Liber Martin San

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Revista Derecho y Ciencias Sociales. Octubre 2010. N3. Pgs.

49-69 ISSN 1852-2971


Instituto de Cultura Jurdica y Maestra en Sociologa Jurdica. FCJyS.UNLP

El saneamiento desde su simultnea consideracin como servicio pblico y derecho


humano en la actualidad: el caso argentino.

Liber Martn Garca

Resumen.
El artculo analiza la configuracin normativa del derecho al saneamiento en Argentina a
partir de su consideracin simultnea como servicio pblico y derecho humano. A la vez
que discurre sobre su normativa y jurisprudencia indaga en el contenido progresivo del
derecho a partir de diferentes posiciones subjetivas. Con miras a su efectivizacin
discurre sobre las principales causas que obstan a su concrecin; sobre la relativa
trascendencia que un nuevo pacto internacional pueda tener; sobre la actuacin de un
poder judicial con limitaciones materiales y constitucionales y sobre la necesidad de una
inversin coordinada y progresiva de recursos econmicos pblicos y privados.

Abstract.
The paper starts by identifying the norms toward a right to sanitation in Argentina
considering it simultaneously as a public service and a human right. While it discourses
about its norms and jurisprudence, it also inquires into the rights progressive content
from different subjective positions. Within this framework and with a larger work in
view, it reflects about the principal causes that hinder its concretion, about the material
and constitutional limitations that the judicial power presents, and about the need for a
planned and progressive economic resource investment in sanitation public policies.

Doctor en Derecho por la Universidad de Zaragoza, becario posdoctoral de CONICET y Prof. de Derecho
Administrativo y Ambiental de la Universidad Nacional de Cuyo. libermartin@hotmail.com.

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El saneamiento desde su simultnea consideracin como servicio pblico y derecho


humano en la actualidad: el caso argentino.
Liber Martn Garca
1. Introduccin

La Observacin General N 15 del Comit del Pacto Internacional de Derechos


Econmicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de 2002 instal en el debate internacional y
nacional la existencia y contenido de un derecho humano al agua. Ello gener su
inclusin en distintos textos constitucionales y legales a la vez que motiv una serie de
estudios (Salman/McInerney, 2004; Embid Irujo, 2006; Smets, 2006; Garca, 2008;
Martn et al, 2010) y foros donde se postul la necesidad de celebracin de un tratado
internacional especfico.
Aunque la mayora de la doctrina considera el derecho al saneamiento incluido en
el derecho al agua, algunos observan que su consideracin conjunta, al poner en el centro
de la atencin la provisin de agua y su distribucin, releg al saneamiento y sus
particularidades. La dificultad evidente para dar cumplimiento a los objetivos del
milenio1 y la necesidad de instalar el derecho al saneamiento como un tema principal y no
accesorio en la agenda de los pases llev a Naciones Unidas a declarar el 2008 como el
ao internacional del saneamiento (Smets, 2010).
Muchas consideraciones pueden hacerse entorno a este derecho, pero a los fines
de este trabajo interesan slo aquellas tendientes a perfilar su fundamento y configuracin
en el derecho argentino y, con la mira puesta en su eficacia, indagar en una cuestin del
mayor inters como es aquella relativa a la forma en que se articula y coordina esta

Estas cifras se agravan considerablemente si el fenmeno se enfoca considerando Amrica Latina y el


Caribe donde el para el ao 2000 el 26 % de la poblacin carece de servicios domiciliarios de agua potable
y el 51 %, es decir ms de la mitad de la poblacin carece de conexin a los sistemas de alcantarillado
convencionales. Fuente: OPS, Informe regional sobre la evaluacin 2000 en la regin de la Amricas:
agua potable y saneamiento, estado actual y perspectivas, Washington DC. vid. (Jouravlev, 2004). En
Argentina al menos 8 millones de argentinos (22 %) carecen de acceso a los servicios de agua potable y 20
millones (57 %) no tienen acceso al sistema cloacal. Esta realidad compromete seriamente en Argentina el
cumplimiento de la meta 10 del objetivo 7 del milenio (OGD) consistente en reducir a la mitad para el ao
2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable y saneamiento. En
trminos econmicos, sobre una estimacin poblacional de 39.6 millones de habitantes, la incorporacin de
6.3 millones de usuarios de agua potable y 11.9 millones de usuarios a la red cloacal en conjunto requieren
de una inversin superior a los 5.000 millones de dlares (COFES, 2008).

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perspectiva con el rgimen jurdico y las polticas en el marco de las cuales este derecho
encuentra normalmente satisfaccin: el servicio pblico2.

2. El saneamiento: servicio pblico y derecho humano

Sobre la base de la definicin desarrollada por el Equipo de Tareas del Proyecto


del Milenio3 se ha considerado que el saneamiento abarca el acceso y la utilizacin de
servicios e instalaciones para la eliminacin de excretas y aguas residuales que aseguren
la privacidad y la dignidad, y que garanticen un ambiente limpio y saludable para todos
(COHRE, WaterAid, COSUDE y UNHABITAT, 2008: 2). La garanta de un ambiente
limpio y sano forma as parte integrante de la definicin del saneamiento como derecho.
Y es que en la actualidad el grado de interdependencia que presentan los derechos
humanos al agua, al saneamiento, a la salud y en definitiva, a la vida, respecto del medio
ambiente no requiere de demasiada argumentacin, por la sencilla razn de que sin un
ambiente adecuado no hay salud, ni agua potable, ni vida posible como lo demuestran los
ms que preocupantes pronsticos respecto del ya constatable irreversible y creciente
proceso de cambio climtico desencadenado4.
El estado actual de la cuestin en el plano cientfico en relacin al derecho al agua
y al saneamiento permite avanzar rpidamente superando algunas discusiones estriles y
posiciones polticas que se vienen manteniendo ltimamente permitiendo afirmar que: se
trata de un derecho reconocido en el plano internacional, interdependiente con otros
derechos humanos, de contenido variable, de satisfaccin progresiva, que no implica
gratuidad, ni presupone prestacin pblica o privada.
Se trata de una necesidad y de un derecho individual pero a la vez y
fundamentalmente colectivo que segn el caso entraa una serie de derechos y
2

Y esto porque si bien tanto el derecho al agua como al saneamiento admiten soluciones diversas al costoso
tendido de redes domiciliarias de servicios pblicos, los contextos urbanos no admiten en general una
alternativa que resulte sustentable. En este sentido debe tenerse en cuenta que las proyecciones para
Argentina en el 2025 determinan que el derecho al saneamiento para un 95 % de la poblacin deber ser
satisfecho en contextos urbanos y no rurales. (CEPAL, 2005: 26).
3
El equipo lo defini como el Acceso y utilizacin de instalaciones y servicios para eliminacin de
excretas y aguas residuales que brinden privacidad y, al mismo tiempo, garanticen la limpieza y salubridad
del ambiente, tanto en el hogar como en la cercana inmediata de los usuarios.
4
La gravedad de la situacin descripta por el IPCC sobre las consecuencias del cambio climtico han
abierto un proceso de negociacin internacional para acordar el rgimen post-Kyoto cuyo futuro luego del
fracaso de Copenhague 2009 resulta preocupante.

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obligaciones para las personas tanto privadas como pblicas consideradas en forma
individual y colectiva.
Pero ms all de su conceptualizacin el derecho al saneamiento como categora
jurdica puede y debe vincularse conceptual e histricamente a dos institutos jurdicos de
especial gravitacin en el campo de los derechos sociales: el servicio pblico y los
derechos humanos. Dos conceptos y dos regmenes jurdicos que aparecen en la
actualidad conformando el contenido del derecho en forma simultnea, pero que han
presentado una evolucin histrica que revela la progresiva atencin, consideracin y
proteccin de la que ha sido objeto este derecho.
El saneamiento como necesidad inherente al hombre involucra una infinidad de
situaciones subjetivas que requieren de su debida y detenida consideracin por separado.
Pero el saneamiento a escala, como problemtica social, como preocupacin estatal, es un
problema que se acrecienta con el fenmeno de la urbanizacin que acusa graves razones
de higiene y salubridad pblicas.
El marco jurdico conceptual a travs del cual se encauz esta necesidad, fue el de
su consideracin como servicio pblico, cuya organizacin y prestacin directa o
indirecta deba ser prevista u organizada por el Estado5. Este paradigma apoyado en su
5

Desde esta perspectiva el saneamiento en Argentina fue construido sobre la base de la prestacin y la
inversin estatal o pblica. En un primer momento nacional y luego de un proceso de descentralizacin
durante la dcada de los 80 con mayor intervencin de los Estados provinciales. A partir de los 90, en
sintona con la tendencia mundial, se procedi a la privatizacin de la mayora de las empresas pblicas de
agua y saneamiento del pas a travs de su venta y el otorgamiento de contratos de concesin, cuya
ejecucin iba a ser controlada por los Entes reguladores u organismos de control (art. 42 CN) creados a
imagen y semejanza de las regulatory agencies o comissions del derecho anglosajn. Los problemas que
presentaron algunas empresas privadas para cumplir los compromisos asumidos en los contratos, la fuerte
crisis econmica y poltica desencadenada en el pas a partir de 2001 y un cambio de orientacin en la
poltica econmica y de servicios pblicos culmin en la rescisin de los principales contratos (Capital
federal y conurbano, Provincia de Buenos Aires, Tucumn, etc. vid. el completo informe del Banco
Interamericano de Desarrollo (Ducci, 2007), con altos niveles de conflictividad y litigiosidad (Varias
rescisiones han terminado en demandas millonarias de las empresas contra el Estado argentino ante
tribunales internacionales como el CIADI del Banco Mundial. Vid. Solanes y Jouravlev, 2007). Fenmeno
que determin a su vez una vuelta parcial a la prestacin estatal directa o travs de sociedades estatales o
con participacin estatal mayoritaria. Es parcial porque muchas provincias, como Mendoza, mantienen los
esquemas de prestacin privada a travs de concesiones sometidas a permanentes procesos de
renegociacin que impiden la existencia de reglas claras que permitan su control y el cumplimiento de las
obligaciones asumidas en los sucesivos acuerdos que son sistemticamente desatendidos. En la actualidad,
se observa que las sociedades estatales que continuaron la explotacin en los casos de rescisin a
compaas privadas, en algunos casos mantienen en vigencia los antiguos contratos, a la vez que cuentan
con regulacin especfica nueva previendo la creacin de nuevas autoridades de control que, sin embargo,
no ha entrado todava en funciones. El caso paradigmtico, por muchos motivos, es el de una de las
empresas con mayor cantidad de usuarios del mundo (15.000.000) que presta el servicio en el rea
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), durante su etapa de privatizacin denominada Aguas Argentinas
(AASA), ahora de capital estatal Aguas y Saneamiento Argentinos (AYSA) (Vid. Ordoqui Urcelay, 2007).

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necesidad de organizacin en funcin de un inters pblico, pona el nfasis en la


prerrogativa estatal, en la titularidad de los servicios y ulteriormente en su concesin, en
el marco de una concepcin donde el administrado como sujeto presentaba, escasas o
nulas prerrogativas frente a los poderes pblicos en orden a exigir conductas positivas de
parte de los mismos.
La perspectiva principalmente objetiva del servicio pblico anteriormente
expuesta slo recientemente ha comenzado a ceder, complementndose con aquella que
pone nfasis en la subjetividad del hombre y sus derechos. Si bien el PIDESyC no es
nuevo, slo recientemente, con la explosin de derecho internacional de los derechos
humanos y, en el plano interno, con la reforma de la Constitucin argentina en 1994 y la
inclusin de los tratados de derechos humanos en la misma, sta ptica subjetiva
comienza a gravitar con fuerza en la jurisprudencia local que empieza a reconocer con
mayor frecuencia la operatividad de esos derechos en orden a su efectivizacin.

3. La regulacin positiva del saneamiento

Son muchas las normas de derecho internacional que pueden servir en Argentina
de fundamento a un derecho al saneamiento por aludir a l en forma directa. En forma
indirecta o mediata lo son todas aquellas que reconocen derechos interdependientes o
conexos, como el derecho a la salud, la vivienda digna, al agua o a un medio ambiente
adecuado, etc.
Pero el derecho al saneamiento tambin encuentra fundamento en aquellos
tratados o pactos que refieren al derecho a condiciones de vida digna, a un nivel de

En la actualidad se perfila en general un esquema hbrido, complejo, que se encuentra literalmente a mitad
de camino entre la prestacin pblica y privada con una marcada heterogeneidad, con reglas poco claras
para el Estado y los prestadores privados donde los organismos de control creados en los noventa se
encuentran a la deriva, sea por la falta de reglas a partir de las cuales controlar, por la perdida de
protagonismo e independencia o por la reticencia de la gestin estatal a ser controlada, como por la crisis de
identidad generalizada en la que se encuentra inmerso todo el sistema de prestacin de servicios pblicos.
Esta realidad trajo aparejados nuevos problemas que, en mi opinin, se centran en la falta de inversin en la
expansin de los servicios, el mantenimiento de su calidad, el respeto a los derechos de los usuarios, la
transparencia, la posibilidad real de sostener la inversin de fondos pblicos y el dilema, antiguo pero
siempre actual, de si el Estado (organismos de control) ser capaz de controlar al Estado. Se trata de un
esquema hbrido, heterogneo y desordenado desde lo prestacional en el que estndares mnimos
universales construidos desde la perspectiva subjetiva del derecho al saneamiento tienen mucho para
aportar.

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vida adecuado e incluso a su mejoramiento6. Conceptos jurdicos que, aunque con un


fuerte grado de indeterminacin, resulta obvio decirlo, son absolutamente incompatibles
con la falta total de satisfaccin de un derecho al saneamiento tal y cual se lo prefigura en
este trabajo7.
En efecto, y por mencionar tan solo algunos de ellos, aunque el PIDESC no refiere
expresamente al derecho al saneamiento si lo hace en forma implcita al reconocer el
derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para s y su familia, incluso
alimentacin, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones
de existencia (art. 11). Aunque no vinculantes, particularmente trascendentes resultan las
precisiones efectuadas por el Comit del PIDESC, en la OG N 15 (2002) que incluye
entre las obligaciones bsicas de los Estados el i) Adoptar medidas para prevenir, tratar
y controlar las enfermedades asociadas al agua, en particular velando por el acceso a
unos servicios de saneamiento adecuados8.
La Convencin sobre la eliminacin de toda forma de discriminacin contra la
mujer (CEDAW), consagra expresamente el derecho a gozar de condiciones de vida
adecuadas, particularmente en las esferas de la vivienda, los servicios sanitarios, la
electricidad y el abastecimiento de agua, de transporte y las comunicaciones (art. 14 inc
h).
A nivel regional, el Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre
Derechos Humanos en Materia de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
6

As entre otros que cabe citar como ejemplo, la Declaracin Universal de los Derechos Humanos dispone
que Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, as como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentacin, el vestido, la vivienda, la asistencia mdica y los
servicios sociales necesarios (art. 25 inc. 1) y en su Prembulo se propone promover el progreso social y a
elevar el nivel de vida dentro de un concepto ms amplio de la libertad; La Convencin Internacional sobre
la Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin Racial consagra el el derecho al acceso a todos
los lugares y servicios destinados al uso pblico, tales como los medios de transporte, hoteles, restaurantes,
cafs, espectculos y parques (art. 5 inc. f); la Convencin sobre los derechos del nio reconoce el
derecho de todo nio a un nivel de vida adecuado para su desarrollo fsico, mental, espiritual, moral y
social (art. 27).
7
Para una vinculacin entre el concepto de calidad de vida y servicios pblicos vid. (Prez Hualde, 2007).
8
En la misma observacin se procura dejar en claro que El garantizar que todos tengan acceso a
servicios de saneamiento adecuados no slo reviste importancia fundamental para la dignidad humana y la
vida privada, sino que constituye uno de los principales mecanismos para proteger la calidad de las reservas
y recursos de agua potable. El derecho a la salud y el derecho a una vivienda adecuada (vanse las
Observaciones generales n 4 (1991) y n 14 (2000) impone a los Estados Partes la obligacin de ampliar
progresivamente unos servicios de saneamiento salubres, en particular a las zonas rurales y las zonas
urbanas desfavorecidas, teniendo en cuenta las necesidades de las mujeres y los nios, Comit de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (CDESC) de las Naciones Unidas, General Comment N 15:
The right to water [Observacin General Nro. 15: El derecho al agua] (2002).

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(Protocolo de San Salvador) establece que toda persona tiene derecho a vivir en un
medio ambiente sano y a contar con servicios pblicos bsicos (art. 11), entre los cuales
se encuentra sin lugar a dudas el saneamiento.
La escueta mencin de la normativa internacional efectuada, que no es ni mucho
menos exhaustiva, alcanza para afirmar que el derecho al saneamiento ha sido reconocido
expresa e implcitamente por muchos de los pactos internacionales de derechos humanos
ratificados por Argentina. Se trata de un derecho propio del constitucionalismo social,
pero que ha adquirido sin embargo, especial relevancia a partir de la jerarquizacin del
derecho internacional de los derechos humanos.
En el plano interno, la Constitucin Nacional argentina perfila la organizacin del
servicio pblico de agua y saneamiento como una competencia por principio provincial
pero en cuya ejecucin pueden sin embargo intervenir y colaborar de forma diversa los
otros dos niveles de gobierno, tanto los Municipios como el Estado nacional.
Aunque en virtud de ttulos y competencias diversa, ello determina una
configuracin distinta del sistema en cada una de las provincias argentinas que se
reservan para si la creacin de sus instituciones y la organizacin de los servicios
pblicos que no impliquen intereses nacionales o interprovinciales9. Su rgimen
especfico resulta en consecuencia de imposible abordaje dada la coexistencia de 24
regmenes y estados provinciales y ms de 2000 Municipios que lo configuran de manera
diversa10.
En virtud de ello el saneamiento como servicio o actividad, encuentra su
regulacin y reglamentacin sustancial en los derechos provinciales y municipales
respectivamente (Normas sobre servicios pblicos, Cdigos municipales de edificacin,
etc.) cuyos trazos generales se perfilan ms adelante.
Un breve repaso sobre este derecho interno (constitucional, provincial y
municipal) no debe pasar por alto el hecho de que la legislacin infra constitucional,
provincial y municipal del saneamiento no se ha caracterizado tradicionalmente por la

Dentro de las mismas provincias conviven as las ms diversas formas de prestacin del servicio,
Sociedades Annimas, Cooperativas, Agrupaciones vecinales y el Estado o los Municipios sea en forma
directa o indirecta a travs de sociedades estatales o la participacin en la propiedad de empresas privadas.
10
Al efecto, se tomar como ejemplo, la Ley 6044 de 1994 de reordenamiento del servicio pblico de agua
potable y saneamiento de la Provincia de Mendoza (en adelante Ley 6044) y el Cdigo de Edificacin del
Municipio Ciudad de Mendoza, capital de la misma Provincia, Argentina.

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adopcin de la perspectiva subjetiva que hoy se articula desde el derecho internacional,


esto es, el reconocimiento de derechos en cabeza de los individuos.
Ello puede deberse, en parte, a que los inferiores niveles de gobierno (provincias,
municipios), ulteriores responsables directos de la efectivizacin de los derechos, por
saberse quizs de antemano incapacitados de cumplir con tales estndares, se han
mostrado renuentes a trasladar a sus normativas estas obligaciones que han sido, en
cambio, generosamente asumidas por el Estado Nacional con la ratificacin de los
tratados de derechos humanos y su inclusin en el texto constitucional.
De all que el fundamento del derecho al saneamiento como se lo prefigura en esta
contribucin est contenido fundamentalmente en los niveles constitucional y
supraconstitucional que, por su jerarqua, dems est decirlo, son adems plenamente
operativos, prevalecen, modifican y/o derogan cualquier disposicin de inferior rango que
los cercene o desconozca.
El derecho constitucional argentino presenta la particularidad de haber
incorporado en 1994 a su texto constitucional, el texto y contenido de diversos tratados de
derechos humanos11. En consecuencia, sin que deje de ser derecho internacional, el texto
de los tratados adquiere jerarqua constitucional y ha pasado a formar parte del bloque de
constitucionalidad.
Amen de la fundamentacin descripta en forma escueta al referir al derecho
internacional de los derechos humanos hoy incorporados a la Constitucin y la que pueda
derivarse en general de los derechos del constitucionalismo clsico, vale destacar una
particular norma que tiene por objeto la proteccin de los derechos de los usuarios de
servicios pblicos.

11

Tienen jerarqua constitucional y forman parte del derecho interno: La Declaracin Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre; la Declaracin Universal de Derechos Humanos; la Convencin
Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y
Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y su Protocolo Facultativo; la
Convencin Sobre la Prevencin y la Sancin del Delito de Genocidio; la Convencin Internacional sobre
la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin Racial; la Convencin Sobre la Eliminacin de
Todas las Formas de Discriminacin Contra la Mujer; la Convencin Contra la Tortura y Otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convencin Sobre los Derechos del Nio; la Convencin
Interamericana sobre Desaparicin Forzada de Personas; la Convencin sobre la Imprescriptibilidad de los
Crmenes de Guerra y de los Crmenes de Lesa Humanidad (Art. 75 inc. 22 de la Constitucin Nacional
Argentina).

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Esta disposicin constitucional, que ha dado lugar a una riqusima produccin


doctrinaria12 y jurisprudencial, reconoce en forma expresa que los usuarios de servicios
de agua y saneamiento tienen derecho a la proteccin de su salud, seguridad e intereses
econmicos; a una informacin adecuada y veraz; a la libertad de eleccin y a
condiciones de trato equitativo y digno (art. 42 CN). En la faz procesal la Constitucin
habilita, para la defensa de esos derechos una accin excepcional y expedita como lo es el
amparo (art. 41 CN).
Las nuevas leyes provinciales de servicios pblicos de agua y saneamiento, a su
turno, reconocen expresamente el derecho genrico que todas las personas fsicas o
jurdicas tienen a la provisin de agua potable y desages cloacales e industriales, claro
est, en la forma y condiciones que lo determine la ley y sus reglamentaciones13.
En forma concomitante se establece la obligacin del prestador de extender y
renovar las redes externas y de conectar y prestar el servicio para uso domstico,
comercial e industrial, en las condiciones que se establezcan o convengan, a todo
inmueble comprendido dentro de las reas servidas y de expansin del servicio14.
Estas leyes prescriben que el servicio pblico de agua y saneamiento comprende
generalmente las etapas de produccin, distribucin y comercializacin de agua para
abastecimiento de la poblacin, incluida la potable, desages cloacales e industriales15.
Aunque diferenciables entre si, las actividades de provisin de agua potable y
saneamiento son la mayora de las veces, en virtud del principio de integralidad, provistas
por la misma empresa o entidad16.

12

Esto ha llevado a la doctrina ha sostener que se ha operado un cambio en el sistema servicial y


concesional administrativo, donde a partir de la reforma hay un sujeto acreedor, el usuario -que se
transforma en el sujeto determinante de la relacin-, y dos sujetos deudores solidariamente responsables, el
prestador del servicio y el Estado (Salomoni, 2003/2004: 390).
13
Art. 32, Ley 6044 de reordenamiento del sector de agua potable y saneamiento de la Provincia de
Mendoza (en adelante, Ley 6044 de Mendoza).
14
Art. 18, Ley 6044 de Mendoza.
15
As, define produccin de agua potable, como la captacin y tratamiento de agua cruda para su posterior
distribucin en las condiciones tcnicas y sanitarias establecidas en las normas respectivas; distribucin de
agua potable, como el transporte y conduccin de agua producida hasta su entrega en el inmueble del
usuario; desages cloacales o industriales, como la conduccin de aguas servidas desde el inmueble del
usuario hasta la entrega para su tratamiento; tratamiento de aguas servidas, como la adecuacin de la
calidad de stas a la norma de calidad admisible por el cuerpo de disposicin final que se utilice y
finalmente disposicin de aguas servidas, como la evacuacin de stas en cuerpos receptores en las
condiciones tcnicas y sanitarias establecidas en las normas de tratamiento y de calidad respectivas. (art.
14, ley 6044 de la provincia de Mendoza).
16
La ley establece de principio que las concesiones de servicio pblico de agua y saneamiento sern
integrales, comprensivas de todas las etapas de la prestacin del servicio. Slo excepcionalmente, por

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Pero no es esta ptica objetiva, organizacional, administrativa, la que ms interesa


a esta contribucin que se centra en la perspectiva subjetiva; en la construccin y
reconocimiento de un derecho al saneamiento. Para la que pueden ser tenidas en cuenta
las normas antes mencionadas, pero en cuyo diseo y exigibilidad resulta crucial la
utilizacin de normas de la mxima jerarqua como la propia Constitucin o los tratados
internacionales de derechos humanos.
Por ltimo, la normativa municipal adopta una ptica prominentemente objetiva,
que se ocupa de su reglamentacin, o ms propiamente, de las normas a que debe
atenerse la construccin de sanitarios, pero sin poner nfasis en el reconocimiento de
derechos en cabeza de los ciudadanos o usuarios.
Con el fin proclamado de asegurar el saneamiento integral de la poblacin la
mayora de los Cdigos municipales de edificacin contienen la obligacin de instalar
sanitarios en todas las construcciones pblicas, semi-pblicas y privadas que se realicen
en el mbito del Municipio.
En forma concordante con la legislacin provincial que prev la conexin
obligatoria para los casos en que se cuente con la existencia de red pblica17, los cdigos
de edificacin municipales prohben la construccin de pozos spticos o absorbentes en
las reas servidas a travs de red.
Lgicamente, slo fuera de las reas que cuentan con redes y servicios de
saneamiento se permite la construccin o instalacin de pozos spticos o absorbentes,
que, al menos en las zonas urbanas, deben de todas formas denunciarse y ajustarse a
estrictas normas de construccin18.

razones de inters general, autoriza el otorgamiento de concesiones parciales, prescribiendo en que en todo
caso debe garantizarse al usuario el acceso a todas las etapas del servicio (Art. 37, ley 6044 de Mendoza).
17
La ley prev con autorizacin del organismo de control la imposicin a los propietarios de la conexin
forzosa a las redes cloacales y de agua potable. (Art. 19 Ley 6044 de Mendoza). La reglamentacin
determin igualmente la posibilidad por parte del prestador de cobrar por el servicio a partir de la
instalacin de la red con independencia de su conexin o utilizacin al domicilio. Sin embargo, luego de un
largo litigio la Suprema Corte de justicia de Mendoza confirm la Res. del organismo de control que, en
caso de inmuebles no conectados, dispuso el cobro de slo el 38 % de la tarifa fundado en el costo que
implica el mantenimiento de la capacidad ociosa de la infraestructura instalada.
18
Apartado E.III.2.3 Los pozos absorbentes colectores de los desages cloacales debern contar en su
parte superior con un anillo construido en albailera de ladrillo de 30 cm de espesor de hormign armado
de 10 cm de espesor mnimo y de una altura no inferior a 1,50 m, Cdigo de Edificacin del Municipio
Capital de la Ciudad de Mendoza, Argentina.

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3.1 El servicio pblico de agua potable y saneamiento, el derecho al saneamiento y los


tratados de derechos humanos en el derecho argentino

La evolucin trazada en forma esquemtica del saneamiento como servicio pblico


hasta su consagracin como derecho humano pone en evidencia la existencia de dos
planos y paradigmas diversos que aunque parcialmente fundidos en el ordenamiento
jurdico y compartiendo principios fundantes19 aparecen sin embargo en la realidad
muchas veces desconectados20.
El titular del derecho al saneamiento ser en consecuencia titular de un derecho
humano fundamental pero, en la generalidad de los casos, resultar al mismo tiempo en
tanto usuario actual, potencial o futuro de un servicio pblico, titular de un derecho
constitucional (art. 42 CN), que tambin encuentra su fundamento ltimo en los tratados
de derechos humanos (Cfr. Salomoni, 1999/Prez Hualde, 2007).
Ambas posiciones jurdicas subjetivas lo habilitan para la defensa de sus derechos
tanto en forma individual como colectiva, mediante remedios procesales ordinarios o de
excepcin (art. 41 CN; arts. 8.1 y 25.1 CADH) ante tribunales de justicia locales o cortes
internacionales de derechos humanos (CIDH).
Este compacto bloque tuitivo que califica al titular del derecho al saneamiento en
el derecho argentino del que se deriva un complejo sistema de derechos, deberes,
obligaciones y responsabilidades a cargo de los particulares, los prestadores y del Estado,
no se condice sin embargo con el grado de efectivizacin que el derecho ha alcanzado en
la actualidad, ni con el nivel de expansin que los servicios de saneamiento presentan en
la realidad.
Pero una indagacin ms profunda en el contenido del derecho al saneamiento que
contemple las diversas posiciones jurdicas subjetivas en que pueden encontrarse los
titulares en relacin con un contexto poltico-social concreto, quizs posibilite avanzar en

19

Los cardinales principios de universalidad, igualdad y no discriminacin en materia de derechos humanos


encuentran igualmente su reflejo en la construccin del servicio pblico que igualmente reconoce los
principios de igualdad, obligatoriedad y generalidad, que brindan fundamento jurdico y tico a todo el
rgimen pblico de excepcin y generalmente monoplico que implica la prestacin de estos servicios.
20
Me refiero al abismo entre los que elaboran las polticas, definen los programas, el financiamiento y los
recursos, quienes en definitiva, ejecutan lo que puede denominarse la poltica del saneamiento como
servicio pblico desde un enfoque administrativo; y por otro, los que bregan desde el mbito internacional
de los derechos humanos por el reconocimiento y la consagracin del derecho al agua, del derecho al
saneamiento como derecho humano a travs de conferencias, tratados, foros, etc.

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la funcionalidad real que un derecho como este puede tener en la actualidad.

4. Contenido del derecho al saneamiento

El penetrar con algn grado de profundidad en el contenido de un derecho al


saneamiento que supere la formulacin genrica hasta aqu desarrollada supone la
contemplacin de situaciones subjetivas que resultan muy dismiles entre s.
Y ello porque es radicalmente diversa la regulacin del derecho en lugares
pblicos, que el acceso al mismo en los domicilios particulares y, dentro de estos ltimos,
la situacin de quin se encuentra conectado a una red de saneamiento, de quin no lo
est. Es igualmente diversa la situacin de quin se encuentra en reas urbanas, donde
existen potenciales posibilidades de expansin de la red pblica, de la de aquellos
habitantes que, por su relativo aislamiento, deben recurrir a soluciones diversas de la
conexin a la red pblica.
Tal distincin es particularmente importante adems, puesto que dichas
situaciones presentan, a veces, una importante relacin entre si. Como la que deviene por
ejemplo de la implementacin de subsidios cruzados en la aplicacin de tarifas de los
servicios, o de la suspensin de las inversiones en expansin y el nivel de las tarifas de
los usuarios que cuentan con el servicio.

4.1 El derecho al saneamiento en lugares pblicos

El acceso al saneamiento en lugares pblicos o semi-pblicos se encuentra


previsto en los Cdigos Municipales de edificacin que reglamentan en forma detallada,
la cantidad de sanitarios necesarios y las normas de construccin a las que deben
ajustarse21.
Estos establecen que los locales de uso pblico o semipblico, deben contar con
sanitarios separados para cada sexo y proporcionales al nmero de personas que trabajen
o permanezcan en ellos, distinguiendo a veces adems entre empleados y pblico en
general. Los criterios y proporciones varan segn se trate de locales comerciales y/o
industriales; edificios de gobierno, estaciones, terminales, salas de exposiciones, grandes
21

Apartado E.III.2.2, Cdigo de Edificacin del Municipio Capital de la Ciudad de Mendoza, Argentina.

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tiendas, restaurantes, mercados o anlogos; Teatros, cines o campos de deportes y


escuelas22.
Su asequibilidad econmica debe ser igualmente considerada. Mientras en los
sitios semi-pblicos (bares, restaurantes, etc.) los sanitarios son generalmente para uso
exclusivo de los clientes, en sitios pblicos (estaciones terminales, plazas, etc.) aunque
reputados en principio gratuitos, en la actualidad normalmente debe hacerse una
contribucin econmica destinada a la persona que mantiene la limpieza del local y a
veces provee de algunos insumos (jabn, papel, etc.). La asequibilidad econmica de
afrontar un pago de este tipo para el ejercicio del derecho puede variar dependiendo de la
persona de que se trate pero podra en ocasiones resultar discriminatoria.

4.2 El derecho al saneamiento en el domicilio o viviendas particulares

4.2.1 Personas conectadas a una red pblica

Este constituye sin dudas el colectivo que se encuentra en mejores condiciones de


satisfacer su derecho y cuenta con un bloque tuitivo de sus derechos que con expreso
fundamento constitucional encuentra su reflejo en distintas normas de inferior jerarqua
(Marcos regulatorios de los servicios, Ley de Defensa del Consumidor, Defensa de la
competencia) pero de vital trascendencia.
El marco regulatorio del servicio pblico de agua y saneamiento de Mendoza, que
nos sirve de ejemplo, distingue entre usuarios actuales y potenciales o futuros. Son
usuarios actuales las personas fsicas o jurdicas cuyos domicilios se encuentran en las
reas servidas y son usuarios potenciales quienes estn en las reas de expansin o
remanente23.
A los usuarios actuales les reconoce expresamente el derecho a: 1) la prestacin
del servicio conforme al nivel de calidad que establezca el organismo de control; 2)
requerir al organismo de control la instalacin y restablecimiento de la prestacin del
servicio en la forma y condiciones que determina esta ley; y a exigir el cumplimiento de
los planes de expansin y metas que se fijen al operador; 3) conocer, con la debida
22
23

Apartado E.III.2.2, Cdigo de Edificacin del Municipio Capital de la Ciudad de Mendoza, Argentina.
Art. 33, Ley 6044 de Mendoza.

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antelacin, el Rgimen Tarifario, su composicin, sus modificaciones, y a recibir


oportunamente las facturas correspondientes; 4) la rectificacin por el operador de las
facturas u otros cargos que no coincidan con el rgimen aprobado, pudiendo autorizar el
organismo de control la suspensin del pago hasta la rectificacin; 5) ser informado por
el operador y el organismo de control sobre todos aquellos aspectos vinculados al servicio
para el adecuado ejercicio de sus derechos; 6) denunciar ante el organismo de control,
cualquier accin u omisin cometida por el operador o terceras personas que pudieran
afectar sus derechos24.
Como puede apreciarse el contenido del derecho al saneamiento de este grupo
alcanza a situaciones que han atravesado una barrera fundamental: la existencia del
servicio y denotan en toda su extensin el contenido progresivo del derecho. A partir de
all, el contenido se extiende a su calidad, a su asequibilidad, a los deberes de
informacin y participacin, a la seguridad con que el servicio es prestado, a la defensa
de sus intereses econmicos, etc.
Con respecto a la asequibilidad econmica de los servicios, la escasez de datos y
la variedad de situaciones a lo largo del pas impiden efectuar una valoracin que no
implique una generalizacin que conduzca al error. Pero en todo caso cabe destacar que,
la ventaja de este grupo respecto de los otros (que no cuentan con el servicio) no alcanzan
solamente a la existencia del mismo, sino tambin y generalmente al aporte de algn
subsidio estatal explcito o implcito que opera en forma directa o indirecta sobre la tarifa
de los usuarios actuales y se introduce de manera diversa en la negociacin y
renegociacin de los contratos con las empresas prestadoras.
La sensibilidad poltica que presentan las tarifas de este tipo de servicios a
diferencia de otros-, hace que el poder poltico evite por todos los medios (subsidios,
rebaja de impuestos, etc.) su incremento mantenindolas en niveles de asequibilidad,
pero tal situacin configura un sistema complejo que presenta mltiples aristas y no
puede ser desvinculado totalmente de la realidad de quienes carecen del servicio.
Las leyes prevn, para situaciones de pobreza o incapacidad de pago, el subsidio
estatal total o parcial de la tarifa para consumo domstico. El subsidio puede obtenerse en

24

Art. 34, Ley 6044 de Mendoza.

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forma individual, a travs de un procedimiento administrativo25, o instrumentarse de


hecho ante una circunstancia de fuerza mayor donde, ante la falta de pago generalizada de
determinados sectores de la poblacin, el Estado asume frente al prestador el costo del
servicio evitando su restriccin o corte.
Cuestiones todas de vital trascendencia pero que denotan, desde la perspectiva de
este derecho, una situacin subjetiva muy difcil de comparar con respecto a quienes
carecen lisa y llanamente del servicio prestado a travs de una red.

4.2.2 Personas no conectadas a una red pero con posibilidades de serlo

Sin perjuicio de los otros, es ste el grupo que ms relevancia presenta desde
mltiples pticas. Lo es en Argentina sustancialmente desde el punto de vista
cuantitativo, lo es en grado de vulnerabilidad y lo es en cuanto a la ingente inversin
requerida para satisfacer de manera definitiva y sustentable el derecho.
Este grupo de personas se ubica generalmente en contextos urbanos donde la
economa de escala permite la construccin de redes pero la falta de planificacin y
recursos impiden su construccin26. Aunque muchos cuentan con soluciones parciales de
saneamiento (ej: pozos o letrinas cuya sustentabilidad en zonas densamente pobladas es
dudosa), se trata de personas que algunas leyes provinciales de servicios pblicos de agua
y saneamiento han denominado como usuarios futuros, reconocindoles el genrico
derecho de pedir al prestador del servicio el cumplimiento de las metas de expansin
fijadas en el contrato de concesin para el rea de expansin del servicio y de recurrir
ante el organismo regulador en su caso para su imposicin27.
25

El Poder Ejecutivo podr otorgar subsidios para el pago del consumo de los servicios de agua potable y
de desages cloacales, a favor de jubilados y usuarios residenciales de escasos recursos. A tal efecto
reglamentar la instrumentacin de estos subsidios determinando los porcentajes a subsidiar, de los niveles
socioeconmicos que se beneficien con ellos y la compensacin a los operadores afectados. La
compensacin a los operadores deber comprender exactamente el monto subsidiado al usuario y deber
pagarse en el plazo de sesenta (60) das. El vencimiento de este plazo sin que se pague la compensacin
importar la caducidad del subsidio. En todos los casos la aplicacin de estos subsidios deber contar con la
correspondiente previsin presupuestaria. En la boleta que se extienda deber indicarse separadamente el
precio total de las prestaciones, el monto subsidiado y la cantidad a pagar por el usuario (Art. 26, Ley
6044 de Mendoza).
26
Como se puso de relieve al comienzo, si bien el derecho al saneamiento admite diversas soluciones
tcnicas, no existen demasiadas alternativas a la implementacin de polticas de financiamiento e inversin
que permitan la construccin de las costosas redes de alcantarillado y plantas de depuracin gracias a las
cuales es posible el desarrollo de una vida digna y ambientalmente sustentable en los contextos urbanos.
27
Art. 35, Ley 6044 de Mendoza.

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Eso permite ver como aunque el sujeto fundamental del derecho al saneamiento
estara dado en realidad por el usuario futuro, es decir aquel que carece de todo acceso al
servicio o a la red, las leyes provinciales de servicios pblicos reconocen la mayor
cantidad de derechos al usuario actual, es decir goza del servicio instalado.
Sin embargo en la prctica estos usuarios potenciales o futuros, a pesar de contar
con una proteccin jurdica y procesal de la mxima jerarqua como se vio, no han podido
hacer efectivo su derecho al saneamiento que ha sido sistemticamente postergado.
Entre las causas ms comunes de la postergacin est el incumplimiento
contractual de expansin de redes por parte de las empresas de saneamiento; de los
compromisos de inversin; la omisin de los organismos de control en el cumplimiento
de sus funciones; la complicidad de los gobiernos que, con la mira puesta en los procesos
electorales, han consentido y convalidado sistemticamente la suspensin de las
inversiones en expansin de las redes28; la falta de inversin pblica, etc.29.
Resulta difcil hablar de asequibilidad econmica en estos casos, puesto que el
servicio y las tarifas, lisa y llanamente no existen, con lo cual la solucin del saneamiento
est en forma ntegra a cargo de los necesitados y adquiere segn el caso las ms diversas
formas30. En la prctica, para la generalidad de la poblacin sin servicio, la nica
28

Una interpretacin de la realidad y los contratos en trminos econmicos lleva a pensar que las urgencias
polticas de los gobiernos, determinaron la postergacin de los compromisos de inversin para expansin
de los servicios a cambio del mantenimiento de tarifas bajas para los usuarios actuales. El subsidio estatal
indirecto se dirigi as a la tarifa de los que cuentan con el servicio y no a la inversin en expansin, ni a
soluciones alternativas para aquellos sitios donde la escasa densidad poblacional no justifica
econmicamente la expansin de la red en una maniobra cuya injusticia, no ha sido sin embargo advertida
por la generalidad de la poblacin.
29
Y ello puede verse en la contundencia de un pronunciamiento reciente de la Corte Suprema de Justicia de
la Nacin sin precedentes, donde impuso a la Autoridad de Cuenca el cumplimiento de un estricto
Programa Integral de Saneamiento para la cuenca Matanza-Riachuelo. Adems de los apartados especficos
referidos a Expansin de la red de agua potable (VI), Desages pluviales (VII) y un Plan Sanitario de
Emergencia (IX) en el apartado referido al Saneamiento cloacal (VIII) dispuso la Autoridad de Cuenca
deber informar pblicamente, de modo detallado y fundado, sobre el plan de ampliacin de las obras a
cargo de AySA (Aguas y Saneamientos Argentinos) con particular nfasis en la informacin relativa a las
obras que deban ser terminadas en 2007; a las obras actualmente en ejecucin, especialmente sobre las
previstas para la construccin de la primera etapa de la planta depuradora Berazategui y sus emisarios ();
y al inicio de la ejecucin de las obras de expansin de la red cloacal en el periodo 2008/2015, detallando
las obras contempladas en la construccin de la planta de tratamiento denominada Capital, Ciudad
Autnoma o Riachuelo y sus emisarios. En todos los casos debern incluirse los plazos de cumplimiento y
los presupuestos involucrados. El incumplimiento de cualquiera de los plazos establecidos en cada etapa,
importar la aplicacin de una multa diaria a cargo del presidente de la Autoridad de Cuenca (cons. 17),
CSJN, Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/ Estado Nacional y otros s/ daos y perjuicios (daos derivados
de la contaminacin ambiental del Ro Matanza - Riachuelo) (8/7/2008), Fallos 331:1622.
30
Sobre la dificultad para definir la asequibilidad de los servicios de saneamiento en contextos rurales
como un porcentaje del gasto domstico en pases en desarrollo vid. (COHRE, WaterAid, COSUDE y
UNHABITAT, 2008: 28).

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posibilidad de tornar en asequible la expansin de las redes es a travs del subsidio estatal
directo o la implementacin de subsidios cruzados entre usuarios en los cuadros
tarifarios.
Los planes y ayudas sociales del Estado para soluciones alternativas a la
construccin de redes, fuera del marco de la poltica de servicios pblicos o expansin de
los servicios de saneamiento, son escasas o nulas y se encuentran en el marco de las
polticas de vivienda o promocin de soluciones habitacionales (baos) que no tienen por
objetivo principal o especfico la satisfaccin del derecho al saneamiento.
Particular atencin merece la problemtica del saneamiento en el caso de
asentamientos irregulares o villas inestables que es una de las formas en que espontnea
y desordenadamente crecen las ciudades, al margen de toda planificacin territorial y
urbana, de algunos pases subdesarrollados o en vas de desarrollo. La imposibilidad del
ejercicio de un derecho al saneamiento en la concepcin de esta publicacin se erige en
uno de los problemas centrales, ms graves y difciles de resolver de estos
emplazamientos. Su complejidad legal, social y ambiental demuestra en ocasiones toda la
impotencia del Estado actual, no slo frente a la efectivizacin de los ms elementales
derechos sociales, sino para garantizar un mnimo control de su mismo territorio que dice
abarcar.
Existen varias respuestas judiciales a casos individuales y colectivos en relacin al
derecho al agua y derechos humanos conexos31 que tocan aspectos parciales del
saneamiento, como el citado anteriormente, aunque no refieran a l de manera exclusiva.
Pero ellos refieren las ms de las veces a particulares colectivos cuyos efectos
difcilmente trasciendan los actores con posibilidades de acceder a la justicia y cuya

31

Para graficar tal aseveracin pueden citarse ejemplos, donde la gravedad de los hechos llevaron al
superior tribunal de justicia de la Nacin a: I. Requerir al Estado Nacional y a la Provincia del Chaco para
que en el plazo de treinta das informen al Tribunal, con relacin a las medidas de proteccin de la
comunidad indgena () 2) Presupuesto para la atencin de los asuntos indgenas y destino de los recursos
fijados en las leyes respectivas. 3) Ejecucin de programas de salud, alimentarios y de asistencia sanitaria.
4) Ejecucin de programas de provisin de agua potable, fumigacin y desinfeccin. 5) Ejecucin de planes
de educacin. 6) Ejecucin de programas habitacionales () III. Hacer lugar a la medida cautelar
solicitada y, en consecuencia, ordenar al Estado Nacional y a la Provincia del Chaco el suministro de agua
potable y alimentos a las comunidades indgenas (), como as tambin de un medio de trasporte y
comunicacin adecuados, a cada uno de los puestos sanitarios. CSJN, Defensor del Pueblo de la Nacin
c. Estado Nacional y otra (18/09/2007), Fallos: 330:4134.

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concrecin prctica resulta adems igualmente difcil32. En general se trata de soluciones


transitorias que si bien contribuyen, no solucionan el problema de fondo.
Aunque el derecho y su judicializacin puedan contribuir en la tarea de alcanzar
un mayor grado de efectividad del derecho, todo lleva a pensar que su satisfaccin
generalizada al igual que en los pases desarrollados- no pueda concebirse fuera del
diseo de polticas pblicas sociales de corte redistributivo implementadas por los
poderes legislativo y ejecutivo. El principal valladar para la actuacin del poder judicial
viene puesto por el propio sistema constitucional que le prohbe tajantemente inmiscuirse
y ocupar atribuciones que son propias de los otros poderes del Estado.
Ello lleva a pensar que muy difcilmente una consagracin ms precisa o amplia
del derecho al saneamiento que la que ya existe, o un mayor activismo del poder judicial
en orden a la efectivizacin de ese derecho, puedan franquear el obstculo econmico
insalvable de Estados dbiles con escasos recursos, o de situaciones sociales adversas
derivadas de una muy injusta y desigual distribucin de la riqueza.

4.2.3 Personas sin posibilidad de ser conectadas a una red pblica

Sobre este grupo de personas ubicadas en zonas rurales, aisladas o con una
distancia entre si que no justifique sanitaria, econmica ni ambientalmente la expansin
de las redes de alcantarillado cabe hacer algunas precisiones porque, nuevamente, pueden
presentarse situaciones muy diversas.
Quienes opten libremente por vivir en las mentadas circunstancias debern por
principio asumir las consecuencias econmicas de su accionar corriendo con los costes de
las instalaciones individuales de saneamiento que prev la legislacin provincial y
municipal segn el caso.
32

Un ejemplo de la dificultad para hacer efectivas las medidas judiciales lo constituye un reclamo que, en
su objeto sustancial, procuraba satisfacer el derecho al agua. Tal causa tiene como antecedente un reclamo
judicial realizado en la Provincia argentina de Neuqun mediante una accin de amparo en procura de
salvaguardar el derecho a la salud de nios de comunidades aborgenes ante un incidente de contaminacin
hdrica, requirindose la inmediata provisin estatal de agua en condiciones adecuadas. Aunque la causa
agot las instancias judiciales nacionales, reconocindose en todas ellas la correspondencia del reclamo, y a
pesar de los astreintes fijados por incumplimiento, el Estado no obedeci las medidas judiciales ordenadas
para garantizar el abastecimiento de agua. En el posterior reclamo internacional, el Estado Argentino
como responsable en el derecho internacional- acept como acuerdo conciliatorio la construccin de una
planta de agua potable y otras medidas sanitarias. Se trata de la causa CIDH N 12.010, Comunidades
Mapuche Paynemil y Kaxipayi Neuqun, Argentina, iniciada ante la Comisin Interamericana de
Derechos Humanos.

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Las personas con imposibilidad de acceso a la mnima infraestructura de


saneamiento por falta de recursos cuenta, como ya se apunt, con los programas sociales
para la construccin de viviendas o soluciones habitacionales segn la jurisdiccin en la
que se encuentren. En todo caso, el comn denominador est dado por la insuficiencia de
los fondos destinados a este tipo de programas.

5. Conclusin

La postulacin de un derecho al saneamiento importa la adopcin de una


perspectiva subjetiva que se construye preponderantemente desde el derecho
internacional de los derechos humanos y constitucional, pero que debe conjugarse con la
reglamentacin contenida en la legislacin de servicios pblicos y municipal que lo
organiza efectivamente desde una perspectiva predominantemente objetiva.
De all que el derecho pueda ser estudiado metodolgicamente como una
categora independiente, pero sin desconocer la fuerte interdependencia que presenta con
otros, como el derecho al agua, a la salud, a la calidad de vida, a la vivienda digna o a un
medio ambiente adecuado, ni su simultneo carcter de servicio pblico.
Las tarifas suelen ser asequibles para los conectados a la red que,
paradjicamente, cuentan la mayora de las veces con el subsidio estatal directo o
indirecto, con o sin motivos sociales; a diferencia de quienes carecen por completo del
servicio en contextos urbanos, pero tambin de subsidios y polticas que posibiliten la
expansin sostenida de redes, configurando as, entre las analizadas, la posicin subjetiva
ms vulnerable y relevante en trminos cualitativos y cuantitativos.
Su creciente reconocimiento confiere una proteccin jurdica y procesal de la
mxima jerarqua a su titular que sin embargo contrasta fuertemente, como ocurre con
muchos DESC, con los bajos niveles de eficacia que el derecho presenta en Argentina,
aunque supere en trminos relativos los muy deficientes niveles del resto de Amrica
Latina y el Caribe.
Esta consideracin puede favorecer la creacin de una mayor conciencia, pero en
pases perifricos o del tercer mundo como Argentina o la mayora de Amrica Latina y
el Caribe, su judicializacin no ser la pieza clave para su efectivizacin generalizada que
se encuentra, en cambio, en el plano de las polticas pblicas y en la asignacin

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especfica, eficiente, sistemtica y controlada de recursos econmicos tanto pblicos


como privados.

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