
barra que adquir por partida doble. El
primer labial, como dicen ahora las
dependientas horteras, esas que te
llaman cario sin conocerte. Lo
compr con una de mis primeras pagas.
Qu generoso era pap. Me dio 100
pesetas de aquella poca. Siempre fui
una visionaria para estas cosas. Me
gustara que un da alguien tasara mi
coleccin. Porque tendr algn valor,
digo yo. Pero quiero exponer las piezas,
no venderlas. Aunque las nias no las
quieran, cuidarn mis polveras como
Dios manda. Lo escribir, mejor dicho,
exigir que se cumpla esa voluntad en
mi testamento. Ay, mira esta polvera con
un lapislzuli en el cierre Tengo que
hablar con Ricardo o con la
Academia del Perfume.
Me pica la curiosidad. Esta tarde
ver a Luis Javier, el hijo pequeo de
Flori. Tendr ya al menos 25 aos!
Flori lleg a casa embarazada de l y
dej a sus otros dos churumbeles en
Asuncin, con el padre, que vaya
canalla. Cri a Luis Javier como si fuera
hijo mo. Flori se empe en ponerle un
nombre compuesto, como los
protagonistas de las telenovelas, pero
con dos apelativos espaoles porque
naci aqu.
Disfrut ms a Luis Javier que la
propia Flori. Le compraba ropita en
Nancy y Chucuch, le paseaba por el
jardn mientras la pobre limpiaba
Pero a los 15 aos se march de aqu en
busca de sus orgenes. Para
reencontrarse con sus races. An me
siento culpable de no haberle retenido.
Pude haberle metido en vereda,
insistirle en lo mucho que habamos
invertido en su educacin y explicarle
todava ms veces que all no tendra las
mismas oportunidades que aqu. Pero
sus facciones le recordaban a diario que
no pintaba nada en el mismo colegio que
los seoritos. Sus seoritos, para l,
cuando en realidad eran sus hermanos.
La cabra tira al monte, ya se sabe.
Qu guapo era. Ahora estar can.
Tena el torso amplsimo, era fibroso.
Con los labios gruesos y un brillo en el
blanco de los ojos espectacular. Qu
pelo ms duro, qu piel ms suave. Y
qu carcter! Tengo claro que nunca le
vi como a un hijo, porque si no nunca le
describira as. Parezco Mrs. Robinson,
la seora de El graduado que se acuesta
con Dustin Hoffman.
He de confesar que en mis sueos
ms perversos aparece Luis Javier
montando a caballo y yo de amazona a
los mismos lomos y desnuda. Tengo
miedo de verle hoy. Recuerda, Nada,
esto no est bien. Piensa en otra cosa.
Ayyyy, Nada, diminutivo absurdo de
Mara Granada Peralta Guelbenzu,
qutate esa terrible idea de la cabeza!
Quin dijo que la libido desapareca
con el climaterio?
Anda. No me acordaba de este Elio
Berhanyer. Es casi exacto al que me
compr ayer en Dior y traern arreglado
esta tarde. Les dije que vinieran de siete
a ocho. Espero que llegue antes que los
hijos de Flori, porque estar liada con la
bienvenida. Qu coraje. Me siento mal
por no haberle dado permiso para ir a
buscarles al aeropuerto, pero tanta
emocin no le viene bien a la pobre
mujer, que ya es cardipata a sus aos.
Lo hago por ella, ya me lo agradecer.
Lo confieso, cada vez me sienta peor
que me tengan que coger el bajo de los
trajes. Con lo que yo he sido. Empiezo a
encorvarme. Como una vieja. Pero ya
tengo edad de serlo. Bien visto, a mis 58
aos ya era hora de que me arreglaran
una prenda. Hasta ahora solo me la
haban estrechado si no haba algo de mi
talla y tena que conformarme con un
ejemplar ms grande. Siempre he sido
fiel a la 36. Pero mis renuncias me ha
costado. Comer huevas de salmn a
cucharadas est bien, pero untaditas con
queso en un blini, pues mucho mejor.
Qu delicia que estallen bien fresquitas
en la boca. Qu placer. Voy a decirle a
Marga que reserve en el ruso ese
buensimo de al lado de Las Cortes la
semana que viene.
Qu calor hace aqu dentro. Cmo
pude olvidar encender el aire
acondicionado! En Madrid a estas
alturas del da el asfalto se derrite!
Este ejemplar de Elio me hubiera
servido para el cctel del martes en la
embajada de Italia. Si se entera mam de
que me he comprado un Dior nuevo, me
mata. Ahora le ha dado por decir que
tenemos que ahorrar por lo que pueda
pasar. Pero alguien tendr que hacer
gasto para que Espaa funcione, no?
Adems, que yo sepa, pap lo dej todo
atado y bien atado. Qu suerte tuvimos
con l.

Floooooo-r!

Parezco boba. Que no la llamo ms,
hombre, que no. Adems, mejor que
acabe lo que est haciendo. Marga dice
que Dior ya no es lo que era desde que
despidieron a Galliano, pero yo no he
notado tanta diferencia. El vestido de
terciopelo azul marino que compr ayer
es maravilloso. Me est que ni pintado.
De monada total. Con escote por detrs
y hombreras puntiagudas. Apenas hay
que tocarlo y no tiene que envidiar a
ninguno de antao. Pesa un quintal,
seguro que me costar mantenerme
erguida con l ms de media hora. Que
no se me olvide pedir cita en Maribel
Ybenes para que me exfolie la espalda.
Me estn saliendo las mismas manchas
que en las manos y necesito a la voz de
ya un buen baito de cido gliclico,
retinoico o de lo que sea. En esa zona es
donde se ve si una es vieja o no.
Marga, en el fondo, lleva razn. Ir a
la tienda de Dior de Lista ya no es tan
divertido como antes. Hasta hace una
dcada, entrabas y disfrutabas como una
enana. Campabas a tus anchas en el
probador. Espiabas cualquier rincn y
nadie te pona mala cara si no
comprabas. Tenas la sensacin de que
te habas colado en el Louvre de noche.
Te atendan de mil amores y, si te
encontrabas con alguien, siempre eran
mujeres elegantsimas por las que
mataras para meterlas en tu crculo.
Generalmente eran seoras del norte, de
Bilbao o San Sebastin, que venan de
compras a Madrid una vez por
temporada con el chfer de su marido
para cargarles las bolsas. Vaya
sinvergenzas, algunas iban en coche
oficial porque estaban casadas con
concejales del PNV!
En realidad, eran seoras cuyo estilo
no sabas si era chic o provinciano.
Tambin era frecuente ver a algn
seor que compraba pauelos, joyas o
perfumes por partida doble. Para su
amante y para su esposa. Aunque
siempre deca que era para su mujer y su
hija. Venga ya, lo haca para no
confundirse luego! O quizs para
reconocer a sus hembras, como si las
marcara a fuego con el hierro de una
ganadera, ja, ja.
Pero tambin se vea la versin a la
inversa. A una seora quemndole la
American Express a su marido despus
de unos cuernos o una discusin fuerte,
porque prefiero pensar que no lo haca
tras una paliza. Y si era as, pues iba
muy bien maquillada. Como en aquel
entonces pasabas una tarjeta y no te
pedan el DNI, era muy fcil usar la de
otra persona
En Dior haba hasta un silln de
orejas donde Ricardo lea el peridico y
no le importaba esperarme mil horas
mientras me empaquetaban la tienda
entera porque nadie le molestaba. Hasta
le ponan un whiskito. Ahora solo hay un
pequeo puf de capiton que seguro que
ni es de piel. Antes reinaba el silencio.
Ayer, cuando me decid por el
modelo de terciopelo, que, por cierto, se
notaba que lo haban sobado ya mil
personas por las huellas marcadas a
contrapelo, es decir, porque la tela
estaba como despeinada y opaca, vi a
una seora con los tobillos del mismo
tamao que el de los elefantes que caza
el rey, sentada en una silla de
metacrilato. Una de esas sillas que se
apilan en las terrazas de los restaurantes
que presumen de ser buenos pero que en
el fondo son una basura.
Buf, estoy harta de ir a comer huevos
revueltos al restaurante Alkalde de
Jorge Juan Se come genial, pero ya
me aburre, necesito sitios nuevos y, no
me voy a engaar: necesito gente nueva.
Otros alicientes.
Pues aseguran que esas sillas son un
diseo de Philippe Starck, pero yo las
he visto en internet por dos duros. En
fin, la buena doa se puso a contar
billetes delante de todo el mundo y pag
al contado un bolso Miss Dior que en
ella pareca pura imitacin! Qu
desfachatez! Como la Pantoja! Por si
fuera poco, nadie estuvo pendiente de m
en el probador.

Flori, cieleteeee
Igual si me oye llamarla dulcemente,
me hace caso. Ni de coa. Hablando de
bolsos Tengo que reordenar los de
esta balda. Como algunos son de piel
blanda y no se sostienen de pie, pues los
pongo uno encima de otro, no los tengo a
tiro y luego no me acuerdo de ellos.
Pero eso me pasa con todo, si no tengo
mi ropa bien a la vista, pasa a peor vida.
Menos mal que es grande este
vestidor. Ricardo se resista a levantarlo
dentro de nuestro dormitorio, pero para
m, hoy por hoy, 25 metros cuadrados se
me quedan pequeos. Que an me queda
mucho por comprar. El despacho de
Ricardo, adems Lo tiene de adorno.
Es el cuarto de la caja fuerte, nada ms.
Y an nos sobran otros 60 metros
para el bao y la biblioteca Pero lo
mejor es que ni nos tropezamos! Qu
bien empleados esos 6.000 euros en una
cama con canap de 2 3 2 metros. Ni
rozarnos tampoco! Ni tan siquiera con
pesadillas! Creo que no abrazo con
ganas a mi marido desde que muri mi
padre.
La pena que tengo es que las nias
no son tan cuidadosas con la ropa como
yo. No son merecedoras de una herencia
como esta. Solo Ricky. Mi pequeo
Ricky. Si le diera por travestirse con
estilo, no me importara nada. Pero esto
jams lo dir en pblico. l es el nico
que me quiere en esta casa. Pero lo hace
demasiado. Depende muchsimo de m y
eso no es sano. Ser gay? No me atrevo
a preguntrselo. Yo creo que solo es
sensible. Est tan gordo como su padre.
Voy a tener que operarle. Quizs el
baln gstrico sea menos agresivo
Fuma como un carretero. No se cuida
nada. Es compulsivo. Comiendo,
hablando, fumando Qu desgracia y
qu desgraciado.
Me duele el alma pensar que cuando
yo falte sus hermanas no se ocuparn de
l tan bien como lo hago yo. Pero claro,
tampoco tiene sndrome de Down y cada
una tiene que vivir su vida. La nica
culpable del Edipo de mi nio soy yo.
Me admira demasiado. Menos mal que
si falto yo, tiene a Flori. A no ser que
me la secuestren sus hijos esta tarde.
Porque llegaban a las ocho, creo.

Flori!!! [Coo!!!, pero esto lo
pienso, porque yo jams digo tacos].

Gadea est esperando su segundo
beb. Una nia. Qu alegra, a ver si la
llama Clara, como mam. O Bronte,
como mi abuela. Me hara muchsima
ilusin. Eso, eso, que me traiga nietos.
Que ya trajo al gilipollas de su marido,
Fernando, un da a comer a casa y se
qued en la familia para siempre. No se
marchar jams, me temo. La imbcil de
mi hija ha dejado de trabajar en una
prestigiosa galera de arte y ahora es de
las que piensan que antes muerta que
divorciada. Qu le habrn metido en la
cabeza sus amigas pijas. Con lo bien que
le iban las cosas con mi amiga Soledad
Lorenzo. Estoy segura de que si hubiera
aguantado un poco ms, estara ahora
mismo en la Marlborough de directora.
Esto es por haberla metido en un colegio
del Opus. Su padre se empe. Podra
haber seguido mi ejemplo. Que hay vida
ms all de una buena boda.
Elvira, sin embargo, se parece ms a
m, aunque solo en eso. No tiene
seguridad en s misma como yo. La que
le espera. Bueno, y lo que yo ya estoy
viviendo en mis propias carnes a travs
de ella. No creo que encuentre a nadie
que la ate a la pata de la cama. Cuntos
pjaros ha visto volar ya a sus escasos
28 aos. Lleva un carrern
sentimental Colecciona amantes.
Tipejos, digo yo. Naci vieja. Es
demasiado transparente. Sufre mucho.
Vaya cruz que tengo con ella y con
Ricky. Elvi es la mezcla perfecta de sus
hermanos. Por eso naci en medio de los
dos. Lucha entre renegar de m en la
sombra o quedarse conmigo para los
restos pero voluntariamente, no como la
protagonista de ese noveln que me
encanta, Como agua para chocolate. Se
debate entre el buenazo de Ricky y la
malvada de Gadea. Porque Gadea
quiere ser como yo por fuera pero no
por dentro. Y yo lo prefiero, porque es y
ser mucho ms feliz. Est todo el da
pidindonos dinero, viviendo por
encima de sus posibilidades
completamente a nuestra costa.
Esperando que Fernando d por fin con
el negocio de su vida. Podra admirar a
Pepe Barroso y va y aspira a ser Mario
Conde o Ruiz-Mateos. Habrase visto!
Si al menos fuese tan elegante como
ellos
Gadea es igual que Ricardo, don
Ricardo segn Flori. Y eso que no es su
padre. Aunque se cri con l. Cuando
me cas con su padrastro, Elvi y Gadea
todava no tenan memoria. Pero gracias
a eso parecen no tener un trauma por el
divorcio. Lo tendrn por otras cosas,
pero por eso no.
Mi segundo marido me deja
cualquier da de estos. Pero no caer esa
breva. Yo me divorciara, pero me da
pereza hacer papeles, visitar bufetes de
abogados, notarios Desde luego, le
aplaudo. Su interpretacin durante estos
casi 25 aos ha sido espectacular. Puro
teatro, como el bolero de La Lupe.
Ricardo ha sabido invertir bien lo que
ha ganado gracias a mis contactos y ya
no necesita el dinero de mi familia ni el
de mis amigos. Pero s el estatus. Es un
impostor de manual. Pero nadie lo sabe.
Qu pecado.
Volvera con Pablo, el padre de las
nias, si l no estuviera con Carmen.
Qu pena la ma de que la nueva esposa
de mi ex me caiga bien. Definitivamente,
el hombre de mi vida soy yo, que dira
mi admirada Maruja Torres. Aunque
ltimamente me hace mucha ms gracia
la columna de Rigalt o la de la chiquita
esa que la sustituye en verano: Emilia
Landaluce.
Ay, estos jersis mal doblados. Me
cago en sus muertos.

Floriiiiiiiii!!!!!!!!!!!!
[Joder].

Mis amigas creen que si me cas con
Ricardo a los 33, despus de haberme
realizado ya como esposa y madre con
Pablo, el padre de Gadea y Elvi, fue
porque Ricardo era el mejor gallo del
corral y no poda dejarle escapar. Qu
poco me conocan entonces y qu poco
lo hacen ahora. Como si yo tuviera
libertad de eleccin. Que se lo
pregunten a mi doctora, ms ngel de la
guarda que psiquiatra. Es verdad que yo
estaba de muy buen ver, de hecho an lo
estoy, y tena un montn de moscardones
a mi alrededor.
A los ojos de mis ntimas, Ricardo
era un caramelo. Un bombn, pero
relleno. Por gordo. Porque ya era gordo
entonces. Y de licor, porque ya le daba
al frasco.
Pero a m me interesaba que tuviera
algn vicio secreto. Que fuera
imperfecto, as podra pasar por alto mis
inseguridades, por no llamarlas
pequeas depresiones endgenas. l es
el nico que las ha sufrido en primera
persona, junto con Pablo, que no pudo
convivir con mis fantasmas, por no
llamarlos trastornos obsesivo-
compulsivos (TOC). Por eso no
llegamos a durar ni un lustro. Bueno,
claro, mis pnicos tambin los conoce
Helen, pero a una distancia prudencial.
En el internado no mont ningn
numerito, que yo recuerde. Y a las
amigas, si uno quiere mantenerlas ad
eternum, no se les puede contar todo.
Helen, consciente de que Ricardo era el
nico que se casara conmigo y
aguantara mis neuras de verdad, me
dijo cuando se lo present:
Dear, hes the last Coca-Cola of
your desert. [Querida, l es la ltima
Coca-Cola de tu desierto].
Esa es la mejor frase que he odo
salir de su boca junto a aquella vez que
pidi un queso con miembro en
aquella sidrera navarra a la que la llev
cuando vino a verme a Biarritz un
verano de adolescentes. Qu mal
hablaba espaol y qu bien lo hace
ahora. Estudiamos en francs, pero nos
comunicbamos en ingls para que las
monjas no nos entendieran, porque solo
una de ellas hablaba ese idioma. Qu
grandes recuerdos tengo del colegio.
Helen, mi ntima amiga del internado
de San Juan de Luz, llevaba razn con
Ricardo. Quin iba a soportarme! Si
nadie entenda mis desdichas, solo
podra hacerlo alguien que escondiese
un secreto. Pero vamos, el de Ricardo es
una chiquillada comparado con el mo.
Ojal se me fuera la mano de vez en
cuando con el whisky en vez de padecer
lo que yo padezco. Menos mal que
existe la qumica legal. Aunque es
frustrante tomar medicacin de vez en
cuando si no tienes ningn diagnstico
claro ni una preocupacin evidente. A
veces me gustara ser vctima de una
desgracia para justificar mi desaliento
vital. Soy una incomprendida.
Ahora entiendo por qu la palabra
histeria viene del latn hister, que
significa tero. Y tambin entiendo lo
que me deca pap, el hombre que ms
me ha querido en mi vida, sin duda, y al
que ms he querido junto a Ricky y
Pedrito. Pap fue quien me puso de
nombre Mara Granada, por su madre,
que se llamaba igual, y por su amiga la
duquesa de Alba, propietaria del cuadro
favorito de mi padre, La Virgen de la
Granada, de Fra Anglico.
Tambin me puso l el apodo de
Nada, simple y llanamente porque le
atrap el libro de Carmen Laforet
cuando mam estaba embarazada de m.
Si yo soy mucho! Vale, puedo no ser
nada, pero nunca he sido nadie. Quizs
ese alias marc mi destino de otra
manera. Siempre me ha encantado nadar.
Y parece que quien pronuncia mi
nombre me anima a tirarme de cabeza a
todo tipo de piscinas, literales y
figuradas. Gracias a esa aficin, siempre
he sido delgada. Le debo mucho a la
natacin.
Nada, Nadita, cucufata querida,
ratn gordo Cmo pretendes llevar
una vida ordinaria si t eres una chica
extraordinaria? me deca pap
cuando era soltera.
Al principio no lo comprend. Luego
pens que era otra genialidad ms de mi
padre, don Len Peralta, hasta que
despus me enter de que es una frase
del libro Mujercitas. Una que Marmee,
la madre de las nias, le dice a su hija
Jo.
Pero no me llev ningn chasco al
comprobar que haba plagiado la frase,
todo lo contrario. Es una frase preciosa.
Quizs se le ocurri a l de verdad y
coincidi con la autntica autora, Louisa
May Alcott, pues l era tambin un tipo
brillante. Y un len, como su nombre,
porque se pasaba el da leyendo. No s
por qu pero siempre vio en m a Jo
March en esa novela. Tambin a Jo
Stockton, el papel que borda Audrey
Hepburn en Funny Face.
Sin embargo, cmo se equivoc el
pobre pap. Porque yo encajo ms en
una novela frvola como Mujercsimas,
de Terenci Moix.
. Cmo puedo
pensar en que solo las mujeres somos
histricas? Hister, tero, hister, tero
Las monjas francesas, qu pesadas con
el latn. Parezco una machista
trasnochada. Clasista, s. Pero
machista Jams! Aunque observando
estos taconazos de vrtigo no puedo
dejar de admitir que me entrego con los
brazos abiertos a las reglas del juego
hombre-mujer. Estos Prada bicolores me
los he puesto hasta para ir al taller a
recoger el coche y mira que me duelen.
No los puedo aguantar, ni siquiera me
parecen ideales especialmente. Eso s,
los he amortizado de largo. A cuntas
cenas me habrn invitado gracias a
ellos
Qu gran idea la de poner una
cadena de msica aqu dentro. Voy a
pinchar algo. Ahora se dice as, no?
Que se creen mis hijos que soy una
ignorante.
Tambin he aprendido esta semana
lo que significa la palabra mariliendre,
que es horrenda. Ricky dice que Elvi es
eso, una mariliendre. Todo el da
rodeada de amigos gays. Pero eso le
pasa por estudiar arquitectura y
relacionarse de manera letal con los
heterosexuales. As no hay quien haga
carrera con ella. Ni matrimonial, ni
econmica. Porque cmo est el sector
inmobiliario, tanta carrera de la nia
para nada. Me niego adems a que se
vaya a vivir a Alemania, que es donde
hay trabajo.
Ay, jams se me volver a pasar por
la cabeza vender este chalet. Qu bien
hizo pap incrementando nuestro
patrimonio e invirtiendo en ladrillo
cuando hizo falta
Ricky me explic que ese tipo de
chicas, las mariliendres, o son feotas y
van con gays porque se sienten
respetadas y queridas, o son guapsimas
y se mueven entre ellos porque no se
sienten amenazadas sexualmente, tienen
conversacin y celebran su vestuario.
Vaya chorrada. Elvira no me encaja en
ninguno de esos dos perfiles. Pero har
lo posible porque no conozca a Ivo, el
dependiente francs que me atiende
siempre en Dior. Es un gay de manual.
Dijo que vendra esta tarde a traerme el
vestido arreglado entre las siete y las
ocho. Llamar para que venga antes, que
no se me olvide, pues no quiero que
coincida con los hijos de Flori ni
tampoco con Elvi, claro.
Como se crucen las miradas Elvi e
Ivo, se harn ntimos y no me apetece
nada. No me saldra a cuenta. Menos
mal que Elvi llegar tarde. Tengo que
apuntarla a clases de algo para que
conozca gente. En el estudio se aburre
un montn. Se lo noto. Es poco para
ella. Y todo son chicas. Mi nia tiene un
gran potencial. Ay, mi Elvi. Bailes de
saln estara bien. Y danza africana?
Estupendo! Aqu puedo hacerle un
hueco al retrato que me ha pintado
Ricky. Aunque s que en realidad lo ha
hecho Elvi. Le est enseando a dibujar.
l estudia Bellas Artes pero la artista es
ella. A ver cundo se atreve a pintar en
serio. Pero le vendra muy mal, porque
se encerrara an ms en s misma. Solo
sale de noche como los vampiros y a la
maana siguiente en su cuarto sudan las
paredes. Los dos me han dejado el
stano hecho un horror porque les dejo
hasta hacer grafitis. Los tengo
mimadsimos. Si Gadea continuase en la
galera de Soledad Al menos podra
hacerles publicidad a sus hermanos,
ayudarles a montar una exposicin
conjunta. No es porque sean mis hijos,
pero sus obras son muy originales.
Aunque yo ya estoy harta de colocar los
garabatos de los nios a mis amigas. Los
compran por pena. Pena hacia m,
porque saben que tengo a dos intiles en
casa que no se irn de aqu ni con agua
caliente.
Al menos no morir sola. Mis
polluelos estarn a mi lado. Seguro. No
como los hijos de Marga, que son unas
bestias pardas. Pero claro, es que ella es
u n a new richly que no ha sabido
educarles. Los mos van de
intelectuales, menos la mayor, que es
ms pragmtica, pero los suyos Son
muy maleducados. Vaya pinta de
extrarradio que lleva Juana al Club de
Campo Aunque yo agradezco que
Marga no tenga cuna, porque me
mantiene pegada a la realidad. Tiene
dinero. Pero esa pose que mantiene de
seoradetodalavida solo se la cree ella.
Alardea de tantos modales y cultura que
su esnobismo la delata. Si su madre
viva en Usera antes de trarsela a
Conde de Orgaz!
Las verdaderas seoras, no como yo,
porque yo soy un mundo aparte, tienen
su punto marujo. Saben limpiar, pero no
cocinar, en todo caso les gusta ensear a
hacerlo. Saben, en una palabra, mandar.
No friegan con guantes y no les importa
que se les salte una ua porque saben y
prefieren hacerse la manicura a s
mismas. Si van a peluqueras, eligen las
mejores y no dejan que nadie las vea
con el papel albal de las mechas en la
cabeza. Dicen alguna burrada entre sus
amigas, miran a veces la pela en sus
propios gastos, pero jams hablan de
dinero ni son tacaas. Guardan secretos.
Son comedidas hablando. Nunca pierden
los papeles. Beben y fuman a
escondidas. Toman somnferos. Ocultan
las desgracias de su familia, pero solo
las cuentan cuando sirven para aliviar a
otra persona y empatizar con ella.
Porque ellas aplacan la envidia. No
perdonan ser objeto de este pecado
capital. Se ponen en el lugar del otro, al
menos superficialmente. Creen en Dios.
Pero si estoy hablando de m!!
No conozco a nadie que piense tanto
en s misma.

Flori!!!!!

Pues s. Pondr el cuadro de Ricky
en este hueco. Aunque quizs ponerlo al
lado de mi Chillida y mi Tapies es un
poco fuerte. Bueno, lo pensar con
calma.
Ah va. No es eso mi jersey de
angora rojo? Ahora mismo pongo la
banda sonora de West Side Story. Me
encantaba el principio, y tambin el
blues, que es supersensual. Cuando los
sharks hacan chasquidos con los dedos.
Tarirorariiii, tariroriroriro.
Qu buen fondo de armario tengo,
porque este jersey nunca pasar de
moda. Soy buena en esto. En comprar,
guardar, cuidar. Almacenar. Ordenar.
Como dira esa mujer, Wallis Simpson,
la americana que hizo abdicar a un rey:
Nunca fui la ms guapa, pero s la
mejor vestida. Y yo an lo sigo siendo.
Precisamente voy a aprovechar el
da de hoy, que estn todos fuera, para
terminar de deshacer las maletas que
quedan desde que llegamos de Biarritz
hace un par de das. De paso, har
inventario, aunque no me hace falta. Si
hago un poco de esfuerzo, sera capaz de
recordar todo lo que hay aqu dentro,
prenda a prenda.
Lagarto, lagarto. Prefiero un cncer
antes que un Alzheimer. A ver
Ricardo estar todo el da jugando al
golf. Como no anochece hasta las nueve,
vendr directamente a cenar. Gadea est
con Fernando y Pedrito en la finca de
mis consuegros. Ricky y Elvi estn en la
despedida de soltera de Juana, la
pequea de Marga, que se casa a los 26,
qu barbaridad. La verdad es que Marga
acert en ponerle Juana a la nia. Ahora
es un nombre muy chic. Los de los mos
ya suenan demasiado pijo-progre Eso
s, poner a su chico, el heredero de su
marido, Nuo No s yo. Es nombre
como de fontanero.
Uy. Y ese ruido? Que ahora Flori
me encierra aqu, venga ya! Siempre
est en la luna de Valencia!
No la aguanto ms.
FLORI!!!!!!!!!!
FLORI!!!!!!!!!!
FLORI!!!!!!!!!! QUE
ESTOY DENTRO, NO ME CIERRES
LA PUERTA!!!!!!!!!!
Flori
DIOSITO, por mi vida, que tengan un
buen viaje mis varones a tierra madre.
Le prometo que no comer dulce en la
noche por ms de un mes si me llegan
sanos. Virgencita de Caacup, reina y
seora ma, protjamelos de los peligros
del viaje. Y de los seores guardias del
avin. Y de los de la aduana, que a
veces son malvados.
Dios te salve Mara, llena eres de
gracia, el Seor es contigo, bendita t
eres
Ay, mis manos. Lucen duras de tanto
tiempo humedecidas. Huelen a leja. Y
las uas, estn repletas de cueritos
[pellejos]! No quiero que mis hijos las
vean as. Despus de servir el almuerzo,
ir a casa de los seores de Soraluce y
le pedir a Griselda que me arregle las
manos. Era una gran manicurista en su
pas. En Colombia saben bien cmo
adornar a una mujer.
Ya planch el vestido azul con flores
blancas y saqu brillo a los zapatos de
charol que compr en el Primark. An
me queda un poco del carmn rosa que
me regal la seora y un botecito de ese
perfume que huele tan rico y siempre me
dan a probar en el supermercado. ngel,
se llama, se lee en el frasco. Qu bello
nombre.
ngel de la guarda, dulce
compaa Cuida de mis varones, por
mi vida.
Bayetas. Hay que comprar nuevas,
esta se puso muy viejita. Lo apuntar en
la pizarra de la cocina. Pero no s cmo
se escribe y si lo pongo mal la seora se
pondr brava. Le preguntar a la
seorita Elvira, que es muy buena
conmigo.
Es-ta-man-cha-ca-bro-na-no-sa-le-
de-la-mo-que-ta. Ayyyyyy. Echar ms
amoniaco. Ayyyyyy. Froto, froto y
froto Chsssss. Ya sali. Menos mal.
Doa Gadea no gusta de ponerle babero
a Pedrito cuando le da el tetero o la
papilla. Es vaga. Y luego me rie si no
soy capaz de sacar la mancha de sus
camisitas. Es mala.
Pero la otra nia La seorita
Elvira es buena. La estimo mucho. Su
mam no la atiende como es debido. En
mi pas nadie se deprime, no hay tiempo.
Eso no existe. No comprendo por qu
est triste si lo tiene todito. Es bella,
tiene plata, su familia est junta. No
como la ma, separada por miles de
valles y montaas. Pero hoy vienen mis
varones. Eladio, Csar y Luis Javier.
Mis niitos. No me acuerdo de mi vida
antes de tenerlos. Era tan pelada [joven]
entonces Su padre me embaraz antes
de casar, no pude ni hacer mi fiesta de
los 15. Pero fui afortunada. No me
rechaz y me llev al altar. Aunque
pagu caro mi error. Gan un marido,
pero tambin un esposo que me pegaba
en el da y en la noche y no traa un solo
peso a la casa. Era enfermo. No poda
parar de tomar. Eso le quit el deseo
por m desde poco tiempo despus de
nuestro enlace. Pero yo lo agradec. Era
bien brutote en la cama. Descanse en paz
Eladio III.
Como deca mi mam, me dio a mis
hijos y por eso hube de seguir a su lado.
Mam me prohibi abandonarle. Solo
permiti que marchara a Espaa al
descubrirme un da las moraduras. Ya
son tres aos sin l, Diosito. Sin mi
esposo. Y 10 sin mam. Perdneme,
pero no les extrao. Comprenda que era
mucho tiempo sin verles. Ahora me
siento libre. Perdneme, Diosito.
Tengo miedo de este enchufe.
Cuando venga mi Csar le dir que lo
tape porque un da Pedrito meter sus
deditos. Le gusta chupar el tubo del
aspirador, qu extrao. Lo voy a limpiar
ahorita. Yo creo que est enhuesando
sus dientes y el fro le alivia la boca al
pobre nio. Semejante bebote bello no
es mi nieto, pero lo quiero igual que a
los mos. Aunque su madre, la seorita
Gadea, no me quiere a m. Apenas deja
que lo tenga en mis brazos. Solo le
permite a Melinda, su cuidadora, la
sobrina de Griselda, que vino de
Colombia para cuando el beb naci.
Ella est bien domesticada y es
joven. Doa Gadea me llam ladrona
por dos veces cuando viva en la casa.
Cuando yo no puedo robarle su ropa,
soy mucho ms gruesa! Adems nunca
entro sin permiso en el vestidor de su
mam y ella bien que lo sabe!
La seora cierra con llave su
vestidor en la noche. S dnde hay una
copia, pero nunca entr a espiar. Dnde
ira yo as vestida. Se me vera
disfrazada. Cuando le plancho la ropa y
doblo su ropa interior, doa Nada me
obliga a dejarla encima de su cama,
ordenadita por colores en una cesta de
mimbre o colgada con cuidado del
picaporte del bao para que el vapor la
cuide de arrugas. Aunque a veces me
permite entrar con ella presente y me
ensea a colocar todito con cuidado de
que no se lastime.
En realidad, solo debo entrar al
vestidor a limpiar. Y siempre cuando la
seora est en la casa. Al salir yo, ella
entra de nuevo y comprueba que todo
est en su lugar. No entiendo por qu
tiene tanto apego a sus vestidos. Los
quiere ms que a sus propios hijos.
Adems, hay algunos harto feos. Lo
nico que me gusta es su coleccin de
bisutera. Las joyas no s dnde las
guarda. Para eso es muy cuidadosa.
Imagino que en la caja fuerte del
despacho de don Ricardo. Las mand
grabar por si un da las robaban, se lo
escuch al telfono. Habl alto para que
yo la oyera.
Yo casi nunca he visto sus grandes
joyas. Pero seguro que dentro est la
corona que la seora llevaba el da de
su boda y que una vez se puso para una
recepcin en el Palacio de la Zarzuela,
donde vive el rey de Espaa. Se ve en
unas fotos del saln. Aqu le dicen tiara.
Pero creo que ya no est por ms en
manos de doa Clara, la madre de doa
Nada. Era de doa Olympia, ta de la
seora y ta abuela de las seoritas. Esa
corona debe de ser costossima.
La doita Gadea no es como su
mam. Era y es muy desordenada.
Cuando viva en la casa le recoga su
habitacin y haca su cama hasta tres
veces al da. Ella me obligaba a hacerlo
y su madre le consenta que me diera
rdenes. Perdneme otra vez, Diosito,
pero nunca tendra a la seorita Gadea
de patrona. Acabara con mi delicada
salud. Porque ya padezco del corazn y
creo que es por culpa de ella. Es mala.
Muy mala.
Lstima de Melinda. No s cunto
tiempo aguantar trabajando en esa casa.
Aunque doa Gadea la trata mejor que a
m. No s por qu, pero a doita Gadea
nunca le gust. Me mir feo cuando entr
en esta casa por vez primera, y eso que
era bien chiquita. Nunca se le cambi el
gesto.
El lunes tengo que ir al ambulatorio.
Me pican las piernas y las medias de
descanso que compr en la farmacia no
me sirven de nada. Me las pag doita
Elvira, qu linda. Tampoco me alivian
estos zapatos feos que dice la seora
ayudan a mi espalda a mantenerse
erguida. No s cmo doa Nada se
puede subir a esos tacones. Pero se ven
tan bellos Claro, no camina mucho ni
est de pie tantas horas como yo.
Este jarrn tambin se ve bello. Fue
pintado con oro, se lo he escuchado
decir al seorito Ricky. Es de
porcelana. Nunca tuvimos en Asuncin
nada as. Es hermosa la porcelana. Y
esas cajitas de marfil que don Ricardo
trajo de frica. Si mi mam viviera,
hubiera guardado algo de mi salario
para enviarle una igual a Paraguay.
Aunque seguro que el seorito Ricky le
hubiera pedido a su pap que me
regalara una por Navidad. Me gusta
limpiar esas cajitas, as siento que son
mas. Como todo lo que hay en la casa.
Incluidas las personas que viven en ella.
Aunque no me lo digan, yo creo que me
quieren.
Tambin siento mo al seorito
Ricky. Cuando estamos solos, le llamo
mi prncipe. Doa Nada me escuch un
da llamarle as y se puso furiosa.
Cmo llor Ricky cuando mi Luis
Javier se march a Asuncin! Los dos se
criaron como hermanos porque solo se
llevan unos meses, no llega al ao.
Aunque no pueden ser ms distintos.
Ricky admiraba a Luis Javier, el mayor,
quera ser como l, como mi hijo.
Porque Ricky siempre fue blandito. Luis
Javier, en cambio, era un roble tostado.
Pero siempre protegi a su hermano
de los burlones del colegio.
No lo dice, pero s que Ricky le
extraa mucho y est deseando que
llegue a Espaa hoy casi tanto como yo.
Como la seora, como las doitas. An
recuerdo cmo rean cuando disfrazaban
a mi pequeo con ropa de nia. Le
decan barriguita negra. Luis Javier
tampoco pregunta por Ricky cuando nos
telefoneamos. l es fro, pero seguro
que llora en la noche extraando esta
casa.
Ay, aqu est el portarretrato de mis
hijos. No es de plata, es de alpaca con
un grabado, lo compr en una tienda de
chinos. Doa Nada lo ensea cuando
vienen las visitas para demostrarles que
me quiere de verdad. Pero yo no me la
creo porque luego esconde la foto detrs
del televisor. No me quiere, me
necesita, que es harto distinto.
Esta es una foto de mi ltima
Navidad en Asuncin, al poco de
marchar mi esposo al cielo. Hace tres
aos que no regreso a mi lote. Fui a
enterrarle. Cuando lleguen hoy mis
varones, les agarrar fuerte. No los
soltar por ms.
Amo escuchar baladas cuando
limpio la planta de abajo de la casa.
Luis Miguel, Marc Anthony La
Jennifer Lpez se separ de l. Nada de
reggaetn, eso para las peladas y para
Griselda. Oigo baladas cuando paso
cera en el parqu y peino los flecos de
las alfombras con un cepillo de los de
cepillar los dientes, como le gusta a la
seora. Cuando saco brillo a los
cristales de la planta de arriba, subo el
volumen del radiocasete que me regal
la seorita Gadea al marcharse de la
casa, pues con el dinero que le di por su
boda se compr un aparato de msica de
alta fidelidad. Aunque creo que muy fiel,
muy fiel, no lo es don Fernando a la
seorita. El otro da trajo a casa una
pelada que no conoca. De su trabajo,
dijo el seor que era. Se miraron raro
entre ellos. Muy cmplices, como los
protagonistas de las telenovelas. No me
extra.
Casi 300 euros guard de mi sueldo
para la seorita y su marido por su boda
y la nia Gadea los acept aun sabiendo
que todita mi familia vive de m. Ese
mes no pude enviar apenas nada a
Asuncin.
Sin embargo, no quiso que yo fuera a
la fiesta de sus nupcias. Solo me dej ir
a la iglesia a rezar por ella. Pero no lo
hice. Perdneme, Diosito. Fui a la
iglesia pero rec por los mos, no por la
seorita ni por los Maier. No lo
merecieron. Yo no hubiera ido al
convite, usted lo sabe, Diosito, de qu
iba a hablar yo con las amigas de la
seora? Aunque las conozco a todas, no
tendra con quin estar, nadie querra
sentarse a la mesa conmigo. Solo doa
Marga, que siempre me trata de igual. Se
nota que su mam cri solita a ella y a
sus hermanos. Lo hizo muy bien esa gran
seora. La visit mucho hasta que muri.
Recurdeme tanto como yo la recuerdo a
usted, doa Juana. Mndeme su energa.
Qu bueno que su nieta lleve su nombre.
Qu buen detalle el de doa Marga
ponerle as a su hijita.
La nia Gadea saba que yo no les
querra acompaar en el da ms
importante que se ha vivido en la casa
porque yo soy bien tmida y sufro mucho
de ello, pero aun as se encarg de
decirme en pblico que prefera que no
fuera a su enlace. Lo hizo delante de
Griselda un da que vino a verme a la
casa y no delante de su mam ni de sus
hermanos. Me lastim. Despus me
regal los muecos de la tarta nupcial.
Los tengo en el cabecero de la cama
porque ella me dijo que los pusiera ah.
Flori, mejor ven solo a la iglesia.
Ponte guapa, pero no te preocupes
mucho porque ya te dir yo cmo debes
ir vestida. Luego te vuelves a casa y lo
dejas todo preparado para el da
siguiente. Ricardo y mam vendrn muy
cansados de saludar a los quinientos
invitados. Porque son quinientas
personas las que irn a mi boda, fjate.
Y no me fallarn ms de cinco, estoy
segura. Vigila a los pajes en la iglesia,
vale? Acompalos al bao de la
sacrista por si alguno se hace pis y
molesta a sus padres. Ya he avisado al
sacerdote y nos deja utilizarlo. A tu
vuelta, piensa un brunch como para
cincuenta personas de cara al domingo.
Puedes incluir alguna delicatessen de tu
pas, que ahora lo extico se estila
mucho. Mejillones con pia, por
ejemplo. Srvelos en palillos largos, no
cortos, eh? No te olvides. Los tos
venezolanos de don Fernando se vuelven
al da siguiente de la boda y querrn
comer aqu en cuanto les echen del
hotel. Ah, y se me ocurre que pongas una
banderita espaola y otra venezolana en
los palillos. Dile a Ricky que te ayude
con eso. Aplcate y cocina como si fuera
el ltimo da de tu vida. Que vean que
en esta casa se come muy bien y que te
hemos enseado mejor.
Las palabras de la seorita Gadea
me entristecieron.
Entr en depresin. En esa casa yo
sobraba. Ella era mi mayor enemiga, y
tanto su mam como sus hermanos
siempre se ponan de parte de ella
cuando les deca mentiras sobre m. La
crean a ella y no a m. Estaba indefensa,
pero aguant porque ya se marchaba de
casa para casarse. Un tiempito antes de
irse, pens en matarme. Yo que cuid a
doa Gadea da y noche cuando tuvo
bronquitis de chiquita y hubo hasta que
ingresarla en la Ruber.
Quise quitarme la vida. Pero apret
los dientes y empec a subirme el
volumen del radiocasete que me regal
la seorita cuando limpiaba los cristales
de su habitacin. Hoy ese lugar es el
parque de juegos de Pedrito. La msica
alta me distraa un poco y la letra de las
canciones que escuchaba me recordaba
que no deba tirarme por la ventana. Que
mi familia de Paraguay, aunque no me
escriba ni llamaba nunca, an me
necesitaba. Me jur que el da de la
boda de doa Gadea no sera el ltimo
da de mi vida. Yo que no pude ir a las
bodas de mis hijitos
Si no me lanc por la ventana fue
porque hay poca distancia con el suelo.
Saltar cinco metros no me matara, solo
me dejara impedida y sera una carga.
Pero a puntito estuve de hacerlo, incluso
de beberme una botella de leja, pero me
daba miedo sufrir antes de morir.
Matarme era la nica manera que se me
ocurri de estropearle el da a doa
Gadea. Pero no lo hice. Por mis
varones. Por mis nietos. Por mis nueras
que, aunque no me quieren, me necesitan
para comer.
Pens que si me quedaba en silla de
ruedas nadie podra cuidarme. Me
echaran de la casa. Y mis hijos an me
necesitan tanto como doa Nada.
Les envo 500 euros al mes. Me
guardo 200 y las pagas extras para
cuando sea muy vieja. Ya me han dicho
de una residencia en Asuncin no muy
cara. Tengo ahorrados 3.000 euros para
m, espero que me llegue, ay, Diosito.
Porque mis hijos no podrn ocuparse de
m. Qu pena no haber tenido hijas. Mis
nueras no son igual.
Mis varones y yo hablamos cada
domingo desde el locutorio de la calle
Ulises. Las tarjetas telefnicas ahora son
bien baratas. Ayyyyyy. No es posible!
Llegan hoy. Apenas unas horas para
verles. Qu dicha tan grande.
Eladio, el mayor, Eladio IV, se ve
viril. l me hizo abuela el primero.
Tambin bisabuela. Ya cuenta 43 aos.
Mi nieta Mara Laura, de 18, ya es toda
una doa. Tiene dos gemelas lindsimas:
Saray y Gnesis. Son bellas, morenas,
de melena rizada. Qu bendicin del
cielo esas nias, y tambin mi nuera,
Mariln. No es de mucho platicar, pero
bien quiere a mi hijo. No como la
esposa de Csar, Mariana, que se
march con mi nieto Donald a la
Argentina a trabajar y a ninguno les
volvimos a ver. Ahorita Donald tendr
17 aos. En esta foto se ve triste a
Csar. Cumpli 40 aos hace un mes.
Haca muy poco que su esposa y su hijo
le haban abandonado. Diosito, solo le
pido que Csar no vaya a buscarles a
Mar del Plata. Que no les encuentre,
pues ve a Mariana y la mata. Adems,
yo pienso que un hijo no puede perder a
su madre y yo solo quiero el bien de mi
Donald. Qu sera de l entonces, sin su
mam. La necesita ms que a su pap y
mi Csar est mejor solito. Toma mucho
tambin, tanto o ms que su padre. Pero
ya lo cuidan sus hermanos y desde hoy
yo misma. Pedir a la seora dormir una
vez en semana con ellos en el piso que
les encontr por un mes en Paracuellos
del Jarama gracias a Griselda. El
autobs 215 me deja all en 40 minutos
y para aqu al lado. Va directo, qu
dicha.
Griselda es una buena amiga. Mis
compatriotas de Paraguay que trabajan
en el barrio no me quieren igual que
ella.
Ay, Luis Javier en esta foto cuenta
23 y ya va para 25. Mi Luis Javier. La
alegra de mis das y de mis noches.
Naci en Espaa, la madre patria, por
eso es especial. El rey de mi manada. El
ms chiquito y el ms fuerte. El mejor.
Como su padre pero con buen corazn.
Qu fortuna tuve, la seora se port muy
bien conmigo y con l cuando era beb.
No me ech de la casa cuando se enter
de que lo traa dentro de m cuando entr
a trabajar. Lo conceb el da antes de
marchar a Espaa. Mi esposo se enter
de que me marchaba y me peg bien
fuerte por ello. Despus tom una
botella enterita y luego me tom a m.
Con violencia. Ola mal. En cuanto se
durmi me march por la puerta.
Doa Nada cri a Luis Javier igual
que a los seoritos. Le pag los
estudios, le visti de capitn hasta en el
da de su primera comunin. A Ricky le
visti de marinero. Doa Nada les pona
de pie a los dos sobre su cama y les
peinaba la raya del pelo como si fueran
curitas. Pero mi Luis Javier nunca dej
de dormir conmigo en el cuarto de la
colada. Yo le contaba leyendas de
Asuncin cada noche. Cuando inici el
bachillerato, estudi la historia de
nuestra Amrica y quiso conocer mi
patria, tambin suya. Mi mam, que
cuid de mis hijitos mayores hasta que
casaron, ya haba muerto cuando Luis
Javier conoci Asuncin, hace justo 10
aos.
l no acab el colegio, a la muerte
de su abuelita lament mucho no haberla
abrazado jams y decidi marchar a
Paraguay. Eso me ocurri por hablarle
tanto de mi mam y orme llorar en la
noche. Mi chiquito temi que le pasara
lo mismo con sus hermanos, que no
llegara a conocerles nunca, y no quiso
regresar a Espaa cuando se reuni con
ellos. Quiso disfrutarles por ms tiempo
y me sinti segura ac trabajando para la
seora. Supo que ellos le necesitaban
ms que yo.
Pero pienso que tambin est all
porque tiene una enamorada. Ac no le
dio tiempo a conocer a ninguna
hembrita. Su pelada es la hermana
pequea de mi nuera Mariln: Sandra,
me dice Csar que se llama. Es mayor
que l, ya tiene dos bebotes de otro
hombre. Pero yo quiero alguien puro
para mi hijo. Espero que conozca a otra
chiquita aqu y deje a esa pendeja vieja.
Quiero leer este libro. Ya leo rpido
desde que voy a la parroquia en las
tardes, porque aqu ya no hay tanto
trabajo. Pero si quito el libro de la
estantera se notar el vaco. Yo no s si
don Ricardo los ley todos, pero l sabe
cul es el lugar de cada uno. Don
Ricardo es un hombre muy raro. Tapiza
con piel de oveja los libros ms gordos
cuando se aburre. Los pega con un
lquido asqueroso. Y no me deja tocar
los libros, solo quitarles el polvo.
Aunque hay uno que me deja usar para
calzar la mesa que monto con los
camareros de la pastelera Embassy, una
muy elegante que siempre contrata la
seora cuando ofrece una cena en la
casa.
Don Ricardo fuma muchos puros. Yo
no quiero que lo haga en el saln, se lo
tengo dicho a la seora, porque deja las
cortinas sucias son muy difciles de
desmontar. Pesan mucho, son de seda
salvaje, y la tintorera queda lejos de la
casa. Ya han mandado pintar dos veces
este ao la pared que pega a la butaca
donde don Ricardo se sienta a fumar sus
habanos. El seor pasa ah sentado
horas y horas. Ya no trae plata a la casa.
Qu hombre molesto.
Creo que la seora me est
llamando. Voy a apagar el aspirador. Si
est sonando el timbre! Me voy a
sacudir el uniforme de harina, que esta
maana hice un pastel No s quin
ser a estas horas. Es bien temprano. No
han tocado an las 9 Quizs es don
Fermn, el cartero comercial. Yo soy la
nica de la manzana que abre a este
pobre seor que a veces pide limosna.
Pero es muy bueno. Muy educado.
Siempre sonre y me ensea la muela
postiza que le ha puesto el hijo pequeo
de los seores de Soraluce, los de
enfrente, que estudia para dentista. No le
cobr gracias a Griselda. Yo a cambio
le muestro mis dientes dorados. Parecen
gustarle, no como a los dems.
Voy a abrirle.

Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!
Mamita bella!!!
Mis hijos! Mis varones llegaron
ya! Gracias, Diosito!!!!! Llegaron
antes de sorpresa! Si les esperaba bien
entrada la tarde!
Me brotaron lgrimas con tal fuerza
que mi vista se nubl. No vi por ms con
claridad hasta en la maana siguiente.
Recuerdo la sonrisa de Luis Javier, el
abrazo fuerte de mi Eladio Un sonoro
portazo
y las manos de mi Csar
tapndome la boca y los ojos. Reconoc
su olor.
Mi hijo segundo me arrastr hasta la
cocina. Me at a una silla y me mand
tragar un pauelo blanco. Sac
esparadrapo de un bolsillo y sell mis
labios y prpados. Pero antes de hacerlo
me pregunt:
El domingo pasado usted dijo que
los seores hoy no estaran en la casa.
No estn, cierto, vieja, cierto?
Conteste ahora mismo si no quiere que
haga con usted lo mismo que le haca
padre!
Csar, no le haga dao a la mam.
Vaya con cuidado!
Asent con la cabeza a mi Csar
presa del pnico mientras mi Luis Javier
me protega frente a su hermano mediano
y mi Eladio, mi hijo mayor, sollozaba en
un rincn. Con cara de horror le seal
el techo con la mirada.
La segoga, la segoga est
agggriba, en el vestidogr. No seg fue
ag Club de Campo!! grit como pude
mientras me meta en la boca el pauelo
mojado en agua.
Luis Javier, dese prisa, suba y
encierre all a doa Nada, dnde est
la llave, vieja? Conteste! orden
Csar.
Volv a girar mi cabecita hacia el
frigorfico. Detrs, colgada de un
tornillito, estaba la llave. Mi hijo
pequeo la encontr y dijo:
Tranquilcese, brother! Y usted
deje de llorar, vieja. Madre, cuando
usted sepa lo que vamos a hacer nos lo
agradecer. Es por nuestro bien. Por el
bien de la familia. Nuestra familia,
recuerde. Los Tamp. No la de los
Maier, que nos da de comer. Esa nunca
fue la suya.
Como dijo usted, no vendrn los
dems hasta bien entrada la noche,
cierto, madre? Conteste rpido! me
grit Csar.
Pareca tomado, encendido. Volv a
asentir. Yo solo oa a Eladio llorar y
llorar. De pronto, se me acerc
temblando y me dijo en voz baja:
Lo siento, mamita.
Me golpe con tanta fuerza que perd
el sentido, pero antes roc con la lengua
un poco de sangre que salpic mis
mejillas.
Escuch a alguien subir las escaleras
rpido y el girar de la llave del vestidor
de la seora. Todo se hizo oscuro. En
cuanto o gritar a doa Nada y aporrear
la puerta me desmay.
Se arm la de
Trankimazn
RESPIRA, Nada, respira. Nada,
Nadita querida, respira pero hondo, bien
hondo. Inspira, expira, inspira, expira,
inspira, expira, inspira Recuerda lo
que te dice la doctora
Dios mo! Qu hago yo encerrada
aqu? Qu van a hacer? Mi casa, mis
cosas! Quin ha echado la llave? He
escuchado a alguien marcharse
corriendo escaleras abajo. No puede ser
Flori, ella camina muy despacio por sus
problemas de corazn.

Flori, Flori, Floriiiiiiiiiiiiiii!

Esto no puede ser una broma de mal
gusto! Si los nios se marcharon, que
yo lo vi! Qu le habrn hecho a Flori?
La habrn matado? No, Dios mo, por
favor No No No tengo fuerzas
para seguir aporreando la puerta. Tengo
ya hasta sangre en los nudillos. No me
queda voz de tanto gritar. Ni lgrimas
Dios mo, hace tiempo que no te
rezo, por favor, que no se hayan llevado
nada Que no le hayan hecho nada
malo a Flori Perdn, perdn, quera
decirlo al revs. No me lo tengas en
cuenta. A ver, otra vez. Que no le hayan
hecho dao a Flori. Mis pertenencias me
dan igual. Solo me importa lo que hay
aqu dentro.
No puedo respirar. Me ahogo.
Inspira, respira, inspira, respira. Ay, no.
Inspira, expira, inspira, expira,
inspira Golpea la puerta de nuevo.
Grita, Nada, grita. Estoy mareada, me
estalla la cabeza. Veo todo borroso
Me caigo, ay, que me caigo Tengo
fro pero estoy sudando No siento los
brazos, mis piernas no pesan de pronto,
soy incapaz de sostenerme en pie
Me presiona la boca del estmago.
Creo que voy a vomitar Corre, Nada,
coge esa caja de zapatos vaca, vomita
dentro, no vayas a manchar la moqueta,
corre Arrrgggggggggghhhhhh.
Buffff, qu a gusto me he quedado.
Oh, no, pero sigo aqu. Dios mo.
Qu van a hacer conmigo? Qu va a
ser de m?

Ayuda, ayuda, ayudaaaaaa! SOS,
SOS, SOS!

Ya solo puedo susurrarlo, no me
quedan fuerzas para gritar.
Voy a echarme colonia, aqu dentro
huele fatal. Claro, no he cerrado la caja.
La meter dentro de este altillo, porque
voy a volver a vomitar, pero esta vez no
de angustia, sino de asco, por el olor.
Hace tiempo que no vomitaba de los
nervios Qu suerte he tenido durante
todos estos aos, no recordaba lo mal
que se pasa. Nada, date prisa, que se va
a quedar esta peste
Dios mo, qu he hecho yo para
merecer esta desgracia? Y ahora qu
hago? Nadie viene hasta la noche.
Entrarn a matarme? Desde aqu nadie
puede orme, este vestidor no tiene
ventanas. El gilipollas de Ricardo.
Valiente subnormal Cuando le ped el
vestidor, porque estaba harta de bajar a
la planta de abajo a por mis tesoros, se
empe en levantar aqu 35 metros
cuadrados sin ventilacin. Rata de
mierda. Se lo dije. Y yo aqu encerrada.
Me han encerrado. Sern ladrones o
asesinos? Dios mo, apidate de m. Ay,
y de Flori. No la escucho. Esto es un
puetero bnker que huele a naftalina y
vmito. Mi atad, Dios mo, mi atad!
Inspira, expira, inspira, expira
Me echar perfume en la nuca y en
las muecas. Pero no me frotar una
contra otra, que se evaporan las notas.
Me echar Boucheron, de Guerlain, que
es muy fuerte. O Poison, de Dior. Podra
envenenar de verdad, como su nombre,
que en francs significa eso, veneno. No
pescado, que es con dos eses. Me
tragara el frasco y acababa conmigo
ahora mismo. Ay, me muero. Me duele
el estmago. La balda de los perfumes
est tambin sucia. Joder.
Esprate, Nada, Nadita querida,
como me llamaba pap. Sintate. Apoya
la espalda contra la pared. Mete la
cabeza entre las piernas. Reza ahora a la
doctora y a Dios. Y yo sin mvil aqu
dentro! Joder. Creo que son las 10 de la
maana. O tocar el reloj del saln hace
una hora aproximadamente. Ah, bueno,
espera. Abrir el cajn de los relojes.
Creo que mi Bulgari estaba en hora.
Gadea siempre me dice que llevar un
Bulgari es vulgar, que ya lo dice la
palabra. Qu payasa es.
Uf, eso de odiar llevar el reloj no es
nada til. Nunca llevo, pero tengo un
cajn lleno de relojes de mueca
preciossimos. Y ninguno est en hora.
Ricardo tambin los colecciona. Pero
solo esferas. Jams le he visto comprar
correas. Es ms extrao este hombre
Exacto. Son las 9.53 horas. Bueno, a
saber. Yo creo que no est en hora. Me
guiar por el sonido del pndulo del
saln. Joder, qu putos nervios. Habla
bien, Nada, habla bien. Aunque si dices
la palabra cojones tres veces se te
pasa. Hala pues. Cojones. Cojones.
Cojones.
Ay qu angustia. Ya llevo aqu sola
incomunicada al menos 20 minutos. Y no
oigo nada. Qu silencio ms horrible!

Flori, Flori, Floriiiiiiiii!!!!!!!
Ests bien? Joder, ya carraspeo, no
tengo voz.

Gracias, Dios mo, gracias!! Si
llevo un trankimazn en el bolsillo! Qu
previsora soy. Siempre tengo uno a
mano. Nunca lo tomo, pero llevo una
pastilla encima a todas partes. Es como
quien lleva consigo una estampita de un
santo o un lazo con la medida de la
Virgen del Pilar. Es una suerte de
supersticin. El trankimazn me protege.
Y ahora me va a ser til. Como tantas
otras veces. No te engaes, Nada. Crees
en las drogas legales, no en el santoral.
Ya no puedo rezar ms. Debajo de la
lengua, Nada. Ponte la pastilla debajo
de la lengua. Espera a que se deshaga
con la saliva y tragas. Es de 1
miligramo. Menos mal, tengo para rato.
Esto permanece en sangre durante horas.
Bendita medicina. Inspira, expira,
inspira, expira Ya me empieza a
entrar el aire. Qu alivio
Que viva la qumica. San
Trankimazn. Es mucho mejor que el
Orfidal porque no te embota la mente.
Tengo sueo. No puedo mantener
abiertos los prpados por ms tiempo.
Parece que pesan siete kilos cada uno.
Me voy a tumbar en el suelo. Qu bien
que pusiramos una moqueta Qu
blandita. Ahora entiendo a mi nieto. Mi
primer nieto. Mi chiquitn. Mi vida
Pedrito. Volver a verle? Haca mucho
tiempo que yo no lloraba sin pucheros
como l. Y que no me salan lgrimas
tan gordas como estas. Me gusta
chuparlas, estn saladas. Saben a mar.
Como cuando sales del agua, te tumbas
en la toalla a tomar el sol boca abajo y
te chupas los hombros. Me gusta el
sabor de la mezcla de crema solar y sal.
Respira hondo. Ya est, Nada, ya
est. Tranquila. Trankila. Con k. Como
la medicina que te ha salvado.
Me acaricio las mejillas y el pelo.
Me recojo un mechn detrs de cada una
de las orejas. Me duermo un rato.
Morfeo, a mis brazos.
Oigo voces. Es mi cabeza o
provienen de esta casa? Ya no s si
estoy paranoica. Nunca me
diagnosticaron eso, tampoco
esquizofrenia. Nunca lo tuvieron claro.
Superproteccin. Sndrome de hija
nica. Vaya mierda. Tanto amor es
malo.
Alguien cacharrea en la cocina.
Flori, Flori! Dios mo, son voces de
hombre. Quines son? Qu quieren de
nosotras? Ladrones! Abran la puerta,
branme la puerta ahora mismo!
Polica! Socorro, polica!!
Son latinos, hablan rpido entre
ellos pero les entiendo, reconozco su
acento cursiln. Anda que no he
contratado yo a latinos en esta casa.
Aunque la nica que me permanece fiel
es Flori. Nunca me abandonar. Voy a
pegar la oreja a la puerta a ver qu
dicen.
Brother, mete el carro en el
garaje. Vamos a empezar por lo ms
pesado. Por el televisor ese grande de la
sala. Sacaremos mucha plata por l.
Qu hago con la vieja?
Djela ah. Del golpe estar
durmiendo horas.
Y qu hacemos con la patrona?
De doa Nada no se preocupen.
Nadie puede escucharla. Qu poco ha
tardado en dejar de gritar. Qu poco
aguante. Estos espaoles No quiero
que la lastimen, me han odo? Si solo
robamos, no nos denunciar. Quiere a la
vieja. Y a la vieja la dejamos aqu en la
casa, no lo olviden. No quiero
discusiones despus. No nos la llevamos
con nosotros, han odo?
S, bro, s.
No puede ser! Son los hijos de
Flori. No!!!! Me viene otra arcada. Y
otra. Y otra. Respira, Nada, respira. Ya
no te puede quedar nada en el estmago.
Solo babas. Bilis. Qu asco.
Luis Javier! Luis Javier! Luis
Javieeeer! Por favor, scame de aqu,
por favor!!! Joder, cmo se llamaban
los otros? Ah, s. Eladio, Csar!
Eladio, Csar! Flori, por el amor de
Dios!!! Flori, no sers capaz de estar
compinchada?
Ja, ja, ja Vaya con la doa.
Ahora s que grita. Nos ha reconocido.
Pero no se preocupen, brothers. No nos
denunciar.
Ese seguro que es Csar. No es Luis
Javier. S de sobra que es el peor de los
tres. Seguro que l ha planeado todo
esto. Y no, Dios, Flori no puede estar en
el ajo. Es demasiado boba!
Csar, Csar, Csar! No oigo a
Flori. Por tu madre, Csar!
Hey, hey, hey Eladio, joder!
Atento a mam, cabrn! Despert! Puta
seora Nada.
Mmmmmm. Mhmmmnh.
Mmmmmmm
Esa es Flori. Llora. Parece
amordazada. No entiendo lo que dice.
Parece intentar gritar. Csar! Flori!
Floriiiiiiiiiiiii! No puedo creerlo. Han
atado a su propia madre. La han
asaltado! Aunque, por otro lado, menos
mal No es cmplice! Lo saba!
Polica! Polica! Socorrooo!
Mamita, perdneme de nuevo.
Ahhhhh!
Se ha desplomado una silla.
Reconozco ese sonido del respaldo
contra el suelo. Esas son las fesimas
sillas de madera tipo tablao flamenco
que llevo aos intentando jubilar. Que el
mimbre est todo ya despeluchado.
Porque estn en la cocina. Pero ya no
oigo a Flori. Ese grito era suyo. La han
matado. Me la han matado. Dios mo.
Luis Javier! Luis Javieeeeeer!
Cabrn, se ha pasado de fuerza
ahora con el golpe. Joder, le dije que un
puo rpido y limpio. Bruto cabrn
Mire cmo le ha dejado la cara a la
mam. Esto parece una sopa de
muecas! Pero no le ense yo, no le
ense? Intil Llvela a su habitacin.
Tmbela en la cama y encirrela. tela
otra vez si hace falta. Repase los nudos.
Ahora s que no despertar en un rato.
No tengo la llave de su
habitacin.
Arrgleselas! Vigile su puerta
entonces. Y deje de llorar. Pap pegaba
a mam an ms fuerte. Es que no se
acuerda? Y usted nunca se le encar. Si
hubiera sido yo ms grande entonces
Venga, cabrn. Hgalo. Y lmpiele las
heridas. Puto cabrn intil.
Esa familia. Ayyyy, y ese Csar. Les
he mantenido yo durante 25 aos y me lo
pagan as. Me siento la estanquera de
Vallecas. Forman parte de mi vida, si
se van rpido soy capaz de perdonarles!
Pero poco tengo yo de Emma Penella. Y
Elvi no est en casa, menos mal. Qu
haran con mi preciosa nia, lo mismo
que hacan en la pelcula con Maribel
Verd! Yo nunca tendra sndrome de
Estocolmo!
Estoy cansada, muy cansada. Esta
gentuza se va a cagar. Pagarn por lo
que han hecho. Creo que me he pasado
de dosis de trankimazn.
Uy, ahora no les oigo. Se han
marchado. Qu harn? Tocan las 10.
Escucho el reloj del saln. Ese con
pndulo de mercurio que hered de la ta
Olympia junto a su glorioso vestidor.
Qu pena que ella fuera an ms delgada
que yo. No me vale nada de su ropa,
pero est aqu todo lo mejor y no pienso
desprenderme de ello. Este es el cuerpo
del armario donde estn sus cosas. De
ella tambin hered sus neuras, y por
ende su psiquiatra. Su doctora, la
doctora, ahora mi doctora. Despus de
probar con tantos especialistas, la
doctora es quien me lleva mejor. O soy
yo la que ha madurado? Por Dios santo
bendito. Que no se jubile. Que me dure
muchos aos. Ya tiene al menos 80 y
an ejerce. Todos sus pacientes somos
superdependientes de ella. A m ya me
ha pillado el punto y si tengo que volver
a empezar con otro especialista me
muero. Yo creo que con mis millones de
sesiones le he pagado una fortuna.
Seguro que su pisazo en la plaza del
Marqus de Salamanca se lo he
costeado yo. Ir a su consulta una vez a la
semana durante aos ha sido como pagar
una hipoteca al mes.
En cualquier caso, me ha ayudado.
Har lo que me dice siempre que haga
cuando estoy preocupada por algo y
pensar en algo bonito y tranquilo.
Pensar ahora en ta Olympia, la mujer
que ms he querido en mi vida, mucho
ms que a mi madre incluso.
Ta Olympia, que presuma con
gracia de llamarse igual que la mquina
de escribir que utilizaban muchos
escritores ilustres, nos hizo rer hasta el
final de su vida. Tena una picarda
especial cuando era ya vieja, pero justo
antes de morir recuper la cordura y la
inocencia. Elvi la adoraba. Recuerdo
que una vez le tom el pelo y ella se lo
crey.
Le cont una historia absurda y ta
Oly la dio por cierta. En otro momento
hubiera identificado enseguida que era
mentira y hubiera tachado la broma de
insulto hacia su inteligencia superior,
la mejor herencia que te dejo, me
deca cuando se enfadaba.
Elvi se port con ella de maravilla
el ltimo mes de su vida, cuando me la
traje a casa a morir despus de que le
diagnosticaran un cncer de huesos
terminal.
Fue hace 6 aos. Elvi entonces
preparaba unos exmenes finales.
Pasaban juntas las tardes en el jardn.
Tomaban leche merengada la una y
granizado de limn la otra.
Elvi le cont que haba estado en
Barcelona un mes antes en la boda de
una amiga de su cuadrilla veraniega de
Biarritz. Una loca que se cas a los 22
aos. Elvi le explicaba, mientras ta
Olympia no perda detalle de su relato,
que cogi un avin dos horas antes del
enlace, de ah que no tuviera otra opcin
que ir a la peluquera en Madrid porque
en Barcelona no le dara tiempo a
arreglarse el pelo. As que Elvi lleg al
aeropuerto con el tpico moo de
bailarina que a ella le queda tan bien.
Cuando alcanz el control de
viajeros antes de pasar a la sala de
embarque, cruz el arco del detector de
metales y la alarma se dispar. Una
mujer fornida del personal de seguridad
del aeropuerto empez a cachearla,
incluso le pas por su cuerpecito,
porque mi Elvi es tan delgada como ta
Oly, otro minidetector que tampoco
dejaba de emitir un sonido
ensordecedor.
De pronto dieron con la razn de
tanta prevencin aeroportuaria.
Era el moo lo que me pitaba, ta,
te lo puedes creer? Llevaba tantas
horquillas que la mquina se percat de
la cantidad de metal que llevaba en la
cabeza. Crean que llevaba una granada
escondida en el pelo!
No puede ser, criatura! se
lamentaba ta Oly. Una granada
Como tu madre!
Se rio. Pero se qued preocupada
pensando que al final la chiquilla no
pudo coger el vuelo y se perdi la boda.
Yo las escuchaba desde la ventana
de la cocina y no poda parar de rer.
Qu imaginacin la de Elvi. Cmo
poda contarle eso! La pobre ta ya se
estaba marchitando. Tiempo atrs, Elvi
no le hubiera colado esta historia falsa y
no le hubiera hecho nada de gracia a ta
Oly. Porque ella era de las que hacan
comentarios jocosos sobre el resto de la
familia, siempre por lo bajo, pero jams
supo rerse de s misma. Era una mujer
admirable, pero tambin altiva,
insolente, arrogante. Pero graciosa a
pesar de todo. Y por supuesto,
elegantsima. An recuerdo cuando
calificaba de carnicera a Carmen, la
mujer de mi ex, Pablo, cuando vena a
casa con l a ver a las nias.
Se lo echa todo encima [en
referencia a las joyas que Pablo le
compraba]. Se cree que as est a
nuestra altura, y nada ms lejos. Cmo
ha podido Pablo cambiarte por esa
mujer. Qu vergenza.
Ella siempre pens que l no supo
atarme corto y que permiti que le
abandonara. Es decir, que en realidad no
me quera. Cosas de viejas.
Pues bien, tal fue el gesto de
angustia que le puso ta Olympia a Elvi
cuando le cont el asunto de las
horquillas que Elvi se invent un final
an ms hilarante y surrealista para su
historia falsa con la intencin de que no
sufriera por su sobrina nieta.
Fjate la suerte que tuve, ta Oly,
que al final result que la guardia jurado
del aeropuerto antes haba sido
peluquera, as que me quit todas las
horquillas, me hizo pasar por el arco del
detector de metales para que parase la
alarma y luego me llev a los baos
para volverme a peinar el moo.
Increble, pero me hizo uno mucho ms
bonito que el que traa hecho de mi pelu
de Madrid. Con ms solera, ms alto,
tipo italiano, igual que el que te solas
hacer t de joven y llevaste a la boda de
la abuela Clara.
Cuando escuch a Elvi salir as por
la tangente, comprend por primera vez
que ya era una mujer y no una
adolescente. Que era una chica especial,
mi hija favorita, aunque jams lo
reconozca en voz alta, y tambin una
buensima persona. Su manera de
dirigirse a ta Olympia era muy dulce,
ejemplar. Se parecen mucho ellas dos.
Pero en aquella poca, la ta ya
estaba un poco demenciada. Recuerdo
tambin otra ancdota de aquella poca.
Un da Ricardo se fue de viaje a
Inglaterra por negocios y, al regresar a
casa, ta Oly, con suegra britnica, le
pregunt en qu lugares haba estado.
En Windsor, ta Oly contest
Ricardo.
Pues le habrs trado tabaco a las
nias, no? le dijo ella.
Ricardo se qued con cara de sota.
Ja, ja, ja.
La pobre crea que en Windsor
estaba la fbrica de Winston! Su cncer
galopante le haba hecho perder hasta su
pronunciacin exquisita. Eso s, cada
vez que nos acordamos de su metedura
de pata no podemos contener la risa. Ay,
a veces olvido que Ricardo y yo nos
hemos redo mucho juntos.
Ta Oly tena 93 aos cuando muri,
pero no dej de ir a Biarritz ningn
verano ni de baarse en la playa hasta el
final. Parece que la estoy viendo con su
baador aos 50 de color blanco con
ribetes negros y su gorro de bao con
flores blancas de plstico y tela. Deca
que se lo pona para que la
reconociramos por si se ahogaba. Iba
en avin a Biarritz, de ah que odiara el
control de aduanas exigente de hoy en
da. Lo sufri en sus ltimos aos de
vida, pues entonces ya existan, aunque
no el coazo ese de los lquidos ni lo
del tamao de las maletas.
Esto no lo hacan ni en Auschwitz
grit la ltima vez que la acompa
en el vuelo a Francia a pasar las
vacaciones.
En ese momento la obligaron a
despojarse de sus joyas para ponerlas en
una bandeja de plstico y pasarles un
escner. Su reloj de Cartier
desapareci.
Ni que hubieras sido vctima del
genocidio le coment.
Que te roben un Cartier es
equiparable a que te maten un hijo
dijo ella toda digna. Mi ta Olympia,
claro. Viuda eterna y sin descendencia.
Qu iba ella a saber de amor materno-
filial.
Ta Oly conoci a su marido una
tarde de verano de los aos 40. Era
veinteaera y mam un poco menor.
Ambas volvan a San Sebastin en el
tren desde Cestona, donde haban ido a
pasar el da. Un seor de traje blanco,
sombrero panameo y bigote se qued
mirando fijamente a Ta Oly. Se llamaba
Ignacio Mara-Tom.
Seorita, usted y yo nos
casaremos el prximo da de San Jos.
El siguiente 19 de marzo, vamos.
Mam y ta Oly se rieron a carcajada
limpia. Pero as fue. Ta Oly se cas con
to Ignacio seis meses ms tarde.
Una pena que no tuvieran
descendencia. El to Ignacio estaba
enfermo de los bronquios desde nio, de
hecho estaba en Cestona ese agosto
recibiendo baos de sal para sus
pulmones.
Mam siempre cuenta que la abuela
Bronte, qu cantidad de nombres raros
en mi familia, siempre quiso a to
Ignacio por lo bueno que era con su hija,
pero siempre le tach de loco de
balneario. Porque en el balneario de
Cestona no solo haba enfermos de las
vas respiratorias. Tambin haba
depresivos encubiertos, seoras gordas
a dieta Era como el Incosol del norte
de aquella poca. Como el casino de
Biarritz en los 80.
Recuerdo el hall. Todo el mundo iba
ideal vestido hasta hoy. Y los azulejos,
siempre brillantes. A diario, un seor
bajito se suba a una escalera enorme y
los fregaba uno a uno con un pauelo de
algodn que mojaba en amoniaco y agua.
Un olor que se confunda con el de la
piscina cubierta.

Ay, pero si estoy sonriendo!
Si sigo aqu encerrada!
Nada, ests loca. T desconectando
y con este papeln. No oigo a estos
sinvergenzas, se habrn marchado?
Creo que escucho llegar un coche.
Ser Ricardo? Ricardo, Ricardo,
Ricardoooooo!
Pero qu digo, si ese hombre no
llega hasta la noche. El golf es su excusa
perfecta para no hacerse cargo de m, ni
de sus hijos, ni de su nieto, ni de esta
casa. Me estarn desvalijando todo y l
ponindose moreno y, de paso, tibio de
cerveza y marianitos, que es una
asquerosidad de cctel carroza
compuesto de Martini Rosso y ginebra.
Arghhh.
Valientes ignorantes estos hijos de
Flori. Lo ms valioso de esta casa est
aqu dentro. En primer lugar soy yo,
doa Mara Granada Peralta Guelbenzu,
ex mujer de Pablo Bergareche y actual
seora de Ricardo Maier.
Despus de m van mis vestidos. Y
despus aunque en realidad antes que
todo ello: la tiara de brillantes que
hered de ta Oly. Por eso su recuerdo
es lo nico que me permite escapar
mentalmente de aqu. Qu buena mujer.
Cunto la echo de menos.
Comprobar que la tiara est justo
donde la dej por ltima vez. En el
doble fondo de su secreter. Mrala, aqu
est. Junto a los patuquitos de ese nio
que jams tuvo la pobre ta Oly y que le
teji la abuela Bronte. Eran blancos,
entonces no se saba el sexo de los
bebs porque no existan las ecografas.
Qu monada.
Ay, si en esta cajita estn tambin
los ltimos dientes que se le cayeron a
ta Oly! Otra de sus excentricidades.
Guardaba los dientes que se le caan de
vieja. Deca que con la edad volva a
visitarte el ratoncito Prez. Qu mujer.
Pero qu buenos implantes hice que le
pusieran en la boca. En el tanatorio
observ su cadver exquisito en el atad
y brillaban relucientes. Tanto como la
dentadura dorada de Flori, pero en el
caso de ta Oly parecan de ncar.
Voy a ponerme la tiara. Qu
maravilla. Me hace olvidar la mala cara
que tengo. Se me ha corrido todo el
rmel. Hace meses que no la limpio y
reluce como el primer da con la pureza
tpica del diamante, esa de color
azulado. La tas en enero en Ansorena y
me dijeron que me daban por ella un
milln de euros.
Habrase visto! Si vale muchsimo
ms. Adems es una copia perfecta de la
original elaborada justo en la misma
poca, los aos 30, y que ta Oly hered
de su suegra.
Se trata de un plagio de la tiara de la
gran duquesa Vladimir, que hoy
pertenece a la reina Isabel II. Me s la
historia de memoria, anda que no la
contaba veces ta Oly.
Mara Pavlova, la gran duquesa y
propietaria original del tesoro, era ta
del zar Nicols II de Rusia y posea una
coleccin de joyas de quitar el hipo. A
su muerte y tras la revolucin rusa, en
1921, la reina Mara de Teck, abuela de
la actual soberana inglesa, compr parte
de su fastuoso joyero. Supo escoger una
de las ms bellas piezas que hoy por
hoy, a mi juicio, la reina Isabel usa
demasiado poco. Supongo que es por no
hacer alarde de su fortuna en tiempos de
crisis.
A m me pasa lo mismo. Ya no tengo
ocasin de ponrmela. Gadea se la puso
en su boda ante la mirada atnita de sus
amigos hidalgos.
Gadea, hija, no tires margaritas a
los cerdos le dije. No s de dnde ha
sacado su obsesin por situarse por
encima de los dems. Bueno, s. De su
padrastro, claro. Anda que Ricardo no
es hortera en el fondo.
Por supuesto, no me hizo ni caso.
Muy ordinario el gesto. La verdad,
ahora no entiendo cmo lo permit.
Elvi seguro que jams usar la tiara,
adems tampoco creo que se case. Si no
la vendo es por la satisfaccin que me
da contemplarla. Comprendo bien al
ladrn de El grito de Munch. No pudo
decirle a nadie que estaba en su poder,
pero lo observara cada noche a solas y
eso le dio an ms placer. Contemplar
la tiara es como comerse un helado a
escondidas tras meses a rigurosa dieta.
Por eso est mejor oculta y no a la vista.
Qu fra est. Es fascinante. Yo y mi
pasin por los metales fros y viles. Ja,
ja, ja. Quince crculos de diamantes.
Dentro de cada uno hay una perla
colgante en forma de pera sustituible por
una esmeralda de tamao exacto. Ahora
est vaca. Las perlas y las esmeraldas
estn en estos saquitos de terciopelo
negro.
Flori cree que la tiara est en el
banco. O en la caja fuerte del despacho
de mi marido. Sus hijos no saben
apreciar un diseo as, solo su precio,
qu ignorantes. Dara mi vida por esta
tiara, antes muerta que desvelar dnde
est. Y mira que es fcil encontrarla. No
creo que pregunten por ella. Estoy
segura de que creen que est bajo siete
llaves en el Monte de Piedad.
Voy a envolverla de nuevo en papel
cebolla y a dejarla donde estaba. Lo que
ms me gusta de ella es que es ma, mi
ms preciada posesin, incluso por
encima de mis hijos. La he lucido en
pblico solo en un par de ocasiones. En
mi primera boda y en una recepcin
oficial en Zarzuela a la reina Isabel de
Inglaterra, quien sabe perfectamente que
soy duea de la copia que perteneci a
la suegra de ta Oly, una inglesa de clase
alta ntima de Queen Mum que se cas
con un espaol.
Doa Mildred de Mara-Tom, que
as se llamaba pero que en Espaa se
haca llamar Milagros porque le pareca
muy folclrico, le pidi prestada la tiara
a la madre de la actual reina, entonces
princesa Lilibeth, para poder copiarla.
Queen Mum se lo tom como un
homenaje a los Windsor y se la cedi al
joyero de Mildred para plagiarla.
Ta Oly tuvo la suerte de que su
suegra muriese poco despus que to
Ignacio. Le dej todo. Ignacio solo tuvo
un hermano que muri de tuberculosis de
nio. Ta Olympia enviud joven, pero
se qued bien posicionada. Jams rehzo
su vida. Estaba satisfecha de haberse
casado por amor y encima con un buen
partido. Solo lament no haber tenido
hijos. De ah que siempre guardara en el
secreter los patuquitos que le teji la
abuela Bronte. Nunca quiso tirarlos.
Ella eligi bien a su hombre, no
como yo. No como Gadea. No como
Elvi. Pero s como mam. En eso la
abuela las educ bien. Pero claro, los
hombres de antes ya no existen.
Ay, vuelvo a notar palpitaciones.
Debera tomarme otro trankimazn. Si
busco en todos los bolsillos de mi ropa
aparecern ms de 100 pastillas.
Siempre llevo una caja de trankis
conmigo, como tambin llevo conmigo
siempre el recuerdo de ta Olympia.
En realidad, la mejor herencia de ta
Oly fue su psiquiatra y su inteligencia.
Por ese orden. Con eso me he enfrentado
mejor a la vida y se me han abierto ms
puertas que con la tiara Vladimir.
Dios mo, sigo aqu encerrada
Me ha brotado una lgrima ms
gorda que las perlas y esmeraldas de la
gran duquesa rusa
Ta Olympia, acurdate de m
Dame fuerza.
Snif.
La ltima Coca-
Cola en el desierto
UY, algo me hace cosquillas en el
prpado. Es curiosa la piel del
prpado Me recuerda a la piel del
prepucio de un pene. Pero qu estoy
diciendo!
Mira, si es una pluma de marab
azul. Qu hace aqu? De dnde sale?
A ver, Nada, haz memoria. Hay otra
pluma debajo de ese portatrajes de
plstico. Tengo que comprar ms
portatrajes de fieltro, los de plstico son
muy cutres y no me gusta nada reciclar
las bolsas de los abrigos que se
compran las nias en Bimba & Lola
Menos mal que tengo casi toda mi ropa
sin tapar, cubrirla tiene muy poca clase.
Los tejidos han de respirar, como las
personas.
Ohhh, mira, si es mi traje de pedida
de mano. Larguito, tobillero. Con escote
a la caja y las mangas cortas de farol
forradas de marab. Seda salvaje
cortada al bies
Ay, qu puetazo en el estmago. La
angustia regresa. Sigo aqu dentro. No
quiero tomarme otro trankimazn
Dnde estarn estos sinvergenzas?
Ahora no les oigo. Dios santo, que no le
hayan hecho nada malo a Flori. Y si
pongo msica para tranquilizarme?
Quizs si la pongo altsima alguien
del barrio me oiga y venga en mi busca.
Me tiemblan las manos. No soy
capaz de atinar el botn de ON. Veo
borroso. Mi astigmatismo y mi
hipermetropa se acusan cuando tengo
ansiedad.
No quiero tomarme ni una sola
pastilla ms. Yo puedo aguantar esto. Al
fin y al cabo he vivido encerrada en m
misma toda la vida. Es mi zulo, mi zulo
de luxe No este vestidor, sino mi
cuerpo serrano
Y esa caja? Si tengo un Mot &
Chandon rosado imperial sin abrir! Me
lo enviaron los de Embassy por
Navidad. Les hago tantos pedidos a
domicilio al ao Qu menos que me
hagan algn regalito comme il faut.
Adems, siempre contrato al menos a
siete camareros cuando doy una cena en
casa para que sirvan la mesa. Es gente
mona, nios bien que trabajan de forma
temporal para sacarse un dinerillo al
mes. Nada que ver con Flori, que ya est
muy dejada.
Cuando vino a esta casa era guapa y
joven, pero ya no. Prefiero que se quede
en la cocina, no vayan a verle la
dentadura dorada o esas manos ajadas
de tanto fregar. Tambin llamo a
Embassy cuando Flori libra, tienen unos
precocinados exquisitos. Me sacan
siempre de cualquier apuro, me
solucionan la vida y, adems, me niego a
comprar congelados en La Sirena como
Marga. As se estn poniendo de gordos
sus hijos.
Pero qu digo, si yo tampoco s
frer!
Abrir la botella. Con los dientes si
hace falta. Est caliente el champn,
pero paliar mi angustia durante un rato.
Para un poco, Nada, para un poco. Si
bebes, luego estars peor. Tendrs ms
ansiedad. Por eso cuando pasas por un
ciclo de estos terribles no bebes. Las
resacas son horribles.

Pop!
Mmmmmm. Qu rico. Lo bueno del
champn francs, a diferencia del cava,
es que al da siguiente no te deja
sequedad de boca. Sus burbujas se
cuelan en las encas y te hacen
cosquillitas, como la pluma de marab
en mi prpado-pene. Qu pena, qu
pene, ja, ja, que est caliente. Ahora
he visto que en algunos restaurantes de
nivel te ponen hielo tanto en el champn
como en el vino blanco. Har yo lo
mismo en casa. Yo soy trs chic.
Debo rescatar esas copas altas de
Limoges que hered de ta Oly tambin.
Son azules. Durante un tiempo parecan
horteras, pero ahora son lo ltimo, que
he visto unas as en Zara Home. Creo
que las guardo en una caja en el trastero.
No, joder, que se las llevar esta
gentuza! Como las vean son capaces de
venderlas en El Rastro o en el mercado
negro.
No, no, nooooooo!

Dar otro trago profundo. En este
momento est justificado que no me
cuide, que me emborrache. Solo quiero
salir de aqu. Pero de aqu dentro o de
la propia prisin que he construido
dentro de m misma durante todos estos
aos?
Subidn. Qu rico. Otro chupito.
Mmmmmm. La botella est ya medio
vaca. Siempre he visto toda mi vida as,
a travs de una botella medio vaca.
Si salgo de aqu vivita y coleando
me propongo ver todo de nuevo a travs
de una botella medio llena.
Venga, Nada, no te engaes. Siempre
has sido negativa, siempre. A pesar de
que vendas lo contrario con tu cinismo.
Pocas veces has sido natural. T misma.
Solo con tu familia de sangre.
Ya no me tiembla el pulso. Si hace
muchsimo que no me tomo ni un vino!
Parezco alcohlica. Menos mal que
nunca lo fui. Menuda pareja de
borrachos habramos hecho Ricardo y
yo. Como Vernica y Josechu, esa
pareja del Club de Campo de la que
huye todo el mundo. Se pegan el da
soplando!
Ricardo con una sola cerveza ya se
achispa, pero necesita mil para
emborracharse. Yo palo mi ansiedad
con pastillas y l lo hace a fuerza de
whiskitos, algo que no est mal visto
entre hombres. Qu suerte. Qu pobre.
Ya est. Ya he podido pulsar el
botn de la radio. Es aqu donde dice
Tuner. Onda Meloda est bien.
Genial!!!! Loca de Luz Casal!
Sube el volumen, Nada, sube el
volumen!!! Que se enteren en el barrio
de que ests aqu dentro. Ya no importa
que sepan la verdad. Que s, que como
sospechaban por culpa de ese excesivo
control sobre m misma y mi familia,
s, estoy loca!
Loooooooooocaaaaaaaaaa! Si es que
esta cancin me ha cado del cielo en
este momento. Me la manda ta Oly. Me
la manda Dios. Y Dior, que viene a las
ocho. Con esto y un bizcocho, hasta
maana a las ocho, chocho. Ja, ja, ja, ja,
ja.
Yijiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
Bebe a morro por una vez de la botella,
Nada. Nadie te est mirando. Nadie se
enterar. No seas tan autocrtica. Bebe!
Vive!
Que se jodan los hijos de Flori!!
Jajajajajajajajaja.

Nada mejor
que conversaaaar
cuando la vida nos vuelve a juntaar.
Todo tembl
a mi aaaalrededor
en el mismo instante
en que seent tu voz.
Me emociooooono
al volverte a veeer
y an preguuuuuntas
quin dej a quin?
No fui yo!
Loooca por volveeeeer a saber de tiiii.
Loooca por teneeeer ganas de volveeer.
Uhhhhh!
Ahora ya s que te va bieeen
en tus business y con tu mujeeer,
en tu chal y cooon tu bebeee,
todo te sonre, reeeeeljate.
Me emocioooono al volverte a veeeer
y an preguntas quin dej a quin?
No fui yo!
Looooca por volver a saber de ti.
Looooca por tener ganas de volver.

Uhhhh!

Sube el volumen, Nada, sbelo!
Grita con todas tus fuerzas.
Arrrrribaaaaa!!!
Jajajajajajajajajajaja.

Si pudieeeeera empezar otra vez
y an preguuuntas quin dej a
quin?
No fui yo!
Loooooca por volver a saber de ti.
Loooooca por tener ganas de volver.
Looooca.
Looooca.

Uhhhhhhh!!

Loca, loooooooooooocaaa
por teneer
ganas de volver.
Lo-lo-lo-ca.
Lo-ca.
Lo-lo-lo-caaaaaaa.
Lo-ca.
Loooo-ca.

Ay, jajaja, me he puesto perdida de
champn. Mi camisn de seda de
Guezal! O era de Rigat? Qu ms da!
Lo reservaba por si me ingresaban algn
da. Yo soy ms de la Clnica Lpez
Ibor que del Hospital San Rafael. O la
Quirn, esa a la que va el rey. Solo he
pernoctado tres veces en una clnica en
toda mi vida: en el Sanatorio San
Francisco de Ass al dar a luz a mis tres
hijos. No consent ni una noche ms.
Odio los hospitales, pero, aunque
parezca un horror, en ellos hay que
ingresar elegante Con bata de seda y
zapatillas de cua forradas con plumas
de marab.
Ay! Como mi traje de pedida
Esta msica ensordecedora Mira
que odio las guitarras elctricas, de
verdad.
Alguien aporre la puerta desde
fuera.
Loca, usted s que est loca,
doa Nada!!! Ahora mismo apague la
radio. Apguela le he dicho, seora.
Apguela o prendemos fuego a la
casa con usted dentro!!!! Me oye,
verdad??? Usted ver. Puta loca!
Cuento tres. Uno, dos
Malnacido! Scame de aqu
ahora mismo, Csar! Te reconozco la
voz. Eres el peor de toda tu familia.
Incluso peor que tu padre. Eres un
cobarde como l. Consigues todo con
violencia. Nadie te quiere, ni siquiera tu
madre. Como me hagis algo irn a por
vosotros, hijos de puta! Como hayis
tocado a Flori os mato! Sois incapaces
de llevar a cabo un robo sin dejar
huellas, intiles! Sospecharn de
vosotros, dadlo por hecho! Conozco a
jueces, polticos, diplomticos,
carceleros y policas y harn lo que les
pida! Como si les exijo que os maten!
Porque os van a pillar! Adems todo el
barrio sabe que venais hoy! Tu madre
se ha encargado de radirselo a todo el
vecindario! Gilipollas, breme y lo
olvidar todo! Hijo de puta! Una
maldicin caer sobre ti si no abres la
puerta! Desgraciado, desagradecido!
No me extraa que tu mujer y tu hijo te
abandonaran! Te lo mereces! Mira el
mal que causas con tu amargura!
Ja, ja, ja Perra vieja. Mire lo
educada que pareca y lo que es capaz
de decir. Todo el odio que guarda ah
dentro. Grite, grite lo que usted quiera,
seora, pero como siga usted por ah
prendo fuego a la casa en un momento.
Con usted y la mam dentro. Nos dara
tiempo a volver al aeropuerto y coger un
pasaje de vuelta con los cinco mil euros
que hemos encontrado en un cajn del
despacho de su marido. Qu
imprudencia la de don Ricardo, y ms en
estos tiempos! Ah, claro, ustedes son de
los que blanquean capital. As le pagan
a la mam a final de mes. Cuentan que
con la nueva ley espaola usted no va a
tener ms remedio que hacerle papeles a
mi mam. Un contrato. Aunque quizs
despus de hoy ya no haga falta. Alguien
habr de firmar por ambas cuando llegue
la funeraria. Cuando levanten sus
cadveres. Descuide, no nos importa
matar a nuestra vieja. Ahorita ya nos
estorba. A su edad. Ya no nos hace falta
por ms el dinero que nos enva. As que
d por hecho que usted nos importa
mucho menos que nuestra vieja.
No pude articular palabra tras
escuchar las suyas. Su tono de voz era
tan duro, tan firme, que cre todo ese
infierno que sali por su boca. Como
una nia pequea a quien le han dado su
primer bofetn, me dirig a la cadena de
msica y la apagu. Me tumb en el
suelo boca abajo. Experiment una
sensacin de ahogo completamente
desconocida para m, y eso que yo me he
maltratado mucho. Ningn ataque de
ansiedad me haba producido tanto dolor
en el pecho. No me podan saltar las
lgrimas. Durante un momento, se me
pas por la cabeza que me estaba dando
un infarto. Se me ocurrieron todo tipo de
pensamientos horribles. Desde que
Csar me mataba a cuchilladas hasta que
me encontraba a Flori desangrada en la
baera.
Csar me hablaba en serio. No tena
piedad de ningn tipo. Su padre le
ense todo el mal que acumulaba en su
alma oscura. Tan oscura como su piel,
porque de los tres hijos de Flori l era
el que ms rasgos indgenas tena.
No s cmo pude, pero me dorm.
Yo creo que durante una hora. S que
golpe la moqueta con mi puo derecho
durante un rato, pero en esta ocasin no
me hice ninguna herida gracias a la
dulce moqueta donde suele gatear mi
nieto. Qu buena idea ponerla. Si no la
hubiera puesto, me habra matado a m
misma a cabezazos contra el suelo.
Tampoco pude golpearme contra la
pared, casi no hay huecos libres de
tantos percheros, estantes y cuadros.
Rept hacia un zapato de tacn
colocado en lnea en el suelo junto a los
restantes pares. Tena el taln abierto y
advert que se haba cado dentro de l
otra pastilla de trankimazn del bolsillo
pequeo de uno de mis vaqueros
colgados boca abajo en una de las
perchas que compr especiales para
pantalones y que estaba justo encima.
Volv a ponrmela debajo de la
lengua y respir tan hondo que pareca
que no me haba fumado un cigarro
nunca. So cosas preciosas en
contraposicin con las obsesiones
malditas que se apoderaron de mi mente
minutos antes de perder la conciencia.
So que iba en una avioneta por frica
y vea las dunas. So que al aterrizar,
descalza, la arena del desierto no
quemaba. Era tan fina como la de la
playa de Zarauz. Una playa preciosa
cercana a Biarritz donde conoc a Pablo,
mi primer marido.
El sol no me cegaba en ese desierto
imaginario. Corra una brisa fresquita.
De pronto palp un cristal fro con mi
pie izquierdo. Era un botelln de Coca-
Cola! No tena abridor, pero pude quitar
la chapa sin esfuerzo con mis manos. Me
la beb de tres tragos.
De pronto, despert. Atolondrada,
tena la boca sequsima. Por el champn
y por tanta pastilla. Me mir en el
espejo y tena pegada en las comisuras
de mis labios una pasta reseca y blanca,
como de resaca. Exacta a esa repugnante
con la que se levanta cada maana
Ricardo y que, desgraciadamente, no es
crema dental.
Como intuyo que el aliento le oler
peor, siempre que le despierto de sus
borracheras lo hago a distancia. Jams
acerco mi cabeza a la suya. Hace meses
que no le beso. Ni un beso breve delante
de las nias ni de nadie. Ya no me
preocupo ni siquiera de fingir. Todos
saben que no nos queremos desde hace
siglos. Y yo que le deca al principio
de nuestra relacin que nuestro amor era
como una planta que haba que regar a
diario! Los primeros meses, ahog la
planta a fuerza de joyas. Despus la dej
secar. Lo siento, Ricardo, pero yo no
soy un cactus. Aunque espinas tengo
alguna.
Hace aos que no riego una planta.
Ni siquiera me esforc en montar un
riego automtico en el jardn, cuando
sale mucho ms barato. Prefer contratar
a un jardinero por un dineral al mes para
que se encargara de esa labor. Un viejo
de nombre Fausto a quien he visto mear
sobre mis hortensias en alguna ocasin.
Otro borracho ms en mi casa al que dar
de beber, porque lo que es de comer
El hombre solo asalta la nevera para
coger cervezas. Nunca le he echado en
cara su comportamiento porque estoy
segura de que su orina es una especie de
abono lquido y le viene hasta bien a mis
flores. Anda que no meaba yo en las
hortensias del portal de la casa de
Biarritz cuando volva de juerga en los
aos 70. Las hortensias lucan preciosas
gracias a m. Estoy segura de ello.
Adems, nunca despedira a Fausto.
S que se quedara en la calle y vive,
mejor dicho, bebe de m. Como tanta
gente. Como Ricardo. Como Flori.
Como los hijos de puta que me han
encerrado aqu dentro, que chupan de la
paga que les enva cada mes su madre.
Quinientos euros al mes en Asuncin
dan para mantener a una familia de 20
miembros. Y ellos son menos. Pocos
menos, pero menos.
A qu han venido? Qu pretenden
con esta locura? A quin representa la
Coca-Cola de mi sueo? Sabe al ltimo
refresco fro del desierto. A Pablo, a
pap, a Ricardo? A Pierre? No, Nada,
no pienses ahora en Pierre, por favor,
Nada, no pienses en Pierre que todo ir
a peor.
Por cierto, el otro da me dijo Ricky
que el mineral ese que me trajo de
Tnez, que se llama rosa del desierto
porque es arena solidificada por el
viento y hace formas preciosas, se
limpia con Coca-Cola. Tendr algo que
ver con mi sueo?
No s por qu, pero ahora me siento
bien. Menos mal que Pierre se ha ido de
mi cabeza. En este momento empiezan a
perder crdito las barbaridades que me
ha dicho antes Csar a travs de la
puerta. No ser capaz de matarnos. No
tiene cojones. Ya no le tengo miedo.
Aunque debe de ser el efecto de mi
segundo trankimazn. No me gusta fumar
en el vestidor. Pero en este cajn tengo
un paquete de Marlboro light y un
mechero de emergencia. Me encender
un pitillo. Y luego otro. Y luego otro. Y
luego otro. Como hace Elvi cuando no la
veo para que no la ria. Hasta los 40
fum de forma compulsiva. Ahora soy
fumadora social, no s cmo lo logr.
A pesar de lo que dicen los mdicos,
el tabaco pala la ansiedad en estos
momentos. Y si no, por qu no han
prohibido fumar en las crceles y en los
psiquitricos? La nicotina es al loco lo
que la gasolina a un Porsche.
Completamente necesaria. El loco que
fuma, fuma como el que ms. Conozco a
enfermos mentales que no han hecho ms
que fumar y fumar en su vida. Es una
forma de minarse lentamente. Ya que
algunos no tienen el valor suficiente
para suicidarse El tabaco acabar con
ellos, aunque sea a largo plazo. Pero
ser por voluntad propia, es decir, un
suicidio estudiadsimo y sutil. De eso se
trata. De matarse a uno mismo.

Buffffffffffffff Tengo miedo.
Apagar el cigarro. Si salgo de aqu con
vida, si Flori y yo salimos de esta con
vida, Dios mo de mi vida, doctora, san
Antonio, san Pancracio, Virgen del
Carmen, Manolo el del bombo, quien
sea Dejar de fumar. Prometido. Y
esta vez lo cumplir de verdad. Amn.
La ceniza de un cigarro pesa igual
que una pluma. Como la pluma de
marab de mi vestido de pedida.
Tena 21 aos cuando conoc a
Pablo. Una tarde de verano fuimos a
pasar la tarde a Zarauz mis amigas de
Biarritz y yo. A tomar chocolate con
churros. Pero ese da de agosto cay una
cerveza. Haca un calor infernal,
impropio del Pas Vasco.
Estbamos en una terraza en el
malecn, observando los corderitos
de espuma que produca el viento sur en
el agua. No haba muchas olas, y haba
marea baja. Un grupo de chicos de
nuestra edad jugaba al ftbol. Enseguida
me fij en Pablo. Tena el cuerpo ms
atltico de los once. Ni un pelo sobre el
torso y un tono de piel dorado precioso.
Se notaba que llevaba al sol ya
bastante tiempo. Me atus mi melena
rubia ruborizada en cuanto nos cruzamos
las miradas, pues subi al bar donde
estbamos sentadas mis amigas y yo, el
Nutico, a comprar un botelln de agua.
Miren, una de las chicas de mi
pandilla, que hoy est casada en
segundas nupcias con un diplomtico
viudo estupendo al que conoci en una
fiesta en el Guggenheim, se levant y
salud a Pablo. Nos lo present.
Es Pablo Bergareche, compaero
mo de la facultad en Deusto.
Qu tal, chicas? dijo tmido.
Nos gui un ojo, al menos pareci que
nos lo gui a todas, y se march.
Me qued prendada. Y obsesionada.
Estuve el resto de las vacaciones
dndole la murga a Miren con Pablo.
Ella me repeta una y otra vez que no me
preocupara, que cuando le viera en la
universidad le hablara de m sin que se
notara mucho.
No hizo falta. El flechazo fue mutuo.
En cuanto se encontraron en los pasillos
de Deusto, Pablo le pidi mi telfono a
Miren. l se estaba examinando de las
ltimas asignaturas de Empresariales en
Bilbao y yo estudiaba tercero de
Filosofa y Letras en la Complutense.
Pablo llevaba tiempo buscando trabajo
en Madrid. As que me empez a llamar
cada tarde a casa. Mariv, la tata que me
cuid de nia y que an trabajaba en
casa de mam, me haca de telefonista.
A veces le deca que yo estaba y otras
que no, cuando casi siempre estaba en
casa. Me deca que me hiciera la
interesante, que a saber si el seorito
ese de Bilbao tena una vasca a la que
pretenda y a m me consideraba puro
entretenimiento.
La familia de Pablo, los Bergareche,
era buena gente. Mi ex suegro, don
Txomin, dirigi un astillero durante
muchsimos aos. Mi ex suegra,
Marichu, se dedic a criar a sus cuatro
hijos. Todos varones. Pablo era el
mayor de todos. Le educ para que
escogiera a una nia rica como yo. Pero
no le terminaba de convencer que yo
fuera de Madrid. Ella prefera que sus
retoos se casaran con chicas de Bilbao,
como muy lejos de Getxo, para tener a
sus nietos cerca.
Supongo que yo siempre le parec
muy sofisticada. Siempre iba a la ltima
moda, porque mam iba a los desfiles de
Pars cada temporada, alguna vez la
acompaaba y nos comprbamos la ropa
ms estilosa que encontrbamos a
nuestro paso. Parece que estoy oyendo a
pap despedirnos en el tren Madrid-
Pars:
Disfrutad, pasadlo bien! Y
gastad lo que haga falta! No os privis
de nada!
Mam tambin me mandaba hacer
vestiditos a medida en Pedro Rodrguez.
Y en alguna ocasin me dejaba que
usara sus Balenciagas.
Mi ex suegra, sin embargo, era
mucho ms austera. Tena dinero, pero,
como una de sus asistentas saba coser,
le peda que plagiara la mayora de los
modelos que vea en el especial de
moda de Telva y de Hola! de cada
temporada. Que mi madre y yo nos
gastramos una cantidad ingente de
dinero en nosotras mismas le pareca
una ordinariez. Y en ms de una ocasin
me lo dej caer.
Pablo, sin embargo, estaba fascinado
conmigo. Le ense lo mejor de Madrid.
bamos a tomar ccteles al Hotel Tirol,
al Cock Pasbamos la tarde en
Navacerrada Conocamos un mirador
llegando a Rascafra donde nos dbamos
los primeros besos de tornillo.
l se hospedaba en una residencia
de estudiantes por la calle Reina
Victoria. En cuanto encontr trabajo en
Mapfre (pap, claro, le ayud) se mud
a un pisito en la calle Vallehermoso.
Poco tiempo estuvo all solo. Su madre
se empe en que nos casramos
enseguida, en cuanto yo me licenciase,
ya que no le gustaba que su hijo viviese
solo. Se fiaba poco de l. Mejor dicho
de las mujeres. Le consideraba tan
guapsimo que mejor que estuviera
casado a que conociera a alguna petarda
madrilea que encima veraneara en el
sur.
Yo al menos veraneaba en el norte y,
para alegra de mi futura suegra, acept
que celebrramos mi pedida de mano en
el chal de Sopelana de los Bergareche.
Fuimos un fin de semana mis padres
y yo a Bilbao a que Pablo me pidiese
formalmente la mano. Nos hospedamos
en el Hotel Sheraton. All me vest, me
peinaron y maquillaron. Mi madre
organiz todo para que me preparasen
igual de bien que a una novia, cuando
an no me diriga al altar.
Pedro Rodrguez me hizo a medida
este vestido azul con plumas de marab.
Me estaba como un guante. Cuando
cruc la puerta del chal de Sopelana,
mi suegra, Marichu, al fin me sonri de
verdad. Yo creo que por primera vez se
dio cuenta de que yo quera a su hijo en
serio y de que se me iban a pasar
muchas tonteras a su lado.
A pap le gust Pablo desde el
principio. Como saba que dinero no me
iba a faltar nunca, solo le interesaba que
el hombre de mi vida fuera una buena
persona. Y Pablo lo era. Tena, adems,
una carrera. Y era deportista.
Ambicioso. Inquieto. Los padres de
Pablo eran, adems, amables, al menos
de cara a la galera, aunque como
buenos vascos hablaban ms bien poco.
Txomin, el padre de Pablo y mi
suegro, hizo buenas migas con pap. Se
sentaban a beber coac en el porche y
hablaban de la Bolsa, de la pesca de
bajura Unos temas que contrastaban
con las frivolidades en las que
reparaban mi madre y mi suegra,
Marichu.
A mi madre en el fondo le alivi que
mis suegros no vivieran en Madrid ni
tuvieran ninguna intencin de hacerlo en
el futuro. Lo de no tener cerca a su
consuegra le daba bastante paz. Si haba
nietos, seran para ella a tiempo
completo menos en verano, que es
cuando le gustaba irse a navegar con
pap y pasar una larga temporada en
Biarritz. Un lugar que, menos mal para
ella, tampoco estaba muy cerca de
Sopelana.
En aquella cena fui consciente de
que por primera vez tomaba una
decisin por m misma. Casarme con
Pablo. Me dio vrtigo. Apenas beb una
copa de champn, pero me sent mal.
Yo creo que fue la primera vez que
somatic un ataque de pnico. No me
haba parado a pensar que aquello era el
principio de mis males.
Me precipit. Nos precipitamos.
Pero ms yo. Pablo me regal un
precioso solitario de 5 kilates. Y yo a l
un reloj que perteneci a mi abuelo
Gervasio. Uno de los primeros modelos
de Rolex que se vendieron en Espaa.
Mi abuelo Gervasio era un hombre muy
peculiar. Un seor finsimo que
trabajaba en un estudio de arquitectos
cerca de Atocha y a veces pagaba una
noche en una habitacin del Hotel
Medioda para utilizarla un par de horas
despus de comer y echarse la siesta.
Prefera eso a coger su coche con chfer
y marcharse a su casa del barrio de
Salamanca. Luego me enter de los
muchos cuernos que le puso a la abuela
Bronte.
A mam le parecieron pocos 5
kilates. Pero yo estaba tan contenta de
por fin dejar de ser hija nica para pasar
a ser esposa nica que no caba en m de
gozo. No tena apego a lo material
porque siempre tuve de todo a espuertas.
Ropa, joyas, amigos
Me senta tan afortunada que no daba
crdito. Ya lo tena todo!
Hasta un marido! A partir de ah
empezaron todas mis desdichas. Mas
solo. Porque me las cre yo. En
realidad, este secuestro es la primera
desgracia que me ocurre de verdad. Es
posible que no salga con vida de aqu
dentro. He tenido tanta suerte sin
merecerla que sera justo que yo muriera
de forma violenta.
Por favor, Nada, no des de comer a
los pjaros negros. bvialos. En el
fondo has sido y eres una buena persona.
Biarritz acaba en
Ritz
DOA Nada! Contsteme.

Alguien aporreaba la puerta, aunque
me hablaba con voz dulce. Pens que
estaba soando.
Seora! Despirtese. Est usted
bien? Hbleme o entro ahora mismo.
Est bien? Diga algo!
Despert. Tocaban las 12 en el reloj
del saln. Era mi carcelero. Pero mi
carcelero bueno. No Csar, el Bolinaga
de Ortega Lara. Era Luis Javier. El
nico que durante mi cautiverio me
tratara con delicadeza.
Luis Javier, eres t?
S, soy yo, doa Nada, soy yo.
Por favor, scame de aqu. No le
hagas caso al desgraciado de tu
hermano. Os est metiendo en un
problema muy gordo! Por tu madre, por
m que te crie, por lo que quieras,
scame de aqu. No puedo ya ni gritar
Yo s que t eres bueno. Yo te di todo
lo que tienes. Por favor, breme.
Librame de este horror. Ya llevo dos
horas aqu dentro. Tengo calor. Estoy
asfixiada. Necesito agua. Me ahogo,
Luis Javier, me ahogo
Doa Nada, no se preocupe.
Hgame caso y obedezca a Csar. Solo
queremos algo de plata y usted nos ha de
ayudar. No quiero hacerle dao, pero
me vera obligado a hacerlo si fuese
necesario. Mi familia de sangre est
antes que usted, no lo olvide. Ya llevo
diez aos con ellos en Asuncin y se les
quiere. No me obligue a lastimarla a
usted. Cuanto ms colabore, menos
tiempo estar ah dentro. Doa Nada,
hemos acordado entre los hermanos
darle a usted un mximo de dos horas
para que se tranquilice, se relaje usted,
mientras desmontamos la planta de
abajo. Para entonces tendr que decirnos
la contrasea de la caja fuerte del
despacho de don Ricardo. Solo
necesitamos ese nmero y las dejaremos
en paz. A la mam y a usted.
Entonces no habis matado a
vuestra madre? No me mataris a m
tampoco? Porque tu hermano es capaz y
antes me ha amenazado con eso. Menos
mal, lo saba! Saba que no! Que el
cabronazo de Csar no tendra huevos!
Gracias, Dios mo! Gracias, Luis
Javier! Por favor, no hagas caso a tu
hermano y scame de aqu! Apidate de
m! No olvides todo lo que yo hice por ti
aqu. Gracias a m sabes hasta comer en
la mesa como un caballero
Lo s, doa Nada, lo s. Pero
usted ha de entender Si se porta bien
le entro un refresco a la habitacin
Djenos actuar. Colabore. Cuanto antes
lo haga, antes marcharemos. No estoy
solo con Csar. Eladio, mi hermano
mayor, est tambin ac. Y est de
acuerdo con Csar en todo.
Por favor, agua fra! Agua fra!
Djame al menos salir para ir al cuarto
de bao. Solo te pido eso! Necesito
refrescarme. Me hago pis, Luis Javier
Me hago pis! No permitas que me lo
haga encima, te lo pido de rodillas.
De pronto, me sorprend a m misma
arrodillada contra la pared llorando a
lgrima viva. La voz de Csar
interrumpi nuestra conversacin y mi
llanto.
Ests tonto, bro! Qu haces
hablando con la doa? Seora Nada,
aljese de la puerta ahora mismo o entro
y la mato! Baje a la cocina, Luis Javier,
o acabo con usted tambin.
Tranquilo, bro, tranquilo Solo
le dije a doa Nada que hiciera memoria
y nos dijese la clave de la caja fuerte de
su esposo. Con buenas formas la
escupir, Csar. Tranquilo, gey Qu
bravo est. Pare. Tanta negatividad es
mala. Lo le en un libro. Usted asust a
doa Nada con tanta mentira Ya le he
dicho que no las vamos a matar. Cmo
se le ocurri decirle eso! Qu bruto es!
No la mataremos ni a ella ni a la mam.
Me ha odo?
Les escuchaba atentamente, como si
les espiara, y aprovech para comprobar
si se vea por la cerradura de la puerta.
La llave estaba puesta por fuera, as que
fue imposible ver la escena. Empec a
forzar los sollozos para darles pena.
Luis Javier prosigui:
Tranquilcense ambos. Les veo
muy nerviosos Voy a la cocina, pero
le subir agua a la seora. En esta planta
debemos de estar a 40 grados. Es
entradito julio, ya no recordaba el calor
que se pasa ac en Espaa en verano
En Asuncin nunca pega tan fuerte Si
colabora, doa Nada, encender el air
conditioning, creo que recuerdo cmo
hacerlo, si es que sigue funcionando
aquella mquina que ustedes pusieron en
la casa cuando yo march a Asuncin
hace 10 aos
S funciona, s funciona! Ya
sabes que hay que pulsar un par de
segundos el botn rojo que hay al lado
de la caldera! Por favor, encindelo!
Que aqu dentro no hay ventanas!
Hicimos el vestidor tiempo despus de
marcharte t! grit, mientras
observaba cmo mi frente sudorosa se
quedaba pegada a la puerta. En esta
ocasin mi cuerpo segregaba sudor y no
lgrimas.
Vale, cabrn. Baje, encienda el
aparato y trigale agua. No vaya a morir
de calor. Preferira matarla yo mismo
con mis manos. Cuando vuelva le abrir
la puerta conmigo delante. No me fo de
usted. Usted la estima. Siempre encontr
atractiva a doa Nada.
Ja, ja, venga, bro
Gracias, Csar, gracias! le
espet. En ese momento no me vena mal
dorarle la pldora a mi captor malvado.
De pronto, pens que en cuanto me
abriesen la puerta lograra convencerles
para que me liberaran. Que si le haca la
rosca a Csar, que si les ofreca dinero
me los ganara y con mi rostro lleno de
lgrimas, les dara lstima. La caja
fuerte era lo ltimo que me importaba.
Pero estaba tan nerviosa que varios
nmeros empezaron a ocupar mi mente
de forma confusa despus de tanto
trankimazn con champn. La frase de
Csar a Luis Javier sobre que siempre
me encontr atractiva me retumbaba en
la cabeza con cierta ilusin. Me
ruboriz en mitad de mi pnico. Sin
embargo, por culpa de esas palabras,
durante horas no logr recordar la clave
de la caja fuerte. En ese momento jurara
que era la edad que tena Ricardo
cuando se cas conmigo. Pero no estaba
segura.
Era 0037? 0038? O la cambi
finalmente por la ma? 0033? Ay, no
me acuerdo, qu horror!, como la haya
cambiado recientemente Yo nunca me
ocupo del cash de esta casa. Ricardo es
quien va al banco y me da en un sobre
unos 500 euros semanales para m sola,
por si salgo a comer o a cenar o me
apetece pagar al contado cualquier
cosa Las cuentas nunca fueron lo mo.
Habr dinero dentro, adems? A veces
creo que no hay nada. El dinero vuela en
esta casa. Y yo s que Ricardo le da un
fajo a Gadea y Fernando a mis espaldas
muy a menudo.
Quizs haya dentro alguna comisin
suculenta de los negocios de Ricardo.
Porque seguro que est metido en algn
asunto turbio, de esos que se cobran en
B. No me extraara nada. Aunque no le
hace falta. Con mis rentas nos va
bastante bien. Pero ahora, por la crisis,
nunca se sabe. Lo peor es que s que a
l le apeteca ltimamente hacer algo al
margen de mi holgado patrimonio. Sin
duda los dos somos ms un patrimonio
que un matrimonio.
Ah, s! Si ha dicho Csar que han
cogido 5.000 euros nada menos! Qu
barbaridad! Cmo he podido olvidarlo!
Si con eso tienen ms que suficiente
para al menos un lustro!
Despus de 25 aos casados,
Ricardo quiere traer algo de dinero a
casa por mrito propio. Al fin! Aunque
en realidad el mrito es mo, porque si
no fuera por mis contactos y sin embargo
amigos, Ricardo no tendra donde meter
el hocico, es decir, caerse muerto. Es un
poco Urdangarin, o quizs algo as como
esa gran cantidad de hijos de que se
dedican a vender promociones
inmobiliarias enteras al entorno de su
familia y de paso se llevan un porcentaje
altsimo de dinero negro por ello. Como
Fernando, mi yerno. Que vendi
aquellos pisazos de nuestro amigo Luis a
varios amigos nuestros del Club de
Campo. Fernando es gilipollas, por otra
parte.
Dios quiera que haya dentro de la
caja fuerte ms de 10.000 euros. Estos
son unos desgraciados, as que con esa
cantidad de billetes, ms los otros 5.000
que han encontrado en el cajn, se
veran ya con la vida resuelta y tampoco
supondra un desfalco en nuestras
cuentas. En Asuncin todo es baratsimo
y, con tantos ceros, que aqu en Madrid
daran para muy poca cosa, seran los
reyes del mambo.
No creo que quieran quedarse en
Espaa. Saben que les denunciar en
cuanto salga por la puerta de mi zulo.
Quin me iba a decir que a mi
habitacin predilecta, mi vestidor,
terminara llamndola zulo. Aunque su
madre me lo pida de rodillas, les
denunciar. Vaya si lo har. Como que
me llamo Mara Granada Peralta
Guelbenzu, seora de Maier. A m no
seran capaces de matarme. Y tampoco
mataran a su madre. A Flori. Con lo
buena madre que es. Venirse tan lejos
para darles de comer Esa chulera es
pura pose. Lo saba. Y ahora que he
hablado con Luis Javier lo s a ciencia
cierta. Este hijo de puta de Csar.
Malnacido. Mal de ojo le echara si
creyera en esas estupideces
Ah va! Si Ivo me prometi traerme
el traje de Dior para el cctel del martes
en la embajada! Eso no lo sabe Flori.
Me dijo que me lo arreglaran a ltima
hora de ayer y que no le importaba
acercrmelo hoy a pesar de ser
domingo. Como es su da libre y soy una
de sus mejores clientas, porque vaya
comisiones se lleva conmigo Adems,
vive aqu al lado Son ms de las 12.
Y me dijo que se pasara sobre las ocho.
Debo de estar pendiente de cualquier
ruido. Permanecer en silencio. Creo
que tiene una motito. Si escucho un
motor pequeo gritar. Esto no tiene
ventanas pero se oye a veces la calle.
Llamar a la polica. Ivo me salvar.
Dior me salvar. Y no Dios. Lo saba!
Estoy segura de que la estpida de
Flori le dijo a sus hijos que hoy
estaramos solas ella y yo en casa. Pero
lo hara con intencin o no? Estar
compinchada? No lo creo. Sus hijos han
urdido este plan asqueroso a sus
espaldas, seguro! Desvalijarme la casa,
a m. Ser posible! Dios le da pan al
que no tiene dientes! Qu van a hacer
con mis objetos? De aqu dentro, del
vestidor, no tendrn pensado llevarse
nada, como mi nombre. Menos mal que
son tan ignorantes, porque mi coleccin
est tasada en millones. Bueno, vale, de
pesetas.
De la planta de abajo Pues a ver.
Voy a hacer inventario mental: la cadena
de msica, el televisor, la Play Station
de Ricky Los ordenadores Alguna
joyita de Elvi, pero ella es de llevar
plata an, porque es muy joven. Algn
electrodomstico seguro. La Thermomix.
Pues mira, hasta me hacen un favor
llevndosela. Flori est esperando que
me lea las instrucciones desde hace mil
aos para que luego le explique su
funcionamiento y me da una pereza que
te matas. Ese maldito aparato est
acumulando polvo desde hace al menos
un ao, cuando Marga logr
encasquetrmela para que a ella le
hicieran precio en El Corte Ingls con la
suya. Como yo la poda pagar al contado
esas semanas que tuve gripe y no me
pul la asignacin de Ricardo Ya
podra haberse hecho comercial de
Tupper Sex, al menos nos reiramos un
rato, porque vaya coazo el tutorial que
nos solt. Yo estaba con la cabeza en
otra parte, an enferma y congestionada
por el gripazo, y no me acuerdo de nada.
Nos hizo tragrnoslo hasta el final a
todas las vecinas. Incluso a Matilde
Soraluce, la vecina de enfrente. Si bien
luego vino Griselda a relevar a Matilde.
Qu lista.
Pues con toda esa tecnologa no
pueden viajar a Asuncin. A ver quin
es el listo que factura todo ese peso sin
levantar sospechas. As que supongo que
el lote acabar en El Rastro enterito.
Bueno, no, que El Rastro ahora no es un
mal barrio. Lo colocarn en el mercado
negro de vaya usted a saber qu antro de
cualquier cinturn industrial. Seguro que
hay gentuza que compra este tipo de
cosas a sabiendas de que son robadas en
esos polgonos que tienen nombres
terribles del sur de Madrid. Costa
Polvoranca es uno de ellos
Con ese nombre estar lleno tambin
de discotecas donde las chonis se ponen
tibias, mejor dicho perons, de cocana.
Polvoranca Polvo ranca. Qu
horror.
Uy, pues por todas mis cosas ya digo
yo que sacan 100.000 euros. Pero por
favor, que no se lleven mi mobylette!
Esa con la que iba a la facultad Es
una reliquia. Que cojan mejor el Smart
de Elvi. Mi moto la tengo bien
guardadita en el garaje bajo una lona
porque ya me dijo Fausto el jardinero
que es objeto de culto. Que a l le
robaron su bici BH roja, una que
encontr en un contenedor y con la que
vena a trabajar, y que alguien le dijo
que en internet se vendan hasta por
1.000 euros. Algunos coleccionistas de
cosas vintage llegaban a pagar esa cifra
y, de haberlo sabido, me dijo Fausto, l
la habra vendido. Con lo que se
estropeaban las bicis de Beistegui
Hermanos. De ah el acrnimo BH.
Yo nunca supe montar en bici.
Prefera caminar para que se me
estilizaran an ms las piernas. Como le
ocurre a las chicas de Vigo, que Biarritz
tuviera tantas cuestas me hizo conseguir
unas extremidades de rdago, que unidas
a mi tobillo fino me permiten ponerme
minifaldas an hoy sin que parezca una
fulana. Pap deca que tena las piernas
de Carolina de Mnaco y de Carmen
Maura.
Escuch un ruido tras la puerta.
Doa Nada, pngase contra la
pared. Le voy a entrar una bandeja con
un poco de agua y pan. Me oye? Me
oye usted? Tranquilcese. Csar baj
ahorita a la planta de abajo a desmontar
la cadena de msica. No le importe que
nos la llevemos
Esa fue la primera vez del da de mi
secuestro que Luis Javier entr en el
vestidor. Su hermano Csar le tena bien
aleccionado. No me iba a liberar en
ningn caso. El picaporte se gir solo y
un hombretn moreno y fibroso con
mirada de fuego y pestaas largas cruz
el marco de la puerta de mi zulo.
Sujetaba una bandeja de plata del saln
con un mantel de hilo sobre el que
coloc una jarra y un vaso de cristal
lleno de hielo. Tambin dispuso una
servilleta doblada a juego con el mantel,
que reposaba en una esquina de la
bandeja. Luis Javier me prepar un
refrigerio con tanto mimo como le
ense de nio a servir las bebidas a las
visitas.
Primero me fij en la primorosa
puesta en escena de mi carcelero bueno
a la hora de darme de beber. Yo estaba
sentada en el suelo. El tirante de mi
camisn de Guezal dejaba entrever mi
escote. Yo tena tanto miedo que no
paraba de temblar. Luis Javier se inclin
a mi altura y, antes de mirarme a los
ojos, me mir el canalillo, me acarici
el pelo y se mordi los labios. Haca un
calor del infierno, aunque el aire
acondicionado ya llevaba funcionando
un rato.
De pronto, not un puetazo en el
estmago de nuevo. Pero en esta ocasin
no era de ansiedad. Me excit al ver
sudar a ese milagro de la naturaleza
llamado Luis Javier. Un tatuaje en forma
de pavo real brillaba en su hombro.
Apoy la bandeja sobre la moqueta
y me abraz. Not su cuerpo hercleo,
su torso firme apretarse contra mi pecho.
Me levant con fuerza del suelo.
Tranquila, doa Nada. No la
lastimaremos. Se lo juro por mi mam.
Confe en m.
Sus susurros al odo me
tranquilizaron, aunque gracias a Dios y a
Dior, que vendra a salvarme seguro,
estaba ms relajada. Luis Javier sigui
apretndome con todo su cuerpo, igual
que haca Ricardo cuando me sacaba a
bailar en las primeras citas. Not su
pene completamente erecto contra mi
pierna. Pero se lo coloc centrado sobre
mi sexo y se movi un poco de arriba
abajo. Yo chup una gota de sudor de su
hombro, que saba igual que el agua del
mar de Biarritz.
Unos pisotones fuertes escaleras
arriba rompieron el morbo, qu digo,
morbazo, del momento.
Pero qu hace, cabronazo? Suelte
a la seora o le encierro con ella.
Sultela, pendejo! Sultela!!!
Csar haba vuelto a subir al
vestidor a vigilarnos. Haba instruido a
su hermano en la planta de abajo
mientras le ayudaba a desmontar los
bafles de las estanteras, pero no lo
suficiente. l saba que entre nosotros
exista una atraccin enfermiza desde
que naci. Podra ser su madre pero yo
quera ser la amante de ese adolescente
quinceaero que abandon mi casa hace
una dcada y que de cierta forma
inconsciente me dej con el corazn
hecho aicos en cuanto se larg a
conocer su tierra. Al verlo ya hecho un
hombre, no hubo menopausia que parara
mi pulsin sexual hacia l.
Csar saba de esa atraccin fatal
entre su hermano y yo. Porque alguna
vez en broma Luis Javier le cont que yo
haba sido la causante de sus primeras
poluciones nocturnas en Espaa y en
Asuncin, porque estoy segura de que
nunca dej de soar conmigo durante
esos 10 aos fuera de aqu.
Mientras desmontaba despus en
solitario la cadena de msica del saln,
una joya tecnolgica por la que mis
ladrones podran sacar unos 1.000 euros
mnimo, Csar, el manitas de los tres, el
ms ladrn y sinvergenza, pues luego
me enter de que en Asuncin estaba en
busca y captura, se arrepinti de
habernos dejado solos all arriba, en el
vestidor, en mi zulo de lujo.
Subi corriendo la escalera y evit
que cometisemos una locura en ese
instante.
Sac a Luis Javier de la habitacin,
me agarr de un brazo y me meti en el
bao a empujones.
No quera usted ir al cuarto de
bao? Ah lo tiene. selo delante de m.
No tendr vergenza, verdad, doa
Nada? Acabo de verla abrazada a mi
hermanito chiquito. Un pelado que
podra ser su hijo. Qu abusadora. Le
parece bien, doa Nada, lo que est
usted haciendo?
Cierra la puerta, malnacido. Voy a
hacer pis.
Lo har usted delante de m, vieja.
Y ni se le ocurra dirigirse a m en ese
tono. Ahora es usted la que me sirve a
m. Le doy exactamente un minuto para
orinar si no quiere usted que le d un
golpe tan fuerte como el que le hemos
dado a la vieja. An permanece
inconsciente. O bueno, tambin puede
orinarse encima de ese camisn tan
hermoso que lleva. Cunto se gast en
l, doa Nada, el sueldo del mes de mi
vieja?
Csar me mir con cara lasciva.
Pens que me hablaba en serio, as que
me baj las bragas y me sent en el
retrete. Luis Javier se march y Csar
sigui mirndome fijamente. Encend el
grifo de los nervios, pues no haba
forma de aliviar la presin que haca
estallar mi pelvis. Cuando lo consegu,
Csar se baj los pantalones.
Se empez a masturbar delante de m
con celeridad, como si quisiera terminar
rpido. Lo hizo de forma tan fugaz como
yo vaci mi vejiga. Cuando acab, se
acerc a m y me lami la cara. Me
gui un ojo y me apret un pezn con
su mano derecha. Fui incapaz de
defenderme presa del horror. Acto
seguido, vomit en la baera.
Me jur a m misma que esa
humillacin no se la contara jams a
nadie. Decid que nunca haba pasado.
Que a partir de entonces la catalogara
de pesadilla.
Volv a mi crcel de motu propio,
intentando borrar de mi cerebro la
escena que acababa de presenciar y
protagonizar. Antes muerta que Csar
me volviese a tocar. Recurr otra vez al
truco teraputico del autoengao y me
puse a pensar en algo bonito para
escapar del episodio asqueroso que me
acababa de ocurrir. As que me situ
mentalmente en Biarritz.
Para ello, me perfum de nuevo y me
cambi de ropa. Me puse una marsellesa
de rayas azules y blancas y unos
pantalones pirata de los que me sientan
tan bien, con botoncitos dorados en el
lateral de la pantorrilla.
En puro estado de shock, pues
cuando parpadeaba an poda ver la
cara de xtasis de Csar y la mano en su
entrepierna, decid pintarme las uas de
los pies de rojo tomate. Cog un botecito
de laca de uas de Chanel de la caja de
latn de mis manicuras y me sent en el
suelo, en mi suave moqueta, mi escudo
protector de algodn durante mi
cautiverio.
Imagin que volva a tener 23 aos y
que me estaba preparando para salir a
pasear por Biarritz con mis amigas. Me
acord del da que les cont que me
casaba con Pablo. El hermano guapo de
los Bergareche, como ellas le llamaban.
Coloqu la laca de uas encima de mi
tocador antiguo e imagin, mientras
escurra el pincel en el borde del frasco,
que por el espejo ovalado picado y
oxidado por el tiempo se vean las
vistas desde la terraza de mi casita
francesa.
Al principio de mis tiempos en
Biarritz, a finales de los 60, cuando a mi
padre le empezaron a ir bien las cosas
como apoderado taurino en Madrid,
solamos alquilar una villa en Bidart, a
un par de kilmetros de Biarritz. Pero
cuando pap compr la fbrica de
Aguinaga en un pueblito de Guipzcoa y,
despus, la de conservas Ortiz de
Zumaya, dos negocios que le fueron
viento en popa desde sus comienzos ya
que elev las gulas y las anchoas a
categora delicatessen, decidi darse el
capricho de su vida y adquiri la casa
con la que llevaba soando desde haca
muchos aos. Estaba harto de veranear
en casa de sus suegros.
Adems, debera habitar su nuevo
hogar un par de veces al mes por lo
menos, pues deba ir a vigilar de cuando
en cuando las fbricas, situadas la una
de la otra a una hora en coche
aproximadamente en esa poca, cuando
an no haban construido la autopista.
Compr el cuarto piso del nmero 6
de la avenida de la Emperatriz. Frente a
la playa de los locos, a la derecha del
Hotel du Palais, antigua Villa Eugenia, y
pegado a la iglesia ortodoxa de San
Alejandro.
Era un piso maravilloso, de seis
dormitorios. Con galera abierta al mar
y fachada decorada con columnas
jnicas. Las paredes eran de color coral
y los acabados, de escayola, eran
blancos. Mi habitacin era enorme, la de
mi tata Mariv tambin. Dorma en una
cama con dosel y me privaba que
hubiera galerna para que la mosquitera,
cual alfombra mgica, volara.
La habitacin de pap y mam era
una autntica pista de baile, llena de
espejos enmarcados en muchos tamaos.
La de la ta Oly, que siempre pasaba
los veranos con nosotros desde que
enviud, estaba pintada de color lila y
ella misma dibuj unos jacintos con
lpiz que quedaron monsimos a modo
de trampantojo.
Disfrut muchsimo en aquella casa
a la que ahora acudimos demasiado
poco. Estaba al lado de todo. Del
casino, de las tiendas ms pintonas:
Herms, Caroll Y de mi perfumera
de cabecera, Elyses, donde empec a
coleccionar barras de labios gracias a
los consejos de Josephine, la duea del
local, que an vive, por cierto.
Corra el ao 1978 cuando Pablo
vino a verme a Biarritz y le
comunicamos a mis padres que tenamos
intencin de casarnos.
Como pap se lo imaginaba, aquella
noche de agosto haba reservado mesa
en el Hotel du Palais para cinco
personas. Para nosotros cuatro, las dos
parejas, y la tata Mariv, pues l saba
que mi segunda madre no se poda
perder ese momento si es que se
produca.
Adems, como la ta Oly estaba en
el Orient Express ese agosto de viaje
con unos amigos, confiaba en que
Mariv sabra relatarle todos los
detalles de la velada. Nunca he
conocido a una mujer tan observadora
como ella. Debera haber escrito un
libro. Te contaba con tanta pasin cada
hecho de su aburrida existencia, porque
fue soltera hasta su muerte y jams tuvo
vida propia encerrada siempre en casa,
que una discusin suya con el carnicero
te pareca sacada del guin de una
pelcula de Fellini.
Para ella, cualquier acontecimiento
era una fiesta. Desde mi llegada del
internado hasta mi puesta de largo,
pasando por el cumpleaos del
panadero.
Apuntaba todas las onomsticas en
un calendario que colgaba de la cocina y
jams se le olvidaba felicitar a nadie
con una postal. Mariv era genial.
Aprendi a leer muy tarde, como Flori,
porque yo siempre me he empeado en
alfabetizar a mis muchachas. Al final de
su vida, Mariv se haba devorado toda
la obra de Garca-Mrquez hasta la
fecha.
Antes de que llegara Pablo a Biarritz
despus de la hora de la siesta, pues a
mi padre le molestaba mucho que se la
interrumpieran, me fui con mis amigas a
dar una vuelta por el pueblo. Las cit en
la playa de los locos, llamada as
porque en el siglo XIX muchos enfermos
de los nervios iban a calmarse a
este enclave maravilloso del sur de
Francia.
Cierto es que algo de serenidad
transmita aquella playa. A m me daba
paz. No recuerdo haber tenido ningn
brote de ansiedad all.
Cuando llegaron Miren y Macu, mi
otra amiga ntima de San Sebastin, les
cont que esa noche Pablo y yo les
diramos a mis padres que nos
casbamos. Miren se alegr muchsimo
y me abraz al enterarse, pero a Macu
no le hizo tanta gracia que yo me retirara
del mercado de solteros espaoles de
Biarritz.
Empezamos a subir la cuesta que
bordea la ciudad. Yo iba vestida justo
as. Con mi piratita blanco, mi
marsellesa azul marino y blanca y unas
alpargatas atadas al tobillo de color rojo
a las que cort las punteras. Ya entonces
era una cazatendencias y me customic
mis propios peep toes que llaman ahora
y que yo llamo a puntera descubierta.
Cuando llegamos al puerto viejo y
avistamos la cruz que bendeca a los
pescadores, corsarios y piratas cuando
se metan mar adentro a cazar ballenas y
a encontrar tesoros, Macu se sincer
conmigo. La luz de ese momento torn
en invernal, aunque estbamos en pleno
agosto. En realidad, igual luca el sol
ms que nunca, pero yo recuerdo un tono
menos brillante porque no se me olvida
la bronca que vino a continuacin.
Solo llevas saliendo con Pablo
un ao y ya te casas! Si no tienes prisa!
An no has cumplido 25! Jo, adems, si
t dejas de ser soltera, a Miren y a m ya
no se nos arrimarn ms los buenos
partidos. Tendremos que conformarnos
con un soltern de Pamplona coazo de
los que estudian para ingeniero Aqu
t u glamour y tu melenn rubio son un
imn para los hombres ms interesantes,
y si ya no ests de noche, pues Vaya
disgusto, Nada, vaya disgusto! Por
favor, no te prees pronto Y no
consientas que Pablo te prohba salir
con nosotras. Como somos de braga
ancha ya sabes lo que piensa de
nosotras. Que somos unos zorrones. Se
creer que tienes peligro a nuestro lado.
Miren se sonroj y asinti con la
cabeza. Ella no era de meterse en la
vida de los dems. Sin embargo, me
miraba con el orgullo de haber ejercido
de celestina entre Pablo y yo.
Macu era muy gorda, gordsima,
pero era la que mejor bailaba de las
tres, as que no me necesitaba mucho
para llamar la atencin de los hombres.
Adems, tena muy buen gusto vistiendo
y era muy guapa, con los ojos azul
piscina. Perdi la virginidad a los 17,
porque ley en una revista las bondades
del preservativo. Iba a misa cada
domingo, pero no tena ningn conflicto
moral con el trasunto sexual a pesar de
haber sido criada en el Sagrado Corazn
de San Sebastin.
Ese da, despus del rapapolvo con
el que me dej muda casi una hora, me
pidi de rodillas para disculparse si
poda acompaarme a casa para ver
cmo me arreglaban entre Mariv, que
era casi mi doncella, y mam para ir a
cenar esa noche al Hotel du Palais.
Despus habra baile con canciones
lentas, pues mi padre contrat a un
cuarteto de cuerda y a un pianista que no
dej de tocar a Debussy para la ocasin,
as que deba ir vestida de largo.
El pobre Pablo pensaba que mi
familia se sorprendera con la noticia y
todo lo contrario, lo tenan todo
preparadsimo! Yo era hija nica, tena
que adelantarles el acontecimiento a mis
padres, con lo organizados que eran. As
que enga a Pablo y le dije que sera
una sorpresa. Si bien, todos se hicieron
los sorprendidos como actores de
primera fila.
La peticin oficial de mano sera en
Sopelana, en casa de Pablo, ya lo
habamos acordado Solo faltaba
ultimar con pap, que era quien pagara
la boda, dnde nos casaramos antes de
comunicarles la buena nueva a los
padres de Pablo.
Mejor darles todo hecho a mis
suegros, no fueran a imponer que me
casara yo en Bilbao, qu horror
Haba llevado un montn de trajes a
estrenar a Biarritz ese verano. Macu
tocaba la piedra oscura erosionada por
la sal y el mar que rodea el puerto viejo
y la pequea playa que hay junto al
Museo Martimo cuando pens que
deba llevar puesto ese da tan
significativo algo comprado en el
pueblo.
Nos adentramos en un mercadillo
callejero y me fij en un colgante en
forma de pulpo nacarado muy gracioso.
Miren y Macu me lo regalaron. Llegu a
casa y me decid por un vestido de
Fortuny de color verde esmeralda con
escote palabra de honor y enorme lazo
en el pecho. Era muy parecido a uno que
le vi a Catherine Deneuve en una fiesta
en el casino de Montecarlo, pero
supongo que el suyo era de Yves Saint
Laurent. De joven siempre me decan
que me pareca a ella. Ahora ya no pero
porque yo me conservo mucho mejor y
soy ms joven. Adems, nunca fumo
gauloises blondes en pblico ni me
pongo ciega de foie y cruasancitos. Que
se ha puesto de gorrrrda la pobre En
fin. Ya muerto Mastroianni, qu le
queda?
Pues ser abuela. Lo mismo que a m.
A partir de ahora har como ella y
engullir todo lo que se me ponga por
delante. Tambin me estirar la cara con
hilos de oro, como ella. En mi caso,
Buuel era mi padre, a quien tambin le
fascinaban los tacones de aguja, pero
que conste que nunca me mir de forma
incestuosa.
Mam se puso furiosa cuando le dije
que pensaba adornarme solo con el
colgante que me regalaron mis amigas y
con el solitario de aguamarina que me
compraron mis padres al cumplir los 18
en vez de pedirle prestado su zafiro en
forma de rombo azul en los mismos
tonos que el cinto.
Mam, este colgante tiene un
significado especial para m. Me lo
acaban de regalar mis amigas y hoy no
quiero ostentar. No tengo que posturear
ante nadie. Solo cenamos la tata, pap,
Pablo, t y yo. Luego me tomar una
copa con las chicas en el casino.
Y no vas a invitar a los Basarri,
ni a los Urgoiti, ni a los Ruiz del Olmo
luego a tomar algo y de paso presumir
de Pablo?
Son unos estirados y solo quieren
verme para cotillear cul es mi dote. Es
decir, dnde vivir con Pablo y cunto
se gastar pap en mi boda.
Le dije eso porque mam ignoraba
que yo haba tenido varios romances de
verano con algunos miembros de las
familias que ella me estaba mentando.
Me pareca feo juntar con Pablo a
algunos chicos que me haban metido
mano mucho antes que l siguiendo los
consejos de Macu.
Yo ya tena 23 aos y, aunque era
virgen, alguien me haba explorado ya la
entrepierna aparte del gineclogo, claro.
Entonces las mujeres no tenan por qu
ir a este especialista mdico antes de la
noche de bodas. Pero mam hizo que
pasara una revisin antes de casarme, yo
creo que lo hizo para asegurarse de que
era frtil. Cosas absurdas de mam.
Como solo pudo tenerme a m y no
darme hermanos tras un parto
complicado
Pablo trajo a Biarritz una resaca
horrible de la Semana Grande de
Bilbao. Yo creo que tena la sensacin
de que deba quemar todas las naves
antes de comprometerse conmigo
delante de mis padres para toda la vida,
o al menos en ese momento lo pareca.
Aos despus me enter de que en
esas fiestas conoci a Carmen, su actual
esposa. Ya hubo flechazo entre ellos,
pero Pablo no quiso darse cuenta.
Estaba bastante obsesionado conmigo.
Sobre todo con descorcharme, es decir,
desvirgarme. As lo llamaban los de su
cuadrilla.
Carmen entonces era una muchacha
poco agraciada. El patito feo del grupo.
Pero solo por su acn, pues por lo
dems estaba estupenda. En aquella
poca no exista ni el Roacutn ni nada
por el estilo y su cutis provocaba
rechazo entre los chicos. Pero su tara
fsica desapareci cuando empez a
tomarse la pldora antibaby seis aos
despus. Para entonces, Pablo y yo ya
nos habamos separado. Sin conocerme
de nada, Carmen me llam por telfono
y me pregunt si le molestaba que le
pidiera una cita a mi ex marido,
consciente de que yo era quien le haba
abandonado con dos nias de cuatro y un
ao, respectivamente. Me hizo sentirme
como Carmen Martnez-Bordi. Pero yo
nunca he sido tan valiente como la
Nietsima.
Nada, yo puedo hacer feliz a
Pablo. Te llamo para que ests al tanto
de que yo le quiero y que no pretendo
robarte a tus hijas. Yo no quiero tener
nios. Solo quiero a Pablo. Dedicarme
por completo a l. Colmarle de
atenciones.
Todo tuyo, querida le respond.
Valor mucho su sinceridad. Porque
yo no la conoca personalmente. Su tono
de voz franco me tranquiliz. Con lo
tmidos que son los vascos, creo que me
llam para quedarse con la conciencia
limpia. Ya no me sent tan culpable de
haber abandonado a Pablo por mis
neuras. Yo quera seguir viviendo mi
vida y que Pablo tambin fuese feliz.
Seis aos de matrimonio y dos nias me
saban a poco. Se me haba acabado el
amor. Yo era demasiado independiente
para l. l quera una mujer vasca como
su madre, todo el da encima de l y
metida en la cocina. Alguien como
Carmen y no como yo. Por supuesto,
pretenda volver a vivir algn da en
Bilbao y yo me negu en rotundo.
Vaya rollo ver siempre a la misma
gente provinciana. l odiaba Madrid.
Sin embargo, cuando me pidi la mano
pareca entusiasmarle.
Cuando acab la cena del anuncio de
mi boda a mis padres, al calor de una
crema catalana exquisita cuyo azcar ya
quemaban con soplete en el Hotel du
Palais aquel ao 1978, pap le pregunt
a Pablo:
Hijo, de qu equipo de ftbol
eres? Con esta pregunta le pona a
prueba, ya que mi padre de siempre fue
colchonero.
Pues del Athletic, don Len. Del
Athletic, de cul si no? le contest
tmido y con gesto pber mientras se
reflejaba en sus pupilas la llama del
soplete.
Entonces, si vas a vivir en Madrid
con Nadita, mi nia, tendrs que ser del
Atltico de Madrid, eres consciente,
no? Nunca me gustaron los merengues.
Muy pretenciosos. T no puedes serlo,
te queda claro? Al lado de mi hija solo
pasea un hombre de verdad, hecho y de
derechas.
Claro, don Len, claro contest
obediente. Adems compartimos
colores puntualiz.
Y fundadores, no se te olvide. Os
casaris en Madrid y en el Ritz, chico.
Te parece bien, Nadita, hija?
Claro, pap.
Yo era hija nica y saba que esa
boda era ms de mis padres que ma.
Deba estar agradecida por su
generosidad. Iba a pasar de vivir de mi
padre a hacerlo de mi padre y de mi
marido, de los dos, porque pap nos
ayud mucho econmicamente siempre.
Nos puso un piso en la calle Lagasca, a
dos portales de su casa.
Me pareci justo que pap eligiese
el sitio de mi boda y mi primera
vivienda. Al fin y al cabo todo corra de
su cuenta.
Ni Pablo ni mam levantaron la
cabeza de los chupitos de orujo que nos
sirvieron a continuacin. Y eso que
mam prefera que nos casramos en el
Palace. Pero no se atrevi a rebatir a su
marido. En temas de dinero jams se
meta, una costumbre que hered de ella.
Los cinco bamos cargaditos ya. Un
verm en el aperitivo. Un buen vino
crianza en la cena y un par de licores.
Un camarero trajo champn. Por un
momento, vea doble una de las grandes
rocas de la playa de los locos, que se
avistaba desde nuestra mesa, ubicada
junto a una cristalera frente al mar. Me
pas con la bebida porque estaba muy
nerviosa.
Tena un poco de ansiedad ante mi
nueva vida de casada. Me di cuenta de
que hasta la fecha me haca ms gracia
la trama, es decir, anunciar la boda,
ensear el anillo y elegir la iglesia y el
convite, que el desenlace, lase, la boda
en s.
Me asust. Anocheca lentamente y,
tan brillante como siempre, pap
exclam:
El Ritz rima con Biarritz. BIAR-
RITZ! Que corra el champn!
Brindamos.
Txin-chin. En euskera y en
castellano. Como el fin de la tregua de
ETA, que en aquel tiempo arrancaba sus
aos de plomo. Txin-chin. Una nueva
pareja de vasco y madrilea se haba
fraguado en el norte.
Pero con fecha de caducidad.
Jabn y sol
UN silencio sepulcral invadi toda la
casa. Yo creo que los hijos de puta de
mis captores salieron a comer. Estos
sudacas de mierda! Son tranquilos
hasta para eso! Adems, incluso
respetan su horario, comen sobre la una
del medioda, yo creo que pronto tocar
esa hora en el saln.
Flori siempre come antes de servir
la mesa. Nunca despus. Solo se guarda
el postre para ms tarde. Cuando
termina de fregar la cocina se sienta a
ver la novela, como dice ella, en la
pequea televisin del office, la nica
habitacin de la casa que parece de su
propiedad. Seguro que sus hijos tambin
comen, mejor dicho, almuerzan a esa
hora. No puedo entender cmo tienen
hambre un da como hoy. Cmo pueden
deglutir algo sin ningn sentimiento de
culpa despus de darle una paliza a su
madre?
La habrn encerrado en su
habitacin. Estar durmiendo ahora
plcidamente, espero. Que duerma,
pobre, que duerma Porque seguro que
la han dejado amoratada y cuando se
despierte tendr unos dolores que para
qu.
Oh, no! Y si le han producido una
hemorragia cerebral con los golpes y
est muerta? Dios mo, no! Dios mo,
cudala. Joderrrr Que Flori toma
medicacin para el corazn, un
medicamento que se llama Adiro, que es
como una especie de aspirina infantil
que lica la sangre Igual se ha
desangrado por dentro!!
Adiro se lo recet ya hace aos mi
amigo Valentn, el mejor cardilogo de
Madrid e ntimo de don Juan Carlos.
Cuando Flori tuvo el primer infarto la
llev del brazo a su consulta en cuanto
sali del Ramn y Cajal
Flori no me puede faltar Tengo
que cuidarla, como una flor, como una
Flori
Ay, Dios, estoy segura de que sus
hijos no saben que su madre puede morir
por una simple herida en la cara o un
cardenal! En cuanto les oiga se lo dir!
Ay, Seor, que Flori va a estar
muerta Si su habitacin no tiene
llave! O quizs hayan atrancado la
puerta desde fuera para que no salga.
Seguir atada, seguro!

Flori, Flori, Floriiiiiiiiiiiii!
Igual mis gritos la despiertan.
Mierda, si est muy sorda. Y si encima
est despistada y perdida por los
tortazos de sus hijos, seguro que me oye
mucho menos que antes, que ya era
poco.
O es que no me quera or? Me
acuerdo de lo que deca la ta Oly
cuando le insista para que se pusiera un
audfono.
A m no me compres eso porque
no me lo pondr. Para lo que hay que
or, Nadita querida No me importara
quedarme sorda de por vida.
En realidad, lo que le daba pnico
es que los aparatitos esos que te ponan
en los odos iban a ensombrecer sus
pendientones de perlas con brillantes
que nunca jams se quitaba. Ella cada
ao me regalaba unas perlas nuevas.
Las machacas con tanto perfume,
hija. Te he dicho mil veces que no uses
Chanel n 5. Se lo compran las seoras
que no pueden permitirse un trajecito de
Chanel. No olvides que se pudren las
perlas con tanta laca Nelly que usas.
Cmbiate a Elnett, de LOral, la de
toda la vida, hija, haz el favor, aunque
sea ms cara. Cada ao yo te regalar
unas perlas nuevas. Eso s, cudalas
porque cuando yo muera a ver quin te
las regala. Si esperas que te las regale tu
marido, ese ser que cree saber de joyas
y que siempre compra lo peor de Surez,
vas lista.
Ese propsito lo llevaba cumpliendo
ta Oly desde el da que llegu a este
mundo. Mam me cont que cuando yo
nac, en cuanto los mdicos averiguaron
que yo era una nia sana, la ta pag a
una monja enfermera para que me
pusiera unas perlas antes de que me
viera nadie. Antes de que me pusieran
recin nacida sobre el vientre de mi
madre, de que la propia ta Oly y mi
padre me conocieran o de que,
prcticamente, la matrona me lavara y
me contara los dedos de las manos y de
los pies.
Vaya enfado que se cogi cuando a
los 15 dej de usar perlas por un
tiempo! Me dio por llevar pendientes
largos y ella cada vez que me vea as
deca que pareca una mujer que fuma.
As se refera ella a las putas.
El ltimo verano que vivi y que
tanto trat a Elvi, tambin la rea
porque no llevaba pendientes.
Una mujer sin pendientes parece
calva le soltaba a mi nia cuando la
vea de cerca.
Los audfonos, pues, nunca la
convencieron. Y eso que al final de su
vida ya fabricaban esos que tienen unos
tubitos transparentes y que apenas se
notan, no como los de antes, que tenan
un apndice sobre el cartlago de las
orejas de color carne y que se notaban
un montn. Antes muerta que alguien se
enterara de que a ella le faltaba un
sentido
Bufff. Dnde habr ido a comer
esta gentuza? Sern capaces de haber
ido al restaurante Aspen de La
Moraleja! All llev a comer conmigo a
Flori un da que tena que hacer recados
por la zona. Qued encantada y recuerdo
que luego le relat a sus hijos por
telfono la experiencia de que la
sirvieran.
Bueno, no creo Ellos no saben
llegar hasta all. Luis Javier hace una
dcada que no est aqu Y yo creo
que Aspen ni exista. O bueno, si tienen
un GPS El 4 4 de Ricardo lleva uno
incorporado, y jurara que mi marido se
ha llevado mi coche para jugar al golf,
el grande solo lo usa para salir a cazar y
lo habr dejado aqu.
Seguro que estos cabronazos le han
hecho un puente al vehculo. Y si alguien
les ve no sospecharn. Les recordarn a
los vecinos que son los hijos de Flori,
porque tooooodo el barrio saba que
llegaban hoy.
Tambin dirn que les hemos dejado
dar una vuelta en nuestro coche para
hacernos algn encargo. Todo el mundo
sabe lo unida que est Flori a nuestra
familia Joder No hay salida de esta
maldita situacin. Hablando de mi
coche Ahora recuerdo exactamente
cundo dej de querer a Ricardo. Fue un
da que, por primera vez, me molest
tener que maniobrar en el garaje para
que cupiera tanto su Land Rover como
mi Mini nuevo, ms anchote que mi
escarabajo anterior. Yo creo que mi
Mini ya tiene 10 aos por lo menos
En fin, estos gilipollas igual han ido
andando a alguna terraza de Arturo
Soria A ver dnde les ponen arepitas
o cualquier porquera que les encanta
comer. No est hecha la miel para la
boca del asno Esta gente no sabe
valorar unas buenas kokotxas, es ms, ni
les gustan. No aprecian lo que
desconocen. Disfrutan ms en el Burger
King. En su caso Latin King Ja, ja, ja.
S, seguro que se han ido. Pero
volvern Veo que han apagado los
plomos. No corre el aire ni puedo
encender la cadena de msica Por
qu no se me ocurri poner una ventana
aqu dentro? Ay, el congelador! Se va
a descongelar toda la compra que hizo
Flori ayer y se va a quedar la cocina
perdida! Estos sinvergenzas! No
piensan en nada! Con lo bien que se me
da a m aprovechar el espacio del frigo.
Igual que el de mi vestidor, porque,
eso s, la distribucin de mis trapos es
maravillosa. Soy una crack. Aunque este
superorden tambin se lo debo a mi
ntimo Joaqun, arquitecto e interiorista,
que me regal el plano con el diseo de
mi vestidor y que justo aqu mismito
tengo enmarcado.
Yo creo que se inspir demasiado en
Ikea, pero me encanta. Que he visto yo
en el catlogo unos mdulos demasiado
parecidos a estos Aunque l les puso
escayola, que da mucho ms cach y as
se nota que me he dejado los cuartos en
este vestidor. Hija, Nada, qu ordinaria
eres con esto de ostentar!
A la izquierda de esta pared estn
los trajes largos. Tendr como 50. A
continuacin, los abrigos largos Otros
30. Despus, doce barras de metal
colocadas de dos en dos, una encima de
otra y a la distancia precisa de 90
centmetros, para camisas y cuerpecitos,
unos 250 arriba y, abajo, otros 250
pantalones doblados.
Debajo de ellos, todos mis zapatos.
400? De ms bajos a ms altos. Desde
bailarinas hasta plataformones
Toda la pared y los acabados son
blancos, impolutos Les doy una capa
de pintura cada ao, as me sirve para
hacer repaso de lo que hay aqu dentro
pues, por muy a la vista que est todo, a
veces se me olvida lo que tengo
Lo saco todo, lo llevo al tinte,
limpio con mimo los complementos,
abrillanto los zapatos Bueno, lo hace
Flori bajo mi supervisin. Es mi
momento favorito del ao. Gracias a eso
no dejo de usar jams las joyas que
tengo aqu dentro. Ay, las joyas!
Seguro que estos subnormales me las
quieren quitar! De la tiara no saben
nada, pero Flori sabe que tengo aqu
algunas y otras, eso s que es verdad, en
el banco Ay, s, la gargantilla de
perlas que me ha pedido Gadea est en
el banco!
Pues mira, que se lleven las que me
ha regalado Ricardo, que son todas
horribles, engastadas fatal Y adems
s que a las nias no les privan. Quizs
ms a Gadea, que tiene peor gusto que
Elvi, pero no las merece.
Pero no, joder, no! Antes las dono
al Padre ngel! Hombre ya!
Sinvergenzas!
Nada, inspira, inspira
Tranquilzate. En qu pensabas ahora
mismo? Desbloquate.
Eso, pues el vestidor lo pinto cada
ao, porque a m no me molesta el olor a
recin pintado. Ms bien al contrario,
me provoca adiccin. Aunque al final,
por temor a engancharme, porque
tambin me gusta el olor de los
ascensores y el garaje, puse un
ambientador de Hbitat de naranja que
en realidad no huele a naranja, sino a
flores de azahar, y ahora ese aroma se
ha impregnado en toda mi ropa.
Menos mal, antes ola todo a Polil,
ese antipolillas de toda la vida que
huele a rayos pero que es fantstico
porque ahuyenta cualquier insecto! An
huele bastante a naftalina, ahora que lo
pienso. Pero es lo mejor para mantener
mis pieles.
Marga me recomend poner fundas
de plstico transparentes en todas mis
prendas, sobre todo las largas, como las
que envuelven la ropa en las tintoreras.
Me negu en rotundo! Al final no te
enteras de lo que hay dentro, y yo
necesito tenerlo todo delante de mis
ojos, como si fuera una tienda de lujo
pero toda enterita de mi propiedad. Ella,
claro, muerta de envidia por mi templo
esteta, me dio ese absurdo consejo.
Cuando le dije que mis prendas deban
respirar, me mir como si estuviera
loca.
Su marido no le erigi su propio
vestidor en el chal, bastante ms
pequeo que el nuestro pero con ms
jardn. No la premi con esto que yo
tengo. La pobre ha de conformarse con
ahogar sus penas cortando rosas y
podando rboles, con guardar su ropa en
unos armarios que mand empotrar en
las paredes del garaje. Yo antes tambin
tena la ropa de fuera de temporada al
lado de los coches, pero tard poco en
conseguir que Ricardo levantara este
vestidor. Como el humo que sale del
tubo de escape al aparcar marcha atrs
es un asco, aunque los vestidos estn
protegidos por las puertas del armario,
hay que mantenerlos cubiertos.
Marga, en plan cutre, los ha
pinchado con un alfiler un post-it donde
se lee lo que hay dentro tipo: Traje
comunin Juani y cosas as. Qu
horror, lo guarda todo Yo tambin,
pero es que lo que yo tengo son tesoros.
Y de su ropa se salva poqusima cosa.
Si miro a la pared de enfrente de mis
trajes largos, tengo otros dos mdulos
largusimos de escayola, como los que
ponen en el saln las familias de clase
media para guardar los libros a modo de
boiserie. En mi caso, los estantes son
ms anchos y estn doblados todos mis
jersis, camisetas y resto de ropa de
trote Todo est ordenado
milimtricamente y siguiendo el
Pantone. De hecho, en las paredes que
arropan los mdulos enmarqu un
cuadro con el orden universal de los
colores, un Pantone oficial que recort
de una revista para que se aprenda Flori.
Ya se lo sabe, qu bien ordena mi Flori,
qu bien enseada la tengo.
Al lado del Pantone, tengo
enmarcado otro reportaje sobre el
Pantone taurino, es decir, los colores de
las razas de las reses como jirn,
aldinegro, lombardo y de los trajes de
luces: grana y oro, nazareno, pursima
Me rechifla. Uno de mis planes favoritos
es ir a Las Ventas o a la plaza de toros
de Illumbe, en San Sebastin.
A los lados de los mdulos he
colocado con mimo lo que yo llamo mis
chucheras. Es decir, mis
antigedades ms preciadas. Varios
collages hechos por los nios y por m
cuando pintaba. No valen nada, pero s
que hay un cuadrn que tiene cierto valor
junto a mi Chillida, mi Tapies y mi
figurita de Jorge Oteiza, que est al otro
lado del cuadro: se trata de una
multitud de Juan Genovs. Qu
hombre ms encantador
Ah, bueno! Que se me olvida, que
en estos 25 metros cuadrados cabe de
todo! Tambin tengo una menina de
mrmol en miniatura de Manolo Valds
y una pieza de Martn Chirino, amigo de
Ricardo, que me hizo una escultura en
forma de bucle. La verdad es que es una
obra que me representa bastante, pues
vivo en un bucle permanentemente.
Bajo este repertorio de arte
contemporneo colocar los originales
plagios de mis hijos a autores como
Antonio Lpez, Juan Muoz y hasta la
mismsima Louise Bourgeois. La verdad
es que estos chicos se atreven con todo y
tienen su talento. Esta araa de metal
pequeita en homenaje a la serie de
Bourgeois que llam Mam tiene gracia.
Me la regalaron por el da de la Madre.
Qu gracia tienen estos gamberros!
Aqu, entre toda esta mezcla de
cosas sin sentido un tanto excntricas,
estn mis urnas con bisutera, unos
colgadores de collares y pauelos Un
corchito donde pincho mis pendientes
malos El secreter de ta Oly, un puf de
capiton autntico que compr en
Edimburgo que me viene ideal para
calzarme y descalzarme, el espejo
grande de la habitacin de pap y mam
en Biarritz Como mami saba que me
encantaba, se lo quit del cuerpo y me lo
regal al casarme
Ayyyyyy. Qu estropeada estoy. Le
voy a dar otro chupito a la botella para
animarme. No hay mujeres feas, sino
copas de menos, as que si me vuelvo a
mirar en el espejo de cuerpo entero en
un rato con unas cuantas copas encima
seguro que me veo preciosa. Adems,
me voy a quitar las gafas de ver de
cerca, con ellas me veo las arrugas, los
pelos sin depilar de las cejas Por
cierto, tambin me quitar ese pelo
blanco rebelde y dursimo que me sale
en la barbilla y que no hay manera de
acabar con l ni siquiera con depilacin
elctrica Ser posible! Si crece del
orden de hasta cinco centmetros por
noche despus de haberlo arrancado de
raz! Pero esos pelos en la barba de las
mujeres no eran de origen hormonal?
Si yo ya no menstro desde hace aos!
No me explico ese arrebato que me
ha entrado al ver a Luis Javier. He
sentido una revolucin uterina, furor que
llaman Estoy enferma, pero muy
enferma mentalmente Nada, Mara
Granada, contrlate. Y dale otro chupito
al champn. La resaca habr merecido la
pena maana, porque el alcohol te est
haciendo ser positiva en un momento en
que no puedes bajar la guardia
Eso s, ten cuidado, porque a ti el
alcohol tambin te anima de cintura para
abajo, no como en el caso de Ricardo
Yo creo que tuvimos solo un hijo por
eso Y ya me parece demasiado vigor
el de Ricardo haber logrado prearme
una vez
Ay, cundo vendr Ivo? Por
favor, que venga pronto por casualidad
divina! Seguro que l me salva! Y el
vestido de Dior que me trae, tambin.
No tengo nada que ponerme el martes
Cmo puedo decir esto con toda la ropa
que tengo delante de mis ojos! Lo triste
es que de verdad lo pienso, que no tengo
nada que ponerme el martes para dejar a
todos con la boca abierta, como
siempre, en el cctel de la embajada
italiana
Qu desdicha la ma. Siempre quiero
ms Y mejor Y siempre pienso que
todas mis amigas tienen un escner
mental tan bueno como el mo, una
memoria tan ntida que les permitir
reparar en cundo repito modelo. Yo
creo que solo he repetido un look un par
de veces en mi vida. Qu pija estoy
hecha Pero que lo haga yo tiene un
pase En cambio, doa Letizia No
puede ocultar que vivi un tiempo en el
sur de Madrid.
Me sent en la silla del secreter.
Acarici un marco de fotos de latn.
Qu me gustan los metales fros. Me lo
puse en la frente. Estaba asada. Se
haban marchado mis captores a comer,
vaya usted a saber dnde, y haban
fundido los plomos. Me haban dejado
sin aire acondicionado, ni msica, ni
nada Yo oa vibrar mi mvil de vez
en cuando. A pocos metros de m, pues
lo dej encima de mi cama antes del
secuestro y siempre lo pongo en
silencio. Seran whatsapps de Elvi
desde la despedida de soltera de Juana.
Es tan linda mi nia Estar
volviendo a casa. Ojal adelanten el
viaje, que tenga una resaca horrible y
pida a Juana que la traiga antes Ay,
no!!! Si volvan en tren precisamente por
eso, para ahorrarle a alguien volver con
resacn al volante.
Qu linda es mi nia. Mi Elvi. Y mi
Ricky. Saben que me encanta que me
enven fotos.
Esa foto del marco con el que me
restregaba la frente y despus la nuca
era muy importante en mi vida. Era una
foto de mi actual familia.
En el centro de todos estoy yo, como
a m me gusta. Vestida, por cierto, con
mi trajecito de chaqueta de Chanel de
color rosa chicle, con ribetes blancos,
sin cuello ni solapas y los botones
perlados. Siempre so con tener un
trajecito igual que el que llevaba Jackie
Kennedy el da que mataron a JFK. Yo
no lo llevaba con sombrerito pill box
porque me lo compr en los aos 80 y
ya no se llevaban. Los llevaron mucho
mam y ta Oly, pero yo nunca los llev.
Y eso que ahora los ves mucho en las
bodas de postn. Tampoco llevaba
guantes blancos, ni siquiera un bolsito
Kelly de Herms, y mira que ahora tengo
varios, uno de ellos hasta de cocodrilo
rojo.
Mralo, est igualito que el primer
da. Aunque no lo utilice, mi trajecito de
Chanel lo llevo al tinte una vez al ao.
Se lleva con nada debajo. No hace falta
ni siquiera ponerse una camisita de
seda. A Jackie se le ensuci la chaqueta
y un poco la falda con la sangre de su
marido tras los disparos que acabaron
con su vida. A m nunca se me manch.
Me lo puse en la comunin de
Gadea. Sera el ao 1988, ms o menos.
Gadea me haba engordado muchsimo
en esa poca. No hubo manera de
meterle mi traje de la primera comunin
y tuvimos que hacerle uno a ella solita.
Sin embargo, a Elvi le cupo el mo tres
aos ms tarde. Siempre fue una
culebrilla. Gadea zampaba sin parar a
esa edad. Era rubita, como yo, nos
habamos cortado ambas la melena a la
misma altura, debajo de la oreja, en
degrad desde el cogote hasta la
barbilla. Era un corte de pelo muy
estiloso. A Elvi le puse flequillo. Estaba
monsima con sus trencitas de color
avellana, a juego con sus ojos y sus
pequitas. Ahora lleva el pelo como
Gadea y yo en esa foto. Se parece a
Carmen March, esa diseadora
descendiente de la rica familia balear
que tiene tanto estilo. A ver si un da me
paso por Pedro del Hierro a comprar
alguno de sus diseos, ahora Carmen es
la directora creativa.
Vest a Gadea con un vestido que
compr en la tienda La Rana Gorda, un
nombre muy apropiado para mi nia,
situada cerca del Bernabu. La tienda ya
no existe. Una pena, porque haba
autnticas monadas. Era blanco, corto,
ya que las monjas del colegio del Opus
eran modernas para eso, qu extrao, y
recicl el cuello del faldn de cristianar
de la familia de Ricardo para cosrselo
al vestidito. Como colofn, le pusimos
un lazo de raso azul, empeo de mam,
pues quera que fuera a juego con sus
ojos azulitos.
Me enfad con ella pero la dej
hacer con el traje de comunin de la
nia lo que quisiera. No s por qu pero
a m me gustan ms las comulgantes
de blanco de arriba abajo y, por
supuesto, de largo. Menos mal que al
menos consegu que no llevara capota.
Ya tena pecho la criatura a los ocho
aos, pero de grasa, por gorda. No eran
tetas preadolescentes an. Por poco le
pongo sujetador, pero me contuve.
A Elvi, que tendra cinco aos, ese
da le puse un vestido de flores Liberty
que le mand hacer a la modista con tela
trada de Londres y al que tambin hice
bordar nido de abeja en el pecho. En los
pies luca unos zapatitos ingleses. Iba de
rojo y turquesa, ideal. Ricardo, como
siempre, lleva una copa en la mano en la
foto. A saber qu nmero haca esa copa
en el da. La 20 o la 30, seguro. En estos
actos aprovechaba para tajarse ms que
nunca. Recuerdo que aquella tarde lo
descubr meando en la jardinera como a
Fausto. Qu vergenza.
Ricky tena dos aitos entonces, as
que opt por un pantaloncito cortito para
que se le vieran los rollitos de las
piernas y todo el mundo comprobara que
lo estaba criando bien. Mira, si sale
hasta Luis Javier! Va vestido parecido a
Ricky pero en otro color. Peto de pana
fina, pero el suyo es verde Y el de
Ricky azul. Botitas de cuero, de esas de
Chicco, calcetn de perl, porque
Mariv, que an viva y trabajaba en
casa de mam, les hizo a todos los nios
la ropa interior y los calcetines de ese
da Incluido Luis Javier. Qu buena
mujer.
Tambin est pap, muri a los
pocos meses. Conectado al oxgeno
Sabamos que le quedaba poco tiempo
de vida y le dejamos fumarse un puro.
Hasta tomarse un whisky. Ricardo se lo
sirvi. Es el que mejor pone las copas
de esta casa, claro Siempre pegado al
mueble bar.
Mam me mira con cara de cabreo
en la foto, yo creo que porque estaba
preocupada ese da por pap. Era la
nica que albergaba la esperanza de que
podra ocurrir un milagro con l, an
soaba con que sobrevivira y no le hizo
ninguna gracia que le dejramos fumar
ese da tan especial. Ta Oly est a su
lado, sonriente, sujeta a un bastn que no
necesitaba pero que le gustaba llevar,
pues perteneci a su marido y el mango
tena la forma de la cabeza de un Teckel.
El perrito era de plata y el palo de
madera de caoba. Se plegaba. Era una
joya que conservo en el paragero de la
entrada.
Por favor, que no se lo lleven estos
canallas! Lo llamaba el bastn Gala en
homenaje al escritor Antonio de mismo
apellido, cuyo refinamiento le encantaba
a la ta y adems ya llevaba bastn en
aquella poca. Tambin, deca la ta
Oly, que le llamaba Gala porque le
gustaba mucho el estilo en el vestir de la
esposa de Dal, de ah que repitiese
constantemente Acrcame el Gala a
todo el mundo. As les explicaba la
historia de por qu llamaba a su bastn
as. Si es que me gustan mucho las
cenas y los uniformes de Gala,
conclua. Estaba como las maracas de
Machn.
Ta Oly, junto a su inseparable Gala,
eligi para la ocasin un vestido
camisero de Chanel espectacular de
color beige con un cinturn en forma de
serpiente que se muerde la cola. Aqu lo
tengo, en el cajn de los cinturones. Me
lo pongo muchsimo. Llevaba sandalias.
Haca unos seis meses que la haban
operado de juanetes y, aunque an haca
fro para llevar el pie al aire, estaba
feliz de poder volver a ensearlos. Se
puso unos pinkies invisibles, uno de
esos tesoros que solo ella saba
encontrar en El Corte Ingls. Yo siempre
que me compro unos pinkies me
equivoco con la talla y el color. Se me
asoman por las sandalias o bailarinas,
no casan con mi tono de piel Vamos,
que me hacen parecer una seora de
pueblo viendo la vida pasar en la puerta
de su casa, una casa de esas que solo
tienen una planta, una cortinilla hecha
con cables verticales verdes y sucios
que caen hasta el suelo y con vistas, a
ser posible, a la carretera. Vamos, me
hacen parecer una de las viejas que
hacen de madres de las protagonistas de
las pelculas de Almodvar. Chus
Lampreave! Que no me sala el nombre.
Ta Oly, con su moete blanco, sus
ojos azules transparentes, su cutis
finsimo pero lleno de arrugas, era
mucho ms elegante que mam, que ese
da opt por un traje de chaqueta de
Dafnis un poco demod y sesentero.
Estaba tan triste por pap y su ms que
factible prxima viudedad que no
disfrut nada de los preparativos de la
comunin de su nieta mayor. Ni siquiera
fue a la peluquera. Se arregl ella sola
su permanente y se pint la raya del ojo
tan mal que se le corri enseguida en
cuanto solt unas lgrimas al ver a su
marido sentado en el banco de la iglesia
extasiado ante su nieta vestida de
comulgante. Mam crey que nadie se
enter de que haba llorado en la
sacrista con el cura, pero sus restos de
rmel y eye liner la delataron. Al salir
de all la llev al bao, chup un
pauelo y le lav los ojitos.
Gadea ya llevaba aparato entonces.
Le brillan los dientes como a Flori, pero
sus brackets son de color plata, no como
las fundas de Flori. Qu malos dientes
han tenido mis nios! He invertido
muchsimo en sus bocas, pero bueno,
ahora sonren que da gusto y son ms
guapos gracias a mis posibles.
Pues no, no se me manch de sangre
el vestido ese da como a Jackeline
Kennedy Pero claro, porque ese da
no muri nadie. Algo extrao, porque el
destino me pudo haber jugado una mala
pasada aquel da. Sin embargo, me la
jug dos das ms tarde.
En la comunin de Gadea yo ya
saba que estaba embarazada. S, ya
haba nacido Ricky, de hecho tena dos
aitos. En ese momento yo estaba
esperando a mi cuarto beb.
El padre de esa criatura no era
Ricardo. En la foto se nota mi
preocupacin, aunque soy muy buena
fingiendo. Recuerdo que la noche
anterior, y despus de haber pasado unas
semanas con unas nuseas horribles, me
haba hecho una prueba de embarazo y
me dio positiva. Me acuerdo
perfectamente. Me enter tarde, al
menos estoy de tres meses en esta foto.
Como jams sufr ningn sntoma
incmodo por los embarazos, pens que
me haba sentado algo mal. Pero yo ya
llevaba muuuucho tiempo acostndome
con Pierre sin tomar anticonceptivo
alguno.
Pierre y yo nos encontrbamos los
mircoles a medioda en el Hotel Orfila,
en la calle Orfila de Madrid, cerca del
estudio de Elio Berhanyer, a quien
echaba una mano a menudo en las
primeras ediciones de Pasarela Cibeles,
que en ese momento se celebraba en el
Palacio de Congresos de Madrid,
pegado a la zona de Azca.
Me vea con Pierre los mircoles
porque ese era el da que las nias iban
a ballet a una escuela cercana al taller
de otro de mis peleteros estrella, Miguel
Marinero, situado en otra manzana del
barrio de Chamber.
Mientras duraba la clase de baile de
las cras, yo me entregaba al placer
sexual absoluto en el Hotel Orfila, que
termin llamando Orfidal porque cuando
sala por la puerta despus de acostarme
con un hombre que no era ni mi primer
ni mi segundo marido, me entraba tal
sentimiento de culpa que no poda evitar
ponerme una pastilla debajo de la lengua
para calmar mi ansiedad.
Eso s, durante un ao iba y vena
siempre a los brazos de mi amante. La
ansiedad me daba igual, se me acababa
pasando. De hecho, apunt una hora ms
a danza a las nias, y eso que no les
gustaba nada, para que Pierre
permaneciese el mayor tiempo posible
dentro de m. Solo tenamos dos horas a
la semana para dar rienda suelta a
nuestra pasin.
Recuerdo una broma que me sola
hacer Pierre y que da fe de que era un
autntico portento. En verano, llevaba
zuecos de madera con vaqueros, era un
hombre muy peculiar, pero por francs
se le perdonaba cualquier salida de
tono. Cuando quera guerra, sola
colgarse del pene erecto uno de los
zuecos, que pesaban al menos medio
kilo cada uno y eran de la talla 44, as
que tambin bastante largos. No me
extraa nada que me enganchara
sexualmente tanto a l.
En ese momento Ricardo sufra un
pico de alcoholismo altsimo y no haba
manera de encamarse con l, as que en
cuanto conoc a Pierre me plante por
primera vez ser infiel. Era una
necesidad vital para m volver a
apreciar un orgasmo. No me senta una
traidora, siempre he pensado que si
algn da le cuento a Ricardo lo que
pas, lo entendera. En ese momento l
era un autmata que solo dorma la
mona. Yo an le quera, pero ni me
tocaba, ni poda hacerlo. Yo an herva
por dentro al ver a hombres guapos y l
no me satisfaca.
Para entretenerme, mi amiga Cuqui
me pidi que la ayudara con Pasarela
Cibeles. Ella era la directora y en ese
momento empezaba a pitar fuera de
Espaa la moda de aqu. Iba a cenas con
Manuel Pia, Roberto Verino, Devota &
Lomba Por entonces viva Luis
Devota y su pareja, Modesto Lomba,
que acaba de despedir a mucha gente de
su taller, por cierto, hasta tena pelo
Qu tiempos aquellos.
Pierre era un chico francs que vino
a Espaa las primeras ediciones de la
pasarela contratado por el ayuntamiento,
la Comunidad de Madrid y el Ministerio
de Cultura para proyectar la puesta en
escena de algunos desfiles. Coincidimos
en una de esas veladas con la gente
guapa del momento. Yo hice buenas
migas con Roberto Torretta y su mujer,
Carmen Echevarra, que tena una tienda
en Chueca llamada Berln donde
comprbamos todas. La verdad es que
Carmen tena muy buen ojo. A ella le
debe mucho Espaa, pues midi el pulso
fashionista de este pas durante aos.
Roberto y Carmen eran de los pocos que
no me miraban por encima del hombro
por ser millonaria. Cuqui tampoco,
claro. Ella era mi amiga. Adems, le
interesaban mis contactos y que yo le
hablara bien de la nueva moda espaola
a mis amigos pudientes en Francia.
Pierre era unos cinco aos menor
que yo. Con un fsico parecido al de
Vincent Lindon pero con maneras de
Gerard Depardieu, as que me cautiv
desde el minuto uno. Como buen francs,
conmigo no perdi el tiempo en
preliminares. La misma noche que nos
conocimos me llev al Hotel Orfila,
donde se hospedaba. Con l toqu el
cielo por primera vez en materia sexual.
Cada vez que me susurraba al odo
me encenda. Su tono de voz me volva
loca. Su seguridad en la cama, su
aguante toda la noche Una caricia
suya bastaba para enloquecerme.
Pierre estuvo solo unos das
hospedado al principio de su estancia en
Espaa en el Hotel Orfila, pero aunque
luego se mud a un pisazo en la calle
Fortuny, seguimos vindonos all para
no levantar sospechas. Nos daba morbo
la habitacin que siempre nos
asignaban: la 514. Valorbamos mucho
la discrecin del personal de servicio.
Siempre llegaba a casa con heridas
de guerra. Un chupetn en la cara interna
del muslo, una grieta en el pezn, un
dolor en Ay, Dios mo, qu adictos
ramos el uno del otro. An tengo un
buen recuerdo de l, y mira que sufr
cuando me abandon!
Yo creo que con l no me qued
nada por probar en la cama. Me abri
los ojos a un mundo perverso. Si fuera
capaz de relatar sin pudor todo lo que
hacamos en esa habitacin, la obra de
E. L. James, Cincuenta sombras, esa
triloga que se devor Elvi en un fin de
semana y que parece tan ertica, sera
una tontera comparada con mis
vivencias. Estoy segura.
Y como buen desequilibrado, a
Pierre no le gustaba usar mtodos
anticonceptivos. Deca que era como
ponerle barreras a nuestro amor. Que
utilizramos el calendario. Que con eso
era suficiente. No es que odiase el
preservativo, es que odiaba incluso que
llevase un DIU o que me tomara la
pldora. Deca que el sexo en vivo, al
natural, como los mejillones, era el ms
pleno. Yo estaba tan colgada que
aceptaba todo lo que sugera. Si estaba
ovulando cuando nos veamos,
eyaculaba fuera de m. Pero luego me
untaba su esperma por el cuerpo como si
fuera crema hidratante. Cuando lo haca,
la escena era un poco srdida, pero a m
me derreta por dentro.
Estaba tan entregada al sexo con l
que mis ltimos mircoles frtiles
olvid ese ritual que, aunque me
excitaba hasta lmites inimaginables, no
lo prefera a sentirle todo el tiempo
dentro. Estaba tan enamorada que crea
darme cuenta del momento exacto en el
que eyaculaba dentro de m. Aunque l
siempre que alcanzaba el orgasmo
permaneca igual, en silencio, porque
prefera que la pirotcnica fuera yo. Yo
pensaba que sus orgasmos eran como un
aspersor de un lquido caliente que
calmaba mi sed interna. Hubo un tiempo
en el que yo me amordazaba a m misma.
Sonaban tan altos mis gritos al llegar
al clmax que me daba vergenza que me
oyera el resto de los huspedes del
hotel. Prefera que mis gemidos los
paliara una toalla, una sbana, cualquier
cosa de tela que tuviera a mano para
morder.
Durante doce meses, cada semana
repetamos la misma escena. Hasta que
de pronto me di cuenta de que nuestros
encuentros tenan ms de pelcula porno
que de cita romntica. Empec a
preocuparme. Soaba que l
abandonaba a su mujer francesa, que yo
abandonaba a Ricardo, que huiramos
juntos a algn chteau de Burdeos
Solo deba esperar a que pap muriera,
heredar y montar una bodega con l en el
sur de Francia. Mis nios corretearan
por la campia, vendimiaran, adems
ya hablaban francs muy bien Todas
l as nannies que tenan en Biarritz eran
nativas.
Mis ensoaciones me embobaron
durante un tiempo hasta que un da
Pierre, a quien le pirraba, por cierto,
chuparme el dedo gordo del pie, por eso
yo le llamaba en broma Frigo-Pierre, me
dijo que le gustara practicar un mnage
trois conmigo. Yo le dije que ni hablar
del peluqun. Solo pensar que poda
tocarle otra mujer que no furamos yo o
su esposa me pona mala.
Sin embargo, l me pidi que
metiramos a otro hombre en la cama,
que le gustaba la idea de ver cmo me
acostaba con otro. Me horroric segn
me iba planteando su fantasa, as que
ese da no acabamos la faena y me
march a casa.
Yo llevaba bastante tiempo que no
me encontraba muy catlica, pero me
olvid del asunto por unos das porque
ese sbado comulgaba Gadea. Me centr
en los preparativos para no pensar en el
feo que Pierre me acababa de hacer. Su
comportamiento no era el de un
caballero. Yo nunca he sido una mujer
de las que se comparten, ni en la
intimidad de la alcoba siquiera. Y
mucho menos con un cualquiera. Como
esposa, vale, pero como amante yo
soy nica, no soy nada en minsculas.
Solo lo soy en maysculas, que ese es
mi nombre.
Fue una semana catica, porque a
los pocos das de la comunin de
Gadea, con tantos invitados en casa, se
celebraba en Cibeles un desfile de
Francis Montesinos de esos que
marcaban poca. El valenciano, siempre
tan histrinico, entonces sper de moda
porque ya vesta a los Bos y a otros
famosos del momento, suba hasta
caballos a la pasarela. Prenda
antorchas, montaba una autntica
masclet esttica que nos vena de
perlas para dar que hablar en el resto de
Europa y recibir ms subvenciones de la
Comunidad Econmica Europea de
entonces, que empezaba a invertir en
esta rama poco valorada de la cultura.
El sbado anterior al desfile, que fue
un martes, se celebr la comunin de
Gadea. La noche de antes, la del
viernes, mosqueada ya despus de tres
faltas de regla aproximadamente,
muchos vmitos maaneros y un dolor
de pecho insoportable, me hice una
prueba de embarazo en la soledad de mi
cuarto de bao de mrmol. Dio positivo
ipso facto. No saba qu hacer, as que
me di un bao de agua casi hirviendo
para que me bajara la tensin. Casi
muero ahogada en la baera, porque
perd el conocimiento durante unos
segundos. Adems, burra de m, me
zamp un somnfero superpotente, no
recuerdo qu laboratorio lo fabricaba.
Era de los que se tragaba Ricardo a
pares cuando aguantaba un da sin beber
y tena delrium trmens. Espasmos en
piernas y brazos, apnea, ronquidos El
horror, vamos. Ah, s! Rohipnol o algo
as!
En ese momento no me import el
beb que llevaba dentro de m. Qu
desgraciada era. Qu mala persona,
Dios mo, perdname! Seguro que yo
mat a ese beb.
Dorm al menos ocho horas. Eso s,
me qued como nueva. Al da siguiente
no me dola la cabeza. Me tom dos
cafs de un trago, me arregl y sonre
como si no me pasara nada, algo a lo
que siempre he estado acostumbrada,
porque soy experta en que nadie sepa lo
que ronda mi cabeza.
Aguant el tipo en la comunin. Solo
yo s, al mirar esta foto, la procesin
que llevaba por dentro, nio Jess
incluido. Aunque yo le hubiera llamado
Pedro. Pedrito, como mi nieto. Qu
casualidad que Gadea haya llamado as
a su hijo, y eso que ella no se sabe esta
historia truculenta. Yo s que Gadea
nunca me perdonara este gran error. Sin
embargo, Ricky y Elvira, incluso mam,
s que lo haran.
Gadea est tan llena de prejuicios
porque siempre ha sido una nazi como
su abuela paterna, Marichu, que me
juzgara y sera capaz de dejar de
hablarme de por vida.
Pas el sbado de la comunin, del
domingo no me acuerdo, es como un
fundido en negro de mi memoria Del
lunes tampoco me acuerdo. Supongo que
llevara al cole a los nios, ya que solo
lo haca cuando me senta mal por algo.
Necesitaba despertarles, olerles cuando
vea que iba a entrar en crisis. Ellos
siempre han sido mi razn para salir
adelante. Si no hubiera tenido hijos,
seguro que ya me habra suicidado.
Seguro que ese lunes les acompa
al cole. Cuando estaba bien, lo haca
Pascual, el chfer que contrat durante
unos aos para darle cierta distincin a
Ricardo, y eso que entonces trabajaba
menos que ahora. Hoy por hoy solo
llamo a Pascual para que me lleve a
sitios donde me interesa que me vean
con chfer. Lase desfiles, cenas de
gala Que no se me olvide llamarle
maana para que me lleve el martes a la
embajada. Nos lleve, en plural, porque
espero que Ricardo me acompae pero
que no la monte con sus bebercios. En
esta ocasin no quiero rumores. Ay,
Dios, si igual he salido en los papeles
para entonces y aparezco muerta en
primera plana! Esto sera como el
crimen de los marqueses de Urquijo!
Aunque yo no he tenido ttulo, soy
conocida en los crculos aristocrticos
por mi estilo, mi simpata personal
Tengo relevancia informativa, lo s.
Ese martes, pues, lleg el desfile de
Francis Montesinos. Llegu una hora
antes para contarle a Pierre que estaba
embarazada de l. Estaba ocupadsimo
en el backstage con el fitting, la ltima
prueba a las modelos antes del desfile.
No era labor suya, pero yo creo que
estaba all porque le encantaba ver
desnudas a las maniques, que en aquel
entonces eran bastante curvosas. Estoy
segura de que tuvo alguna aventura con
Helena Barquilla o alguna otra modelo
del momento.
No me molestes ahogga, Nada.
No puedo hablag. Despus del desfile
nos tomamos una copa me dijo.
Pierre, esto es muy importante, te
lo juro, atindeme. Te veo en la
cafetera en cinco minutos. Como no
ests, la tenemos muy gorda.
Le puse tal cara de pnico que se
preocup y vino como un tiro.
Pierre, estoy embarazada. Esto
agiliza nuestros planes le dije con la
voz temblorosa.
Qu planes, Nada? Eso son
fantasas de la hogizontal. Tienes que
abogtar, Nada. Ahogga en Espaa es
legal. No te hace falta ni ir a Londgres
me espet con su acento francs
cautivador.
Pero qu ests diciendo, Pierre?
Me juraste que tu mayor sueo era tener
un hijo mo. Igual es mi ltima
oportunidad para ser madre. Y si dentro
de un tiempo, cuando abandonemos todo
esto, nos planteamos tener familia, ya no
podr hacerlo.
Nada, cherie, eso son frgutos
ilusorios de nuestgra pasin. Pens que
eras ms maduga. Una mujeg de tu edad
debe seglo. Siempre has sabido que no
te hablaba en segio sobgre ello, esas
fgrases egan oggasmos vegbales paga
m. No sufgras, Nada, yo nunca podgra
hacegrte feliz. T tienes a Gicagdo, a
los nios No puedes abandonagles.
Acaba con eso que tienes ah dentgo
No te comportes como una cgra.
No fui capaz de rebatirle. Me fui al
bao y me sequ las lgrimas de la
misma forma que se las sequ a mam el
da de la comunin de Gadea. Chup la
punta de mi pauelito de seda bordado
con mi inicial, la N, en color lavanda, y
volv a mi asiento.
Haban apagado las luces del
auditorio del Palacio de Congresos
donde se celebraba el desfile. Se
palpaba una gran expectacin porque
Montesinos haba montado un gran
espectculo muy aplaudido dos aos
antes en la plaza de toros de Las Ventas.
Paola Domingun abri la coleccin
al son de la Danza del fuego de Manuel
de Falla, toda ella repleta de hombreras,
estampados de rombos tipo arlequn
La ropa me espant tanto que empec a
tener sudores fros.
Ese da me haba puesto un vestido
granate de Sibylla con unos tacones de
color mostaza, como si fuera una
bandera de Espaa. Cuqui me anim a ir
as vestida.
Vas de grana y oro, hacindole un
guio a la bandera rojigualda, la nuestra,
la espaola. Nos viene genial para los
inversores portugueses que te he sentado
al lado. Les encantars. T s simptica
y hblales mucho del turismo de
shopping que hay en la calle Serrano
me dijo.
Sentada en mi sitio, inmvil, cegada
por los focos que iluminaban la
pasarela, horrorizada por la ropa que no
sabra cmo venderle a los inversores
portugueses Sal corriendo hacia el
bao, porque not que algo raro me
pasaba.
No hizo falta pedir cita en una
clnica para acabar con la vida del nio
que llevaba dentro. Porque era un nio,
me dijeron los mdicos das despus de
practicarme un legrado en una consulta
ambulatoria donde apenas estuve
ingresada un par de horas. Era un feto de
tres meses. Una personita que hubiera
llamado Pedro y a la que estoy segura de
que Ricardo le habra dado sus
apellidos.
Pedro, mi Pedro, fue mi petite mort
en todos los sentidos. Mi alegra, mi
pena. An tengo el forro del vestido de
Sybilla manchado de sangre. No se nota
casi, solo lo noto yo, por el cerco que
dej la mancha de sangre alrededor.
Solo Flori se enter de mi secreto.
Llegu a casa hecha unos zorros, me
desmoron en sus brazos y me
desahogu con ella. S que nunca se lo
contar a nadie.
Con mimo me pein, me desmaquill
y luego, callada, me prepar una tila y
permaneci de pie en la cocina, al lado
del fregadero, frotando con toda su
fuerza la mancha de sangre que haba
quedado en el vestido.
Frot con un jabn que ella sabe
hacer, que lo fabrica en casa con no s
qu productos que compra vaya usted a
saber dnde. Lo utiliza para la ropa
blanca, dice que si la frotas con l y la
pones al sol, toda mancha desaparece.
Suele frotar con ese jabn los cuellos y
los puos de las camisas de Ricardo.
Cmo suda ese hombre. Menos mal que
no huele, solo a tabaco y ginebra, que
tambin mancha y deja unos cercos
amarillos horribles que solo es capaz de
sacar ese jabn.
Hubo un tiempo en que cuando
estrenaba una camisa, se la tena que
tirar al da siguiente, porque no haba
leja que pudiera con sus medallas de
guerra. Es decir, las huellas de sus
borracheras.
Con jabn y sol desapareci la
mancha de mi vestido y, por ende, mi
profundo dolor. Menos mal que el traje
era de color granate y disimul mi
prdida. Pareca que me haba hecho pis
encima, pero tuve la suerte de que nadie
me vio salir corriendo a por un taxi a la
Castellana.
Dije que se me cort la digestin. Un
virus intestinal. Cuqui me crey. Nadie
me volvi a preguntar por Pierre.
Aunque intuyo que cotillearon a mis
espaldas durante aos y que an lo
hacen. Menos Roberto y Carmen, los
nicos amigos de esa poca que an
conservo. Son tan discretos que solo lo
habrn comentado entre ellos en la
intimidad de su hogar.
Me cost muchsimo levantar cabeza
desde entonces. Enterr a Pierre en mi
mente e hice lo imposible por no
volverle a ver. Jams se puso en
contacto conmigo despus.
Seguro que al poco volvi a Pars.
Tan malas fueron las crticas del desfile
que nadie volvi a llamarle. l era el
responsable de aquella inslita puesta
en escena que ahuyent a los presentes.
Menos mal que Antonio Alvarado,
que present su coleccin
Otoo/Invierno al da siguiente, tuvo
mucho xito. Firm el estilismo de
varias pelculas rodadas despus
gracias a su triunfo ese da.
Estoy segura de que si hubiera
presenciado el desfile de Alvarado el
da de mi discusin con Pierre en vez
del de Montesinos, no habra perdido a
mi beb.
Single belles
ME fumar otro cigarro Dios mo,
qu soledad. Y estos sin venir. Dnde
estarn? Son casi las tres de la tarde.
Pero cmo pueden robarme la casa con
tanta calma? Tengo que hacer memoria,
la puta contrasea de Ricardo. Hasta
que no se la d a esta gentuza, no se
marcharn de aqu. Y nada, pues eso,
ahora me quedar con Flori de por vida.
Tendr que ahorrar. Bueno, lo que es
ahorrar, ahorrar Nada, no peques
contra el cielo que tienes de sobra.
Tanto como para dar de comer durante
un ao al Cuerno de frica. Si es que yo
debera dejarlo todo e irme de misiones,
como Concha Velasco en aquella
pelcula basada en no s qu novela. Ah,
s , Ms all del jardn, por cierto de
Antonio Gala.
Ahorrar, digo Me refiero a
reservar un dinerito de mi asignacin
para meter a Flori en una residencia
cuando envejezca, como hicimos con
Mariv, pobre mujer Yo creo que la
desdichada aspiraba a quedarse en casa
y que la cuidramos todos hasta su
muerte, como jams se cas Nosotros
ramos su familia.
Pero una asistenta es de la familia
hasta que es anciana. O nunca lo es, tal
y como le en el libro de Paloma
Segrelles? Si es que los de mi
extraccin somos malas personas, el
dinero no nos hace ms buenos.
Nosotros confundimos caridad con
bondad. Obra social con autenticidad de
espritu. Eso mismo le echaban en cara a
Ana Botella cuando la nombraron
concejala de Asuntos Sociales del
ayuntamiento Ser posible? Si ella
no tiene la misma cuna que yo ni de
lejos Qu haremos ahora sin
Esperanza Aguirre, madre ma! Prefiero
ni pensarlo.
Bueno, no ser latiguito conmigo
misma. Porque hay que reconocer que yo
he generado riqueza y no solo la he
gastado en mi disfrute. He creado
puestos de trabajo, anda que no he dado
de comer yo en esta casa a miserables.
A Flori, a Pascual, a Fausto Hasta a
mis captores! Y mira cmo me lo pagan.
Tena que haber hecho caso de
Matilde Soraluce, mi vecina de enfrente.
Es muy esnob, pero le va fetn. Nunca se
le rebelara nadie. Ella solo contrata a
eslavos, esclavos mejor dicho, en su
casa. Dice que se toman como un trabajo
ser del servicio domstico y que no nos
miran a los amos, Matilde dixit, con
desdn. Que cuando vienen a Espaa se
relacionan entre ellos con naturalidad,
que no tienen ms aspiraciones que
sacarse un dinero a final de mes y que
no suean con volver a su pas, tal y
como hacen los latinos, que se
corrompen enseguida y se meten los
unos a los otros unos planes de futuro
absurdos en la cabeza.
Yo he tenido suerte porque Flori
nunca se encam con ningn panchito,
que dicen ahora, ni le puso los cuernos a
su marido a pesar de que este se lo
mereciera. Eso hizo una chica que
trabaj con Marga, que se qued
embarazada de un repartidor de
Carrefour, y ahora le han prohibido ver
a los hijos que dej en su pas y no tiene
donde caerse muerta
Pobrecilla, la verdad. Es que nadie
les dijo para qu sirve un preservativo?
Bueno, yo me voy a callar, porque vaya
ejemplo que soy. Al menos tuvo la
suerte de que Marga no la despidiera.
Fue ella la que se march fruto del dolor
y creo que ayuda ahora a unas monjitas.
Eso s, vaya delirios de grandeza los
de mi Flori. Que si la ayudaba a montar
una mercera en Asuncin, que si le
poda adelantar la paga de un ao para
sus chi-qui-tos porque queran montar un
taller mecnico Menos mal que no le
hice caso. Mira cmo ha terminado. Cra
cuervos y te sacarn los ojos. Eso no
me pasar a m. Quizs con Gadea, pero
con Ricky y Elvi, jams.
Pues s, yo he creado puestos de
trabajo. De m han comido familias
enteras. Con el edificio enorme que
hered de pap en Paseo de La Habana
he facilitado el acceso a la vivienda a
mucha gente. Vale que pagaban
religiosamente su alquiler, pero no puse
precios caros. Pude haber especulado
ms. Adems, con ese dinero contrat, y
contrat, y contrat Asistentas,
cocineras, salus salutorum para mis
nios cuando nacieron, jardineros,
manitas, chferes, hasta mayordomos!
Porque contrat uno en los 80 durante un
tiempo.
Es que daba mucha cena a gente
guapa en casa. Qu tiempos aquellos,
estren todos estos vestidos largos en
aquella poca. Cunto la echo de
menos! Ahora me apao con Flori y
Fausto, pero cualquier da los despido y
me compro un matrimonio filipino,
que es lo que se estila. Adems son los
ms eficientes o eso dicen.
Menos mal que no tuve hermanos y
que mam me ha dado mi herencia en
vida. El patrimonio inmobiliario,
vamos, que es lo que renta de verdad.
En el banco tiene tanto dinero como para
que ni sus nietos trabajen. Pero eso no lo
permitir. Han de valerse por s mismos.
No como yo. Me aplicar ms con los
pequeos, porque con Gadea tengo la
batalla perdida.
Tambin mam me ha dado ya las
tierras de Hendaya y Bidart, y las
acciones de las fbricas, que vend a un
precio muy razonable. Fjate. Ahora
veranean los Urdangarin en Bidart. Qu
horror. Pero bueno, no pensar en eso.
Igual hasta tener un royal corrupto por
all le da cach a la zona. Es lo nico
que le faltaba para alcanzar la cota
mxima de glamour. Mira Marbella.
Yo soy muy afortunada. Si hubiera
tenido un hermano estara ahora
tirndome de los pelos por un montn de
dinero que, gracias a Dios, solo controlo
yo. En lo que no s si he acertado es
permitindole a Ricardo que se haga
cargo de mi patrimonio. Que gestione mi
fortuna. Menos mal que nos casamos en
separacin de bienes. Es bastante intil.
Yo creo que ese chico que ahora le echa
una mano con las cuentas, ese amigo de
Elvi, es buena gente. Se llama Jorge.
Adems, estoy segura de que como est
enamorado de mi hijita, nunca nos har
una faena ni har por equivocarse con
los nmeros en su propio beneficio.
Poda enrollarse con l la nia, ese
chico s que me gusta para ella, pero
nada, est hecha un putn verbenero. No
como su hermana, tonta de ella, que se
cas con su primer amante de verdad,
Fernando, y as le va.
Est tonta esta chica. No tiene pinta
Gadea de ser muy viva en la cama
porque no conoce a otro varn, claro.
Yo creo que solo se ha enredado en las
sbanas de Fernando. Bueno, en
realidad s que es as, que me lo cont
Elvi un da que tuvieron una pelotera de
hermanas. Qu horror. Por eso Gadea
est tan amargada. Elvi, en cambio, ha
visto ya a muchos pjaros volar.
Literales y figurados. Hice bien en
sacarla del colegio del Opus en COU.
As conoci a gente de verdad, normal,
como me pas a m en la Complutense,
donde me junt con personas de todo
tipo y condicin y me vino de perlas.
Para quitrmelas y pasarme a la
bisutera, que da el pego igual entre
gente no entendida.
As pinch la burbuja en la que me
criaron. Pas de ser una puta pija a una
pija puta. Tonte con todos los de clase
obrera que me rodeaban, que en aquella
poca eran pocos, la verdad, pero
suficientes. Saba que jams me casara
con ninguno de ellos, pero me
entretuvieron un montn. Me vean como
un ave del paraso, algo extico en la
Ciudad Universitaria.
Ninguna de mis amigas del colegio
lleg a licenciarse. Cuando yo estaba en
la facultad, algunas ya tenan tres y
cuatro nios. Menos Helen, claro. Mi
Helen Yo por poco no termino la
carrera, pero Pablo me convenci. En
eso era un buen consejero. Aunque
jams he ejercido, me amuebl un poco
la cabeza Y eso que yo solo me he
dedicado en esta vida a amueblar y
desamueblar nuestras casas Porque
los nios me los han criado otras. Qu
pena.
S, yo era una puta pija. Hoy todo
taco est justificado. Hablar como una
pordiosera. Como esa amiga de Elvi del
instituto que era tan graciosa. Era
ordinaria como ella sola. Pero una chica
muy lista. Cmo se llamaba la
criaturita? Violeta, creo. Pues tena un
nombre precioso que no delataba su
procedencia. Viole, la llamaba Elvi. Era
un poco gtica. Por su culpa mi nia
empez a vestirse de negro, un color que
no le favorece nada. An tiene
demasiada ropa negra en su armario.
Tengo que tirrsela, yo creo que ni se
dar cuenta. Bueno, s, menuda es, qu
carcter tiene cuando entramos en su
habitacin a hacer limpieza general.
Viole era muy excntrica vistiendo.
Se pareca un poco a Christina
Rosenvinge en la poca en la que se
agujereaba las medias. De hecho a veces
se encerraban en el cuarto de Elvi a
cantar todas sus canciones. Elvi la sigue
escuchando. Es tan compulsiva en todo
que ltimamente no deja de or una
cancin horrible con un mensaje
subliminal que no me gusta nada Me
la s de memoria. Qu pena que no me
sirviera para la carrera. Estudi
Filosofa y Letras, pero ahora no
recuerdo nada de santo Toms, ni de
Kant, ni de No soy capaz ni de recitar
el nombre de algunos pensadores
brillantes. Sin embargo, puedo recordar
al dedillo la letra de esa maldita cancin
que escucha Elvi tantas veces en su
cuarto. La verdad es que me hace gracia,
es tambin muy brillante esta
Rosenvinge. Y guapsima e ideal, por
otra parte. Va como un rockero
espantoso vestida, pero se nota que es
de buena familia y tiene genes
extranjeros. Cmo era la cancin?
Ah, s

No te crees nada de lo que digooo,
solo quieres ser mi amigoooo,
pasas el ra-to con-mi-goooooo,
cine y luego de bar en baaaar

Ja, ja, ja
Yo creo que Elvi est an colgada
de ese subnormal que le present Viole:
Nicola, un estudiante de Erasmus que le
hizo la vida imposible a la pobre. Deba
de ser un buen amante, porque si no, no
me lo explico

No tengo ni calderilla, di-ces
fumando una colilla [como yo estoy
haciendo ahora
mismo, qu ridcula],
tu son-risa entre patillaaas
de pirata en alta mar.

Y me enciendo como una cerilla
y hace tiiiin! mi campanilla
cuando me rozas con la hebilla
de tu negro cinturn

Qu fresca esta Christina, de verdad.
Ay los cinturones Mralos, aqu
colgados. Estas hebillas estn hechas
una pena, medio oxidadas. Mira que le
dije a Flori que las frotara bien Esta
mujer Ayyyy Y los Roger Vivier,
que parecen de un disfraz
Viole, a su manera, tena estilo. Vino
un da a casa a comer con un vestido
ideal de Zara que se haba customizado
quemndolo con un porro. Me lo cont
as, tal cual. Y a m me hizo hasta
gracia. Yo nunca he hecho una fechora
de ese calibre. Mam me hubiera
matado. El vestidito, que era un Little
Black Dress (LBD) fusilado de los que
clavaba Coco Chanel, estaba lleno de
agujeros de quemazos. Como era
acrlico, los agujeros estaban casi
perfectos, pareca que los haba
taladrado una mquina textil y el calor
haba convertido en ojal un plstico que
pareca laca de uas negra. De lejos
haca hasta mono.
Y si hago yo lo mismo con mi LBD
de Prada, ese tan ideal que apenas me
pongo? Voy a hacerlo ahora mismo con
la colilla de este pitillo y con la del
siguiente. Ja, ja, ja Qu lista soy y qu
bien he hecho en esconder tabaco aqu
dentro. Porque me dejan sin cigarros
ahora mismo y me ahorco con unas
medias que tengo en este cajn, unas de
Wolford que son superresistentes, a la
par que sexies.
Si voy a morir hoy, qu ms me da
perder los papeles. Voy a cometer por
primera vez una locura esttica a
sabiendas de que se van a enterar.
Agujerear el vestido. De momento no
me ahorco. Adems, este LBD solo me
lo pongo en los funerales y no quiero ir
a ninguno ms. Son un acto social para
m, lo s. Compromisos. Desde hoy
decido que no tengo por qu ir a
consolar a gente que no me quiere.
Oye, mira, pues queda ideal tanto
quemazo. Voy a seguir. Ja, ja, ja
Mira cmo prende, mira! Seguro que a
Elvi le pirra y me lo pide para
Halloween O para ir al Wurli, ese
sitio al que va tanto. Ja, ja, ja Me lo
voy a probar.
Uf, qu tos. Vaya humo! Como se
dispare la alarma antiincendios me da un
sncope. Ah va! Y si la enciendo? Y
si provoco un incendio para que se
dispare y llamen a la polica? Mierda,
no, Nada, no. No se te ocurra. Esta
gentuza no est aqu y como prenda esto
muy rpido sales de aqu con los pies
por delante. Acercar el humo del pitillo
al detector. A ver Pues no lo detecta.
Vaya mierda. Las rooseras de
Ricardo. Seguro que contrat la alarma
contra incendios ms barata del
mercado.
Puedo prender algo ms grande
Pero no. Me da miedo. Aguantar un
poco ms aqu dentro. No se me vaya a
ir la mano y yo estoy aqu encerrada.
Morir quemada, jams. Si acaso, helada.
Adems, cmo voy a quemar estos
tesoros? Ay, mira, se me ha ocurrido un
trabalenguas!: no prendas tus prendas,
prenda! Ja, ja.
Mierda, no hay manera de salir. Pero
ojo, que yo soy un junco, como dicen en
clase de yoga. Algo que se dobla pero
siempre sigue en pie. Eso no lo deca el
Do Dinmico en una cancin? Vaya
genios
Qu horror, con este vestido
quemado parezco la hija mayor de
Zapatero pero en delgado. Ja, ja, ja

Qu hora es? Son ms de las tres.
Auh!
Me voy a casa, ya sabes por queee.

Pero adems de verdad que son las
tres! Si oigo el pndulo! Qu buena la
cancin.
Joder, esta gentuza! Habrn cogido
dinero de la jarra que le dejo con
monedas de dos euros a Flori para que
compre el pan y dems. Como todos en
esta casa vamos echando cada vez que
tenemos suelto, el otro da me asom por
la boca de la jarra y al menos habra
300 monedas, que es bien grande y
caben muchas. Es decir, habra 600
euros. Ah, pero qu digo, si ya me han
dicho estos sinvergenzas que han
encontrado 5.000 en los cajones de
Ricardo. Otra vez se me ha vuelto a
olvidar. Qu cabeza la ma, solo me
vale para ir a la pelu Ja, ja, ja.
Estos son capaces de ir a Horcher
Ja, ja, ja. No les dejaran ni entrar. Por
cierto, mam coma hoy all con sus
amigas del Club de Bridge, como han
cerrado Jockey Se ponen como el
quico. Mami est gorda como un trullo.
Desde que murieron ta Oly y pap ya no
se cuida. No le importa que yo la ponga
verde por eso. Como sabe que en el
fondo yo estoy encantada de heredar su
ropa
Mam cualquier da de estos se me
va al otro barrio. Pero porque le da la
gana, ya que tiene una salud de hierro.
Lo que ocurre es que no tiene ganas de
vivir. Sigue viviendo en Lagasca con
una tata magnfica que consegu a travs
de las carmelitas de Arturo Soria.
Ernesta, que as se llama su cuidadora,
como dicen ahora los polticamente
correctos aunque la consideren la
chacha, es una mujer sordomuda viuda y
sin hijos que cocinaba a las monjitas del
convento y que, por culpa de la artrosis
que tena en las manos, tuvo que
prejubilarse. No poda ni pelar patatas.
As que un da que fui a llevarles a las
monjas el faldn de cristianar de la
familia con el que bautizamos a Pedrito
para que me lo plancharan con mimo.
Me pidieron a cambio que colocara a
Ernesta en alguna casa amiga.
Necesitaban una familia de confianza
para ella.
Ah Dios se port fenomenal
conmigo. Puedo decir que me toc la
lotera.
En casa de mam, Ernes no tiene que
hacer tanto esfuerzo. No es lo mismo
pelar patatas para una congregacin
entera de monjas que para una persona
sola. Y eso que son pocas religiosas por
la crisis de vocaciones, pero la pobre
Ernes tena que hacer de comer para 15
a diario y no estaba ya para tanto trote.
All que viven las dos, mam y
Ernes. Sin hablarse, ya que la pobre tata
no puede articular palabra desde que
naci. Sabe escribir, mam le puso una
pizarrita al cuello con rotuladores
Veleda y se apaan de mil amores.
En realidad, menos mal que Ernes no
puede hablar. Si no, estaran todo el rato
a la gresca. A su manera, Ernes tiene
carcter. Su marido, me dicen las
monjas, estaba enamoradsimo de ella.
Obedece a mam en todo, en el fondo se
siente con suerte de tener un lugar donde
se ve til y hay que decir que tambin le
fascina vivir en un barrio precioso
donde pasear. Es tan buena que hasta ha
renunciado a su da libre y yo por m
encantada, claro. Le pagamos 1.500
euros al mes por cuidar a mam y llevar
la casa.
A sus setenta y pico de aos estara
bastante gil si no fuera por la artrosis.
Me he ofrecido a pagarle la operacin,
pero ella tiene miedo a pasar por
quirfano.
Lo que ms le gusta a Ernes es ver
pelculas en versin original. Por los
subttulos en castellano, claro, porque
ella no habla idiomas. Qu gilipolleces
se me ocurren de verdad, ja, ja. Flori no
la puede soportar, le tiene envidia.
Envidia a ella, que no puede or ni
hablar y que est sola en la vida! De
verdad, esta Flori Yo creo que es
porque piensa que la quiero ms que a
ella. Celos, puros celos. Ahora que lo
pienso, yo me muero si no puedo hablar.
Or me da ms igual, pero hablar
Mam se aburre mucho con Ernes en
casa, pero sabe valorar que jams le
podr dar la rplica en nada. Desde que
vive sola con ella se sabe toda la
programacin de la tele de memoria. De
nia siempre me deca que ver la tele
era de incultos, pero ella ahora se traga
todo tipo de telebasura. Le alegra la
vida comentarme la herencia de Roco
Jurado, el hijo bastardo del cantante
Francisco Pero solo me cuenta esas
cosas a m. Delante de sus amigas del
Club de Bridge jams reconocera que
le pirran esos programas y que ocupan
sus horas muertas. Se avergenza de s
misma, y no me extraa, porque si pap
levantara la cabeza Quin la ha visto
y quin la ve.
Mam ha dejado de leer. Dice que
es por los ojos, que ve ya muy mal, que
no enfoca, que tiene presbicia y que eso,
a su edad, ya no se opera. Ya le he dicho
mil veces que la llevo cuando quiera a
Oviedo a la clnica de los Fernndez-
Vega y ni caso. Creo que me ha puesto
esa excusa porque, despus de morir
pap, ya no tiene con quin hacer
crticas literarias.
Esa era una aficin que les una
muchsimo. Les fascinaba comprarse las
ltimas novelas que salan al mercado y
luego hacer debate e intercambiar
opiniones. Esa buena costumbre, la de la
lectura, hbito que practicaban cada
tarde al menos durante tres horas, haca
imprescindibles a pap y a mam en
cualquier reunin de la jet intelectual
madrilea y francesa. Tenan muchsima
conversacin los dos. Juntos y por
separado. Don Len, yo creo que en
honor a su nombre, era un gran lector, y
doa Clara. Eran la lite intelectual de
las veladas que se celebraban tras las
monteras, porque ellos no cazaban,
estaban en contra aunque luego mam se
compraba un montn de abrigos de visn
que por supuesto no eran de granja.
Ay, an recuerdo cuando les
anunciaban en las cenas de gala: Los
seores de Peralta. Madame y Monsieur
Peralta Qu tiempos aquellos. Y
ahora pap en la tumba fra Qu pena
que hayan fallecido los amigos de mam
y pap. El poeta Claudio Rodrguez,
Paco Rabal, Carmen Martn Gaite, a
quien adoraban Es curioso que mis
padres disfrutaran por igual tanto con
gente frivolsima como con gente
cultsima. Los juntaban a todos en cenas
y siempre sala todo fenomenal. Yo no
he heredado ese arte de mam juntando
gente. En esta casa ha habido hasta
puetazos entre algn amigo borracho de
Ricardo. Dios los cra y ellos se juntan.
Si es que yo no hice una boda tan buena
como la de mam. Y fui tan idiota de
dejar a Pablo que No puedo ni
pensarlo.
Es una pena que mam no quiera leer
ms. Aunque ms pena me da que de
pronto acte como si no hubiera ledo en
su vida. Como si ninguna de sus lecturas
le hubiera dejado poso. Se queda
hipnotizada frente al televisor. Ya no
tiene tanta facilidad de palabra. Maneja
un vocabulario basiqusimo, con lo bien
que hablaba. Ahora no tiene quien le d
conversacin. Tengo que traerla ms a
casa Tiene hasta faltas de ortografa,
se las he visto cuando le escribe la lista
de la compra a Ernes y antes nunca le
hubiera cazado ninguna. La tele la atrapa
igual que la atrapaban las novelas
cuando yo era nia.
Se concentraba de tal forma leyendo
que una vez, siendo yo muy pequea, me
ca de la escalera de la biblioteca y me
abr la cabeza delante de ella. Llor,
llor, y llor al menos durante diez
minutos y mam no levant la vista de
sus pginas en ese intervalo de tiempo.
Tos porque me atragant con mi propia
sangre, ya que me arranqu de cuajo dos
dientes de leche del golpe y, hasta que
no oy mi tos, un rosario de sofocos y
arcadas, no se levant corriendo de la
butaca Vaya susto que se dio la pobre.
Desde entonces se desenganch un poco
de la lectura y empez a leer de noche.
Ahora no lo hace jams, solo devora
revistas del corazn y permite que
Telecinco la abduzca. Qu lstima. Con
la mujer interesante que fue.
Yo nunca le tanto como mis padres,
solo hasta la adolescencia. Dickens, las
hermanas Bront, Virginia Woolf,
Miguel Delibes, la generacin del 27
Ahora no s qu voy a hacer con la
biblioteca de Lagasca. Al menos Ricky y
Elvi la valorarn, pero tienen sendos
kindles y cada vez compran menos
libros en papel, les gusta leer en
pantalla. Si los heredase Gadea los
vendera al peso, seguro. O los
quemara, como el cura y el barbero de
don Quijote. Es tan tonta mi hija
mayor Me pill muy joven criarla.
El ao que estuve con Pierre la
desatend bastante y eso se nota ahora,
tiempo despus. Por aquella poca se
hizo amiga, y hasta hoy es su ms ntima,
de Guiomar. Gadea y Guiomar, vaya
par, decan sus profesoras. Guiomar es
hoy numeraria del Opus, pero la chica
ms cotilla y malhablada que he
conocido en mi vida. Durante un tiempo
le meti en la cabeza a Gadea la idea de
ser monja del Opus. Gracias al cielo no
me cost mucho sacarle a mi hija la
falsa vocacin del cuerpo. En eso se
pareca a m. Iba a misa para ligar.
Como yo haca de adolescente en la
iglesia de San Manuel y San Benito, que
estaba a una manzana de casa. Ir a misa
cumpla la misma funcin para m que
apuntarme a las Juventudes de
Alianza Popular. All tambin estaban
los chicos ms guapos, as que me
arreglaba muchsimo para asistir a las
reuniones.
Echaba toda la carne en el asador.
Me perfumaba pero levemente, me pona
siempre perlas, un pantaln de talle alto
y una camisa de seda. Muchos me
tiraron los tejos, pero no me convenci
ninguno. Eran demasiado idealistas y
poco pragmticos. Me borr de
Juventudes al poco de conocer a Pablo.
Ya haba conocido a un hombre y esos
rollos polticos me parecan un soberano
coazo. Pero luego me arrepent. Conoc
en esa poca a varios de los hermanos
Rato y mira qu lejos han llegado.
Podra haberme casado con alguno de
ellos.
Me cansaba hacerme la tonta,
deporte que luego me fascin, pues
recuerdo en alguna que otra cena con
peperos de los 80 haber asegurado que
lo del GAL se trataba realmente de un
motn de trabajadores de la empresa de
jabones y no de un grupo antiterrorista
orquestado por el gobierno. Creyeron
que lo deca de verdad.
Me anim mam a afiliarme a UCD
en la poca entre Franco y Surez, pero
es que odiaba tanto ir a mtines como
escuchar a un cura. Sin embargo, si
segu yendo a misa fue por acompaar a
ta Oly. Me daba pena que fuera sola.
Era muy religiosa, pero a su manera.
Igual que Gadea. Igual que yo.
A Gadea le gustaban mucho los
hombres, pero no en el sentido estricto
de la frase. Le encantaba sentirse
admirada por ellos, querida, que le
enviaran notitas, ramos de flores Era
muy infantil y cursilsima en el amor y
an lo es, porque siempre est
celebrando cosas horteras. Aniversarios
de boda, cumpleaos Cenas en Sacha,
Ten con Ten y Luzi Bombn, carteras de
Montblanc, brillantes de Arturo y
relojes Tag Heuer que pago yo, que
tambin soy boba.
Como fue a un colegio solo de nias,
era en la parroquia de aqu al lado
donde Gadea conoca a los chicos. Algo
prohibido para ella pero solo por las
profesoras de su colegio, pues por lo
que es por m Yo estaba encantada de
que se relacionase con nios. Fue mi
suegra la que se empe en que las
nias fueran a un colegio de la Obra.
Yo me sent en la obligacin de darle
gusto porque como abandon a su hijo,
pues me senta menos culpable si dejaba
participar a los Bergareche en la
educacin de sus nietas.
Acced, y no por el dinero, ya que
pap viva y a m nunca me ha faltado de
nada. Dej que mis suegros les pagaran
la educacin a Gadea y Elvi por cierto
respeto, aunque mi ex suegra, Marichu,
nunca me cay bien. Era una petarda y le
encantaba contar a sus amigos de Getxo
que el cole de las nias sala de su
bolsillo. Era su forma de demostrar que
se preocupaban de sus nietas. Sin
embargo, apenas venan a Madrid a
verlas.
Pap me coste todo lo dems hasta
que me cas con Ricardo. Despus
sigui hacindolo e, incluso desde el
otro barrio, an lo hace. No s por qu,
pero siempre le cay fenomenal
Ricardo. Mejor que Pablo, incluso. Le
pareci bien que me volviera a casar.
Tenan una qumica incomprensible
entre ellos. Yo creo que saba que a m
era muy difcil tratarme y que todo
hombre que decidiera compartir su vida
conmigo era un santo varn.
Qu bueno era pap. De no ser por
su ojo con los negocios, su arte a la hora
de invertir, a saber dnde estaba yo
ahora. Me hubiera casado con Leocadio,
ese chico gordo y feo que me persegua
en Biarritz y que hered una gran
fortuna. Era el pequeo de cuatro
hermanas y pariente bastante directo de
los duques del Infantado. Lo hubiera
hecho, lo s. Hubiera sido capaz de
casarme sin estar enamorada. Yo creo
que ese chico es gay. Ricardo me ha
dicho que en su grupo de golf le conocen
y dicen que le han visto en cuartos
oscuros de esos. Pero digo yo que
quien le haya visto es que tambin
estaba all haciendo algo, no? Qu mala
es la gente, la verdad. Hubiera sido
fantstico casarme con Leocadio. Tena
un gusto exquisito vistiendo y decorando
sus fincas, adems me hubiera dejado
hacer mi vida y yo a l la suya. Nos
hubiramos casado por poderes, como
se haca antes, una costumbre que casi
siempre sala bien. Yo ahora mismo
estoy casada por poderes.
Pero por qu poderes, Nada, si no
necesitas el dinero ni el amor de ningn
hombre? Por pereza de salir a la calle a
buscar a otro. Por eso sigo casada. Y
tambin por compasin. Porque Ricardo
es el padre de Ricky. Aunque no se
soporten, se necesitan mutuamente.
En realidad, les dije que s a mis
suegros a lo del cole del Opus para las
nias simplemente para que me dejaran
en paz. Pablo, mi ex, estudi en un
colegio del Opus en Getxo, Gaztelueta, y
sali bien. Nunca fue un meapilas, as
que no tem. Eso s, Gadea por poco se
me mete en la Obra. Iba a misa
compulsivamente y yo me preocupaba
mucho. Hasta que un da la acompa y
vi que lo haca para intercambiarse
miradas con los chavales del barrio.
Durante esa poca, la acompaaba
siempre. Yo creo que me reconcili con
Dios. Me haba enfadado con l cuando
muri una de mis tatas de cuando era
nia. Se llamaba Nieves. La atropell un
coche delante de m al llevarme al
colegio. Raro es que no me quedara
ningn trauma con eso. Pero parece que
estoy viendo ahora mismo su cara contra
el asfalto. Pareca que estaba dormida,
era como una modelo de Man Ray
porque se peinaba el pelo con ondas
tipo aos 20 y del golpetazo con el
coche le cayeron dos lgrimas gordas
exactas a las de la foto tan conocida de
este seor surrealista y que parecen
gotas de silicona en las mejillas.
Un Seat, no recuerdo el modelo, se
la llev por delante, pero Nieves fue tan
adorable de empujarme al arcn al verlo
precipitarse sobre ella. bamos cogidas
de la mano, como siempre. Gracias a
ella yo sobreviv. Ni siquiera me hice un
rasguo. Ella muri por m. Cualquier
otra persona me hubiera abrazado para
usarme de airbag o para no morir sola.
Desde entonces decid no creer ms
en Dios. Me pareci una tremenda
injusticia divina esa muerte. Yo estaba
muy unida a Nieves, ella era como mi
segunda madre junto a Mariv, que en
ese momento era una especie de
doncella de mam. Cuando muri
Nieves, me cri ella. Me cost mucho
empezar a querer a Mariv. Ella me
llevaba a misa cuando pap y mam
estaban fuera el fin de semana.
Rezbamos juntas el Jesusito de mi
vida antes de acostarme. Era
supercariosa conmigo, pero an echaba
de menos a Nieves en esa poca.
Ya era yo maquiavlica entonces.
Desde que muri, por mucho que rezara,
finga. Nunca ms cre en Dios. Era mi
pequea venganza con l por haberme
arrebatado a Nieves. Adems, como en
casa tanto las tatas como mam crean
que podan controlar hasta mis
pensamientos, era mi manera de
reafirmarme. Ellas no podan ni
imaginar que a mis cinco aos, pues yo
apenas levantaba cuatro palmos del
suelo, que ya slo podan elegirme la
ropa y el peinado, nada ms Crean
que an podan ser dueas de lo que
pasaba por mi cabeza. Pero qu
equivocadas estaban.
Con Gadea volv a rezar de nuevo
pero de verdad, pues coincidi con una
poca en la que todo me iba bien y me
senta a gusto conmigo misma. Tena que
ser agradecida y, aunque no volv a
creer al cien por cien, era mi momento
de reflexin semanal, de dar las gracias
a un ente que no era Dios, sino una
alineacin de planetas, un grupo de
astros a mi favor o lo que fuera.
Adems, yo siempre he sido muy
respetuosa con la Iglesia.
Me parece que es la mejor empresa
que ha habido en la historia. Es curioso,
soy la nica persona que conozco que
cree en la Iglesia, pero no en Dios.
Sin creer, segu yendo toda mi vida a
misa pero por pura pose, como mero
acto social. Con Ricardo y los nios,
que quedaba muy bien y no quera que
en este barrio pijo, donde ya vivamos
entonces, se chismorreara sobre
nosotros.
Pero Gadea empez a ir a misa por
su cuenta con Guiomar, una nia que
pareca haber nacido para casarse. De
hecho con 14 aos ya se haba hecho una
lista de los invitados de su boda sin ni
siquiera tener novio. Vaya loca. Elvi me
cont una vez que en la facultad, hasta
muy poco antes de ingresar en la Obra
como numeraria, Guiomar se iba a
probar trajes de novia a los talleres de
moda y se inventaba fechas de boda
imaginarias ante las dependientas de las
Molinero, las Navascus Hasta en
Caprile se prob un bustier!
Al acompaar a Gadea a misa,
porque me interesaba separarla de
Guiomar, me alegr de saber que mi
nia, que siempre llam la atencin
entre mis amigas por su melena casi
albina, sus ojos azules y lo bien que yo
la llevaba vestida con modelitos de
Nancy, tambin tena tirn entre el
pblico masculino. Algo que jams me
pude imaginar, porque a mi juicio era
cero atractiva, muy oa y un poco
gorda, aunque en esa poca no era la
foca monje que pareca cuando hizo la
comunin. Una caracterstica que
despus comprend que tambin gusta a
los hombres, porque creen que ese
fsico, el de regordetas buenazas, nos
presupone sumisas.
En realidad, como era tan segura de
s misma, tambin era castrante con los
chicos. Qu malvada era desde bien
pequea! No se acost con ninguno de
sus ligues, solo con Fernando. Pero aun
as, la chica triunfaba. Todo el mundo
sabe que si se lo pones difcil a un
hombre, siempre te respetar y te
perseguir. Eso hizo con Enrique, el hijo
mayor de los Soraluce, con quien
tonteaba aqu en el jardn. Tambin con
Franois, otro chico de su cuadrilla de
Biarritz. Con Franois sali, pero no
formalmente, hasta que conoci a
Fernando en un guateque. Elvi me cont
que Gadea se iba con Franois a darse
el filete, como ella dice, que es muy
graciosa, a la playa cuando ya todo el
mundo se acostaba.
Gadea era muy guapa y estaba
delgada entonces, porque ahora est otra
vez gorda desde que dio a luz a Pedrito
y ha vuelto a embarazarse. Se daba
besazos eternos con ese pobre Franois,
que la tena idealizada. Imagino que
Gadea le dejara tocarle un poco el
escote generoso que portaba, en eso ha
salido a mi suegra, porque tanto Elvi
como yo, como casi todas las mujeres de
mi familia, somos planas. Tenemos dos
huevos fritos por tetas.
Adems, qu cierto es aquello de
que tiran dos tetas ms que dos carretas.
Yo no tuve ms remedio que recurrir a
otras armas de seduccin, pero Gadea
hizo de esa filosofa su santo y sea. Su
canalillo y su carcter chantajista y
victimista eran un imn para los
hombres. Desde bien pequea le
enviaban bombones un montn de
jovenzuelos que soaban con verle las
tetas. Ella solo se las ense, pondra la
mano en el fuego, a Franois y a
Fernando, su marido, que an se las
mira con xtasis en alguna ocasin
delante de todos. Qu ordinario es ese
hombre, de verdad. Debe de sentirse
afortunado de ser el nico que se las ha
tocado.
Recuerdo cuando me pidi Gadea
esta preciosa camisa con escote a la
espalda de color guinda de Yves Saint
Laurent un da que sali a cenar con
Fernando. La verdad es que est
impecable y tiene diez aos minimo
minimorum. Yo creo que Gadea se ola
que le iba a pedir la mano, ya llevaban
un par de aos saliendo. No me
sorprendera que ese da tomara la
decisin de que, si haba anillo de
compromiso de por medio, perdera la
virginidad con l. Menuda es ella, yo
creo que hasta que no se vio con un
brillante en el dedo no se anim a
acostarse con Fernando y hasta cierto
punto le daba cierta vergenza llegar
virgen al altar. Lo que iba a rerse de
ella Elvi, de quien, aunque no lo
parezca, le importa mucho su opinin.
Ese da, el de hincamiento de
rodilla, es la primera vez que he visto
cometer un descaro a Gadea. Se puso la
camisa con escote a la espalda pero sin
sujetador. Es decir, que mi nia se
exhibi para conseguir su objetivo. As
que se plant en la cena del Hotel Santo
Mauro donde Fernando la cit y, s,
efectivamente, acab pidindole la mano
mientras observaba a Gadea con las
largas puestas, que dira tambin la
gamberra de Elvi.
Ricardo y yo pasamos la noche en la
finca de Extremadura de los Ruiz del
Olmo. Elvi y Ricky yo creo que estaban
de Interral por entonces, pues era
verano, y Gadea cometi la locura,
porque es algo impropio de ella, de
perder la virginidad en su propia casa,
pero no en su habitacin, cosas extraas
de ella, sino en el cuarto de la colada de
al lado del garaje. Exactamente en la
habitacin donde dorma Flori antes,
cuando Luis Javier viva aqu.
Cmo demonios no se le ocurri a
mi hija dormir en el Santo Mauro?
Claro, esta chica es demasiado formal y
quizs no haba ni habitaciones libres.
Adems es demasiado tmida para
ciertas cosas. Y el otro, Fernando, con
tal de no gastarse un duro de su bolsillo,
pues claro, por l encantado de echar un
polvo donde fuese. Por aquel entonces
los Beckham, recin llegados a Madrid,
vivan all, creo, y tendran ocupado el
hotel.
Flori les pill con las manos en la
masa del ruido que hicieron. Estoy
segura de que a Gadea no le gust nada
la experiencia, pero grit, y grit, y
grit Supongo que para demostrarle a
Fernando que no era tan mojigata como
l crea y que de casada se sacudira los
remilgos. l ese da estaba feliz de que
Gadea se hubiera desinhibido por fin.
Pens que haba hecho bien en
comprometerse con ella y que a partir de
entonces tendra siempre la cama
caliente. Que en la intimidad de su
futuro hogar en comn, pens, le podra
pedir que fuera sin sujetador. Pero
repito: menuda es mi nia. Parece
sumisa, pero nada ms lejos.
Estoy segura de que Gadea grit sin
alcanzar ningn orgasmo, pero pens
que lo tena que hacer para que
Fernando no se arrepintiera de haberle
regalado ese pedrusco de tantos kilates
que, por supuesto, pagaron mis actuales
consuegros. Flori les caz de esta guisa:
a l completamente desnudo con
calcetines a media espinilla y a la pobre
Gadea con la camisita de seda en
cuestin que no dejaba nada a la
imaginacin, con tacones de aguja
pero sin falda, ni medias, ni ropa
interior. Ya entonces se desvel lo
salido que estaba Fernando y que tena
ms horas de vuelo de las que
pensbamos. Pedirle eso a mi Gadea,
con lo monjil que pareca Perder la
virginidad as vestida, cual actriz
porno Lo raro es que Gadea se lo
permiti. Hara lo que fuera por casarse.
Y ya tena veintitantos, una barbaridad
segn ella.
Todos nos enteramos despus de que
fue su primera noche juntos. Elvi le sac
toda la informacin a Flori, que por una
vez no fue discreta porque odia a Gadea.
Cmo nos hemos redo con esa pillada
desde entonces. Gadea se coge unos
cabreos cuando le tomamos el pelo con
eso Sin embargo, Fernando siempre
recuerda que es muy fogoso desde nio
porque le robaba a su abuelo la revista
Intervi de un cajn secreto del bao,
vaya gilipollas. Y vaya machista de
mierda, porque encima es celoso.
Como caba esperar, la reaccin de
Gadea frente a Flori fue ensearle el
anillo de pedida ah con el culo al aire.
Has visto, Flori? Me caso,
tronca!!!!!
Por una vez en su vida fue cariosa,
faltona y cheli. Barriobajera, ms o
menos.
Dudo mucho de que alguna vez
Gadea le confesara a la superperfecta de
Guiomar que haba llegado impura al
matrimonio. Ellas hablan siempre de la
vida sexual del resto de las compaeras
de colegio, las ponen verdes juntas pero
luego se van a misa y a almorzar a los
sitios ms caros de la capital. Pero no
tenan voto de pobreza las numerarias?
Ah, claro, si pago yo. Porque la imbcil
de mi hija ya no trabaja, dej la galera
de arte de Soledad donde tena un
brillante futuro por delante al quedarse
embarazada de Pedrito. No tiene
intencin de volver. Ya me lo ha dejado
bien clarito, la tonnnnnnnnnta de ella.
Raro es que no se casara Guiomar y
decidiese al fin entrar en la Obra. Yo
creo que al final pens que tendra ms
poder como monja que como esposa y
madre. Es fantica de santa Teresa de
Jess y ya quisiera, oye. Adems, es un
poco asexual esa chica. Y de familia
riqusima, algo que a los del Opus les
pirra. Por muy mal carcter que tenga, la
cuidarn hasta su muerte siempre y
cuando no le falte dinero y deje su
herencia a la comunidad. Qu horror.
Mira la camisa de seda de Gadea.
He de reconocer que me la devolvi en
perfecto estado de revista. No hay rastro
de Fernando, menos mal. Que mi hija no
es ninguna Mnica Lewinsky. Esta
camisa es la culpable de que Fernando
descubriera a una autntica bomba
sexual en mi hija. Una bomba sexual
fingida, seguro. Dudo yo que haya
disfrutado del sexo con plenitud alguna
vez. A ella solo le importa la vida de
los dems, qu digo, los fallos de los
dems, y se los lleva a la cama. Les
seguir dando vueltas y vueltas en su
cabeza y, como no se concentra en
prestarle la debida atencin a su vida,
pues su matrimonio es un desastre, una
careta, y fingir orgasmos para que
Fernando no se entere de esa triste
realidad. Solo se aplica en la cama para
concebir retoos. Estoy segura.
Es triste en realidad que una hija sea
ms antigua que su propia madre. Menos
mal que tengo a Elvi, que es una mujer
de su tiempo, quizs incluso avanzada,
como ta Oly. Aunque a veces se pasa.
Ni tanto, ni tan calvo. Con Viole yo creo
que prob las drogas, pues a veces
deca que se iba a su casa a pasar el fin
de semana y volva los domingos por la
noche con una cara de bho de dar
miedo. Un da me dijo que se encontraba
fatal y se meti en la cama nada ms
llegar. Yo pens que lo que tena era una
resaca de rdago, pero lo confund con
un colocn horrible. De pronto, sali de
su habitacin enfurecida, con las pupilas
dilatadsimas, y me dijo que estaba
teniendo un infarto.
Menos mal que me tiene a m, que
soy una experta en ataques de ansiedad.
La llev a urgencias y, en cuanto le
pusieron una pastilla debajo de la
lengua, se relaj. El mdico me
confirm despus que mi hija haba
esnifado tanta cocana como toda la
hermandad del Roco del Pai y el Cabra.
Lo bueno que tiene Elvi es que se
asust tanto que nunca ms volvi a
probar la coca. Para eso tiene una fuerte
personalidad. Si dice que deja de fumar,
lo deja sin ningn esfuerzo. Eso s,
cuando fuma fuma a lo bestia. Dos
paquetes diarios se ha llegado a fumar
en exmenes y durmiendo sus ocho
horas. Yo le he vaciado ceniceros en
menos de una hora con ms de ocho
colillas. Lo deja, vuelve, lo deja
Tiene una relacin con el tabaco similar
a la que mantiene con los hombres.
Ahora no s si sigue con Rodrigo, el
pijo ese de la escuela de arquitectura, o
si se sigue beneficiando al dueo del
estudio donde hace prcticas. Est
casado. Esta hija ma Le cazo todas.
Viole y ella ya no van tanto juntas
desde hace al menos unos tres aos.
Viole se fue a vivir a Palma de Mallorca
de animadora hotelera, vaya profesin.
Yo creo que se prostituye, la verdad es
que no me extraara nada. Aprendi lo
que es el lujo con mi hija, ya que en
alguna ocasin se vino con nosotros a
Gstaad a esquiar, o a Biarritz un par de
veranos. Prob el caviar, el jamn
ibrico Hered hasta un par de
zapatos de Miu-Miu de Elvi, que nunca
ha sido tan presumida como yo ni valora
tanto la ropa. Le gust demasiado vivir a
todo trapo, pronto la ver de relaciones
pblicas en una discoteca de Marbella
subida a unos Jimmy Choos y
enfundada en un vestido ceido de
Versace y Cavalli. No sern
imitaciones, no. Ella se lo pagar de su
bolsillo o del bolsillo de algn
millonario.
No termin la facultad. Invirti el
dinero de su educacin en el cirujano
plstico, y eso que no ha cumplido ni los
30. Su madre contina limpiando
escaleras, eso me dijo Elvi.
Una pena que no mantengan la
amistad esas dos, la verdad. Me da
mucha lstima que Viole solo se fijara
en la parte ms superficial de Elvi: sus
privilegios econmicos. Su armario y su
estilo de vida. Eso se consigue con
esfuerzo, con una buena educacin o con
buen ojo para cazar marido. Ella no
tena ninguna de esas tres cosas. Pero s
mucho morro. Ahora muy fino y
operado. Vaya barca zodiac que
parecen sus labios, que los he visto en
una foto!
Mi ntima amiga a la edad de mis
hijas an era Helen, porque ahora la veo
menos y tengo mucho ms contacto con
Marga. Vive en Brighton con un escritor
viejo de nombre John y la verdad es que
son ms amigos ya que amantes. Qu
suerte tiene, porque yo ni siquiera soy ya
amiga de Ricardo. Antes tenamos
mucho en comn, un sentido del humor
muy parecido y una irona muy
cmplice.
Helen es una autntica cougar. Se
acuesta con jovenzuelos y John se lo
permite con tal de que no se los cepille
en la casa que comparten. Sabe que ella
nunca le abandonar. Tienen muchsima
conversacin, l es un tipo
interesantsimo y se ocupa de los
gemelos adolescentes que Helen tuvo
pasados los 40. Solo yo s que esos
nios no son de John.
Hace unos 15 aos, Helen, que es
crtica gastronmica en varias revistas
de prestigio como Gourmet, se fue a
Mxico una semana porque haba un
congreso de restauradores con bastante
buena pinta. Reunieron all a los
mejores chefs del pas. La comida
mexicana se empez a poner de moda
entonces y abrieron un montn de
restaurantes buensimos por todo el
mundo. Tambin se montaron un par de
retrospectivas en Nueva York de Diego
Rivera y Frida Kahlo, ya se saba quin
era Salma Hayek en Hollywood y
Carlos Slim encabezaba las listas de
Forbes En EE.UU. crean hasta que
Antonio Banderas era mexicano. De ah
que luego le ofrecieran pelculas
superlatinas que poco tenan que ver con
el malagueo.
Pues Helen se march a Mxico a
catar no solo todos los tacos al pastor y
las quesadillas de flor de calabaza que
se le pusieron por delante. Ella tena que
escribir un reportaje para El Mundo,
que por cierto envi a la redaccin
tardsimo y mal escrito, lo que le cost
que no le volvieran a pedir
colaboraciones. Se entretuvo demasiado
con el crtico gastronmico de El Pas,
Emilio Verd, que es el padre biolgico
de sus criaturas.
Nada, John sabe que no son suyos
los cros, no te preocupes. Pero no le
importa. No tuvo, tiene ni tendr hijos
biolgicos y lo acepta. Tuvo un cncer
de testculos de joven que lo dej
estril. Nos convenimos mutuamente.
Ser el padre de los gemelos a todos los
efectos, tal y como ha hecho con Emma.
Emma es la hija mayor de Helen,
que tambin es bastarda. Helen la tuvo
con un hippy de Santorini que conoci
un verano de crucero por el
Mediterrneo. Esta Helen siempre se
queda embarazada de quien menos se lo
espera. Otra que no utiliza precauciones,
como Pierre. Por qu Dios me lo puso
en mi camino y no en el de Helen?
Ella hubiera querido tener
descendencia con John, pero fue
imposible. Desde el principio, su
qumica era ms amistosa que sexual,
pero eso a Helen le bastaba. Para la
cama prefera a otros. Helen nunca les
dijo a los padres biolgicos de sus hijos
que tenan descendencia.
Con el hippy de Santorini, que, por
cierto, era hamaquero de un chiringuito
en una de las playas de arena roja de la
isla, lo tuvo fcil, pues perdieron el
contacto y solo se acuerda de su nombre
de pila. Ni siquiera sabe de dnde era
originario exactamente. Adems, vaya
usted a saber dnde est ahora ese seor
de dientes negros, quizs hasta muerto,
porque en los 90 an se pinchaba
herona. Qu asco! Vaya estmago
acostarse con alguien as! Ay, Helen
solo recuerda de l sus rastas. Arggghh.
Pero con Emilio Verd, el periodista
de El Pas, seguro que lo ha pasado mal
en alguna que otra ocasin. Emilio viaja
mucho pero, aunque dej la gastronoma
para hacer reportajes de viajes en la
r evi sta Cond Nast Traveler, para
mucho por Espaa ahora que con la
crisis le pagan menos periplos por el
mundo.
Es de buen diente, como nosotras, y
como Helen viene mucho a Madrid a
verme y a ver a Emma, su hija mayor,
que es enfermera en La Paz y tiene dos
nias, solemos coincidir con l en
algunos restaurantes de moda en la
capital, qu puetera casualidad.
Conmigo ha coincidido un par de veces.
La ltima en el restaurante El Paraguas,
en el barrio de Salamanca.
Menos mal que cuando nos hemos
cruzado con l bamos sin los gemelos.
Es que son clavados a l, su verdadero
padre. Morenos, de cejas casi juntas,
con la nariz bien grande y las manos
pequeas.
Emilio est casado con una bailarina
de la Compaa Nacional de Danza y no
tiene nios. Empezaba a salir con ella
cuando tuvo una aventura con Helen en
Mxico. Ninguno de los dos sali de la
habitacin del hotel de Acapulco donde
tenan una convencin sobre platos
elaborados a base de aguacate. Eso es
vida! Con lo que me gusta a m el
guacamole! Y luego me dice Helen que
no pego un palo al agua.
Ya te aseguro que si me ofrecieran
catar comida estupenda al otro lado del
charco y encima se me presentara la
oportunidad de folletear con un guapo y
atractivo periodista, ahora mismo
empiezo a trabajar.
Ninguno de los dos entreg su
crnica gastronmica a tiempo. Porque
en este caso no era crtica, era crnica,
ya que deban contar paso a paso todo
aquello que haban degustado sus
paladares durante una semana en
Mxico, cada uno para su
correspondiente peridico.
A Emilio desde entonces le enviaron
a Traveler y a Helen dejaron de
encargarle textos en El Mundo.
En aquella poca Helen ya viva en
Brighton con John. En la actualidad,
ambos escriben novelas que no se
venden mal en Inglaterra. Emma ya
estudiaba en Madrid entonces, se qued
aqu y no se march con su madre a la
prfida Albin. Pero se haba criado con
John, al que quiere como un padre
aunque sabe que su verdadero
progenitor es un perroflauta.
Sin embargo, los gemelos creen que
John es su padre. Los cros, que tienen
14 aos, se llaman Andrew y Morton,
porque la loca de Helen quiso hacerle
un homenaje a su amigo el bigrafo de
Lady Di ponindoles su nombre. Est
como un cencerro Helen, pero es tan
divertida! Ahora mismo voy a llamarla!
Ay, Dios mo, si sigo aqu
encerrada! Pero cmo he olvidado mi
horrible situacin!
Cuntos recuerdos tengo aqu
dentro! Deben de pasar las tres y media
y estos an siguen por ah, con su madre
medio muerta seguro y yo aqu muerta
de calor!
Voy a coger uno de esos abanicos
que, por cierto, me regal Helen cuando
nos fuimos un fin de ao a Sevilla antes
de que yo me casara. Fue la primera vez
que mis padres me dejaron irme de viaje
sola.
Tenamos 17 aos. Helen y yo nos
hospedamos en el Hotel Alfonso XIII.
Pap se empe en invitarnos. Se senta
culpable de que mam y l se fueran de
crucero por el Nilo por su vigsimo
aniversario. Yo les anim a que se
fueran solos, a que disfrutaran de una
luna de miel dos dcadas despus de su
boda. Y de paso aprovech para hacer
mi primer viaje en solitario con una
amiga.
Helen, como buena londinense, era
bastante desprendida de su familia y sus
padres le dejaron que pasara la
Nochevieja fuera de casa. Estaban
separados y la enviaron a San Juan de
Luz a estudiar en el internado donde nos
conocimos y yo pas algunos aos de mi
vida perfeccionando el francs. Pasar
los veranos en Biarritz no era suficiente
para m segn mam, as que estudi all
todo el bachiller. Pero cuando iba al
colegio en Madrid, al Loreto de
Prncipe de Vergara, tuve una institutriz
inglesa, Bridget, que me enseaba ingls
por las tardes. Nunca se me dieron mal
los idiomas.
Estas tablillas del abanico que me
regal Helen se van a salir del tornillo
que las sujeta. Le dir a Fausto que lo
apriete. Ay, si no recordaba que este
ejemplar era de hombre. Mira, la tela
que va adherida a la baraja, que se
llama pas y es muy corta. Cuando el
pas es amplio significa que es de mujer.
Los de hombre los ha popularizado
mucho Karl Lagerfeld, le he visto en las
revistas muy a menudo con uno como
este pero en color negro liso. Tambin
Jaime de Marichalar. El mo tiene
lunares. Parece que estoy viendo la
tienducha del barrio de Santa Cruz
donde Helen y yo lo compramos.
Llegamos en tren a Sevilla un 30 de
diciembre, con mil maletas porque,
aunque nos haban dicho que haca buen
tiempo por esas fechas siempre en
Andaluca, no nos fibamos. Adems,
bamos a cenar en el Alfonso XIII el da
de Nochevieja y tenamos que ir de
largo. Como Helen no tena nada que
ponerse y yo en cambio ya tena un
armario enorme a pesar de mi juventud,
cog un bal y met un montn de
vestidos largos de gala para el cotilln.
El director del hotel era amigo de pap
y le pidi que nos vigilara. Qu bien lo
pasamos. Desde que nos montamos en el
vagn hasta poco antes de llegar a
Sevilla, nos pegamos el viaje cantando
single belles en vez de jingle belles.
Una tontera que se le ocurri a
Helen y que nos haca morirnos de risa.
En efecto, ramos solteras y bellas. Y
nos mofbamos mucho en ese momento
de todo tipo de cnticos navideos. Yo
iba a pasrmelo bien, a disfrutar de mi
primer viaje sola con mi mejor amiga.
La Nochevieja era lo de menos.
La noche del 30 de diciembre, ya
alojadas en nuestra suite, decidimos
escaparnos de la habitacin por la
ventana del bao, que se comunicaba
con otra especie de bao para
empleados. El dueo del hotel, don
Antonio Mades, nos haba puesto un
botones en la puerta de nuestra
habitacin las 24 horas. l nos dijo que
ese chico estaba ah a nuestra
disposicin por si necesitbamos algo
en cualquier momento. Pero no ramos
tontas y sabamos que el chaval estaba
all para no quitarnos ojo por indicacin
de mi padre.
El servicio de habitaciones no
paraba de subirnos de todo, hasta
ostras! Pero si ramos dos adolescentes
con ms ganas de comer jamoncito que
otra cosa. Nos habamos criado con esas
finuras, sobre todo yo, y tampoco las
valorbamos, adems a Helen no le
gustaba el marisco de concha. Luego me
enter de que pap estuvo a punto de
comprar el Hotel Alfonso XIII por una
cifra altsima, as que don Antonio no
haca ms que tratarnos lo mejor que
poda para que yo regresase a casa y le
contase las maravillas de esa casa de
huspedes tan antigua.
Pap al final no lo compr. No le
salieron las cuentas y prefiri invertir en
ladrillo en Madrid y no en nada
relacionado con la hostelera. Fue
cuando adquiri el edificio de Paseo de
La Habana. Mejor dicho, el terreno.
Construy un bloque de apartamentos
amplios que inaugur a principios de los
80, cuando naci Elvira, ms o menos.
Pap fue pionero en poner plazas de
garaje por ese barrio. Qu visionario
fue. Qu buen hombre de negocios y qu
buen hombre, a secas.
Pues esa noche, la noche antes de la
cena de gala por Nochevieja con
cotilln, pero cotilln de lujo, que
conste, sin horteradas ni mscaras ni
nada, solo baile, nos escapamos por
el bao de empleados, un cuartucho que
ola a leja, y conseguimos darle
esquinazo a nuestro vigilante.
Helen haba odo hablar a sus padres
de un tablao en Triana donde bailaba y
cantaba una gitanita de nombre Virtudes,
todo un imn para los hombres ms
guapos de la capital hispalense.
All que fuimos, pintadas cual
puertas y supermodernas para parecer
mayores y destacar. Fue la primera vez
que vi fumar opio a alguien. Qu asco!
Aquello pareca un manicomio. De
pronto sala uno al escenario a contar
chistes, luego se nos acerc a vendernos
tabaco una seora gorda y alcoholizada
con un escote de aqu a Lima, despus
repar en un tipo viejo que estaba a mi
lado y que no dejaba de tocarme la
pierna
Helen se dej engatusar por un
gitano bien vestido y peinado que estaba
apoyado en una esquina del local sobre
una pared con sus azulejos mozrabes.
Sali a bailar Virtudes, huelga decir que
tena ms virtudes que defectos.
Despus sali a recitar un poema un tal
Joselu, luego a fingir que toreaba un
toro un tal Miguel ngel, de Dos
Hermanas En ningn momento
tenamos la copa vaca, pues
puntualmente vena un camarerito cojo
de no ms de 14 aos de edad y nos
rellenaba el vasito de fino.
Eso s, en ningn momento nos
dieron nada de comer. Yo estaba
superhambrienta y vena soando desde
Madrid con un buen lomito, con unas
buenas gambitas de Huelva y un buen
rabo de toro o cola, como dicen all. Sin
embargo, nos pusimos ciegas de fino,
sobre todo Helen, que no le puso ningn
reparo al gitano cuando la sac a bailar
en cuanto bajaron las luces.
Haba subido otro gitano al
escenario con su guitarra junto a una
nia pequea con un traje de volantes
hecho jirones. Se puso a rascar la
guitarra y la pequea a taconear
mientras Helen y su prncipe gitano
empezaban a restregarse mutuamente.
Cuando de pronto empezaron a orse los
quejos de una anciana que, al parecer,
cantaba muy bien segn los entendidos
all presentes, Helen y el gitano se
marcharon escaleras abajo hacia una
bodeguilla. Yo segua sentada en mi
silla y me entr un sueo tremendo.
Llevaba al menos siete finos a estmago
vaco de una marca ms cutre que To
Pepe, estaba cansadsima del viaje y me
zambull en una nebulosa. Al rato me
despert una mano fra que intent
meterme mano pero esta vez por debajo
de las bragas. Era el mismo viejo que
me tocaba la pierna y que an tena a mi
lado. Grit y corr en busca de Helen.
Me asom detrs de un pal de
botellas, porque aquello no era una
bodega, sino un almacn ptrido, y vi el
vestido corto tipo cctel de color fucsia,
mi vestido corto tipo cctel de color
fucsia porque se lo haba prestado yo y
que llevaba puesto Helen aquella noche.
Era de un color tan vivo que se poda
ver a travs de las botellas de fino. De
seda, precioso. Creo que era un
Balenciaga, encima, con una estola de
piel ideal que la estpida de Helen tir
al suelo. O quizs la tir el gitano para
desnudarla. Perdimos la estola en el
fragor de la noche.
Gir la cabeza y all estaban los dos
besndose apasionadamente. Helen tena
una cara que pareca creer que estaba en
brazos del propio Gardel, y nada ms
lejos, pues luego, cuando la saqu de
all a tortas, nos dimos cuenta de que el
desgraciado le haba robado la cartera
que llevaba en mi bolso clutch, que
tambin le prest, uno de carey ideal que
le haba robado a ta Oly de su armario.
Menos mal que lo recuper, porque si no
la ta me hubiera matado.
Cog a Helen de un brazo y subimos
la escalera corriendo para huir lo antes
posible de all. Durante el recorrido
hasta la puerta, vi que en el ropero haba
un par de seores metindose por la
nariz un polvito blanco colocado en
lneas sobre la barra de madera donde
despachaba las prendas la misma seora
gorda que nos vendi tabaco mientras la
Virtudes bailaba. Esa seora, sin
embargo, estaba fumando en pipa algo
que ola muy mal. Era opio, supe
despus. Me impact mucho ver esa
escena tan srdida. Yo tena 17 aos.
Nada, my gipsy king me ha dado a
proubar de eso. Cest magnifique!!
Darling, pourqu eres tan sousa?
Hemos venido aqu a disfrutar!
Helen me habl en su
spanfrenchglish habitual.
T ests loca! Ya son ms de
las tres de la madrugada y te recuerdo
que maana tenemos la cena de gala de
Nochevieja!!! Como se haya dado
cuenta el botones de que no estamos, no
nos dejarn asistir!!! Mi padre me
asesina como se entere. Es capaz de
volver de Egipto!
Ay, my dear We are single
and trs belles Do you remember?
Single belles, single belles, single all
the way
Logr meterla en un taxi y despus
en la cama. Al da siguiente ambas
tenamos tal resaca que apenas
articulamos palabra durante todo el da.
Ni siquiera nos ayudamos la una a la
otra a enfundarnos los vestidos de noche
para la cena. Helen llev un vestido de
lentejuelas de esmeralda de mi madre
que se haba hecho a medida en Paco
Racionero y yo un Paco Rabanne
metlico sper de moda entonces.
Apenas hablamos tampoco durante la
velada. Al terminar la cena, no quisimos
quedarnos ni al baile de despus de las
uvas.
Don Antonio, el dueo del hotel, que
nunca se enter de nuestra gran escapada
nocturna, pens que ramos muy
formales. Telefone a pap al da
siguiente para decirle que nos habamos
portado fenomenal, pero que
sospechosamente no nos habamos
relacionado con nadie, y eso que haba
ms de un seorito sevillano deseando
conocernos. Yo pienso que crey que
ramos lesbianas o monjas.
Nosotras, muertas de la resaca, ni
hicimos ademn de saludarles, y eso que
haba alguno bastante guapo y rico.
Desde entonces Helen y yo
marcamos a fuego nuestro destino: a
partir de ese momento, nos pirrara lo
prohibido. Nos asustamos porque era la
primera vez que cometamos una locura
de ese calibre. Pero tan solo fue la
primera porque despus las dos,
juntas y por separado, aunque sobre todo
Helen, iniciamos un carrern juerguista
con filia hacia las malas compaas que
ni Carmina y Beln Ordez.
Single belles, single belles, single
all the way
Qu gran frase entonces y qu gran
verdad. Ja, ja, ja. An conservo los
vestidos. Los Pacos, que llamo yo. Qu
preciosidad eran y qu preciosidad son,
de verdad. Mralos, Nada. Tengo que
volver a ponrmelos.
Facilita de querer
DIOSITO mo, qu jaqueca tengo. Ay,
Diosito mo, dnde estoy? Ay, Diosito
mo Mi cabeza est empapada en
sangre! Por qu estoy a oscuras? Flori,
la luz, prend la luz ahora mismo. Pero
qu hora es? Qu me est sucediendo?
Me qued dormida! Pero ya han de ser
ms de las 12! Qu me ha pasado,
Virgencita? Qu pas? Ay, Dios mo
Me salt de la cama y, en la negrura
de mi habitacin, toqu la pared y
avanc hasta el interruptor. Palp el
gotel de la pintura. Hice el mismo gesto
que el de esa seora ciega que siempre
se sienta a mi lado en el autobs y que
lee sus libros en braille. Ella mismita
me ense a identificar la letra A. Me di
cuenta de que haba ms de una letra A
en mi pared. Alcanc el botn pero mi
habitacin no se ilumin. No haba luz!
Me ca al suelo del susto. A medio
oscuras, observ que mi cama estaba
repletita de sangre, las sbanas lucan
como si hubieran desangrado a un cerdo
por San Martn, como hacen all en la
finca de los Ruiz del Olmo. Que una vez
acompa a los seores all y vi a un
pobre animalito morir gota a gota sobre
una alfombra.
Me cre muerta, pero de otro salto
me levant, me mir en el espejito de mi
tocador y vi cmo an brotaba de mi
frente un chorro rojo, pero lentamente,
no a borbotones. La boca me saba
amarga, a sangre. Porque mis dientitos
dorados me sangraban por las encas.
Ya tena costra, incluso parte de mi
cabello me tapaba el corte de la sien.
Qu sangre! Mi propia sangre me
haba hecho eso! Porque empec a
recordar que haban sido mis hijitos
quienes me golpearon. An estaba
aturdida, mareada, me pensaba muerta.
Muerta, matada, asesinada por mis
varoncitos.
Me acerqu a la puerta y la intent
abrir. No tena fuerzas para gritar, ni
tampoco para desatrancarla. Volv a
sentarme en la cama. Haba trozos de
cuerda en el suelo, y un papel de
celofn, como si alguien me hubiera
atado y desatado haca bien poco.
Como pude, y en ningn momento de
pie porque mis piernas temblaban tanto
que me vencan hacia mi alfombrita,
comenc a retirar las sbanas. Primero
por las esquinas, luego desenfund las
almohadas. Despus levant mi trasero,
hice un ovillo con todo el juego y lo
lanc al rincn de la habitacin, tal y
como hago a diario con toda la lencera
de esta casa, porque Doa Nada quiere
que se laven las sbanas a diario, como
en los buenos hoteles.
La seora me hace poner la lavadora
con el agua casi a 100 grados, no me
extraa que las sbanas nos duren tan
poco. El hilo egipcio no es tan resistente
como dicen. S es amoroso, pero
resistente no. Mis sbanas son de
Carrefour, pero no hacen bolitas en los
pies.
Me tumb de nuevo en el colchn.
Pero tambin estaba manchado. El
charco de sangre lo haba penetrado.
Estaba empapada incluso la funda de
toalla de rizo americano que compr la
seora en Ikea al cambiarme la cama. La
cambi a los 20 aos de estar yo
trabajando en la casa. Ya me dola la
espalda y se lo ped. Ella fue buena y me
compr un colchn nuevo. Fuimos a
elegirlo a una colchonera que hay
pegada a la casa del cartero, ese buen
hombre, el nico que me sonre de
verdad. Doa Nada le pregunt a don
Fermn y a don Fausto dnde vendan
colchones baratos. Le dijeron de un sitio
por Moratalaz. Aunque yo soaba con
tener uno como el de los seores.
Blandito, de ltex, de los que presionas
la mano y se queda marcada. Doa Nada
me lo prometi cuando el suyo lleg a la
casa. Era de una marca muy cara que
anunciaban en la televisin y que venda
un seor calvo, un presentador muy
importante ac en Espaa que se llama
Constantino, no recuerdo el apellido.
Al final no me lo compr. Fuimos a
Moratalaz y la seora eligi para m
este de gomaespuma que acumula polvo
y que me harto de sacudir todos los fines
de semana. La espalda an me duele.
An hay una tabla de madera rota que lo
sujeta. El canap, creo que as lo llaman
ac, no lo cambi. Hizo que Fausto lo
arreglara.
En ese momento, no me preocup
por mi herida, an abierta. La de fuera,
porque la de dentro saba que no
cicatrizara nunca. Deba empezar a
asumir mi desgracia. Mis propios hijos
me haban matado. Yo estaba esperando
a que me llevara el Seor. O quizs a la
Virgencita de Caacup, de la que soy
devota desde que nac. Pens que igual
era ella quien me llevara a su lado.
Esta mancha de sangre del colchn
no la quita ni el spray de color violeta
que compr en Mercadona y que me
mostr Griselda. En el frasco pone que
quita manchas de sangre, pero no me lo
creo. Es un producto oxigenado, que
llaman. Lo pulverizas sobre la suciedad
y sale espumita. Aunque yo cuando
quiero sacar la sangre de algo prefiero
usar hielo y sal, como me ense mi
mam.
An recuerdo cuando me vino mi
primera menstruacin. Mi mam no me
explic para qu serva ese dolor, solo
me indic cmo haba de lavar mi ropa
interior. Me dijo que una vez al mes me
visitara esa enfermedad, que la
tenamos todas las nias cuando nos
hacamos mujeres y que nos duraba
hasta que nos hacamos viejitas. Insisti
en que no debamos decrselo a nadie
cuando nos llegaba, solo a nuestra
mam. Jams debamos contrselo a un
hombre ni quejarnos de eso ante nadie.
Mam no me dejaba baarme cuando
me visitaba la menstruacin. Me deca
que deba esperar a que mi cuerpo se
purificase solo y parase de sangrar. Yo,
que siempre he sido muy limpia, le hice
caso, pero me resignaba a no salir de
casa porque me daba vergenza que
nadie me viera as, muy sucita.
Pero cuando me cas, dej de
hacerle caso. Volv a baarme durante
esos das. Para protegerme de mi
esposo. Eladio se daba cuenta de cuando
yo enfermaba como mujer y le gustaba
espiarme en el bao. Me deca que era
ms facilita de querer cuando estaba
as, sucia. Deca que me ola. Eladio era
violento en la cama y si se enteraba de
que yo me encontraba mal, se encenda
an ms y me persegua por el pasillo.
Eleg mal al padre de mis hijos. Si
volviera a nacer, no me casara nunca.
Todos mis pelados han salido a l.
Toditos. Incluso mi Luis Javier. Y si no,
qu hago aqu dentro metida? Me
mataron y se marcharon. Estoy muerta,
Diosito, lo s. Solo me acuerdo del
golpe que me dio mi Eladio junior. Y s
que estaban los tres: mi Csar, mi
Eladio y mi Luis Javier. Que Csar no
me proteja no me es extrao, y que
Eladio obedezca a Csar tampoco.
Pero mi Luis Javier, a quien logr
criar lejos de su padre Esto no me lo
esperaba, Diosito. Perdneme, pero no
lo merezco. No merezco esta tristeza.
Llveme consigo, por favor. No podra
vivir sabiendo que mis propios varones
han intentado matarme. Aunque quizs
ya est muerta. Muerte, venga a m.
Seguro que sus hermanos han
corrompido a Luis Javier en Asuncin
estos aos que lleva separado de m,
fuera de Espaa. Aqu tena un futuro
prometedor. Hubiera sido hasta mdico,
estoy segura. Pero la sangre, otra vez la
sangre Le devolvi a mi pas. Al pas
de su mam y de la ma. Me oy tanto
llorar cuando muri su abuelita que
quiso ir a Asuncin a despedirse de ella
cuando ya llevaba ms de una semana
muerta. All le atraparon sus hermanos,
con sus ideas malas sobre negocios que
nunca abrieron y que a m me contaron
que haban fracasado.
Ms de tres tiendas les he pagado yo
con mi salario, pero mi hermana Roberta
me ha dicho por telfono que cuando
llegaba mi giro con plata lo nico que
hacan mis hijitos era meterse en los
bares a tomar y tomar hasta que se les
acababa lo que les mandaba. A m, en
cambio, ellos me contaban que no
haban tenido suerte, que sus business,
as me decan, quebraban al poco de
montarlos Que no tenan suerte. Que
los polticos de Paraguay eran
corruptos. Que tenan que pagar muchos
impuestos, oficiales y extraoficiales.
Que si ahora abran un restaurante,
que si compraban un taxi con chfer, que
si traspasaban una ferretera Yo les
cre, eran mis hijitos Pero al final,
con el salario que me da doa Nada,
solo he pagado los vicios de mis
varones y no su futuro. Qu desgracia la
ma, ay, Seor Bueno, al menos he
dado de comer a mis nueras y nietos.
As pues, no llorar tanto, porque he
servido para alimentar a mi familia.
Entonces por qu vinieron aqu mis
hijitos? No vinieron a verme, Diosito.
Vinieron a robar a los seores! Dios
mo, metern a mis varones en la crcel!
Y yo entrar con ellos! Qu madre est
dispuesta a denunciar a sus hijitos? Me
culparn por cmplice sin yo saber nada
de sus planes! Me deportarn a mi pas
con mis escasos ahorros! Qu
vergenza, volver a Asuncin peor que
march!
Mis niitos saben que matara por
ellos. Pero por qu quieren matarme?
No oigo nada fuera, estoy muerta. Flori,
has muerto! Vendr una mujer con
guadaa No, Diosito, no, que venga la
Virgencita de Caacup, con su manto
bordado de estrellas.

Dios te salve Mara, llena eres de
gracia, el Seor es contigo, bendita t
eres entre todas las mujeres y bendito
es el fruto de tu vientre

Maldito el fruto de mi vientre! Tres
varones, tres, y ninguno me sali bien
Estall en lgrimas sobre el colchn.
Llor tanto que incluso pens que mi
llanto sera capaz de quitar las manchas
de sangre. Al fin y al cabo, las lgrimas
son agua y sal, lo mejor para limpiarla.
De pronto, en mitad de mi agona,
chill con toda la fuerza que me quedaba
dentro para desahogarme. Me rompa de
dolor la cabeza. Entonces fue cuando
escuch a lo lejos a doa Nada
responderme.
Flori! Flori! Eres t, verdad?
Soy yo, la doa, estoy aqu arriba
encerrada! En el vestidor! Flori, no te
preocupes, estamos bien, estamos bien!
Estamos vivas!
Al or a la seora surgi de m un
chorro de voz enorme cuando yo
siempre habl bajito.
Doa Nada! Mis hijitos! Qu le
hicieron mis varones? Doa Nada, est
usted bien? El Seor no nos llev an?
Dios mo, seora, lo lamento!
Perdneme! No me despida! No
denuncie a mis varones! Por favor se lo
pido. Son mis hijos!
Tranquila, Flori, tranquila!
Siguen aqu! Pero se marcharon hace un
par de horas, yo creo que para comer.
Cmo?, no la oigo bien, seora,
grite ms!
Por unos minutos dej de or a doa
Nada. Haba un piso de distancia entre
la seora y yo, 27 escaleras que haba
contado mil veces cuando pasaba el
aspirador por la moqueta que forraba
los peldaos que hay entre planta y
planta. Mi habitacin estaba abajo, al
lado de la cocina.
Cuatro puertas nos separaban en ese
momento. Primero la de mi habitacin,
el cuarto de servicio que me habilit la
seora cuando Luis Javier march. Y
despus otras tres puertas ms que
aplacaban el sonido de nuestras voces.
El biombo de la cocina, la puerta de la
habitacin de los seores y la del
vestidor de doa Nada.
Podamos ornos. Bajito, a lo lejos,
pero nos oamos. Queramos ornos. Por
una vez mi sordera desapareci, seguro
que por designio divino. Gracias,
Diosito! Pude afinar mi oreja, pegarla a
mi puerta. Logr descifrar lo que doa
Nada me deca para tranquilizarme.
Tranquilizarme, tranquilizarme,
tranquilizarme Esas palabras
retumbaron en mi cabeza lastimada
cuando ca en la cuenta de que en el
cajn de mi mesilla an guardaba unas
pastillas que doa Nada me dio una vez
para dormir cuando mi mam muri y no
pude marchar a Asuncin a enterrarla.
Por entonces los seores deban
marcharse a un largo viaje y la casa no
poda permanecer sola. Deba hacerme
cargo de los niitos, incluido el mo,
que todava estaba ac. La seora me
dio unas pldoras; an guardo una, me la
tomar. Me tranquilizaban. Me borraban
los pensamientos. Me calmaban la
angustia que azotaba mi pecho. El
sentimiento de culpa por no haber ido a
Asuncin a enterrar a mi mam an lo
tengo clavadito en el corazn.
Ahora necesito a mam ms que
nunca. Cuando su ausencia me sabe ms
amarga, un t con ans me ayuda a
calmarme. He guardado durante aos la
pastillita para dormir que me quedaba
para una emergencia. Pero me la tomar,
ahora es el momento. Quizs est
caducada, pero no me importa. Doa
Nada siempre me da sus medicinas
caducadas y me dice que valen igual.
Que las use para mandrselas a mis
nietitos. Aunque a veces lo que me da no
le sirve de nada a mi familia. No
entiendo mucho de lo que dicen los
papelitos que explican para qu sirven
las medicinas, porque estn escritos con
unas palabras mdicas que yo no
comprendo. Solo s para qu sirve la
aspirina y poco ms. Sin embargo, s
que s cuando un medicamento es para
mayores y no para nios, aunque doa
Nada me insista en que mis nietitos
pueden tomar las de los grandes, ya que
segn ella solo hace falta darles la mitad
de la dosis. Pero doa Nada no es
mdico.
Una vez vi que la seora me incluy
en el paquete con las medicinas que le
sobraban una cajita con una sola
pastilla. Me sorprendi porque solo
vena una en todita la tableta. Le el
papelito explicativo que doa Nada
llama prospecto o algo as y me di
cuenta de que era una pastilla para matar
bebs. La tir a la basura en cuanto cay
en mis manos. Dios mo, cmo pudo
darme eso doa Nada! Se tomar ella
esa pastilla para abortar? Si ya no
puede quedar embarazada! Es vieja!
Solo puede ser de doita Elvira. Mi
nia, tan joven y tomando pastillas para
matar bebs. Que pone antibaby, que yo
lo le y se creen que soy tonta. Qu
desgracia tan grande.
Me tomar yo mi pastilla. La de
tranquilizar. No vaya a asustarme
cuando la Virgencita de Caacup venga
a buscarme. Me lavar la cara. Me
frotar la sangre del pelo. He de estar
limpia para cuando la gran seora venga
a por m.
La gran seora o la pequea. Ser
doa Nada quien venga salvarme o la
Virgencita? Me dar otra oportunidad,
Seor mo? En realidad, yo no quiero
que nadie me salve. Yo no quiero vivir.
Mis hijos han intentado matarme, mis
nietitos estn al otro lado del mundo.
Sus mams no les hablan de m. No me
estiman. No me necesitan. Solo quieren
mi plata. La plata que envo desde
Espaa. Y todos esos juguetes que les
mando por Navidad y que doa Nada me
consigue del Rastrillo Nuevo Futuro y
de la Iglesia.
La seora no me da paga extra, pero
me da varios paquetes con dulces de
Navidad y otros regalos que a ella le
sobran y yo lo envo todito a mi casa.
Los disfrutan mis varones y no yo.
Aunque alguna vez he guardado un poco
de ese turrn de chocolate que a la
seorita Elvira le encantaba cuando era
un beb.
Qu sucia se pona cuando lo
descubra y se lo coma enterito! Luego
se limpiaba con el vestidito blanco que
yo despus haba de lavar y planchar.
Pero era tan linda esa criaturita, y an lo
sigue siendo, que me gusta hacerle las
cosas. Siempre me hace rer, incluso an
hoy, que est triste. Siempre tiene unas
palabras de cario hacia m. Me regala
cosas en Navidad a escondidas de su
mam. Lo que ocurre es que siempre me
da cosas que yo no uso. Igual que su
mam con los medicamentos, me da
cosas que le sobran, aunque doita
Elvira me quiere bien.
Hace dos Navidades me regal una
cajita con un cristal pequeo que se
pega en los dientes.
Swarovski, Flori, swarovski,
acurdate del nombre. Es lo ltimo,
mujer. Hazme caso. Tienes que ensear
es a piata con orgullo. Es lo ltimo,
decorarse los dientes. Mira en esta foto
a Madonna.
Y me ense una revista en la que
apareca la cantante gringa con un
brillante como el que me regal la
seorita clavado en una pala.
Flori, si encima tienes la
dentadura de oro, este brillante es lo
ms. Pero no lo vendas, no seas rata. No
vale mucho, adems, porque no es un
diamante. Es un cristal ruso o de no s
dnde que mola un montn. Mira en esta
foto esta calavera forrada de
swarovskis. Dan el pego, eh, Flori? La
ha hecho un artista ingls que se llama
Damien Hirst. Es lo ms, Flori, es lo
ms. Mi sueo es irme a Londres a
trabajar con l. Lo conseguir algn da.
Yo ahora estudio arquitectura por
empeo de mam, pero lo que yo quiero
es ser artista. Es lo mo. Yo no creo que
tenga futuro con los hombres, pero en el
arte lo tendr.
Mir esa otra foto que me ense la
nia y qued horrorizada. Era una
calavera como de santera mexicana,
como esa que tena en su habitacin,
pero sin brillantes, una pelada que fue a
trabajar a casa de los Soraluce unos
meses cuando Griselda se parti un
brazo al resbalarse cuando limpiaba la
piscina.
Yo creo que esa pelada le haca
vud a doa Matilde. En ese tiempo su
esposo, don Alfonso, hizo negocios en
Brasil y le salieron mal. De all trajo a
l a pelada que trabaj en su casa. La
conoci en un avin de vuelta a Espaa.
Griselda me deca que todo era muy
extrao, que la pelada era de Mxico
pero que el seor la trajo de Brasil y
que nadie saba de dnde haba salido.
L a pelada, que era muy guapa,
desapareca en la noche no sin antes
encender una vela a su crneo maligno,
que era como de escayola y ella haba
pintado de rosa.
Griselda me cont que una vez la vio
salir de la habitacin en la noche y que
la sigui por toda la casa. La pelada
estaba como en trance y se reuni con el
seor en el saln. All se desnudaron
juntos, guardaron sus ropas en el
armario de la entrada, donde dejan sus
abrigos las visitas, y abrieron la puerta
que lleva al garaje. Bajaron juntos, en
silencio, desnudos. Griselda peg la
oreja a la puerta y oy cmo encendan
el motor del coche grande de don
Alfonso, pero que el ruido no impidi
que oyera los gemidos de la pelada.
Yo creo que le hizo un conjuro de
amor al esposo de doa Matilde. Pero la
seora es muy lista y, en cuanto
sospech que Silvina o Silvita, no
recuerdo bien cmo se llamaba, le haba
hecho un conjuro a su marido, la ech de
la casa. Era una bruja. Pero tuvo suerte
Silvina, porque doa Matilde no la
denunci.
Doa Nada me cont despus que si
esa pelada hubiera nacido hace varios
siglos en Espaa, la habran ahorcado en
la plaza del centro comercial de Arturo
Soria, ese que est al ladito de casa y
donde hacemos la compra la seora y
yo. En el supermercado Snchez
Romero.
Ese mismo ao, don Alfonso
Soraluce perdi mucho dinero en la
Bolsa. Brujera, pura brujera. Aunque
don Ricardo dice que estaba tan triste
por la marcha de la pelada que don
Alfonso perdi por un tiempo su talento
para invertir. Ya lo recuper, menos
mal.
Doa Nada hace la compra en ese
supermercado bien caro. Yo prefiero ir
a Mercadona o a Primark. Ya me s los
nmeros de bus que tengo que tomar
para llegar hasta esos lugares baratos
para gente como yo. Aunque tambin
veo gente elegante. No suelo tomarme
ninguna tarde libre, siempre tengo
mucho que hacer, pero si un da los
seores estn el fin de semana fuera y
los nios no paran por la casa, tomo un
bus y paso la tarde en Mercadona. Me
encanta.
No compro casi nunca nada, pero me
gusta probar los productos que tienen.
Tienen bellos carmines y cremas que
huelen muy bien.
Si pasase ms tiempo sola en el
cuarto de bao de doa Nada tambin
probara sus productos de belleza, pero
me hace limpiarlo con ella delante. No
se fa de m, cree que le voy a robar
alguno de sus perfumes caros. Es una
lstima que muchos de ellos se acaben
pudriendo con el tiempo. Se lo tengo
dicho a la seora, que los perfumes se
lastiman si no se usan y quedan abiertos,
igual que los vinos. Pero a ella le da
igual. Dice que los compra solo porque
le gustan los frasquitos. Algunos me los
regala. Aqu tengo mi coleccin de
frasquitos vacos de la seora. En eso es
mala, porque aunque en ellos quede
lquido dentro, los vaca delante de m.
No quiero que huelas a perfume.
En esta casa solo has de ponerte
Nenuco. Adems, como no sales a
ninguna parte, no te hace falta me
dice.
Ella critica mucho a don Ricardo
cuando hace lo mismo con las botellas
de vino que abre y no se acaba. Cada
da abre al menos cinco, y de cada una a
veces se toma solo dos copas. En
general se trata de botellas bien caras.
Hay una que vi en una tienda que vale
150 euros. Sicilia o algo as, se llamaba.
A doa Nada le enferma que don
Ricardo beba, pero tambin que no se
acabe las botellas que empieza. Ella me
obliga despus a hacer vinagre con esos
vinos caros. Y yo le digo que se los
regalemos a Fausto, el jardinero, que
tambin le gusta tomar mucho. Pero ella
se enfurece cuando se lo digo. Dice que
prefiere que hagamos vinagre con ese
vino sobrante o que lo tire directamente
al retrete. Que Fausto ya toma
demasiado.
Yo no tomo, no me gusta, pero me da
pena que tire el vino. Una vez mezcl el
que sobraba de varias botellas y lo met
en una jarra de plstico para llevrselo
a don Eduardo, el prroco del barrio.
Me lo agradeci muchsimo, le supo a
gloria bendita, me dijo. Pero me dio
vergenza confesarle que esos vinos
eran bien caros. Le dije que haban
sobrado de una partida de barriles que
haban trado los seores despus de un
fin de semana en el campo en casa de
unos amigos.
Doa Nada se enter y a partir de
entonces me hace vaciar las botellas
delante de ella en el fregadero de la
cocina. Luego se queda un olor muy
rico. Porque a m no me gusta tomar,
pero s oler el vino. Algunos huelen a
madera, otros a yogur, otros a fresa. Es
una pena que se vayan por las tuberas.
Aunque desde que tiramos el vino por el
fregadero, nunca se atasca. Pasa igual
que con la Coca-Cola.
Esta pastilla me ha trado la paz,
pero me sigue estallando la cabecita. Ya
no me sale ms sangre, menos mal. Son
las cuatro. Lo oigo tocar en el reloj del
saln. Volver a llamar a doa Nada.
Doa!!!!, me oye usted
ahora?, me oye usted?, est bien
usted?
S, Flori, s, no te preocupes!!
Yo estoy bien, tus hijos solo quieren
robarme. Convnceles de que se
retracten o que se lleven rpido lo que
quieren y que nos dejen en paz ya! Te
hicieron dao? Ests bien?
S, estoy bien, seora! La oigo
ahora mejor! Dios mo, lo siento tanto!
Perdnenos! Perdone a mis hijitos! Y
a m tambin por traerles a este mundo!
Me puse de nuevo a llorar. Pero
sobre todo porque de pronto o girar la
llave de la puerta de la cocina. O que
mis pelados entraban en la casa. Venan
a pie, o al menos no escuch aparcar
ningn coche en el garaje, cuando desde
mi habitacin suele orse el motor de los
coches cuando paran en la casa. Les oa
rer a mis varones. Venan con, al
menos, dos peladas. Dos peladas
espaolas. Por el acento las identifiqu.
Venan tomados. Rean, gritaban,
entraron con ellas a la cocina y yo les
escuch atentamente mientras no dejaba
de arrepentirme de las veces que les
haba contado a los varones la cantidad
de dinero que entraba en la casa de mis
seores, los seores de Maier. Mis
amos.
Empec a recordar cmo les
entretena lo que les contaba de los
seores y no tanto mi da a da. Me
sorprenda el gran inters que ponan al
escuchar mis historias al telfono sobre
la familia que me daba de comer cuando
les llamaba los domingos desde el
locutorio de la calle Ulises. Solo
entonces me escuchaban con atencin y
me preguntaban el nombre del coche del
seor, la marca del ordenador de doa
Gadea. Tambin me preguntaban si don
Ricky se gastaba mucho en ropa
deportiva
Qu inocente fui, mamita! Ya
planeaban entonces lo que se queran
llevar de la casa! He sido su cmplice
sin yo quererlo! Los seores me
denunciarn a m tambin! En qu he
fracasado, Dios mo? Qu hice mal?
Venirme a Espaa y dejarlos all solos
con su pap. Eso hice yo mal. Eso hice
yo mal. Y tambin dejarlos con la mam
cuando ella ya no tena edad de criar. La
pillaron vieja y acomodada. Les
malcri. Y eso que no les falt de nada
cuando eran nios, pues yo les mandaba
mucha plata a final de mes. Pero eso no
es suficiente.
Tuve en Espaa al chiquito, a Luis
Javier. l naci aqu pero aun as no
pude ni supe protegerle. La sangre
llama, la sangre llama. La sangre de su
padre les llama. Dios mo Soy una
desgraciada. Llveme consigo
Eh, Eladio, eh. Deje de tontear
con la Paty, que hoy es ma. Deje de
tocarla as, que usted es un hombre
casado, me oye? Vaya varn, no tiene
mal gusto, eh. Es que la Paty es mucha
mujer para usted. Vaya a ver si la mam
sigue inconsciente. No la desatara,
verdad? Vaya, venga, vaya Djeme a
la Paty para m solito. Venga aqu, Paty,
hgame, hgame, le pagar como nadie
le ha pagado jams, mire cunta plata
tengo aqu guardada. Ay, aqu no, no sea
jugona. Pensaba yo que las espaolas
no eran calientes. Si trabajan hasta de
da! Qu fcil de encontrar mujeres
como usted en este pas! En Asuncin
estn harto lejos de mi casa! Bueno, no,
para eso est la hermanita pequea de
mi esposa, que vive a dos cuadras. Ja,
ja Siempre gust de m.
Vale, bro. Entrar en la room de
la mam. Le di un buen golpe. Seguro
que an duerme. La desat porque me
dio pena.
T eres idiota! Corre, ve a
verla, no vaya a haberse escapado!
No poda aguantarme las lgrimas de
pnico al escuchar a mis hijitos en ese
estado. Tanto tiempo separados de m
haba hecho mella en sus corazones.
Estaban repletos de pecado. Incluso Luis
Javier, a quien oa rer con otra pelada
de camino hacia el saln, hasta que ella
le dijo:
Pero bueno, dnde nos habis
trado? Habis asaltado esta casa?
Paty, vmonos de aqu. Si este saln
est desvalijado! Paty, vmonos ya!
Tranquila, bella. Papi le va a dar
lo que usted quiere. Tengo plata. Toda
la plata suficiente para ponerle un piso
en Madrid donde usted quiera, mi amor.
Que no, to, que no. Sultame!
Paty, vmonos de aqu! Que estos tos
son unos puteros ladrones!
De pronto, mientras un golpe de
pavor aplastaba mi estmago al or
encaminar los pasos de Eladio hacia mi
habitacin, escuch cmo una bandeja
de plata se caa al suelo de un golpe.
Volvi a haber luz. Encendieron los
plomos y mi habitacin se prendi.
Hijas de puta! Zorras!
Lrguense de aqu! Me ha tirado al
suelo toda la coca esta mala perra.
Pagu quinientos euros por tres gramos!
Dijeron que la bamos a pasar bien! Si
marchan, no las pagaremos!
Vmonos, Paty, vmonos. Que
nos van a meter en un problema bien
gordo!
Ayuda, ayuda, ayuuuuda!
O a doa Nada gritar mientras la
otra pelada adverta a su amiga de que
haba ms mujeres encerradas en la
casa. Se refera a la seora y a m,
porque yo, que iba a hacerme la
inconsciente en cuanto Eladio entrara
por la puerta de mi habitacin, empec a
aporrear la puerta en cuanto o el resto
de los gritos.
brame, mi hijito! brame! No
lastime a las peladas! Esccheme,
Eladio, Esccheme. No hagan nada de
lo que se arrepientan! -bra-me!
Se oyeron gritos y tacones calle
abajo, supongo que eran las peladas
huyendo a todo correr. Eladio irrumpi
en mi cuarto muerto de miedo, pero
seguro de volver a pegarme. Aunque al
ver mis heridas, me silenci la boca,
puso su dedo ndice en vertical sobre
mis labios, y dio un golpe contra la
pared. El gotel de mi habitacin se
clav en sus nudillos, se hizo hasta
sangre y se chup la herida. Tambin me
chup la frente y me susurr al odo:
Mamita, hgase la golpeada y
medio muerta. Tmbese en el colchn y
espere a que lo solucione yo todo. No
haga nada, me oye? Hgase la
lastimada e inconsciente. Pronto nos
marcharemos de aqu. Y tambin muy
pronto volver a buscarla. Perdneme,
pero debo volver a atarla.
Sonre a mi hijito mayor. A mi
varoncito enorme. Confi en l, le hice
caso y me tumb en la cama. Me hice la
dormida.
Csar entr y le pregunt a mi
Eladio:
Le diste bien otra vez, eh?
Pareces padre. Seguro que golpeas bien
a tu esposa. Por eso sigue contigo.
ndele pues, tela de nuevo pero fuerte,
atranque otra vez la puerta y subamos a
ver a doa Nada, que tampoco deja de
gritar. Buen susto que le voy a dar de
verdad ahora a la seora.
Luis Javier se reuni con sus
hermanos en mi habitacin y se apen al
verme amoratada sobre la cama:
Joder, cabrn, no haca falta que
le diera tan fuerte a la mam. Mire cmo
le ha dejado la cara.
Cogi mis piernitas y las coloc
sobre el colchn, pues colgaban hacia el
suelo. Me tap con una colcha que tena
doblada en una silla y que yo misma tej
con retales que le sobraban a la modista
de doa Clara, la mam de la seora.
Me bes tambin la frente. Yo tena los
ojitos medio abiertos y pude verle la
cara. Me mir con ternura mi Luis Javier
y me tom el pulso del cuello.
De pronto una lgrima corri por mi
mejilla, la cual Luis Javier recogi con
uno de sus deditos. Como si fuera agua
bendita, me hizo una cruz en la frente, la
bendicin de nuestro Seor. Abr los
ojos con pnico y me volvi a hacer el
mismo gesto de silencio, con el dedo
ndice sobre los labios, tapndome mi
rostro con su espalda para que Csar no
viera que yo estaba bien despierta.
Dejmosla descansar. Acabemos
rpido con esto y vaymonos ya de aqu.
No vaya a ser que las peladas, esas
putas, nos denuncien. Ya me encargo yo
de doa Nada. Ustedes dos vayan
cargando la furgoneta. Csar, vace el
armario de Ricky, siempre tuvo ropa
bien guapa y cara. Tambin tiene un
buen ordenador y una cmara de fotos
que podremos revender bien.
Csar coloc un poco de polvo
blanco sobre mi tocador y esnif varias
veces.
No se preocupe, est todo
controlado. Se fueron asustadas. Seguro
que tienen antecedentes y no querrn
ms problemas. Pero s, terminemos
rpido por si acaso. Yo me encargo de
vigilar a la mam y de vaciar los cuartos
de los hijos de doa Nada. Pero
encrguese usted bien de la seora. Y ya
sabe en qu sentido se lo digo. Se la ve
facilita de querer. Ja, ja, ja. Les
dejaremos solos una hora, no se
preocupen. Ser como su vis a vis en la
crcel. Cuando yo estuve encerrado en
Asuncin, a m me daba tiempo a recibir
a ms de cuatro peladas durante una
hora en la crcel, incluyendo a mi
esposa. Ja, ja A ver si est usted a la
altura. Joder, tiraron toda la coca al
suelo, queda poqusima! Eladio,
recjala del suelo con una escoba y
gurdela en un papel por poca que
quede.
Cllese, Csar, y haga lo que le
digo. Que soy yo quien conoce esta casa.
Eladio, usted deje la coca y cargue el
televisor, la cadena de msica y todos
los objetos de plata que vea en el saln.
De lo pesado se encarga usted, bro, que
para algo es el ms grande de los tres.
Dmonos prisa porque ya hemos armado
mucho ruido, no vayan a enterarse los
vecinos o aparezca don Ricardo, Ricky
o Elvira.
Esa Elvira est rica?
Csar, olvdese de ella. A esa
dama ni tocarla. Tampoco su ropa
interior, que ya le conozco. Es la
hermana que nunca tuve. A su hermana
Gadea, en cambio, podra hacerle todo
lo que usted quisiera. Es mala esa mujer.
De chiquita ya lo era. Es toda suya si
aparece, por m como si la mata, pero no
creo que venga. Ya est casada y no
creo que pare mucho en esta casa. Nunca
fue cariosa con su mam.
Mis hijitos salieron de la habitacin
y volvieron a atrancar mi puerta. Esta
vez no me ataron. Yo solo oa de lejos
los gritos de doa Nada. Los pasos de
dos de los varones subiendo la escalera
y a mi Eladio abrir la nevera.
Gazpacho! Gazpacho de la
mam! Hace aos que no lo tomo. En
Asuncin nadie lo sabe hacer.
Eladio debi de beberse de un trago
la jarra de gazpacho que hice la noche
anterior por orden de doa Nada. Le o
tragar, tragar, tragar Y una exhalacin
de placer al terminrselo entero.
Lanz la jarra sobre el fregadero,
que se rompi en mil pedazos con el
golpe, cuando o de nuevo a doa Nada
chillar
Me abrac a un corazn con brazos
de peluche que me regal doa Elvira y
volv a rezar.
Berberechos con
arena
FLORI, cielo, Flori!!!!!
Ests bien? grit.

O subir las escaleras a dos
personas. Dos de los varones, que
llamara su madre. Pero uno de ellos
gir al otro lado del pasillo y se dirigi
hacia las habitaciones de Elvi y Ricky.
Escuch cmo sus pasos se alejaban de
mi puerta.
Deban de ser las cinco de la tarde.
Entonces un brote de esperanza recorri
mi cuerpo. Yo oa vibrar mi mvil sobre
la cama, quizs era alguien que se
diriga hacia aqu. Pens que estaran
preocupados por m, ya que no coga el
telfono y llamaban con insistencia.
Mi mvil no paraba de vibrar.
Aleluya! Con lo que siempre me
molesta.
Mierda! Es muy habitual que yo no
coja el telfono. Maldito trasto! Desde
que Elvi me puso un iPhone me agobio
muchsimo cada vez que suena, es un
horror. Quizs la persona que llama no
insiste mucho ms y tira la toalla. Me
suele ocurrir. Vaya broncas que me echa
Marga por eso. Mis amigas no suelen
llamarme a no ser que sea algo urgente y
lo hacen al fijo de casa. Mensajes, eso
s, me envan cientos, las muy pesadas
Pero el fijo apenas suena, como todos
tenemos mvil Adems, los nios y
Ricardo se han acostumbrado mucho a
escribirme whatsapps, algo que me
encanta. Los whatsapps s que los
contesto siempre.
Ah va! Si me han enviado alguno y
no lo he contestado seguro que alguien
se preocupa por m! Como todos me
habrn enviado fotos el da de hoy
Esa ser mi salvacin! Les extraar
que no les conteste!
Seguro que Gadea me ha mandado
imgenes de Pedrito en el campo
estrenando la ranita que le regal el otro
da y que compr en Nanos. Y Elvi y
Ricky tambin me habrn enviado
vdeos haciendo el sinvergenza por ah.
Ricardo, claro, nunca me manda nada.
Ese no se preocupar jams por m, no,
si un da le da por hacerlo se le seca una
pierna. Ahora mismo estar intentando
mejorar su mierda de handicap o
tajndose en el bar a pie de campo,
como siempre. Ese hombre, l s que
tiene un handicap, pero no el de golf
Si salgo de aqu con vida me divorcio.
Vaya si lo hago.
Con un poco de suerte mis nios se
preocuparn por m, pero an son las
cinco de la tarde de un domingo de
verano y tanto a Gadea como a Elvi les
dije que me iba a pegar el da
deshaciendo maletas y ordenando el
vestidor. Saben que es lo que ms me
gusta del mundo y lo que ms me
entretiene. Estoy perdida, Seor! No
me llamarn!
Haz memoria, Nada, haz memoria
con la contrasea de la caja fuerte, pues
la tiara est protegida. No creo que la
recuerden estos imbciles. Su madre no
ha podido hablarles de ella y, si lo ha
hecho, les dir lo que cree, que la tengo
bien guardadita en el banco. Qu bien
hice en no comentarle que la haba
sacado para tasarla. Suelo contarle todo,
porque me fo completamente de Flori.
Pero por una bendita casualidad no se lo
he dicho y ahora me quedo ms
tranquila. No por ella, es que sus hijos
contaran con la tiara en el robo para
salir de pobres. Aunque supongo que
ellos sabrn que este ejemplar no es
fcil de vender, pues es tan nico, tan
exclusivo que cualquier polica de tres
al cuarto sospechara, incluso cualquier
comprador del mercado negro
denunciara su venta por la recompensa.
Menos mal que El grito de Munch
apareci. Su dueo tuvo la suerte de las
Koplowitz, aunque de ellas se lleg a
decir que hallaron El Columpio de Goya
bajo la cama de un puticlub. Ja, ja, ja. A
saber si es verdad. Pero esa leyenda
tena gracia. La de polvos que tuvieron
que echar encima de esa obra de arte. Si
lo llegan a saber las putas Ja, ja, ja
Mi tiara es como el Cdice Calixtino. Si
la roban estos intiles, no sabrn qu
hacer con ella, les queda grande. Como
ese pobre electricista que lo rob de la
catedral de Santiago y al que cazaron en
seguida.
Aunque s podran desmontar la tiara
y venderla por piezas. Por separado
conseguiran de ella una fortuna. Me la
tasaron en un milln de euros, pero vale
mucho ms, estoy segura. Cada brillante,
cada esmeralda, cada perla Es un
autntico tesoro. Igual que el resto de mi
joyero. Joder, eso s que lo ha visto
Flori! Hasta el da que me pill con la
guardia baja despus del aborto de
Pierre le dej probarse mi pulsera de
zafiros con anillo a juego. Una pulsera
que Ricardo me trajo de Mxico y que
parece una salamandra. Tambin me ha
visto los pedruscos de pedida de ambas
bodas. La sortija de Pablo, que me pidi
de vuelta Marichu cuando nos
divorciamos y yo me negu a drsela
porque no se trataba de una joya
familiar, y la de Ricardo, que es un
ejemplar de su bisabuela, un topacio de
color amarillo cuajadito de brillantes.
Seguro que esta indocumentada le ha
contado a sus bastardos que yo tengo
todo ese joyero aqu dentro. Ms los
collares de perlas australianas, los
pendientes de oro que cada ao me
regala Ricardo y que compra en Grassy,
los brazaletes de Surez, las sortijas de
Gucci, la coleccin de pendientes de
perlita que me compraba ta Oly en
Aguayo y Arturo cada ao
Ay, Dios mo! Menos mal que an
no he heredado el joyero de mam! Ella
s que tiene joyones! Como los sigue
usando, en alguna ocasin le pido
alguno, qu bien que an no me ha dado
por quedrmelos!
Por si fuera poco, ahora con la crisis
el oro cotiza al alza y yo no tengo nada
de plata: todo es oro amarillo, brillo y
mate, y lo que parece plateado es o
platino u oro blanco.
Pero lo peor es que, como recuerden
mis joyas, tambin querrn llevarse mi
coleccin de Trifari, que brilla
muchsimo y estos ignorantes creern
que es buena. No tienen ni puta idea de
lo que vale esto y al ver brillantes y
dorados, aunque se trate de rodio
pintado y cristales, oh, no, se lo
llevarn! Si su madre lleva dientes de
rodio, imagnate cuando vean esto!
Querrn fundirlo para ponerle fundas a
toda su prole!
En el fondo no se equivocaran
llevndoselo todo, porque hay tesoros
autnticos en esta coleccin de bisutera,
piezas cuyo diseo es ms valioso an
que una joya buena nueva a estrenar.
Qu pena tan grande que ahora lo
vintage solo se lleve en ropa y no tanto
en joyas. Las imbciles de las amigas de
Gadea se pirran por que sus anillos de
compromiso sean de Tiffany
simplemente porque los llevaba Audrey
Hepburn o los anuncian famosas de serie
B en el Hola!. Qu idiotas. Mucho
mejor una joya de familia o algo antiguo,
esas piezas siempre tienen algo que
contar. En Durn, Ansorena y Brcena
hay autnticas preciosidades.
Uy, oigo respirar a alguien tras la
puerta.
Me crec y me encar.
A ver, desgraciado, qu quieres
ahora. Me vas a matar al final? No
tienes cojones! Qu le habis hecho a tu
madre? Pues mira, la podis callar con
cinta americana que tengo en el primer
cajn de la cocina. Tapadle la boca con
eso. Permanece atada? Estoy segura de
que lo habis hecho. La desatarais al
meterla en su cuarto, verdad? Que tu
madre tiene problemas de circulacin.
Que s, doa. Qu buen odo tiene.
Cmo sabe que la atamos?
No es difcil averiguar que la
atasteis a una silla o algo similar.
Escuch cmo sonaba el celo de
embalar al despegarse del rollo y
tambin cmo golpeabais a la pobre
Flori. Qu le habis hecho ahora, que
no la oigo?
Duerme plcidamente, no se
preocupe. Pero ahora cllese, doa
Nada. Ya recuerda la contrasea?
Tengo una hora para hacer que recuerde,
pero no ms. Y estoy dispuesto a hacer
lo que haga falta para ello. Voy a entrar,
doa Nada. Pguese a la pared.
Antes de escuchar su voz, estaba
convencida de que el captor que estaba
al otro lado de la puerta era Csar, a
quien fui perdiendo el miedo a lo largo
de mis horas de encierro. Pero era Luis
Javier. Estaba tan nerviosa que no
distingu sus voces.
Me dio apuro hablarle as. Una
mariposa se pos en mi estmago en
plena chulera. Porque de pronto se me
aplac la angustia y me mir en el
espejo. No quera que me viera sudada y
sucia, aunque una vez que cruz el
umbral de la puerta con su llave en la
mano se ruboriz al verme. Y yo
tambin. Esa vocecita que me acompaa
desde que Luis Javier se march y que
me tildaba de enferma cuando lo vea se
hizo ms baja y, sin embargo, surgi otra
que me animaba a gritos a verle con
otros ojos.
Vamos a ver, Luis Javier. Me
quedo con vuestra madre, de acuerdo.
No os denunciar. Pero controla a tu
hermano Csar. Si me aseguras que no
habis matado a Flori, que no me habis
destrozado la casa y que solo os llevis
los cinco mil euros que habis
encontrado en la mesa del despacho de
mi marido y alguna pijera tecnolgica
de mis nios, podis iros sin temer nada.
No os quiero en mi vida. Tendris que
darme vuestra palabra.
Doa Nada, sintese. Csar no se
conforma con eso. Es poco para l.
Pero si podrais rehacer vuestra
vida con todo ese dinero y con lo que
saquis de todos esos aparatos absurdos
y caros! Qu ms queris?
El nmero de la caja fuerte, doa
Nada. No la hemos presionado a usted
mucho hasta ahora porque sabemos que
su matrimonio con don Ricardo no
funciona y creemos que quizs usted no
sabe la clave. No se extrae porque nos
lo dijo la mam, que usted y don
Ricardo ya no se aman. Sin embargo,
usted es la nica que le conoce bien y
puede adivinar la clave. Y, adems, si
no lo consigue, podra llamarle delante
de m a don Ricardo para pedrsela.
Te crees t que me la va a dar
con facilidad! Se creer que es para
irme de compras, porque sabe que en
Dior son capaces de abrirme la tienda
solo para m un domingo, ya que soy su
mejor clienta
En ese preciso instante repar en que
quizs Ivo, el dependiente de Dior que
iba a traerme a casa esa tarde el vestido
de terciopelo para el cctel del martes
en la embajada, era el que me llamaba
con tanta insistencia al mvil. An
notaba yo vibrando mi iPhone sobre la
cama. Qu suerte he tenido yo de contar
con un odo tan fino. Y eso que me he
cagado en mis muertos en ms de una
ocasin por tener tan agudo ese sentido.
Mi buen odo siempre me ha perturbado
para conciliar el sueo. De toda la vida
he sido capaz de escuchar el segundero
de un reloj metido en un cajn, de
despertarme con un ronquido suave pero
que en mis orejas retumbaba como un
serrucho. En cambio, ahora agradeca
ese don. Ya no lo vea como una
desgracia.
Me sonre al caer en que quizs Ivo
me iba a salvar. Dior, mejor dicho.
Al sonrerme acordndome de una
ms que factible posibilidad de
salvacin, Luis Javier se crey que le
sonrea a l. Entonces volvi a posar sus
ojos en mi escote. En vez de asustarme,
me ruboric. Otra vez. Pero en esta
ocasin no me sent una vieja verde.
Pens que, de pronto, volva a tener 20
aos.
Doa Nada, har lo posible
porque mi hermano no la lastime, pero
no me subestime usted a m. He
cambiado en estos diez aos, soy ya
todo un hombre. Una mujer como usted
debera asustarse ante gente como
nosotros.
Y que lo digas le dije, con un
tono de voz propio de una mujer
ordinaria de esas que celebran las
despedidas de soltera con un boys y
observan con ojos lascivos a los
strippers.
Pero es que Luis Javier, en ese
momento, era un autntico dios de bano
para m. Con sus labios carnosos, su
pecho firme, su miembro erecto
apuntando hacia mi sexo. Verle era
como abrir una lata de berberechos que
te saben a gloria aunque a veces tengan
un poquito de arena y te hagan chirriar
los dientes.
Me encanta sentir grima por algo.
Me fascina sentir una punzada en la
cabeza cuando por error muerdo papel
de plata o me tomo un berberecho con
arena. En ese momento, Luis Javier era
un berberecho con arena. Un autntico
paraguayo, como la fruta. Dulce al
principio, agrio al morderlo, cido al
saborearlo. Aunque prefer verle como
una lata de berberechos de las que abres
con hambre y te sabe a poco, una de las
latas que te comes de una sentada y
luego hasta te bebes de un trago el
vinagre, agua y limn que mantiene el
marisco hmedo.
Debera tenerme miedo, doa
Nada. No entiendo por qu ha abierto
usted champn, es que est usted para
fiestas ahora? Veo una botella all en el
suelo, oculta bajo la cola de esa bata de
seda que lleva puesta y le hace tan sexy.
Le gusta lo bueno, eh? A m tambin.
Luis Javier volvi a acercarse a m e
introdujo su nariz en mi pelo. Respir
profundamente, comprob que sobraba
un culn de Mot rosado imperial y se
agach a recoger la botella, que
reposaba de pie sobre la moqueta. Sin
mediar palabra y sin yo poner ningn
tipo de resistencia, me quit el camisn
de Guezal y verti las sobras de
champn sobre mi cuerpo.
Al principio agradec el frescor que
recorra mi pecho. Estaba muerta de
calor. Sudada, con restos de maquillaje
en la cara. Pareca una corista de los
aos 30 en su camerino pidiendo a
gritos a su doncella un ventilador cegada
por las bombillas que rodean el espejo
de su tocador. Enseguida esa sensacin
trmica se alej de mi cara y empez a
brotar de mi vientre. Con cuidado, Luis
Javier me coloc sobre la chaise longue
de la poca de Paulina Borghese que
compr hace unos aos en el anticuario
de Ramn Portuondo, tir al suelo todas
las prendas que haba encima y que me
haba probado durante mi cautiverio y
me acarici las rodillas.
Se acerc a la puerta y cerr por
dentro con llave. Mientras recorra los
10 metros que separaban mi cuerpo de
la entrada del vestidor, Luis Javier se
quit la camiseta de tirantes y se
desabroch la bragueta. Un joven
excitado se acerc a m.
No me asust, ms bien al contrario.
Me sent tan atrada hacia l como
cuando Pablo llegaba en tren a la
estacin de Biarritz y ambos corramos
uno al encuentro del otro. Pero en esta
ocasin no me mov, no haba casi
distancia entre nosotros. Solo me limit
a abrir las piernas y a arquear mi
espalda. Luis Javier me penetr una y
otra vez mientras se beba el champn
que quedaba sobre mi cuerpo y que mi
piel no haba absorbido an. Observ
que mientras me embesta se miraba en
el espejo redondo que haba sobre el
tocador situado al lado del secreter. Le
daba morbo ver cmo me haca el amor.
Porque era amor lo que me hizo. No me
viol. Me hizo el amor con ternura, con
pasin. Como nadie me lo haba hecho
antes. Ni Pablo, ni Ricardo, ni Pierre
Luis Javier haba nacido para eso. Para
hacerme feliz, aunque fuera por tres
minutos. Esa era su misin en la vida y
no robar.
Mi amante tard lo justo y necesario
en llegar al clmax, ese momento exacto
en el que una dama ya est satisfecha
pero an no est cansada. Justo antes de
contarme al odo que haba alcanzado su
orgasmo, me grit:
Dgame la clave, seora,
dgame la clave!!!
No pude evitar sentirme Edurne
Pasabn a la hora de alcanzar la cima
sin necesidad de acariciarme y grit:
0039!!
Efectivamente, me acord de la
clave de la caja fuerte en pleno apogeo
sexual. Se trataba de la edad de Ricardo
cuando naci Ricky.
Exhausto sobre la moqueta, porque
llegamos a caer al suelo tras tanto trajn,
Luis Javier me abraz, me bes la frente
y se visti con la misma rapidez con la
que se haba desnudado poco antes.
Sali del vestidor con sigilo y me
volvi a encerrar.
Luis Javier, Luis Javier, Luis
Javier!! le llam, pensando
errneamente que el mero hecho de
acostarse conmigo significaba que me
iba a liberar. Qu equivocada estaba.
De pronto, o cmo mi amante
entraba en la habitacin de Ricky, de
donde se oan unos golpes como si
alguien estuviera tirando abajo los
tabiques.
Pero qu haces? Solo coja la
ropa y el ordenador! Tambin el
televisor, la play y la Wii! No creo que
tenga nada ms de valor el seorito.
Pero bueno, esccheme lo mejor que le
traigo: tengo la clave, tengo la clave,
tengo la clave! Vamos, bro,
acompeme al despacho de don
Ricardo!
Saba yo que esa zorra lo acabara
soltando. Te la tiraste, no? Eres un
cabrn, un descalzaputas. Ja, ja, ja le
espet Csar.
Escuch cmo los hermanos se
chocaban las palmas y se rean mientras
yo volva a cubrir mi cuerpo desnudo.
Me haba utilizado. Luis Javier me
haba utilizado. Me ech a llorar una vez
ms. La nmero 20, al menos, en lo que
iba de da. Pero me mir al espejo y me
sonre. Haba pasado el mejor momento
de mi vida con un hombre. En realidad
me daba igual el dinero. Que se llevaran
las sobras del banco que mete Ricardo
en la caja fuerte. De hecho, pens que
con ese encuentro asombroso ya haba
tenido sexo de sobra hasta mi muerte.
No crea que fuese a disfrutar con
alguien as hasta mi prxima vida. Se me
fue tanto la cabeza que incluso me
pareci justo que Luis Javier me robara.
l lo vala. Su cuerpo y su destreza en la
cama lo valan. Menos mal que Dios nos
puso a las hembras machos como l
sobre la tierra. Y yo cat a uno de ellos.
Bufffff. Qu suerte he tenido de probar
un paraguayo as en pleno verano. Qu
sofoco. Pero no de menopausia.
No funciona, bro. No funciona.
Seguro que es 0039?
S, eso me dijo la doa. Pero no
pruebe usted ms veces. Creo que a la
tercera errnea se bloquea y se emite
una llamada directa a la polica. Ir de
nuevo a preguntarle a la seora Nada.
Si tienes que volver a follrtela,
hazlo.
Hable usted bien. Yo por m
encantado, pero creo que me dijo la
verdad la seora y no me har falta
volver a encamarme con ella.
Entonces entremos con su telfono
y que llame directamente a don Ricardo
para que le diga la contrasea. Que se
invente cualquier excusa.
Vale, ok, bro. Pero no se ponga
nervioso. Doa Nada funciona mejor
con delicadeza.
Ja, ja, ja, no se habr enamorado
usted de semejante vieja! Bueno, le
entiendo, est bien buena a su edad.
Pero no lo olvide. Est usted encoado,
as que cuidado.
Luis Javier y Csar entraron en la
habitacin mientras yo senta que Eladio
prosegua destrozando la planta de abajo
y cargando una furgoneta.
Doa Nada, no nos ha mentido,
verdad? La contrasea no sirve. La
caja fuerte no se abre, me ha odo?
Dnde tiene usted su mvil? Dnde lo
tiene? Responda!
Est encima de mi cama. Debe de
quedarle poca batera. Lleva todo el da
sonando. Quizs mi familia est
preocupada por m porque no han sabido
nada de m durante horas. Y eso es
extrao. Marchaos ya si no queris que
os pillen.
Miente usted otra vez, doita. La
mam nos cont que andaran ustedes
dos solas hoy domingo en la casa hasta
la noche. Y que nos haran una cena de
bienvenida maana lunes a los tres
hermanos. Sigue en pie la idea, verdad?
Ja, ja, ja
Si nos dejis en paz, soy capaz de
que quede esto entre vosotros, Flori y
yo. Como en aquella pelcula de Barbra
Streisand que se llamaba El prncipe de
las mareas y en la que la madre del
protagonista, Nick Nolte, un actor que
no conoces seguro por inculto, nunca
jams denunci una violacin mltiple
en su propia casa por vergenza ajena.
Prosegu:
Lo que quera deciros es que ya es
imposible que nadie se entere de esto. Si
hubierais procedido de otra manera
S que habis dejado huellas por todas
partes, de hecho me habis destrozado
toda la casa y eso no podr ocultarlo.
Ricardo os denunciar.
Cllese!!
Csar me levant la mano y empez
a ponerse nervioso, esta vez de verdad.
Comprob que el tiempo corra en su
contra y, sabedor de que no sera capaz
de, finalmente, matarme a m y a su
madre, cogi mi iPhone de encima de la
cama y me lo puso delante.
Conteste a todos sus mensajes en
mi presencia y asegrele a todo el
mundo que le ha escrito que est usted
bien. Tambin pregnteles a sus hijos y
a su esposo a qu hora llegan a la casa.
Hice lo que me dijo Csar, que no
apart los ojos de la pantalla en ningn
momento.
No le cuesta mentir, eh, doa
Nada? me dijo Luis Javier, que an
me miraba con cara encendida
satisfecho de haberse acostado al fin
conmigo despus de demasiados aos de
sueos hmedos.
La sinceridad est sobrevalorada
le contest, dndole una leccin a ese
nio que solo saba comportarse como
hombre en la horizontal.
En apenas un minuto, Ricky, Elvi y
Gadea contestaron a mis whatsapps
forzosamente habituales.
Mami, llegamos sobre las nueve.
Resacn en Las Vegas. La despe de
Juana, genial, me escribieron los
pequeos.
Mira qu ideal Pedrito con el peto
de Nanos. Para comrselo. Cmprale
otro en color burdeos, porfiiiiiiiiiii, se
lea en el mensaje de Gadea, que envi
otro despus en el que pona: Abu, te
quiero. Toy muy guapo. Fdo.: tu
Pedrito. Qu bobadas hace Gadea
para conseguir de m lo que quiere! Qu
poco me conoce porque a m esos
mensajes me parecen una horterada
propia de abuelas coraje, algo que yo no
soy. Mi nieto es una monada, pero no
soy de las seoronas que dan la plasta a
los dems ensendoles fotos de su
nieto. An me tiene que caer bien
Pedrito, pues no le conozco, todava es
beb. Es cierto que le quiero
simplemente por existir, porque es el
hijo de mi hija, pero como haya salido a
ella, pues no s qu har. Y si ha salido
a su padre? Ah s que me muero!
Muy bien, doa Nada. Todo est
controlado. Pero tiene usted varias
llamadas perdidas de un tal Ivo. Quin
es? Conteste! A ese tambin envele un
whatsapp y dgale que est bien. Quin
es?
Comprob que Ivo iba a ser mi
salvacin tal y como predije. Hasta ese
momento no tena noticias de l. Es
decir, no tena noticias de Dios, ni de
Dior. Pero por fin alguien dio seales!
Sin embargo, no saba qu decirles a
mis captores para que no sospecharan
que l vena hacia la casa
probablemente en ese mismo instante. Si
bien, quedamos en que viniera a las
ocho. Piensa rpido, piensa, Nada, me
dije a m misma.
Ivo es mi amante, va a venir a
buscarme hoy sobre las seis para dar un
paseo.
Un paseo con final feliz, no?
Eso no hay quien se lo crea, doa
Nada! Ya nos cont la mam que usted y
don Ricardo ya no se quieren, pero lo de
tener un amante no me lo creo. Miente
usted otra vez!
Csar volvi a levantarme la mano
hasta que Luis Javier se la cogi por
detrs.
Tal y como se desenvuelve la
seora en la cama y lo atractiva que
est, seguro que es cierto que tiene un
lover. Adems, yo de nio vi cmo se
besaba en la despensa con un seor que
no era don Ricardo despus de una cena
que se celebr en la casa. Era un francs
que paraba mucho por ac. Doa Nada
le dijo a su esposo que el francs era
maricn, que no era hombre, pero
minti. Vi que el francs la bes en la
cocina igualito que yo la bes antes.
Doa Nada no es mujer de un solo
hombre. Crala. Seora, Ivo es el seor
de entonces o es un nuevo amante?
Es otro. Alguien muy joven
contest.
Vaya, vaya, est usted hecha un
puma. Bueno, pues si es cierto, llame a
Ivo ahora mismo delante de m y dgale
que su esposo ya est en la casa y que no
podr verle hoy. Dese vida, seora, que
este tipejo vendr pronto y puede
ocurrirle algo malo sin merecerlo!
Porque no querr que le matemos,
verdad?
Marqu el nmero de Ivo y me
invent una estrategia para que l
sospechara de mi cautiverio y viniese
rpido a buscarme. Pens que le
hablara en un lenguaje extrao para que
l comprendiera que algo malo me
ocurra. Sonaron tres tonos.
Nada, cmo ests?
Yo solo permita que Ivo fuera el
nico que me tutease de todo el personal
de la tienda de Dior de la calle Ortega y
Gasset.
Bien, querido. No puedo verte
hoy.
Entonces, no te
Interrump a Ivo porque Csar puso
el altavoz de mi iPhone No fuese a ser
que se le escapase que tena que traerme
un vestido y que as mis captores
descubrieran que l no era quien ellos
crean.
Le cont una historia impropia de
m, algo que solo l identificase que era
un mensaje subliminal para l.
Y, claro, tena que ser una locura
contenida, no quera que me tomara por
bipolar o borracha. Lo cierto es que ya
nos conocamos bastante, yo creo que
me tena por una mujer sensata y cuerda,
as que le dije sin pestaear:
Dale recuerdos a Marshall
McLuhan.
Uy, Nada, ha habido aperitivo con
verm, eh? Nunca imagin que supieras
quin es McLuhan
No me subestimes, querido, que
yo estudi Filosofa. Te estaba
esperando en casa con un camisn
precioso con abertura a la espalda justo
hasta donde esta pierde su nombre, pero
se te ha adelantado Ricardo. Tampoco
puedo salir ya de aqu, los nios estn al
caer. Este domingo no podr ponerme el
trench para pasear contigo por el Retiro
y me metas mano detrs de un seto.
Nada, ests bien?
Cmo quieres que est, si no voy
a poder verte, mi vida?
Eres una cachonda, vaya coa que
te traes
No es broma, mi Ivo. Mi amor. Te
quiero. Te llamar maana. Te amo, mi
Ivo, te amo.
Colgu. En ese momento no supe si
Ivo haba captado el mensaje. Mi
mensaje en clave. Siempre haba
pensado que era un tipo muy listo. Que
quizs caera en la cuenta de que algo
me pasaba, que por eso me haba
comportado as. No s cmo se me pudo
ocurrir lo de Marshall McLuhan. Saba
que el chico estudiaba Periodismo, y a
ese seor lo estudi yo tambin en
Filosofa y Letras. Estaba segura de que
le poda hacer una broma con eso, como
siempre, pero una broma inconexa. La
moda era el mensaje en nuestro caso y
no el medio, como deca el tal McLuhan.
El traje que me tena que traer a casa
arreglado esa tarde era como una
llamada de urgencia, de pnico. Un SOS
a gritos.
Por un lado, pens que era un tipo lo
suficientemente inteligente para caer en
la cuenta de que algo no marchaba bien.
Pero luego me sent mal. Empec a
temer que, si era tan listo como crea y
apareca en mi rescate, era posible que
le pasara algo muy malo.
Mi mvil empez a sonar con
insistencia. Oh, no! Era Ivo! Seguro
que no haba entendido nada y pens que
se trataba de una locura ms propia de
clienta rica! O que me haba dado un
ictus! O que estaba pedo sola en mi
casa!
No lo coja, doa Nada. Envele
un mensaje y confrmele que no le podr
ver hoy. Que su esposo est en la casa y
que no podrn encamarse. Vaya mala
mujer est usted hecha Bueno, lo har
yo directamente, no vaya a ser que me
engae y se aproveche de mi bondad.
Que bastante bien la estoy ya tratando.
Debera haberla liquidado, igual que
hacen en Ciudad Jurez o, sin ir ms
lejos, en alguna barriada de Asuncin.
Si no lo he hecho ya es porque hemos
dejado llena de huellas toda la casa. Y
porque su familia al completo saba que
bamos a venir hoy. Por un robo absurdo
como este, la polica no mover un
dedo. Habremos huido bien lejos cuando
ellos lleguen. Si es que llegan, claro.
Porque su familia llegar antes.
Su familia! Venga, escriba rpido
ese mensaje al seor Ivo, que la doa ha
de llamar ya a su marido para que le
escupa la clave. Venga, bro, que van a
dar las siete y a las nueve vienen los
hijos de la seora!
Vi cmo Csar le escriba a Ivo.
Estaba muerta de miedo, pero fue lo
mejor que me pudo pasar. Ivo saba de
mi aversin hacia las faltas de
ortografa, se lo coment una vez y me
acord de esa conversacin. Csar
escribi unas cuantas en el mensaje
supuestamente escrito por m. Valiente
y torpe subnormal! Cualquiera que me
conozca hubiera cado en que yo no
escribo as. Que soy superpulcra al
teclado y que no puedo soportar el
diccionario del iPhone, que si tardo
mucho rato en escribir un mensaje es
porque lo reviso siempre y jams me
falta una tilde ni se me cuela una hache
por mucho que me sustituya palabras el
diccionario del iPhone. Por algo me
licenci con honores en Filosofa!

En mi supuesto mensaje hacia Ivo, el
gilipollas de Csar escribi: Ivo, no
devo verle hoy. Ricardo ha yegado ya de
jugar al golf. Te amo. Te telefonear
maana. Besos.
Csar escribi debo con v. Llegado
con Y. Le dijo a Ivo te amo cuando
eso en Espaa no se estila, solo lo
emplean los cursis. Tambin dijo
telefonear. Adems le llam de
usted! Disimul como pude mi alegra.
Ivo y Dior vendran a por m. Empec a
ponerme nerviosa. A mirar con fruicin
mi vitrina de los relojes. Ninguno estaba
en hora, pero, calculando que haban
tocado ya las siete en el saln, me fij
en cuntas horas de retraso llevaba mi
Rolex de oro y brillantes y empec a
saber con exactitud qu hora era.
Hacen falta tablas para robar y
hacer el mal! Y justo a m me toca un
malo tonto! De los supuestamente
peligrosos, aunque al final no lo era!
Ah mismo se descubri Csar. Solo me
haca falta esperar a que mi salvador, mi
salvador bachiller, lase, con
estudios y tan til como la marca de
maletas y bolsos, llegara a casa. Mi
salvador, al ver cmo haban destrozado
el saln y el enigmtico silencio que
inundaba mi torre de marfil, sospechara
que algo horrible ocurra.
Y ahora llame a don Ricardo,
seora. Venga! Invntese algo rpido y
squele la clave de la caja fuerte.
Cuanto mejor lo haga, antes
marcharemos y las dejaremos en paz.
Ok, ok, ok asent fingiendo
temor, cuando ya estaba al fin viendo luz
al final del tnel.
Marqu el nmero de Ricardo y,
cosa extraa, cogi el telfono
enseguida. Era el manos libres del
coche. Estara de vuelta a casa! Por un
momento pens que l me iba a rescatar
y que con esa proeza seramos capaces
de salvar tambin nuestro matrimonio!
Nada, me viene bien que me
llames, porque me voy a cenar a
Horcher con Rafael. No te importa,
verdad? Qu tal el da?
Me manifest ms agradable que de
costumbre para que l tambin
sospechase algo. Pero no hubo manera.
l segua a lo suyo con sus cosas, antes
muerto que alguien le cambiara el plan.
As que, despus del gesto de amenaza
que me puso Csar, me aliger en la
conversacin para conseguir que me
soltara la clave de la caja fuerte.
Tesoro, vers, te llamo porque
necesito la clave de la caja fuerte.
Pero qu dices? Qu diablos te
has tomado, Nada! Ya me ests
provocando otra vez! A qu viene todo
esto?
Tiene gracia que me digas esto,
cario
No pude contenerme, pero me
retract y volv a ser amorosa con l
para que se sorprendiera.
Vers, han venido a traerme el
vestido de Dior que tuve que
arreglarme, te acuerdas? Es que tengo
que pagarlo al contado. Me dej la
cartera en otro bolso y no pude pagarlo.
Pero qu pasa, Nada? Si nunca te
han puesto pegas. Vas maana y lo pagas
en la tienda.
Ricardo, venga. S que has
cambiado la contrasea, porque ya no es
0039, que la he probado. Maana no
podr acercarme y as lo dejo todo
pagado. No me hagas quedar mal
No me gusta que andes en mis
cosas. Adems, tengo papeles
importantes de mis nuevos negocios y no
quiero que husmees. Nada, hazlo
maana, ya voy yo en persona. Ahora no
abras la caja fuerte.
Pero qu tienes ah dentro que no
quieres que vea? Voy a empezar a
sospechar, querido. Eso de que hayas
cambiado la clave Te recuerdo que
todo el dinero que entra en esta casa
procede de mi patrimonio. Dime ahora
mismo la clave.
No te har falta. Abre el cajn de
la mesa del despacho, que en un sobre
habr al menos cinco mil euros.
Ya lo he visto, pero no es
suficiente. El vestido cuesta seis mil y
s que en la caja sueles tener ms cash.
Dime la clave o ven a casa y me abres la
caja si es que no quieres que vea lo que
hay dentro.
Me miraron con violencia mis
captores en ese momento, asustados de
que don Ricardo cancelara su plan y
adelantase el regreso a casa. Pero yo les
hice una seal con mis manos para que
se calmaran, como advirtindoles de que
con esa actitud conseguira que Ricardo
me soltara la contrasea. Csar y Luis
Javier se tranquilizaron.
Nada, te he dicho que estoy yendo
a Horcher en el coche. Que all me
espera Rafael y tenemos una cena de
negocios importante.
Ya, ya. Negocios en domingo.
No ser una buena botellita de Chivas?
Para, Nada, para. No contines
por ah. Pero qu cosas dices!
Te recuerdo que tus amigos estn
muy habituados a pagar al contado en
tiendas de lujo. El mismo Rafael, por
ejemplo, le compra muchos regalos con
billetes a Marina, la sumiller de
Horcher, para que su mujer, Luisa, no
sospeche de los movimientos de su Visa.
Siguen juntos, por cierto?
Pero t cmo sabes eso?
Porque me lo has contado t,
querido. Ya ni te acuerdas. Tienes unas
lagunas cuando bebes ms grandes que
el pantano de El Burguillo.
Venga, Nada, vale. Qu pesada te
pones. Pero no hurgues en mis papeles!
Queda claro? Hay algunos sobres
cerrados que son para enviar al notario.
Ya estn cerrados y sellados. Ni se te
ocurra husmear, que te conozco. Bueno,
tampoco me has preguntado nunca
mucho sobre mis inversiones, yo
siempre he manejado bien tu dinero, as
que me fiar de ti. Como me falte algn
sobre, que los tengo contados, la
tendremos pero muy muy gorda. T coge
el dinero que haga falta y ya har yo
luego cuentas con Jorge.
Muchas gracias, tesoro. Eres un
sol naciente que nunca se pone.
Nada, ests bien?
Que s, que maana en el
desayuno te cuento. No llegues tarde,
amor. Los chicos llegan a las nueve.
Ah, claro. Qu tal lo pasaron?
Fenomenal. Todos estn bien.
Pero ahora dame ya la clave.
Vale. Qu pesada te pones a
veces, de verdad. 0040. La cambi
cuando contrat a Jorge por si las
moscas. Podas meter la tiara dentro, ya
que ests. S que la guardas en el
vestidor, no vaya a ser que la vea Flori
y es mejor no ponerle tentaciones a la
vista.
NO, NO y NOOOOOOO! Habl de
la tiara. Mi iPhone tena el altavoz
puesto y mis captores lo oyeron. Mi
tiara, mi dulce tiara! Presa del pnico,
fui rpida y le contest:
No, cielo. Ya llev la tiara al
banco. Est protegida por fin. No me
senta segura con ella en casa.
Bien hecho, preciosa. Venga,
maana nos vemos. No me esperes
despierta.
Psalo bien. Recuerdos a Rafael,
a Luisa y a Marina. Ja, ja.
Venga, Nada, venga Qu zorra
eres.
Me insult con cario, como hace
siempre, y colgamos.
Sin mediar palabra, Csar me tap
la boca y me arrastr al despacho de
Ricardo. Luis Javier se nos adelant y
abri la caja fuerte. 0040. Click. Haba
un montn de billetes en un refajo que se
meti en el bolsillo de inmediato y una
pila de sobres que revent, uno a uno,
con el abrecartas que haba sobre el
escritorio del despacho.
Parecan documentos sin
importancia, en efecto, tpicos de una
notara. Sin embargo, haba uno del
mismo juego de sobres que no tena
ningn sello de Prada y Asociados, el
bufete que tramitaba todos los asuntos
legales de Ricardo. Estaba en blanco y
le ped a Luis Javier que me leyera su
contenido en voz alta.
No llevaba las gafas y me acord de
cuando le enseaba a leer de cro. Lo
que no poda imaginar es que de su boca
me iba a enterar de una de las peores
noticias de mi vida:

Por la presente, yo, don Len
Peralta Cutara, delego en don
Ricardo ngel Maier Pan de Soles toda
la gestin de mi patrimonio y de mi
herencia. Ni mi esposa, doa Clara
Guelbenzu Lpez-Mijas, ni mi hija,
doa Mara Granada Peralta
Guelbenzu, estn autorizadas a
gestionar mis bienes ni mi herencia sin
la autorizacin de don Ricardo []

Eran el puo y la letra de pap!!!
Luis Javier par de leer.
Alguien me golpe por detrs y me
desplom.
Hrror vacui
RECUERDO vagamente mis dos
bodas. Estaba tan asustada en ambas que
en mi mente conforman un sueo
extrao. La primera, con Pablo, se
celebr en el Ritz de Madrid. Pap as
lo quiso. Mam se empe en que me
vistiera su amigo ntimo Elio Berhanyer,
un poco demod por aquella poca, ya
que le hizo el traje de novia a muchas
nias bien en los 60 y 70 y su nombre ya
no estaba tanto en boga.
En cualquier caso, mi suegra,
Marichu, clasicorra como ella sola,
estaba encantada con la eleccin. Corra
el ao 1979 y an sonaba mucho la
marca Berhanyer en los corrillos de
Algorta. Elio haba vestido a varias de
las primas mayores de Pablo, casadas
desde haca 10 aos por lo menos, y
para Marichu significaba un gesto de
cario por mi parte hacia su familia.
En realidad, no me vest de Elio ni
por mi suegra ni por mam. Simplemente
me dej llevar, a m me daba igual todo
de repente. En cuanto Pablo le pidi a
mis padres mi mano en Biarritz y
celebramos la pedida oficial en
Sopelana, de pronto se me apag la
ilusin. Llegu a la conclusin de que
me haba precipitado y de que, a pesar
de tener ya casi 25 aos, no estaba
preparada para el matrimonio.
Pero pens que, despus de la que ya
se haba montado, no poda echarme
para atrs. Que deba hacer un esfuerzo
por primera vez en mi vida. Adems, en
ese momento quera mucho a Pablo y
consider que era mi gran oportunidad
para vivir al fin mi propia vida ajena a
mis padres.
Guardo mi vestido de Elio justo al
fondo del mdulo del que cuelgan mis
vestidos largos. En una funda de fieltro
gordo donde se lee el nombre del
modisto cordobs en letras blancas
sobre fondo negro. Est perfecto. Ni lo
roc aquella maana soleada de mayo.
Las bodas de antes no son los juergones
ni el derroche que son ahora, ni mucho
menos. Fue algo tranquilo, no hubo
copas, ni orquesta, ni baile. Fue algo
sobrio por expreso deseo de mis suegros
y, como mi padre ya me haba montado
un sarao precioso en Biarritz cuando le
anunci mi boda, a m no me import
hacer algo ms ntimo. Adems, estaba
al borde de un ataque de nervios por el
paso tan importante que estaba dando.
No caban aqu las nieras, as que
tena que apechugar, tragarme el sapo,
como dira mi tata Mariv, siempre tan
sabia.
No hizo falta ni llevar el traje al
tinte, solo hubo que volverlo a planchar
en casa.
Mi sueo es que lo lleve Elvi algn
da. Gadea no ha querido ni verlo nunca.
Adems no hubiera cabido, claro,
aunque alguna parte podramos haberla
reciclado, como los guantes. Mi hija
mayor es tan boba que quiso que Manuel
Mota, el pobre modisto de Pronovias
que se suicid, le hiciera su traje de
novia. Yo le suger a Lorenzo Caprile,
pero hizo odos sordos.
Tras mi enlace religioso, que tuvo
lugar en la iglesia de al lado de casa,
San Manuel y San Benito, y que corri a
cargo de don Cecilio, el cura que me
bautiz, celebramos un cctel al aire
libre en la terraza del Ritz. Despus
comimos en uno de sus salones, el saln
Picasso, junto a los 150 invitados
venidos fundamentalmente de Bilbao y
de Madrid. Muy premonitorio el nombre
del saln. Mi primera boda era un
cuadro a tenor de los asistentes. Un
cuadro de la etapa cubista, para ser
exactos. Aparte de nuestras familias,
haba muchos compromisos de pap y
mam. Amigos de Madrid, Biarritz,
Bidart, Pars Y un grupo del club de
lectura que pareca salido de la fiesta de
Carnaval del Crculo de Bellas Artes.
Tambin estaban un par de indios sijs
muy exticos que quiso llevar ta Oly a
la boda. Y un joven escocs muy
apuesto que se puso el kilt y que no
habl con nadie, aunque se benefici a
los postres a mi amiga Macu en la suite
nupcial antes de que yo la estrenara con
mi flamante marido.
A los sijs y al escocs los conoci
ta Oly en su viaje de aquel verano en el
Orient Express.
Quedarn muy bien en la foto.
Parecer todava ms una boda de
categora me dijo. Djame
invitarlos.
Le dije que s, aunque al final la foto
de grupo en la escalinata de la terraza
del Ritz pareci tomada en la entrada
principal del manicomio de
Ciempozuelos.
El vestido era y es, porque de hecho
lo tengo delante, sencillsimo. No me
hace falta bajar la cremallera de la
funda para recordarlo al detalle. Escote
con cuello redondo muy alto, parecido
al que Balenciaga le hizo a Fabiola de
Blgica en su boda con Balduino, manga
corta hasta el codo un poco afarolada,
dos pinzas en el pecho y un corte
sencillo en la cintura. Cae recto hasta el
suelo. Me cubre los tobillos y no tiene
cola.
Era tan simple que parece que me
haba casado una dcada antes o que lo
haba heredado. Los zapatos eran de
punta cuadrada, qu horror! Aqu los
veo. Se volvern a llevar algn da?
Me niego a teirlos.
Mi vestido no tena nada que ver con
los trajes de novia que se empezaban a
llevar en esos tiempos, del estilo del de
Lady Di o el de Sarah Ferguson, mucho
ms barrocos.
El nico adorno que me permit, si
bien fue ms que suficiente, fue la
magnfica tiara Vladimir que me prest
ta Oly, ya viuda, y de la que penda una
mantilla finsima que me bordaron las
monjitas del convento de Santa Clara de
Zarauz. Mam la encarg all en un
guio al pueblo donde Pablo y yo nos
conocimos. En uno de los viajes de pap
a Biarritz, pas a recoger la mantilla a
Zarauz y lleg a Madrid bastante
estropeada del coche, as que mi tata
Mariv tuvo que plancharla otra vez con
todo el mimo del mundo. A mam se le
olvid llevar huevos a las clarisas. Pero
supongo que les pagara bien por la
mantilla porque no llovi el da de mi
boda.
Ay, mira, si aqu estn tambin los
guantes, en una bolsita aparte! Son unos
guantes de cabritillo con botoncitos en
el codo forrados tambin de piel que
an se conservan estupendamente
porque apenas estn cuarteados.
Siempre le digo a Flori que los unte con
Nivea del tarro azul cada ao.
Afortunadamente, compruebo que lo
hace.
Recuerdo que mam llev un traje
de chaqueta de color coral con silueta
pplum un poco ordinario. La pobre se
equivoc porque se atrevi a comprar
en una tienda que no conoca y como era
tan tmida no se atrevi a decirle a la
dependienta que no le gustaba el
conjunto. Una amiga suya pintora un
poco cursi le recomend una boutique
que haba en la calle Po XII y que se
llamaba Cherino.
Era evidentemente ms vulgar que
otras boutiques del barrio de Salamanca
donde mam sola comprar. Menos mal
que arregl el outfit, como se dice
ahora, con complementos de la Nueva
Parisien. Un tocadito pequeo en los
mismos tonos, un bolso de terciopelo a
modo de bolsa de Judas, otros guantes
cortitos de piel fina y unas buenas joyas
resolvieron la desgracia. Yo le dije a
ltima hora que si no estaba contenta
con el resultado, que no se pusiera el
vestido, que recurriera a otro ya
estrenado. Cualquiera de sus
Balenciagas siempre era un acierto! Y
si no alguno de la abuela Bronte,
siempre tan elegante! De la ta Oly no,
porque ella era sensiblemente ms
delgada. Pero no consinti ir con un
traje de segunda puesta a mi boda. Se
customiz el conjunto con los accesorios
de la Parisien y con las joyas y se plant
tan contenta en la iglesia. Bien peinada y
maquillada, como siempre. Y con una
sonrisa tan grande como una sanda
cortada por la mitad, porque por fin su
querida hijita se casaba!
Se enfad mucho mam porque
Marichu, la madrina de la boda, iba ms
elegante que ella. Su modista de Bilbao
le fusil un Valentino precioso, rojo,
con escote en pico, largo, mangas con
encaje y cortado al bies que disimulaba
sus caderotas de vaca vieja. Se puso una
mantilla que le prest una amiga y una
gargantilla de perlas irregulares que
quitaba el hipo. Su hijito tambin se
casaba, adems en Madrid, as que tena
que apostar fuerte por no parecer
provinciana y s una seora del norte
con podero. Negar haberlo dicho
nunca, pero mi suegra iba muy guapa,
incluso ms que ta Oly, que hizo alarde
otra vez de su excentricidad y se
present en la iglesia vestida de Kiki de
Montparnasse. Se cort el pelo tipo
aos 20. Con flequillito, pero blanco,
algo que llamaba mucho la atencin. Se
maquill una raya en el ojo que pareca
Nefertiti, se puso un tocado en banda
con un broche enorme de diamantes y
una pluma que haca confundirla con una
madame de un burdel o la taquillera del
Moulin Rouge. El vestido, menos mal,
era precioso: se lo compr en
Courrges, en Pars. Ta Oly prefera
comprar en Pars antes que en cualquier
tienda gala en Madrid porque estaba
convencida de que las mejores prendas
las reservaban para las francesas. Su
traje era de color marrn con
piedrecitas naranjas. Era una maravilla,
pero el tocado, y su pitillo largo, y sus
bailarinas de leopardo

Buf. Estoy segura de que mi familia
poltica puso verde a la ta Oly. A m se
limitaron a decirme que qu guapa doa
Olympia, que qu original. Puros
eufemismos de qu horror y qu
vergenza!
Pablo y yo pasamos la noche de
bodas en el Hotel Ritz y no nos fue mal
para lo torpones e inexpertos que
ramos los dos en terreno sexual en ese
momento de nuestra vida. Pablo me dijo
que era virgen, pero tena bastante
soltura en la alcoba. Yo creo que me
minti, pero me dio igual. Nos tomamos
los trasuntos de cama con tanta
naturalidad que disfrutamos muchsimo.
Siempre hemos sido buenos amigos,
mejores que amantes. Aunque enseguida
me qued embarazada de Gadea.
Esos primeros aos de matrimonio
fui muy feliz. Viajbamos mucho; bueno,
Pablo viajaba mucho por trabajo y yo
me dedicaba mientras tanto a salir con
mis amigas solteras de copas y a dejar a
Gadea con su niera. Me compraba ropa
compulsivamente, empezaron a abrir
tienda en la Milla de Oro las mejores
firmas y ya no haba que conformarse
con ir una vez por temporada a por la
ropa de las casas francesas a las tiendas
multimarca como Doble Zeta.
Tambin llevaba a la nia vestida
ideal, era la ms mona del kinder.
Pablo, por aquel entonces, iba mucho a
Viena y le traa a la nia chaquetitas
austriacas, petos de pana de tirolesa,
todo idealsimo.
Cuando llegaba Pablo a casa de un
viaje, nos reamos porque no haba
forma de que yo aprendiera a cocinar.
Siempre que vena despus de pasar
varios das fuera, le peda a la interna
que tenamos en casa, una tal Yoli hasta
que mam se empe en dejarme a
Mariv cuando naci Elvira, que me
dejara a m sola la cocina para
sorprender a mi marido con mis ltimos
descubrimientos culinarios. Al menos
quem dos o tres doradas de
Pescaderas Coruesas que costaron un
ojo de la cara. Tambin alguna que otra
pieza de venado y varias perdices que
pap me traa cuando vena de sus
monteras pero que cazaban sus amigos.
Un desastre, la verdad. Pero ramos
felices aun sin comer perdices. Ja, ja.
Fue entonces cuando me empec a
dejar los cuartos en Embassy y
Mallorca. Hubo una poca en la que
logr engaar a Pablo comprando
comida precocinada de estos sitios y
dicindole que la haba preparado yo.
Pero un da me pill al ver en el cubo de
basura los papeles rojos y blancos de
Mallorca y esas tiras de cartulina blanca
que ponen sobre los pasteles dulces y
salados. Este Pablo qu tonto era o
qu enamorado estaba! Cmo iba a
pasar yo de no saber hacer nada a ser
capaz de cocinar unas empanadas
argentinas rellenas de carne de chuparse
los dedos!
Yo era dichosa, pero algo me
faltaba. Tena una sensacin de agona
dentro de m, como si me estuviera
perdiendo algo. An no iba al psiquiatra
e hice caso de los dictados errneos de
mi mente, que eran tan fuertes en ese
momento que machacaban a los de mi
corazn. Pero es que no me conoca an
bien a m misma.
Estaba convencida de que ya no
estaba enamorada de mi marido, pero lo
que me ocurra es que no era lo
suficientemente madura para sortear una
crisis de ese calibre ni para diferenciar
que mi cabeza, por el miedo, me estaba
jugando una mala pasada. Hoy por hoy
me he dado cuenta de que Pablo es el
hombre de mi vida. Qu error tan
horrible comet al abandonarle!
Pero basta ya de lamentos, ahora ya
no puedo hacer nada. Ya no hay solucin
a esta tragedia. l es feliz con Carmen y
no puedo volverle loco otra vez. No
debo ser tan egosta. Adems, y si no le
gusto ahora? Eso s que no podra
soportarlo.

Me conformar con Ricardo. Esa es
mi penitencia. Yo creo que merec la
tragedia de perder al beb de Pierre por
inmadura. Por niata. Por gilipollas.
Cmo pude cometer esa locura
impropia de m? Siempre me consider
de valores frreos aunque de talante
liberal. No me reconozco en aquella
poca.
La pena tremenda que sent cuando
me march de la casa que compart con
Pablo durante cinco aos, situada al
lado de casa de mis padres en Lagasca,
pudo haberme retenido. Pero creo que
ah radicaba justo el problema, en que
viva demasiado cerca de pap y mam.
Eso no me permiti ser una mujer hecha
y derecha jams. Me comport con
Pablo como con mis padres cuando no
satisfacan mis deseos. Como una nia
mimada, lo que he sido toda la vida al
fin y al cabo, pues an doy pataletas.
Cuando me separ, pap me compr
un pisito precioso en la calle Orense.
Los abogados de pap pensaron que
deba cederle a Pablo el piso de
Lagasca que compartimos, ya que era yo
la que haba abandonado el hogar
conyugal y la que haba puesto punto y
final al matrimonio, algo que no era muy
habitual en ese tiempo.
En la nueva casa, las nias tenan
cada una un cuarto bien amplio. Y
tambin cada una de ellas tena su
propia nanny. Viv la vida al lmite
durante ese nico verano de separada,
los tres escasos meses que aguant sin
un hombre a mi lado. Elvi no haba
cumplido ni un aito. La destet y me
march a Marbella invitada por un jeque
al que conoc en Marrakech durante un
viaje que hice con Pablo el ao anterior
cuando concebimos a Elvi.
Me lo pas genial, conoc a Jaime de
Mora y Aragn, a Olivia Valere, al rey
Fahd, a Lola Flores, a Carmen Sevilla, a
Lauren Postigo, a Antonio Arribas
Bailaba cada noche hasta el amanecer.
Prob el LSD, un poco tarde porque era
la droga de los 60, pero un da viaj a
bordo de esa pastilla y la experiencia
fue, cuando menos, brutal. Me asust
mucho al da siguiente de probarla, yo
creo que tuve un ataque de ansiedad por
hipocondraca y me fui a urgencias. El
mdico de Puerto Bans se rio de m.
Me dijo que si era lo suficientemente
mayorcita para tomarme un LSD,
tambin lo era para aguantar la resaca.
Las nias se pasaron en Sopelana
todo el mes de julio con sus abuelos
paternos y luego Pascual, el chfer, se
las llev a Biarritz con mis padres para
pasar agosto.
Ya de vuelta, en septiembre, se me
volvi a pasar la ilusin de estar
soltera. No me comprenda a m misma.
Entr en mi primera crisis seria,
experiment una especie de hrror vacui
y empec a ir al psiquiatra de la ta Oly.
Gracias a la doctora, que an me trata,
no ca en el hoyo. Pero ca en la cuenta
de que me haba equivocado
abandonando a Pablo. Le echaba
muchsimo de menos. A l, de verdad.
No me refiero a la vida de casada. Pero
ya no poda enmendar mi error, porque
Carmen ya estaba en su vida y yo les
haba dado mi aprobacin va
telefnica. Mi futuro estaba en manos de
Dios y de m misma.
La doctora me ayud a superar mi
equivocacin y me anim a que
cambiara de ambiente. Por esa poca
conoc a Cuqui, que viva en la puerta
de al lado de mi piso de Orense. Estaba
casada con un ministro de Felipe
Gonzlez y luego me dio trabajo en
Pasarela Cibeles. Ella me present a
Ricardo. El nico soltero heterosexual
interesante de ms de 30 aos que se
dejaba caer a menudo por la coctelera a
la que solamos acudir cada sbado: Del
Diego.
Enseguida le ech el ojo. Helen, que
por entonces viva en Madrid y an no
haba conocido a John, segua saliendo
mucho conmigo y me aconsej que le
echara el lazo a Ricardo, que no me lo
pensara. Ella era la nica que saba que
yo estaba francamente deprimida y
consideraba que si no tena de nuevo un
hombre a mi lado me iba a volver loca
pero en serio.
Ricardo beba mucho, pero a m me
pareca divertido. Hasta tierno. Pens
que lo haca porque era tmido y yo le
impona. Despus me di cuenta de que
era un hbito que haba adquirido en su
juventud para soportar la temprana
enfermedad de su madre, Amalia Pan de
Soles, una aristcrata venida a menos de
la que he heredado tambin un par de
joyas buenas.
No hered ms porque las vboras
de las hermanas de Ricardo, mis
cuadas Casilda y Roco, arramplaron
con todo cuando mi suegra muri y no
me dejaron nada ni a m ni a las nias
porque, claro, no eran hijas de Ricardo.
Las joyas que hered me las dieron
cuando me cas con su hermano, ya que
por entonces mi suegra ya agonizaba en
un sanatorio. Muri de esclerosis
mltiple al poco de casarme con su
nico hijo varn. Tonta de m, pens que
cuando su madre descansara en paz,
Ricardo dejara de beber, pero ocurri
todo lo contrario.
En realidad fue un gesto bonito hacia
m que sus hermanas me dieran algo de
su madre, al fin y al cabo mis nias
nunca conocieron a su abuelastra,
porque desde que empec a salir con
Ricardo, la pobre desgraciada, sin haber
cumplido los 60 aos, ya estaba
ingresada. Tampoco conoci a su nieto
biolgico, Ricky, el delfn de los Maier.
Cuando naci, sus abuelos paternos ya
haban muerto, pues el padre de
Ricardo, don Ricardo Maier Trapote,
tambin haba fallecido muy joven de un
ataque al corazn. En cualquier caso,
seguro que est tranquilo en su tumba al
saber que su apellido an perdura. Eso
s, como al final resulte que mi Ricky es
gay A Ricardo abuelo y a Ricardo
padre no les har ninguna gracia. A m,
sin embargo, me hara hasta ilusin. Y
si me sale modisto? Eso, eso, modisto y
no peluquero ni maquillador. Un hijo
modisto o decorador sera la bomba!
Hablando de modistos, uno de mis
favoritos siempre ha sido Armani. Me
cas con Ricardo vestida de Giorgio,
que a finales de los 80 era lo ms. Voy a
buscar el traje. Era corto. Est en el
perchero de los cortos. Todava me lo
pongo. Es camisero, con hombreras y
manga un poco abullonada. De color
caf y cinturn de lazo. Este simple
trozo de tela cost un rin, pero
mereci la pena. Anda que no lo he
amortizado. Tiene pespuntes dorados y
unos parches en las hombreras del
mismo tono. Qu bueno este Armani.
Esto est ahora de ultimsima moda!
Me cas por lo civil, porque
siempre me he negado a pedirle la
nulidad a Pablo. En mi inconsciente y,
ante los ojos de Dios, l siempre ser mi
marido. Era octubre cuando Ricardo y
yo sellamos nuestro amor en los
juzgados de la calle Pradillo al puro
estilo Preysler y Boyer, que lo hicieron
poco tiempo ms tarde y de la misma
manera.
Era 1986 y yo ya estaba embarazada
de Ricky, pero nadie se enter. Como
naci pequeito, todo el mundo se crey
que se me haba adelantado y que lo
encargu la noche de bodas. Pero no era
sietemesino, no.
Esta boda tampoco fue de altsimo
copete, porque era mi segundo enlace y
no era plan. A Ricardo no le import no
casarse por la Iglesia, no era dado a
multitudes y, por darle gusto a mam me
cas, como quiso la primera vez pero no
consigui, en el Palace, en un pequeo
saln de nombre Cibeles donde
cabamos justitos la familia de Ricardo
y la ma. En realidad fue una mala idea
casarme all, ya que cuando Pascual, el
chfer, me llev al Palace, que est
enfrente del Ritz, me puse a llorar como
una boba acordndome de Pablo y de mi
primera boda. Solo a m se me ocurre
dar el s, quiero por segunda vez en
un lugar tan cercano al que me cas por
primera vez haca tan pocos aos.
Lo pas fatal. Otra vez fue
premonitorio que el saln de nuestro
banquete se llamara Cibeles. Era una
diosa para mi marido, pero yo tena el
corazn de piedra y los ojos, por no
decir mi entrepierna, mirando al Banco
de Espaa.

Pero dnde estoy? Alguien me ha
golpeado!
Me toqu la nuca y tena sangre.
Todo el vestidor me daba vueltas, igual
que mis recuerdos, que giraban en la
noria de mi memoria. Me acord del
escrito que encontr en la caja fuerte. El
papel que me inhabilitaba frente a mi
marido en cuestiones econmicas. No
recuerdo si lo firmaba pap ante algn
notario. Ser un documento oficial?
Bajo qu efectos escribi eso pap?
Sera una falsificacin de Ricardo?
Es verdad que mi marido firma
siempre todo lo relacionado con mi
familia, que pap le dio un poder cuando
nos casamos. Pero si estoy casada en
separacin de bienes! Al menos eso
crea yo hasta hoy, porque ahora me
espero lo peor. Eso me pasa por no leer
jams la letra pequea de lo que firmo!
Ay, Dios mo, qu ocurre? Dior no
viene a salvarme. Qu hago aqu dentro
otra vez? Dnde est Ivo? Habr
llegado? Descifr el mensaje en clave
que le di por telfono? Ay, no me
acuerdo bien de la conversacin ahora.
Todo me da vueltas Me mareo Y
Flori? Dnde est Flori ahora? No oigo
nada, no oigo a nadie. Seor, acgeme
en tu regazo.
Escuch sonar el timbre y un
disparo. Entonces record que cuando
Csar se masturb delante de m, al
marcharse del bao me fij en su
espalda y tena un bulto que sobresala
de su chaleco de cuero marrn.
Era una pistola! Estn armados!
Menos mal que no me encaonaron para
asustarme, antes me hubiera metido
todas las pastillas que hubiera
encontrado en este vestidor para
suicidarme. Siempre odi las armas,
incluso las escopetas de caza de pap y
de Ricardo que hay en el gran pasillo
que da al saln. Antes me mato yo que
darles el placer de matarme a estos
sudacas de mierda!

Socorro, auxilio, ayuda! Socorro,
auxilio! Polica! Un disparo! En qu
momento compramos una casa tan
grande! Quizs ningn vecino del barrio
lo ha odo porque es un domingo
cualquiera de agosto. Han matado al
que ha llamado al timbre, han matado al
que ha llamado al timbre, han matado al
que ha llamado al timbre! Han matado a
Ivo! A mi Ivo! No, Dios mo, no! No
me hagas esto!
De pronto escuch a alguien subir
despacio por las escaleras, como
cargando algo muy pesado, de camino
hacia el vestidor. Pegu la espalda
contra la pared, arranqu algunos
vestidos que colgaban del perchero,
entre ellos mi traje de novia, y me
escond debajo de ellos. Me daba
pnico verle la cara a quien entrara por
la puerta. Ya no me fiaba ni de Luis
Javier, ni de Eladio. Ni de nadie. Por
supuesto, me aterrorizaba sentir la
presencia de Csar en la casa.
Efectivamente, era l quien se
diriga hacia el vestidor. Hacia m.
Abri la puerta y le vi ese cutis picado
que tiene a travs de la mantilla de mi
traje de novia. Portaba en sus brazos a
su madre. Pareca muerta, su cuerpo
colgaba en forma de arco de medio
punto sobre los fornidos brazos de su
hijo.
Csar dej con cario en el suelo a
su madre y le hizo la bendicin en la
frente. La bes y se march.
Ah tiene a mi mam, doa Nada.
Cudela cuando despierte.
Flori tena la cara amoratada, los
labios partidos, una herida enorme en la
sien, como si la hubieran matado a
palos. Pero respiraba, porque puse un
espejito de aumento con el que me suelo
depilar las cejas sobre su nariz y se
empa.
En ese momento no me import mi
ropa. Tir estanteras abajo todas las
prendas blancas que encontr a mi paso,
que no eran pocas. Abr mis perfumes
caros y empap la ropa con sus
fragancias. Intent primero parar la
hemorragia nasal de Flori, que me
estaba poniendo perdida la moqueta.
Con el olor fuerte de un frasco de Acqua
di Parma, que yo creo que tiene un poco
de alcohol en su composicin pero que
huele mucho mejor que lvarez Gmez,
Flori despert.
Seora, seora, seora! grit
entre lgrimas. Nos abrazamos muy
fuerte. Yo creo que por primera vez en
nuestra vida. Y eso que llevbamos
viviendo juntas 25 aos, los mismos que
tienen Luis Javier y Ricky.
Flori, qu ha pasado ah abajo?
Y el disparo? Ha muerto alguien?
No s, seora, no s. Solo s que
me golpearon mis varones. Que cuando
me encerraron en mi habitacin Eladio y
Luis Javier me dijeron que me
protegeran de Csar.
Ay, Csar, qu buen nombre le
pusiste, hija de mi vida. No se oye nada.
T tranquila, t tranquila. Inspira el olor
fuerte de la colonia impregnado en esta
camiseta.
Pero si es su camiseta de Gucci,
la que se pone tanto en verano y tan bien
le sienta! La que solo me deja lavar a
mano!
Ahora mi ropa no importa nada,
Flori. Solo me importas t. Me acabo de
dar cuenta de que todo lo que tengo aqu
dentro no tiene ningn valor. Solo los
recuerdos que llevan consigo. T eres lo
ms importante de mi vida junto a mis
nios. Mis nios pequeos. A Gadea
tengo que ponerla firme. Flori, siento
tanto el dao que s que te ha hecho y
que he consentido Mi encierro durante
horas en el vestidor me ha servido para
hacer examen de conciencia. Flori, te
quiero ms de lo que piensas. No te
mereces a estos hijos. Te compensar
con el cario de mi familia. Flori,
perdname por estos aos de maltrato.
Perdname, no te me mueras ahora
No llore, doita, no llore. Que me
va a hacer llorar a m an ms. Me
emocionan sus palabras. Que no me
muero yo! Que estoy bien! Nadie podr
conmigo! Ni siguiera mis hijitos! Yo
siempre supe que usted es buena en el
fondo, que me quiere a su manera. Que
fue educada para seorita. En cambio,
yo para fregona, para ayudarla a usted.
Diosito nos puso en nuestro camino para
ayudarnos la una a la otra.
Nos volvimos a abrazar en un mar
de lgrimas. Nuestra emocin y tristeza
torn en pnico al observar que, de una
patada maestra, Csar tir la puerta del
vestidor abajo.
Doa Nada, quera usted que no
matramos a nadie, verdad? Pues por
su culpa hemos tenido que liquidar a un
viejo que toc la puerta y que no
identificamos.
Don Fausto!!!! No, don
Fausto, no!!!!
Flori se puso a gritar tan fuerte que
casi se ahoga. Le tap los ojos para que
no viera a su hijo en este estado, le tap
tambin la boca y le acarici el lbulo
de la oreja para calmarla, pues no tena
ninguna pastilla a mano y me acord de
que en la India las madres les acarician
el lbulo de la oreja a sus nios para
que se duerman. Lo vi en un documental.
Una fuerza y templanza enorme
surgi de m y, no s cmo, mantuve la
calma.
Qu quieres, Csar? Mrchate
ya. Esto parece el juicio final. Matar al
jardinero, Dios mo! Y tus hermanos?
Y tu pistola? Lrgate, pero lrgate ya y
huye rpido. Mi marido y mis hijos estn
al caer. Mtanos si hace falta. Como a
Fausto, de forma cobarde, como lo que
eres, un cobarde de mierda cuya familia
no quiere siquiera.
Cllese, doa Nada. Cllese o
prendo fuego a lo que ms quiere! Su
ropa!
Prende lo que quieras, todo lo que
de verdad quiero est dentro de m, no
es material a pesar de lo que crees.
Ivo vendr y traer a la polica!!!
Podrs matarme, pero jams mis
recuerdos ni mis sentimientos. No eres
dueo de m, ni de tu madre! Si nos
matas te pesar la conciencia de por
vida! Nunca ms sers feliz!
Cllese, zorra, cllese!!!!
Se abalanz sobre m, apart a su
madre de otra patada y me inmoviliz
con sus brazos. Me empez a morder
como un perro de presa hasta que
Pum!
Otro disparo se oy en la casa.
Mucho ms cerca de m. Luis Javier
mat a su hermano mediano. El cuerpo
muerto de Csar me aplastaba el pecho.
Flori lloraba, lloraba y lloraba hasta la
extenuacin.
Mi hijo!!
Luis Javier, qutamelo,
qutamelo de encima!!!!! Qutamelo,
por favor!!!!!
Luis Javier arrastr el cadver de su
hermano hasta el bao, dejando un cerco
de sangre a su paso.
Cre que acababa ya la pesadilla, y
en realidad as lo fue. Sin embargo, Luis
Javier, el ms listo de los tres hijos de
Flori, consciente de que se haban
metido en un lo muy gordo, me cogi
del cuello y me grit, fuera de s,
superado por la tragedia familiar a la
que estaba asistiendo.
Deme sus joyas ahora mismo!
Squelas de donde estn! Squelas o
mato a la mam! Mi vieja y usted me
convirtieron en lo que soy!
Mir con ternura al pobre Luis
Javier. Se me pas el pavor, ya que
saba que era la ltima vez que le iba a
ver en mi vida. Sonaba un claxon en el
garaje, era Eladio que instaba a su
hermano a huir ya de mi casa.
Decid que le dara todas mis joyas.
Se las dara a cambio de la vida de su
madre y tambin por la pena que me
daba ese joven sin futuro y que, gracias
al dinero que sacara por mis tesoros, al
menos podra tener una vida mejor.
Estaba convencida de que con esta
tragedia llegara al lmite de su maldad
y ambicin y que por fin construira su
propia existencia de forma digna.
Con rapidez le di el cofre de mis
joyas buenas. Mis rubes, mis
topacios Mis perlas australianas, mis
esmeraldas, mis alianzas Y mi tiara.
La tiara Vladimir. Me jur que tardara
en denunciar el robo para asegurarme de
que no la encontraran jams. No quera
volver a verlas. Me recordara el
infierno que haba vivido ese domingo
de agosto. Por qu diablos se nos
ocurri volver tan pronto a Madrid de
Biarritz? Mi vida se ha acabado. Ya me
aburro incluso en Biarritz.
Ms de tres millones en joyas se
llev Luis Javier en una bolsa de papel
de Zara, parece que la estoy viendo.
No pudo ni mirarme a la cara.
Se dirigi hacia la puerta mientras el
claxon de la furgoneta que conduca
Eladio no paraba de sonar, pero se par
en el marco durante un segundo.
Gracias, seora. Cuide de mi
mam.
Baj rpido escaleras abajo, se
mont en la furgoneta que conduca su
hermano y los o alejarse de mi casa.
Todo
POR primera vez en mi vida, escuch
un silencio autntico, en mi propia casa,
an ms que sepulcral. Ni el tictac del
reloj del saln, ni el sonido de la
lavadora, ni ese ruido parecido a una
canica que sale del techo que, me dijo
Elvi, suele proceder de las vigas
antiguas. Tampoco o el tpico frenazo
absurdo de un coche perdido en la calle
en busca de una direccin. De los que
asustan pero jams acaban en atropello
mortal.
Un silencio puro se meti por mis
odos con intensidad. Me lleg hasta la
boca del estmago.
Era una sensacin parecida a la de
meter la cabeza bajo el agua tras un
bao caliente. Aunque cre tambin
haber sentido algo similar aquella vez
que dorm con Pablo en la azotea de una
casa bereber en el desierto de
Merzouga, en Marruecos. El cielo
estaba tan estrellado que la oscuridad de
la noche se fundi en blanco por el
brillo de los astros. No haca falta
iluminacin artificial para caminar por
las dunas. Los habitantes de ese lugar
remoto se guiaban por la luz de la luna
en forma de pltano, que pareca
guiarnos un ojo. No se oa
absolutamente nada y reinaba una paz
misteriosa que se te colaba muy adentro.
El dueo de la casa de huspedes
donde pernoctamos en Merzouga nos
sugiri que nos tumbramos en la amplia
azotea de esa construccin de arcilla
marrn forrada de alfombras preciosas
de pelo de llama. Eran mullidas, como
la moqueta de mi vestidor. Elegimos una
muy grande, como de 10 metros
cuadrados, con muy buenas vistas al
horizonte estelar y a un pequeo oasis
donde los nios de la escuela de este
pueblecito iban por las maanas a jugar
en su hora de recreo. Qu dichosos eran
con tan poco! Con un par de palmeras y
un charquito. Envidiaba sus caras de
felicidad. Yo necesitaba muchsimo
ms que eso para sentirme completa! Un
da me acerqu a saludarlos y a darles
unas monedas y me avergonc de m
misma. Pareca cualquier celebridad de
medio pelo en la portada de una revista
promocionando su colaboracin absurda
con Mdicos sin Fronteras. Una
estrategia a la que recurrimos mucho los
ricos para limpiar nuestra conciencia.
Recuerdo que Pablo me retrat con
uno de esos nios, que ahora tendr unos
30 aos. Qu mona era la criatura! Y
qu extica parece la foto! La foto est
abajo, en un marco sobre la cmoda de
caoba del saln que me regalaron los
trabajadores de Aguinaga por mi
segunda boda. O fue la primera? No me
acuerdo. Mira que pap dejarles pagar
ese fortunn en un anticuario de
Fuenterraba para hacerme un regalo de
boda! Estoy segura de que alguno se
puli ms de la mitad de su paga extra.
Y yo lo acept! Qu horror! No me
extraa que Gadea luego aceptara el
dinero de Flori por su boda! Si esa
altivez la ha heredado de m!
La alfombra sobre la que nos
tendimos esa noche Pablo y yo en el
desierto que haca frontera con Argelia
tena bordados unos dibujos geomtricos
muy extraos y de ella se desprendan
unas pelusas que hacan estornudar a
Pablo. Qu bien la pasamos!, que dira
Flori. En una esquina de la alfombra nos
pusieron un frutero con peras, manzanas,
naranjas y uvas. Pablo hizo el gesto
aquel de los prohombres de la Roma
antigua acercndose a la boca un racimo
que colgaba de sus manos. Qu jvenes
ramos y qu guapos. Pablo, adems,
por aquel entonces tena unos ricillos
que le salan por las orejas y la nuca que
solo le faltaba adornar con una corona
de laurel, como si fuera un Csar.
Ay, Csar! El cuerpo de Csar!
Mi larga estancia en el vestidor me
estaba dejando como en trance. Un
montn de recuerdos que atacaban mi
mente de forma compulsiva se apoder
de m y solo poda pensar, pensar y
pensar. Recordar, recordar, recordar.
Esos recuerdos se convirtieron en
obsesiones ubicuas. Todo tiempo
pasado fue mejor. Jams has
valorado lo que has tenido, Nada!.
Djate de gilipolleces, la ilusin es un
entrenamiento continuo, una actitud, y t
eres una privilegiada!. Tu sensacin
de vaco vital ha sido otro ms de tus
caprichos!. Una voz mental me gritaba.
Era esa la voz de pap? Podra
serlo, pues siempre fue el ms crtico
conmigo. Menos mal que fue el primero
en marcharse. Aunque, qu bien me
vendran ahora sus reprimendas! Sin
embargo, en el fondo era un consentidor.
Tanto como todos los hombres de mi
vida. Mis novios, mis maridos, mis
amigos. Todas las personas de mi
entorno responden a un mismo patrn.
Un patrn prt--porter. Quizs por eso
siempre me fascin la alta costura, para
diferenciarme de la gente gris, sacos de
patatas sin personalidad de los que me
he rodeado para asegurarme
protagonismo. Gente fcil de cautivar
con mi inteligencia que nunca me dice
que no a nada.
No poda seguir as. Machacndome
sin descanso. Deba salir del vestidor
muy rpido. Atraves el marco de la
puerta sin pestaear. Fue un arranque de
valenta, sin anestesia, en mitad de mi
dolor. Sin esperrmelo de ninguna
manera, una fuerza interior que no haba
encontrado hasta ahora en toda mi
existencia me inst a tomar una decisin
sin consultrsela a nadie. Hui del
vestidor como en esos sueos en los que
saltas al vaco desde un precipicio y te
despiertas una vez que tocas el suelo
antes de estamparte contra l. Antes de
morir.
LIBREEEE! Por fin era libre!
Libre de mis memorias, de mis manas,
de mis vicios. Mi apego a lo material
se traduca en ellos! Cmo no pude
haberme dado cuenta antes?
Por eso he tratado todos estos aos a
mi vestidor como si fuera un bnker. Los
hijos de Flori me haban metido all
dentro durante un da entero pero en
realidad llevaba ah encerrada toda mi
vida. Toda mi vida presa de m misma,
Dios mo! Como si fuera una mujer en
coma despus de un traumatismo
craneoenceflico en el box de la UVI y
al borde de la muerte! Cmo no lo he
visto tan claro hasta ahora?
Una vez al otro lado de la puerta, no
pude evitar mirar hacia atrs por un
segundo. Estoy segura de que hasta me
cambi la graduacin ocular. Yo que
siempre he sufrido astigmatismo, de
pronto lo vi todo ntido y eso que no
llevaba mis gafas progresivas con
montura de Carolina Herrera de las que
tanto dependo, pero no para mirar
precios, porque eso no me hace falta,
sino para mirar las etiquetas de cmo
lavar las prendas, algo que me priva,
porque otro de mis entretenimientos es
discutir con Flori, y la del tinte sobre
productos de limpieza.
Mir a mi espalda con firmeza,
como cuando un sargento se lo indica a
un soldado. Flori abrazaba a su hijo
muerto. Rompi el silencio con un
estallido en llanto.
Pero entonces decid que tanta
desgracia se iba a acabar ya. Yo poda
superar ese da! Flori tambin deba
hacerlo! Me puse manos a la obra, eso
s, no sin antes sufrir algn que otro
requiebro.
Corr hacia el bao. Me lav la cara,
me hice una coleta y me puse un
albornoz limpio que colgaba tras la
puerta.
Sent como si esa cuerda que haba
tirado de m toda la vida hacia el suelo
se soltara. Como si me subiera en un
globo para dar la vuelta al mundo y
notase cmo iba ascendiendo al
crepsculo de la felicidad.
Baj al saln y contempl una
escena grotesca. El otro cadver, el de
Fausto, descansaba en la entrada
bloqueando la puerta principal de mi
casa. Todo estaba destrozado. Haba
agujeros en la pared, la araa del techo
estaba rota en mil pedazos, el reloj de
pndulo descuartizado, la mesa del
comedor de madera de roble rayada, los
libros de la biblioteca de mis padres
que encuaderna Ricardo cada semana
estaban abiertos en el suelo con varias
de sus pginas arrancadas, la alacena de
cristal estaba hecha aicos, las velas de
los candelabros de plata, fundidas. En
vez de un robo, pareca que la polica
haba registrado la casa en busca de
algn documento de vital importancia.

La polica! Documento!
La polica! Documento!
LA POLICA! DOCUMENTO!

Me sent en el sof de orejas de piel
que me regal pap para asegurarse de
que siempre tendra un sitio cmodo
para echarse la siesta en mi casa y me di
cuenta de que los brazos tambin
estaban rajados. Tan rajados como mi
alma. Porque record que yo haba
permitido que los hijos de Flori
abusaran de m en todos los sentidos. En
el econmico, en el sexual, en el
sentimental. Haban apaleado mi
autoestima, mi honor. Pero qu tipo de
ritual satnico haban practicado en mi
propio hogar?
El globo en el que viajaba
mentalmente se pinch. Qu ingenua,
curarme yo tan pronto! Lo conseguira
despus, pero antes me machaqu por
ltima vez con una traca final de
angustia.
Aquel infierno, al menos, me
servira para tirar todos los sacos de
arena que mantenan mi globo pegado a
la tierra. A mi vestidor, a mi memoria
textil. A mi miedo a crecer. A mi
inmadurez. A mi actitud caprichosa ante
la vida. A mi impaciencia. A mi
debilidad. A mi egosmo.
Me qued paralizada un par de
minutos sin saber qu hacer. No saba si
llamar a la polica. No estaba segura de
si quera contrselo todo. Deba
preparar mi versin. Por un lado, me
asustaba que alguien se enterara de lo
que acababa de pasar. Saldra en la
prensa! Qu horror! Yo era lo
suficientemente conocida en los
mentideros de Madrid como para que mi
nombre saltase de las negritas de las
columnas de sociedad al titular de una
pgina de sucesos!
Decid esperar a que algn miembro
de mi familia me salvase. Confieso que
tambin se me pas por la cabeza huir.
Huir como los hijos de Flori que an
quedaban vivos. Pero llegu a la
conclusin de que era una huida de m
misma. Y que mi familia an me
necesitaba.
Me puse a remendar el globo. Ya
que no tena el valor para marcharme y
reiniciar una nueva vida, decid que lo
tendra para quedarme y darle un giro
radical a mi existencia. Record aquello
que le o al cura que me cas con Pablo
en los cursillos prematrimoniales y que
me anim a dar el paso: Es ms
importante querer que querer querer.
Y yo quera querer querer a partir de
ese momento. Solo tena que idear un
plan para maquillar la realidad de lo
que acababa de ocurrir. Nadie se
enterara de la verdad. Solo Flori y yo.
Guardaramos un secreto que nos unira
para siempre. Nos hara cmplices de
algo que limara todas nuestras
asperezas, eliminara la diferencia de
educacin y clase entre ambas y nos
creara un vnculo fraternal ad eternum.
Nunca haba sido tan pragmtica. Mi
amor por Ricardo no saba si sera
capaz de avivarlo a partir de entonces,
pero pens que seguro que s poda
empezar a respetarle. Al fin y al cabo l
era un hombre noble que, a pesar de mis
neurosis, siempre haba permanecido a
mi lado. Y eso no hay dinero que lo
pague.
No te engaes, Nada, a ti no hay
quien te aguante y en eso tena razn
Helen, Ricardo es la ltima Coca-Cola
de tu desierto, por mucho que t te creas
un Ribera crianza. As que empieza a
hacerte calimochos, a mezclarte con l
de verdad. A compartir, a vivir; en
definitiva, a amarte a ti y a amarle a l.
Ricardo y yo reunimos todas las
cualidades para ser una pareja de lujo.
Con respecto a mis hijos, tambin
tendr que cambiar de actitud. Como
siempre deca ta Oly, y mira que ella no
tuvo descendencia, los hijos son de la
vida y no propiedad de su madre. Me
repet esa frase unas cuantas veces y ca
en la cuenta de que deba hacer lo
posible porque no dependieran tanto de
m ninguno de ellos. Ni Gadea
econmicamente, ni Ricky y Elvi
emocionalmente. Algo de lo que me he
quejado siempre pero que en el fondo
me gusta.
Querer querer. Nada, querer querer.
Ese es tu nuevo lema en la vida. A ver,
piensa. Hazte un juramento antes de
poner solucin a este desastre. T
puedes, Nada, Yes, you can!

Quiero querer amar y respetar de
nuevo a Ricardo.
Quiero querer no ser clasista con
Flori.
Quiero querer ayudarla a superar
la traicin de sus hijos y la muerte de
uno de ellos. Quiero querer aprender a
quererla.
Quiero querer dejar de criticar a
Marga por su complejo de clase.
Quiero querer dejar de querer a
Pablo.
Quiero querer que Gadea sea mejor
persona, que cre a su nio sin
prejuicios, que construya una familia
ejemplar.
Quiero querer no odiar a mi yerno
Fernando.
Quiero querer a Ricky tal y como
es. Con sus kilos de ms, con sus vicios
sin rehabilitar. Quiero quererle
independientemente de su condicin
sexual. Quiero querer que tenga su
propia vida y que su felicidad no
dependa de la ma.
Quiero querer realmente que Elvi
siente la cabeza, quiero quererla
aunque no se case!
Quiero querer que mi madre se
quiera.
Quiero querer perdonar a los hijos
de Flori. Quiero querer perdonarme a
m!
Quiero quererme, en definitiva,
quiero quererme!
As querr querer a los dems.

Como si fuera el conxuro de la
queimada de la noche de San Juan, esas
palabras mgicas me cambiaron la vida,
esta vez de verdad. Me hicieron tomar
las riendas de la situacin con una
perspectiva inusual en m. Sin dramas,
sin llantos, sin tonteras.
Pero antes me dio un vahdo, porque
despus de la tensin sufrida ya no
poda ni con mi alma, en el sof grande
del saln, cuyos cojines tambin estaban
reventados. De verdad pensaban estos
intiles que yo sera tan tonta de guardar
billetes o algo de valor ah dentro? Qu
habran estado buscando ah?
Por cierto, aprovechando este
destrozo redecorar la casa. Qu mejor
oportunidad que esta! Adems, esta vez
la decorar yo misma. Ni Pascua Ortega
ni pirri. Que yo tengo mucho gusto!
Hasta la fecha he pedido ayuda a un
decorador porque era muy trendy, para
poder decirle a mis amigas que fulanito
o menganito, el interiorista del momento,
me haba adornado la casa por dentro.
Pero no, esta vez ser yo la que huir
de los catlogos! Adems, yo siempre he
sido una mujer sin catalogar. Con un
sentido del humor muy fino que no voy a
perder a partir de hoy. Es ms, lo voy a
ejercitar ms a menudo. Ir a Ikea, ea!

Ja, ja, ja, ja.
Una ola de optimismo necesario
para salir airosa de ese desastre que
tena delante de mis ojos y que
enseguida iba a descubrir el primer
miembro de mi familia que lleg a casa
me empuj a actuar con celeridad y
eficiencia.
No sin antes tener el ltimo momento
de bajn, tan necesario para tomar
impulso como mi arranque previo de
positividad, por una vez autntico.
Porque repar en el documento que
me ley Luis Javier y que encontramos
en la caja fuerte
Sub al despacho de Ricardo y buce
en el desorden monumental que haban
organizado mis captores. Busqu el
papel por todos los rincones de esa
habitacin, pero no di con l. Y si no
existi jams? Y si se invent Luis
Javier el contenido de esa carta? Y si
yo era una enferma bipolar, o una
esquizofrnica cualquiera, o una
deficiente mental y mi padre decidi
inhabilitarme? Y si? Y si? Y
si? No puede ser Mam tambin
apareca en esa carta y siempre ha sido
ms cuerda que yo. Vale que pap era
machista, pero siempre consult a mam
todas y cada una de sus decisiones
Remov, remov, remov y
Sencillamente, el papel no apareci.
Quizs era cosa de Luis Javier: llevarse
consigo el documento para despus
destruirlo fue su forma de agradecerme
que le hubiera solucionado la vida con
mis joyas. Con mi tiara querida, tambin
desaparecida.
Yo, que durante aos me cre una
Mara Antonieta contempornea y que
una tiara as sera capaz de cambiar el
rumbo de la historia No fue un collar
de la reina decapitada el causante de la
revolucin francesa? Pues desde hoy mi
tiara, mi preciosa tiara, si no poda
cambiar el destino de la humanidad, al
menos iba a producir una revolucin en
m misma. Por mis muertos. Que no por
los de Flori. Que les den por culo, que
no pasteles!
No s si fue la resaca del alcohol y
las pastillas, pero mi flamante sensatez
me abandon una vez ms. O quizs fue
el estado de shock, la desesperanza, el
impacto de ver de nuevo los cuerpos de
Csar y Fausto durante mi recorrido por
la casa pensando qu hacer, o tal vez el
terremoto que pareca haber devastado
mi hogar, lo que me impidi discernir la
realidad de la ficcin antes de que
vinieran en mi rescate y permiti que el
globo que me elevaba a la estratosfera
de la alegra volviera otra vez a tomar
tierra.
Y si ese mecanismo de mi
pensamiento era una ficcin que ide mi
mente para joderme la vida? Empec a
dudar de todo lo que me haba sucedido
ese da. Realmente me acost con Luis
Javier? Se masturb Csar delante de
m? Otra vez solo recordaba lo malo y
sin embargo no haca lo mismo con mis
viajes al pasado, a tiempos felices.
Porque, incomprensiblemente, realic
muchos durante mi encierro.
Tena dos opciones: regresar al
vestidor o no.
Regresar implicaba arrancar de la
pared las barras de metal donde
colgaban mis trajes y dejar que se
vencieran sobre m. Que mi memoria me
asfixiara. Aunque tambin poda prender
fuego a todo lo que haba dentro a modo
de metfora y abandonar as mi pasado.
Hacer con l cenizas y resurgir de ellas.
Pero esa idea solo me haca tener ms
palpitaciones. Y no por el miedo a
tomar una decisin que en el fondo ya
tena tomada. Tena claro que no quera
volver a saber nada de mi vestidor, que
me conformara a partir de entonces con
el contenido de una maleta de cabina de
un vuelo de Ryanair.
Lo que me aterraba de pronto era el
hecho de que vinieran a salvarme. Y
qu iba a contar yo? Por un momento,
encontr la paz completa ah dentro.
Haba un reguero de cadveres, s. Una
mujer llorando Pero yo, YO en
mayscula, lo tena todo por primera vez
controlado. Eso s, solo por unos
minutos.
Decid que entrara dentro del
vestidor una vez ms solo para coger
todos los psicofrmacos y el champn
que encontrara all y tirarlos a la basura.
La ropa se la mandara empaquetar a
alguien que no fuera Flori, claro, porque
no poda hacerle la faena de volver a
entrar en el lugar donde haba muerto su
hijo.
Todo, y reitero todo, lo donar a
Critas.
Critas, adems, sin acento, significa
Caritas. Mi futuro sera encontrar la
felicidad en las caritas de la gente a la
que yo iba a ayudar a sentirse feliz
heredando mi ropa. Adems, en Critas
son muy listos, quizs subastarn mi
coleccin y con el dinero darn de
comer a muchos necesitados durante
aos. Critas. Caritas. Qu hortera soy
cuando me pongo.
Igual que decid que enterrara en un
rincn secreto de mi mente los abusos
de Csar y de Luis Javier, y a medida
que emerga en m la intencin de
deshacerme del continente y contenido
de mi habitacin del pnico, mi sueo
insistente de los ltimos aos de
separarme de Ricardo se desvaneci.
Me senta tan desvalida que solo
poda desear que mi segundo marido, y
desde ese momento el definitivo,
regresase pronto a casa. Empec a
depender de l emocionalmente como
jams lo haba hecho. Una dependencia
que, desde aquel instante, perdurara
toda la vida. Era posible reenamorarse
de alguien? S. Pas del te quiero
porque te necesito al te necesito
porque te quiero en cuestin de
segundos. La forma de amor ms bonita
del mundo y que practica el 1% de la
poblacin adulta, que no el 100% de la
adltera.
Se me olvid la carta de pap, la
tiara, el desfalco de capitales, la
herencia de mis nios, los protocolos,
los compromisos sociales
Ya eran las nueve y diez de la noche
y los lamentos de Flori, an dentro de
mi vestidor abrazada a su hijo, surgieron
como una msica de fondo. Si yo haba
sido capaz de salir de ese infierno
dantesco, ella tambin. As que sub a
por ella, la despegu a la fuerza del
cuerpo de Csar y la baj a la cocina. Le
puse una bata de rayitas rosas y blancas
que le haba comprado haca poco en El
Corte Ingls de Sanchinarro, que tienen
ropa muy mona para el servicio
domstico, y le anud un delantal limpio
que la propia Flori se plancha
primorosamente con almidn, con spray
Toke Apresto que es el mejor, para que
quede rgido, como a m me gusta. Le
pas una toallita hmeda por la cara
para limpiarle la sangre, le recog el
pelo y por primera vez en mi vida le
prepar algo de comer. Haba un sobre
de sopa instantnea caducado en uno de
los armarios y se lo calent en el
microondas.
Hgamelo, seora. No se
preocupe, lo que no mata engorda me
dijo. Y empezamos ambas a rer de tal
forma que casi se nos desencajan las
mandbulas.
Haca aos que no encenda yo sola
ese trasto, no s cmo pude programar
un minuto de coccin. Toqu todos los
botones a destajo, se encendi una luz y
el plato de cristal empez a girar. Yo
saba muy bien mandar hacer las tareas
de la casa, pero no hacerlas, y mucho
menos las domsticas. Solo me relajaba
fregar. Fregar copas de cristal. Las
copas de cristal que contenan los vinos
que se beba Ricardo. Para m
significaba algo que las fregara yo.
Como si con ese gesto contribuyera a
que su hgado se resintiera menos.
Flori y yo nos quedamos las dos
cogidas de la mano en el office a la
espera de que alguien apareciera.
Despus de la risa, pasamos al llanto, y
despus al silencio. Ambas tenamos en
nuestras mentes los rostros clavados de
Csar y Fausto, muertos en mi hogar.
Flori empez a rezar el ngelus. Y
yo con ella, porque me acordaba del
colegio. Ella en castellano, y yo en
francs. Haca an ms aos que no
rezaba el ngelus que no pulsaba el
botn del microondas. Porque ahora que
me acuerdo, una vez que, cosa rara,
Flori me pidi la tarde libre y yo tuve
que quedarme sola con Pedrito, que
estuvo unos das en casa hace unos
meses porque sus padres se fueron de
viaje, investigu cmo calentarle un
bibern y lo logr. Supongo que con el
mismo gesto que he hecho ahora.
Aporreando los botones de la pantallita
esa que siempre se le olvida limpiar a
Flori y que suele tener huellas de harina
o huevo, al igual que el mango de la
puerta de la nevera. Algo que me pone
nerviossima!
Rezamos y juntamos nuestras frentes.
Hicimos un pacto de sangre sin quererlo.
Ella tena una herida en la sien y yo otra
ms pequea de alguno de los golpes
que nos asestaron sus hijos tras tanto
forcejeo con ambas. De pronto, nuestras
cicatrices se abrieron por casualidad y
nos manchamos la una con la sangre de
la otra. Nos volvimos a rer a voz en
grito hasta que
Nada! Nada!
Nadaaaaaaaaaaaaaa! se oy a
Ricardo llamarme canturreando. Al
final no he cenado en Horcher! breme
que esta puerta est atascada! Has
puesto la cadena por dentro? Pero qu
es esto? Fausto, est usted bien?
Despierte, despierte ahora mismo!
Nadaaaaaaaaaa!
Corr a los brazos de mi marido. Me
fij en l y despus de ms de 25 aos
sin mariposas revoloteando en mi
estmago al verle, de pronto pareca que
de mi tripa estallaban los cascarones de
mil millones de gusanos de seda.
Le vi atractivsimo. Con su pelo
blanco engominado hacia atrs.
Enfundado en esa camisa blanca que le
compr en Lacasa & Maran y que
tanto le favorece cuando le ha dado el
sol Con esos nuticos que me
encantan y ese pantaln chino
entalladito Algo bueno tendr el
alcohol, que a algunos los mantiene
delgados. Yo no s si era por el
bronceado o no, pero esas venitas rotas
que sola lucir en los mofletes Ricardo,
propias de alcohlico y que tambin
tiene George Bush, que yo lo he visto en
fotos, haban desaparecido. Le encontr
magnfico. Ese era mi hombre. El
hombre de mi vida. No conservan los
cadveres en formol? Pues el alcohol
haba mantenido a mi hombre la mar de
bien.
Cario! Cario! No te puedes
imaginar lo que ha ocurrido!!!!
Nos abrazamos con fuerza y pasin
como haca aos que no lo hacamos.
Le llev a la cocina y, ante su cara
de estupefaccin, le cont mi versin de
los hechos, pero sin pelos ni seales
porque, por supuesto, lo primero que
tuve que obviar fueron los episodios
sexuales. Un matrimonio siempre ha de
tener misterios.
Por primera vez vi a Ricardo
comportarse como un hombre de verdad.
Como el autntico lder de la familia
Maier Peralta. Aunque cierto es que
Ricardo funcionaba mejor en los
gabinetes de crisis que en los momentos
de felicidad conyugal.
Juntos decidimos llamar a la polica,
no sin antes jurarle a Flori que no me
ensaara contra sus hijos en mi
declaracin. Ella pens que condenaran
a Luis Javier, pero le dije que no se
preocupara, que explicaramos muy bien
la verdad. Que l no era culpable de
nada, que la muerte de Csar era fruto
de una pelea entre hermanos y que Luis
Javier mat a Csar por defendernos a
nosotras. Flori no estaba muy segura de
que eso fuera lo que ocurri realmente.
Alucin con que dudase de su hijo
chiquito. Pero si lo presenci todo!
Tiempo despus me enter de que tanto
Eladio como Csar le prometieron a
Flori que regresaran a buscarla, pero ya
ha pasado mucho tiempo y no han
cumplido su promesa. Flori ha perdido
toda la esperanza.
Pensamos que le echaramos la
culpa a Csar de la muerte de Fausto.
Ah tendramos que mentir, porque
ninguna de las dos vimos quin acab
realmente con la vida del jardinero.
Las dos pusimos la mano en el fuego
de que Luis Javier no matara ni a una
mariposa de mi estmago.
Con respecto a la huida de los
ladrones, diramos la verdad. Porque
ignorbamos el destino de Eladio y Luis
Javier una vez que me haban
desvalijado la casa. No volvimos a
tener noticias de ellos jams.
Tambin le cont a Ricardo la
entrega de las joyas a Luis Javier, pero
me perdon, crey que lo hice bajo
amenaza de muerte presa del horror, ni
por asomo pudo imaginarse que se las di
voluntariamente. Ese secreto tambin me
lo llevar a la tumba. Gracias a m, Luis
Javier andar ahora mismo por
Colombia o por no s sabe dnde,
porque igual est an en Espaa,
gastndose el dinero que habr
conseguido de mis joyas, unos tres
millones, calcul de nuevo. No creo que
haya vuelto a Paraguay.
Estoy segura de que Luis Javier
andar ahora detrs de otra mujer rica
de la que aprovecharse. O quizs el mal
de conciencia le haya obligado a formar
una familia ejemplar sea donde sea.
Invertir mi dinero en un negocio rentable
para dar de comer a los hijos que
vendrn. Pero no lo creo. Cmo habr
lavado ese dinero sin levantar
sospechas? Carece de la astucia de mi
Ricardo. Yo que le tena por intil y mi
padre confi en l todo a su muerte: su
dinero, su esposa y su hija. Todo. Si lo
hizo, sera por algo, no? O es que mi
padre y Ricardo eran amantes? Ay,
Nada, hija, djate de tonteras. Aunque
confieso que esa idea an me ronda la
cabeza a veces.
Con el manuscrito de pap hice lo
mismo que con los episodios
escatolgicos y sexuales que haban
acontecido ese da. Lo resete de mi
cerebro. Y creo que Ricardo tambin,
porque jams pregunt por ese papel.
Quizs a la polica, y a mis espaldas,
tras denunciar lo ocurrido. Sigo
pensando tambin a menudo que ese
papel nunca existi. Y si fue verdad, su
desaparicin fue el nico gesto de Luis
Javier para protegerme de los hombres
que supuestamente haban querido
dirigir mi vida. Cuando en realidad,
algo que l no sabe, es que siempre he
sido yo la que les he dirigido a ellos.
Los he moldeado a mi gusto como una
figurita de barro y he sacado de ellos el
mximo jugo para cumplir mis deseos.
Pap, Pablo, Ricardo, incluso Luis
Javier me dieron todo y yo a ellos
nada. Hasta entonces haba estado vaca,
como mi nombre. Pero a partir de aquel
da de agosto, no lo iba a estar ms.
Tendr una vida plena, me jur. Y as
fue.
Cuando llegaron los nios a casa de
la despedida de soltera de Juani, la calle
estaba cortada. Haba varios coches de
polica y tres furgonetas del Samur. Vino
un juez a levantar los cadveres de
Fausto y Csar. A Flori la ingresaron en
el Hospital Ruber Internacional, en una
habitacin preciosa que llen de flores
para que se le pasase el disgusto ms
rpido. Pero no ha sido as. An no
puede pisar la planta de arriba. Tengo
que limpiarla yo misma. Lo que queda
de ella, porque tambin acab
destrozada.
Gadea vino la primera con su
familia y se qued sin palabras, yo creo
que ms afectada por los daos
materiales que por los personales. Su
marido, Fernando, se march a su casa
con el nio, dijo, para que la criatura no
se enterara de nada hasta que
arreglramos el desastre. Aunque yo
creo que lo hizo por no echarnos una
mano en nada. Gadea se qued en casa
unos das, pero no s para qu, porque
lo nico que haca era lamentarse y
hacer preguntas incmodas sobre el
dinero que se haban llevado, y eso que
Ricardo y yo decidimos no darle
detalles sobre el asunto. Hube de
invitarla a que se marchara al poco
tiempo porque no poda soportarla ms.
Me busqu la excusa de su embarazo. Y
ella accedi, igual que su marido, a
desaparecer de all y hacer como si no
fuera con ellos nada de esa desgracia.
Elvi y Ricky quedaron impactados al
entrar en casa y vernos ensangrentadas.
No dejaron de llorar en das, como si
fueran cros asustados de cinco aos.
Elvi apenas saca el tema desde
entonces, se imagina lo mal que lo pas
y no quiere reabrir la herida. Ricky no
para de fumar y comer y est todo el da
pegado a m. Me llama unas 27 veces al
da para preguntarme si estoy bien.
Tambin est muy pendiente de Flori,
que no ha vuelto a salir de casa desde
que volvi del hospital. Solo conversa a
veces con Fermn, es al nico al que
sonre de cuando en cuando y le ensea
su dentadura dorada.
Alguna vez me he encontrado a
Ricky y Elvi dormidos en la puerta de
mi habitacin, tendidos sobre la
moqueta, pendientes de mi respiracin.
Flori tiene agorafobia diagnosticada,
pero es lo menos que le poda pasar
despus de ver cmo sus hijos eran una
versin contempornea pero en tro de
Can y Abel.
Ricardo dej de beber
progresivamente. Hasta de jugar al golf
y de salir a cenar con los amigotes. Yo
creo que se senta culpable de lo que
haba ocurrido y se erigi de pronto en
el hombre de la casa. Ya era hora. Pero
ms vale tarde que nunca, porque eso me
sirvi para volver a hacer equipo con l.
Como me promet a m misma, tir
abajo el vestidor y don todo su
contenido a Critas ante el estupor,
sobre todo, de mi hija Gadea, a quien
dej de darle dinero con motivo del
expolio de mi hogar y ella no pudo ms
que aceptar. Su marido, al fin, se puso
las pilas y gracias a uno de mis
contactos le dieron un puesto de
responsabilidad en Accentur. Espero
que est a la altura de las circunstancias,
no le queda otra.
Obligu a Ricky a pedir una beca
Erasmus a ver si por fin acababa la
carrera porque tena ya casi 30 aos. l
no quera ir ni a tiros, pero le dije que
haba de hacerlo por su bien, que no
poda estar pegado a mis faldas toda la
vida. An me llama llorando muchas
veces por las noches dicindome que me
echa muchsimo de menos, pero yo creo
que ha conocido a un chico y estoy
encantada. Adems, al fin est
adelgazando! Se lo noto en las fotos que
me manda, porque si solo me lo contara
l no dara crdito. Quin lo iba a
decir, en Siena, donde se come
fenomenal! Le est costando sacudirse
mi dependencia emocional, pero me lo
agradecer.
Elvi sigue aqu, conmigo, pero le he
encontrado unas prcticas en un estudio
de arquitectura en Berln y Ricardo le ha
conseguido, a su vez, otras prcticas a
Jorge, su asesor financiero, en un banco
de all. Nosotros hemos propiciado el
romance entre ambos, el resto ya
depende de ellos. Elvi parece
ilusionada, tampoco le haca mucha
gracia alejarse de m, pero es un poco
ms madura que Ricky y yo creo que se
lo va a pasar tan bien all que nunca ms
va a volver.
Me he trado a mam y a Ernes a
vivir a casa. Es verdad que, poco a
poco, estoy aprendiendo a cocinar y a
hacer otras labores del hogar, pero esta
casa es muy grande para m y necesitaba
a alguien que apoyase a Flori, aun en
silencio. Mam est encantada, ya tiene
planes nuevos y ha vuelto a leer. Est
restaurando con Ricardo los libros de la
biblioteca de pap que los hijos de Flori
destrozaron. Hace tiempo que no la veo
encender la tele. Ha vuelto, sin embargo,
a poner msica clsica a todo volumen.
Pone una y otra vez la Rapsody in blue
de Georges Gershwin, una composicin
que le encantaba de joven y que le pirra
bailar con Ricardo.
Don todo menos ese vestido de
Dior del que no tuve noticias el da de
mi secuestro. Yo que pens que sera la
maison francesa la que me salvara de
aquella pesadilla Qu craso error!
Ese infierno me llev a la gloria. Porque
me sirvi para reflexionar sobre mi vida
y aprender que el lujo no es un reloj con
esfera de oro y brillantes de esa misma
casa de modas, sino el tiempo para estar
con los mos.
Ivo me llam personalmente al da
siguiente de mi secuestro para
recordarme que tena ya el vestido
arreglado. No me hizo ninguna pregunta
acerca de nuestra conversacin al
telfono el da anterior. Yo creo que
pens que le haba defraudado y que no
era aquella clienta especial que l
imaginaba, con un modus vivendi ms
profundo que el resto de las mujeres que
solan gastarse su fortuna en Dior. Me
tom por una ms de ellas, de las de la
Visa es bella. Por una mujer aburrida
de sus hijos, de su marido, cuya nica
emocin era tontear con dependientes
gays de los que obviaba su
homosexualidad y beberse una botella
de champn de vez en cuando.
En realidad, tena razn. Yo soy,
perdn, era, ese tipo de mujer.
Pagu el vestido y es la nica prenda
cara que conservo. Lo acaricio de vez
en cuando para recordar mi nueva vida.
Como si fuera la sbana santa de mi
porvenir.
Han pasado seis meses de mi
secuestro y an sigo esperando que la
polica encuentre mis joyas y mi
coleccin de bisutera antigua tan
valiosa en el mercado negro.
He perdido toda la esperanza, la
misma que Flori de volver a reunirse
con sus hijos.
Con un pendiente sin tuerca me
bastara para, al menos, conservar algo
de ta Oly y no olvidar jams el tipo de
ser humano, por decirlo de alguna
manera, que durante tantos aos fui y
que no quiero volver a ser. Bueno,
siempre podr amar su memoria. Eso
nadie me lo podr robar jams.
Vuelvo a hacer el amor a menudo
con Ricardo.
A mi edad.
Por primera vez en mi vida soy feliz.
Al fin lo tengo Todo y ya no soy
Nada.
Agradecimientos
A mis padres y a mi(s) hermano(s),
por su amor sin condiciones.
A Javi, la primera persona que me
anim a escribir un libro.
A Emilia, Cote, Arnzazu, Emilce,
Pilu, Clara, Pepa, Esteban, Lorenzo,
Jos Luis y Romualdo, por ayudarme en
todo el proceso.
A mis amigas del colegio, de Zarauz,
de la facultad y del peridico, por sus
tronchantes historias, su lealtad y su
cario y por considerarme ingeniosa y
bien vestida.
A todo el equipo de elmundo.es y a
mis mentores Miguel ngel, Manu,
Aurelio, ngel y los Fernandos, por su
confianza en m.

Fin
***
Beatriz Miranda Mara-Tom, 2013
La Esfera de los Libros, S. L., 2013
Avenida de Alfonso XIII, 1, bajos
28002 Madrid
Tel.: 91 296 02 00 Fax: 91 296 02 06
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ISBN: 978 - 84 - 9970 - 692 - 4

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