Guerreos de Terracota PDF
Guerreos de Terracota PDF
Guerreos de Terracota PDF
abierta al mundo
vi yr;
Herrado hace
000 aos
EL EJ RCITO DE ARCILLA
DEL PRIMER EMPERADOR CHINO
TESOROS
DEL ARTE
MUNDIAL
Nacimiento
de Buda
Estatuilla de bronce dorado
(56 cm de alto), del siglo XVIII,
que representa el nacimiento de
Siddharta, fundador del
budismo. Segn la creencia
tradicional, naci Gotama (Buda
es un ttulo que significa
"Sabio" o "Iluminado") hacia el
ao 563 a.C. en el bosque de
Lumbini, en el Nepal actual. En
esta representacin de la escena
de su nacimiento, aparece
saliendo del costado derecho de
su madre, Maya, quien sostiene
en la mano la rama florida de un
rbol. Las incrustaciones de
piedras de colores es tpica de la
artesana del bronce y de la
orfebrera de Nepal.
Foto S Runion des muses nationaux. Museo
Guimet, Pars
ei Correo*e kunesc
DICIEMBRE 1979 ANO XXXII
PUBLICADO EN 20 IDIOMAS
Espaol Italiano
Turco
Ingls Hindi
Urdu
Francs Tamul Cataln
Ruso Hebreo
Malayo
Alemn Persa Coreano
Arabe Portugus
Swahili
J apons Neerlands
Publicacin mensual de la UNESCO
(Organizacin de las Naciones Unidas para la
Educacin, la Ciencia y la Cultura)
Venta y distribucin :
Unesco, place de Fontenoy, 75700 Pars
Tarifas de suscripcin :
un ao : 35 francos (Espaa : 750 pesetas)
dos aos : 58 francos.
Tapas para 11 nmeros : 29 francos.
Los artculos yfotografas que no llevan el signo (copyright)
pueden reproducirse siempre que se haga constar "De
EL CORREO DE LA UNESCO", el nmero del que han
sido tomados y el nombre del autor. Debern enviarse a
EL CORREO tres ejemplares de la revista o peridico que los
publique. Las fotografas reproducbles sern facilitadas por la
Redaccin a quien las solicite por escrito. Los artculos firma
dos no expresan forzosamente la opinin de la Unesco o de la
Redaccin de la revista. En cambio, los ttulos y los pies de
fotos son de la incumbencia exclusiva de esta ltima.
Redaccin y Administracin :
Unesco, place de Fontenoy, 75700 Pars
J efe de redaccin :
J ean Gaudin
Subjefe de redaccin :
Olga Rodel
Secretaria de redaccin :
Gillian Whitcomb
Redactores jefes :
Espaol : Francisco Fernndez-Santos (Pars)
Francs :
Ingls : Howard Brabyn (Pars)
Ruso : Victor Goliachkov (Pars)
Alemn : Werner Merkli (Berna)
Arabe : Abdel Moneim El Sawi (El Cairo)
J apons : Kazuo Akao (Tokio)
Italiano : Maria Remiddi (Roma)
Hindi : H.L. Sharma (Delhi)
Tamul : M. Mohammed Mustafa (Madras)
Hebreo : Alexander Broido (Tel-Aviv)
Persa : Fereydun Ardalan (Tehern)
Portugus : Benedicto Silva (Ro de J aneiro)
Neerlands : Paul Morren (Amberes)
Turco : Mefra llgazer (Estambul)
Urdu : Hakim Mohammed Said (Karachi)
Cataln : Cristian Rahola (Barcelona)
Malayo : Azizah Hamzah (Kuala Lumpur)
Coreano : Lim Moun-Young (Seul)
Swahili : Domino Rutayebesibwa
(Dar es-Salam)
Redactores adjuntos :
Espaol : J orge Enrique Adoum
Francs : Djamel Benstaali
Ingls : Roy Malkin
Documentacin : Christiane Boucher
Ilustracin : Ariane Bailey
Diagramacin: Philippe Gentil
La correspondencia debe dirigirse
al Director de la revista.
pginas
5 EL EJ ERCITO DE ARCILLA
DEL PRIMER EMPERADOR CHINO
por Gu Wenjie
9 UNA MONTAA-SANTUARIO
EN EL HIMALAYA NEPALS
por Corneille J est
25 LA PINTURA TAILANDESA
Expresin del espritu budista
por Adul Wchiencharoen
29 AFGANISTAN
EL ORO DE UNA MISTERIOSA DINASTA
por Viktor I. Sarianidi
35 Pagan, la joya de Birmania
UN "LIBRO DE IMGENES"
EN LOS MUROS DE UN TEMPLO
por Klaus Wenk
2 TESOROS DEL ARTE MUNDIAL
NEPAL: El nacimiento de Buda
OCHO PAGINAS EN COLOR
Nuestra portada
Desde 1974, los arquelogos chinos estn
desenterrando un fabuloso ejrcito de
guerreros de arcilla de tamao natural
descubierto por casualidad en una bveda
subterrnea en la provincia de Chensi,
China. Como seala Gu Wenjie, autor del
artculo que publicamos en las pginas
siguientes, cada una de las figuras de ese
nutrido ejrcito (ms de 6.000 piezas en
total, incluidos los caballos) es un retrato
autntico de un miembro de la guardia del
primer emperador chino, Qin Shihuang. En
la foto de la portada puede verse con qu
primor y meticulosidad modelaron sus
obras los artesanos chinos de la poca. En
Ips dems artculos del presente nmero,
dedicado en su totalidad a Asia, se
examinan un reciente y admirable hallazgo
arqueolgico realizado en Afganistn y la
influencia budista en la vida y el arte de
Nepal, Tailandia y Birmania.
I
V
R
El ejrcito de arcilla
del primer
emperador chino
por Gu Wenjie
ENmarzo de 1974, unos cuantos cam
pesinos de una comuna popular
cercana a la ciudad de Sian, antigua
capital de China, al sudoeste de Pekn, reali
zaron uno de los descubrimientos arqueol
gicos ms extraordinarios de nuestro siglo.
Al excavar un pozo dieron no con el agua si
no con un tnel en el que se hallaba enterra
do un ejrcito entero de guerreros, caballos
y carros, todos de tamao natural y fabrica
dos con barro cocido.
La fabulosa falange de arcilla (varios miles
de piezas) haba sido enterrada a una distan
cia de poco ms de un kilmetro de la tumba
del Emperador Qin Shihuang (Chin Shih
Huang), el soberano que hace ms de 2.000
aos unific los estados guerreros de China.
Cuando todas las piezas hayan sido elevadas
a la superficie, restauradas y expuestas en
un museo permanente, es muy posible que
despierten en el mundo entero tanto inters
como la otra monumental realizacin por la
que se recuerda al poderoso Emperador : la
Gran Muralla de la China.
Los campesinos informaron de su hallaz
go a las autoridades. Tras lo cual, se nombr
un equipo de arquelogos para que supervi
saran las exacavaciones de la zona. Los ar
quelogos descubrieron una caverna sub-w
terrnea de 210 metros de largo por 60 der
Que el Emperador Qin Shihuang se hiciera
enterrar junto con todo un ejrcito formado
por miles de piezas de barro cocido de
tamao natural, es algo que casa
perfectamente con la grandeza histrica de
quien fundara el Imperio Chino, que iba a
durar ms de 2.000 aos, y construyera la
Gran Muralla. El gran unificador, Cheng,
tom el ttulo con que se le conoce en la
historia de "Qin Shihuang-ti" o "Primer
Seor Augusto de la China". Ese fabuloso
ejrcito de arcilla est ahora saliendo de su
milenario sueo subterrneo gracias a la
labor de los arquelogos chinos. En la
pgina anterior, un arquelogo y sus
ayudantes recomponen pieza a pieza varios
guerreros que tras el hundimiento de la
bveda pocos aos despus de su
construccin quedaron reducidos a un
montn de cascotes. Arriba y a la
izquierda, dos vistas parciales del museo
constituido en el sitio mismo de las
excavaciones, bajo un enorme hangar
metlico: los guerreros y sus caballos
aparecen formados en el orden militar
chino de la poca, tal como fueron
enterrados.
GU WENJ IE, de la Repblica Popular de China,
es especialista en arqueologa y escribe en la
revista China Features, de Pekn.
5
*i
El mapa indica la ubicacin de la bveda
subterrnea que contena el extraordinario
tesoro (2) y de la tumba del Emperador Qin
Shihuang (1), aun no excavada y que ha
llegado hasta nosotros intacta. J unto a ella
pasa una carretera principal. La distancia
entre la tumba y la bveda es de 1.225
metros. El Emperador tard 36 aos y
emple 700.000 trabajadores en la
construccin del palacio subterrneo que
iba a ser su morada para la eternidad.
Segn los expertos, se necesitarn dos
generaciones para sacar a la luz del da
todas las riquezas histrico-artsticas
enterradas en el complejo de la tumba de
Qin Shihuang.
Abajo, plano de la bveda de los guerreros
en 1975, con la parte de la derecha
excavada en primer lugar (1). En el plano se
indican los pasadizos de entrada (2). A la
derecha, plano de la zona primeramente
excavada de la bveda; en l se observan
las figuras de los guerreros y los caballos
tal como se hallaban enterradas desde
haca ms de 2.000 aos.
esa
iiVill .
, ancho, llena de figuras de terracota. La ex
cavacin preliminar realizada en una superfi
cie de 1 .000 metros cuadrados dio como re
sultado el hallazgo de 520 guerreros de cer
mica (cada uno de 1,78 a 1,87 metros de al
tura) y 24 caballos de tamao natural. Los
expertos calculan que en el lugar puede ha
ber hasta seis mil figuras de este tipo.
Los guerreros, en excelente estado de
conservacin, son bien proporcionados y en
las lneas de su rostro se manifiesta el primor
y la habilidad de los artesanos que los mode
laron, algunos de cuyos nombres estn ins
critos en su obra. La armadura, el cinturn,
las polainas y las botas estn reproducidos
con gran lujo de detalles.
Pero quiz lo ms notable es que cada fi
gura constituye un retrato nico. Uno de los
soldados, quiz un veterano, aparece con
las cejas fruncidas y los labios apretados.
Otro, con las cejas arqueadas ylos ojos chis
peantes, podra ser un recluta novato. Un
tercer soldado tiene unos bigotes ensortija
dos y la jovial mirada del optimista a quien
no perturba la idea de la muerte en el campo
de batalla. Ninguno se parece a los dems.
Las manchas de color en las figuras yen el
suelo donde aparecieron indican que en un
principio estaban pintadas con una serie de
pigmentos minerales: rojo, rosa, prpura,
azul, verde, amarillo, anaranjado, negro,
marrn, gris y blanco.
A juzgar por los estudios realizados en el
lugar, el ejrcito fue enterrado en una gran
bveda subterrnea cuyo techo, sostenido
por vigas de madera, se hundi tras un gran
incendio. Los arquelogos iniciaron sus tra
bajos en el extremo oriental de la bveda
rectanguar. All desenterraron cinco pasadi
zos de entrada en pendiente que conducan
a una cmara en la que descubrieron una
hueste de guerreros, formados de tres en
fondo yorientados hacia el este en orden de
batalla. Tres figuras, una en el medio y las
otras dos a cada extremo de la primera hile
ra, eran probablemente los jefes.
Estos guerreros, equipados ligeramente y
armados con arcos yaljabas, parecen formar
la vanguardia. Tras ellos se despliega el
Los rostros de los guerreros del Emperador
muestran una sorprendente variedad, tanto
en sus rasgos propios como en sus adornos
y adminculos: se trata al parecer de
retratos de miembros de la guardia de Qin
Shihuang (vanse las cuatro muestras de la
izquierda). El guerrero de rodillas es un
arquero en posicin de tiro: originalmente
llevaba un arco que con el tiempo qued
destruido. Los tres primeros guerreros
llevan un tocado especial con un moo en
lo alto que es el que aparece en la mayora
de los casos; la cuarta figura presenta el
otro tipo de tocado ms frecuente: una
especie de montera sujeta con un
barboquejo (arriba, dibujos detallados de
ambos tipos de tocados).
grueso de las fuerzas, formado por nutridas
columnas de infantes entremezclados con
carros, cada uno de ellos tirado por cuatro
caballos. Estos soldados estn armados en
su mayora con lanzas o alabardas, si bien al
gunos llevan armas de corta empuadura.
Unos van vestidos con traje talar, otros con
armadura. Las orejas de los caballos, de as
pecto tan vivo y real como los guerreros,
apuntan hacia adelante y sus crines son en
sortijadas. Miran hacia el frente con aten
cin, esperando una seal de sus amos. Su
cola est anudada, como para permitirles
galopar ms libremente.
Los flancos norte y sur de esta falange
principal estn guardados por una columna
de guerreros de dos en fondo y mirando ha
cia fuera. Todo ello muestra el terrible orden
de batalla y la mortfera fuerza de las le
giones del Emperador.
Tras comparar soldados y caballos con
otras figuras ya desenterradas de la dinasta
Qin (Chin), los arquelogos llegaron a la
conclusin de que se trataba de acompaan
tes funerales enterrados con el Emperador
Qin Shihuang (259-210a.C), cuya tumba no
ha sido excavada hasta ahora. Segn los do
cumentos, la construccin de la tumba de
Qin Shihuang se inici mucho antes de la
muerte del Emperador, y parece casi seguro
que la fabricacin de las figuras de barro co
cido formaba parte de esos preparativos.
Qin es una de las figuras ms importantes
de la primitiva historia china. Durante su
reinado se normaliz el sistema de escritura
del pas, as como el de pesas y medidas, su i
sistema monetario ysu calendario. Qin orde- 1
A la derecha, especialistas chinos dando la
ltima mano a la restauracin de dos
guerreros.
De un realismo tan vigoroso como los
guerreros, los caballos del ejrcito
enterrado de Qin Shihuang se cuentan por
centenares. He aqu cuatro imgenes que
ilustran esta admirable caballera, trasunto
en barro cocido de la que sirvi al fundador
del Imperio Chino para ganar sus
numerosas batallas. Los caballos se
utilizaban para arrastrar carros de guerra
(cuatro por carro) o como montura para los
guerreros. En cada carro haba, adems del
conductor, otros dos guerreros armados
con lanzas, espadas y arcos. Para montar
un caballo se utilizaban sillas sin estribos
(stos fueron al parecer inventados en
China en poca posterior).
, n la construccin de canales de riego y de
carreteras que recorran las diversas partes
de su imperio y uni las murallas construidas
anteriormente por cada estado, formando
as la Gran Muralla, slida barrera contra la
amenaza de las tribus nmadas del norte.
El Emperador reclut por la fuerza a millo
nes de hombres para trabajar en estos in
mensos proyectos y oblig a las gentes ricas
e influyentes a trasladarse de las provincias a
la capital. Cientos de intelectuales fueron
asesinados por criticar su poltica, y se
quemaron cuantos libros trataban de cosas
distintas de la agricultura, la medicina, la far
macia y la astronoma porque Qin considera
ba que esos otros conocimientos eran sub
versivos.
Hasta ahora slo se ha excavado una pe
quea parte de la bveda situada cerca del
montculo funerario del Emperador, pero de
ella se han extrado, adems de guerreros,
caballos y carros, gran profusin de utensi
lios agrcolas de hierro yobjetos de oro, jade
y hueso, as como de lino, seda y cuero.
Tambin se han desenterrado muchas armas'
de bronce muy bien conservadas : puntas d
flecha y espadas que al cabo de tantos siglos
se mantienen relucientes yaguzadas, as co
mo arcos hallados en tan gran nmero que
es de suponer su utilizacin generalizada en
la China de Qin Shihuang.
En el lugar mismo se est construyendo
un museo que dar albergue tanto a las
piezas descubiertas como a los arquelogos,
a quienes esperan aos de ardua labor antes
de que la bveda entregue todos sus secre
tos.
Gu Wenjie
8
Una montaa-santuario
en el Himalaya nepals
por Corneille J est
E'
fJ T ^la cumbre de la montaa
sagrada de Muligang,
unajoya exquisita semeja un
stupa de cristal.
AI Este, la morada de los Tres Preciosos
Protectores;
al Sur, el palacio de la divinidad Tara;
al Oeste, los palacios de la divinidad
Dorje Pamo y de las hadas Dakni;
al Norte, el palacio de la divinidad
Dorjechan..."
Esa montaa de Muligang no es otra que
el Dhaulagiri, una de las cumbres ms altas
del Himalaya. Hasta hace unos treinta aos
el reino de Nepal y las cimas que forman el
"techo del mundo" eran conocidos slo por
unos cuantos privilegiados. Pero desde en
tonces, tras las primeras expediciones de al- 1
pinistas, comenzaron a llegar algunos viaje- 1
En los altos valles de Nepal lo sagrado est
ntimamente vinculado con la vida
cotidiana. Tanto en los momentos decisivos
de la existencia humana
matrimonio, muerte como en la
realizacin de actividades de diversa ndole
de una casa, delimitacin
de un terreno, proteccin de las personas y
de los bienes se requiere la intervencin
de los hombres de religin. En caso de
enfermedad se consulta a un lama mdico,
como el de la fotografa. El tratamiento,
que puede ser a base de plantas, de
sangras o de ventosas, va siempre
acompaado de ritos para la proteccin del
paciente. Verdadero gua espiritual de la
comunidad, el lama o "maestro" vela por la
salud de todos. Cuando alguien muere,
corresponde al lama extraer su alma del
cuerpo para evitar que un demonio
cualquiera se apodere de ella. Y es tambin
l quien conduce al difunto a su sepultura.
CORNEILLE J EST, francs, es director de un
programa multidisciplinario de investigaciones en
el Himalaya del Centro Nacional de Investigacio
nes Cientficas de Francia. Consultor dela Unesco
en cuestiones relativas al patrimonio cultural de
Nepal, ha publicado numerosos artculos sobre la
regin himalaya. Su libro Tarap, une Valle dans
l'Himalaya, profusamente ilustrado con sus pro
pias fotografas, sepublic en 1974enlas Editions
du Seuil, Paris.
ros occidentales, luego visitantes nacionales
' deseosos de conocer mejor su propia cultura
y, finalmente, oleadas de turistas en busca
de extraamiento y de exotismo.
Nepal se extiende, de este a oeste, a lo lar
go de ms de ochocientos kilmetros sobre
un teln de fondo formado por las cumbres
ms altas y clebres del mundo : el Everest,
el Anapurna, el Dhaulagiri, el Kanjiroba...
De norte a sur el viajero desciende, a travs
de mesetas sucesivas, a la planicie del Gan
ges donde los ros y las montaas forman un
tablero gigantesco de regiones naturales su
mamente diversas. Debido a su situacin en
la cordillera del Himalaya, Nepal pudo aco
ger y luego asimilar y preservar elementos
culturales de origen indio y centroasitico.
Hasta hace poco, el aislamiento relativo
de los altos valles haba permitido preservar
de las influencias extranjeras los modos de
vida, la religin yla arquitectura de la regin.
Las poblaciones de los valles medios, orien
tados hacia Katmandu y el sur del pas,
hablan o comprenden el nepals y practican
el hinduismo ; en cambio, los habitantes de
los altos valles del norte yde las regiones si
tuadas a los pies del Himalaya son de lengua
y cultura tibetobirmana o tibetana y, por lo
general, budistas.
Esos altos valles se encuentran entre el Ti
bet y Nepal. La altitud elevada, el clima rigu
roso y las lluvias sumamente escasas del
norte de la gran cordillera determinan una
agricultura limitada al cultivo de la cebada y
del alforfn y, desde hace poco tiempo, de
las patatas. La cra del yak yde sus hbridos
y la de carneros y cabras suministra un
complemento a la alimentacin y la materia
prima para el tejido. A esos insuficientes re
cursos agropecuarios cabe aadir los inter
cambios de cereales de la regin por sal pro
veniente de los lagos salados de la meseta ti
betana.
En la primavera, una vez terminada la
siembra, se lleva el ganado a los pastos de
altura ; durante el verano continan los inter
cambios de cereales y sal; y en el otoo,
despus de la cosecha, una parte de la
poblacin desciende hacia los valles medios
a comerciar con productos tales como teji
dos y plantas medicinales.
La vida religiosa gira en torno al budismo
cuyo modelo se desarroll en el Tibet a partir
del siglo VIII. El tiempo est regulado por el
calendario lunar: el ao nuevo cae a me
diados de febrero, fecha en que se celebra el
rito de la expulsin del mal ; a mediados del
verano tienen lugar las ceremonias que ase
guran la prosperidad de los cultivos ydel ga
nado. Los lugares de culto son numerosos :
templos de las aldeas, capillas privadas o
monasterios donde se renen hombres o
mujeres que han hecho voto de meditacin.
Cabe destacar la forma sumamente
estructurada que ha adoptado el budismo en
esas regiones. Los sacerdotes o lamas (lama
significa "maestro") desempean la funcin
decisiva de guas espirituales sin los cuales el
hombre estara privado detoda esperanza de
salvacin. Los hombres de religin hacen
accessibles a los laicos las operaciones yfr
mulas litrgicas o mgicas yconstituyen una
poderosa organizacin clerical jerarquizada
que se expresa en ritos complejos y en un
rgido formalismo. El sacerdote puede reti
rarse del mundo a contemplar las cosas divi
nas, o bien hacer que los miembros de la co
munidad se beneficien de sus conocimien
tos y de su experiencia ; en tal caso ser edu
cador, pintor de imgenes devotas, mdico
y astrlogo.
1G
La vida monstica, antao muydesarrolla
da en el norte de Nepal, se ha revitalizado
desde fines del siglo XIX, particularmente
debido al impulso que le dieron los lamas ve
nidos de Butn.
Las creencias primitivas del Alto Nepal,
que giran en torno a las divinidades de la
montaa, se mantienen en la tradicin oral,
los relatos ylos cuentos que aun hoyson co
nocidos de todos. Las montaas forman
parte de una geografa sagrada muy antigua
que el budismo y, en menor grado, el hin
duismo han asimilado. La leyenda de Pad-
masambhava, el santo propagador del bu
dismo en la regin himalaya en el siglo VIII,
cuenta principalmente la conversin de las
antiguas divinidades de las montaas y de
los lagos en defensores de la nueva fe.
Tanto si se llega por el sur, tras haber cru
zado espesos bosques de encinas y de abe
tos, como por el norte a travs de un paisaje
en el que florecen algunas plantas alpinas,
sbitamente se descubre, irguindose desde
el fondo del valle de Kali Gandaki, la
montaa-santuario de Muktinath. All, en
medio de ridas pendientes, se instalaron los
hombres, cultivando las tierras en terrazas y
conservando el agua de riego en depsitos
cuya salida controlan indispen
sable para sobrevivir. Sea por la belleza sin
gular del sitio dominado por los poderosos
macizos de los Nilgiri y del Dhaulagiri, sea
por la presencia de gas natural que all se
quema al contacto con el aire, lo cierto es
que ese escenario nico ha llegado a ser un
lugar sagrado de las religiones himalayas.
Una fuente sagrada alimenta 108 bocas
por las que brota el agua ybajo las cuales los
peregrinos toman un bao purificador. Las
bocas rodean un templo-pagoda donde se
yergue una estatua de bronce dorado que
representa a Visn, segn algunos, ya Buda
Lokeswar, segn otros. A un arquelogo
que no atinaba a identificarla, porque las
manos de la divinidad representada estn
ocultas bajo los ornamentos dorados, se le
respondi que la sonrisa llena de sabidura
debera constituir el mejor indicio... En torno
al santuario, en un paisaje totalmente
desprovisto de rboles, crecen unos la
mos : son los bculos de los 84 yogins, los
"Perfectos" que transmitieron las doctrinas
ocultas y a quienes reverencian hinduistas y
budistas por igual.
Hacia abajo, el "Templo del fuego eter
no". Sala mabar Dolamebar, de pequeas
dimensiones, cubre el sitio donde se quema
el gas natural. A ese lugar, donde "la tierra,
la piedra y el agua arden", van los peregri
nos a hacer ofrendas y a recoger el agua
sagrada.
No lejos de all se alza el "Nuevo templo",
Gompa Sarwa en 1938 por el jefe
de la aldea de Dzar, extraordinario por sus
dimensiones (el edificio principal tiene
14 x 24 metros) y por la finura de las escul
turas y de las decoraciones del artesonado.
Finalmente, el "Templo de las lmparas
votivas" o Marme Lhajang, construido al
noreste del lugar, alberga una gran estatua
de Padmasambhava.
Ms abajo se levanta sobre unas eleva
ciones del terreno el grupo de construc
ciones llamado de las "seis aldeas". La ms
importante tiene por nombre "El fuerte",
Dzong, y tambin "El pico de la Victoria
Suprema", Rabgyaltse. Los muros de tierra
apisonada, que indican el emplazamiento de
un antiguo palacio fortificado y cerca de los
cuales se conservan un templo y algunos
SIGUE EN LA PAG. 14
Gracias al aislamiento de los
altos valles nepaleses del
Himalaya se han conservado
intactas hasta nuestros das las
tradiciones ancestrales de sus
habitantes, en estrecha
comunin con la naturaleza de
piedra y viento que los rodea.
Ese fervor religioso se expresa
.en estas rocas grabadas, a lo
largo de un camino de
peregrinacin en la regin de
Khumbu. Las sagradas piedras,
en las que los fieles han inscrito
oraciones, recuerdan la
creencia, anterior al budismo, en
las divinidades de las montaas
y constituyen un ejemplo de
integracin de lo sagrado en el
entorno natural.
\.
;\
En los altos valles de Dolpo, en Nepal, ha
florecido una forma particular del budismo,
llamada Bon, que ha asimilado las
enseanzas religiosas indias combinndolas
con creencias prebdicas que recuerdan al
chamanismo. En los ritos de exorcismo
contra los espritus malficos, las
divinidades protectoras estn simbolizadas
por mscaras utilizadas por los hombres de
religin. La que aqu se reproduce
representa al pjaro mtico Garuda. Se
invoca a esas divinidades por medio de
danzas que se interpretan primero en el
interior de la tienda que sirve de lugar de
culto y luego fuera de ella, en el rito de la
expulsin del mal. En Nepal el budismo y el
hinduismo se han fundido casi por
completo. En el templo-pagoda de
Muktinath, lugar sagrado de las religiones
himalayas, se venera una estatua de bronce
dorado (abajo a la izquierda) que representa
a Visn, segn algunos fieles, y a Buda
Lokeswar, segn otros. En otro santuario
de Muktinath se rinde culto a
Padmasambhava, "nacido del loto", el
taumaturgo indio que en el siglo VIII
predic el budismo tntrico en la regin
himalaya. Para sus adeptos,
Padmasambhava es un gran dios tntrico
antes que una figura histrica.
El departamento de arqueologa de Nepal
ha emprendido trabajos de preservacin de
los monumentos del norte del pas,
mientras que el gobierno nepals y la
Unesco se ocupan preferentemente de los
del valle de Katmandu. Tambin con el
patrocinio de la Unesco, una misin de
expertos presta actualmente su ayuda para
elaborar un primer inventario de los
monumentos religiosos ms importantes,
como este chorten o "receptculo de
ofrendas" del valle de Tarap, en la regin
de Dolpo.
13
Tablero del juego de los
renacimientos al que se
dedican apasionadamente los
habitantes de los altos valles.
Consta de ciento cuatro
casillas cada una de las
cuales representa una fase de
la existencia en una u otra de
las regiones del
renacimiento. En el centro de
cada casilla est inscrita una
de las seis letras A, S, R, G,
D e Y, que figuran tambin
en las caras de un dado. La
letra que se obtiene al tirarlo
indica la regin del
renacimiento. Si, por fortuna,
se obtiene cinco veces la
letra A, se renace en el
paraso de Padmasambhava.
Lo que para los legos es un
juego efmero con alegres
sorpresas, para los hombres
religiosos sigue siendo un.
medio primordial de
aproximarse a las verdades
del budismo.
m
'fi^m^mrM
Il Mr *u J fc X.J
m
^4> A
A
^^^
Preparacin del t en los
altos valles del Himalaya.
Despus de dejarlo hervir
durante largo tiempo, se
vierte en una mantequillera
donde se mezcla con
manteca de yak y sal.
Obtinese as una
preparacin de alto valor
nutritivo que se consume en
gran cantidad.
14
t edificios monsticos, dan fe de la importan
cia de la construccin original. En el interior,
asombra la riqueza de una sala de reuniones
de grandes dimensiones (9 x 12,5 m) con
sus seis pilares y su artesonado finamente
esculpidos. Domina el altar una estatua de
Sakiamuni ; las pinturas murales representan
a los Budas de la medicina.
El santuario de Muktinath se anima hacia
fines de agosto. Algunos fieles celebran en
tonces la "fiesta de mediados del verano" ;
otros rinden culto a Visn o a la luna llena de
Bhado (agosto-septiembre). Los peregrinos
o aldeas enteras se dirigen a
Muktinath vestidos con ropas de la llanura :
simples taparrabos y cotonadas que forman
un turbante; o, por lo contrario, amplias
pellizas con solapas de brocado adornadas
de joyas.
Los adeptos de Visn o de Siva toman un
bao ritual ; los de Buda hacen ofrendas al
fuego sagrado y dan ciento ocho veces la
vuelta al santuario, siguiendo un itinerario
preciso. Luego vienen las diversiones:
juegos de destreza, tiro con arco y carreras
de caballos para honrar a las divinidades del
suelo y de las montaas. La montaa se
transforma entonces toda ella en santuario.
Y, con la certeza de que los actos meritorios
que acaban de realizar darn buenas co
sechas, larga vida y, sobre todo, un renaci
miento mejor, los peregrinos emprenden el
regreso a la lejana llanura del Terai o a algn
oasis cercano.
Por rpida que sea esta evocacin de los
lugares y de las ceremonias tradicionales en
las que se expresa el temperamento profun
damente religioso de los habitantes de Nepal
para quienes la naturaleza est en comu
nin con lo divino no podemos dejar de
preguntarnos cmo asegurar la proteccin
y, en lo posible, cmo mantener la vitalidad
de una cultura que hoy se enfrenta con la
mentalidad y las tcnicas de Occidente.
La evolucin cultural del norte de Nepal
tropieza actualmente con dos problemas de
importancia: por una parte, el empleo de
materiales modernos, disponibles desde ha
ce poco, en el mantenimiento y la restaura
cin de los edificios y, por otra, las repercu
siones del turismo, hoy da en pleno de
sarrollo, en la vida tradicional.
En el Nepal septentrional la arquitectura
ha sido concebida de modo que las cons
trucciones resistan a las condiciones riguro
sas del clima. Contrariamente a lo que suce
de con las del valle de Katmandu, sus facha
das son sencillas y la riqueza y elegancia de
la ornamentacin slo se manifiestan en su
interior.
Cabe recordar que esos edificios son
SIGUE EN LA PAG. 19
En las regiones himalayas de cultura
tibetana los techos de las casas son planos,
formando verdaderas terrazas por donde
circulan sus moradores y donde se ponen a
secar los granos y se deposita la lea. En el
extremo de unas astas de madera flotan
banderas con inscripciones de plegarias.
Esos "caballos del viento", agitados por las
rfagas fras del Himalaya, llevan a las
divinidades del cielo las oraciones de los
hombres que imploran su proteccin.
Dos hombres dibujan un Ungarn en el sitio
donde se construir el hogar de una casa.
Ese smbolo del dios Siva, smbolo de la
creacin, constituir el sostn benfico de
la nueva morada.
15
Mlift*
/f
v
16
nm
Esta procesin avanza hacia el Buda-ri, una
montaa sagrada de la regin de Dolpo. Al
llegar a la garganta de Drolma, los
peregrinos se prosternan ciento ocho veces
y luego colocan nuevas banderas con
oraciones en el asta del tmulo situado en
ese lugar. El culto de las montaas, todava
en vigor en los altos valles del Himalaya, se
relaciona con una antigua geografa
sagrada que el budismo y, en menor grado,
el hinduismo asimilaron a sus propias
creencias.
Durante la fiesta de mediados del verano
(julio-agosto) los jvenes de Dolpo
blanquean y decoran los chorten (palabra
tibetana que significa "receptculo de
ofrendas"). Esta construccin religiosa es
una variante del stupa, monumento budista
por excelencia. Los fieles dan vueltas en
torno a esas tumbas-santuarios recitando
los mantra, frmulas sagradas que
permiten comunicarse con los dioses.
Esta hilera de chorten
delimita uno de los lados del
valle de Tarap, en la regin
de Dolpo.
17
La fiesta de mediados del verano, destinada
a asegurar la prosperidad de los cultivos y
del ganado, comprende multitud de
ceremonias religiosas que los habitantes de
los valles de Dolpo celebran en numerosos
lugares de culto: monasterios, capillas o,
como en la foto, el templo de la aldea.
Este hombre del valle de Tarap lleva la
mscara del diablo blanco o drekar. Si se
presenta durante el retiro con que los
hombres de religin preparan la llegada del
ao nuevo, habr de drsele mantequilla,
tsampa (harina de cebada tostada) y sal.
Tomando entonces la palabra, dir :
Mi mejilla derecha es blanca
como la del rey de la India,
mi mejilla izquierda es negra
como la del rey de China.
Entre las cejas, el sol y la luna,
como el maestro Padmasambhava.
En la nariz, un cauri prendido,
a la manera de "tse tse", la cabra.
18
Estos "demonios" vestidos con tnicas de
vivos colores bailan durante un ritual de
exorcismo destinado a proteger el valle de
Tarap de los espritus malficos.
Altar de un templo de la regin de Dolpo.
Al fondo, las divinidades a las que se
invoca en los ritos religiosos. Las figurillas
que aparecen en un recipiente de cobre, en
primer plano, representan los espritus de
las montaas. El budismo tibetano que se
practica en esa regin del Himalaya est
vinculado con el Mahayana o Gran
Vehculo y abarca tambin el Tantrayana o
trantrismo. Esa forma del budismo se
caracteriza por el culto a numerosas
divinidades cuya representacin
iconogrfica obedece a normas muy
rigurosas.
> representaciones espaciales del Cuerpo Es
piritual de Buda. La construccin obedece a
normas estrictas : el plano es generalmente
ms o menos cuadrado ; la forma depende
de las dimensiones y, por ende, de la estruc
tura de sustentacin ; el tipo de templo est
en funcin del nmero de columnas : el que
se encuentra ms frecuentemente tiene
"cuatro pilares y ocho vigas". Por otra par
te, se pone gran esmero en la eleccin del si
tio donde va a erigirse : el templo, en lo po
sible, estar orientado con la fachada hacia
el este, "la gran va blanca que conduce al
sol naciente" ; el espacio abierto al sur esta
r limitado por un ro "idntico al dragn de
turquesa" ; la parte posterior del templo, al
oeste, se apoyar en "una montaa seme
jante a un pjaro rojo" ; finalmente, al norte,
una montaa "en forma de tortuga" cerrar
el espacio sagrado.
La disposicin de los asentamientos hu
manos y la distribucin de las construc
ciones obedecan antao a leyes naturales.
Las casas estaban agrupadas segn las exi
gencias de la defensa, orientadas de modo
tal que recibieran al mximo la luz del sol y
dejando entre ellas espacios apropiados para
los cultivos de regado.
Ahora bien, construir segn el estilo tradi
cional utilizando materiales localmente dis
ponibles y empleando a artesanos califica
dos se vuelve cada vez ms costoso y difcil
en una economa de mercado. Los intentos
de utilizar materiales resistentes y poco one
rosos han fracasado, dando lugar a una
degradacin rpida de la tradicin y a un de
terioro del entorno natural.
El sentido prctico de las poblaciones
montaesas, emprendedoras y activas, las
incita a emplear materiales nuevos
ondulado, cemento, clavos, vidrio sin pre
ver los posibles inconvenientes de su utiliza
cin. Esos materiales, muy recientemente
introducidos en la regin, entran en la cons
truccin de edificos que no guardan relacin
alguna con las formas arquitectnicas tradi
cionales y que no se armonizan con los edifi
cos existentes. Pero, como la madera se ha
vuelto rara y costosa y la mano de obra cali
ficada menos abundante, resulta inevitable
la aparicin de un nuevo estilo, al mismo
tiempo que surgen problemas de finan
ciacin y de eficacia que no existan en el an
tiguo modo de vida.
El turismo en el Himalaya seguir de
sarrollndose debido al atractivo que ejercen
las altas montaas y al creciente inters que
las culturas asiticas despiertan en los occi
dentales. Las proezas de los alpinistas en el
Everest, las experiencias de una juventud
marginal en peregrinacin a Katmandu y la
curiosidad particular que las formas tibeta-
nas del budismo suscitan en los visitantes
ms avisados, atraen a los turistas hacia Ne
pal.
Las repercusiones, positivas o negativas,
de un turismo masivo no se harn esperar.
Puede advertirse ya un nuevo impulso de las
artesanas: los viajeros llevan consigo a su
regreso pequeos objetos de recuerdo y los
aldeanos graban en madera o en piedra fr
mulas rituales, o pintan thangkas, que tradi
cionalmente han sido medios de expresin
de sentimientos religiosos. Todava no pue
den evaluarse las consecuencias del contac
to de la poblacin local con los turistas poco k
preparados, en general, para apreciar un ti- r
19
Afganistn
po de vida austera, caracterizado por la es
casez de recursos y los rigores del clima.
Los trabajos de conservacin emprendi
dos hasta ahora por el Gobierno nepals y
por la Unesco, con la colaboracin de insti
tuciones privadas de diversos pases, tienen
particularmente por objeto los edificios de
Katmandu y de su valle y complementan los
que ha emprendido el Departamento de
Arqueologa, bajo la direccin de R. J . Tha-
pa, para el mantenimiento de los monumen
tos del norte del pas.
Que los propios nepaleses deben encar
garse de la preservacin de su patrimonio
cultural es un punto de vista que comparten
algunos lamas y representantes de aldeas.
Pero aun queda mucho por hacer a fin de
que el pas adopte las medidas que aseguren
la conservacin y la supervivencia de sus
bienes tradicionales.
C. J est
Este religioso budista en su capilla
copia textos sagrados. El tambor que
aparece suspendido a la derecha de la foto
sirve para marcar el ritmo de las oraciones.
El canon budista tibetano de los valles de
Dolpo contiene tres tipos de obras: los
vinaya o libros relativos a la disciplina
religiosa; los sutra o "discursos" que
exaltan las virtudes y los poderes de los
Budas ejemplares; y los tandra, textos que
describen las prcticas y rituales religiosos
necesarios para alcanzar la perfeccin de
Buda.
Instalado en el techo de su casa (abajo) un
lama lee y medita. En el siglo XVIII se hizo
una edicin impresa del canon budista
mediante el procedimiento xilogrfico
(planchas de madera grabadas) que aun
hoy se emplea con frecuencia.
Un mar de oro
Recientemente se han
encontrado en Afganistn unos
20.000 objetos de oro enterrados
junto con unos misteriosos
potentados asiticos. Uno de los
aspectos enigmticos de este
extraordinario descubrimiento
(vanse el artculo de la pg. 29
y la portada de atrs) es la
influencia de las ms diversas
tradiciones india,
china, irania y otras que se
advierte en tales objetos. Las
fotografas de la pgina
siguiente, algunas de las cuales
se publican por primera vez,
muestran unas cuantas piezas
del tesoro recientemente
desenterrado. De arriba abajo:
figurilla de un msico con un
instrumento de cuerda; dos
animales agazapados,
mordindose las garras y la cola,
que recuerdan algunas figuras
del arte escita de Siberia
labradas por los nmadas de las
estepas; moneda de origen
indio, la nica de este tipo que
se haya encontrado hasta ahora:
en una de sus caras, un hombre
que hace girar la "rueda de la
vida", y en la otra, un len;
broche que representa a una
divinidad alada cabalgando un
delfn; otro broche con el
mismo motivo tpicamente
helnico. En la parte derecha
de la pgina : un rbol con
discos colgantes a modo de
hojas y perlas como frutos
ensartadas en las ramas; y una
placa del cinturn reproducido
en la portada de atrs, cuyo
motivo mujer a
horcajadas sobre un len es
posiblemente de origen indio.
20
>**
>^
aw**
^\*
1
Tailandia
Los murales que adornan los templos
tailandeses se inspiran en los J ataka,
relatos de las existencias de Buda
anteriores a su encarnacin final en la que
alcanz la iluminacin (vanse las pginas
centrales), y en los datos histricos de su
vida (pgina de la izquierda).
1
5 2 3
4
Pginas centrales
(1) Bhuridatta en el reino de los Nagas
Escena de la encarnacin de Buda en
Bhuridatta, hijo de Dhatavatta, rey de los
Nagas: seres mitad hombres mitad
serpientes que habitan el reino subterrneo
de Naga-loka. Templo de Fra Thinang
Futhaisawan.
(2 y 3) Los dioses en el cielo de los
Tavatimsa
Dos detalles de la representacin de un
momento de la vida del rey Nemi, otra de
las encarnacions de Buda. La escena
central (que no aparece aqu) representa a
Nemi entronizado en la sala de los
Tavatimsa (treinta y tres dioses). Varios
dioses y diosas, en lugar de escuchar las
palabras de Nemi, abandonan
subrepticiamente el lugar para solazarse
bajo los rboles. Dos rasgos inslitos de
esta pintura data del reino de Rama
III (1824-1851)- son el color dorado,
generalmente reservado a las
representaciones de Buda, y el hecho de
que se conoce el nombre de su autor: J ru
Thong Yu. Monasterio de Suwaranan.
(4) Retorno de Buda del celo de los
Tavatimsa
Buda desciende la triple escala del cielo de
los treinta y tres dioses, acompaado de
Brahma, que sostiene el parasol de honor,
de Indra y de otras divinidades. Pintura
mural del siglo XVIII, del templo de Fra
Thinanh Futhaisawan, Bangkok.
(5) Los animales salvajes impiden el regreso
de Madd
El prncipe Vessantara (una de las
encarnaciones de buda) entra en la
espesura con su mujer Maddi, su hijo Yali y
su hija Kanhayina. Maddi se ausenta y
Vessantara, acatando la voluntad divina,
entrega los nios al braman Yuyaka.
Temiendo la reaccin de Maddi al descubrir
la desaparicin de sus hijos, tres
divinidades adoptan la forma de un len,
un tigre y un leopardo y le impiden
regresar. Monasterio de Ratchasitharam.
Pgina de la izquierda
Arriba: Siddartha se corta el cabello
Al abandonar la vida fastuosa que llevaba
en Kapilavatthu, Siddartha comprendi que
el cabello largo no convena a la imagen del
asceta pobre en que haba decidido
convertirse; pero como nadie era digno de
tocar su cabello, se lo cort l mismo con
su propia espada. Suspendido en el aire
aparece el dios Indra. A la izquierda,
Channa, auriga y compaero de Siddartha,
con su caballo preferido Kantthaka.
Brahma, de rodillas ante el futuro Buda,
sostiene en una mano un recipiente dorado
que contiene una tnica de monje.
Monasterio de Ratchasitharam.
Abajo: Las bodas de Suddhodana y Maya
Buda naci hacia el ao 563. a.C. Su padre,
Suddhodana, era el monarca del reino de
los Sakias (en la frontera actual entre India
y Nepal). Su madre, la reina Maya, dio a luz
en la gruta de Lumbini durante un viaje de
visita a sus padres. Pintura de 1800,
aproximadamente, del templo de Fra
Thinang Futhaisawan.
La pintura tailandesa,
F
expresin
del espritu budista
por Adul Wichiencharoen
LA pintura tradicional tailandesa, cuya
forma predominante es la mural, se
caracteriza por el ritmo, la gracia y la
elegancia de sus lneas. Muchos de esos
murales son obras de gran valor artstico vis
tas con una perspectiva universal, pero sus
autores slo podan ser devotos budistas
que los concibieron y ejecutaron annima
mente como un acto de amor y de venera
cin. En efecto, como las famossimas es
culturas de Tailandia, estas pinturas murales
tienen un carcter religioso y didctico, ya
que su finalidad primaria es transmitir la
esencia de la filosofa budista, con su nocin
capital de superar los deseos y los malos
pensamientos.
Sin embargo, esta concepcin de las artes
plsticas como medio de edificacin espiri
tual, y la consiguiente exigencia de que se
sometieran a la dea budista de que las for
mas visibles yel mundo de la materia son en
gaosos, planteaba a los primeros artistas
tais un problema aparentemente insupe
rable. La representacin naturalista habra
centrado los pensamientos del espectador
en lo que vea y, al impedirle pensar en la
realidad que existe ms all de esa aparien
cia, se habra convertido en un obstculo
para la imaginacin y, por consiguiente, pa
ra la inspiracin. "
ADUL WICHIENCHAROEN, tailands, ex rec
tor de la Universidad de Silpakorn, es presidente
del Comit nacional tailands sobre utilizacin de
la tierra y miembro del Consejo Nacional de Edu
cacin y de la J unta Nacional para el Medio
Ambiente. Ha publicado numerosos estudios y
artculos sobre la sociedad y la filosofa tailande
sas, as como sobre derechointernacional, planifi
cacin del desarrollo y administracin pblica.
Las ilustraciones del artculo que publicamos en
estas pginas, estn tomadas de Mural Paintings
in Thailand, de Klaus Wenk (Iigo von Oppers-
dorff, Zurich, 1975-1976); las fotografas son de
Franz Horisberger.
Con gran ingenio artstico, que slo era
posible gracias al profundo conocimiento de
los textos y de la inspiracin budista, los ar
tistas del periodo de Sujotai (1238-1350
d.C.) resolvieron el problema de representar
la imagen de Buda creando una forma ideali
zada que slo abstractamente se relacionaba
con el fsico humano y de manera que pu
diera evocar la paz del espritu y el contenta
miento del espectador. Esta representacin
estilizada y simbolista de Buda, utilizada en
la escultura y la pintura, dio origen a las
rtmicas y graciosas formas curvilneas
tpicas de la pintura tai.
Tras el periodo de Sujotai, esta forma
curvilnea idealizada fue empleada tambin
para pintar Bodhisattvas, otros seres celes
tes, reyes y dignatarios a los se representa a
base de lneas rtmicas y fluidas con la sim
blica forma oval de la cabeza, los delicados
rasgos faciales y los graciosos gestos de las
manos; la expresin del rostro es serena, li
geramente sonriente o impasible. Las emo
ciones como la alegra, el dolor, la adora
cin, el amor, el odio o la rabia se expresan
mediante lneas y gestos convencionaliza-
dos.
Las gentes del pueblo, generalmente esti
lizadas pero menos elegantemente, son
representadas con una variedad de expre
siones faciales y gestos explcitos. En cuan
to a los personajes ms toscos ylos que apa
recen en escenas folklricas, estn pintados
de una manera ms realista con un cierto
grado de exageracin utilizada para expresar
el ridculo, la simpata, el humor y los senti
mientos festivos.
La representacin de los personajes poco
recomendables se deja enteramente a la
imaginacin y a la habilidad artstica del pin
tor, con el resultado que J ujaka, el bellaco
brahmin del J ataka Vessantara, tiene un as
pecto distinto segn los murales pero es w
siempre identificable. Hay a veces escenas F
25
. infernales pintadas con una iconografa fan
tstica, y en las escenas folklricas y los
retratos de personajes ordinarios de los J a
taka y de la vida de Buda los artistas dan
rienda suelta a su originalidad y a su talento
creador. De este modo, pese a los factores
de convencionalismo en la pintura tai, la in
dividualidad del artista brilla con fuerza pro
pia.
Los murales tais carecen de perspectiva.
Los artistas obtienen los efectos que desean
mediante un tratamiento lineal ; el color de
sempea slo un papel secundario. El color
nunca configura por s mismo una forma, es
un aadido de carcter accesorio al fluir de
las elegantes lneas del dibujo y, como tal,
no debe constituir una distraccin. El efecto
cromtico se enriquece con el dorado de las
coronas yornamentos de los seres celestes y
de los personajes regios, as como de las
partes ornamentales de los palacios. Los co
lores de las pinturas no pretenden imitar los
colores visibles de la naturaleza. El cielo
puede ser de un azul brillante y el follaje del
bosque verde, pero los artistas tais cambian
de colores de acuerdo con su esquema con
ceptual. El uso de los colores est sometido
a ciertas convenciones ; as, la realeza y las
clases altas aparecen siempre pintadas en
blanco o con tonos muy claros, mientras
que los tonos ms oscuros se reservan para
las clases bajas.
Un rasgo tpico de la pintura mural tai es la
tcnica de elaborar y mezclar varias escenas
diferentes en una amplia composicin unifi
cada. La unidad de la composicin es tal
que, a cierta distancia, el mural aparece co
mo una sola obra con sus varios componen
tes artsticamente dispuestos. Pero cuando
la atencin se fija en una determinada parte,
el observador ve una imagen, en s misma
completa, que describe una escena dada.
Esta ordenada composicin atrae la mirada
del observador y le incita a pasar imaginati
vamente de una escena del mural a otra sin
que tope con ninguna barrera visual.
La tcnica de la pintura al fresco se em
ple ocasionalmente en Tailandia
lo prueban los murales del siglo XV del Wat
Tatburuna, en la antigua capital de
Ayuthia, pero la pintura al temple
responda mejor a las necesidades de los ar
tistas y fue adoptada casi sin excepcin. A
diferencia del temple utilizado en Europa y
otros lugares, hecho con tierras de colores
mezcladas con huevo y agua, en el temple
tailands se empleaba la goma extrada del
rbol nakwidmezclada con pigmentos vege
tales y minerales de origen local. Esos pig
mentos naturales contribuyeron a la suavi
dad y la armona de los colores propias de
los antiguos murales tais. La viveza de los
pigmentos qumicos importados ech a per
der el equilibrio tradicional del color en los
murales de fines del periodo de Bangkok.
Las pinturas murales se encuentran, con
pocas excepciones, en el conjunto de edifi
cios que forman la tpica institucin budista
tailandesa llamada wat: suerte de templo y
monasterio a la vez. Ellas adornan las pare
des interiores de la viharn (sala que alberga
la imagen de Buda), del chedi (stupa), del
prang (stupa en forma de torre) o de la sala
kanparien (sala de predicacin y estudio).
Pero las pinturas que se hallan en el interior
Arriba, la Vihan (o Sala de Buda) del Wat Fra Singh, el monasterio ms
importante de Cheng Mai. El monasterio fue fundado en 1345 pero la
Vihan se construy slo en 1806 y la pintura (derecha) que adorna el
muro septentrional data de mediados del siglo XIX. El mural resume la
historia del prncipe Sang Thong. Rechazado por su padre, San es criado
por una ogresa llamada Phanthurat. Un da, en ausencia de sta. Sang
descubre en el palacio un jardn, cuya entrada le est prohibida, en el
que hay un estanque de plata y uno de oro, as como un bastn que
comunica a quien lo empua la facultad de volar. A la derecha, en
primer plano. Sang aparece metiendo un dedo en el estanque de
plata; a la izquierda, bandose en el estanque de oro; ms arriba,
empuando el bastn mgico mientras cerca de l revolotea una
mscara espectral con la que ocultar su rostro para escapar del
palacio de Phanthurat.
26
Arriba, el conjunto de edificios que
forman el Wat Ratchasitharam. El segundo
de la izquierda es la Ubosot, o sala de
ceremonias, en cuya pared meridional se
encuentra una pintural mural (a la
izquierda) que representa la "alegora de las
tres cuerdas". En la tranquilidad de la
naturaleza, Siddhartha aparece recostado
en una roca, agotado por el ayuno riguroso
y la meditacin. Cinco ascetas estn
arrodillados ante l y a sus pies Indra toca
una guitarra de tres cuerdas. La primera,
demasiado tensa, suena
desagradablemente; la segunda, demasiado
floja, tiene escasa resonancia; la tercera,
moderadamente templada, emite el sonido
ms agradable. De esto dedujo Siddhartha
que deba evitar los extremos y seguir "el
sendero del medio". As, a partir de
entonces abandon el ayuno excesivo.
de la ubosot (sala de ceremonias) forman
parte integrante del diseo ornamental inte
rior y guardan relacin con otros elementos
del mismo, en particular con la gran imagen
de Buda que tradicionalmente se encuentra,
junto a imgenes ms pequeas, en el altar
situado en el extremo occidental de la sala,
frente a la entrada oriental.
Las pinturas cubren las cuatro paredes y
estn dispuestas de manera que forman un
conjunto armnico. Frente a la imagen de
Buda, toda la parte superior de la pared
sobre la puerta de entrada est dedicada a la
Tentacin y al Triunfo sobre Mara, una
representacin simblica de la derrota del
Mal. En la pared opuesta, detrs de la gran
imagen, hay escenas del Sermn de Buda
en el Cielo y de su Descenso a la Tierra o,
menos frecuentemente, una representacin
de la cosmologa budista. En la parte supe
rior de las pa/edes laterales hay hileras de
Budas con sus discpulos, o de criaturas ce
lestiales en actitud devota ; en la parte infe
rior, murales narrativos que representan la
vida de Buda o relatos de los J ataka u, oca
sionalmente, escenas del poema pico indio
Ramayana. Esos murales narrativos cubren
tambin la parte inferior de la pared oriental,
debajo de la Tentacin y el Triunfo sobre
Mara. Graciosas figuras laterales adornan la
parte interior de las puertas y de los posti
gos.
A ms de las primitivas pinturas de las
grutas que se han encontrado en algunos lu
gares de Tailandia, los murales tradicionales
ms antiguos que se conocen son los del pe
riodo de Sujotai (1238-1350), descubiertos
en Yala, al sur, y en Sujotai, la antigua capi
tal tailandesa. Se supone que fueron pinta
dos en el ltimo cuarto del siglo XIII. En las
pinturas de Sujotai aparecen estilizaciones
de imgenes de Buda que luego se volvieron
convencionales.
Hacia fines del periodo de Ayuthia (1350-
1767) la pintura mural tailandesa alcanz ple
na madurez, pero es poco lo que sabemos
de su evolucin dado que solamente se con
servan cuatro muestras pertenecientes a los
periodos primero y medio de Ayuthia. Al
igual que en los murales anteriores a esa
poca se emplean slo cuatro colores:
negro, blanco, rojo y amarillo ; la composi
cin sigue siendo sencilla, con representa
ciones de figuras de Buda, ya sea solo, ya
con acompaantes dispuestos en hileras.
Pero a comienzos del ltimo periodo de
Ayuthia, en torno al primer cuarto del siglo
XVII, se inicia un nuevo captulo de la pintu
ra mural tailandesa.
Los numerosos murales de ese periodo '
que se han conservado muestran algunas in
novaciones, como la introduccin de una
gama ms amplia de colores y la consolida
cin de formas, actitudes y gestos conven- k
cionales estilizados. El dibujo sobrio y cere-r
27
Pintura mural del Wat
Fumn Nan, restaurada a fondo
hacia 1870. La escena representa
el viaje de Nemi al cielo de los
Tavatimsa. En una existencia
anterior, Buda fue el rey Nemi,
clebre por la generosidad de
sus limosnas y por su
observancia de los preceptos
morales. Los treinta y tres
dioses del cielo de Tavatimsa
quisieron escuchar al sabio rey e
Indra envi el carro celeste para
que lo llevara ante ellos.
Durante el viaje, Matali,
conductor del carro, mostr a
Nemi todas las maravillas del
infierno y del cielo.
En la foto, "El mdico
Kumanafek", pintura que data
de 1875, aproximadamente, y
que se encuentra en el Wat
Fumin Nan. Se ignora si se trata
de un retrato autntico o de la
imagen idealizada de un mdico
o de un personaje legendario.
Sus rasgos y el tipo de barba no
corresponden a ninguno de los
pueblos del norte de Tailandia o
de Laos. Tambin su ropa
parece extraa a la regin; las
largas uas son indicio de rango
elevado.
h monial del periodo de Sujotai y del final de
Ayuthia da paso a composiciones ms
complejas. Tras la cada de Ayuthia en 1767,
la tradicin establecida en el periodo final si
gue floreciendo, con algunas variantes, a lo
largo del periodo de Thonburi (1767-1782) y
del primer periodo de Bangkok (a partir de
1782). Pero en la segunda mitad del siglo
XIX la pintura mural comienza a decaer debi
do a la adopcin indiscriminada de las tcni
cas occidentales : la mezcla de la perspecti
va, del sombreado ydel realismo del arte oc
cidental con los elementos tradicionales de
la pintura tailandesa y el empleo de los
chillones colores qumicos resultaron de
sastrosos.
Recientemente ha habido entre los artis
tas un renovado inters por la pintura tradi
cional. Algunos de ellos siguen las normas
tradicionales mientras que otros estn ensa
yando diferentes formas, ideas y composi
ciones en busca de una nueva orientacin.
En este ltimo grupo destaca Thawal Dacha-
ni, entre cuyas numerosas obras figuran te
las de grandes dimensiones y pinturas mura
les.
En la autntica tradicin de los antiguos
maestros, Thawal trata de expresar el con
cepto budista de la verdad mediante el sim
bolismo y la idealizacin de las formas, pero
con un estilo propio y original. Su obra es
una continuacin de la pintura tradicional,
desarrollada en una direccin especfica,
que trata de transmitir el mensaje de Buda
con mayor fuerza y audacia. Y es precisa
mente esa correspondencia entre el ideal bu
dista de la vida yel ideal artstico lo que per
miti a los viejos maestros crear un estilo
propio y nico en la pintura de Tailandia.
A. Wichiencharoen
28
Afganistn :
el oro de una misteriosa dinast a
por Viktor I. Sarianidi
EN una estrecha faja de tierra junto a
las faldas septentrionales del Hindu-
kush se yerguen las majestuosas
ruinas de una de las ciudades ms importan
tes de la antigua Bactriana, que hoyes la re
gin septentrional de Afganistn. Dicha
ciudad, prxima a la actual de Shibargan, es
Emshi-tepe.
La llanura que rodea a Emshi-tepe aparece
punteada por un gran nmero de pequeas
colinas o montculos. Uno de ellos
con el nombre de Tillia-tepe (el
Montculo de Oro) atrajo la atencin de
los arquelogos de una expedicin
sovitico-afgana debido a que los trozos de
alfarera dispersos por su superficie no se
parecan nada a los que ya se haban en
contrado en otros lugares. Las excavaciones
preliminares efectuadas pusieron al descu
bierto el suelo de ladrillos, los pilares yel es
peso muro exterior de un edificio de dimen
siones monumentales en cuyo amplio
vestbulo aparecieron los vestigios de un al
tar. Construido a fines del segundo milenio
antes de la era cristiana, este templo, o pala
cio, permaneci habitado durante unos
quinientos aos.
En noviembre de 1978, la expedicin
sovitico-afgana concentr sus esfuerzos en
el lugar de Tillia-tepe yemprendi una explo
racin aun ms ardua de lo que en un princi
pio pareca una elevacin insignificante del
terreno, de unos cien metros de dimetro y
tres de altura : el Montculo de Oro. Esta vez
su perseverancia fue recompensada: el 15
de noviembre los arquelogos descubrieron
LA EXPEDICIN ARQUEOLGICA SOVI
TICO-AFGANA que descubri la necrpolis de
que trata el artculo de estas pginas y que dirige
Viktorl. Sarianidi, est patrocinada porel Minis
terio de Informacin y Cultura de Afganistn. El
profesor Sarianidi, sovitico, miembro del Insti
tuto de Arqueologa de la Academia de Ciencias
de la URSS, es autor de importantes estudios,
como los que ha dedicado a los antiguos agricul- .
tores de Afganistn (1978) y a los tesoros artsti
cos ocultos de Karakum (1968), as como de un
informe sobre las primeras excavaciones de Tillia-
tepe (1972). Entre sus libros destaca el consagrado
al "Asia central antes de los Aquemnidas. "
la primera de siete antiguas tumbas en la que
apareci un autntico tesoro.
En las tumbas se encontraron una serie de
monedas gracias a las cuales pudo determi
narse que las inhumaciones tuvieron lugar
entre el ao 100 a.C. y el 100 d.C, es decir
unos quinientos aos despus de que el
templo antes mencionado dejara de~existir.
Pero esa fue tambin aproximadamente la
poca en que se fund Emshi-tepe, yes muy
posible que los primeros soberanos kusha-
nes eligieran la ciudad como residencia de
un gobernante provincial.
La nica tumba excavada en la parte su
perior del montculo haba sido destruida por
los ratones. Todas las dems, situadas ms
abajo, se hallaban indemnes, aunque los es
queletos mismos estaban en muymal estado
de conservacin.
Los ocupantes de las tumbas haban sido
colocados de espaldas, vestidos con trajes
ricamente bordados con oro y perlas y ador
nados con pequeas placas de oro. (Hasta
ahora los arquelogos han desenterrado
unos 20.000 objetos de este metal). A medi
da que el tiempo iba destruyendo cada capa
de tejido, esos objetos se amontonaban al
azar unos sobre otros, de tal modo que slo
retirndolos uno a uno pudo determinarse
su primitiva disposicin.
Entre los objetos descubiertos destacaba
una gran cantidad de pequeas y variadas
placas convexas, fabricadas mediante la tc
nica de estampar una fina hoja de oro sobre
matrices especialmente preparadas. La su
perficie de estas placas est frecuentemente
decorada con una ornamentacin en relieve
y sus bordes inferiores se hallan perforados
para poder ser cosidos a un vestido o tela.
En cuanto a los vestidos, eran de algodn
o de seda. Los difuntos de ms alto rango
eran enterrados con coronas de oro, tenien
do la cabeza apoyada en cuencos de plata o
de oro. Los altos tocados llevaban sujetos
slidos colgantes de oro, generalmente por
pares. Uno de esos pares de colgantes
representa una figura seorial que lleva una
corona con incrustaciones de turquesas yla
pislzuli, con un pelo largo que le cae sobre
los hombros. La cara es de anchos pmulos,
posiblemente monglica, con estrechos ojos
cados vceias curvas. En el centro de la fren
te se ve la impronta de una marca de casta o
de matrimonio. El personaje alarga los bra
zos a ambos lados y los puos apretados se
apoyan en sendos dragones alados, con
cuerpos retorcidos y piernas curvadas de
una manera antinatural. Los dragones
muestran los dientes y tienen cabezas ca
ballunas ; las cuencas de sus ojos estn tara
ceadas con cornalina y sus crines adornadas
con turquesas. (Vase la foto de la pg. 31).
Otros colgantes no menos notables pre
sentan la figura de una mujer casi desnuda,
vista de frente; tiene la mano izquierda, con
una fruta, junto al pecho, mientras su brazo
derecho cuelga a lo largo del costado. Flan
quean esta figura, que muy bien puede ser
una diosa de la fertilidad, animales salvajes
con cabezas de lobo gruendo y colas de
pez ; la base de estos colgantes tiene ricas
incrustaciones de turquesas y recuerda por
su forma una cabeza de pez ; en cambio, su
ngulo superior est adornado con figuras
de pjaros.
En cuanto a los otros objetos que acom
paaban a los difuntos, pueden citarse : es
pejos de plata con inscripciones chinas y es
pejos con asas de marfil; gemas con inci
siones que representan dioses del Panten
griego o animales fabulosos ; peines de mar
fil de la India, con figuras labradas ; pesadas
placas de oro con incrustaciones; broches
de oro con formas humanas...
Con estos ejemplos basta para hacerse
una idea de la importancia de los 20.000 ob
jetos de oro desenterrados en Tillia-tepe. Es
pecialistas de varios pases han calificado es
te tesoro como "el hallazgo del siglo".
La necrpolis de Tillia-tepe puede fechar
se en el periodo oscuro y en muchos aspec
tos enigmtico de la primera historia de la ci
vilizacin kushn, de la que tan poco hablan
los documentos escritos y los vestigios ar
queolgicos.
La nico que sabemos es que despus de
la muerte de Alejandro Magno, que conquis
t la Bactriana en 331 a.C, esta regin se
convirti primero en un reino selecida y
despus greco-bactriano, gobernado por
bactrianos helenizados y por colonos1
griegos, y que esta fusin de dos culturas di
ferentes iba a condicionar su desarrollo du- L
rante laraos sialos.
29
Estatuilla de una diosa
alada semidesnuda.
Dirase una
representacin de la
diosa griega Afrodita,
aunque en la frente
lleva el signo de casta
o de matrimonio
tpicamente indio.
Imagen de la diosa
. griega Atena, con una
larga tnica, grabada
en un anillo y utilizada
probablemente como
sello.
Elegante brazalete de
oro con incrustaciones
de turquesas, en
forma de antlopes
corriendo.
Claves
de un pasado
misterioso
Restos de un noble descubiertos por
arquelogos soviticos y afganos en una
necrpolis de hace 2.000 aos, en el norte
de Afganistn. El cuerpo, ricamente
ataviado con ornamentos de oro
incrustados de turquesas, yace en una caja
de madera con un espejo chino de bronce
sobre el pecho y brazaletes de oro en las
muecas (vase la foto superior de la
pg. 31). En los objetos encontrados en la
necrpolis se expresa una mezcla de temas
mitolgicos y de motivos decorativos de
diferentes regiones. Los especialistas creen
que se trata de la tumba de una familia de
alto rango, perteneciente a un periodo
oscuro del Imperio Kushn que se extendi
probablemente sobre una vasta regin de
Asia.
30
Reproduccin detallada
de una cabra monts,
digna de la mejor
tradicin del arte realista
helnico.
Refinado colgante que
representa a una figura
que sujeta a dos
dragones, tambin con
turquesas incrustadas. El
rostro, con sus ojos
oblicuos, podra ser
mongol; el signo de casta
o de matrimonio en mitad
de la frente sugiere una
influencia india.
rjkf
^
'i*\
^
,\' v- f/ /
1^
/;
; ^
^^iia***11 *
> A mediados del siglo II a.C, numerosas
hordas nmadas se abran camino desde las
estepas hacia los frtiles oasis del sur. Al lle
gar al Amu Daria, yendo en vanguardia de
su avance los Yueh-chih, cuya patria ante
rior se situaba en las proximidades de Mon
golia y a los que a su vez haban empujado
hacia el oeste los Hsiung-nu, o hunos, los
nmadas acabaron con el reino greco-
bactriano y crearon en su lugar cinco princi
pados. A uno de estos le dieron el nombre
de Kuei Shuang, que con el tiempo se
transformara en el actual "Kushn".
Poco a poco, los primeros nmadas caye
ron bajo el hechizo de la vida urbana y se
volvieron sedentarios. As, lenta pero slida
mente, los Yueh-chih iban a construir el
gran Imperio Kushn, que ray a la altura de
los otros grandes imperios de su poca (va
se El Correo de la Unesco de febrero de
1969). Pero hemos avanzado demasiado en
el tiempo ; lo que aqu nos interesa es el pe
riodo de transicin entre la cada del reino
greco-bactriano y el nacimiento del Imperio
de los Kushanes, que es justamente el pe
riodo sobre el cual pueden arrojar mucha luz
las excavaciones de Tillia-tepe.
Segn parece, los funerales se celebraban
de manera sumaria ypor la noche; los difun
tos eran enterrados en sencillas tumbas rec
tangulares que podan ser excavadas en dos
o tres horas. Los atades de madera, que
estaban sujetos al suelo con grapas de
hierro, no parece que tuvieran tapa sino que
se cubran con mantas tejidas con discos de
oro y plata.
Las tumbas, cuyas dimensiones eran 1,5
metros de hondo, 1 ,5 de ancho y3 de largo,
tenan un techo de maderos, quedando as
una cmara con el atad que slo ms tarde,
al hundirse la bveda, se llen de tierra. La
superficie al nivel del suelo estaba completa
mente libre; slo encima de una de las tum
bas descubrieron los arquelogos una cala
vera de caballo que al parecer estuvo en una
poca envuelto en cuero y que recordaba
claramente los ritos funerarios de los escitas
nmadas (vase El Correo de la Unesco de
diciembre de 1976).
Prueba de que las tumbas contenan los
restos de miembros de un pueblo antes n
mada es la presencia de una serie de diade
mas femeninas de oro, ya que slo entre los
nmadas gozaba el sexo femenino de una al
ta consideracin. Los autores antiguos se
alaban invariablemente este hecho con
asombro.
Aunque esto no ha quedado aun definiti
vamente demostrado, hayserias razones pa
ra creer que la necrpolis de Tillia-tepe
perteneca a la familia Yueh-chih, fundadora
de la dinastra kushn.
Tcnicamente, las joyas descubiertas en
Tillia-tepe son de calidad superior. Pero las
rgidas y lineales composiciones de lo que en
realidad era un arte "oficial", producido para
la clase gobernante, estn muy lejos de las
realistas y vivaces producciones helensticas
de los primitivos artesanos greco-
bactrianos. Aunque muchos de los orna
mentos representan divinidades del Panten
griego, e incluso composiciones enteras
sobre temas tomados de la mitologa helni
ca, su ejecucin deja mucho que desear des
de el punto de vista de las normas de la anti
gedad clsica y presenta un carcter mu
cho ms local, tpicamente bactriano.
Esto es especialmente manifiesto en una k
serie de hebillas moldeadas que representan f
31
> a Eros sentado en un delfn con plumas. Evi
dentemente, el joyero bactriano tena una
idea poco segura del tema, muy extendido
en el arte de la antigedad; pero sustituy lo
que para l era un ser extrao y desconocido
por modelos que le eran ms familiares : los
peces que abundaban en el Amu Daria de su
tierra natal. Tampoco podra haber dibujado
un artesano griego la ancha y poco graciosa
nariz de la diosa Atena, tal como aparece en
uno de los anillos de oro encontrados en
Tillia-tepe.
Pero la fusin de ideas y conceptos pro
piamente bactrianos con los puramente
griegos llega tan lejos que no siempre es po-
sibe establecer con exactitud el origen de
muchas de las piezas. As, mientras ciertas
figurillas de diosas aladas recuerdan a Nike
(la diosa griega de la victoria), en numerosos
relieves bactrianos de la Edad de Bronce (se
gundo milenio antes de Cristo) aparece una
deidad similar, sentada en un trono o sobre
un dragn. De igual manera, la diosa senta
da sobre un len que adorna un cinturn de
oro descubierto en Tillia-tepe podra asociar
se a primera vista con Cibeles (la diosa
madre del Olimpo griego); pero en sellos
bactrianos del mismo periodo puede verse
una compleja composicin que representa
tambin una divinidad alada montando a
horcajadas un animal.
Estos pocos ejemplos, elegidos al azar
entre otros muchos, sirven para mostrar c
mo, en su bsqueda de fuentes de inspira
cin completamente nuevas, los artistas
kushanes no slo se volvieron hacia la anti
gua inconografa greco-romana sino tam
bin hacia los comienzos de la mitologa
bactriana en la Edad de Bronce.
Por otro lado, el hecho de que la mayora
de las monedas encontradas en la parte
central de Bactriana sean partas en vez de
greco-bactrianas da fe de que el periodo de
mxima expansin de Parta (el actual J ora-
sn iranio) hacia el este coincidi con su do
minacin poltica sobre los principados crea
dos por los Yueh-chih en territorio bactriano
y, ms particularmente, en la regin cercana
a la ciudad de Shibargan, Afganistn, a
unos cuantos kilmetros de la necrpolis de
Tillia-tepe. Y no puede ser una simple coin
cidencia que los ornamentos de oro de Tillia-
tepe presenten fuertes semejanzas con obje
tos encontrados en un cementerio parto de
la lejana Nnive, en la Mesopotamia sep
tentrional.
De particular inters es la abundante
iconografa zoomrfica que puede verse en
los objetos de oro de Tillia-tepe porque pare
ce mostrar la influencia directa del llamado
"estilo de representacin animal escito-
siberiano" propio de las tribus srmatas. De
aqu parece deducirse que la llegada de los
nmadas a la Bactriana tuvo una conside
rable importancia poltica. Aunque no
suelen mostrarse de acuerdo en cuanto al lu
gar de nacimiento de ese estilo lo si
tan en Eurasia, otros en el Asia central ,
las imgenes de las placas de oro de Tillia-
tepe, en que los animales se enrollan en for
ma de anillo o estn atados entre s forman
do un nudo, parecen derivarse con toda pro
babilidad de las antiguas formas artsticas
del Altai superior, en Siberia, tal como se
reflejan en los hallazgos de los tmulos mor
tuorios de Pasirik yde las tumbas de Arzhan
(vase El Correo de la Unesco de diciembre
de 1976).
Del anlisis de la iconografa humana en
las joyas de Tillia-tepe parece deducirse que,
32
a comienzos de la era cristiana, la Bactriana
estaba poblada por ms de Un grupo tnico.
Una serie de personajes (incluido el "seor
con dos dragones" de la pg. 31) tienen
anchos pmulos, ojos oblicuos y slidos
mentones de aspecto mongol, posiblemente
como reflejo de la fisonoma de los Yueh-
chih, cuya proveniencia del Asia central es
corroborada por otros datos.
Otras figuras (por ejemplo, la diosa alada
reproducida en la pgina 30) represen
tan un tipo totalmente diferente: muje
res de rostro oval, casi en forma de luna,
anchos ojos y gruesos labios que recuerdan
ms bien los rasgos de los primitivos habi
tantes de la llanura bactriana. En una serie
de hebillas de oro (probablemente importa
das de la misma Grecia) y en algunos otros
objetos se representan guerreros de perfil
clsicamente griego.
Otras influencias externas, tal como apa
recen en los espejos de China y en los obje
tos de marfil labrado de la India, nos recuer
dan que por esta regin pasaba la Ruta de la
Seda que iba desde China hasta el Medi
terrneo.
Tillia-tepe puede informarnos abundante
mente no slo sobre las corrientes de impor
tacin de bienes de Grecia y Roma, la India y
China, que confluan en Bactriana sino tam
bin acerca de la cultura local que fue el re
sultado de la curiosa mezcla de estilos y cul
turas diferentes venidos de otras regiones.
Un vivido ejemplo de esa amalgama es la
vaina de oro en cuya decoracin aparecen
svsticas de la India antigua, dragones chi
nos y la complicada cornamenta del ciervo
siberiano.
Los temas que aparecen en los colgantes
de oro del "seor con dos dragones" se de
rivan del arte eurasitico, pero el seor mis
mo se asemeja mucho a un Yueh-chieh. La
nobleza de su rango se manifiesta en una
marca de casta tpicamente india en la fren
te. En cuanto a los dragones que sujeta, sus
patas estn torcidas hacia atrs segn el es
tilo de representacin animal escito-
siberiano.
Pero esta armonizacin de diversas tradi
ciones e influencias culturales se manifiesta
sobre todo en los objetos cuyos temas se re
lacionan con la mitologa griega. Algunas de
las diosas aladas que representan a Afrodita
tienen marcas de casta indias en la frente,
mientras en otras el rostro es el de anchos
pmulos tpicamente asitico.
Es muy posible que los hallazgos de Tillia-
tepe sean los primeros ejemplos de un "arte
helenstico" derivado de la fusin de las tra
diciones greco-romanas y orientales. Tras
este fenmeno histrico cabe tambin dis
cernir las circunstancias en que naci el Im
perio Kushn, cuyos fundadores tenan sus
orgenes en el remoto mundo escito-altaico.
Tras encabezar una confederacin de tri
bus del Asia central y derrocar el reino
greco-bactriano, los Yueh-chih dependieron
hasta cierto punto durante algn tiempo de
la vecina Parta, hasta que en el siglo II de la
era cristiana comenzaron a edificar el gran
Imperio Kushn. Fue durante ese periodo
cuando aparecieron los primeros signos de
una cultura verdaderamente kushn a partir
de una mezcla de tradiciones greco-
bactrianas, chinas, indias e iranias. Es de es
perar que las nuevas excavaciones realiza
das por la expedicin arqueolgica
sovitico-afgana arrojen ms luz sobre la
evolucin de esa cultura.
V. I. Sarianidi
El Seor del cielo
de los Tavatimsa
Este retrato de Indra, Seor del
cielo de los Tavatimsa ("el cielo
de los treinta y tres dioses"), es
uno de los numerosos murales
escasamente conocidos que
adornan los templos de Pagan,
antigua ciudad sagrada y capital
de Birmania (vase el artculo de
la pgina 35). Indra, uno de los
dioses supremos del panten
hind, es tambin honrado por
el budismo en el que los dioses
tienen por misin anunciar y
venerar a Buda. El mural, que
muestra a Indra arrodillado
tocando las cuerdas de un violin
con un arco, se halla en el
templo de Kamma Kiaung U y
data probablemente del siglo
XVIII. Aunque ya estaba muy
deteriorado cuando se tom la
foto, el decorativo colorido
consigue aun dar una idea de la
riqueza y la magnificencia de las
vestiduras del dios, del
instrumento musical y del
fondo. El terremoto de 1975
deterior todava ms esta joya
del arte birmano.
s?7
w
Pagan, la joya de Birmania
Un "libro de imgenes
en los muros
de un templo
por Klaus Wenk
Los muros cubiertos de pinturas
de los templos de Pagan han
sido comparados con un libro de
imgenes de las sagradas
escrituras y la tradicin
budistas. Gran parte de los
murales representan ancdotas
tomadas de los J ataka,
narraciones de las vidas de Buda
anteriores a su ltima
encarnacin humana en la que
alcanz la Iluminacin (vase
tambin la leyenda de la pgina
25). En la foto de arriba a la
izquierda el rey de Benars
Brahmandatta se ase a una
palmera mientras contempla
fascinado los esplendores de la
naturaleza. En el primer plano se
ven arbustos de extraas formas
entre los cuales se oculta un
tigre. Este mural, perteneciente
al templo de Ananda Okkiaung,
es uno de los muchos pintados a
fines del siglo XVIII, poca en
que de nuevo floreci el arte en
Pagan, seis siglos despus de
que la ciudad fuera saqueada
por los ejrcitos de Kublai Kan.
"El Bodhisattva Medankara
escapa volando del mundo"
(foto de abajo) es un mural que
puede verse en la Upali Thein, o
"Sala de las Ordenaciones",
cuyo nombre le viene del monje
del siglo XIII Upali. Se inspira en
un hecho del Buddhavamsa
("El linaje de Buda"), que cuenta
la vida y trabajos de veinticuatro
Budas que vivieron antes del
Buda Gautama. Este loro
limpindose el plumaje (arriba a
la derecha), del templo de
Yadana Miitzu, muestra como
los muralistas de Pagan podan
tambin dedicarse a la pintura
puramente ornamental. La foto
de esta pgina reproduce un
motivo decorativo del techo del
templo de Ananda Okkiaung.
Del centro de un crculo surge
una figura con una corona y
ornamentos regios..
LApintura birmana es una de las "gran
des incgnitas" del arte mundial. Tan
slo un pequeo nmero de especia
listas tienen idea de la riqueza de los frescos
existentes en los antiguos monumentos de
Pagan, capital que fue de Birmania.
La propia ciudad de Pagan, situada en la
orilla oriental del ro Irauadi, a unos 145 kil
metros aguas abajo de Mandalay, constituye
un espectculo impresionante. En un paisaje
soberbio se yerguen un sinfn de santuarios
y templos (el Servicio Arqueolgico de Bir
mania ha contado hasta cinco mil). Algunos
de ellos se hallan en ruinas; otros estn rela
tivamente bien conservados, pese a las vici
situdes de la historia de Pagan y al proceso
de destruccin natural, a todo lo cual se su
maron los efectos del terremoto del 8 de ju
lio de 1975. (Vase El Correo de la Unesco
de mayo de 1976).
Entre el gran nmero de pinculos y cpu- >
las puntiagudas de tan grandioso paisaje se |
35
, alza la masa blanca y de delicadas propor
ciones de Ananda, el ms clebre templo de
Birmania.
Frente a la entrada norte de Ananda se
yergue un edificio menos importante, aun
que tambin imponente, en forma de torre
de ladrillos cubiertos de yeso. En Birmania
recibe simplemente el nombre de Ananda
Okkiaung, esto es "el templo de ladrillos que
est enfrente del de Ananda".
Esta ubicacin poco satisfactoria junto a
un vecino poderoso es quiz la razn de que
Ananda Okkiaung atraiga a pocos visitantes.
Slo van all quienes saben que en sus
umbros pasadizos puede contemplarse la
muestra ms esplendorosa de la pintura bir-
mana del siglo XVIII, con una serie de fres
cos que estn todava hoy bien conserva
dos.
El visitante que penetra en el templo, pa
sando por el prtico de arcos bajos yredon
dos, se siente sumamente impresionado por
la atmsfera de mstica penumbra en la cual
destaca una galera de pinturas que, por su
nmero y su amplitud, no tiene hoy parigual
en toda Birmania.
Aunque han sido obra de varios artistas,
estos frescos constituyen un conjunto muy
completo. Ilustran numerosas caractersti
cas de la pinturas birmana, y para poder en
tenderlos cabalmente hay que concebirlos
como parte integrante de una larga tradi
cin, que es a su vez indisociable de la histo
ria de Pagan.
Sealemos, en primer lugar, que la pintu
ra birmana es en su totalidad budista. Su im
pulso principal procedi del gran movimien
to religioso que tuvo su origen en la India en
el siglo V antes de Cristo y que ms tarde
propag por toda Asia meridional y oriental
las enseanzas de Buda.
En Birmania, la variante theravada del bu
dismo consigui el predominio durante el
reinado de Anaurahta (1044-1077), que unifi
c polticamente el pas e inici el desarrollo
de Pagan como uno de los centros ms im
portantes de enseanza del budismo en el
Asia sudoriental. Segn las ideas del budis
mo theravada, la pintura de los muros de los
templos ha de interpretarse nicamente co
mo una decoracin subsidiaria que describe
e ilustra la enseanza de Buda. Para los cre
yentes estas obras no pueden ser objeto de
una contemplacin esttica.
Ahora bien, la pintura birmana no debe su
desarrollo y perfeccin nicamente a ese im
pulso sino tambin a la enseanza del budis
mo mahayana, es decir el budismo del
"Gran Vehculo" que, en contraste con la
enseanza ms rigurosa del budismo thera
vada, permite creer en un gran nmero de
santos y de bodhisattvas (seres iluminados,
predestinados para alcanzar la condicin de
Buda) y, por consiguiente, satisface la nece
sidad de una doctrina ms popular de la sal
vacin.
Otras influencias son la proximidad geo
grfica de la India y del Tibet, los contactos
muy intensos con Ceiln y las profundas
creencias animistas del pueblo. En los muros
de muchos templos de Pagan hay tambin
deidades hindes, as como signos de la
influencia del tantrismo, es decir el llamado
"budismo mgico", que antes se practicaba
fundamentalmente en el Tibet y que hace
hincapi en el rito y en la estricta observan
cia de los cultos, la iniciacin, la consagra
cin y las frmulas mgicas.
Son pocos los monumentos del reinado
de Anaurahta que han llegado hasta no
sotros, y hasta la poca de su segundo suce
sor, Kianzittha (1084-1112), no se inici la
construccin de los grandes templos. Los
frescos que todava hoy podemos admirar
en sus muros constituyen el comienzo de la
tradicin artstica de la cual es expresin
brillante y tarda la pintura de Ananda Ok
kiaung.
Aun pueden verse en nuestros das fres
cos bien conservados de ese periodo inicial
en el templo de Wetti-in Kubiau, que fueter
minado probablemente en el ao 1200 o po
co antes; afortunadamente la capa de mor
tero de las paredes del templo es relativa
mente espesa y est bien alisada, lo cual ha
proporcionado un soporte duradero a las
pinturas. (No siempre ocurre esto en Pagan,
ya que el mortero se haca a menudo con la
arcilla roja local, excelente criadero para los
insectos. De ah que la mayor parte del yeso
de casi todos los templos se haya despega- k
do de las paredes y, all donde todava sub- f
36
Esta enorme figura
de len rugiente
en el exterior
de una pagoda birmana
tena por misin mantener
a raya los malos
espritus.
En Pagan un autntico bosque de templos
y stupas budistas (unos 5.000 monumentos
en total) se extiende por una superficie de
ms de 70 kilmetros cuadrados. En la
pgina de la izquierda, la blanca masa del
famoso templo de Ananda aparece al
fondo, visto desde las terrazas del
Thatbiinnu, el edificio ms elevado de
Pagan (su altura equivale a la de una casa
de 20 pisos). En julio de 1975 el
incomparable paisaje de Pagan fue
sacudido por un violento terremoto que
caus grandes daos (irreparables en el
caso de los murales de algunos templos).
Los autoridades birmanas estn llevando a
cabo una importante operacin de
salvamento (abajo) en los monumentos de
Pagan afectados por el sesmo.
37
>""
./ ,.> J .J
El mural "En el ro Televaha" (arriba) se
inspira en un texto de los J ataka en el que
se oponen las conductas de dos
mercaderes, uno de los cuales est
predestinado a ser un Iluminado como
Buda. Uno de ellos (probablemente el que
aparece de pe en la popa de su barca con
los brazos extendidos) cruza el ro Talevaha
camino de la ciudad de Andhapura. (Todas
las fotos de esta doble pgina reproducen
murales ejecutados en el siglo XVIII en el
templo de Ananda Okkiaung).
> siste, la superficie y, por consiguiente, los
frescos estn cubiertos de nidos de avispas,
termes y otros insectos destructores).
El ao 1287 puso punto final al primer
sueo de la historia budista: un ejrcito
mongol conquist y devast Pagan,
quemando sus palacios, los edificios de ma
dera de sus monasterios ylas casas ychozas
de los habitantes. Todo parece indicar que
Birmania haba perdido ya el sentido de la
realidad poltica en la segunda mitad del
siglo XIII, ya quetan slo un pequeo nme
ro de estos edificios estaban situados en la
zona protegida por los muros de la ciudad.
As, una de las manifestaciones ms espln
didas de la religiosidad budista se desmoro
n con suma facilidad por obra de las hordas
mongoles.
En los quinientos aos siguientes no exis
ti imperio birmano. Varias dinastas de los
diferentes pueblos que vivan a ambos lados
de los ros Irauadi y Ualuain se combatieron
mutuamente sin lograr resultados conclu-
yentes. Surgieron entonces nuevas capitales
ynuevos centros de cultura : Ava, Sagaing y
Amarapura. Pero la gran era de Pagan slo
tuvo un parangn a fines del siglo XVIII, con
J a ejecucin de las incomparables pinturas
realizadas en muchos de los pequeos stu
pas (santuarios o montculos conmemorati
vos) ytemplos de Pagan. Ananda Okkiaung,
contruido entre 1776 y 1785, pertenece a es
te renacimiento, que empez con el reinado
de Alaungpaya, en 1752, y que devolvi a
Pagan su anterior funcin de metrpoli cul
tural de Birmania.
Los frescos de Ananda Okkiaung, ejecuta
dos con tonos dominantes de rojo y marrn
y con ocres obtenidos a partir de las geodas
de hierro que cubren el lecho del cercano ro
Irauadi, recogen los temas budistas que
haban inspirado a los artistas de Pagan
cientos de aos antes. Muchos de estos te
mas proceden de la coleccin de escrituras
budistas que recibe el nombre de J ataka, es
decir una recopilacin de sucedidos, anc
dotas y frases piadosas que relatan episo
dios de las mltiples vidas del Bodhisatta (o
"Buda en cierne").
Segn la tradicin, Gautama Buda tuvo
muchas existencias antes de su Gran Ilumi
nacin. Adoptaba muy diferentes formas,
viviendo entre los hombres como rey, dios,
ministro, asceta, comerciante, jardinero,
msico, etc. Tambin revisti la forma de di
versos animales o pjaros. En los J ataka, el
Buda en cierne, en una de sus anteriores en
carnaciones, desempea un papel de hroe
o de cualquier otro personaje. A veces es
simplemente espectador, pero siempre ma
nifiesta una o ms virtudes, tales como la
compasin, el altruismo o la comprensin
del prjimo, gracias a las cuales se prepara
para la Iluminacin.
Demuestra la enorma popularidad de los
J ataka como vehculos de la enseanza bu
dista el gran nmero de textos y pinturas
que n ellos se inspiraron.
Lo ms notable de los frescos de Ananda
Okkiaung es la libertad con que trataron sus
temas los pintores. Como puede verse por
las ilustraciones, stos no solamente descri
ben lo que es necesario para narrar las histo
rias de los J ataka, sino que adems apro
vechan la oportunidad para pintar escenas
de la vida de los cortesanos y del comn de
las gentes de aquella poca. Sus pinturas
presentan as una gran cantidad de datos in
teresantes sobre la historia cultural del
pueblo birmano.
Los frescos pertenecen a una tradicin en
la cual la representacin de la realidad, del
mundo externo, se basa en una serie de fr
mulas y mdulos que, una vez fijados, ad
quieren una validez universal. Al realizar una
pintura, el artista birmano tomaba como
punto de partida ciertos modelos y figuras
bsicas. Tradicionalmente, se utilizaban
cuatro elementos artsticos en la composi
cin de la pintura birmana : Kanut, Nari, Ka-
pi y Gaja, que son las palabras palies ysns
critas utilizadas para definir a la vez el tema y
el modo de tratarlo.
Kanut designa todos los tipos de adornos
que tienen forma de lneas redondas o cur
vas. As es como se representa la vegeta
cin, especialmente los elementos del loto,
pero los motivos redondeados y ascenden
tes se emplean a menudo para figurar ser
pientes y otros animales, olas y nubes estili
zadas, etc.
Nari, que quiere decir literalmente
"mujer", describe de un modo ms general
el cuerpo humano, as como las representa- l
ciones de los dioses y de Buda. r
38
Pese a ser el menor de cien
hermanos, el prncipe
Gamani es elegido rey por su
sabidura. En esta ilustracin
aparecen dos de sus
hermanos a caballo y otro
cabalgando un elefante,
acompaados de servidores,
portadores de palios y
soldados con armas de
fuego.
Elegantemente
ataviado y
precedido de diez
sirvientes que
portan vasos de
oro y seguido por
tres ms, llega un
invitado a la boda
de la hija del
Tesorero del Rey.
Detalle de una
ilustracin mural
de un relato de
los J ataka. El
marco que se ve
a la izquierda
forma parte de un
telar.
Una graciosa dama de la corte
ejecuta un baile al ritmo de un
instrumento musical en forma
de cocodrilo que su intrprete
sostiene en las rodillas. Los
pintores de los murales de
Ananda Okkiaung no se
limitaron a representar los
grandes temas del budismo; su
aficin a las escenas de
costumbres de la corte y de la
vida cotidiana nos ha dejado una
fuente complementaria de
informacin sobre el pasado
cultural de Birmania.
39
KLAUS WENK, profesor del Departa
mento de Estudios Orientales de la Uni
versidad de Hamburgo (Repblica Fede
ral deAlemania), es autor deimportantes
estudios sobrela historia, laliteratura yel
arte de Asia sudoriental. Entre ellos des
tacan su Mural Paintings in Thailand,
obra ilustrada en tres volmenes publica
dos en 1975 y 1976, y Murals in Burma,
tomo l de Paintings from Pagan of the
Late Period, publicado en 1977, que con
tiene una colaboracin delprofesor U Tin
Lwin, de la Universidad de Mandalay.
Ambos libros por Iigo von
Oppersdorff, Zurich de los cuales se
han tomado las ilustraciones de estas
pginas asi como las del artculo del pro
fesor Adul Wichiencharoen (pg. 25),
han obtenido el Emblema Internacional
para Obras de Arte y Cultura. Franz
Horisberger tom las fotografas para
Paintings from Pagan en 1975, poco
antes de quela regin fuera sacudidapor
un devastador terremoto. (De muchas
pinturas murales slo quedan documen
tos fotogrficos).
' La palabra Kapi se refiere estrictamente al
modo de pintar los monos, pero designa
tambin la representacin de animales de
cualquier tipo, as como de diversas criatu
ras mitolgicas. En general, esta palabra se
relaciona con la idea de movimiento rpido,
pjaros que vuelan, animales que saltan,
monos que juegan, la pereza caprichosa del
kinnari (mitad hombre y mitad pjaro) y la
msica de los msicos celestes.
Se emplea la palabra Gaja para describir el
elefante, que es una figura muy corriente en
la pintura birmana. El cuerpo de este animal
est asociado a la idea de tamao, altura y
longitud, as como a las de fuerza e inmovili
dad.
Con pocas excepciones, toda la pintura
birmana se basa en esos cuatro tipos esen
ciales. Representa lo concreto, lo visible, la
forma material de las cosas y la superficie.
Todo lo que no es posible describir ni si
quiera sugerir elementos de la atms
fera, las fuerzas mentales y espirituales que
impulsan al hombre, los sentimientos y el in
telecto, los diversos grados de conciencia de
la salvacin, o de la perdicin est inma
nente en las pinturas y puede deducirse de
las formas materiales. En un Buda dibujado
con un slido perfil, sin el tipo de colores
que pueden suscitar una emocin esttica,
quien vive en el mundo budista de las ideas
ve espontneamente una intensa paz interior
yadquiere con ello una ms viva percepcin
de las formas de existencia.
En resumen, en las figuras birmanas en
contramos una pintura decorativa, con unos
orgenes florales que a lo largo de su evolu
cin se transformaron en formas geomtri
cas; vemos tambin en ella una pintura figu
rativa en la cual hayformas slidas y no dife
renciadas junto a otras figuras etreas y pin
tadas de un modo muy grcil y atractivo;
contemplamos asimismo una abstraccin di
nmica que representa movimientos de ani
males juguetones o el alegre retozar de
criaturas mitolgicas; y encontramos tam
bin una pintura de objetos que no cabe
comparar en lo esencial con la pintura de bo
degones pero que presenta grandes volme
nes y, a travs de ellos, sugiere la inmovili
dad.
40
Por ltimo, al igual que el resto de la pin
tura oriental, la birmana est ordenada en
perspectivas paralelas. Se presenta en su
perficies, dispersa las figuras y los objetos
ante el espectador y, de este modo, anula la
impresin de profundidad espacial, salvo en
muy contadas excepciones. El horizonte no
existe. La pintura de este tipo tiene que re
currir necesariamente al dibujo, a los contor
nos ya una concepcin lineal. Las lneas ho
rizontales ylas verticales se funden unas con
otras ysirven simplemente para dividir la su
perficie, no para crear el espacio.
La figuras y los objetos estn situados en
una sucesin o un grupo, como si pertene
cieran a un libro de imgenes. Normalmen
te, los paisajes y las figuras no se armonizan
entre s, y estas ltimas estn aisladas de su
entorno. Las modalidades del Kanut no se
relacionan ni en su forma ni en sus colores
con la pintura Nari, y tan slo en algunos
"Una vez, en el pas de Kasi, el
acaudalado propietario de una
pequea aldea haba prometido
ofrecer un sacrificio al Hada de una
higuera de Indias que se alzaba a la
entrada de la aldea. Despus de
haber sacrificado algunos anmales
acudi al rbol para ser eximido de
su promesa. Pero el Hada de la
Higuera, de pie en la horcadura,
repiti esta estrofa:
Piensa en la vida futura s quieres
ser eximido
porque esa exencin es una
servidumbre rgida.
No se exime as el hombre
sabio y bueno, esa exencin
de necio en servidumbre termina.
A partir de entonces, ios hombres
se abstuvieron de ofrendar vidas y
rectamente se encaminaron en
tropel a la ciudad de Devas. "
En esta pintura mural de Ananda
Okkiaung, la figura dominante del
hada se yergue en el centro del
rbol cuyas races y ramas ondulan
como llamas de fuego. El follaje
podra ser como un nimbo del hada.
A la derecha, la propiedad cercada
del "potentado" que aparece en el
patio de su mansin, recostado y
rodeado de sus esposas. En el
tejado, un mono juguetea. Esta
escena de costumbres, vagamente
relacionada con las narraciones de
los J ataka, recrea la atmsfera de
opulencia que rodea a un hombre
que puede permitirse sacrificar a la
divinidad del rbol un considerable
nmero de aves, ovejas, puercos y
otros animales.
frescos se elimina hasta cierto punto la diso
ciacin entre una persona y otra, entre un
objeto y otro.
As pues, toda la representacin es en es
tas notables pinturas de Pagan racional yno
sentimental. Hay en ellas un sentido del or
den. La sociedad est ordenada con arreglo
a principios jerrquicos, y todo el cosmos es
un sistema organizado segn la cosmografa
hind-budista.
K. Wenk
41
Robert J acquemin, responsable de la diagra-
macin de El Correo de la Unesco desde su
fundacin, se ha jubilado recientemente. En
ms de treinta aos de trabajo ha dejado la
impronta de su talento en varios centenares de
nmeros de nuestra revista. Sin su exigencia
de profesional y de artista a la vez, El Correo
no habra tenido la acogida que le ha dispensa
do un vasto pblico internacional. Por ello ha
sabido granjearse la estimacin y el reconoci
miento de todos.
Tarjetas del Unicef
Una vez ms las tarjetas del Unicef y sus artculos de papelera han contado este ao
con la colaboracin de artistas y museos de numerosos pases. La coleccin de tarje
tas para todas las ocasiones, las tarjetas en blanco, las minitarjetas, los papeles y
sobres para carta estn adornados con una gran variedad de motivos que incluyen,
entre otros, una talla china en madera del siglo XVII, iluminaciones de un manuscrito
irlands del siglo Vil, un tapiz precolombino, una tela de coronacin estampada de
Nigeria. El producto de la venta de estos artculos, que pueden adquirirse en los
centros de venta del Unicef en el mundo entero, permitirn a la Organizacin prose
guir y ampliar su vital labor de proporcionar a los nios ms necesitados una mejor
nutricin y mayores oportunidades de educacin y de cuidados mdicos en unos cien
pases de Asia, Africa y Amrica Latina. Tambin est a la venta el calendario-agenda
trilinge (espaol, ingls y francs) para 1980 en el que se reproducen juegos, ju
guetes y canciones infantiles de unos veinte pases de cinco continentes. Entre los ju
guetes educativos ms populares del Unicef figuran tres "Educoll", cajas con cartuli
nas para recortar y armar casas de arquitectura tradicional de Africa e Indonesia, y un
rompecabezas circular en color en el que aparece un corro de nios de diversos
pases . En la foto, un juego de veinte minitarjetas diferentes para todas las oca-
LIBROS RECIBIDOS
A la pintura
por Rafael Alberti
Seix Banal, Barcelona, 1979
El anlisis filosfico
por J .O. Urmson
Ariel, Barcelona, 1979
Temas de "La Celestina"
por P.E. Russell
Ariel, Barcelona, 1979
Los pasos contados
III. Las delicias (Crnica madrilea
de hacia 1906)
por Corpus Barga
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Paisajes del alma
por Miguel de Unamuno
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Poesa
de Rosala de Castro
Traduccin, seleccin y prlogo
de Mauro Armio
Alianza Editorial, Madrid, 1979
El Cantar de Roldan
Versin de Benjamn J arns
Alianza Editorial, Madrid, 1979
La tragedia de la Luna
por Isaac Asimov
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Lujo y capitalismo
por Werner Sombart
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Encuentros y conversaciones con
Einstein y otros ensayos
por Werner Heisenberg
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Guerra total
I. La Segunda Guerra Mundial en
Occidente
II. La Segunda Guerra Mundial en
Oriente
por P. Calvocoressi y G. Wint
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Cambio social
por Robert Nsbet y otros
Alianza Editorial, Madrid, 1979
La Mesta
por J ulius Klein
Alianza Editorial, Madrid, 1979
de
Dinmica econmica
por Roy Harrod
Alianza Editorial, Madrid, 1979
La "Crtica de la razn pura'
Kant
I. La Analtica
por J onathan Bennett
Alianza Editorial, Madrid, 1979
Cartas a Russell, Keynes y Moore
por Ludwig Wittgenstein
Taurus Ediciones, Madrid, 1979
La kabbala cristiana del Renaci
miento
por F. Secret
Taurus Ediciones, Madrid, 1979
Francisco de Quevedo
(El escritor y la crtica)
Edicin de Gonzalo Sobejano
Taurus Ediciones, Madrid, 1979
La lucha por la tierra en la crisis
del antiguo rgimen
por A.M. Bernai
Taurus Ediciones, Madrid, 1979
La retrica del humanismo.
La cultura espaola despus
de Ortega
por Thomas Mermall
Taurus Ediciones, Madrid, 1979
O
O
<
O
o
42
Indice de "El Correo
de la Unesco" de 1979
Enero
EL ROSTRO DE LA INFANCIA MALTRATADA. 2.000 millones de nios en busca de sus
derechos (E. Bouldng). Los hijos del hambre (F. Monckeberg Barros). Las hadas las pre
fieren rubias (J . E. Adoum). El nio, forjador de su propio lenguaje (A. McKenna). Decla
racin de Derechos del Nio. Cuando los nios juegan a fabricar juguetes. El derecho aun
nombre y a una patria (H. Gretiot-Alphandry). La infancia mutilada del exilio. Tesoros del
arte mundial: Madre y nio (Paquistan.
Febrero
LOS HUICHOLES : UNA CULTURA VIVA ANTERIOR A CORTES. El hombre puede des
componer la mquina del clima (W. W. Kellogg). El ingenioso desciframiento de la escritu
ra maya (V. A. Kuzmischev). Los mayas en la vida y en la muerte (Y. Knorozov). Los
huicholes : arte y creencias de los peregrons de los dioses (J . Negrn). Lo real maravilloso
en la cultura haitiana (R. Depestre). Descentralizar la historia de la humanidad : un nuevo
atlas de historia mundial (G. Barraclough). Tesoros del arte mundial : Divinidades mcn-
cas (Grecia).
Marzo
EL NIO Y LAS IMGENES DEL MUNDO. La televisin, reflejo de la sociedad que la hace
IJ . Halloran). La droga electrnica y los nios (K. Goto). Los nios, poesa del cine (F.
Truffaut). Una infancia africana (C Laye). Los nios tienen la palabra . Los nios no tienen
los libros que merecen (M. Soriano). Dos trazos de lpiz bastan para comprender a un ni
o. La Unesco y los nios. Indgenas y europeos: imgenes deformadas de una historia
(H. O. Ortega). Races tempranas de la actitud racista (B. Banfield). Tratar al nio prodigio
como a los dems (A.V. Petrovski). Tesoros del arte mundial : Nio campesino (Francia).
Abril
CARRERA DE ARMAMENTOS CONTRA LA HUMANIDAD. Querer la paz (A. M.
M'Bow). La carrera de armamentos : invertir para la muerte. La ciencia al servicio de la ani
quilacin. La espiral aterradora de la calidad. La ms mortfera de las armas ? La sola fabri
cacin de armas produce ya millones de vctimas. Despilfarro de recursos en un mundo de
indigencia. Tres mitos falaces. El imperio de lo militar. Para acabar con la carrera de arma
mentos. Tesoros del arte mundial: Fetiches fenicios (Tnez).
Mayo
EINSTEIN. Einstein (1879-1955) Un genio que revolucion nuestra poca (J . Ehlers). Para
comprender la relatividad : imagen del mundo a la velocidad de la luz (I. Asimov). Einstein
en el mundo de las maravillas. Una teora armoniosa que la naturaleza habra podido elegir
(P. Dirac). Esa curiosa luz curva. Ciencia ysubjetividad : el caso Einstein (P. Thullier). Una
constelacin de cosmlogos. La ciencia en las fronteras de lo posible (A. B. Mgdal). La
responsabilidad moral del cientfico (A. Einstein). Tesoros del arte mundial : La sonrisa de
la infancia (India).
J unio
ALEJ ANDRO MAGNO O LOS ENIGMAS DE UNA TUMBA REAL. Sujothai : la vieja capi
tal de Tailandia recobra su esplendor (M. C. Subhadradis Duskul). La Tierra, patrimonio
comn de la humanidad (M. Bedjaui). Sorpresas de una tumba macednica: la ltima
morada del padre de Alejandro? (M. Androncos). El misterio de Elche, uno de los ms
viejos dramas religiosos del mundo (J . C. Langlois). J anusz Korczack, un hombre que vi
vi y muri por los nios (S. Tomkewcz y B. Maffiol). Margaret Mead o la antropologa
en femenino (C. Levy-Strauss). Tesoros del arte mundial: Un jefe maori y su familia
(Nueva Zelandia).
J ulio
LAS PLANTAS MEDICINALES FLORECEN DE NUEVO (J .-M. Pelt). Avcenna : flores pa
ra el corazn (H. Mohammed Said). Un comercio floreciente (M. A. Attisso). El laborato
rio vegetal africano (D. E. U. Ekong). La Unesco yla qumica bsica de los productos natu
rales. La medicina tbetana (L. J . J undanova). China : un herbolario de ms de 5.000 espe
cies (We Wen). Nepal : medicina vegetal del Himalaya. La inagotable farmacia del mar (M.
Piattelli). Historias de esterodes ydioscreas (P. Crabb). El fabuloso vivero del Brasil (O.
R. Gottlieb yW. B. Mors). Drogas contra las drogas. La "Revolucin Verde" de la medici
na popular (V. Petkov). Tesoros del arte mundial: Nias totonacas (Mxico).
Agosto-Septiembre
AFRICA EN SU HISTORIA. "La Historia General de Africa" (A. M. M'Bow). Un continen
te en busca de su pasado (J . K-Zerbo). La palabra escrita. Tiempo mtico y tiempo histri
co en Africa (M. Bubu Hama yJ . Ki-Zerbo). Los archivos orales de la historia (A. Hampat
B). Los homnidos africanos contra una teora errnea (D. A. Olderogge). Los artistas del
neoltico, primeras historiadores de Africa. De la naturaleza bruta a la humanidad liberada
(J . Ki-Zerbo). La prehistoria africana y la evolucin del hombre. Artes y oficios del Egipto
faranico (R. El-Nadur). Cuando Nubia floreca bajo el Reino de Kush (J . Leclant). El go
bierno de las Candaces (A. M. Ali Hakem). El fabuloso imperio del Mal (D. T. Nane). La
civilizacin swahili (V. V. Matveiev). Tesoros del arte mundial: Madre e hijo (Mal).
Octubre
PAPUA-NUEVA GUINEA : una vieja cultura para un nuevo Estado. Los infelices nios del
apartheid (M. Kunene). Tradiciones culturales de Papua-Nueva Guinea (J . Kola). Un arte
para la permanencia de la vida (P. Godn). Rostro de una nueva nacin. Berlina en la FAO
(B. Wjngaarden). Los desheredados de la Tierra. Msica del Golfo : el canto de los pesca
dores de perlas (H. Hassan Turna). El solitario minarete de J am(A. Bruno). Tesoros del ar
te mundial : Diosa-madre de la Edad del Bronce (Turqua).
Noviembre
LA CIENCIA, LA TECNOLOGA Y LOS DILEMAS DEL DESARROLLO (I. H. Abdel Rah
man). Los doce imperativos del desarrollo (J . P. da Costa). La tragedia de la pobreza abso
luta (N. A. Cox-George). La ciencia del Tercer Mundo en la encrucijada (Abdus Salam).
Mito y realidad del crecimiento acelerado (O. Giarini). Hacia una estrategia mundial (D.
Gvshiani). El J apn de la era Meiji, un caso singular de industrializacin (K. Oshima y K.
Furuya). Los que deciden por los dems (F. Papa Blanco). Tesoros del arte mundial : Ma
ternidad de mrmol (Reino Unido.
Diciembre
EL EJ ERCITO DE ARCILLA DEL PRIMER EMPERADOR CHINO (Gu Wenjie). Una
montaa-santuario en el Himalaya nepals (C. J est). La pintura tailandesa, expresin del
espritu budista (A. Wichiencharoen). Afganistn: el oro de una misteriosa dinasta (V. I.
Sarianidi). Un "libro de imgenes" en los muros de un templo de Birmania (K. Wenk). Te
soros del arte mundial: Nacimiento de Buda (Nepal).
Para renovar su suscripcin
y pedir otras publicaciones de la Unesco
Pueden pedirse las publicaciones de la
Unesco en las libreras o directamente al
agente general de la Organizacin. Los
nombres de los agentes que no figuren en
esta listase comunicarnal quelospidapor
escrito. Los pagos pueden efectuarse en la
moneda de cada pas.
Tarifa Reducida
Concesin No. 274
Franqueo Pagado
Concesin N 4074
ARGENTINA.
EDILYR S.R.L.,
Tucumn 1699
<P.B."A") 1050
Buenos Aires.
REP. FED. DE ALEMANIA. Todas las publicacio
nes : S. Karger GmbH, Karger Buchhandlung, Ange-
rhofstr. 9, Postfach 2, 8034 Germering / Mnchen. Para
"UNESCO KURIER" (edicin alemana) nicamente :
Colmantstrasse 22, 5300 Bonn. BOLIVIA. Los Ami
gos del Libro, casilla postal 4415, La Paz ; Avenida de
las Heronas 3712, casilla postal 450, Cochabamba.
BRASIL. Fundaao Getlio Vargas, Editora-Divisao de
Vendas, caixa postal 9.052-ZC-v02, Praia de Botafogo
188, Ro de J aneiro, R.J . (CEP. 20000). Carlos Rohden
Livros e Revistas Tcnicos Ltda., Av. Brigadeiro
Faria Lima, 1709 - 6 andar, Sao Paulo, y sucursales :
Rio de J aneiro, Porto Alegre, Curitiba, Belo Horizonte,
Recife COLOMBIA. Editorial Losada, calle 18 A,
No. 7-37, apartado areo 5829, Bogot, y sucursales ;
Edificio La Ceiba, oficina 804, calle 52, N 47-28, Medel-
ln. COSTA RICA. Librera Trejos S.A., apartado
1313, San J os. CUBA. Ediciones Cubanas, O'Reilly
No. 407, La Habana. - CHILE. Bblocentro Ltda.,
Constitucin N" 7, Casilla 13731, Santiago (21). REP
BLICA DOMINICANA. Librera Blasco, Avenida Bol
var, No. 402, esq. Hermanos Deligne, Santo Domingo.
ECUADOR. Revistas solamente : RAYD de Publica
ciones, Garca 420 y 6 de Diciembre, apartado 2610,
Quito; libros solamente: Librera Pomaire, Amazonas
863, Quito ; todas las publicaciones : Casa de la Cultura
Ecuatoriana, Ncleo del Guayas, Pedro Moncayo y 9 de
Octubre, casilla de correos 3542, Guayaquil. EL
SALVADOR. Librera Cultural Salvadorea, S.A.,
Calle Delgado No. 117, apartado postal 2296, San Sal
vador. - ESPAA. MUNDI-PRENSA LIBROS S.A.,
Castell 37, Madrid 1 ; Ediciones LIBER, Apartado 17,
Magdalena 8, Ondrroa (Vizcaya) ; DONAIRE, Ronda
de Outeiro 20, apartado de correos 341, La Corua ;
Librera AL-ANDALUS, Roldana 1 y3, Sevilla 4 ; Libre
ra CASTELLS, Ronda Universidad 13, Barcelona 7;
para "El Correo de la Unesco" : Editorial FENICIA, Can-
telejos, 7 "Rofro", Puerta de Hierro, Madrid 35.
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA. Unpub, 345,
Park Avenue South, Nueva York, N.Y. 10010. Para "El
Correo de la Unesco" : Santillana Publishing Company
Inc., 575 Lexington Avenue, Nueva York, N.Y. 10022.
- FILIPINAS. The Modern Book Co., 926 Rizal Ave
nue, P.O. Box 632, Manila, D-404. - FRANCIA.
Librairie de l'Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 Pars
(CCP Paris 12.598-48). - GUATEMALA. Comisin
Guatemalteca de Cooperacin con la Unesco, 3* Ave
nida 13-30, Zona 1, apartado postal 244, Guatemala.
HONDURAS. Librera Navarro, 2a Avenida N 201,
Comayaguela, Tegucigalpa. J AMAICA. Sangster's
Book Stores Ltd., P.O. Box 366, 101 Water Lane,
Kingston. MARRUECOS. Librairie "Aux Belles Ima
ges", 281, avenue Mohammed V, Rabat ; "El Correo de
la Unesco." para el personal docente : Comisin Marro
qu para la Unesco, 19, rue Oqba, B.P. 420, Rabat
(C.C.P. 324-45). - MEXICO. SABSA, Insurgentes
Sur, No. 1032-401, Mxico 12, D.F. - MOZAMBI
QUE. Instituto Nacional do Livra e do Disco (INLD),
Avenida 24 de J ulho, 1921, r/c e 1 andar, Maputo.
PANAMA. Agencia Internacional de Publicaciones
S.A., apartado 2052, Panam 1. - PARAGUAY.
Agencia de Diarios y Revistas,' Sra. Nelly de Garca
Astillero, Pte. Franco 580, Asuncin. PERU. Edito
rial Losada Peruana, J irn Contumaza 1050, apartado
472, Lima. - PORTUGAL. Dias & Andrade Ltda.,
Livraria Portugal, rua do Carmo 70, Lisboa. REINO
UNIDO. H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, Lon
dres S.E. 1. - URUGUAY. Editorial Losada Uruguay,
S.A., Maldonado 1092, Montevideo. VENE
ZUELA. Librera del Este, Av. Francisco de Miranda
52, Edificio Galipn, apartado 60337, Caracas ; La
Muralla Distribuciones, S.A., 4a. Avenida entre 3a. y
4a. transversal, "Quinta Irenals" Los Palos Grandes,
Caracas 106.
Esplendores de una oscura historia
Recientemente se descubri cerca de Shibargan, en el norte de Afganistn, una antigua
necrpolis regia en la que se encontraron millares de ornamentos de oro con incrusta
ciones de pedrera. Por su extraordinaria mezcla de estilos y de influencias culturales, es
tas preciosas obras de orfebrera arrojan luz sobre la mal conocida historia de una so
ciedad que se desarroll hace dos mil aos en la encrucijada de las civilizaciones de
Oriente y de Occidente (vase la pg. 29). He aqu unas muestras de esas joyas: una co
rona, con incrustaciones de perlas y turquesas, formada por cinco rboles con pjaros
en sus ramas ; una vaina de pual con una escena de animales ; un cuenco que serva pa
ra apoyar la cabeza de un noble difunto ; un clnturn ; un broche con la diosa alada de la
Victoria, una pareja (posiblemente Dionisos y Ariana) cabalgando un animal fabuloso y
un stiro arrodillado.
Fotos Viktor I. Sarianidi. Mosc Expedicin arqueolgica sovitico-afgana
Bl
r&k
i
am
IM
\m&6
m
S3
m
KA